Este ensaio de aporte teorético propõe-se subsumir o tema da angústia enquanto uma potência para se pensar a educação em uma sociedade em crise permanente, de maneira muito especial, no contexto da lógica da globalização do mercado, onde se encontra a confluência de crises com proporções globais: a pandemia, o aquecimento global, os refugiados de guerras, os sobreviventes da pobreza e da miséria nos vários hemisférios e, por agora, a guerra no leste europeu entre Ucrânia e Rússia. As conexões Educação, Escola e Sociedade são indissolúveis e, no contemporâneo, elas se configuram ainda mais agravadas. Os sintomas de uma sociedade se por um lado se manifestam na emergência das diferenças, diversidades e pluralidades, por outro, dialeticamente falando, se manifestam nas neuroses, necroses e mal estar nas/das massas. A violência como linguagem real em suas inúmeras formas – suicídio, homicídio, feminicídio, genocídio etc. – se apresenta como o enigma não compreendido em sua raiz pelos diferentes campos de saberes. Ora, neste contexto, tem lugar o tema da angústia que é problematizado no campo da filosofia desde Kierkegaard até Heidegger e, na Psicanálise, em Freud, Klein, Lacan, Dolto. Neste trabalho, ela é o elemento potencializador para se perspectivar a Educação e a tarefa primordial da Escola como a salvação do humano desde as formulações kiekegaardeanas nas obras O Conceito de Angústia e Temor e Tremor. Assim, a hipótese é que há muita angústia desperdiçada. Tomá-la, então, como transfundo para se pensar uma Educação e uma Escola como sendo o campo e o lugar privilegiados, onde desde a angústia o conhecimento, a leitura de mundo, a tomada de posição são processos decisivos da existência humana. Neste horizonte, fazem-se necessários uma Dialética dos sentidos, Dialética da inteligência/razão, Dialética da vontade e Dialética do desejo.
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Bullying a la niñez trans en las escuelas chilenas y sus efectos en los cuerpos disidentes
Pese al aumento de la preocupación pública por la inclusión de personas de sexualidades disidentes en los entornos escolares, en Chile se mantienen las prácticas de bullying y de violencia en las escuelas, tanto entre pares como desde profesores/as y directivos/as. El mundo educativo se enmarca en una matriz binaria, heteronormativa y patriarcal que tiene una eficacia simbólica y directa en el tratamiento que se da a niños/as LGTB en su cotidianidad, y que afecta, especialmente en los últimos años, a la niñez trans. A partir de un estudio cualitativo se visualizan las vivencias de rechazo, acoso y violencia que experimentan niños/as trans en las escuelas, como también las consecuencias negativas en las trayectorias de vida de éstos/as y en sus procesos de subjetivación e identificación. Asimismo, se exponen diferentes formas de control, disciplinamiento y normalización de los cuerpos trans dentro de las escuelas.
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Educación superior y desigualdad educativa: características sociales y culturales de los estudiantes (Universidad de Guanajuato, Campus León, México)
Retomando algunas ideas de Bourdieu y Passeron sobre el origen social, el género y el capital cultural, en esta ponencia nos interesa presentar algunas reflexiones sobre las condiciones socioeconómicas y de estudio que caracterizan a los estudiantes de educación superior de una universidad pública. Con base en los resultados de una encuesta por cuestionario que se aplicó con el fin de captar información sobre el perfil socioeconómico, cultural y prácticas académicas de los jóvenes universitarios que asisten en el Campus León de la Universidad de Guanajuato, podemos observar algunas características acerca de quiénes son y cómo aprenden los jóvenes universitarios, las prácticas de estudio según su condición de estudiante, la diversidad de situaciones que ejemplifican y cómo se enfrentan o se adaptan a las condicionantes institucionales. Estos primeros resultados nos van dando claridad sobre la diversidad de perfiles socioculturales y académicos de los jóvenes estudiantes universitarios, de las condiciones de estudio que tienen en el hogar y en la institución escolar. A partir de ello, presentamos algunas reflexiones en torno a los retos que enfrentaron y enfrentan los estudiantes (y la comunidad universitaria) en el momento en que se establecen las medidas de contingencia sanitaria COVID-19 en la institución, tales como la necesidad de utilizar las tecnologías de la información y comunicación para la impartición de clases en línea, o cómo atender la situación de rezago o deserción así como las implicaciones que tendrán para la implementación de cambios en la educación superior.
Introducción:
La pregunta inicial de la cual partimos es acerca de cuáles son los factores condicionantes que nos permiten comprender los diferentes resultados de éxito o fracaso escolar que se observan entre los estudiantes de nivel superior. El análisis de la educación superior lo abordamos desde una perspectiva sociológica, que, sin dejar de tener presente la complejidad de la educación como proceso social y cultural, tratamos de comprender las condicionantes que enfrentan los estudiantes y los procesos de socialización académica universitaria durante su ingreso y permanencia en la universidad.
Consideramos que existen condicionantes en cada una de las diferentes situaciones estudiantiles, vinculadas con el origen social, el género, la institución educativa, las formas de relación y experiencias que viven durante su estancia en la escuela, la valoración que le otorgan a los estudios universitarios y de cómo vislumbran su futuro profesional y laboral.
