Resumen de la Ponencia:
El contrapoder se conforma con la organización de grupos sociales alejados de los puestos políticos de mando, que deciden enfrentar las políticas del públicas que impiden una vida digna. Sin embargo, al interior de estas asociaciones, se registran luchas por la obtención de liderazgo y en no pocas ocasiones, los dirigentes llevan a cabo prácticas de favoritismo para las personas más allegadas a ellos; en otras palabras, se procede de manera semejante a la lucha de partidos políticos, empero en un nivel diferente. Incluso, como señala Joaquín Sánchez Macgrégor, si dichas organizaciones logran temar el poder, es posible que se conviertan en represores aún más crueles que aquellos a los que se combatió. Así, se echa de ver que algunas personas buscan beneficios personales, que es lo contrario a lo que se supone debería de acontecer, esto es, que la dirigencia social, al tomar conciencia del mal que se les causó, debería evitar la repetición de las tendencias nepotistas y de uso desmedido del poder político. Esta paradoja conduce a reflexionar en torno al contexto individual y social que induce a los seres humanos a actuar de manera egoísta.
Para ofrecer una orientación, empleo el principio apropiación-seguridad, esto es que el ser humano como ente que proviene del mundo natural, para sobrevivir, aprendió a proveerse de seguridad al apropiarse de lugares que con el tiempo lo llevaron de bosques y posteriormente cuevas hasta edificar ciudades, lo mismo hizo con las plantas y los animales, así inventó la agricultura y la ganadería. Empero, la tendencia controlar también se extiende a los integrantes de su grupo, por los beneficios que individuales que obtienen. Sin embargo, el problema no se debe limitar únicamente a lo seductor que es poder, ya que no todos los seres humanos se corrompen. Muestra de ello, son los cientos de líderes sociales que son hostigados, perseguidos e incluso asesinados por no corromperse. Incluso, los líderes sociales como Gandhi, Martín Luther King Jr., Nelson Mandela, Aun San Suu Kyi, , entre otros son ejemplos, de que el poder político puede beneficiar a la población. Así, en la investigación se expone la importancia del origen natural del ser humano para el fortalecimiento de la moral y la ética, en tanto construcción social que requieren difusión y reconocimiento, ya que contribuyen a mejorar la convivencia humana.
Introducción:
EL CONTRAPODER Y SUS PARADOJAS
Roberto Mora Martínez
CIALC/UNAM
rmoramar@unam.mx
México
Este trabajo aborda la paradójica experiencia del ser humano alejado del poder, quien al ver afectados sus intereses e impedido de dotar a su familia de una vida digno, se asocia con otros individuos para enfrentar las injusticias provocadas por los dirigentes de la política y la economía, tanto nacional como mundial, quienes han impuesto un sistema social basado en la competitividad y el egoísmo capitalista.
Así, se ha denominado de “contrapoder” o “poder alternativo”, a las personas y grupos que se han solidarizado para reivindicar sus prerrogativas. Así, debido a los problemas que enfrentan dichas organizaciones se caracterizan por su horizontalidad, esto es, que todas y todos las y los integrantes, opiniones y propuestas tienen el mismo nivel de importancia. A diferencia de los sectores de poder cuya característica principal es la verticalidad, lo que implica que la cúpula toma una decisión que debe ser ejecutada por los diferentes individuos o grupos subordinados.
Sin embargo, en no pocas ocasiones, la horizontalidad de los grupos de contrapoder se rompe, ya que en ellas también se registran luchas por la obtención del liderazgo, lo cual hace manifiesta la tendencia de algunas personas de obtener beneficios de los que carecen las mayorías. Actitud, que no debería de suscitarse, pero se presenta, por ello surge la pregunta sobre ¿qué factores inciden en algunos seres humanos para que cambien sus intereses, adoptando comportamientos similares a los de aquellos contra los que lucharon?
Para exponer una orientación a la pregunta señalada en el anterior párrafo, así como una aproximación sobre algunos factores que inciden en la toma de decisiones, se emplea el principio: apropiación-seguridad, que explica la necesidad humana de sentirse a salvo a través de adueñarse y transformar los objetos de la naturaleza. Dicha propuesta se complementa con una exposición sobre las características que cumple la decisión moral, como una guía para avanzar sobre las tendencias que promueven el lucro y la competitividad. Por ese motivo, esta presentación inicia con la exposición sobre los problemas del contrapoder y se complementa con un análisis de lo moral.
