Resumen de la Ponencia:
En esta ponencia abordaré la reivindicación del cuidado colectivo entre mujeres en México, una forma de cuidado al que nombro
acompañamiento y que se da en un contexto específico de guerra, del feminicidio y de la feminización de la desaparición. Este cuidado ha tenido formas diferentes de darse pero ha potenciado posibilidades de colectivizar juntas llevándonos al momento actual en México en el que la frase “las redes de mujeres salvan vidas” tiene todo el sentido del mundo, no dejó de cobrar sentido en tiempos de pandemia, porque los cuidados colectivos y las redes de mujeres se afianzaron de formas inesperadas en estos años. Es preciso entonces plantear e hilar una serie de ideas de forma muy cuidadosa, esto con la finalidad de no inclinarme, sin querer, hacia un extremo peligroso: el de decir que el cuidado es algo que las mujeres y cuerpos feminizados hacemos o nos nace hacer de forma
natural. Esto procurando tampoco caer en una suerte imposición política del cuidado, sino pensarlo como algo elegido políticamente (aunque el acto de elegir implica situaciones contextuales y también poner en juego nuestra historia singular y colectiva), como un acto de autoafirmación por querernos cuidar y estar juntas. Y desde mi espacio situado nombro a este estar juntas y cuidarnos como
acompañamiento. La noción de
acompañamiento (no concepto), es una noción nunca terminada, es siempre cambiante y colectiva. La pongo en diálogo con el trabajo que he realizado en campo con Las Siemprevivas, en mi militancia en el Grupo de acompañamiento en memoria de Lesvy Berlín Rivera Osorio, con Samanta Zaragoza quien ha comenzado a pensar entorno al
acompañamiento, así como con las mujeres de la
Librería de Mujeres de Milán y
las Diótimas y reflexionar entorno a la noción
affidamento, palabra en italiano que es sumamente difícil de traducir al español pero que nos habla del cuidado entre mujeres desde otro lugar, fuera del mandato, y la posibilidad de tejer confianza con la otra como un vínculo afectivo que se produce a partir de gestos y prácticas colectivas. Esta noción me ayudará a tejer de forma más profunda la reciprocidad subversiva y la posibilidad de reivindicar el cuidado desde otro lugar, no desde el mandato, pero desde un espacio que potencia nuestra capacidad de lucha y de poner la vida en el centro en un México en guerra. Esta propuesta de ponencia surge de mi investigación de maestría con título tentativo: "Políticas afectivas de la piel delgadita: tramas de acompañamiento y trabajo de cuidados colectivos ante las violencias feminicidas para luchar por la vida en un México en guerra" que me encuentro realizando desde el seminario de investigación “Entramados Comunitarios y Formas de lo Político” de la BUAP.