Desarrollo:
Educación Superior: La Formación y El Habitus Académico
Entendemos la educación, en general, y la educación superior en particular, como un proceso social de transmisión cultural y de la experiencia social, de una generación a otra, a través del cual los individuos en formación se encaminan a lograr el dominio de la herencia cultural[1] de la sociedad en que viven. Mediante la educación se mantiene viva la tradición heredada y es, al mismo tiempo, fuente de renovación; varía en el tiempo y adopta formas distintas en el espacio; refleja la escala de valores de la sociedad, así como la relación que se da entre los cambios de la estructura social y los sistemas escolares, cambios que a su vez influyen en las doctrinas pedagógicas, formas de organización y procesos educativos. (cfr. Azevedo, 1997, p. 92; Durkheim, 2003, p. 63; Salmerón, 2003, p. 25)
Bourdieu y Passeron (2008) señalan que:
Un sistema de educación está investido de funciones múltiples e inconmensurables y es el encargado de producir valores por referencia a los que la sociedad ha producido, y que los grupos que la componen incorporan en su representación de la cultura (p. 98)
El sistema educativo de cada país ha ido evolucionando históricamente en función de sus características sociodemográficas, económicas, políticas y culturales, y en vinculación con el entorno educativo mundial. El sistema educativo mexicano se estructura en tres niveles: el nivel básico, el nivel medio superior y el nivel superior. En cada nivel se encuentran instituciones educativas tanto públicas como privadas.
El nivel de educación superior, tradicionalmente, se le ha vinculado con el desarrollo económico y social del país, así como con los procesos de movilidad social ascendente. Entre las funciones que se le asignan y que ha caracterizado a la educación superior es que atiende a las nuevas generaciones dotándolas de insumos culturales para su integración social, la formación especializada, la habilitación y desarrollo de sus capacidades para la incorporación al mercado laboral, que implica el aprendizaje de tareas profesionales definidas según la disciplina y campo de conocimiento, a la vez que les otorga cierta identidad profesional. (cfr. Casillas, 2000). Las otras funciones que se le atribuyen es la generación, la difusión y acreditación del conocimiento[2], además de la vinculación con los denominados sectores social y productivo, dado que en el nivel de la educación superior se reconoce como valor dominante el saber. En la universidad, como institución socializadora, se da la adquisición de cierta cultura social y la construcción de roles e identidades académicas.
Para Bourdieu y Passeron (2008) el sistema de educación superior se encuentra estructurado en torno a un sistema jerárquico y de prestigios. Estos autores afirman que el sistema escolar reproduce las diferencias y que en la educación superior se da una selectividad social. Son pocos los que acceden al nivel superior de enseñanza. Entre los determinantes sociales del éxito escolar señalan el acceso a la educación superior, pues es un indicador que distingue a estos estudiantes por haber tenido éxito en su trayectoria escolar previa, así como el medio de origen el cual se caracteriza por la diversidad y el capital cultural heredado. Entre los principales que juegan para el ingreso universitario están los académicos, por medio de una prueba o examen se truncan una cantidad de trayectorias. Tiene un papel importante la cultura previa a la vez que refiere a las condiciones socioeconómicas que les han permitido a los estudiantes llegar a donde han llegado y a los ambientes culturales de los que son originarios y que los han dotado de la manera de percibir el mundo y de estar en la universidad (Bourdieu, 2009; Bourdieu & Passeron, 2008;1981)
En la escuela, los alumnos deben asimilar un conjunto de conocimientos y técnicas que no son disociables de su clase de origen. No obstante, juega a su favor el capital cultural adquirido. En las universidades e instituciones de educación superior se da una acción homogeneizadora en cuanto al tipo de formación y de especialización. Los estudiantes aprenden la profesión. Bourdieu (1981) señala que el grado de productividad específico de todo trabajo pedagógico, que no sea el realizado por la familia, está en función de la distancia que separa el habitus que tiende a inculcar -dominio académico de la lengua académica- del habitus que ha sido inculcado por todas las formas anteriores de trabajo pedagógico y el inculcado por la familia -dominio práctico de la lengua materna-. La inculcación de este habitus académico o cultura escolar está en relación entre sistema educativo y el origen social. Los contenidos de la enseñanza superior son importantes, definen la idea del hombre que se debe ‘producir’, la pregunta es qué enseñar y cómo, qué tipo de formación se debe de dar en el nivel de educación superior, si el hombre del mañana debería tener una cultura politécnica o una simple cultura técnica y afirma que al darse una formación más especializada se da una pérdida de la unidad del saber y visión del conjunto (Bourdieu, 1981; Bourdieu & Passeron, 2008; Tapia & Yurén,2002, p. 86), esto ha derivado en un debate acerca de a qué se debería de dar prioridad en la formación en el nivel superior de educación o a la instrucción o a la educación integral.
Pero no sólo es hablar de los contenidos de la enseñanza y de los fines profesionales de la formación, sino también considerar las diferentes formas de enseñanza, los diferentes tipos de acción y de relación pedagógica las cuales deberían tener presente el rendimiento diferente según el origen social y condición de los estudiantes. Para Bourdieu una pedagogía realmente racional (democrática) está subordinada al conocimiento que se obtenga de la desigualdad cultural socialmente condicionada, a la decisión de reducirla y a los costos elativos que ello implica (Cfr. Bourdieu & Passeron, 2008, p. 111)
La Socialización Académica de los Estudiantes y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs)
La socialización académica en la universidad enfrenta retos en el cambio de los sujetos de aprendizaje, de las presiones y opciones que se les presentan. Los procesos de integración a las profesiones y disciplinas se dan con la coherencia del lenguaje académico propio y especializado de la profesión, estructurado sobre la base de los conocimientos que son objeto de aprendizajes y sus dominios adquiridos en un ambiente generado en sus espacios de interacción cotidiana en la escuela y aprendizaje de los códigos, normas y mecanismos que estructuran las profesiones (Casillas, 2000, p. 162-170).
