Resumen de la Ponencia:
A principios del siglo XX se produce una crisis en la sociedad industrial, sufriendo profundas transformaciones en sus estructuras sociales, políticas y económicas. Sin embargo, en la segunda modernidad surgió una autocrítica radical, donde la globalización es económica, política, social y cultural, permitió una nueva forma de analizar a la sociedad a través de la reflexividad, especialmente en las organizaciones. Morgan (1998) señala que las organizaciones poseen tipos de gobierno, y por lo general las organizaciones actuales prima el gobierno burocrático –donde las normas a seguir y las relaciones de poder están claramente definidas- en el caso específico de la clínicas odontológicas universitarias en Chile, se plantea que son organizaciones de carácter burocrático pero también tecnócrata –es decir, poseen un mayor conocimiento y habilidades para desempeñar su rol- ya que su elemento clave es la jerarquía de conocimiento especializado, donde el poder ejercido y la generación y distribución de éste se adscribe a ciertos factores esenciales, como lo es el nivel y tipo de educación recibida, el grado de conocimiento sobre un área, la experiencia y el reconocimiento de desempeño en ello, entre otros. Se planteó el supuesto que las relaciones de poder se encontraban fuertemente determinada por atribuciones por un cargo de autoridad de gestión administrativa de los centros universitarios de formación clínica odontológica, o que los diseños de comunicación propios de la formación odontológica promovían una asimetría tanto en el trato como en las vinculaciones interpersonales dentro de los centros universitarios odontológicos. Para dar respuesta se caracterizó los factores que generan las relaciones de poder y comunicación en los centros universitarios de formación clínica odontológica en Chile- y se logró mediante la aplicación de un diseño metodológico mixto cualitativo y cuantitativo, el cual se fundamentó en un proceso de recolección, análisis y vinculación de datos en un mismo estudio. Finalmente, el proceso de comunicación se encontró en una estrecha relación con el cómo se desenvuelven los individuos en un determinado sistema –en este caso, una organización- y el comportamiento o acciones que éstos puedan tomar; donde el desarrollo de las relaciones es, por tanto, la clave para la coordinación interpersonal y las comunicaciones son el instrumento que actúa como una herramienta de coordinación en las relaciones entre los individuos, de esta manera, el poder y la comunicación constituyen unidades de análisis relevantes para el estudio de la estructura de las organizaciones de atención clínica odontológica universitaria, en cuanto a que permiten abordar coyunturas que emergen desde el interior de la organización, estrechamente en las interacciones entre cada uno de sus miembros, y no desde una mirada externa o desde el punto de vista gerencial-administrativa, como es recurrente en la teoría clásica de las organizaciones.Resumen de la Ponencia:
Antecedentes. Existe en México un déficit de profesionales médicos en los estados con menor desarrollo, y a la vez se han reportado altas tasas de desperdicio laboral, que incluye a quienes no ejercen la profesión médica. Sin embargo, poco se conoce sobre las condiciones laborales de los médicos que tienen un empleo y las características de aquellos que tienen empleos precarios. Objetivo. Describir e identificar los factores asociados con la probabilidad de tener un empleo precario en el personal médico de México. Metodología. Análisis de datos agregados con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de México, del periodo 2013-2019. Incluimos a todos los médicos con empleo donde son subordinados y remunerados. Construimos la precariedad laboral como la suma no ponderada de cinco variables binarias (dominios) relacionadas con el salario mínimo, duración de la jornada laboral, carencias de contrato, de beneficios sociales y atención médica relacionados con el empleo; estimamos modelos logísticos para cada dominio de la precariedad y un modelo logístico para la presencia de precariedad laboral en al menos un dominio. Resultados. Uno de cada dos médicos tiene un empleo con al menos un dominio de precariedad. Los jóvenes, los solteros, quienes no tienen especialidad médica, y quienes trabajan en el sector privado tienen más probabilidad de presencia de alguno de los cinco dominios. En particular, quienes trabajan en empresas comerciales (RM=1.8), en hospitales privados (RM=2.37), o en negocios personales (RM=5.95) tienen más posibilidad de tener un empleo con al menos un dominio de precariedad. Adicionalmente, en quienes trabajan exclusivamente en el sector público de salud, 13,4% y 3,3% de los médicos tienen precariedad laboral media y alta, respectivamente; los porcentajes son mayores en el sector salud privado, 38,5% y 7,7% (p<0,01), respectivamente, debido principalmente a las carencias de contrato escrito y seguro médico. Estas condiciones se exacerban en las mujeres que trabajan en los consultorios médicos de las empresas del sector privado donde 75,2% y 6,0% de ellas tienen precariedad media y alta, respectivamente, mientras que en los hombres los porcentajes son 15,6 y 7,7%, respectivamente, (p<0,01). Conclusiones. En México, además del déficit de médicos y las altas tasas de desperdicio laboral, los médicos que tienen un empleo tienen altas probabilidades de tener precariedad laboral, y las condiciones laborales de los médicos del sector privado son más precarias que en el sector público, lo cual revela la necesidad de una planeación estratégica en la formación de médicos en el sistema de salud mexicano.Resumen de la Ponencia:
A medida que avanzamos en el siglo XXI, el funcionamiento del 'juego del médico y la enfermera' parece haber evolucionado hacia un conjunto de reglas bastante sencillo. Aún así, surgen muchas preguntas sobre si la profesión médica todavía constituye una institución dominante, que puede o no estar reflejando transformaciones societales de largo plazo, como las relaciones de género y de clase en los sistemas de salud. Si bien tales transformaciones otorgan a las enfermeras y otras profesiones afines mayores niveles de autonomía, las nuevas trayectorias técnicas y las estrategias de expansión profesional están muy politizadas, de la mano con reformas sanitarias aún en curso.Si la emancipación puede entenderse como lo opuesto a la dominación, entonces es teóricamente significativo observar las áreas en las que las profesiones no médicas se han expandido y asumido roles que tradicionalmente han sido exclusivos de los médicos. Al utilizar las especialidades de enfermeras de práctica avanzada (EPA), se han levantado hipótesis sobre patrones de expansión que revisten interés sociológico – por ejemplo, jerarquías de tareas en base un eje abstracto/concreto. Sin embargo, esta ponencia argumenta a favor de la relevancia técnico-política de las áreas de salud en las que existen APN y que son, de hecho, apoyadas por el establishment dominante. En estas dinámicas de reorganización de la división del trabajo, y aún si el concepto de dominación tiende a ser usado en la sociología de la salud, existen procesos que relativizan su aplicabilidad empírica hoy. Este argumento se apoya en datos recientes de reformas de salud en Quebec, Canadá, reforma que ha tenido un efecto expansivo en otros países del continente.Resumen de la Ponencia:
La inclusión laboral de las personas con discapacidad se caracteriza no sólo por altas tasas de inactividad, sino que por ofertas laborales que, con mucha dificultad permitirán mejorar los ingresos de las PcD y sus familias, para de esa forma obtener la autonomía de la que tanto se habla en materia de discapacidad. Según el Informe del Banco Mundial, sobre Discapacidad en América Latina y el caribe (2021), existe una importante desigualdad salarial; quienes presentan discapacidad ganan entre 6 y 11 por ciento menos por el mismo tipo de empleo que otros trabajadores en la región, además de altas tasas de informalidad. Elaboramos una investigación que busca evidenciar cuales son las principales condiciones laborales ofertadas en el mercado laboral chileno bajo Ley 21.015 presentes en el Portal de Empleos Públicos entre enero y marzo del 2022. Elaboramos una investigación de tipo cualitativa y cuantitativa de alcance descriptivo, a partir de la consolidación de una base de datos sobre las principales características de las ofertas de empleo disponibles entre enero y marzo del 2021 y el mismo periodo en 2022, bajo Ley de inclusión laboral N°21.015 en el portal de la Bolsa Nacional de Empleo. De la información disponible en el portal fue seleccionado un corpus que sólo contenía empleos inclusivos y posteriormente se realizó un análisis según categorías predefinidas como jornada, tipo de contrato, rubro empresa, trabajo a distancia, beneficios empresa y sueldo. Las ofertas laborales disponibles en el Portal de Empleos Públicos bajo ley N°21.015 corresponden a un 0,3% del total de los empleos publicados. Se caracterizan por ofrecer jornadas parciales, lo que conlleva a que los salarios ofrecidos sean menores al sueldo mínimo en Chile, por otro lado existe una alta frecuencia de cargos que requieren sólo personal para reemplazo. Los profesionales en situación de discapacidad tienen muy pocas posibilidades de empleo, puesto que en general se ofrecen empleos que requieren de poca calificación. Es necesario que las empresas desarrollen procesos de inclusión laboral que logren cumplir con el fin esperado de disposiciones legales como la Ley N°21.015 para impulsar la autonomía y vida independiente de las personas con discapacidad. Esto, incluyendo a aquellas PcD que cursaron estudios de educación superior y que hoy ven restringidas sus posibilidades de ejercicio profesional. Finalmente todo este proceso de inclusión, no sólo implica el acceso a un empleo, sino que se acompañe de condiciones laborales entreguen seguridad social y participación en los espacios de toma de decisión.Resumen de la Ponencia:
Ponencia: Estudios de caso: El riesgo y métodos de resiliencia del personal sanitario en su vida cotidiana laboralGrupo de trabajo: Salud, Seguridad y personas con discapacidadDaniel Heràndez TrejoUno de los actores con mayor relevancia en esta pandemia, ha sido el personal sanitario, médicxs, enfermerxs y camillerxs, a los cuales se les ha llamado la primera línea de combate contra la Covid-19; han enfrentado agresiones, falta de insumos, un trato desigual en las jornadas de vacunación y además, son el gremio con más defunciones en el país.Para esto, la ponencia que porpongo son los primeros acercamientos de mi trabajo de tesis, es donde estudio los métodos y formas de resiliencia, que el personal sanitario fue construyendo para afrontar un momento de contingencia, la cual tiene como proposito es comprender cuales, y como son las prácticas de asunción y apropiación del riesgo del personal sanitario en el contexto de la pandemia, poniendo especial atención en su vida cotidiana laboral, en dónde las autoridades locales como gubernamentales son pieza clave para la regulación del riesgo; siendo el personal sanitario un sujeto que no es homogéneo, ya que esta es una categoría que incluye tanto a médicxs, enferemerxs y camillerxs.Esto nos ayudaría a comprender el como la gobernanza pandémica del estado mexicano es perceptible o no en la vida cotidiana laboral de los sanitarios y esas posibles formas alternativas locales de apalear las deficiencias del estado, pueden ser usadas por este mismo para mejorar en términos de gobernanza, la respuesta del estado en próximas pandemias o crisis sanitarias.Para lo cual, la pregunta guia fue ¿Cuáles son los mecanismos de asunción y apropiación del riesgo en su vida cotidiana labora del personal sanitario en el contexto de la Pandémica de la Covid-19?.Y se apoya en las teorias de la sociologìa del riesgo, en dónde se recata a Luhmann, Beck , Giddens, Olofson, Girtili y Ohmann como aparato teorico de esta ponencia, asì como a Simmel, para hablar del concepto de confianza.En cuanto a la metodologìa, este estudio de corte fenomenológico constructivista mediante la inmersión como dice Giddens, juega el papel fundamental para el estudio de un problema sociológico, en donde la apuesta, es realizar una descripción densa en donde los universos de sentido y significado se pueden interpretar, entendiendo a estos como conocimientos que son situados, pero que también tienen un anclaje histórico y estructural.por lo cual, las actividades realizadas fueron dos principalmente, la etnografìa y las entrevistas semiestructuradas al personal sanitarioResumen de la Ponencia:
Sin lugar a dudas la pandemia por COVID-19 ha sido un hecho sin precedentes, que ha incidido en todos los ámbitos de la vida, ocasionando gran incertidumbre a nivel global y transformado el comportamiento de los sectores económicos. Esta emergencia sanitaria propició una reconfiguración generalizada con graves efectos para la clase trabajadora y las relaciones laborales, profundizando las brechas de acceso a la seguridad social y las desigualdades del mercado laboral. Donde trabajadores formales e informales se vieron afectados en diferente medida.Destaca América Latina por su heterogeneidad, esta región, ha atravesado continuas reformas estructurales que promovieron una reducción de la regulación laboral y de la seguridad social. Es fundamental entender la relación entre el mercado laboral y las pensiones, en ese sentido, cabe señalar la privatización de los sistemas de pensiones, en concreto, en Chile y México, por las implicaciones que suponen para los trabajadores, dado que sus esquemas pensionarios se caracterizan por ser desiguales, excluyentes, insuficientes y estar fragmentados, situación que se ha acrecentado durante la pandemia por COVID-19.El objetivo de esta investigación es estudiar la manera como se han reconfigurado los sistemas de pensiones en América Latina y la influencia de la pandemia, en particular, los casos de Chile y México, por tratarse de países donde se hacen evidentes las contradicciones e incertidumbres para el retiro. Se trata de un estudio cualitativo y cuantitativo, donde se compara la evolución de las pensiones en Chile y México a través de las trasformaciones y reformas que han implementado en las últimas décadas. Palabras clave: Sistemas de pensiones, mercado laboral, Chile, México, pandemiaResumen de la Ponencia:
No Brasil, em 2004, foi aprovada a Portaria N° 1.434 do Ministério da Saúde que institucionaliza as Unidades Básicas de Saúde (UBS) em territórios rurais, assentamentos e comunidades quilombolas. Mesmo com a implementação desta portaria, ainda encontram-se fragilidades institucionais do setor saúde dos estados e municípios no apoio aos trabalhadores das UBS quilombolas na perspectiva técnica, científica e política. Este trabalho relata a experiência de uma intervenção realizada com trabalhadores de duas equipes de saúde que atendem as comunidades quilombolas da região metropolitana de um estado no nordeste brasileiro. A intervenção foi uma qualificação sobre a Saúde da População Quilombola, com carga horária de 40h, na modalidade híbrida em 2021. O público foi constituído por trabalhadores da saúde de todos os níveis de escolaridade que prestam atendimento à comunidade quilombola. Foi utilizada a metodologia da problematização na perspectiva da reflexão mediada pela realidade, assim foram abordados a história dos povos quilombolas, políticas de equidade em saúde, racismo e o adoecimento em saúde. Para fortalecer os aprendizados, eram realizados trabalhos de campo, atividades produzidas durante a semana no território para conhecer a comunidade, suas tradições e práticas de cuidado e foram convidadas líderes comunitárias, que participaram da qualificação. A qualificação contribuiu com o fortalecimento da atenção à saúde para a comunidade quilombola a partir da aproximação e consolidação do vínculo da equipe de saúde com a comunidade, e também foi a primeira qualificação em saúde da população quilombola que os trabalhadores das equipes participaram. Em relação à produção técnico-científica foram elaborados uma cartilha de textos para auxílio da reflexão, folder, boletim informativo, e um evento final com a presença de trabalhadores, gestão estadual e municipal para dialogar coletivamente as propostas para as próximas atividades. Foi aprofundado a compreensão do conceito de quilombo, a sua cultura, a importância de dialogar a equidade em saúde, e as doenças mais prevalentes na comunidade.Resumen de la Ponencia:
La crisis del Estado de Bienestar o cambio de modelo de política social hacia una orientada a la liberalización del mercado, tuvo diversas implicaciones en el orden social en México, para el caso que ocupa esta ponencia en dos ámbitos en particular, en el del trabajo y en el de la atención a la salud. Bajo la consigna de una modernización en marcha se concibió a mitad de siglo un modelo corporativo con instituciones como el IMSS o el ISSSTE, al cual los marginados en algún momento se habrían de incorporar. No obstante, el cambio de rumbo llevó a concebir a final de siglo otro modelo que diera servicios de salud a los viejos y nuevos precarios del trabajo, pues estos antes que estar rezagados se reconocían como parte de la heterogeneidad del trabajo prevaleciente en la época neoliberal. Así, es como se dio inicio al diseño e instrumentación en 2003 del Seguro Popular para los no asegurados a las instituciones existentes, pera también el incentivo y facilidades para la operación de Consultorios Adyacentes a Farmacia. De acuerdo con los resultados del Censo de Población y Vivienda 2020, para ese año el 31.6 por ciento de la población su primer lugar de atención a la salud se da en el IMSS, 4.5 por ciento en el ISSSTE, ambas propias del sistemas corporativo, el 28.8 por ciento en el esquema del Seguro Popular (hoy sustituido por el INSABI), el 12.8 por ciento en los Consultorios de Farmacia, estos los nuevos sistemas de aseguramiento a los precarios, y el 16 por ciento en los consultorios y hospitales privados. En tal sentido, la ponencia tiene el objetivo de hacer una revisión al programa del Seguro Popular como al esquema de los Consultorios de Farmacias, en términos de su historicidad y desarrollo en las primeras dos décadas del siglo XXI, como lugares de atención a la salud para los precarios, a la vez que dar cuenta del perfil de estos como usuarios y su evolución desde los datos que arroja la Encuesta Intercensal 2015 y el Censo de Población 2020. Se concluye que ambos espacios han facilitado el acceso a la salud a estas poblaciones. Por una parte, se observa una actuación eficaz del Seguro Popular en estos términos así como una creciente atención de los consultorios que en algunas ciudades del país iguala a la del IMSS. Por otra parte, se observa una creciente diferenciación en el tipo de usuarios, acentuándose en el tiempo un perfil más precario en los usuarios del Seguro Popular (hoy INSABI).Resumen de la Ponencia:
Entre os anos de 2015 e 2016 o Nordeste brasileiro foi notícia no mundo inteiro em decorrência de um surto de recém-nascidos microcéfalos. Uma epidemia foi deflagrada e o Vírus Zika (VZ) foi identificado como o responsável pela microcefalia que estava acometendo os fetos. O VZ afetou de forma permanente a vida de diversas crianças e suas famílias, uma vez que a microcefalia posteriormente foi identificada como apenas um dos sintomas do que veio a ser denominado como Síndrome Congênita do Vírus Zika: um conjunto de sintomas como o atraso no desenvolvimento neuropsicomotor, deficiências auditivas e visuais, dificuldade de deglutição, convulsões e choros frequentes, espasmos, rigidez muscular entre outros. A epidemia do Vírus Zika não se encerrou em 2016. Diversas famílias tiveram suas vidas permanentemente atravessadas pelo Vírus e por sua Síndrome, dando origem a uma geração de crianças cujas formas de e da vida lhes eram até então desconhecidas. O presente artigo pretende tratar dessas vidas (bio)medicalizadas e dos conceitos e categorias que as perpassam: biopolítica, normalidade, anormalidade, patologia, biomedicina. O intuito é tentar pensar essas vidas como formas específicas de ser, estar e se relacionar no mundo, visando não a sua normalização, mas sua aceitação enquanto diferença. Levantando a pauta das mães dessas crianças, que insistem sempre que a Síndrome – ou seja, a deficiência – de seus filhos não é doença.Resumen de la Ponencia:
En tiempos neoliberales predomina una narrativa individual de la salud, donde las personas con carencias o trastornos de salud se transforman en clientes de un costoso mercado biomédico. Esta ponencia presenta un estudio de caso desarrollado en el sur de Chile, llamado “Casita de Salud”, que promueve la unidad para enfrentar las adversidades, colectivizar los gastos con acciones de apoyo mutuo y contar, no sólo con orientación profesional, sino también con la presión social para superar la vieja institucionalidad sanitaria.La Casita de Salud es fruto de la interacción social desde el año 2005 entre pobladoras/es, estudiantes universitarios/as y trabajadoras/es de la salud, que dan vida a una experiencia de salud colectiva situada en la periferia de la ciudad de Temuco, en el barrio San Antonio.Las primeras iniciativas comenzaron con “operativos de salud” esporádicos e itinerantes, que complementaban otras actividades sociales, deportivas y culturales de la población. Debido a la precariedad de las condiciones en las cuales se desarrollaban, el año 2017 se decide materializar lo que hasta entonces solo era un sueño.Por medio de la autogestión, solidaridad, apoyo mutuo y voluntariado, se fue moldeando y nutriendo un proceso que se consolida con el uso y rescate de un terreno eriazo, descuidado, convertido en microbasural, un lugar inseguro al costado de una sede social. Es ahí donde se instala físicamente la Casita de Salud, construida por las propias manos de pobladores, pobladoras y equipo voluntario.Tras el proceso de construcción, comienza la ejecución del proyecto que tuvo que enfrentar, como primer desafío, una pandemia mundial, relevando la necesidad de contar con un barrio sano. Para ello, se implementan las líneas de trabajo: salud, medioambiente y solidaridad.como resultado, la casita viene a proponer y a organizar una nueva institucionalidad de la solidaridad: una red de cuidados familiares y comunitarios, la diversidad de medicinas, el ejercicio gratuito o a bajo costo de trabajadores de la salud y un financiamiento basado en esfuerzos colectivos y apoyos mutuos, a través del desarrollo e implementación de un modelo preventivo y de promoción de la salud comunitaria.Desde esta perspectiva, se entiende que, las enfermedades no caen del cielo, sino que las condiciones sociales, económicas y ecológicas son parte del atentado a la salud de los pueblos de América. Para restablecer buenas condiciones de vida se debe relevar a la salud constitucionalmente bajo un principio de solidaridad, que la consagre como derecho con integralidad, universalidad, participación, justicia social, sexual, étnica y la búsqueda de equilibrios ecológicos.Resumen de la Ponencia:
En el año 2019 nuestro equipo de investigación postuló al llamado a Proyectos de Investigación e Innovación Orientados a la Inclusión Social de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (Convocatoria 2019) de la Universidad de la República (Uruguay). El mismo fue aprobado para ejecutarse en el bienio 2020-2022. El diseño se desarrolló bajo el enfoque de la Investigación Acción Participativa (IAP) y supuso la vinculación - como contrapartes- de diversas organizaciones sociales de base territorial implicadas en la trama local del cuidado. El vínculo institucional con la Red de Municipios y Comunidades Saludables (RMyCS) permitió desarrollar acciones de diagnóstico e intervención en relación al cuidado y la inclusión social en los adultos mayores. La relación con la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay y la Red de Adultos Mayores fue vital y en ello debe señalarse la relevancia de la IAP a efectos que los procesos de diagnóstico supongan además intervenciones y acciones reflexivas desde las organizaciones sociales. Los talleres temáticos y las actividades de educación permanente- emergentes del proyecto- las identificamos como acciones de tal naturaleza. El objetivo principal del Proyecto fue contribuir a la aplicación del Articulo 30 del Decreto 427 que reglamentó la Ley 19.353 (Creación del Sistema Nacional Integrado de Cuidados) en el sentido que los programas de prevención y reducción de las situaciones de dependencia no son servicios o prestaciones de cuidados en si mismos, sino que constituyen acciones sectoriales, imprescindibles para la mayor autonomía de las personas en situación de dependencia. La necesidad de generar evidencia empírica y reflexividad es imprescindible y la participación social se revela como un factor crítico para pensar el futuro de los cuidados en el país. El cumplimiento de este objetivo será puesto a consideración en la última etapa del proyecto (Mayo/ agosto 2022) donde se realizará la Gira de presentación de resultados en los Departamentos de Montevideo, Paysandú, Cerro Largo y Colonia. En concordancia con el diseño del proyecto la presentación de resultados será un nuevo y último insumo para la reflexión, análisis y elaboración de las conclusiones finales. Actividades: a: Se realizaron 36 entrevistas en profundidad; b: diseño y puesta en marcha de la Página Web: http://redmunicipioscomunidadesaludables.com/ y el canal de YouTube https: // www.youtube.com/channel/UCOjE-fNJH-sQ1_8OiCMWcBw/featured.; c: Diseño y ejecución de Talleres temáticos coorganizados con la (RMyCS).Se realizaron 32 talleres temáticos virtuales de 2 horas de duración, habiendo participado más de 120 expositores y 4000 participantes nacionales e internacionales Todos los registros audiovisuales están a disposición pública en el canal de la Red de Municipios y Comunidades Saludables - YouTube d: Curso de Educación Permanente dirigido a la formación de Agentes Comunitarios en Salud, e: Curso de investigación acción participativa (IAP) y planificación participativa en salud.Resumen de la Ponencia:
La propuesta de ponencia tiene el objetivo de describir y analizar del impacto del no reconocimiento de esta figura en el programa de becas a personas con discapacidad, como una política pública que, irónicamente, se creo obedeciendo los compromisos internacionales de México en esta materia, a través de una deliberación multidisciplinaria desde la sociología, economía y derecho, fuentes del análisis neoinstitucional.
Introducción:
En la actualidad, se discute al interior del poder legislativo del Estado de Jalisco, una iniciativa de reforma a la Ley para la Inclusión y Desarrollo de las Personas con Discapacidad, cuyo objetivo, entre otros, es el reconocimiento de la figura del cuidador.La discusión ha girado en torno al concepto y no a la figura, pues mientras los detractores de la propuesta han argumentado que la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad señala que toda persona con alguna de estas condiciones, tiene el derecho de valerse por sí misma, y por lo tanto incorporar al cuidador en la ley “es restarle sus derechos”.Lo anterior puede deberse no sólo a la confusión del concepto por el de la figura, ya que ésta es necesaria en diversos casos de discapacidad severa, sino a una visión reduccionista del contexto en el que viven esas personas y sus familias, cuyo bienestar debe ser el fin último que debe proteger tanto el Estado mexicano y su legislación.Desde la óptica de la teoría del neoinstitucionalismo, la eficacia de las políticas públicas para el apoyo de las personas con discapacidad, puede resultar sesgada, al no contemplar a la figura del cuidador como parte integral del desarrollo de aquellas personas que requieren de este, pero inclusive a nivel de análisis teórico, la exclusión de esta figura, vuelve a la institución en excluyente.
Desarrollo:
¿Qué es el neoinstitucionalismo?
Existe una diversidad de enfoques sobre el neoinstitucionalismo. En esta ponencia nos interesa abordar el concepto desde la sociología y la ciencia política. Para Socorro Moyado, la propuesta teórica del nuevo institucionalismo está basada en la idea de que las instituciones son pautas o normas de conducta en una sociedad, y son un elemento fundamental dentro de la misma, ya que ejercen un efecto directo e indirecto en el comportamiento de los individuos presentes en el sistema sociopolítico, es decir, que la explicación de la política tiene como uno de sus factores el efecto de las instituciones sobre la sociedad (Moyado, 2013: 40).
Para Paul J. Dimaggio y y Walter W. Powell, tanto tanto los autores de tradición económica como los que forman parte de la corriente sociológica consideran a las instituciones como creación humana, para los primeros se trata de un resultado de acciones intencionales que son realizadas, sobre todo, por individuos racionales orientados instrumentalmente, mientras que para los segundos no se trata necesariamente del producto de un diseño deliberado (Dimaggio & Powell, 1999).
De acuerdo con Romero (1999), la corriente sociológica considera a las instituciones como patrones sociales que muestran un determinado proceso de reproducción, por lo que las instituciones limitan y restringen la acción de los individuos, y a partir de su análisis se observan patrones que determinan la acción social. Para los neoinstitucionalistas más cercanos a la corriente sociológica, el papel de las instituciones cobra importancia para la política, ya que lo que ocurre dentro de la organización tiene una gran capacidad de influir en el entorno, jugando un papel fundamental en la determinación de la política.
Moyado afirma que el neoinstitucionalismo de March y Olsen (en 1984) “está dirigido a confrontar los supuestos del conductismo y de la teoría de la elección racional porque se caracterizan por un contextualismo, reduccionismo, funcionalismo e instrumentalismo” (Moyado, 2013: 49), por lo que proponen una teoría de la conducta organizacional que revigoriza el papel de las instituciones, lo cual es de suma importancia para comprender la política moderna. “Con ello, el nuevo institucionalismo en la ciencia política le concede una atención especial a los mecanismos, mediante los cuales, individuos y organizaciones toman decisiones colectivas” (Moyado, 2013: 49).
Lo anterior es de gran relevancia, pues indica que el neoinstitucionalismo no ve las la deliberación y las decisiones sobre las reglas del juego como un atentado a la estabilidad institucional, pues se toma en cuenta el contexto ambiental “como origen del cambio institucional” (Moyado, 2013: 46). Estos supuestos nos apoyarán al señalar que, irónicamente, quienes están en contra de la institucionalización de la figura del cuidador no fundamentan su negativa desde la normatividad en materia de discapacidad, sino desde una interpretación equivocada de la institucionalización de la propia Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
¿Qué dice la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad?
El argumento coloquial de algunos grupos defensores de derechos de personas con discapacidad, han interpretado la la Convención prohíbe cualquier tipo de normatividad que pretenda legislar en la materia, ya que argumentan que si toda persona con dicapacidad tiene los mismos derechos que cualquier ciudadano, entonces no se requiere una legislación particular, sin embargo, no hay una prohibición explícita al respecto.
La Convención (UN, 2008) señala en el Artículo 1, “el propósito de la presente Convención es promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente”. Dentro de los principios generales, contenidos en el Artículo 3, está “el respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y la independencia de las personas”. Así mismo, de las obligaciones generales (Artículo 4) resaltaremos las tres siguientes:
Los Estados Partes se comprometen a asegurar y promover el pleno ejercicio de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas con discapacidad sin discriminación alguna por motivos de discapacidad Adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean pertinentes para hacer efectivos los derechos reconocidos en la presente Convención Nada de lo dispuesto en la presente Convención afectará a las disposiciones que puedan facilitar, en mayor medida, el ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad y que puedan figurar en la legislación de un Estado Parte o en el derecho internacional en vigor en dicho Estado. No se restringirán ni derogarán ninguno de los derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos o existentes en los Estados Partes en la presente Convención de conformidad con la ley, las convenciones y los convenios, los reglamentos o la costumbre con el pretexto de que en la presente Convención no se reconocen esos derechos o libertades o se reconocen en menor medida.
Todo lo anterior demuestra no sólo que no hay una prohibición explícita ni implícita para la creación y aplicación de leyes específicas en materia de discapacidad, sino que la propia convención sí señala que toda medida a favor de las personas cion discapacidad no es discriminatoria, por aquello de la discriminación positiva. Así lo demuestra la fracción 4 del Artículo 5 señala puntualmente que “No se considerarán discriminatorias, en virtud de la presente Convención, las medidas específicas que sean necesarias para acelerar o lograr la igualdad de hecho de las personas con discapacidad”.
En el caso de la discusión en los foros de consulta para reformar la Ley para la Inclusión y el Desarrollo Integral de Personas con Discapacidad del Estado de Jalisco, con respecto a la adición de la figura del cuidador, la discusión se centró en los elementos que a continuación veremos en la siguiente sección.
La propuesta y discusión en torno a la figura del cuidador en la iniciativa de reforma a la Ley para la Inclusión y el Desarrollo Integral de Personas con Discapacidad del Estado de Jalisco
El el 27 de febrero de 2020 se publicó en el Periódico Oficial El Estado de Jalisco el decreto número 27815/LXII/20, donde se reforman diversas disposiciones de la Ley para la Inclusión y el Desarrollo Integral de Personas con Discapacidad del Estado de Jalisco. Sin embargo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos acusó que dicho decreto vulneraba el derecho a la consulta estrecha y a la participación activa de las Personas con Discapacidad, debido a que el Congreso del Estado no había llevado a cabo un ejercicio de esta naturaleza previo a su expedición, por lo que presentó una demanda de acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Tras el estudio de la Corte, el pleno determinó que, debido a la falta de consulta en la legislación local en materia de discapacidad, todo el decreto en cuestión se invalidaba, otorgando un plazo de 18 meses para realizar tales consultas, pues se estaba en plena contingencia por el Covid-19. El plazo comenzó a correr el día 18 de mayo de 2021; por lo que la consulta debe realizarse antes del 17 de noviembre de 2022. Finalmente, el Congreso del Estado de Jalisco lanzó la convocatoria para la consulta pública a personas con discapacidad y a familiares, en los términos exigidos por la Corte, para realizarse los días 11, 18 y 25 de mayo de 2022.
La consulta se convocó para discutir el contenido de los artículos 1, fracción I; 2, fracciones I, III, IV, V, VII, IX, X, XIII, XVI, XXIV, XXV y XXVII; 4, primer párrafo; 5, primer párrafo; 26, fracción V; 26 Bis, fracciones VI, VII y VIII; artículo 29, fracción V; y, 30, fracciones I, II y III de la señalada ley local, aunque nosotros sólo nos enfocaremos en la discusión sobre la incorporación de la figura del cuidador, contenido en la fracción X del Artículo 2, fracción VI del Artículo 26 bis, y fracción XV del Artículo 27.
En la exposición de motivos del decreto impugnado se utilizó el concepto de cuidador en dos vertientes:
Cuidador familiar como: aquella persona que asiste o cuida a otra afectada de cualquier tipo de discapacidad, minusvalía, o incapacidad que le dificulta o impide el desarrollo normal de sus actividades vitales o de sus relaciones sociales.
El cuidador principal, es la persona familiar o cercana que se ocupa de brindar de forma prioritaria apoyo físico y emocional a otro, de manera permanente y comprometida, convirtiéndose en un enfermo secundario, ya que se ve expuesto a una elevada carga física y psíquica, que puede generar incluso, un problema social o importantes cambios en las familias (Congreso del Estado de Jalisco, 2022: 50).
Al respecto, las intervenciones sobre el tema, en la discusión de los foros de consulta, se concentran en las siguientes líneas:
La necesidad de representación de la persona con discapacidad severa, a través de su cuidador familiar.Armonización del concepto de cuidador por el de asistencia personal, que está contenido en la Convención (señalada como asistencia personal, asistencia domiciliaria, asistencia humana, formas adecuadas de asistencia, y asistencia apropiada).Diferenciación entre un cuidador familiar o cuidador primario, sin remuneración vs la figura del asistente personal, que se entiende es un profesionista contratado. Dejar la decisión en la propia persona con discapacidad de quién será su cuidador o asistente (respeto de la voluntad y los intereses de las personas con discapacidad).Necesidad de un programa de apoyos y capacitación para los cuidadores.Temor de que el concepto de cuidador pueda ser declarado inválido por la Corte.
Aunque llama la atención que personas con discapacidad visual y motriz, basándose en su interpretación de la Convención, apostaron por la no inclusión de la figura del cuidador, al señalar el vínculo de dependencia que se genera y la posible sustitución de la voluntad, por lo que pugnaron por la figura del asistente, por ser alguien externo, que cumple una función particular y por lo tanto sólo se limita a una relación laboral.
En su estudio, las comisiones dictaminadoras decidieron cambiar el término cuidador por el de asistente personal, aun y cuando para personas con discapacidad severa puedan ser los padres quienes tomen esta función, y por lo tanto sujetos de ser beneficiarios de los programas gubernamentales pertinentes. Por lo anterior, en el último proyecto de dictamen de las Comisiones de Derechos Humanos y Pueblos Originarios; Asistencia Social, Familia y Niñez; y Estudios Legislativos y Reglamentos; la redacción concerniente al asistente personal quedó de la siguiente manera:
Artículo 2, fracción X. Asistente personal: Apoyo profesional, familiar o persona que se pone a disposición de una persona con discapacidad como un instrumento para permitir la vida autónoma e independiente; para desarrollar la actividad de asistencia personal, se deberá contar con el consentimiento del interesado a fin de garantizar su autodeterminación.
Artículo 26 bis, fracción VI. Promover, en coordinación con la secretaría del sistema de asistencia social, programas de apoyo económico y social incluida la formación, profesionalización, regulación y acompañamiento para el asistente personal de conformidad con la disponibilidad presupuestal.
Artículo 27, fracción XV. Desarrollar programas de capacitación para padres y madres de familia, asistentes personales y tutores para que se les enseñe y se promueva la lengua de señas mexicana, el sistema de escritura braille, formatos de fácil lectura y pictogramas.
Análisis
La creencia incondicional en que la Convención se debe aplicar a rajatabla, sin tomar en cuenta el contexto o, irónicamente, sin interpretar lo enunciado en los artículos 4 y 5, nos lleva a la crítica de los propios grupos de personas con discapacidad, pues no es la primera vez en que un grupo busca imponer su visión creyendo que todos los demás requieren las mismas atenciones.
En la discusión de las mesas del foro de consulta en el Congreso del Estado, un grupo de actores buscó descalificar el concepto de cuidador, argumentando que dicha figura no existe en la Convención, aunque el principal argumento era la existencia de una delgada línea entre la toma de decisiones por parte de la persona con discapacidad vs la del cuidador, que casi siempre era un miembro de la familia. En este sentido, este grupo de participantes exponían la necesidad de que el derecho de toma de decisión permaneciera en ellos, por lo que era mejor incorporar la figura del asistente personal, con quien se mantendría sólo una relación laboral.
Lo anterior puede ser válido para aquellas personas cuya discapacidad requiere de apoyos que no comprometen la toma de decisiones, y también cuya condición no implica mayores riesgos a la propia vida. No así en el caso de aquellas personas cuya severidad requiere de cuidados, como así lo expresó otro grupo de participantes, de 24/7, cuya vida depende en su totalidad o en gran medida del cuidador, por lo que éste es, en casi todos esos casos, la madre, el padre o algún otro familiar directo.
Si bien existe la posibilidad de que la palabra cuidador, desate una discusión centrada más en la hipotética idea del ejercicio del control de las decisiones, en lugar de la función vital para algunas condiciones severas, por ejemplo en el autismo nivel 3, en cuyo caso la propia Corte validó que para ésta condición las personas pueden tomar decisiones por sí mismos o a través de terceros; la redacción, hasta el momento, de la figura del asistente personal deja mucho que desear, pues deja en el limbo los niveles de su ejercicio, las funciones con respecto a éstos, la validación de su formación, y sus derechos y obligaciones en caso de la creación de programas gubernamentales de apoyo.
Al no haber entrado en una discusión y análisis más profundo sobre estas aristas, no basta la actual redacción de la fracción X del artículo 2, la fracción VI del artículo 26 bis, ni la fracción XV del artículo 27, resultando en que serían más perjudiciales que de beneficio, cuando no letra muerta en una reforma que todavía no se ha aprobado.
Conclusiones:
Por lo anterior, en el ámbito empírico, la única propuesta realizada a un grupo de representantes de asociaciones civiles en pro de personas con discapacidad, fue compartir esta opinión y en los posibles riesgos que se tendrán si no se enriquece la conceptualización, funciones, derechos y obligaciones del asistente personal, pues si bien el término de cuidador podría parecer limitado, el de asistente debe ser amplio e inclusivo, de lo contrario sólo se tendrá una figura ambigua pero sin apoyo real a quienes lo necesitan.
Desde un punto más teórico, es necesario continuar con una discusión más académica y objetiva sobre la interpretación de la Convención, como un instrumento jurídico que debe dar certeza, pero sobre todo ser utilizado para el desarrollo de las personas con discapacidad, y no como una norma que otorga poderes y beneficios a unos en detrimento de otros.
Desde el neoinstitucionalismo, se argumenta que lo instituido, en este caso la Convención, no es algo inamovible, sino que los actores participantes pueden deliberar y tomar las acciones más pertinentes para el cambio institucional, en este caso, lo que la propia convención permite: Adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean pertinentes para hacer efectivos los derechos reconocidos en la presente Convención.
Desde la lógica del neoinstitucionalismo, cuando el poder legislativo ha promovido la creación de leyes de este índole, se está abonando a este enunciamiernto, validado en diversas ocaciones por la Corte, aunque con limitados estudios desde lo académico que describan y fundamenten estos procesos, con lo que la discusión sobre lo que permite o no la Convención debería estar más en esta arena que en las redes sociales virtuales. La discusión científica es el sigiente paso que debe ser impulsado en estas temáticas.
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Palabras clave:
Discapacidad, cuidador, neoinstitucionalismo
Resumen de la Ponencia:
Da relação entre irracionalidade científica e racionalidade política mediada pela pelas categorias “necropolítica”(Achille Mbembe,2018) e “aporofobia”(Adela Cortina, 2017) adaptadas para o contexto brasileiro na pandemia do Covid-19 é o propósito deste trabalho. A tentativa de compreensão para explicar de como no decorrer da pandemia o executivo federal optou- juntamente com o órgão maior de representação médica- do Brasil em ignorar e mesmo indicar reiteradamente soluções desenganadas pela ciência. O atual grupo componente dominante no executivo federal foi peremptório no período de pré-eleições. O atual ocupante do cargo máximo na esfera federal dizia que vinha para destruir. Coerente foi e é. Foi no decorrer da pandemia que o Brasil teve um general como ministro da saúde e, segundo o próprio, ele desconhecia o SUS. O Sistema Único de Saúde (SUS) foi implantado no Brasil após a Constituição de 1988. O SUS é um sistema universal de saúde com atendimento absolutamente grátis com unidades em toda a federação. O Brasil, por exemplo, tem uma cultura/habitus de vacinas obrigatórias gratuitas e tinha campanhas nacionais rotineiras para tais. Com a pandemia Covid-19 se iniciou uma campanha de postergamento de compras de vacinas para a especificidade da doença e destruição da concepção de vacina gratuita. Nos termos metodológicos se trabalhou com documento resultante da Comissão Parlamentar de Inquérito (CPI) da Covid-19 e declarações oficiais na rede social. Resultante da postura, acima referida, o Brasil conseguiu ter o segundo maior número de mortes por Covid-19, somente ultrapassado pelos Estados Unidos. Um dos paradoxos: apesar das mortes e da postura destrutiva sobre o SUS efetivada pelo executivo federal o SUS conseguiu ser aclamado pela população com seu atendimento pontual e organizado quando, finalmente, o governo federal se viu obrigado a distribuir as vacinas contra o Covid-19.Resumen de la Ponencia:
Título: Impacto de COVID-19 en médicos residentes de un hospital en México.Autores: Mónica Erika Castillo Mendoza, Wendy Nicolasa Vega Navarro, Laura Soraya Gaona Valle.Antecedentes: En2020 la pandemia de COVID-19 sacudió al debilitado sistema de salud mexicano, la saturación hospitalaria, escasez de insumos y falta de tratamiento eficaz perpetuaron el temor; los médicos residentes fueron especialmente afectados, desde su salud mental hasta su formación clínica. Objetivo: Describir la realidad que viven los médicos residentes, los efectos en su formación profesional, el impacto psicosocial, la re-organización y transformación de la dinámica educativa durante la pandemia de COVID-19, en una institución hospitalaria. Material y métodos: Cualitativo Biográfico de análisis, con la técnica Historia de Vida.Resultados: Bajo el muestreo “bola de nieve” se entrevistó a residentes que atendieron a pacientes con COVID-19, se recurrió a observación participativa y un diario de campo. Todos los entrevistados afirmaron haber sufrido episodios de ansiedad, burnout o estrés postraumático como consecuencia directa o indirecta del COVID, así como insatisfacción en la formación clínica, el miedo al contagio y a la muerte fue recurrente en las entrevistas.Discusión: Si bien lo urgente es controlar la morbi-mortalidad del COVID, debemos poner atención en las consecuencias de rezago educativo, salud mental e integración social que la pandemia ha dejado en los médicos en formación.Conclusiones: Es necesario atender la salud mental de los residentes, especialmente los que vivieron eventos traumáticos a consecuencia del COVID, así como el desarrollo e instrumentación de políticas de prevención y contención que fomenten el desarrollo integral de los residentes. El rezago educativo es un daño colateral de la pandemia y la falta de estrategias para resarcirlo traerá consecuencias a largo plazo en la calidad de la atención médica y por ende la salud pública.Palabras clave: COVID-19, HISTORIA DE VIDA, RESIDENTES.
Introducción:
La pandemia de COVID-19 llegó a nuestro país el 27 de febrero de 2020, se trató de un ciudadano mexicano que volvió con síntomas leves en un vuelo proveniente de Italia (Suárez 2020). Fue el 13 de marzo de ese mismo año que el gobierno mexicano anunció una serie de medidas para prevenir la propagación del virus al interior del país. Durante el primer semestre del 2020 se alcanzaron los 258,048 contagios y 26,648 muertes, para la semana 26 de año 2021 la cifra había llegado a 2, 541, 873 contagios con 233, 689 muertes, en la semana 29 de este año la cifra llegó a 6, 448, 477 contagios y 326,504 muertes (ECDC, 2022).
El síndrome de Burnout o agotamiento, es el resultado de estrés generalizado, puede caracterizarse por agotamiento emocional, sentirse abrumado por la demanda laboral y la fatiga emocional, además de la despersonalización, sentimientos de cinismo o desapego hacia los pacientes (Busireddy et. al, 2019). Entre el 36% y el 76% de los residentes han experimentado el síndrome en algún momento a lo largo de la residencia (Martín-Brufu et. al., 2020), las personas que trabajan en servicios de salud se han identificado como un grupo de alto riesgo para presentar Burnout (Trumello et. al., 2020).
Las acciones de combate contra el COVID-19 interrumpieron los planes de estudio, redujeron el número de casos quirúrgicos limitando la práctica clínica y se pospusieron o cancelaron las rotaciones. Un estudio realizado por Coleman en Estados Unidos a 1,100 residentes arrojó que el 61% de los encuestados reportó un impacto negativo o muy negativo en su programación de práctica educativa, el 47% reportaron que la pandemia de COVID-19 ha tenido un efecto negativo y muy negativo sobre su salud física, el 53% informó que ha tenido un efecto negativo o muy negativo en su sentido de seguridad física y finalmente el 70% informó un impacto negativo o muy negativo en su salud mental. (Coleman, 2020)
De acuerdo a un estudio publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 2022, en una encuesta realizada a 2,585 profesionales de la salud en México, 46.6% reportó sintomatología depresiva; la severidad de los síntomas se distribuyó de la siguiente manera: 59.6% tuvo síntomas en el rango de depresión leve, 24% tuvo síntomas moderados, 10.6% síntomas en el rango de depresión moderada-grave y 5.7% síntomas graves, la presencia de ideas o pensamientos suicidas fue de 6.2%. El mismo estudio reportó que los síntomas más frecuentes fueron una menor capacidad para disfrutar de las actividades normales en 60.7%, seguida de agotamiento constante en 59.9%, pérdida del sueño en 51.6%, disminución en la concentración en 39.9% y sentirse poco feliz o deprimido en 39.3% (OPS. HEROES).
Desarrollo:
Implicaciones éticas.- Este estudio se llevó a cabo con la aprobación del Comité de Investigación y Comité de Ética en Investigación del Centro Médico "Lic. Adolfo López Mateos".
Problema.-La pandemia de COVID-19 impactó a los residentes, hubo más trabajo y menos personal, por un lado se intensificó la carga de laboral (no necesariamente de su especialidad) y por otro su aprendizaje se vio interrumpido.
Pregunta de Investigación.- ¿Cómo han vivido los médicos residentes de un hospital de alta especialidad, la pandemia del COVID-19 y qué efectos ha tenido en su aprendizaje y vida personal?
Objetivo.- Describir la realidad que viven los médicos residentes, los efectos en su formación profesional, el impacto psicosocial, la re-organización y transformación de la dinámica educativa durante la pandemia de COVID-19, en una institución hospitalaria de tercer nivel.
Metodología.- Cualitativa
Método.- Biográfico
Unidad de Análisis y observación.- Análisis descriptivo y de observación participante, dentro un hospital de Alta Especialidad en el Estado de México durante la pandemia de COVID-19 en los años 2020 y 2021.
Técnica de análisis.-Historia de vida (life history) que brinda una imagen clara del fenómeno de interés, a través de las vivencias de los protagonistas, que es enriquecida con testimonios y otras fuentes de información.
Muestreo.- teórico intencionado, médicos residentes de cualquier año y cualquier especialidad
Técnica de recogida de datos.- Bola de Nieve, detección de unidades muestrales a través de redes directas e indirectas del investigador y el objeto de estudio.
Instrumentos.-Entrevista semi-estructurada.- Es capaz de adaptarse al sujeto, esta técnica intenta entender sus motivaciones y facilita la recolección de saberes sociales y discursos construidos por los protagonistas.
Lista de Cotejo.- De observación y verificación que permite identificar indicadores de interés durante el estudio de un informante o grupo.
Diario de Campo.- Recolección de información con alta carga subjetiva que recopila la percepción de la realidad del investigador con información descriptiva y analítica.
Tipo de Investigación.- Sin riesgo.
Durante los meses de junio, julio y agosto del 2020 se realizaron una serie de entrevistas a médicos residentes de diferentes especialices de un Hospital de Tercer Nivel reconvertido en Hospital COVID. Bajo la técnica de muestreo “bola de nieve” se realizó la selección de una muestra de 7 participantes, que de manera voluntaria accedieron a formar parte del estudio.
Aunado a esto se realizaron entrevistas no formales a voluntarios de otras áreas hospitalarias que para complementar los relatos y su veracidad, así como brindar una perspectiva global al lector. A continuación se presentarán 6 historias de vida con enfoque narrativo, cabe aclarar que aunque el enfoque narrativo no ve necesaria la codificación de la información, en este proyecto retomamos parte del enfoque paradigmático como herramienta para construir el orden del discurso respetando en todo momento la narrativa del informante y la técnica de análisis de datos.
Se realizó el levantamiento de la información en tres etapas, cada una en diferentes horarios para incluir informantes de los turnos matutino, vespertino y especial, así como registro en el diario de campo de las características del recorrido hospitalario durante la observación participativa.
Durante la primera etapa se llevaron a cabo entrevistas semiestructuradas a una muestra inicial de 2 informantes, bajo el método de selección gradual se recopiló la información de experiencias y vivencias de los profesionales de la salud involucrados en la atención a pacientes positivos a COVID-19. Durante la entrevista se utilizó una lista de cotejo para registras variables de interés como percepción del estado de ánimo, lenguaje corporal, tono de voz, reacciones a sucesos recordados, entre otros.
La entrevista semiestructurada dio a conocer las vivencias de los informantes durante la pandemia de COVID-19 dentro de su área de trabajo, así como su impacto académico, laboral, emocional y social.
Mediante un diario de campo se realizó la recopilación de información de observación participante durante la primera semana de levantamiento, debido a protocolos internos den Hospital, no se me permitió ingresar al área COVID ni realizar entrevistas dentro de las residencias médicas ni área hospitalaria, por lo que los informantes acudieron de forma voluntaria a las oficinas del Departamento de Investigación para las entrevistas.
Durante la segunda etapa de levantamiento se entrevistaron a los informantes referidos por el primer grupo bajo el procedimiento de muestreo “bola de nieve”, cuya información fuera altamente significativa ya sean residentes médicos de cualquier año y especialidad, otros profesionales de la salud como médicos adscritos, enfermeras, nutriólogos o auxiliares médicos, internos de pregrado, camilleros, personal de limpieza, seguridad o administrativos, siempre que su relato sea de utilidad para conocer la experiencia de médicos residentes. Esta segunda etapa contó con 3 informantes de interés y 2 informantes de otras áreas del Hospital cuyo relato sirvió para complementar las historias de vida seleccionadas; esta etapa tuvo una duración de 30 días debido a la limitada disponibilidad de tiempo de los participantes.
En la tercera etapa se entrevistó a los informantes referidos por el primer grupo de la muestra, cabe señalar que todas las entrevistas, se realizaron siguiendo los protocolos de seguridad, uso de cubre bocas y sana distancia para evitar riego de contagio, 2 de las entrevistas se realizaron de forma virtual a través de la plataforma digital Zoom, una debido a que el informante se encontraba rotando al interior de la República y la otra debido a que la informante egresó de la residencia meses antes.
Una vez terminado el proceso de recopilación de información, se realizó la preparación y revisión de datos; para resguardar la identidad de los participantes se asignó una clave de identificación y un pseudónimo de acuerdo a las letras del alfabeto y el servicio al que pertenece, evitando coincidencias con el nombre real del participante, tal como se muestra en la Tabla 1.
Tabla 1. Asignación de clave de identificación y pseudónimo
El resguardo de la información se hizo de acuerdo a la normatividad ética aplicable, la matriz de sistematización funge como apoyo para el investigador al facilitar la identificación de la fuente, su ubicación de resguardo digital, así como el tema principal de interés. Tabla 2
Tabla 2. Matriz de Sistematización
La información recopilada en la lista de cotejo de las variables significativas se transcribió en una base de datos para su análisis y relación con el discurso del entrevistado.
El proceso de categorización de la información se realizó a partir de ejes temáticos, donde se agruparon las diversas categorías y subcategorías encontradas en las trascripciones de las entrevistas. Se identificaron 5 ejes temáticos generales que se muestran en la tabla 3.
Tabla 3. Ejes Temáticos
A partir de una base de datos donde se vaciaron las variables y subvariables agrupadas a partir de la clave de identificación de cada infórmate, se realizó el análisis cualitativo de datos, cuyo objetivo es exponer las vivencias de los profesionales de la salud durante la pandemia de COVID-19 e identificar el impacto en el desarrollo profesional de los médicos en formación.
Una vez categorizadas las variables se pudo establecer la relación directa o indirecta entre ellas tal como se esquematiza en el Mapa de Variables de la Imagen 3. Es importante señalar que parte de las subvariables fueron integradas gracias a la lista de cotejo y el diario de campo, donde se plasmaron características del lenguaje corporal y proyección emocional del infórmate.
Imagen 1. Mapa de Variables
Una de las principales preocupaciones de los informantes fue el rezago educativo como consecuencia de la pandemia, la falta de práctica clínica de su especialidad, las insuficientes horas en quirófano, rotaciones perdidas y consultas suspendidas fue y sigue siendo un daño colateral de la pandemia.
Los residentes de último año fueron sin duda los más afectados, de acuerdo a los relatos de los informantes, el último año es donde se concentra la mayor práctica clínica, ya que se reserva para ellos la afluencia de casos, por lo que la práctica insuficiente se convirtió en un temor generalizado.
Dentro de las experiencias vividas durante la pandemia para los informantes de la muestra, una fue particularmente difícil, el suicidio de una residente de último año. Todos los informantes se mostraron afligidos, preocupados y desconcertados por este suceso, ninguno tuvo una relación cercana con la residente, pero todos afirmaron conocerla y no percibieron señales que sugirieran este desenlace; sin embargo todos mostraron preocupación y sensibilidad ante este suceso.
Señalaron además la necesidad de contención y apoyo por parte de las autoridades para afrontar experiencias como esta, ya que algunos informantes señalaron que tienen o tuvieron episodios de ansiedad, depresión, síndrome de estrés postraumático e insomnio como consecuencia de las experiencias vividas durante la pandemia.
Sin duda fue abrumadora la velocidad e impacto con el que la pandemia golpeó al sector salud, la información en constante cambio por parte de las autoridades internacionales respecto a cómo abordar la pandemia, la escases de insumos médicos, la falta de un tratamiento y medicamento efectivo, la incertidumbre generalizada por las secuelas, la efectividad de la vacuna, todo en su conjunto fue y sigue siendo el temor constante de naciones enteras.
Un tema recurrente fue la familia y el miedo al contagio o re-contagio, como se puede apreciar en la nube de palabras los términos recurrentes en las entrevistas están relacionados con el miedo al contagio, el apego a la familia y el estado de salud.
Imagen 2. Nube de Términos
La salud mental fue uno de los grandes puntos sin resolver, no solo para las personas de primer contacto como el personal de salud, sino también de la población general que cumplió casi 2 años de resguardo intermitente, lleno de incertidumbre y que genera una lucha constante entre el temor y la incredulidad.
Las dimensiones establecidas desde un inicio para el instrumento de recolección de datos fueron ordenadas dentro del discurso de acuerdo a la importancia dada por el informante, siendo la experiencia durante el COVID-19, la experiencia educativa durante el COVID-19, los roles y el aprendizaje durante la residencia los de mayor trascendencia.
Todo lo anterior englobado en padecimientos previos de Burnout y depresión; en 3 de los 6 casos entrevistados se contaba con un diagnóstico de depresión, ansiedad o síndrome de estrés postraumático durante 2020 y 2021.
Conclusiones:
El Covid-19 ha sido una pandemia devastadora, su alcance desmedido ha afectado no solo la salud mundial sino también la formación de los profesionales de la salud; la interrupción de la práctica médica fuera del COVID-19, es una problemática cuyas consecuencias inmediatas han sido graves, pero a largo plazo aún son inciertas.
Los médicos en formación fueron y siguen siendo el recurso más importante de los hospitales durante esta pandemia, sin embargo no se les han brindado las herramientas necesarias para afrontar el impacto de este fenómeno en las diferentes áreas de su vida, como la salud mental, desarrollo profesional y formación académica.
Una preocupación generalizada de los médicos residentes es el rezago educativo, específicamente de práctica clínica, que han sufrido desde iniciada la pandemia, los padecimientos ajenos al COVID no se detuvieron pero su atención clínica si, al menos en opinión de los médicos entrevistados; cuya visión del futuro respecto al desarrollo profesional es que no contaran con las habilidades necesarias o equivalente a su nivel esperado de formación.
Si bien la recuperación de las rotaciones y práctica clínica es improbable, el sector salud y las autoridades universitarias son capaces de brindar alternativas para los médicos residentes, mediante talleres, cursos y diplomados con valor curricular que les permita, en medida de los posible, cubrir los vacíos académicos y prácticos existentes.
Aunado a esto, es necesario atender de forma inmediata la salud mental de los médicos en formación, especialmente de aquellos que vivieron de cerca eventos traumáticos a consecuencia del COVID, como la muerte de familiares, amigos y compañeros de trabajo, muertes masivas de pacientes, así como sucesos relacionados a la salud mental, como desarrollo de episodios depresivos y ansiosos.
La responsabilidad compartida entre universidades y las instituciones donde los médicos realizan su residencia es vital, recordemos que los residentes son “recursos humanos” que requieren un acompañamiento profesional ante escenarios como los vividos durante la pandemia e COVID, es indispensable cuidar a nuestros profesionales de la salud de forma integral, ya que solo así podremos tener médicos sanos dedicados a la salud de los demás.
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Palabras clave:
COVID-19, HISTORIA DE VIDA, RESIDENTES.
Resumen de la Ponencia:
O objetivo deste estudo foi analisar os instrumentos de planejamento e gestão do SUS como premissa para promover capacidades estatais municipais no nordeste goiano. Com método de pesquisa qualitativa, exploratória e descritiva. Estudo de caso como estratégia. Seleção de municípios com até 20 mil habitantes regiões de saúde nordeste goiano. Utilizada a técnica de análise de conteúdo para análise do Plano Municipal de Saúde, Plano Anual de Saúde e Relatório Anual de Gestão. Os resultados sugerem que quanto menor a estrutura aplicada na elaboração do PMS, maiores são os gastos dos municípios em saúde por habitante. Um PMS bem estruturado não é garantia de que o planejamento seja realizado. Houve progresso na elaboração do planejamento em saúde, mas ainda são considerados meras peças burocráticas.Resumen de la Ponencia:
El objetivo de esta ponencia es mostrar las trayectorias de elecciones alimenticias e impactos en el proceso de salud/enfermedad de personas adultas mayores con Diabetes Mellitus tipo 2 diagnosticada. La información proviene de un estudio sociológico con perspectiva de curso de vida de 10 personas adultas mayores residentes de la Ciudad de México que fueron entrevistadas en profundidad para construir información cualitativa retrospectiva. El análisis toma en cuenta las trayectorias vitales para mostrar efectos calendario respecto a las elecciones alimenticias en dos eventos de vida: al iniciar una trayectoria laboral/laboral doméstica o migratoria (campo-ciudad) y; al momento de diagnóstico para DMT2. Cinco trayectorias de mujeres muestran cómo la mixtura de trayectorias laborales y cuidado en el hogar, así como violencia de género, moldean las elecciones alimentarias a lo largo de la vida. Cinco trayectorias de hombres muestran que estas elecciones, a lo largo de una trayectoria laboral, son moldeadas con el propósito de desacumular desventajas alimenticias de etapas de vida temprana, pero al desarrollar su adultez en la ciudad, éstas decisiones reproducen desigualdades alimentarias debido a la disponibilidad de productos ultraprocesados y tiempo insuficiente para alimentación durante el trabajo. Así, las trayectorias de elecciones alimenticias, socialmente determinadas, impactan en el estado de salud de las personas mayores en la ciudadResumen de la Ponencia:
Son escasos en América Latina y en Chile los estudios sociales que aborden la depresión masculina desde sus aspectos cualitativos y narrativos, y menores aun en hombres gay. En Chile uno de cada diez hombres puede presentar síntomas de depresión cada año (COES, 2018; MINSAL, 2018). La literatura señala que a los hombres en general les cuesta identificar cuando están pasando por un proceso depresivo, son resistentes a pedir ayuda y que en la depresión se ponen en contradicción algunos valores de la masculinidad hegemónica como mostrarse fuerte e invulnerable (Krumm et al, 2017; Mahalik & Dagirmanjian, 2019; Seidler et al., 2018; Whittle et al., 2015). Asimismo diversos estudios señalan que existen altas barreras para la atención en salud mental de los hombres (Farrimond, 2011; Mahalik y Dagirmanjian, 2019; Patrick y Robertson, 2016; Seidler et al., 2018). En el caso de los procesos depresivos en hombres gay aspectos relacionados con el estigma social, estigma internalizado, victimización y orientación sexual pueden incidir en su trayectoria de salud mental y de búsqueda de ayuda (Tomicic et al., 2020; Tomicic et al, 2016)Se presentan hallazgos de una investigación cualitativa sobre depresión en hombres gay chilenos con énfasis en las singularidades relacionadas con las contradicciones y tensiones en la masculinidad y aspectos como el estigma y experiencias de victimización. Se busca entender como estas singularidades influyen en la trayectoria de la depresión y de la búsqueda de ayuda.La investigación se enmarca en los estudios críticos de masculinidades y se realizó con un diseño cualitativo basado en el método biográfico (Bertaux, 2005; Cornejo, 2006; Cornejo, Mendoza, & Rojas, 2008; Piña, 1988; Sanz, 2005). El relato de vida (life story) es una narración biográfica acerca de un episodio, etapa o proceso tal como es contado por su protagonista (Bertaux, 2005; Sanz, 2005). Con esta metodología de relato de vida (Bertaux, 2005) se exploraron los procesos depresivos en sus biografías y sus trayectorias de búsqueda de ayuda. Se realizaron 4 entrevistas a hombres gay chilenos que habían pasado por un proceso depresivo. Esta corresponde a una submuestra de un estudio sobre depresión masculina con 16 casos.Los resultados muestran que los hombres gay narran la depresión y su malestar a partir de una crisis o drama principal – como frustración, inseguridad o quiebre- y según aspectos en tensión con los valores de la masculinidad hegemónica y heteronormada. Dimensiones tales como el estigma social, estigma internalizado, y experiencias de victimización influyeron en el curso de su depresión así como en la búsqueda de ayuda. Considerar estos aspectos biográfico narrativos involucrados en la depresión en hombres gay es un aporte para la investigación y la clínica de la salud mental de los hombres de la diversidad sexual.Resumen de la Ponencia:
La presente investigación se basa en la importancia que tiene llevar a cabo procesos de comunicación de riesgo efectivos para prevenir padecimientos en jóvenes, por lo que surge el interés por conocer de qué manera impactan las deficiencias más importantes que intervienen en el proceso de comunicación de riesgos, las cuales son: diferencias de receptividad, falta de comprensión del lenguaje científico, credibilidad de la fuente, los medios de comunicación y los factores sociales, económicos, políticos y culturales, los cuales dificultan una comunicación de riesgos en salud efectiva. La salud de los jóvenes constituye un elemento clave en el desarrollo de una sociedad para su progreso social, económico y político. La percepción del riesgo se basa en una visión subjetiva de una situación, ya que la percepción en sí es personal, sin embargo, está completamente ligada a una visión colectiva. Es importante abordar el problema de la comunicación de riesgos en salud desde el punto de vista de los jóvenes, ya que están en una etapa de la vida en la que los riesgos suelen ser percibidos de una manera distinta y el riesgo real al que se pueden enfrentar no lo consideran lo suficientemente alto, posibilitando que los factores de riesgo no sean la causa directa de comportamientos que representen un riesgo, pero aumentando la probabilidad de que una persona joven los adopte. Para lograrlo, su planea utilizar una metodología mixta con el fin de enriquecer los resultados y cumplir con los objetivos propuestos en la investigación. Se tiene en cuenta la percepción de riesgo en salud que tienen hombres y mujeres de entre 15 y 24 años de edad residentes en Monterrey, Nuevo León, México.Resumen de la Ponencia:
En México, una parte de la población con trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos (de ahora en adelante TRS y TA) es enclaustrada —en nombre de una llamada rehabilitación— en establecimientos comúnmente conocidos como “anexos” en centros urbanos o “granjas” en zonas rurales. Si bien, muchos de estos establecimientos no están regulados por la Comisión Federal Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Comisión Nacional Contra las Adicciones (Conadic) ni cumplen con lo establecido en materia sanitaria, residencial y asistencial para el cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana NOM-028-SSA2-2009 en instalaciones con modalidad residencial, estos lugares están ampliamente legitimados por diferentes sectores en todo el país. Dentro de los anexos se presentan distintos tipos de violencia por razones de género contra las usuarias de estos establecimientos. El propósito del presente trabajo radica en visibilizar las múltiples violencias ejercidas hacia las mujeres por razones de género dentro de distintos anexos del Valle de México a través de los relatos de las trayectorias de vida de un grupo de mujeres que vivieron enclaustradas (tanto de manera voluntaria como involuntaria. El análisis de estas trayectorias fue parte de una investigación etnográfica que se realizó en un anexo en una colonia popular del Estado de México durante el periodo comprendido entre septiembre de 2015 a diciembre de 2017 y del análisis cualitativo de entrevistas a mujeres durante el año 2022. Como ejemplo, se discute la violencia simbólica, física, sexual y médica (de ésta última en sus dimensiones psiquiátrica y ginecológica) que, las mujeres experimentaron en estos establecimientos. El análisis etnográfico y el análisis de discurso, permitieron entrever cuáles eran las relaciones subjetivas internas de esta estructura, cómo estaba formada ésta, cuáles eran las configuraciones y tecnologías de poder que se empleaban verticalmente hacia estas mujeres, cuáles eran los roles que estaban estipulados para las mujeres, las agresiones médicas que padecieron y cómo las usuarias eran intercambiadas sexualmente como una moneda de “castigo y recompensa” por los hombres de estas instituciones. Fue a través de sus relatos de vida que se infirió que la dominación masculina ha estado presente en la vida de estas mujeres antes, durante y después de estar en un anexo; todo ello atravesado por un profundo proceso de contraempoderación y domesticación masculina.Resumen de la Ponencia:
Agua Caliente es un asentamiento lineal integrado por alrededor de 125 familias, se ubica en el municipio de Poncitlán, vinculado a la dinámica socio cultural de la comunidad de San Pedro Itzican y Mezcala de la Asunción; desde nuestra perspectiva, las familias viven en pobreza, bajo exposición persistente a sustancias tóxicas y racismo estructural, condiciones que favorecen la aparición de enfermedades al reducir la posibilidad de respuesta inmune y dificultando el pleno acceso a servicios de salud. Objetivo. Examinar la implicación que tiene el racismo como elemento que contribuye a explicar el conjunto de causas que están detrás de la aparición de Enfermedad Renal Crónica no tradicional en la infancia en la localidad de Agua Caliente en el municipio de Poncitlán, Jalisco. Metodología. Se parte de la investigación – acción, la observación participante y entrevista etnográfica. Discusión. Rosete Martínez (2018:56) señala que el racismo se ha ejercido por parte del Estado y compete a las prácticas u omisiones a través de las políticas públicas en donde lo ‘étnico’ es identificado como causa de atraso, enfermedad y pobreza (Rosete Martínez, 2018:56), mientras que Santiago Bastos (2021:242)refiriéndose al caso de la comunidad de interés plantea que la identidad indígena les ha sido negada, no obstante, el estigma asociado a “ser indígena” marca las dinámicas familiares poderosamente. El concepto de Erving Goffman (2006) de identidad estigmatizada me permite considerar que si bien las personas de Agua Caliente no se asumen abierta y orgullosamente como indígenas, los otros, los de afuera, sí los sitúan ahí e históricamente los mantienen en una posición subordinada la cual, en los últimos cuarenta años ha agudizado la vulnerabilidad de las familias, mantenido la marginación, acelerado los procesos de degradación ambiental y reducido la posibilidad de hacer frente a enfermedades que en otras condiciones no causan la muerte. Resultados. El Racismo en Agua Caliente tiene carácter sistémico y se funda en la inferiorización del otro a través de la racialización – pese a no expresarse abiertamente-, enfatiza las diferencias de color de piel, en rasgos físicos, la posible pertenencia étnica, las condiciones económicas y las diferencias socio culturales como marcadores de superioridad o inferioridad tanto, entre los agentes institucionales, como los habitantes de Poncitlán y otras comunidades cercanas. El análisis sobre Racismo y el Enfoque Biopsicosocial, permite comprender una parte de las disparidades en el acceso oportuno a servicios de salud y el trato que recibe la población que vive en estas comunidades ribereñas de Poncitlán y cómo una nefritis intersticial deviene en ERCnt.Resumen de la Ponencia:
La salud además de un derecho humano, es un condicionante y un indicador del crecimiento social y económico; en otras palabras, del nivel de desarrollo de un país.En Argentina, en el año 2010, las principales causas de muerte fueron en orden decreciente de frecuencia: Enfermedades del corazón, Tumores malignos, Infecciones respiratorias agudas, Enfermedades cerebrovasculares, Insuficiencia respiratoria no clasificada en otra parte (Ministerio de Salud de la Nación, 2011). Sin embargo, se conoce que en cada grupo de edad las causas de muerte más numerosas son distintas, estableciéndose perfiles de mortalidad específicos para cada momento de la vida. Por ejemplo, en los niños pequeños las afecciones originadas en el periodo perinatal representan el 45,9% de las defunciones de niños entre 0 y 4 años de edad. En niños mayores de 5 años, adolescentes y adultos jóvenes las causas externas cobran mayor importancia paulatinamente, ocupando la mayor proporción. A partir de los 35 años de edad aquellas principales causas enumeradas anteriormente, para el total de la población representan las mayores proporciones.En las lecturas globales de los datos de mortalidad considerando todas las edades se esconden especificidades de cada etapa del ciclo vital, así como los promedios nacionales esconden diferencias regionales, interprovinciales e incluso departamentales.El objetivo de esta investigación es examinar la mortalidad de la población del Noroeste Argentino en niños y adolescentes entre el año 2000 y el 2020. Este trabajo pretende responder a los siguientes interrogantes:¿Cuáles el nivel de la mortalidad en la niñez adolescencia?¿Qué causas de muerte presentan áreas geográficas críticas en estos momentos de la vida? La mortalidad a estas edades, ¿tienen alguna correspondencia espacial? ¿Existen desigualdades al interior de la región en los perfiles de mortalidad? La hipótesis de trabajo sostiene que la mortalidad presenta particularidades en cada grupo de edad estudiado y en cada espacio geográfico.Se trata de una investigación cuantitativa, descriptiva. Se utilizarán datos secundarios como los registros de estadísticas vitales del Ministerio de Salud de la Nación, ordenados por lugar de residencia (región, provincia, departamento), sexo y grupo de edad de la siguiente manera: menores de un año; Infancia: 1 a 14 años; adolescentes: 15 a 19 años.Se elaborarán tasas de mortalidad específicas, y un análisis espacial para la detección de conglomerados de áreas de mayor riesgo mediante el software libre SatScan.Resumen de la Ponencia:
Este trabajo forma parte de una investigación sobre las políticas previsionales actuales en la Argentina y sus alcances en adultos mayores en Misiones en el contexto de pandemia. Se trata de un estudio descriptivo y se utiliza metodología cualitativa para conocer los relatos y percepciones de los actores. Las políticas previsionales de Seguridad Social en la Argentina se han expandido y desarrollado a lo largo del siglo XX hasta llegar a un proceso de “amesetamiento” y posterior déficit en la década de los `90 con la primera Reforma Previsional y la conversión del sistema de reparto en mixto (con participación del sector privado). Entre los años 2004 y 2015 se implementaron en la Argentina políticas públicas en la Seguridad Social orientadas al fortalecimiento del sistema previsional y a la inclusión: 1) la renacionalización del Sistema Previsional; 2 2) la implementación del Plan de Inclusión Previsional a partir de 2 Moratorias Previsionales que posibilitaron la inclusión de otros actores sociales, los “trabajadores no registrados” que cumplieron o no parcialmente con sus aportes y contribuciones; y 3) la implementación de la movilidad jubilatoria obligatoria y semestral. Los adultos mayores a través de ambas Moratorias tuvieron la posibilidad de acceder a una jubilación mínima, y el acceso a la cobertura social de la obra social con todas las prestaciones médicas, sanitarias y sociales. Entre los años 2016 y 2019 otra Reforma Previsional estuvo orientada a restringir el acceso a servicios, y a “ajustar” los recursos de los jubilados. La gestión actual del Gobierno Nacional (2020) ha reestablecido una serie de políticas vinculadas a los ingresos de los jubilados y a la obra social PAMI, orientados a recuperar el poder adquisitivo de los mismos y garantizar el acceso a medicamentos y a prestaciones de salud y servicios sociales. La implementación de las nuevas medidas del Gobierno Nacional tuvo lugar en un contexto complejo a nivel mundial y nacional ante una pandemia de alcances incomensurables, Covid-19, con un alto impacto sanitario ante los miles de fallecimientos en el mundo. Las políticas sanitarias implementadas fueron prioritariamente de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), y posteriormente de atención médica y preventiva con las campañas de vacunación.Uno de los grupos sociales más vulnerables ante esta pandemia son los adultos mayores de 60 años, quienes han visto interrumpidas sus actividades diarias en diferentes espacios sociales y vulnerada su autonomía e independencia. En este trabajo, se analiza cómo las políticas previsionales han impactado en la población de adultos mayores beneficiarios de las Moratorias Previsionales en relación a sus ingresos, a las prestaciones médicas y sociales de los Clubes de Abuelos, y los alcances del aislamiento social en las practicas cotidianas, percepciones, y en su calidad de vida.Resumen de la Ponencia:
A Organização Mundial da Saúde (OMS) declarou o surto da COVID-19 como pandemia em março de 2020, com exigência de respostas rápidas por parte das autoridades sanitárias internacionais, para a contenção da disseminação da doença. As consequências foram trágicas diante da quantidade de pessoas doentes e mortas no mundo, bem como os efeitos decorrentes, com explicitação de desigualdades e injustiças, assegurando-se para algumas pessoas o direito de proteção à vida, enquanto para a maioria, especialmente trabalhadoras e trabalhadores precarizados, ampliaram-se riscos ocupacionais e ameaças cotidianas à existência. O projeto em tela versa sobre experiências de enfretamento da pandemia COVID-19 por movimentos sociais de pescadoras e pescadores artesanais no Brasil e em Portugal, considerando respostas aos efeitos sócio-sanitários e saberes, ações e solidariedades produzidas por comunidades tradicionais da pesca em defesa da própria vida e da sustentabilidade dos territórios das águas. Serão analisadas as experiências do Observatório dos Impactos da COVID-19 em Comunidades Pesqueiras no Brasil e na Associação Pró-Maior Segurança dos Homens do Mar de Portugal. Trata-se de uma proposta de estudo vinculada a uma das linhas de pesquisa do Programa de Pós-Graduação de Saúde, Ambiente e Trabalho (PPGSAT) da Universidade Federal da Bahia (UFBA), no Brasil, intitulada “Saúde do Trabalhador da Pesca Artesanal”, com expressiva trajetória de pesquisa-ação sobre a saúde das marisqueiras e pescadores de comunidades tradicionais locais. Propõe-se investigação do tipo emancipatória, com metodologia horizontal em Ciências Sociais, baseada em reflexões coproduzidas com interlocutores do estudo. O intuito é pensar sobre processos políticos comunitários a partir de experiências que se aproximam da ecologia dos saberes, favoreçam o reconhecimento da saúde, em especial, da trabalhadora da pesca artesanal e do uso coletivo dos territórios das águas, com destaque para saberes tradicionais, em tempos de crise sanitária internacional. As abordagens teórico-conceituais serão pós-coloniais e críticas das Epistemologias do Sul e das Teorias Críticas do Reconhecimento.Resumen de la Ponencia:
La pandemia por COVID 19 ha expuesto y agravado las desigualdades inherentes en algunos sectores. Tal es el caso de la educación de personas con discapacidad. La pandemia obliga al aislamiento y limita el contacto físico con el mundo. Situación que complica un proceso tan delicado como el aprendizaje de una persona que requiere de atención diversificada. Los docentes trabajan con la estimulación de varios sentidos para que sus alumnos entiendan el mundo que los rodea. Práctica obstaculizada por la pandemia. Las reformas y leyes implementadas hablan de igualdad de oportunidades y educación de calidad. Mientras la discusión teórica emergente rodeando a la discapacidad menciona la inclusión educativa y el cambio de términos hacía conceptos como grupos en situación de vulnerabilidad o niños con necesidades educativas especiales, en tiempos de postpandemia la realidad social de este grupo se agrava. El objetivo de este trabajo es visibilizar las realidades que viven estos profesores desde cada una de sus perspectivas con la finalidad de conocer cómo sacan su trabajo adelante. El método utilizado para alcanzar este objetivo fue la entrevista a profundidad con 5 profesores de educación especial de diversos centros de trabajo en el estado de Morelos. Las dificultades de esta tarea van más allá de las estrategias pedagógicas, o las adecuaciones curriculares. Las circunstancias que viven estos niños y adolescentes en muchas ocasiones son precarias y no cuentan con las herramientas básicas para la convivencia social. Los centros educativos también carecen de materiales y espacios adecuados para un proceso de aprendizaje óptimo. Los ajustes que han tenido que realizar los profesores a cargo de estos estudiantes han tenido que tomar en cuenta, las disposiciones oficiales de distanciamiento social y las nuevas normas sanitarias impuestas por la Secretaria de Salud encima de las situaciones que viven en casa cada alumno. La pérdida de trabajo de los padres de familia, la falta de contacto con los alumnos, la precariedad económica de las familias y cómo resultado su resistencia a utilizar el dinero para material didáctico. Uno de los hallazgos más importantes es que a pesar de las limitaciones y complicaciones los docentes continúan realizando su labor e incluso encuentran beneficios de la pandemia para la educación de sus alumnos. En situaciones de vulnerabilidad y exclusión social los profesores muestran resiliencia al no dejarse abatir por todas las circunstancias en su contra. Ellos continúan con su labor. La importancia de este debate se centra en las contradicciones presentes entre el discurso oficial y la realidad social en la que se ven envueltos algunos sectores de la población.Resumen de la Ponencia:
Según datos del Ministerio de Salud de Colombia existían para 2019 un total de 1,2 millones de personas que tenían algún tipo de discapacidad. Esta población representaba el 2,3% de la población colombiana, de los cuales, un 18,5% residían en la ciudad de Bogotá. Los datos sobre tipos de dificultad principal señalaban además que un 11,3% de estas personas tenía dificultades para oír, aún con aparatos especiales (Ministerio de Salud, 2020). La propagación del virus SARS-Cov-2 ha afectado de forma diferencial a las personas con discapacidad. En un informe elaborado por el Departamento Administrativo de Estadística DANE en 2020 se advertía de los retos específicos en materia de prevención de contagio entre estas poblaciones: en primer lugar de garantizar el acceso a servicios de salud, agua y saneamiento; en segundo lugar actuar frente al deterioro en las redes de apoyo ocasionados por las medidas de aislamiento que aislaban a las personas con discapacidad de los demás miembros de su familia o por la carga extra generada sobre los cuidadores y en tercer lugar ampliar la cobertura y acceso a los servicios de internet.Sobre el cuidado, los datos del DANE mostraban que, en 2018, un 34,6% de las personas con discapacidad recibían apoyo para la realización de sus actividades. Además, 41 mil hogares recibían ayudas de personas externas al hogar para el cuidado de quienes tenían algunas de estas dificultades. Al discriminar según la edad se tenía que de la población entre 0 y 5 años un 50,6% recibía apoyo permanente de una persona y cuando se hacía referencia a población entre 6 y 11 años un 36,2% se encontraba en dicha situación. Un caso específico que muestra esta situación de vulnerabilidad ha sido la experimentada por los niños y niñas que tienen algún tipo de discapacidad auditiva y se vieron forzados a transitar hacia una educación virtual y la necesidad de contar con apoyo en sus hogares para el desarrollo de sus tareas cuando sus padres también tienen algún tipo de discapacidad auditiva. En este documento se presenta la experiencia de la organización HOSPAS (Hijos oyentes y sordos de padres sordos) que surge en Bogotá en el contexto de la pandemia. Se describen algunas iniciativas y los testimonios de personas que han participado de ellas. Se busca con este documento reflexionar sobre las dificultades que enfrentan los padres sordos en la educación de sus hijos oyentes y de avanzar en una reflexión conceptual que permita abordar de forma crítica una lectura sociológica de la discapacidad y una revisión de aspectos de política pública como el Sistema Distrital del Cuidado creado por el actual gobierno de Bogotá.Resumen de la Ponencia:
A finales de 2018 se produjo en México un importante viraje en la conducción de la vida pública que despertó grandes expectativas sobre una mejoría radical en la atención a la salud para todos y en especial para los grupos más desfavorecidos. Pero rescatar al Sistema Nacional de Salud de las distorsiones producidas por décadas de políticas que concibieron a la salud como una mercancía se enfrentaría con poderosos intereses. A poco de iniciado este proceso, el país fue alcanzado por la pandemia de Covid-19. Frente a una emergencia de semejante magnitud y gravedad, no hay país en el mundo cuyos habitantes se muestren conformes con la conducción de sus autoridades sanitarias, y México no fue la excepción. Pero ni las mas legitimas preocupaciones por el cuidado de la salud y la vida de la gente evitaron que los intereses amenazados dirigieran las más implacables críticas a las estrategias sanitarias adoptadas, que se entremezclaron con los mensajes engañosos difundidos a través de los medios masivos, sin consideración alguna por el desconcierto suscitado en la población, ni por la merma en la posibilidad de brindarle orientación suficientemente informada y eficaz. En medio de semejante mar de complejidades, confusiones e intereses encontrados, una de las responsabilidades que caben a los investigadores críticos en el campo de las ciencias de la salud es la de esforzarse por construir versiones fidedignas de lo ocurrido, en busca de aprendizajes colectivos y posibles rutas que ayuden a salir fortalecidos de tan terribles experiencias. En este trabajo se presentan algunos resultados de un estudio cualitativo orientado por ese propósito, elaborado desde la tradición conocida como Investigación Narrativa. El material analizado proviene de las observaciones, vivencias y testimonios de un pequeño grupo de estudiantes de medicina de una universidad pública mexicana que durante el primer año de la pandemia realizaban su servicio social, bajo la asesoría de la autora, en centros de salud de primer nivel de atención en una zona del sur de la Ciudad de México ancestralmente marcada por la pobreza. Esta aproximación a lo vivido en uno de los escenarios más golpeados por la pandemia enfocada a recabar algunas de las historias detrás de los números mostró los recursos personales y familiares, materiales y emocionales con los cuales los integrantes de estos grupos encararon las difíciles experiencias a las que se vieron sometidos, y la brecha que separa a las limitaciones de un sistema de salud en pleno cambio de ruta, de las necesidades de atención a la salud largamente abandonadas que la pandemia puso al descubierto. Se concluye subrayando la necesidad de recuperar los aprendizajes obtenidos para construir un mejor futuro para la sociedad mexicana y para la reconstrucción de su sistema de salud.
