Resumen de la Ponencia:
Nesta pesquisa, pretendemos investigar as apreensões e significações atribuídas à categoria ódio na caracterização dos crimes de feminicídios e homicídios motivados por LGBTQIA+fobia na rede social Twitter no ano de 2021, destacando as emoções reiteradas nas postagens que revelam entendimentos diferentes sobre as motivações criminosas, invisibilidades e percepções punitivas para o ato criminoso. Esse embate social é também motivado pelas recentes alterações do código penal brasileiro: a lei que definiu o crime de feminicídio (2015) e a incorporação da homofobia e da transfobia nos crimes de racismo (2019), definidas em termos teóricos como crime de ódio (Perry, 2001). Desta forma, esta pesquisa contribuirá com os debates no âmbito das Ciências Sociais acerca das (in)visibilidades relacionadas às motivações de gênero e sexualidade fomentadoras dessas mortes violentas e, em especial, sobre as inteligibilidades difundidas no âmbito do Twitter.Os discursos de ódio podem ser definidos como incitações a discriminação racial, social ou religiosa em determinados grupos, na maioria das vezes, as minorias (Walker, 1994; Meyer Pflug, 2009). Neste trabalho, em particular, investigamos os “discurso de ódio online” relacionados a feminicídios e homicídios motivados por LGBTQIA+fobia no Twitter em 2021. Para atingir os objetivos da pesquisa, empregamos o framework CrowdPulse, que extrai dados textuais (posts, Tweets, etc.) de redes sociais em tempo real e implementa algoritmos para processamento semântico, análise de sentimentos e classificação de dados coletados (Musto et al., 2015). Em particular, adaptamos o referido framework para extrair e identificar discursos de ódio online em território brasileiro, disponíveis publicamente no Twitter em formato textual.Os casos que se encontram à margem da heteronormatividade e dos padrões binários de sexo e de gênero apresentaram uma reiteração maior da violência, apesar da imposição das normas sociais operarem tanto no sexo quanto no gênero, nos casos de feminicídio e homicídios LGBTQIA+fóbicos.Resumen de la Ponencia:
Durante la contingencia por Covid-19 muchas actividades sociales como la educación y el trabajo se vieron afectadas y obligadas a trasladarse a los escenarios digitales, pero no fueron las únicas. Particularmente, las movilizaciones sociales también se vieron afectadas, pero no se detuvieron. Los espacios de reuniones de muchos colectivos se convirtieron en salas de Zoom, los espacios donde se generaban conferencias o conversatorios se convirtieron en Lives de Facebook y la comunicación que alguna vez se generó frente a frente ahora era mediada por WhatsApp. Esta ponencia tiene como objetivo analizar las prácticas de movilización digital que llevaron a cabo los colectivos de Diversidad Sexual durante la pandemia. Para analizar esas prácticas de movilización se recurre a la teoría del proceso de apropiación digital. Dicha teoría señala que existe un proceso previo no lineal en el cual los usuarios incorporan las tecnologías digitales para cumplir determinados objetivos en contextos situados. Ese proceso previo pasa por el acceso —infraestructura, adquisición y conexión—; los usos que van desde los más instrumentales a los estratégicos; las habilidades digitales necesarias para operar las herramientas digitales: instrumentales, cognitivo-críticas y comunicativas y, finalmente, cuando se transforma o se modifican las prácticas sociales y se construye un discurso o un relato alrededor de la tecnología, ahí es cuando se presenta la apropiación digital. Para el análisis de dichas prácticas de movilización digital se utilizó una metodología de carácter cualitativo donde se entrevistaron a nueve colectivos de la Diversidad Sexual con el objetivo de conocer cómo incorporaron las tecnologías digitales durante la pandemia. Entre los resultados no sólo se encontró un incremento en el uso de plataformas digitales de video llamadas y redes sociales, sino que también se diversificó la oferta de actividades y aumentó la población a la que llegaban; sin embargo, en la mayoría de los casos este proceso de apropiación se generó de forma obligada, por lo que no garantiza que los aprendizajes obtenidos se mantengan con el tiempo.Resumen de la Ponencia:
Los emprendimientos de comercialización de ropa de segunda mano en México van en aumento. Instagram parece ser la plataforma ideal para construir escaparates virtuales a través de los que es posible comercializar ropa usada, ahora resignificada como moda pre-amada, acompañada de una serie de narrativas que la posicionan como una alternativa circular y sustentable frente a las prácticas de producción en exceso y consumo desenfrenado que ha supuesto la conquista de este sector comercial por parte del fast fashion.
