Resumen de la Ponencia:
La presente comunicación es resultado de discusiones y experiencias en el trabajo de campo de los y las investigadoras de un proyecto cuyo objetivo es “desarrollar una propuesta integral que mejore las condiciones de los migrantes en México garantizando sus derechos humanos: educación, salud, vivienda y trabajo, a través de prestaciones de protección social, partiendo de la consulta participativa de los propios migrantes, generando a la vez una nueva metodología: la participación del grupo beneficiario en la construcción de la norma”. Contextualizamos la migración irregular en México con información documental y entrevistas a migrantes en tránsito. Las condiciones en general los hacen reconocerse como sujetos sin derechos por no contar con documentación. Además, la política migratoria mexicana del último lustro, criminaliza a quienes no cuentan con, al menos una tarjeta por razones humanitarias, la cual, al tenerla, paradójicamente, les imposibilita el libre tránsito por el país.Por lo anterior, la investigación en comento distingue la dificultad de la población migrante de ejercer sus derechos humanos toda vez que hay una franca disociación entre los tratados internacionales y la legislación mexicana con la realidad de los y las migrantes irregulares.La metodología combina trabajo documental, de campo y su alcance es descriptivo-aplicativo con enfoques cuantitativo y cualitativo. El instrumento de recolección de datos aplicado en tres puntos geográficos del país (frontera norte, frontera sur y centro) permite conocer las necesidades y ambiciones de los migrantes irregulares en México y enfatiza la obtención de sus expectativas para acceder a los derechos humanos; lo que es el insumo para preparar propuestas legislativas progresivas en los ámbitos federal, estatal e institucional para salvaguardar los derechos humanos ya mencionados para los migrantes en México.El aporte de la investigación es la creación de una nueva figura jurídica denominada “protección social participativa”, la cual tiene la función de darle voz a las personas que no reúnen los requisitos para ser considerados ciudadanos de un país, pero que, por la situación de excepción en que se encuentran su vulnerabilidad necesita ser atendida. La principal dificultad de la investigación es contar con la participación de la población migrante, su desconfianza y recelo ante la posibilidad de ser denunciados ante la autoridad migratoria y el temor a la deportación se convierte en falta de disposición para con las investigaciones. El escenario más amable son los refugios en los que reciben atención de entidades privadas de la sociedad civil. Por ello, la sensibilización de los migrantes es una tarea adicional para que contribuyan a la toma de decisiones de posibles soluciones al tema de la migración y la instauración de esa figura jurídica que les tome en cuenta como seres humanos con derechos.Resumen de la Ponencia:
En el mundo, se ha dado una masiva movilización social de carácter migracional como éxodo masivo a causa de la pandemia del Covid 19; así, como problemática social contextualizado, se ha formulado la siguiente interrogante general: ¿Cuál es el análisis situacional del “éxodo” migracional en el Perú en tiempos de Coronavirus en los años 2020-2021, por condición sociodemográfica? Ha sido objetivo de la investigación: Analizar la situación del “éxodo” migracional en el Perú en tiempos de Coronavirus en los años 2020-2021, por condición sociodemográfica. El método de investigación utilizado a partir de la epistemología de la investigación científica ha sido carácter MIXTO, el Hipotético-Deductivo (Cuantitativo) con el uso de encuestas y el Comprensivo-Interpretativo (Cualitativo), para cuyo efecto, se ha utilizado la técnica de análisis documental y de contenido. El tipo de investigación a partir del nivel de la profundidad de la investigación ha sido de carácter descriptivo y explicativo. El tamaño de muestra de la investigación lo han constituido 04 provincias (Puno, Arequipa, Cusco y Huancavelica) con participación de 360 actores sociales como migrantes. Asimismo, se realizó entrevistas a investigadores y especializados en demografía, autoridades locales y políticas de nivel provincial; así como a representantes y dirigentes de organizaciones gremiales y sociales de la sociedad civil. El tipo de muestra utilizado fue el muestreo no probabilístico por conveniencia, que consiste en la elección por métodos no aleatorio de una muestra cuyas características sean similares a las de la población objetivo (Casal & Mateu, 2003, pág. 5). Los resultados de la investigación refieren que tanto las causas como las consecuencias del “éxodo” de migración poblacional en el Perú en tiempos de Coronavirus de los años 2020-22021 ha tenido un comportamiento diferenciado de carácter sociodemográfico relacionado a niveles de instrucción educativa, actividad económica, procedencia, edad y sexo.
Introducción:
En el mundo, se está dando una masiva movilización social de carácter migracional como es el éxodo masivo de Bangkok debido a la pandemia de coronavirus; así, desde que el gobierno tailandés declaró el estado de emergencia, la palpitante capital de Bangkok se ha convertido en una ciudad somnolienta y desierta. Las lonas oscuras cubren los puestos de los mercados y de comida. Los centros comerciales, restaurantes y bares tuvieron que cerrar, mientras que los hoteles y albergues juveniles, al igual que las tiendas de comestibles, supermercados.
Esto mismo ha ocurrido en las ciudades más importantes del mundo, de América Latina y del Perú contextualizado en la ciudad de Lima como capital de la sociedad peruana. Movimiento social tipificado como éxodo migracional.
Ahora a qué se debe esta masiva migración de la ciudad (Lima) al campo como se ha expresado en los casos de los pobladores de Junín, Huánuco, Huancavelica y como se viene expresando para el caso de nuestra región de Puno, donde según el Gobierno Regional de Puno, a través de la comisión de implementación del D.S. 068-2020-PCM, comunicó mediante las redes sociales que a horas 15:15 del día 17 de abril del 2020, se ha procedido al cierre del registro que fuera habilitado para personas que manifestaron su intención de ser retornados a la región Puno; así como, de personas que estando en nuestra región expresaron su intención de retornar a sus lugares de origen. Al cierre del link, se ha registrado un total de 11,028 (once mil veintiocho), solicitudes de retorno, las mismas que serán objeto de evaluación y priorización, conforme a lo establecido por los lineamientos de traslado y cuarentena de personas que se encuentran fuera de su domicilio habitual como efecto de las medidas de aislamiento social por la emergencia nacional por el COVID 19, aprobado por Resolución Ministerial 097-2020-PCM. Estas solicitudes en mayor grado son de las ciudades de Arequipa, Tacna, Lima y otras.
¿A qué se debe esta movilización social migracional y quiénes son estos protagonistas como actores sociales? Nosotros decimos que estos protagonistas son otros actores sociales con un nuevo rostro social distinto al “cholo emergente” exitoso, triunfador, “pendejo y lisuriento”. Son ciudadanos en su mayoría jóvenes (que oscilan sus edades entre 30 a 50 años) que todavía no han logrado cumplir con éxito sus anhelos de superación académica, económica y social, que estaba dedicada a labores informales de servicios y comerciales (mozos, cocineros, mototaxistas, vendedores ambulantes de comidas y enseres, trabajadores de hogar, etc. etc.); ciudadanos cuyos ingresos económicos han sido de día a día y que la mayoría de ellos, no contaban con residencia propia (vivían alquilados). Actitud tomada por esta población como una estrategia de sobrevivencia temporal como señalaba Darwin (1982). Este masivo éxodo se debe también al “riesgo sanitario” como miedo a contraer más fácilmente este mal “Por la propagación del virus muchos no saben que ya tienen el virus pero son asintomáticos. Como se demostró con las pruebas rápidas a los migrantes a Huancavelica”.