Introducción:
A finales de 2018 se produjo en México un importante viraje en la conducción de la vida pública que llenó de esperanzas a una porción muy amplia de la población. Después de décadas de gobiernos neoliberales, cambiar el rumbo se anunciaba como una misión de altísima complejidad. Habría que oponerse al dominio de los intereses de los grupos oligárquicos que operaron a sus anchas durante décadas. Y a poco de comenzado este proceso, el país fue alcanzado por la pandemia de Covid-19 (Browner y Leal, 2022).
Ante una emergencia sanitaria de la magnitud y gravedad de la que esta pandemia ha planteado, no hay país en el mundo cuyos habitantes se hayan sentido conformes con las medidas tomadas por sus gobiernos y -más allá de la gran aceptación con la que el gobierno hoy en funciones llegó al poder- México no fue la excepción (Galarza-Molina, 2022). Ni siquiera las mas legitimas preocupaciones por el cuidado de la salud y la vida de la población pudieron contener la proliferación de las noticias falsas, con todos sus deletéreos efectos (Hurtado, 2020, Galarza-Molina y Muñiz, 2021). Incluso las voces de los grupos opositores a un gobierno que había puesto en jaque sus intereses se hicieron oír, como era de esperar, con lo cual sus implacables críticas y cuestionamientos a las estrategias sanitarias que se fueron adoptando se entremezclaron de las maneras más confusas con el cúmulo de versiones propositivamente deformadas de las noticias falsas (Galarza-Molina, 2022). En medio de este río revuelto, ni el esfuerzo que desde un inicio emprendieron los expertos que intentaban encauzar la pandemia para sostener la comunicación cotidiana con la población (Gobierno de México, 2020), ni las gestiones para dotar al país de vacunas suficientes, ni el exitoso programa de vacunación cuyos avances se presentaban día con día, bastaron para poner coto a la cotidiana descalificación proveniente de los más diversos frentes.
Pero más allá de los aciertos y los desaciertos de las disposiciones sanitarias tomadas por las autoridades gubernamentales en el país, son innegables las evidencias de que el abismo entre estas últimas y lo que las personas experimentaron, sobre todo en el primero y más trágico año de la pandemia, fue muy profundo. En este trabajo me propongo mostrar unas cuantas piezas de dichas evidencias como una invitación para profundizar en la reflexión en torno a las rutas que convendría seguir para reconstruir las enormes oquedades de nuestro deteriorado sistema de salud, en forma tal que viniera a potenciar los enormes esfuerzos que cotidianamente despliegan los integrantes de los grupos más desfavorecidos de la población para cuidar su salud y atender sus enfermedades.
Desarrollo:
En busca de las historias detrás de los números
El estudio del que proviene lo que a continuación presento está elaborado desde una perspectiva que considera que una responsabilidad importante de los estudiosos del campo de la salud es construir las versiones más fidedignas que nos sean posibles de lo ocurrido en el océano de complejidades, confusiones e intereses encontrados que se constituyó en este inédito escenario, y esforzarnos en que nuestros análisis nos conduzcan a un aprendizaje colectivo nutrido por las muchas y difíciles enseñanzas que esta experiencia nos ha dejado.
En esa línea, compartiré aquí una pequeña porción de los resultados obtenidos en un estudio cualitativo elaborado dentro de la tradición conocida como Investigación Narrativa aplicada al campo de la salud (Clandinin et al, 2017; Martínez, 2015) con un pequeño grupo de cinco estudiantes de Medicina de una universidad pública mexicana a quienes asesoré durante el año en el que prestaron su servicio social en centros de salud de primer nivel ubicados en una región del sur de la Ciudad de México ancestralmente marcada por la pobreza. Lo que hizo muy especial a esta experiencia fue que ese último año de su formación profesional coincidió con la llegada y los primeros meses de la pandemia.
Las observaciones y testimonios a los que me referiré surgieron a lo largo de nuestros diálogos en las reuniones periódicas de asesoría -que nos vimos forzadas a efectuar a distancia- por medio de las cuales acompañé a este grupo de pasantes durante esa difícil etapa. Al término de la experiencia, cada una de ellas virtió las historias y las elaboraciones que eligió para compartir públicamente en los documentos que elaboraron para entregar a la institución como informes finales de su servicio social. De cuatro de estos documentos, firmados por sus autoras, proceden las citas textuales con las que aquí trabajo. He dejado fuera por ahora al quinto de ellos en tanto su autora llega a la culminación de su proceso.
Esta investigación ha sido una de las rutas que he seguido en mi empeño por aproximarme a las historias detrás de los números de lo que se vivió en algunos de los escenarios más desfavorecidos del país, para averiguar algo sobre los muchos recursos personales y familiares, materiales y emocionales, de los cuales pudieron valerse los integrantes de estos grupos para encarar las terribles situaciones en las que se vieron envueltos, sin demasiada posibilidad de recibir el auxilio de un sistema de salud enteramente rebasado por la avalancha de casos graves ocasionados por la pandemia. Sin embargo, hay también que recordar que las protagonistas de mi relato, estas jóvenes y valerosas futuras médicas, formaron parte de los denodados intentos del sector salud y los profesionales que ahí laboran por hacer honor al compromiso de cuidar a la gente -en este caso, desde el primer nivel de atención- en medio de la vorágine.
En consonancia con las propuestas de la Investigación Narrativa, elegí para desplegar esta presentación de resultados y su análisis el siguiente entretejido entre mi propia selección de algunos fragmentos de los testimonios de las médicas pasantes en servicio social –una elección que obedeció al criterio de que los encontré especialmente significativos para los puntos que me interesa mostrar-, con mis reflexiones basadas en la epidemiología social crítica (Martínez, 2009).
Cuatro futuras médicas ante la llegada de la asoladora pandemia
Nos relata Dulce: "Durante mi servicio social surgió otra historia que contar. Todo comenzó cuando el 31 de diciembre de 2019 el gobierno de Wuhan, China, informó sobre la aparición de nuevos casos de un síndrome respiratorio agudo nunca antes visto (...) El 28 de febrero 2020 se reportó el primer caso importado en nuestro país, y fue aquí cuando empezó algo nuevo para todos nosotros, un mundo incierto y lleno de desafíos" (Figueroa, 2021).
Menos de un mes después, el 18 de marzo, las autoridades sanitarias confirmaron la primera muerte ocurrida en México por esta nueva enfermedad. Cuando los contagios empezaron a presentarse en la Alcaldía Xochimilco, los pasantes de medicina de nuestra Universidad, recién llegados al servicio social, fueron incorporados al equipo a cargo del seguimiento de los pacientes posiblemente contagiados, con la intención de reducir la propagación de la enfermedad. Se habían publicitado algunos teléfonos tanto en la Jurisdicción Sanitaria como en el servicio denominado Locatel, a los que se invitó a llamar a quienes temían haber contraído la peligrosa enfermedad. Los pasantes fueron rápida y un poco improvisadamente capacitados para llamar a cada uno de los teléfonos registrados. En estas llamadas, luego de presentarse con un cortés saludo, explicaban su cometido, hacían la batería de preguntas de detección, registraban las respuestas en una base de datos, ofrecían orientación médica, indicaciones sobre cuidado y aislamiento domiciliario, indicaban cuando era conveniente hacer una prueba, y cuando así se requería, ayudaban a las personas en la búsqueda de hospitales públicos disponibles para el internamiento.
Como lo relata Irendi: "Jamás imaginé todas las historias que escucharía tras el altavoz en esas llamadas, algunas bastante desafortunadas, historias que te dejan sin palabras, que te hacen saber lo impotentes que podemos sentirnos ante una situación desconocida como ha sido la pandemia. Jamás olvidaré mi primera llamada. Era una joven de 19 años, estudiante, sin comorbilidades ni antecedentes de importancia, quien presentaba algunos síntomas que hacían sospechar COVID-19. Al preguntarle sobre el contacto con algún conocido con diagnóstico confirmado esperaba un "no", o tal vez un "sí, hace unos días", pero no estaba preparada para lo que escuché: Sí, mi papá falleció por COVID-19 hace 3 días. Quedé paralizada. No supe qué decirle. ¿Qué consuelo podría ofrecerle? Luego de unos segundos de silencio, solo pude decir: Lo lamento, mi intención con esta llamada es poder ofrecerte la prueba diagnóstica y darte un seguimiento vía telefónica. Amablemente respondió que sí, me dio los datos necesarios y me comunicó con su madre, quien terminó de darme la información. Yo tuve una mezcla de emociones difíciles de explicar, una sensación de impotencia tan grande al no poder hacer nada para ayudarlas, reconfortarlas, ofrecerles algún alivio. Y ese fue solo el comienzo de lo que estaba por venir" (Orbe, 2021).
En su documento, Leiza reporta: "(...) no era raro que al llamar y preguntar por las personas que aparecían registradas en nuestra plataforma, nos atendieran sus familiares, quienes solían decir: ahorita no puede atenderle la llamada. Una respuesta bastante vaga, por lo que nos correspondía seguir indagando cual era el estado actual del paciente, siempre con la precaución y tacto que requerían estos casos, ya que la mayoría de las veces se trataba de personas que habían visto complicada su evolución y en ese momento se encontraban hospitalizados. A veces me preguntaba si estos casos no se deberían a que no lográbamos identificarlos a tiempo, al retraso en su registro por parte de los pacientes, a la demora en la referencia hacia nosotros como médicos de la jurisdicción y posteriormente a los servicios de urgencias... si acaso uno o dos días pudieran haber hecho la diferencia en su pronóstico. Pero tampoco podía atormentarme con esa idea, pues mucho de lo que sucedía del otro lado de la línea COVID-19 escapaba de nuestras manos" (Medel, 2021).
A la llegada de la epidemia se esperaba, por la experiencia reportada en otros países, que las personas de mayor edad experimentarían los mayores riesgos de fallecimiento. Pero en México empezó a sorprender y a preocupar la frecuencia con la que estaban muriendo personas en edades más tempranas de lo que se había visto en otros lugares. Fue así como se empezó a poner en evidencia el peso de este irremediablemente presente componente de la vulnerabilidad de la población mexicana ante covid-19 que es la elevadísima prevalencia de padecimiento crónicos como diabetes mellitus e hipertensión arterial (Shama-Levy et al, 2021) que se dejaron crecer descontroladamente a lo largo de décadas como si se tratara del curso normal e ineludible de la evolución del perfil de daños a la salud y no, como lo muestra la epidemiología social crítica, el resultado de las formas de vida que se fueron haciendo características en nuestra sociedad (Martínez, 2009; Martínez y Leal, 2003). A esto hubo que sumar el incremento desmedido de esa condición corporal que es la obesidad, producto también de la falta de regulación, a lo largo de varias décadas, de la calidad de la oferta alimentaria. Otra situación que influyó en la ocurrencia de una mortalidad en edades más tempranas en el país fue la mayor exposición a la que se encontraban sometidas las personas en edad productiva de los grupos más desfavorecidos de la población, que no podían permitirse el confinamiento bajo pena de que sus familias se quedaran sin sustento. Así que durante esos primeros meses, la pandemia hizo verdaderos estragos en el país.
Conforme avanzaba, las dificultades para el sector salud, en todos sus niveles, crecían. Para el nivel que teníamos la oportunidad de observar, Dulce narró: "El centro de salud se vio afectado por la cantidad de pacientes que solicitaban la realización de la prueba para Sars-Cov-2. Muchos de ellos acudían desde temprano para hacer fila y poder realizársela cuanto antes. El impacto del incremento de la pandemia se fue viendo en el centro de salud. Mi área de trabajo donde hacía llamadas fue removida y convertida en lugar de toma de pruebas. Me indicaron que mi nueva tarea sería llamar [desde mi casa] a los pacientes para darles el resultado de su prueba. (...) Varios de estos pacientes a quienes les indicaba que el resultado era positivo no lo tomaban con tranquilidad, se escuchaba la desesperación por saber qué iba a pasar con ellos. Otros lo asimilaban mejor y preguntaban los pasos a seguir. Mis compañeros y yo nos informábamos como podíamos para intentar orientarlos, porque no teníamos mucho asesoramiento, sólo nos otorgaban información sobre el funcionamiento de la plataforma de la Secretaría de Salud, pero no sobre las indicaciones que teníamos que dar a los pacientes" (Figueroa, 2021).
Cada vez más, situaciones como la siguiente, tomada del relato de Leiza, se hacían cotidianas: "Un día, cuando estaba por terminar de interrogar a una paciente, llegando a la parte donde preguntaba sobre el contacto en días previos con algún caso sospechoso o confirmado para COVID-19, la conversación dio un giro de 180°. La señora que hasta el momento había contestado a mis preguntas muy puntual y tranquila, ahora se escuchaba triste cuando empezó a explicarme que semanas antes su esposo había iniciado con los síntomas y ella se dedicaba a cuidarlo, pero había progresado hasta el punto en que tuvo que ser hospitalizado. Ahora ella comenzaba con síntomas similares, pero a un grado más leve, y no podía evitar preocuparse, pues tenía la necesidad de sentirse sana y fuerte para seguir desempeñando adecuadamente su papel de cuidador primario y jefa de familia. Vivía con la incertidumbre sobre su pronóstico y el de su esposo." (Medel, 2021).
Y poco más adelante continúa: "En una ocasión similar a estas, me encontré conversando con una señora de unos 70 años que se escuchaba bastante consternada. Me había contado que estaba en espera de su cita para la prueba, pues desde hace días estuvo en contacto con su esposo con COVID-19; lamentablemente, después de luchar contra la enfermedad y con un pronóstico poco favorable por su edad y comorbilidades, el señor había fallecido unos días atrás. A esta altura de la conversación no pude evitar notar que lloraba. Este tipo de situaciones me tomaban por sorpresa, pues con el chip de autómata que a veces nos creamos para protegernos, no lograba concebir palabras de consuelo para alguien que ni siquiera tenía frente a frente (...)" (Medel, 2021).
Pero las pasantes llegaron a escuchar historias aún más terribles, como la reportada por Zamira: "Cada vez era más común que al realizar una llamada, nos informaran que alguien había perdido a alguien cercano, o que la persona que intentábamos contactar ya estaba hospitalizada o había fallecido. Una mujer me contó que su sobrino tuvo complicaciones, acudieron a varios hospitales en donde no los aceptaron por falta de espacio y cuando al fin llegaron a uno libre, él ya había fallecido. En otra ocasión, me comuniqué con una mujer que parecía ir en el transporte público. Cuando empecé a hacerle las preguntas de rutina me comentó que iba en camino al domicilio de su hija porque le habían avisado que había ocurrido un feminicidio. Me preguntó por las medidas de higiene que debía tomar al ir a reconocer el cuerpo de su hija. Son situaciones para las que nadie nos había preparado ni nadie nos había enseñado a manejar" (García, 2021).
Mucho más ocurrió y muchas conmovedoras historias más fueron contadas. Pero con las anteriores baste para sustentar la reflexión con la que quiero cerrar esta presentación.
Conclusiones:
Por si alguna duda quedara sobre los estragos que han ocasionado en la salud, en los servicios médicos y en la vida de la gente las formas de organización social y económica que prevalecieron en el país durante las últimas décadas del siglo XX y las primeras del XXI (Martínez y Leal, 2003), esta pandemia ha venido a constatar y a subrayar la urgente necesidad de enfilar hacia nuevos y menos insalubres escenarios. Tomó décadas llegar a los niveles de afectación de nuestra corporeidad y nuestro metabolismo, para que se gestaran los problemas de salud que desde hace décadas nos enferman y nos conducen a la muerte, y para alcanzar el grado de deterioro del sistema de salud que tendría que atendernos (Martínez, 2009). Así que resulta urgente la búsqueda de otras modalidades de organización económica y social que permitan formas de vida distintas y mucho más saludables. Y en esa búsqueda, el sector salud está llamado a jugar un papel fundamental. En el frente curativo, la reconstrucción de un sistema público de salud a la altura de las necesidades que plantea el perfil de daños de la población mexicana (Martínez, 2009 y 2018). Y en el frente preventivo, imposible continuar en la postura de dejar a la población librada a su propia suerte sin intervenir para intentar al menos establecer las regulaciones necesarias para crear entornos menos insalubres y más propicios para la construcción de la salud. Porque como reflexionó en su momento el propio subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud (quien tuvo a su cargo la vocería gubernamental a lo largo de la pandemia), según lo consignó una reportera especializada en temas de salud en un diario nacional (Cruz, 2020): "La evaluación de la mortalidad por covid-19 debe considerar, además de los números, la historia nacional de 40 años de un grave deterioro de las condiciones de vida para la mayoría de la población, la concentración de la riqueza, desigualdad social y un perfil de malas condiciones de salud causadas por el consumo de productos ultraprocesados con altos niveles de azúcar, sal y grasas (...). También influyen las diferencias en el acceso a servicios de salud en zonas urbanas y rurales, así como las condiciones de pobreza en que vive la mitad de la población. (...) Hay una barrera de acceso, como resultado de 40 años de construcción de la desigualdad, y no es descabellado recordar que en ese deterioro de los servicios de salud estaba muy presente la corrupción."
Por todo ello, necesitamos atrevernos a desear para nosotros y para nuestros descendientes una sociedad más justa y propicia para la salud, y empeñarnos en trabajar con perseverancia el tiempo que sea necesario para llegar a construirla.
Bibliografía:
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Clandinin, J., Cave, M. y Berendonk, Ch. (2017) Narrative inquiry: a relational research for medical education. Medical Education, 51:819-96.
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García Reséndiz, Z. (2021). El servicio social en tiempos de covid-19: vivencias de una pasante. Xochimilco, febrero de 2020 a enero de 2021. México: División de Ciencias Biológicas y de la Salud, Universidad Autónoma Metropolitana (Xochimilco).
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Martínez, C. (2009). El perfil de daños a la salud de la población mexicana. Reflexiones a partir de tres décadas de observación. En: Chapela, C. y Mosqueda, A. (coords.). De la clínica a lo social, luces y sombras a 35 años (pp. 79-102). México: Departamento de Atención a la Salud, UAM-X.
Martínez, C. y Leal, G. (2003). Epidemiological transition: model or illusion? A look at the problem of health in Mexico. Social Science & Medicine, 3(57):539-550.
Medel Velázquez, L. (2021) Xochimilco en tiempos de pandemia: testimonios y reflexiones de una pasante de Medicina. Informe final del servicio social. México: División de Ciencias Biológicas y de la Salud, Universidad Autónoma Metropolitana (Xochimilco).
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Shamah-Levy, T., Romero-Martínez, M., Barrientos-Gutiérrez, T., Cuevas-Nasu, L., Bautista-Arredondo, S., Colchero, MA., Gaona-Pineda, EB., Lazcano-Ponce, E., Martínez-Barnetche, J., Alpuche-Arana, C., Rivera-Dommarco, J. (2021). Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 sobre Covid-19. Resultados nacionales. Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública.
Palabras clave:
Investigación Narrativa, Pandemia de covid-19, Xochimilco.
Resumen de la Ponencia:
La pandemia mundial del COVID-19 ha traído consigo consecuencias en diferentes escenarios de la sociedad, generando cambios en la dinámica familiar y en los individuos que la conforman. El objetivo del presente estudio es analizar la relación entre el funcionamiento familiar y estrés percibido en estudiantes universitarios que enfrentan la cuarentena por COVID-19. Para tal efecto, se adelantó un estudio cuantitativo, no experimental, transeccional y de alcance descriptivo y correlacional basado en un paradigma empírico analítico. Participaron 50 estudiantes con edad promedio de 23 años. Tras aceptar participar en el estudio se evaluó la funcionalidad familiar a través del cuestionario APGAR-familiar y la escala de estrés percibido (EEP-10). Los hallazgos muestran una relación inversamente proporcional entre las variables en estudio (r=-0,468), lo que sugiere que a menor nivel de funcionalidad familiar mayor es el nivel de estrés percibido por los participantes, adicionalmente se encontró una relación estadísticamente significativa entre la edad y el nivel de estrés (r=-0,300) y el funcionamiento familiar (r=0,437). Este estudio señala la importancia de realizar intervenciones centradas en el núcleo familiar que podrían representar un factor protector para la reducción del estrés en estudiantes universitarios.Resumen de la Ponencia:
El estudio presentado busca explorar, describir, comparar y analizar las experiencia en Pandemia del Covid-19 en relatos de personas que enfermaron durante esta pandemia. Se indagó en la apreciación sobre el bienestar general y en el bienestar psicosocial en el marco de la atención de salud en el momento de enfermar y en el posterior seguimiento de su recuperación de acuerdo a las prácticas de cuidado del sistema de salud. en base a esta premisa surge la pregunta de investigación que se busca conocer cómo las personas entrevistadas percibieron una posible progresión de políticas de salud pública que, en un principio, surgen de la emergencia para posteriormente desarrollar acciones integrales a mediano y largo plazo en las acciones de cuidado con ellos.El sustento teórico para el análisis de esta investigación se centra en la ética del cuidado que de acuerdo a lo que expresa Gilligan(2013) esta “nos guía para actuar con cuidado en el mundo humano y recalca el precio que supone la falta de cuidado: no prestar atención, no escuchar, estar ausente en vez de presente, no responder con integridad y respeto”.El objetivo de este proyecto es analizar las consecuencias sociales, sanitarias y psicológicas de la pandemia de COVID-19 en el seguimiento de una cohorte de personas mayores en Chile, con especial énfasis en las personas que viven solas, en comparación, con las que viven acompañadas. Se medirán síntomas depresivos y de ansiedad, percepción de soledad e aislamiento social, autoeficacia y resiliencia,El proceso se realizó mediante seis entrevistas en profundidad, durante el mes de marzo de 2022 en la ciudad de Temuco en el país de Chile a personas contagiadas de Sars cov-2 en diferentes etapas de la pandemia. Para la selección de los y las entrevistadas se tomo como criterio el haber tenido la enfermedad en alguna de las olas de contagio en nuestro país. Por tanto, se contactó a dos personas que se contagiaron en la primera ola, en la que predominada la variante Alfa, desde marzo 2020 a fines de julio de ese mismo año. Luego, se entrevistaron a otras dos personas en la segunda ola, es decir, desde enero 2021 hasta fines de junio 2021 en donde predominaban las variantes Gamma y luego la Delta. Para finalmente tomar dos casos más de personas que vivieron la enfermedad en la cuarta ola desde mediados de enero 2022 hasta fines de abril donde la variante dominante era Ómicron. Los resultados preliminares establecen una relación entre el temor y las condiciones de abandono por parte del Estado al ausentarse en el cuidado. También, se expresa una percepción del Estado como garante de derechos, pero no de los cuidados, lo que en parte, imposibilita la superación del trauma.Resumen de la Ponencia:
Hoy en día el interés por el riesgo que significa la pandemia COVID-19 (SARS-CoV 2) declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2020 acrecentó la percepción de riesgo en la población de su condición de salud, especialmente en Chile. Asimismo, la semántica del riesgo se movió en un escenario como “malestar en la cultura de nuestro tiempo” (García, 2008; 34) ya que encarnó los simbolismos e identidades fundamentales de construcción social sobre los riesgos y cómo estos se gestionaron en función de los mismos. En la actualidad, la preocupación sobre los posibles riesgos en salud no siempre se acompaña de una comprensión de las características del riesgo y de las formas de prevenirlo o minimizarlo, por lo que acá la comunicación juega un papel fundamental en la transmisión de la información a la población, pues es necesario distinguir entre informar y comunicar; en especial porque son conceptos que frecuentemente se consideran como sinónimos, pero sin embargo tienen diferencias, pues informar se referirá al acto de emitir datos a través de algún medio en el que la información fluye en un solo sentido (del emisor al receptor) y la información supondrá la existencia de un receptor, lo cual hace incierta la recepción de los mismos. Ante lo cual, se planteó el supuesto que en Chile la relación a la comunicación de riesgos en el contexto de la pandemia covid-19 fue desde un inicio infectivo e ineficaz, por tanto, el objetivo del trabajo fue describir el o los modelos de comunicación de riesgo implementados por los organismos públicos (MINSAL) ante la pandemia; para ello se realizó un análisis documental teórico de la comunicación de riesgos. Uno de los principales hallazgos fue que asociado a las implicancias sociales, culturales y políticas que significa hoy en día estar en una situación de pandemia, la población tuvo que desarrollar una mayor conciencia de los riesgos en la cotidianidad, y no tan solo los adultos sino que ha afectado de niños y niñas desde la primera infancia. Y todos estos procesos vividos en la modificación de los comportamientos, la incorporación de nuevos conceptos en el lenguaje de la población, la dinámicas de medios y formas de difusión de la información, la percepción de riesgo que tiene la población hoy en día sobre su propia salud y la salud pública en general se asocian fundamentalmente a la gestión de la información de riesgo, fenómenos vinculados al surgimiento de nuevos paradigmas y nuevas formas de configuración de lo social en relación a los temas de la salud del cuidado y autocuidado y su influencia o impacto en la vida cotidiana de las personas en Chile y el mundo a través del lenguaje.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia se orienta a explorar la influencia de la geopolítica manifestada por la agenda sanitaria global en las dinámicas, acciones y resultados obtenidos por el sistema de salud peruano frente a la pandemia de COVID-19. Para ello, se realizó una revisión de fuentes secundarias y datos estadísticos, teniendo en cuenta la historicidad de la agenda sanitaria global y los últimos acontecimientos de la pandemia en el país. De acuerdo a lo observado, esta influencia se dio a través de dos procesos: (a) la comprensión de la salud siguiendo el modelo biomédico hegemónico y (b) la mercantilización de la salud y la vida, ambas vinculadas con políticas y agendas promovidas desde gobiernos, empresas y organizaciones del Norte Global. Con respecto al primer proceso, la pandemia fue abordada desde una perspectiva individualista y biologicista que no tomó en cuenta los contextos sociales de distintos grupos poblacionales. Esto implicó mayor padecimiento para los sectores más vulnerables e históricamente marginados, acentuando las desigualdades sociales ya existentes. Por otro lado, el segundo proceso se relaciona con las bajas regulaciones estatales para el mercado y el poder del mismo, lo cual también acrecentó las brechas socioeconómicas entre quienes pudieron hacer frente a la pandemia y quienes no. En este sentido, este trabajo argumenta que determinados actores de la geopolítica mundial tuvieron y siguen teniendo un impacto directo en el sistema de salud peruano, y, por consiguiente, en las implicancias que tuvo la pandemia para la población peruana.Resumen de la Ponencia:
ResumenEn la presente reflexión, se interpreta que la pandemia de COVID-19 es el resultado de un gran laboratorio social y político, el cual ha involucrado el conjunto de la humanidad, el cual emerge en el contexto de una guerra comercial iniciada por Estados Unidos contra China, que hasta el momento se ha expresado mediante sanciones económicas y acusaciones por ambas partes, pero donde el fondo de la confrontación, tiene que ver con el interés por el poder y la hegemonía política en el mundo. Dicha pandemia, llevó a niveles críticos a los sistemas de salud, tanto en los países desarrollados como no desarrollados, al respecto, quedó evidenciado que los países con sólidas políticas sociales, en materia de salud, fueron los que mejor administraron los efectos del virus. Relacionado con este asunto, llamó la atención las ambigüedades y contradicciones que se dieron en las orientaciones que llegó ofrecer el principal organismo especializado en el mundo, en el campo de la salud, como lo es la OMS. Estas contradicciones se hicieron más explícitas, entre los especialistas en el campo de salud; ya que se establecieron dos bloques, los que eran partidarios de esperar que los afectados llegaran a los hospitales para atenderles, mientras el otro bloque, argumentaba la necesidad de aplicar las medidas preventivas para evitar que los pacientes llegaran a los hospitales; estas diferencias también se van a reflejar entre los pro vacunas y anti vacunas.La actual pandemia sorprendió a la mayor parte de los gobernantes y a los gobernados, donde los medios de comunicación social, se encargaron de crear un ambiente de pánico social, donde las medidas para contrarrestar el avance del virus, eran similar de un país a otro, como son: el confinamiento, restricción en la movilización, distanciamiento social, uso de la mascarilla, el trabajo en casa, entre otras. Como resultado de ese gran laboratorio, grandes empresas y bancos se han beneficiado, las deudas de los países se han incrementado, la corrupción no se ha detenido, las economías han sido severamente golpeadas, hay más desempleo, subempleos, pobreza y miseria; la educación se ha retrotraído y la tendencia hacia el envejecimiento de la población mundial, debe de direccionarse, ya que la mayor cantidad de muertos son adultos mayores y en particular varones, que pertenecían a la clase trabajadora y profesional, lo que indica que se trata de un virus clasista y selectivo. Otro gran resultado de este laboratorio mundial, es que quienes les interesa mantener el actual orden mundial, disponen de nuevos medios para intentar desmovilizar a la población, siendo ésta una de los principales medios de lucha de la clase trabajadora y explotada en el mundo.Resumen de la Ponencia:
Internet se ha constituido como una fuente de información de primer alcance, donde las personas obtienen información sobre las distintas enfermedades, incluyendo sus causas, consecuencias, formas de contagio, síntomas, medidas de prevención e incluso algunos pacientes buscan información sobre su diagnóstico y tratamiento; pero paralelamente esta capacidad de ofrecer a las personas grandes cantidades de información, ha reducido los mecanismos para identificar la información: falsa, errónea, sin sustento científico y por supuesto, sin el respaldo del personal especializado de la salud, poniendo en riesgo la salud pública.
En este sentido la pandemia de la COVID-19 no fue la excepción, debido a la naturaleza desconocida de la enfermedad a inicios de 2020, su rápida propagación, y alta gravedad; impulsó una demanda de información por parte de la sociedad; qué, ansiosa de obtener una respuesta a las múltiples dudas sobre el nuevo padecimiento, buscaba en cualquier fuente una revelación para comprender el fenómeno ante las segregaciones de información prevalecientes por parte de las instituciones de salud.Lo que derivó en un precipitado crecimiento de información: hipotética, falsa y real, que incitó a la ansiedad y confusión entre la población ya que discernir entre contenido fidedigno o engañoso resultó una tarea compleja, que perjudicó la confianza en la ciencia médica, así como en la atención y prevención de la salud pública, en este trabajo se analizan diversas desinformaciones que se presentaron durante los dos primeros años de pandemia, así como argumentar, que la desinformación es un desorden de la información que se origina y retroalimenta en la incorporación humana, y es en esa relación donde ubicamos la dimensión del problema, y si gran parte de los desórdenes informativos podemos localizarlos en Internet y sobre todo en las redes sociales, ya sea en forma de noticias falsas, propagandas, teorías conspirativas, rumores, o publicidad; no es sólo la cantidad de ellas lo que produce conductas desviadas que obstruyen la posibilidad de prevenir la enfermedad, y atender y apoyar en el mantenimiento de la salud pública; sino, la manera en que los receptores le dan significado a la desinformación y la eficacia simbólica con la que están cargados los discursos que se desarrolla la concepción de enfermedad y salud sobre todo en su relación con la pandemia de COVID-19.
Introducción:
La pandemia de la Covid_19 ha desatado una gran crisis sanitaria, con una expansión social que fue reforzada por una crisis de sentido, donde la desinformación formo parte de la manera en que los individuos construyeron sentidos y valores con los que se formaron una idea de salud y de enfermedad, e incidieron en la salud pública Por lo que en este trabajo se analizan las condiciones históricas en las que se desarrolló la pandemia por la COVID-19, se vincula con la información difundida, en la cual las noticias falsas y la posverdad crearon significados variados debido a la eficacia simbólica de sus contenidos los cuales impactaron en las decisiones del colectivo en la salud.
Desarrollo:
COVID-19 Y SU INCIDENCIA EN LA SALUD PÚBLICA
El 19 de diciembre de 2019, en la Comisión Municipal de Wuhan, provincia de Hubei China, se ha seguido a un conglomerado de 27 casos de neumonía atípica, de etiología desconocida, que presentaron sintomatología desde el 8 de diciembre, ¿la causa? un nuevo patógeno desconocido, que puede ser un nuevo brote de SAR, una infección respiratoria de alta gravedad y propagación que afectó a más de ocho mil personas en 2003.
Con esta información preliminar, el 31 de diciembre de 2019, ocurrió un hecho insólito que sacudió a la salud pública de todo el mundo. A la Organización Mundial de la Salud (OMS) le fue notificado por primera vez la existencia de un nuevo coronavirus denominado SARS COV-2 por su parecido con el SAR CoV [1] (OMS, 2020a). Por lo que la OMS, la necesidad de generar conocimiento al respecto, centrándose en dos cuestiones generales, ¿en qué medida afecta las personas? y ¿en dónde sucedió?
En cuestión de días el brote crece entre la población y los médicos, confirman su alta transmisibilidad, lo que supone una alerta para la salud de la población general. Para el 14 de enero del 2020 se confirmó oficialmente un caso de SARS COV-2 en Tailandia: el primero fuera de su lugar de origen.
Ante estos sucesos, el 23 de enero de 2020, China cierra el tránsito a la ciudad de Wuhan, con la intención de encontrar cada caso, aislarlo y detener la cadena de transmisión, poniendo en cuarentena a toda la ciudad y zonas aledañas. Sin embargo, el tránsito de personas en días anteriores ya ha iniciado el proceso de multiplicación de contagios en el resto del mundo, por lo que diversos países implementarán el cierre de fronteras terrestres y aéreas (OMS, 2020a).
Para finales de febrero tanto en China como en el mundo “todavía no se conoce el origen del virus, aunque se atribuye al pangolín, un mamífero usado como alimento” (Maguiña, Gastelo y Tequen, 2020), que aparentemente fue consumido en el mercado mayorista de mariscos de Huanan, en Wuhan, pero no se tiene una evidencia que constate que esta sea la causa de la enfermedad.
A su vez los conocimientos que se tienen del virus consisten en que la infección tiende a dañar el aparato respiratorio, provocando una respuesta inmune de tipo inflamatorio con incremento de citoquinas[2], que agrava al paciente y causa daño multiorgánico, y se transmite de persona a persona a través de tos, secreciones respiratorias y por contactos con superficies contaminadas que son llevadas por las manos a la mucosa, boca, nariz u ojos (Hung, 2013, p. 375).
Durante el mes de marzo Europa es el epicentro de la enfermedad; Italia y España resultaron las naciones más afectadas a nivel mundial, donde los contagios se incrementaban, la ocupación sanitaria era total e incluso rebasada y las defunciones constantes. Con este escenario replicándose en diversas partes del mundo, el 3 de marzo de 2020 la OMS informó, sobre la escasez en los suministros sanitarios para la protección del personal médico en los hospitales como: mascarillas médicas, respiradores, guantes de seguridad, pantallas faciales, batas y delantales, la cual ha sido motivada por un aumento en su demanda, e impulsada por el acaparamiento y compras de pánico (OMS, 2020b).
Esto trajo como resultado que, para el día 11 de marzo, la OMS declarará a la enfermedad como una emergencia de salud mundial, “una pandemia” causada por la infección del nuevo coronavirus (OMS, 2020a). Debido a su facilidad de transmisión, y al desconocimiento de portadores asintomáticos se presenta un aislamiento social tardío en todas las naciones.
Debido al constante aumento de los contagios en los cuatro continentes se recurre al llamado de permanecer en casa, así como a la suspensión de actividades económicas no prioritarias. Esto da un golpe a la economía global, y el 16 de marzo de 2020, los mercados bursátiles del mundo sufrieron desplomes en todas sus bolsas durante la apertura, debido al pánico generalizado por la COVID-19. Ante este desplome generalizado y sobre todo en los precios del petróleo, se suspenden transacciones a sólo 15 minutos de haber iniciado. Los vuelos que aún operaban serían cancelados en pocos días, por lo que varios países hicieron un llamado a sus nacionales para regresar cuanto antes, ya que no podrían garantizar su retorno posterior. Por ejemplo: Estados Unidos suspende por treinta días todos los vuelos hacia y desde Europa, Guatemala cerró sus fronteras a los europeos, Colombia, España, Francia, Italia, Argentina y Perú dispusieron aislamiento a viajeros procedentes de China; Líbano prohibió el ingreso a ciudadanos de España, Alemania, Egipto, Francia, Irak, Reino Unido y Siria y dio cuatro días a sus connacionales para regresar (La jornada, 2020 marzo 12).
A su vez, la OMS (2021), informó que la enfermedad podía ser transmitida por portadores asintomáticos e hizo un llamado a las naciones, empresas e investigadores para la búsqueda urgente de una cura o vacuna que pudiera desacelerarla y aunque se conoce que algunos síntomas incluyen fiebres superiores a los 38 grados centígrados, tos seca, dolor muscular, dificultad de respiración, y que las causas de muerte incluyen colapso respiratorio, o falla múltiple de órganos, no se cuenta con una cura.
Por lo que se hace necesario prevenir la transmisión para salvar vidas y hacer modificaciones generalizadas de conducta, como el uso de cubrebocas, evitar multitudes con un gran número de personas, y mantener las cosas limpias, utilizando alcohol, cloro, agua y jabón para eliminar virus en las superficies.
Durante los siguientes meses se realizaron una serie de ensayos clínicos para obtener algunos medicamentos, seguros y eficientes; así como los primeros intentos por obtener una vacuna. Sucedió que a los 11 días del doceavo mes de 2020 la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió su autorización para el uso de la vacuna contra el COVID-19, del laboratorio Pfizer – BioNTech, para ser aplicada en personas mayores a los 16 años; esta será la primera vacuna aprobada por la OMS de las seis aprobadas el año siguiente.
Figura 1: Vacunas aprobadas por la OMS 2021
Elaboración propia con información de la OPS, 2021
Pero para la salud pública no todo eran buenas noticias, mientras se producían avances en la vacunación ocurrió, que de manera paralela, Reino Unido, Sudáfrica, Brasil e India notificaran la existencia de cepas variantes del SARS-CoV-2, Alpha, Beta, Gamma y Delta, respectivamente, y en noviembre de 2021 se registra la variante Omicron con presencia en varios países (OMS, 2021b). Dichas cepas se clasifican como variantes de interés (VOI), ya que representan cambios en la epidemiología de la COVID-19, en la trasmisibilidad, clínica, o en la disminución de las medidas sociales y de salud pública. Hasta el 3 de diciembre de 2021, en el mundo se registran 264 millones 892 mil 562 casos de Covid-19 (Johns Hopkins University Medicine, 3 de diciembre de 2021), y México ha acumulado 3 millones 897 mil 452 casos confirmados (Gobierno de México, 2021).
LA DESINFORMACIÓN Y SU INCIDENCIA EN LA SALUD PUBLICA
En la Declaración de Yakarta sobre la Promoción de la Salud en el Siglo XXI (1997), se especifican las prioridades para el cuidado de la salud pública; una de ellas cosiste en promover la responsabilidad social por la salud, es decir atender y disminuir aquellas situaciones perjudican la salud entendida esta “como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”(OMS, 2021c), y aunque la desinformación no ha sido mencionada, en la actualidad representa un reto para el mantenimiento de la salud, sobre todo para manejo de enfermedades infecciosas como: la COVID-19 en las que se requiere llevar a cabo estrategias de cooperación colectiva en la búsqueda de intereses y valores comunes.
La desinformación tiene efectos adversos en la salud pública, como, por ejemplo; la emitida por grupos antivacunas que contribuyen con la reducción de las tasas de vacunación y aumento de enfermedades, fomentar la desconfianza en las instituciones de salud, e interferir en la capacidad de toma de decisiones meditadas que ponen en riesgo la salud entre otras (Espinoza y Masuelos, 2020) que nos afectan colectivamente.
Dicha desinformación se hizo evidente, sobre todo durante los tres primeros meses de la pandemia, e incluso en el mes de abril de 2020, la OMS hizo patente que nos encontrábamos ante una infodemia. Al respecto Sylvie Briand, directora de Gestión de Riesgos Infecciosos del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS y artífice de la estrategia de la OMS para contrarrestar el riesgo de la infodemia, dijo “Sabemos que cada brote irá acompañado de una especie de tsunami de información, pero también dentro de esta información siempre hay desinformación, rumores, etc.[…] Lo que está en juego durante un brote es asegurarse de que las personas hagan lo correcto para controlar la enfermedad o para mitigar su impacto” (Zaracostas, 2020).
En este sentido se hace necesario comprender el impacto de la desinformación y lo que la sociedad hace con ella, y aunque, ésta no es la primera infodemia que existe en el mundo sí podemos afirmar, que no tiene precedentes, por dos aspectos; el primero, antes del internet y de sus múltiples plataformas no existía una herramienta con tal velocidad, alcance, y distribución de información que permitiera una completa interacción entre prácticas comunicativas, sociales, y de infraestructura tecnológica; y en segundo lugar; porque tampoco contábamos con un instrumento con la capacidad para producir contenidos de fácil acceso y uso colectivo dentro de un instantáneo y masivo sistema de comunicación en red (Del Fresno y Manfredi, 2018)
Las noticias falsas no son un fenómeno aislado de la realidad social, ni mucho menos una externalidad de la tecnología, el problema de las noticias falsas y de la posverdad órbita en la incorporación social que se hace de una tecnología y sus contenidos, y la significación que los sujetos hacen de ellos. Porque ante un proceso de infodemia, los individuos creen respetar los patrones de conducta colectivos, aunque contradigan la conducta esperada.
Por lo que sus acciones son producto de la negociación individual con las estructuras extra individuales que rigen a la sociedad (Alexander, 2008: 18); en este caso todo el contenido mediático falso, incompleto o sin fundamento con el que interactúa la sociedad retrasando el orden social que se intenta generar, en este caso la salud.
La palabra desinformación no sólo refiere a un estado de ignorancia sobre un tema determinado o carente de información, por el contrario, apunta a una acción dirigida a construir informaciones engañosas, inexactas, erróneas o deliberadamente falsas con la intención de confundir al receptor.
Podemos decir que la desinformación hace referencia a dos acciones; uno el error y dos la mentira; la primera explica que la desinformación es producto de una omisión, error o engaño, que probablemente no tiene el propósito de producir un daño y puede ser entendida como el desconocimiento de un tema o ignorancia (Estrada, Alfaro y Saavedra, 2020). La segunda acción por su parte implica la difusión de información incompleta, inexacta, engañosa o completamente falsa donde los creadores de este tipo de contenido tienen un objetivo claro; el mentir, deliberada o intencionalmente sobre la verdad (Vázquez, 2020).
Estas dos acciones, corrompen el proceso de recogida y representación de los hechos, como la existencia de una amplia posibilidad de proposiciones entre lo verdadero y lo falso para generar duda, temor, o controversia, sesgando la percepción del objetivo e incidiendo en el comportamiento de las personas (Del fresno, 2019, p.3)
Fallis (2014) considera que la desinformación tiene tres características fundamentales: primera, toda narrativa depende del análisis del contenido semántico o análisis representacional que se adopte, es decir, puede ser falsa o verdadera, pero en ambos casos, es información; la segunda, es qué es engañosa o confusa porque fomenta falsas creencias y tercera, es intencional, porque su fin es simplemente el de engañar e induce al error, al miedo o el prejuicio y por lo tanto queda en el receptor su interpretación.
Prueba de ello es El Estudio infodemiológico sobre Covid-19 epidemia e infodemia realizado en China (Hu et al, 2020), que permitió observar el crecimiento exponencial de la mala nomenclatura del nuevo virus durante el momento de su aparición, analizando diversos documentos tanto científicos como noticiosos, el estudio demostró que tan solo la mala nomenclatura provocó un estado de desinformación en el mundo que creció de manera exponencial. En dicho estudio se realizó un análisis cienciometrico de las incidencias de consulta de las palabras clave que se usaban para obtener información en Internet sobre el COVID-19, en Google y en las bases de datos WoS y PubMed, y se percataron que en 58 países incluidos México, en el que se promovía una estigmatización negativa y progresiva contra la población China; con la reproducción de frases como “nombran a China como una de las principales amenazas”, “China es el verdadero enfermo de Asia”, o como: “el origen no natural del coronavirus COVID-19 fabricado en China”, las cuales incitaban a provocar el miedo, el prejuicio, el disgusto, la xenofobia y el pánico para la nueva enfermedad contaminando así el sistema mediático con este tipo de desinformación, incluyendo el factor emocional.
En este sentido la desinformación engloba dos procesos por la forma en cómo se construyen: a) la posverdad (post-truth) y b) las noticias falsas (Fake News).
Posverdad (post-truth, en inglés) no es un sinónimo de mentira, pero es una relativización de la verdad; debido a que la posverdad se vale de la subjetividad y del discurso emotivo por encima de los hechos o la razón, y se hace presente cuando la gente prefiere hacer caso a sus creencias y emociones en lugar de la verdad objetiva, lo que ocasiona que las personas acepten la información como verdadera.La posverdad, permite “la acción de introducir elementos sentimentales, emotivos y creencias aceptadas por la sociedad para dotar a los mensajes de una fuerza arrasadora” (Zarzalejos, 2017, p. 12).Si bien la manipulación basada en creencias o sentimientos no es una mentira en sí misma, se puede entender como tal, ya que no contiene argumentos objetivos ni hechos verídicos que sean contrastados con la realidad y se construye bajo la idea de hacer creer que una cosa que existe, no existe y que lo que no existe, existe. Por tanto, cae en la categoría de desinformación y de mensajes falsos (Estrada, Alfaro y Saavedra, 2018).
Noticias FalsasDe manera general las noticias falsas se definen como la difusión deliberada de información engañosa a través de medios sociales (Tinoco, Oliveira, Luiz y Paes, 2020). El término fake news no tiene una connotación única, algunos la utilizan como un medio de atracción de tipo propagandística o alarmista; otros la usan para referirse a reportajes falsos o sensacionalistas o simplemente como una forma para expresar una inconformidad mermado la confianza de la sociedad en la información periodística.
Por ejemplo en el estudio “Las noticias falsas y su incidencia en la credibilidad del periodismo salvadoreño” (Coreas de Mendoza et al., 2019), se explica que los periodistas en el Salvador carecen de fiabilidad, debido a que la desinformación ha llegado a sobrepasar los límites de la divulgación de los periodistas, en razón de que la sociedad prefiere informarse con el contenido que prolifera en las redes sociales y deja de lado la información que los medios tradicionales como el periódico, la televisión o la radio proporcionan. Esto, a su vez, genera un espacio de superabundancia informativa descentralizada, ya que la producción de información está a cargo de cualquier individuo y no de una organización, lo que afecta de forma importante la elaboración de información fidedigna; pues las noticias creadas por periodistas profesionales conviven con las producidas por cualquier usuario que unido al anonimato que permiten las plataformas digitales, generan un caldo de cultivo idóneo para la proliferación de noticias falsas (Van-Dijck, 2009; Flichy, 2010; Magallón, 2019).
LA EFICACIA SIMBÓLICA EN LA DESINFORMACIÓN
Ya sea en forma de posverdad o bien como noticias falsas, la desinformación ha significado un riesgo para la salud, por ejemplo: Facebook detectó durante el segundo trimestre de 2020, siete millones de publicaciones que contenían información falsa sobre la COVID-19, en la que se promovían curas y medidas preventivas falsas (Forbes, 2020 agosto 11) y muchas de ellas trajeron consecuencias en la población. Durante marzo de 2020, más de 2 mil 100 iraníes fueron envenenados por ingestión oral de metanol, los intoxicados dijeron que los mensajes de las redes sociales sugerían que beber alcohol podía prevenir la infección por Covid-19, bajo esta falsa información casi 900 pacientes ingresaron a la unidad de cuidados intensivos y 296 fallecieron. (Tinoco, Oliveira, Luiz y Paes, 2020).
Situación similar ocurría en Bolivia, dónde, pese a las consecuencias ocurridas en Irán por información engañosa, durante el mes de julio, afuera de las farmacias de la localidad de Cochabamba, los bolivianos hacían filas para comprar dióxido de cloro[4], promocionado en las redes sociales como tratamiento alternativo para evitar el contagio de la COVID-19. Como consecuencia el Ministerio de Salud Boliviano reportó un gran número de intoxicaciones relacionadas con mensajes que circulaban en las redes sociales, cuya idea consistía en que al rociar o beber cloro o alcohol, este eliminaba el coronavirus. (Trigo, Kurmanaev y León, 24 de julio de 2020).
Con lo anterior podemos decir que la desinformación contiene una eficacia simbólica que le permite ser considerada como verdadera. De acuerdo con Levi Strauss (1997), la eficacia simbólica es la capacidad que poseen ciertos acontecimientos que surgen en un contexto psicológico, histórico y social apropiado, de inducir una cristalización afectiva que tiene lugar en el molde de una estructura preexistente. Bajo esta lógica “nuestro acceso al mundo (interior y exterior) se realiza en forma indirecta, es decir a través de representaciones, sean éstas símbolos (imágenes) o signos (palabras), las cuales ordenan y dan coherencia a lo percibido en un proceso que intenta disipar la real incertidumbre del mundo que nos rodea.
Así, por ejemplo, la definición de lo real permite un tipo de desinformación, en la que el derecho de ofrecer alternativas ante un hecho desconocido o con poca información, se convierte en una variación de la eficacia simbólica, porque supone una construcción y deconstrucción constante entre el subconsciente y el inconsciente; que aprovechan las teorías conspirativas y los rumores, pues estos surgen como resultado de la necesidad de encontrar explicaciones a una pregunta sin respuesta (Brotherton,2015).
En este sentido, la relación entre el subconsciente y el inconsciente es primordial para entender la aceptación de los rumores y teorías conspirativas, pues en el subconsciente los individuos contienen todo un léxico social a modo de recuerdos que conservan en la memoria, pero no están siempre disponibles; y el inconsciente, siempre tan vacío, es capaz de imponer leyes estructurales a elementos inarticulados que vienen de otra parte (Strauus, 1997).
Dicho en otras palabras, las teorías conspirativas tienen una eficacia simbólica porque el subconsciente es el receptáculo de recuerdos y de imágenes coleccionados en el transcurso de la vida, convirtiéndose en un aspecto de la memoria; que puede permanecer siempre guardado en el fondo de ella, pero resurgirá y tomará forma cuando el inconsciente lo organice según sus leyes, en un discurso lógico que le permita adquirir significación para nosotros y para los demás.
Así, las teorías conspirativas sobre los orígenes de la COVID-19, las vacunas o posibles curas que abundan en los canales de videos y páginas de Internet se ostentan como reales gracias a que mantienen una eficacia simbólica donde conservan una coherencia en la idea que presentan con las ideas previas de los individuos, de manera que este encaje permite su aceptación o cuando menos abre la puerta a la duda (Vega-Dienstmaier, 2020).
Es pertinente agregar que “para que la eficacia simbólica pueda concretarse el símbolo tiene que operar dentro de un sistema de referencia que lo sustente, es decir dentro de un colectivo que crea y tenga fe en él” (Musso, Enz y Werbin), y uno de los elementos con los que se ha constituido el conocimiento es a través de la ciencia, y el lenguaje científico, que representan lo objetivo, verdadero, correcto e indudable, convirtiéndose en un elemento de inducción a la creencia de, qué todo aquello que sea referido a través del lenguaje científico debe ser real, aunque esté manipulado y no sea del todo verdadero.
En muchos casos el uso del lenguaje científico por parte del ámbito corporativo se ha caracterizado, por ser sesgado, haciendo énfasis en ciertos puntos sin mencionar otros que impedirían la compra o aceptación de un producto. Generalmente busca realzar aquellas partes que “la ciencia le permite asociar con determinado lenguaje científico, el objetivo es, simplemente, el de otorgarles una apariencia científica” (Medina, Sobías y Ballano, 2007, p. 88).
Este tipo de desinformación tiene a generar una apropiación en el individuo al considerar su eficacia simbólica, ya que esta nos remite al sistema de creencias que las personas tienen en la ciencia y en consecuencia sobre las que realiza acciones en la realidad.
Por lo que la carga simbólica, del lenguaje científico que utiliza una información falsa, le permite al discurso constituirse en realidad para los sujetos que acceden a ella, pues el lenguaje científico tiene un factor inductivo de objetividad que permite la creencia, hacia que su uso significa objetividad y por tanto de verdad.
Otra forma en la que se presenta consiste en poner en duda a la misma ciencia, cuestionando las evidencias científicas o entrando en pseudo debates con los avances científicos que van contra sus intereses, distribuyendo sus ideas en los medios de comunicación. En el contexto mediático, estos discursos se convierten en mensajes caracterizados por el uso de terminología científica para identificar a su producto con una idea, que además aprovecha la inmediatez y fugacidad que permite los medios de comunicación y las redes sociales, prometiendo en diversas ocasiones una eficacia total (Medina, Sobías y Ballano, 2007).
No obstante, parte de su lógica consiste en mostrar un gran desprecio e indiferencia hacia la ciencia al transmitir mensajes que no proporcionan suficiente información o que ponen en entredicho la labor científica.
Incluso el factor inductivo del lenguaje científico puede desatar otras informaciones falsas que afecten la salud Así por ejemplo; durante febrero se esparció un rumor sobre las condiciones climáticas y la tasa de transmisión de la COVID-19, en el que se afirmaba que el virus duraba menor tiempo en el aire cuando mayor era la temperatura y la humedad del lugar, sin embargo en el meta estudio realizado por la National Academies of Sciences, Engineering and Medicine de Estados Unidos, se advertía que el estudio se había realizado en laboratorio y que históricamente diferentes virus han tenido comportamientos distintos en ambientes controlados y al aire libre , por lo que la evidencia del estudio no eran concluyente. (Onshuus, et al., 2020). Pero al deformarse la información, se construyeron otras informaciones falsas, inducidas por la confusión en la información.
Siguiendo el ejemplo anterior, varios discursos comenzaron a circular fomentando la idea de que las altas temperaturas podrían mitigar su diseminación; por lo que exponerse al sol, darse baños de agua caliente o tomar líquidos calientes eran aconsejados como medidas para amenorar el contagio, lo cual no era efectivo y a pesar de ello, se planteó la posibilidad de que, al llegar las estaciones calurosas el virus tendería a desaparecer.
Como resultado en México se hacía un llamado a la población a no alarmarse bajo el argumento de que el virus no sobrevivía a temperaturas mayores de 26 grados centígrados; así lo expresó el Secretario de Salud Jorge Alcocer Varela cuando dijo: “afortunadamente hay un factor favorable: nosotros estamos saliendo del periodo de invierno, conforme vayan pasando los días, las temperaturas se irán elevando en nuestro país, esto permitirá que la posibilidad de contagio por coronavirus baje considerablemente” (El Heraldo de México, 28 de febrero 2020). Este mensaje, hizo eco en la población y durante semanas, muchas personas usaron estos remedios totalmente inútiles para evitar el contagio. Situación que no fue exclusiva del país y la OMS se vio en la necesidad de publicar estas medidas como falsas, para intentar revertir el efecto de está desinformación.
[1] En 1973, el Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV) autoridad mundial en la designación de nombres de los virus, determinó que existen 7 espectros de coronavirus humanos (HCoV) conocidos por causar los resfriados, de ellos, los coronavirus HCoV-229E, HCoV-NL63, HCoV-OC43 y HCoV-HKU1, son habitualmente responsables de enfermedades respiratorias leves como el resfriado común, pero que pueden causar graves infecciones en individuos inmunodeprimidos. No obstante, tres miembros han causado brotes mortales: SARS-CoV, MERS-CoV y el recién identificado coronavirus ahora conocido como SAR-CoV-2 (Hu et al., 2020).
[2] La tormenta de citoquinas durante las infecciones virales, representan la primera línea de defensa coordinada del cuerpo en contra de virus SARS. Sin embargo, una rápida replicación viral y una alta respuesta de citoquinas proinflamatorias en células epiteliales, dendríticas y macrófagos del pulmón inducen a apoptosis, deteriorando las barreras pulmonares microvasculares y células epiteliales alveolares, causando hipoxia (Manzano, 2020).
[3] En 2016, los lexicógrafos del Diccionario Collins monitorearon 4, 500 millones de palabras y eligieron a la palabra fake news como la palabra del año 2017, cuyo uso aumentó 365%, con respecto al año anterior
[4] Tipo de cloro que se usa para el blanqueado y desinfección de piscinas y pisos
Conclusiones:
Y es que, así como con frente dolor nadie reacciona de la misma forma frente a la misma herida, actuar frente a lo desconocido en esta época de pandemia se convirtió en una experiencia singular, donde cada individuo responderá a la afección que le genera, aunque las condiciones sean compartidas social y colectivamente. (Bustos, 2000). Pues si bien la medicina puede explicar las diferencias y variaciones de acuerdo con las características fisiológicas y anatómicas, explicar las variaciones culturales que afectan a un individuo con ocasión de un acontecimiento, como lo es la pandemia de la COVID-19, y la desinformación. Implica comprender que la diversidad de acciones y significación subjetiva es producto de un momento y contexto social. De manera que la eficacia simbólica no se da solo de la multiplicidad de mensajes falsos, para que exista es necesario tener un escenario especifico, como en el caso de la pandemia por COVI-19 una enfermedad desconocida de alta gravedad, información sesgada y un contexto donde la inmediatez esta a la orden del día han sido factores que contribuyen a conductas desviadas que ponen en riesgo la salud pública. Por lo tanto, los símbolos ejercen una resonancia concreta cultural de significaciones personales y sociales, y la desinformación actúa entonces en el corazón del vínculo social. Por lo que se hace necesario regresar a la subjetividad y cuestionarnos sobre la praxis humana, para apoyar a la salud publica en este problema que nos incumbe como sociedad global.
Bibliografía:
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Palabras clave:
Covid-19, desinformación, salud
Resumen de la Ponencia:
A finales de diciembre 2019 se identificó el virus SARS-COV-2 como responsable de la pandemia de Covid-19. La rápida expansión de la transmisión puso al descubierto fallas estructurales de las sociedades modernas y de los sistemas de salud para prevenir y contener una amenaza sanitaria. La discusión científica se concentró en la búsqueda de una vacuna y menos en comprender la respuesta social ante la amenaza globalizada actual y el temor a los rebrotes. En este ensayo reflexionamos teóricamente, desde las ciencias sociales, sobre la importancia de vincular tres conceptos: vulnerabilidad-percepción-riesgo. Esto es necesario para desarrollar respuestas de salud adecuadas a las circunstancias poblacionales, especialmente con la población más vulnerable, como los grupos indígenas, originarios y afrodescendientes, para favorecer la equidad en salud.Resumen de la Ponencia:
Línea 6La Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad (2011), en su artículo 5° menciona doce principios que las políticas públicas deben considerar, en esta investigación se considera el principio V, que enmarca el respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual y la libertad de tomar las propias decisiones, y la independencia de las personas con discapacidad. No es suficiente que esté estipulado como parte de los derechos de las personas con discapacidad; la población que incluye a personas con síndrome de Down, requiere que los servicios destinados a ellos incluyan acciones para favorecer la autonomía. La autonomía alude a aquellas habilidades prácticas de la conducta adaptativa como actividades de la vida diaria, aseo personal, vestido, alimentación, tareas del hogar, desplazamiento, responsabilidad y toma de decisiones. Para Schalock et al., (2021) la elección y la autonomía personal se vinculan y son considerados como parte de los apoyos que se deben brindar a la población vulnerable, al desarrollarlos se obtendrán cambios significativos; favorecerá la agencia, el desarrollo personal, la educación, los intereses personales y mejorará en su funcionamiento y bienestar personal. En el trabajo de investigación se identifican necesidades de apoyo que requiere una joven con síndrome de Down de 16 años, originaria de Tlaxcala, que participa en el servicio Club-21 Vida independiente, que brinda la Facultad de Ciencias para el Desarrollo Humano. La investigación es cualitativa y se enfoca desde el método investigación acción participativa. Se aplicó una evaluación inicial en formato de entrevistas a los padres de familia para identificar los tipos y la frecuencia de apoyos que necesita su hija, posteriormente se diseña un plan de intervención en conjunto con base en el modelo de planificación centrada en la persona para desarrollar cuatro módulos esenciales de la vida diaria. La aplicación de la invención se realizó con el apoyo y compromiso de la familia frente al seguimiento de actividades que fueron diseñadas para tareas en casa, los resultados que se obtuvieron favorecieron en el desarrollo de autonomía personal, se logró en un periodo de cuatro meses elevar los parámetros de autonomía personal y la toma de decisiones. Este tipo de apoyos que se le brinda a esta población tiene el propósito de promover la autonomía personal como uno de los grandes pilares para tener una vida independiente, mejorar su calidad de vida, su inclusión social y el respeto a sus derechos fundamentales. Haciendo evidente que la desinstitucionalización, el respeto a la persona y el establecimiento de compromisos comunes tomando como eje a la persona con síndrome de Down favorece el desarrollo de su autonomía.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia se enmarca en el trabajo de seminario de Etnografía digital de Maestría en comunicación, el cual se desarrolló como proyecto final de la misma. Dicho trabajo esta apoyado en la bibliografía del seminario, es decir, sustento metodológico, así como la investigación y bibliografía teórica llevada hasta el momento en el posgrado. Con la aparición de la Covi-19, las mayores afectaciones fueron para las personas sordas, al verse imposibilitadas y aún más aisladas en su comunicación, información, obtención de productos y servicios; especialmente ante estrategias de comunicación en salud difundidas por los entes gubernamentales que fueron exclusivas con esta población al no cumplir su función de proteger e informar para prevenirla, siendo además unidireccional y sin considerar sus especificidades. Este trabajo tenía por objetivo realizar una construcción de campo en el terreno digital, a través de una observación en línea, con el fin de identificar a los actores, escenarios y redes simbólicas creadas y reproducidas durante sus prácticas e interacciones al interior de sus contextos particulares, y que son un esbozo de su realidad cotidiana durante una temporalidad específica. El alcance de este ejercicio se enmarco principalmente en el tiempo y espacio académico del seminario, sin embargo, en congruencia con el tema adscrito, sus posibilidades y limitantes esclarecidas, se postularon objetivos alcanzables a los mismos. Se retomaron los perfiles de Facebook de tres personas: una persona sorda, una mamá de una persona con sordera y una intérprete de lengua de señas; con el fin de identificar y describir sus expectativas, experiencia y accesibilidad hallada en las estrategias difundidas en los distintos medios por parte de las autoridades de salud y gobierno durante los meses de marzo y agosto de 2020. Los resultados traslucieron la suma de una categoría no contemplada, la relevancia de los intereses personales de estos actores, que modificaron su percepción, vivencias, actitudes y prácticas hacia la ejecución de los protocolos de emergencia sanitaria, es decir, la dirección de sus críticas o aplausos variaban según su terreno de experiencia laboral o personal. No obstante, el eje transversal de la accesibilidad en ellas fue claro en los tres, hay grandes huecos y acciones a medias que no permitieron el acceso adecuado a la información y atención en salud de esta población, por lo que se vulneró su derecho a la comunicación e información en un tema de vital importancia que afecto a la persona misma y los que dependían de ellos. Lo anterior es relevante de entender porque los movimientos sociales pueden luchar por la realización de pequeñas modificaciones, pero no llegarán a un cambio verdaderamente estructural sin la intervención y apoyo de los diferentes ordenes gubernamentales.Resumen de la Ponencia:
Colombia y México tienen en común una historia migratoria marcada por la emigración hacia países de ingreso alto (Estados Unidos y España), y el haber experimentado en la última década una transformación radical de ese panorama. En Colombia, el cambio principal consistió en la llegada masiva de venezolanos. En México, se ha incrementado el número de migrantes en tránsito hacia Estados Unidos, han aumentado los periodos de permanencia en México de estas personas migrantes, y el número de quienes solicitan refugio en México, y sus características demográficas se han diversificado. Estos cambios implican un reto a los sistemas de salud de ambos países. Mientras que tradicionalmente estos sistemas no han tenido entre sus prioridades el desarrollo políticas para la inclusión de inmigrantes o refugiados, la situación actual requiere respuestas en este sentido. El objetivo de este trabajo es describir la respuesta de México y Colombia ante las necesidades de salud de las personas migrantes durante la pandemia de COVID-19, haciendo énfasis en las diferencias entre el abordaje. Analizamos también cómo estas diferencias se relacionan con el tipo de sistema de salud vigente en cada país, y con sus políticas migratorias. De este modo, situamos las respuestas a crisis sanitarias como la pandemia de COVID-19, en el marco general de los sistemas de salud. Nuestro análisis muestra que, en Colombia, la respuesta se dio facilitando la regularización migratoria de los venezolanos. En el marco de un sistema basado en el aseguramiento en salud, esta medida tuvo como objetivo facilitar el acceso en igualdad de condiciones con la población no migrante. En México, la transición hacia un sistema de salud universal implicó que no se desarrollaran estrategias particulares para facilitar el acceso de migrantes a los servicios de salud, posiblemente debido a que se asumió que no habría barreras para ese acceso. Aunque no existen estadísticas que permitan comparar el efecto de estas estrategias en la situación de salud de los migrantes durante la pandemia, resultados de investigación cualitativa muestran que en ambos países siguieron existiendo barreras administrativas y de información que dificultaron el acceso de personas migrantes a los servicios. En México, se sumaron a esto las barreras económicas asociadas a un sistema con poca protección contra el gasto de bolsillo. En ambos países, pero principalmente en Colombia, estas barreras se subsanaron parcialmente con el apoyo de organizaciones de cooperación internacional, y en México fue relevante el trabajo de organizaciones no gubernamentales y filantrópicas. La presencia de estos agentes fue importante, pero al tratarse de intervenciones por tiempo limitado y con alcances definidos por los financiadores, queda pendiente el desarrollo de políticas gubernamentales más inclusivas para la respuesta a las necesidades de salud de los migrantes.Resumen de la Ponencia:
El acceso y el derecho a la salud, es un tema que ha tomado relevancia durante los últimos años, debido a la creciente desigualdad de la atención entre el servicio público y privado de salud, provocado por la inserción del modelo liberal. Desde la revuelta social del 18 de octubre de 2019 la salud se ha instalado como una de las principales demandas de la población chilena. Es por ello que esta investigación analizó la influencia de las experiencias de atención de salud en el significado del derecho a la salud y el sentido de justicia con el sistema de salud de 33 afiliados-cotizantes de FONASA e ISAPRE residentes de la Región Metropolitana. Este estudio se realizó a partir de una metodología cualitativa, específicamente a partir de entrevistas semi-estructuradas con cada uno de los afiliados-cotizantes a FONASA e ISAPRE, procurando representatividad de género y de edad. El análisis de la información se efectuó de acuerdo con la metodología “análisis del discurso”. Se intuía que las experiencias de atención en salud, buenas o malas, condicionaban la idea de los afiliados-cotizantes sobre el derecho a la salud y el sentido de justicia con el sistema de salud. Los hallazgos indicaron que las experiencias de atención influyen de manera importante en el significado del derecho a la salud y que el sentido de justicia con el sistema de salud se produce en base a principios normativos que principalmente apuntan a la igualdad y equidad. Palabras clave: Experiencias de atención de salud, derecho a la salud, sistema de salud chileno, salud, Fonasa, Isapre.Resumen de la Ponencia:
En Colombia, la prestación de los servicios de salud se encuentra regulada por la Ley 100/93 en la cual se establece que ésta se realizará por Entidades Promotoras de Salud (EPS), a los usuarios de los regímenes Subsidiado, Contributivo o de Excepción (según sea su afiliación y de ello dependerán los derechos de atención en salud que tienen- siendo los de excepción los que más derechos tienen). Estas empresas que son privadas, fungen como intermediarias en la prestación de servicios de salud, lo que ha generado altos niveles de corrupción, falta de prestación de los servicios de salud a los que están obligados, complicaciones por mala prestación de servicios e incluso condenas judiciales por mala praxis médica que ha llevado a afectaciones de la vida y la salud de los pacientes generando en varios casos la muerte.La ya grave crisis que tiene el sistema de salud colombiano casi desde el momento de su actual configuración, viene a complejizarse con el brote de la pandemia generado por el Covid-19 (sin que sea la causa de la misma), en el cual, los servicios de salud tal como sucedió a nivel mundial colapsaron y precarizaron aún más la difícil situación.Pese a dicha crisis, tal como se mencionó, el sistema de salud ya se encontraba en una situación de fragilidad que afectaba la atención de los afiliados, y no fue ocasionada por la pandemia, como se ha querido hacer ver por parte del gobierno nacional, sino que, por el contrario, se trata de una falla estructural del sistema, para la cual la única solución viable, es el rediseño de la forma en la que se presta la salud en Colombia, haciéndola más eficiente y eliminando la intermediación, tal como se presentará en la propuesta que se formula para la presente ponencia.Se quiere entonces, atendiendo a la necesidad de la población colombiana, incluyendo a la población migrante, refundar el sistema de salud existente, de tal forma que sea incluyente, efectivo, digno, solidario, sostenible, garantista y respetuoso de las tradiciones ancestrales de la población afiliada que así lo requiera como parte del derecho a recibir el tratamiento que el paciente determine (lo cual en la actualidad se desconoce en nuestro país, pese a la gran cantidad de población indígena, afrodescendiente y ROM reconocida).Resumen de la Ponencia:
En este trabajo se analiza el proyecto de investigación Emprendimientos sociales y salud comunitaria[1] del equipo de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), con sede en el departamento de Economía y Administración, y que es parte integrante del Programa Dimensiones y alcances del desarrollo territorial[2], desde la perspectiva de la construcción de salud colectiva a partir de la participación en empresas sociales, articulando salud y trabajo. La propuesta apunta a repensar y potenciar la investigación social desde la salud.La subjetividad presenta una naturaleza social, y los emprendimientos sociales, que aborda el proyecto (así como el resto de las instituciones que atraviesan a las personas) son parte del entramado que la configura. Para Enrique Pichon Riviere las personas producen subjetividad no solo en las relaciones sino también como “sujetos producidos”. Toda subjetividad resulta de la interacción entre individuos, grupos y clases. Pensamos la subjetividad como constructo colectivo, siempre en relación con otros/as, como intersubjetividad. Los emprendimientos sociales articulan trabajo y salud colectiva, dando espacio para que se cumplan derechos indelegables para las personas. Los sujetos, por medio de sus propios esquemas referenciales, (Pichon Riviere, E; 1995) van articulando estas ideas y configurando subjetividades de época.La participación en entidades u organizaciones que realizan actividades económicas (es decir, de producción o distribución de bienes o servicios, incluyendo las actividades financieras), pero persiguiendo como su principal finalidad el bienestar humano tienen efectos en la producción subjetiva y construcción de salud. Para dar cuenta de ello, el proyecto de investigación contempla analizar los elementos organizativos de autogestión asociativa y democrática, así como vínculos solidarios con su comunidad de pertenencia como ejes centrales en el desarrollo del individuo desde la perspectiva de su inserción en la comunidad educativa de la UNQ.En el proyecto que proponemos compartir, se conjugan el análisis crítico, el diagnóstico de situaciones y la práctica que son parte de esta experiencia colectiva, que sirve para identificar las necesidades, favorecer la concientización y generar compromiso. De esta manera, investigar los emprendimientos sociales permite visibilizar como un dispositivo de cuidado colectivo donde se favorecen los lazos comunitarios. En las empresas sociales se plantea la organización del trabajo desde el cuidado adoptando posturas en las que a sus integrantes se les devuelva una imagen propia y de comunidad valiosa. Se constituye así en un mecanismo de cuidado colectivo para las personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad social, donde la práctica se transforma en productora de conocimiento, cobra carácter político participativo y educativo con el estatuto de investigación científica. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICASPichon Riviére, E (1995): Técnica de los grupos operativos. El proceso grupal. Ed. Nueva Visión. [1] Dirigido por la Dra. Selva Sena[2] Dirigido por el Dr. Carlos FidelResumen de la Ponencia:
En Chile el escenario de la Pandemia por COVID-19 ha sido muy complejo, con más de 63.437 fallecidos/as reconocidos/as (3.283 por 1.000.000 habitantes), encontrándose en el número 18 de países con mayor tasa de mortalidad. Situación que se puede explicar debido a una política reduccionista y centrada en el nivel hospitalario, así como por condiciones de pobreza, hacinamiento, precariedad laboral entre otras consecuencias del modelo de desarrollo (29% de pobreza de ingresos, 70% de los trabajadores/as con sueldos insuficientes y una alta informalidad, 30% de adultos/as mayores trabajando). Lo que se evidencia, en la desigualdad en la mortalidad ajustada por COVID-19, con una diferencia es de más de 5 veces entre las comunas de menores y mayores ingresos del Gran Santiago.
