Resumen de la Ponencia:
En la actualidad, el mundo experimenta una crisis polifacética, si bien esta recesión es de orden económico, el capitalismo global afecta de forma sistémica a todas las esferas de la sociedad; bajo este contexto y paralelamente se desarrolla durante el año 2020 la pandemia sanitaria a raíz del SARS-CoV-2 (Covid-19) generando una disrupción dramática de la normalidad. En Colombia la pandemia a causa del Covid-19 generó el aislamiento obligatorio decretado por el gobierno nacional en cabeza de Iván Duque, pues la enfermedad pandémica se reprodujo por medio de interacciones sociales. El periodo de distanciamiento físico y social obligatorio se mantuvo durante un poco más de 5 meses afectando de modo diferenciado las desigualdades sociales preexistentes; en este sentido, la presente investigación tuvo como objetivo analizar el impacto socioeconómico en los hogares durante el periodo de asilamiento obligatorio en la ciudad de San Juan de Pasto (Colombia) 2020, a través de una metodología de corte cuantitativo con un nivel de análisis descriptivo-interpretativo y exploratorio a nivel local, no experimental transversal, mediante la aplicación de una encuesta estructurada a hogares con un muestreo aleatorio simple.En general, en la mayoría de los hogares encuestados, se identifica que los hogares corresponden a viviendas propias, que cuentan con los principales servicios básicos (energía eléctrica, agua, recolección de basuras y alcantarillado), aunque un gran porcentaje dejó de pagar por ellos debido a la disminución de los ingresos mensuales producto de la pérdida del empleo; en esa medida, se reporta que en prácticamente la mitad de los hogares se dejó de comprar alimentos y la gran mayoría dejaron de adquirir prendas de vestir. En un alto porcentaje de los hogares existían niños o jóvenes en edad escolar que tuvieron que migrar hacia la educación virtual, evidenciando una brecha digital entre los sectores, igualmente las personas que estaban empleadas, aunque estas, en su mayoría continuaron de manera presencial. Por su parte, en el ámbito psicosocial, en los hogares la convivencia se realizó entre la familia, y aunque no se presentaron discusiones, un considerable porcentaje se sintió preocupado, angustiado o triste; para solventar estas situaciones las personas optaron por entablar comunicación con sus familiares o amigos, rezar y/o hacer deporte en casa. En conclusión, si bien de modo general no se muestra un gran impacto en las condiciones socioeconómicas de los hogares, se pone en evidencia que persiste una dualidad en la ciudad, puesto que, se observan grandes brechas en las condiciones socioeconómicas de las viviendas de una comuna a otra, teniendo en cuenta que la ciudad se encuentra dividida en sectores de estratos altos y bajos.Resumen de la Ponencia:
Pensar, construir, habitar las ciudades latinoamericanas y caribeñas en el siglo XXI infiere la necesidad de realizar estudios disciplinarios que aborden nuevas lógicas de entender la relación entre los actuales problemas urbanos y sociales y los desafíos y compromisos de una agenda urbana común que conlleva la pandemia por COVID-19. Las problemáticas globales exigen distintas formas de abordar las soluciones, para lo cual se requieren cambios de perspectivas que permita relacionar las dinámicas socioespaciales de la pandemia y las dinámicas de la gestión y de las políticas públicas ante un escenario de incertidumbre, complejo y cambiante. La “nueva normalidad” debería reconocer la “nueva esencialidad”, en términos de trabajos y sectores. Como tesis centrales se propone exponer en primer lugar, que el COVID 19 no es un hecho sino un acontecimiento global que contagia y afecta a las personas sin importar su condición social. En segundo lugar, se expone la tesis de que las poblaciones más vulnerables frente al COVID 19 están mayormente expuestas a contagios y muertes producto de las desigualdades sociales. El objetivo es evidenciar el impacto del COVID-19 en la economía de la ciudad de Pamplona, con particular atención a las transformaciones ciudad-universidad y las dimensiones sectoriales, laborales, culturales y de movilidad social. Estas transformaciones urbanas deben dar cuenta de cuál podría ser la “nueva esencia de la ciudad” no solo en relación con la universidad, sino también en interacción con el ordenamiento territorial y la condición de ciudad de servicios n el entorno regional. Lo anterior se infieren como cambios multidimensionales en los usos del suelo urbano, la movilidad de la población, las infraestructuras universitarias, el espacio relacional, los niveles de gobernanza, así como a los valores y normas de convivencia establecidos.La ponencia se deriva de dos trabajos previos de investigación que pretende aportar en el conocimiento de las formas de producir ciudad en el siglo XXI, bajo dos supuestos: i) no todos los territorios, ciudades, espacios públicos, equipamientos, gobiernos, son iguales frente a la pandemia-epidemia, ii) el confinamiento, aislamiento, tienen efectos diferenciados en función de las clases sociales y de las formas de habitar donde interactúa lo cotidiano. Desde este contexto se hace aún más evidente indagar por los temas de segregación, fragmentación, desigualdades, exclusión, conectados con el espacio público, la movilidad, las formas de habitar entre otros, cuyo marco conceptual puede facilitar estrategias de acción en el abordaje multidimensional de la pandemia. Los resultados buscan contribuir a la implementación de políticas públicas como marco de comprensión para el estudio de los problemas socioespaciales urbanos que tengan como propósito el bienestar, las prácticas del cuidado, la proximidad, accesibilidad, movilidad e importancia del espacio público con el fin de lograr ciudades inclusivas, resilientes y sostenibles.Resumen de la Ponencia:
Um dos dois maiores desafios da atualidade é equilibrar o crescimento das cidades e responder aos problemas de emergências ambientais e climáticas, que geralmente se inserem de forma incipiente nas agendas governamentais das cidades latino-americanas. No Brasil, essa realidade não é diferente. Com um complexo dinâmico de cidades de grande, médio e pequeno porte, marcadas pelas desigualdades socioambientais, bem como pela forma exploratória, extensiva e intensiva de seus recursos naturais, as cidades tendem a ser mais vulneráveis às ameaças de eventos climáticos extremos, ou que limitam o desenvolvimento de aspectos da capacidade adaptativa às mudanças climáticas. Nesse sentido, o objetivo deste artigo foi compreender como se apresenta a capacidade adaptativa às mudanças climáticas em cidades localizadas em territórios de clima semiárido, no contexto da bacia hidrográfica do rio Piancó-Piranhas-Açu, no Rio Grande do Norte, Nordeste do Brasil. Metodologicamente, a pesquisa é bibliográfica, documental e quantitativa, com base no Índice de Gestão da Capacidade Adaptativa (IGCA), que utiliza dados de fontes secundárias (Pesquisa de Informações Básicas Municipais - MUNIC), do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), referente ao ano de 2020; e os dados da Plataforma AdaptaBrasil MCTI (Sistema de Informação e Análise de Impactos das Mudanças Climáticas), do Ministério da Ciência, Tecnologia e Inovação (MCTI). Os resultados mostram que as cidades apresentam estruturas de gestão voltadas para a capacidade adaptativa às mudanças climáticas ainda embrionárias,
Introducción:
Na atualidade, um dos grandes desafios contemporâneos é equilibrar o crescimento das cidades e responder aos desafios das emergências ambientais e climáticas. Esse desafio nem sempre está no centro das gestões dos governos nas cidades latino-americanas, e no Brasil essa realidade não é diferente em suas cidades, que formam uma rede urbana complexa de grandes, médias e pequenas cidades. Essa complexidade da rede de cidades brasileiras, influencia em todas as dinâmicas territoriais e urbanas, e consequentemente no processo de desenvolvimento da capacidade adaptativa às mudanças climáticas que podem interferir nas condições de vulnerabilidade e de maior suscetibilidade às ameaças de eventos climáticos extremos que os prognósticos indicam maior probabilidade de ocorrências e intensidade dos seus efeitos.
É o fato de que nos últimos anos aumentaram as ocorrências de eventos climáticos extremos que vemos afetar as cidades brasileiras, gerando cenários de riscos e desastres, como enchentes, enchentes, escassez de água, seca, desertificação, entre outros (Adger et al. , 2007, Martins & Ferreira, 2011, Teixeira et al ., 2021), a exemplo disso tem-se o período de seca que atingiu o Nordeste do Brasil entre os anos de 2012 e 2017, e mais recentemente (2021-2022) os extremos de chuva que causaram enchentes e deslizamentos de encostas nos estados da Bahia, Minas Gerais, Pernambuco, Rio de Janeiro e São Paulo. Os cenários de desastres decorrentes desses eventos climáticos extremos, quando somados aos aspectos de organização espacial das cidades brasileiras, marcadas por profundas e históricas desigualdades, provocadas pelo uso e ocupação do seu território de forma extensiva e intensiva dos seus recursos naturais, torna-o um país de extremos.
Embora haja o reconhecimento da necessidade de incorporação de ações de adaptação às mudanças climáticas, por parte dos governos locais, em todo o mundo (Di Giulio et al., 2019), essa forma de gestão ainda não é percebida com tanto afinco nas cidades, de forma geral. No contexto do Brasil é ainda bastante incipiente, e nos últimos anos ampliou-se a falta de priorização das questões socioambientais e climáticas como pauta estratégica nas agendas políticas-governamentais em todos os níveis da federação brasileira. Entretanto, como o novo governo federal, empossado em janeiro deste ano, a expectativa é que haja uma mudança de orientação nestas agendas
Pois, é notório que quando tal posicionamento parte da ingerência do governo nacional, isso reflete também nas agendas dos governos dos estados e municípios brasileiros, que consideram pautas pouco estratégicas politicamente. Essa característica não parece ser diferente mesmo em regiões consideradas de alta vulnerabilidade às ameaças climáticas, como no caso do Semiárido brasileiro, caracterizado por grande variabilidade climática, e de ocorrência de longos períodos de estiagens e secas cada vez mais prolongadas (Marengo, Alves, Beserra & Lacerda, 2011, Santana & Santos, 2020). Sem falar que a maior parte do seu território está localizado na região Nordeste do Brasil, caracterizada por apresentar fortes assimetrias sociais, índices de pobreza elevados, baixo dinamismo econômico e infraestrutura urbana deficitária e maior população rural do país.
Assim sendo, este artigo parte da hipótese que a capacidade adaptativa às mudanças climáticas nas cidades brasileiras, depende das vontades dos governos, de suas estruturas institucionais e da sua inserção estratégica nas gestões governamentais. Nesta direção, o objetivo é compreender como se apresenta a capacidade adaptativa às mudanças climáticas em cidades localizadas no território semiárido, da bacia hidrográfica do Rio Piancó-Piranhas-Açu, no Rio Grande do Norte, Nordeste do Brasil.
Nessa perspectiva, este artigo está estruturado em mais duas seções, além desta introdução. A princípio incorpora os aspectos de metodologia, resultados e discussões. Dessa forma, foi apresentada a caracterização da área de estudo, que se refere ao Semiárido brasileiro, no contexto da bacia hidrográfica do rio Piancó-Piranhas-Açu, no estado do Rio Grande do Norte, Brasil. Os critérios metodológicos adotados para o desenvolvimento do artigo estão bem descritos. Nesta seção, são apresentados os resultados e a discussão da pesquisa, com base na literatura. Por fim, na última seção, foram apresentadas as principais conclusões e considerações sobre a gestão da capacidade adaptativa às mudanças climáticas, no contexto de dois governos locais.
Desarrollo:
Materiais e Métodos
Caracterização da área de estudo
A área de estudo deste artigo está inserida no contexto do Semiárido brasileiro, e envolve, sobretudo, os 21 (vinte e um) municípios da Unidade de Planejamento Hidrológico Seridó (UPH Seridó), situados no recorte territorial da bacia hidrográfica do Rio Piancó-Piranhas-Açu, no Rio Grande do Norte, Nordeste do Brasil (Figura 1). Em termos mais abrangentes, a bacia engloba 147 municípios dos estados da Paraíba (100) e do Rio Grande do Norte (47), e sua população é de mais de 1,4 milhões de habitantes, agregando aproximadamente 23% e 16% da população total dos referidos estados, respectivamente (Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística [IBGE], 2010, Agência Nacional de Águas [ANA], 2018).
Figura 1. Mapa de localização da UPH Seridó, Rio Grande do Norte, Brasil
Fonte: As autoras (2023).
A UPH Seridó, na bacia hidrográfica do Rio Piancó-Piranhas-Açu, também engloba municípios dos dois estados da federação, supracitados, sendo 16 inseridos no território da Paraíba e 21 correspondentes ao Rio Grande do Norte. Todavia, o recorte espacial deste artigo restringiu-se apenas aos municípios inseridos no estado do Rio Grande do Norte (UPH Seridó RN). Nesse sentido, em termos populacionais a UPH Seridó RN apresenta uma população estimada em 264.506 habitantes (IBGE, 2020), onde a maioria dos municípios (66,7%) possui menos de 10.000 habitantes, e apenas três municípios (14%) apresentam população superior a 20.000 habitantes, o que a caracteriza como uma região de pequenos municípios, e consequentemente pequenas cidades (IBGE, 2020).
Em termos ambientais, a UPH Seridó RN é uma região de clima semiárido, inserida no bioma Caatinga, cujas características predominantes são a alta variabilidade climática, temperaturas mais elevadas, baixa pluviosidade, e baixos índices de precipitação média anual (ANA, 2018, Lucena, 2019). Isso implica, entre outros fatores, em baixa disponibilidade hídrica, e maior vulnerabilidade socioclimática às populações que vivem na região (Marengo, 2008, ANA, 2018, Lucena, 2019).
A escolha da área de estudo se deu em função das características socioambientais da região, que apresentam maior suscetibilidade aos impactos das mudanças climáticas, tornando-a mais vulnerável aos eventos de extremos climáticos. Desse modo, levou-se em consideração, além dos aspectos de baixo dinamismo socioeconômico, o contexto de fragilidade socioambiental que denota os cenários de seca, desertificação e escassez hídrica, presentes na região (Marengo, 2008). E por ser considerada uma área estratégica, devido às características elencadas acima que a tornam umas das suscetíveis aos efeitos das mudanças climáticas em curso.
Procedimentos metodológicos
No intuito de atingir o objetivo proposto na seção introdutória deste artigo, a metodologia apresenta abordagem quantitativa, uma vez que contribui analiticamente com os aspectos de diagnóstico situacional inerentes à capacidade de gestão adaptativa às mudanças climáticas, nas cidades da UPH Seridó RN.
Para isso foram coletados dados da Pesquisa de Informações Básicas Municipais (Munic) de 2020, divulgada em 2021, pelo Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE, 2021), haja vista a necessidade de informações recentes para cada município investigado. Os dados da Munic foram utilizados quantitativamente para a estruturação do diagnóstico situacional dos governos locais, quanto à capacidade de resposta aos riscos das mudanças climáticas, mediante a utilização do Índice de Gestão de Capacidade Adaptativa (IGCA), desenvolvido por Santos (2022), que corresponde a um dos objetivos do Projeto de Pesquisa “Gestão de riscos, vulnerabilidades socioambientais, sustentabilidade e capacidade adaptativa climática em cidades do semiárido do Nordeste”, Edital MCTIC/CNPq nº 23/2020 (Processo: 441883/2020-6).
A partir da metodologia do IGCA (Santos, 2022) estruturada em 77 indicadores, segmentados em três dimensões e seis categorias de análise, os resultados foram apresentados em mapas desenvolvidos em Sistema de Informações Geográficas (SIG), a partir do software QGIS DEVELOPMENT TEAM - Versão 3.22.8. Quanto a isso, utilizou-se a função Graduado de 5 classes em intervalos iguais, na função simbologia do QGIS, com distribuição de cores na escala semafórica, a saber: i. Verde Escuro; ii. Verde; iii. Amarelo Claro; iv. Laranja Claro; e, v. Vermelho. Sendo o verde escuro a cor que representa o melhor cenário, e vermelho como representação do pior cenário da análise (Santos, 2022).