Esta población relativamente joven, son ciudadanos cuya emigración está dada recién a 10 años atrás que no ha tenido mayores relaciones de consanguinidad (primos, tíos) y espiritualidad (compadres, ahijados), con los “cholos emergentes” que datan su residencia a más de 30 y 40 años atrás y que están como abuelos y bisabuelos, que obedece a un segundo y tercer orden generacional. Esta población “golondrino” que temporalmente está regresando a sus orígenes geográficos (centros poblados, comunidades campesinas, sectores y parcialidades) son aquellas poblaciones que han contribuido al proceso de migración del campo a la ciudad, llamado por Figueroa, (1976) proceso de “descampenización”, abandonando “egoístamente” sus tierras y sus familiares más próximos (padres, tíos y abuelos) en búsqueda de mejores oportunidades que creían que ofrecían las grandes ciudades como Lima, Arequipa, Tacna, entre las más importantes.
Este problema social de la migración ha sido ampliamente discutido por entendidos de la materia demográfica desde Cárdenas y Mejía (2006, p. 39) hasta Arango (2000, p. 45-46):
Quizá la mayor dificultad del estudio de la migración sea su extremada diversidad en cuanto a formas, tipos, procesos, actores, motivaciones, contextos socioeconómicos y culturales, etc. No es de extrañar que las teorías tengan dificultades para explicar tal complejidad. Como dice Anthony Fielding, “quizá la migración sea otro “concepto caótico”, que necesite ser “desempaquetado” para que cada parte pueda verse en su propio contexto histórico y social de modo que su importancia en cada contexto pueda entenderse por separado”. Ese “desempaquetamiento” requiere una mejor integración de la teoría y la investigación empírica.
Cuya responsabilidad está en el diseño y formulación de políticas públicas de los estadistas de los gobiernos centrales, para que en las grandes ciudades no generen los problemas de los cinturones de pobreza ubicados en los caseríos y unidades poblacionales como “urbano marginales” dadas en las faldas y cerros de los distritos de estas ciudades mencionadas. Y queda en la responsabilidad de los gobiernos locales regionales, provinciales y distritales formular estrategias y proyectos de “recuperación” de esta población “golondrino” se quede en sus lugares de orígenes territoriales potenciando las actividades agropecuarias que son propias del sector rural. Aunque, en nuestra opinión va ser muy difícil, porque esta población ya está aculturado o alienado al “estilo de vida” de las grandes ciudades, de manera que superado el problema de la pandemia, regresarán a estas grandes ciudades referidas en líneas arriba a continuar con “sufre…cholo peruano…sufre…”.
Desarrollo:
CAUSAS DEL “ÉXODO” MIGRACIONAL EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS POR NIVELES DE INSTRUCCIÓN EDUCA
Tal como se puede evidenciar en los resultados de la tabla N° 1, en relación a causas del “éxodo” migracional en tiempos de coronavirus en relación a niveles de instrucción educativa y frente la interrogante formulada: ¿Cuál ha sido su percepción en este “éxodo” migracional según su nivel de instrucción educativa respecto a las causas, que podrían ser: falta de trabajo, escases de recursos económicos y falta de demanda de ventas? Como respuesta en relación a esta interrogante, se puede apreciar que el 48 % (172 migrantes) responden que la causa más significativa por el que emigró fue por la falta de trabajo (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes que cuentan con estudios de secundaria). Mientras que el 41 % (149 migrantes) refieren que la causa más significativa fue ya no contaban con recursos económicos. En tanto que el 11 % (39 migrantes) expresan como percepción que fue la causa de demanda negativa de ventas.
Tabla N° 1: Percepción social de causas de migrantes por instrucción educativa
Fuente: Encuesta 2020
Leyenda:
F.TRAB. Falta de trabajo
R.ECON. Recursos económicos
D.N.VENT. Demanda negativa de ventas
CAUSAS DEL “ÉXODO” MIGRACIONAL EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS EN RELACIÓN A ACTIVIDAD ECONÓMICA
En relación a las causas del “éxodo” migracional en tiempos de coronavirus en relación a su actividad económica y frente la interrogante formulada: ¿Cuál ha sido su percepción en este “éxodo” migracional según su actividad económica respecto a las causas, que podrían ser: falta de trabajo, escases de recursos económicos y falta de demanda de ventas? Como respuesta en relación a esta interrogante, se puede apreciar que el 66 % (239 migrantes) responden que la causa más significativa por el que emigró fue por la falta de trabajo (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes que brindan servicios de atención). Mientras que el 24 % (85 migrantes) refieren que la causa más significativa fue ya no contaban con recursos económicos. En tanto que el 10 % (36 migrantes) expresan como percepción que fue la causa de demanda negativa de ventas; tal como se puede evidenciar en los resultados de la tabla N° 2.
Tabla N° 2: Percepción social de causas de migrantes por actividad económica
Fuente: Encuesta 2020
Leyenda:
F.TRAB. Falta de trabajo
R.ECON. Recursos económicos
D.N.VENT. Demanda negativa de ventas
CAUSAS DEL “ÉXODO” MIGRACIONAL EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS EN RELACIÓN A EDAD
Como es posible evidenciar en los resultados de la tabla N° 3, en relación a las causas del “éxodo” migracional en tiempos de coronavirus en relación a edad y frente la interrogante formulada: ¿Cuál ha sido su percepción en este “éxodo” migracional según su edad respecto a las causas, que podrían ser: falta de trabajo, escases de recursos económicos y falta de demanda de ventas? Como respuesta en relación a esta interrogante, se puede apreciar que el 46 % (166 migrantes) responden que la causa más significativa por el que emigró fue por la falta de trabajo (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes que su edad fluctúan entre 16 a 25 años de edad). Mientras que el 28 % (100 migrantes) refieren que la causa más significativa fue que ya no contaban con recursos económicos (respondida en mayor porcentaje por los que también sus edades fluctúan entre 16 a 25 años de edad). En tanto que el 26 % (94 migrantes) expresan como percepción que fue la causa de demanda negativa de ventas.