Sin embargo, las políticas y acciones, los planes de estudio y la reglamentación escolar de la institución universitaria están construidos sobre la figura del estudiante de tiempo completo, pocas veces son considerados los rasgos generales de los estudiantes, su socialización y problemáticas que enfrentan. No se toma en cuenta que es un joven con sus propios procesos de identificación y expectativas, en los que entran en juego la familia e hijos, la feminización, el trabajo, en esos procesos identitarios (Casillas, 2000, p. 169; De Garay, 2003). Además, los procesos de socialización universitaria están en estrecha relación con su trayectoria social y experiencias de vida. Las experiencias juveniles no deben desarticularse de las experiencias de otros sujetos con los cuales interactúan en el proceso de socialización, en particular cuando se trata de los habitus y acciones en las cuales se estructuran estratégicamente trayectorias sociales (Lima, 2015, p. 8-10; Zavaleta, 2020, p. 204).
El aprendizaje de las normas específicas de la universidad requiere tiempo y esfuerzo de deconstrucción de la experiencia vivida. Los estudiantes aprenden a dominar las reglas de la cotidianeidad universitaria, donde predominan las prácticas tradicionales y compartir itinerarios, roles y posiciones como aprendices. Bourdieu señala que sólo se da una estancia, pero no se da una integración social (Bourdieu, 2009; Casillas, 2000, p.164).
Además, con el avance de la ciencia y la técnica, la socialización y cultura universitaria enfrenta el reto de la adaptación a los nuevos tiempos. Aparece lo relacionado con el acceso y uso de las tecnologías de la información y la comunicación cuya enseñanza y aprendizaje pasan a formar parte de la formación básica requerida para el desarrollo del trabajo intelectual. Esto tiene implicaciones tanto institucionales como en la comunidad universitaria en cuanto su conocimiento, incorporación, aplicación y evaluación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, cuidando que no se amplíe la brecha tecnológica existente entre instituciones educativas y entre países. Además, hoy en día, el conocimiento experto de la universidad rivaliza con nuevas fuentes de información, como el internet, que desplaza la centralidad de la universidad en la difusión de los conocimientos. También la universidad ya no es el único espacio donde se forma para el trabajo ni donde se otorgan credenciales que habilitan en oficios especializados. Esto plantea nuevamente la cuestión no sólo en cuanto al tipo de formación integral o instructiva, sino a los contenidos de enseñanza, las formas de enseñanza y aprendizaje y qué tipo de formación se requiere para la incorporación al mercado de trabajo según los perfiles laborales para cada campo de desempeño. Así también como lo relacionado con la brecha tecnológica y el presupuesto requerido para atenderla.
Condiciones Socioeconómicas y de Estudio de los Estudiantes de Educación Superior
En nuestro interés por comprender por qué existen diferentes resultados en las trayectorias académicas de los estudiantes de nivel superior, se aplicó una encuesta por cuestionario[3] para tener un acercamiento sobre el perfil sociocultural y académico que caracteriza a los estudiantes de licenciatura del Campus León de la Universidad de Guanajuato y captar la información relativa a la vida académica u prácticas de estudio de los estudiantes. Se captó información de las licenciaturas de dos de las tres divisiones que conforman el Campus, entre los años de 2018 y 2019.
Se levantaron 580 cuestionarios. De los estudiantes que contestaron el 59% fueron hombres y el 41% mujeres. Con un promedio de edad en general de la muestra de 21 años, la moda es de 19 años, que los ubica en la generación de jóvenes. Del total, el 74% corresponde al área de ciencias e ingenierías y el 25% al área de ciencias sociales. Los programas de licenciatura en la División de Ciencias e Ingenierías son la licenciatura en física, ingeniería biomédica, ingeniería química sustentable e ingeniería física; los correspondientes a la División de Ciencias Sociales y Humanidades son sociología, antropología social, administración pública, trabajo social y cultura y arte. Son áreas disciplinares contrastantes entre sí, pero al interior de éstas también se observan grandes contrastes.
De la población estudiantil el 94% reportan estar solteros, los casados figuran en el 2.2%, en unión libre el 1.2% y divorciados el 0.7% del total. Los estudiantes con hijos representan el 3% y el 7% señala que es proveedor económico en sus hogares. Un aspecto que resalta es que el 64% de estudiantes son apoyados económicamente por sus padres o algún miembro de su familia, entre los que se encuentra la madre, hermana o hermano mayor, tíos, abuelos, como los mencionados. Hay alumnos que reportan tener una beca, siendo la más citada la beca PRONABES. El 68% de los y las estudiantes definen sus recursos económicos para el desarrollo de su educación cómo suficientes; el 20% los definen como insuficientes.
En cuanto a la condición de estudiante, el 23% se puede considerar que no son de tiempo completo, pues reportan estar trabajando. De los estudiantes que trabajan, el 16% indica que su trabajo no tiene relación con su carrera, se ubican más en el área de ciencias sociales, algunas de las ocupaciones reportadas son trabajar en restaurante o negocio de comida, en el área de ventas o de servicios al cliente, en el área de mostrador, cajero o cajera, asesor telefónico, chofer de taxi. Los estudiantes que indican que su trabajo sí tiene relación con su carrera representan el 5% del total de alumnos que trabajan, que se sitúan más en el área de ciencias e ingenierías, entre los que sobresalen los de la licenciatura en ingeniería biomédica, siendo las ocupaciones reportadas la de mantenimiento de equipo médico, clases de cómputo, de física o de matemáticas, auxiliar de ingeniero químico, o venta de químicos y material de laboratorio.