Resultados e discussão
O problema das mudanças climáticas tem se tornado uma grande ameaça global, haja vista sua intensidade e poder de alcance, mas tem seus efeitos regionais e locais que necessitam ser considerados nessa problemática. Esse dilema toma maiores proporções quando se pensa sobre a sustentabilidade do planeta, uma vez que o espectro de complexidade desse fenômeno tem desafiado a ciência, em relação ao conhecimento da dinâmica de alterações climáticas, e o que essas modificações poderão ocasionar nos sistemas, em longo prazo (Engle, 2011).
Nesse sentido, a comunidade acadêmico-científica tem intensificado os estudos sobre mudanças climáticas, no intuito de encontrar estratégias mais eficazes no processo de antecipação ao enfrentamento dos impactos advindos dessas mudanças (Adger, 2001, Engle, 2011; Allen et al., 2018; Pörtner et al., 2022). Tais pesquisas são cruciais para o entendimento do fenômeno das alterações do clima, e os efeitos delas decorrentes, tendo em vista que “o aquecimento global e as mudanças climáticas podem conduzir à escassez de recursos naturais em certas regiões, prejudicando o sustento das pessoas” (Fernandes, 2014, p. 41).
Pesquisas realizadas no campo das mudanças climáticas evidenciam situações de impactos predominantemente desfavoráveis aos ecossistemas e sistemas humanos (Lavratti & Prestes, 2010, Allen et al., 2018, Pörtner et al., 2022). Isso implica que os impactos decorrentes das alterações no clima em face do aquecimento global, poderão refletir, sobretudo, em atividades relacionadas à “agricultura, a piscicultura e o extrativismo”, em virtude de serem mais vulneráveis, no aspecto climatológico. Todavia, também atingirão diretamente “a saúde humana, a segurança alimentar e a configuração das cidades (no tocante à habitação e à prevenção de desastres) e no próprio processo produtivo” (Mantelli, Castilho & Garcia, 2017, p. 5).
Ao considerar que os países em desenvolvimento tendem a sofrer em maior proporção os impactos advindos das mudanças climáticas (Adger, 2001, Bathiany, Dakos, Scheffer & Lenton, 2018), torna-se evidente o cenário de ameaça climática, principalmente no tocante às incertezas nos territórios e consequentemente às populações que deles fazem parte, frente às questões de insegurança nos meios de subsistência estratégicos. Seja causado pela ameaça à segurança hídrica, energética e alimentar.
No âmbito das mudanças climáticas, potencializadas pelo aquecimento médio global, as ameaças climáticas podem ser conceituadas como um fenômeno físico, capaz de modificar o curso natural de uma sociedade em função da ocorrência de eventos climáticos extremos (Adger, 2007, Allen et al., 2018). Essa modificação se enquadra, principalmente, nos aspectos de intensidade dos eventos climáticos que podem ampliar as áreas de riscos de desastres nas cidades.
Em outras palavras, a ameaça pode ser considerada como um fator de potencialização da variabilidade climática, o que permite a ampliação dos cenários de vulnerabilidade socioambiental (Adger, 2001, 2006, Allen et al., 2018). Isso, por sua vez, demanda dos governos locais ações estratégicas de respostas e enfrentamento aos riscos de impactos que o sistema pode sofrer, em caso da ocorrência dos eventos extremos de maiores intensidades (Allen et al., 2018, Di Giulio et al., 2019, Santos, 2022).
No contexto do semiárido brasileiro, incluindo o enquadramento territorial da UPH Seridó RN, os cenários de ameaça climática são ainda mais perceptíveis quando relacionados aos riscos de impactos derivados de seca. Ao aplicar o IGCA, no que tange aos indicadores de ameaça climática (Santos, 2022), os resultados apontam que os municípios da UPH Seridó RN sofreram impacto de seca recentemente, entre os anos de 2017 e 2020. Nesse sentido, observa-se ainda que foi identificado o surgimento ou aumento de áreas de desertificação em pelo menos 38% dos municípios analisados.
Quanto aos riscos de desastres por eventos hidrológicos, quando há possibilidade de incidência de eventos extremos relacionados à água (chuvas, enchentes, enxurradas e outros), 28% dos municípios foram atingidos por alagamentos ou processos erosivos acelerados, no mesmo período. Nesse cenário, constatou-se que os municípios da UPH Seridó RN estão expostos tanto aos riscos de impacto de extremos climatológicos (seca), quanto hidrológicos.
Quando aplicado ao mapa de ameaça do IGCA, a representação de intensidade do grau de exposição dos municípios às ameaças climáticas, classifica esses municípios nas faixas de média a alta suscetibilidade (Figura 2).
Figura 2. Ameaça aos riscos das mudanças climáticas, UPH Seridó, RN, Brasil
Fonte: Santos (2022).
Como observado no mapa da Figura 2, percebe-se que a maior parte dos municípios da UPH Seridó RN (66%) estão inseridos na classificação de média intensidade às ameaças climáticas, enquanto 28% dos municípios apresentam alta suscetibilidade, estando apenas 01 (um) município enquadrado na classificação “Muito Alto” do IGCA, que representa o cenário mais pessimista do índice.
Esse contexto alinha-se ao cenário de incertezas quanto aos eventos extremos dessa natureza (secas e chuvas), pelo aumento da variabilidade climática (Adger, 2007, Bathiany et al., 2018), uma vez que não há uniformidade nos resultados das projeções climáticas globais nesse sentido, principalmente nos países do sul global, onde o Brasil está inserido (Intergovernmental Panel on Climate Change [IPCC], 2014, Marengo, 2014; Dias & Pessoa, 2020).
Quanto aos modelos climáticos relacionados ao contexto regional do Nordeste do Brasil, os resultados apontam para uma possível diminuição nos níveis de precipitação, o que pode resultar em aumento da temperatura média na região (Marengo, 2014). Esse cenário, quando comparado ao contexto de ameaça climática presente na UPH Seridó RN, sugere a possibilidade de aumento e sobreposição das vulnerabilidades socioambientais às quais os municípios já estão expostos, principalmente pelos aspectos de degradação ambiental causados pela influência antrópica. O que provocará intensificação nas condições de desertificação e o agravamento da incidência de extremos climáticos, seja de chuvas ou secas intensas e seus impactos nas populações (Adger, 2007).
Nesse sentido, embora o contexto físico e natural da UPH Seridó RN apresente fragilidades ambientais, pelos fatores já mencionados neste artigo, os resultados inerentes aos aspectos de vulnerabilidade indicaram que os municípios analisados apresentam maior vulnerabilidade social que ambiental, quando aplicados os indicadores de vulnerabilidade do IGCA ao contexto investigado (Santos, 2022).
Os resultados mostraram que 76% dos municípios foram atingidos com situações adversas resultantes em perdas financeiras, decorrentes da seca, enquanto 95% sofreram perdas de produção agrícola (95%). Quanto aos aspectos de vulnerabilidade ambiental, a frequência de municípios que sofreram impacto nessa categoria foi de 80% para o indicador MGRD033, que se refere a perdas animais, enquanto 47% dos municípios relataram perdas ambientais.
Quando há ocorrências de perdas animais, o IGCA compreende como perda de espécie e por isso se enquadra na categoria de vulnerabilidade ambiental. No entanto, há também o impacto socioeconômico se levado em consideração como rebanho de propriedade particular. Nesses casos, se ampliam os cenários de vulnerabilidade, os quais geralmente estão atrelados a condições de pobreza, e quanto a isso as populações expostas a tais situações sofrem maiores danos, haja vista a desigualdade socioeconômica existente nas regiões semiáridas.
Em suma, no que diz respeito ao nível de vulnerabilidade na UPH Seridó RN, a Figura 3 aponta três cenários. O mapa (A) representa a categoria de vulnerabilidade social; o mapa (B) corresponde à categoria de vulnerabilidade ambiental; e o mapa (C) demonstra o cruzamento de ambas as categorias, por meio da utilização de média aritmética, evidenciando o cenário de geral de vulnerabilidade socioambiental da UPH Seridó RN no dimensionamento do IGCA.
Figura 3. Mapa de vulnerabilidade aos riscos das mudanças climáticas, UPH Seridó, RN, Brasil
Fonte: As autoras (2023).
No primeiro cenário (A), percebe-se que grande parte dos municípios da UPH Seridó RN (71%) estão inseridos no cenário mais pessimista do IGCA, a faixa “Muito Alto”. Enquanto cerca de 24% apresentam alta vulnerabilidade, e apenas 01 município se insere no contexto de média vulnerabilidade social do índice.
O segundo cenário (B) apresenta situações um tanto extremas. Não há municípios em condição de média vulnerabilidade ambiental. Entretanto, pode-se observar que 47% dos municípios estão em condição de alta vulnerabilidade ambiental. Por outro lado, 38% apresentam baixa vulnerabilidade, e o cenário mais otimista está representado por 14% dos municípios da UPH Seridó RN, com incidência muito baixa, de vulnerabilidade ambiental.
Quando se observa o terceiro cenário (C), pode-se inferir que semelhante a categoria de ameaça, a UPH Seridó RN apresenta um contexto de média a alta vulnerabilidade socioambiental. Uma vez que 57% dos municípios se inserem na faixa “Alto” da categoria, seguido por 38% que correspondem à faixa “Médio”, e onde apenas 01 município permaneceu na faixa “Muito Alto” inerente ao nível de vulnerabilidade, na área de análise.
Ao conceituar vulnerabilidade, Adger (2006, p. 268) a entende como “o estado de suscetibilidade a danos decorrentes da exposição a estresses associados a mudanças ambientais e sociais e da ausência de capacidade de adaptação”. Nesse contexto, cabe ressaltar que a região da UPH Seridó RN está exposta e suscetível à ocorrência de perdas materiais, físicos e sociais, cujos impactos se ampliam à medida que a influência antrópica se torna mais presente e predatória dos recursos naturais.
Contudo, visto que os municípios da UPH Seridó RN apresentam maior intensidade nos aspectos de vulnerabilidade social, o que reflete em mau gerenciamento político-governamental para com as pautas ambientais que não são discutidas com afinco nos governos locais. E isso gera menor capacidade de gestão adaptativa, como observa-se na Figura 4.
Figura 4. Mapa capacidade de gestão aos riscos das mudanças climáticas, UPH Seridó, RN, Brasil
Fonte: As autoras (2023).
Ao observar isoladamente cada mapa da Figura 4, percebe-se que nenhum dos cenários faz referência às faixas “Alto” ou “Muito Alto”, representadas pelas cores verde claro e verde escuro do IGCA. Nesse cenário, 28 % dos municípios foram inseridos na classificação “Médio” e “Baixo” de capacidade de gestão, quando se observa apenas a categoria de Mitigação. Ainda na mesma categoria, representada pelo mapa (A), cerca de 43% dos municípios foram classificados com a capacidade de gestão na faixa “Muito baixo” do IGCA. A referida categoria apresenta indicadores que remetem à minimização imediata do impacto, como distribuição regular de água mediante utilização de carros-pipa, construção de poços, cisternas e outros (Santos, 2022).
Quando se observa o segundo mapa (B) da Figura 4, pode-se constatar o pior cenário da análise, com todos os municípios da UPH Seridó RN inseridos no contexto “Muito Baixo” de adaptação, conforme a escala do IGCA (Santos, 2022). Nesse sentido, deve-se ressaltar que a adaptação às mudanças climáticas está diretamente relacionada aos aspectos de gestão, e envolve imprescindivelmente questões inerentes à vontade política (Di Giulio et al., 2019). E uma vez que as mudanças climáticas denotam um problema de magnitude global, ultrapassando os limites geográficos em termos locais, regionais e nacionais, do mesmo modo deve-se ocorrer o processo de resposta aos impactos dessas alterações no clima, de forma integrada, participativa e estratégica.
O mapa de Capacidade Institucional (C) da Figura 4, apresenta um maior dinamismo no que tange a distribuição de classes, contudo apresenta ainda um cenário de baixa capacidade de gestão, quando se observa isoladamente a categoria supracitada. Nesse aspecto, 38% dos municípios se inserem na faixa “Muito Baixo” da Capacidade Institucional, enquanto 52% apresenta baixa capacidade de resposta. Sendo assim, apenas 02 municípios na faixa “Médio”, sendo eles Caicó e Parelhas (Figura 5 – C).
Com isso, o quarto mapa (D) da Figura 4, foi estruturado a partir da junção das três categorias já mencionadas (mitigação, adaptação e capacidade institucional), e indica que, em síntese, a UPH Seridó RN possui baixa capacidade de gestão aos riscos das mudanças climáticas, uma vez que aproximadamente 67% dos municípios estão inseridos no cenário “Muito Baixo” e 33,33% na faixa “Baixo” da categoria. Resultado esse que se assemelha ao cenário final do IGCA, para os municípios investigados (Figura 5).
Figura 5. Mapa de gestão de capacidade adaptativa às mudanças climáticas, UPH Seridó, RN, Brasil
Fonte: Santos (2022).
Ao sintetizar e sobrepor os dados relativos às três dimensões do IGCA (ameaça, vulnerabilidade e gestão), constatou-se o cenário de baixa capacidade de gestão adaptativa às mudanças climáticas, nos municípios de clima semiárido, inseridos no contexto da UPH Seridó, bacia hidrográfica do rio Piancó-Piranhas-Açu, Rio Grande do Norte, Nordeste do Brasil. Pode-se observar na Figura 5 que a maior parte dos municípios (76%) se enquadram na classificação “Baixo” do IGCA.
Diante desse cenário, é válido ressaltar que embora as cidades sejam “propulsoras de ações transformadoras, principalmente em sua capacidade de enfrentar os desafios setoriais, demográficos, espaciais e ecológicos das mudanças climáticas e riscos extremos de desastres” (Hughes, Chu & Mason, 2018, p. 2), a pequenas cidades possuem acesso limitado a recursos humanos, financeiros e políticos, quando comparadas às grandes cidades e metrópoles (Espíndola & Ribeiro, 2020). Isso, por sua vez, ainda são entraves que reduzem a capacidade de adaptação desses governos, no que tange ao enfrentamento das mudanças climáticas.
Por outro lado, não se pode ignorar que as iniciativas de adaptação dependem, sobretudo, da vontade política (Di Giulio et al., 2019). E com isso reitera a necessidade latente de uma gestão integrada que vislumbre a implantação e implementação de medidas estratégicas de adaptação aos impactos das mudanças climáticas. Desta forma, reduzir os elevados índices de vulnerabilidade já existentes na região, alicerçados, entre outros fatores, na integração e melhoria das políticas de gestão dos recursos hídricos, saneamento e habitação (Espíndola & Ribeiro, 2020). A esse respeito, Lemos (2010) destaca que a adaptação climática e consequente minimização das vulnerabilidades nas cidades, contribuem para uma melhor qualidade de vida das populações, e inibem ou agravam os efeitos das mudanças climáticas.
Conclusiones:
A incorporação de uma agenda voltada para a adaptação climática ainda apresenta diversos desafios no contexto das cidades em geral. Mas, não nos dois governos locais, no nível municipal, eles parecem ser mais desafiadores. A região da UPH Seridó RN é um exemplo de como os municípios, inseridos no contexto do semiárido brasileiro, apresentam fragilidade não relacionada a uma gestão de capacidade adaptativa. Esse aspecto não parece ser um problema de tamanho, seja pequeno, médio ou grande, a inserção da adaptação às mudanças climáticas nas agendas governamentais ainda não é central.
A partir das discussões e resultados apresentados ao longo deste artigo, sugerimos os principais aspectos necessários para a estruturação e boa gestão da capacidade adaptativa às mudanças climáticas, a fim de tornar as cidades menos vulneráveis às ameaças climáticas e outros problemas ambientais, tornando-as mais resilientes e sustentáveis.
Os aspectos naturais da região apresentam fragilidade ambiental, não relacionada à predisposição a processos erosivos e de desertificação, além da baixa disponibilidade hídrica que pode resultar em insegurança hídrica e alimentar. No entanto, parece que a suscetibilidade aos perigos climáticos parece predominar nos aspectos dos riscos climáticos, a vulnerabilidade à seca na região está relacionada à interferência político-governamental e à ineficiência na implementação de políticas públicas, especialmente na gestão dos recursos hídricos. a região apresenta maior vulnerabilidade social, na classificação IGCA.