En un marco político caracterizado por falta de legitimidad del gobierno, posterior al “estallido social” (18/10/2019). Además de una notoria falta de transparencia y democracia en el acceso a la información y en la toma de decisiones. Teniendo como contexto, un sistema de salud dañado por políticas neoliberales (desde hace más 40 años), la apuesta fue sumar las camas hospitalarias (sector público y privado), sin embargo, se descuidó el abordaje centrado en la atención primaria (AP), dificultando la interrelación con la comunidad para un buen control de los contagios.
Consecuencia de la fallida reforma a la salud, en el país existe un importante déficit de recursos en el sistema público, lo que provoca una insuficiente respuesta a las necesidades de la población. Manteniéndose bajos niveles de control de enfermedades agudas y crónicas, así como de satisfacción usuaria.
Frente a la falta de liderazgo, las comunidades se organizaron a nivel territorial, con ollas comunes, intercambio de bienes de primera necesidad, cultivos comunitarios, entre otras maneras de subsistencia. A pesar de las sombrías circunstancias, la sociedad se encuentra retomando las movilizaciones por una nueva constitución, en la perspectiva de garantizar el derecho a la salud, así como los demás derechos sociales universales.
Como aprendizaje producto de la pandemia, se ha evidenciado que Chile no cuenta con un sistema robusto de salud. Por lo tanto, se requiere contar con el Derecho a la Salud consagrado en la Constitución, por medio de un Servicio Nacional de Salud (SNS), basado en atención primaria. El rol que debe jugar la AP, sobre las políticas sanitarias y sociales es fundamental, debiéndose avanzar en una política que fortalezca la incorporación y permanencia de los/as trabajadores de salud, estableciendo una perspectiva que asegure la longitudinalidad en la atención, así como una cogestión territorial.
Introducción:
Epidemiología de la pandemia
En Chile el escenario de la Pandemia por COVID-19 ha sido muy complejo, con 63.437 fallecidos/as reconocidos/as (3.283 por 1.000.000 habitantes), encontrándose en el número 18 de países con mayor tasa de mortalidad (MINSAL, 2023). Esta situación se puede explicar debido a una política reduccionista y centrada en el nivel hospitalario, así como por condiciones de pobreza, hacinamiento, precariedad laboral entre otras consecuencias del modelo de desarrollo. Dicha situación se evidencia, en la desigualdad en la mortalidad ajustada por COVID-19, con una diferencia es de más de 5 veces entre las comunas de menores y mayores ingresos del Gran Santiago (Canales, 2020).
A tres años del inicio de la pandemia, la situación sanitaria es más tranquila, con más de un 27% de la población que ha pasado la enfermedad (5.366.630 personas), buenos índices de vacunación contra COVID-19, disminuyen los niveles hospitalizaciones en el país. Sin embargo, la situación ocurrida refleja una muy limitada disponibilidad de camas hospitalarias a nivel nacional, que en algunos momentos alcanzó niveles críticos, con una proporción de ocupación de camas críticas sobre un 95% a nivel nacional. Si bien las autoridades sostienen que no ha habido falta de camas o ventiladores para pacientes COVID-19 graves, las diferencias de mortalidad en periodos de saturación de la red de salud apuntan en el sentido contrario (ICOVID Chile, 2021).
Una evidencia de la compleja situación enfrentada la encontramos en la mortalidad por COVID-19, con 63.437 defunciones acumuladas entre marzo 2020 y enero 2023 (correspondo a 22.220 defunciones para el año 2020 y 27.976 en el año 2021), ocupando el primer lugar como causa de muerte en el país. Además, en la comparación de las defunciones registradas en los últimos 6 años (2016-2021), agrupando el cuatrienio 2016-2019 en relación a los años 2020 y 2021, se observa un aumento en la mortalidad en todos los meses analizados (MINSAL. 2021).
Desarrollo:
Dinámicas sociopolíticas de la Sociedad frente al riesgo epidémico
Desde hace varias décadas a la fecha, debido a la desregulación estatal, el sistema financiero presenta ayuda gubernamental y una posterior bancarización de las deudas familiares por servicios y productos, para acceder al consumo o satisfacer necesidades fundamentales. El Estado dejó de proveer servicios, como vivienda, salud, educación, entre otros, mientras las entidades financieras comenzaron a ocupar este espacio, en este nuevo desarrollo del capitalismo de financiarización de la economía de las personas. Las grandes empresas generan ganancias retenidas y las utilizan para financiar sus propias inversiones (grandes cantidades de dinero para invertir en los mercados financieros). En consecuencia, estas grandes empresas, incorporan una actividad financiera a sus propias ganancias. En este contexto, los bancos se adaptaron a estos mercados abiertos y pasaron a desempeñan un papel de intermediarios, con ganancias esencialmente por el cobro de transacciones u operaciones. Todos estos son instrumentos financieros, que corresponden a los ahorros de empresas y personas, nos enfrentan a una expropiación completa en la que la población se ve enfrentada a la pandemia.
El espectacular crecimiento de los grupos económicos se ha visto favorecido por las bajas tasas del impuesto a la renta, impuesto cuyo diseño proviene de la reforma tributaria de 1984, que privilegió el fomento del ahorro y la inversión por sobre la recaudación fiscal o la redistribución de ingresos. De no haber existido el FUT (Fondo de Utilidad Tributaria), las utilidades habrían tributado a una tasa dos veces más alta y la acumulación de capital y de riqueza sería mucho menor. La concentración del ingreso y de la riqueza en los grupos económicos que controlan la propiedad de las empresas que generan parte significativa del PIB nacional, es un núcleo duro de la desigualdad, que explica entre otros hechos la inconsistencia que hay entre el elevado ingreso per cápita del país y el bajo nivel de vida de la mayoría de la población, que no accede a los empleos provistos por este sector de alta productividad (Desiguales, 2017).
Chile, como país “periférico”, se subordina las economías a las del centro. En los bancos nacionales, todos los productos bancarios cuentan con participación de capitales globales. Esto se ha traducido, en una integración de gran tamaño, con mercados financieros que mantienen flujos de capital gigantes en el centro del capitalismo. La referencia mundial a este estado de cosas se denomina liberalización, que describe una financiarización subordinada a las economías del centro.
Por tanto, la desigualdad del país pasó a ser parte de la fisonomía, aunque la tasa de pobreza se ha reducido, los ingresos de los hogares han aumentado, la matrícula escolar y universitaria se ha expandido, persisten enormes diferencias socioeconómicas que se reflejan en espacios urbanos segregados, tratos discrimatorios y capacidades muy distintas de influencia y poder. Aunque la tasa de pobreza monetaria o por ingresos oficial sería de un 10,8%, en la práctica existe una clara insuficiencia de ingresos del trabajo y las pensiones para permitir que las personas superen la pobreza monetaria. La vinculación entre bajos salarios, bajas pensiones y pobreza es robusta. Si se considera la canasta de referencia de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (CASEN) en Pandemia 2020, la pobreza por ingresos totales subiría de 10,8% a 22,2 %, es decir al utilizar criterios de alimentación más exigentes, 2 de cada 9 personas que viven en Chile se encontraría en situación de pobreza. Además, la pobreza real pasa de un 10,8% a un 39,9% (de un 11% a un 42,2% en mujeres, mientras que de un 10,6% a un 37,3% en los hombres) y en el caso de la pobreza por ingresos del trabajo y pensiones contributivas, esta llegaría a 52,3%, lo que equivale a 10,2 millones de personas. (Durán & Kremerman, 2021).
La elevada desigualdad de ingresos se explica por los bajos salarios que afectan a un gran número de trabajadores/as (considerando como bajo salario, como el que es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de un hogar promedio en ausencia de otras fuentes de ingresos), la mitad de los/as asalariados/as con jornada de treinta y más horas semanales se encuentra en esta situación. De acuerdo a la Encuesta CASEN del año 2017, la situación es bastante crítica, ya que los/as trabajadores/as chilenos/as perciben $516.892 líquidos al mes por concepto de ingresos asociados a la ocupación principal (US$ 738). Sin embargo, el umbral máximo alcanzado por la mitad de estos/as sería de sólo $350.000 líquidos mensuales (US$ 500). Dicho de otro modo, en el país donde el ingreso promedio es de US$ 25.891, el 50% de los/as trabajadores/as gana tan sólo US$ 6.000 (casi US$ 20.000 menos que el promedio). Lo que evidencia la extrema injusticia en los salarios del país, en que por el otro lado, el 1% más rico (los representantes del gran empresariado) acumulan 33% de los ingresos nacionales (Durán & Kremerman, 2019).
A la desigualdad que se origina en los bajos salarios, se suma la que produce un sistema de pensiones que no provee los medios de vida requeridos para la vejez. Alrededor de la mitad de los/as jubilados/as percibe hoy una pensión inferior a un valor mínimo (definido en este trabajo como un 70% del salario mínimo). Este resultado considera la pensión contributiva más el monto que provee el Estado como aporte previsional solidario. En ausencia de este componente, un 72% de adultos mayores habría recibido una pensión inferior a la mínima. Por lo tanto, más que fortalecer los mercados financieros, resulta urgente sustituir el modelo de cuentas individuales administradas por las AFP, como pilar fundamental para financiar pensiones, considerando además que después de casi cuarenta años de funcionamiento el sistema de acumulación capitalista de capitalización individual no logró cumplir con el objetivo prometido de pensiones dignas (Gálvez & Kremerman, 2019).
Las consecuencias de esta extrema desigualdad se expresan en diferentes ámbitos de la vida, algunos ejemplos de esta realidad se presentan a continuación:
- El endeudamiento de los hogares chilenos alcanza máximo histórico, de acuerdo al informe del Banco Central (Cuentas nacionales por sector institucional), los hogares registran una deuda equivalente a 73,3% del ingreso disponible. Además de este significativo nivel de endeudamiento, hay una gran carga financiera a ingreso de los hogares endeudados en todos los estratos de ingreso. También, se encuentran incrementos en los problemas de pago de deudas, por lo que los hogares ven reducidos sus márgenes financieros, y por tanto, su capacidad para enfrentar shocks futuros de ingreso y/o tasas de interés (Banco Central, 2019).
- 7 de cada 10 chilenos/as declara tener o haber tenido algún problema o enfermedad asociada a la salud mental. Los problemas más frecuentes son ansiedad o angustia, depresión, trastornos del sueño y estrés. Un 35% declara tener o haber tenido depresión. Por su parte, el estrés laboral alcanza a más de la mitad de los/as de entre 36 y 51 años.
- Confianza que tienen los/as ciudadanos/as en que se tendrá atención de salud en caso de enfermedad catastrófica o grave, donde el 63% de las personas que dicen tener mucha o bastante confianza en este acceso son del nivel socioeconómico alto, sin embargo en el nivel socioeconómico bajo, solo 17,5% tiene confianza en poder ser atendido/a. En otras palabras, en Chile confiar en que las personas que se enferman gravemente serán atendidas es un lujo al que pocos pueden acceder (Desiguales, 2017).
En este duro contexto, la precariedad social demandaba medidas de apoyo urgente a las familias, sin embargo las medidas además de insuficientes, fueron tardías. Y frente a la falta de liderazgo, las comunidades se organizaron a nivel territorial, con ollas comunes, intercambio de bienes de primera necesidad, cultivos comunitarios, entre otras maneras de subsistencia. A pesar de las sombrías circunstancias de los últimos meses la sociedad se encuentra retomando las movilizaciones por una nueva constitución, en la perspectiva de garantizar el derecho a la salud, así como los demás derechos sociales universales.
Dinámica sociopolítica del Estado ante el COVID-19
Como consecuencia de las políticas impulsadas por la dictadura de Pinochet, se realizaron reformas neoliberales en el campo de salud y seguridad social, imponiendo un modelo de mercado y un incentivo negativo hacia los sistemas públicos. Esta situación es responsable que existan importantes desigualdades en acceso y estado de salud entre niveles de ingreso y grupos sociales.
Una vez terminada la dictadura cívico militar chilena, la clase política dominante incumple las promesas de justicia social y bienestar, trasladando el debate sobre derechos sociales universales a la tecnocracia en los poderes representativos del estado. Con una ciudadanía que hasta el año 2011, prácticamente no tuvo incidencia en la toma de decisiones en ninguno de los ámbitos de la vida, colonizados por el mercado. El debate, acerca de una necesaria reforma de salud para nuestro país, se dio con un pueblo espectador de los diálogos entre el gobierno y los empresarios, naturalizando una visión mercantilista de la Salud, que se centra en la asistencia y en la forma más racional, económicamente hablando, de darla.
En el contexto de pandemia, el gobierno chileno ha tomado una serie de decisiones respecto a su enfrentamiento que evidencian el neoliberalismo que domina en el sistema sociopolítico. Desde el primer momento se llama al confinamiento social el cual nunca se ha cumplido de la manera esperada. Se decretó el 22 de marzo de 2020 toque de queda en todo el territorio desde las 10 de la noche a las 5 de la mañana, siendo mantenido hasta la fecha. Por otro lado, el carácter de los aportes provenientes desde el estado, se han caracterizado por la focalización extrema, incluso criticado desde la propia derecha . Ejemplo de las ayudas son: canastas individuales de alimentos entregadas por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB), caja de alimentos destinada a las familias vulnerables, Ingreso Familiar de Emergencia, Subsidio al Ingreso Mínimo Garantizado y Bono COVID 19.
Debido a lo limitado del apoyo gubernamental, al poco tiempo de decretado el estado de excepción, emergieron las protestas y el malestar social debido a las dificultades para poder cumplir con el confinamiento, particularmente en las zonas con la peor determinación social de Santiago. Las repercusiones sociales y económicas, que trae consigo la Pandemia, muestran con mayor fuerza los bordes de la desigualdad en el país, lo que ha obligado al Gobierno a tomar medidas que permitan subsanarlos, que sin duda no ha reparado la necesidad más cruda de las comunidades “vivir una cuarentena sin hambre”, puesto que dichas medidas se han generado de manera tardía o con escasa mirada de la realidad social.
Desde las primeras medidas económicas anunciadas, se privilegió evitar el endeudamiento público, debido a que éstas se caracterizaron por:
1. Reasignar fondos al sector salud (desde otros rubros del gasto público).2. Emplear fondos individuales del seguro de cesantía y la entrega de un bono de $50.000 CPL (US$ 66), más similar monto por cada carga familiar.3. Medidas tributarias para las empresas, como postergación de obligaciones financieras. En el caso de las cuentas individuales del seguro de desempleo de cada trabajador o trabajadora (para quienes no podían realizar teletrabajo), accedieron a parte o la totalidad de su seguro de cesantía, mediante acuerdo mutuo con empleador y mandato de la autoridad sanitaria. Por lo tanto, trabajadores dependientes vieron sus contratos suspendidos en el marco de la pandemia, otorgándoles a cambio un porcentaje máximo calculado a partir de sus últimos salarios, disminuyendo progresivamente desde el primer mes hasta un máximo de seis meses. Asociado a un fondo solidario para trabajadores y trabajadoras dependientes con montos insuficientes para alcanzar los topes porcentuales establecidos, a los cuales el gobierno subsidia con fondos públicos.
Con lo que se constataba que el paquete de medidas que el gobierno definía como inédito, en la práctica, no entregaba protección a trabajadores y sus familias. Por lo que frente a la insuficiencia de las medidas anteriores, a un mes del confinamiento, el gobierno entrega una segunda propuesta de ayuda económica, con lo que se crea un fondo adicional por US$ 2.000 millones orientado a los 2,6 millones de trabajadores informales sin contrato de trabajo, y que no contaban con seguro de desempleo. Además de otras medidas para facilitar el crédito con garantías estatales a las empresas. Con lo que se persiste en el intento de moderar los efectos recesivos de la crisis sin incurrir en un gasto público necesario para mantener a las familias en situación de confinamiento (Heiss, 2020).
Por tanto, evidenciamos que las políticas de protección social en el marco de la pandemia por COVID-19 se caracterizaron fundamentalmente por ser financiadas por ahorro individual y endeudamiento de las personas.
El Foro para un Desarrollo Justo y Sostenible, realiza un balance sobre las medidas económico-sociales del gobierno, a un año del inicio de la pandemia:
Las últimas medidas intentan avanzar en la corrección de una ausencia de políticas de apoyo a las familias, sin embargo lo hacen de un modo tardío, insuficiente, persistiendo en trámites burocráticos y falta de claridad.
El Gobierno ha faltado a su compromiso de transparencia, incumpliendo la responsabilidad de dar cuenta de cómo se financiaba y cómo se iba utilizando el fondo COVID de correspondiente a US$ 12.000 millones.
Esta situación se da, a pesar que el estado cuenta con fondos soberanos por US$ 20.000 millones y además dispone de capacidad de endeudamiento para enfrentar de mejor forma una pandemia. Dichos recursos no se han utilizado de manera suficiente y han forzado a la ciudadanía a utilizar US$ 35.000 millones de sus fondos previsionales y US$ 1.000 millones de sus fondos de cesantía.
Como se menciona en el punto anterior, y a pesar de la férrea resistencia del ejecutivo, la manera de poder obtener alivio frente al hambre y precariedades de segmentos mayoritarios de la ciudadanía, fue posible debido el retiro de sus fondos previsionales. Hasta el momento se ha aprobado en 3 ocasiones poder descontar de los montos destinados a la jubilación hasta un 10% (en cada oportunidad). Posterior al segundo de estos, hacia fines de marzo del 2021, casi 11 millones de personas habían solicitado retiros al sistema AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones), instituciones privadas que cuentan con el poder de administrar los fondos de pensiones bajo la modalidad de cuentas personales (CENDA, 2021).
El costo de la crisis ha recaído básicamente en las mayorías vulneradas del país, en un contexto de pérdida de más de un millón de empleos y un aumento en la pobreza absoluta cercana a un 4%. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE, 2021), la tasa de desocupación el 2020 alcanzó un promedio de un 10,7% (incremento atenuado por la gran cantidad de personas que salieron de la fuerza de trabajo). Estas cifras implican un alza de 3,5 puntos porcentuales en la tasa y un aumento de 34,5% en la cantidad de desocupados en comparación con 2019 (Menz, 2019).
Conclusiones:
Respuesta del Sistemas de Salud
En el marco de la profundización del carácter subsidiario del Estado (heredado desde la dictadura), durante los gobiernos posteriores se ha mantenido una política y una visión del Estado, acordada entre los sectores políticos y económicos que deciden por el país y que pone el interés financiero por encima del sanitario, generando nichos de acumulación para el capital privado, asegurados por el Estado.
Como resultado del proceso de reforma de salud del año 2005, se implementa el programa de Garantías Explícitas en Salud (GES), un listado actual de 85 enfermedades con acceso a intervenciones sanitarias específicas. Sus efectos positivos han sido limitados y sus problemas importantes: exceso de burocracia, generación de discriminación y desvío significativo de recursos públicos hacia el sistema privado.
Por esta razón, los conflictos principales en el tema de salud son entre grupos empresariales, pues ellos son los que han influido en la dirección hacia donde el sector se desarrolla. Los conflictos políticos al interior de los grupos dominantes, se caracterizan por repercusiones de las disputas oligarcas, sin que los sectores llamados progresistas hayan logrado levantar algún proyecto alternativo, terminando en el caudillismo, las ventajas cortoplacistas y beneficios personales. El mercado y las decisiones en salud están sustentadas en los grandes holdings y otras empresas medianas y pequeñas, que aprovechan la oportunidad de hacer negocios. Para conseguir estos fines, ha sido llamativa la contratación de ex directivos públicos del sector, así como también el financiamiento a la clase política gobernante.
En la actualidad el sistema de salud se encuentra en crisis. Integrado principalmente por el sistema público (Fondo Nacional de Salud) y el sistema privado (Instituciones de salud previsional), que produce segmentación de la población en el acceso a salud, consagrando una salud para pobres y enfermos y otra para ricos y sanos. Con un sector público crónicamente desfinanciado, perdiendo capacidades y un aseguramiento privado con discriminación y arbitrariedades, sin solidaridad ni eficiencia. El sistema público de salud cubre aproximadamente al 75% de la población con el 45% de los fondos recaudados vía cotización individual obligatoria, que junto al aporte estatal es administrado por el Fondo Nacional de Salud (FONASA). Por otro lado, las ISAPRE perciben la cotización de la población de mayor ingreso (aproximadamente al 18% de la población, con el 55% de los fondos recaudados vía cotización individual) y los utiliza como primas individuales que no se distribuyen en la población general según necesidad, llevando a una distribución desigual de los recursos. El sistema se financia con un 8.4% del PIB, de ello aproximadamente un 50% del gasto total en salud es financiado con gasto público.
Esta situación inequitativa ocasiona que el gasto per cápita en salud de una persona de una ISAPRE sea un 50% mayor que el de una persona en FONASA. Lo que produce segmentación de la población en el acceso a salud, ya que las personas con mayores recursos económicos y mejor estado de salud se encuentran en el sistema privado, recibiendo una atención más rápida e incluso excesiva, a diferencia de las personas con menores recursos y de peor estado de salud que se atienden en el sector público. Se consagra una salud para ricos y sanos y otra para los pobres y enfermos. Por otro lado, el elevado gasto de bolsillo en nuestro país, representando una proporción muy elevada del gasto total en salud, correspondiendo a lo menos a un 32% (Benítez, Hernando, Velasco, 2018).
Para el periodo de la pandemia, en un marco político caracterizado por falta de legitimidad del gobierno, posterior al “estallido social” de octubre de 2019. Además de una notoria falta de transparencia y democracia en el acceso a la información y en la toma de decisiones. Teniendo como contexto, un sistema de salud dañado por políticas neoliberales (desde hace más 40 años), la apuesta fue sumar las camas hospitalarias (sector público y privado), sin embargo se descuidó el abordaje centrado en la atención primaria de salud (APS), dificultando la interrelación con la comunidad para un buen control de los contagios.
La situación ocurrida en Chile se podría definir como una tardía y deficiente incorporación de la estrategia de abordaje comunitario para su contención, a pesar de la evidencia demostrada en países que priorizaron el trabajo en el nivel primario de atención, a lo menos en los primeros 4 meses del desarrollo de la pandemia en Chile, menos de 5% de los recursos para su enfrentamiento fueron destinados a la AP. Por otro lado, a pesar de la necesidad de una estrategia de trazabilidad eficiente, hasta el día de hoy su implementación ha detentado importantes demoras, aumentando el riesgo de nuevos brotes.
Por lo tanto, si bien la situación de precariedad y discriminación en el acceso a la atención de salud ha sido una constante en las últimas décadas, la pandemia ha evidenciado con mayor crudeza que Chile no cuenta con un sistema robusto de salud, sino con uno público y otro privado, con lógicas divergentes, lo que produce una situación de franca discriminación entre un segmento pequeño de población con mayores recursos económicos y gran parte de la ciudadanía de menores recursos.
Asuntos pendientes
La pandemia por COVID-19 ha venido a demostrar con mayor crudeza las consecuencias de más de 45 años de políticas neoliberales, de desigualdad y exclusión. Se hace imprescindible avanzar hacia un proceso de rearticulación de las clases subalternas, promoviendo un cambio a los amarres constitucionales del Estado subsidiario, trabajando la capacidad de alianzas que el mundo del trabajo organizado pueda establecer con otros movimientos sociales con diferentes problemáticas, para que se lleven a cabo las transformaciones que requiere un nuevo Chile, con una nueva forma de vivir, que valore la vida por sobre el mercado. Este nuevo Chile requiere de una nueva constitución, que releve los derechos humanos, derechos sociales universales como una manera de relacionarnos socialmente, con un Sistema Universal de Salud, bajo los principios de universalidad, solidaridad, equidad, integralidad, gratuidad y ausencia de lucro. Con un diálogo respetuoso de saberes entre la atención de salud alopática y los conocimientos ancestrales y populares. Además, de potenciar la autonomía de los pueblos en la generación de procesos de atención acordes con las dinámicas de las propias localidades, disminuyendo así la dependencia hacia la medicina occidental.El derecho a la salud debe ser consagrado en la Constitución de manera pública, gratuita y de calidad para todo/as. Concebir la salud como un derecho implica que el Estado garantice a toda la población el mayor grado de bienestar en salud, y que este no se encuentre segregado por capacidad de pago y riesgo de enfermar. La Constitución debe garantizar el derecho universal a la salud, es decir el acceso, la calidad y la protección financiera al conjunto de los habitantes del país, provisto desde el Estado a través de un Servicio Nacional de Salud. Generar un cambio de esta magnitud, obliga al Estado a mejorar y ampliar el sistema público de salud. Sólo en un sistema donde desaparezca la segregación, y que funcione bajo un marco solidario de financiamiento lograremos satisfacer integralmente las necesidades de salud de la población.
Un Sistema Universal de Salud basado en atención primaria: caracterizado por un financiamiento por impuestos generales. El sistema es universal, constituyéndose un solo financiamiento nacional que distribuye los riesgos, sin discriminaciones por edad, sexo o enfermedades. Además, se debe avanzar en la construcción de una política integral de desarrollo de los/as trabajadores/as para mejorar la calidad de la atención que se brinda a la comunidad, fortaleciendo la permanencia de médicos/as y otros funcionarios/as de salud.
La atención primaria debe ser el pilar fundamental del sistema de salud, en este sentido es fundamental mejorar su financiamiento, es necesario que los/as funcionarios/as y la comunidad tengan injerencia en la toma de decisiones con respecto al presupuesto y de esta forma evitar que los recursos de salud se mal utilicen o se desvíen hacia otros gastos. Además, se deben reevaluar las actividades de la AP, reformulándola y adecuándola a lo que realmente debiera hacerse, es decir, incorporar acciones de prevención y promoción de salud, así como mejoras a la capacidad resolutiva. Debiéndose avanzar en una política que fortalezca la incorporación y permanencia de los/as trabajadores/as de salud, estableciendo una perspectiva que asegure la longitudinalidad en la atención.
Por otro lado, la complejidad de los contextos sociales, exacerbados en la situación actual, exige la interrelación de trabajadores y la ciudadanía, que deben contar con mecanismos efectivos de participación vinculante en la toma de decisiones, por medio de una gestión triestamental. Ya que a pesar de las sombrías circunstancias de los últimos meses, la sociedad se encuentra retomando la organización por una nueva constitución, en la perspectiva de garantizar el derecho a la salud, así como los demás derechos sociales universales.
Poniéndose énfasis en que enfrentar los problemas actuales y crónicos del sistema de salud, se requiere una profunda transformación, con una provisión de servicios de calidad en la red asistencial pública, que se oriente desde una perspectiva multisectorial, considerando la determinación social de salud, para resolver de forma integral los problemas de salud de la población (Bass, 2020).
Nos encontramos en un momento decisivo para que se lleven a cabo las transformaciones que requiere un nuevo modelo de sociedad, que contenga un Servicio Nacional de Salud, bajo los principios de universalidad, solidaridad, equidad, integralidad, gratuidad y ausencia de lucro.
Bibliografía:
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Benítez, Alejandra. Hernando, Andrés, Velasco, Carolina. 2018. Radiografía del gasto de bolsillo en salud en Chile: Análisis del cambio en el gasto entre 2012 y 2016. Puntos de Referencia MR, Edición Digital. N° 491, Centro de Estudios Públicos. [Consultado el 12 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.cepchile.cl/investigacion/radiografia-del-gasto-de-bolsillo-en-salud-en-chile-analisis-del-cambio-en-el-gasto-entre-2012-y-2016/
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Palabras clave:
Palabras clave: COVID-19, neoliberalismo, derecho a la salud.Palavras-chave: COVID-19, neoliberalismo, direito à saúde.Keywords: COVID-19, neoliberalism, right to health.
Resumen de la Ponencia:
El objetivo de este trabajo es mostrar algunos de los componentes de la política en salud que se desarrollaron en la Alcaldía Tlapan en el marco de un proceso de transformación de la política pública a nivel nacional, enmarcado en el avance de la garantía del derecho a la salud y la conformación de una Red Integral e Integrada de Servicios de Salud. Dentro de los logros más importantes durante la administración de 3 años se encuentran 1. La certificación de la Alcaldía como una alcaldía Promotora de la Salud (que es otorgada por la Secretaría de Salud de la Ciudad y en el marco del programa federal de Entornos y Comunidades Saludables), 2. la creación del modelo de Promoción y Atención al Desarrollo Infantil, generado de manera conjunta con la Universidad Autónoma Metropolitana, dando como resultado la construcción del Centro de Promoción y Atención al Desarrollo Infantil Xilotl, en el que se atiende el neruodesarrollo en niñas y niños menores de 5 años. 3. La creación de un modelo de Atención Primaria en Salud para Animales de Compañía realizado en la clínica Veterinaria de la Alcaldía, además de dos proyectos de suma importancia vinculados a las Universidades que son 4. el Proyecto de enfermería Comunitaria creado con pasantes de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia y 5. la colaboración con las Universidades del Bienestar, Benito Juárez García, específicamente con la Licenciatura en Medicina Integral y Salud Comunitaria con su sede en Tlalpan, con quien se colaboró en la creación de una propuesta de Atención Primaria en Salud para el Adulto mayor en la casa de Salud de Valle Verde, por último, se da cuenta de la propuesta de microeliminación de la Hepatitis C en la Alcaldía Tlalpan desarrollada de la mano con el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Subirán, y los servicios de salud de la Ciudad de México.Es importante mencionar, que teórica y metodologícamente se realizó una combinación del pensamiento crítico en salud, de la medicina social y la salud colectiva, de la pedagogía popular desarrollada por el brasileño Paulo Freire, del diálogo como herramienta y categoría de construcción de política pública, entre otros referentes que posibilitaron avanzar en la garantía del derecho a la salud y por tanto pueden considerarse exitosas.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia se enmarca en el avance de una investigación más amplia que documenta los cambios al sistema de salud mexicano en el gobierno de la 4ta. Transformación iniciado en diciembre de 2018 que proponen transformar las políticas y las instituciones de salud, después de casi cuatro décadas de neoliberalismo. El diagnóstico del sistema de salud público realizado al inicio de su gobierno señaló fallas sistémicas para dar cumplimento al 4to constitucional que establece el derecho a la protección de salud de todas las personas sin importar su condición social derivado a las condiciones prevalecientes de mercado y privatizaciones que deterioraron los servicios públicos de salud y de seguridad social. Entre otros elementos fundamentales, la presente ponencia tiene como objetivo describir y analizar la situación respecto al diagnóstico de recursos humanos encontrado que enmarca la falta de personal de salud, un alto grado de desmotivación y reclamos por la precariedad de los contratos, la falta de estabilidad laboral, prestaciones sociales y salarios equitativos, entre otros. En tal sentido, las primeras declaraciones de la 4T se orientan a una política de formación y contratación. En octubre de 2019, se anuncia la basificación de 86 mil 368 trabajadores eventuales y por honorarios, la regularización de 17 mil 274 trabajadores con 8, 9 y 10 años de antigüedad y la reorientación de personal con funciones administrativas hacia actividades de prevención y promoción de la salud que formaban parte del Seguro Popular. A su vez, la contratación, reclutamiento y preparación de profesionales de la salud para zonas rurales. Sin embargo, la llegada de la pandemia por COVID-19 en marzo de 2020 detuvo estos procesos para reorientar todos los esfuerzos del sector salud para su contención y asumió otras medidas en materia de capacitación, contratación, derechos, protección, reconocimiento, recursos presupuestarios y financieros. A más de 2 años del primer caso de COVID-19 a México, los esfuerzos se vuelven a reorientar en la transformación del sistema de salud público hacia una política de universalización bajo un modelo de atención integral (IMSS-Bienestar). La metodología adoptada en la investigación es cualitativa, basada principalmente en el análisis del discurso para recuperar los planteamientos que pueden dar cuenta del sentido, el proceso de cambio y los resultados de la política y el sistema de salud desde las fuentes utilizadas. Las fuentes son principalmente información oficial, fuentes periodísticas y académicas.Resumen de la Ponencia:
O objetivo deste estudo foi analisar os instrumentos de planejamento e gestão do SUS como premissa para promover capacidades estatais municipais no entorno norte goiano. Com método de pesquisa qualitativa, exploratória e descritiva. Estudo de caso como estratégia. Seleção de municípios com até 20 mil habitantes regiões de saúde entorno norte goiano. Utilizada a técnica de análise de conteúdo para análise do Plano Municipal de Saúde, Plano Anual de Saúde e Relatório Anual de Gestão. Os resultados sugerem que quanto menor a estrutura aplicada na elaboração do PMS, maiores são os gastos dos municípios em saúde por habitante. Um PMS bem estruturado não é garantia de que o planejamento cíclico seja realizado. Houve progresso na elaboração do planejamento em saúde, mas ainda são considerados peças burocráticas.Resumen de la Ponencia:
Se presenta un estudio exploratorio realizado con el propósito de analizar metodologías creativas de enseñanza desarrolladas durante el aislamiento social por COVID-19. Nos interesa recuperar voces de maestros, intérpretes, padres y madres de familia y estudiantes sordos de secundaria, analizando significados construidos respecto de los cambios emergentes por la pandemia. El estudio se desarrolló en Zapopan, Jalisco entre el 20 de marzo y el 20 de abril de 2020, en el marco del Aislamiento Social Obligatorio y Preventivo. La muestra estuvo conformada por 4 docentes, 2 intérpretes, 8 padres y madres de familia y 20 estudiantes que toman el curso de inducción para ingresar a la secundaria federal ubicada en Zapopan, Jalisco, México. Los participantes respondieron a un cuestionario online con preguntas de opción abierta. Los datos fueron analizados con el programa ATLAS. Ti 8. Se identificaron cuatro categorías analíticas: Prácticas Pedagógicas Inclusivas; Creatividad en Procesos de Enseñanza-Aprendizaje; Hablar a través del cuerpo; Capacidad de agencia en tiempos de pandemia. Los resultados indican que los maestros y profesores construyen prácticas creativas que permiten sostener el compromiso con la educación en contextos inciertos y desiguales. La investigación propone la producción de conocimientos en procesos de enseñanza-aprendizaje basados en la creatividad y educación en el contexto de pandemia, para contribuir a la planificación de acciones y políticas educativas en el nivel de secundaria con estudiantes sordos.
Introducción:
El estudio se enfoca, especialmente en analizar al papel de los actores sociales en el desarrollo de acciones creativas en contextos educativos. En este sentido, la propuesta de Cristiano (2016; 2018) resulta de relevancia para definir la creatividad como capacidad o potencialidad de los agentes sociales de formular y ejecutar proyectos de acción nuevos. Se coincide con el autor en que lo creativo abarca un amplio espectro, desde prácticas cotidianas hasta grandes obras o descubrimientos de la humanidad.
Una acción es creativa en la medida en que tiene un componente significativo de novedad, referido tanto al proyecto que articula la acción, como al acto efectivamente realizado; el carácter novedoso es imputado por un observador externo, a partir del establecimiento de parámetros de referencia correspondientes a las acciones y resultados de acciones que son típicos o recurrentes en el contexto correspondiente de actuación (Cristiano, 2018: 122).
Así, se entienden las acciones creativas como prácticas sociales que potencian el pensamiento divergente, la originalidad y las producciones alternativas. En los contextos educativos, las acciones creativas se desarrollan a partir de proyectos y tareas áulicas y extra áulicas. A partir del análisis de diferentes estudios (Elisondo, 2018; 2015; Gajda, Beghetto, Karwowski, 2017; Glăveanu, 2018; Richardson, Mishra, 2018) se indetifican acciones que resultan propicias para la promoción de la creatividad en entornos educativos: generar espacios para la imaginación y el juego, promover la autonomía y la toma de decisiones sobre los aprendizajes, estimular el pensamiento flexible, la autoconfianza y el compromiso en aprendizajes individuales y cooperativos. Asimismo, es necesario generar propuestas dialógicas en los contextos áulicos que permitan expresar y explorar ideas divergentes, novedosas y alternativas, compartir experiencias y opiniones diversas y potenciar intercambios entre los estudiantes.
Luego de explicitar sobre la importancia de la creatividad como sustento de los procesos de trasformación educativa en tiempos de COVID-19, surgen los siguientes planteamientos: ¿qué acciones desarrollan los docentes para enseñar sin asistir a las escuelas a estudiantes sordos?, ¿qué actividades proponen?, ¿cuál es el clima de la clase?, ¿se promueven intercambios creativos entre los estudiantes?, ¿cómo se comunican?, ¿qué recursos se utilizan?, ¿qué dificultades se presentan?, ¿qué fortalezas y aprendizajes se perciben?, ¿cuál es la dinámica establecida entre docentes, intérpretes y padres y madres de familia en el proceso?, ¿Cómo se involucran los estudiantes sordos ante estos procesos? El presente estudio propone indagar respecto a acciones creativas de los docentes en tiempos de aislamiento social, reconociendo la complejidad, singularidad e incertidumbre que caracterizan al contexto actual. Interesa analizar, desde las voces de los profesores, intérpretes, madres y padres de familia y estudiantes sordos particularidades de las propuestas educativas en contexto de aislamiento, así como potencialidades y dificultades percibidas.
Desarrollo:
Participaron 4 docentes, 2 intérpretes, 8 padres y madres de familia y 20 estudiantes que conforman el curso de inducción para ingresar a la secundaria. De los cuales 20 manifestaron ser mujeres, 4 ser hombres y una persona definió su sexo como no binario. La edad de los participantes oscila entre 12 a 15 años en el caso de estudiantes y para el caso de docentes e intérpretes y padres y madres de familia oscila entre 25 a 62 años (M=40.90, SD=9.52). 80% de los participantes tiene entre 25 y 50 años.
Instrumento de recolección de datos
Los participantes respondieron a un cuestionario con preguntas de opción abierta, administrado a través de Google Forms. La participación fue voluntaria y anónima. El cuestionario incluye nueve preguntas que tienen por objetivo conocer las actividades, las interacciones, los recursos tecnológicos, las evaluaciones, las dificultades percibidas y las innovaciones desarrolladas.
Procedimientos y análisis
Los participantes fueron informados respecto a los objetivos y alcances de la investigación. También se les comunicó sobre la confidencialidad de los datos y las estrategias de preservación del anonimato. Los sujetos dieron el consentimiento para la realización del estudio y la publicación de resultados. Utilizamos el programa ATLAS.Ti para el análisis cualitativo de los datos. Realizamos codificaciones abiertas y construimos categorías para sistematizar los datos.
Desarrollo y resultados
1. Prácticas Pedagógicas Inclusivas
Las voces de los docentes, intérpretes, madres y padres de familia y los estudiantes sordos dan cuenta de los significativos esfuerzos que realizan para dar continuidad a los procesos educativos, potenciar aprendizajes en los estudiantes y, a la vez, atender las complejidades que el momento impone. Por su parte, los docentes generan diversas propuestas educativas y consideran las posibilidades de acceso de los estudiantes a las mismas. Además de las propuestas mediadas por tecnologías, generan múltiples estrategias para que las actividades planificadas lleguen a los alumnos. Asimismo, los profesores e intérpretes consideran las posibilidades reales de los estudiantes de realizar las propuestas (situación familiar, recursos disponibles, contexto emocional, etc.) y la necesidad de atender variables emocionales, relacionales y motivacionales para que los estudiantes sordos se sientan incluidos dentro de su hogar en donde ahora permanecen todo el tiempo.
Se inició con actividades para que los miembros de la familia aprendan Lengua de Señas Mexicanas (LSM) además de que pudieran interactuar con ellos a partir de cocinar, realizar una manualidad o incluso reunirse en un juego de mesa. La mayoría de los participantes reconocen desigualdades y dificultades en el acceso a los recursos educativos, situación ante la que generan estrategias y alternativas para que las propuestas lleguen a los estudiantes. Es decir, los procesos creativos no solo son puestos en juego en el diseño de las actividades, sino también en la búsqueda de alternativas para que todos los estudiantes aprendan y se incluyan en su entorno social.
2. Creatividad en los Procesos de Enseñanza-Aprendizaje
Las propuestas incluyen diversidad de recursos; en las palabras de los docentes se observa un marcado interés por buscar variadas herramientas para la enseñanza. Las actividades incluyen recursos virtuales (plataformas, redes sociales, diccionarios, juegos interactivos, museos virtuales, Google Maps, etc.) y también recuperan objetos y vínculos de los contextos que habitan los estudiantes, animales, objetos de la casa e historias de familiares también son “usadas” para enseñar y aprender.
Los docentes con la ayuda de los intérpretes han generado estrategias novedosas para “dar clases” a partir de mediaciones tecnológicas (WhatsApp, Zoom, YouTube, plataformas educativas, audiolibro, portales educativos, etc.) y la generación de materiales educativos audiovisuales con subtítulos para facilitar la comprensión (videos, audios, PowerPoint, etc.). Ellos articulan diferentes recursos y estrategias, generan modificaciones en las planificaciones en distintos momentos de la cuarentena. Permanentemente, evalúan los procesos y realizan cambios, se observa flexibilidad, divergencia y búsqueda de alternativas ante situaciones complejas. Las expresiones de los participantes dan cuenta de procesos de activación de pensamientos creativos para la resolución de problemas y la autorregulación de la enseñanza.
Los docentes e intérpretes han propuesto actividades que suponen la participación activa de los estudiantes y sus familias en la elaboración de productos concretos como pan casero, máscaras, barbijos, obras de teatro, cuentos, juegos, molinos de viento, maquetas, canciones, etc. Las actividades ponen manos a la obra a los estudiantes y su familia, integran contenidos curriculares con acciones concretas. También se observan propuestas que deben contemplar el aporte de diferentes disciplinas para la creación de un producto. Las familias juegan un papel destacado en el logro de la continuidad educativa, algunos participantes han subrayado la relevancia de la comunicación entre los estudiantes y el resto de los miembros de la familia a través de la Lengua de Señas Mexicana (LSM)
Las actividades integran contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales que se presentan como diferentes a las propuestas áulicas. La mayoría de las tareas demandan habilidades y procedimientos mediados por tecnologías que son novedosos tanto para los docentes, intérpretes como para los estudiantes. Docentes y estudiantes graban videos, crean recursos educativos, comparten en redes, realizan trabajos grupales y comparten sus producciones. Los espacios para enseñar y aprender se reconfiguran, muchas tareas implican a públicos cada vez más amplios y circulan por diferentes formatos. “Recorrer museos virtuales, viajar por Google Maps, aprender con videojuegos, crear, editar y subir videos en YouTube y /o Tik Tok”.
[Mamá 1] Cuando el maestro nos dijo todo el material que iba a necesitar para las actividades me estresé porque aunque no eran cosas costosas si me requería de tiempo. Además, también nos dijo el intérprete que iban a necesitar que estuviéramos ahí con la niña durante las horas del curso junto con algunos miembros de la familia. Adaptarnos y acomodarnos a los tiempos fue muy difícil porque tengo más hijos y no tengo computadoras ni teléfonos que aguanten que suba video o videollamadas, pero poco a poco se ha ido dando todo y organizándonos todo se puede y hasta hemos cocinado juntos, hemos hecho obras de teatro. Yo creo que todo está en quitarnos la flojera y salir de la rutina.
[Papá 3] Yo hasta me enojé con el profesor y con la intérprete y les dije que si creían que era rico para tener computadoras y tiempo y dinero para no trabajar y estar ahí contemplando a mi hija en su curso y estar para lo que necesiten. La pandemia nos pegó en el trabajo, en lo económico y aparte las escuelas pidiendo computadoras y tiempo, pero al exponer mi caso, se pusieron accesibles y pude organizarme con mi esposa y mis otros hijos para apoyar a mi hijo Gustavo con las actividades. Entonces cuando puedo yo, ahí estoy, cuando puedo mi esposa o mis hijos y ha favorecido ese tiempo porque ya estoy aprendiendo LSM que era algo que no podía hacer por falta de tiempo y de ganas, pero ya poco a poco todos vamos aprendiendo LSM para comunicarnos con Gustavo y con la ayuda de la intérprete es muy fácil.
Las propuestas educativas descritas por los participantes muestran diversidad y caminos alternativos, los estudiantes pueden elegir formas de resolución, recursos, portadores y objetos. Muchas de las tareas son de final abierto, es decir, no suponen una única manera de resolverlas, ni un producto final único. Este tipo de tareas demandan procesos creativos en los estudiantes en tanto potencian el pensamiento divergente, la búsqueda de alternativas y diferentes procedimientos de resolución. En otras palabras, los estudiantes tienen que planificar acciones, evaluarlas y redefinirlas conforme a las condiciones y los recursos que disponen. En estudios anteriores se ha observado que las tareas de final abierto potencian la creatividad, así como también las que incluyen recursos variados y diferentes formas de resolución. Las actividades que promueven la autonomía y la autorregulación parecen promover acciones creativas por parte de los estudiantes (Davies, et al., 2013; Gajda, Beghetto, Karwowski, 2017; Richardson, Mishra, 2018). Recuperando los planteos de Lion (2020) valoramos las propuestas de los docentes en tanto incluyen actividades lúdicas, promueven el protagonismo de los estudiantes y las interacciones con personas y objetos que habitan el hogar.
3. Hablar a través del Cuerpo
Tal como sostiene Lion (2020), generar espacios de diálogo, escucha y atención entre docentes, intérpretes, familia y estudiantes es indispensable para dejar huellas significativas en los procesos de construcción de conocimientos en tiempos de COVID-19. La metáfora de los tatuajes cognitivos como marcas en el cuerpo, ilustra con claridad la presente categoría de análisis. Se enseña y se aprende con el cuerpo y a partir de las interacciones entre los cuerpos, aunque estas tengan que estar mediadas por tecnologías.
Los participantes destacan la importancia del contacto presencial con los estudiantes y las familias. En tanto no es posible compartir el espacio físico, los docentes generan diversas estrategias para construir interacciones mediadas por tecnologías donde puedan ver, conversar con LSM e interactuar con sus compañeros. Considerando las particularidades de los grupos, los maestros y profesores realizan videollamadas, envían videos con los estudiantes. Esta necesidad se vincula con los aprendizajes curriculares, pero también, y fundamentalmente, con la necesidad de contención emocional. Varios docentes manifiestan haber realizado actividades vinculadas con la educación emocional, específicamente estrategias de afrontamiento y expresión de emociones y en LSM sobre la pandemia y el aislamiento social.
[P1] Al principio fue un poco desorganizada la comunicación, Al principio fue un poco desorganizada la comunicación, pero realizamos grupos de WhatsApp y comenzamos a establecer ciertas rutinas que incluían saludos, hablar de cómo nos sentíamos, buscábamos mensajes esperanzadores que podían ser con mensajes en LSM y luego comenzábamos con los aprendizajes y contenidos que habíamos propuesto. Con el paso de los días se fueron involucrando e interactuando con nosotros y entre ellos.
[E1] Al principio me daba pena jugar adivínelo con señas como nos indicaba el profesor y la intérprete, pero poco a poco se me fue la pena y comencé a divertirme y a reírme de mí misma y de aprender de mis compañeros. Ahora me siento más incluida al grupo gracias a la cámara que ayuda a estar presente pero sin sentirte dentro. Es raro.
En los casos donde no es posible la interacción mediada por tecnología, se observaron diversas estrategias pedagógicas para mantener el contacto y dar continuidad a los procesos educativos. El envío de fotocopias, cuadernillos y materiales a la casa de los estudiantes es una práctica que realizan frecuentemente algunos de los participantes del estudio. Los análisis indican que los docentes le ponen el cuerpo a la situación, graban videos y audios, implementan estrategias para que los estudiantes puedan verlos, escucharlos y compartir experiencias y emociones.
Se observó que las posibilidades de interacción varían conforme al grupo, la disponibilidad de recursos materiales y simbólicos y la organización de las instituciones educativas. En algunos casos, los docentes señalaron que al comienzo del aislamiento, las interacciones no eran tan frecuentes o eran desorganizadas y que luego se fueron estructurando y realizando de manera más frecuente. En el caso de los estudiantes menores de edad, la interacción está condicionada por la disposición de las familias y su compromiso con los procesos educativos; en este sentido, algunos docentes e intérpretes señalan dificultades y limitaciones. Las interacciones cuerpo a cuerpo también están limitadas, muchas veces, por la disponibilidad de recursos tecnológicos y el acceso a internet. Sin embargo, para los estudiantes sordos fue un medio ideal para expresarse.
4. Capacidad de agencia en tiempos de pandemia
Los profesores también identifican aprendizajes a partir de esta compleja situación que han debido afrontar de “un día para otro”: potencialidades de las tecnologías y recursos educativos digitales, fortalezas vinculadas a las capacidades para generar cambios y afrontar situaciones, el carácter insustituible del aula como espacio de aprendizaje, la importancia de los vínculos, las emociones y el cuerpo en los procesos educativos, la relevancia del trabajo en equipo y la realización de propuestas interdisciplinarias. Además de seguir enfrentando dificultades en el proceso educativo con estudiantes sordos, es importante compartir algunas palabras de los docentes que resultan esclarecedoras de los aprendizajes construidos y las potencialidades observadas:
[I1] Que el aula es un lugar único e irremplazable donde la multiplicidad de afectos, sentimientos, gestos etc., y que a través de una pantalla no se dan. El aula es un espacio en el que cada día suceden MARAVILLAS entre docentes, intérpretes y los estudiantes. La pandemia me ayudó a valorar el aula.
[I2] Aprendo todo el tiempo, creo que, a pesar de no poder ver a mis alumnos, esta forma me ha generado un vínculo más fuerte con ellos y las familias, que han ido más allá de un contenido de aprendizaje. Las emociones están a flor de piel, las devoluciones son muy importantes para ellos, he aprendido a manejar mejor esa parte para estimularlos y saber que un mínimo estímulo empodera su autoestima, y les hace seguir adelante. Sobre todo usar el cuerpo para expresarnos y ayudar a los estudiantes a que se expresen mediante su cuerpo.
Las voces de los docentes, intérpretes y padres y madres de familia señalan numerosas dificultades, incertidumbres y conflictos; sin embargo, también muestran acciones trasformadoras, intereses genuinos por generar espacios educativos nuevos y potenciar los aprendizajes. La agencia parece ser clave en la construcción de nuevas propuestas educativas que consideran las particularidades de los grupos y sus condiciones sociomateriales. Las expresiones de los docentes también indican aprendizajes, capacidades desarrolladas y fortalezas identificadas a partir de las trasformaciones ocasionadas por la pandemia y el aislamiento social. Los docentes e intérpretes identifican cambios y logros, potencialidades de los estudiantes y las familias, desigualdades sociales y desafíos pendientes. En este complejo contexto, la apuesta por la educación inclusiva, por seguir generando espacios para aprender, se sostiene e intensifica.
Los docentes señalan aprendizajes vinculados a la utilización de diferentes recursos, el trabajo en equipo y la búsqueda de estrategias para sostener los vínculos a la distancia. Las expresiones de algunos docentes dan cuenta de procesos creativos y resilientes, es decir, buscan alternativas, nuevas formas de hacer las cosas, considerando los intereses y las necesidades de los estudiantes sordos y sus familias. Los docentes manifiestan estar construyendo aprendizajes no solo referidos a recursos y estrategias de enseñanza sino también, y especialmente, a los vínculos, las emociones, la empatía y la relación con las familias. Los participantes también señalan aprendizajes relacionados con la flexibilidad, la improvisación, la apertura y el trabajo colaborativo. Tal como señalan varios autores (Davies, 2013; Gajda, Beghetto, Karwowski, 2017; Richardson, Mishra, 2018), estas condiciones facilitan el desarrollo de la enseñanza creativa. Según Beghetto y Kaufman (2011), cierta improvisación es indispensable para la creatividad en la enseñanza.
Díaz-Delgado (2020) señala que en el contexto de la pandemia se han generado estrategias de enseñanza mediadas por tecnologías de manera improvisada pero resiliente, reconociendo las particularidades de las comunidades, las condiciones de los docentes e intérpretes y generando contención emocional. Resultan interesantes en este sentido las reflexiones de Tranier, Bazán, Porta y Di Franco (2020,p. 11) respecto a esta crisis como posibilidad para reinaugurar la solidaridad social:
Pensar el cuidado, desde una pedagogía de la inauguración comunitaria como ética, significa continuar las luchas por una solidaridad que busque hacerse carne en las aulas, fuera de ellas, y en todo aquello que está “clavado en la memoria”, en las políticas públicas y en el corazón [...] Volver oportunidad para pensar que estos territorios fragmentados por la pandemia comiencen a consolidarse en territorios en red, donde se debilitan las fronteras y se fortalecen los movimientos de resistencia, hacia una formación política de comprensión e intervención con otros.
Esta reflexión también nos invita a pensar acerca del papel de la creatividad como potencialidad para el desarrollo de proyectos nuevos de organización social (Cristiano, 2018) que incluyan acciones creativas, inclusivas y solidarias. Tal como señala Bocchio (2020), además de las desigualdades, la pandemia muestra numerosas prácticas solidarias, especialmente en los sectores más vulnerables. El texto de Lion (2020: 7) termina con un contundente desafío: “Esta pandemia nos está dejando muchos aprendizajes. De nosotros/as dependerá que los aprovechemos para diseñar una educación distinta, más democrática, justa y creativa”.
Conclusiones:
Enseñar y aprender en tiempos de pandemia es la apuesta sostenida de los docentes e intérpretes, padres y madres de familia y estudiantes sordos que participaron en el estudio. Sin desconocer singularidades, complejidades y desigualdades sociales, los docentes junto con los intérpretes se comprometen a seguir desarrollando procesos educativos y construyendo estrategias novedosas para potenciar aprendizajes. La creatividad como potencialidad y proceso social que implica proyectos novedosos (Cristiano, 2018), juega un papel destacado no solo en la planificación de actividades educativas, sino también en la búsqueda de alternativas para que estas propuestas lleguen a los estudiantes y puedan ser resignificadas, considerando recursos y particularidades de cada familia. Los docentes no utilizan una estrategia única, evalúan sus prácticas, generan cambios y diferentes alternativas. Entonces, no aparecen actividades únicas sino diversas planificaciones que consideran las posibilidades de acceso a internet, la disponibilidad de recursos tecnológicos y el compromiso de las familias. Además, en las voces de los docentes se reconoce la consideración explícita de los intereses y las emociones de sus estudiantes adolescentes.
Los docentes siguen educando en un entorno personal que también es complejo y singular, la superposición de actividades laborales, personales, domésticas y de cuidado, caracterizan la vida en tiempos de pandemia. Asimismo, los docentes le ponen el cuerpo a la situación, reconocen la importancia de los vínculos, de los sentidos y construyen estrategias para ver, hablar y escuchar a los estudiantes. Estas estrategias también son novedosas, originales, y atienden las particularidades de los estudiantes y sus familias.
Los docentes también reconocen la importancia de los vínculos con otros docentes y el trabajo colaborativo como forma de construcción de redes que sostengan las actividades pedagógicas. Las desigualdades sociales que se observan, tanto en la disponibilidad de recursos materiales como simbólicos, hacen que el derecho a la educación sea exclusividad de algunos sectores. El contexto de pandemia es un nuevo panorama para pensar en las condiciones laborales docentes, ¿qué implica el trabajo docente? ¿qué recursos se garantizan? ¿cómo se percibe en términos de prestigio social? A pesar de los esfuerzos y compromiso de los docentes, muchas personas no tienen las oportunidades de aprender si no asisten a las instituciones. En este sentido, cabe reflexionar respecto del no cumplimiento del derecho humano a la educación, lo que hace indispensable generar políticas públicas integrales que atiendan las desigualdades y generen contextos propicios para enseñar y aprender.
A lo largo del estudio se ha intentado comprender, desde las voces de un grupo de docentes, las acciones creativas desarrolladas en tiempo de COVID-19. Hemos presentado un análisis preliminar y acotado al grupo analizado. Queda pendiente para futuros estudios considerar otros grupos y contextos, atender distintas variables y analizar de manera longitudinal cambios en las acciones creativas a lo largo de todo el proceso de aislamiento social. Asimismo, sería interesante en futuros estudios analizar con mayor detalle las consideraciones sociales, materiales y simbólicas de las familias y cómo estas condicionan los procesos educativos.
A partir de los resultados de la presente investigación, se destaca la importancia de que las políticas educativas post-aislamiento valoren el compromiso y el esfuerzo realizado por los docentes para seguir enseñando, para garantizar el derecho a la educación de millones de niños, jóvenes y adultos. Valorar el esfuerzo docente implicaría cambiar condiciones laborales, no romantizar el trabajo docente, ofrecer recursos y reconocimiento que permitan modificar condiciones materiales concretas. Asimismo, es necesario reconocer prácticas creativas desarrolladas por los equipos docentes, identificando sus potencialidades formativas en sentido amplio y generar propuestas educativas que den cuenta de la continuidad a las actividades en asilamiento y post-asilamiento.
Los nuevos planes educativos también deberían reconocer los aprendizajes diversos construidos durante el aislamiento, aprendizajes que no estaban planificados, pero que se lograron (contenidos teóricos, procedimentales, vinculares, emocionales, etc.). Es indispensable construir políticas públicas que atiendan las desigualdades en el acceso a recursos educativos digitales y construir de manera colaborativa (todos los miembros de la comunidad educativa) nuevos calendarios y planes de contingencia ante crisis y situaciones complejas.
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Palabras clave:
Methodology, Education, Inclusion
Resumen de la Ponencia:
Según Martuccelli (2018) se denomina individuación a los grandes procesos sociohistóricos que dan cuenta de los individuos que son fabricados estructuralmente en una sociedad. Esto implica la relevancia de conocer cómo se producen los individuos al enfrentar problemas comunes y requerimientos cotidianos de la vida social (Araujo y Martuccelli, 2012). En este sentido cobra gran relevancia el concepto de “prueba estructural”, el cual se define como un desafío al que todos se ven obligados a enfrentar y que representa un trabajo particular para los individuos en la búsqueda y movilización de soportes (recursos, redes, capitales, estrategias, etc.) para su consecución (Martuccelli, 2007; Tapia, 2018).Desde esta perspectiva entendemos que las movilidades son una práctica social que conjuga deseos, necesidades y requerimientos para satisfacerlos. Ellas son resultado y condición de la inserción de un grupo en un contexto social, definido por factores físicos, territoriales, económicos, regulatorios, culturales, etc.”. (Gutiérrez, 2009:7). A este respecto ¿Cómo se enfrentaría una persona con discapacidad a la prueba de la movilidad, cuando es representado como “enfermo”, “dependiente”, “inmóvil” e “incapaz de producir los soportes sociales necesarios? El objetivo de este estudio es “analizar y comprender cómo las personas con discapacidad practican y significan sus movilidades, enfatizando en sus historias personales, estrategias, soportes sociales y vínculos territoriales, a fin de identificar qué tipo de individuo produce la prueba de la movilidad". A través de un diseño etnográfico que contempló la realización de entrevistas y observaciones, se identificaron las prácticas de movilidad, redes, soportes y estrategias de personas con discapacidad de San Juan de la Costa y las Islas de Quinchao, comunas rurales localizadas en la Región de Los Lagos. Los resultados sugieren que los individuos gestionan sus movilidades principalmente a través de y con; sus familias, las instituciones locales (Municipalidad y Centro de salud familiar) y el individuo mismo (ductilidad y adaptación del cuerpo). Finalmente, la gestión de las movilidades de las personas y sus familias, contribuye a enmarcar a estas dentro de algunas categorías de la tipología de individuos que ofrece Martuccelli (2019). En algunos casos encontramos “individuos institucionalizados”, es decir, aquellos que son producto de las prescripciones institucionales, recibiendo ayudas y recursos de estamentos públicos a nivel estatal y municipal. Por otro lado, emergen los “individuos agénticos”, los cuales, en el contexto de Estados débiles y ante la indiferencia de parte de las instituciones, aprenden a gestionar “solos” los desafíos y necesidades de la vida cotidiana, tejiendo redes de lealtades diversas, siendo la familia el principal proveedor y gestor en la solución de las contingencias diarias. Por último, encontramos algunos casos de “híbridos”, individuos que combinan lo agéntico y lo institucional para hacer posibles sus movilidades y acceder a diversos servicios y actividades de interés.Resumen de la Ponencia:
“El objeto de la historia es esencialmente el hombre, mejor dicho: los hombres” (Bloch, 1975, pág. 24) La historia del pasado[1] del hombre es en gran parte un relato de sus esfuerzos por arrebatar un espacio a los demás y por defender un espacio de los extraños. El pasado, se concibe en esta investigación como un ente que ejerce fuerza vinculante con los sujetos que presentan características físicas e intelectuales distintas al grueso de la población, y que en ese tenor se convierte en un pasado de múltiples sentidos: “Lo pasado pertenece irremisiblemente al tiempo anterior, perteneció a los sucesos de entonces, y puede a pesar de ello a ser ahora” (Heidegger, 1951, pág. 409). La discapacidad ha pasado por multitud de abordajes conceptuales que tienen que ver con la mirada de las personas que se consideraban normales. La normalidad parece ser la etiqueta que ha acompañado a aquellos sujetos que no presentan alteraciones físicas visibles e intelectuales notables, pero que además logran interactuar sin mayores dificultades con sus semejantes. El recorrido que se hace parte del año 1800 con personas que estuvieron sujetas a las reglas de una sociedad como la española, que les asignó una distinción derivada de su estatura pequeña y su apariencia física. Algunas de ellas, con un rol que se conocía como bufones dentro de la corte del rey en turno; quienes, de entrada, tenían un puesto de prestigio social, ya que merecía el reconocimiento de la autoridad y por consiguiente de la población. El ejercicio de problematización en la arquitectónica de la investigación, se define como un proceso complejo, a través del cual se transitó por caminos de desestabilización y cuestionamientos constantes que condujeron a una paulatina clarificación y gradual precisión que lo expulsa hacia la inminente construcción intelectual, con una disposición tal que cada parte sostuvo a otra de manera congruente y armónica (Schopenhauer, 2021), pilar donde se fundó la generación de conocimiento. El problema en la investigación de manera precisa es: lo que se trata de resolver, o de averiguar, es la construcción creativa de una dificultad donde aparentemente no la hay; algo que se quiere explicar con mayor claridad, amplitud o profundidad. "No hay investigación sin problema. El problema de investigación es lo que desencadena el proceso de generación de conocimiento" (Sánchez, 1993). Específicamente la enunciación del problema en esta investigación es: ¿Cómo se presentifica la construcción de distinción negativa de las personas con carcaterísticas físicas e intelectuales diferentes?Resumen de la Ponencia:
Este trabajo consiste en el diseño de un prototipo de aula desde la perspectiva de técnicas de integración sensorial, como la táctil, vestibular y propioceptiva alineadas con los demás sentidos, con el fin de facilitar la atención y la conciencia, a la vez que se reduce la excitación general de los niños con autismo. El resultado del estudio se materializó en un pabellón que se construye en el centro de atención de niños autistas ConTacto, en la ciudad de León, México. Los niños con autismo, así como aquellos con otras condiciones que limitan el desarrollo, pueden presentar disfunciones en el sistema sensorial. En ocasiones alguno o varios sentidos reaccionan de forma excesiva o insuficiente a la estimulación. Estos problemas sensoriales pueden ser la razón subyacente de comportamientos como mecerse, dar vueltas y aletear con las manos. El espacio arquitectónico puede estimular los receptores de los sentidos que se encuentran en el sistema nervioso periférico actuando indirectamente sobre la parte central del cerebro.Resumen de la Ponencia:
Educación superior y discapacidad La ponencia presenta los resultados de la investigación "Discapacidad y universidad: panorama sobre docencia, investigación y gestión de lasnecesidades de estudiantes con discapacidad. Actores, estrategias, redes y políticas." El estudio se llevó a cabo con el objetivo de subsanar el escaso conocimiento sobre la acciones en los ejes sustantivos de docencia e investigación en discapacidad, y en la gestión de necesidades de estudiantes con discapacidad en 4 universidades de Colombia México y España en relación al contexto normativo, político y social, por lo cual se llevo a cabo una investigación cualitativa con alcance descriptivo y explicativo, que permitió establecer incidencias y obtener conocimiento actual, situado y pertinente. A través de encuestas a las rectorías de las 4 universidades participantes y entrevistas a estudiantes, profesores y actores claves se logra dar cuenta de la interrelación entre las normas y políticas y las experiencias concretas con los sujetos. Los resultados realizan el análisis de brecha entre las políticas nacionales e institucionales con los estándares marcados a partir de . Participaron 10 académicos de 4 universidades de tres países: Colombia, España y México, estudiantes de licenciatura y de doctorado, becarios y voluntarios. Entre los productos logrados se resaltan: la página web sobre la investigación, un libro con el informe final en proceso de publicación, a realización de actividades académicas como el Coloquio Internacional virtual (2020) y el Congreso Internacional sobre Discapacidad (2021), así como la conformación de una red internacional transdisciplinaria de investigación en discapacidad y la creación del Observatorio Universitario de Discapacidad.Resumen de la Ponencia:
Concebir a la “discapacidad” como un dispositivo, es observar cómo se organizan saberes, comportamientos y prácticas que promueven formas específicas de subjetividad, pero a su vez, modos de desidentificación o espacios de resistencia a esas subjetividades. Bajo este escenario, el modelo biomédico ha jugado un papel preponderante en la construcción de la categoría “discapacidad” por su vínculo con la gestión estatal en un gran número de países. En tal sentido, el discurso biomédico ha devenido en hegemónico, desplazando a otros discursos hasta erigirse como la única forma científica amparada por el Estado. En Ecuador, desde la década de los noventa se generaron repertorios jurídicos e institucionales que, en parte, mantienen vigencia en la actualidad al configurar en la relación socioestatal, una articulación entre el saber biomédico con el poder del Estado mediante una carnetización que habilita el acceso a las políticas públicas. Su constante instrumental se ha sostenido sin mayores desarreglos hasta la actualidad: una persona con un déficit orgánico se somete a una evaluación realizada por un equipo de profesionales de la salud, para obtener una calificación que se traduce en un porcentaje; si obtiene un 30% o más, el Estado le otorga un carnet que lo acredita como persona con discapacidad, y con ello, el acceso a las medidas de acción afirmativa que contempla la política pública. De esta forma la categoría “discapacidad” deviene en dispositivo, pues, más allá del clima político y la adopción de un enfoque basado en los derechos de las personas con discapacidad, ha configurado toda la cadena de articulación de la política pública y vínculo del Estado con las personas con un déficit orgánico. El saber biomédico decide quién accede a un carnet de discapacidad, el poder del Estado reside en otorgarlo. Este dispositivo de la “discapacidad” como un conjunto instrumental de saberes, prácticas y formas específicas de subjetividad, fue puesto en entredicho por colectivos de personas con discapacidad que instalaron contundentes críticas a la modalidad de carnetización. En un contexto agudizado por el escenario de la pandemia, se interpeló el diseño, proceso de registro y ejecución para el acceso al carnet de “discapacidad”, a través de acciones políticas directas lograron instalar una agenda pública y exigir reformas a estas modalidades instituidas de la gestión estatal. Esta ponencia aborda un proceso aún en ciernes, pero que permite una aproximación al carácter ambiguo de los parámetros inclusión/exclusión que operan en el dispositivo estatal de la “discapacidad”, bajo una supuesta objetividad del procedimiento para determinar quién accede a un carnet mediante un porcentaje, pero, más importante aún, la desidentificación de un tipo de relación socioestatal al investirse de actores políticos que militan la “discapacidad” para ser pensados más allá del dispositivo y su diagnóstico biomédico.
Introducción:
Para arribar a las consideraciones que pueden fundamentar el dispositivo de la discapacidad, es necesario situar uno de sus componentes vitales, la biomedicina. Su profundidad histórica se halla en los comienzos del siglo XVII, pero su consolidación, particularmente desde ámbitos jurídicos, está ubicado en las primeras décadas del siglo XX. Para Aguado Diaz, las causas que se aluden en esta consolidación, son la guerra y los accidentes laborales (Aguado Diaz 1995).
Su paulatina preponderancia en el repertorio de saberes fue en detrimento de otras explicaciones y nociones sobre el cuerpo, la figura del médico se tornó en la única capaz de interpretar la salud y enfermedad. Su experiencia se profesionalizó y consecuentemente fue reglamentada por los Estados. El cuerpo en la biomedicina, cobró un protagonismo para su observación, sea en la sala de autopsias o junto a la figura del paciente. El cuerpo se convirtió en objeto de estudio y mediciones, cuantificaciones y disecciones. La idea de síntoma para interpretar al cuerpo, fue un indicador que pasó a segundo plano para determinar una enfermedad, y se le otorgó a la lesión y al déficit, un papel más protagónico por su nivel de categorización y especificidad nosográfica. Este contexto permitió que la mirada del médico se considerara soberana sobre el cuerpo del paciente, y que la palabra éste, o de su entorno, fuera supeditada o directamente negada.
Para el siglo XX la trayectoria de la biomedicina fue muy relevante para los procesos de higienización, salubrización y prácticas eugenésicas. Un fenómeno de tal magnitud que, desde mitad del siglo XX, se ha denunciado el avance de la biomedicina en la vida cotidiana de las personas (Menéndez, E. 2010). El reduccionismo biológico y sus efectos en clave de patologización del déficit orgánico y de los comportamientos, comenzaron a ser explorados en su contribución a dinámicas de segregación y discriminación de sectores sociales que buscan acceso a prestaciones de salud. Esto derivó en que la salud y la enfermedad se convirtieran en objeto de planificación e intervención para los Estados, acarreando en muchos casos, un conjunto de disposiciones sobre sus ciudadanos. Se crearon centros con expertos para abordar problemas sanitarios. La figura del hospital, que se remontaba al siglo XVII con objetivos mas asistenciales, ahora cobra mayor protagonismo por las especializaciones médicas. En esa transición convivían locos, indigentes, prostitutas, deformes y vagabundos que no poseían medios para solventar alguna enfermedad o padecimiento. En otras palabras, el hospital fue sometido a un ordenamiento riguroso, a una gestión gubernamental que remite a racionalidades y técnicas procedimentales conducentes a orientar formas específicas de comportamiento, para que determinadas vidas sean protegidas, otras padecidas y/o eternamente asistidas, o en el peor de los casos, ser expuestas o quedar en el abandono.
La consolidación de este escenario durante el siglo XX, se erigió con el diseño y ejecución de políticas públicas con el predominio de las coordenadas biomédicas. Aspectos como la desocupación laboral producto de accidentes, la desnutrición, la pobreza y el cuerpo con déficit, fueron proyectados en términos de salud. Y, en efecto, la normalización del uso de medicamentos y tratamientos biomédicos y rehabilitatorios.
Desde esta vertiente histórica sobre la biomedicina, es que Eduardo Menéndez acuñó la categoría de “modelo biomédico hegemónico”, para dar cuenta de su constitución y caracterizar su intima conexión con las técnicas gubernamentales y sus consecuencias en la vida cotidiana de las personas. Elaborada desde los estudios en antropología médica, Menéndez define ciertos rasgos estructurales y discursivos que permiten entrever la relación entre lo biomédico y la estatalidad al definirlo como:
El conjunto de prácticas, saberes y teorías generados por el desarrollo de lo que se conoce como medicina científica, el cual desde fines del siglo XVIII ha ido logrando establecer como subalternas al conjunto de prácticas, saberes e ideologías teóricas hasta entonces dominantes en los conjuntos sociales, hasta lograr identificase como la única forma de atender la enfermedad legitimada tanto por criterios científicos, como por el Estado (Menéndez, 1988: 451).
Una de las aspiraciones del diseño estatal en términos de salud y enfermedad, ha sido el conjunto de procedimientos clasificatorios para acceder a diversas prestaciones sociales en las sociedades contemporáneas. Muchas de las formas de ejecutar políticas de asistencia, se diseñan a través de categorizaciones o el cumplimiento de requisitos para acceder a determinados recursos. Estos requisitos pueden estar atados a ciertas normatividades y parámetros corporales diferencialmente asignados. Por ejemplo, para las personas trans presentar certificados de diagnóstico, autorización de profesionales de la salud, o terapias con profesionales en psiquiatría, son parámetros excluyentes al momento de optar por una cirugía. Estas prácticas perpetúan ciertos rasgos identitarios, bajo la presunción de ser meramente descriptivas o diagnosticas.
Para la década de los setenta, esta trayectoria de técnicas gubernamentales amparadas en lo biomédico, adquirió ciertos giros que me permiten introducir la relación entre modelo biomédico hegemónico y discapacidad. En el Reino Unido, y luego de un recorrido de procesos organizativos de las personas con discapacidad, converge una sinergia entre activismo y academia que derivó en la creación de los Disability Studies, un conjunto diverso de estudios con el objetivo de comprender las bases sociológicas de la discapacidad. Su agenda programática inicial, residió en cuestionar la agenda estatal sobre discapacidad, como también el papel de las instituciones involucradas en ámbitos biomédicos (M. Oliver 1998). Sus aproximaciones interpelaron la potencia que este discurso ha tenido en la intervención directa sobre el cuerpo para su corrección, rehabilitación y normalización (Ferrante y Ferreira 2011, Ferreira 2009), ubicándolas como elementos imprescindibles para entender las imágenes contemporáneas de la discapacidad.
Esta vertiente política y organizativa, fue la antesala de instrumentos jurídicos internacionales como la convención internacional de personas con discapacidad. En Ecuador, y desde esta matriz de derechos y con las trayectorias propias de un movimiento asociativo, surgido hace tres décadas y que mantiene una militancia hasta nuestros días, pondrá en entredicho el dispositivo que se ha consolidado con los diseños biomédicos y clasificatorios de las políticas públicas en discapacidad de la década de los noventa hasta el presente.
Desarrollo:
A comienzos de la década de los noventa, en Ecuador encontramos repertorios discursivos, agendas estatales y creación de movimientos asociativos que, en parte, mantienen vigencia en la actualidad. La creación de la ley de discapacidades en el año 1992, permitió la introducción oficial de la categoría discapacidad al cuerpo jurídico, como también la creación del Consejo Nacional de Discapacidades (CONADIS) y la mayoría de las federaciones nacionales de discapacidad.
Para la siguiente década, la discapacidad se vuelve un eje central de la política bajo el ciclo progresista que da inicio la presidencia de Rafael Correa. Son tiempos donde se acoge la convención internacional de personas con discapacidad, con estatus de rango constitucional. Se crea la ley orgánica de discapacidad, y la sociedad civil organizada adquiere cierto protagonismo. En este devenir jurídico e institucional, hay una constante que conforma la agenda estatal de la discapacidad, me refiero a la calificación de la discapacidad y su modalidad de porcentualización y acreditación para la obtención de un carnet que otorga el Estado.
Esta modalidad en Ecuador nace a mediados de los ochenta, bajo la idea de “minusvalía” por la Ley de aquella época. A los cuerpos con déficit se aplicaba una tabla de valoración de invalidez laboral, delineada para identificar limitaciones biológicas. Esta característica persiste hasta el año 1998, instante en que el proceso de calificación pasa al Ministerio de Salud. Dos años después, la administración de la calificación pasa al CONADIS y se instituye un estatuto que origina la variante del porcentaje como sistema único de acreditación. Doce años después nuevamente la calificación pasa al Ministerio de Salud y así se mantiene hasta nuestros días.
La gestión de la calificación ha sido similar y sin mayores desarreglos más allá del clima político de turno. Un equipo calificador que está compuesto por un médico, dirigirá los procedimientos y dictamen, acompañado por un psicólogo y un trabajador social. La persona que ingresa en este circuito se le solicitan exámenes de especialistas. Estos son analizados por el médico del equipo y, guiándose por un baremo de calificación (instrumento que clasifica y pondera porcentualmente diversos déficits orgánicos), establece un porcentaje de discapacidad. Si el porcentaje es de un 30% o más, se procede a otorgar un carnet de discapacidad que permite el acceso a la política de acción afirmativa.
Esta modalidad que articula al modelo biomédico con la estatalidad, se compone en una matriz de saber/poder, es decir, el saber biomédico para decidir quién accede a tener un carnet de discapacidad, el poder del Estado reside en otorgar el acceso a políticas públicas mediante la expedición material del carnet.