El 60% de estudiantes señala que la estructura del ciclo escolar permite cubrir el programa y realizar otra actividad universitaria, sin embargo, hacen hincapié en que esto no les permite trabajar.
La familia de origen y capital cultural heredado o incorporado se captó sobre la escolaridad de los padres. Respecto a la escolaridad del padre, el 24% tiene licenciatura, el 12% estudios de secundaria y, aunque es un porcentaje no significativo, hubo estudiantes que reportaron padre sin estudio alguno y padre con doctorado; en referencia con la escolaridad de la madre, el 17.7% tiene licenciatura, el 10.1% bachillerato o estudios técnicos, también se reporta madre sin estudios, y madre con estudios de doctorado. Cabe señalar que los y las estudiantes con padres cuya escolaridad es alta predominan más entre los que estudian en el área de ciencias e ingenierías. Además, es una generación que reporta tener hermanos con estudios superiores o que están estudiando (57%).
Respecto a la formación previa, es notorio ver que, aunque la mayor parte de los estudiantes en estas dos divisiones del Campus León cursó un bachillerato instituciones públicas (61.1%) surge un porcentaje de estudiantes (38.9%) que cursaron el bachillerato en instituciones privadas, y otro (1.7%) que reporta haber cursado un bachillerato en modalidad abierta.
Las condiciones y materiales de estudio en casa también son importantes en el desarrollo escolar, el 73.4% vive en una casa propia; el 24% reporta contar con un espacio en su vivienda destinado para la biblioteca. Es notorio que un porcentaje importante (40%) de los y las estudiantes indican no contar con un espacio privado para estudiar y/o realizar los trabajos escolares; de los que sí tienen este espacio de estudio, lo ubican en su dormitorio o habitación propia. En relación con los materiales o recursos con que cuentan para estudiar se enlista a continuación los porcentajes que muestran las carencias. Se tiene que el 12% no cuenta con un escritorio, mesa o restirador, el 62% no tiene equipo de cómputo de escritorio, el 17% no cuenta con laptop, el 52% no tiene impresora, el 11% no tiene conexión a internet fijo en su casa, el 51.5% no tiene libros especializados, el 57% no tiene enciclopedias, el 31% no cuenta con diccionarios, el 46% no tiene libreros. Hay un 49% que indica que siempre utiliza el internet para obtener las lecturas y materiales para estudiar, el 56% siempre realiza las lecturas, tareas y trabajos escolares en casa, con respecto a este último aspecto es importante señalar que un 3.6% indica que siempre lo hace en el trabajo y un 4.5% lo hace en el transporte.
La adaptación a las prácticas de estudio del nivel superior, como parte de su proceso de socialización e integración académica, el 77% considera que la exigencia académica en el nivel de licenciatura ha cambiado mucho con respecto al bachillerato, el 69% valora sin cambio su ambiente social y cultural a partir de su ingreso a la universidad y el 60% de los estudiantes encuentra satisfechas sus expectativas sobre la carrera que está estudiando.
Con respecto a su permanencia y trayectoria académica, el 81% cursan la misma carrera que iniciaron. Pero un 28% reporta no estar cursando la carrera con el grupo que ingresó. Otro aspecto de la socialización académica universitaria es en relación con las prácticas cotidianas y tareas escolares, así como la relación profesores-estudiantes. Alrededor del 55% de los estudiantes señaló que asiste a clases, puntualmente, escucha a los y las docentes y toma apuntes. En referencia al cumplimiento de actividades y tareas de aprendizaje, alrededor del 80% lee la bibliografía del curso, realiza resúmenes de sus lecturas, esquemas, diagramas, fichas, notas al margen y subrayados; los libros los obtiene de la escuela o los baja de internet. El tiempo invertido en la realización de tareas y actividades de aprendizaje va de una hora a 10 horas a la semana, que realiza individualmente. Un tercio de los y las estudiantes señalan que los profesores casi nunca les regresan los trabajos con correcciones o comentarios. Una gran mayoría indica que los y las docentes usan como estrategia didáctica la exposición en clase y el uso del pizarrón, asisten a clases puntualmente, son claros al exponer, son accesibles al trato y muestran conocimiento de la materia. De igual manera, refieren que la calificación final es producto de evaluaciones periódicas y con varios criterios de evaluación.
Resulta paradójico que, aunque la mayoría valora como bueno los servicios e infraestructura que la institución les ofrece como de la biblioteca, material bibliográfico, los talleres, las salas de conferencia, el equipo audiovisual, el centro de cómputo, entre otros, la frecuencia con que asisten o hacen uso de alguno de ellos es muy baja.