O IGCA aplicado no contexto da UPH Seridó RN, exemplificou e apontou para um cenário de despreparo, quanto à capacidade de resposta aos riscos das mudanças climáticas, uma vez que embora foram constatadas ações de mitigação dos problemas da seca, os resultados não apresentaram a existência de medidas de adaptação em nenhum dos municípios investigados. Os quais evidenciam ainda baixa capacidade institucional.
Em síntese, o diagnóstico de baixa capacidade de gestão adaptativa nos municípios da UPH Seridó RN constatou a necessidade latente de alinhamento e promoção de medidas de mitigação e adaptação. Soma-se a isso a indispensabilidade de melhorias no âmbito da capacidade institucional, em termos financeiros, materiais, humanos e tecnológicos, no intuito de enfrentar e minimizar os riscos de impacto das mudanças climáticas, representados pelos aspectos de ameaça climática e vulnerabilidade socioambiental.
A realidade aqui apresentada neste estudo, é categórica que ainda são necessários avanços no que tange à inserção das problemáticas ambientais e climáticas nas agendas dos governos locais, de forma integrada, participativa e estratégica.
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Palabras clave:
Mudanças climáticas. capacidade adaptativa. Adaptação. semi-árido.
Resumen de la Ponencia:
El objetivo central de esta propuesta consiste en describir diferentes modalidades de consumo de comida en el espacio público, analizando de qué forma estas prácticas, representaciones y usos intervienen en la co-producción tanto del orden urbano como de las dinámicas de cambio y transformación de infraestructuras y espacialidades urbanas, en sus diferentes formas de conflicto, de los modos de apropiación y uso. El eje temporal entre la pre-pandemia y la pandemia actuará como escenario de fondo y será precisado a partir de las necesidades explicativas de cada área de observación. Comer en la calle es una práctica social en la cual se expresan repertorios, itinerarios, narrativas y cartografías urbanas. Rutas del viajante metropolitano tienen como orientación la referencia a un puesto de tacos, de carnitas, el sabor de unas tortas o la fama de una salsa. El régimen discursivo del comer en la calle dentro del espacio público de la Ciudad de México responde a una diversidad semántica que permite pensar la relación entre una particular dimensión dentro del repertorio de prácticas sociales (comer en la calle) y las diferentes espacialidades, temporalidades y dinámicas urbanas. Esta vinculación, articula las tensiones entre el orden de las prácticas y el orden urbano y permite situar una serie de preocupaciones que van desde la gestión del conflicto en la regulación de los espacios en la vía pública, hasta las medidas y normas de higiene incorporadas por los consumidores a partir de las restricciones sociales derivadas de la pandemia. De hecho, la cuestión sobre los procesos de transformación y ruptura en el uso y las prácticas dentro del espacio público a partir de la pandemia se contrapone a las dinámicas de inercia y restablecimiento del régimen normativo predominante previo a la misma. El distanciamiento físico, el lavado de manos, la disponibilidad de gel en locales de venta de venta y consumo de comida en la calle, son elementos que han cambiado el paisaje urbano y las modalidades de consumo de alimentos en muchas zonas de la ciudad; sin embargo, a más de dos años del inicio de la pandemia, presenciamos cada vez más escenas con intensas aglomeraciones en torno a puestos de comida en la calle. El carácter permanente -en principio emergente y transitorio- de nuevas formas de apropiación del espacio público (pienso en la utilización tanto de la banqueta como del arroyo vehicular para la instalación de mesas, masetas, terrazas de cafés y restaurantes) representan también nuevas formas de conflicto en el orden local y metropolitano. Esta propuesta pretende discutir estos elementos en su conjunto donde actores políticos, económicos y sociales convergen en la discusión sobre las fronteras entre lo público y el derecho privado en el uso del espacio urbano.Resumen de la Ponencia:
l año 2020 quedó marcado como un tiempo que hizo que el mundo se detuviera. La expansión acelerada de la COVID-19, pronto transformada en pandemia, provocó el aislamiento social como estrategia para frenar la curva ascendente de contagios, que se prolongó más de lo esperado. La enfermedad tuvo gran repercusión en investigaciones e inversiones en el área de la salud, involucrando descubrimientos sobre el funcionamiento del virus, protocolos sanitarios y vacunas. Junto a las intervenciones más urgentes, se explicaron los dilemas de la sociabilidad urbana, incluidas las limitaciones sociales y las conocidas desigualdades reflejadas en el comportamiento de los residentes urbanos. Junto a las ciencias de la salud, la sociología ahora está fuertemente llamada a contribuir con su experiencia para comprender los efectos de la pandemia a escala micro y macro social. Este trabajo continúa y profundiza investigaciones anteriores destinadas a comprender la forma en que los brasileños vivieron el evento de la pandemia, las acciones institucionales sugeridas por los gobiernos, las estrategias y percepciones sobre el avance de la enfermedad, los impactos en la movilidad urbana y en cuestiones educativas. A dos años del momento inicial, buscó captar cómo fue la vida de las personas frente a una pandemia que acabó con la vida de más de 600.000 brasileños, eliminó miles de puestos de trabajo, reorganizó o rompió lazos familiares y comunitarios, modificó hábitos de consumo, de la vida, de la sociabilidad y el uso de los espacios públicos. En términos metodológicos, la investigación incorpora datos cualitativos y cuantitativos. Se realizaron análisis de redes sociales (donde la gente comenzó a comunicarse más intensamente en estos dos años), observación de sitios de noticias y cuestionarios con individuos de diferentes clases sociales. Las percepciones sobre lo vivido y practicado en ese momento proporcionarán subsidios para la comprensión de una sociología de la experiencia encaminada a articular las categorías de tiempo y espacio, en un mundo atravesado por la tragedia.Resumen de la Ponencia:
El distanciamiento social en la actual emergencia sanitaria ha ocasionado un efecto disruptivo en los espacios culturales en todos sus ámbitos. Las políticas públicas emitidas por el gobierno nacional al inicio de la contingencia, instrumentaban el cierre de los espacios culturales, con ello la interrupción de las fiestas de barrio, peregrinaciones, conmemoraciones religiosas y eventos culturales. Esto obligó a buscar canales de comunicación a través de plataformas virtuales. Actualmente los ritos y tradiciones se han ido retomando paulatinamente de forma presencial con restricciones de aforo y medidas sanitarias. La investigación que se propone realizar se enfoca en los residentes tradicionales apropiados de ritos, costumbres y tradiciones de dos de las diez ciudades patrimonio mundial de México: Querétaro y Guanajuato. Esta investigación pretende contrastar la visibilidad de la explotación turística (turistificación) versus la invisibilidad del patrimonio intangible enfocadas a la celebración de la semana santa.El objetivo general de la investigación es, analizar críticamente la relación entre el distanciamiento social y las prácticas culturales de los residentes tradicionales en dos enclaves patrimoniales: Querétaro y Guanajuato.Esta investigación se desarrollará en un contexto cambiante respecto a las medidas sanitarias, por lo que la metodología e instrumentos de recolección de datos tendrán un tratamiento apoyado en plataformas virtuales y medidas sanitarias específicas. A partir de lo señalado, la investigación tendrá un enfoque cuantitativo y cualitativo, con un alcance descriptivo del estudio entre dos casos: la ZMHQ y la CHG. Se utilizarán mapeos, caminatas, entrevistas, observación participativa y documentos históricos, normativos y de archivo de las dependencias gubernamentales.Resumen de la Ponencia:
La ponencia presenta una serie de resultados producidos en el marco de dos instancias colectivas de investigación de las cuales el autor ha formado parte, realizadas en el transcurso de los años 2020-2021 en la ciudad de La Plata (Argentina). En esta presentación, nos centraremos en sistematizar algunas de las observaciones registradas en torno a las características que asumieron los usos de los espacios domésticos de la vivienda durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) durante la pandemia de Covid 19 en sectores populares urbanos. En términos generales, la situación de ASPO fue un momento de reinvención de espacios de la casa, de despliegue de estrategias novedosas para contener y encauzar la energía diaria de los niños y conectarla con actividades lúdicas, pero también de ajuste de pautas de crianza y hábitos cotidianos previos. Ello se llevó a cabo en diversos entornos habitacionales que modelaron estas experiencias. En este cuadro, en la ponencia se atenderá a la indagación en torno a aspectos como: (1) las estrategias para la organización de rutinas domesticas para los miembros del hogar, (2) la constitución de pautas de cuidado infantil, (3) el establecimiento de lugares y momentos para el desarrollo de prácticas lúdicas y de esparcimiento de niños y niñas.Resumen de la Ponencia:
En Ciudad Juárez el uso del espacio público asume características muy particulares ya que se trata de una localidad que ha acumulado importantes rezagos urbanos y sociales. A esto, se sumaron las medidas que buscaban restringir la movilidad de la población para reducir los contagios durante la pandemia, lo que llevó a una marcada modificación de las actividades al aire libre de los fronterizos. Ahora que aparentemente, ha pasado lo más intenso de la pandemia, resulta pertinente valorar cuáles actividades han vuelto al estado del periodo anterior, cuáles desaparecieron y cuáles se incorporaron de manera permanente a las prácticas locales. Para esto, se comparan tres lugares distintos: los cruces internacionales, los parques y plazas, así como el transporte público.Resumen de la Ponencia:
A pandemia de Covid-19 impactou as cidades do mundo inteiro e modificou o modo como as pessoas vivem, se deslocam, usam os espaços públicos e realizam atividades de lazer. Pelo menos é a imprensa noticiou entre 2020 e 2022, ainda que algumas pesquisas iniciais parecem confirmar tal impressão, como os estudos reunidos nas coletâneas organizadas por Mirian Grossi e Rodrigo Toniol (Cientistas Sociais e o Coronavírus, ANPOCS, 2020) e Horácio Frota, Helena Frota e Andréa Luz da Silva (O Impacto do Covid nas Políticas Públicas, 2020). Na esteira de nossas pesquisas realizadas sobre a mobilidade urbana e os usos do espaço público nos cenários antes, durante e “depois” da pandemia (considerando que a maioria dos países já exerce políticas de relaxamento das medidas preventivas, denotando um “fim”) viemos por meio deste estudo analisar sob quais condições ocorreram transformações na vida cotidiana dos moradores da cidade de Fortaleza, capital do estado do Ceará, no Brasil. Fortaleza é uma metrópole regional com população de quase 3 milhões de habitantes e polo de uma Região Metropolitana com mais de 4 milhões de residentes, e ocupa uma posição intermediária dentro do panorama das cidades globais, sendo a quinta maior do país, polo econômico destacado e destino turístico internacional por causa de suas praias. Por isso, nossos estudos pré-pandêmicos se voltaram às especificidades desse cenário para a mobilidade e o uso dos espaços, percebendo as contradições latentes às cidades latino-americanas quanto ao investimento desproporcional aos automóveis particulares em detrimento do transporte público e a frequência dos espaços públicos comprometida por questões sociais, como a violência ou ausência de equipamentos nos bairros pobres. Durante a pandemia, nossas pesquisas indicaram a diminuição drástica das atividades de lazer ao ar livre e o deslocamento mobilizado pela tensão entre sair ou não de casa para trabalhar, percebendo as diferenças sinalizadas pelo nível social, possibilitando às classes altas e médias melhores condições de trabalho remoto e às classes baixas ter que sair de casa para trabalhar. Destarte, os dados indicam que a pandemia deixou legados quanto ao modo como as pessoas se relacionam com seus ciclos sociais mais próximos, como exercem suas atividades de lazer e como usam os espaços públicos, com parcelas da população adotando comportamentos díspares: alguns saem mais outros ficaram mais reclusos.Este ciclo de pesquisas, realizadas desde 2019, se utilizou da combinação de metodologias, tanto a realização de survey com transeuntes quanto sua adaptação ao modelo online com residentes da cidade, estratificados por nível social, trabalhando os dados em softwares estatísticos. Visamos compreender como as diferentes classes lidam com as sequelas do isolamento social e pretendemos, também, comparar as realidades antes, durante e depois da pandemia, de forma a servir de diálogo com outras realidades.Resumen de la Ponencia:
A cidade do Recife, capital de Pernambuco, Brasil, tem sua história associada ao porto comercial marítimo responsável por dar-lhe função e sentido no âmbito das conquistas ultramarinas, como também por integrá-la à economia mundial, marca que a caracterizou desde o século XVI até o final do século XX. A par das particularidades geomorfológicas que conformam seu espaço físico, a estrutura e o dinamismo da economia agroexportadora deixaram profundas impressões na formação social urbana do Recife e constituíram vetores fundamentais na construção histórica das suas paisagens culturais. O impulso econômico alcançado pelo Recife, do qual o comércio agroexportador era principal alavanca, junto às precárias condições de higiene verificadas no núcleo urbano favoreceram o aparecimento de toda sorte de doenças e epidemias, sobretudo a partir da segunda metade do século XVIII. Nesse contexto, cresceu a influência do saber médico sobre os processos decisórios governamentais, a exemplo daqueles que incidiam sobre modos de administrar, pensar e projetar a cidade; como também sobre definições dos padrões comportamentais e de sociabilidades recomentados a uma sociedade em vias de modernização.Entre meados do século XVIII e primeiras décadas do Oitocentos, importante corrente do conhecimento médico defendia que os miasmas — que vinham a ser os ares maléficos e pestilenciais que emanavam das águas paradas, do solo pantanoso e do lixo acumulado em lugares inadequados —, eram a causa de todos os males. Como medida profilática, os médicos recomendavam às famílias abandonar a cidade durante o verão e refugiar-se no campo, aconselhando-as também a fazer uso de banhos nas águas correntes do rio Capibaribe. Este movimento sazonal rio acima esteve na base do surgimento dos subúrbios recifenses. A partir de 1840, os princípios científicos norteadores da medicina social e do higienismo constituíram elementos centrais na construção do projeto de implantação de uma nova ordem política e social para o Brasil; estiveram presentes também na elaboração de diretrizes, normas e leis fundamentais para os planos de reordenamento do espaço urbano e da unidade familiar. Este conhecimento médico de base científica foi responsável pela aproximação da sociedade burguesa recifense em relação ao mar e às suas praias, da qual recorreram novas formas de apropriação, uso, vivência e de significação do espaço litorâneo. Em fins da primeira metade do século XX, arrefeceu a influência do conhecimento médico sobre a gestão pública da cidade do Recife. A visão da cidade insalubre é substituída pela percepção da cidade como universo de intervenção do Estado por meio da ideia de planejamento global.Resumen de la Ponencia:
La internacionalización de las actividades productivas estructura económicamente al sistema urbano global, organizándolo institucionalmente con base en los criterios de la política neoliberal. Esto facilita la implementación de instrumentos de origen económico, legitimando desde la estructura del Estado, las estrategias de apropiación del territorio y sus recursos, que privilegian la libertad de empresa y el individualismo, y al mismo tiempo, agudizan los problemas sociales. Dichos criterios se insertan en el contexto urbano a través de las diferentes escalas de política pública e instrumentos de planeación territorial, orientando los diferentes usos de suelo, con base en la privatización de la propiedad, así como de los servicios públicos. La privatización de los bienes de la ciudad modifican el espacio urbano y los patrones de socialización de la población, resignificando la esencia de lo público como condicionante principal de la estructura urbana y por tanto, del desarrollo social o de lo colectivo. La internacionalización de actividades productivas encuentra un mercado en la región central de México, donde se instrumentan criterios de desarrollo pragmáticos económicamente, pero con graves efectos para la vida cotidiana de su población. Estos criterios del tipo neoliberal instalan un proceso de privatización de los bienes de la ciudad que modifica el espacio urbano y los patrones de socialización de la población. En Cuautla, Morelos se reproduce dicha dinámica regional, la cual consiste en una zonificación territorial que favorece la expansión urbana; la determinación de usos de suelo impulsando dinámicas productivas; la consolidando de proyectos inmobiliarios, industriales, turísticos, y servicios en general; la ampliación de infraestructura necesaria para la circulación bienes y mercancías, incluyen vialidades y redes de servicio urbano, la reducción progresiva de espacio social de integración. Derivado de esta dinámica, el área urbana de la ciudad se ha incrementado 400% durante las últimas 4 décadas, alcanzando uno de los tres estados con mayor densidad de población por área urbana. De este modo, la distribución económica de usos de suelo desplaza la vida pragmática de sus habitantes de la planeación urbana convencional, dejando fuera características territoriales distintivas de la vida cotidiana de su población y por tanto, sus necesidades básicas. Los criterios de ocupación del suelo en la ciudad de Cuautla resuelven convencionalmente la necesidad de desarrollo económico, pero complejiza la posibilidad de evaluar o contrastar la perspectiva participativa dentro de la planeación institucional, dificultando las posibilidades de incorporar aspectos sociales, culturales o económicos específicos que incentiven el desarrollo de la población, así como su integración social. Se pretende valorar la instrumentación de criterios neoliberales en Política Urbana Estatal y Municipal que definen los usos de suelo en el territorio de Cuautla Morelos, contrastando el método de política comparativa, con el acopio y clasificación de información documental.Resumen de la Ponencia:
Guadalajara, desde su fundación, forja una segregación socioespacial bajo fronteras materiales y simbólicas, mostrando procesos de desigualdad, marginación y estigmatización. Esta segregación urbana en Guadalajara, se manifestó a raíz desde que los españoles se establecieron al poniente del río San Juan Dios, mientras que los indígenas que trabajaban para ellos fueron ubicados al otro lado. Es así como desde los primeros asentamientos de los habitantes de la ciudad comenzaron a diferenciarse social y espacialmente para no mezclarse.