Me refiero a una matriz de saber/poder porque, en el caso que acabo de caracterizar, la discapacidad puede ser analizada en términos de dispositivo. Especificar a la discapacidad como un dispositivo que se articula desde el modelo biomédico y la estatalidad, no es nuevo. Autores como Salvador Cayuela Sánchez, Alejandro Contino, María Paula Zanini, María Alfonsina Angelino e Indiana Vallejos, entre otras, han caracterizado algunos aspectos históricos como contemporáneos bajo este concepto.
Siguiendo a Foucault (1984), un dispositivo es un conjunto heterogéneo, que comprende discursos, instituciones, instalaciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas, enunciados científicos. Por otra parte, los elementos del dispositivo pertenecen tanto a formaciones discursivas como no discursivas y que configuran una red. Para clarificar este concepto al conjunto de datos que les presenté sucintamente desde la década de los noventa, me apoyo en el ejemplo que nos ofrece Foucault en el análisis del dispositivo prisión. Este dispositivo acopla un conjunto de formaciones discursivas como “el delincuente”, “la delincuencia”, “la inseguridad”, y todos los ilegalismos existentes y por haber. Por otro lado, hay una formación no discursiva como la arquitectura panóptica, la cual es una estructura que permite amplificar el campo de visibilidad.
En principio, la formación discursiva delincuencia no asume una correspondencia de modo univoco con esta arquitectura panóptica, se requiere de un dispositivo para conectar los dos elementos y que tengan sentido. Entonces, los discursos de la delincuencia y los no discursivos de la arquitectura panóptica están dispuestos recíprocamente pero sólo a partir del dispositivo prisión. Es este el que configura al sujeto delincuente al recluirlo en una estructura arquitectónica para ser vigilado.
Regresando al tema en discusión, toda la formación discursiva que nos ofrece el saber biomédico para los cuerpos con un déficit orgánico, se articula de modo recíproco con un componente no discursivo como puede ser un carnet de identificación. Otorgar este carnet es bajo la condición de someterse a la autoridad del saber biomédico, transitar por la experiencia de ser examinado y auscultado, para determinar un porcentaje que permitirá, o no, legitimarlo como una persona con discapacidad y acceder a las políticas de acción afirmativa.
Otra de las características fundamentales de un dispositivo, es que sostiene como objetivo garantizar una función estratégica dominante que, en este caso, son las formas en cómo decidimos quien es una persona con discapacidad para el Estado con el objetivo de trazar una política social. En Ecuador, la ordenación del dispositivo de la discapacidad tiene un origen que está dado por dos momentos. El primero, se manifiesta por qué tipo de relación se establece con las personas con un déficit orgánico. El segundo momento es en el que el dispositivo se instituye como tal (lo que Foucault rotula como proceso de sobredeterminación funcional), con las constantes y mecanismos de la calificación, la acreditación y la carnetización de la discapacidad. Eso es lo que hace posible, a fin de cuentas, la coexistencia de elementos heterogéneos del dispositivo, pues, determinará partidas presupuestarias según los flujos e indicadores, establecerá la infraestructura, inculcará determinada racionalidad procedimental a los ejecutores en distintas áreas para transversalizar la política pública.
En consecuencia, la red del dispositivo de la discapacidad es una estructura de variados elementos como el discurso biomédico, los equipos profesionales de calificadores, las instituciones de salud, el CONADIS, los instrumentos jurídicos sobre discapacidad. La racionalidad que permite hacer evidente la huella corporal de la discapacidad, emerge como incuestionable con el aval profesional y experto. Un aval que señala que la discapacidad está en ese cuerpo al momento que el médico especifica el déficit orgánico. La individualización de signos y el ordenamiento de correspondencias con un término nosográfico los materializa como discapacidad. Esta es la forma en la que se ha facultado toda una cadena operatoria y de articulación para diseñar programas sociales para la discapacidad, sin mayores desarreglos desde la década de los noventa en Ecuador.
En este punto cobra importancia otra característica relacionada al dispositivo, su pluralidad, lo cual permite distanciarse de su configuración biomédica estatal, para ver los desplazamientos que ocurren si nos ubicamos desde su exterioridad intima. Desde los primeros estragos de la pandemia, diversas asociaciones de discapacidad en Ecuador, pusieron en entredicho la configuración del dispositivo y lo que gira en torno a sus múltiples efectos. Se produjo un desplazamiento que descentró la mirada respecto a la función esperada de la política pública, manifestando más las resistencias que estas políticas provocan y un debilitamiento de determinados valores que sustentan su legitimidad. Esto permitió espacios de existencia alternativos o resistencias a ciertos discursos, lo que Gilles Deleuze ha señalado como líneas de fuga del dispositivo (1998). Así, surgen discursos críticos al procedimiento de adjudicar un porcentaje a la discapacidad. Las controversias discurrieron por su presunta objetividad y pulcritud como parámetro metodológico. Por otra parte, hay un desdén por su base epistemológica que está substancialmente conectada a la categoría de diagnóstico, que sitúa en una condición jerárquica a la biomedicina para establecer la estatalización de la discapacidad.
En las experiencias de las asociaciones participantes en esta investigación, se puede distinguir una crítica que apunta a la lentitud e ineficiencia del proceso hasta obtener el carnet de discapacidad que otorga el Estado. Este escenario se ve agudizado por la pandemia, por sus efectos para las personas con discapacidad, confrontando políticas de moderación fiscal y escases de recursos en la seguridad social. A esto se añadió la noticia de una red de corrupción para obtener los beneficios tributarios que otorga el carnet de discapacidad. Tanto equipos calificadores como otros operadores del sistema de salud, emitían carnet de forma fraudulenta para la utilización de las exenciones tributarias, o en algunos casos para ponderar los puntajes en concursos para cargos de dirección pública.
Estas situaciones, generaron una acumulación de malestar y acontecimientos coyunturales que se procesaron en una serie acciones políticas directas. Asimismo, se fortalecieron las dinámicas organizativas en torno a asambleas, conversatorios online, movilizaciones y plantones, la vigilancia a través de veedurías ciudadanas y un mayor involucramiento en el debate por reformas a los cuerpos jurídicos y al baremo de calificación de la discapacidad.
No puedo detenerme en cada una de estas instancias o líneas de fuga al dispositivo de la discapacidad, pero lo sustantivo es que por primera vez se puso en entredicho el carnet como nexo entre la política pública y las personas con discapacidad, puesto que todas las medidas de acción afirmativa están diseñadas, transversalizadas y ejecutadas por el flujo de información que se recolecta en el proceso de registro de la población poseedora del carnet, es decir, se cuestionaron las bases que el modelo biomédico ha sostenido como constantes desde la década de los noventa.
Conclusiones:
Tal como señaló Indiana Vallejos (2009), acceder a la certificación de la discapacidad permite el acceso a bienes en disputa. El dispositivo estatal de la discapacidad y su fundamento hegemónico biomédico (Menéndez 1984, 1988) que porcentualiza un diagnóstico, posibilita o limita quien puede acceder a bienes materiales que se están disputando. Ecuador posee una larga trayectoria de naturalización del diagnóstico para determinados ordenamientos sociales, procurando una cierta legibilidad de la vida cotidiana, de la experiencia vital en niños con discapacidad, en las trayectorias educativas o el lugar que tenemos las personas con discapacidad en la matriz laboral con sus innumerables prescripciones normativas y capacitistas.
El dispositivo de la discapacidad, dota un despliegue de control permanente a través de los expertos para monitorear la interfaz socioestatal y sus beneficiarios de las acciones afirmativas. Opera toda una dimensión subjetivante de disciplinamiento, con el papel del médico en la posición de administrar la normalidad (Vallejos 2009, Angelino 2009). Las técnicas gubernamentales del dispositivo de la discapacidad, conjugan su especificidad para ubicarla en el ámbito de la salud, objetivarla en un diagnóstico, desplegar un diseño institucional para su tratamiento en la educación especial, en terapias kinesiológicas, en asistir con el trabajo social, en asistencia jurídica e intervenciones psicológicas y psiquiátricas.
El punto de inflexión a estas constantes, se expresó en líneas de fuga (Deleuze 1998) que desestabilizaron el agenciamiento del dispositivo de la discapacidad, donde lejos de perpetuarse, este agenciamiento se pone en movimiento por la dosis de desequilibrio que la militancia de personas con discapacidad ha puesto en marcha. Pero esto sigue permeable y con flancos abiertos. Desde el inicio de estos acontecimientos hasta la actualidad, se han producido acciones políticas directas para disputar quien ocupa cargos de representatividad en instituciones como el CONADIS, o el control ciudadano a la justicia para que sancione a los equipos calificadores y a los que obtuvieron carnet de forma fraudulenta (proceso de extremada lentitud), presionar por reformas a la ley orgánica de discapacidades y al baremo de calificación. Esto ha generado nuevos diseños institucionales como respuesta a estas coyunturas. Por estos días se está socializando un nuevo baremo de calificación que, al parecer, precisa con mayor especificidad los determinantes sociales de la discapacidad en detrimento del mero diagnóstico.
El papel coyuntural de la pandemia y de los casos fraudulentos de emisión de carnet de discapacidad, reforzó procesos organizativos y generó una estructura de oportunidad política (Rodriguez Arechavaleta 2010), para señalar la vulneración de derechos y la responsabilidad de los administradores de la política púbica en la toma de decisiones (Quiroga 2011). Observar estos procesos desde los actores del tejido asociativo, puede ser un contrapeso a los estudios de la política pública en discapacidad, pues, en Ecuador su aproximación más tradicional se plantea como un movimiento sujeto exclusivamente a las decisiones de las dirigencias gubernamentales (Goodin, Rein y Moran 2006). Este abordaje posee una dilatada trayectoria en las teorías de elección racional (Shore 2010), proveyendo únicamente explicaciones sobre las mediciones y la persecución de metas para determinar los efectos en cuanto a costos y beneficios. Una supuesta elocuencia resguardada en la racionalidad de los principios técnicos. En tal sentido, Cris Shore sostiene que este enmascaramiento de la política bajo el pretexto de la eficiencia o la neutralidad, es un rasgo medular del poder moderno. Las políticas funcionan mejor cuando son percibidas como técnicas racionales y como soluciones “naturales” para los problemas que enfrentamos, es decir, cuando logran desplazar el discurso a un registro que posiciona el debate fuera de la política (2010, 34).
Por lo anterior, esta investigación que profundiza algunos aspectos de mi tesis de maestría sobre la construcción política del tejido asociativo en Ecuador, aspira a contribuir a la línea de estudios que reconocen con mayor insistencia el papel del lenguaje, de los elementos retóricos e incluso persuasivos que se elaboran y ejecutan en la política pública (Fischer 2003). Estas nuevas disposiciones, han sido fruto de la indagación de herramientas teóricas y metodológicas más adecuadas, para responder preguntas de talante más interpretativas, con una proximidad a enfoques etnográficos que reconozcan que el ejercicio de la política pública está inmerso, como cualquier otra práctica sociocultural, en un contexto de sentidos cotidianos que son, en definitiva, los que producen y le adjudican los destinatarios de aquellas políticas (Shore 2010, Souza Lima 2015).
Bibliografía:
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Palabras clave:
Discapacidad, modelo biomédico, políticas publicas, dispositivo, movimiento asociativo.
Resumen de la Ponencia:
La Atención Temprana (AT) es el conjunto de actuaciones dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años para prevenir, paliar e intervenir en problemas en el desarrollo y discapacidades. Siguiendo las Prácticas Centradas en la Familia (PCF), los miembros del núcleo familiar son agentes directos de la intervención. Así, el equipo interdisciplinar de profesionales debe trabajar para mejorar el empoderamiento familiar, el nivel de habilidades parentales y la calidad de vida. El objetivo del estudio es analizar descriptiva y diferencialmente el nivel de habilidades parentales y el empoderamiento familiar de familiares durante la fase inicial en los servicios de AT. Mediante un diseño cuantitativo, participaron 135 familias de las Islas Baleares (España). Se obtuvo una tasa de participación final del 90%, con el 78.5% mujeres y el 21.5% hombres. Se recogieron datos de tres cuestionarios. La Escala de Empoderamiento Familiar (FES) (Koren et al., 1992) consta de 34 ítems con formato Likert (1="nada cierto" a 5="muy cierto"). FES tiene una estructura latente compuesta por Familia, Sistema de Servicios y Comunidad/Política. La consistencia interna asociada a los datos del estudio es: a=0,78, a=0,83, a=0,75 y a=0,74 para la puntuación total. El cuestionario de habilidades parentales (Vázquez et al., 2016) consta de 19 ítems tipo Likert (0="nunca" a 3="siempre"). Está compuesto por seis dimensiones: comprensión de la etapa de desarrollo del niño, autorregulación emocional, autoestima del rol parental, comunicación empática y asertiva, acuerdos y regulación conductual. La consistencia interna asociada al estudio es: a=0,67, a=0,76, a=0,69, a=0,77, a=0,81 y a=0,69. También, se pasó un cuestionario sociodemográfico. Los resultados muestran que la situación laboral, la edad del niño o el profesional son variables que inciden diferencialmente en el empoderamiento familiar y las habilidades parentales. El análisis inicial del empoderamiento y habilidades parentales durante la prevención de posibles problemas en el desarrollo infantil pueden ser predictores de la mejora del desarrollo y bienestar familiar. Asimismo, es necesario mayor formación profesional en relación a PCF para mejorar la mejora de la calidad de vida familiar. Se invita a las administraciones a facilitar el acceso a la AT para paliar efectos emocionales familiares, así como para intervenir de manera precoz en el desarrollo. Koren, P.E., DeChillo, N. y Frisen, B.J. (1992). Measuring empowerment in families whose children have emotional disabilities: A brief questionnaire. Rehabilitation Psychology, 37, 305–321. https://doi.org/10.1037/h0079106Vázquez, N., Molina, M.C., Ramos, P. y Artazcoz, L. (2016). Validación de un instrumento en español para medir habilidades parentales promovidas en una intervención de educación parental. REIRE, 9(2), 30-47. https://doi.org/10.1344/reire2016.9.2923Resumen de la Ponencia:
Entre os anos de 1960 e 1980 do século XX o pensamento em saúde na América Latina assume uma dimensão crítica, o que se expressou na configuração dos campos da Medicina Social latino-americana e no da Saúde Coletiva no Brasil. Campos estes que assumiram não apenas uma dimensão científica, mas também prático-política (Nunes, 1994). Este trabalho apresenta, brevemente, as bases empírico-teóricas desse pensamento, e discute a sua ousadia e inovação: a crítica ao objeto saúde e a sua dimensão social, então formulada por intelectuais do campo da saúde na América Latina. Utiliza-se aqui a acepção de Traverso (2020, p. 11) de que “na história do século XX, a noção de intelectual é indissociável do engajamento” e, portanto, é adequada aos profissionais da saúde, docentes de universidades e de escolas médicas, estudantes, gestores, administradores de serviços de saúde, então comprometidos com uma posição crítica quanto à situação de saúde das populações dos países da região. No que se refere às bases empírico-teóricas, este trabalho aborda três delas: o contexto político e social de vários dos países latino-americanos, então sob a tutela de regimes autoritários ou ditaduras militares; a precária situação de saúde das classes populares na região, sem acesso aos serviços assistenciais da saúde; a crítica ao modelo médico, então focado em uma perspectiva biologista e preventista, tanto no âmbito da formação quanto no da prática clínico-assistencial e no da estrutura dos serviços e sistemas de saúde. No que se refere aos aspectos da ousadia e da inovação desse pensamento, discute-se a perspectiva adotada por esses intelectuais: a da problematização do objeto saúde em suas dimensões técnico-assistenciais, científico-sociais e prático-políticas; um esforço interdisciplinar que subsidiou e deu bases a esse pensamento, dele resultando a radicalidade crítica, única, do pensamento social em saúde latino-americano.Considerando que cada vez mais avança a “especialização dos saberes [...] inevitável nas sociedades complexas” (Traverso, Op. cit, p. 83), decorrente da setorização das instâncias não apenas acadêmicas como também institucionais das estruturas estatais e de gestão pública, problematiza-se a importância e as condições objetivas de retomada das bases desse pensamento em saúde, considerada a sua trajetória até o presente século XXI. Desafio necessário à renovação e revigoramento da sua própria tradição. BibliografiaTraverso, Enzo. Onde foram parar os intelectuais? Em conversa com Régis Meyran. Belo Horizonte: Editora Âyiné, 2020. Nunes, E. D. Saúde Coletiva: história de uma idéia e de um conceito. Saúde e Sociedade. São Paulo, v. 3, n. 2, p. 5-21, 1994.Resumen de la Ponencia:
Lo que presentamos es el resultado del trabajo de un seminario de investigación que se instauró con el objetivo de hacer el Estado de Conocimiento sobre discapacidad, principalmente del ámbito educativo, del periodo del 2012 al 2021[1]. Este trabajo tuvo la particularidad de que se realizó durante el periodo de septiembre del 2020 a abril del 2022, durante el cual vivimos la pandemia por COVID 19, así que todas las reuniones se hicieron de manera virtual y la búsqueda de información fue vía Internet en repositorios institucionales de tesis, bases de datos del campo de las ciencias sociales y editoriales mexicanas, y se encontraron 1676 investigaciones, de las cuales solo se conservaron 978 registros para su revisión. Tras un análisis crítico de los documentos, algunos de los resultados son: a) un impacto de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en las legislaciones, pero que lejos de transformar las políticas educativas en acciones de cambio, dan lugar a la circulación reiterada de los modelos oficialmente reconocidos y que mezclan con otros modelos, dando continuidad y no ruptura como lo proponen los paradigmas, b) un incremento en las investigaciones cualitativas enfocadas a la recuperación de narrativas de experiencias y trayectorias de los diversos agentes, y que si bien en ocasiones carecen de un análisis teórico epistemológico, permiten la cercanía a las relaciones humanas, a la vida cotidiana y a la realidad social en la que viven las personas con discapacidad, c) salud y la violencia, como algunos de los factores que van poniendo a los sujetos en estado de discapacidad, por ejemplo, discapacidad ocasionada por diabetes y la discapacidad como secuela de la violencia de género y narcotráfico, d) propuestas emergentes y críticas que desde otras posturas analizan el tema de la llamada discapacidad, e) investigaciones realizadas por estudiantes con discapacidad, que representan una interpelación, un aporte crítico y emergente, por su posicionamiento como investigadores. [1]Jacobo, Z.; Campos, M .L.; Vargas, S. L., Salazar, M.L.; Hernández, M. C.; Gajardo, K. y Cáceres, J. (en proceso de revisión 2022) Discapacidad, discriminación y violencia (2012 al 2021); en elaboración por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE) MéxicoResumen de la Ponencia:
Si bien nuestro país tiene marcadas diferencias geográficas, de pisos ecológicos y una gran biodiversidad natural y cultural, es en el campo social, donde las desigualdades económicas, las diferencias étnicas y culturales son más notorias y diferentes. El altiplano sur andino que comprende el departamento de Puno, principalmente, es el escenario donde se desenvuelve la prédica de este médico cuya labor es actualmente reconocida, nacional e internacionalmente, por sus indudables aportes al tratamiento de estas poblaciones en materia de salud, es decir respecto a la atención primaria y al tratamiento cultural de las enfermedades, aprovechando las enseñanzas de sus propias costumbres y las derivadas del tratamiento moderno de la prevención de las enfermedades. Y es que la discriminación económica impacta diferencialmente a la población, según sea su ubicación geográfica, sexo, grupo étnico, etc. ya que los servicios sociales y los de salud son insuficientes, limitados, escasos y de nulo tratamiento preventivo. Para este periodo de tiempo, la acción del Estado define su carácter de clase, al privilegiar las regiones y poblaciones que disponen de cercanía geográfica o de un tipo de presión que obliga al Estado a asumir sus responsabilidades sociales, manteniendo sus estructuras de poder, las mismas que se establecen en sus políticas sociales y, específicamente en su política de salud. La dimensión nacional de estas políticas, no reconoce tampoco las diferencias culturales de las poblaciones que habitaban las comunidades campesinas, parcialidades y haciendas serranas y “servicios públicos de salud” de muy poco impacto en el tratamiento de la problemática de la salud pública. Nuestra investigación se orienta a describir, analizar y explicar la enorme importancia pasada y actual de la prédica y acción del “Rijcharismo”, promovido e impulsado en un contexto de agitación social, de marginalidad económica y de discriminación étnica, así como la pedagogía de un tratamiento sociocultural, que devolvía a sus usuarios a sus racionales formas de tratamiento de salud y educación. Nuestra hipótesis de investigación, precisa que la comprensión de los aportes de Manuel Núñez Butrón a la medicación preventiva y a la medicina social, pueden explicarse y reconocer su vigencia y actualidad, en la medida que se planteen previamente las condiciones histórico-sociales, los factores externos y personales propios de su formación médica y de sus orígenes sociales, las experiencias de trabajo médico de campo y sobre todo, la acción práctica de poner en ejercicio su concepción profesional de la atención primaria de salud en poblaciones empobrecidas. La metodología de investigación ha incluido principalmente la revisión bibliográfica, documental y el archivo familiar, conservado por sus descendientes y de la que siendo parte de los mismos, he procurado transcribir fielmente, respetando las ideas y el espíritu multifacético que desarrolló como obra dedicada a los suyosResumen de la Ponencia:
El objetivo fundamental de los sistemas educativos en cualesquiera de los países del mundo es que la educación debe dirigirse a enfrentar las necesidades escolares de cada uno de los miembros y favorecer su desarrollo personal y su rendimiento en un ambiente propicio para ello.Desafortunadamente, la contingencia sanitaria producida por la prevalencia del SARS-COV 2 Covid-19, que asoló al mundo por poco más de dos años y medio, provocó efectos en las diferentes esferas de la vida diaria: en lo social, económico, político y, por supuesto, en el sector educativo, ocasionando el surgimiento de diversas problemáticas y retos por enfrentar.Al declararse la fase 3 de COVID-19 en México, el 21 de abril de 2020, debido a “brotes activos y propagación en el territorio con más de mil casos”, se tomó la decisión de suspender actividades no esenciales y a usar el cubrebocas como medida preventiva ante el incremento de los contagios reportados oficialmente. Desafortunadamente, solo algunas entidades federativas tomaron la iniciativa de atender de manera pronta y expedita la recomendación sanitaria (Secretaría de Salud, 2020; Expansión Política, 2020).Ante las circunstancias actuales de amenaza mortífera real de la pandemia, en el sector educativo en donde las instituciones involucradas deberían ajustarse para continuar ofreciendo alternativas educativas en contextos extraordinariamente complejos, y en algunos casos, derivados por eventos imprevistos como la contingencia citada (Marcelín Jiménez, Ricardo; Gutiérrez Ramírez, Servando; Silva López, Blanca Rafaela, Valladares Sánchez, Clara Elena, 2020), se vieron acompañadas de insuficientes políticas de seguridad mínimas como son el uso de cubrebocas, la sana distancia y evitar actividades donde se encuentre un conglomerado de personas. Por esta situación tan acuciante, “… preocupa e interroga el abismo profundizado de las desigualdades, inequidades e injusticias que posicionan en vulnerabilidad a una inmensa mayoría de personas” involucradas (Jacobo, 2021).Por otra parte, metodológicamente hablando y en correspondencia con lo ya citado, al análisis de los discursos y narrativas esgrimidos por algunas educadoras de preescolar que viven y conviven dentro de su espacio de trabajo, se presentan algunas reflexiones derivadas de entrevistas semiestructuradas a educadoras del Jardín de niños “José Trinidad” en Mixquic, con la finalidad de conocer, en principio, las percepciones que tienen sobre la problemática citada; se indaga, como segunda instancia, si se han habituado al uso del cubrebocas o si ello lo hacen más por obligación que por convicción. Asimismo, se presentan algunas de las estrategias institucionales que fueron implementadas para fomentar su utilización como medida de prevención entre el alumnado, así como las dificultades que se tuvieron para la implementación respectiva.Resumen de la Ponencia:
Este trabajo es el avance de una investigación más amplia que documenta la perspectiva de los profesionales de la salud bucal del proceso salud-enfermedad-atención desde su formación y práctica odontológica, desde la Salud Colectiva como campo de conocimiento crítico, al contribuir al abordaje del complejo salud-enfermedad-atención de las poblaciones como un proceso social y no meramente biológico. Además de comprender el saber en salud, la distribución y sus determinantes; identifica la forma como las sociedades se organizan para enfrentarlos con una perspectiva no reducida a un plano médico desde la prevención o la curación, sino que incluye a las prácticas y políticas en salud en donde se encuentran inmersas las instituciones académicas a partir de la producción y reproducción del conocimiento y la formación profesional. La Odontología desde sus inicios se ha forjado como profesión independiente, de conocimiento y práctica fragmentada bajo un enfoque preferentemente curativo y del manejo del dolor. La formación y práctica no es un proceso ajeno a la estructura económica predominante en la sociedad donde se desarrolla. En México, la limitada prestación de servicios por parte del sector público, reducen y direccionan su atención a la práctica privada, otorgándole un sentido de rentabilidad. Su interpretación es socialmente elaborada y compartida por la influencia de la cultura e historia, así como por la interacción de las personas con la profesión que influyen en los comportamientos relacionados con la salud y la enfermedad: la actitud de prevención, la forma de afrontar los padecimientos y las conductas médicas.El objetivo es conocer desde la Salud Colectiva, las representaciones sociales en términos de saberes, símbolos, valores y prácticas de un grupo de egresados de la licenciatura en Estomatología de la Universidad Autónoma Metropolitana (México), en torno al proceso salud-enfermedad-atención, formación y práctica profesional odontológica. La metodología es cualitativa, basada principalmente en el análisis de discurso para recuperar los planteamientos bajo un modelo de representación social y relacionarla con categorías existentes (información, campo de representación y actitud) y las categorías de estudio: a) proceso salud-enfermedad, b) formación profesional, c) práctica profesional, y d) trayectoria profesional; para obtener la relación simbólica entre ellas.Resumen de la Ponencia:
Por medio de un estudio de tipo fenomenológico, fue posible conocer la percepción de 113 estudiantes de las carreras en ciencias del movimiento humano, enfermería y psicología durante el I ciclo lectivo del año 2022. Se aplicó la técnica de grupos focales al finalizar los cursos para conocer el grado de importancia que el estudiantado de las carreras mencionadas considera que tiene la formación en gestión de los servicios de salud para su quehacer como profesionales.En las mallas curriculares de estas carreras se incluyen cursos que abordan de manera específica el proceso administrativo: planeación, organización, dirección y control; así como las áreas funcionales de la administración: finanzas, recursos humanos, compras, mercadeo, producción o servicios y tecnologías de la información y la comunicación; finalmente se abordan los aspectos relacionados al microentorno: clientes, competencia, proveedores y stakeholders, y el macroentorno: aspectos legales, políticos, sociales, culturales, ambientales, económicos, tecnológicos y globales.Tras aplicar los grupos focales da a conocer que con el abordaje de estos contenidos le permite a estudiantado tener una comprensión general de los aspectos propios de la gestión de servicios de salud y las organizaciones, así como sus componentes internos y el ambiente externo en el que se desarrollan las empresas y se prestan los servicios de salud. Para cubrir con los temas, se imparten quince lecciones de manera virtual, en la que el estudiantado recibe una charla magistral desarrolla de manera teórica el contenido programado, seguido de ejemplos contextualizados de la realidad nacional de los servicios de salud, así como una actividad en la que ejecuten de manera práctica el aprendizaje adquirido.La programación de las clases promueve una participación constante del estudiantado mediante el aporte de ideas y ejemplos concretos de situaciones vivenciales en sus espacios de trabajo, o bien, experiencias propias en las que se hayan involucrado a la hora de ser usuarios de los servicios de salud.También se dio a conocer que el estudiantado en ciencias de la salud se siente ajeno a los contenidos en el área de gestión y administración, no obstante, conforme se ahonda en los contenidos, el estudiantado empieza a mostrar mayor interés, ya que como estos lo mencionan, se empiezan a sentir parte de la gestión de los servicios de salud, lo que implica un proceso de involucramiento en los temas abordados.Además, manifiesta el estudiantado que después del acercamiento a la gestión de los servicios de salud, logran comprender la importancia de la administración y sus procesos para el desarrollo eficiente de las empresas, la adecuada planeación y programación de las actividades, el uso racional de los recursos y el tiempo, así como la inclusión de sistemas de calidad y mejora continua en la prestación de los servicios.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia, brinda un panorama de los hallazgos más recientes de la investigación de tesis doctoral, donde se cuestiona la posibilidad de las instituciones universitarias para mediar los procesos de subjetivación y agencia individual/colectiva de estudiantes y profesores, cuando entra en juego el vector discursivo de la discapacidad. Para ello, se tienen en cuenta planteamientos de la psicología social crítica y la sociología. Los estudios empíricos asociados, refieren a: primero, el análisis de políticas de acceso, permanencia y graduación de personas con discapacidad en 10 universidades colombianas haciendo uso de Teoría Fundamentada; el segundo, revisa los efectos materiales del término discapacidad en los procesos de subjetivación en la vida universitaria, de estudiantes y profesores mexicanos y colombianos. Como conclusiones preliminares, se da cuenta de un interjuego visibilidad/invisibilidad de los sujetos en las instituciones universitarias, donde el agenciamiento discapacidad-universidad se establece con limitadas posibilidades de transformación de las prácticas institucionales para la permanencia y graduación del estudiantado signado con discapacidad.Resumen de la Ponencia:
El cine es la práctica cultural más expandida en el mundo, razón por la cual gran parte de las representaciones sociales que nos hacemos de otras culturas o grupos provienen de este medio. En los últimos años se han hechos grandes avances en la representación fidedigna de grupos que anteriormente habían sido caricaturizados o estigmatizados en el cine, como minorías sexuales o étnicas. No obstante, la representación de la discapacidad en el cine todavía no alcanza el desarrollo o la amplitud necesarias para dar un retrato certero de esta en el medio audiovisual. De esta forma, el objetivo de este estudio fue identificar la forma en que la discapacidad es caracterizada en el cine contemporáneo considerando la popularidad de las películas que hablan sobre discapacidad. La metodología fue cuantitativa con un enfoque exploratorio y descriptivo en donde see elaboró una base de datos con 774 películas que hablan de discapacidad en el mundo entre los años 1980 y 2020, que consideró numerosas variables relativas a características de las películas y de los personajes en situación de discapacidad representados. Los resultados indican que en el periodo estudiado las discapacidades más representadas en el cine son las vinculadas a deficiencias visuales (18,9%), discapacidades motrices (16,1) y autismo (14,2%). El 68,4% de los personajes retratados son hombres y el 31,6% mujeres, habiendo una distribución desigual de hombres y mujeres según la discapacidad representada. Asimismo, también la edad de los personajes difiere según este factor, habiendo, por ejemplo, mayor representación del autismo en niños y adolescentes, o de cuadriplejia en adultos. Existe una mayor representación de personajes pertenecientes a clases alta o media alta y son en su gran mayoría (80%) autónomos o semiautónomos, y heterosexuales (98%). En lo que concierne al momento en que se adquiere la discapacidad, 42% de los personajes la tiene antes del momento de inicio de la película, 33% la tienen de nacimiento y 25% la adquieren durante la película. Finalmente, también ha variado bastante las discapacidades más representadas según la época. A modo de conclusión se tiene que el cine tiene un rol fundamental en la visibilidad y conocimiento que se tiene de los diferentes tipos de discapacidad y que el tratamiento de la ésta en el cine no es homogéneo y depende de numerosos factores, tales como la época, región o momento político/social que se viva. Finalmente, se identificó que las películas de ficción que hablan de discapacidad rara vez abordan este tema desde un punto de vista político o social, sino que se mantienen en la perspectiva de la discapacidad como drama humano e individual.Resumen de la Ponencia:
La población en edades avanzadas apareció como uno de los grupos demográficos más vulnerables frente a la pandemia por covid-19. Por lo tanto, resulta relevante garantizar la protección de los derechos de las personas mayores. Son distintos los mecanismos a través de los cuales es posible contribuir al goce efectivo de este derecho en las personas mayores. La seguridad económica, reconocida en los instrumentos internacionales y entendida como “la capacidad de disponer de forma independiente de una cantidad de recursos económicos regulares y suficientes para garantizar una buena calidad de vida (Guzmán, 2002 citado por Huenchuan y Guzmán, 2007:102), puede contribuir a un mejor entendimiento sobre la situación de las personas mayores, en un contexto de pandemia donde la garantía de percepción de ingresos puede mermar significativamente. La revisión de la seguridad económica de las personas mayores adquiere relevancia en contextos como el mexicano donde, según datos de la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (2017), entre la P65+ sólo 38.6% de los hombres y 22.2% de las mujeres contaban con ingresos derivados de una pensión contributiva. Ante la baja cobertura de los sistemas de pensiones, una opción es que la personas se mantengan en el mercado laboral. A partir de estos antecedentes el objetivo de esta investigación es analizar los mecanismos de seguridad económica de las personas mayores en México en un contexto de pandemia provocada por la covid-19, dedicando particular atención a la participación económica. A partir de los microdatos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2019 y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición de 2020 se propone un modelo de regresión logística. Los resultados del modelo mostraron que el tercer trimestre de 2020, caracterizado por la presencia de la pandemia de la Covid-19, tuvo un efecto negativo sobre la participación económica de la P65+, en consecuencia, la seguridad económica que otorga la participación laboral se vio mermada. Además, los ingresos derivados de las pensiones no contributivas resultaron relevantes, al fungir como un mecanismo contra la pobreza en el último tramo de la vida.Resumen de la Ponencia:
En la presente ponencia se comparten los imaginarios, los retos, las estrategias y los significados que los hombres adultos mayores le atribuyen al comercio informal en tiempos de la Covid-19. Desde una mirada de los estudios de género de los varones y las masculinidades nos centramos en los varones en la etapa de la vejez, desde este marco analítico comprendemos, en retrospectiva, los aprendizajes de género en cruce con la trayectoria laboral y los impactos que la pandemia ha generado en sus vivencias y cotidianeidades en el comercio informal. Desde la metodología cualitativa, se recuperaron los relatos de cinco varones del oriente del estado de Morelos. Desde las notas de campo, se procedió a preguntarnos ¿Cómo se enteraron de la existencia del coronavirus?, ¿cómo se cuidan a sí mismos y a los otros (clientes y familia) ?, ¿qué retos tuvieron para la comercialización de sus productos, ¿qué estrategias implementaron para generar ingresos económicos?, y finalmente ¿qué significa ser comerciante informal en los hombres mayores? Entre los resultados identificamos que los hombres mayores se mantienen activos, productivos y proveedores de sus hogares y que, pese a la incertidumbre, representan miradas contrapuestas entre el temor o la indiferencia por los tiempos pandémicos, que se hacen evidentes en las formas de cuidarse y de cuidar a los otros y otras. Sin embargo, también fueron evidentes las dificultades económicas que las personas mayores enfrentaron ante situaciones de desconsuelo, desesperación, pobreza y hambre. Su cotidianeidad se vio trastocada, y pese a las recomendaciones de no transitar por las calles, buscaron estrategias para sobrevivir y obtener ingresos para proveer a sus hogares. Finalmente, los significados que tienen de los aprendizajes de género en la vida de los sujetos y sus formas de vivir la masculinidad sobresalen aquellos que los vinculan al espacio público, a la proveeduría económica, a la vida laboral, a su constante búsqueda por estar “activos” y al buscar cuidar de los suyos a través del recurso económico. A través de la narrativa de estos hombres se identificó que, en la vida adulta, el trabajo es uno de los ejes centrales para entenderse, definirse y mostrarse como hombre. Que, incluso ante la dificultad y el riesgo que la propia pandemia implicaba, su compromiso consigo mismos y con los suyos, los llevaron a explorar, imaginar y buscar alternativas que les permitieran seguir adelante, como sujetos activos y autónomos.Resumen de la Ponencia:
El devenir de la modernidad implicó, entre muchos otros cambios, la ruptura con el paradigma colectivo y fomento la híper individualización. La destradicionalización, como argumentan Ulrich Beck y Elisabeth Beck-Gernsheim supone un cúmulo de incertidumbres. En oposición a la herencia tradicional que significó la perpetuación de modos de ser, actuar, pensar y existir. La destradicionalización trajo consigo la posibilidad y de cierto modo la obligación de significar y resignificarse así mismo.A su vez, la destradicionalización implicó la creación del Estado de Bienestar, y afirman los Beck 's, que los derechos que el Estado de bienestar garantiza tienen en el centro la consagración del individuo.En este sentido, demanda la autonomía, el ejercicio de los Derechos Humanos, las aspiraciones y realizaciones propias y personales, la pluralización de los estilos de vida, en síntesis, la propia construcción de sí y su propia planificación. No obstante, hace falta llamar a la reflexión acerca de que si todos nos encontramos en las mismas condiciones de posibilidad de la construcción de la propia individualidad. Habría que reflexionar acerca de la diferenciación por edades debe de considerar la diferencia que supone experimentar las distintas fases de la vida bajo la condición de género. Por lo que el sector poblacional que aquí es de interés es el de las Personas Adultas Mayores (PAMs). Habría que reflexionar acerca de la diferenciación en dos niveles: cómo se construye socialmente a las Pams desde los discursos públicos, institucionales, las políticas, etc., si la idea de modos plurales de vida ¿se reserva para la juventud y la edad adulta y se asume que luego vuelve el momento de la homogeneización?; el otro nivel sería el de ¿cómo se están percibiendo a sí mismas las PAMs?, si están conformes con el lugar asignado, si lo cuestionan, qué tan diversos se experimentan y qué tanto demandan que se les reconozca, etc. Así mismo, se hablará de uno de los espacios que las PAMs pueden seguir habitando qué es el de los empacadores voluntarios en las tiendas de autoservicio, en donde se plantea los riesgos y las implicaciones subjetivas positivas y negativas. Se sigue considerando exclusivamente a seres humanos adultos, cuyo carácter, cuyas estructuras de instintos y de conciencia ya se han fijado en cierta medida, ya han adquirido una cierta rigidez. En realidad, tampoco los adultos están nunca completamente terminados, cerrados. También ellos pueden cambiar a lo largo del devenir de su destino relacional, aunque con relativamente bastante dificultad y, en general, sólo bajo autodirigirse, más consciente. (Norbert 1939: 41).Beck, U., y Beck-Gersheim, E. (2001). La individualización. El individualismo institucionalizado y sus consecuencias sociales y políticas. Barcelona, España: Paidós.Elias Norbert (1987). “La sociedad de los individuos”. Ensayos. Barcelona: Península.Resumen de la Ponencia:
Disponer de bienes económicos y no económicos es básico en la satisfacción de necesidades y la existencia misma de las personas. La seguridad económica da tranquilidad e independencia a la población adulta mayor, y es la contraposición a la pobreza. Para analizar la seguridad económica de las personas envejecidas, según José Miguel Guzmán, debe considerarse una serie de factores que se encuentran interrelacionados: la biografía personal que hace alusión a la trayectoria laboral y educativa de la persona, las biografías generacionales que son producto del contexto en el que se ha envejecido y las características económicas y políticas de la sociedad a la que se pertenece, las características del sistema de protección social así como el ciclo individual y familiar en el que se encuentran los agentes.A partir de la teoría de campos de Pierre Bourdieu se construyó la categoría “campo de la inseguridad económica”, entendida como, el microcosmo de distribución económica en el que está inserta la persona adulta mayor y que determina la disponibilidad y características de distribución de los recursos económicos que tiene. Se realizó una investigación cualitativa a través de entrevistas semiestructuradas y observación participante durante 18 meses en una colonia marginada de Tlaquepaque, Jalisco. Se tuvo la participación de 8 personas de 60 años y más, de las cuales 5 eran mujeres y 3 hombres. Las entrevistas fueron transcritas en su totalidad; se ejecutó un análisis temático. Dentro del campo de la inseguridad económica se identifican distintos agentes con quienes se relacionan e intercambias recursos de forma desigual los adultos mayores: la pareja, los hijos/as, nietos/as, el mercado a través de los empleadores, la política social, vecinos y comerciantes. Las fuentes de recursos económicos son: transferencias que reciben por parte de subsidios, pensiones no contributivas y transferencias monetarias; el mercado a través del salario, ahorro y la pensión contributiva y, finalmente, las transferencias familiares. No obstante, la diversificación de las fuentes de apoyo, se presenta dentro de esta población la característica constante de ingresos bajosResumen de la Ponencia:
Se realizó un estudio descriptivo exploratorio con intervención pre-experimental, evaluación pre-test, intermedia y post-test, con el objetivo de conocer los efectos del cine-debate en casa, en los significados culturales del concepto de jubilación y en las vivencias de retiro laboral, en una familia mexicana, confinada por la pandemia de Covid-19. Participaron cuatro mujeres, tres retiradas del trabajo y su nieta universitaria. El programa de intervención se integró con un ciclo de cine de ocho películas, cuyos protagonistas ejemplifican a personas jubiladas. En el pre-test y post-test se usaron las listas libres para la recolección de los datos. Los listados libres se analizaron a través del modelo de los dominios culturales. Para la evaluación intermedia se usó el grupo focal. Los datos obtenidos en el grupo focal se analizaron con fundamento en la fenomenología. Se halló que las participantes ampliaron y resignificaron su significado cultural sobre el concepto de jubilación. Antes de la intervención, definieron el concepto como descanso, retiro y tranquilidad. Después de la intervención, les significó felicidad y tranquilidad. Reflexionaron sobre su propio proceso de retiro laboral y tomaron conciencia de la problemática social de la jubilación. Se considera que la proyección secuencial de las películas contribuyó positivamente en los resultados obtenidos y que en tiempos de pandemia se puede continuar con la formación para la jubilación a través del cine-debate en casa. Palabras clave: cine-debate; jubilación; cultura; pandemia; familia.Resumen de la Ponencia:
La enfermedad conocida como COVID-19 fue declarada por la ONU como pandemia el 10 de marzo de 2020. En México se tomaron una serie de acciones enfrentarla, estas medidas afectaron toda la población, en particular a las personas mayores de 60 años que padecen enfermedades crónicas. El objetivo de este trabajo es describir y analizar los efectos de la pandemia de COVID-19 en la vida cotidiana de personas mayores con enfermedades crónicas.Se realizó una investigación cualitativa, con adecuaciones debido a las restricciones de movilidad, con observación indirecta y entrevistas por diversos medios electrónicos a un grupo de personas mayores que padecen enfermedades crónicas, residentes en la CDMX.Entre los resultados encontramos que el resguardo familiar en casa tuvo importantes consecuencias en la interacción social de las personas mayores, adquirieron relevancia los roles de género y generación, la condición socioeconómica y la integración familiar en la redistribución de las actividades domésticas. La reducción de actividades económicas afectó los ingresos económicos de las familias, ya que en su mayoría no tienen empleos formales. Los cambios en el Sistema de Salud realizados por la pandemia, dificultaron la atención de sus padecimientos crónicos, lo que provocó que algunos de ellos tuvieran dificultades para mantener controladas sus enfermedades. Concluímos que la pandemia de COVID-19, puso en evidencia la vulnerabilidad de los adultos mayores que pertenecen a sectores de población de bajos ingresos, que se vieron afectados en todas las esferas de su vida cotidiana por las medidas tomadas a nivel institucional.
Summary.
The disease known as COVID-19 was declared a pandemic by the UN on March 11, 2020. In Mexico, a series of actions were taken to confront it, these measures affected the entire population, particularly people over 60 years of age who suffer from chronic diseases. The objective of this paper is to describe and analyze the effects of the COVID-19 pandemic on the daily lives of older people with chronic diseases. A qualitative research was carried out, with adaptations due to mobility restrictions, with indirect observation and interviews by various electronic means to a group of elderly people suffering from chronic diseases, residents in the CDMX. Among the results we found that family shelter at home had important consequences on the social interaction of the elderly, gender and generation roles, socioeconomic status and family integration in the redistribution of family activities acquired relevance gender and generation roles, socioeconomic status and family integration in the redistribution of domestic activities. The reduction of economic activities affected the economic income of families, since most of them do not have formal jobs. The changes in the Health System made by the pandemic made it difficult to care for their chronic conditions, which caused some of them to have difficulties in keeping their diseases under control. We conclude that the COVID-19 pandemic highlighted the vulnerability of older adults who belong to low-income population sectors, who were affected in all spheres of their daily lives by the measures taken at the institutional level.
Introducción:
Envejecer y vivir con enfermedades crónicas durante en la pandemia.
En México, como en otros países de América, existe un proceso de cambio demográfico, extensión de la longevidad, reducción de la fertilidad y cambios en la estructura familiar y en los apoyos. El proceso de envejecimiento se realiza en un contexto de grandes disparidades económicas, pocas estrategias públicas viables para apoyar el envejecimiento de la población y la continua dependencia de las familias para la atención y la seguridad económica. Las personas mayores de 60 años, se encuentran en situaciones diferenciales por género, condición socioeconómica, seguridad social y estado de salud. (Ángel, Vega y López, 2017)
Las enfermedades crónicas no transmisibles se encuentran entre los principales problemas de salud, al ocupar los primeros lugares de la mortalidad general. Estas enfermedades se asocian al aumento en la esperanza de vida de los mexicanos, el cambio en el estilo de vida tanto en alimentación como en actividad física y resultan de la interacción de factores genéticos y ambientales (INEGI, 2018).
Dos enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión se presentan con mayor frecuencia en personas mayores de 60 años. Estas enfermedades crónicas tienen un fuerte impacto económico en la vida cotidiana de las personas por su larga duración y la presencia de complicaciones. (INEGI, 2018)
Ante este panorama, se sumó el impacto de una nueva enfermedad, la COVID-19 (siglas de coronavirus disease 2019), causada por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, severe acute respiratory syndrome coronavirus 2), que surgió en el centro de China en diciembre de 2019. Debido a su rápida difusión, el 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró que COVID-19 era una urgencia sanitaria mundial y el 11 de marzo de 2020 anunció oficialmente que COVID-19 es una pandemia (epidemia mundial). (Fielding, 2020)
Las personas infectadas por COVID-19 muestran un amplio espectro de síntomas, que van desde una enfermedad leve similar al resfriado o la gripe hasta una dificultad respiratoria grave e incluso la muerte. Las personas mayores y aquéllas con afecciones médicas preexistentes (como presión arterial alta, problemas cardiacos o diabetes) parecen ser más vulnerables. (Grishaw, 2020)
La interacción de COVID-19 con las enfermedades crónicas y su interacción con otras circunstancias de salud adversas, (por ejemplo, mal nutrición o estrés) es un ejemplo de Sindemia, un conjunto de epidemias entrelazadas y que involucran interacciones de enfermedades a nivel biológico que se desarrollan y se sostienen en una comunidad o población debido a condiciones sociales dañinas y conexiones sociales perjudiciales. (Singer and Clair, 2003: 428-429).
En México, se presentaron los primeros casos de COVID-19 en febrero de 2020. Al igual que en diversos países del mundo se tomaron acciones para tratar de frenar los contagios: reforzar las medidas sanitarias promoviendo el lavado de manos, el uso de mascarillas, la limpieza de objetos y superficies con productos desinfectantes como alcohol en gel y cloro. Además de estas medidas de higiene se recomendó el resguardo familiar en casa para personas que padezcan diabetes y otras enfermedades crónicas y para las personas adultas mayores a partir de los 60 años cumplidos, conservar una sana distancia, en caso de tener contacto con personas fuera de la familia nuclear, estar cuando menos a 1.5 metros de distancia (de dos a tres veces) el uno del otro; saludo a distancia, no saludar de beso, de mano o abrazo. (Gobierno de México, 2020 a)
En el caso de los adultos mayores de 60 años se aconsejó: no recibir visitas en estos días, en especial de sus nietas y nietos; comer sanamente: mucha verdura, fruta y agua, cero refrescos, cero comida chatarra, no consumir alcohol ni tabaco; si padece diabetes o hipertensión, checarse el azúcar, presión sanguínea y temperatura cada día; alejar el miedo realizando actividades que le gusten: leer, escuchar música, escribir, tejer, hacer rompecabezas; hacer ejercicio en casa: caminar, bailar, sentarse y levantarse de una silla, yoga, hacer estiramientos; designa a alguien de confianza si necesita ayuda, hacer compras o ir al médico; no automedicarse, checar si tiene medicina suficiente y si se va a acabar, pedir que se la compren. (Gobierno de México, 2020 a)
La Jornada Nacional de Sana distancia establecida del 23 de marzo a 30 de abril de 2020, implicó el reforzamiento de las medidas básicas de prevención, la suspensión de actividades económicas no esenciales, la reprogramación de eventos de concentración masiva y la protección y cuidado de las personas adultas mayores. (Gobierno de México, 2020 b). La Ciudad de México es una de las entidades federativas más pobladas del país, con un porcentaje muy importante de adultos mayores que además padecen enfermedades crónicas, por lo que las personas tuvieron que establecer estrategias para enfrentar una nueva enfermedad. Así, el objetivo de este trabajo es describir los cambios en la vida cotidiana de un grupo de adultos mayores de 60 años con enfermedades crónicas, residentes en la Ciudad de México durante la pandemia de COVID-19.
Desarrollo:
Vida cotidiana y experiencia del padecimiento.
La vida cotidiana se ha estudiado por las ciencias sociales desde diversas perspectivas. Como señala Uribe (2014: 101):
La vida cotidiana como categoría de análisis, se puede conceptualizar como un espacio de construcción donde hombres y mujeres van conformando la subjetividad y la identidad social. Una de sus características esenciales, es el dinamismo de su desarrollo y la influencia que ejercen los aspectos que provienen de condiciones externas al individuo, tales como los factores sociales, económicos y políticos dentro de un ámbito cultural determinado.
En las personas mayores que padecen enfermedades crónicas, la vida cotidiana se desarrolla en un espacio y tiempo determinado por la experiencia del padecimiento, se tienen que sujetar a las indicaciones de la biomedicina para buscar el control de su padecer. (Kleinman, 1988).
De acuerdo con Singer y Baer (1995) la experiencia de quienes sufren es un producto social, construida y reconstruida en el campo de acción entre las categorías constituidas socialmente de significado y las fuerzas político-económicas que moldean los contextos de la vida diaria, existe una interacción entre los factores que se refieren a la particularidad psicobiológica del individuo, al micro-nivel y al nivel intermedio. Las fuerzas económicas y políticas tienen un papel importante en la estructuración de la salud, la enfermedad, la experiencia del padecimiento y la atención a la salud.
En el caso de la pandemia de COVID-19, las medidas implementadas para su contención y prevención implicaron un cambio en la vida cotidiana que habían construido las personas a lo largo de su trayectoria de vida con el padecer, donde se construyeron una serie de significados simbólicos compartidos e interrelaciones sociales expresadas en acciones sociales prácticas y continuas.
Metodología. En esta investigación se utilizó metodología cualitativa, empleando el método etnográfico para la obtención y construcción de los datos (Amezcua, 2000). Este método permite aproximarse al contexto social de las personas a través de la comprensión de sus conductas, prácticas y condicionantes económicas, sociales, culturales e históricas. Los colaboradores de la investigación son personas adultas mayores que padecen enfermedades crónicas, viven en la zona norte de la Ciudad de México, un espacio urbano con gran densidad de población, alta marginación y problemas de inseguridad.
A principios de 2020, estas personas asistían a un grupo de ayuda mutua, en un centro de salud del primer nivel de atención de los Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México. Se tenía una relación con ellos debido al desarrollo de una investigación sobre las prácticas de atención que ante sus padecimientos. Con el inicio de la pandemia hubo una suspensión de las actividades del grupo, por lo que se reorientó la investigación para conocer los efectos que tuvo la pandemia para enfrentar sus problemas de salud. Dados los contactos previos con los colaboradores, se hizo observación indirecta y entrevistas a través de whats app o por vía telefónica de marzo de 2020 a marzo de 2022.
Resultados. Los retos de la vida cotidiana en la pandemia. En las personas mayores entrevistadas, había diversidad de formas de organizar su vida cotidiana por cuestiones de género, condiciones socioeconómicas, interacción familiar, situación de salud y consecuencias del proceso de envejecimiento. El inicio de la pandemia de COVID-19 y las medidas llevadas a cabo por las autoridades sanitarias, implicaron que se reconocieran como personas en riesgo, lo que llevó a modificaciones en sus actividades diarias y a la búsqueda de estrategias para resolver los retos que esto implicaba.
En el segundo semestre de 2020, las prohibiciones de ingreso a los establecimientos comerciales como mercados o tiendas de autoservicio o la implementación de horarios específicos para las compras de las personas mayores, dificultaron la adquisición de los alimentos habituales, por lo que tuvieron que recurrir a los integrantes de sus redes sociales, para obtenerlos, en particular cuando se presentó el contagio entre los integrantes de la familia. Los roles de género fueron de suma importancia en el apoyo, siendo las hijas las que se movilizaron para resolver estos problemas: Mi hija se enfermó en su trabajo, vino y nos contagió a mi esposo y a mí, nos tuvimos que encerrar los tres, otra de mis hijas nos traía el mandado y nos hablaba por teléfono para saber cómo estábamos, así la fuimos llevando, lo bueno es que sólo fue como una gripa fuerte, pero tenía mucho miedo de que nos fuéramos a poner mal. (Carmen)
La actividad física se limitó a la que puede hacerse en el hogar, por lo que hubo sedentarismo y tuvieron afectaciones en la movilidad. Establecieron medidas de higiene y prevención ante el coronavirus: lavado de manos, limpieza de los alimentos y otros productos, limpieza del hogar. La adquisición y uso de productos de limpieza fue de acuerdo a sus posibilidades económicas: alcohol en gel, cloro, soluciones desinfectantes, en un caso se compró un tapete sanitizante.
Los mayores problemas que se enfrentaron fueron la interacción social, nuevamente tuvieron gran relevancia los roles de género y generación, las adultas mayores apoyaron a hijos y nietos, dos de las mujeres recibieron en sus casas a las familias de sus hijos que quedaron sin trabajo, lo que incrementó los gastos de servicios: agua, luz, gas, además que realizaron acciones de cuidado de los nietos en aspectos como la elaboración de los alimentos, la limpieza del hogar y el acompañamiento en las tareas. Uno de mis hijos se quedó sin trabajo y para ayudarlo le dije que se viniera a vivir conmigo, el problema fue que tenía que cocinar para todos. (Alma) Pero también señalaron el distanciamiento social con otros familiares: Mi hija vive en Tecamac, pero con la pandemia no me vino a ver durante año y medio, sólo me hablaba por teléfono. (María).
Durante las etapas de confinamiento señalaron la pérdida de la autonomía: Mis hijos se preocuparon mucho, no me dejaban salir ni a la esquina. (María) Así como sentimientos de discriminación: No me dejaron entrar a la tienda porque era de la tercera edad. (Teresa) Las restricciones en la movilidad tuvieron consecuencias en las condiciones socioeconómicas de las familias: Problemas económicos por la reducción de las actividades e ingresos de las parejas o de los familiares que trabajaban en actividades no esenciales: Mi marido trabajaba como vigilante en un edificio, pero como es de la tercera edad le dijeron que sólo fuera tres días a la semana y contrataron a alguien más joven para cubrir los otros días. Apenas nos alcanza para los gastos. (Teresa, mayo de 2020) Mi hija trabajaba como empleada en una fábrica de ropa, durante la pandemia la fábrica cerró durante tres meses, no la corrieron, pero tampoco le pagaron y cuando regresó a trabajar, estuvo tres meses a mitad de sueldo. (Carmen, octubre de 2020).
En el caso de los varones, José tiene un trabajo informal como taxista, por lo que, durante la pandemia, fue necesario que siguiera trabajando para cubrir sus necesidades económicas: Si me da miedo enfermarme, pero no hay de otra, le puse un plástico al carro, uso el cubrebocas y compré un frasquito de gel. En marzo y abril había días que me daba una vuelta y mejor me regresaba, casi no había nadie en la calle y había días que sólo sacaba veinte o treinta pesos, ¡ni pa’ la gasolina¡, en diciembre mejoró un poco la cosa, pero dicen que viene la segunda ola, ojalá que se calme pronto esta situación. (José, enero de 2021)
La presencia de COVID-19, implico un reto para la atención a su padecimiento crónico, los procesos de reconversión hospitalaria, y las restricciones para la atención en el segundo nivel, ocasionaron retrasos en su atención, las consultas de especialidades se pospusieron y en el primer nivel se les pidió que enviaran a familiares para recoger sus medicamentos cada tres meses. Fui en agosto por una cita para especialidades y me mandaron hasta el año que viene. (Teresa, agosto de 2020)
La cancelación de las actividades presenciales de autocuidado a su enfermedad crónica desarrolladas desde en el grupo de ayuda mutua, también disminuyó su interacción social, ya que se había convertido en un espacio de convivencia con sus pares. Extraño mucho a los del grupo, me gustaba ir a la actividad física de los martes y viernes. (Carmen, enero de 2021) El traslado de la promoción a la salud a línea, implicó la necesidad de recurrir a las redes sociales en busca de apoyos de diversos tipos. Se solicitó ayuda de los miembros más jóvenes de la familia para tener asesoría técnica, sin embargo, debido a las limitaciones en el acceso a los equipos de cómputo, hubo un abandono estas actividades.
Las condiciones socioeconómicas derivadas de la pandemia modificaron las posibilidades de apoyo en la atención a las personas enfermas. El apoyo familiar en las actividades de autoatención y autocuidado, fue relevante para mantener condiciones estables en su padecimiento crónico y la prevención del COVID-19. Hubo una respuesta diferencial por género, generación, escolaridad, condición socioeconómica, lugar de residencia e integración familiar. Los adultos mayores utilizaron los recursos tecnológicos a su alcance como el teléfono y los mensajes de whatsapp para mantenerse en contacto con los integrantes de las familias extensas, a través de las redes sociales informales se buscó información sobre prácticas de prevención ante el COVID-19. En el caso en que se presentaron algunas molestias, se recurrió a la utilización de los servicios de los médicos privados de las farmacias. Si me pongo mal tengo que ir con el Médico de Similares. (María, diciembre de 2020)
Durante la pandemia, se construyeron diversos saberes sobre COVID-19 conforme se presentaron enfermos y muertes en los ámbitos cercanos. Así, en marzo de 2020, Manuel decía: Esa enfermedad no existe, es un invento del gobierno, yo no conozco a nadie que haya tenido COVID. Mientras en mayo de 2020, Teresa se convenció de su existencia al presentarse una defunción en su familia: Yo no creía en eso hasta que uno de mis hermanos que vivía en Neza se enfermó, en el Hospital me lo mataron.
El incremento del número de casos de COVID-19 en las familias, así como el reconocimiento de las respuestas diferenciales ante esta enfermedad se hicieron presentes: no sólo se enfermaban las personas adultas mayores, también miembros más jóvenes de la familia, además de que algunos mejoraban, mientras que otros fallecían rápidamente en cuestión de días. Alma nos dijo en septiembre de 2020: Tengo mucho miedo de contagiarme, en mi familia ya tenemos cinco muertitos: dos hermanos, una tía, un primo, el esposo de una prima, además que tres primas, cuatro sobrinos y uno de mis cuñados también se enfermaron, pero afortunadamente la libraron. Yo no salgo porque no me quiero morir.
Algunas de los entrevistadas mencionaron el duelo ante la imposibilidad de participar en los rituales funerarios de familiares y amigos que fallecieron de COVID-19. Carmen comentó en junio de 2020: Mi hermano mayor se murió de COVID en el pueblo, tenía 88 años, mi cuñada le hizo un funeral, mis hijas no me dejaron ir, porque les dio miedo que me enfermara, siento feo que no fui, pero hice bien, porque mi cuñada y uno de mis sobrinos se enfermaron, mi cuñada se murió a la semana, creo que mi hermano se la llevó, a mi sobrino lo llevaron a la capital del estado, estuvo en el hospital tres semanas, creíamos que la iba a librar, pero falleció.
La Política Nacional de Vacunación inició en diciembre de 2020, en sus ejes señaló que después del personal de salud, las personas adultas mayores y las personas con comorbilidades como la diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas fueron consideradas como grupos prioritarios para la vacunación, ya que se estimó que estaban en mayor riesgo de desarrollar enfermedad severa de COVID. Se calculó que había que vacunar a un total de 14, 460, 754 personas de edades de 60 años en adelante y la vacunación de este grupo de edad se programó de febrero a marzo de 2021 en todo el territorio mexicano. (Gobierno de México, 2020 c: 16) En febrero de 2021 se inició en Ciudad de México el proceso de vacunación para las personas mayores de 60 años. Se solicitó ayuda dentro del grupo doméstico para el registro en línea, la localización y acompañamiento al centro de vacunación. Las personas entrevistadas manifestaron su confianza en la vacuna, para protegerse del contagio del coronavirus y tener la posibilidad de seguir con su vida cotidiana:
Me han dicho que a pesar de la vacuna me puedo enfermar, pero que no me dará tan fuerte, por eso me vacuné, ya estoy aburrido de estar encerrado, mis hijos no me dejaban salir ni a la esquina, ahora me doy mis escapadas al mercado, lo bueno es que ahora si dejan entrar a los viejitos, tienen el tapete sanitizante, gel para que uno se ponga en las manos y marcaron los espacios para que uno espere su turno. Creo que con la vacuna y con seguirse cuidando pronto saldremos de ésta. (Manuel, marzo de 2021)
Conclusiones:
Durante la pandemia de COVID-19, la cotidianeidad de los adultos mayores enfermos cambió para ajustarse a las indicaciones y normas establecidas por las autoridades, el resguardo familiar en casa tuvo importantes consecuencias en la interacción social de las personas mayores, adquirieron relevancia los roles de género y generación, la condición socioeconómica y la integración familiar en la redistribución de las actividades domésticas. La reducción de actividades económicas afectó los ingresos económicos de las familias, ya que en su mayoría no tienen empleos formales. Los cambios en el Sistema de Salud realizados por la pandemia, dificultaron la atención de sus padecimientos crónicos, lo que provocó que algunos de ellos tuvieran dificultades para mantener controladas sus enfermedades.
Las restricciones para realizar actividades presenciales obligaron a consolidar redes sociales, se tuvo la necesidad de acercarse a los medios electrónicos para resolver situaciones de salud y modificaron sus prácticas de atención. Estas acciones afectaron todas las dimensiones de su vida personal, familiar, laboral, social, cultural y pusieron de manifiesto la profunda desigualdad estructural de la población y la vulnerabilidad de las personas mayors.
Los resultados destacan la importancia de analizar las condiciones socioculturales, económicas y políticas ante los problemas de salud en un segmento etario de la población que enfrentó condiciones de aislamiento durante la pandemia, ya que, en México, al igual que en otras partes del mundo, hubo importantes consecuencias sociales y económicas por quedarse en casa. (Avalos, 2020, Menéndez, 2020).
Finalmente, acercarse a la vida cotidiana desde una perspectiva sociocultural implica considerar a las personas situadas en una interseccionalidad, donde se involucran de manera relacional biología, cultura, sociedad e ideología, aspectos que representan direcciones futuras de investigación.
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Palabras clave:
Adultos mayores, vida cotidiana, COVID-19 enfermedades crónicas.
Older adults, daily life, COVID-19 chronic diseases.
Resumen de la Ponencia:
Diversos estudios–sobre Argentina y otras latitudes- abocados a analizar la inserción sociolaboral de jóvenes coinciden en que son uno de los grupos sociales más perjudicados (Salvia y Miranda, 1997, 2000; Cardenal de la Nuez, 2006; Jacinto, 2008; Benítez et al., 2011; ILO, 2015; Bertranou y Casanova, 2015). En consecuencia, se han diseñado programas con medidas específicas de inclusión laboral para los jóvenes, buscando proporcionar un mejor acceso a las oportunidades económicas y al empleo de calidad, facilitando en simultáneo la inclusión social. Ejemplo de ello han sido estrategias tendientes a fomentar la formación y calificación, o bien los servicios de intermediación laboral, el apoyo al trabajo independiente y la promoción de la generación de empleo en relación de dependencia (CEPAL/OIT, 2014; Cetrángolo, 2015).En los últimos años, varias evidencias en Latinoamérica parecieran indicar que, en la medida en que el diseño y ejecución de los programas de formación e inserción sociolaboral de jóvenes responden a los diferentes perfiles productivos locales, aun con todas las precariedades que puedan existir, cuentan con mayores probabilidades de “éxito” (Jacinto y Solla, 2005).Asimismo, se ha señalado la importancia que han cobrado las organizaciones de la sociedad civil en la promoción de la inserción sociolaboral de los jóvenes, ya que: tienen la capacidad de ofrecer modelos más flexibles que atraen a los jóvenes; tienen un profundo conocimiento sobre la realidad local y sobre los jóvenes del territorio (BID, 2014).Así, el objetivo del trabajo es analizar las vinculaciones existentes entre organizaciones de la sociedad civil y actores del desarrollo productivo local (fábricas, cooperativas, etc.), en el marco de las prácticas institucionales (programas e institucionalidades derivadas) orientadas a la inserción sociolaboral de jóvenes en el Municipio de La Matanza, Buenos Aires. ¿Qué articulaciones tienen estas prácticas institucionales con actores del desarrollo productivo local? ¿Qué grado de formalidad tienen estos vínculos? ¿Cuáles son las principales dificultades de estas vinculaciones, al gestionar dichas prácticas institucionales?Los datos se obtienen de un relevamiento realizado entre 2018 y 2019 a organizaciones de la sociedad civil que forman parte del Consejo de Niñez y Juventud del Municipio. Se realizó, por un lado, la confección y aplicación de un cuestionario sobre las prácticas institucionales de cada organización orientadas a la niñez y juventud, así como sobre los vínculos con otros actores (estatales y privados) a la hora de gestionar las mismas. Por otro lado, se hicieron entrevistas en profundidad semi-estructuradas a referentes y miembros de las organizaciones, acerca de sus prácticas y experiencias de trabajo con jóvenes, para la inserción sociolaboral. Se entrevistaron 25 organizaciones, distribuidas en los tres cordones socio-económicos con características diferenciales del Municipio, con el fin de dar cuenta de la diversidad territorial y sus problemáticas.Resumen de la Ponencia:
La ponencia se desprende de la investigación “Políticas sociales en educación y trabajo: un mapeo de las percepciones de las juventudes en la provincia de Córdoba”, cuyo objetivo se centra en analizar las percepciones que elaboran las juventudes urbanas destinatarias de políticas sociales implementadas por instituciones estatales, en ciudades intermedias de la provincia de Córdoba, Argentina, en el período 2020-2021. La propuesta del presente trabajo se centra en reconocer y analizar las vinculaciones entre género y jóvenes en relación a la implementación de las políticas sociales que son objeto de análisis, a través de la palabra de sus destinatarios. Se problematiza el reconocimiento de las juventudes en las intervenciones del Estado, dirigidas a este segmento poblacional, como categoría que da cuenta de la complejidad y heterogeneidad de las formas de “ser joven” en las sociedades actuales. En este sentido el género aparece como una dimensión de análisis que permite complejizar las definiciones sobre quiénes son los jóvenes en las políticas sociales, y cómo los mismos se reconocen destinatarios de las mismas, atravesados por una determinada vivencia en torno al género. Bajo este enfoque buscamos tensionar las diversas miradas y abordajes desde el Estado en relación a la categoría de género y la perspectiva de las personas destinatarias de las políticas de empleo y educativas analizadas.Resumen de la Ponencia:
Relaciones de poder entre jóvenes trabajadores en informalidad y patrones. El caso de la Zona Centro de la ciudad de Torreón, Coahuila, México. El objetivo de la presente investigación consiste en analizar cómo se relaciona la precariedad laboral de los jóvenes en trabajos informales de la zona centro de la ciudad de Torreón, Coahuila, México con su capacidad de organización y movilización política. La mayoría de este segmento de la población laboran en condiciones precarias, por ejemplo: falta de material de trabajo, así como material de limpieza adecuados, horarios alargados hasta las doce horas o más, días festivos no pagados, horas extras no pagadas, uniforme que los propios trabajadores pagan y reemplazan, falta de estructura en el ambiente laboral, estos no están dados de alta en el seguro entre otros. Estas condiciones impactan en su realidad social, pues está en riesgo su integridad, por ejemplo de camino al trabajo, de salida y durante la jornada, o el ambiente de trabajo es hostil, estresante, con jefes que no tienen conocimiento sobre un ambiente sano entre empleados o como ser líderes que impulsen al trabajador, también no existe un espacio en el que se puedan desarrollar y efectuar de manera efectiva sus tareas: espacios pequeños, lugares resbalosos, sin baño y sin medidas seguras para aquellos que deben cargar objetos de gran peso.Por lo tanto, el propósito central de la ponencia radica en encontrar los dispositivos de control que ejercen los patrones sobre este sector de la población ya que no vislumbran la posibilidad de exigir condiciones dignas de trabajo siguiendo la Ley Federal del Trabajador. En ese marco, es importante identificar cuál es la relación que existe entre instituciones gubernamentales y jóvenes en condición de precariedad, esto con la intención de comprobar el interés del gobierno municipal para erradicar este tipo de problema a nivel local.La metodología de trabajo será de tipo mixto, en especial cualitativo pues encontrar los motivos que mantienen a la juventud en trabajos mal pagados es el principal propósito, ya que ellos mismos expresan su inconformidad con sus sitios de trabajo, pero no reconocen la posibilidad de romper la relación empleado-patrón y de esta forma reclamar sus derechos laborales, por lo tanto, es una cuestión ideológica/cultural la que se quiere hallar.Algunas de las bases teóricas serán situadas en conceptos marxistas para comprender ciertas narrativas del trabajador, así como “La construcción social de la realidad” de Peter Berger y Thomas Luckman, quienes desmenuzan la forma en que se construyen las relaciones sociales en la cotidianidad, “Gramsci y el Bloque Histórico”, de Hugues Portelli, donde podemos encontrar información sobre la Hegemonía y las clases, y también se recurrirá a Foucault para explicar conceptos como la disciplina.Resumen de la Ponencia:
La República Dominicana ha estado sometida a considerables cambios sociales durante los primeros 20 años del siglo XXI. La juventud es una población que ha sido especialmente impactada por estos cambios en las relaciones sociales, la tecnología y la sociedad en general. En este marco nuestra investigación busca documentar estas transformaciones en diversas dimensiones referentes a su desarrollo e incorporación a la sociedad como entes productivos.La investigación ha sido desarrollada en el marco del desarrollo de políticas públicas dirgidas a la juventud por el Ministerio de la Juventud de la República Dominicana. En términos metodológicos la investigación es de tipo mixta, valiéndose para su parte cuantitativa de diversos estudios nacionales y registros administrativos, mientras el componente cualitativo incluye la aplicación de entrevistas y grupos focales. La presente ponencia se concentra en la evidencia cuantitativa.De manera particular se analizarán las tendencias seguidas en materia educativa, de conformación de nuevos hogares y parejas y de incorporación al mercado laboral durante el período de estudio. Los resultados evidencian un incremento de los niveles educativos durante el período, pero una creciente desigualdad en función de las condiciones de vida. Asimismo, se observan transformaciones en las estructuras de los hogares, tanto en número como en composición. En cuanto al mercado laboral, el crecimiento de la economía dominicana durante el período de estudio no siempre se ha traducido en un incremento del empleo formal para las y los jóvenes, quienes siguen mostrando una tendencia a incrementar su presencia en el empleo informal.Resumen de la Ponencia:
A proposta é discutir, através de distintas trajetórias juvenis, como os jovens percebem sua inserção e seus trânsitos no mundo do trabalho e quais suas perspectivas em relação ao futuro no trabalho. Nossos esforços de pesquisa têm buscado apreender o papel que o trabalho assume em suas vidas e quais valores norteiam as escolhas e caminhos percorridos nessas trajetórias, entendendo trabalho e vida de modo indissociável. Nosso foco tem sido os jovens que se encontram em momento de inserção e afirmação no mundo do trabalho, procurando entender como o discurso do empreendedorismo, bem como os valores a ele associados – o individualismo, a meritocracia e a autonomia – permeiam suas experiências e perspectivas e, ao mesmo tempo, são reconstruídos/desconstruídos, reforçados/questionados por eles. Partimos de situações e realidades muito diferentes, buscando avaliar se há referenciais e valores comuns que atravessam experiências diversas.Partimos da perspectiva de que uma série de transformações no mundo do trabalho nas últimas décadas, caracterizadas pela desconstrução da sociedade salarial, neoliberalismo, desregulamentação do mercado de trabalho, crescimento do desemprego e da informalidade e, como consequência, flexibilização e precarização do trabalho, têm levado à configuração de um novo perfil de trabalhador. O “tipo ideal” de trabalhador flexível é aquele que valoriza a mudança e o risco, que se mostra sempre disposto a atuar em atividades variadas, em diferentes espaços e horários e internalizar as formas de controle. Deve ainda ser inovador e criativo, saber comunicar-se bem, ser autônomo e responsável por sua própria empregabilidade, o que reforça, sobretudo, valores relacionados à autorresponsabilização e ao empreendedorismo. Nesse cenário, o jovem passa a representar o modelo ideal de trabalhador, na medida em que, de acordo com certa representação social (hegemônica) da juventude, ele seria, necessariamente, mais flexível, móvel, informal, aberto às constantes mudanças e às inovações tecnológicas. É preciso considerar, no entanto, que a noção de juventude é construída social e historicamente, e aqueles que são identificados, por sua faixa etária, como jovens vivenciam a inserção profissional de maneiras muito distintas. Assim, buscaremos discutir como jovens em diferentes inserções/condições laborais dão sentido ao trabalho e elaboram perspectivas de futuro no trabalho. Nossa comunicação se debruçará sobre três grupos distintos a partir de pesquisas realizadas na cidade de São Carlos, no estado de São Paulo. O primeiro deles é formado por jovens profissionais de Tecnologia da Informação (TI) em um ecossistema de empreendedorismo tecnológico apelidado de SancaHub. Discutiremos também as experiências de jovens desempregados/à procura de emprego que buscam serviços públicos de intermediação de mão de obra. Nosso terceiro grupo é formado por jovens motoboys que realizam serviços de entrega de refeições através de plataformas.Resumen de la Ponencia:
El acceso a medios para emprender en negocios o escalar a puestos estratégicos para la toma de decisiones en las empresas es un fenómeno estudiado en la literatura internacional, sin excepción en América Latina y El Caribe. Sin embargo, estudios de esta índole desde un enfoque de las juventudes abundan muy poco en la literatura. El caso de República Dominicana no es la excepción, en donde la literatura científica y académica con enfoque de juventudes es mucho menos abundante que aquella que analiza el tema en cuestión desde el enfoque de género, a pesar de ser enfoques complementarios para comprender la realidad socio-económica para llevar políticas públicas que generen impactos diferenciados en grupos específicos.Mediante el uso de microdatos de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo en el año 2020 se emplearon técnicas de regresión logística binaria para estimar la probabilidad de que los jóvenes sean patronos o socios de empresa ajustando por variables relacionadas a la condición del empleo y del mercado laboral como la informalidad, la jornada, el tamaño de la empresa y elementos sociodemográficos , que van desde la el sexo, educación, experiencia, Estado civil, incluyendo el aspectos geográficos para capturar el efecto que el grado de disparidades territoriales tienen en la probabilidad de los jóvenes de ser patrón o socio activo de empresa. Los resultados ilustran que aún ajustando por esas variables los jóvenes poseen una menor probabilidad de ser patrono o socio de empresa. Estar casado, ser jefe del hogar, que la unidad de negocios sea pequeña (1 a 10 trabajadores), asistir a una jornada completa, poseer estudios universitarios son elementos se asocian a una mayor probabilidad de ser patrono o socio de empresa mientras que ser mujer, operar dentro del sector informal, así como si los individuos pertenecen a zonas rurales y viven en las zonas Este y Sur del país se asocia a una menor probabilidad de ser patrono o socio activo de empresa. Esto posee implicaciones de políticas públicas que consideren aspectos como las disparidades territoriales con enfoque de género, y que mitiguen la informalidad sin dejar de lado un enfoque orientado hacia las juventudes.Resumen de la Ponencia:
Trabajar con juventudes implica retomar la categoría joven, no solamente a partir de escalas de edad, sino en la relación que este atributo guarda con sus condiciones sociales, la clase social, el género, la región, su momento histórico y su transición de inserción a la sociedad, mediante la salida del seno familiar y/o escolar al campo de trabajo. Es justamente este periodo transitorio de la escuela al trabajo el que interesa en la presente investigación. Para ello, se retoma la construcción social de la ocupación, entendida como la representación de diversos significados surgidos mediante la interacción de los actores, situados en estructuras que pueden condicionarlos pero que no necesariamente los determinan. Por tal motivo, las ocupaciones son entendidas por las relaciones entre la estructura, la subjetividad y la interacción social (De la Garza, 2020). Se caracteriza por la construcción de sentidos del trabajo, del trabajador y del futuro; alimentado por valores, creencias cognitivas, emociones, formas de razonamiento cotidiano y científico, entre otras (Feregrino, 2018).Con base en lo anterior, se trabajó con jóvenes estudiantes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP en adelante), plantel “Roberto Ruíz Obregón” del municipio de Querétaro, en Querétaro, México. Dentro de la investigación participaron estudiantes de sexto semestre de las áreas de: Informática, Alimentos y Bebidas, Electromecánica Industrial y Máquinas y Herramientas que tuvieran planeado ingresar a trabajar una vez finalizados sus estudios de nivel preparatoria o que bien no estuvieran seguros de continuar estudiando; con el objetivo de comprender la relación de los elementos estructurales, sociodemográficos y subjetivos que están presentes en la construcción social de la ocupación de las y los jóvenes participantes.La metodología utilizada fue de carácter configuracionista, la cual da cuenta de los aspectos relacionados a las estructuras funcionalistas, dígase las instituciones educativas y centros de prácticas profesionales, por un lado y, por otro, de los factores subjetivos de los actores, que pueden estar relacionados a experiencias a lo largo de la vida, la familia, la escuela, compañeros de trabajo, entre otros. En este sentido, es una guía ontológica de la construcción del conocimiento de la realidad, relacionada al carácter de las relaciones entre estructura, subjetividad y acción, es decir, en la relación sujeto y objeto.Dentro de los hallazgos se encontró que las y los jóvenes de comunidades lejanas al plantel llevan a cabo acciones que les permiten trasladarse de sus localidades al centro educativo, así mismo la familia y la propia formación académica juegan un papel importante la construcción de sentidos hacía el trabajo y sus aspiraciones ocupacionales.