Tabla N° 3: Percepción social de causas de migrantes por edad
Fuente: Encuesta 2020
Leyenda:
F.TRAB. Falta de trabajo
R.ECON. Recursos económicos
D.N.VENT. Demanda negativa de ventas
CAUSAS DEL “ÉXODO” MIGRACIONAL EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS EN RELACIÓN AL SEXO QUE PERTENECE
En relación a las causas del “éxodo” migracional en tiempos de coronavirus en relación al sexo al que pertenecen y frente la interrogante formulada: ¿Cuál ha sido su percepción en este “éxodo” migracional según su sexo al que pertenece respecto a las causas, que podrían ser: falta de trabajo, escases de recursos económicos y falta de demanda de ventas? Como respuesta en relación a esta interrogante, se puede apreciar que el 68 % (243 migrantes) responden que la causa más significativa por el que emigró fue por la falta de trabajo (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes que pertenecen a sexo masculino). Mientras que el 21 % (74 migrantes) refieren que la causa más significativa fue ya no contaban con recursos económicos. En tanto que el 11 % (43 migrantes) expresan como percepción que fue la causa de demanda negativa de ventas; tal como se puede evidenciar en los resultados de la tabla N° 4.
Tabla N° 4: Percepción social de causas de migrantes por sexo
Fuente: Encuesta 2020
Leyenda:
F.TRAB. Falta de trabajo
R.ECON. Recursos económicos
D.N.VENT. Demanda negativa de ventas
CONSECUENCIAS DEL “ÉXODO” MIGRACIONAL EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS EN RELACIÓN A NIVELES DE INSTRUCCIÓN EDUCATIVA
Como es posible evidenciar en los resultados de la tabla N° 5, en relación a las consecuencias de del “éxodo” migracional en tiempos de coronavirus en relación a niveles de instrucción educativa y frente la interrogante formulada: ¿Cuál ha sido su percepción en este “éxodo” migracional según su nivel de instrucción educativa respecto a las consecuencias, que podrían ser: haber contraído enfermedades infecto respiratorias, escases de alimentación, vestido y techo o haber sufrido indiferencia de la población? Como respuesta en relación a esta interrogante, se puede apreciar que el 37 % (132 migrantes) responden que la consecuencia que han sufrido por haber contraído enfermedades infecto respiratorios (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes que cuentan con estudios de secundaria). Mientras que el 34 % (123 migrantes) refieren que la consecuencia más significativa fue la desidia e indiferencia de la población. En tanto que el 29 % (105 migrantes) expresan como percepción que fue la consecuencia escaso acceso a alimentación, vestido y vivienda.
Tabla N° 5: Percepción social de consecuencias de migrantes por instrucción educativa
Fuente: Encuesta 2020
Leyenda:
E.I.RESP. Enfermedades infecto respiratorias
E.E.A.V.V. Escaso acceso a alimentación, vestido y vivienda
D.I.POBLAC. Desidia e indiferencia de la población
CONSECUENCIAS DEL “ÉXODO” MIGRACIONAL EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS EN RELACIÓN A ACTIVIDAD ECONÓMICA
En los resultados de la tabla N° 6, en relación a las consecuencias del “éxodo” migracional en tiempos de coronavirus en relación a actividad económica y frente la interrogante formulada: ¿Cuál ha sido su percepción en este “éxodo” migracional según su actividad económica respecto a las consecuencias, que podrían ser: haber contraído enfermedades infecto respiratorias, escases de alimentación, vestido y techo o haber sufrido desidia e indiferencia de la población? Como respuesta en relación a esta interrogante, se puede apreciar que el 37 % (132 migrantes) responden que la consecuencia que han sufrido por haber contraído enfermedades infecto respiratorios (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes que se dedicaban a la actividad de servicios de atención). Mientras que el 35 % (127 migrantes) refieren que la consecuencia más significativa fue la desidia e indiferencia de la población. En tanto que el 28 % (101 migrantes) expresan como percepción que fue la consecuencia escaso acceso a alimentación, vestido y vivienda.
Tabla N° 6: Percepción social de consecuencias de migrantes por actividad económica
Fuente: Encuesta 2020
Leyenda:
E.I.RESP. Enfermedades infecto respiratorias
E.E.A.V.V. Escaso acceso a alimentación, vestido y vivienda
D.I.POBLAC. Desidia e in diferencia de la población
CONSECUENCIAS DEL “ÉXODO” MIGRACIONAL EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS EN RELACIÓN A EDAD
Como se puede apreciar en mayor detalle en la tabla N° 7, en relación a las consecuencias del “éxodo” migracional en tiempos de coronavirus en relación a la edad al que pertenecen y frente la interrogante formulada: ¿Cuál ha sido su percepción en este “éxodo” migracional según su edad respecto a las consecuencias, que podrían ser: haber contraído enfermedades infecto respiratorias, escases de alimentación, vestido y techo o haber sufrido desidia e indiferencia de la población? Como respuesta en relación a esta interrogante, se puede apreciar que el 40 % (143 migrantes) responden que la consecuencia que han sufrido en mayor grado es haber contraído enfermedades infecto respiratorios (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes cuyas edades fluctúan entre 16 a 25 años de edad). Mientras que el 32 % (118 migrantes) refieren que la consecuencia más significativa fue la desidia e indiferencia de la población. En tanto que el 28 % (99 migrantes) expresan como percepción que fue la consecuencia de escaso acceso a alimentación, vestido y vivienda.
Tabla N° 7: Percepción social de consecuencias de migrantes por edad
Fuente: Encuesta 2020
Leyenda:
E.I.RESP. Enfermedades infecto respiratorias
E.E.A.V.V. Escaso acceso a alimentación, vestido y vivienda
D.I.POBLAC. Desidia e in diferencia de la población
CONSECUENCIAS DEL “ÉXODO” MIGRACIONAL EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS EN RELACIÓN A SEXO
Tal como se puede apreciar en mayor detalle en la tabla N° 8, en relación a las consecuencias del “éxodo” migracional en tiempos de coronavirus en relación al sexo al que pertenecen y frente la interrogante formulada: ¿Cuál ha sido su percepción en este “éxodo” migracional según su sexo al que pertenece, respecto a las consecuencias, que podrían ser: haber contraído enfermedades infecto respiratorias, escases de alimentación, vestido y techo o haber sufrido desidia e indiferencia de la población? Como respuesta en relación a esta interrogante, se puede apreciar que el 38 % (137 migrantes) responden que la consecuencia que han sufrido en mayor grado es haber contraído enfermedades infecto respiratorios (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes que pertenecen a sexo masculino). Mientras que el 33 % (118 migrantes) refieren que la consecuencia más significativa fue la desidia e indiferencia de la población. En tanto que el 29 % (105 migrantes) expresan como percepción que fue la consecuencia de escaso acceso a alimentación, vestido y vivienda.
