Resumen de la Ponencia:
La problemática de la seguridad alimentaria como derecho humano, en cumplimiento de la propuesta de Naciones Unidas al Reto del Hambre Cero (OBJETIVO 2 – AGENDA 2030) fomenta la participación de un amplio conjunto de organizaciones, de movimientos sociales y de las personas, alrededor de una visión común. Cabe enfatizar que en el contexto de la pandemia COVID-19 la emergencia económica y social incrementó la demanda de alimentos de amplios sectores de la población.
El Banco Alimentario de La Plata (BALP) es una Asociación Civil sin Fines de Lucro con personería jurídica nacida en el año 2000 como el primer Banco de Alimentos de la República Argentina. Su misión es disminuir el hambre, la desnutrición y las malas prácticas alimentarias en la región, mediante el recupero de alimentos, para ser distribuidos en organizaciones que prestan servicio alimentario a sectores vulnerados, desarrollando acciones conjuntas con la sociedad. En la actualidad son 140 organizaciones sociales del Gran La Plata vinculadas (OSV)
En un contexto adverso como el pandémico, el desafío consiste en la continuidad en brindar el servicio alimentario. Indagamos sobre la capacidad organizacional relacionada con la identificación de nuevos donantes y/o proveedores de los materiales necesarios para preparar las viandas, el entrenamiento para minimizar los contagios y la capacidad de dar respuesta a las demandas de mayor número de comensales. Se analizan innovaciones que se instalan en el Banco Alimentario de La Plata y en las organizaciones que demandan sus alimentos como estrategia de trabajo en red en el Gran La Plata. El interrogante que se intenta responder tiene que ver con la capacidad organizacional de poner en juego e institucionalizar estas respuestas inventadas, copiadas o aprendidas por la organización en la resolución de los problemas que enfrentan y en contextos futuros. Es decir, en qué medida los miembros de los comedores y merenderos, en su gran mayoría mujeres, pudieron incorporar nuevos saberes para responder a los nuevos problemas, que nuevos desafíos tuvieron que enfrentar en estos procesos innovadores y, si estas nuevas soluciones fueron compartidas con los otros miembros del grupo de trabajo y en lo posible, institucionalizadas.
Introducción:
La problemática de la seguridad alimentaria como derecho humano supone la satisfacción de la necesidad de alimentarse adecuadamente independientemente de la condición de genero, edad, religión, etnia. Argentina, país productor de alimentos adhirió a la propuesta de Naciones Unidas al Reto del Hambre Cero (OBJETIVO 2 – AGENDA 2030) (Aguirre, 2020) que fomenta la participación de un amplio conjunto de organizaciones, de movimientos sociales y de las personas, alrededor de una visión común: erradicar el hambre. Cabe enfatizar que en el contexto de la pandemia COVID-19 la emergencia económica y social incrementó la demanda de alimentos de amplios sectores de la población, que ya había hecho crisis en los años anteriores como consecuencia del incremento de la pobreza (INDEC,2022; UNLP -Consejo Social 2018).
El Banco Alimentario de La Plata (BALP) es una Asociación Civil sin Fines de Lucro con personería jurídica nacida en el contexto de la gravísima crisis económica del año 2000 como el primer Banco de Alimentos de la República Argentina. Su misión es disminuir el hambre, la desnutrición y las malas prácticas alimentarias en la región, mediante el recupero de alimentos que no pueden ser comercializadas, pero que si pueden ser consumidas por las personas. Reciben donaciones de diversas instituciones con las que tienen convenio, y luego a través de un proceso estandarizado de rescate y recupero, depósito, pesaje y clasificación, estos productos son entregados a organizaciones sociales denominadas sitios de distribución de alimentos de diversas regiones (SDA), recibiendo como contraprestación una contribución simbólica por kilo entregado . En la actualidad son 140 organizaciones sociales del Gran La Plata vinculadas al Banco. Referimos, en su gran mayoría a organizaciones de la sociedad civil (Maroscia y Ruiz, 2021) surgidas en el marco de la crisis de principio del milenio con ya 20 años de trayectoria, y cuyo origen en general fue el de vecinas, insertas en sus comunidades, que se agruparon para dar respuesta a la necesidad de alimento de sus familias (Santarsiero, 2013; 2017).
En un contexto adverso como el pandémico, el desafío consiste en la continuidad en brindar el servicio alimentario. Indagamos sobre la capacidad organizacional relacionada con la identificación de nuevos donantes y/o proveedores de los materiales necesarios para preparar las viandas, el entrenamiento para minimizar los contagios o la repetición de ellos y la capacidad de dar respuesta a las demandas de mayor número de comensales. Se analizan innovaciones que se instalan en el Banco Alimentario de La Plata y en las organizaciones que demandan sus alimentos como estrategia de trabajo en red en el Gran La Plata.