Desarrollo:
Los retos del contrapoder
El término de contrapoder fue acuñado por el sociólogo brasileño Florestan Fernándes, pero fue en la década del 90 del siglo XX cuando en México y América Latina tuvo un amplio desarrollo, gracias a las obras de autores como Joaquín Sánchez Macgrégor y Luis Villoro, ambos de México, así como el argentino Arturo Andrés Roig, quien abordó el tema de las mediaciones dialécticas.
En este sentido el poder alternativo, término que también se emplea para referirse a las situaciones de contrapoder, se asigna a las organizaciones sociales y personas destacadas en dichos movimientos, quienes luchan contra los abusos de los dirigentes del poder político y económico. Desafortunadamente, en un número significativo de agrupaciones sociales en defensa de los derechos y el bienestar social, se registran luchas en su interior, principalmente por la obtención del liderazgo, así como por el deseo de colocar en puestos clave a familiares y amistades.
Incluso, históricamente los movimientos de contrapoder han llegado a convertirse en represores más crueles que los gobernantes contra los que pelearon, tales son los casos de las revoluciones francesa y soviética. Empero, en un número significativo de organizaciones sociales actuales, las luchas por el control del grupo son frecuentes. De tal modo que, se puede decir, que se procede igual que la lucha de los partidos político del liberalismo por la obtención de presidencias, sólo que en diferente situación, esto es, en el de defensa social. Por otra parte, no es poco común que algunos dirigentes, por el afán de obtener mayores privilegios, negocien con los grupos que ya controlan las políticas nacionales para hacerse de un lugar.
Por las dificultades señaladas, es oportuno citar a Joaquín Sánchez Macgrégor, quien señala que la propuesta del contrapoder, como principio organizativo de los movimientos sociales, está relacionada con el poder, formándose un juego conceptual poder/contrapoder, el cual “trata de una relación diádica de oposición únicamente conceptual, ya que en la práctica real no son incompatibles, ni se presentan separadas las instituciones del poder y las del contrapoder” (Sánchez Macgrégor, 2000: 176).
Empero, a pesar de lo que señala el filósofo mexicano citado, quien se refiere al establecimiento de organizaciones estatales, se debe destacar que no todos los lideres sociales se corrompen, prueba de ello está en los cientos de dirigentes así como activistas que son hostigados, perseguidos y asesinados por no venderse a los intereses de los grupos en el poder. Es por ello, que se requiere de una reflexión seria en torno a los factores que los seres humanos deben considerar al momento de decidirse sobre mantenerse firmes y contribuir al avance del movimiento social o desafortunadamente, si optan por colaborar con los grupos de poder.
Es oportuno señalar que cuando algún dirigente social decide colaborar con el grupo al que se enfrentaba, no necesariamente implica la tendencia humana de dejarse seducir por el poder y los lujos que conlleva, ya que el temor a las agresiones no sólo personales sino de los familiares o, incluso, a perder la vida, son factores que se deben considerar al momento de enfrentarse a las personas enviadas por los grupos de poder, ya sean cuerpos de choque o paramilitares, etcétera. De tal modo que la propia seguridad es un factor de suma importancia, empero, también hay que considerar las bases morales que las personas posean, así como los motivos personales por las cuales se optó por la organización social.
Por lo expresado, este trabajo continúa con dos orientaciones: la obtención de seguridad y la moralidad. En la primera se exponen las características del principio apropiación-seguridad y en la segunda, se responde a la pregunta ¿para qué queremos ser morales?
El principio apropiación-seguridad
Considero necesario señalar que un primer avance de este apartado se presenta en el libro: Roberto Mora, Contrapoder y dominación (2022). En este expuse el principio apropiación-seguridad, el cual señala que ambas palabras, en el ámbito humano implican un accionar conjunto, esto es que al mismo tiempo que los seres humanos se aplicaban para la consecución de su seguridad, lo hacían apropiándose de objetos, lugares, animales, etcétera.
Así, la actitud humana a proveerse de bienestar personal y grupal, entre otros factores como el aprendizaje y la creatividad, contribuyen a moldear el comportamiento social. Ello implica que al momento de decidir sobre la manera de actuar en sociedad se valora la integridad, sobre todo cuando se enfrentan dificultades como la de proveer a la familia de los insumos necesario para su subsistencia, lo cual conduce a varios caminos. En este trabajo sólo se destacan tres:
A formar parte de una organización, porque se obstaculizaron todas las posibilidades de llevar una vida digna.De estar en peligro, se puede optar por dejar el movimiento social o llegar a un acuerdo con los dirigentes del poder político y económico.O a mantenerse firme, pues se está convencido de que ello, en el futuro redundará en seguridad para los descendientes del grupo.