Introducción:
Con frecuencia, la población joven es vista como aquella que pareciera no tener un rumbo fijo sobre lo que quieren para sí, suelen ser un grupo vulnerable en cuanto a las oportunidades de acceso a la educación y al trabajo; ya sea por su estrato social, sus posibilidades económicas, familiares u algunos otros elementos.
Por ejemplo, investigaciones como las realizadas por Cabrera y Escobedo (2016) y Torres (2017) problematizan algunas de las problemáticas que enfrentan las juventudes en sus distintos contextos, dentro de su transición hacía la adultez. Los primeros exponen la privación de espacios educativos, culturales, religiosos y políticos que imposibilitan o dificultan el ejercicio de su derecho social y político. Si bien hay acciones positivas, como políticas públicas encaminadas a la disminución de las carencias sociales, éstas se ven dificultadas ante las condiciones de los mercados de trabajo y la precariedad de la seguridad social de las zonas rurales, las cuales están más desfavorecidas en comparación con las urbanas.
Torres (2017) enfatiza las desigualdades del origen social de las juventudes en su transición hacía la inserción en los mercados de trabajo y su independencia familiar. Menciona que las trayectorias educativas no corresponden a la relación educación-ingresos, destacando las desigualdades salariales de acuerdo al sexo, así como un desempeño académico más pobre por parte de estudiantes de estratos sociales precarios en comparación con aquellos de condiciones más altas. Por último, localiza una idea colectiva de que aquellos jóvenes que pertenecen a grupos sociales vulnerables y criminalizados, generalmente plasmados bajo estereotipos de delincuentes, flojos, desobedientes, adictos, entre otros; lo que origina la idea de que la escuela y los maestros tengan el papel de disciplinarlos.
Bajo este panorama, la presente investigación parte del supuesto de que existe una capacidad de acción por parte de las juventudes, en relación con los capitales (familiares, económicos, educativos, entre otros) con los que cuenten, sus experiencias biográficas, sus significaciones objetivas y subjetivas (entre otras), que están presentes en su vida cotidiana y en su proceso de inserción al trabajo. Con base en lo anterior. El objetivo es comprender la relación de los elementos estructurales, sociodemográficos y subjetivos que están presentes en la construcción social de la ocupación de las y los jóvenes que estudian su último semestre de formación técnica, de un CONALEP ubicado en el municipio de Querétaro.
Para ello, se propone revisar de manera general las consideraciones que se toman en cuenta para entender el concepto de juventud y, posteriormente, exponer las características de la construcción social de la ocupación con la finalidad de establecer un dialogo que permita ligar ambas categorías. Por último, es importante destacar que este trabajo se desprende de la tesis para la obtención de grado de Maestro, por lo que se presentan de manera general los resultados y las conclusiones de la investigación.
Desarrollo:
DIMENSIONES PARA UN ANÁLISIS DE LAS JUVENTUDES
Al estudiar las juventudes, es común encontrarse con definiciones basadas en rangos de edad, por ejemplo, de acuerdo con Castañeda (2014) la organización de las Naciones Unidas define la juventud en las personas que tienen entre 15 y 24 años; la Unión Europea en aquellos que se encuentran entre los 15 y 29, por último, en México, la Ley del Instituto Mexicano de la Juventud, en su artículo 2do, lo delimita a las edades entre 12 y 29 años; contemplando las siguientes categorías: adolescentes (entre 12 y 14 años), jóvenes (16 a 24) y adultos jóvenes (de 25 a 34).
Sin embargo, exponer una definición de juventud conlleva una problemática aún mayor. Su significado deberá plantear un marco conceptual que permita acercarse a las realidades juveniles y poder integrar un análisis para su comprensión. En este sentido, Brito (1998) propone un análisis transversal en el que las jerarquías de edad sean entendidas como escalas demográficas para poder observar las peculiaridades de las mismas y abordar el concepto central como una condición social, de cualidades específicas que se manifiestan a través de las características poblacionales y territoriales de cada individuo; considerando aspectos como la clase social, el género, la región, su momento histórico y su carácter transitorio dentro del proceso de inserción a la sociedad denominada adulta, lo que a su vez está relacionado con los procesos de reproducción de la sociedad.
Por otro lado, Tancara (2012) agrega que en esta característica transitoria hacía la adultez se encuentra inmersa la cotidianidad, un aquí y ahora, donde la juventud cruza una serie de procesos para volverse un agente social competente mediante la adquisición de habilidades para incorporarse a diversos sectores productivos de la sociedad. Por lo que no puede perderse de vista el aspecto cotidiano de los procesos de socialización juveniles.
Con base en lo anterior, la investigación no se basa en el concepto de juventud propiamente dicho, sino que apela a hablar de juventudes, entendidas como un periodo histórico y transitorio en la vida de las y los actores, el cual se caracteriza, entre otras cosas, por el paso de la esfera doméstica y/o educativa hacía las responsabilidades del mercado de trabajo y a aquellas relacionadas con la vida adulta; considerando que no es homogénea sino transversal, que está rodeada de diferentes dimensiones, tales como la edad, el género, la educación, el nivel socioeconómico, la cultura, la región, normas y valores, entre otras y que es distinta de acuerdo a cada tipo de sociedad.
DEFINICIÓN DE CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA OCUPACIÓN
La construcción social de la ocupación es entendida como la representación de diversos significados surgidos mediante la interacción de los actores, situados en estructuras que pueden condicionarlos pero que no necesariamente los determinan (De la Garza, 2020). Por tal motivo, las ocupaciones no están sujetas, ni entendidas, en contratos formales de trabajo, sino por las relaciones entre la estructura, la subjetividad y la interacción social. Así, considerar las instituciones, redes sociales, organizaciones y subjetividades contribuye a la ampliación del enfoque de mercado de trabajo para llevarlo al concepto de construcción social de la ocupación; caracterizado por la construcción de sentidos del trabajo, del trabajador y del futuro; alimentado por valores, creencias cognitivas, emociones, formas de razonamiento cotidiano y científico, entre otras (Feregrino, 2018).
Bajo esta línea se vuelve necesario estudiar cómo se generan estos significados involucrados en la dinámica de interacción, en el transcurso de las trayectorias laborales, de sus actividades y cómo éstas influyen en la construcción de la ocupación. En cuanto al mercado de trabajo, éste es entendido como una construcción social que es medida bajo el carácter cultural y político de las interacciones de los actores que se encuentran operando bajo una serie de estructuras, ya sean académicas, familiares, sociales, laborales, económicas, entre otras.
En cuanto a la subjetividad, De la Garza (2000) la define como el proceso de dar sentido, el cual se da mediante las interacciones sociales, la cultura, los simbolismos sociales, las formas de razonamiento o la creación de configuraciones subjetivas para cada situación concreta, por ejemplo: las normas, valores, el sentido estético o el sentimiento como fenómeno social, entre otros elementos. Este proceso de dar sentido no es por identificación con códigos, sino que los moviliza en un proceso que va de lo análogo a la inferencial, es decir, a la argumentación. Es un proceso de autojustificación y/o autoexplicación del por qué, del cómo, cuándo y de quién. Por último, en cuanto a las estructuras, De la Garza (2006) menciona que éstas acondicionan, presionan o limitan, pero no determinan, por lo que el sujeto tiene un cierto margen de libertad en cuanto a las posibilidades de acción o creación de significaciones; las cuales pueden ser simbólicas o materiales. Estas estructuras pueden ser, la condición social, la institución educativa, la familia, la economía, entre otras.
Con base estas dos posturas, la presente investigación entiende la construcción social de la ocupación juvenil partiendo de la noción de juventud como un periodo histórico y transitorio en la vida de los actores, caracterizado por el paso de la esfera doméstica y/o educativa hacía las responsabilidades del mercado de trabajo y aquellas relacionadas a la vida adulta; considerando que esta dinámica no es homogénea sino transversal y que está rodeada de diferentes dimensiones, tales como la edad, el género, la educación, el nivel socioeconómico, la cultura, la región, normas y valores, entre otras.
Este sentido, es importante no perder de vista que dentro de las interacciones que las juventudes experimentan, dentro de las estructuras que les rodean, existe una característica transitoria y transversal al mismo tiempo que se generan una serie de significados, relaciones con las estructuras, subjetividades e interacciones sociales, que dotan de sentido al trabajo, a la juventud misma y al futuro, mediante razonamientos cotidianos, científicos o de cualquier otra índole.
Así mismo, la presente investigación comenzó su desarrollo, en un periodo de contingencia sanitaria durante la Pandemia por COVID-19, donde las condiciones sanitarias exigían, institucionalmente, las clases virtuales en un marco social caracterizado por la incertidumbre hacía el futuro. Lo anterior implicó tomar una postura metodológica que permitiera el análisis de un fenómeno en marcha, de lo dado-dándose, de una realidad en constante cambio; razón por la cual se optó por el enfoque propuesto anteriormente.
BREVE ACERCAMIENTO AL ESCENARIO BAJO LA PANDEMIA POR COVID-19
Bajo esta línea, en el contexto de las condiciones laborales para las juventudes en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2021), destaca que la crisis sanitaria por la COVID-19, ha impactado en mayor medida a la población de entre 15 y 29 años en materia de educación, oportunidades laborales y sociales en su etapa transitoria hacía la vida adulta. Así mismo, prevé que la pandemia tenga impactos significativos en los niveles de educación de la población joven debido a la interrupción o disminución de aprendizaje, lo que podría tener como consecuencia una transición más larga y difícil hacía el empleo y trabajo decente.
Por otro lado, a las problemáticas traídas por la pandemia se agregan las dificultades para seguir estudiando y prepararse para conseguir un trabajo digno, ya sea por el género, condiciones migratorias y socioeconómicas, etnia y si las y los jóvenes no estudiaban ni trabajaban antes de la contingencia. Aunado a esto, se ha visto un creciente abandono escolar, que a largo plazo podría reflejarse en la limitación de acceso a trabajos o acceso a aquellos con salarios insuficientes (Juárez, 2021).
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (2020), otras de las repercusiones observadas ha sido la interrupción de sus programas educativos, pérdida de emprendimientos, caída de sus ingresos y la perspectiva de tener mayores dificultades en el futuro para encontrar una ocupación. Siendo la transición de la escuela (o la familia) al trabajo una de las etapas más importantes en el desarrollo juvenil, se ha vuelto indispensable el apoyo a los sectores jóvenes, ya sea en la creación de nuevas oportunidades de empleabilidad laboral, de emprendimiento y, sobre todo, de mayor acceso a las nuevas tecnologías de la información.
METODOLOGÍA
El desafío planteado en el objetivo de comprender la relación de los elementos estructurales, sociodemográficos e intersubjetivos que están presentes en la construcción social de la ocupación de los jóvenes que estudian sus últimos semestres de preparación técnica a nivel medio superior en el Municipio de Querétaro; no busca realizar una descripción de cómo las estructuras (educativas, laborales y familiares) están inmersas en este proceso, sino de dialogar y analizar cómo se entretejen éstas con otras variables, como las relacionadas a la parte demográfica (cercanía y/o lejanía de las instituciones educativas y laborales de los lugares de residencia, las características sociodemográficas de las colonias y/o comunidades, entre otras) y las subjetividades de los actores.
Para esto, la estrategia metodológica se basa en el configuracionismo, el cual da cuenta de los aspectos relacionados a las estructuras funcionalistas, dígase las instituciones educativas y centros de prácticas profesionales por un lado y, por otro, de los factores subjetivos de las y los actores. Es decir, busca dar cuenta de la interacción entre éstos, de lo dado-dándose. De acuerdo con Ortiz (2013; retomado por Luna, 2021, P. 131) “el configuracionismo es un modelo holístico, sistémico, dialéctico y complejo, por cuanto las ideas, teorías y conocimientos científicos obtenidos, se interconectan lógicamente entre sí, para formar una totalidad configurada de manera armónica y coherente”.
En cuanto al diseño de la investigación, el universo de trabajo constó de estudiantes de sexto semestre de uno de los planteles del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) del municipio de Querétaro, Qro. El CONALEP es una institución mexicana de educación Media Superior que se apoya en el Modelo Mexicano de Formación Dual como una variable institucional que busca apoyar la inserción laboral de los jóvenes el cual “es una iniciativa que integra la teoría y la práctica, en la que se incorpora al estudiante en actividades laborales que corresponden con su carrera profesional, combinadas con la preparación en la escuela para lograr el perfil de egreso” (Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, 2018).
El motivo de la elección para realizar la investigación con jóvenes de una escuela técnica se basó en el perfil de egreso y la preparación para el trabajo que reciben durante su formación académica, teorizando la posibilidad de que las y los jóvenes prefieran ingresar a los mercados de trabajo una vez finalizada su formación, en vez de ingresar a la universidad. En total se realizaron once entrevistas realizadas a diez estudiantes del turno matutino y a una estudiante del turno vespertino, con edades de entre 17 y 21 años y siendo un total de diez mujeres y un varón.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Como parte de los componentes estructurales; elementos como las normatividades enfocadas en jóvenes, dentro del Estado de Querétaro, los derechos fundamentales de la juventud queretana, los factores transversales del desarrollo integral juvenil, el contexto político y social durante la pandemia por COVID-19, los convenios industriales de la institución educativa con el mercado de trabajo, la adquisición de competencias y conocimientos, el apoyo y/o soporte de la institución educativa, el acceso a becas internas y externas de la institución educativa y el acceso a prácticas profesionales; fueron los principales hallazgos en los principales factores involucrados dentro de la construcción social de la ocupación juvenil.
Por ejemplo, el Estado de Querétaro cuenta con la Ley para el Desarrollo de Los Jóvenes en el Estado de Querétaro¸ la cual es de orden público, interés social y observancia general en la entidad. Dicha Ley, define a las autoridades en materia de juventud, las cuales son: el Gobernador del Estado, la Secretaría de la Juventud y los Municipios; detallando las responsabilidades de cada uno; los derechos y obligaciones de las y los jóvenes, los deberes y obligaciones de las y los jóvenes, los lineamientos del Programa Estatal para el Desarrollo Integral de la Juventud Queretana, lineamientos del Fondo Estatal de Atención a la Juventud, lineamientos del Parlamento de la Juventud Queretana, lineamientos del Concurso Estatal de Oratoria y Debate Político “Hugo Gutiérrez Vega”, y sobre las responsabilidades y sanciones.
Por otro lado, la SEJUVE (2020) realizó un diagnóstico en distintas áreas transversales que impactan a las juventudes queretanas, entre los cuales destacan: pobreza y desigualdad social, acceso a la seguridad social, reinserción social, acceso a la salud, salud mental, contexto económico, educación, ocupación y empleo, y acceso a redes informáticas. En este sentido, detectó una problemática donde las normatividades y las instituciones educativas implementan estrategias que generen una mayor motivación en las juventudes para continuar con sus estudios universitarios; se les brindan constantes capacitaciones y hay diferentes programas gubernamentales enfocados en becas para su apoyo económico, ferias de trabajo y bolsas de trabajo. Sin embargo, no hay condiciones suficientes en cuanto al acceso a la seguridad social, salarios, prestaciones y contrataciones en el mercado de trabajo que les permitan acceder a trabajos que les brinden mayor estabilidad y seguridad laboral. Por el contrario, en su mayoría son trabajos de baja calificación técnica y bajos salarios, lo que genera una sobre calificación para el trabajo. Aspecto que se agravo con la pandemia por COVID-19.
Respecto de los elementos relacionados con la institución educativa, ésta tiene convenios con sectores administrativos, industriales, instituciones educativas, aeroespaciales y gastronómicos; los cuales ofrecen oportunidades de becas, prácticas profesionales y estancias técnicas, entre otros. Sin embargo, como consecuencia del aislamiento social derivado de la pandemia por COVID-19 y el cambio de clases presenciales a clases virtuales, las y los jóvenes mencionan no haber tenido oportunidad de realizar prácticas profesionales; tomando cursos de capacitación en línea en su lugar. Por ejemplo:
-Informante estudiantil A del grupo C: En línea, teníamos que tomar cursos y aprobarlos. Creo que hicieron lo mismo con todos los sextos. Para que pudieran librar las prácticas, por lo mismo de la pandemia, que no podíamos ir a un lugar presencial.
Dentro de los componentes sociodemográficos; los planes de vida y carrera, las oportunidades de inserción laboral, el apoyo y/o soporte institucional, la afinidad de las y los jóvenes con la ocupación a la que aspiran, la adquisición de conocimientos y competencias, el acceso a prácticas profesionales, sus motivaciones ocupacionales, la tendencia familiar ocupacional y el contexto político, económico, social, institucional, familiar y personal durante la pandemia por COVID-19; son los principales factores involucrados dentro de la construcción social de la ocupación juvenil.
Por ejemplo, se encontró que consideran que la oferta educativa está encaminada a sus planes a futuro, es decir, a sus planes de vida y carrera. En cuanto a los motivos por los que eligieron sus respectivas especialidades el 50% de las y los participantes destacó que en su área de elección hay mayores oportunidades laborales. A continuación, se presenta un testimonio:
-Informante estudiantil E del grupo A: Desde muy pequeña, mi mamá siempre me preguntó ¿qué vas a hacer con tu vida? Y desde un principio siempre dije que quería esta carrera. Me gusta el hecho de cocinar.
Así mismo, hay quienes conocieron la carrera gracias a que sus hermanos y/o hermanas la estudiaron, o bien, se formaron en el mismo plantel:
-Informante estudiantil A del grupo B: Aquí estudiaba mi hermano y un día vine a ver el plantel y me gustó.
-Informante estudiantil B del grupo B: Por el grado de preparación. Salimos con cédula profesional, además de que mi hermano también estudió aquí.
Por último, dentro de las significaciones subjetivas que encontró que, la tendencia familiar ocupacional, el contexto político, social, institucional, familiar y personal durante la pandemia por COVID-19, los recursos económicos, las motivaciones ocupacionales, la afinidad con la ocupación a la que se aspira, los planes de vida y carrera, las oportunidades de inserción laboral, el apoyo y/o soporte familiar y el apoyo y/o soporte institucional; fueron los principales elementos involucrados dentro de la construcción social de la ocupación juvenil.
Por ejemplo, para esta investigación, la familia se constituye como la principal estructura por la cual, las y los jóvenes, construyen una serie de significados, valores y/o creencias hacía el trabajo. Los testimonios recabados destacan que el núcleo familiar (conformado por padre, madre y hermanos/as) es la principal fuente ocupacional. Es decir, a través de la familia es como las juventudes tienen sus primeros acercamientos hacía diversas ocupaciones; generalmente aquellas en donde se desempeñan los padres o hermanos/as mayores.
Otro factor a considerar es que las juventudes también ven en las ocupaciones de otros familiares una vía para sus trabajos futuros, generan una afinidad y construyen una serie de aspiraciones relacionadas al trabajo, principalmente al trabajo por cuenta propia. Por ejemplo:
-Informante estudiantil D del grupo A: Yo adquirí el gusto desde los 8 años, mi abuelita tiene un negocio propio de comida. Yo aprendí desde los 6 o 7 años y “por cuestiones familiares”[1] tuve que aprender.
Existe una internalización de valores, creencias y significaciones, desde la familia, que las juventudes configuran y reconfiguran con su paso institucional, dentro del proceso de incorporación al mercado de trabajo. Algunos ejemplos se encuentran cuando mencionan que sus padres les han inculcado tener un trabajo donde exista respeto entre sus compañeros, que se valoren sus actividades y competencias, que les guste lo que hagan, entre otros valores.
Dentro de sus trayectorias, hubo quienes mencionaron que no continuarían estudiando un grado profesional, principalmente porque no cuentan con los recursos económicos suficientes, quieren ingresar a trabajar en el negocio familiar, quieren tener un negocio propio y porque las universidades están lejos de sus lugares de residencia. Por ejemplo:
-Informante estudiantil A del grupo D: Quiero entrar a trabajar… lo que más me motiva es de que, obviamente voy a estar generando dinero, espero ahorrar dinero y empezar a comprar obviamente la materia prima para poner en unos años mi negocio. Eso es lo que me motiva, porque es, por así decirle, mi sueño. Pero, por otro lado, pues obviamente quisiera hacer una pedagogía para tener una maestría o algo así.
Con base en lo anterior, estas articulaciones permitieron identificar una configuración subjetiva. Tal como lo menciona De la Garza (2000), una formación específica de conglomerados de códigos que provienen de diferentes espacios subjetivos que les permiten a las y los jóvenes, dar sentido a una situación concreta, para este caso, el paso al trabajo. Esta configuración se compone por una serie de códigos cognitivos que son valorativos, sentimentales, que pueden ser expresados discursivamente o no ser expresados discursivamente, los cuales se forman a través de sus razonamientos cotidianos y a través del tiempo.
En este sentido, esta configuración da muestra de algunos elementos claro-oscuros, ambiguos e inciertos de la realidad, de lo dado-dándose, dentro de la transición de las y los jóvenes del periodo estudiantil de bachillerato técnico hacía la universidad o hacía el desempeño de una ocupación.
[1] Comillas propias
Conclusiones:
Para esta investigación, la familia es la estructura principal por la cual construyen una serie de significados, valores y creencias hacía el trabajo. Las ocupaciones de familiares representativos, son los primeros acercamientos hacía una ocupación, lo que les permite a las juventudes formar una afinidad y/o expectativa ocupacional a futuro. A lo anterior se suma la institución educativa, la cual juega un papel fundamentan en el proceso de consolidación o reconfiguración de las configuraciones formadas a partir de la familia.
Las juventudes enfrentan una escasez de condiciones favorables en cuanto al acceso a seguridad social, salarios dignos, prestaciones y contrataciones laborales, entre otras. Problemáticas que se agravaron con la Pandemia por COVID-19.
Hay una tendencia institucional en los objetivos de formación; el paso de la capacitación para el trabajo, hacía la continuación de estudios superiores. Es decir, institucionalmente se busca que las y los jóvenes continúen estudiando, a pesar de contar con una carrera técnica. Lo anterior, para esta investigación, cuenta con diversas problemáticas:
1-Adquisición de competencias laborales2-Énfasis en los cursos de capacitación y el acompañamiento docente3-La infraestructura institucional de las preparatorias y universidades4-Énfasis de las políticas públicas en el ingreso juvenil a estudios superiores y el descuido de otras áreas transversales dentro de su desarrollo integralLas experiencias vividas durante la Pandemia significaron una serie de cambios en áreas institucionales, familiares y personales, repercutiendo en las configuraciones y reconfiguraciones del aprendizaje, la salud mental, la estabilidad económica, estabilidad familiar y otros, que se relacionan directa o indirectamente con la construcción social de la ocupación.
Por último, el proceso de la construcción social de la ocupación no es estático, es dinámico dentro de un entramado de relaciones en constante cambio. Existe una coyuntura donde las juventudes construyen una serie de expectativas y aspiraciones ocupacionales en función de su entorno y reforzado a partir de las interacciones sociales e institucionales. Estos pequeños márgenes de acción permiten la construcción de valores y significaciones hacía el trabajo. Estos procesos no son lineales, así como tampoco lo es el ingreso al mercado de trabajo.
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Palabras clave:
Construcción social de la ocupación, Jóvenes, COVID-19.
Resumen de la Ponencia:
El trabajo propone caracterizar el lugar dado a las juventudes en la política de empleo implementada en espacios socio laborales privados y estatales, enfocado en derechos, deberes y garantías laborales, en contraste con significados subjetivos que los y las jóvenes atribuyen a su inserción en esos espacios, para reflexionar sobre algunos retos que ello plantea a la sociedad cubana, con especial atención a la profundización de brechas de desigualdad preexistentes o la aparición de otras nuevas.Se trabajó con información secundaria para caracterizar la política pública implementada (se privilegió el análisis en el período comprendido entre 2011 y 2021), a partir de informes oficiales, resultados de investigaciones, documentos normativos, resoluciones, fuentes estadísticas, etc. Esa información se relacionó con otras de carácter primario, recopiladas mediante entrevistas a expertos e informantes claves, cuestionarios a jóvenes, etc. El análisis de los documentos normativos evidencia que el trabajo ocupa un lugar primordial en el diseño de la sociedad a la que se aspira, fuente de prosperidad y de bienestar, tanto individual como colectivo. Los jóvenes, al igual que los demás trabajadores, gozan de un conjunto de derechos, deberes y garantías, que abarcan diferentes áreas de las relaciones laborales. La política de empleo mantiene sus principios fundamentales, en la cual las juventudes constituyen prioridad y cuentan con tratamiento diferenciado, que se materializa en un contexto que ha cambiado notablemente a partir de la diversificación de los actores económicos, la legalización y legitimación de la propiedad privada y las modificaciones en las formas de gestión de la propiedad, y son precisamente esos cambios contextuales uno de los factores que ponen en jaque la universalidad de la política. Si bien se mantiene el aseguramiento de empleo por parte del Estado a grupos en condiciones de vulnerabilidad o que son objeto de una atención diferenciada, la calidad de esos empleos, la falta de coincidencia entre intereses juveniles y los trabajos propuestos, así como el mayor interés por insertarse en el espacio privado, debilita estas vías de acceso al empleo como mecanismo efectivo de inclusión social y evidencia que está afectada la dimensión simbólica de lo que representa trabajar para el Estado.La política esté pensada más desde las lógicas funcionales del Estado como empleador casi absoluto, con regulaciones insuficientes para el espacio no estatal, unido a deficiencias en hacer cumplir aún aquellos derechos y garantías que están contemplados. La ausencia de mecanismos de control efectivos y de medidas afirmativas que promuevan estrategias de equidad, deja abierto el camino para la reproducción e incremento de viejas desigualdades por color de la piel, género, generacionales, inserción en redes sociales y por espacios económicos.Resumen de la Ponencia:
El objetivo de la presente ponencia es analizar la implementación del Modelo Municipal de Prevención del Trabajo Infantil en la provincia de Misiones, Argentina. Para comprender este marco institucional de reciente creación, partimos de una conceptualización del trabajo infantil como una problemática multidimensional, relacional y estructural, fuertemente condicionada por el habitus de sus agentes intervinientes (Gutiérrez, 2005; Bourdieu 2007). Si bien comprendemos que existen distintos agentes implicados en las intervenciones con las infancias, para la presente ponencia centramos nuestra atención en las representaciones y prácticas de las personas que conforman las distintas Comisiones Municipales y que intervienen a nivel local. Cabe señalar que los datos presentados en la ponencia forman parte de los avances de un proyecto de investigación en curso, financiado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET). Mediante un abordaje cualitativo, se analizaron 47 cuestionarios realizados a integrantes de distintas Comisiones municipales, en el marco de una actividad formativa. Cabe mencionar que las personas que integran estas comisiones son referentes locales de salud, personal administrativo, representantes de escuelas rurales, representantes de fuerzas de seguridad, entre otros. Para el desarrollo del trabajo, se consideraron los siguientes ejes de análisis: 1) Identificación local de situaciones de trabajo infantil, 2) Factores de riesgo observados, 3) Propuestas de actuación y 4) Agentes de intervención. Los principales datos muestran una delimitación del trabajo infantil como una problemática de zonas rurales de la provincia, relacionada con situaciones de desempleo, necesidades básicas insatisfechas. Las propuestas de actividades para los niños, niñas y adolescentes giraron en torno a la educación y la recreación lúdica, y como medida preventiva destacó el acercamiento a las familias, sin existir un consenso en relación a los agentes que deben intervenir. A modo de conclusión sugerimos que la ponencia muestra los desafíos en la articulación institucional como también la importancia de los estudios situados para una caracterización de los agentes implicados en nuestra problemática de estudio.
Introducción:
En la actualidad, existen en América del Sur distintas formas de explicar y comprender la problemática del trabajo infantil. Desde nuestra perspectiva de abordaje, esta situación se debe a dos cuestiones fundamentales: (1) las características y condicionamientos estructurales de la producción del conocimiento sobre infancias trabajadoras, (2) la configuración del espacio social de intervenciones y las luchas internas entre agentes sociales con intereses y responsabilidades políticas sobre el tema (Bourdieu, 2007; Wacquant, 2010).
En cuanto a las características de la producción del conocimiento, sugerimos que la misma, se enmarca en un campo específico de producción cultural, el cual concentra limitaciones estructurales e históricas en relación a la continuidad o cambio en los paradigmas y perspectivas más utilizados de estudio (Bourdieu, 1975; Sapiro, 2015). Cabe señalar, que el campo de la producción cultural no se reduce únicamente al ámbito académico, constituyéndose, además, por el ámbito del periodismo y el de las instituciones con fines sociales, las cuales sostienen una alta injerencia en la construcción y delimitación de problemas estatales de intervención (Wacquant, 2022).
Siguiendo este argumento, en Argentina se definen dos perspectivas sobre trabajo infantil de mayor anclaje y utilización tanto en la continuidad de la producción del conocimiento científico, como en la puesta en práctica de acciones preventivas (Miño y Gómez, 2022). Por un lado, referenciamos la perspectiva abolicionista, la cual incide en factores estructurales ligados a la precarización laboral y la desprotección infantil frente al Estado y, por el otro, una perspectiva más relativista, la cual hace hincapié en la importancia de considerar las situaciones concretas en las cuales se despliegan las prácticas de las infancias trabajadoras (Padawer, 2010; Noceti, 2011; Paz y Piselli, 2011; Miranda Juárez y Re, 2015; Aparicio y Crovetto, 2015; Frasco Zuker, 2016; García Mendivelso, 2016; Labrunée, Laguyás y Goñi, 2016; Jorge-Navarro y Sánchez, 2018; Crovetto et al., 2018; Zsögön, 2018; Silva, 2019; Remorini et al., 2019). Señalar que las discusiones actuales sobre las situaciones que deberían promover una intervención estatal respecto a las infancias trabajadoras en América del Sur, se enmarcan en estas las dos posturas diferenciadas, coincidiendo ambas en reivindicar la luchar contra las Peores Formas de Trabajo Infantil (OIT, 1999).
Sin embargo, consideramos que la postura normativa o abolicionista tiene mayor peso político y es actualmente utilizada como fundamento en las intervenciones estatales de prevención y erradicación del trabajo infantil en Argentina (Miño, Gómez y Jiménez García, 2022). Esta perspectiva de abordaje, cuyos principales referentes son organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Naciones Unidas (ONU) y las agencias estatales de protección infantil, delimitan la problemática como actividades dentro o fuera del hogar, con repercusiones negativas en el desarrollo y bienestar de la infancia. Cabe destacar, el Convenio nº 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 1999) en el que se establece una tipología de las actividades consideradas como Las Peores Formas de Trabajo Infantil, entre las cuales se mencionan: la mendicidad, la trata de personas, la condición de servidumbre, el trabajo forzoso u obligado, la inclusión de niños/niñas en conflictos armados o en actividades ilícitas y todo tipo de trabajos que, sin importar su naturaleza, signifiquen un daño a la salud, integridad y seguridad de los niños, niñas o adolescentes. Otra cuestión de interés para delimitar la caracterización normativa del trabajo infantil, es el artículo 148 bis del Código Penal Argentino (1984), el cual establece la pena de prisión de 1 a 4 años para aquellas personas mayores de edad que incluyan en trabajos forzosos a niños, niñas o adolescentes. En definitiva, la perspectiva abolicionista delimita al trabajo infantil como una categoría estatal de prohibición, en referencia a la utilización, por parte de una persona adulta (mayor de 18 años), de personas menores de 16 años, en actividades dentro o fuera del hogar, que impliquen una situación perjudicial para la salud e integridad de niños, niñas o adolescentes (Miño, 2023).
Cabe señalar, que la utilización mayoritaria de la perspectiva abolicionista frente a otras posturas sobre el tema, guarda relación con la configuración del espacio social de intervenciones y las luchas entre agentes sociales con injerencia sobre el tema. En este sentido, sugerimos que es imprescindible lograr una caracterización del trabajo infantil desde una perspectiva estructural constructivista (Bourdieu, 1999, 2007). Así, señalamos que las prácticas de prohibición ligadas a las situaciones del trabajo infantil por parte de agentes estatales, con responsabilidades políticas sobre el tema, no pueden ser comprendidas únicamente como la reproducción de un discurso o la aceptación de posiciones dominantes provenientes de agencias internacionales con un peso político o económico relativo mayor. Las perspectivas dominantes sobre el tema son el resultado de luchas históricas pertenecientes a un contexto social, político, económico y cultural situado al cual denominamos en nuestra investigación El espacio social de las intervenciones con las infancias trabajadoras. Es por ello que la configuración actual de la protección a las infancias frente al trabajo muestra la coexistencia y la conformación de distintas apuestas sociales, económicas, culturales y simbólicas para el uso del tiempo en la infancia (Bourdieu, 1988, 1999; Gutiérrez, 2005). De esta manera, comprendemos que cada uno de los agentes implicados en el espacio social de intervenciones - ya sean los hogares, las distintas agencias estatales, los organismos internacionales y las entidades como ONGS- tendrán su propia forma de comprender y explicar la problemática y, en consecuencia, una manera diferente de posicionarse y de construir estrategias frente al tema. Es en esas luchas internas, donde se delimita y establece el rumbo de las políticas públicas y las perspectivas de abordaje que tendrán una mayor aceptación y utilización por parte de los agentes implicados.
En concordancia con este argumento, en la presente ponencia se retoma la importancia de considerar, en los estudios actuales sobre trabajo infantil, la propia perspectiva de abordaje utilizada y sus posibles repercusiones. Mediante una caracterización de las perspectivas de los agentes que intervienen en el Modelo Municipal de Prevención del Trabajo Infantil, logramos establecer una discusión sobre la delimitación del problema en relación a las estrategias desarrolladas por las agencias estatales. En este sentido, consideramos que la delimitación del problema establece una forma de concebir al trabajo infantil que trae aparejado una serie de medidas bajo la selección y consideración de unos factores sobre otros. Es por ello que repensar los posicionamientos sugiere analizar cuáles son aquellas situaciones que podrían quedar fuera del abordaje institucional del problema y cuáles serían sus posibles repercusiones, generando aportes para la consolidación local del sistema de protección infantil en la provincia de Misiones.
Desarrollo:
El Modelo Municipal de Prevención y la delimitación del trabajo infantil como problema de intervención.
El Modelo Municipal de Prevención del Trabajo Infantil es una iniciativa coordinada por la Comisión Provincial para la Erradicación del Trabajo Infantil (COPRETI), como parte de las estrategias del Ministerio de Trabajo y Empleo de la provincia de Misiones (MTyE) para la descentralización de actuaciones en un mayor alcance territorial.
El Modelo Municipal comienza su implementación en el año 2020 y tiene como principal antecedente el cambio normativo de la Ley XV- Nº 5 de Municipalidades del año 2019, el cual promovió la creación de Direcciones de Infancia y Comisiones de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil en distintos municipios de la provincia. Según datos de una entrevista realizada en el año 2022, de los 78 municipios provinciales, se constituyeron 33 Comisiones Municipales de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil. Estas Comisiones tienen protagonismo en el nuevo Modelo Municipal cuya implementación comenzó a gestarse a través del Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil que lleva adelante el Ministerio de Trabajo y Empleo (MTyE, 2020).
La primera experiencia del Modelo se desarrolló en el municipio de Jardín América, contando con la asistencia técnica de la ONG Desarrollo y Autogestión, la cual articuló su actividad junto a cooperativas locales, personal de entidades jurídicas, personal de salud, policías, escuelas y organizaciones civiles de la localidad (DYA, 2022). Durante los años 2020-2022, la iniciativa incluyó distintas actividades de tipo educativas y recreativas para niños, niñas, adolescentes y sus familias, como colonia de vacaciones, radio escolar, capacitación a mujeres del programa “Misiones trabaja”, campañas de sensibilización, actividades en el mes de las infancias (agosto) y taller de cocina para mujeres referentes de merenderos comunitarios. Según datos obtenidos de entrevistas, la puesta en marcha del modelo municipal propuesto se focalizó en el sector de la yerba mate y está orientado a las familias de pequeños productores, las cuales presentan condiciones de vida y trabajo valoradas por los agentes de intervención como situaciones más próximas al riesgo de trabajo infantil.
Durante el año 2020, año de inicio de la implementación del Modelo Municipal, tuvimos la oportunidad de participar desde la Universidad Nacional de Misiones, como formadores en una capacitación sobre prevención del trabajo infantil para funcionarios y funcionarias municipales. Este primer acercamiento, brindó la posibilidad de conocer a personas que trabajan en detección y acompañamiento a familias con niños y niñas trabajadores y referentes políticos de distintos municipios de la provincia[1].
Mediante esta formación se realizaron dos cuestionarios de forma anónima, a través de la aplicación Google Forms, los cuales estuvieron a disposición de las 100 personas que participaron en la actividad. El primer cuestionario, que contó con la participación de 23 funcionarios/as, se focalizó en preguntas abiertas sobre el municipio de pertenencia, años que lleva trabajando en el lugar, su experiencia en torno al trabajo infantil y las actuaciones que considera se deberían implementar. Tiempo después, el segundo cuestionario, en el cual participaron 24 personas, incluyó preguntas sobre identificación de situaciones de trabajo infantil, factores de riesgo y medidas preventivas. A continuación, se presentan los principales resultados del análisis de los cuestionarios realizados por los funcionarios y funcionarias municipales. Para el análisis se utilizaron los siguientes ejes de discusión: 1) la identificación local de situaciones de trabajo infantil, 2) los factores de riesgo que suelen considerar, 3) sus propuestas de actuación para prevenir y erradicar el trabajo infantil y 4) las instituciones que consideran deben formar parte de la intervención.
En relación a la identificación de situaciones de trabajo infantil, los resultados sugieren que las actividades que se consideran como parte de la delimitación del problema guardan relación con la producción de té, tabaco o yerba mate. Son actividades del sector primario de producción, desarrolladas en zonas rurales de la provincia, en las cuales los niños y niñas acompañan a sus familiares o trabajan con alguien ajeno al ámbito familiar, realizando tareas afines a la actividad de producción agrícola local “(...) Cuando los padres aprueban que el niño o niña trabaje bajo la tutela de un extraño o de un familiar, los niños salen a tarefear[2]” (funcionario/a municipal). Los agentes municipales que intervienen en la identificación y prevención de situaciones de trabajo infantil, sugieren que la problemática se relaciona con el tipo de actividad, entre las cuales se encuentran “(...) manipular sustancias tóxicas, usar herramientas cortantes, levantar cosas muy pesadas, realizar tareas muy repetitivas, excesivas en tiempo, tareas nocturnas; en definitiva, cualquier tarea que exceda su responsabilidad de niño, está prohibida” (funcionario/a municipal).
En relación a los factores de riesgo de trabajo infantil, los funcionarios/as consideran tres indicadores principales, los cuales integran una serie de variables: a) el estado de salud del niño, niña o adolescente b) el rendimiento escolar y c) las condiciones de vida y trabajo del entorno familiar.
El estado de salud y el rendimiento escolar son dos indicadores muy mencionados entre los funcionarios/as, presente en la siguiente referencia “faltan en las escuelas, (…) presentan debilidad por falta de nutrición, falta de concentración al generar un diálogo con el niño” (funcionario/a municipal). Estos indicadores no son ajenos a las discusiones actuales sobre las principales repercusiones del trabajo infantil en estudios académicos que inciden en su necesaria abolición (Martínez, 2001; Crosta, 2007; Silva, 2019; Cervini, 2015; Re y Nessi, 2017). Como sugieren Del Río y Cumsille (2008),
Respecto a las consecuencias que el trabajo infantil tiene sobre los niños, múltiples estudios han dado cuenta de cómo el trabajo precoz no permite a los niños beneficiarse de forma adecuada de la educación, tanto porque el trabajo les quita tiempo que no pueden dedicar a estudiar, como porque simplemente el trabajo induce a los niños a abandonar el sistema escolar formal (p. 43).
Los autores que defienden esta postura inciden en que el trabajo infantil genera problemas en áreas educativas como el aprendizaje de lectura y matemáticas (Cervini, 2005). La asistencia escolar, lejos de los aprendizajes informales de los contextos de participación familiar, es una situación identificada por funcionarios/as como condicionante de protección frente al trabajo infantil.
En relación a las características socioeconómicas de las familias, señalar que en las respuestas de los cuestionarios se pudo constatar que las necesidades básicas insatisfechas (NBI) son ampliamente referenciadas como principales indicadores de riesgo de trabajo infantil. Esto sugiere que el trabajo infantil es delimitado como una actividad en relación a la falta de ingresos económicos y como una salida de las familias ante la falta de medios de subsistencia “Los factores son generalmente la necesidad de contar con las cosas básicas para poder vivir ya sea alimentos, alquileres, salud, educación, higiene” (funcionario/a municipal). Esta hipótesis defiende la existencia de un salario crítico, donde los costes de producción y las relaciones del mercado de trabajo son los principales condicionantes de estudio (Miño y Gómez, 2022). En este sentido, la principal hipótesis que promueven las y los funcionarios/as municipales es que, al aumentar el capital económico de una familia, habría una disminución de las situaciones de vulnerabilidad frente al trabajo infantil (Basu y Van, 1998).
En cuanto al uso del tiempo, las actividades que se consideran apropiadas para los niños, niñas y adolescentes de 5 a 14 años, son principalmente la escolaridad obligatoria y la realización de actividades de ocio y tiempo libre como juegos didácticos, talleres de expresión y pintura. “Realizar actividades recreativas, jugar, aprender sobre música, danzas, practicar deportes, relacionarse con sus pares y disfrutar de su infancia bajo el resguardo de un adulto responsable, que asegure sus derechos” (funcionario/a municipal). También se incluyeron en las respuestas actividades para la autonomía como talleres de huertas, cuidado del medio ambiente, o tareas cotidianas como poner la mesa, doblar la ropa, barrer, entre otras.
En cuanto a las instituciones que consideran deben formar parte de la intervención estatal de prevención, las respuestas sugieren una falta de consenso respecto al tema. La mayoría de los funcionarios y funcionarias nombraron distintas instituciones, algunas del ámbito municipal y otras del ámbito provincial como son: Secretaría de Acción Social, Juzgado de Familia, policía, iglesias, escuelas, Área de Mujer e Infancia municipal y la biblioteca. De esta forma, se denota una falta de unificación de criterios para la intervención en una mayor articulación institucional y la incorporación de protocolos que configuren un único sistema de protección infantil. En este sentido, señalar que, en entrevistas realizadas en el año 2022, funcionarias provinciales manifestaron que vienen trabajando en una mayor articulación entre agencias que intervienen con las infancias y sus derechos.
[1] Para más información sobre las capacitaciones realizadas ver el siguiente enlace https://misionesonline.net/2020/07/29/mas-de-130-funcionarios-municipales-participaron-de-la-capacitacion-sobre-prevencion-del-trabajo-infantil-impulsada-por-la-ong-sueno-para-misiones/
[2] Tareas relacionadas a la cosecha de la yerba mate (Ilex paraguariensis), producción primaria muy extendida en la provincia de Misiones.
Conclusiones:
A modo de conclusión sugerimos que la persistencia del trabajo infantil en la provincia de Misiones, introduce la necesaria discusión sociológica sobre la conformación de la delimitación del problema de intervención. En nuestro trabajo de campo constatamos que los programas preventivos frente al trabajo infantil son actualmente dirigidos a una tipología específica de familia, de zonas rurales de la provincia, las cuales presentan bajos ingresos, necesidades básicas insatisfechas, y se dedican a la producción primaria de yerba mate, té o tabaco. En este sentido, cabe señalar que las principales variables que se consideran para la delimitación del problema son acordes a una perspectiva abolicionista, prevista en los tratados internacionales ratificados por el Estado Argentino, incluidos en la última Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (INE, 2018).
Debido a esta caracterización y delimitación del problema de intervención, las instituciones que trabajan en la prevención del trabajo infantil no presentan actualmente programas para las ciudades de la provincia como Posadas, Iguazú, Eldorado y Oberá. Esto se debe a que las familias de esas zonas no presentan los factores de identificación y riesgo, referenciados por las instituciones internacionales como Naciones Unidas (ONU) o la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Por lo tanto, quedan fuera de la agenda gubernamental la aplicación de medidas en zonas urbanas de Misiones, sin contemplar situaciones de vulneración de derechos infantiles ligado a trayectorias laborales en comercios y en otras actividades secundarias. Desde nuestra postura, esta situación se debe en parte a la utilización de las perspectivas e hipótesis que promueven las agencias internacionales, con gran injerencia en el espacio de intervenciones con las infancias trabajadoras, como también, a la falta de una mayor apertura institucional hacia la realización de investigaciones situadas en la región. En este sentido, es interesante destacar la necesidad de desarrollar estudios que incidan en otros condicionamientos ligados al trabajo infantil, como, por ejemplo, la continuidad de apuestas familiares en actividades secundarias de producción (Acevedo González et al., 2011) o en el aprendizaje de estrategias sociales con mayor proyección en espacios de participación con escasa demanda de mano de obra cualificada.
Para concluir sugerimos mediante este estudio que la construcción de una tipología de familia en riesgo ligada al trabajo infantil de las zonas rurales de la provincia, condiciona el accionar tanto de la administración pública como de otros agentes con responsabilidades en las trayectorias infantiles. En este sentido, sugerimos la necesidad de integrar otras miradas sobre el problema para contemplar en las intervenciones a todos los agentes involucrados y a todas las formas de trabajo infantil que persisten en distintas zonas de la provincia.
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Palabras clave:
TRABAJO INFANTIL, MODELO MUNICIPAL, MISIONES.
Resumen de la Ponencia:
Desde la cosmovisión maya tsotsil, las niñas y niños son considerados sujetos activos dentro de las dinámicas familiares y comunitarias. Prácticas como el trabajo en la niñez resultan altamente valoradas dentro de sus comunidades dados los aprendizajes valóricos que subyacen consigo. Empero, al migrar laboralmente a las ciudades, las niñas, niños y sus familias se confrontan cotidianamente con un paradigma abolicionista del trabajo infantil y un modelo de niñez hegemónico urbano legitimado en las instituciones y en las formas de relacionamiento cotidianas que limitan su participación dentro de la esfera económica. Esta ponencia aborda el caso de un grupo de niñas y niños tsotsiles quienes, junto con sus familias, han migrado a la ciudad de Oaxaca de Juárez, Oaxaca, México para insertarse dentro de la economía informal en las zonas de mayor concentración turística. Mediante el método etnográfico, se analizan las formas de participación que las niñas y niños tsotsiles continúan reproduciendo en la ciudad y que emergen de sus propias matrices culturales; las relaciones de poder que experimentan dentro de los contextos en donde interactúan cotidianamente, así como las prácticas de resistencia que despliegan, sobre todo, frente a los actores que prohíben, limitan y/o niegan sus actividades laborales.Resumen de la Ponencia:
Resumen:La Lactancia existe gracias a tres tipos de regulaciones: la biológica, la psíquica y la social. María José Garrido la define como mecanismo de retroalimentación, regulado por la secreción de hormonas como la prolactina, la oxitocina y la endorfina; a su vez, las condiciones psíquicas, socioeconómicas políticas y culturales en que está inmersa la mujer, establecen sus modos, tiempos y significados.La lactancia es un derecho-necesidad de la primera infancia, su derecho a la salud y desarrollo integral y una necesidad en tanto su carencia provoca una serie de desventajas y vulnerabilidades que ponen en riesgo su vida. En América Latina y el Caribe, 5 de cada 10 bebés no toman leche materna en la primera hora de nacidos (la hora dorada). En 2018 solo el 38% de los bebés fueron alimentados con leche materna de manera exclusiva hasta los seis meses en la región, y solo 32% continúa con la lactancia hasta los dos años.La Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) calculan que una quinta parte de las muertes infantiles podrían prevenirse cada año si se logra que la leche materna sea el único alimento que tomen los menores de seis meses. De ahí su recomendación: lactancia materna exclusiva durante el tiempo mencionado y con una duración mínima de 2 años.Ante estas cifras, en el estudio indagamos cómo se relacionan tres escenarios: a) la decisión de no ofrecer lactancia materna; b) la decisión de lactar, sin lograr su establecimiento; y c) quien decidió y logró lactar; con las regulaciones de tipo social mencionadas y su influencia en el ámbito psíquico y biológico de las madres implicadas. Planteamos que el feminismo es su dimensión epistemológica, puede identificar lo que obstaculiza la ejecución de la lactancia materna, y como movimiento social, es capaz de construir una agenda, a favor de la lactancia: el lactivismo. La investigación es cualitativa y bibliográfica, se alimenta por dos vías: a) trabajo de campo con entrevistas estructuradas a profundidad a tres grupos de cinco mujeres cada uno; cada grupo relacionado a los tres escenarios tratados sobre la decisión y ejecución de lactar; la muestra es de oportunidad, no probabilística, y no busca generalizar resultados, se realizó como un ejercicio de exploración al tema; b) revisión bibliográfica, hemerográfica y estadística de la lactancia materna: el panorama latinoamericano y caribeño; los planteamientos que la identifican como derecho humano para la primera infancia y las mujeres; los tres escenarios mencionados, su estudio desde el feminismo como subalternidad, como crítica al adultocentrismo y reflexión decolonial; y el reconocimiento de obstáculos.Palabras clave: derechos de la primera infancia, feminismo, lactivismo.Resumen de la Ponencia:
La crítica realizada a la visión adultocentrica con la que eran abordados los estudios sobre la niñez ha permitido replantear la forma en que las niñas y niños participan y se involucran en su comunidad, además de que ha evidenciado la necesidad de replantear las relaciones intergeneracionales que se desarrollan en comunidad. Esta visión, vinculada a la propuesta del co-protagonismo, ha alcanzado el contexto migratorio, donde es necesario repensar el papel de la niñez. Por tanto se plantea el revisar como se construyen las relaciones intergeneracionales y el papel de las niñas y niños de la comunidad migrante mexicana asentada en Nueva York, donde las niñas y niños comparten un origen que los ubica en un espacio multiterritorial, compuesto por elementos culturales del país de origen se sus padres y elementos culturales provenientes del espacio donde viven. Este contexto se ha identificado como una barrera y limitante para su participación y desarrollo, pero al mismo tiempo, se plantea como un espacio de oportunidad, donde a través de un proceso de acompañamiento donde participen personajes clave de la comunidad, como activistas migrantes, académicos y la niñez, puede establecerse un espacio donde las niñas y niños, junto con la comunidad, logren desarrollar una visión protagónica en beneficio de los migrantes. Para demostrar esto se ha realizado trabajo de etnografía, aplicando entrevistas a personajes clave de la comunidad y observación participativa en el desarrollo de las actividades y talleres de las organizaciones de migrantes. Además se aprovecharon los recursos virtuales y las redes sociales para el desarrollo de una etnografía virtual, a partir del seguimiento a estas organizaciones a través de sus redes sociales.Resumen de la Ponencia:
La ponencia da cuenta de una línea de investigación en la cual se ha explorado los discursos de niños y niñas chilenos acerca de las relaciones entre padres e hijos(as) y las prácticas de cuidado que ellos despliegan ante su padres (Fondecyts 1100811, 1120025, 1160650 y 1220133). Desde la óptica de los estudios sociales de la infancia y los estudios sociocriticos sobre parentalidades, se concibe el vínculo padres-hijos(as) como una condensación de relaciones sociales, basada en la interdependencia, y que se ve particularmente demandada en contextos de neoliberalización. Asimismo, se enfatiza el carácter relacional, posicional y multiactoral de los cuidados, discutiendo la concepción de los niños(as) como meros receptores de tales cuidados o como personas que los ejercen solo en condiciones excepcionales. En términos metodológicos, se ha trabajado con análisis crítico del discurso y, en la actualidad, con microetnografía, considerando distintos estratos socioeconomicos de la ciudad de Santiago e incluyendo, hoy, también a Valparaíso y Concepción. En cuanto a los resultados, se da cuenta de discursos de los niños(as) acerca de una parentalidad sacrificial en el Chile actual, así como de una intensa reflexividad ética de su parte orientada a evitar a sus padres mayores dificultades y sobrecarga de trabajo, además de su interrogarse por los modos a través de los cuales pueden apoyarlos y proporcionarles mayor bienestar. Esta reflexividad articula de modos complejos un acercamiento contextualizado y específico, más propio de una ética del cuidado, descrita por una parte del feminismo, con una ética de la justicia, que da cuenta de una aproximación más abstracta y universal. Asimismo, se están explorando, en la actualidad, las prácticas de cuidado que ellos desarrollan con respecto a sus padres y los modos como ellas se vinculan con los cuidados desplegados por tales padres y entidades externas a la familia. En cuanto a las conclusiones, se conciben los resultados como históricamente específicos, y en directa relación con las condiciones actuales de vida en Chile y la sobreresponsabilización de los padres por la provisión de bienestar. Se discute, además, el tono claustrófobico de la mirada de los niños y niñas respecto a la relación padres-hijos(as), además de recalcarse el carácter recíproco de los cuidados entre ellos y la capacidad de reflexividad y agencia moral de niños y niñas, convencionalmente devaluada por el sentido común y las ciencias sociales.Resumen de la Ponencia:
La migración en la actualidad resulta ser un proceso en constante evolución, pero sobre todo en un proceso histórico que marca los procesos sociales, políticos y económicos de una sociedad. Al considerar que la migración es un derecho, por hacer referencia a la movilidad geográfica de una persona, ya sea de manera individual o en grupo, esta misma está reconocida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 13 que dice: 1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y elegir su residencia en el territorio de un Estado 2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y regresar a su país. Bajo esta perspectiva, se plantea que es de gran importancia dejar de lado la idea de que los niños y las niñas solo son receptores y solo deben de aprender y repetir lo que los adultos dicen u opinan, bajo la perspectiva del co protagonismo infantil que permite desarrollar las capacidades de agencia de estos mismo, retomamos la importancia de los imaginarios de la migración en esta edad. Esta investigación se desarrolla en el contexto de Tlaxcala, que es un estado receptor de migración en tránsito, pero a su vez es expulsor de población, eso quiere decir que su sociedad experimenta los diversos tipos de migración y que a los niños y niñas les llega información que les permite desarrollar imaginarios del concepto de migración partiendo de lo que escucha, aprenden en la escuela, informaciones de los medios locales, pero sobre todo de la experiencia, a la que se enfrentan en su cotidianidad ellos y sus familias. Para ello analizamos la experiencia de las niñas y niños que viven en el municipio de Apizaco el cual es el receptor de la migración centroamericana, a partir de una metodología cualitativa ya que me permite identificar y observar de manera directa y participativa dentro del contexto utilizando como técnicas la entrevista y la observación.Resumen de la Ponencia:
A proibição do trabalho infantil encontra-se insculpida na Constituição da República Federativa do Brasil de 1988 (artigo 7º, inciso XXXIII). Em que pese a previsão constitucional e nos tratados internacionais de Direitos Humanos, é sabido a distância que separa o mundo dos códigos da realidade fática, onde ocorrem os embates e lutas sociais. Neste campo, a erradicação do trabalho infantil continua sendo um desafio a ser enfrentado pelo Estado brasileiro, razão pela qual se justifica o presente artigo. O trabalho infantil vai na contramão do princípio da proteção integral da criança e do adolescente, desrespeitando a condição peculiar de pessoa em desenvolvimento, dificultando o acesso e permanência na escola, bem como prejudicando a saúde física e mental das crianças e adolescentes explorados. Desta feita, o presente trabalho possui como objetivo analisar o trabalho infantil no Brasil, investigando suas possíveis associações com o gênero, a cor e a condição de pobreza. Para tanto, a metodologia a ser adotada é de cunho quantitativo, visto que se buscará trabalhar, por meio da estatística descritiva, com os microdados da Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios Contínua (PNAD), do ano de 2019, visita V - sendo selecionado o ano de 2019 por serem os dados mais recentes da PNAD quanto ao trabalho infantil. Importante destacar que os dados foram extraídos do site do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE) e, posteriormente, trabalhados e refinados por meio do software livre PSPP. Além disso, as principais variáveis utilizadas foram: cor, gênero e renda per capita em conjunto com a variável do trabalho infantil. Desta feita, denota-se que o presente artigo pretende denunciar a exploração do trabalho infantil, bem como trazer um diagnóstico da situação brasileira, com base nos dados da PNAD 2019, a fim de que se possam construir políticas públicas adequadas para a erradicação do trabalho infantil. Palavras-chave: Trabalho infantil. Microdados PNAD 2019. Cor. Gênero. Renda.Resumen de la Ponencia:
Antecedentes: En marzo del 2020 la OMS decretó la pandemia del COVID-19. México lanzó un plan de acción ante el virus y se implementaron medidas para el control. Los datos indicaban que algunas personas presentaban mayor vulnerabilidad y que las consecuencias de la pandemia eran diferentes según las determinantes estructurales y sociales. En México se han desarrollado escasos estudios sobre la experiencia de la población durante la pandemia y la mayoría han sido de tipo cuantitativo. Es necesario conocer y difundir esta experiencia en los diferentes grupos poblacionales.Diseño y método: Estudio cualitativo y exploratorio, desde una perspectiva fenomenológica, enfocado en explorar las vivencias y sentimientos de estudiantes de salud pública a seis meses del inicio de la pandemia. La información se recopiló mediante escritos que los participantes realizaron con base en preguntas abiertas sobre su experiencia. Se realizó un análisis de contenido y se agrupó la información en cuatro categorías: experiencia inicial, sentimientos, preocupaciones y cambios en sus vidas por el COVID.Resultados: Participaron 26 estudiantes con un promedio de edad de 27 años. Todos conocían personas que habían tenido COVID-19 y dos estuvieron contagiados. Doce mencionaron conocer personas que habían fallecido por esta causa, particularmente quienes continuaron trabajando como médicos y enfermeras. Entre las principales emociones se destacaron: ansiedad, angustia, tristeza, incertidumbre, miedo, enojo, estrés, frustración, desesperanza, paranoia. Como principales preocupaciones destacó el temor del contagio de sus familiares o seres queridos y de ellos mismos, también preocupación por la situación económica y laboral del país y familiar. Se identificó preocupación al ver que gran parte de la población no asumía las medidas de prevención al inicio y preocupación por el impacto de esta pandemia en el futuro de las relaciones humanas y por los sectores de la población más vulnerables. A lo largo de la pandemia se identificaron cambios en las emociones pasando del miedo y la frustración, al cansancio, la indignación y la tristeza, algunos señalaron que habían pasado de la ansiedad a la tranquilidad momentánea, pues ya estaban estudiando y no tenían que estar en servicio, otros señalaron que aprendieron a valorar lo que tenían a diario, especialmente el estar con su familia. Algunos mencionaron sentirse más fuertes y haber adquirido valor para enfrentar situaciones adversas. La mayoría consideró que muchas cosas cambiarían después del COVID, sobre todo en la forma de relacionarnos como humanidad y el cuidado de la salud, y destacaron que aprenderemos nuevas formas de convivencia.Conclusiones: En la mayoría de las y los jóvenes se percibió esperanza y buenas expectativas, hubo optimismo por el futuro y consideraron que son muchos los aprendizajes que tendremos como humanidad y como individuos. Su edad, actividad actual y determinantes sociales influyen en su experiencia positiva.Resumen de la Ponencia:
La ponencia discute la categoría de juventud en cuanto configuración situada que admite el peso de estructuras sociales y culturales, así como su dinamismo y diversidad en un atípico espacio-tiempo de pandemia y confinamiento, el cual tuvo impactos diferenciados por género, edad, origen social, lugar de residencia y adscripción escolar, así como en la manera concreta en que cada uno de estos aspectos se entrecruzan. Focaliza en procesos configurativos de juventud en condición de escolaridad a la luz de prescripciones y proscripciones que históricamente ha producido o reproducido la institución y que, particularmente hoy, se tensan ante la vulnerabilidad social, escolar y de salud de las juventudes en distintos países de América Latina, además de la irrupción del tradicional orden escolar entre intercambios generacionales y culturales contingentes y los tránsitos de la escuela en casa, así como reordenamientos pedagógicos que dieron atisbos para otra semántica escolar.La discusión tiene como antecedente una investigación dialógico-reflexiva que bajo una perspectiva sociocultural de juventud se acercó a estudiantes de telebachillerato comunitario para comprender cómo en situaciones de vulnerabilidad las y los jóvenes construyen experiencias educativas que desbordan a la escuela en dos sentidos: 1) son experiencias en diferentes espacios de vida juvenil en los que tienen lugar procesos de formación y transformación con distintos alcances, aunque en ocasiones ligada con esta (familia, trabajo, localidad, redes digitales) y 2) son experiencias que movilizan las delimitaciones simbólicas de un orden escolar desgastado que alientan con pujanza los derechos, el reconocimiento y la participación juvenil. A través de conversatorios virtuales y presenciales con jóvenes estudiantes en una modalidad de educación media superior con fuertes carencias de infraestructura, ubicada en una localidad urbano marginal al sur de México, las voces juveniles visibilizaron discontinuas corresponsabilidades intergeneracionales a través de su curso de vida y agencia, las cuales trastocan el vínculo juventud y escuela en una dinamización de recursos, saberes, conexiones y sentidos. En contextos de vulnerabilidad, la escuela aun constituye una de las principales vías para el acceso a derechos y umbral para un presente-futuro no anticipado, por lo que resulta inaplazable reconocer y visibilizar emergentes experiencias en las cuales jóvenes estudiantes construyen modos de subjetividad política dado que accionan y crean alternativas que vuelven inaplazable una perspectiva de juventud en la escuela.
Introducción:
El texto discute la categoría de juventud en cuanto configuración situada que admite el peso de estructuras sociales y culturales, así como su dinamismo y diversidad en un atípico espacio-tiempo de pandemia y confinamiento, el cual tuvo impactos diferenciados por género, edad, origen social, lugar de residencia y adscripción escolar, así como en la manera concreta en que cada uno de estos aspectos se entrecruzan. Focaliza en procesos configurativos de juventud en condición de escolaridad a la luz de prescripciones y proscripciones que históricamente ha producido o reproducido la institución escolar y que, particularmente hoy, se tensan ante la vulnerabilidad social, escolar y de salud de las juventudes en distintos países de América Latina, además de la irrupción del tradicional orden escolar entre intercambios generacionales y culturales contingentes y los tránsitos de la escuela en casa, así como reordenamientos pedagógicos que dieron atisbos para otra semántica escolar en la que resulta inaplazable una perspectiva de juventud.
La discusión tiene como antecedente una investigación dialógico-reflexiva que bajo una perspectiva sociocultural de juventud se acercó a estudiantes de telebachillerato comunitario para comprender cómo en situaciones de vulnerabilidad las y los jóvenes construyen experiencias educativas que desbordan a la escuela en dos sentidos: 1) son experiencias que acontecen en diferentes espacios de vida juvenil (familia, trabajo, localidad, redes digitales) en los que tienen lugar procesos de formación y transformación con distintos alcances, pero que se vinculan con ésta y 2) son experiencias que movilizan las delimitaciones simbólicas de un orden escolar desgastado que alientan los derechos, el reconocimiento y la participación juvenil.
A través de conversatorios virtuales con jóvenes estudiantes en una modalidad de educación media superior con fuertes carencias de infraestructura, ubicada en una localidad urbano marginal al sur del Estado de México, las voces juveniles visibilizaron experiencias discontinuas de corresponsabilidad intergeneracional desde su curso de vida y agencia, las cuales trastocaron el vínculo juventud y escuela en una dinamización de recursos, saberes, conexiones y sentidos. Destaca que, en contextos de vulnerabilidad, la escuela aun constituye una de las principales vías para el acceso a derechos y umbral para un presente-futuro no anticipado, por lo que resulta inaplazable reconocer y visibilizar emergentes experiencias en las cuales jóvenes estudiantes construyen modos de participación en cuanto accionan y crean alternativas para su acceso y permanencia escolar.
Inicialmente se presentan los referentes contextuales y teórico metodológicos que encuadran el análisis de la información empírica y resultados. Para concluir, algunas reflexiones que mantienen la discusión abierta y enfatizan algunos pendientes.
Desarrollo:
Pandemia, juventudes y experiencia educativa. Referentes contextuales y teóricos
La pandemia por COVID-19 ocasionó un inédito cierre de escuelas en muchos países, afectando desde la educación inicial hasta la superior. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) más de 160 millones eran estudiantes de la región (CEPAL 2020). El organismo señaló que el deterioro de la situación social en el hemisferio antes de enfrentar la pandemia impactó negativamente en los distintos sectores sociales, particularmente la salud y la educación, así como en el empleo y la evolución de la pobreza, sobre todo en las zonas con menores ingresos y rurales, colocando a la niñez y juventud entre los grupos prioritarios (CEPAL, 2020).
En el caso de México casi 37 millones de estudiantes suspendieron las clases presenciales durante el primer año y medio de la pandemia (Martínez y Garduño, 2021) y al ciclo escolar 2020-2021, se inscribió el 60.6% de la población de 3 a 29 años. Según resultados de la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED, 2021) la cifra representó una reducción del casi 2% con respecto al ciclo anterior. La mayoría de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, 1.5 millones, que no continuó los estudios fue de escuelas públicas (ECOVID-ED, 2021, p. 2).
La encuesta destacó también que 43.7% de jóvenes no concluyó la educación media superior en el ciclo escolar 2019-2020, la cifra estuvo muy por encima del nivel secundaria (5.6%) y superior (25.1%). La mayoría de jóvenes no concluyeron por causa del COVID-19 (35.9%), falta de dinero/recursos (25.7%) o porque tenía que trabajar (18%) (ECOVID-ED, 2021).
Ante este contexto, fue fortuito el despliegue de modalidades para la educación a distancia en el nivel, lo que según la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación [Mejoredu] implicó replantear las actividades educativas de alrededor de cinco millones y medio de jóvenes de 15 a 17 años de edad, atendidos por más de cuatrocientos mil docentes en más de veintiún mil planteles y más de treinta subsistemas y servicios que ofrecen las opciones de bachillerato general, bachillerato tecnológico y profesional técnico (Mejoredu, 2020, p.5). No obstante los esfuerzos, las profundas brechas de la desigualdad social y de conectividad, se tradujeron en una distribución diferenciada de recursos y estrategias educativas que afectaron principalmente a jóvenes de menores ingresos o en condición de vulnerabilidad social.
La profundización y diversificación de la vulnerabilidad, sugiere una perspectiva multidimensional (CEPAL, 2020) de la desigualdad en el acceso a oportunidades educativas, particularmente por la vía digital, que aumentó las brechas preexistentes en materia de acceso a la información y al conocimiento, además de que dificultó la socialización y la inclusión en general entre estudiantes, docentes y familiares. En este sentido, se plantea que la vulnerabilidad tiene al menos tres características:
1) multidimensional y diferencial, es decir, que es distinta a través de un territorio, así como entre y dentro de los grupos sociales; 2) su escala, la cual refiere a que sus causas y manifestaciones son distintas respecto al tiempo, el espacio y las unidades de análisis: personas, hogares, comunidades y sistemas; y 3) su dinámica, pues sus causas y manifestaciones cambian en el tiempo. (Vogel y O'Brien, 2004, en Mejoredu, 2021, p. 20)
Históricamente, las poblaciones con menos recursos son quienes generalmente asisten a planteles con menos infraestructura; es el caso de los Telebachilleratos Comunitarios, que tras siete generaciones en el país, en más del 80% carece de aulas, laboratorios, biblioteca y equipos de cómputo e internet (INEE, 2019). Pese a su nominación, la modalidad es presencial y opera principalmente en localidades rurales y en zonas urbanas periféricas, en donde, como sucede en el sur del Estado de México, absorbe la demanda que no atienden otros tipos de servicio educativo; además es una opción que los estudiantes valoran por su gratuidad efectiva y horarios (Weiss, 2017; Salgado, 2021).
Por lo regular, los Telebachilleratos Comunitarios en el municipio sureño de Tejupilco ocupan a contra turno las instalaciones de escuelas telesecundarias u otros del que disponga la comunidad (delegaciones municipales, comedores comunitarios) en donde brindan asesoría grupal e individual al estudiantado con el apoyo de tres docentes que atienden las asignaturas del plan de estudios por área disciplinar (Matemáticas y Ciencias Experimentales; Ciencias Sociales y Humanidades y; Administración y Comunicación).
Aún con carencias en infraestructura, en la pandemia, jóvenes estudiantes del Telebachillerato Comunitario, en los conversatorios destacaron la diversidad de formatos y plataformas que con o sin conectividad y de manera contingente, con apoyo de profesores y familias, implementaron para continuar la escuela a distancia, principalmente a través del celular inteligente como sucedió a nivel nacional (58.8 %), en menor porcentaje el estudiantado usó la computadora portátil (26.5%), de escritorio (12.7%), la tableta (1.7%) o la televisión digital (0.2%) (ECOVID-ED, 2021, p. 9).
Cabe destacar que las nuevas necesidades de equipamiento, recursos y capacidades evidenciadas por la pandemia trascendieron el ámbito escolar; según datos de la Mejoeredu,
la denominada brecha digital está, sin duda, ligada a la añeja desigualdad del país y a las consecuentes diferencias en la distribución de la riqueza y las oportunidades sociales, situación que ha sido parte de los condicionamientos estructurales de la educación media superior y del conjunto de nuestro sistema educativo, el cual, a pesar de los esfuerzos realizados para revertir la desigualdad en su interior, no ha obtenido los resultados deseados. (Mejoredu, 2020, p. 7)
A esto se suman otras problemáticas que las instituciones del nivel, a pesar de las reformas de la última década, han venido arrastrando y están vinculadas con el rezago educativo, la desafiliación, el abandono escolar y los bajos niveles de aprendizaje que “afectan, sintomáticamente, a los grupos de población en situación de mayor desventaja social” (Mejoredu, 2020, p. 7).
La experiencia educativa de las y los jóvenes visibilizó impactos diferenciados de la pandemia dependiendo el género, la edad, el origen social, el lugar de residencia y la adscripción escolar. De ahí que las estrategias y esfuerzos de respuesta demandan considerar la diversidad en que se es joven estudiante, lo que difícilmente puede resultar en una condición homogénea, de ahí la importancia de una perspectiva sociocultural de juventud que reconoce que ser joven es una condición concreta, diversa y situada (Reguillo, 2010) en el espacio y tiempo histórico-social.
Según el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE, 2019) una perspectiva de juventud demanda reconocer el curso de vida de las y los jóvenes desde su condición de género, como sujetos de derecho y su capacidad de agencia, encomienda que no pasa en automático a las instituciones escolares, sino que insta a escuchar y valorar las experiencias y requerimientos de la población estudiantil desde su voz, recursos, propuesta y acción, que evidencian la tarea de una escuela no solo para jóvenes sino con jóvenes, donde la educación no es concesión, sino un derecho fundante de otros como la participación y la justicia.
Dado que hay diversas maneras de ser joven derivadas de la transformación social, cultural y comunicacional, así como de una desigual distribución de capitales económico, político y simbólico (Reguillo, 2010), incluso cognitivo; el trabajo coloca la mirada en la experiencia educativa juvenil atravesada por accesos diferenciados a la escolaridad que trastocan el modo en que las y los jóvenes se miran a sí mismos y se relacionan con otros dentro-fuera del espacio-tiempo escolar; admitiendo; apuntan Contreras y Pérez (2010) que la experiencia educativa posibilita acercarnos a reflexionar lo que la educación da a pensar, hacer, transformar y vivir a sus protagonistas.
Una metodología dialógica en formato virtual
El trabajo se inscribe en la perspectiva comprensiva, con una metodología dialógica horizontal (Corona y Kaltmeier, 2012) que recurre a los relatos de experiencia (Suárez, 2011) en formatos virtuales para captar aspectos subjetivos y objetivos de las juventudes de manera personalizada, pero siempre en un contexto relacional más amplio.
Se inscribe en las propuestas de procesos participativos de investigación educativa que poso al centro la experiencia educativa (Contreras y Pérez de Lara, 2010) para documentar y disponer de propuestas pedagógicas que permitan reconstruir y comprender la trama de sentidos y significaciones que los sujetos ponen en juego cuando piensan y narran su hacer cotidiano.
Bajo este supuesto implementó un diseño metodológico basado en “conversatorios virtuales” con jóvenes estudiantes del Telebachillerato Comunitario en el municipio de Tejupilco; estos se plantearon como espacios dialógico-reflexivos, bajo el supuesto de que las y los jóvenes, desde sus propios términos y condiciones, tienen mucho qué decir sobre la escuela vivida en la pandemia; así como de reinventar esa a la que hoy les gustaría asistir y advertir lo que les motiva o no a volver; entre lo que destaca una inaplazable comunicación y relaciones fundadas en el reconocimiento.
Inicialmente, vía la supervisión escolar se convocó al estudiantado a participar en alguno de los tres conversatorios programados en la plataforma de videoconferencias que la escuela estuvo utilizando. Cabe señalar que los conversatorios virtuales tuvieron lugar en el lapso en que los Telebachilleratos Comunitarios de la zona reabrieron temporalmente sus puertas para la recuperación y continuidad educativa con jóvenes que presentaron una comunicación y conexión intermitente, así como falta de motivación y apropiación de los aprendizajes curriculares o bien, estaban en riesgo de reprobación y abandono escolar.
Los conversatorios virtuales se desarrollaron del 28 al 30 junio en el horario vespertino en que atienden sus clases. El diálogo fue orientado por tres preguntas generadoras: ¿Qué nos pasó el día que la escuela abrió sus puertas? ¿dónde estuvo la escuela? y ¿reinventamos la escuela? Cuestionamientos que aún con presencias juveniles azarosas, permitieron dialogar en torno al sentido simbólico y subjetivo de la escuela para las juventudes en nuestro tiempo.
Para fines de este trabajo se retoman las voces de jóvenes que participaron en el primer conversatorio virtual, al que se conectaron 19 estudiantes, en su mayoría mujeres, solo cuatro varones, que estudiaban el sexto y cuarto semestre en planteles de la periferia urbana y localidades rurales. Su edad oscilaba entre los 16 y 18 años.
A modo de resultados, se hilvanan relatos juveniles que dan cuenta de sus impresiones durante el regreso a las aulas, de sus vivencias en la escuela a distancia y de sus opiniones en torno a esta como espacio de aprendizaje que demanda un continuo diálogo con otras experiencias educativas que las y los jóvenes construyen de manera fronteriza con la escuela en la que atisban otra semántica escolar con perspectiva de juventud.
Resultados
Inicialmente el conversatorio permitió dar cuenta de cómo el estudiantado recibió la noticia del regreso a clases presenciales. Paradójicamente, destacaron haberse sentido emocionados de volver y contrariados ante el riesgo de contagio que implicaba, así también por no haber vuelto a la escuela que tradicionalmente conocían o esperaban. En este sentido compartieron:
Cuando supe que regresaban las clases presenciales sí me emocioné, dije: las cosas ya están bien, pero me puse a pensar que regresando a la escuela también estábamos arriesgando a traer al virus a nuestra casa. La verdad yo si quería regresar a clases, pero también me puse a pensar en mi familia, en que me gustaría regresar pero también que todo mejore (Estudiante de Telebachillerato Comunitario, mujer, 18 años).
Cuando regresamos todo se veía muy extraño porque todos íbamos con cubrebocas, no se sentía muy bien el ambiente; por causa de la enfermedad (Estudiante de Telebachillerato Comunitario, varón, 16 años).
A mí sí me alegró venir a la escuela, pero a la vez no, porque no veníamos todos juntos y la mayoría no nos conocemos, no pudimos hablar mucho. Ni siquiera conocía mi escuela, sentía a la vez alegría y tristeza porque nada más estábamos 17, pero fue bueno porque en línea nada más nos conectábamos 9 de los 28 que estamos inscritos(Estudiante de Telebachillerato Comunitario, mujer, 16 años).
Las y los jóvenes reconocieron que la pandemia trajo consigo un cambio en los procesos de socialización e interacción con efectos importantes en su estado emocional; la posibilidad de volver a sus planteles evocaba alegría luego de haber vivido más de un año de confinamiento en el que enfrentaron situaciones familiares difíciles como la falta de recursos económicos, hacinamiento y violencia familiar, además de fallecimientos de familiares cercanos y temor al contagio. En este contexto valoraron ampliamente el lugar de la escuela como espacio de convivencia, comunicación, aprendizaje y solidaridad.
