Resumen de la Ponencia:
A primera vista, la alimentación vegana implica sobre todo renuncias: se renuncia a la carne, a los lácteos, al huevo, a todos los productos de origen animal. Cada vez es más fácil, sin embargo, encontrar sustitutos; ya no se tiene que ir a una tienda especializada para encontrar salchichas, quesos o mantequillas de origen vegetal: es posible hallarlas en las grandes cadenas de supermercados.Con los productos y platillos APV (aptos para veganas y veganos) se ha buscado sustituir no sólo la función nutritiva de la comida sino, además, su función simbólica. Al adoptar una dieta basada en plantas no se tiene que renunciar, por ejemplo, a la identificación nacional mediada por la alimentación: diversos sitios en la Ciudad de México ofrecen versiones aptas para veganas y veganos de platillos nacionales como enchiladas, pambazos o gorditas. En Buenos Aires hay, incluso, parrillas veganas en cuyo menú se encuentran cosas como
vifes, provoletas y costillares.Tal como se está desarrollando ahora, el mercado de la alimentación APV está pujando por lograr que al adoptar una dieta basada en plantas no se tenga que renunciar, tampoco, a la función simbólica de la alimentación que es
la distinción: proliferan los restaurantes exclusivos, las tablas de queso (con porciones de camembert y roquefort hechos de nueces de la India), el
fondue listo para preparar en casa, los jamones, vinos y alfajores. Como dijo Fischler (1995: 16-17), “nos nutrimos de nutrimentos, pero también de lo imaginario. Absorber caviar o un simple tomate es incorporar no sólo una sustancia nutritiva, sino también una sustancia imaginaria, un tejido de evocaciones, de connotaciones y de significaciones que van de la dietética a la poética pasando por el
standing y la festividad”. Con creciente velocidad, los grupos y agentes involucradas e involucrados con el veganismo han logrado que, al adoptar una dieta basada en plantas, sea posible no sólo cumplir con los requerimientos diarios de proteína sino, además, vanagloriarse de un estatus, jerarquizar gustos, acceder a la distinción.