No está de más señalar que el último punto, añade el factor de fortaleza moral, lo cual implica la toma de conciencia sobre la importancia que tienen las nuevas generaciones y sus posibilidades de transformar el mundo. Por lo que en ello están las bases de construcción de vida a futuro, esto es, la tendencia tratar de impedir que se vuelvan a cometer actos que afecten el bienestar de la población.
En las ideas centrales del principio apropiación-seguridad, se apunta que toda forma de vida tiende a la preservación y permanencia de la propia existencia, lo que incluye salvaguardar a los integrantes del grupo, para lo cual el ser humano, como el resto del reino animal, ha creado diversas estrategias, que cuentan con la fuerza transformadora de la creatividad, esto es, la capacidad de inventar objetos y acciones que no están en la naturaleza. Así, cada descubrimiento, cada cambio que provoca en el entorno es una forma de apropiación que le permite vivir por más tiempo y con mayor seguridad. En este sentido, es posible afirmar que ha aplicado el pensamiento creativo para alejarse de los riesgos asociados a los fenómenos climáticos, a los depredadores y, con ello, controlar su desarrollo.
Así, en nuestros inicios como especie, se tuvo la necesidad de obtener refugios para la protección de los depredadores como del medio ambiente, tales sitios constituyeron zonas de asentamiento, primero temporales y, posteriormente, permanentes. Sin embargo, a diferencia del resto de los animales, el humano cuenta con imaginación creativa, con lo que transformó dichos espacios y posteriormente inventó otros, esto es que desarrolló la capacidad de generar instrumentos que no existen en la naturaleza y que contribuyen a la apropiación del entorno y a la seguridad.
Al vincular la evolución con la cultura, las acciones de apropiación y seguridad se relacionan con la capacidad de asimilar y concebir ideas, siempre a partir de las vivencias personales, por lo cual, se considera central la expresión de Wulf, para quien el ser humano inicia la apropiación del mundo con base en la experiencia corporal, pues ésta “se encuentra en el centro de los procesos de aprendizaje con los que los hombres transforman su entorno” (Wulf, 2008: 17).
Así, para el ser humano, tener control del entorno natural y animal es de suma importancia, desafortunadamente dicha actitud se extiende a los integrantes de su grupo, ya que algunos han aprendido que colocarse en situación de dirigir es la mejor manera de obtener seguridad y mayores beneficios. Así, la tendencia a la apropiación obedece a la importancia que tiene la satisfacción de las necesidades, para ello, es necesario gestionarlas con el mundo o con alguien en particular, por lo que, para este último caso, es importante aprovisionarse de todo tipo de recursos para la negociación.
Por otra parte, en términos grupales, es posible afirmar que a partir de la sensación de sentirse a salvo, las personas pueden enfocarse en otros aspectos de su existencia, esto es, el desarrollo de diferentes capacidades, que también son producto de las experiencias mundanas, por ejemplo la expresión de las sensaciones, específicamente las artes, destacando el caso de la música.
De tal manera que, la seguridad consiste en la certeza de la ausencia de peligro, lo cual es una vivencia interna, sustentada en el hecho de que la información, principalmente del presente, indica que se han cubierto las necesidades básicas, lo cual permite experimentar paz.
Por lo expresado, es oportuno señalar que en la actualidad, el ser humano requiere tranquilidad frente a los retos y dificultades que entraña la vida social, pues la seguridad sin libertad es equivalente a esclavitud. Y, desafortunadamente, en la vida cotidiana de las mayorías sociales, tanto la casa como el lugar de trabajo están en riesgo, pues, como señala Celso Sánchez Capdequí, la etapa actual se caracteriza por la impotencia y la desprotección, condiciones que van de la mano, por ello “la seguridad se impone como el valor más demandado de la época. Una seguridad que precisamente por la urgencia y la desesperación con las que se reclama en muchas ocasiones se malentiende” (Sánchez Capdequí, 2012: 18).
Este malestar se agrava ante la presencia de cuerpos policíacos, recrudeciéndose la desconfianza de los grupos sociales que buscan mejorar sus condiciones materiales de vida. Por tanto, el incremento del miedo obedece a la impotencia de los actores sociales frente a escenarios inciertos sobre la obtención de seguridad.