Tabla N° 8: Percepción social de consecuencias de migrantes por sexo
Fuente: Encuesta 2020
Leyenda:
E.I.RESP. Enfermedades infecto respiratorias
E.E.A.V.V. Escaso acceso a alimentación, vestido y vivienda
D.I.POBLAC. Desidia e in diferencia de la población
Conclusiones:
PRIMERA:
Respecto a las causas del “éxodo” de migración poblacional en tiempos de Coronavirus de los años 2020-2021, considerando la apreciación de los resultados de la contrastación de hipótesis estadísticas de Chi-cuadrada, para las condiciones sociodemográficas relacionado a niveles de instrucción educativa, actividad económica, procedencia, edad y sexo, donde el valor de 36,444, comparada con el valor de la chi cuadrada tabulada de 3 grados de libertad de 7,82, es superior de donde se acepta la hipótesis alterna y se rechaza la hipótesis nula; Por tanto, se concluye estadísticamente que, las causas del “éxodo” de migración poblacional en tiempos de Coronavirus de los años 2020-2021 SI ha tenido un comportamiento diferenciado de carácter sociodemográfico relacionado a niveles de instrucción educativa, actividad económica, procedencia, edad y sexo, los mismos que están relacionados a la falta de trabajo, recursos económicos y demanda negativa de venta producto de la pandemia del Covid-19, cuyos resultados está entre los que refieren tener en mayor porcentaje secundaria incompleta y completa).
SEGUNDA:
Considerando la significancia calculada en la tabla de la prueba de Chi-cuadrada para las consecuencias del “éxodo” de migración poblacional en tiempos de Coronavirus de los años 2020-2021, SI ha tenido un comportamiento diferenciado de carácter sociodemográfico relacionado a niveles de instrucción educativa, actividad económica, procedencia, edad y sexo, los mismos que están relacionados a la a enfermedades infecto respiratorias contraídas, escaso acceso de alimentación, abrigo y de vivienda; así como a la decidía e indiferencia de la poblaciones donde migraban, considerando que es igual a un valor de 36,444, comparada con el valor de la chi cuadrada tabulada de 3 grados de libertad de 7,82 y que el valor de probabilidad de error de 0,000 es inferior al parámetro 0,05 se evidencia que la prueba es significativa al 95% de confianza. Entonces como conclusiones más importantes está dada por los siguientes resultados: Respecto a las condiciones de nivel de instrucción educativa el mayor porcentaje responden que la consecuencia que han sufrido por haber contraído enfermedades infecto respiratorios (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes que cuentan con estudios de secundaria; respecto a las condiciones de actividad económica el mayor porcentaje responden que la consecuencia que han sufrido por haber contraído enfermedades infecto respiratorios (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes que se dedicaban a la actividad de servicios de atención); respecto las condiciones de procedencia geográfica el mayor porcentaje responden que la consecuencia que han sufrido en mayor grado es haber contraído enfermedades infecto respiratorios; respecto a las condiciones de edad el mayor porcentaje responden que la consecuencia que han sufrido en mayor grado es haber contraído enfermedades infecto respiratorios (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes cuyas edades fluctúan entre 16 a 25 años de edad); y finamente, respecto a las condiciones de sexo el mayor porcentaje de los migrantes responden que la consecuencia que han sufrido en mayor grado es haber contraído enfermedades infecto respiratorios (esta respuesta está representada en mayor porcentaje por los migrantes que pertenecen a sexo masculino).
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Palabras clave:
Migración, población, Coronavirus,
Resumen de la Ponencia:
El presente trabajo estudia el binomio desplazamiento humano forzado y hábitos alimenticios de una región del noroeste de México. El objetivo es explicar los cambios y los significados socioculturales de estos cambios en los hábitos alimenticios de estas personas desplazadas. Para esto, se realizó una revisión bibliográfica y hemerográfica, así como siete entrevistas a mujeres jefas de familia que viven en situación de desplazamiento forzado en Mazatlán, México, durante julio de 2018 a mayo de 2019. Los hallazgos dan cuenta de cómo la comida es una de las grandes pérdidas culturales y sociales del desplazamiento forzado. A diferencia de los migrantes voluntarios, la persona desplazada construye un discurso mucho más adverso y profundo en contra de los hábitos alimenticios de la ciudad. Además, para ellos el cambio alimenticio significa trastornos en su relación con su comunidad, su territorio, sus costumbres y sus derechos.Resumen de la Ponencia:
Ante el fenómeno social migratorio de mujeres venezolanas, su alto y constante flujo a Colombia, la presente ponencia tiene como objetivo exponer el panorama actual en contextos humanitarios de la salud sexual y reproductiva de la población migrante venezolana a Colombia; en términos de los alcances y retos de las políticas públicas dirigidas hacia la morbilidad y mortalidad materna e interrupción del embarazo, además de los enfoques en los cuales se fundamenta el acceso y las garantías a servicios en salud sexual y reproductiva oportuna, integral y de calidad.En primera medida se realizará un análisis documental de la importancia de la salud sexual y reproductiva en contextos humanitarios, la responsabilidad y el apoyo institucional y estatal que tienen los gobiernos para con la población migrante; sus respuestas y problemáticas como lo es la falta de financiación y articulación. En segunda medida las necesidades y situaciones que enfrentan y a las que son expuestas las mujeres migrantes. Para finalmente hacer el análisis de cuáles acciones se han articulado en salud sexual y reproductiva en Colombia, a partir de los planes nacionales de respuesta migratoria e informes y diagnósticos de las necesidades insatisfechas en salud sexual y reproductiva de la población migrante.Resumen de la Ponencia:
Las personas migrantes en tránsito son consideradas un colectivo vulnerable a quien en reiteradas ocasiones no se le garantizan sus principales derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Entre éstos se encuentra el derecho a la salud física y emocional, ya que en durante su trayecto se encuentran expuestos a accidentes, lesiones, violencia, enfermedades, ansiedad y estrés; padecimientos que en la mayoría de los casos no son atendidos derivado de que este grupo no cuenta con información suficiente sobre los servicios de atención médica que ofrecen las instituciones de salud o las organizaciones civiles. México es uno de los países con mayor tránsito migratorio y a través de la Secretaría de Salud y su Sistema de Información en Salud (SINAIS) se han podido identificar los procesos de salud-enfermedad y atención de las personas migrantes en tránsito, sin embargo, no existe un registro de los que son atendidos en los albergues, casas de migrantes o refugios. Por lo anterior, el proyecto PRONACES “Derecho y acceso a la salud de los migrantes: Trayectorias de atención a la salud de personas en movilidad por ciudades del noreste de México y región del Valle de Texas” tiene como objetivo identificar las trayectorias de salud de las personas migrantes en espacios públicos, privados y civiles para proteger y garantizar el derecho a la salud de las personas migrantes en tránsito por México y que llegan a la frontera sur de Estados Unidos. En ese sentido, la presente ponencia tiene como objetivo presentar a la comunidad académica y estudiantil las características del proyecto, sus objetivos y grupos de trabajo, así como el Expediente Digital de Salud Migrante que permite recopilar y almacenar información sobre la historia clínica de las personas migrantes, notas médicas y recetas, valoraciones físicas realizadas por personal de salud, el estado de salud psicoemocional y una ficha social. Los resultados del proyecto y de la plataforma permitieran “construir insumos conceptuales y metodológicos para facilitar la integración de personas en movilidad al derecho a la salud integral (psíquica, física y social) en condiciones de igualdad y transversalidad de género. Además de “generar conocimiento sobre el bienestar biopsicosocial y los mecanismos de atención a la población migrante en tránsito en materia de salud en la región Noreste del país y el condado de Hidalgo, Texas”.Resumen de la Ponencia:
En 1885, Japón, incapaz de emplear a su población remanente producto de la deflación, se vio forzado a recurrir a la migración a ultramar, específicamente hacia las Américas. Cien años después, a finales de la década de los noventa del siglo XX, su desesperada búsqueda de mano de obra confiable si bien no calificada, llevó al país asiático a abrir sus puertas a los descendientes de aquellos migrantes y, muy pronto, en una suerte de boomerang, se desencadenó un casi violento aumento en la peregrinación de nikkeijin[1] latinoamericanos a Japón.