Enfatizaron el reto que implicó buscar el acceso a recursos, tecnologías y materiales en sus localidades y familias, al tiempo que reconocieron su capacidad para desarrollar nuevas habilidades para la educación a distancia.
Yo ya quería regresar porque en línea a veces las clases no se escuchan tan bien, porque el internet no está en buenas condiciones, es muy estresante estar en clase y que no se entienda bien o que el internet te esté sacando a cada rato y a veces tampoco se pueden subir los trabajos (Estudiante de Telebachillerato Comunitario, mujer, 18 años).
Los relatos juveniles muestran que la educación a distancia tuvo entre sus fortalezas el uso de recursos y herramientas tecnológicas disponibles para la enseñanza y el aprendizaje, pero también evidenciaron problemas de conexión y comunicación que les provocaron estrés, nerviosismo e inseguridad durante las clases en línea o ante las dificultades para realizar algunas actividades a distancia. Al respecto, datos de la Mejoredu (2020) registran que 61.9% de estudiantes de media superior refirieron sentirse tensos con frecuencia por las actividades derivadas de su papel educativo (p. 43). Ante esta situación, es importante reconocer el lugar que en la experiencia educativa tiene el acompañamiento, además del sostén y recreación del vínculo intergeneracional y por supuesto, la responsabilidad de saber no solo si hay alguien del otro lado de las pantallas, sino quién está ahí.
En los Telebachilleratos Comunitarios de la zona, como en gran parte del país, el medio fundamental para enviar actividades, resolver dudas y retroalimentar los trabajos fue la mensajería instantánea por celular y la plataforma de Classroom; no obstante, resultaron frecuentes expresiones de frustración entre las y los estudiantes que no pudieron adaptarse o que consideraron no haber aprendido lo suficiente. Uno de los jóvenes resaltó la necesidad de reconocer la diversidad en los modos de aprender:
Cada quien aprende diferente. Yo no me acostumbré en línea, no lo tomé, no me gustó. Siento muy diferente de estar en la escuela con los compañeros haciendo los trabajos, y ahora estoy solo trabajando, me revolvía y no me gustó (Estudiante de Telebachillerato Comunitario, varón, 18 años).
Las y los jóvenes también reconocieron su insatisfacción con la entrega de trabajos por falta de tiempo debido a los quehaceres en casa; en el caso de las jóvenes fue recurrente atribuirlo al trabajo o al cuidado de hermanos menores; otros señalaron la falta de comprensión de contenidos o su desinterés en la entrega.
Así también hubo quienes reconocieron que tomar las clases en línea les permitió realizar otras actividades simultáneamente. Señalaron que la escuela en la casa tiene ventajas y desventajas. La ventaja -apuntó una joven- es que con la videollamada puedes estar en donde quiera, y cuando estás en la escuela debes estar en un solo lugar. Cuando hay videollamada pongo mi celular, estoy haciendo mis cosas, mi quehacer y estoy escuchando la clase (Estudiante de Telebachillerato Comunitario, mujer, 16 años).
Al respecto, Simons y Masschelein (2014) enfatizan en que estar en la escuela es precisamente tener tiempo libre, en el que queda suspendido el peso del orden social, las tareas y roles que deben realizarse en otros espacios como el trabajo y la familia. Los múltiples espacios y las dinámicas que ha tenido la escuela para las y los jóvenes, evidencian su invención histórica que anticipa su dinamismo, por ende, la posibilidad de su reinvención. Simons y Masschelein apuntan que reinventar la escuela,
pasa por hallar modos concretos para proporcionar «tiempo libre» en el mundo actual y para reunir a los jóvenes en torno a «algo» común, es decir, en torno a algo que se manifiesta en el mundo y que se hace disponible para una nueva generación. (2014, p. 4)
Al referir tanto a la modalidad a distancia o presencial, las y los jóvenes destacaron sobre manera, la importancia de aprender entre pares. En este sentido señalaron:
Yo he ido unas tres veces a la escuela, es algo fundamental para mí. El estudio a distancia puede ser muy práctico, porque se puede decir que uno puede aprender solo, pero estando en la escuela uno se puede comunicar más (Estudiante de Telebachillerato Comunitario, varón, 16 años).
En mi escuela teníamos clases con los maestros dos veces por semana con los tres maestros. Explicaban los temas y compartíamos las dudas, pero yo no me sentía en la escuela porque no veía a mis compañeros, no platicábamos, no nos reíamos juntos, porque aquí tenemos como el tiempo limitado para tener la clase, es raro, pero tenemos que acostumbrarnos (Estudiante de Telebachillerato Comunitario, mujer, 18 años).
Si bien los aprendizajes escolares les resultan relevantes; las y los jóvenes en forma recurrente aludían a los encuentros que tuvieron con sus pares en la escuela el pasado mes junio; apreciaron verse con otros, darse una palmada en la espalda, bromear, reír, de acuerdo con Núñez, “Muchas y muchos (y, cada vez más, muches) necesitan de la escuela como lugar donde ser” (2020, p. 185).
Cabe decir que en las localidades rurales y de la periferia urbana donde se encuentran los Telebachilleratos Comunitarios, la escuela sigue representando el principal espacio para la vida y cultura juvenil (Guerra y Guerrero, 2004), así como el umbral (Dussel, 2020) para un presente y futuro no anticipado. De ahí que al reflexionar con las y los jóvenes ¿Dónde está la escuela? Consideraron
Creo que la escuela está en nosotros, en nuestro esfuerzo por aprender (Estudiante de Telebachillerato Comunitario, mujer, 18 años).
La escuela ahorita está en mi casa porque estamos estudiado en casa, aprender ya está en tu decisión, puedes aprender, puedes investigar, para eso tienes celular (Estudiante de Telebachillerato Comunitario, mujer, 18 años).
Los relatos juveniles sobre su experiencia educativa en la pandemia hacen evidente la imperante tarea de reinventar la escuela, pues como apuntaba uno de los estudiantes “Conforme pasa el tiempo el sistema se tiene que ir actualizando y transformando al igual que nosotros” (Estudiante de Telebachillerato Comunitario, varón, 16 años), planteamiento que da cabida a pensar la escuela como umbral, en tanto “subraya el pasaje o el movimiento entre espacios físicos y simbólicos que supone la escolarización” (Dussel, 2020, p. 338) y que en nuestro tiempo resulta fundante del vínculo pedagógico, de la reinvención de la escuela y por supuesto del reconocimiento de las y los jóvenes como sujetos de derecho, de saberes y de experiencia.
Conclusiones:
Sin duda, las contingentes actividades que, en diversas modalidades y regiones del país se implementaron para atender a jóvenes estudiantes en situación de vulnerabilidad como son los Telebachilleratos Comunitarios, según la Mejoredu, “atestiguan la sensibilidad social y el compromiso ante una situación emergente de la magnitud que vivimos (2020, p. 8). Ello resalta también los esfuerzos juveniles y comunidades educativas durante la educación a distancia de manera creativa y solidaria. Empero, hoy resulta un buen tiempo para valorar las estrategias seguidas y diseñar las que han de permitir la continuidad educativa.
En este proceso resulta fundante que podamos seguir el diálogo-reflexivo con las y los jóvenes, reconocer y partir de su experiencia educativa, pues solo así podremos avanzar en la inaplazable y desafiante tarea de reinventar la escuela con perspectiva de juventud; reconociendo impactos diferenciados de la pandemia y la histórica desigualdad por género, edad, origen social, lugar de residencia y adscripción escolar, así como en la manera concreta en que cada uno de estos aspectos se entrecruzan y configuran juventud en condición de escolaridad
La pandemia dejó a su paso retos al fortalecimiento de los planteles en materia de infraestructura sanitaria, educativa y tecnológica. Específicamente en los retos educativos, resulta imperante reconocer desde su participación la diversidad y la desigualdad de recursos y experiencias con que las y los jóvenes en contextos y modalidades vulnerados cursan y dan sentido al nivel medio superior, de modo que se pueden potenciar las estancias y permanencias estudiantiles, así como, los esfuerzos de las comunidades educativas.
Resulta fundante la necesidad de fortalecer la comunicación con la población estudiantil, la cual se enfatizó como una debilidad en las acciones implementadas en los Telebachilleratos Comunitarios y una continua demanda de las y los jóvenes para el acompañamiento pedagógico, la interacción con docentes y entre pares, esto en favor de la experiencia educativa que reclama significados nuevos a la escuela que conocimos y que otorga sentido a lo que hoy es novedad, admitiendo como ha sostenido Pineau, que la escuela continua vigente como máquina de educar; no obstante, es preciso considerar la voces y demandas juveniles que atisban, cada vez con mayor fuerza, una perspectiva de juventud fundante de una escuela más cercana, participativa, que acompañe y escuche para potenciar la construcción de lo común.
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Palabras clave:
juventud, media superior, vulnerabilidad
Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia es un resultado de una investigación cualitativa cuyo propósito es analizar los significados y sentidos que los adolescentes de escuelas secundarias atribuyen a la escuela en el contexto de la pandemia; particularmente se abordarán los afectos, emociones y expectativas que experimentaron a partir del confinamiento. Para ello se analizan e interpretan las narrativas donde las adolescencias expresan los sentimientos y las expectativas que construyeron a partir de esta situación. Se parte del supuesto de que los adolescentes reconstruyeron y resignificaron los sentidos de la escuela desde las vivencias que como sujetos particulares vivieron durante el encierro por la pandemia.En un primer momento se realiza una contextualización a partir de los efectos que dejó tras de sí la pandemia por COVID 19, enfatizando la consecuencias e implicaciones que esta tuvo en la subjetividad de los adolescentes ante la pérdida de empleo de sus progenitores, los efectos en la salud física y mental del encierro y el incremento de la violencia tanto familiar como social. Para este abordaje se recurrió a datos tomados de instancias estatales, nacionales e internacionales, ya que no se pueden dejar de lado estas variables en la comprensión del fenómeno. La segunda parte se dedica al abordaje teórico centrado en las categorías: narrativas, sentidos, significados y adolescencias; abordadas desde las concepciones de subjetividad abierta que interpela y a la vez se resignifica a través de mediaciones y configuraciones; aquí destacan los aportes de Ricoeur (2000), Arendt (2000) Castoriadis (2005) y Giddens (1997). El tercer apartado es la travesía metodológica que define su paradigma desde un enfoque cualitativo, justifica las decisiones en el camino recorrido y describe la confección del entramado a seguir. El cuarto apartado es el análisis e interpretación de fragmentos tomados de las narrativas desde dos momentos: los sentimientos, en una primera mostración y lo que más extrañaron de su escuela en el escenario del encierro por COVID-19. De ahí se infieren expectativas, lo que esperan del encuentro presencial. Finalmente, las conclusiones que nos muestran lo que estas narrativas nos enseñan y nos develan, las significaciones que es posible inferir y lo que queda abierto para la reflexión.Resumen de la Ponencia:
La presente comunicación focaliza su mirada en la relación entre los jóvenes universitarios y la educación universitaria ,vínculo que se modificó intempestivamente a partir del giro inesperado de la educación presencial hacia la educación virtual y las (diversas) experiencias que ello trajo aparejado en distintos aspectos de la vida juvenil.Desde nuestro proyecto de investigación “Participación Juvenil. Prácticas y Representaciones” realizamos un primer análisis en 2020 (que continuamos en 2021) focalizado en comprender las experiencias educativas de jóvenes estudiantes de diversas carreras de la Facultad de Ciencias Económicas Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de San Luis, Argentina. En esa oportunidad pudimos analizar que la pandemia dejó a la luz desigualdades que ya existían pero que durante la pandemia se volvieron más visibles. Diferencias sociales y económicas que influyeron en la calidad de la educación recibida, no sólo vinculadas a la conexión sino en el acceso a los dispositivos tecnológicos: no todos/as los/las jóvenes poseen computadora y muchos/as tienen que compartirlas con otros familiares. Además pudimos reflexionar en que todos los aspectos de la vida cotidiana se vieron modificados a partir de la Pandemia y que surgieron diversas transformaciones sociales a partir de ella.En esta oportunidad enfocamos el estudio en este nuevo contexto de pospandemia en el cual ya se ha regresado a la presencialidad pero en una realidad transmutada que, sin lugar a dudas, no es la misma, porque nosotros no somos los mismos.En el presente trabajo intentamos acercarnos a la experiencia que atraviesan aquellos/as estudiantes que iniciaron su recorrido universitario durante el año 2021, contexto de virtualidad plena, mientras que en este 2022 iniciaron su cursada de modo presencial lo cual implica la interacción cara a cara con profesores y compañeros/as..Basamos el análisis en los resultados de un cuestionario semi estructurado que nos permite recrear los escenarios en los que los y las jóvenes se están desenvolviendo y así hacer un pequeño aporte a la reflexión sobre un contexto que aún hoy resulta incierto e imprevisible.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho analisa as experiências de adolescentes relativas à pandemia de Covid-19. Os sujeitos da pesquisa são moradores de uma região periférica da cidade de São Paulo, Brasil, na faixa etária entre 13 e 16 anos. Foram conduzidos sete grupos focais mistos, de forma presencial, com 19 meninas e 15 meninos, estudantes de uma escola pública, em 2021. O distanciamento social e o ensino remoto foram eixos desestruturantes da rotina dos adolescentes. O período de confinamento em casa foi marcado pelos constantes conflitos entre irmãos e/ou mães e filhos. O convívio em tempo integral, o acréscimo de tarefas domésticas e a desobediência e a agitação de irmãos menores motivavam brigas e discussões. Tal cenário torna-se especialmente difícil quando se leva em conta o papel central da escola como espaço de sociabilidade e de construção de vínculos afetivos entre pares. Com especial destaque à rede de apoio psicológico e de afeto provida por amigos e colegas, face a ambientes familiares delineados por práticas educativas autoritárias (por vezes, violentas) e distanciamento emocional. O desestímulo do ensino remoto, e a consequente queda no desempenho escolar, foi considerado o maior desafio trazido pela pandemia. A centralização da educação online em aplicativos flexibilizou as obrigações estudantis, fundamentais para a aplicação e a efetivação da prática do estudo. Igualmente, mostraram-se problemáticos os conteúdos genéricos distanciados dos seus conhecimentos e objetivamente desprovidos de contextualização oferecidos nas aulas online promovidas pelo órgão governamental responsável. Em suma, as condições subjetivas e objetivas para o estudar na fase das aulas remotas resultaram em dificuldade em acompanhar os conteúdos das disciplinas, na falta de foco e estímulo em estudar. A contingência das práticas sociais, rotina e da própria vida humana agravou condições de ansiedade preexistentes. A incerteza quanto ao futuro desestrutura perspectivas e sentido de ação relativas ao projeto de vida. Soma-se a isso o temor pela perda de familiares: ficar sozinho/a abarca variadas dimensões como a afetiva/relacional, financeira, referencial educativo e de modo de ser/viver em uma fase da vida voltada para a preparação da vida adulta. Não obstante, as mudanças e restrições sociais também geraram aprendizados relacionados ao crescimento pessoal: um maior autocontrole e a valorização das pessoas com quem tem vínculo afetivo mostram-se benéficos nas situações de divergências com pares e familiares. Ainda que individualmente tenham apontado as vivências da pandemia como fator de reforço de reflexões pessoais que direcionaram novos modos de pensar e agir, no plano social, destacaram a permanecia de valores e práticas danosas a integridade de grupos mais vulneráveis e próximas, num cenário social que evocou coletividade, interdependência e empatia.Resumen de la Ponencia:
El problema de investigación que se procura abordar en este trabajo es la articulación entre un hecho social claramente relevante a nivel mundial como la pandemia por COVID-19 y su articulación con la trayectoria biográfica de las personas de diferentes generaciones en Montevideo, Uruguay. El análisis parte desde la perspectiva teórico-metodológica del curso de vida y analiza datos de la encuesta multicéntrica Cambios y Eventos en el Curso de la Vida (CEVI) relevada en 2022, 2016 y 2012 en Montevideo. El objetivo es conocer el impacto del COVID como hecho reciente en la vida de las personas, la percepción de la pandemia como punto de inflexión en las trayectorias biográficas individuales y la construcción del COVID como hecho sociohistórico de alcance colectivo en el país y en el mundo. Este análisis se realizará de manera cuantitativa descriptiva, ponderando el impacto de la pandemia por COVID-19 con otros eventos de la vida de las personas y comparando los resultados recientes con las dos oleadas de encuestas anteriores realizadas en 2012 y 2016. De esta manera se procurará comprender el alcance que ha tenido la pandemia en la vida de las personas de diferentes generaciones, sus efectos directos e indirectos y las valoraciones que hacen los uruguayos de la pandemia como hecho colectivo y su articulación con la trayectoria individual.Resumen de la Ponencia:
El sistema educativo argentino desde su origen se estableció como un elemento de identificación común de los ciudadanos, donde si bien se establecieron niveles graduales que estaban condicionados al origen social de los estudiantes, se estableció bajo un espíritu de igualdad de oportunidades e integración social, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX con el incremento de las tasas de graduación del nivel medio y políticas públicas que facilitaron el acceso al nivel superior. No obstante, estos avances en materia de democratización no han alcanzado la consistencia para hablar de una completa democratización del nivel, puesto que persiste una estructura de inclusión-excluyente (Ezcurra, 2013), dado que si bien hay un efectivo incremento de la matrícula de educación superior, éste convive con el fenómeno del abandono, sobre todo en los primeros años de ingreso al sistema.En este marco, con la irrupción de la pandemia por Covid-19, y las medidas sanitarias que los diferentes gobiernos dispusieron para paliar sus impactos en la población, se agudizaron las tensiones vigentes en las estructuras educativas, inclusive la universitaria. La presente investigación centra su interés en estudiantes que asisten a la Universidad Nacional de Rio Cuarto (Argentina), la cual se constituye en el centro de estudios de nivel superior público y gratuito de referencia en el sur de la provincia de Córdoba. El objetivo que orienta el presente trabajo radica en identificar el impacto de los cambios acaecidos en el marco de la pandemia por Covid-19 en las trayectorias educativas de estudiantes que transitan sus primeros años el nivel superior de la Universidad Nacional de Río Cuarto (Argentina). A este fin, se indagó a estudiantes del prof. y la lic. en Educación Física que transitan el segundo año en su carrera en forma presencial, en contraste con su último año de nivel medio y el primero del superior lo hicieron en entornos virtuales. En materia metodológica, se trata de un estudio de diseño transversal y de tipo descriptivo, el cual recurre a técnicas cuantitativas de fuentes primarias para su análisis, cuestionarios. Los cuales pretenden dar cuenta de las propias valoraciones de los/as estudiantes sobre los contrastes tanto en la organización de sus tiempos como en las ventajas y dificultades que presentan las modalidades educativas experimentadas en sus últimos años de escolaridad.
Introducción:
Desde su constitución a fines del siglo XIX, el sistema educativo argentino se erigió como un elemento de identificación común de los ciudadanos, bajo un espíritu de igualdad de oportunidades e integración social en la educación básica, pero con una estructura segmentada entre los niveles educativos condicionada por el origen social de los/as estudiantes.
En el transcurso del siglo XX esta estructura fue diluyendo su incidencia gracias a diversos factores que posibilitaron el ingreso de sectores sociales de menores ingresos en la educación de nivel medio y superior. Hasta la década de 1960, cuando los estratos sociales más altos comienzan a abandonar la escuela de gestión estatal en pos de la de gestión privada (Tiramonti, 2005), y sobre todo a partir de la década de los ochenta, donde se agudiza la tendencia de fragmentación del campo educativo, evidenciando la existencia de circuitos diferenciados en el interior del sistema escolar para alumnos de origen social disímil (Tuñón y Halperin, 2010: 3).
En este contexto histórico, particularmente con el restablecimiento de la democracia en 1983, la matrícula universitaria expresó un crecimiento sostenido tanto en instituciones estatales como privadas. Lo cual encuentra sustento en la ampliación de las políticas públicas de inclusión educativa, el crecimiento de la escolarización y la prolongación del período escolar obligatorio (Otero y Corica, 2017:11).
En este marco, el año 2020, con la irrupción de la pandemia por Covid-19, y las medidas sanitarias que los diferentes gobiernos dispusieron para paliar sus impactos en la población, marcó un hito que puso en tensión las estructuras educativas que en mayor o menor medida presentaban dificultades, incidiendo particularmente en las trayectorias escolares de quienes se encontraban en procesos transicionales de la educación secundaria a la superior.
Este cuadro general da sustento a la presente investigación, la cual centra su interés en los estudiantes de la Universidad Nacional de Rio Cuarto (Córdoba, Argentina), particularmente en identificar el impacto de los cambios acaecidos en el marco de la pandemia por Covid-19 en las trayectorias educativas de estudiantes que transitan sus primeros años en el nivel superior. En materia metodológica, se trata de un estudio de diseño transversal y de tipo exploratorio, el cual recurre a técnicas cuantitativas de fuentes primarias -cuestionarios de preguntas cerradas y abiertas- realizadas a 88 estudiantes de 2do año del Profesorado y la Licenciatura en Educación Física. A partir de la obtención de la información, el procesamiento de los resultados se centró en distinguir los resultados generales de la muestra, para posteriormente intervenirlos por la variable del tipo de gestión educativa a la que asistieron los estudiantes en su educación secundaria, esto último con el propósito de avizorar los contrastes que se presentan en las trayectorias escolares de la juventud en base a su origen socioeducativo.
A fines de organizar la presentación, la ponencia se conforma por tres apartados troncales y las respectivas reflexiones finales. En primera instancia de desarrolla una breve reseña del anclaje histórico que sustenta el proceso de fragmentación socioeducativa en Argentina; para posteriormente desarrollar el devenir del sistema de educación superior en el país; y por último, adentrar en el impacto de la pandemia de covid-19 en el campo educativo y el retorno a la modalidad de cursado presencial de los/as estudiantes universitarios en sus primeros años en el nivel.
Desarrollo:
Desintegración social y fragmentación educativa
El advenimiento de la segunda mitad del siglo XX, producto en gran medida de la retracción progresiva del papel estatal en el diseño de políticas públicas que garantizaron destacables índices de bienestar social, junto a una sostenida desinversión en la estructura educativa (deterioro de los salarios y las condiciones laborales de los docentes, ausencia de políticas dirigidas a jerarquizar la formación de los/as profesionales de la educación, etc.), condujo a una profunda declinación del sistema educativo; que junto a un creciente incentivo del desarrollo de la educación de gestión privada para responder a la creciente demanda educativa, se dio inicio a un progresivo proceso de matriculación estudiantil en éstas instituciones y la correspondiente configuración de circuitos diferenciados de escolarización en base al poder adquisitivo de las familias de los/as estudiantes (del Cueto y Luzzi, 2008: 63).
Corresponde destacar que esta tendencia fragmentaria no solo se presentaría en base a los tipos de gestión de las instituciones educativas, sino también en el seno de cada una de ellas. A partir de los años ‘80, diversos estudios dieron cuenta de la creciente segmentación del sistema que producía diferencias entre las escuelas según la zona en la que estaban ubicadas y la población que recibían, independientemente si se trataban de establecimientos estatales o privados, contrarrestando los efectos democratizadores del aumento de la cobertura y generando una mayor diferenciación de circuitos que reproducen y refuerzan la desigualdad social de los estudiantes (Braslavsky, 1986; Braslavsky y Filmus, 1987).
A partir de estas aclaraciones, se observa que en las décadas recientes se asiste a un proceso por el cual fracciones importantes de los sectores medios abandonan la educación pública, dejando de ser una característica exclusiva de los sectores de altos ingresos (Kaztman, 2019: 20). Y encontrando su principal respuesta en la percepción de los padres sobre el “deterioro relativo en la calidad de la enseñanza pública” (p.21); pero con factores macro y micro-sociales que inciden directamente en dicha percepción y sus procedentes conductas. En relación a esto, dentro de los principales factores macro-sociales encontramos a la naturaleza de las matrices socioculturales, el nivel de pobreza y de desigualdad en la distribución de la riqueza, y el nivel de urbanización (Ibid.: 21); mientras que dentro de los micro-sociales, que son determinados principalmente por decisiones de los padres, se presentan: la optimización de la inversión en capital humano buscando asegurar la calidad de los conocimientos adquiridos, la evaluación (de las instituciones educativas) acerca de sus potenciales relativos como semilleros de capital social, la adquisición de capital simbólico y el clima de seguridad en los lugares de enseñanza (pp. 21-22).
Juventud y estudios superiores en la Argentina contemporánea
La educación superior a nivel nacional dio un quiebre notorio con la reforma universitaria de 1918, abandonando progresivamente su carácter elitista por uno de masificación e inclusión. Fundamentalmente desde la década de 1950, cuando el gobierno peronista eliminó los aranceles y el examen selectivo para el ingreso, triplicando la matricula entre 1947 y 1960 (Chiroleu, Suasnábar y Rovelli, 2012: 91-92), o posteriormente con el restablecimiento de la democracia en 1983, donde la matrícula universitaria pasó de 667.456 estudiantes en 1986 a 1.650.150 en 2009, es decir, un crecimiento del 147% en 23 años (Ibid.: 61).
Los principales factores que han incidido en esta expansión de la matrícula universitaria pueden reconocerse la ampliación de las políticas públicas de inclusión educativa, un crecimiento de la escolarización y una prolongación del período escolar obligatorio (Otero y Corica, 2017:11), lo que ha implicado una mayor democratización externa del nivel superior[i]. Sin embargo, esto no conduce a un proceso inclusivo, el cual parte del “reconocimiento de que la sociedad no es homogénea y la diversidad constituye un componente que merece ser revalorizado” (Chiroleu, Suasnábar y Rovelli, 2012: 88), es decir, que si alcanzar un genuino proceso de democratización, debe bregar por la inclusión de la diversidad socioeconómica, racial, cultural y sexual semejante a la que existe en el seno de la sociedad en procura de subsanar las discriminaciones históricas que gestaron la desigualdad en la que se encuentran esos grupos.
En orientación a ello, en el ámbito de la educación superior “predomina el ingreso irrestricto y no existe un examen nacional común a todos los estudiantes que desean incorporarse, el acceso está mediado por las regulaciones de las propias instituciones de educación superior” (Otero y Corica, 2017: 14). Mientras que desde la década de los noventa, y sobre todo con los doce años de continuidad de los gobiernos encabezados por Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011 y 2011-2015) se avanzó sustancialmente en la ejecución de programas y politicas públicas que atienden a sectores historicamente excluidos del sistema universitario. Si bien la matricula se ha incrementado sustantivamente en las últimas décadas, esto se ve atenuado debido a que las trayectorias educativas no siempre concluyen exitosamente (Otero y Corica, 2017: 21). Lo que nos indica estar en presencia de un proceso de inclusión-excluyente, dado que, si bien hay un efectivo incremento de la matrícula de educación superior, éste convive con el fenómeno del abandono, sobre todo en los primeros años de ingreso al sistema, el cual “afecta a las franjas sociales más desfavorecidas en la distribución del capital económico y cultural” (Ezcurra, 2013; en Otero y Corica, 2017: 22).
Lo observado por los diversos indicadores permiten reconocer que la juventud argentina tiene mayores posibilidades de incursionar en estudios superiores que en las décadas precedentes, sin embargo, se insiste en que esta democratización cuantitativa, no implica una verdadera reducción de las desigualdades sociales de origen, es decir, una genuina democratización cualitativa[ii]; trascendiendo a la posibilidad de ingreso para también favorecer el cursado y egreso de sus estudios superiores por parte de las/os jóvenes (Chiroleu, Suasnábar y Rovelli, 2012: 91).
Desigualdades, pandemia y transiciones escolares de la juventud
Si bien estos rasgos de la estructura educativa nacional han alcanzado una relativa consolidación, el año 2020 presentó un hecho sin precedentes en la historia mundial reciente en materia sanitaria, política, socio-económica y educativa a partir de la declaración de la pandemia por Covid-19. La cual generó grandes alteraciones en las diversas actividades y dinámicas sociales, ya sea por la afectación directa de la enfermedad o por las medidas preventivas que los gobiernos emprendieron para evitar la propagación y potencial colapso de los sistemas sanitarios.
Las forzadas adecuaciones educativas producto de la emergencia sanitaria propiciaron un sustancial incremento en las “ventas del mercado de educación virtual entre los sectores menos afectados por la crisis, en tanto millones de niños/as, adolescentes y adultos educándose quedaron con las manos vacías” (Puigrós, Dussel, Ferrante y Pulfer, 2020: 35). Las escuelas de los sectores de mayores ingresos en gran medida continuaron sus actividades online, programaron evaluaciones y dispositivos para la promoción y consiguieron una relativa contención de su estudiantado. Mientras que en el otro extremo, muchos estudiantes perdieron comunicación con sus docentes, excepto cuando muchos de estos esforzadamente los siguieron contactando por medios caseros (visitas a los domicilios, llamadas por teléfono o uso del WhatsApp) (Ibid.: 35).
Este fue el marco en el que se gestaron las transiciones escolares de los/as jóvenes en sus primeras experiencias en la educación superior. Donde en el caso de quienes fueron encuestados en la presente investigación, realizaron su primer año universitario en contexto de educación en modalidad virtual (2021) y el segundo -el presente- en modalidad presencial.
La muestra relevada en la investigación se constituye por 88 estudiantes que transitan el segundo año de formación académica del prof. y la lic. en Educación Física; de ellos/as, la mayoría tiene 21 años o menos, particularmente el 32% tiene 19 años, el 25% de 20 años y el 23% de 21 años. En cuanto a la identidad autopercibida, el 60% se reconoce varón y el 40% mujer; mientras que en cuanto al tipo de gestión educativa donde cursaron el nivel secundario, el 57% proviene de escuelas de gestión estatal y el 43% de gestión privada. Como referencia regional de altos estudios, la Universidad Nacional de Rio Cuarto recibe estudiantes de diversas geografías, en el caso particular de la muestra relevada, el 60% son de la localidad homónima, el 27% de otras localidades de la provincia de Córdoba y el 13% de otras provincias y países.
Como se ha destacado en la presente ponencia, la situación socioeconómica influye de forma relevante en el desempeño académico. En el caso particular de la muestra relevada se indagó sobre el origen de los ingresos personales y las responsabilidades personales (en virtud si debían compatibilizar estudios con trabajo). Indicadores que permiten observar que la principal fuente de ingresos de los/as estudiantes proviene de aportes paternos (60%), trabajo estable (21%) y temporal (14%); contemplado por tipo de gestión de proveniencia en el nivel secundario, quienes provienen del sector privado tienen mayor asistencia paterna que sus pares de estatales (65% y 56% respectivamente); mientras estos últimos tienen mayor dedicación laboral estable (22% en estatales y 20% en privados). En lo que concierne a las principales responsabilidades de los/as estudiantes, la mayoría certifica a sus estudios (66%), seguido por trabajar (23%) y ayudar a otros/as (7%); y visto por gestión del nivel medio hay una leve primacía en la dedicación a los estudios en quienes asistieron a instituciones privadas (68% a 64%), mientras que entre quienes manifiestan al trabajo como su principal responsabilidad existe una mayoría de quienes asistieron a establecimientos estatales (24% a 21%)
Ante este panorama introductorio se puede profundizar en las condiciones socioeducativas donde se desenvolvieron los estudiantes durante la pandemia y en la actualidad. Al momento de indagar sobre si los estudiantes contaban con espacio propio para estudiar, el 89% indicó que sí; situación que ascendió al 90% al momento del relevamiento. Analizado por el tipo de gestión del establecimiento educativo en el que cursaron el nivel secundario, los índices reportan una mejoría con el restablecimiento de la actividad presencial entre quienes asistían a instituciones estatales, alcanzando una relativa paridad con quienes provienen de establecimientos privados.
En lo que concierne a dispositivos digitales en el hogar, durante la pandemia los celulares constituyeron la principal herramienta de sostenibilidad académica (40%), levemente por sobre las notebooks (37%), las computadoras de escritorio (15%) y las netbooks (8%); lo que se modificó con el retorno a la educación presencial, donde se reportó un uso mayoritario de notebooks (44%), relegando al celular (37%), computadoras de escritorio (12%) y netbooks (8%). Afortunadamente, en ningún caso se careció de dispositivos digitales. A continuación se presenta la distribución de dispositivos digitales por tipo de gestión tanto durante la pandemia como el retorno a la presencialidad.
En materia de conectividad, durante la pandemia la mayoría contó acceso fijo con buena conexión a internet (60%), quienes contaban con acceso con problemas de conexión también era un número relevante (35%), mientras que el 5% contó con conexión mediante datos de celular, lo que indica que nadie careció de conectividad. Lo llamativo es que con el retorno a la modalidad presencial se mejoró la calidad de la conectividad, la cual alcanza el 67% de estudiantes que manifiestan un acceso fijo con buena conexión a internet, mientras que entre el restante 33% persiste el acceso fijo con problemas.
Los índices permiten observar una desigualdad durante la pandemia en cuanto a la calidad del internet, donde los provenientes de instituciones estatales presentaban una situación ventajosa, lo cual se modificó sustantivamente con el retorno a la presencialidad, con una leve mejor situación para los provenientes de establecimientos privados.
Otro aspecto de relevancia a la hora de evaluar las condiciones en las que los estudiantes afrontarían la educación en virtualidad concierne al manejo de competencias informáticas; en este sentido, solo el 6% reportó tener muchos conocimientos, el 58% dispone de conocimientos aceptables, el 34% de pocos conocimientos y solo el 2% no tiene -o tenía- conocimientos informáticos[iii]. En este sentido, un análisis por tipo de gestión educativa de proveniencia nos permite observar una mejor situación entre quienes asistieron a escuelas estatales, particularmente en el apartado sobre “conocimientos aceptables”; sin embargo, también es en este grupo poblacional en el que se dan casos de no tener conocimientos informáticos.
Esclareciendo los factores socioeducativos que constituyen a los estudiantes relevados, corresponde ahora profundizar en las características de la vinculación escolar que sostuvieron tanto en pandemia como a partir del retorno a la modalidad presencial. En primera instancia se indagó sobre la intensidad en el cursado de las materias que correspondían al año del plan de estudios: en pandemia, quienes desempeñaron un cursado completo alcanzan al 52%, quienes realizaron solo las materias que podían cursar (por correlatividades) fueron el 45% y quienes solo realizaron materias que resultaban de interés el 3%. Situación que presentó una mejoría con el retorno a la presencialidad, particularmente con el hecho de que un 6% pasaron de cursar solo las materias que podían a cursar de forma completa (de 52% a 58%). Visto por tipos de gestión en el nivel secundario, quienes asistían a escuelas privadas presentaban una mejor performance en cuanto a la intensidad del cursado de materias, algo que decayó notablemente con el retorno a la presencialidad, donde muchos/as de quienes habían cursado todas las materias del plan de estudios pasaron a cursar solo las que podían. Haciendo la situación más paritaria con respecto a quienes realizaron su secundario en instituciones estatales.
Las horas semanales dedicadas al estudio durante la pandemia se distribuyó porcentualmente de la siguiente manera: la mayoría solo dedicó entre 4 y 10 horas (31%), seguido por quienes dedicaron entre 11 y 15 horas (30%), luego 16 y 20 horas (23%), 3 horas o menos (9%) y por último quienes destinaron más de 20 horas (7%). Con el retorno a la presencialidad en gran medida se preservaron los ordenes de prevalencia, pero con otros porcentajes: se incrementó la cantidad que reporta entre 4 y 10 horas (38%), y una leve mejora de quienes dedican entre 11 y 15 horas (31%), estos en desmedro de quienes dedican entre 16 y 20 horas (19%), mientras que las únicas posiciones que se alteran son las de menor porcentaje, creció la cantidad de estudiantes que emplean más de 20 horas (10%) y disminuyó la de 3 horas o menos (2%). Es decir, que con el retorno a la educación presencial hay una mayor dedicación de horas semanales al estudio. Analizado por el tipo de gestión de nivel secundario tanto durante la pandemia como con el retorno a la presencialidad expone una mejor situación entre los de escuelas privadas, fundamentalmente entre quienes dedican 16 horas semanales o más; si bien la situación se ha equiparado con el retorno de la presencialidad entre los dos grupos, los/as de gestión privada preservan una leve ventaja.
La dedicación académica mantiene correlato con el efectivo cursado y aprobación de las materias en las que cada estudiante se inscribió en el ciclo lectivo. En relación a ello se indagó sobre el desempeño de estos dos aspectos durante el cursado en pandemia y se obtuvieron los siguientes resultados: en cuanto a la cantidad de materias que culminaron de cursar, la mayoría fue entre 4 y 6 (36%), seguido por quienes culminaron entre 7 y 8 materias (32%), quienes culminaron la totalidad (23%), entre 1 y 3 (7%) y ninguna materia solo el 2%. Es decir, presentaron un aceptable desempeño general en lo que concierne a la culminación del cursado de las materias, ya que 9 de cada 10 estudiantes cursaron 4 materias o más. La situación cambia notablemente cuando se indaga sobre las materias que efectivamente fueron aprobadas, es decir, aprobaron su examen final. Ya que el mayor porcentaje lo presentan quienes solo aprobaron entre 1 y 3 materias (44%), seguido por entre 4 y 6 (22%), y entre 7 u 8 (17%), ascendió la cantidad de quienes no aprobaron ninguna materia (14%) y desciende notablemente quienes aprobaron todas (3%). En resumen, la modalidad virtual facilitó la culminación del cursado de las materias, pero esto no se trasladó linealmente a la aprobación definitiva de las mismas. En lo que concierne a un abordaje por el tipo de gestión educativa en el nivel medio expone contrastes por tipo de gestión, con mejores índices tanto en materias cursadas como aprobadas entre quienes provienen de escuelas estatales por sobre los/as de privadas.
En relación a lo desarrollado sobre las performances de cursado y aprobación se indagó sobre las complejidades que vivenciaron los/as estudiantes para ello tanto durante la educación en modalidad virtual como con el retorno a la presencial. En pandemia, las mayores complejidades reportadas confieren a la cantidad de bibliografía para leer (25%) y la dinámica del cursado (24%), seguido por el hecho de rendir exámenes finales (18%) y parciales (16%), la relación con compañeros (8%), las normativas y pautas universitarias (7%), y por último quienes no indican haber tenido dificultades (2%). La situación cambia levemente con el restablecimiento de la presencialidad, particularmente en el orden de las causales: la dinámica del cursado es la de mayor afección (26%), seguida por la cantidad de bibliografía para leer (23%), luego las dificultades para rendir exámenes parciales (18%) y finales (17%), las normativas y pautas universitarias (7%), la relación con compañeros (6%) y quienes no indican haber tenido dificultades (3%). En resumen, tanto en educación virtual como presencial la mitad de los/as estudiantes reportan que las mayores complicaciones fueron ocasionadas por la cantidad de bibliografía para leer/estudiar y las dinámicas de cursado, en un análisis más particularizado se puede destacar que independientemente si el cursado es en formato virtual o presencial preserva un núcleo de antipatías por parte de los/as estudiantes, no obstante, hay una ligera predilección por el virtual. Las complejidades esgrimidas en base a los tipos de gestión de los/as estudiantes presentan una leve preminencia -en ambas modalidades de cursado- la dinámica del cursado y la cantidad de bibliografía entre los/as provenientes de escuelas privadas; mientras que existe una situación paritaria en la valoración de las instancias evaluativas (parciales y finales) entre ambos grupos y ambas modalidades de cursado.
Por último, se indagó sobre el formato que los estudiantes consideran más satisfactorio y los aspectos que inciden en dicha valoración. De la totalidad de los/as estudiantes relevados/as el 74% indica su preferencia por la educación presencial, un 24% por un formato de combinado y solo el 3% prefiere la educación virtual. Analizado por el tipo de gestión del cual provienen los/as estudiantes, los resultados exponen cierta correlación con el desempeño de cada grupo con respecto al cursado y aprobación de las materias, donde quienes provienen de escuelas de gestión privada tienen mayor afinidad por la educación presencial que sus pares provenientes de gestión estatal, los/as cuales manifiestan mayores simpatías por la incorporación del cursado virtual.
Los aspectos que influyen en dichas valoraciones son diversos, pero en orden de relevancia se destacan los aspectos interpersonales, la vinculación con docentes (24%) y con compañeros/as (23%), seguido de cerca por una mayor facilidad en el proceso de aprendizaje (21%), una mejor administración del tiempo (13%), la metodología de evaluación (10%) y la realización de trámites universitarios (9%).
En cuanto a los argumentos esgrimidos para justificar las preferencias por modalidades de gestión en base al tipo de gestión de proveniencia, los/as de gestión privada reivindican en mayor medida aspectos vinculares -fundamentalmente con sus pares- y la facilidad para el aprendizaje; mientras que los/as estudiantes de gestiones estatales reivindican mayores facilidades para adecuar tiempos personales y académicos y aspectos relativos a trámites administrativos.
[i] Chiroleu, Suasnábar y Rovelli (2012) reconocen dos planos respectivos a la democratización de la universidad, “la democratización interna, que da cuenta de la participación de los estamentos en el gobierno universitario (docentes, graduados, estudiantes, empleados), y la democratización externa, que designa la representación que las diversas clases sociales tienen en la población universitaria” (p. 88).
[ii] La democratización cualitativa es la que refiere al debilitamiento del lazo entre orígenes sociales y destino escolar; mientras que la cuantitativa es aquella que alcanza a todas las clases sociales. (Prost, 1986)
[iii] Las opciones presentadas contemplaban un vasto conocimiento de herramientas informáticas, conocimientos aceptables para los requerimientos académicos (capacidad de crear PPT, Prezi, videollamadas, etc.) y el manejo herramientas básicas (paquete office y redes sociales).
Conclusiones:
Las reformas educativas propiciadas en Argentina, fundamentalmente durante la década de los ’90, facilitaron la incorporación y apertura a sectores históricamente relegados pero en un marco de creciente disgregación social condujo a un proceso creciente de fragmentación educativa. Dicha estructura fragmentaria se constituyó en característica del sistema educativo argentino, aun durante las primeras décadas del siglo XXI, caracterizadas por una recomposición del tejido social producto de una estabilización macroeconómica y una progresiva mejoría en los ingresos familiares.
Las desigualdades distintivas del sistema educativo se vieron puestas en tensión a partir de un hecho inédito en las décadas recientes, la irrupción de la pandemia por Covid-19, la cual obligó a establecer una amplia y diversa batería de iniciativas gubernamentales a fin de atenuar su impacto en las poblaciones de todos los países del mundo donde se presentó. En Argentina, a partir de la suspensión de las clases presenciales los actores educativos vieron conmovidas sus dinámicas tradicionales y pusieron en práctica diversas respuestas para adecuarse a la situación. Sin embargo, las desigualdades y vulnerabilidades precedentes fueron agudizadas por un cuadro de situación signado por requerimientos extraordinarios para la continuidad pedagógica, la laxidad de los vínculos interpersonales y condiciones socioeconómicas adversas en las familias de los/as estudiantes.
El impacto en las transiciones escolares de quienes culminaron su educación secundaria y comenzaron el nivel superior durante la pandemia no fue menor, haciendo evidentes no solo las complejidades propias de dicho proceso sino también las que corresponden a la situación de contingencia socioeducativa ocasionada por la pandemia. A grandes rasgos, tanto en el marco de la pandemia como con el restablecimiento de las actividades presenciales, se pueden destacar algunos resultados más notables de la investigación -ya se ha profundizado en el desarrollo del tercer apartado de la ponencia-: En primer lugar, gran parte de los/as estudiantes obtienen sus ingresos por asistencia paterna y la principal actividad es estudiar. En cuanto a las condiciones socioeducativas, la mayoría de un espacio propio para el desempeño y todos dispusieron y disponen de algún dispositivo electrónico para el cursado (virtual y presencial); independientemente de la calidad, todos tienen acceso a internet y 2 de cada 3 tienen aceptables competencias informáticas. La intensidad del cursado se incrementó con el retorno a la presencialidad, mientras que la dedicación horaria también presenta una leve mejora. En lo que concierne al desempeño académico en el año 2021 -con educación virtual- (del que se puede tomar registro), hay una gran disociación entre los índices sobre materias cursadas culminadas y las efectivamente aprobadas. Los/as estudiantes prefieren el formato de educación presencial, mientras que en su defecto adhieren a un formato hibrido (presencialidad-virtualidad), argumentan esto en base a aspectos interpersonales y pedagógicos.
En un análisis por tipo de gestión del cual provienen los/as estudiantes, hay una situación paritaria en términos de disponibilidad de espacio propio, sobre todo en el retorno a la presencialidad. En lo que concierne a la conectividad a internet, durante la pandemia los estudiantes provenientes de escuelas estatales presentaban una mejor situación que sus pares de privadas, sin embargo esto se equiparó con el restablecimiento de la virtualidad; en similar sentido se presentan las competencias informáticas, quienes los/as de escuelas estatales presentan mejores índices, pero al mismo tiempo es el único grupo donde hay estudiantes que carecían de conocimientos. En cuanto a la intensidad del cursado, durante la pandemia quienes provenían de privadas exponen una mejor situación -particularmente por el cursado completo- mientras que el retorno de la presencialidad equiparó la situación entre grupos; similar evolución presentó la dedicación horaria semanal a los estudios.
Los/as estudiantes provenientes de instituciones de gestión privada han contado con mejores condiciones para el desempeño durante la virtualidad, pero los del sector estatal tuvieron mejores desempeños finales (cursado de materias y aprobación). Puede que esto influya en la elección sobre la modalidad predilecta por cada grupo, donde los/as estudiantes que provienen de escuelas privadas prefieren en mayor medida la presencialidad que sus pares de estatales, quienes ven con menor resistencia la incorporación de formatos combinados con la virtualidad.
Por último, se puede reconocer que también las crisis, como la propiciada por el Covid-19, sirven de oportunidades para cambiar, evaluar y rever contenidos, prácticas y estrategias de enseñanza-aprendizaje en perspectiva de atenuar las brechas socioeducativas y mejorar las condiciones pedagógicas del estudiantado.
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Palabras clave:
Transiciones escolares - Educación modalidad virtual/presencial - Desigualdad socioeducativa
Resumen de la Ponencia:
La Universidad Autónoma Chapingo como todas las instituciones del mundo y en particular de México suspendió sus actividades presenciales a partir de Marzo del 2020, cuando comenzó la crisis sanitaria. Razón por la que los estudiantes y el profesorado tuvieron que regresar a sus casas a seguir realizando sus actividades académicas. Un equipo de profesoras, de esta institución, preocupadas por conocer los principales problemas a los que se enfrentaban los estudiantes y de forma particular los de nuevo ingreso, pusieron en marcha un proyecto denominado: programa de integración al nuevo escenario académico en la preparatoria agrícola de la Universidad Autónoma Chapingo. Se buscaba fortalecer la autoconfianza del estudiante de nuevo ingreso y brindar acompañamiento para que lograra adaptarse a las nuevas circunstancias educativas y que conociera los problemas y efectos de los entornos digitales, dotarlos de herramientas para que aprendieran a manejar el estrés y recuperar la motivación para continuar con su formación académica.Cada grupo académico fue acompañado por una guía docente, psicóloga o especialistas en temas como violencia, entornos virtuales, estrés, perspectiva de género y sexualidad. Los estudiantes fueron atendidos a través del correo electrónico institucional, la plataforma TEAMS y WhatsApp.Este trabajo se centra en los resultados finales, con base en la aplicación de un último cuestionario en el mes de junio del año 2021. Para ese momento 521 estudiantes contestaron el instrumento que buscó evaluar la eficiencia del proyecto. Los cuestionarios se aplicaron través del programa Forms de la plataforma de TEAMS; el cual nos mostró que el 94% consideraron que les fue útil la información que se les proporcionó; de la misma forma el 77.4% calificó como MUY BIEN la puesta en marcha del proyecto de acompañamiento. De esta forma consideramos que la reducción de la participación se debió a que no existió ningún mecanismo que obligara al estudiantado a participar o a asistir a las sesiones que se tenían programadas. Sin embargo, el uso de redes sociales ayudó a que los y las participantes tuvieran conocimiento de los canales con los que cuenta la institución para ser escuchados o acompañados; de la misma forma las guías siempre mantuvieron un canal de comunicación abierto para problemas de ansiedad, sentirse escuchados o solo resolver problemas administrativos. Son estudiantes que no conocían la institución físicamente, pero que lograron mantenerse y continuar sus estudios a pesar de las limitaciones tecnológicas con las que contaban. La tarea pendiente es continuar con la aplicación de estas actividades con estudiantes de forma presencial y evaluar las diferencias o similitudes que pudieran encontrarse.Resumen de la Ponencia:
Esta pesquisa propôs-se a investigar como crianças se sentem diante do contexto pandêmico a partir de suas falas, desejos e posicionamentos. Para isso, apresenta expressões das crianças e outros dados produzidos, a partir de uma consulta online realizada com crianças entre 10 e 14 anos de diferentes regiões do Distrito Federal. Inseridas dentro das estratégias de isolamento social, as políticas de fechamento das escolas ocorreram em função de diretrizes do campo biomédico que orientaram o confinamento como forma de atenuar a disseminação do vírus. Uma decisão central no esforço de controle da doença. No entanto, pouco foi debatido, em termos de estratégias e ações concretas de autoridades, sobre a necessidade de dar atenção especial às crianças e à garantia de seus direitos em um cenário de vulnerabilidades. Relatórios da ONU[1] e pesquisas acadêmicas[2] cada vez mais avançam na escuta de crianças e evidenciam os impactos e desdobramentos das condições sociais e emocionais das crianças em função do tempo em isolamento. Além disso, a perda de familiares e outras consequências diretas e indiretas do vírus se apresentam como desafios reais na vida de muitas delas. O reconhecimento das crianças como um grupo social amplamente afetado pela pandemia impõe o desenvolvimento de um raciocínio que compreenda suas perspectivas sobre o problema, sobre suas perdas e também sobre possibilidades imaginadas e encontradas diante dos desafios vividos. Torna-se fértil um saber construído a partir das crianças, um exercício de aproximação sensível às suas realidades. Podemos, então, neste entendimento, reconhecer as vozes das crianças e seu valor heurístico para a compreensão de processos históricos que vivemos como sociedade. Mais que isso, é o reconhecimento que a participação de crianças é fundamental para a construção de uma vida cidadã. Há um sentido político e epistêmico nesta abordagem proposta. Tal aproximação tem implicações teóricas e metodológicas: precisamos escutar as crianças para, assim, orientar a nossa discussão e entender os pontos relevantes de suas experiências. O desenvolvimento teórico da investigação se dá dentro dos marcos referenciais que compreendem a criança enquanto sujeito que vive relações sociais geradoras de um processo de produção da cultura, e não como resultado dela. Isto será articulado ao entendimento de que a espacialização é um aspecto relevante para a configuração dos processos de constituição da criança enquanto sujeito do cotidiano. É fundamental pensar que as relações com o meio estão na base do desenvolvimento das crianças enquanto sujeitos sociais.
Introducción:
Inseridas no âmbito das estratégias de isolamento social, as políticas de fechamento das escolas ocorreram em função de diretrizes do campo biomédico que orientaram o confinamento como forma de atenuar a disseminação do coronavírus. Uma decisão central no esforço de controle da doença, que, no entanto, foi pouco foi debatida, em termos de estratégias e ações concretas das autoridades sanitárias e governamentais, acerca da necessidade de dar atenção especial às crianças e à garantia de seus direitos em um cenário de crise que acentua as desigualdades e vulnerabilidades presentes em suas vidas. O reconhecimento das crianças como um grupo social amplamente afetado pela pandemia exige que trabalhemos para ampliar a visibilidade de suas perspectivas sobre como esse momento histórico particular as impactou.
Diferentes relatórios de organismos internacionais (UNESCO, 2021) destacam vulnerabilidades e violências que se fazem presente na vida de crianças em tempos de crise. Concordamos com Marta Muñoz (2020) quando afirma que é urgente e necessário escutar as crianças em suas diversas perspectivas e posições em relação ao contexto do confinamento durante a pandemia de Covid 19. Este projeto de pesquisa nasceu da situação emergencial de confinamento social vivida em 2020 decorrente da pandemia de COVID-19.
Esta iniciativa se associa à pesquisa desenvolvida pela Associação Enclave de Evaluación y Derechos Humanos, que iniciou, na Espanha, o projeto intitulado Infância Confinada, visando entender o que pensam e sentem meninas, meninos e adolescentes sobre a questão do COVID-19 no que diz respeito aos impactos em suas vidas e à construção de significados tanto individual como coletivamente. A pesquisa foi conduzida por uma equipe multidisciplinar e teve como proposta mapear a realidade dessas crianças e jovens, observando diferentes questões - estruturais, emocionais, familiares e escolares - assim como buscar entendimento sobre os significados que elas têm dado à situação vivenciada.
O objetivo central foi propor a criação de oportunidades de fala e escuta sobre o que pensam e sentem meninas, meninos e adolescentes a respeito de suas vivências no contexto da pandemia de COVID-19, em particular no âmbito do Distrito Federal brasileiro. Para isso, buscou formas de chegar até as crianças para conhecer como elas elaboram sentidos e significados particulares sobre a pandemia. Identificou impactos da pandemia na perspectiva de crianças e jovens, sobretudo em relação às condições sociais, educacionais/escolares, econômicas e sanitárias a que estavam submetidas. Tratou-se de uma pesquisa exploratória, com abordagem quali-quantitativa, no sentindo que busca levantar, além de estatísticas de crianças que vivem nas distintas condições estruturais, também suas emoções, pensamentos e construções de significados e sentidos.
Também revelou a fragilidade de políticas públicas referentes ao apoio às famílias, no que diz respeito a: segurança financeira, alimentar, condições de moradia, acesso aos equipamentos para as aulas remotas, conexão à rede de internet, entre outros. Por isso, percebe-se que a crise vivenciada deve ser um ponto de reflexão para qualificar e integrar políticas públicas que se voltem à proteção das infâncias. Por esta e outras razões se assume o território enquanto contexto e experiência das infâncias na intenção de contemplar suas desigualdades estruturais e suas diferentes leituras, expectativas e possibilidades.
A pesquisadora argentina Silvia Grinberg (2022) destaca que a pandemia marca um momento de acirramento das desigualdades estruturais da sociedade, e chama a atenção para o processo de desigualdade educativa, de acesso à escola e e outros direitos de participação na vida coletiva.
La interrogación por la desigualdad educativa tanto como no es nueva se ha revitalizado en los últimos decenios y especialmente en 2020, resultado de una pandemia que expuso la injusticia de una sociedad que hace decenios hace gala de la precariedad (Grinberg, p. 15, 2022).
A investigação com crianças em contexto pandêmico tem sido abordada pelo campo acadêmico desde o primeiro semestre de 2020 e diferentes esforços têm sido feitos para registrar a experiência de crianças em suas diferentes condições de vida. No caso brasileiro, apresentamos duas abordagens que dialogam com a pesquisa que trazemos sistematizada neste artigo. Os pesquisadores: Gabriela Tebet, Anete Abramowicz e Jader Janer Moreira Lopes (2021) destacam que a pesquisa com crianças nesse momento e contexto aporta para a compreensão de como a pandemia gera efeitos e impactos para uma pluralidade de infâncias em um contexto excludente, marcado por desigualdades e perda de direitos. Entender as condições sociais e geográficas das crianças e como estes aspectos configuram diferentes experiências diante da pandemia demanda o desenvolvimento de dispositivos e abordagens políticas de atenção às infâncias.
Temos ainda a pesquisa: Infância e pandemia: escuta da experiência das crianças, realizada em 2020 por Isabel de Oliveira e Silva; Iza Rodrigues da Luz; Levindo Diniz Carvalho e Maria Cristina Soares de Gouvêa todos ligado à Universidade Federal de Minas Gerais que teve como objetivo compreender como crianças de 8 a 12 anos da região metropolitana de Belo Horizonte - RMBH, vivenciam a Pandemia de COVID-19. Um ponto de destaque dessa pesquisa é que dela emergem “Recomendações ao poder público”, entre as quais ressaltamos: a escuta das crianças por meio de “rodas de conversa”, “assembleias”, entrevistas individuais e “fóruns”, mas também a partir da análise sensível das suas diferentes formas de expressão, mediadas pela imaginação: o desenho, a fotografia e o brincar a fim de subsidiar a tomada de decisões que afete suas vidas.
No âmbito da América Latina, o livro Infancias, voces y esperanzas ante el confinamiento del Covid-19 en México de Melgarejo, Patricia M.; Linares, Roberto S. (2021) traz as expressões e elaborações de crianças indígenas mexicanas em suas vivências durante a pandemia. É importante observar que o trabalho amplia a percepção dos impactos do problema pandêmico a partir de um entendimento amplo de saúde e educação que articula corpo, práticas culturais, memória, identidades e territórios.
Ainda em espanhol, citamos o relatório Infancia Confinada: ¿Cómo viven la situación de confinamiento niñas, niños y adolescentes? de Martínez Muñoz; Rodríguez Pascual e Velásquez Crespo (2020) que constitui também um esforço em registrar vivências, falas e posicionamento de crianças espanholas durante o fechamento de escolas frente ao confinamento. Todos esses trabalhos mostram como as crianças são perspicazes em fazer leituras do que está acontecendo em suas vidas e entendem que toda a sociedade está enfrentando um problema sério. Elas se sentem parte da experiência pandêmica, identificam de que maneiras são afetadas por esse contexto e ao mesmo tempo são propositivas e têm muito a contribuir para o nosso entendimento deste problema.
Desarrollo:
As atuais discussões acerca da infância em sua pluralidade vêm reconhecendo as crianças como sujeitos de direitos. Isso pressupõe que, para a compreensão desse universo, se articule perspectivas macro estrutuais ao mergulho ao universo micro. Assim é que, considerando que as crianças são “indiscutivelmente parte da sociedade e do mundo e é possível e necessário conectar a infância às forças estruturais maiores” (Qvortrup in Nascimento, 2011, p. 201), bem como a de que precisam ser escutadas e livres para expressarem suas opiniões e interesses sobre questões que envolvem os diferentes aspectos e contextos da sociedade na qual estão inseridas de forma a serem compreendidas como atores sociais implica em irromper em um giro teórico e metodológico que deixa de pesquisar crianças para pesquisar com crianças (GAITÁN MUÑOZ, 2006), ou seja, uma investigação do mundo considerando as leituras das crianças.
Nesse entendimento, infância é uma categoria social estrutural que vem passando por transformações ao longo dos tempos, principalmente após os séculos XVII e XVIII, como bem pontuaram Pinto e Sarmento (1997). E como categoria, a infância precisa ser compreendida não como uma etapa da vida, mas, sim como um “componente da cultura e da sociedade” (Rego, 2018, p. 15) que carrega em si fatores intergeracionais, e que, portanto, pode ser objeto de análise sociológica “articulando-a a variáveis sociológicas clássicas, como a classe social, o gênero, ou o pertencimento étnico” (Rego, 2018, p. 15).
Nesta pesquisa, considera-se ainda que crianças reelaboram os espaços-tempos e vivenciam diferentes relações com o mundo e a vida como parte fundante dos seus processos de espacialização (LOPES & FERNANDES, 2018). Esta abordagem se afasta de uma interpretação da infância como fase transitória, em que a criança é concebida na perspectiva do permanente vir a ser, ainda não pronta, uma tábula rasa. Assim, afirma-se a criança como participante deste mundo, dos espaços e tempos partilhados, dos processos vividos em coletividade. (Lopes &; Fernandes, 2018; Aitken, 2019). A infância é pensada como categoria social estrutural do tipo geracional, (Qvortrup, 2011) e não como momento de pura maturação para uma vida adulta.
A nossa perspectiva teórica busca articular estruturas e subjetividades, de forma que, ao mesmo tempo em que contextualiza a estrutura social, considera as trajetórias históricas de crianças e seus saberes, dores, experiências e esperanças. Ao situar as infâncias e suas expressões em processos históricos e políticos afastamo-nos de compreensões reducionistas das experiências infantis, tendo em vista que, quando se concebe a diversidade de infâncias como um processo dado, sem situar as trajetórias infantis e, sem considerar os relatos e narrativas das próprias crianças, o pesquisador assume uma contradição, cujo resultado poderia levar a uma coisificação das infâncias (Medina Melgarejo, 2018).
Assim, a necessidade de articular a perspectiva macroestrutural ao diálogo na esfera micro permitiria perceber movimentos próprios, práticas situadas em espaços e tempos únicos. Partimos, então, da afirmação da criança como sujeito relacional, implicado na vida social e coletiva, que lança ao mundo suas narrativas e expressões próprias, emergentes de processos históricos singulares. Buscamos uma prática de estudo com as infâncias, e não sobre elas, pois as crianças não podem ser apenas objeto do conhecimento: já se sabe muito sobre as crianças, agora buscamos acessar sua condição de sujeitos de saber próprio sobre suas vidas.
A presente investigação se articula em termos metodológicos à experiência de pesquisa desenvolvida inicialmente na Espanha e em seguida em outros países, pela Associação Enclave de Evaluación y Derechos Humanos, que iniciou o projeto intitulado Infância Confinada, com a intenção de entender o que pensam e sentem meninas, meninos e adolescentes sobre a questão do COVID-19.
No caso brasileiro, a pesquisa, de abordagem qualitativa, foi desenvolvida a partir do mesmo questionário espanhol adaptado à realidade brasileira, contendo 65 questões que variaram entre múltipla escolha, caixa de seleção, escala linear e resposta discursiva curta. A seleção dos participantes desta etapa foi feita de forma voluntária, convidados a partir da circulação de um questionário on-line, via aplicativo de mensagens whatsapp. O questionário apresenta perguntas sobre aspectos estruturais, emocionais, relacionais e sobre expectativas e desejos. A amostra inicial constituiu-se de 492 crianças, com 18 questionários excluídos por não concordarem com o termo de responsabilidade e participação.
Com esses formulários respondidos, os dados obtidos foram analisados com base no método de análise de conteúdo, proposto por Bardin (2011). Para tanto, fizemos a leitura flutuante (Bardin, 2011) dos formulários respondidos, como uma forma de estabelecer uma leitura inicial desses textos, de modo a “conhecer o texto, deixando–se invadir por impressões e orientações” (Bardin, 2011, p. 37). Em seguida, passamos ao processo de categorização das respostas escritas pelas crianças, de modo a transformar os dados iniciais em informações organizadas que nos permitiram estabelecer categorias. Com essas categorias de analise, foi possível, então, realizar interpretações e inferências dos textos obtidos nos formulários.
Este estudo foi realizado via questionário Google Forms on-line, com 474 crianças do Distrito Federal, em sua maioria vivendo no Plano Piloto (23,7%) e na região do Gama (21,8%), enquanto 57,2% dos respondentes estão em outras regiões do DF. Em relação a identificação das crianças pesquisadas, 53,6% se identificam com o gênero feminino e 46,4% com o gênero masculino.
Pouco mais da metade das crianças estudam na rede particular de ensino (54,4%) e os demais participantes em escola pública (45,6%). Destas crianças, 98,1% estão cumprindo as atividades escolares de forma remota. Em relação aos direitos das crianças 66% dos respondentes reconhece que possui direitos enquanto criança.
No entanto, foi perceptível nas respostas, que as crianças se dividiram quanto ao entendimento de se seus direitos estão ou não sendo cumpridos. Destas respostas, 31,6% não concordam nadinha que os direitos estejam sendo cumpridos de forma igualitária para todas as crianças. Aproximadamente 47% dos respondentes indicam que concordam em algum grau, e do total, apenas 15% das crianças concorda totalmente que os direitos de todas as crianças estejam sendo cumpridos.
Grande parte dos respondentes pertencem a uma região do DF com maior poder aquisitivo. Muitas crianças não relataram dificuldades ao acesso às tecnologias, recorrendo inclusive a este uso para amenizar os efeitos do sentimento de ócio causado pelo confinamento referente a pandemia de Coronavírus. No entanto, a pequena faixa de crianças que relatou não ter acesso às tecnologias se encontra nas regiões não centrais do DF
Em relação aos direitos das crianças 66% dos respondentes reconhece que possui direitos enquanto criança. No entanto, foi perceptível nas respostas, que as crianças se dividiram quanto ao entendimento de que seus direitos estão ou não sendo garantidos. Entre as respostas, 31,6% não concordam nadinha que os direitos estejam sendo cumpridos de forma igualitária para todas as crianças. Aproximadamente 47% dos respondentes indicam que concordam em algum grau, e do total, apenas 15% das crianças concorda totalmente que os direitos de todas as crianças estejam sendo cumpridos. Quanto à pandemia, 74,1% delas concordam sobre a necessidade de estarem isoladas para não contrair o Coronavírus, o que aponta uma compreensão da gravidade da doença.
As crianças que participaram da pesquisa apresentaram preocupações variadas em relação à vida financeira de suas famílias durante o confinamento, aproximadamente 48% das crianças se preocupa com a possibilidade de a família empobrecer, devido a diferentes reflexos gerados pela pandemia. No entanto, quase 30% não se preocupa com essa possibilidade. Neste seguimento, 25,4% das famílias das crianças já́ sofreram com a pandemia e estão mais pobres. As dificuldades financeiras se apresentam como uma limitação imposta pela pandemia que afetou muitos trabalhadores e suas famílias. As crianças imersas neste contexto também apresentam inquietações e sentimentos relacionados a esta situação. 42,6% das crianças não se preocupam se faltará comida na mesa, e 21,9% declaram que se preocupam muito com a falta de comida em casa durante este período.
As informações até aqui são uma base para compreender melhor o contexto no qual estas crianças estão inseridas. A segunda análise, a seguir, abordará mais especificamente as questões sobre o que dizem as crianças em suas expressões relativas às suas vivências da pandemia.
Conclusiones:
As crianças retrataram que o fato de estarem confinadas, sem a liberdade de circular em ambientes externos, os fazem sentir-se mais tristes. Importante destacar que os ambientes citados pelas crianças foram os da casa que residem, relacionada ao confinamento; a escola, retratada na saudade que sentem; e o uso de aparelhos tecnológicos para estreitar laços e encontros sociais de forma virtual. Ficou perceptível que as crianças, em geral, expressaram um dilema entre sair e ficar em casa, demonstrando que compreendiam a necessidade de permanecer em isolamento, porém com o desejo de retomar a sua liberdade para sair. A exemplo: “sinto vontade de sair”; “gostaria de poder brincar na rua”, encontrados com frequência ao longo do corpus textual.
Foi colocada a importância dos amigos e do contato físico para as crianças participantes frente ao confinamento imposto pela pandemia do Coronavírus. Somos sujeitos sociais e este estudo evidenciou a necessidade do contato com outras pessoas (amigos e parentes) para o bem estar dessas crianças. Muitos relataram que o confinamento gerou um sentimento de “prisão” que revelou reflexos de ansiedade e tédio, percebidos nas falas:
“Estar confinado me deixa em uma prisão.”
“Estar confinado é uma prisão.”
“A pior coisa do confinamento é a ansiedade.”
“Estar confinado gera ansiedade.”
“Estar confinado me deixa com tédio.”
Destacamos a importância dos jogos e brincadeiras on-line para o enfrentamento do ócio gerado pela quarentena. Foram recorrentes nas respostas o uso dos videogames, computadores e celulares para a realização de suas brincadeiras. Devido ao isolamento social, estes esquipamentos tecnológicos foram os recursos para os momentos de lazer das crianças. Outro destaque nas respostas foi o uso do verbo jogar, referindo-se ao fato das crianças não poderem jogar e encontrar-se pessoalmente:
“O que me deixa triste é o fato de querer jogar futebol com os meus amigos.”
“O que me deixa triste é não poder jogar bola na quadra.”
“O que me deixa triste é não poder ir pra escola nem jogar na quadra aqui do prédio.”
As últimas três falas citadas remetem ao tema “o que me deixa triste.”, demonstrando o quanto o contato físico com os amigos influencia no sentimento de alegria das crianças. Na análise das respostas às questões discursivas, as crianças retrataram que o fato de estarem confinadas, sem a liberdade de circular em ambientes externos, os fazem sentir-se mais tristes e por muitas vezes entediados. No entanto, de acordo com as respostas, demonstraram compreender a gravidade do contexto de pandemia atual.
Muitas crianças citaram o quanto sentem falta dos amigos da escola e como conversar com os amigos utilizando as mídias sociais tem ajudado a escapar ou a ludibriar o sentimento de aprisionamento. Entre as principais alegrias citadas durante o período de confinamento, jogar; brincar e conversar com os amigos; ficar com a família, foram as de maior destaque. As crianças deste estudo demonstraram em suas respostas se posicionar a favor do isolamento, mesmo que isso tenha gerado um contexto de incertezas e insegurança em seus lares. Relataram o medo do adoecimento de seus avós, pais e parentes próximos.
As crianças também manifestam percepções diante da restrição espacial imposta pela nova rotina imposta pelo isolamento, a exemplo das sentenças a seguir: não encontrar; não sair; não ir; não abraçar, além da recorrência das respostas “não sei”, ou “não sabe explicar”, o que pode indicar a ocorrência de dúvidas e incertezas perante a situação vivenciada. A palavra família aparece frequentemente ao longo das respostas, destacando a importância do núcleo familiar, seja como segurança, presença e/ou preocupação. Nas respostas, ficou demonstrado o quanto as crianças se sentem felizes na presença da família e o quanto se preocupam com a saúde e o bem-estar de seus familiares, quando relacionado ao risco de contaminação, como é possível identificar nas falas a seguir:
“A melhor coisa do confinamento são os amigos e a família.”
“O meu medo é minha família morrer.”
“O meu medo é pegar covid ou alguém da minha família.”
“Corona, não infecta a minha família.”
“O que me deixa triste é a distância e a saudade da minha família e amigos.”
A partir das respostas obtidas foi possível verificar a relação das crianças com a nova rotina, a falta do ambiente escolar e o descontentamento das crianças com a educação à distância. Relato este recorrente: “acabem com as aulas online!”. Na fala destes jovens ficou visível o papel da escola, educadores e a necessidade de se desenvolver e se adequar ao novo panorama tecnológico, e não replicar um modelo tradicional de forma virtual. As crianças estão cansadas e sentem falta da vida presencial na escola, seja em função da saudade dos amigos, como também da rotina escolar.
Outro fator retratado pelas crianças foi o excesso de atividades escolares remotas e tarefas online. Muitas crianças disseram não aguentar mais as aulas on-line, que estas não estão cumprindo o seu papel educacional, pois as crianças não estão assimilando os conteúdos. Da mesma forma que no trabalho de Carvalho, Gouveia e Fernandes (2022) , aqui foi questionado o papel das instituições de educação neste momento, que, mais do que instituições para entregar conteúdos e atividades, deveriam estar focadas em fortalecer o papel relacional, de proteção e cuidado com a infância.
“Cancelem as aulas online ninguém aguenta mais!”
“Voltar aulas aqui no Brasil urgente, pensar mais nas Crianças”.
“Estudos virtuais são fracos.”
Ficou claro que as crianças participantes estão atentas aos privilégios e angústias da população, se posicionando para as questões no cerne da política, mostrando sua voz, de acordo com o relato: “Essa pandemia é como um alívio para algumas pessoas e um estrangulamento para outras, seja pela injustiça, pelos desejos, pelas metas...” e “que o governo DEVE ajudar os cidadãos ao invés de dizer que é apenas uma "gripezinha”. Assim, demonstrando que as crianças e o jovens exercem a participação e o protagonismo, portanto, expressam suas opiniões e interesses sobre questões que envolvem a sociedade na qual estão inseridas (MARTÍNEZ MUÑOZ, 2019).
Este projeto trouxe um panorama da rotina de crianças em diferentes contextos, com sonhos, desejos, dificuldades, e principalmente realidades muito diferentes, comprovados por falas que vão desde “retornar as viagens à Disney” até “fico preocupado com a minha mãe que sai para trabalhar todos os dias”.
Por fim, trazemos algumas nuvens de palavras sobre alegrias tristezas das crianças, as nuvens ficaram muito parecidas, evidenciando que as relações sociais são a principal fonte de alegria para as crianças participantes e, a ausência, ou supressão dessas, são a principal fonte de tristeza.
Figura 1: Nuvem de palavras sobre alegrias durante o confinamento
https://drive.google.com/file/d/1EozKkaDsnO70J4aBV_57fKgYUMsHc_iI/view?usp=share_link
Elaborado por Marcela Pesci Peruzzo a partir das respostas discursivas do questionário com o uso da ferramenta Iramuteq
Figura 2: Nuvem de palavras sobre tristezas durante o confinamento
https://drive.google.com/file/d/1cGdqueBzaR3--39aG_qzlgp8GHJewqqg/view?usp=share_link
Elaborado por Marcela Pesci Peruzzo a partir das respostas discursivas do questionário com o uso da ferramenta Iramuteq
As alegrias destacaram as amizades, com a palavra “amigo” tendo centralidade, seguida da palavra “família”, bastante próxima. As análises das respostas discursivas também mostraram que os momentos de descontração das crianças durante o confinamento eram realizados de forma virtual, seja realizando uma videochamada; falando pelo celular com os amigos, utilizando o WhatsApp; ou mesmo, jogando jogos on-line. O vídeo game foi muito citado como mecanismo de distração pelas crianças.
Neste sentido, as alegrias estavam vinculadas a poder socializar de alguma forma, seja com as amizades mais próximas, ou familiares, e brincar. A família foi uma das menções mais recorrentes ao longo das respostas, evidenciando a importância da representação familiar, seja como segurança, presença e/ou preocupação. Nas respostas, ficou exposto o quanto as crianças se sentem felizes na presença da família e o quanto se preocupam com a família, quando relacionado ao risco de contaminação por Coronavírus.
Já ao se analisar a nuvem de palavras que retratam as principais tristezas das crianças durante o confinamento, a palavra que mais ressalta aos olhos também é a palavra “amigo”. Ou seja, enquanto a socialização é o principal motivo de alegria, a impossibilidade de socializar se torna o principal motivo para a tristeza. Como a família esteve presente na vida da maior parte das crianças durante o confinamento, não aparece na nuvem de tristezas de forma destacada.
Tendo apontado a impossibilidade de encontrar os amigos como a principal razão para as tristezas, as crianças revelam o quanto a escola tem um papel crucial no processo de socialização delas. Ir à escola significa encontrar com os amigos, brincar e estabelecer relações sociais mais sólidas, que vem a complementar as relações familiares e são muito importantes para os sentimentos das crianças.
Na nuvem de palavras da resposta das crianças para a pergunta: “Qual a pior coisa do confinamento para você?” aparece de forma recorrente o incômodo em não poder sair de casa e circular, junto à falta que faz ir para a escola.
Figura 3: Nuvem de palavras sobre a pior coisa do confinamento
https://drive.google.com/file/d/1PpDj2kjzkLrVv6xUIRLIFf9ht6oO4hWq/view?usp=share_link
Elaborado por Marcela Pesci Peruzzo a partir das respostas discursivas do questionário com o uso da ferramenta Iramuteq
A palavra “não” ganha destaque por vir compondo cenários de restrições, como: “não poder sair de casa”, “não ver meus amigos”, “não poder jogar bola na quadra”, etc. No entanto, é possível perceber destaque na palavra “escola”, que vem compondo frases como: “não poder ir à escola”, “não ir à escola”, “ficar sem ver meus amigos na escola”.
Percebe-se, com isso, a exaltação das amizades e a relevância do convívio social para as crianças e jovens possibilitado pela frequência na escola. Embora as tecnologias da informação tenham possibilitado o encontro mediado pela internet, a restrição física aos espaços, em especial o da escola, gera o sentimento de tristeza por reduzir as trocas relacionais.
As falas das crianças expressam sofrimentos e inseguranças, preocupações e medos, tal como o medo de perder membros da família ou ver pessoas próximas ser contaminadas pelo vírus. Falam da saudade que sentiram dos amigos, das brincadeiras em grupo, dos familiares que não podem ver, como avós e avôs e outros parentes. As famílias são colocadas, na visão delas, como fontes de apoio e suporte. As crianças dizem que estar em casa com suas famílias as ajudava a lidar com o medo e a se sentir relativamente seguras.
Também foi possível verificar o pedido de muitas crianças por políticas públicas eficientes no combate a esta pandemia, pedindo pela cura e pela retomada de suas atividades rotineiras. As crianças pesquisadas esperam poder realizar seus sonhos em um futuro próximo e declaram que o fim da pandemia é o passo inicial para retornar ao percurso para alcançá-los.
É fundamental observar práticas cuidadosas ao fazer pesquisa com crianças acerca de temas complexos, que podem gerar emoções e sentimentos no curso da sua participação. O conteúdo de suas falas e expressões não são dados prontos que as crianças entregam ou disponibilizam, mas sentidos próprios sobre o sofrimento e a angústia que experimentaram em suas histórias concretas.
Por meio de suas falas foi possível concluir que há impasses na maneira como o ensino à distância está sendo conduzido, como isso pode refletir em seu futuro e trazem importantes críticas ao modelo tradicional de ensino, agora replicado de forma virtual. Até a vacinação em massa como será este processo de aprendizagem? Quais os efeitos a longo prazo deste formato de ensino?
