Resumen de la Ponencia:
Barkin, Toledo y Leff analizan la racionalidad campesina y la incorporación de sus saberes en los procesos de innovación tecnológica alterna a la racionalidad económica vigente, los elementos comunes que prescriben para llegar a la sustentabilidad son a) la comunalidad, basada en la cohesión cultural, la democracia participativa a través de un sistema de cargos en el que no intervienen los partidos políticos, el trabajo comunitario, b) el territorio como base para la utilización de los recursos naturales; y c) la autonomía en función de la relación de las comunidades con el gobierno, el desarrollo de fuerzas productivas comunitarias, la generación de excedentes y la gestión sustentable en la se involucra el ordenamiento comunitario, la restauración, la conservación y el aprovechamiento de los recursos naturales (Barkin, Fuente, y Rosas, 2009).Para recuperar la autosuficiencia se ha comprobado que el maíz se puede mejorar genéticamente sin necesidad de tecnología transgénica (Turrent, 2014), se debe recurrir a la implementación de técnicas agrícolas sostenibles, dietas sostenibles, gestión de las pérdidas y desperdicios de alimentos y reciclaje, normas de sostenibilidad voluntarias que no pongan en peligro las necesidades de las generaciones presentes y futuras (FAO, 2013).Entre las estrategias de subsistencia alimentaria está la adaptación de sistemas agrícolas contemporáneos como la MIAF (Milpa Intercalada con Árboles Frutales) con los saberes tradicionales del sistema agrícola tradicional. La adaptación desde el punto de vista biológico corresponde a las modificaciones estructurales de los organismos vivos, a merced de cambios climatológicos, desequilibrios ecológicos, patrones alimentarios, y de acuerdo a Darwin es el mecanismo por el cual perviven las especies más fuertes y aptas, estableciendo nuevas variedades, además de existir un vínculo estrecho con el concepto de selección (Barahona, 1983). El sistema MIAF mazahua ha tenido un papel importante ante el fenómeno COVID, pues las comunidades han explorado al máximo las prácticas agrícolas contemporáneas y tradicionales para abatir la insuficiencia alimentaria. Acerca de las prácticas agrícolas contemporáneas se tiene la colaboración con el área de Desarrollo Sustentable de la Universidad Intercultural del Estado de México en la que académicos y alumnos se han vinculado de manera práctica para el impulso del sistema MIAF en la región haciendo sinergia con las prácticas tradicionales locales. De tal modo que sea presentado una diversificación de especies mediante prácticas que limitan el deterioro ambiental, contribuyen a la regeneración del suelo y biota local.Este fenómeno ha contribuido a la diversificación en la dieta con la ingesta de alimentos ya en desuso, muchos de ellos provenientes de la milpa. Al retorno de migrantes nacionales y circulares por la falta de trabajo, tanto de hombres como de mujeres, y al emprendimiento del comercio local.