A pesar de que, en los albores de esta explosión migratoria a Japón, a comienzos de la década de 1990 predominaba una narrativa que confería importancia a los vínculos de sangre con el país asiático, a partir de finales del siglo XX se hizo evidente la dificultad de apuntalar esta categoría. Las fronteras étnicas -de clase o nacionalidad- se hacen cada vez más difusas y la experiencia dekasegui requiere de historias alternativas. Al día de hoy, la ciudadanía japonesa continúa inmersa en un acalorado debate sobre la inserción de los extranjeros en la sociedad. En abril de 2009, y esta vez a causa de la inflación, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón, en un intento por paliar el aumento del desempleo entre los trabajadores latinoamericanos, lanzó un programa de ayuda a la repatriación de nikkeijin,
Es sabido que, por lo general, los inmigrantes tienen una probabilidad siete veces mayor a la del resto de la población de sufrir trastornos depresivos, debido en buena medida a la sensación de derrota social, hecho que aumenta el riesgo de padecer trastornos mentales. En el caso de Japón, y de acuerdo con la Dra. Ukawa Kō,[2] profesora asociada de la Universidad Taishō y directora de la Asociación Japonesa de Psiquiatría Transcultural, los especialistas de esta última facilitan a los extranjeros el acceso a la atención médica mediante campañas de educación, denominadas apoyo psicológico.
Ante el aumento en la tasa de suicidios en Japón, en febrero del 2021 se hizo necesaria la fundación de un Ministerio de la Soledad, con el propósito de enfrentar la tristeza ocasionada por la pandemia, y que supuso, amén del gran desafío a la productividad de los japoneses a través de las exigencias del trabajo en línea, el agravado estado anímico de todos los individuos, migrantes incluidos.
[1] Descendientes de japoneses nacidos en otras tierras.
[2] Ukawa Kō se especializa en Antropología Cultural. Sus investigaciones se centran en los problemas relacionados con el embarazo, el alumbramiento y la crianza de los hijos de las refugiadas vietnamitas.
Introducción:
La llegada masiva de trabajadores extranjeros a Japón efectivamente tuvo lugar a partir de la reforma de la Ley de Migraciones de 1989 (oficialmente 1990), como consecuencia de una aguda escasez de mano de obra en el sector manufacturero desde finales de los ochenta. El trabajo en las fábricas resultaba para los jóvenes japoneses: Kitanai, Kiken y Kitsui, refrito del inglés en el que sus contrapartes estadounidenses expresaban no querer hacer más un trabajo: Dirty, Dangerous y Difficult, pero para el que los nacionales iraníes, amén de los chinos, filipinos, coreanos, pakistaníes y demás ciudadanos del mundo no resultaron ser una solución viable. Ya en octubre de 1990, esta carencia había provocado que cincuenta y una empresas japonesas se declararan en bancarrota,[1] lo que dio pie a que, a lo largo del segundo semestre del mismo año, entre treinta y cincuenta mil hombres y mujeres latinoamericanos de ascendencia japonesa, atraídos por los altos salarios que habían sido establecidos especialmente para ellos, llegaran a Japón para trabajar.
Hoy la población de más de sesenta cinco años más numerosa del mundo, ciudades densamente pobladas y, hoy todavía, un muy alto índice de consumo de tabaco, hacen a los japoneses especialmente vulnerables a la pandemia por Covid-19 y, sin embargo, las noticias publicadas no reflejan mayores consecuencias frente a esta situación…
“La migración seguirá siendo importante para el crecimiento económico y la innovación, así como para responder a los mercados laborales rápidamente cambiantes”, declaró el entonces Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, al presentar el informe con la comisaria europea para Asuntos Internos Ylva Johansson. “Tenemos que evitar el retroceso en el tema”.
La emergencia por la pandemia ha visibilizado vulnerabilidades estructurales preexistentes, creando -a la vez- vulnerabilidades específicas emergentes de la nueva situación, una situación disruptiva que genera altos niveles de estrés individual y colectivo. Para muchas personas ha implicado, asimismo, una situación trágica a causa de las pérdidas que han debido afrontar: pérdida de seres queridos, de la salud, de la vivienda, de bienes, o del empleo.
Algunas de las consecuencias han sido el surgimiento de manifestaciones emocionales como angustia, desconfianza, ansiedad, temor al contagio, enojo, irritabilidad, sensación de indefensión frente a la incertidumbre y la impotencia. Y han surgido también expresiones de discriminación y estigma frente a las personas diagnosticadas con COVID-19, enfermedad que como se sabe es transmisible, nueva y desconocida.
Los trabajadores migrantes han estado en la primera línea de la crisis. Representan un gran porcentaje de la fuerza laboral de salud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, es decir, uno/a de cada cuatro son doctores en Medicina y uno/a de cada seis, enfermeros/as. En muchos países de la OCDE los inmigrantes conforman más de un tercio de la fuerza laboral en otros sectores clave, como el transporte, la limpieza, la elaboración de alimentos y los servicios de TI (cualquier recurso digital o electrónico -de software o hardware- que la organización ponga a disposición de los usuarios para aprovechar sus grandes beneficios).
Cierto, los migrantes están muy expuestos a los impactos de la pandemia sobre la salud, por su trabajo en la primera línea durante la enfermedad, pero también a vulnerabilidades relacionadas con, por ejemplo, las condiciones de vivienda y pobreza.
La realidad es que los trabajadores migrantes no sólo perdieron sus empleos durante la pandemia, sino que fueron excluidos de las redes de seguridad social y se enfrentaron a la estigmatización y la discriminación tanto en el extranjero como de vuelta al terruño. Algunos gobiernos afirmaron que la ayuda a los trabajadores migrantes era responsabilidad de sus países de origen. Cuando en algunos casos las autoridades brindaron ayuda alimentaria, asomaron reacciones xenófobas en las redes sociales. Lo sabemos bien en México.