La expansión de la ciudad siguió respetando esta división física y simbólica, dando cabida a que la estructura urbana se fuera creando con base en una distribución clasista, lo que significa que las principales avenidas, los parques, jardines, áreas verdes y algunos servicios sociales se fueron distribuyendo de una manera que la zona poniente de la ciudad fuera más beneficiada que el resto de la ciudad, y cuando se construía de manera similar dicho equipamiento, la diferencia podría ser la calidad del servicio o los materiales.
Es así como el interés de este trabajo, es demostrar cómo la estructura urbana identificada como el equipamiento e infraestructura de la ciudad, así como los servicios básicos y sociales que ofrece el gobierno, están generando segregación, cuando la intención de la planeación y la organización de la ciudad indican que los gobiernos locales deben generar esta estructura urbana para ser aprovechados por toda la población por igual, sin distinción y sin segregar o marginar a ningún habitante de la ciudad.
La ciudad de Guadalajara es la tercera ciudad más grande del país, rebasando los cinco millones de habitantes, solo superada por la capital del país y la ciudad norteña de Monterrey, la cual para este censo del 2020 sobrepasó en habitantes a Guadalajara ocupando la segunda ciudad del país que por varias décadas Guadalajara había ocupado ese lugar.
En términos de marginación y pobreza Guadalajara como ciudad presenta niveles bajos en estos indicadores; sin embargo, al revisar el comportamiento de algunas variables al interior de la ciudad, se identifica que la periferia de la ciudad es donde existe el problema, pero si se analizar algún equipamiento e infraestructura urbana, se observan diferencias en cuanto a su mantenimiento, obsolescencia y calidad, ya que para los gobiernos locales este mantenimiento y mejoramiento en cuanto a la calidad, se hace en algunas zonas y no en toda la ciudad.
Uno de los elementos de la estructura urbana más polémica, en cuanto a la generación de segregación entre los ciudadanos son las ciclovías y ciclopuertos, así como las áreas verdes y la infraestructura de transporte público, lo que muestra que la inversión de los gobiernos locales es selectiva para beneficiar a un solo sector de la ciudad, provocando desigualdad socioespacial.
Introducción:
Guadalajara ha forjado una segregación socioespacial desde su fundación bajo fronteras materiales y simbólicas. Esto ha llevado a procesos de desigualdad, marginación y estigmatización, lo que explica de alguna manera que lo que vive actualmente no es algo reciente sino que viene desde la raíz.
La expansión de la ciudad mantuvo esta división física y simbólica, dando cabida a que la estructura urbana se fuera creando con base en una distribución clasista, lo que significa que las principales avenidas, los parques, jardines, áreas verdes y algunos servicios sociales se fueran distribuyendo de una manera que la zona poniente de la ciudad fuera más beneficiada que la del resto, y cuando se construía de manera similar dicho equipamiento, la diferencia podría ser la calidad del servicio o los materiales.
Es así como el interés de este trabajo es demostrar cómo la estructura urbana identificada como el equipamiento y la infraestructura de la ciudad, así como los servicios básicos y sociales que ofrece el gobierno, están generando segregación, cuando la intención de la planeación y organización de la ciudad indican que los gobiernos locales deben generar esta estructura urbana para ser aprovechados por toda la población por igual, sin distinción y sin segregar o marginar a ningún habitante de la ciudad.
En términos de marginación y pobreza Guadalajara como ciudad presenta niveles bajos en estos indicadores; sin embargo, si se revisa el comportamiento de algunas variables al interior de la ciudad, se puede identificar que la periferia de la ciudad es donde existe el problema; pero si se analizar algún equipamiento e infraestructura urbana de la ciudad, se detectan diferencias en cuanto a su mantenimiento, obsolescencia y calidad, ya que para los gobiernos locales este manteniendo y mejoramiento en cuanto a la calidad se hace en algunas zonas y no en toda la ciudad.
Uno de los elementos de la estructura urbana más polémica, en cuanto a la generación de segregación entre los ciudadanos son las ciclovías y ciclopuertos, así como las áreas verdes y la infraestructura de transporte público, lo que muestra que la inversión de los gobiernos locales es selectiva para beneficiar a determinados grupos sociales de la ciudad, impulsando la desigualdad socioespacial.
El documento se divide en cuatro partes, siendo el primero en donde se revisa la forma en cómo se construye la segregación, la cual se puede manifestar de forma material, como de significados y hasta por sentimientos, que son impulsados por la sociedad. Debe quedar claro que la segregación en las ciudades no tiene que ver solo con la ubicación, sino que aparte debe considerar los procesos sociales y la construcción de lugares.
En un siguiente apartado se revisa la estructura urbana de las ciudades, la cual tiene que ver con la distribución espacial de las actividades humanas. Estas configuran un paisaje urbano donde se plasman edificaciones, lugares públicos, vialidades, infraestructura y equipamiento requerido por estas mismas actividades y por la población.
En un tercer apartado se revisa la configuración de la ciudad de Guadalajara, donde se da muestra de cómo los diferentes elementos segregadores se distribuyen en la ciudad, demostrando cómo algunas zonas de la ciudad se ven beneficiados por la presencia de estas estos, mientras que otros lugares se ven aislados de los beneficios que podrían generar dichos elementos.
Finalmente se elabora un apartado de conclusiones donde el espacio físico (vialidades principales y lugares simbólicos) de Guadalajara, muestra una distribución desigual, aportando a la segregación. De igual forma las prácticas socioespaciales muestran que el oriente de la ciudad está en condiciones más desfavorables, lo que muestra el desinterés de los gobiernos locales por reducir las diferencias entre el oriente y el ponente de la ciudad.
Desarrollo:
Construcción de la segregación
El tema de la segregación socioespacial en las ciudades surge principalmente por aspectos de carácter material, como de las percepciones, significados y sentimientos impulsados por la sociedad, vinculados a un espacio determinado. Dicho proceso se manifiesta por el aislamiento de los grupos sociales y la homogeneidad en las diferentes zonas de la ciudad, las cuales son dos dimensiones que provienen tanto de las fuerzas estructurales como de los procesos históricos y culturales, que se incorporarán en las acciones de cada individuo.
Es así como se puede definir que las diferencias sociales tienen una expresión territorial, lo que lleva a una división social del espacio urbano donde se configuran restricciones y oportunidades para individuos, hogares y grupos de personas. Por lo que la ubicación de diferentes grupos en distintas áreas de la ciudad resulta una distribución desigual de oportunidades como de las preferencias de asociación diferencial.
La segregación en las ciudades no es solo una cuestión de ubicación, sino que también tiene que ver con procesos sociales y construcción de los lugares. Por lo que estos se pueden entender como un espacio donde se asocia a una experiencia, caracterizado por el sentido de pertenencia, apego emocional y sentimientos de seguridad y estabilidad.
Los niveles de desigualdad surgen desde épocas atrás, pero lo que se vive ahora ha profundizado los problemas de exclusión social, personas que no acceden a protección social y acceso a empleo precario con bajos salarios, provocando una pobreza generalizada que limita el acceso a múltiples bienes y servicios.
Las disparidades socioeconómicas que se muestran en diversos estudios, se reflejan en la morfología de las ciudades y se materializan en las relaciones sociales. Es por ello que para Bayon y Saravi (2013) existen cuatro procesos de urbanización y segregación:
1.- Construcción de los fraccionamientos cerrados y exclusivos, que fueron una estrategia de urbanización de las clases alta y media para auto-segregarse del resto de la ciudad y aprovechar cierta privacidad y servicios que generaban al interior; por lo que este fue uno de los principales procesos que generaron la segregación
2.- Expansión de la periferia, provocando que se alejara un sector de la población del centro y de algunos servicios sociales y urbanos necesarios para satisfacer sus necesidades. Es así como aparecieron áreas urbanas informales, de autoconstrucción y algunos fraccionamientos de vivienda social. Estos lugares estaban limitados en infraestructura y equipamiento urbano, además de no estar accesibles a ciertas zonas de la ciudad, como lugares de trabajo, abastecimiento de víveres u otros servicios.
3.- Debilitamiento del espacio público, el cual tenía la función de la convivencia social y de actividades de recreación y ocio. Estos espacios fueron abandonados o privatizados para ciertos grupos sociales, haciendo que la población más vulnerable no tuviera acceso a lugares de esta índole.
4.- El acercamiento entre la clase acomodada y la población pobre. Las áreas urbanas que eran creadas para los más pudientes se ubicaron en la periferia de la ciudad; ello generó un acercamiento a zonas precarias, que su límite eran las bardas u obstáculos naturales que imposibilitaba la mezcla. Sin embargo, en las actividades económicas y en las necesidades de servicios para las viviendas, se encuentran y conviven en un mismo espacio, ya sea en los fraccionamientos cerrados o exclusivos y en los lugares de trabajo; sin embargo, las diferencias económicas, sociales y culturales están presentes.
Estructura urbana
La manera de entender la forma urbana, según González y Larralde (2019) es la distribución espacial de las actividades humanas, las cuales se ven reflejadas en el espacio urbano. Estas actividades tienen que ver con las acciones, proyectos y aspiraciones de sus habitantes, configurando un paisaje urbano, donde se plasman edificaciones, lugares públicos, vialidades, infraestructura y equipamiento requerido por la ciudadanía.
Además, la ciudad no es solo un contenedor de actividades, debido a que las relaciones existen en un espacio físico dado; ello impregna una influencia relevante para definir la estructura y las redes que se construyen entre individuos, sus familias y grupos sociales.
Para Ascher (2012), la ciudad ha cambiado de forma profunda, dichas transformaciones las describe en tres periodos:
La ciudad moderna que se caracterizó por ser una ciudad compacta donde se diferenciaba plenamente el espacio urbano y rural. La ciudad industrial que experimentó una expansión urbana, generando una migración rural urbana. Finalmente surge la ciudad global, emblemática por los lugares y los flujos. El crecimiento se expresa con una extensión de la periferia inmediata y por una incorporación de espacios rurales que están alejados de las zonas de funcionamiento cotidiano.Es así como se pueden identificar a las ciudades de ahora, con un crecimiento de la periferia diferenciado, mientras se observan algunas localidades que funcionaban como espacios de campo incorporadas a la mancha urbana, a la vez se agregan espacios rurales a la mancha urbana generando espacio urbanos para las diferentes clases sociales.
Este crecimiento de la periferia permite identificar discontinuidades urbanas, encontrando extensos terrenos que pueden ser suelo especulativo y que esperan el mejor momento para incorporarlo al proceso urbano, que en algunas ocasiones forman parte de una nueva función en la periferia de la ciudad.
De igual forma se encuentra una policentralidad, debido a que la gran extensión de la ciudad permite que ciertas inversiones vean como viable la construcción de centros económicos para la generación de empleos y el abastecimiento de bienes y servicios demandados por los habitantes que se asientan en la periferia.
Esta expansión y policentralidad, provoca la movilidad de personas, bienes e información, estableciendo una red de flujo de objetos, personas y elementos intangibles, propiciando que la funcionalidad se expanda a toda la ciudad y más allá de su entorno regional.
Este crecimiento extensivo que experimentan las ciudades, provoca costos económicos para el gobierno y las familias, agravando algunos problemas sociales como la segregación y la accesibilidad de la población a los beneficios que ofrece la ciudad, así como una dificultad de encontrar los bienes y servicios necesarios .
Este proceso de expansión urbana implica localizar ciertos equipamientos e infraestructura en determinados lugares que permitan el proceso de globalización en las ciudades, tales como centros financieros y corporativos, enclaves residenciales, vialidades que permitan la accesibilidad a ciertas zonas de la ciudad.
Es así como diversos autores proponen como analizar la estructura urbana, tal es el caso de Tsai (2005) que plantea revisar tres categorías: densidad, diversidad, estructura espacial. Salat propone analizar la estructura urbana mediante el uso del suelo, la movilidad, la biodiversidad, la energía, la equidad y la económica, para ello considera revisar esos elementos en el sentido de como se muestran en la ciudad bajó su intensidad, su distribución, su proximidad, su conectividad, diversidad y forma geométrica (Gonzalez y Larralde, 2019).
Es así que para analizar la estructura urbana de la ciudad es necesario describir los atributos más significativos de la ciudad, evaluar los efectos de estos atributos sobre sus funciones, dinámicas de segregación y movilidad. Es por ello necesario revisar a la ciudad de Guadalajara bajo dos elementos: el espacio físico (forma, dimensión, vialidades, ubicación de lugares simbólicos), las prácticas socioespaciales (distribución de la población, localización de actividades económicas, ubicación de la población por nivel socioeconómico, amenidades de la ciudad)
Como se configura la ciudad de Guadalajara
Guadalajara históricamente está dividida, el poniente de la ciudad es donde existen los mejores hospitales, escuelas, vialidades e infraestructura urbana, así como áreas verdes, unidades deportivas y plazas comerciales. En cambio al oriente está etiquetada como una zona conflictiva, limitada en servicios públicos y sociales, pavimentación deficiente, falta de alumbrado público y alejado de lugares de esparcimiento, entretenimiento y ocio.
Además, existe una periferia que presenta ciertas limitaciones como el oriente de la ciudad, pero además está en condiciones inaccesible para casi todos los servicios; así también tienen calles llenas de polvo. Es lo que Bayón (2012) plantea, que ahí vive la gente que de acuerdo a sus condiciones económicas puede, no donde quiere.
Esta periferia que es donde se ubica la gente más segregada, no solo experimenta la distancia y las horas largas de viaje, también carece de servicios básicos, hay ausencia de áreas verdes, parques públicos, así como plazas y áreas recreativas y de esparcimiento.
Aunque en algunas zonas de la ciudad se da una interacción social entre la clase alta, media y baja; existe un control debido a la estigmatización, desconfianza y el miedo que existe por la gente pobre. Sin embargo, la clase alta todavía depende de varios servicios que ofrece este sector social que la población acomodada no hace. En ese sentido existe una interdependencia, aunque esta relación es controlada por la clase privilegiada.
Para analizar cómo la estructura urbana en la ciudad de Guadalajara tiene influencia en el proceso de segregación se revisan dos elementos:
El espacio físico (forma, dimensión, vialidades, ubicación de lugares simbólicos),Las prácticas socioespaciales (distribución de la población, localización de actividades económicas, ubicación de la población por nivel socioeconómico, amenidades de la ciudad)Dentro del espacio físico se identifica la forma urbana de la ciudad, la cual en sus primero años mostró un crecimiento compacto; sin embargo para los siguientes años, las carreteras que comunican al centro y norte del país, fueron las zonas que experimentaron un crecimiento de forma radial, ya que estas carreteras, las cuales posteriormente se confirmaron como las principales arterias de la ciudad, tuvieron una accesibilidad a las principales de la zonas de la ciudad, particularmente al centro histórico y económico de la urbe.