Por otra parte, la etapa actual se caracteriza por su inseguridad. Aunque es pertinente preguntar ¿si alguna vez existió un sistema en el que todos los ciudadanos se considerasen protegidos y tomados en cuenta? La respuesta, evidentemente, es que no, no hubo ni hay un sistema completamente justo o cuyas leyes se apliquen de manera imparcial. Empero, a diferencia del pasado, en el presente está más latente la posibilidad de desaparición de la vida humana del planeta. Además, las directrices teóricas, morales, económicas, etcétera, con las que se busca beneficiar a la población encuentran mayores dificultades en su difusión y aplicación.
Por lo expresado, en este punto es de suma importancia, valorar el problema de lo moral en los seres humanos, ya que no es dable señalar que el egoísmo, avaricia, etcétera, han guiado el rumbo de la humanidad, de ser así, es muy probable que ya no existiríamos como especie.
¿Para qué queremos ser morales?
Es oportuno señalar que de esta sección presenté un avance en el libro: Roberto Mora, Problemas entorno a lo moral (en dictaminación). Es de suma importancia señalar que el tema de lo moral se relaciona directamente con el poder, para exponer dicha correspondencia es oportuno citar una observación formulada por Luis Villoro, quien señala que “Todos los movimientos de raíz ética, en el campo de la política, han querido poner límites al poder estatal” (Villoro, 1998: 170).
Villoro indica que las revoluciones liberales, las propuestas anarquistas y los socialismos, buscaron eliminar el poder impositivo. De ahí que señale la paradoja según la cual, todo “intento de terminar con la dominación o, al menos de limitarla, requiere poder” (Villoro, 1998: 170), el cual, sin embargo, no debe ser del mismo género, esto es, impositivo, de ser así, el círculo de violencia y dominación perdura. De tal manera, para evitar la violencia futura es necesario el fortalecimiento de lo moral.
En este punto surge la pregunta, sobre las características de lo moral. Para responder, en oportuno señalar que en los primeros grupos humanos, incluso se puede señalar que desde antes, la unidad y permanencia se fue consolidando gracias a las acciones positivas o benéficas. Dichos actos prosociales constituyen la base de lo que posteriormente se denominará moral. En otras palabras, el gregarismo, común en las especies animales, en el ser humano permitió el incremento de la creatividad, con lo cual se generaron objetos, herramientas y refugios que no existen en la naturaleza.
Desafortunadamente, conforme se fue avanzando en la invención y agrupación de individuos, se han vuelto más complicadas las relaciones humanas, pues como apunta Yuval Noah Harari, “los humanos siempre han sido mucho más duchos en inventar herramientas que en usarlas sabiamente” (Y. Noah Harari, 2018: 25). Ello, entre otras causas, se debe a que se ha desarrollado la tendencia en algunos individuos quienes se consideran más importantes que otros por la actividad que realizan, por lo que se creen merecedores de más beneficios. Dicha creencia, se ha ido fortaleciendo con el tiempo y el crecimiento de los grupos. Sin embargo, también ha aumentado la capacidad de intervención de los integrantes de la comunidad para evitar que ello ocurra.
Es oportuno considerar que quienes asumieron la dirección de los grupos, obtuvieron y obtienen mayor acceso a información y oportunidades de las que carecen las mayorías. Lo cual se considera perjudicial, ya que conduce a la apropiación de mayores insumos, mejores espacios y, con ello, a más beneficios, conductas en las que se echa de ver la ausencia de relaciones cooperativas y de solidaridad que, en suma, fueron las que propiciaron la continuidad de la especie.
A lo largo de la historia, las relaciones entre las personas y las poblaciones han definido algunas tendencias humanas. Aquí interesan dos: la dominación y la liberación. La primera ha sido expuesta. Con respecto a la segunda, es oportuno señalar su correspondencia con lo moral, por ese motivo, es oportuno preguntar ¿cuáles son las características que debe cumplir el acto moral? Para responder, es oportuno señalar que las actitudes de cooperación, altruismo y empatía, así como la construcción de espacios públicos de comunicación, deben considerar lo común en la diferencia, que ha permitido a la especie su sobrevivencia, debido a que fortalecen los lazos comunitarios al generar seguridad entre la población. Y con ello, la sensación de tranquilidad y la ausencia de problemas, aunque esto sea efímero.
En este sentido, las acciones prosociales, si bien no terminan con los problemas, por lo menos evitan que los ya existentes se agraven, lo que es una descarga emocional con relación al peso de la vida cotidiana. Por ello, se le relaciona con la libertad.