Gran parte de los avances de la década pasada en cuanto a tasas de empleo entre los inmigrantes han desaparecido por la pandemia. En todos los países con información disponible, el desempleo de los inmigrantes aumentó más que entre sus pares nativos.
[1] Cinco veces las de enero y octubre de 1988.
Desarrollo:
El Sistema de Salud japonés
De acuerdo con el Sistema de Salud japonés, el seguro de salud es obligatorio para sus residentes. Existen ocho sistemas de seguro de salud en Japón con unas 3.500 compañías aseguradoras, y el Sistema se divide en dos grandes estamentos: El Seguro Nacional de Salud para los trabajadores independientes y los estudiantes. El seguro social es habitualmente para los empleados corporativos.
Los hospitales son tanto públicos como privados y los pacientes pueden acceder al de su preferencia sin restricciones; el acceso es universal. Japón tiene costos en salud más bajos que el promedio de la OCDE. Existen tres veces más hospitales per cápita que en Estados Unidos. Por cada mil habitantes el número de camas hospitalarias es de 8,1. El paciente promedio visita al médico trece veces por año, lo que significa más del doble del promedio de los países de la OCDE.
Parece entonces que no hay mucho qué censurar a Japón en cuanto a calidad y resultados, habida cuenta de su:
Mejor sobrevida de cáncer gástrico entre los países industrializados Mejor sobrevida de enfermedad renal crónica entre la OCDE (11) Mejor sistema de terapia dialítica entre la OCDE (11) Esperanza de vida promedio de ochenta y tres añosEn breve, que la participación de los gastos en salud dentro del producto interno bruto de Japón sigue por encima del 10.9 por ciento. Entonces, ¿por qué los inmigrantes -nikkeijin o no- forman parte de la marginación social? La emergencia por la pandemia ha visibilizado vulnerabilidades estructurales preexistentes, creando -a la vez- vulnerabilidades específicas emergentes de la nueva situación, una situación disruptiva que genera altos niveles de estrés individual y colectivo.
Acciones tomadas por el Gobierno de Japón, incluido el Ministerio del Exterior
En enero de 2020, el Gobierno de Japón creó la “Oficina de Asistencia contra los Contagios del Nuevo Coronavirus” para trabajar íntegramente contra la pandemia. A partir de entonces, el gobierno, en estrecha coordinación con los órganos gubernamentales involucrados en esta tarea, ha intensificado el control fronterizo, ha apoyado la repatriación de los ciudadanos residentes en el extranjero y de la tripulación y turistas de cruceros, etcétera. En marzo, el entonces primer ministro Abe Shinzō (recientemente asesinado de un tiro en la ciudad de Nara) y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, alcanzaron el acuerdo para aplazar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, con los resultados que hoy todos conocemos.
Ante la propagación del coronavirus, el gobierno decretó el estado de emergencia en abril (que fue levantado al mes siguiente). Medida mediante la que el gobierno solicitaba a sus ciudadanos que permanecieran en casa, excepto en casos necesarios y urgentes, así como el cierre de las escuelas, la reducción del horario de apertura de locales comerciales, la suspensión del uso de instalaciones recreativas, etcétera. Sin embargo, para minimizar el impacto negativo en la sociedad y la economía, estas medidas basadas en el estado de emergencia eran una “solicitud”, por lo que no se contemplaba la prohibición de salir de casa ni sanciones a los infractores, lo cual era una situación diferente del confinamiento de ciudades que aplicado en la mayoría de los países de Europa y Estados Unidos.
Paralelamente, el Consejo de Ministros aprobó en el mismo mes un paquete de medidas económicas internas urgentes orientadas a combatir la pandemia, que buscaban el mantenimiento del empleo y de las actividades empresariales y la reactivación de las actividades económicas, así como de cooperación internacional, como el apoyo a los países en desarrollo y el fomento del desarrollo de la medicina y las vacunas contra el COVID-19 etcétera. Y ya en diciembre aprobó otras medidas económicas integrales que incluyen la cooperación internacional con vistas al fin de la pandemia.
El hecho es que el Gobierno de Japón ha introducido una amplia variedad de medidas contra la pandemia. Sin embargo, ante una nueva ola del COVID-19 que tuvo lugar desde noviembre de 2020, especialmente en Tokio, nuevamente fue decretado el estado de emergencia en enero de 2021 para Osaka, Kioto y otras ocho prefecturas además de Tokio (regiones todas en las que en marzo fue levantado). Cabe destacar que se modificó la legislación pertinente el mes de febrero para poder penalizar a los hosteleros que se negasen a ejecutar la orden oficial de reducir el horario comercial o cerrar sus locales, así como a quienes se opusieran a hospitalizarse pese a la recomendación al respecto.
Concretamente, su Libro Azul Diplomático 2021, cita las siguientes tareas:
Acción orientada a reforzar las medidas contra el COVID-19 a nivel mundialLiderazgo en la coordinación internacional con vistas al desarrollo y la compra de vacunas además de la atención médica.
Ayuda a los países en desarrolloAyuda a la lucha contra las enfermedades contagiosas y fortalecimiento del sistema de salud y atención médica de los países en desarrollo.
Apoyo al mantenimiento, la reactivación y la resiliencia de las actividades económicas de los países en desarrollo.Asimismo, Japón ha puesto en marcha mecanismos de cooperación financiera reembolsable con carácter urgente contra la crisis pandémica por un máximo de 500.000 millones de yenes concedidos durante dos años -desde abril de 2020 hasta marzo de 2022- a los países en desarrollo de la región Asia-Pacífico entre otros, con los que Japón guarda una estrecha relación económica, concretamente a Filipinas, Indonesia, India y además de otros países (50.000 millones de yenes a cada uno). Este préstamo tiene como objetivo financiarlos, de modo que puedan introducir medidas económicas de forma flexible para combatir la crisis. Los créditos en yenes tendrán condiciones favorables para los países beneficiarios, como bajos intereses (0.01 por ciento) o préstamo desvinculado, lo cual contribuye al mantenimiento y la reactivación de la económica de los países en desarrollo de la región que se vieran afectados gravemente por el COVID-19.
En cuanto a la Salud internacional, el gobierno japonés afirma que el sector sanitario es sumamente importante porque la salud “protege” a la persona y “hace florecer su capacidad”; se trata, dice, de una interpretación de la seguridad humana. Bajo la promesa de “no dejar a nadie atrás” y para promover la “cobertura universal de salud”, Japón ha trabajado en colaboración con otros países y organismos internacionales y cosechado grandes avances en materias como la lucha contra enfermedades infecciosas, la salud materno-infantil y la mejora de la nutrición. En plena propagación del COVID-19, Japón ofrece servicios de salud y asistencia médica contra el coronavirus a los países en desarrollo y apoya la construcción de un centro de salud contra enfermedades infecciosas de la ANSEA (Asociación de Naciones del Sureste Asiático), de modo que -a mediano y largo plazo- se establezca un mecanismo de atención médica y sanitaria fuerte, inclusivo y de calidad. Igualmente, impulsó esfuerzos a nivel global para mejorar la nutrición con vistas a la Cumbre sobre Nutrición para el Crecimiento, que fuera celebrada en Tokio el mes de mayo de 2021.