Esta pesquisa encontrou limites em seu alcance de uma diversidade de infâncias e crianças em diferentes condições de vida e acesso a direitos. Ainda que a maior parte das participantes tenha afirmado ter pleno acesso às tecnologias necessárias para estar presente nas aulas virtuais, há uma enorme brecha digital (MARTINEZ LOPEZ, 2020) nas condições de acesso que também constitui um elemento de vulnerabilidade, pois muitas crianças ainda se encontram sem equipamentos apropriados e conexão de internet disponível que lhes permita frequentar as aulas no ensino remoto.
As crianças têm muito a falar, mas suas vozes encontram a resistência para sua participação, sua inserção nos debates da sociedade. As vozes e saberes das crianças são fundamentais para entender como os processos sociais e históricos afetam a elas e a suas famílias de maneira particular, e para que avancemos na criação de espaços e oportunidades de participação, precisamos ampliar as condições de relação que estabelecemos com as crianças, e construamos possibilidades de encontro com os horizontes infantis, com a perspectiva da criança como experiência coletiva e relacional.
Acredita-se que este trabalho possa nortear futuras pesquisas sobre os reflexos causados pela pandemia na rotina de crianças e jovens, e a necessidade da escuta sensível para com estas crianças. Não só por demonstrarem inseguranças e medos frente a este panorama atual, mas por serem agentes protagonistas deste cenário, que possuem desejos, sonhos e preocupações com o futuro do território que vivem.
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Palabras clave:
Crianças; Pandemia; Covid 19; Infância
Resumen de la Ponencia:
A crise desencadeada pela Covid-19 afetou vários aspectos das relações humanas de todas as faixas geracionais, dentre elas, a infância. Embora pouco se saiba sobre as reais consequências da pandemia para a infância, nos próximos anos serão observados os efeitos do distanciamento e do isolamento social impingidos às crianças, principalmente as mais vulneráveis, colocando-as no centro das preocupações, como aponta a ONU.Este estudo apresenta uma reflexão sobre como a Antropologia da Criança, em diálogo com a Saúde, pode contribuir para reformular os olhares de adultos no entendimento de que a temática infantil é relevante para a discussão sobre o papel central das crianças para se compreender a realidade. O trabalho apresenta algumas questões abordadas na pesquisa de doutorado realizada em uma unidade de Educação Infantil do Município de Santos, São Paulo, Brasil, que teve como objetivo geral, por meio do diálogo entre as Ciências Sociais, particularmente a Antropologia da Criança e a Saúde, investigar as formas de comunicação das crianças a partir dos aspectos socioculturais envolvidos. Buscou-se problematizar as interações das crianças, entre elas e com os adultos, e observá-las enquanto sujeitos sociais completos e em transformação. Os resultados obtidos mostraram que as crianças se expressam o tempo todo e é por meio da liberdade de manipular a comunicação que elas adquirem, elaboram, mas também produzem e expressam a cultura. Essas são questões que nos fazem refletir sobre o lugar das crianças e suas formas de comunicação no atual contexto da pandemia da Covid-19, em que as relações ficaram restritas e interditadas. Este cenário traz o desafio de continuarmos ouvindo as crianças, reconhecendo que não se trata apenas de uma questão de lhes dar voz, mas compreender as suas linguagens e o que elas mobilizam na cultura e sociedade.Concorda-se que as crianças são sujeitos sociais e históricos, mas não partem do zero, pois o potencial das crianças por si só não é suficiente para que elas deem conta do complexo processo de socialização, comprometido pelo isolamento social e interrupção da rotina escolar durante a pandemia. Pergunta-se, nesse contexto, sobre a relação entre as crianças, mas também com e entre os adultos. Consideramos, assim, que a abordagem a essas questões demanda maior escuta das crianças, pois elas podem apontar caminhos diferentes e consideráveis ao serem ouvidas sobre suas experiências, suas percepções e opiniões sobre o confinamento social. Escutar as crianças e suas experiências no contexto da pandemia, conhecer os porquês, os conteúdos, para quem e como as crianças se comunicam, ouvindo, vendo e vivendo com elas, pode possibilitar uma interpretação aprofundada dessas experiências, acessando outras dimensões sobre o grande desafio das relações sociais, no contexto pós-pandêmico.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia tiene por propósito presentar e interpretar algunas esperas experimentadas por niños y adolescentes durante el tiempo en que duró la atención, tratamiento y seguimiento por COVID 19 de algunos de sus familiares en el Estado de México. Concretamente, busca mostrar las esperas que vivenciaron desde el momento en que sus familiares fueron diagnosticados con COVID 19 hasta que les otorgaron el alta médica, abundando en las ideas y emociones que sintieron en esos momentos. Para tal tarea, me basaré en conversaciones telefónicas tenidas con tres niños (una mujer y dos varones) miembros de una familia mexiquense donde la mamá fue hospitalizada en una institución de salud privada durante la llamada primera ola de la pandemia y dos niños más (una mujer y un varón) integrantes de otra familia, en la cual la mamá fue tratada desde su hogar por un médico especialista por vía telefónica durante la llamada segunda ola dicha pandemia. Asimismo, me basaré en las aportaciones teóricas de Pierre Bourdieu sobre la experiencia temporal, donde quedan enmarcadas las esperas, para considerar tanto elementos objetivos como subjetivos que aparecieron implicados en los relatos de los niños. El supuesto que sustentaré a lo largo de la ponencia es que, además de vivenciar distintas esperas obligadas por la pandemia como otros miembros de sus familias, el ubicárseles como seres vulnerables dentro de estas los llevó a sentir mayor presión de acatar tales esperas. Presión que, además, se robusteció con la condición socioeconómica de su familia y las relaciones de género que se manejaba en ellas.Resumen de la Ponencia:
Em diversos países, a pandemia de Covid-19 trouxe profundas modificações à cotidianidade de milhões de crianças. Um dos principais resultados desse cenário é o significativo aumento do tempo de tela dos sujeitos infantis, que, em quarentena, dependeram da conectividade à Internet para realizar boa parte de suas atividades diárias. Para além do amplamente discutido ensino remoto, o lazer infantil intensificou-se no consumo de mídias online e na participação dessas crianças em espaços de sociabilidade virtual. Tal advento é mais uma instância que potencializa a gradativa privatização do lazer infantil (Buckingham, 2007), que circunscreve a crescente atuação de crianças no ciberespaço. No Brasil, houve um crescimento de 10% no número de crianças entre 9 e 17 anos conectadas, de 2015 a 2019 (CETIC, 2021). De acordo com a pesquisa TIC Kids Online 2019, duas das atividades mais proeminentes desempenhadas por crianças e adolescentes brasileiros nos espaços online são o consumo de vídeos — 83% das crianças conectadas o fazem — e o uso de redes sociais — 69% dos indivíduos entre 9 e 17 anos presentes na Internet desempenham essa atividade — (CETIC, 2020). Já a edição 2020 do documento parece corroborar o dado acima, uma vez que o Instagram (35%) e o TikTok (27%), plataformas de sociabilidade centradas no compartilhamento de vídeos, são reportadas como as redes sociais mais utilizadas por crianças e adolescentes da mesma faixa-etária anterior (CETIC, 2021). Dentre outros propósitos, esses espaços são apropriados por crianças para a construção e a expressão de suas identidades (Lopes, 2021). Uma forma oportuna de analisar processos de construção identitária na infância é por meio da Teoria da Estruturação (Giddens, 2003), cujos conceitos de Estrutura e Agência são amplamente difundidos e aplicados à Sociologia da Infância (Qvortrup, 2010; James, 2010), também para contrapor a histórica visão adultocêntrica da Infância (Quapper, 2016). No contexto do trabalho identitário performado por crianças, uma das estruturas que têm crescente impacto sobre tal atividade é a cultura do consumo (Schor, 2007; Buckingham & Tingstad, 2010). Em contrapartida, a agência infantil é reificada pelo papel ativo que crianças exercem nos seus próprios processos identitários online, em um trabalho que se assemelha ao da bricolagem (Willett, 2008; Weber & Mitchell, 2008). Sumariamente, crianças se apropriam do que têm em mãos, levando em consideração as limitações estruturais às quais são submetidas — dentre as quais as da cultura do consumo —, para manipular e constituir suas próprias identidades. Logo, esta pesquisa se objetiva em compreender, a partir de uma análise do conteúdo audiovisual (Bardin, 1973; Rose, 2015) publicado por influenciadores mirins brasileiros em plataformas de vídeos curtos como TikTok e Instagram Reels, como se dá a interação entre cultura de consumo (representada pela recorrência a produtos e marcas) e agência individual na construção / expressão identitárias infantis online.Resumen de la Ponencia:
O trabalho apresenta como a leitura literária foi trabalhada no ensino remoto nos três primeiros anos do ensino fundamental em escolas públicas municipais de Belém, Pará, durante a pandemia da Covid-19. Aprender a ler e a escrever, incluindo textos literários, é um direito das crianças na faixa etária de 6 a 8 anos e a escola é a instituição chave para a socialização, ampliação cultural, desenvolvimento e aprendizagem, e também desempenha papel relevante na rede de proteção à infância. No contexto da pandemia Covid-19, em virtude das medidas sanitárias de distanciamento social, as crianças deixaram de frequentar às escolas, ficando às famílias encarregadas de criar as condições ao direito social à educação e à alfabetização de crianças. A questão norteadora da investigação foi: como se deu o trabalho com textos literários nos três primeiros anos do ensino fundamental no ensino remoto durante a pandemia da Covid-19?. De cunho qualitativo e documental, a pesquisa, desenvolvida de outubro de 2020 a março de 2021, compreendeu entrevista com educadores da Secretaria Municipal de Educação e análise de materiais impressos e digitais produzidos durante a pandemia no ensino remoto da literatura pela equipe do Centro de Formação de Professores. Na análise dos dados, observou-se que, para a formação de crianças leitoras, recorreu-se ao uso de sequências didáticas, materiais impressos, videoaulas e tecnologias para mediar a leitura e a contação de histórias na alfabetização. No processo de alfabetização, a mediação de leitura literária é imprescindível para a formação de crianças leitoras. No entanto, no ensino remoto, as crianças deixam de participar de atividades coletivas de mediação e contação de histórias no espaço da sala de aula e de ter acesso ao livro de literatura infantil nas bibliotecas escolares e/ou salas de leitura, pois elas passaram a realizar atividades em ambiente familiar, sob os cuidados de seus responsáveis, utilizando materiais impressos ou assistindo a vídeos e, assim, vivenciando novas formas de interação com os textos literários. Dentre os desafios que o ensino remoto impôs ao desenvolvimento de atividades de leitura literária, na pandemia, a entrega do material didático com textos literários cria a possibilidade da realização da leitura compartilhada de textos literários na família. No entanto, devido às condições sociais e materiais das famílias das crianças das escolas públicas, podemos conceber que as formas de acesso aos textos literários foram diversas e nem sempre favoráveis à ambiência de leitura e às experiências de leitor, ampliando, assim, as desigualdades no acesso ao direito à educação.
Introducción:
Palavras iniciais
Segundo a Organização das Nações Unidas para a Educação, a Ciência e a Cultura, “a alfabetização é uma questão de dignidade e direitos humanos” (UNESCO, 2020, p.1). Aprender a ler e a escrever, incluindo o acesso à leitura literária, é um direito das crianças. A escola deve proporcionar ambiência de ensino e aprendizagem propícia para que as crianças a partir dos seis anos de idade desenvolvam o processo de alfabetização e, dominando o sistema alfabético da escrita, possam participar de atividades de leitura e escrita com autonomia e, assim, prosseguir seus estudos nos anos subsequentes de escolaridade. No entanto, durante a pandemia, por medidas sanitárias de distanciamento social, as crianças deixaram de frequentar a escola e passaram a realizar atividades de ensino remoto em casa.
O presente estudo, que ora apresentamos, integra a pesquisa em rede: “Literatura nos anos iniciais do ensino fundamental durante a pandemia da Covid-19”, coordenada por Marly Amarilha (UFRN) e Elisa Maria Della-Bona (UFPR), realizada em quatro regiões do Brasil (Norte, Nordeste, Sudeste e Sul), onze estados e doze cidades brasileiras, a saber: Amazonas, Humaitá; Pará, Belém; Maranhão, São Luis; Ceará, Fortaleza; Rio Grande do Norte, Natal; Minas Gerais, Belo Horizonte; Espírito Santo, Serra; Rio de Janeiro, Niterói; São Paulo, Sumaré e Guarulhos; Paraná, Curitiba e Rio Grande do Sul, Canoas. A pesquisa teve por objetivo acompanhar e refletir sobre os desafios que o ensino remoto impôs ao desenvolvimento de atividades de leitura literária nos anos iniciais do ensino fundamental no Brasil. Os resultados foram publicados no E-book “Literatura nos anos iniciais do ensino fundamental durante a pandemia da Covid-19” (Amarilha; Della-Bona, 2022).
Este trabalho apresenta, particularmente, como a leitura literária foi abordada no ensino remoto, nos três primeiros anos do ensino fundamental, em escolas públicas municipais de Belém - Pará, durante a pandemia da Covid-19. No estado do Pará, localizado na região norte do Brasil, o lockdown foi deferido pelo Decreto Nº 729 de 5 de maio de 2020. Com o decreto estadual, as atividades não essenciais, incluindo o funcionamento das escolas, no âmbito dos municípios foram suspensas. O isolamento social trouxe reflexos diretos na educação e na vida social, devido à reclusão das pessoas em casa e ao fechamento de escolas, de espaços de recreação e lazer frequentados pelas crianças.
De modo geral, a temática da pesquisa evidencia que aprender a ler e a escrever, incluindo textos literários, é um direito das crianças na faixa etária de 6 a 8 anos e a escola é a instituição chave para a socialização, ampliação cultural, desenvolvimento e aprendizagem, e também desempenha papel relevante na rede de proteção à infância. Entendemos que é função da escola promover a socialização, ampliação cultural, desenvolvimento, ensino e aprendizagem, além disso, a escola desempenha papel relevante na rede de proteção à infância. No contexto da pandemia Covid-19, a problemática, em destaque neste estudo, foi que, em virtude das medidas sanitárias de distanciamento social, as crianças deixaram de frequentar às escolas, ficando às famílias, muitas vezes desprovidas das condições necessárias, encarregadas de promover o direito social à educação e à alfabetização de crianças.
Desarrollo:
Lócus da pesquisa e delineamento metodológico
O Pará, localizado na região norte, é uma das vinte e sete unidades federativas do Brasil. É o segundo maior estado do país com uma extensão de 1.247.689,515 km2. Geograficamente, tem como limites o Suriname e o Amapá a norte, o Oceano Atlântico a nordeste, o Maranhão a leste, Tocantins a sudeste, Mato Grosso a sul, o Amazonas a oeste e Roraima e a Guiana a noroeste. Os rios principais são: Amazonas, Tapajós, Tocantins, Xingu, Jari e Pará. Sua capital, Belém, reúne em sua região metropolitana cerca de 2,1 milhões de habitantes, sendo a segunda maior população metropolitana da Região Norte (Belém, 2022).
Dadas as dificuldades de acesso às escolas em virtude de seu fechamento e medidas de distanciamento social, tornou-se inviável a coleta de dados nas escolas e o diálogo presencial com os professores. Então, o lócus da pesquisa foi o Centro de Formação de Professores – CFP, da Secretaria Municipal de Educação – SEMEC, Belém, Pará, Brasil, cuja equipe estava trabalhando em regime híbrido, parcialmente em home office e presencial.
Em relação ao perfil dos entrevistados, a equipe, composta por quinze educadores, atua na formação continuada, em encontros mensais e assessoramento à prática docente e conhece bem a realidade das escolas; destes, cinco participaram da pesquisa. Os participantes trabalham na educação há mais de vinte anos, são do quadro efetivo da SEMEC e têm formação em pedagogia; três deles são especialistas e dois mestres em educação.
A escolha desses profissionais para contribuírem na coleta de dados se deu porque eles acompanham o trabalho docente e discente nas escolas, durante a pandemia, realizando atividades de formação on-line e orientações às práticas docentes mediadas por tecnologias digitais (Google Meet, E-mail, WhatsApp, YouTube, TV, blog e videoaulas).
Quanto à abrangência do público da pesquisa, em 2020, a SEMEC - Belém, Pará, contou com: 632 professores dos três primeiros anos do ensino fundamental (Ciclo I); 15 formadores (CFP); 71 escolas e 20 unidades pedagógicas. Sobre o quantitativo de discentes, foram 17.840 alunos do Ciclo I (Belém, 2021).
Sobre o delineamento metodológico, de cunho qualitativo e documental, a pesquisa ocorreu em três etapas, devidamente interligadas, a saber:
(1) entrevista semiestruturada de vinte e seis questões com cinco educadores da Secretaria Municipal de Educação, respondida por escrito e enviada por E-mail;
(2) análise documental de materiais impressos, fornecidos pela equipe do Centro de Formação de Professores, e digitais produzidos durante a pandemia no ensino remoto da literatura pela equipe e disponibilizados no blog Expertise em Alfabetização;
(3) descrição e análise de decisões tomadas e de atividades desenvolvidas.
A pesquisa foi desenvolvida de outubro de 2020 a março de 2021, compreendendo seis meses. A questão norteadora da investigação foi: como se deu o trabalho com textos literários nos três primeiros anos do Ensino Fundamental no ensino remoto durante a pandemia da Covid-19?. Na seção seguinte, apresentaremos, parcialmente, os resultados do estudo.
Resultados e discussões: mediação de leitura literária na alfabetização
Além de compreender o sistema alfabético da escrita e aprender a escrever, um dos requisitos para se estar alfabetizado é aprender a ler. Uma condição para se aprender a ler é estar integrado a um grupo que usa a escrita para viver e não apenas para aprender a ler (Foucambert, 1993). Essa condição ressalta a relevância da heterogeneidade no processo de alfabetização. Isso porque o grupo no qual se aprende a ler deve ser composto de leitores mais experientes, no caso da sala de aula, a professora que ensino e cria a ambiência de aprendizagem, e de leitores menos experientes, os aprendizes, que buscam desvendar os textos a fim de compreendê-los, alcançando gradativamente o estatuto de leitor autônomo.
Dentre as atividades de alfabetização, comumente, realizadas em sala de aula com as crianças, destacamos a leitura em voz alta pela professora, que ao ler histórias e textos significativos constitui um auditório coletivo de leitura, no qual as crianças constroem sentidos a partir do texto que lhes chega aos ouvidos e das imagens mostradas na atividade de leitura.
Quanto à mediação de leitura em voz alta pela professora, em uma atividade compartilhada e coletiva de leitura, Amarilha (2013) esclarece que, além de necessária para a aprendizagem, a experiência de leitura de literatura na escola é de natureza mediada em dois sentidos: a mediação pela palavra, portanto simbólica; a mediação pela presença do outro (adulto leitor ou pares), portanto social. Em uma atividade coletiva de narração da história, “a voz do contador define limites acústicos e comunitários” (Amarilha, 2013, p. 36). De fato, a alfabetização de crianças requer a presença de um leitor mais experiente para organizar condições favoráveis ao processo de aprendizagem da leitura e da compreensão do sistema alfabético da escrita.
A mediação da leitura de histórias, em uma atividade social e coletiva em sala de aula, constitui uma comunidade de ouvintes e cria uma relação de pertencimento a uma comunidade de leitores, concedendo às crianças em fase de alfabetização o estatuto de leitor (Foucambert, 1993). É a narrativa que chega pela palavra do outro e instiga na criança o desejo de participar do ato de ler, aprender a ler e se tornar leitora, e também, gradativamente, a buscar novas leituras e a contar e escrever suas próprias histórias com autonomia.
Destacamos que a mediação de leitura literária é imprescindível para a formação de crianças leitoras, nos três primeiros anos do ensino fundamental. No entanto, no ensino remoto, as crianças deixam de participar de atividades coletivas de mediação e contação de histórias no espaço da sala de aula e de ter acesso ao livro de literatura infantil nas bibliotecas escolares e/ou salas de leitura, pois elas passam a realizar atividades em ambiente familiar, utilizando materiais impressos ou assistindo a vídeos, no caso de nossa pesquisa, fornecidos pela Secretaria Municipal de Educação de Belém, Pará, assim vivenciando novas formas de interação com os textos literários.
Na pandemia, as escolas municipais de Belém iniciaram o trabalho com as crianças, no ensino remoto, a partir de março de 2020, com atividades impressas, vídeos com dicas de atividades para as crianças durante a quarentena e de como se prevenir contra o coronavírus e também com videoaulas. A SEMEC mudou a formação dos professores de presencial para on-line, com estudo de sequências didáticas e orientação ao trabalho docente, forneceu kits pedagógicos aos alunos, juntamente com alimentos da merenda escolar, favoreceu a produção e veiculação na TV de videoaulas, porém o planejamento de atividades síncronas e assíncronas dependeu do encaminhamento dado pelos professores em cada escola e do modo como cada família se organizou para que as crianças estudassem em casa.
Na análise dos materiais impressos, observamos que o texto literário, apresentado em uma ficha de leitura, veio na primeira página do material do aluno (kit pedagógico), enviado às escolas com atividades a serem realizadas pelas crianças, de março a dezembro 2020. Em uma proposta interdisciplinar, seguidos de uma variedade de atividades. Os textos do material do 1º ano foram: Pirata de palavras, de Jussara Braga; Por que não posso ir lá fora? (Coronavírus), de Tatyanny F. Araújo; A casa e seu dono, de Elias José; Estela conta estrelas, de Hubert Schirneck e Sylvia Graupner; Esse rio é minha rua, de Paulo André Barata; Água, de Iva Rothe; Turma da Mônica economizando água, de Mauricio de Sousa; Gente tem sobrenome, de Toquinho; Os direitos das crianças, de Ruth Rocha. Como se vê, textos literários, extraídos das páginas coloridas de livros infantis e histórias em quadrinhos, foram reproduzidos em preto e branco em papel A4 branco.
No mesmo formato do material do 1º ano, os textos das fichas de leitura do 2º e do 3º ano foram: Rua e brincadeiras, de Keila Monteiro; Doroteia, a centopeia, de Ana Maria Machado; A vaca que botou um ovo, de Andy Cutbill; Meio ambiente – HQ da Turma da Mônica, de Mauricio de Sousa; Que coisa feia!, tirinha do Cascão, de Mauricio de Sousa; Nosso planeta agradece, tirinha da Turma da Mônica, de Mauricio de Sousa; Cuidando da terra, poema de Leila Maria Grilo; São João de todos os tempos, de Mastruz com Leite; Criança não trabalha, de Arnaldo Antunes e Paulo Tatit; e O direito das crianças, de Ruth Rocha. Na ausência de acesso a livros literários e mediação de leitura pela professora em sala de aula, no ensino remoto, a reprodução de textos literários em material impresso foi a maneira encontrada pela SEMEC para oferecer um material de leitura às crianças.
Na análise dos dados, observou-se que, para a formação de crianças leitoras, recorreu-se ao uso de sequências didáticas, materiais impressos, videoaulas e tecnologias para mediar a leitura e a contação de histórias na alfabetização. Nos três primeiros anos do ensino fundamental, a equipe da SEMEC Belém atuou na condução das atividades, pois propiciou formação on-line aos professores com estudo de sequências didáticas e orientação ao trabalho docente remoto (Google Meet, E-mail, WhatsApp e blog), forneceu kits pedagógicos com atividades e fichas didáticas para os alunos, favoreceu a produção e veiculação na TV de videoaulas produzidas pelos professores, envolvendo contação de histórias (Programa Educa Belém).
Convém destacar que a leitura e a escrita na infância acontecem de diferentes modos quando as crianças participam da vida social e da cultura, inclusive na leitura de mundo (Freire, 1989). Por isso, devemos proporcionar múltiplos encontros da criança com diversas modalidades de expressão; alfabetizar não se restringe à leitura em sentido restrito, mas amplo, no sentido de ler o mundo de diferentes modos, o que inclui o uso de tecnologias de comunicação (CERLALC, 2014). O uso dessas tecnologias, no ensino remoto, possibilita novos letramentos, de caráter multimodal (Rojo, 2012).
No processo de alfabetização, a mediação de leitura literária é imprescindível para a formação de crianças leitoras. No entanto, no ensino remoto, as crianças deixam de participar de atividades coletivas de mediação e contação de histórias no espaço da sala de aula e de ter acesso ao livro de literatura infantil nas bibliotecas escolares e/ou salas de leitura, pois elas passaram a realizar atividades em ambiente familiar, sob os cuidados de seus responsáveis, utilizando materiais impressos ou assistindo a vídeos. Além das videoaulas na TV EDUCABELÉM, houve relatos de que professores ministraram aulas utilizando mídias diversas: Whatsapp, Plataforma Zoom, Google Meet, Youtube, Facebook, Instagram, dentre outros.
Novas características no design dos textos podem ser detectadas a partir das aplicações no uso de novas tecnologias (García, 2018). Então, aprende-se sobre o que se estuda e sobre as formas de se comunicar, usando instrumentos da tecnologia, que embora conhecidas das crianças nem sempre estão acessíveis, pela falta de acesso à Internet e aos dispositivos tecnológicos. Daí, destacamos a importância de se manter o texto impresso no ensino remoto, favorecendo a coexistência das mídias digitais e impressas na educação.
Na passagem do ensino presencial para o ensino remoto, os professores recorreram ao uso de tecnologias e mídias digitais para se comunicar com as crianças e tiveram que contar com o apoio dos pais ou responsáveis para proporcionar a mediação da aprendizagem da leitura e da escrita, pois coube à família receber o material na escola, ouvir as orientações dos professores e orientar a criança para realizar as atividades previstas no material fornecido pela escola. Contudo, a alfabetização no ensino remoto, não dispensa a participação do professor, como um profissional articulador do trabalho educativo.
Como se vê, durante a pandemia Covid 19, com o ensino remoto o espaço de alfabetização se deslocou do ambiente escolar para o familiar no qual nem todas as crianças podem contar com pessoas que possam ler para elas, organizar seu ambiente de estudo e proporcionar as tecnologias de acesso aos conteúdos digitais.
Conforme a UNESCO (2020, p. 1), “apesar dos progressos feitos ao longo dos anos, cerca de 773 milhões de adultos em todo o mundo ainda não dominam as competências básicas em escrita e leitura”. No Brasil, em 2019, há 11 milhões de analfabetos, equivale a 6,6% da população, conforme Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios – PNAD. Na região Norte, a taxa de analfabetismo é de 7,6%; no Pará cerca de 8% da população é analfabeta (IBGE, 2022). Belém tem mais de 11 mil pessoas analfabetas no Cadastro Único para Programas Sociais - Cadúnico, 2020 (Agência Belém, 2022).
O acesso à educação é direito fundamental para o desenvolvimento da cidadania, da participação na vida social e ampliação da democracia. “Os investimentos públicos em educação são de extrema importância para a redução da pobreza, criminalidade e ampliação do crescimento econômico, bem-estar e acesso aos direitos fundamentais pela população” (IBGE, 2022).
Muitas pessoas, embora alfabetizadas, não contam com muitos anos de escolaridade, assim não desenvolveram práticas leitoras (analfabetismo funcional). De modo que, no ensino remoto, nem todas as crianças puderam contar com a orientação de pais e/ou responsáveis nas atividades de leitura e escrita. Agrega-se a esse problema a falta de acesso à internet, ferramentas tecnológicas, ambiente de estudo e livros impressos.
A entrega do material didático com textos literários cria a possibilidade da realização da leitura compartilhada de textos literários. No entanto, devido às condições sociais e materiais das famílias, podemos conceber que o acesso aos textos literários foi diverso e nem sempre favorável à ambiência de leitura e às experiências de leitor; ampliando, assim, durante a pandemia, as desigualdades no acesso das crianças ao direito à educação.
Conclusiones:
Considerações finais
A Secretaria Municipal de Educação e Cultura de Belém teve uma atuação importante na condução das atividades. Ela propiciou formação on-line aos professores com estudo de sequências didáticas e orientação ao trabalho docente remoto, forneceu kits pedagógicos para os alunos, favoreceu a veiculação na TV de videoaulas. Além disso, a Secretaria realizou duas avaliações da aprendizagem da leitura, escrita e matemática, gerando o Relatório de Aplicação da Atividade Avaliativa das Aprendizagens do Ciclo I – Ensino Remoto/2020.
Os professores recorreram ao uso de tecnologias e mídias digitais para se comunicarem com as crianças. Eles destacaram, como uma das ações bem sucedidas na formação de leitores de literatura, o envio por WhatsApp de vídeos de contação de histórias e o recebimento de resposta do aluno, realizando leituras. De modo que devemos reconhecer o empenho da equipe da SEMEC para orientar os docentes no ensino remoto e oferecer materiais aos professores e aos alunos, durante a pandemia Covid 19, ainda que não se possa mensurar a diversidade com que esses materiais foram explorados pelas crianças.
Os dados analisados neste estudo indicam a mudança de paradigma do ensino presencial para o ensino remoto articulada com a ideia de que a pandemia Covid 19 foi um tempo provocador de incertezas, que nos remete a outras questões: O que ensinamos às crianças nesse tempo de isolamento social? E o que as crianças aprenderam? Essas são algumas das questões que precisamos responder ao retornarmos ao ensino presencial ou híbrido, em que novos desafios se apresentam no sentido de lograr a alfabetização das crianças nos três primeiros anos do ensino fundamental.
Neste contexto, propomos alguns aspectos orientadores das práticas de alfabetização a serem considerados nas discussões acerca do impacto da pandemia no ensino de leitura literária de crianças dos três primeiros anos do ensino fundamental e os desafios da alfabetização durante e pós-pandemia:
- A alfabetização é uma condição essencial para a dignidade e participação social de toda pessoa.
- A alfabetização representa um momento importante na trajetória escolar da criança. Se ela não se alfabetiza, não pode prosseguir os estudos.
- Alfabetização é um processo. Cuidar da alfabetização das crianças, na escola, é estratégico para a vida das pessoas e para a democracia.
- A evasão e o baixo rendimento escolar devem ser superados para elevar a qualidade do ensino e combater o analfabetismo.
- Os professores devem estar inseridos em programas de formação continuada que lhes dê apoio e orientações necessárias às boas práticas de alfabetização.
- A mediação de leitura e o acesso a obras literárias são imprescindíveis ao processo de alfabetização.
- O trabalho é de todos (gestores e professores), criança a criança, turma a turma, escola a escola, família a família...
- O maior desafio consiste no ato de alfabetizar, no processo de ensino e aprendizagem que abrange tanto o ambiente escolar quanto o contexto familiar e social.
Bibliografía:
Referências bibliográficas
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Amarilha, M.; Della-Bona, E. (orgs.). (2022). Literatura nos anos iniciais do ensino fundamental durante a pandemia da Covid-19. Natal: EDUFRN. Disponível em: https://repositorio.ufrn.br/handle/123456789/49458.
Belém. Prefeitura Municipal de Belém. Secretaria Municipal de Educação. Centro de Formação de Professores. (2020). Guia de Orientações do Ciclo de Aprendizagem I (1º, 2º e 3º ano). Belém: SEMEC/CFP. Disponível em: http://expertiseemalfabetizacao.blogspot.com.
Belém. Prefeitura Municipal de Belém. (2022). Ver – Belém, Pará - Brasil. Disponível em: http://www.belem.pa.gov.br/ver-belem.
CERLALC. Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe. (2014). Alfabetización: una ruta de aprendizaje multimodal para toda la vida: Consideraciones sobre las prácticas de lectura y escritura para el ejercicio ciudadano en un contexto global e intercomunicado l. Bogotá, Colômbia: UNESCO.
Foucambert, J. (1993). Para uma política de leiturização dos 2 aos 12 anos. Cadernos de Pesquisa, São Paulo, v. 84, p. 43-49.
Freire, P. (1989). A importância do ato de ler: em três artigos que se completam. São Paulo: Autores Associados: Cortez.
García, J.G. (2018). El enfoque multimodal delproceso de alfabetización. Educação em Revista, Belo Horizonte, v. 34, p. 1-28.
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Rojo, R. (2012). Pedagogia dos multiletramentos. In: Rojo, R.; Moura, E. (org.). Multiletramentos na escola. São Paulo: Parábola, p. 11-31.
UNESCO. Organização das Nações Unidas para a Educação, a Ciência e a Cultura. (2020). A alfabetização é uma questão de dignidade e direitos humanos. Disponível em: https://brasil.un.org/pt-br/90272-alfabetizacao-e-uma-questao-de-dignidade-e-direitos-humanos.
Palabras clave:
Palavras-Chave
Alfabetização. Leitura literária. Impacto da pandemia. Infância.
Resumen de la Ponencia:
Panamá ocupa el tercer lugar en desigualdad dentro de la región latinoamericana y caribeña, de acuerdo con la CEPAL. Los efectos de este desequilibrio son severos para el bienestar y desarrollo humano de toda la población de un país, pero afecta gravemente a la infancia y la adolescencia.Las personas menores de edad son sujetos de derechos, establecidos en la Convención de los Derechos del Niño de 20 de noviembre de 1989. Aunque existe una normativa nacional y compromisos internacionales vinculantes, la vulneración de derechos de niñas, niños y adolescentes, es una realidad que les amenaza cada día, en distintas formas, horarios y lugares. La pandemia de COVID- 19 ha evidenciado la desidia en las aplicación de las garantías que deben tener su integralidad física y mental, demostrando las debilidades, falencias y falta de voluntad política de quienes administran el Estado, a la hora de establecer y aplicar políticas públicas de protección integral, las cuales deben estar amparadas en el principio del interés superior del niño y la niña,Por ello, el objetivo de este trabajo es presentar una aproximación del panorama actual relativo a la situación y condiciones en que se encuentra la niñez en Panamá, reconociendo y abordando las complejidades existentes, que salieron a relucir en el contexto de la crisis sanitaria producto de la pandemia de Covid 19. Entre otras, el escándalo por la denuncia pública de maltrato y abusos a personas menores de edad, en albergues regentados por el Estado y el aumento en los casos de embarazos de niñas y adolescentes, en edades cada vez más tempranas. Es necesario adentrarnos en conceptos y modalidades relativos a los abusos, violencia y discriminación, que están siendo ejercidas como formas del poder adultocéntrico hacia las personas menores de edad, incluyendo a las propias instituciones que tienen la obligación de brindarles protección y seguridad. Todos son problemas de vieja data, que afectan principalmente a familias y hogares con niños, niñas y adolescentes, que viven en comunidades de vulnerabilidad socioeconómica extrema. La crisis sanitaria los ha agudizado, empeorando las condiciones de vida y su entorno, en un presente que debieran estar disfrutando: del juego, las artes, el deporte, la escuela, las amistades y más. Sin embargo, todo parece indicar que serán ciudadanas y ciudadanos con un futuro incierto, en los márgenes de un sistema capitalista cada vez más perverso, lleno de políticas neoliberales insensibles a los derechos humanos de la niñez, a menos que se empiece a construir otras formas de convivencia que permitan garantizar los intereses prioritarios de las personas menores de edad.Resumen de la Ponencia:
La contingencia del COVID-19 y sus políticas de aislamiento forzaron a adoptar a la tecnología como una vía para la continuidad educativa, volviéndola ya un referente en la vida de la niñez y, por lo tanto, integrándola a su entorno cotidiano e imaginarios. El proyecto "infancias digitales oportunidades y riesgos para los mundos ideales” bajo este contexto tiene como objetivo el indagar en los procesos de apropiación cultural de las TIC en la niñez, ya sea por su integración o carencia, para dar continuidad a sus estudios. Para lograrlo, se consideró desarrollar una intervención que permita indagar sobre los procesos de apropiación, al tiempo que enseña a la niñez a aprender a aprender sobre las oportunidades de la tecnología, pero también sus riesgos. Este proyecto se integró al proyecto de “Mundos ideales” (PRONACES) con quien coincide en modelo metodológico y lo complementa al indagar en categorías relacionadas a la inclusión digital para la inclusión social, que se suman a las identificadas, para desarrollar los imaginarios posibles de mundos ideales en la niñez. Este trabajo presenta os resultados obtenidos de la aplicación de instrumentos de diagnóstico y su levantamiento información en la escuela primaria ubicada en el municipio de Zapotlán el Grande. Para esta etapa se eligió y trabajó con niños y niñas de quinto grado de la Escuela Primaria Lázaro Cárdenas del Río del turno matutino. Todos los niños y niñas participantes cuentan con 10 años de edad cumplidos. La estrategia metodológica que se siguió durante la evaluación diagnóstica y contextual de participantes está asentada en un enfoque cualitativo (Álvarez-Gayou, 2003; Vasilachis, 2006) pues durante esta fase se buscó obtener las subjetividades vertidas en las narraciones verbales y las diferentes formas en que los niños y niñas representan sus propios mundos ideales y la relación con las TIC a partir del uso de figuras con imanes, dibujos y relatos escritos.Los instrumentos diagnósticos fueron: 1) la técnica de la entrevista semiestructurada con los niños, niñas y sus papás o mamás; y 2) el instrumento de las figuras con imanes de “Mundo ideales” y su variante con dibujos en técnica libre. Esto se realizó con el doble propósito de obtener información sobre los contextos familiares, culturales y de acceso, uso y dominio TIC de cada niño o niña; y para obtener los imaginarios en torno a las TIC que tienen a partir del impacto social de la pandemia en las experiencias educativas de niñas y niños.Resumen de la Ponencia:
Trabajo infantil es toda actividad económica y/o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada por la niñez, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o no han finalizado la escolaridad obligatoria o no han cumplido los 18 años si es trabajo.Durante 2016 Panamá realizó la IV Encuesta de Trabajo Infantil, la cual reveló que 23,855 niñas y niños en edades de 5 a 17 años están en situación de trabajo infantil. Del total, 50.7% en el rango de 10 a 14 años, 24.8% en el rango de 5 y 9 años y 24.4% en el rango de 15 y 17 años. El análisis de las Encuestas de Trabajo Infantil de los años 2014 y 2016 registró disminución del 11.9% de la niñez en trabajo infantil. La interrupción en la aplicación de encuestas durante los años 2018 y 2020 impide delimitar la tendencia de los últimos años previos a la pandemia.La pandemia, incrementó el riesgo de retrocesos en logros para erradicar el trabajo infantil. El análisis de indicadores sobre interpretación de problemas estructurales orienta el desarrollo de políticas públicas para el desarrollo de la niñez como actor social.El Informe de Análisis de Cierre de Escuelas publicado por UNICEF en marzo de 2021, destacó que en 14 países del mundo las escuelas permanecieron cerradas el primer año de pandemia. El país con más días de escuelas cerradas fue Panamá seguida de El Salvador, Bangladesh y Bolivia.Según cifras del PNUD, el empleo formal en Panamá disminuyó un 25%, que contrasta con la disminución de Latinoamérica cuyo promedio fue de 4.5%. En comparación a países con quienes comparte de cerca ingreso per cápita como Chile, el empleo formal cayó 2%, en Uruguay 7% y en Costa Rica 10%. El desempleo en Panamá pasó de 7% a 18.5% según cifras del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral. La economía panameña cayó 20.7% durante el año 2020, según cifras del Banco Mundial. Fue el sexto país del mundo de mayor caída de la economía solo superado por islas Maldivas, la isla de Santa Lucia, el Líbano, la isla de Fiji y la isla de Barbados. La caída representó para Panamá una pérdida de 13,800 millones de dólares con respecto al 2019. Problemas de carácter estructural como el aumento de la pobreza, el desempleo, el empleo precario e informal y el cierre prolongado de las escuelas, han creado condiciones de riesgo que empujan a la niñez al trabajo infantil e inciden en la dependencia de las familias del trabajo infantil. Las medidas para erradicar el trabajo infantil deben responder a las condiciones estructurales que contribuyen a la exclusión y a la desigualdad.Resumen de la Ponencia:
El objetivo es describir los efectos de la pandemia del SARS-CoV-2 para el Desarrollo Infantil Temprano (DIT) en la Ciudad de México. Se parte de una mirada deductiva, que prioriza las tendencias generales para que después puedan determinarse situaciones focales. Los principios e hipótesis son:La pandemia tiene consecuencias permanentes y señalarlas es fundamental para evitar que crezcan las desigualdades sociales en la Ciudad de México.Esas consecuencias deben atenderse inmediatamente, con políticas públicas adecuadas.Abordar el DIT lleva a señalar los efectos cognitivos, emocionales y físicos que tendrá la pandemia en las infancias de la Ciudad de México. Este estudio es cuantitativo y cualitativo, se resalta:La importancia del DIT para el trayecto vital de una persona. Deben entenderse los efectos sociales que conlleva una variación sostenida en sus componentes, en la medida que las consecuencias se vuelven progresivas, muchos casos son irreversibles.. Hay evidencias que:El trayecto escolar se ve limitado en la edad adulta.La salud física y mental tiene un menor desarrollo.Se trucan las posibilidades de ascenso social.Se favorecen los desarrollos poco apropiados en las personas adultas.Datos e indicadores del DIT en la Ciudad de México.Los efectos, medidos y posibles, que ha tenido la pandemia. Los resultados de entrevistas a profundidad, con personas cuidadoras de menores, para comprender las experiencias, prácticas y cambios importantes en el contexto de la pandemia. Proponer lineamientos de políticas públicas que permitan atenuar los efectos.El estudio de DIT se divide por rangos de edad, para este estudio será considerado el grupo de infantes de hasta 5 años. En la Ciudad de México puede dejar secuelas muy importantes, hay tres elementos:La lógica social y antropológica del tema. El DIT es una categoría operacional que conceptualmente nos coloca frente al ideal y potencial de una persona. La lógica urbana. La ciudad tiene efectos particulares en el DIT, que son producto de la experiencia y prácticas urbanas y de los componentes económicos, educativos y ambientales.Entender los efectos de la pandemia. Tanto en la lógica social como en la urbana, da como resultado modificaciones en acciones que afectan a las infancias de la ciudad.Los efectos finales deberán conocerse a través de estudios panel de varios años de duración, sin embargo, este trabajo nos permite vislumbrar temáticas posibles en las investigaciones para el caso de la Ciudad de México. Existe una urgencia para las políticas públicas de atender los efectos. Es una paradoja relevante: la precisión en la medición de los efectos se podrá conocer en varios años, pero la urgencia en su tratamiento debe darse en el momento actual, aún sin cifras exactas.El trabajo podrá servir de referencia para otras investigaciones similares en la región.Resumen de la Ponencia:
La crisis sanitaria producida por el Covid-19 ha marcado un antes y un después en las vidas de nuestras sociedades. En este contexto, distintos mecanismos internacionales de seguimiento de los derechos humanos han manifestado su preocupación por el impacto que la pandemia ha tenido no sólo en el corto plazo, sino también, en el mediano y largo sobre la sociedad en su conjunto, y sobre las personas y grupos en situación de vulnerabilidad en particular, e instaron a los Estados a tomar medidas para garantizar el cumplimiento de sus derechos. En este sentido, si bien la enfermedad no impactó de la misma forma en las niñeces que en las adulteces, las decisiones tomadas para responder a la pandemia han producido diversos efectos en la vida de niños, niñas, adolescentes y jóvenes (en adelante: NNAyJs).El presente informe recupera las opiniones y percepciones de NNAyJs en contextos de pobreza y movilidad humana en Argentina sobre el ejercicio de sus derechos a la salud, la educación, el esparcimiento, y una vida libre de violencias en el marco de la pandemia y las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio dictadas en nuestro país a partir de marzo de 2020. A través de una estrategia de investigación-acción con participación protagónica de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, se buscó visibilizar cómo vivieron los NNAyJs esta situación sin precedentes a la vez que se construyeron, junto a ellos y ellas, recomendaciones para la implementación de políticas públicas que garanticen el acceso a sus derechos. Este ejercicio ha permitido actualizar el desafío permanente de promover la participación de NNAyJs, además de repensar las estrategias para adecuarlas a un contexto nuevo para todas y todos.En ese marco, los datos provistos muestran la manera en que la pandemia y las medidas de aislamiento social para su mitigación han generado obstáculos que restringen el acceso a derechos, profundizando situaciones de desigualdad ya existentes. A su vez, más allá de la situación coyuntural de crisis sanitaria, el informe da cuenta que la pandemia ha puesto de manifiesto alarmantes debilidades estructurales del Sistema de Protección Integral. La falta de recursos económicos y materiales, la escasa articulación entre los diferentes sectores del sistema de protección integral, afectan el acceso a derechos de NNAyJs en todas las dimensiones relevadas. Así, los hallazgos y las recomendaciones de ajuste a la política pública que contiene el estudio, se vuelven un insumo valioso para pensar e implementar estrategias de intervención y de construcción de las políticas públicas que sean respetuosas y garanticen los derechos de NNAyJs.Resumen de la Ponencia:
O presente estudo busca, através de uma reflexão teórico-prática, analisar a transdisciplinaridade nas intervenções de proteção social de assistência social propostas para as crianças e adolescentes durante a pandemia do COVID-19, assim toma como base a realidade do município do Jaboatão dos Guararapes em Pernambuco. Entre os avanços decorrentes do ECA está a proposta do Sistema de Garantia de Direitos, que corresponde à articulação entre as políticas sociais e entidades e órgãos que atuam na promoção, defesa e controle dos direitos das crianças. A assistência social entra nesse sistema com ações, cuidados, atenções e benefícios direcionados para a redução e prevenção do impacto das vicissitudes sociais e naturais ao ciclo de vida, conforme posto na Norma Operacional Básica do Sistema Único de Assistência Social (NOB/SUAS), e que comungam enquanto estratégias de proteção social. No atual modelo econômico de exploração da vida, das potencialidades, dos indivíduos e da família, a pobreza é algo que afeta as condições de sociabilidade. Para tanto, cabe reiterar que a pobreza está para além do acesso limitado a recursos monetários, por mais que estes sejam essenciais à sua identificação, sendo tal fenômeno ligado ao acesso a bens, recursos e serviços sociais e que, como posto por Yazbek (2010, p. 154), “não se expressa apenas pela carência de bens materiais, mas é categoria política que se traduz pela carência de direitos, de oportunidades, de informações, de possibilidades e de esperanças”. O fortalecimento da função protetiva da família depende de outros fatores como o investimento do Estado em políticas públicas voltadas à família, bem como a distribuição de renda e diminuição da desigualdade social. Os contextos de vulnerabilidade social e risco para crianças e adolescentes implicam necessariamente na correlação com os indicadores de educação e evasão escolar, pobreza, crianças e adolescentes beneficiários do Programa Bolsa Família - PBF, taxas de Crimes Violentos Letais e Intencionais – CVLI, assim como adolescentes envolvidos em ato infracional (RIZZINI, 2010). Contudo, observa-se que as ações propostas para a intervenção na vulnerabilidade de crianças e adolescentes no período mais ferrenho da pandemia pautou-se na utilização de ferramentas tecnológicas e indistintas para contextos diversos, como se a realidade social de cada família pudesse se adequar ao pré-estabelecido em um estudo prévio das condições de acesso. Neste contexto é que estratégias que busquem consolidar direitos, fortalecer políticas sociais e problematizar a realidade tornam-se fundamentais para o enfrentamento das ameaças vigentes quanto ao amadurecimento da concepção e execução das políticas sociais, de modo que as ações propostas não absorvam os vieses positivistas, fenomenológicos e conservadores que impõem limites a garantia de direitos para a infância e juventude brasileira, gerando uma fragilidade no presente e uma ameaça para o futuro.Resumen de la Ponencia:
La sociedad contemporánea se ha adecuado a los diferentes escenarios que se han presentado en los últimos años, entre ellos: La pandemia y el confinamiento social por COVID-19. Bajo este hecho coyuntural se han recrudecido las condiciones sociales y económicas de las familias, como las pertenecientes al colegio Estanislao Zuleta ubicado en la UPZ Alfonso López, en la localidad de Usme. Es así que, el presente capítulo dará cuenta acerca del impacto de este fenómeno en las interacciones familiares y su relación dialéctica con la socioafectividad de los estudiantes de 4° y 5°, por lo que se hará un análisis bajo la luz de modelos de crianza, como: El democrático, autoritario y negligente/ permisivo. Por lo tanto, para desentrañar estás prácticas cotidianas, se empleó una metodología mixta en la que se aplicaron 37 encuestas y se elaboraron 59 cuentos por parte de los alumnos bajo la modalidad de historias de vida; para finalmente, aplicar 3 entrevistas semiestructuradas a dos docentes y a la orientadora. Lo cual tuvo como resultado, que durante el confinamiento social más del 60% de las familias pasarán a un modelo democrático de crianza, producido por las diferentes actividades familiares que propendieron por la integración ,y a su vez por la guía oportuna de docentes y directivos de la institución a los padres de familia, creando así un escenario resiliente y afectivo.Resumen de la Ponencia:
La pandemia por Covid-19 ha generado en México la muerte de 312,697 (febrero 12 de 2022: http://covid19.sinave.gob.mx) aunque el ajuste por exceso de mortalidad señala que las muertes asociadas al Covid-19 son el quinto sitio de los países con más muertos por Covid-19, después de Estados Unidos, Brasil, India y Rusia. Sin embargo, ocupa el primer sitio en menores huérfanos en el continente americano debido a esta enfermedad (IBD,2021).El objetivo de esta investigación es realizar una aproximación para identificar condiciones de orfandad de niñas, niños y adolescentes, relacionadas con el fallecimiento de la madre por Covid-19, para lo cual se consideraron las diferencias entre las edades captadas para las madres y padres de los menores de 17 años, así como la correspondencia entre la residencia habitual, por entidad federativa. Además de explorar el papel del estado en la guarda y custodía de las y los menores, y su eventual adopción.Se utilizaron métodos mixtos, a través de estimaciones de las muertes por COVID-19 a través de cálculos de la probabilidad de que un(a) muerto(a) haya tenido un(a) hijo(a) menor de 18 años, el riesgo de orfandad (paterna, materna y dual) por cualquier causa, por Covid-19 y un modelo logístico que estime la probabilidad de ser huérfano por Covid-19 (vs. no serlo), para así llegar a la estimación final del número de huérfanos por Covid-19. Además, se realizaron solicitudes de información a las oficinas de los 32 organismos estatales del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), así como las procuradurías encargadas de los juicios para que los menores huérfanos sean asignados en custodia y/o tutela a un familiar.Resultados preliminares: En México no existe un registro nacional de huérfanos. Las oficinas de los DIF estatales son muy diversas en su operación e institucionalización, menos de la mitad dan seguimiento a los casos presentados, en el caso de menores institucionalizados (los que ingresan para el resguardo se hace en instituciones dependientes del DIF: casa cuna, casa del niño y casa de la niña), si se tienen registros, pero son escasos porque difícilmente se identifican a menores no reportados. Las procuradurías estatales recaban información sobre la existencia de algún asunto, reporte, acercamiento y/o carpeta cuando hay un niño por orfandad por Covid-19. A petición de las subprocuradurías (del menor y la familia o de protección al niñas, niños y adolescentes), el DIF proporciona servicios de valoración, apoyo y atención a menores no internos en condiciones de vulnerabilidad. Antes de ingresar a un menor, las autoridades tienen que buscar una familia viable para evitar el ingreso del menor a una institución. Sin embargo no hay procedimientos estandarizados que garanticen a los derechos mínimos de las y los menores huerfanos.Resumen de la Ponencia:
O trabalho apresenta recorte de pesquisa realizada em diferentes regiões do Brasil, sobre Literatura nos anos iniciais do ensino fundamental durante a pandemia da COVID-19. A pesquisa objetivou cartografar a presença da literatura nos anos iniciais do ensino fundamental, considerando-se que a literatura é um direito (CANDIDO; 2017), pois atua na formação humana, em seus aspectos sociais, subjetivos e humanísticos. Trata-se de pesquisa exploratória. Foram instrumentos de coleta de dados: documentos oficiais; site de materiais didáticos; questionário e entrevista com gestores e professores. O estudo focaliza as dificuldades enfrentadas por docentes e estudantes e os encaminhamentos adotados para viabilizar o mínimo de escolarização e atividades de literatura contemplando a faixa do 1º ao 5º ano do ensino fundamental. Este estudo se delimita à rede municipal de ensino da cidade de Natal (estado do Rio Grande do Norte), localizada na região nordeste do Brasil. A rede compreende 72 escolas, com público de 42.235 alunos, abrangendo a educação infantil e o ensino fundamental. As escolas da rede municipal de Natal interromperam suas atividades no dia 18 de março de 2020, em decorrência da declaração da existência da pandemia da Covid-19, pela Organização Mundial da Saúde. Para a faixa de escolarização deste estudo (do 1º ao 5º ano), a Secretaria Municipal de Educação (SME) não autorizou atividades a distância como cumprimento de carga horária do currículo. Manter o vínculo com os estudantes foi a orientação prioritária da SME. Prevaleceu conceito de escola como espaço de socialização sobre o de instituição responsável para desenvolver seus estudantes e prepará-los para o agir social munidos de formação científica. A situação da pandemia permitia represar a natureza da escola como instituição especializada e cultural sobrepondo-se como instituição social, visto ter vínculos inalienáveis com a sociedade e precisa considerá-la em sua organização (CHARLOT, 2013). Focalizamos a atividade de três professoras que atuaram em turmas do 1º ao 5º ano, uma delas atuou em biblioteca escolar que atendia todas as séries. Dois aspectos se destacaram: a precariedade institucional e social para manter o vínculo com os estudantes; a literatura como conteúdo possível de ser articulado no contexto pandêmico. As professoras enviavam atividades de leitura de textos, contação de histórias, vídeos pelo telefone celular, mas o retorno foi insuficiente devido à precariedade de recursos. Os estudantes só usavam o celular dos pais após o expediente de trabalho, impedindo atividade regular. A literatura foi o fio que manteve o vínculo entre professores e estudantes, evidenciando que, em situação de impasse social, a literatura alimenta a sociabilidade a despeito das precariedades.Resumen de la Ponencia:
Introducción: los jóvenes NINI son aquellos que no trabajan ni estudian, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo uno de cada cinco en Latinoamérica es NINI. Esto afecta la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida y la de sus familias. La problemática a causa del COVID-19 ha agudizado el fenómeno al impactar la calidad de la educación, aumentar la deserción escolar, e incrementar el desempleo particularmente en jóvenes. En Colombia de acuerdo con el DANE entre noviembre de 2020 y enero de 2021 la tasa de desempleo juvenil fue del 22,5% comparada con el 17,6% del mismo trimestre del año anterior.Objetivo: caracterizar el fenómeno de los jóvenes NINI en Colombia, en el contexto de la pandemia de enfermedad por el SARS-CoV-2, identificando las características sociodemográficas y necesidades sociales sentidas por esta población, con el fin de orientar políticas de atención a los/las jóvenes que se encuentran en esta condición.Metodología: enfoque mixto con un diseño en paralelo. En el componente cuantitativo se desarrollará análisis descriptivo de corte transversal para los años 2019 y 2020 de la situación de los jóvenes NINI en una ciudad capital y una intermedia en los departamentos elegidos (Meta, Santander, Risaralda, Cundinamarca, Valle del Cauca), a partir de la Gran Encuesta Integral de Hogares y el Censo Nacional de Población y Vivienda 2018. En el componente cualitativo hay tres elementos: a) revisión del estado del arte al concepto de jóvenes NINI en Latinoamérica y Colombia, b) análisis de instrumentos de políticas públicas, c) análisis de las trayectorias de vida de jóvenes NINI con entrevistas a profundidad.Resultados parciales: (entrevistas con los/as jóvenes NINI) las trayectorias de los jóvenes son muy diversas, algunos viven con sus padres y reciben el apoyo de estos, otros rebuscan ingresos para sus propios gastos y quienes son padres/madres tienen que responder por la obligación económica. Varios de los entrevistados son profesionales, pero la pandemia perjudicó sus prácticas de último año, por lo que no contaron con la experiencia laboral necesaria para el primer empleo. Algunos profesionales y bachilleres desean migrar a otros países porque en Colombia es baja la empleabilidad y las ofertas laborales son precarias. Varios jóvenes ansían continuar sus estudios universitarios, pero refieren no tener dinero para costearlos. Otros han iniciado emprendimientos, principalmente con uso de tecnologías. Los jóvenes coinciden en necesidades sentidas de seguridad material, así como necesidades emocionales de ser independientes, aportar ingresos a sus familias, fortalecer su autonomía y estabilizarse emocionalmente.Conclusiones: es necesario comprender los múltiples factores que condicionan a los jóvenes NINI, entre los cuales es determinante la situación socioeconómica de sus familias. Sus necesidades se centran en estabilidad económica y emocional, así como la realización de su proyecto de vida.Resumen de la Ponencia:
La pandemia provocada por el Sars-cov 2 implicó una serie de cambios significativos a escala global que se vieron reflejados en el cotidiano de los individuos. Una característica primordial de este fenómeno fue el traslado forzoso a los hogares en busca del resguardo y, como consecuencia, una reconfiguración en las formas de comunicarse para mantener la vida social por medio del internet. Más allá de una respuesta ante la crisis, las dinámicas que existían previamente gracias al uso del espacio web se intensificaron, siendo en muchos casos la única forma de continuar con las actividades, incluso las esenciales. Asimismo, estas redes de comunicación de base electrónica y de transmisión digital, tienen efectos en los intercambios subjetivos y la socialización por medio de los dispositivos electrónicos, de ahí que el profesor Scott Lash (2003) las ha nombrado “formas tecnológicas de vida”.Esta ponencia busca aborda la complicada situación a la que se enfrentaros las y los jóvenes de un momento a otro ¿cómo mantener sus relaciones sexoafectivas en un contexto donde la norma era justamente la distancia? Asimismo, observamos que la formación de nuevas relaciones socio-afectivas mediadas por el internet están envueltas en la inmediatez del click.Recuperando una vez más a Lash, podemos entender que es normal que la intimidad de los amantes se comience a la distancia; esto pues “las formas de vida se convierten en formas a distancia. Como mis formas de vida están tan normal y crónicamente a distancia, no puedo navegar ni desarrollar la socialidad al margen de mi interfaz maquinal. No puedo lograr esa socialidad en ausencia de sistemas tecnológicos”(Lash, 2005, p. 42).Con ello, la importancia de conocer a profundidad las interacciones más populares que las y los jóvenes desarrollan dentro de estas redes, como por ejemplo el sexting. Esto con un objetivo informativo que permita a las personas usuarias saber distinguir cuando es una expresión libre de la sexualidad y cuando una violencia a la intimidad, un proceso en donde las y los sujetos involucrados en el acto sexual puedan ser consientes, lo disfruten y estén en situaciones seguras.Resumen de la Ponencia:
A pandemia de COVID-19 trouxe agravantes não só para a saúde pública, com sua rápida propagação pelo mundo, mas também para o mercado de trabalho e as trajetórias profissionais. Cabe destacar que os efeitos da pandemia não se distribuem de maneira uniforme a todos os grupos da sociedade, atingindo, mais frontalmente, trabalhadores desprotegidos, grupos mais vulneráveis e aqueles que estão na economia informal. Dessa forma, os jovens, já marcados por um cenário de dificuldades e informalidade no mercado de trabalho, sofrem forte influência dos efeitos que a crise causada pelo COVID-19 acarreta em sua educação, desenvolvimento, inserção laboral e saúde mental. Nesse sentido, o presente estudo tem como objetivo analisar a percepção de jovens egressos de um programa de aprendizagem profissional brasileiro sobre os impactos da pandemia em suas trajetórias. Como prescreve a política pública inclusiva, tal programa possui critérios de seleção relacionados à vulnerabilidade social dos participantes e, apesar de poucos estudos considerarem seus egressos, destaca-se a relevância de tecer reflexões sobre como se desenha o cenário de oportunidades disponíveis aos jovens egressos e como se dão as suas vivências no mundo do trabalho, especialmente em período pandêmico. Para tanto, realizou-se uma pesquisa qualitativo-descritiva, que abordou 26 jovens egressos, de diferentes regiões do país; os dados das entrevistas foram submetidos à análise de conteúdo temática. Os entrevistados percebem o mundo do trabalho como ainda mais competitivo, instável e permeado por pressões diversas. Foram mencionadas mudanças positivas quanto às relações com a tecnologia, à maior e melhor aceitação do home office e ao aumento das discussões e preocupações com a saúde mental. Por outro lado, os impactos negativos da pandemia foram enfatizados: o aumento do tempo destinado ao trabalho na modalidade de home office; demissões; e consequências emocionais decorrentes do isolamento. Ressalvas foram feitas em relação àqueles que não tiveram a possibilidade de atuar na modalidade de home office, como o caso do entrevistado que afirmou que não pôde ficar em casa, porque o trabalho braçal tinha que ser feito. Os jovens mencionaram que tiveram planos frustrados em relação ao ensino superior, ao trabalho, às vivências de lazer e aos relacionamentos interpessoais durante a pandemia. Foram mencionadas, ainda, dificuldades de planejamento e de perspectivas futuras e ansiedades com que se depararam e tiveram que lidar. Contudo, os entrevistados destacaram a necessidade de “se reinventar” e de “correr atrás”. Segundo uma entrevistada, “emprego tem, só que o pessoal quer escolher”, ideia corroborada pelo relato de outra jovem, ao afirmar que “só não trabalha quem não quer, porque tem de tudo”. Nesse sentido, por parte desses jovens, há uma percepção de poder de escolha, inclusive, quanto ao tipo de precariedade com que se é capaz ou é conveniente conviver.Resumen de la Ponencia:
En el continente latinoamericano las y los jóvenes, están sobre-representados tanto respecto a la desocupación y subocupación, como respecto a las deterioradas condiciones de trabajo, los bajos ingresos y sin acceso a beneficios sociales; en el caso de las infancias los indicadores de pobreza y vulnerabilidad social llaman a la reflexión. La pandemia por Covid19 profundizó e intensificó dichos procesos sociales, se presume que las políticas públicas no han logrado atender articuladamente la problemática juvenil en la región, con el diseño y la implementación de respuestas integrales, pertinentes, oportunas y posibilitando la participación de las y los jóvenes. Siguen operando con lógicas tradicionales (sectoriales, centralizadas, burocratizadas) que ya no responden a los principales desafíos del siglo XXI. La situación postpandémica no estaría presentando grandes cambios en tal diseño e implementación, ante lo cual, el presente trabajo se plantea como pregunta problematizadora la construcción de política pública juvenil postpandemia, ¿qué enseñanzas dejan las consecuencias de la pandemia del Covid19 para la construcción de política pública juvenil en el escenario postpandemia de latinoamérica y el caribe?Ante lo cual, esta ponencia tiene como objetivo reflexionar sobre la pertinencia y lo oportuno de las políticas públicas dirigidas a las juventudes de Latinoamérica y el Caribe, en escenario pre y postpandemia para la identificación de los principales desafíos a los que se enfrentan. Se trata de un estudio exploratorio, cualitativo que comprende un abordaje metodológico desde una revisión documental de las políticas públicas de juventudes que surgieron durante la pandemia para atender la profundización de las problemáticas de esta población, y que se mantienen a la actualidad. La revisión documental de políticas públicas emitidas por órganos rectores en la materia y organismos internacionales en la región. La implementación de esta metodología responderá a interrogantes como ¿cuáles políticas públicas fueron emitidas durante la pandemia para atender problemáticas que afectan a las personas jóvenes de la región? ¿qué necesidades de la población joven fueron atendidas/desatendidas por el instrumental de políticas públicas? ¿Qué actores sociales fueron los involucrados en el ciclo de política pública?Con este estudio se espera alcanzar resultados tales como: identificación de políticas públicas de juventudes en la región; enseñanzas en materia de formulación, ejecución y evaluación de políticas públicas de juventudes.
Introducción:
Los y las jóvenes latinoamericanos y caribeños, presentan indicadores de desigualdad social en mayor proporción a los adultos por ejemplo, y en el caso de las infancias los indicadores de pobreza y vulnerabilidad social llaman a la reflexión. La pandemia por Covid19 profundizó e intensificó dichos procesos sociales, el presente trabajo plantea como hipótesis que las políticas públicas no han logrado atender articuladamente la problemática juvenil en la región, con el diseño y la implementación de respuestas integrales, pertinentes, oportunas y posibilitando la participación de las y los jóvenes. Siguen operando con lógicas tradicionales (sectoriales, centralizadas, burocratizadas) que ya no responden a los principales desafíos del siglo XXI. La situación postpandémica no estaría presentando grandes cambios en tal diseño e implementación, ante lo cual, se plantea como pregunta problematizadora la construcción de política pública juvenil postpandemia, ¿qué enseñanzas dejan las consecuencias de la pandemia del Covid19 para la construcción de política pública juvenil en el escenario postpandemia de latinoamérica y el caribe?
El trabajo se fundamenta en una estrategia metodológica basada en un un estudio exploratorio, cualitativo que comprende un abordaje metodológico desde una revisión documental de las políticas públicas de juventudes que surgieron durante la pandemia para atender la profundización de las problemáticas de esta población, y que se mantienen a la actualidad. Los resultados darían cuenta de la identificación de políticas públicas de juventudes en la región; enseñanzas en materia de formulación, ejecución y evaluación de políticas públicas de juventudes.
Ante lo cual, esta ponencia tiene como objetivo reflexionar sobre la pertinencia y lo oportuno de las políticas públicas dirigidas a las juventudes de Latinoamérica y el Caribe, en escenario pre y postpandemia para la identificación de los principales desafíos a los que se enfrentan. Se organiza en los siguientes ítems, noción de lo que se define por juventudes, posteriormente políticas públicas en juventudes, devenir institucional de juventudes en la región, características sobre tales políticas públicas, principales efectos sociales de la pandemia del Covid 19 en las juventudes latinoamericanas, políticas públicas juveniles aplicadas en dicha pandemia y por último, reflexiones finales.
Desarrollo:
La noción de juventudes.
Para iniciar la reflexión que convoca esta ponencia se vuelve necesario retomar la noción de juventudes de la cual se parte. El concepto de juventudes, afronta diversas concepciones, algunas relacionadas con; una etapa o momento de la vida, parte del ciclo de vida que presenta rasgos y atributos específicos a la juventud. Retomando a Mannheim (1993), pensar el fenómeno generacional desde las teorías naturalistas, pensadas desde lo cronológico/tiempo, reducen lo sociológico en el análisis de dicho fenómeno.
La juventud refiere a una vivencia común, dinámica, histórica y socioculturalmente construida, situada y relacional, que se configura en tanto presenta problemas en común, es decir, se determina históricamente por lo que acontece a su alrededor. Hablar de juventudes; de la y el sujeto joven, no puede hacerse en singular, requiere la pluralidad al igual que la multiplicidad que les identifica y representa, al mismo tiempo, la producción contextualizada que corresponde.
En palabras de Ghiardo (2004) citado en Vommaro (2015), en un mismo momento histórico pueden coexistir muchas y diferentes maneras de producir juventudes y ser joven. Los jóvenes (en tanto término que define un momento o etapa de la vida) existen hace siglos con diversas resignificaciones, la juventud (en tanto expresión de esos jóvenes como grupo social con características más o menos singulares) es algo más contemporáneo, propio de los siglos XIX y XX. (Vommaro, 2015, p. 14).
Datos históricos refieren que el proceso por el cual las juventudes alcanzan protagonismo obedece a los años sesenta y setenta, cuando posterior a la segunda guerra mundial con las llamadas “revueltas juveniles” -acontecimientos y movimientos juveniles- emergieron, lo que conllevó al interés de análisis. Posteriormente, las expresiones juveniles de los años ochenta y noventa fortalecieron lo suscitado. Para dicha época, se hacían sentir las juventudes en la vida social, política, cultural y económica (en el marco de un mundo adulto), lo que provocó atención y despertó intereses para el ámbito académico y científico. De la misma forma, lo fue, para la política pública impulsada por los estados; de ahí la relación entre las juventudes y las políticas. Este precedente, ha permitido que las políticas públicas de juventudes formen parte de los planes de gobierno y sean parte de las agendas públicas y estatales.
En el año 1995, surge el Programa de Acción Mundial para los Jóvenes, el cual a nivel internacional, contribuyó en la configuración del marco de política y directrices prácticas para la mejora de la situación de las y los jóvenes. Estableciendo áreas prioritarias como: la educación, el empleo, el medio ambiente, la salud, entre otros. Además, los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000, centraron interés en el desarrollo y erradicación de la pobreza extrema, a pesar de esto, es importante señalar que ninguno de estos 8 objetivos estaba directamente vinculado con las y los jóvenes. Un nuevo hito, fue en el año 2016, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que consolidados en la Agenda 2030 marcó un nuevo devenir en materia de juventudes. (Rodriguez, 2017)
Al mismo tiempo, las juventudes cada vez más han ocupado lugar en las sociedades de la región latinoamericana, en las diversas esferas de la vida social, en los procesos de desigualdad social de los que son parte.
En esta ponencia, se parte de un enfoque generacional, para profundizar el análisis de las relaciones entre juventudes y políticas en las sociedades contemporáneas de la región, enfocando en los desafíos que trajo consigo la pandemia por CovSars 2 (Covid 19).
Políticas públicas de juventudes.
Para Rodríguez (2017), las políticas públicas de juventudes pueden entenderse como una acción articulada que se orienta al logro así como a la realización de valores y objetivos sociales referidos al período vital juvenil, acciones orientadas a influir en los procesos de socialización involucrados en esta etapa, tratándose de políticas reparatorias o compensatorias, de promoción y orientadas a desarrollo o la construcción de ciudadanía. (p.46). Como se muestra, esta concepción parte del principio de participación, de modo que se requiere que se generen las condiciones necesarias para que las personas jóvenes sean partícipes de la construcción de dichos procesos, como actor social.
Tomando en cuenta lo planteado por Dina Krauskopf (2014), los gobiernos de la región han determinado la concepción de las juventudes desde cuatro grandes paradigmas:
Juventud como período preparatorio.Este tipo de políticas parten de la consideración de la juventud como una etapa de transición, por tanto, preparatoria para la vida adulta. De ahí,que los objetivos de este tipo de políticas sean potenciar los factores protectores, integrar a las y los jóvenes. Se trata de programas universales, de carácter recreativo, uso del tiempo libre, actividades recreativas, deportivas y/o culturales.
Juventud como etapa problemática.En el caso de este segundo paradigma, la juventud es valorada como una etapa problemática para la sociedad. Por lo que apunta a políticas compensatorias y sectoriales dirigidas al ámbito de salud y justicia. Sus objetivos se centran en buscar el control social de sectores juveniles movilizados y la prevención de la violencia. Por lo que los programas refieren a rehabilitación, reinserción social y los que conciernen al entorno carcelario, el asistencialismo y el control de problemas específicos.
Ciudadanía Juvenil.Este tercer paradigma, entiende la juventud como una etapa de desarrollo social. Las políticas son articuladas e intersectoriales, por lo que incluye a las juventudes como sujetos explícitos de los derechos políticos, sociales, culturales y económicos. Estas políticas nacionales se dirigen a la reducción de la pobreza así como a programas de transferencia directa o condicionada de recursos; programas de voluntariado que contribuyan a prevenir la violencia, establecer estrategias participativas y aumentar el capital social.
Jóvenes como actores estratégicos del desarrollo.En este último paradigma, la juventud es concebida como una etapa de formación y aporte productivo, por lo que las políticas son articuladas, intersectoriales y orientadas a la incorporación de la juventud como capital humano.
Los objetivos de este tipo de políticas apuntan a la prevención de la violencia, la inserción al mercado y al capital económico, capacitación y el desarrollo productivo y empresarial.
Bajo esta misma línea, la consideración de estos cuatro paradigmas, conlleva a la valoración de los enfoques presentes en las políticas públicas de juventud. Por un lado, los gobiernos más conservadores tienden a efectuar políticas para la juventud; mientras que los gobiernos más autoritarios desarrollan políticas por la juventud. Y aquellos, que perfilan valores democráticos desarrollan iniciativas con y desde la juventud.
Por tanto, el diseño y/o formulación de políticas de juventudes enfrenta el desafío de la manera en que se contextualiza y se define la juventud en estas, ya que como se ha destacado precedentemente, predomina la definición etaria, lo que resulta insuficiente, limitada y variable. Al mismo tiempo, invisibiliza los procesos psicosociales, socioculturales, entre otros; de ahí, la relevancia de que se amplíe la perspectiva, los enfoques, los discursos y las gestiones públicas.
Efectos sociales de la pandemia en las juventudes latinoamericanas.
Entre finales de 2021 y principios de 2022 la pandemia por CovSars 2 (Covid 19) ocasionó la muerte de 1 millón y medio de latinoamericanos, lo que representa aproximadamente un 28% de las muertes globales, cuando Latinoamérica y el Caribe representan un 9% de la población mundial. Esta sobrerrepresentación de las muertes se relaciona con las condiciones de vulnerabilidad características de América Latina y el Caribe, salud y las desigualdades estructurales, que la han hecho particularmente vulnerable a los efectos de la pandemia (CEPAL/OPS, 2021).
Esta emergencia sanitaria ha generado una crisis que se ha prolongado en el tiempo, crisis no solamente en la dimensión sanitaria, sino también en la economía y dinámica productiva de los países del área afectando el desarrollo social e impactando en las condiciones para el bienestar de las personas en general y de las juventudes e infancias en particular.
Latinoamérica y el Caribe sufrieron la peor contracción económica que se tiene registro desde 1900, cayendo el PIB en un 6%, siendo la región con peor desempeño económico durante el 2020 (CEPAL, 2021a). Lo que se suma con el período anterior a la crisis, señalado por una dinámica de crecimiento lenta entre 2014 y 2019 la tasa promedio de crecimiento fue de un 0,3%. Para el 2021, se proyectó una tasa de crecimiento de la región del 6,2%, que responde principalmente a una base de comparación muy baja causada por la fuerte caída de 2020 (CEPAL, 2022b). A pesar de crecer no se recuperará el nivel del PBI previo a la pandemia, solamente 6 de 33 países del continente habrían alcanzado dicho nivel. Para el 2022, se estima un crecimiento del 2,1% esperándose que 8 países adicionales recuperen los niveles de crecimiento de 2019 (CEPAL, 2022b).
Este contexto económico regional sumado a las diversas medidas sanitarias adoptadas para controlar la difusión del virus, incidió en una caída histórica de la ocupación y crecimiento del desempleo, dando lugar a una fuerte crisis en el mercado laboral con efectos en los ingresos de la población. Según la CEPAL y OIT (2021), la tasa de la tasa de ocupación disminuyó del 57,4% en 2019 al 51,7% en 2020, lo que se traduce en que aproximadamente 25,8 millones de personas dejaron de estar ocupadas durante ese año, mientras que la tasa de desocupación llegó a 10,5%. Si bien en el segundo trimestre de 2021 se observa una leve mejora de estos indicadores, con una tasa de participación laboral de 60,0%, una tasa de ocupación de 54,0% y una tasa de desocupación de 10,1%, aún no se recuperan los niveles previos a la pandemia (CEPAL y OIT, 2021; CEPAL, 2022b in Castillo, C y Marinho M.L.: 2022).
Por otra parte, los impactos de la pandemia sobre el mercado laboral han sido diferenciales de acuerdo a los distintos grupos de la población, como lo es en el caso de las mujeres, juventudes y las/os trabajadores informales y de bajos ingresos (CEPAL, 2021a). Se cerraron los centros educativos en sus diferentes niveles y centros de cuidado lo que significó un aumento importante del trabajo de cuidados para las mujeres, quienes en muchos casos tuvieron que abandonar sus puestos laborales. Ello se observa en que las mujeres entre 20 y 59 años que pertenecen a hogares con niños o niñas menores de 5 años son quienes experimentaron la mayor disminución en sus niveles de ocupación por efecto de la pandemia, con una caída del 12,5% (CEPAL, 2022a in Castillo, C y Marinho M.L.: 2022).
En este marco de crisis sanitaria, económica y laboral condujo a una reducción sustantiva de los ingresos de los hogares, observándose un aumento tanto de la distribución del ingreso como de la pobreza y pobreza extrema durante 2020. De acuerdo con la CEPAL (2022a), el decrecimiento de los ingresos laborales del trabajo asalariado en los quintiles más pobres fue el factor que más incidió en el crecimiento de la desigualdad observada en la mayor parte de los países de la región, con una alta heterogeneidad entre los países y al interior de los mismos.
En 2020 la pobreza y la pobreza extrema (medida por Línea de Pobreza, según los ingresos que percibe la persona), tuvieron un crecimiento general en el continente alcanzando 33% y 13% de la población respectivamente; la tasa de pobreza alcanzó niveles similares al de finales de la década anterior y la de pobreza extrema se tradujo en un retroceso de 20 años (CEPAL, 2022a). En 2021, se estima que la pobreza bajaría levemente a 32,4% mientras que la pobreza extrema alcanzaría el 14% de la población de la región, reflejando que, a pesar de la recuperación económica observada en 2021, la crisis social continúa vigente (CEPAL, 2022a).
La incidencia de la pobreza y pobreza extrema no se distribuye de forma homogénea, sino que afecta en mayor grado a determinados grupos de la población, según la matriz de la desigualdad social. Es el caso de las mujeres, de quienes habitan la ruralidad, las infancias, adolescencias y juventudes, grupos indígenas y afrodescendientes. Al analizar la situación prepandemia y durante la pandemia como se presenta en el Gráfico 1, se aprecia que mientras la pobreza creció aproximadamente un 10% en la población total, entre los menores de 25 aproximadamente un 5%, en 2019 el promedio geométrico era de un 39% y en 2020 de un 41%, mientras que en la pobreza extrema el crecimiento fue de un 14%, en 2019 era de un 14% y en 2020 un 16% en términos de promedio geométrico.