Así, actuar en favor de consolidar la unión de las personas con las cuales se habita, podría ser una primera respuesta a los problemas que actualmente aquejan a la sociedad. A ello, es oportuno añadir una reflexión expresada por Luis Villoro, quien argumenta en favor de lo razonable, esto es, ya no la razón como guía fundamental para encontrar alguna verdad, sino de lo razonable, en tanto conducta que no pretende imponer una determinada razón ante una situación irracional, “sino adecuarla a la situación, justamente para cambiarla” (Villoro, 2013: 217). De este modo, lo moral se podría calificar como la conducta que mejora los problemas, tal vez sin proporcionar una solución definitiva, pero ello es diferente de posponerlos o de imponer alguna postura.
Por tanto, actitudes como la cooperación y el altruismo se han combinado con la creatividad, el aprendizaje progresivo, la conciencia, dando lugar a construcciones que han permitido una convivencia y un desarrollo cultural y civilizatorio, lo que, pese a todos los problemas, se ha caracterizado por la búsqueda de una convivencia pacífica, con códigos morales, leyes, instituciones para el cuidado del bienestar, la salud y la ecología, etcétera, aunque haya diferencias en la manera de valorar dichos cuidados, pues, por ejemplo, hay naciones que no cuentan con un sistemas públicos para atenderlos, lo cual se debe a que, desde su perspectiva, las personas deben pagar por ello, lo que, como sabemos, en muchas ocasiones no es posible, dado que amplios sectores viven en condiciones precarias.
Por lo expresado, es posible afirmar que los seres humanos, a pesar de todos los pesares, la moral es la parte más positiva del aprendizaje humano, que ha permitido la continuidad de nuestra especie, ya que posibilita la promoción y proyección de una convivencia pacífica, relacional, de respeto a la diferencia y, por ello, de integración.
Conclusiones:
Una de las características del accionar humano es la socialización, que es de suma importancia, ya que permitió la permanencia y el desarrollo. Sin embargo, en la actualidad, por parte de los grupos en el poder económico y político, se ignora a amplios sectores de la humanidad, a los que se pretende asignar la etiqueta de innecesarios.
En oposición a la tendencia capitalista que considera a las mayorías sociales como herramientas de trabajo y mercancías, es necesario reivindicar la importancia de todas las personas, quienes, como señaló Arturo Andrés Roig, son valiosas aún antes de lo que de ellos se diga. Por ese motivo, este trabajo se enfocó a exponer las características del principio apropiación-seguridad, tendencia humana de asegurar su sobrevivencia basándose en la apropiación de lugares, objetos y animales, empero también de sus congéneres. Sin embargo, dicho comportamiento no es el único, ya que al mismo tiempo también se desarrollaron las actitudes prosociales como la asistencia, solidaridad y empatía, que dieron pauta a la conformación de una vida en la que se echa de ver que el respeto y la mutua ayuda, han sido factores determinantes para la permanencia de la especie, además del desarrollo técnico-científico, así como político y social.
Por lo escrito, entonces el avance en términos de respeto, solidaridad y empatía, son necesarios para la diaria convivencia, ya que consolidan el comportamiento al que se ha denominado como moral, en tanto que éste se conforma con actividades que delinean una conducta que contribuye al establecimiento de un clima de armonía, de cordialidad. Lo cual no implica negar o señalar que se impedirán los problemas sociales. Empero, que contribuye a una mayor comprensión humana, para que el avance en la solución los dilemas, se realice de la mejor manera posible.
Bibliografía:
Mora Martínez, Roberto, [2022], Contrapoder y dominación, la paradójica experiencia del poder en lo político, México, CIALC/UNAM.
----------------------------, Problemas entorno a lo moral (en dictaminación).
Noah Harari, Yuval, [2018], 21 lecciones para el siglo XXI, Trad. Joandomènec Ros, México, Debate.
Sánchez Capdequí, Celso, [2012], “Inicios, angustias y miedos sociales”, págs. 17-48, en Maya Aguiluz Ibargüén, (Coord.), Intervenciones sobre miedos y otros, México: CEIICH/UNAM.
Sánchez Macgrégor, Joaquín, [2000], Ideologías políticas y poder moral, Una crítica para el contexto latinoamericano, México, UNAM.
Villoro Luis, [1998], “Poder, contrapoder y violencia”, págs. 165-178, en Adolfo Sánchez Vázquez (Editor), El mundo de la violencia, México, FFyL/UNAM-FCE.
Wulf, Christoph, [2008], Antropología, historia, cultura, filosofía, Trad. Daniel Barreto, Barcelona, Anthropos-UAM.
Palabras clave:
Contrapoder.
Principio apropiación-seguridad.
Moral.
Empatía.
Altruismo.