Principales efectos económicos de la migración laboral
Haciendo a un lado el tema de la xenofobia japonesa, hay que tener presente que muchos países con economías avanzadas enfrentan problemas en el mantenimiento de sus respectivos sistemas de pensiones debido a que los cambios en la estructura de los mercados laborales y la globalización financiera les han dificultado la cimentación de una base consistente así como contribuciones suficientes para los sistemas de pensiones (Bonoli, 2003) Otro importante motivo de apremio sobre los programas de pensiones ha sido el envejecimiento de la población, que agrava la crisis de las pensiones al alterar el radio entre contribuyentes y recipientes en los distintos programas (Schludi, 2005). Como respuesta, muchos países han modificado sus sistemas de pensiones y/o disminuido los gastos que éstas ocasionan.
En lo que hace a la migración internacional y los sistemas públicos de pensiones, sucede que, en la gran mayoría de los países desarrollados, los migrantes suelen ser más jóvenes que la población nativa. Una de las razones de ello es que la edad avanzada desalienta la migración: la gente mayor es disuadida de migrar debido a que el periodo en el que puede aspirar a un ingreso mayor en el país receptor es breve. Por otra parte, es a causa de que la mayoría de los trabajadores migrantes son jóvenes que reciben menos beneficios, es decir, a pesar de pagar más de lo que reciben por el sistema de pensiones, quienes se benefician con este flujo migratorio son los pensionados.
Estudios subsecuentes simulan modelos matemáticos usando estadísticas, así como efectos de la migración cuantificada sobre sistemas de pensiones. No obstante que las estimaciones específicas varían con los estudios dependiendo de los métodos, los modelos y las consideraciones hechas, la mayoría de estos estudios arrojan efectos migratorios positivos sobre los sistemas de pensiones (Bongaarts, 2003; Dang, Antolin, & Oxley, 2001; Lee & Miller, 2000).
Es sabido que las poblaciones de los países industrializados son considerablemente viejas, hecho que representa una de las razones que aumentan la presión sobre las pensiones públicas que tratan de aumentar las tasas de fertilidad para mitigar el envejecimiento de su población y reformar sus sistemas de beneficencia. En adición a estas políticas, algunos países se dan cuenta de que estos sistemas son capaces de beneficiar desde el flujo de migrantes mientras que mantienen niveles apropiados para la inmigración.
Así, abreviando los temas que atañen a un pacto intergeneracional, la redistribución y la reforma de las pensiones, habría que señalar que las consecuencias de incrementar la presión fiscal de manera progresiva, destinando una mayor porción de la renta disponible a las pensiones, implican una redistribución desde las capas más jóvenes hacia las más ancianas de la sociedad, desequilibrando el pacto intergeneracional a favor de estos últimos (y por supuesto cuando los actuales jóvenes llegasen a su edad de jubilación exigirían igual pago).
En suma, el cambio demográfico previsto resulta tan brusco que el incremento en la presión fiscal necesario sería enorme; el precio para la economía saldría demasiado alto.
Se sabe también que otra posible cuantificación sería la edad de jubilación; pero como ésta no es el caso de Japón, que por lo visto hasta el día de hoy no parece desear que los trabajadores inmigrantes -nikkeijin o no- permanezcan en el país, no se toca aquí.
Lo cierto es que los ciudadanos del mundo hoy todavía asumen que, si pagan sus impuestos, en el futuro recibirán una pensión igual o más o menos parecida a su salario, aunque no hay nada que les garantice que así será. Sin embargo, si las expectativas comienzan a deteriorarse de manera clara debido a las malas perspectivas económicas y demográficas, esta confianza puede erosionarse. Es decir que, si los costos de cooperación no están claros, cooperar puede dejar de ser una idea tan fantástica.
La única forma totalmente segura de evitar que se rompa el pacto de cooperación entre generaciones es rompiéndolo ante los propios ciudadanos, lo que significa pasar de un sistema tipo PAYG a otro basado en fondos individuales, en los que cada individuo se dedica a ahorrar hasta llegada su jubilación y el Estado -o una entidad privada- se encarga de que estos ahorros no pierdan valor por la inflación, o incluso se revaloricen, a través de inversiones. Obviamente, los costos en términos de igualdad de esta reforma son enormes al reproducir totalmente la distribución de riqueza en la vida laboral. Además, rompe el mecanismo de compartir riesgo ante shocks que implica tener un sistema del tipo PAYG: cada uno estaría, de nuevo, más solo ante el peligro. No parece, por tanto, una reforma deseable.
Algunas precisiones convenientes.
Si bien todo parece indicar que la movilidad no volverá a sus niveles anteriores en el corto plazo, debido a los recortes en la demanda de mano de obra, a las constantes y severas restricciones para viajar y al uso generalizado del trabajo a distancia entre los trabajadores altamente calificados, amén del aprendizaje a distancia por parte de los estudiantes, la reanudación de la migración será un factor importante para impulsar la recuperación tras la pandemia, si la movilidad humana sigue siendo segura e integradora, y respeta los derechos humanos y las normas laborales internacionales.
No obstante, convertir la migración en un factor de desarrollo sostenible requiere que los gobiernos, los empresarios, los sindicatos y otras partes interesadas promuevan la integración socioeconómica de los migrantes como una prioridad. La integración empodera a los migrantes al fomentar su inclusión sostenible y su contribución a las economías locales. Para alcanzar una restauración vigorosa y efectivamente incluyente, será imprescindible la adecuada formulación de políticas de migración e integración.
Tal como han señalado Martha Newton, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), y Asako Okai, Directora de la Oficina de Crisis del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo): “a medida que salimos de la pandemia de la COVID-19, trabajar por la inclusión de los migrantes, hacer que la migración sea más segura, más ordenada y más regular, promover la cohesión social y lograr la integración evitará que otras crisis tengan efectos adversos similares. La recuperación nos ofrece una opción: volver a lo de siempre o hacer que la migración funcione para todos”.[1]
Lo cierto es que la inmigración ha sido no sólo objeto de regulación y control, sino frecuentemente de restricción e incluso de persecución y estigmatización. En sentido contrario al reconocimiento del derecho a emigrar, como condición inherente al principio de libertad de tránsito, la internación de nacionales de otros países se enfrenta a la prevalencia del derecho del estado receptor por encima del derecho individual.Ya desde largo tiempo atrás, Alba señalaba: "la emigración se considera un derecho humano; la inmigración no" (Alba, 1992:7).[2]
La movilidad territorial de la población, en su sentido amplio, es un fenómeno que ha estado presente en todos los estadios de la historia de la humanidad. Sin embargo, sus expresiones (composición, magnitudes, direccionalidad, motivaciones y alcances) han diferido en los desiguales contextos en que se han desarrollado. En tanto procesos sociales, las migraciones están inmersas en la dinámica y el comportamiento de los distintos actores en una coyuntura dada; ello determina que su apreciación y tratamiento están permeados por la óptica que cada uno de ellos posee respecto del fenómeno.