Estos son algunos de los resultados que nos muestran las condiciones de estudio y materiales con los que se apoyan los estudiantes para realizar sus trabajos y tareas académicos. En cuanto que las carencias son las que se hicieron manifiestas en el momento en que se establece la contingencia sanitaria por el COVID-19
La Universidad de Guanajuato y la comunidad universitaria frente al COVID-19
A partir de la declaración de la pandemia COVID-19 en México, el 14 de marzo de 2020, se establecieron medidas sanitarias para hacer frente a la continencia acorde con los lineamientos emitidos por la Organización Mundial de la Salud. Una de las medidas regulatorias fue la suspensión de actividades económicas consideradas como no esenciales y la población debería de mantenerse en sus casas como medida de prevención al contagio, pues se desconocía el comportamiento epidemiológico del virus, que se mostraba como altamente contagioso y con alto índice de letalidad. La Secretaría de Educación Pública, en acuerdo con la Comisión Nacional de Salud, estableció la suspensión de clases presenciales a partir del 20 de marzo con retorno el 20 de abril en las escuelas públicas de educación básica (kínder, primaria y secundaria) a la que se sumaron todos los niveles de escolaridad (medio superior, superior y posgrado), así como las escuelas particulares. Con respecto a la educación superior la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones d Educación Superior (ANUIES) asume un acuerdo nacional el 24 de abril del 2020 para hacer frente a la emergencia sanitaria, señalando que se reitera la continuidad de cursos de manera equitativa e inclusiva, identificando y atendiendo a la población estudiantil que se encuentra en desventaja económica.
El cambio trascendente fue la suspensión de clases de manera presencial, lo que impactó a la institución y comunidad universitaria en general (estudiantes, profesores, administrativos, autoridades) e implicó enfrentar una serie de retos, cambios y ajustes en los ámbitos académico y administrativo, principalmente en lo relacionado al acceso, uso y aplicación de las tecnologías de comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como en el ámbito de trabajo y, como consecuencia, en el medio familiar.
Algunas instituciones de educación superior estaban preparadas y otras no para, en lo posible, hacer frente a esta situación. Cada institución estableció varias estrategias para llevar a cabo las actividades académico-administrativas de la manera más normal y lo mejor posible. En la Universidad de Guanajuato se emitió un comunicado institucional en el que se informaba a la comunidad universitaria sobre la suspensión de labores por 30 días, nadie esperaba la duración[4] que realmente tuvo esta situación de contingencia sanitaria. Con la no presencialidad, las clases frente a grupo y la relación profesores estudiantes se volvió, necesariamente, virtual (on line) y se tuvo que hacer uso de las tecnologías digitales de la información y la comunicación. Entre las medidas emergentes que involucraron de manera más directa a los profesores y estudiantes están las siguientes:
A los profesores se les pidió que prepararan sus cursos en línea, lo que implicó digitalizar el programa del curso en el aula virtual en la plataforma digital de la Universidad de Guanajuato (Moodle), para lo cual se impartieron cursos de capacitación para el uso de la plataforma a profesores y estudiantes y estableciendo un área de apoyo técnico[5], cuyos integrantes elaboraron tutoriales para la digitalización de los cursos y manejo de la plataforma como apoyo a la práctica docente. Al mismo tiempo, se dieron cursos básicos de capacitación a docentes y estudiantes para el manejo de la aplicación de TEAMS en la impartición de clases en línea. Además de los cursos de capacitación para lo relacionado con el manejo administrativo y control escolar, entre otros.
En esta situación contingencia, se hicieron manifiestas las carencias de materiales y recursos para el desarrollo de sus actividades académicas que caracterizaba la situación de un porcentaje de los estudiantes. El principal aspecto que se hizo visible fue que había estudiantes que no tenían equipo de cómputo, laptop o teléfono celular. La Universidad de Guanajuato estableció un servicio de préstamo de laptops para los estudiantes, pero la cuestión que surgió fue que había estudiantes que no contaban con servicio de internet en sus casas, para lo cual se nos pidió que se grabaran las sesiones de clase para que la pudieran consultar los estudiantes en el momento en que pudieran acceder a internet.
Durante el desarrollo de las clases en línea, se observaron varias situaciones: alumnos que se conectaban y participaban; alumnos que se conectaban y no participaban; alumnos que se conectaban desde su lugar de trabajo, pero no participaban; alumnos que pagaban por el tiempo de conexión y sólo permanecían por poco tiempo. El reclamo por parte de los estudiantes fue mayor para los programas que requerían actividades prácticas para su formación, tanto de laboratorio como de trabajo de campo. Un aspecto que queremos resaltar es que, con el retorno a clases de manera presencial, lo que se observó fue la deserción de algunos de los estudiantes, esto presenta una cuestión a reflexionar en torno a las razones por las que ya no siguieron estudiando, y ver la posibilidad de hacer un seguimiento para ver si algunos de ellos piensan retomar sus estudios posteriormente y concluirlos[6].
Esta situación conduce a reflexionar en torno a la cuestión de cómo la disponibilidad, el acceso y uso a la tecnología online puede ser una condicionante importante en la trayectoria escolar de los estudiantes, en cuanto se percibe que la implantación de estas tecnologías se vislumbra como definitiva en el currículo de los programas de estudio. Puesto que fue un ajuste emergente con uso de TICs para enfrentar la situación contingente, pero prevalecían las formas propias de las clases presenciales. Pero sin dejar de tener presente el sentido de la universidad somo lo señala Soberón (2013).
[1] Todos los sectores de la cultura contribuyen a establecer y a precisar los fines y los métodos de la educación; se habla de la herencia de conocimientos, creencias, ideales, normas, hábitos, destrezas. Los sectores de la cultura tienen alguna parte en el proceso: la ciencia y la política, la economía y la moralidad, la religión y la creación artística (Cfr. Salmerón, 2003, p. 25)
[2] El título expresa la posesión de ciertas habilidades y destrezas para el desempeño de una práctica, al cual se le otorga reconocimiento y legitimidad; es una patente de competencia cultural que confiere a su portador un valor convencional, constante y jurídicamente aceptado (Guzmán,1994, p. 32) El capital cultural institucionalizado se objetiviza por medio de títulos y certificados escolares, es producto de los resultados acumulados en la transmisión cultural que asegura la escuela al tener el monopolio de la certificación (Bourdieu, 1981).