Desarrollo:
Encuadre teórico
El interrogante que se intenta responder es ¿Cuáles y cómo fueron los procesos de innovación y aprendizaje organizacional de los SDA (140 comedores y merenderos) como parte de la red del Banco Alimentario de La Plata y del propio Banco en el contexto de la crisis sociosanitaria en pandemia?
Es decir conocer la capacidad organizacional de poner en juego, identificar e institucionalizar estas respuestas inventadas, copiadas o aprendidas por la organización en la resolución de los problemas que enfrentan en la actualidad y en contextos futuros (Antonacopoulou, 2006a, 2006b; Antonello y Godoy,2010; Aramburu y García, 2011; Fassio, Rutty, y Maroscia, 2021; Fassio y Rutty, 2020, 2017; Gore, 2003¸ Gore y Manzini, 2010; Moguel Liévano, 2011 , Perlo, 2011; Rutty y Fassio,2017; Wenger, 2000). En qué medida los miembros de los comedores y merenderos, en su gran mayoría mujeres en situación de pobreza (Pérez Sáinz,2019)., pudieron incorporar nuevos saberes para responder a los nuevos problemas, que nuevos desafíos tuvieron que enfrentar en estos procesos innovadores y, si estas nuevas soluciones fueron compartidas con los otros miembros del grupo de trabajo y en lo posible, institucionalizadas.
El concepto de red es central para el planteo del problema. Las redes son sistemas abiertos que posibilitan un intercambio dinámico entre sus integrantes que potencia los recursos que poseen, así como los diversos aprendizajes que hacen las personas y las organizaciones se multiplican cuando son compartidos en función de la resolución de los problemas comunes que enfrentan y la construcción de capital social (Dabas, 1998; Liebler, y Ferri, 2004; Forni et al., 2012) Las redes se definen como un conjunto seleccionado, persistente y estructurado de organizaciones autónomas que se vinculan para crear productos o servicios, sobre la base de contratos implícitos o explícitos (Sulbrandt, Navarretey Piergentili, 2007). Las redes se organizan por grupos de organizaciones que pueden pertenecer a distintos sectores (público-social-privado), generando alianzas con el fin de prestar servicios que de otra manera sería muy difícil generar. Se originan porque cada organización individual tiene un grado significativo de dependencia de recursos en relación con los otros miembros y todos en conjunto pueden llevar a término acciones que no podrían hacer individualmente.
Cabe destacar que las redes sociales son sistemas abiertos que posibilitan un intercambio dinámico entre sus integrantes que potencia los recursos que poseen, así como los diversos aprendizajes que hacen las personas y las organizaciones se multiplican cuando son compartidos en función de la resolución de los problemas comunes que enfrentan y la construcción de capital social (Dabas, 1998; Forni et al., 2012) .
El trabajar en red implica estrategias de auto organización que van acompañadas de procesos de desorganización, lo que conlleva a aceptar la capacidad de los sistemas para modificar sus estructuras cuando se producen cambios contextuales. Estos cambios sugieren no sólo la permanencia de la organización sino también nuevos aprendizajes, dado que las organizaciones que interactúan en red compartes pautas de interacción, flujo de recursos a partir de los intercambios en sentido lateral u horizontal, colaboración informal y comunicación recíproca (Sulbrandt, Navarretey Piergentili, 2007).
Dado que el aprendizaje organizacional supone un conjunto de valores que se organizan de modo tal que se pueda generar y utilizar el conocimiento (Vega Martínez, Martinez Serna y Párraga Montoya, 2019), los atributos individuales de los actores, el contexto en el cual ocurre el conocimiento y las características del conocimiento en sí mismo son factores que inciden la producción de aprendizaje organizacional. (Siciliano, 2017). Es por ello por lo que los lazos que componen las redes asesoramiento y de conocimiento se constituyen entre pares en base a parámetros comunes donde la confianza (Tilly, 2010) es un valor para considerar.
Encuadre metodológico
En esta ponencia se presentan los primeros resultados relacionados con las innovaciones y aprendizajes realizados en el marco de la pandemia COVID-19 tanto en el BALP y las organizaciones con las que trabaja en red (SDA- organizaciones de la sociedad civil que reciben los alimentos), así como la articulación de dichas organizaciones con áreas públicas estatales en contexto de emergencia.