De igual manera algunas localidades rurales y cabeceras municipales de los municipios vecinos, se incorporaron a la mancha urbana y fueron zonas de expansión de la ciudad, que en algunos lugares se identificaron terrenos rurales entre la cabecera municipal y la ciudad, como espacios propicios para el desarrollo urbano.
Crecimiento urbano de la ciudad de Guadalajara 1970-2009
Fuente: elaboración propia con datos del INEGI
Según el INEGI (2020) la ciudad de Guadalajara cuenta con más de dos mil kilómetros cuadrados, siendo el municipio de Guadalajara con mayor superficie; sin embargo, el municipio de Zapopan es el que tiene mayor densidad de población con cerca de diez mil habitantes por kilómetro cuadrado. Este municipio es de lo que muestran más contraste en cuanto a las condicione de vida de la población, ya que ahí se pueden encontrar los mejores fraccionamientos, con las condiciones sobresalientes de infraestructura y equipamiento urbano; pero así también, se encuentran las colonias donde vive la población más segregada de la ciudad.
Fuente: INEGI (2020) Censo de población y vivienda. https://www.inegi.org.mx/app/scitel/Default?ev=10. Consultado: 18 de enero 2022
Para el caso de las vialidades principales en la ciudad de Guadalajara se concentran en la parte poniente de la ciudad. Para algunos expertos y ciudadanos que usan las vialidades, manifiestan que eso se debe a la cantidad de vehículos que circulan en esa parte de la ciudad; sin embargo, es una muestra de la segregación que vive la metrópoli, sobre todo porque existe movilidad vehicular, ya sea por transporte público o vehículo particular en todas las zonas de la ciudad y no es justificable que solo se hagan avenidas principales en la parte poniente de la ciudad, donde se ubican el municipio de Zapopan y la una parte del municipio de Guadalajara.
Fuente: elaboración propia con base en Google. https://www.google.com.mx/maps/@20.6475143,-103.3196392,12z
Los lugares simbólicos que se revisaron en este análisis, son todos aquellos que permiten el desarrollo de actividades de tipo recreativo , de ocio y esparcimiento; además de espacios comerciales, los cuales se usan también para adquirir bienes y servicios, siendo lugares multifacéticos.
La ubicación de estos lugares simbólicos en Guadalajara se concentran en la parte más antigua de la zona oriente de la ciudad, así también en el mismo centro histórico y económico, mientras que en la parte poniente de la ciudad se distribuyen en las diferentes zonas. Ello permite un fácil acceso a estos lugares simbólicos por parte de la población que vive en esa zona de la ciudad.
Lo anterior muestra la accesibilidad que pueden tener estos lugares en el poniente de la ciudad, mientras que en el oriente de Guadalajara el acceder a estos lugares para algunas familias pueden ser poco accesibles, incluyendo aquellos que viven en la periferia, por lo que eso es una forma de segregación por parte de quienes ofrecen esos servicios.
Fuente elaboración propia con base en DENUE, 2020. https://www.inegi.org.mx/app/descarga/?ti=6. Consultado el 18 de enero 2022
Una primera conclusión que se observa sobre el espacio físico de la ciudad de Guadalajara, es que las vialidades y los lugares simbólicos están ubicados en ciertas zonas de la ciudad, lo que provoca una segregación en un territorio particular. Lo anterior implica que un sector de la población no puede acceder a esa infraestructura urbana de la ciudad, limitando la posibilidad de lograr una fácil movilidad dentro de la ciudad, así como tener dificultad para acceder a lugares que permiten el ocio, el esparcimiento y el acceso a ciertos bienes necesarios para satisfacer necesidades.
El otro elemento para analizar el proceso de segregación, son las prácticas socioespaciales que se viven en la ciudad, lo cual consiste en revisar cómo se distribuye la población, las actividades económicas y las amenidades como plazas y centros comerciales, las áreas verdes y los ciclopuertos instalados para el programa público de bicicletas creado por el gobierno local. Finalmente se revisan las zonas de rezago social y las áreas marginadas de la ciudad para identificar el las zonas por nivel socioeconómico
En el caso de la distribución de la población se calculó la densidad de población, la cual muestra una tendencia a la concentración en la parte oriente de la ciudad, lo que se manifiesta una correlación negativa entre el espacio físico y la localización de los habitantes en Guadalajara.
Fuente: INEGI (2020) Censo de población y vivienda. https://www.inegi.org.mx/app/scitel/Default?ev=10. Consultado: 18 de enero 2022
En cuanto a la densidad de los negocios y de manera particular los comercios y los servicios, muestran una concentración en el centro de la ciudad y se van expandiendo tanto a la zona oriente como al ponente, experimentando una densidad baja en la periferia de la ciudad. Lo anterior muestra que las unidades económicas buscan ubicarse tanto cerca de consumidores y en algunos casos aprovechando el espacio físico que ofrece la ciudad (vialidades y lugares simbólicos).
Fuente: Elaboración propia con base en el DENUE (2020) https://www.inegi.org.mx/app/descarga/?ti=6. Consultado el 18 de enero 2022
Para el caso del sector manufacturero se observa una tendencia hacia el oriente de la ciudad, identificando varias áreas con alta densidad. Lo anterior muestra que algunas industrias se ubican en zonas con alta densidad de población, pero además en la zona que presenta poca accesibilidad al espacio físico analizado anteriormente. Esta situación es preocupante ya que esta zona de la ciudad puede tener un grado de vulnerabilidad y riesgo a accidentes, aunque estas industrias por lo general son micro y pequeñas empresas.
Fuente: Elaboración propia con base en datos de DENUE (2020) https://www.inegi.org.mx/app/descarga/?ti=6. Consultado el 18 de enero 2022
En cuanto a la distribución de la población por nivel socioeconómico, se revisan dos aspectos, las zonas con mayor rezago social las cuales se ubican en las zonas periféricas de la ciudad. Estas se caracterizan por tener dificultad en acceder a servicios básicos como agua potable y drenaje, así como algunos servicios sociales como escuelas y hospitales.
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Censo de población y vivienda, 2020 https://www.inegi.org.mx/app/scitel/Default?ev=10. Consultado: 18 de enero 2022
El otro elemento a analizar sobre las situación socioeconómica es el grado de marginación lo cual se muestra que las zonas con muy alto grado de marginación se da en la periferia de la ciudad, incluso se puede encontrar que la zona oriente de la ciudad se encuentran áreas con marginación alta y media, lo que implica que es el área con sector de la población con bajos ingresos y además con pocas posibilidades de acercarse a determinados bienes y servicios que se requieren para mejorar sus condiciones de vida.
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Censo de población y vivienda, 2020 https://www.inegi.org.mx/app/scitel/Default?ev=10. Consultado: 18 de enero 2022
Finalmente, la localización de ciertas amenidades, permiten revisar el proceso de segregación que vive la ciudad de Guadalajara. La primera amenidad son las plazas y centro comerciales; estos puntos son muy socorridos por un sector de la población tanto para acceder a bienes y servicios como para encontrar espacios de ocio y recreación.
Estos puntos se distribuyen en diferentes lugares de la ciudad, pero tienden a concentrarse en la zona poniente de la ciudad. Ello se debe a que estos espacios comerciales buscan acercarse a consumidores con alto poder adquisitivo o incluso estas mismas crean su propio mercado desarrollando fraccionamientos para ese tipo de habitantes.
Fuente: elaboración propia con base en DENUE (2020) https://www.inegi.org.mx/app/descarga/?ti=6. Consultado el 18 de enero 2022
Otra de las amenidades son los ciclopuertos y las líneas de servicio de transporte metro de la ciudad, las cuales se concentran en el centro de la ciudad pero se distribuyen hacia el oriente (dos lineas) al sur, norte y norponiente de la ciudad (una línea cada una) permitiendo la comunicación a ciertas zonas populares de la ciudad, siendo la única amenidad que podrían acceder este sector de la población, aunque existen zonas excluidas de ese servicio como lo es la periferia de la ciudad, e incluso unos de los municipios centrales de la zona metropolitana de Guadalajara ha sido relegado a este tipo de servicios de transporte.
Fuente: Elaboración propia con base en los datos del Gobierno del estado. https://iieg.gob.mx/ns/?page_id=25284. Consultado el 18 de enero del 2022
Por último se analizan las áreas verdes de la ciudad, las cuales muestran una alta concentración al poniente de la ciudad, aunque existen dos grandes parques (uno al oriente y otro al poniente), se tienen algunos espacios verdes en varias colonias y fraccionamiento que están ubicados al poniente de la ciudad, mientras que las colonias del oriente por lo general se planearon sin considerar áreas verdes, aunque en algunos casos se tiene espacios públicos como mercados con su plazoleta y templos e iglesias con sus atrios.
Fuente: Elaboración propia con base en los datos del Gobierno del estado. https://iieg.gob.mx/callesverdes/mapa/. Consultado el 18 de enero 2022
Una reflexión preliminar sobre estas prácticas socioespaciales, se puede mencionar que la zona oriente de la ciudad cuenta con condiciones de rezago social y marginación; además ciertas actividades económicas, aquellas que pueden ser un riesgo a la población como las industrias que conviven con zonas habitacionales de colonias populares, así también las amenidades parece que están desligadas espacialmente de esta zona de la ciudad, lo que muestra que tanto la localización de las actividades económicas, como la generaciòn de infraestructura y equipamiento que hacen lo gobiernos locales determinan el proceso de segregación.
Conclusiones:
Los niveles de desigualdad que se vive entre los habitantes surgen desde épocas atrás, pero lo que se vive ahora ha profundizado los problemas de exclusión social, personas que no acceden a protección social y acceso a empleo precario con bajos salarios, provocando una pobreza generalizada que limita el acceso a múltiples bienes y servicios.
Estas desigualdades se agudizan cuando se revisa dentro de las ciudades las condiciones de estructura urbana, lo que muestra que las autoridades locales no les preocupa lo desigual que está viviendo sus habitantes; y al contrario, al parecer le interesa más generar diferencias enriqueciendo la desigualdad que se vive en las ciudades.
En este trabajo se revisó la estructura urbana que vive la ciudad de Guadalajara bajo dos elementos: el espacio físico y las prácticas socioespaciales, en el primero se revisaron varios aspectos pero lo que muestra las diferencias que tienen los diferentes habitantes de la ciudad son las vialidades y los lugares simbólicos. En el caso de las prácticas socioespaciales, se pudo encontrar que las condiciones socioeconómicas de los habitantes tienen una relación con el espacio físico . Esto implica que las vialidades y los lugares simbólicos se encuentran principalmente donde se ubica la población mejor acomodada, mientras que los habitantes con bajos recursos tienen poco accesos a estos elementos.
De igual manera dentro de las prácticas socioespaciales se revisó la localización de las actividades y las amenidades de la ciudad. En este caso, se puede mencionar que la zona oriente de la ciudad cuenta con condiciones de rezago social y marginación y ello muestra que ciertas actividades, aquellas que pueden provocar un riesgo a la población como las industrias conviven con zonas habitacionales de colonias populares, así también las amenidades parece que están desligadas espacialmente de esta zona de la ciudad, lo que muestra que tanto la localización de las actividades económicas, como la generaciòn de infraestructura y equipamiento que hacen lo gobiernos locales determinan el proceso de segregación.
Es necesario resaltar que es indispensable abordar esta problemática revisando otros aspectos que se manifiestan en la ciudad, tal es el caso de la movilidad cotidiana, ya que esta puede evidenciar las desigualdades que existen en diferentes grupos de la ciudad para invertir en traslado y de la misma forma evidencia cómo se reducen las opciones de acceder a mejores empleos y más ingresos.
Otro tema que puede revisarse para entender con mayor profundidad las desigualdades y segregación urbana es el acceso a energía y la equidad para acceder a los diferentes servicios que ofrecen los gobiernos locales. Sobre esto último hay que generar indicadores de accesibilidad, proximidad, conectividad y diversidad de estos servicios, los cuales deben ser accesibles para todos los habitantes de la ciudad.
Bibliografía:
Ascher, F. (2012). Los nuevos principios del urbanismo: el fin de las ciudades no está a la orden del día. Madrid: Alianza.
Bayón, M. C. (2012). El lugar de los pobres: Espacio, representaciones sociales y estigmas en la Ciudad de México. Revista Mexicana de Sociología, 74(1), 133-166.
Bayón, M. C., & Saraví, G. (2013). The cultural dimensions of urban fragmentation: Segregation, sociability, and inequality in Mexico City. Latin American Perspectives, 40(2), 35-52.
González, Salomón y Adriana Larralde (2019). La forma urbana actual de las zonas metropolitanas en México: indicadores y dimensiones morfológicas. Estudios Demográficos y Urbanos, vol. 34, núm. 1 (100), pp. 11-42 doi: http://dx.doi.org/10.24201/edu.v34i1.1799
INEGI (2020) Censo de población y vivienda. https://www.inegi.org.mx/app/scitel/Default?ev=10. Consultado: 18 de enero de 2022.
INEGI (2020) Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas. https://www.inegi.org.mx/app/descarga/?ti=6. Consultado el 18 de enero 2022
Tsai, Y.-H. (2005). Quantifying urban form: Compactness versus “sprawl”. Urban Studies, 42(1), 141-161.
Palabras clave:
PALABRAS CLAVES:
Segregación, estructura urbana, Guadalajara
KEY WORDS
Segregation, urban structure, Guadalajara
PALAVRAS-CHAVE:
Segregação, estrutura urbana, Guadalajara
Resumen de la Ponencia:
A pesquisa foi desenvolvida com a temática do direito à cidade com ênfase nos loteamentos Jardim Los Angeles e Jardim Manacás/Três Rios no município de Ponta Grossa, estado do Paraná no Brasil. Teve como objetivo analisar indicadores de mobilidade urbana, infraestrutura, equipamentos públicos e participação social incluídas no direito à cidade perante a população destes loteamentos. A natureza da pesquisa foi quanti-qualitativa e exploratória, sendo utilizadas para o desenvolvimento a pesquisa bibliográfica, documental e questionário aplicado a 12 sujeitos, sendo 6 residentes do Jardim Los Angeles e 6 do Jardim Manacás/Três Rios, ressalta-se que os loteamentos Jardim Manacás e Três Rios são tratados juntos devido a sua proximidade geográfica. Para a aplicação dos questionários, utilizou-se do método bola de neve, assim, cada indivíduo participante indicaria outro. Entende-se o direito à cidade enquanto um direito coletivo que engloba os direitos sociais, civis, políticos e humanos e que está diretamente ligado aos aspectos de mobilidade e infraestrutura urbana, bem como participação social. Em relação aos resultados, no que tange a mobilidade urbana, constatou-se a complexidade em ambos os loteamentos. No Jardim Los Angeles há uma linha de ônibus que o percorre de ponta a ponta, porém apenas em uma rua principal. Percebeu-se ainda que o loteamento está excluído do restante da cidade, já que encontra-se cercado em todos os lados por fazendas e indústrias, sendo a única saída por meio de uma rodovia. O Jardim Manacás/Três Rios, também possui linha de ônibus que percorre uma rua principal, porém não chega ao final do loteamento. Além disso, também encontra-se em área limítrofe à uma fazenda, fator que dificulta o deslocamento para acessar o restante da cidade. Analisando a infraestrutura dos loteamentos, percebeu-se que a principal dificuldade encontrada refere-se à acessibilidade, já que 58% dos moradores não possuem calçadas. Quanto à coleta de esgoto e lixo, abastecimento de energia elétrica e água e iluminação pública, considera-se que vem ocorrendo satisfatoriamente. Quanto a equipamentos públicos, o Jardim Los Angeles possui uma Unidade Básica de Saúde e dois equipamentos de educação, porém o Jardim Manacás/Três Rios não conta com qualquer equipamento em seu território, tornando necessário que os moradores desloquem-se aproximadamente 2,5 quilômetros do ponto mais longínquo para que possam acessá-los. A participação social apresenta um grande déficit, uma vez que 100% dos entrevistados não participam da associação de moradores e apenas 16,7% afirmaram ter participado dos processo de tomada de decisão junto ao governo local. Assim, conclui-se que o direito à cidade nos loteamentos Jardim Manacás/Três Rios e Jardim Los Angeles encontra-se cerceado nos quesitos de mobilidade urbana, infraestrutura, equipamentos públicos e participação social em sua amplitude necessária para o bem estar urbano dos moradores.