[3] El instrumento se retomó del cuestionario probado y establecido por Adrián de Garay en una investigación sobre estudiantes de educación superior para la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), para tener posibilidad de comparación de resultados
[4] En la Universidad de Guanajuato se emitió el comunicado para que se diera el retorno a la presencialidad para el 14 de febrero de 2022.
[5] La ANUIES venía realizando de manera anual a partir de 2016 encuentros y talleres sobre la formación y actualización de las TICs (tecnologías de la información y comunicación) dirigidos a gestores y directores de TICs de las IES (Instituciones de Educación Superior)
[6] Sería analizar la disposición que tendrían los estudiantes para concluir sus estudios, en términos de Lahire (2004) es “estar dispuesto a hacer”, no sólo saber qué hacer
Conclusiones:
A manera de conclusión: Los retos en la etapa postcovid: pensar la educación superior a futuro
La pandemia nos ha enfrentado a cuestiones, situaciones y temas que no se tenían contempladas y que ha acelerado muchas de las cuestiones que atañen a la educación superior, respecto a qué cambiar, cómo se debe cambiar y cuáles deben ser las características que deberá tener la educación superior. Las clases en línea hicieron manifiesto las carencias en infraestructura tecnológica y la repercusión en lo relacionado con el presupuesto con que cuentan las instituciones de educación superior y la gestión.
También es cuestionarse acerca de cómo se estaba formando a los estudiantes y, por lo tanto, reflexionar sobre qué tipo de formación se requerirá en el futuro, en donde la educación a distancia ha tomado un nuevo sentido y significado en la educación superior. En general, se tendrá que pensar en todo lo relacionado con la direccionalidad del cambio en función de lo que entendamos como la función social y el sentido que le tratemos de dar a la educación superior, en el que surgen aspectos referentes al tipo de estudiante que se debe de formar, al currículo y los contenidos de enseñanza, la forma de enseñar y la práctica docente, la relevancia y pertinencia social de los programas de estudio, su relación con los mercados laborales, las formas de certificación del saber, la organización, la administración y la acreditación, así como las formas de la incorporación de tecnologías y nuevos modelos educativos, y la capacitación y actualización de la comunidad académica.
Es reflexionar sobre todo lo anterior, pero sin perder de vista las funciones sustantivas que se le asignan a la educación superior: la formación al mejor nivel de calidad en las áreas que ofrece; generar una conciencia crítica, social y ciudadana; incidir en la investigación científica e incorporar conocimiento de avanzada, teniendo presente el entorno social y grado de responsabilidad social que le corresponde en la solución de los grandes problemas nacionales. Teniendo presente las diversas condicionantes a las que se enfrentan las propias instituciones de educación superior insertas dentro del sistema educativo nacional mexicano.
La importancia de estas reflexiones sobre la educación superior se vincula con el hecho mencionado de que los estudiantes deben asimilar un conjunto de conocimientos y técnicas que no son disociables de su origen social y del capital cultural heredado que tiene al ingresar al nivel superior y que con una formación de calidad podrán contar con un capital cultural adquirido e institucionalizado con el cual pueden, en cierta medida, equilibrar la desventaja que tienen al ingresar y por lo tanto jugar a favor de los estudiantes más desfavorecidos. Y es abonar a la idea de la educación y formación de calidad como espacio de democratización de la educación, en cuanto se le brinden las oportunidades en equidad de condiciones. Es pensar en una educación de calidad, egresar con un capital cultural institucionalizado o adquirido que tendría la virtud de compensar o atenuar las posibles carencias que los estudiantes tengan en su estructura o volumen de capital cultural heredado o incorporado.
Bibliografía:
Referencias
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Palabras clave:
Palabras clave: desigualdad educativa, capital cultural, habitus académico, estudiantes de educación superior
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PROCESOS Y DESAFIOS ACADÉMICOS, SOCIALES Y ECONÓMICOS DE ESTUDIANTES QUE TIENEN ALGUNA DISCAPACIDAD Y QUE DESARROLLAN SUS ESTUDIOS EN LA CARRERA PROFESIONAL DE CIENCIAS SOCIALES EN LA UNIVERSIDAD DE NARIÑO (COLOMBIA)2017-2022.
El derecho a la educación es un derecho básico que tenemos todos universalmente. El derecho a que las personas con discapacidad tengan una educación de calidad se encuentra plasmado en la Constitución Política de Colombia de 1991, en la Ley 30 de la Educación Superior de 1990 y también en la Ley 115 de 1994 con la Ley General de Educación y en otras instancias legales. Cabe resaltar, que estas leyes en su mayoría se encuentran materializadas con la educación en básica primaria y secundaria, pero con la educación superior pueden llegar a tener demasiadas falencias y una atención insuficiente a la hora de aplicarlas. El presente trabajo investigativo tiene como objetivo principal analizar el proceso académico que se realiza con los estudiantes que tienen alguna discapacidad y los desafíos sociales, económicos y académicos a los cuales se ven enfrentados quienes desarrollan sus estudios en la carrera profesional de Ciencias Sociales en la Universidad de Nariño, desde 2017 hasta la actualidad. Metodológicamente se opta por realizar la investigación desde un paradigma cualitativo, desde el enfoque socio-crítico junto con el método de “Investigación-acción”. La presente investigación se llevará a cabo con la entrevista a la comunidad educativa del programa de Ciencias Sociales, principalmente directivos de inclusión, docentes y estudiantes del programa quienes han tenido discapacidades y que han culminado o están desarrollando sus estudios en la carrera de Ciencias Sociales. Además, se realizará el respectivo contraste con las distintas leyes planteadas sobre la educación inclusiva en Colombia y la práctica que se lleva a cabo con estos estudiantes en la educación superior, en este caso con un programa en particular de la Universidad de Nariño. Para concluir, es pertinente realizar esta investigación porque en la Universidad de Nariño se admite a los estudiantes con discapacidad pero constantemente se debería realizar una evaluación sobre los distintos procesos que se manejan. Es pertinente conocer el desarrollo de esta educación en el campo de la inclusión, y si hay falencias proponer soluciones para que todos puedan tener una educación de calidad sin excepción alguna.Palabras clave: Educación inclusiva, educación superior, procesos académicos, calidad educativa y desafíos académicos.