En una primera etapa, durante 2019, se identificaron SDA referenciados por el BALP (muestreo accesible de 10) y se administraron entrevistas estructuradas y análisis de la documentación de los comedores y merenderos. A partir de ello se elaboraron informes por parte de los alumnos y alumnas de la cátedra de Sociología Organizacional como parte de las actividades curriculares.
En una segunda etapa, durante la pandemia, se realizó un nuevo contacto con los 10 SDA y con autoridades del BALP. Se realizaron entrevistas no estructuradas virtuales de aproximadamente una hora que fueron grabadas, , tanto a los referentes de los SDA como a las autoridades del BALP y luego fueron procesadas en Atlas.ti.
Hallazgos y discusión
Innovación y aprendizaje en la gestión del BALP en pandemia
Sin dudas la pandemia del COVID-19 y las diversas medidas que se tomaron para evitar los contagios (ASPO y DISPO), sobre todo, previo a la administración de las vacunas durante el implicó una situación de crisis e incertidumbre para la sociedad toda y en particular para la población vulnerable y las organizaciones cuya misión es la de aportar a la satisfacción de sus necesidades y mitigar la inequidades existentes. En este contexto, el mayor riesgo es la desaparición organizacional.
El BALP no solo no desapareció, sino que tuvo la capacidad de organizar el trabajo con mayor eficiencia. En 2020 los miembros del Banco y su conducción debieron afrontar una reducción de personal crítica ya que el plantel de trabajo se redujo a una cuarta parte. A partir de ello tuvieron que realizar una reasignación de las tareas de apoyo (administrativas, legales, recursos humanos, marketing, logística y producción) y reorganizar las actividades básicas (recepción, clasificación y distribución de alimentos) entre aquellas personas que en el ASPO se quedaron a cargo. Por otra parte, como parte de las medidas sanitarias de prevención surgieron nuevas actividades, como el envío de mercadería a domicilio de los SDA en lugar de que la mercadería se retirara en el BALP como había ocurrido hasta ese momento, por lo que tuvieron que diseñar rutas y tercerizar la logística.
Asimismo, hubo cambios en las relaciones interpersonales, ya que el objetivo central fue el de cumplir con la misión minimizando las posibilidades de contagio. A partir de 2021 se volvió al esquema de retiro de la mercadería en el BALP. Para lograrlo se diseñaron protocolos de espera y entrega como continuidad de las medidas de prevención sanitaria, lo que generó que el encuentro y las charlas que acompañaban esta actividad se vieran reducidas.
Respecto de las relaciones interorganizacionales, por un lado, se intensificaron los encuentros virtuales con responsables de otros bancos de alimentos que pertenecen a la Red de Bancos de Alimentos para compartir información, diagnósticos y estrategias de acción. Por otra parte, en cuanto a los donantes, si bien se debieron suspender los voluntariados corporativos, aumentaron las donaciones en alimentos de las empresas socias, así como surgieron nuevos donantes.
Los problemas y los aprendizajes de los SDA en el marco de la emergencia
Debido a la crisis económica y sanitaria, las personas que realizaban trabajos informales fueron especialmente afectadas. Por ello se incrementó la cantidad de personas que se acercaron a los SDA, así como su composición: ya no eran solamente niños y niñas y adolescentes sino que familias enteras solicitaban el servicio alimentario. Al mismo tiempo aparecieron una cantidad importante de comedores en clubes de barrio, parroquias y centros de jubilados y olllas populares, así como la formación de nuevos barrios vulnerables. Se triplicó la población y en algunos casos más.
Asimismo, se tuvo que cambiar la forma de distribución de la comida: ya no se pudo servir la comida en los SDA, no solo para evitar los contactos y por ende los contagios, sino también por no disponer de infraestructura para atender el incremento de asistentes. El sistema se modificó de modo tal que un integrante de la familia anotada en el comedor dejaba un envase de su propiedad a primera hora de la mañana y en función de la cantidad de viandas solicitadas el comedor cocinaba y envasaba para que la familia retirara y realizara la ingesta en su propia casa.
No se contaba con todos los recursos para minimizar el riesgo de contagio (barbijos, agua corriente y jabón, alcohol, distanciamiento social adecuado imposible en espacios pequeños). En esta situación, los contagios entre las voluntarias cocineras que preparaban las viandas se agudizaron por lo cual se tuvo que enfrentar el incremento de la demanda con menores brazos para hacer la tarea. El impacto en la salud se manifestaba en el miedo a enfermarse, que si bien persiste, aminoró con la vacunación
En algunas oportunidades los SDA no contaron con las materias primas necesarias para poder preparar las comida, ni con los lugares adecuados para dejar y luego retirar los envases para acarrear las comidas que las familias dejaban, ni con los móviles (transporte y combustible) que les permitieran el retiro de la mercadería del Banco. Por otro lado, si bien tuvieron apoyo de los actores estatales en sus tres jurisdicciones (local, provincial y nacional) manifestaron dificultades para el acceso al apoyo /dinero para la compra de mercadería/ alimentos/ logística y la realización de trámites para acceder a los recursos disponibles.