Introducción:
O direito à cidade é conceituado como um direito coletivo, que visa transformar a cidade conforme os processos de transformação de seus próprios habitantes, de acordo com suas necessidades e desejos. Deve ser analisado sob a ótica dos direitos humanos, sendo incluídos os sociais, políticos, civis, econômicos, e culturais, além de ser garantido a todo indivíduo (Amanajás e Klug, 2018). Ainda pode ser considerado como superior aos demais direitos, uma vez que pressupõe o direito à liberdade, à individualização dentro da própria socialização, ao habitat, à habitação, à obra e à apropriação (Lefebvre, 2011).
O direito à cidade ultrapassa os limites da política urbana estatal, de todo modo ainda está vinculada à ela influenciando e refletindo em suas deliberações (Instituto Pólis, 2020). Outro elemento importante para sua constituição, é a administração democrática (Harvey, 2008) visto que envolve a participação dos envolvidos na produção do espaço.
No Brasil, vem sendo determinado pelo Estatuto da Cidade (Lei nº 10.257/2001) que dispõe sobre as funções sociais da cidade e da propriedade urbana, a participação da comunidade, a gestão democrática, o plano diretor e a sustentabilidade.
A mobilidade urbana e equipamentos públicos possuem relevância para a garantia da efetivação do direito à cidade. Estes três pontos estão interligados pois, para que se possa acessar aos equipamentos públicos comunitários, é necessário que a população tenha garantida a mobilidade urbana eficiente, tanto no que tange a disponibilidade destes equipamentos em local acessível, quanto no seu deslocamento até eles. Portanto, para que se efetive de fato o direito à cidade, os indivíduos devem ter a possibilidade de usufruir da cidade em sua totalidade, de forma a ser parte dela.
A organização dos equipamentos públicos e da mobilidade urbana dentro das cidades perpassam pela produção do espaço, que se constitui por meio do cotidiano das pessoas. Se caracteriza como um produto social e histórico, ao mesmo tempo em que é a realidade presente e imediata (Carlos, 2001), sendo outro elemento importante para efetivação do direito à cidade.
O município de Ponta Grossa apresenta características diversas e contrastantes. Ao mesmo tempo em que possui um dos maiores Índices de Desenvolvimento Humano, também possui localidades em situação de desproteção socioeconômica. Há que se destacar que entre as características marcantes do município, está a grande incidência de atividades agrícolas dentro da área urbana, fazendo com que a população esteja limítrofe à estas.
Os loteamentos Jardim Manacás/Três Rios foram selecionados por encontrar-se limítrofe às atividades agrícolas, inseridas na área urbana do município. Para além observou-se a dificuldade da população para acessar os equipamentos públicos, já que encontram-se ao lado de uma fazenda e de um arroio, fator que dificulta a mobilidade da população que ali reside.
O Jardim Los Angeles foi escolhido pois, além de encontrar-se em área limítrofe à mesma plantação dos demais loteamentos citados, apresenta outras características, que serão aprofundadas mais a frente, e que podem gerar impactos no que tange o direito à cidade.
Perante o exposto acima, este trabalho se justifica pela necessidade de compreender de que modo o direito à cidade se expressa para os moradores por meio dos aspectos de infraestrutura e equipamentos públicos, mobilidade urbana e participação social nos loteamentos Jardim Los Angeles e Jardim Manacás/Três Rios, visto que estes apresentam uma diversidade de características no perímetro urbano de Ponta Grossa.
O objetivo geral da pesquisa foi analisar indicadores de mobilidade urbana, infraestrutura, equipamentos públicos e participação social inclusas no direito à cidade perante a população dos loteamentos Jardim Manacás, Três Rios e Jardim Los Angeles no município de Ponta Grossa. Como objetivos específicos, foram delimitados os seguintes: analisar de que forma ocorre a mobilidade urbana nos loteamentos; analisar o acesso dos moradores à infraestrutura e equipamentos públicos nas regiões de abrangência dos loteamentos definidos; e investigar a participação social dos moradores dos loteamentos na gestão do município.
A natureza desta pesquisa caracteriza-se como quanti-qualitativa e exploratória. Como metodologia foram adotadas a pesquisa bibliográfica e documental, assim, utilizou-se de autores como: David Harvey, Henri Lefebvre, Carola C. Arregui, entre outros. Os documentos empregados consistem em: Plano Diretor de Ponta Grossa; Carta Mundial pelo Direito à Cidade, entre demais considerados relevantes.
Para coleta de dados foi aplicado um questionário nas localidades. A amostragem foi definida a partir do método bola de neve, que consiste em um formato de amostra não probabilística, que se utiliza de cadeias de referência. Para iniciar sua realização, é necessário ter os informantes-chave ou sementes. Estes são responsáveis por auxiliar o pesquisador a começar os contatos e tatear o grupo que será pesquisado. A partir deste momento, solicita-se que os indivíduos indicados pelas sementes indiquem novos contatos e assim sucessivamente (Vinuto, 2014). O questionário foi aplicado para doze sujeitos e distribuído de modo que três pesquisados residissem em área limítrofe à plantação e três próximos ao arroio, sendo seis para o Jardim Los Angeles e seis para o Jardim Manacás/Três Rios.
A aplicação do questionário com perguntas fechadas ocorreu em 30 de novembro de 2021, pela pesquisadora nas casas dos mesmos. Para além das questões já definidas foram anotadas percepções dos entrevistados a respeito dos assuntos em um diário de campo da pesquisa.
Desarrollo:
Para iniciar a discussão, cabe discorrer brevemente acerca do conceito de cidade que, apesar de não ser consenso entre os autores, neste trabalho será definida enquanto o mundo criado pelo sujeito e o mundo ao qual está condenado a viver, sendo a tentativa de refazer o mundo em que se vive. Ao criá-la os indivíduos também recriam-se (Harvey, 2014).
Falar sobre o direito à cidade perpassa pelos inúmeros elementos que estão presentes na sua universalidade e na prática dos que vivem e convivem nesses espaços. É um direito que não se limita ao individual, mas se refere a elementos coletivos, portanto que impactam sobre interesses comuns a várias pessoas.
Conforme Lefebvre (2011) é no espaço urbano que a luta de classes se expressa. Esta relação é responsável pela manutenção da produção de diferenças na sociedade pois se mantém voltada para melhorias apenas em questões superficiais da classe trabalhadora. Espaços de lazer e habitação, por exemplo, permanecem segregados dos demais, não há integração entre a cidade em que a burguesia habita e a cidade habitada pelos trabalhadores. Desta forma, aponta-se a necessidade de uma revolução cultural urbana para que então esta divisão seja suprimida (Brandt, 2018).
De acordo com Lefebvre:
Se é verdade que a palavra e conceito: cidade, urbano, espaço correspondem a uma realidade global e não designam um aspecto menor da realidade social , o direito à cidade se refere à totalidade ainda visada. Não é um direito natural nem contratual.(...) ele significa o direito dos cidadãos/citadinos e de grupos que eles constituem (sobre a base de relações sociais) a figurar sobre todas as redes e circuitos de comunicação de informação, de trocas. O que não depende nem de uma ideologia urbanística, nem de uma intervenção arquitetônica, mas de uma qualidade ou propriedade essencial do espaço urbano: a centralidade.(Lefebvre, 2008. p.162).
Para o autor, o direito à cidade é uma forma superior aos demais direitos, é o:
direito à liberdade, à individualização na socialização, ao habitat e à habitação. O direito à obra (atividade participante) e o direito à apropriação (bem distinto da propriedade) que se imbricam dentro do direito à cidade, revelando plenamente o uso (Lefebvre, 2011. p.140).
David Harvey, outro importante teórico para a definição do direito à cidade, afirma que o debate acerca do direito à cidade na atualidade não se deve apenas às contribuições feitas por Lefebvre, mas sim pelos movimentos e lutas sociais sobre a vida urbana. Para Harvey (2008), a ideia do direito à cidade surge nas ruas, por pessoas oprimidas que necessitam de amparo. Ainda define como o direito de transformação das cidades em algo diferente, na qual a população participa de suas mudanças e as constrói conforme seus interesses e necessidades. É também um direito coletivo antes de ser individual, uma vez que este processo de transformação radical só pode ocorrer de maneira coletiva.
Harvey (2008, p.74) defende que “a liberdade de construir e reconstruir a cidade e a nós mesmos é, como procuro argumentar, um dos mais preciosos e negligenciados direitos humanos”. A administração democrática do excedente do capital é outro fator que constitui o direito à cidade, porém destaca-se que:
O direito à cidade, como ele está constituído agora, está extremamente confinado, restrito na maioria dos casos à pequena elite política e econômica, que está em posição de moldar as cidades cada vez mais ao seu gosto (Harvey, 2008. p.87).
De acordo com a Carta Mundial pelo Direito à Cidade (2009), o direito à cidade é caracterizado como a liberdade de todas as pessoas usufruírem da cidade, sem distinção de gênero, raça, etnia, religião, idade, orientação sexual, nacionalidade, renda, entre outros. Este deve abarcar critérios de sustentabilidade, democracia, equidade e justiça, voltado, especialmente, a grupos considerados mais vulneráveis, objetivando o alcance de condições de vida adequadas. Além disso:
supõe a inclusão do direito ao trabalho em condições eqüitativas e satisfatórias; de fundar e afiliar-se a sindicatos; de acesso à seguridade social e à saúde pública; de alimentação, vestuário e moradia adequados; de acesso à água potável, à energia elétrica, o transporte e outros serviços sociais; a uma educação pública de qualidade; o direito à cultura e à informação; à participação política e ao acesso à justiça; o reconhecimento do direito de organização, reunião e manifestação; à segurança pública e à convivência pacífica. Inclui também o respeito às minorias e à pluralidade étnica, racial, sexual e cultural, e o respeito aos migrantes (Carta Mundial pelo Direito à Cidade, 2009, p.3).
No Brasil, o principal instrumento legal referente ao direito à cidade é o Estatuto da Cidade, apresentado como Projeto de Lei no ano de 1989 e implementado apenas em 2001. O documento combina a gestão participativa com os ideais de sustentabilidade ecológica e econômica, buscando também melhorar a ordenação do espaço urbano e solucionar problemas sociais como o saneamento e moradia. Possui caráter municipalista, centrado no Plano Diretor e de gestão participativa nas decisões de interesse público (Boeira, Santos e Santos, 2009).
Tendo sido elucidado o conceito do direito à cidade, parte-se para seus indicadores. Utilizando-se daqueles construídos por Arregui (2018) observa-se que estes dividem-se em dois grupos: o primeiro aponta para inserção urbana, nos quais estão contempladas as dimensões de infraestrutura urbana, serviços essenciais, mobilidade e condições habitacionais; já o segundo é voltado para a sociabilidade e participação social que apresenta como dimensões a sociabilidade, espaços de informação, participação social e organização coletiva.
Para além dos indicadores descritos acima, há o Índice de Bem-Estar Urbano (IBEU), que procura avaliar o usufruto dos cidadãos em relação ao bem-estar urbano levando em conta o consumo de mercado e os serviços prestados pelo Estado, sendo composto pelas dimensões de: Mobilidade Urbana, Condições Ambientais Urbanas, Condições Habitacionais Urbanas, Atendimento de Serviços Coletivos Urbanos e Infraestrutura Urbana (Ribeiro e Ribeiro, 2016).
Cabe ressaltar que para a construção dos indicadores utilizados neste trabalho, teve-se com referência estes apresentados acima, assim alguns destes indicadores foram selecionados para serem analisados pelas autoras, conforme será abordado posteriormente.
Partindo para o lócus da pesquisa, o município de Ponta Grossa, situa-se na região dos Campos Gerais, no segundo planalto paranaense, e está a 118 quilômetros da capital do estado, Curitiba. Tem uma dimensão territorial de 2.054.732 km e uma população estimada de 358.838 (IBGE, 2021).
Atualmente, o município de Ponta Grossa tem característica de centro urbano de médio porte. Para os aspectos socioeconômicos, Ponta Grossa é uma das cidades do Paraná com o maior Índice de Desenvolvimento Humano Municipal (IDH-M), com 0,763 (IBGE, 2021), no entanto possui um Índice Gini de 0,5437, o que demonstra uma alta concentração de renda no município (Ministério da Saúde, 2010).
Analisando alguns componentes do IDH-M, observa-se que a taxa de alfabetização é alta, chegando a 94%. Na área da saúde, a mortalidade infantil corresponde a 13,01 óbitos por mil nascidos vivos de acordo com dados do IBGE (2021). A renda per-capita do município é inferior à um salário mínimo, alcançando o valor de R$318,22, assim a taxa de pobreza chega a 18,6% (Ponta Grossa, 2018).
Quanto aos aspectos de infraestrutura e serviços públicos do município, iniciar-se-á pela mobilidade urbana. Neste quesito de acordo com o Plano Diretor, algumas problemáticas são encontradas, como: falta de pavimentação em diversas vias, más condições de acessibilidade para pedestres, principalmente para pessoas com deficiência, insuficiência de ligações viárias, e no transporte público são encontradas questões como alto custo de passagem (Ponta Grossa, 2018), que atinge o valor de R$5,50 no período de construção desta pesquisa (Ponta Grossa, 2021), e sobrecarga do transporte (Ponta Grossa, 2018).
Referente ao saneamento, Ponta Grossa tem um sistema de abastecimento de água bastante eficiente atendendo 99,15% da população, quanto à coleta de esgoto, são atendidos 91,22% da população de acordo com o Plano Municipal de Saneamento Básico (Ponta Grossa, 2019).
No que tange os equipamentos públicos, na área da saúde são totalizados 41 estabelecimentos, entre os quais estão 1 Pronto Socorro, 6 hospitais, 2 Centros Municipais, um de Especialidades e outro da Mulher, entre outros. Na educação são 71 escolas municipais, 44 escolas estaduais e 2 instituições de ensino superior públicas. Para cultura e lazer, o município possui 12 estabelecimentos culturais, 5 estádio de futebol, 21 ginásios esportivos, 9 piscinas locais, 10 mini-ginásios esportivos, 62 campos de futebol, 9 campos de grama sintética, 3 pistas de skate e 18 praças públicas (Ponta Grossa, 2018). Na assistência social Ponta Grossa conta com 10 Centros de Referência de Assistência Social (CRAS), 2 Centros de Referência Especializado de Assistência Social (CREAS), 1 Centro POP (Ponta Grossa, s/ano).
Oliveira e Sahr (2012), afirmam que a expansão urbana, o uso e ocupação do solo do município de Ponta Grossa não ocorreu da forma como preconizado pelo direito à cidade, uma vez que:
Enquanto expressiva parcela da população habita áreas longínquas ou ambientalmente frágeis em fundos de vale, que não interessam ao mercado, os gestores municipais atendem aos interesses privados e de determinados segmentos do mercado. Isso reproduz, cada vez mais, a exclusão social vivenciada pela maioria das cidades, dando luz à ineficácia social da legislação urbana (Oliveira e Sahr, 2012, p.122).
O processo de favelização no município se deu por um conjunto de fatores, fosse pela industrialização massiva que vinha ocorrendo na cidade e por consequência a grande expansão populacional que culminou na especulação imobiliária, esta por sua vez acarreta em escassez gerada pelo próprio mercado, criando um déficit quanto ao acesso à habitação (Nascimento e Matias, 2006).
Assim, compreende-se que a escassez de terras à venda, o aumento populacional, a inércia do governo municipal para tomar medidas de contenção da especulação imobiliária, somadas ao empobrecimento da população fez com que a saída mais viável para a classe trabalhadora fosse habitar as favelas (Nascimento e Matias, 2006).
De modo predominante, as favelas localizam-se nas piores terras do espaço urbano para as condições de habitação. No município, estão localizadas, majoritariamente, em vales, porém são encontradas também em terrenos íngremes, próximo à ferrovia, redes de alta tensão, terrenos abandonados e em terrenos desregulamentados (Nascimento e Matias, 2006).