Como se aprecia si antes de la pandemia tanto la pobreza como la pobreza extrema en el continente es de un perfil infantil-juvenil, en la pandemia se específica aún más, especialmente en la pobreza extrema acompañado de un crecimiento tanto de la pobreza como pobreza extrema en todos los grupos poblacionales del continente.
La CEPAL (2020) ha estimado que la pobreza monetaria afecta al 51,3% de niños, niñas y adolescentes, es decir, uno de cada dos estaría en esta situación. Ello es muy alarmante toda vez que se traduce en que aquellos hogares donde residen niños, niñas y/o adolescentes tienen mayores probabilidades de no contar con los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas y, por tanto, tendría mayores dificultades para proporcionar un cuidado afectuoso y de calidad, lo que señala la importancia que adquieren los sistemas de protección social en esta situación.
Acompaña este proceso de empobrecimiento el aumento de las vulnerabilidades sociales, entre las que se señala el derecho al alimento, en tal sentido se estima que la inseguridad alimentaria tendrá efectos negativos tanto en términos de la educación, como, por ejemplo, en las brechas en el desarrollo de habilidades cognitivas, pérdida de oportunidades de aprendizaje, aumento del riesgo de abandono escolar, así como sobre la salud mental y el bienestar integral de las infancias y juventudes, toda vez que en la escuela también se protegen otros derechos fundamentales de la infancia, como la alimentación, la salud y la recreación (CEPAL, 2022a in Castillo, C y Marinho M.L.: 2022).
Con relación a la inseguridad alimentaria, las estimaciones apuntan a que un 9,1% de la población de la región estaría subnutrida, es decir, un 28% más que en 2019 y un 56% superior a la estimación de 2015 (FAO y otros, 2021). A su vez, se estima que un 40,4% de la población de América Latina y el Caribe experimentó inseguridad alimentaria moderada o grave en 2020, equivalente a un aumento de 44 millones de personas en comparación con 2019 (Torero, 2021; CEPAL, 2021b). Esta situación es de especial preocupación para las infancias especialmente dado el período de desarrollo en el que se encuentran, aunque es de señalar que es un derecho básico de cualquier ser humano en cualquier etapa del ciclo vital.
Por último, es de señalar que al cerrarse los centros educativos aumentan las posibilidades en un contexto de crisis económica de que los menores de los hogares más pobres especialmente, salgan a trabajar o se les recargue las actividades de cuidado debido a la necesidad de los adultos de buscar trabajo. En caso de trabajar es altamente probable que dicha ocupación sea en condiciones precarias, mal pagas y siendo explotados lo que converge en una profundización de las desigualdades generacionales y de género como diferentes estudios lo demuestran (CEPAL/UNESCO, 2020; Rodríguez, 2021; CEPAL, 2022a).
Ante este escenario social que la pandemia del CovSars 2 profundiza, es que cabe preguntarse el papel de las políticas públicas juveniles de nuestro continente.
Políticas públicas juveniles en contexto pandémico.
Las estrategias que han aplicado los gobiernos para enfrentar los efectos sociales de las medidas de emergencia sanitaria ante la propagación del virus CovSars 2, han sido muy variadas, aunque es posible delinear algunos patrones en la aplicación de dichas medidas. Se pueden distinguir cinco formas diferentes de accionar estatal en materia de protección social. Tres de ellas son acciones directas que procuran alcanzar con transferencias monetarias o distribución directa de alimentos u otros bienes a los hogares. Otras dos medidas se ubican en el plano de las exoneraciones, condonaciones o suspensiones de corte de servicios públicos así como de garantías de acceso a vivienda o habitación en el caso de quienes no son propietarios. Existe un tercer grupo de medidas orientadas a evitar situaciones de extrema vulnerabilidad (población de calle) o de necesidad de movilidad de quienes son parte de la población con alto riesgo clínico (adultos mayores) (Filgueira. F. et al: 2020).
Es de señalar que existe un abanico de medidas estatales de protección social, las que actúan de manera más indirecta orientándose ya no a los hogares o las personas, sino a empresas. Este tipo de acciones, tales como exoneraciones, subsidios y créditos, procuran sostener la actividad y el empleo a modo de mitigar los efectos sociales de las estrategias de contención.
Ahora bien, en el siguiente cuadro se presenta de manera descriptiva y sintética una de las dimensiones señaladas por razones de espacio y por ser uno de los “instrumentos” que se aplicó más rápidamente por parte de los Estados. Es importante señalar que es una aproximación al problema del trabajo, dado el dinamismo desarrollado por parte de los Estados y de la carencia de fuentes oficiales con datos estandarizados que permitan su comparación e inferencia. Por otra parte, la rapidez con que estas dimensiones de la acción gubernamental cambian en períodos cortos de tiempo impide la exhaustividad y medición adecuada. Se está ante un blanco móvil y lo que es posible en este caso es ofrecer un conjunto de categorías analíticas representadas en formas empíricas concretas que nos aproximen a los esfuerzos realizados (Filgueira. F. et al: 2020).
En lo que refiere a transferencias monetarias y en especies, la mayor parte de los países de América Latina han adoptado nuevas medidas, aunque con diferencias tanto en términos de cobertura como de suficiencia. Se aprecia que algunos países han optado por el fortalecimiento de los programas ya existentes mediante el incremento de los montos destinados a las prestaciones a través de pagos extraordinarios.
Tomando el caso argentino como cita Filgueira. F. et al: 2020: “… realizó un pago extraordinario a beneficiarios de distintos programas tales como Asignación Universal por Hijo (AUH), Asignación Universal por Embarazo (AUE), y beneficiarios de pensiones no contributivas por vejez, entre otros”.
Por otra parte, en el caso colombiano se otorgaron tres giros adicionales a los beneficiarios del programa Familias en Acción y Jóvenes en Acción, mientras que en el Uruguay se duplicaron los montos tanto de la Tarjeta Uruguay Social como de las Asignaciones Familiares – Plan de Equidad. Otros países han optado por aumentar la cobertura poblacional de los programas existentes, como en el caso de Brasil con el programa Bolsa Familia, Guatemala con el programa de aporte económico al adulto mayor, y México para el programa Sembrando Vida.
Otros gobiernos han optado por fortalecer las prestaciones mediante el adelanto de pagos, principalmente para pensiones no contributivas por vejez, intentando garantizar una mayor liquidez al menos en el corto plazo, como en Perú con el Programa Juntos y Pensión, el anticipo del decimotercer sueldo a pensionados y jubilados en el Brasil, el adelanto de cuatro meses del Programa Pensión para el Bienestar a adultos mayores y personas con discapacidad en México, el anticipo de la Pensión Alimentaria para Adultos Mayores en Situación de Pobreza en el Paraguay, así como del Régimen No Contributivo y del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte en Costa Rica (Filgueira. F. et al; 2020).
Por otro lado, gran parte de los países de América Latina se observa la creación de nuevas prestaciones que combinan, en su mayoría, nuevos beneficios dirigidos a población ya beneficiaria de otros programas con la incorporación de nueva población objetivo. Ejemplo de ello es el caso del Ingreso Familiar de Emergencia en la Argentina, el Programa de Seguridad Alimentaria "Ñangareko" en el Paraguay, los bonos Yo me quedo en casa y Bono Universal Familiar del Perú, el Bono Universal y Bono Familia en el Estado Plurinacional de Bolivia, el Auxilio Emergencial do Governo Federal en el Brasil y el Bono de Emergencia COVID-19, Ingreso Familiar de Emergencia e IFE 2.0 en Chile.
En resumen, las políticas públicas en lo social durante la pandemia reforzaron el diseño institucional previamente elaborado acerca de la población objetivo a la cual alcanzar y complementaron con medidas coyunturales pero en el caso de las transferencias monetarias y en especies se procuró no posibilitar “caer” en la pobreza a los grupos ya alcanzados, sin establecer prioridades generacionales.
Conclusiones:
El trabajo se planteó en su inicio como pregunta problematizadora la construcción de política pública juvenil postpandemia, ¿qué aprendizajes dejan los efectos de la pandemia del Covid19 para la formulación y construcción de política pública juvenil en el escenario postpandemia de Latinoamérica y el caribe?
Ante ella se desarrolló como se concibe la categoría juventud, general descripción de las políticas públicas juveniles y sus diferentes formas de entender al actor juvenil, posteriormente el devenir institucional que aplicaron tales políticas públicas.
Resulta pertinente comprender las juventudes como un grupo de población heterogéneo, que requiere la recuperación de variables asociadas a su desarrollo. A pesar de que se reconoce en algunas situaciones la diversidad y pluralidad, sigue apuntando a políticas, programas y proyectos con alternativas únicas que interpelan a la persona joven como un sujeto-a homogéneo, sin reconocer y apuntar a las particularidades que existen alrededor de las realidades juveniles.
La mirada desde la cual parten las políticas públicas sectoriales de juventudes no reconocen a las personas jóvenes como sujetos y sujetas de derechos, sino en ocasiones como meros receptores pasivos y como actores sociales estratégicos en el marco de la formulación de la política. Se debe apuntar a una perspectiva generacional en todas las políticas.
Los impactos en materia educativa, nutricional, precariedad laboral y pobreza se han profundizado lo que ha implicado aumentar la desigualdad y vulnerabilidad social inter e intra generaciones. Las personas jóvenes son vulnerables debido a la exclusión social y a la desigualdad social de la que son parte.
Ante ello, algunas de las medidas adoptadas por parte de los Estados fueron aumentar los montos de las transferencias monetarias y en especies, la mayor parte de los países de América Latina han adoptado nuevas medidas, aunque con diferencias tanto en términos de cobertura como de suficiencia. En definitiva, se reforzaron los instrumentos previamente diseñados para la población infantil y juvenil procurando con tales ayudas evitar caer en la pobreza, la evidencia señala que tales herramientas han sido insuficientes.
Por lo cual, se podría considerar que algunos de los aprendizajes sobre las herramientas de políticas públicas sociales para las poblaciones infantiles y juveniles del continente no han sido todo los eficientes que se esperaban, se continúa “trabajando” con las poblaciones visibles y la pandemia “iluminó” sobre poblaciones invisibilizadas como los/as jóvenes que trabajan en condiciones precarias e informales, por dar un ejemplo.
Se considera estratégico que en tal revisión entender que lo juvenil no es una etapa en la vida sino un proceso sociovital que no empieza ni termina a determinada edad, sino que se articula en diferentes eventos físico biológicos integrales, sociales, culturales y vitales, ante lo cual la/s políticas públicas son necesarias desarrollarse de forma transversal durante tal proceso. Articulando recursos presupuestales, humanos, infraestructuras, saberes, institucionalidades públicas y no públicas desde el Estado al núcleo familiar, a modo de ejemplo, la nutrición no es un momento de la vida y una determinada política pública en tal sentido: comedores escolares, sino desde el inicio de la vida misma hasta el último suspiro. La pandemia ha evidenciado repensar y revaluar críticamente lo que ha realizado en materia de políticas públicas juveniles, porque si se aspira a cambiar la realidad social dejada por la pandemia del Covid19, no se debería reiterar las acciones que se aplicaron previamente y se reforzaron durante la misma, es muy probable que se obtienen similares resultados.
Bajo esta línea, es vital la creación, manejo y uso de sistemas de evaluación y seguimiento, a fin de conocer sobre los procesos de formulación e implementación de las políticas públicas de juventudes.
Finalmente, sumado a lo anterior, como evidencia para la rendición de cuentas como mecanismo de producción de conocimiento en materia de juventudes, que inciden en la formulación de la política. Por tanto, el estímulo en la creación de Observatorios de juventudes es un tema de colocación urgente en la academia y en la gestión pública, a fin de contar con evidencia para la toma de decisiones.
Bibliografía:
CEPAL (2022), Panorama Social de América Latina 2021, en prensa.
Filgueira. F. y otros. (2020). “América Latina ante la crisis del COVID-19: vulnerabilidad socioeconómica y respuesta social”, serie Políticas Sociales, N° 238 (LC/TS.2020/149), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Mannheim, K., & de la Yncera, I. S. (1993). El problema de las generaciones. reis, (62), 193-242.
Marinho.M. y Castillo. C. (2022). “Los impactos de la pandemia sobre la salud y el bienestar de niños y niñas en América Latina y el Caribe: la urgencia de avanzar hacia sistemas de protección social sensibles a los derechos de la niñez”, Documentos de Proyectos (LC/TS.2022/25), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Organismo Internacional de la Juventud; Instituto Nacional de Juventud (2017). Libro Blanco de Políticas Públicas de Juventud. – 1ª ed. – Madrid: Instituto Nacional de Administración Pública, 2017. – 154 p. : il., gráf. ; 24 cm
Rodríguez, E. (1998). Políticas públicas de juventud en América Latina: empoderamiento de los jóvenes, enfoques integrados, gestión moderna y perspectiva generacional. Revista Pensamiento Iberoamericano, (3).
Vommaro, P. (2015). Juventudes y políticas en la Argentina y en América Latina: tendencias, conflictos y desafíos. Clacso.
Palabras clave:
covid19, políticas públicas, juventudes, agendas políticas.
Resumen de la Ponencia:
A pesquisa iniciada em maio/2021 integra o projeto “Vulnerabilidades de jovens às IST/HIV e à violência entre parceiros: avaliação de intervenções psicossociais baseadas nos direitos humanos” (FAPESP #2017-25950-2) e vincula-se ao Projeto de Extensão “Juventudes e Funk na Baixada Santista: Territórios, Redes, Saúde e Educação” da Universidade Federal de São Paulo. Objetiva compreender o agenciamento que jovens estudantes fazem das relações familiares, de amizade e de paquera/namoro em contexto pandêmico e o modo como as medidas de proteção ao coronavírus estiveram (ou não) presentes nas situações cotidianas deles/as, nas diferentes fase da pandemia. Nos relacionamentos e nas práticas preventivas adotadas, considera-se as hierarquias de gênero, geração e orientação sexual. A pesquisa se desenvolve a partir do acompanhamento de estudantes de Iniciação Científica do Ensino Médio da uma Escola pública de uma zona periférica de Santos, em atividades remotas e presenciais na escola, fortalecendo os vínculos e produzindo dado empíricos. Foram realizadas uma roda de conversa remota em 2021, com participação de 5 estudantes, e 2 entrevistas semiestruturadas presencialmente no final de 2021 e início de 2022. Até o momento, identificou-se diferenças no modo como os/as jovens lidaram com as medidas de prevenção ao covid-19 nas distintas etapas da pandemia a partir dos marcadores sociais que os constituem enquanto sujeitos. Os distintos relacionamentos foram afetadas pelo isolamento social que afastou os/as jovens fisicamente e deu ainda maior centralidade para a internet na interação entre pares. Para os/as interlocutores/as deste estudo, o período de isolamento em casa com a família desdobrou-se em melhoras nas relações, pois possibilitou mais tempo a escuta entre pessoas e fortalecimento de vínculos de confiança entre os/as estudantes e familiares. Há pistas sobre diferentes posturas genereficadas diante das medidas de prevenção para o coronavírus, reiterando o cuidado ao feminino e o descuido ao masculino. Uma melhor compreensão da realidade juvenil em período pandêmico fortalece a elaboração de estratégias de prevenção integral diante do coronavírus e outras questões de saúde, como a sexual, reprodutiva e não reprodutiva que façam sentido para eles/as e sejam elaboradas a partir de desafios enfrentados. O material coletado até o momento está em análise para subsidiar as próximas etapas de campo do projeto que inclui a realização de entrevistas em profundidade, traçando a trajetória juvenil durante período pandêmico (março/20 até momento) no que diz respeito aos relacionamentos nas distintas fases pandêmicas, incluindo o retorno escolar presencial. Também será aprofundada a dimensão da prevenção integral, incluindo covid19, prevenção a gravidez não planejada e IST/HIV na vida e nas relações dos/as jovens da escola.Resumen de la Ponencia:
XXXIII Congreso Latinoamericano de Sociología. Grupo de Trabajo 20. Sociología de la niñez, Juventud y Envejecimiento Hacia la pospandemia: Condiciones de vida de la población joven y construcción de identidades sociales: empleo, educación y salud en contextos urbanos de la Provincia de Santiago del EsteroLic. María Luisa Araujo (FHCSyS-UNSE)Lic. Natividad Nassif (FHCSyS-UNSE)Lic. Daniel Gastón Segura (FHCSyS-UNSE)Lic. Taboada Eudal Marcela María (FHCSyS-UNSE) El presente trabajo se inscribe en el Proyecto de investigación “Adolescencias y Juventudes: proceso de construcción social de identidades, diversidades y desigualdades contemporáneas. Abordajes en contextos urbanos y rurales de Santiago del Estero. (2019-2020)- (Aprobado y Financiado CICyT/ UNSE-23/D214). Se refiere a los condicionantes contextuales de las dos primeras décadas del siglo XXI que responden a dimensiones estructurales persistente y que se profundizaron en el contexto de pandemia de COVID 19. y su incidencia en la construcción social de identidades de la población joven urbana de Santiago del Estero El objetivo es describir y explorar la participación en el empleo, educación y salud de la población joven urbana, articulando las dimensiones contextuales y estructurales que han impactado en los sistemas de producción, educación y salud, adquiriendo características particulares en los/as jóvenes, en cuanto categoría sociohistórica, cultural, delimitada, transitoria y relacional (Vommaro, P,2017, Kessler. 2014, Pérez Sainz, J.P. 2014, Rossi, F. 2009, Margulis, M.2008, Dávila León, O.,2004, Reguillo, R.2000, Valenzela,1998).Este enfoque conceptual relacional, que articula entre los condicionantes estructurales preexistentes y la emergencia de nuevas desigualdades y diversidades sociales en el contexto de pandemia y hacia la pospandemia, y su incidencia en el posicionamiento socioeconómico de los/as jóvenes, que se traduce en los significados y sentidos que construyen en relación a estas realidades en referencia al empleo, educación, atención de la salud, permite identificar los factores que operan como barreras para su inclusión y bienestar incorporando sus miradas y voces como insumos para los decisores de políticas de juventud .Se aborda desde una convergencia metodológica cuanticualitativa. La población objetivo son adolescentes y jóvenes entre los 15 y 29 años con residencia en el conurbano Santiago del Estero - La Banda En lo cuantitativo se aplican encuestas a una muestra no probabilística de adolescentes y jóvenes. En lo cualitativo se aplican entrevistas semi estructuradas y grupos focales a una muestra por conveniencia de las poblaciones de adolescentes y jóvenes, líderes comunitarios y responsables de programas y proyectos que trabajan con la población juvenil.Se utiliza análisis estadístico de datos secundarios a partir de censos nacionales y de Encuestas Permanentes de Hogares como complemento de los datos primarios, para la descripción de las principales tendencias generales de las dimensiones en estudio. Palabras claves: juventudes, identidades sociales, diversidades y desigualdades, políticas públicas.Resumen de la Ponencia:
Las transformaciones profundas que en la vida cotidiana y en las subjetividades provocó el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) producto de la pandemia por COVID 19, repercutieron de modo singular -y desigual- en niños, niñas y adolescentes, afectando su cuidado y bienestar. Si bien no existe una definición universalmente aceptada de bienestar, hay coincidencia en que ella debe incluir indicadores de bienestar material, emocional, físico, social y contemplar la capacidad para enfrentar problemas, ser creativo o productivo. En efecto, por un lado se puede entender el bienestar objetivo como la disponibilidad de ciertas condiciones materiales positivas (como vivienda, educación y atención sanitaria), pero asimismo exige incorporar también la dimensión subjetiva asociada a la percepción que tienen los individuos sobre su propia vida. En el caso del bienestar infantil, hay aspectos singulares y relevantes a considerar como la familia, la escuela, el juego, el crecimiento, el desarrollo, la socialización con pares, el afecto. Estos aspectos reconocen su dependencia/mediación de los adultos de allí la necesidad de abordar la provisión de cuidados. La pandemia afectó al conjunto de agentes, recursos y servicios -domésticos y extradomésticos- vinculados al cuidado y bienestar infantil. En ese marco, nos preguntamos acerca de las manifestaciones específicas de sus efectos en población infantil residente en zonas urbanas. Para responder a esas inquietudes, se diseñó el proyecto “Condiciones de vida de los hogares y cuidados frente al ASPO por COVID 19 en La Plata, Berisso y Ensenada. Estado de situación del bienestar infantil y propuestas”, incluido en el Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19 del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación Argentina. Una línea de trabajo del proyecto desarrolló un relevamiento de hogares con niños, niñas y adolescentes residentes en el Gran La Plata (Pcia. de Buenos Aires), entre agosto y noviembre de 2020. El mismo se realizó a través de una encuesta semiestructurada autoadministrada on line, respondida por más de 4000 hogares, con base en una muestra representativa (por conglomerados bietápico) de 101 escuelas de nivel inicial, primario y secundario -estatales y privadas- de La Plata, Berisso y Ensenada. En ella se abordaron dimensiones vinculadas a: hogar y vivienda; vida cotidiana; cuidados dentro y fuera del hogar; apreciaciones sobre información y gestión de la pandemia; salud; educación; alimentación; actividad física, recreación y formas de sociabilidad. Para esta presentación haremos una selección de aquellos indicadores que permiten caracterizar el bienestar y los cuidados, incluyendo las prácticas infantiles de autocuidado y los cambios en la subjetividad y en las actividades y modos de socialización. El análisis se centrará en las desigualdades que los mismos reflejan en función de criterios de vulnerabilidad social y de particularidades etariasResumen de la Ponencia:
El trabajo de cuidados suele definirse como el conjunto de actividades que una persona despliega para el cuidado de otra en el desarrollo de sus actividades de la vida diaria (alimento, aseo, vestido, movilidad, entre otras), históricamente éstas le han sido asignadas a las mujeres. El contexto de pandemia demandó que integrantes jóvenes de las familias brindaran cuidados emergentes.En la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México, durante los dos años más álgidos de la pandemia por COVID-19 ingresaron dos generaciones (2021-1 y 2022-1), es decir, alumnado de nivel medio superior concluyó e inició sus estudios de licenciatura, este cambio supone en la “normalidad” fases de ajuste de diferente índole al ingresar a la Universidad. En este contexto, se desarrolló un estudio cualitativo para analizar las experiencias y sentires del alumnado universitario de primer ingreso durante el confinamiento. Se solicitó a 60 estudiantes de primer semestre de la licenciatura en Trabajo Social (UNAM), que en una narrativa libre describieran cómo habían vivido la contingencia sanitaria por COVID-19. Se realizó la lectura de cada uno de estos testimonios a fin de establecer categorías para su análisis a través de la Teoría Fundamentada. Los textos en Atlas. Ti con las siguientes categorías: Cuidados, maternidad, enfermedad de padre o madre, trabajo del padre o madre, sentires, tensiones familiares. En la Escuela Nacional de Trabajo Social (UNAM), aproximadamente el 80% de su población es mujer, identificamos en las narrativas que el alumnado desplegó trabajo de cuidados durante la contingencia sanitaria por COVID-19. Esto se originó por diversas situaciones: algunas alumnas son madres de niños o niñas en edad preescolar, algunas otras debieron de cuidar de sus hermanos o hermanas porque ambos padres tenían un trabajo que no les permitía estar en confinamiento, algunos otros cuidaron de alguno de sus familiares cuando éstos enfermaron de COVID u otras enfermedades crónicas. El resguardo domiciliario, su ingreso a la Universidad y la demanda de cuidados llevó al alumnado a estados de agotamiento, ansiedad, estrés y depresión. Sentir que se reflejó en su desempeño escolar.En el caso de este grupo de estudiantes la ruptura con sus redes de apoyo generacionales limitó sus posibilidades de ser escuchados o manifestar sus sentires, aunque entablaron nuevas amistades en línea, éstas no brindaron el soporte necesario derivado del “poco conocimiento” que tenían del otro. Además, se identificaron algunas otras problemáticas que presentaron: violencia familiar, trastornos alimentarios, duelo por la pérdida de su abuela/o, problemas económicos, entre otros. Es necesario se implementen diversas acciones que permitan al alumnado manifestar sus sentires resultado de lo que han vivido a nivel individual y familiar.Resumen de la Ponencia:
En la actualidad, el consumo se ha legitimado como medio de interacción social, cambiando al ciudadano por el consumidor. En este sentido, a través del consumo, las personas acceden a un mundo simbólico que les permite la construcción de un yo ideal que responda a los patrones culturales.El consumo afecta especialmente a los y las jóvenes, ya que se encuentran en un período complejo marcado por hitos importantes vinculados a la construcción de la identidad y en la búsqueda de aceptación por el grupo de pares. A raíz de e, el objetivo de investigación se centró en identificar las actitudes de consumo en jóvenes de la región de La Araucanía, Chile, durante la pandemia por COVID-19. Se realizó una investigación basada en un diseño no experimental transversal con enfoque cuantitativo y un alcance descriptivo-correlacional. Como muestra, se consideró una base muestral de 215795 jóvenes de las distintas comunas de La Araucanía entre 15 a 29 años. Bajo esto, se obtuvieron 402 participantes, donde el 73.8% eran mujeres, el 25.4% hombres y el 0.7% no se identificó con ninguna categoría.Los resultados evidencian que los y las jóvenes manejan conductas ambivalentes de compra, ya que presentan una posición más austera frente al uso del crédito, pero con un alto puntaje en las actitudes hacia las compras impulsivas, lo que puede significar que a pesar de una conciencia del ahorro y la administración del dinero, estos se ven influenciados por prácticas impulsivas gatilladas por los constantes estímulos.Un elemento interesante que da cuenta los resultados, es que lo anterior no podemos generalizarlo dentro de todo el grupo de jóvenes, sino, al parecer el nivel de ingresos podría estar moderando la interacción con la satisfacción con la vida, ya que las personas con un ingreso sobre los $500.000 evidencian una mayor satisfacción con la vida al momento de compararlos que aquellos que obtienen ingresos entre un rango de $200.000 a $500.000. Por otro lado, aquellos que ganan entre $0 a $100.000 poseen una mayor satisfacción con la vida que aquellos que ganan entre $200.000 a $500.000. Lo anterior, puede estar vinculado a los niveles de responsabilidad económica, ya que este último grupo, trabaja con la finalidad de pagar gastos vinculados al cotidiano, en cambio, aquellos que ganan menos, el dinero que obtienen lo gastan en objetos personales, donde los padres son la principal fuente de apoyo. Bajo esto, es necesario seguir indagando, a través de modelos más complejos, las relaciones de causalidad entre las distintas variables. Del mismo modo, esta investigación fomenta la importancia de una educación financiera que permita un actuar racional, pero no solo desde el manejo teórico, sino también, desde el control emocional que pueda generar los distintos contextos.Resumen de la Ponencia:
En el campo de la investigación en ciencias sociales los estudios sobre consumo de alcohol en adolescente destacan, una fuerte influencia de la familia en las prácticas de consumo, esto es evidenciado en los trabajos de Pons (1998); Villa Moral Jiménez (2009); Fantin y García (2011); Lema (2011); Trujillo y Flórez (2012); Villarreal, (2013); Armendáriz et al. (2014); Telumbre et al. (2016); y Mejía-Trujillo (2016). La familia es una institución de aprendizaje y de socialización que en el caso del consumo de alcohol se observa por un lado, en que, los adolescentes de familias permisivas tienen una mayor probabilidad de consumo, por el otro, las familias no permisivas y con reglas fuertes sobre consumo, crian adolescentes que tienden a transgredir las normas impuestas en casa motivados por la presión social fuera del contexto familiar alcanzando patrones de consumo de riesgo. Con el objetivo de evidenciar lo anterior la investigación adoptó un diseño secuencial explicativo, tal como sugiere, Creswell (2009), la unidad de análisis fueron estudiantes de cuatro instituciones educativas públicas de nivel medio en la provincia de Darién, república de Panamá. El trabajo de campo se estructuró en dos fases: en un primer momento, se recabaron y analizaron los datos cuantitativos -mes de julio de 2019- y se contó con la aprobación de las autoridades regionales del Ministerio de Educación, para evidenciar la permisividad familiar (PeFa) asociada al consumo de alcohol en los adolescentes se parte de la premisa que, el inicio en el consumo se da en contextos de “aprendizaje familiar” y no basado en desiciones individuales de los sujetos. Segundo, se recopiló y analizó la data cualitativa proveniente de seis entrevista semi-estructuradas esto permitió profundizar en las normas de regulación familiar ante el consumo de alcohol, aquí surgieron temas relevantes como, vida cotidiana, consumo fuera y dentro de casa, seguridad, presión social y reglas de consumo como elementos vinculados. Como resultado se evidenció que, el promedio de edad de inicio es menor en las mujeres que en los hombres, que un 73.8% de los adolescentes consumidores provienen de familias con actitud permisiva y que un exceso de reglas-normas y alta regulación hace que los adolescentes inicien el consumo fuera de casa -por presión social- y en la mayoría de los casos sin límites -consumo alto por acasión-. En ambos casos, es perjudicial para la salud y la vida de los adolescentes, y el Estado debe buscar mecanismos para minimizar los riesgos tanto a las familias como a quienes a tempranas edades consumen alcohol.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia analiza el consumo, se considera una acción intrínseca al ser humano ya que tenemos que cubrir nuestras necesidades, pero se dio paso del consumo al consumismo, convirtiéndose en una característica principal de las sociedades modernas. Desde las primeras formas de organización social se fabrica ropa para proteger diferentes partes del cuerpo, cubrirse del frio o de diversos climas y poder sobrevivir, esto fue vital para que la humanidad se expandiera y evolucionara en conjunto. Esta práctica de protección del cuerpo se ha modificado a partir de los contextos sociohistóricos y culturales de los diversos grupos sociales.En los últimos años la moda se convirtió en un pasatiempo o en un hábito cotidiano al alcance de las mayorías, se expande sin límites y la demanda de productos aumenta haciendo que las prendas se vendan a precios asequibles que hacen de la moda un ocio accesible. Nos convertimos en una sociedad consumista y competitiva, dichos fenómenos se relacionan con el enfoque neoliberal porque el hecho de comprar mucha ropa constantemente no es una característica de una necesidad real, sino más bien de solo un deseo aspiracional de ser o aparentar lo mejor ante nuestros grupos sociales y de distinguirnos de los que consideramos no son como nosotros.Dada esta alta influencia social, la moda es utilizada como un instrumento político/cultural para guiar masas a un “estilo de vida” determinado por el grupo hegemónico, es un fenómeno que atraviesa la sociedad de tal manera que puede moldear imaginarios y formas de vida.En el contexto contemporáneo con la llegada de la tecnología en todos los sitios, la industria ha podido fabricar ropa que sea fácil de usar y sobre todo dejar de usar porque no representa un gran gasto monetario, como lo es la moda sin costura lo que les permitió reproducir grandes cantidades de ropa para que estén disponibles inmediatamente acortado el tiempo desde producción y entrega. Dándole el termino de “moda rápida” a este modelo de producción.En ese sentido, la investigación identificará como los jóvenes universitarios aspiran a partir de la moda que utilizan a posicionarse en ciertos espacios sociales, es decir, la ropa como mecanismo de interacción social y de reproducción de practicas neoliberales.Resumen de la Ponencia:
Los videojuegos y sus representaciones conllevan mensajes que promueven valoraciones culturales de diversa índole. Específicamente el videojuego GTA V, como objeto de estudio y a través de un análisis de la narrativa y de la interacción con el usuario, se concluye que claramente promueve violencia de género que no es deseable como modelo de convivencia social. En este sentido, ante el incremento del consumo de tecnologías en tiempo de confinamiento entre infantes y adolescentes, se presume que existirá un impacto social nocivo en cuanto a las formas asimétricas de distribución de poder, así como de cosificación y sexualización de las mujeres. De forma alarmante, los feminicidios que se muestran con extrema naturalidad y ligereza en el audiovisual analizado, son eventos preocupantes por el riesgo de exponer un acto delictivo que debería ser inaceptable, pero también por el acceso de estos delicados contenidos a los usuarios potenciales del videojuego que en América Latina tiene gran demanda por adolescentes. De igual manera, hay un alto riesgo desde los aparatos de difusión usados, que se genera a través de la experiencia espectadora que facilita la plataforma Youtube, pues al estar sin restricciones en línea, están disponibles incluso a las infancias sin ninguna orientación crítica al producto.Resumen de la Ponencia:
La pandemia de COVID-19 ha afectado gravemente a los adultos mayores, quienes han constituido, según los expertos, al grupo más afectado en el mundo por esta enfermedad. En México la desprotección social, económica, laboral y bajo el análisis de las comorbilidades presentes en las personas adultas mayores conforman los principales factores de riesgo y alta mortalidad de la enfermedad COVID-19 (Vega. et al, 2020). Sumado a esto, y lo que representa para esta investigación el tema central, algunos investigadores destacan que las personas que viven en asilos u otros centros de cuidados a largo plazo se encuentran en los grupos de alto riesgo a contraer la enfermedad COVID-19. (Bermúdez, Gaitán, Aguilera, 2020)Frente a la condición de vulnerabilidad que viven los adultos mayores en México, sumado a la susceptibilidad frente al COVID-19, es importante investigar las medidas que han tomado los asilos y casas hogares para enfrentar la pandemia y con ello lograr un diagnóstico que sirva para alguna intervención social en esta área. Basado en la pregunta de investigación ¿Cómo han enfrentado la pandemia COVID-19 los asilos de la ciudad de Hermosillo, Sonora? que tiene como argumento central que los asilos en la ciudad enfrentaron dificultades económicas y de salud frente a la pandemia, provocando con esto una mayor dificultad para el correcto seguimiento de medidas sanitarias, se realizó una investigación de tipo cualitativo con un enfoque descriptivo donde se hizo uso de la entrevista semiestructurada a los directivos de los asilos, algunos trabajadores que trabajaron durante el confinamiento y a adultos mayores que se encuentran en facultad de ser entrevistados. Esta investigación aportó un margen claro acerca de la realidad que vivieron los asilos durante la pandemia por COVID-19 en la ciudad de Hermosillo que se pretende exponer junto con las estrategias de intervención social que se están llevando a cabo para su mejoramiento para que puedan, todos aquellos interesados, ponerlo en práctica en diferentes asilos. Siendo los adultos mayores la población de más riesgo frente al COVID-19, es de gran importancia conocer como enfrentan esta pandemia los espacios que les albergan a aquellos que, por distintas situaciones, no cuentan con un lugar para vivir ni con personas que les cuiden y atiendan, aumentando aún más su vulnerabilidad y riesgo frente a la pandemia. Todo con el fin de la creación de estrategias sólidas para intervención social que mejoren las condiciones en las que estas instituciones enfrentan la nueva normalidad y así resguardar la salud de nuestros adultos mayoresResumen de la Ponencia:
Antecedentes: En marzo del 2020 la OMS decretó la pandemia del COVID-19. Los primeros datos indicaban que los adultos mayores presentaban mayor vulnerabilidad. Se observó que las consecuencias de la pandemia eran diferentes según las determinantes estructurales y sociales. En México se han desarrollado escasos estudios sobre la experiencia de esta población durante la pandemia y la mayoría han sido de tipo cuantitativo.Diseño y método: Estudio cualitativo y exploratorio y cualitativo, desde una perspectiva fenomenológica, enfocado en explorar las vivencias y sentimientos de adultos mayores. La información se recopiló mediante entrevistas semiestructuradas realizadas a distancia, la mayoría. Se realizó un análisis de contenido y se agrupó la información en categorías.Resultados: Se realizaron 27 entrevistas, 23 con mujeres, el promedio de edad fue de 71 años. La mayoría estaba casada y 10 eran viudas. Todxs tuvieron acceso a educación académica formal y sus ingresos económicos eran estables. La mayoría vivían acompañados por familiares y tenían casa propia y cuentan con todos los servicios básicos. Todxs tienen acceso a seguridad medica ya sea IMSS o ISSSTE y también a servicios privados.Al inicio de la pandemia la experiencia fue sorpresiva y preocupante. Algunos estuvieron bien al principio, pero con el paso del tiempo, el encierro les incomodó. Lo más difícil de la pandemia fue distanciarse de amigos y familiares. También fue muy impactante ver las muertes causadas por el COVID-19. Todos los entrevistados usaron el teléfono para comunicarse con sus familiares y aprendieron a usar redes sociales, y a hacer videollamadas. Los que vivían cerca de sus familiares los veían por la reja o por la puerta.Entre los cambios reportados mencionaron el dejar de ver a los amigos, dejar de salir de casa, la pérdida de la libertad, cambios en los hábitos y estilos de vida, suspensión de actividades, adaptarse a la realidad virtual y al uso de mascarilla y precaución de todo lo que provenía de la calle. El mayor reto para la mayoría de los entrevistados fue el llamado encierro, que generó sentimientos de frustración, incertidumbre y enojo. Algunos consideraron que una de las mayores dificultades era sentir que la pandemia estaba lejos de terminarse y es destacable que algunos sentían que probablemente no les tocaría ver el fin.La vacunación fue bien recibida por todos los participantes, aunque algunos reportaron fallas en la organización, principalmente poca información, largas filas y largos tiempos de espera.Conclusión: La pandemia por COVID-19 ha representado una barrera para los adultos mayores, no sólo porque la letalidad de la enfermedad es mayor en ese grupo, sino porque son más vulnerables a las repercusiones sociales, económicas y psicológicas que conlleva el distanciamiento social, esto generó mayores problemas para ellos.Resumen de la Ponencia:
Los consumos problemáticos -vinculados a sustancias legales e ilegales- siempre existieron, pero desde la instauración de las lógicas de consumo como nuevo ordenador social, estos se han diversificado e incrementado. En este escenario, varios de ellos tienen como objetivo sobrellevar un determinado padecimiento, llegando a incidir negativamente en la salud física y/o psíquica del sujeto, y sus relaciones sociales. No obstante, esta problemática suele ser asociada mayormente a los jóvenes y adultos, invisibilizando el hecho de que estos comportamientos pueden hacerse presentes e incidir negativamente en las personas adultas mayores.
Actualmente, esta cuestión está tomando mayor relevancia dado que la pandemia por Covid-19 y las medidas preventivas de aislamiento y distanciamiento -de una red socio afectiva y/o un tratamiento- han generado una serie de consecuencias emocionales y psicosociales en toda la población, derivados principalmente de la discontinuidad en las pautas habituales de interacción social y el cambio de hábitos (Gallegos et al., 2020; Pascale, 2020). En este sentido, resulta probable que emerjan conductas vinculadas al consumo, como una forma de evitar el displacer y/o como medio para sobrellevar sentimientos negativos.
Cabe considerar que, abordar los consumos problemáticos en profundidad implica pensarlos y analizarlos desde una perspectiva integral, cuyo eje es conocer “el sujeto, su entorno y su historia, los vínculos, las redes con las que cuenta y el contexto en el cual está inserto” (Gómez Di Vicenzo y Cagide, 2018, p. 31). Para ello, el paradigma del curso de vida se constituye es una herramienta útil que posibilita comprender las particularidades que adquiere este tipo de comportamientos a lo largo de toda la existencia.
La metodología propuesta es de tipo cualitativa y el diseño de la investigación descriptivo-exploratorio. De esta forma, se llevó a cabo cuatro reconstrucciones bibliográficas, cuya finalidad fue la comprensión en profundidad de los consumos problemáticos durante la vejez. Los resultados dan cuenta que las redes sociales inciden en los consumos, y en varios momentos de las trayectorias se constituyeron en pilares centrales para sobrellevar recaídas, reducir e incluso cesar estos comportamientos. Sin embargo, el contexto socio sanitario y el consecuente distanciamiento físico de estos apoyos, ha generado un impacto negativo en los entrevistados, e incluso dado lugar a nuevos consumos.
Introducción:
Cuando la cuestión de los consumos y sus diversas consecuencias fueron percibidas y comprendidas como un problema de índole público, los distintos gobiernos y organizaciones internacionales comenzaron a instaurar una serie de normativas que permitieran regular estos comportamientos en la sociedad. En el caso de Argentina, desde 1974 hasta 2010 estas herramientas normativas se encontraron delineadas por dos paradigmas: el abstencionista-prohibicionista, basado en una política de tolerancia cero y enfoque punitivo; y, la reducción de daños, donde se asocia la adicción con una enfermedad, apareciendo en escena los tratamientos y cursos de prevención como una alternativa viable a la penalización. Ambas miradas se encuentran centradas en la ilegalidad, asentando una serie de estigmatizaciones queasocian sectores marginados y/o situación de vulnerabilidad social con las drogas y la delincuencia.
Es a partir de 2014 con la sanción de la Ley N°26.934 –Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos- que se hace hincapié en la necesidad de abandonar la mirada reduccionista y de criminalización fomentada desde 1974. Esto implica dejar de considerarlo como un problema individual que requiere de un tratamiento aislado y focalizado sólo en la “adicción”; sino comprender que nos posicionamos frente a un sujeto de derecho, con una historia de vida, que está inserto en un determinado contexto y forma parte de un entramado de relaciones y vínculos (Gómez Di Vicenzo y Cagide, 2018). No obstante, y a pesar de los avances en materia normativa, esta perspectiva de derechos continúa conviviendo con tendencias históricas que promueven la focalización, punición, exclusión y estigmatización de aquellas personas que atraviesan una situación de consumos. Es a raíz de ello que, se sigue asociado este tipo de comportamientos con jóvenes y pobres.
Esta última cuestión puede observarse en los datos relevados y publicados por la Secretaría de Políticas Integrales de Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), que desde 2004 ha llevado a cabo relevamientos centrados en las personas de entre 14 y 65 años. A continuación, se exponen los principales datos que dan cuenta de las estadísticas de consumo de las personas mayores de 60 años (Tabla 1).
Tabla 1: Consumos problemáticos en mayores de 60 años
Institución (Año)
Grupo etario
Consumo
OAD (2017)
56 y 65 años
Sustancias legales
Alcohol (78,5%)
Tabaco (59,3%)
Analgésicos opiáceos (6,2%)
Sustancias ilegales
Marihuana (4,8%)
Cocaína (2,1%)
OAD (2018)
Mayores de 60 años
Sustancias legales
Alcohol (55,1% durante el último mes y el 66,9% durante el último año)
Psicofármacos (23,6% consumió al menos una vez durante el último año y el 19,7% declaró su usó en el último mes)
Tabaco (5,6% y 10,1%)
Ministerio de Salud de la Nación (INDEC, 2019)
Mayores de 65 años
Sustancias legales
Tabaco (10,2%)
Alcohol (4,3%)
Fuente: INDEC (2019); OAD (2018) y OAD (2017).
Como se observa en los últimos relevamientos realizados, el énfasis está centrado en las sustancias químicas, obviando el hecho de que los consumos problemáticos hacen referencia a todo comportamiento que “afecta negativamente en forma crónica, la salud física o psíquica del sujeto y/o las relaciones sociales” y eso incluye a los consumos no químicos (Ley n°26.934, 2014, art.2). A su vez, el meollo de la cuestión sigue siendo la población de jóvenes y adultos jóvenes, cuando en realidad estos comportamientos no distinguen entre clase, género ni franja etaria. En este sentido, continuar con esta tendencia, sólo promoverá la invisibilización de las personas adultas mayores; sector que se encuentra en constante aumento.
Argentina se encuentra entre uno de los cuatro países más envejecidos de Latinoamérica; según el Censo 2010, un 10,2% de la población tiene 65 años y más; además, una de las características que presenta es la feminización de sus componentes, a causa de los mayores niveles de sobremortalidad masculina (INDEC, 2012). Cabe aclarar que, las zonas donde vive el mayor porcentaje de personas mayores de 60 años son: Ciudad Autónoma de Buenos Aires con un 15,7% y, en segundo lugar, la provincia de Buenos Aires con un 11,5%.
De esta forma, los cambios llevados a cabo en la estructura poblacional y su tendencia creciente, han instaurado una serie de preocupaciones en torno al soporte económico social, al área de salud y enfermedades vinculadas a la edad, el esquema de pensiones y la inclusión económica y social de las personas adultas mayores (Torres, 2006). Esta situación promovió la sanción de diversos instrumentos jurídicos –como la Ley N° 27.360, que ratifica la Convención Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores-; no obstante, este reconocimiento formal de los derechos no es suficiente para cambiar la situación de desventaja de las personas mayores, puesto que los Estados/las instituciones aún no se han adaptado a la nueva composición por edades de la población, ni en términos estructurales ni ideológicos, y continúan promoviendo situaciones de vulneración de derechos (González Ollino et al,. 2021).
Los consumos problemáticos son una de las áreas que requiere de una visibilización y abordaje particular. Es con base a ello que, el objetivo del presente trabajo es conocer y analizar los cambios asociados al consumo problemático en el curso de vida de las personas de 60 años y más, otorgando énfasis a la pandemia por Covid-19.
Desarrollo:
Estrategias metodológicas:
Con la finalidad de cumplimentar el objetivo propuesto, se llevó a cabo una investigación cualitativa longitudinal, cuyo diseño es exploratorio-descriptivo. De esta manera, se optó por emplear un estudio de casos que posibilitó abordar, profundizar y comparar las particularidades que adquieren los consumos problemáticos durante la vejez. Para ello, la muestra fue seleccionada en función de los siguientes criterios: A) Personas de 60 años y más, B) Género: varones y mujeres, C) que haya o estén atravesando un consumo problemático y D) Residentes del Área Metropolitana de Buenos Aires[1]. La técnica seleccionada para llevar a cabo la recolección de datos fue la entrevista en profundidad, que posibilitó reconstruir las historias de vida de los entrevistados, otorgando énfasis a la propia perspectiva de sus experiencias y vivencias.
El trabajo de campo, fue realizado en dos instancias, por medio de encuentros presenciales y virtuales[2]: por un lado, se llevó a cabo un primer encuentro situado desde febrero hasta abril del 2020; mientras que el segundo encuentro se concretó desde junio a agosto del 2022. En este sentido, el carácter longitudinal permitió observar cambios y/o continuidades en relación a las trayectorias familiares, laborales, de salud y de sus respectivos consumos; como así también, indagar en el cómo las personas se adaptaron (y adaptan) a los cambios que generó la pandemia Covid-19 (Caïs et al., 2014).
Para situar el contexto en el cual se han desarrollado las entrevistas, se describen a continuación las principales características sociodemográficas (Ver tabla 2); cabe aclarar que para respetar la confidencialidad y el anonimato de los participantes serán identificados mediante seudónimos. La muestra de personas mayores de este estudio corresponde a las cohortes que nacieron entre 1949 y 1960.
Tabla 2: Datos sociodemográficos
Caso
Consumo
Estado civil
Nivel educativo
Tipo de hogar
Hijos
Nietos
Carolina
(61 años)
Tabaco
Separada
Secundario incompleto
Multigeneracional
4
6
Lorena
(66 años)
Tabaco
Juegos de azar
Separada
Secundario incompleto
Multigeneracional
6
7
María
(71 años)
Tabaco
Juegos de azar
Casada
Secundario completo
Unigeneracional
2
4
José
(66 años)
Drogas
(sin especificar)
Separado
Superior completo
Unigeneracional
2
6
Fuente: Elaboración propia, con base en los datos de la investigación
En relación al estado civil y el tipo de hogar, Carolina, Lorena y José se encuentran separados, con la salvedad de que este último está en pareja desde hace 15 años y convive desde marzo del 2020 con ella. Mientras que, María se encuentra casada y vive con su esposo, pero su residencia actual colinda con la de su hija y sus tres nietos. En los casos de Carolina y Lorena, ellas son las únicas que viven con alguno de sus hijos y nietos.
En lo que respecta a la cobertura previsional y/u ocupación se desprende que María es la única que se encuentra jubilada, pero continúa realizando actividades laborales en el comercio de su hija. Por el contrario, el resto de las participantes continúa desempeñándose como auxiliares en instituciones educativas y José como docente en el nivel primario. Cabe aclarar que, en cuanto al nivel de instrucción alcanzado, María y José culminaron sus estudios secundarios y continuaron su formación en terciarios y cursos de formación para oficios; no obstante, Carolina y Lorena se insertaron de manera temprana en el mercado laboral, dejando inconcluso los estudios correspondientes al nivel secundario.
Una vez concretados los encuentros se llevó a cabo la descripción y transcripción correspondiente, lo que posibilitó comparar constantemente las distintas trayectorias de consumo (enmarcándolo en la propia biografía) e identificar puntos en común y/o divergencias. Sin embargo, y debido a los últimos acontecimientos vivenciados, se considera importante poder dar cuenta de los efectos de la pandemia Covid-19. De esta manera, se elaboró una matriz de datos que clasifique el tipo de consumo (químico/no químico), la edad de inicio (iniciación temprana/tardía) y la prevalencia/frecuencia del consumo (a lo largo de su trayectoria y sí hubo períodos de interrupción, recaídas y/o cese). A su vez, se buscó identificar la incidencia de las redes de apoyo social (primaria, secundario y formales) en esos momentos puntuales.
De esta manera, se presentan a continuación los primeros resultados obtenidos.
Curso de vida y consumos problemáticos en personas adultas mayores
A partir de la reconstrucción y análisis de las trayectorias vitales, se observó que los consumos de los entrevistados se encontraron enmarcados en un determinado contexto que promueve su inicio y progresión. En este sentido, la sociedad de consumo se constituye en un factor común, cuyas lógicas promueven el uso de bienes y servicios como el medio para alcanzar la “felicidad” e incluso evitar el malestar. Cabe destacar que los entrevistados pertenecen a cohorte de entre 1949 y 1960, y es – según Carioso (2008)- que entre 1960 y 1970 se produce un considerable aumento del consumo en general, lo cual relaciona al uso de la publicidad como principal mecanismo para incentivar este tipo de comportamientos en la población.
Vinculado a ello, María (71 años) manifiesta que antes “no había todas las propagandas que hay hoy en día… te hace mal fumar, todo eso no existía, todo el mundo fumaba… los pibes, las pibas… que se yo, era de cancherear”. Esta cuestión se encuentra relacionado al hecho de que los adolescentes, al ser percibidos como compradores potenciales, eran objeto de las estrategias de marketing, que producen un impacto sobre la cultura y el estilo de vida de los jóvenes (Mosella, 2000; p,92). Es por ello, que no resulta casualidad que en las tres entrevistadas el consumo de cigarrillos se corresponda con una iniciación temprana (15 y 16 años).
En el caso de José (66 años), su consumo estuvo asociado a sustancias ilegales e inicio es previo a la vejez -después de los 30 años- “a diferencia de otra gente que conocí que pasó toda su vida con el consumo… me agarró medio tarde”. La diferencia está centrada en la condición de legalidad, ya que el mismo no era promovido en espacios públicos, pero ello no implica que estuviera por fuera de las lógicas de consumo. Es decir, apelar a las alteraciones que produce en el organismo como forma de diversión y/o placer.
“En un momento me ayudo, para una etapa fue… poner entre, vamos a decirlo así… entre el dolor y yo, un espacio… pero, ese espacio empezó con las relaciones, con la afectividad, con algunas obligaciones con esto de no poder descansar (…) es un palo que no te recomiendo (ríe) ni para divertirse porque ahora está de moda la diversión “si consumo los fines de semana” (…) y creo que acá el tema es que esta popularizado un montón de cuestiones que parecían muy piolas y son las puertas hacia el fracaso… sin ningún tipo de atenuar” (José, 66 años).
Los comportamientos vinculados a los juegos de azar comenzaron después de los 50 años y fueron iniciados en conjunto con otro (cuñada y hermana) quienes proporcionaron el conocimiento básico para desenvolverse en esos espacios. Si bien, en un primer momento, este tipo de salidas fueron sociales, con el transcurrir del tiempo las entrevistadas comenzaron a asistir a estos establecimientos de manera individual, ya que sentían cierto atractivo por esas actividades y no lo percibían como algo que impactara negativamente en su salud.
“Es un cable a tierra, vos vas al bingo y te olvidás del mundo… de todo; yo miro al celular por sí hay algún mensaje, pero después, puedo estar seis, siete u ocho horas en el bingo... si gano, gano (…) ponele, adicta adicta al bingo me hice después de terminar con el gaucho (el gran amor de su vida) hasta que estuvo él no jugaba” (…) yo gasto mi plata que la laburo yo (…) vivo cada día como si fuera el último” (Lorena, 66 años).
Este tipo de establecimientos están diseñados según los parámetros de las lógicas de consumo, ya que se presentan como actividades recreativas que pueden distraer del cotidiano y sentimientos negativos. Es decir, que su objetivo es que la persona pierda la noción del tiempo y que durante su estadía se encuentre entretenida; es por ello que suelen ofrecer distintas actividades y servicios como show/espectáculos, comidas y bebidas. De esta manera, la persona se va involucrando en un ciclo de apuestas cuya idea central es alcanzar la felicidad mediante la obtención de un premio; deseo que va generando un mayor involucramiento (Brieva, 2006).
Si bien, el contexto en el cual inician y se desarrollan estos comportamientos se constituye en un factor que debe considerarse, resulta menester comprender que las personas no crecen y viven de manera aislada, sino que se encuentran en constante contacto con un otro. En este sentido, se observó que los consumos de los cuatro entrevistados (su inicio, progresión, interrupción y/o cese) estuvo relacionado al principio de “vidas interconectadas” (Elder, 1989, p.9). Ello se debe a que, la conducta se encuentra moldeada por los procesos de socialización de los cuales los sujetos forman parte a lo largo de toda su trayectoria (García Roche et al., 2008).
En el caso de las entrevistadas, se observa que los vínculos familiares y de amistad que sostenían durante su adolescencia, aprobaban y promovían este tipo de comportamientos.
“Vos sabes que no sé cómo empecé a fumar, sé que un hombre que salía con mi mamá fumaba y de ahí empezamos a fumar con mis hermanos… quedó el hábito, no sé qué es lo que nos motivó en ese momento, la verdad no me acuerdo. A su vez, empezó mi mamá a fumar, junto con nosotros” (Carolina, 61 años).
Por el contrario, José (66 años) sostiene que durante su adolescencia no se involucró con este tipo de acciones dado que se encontraba centrado en la realización de actividades deportivas: “tuve una vida de deportista, entrenaba en la semana y competía (…) Hice vida de deportista al 100%... cuando dejé de ser deportista, igual jugaba al torneo de la provincia de Buenos Aires” Además, afirma que “apenas me recibí de profesor, empecé a entrenar jugadores”. Siguiendo los aportes de Húescar et al., (2011), el entrevistado es un ejemplo de como la realización de actividades lúdicas-recreativas y la organización del tiempo es un factor de protección. No obstante, esto no implica una garantía de que un adolescente no se relacione a un consumo en particular, ya que debe considerarse otras cuestiones como las posibilidades y limitaciones presentes en ese momento.
En lo que respecta a la adultez, se observa que las parejas de todos los entrevistados se constituyeron en factores que estuvieron relacionados al consumo, ya sea directa o indirectamente. En el caso de las mujeres, sus respectivas parejas eran fumadoras activas; pero ello no fue un factor determinante dado que el comportamiento continuo independientemente de separaciones y/o que ellos cesaran su consumo.
“A veces tengo miedo, porque tengo la experiencia de mi hermano, él murió de cáncer de pulmón por el cigarrillo (…) soy consciente de que estás más propensa a que te pase algo (…) mi marido dejó de fumar y engordó como 15 kilos, yo no quiero engordar… así que déjame así (…) dijo que no fumaba más, y así fue… pero eso porque tiene fuerza de voluntad, yo no la tengo… por ahí en otro momento, ahora no puedo (María, 71 años).
José (66 años) afirma que relación con la madre de sus hijos era “tóxica” lo que generaba situaciones de estrés y ansiedad; los cuales sobrellevo por medio del acompañamiento de redes formales. En ese momento, se encontraba iniciando un tratamiento para cesar su consumo, acompañado por el Instituto Posadas y Narcóticos Anónimos; quienes se constituyeron en una fuente de apoyo para sobrellevar esa “separación tumultuosa”.
“En principio estaba haciendo un tratamiento de toxicología en el Instituto Posadas, con un terapeuta… y el terapeuta fue el que me propuso que vaya a los grupos (…) me puso como condición. Bueno ahí empecé… fue un gran alivio porque (…) poder hablar naturalmente de lo que me estaba pasando sin que me juzguen, porque todos estaban pasando por esa situación, fue un gran alivio. Si bien, este proceso conllevó años y varios cambios, afirma que “pese a todo eso, genere una relación muy buena con mis chicos, siempre cuide la familia”.
Cabe aclarar que los hijos fueron un factor de protección que se presentó en común, momentos de embarazo, lactancia y crianza; principalmente por el hecho de preservar su cuidado y no exponerlos a situación complejas y/o sustancias que podrían repercutir en la salud de los niños. Con el transcurrir de los años, la mayoría de ellos fue migrando del hogar; pero, ello no implico que dejaran de actuar como una fuente de apoyo ante situaciones en las que eran requeridos, sólo dejaron de estar presente las restricciones que se auto imponían para con el cuidado de sus hijos. Con el transcurrir del tiempo estos vínculos se van modificando e incluso se incorporan otros de carácter salutógeno como la consolidación de una pareja y la llegada de los nietos
“Martina (hija) me ayudó bastante en mi recuperación (…) mi recaída, el episodio que desencadenó la situación fue el fallecimiento de mi mamá (…) tuve esa reacción de aislarme y retrotraerme en la comunicación y recurrí a algo que, si bien ya habían pasado años… esta cosa de la cabeza que te engaña, de que está todo bien y que vas a poder hacer con éxito, (…) la zafe por poquito… y bueno Martina me acompaño bastante, también mi compañera actual… mucho” (José 66 años).
Esto permite dar cuenta de que a medida que transcurre el proceso de envejecimiento, las personas optan por conservar aquellas relaciones más significativas o incorporar nuevas, teniendo como eje central sus necesidades. Los nietos y el rol asumido como abuelo/a, fue al que se le otorgo mayor énfasis, sobre todo en el caso de las mujeres ya que se dedican a su cuidado. Esto implicó que durante la presencia de sus nietos las entrevistadas limitaran su consumo como una de las medidas de cuidados para con ellos.
“Cuando ellos (sus nietos) vienen no. Cuando ellos están no, yo no fumo hasta que no se van… y si fumo así, ponele después de comer y todo, cuando me voy afuera me fumo un cigarrillo, pero si yo estoy con ellos acá no fumo, fumo cuando ellos se van” (Carolina, 60 años).
Si bien, se pudo observar ciertos vínculos que incidieron positivamente en el consumo de los entrevistados (reducción y/o cese), también se hicieron presentes aquellos que continuaron incentivándolo; sin embargo, esto dependió de la decisión/postura tomada por cada entrevistado. En el caso de Lorena (66 años), quién había dejado de fumar tras la realización de una promesa, comenta que en el momento en el que fallece su madre, su hermana le dijo “toma fúmate uno, y dije que no, no puedo fumar…lo tengo que mantener firme (…) yo prometí por la vida de él, y para mí las promesas son promesas. Yo siempre prometo por algo o no te juego a la quiniela o no voy al bingo… yo siempre prometo por algo”.
Como se pudo observar, el acompañamiento regular de la familia y de profesionales fue percibido como un factor clave en la reducción y/o cese de su consumo. Empero, resulta necesario indagar que es lo que ocurre cuando estos la frecuencia y forma de relacionarse con el otro se ven modificadas.
En este sentido, el advenimiento de la pandemia por Covid-19 y las medidas empleadas han generado cambios en la dinámica que caracterizaba la relación con los otros. Los entrevistados hacen referencia a las vivencias de los últimos dos años de manera sectorizada, ya que sintieron que su cotidiano era modificado en base a la rigurosidad/flexibilidad de las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional. Si bien, se parte de entender que el aislamiento y distanciamiento social obligatorio fueron indispensables para reducir la circulación del virus en la población, también generaron ciertas pérdidas: la muerte de un ser querido/conocido, el cese de las reuniones familiares y actividades diarias.
“Yo sufrí mucho la pandemia (…) me paso algo feo en la pandemia (la muerte de una hija) entonces no puedo hablar de eso sin llorar (…) y realmente trato de evitar el tema. Si tengo que hablar de la pandemia, para mí fue una cagada por triplicado” (Lorena, 66 años).
“Yo estoy acostumbrada, por lo menos una vez a la semana voy al centro, me voy a pasear, me voy así… y bueno, en ese tiempo no pude hacerlo; tampoco pude ir a Buenos Aires, estuve como un año y pico (…) sin ver a Daniela (su hija)” (María, 71 años).
Resulta importante destacar el hecho de que ninguno de los entrevistados estuvo solo durante esta etapa, lo cual contribuyo a sobrellevar los sentimientos negativos y la restructuración del cotidiano. Primeramente, se enfatizó en los convivientes ya que fueron quienes acompañaron y proporcionar el apoyo requerido por los entrevistados; asimismo, se destaca el contar con ciertos recursos materiales, lo que permitió encarar de una mejor manera estos meses.
“Esta pareja está pensada para que cada uno viva en su casa, la pandemia fue con total exclusividad (…) yo siempre me levante más o menos… no es que no tenía que hacer y no me levantaba, más o menos mantuvimos (…) una pauta habitual, que vamos a hacer, tenes que tratar de generarte algunos movimientos dentro del aislamiento (…) después yo dije “che, vamos a salir a hacer alguna compra algo de eso”, nos poníamos de acuerdo, teníamos un horario para los mayores, porque somos mayores, los dos… entonces sabíamos que si íbamos temprano al supermercado no había nadie, esto de empezar a salir” (José, 66 años).
En relación a aquellas personas con las que no convivían se destaca la implementación de video llamadas, llamadas y/o mensajes; incluso después de los primeros meses del 2020 comenzaron a implementarse las visitas “cuidadas”, lo cual consistía en el uso de barbijos y limitar el contacto físico.
En lo que respecta a las sustancias químicas, no se percibieron cambios en la frecuencia de consumo; tanto Carolina (61 años) como María (71 años) continuaron sosteniendo un contacto presencial con los nietos que vivían más próximos a su residencia, por lo cual se mantuvieron los cuidados en su presencia. En el caso de José (66 años) y Lorena (66 años), ellos habían cesado su consumo previo a la pandemia, y durante la misma sostuvieron su decisión, acompañados por sus convivientes; sin embargo, también tomaron relevancia los grupos de acompañamiento formales sostenidos desde la virtualidad.
En relación a los comportamientos vinculados a los juegos de azar llevados a cabo en establecimientos, se vieron mermados durante año y medio por las medidas socio sanitarias empleadas; esta situación generó que Lorena (66 años) y María (71 años) recurrieran a otras alternativas como los juegos online. En este sentido comenzaron a ser usuarias de aplicaciones disponibles para teléfonos celulares, como así también aquellos que se patrocinaban mediante redes sociales, por ejemplo, el bingo virtual. La diferencia entre las diferentes ofertas fue que sólo en estos últimos implicaban el uso de dinero. Tras la flexibilización de las medidas y la reapertura de los establecimientos, estos comportamientos vuelven a incorporarse de manera progresiva, pero se sostiene la modalidad virtual como una alternativa viable para no salir del hogar.
[1] Entendida como la zona urbana común que conforman la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios de la Provincia de Buenos Aires.
[2] A partir del 20 de marzo del 2020 y debido al advenimiento de la pandemia Covid -19 y las medidas socio sanitarias adoptadas por el Gobierno Nacional, el trabajo de campo planificado se vio obligado a restructurarse bajo las posibilidades y limitaciones que el contexto acarreaba. De esta manera, la utilización de la video llamada por WhatsApp permitió salvaguardar las distancias físicas y concretar los objetivos de investigación propuestos. Durante el 2022, esta modalidad posibilitó concretar encuentros que no eran posibles por motivos de salud y/o mudanza.
Conclusiones:
A modo de síntesis, resulta pertinente destacar la importancia de adoptar una perspectiva integral en conjunto con el paradigma de curso de vida, ya que esto posibilita abandonar una mirada reduccionista centrada en el comportamiento y su condición de legalidad. Es decir que, resulta necesario comprender la existencia de otros factores que inciden en los consumos.
Es a partir de esta propuesta que se pudo dar cuenta de cómo el contexto y las redes sociales pueden ejercer cierta influencia a la hora de promover este tipo de comportamientos, como una forma de sobrellevar sentimientos negativos. A su vez, se observó en los cuatro entrevistados la presencia de factores de protección, asociados a los hijos y nietos, con quienes compartían tiempo a través de las tareas de cuidado. Sin embargo, cabe aclarar que, la pandemia se ha constituido en un punto de inflexión dentro de las trayectorias, dado que implicó un cambio radical en la forma de vivir y de relacionarnos con los otros. A pesar de las características inéditas de la situación socio sanitaria, las conductas vinculadas a las sustancias químicas no se vieron modificadas. Ello se relaciona a la presencia de redes de apoyo, ya sea físicamente –convivientes- como por medio del uso de las TIC; como así también, incidió el hecho de contar con los recursos materiales para sobrellevar los desafíos que el contexto acarreaba. Por el contrario, los comportamientos vinculados a los juegos de azar en bingos y/o casinos se vieron cesado como consecuencia directa del aislamiento; sin embargo, las propuestas de juegos online aparecen como una alternativa viable ante el aburrimiento. Estas conductas continúan presentes tras la flexibilización de las medidas y la apertura de los establecimientos.
El advenimiento de la pandemia ha generado distintas consecuencias, entre ellas, los problemas de salud mental de la población que, a su vez se encuentran relacionados al cambio en la frecuencia y significados de los consumos (OAD, 2021). Durante este tiempo, se han adoptados comportamientos –químicos y no químicos- como una forma de sobrellevar la situación de encierro y distanciamiento. Cabe aclarar que, las personas mayores fueron catalogadas como grupo de riesgo lo cual generó que las medidas de prevención sean reforzadas para con este sector; y consecuentemente, alejados de una red socio afectiva.
Actualmente, no hay estudios que aborden la situación de consumos en personas mayores durante contexto de pandemia, es por ello que resulta necesario elaborar y profundizar investigaciones que posibiliten ahondar sobre las características que adquieren los consumos dentro de las personas adultas mayores, partiendo desde una perspectiva integral. Esto, implica no abocarse solamente a las sustancias químicas, sino que resulta necesario conocer la historia del sujeto, su trayectoria y los vínculos con los que cuenta; situando a la persona y su consumo dentro del contexto social, histórico, cultural y económico en el que se desarrolla. Sólo así, se podrá comenzar a elaborar estrategias de intervención y acompañamiento interdisciplinarias e intersectoriales en tiempos de pos pandemia.
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Palabras clave:
Personas adultas mayores, consumos problemáticos y pandemia.
Resumen de la Ponencia:
Introducción. La soledad no deseada es un grave problema de salud pública a nivel global. La pandemia de COVID-19, con las restricciones que ha conllevado, ha agravado problemas estructurales y coyunturales relacionados con el sentimiento de soledad, siendo las personas mayores institucionalizadas en centros residenciales uno de los colectivos más damnificados. Desde la Sociología y la Demografía, el estudio de la soledad en este grupo de población se ha trabajado escasamente, por lo que es un reto global necesario, especialmente relevante en las sociedades en proceso de envejecimiento, como las latinoamericanas, de modo que se puedan adelantar a posibles problemas que ya están surgiendo en otras partes del mundo.Objetivo. Este trabajo presenta un protocolo metodológico para investigaciones de salud en personas mayores que viven en residencias geriátricas a partir de la experiencia de un proyecto sobre soledad en España: el proyecto SOLAS. Los objetivos del proyecto son tres: a) estimar la prevalencia de soledad no deseada y aislamiento social, b) conocer la concepción de la soledad de las personas que viven residencias, y c) analizar las interrelaciones entre soledad y salud emocional, física y mental.Metodología. En el proyecto SOLAS se adopta un diseño ecológico que se realiza en Andalucía (España) con trabajo de campo presencial en residencias de mayores seleccionadas con muestreo intencional y cuotas de titularidad, tamaño y hábitat. Se entrevista a tres colectivos: residentes, personal técnico y personal gestor. Este trabajo se centra en el protocolo para personas residentes. Se emplean dos técnicas de recogida de datos. Primero, con un cuestionario estandarizado se mide la prevalencia de soledad no deseada, apoyo social percibido, riesgo de aislamiento, salud y condicionantes de salud. Segundo, con una entrevista abierta se observan los discursos relacionados con la cotidianeidad de la vida en la residencia, la concepción de la soledad y las estrategias para afrontarla. Para los otros dos grupos se realizan entrevistas abiertas que indagan en las medidas y prácticas implementadas para aliviar el sentimiento de soledad por parte de administración y geriátricos.Relevancia para el contexto latinoamericano. Las sociedades en Latinoamérica se encuentran en un estadio de la transición demográfica que conlleva una disminución de la fecundidad, un aumento de la longevidad y un progresivo proceso de envejecimiento y, consecuentemente, un aumento de las personas mayores, susceptibles de vivir en residencias en la etapa final de vida. Este trabajo pretende mostrar un protocolo que permita el estudio de esas personas, ya sea con estudios locales o con estudios comparativos.Resumen de la Ponencia:
En este trabajo analiza una de las dimensiones del concepto de cuidado que forma parte del alcance del bienestar de las personas a lo largo de la vida. Bajo la teoría de los cuidados como una actividad que pretende el bienestar de los otros y puede implicar ayudas, apoyos, recursos o tiempos compartidos, la investigación ha explorado la dimensión emocional y psicológica que se pone en funcionamiento cuando se cuida de otros. Las preguntas que guían son: ¿Como se sienten los cuidadores de personas mayores?, ¿Como se significan las actividades de cuidarlos?. Con la información de entrevistas semiestructuradas hechas a cuidadores de personas mayores en sus hogares, se propone explorar y analizar las inversiones emocionales que implica el cuidado que algunos autores desatacan como la parte no monetarizada de esta actividad, y que se suma a las contribuciones sociales del Cuidado como actividad social, diferente de las actividades domésticas. Esta diferencia, no había sido contabilizada hasta que la teoría de género mostró cuanto aportan las tareas domésticas y de cuidados que están a cargo de las mujeres, a la economía de las naciones. La evidencia recabada muestra que, en el caso de los cuidados de las personas mayores también están en manos de mujeres mayoritariamente. Que son el medio de dignificar a las personas mayores ya que después de haber vivido con plena funcionalidad ahora necesitan de otros, y esos cuidados muchas veces significan una reciprocidad para los familiares que se hacen cargo de ellos. Por supuesto, también surgen los costos psicológicos para los cuidadores y la división de la carga de cuidado que permite el desarrollo de una mejor tarea que minimiza, la desesperación, sufrimiento y dolor de la actividad de cuidar. Con este estudio esploratorio, que se llevó a cabo en la frontera norte de México, en el estado de Baja California, se pretende contribuir al conocimiento de las diversidades de los cuidados y sus significados.Resumen de la Ponencia:
Situada no contexto de uma investigação mais ampla sobre sujeitos, saberes e contextos culturais relacionados à doença de Alzheimer (DA) no Brasil, a presente proposta tem por objetivo principal discutir impasses subjetivos nos modos de vivenciar a doença através de um olhar sobre os discursos sociais acerca do diagnóstico e do tratamento daquela enfermidade. Observa-se, desde as últimas décadas do século XX, a generalização do diagnóstico de DA para lidar com as patologias relacionadas a perda de memória, lesões cerebrais e senilidade. Do diagnóstico como portador de doença de Alzheimer ao tratamento medicamentoso, das estratégias de cuidados (em redes familiares e através de cuidadores e das associações de apoio) às discussões científicas, a mnemotécnica na contemporaneidade tem sido ditada pela difusão neurocientífica e pela razão médica. Esses agenciamentos da doença tendem a produzir efeitos de objetivação e "desistência subjetiva" (Le Breton, 2017). Interessa-nos, assim, dialogar com a noção lebretoniana de "desaparecimento de si" para pensar esses vetores de subjetivação ligados à experimentação da DA. Elegemos, em nossa pesquisa, o referencial teórico-analítico constituído pelo diálogo entre etnografias e pesquisas no campo das ciências sociais com a psicanálise, buscando apreender os efeitos de subjetivação do diagnóstico e do discurso social sobre a doença de Alzheimer. Trazemos, enquanto material empírico, narrativas da doença, constituídas através de entrevistas com parentes e cuidadoras/es, realizadas na cidade de Fortaleza, situada no nordeste do Brasil. A partir de um tratamento analítico inicial desse material, algumas dimensões destacam-se nos relatos: a incorporação de linguagens e práticas médicas no cotidiano das famílias; a distribuição desigual das práticas de cuidado, onde se revelam importantes negociações de gênero e geração; reconfigurações identitárias vividas na experiência da perda da memória, na alteração do comportamento do doente, desntre outras, e que se configuram como experiências indutoras de sofrimento psíquico, com a mobilização de estratégias defensivas para lidar com a redução biomédica do doente de Alzheimer; a “privatização” do cuidado da doença pelas famílias, dada a quase inexistência de politicas públicas de saúde no Brasil voltadas a essa enfermidade que, a despeito da generalização do diagnóstico, permanece como doença negligenciada. Esta pesquisa conta com o apoio do CNPq/Brasil.Resumen de la Ponencia:
La subjetividad y el espacio vivido -que se inserta en diversos territorios- están determinantemente vinculados y las estructuras simbólicas, físicas, las prácticas y los imaginarios sociales en los cuales se insertan son parte esencial para que la reproducción de las condiciones que permiten la vida cotidiana pueda desplegarse día con día (Lindón, 2006, p. 15). Asimismo, es importante señalar que, si bien el territorio es objetivo, accesible y asequible a una gran gama de sujetos y actores sociales, son sus particularidades subjetivas las que determinan la forma en que viven los espacios de acuerdo con características de género, de edad, de clase social y, no menos importante, por su grado de salud y de autonomía tanto decisional así como física en las actividades de la vida cotidiana en el caso de las personas adultas mayores. El envejecimiento demográfico también ha implicado el aumento en la demanda de servicios de cuidados de largo plazo, pero se tienen pocas evidencias de las implicaciones a nivel subjetivo tratándose de las personas adultas mayores residentes en esas instituciones.El objetivo de la presente ponencia es analizar la relación que tiene el vivir dentro de un espacio como lo es una residencia de cuidados de largo plazo para personas adultas mayores y algunas de las implicaciones a nivel subjetivo que las personas pueden experimentar a partir de la noción de “habitar”. En la primera parte se hace un breve recorrido sobre la subjetividad y su relación con el espacio de acuerdo con aportes teóricos tales como los de Heidegger, Giglia, Vega, Bourdieu y Giddens; en la segunda parte se analizan y muestran relatos de personas adultas mayores que residen en 4 instituciones de cuidados de largo plazo -asilos, casas hogar o residencias geriátricas-, de la Zona Metropolitana de Guadalajara, con énfasis en la experiencia del cambio de residencia, las causas del cambio, las formas de interacción entre residentes y las formas de vivir y apropiarse del espacio por parte de las personas adultas mayores; finalmente, se exponen algunas conclusiones acerca de la diversidad de causas e implicaciones en el cambio de residencia de adultos mayores y cuáles pueden ser algunas de las líneas de abordaje del tema como objeto de estudio.Resumen de la Ponencia:
Chile no cuenta con datos sistematizados, estudios ni literatura específica sobre la salud mental de personas mayores con dependencia severa, ni menos de las quienes viven en establecimientos de larga estadía, por tanto, se desconocen el perfil y las necesidades de este grupo. Esto puede ser un factor de riesgo que impacte en la calidad técnica de la atención, aumentando la posibilidad de homogeneizar las intervenciones, de realizar errores diagnósticos y se transforma en un obstáculo para un abordaje integral e intersectorial, aumentado así el agravamiento de cuadros y la difiducltad de generar estrategias de prevención, a la vez puede aumentar la sobrecarga tanto de los equipos de cuidados como de los familiares.El presente estudio, tuvo como objetivo analizar los documentos técnicos publicados por la OMS en relación a temas gerontológicos, de dependencia y de salud mental, estos se compararon con aquellos provenientes del Ministerio de Salud, SENAMA y Ministerio de Desarrollo Social y Familia, organismos públicos chilenos relacionados a políticas de personas mayores. La metodología utilizada, fue la revisión bibliográfica histórica y sistemática de documentos oficiales y orientaciones técnicas de organismos internacionales y nacionales. Los principales resultados muestran la invisibilización del abordaje de la salud mental de las personas mayores que viven con dependencia y más aún de quienes son residentes de establecimientos de larga estadía, pese a indicaciones de organismos internacionales, que promueven indagar y generar propuestas para este grupo, pensando que la institucionalización es un factor de riesgo para un empeoramiento de la salud mental. Lo anterior, se ve reflejado en las escasas o nulas las Políticas Públicas, Orientaciones Técnicas, Programas y Servicios chilenos que hagan referencia o que orienten estrategias de abordaje de la salud mental de este grupo. Una de las consecuencias de esta doble invisibilización es que no se está garantizando entre otros, el derecho a la salud y de los cuidados a largo plazo, impactando así negativamente en la dignidad e integridad física y mental de la persona mayor.