Entre las innovaciones puestas en juego destacaron la participación en redes de comedores del Gran La Plata y de otros actores comunitarios; la identificación de nuevos actores comunitarios; el acceso a experiencias de capacitación a partir de la información compartida en la red, tanto relacionadas con la manipulación de alimentos como a medidas de seguridad sanitaria, redes de comedores de la zona. En estas redes se obtiene información y recursos: se establecen sistemas de alerta por la aparición de recursos de todo tipo y se comparten, son espacio para sumar voluntarios, y también recursos materiales y capacitación. Estas redes, a su vez están en contacto con las fuerzas vivas de la comunidad (docentes de escuelas, agentes de salud, comerciantes, etc.) y constituyen una ayuda para la resolución de problemas.
Se reconoce el trabajo en equipo como una fortaleza que se acrecentó en la crisis. Asimismo, la metáfora que aparece repetidamente se relaciona con “la solidaridad de una familia”; el “amor fraterno entre compañeras” ; “la casa”; “la familia que protege y alimenta”.
Se evidencia además las fortaleza y recursos con los que cuentan los SDA que pertenecen algún tipo de apoyo institucional, en mayor medida los movimientos sociales y en menor medida los partidos políticos.
Las entrevistadas plantean como asignatura pendiente la necesidad de mayor acceso a capacitación, promoción de los equipos de trabajo y el acceso a un ingreso para todas las vecinas que colaboran en los SDA.
Conclusiones:
A pesar de lo crítico de la situación el BALP logró una gestión más eficiente, evitar los riesgos sanitarios y fortalecer los vínculos tanto con los SDA como con los otros bancos de alimentos para compartir problemas y estrategias de resolución.
En cuanto a su proyección en el futuro a partir de los aprendizajes incorporados, el desafío planteado es el de repensar el vínculo con la comunidad y volver a generar espacios de difusión de la labor que el banco realiza a partir de eventos, visitas a escuelas o de estudiantes al BALP, recuperar el voluntariado corporativo y continuar aportando en la emergencia sanitaria y fortalecer la red con otros bancos.
La percepción sobre el BALP es variable, algunos SDA lo consideran como un socio benefactor, pero para otros comedores no cumple con sus expectativas, por el tipo de alimentos que proveen. En algún caso se lo llama “el banquito”, de manera cariñosa, y en otro de los casos aparece como acreedores del BALP en la medida en que no tuvieron los recursos para pagar y ahora no pueden beneficiarse de su servicio. Es de esperar que esta percepción se conforme como un eje de trabajo por parte de los actores intervinientes en la red.
En este período el gran desafío para los SDA fue el de proveerse de elementos para el armado de las viandas. Si bien el estado, en sus diversas jurisdicciones, según los casos, hizo llegar mercadería de calidad diversa, fue necesario recurrir a otros posibles proveedores. El fortalecimiento de las redes existentes, la identificación de otros actores clave, la capacitación y la promoción de equipos de trabajo son centrales para la continuidad de la labor de los SDA.
Bibliografía:
Aguirre, P (2020). Una mirada a la alimentación en la pandemia desde el derecho a la alimentación adecuada. En J.P. Bohoslavsky (editor) Covid-19 y derechos humanos. La pandemia de la desigualdad, (págs. 253-268). Biblos.
Antonacopoulou, E. P. (2006a). The challenges and Prospects of learning-in-practice. Paper presented at the Conference at the University of Warwick, Coventry.
Antonacopoulou, E. p. (2006b). The relationship between individual and organiza. Management learning, 37 (4), 455-473. doi: 10.1177/1350507606070220.
Antonello, S y Godoy, A. (2010). A encruzilhada da aprendizagem organizacional: uma visão multiparadigmática Revista de Administração Contemporânea,14 (2) 310-332, http://producao.usp.br/handle/BDPI/6251
Aramburu, N., y García, V. (2011). La capacidad de aprendizaje organizativo como variable estratégica en el Siglo XXI. AECA: Revista de la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas(96), 3-5.