O loteamento Jardim Los Angeles, localizado no bairro Boa Vista possui 24.968 habitantes (IBGE, 2021), encontra-se às margens da rodovia PR-151, sendo esta a única forma de chegar ou sair do loteamento, além disso encontra-se isolado do restante da cidade e cercado por fazendas, apesar de estar inserido na zona urbana de Ponta Grossa. Algumas atividades extrapolam suas respectivas áreas, como plantação de soja destinada à exportação e indústrias como a Fundição Hübner que ocupa espaço fora da zona industrial (Agustinho e Scheffer, 2020).
O loteamento ainda possui ocupações irregulares em áreas com características geológicas de voçoroca e regiões com fios de alta tensão de energia elétrica (Agustinho e Scheffer, 2020).
Os loteamentos Jardim Manacás e Três Rios, localizam-se no bairro Chapada. Foram criados no ano de 2016 sendo que o Jardim Manacás conta com 243 habitações e o Jardim Três Rios possui 119 residências, de acordo com dados da PROLAR (2017) .
O Jardim Três Rios possui três riachos ao longo de sua extensão, seu nome advém deste fato, porém estes encontram-se totalmente poluídos, ainda assim é comum que crianças brinquem na água (Schimanski et al. 2011). Ambos os loteamentos estão em área limítrofe à atividade agrícola, fato que gera agravos à saúde da população residente (Leite e Scheffer, 2021).
Para além destas questões, a região é considerada como uma das mais pobres do município de Ponta Grossa. Possui problemas com altos níveis de desemprego, baixa escolaridade, saúde precária e índices altos de violência (Schimanski et al. 2011).
Caracterizado o lócus da pesquisa, parte-se para a análise dos indicadores do direito à cidade em tais localidades.
Para que se compreenda as condições estruturais dos loteamentos, foram elencados os indicadores de infraestrutura que compreendem as condições de pavimentação e calçadas, rede oficial de esgoto, abastecimento de água, coleta de lixo, energia elétrica por rede oficial e iluminação pública.
Inferiu-se que no Jardim Los Angeles 66,6% dos entrevistados não possuem calçadas e 33,3% não residem em rua asfaltada, fator que pode dificultar a locomoção de pessoas idosas, pessoas com deficiência, pessoas com carrinho de bebê, entre outros.
Referente à coleta de esgoto e lixo, abastecimento de água, distribuição de energia elétrica e iluminação pública no Jardim Los Angeles, considera-se que estes serviços são prestados de forma significativa, uma vez que 100% dos sujeitos possuem acesso à estes.
Para que os equipamentos públicos fossem analisados, os entrevistados foram questionados quanto ao acesso a praças, parques, campos de futebol, à espaços e eventos culturais como shows e peças de teatro, por exemplo, além do acesso à escola, Unidades Básicas de Saúde (UBS), Centros de Referência de Assistência Social (CRAS) e Centro de Referência Especializado de Assistência Social (CREAS).
Assim, foi possível inferir que 33,3% dos residentes do Jardim Los Angeles não possuem acesso à espaços recreativos, 100% não possui acesso à eventos culturais, 16,7% afirmou não possuir acesso à escola numa distância de até 500 metros de sua residência, 66,7% não possui acesso à CRAS e CREAS e 100% dos sujeitos acessam a UBS próximo a sua residência.
Quanto à qualidade de atendimento dos serviços no Jardim Los Angeles, existem divergências entre os entrevistados sobre um mesmo equipamento. Foi relatado por um dos sujeitos que o atendimento da Unidade Básica de Saúde é precário, pois não recebe atendimento adequado e encontra dificuldades para agendamento de consultas, por exemplo. Porém outra entrevistada afirmou que sempre quando necessário conseguiu suprir suas necessidades.
Deste modo entende-se que os sujeitos têm percepções diferentes sobre as situações. Cada indivíduo pode interpretar de forma diversa o mundo à sua volta de acordo com suas vivências e experiências.
No Jardim Manacás/Três Rios, observou-se que 50% dos entrevistados não possuem acesso à calçada, rua com pavimentação em frente à sua residência, bem como rede de esgoto. 100% dos sujeitos dispõem de abastecimento de água, coleta de lixo e iluminação na residência, no entanto 16,7% afirmaram não possuir iluminação pública.
Quanto aos equipamentos públicos, 66,7% não têm acesso a espaços recreativos, assim como 83,3% não acessam eventos culturais. 100% acessam a escola próximo à sua residência, 83,3% acessam a UBS e 83,3% não possuem acesso à CRAS e CREAS.
O problema percebido em ambos loteamento quanto à infraestrutura refere-se à acessibilidade, pois a maioria das ruas não possuem calçadas, fator que dificulta e traz riscos à locomoção dos pedestres, principalmente se tratando de pessoas idosas, com deficiência, entre outros.
Quanto aos equipamentos públicos, percebe-se que este tem um grande déficit, principalmente no Jardim Manacás/Três Rios, que não conta com qualquer equipamento público em seu território, fazendo com que os moradores precisem se deslocar cerca de 2,5 quilômetros, do ponto mais longínquo, até bairros nas proximidades para poderem acessar escolas, Unidades Básicas de Saúde, CRAS e CREAS.
O acesso à cultura nos loteamentos pode ser considerado inexistente, já que dos doze entrevistados, onze não possuem acesso a shows, peças de teatro, entre outras atividades. Este fato se confirma pois no município de Ponta Grossa, as atividades culturais são realizadas majoritariamente no centro da cidade e as condições de mobilidade urbana não facilitam o acesso desta população aos eventos.
Quanto à mobilidade, no jardim Los Angeles, o principal meio de transporte utilizado pelos moradores é o carro (66,7%). Questionados sobre o acesso a ciclovias, 100% dos entrevistados afirmou não possuir, no entanto todos possuem acesso à pontos de ônibus próximo à sua residência, ainda que esta percorra apenas uma via principal do loteamento.
No Jardim Los Angeles, um dos principais indicadores defasados tange à mobilidade urbana, justamente por encontrar-se isolado do restante da cidade, tanto pela periferização quanto por haver apenas uma única entrada para o loteamento que consiste em um acesso pela rodovia, o que dificulta o acesso ao restante da cidade.
No Jardim Manacás/Três Rios, 50% dos entrevistados utilizam o transporte coletivo como principal meio de deslocamento, sendo este o mais expressivo. 100% dos sujeitos não possuem acesso à ciclovia e 100% acessam ponto de ônibus próximo à sua residência, no entanto é válido ressaltar que a linha de ônibus disponibilizada para o Jardim Manacás não o percorre em toda sua dimensão.
Analisando a participação social no Jardim Los Angeles, inferiu-se que 100% dos entrevistados nunca participaram da construção e avaliação de políticas e orçamentos públicos, assim como 100% nunca participou de associação de moradores.
Referente ao Jardim Manacás/Três Rios, 33,3% dos entrevistados afirmaram ter participado em algum momento do processo de construção e avaliação de políticas e orçamentos públicos, porém 100% não participa ou participou da associação de moradores.
A partir dos dados analisados compreende-se que os sujeitos, residentes de ambos os loteamentos, estão excluídos do processo de construção de políticas e da própria cidade, assim como, consequentemente, não exercem o controle social. Percebe-se também o distanciamento entre a gestão municipal e a população.
Portanto ressalta-se que um dos principais fatores para que a cidade seja construída e transformada pelos indivíduos que a compõem, não vem sendo fomentado de forma eficiente nos loteamentos, afastando os moradores da garantia do direito à cidade.
Face a todo o exposto ao longo deste trabalho, observa-se que não houveram diferenças significativas entre entre os loteamentos analisados. Alguns indicadores são mais efetivos que outros, ainda assim compreende-se que não há a garantia do direito à cidade na sua totalidade, uma vez que os indicadores de equipamentos públicos, mobilidade urbana e participação social tiveram resultados negativos.
Em síntese, segundo os moradores dos loteamentos e dados coletados infere-se que nos locais pesquisados tem-se acesso a infraestrutura, porém nos indicadores equipamentos públicos e mobilidade urbana estes ficam aquém do necessário encontrando-se territorialmente excluídos. Quanto à participação em associações de moradores esta foi nula e nas políticas públicas urbanas foi escassa, o que define que o direito à cidade que representa um direito coletivo não foi efetivado na sua totalidade. Portanto, não se verifica a construção de uma cidade socialmente justa, livre de desigualdades de classe e nem garante a todos a possibilidade de transformar o meio em que vive por meio de processos democráticos.
Conclusiones:
Por meio deste trabalho, averiguou-se que nos loteamentos Jardim Los Angeles, Jardim Manacás/Três Rios, alguns indicadores fundamentais para a efetivação do direito à cidade estão defasados.
No que tange a mobilidade urbana, constatou-se que esta é complexa em ambos os loteamentos. No Jardim Los Angeles há uma linha de ônibus que o percorre de ponta a ponta, porém apenas em uma rua principal. Percebeu-se ainda que o loteamento está excluído do restante da cidade, uma vez que encontra-se cercado em todos os lados por fazendas e indústrias, a única saída é por meio de uma rodovia.
O Jardim Manacás/Três Rios, também possui linha de ônibus que percorre uma rua principal, porém esta não chega ao final do loteamento. Assim como o Jardim Los Angeles, o Manacás/Três Rios também encontra-se em área limítrofe à uma fazenda, fator que dificulta o deslocamento para acessar o restante da cidade.
Analisando a infraestrutura dos loteamentos, percebeu-se que a principal dificuldade encontrada refere-se à acessibilidade, já que 58% dos moradores não possuem calçadas. Quanto às questões de coleta de esgoto e de lixo, abastecimento de energia elétrica e água e iluminação pública, considera-se que esta vem ocorrendo de modo satisfatório.
O acesso a equipamentos públicos é outro fator que carece de atenção. O Jardim Los Angeles conta com uma Unidade Básica de Saúde, e dois equipamentos de educação, porém o Jardim Manacás/Três Rios não conta com qualquer equipamento em seu território, tornando necessário que os moradores se desloquem aproximadamente 2,5 quilômetros do ponto mais longínquo para que possam acessá-los.
Quanto à participação social, entendeu-se que esta possui um grande déficit uma vez que 100% dos entrevistados não participam da associação de moradores e apenas 16,7% afirmaram ter participado dos processo de tomada de decisão junto ao governo local. Assim, compreende-se que estes indivíduos estão excluídos de processos importantes referentes à participação social. Vale ressaltar que quando a sociedade civil se aproxima da gestão do município, a tendência é que as desigualdades sociais nos territórios sejam minimizadas.
Por meio dos resultados obtidos na pesquisa realizada entende-se que o trabalho confirma a hipótese de que o direito à cidade nos loteamentos Jardim Manacás, Três Rios e Jardim Los Angeles encontra-se cerceado nos quesitos de mobilidade urbana, infraestrutura, equipamentos públicos e participação social na sua amplitude necessária para o bem estar urbano dos moradores.
Viver na cidade implica em ter suas necessidades atendidas de forma equânime entre as diversas localidades, porém este trabalho demonstra que se faz necessário uma contínua luta para sanar e acessar os direitos. Nas vivências é possível ver as contradições onde ao mesmo tempo que se reproduz relações de não acesso a direitos também cria-se a possibilidade de superação ao buscar algo novo por meio do estímulo à participação e a reivindicação.
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Palabras clave:
Direito à Cidade; Urbanização; Cidades.