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INFLUENCIA DEL HABITUS DE CLASE EN LA ELECCIÓN DE CARRERA Y UNIVERSIDAD
Karina Maldonado1
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Yahira Larrondo
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1 - Pontificia Universidad Católica de Chile.2 - Universidad de Chile.
La educación superior ha experimentado un rápido proceso de transformación y expansión, permitiendo por primera vez el ingreso masivo de sectores sociales previamente excluidos (Marginson, 2016). No obstante, las carreras y universidades de mayor prestigio siguen dominadas por estudiantes de élite (Boliver, 2013; Jerrim et al., 2015). La evidencia muestra que las elecciones de los estudiantes están condicionadas por su clase social (Brooks, 2008; Donovan, 2018). Este condicionamiento respondería a una dimensión cognitiva y a una dimensión sociocultural (Reay et al., 2005; Reay, 2015). A partir de los planteamientos de Bourdieu sobre habitus de clase y campo (Bourdieu & Passeron, 1979; Bourdieu, 1984,1997), el objetivo del estudio es analizar la incidencia de la clase social de los estudiantes en sus preferencias de carrera y universidad al momento de postular a la educación superior en Chile. Se utilizaron datos correspondientes al proceso de admisión 2017. El análisis contempló un total de 68.283 postulantes para el año 2017. Ante la posibilidad que la implementación de la gratuidad distorsionara los resultados de 2017, se usaron los datos del proceso de admisión 2015 como año de control. Este contiene 63.670 postulantes, por lo que la muestra se compuso finalmente de un total de 131.593 postulantes. Se consideran en el análisis las variables independientes: clase social (según el esquema EGP) , habilidad académica (Pruebas de Selección Obligatorias y notas del nivel secundario), y sexo del estudiante. Para analizar las elecciones de carrera y universidad de los estudiantes se construyeron cuatro variables dependientes: duración de la carrera, área del conocimiento, costo de la carrera y tipo de universidad. El análisis contempló regresiones logísticas multinomiales y un modelo de regresión lineal. Los resultados muestran que la clase social no incide considerablemente en el costo, duración o área del conocimiento de las carreras a las que postulan los estudiantes. Aunque existen diferencias respecto del acceso en algunas áreas del conocimiento como STEM y Derecho, estas son pequeñas. Las diferencias son particularmente importantes en la elección de la universidad. Es más probable que los estudiantes de clase trabajadora postulen a las universidades públicas y eviten las privadas y de élite. Los estudiantes tienen una preferencia guiada por el sentido práctico, en base al cual actúan razonablemente según sus condiciones (Bourdieu, 1997). La incidencia del habitus de clase en las preferencias de los estudiantes no cambió con la introducción de la gratuidad. La ausencia de cambio muestra que la elección de universidad no se guía únicamente por un análisis costo-beneficio, sino que responde también a una evaluación cultural. En conclusión, los estudiantes optan por las universidades que les resultan más familiares, vale decir, donde la discordancia con su habitus de clase sea la menor posible.
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A EDUCAÇÃO CONVENCIONAL E AS PESSOAS COM DEFICIÊNCIA: DESENCONTROS ENTRE A LEI E O DISCURSO PÚBLICO OFICIAL
Andrey da Silva Brugger1
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Vanessa Cristina do Nascimento de Morais
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O tópico da educação é importante em qualquer avaliação sobre a Justiça em um Estado e suas instituições. Nessa perspectiva, adicionamos a preocupação sobre o tema da educação vis a vis com as falas oficiais do Governo Brasileiro, sobretudo a do ex-Ministro da Educação Milton Ribeiro, que afirmou que alunos com deficiência “atrapalham” o desenvolvimento de aprendizado de alunos “normais”.O objetivo do trabalho é analisar o sistema de educação tradicional e a legislação pertinente à área e à inclusão de Pessoas com Deficiência, buscando comparar o texto legal positivo e as ideias expressas oficialmente pelo governo atual brasileiro através de seu (ex) Ministro. O artigo busca, de forma específica, entender como a fala impacta a inclusão dos jovens com deficiência, investigando qual pode ser a influência dos obstáculos e incentivos a partir mensagem que chega até os alunos e seus familiares. O ECA (Estatuto da Criança e do Adolescente) é claro em seu artigo 5° quando estatui que nenhuma criança será negligenciada. O trabalho buscará através de análise bibliográfica compreender se a educação no Brasil negligencia ou se ela garante a todos o acesso e a permanência na escola, conforme prevê o artigo 53, inciso I da mesma Lei. A investigação é relevante tendo em vista recentes declarações do Ministro da Educação Milton Ribeiro quanto a alunos PcDs “atrapalharem” o desenvolvimento dos demais. A Convenção de Nova Iorque foi internalizada em nosso ordenamento como norma com status de emenda constitucional – e infralegal, sobretudo o Estatuto da Criança e do Adolescente, colocamos essas questões para debate à luz do tema da Justiça discutido por Martha Nussbaum, buscando pontuar a importância multidimensional da educação.Trata-se de pesquisa em andamento, de modo que as considerações serão apresentadas no trabalho.