Las poblaciones migrantes constituyen grupos altamente vulnerables en cuanto a la vigencia de sus derechos fundamentales. Algunas razones para sustentar tal afirmación tienen que ver con sus características y perfiles más generales. Si bien es cierto que la desigualdad social es uno de los factores determinantes de la movilidad actual, también existen evidencias de que las poblaciones migrantes casi nunca son las más pobres; si bien está demostrado que no son los más pobres los que constituyen los contingentes mayoritarios dentro de la migración, el auge de los niveles de pobreza sí refleja procesos de depauperación de amplias capas de la población que incorporan nuevos grupos sociales a los flujos migratorios. Dos razones para ello son: 1) que la migración tiene un costo económico que es preciso sufragar individual o familiarmente; y 2), que los mercados laborales demandantes, a su vez, tienen algún grado de selectividad. No obstante, su inserción social y laboral ocurre casi siempre en circunstancias desventajosas para ellos.
[1] Organización Internacional del Trabajo (OIT)
[2] Francisco Alba, “Dilemas globales de la migración internacional”, Centro de Estudios Demográficos, Vol. 8, Núm. 2, El Colegio de México, mayo-agosto de 1993.
Conclusiones:
El dilema de las políticas migratorias: ¿soberanía o derechos humanos?
Se reconoce que la mayoría de los movimientos poblacionales del mundo contemporáneo obedecen a motivaciones vinculadas con las condiciones materiales de vida. la agudización de las desigualdades sociales, por un lado, y la constitución de mercados laborales como consecuencia de la expansión capitalista, por el otro, dos factores esenciales en la generación de los movimientos migratorios que caracterizan nuestra era. Sin embargo, no son los únicos y de ahí que se admita -aunque con un insuficiente conocimiento riguroso y detallado- la existencia de una gran diversidad y complejidad en la movilidad actual de la Población (United Nations Secretariat, 1994:1 y ss.).
Desde la fundación misma del Estado moderno, un elemento constitutivo de su definición incluyó la noción de jurisdicción en un territorio dado. Así, las fronteras de los estados han delimitado los alcances de su legalidad y de su actividad. Una conceptualización formal y limitada de frontera puede restringirlas a los límites territoriales de los ámbitos de la soberanía en el ejercicio del poder por parte de los Estados (Fóucher, 1986:56-58), de “Migración y Derechos Humanos”: por extensión, son los confines de la vigencia de la identidad de los pueblos, Así como de su sentido de nacionalidad (Ibid., Bustamante, 1989 -nota crítica-; Lozano R., 1990), y del ejercicio de la ciudadanía (Barbalet, 1988).
A pesar de ello, la categorización de estos elementos de índole cultural es objeto de amplia polémica, tanto por su naturaleza subjetiva, como por el hecho de que su conformación es un proceso históricamente condicionado (Habermas, 1994). Por todo ello, las fronteras son punto de ruptura y discontinuidad entre realidades con entornos geográficos socialmente construidos, marcos de relaciones sociales y procesos históricos diferentes, producto y síntesis de dinámicas y relaciones propias de los países que dividen, pero a veces también de las regiones más amplias en las que se inscriben (Durkheim, 1986), es decir, son el punto crucial que demarca los límites entre las naciones. Son el punto de ruptura discontinuidad entre realidades con entornos geográficos socialmente construidos, marcos de relaciones sociales y procesos históricos diferentes, producto y síntesis de dinámicas y relaciones propias de los países que dividen, pero en ocasiones también de las regiones más amplias en las que se inscriben.
Habermas asienta que una persona se convierte en migrante, en el otro en oposición al nativo en cuanto cruza la línea fronteriza que divide un Estado del otro y que en muchos casos trae consigo un cambio cultural, pero hay algo que destacar y es que las fronteras: su conformación es un proceso históricamente condicionado (Habermas, 1992).
En el Derecho Internacional “es una máxima aceptada que toda nación soberana tiene el poder, inherente a su soberanía y esencial para su auto-preservación, para prohibir la entrada de extranjeros dentro de sus dominios o para admitirlos sólo en ciertos casos y bajo algunas condiciones que pueden ser prescriptibles” (Citado en Goodwin Gill, 1989: p. 526)109.
Por todo ello, no resulta estéril hablar de la importancia de las fronteras en el contexto de las migraciones y de los derechos de las poblaciones migrantes. A las fronteras se las relaciona con las nociones mismas de nación, de nacionalidad, de ciudadanía, pero también de extranjería, de ámbito dónde ocurren con mayor intensidad las migraciones y en donde las posiciones nativistas más recalcitrantes pueden demandar las máximas expresiones de la oposición nativo / extranjero. Es allí donde se exige una defensa vigorosa de los intereses de la nación y donde se puede ejercer frente a la supuesta amenaza implícita en el otro polo de la oposición: el extranjero, el inmigrante (Bustamante, 1994).
El Estado-Nación fue fundado con el objeto de proteger y salvaguardar los derechos de los connacionales frente a sí mismos, pero en los hechos también ha desarrollado una vigorosa oposición frente “al otro”.
Manifiestamente, la ambigua identidad cultural de los nikkeijin presume un meollo de roce en una sociedad tan maliciosa acerca del concepto de "el otro" -como es la japonesa- evidentemente derivado de la mentalidad sakoku,[1] y hoy comprometida a mansalva por los hijos ynietos de su diáspora a un cambio de arquetipo que -más a la corta que a la larga- hará de Japón una sociedad multiétnica.
Alcanzar el replanteamiento de los derechos humanos de las poblaciones migrantes representa un gran desafío. Se trata de enfrentar un fenómeno complejo cuyas raíces se remontan no sólo a las desigualdades estructurales de los países de origen, sino también a las cada vez más globalizadas, pero paradójicamente polarizadas, relaciones internacionales.
La migración laboral se ha incorporado de diferentes maneras como parte de este proceso. Por un lado, el capital global impulsa la migración y determina sus patrones, direcciones y formas. La migración constituye un importante factor en la realización de transformaciones sociales fundamentales de las áreas tanto de origen como de destino. De manera que la migración es una parte integral de los procesos de globalización y transformación social, así como una fuerza primordial en sí misma que rediseña a las comunidades y a las sociedades; es decir, las transformaciones sociales inherentes a la globalización no sólo afectan el bienestar económico.
[1] Política aislacionista seguida por el shogunato Tokugawa de 1641 (1603) a 1853-54.
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Palabras clave:
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