Resumen de la Ponencia:
En el marco de la relación entre ciudades puerto, nos encontramos con relaciones de conflicto y alianza entre actores. Este es un caso de análisis de redes sociales en el borde costero de Valparaíso, territorio que se encuentra en disputa. Lxs actores se enfrentan por definir el carácter de la producción social del territorio: como espacio público, para infraestructura productiva portuaria, uso inmobiliario-comercial, inmobiliario-residencial, para la defensa. De este modo, nos preguntamos sobre las relaciones entre estxs actores, en la producción social del borde costero de Valparaíso y cuál es su impacto en la ciudad. El Objeto de Estudio está delimitado al análisis de la producción social del Borde Costero de Valparaíso, a partir de la trama de relaciones de conflicto y alianza entre actores de escala local, nacional y global entre el 2009 y el 2018. La teoría central para analizar el problema es la Producción del Espacio, de Henri Lefebvre, aplicando en particular la trialéctica del espacio: prácticas espaciales, representaciones del espacio y espacios de representación. Ello, en el marco de los procesos de metamorfosis urbana y financiarización (Brenner, De Mattos, Soja).Se anticipan resultados de la investigación, a partir de la información levantada en trabajo de campo (entrevistas en profundidad y observación) y se utilizó análisis de contenido. También se recurrió al análisis de redes sociales (utilizando UCINET y Gephi) para estudiar las relaciones entre los/as actores.En las prácticas espaciales se analiza la infraestructura, las relaciones de producción/reproducción y el uso del espacio por las personas, deteniéndonos en las marcas que han dejado los conflictos entre actores en el espacio. En las representaciones del espacio se estudiaron los principales proyectos y planes para el borde costero, los que fueron la principal fuente de conflicto entre actores en el período, particularmente el Proyecto Puerto Barón y el Terminal 2. En los espacios de representación se analiza la vida cotidiana y la relación identitaria que tienen lxs actores con el borde costero como ciudad y puerto. Finalmente, en el análisis de relaciones entre lxs actores estudiadxs se identificaron relaciones de alianza, conflicto y neutras, entre actores de las distintas escalas y sectores. La producción social del Borde Costero impacta significativamente sobre la ciudad, en la medida que éste cumple un rol estratégico para su desarrollo, por tanto, lo anterior ha afectado negativamente a Valparaíso.Esta investigación corresponde a mi Tesis doctoral, la que se encuentra terminando la etapa de análisis. De este modo, los resultados que se anticipan en esta presentación son aún preliminares.Resumen de la Ponencia:
O conceito de fragmentação, adjetivado como “socioespacial” e abordado nesta pesquisa como “processo” de caráter “multidimensional” e “multiescalar” (SPÓSITO E SPÓSITO, 2020), apresenta-se como força analítica capaz de capturar, em suas múltiplas formas de combinação, os novos patamares do processo de diferenciação socioespacial nas cidades brasileiras através da compreensão das estratégias espaciais de localização seletivas, operadas tanto pelas instituições políticas como por agentes econômicos que, por meio de um conjunto de estratégias de produção, apropriação e controle sobre os usos do solo, homogeneízam e segmentam o espaço urbano progressivamente. Ao tratar da fragmentação enquanto “processo”, recorremos a autores como Janoschka (2002), Gómez (2012) e Duhal e Giglia (2016) que sinalizam para o estreito vínculo entre a estruturação de um tecido socioespacial fragmentado e a emergência de uma nova “ordem urbana” nas cidades latino-americanas, o que vem contribuindo para a efetivação de novos padrões de diferenciação e de desigualdades espaciais que passam a se realizar articulados ao surgimento de novos conteúdos sociais, físico-materiais e culturais. Para Gómez (2012) os estudos sobre as políticas de habitação apresentam-se como objeto privilegiado para compreensão desta “nova ordem”, tendo em vista que sua análise pode revelar as dinâmicas, o conteúdo e as formas de ajustes e reestruturações operadas pelos Estados, bem como as diferentes feições assumidas por essa ordem geral frente as raízes estruturais de cada lugar. No caso do Brasil, compreender a emergência dessa nova ordem e sua relação com as lógicas de inversão do capital no financiamento, na produção e nos mercados de solo e de moradia implica ainda um desafio analítico suplementar, tendo em vista o conjunto diverso de formas históricas de produção do espaço que compõem a complexa rede urbana brasileira. Nesse escopo, o trabalho apresenta um estudo comparativo sobre a produção e o consumo da terra urbana e da habitação em quatro cidades brasileiras - Ribeirão Preto (SP), Maringá (PR), Chapecó (SC) e Ituiutaba (MG) – cidades estas que ocupam diferentes posições na rede urbana nacional, com foco analítico voltado para as políticas públicas habitacionais dos últimos anos e sua relação com a reestruturação fundiária urbana, os agentes produtores do espaço e “os modos” de produção e apropriação da moradia e do espaço resultantes do encontro entre dinâmicas imobiliárias locais e os novos arranjos produtivos e financeiros que se organizam nas escalas nacional e internacional. Dentre os elementos analisados, destacam-se: i) a análise da superfície ocupada pelas habitações produzidas via políticas públicas; ii) os padrões de localização destas habitações;e iii) a difusão de tipologias habitacionais defensivas.Resumen de la Ponencia:
O artigo apresenta algumas reflexões decorrentes da pesquisa de mestrado intitulada “Dos espaços de consumo a consumo do espaço: Um estudo sobre a distinção social através do consumo em duas centralidades na cidade de Novo Hamburgo/RS”. Esta pesquisa versou sobre a influência do consumo de objetos, serviços e lugares na produção da distinção social entre indivíduos de diferentes estilos de vida, através da sua manifestação espacial e da análise comparativa entre duas centralidades: a área consensualmente conhecida como o centro tradicional da cidade de Novo Hamburgo e área concentrada pela a Avenida Doutor Mauricio Cardoso, reconhecida por sua arquitetura e comércio voltados para um público de alta renda. A cidade de Novo Hamburgo, lócus dessa análise, se destaca por ter se convertido, em meados do século XX, o maior pólo do setor coureiro-calçadista do país, atraindo um significativo contingente populacional originado de outras regiões do Estado e do Brasil que vivenciaram no mesmo período as conseqüências da chamada Revolução Verde. Porém, uma série de conjunturas de diferentes escalas geográficas, como o surgimento da indústria calçadista chinesa, o deslocamento de diversas plantas industriais para os Estados do Nordeste e a implementação do Plano Real, causaram uma diminuição significativa da participação desse setor industrial na organização socioespacial da cidade, que está caracterizando-se como um centro gravitacional do comércio e da prestação de serviços para o vetor norte da Região metropolitana de Porto Alegre. Destarte, o objetivo geral da pesquisa se localiza na análise dos grupos sociais relacionados aos lugares e ocasiões que através dos usos sociais resultam na distinção socioespacial na região central do município, analisando assim os contextos da produção destas territorialidades. Ademais, procurou-se identificar os estilos de vida preponderantes em cada uma das centralidades investigadas, assim como identificar os lugares (espaços públicos e espaços privados de uso coletivo) e ocasiões (dias da semana, horários, eventos, comemorações etc.) em que o compartilhamento espacial e/ou distinção entre os grupos sociais da cidade. Para tanto, se fez uso dos seguintes procedimentos metodológicos: reconhecimento e delimitação das áreas de estudo a partir de observações e diálogos com transeuntes ocorridos em saída de campo; mapeamentos de áreas estudadas; pesquisa de campo com a intenção de estimar a quantidade; entrevistas semi-estruturadas com os comerciantes das centralidades com a intenção de compreender as suas percepções sobre o perfil do consumidor e como estas se manifestam nas ações e escolhas dos produtos e exclusividades de uso. Desse modo, o resultado encontrado a partir das análises revela um complexo campo de relações entre estilos de vida homólogos e distintos e seus vínculos com os espaços de representação e distinção.Palavras-chave: Centralidade; Consumo; Distinção social; Estilos de vidaResumen de la Ponencia:
Este trabalho tem por objetivo identificar como tem sido garantido o direito à cidade na vida dos novos moradores do Conjunto Habitacional Residencial Macapá, na cidade de Macapá, no Estado do Amapá, Brasil. Trata-se de um conjunto habitacional de moradia popular no âmbito do Programa Minha Casa Minha Vida II, voltado, especificamente, para atender ao segmento populacional inserido na faixa I, com renda de até R$ 1.800,00. A luta pelo direito à cidade vem constituindo-se como um mecanismo de combate às formas de expropriação e de segregação socioespacial, resultantes do modelo de produção das cidades capitalistas e, mais aprofundadas em um contexto de políticas macroeconômicas neoliberais. Nessa perspectiva, o direito à cidade implica, portanto, a possibilidade de se viver e acessar à cidade com todos os seus recursos e, dessa maneira, garantir a participação de todos os cidadãos na distribuição igualitária das riquezas produzidas socialmente no meio urbano. Neste estudo, parte-se do entendimento de que o direito à cidade para os moradores do Conjunto Habitacional Residencial Macapaba, implica o acesso a um conjunto de direitos sociais, no que diz respeito à educação, à saúde, ao transporte, à segurança e ao lazer, de maneira a possibilitar minimamente a essas populações a garantia do direito à moradia na sua inter-relação com o direito à cidade. No atual modelo de política pública de habitação popular sobressaem problemas como a não-integração dos conjuntos habitacionais no tecido urbano, alijando os indivíduos do seu direito à cidade. Nesse sentido, fica claro que a Política de Habitação deve ser trabalhada de maneira a possibilitar não apenas uma moradia digna, no que corresponde ao bem imóvel, mas também ser constitutiva de fatores e de mecanismos que possibilitem de fato, as populações, principalmente as de maior vulnerabilidade, a sua inserção na cidade legal. Como procedimentos metodológicos, nesta análise faz-se uso de pesquisas bibliográficas, observação direta e aplicação de questionários semiestruturados com 40 moradores do habitacional. Em linhas gerais, a discussão a respeito do direito à cidade constitui-se de relevância fundamental para a compreensão das dinâmicas urbanas e dos processos socioespaciais que se formam dentro e fora do território de moradia popular, o Residencial Macapaba.Palavras-chave: Cidade formal, dinâmicas urbanas, moradia popular, Residencial Macapaba.Resumen de la Ponencia:
Durante las últimas semanas hemos conocido distintos informes que dan cuenta del agudo aumento de familias que viven en campamentos en las principales ciudades del país. Se estima que 80.000 familias estarían viviendo en este tipo de asentamientos, existiendo un aumento de 220% de estos entre 2019 y 2021. Hoy, al igual que a principios de los años 90, el acceso a vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas públicos que el país debe asumir como prioridad. Si bien, distintas explicaciones dan cuenta que la Pandemia ha tenido un rol central en este crecimiento, también es cierto que “la campamentización” ha sido un proceso sostenido desde 2010 en adelante. El crecimiento demográfico, tasas de hacinamiento, allegamiento y demandas por mejor localización producidas por los efectos segregadores que ha tenido hasta ahora la política habitacional estarían a la base del fenómeno. En este sentido, las dinámicas socio territoriales han generado un detrimento de las condiciones de vida de quienes habitan en periferias urbanas llevando a que muchas familias y sujetos hayan decidido trasladarse de la ciudad formal a la ciudad informal como principal mecanismo de acceso a la vivienda. También, diversos estudios muestran los costos cotidianos que existen detrás de estas decisiones. Las malas condiciones de habitabilidad, la precariedad urbana y la exclusión de la ciudad formal, son parte de los problemas estructurales con que los pobladores deben enfrentar. Si bien, existen distintos estudios que han analizado las causas macro sociales del fenómeno como también los repertorios de organización política y de acceso a la vivienda o las condiciones de vida de los grupos sociales migrantes en estos, aún existe escaso conocimiento sobre los nuevos campamentos que han emergido el último año, los riesgos y peligros que implica el habitar en estos asentamientos y las practicas que sujetos y comunidades despliegan para acceder a los servicios de la ciudad formal y para protegerse y cuidarse (securización cotidiana). Tampoco se ha abordado de manera suficiente cómo el Estado moldea la relación entre la ciudad formal e informal mediante el rol que juega en estos procesos de reconfiguración del espacio habitado.Pregunta de investigación¿Cómo practicas cotidianas de protección y cuidados que se despliegan de manera cotidiana en asentamientos informales (campamentos) frente a violencias y riesgos percibidos se imbrican con la búsqueda de acceso a la ciudad formal al mismo tiempo que reconfiguran el espacio habitado?Resumen de la Ponencia:
En las últimas décadas, las infraestructuras han estado en el centro de múltiples dinámicas y tensiones relacionadas con el proceso acelerado de urbanización y sus impactos medioambientales, geopolíticos y sociales. En este contexto, emergió un renovado interés por ellas en los debates públicos y académicos, cuestionando cada vez más la manera en que las infraestructuras se relacionan con los espacios urbanos desde múltiples aproximaciones tanto sociales y antropológicas como de ecología política. En efecto, el splintering urbanism de Graham & Marvin (2001) provocó un importante cambio de percepción, denominado infrastructural turn, al proporcionar un marco de análisis de las complejas interacciones entre las redes de infraestructura y los espacios urbanos. Las dinámicas socio espaciales que subyacen el splintering urbanism han generado así un amplio campo de investigaciones y debates revelando como las infraestructuras no se limitan a ser solo soportes de flujos o recursos, sino que son mediadores del poder social, político y económico que refuerzan las desigualdades sociales existentes y producen nuevas formas de disparidad (Monstadt 2009; Moss 2020; Wiig et al, 2022). Desde esta perspectiva, la infraestructura, lejos de ser un artefacto estático, se revela como algo intrínsecamente procesual y relacional siempre en devenir. Más allá de la pregunta "¿qué es la infraestructura?" el marco de análisis del splintering urbanism nos invita así a preguntarnos "¿qué hace la infraestructura en término de diferenciación social y desigualdades?" (Wiig et al, 2022). Si la propia infraestructura está en constante cambio, su aproximación crítica y el estudio de sus efectos también deben evolucionar constantemente. Se observa así en los estudios sobre infraestructuras un creciente número de etnografías que hacen hincapié en la diversidad de experiencias vividas de las infraestructuras y en las múltiples formas en que estas se entrelazan con los hábitos sociales y acciones de las personas (Simone, 2004, 2014, 2018). Ello está en línea con el aporte de ciertos autores que invitan a contextualizar el meta relato de Graham y Marvin sobre las políticas de infraestructuras y sus consecuencias sociales El estudio de los efectos de un nuevo enlace de autopista con peaje en Santiago de Chile abunda en este enfoque poniendo en evidencia el encadenamiento entre estas grandes obras y sus impactos físicos, sociales, económicos y políticos. El análisis muestra claramente cómo la mejora de los servicios y redes primes ofrecidos a un grupo específico de la población puede degradar la situación de otros grupos invisibilizados y, por tanto, aumentar las desigualdades e incluso profundizar la fragmentación socioespacial que opera en los territorios urbanos. Esta constatación permite demostrar como una mirada más atenta de las implicancias de una infraestructura a escala local permite descifrar las dinámicas de precarización potenciando aún más el fenómeno del splintering urbanism.Resumen de la Ponencia:
Este texto tem como finalidade analisar a capacidade técnico-administrativa e política do governo municipal de Chapecó e de Florianópolis, cidades localizadas em Santa Catarina, Brasil, em formular e implementar a política urbana por meio dos Conselhos da Cidade (CONCIDADE), no período de 2015 a 2019, considerando os princípios do Estatuto da Cidade de 2001 e a política nacional de desenvolvimento urbanoimplantadas pelo governo federal, por meio do Ministério das Cidades, a partir de 2003. Diante do protagonismo dos municípios na instituição das políticas públicas no contexto da descentralização político-administrativa no Brasil e de redemocratização, desde a Constituição Federal de 1988, verificamos a capacidade da administração municipal em executar as políticas urbanas com a participação da sociedade civil e com uma estrutura técnica-administrativa e política adequada.A teoria e alguns autores que embasam a nossa discussão são o neoinstitucionalismo (Peter Evans, Dietrich Rueschemeyer e Theda Skocpol, 1985), capacidades estatais (Pires e Gomide; 2014 e 2016, Tilly 1975, Skocpol 1979) governança (Pires e Gomides, 2016; Osmont,1998; Boschi, 1999; Santos Junior, Azevedo e Ribeiro, 2004, Côrtes, 2005) e desenho institucional (Lüchmann (2002).Relativamente ao arranjo político-institucional dos CONCIDADES, conclui-se que ele apresenta limitada capacidade técnico-administrativa para implementação da política urbana de Florianópolis e Chapecó. Isso se deve, elementarmente, à insuficiência de funcionários para uma boa condução dos procedimentos necessários na coordenação e implantação da política urbana; à escassez de equipamentos e de estrutura compatível com a demanda dos trabalhos; à predominância de atendimento de pautas processuais e não de demandas políticas; à dificuldade na intersetorialidade e interação das políticas públicas urbanas.Os Conselhos da cidade também revelaram uma baixa capacidade política no seu arranjo institucional. Mesmo com um desenho institucional participativo de composição plural, com representantes do Estado, sociedade civil e do mercado, demonstram o domínio dos representantes dos interesses do mercado imobiliário, da construção civil e do poder público, inclusive com a defesa de seus projetos por parte do governo local que não tem apresentado um compromisso político em torno da implementação da política urbana dos municípios a partir dos princípios e diretrizes do Estatuto da Cidade, deixando de promover o direito a cidades sustentáveis e a espoliação urbana.Na pesquisa foram examinados documentos produzidos pelo Ministério das Cidades e pela Secretaria de Desenvolvimento Urbano de Chapecó e o Instituto de Planejamento Urbano de Florianópolis (SC) como leis, regimentos, regulamentos, atas, relatórios. Também foram realizadas entrevistas com os gestores do poder público e segmentos da sociedade civil que participaram do processo de implantação dos Conselhos e estão envolvidos na execução das suas atividades.Resumen de la Ponencia:
Varios son los aspectos que determinan la manera de percibir nuestro entorno: educación, género, edad, condiciones de vida, actividades, relaciones sociales (tipos y profundidad), momentos históricos-coyunturales que toca vivir (locales y globales), hábitos y prácticas de vida, además de otros elementos, llevan a tener una imagen o representación del espacio donde se habita en la ciudad. Por otro lado, la incidencia de actores sociales con acciones favorables (con ejecución de políticas públicas, programas sociales, organización social) o hechos lamentables (actos criminales, desastres, conflictos), conllevan transformaciones en la configuración urbana y los imaginarios del espacio, contribuyendo en resignificar las ideas sobre el lugar que se habita, ya sea de manera positiva o negativa. Con este trabajo damos cuenta de dos contextos urbanos ubicados en la misma ciudad (Zona Metropolitana de Guadalajara), pero diferenciados en su conformación socioterritorial e histórica: la colonia Constitución, ubicada en el municipio de Zapopan, y Lomas del Mirador, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga (la primera fundada a mediados del siglo XX y la segunda, en la primera década del siglo XXI). Pero que ambos lugares han tenido en común una historia asociada a la violencia y con ello a un estigma social del espacio, que les acompaña desde que existen en la ciudad. Debido a la presencia de pandillas, homicidios violentos, el control por el espacio de grupos delictivos, y recientemente por desaparición forzada y fosas clandestinas en la segunda. Comprender espacios urbanos particulares, como los señalados, permitirá profundizar y complejizar el análisis de elementos que convergen y determinan la idea de un lugar; no solo sobre la estructura urbana que observa, también sobre las memorias y sentimientos que provoca el lugar, las relaciones y conflictos que se entretejen dentro y fuera del mismo. Se dará cuenta de cómo se resignifican las ideas sobre los espacios y de quienes las habitan, pero también de las acciones que conllevan al bienestar, la nulificación o deterioro del mismo en las personas que habitan la ciudad. Partimos de la etnografía de los lugares y las experiencias de vida de las personas que habitan las colonias, pero también del análisis secundario de datos sociodemográficos y sobre violencia.Resumen de la Ponencia:
Nuestro artículo propone analizar la morfología que asumen los procesos sociales que construyen históricamente los Núcleos Urbanos Segregados. Su contenido aborda la construcción social de un barrio guetificado(Ejercito de los Andes- Fuerte Apache) en el conurbano bonaerense a través de un trabajo coproductivo con quienes lo habitan. Desde allí se recuperan los cambios de época, donde los discursos de gubernamentalidad y las tecnologías de poder han modulado y modulan las formas del continuum de exclusión-extinción social.Poniéndose en tensión con las practicas biopolíticas emergentes del marco del manejo de la pandemia de COVID-19, la propuesta coproductiva posibilita la recuperación de una mirada colectiva y critica que, con implicancias sobre las matrices colectivas y subjetivas, contribuyendo a una mejor comprensión de estos procesos trazando puentes entre los diversos saberes que convergen en nuestros espacios.