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Perspectivas diversas sobre la inclusión y la diversidad en la escuela secundaria: un estudio comparativo de las narrativas de profesores y estudiantes en Argentina y Colombia.
Ada Cora Freytes Frey1
1 - Universidad Nacional de Avellaneda/Universidad Nacional Arturo Jauretche.
Esta ponencia presenta resultados parciales de una investigación colaborativa realizada en conjunto por un equipo de la Universidad Nacional de Avellaneda, de Argentina y otro del Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano (CINDE), Sede Medellín, Colombia. El objetivo general de dicha investigación es reconstruir y analizar, a través de sus narrativas, las experiencias que profesores y estudiantes desarrollan en torno a la inclusión, la construcción de paz y la ciudadanía en escuelas medias que atienden a jóvenes en situación de vulnerabilidad social, en el Área Metropolitana de Buenos Aires y en Medellín. Sobre la base del conocimiento producido, se busca también diseñar participativamente con profesores y estudiantes propuestas de mejora de las prácticas que intervengan sobre las problemáticas identificadas, etapa que estamos desarrollando actualmente. En esta ponencia, nos centraremos en las narrativas en torno a la inclusión y la diversidad. La educación media ha sido foco de numerosos debates y políticas en los últimos años en América Latina, en un contexto donde progresivamente se fue ampliando la obligatoriedad del nivel –completo o parcial, sólo un ciclo-, en paralelo a un proceso de masificación que lleva ya varias décadas. Tal es el caso de los dos países considerados en esta ponencia, Argentina y Colombia. Este proceso de expansión y apertura del nivel educativo entra en colisión con los imaginarios y prácticas excluyentes que han caracterizado a la escuela secundaria desde su creación. Por otra parte, las instituciones escolares no son monolíticas, sino que en una misma escuela conviven directivos/as y docentes que tienen distintas concepciones acerca de sus prácticas en el aula, su clasificación de los alumnos, los contenidos del curriculum, concepciones que se asientan en perspectivas ideológicas diversas y que informan las prácticas, revirtiendo sobre los procesos de inclusión, o viceversa, exclusión educativa. Por otro lado, los actores de la vida escolar no son solo los/as docentes, sino también los/as estudiantes, diversos/as entre sí, pero también con perspectivas generacionales que a veces contrastan con las de los/as adultos/as de la escuela. De ahí la importancia del estudio de las narrativas en su diversidad y en su articulación en el escenario escolar, como plantea esta investigación. Metodológicamente, el proyecto se sustentó en un enfoque cualitativo, articulando una perspectiva hermenéutico-comprensiva, sobre la base de las narrativas, con una perspectiva crítica, a partir de la inclusión de elementos de la investigación acción, de larga tradición en el campo educativo. Se trabajó en cuatro escuelas medias, 2 en cada ciudad. Tanto en el AMBA como en Medellín se incorporaron profesores de las instituciones estudiadas dentro del equipo de investigación. El trabajo de campo se realizó principalmente a partir de talleres lúdico-creativos y reflexivos, por un lado con profesores/as, por el otro con estudiantes.
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Niños/as de la inmigración: Prácticas escolares institucionalizadas en los procesos socio-culturales y políticos de las escuelas de la Región Metropolitana en Chile.
El fenómeno social de la migración y su relevancia en el campo de la investigación científica, cobran sentido en la medida en que los movimientos migratorios se producen cada vez con mayor celeridad, y adquieren nuevas dinámicas y características. Esta ponencia presenta los resultados de investigación en el marco la tesis doctoral, con el propósito de ampliar el foco de estudio respecto al fenómeno social de la inmigración en el campo escolar. El objetivo general se centra en describir y analizar las continuidades o transformaciones de las prácticas escolares institucionalizadas, en relación a los procesos socio-culturales y políticos en las escuelas de la Región Metropolitana de Chile, tras haber incorporado una alta proporción de niños/as provenientes de la inmigración. Entre las estrategias metodológicas para la recolección de la información, se emplean: entrevistas en profundidad, observaciones in situ, trabajos grupales y revisión de fuentes documentales. Como plan de análisis, se llevó a cabo un análisis cualitativo de teorización (mediante las etapas de codificación, categorización, relación, integración, modelización y teorización), y como estrategia, el análisis del discurso político y el discurso educativo. Entre los resultados de la investigación, haber dado cuenta de las continuidades o transformaciones de las prácticas escolares institucionalizadas en relación a los procesos socio-culturales y políticos en las escuelas, hace posible desentrañar cuáles son éstas prácticas y cómo se producen en el entramado de relaciones de la vida cotidiana escolar. Desde esta perspectiva, cabe señalar que las transformaciones que se producen, tienen lugar cuando el sub-universo simbólico que poseen estas prácticas, ya no se corresponde con el universo simbólico de la institución. Es decir cuando las prácticas institucionalizadas ya no tienen el rendimiento esperado. Por lo tanto, se modifican y adquieren un nuevo propósito, por lo general bien intencionado. No obstante, como emergen en el proceso de aprender-haciendo de las instituciones, pueden también operar como mecanismos de exclusión y profundizar las desigualdades existentes.