Dabas, E. (1998). Red de redes. La práctica de la intervención en redes sociales. Paidós
Fassio, A.; Rutty, M.G. y Maroscia, C (2021) Aprendizaje e innovación en las organizaciones de la sociedad civil y en la universidad asociadas en programas de extensión universitaria. RIO Revista de Internacional de Organizaciones 25-26, diciembre 2020-abril 2021, (103–123). https://doi.org/10.17345/rio25-26.103-123
Fassio, A. y Rutty M.G. (2020) El aprendizaje organizacional ¿una moda?, ¿una nueva forma de llamar un viejo fenómeno? , ¿o un elemento permanente de la vida de las organizaciones?. Avances en el campo de estudio. En M.L. Pagani y M. Manuele (coordinadores) La mirada organizacional. Enfoques y metodología para el análisis. Editorial de la UNLP ISBN 978-987-8348-49-0, págs.. 159-185. http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/102504
Fassio, A. y Rutty M.G. (2017) Hacia la identificación de dimensiones relevantes relacionadas con el aprendizaje organizacional. TRIOLOGIA. Ciencia T ecnología y Sociedad, 9 (16) 85-99 ISSN 2145 -7778 http://itmojs.itm.edu.co/index.php/trilogia/article/view/948
Forni, P., Castronuovo, L., & Nardone, M. (2012). Las organizaciones en red y la generación de capital social. Implicancias para el desarrollo comunitario. 8, 28.
Gore, E., & Mazzini, M. (2010). Hacer visible lo invisible. Granica.
Gore, E. (2003). Conocimiento colectivo. Granica.
INDEC (2022) Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urbanos. Segundo semestre de 2021 En https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_pobreza_02_21.pdf
Liebler, C., & Ferri, M. (2004). NGO Networks: Building Capacity in a Changing World (p. 75) [Report from a study supported by the USAID Bureau for Democracy, Conflict and Humanitarian Assistance.]. USAID, Office of Private and Voluntary Cooperation.
Maroscia C. y Ruiz P. C. (2021) Las Organizaciones de la Sociedad Civil en Época de Pandemia. Reflexiones hacia una Nueva Normalidad: ¿Nuevos Desafíos o Mismas Realidades? Ciencias Administrativas, 9, 17. Enero-Junio 2021. http://revistas.unlp.edu.ar/CADM
Moguel Liévano, M. de J. (2011). Aprendizaje organizacional: En busca del conocimiento reflexivo. Editorial Académica Española Perlo, C. (2011). Procesos de cambio colectivo, nuevos marcos de comprensión para aprender el holomovimiento. Revista venezolana de Informacion, Tecnología y Conocimiento., 81-96.
Pérez Sáinz, J. P. (2019). De la exclusión a la marginación social. Elementos de análisis. En La rebelión de los que nadie quiere ver. Respuestas para sobrevivir a las desigualdades extremas en América Latina (pp. 15-47). Siglo XXI Flacso.
Rutty, M. G. y Fassio, A.(2017). Gestionando el aprendizaje en organizaciones que educan en el marco de una innovación social en el campo de atención sociosanitaria. RELAPAE (7), pp 81-95. ISSN 2408-4573 http://revistasuntref.com.ar/index.php/relapae/article/view/26/66
Santarsiero, L. H. (2013). Los comedores comunitarios como fenómeno social, político y alimentario en la Argentina de los últimos treinta años: Una 'guía práctica' para su comprensión. Cuestiones de sociología, (9), 319-323.
Santarsiero, L. H. (2017). Estado, organizaciones de la sociedad civil y alimentación en el contexto de la pos convertibilidad. Comedores comunitarios en un barrio del partido de La Plata (Doctoral dissertation, Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación).
Siciliano, M. D. (2017). Ignoring the Experts: Networks and Organizational Learning in the Public Sector. Journal of Public Administration Research and Theory, 27(1), 104-119. https://doi.org/10.1093/jopart/muw052
Tilly, C. (2010). Transformaciones de las redes de confianza. En Confianza y gobierno (pp. 91-131). Amorrortu.
Vega Martínez, J. E., Martinez Serna, M. D. C., & Párga Montoya, N. (2019). Influencia del aprendizaje organizacional y los resultados de las Pymes. Investigación administrativa, 48(124), 0-0.
UNLP -Consejo Social (2018). Relevamiento de Sitios de Distribución de Alimentos en el Gran La Plata. Segundo semestre , año 2018. En https://unlp.edu.ar/consejo_social/se-presento-el-informe-sobre-los-sitios-de-distribucion-de-alimentos-en-el-gran-la-plata-11941
Palabras clave:
Seguridad alimentaria-organizaciones de la sociedad civil -aprendizaje organizacional