Resumen de la Ponencia:
En Colombia, no existe un proceso de configuración docente unificado debido, en principio, a la dicotomía en la estructura normativa. El 59.1% de los docentes actúa bajo lineamientos de ingreso, ejercicio estabilidad, ascenso, y retiro, con escasa supervisión y sin procesos de evaluación de desempeño; mientras el 40.9% restante está sujeto a procedimientos permanentes y rigurosos de ingreso, control, inspección y seguimiento, mediados por procesos evaluativos complejos. De esta manera, desde la normatividad, la modelización docente está diseñada y estructurada a partir de dos esquemas o modelos teórico-normativos que direccionan dos procesos diferentes de configuración docente.Las evidencias frente a la inconsistencia en resultados prácticos de ejecución o desarrollo de procesos normativos podrían constituir un indicio de que el proceso de modelización normativa propuesto por el gobierno tiene fisuras, así los lineamientos y estructuras técnicas para los dos grupos sean similares y tengan sustentos en las mismas disposiciones metodológicas. Desde esta perspectiva, no existen condiciones de equidad en el ejercicio de la profesión, pues los preceptos normativos son diferentes entre los grupos de docentes. La configuración del docente y su ejercicio profesional puede tener diversas formas dependiendo del acatamiento, o no, de los lineamientos gubernamentales. Así, tenemos diversas formas de ejercicio docente, sujetas, en principio, a la modelización normativa, que, bajo estas circunstancias es disímil, aun cuando los objetivos gubernamentales, aparentemente, son los mismos para todos los docentes.Pero, además, existen elementos como el entorno donde se da el ejercicio de la profesión, que puede dar lugar a un proceso de modelación caracterizado por la adopción, o no, de los esquemas impuestos por la normatividad o por la incidencia de factores alternos. A diferencia de la
modelización, que hace referencia al acatamiento irrestricto de las disposiciones normativas, la
modelación se centra en procesos de construcción social en los que intervienen, por supuesto, la adopción total o parcial de las normas, pero también la interacción del sujeto en función de su espacio social, el capital cultural y los contextos particulares donde se concreta el ejercicio de su profesión.En definitiva, la
configuración docente, establecida aquí como las características y las condiciones que definen las actuaciones específicas de los docentes, se da en un espacio de tensión entre procesos de
modelización normativa y
modelación social que pueden dar origen a diversas formas de ejercicio y práctica profesional, y consecuentemente, a aspectos positivos asociados a cumplimiento de expectativas académicas y profesionales, salariales, reconocimiento o valoración social, distinciones, etc.; o, negativas, como rivalidad entre grupos o categorías de docentes, implantación de normas, subvaloración, explotación, decepciones, exclusión, escasa remuneración, estancamiento, etc. que podrían ser definitivos o determinantes en su desempeño.