Resumen de la Ponencia:
El tema es la actualización de la novela negra en una otra forma literaria en América Latina, en términos de una variación morfológica, lo que denominamos de “novela de la violencia”. Vamos a estudiar esta nueva forma literaria en autores de países latinoamericanos, concentrándose los análisis en obras publicadas a partir de 1990 (Elmer Mendoza, Anacristina Rossi, Fernando Vallejos, Ramón Díaz Eterovic, Ruben Fonseca, etc.).En la novela de la violencia, el "héroe problemático" abandona la escena y su lugar es ocupado por la disolución de los personajes: sería el contra héroe problemático que lleva el conflicto social al centro de la figuración literaria.En la novela de la violencia, no siempre hay detectives, pero los delincuentes son varios y solen pertenecer a las organizaciones criminales. El detective emerge como un ser falible, a veces en connivencia con el crimen organizado. Los muertos aparecen con alta frecuencia, incluso aparece el cuerpo torturado. En cuanto a la figura femenina, en la novela de la violencia, la mujer es ambigua, a veces víctima, a veces de gran poder, incluso en el tráfico de drogas (las capisas). A su vez, los temas de dinero, sexo y violencia se condensan, y también combinan micropoder y macro-poder: los capos, los policías, los capitalistas y los políticos. La lección de esas novelas es la angustia y el nihilismo: la muerte anunciada se inscribió en el curso de la vida de los jóvenes, suprimiendo el futuro, en un mundo sin destino. Tal vez lo único que queda del humano sea el amor de los personajes, desesperados y frágiles, o a la vez el erotismo femenino – como en Anacristina Rossi -, como la búsqueda de una sociabilidad no violenta, aún que se revele llena de sentido trágico.Esta producción novelística podría ser percibido como figuración de un proceso de relaciones de poder difusas de la sociedad, reproduciendo una cultura de la violencia en la cual la violencia es una norma social legítima. Las novelas de la violencia son la expresión de una cultura de la violencia socialmente legitimada y presente en la era de la mundialización de conflictividades en América Latina: serian la expresión de una tragedia de la modernidad tardía.