Las bazareñas se posicionan como nuevas emprendedoras de negocios por internet que fundan bazares, espacios comerciales dedicados al rescate, reacondicionamiento y venta de ropa de segunda, para ello usan como plataforma las redes sociales. En los bazares no solo se vende ropa, también se apoya a mujeres jóvenes que se arriesgan a emprender y, más allá de vender mercancías, intentan crear una comunidad en la que se comparten otros valores como la sustentabilidad, el consumo local y la sororidad. Sumado a ello, su propuesta de moda implica transgredir algunas de las imposiciones de la industria, como la ropa marcada por el dimorfismo de género, la dictadura de las tallas y la obsolescencia de los estilos. Joyas, ropa con historia, tesoritos vintage, son solo algunas de las narrativas que las bazareñas tejen en torno a la mercancía que venden a través de Instagram, una red social que además les permite interactuar con sus compradores por medio de recursos como transmisiones en vivo, rondas de preguntas y respuestas, historias, entre otros, que contribuyen a afianzar esta relación de cercanía y reciprocidad que las bazareñas buscan entablar con quienes, más que comprarles, las apoyan y ayudan a cumplir sus sueños. Esta realidad constituye una nueva forma de comercio electrónico que trasciende el mero intercambio de productos por dinero.
A través de un ejercicio netnográfico (Kozinets, 2015), este trabajo se aproxima a los bazares dedicados a la venta de ropa pre-amada con el fin de mapear el panorama y comprender las dinámicas de esta comunidad virtual que crece día a día y que atrae a más usuarios interesados en consumir moda de otra forma. La presente reflexión se enmarca en mi investigación doctoral que, desde una perspectiva antropológica, intenta entender una transformación en los hábitos de consumo de las generaciones más jóvenes, que no solo se preocupan por la crisis ambiental desencadena por la industria de la moda, sino que buscan reintroducir las prendas desechadas a los circuitos comerciales de moda apelando a valores alternativos a los dictámenes del mercado.
Introducción:
En México, el comercio y consumo de ropa de segunda mano no es un fenómeno reciente[1], por el contrario, la vecindad del país con Estados Unidos ha permitido que mucha de la ropa que desecha del otro lado de la frontera venga a parar a los miles de tianguis que se celebran semanalmente alrededor del país. Las pacas americanas no son solo una fuente de suministro de ropa para miles de familias, sino que son también la materia prima que surte a diversos negocios informales que se dedican a convertir la ropa desechada en mercancía valiosa que encontrará diversos destinos como pequeñas ventas de garaje, puestos en mercadillos de barrio y tianguis más pequeños, o bazares online, todos ellos, espacios en los que la ropa se selecciona, reacondiciona, y se revende a otro precio, convirtiéndose así en un modelo de negocio que, consciente o inconscientemente, promueve un tipo de economía circular que se abre paso entre el comercio convencional de ropa.
La crisis económica desencadenada por las medidas de aislamiento impuestas por la pandemia de COVID-19 expuso como nunca la fragilidad de los negocios tradicionales frente a aquellos que se habían consolidado desde el comercio electrónico; lo que quedó de manifiesto también, fueron las capacidades de las personas para readaptarse a las nuevas realidades que la pérdida de puestos de trabajo y los comercios cerrados les imponían. En el caso de México, la OIT señaló en un informe publicado en el último trimestre del año 2020 titulado México y la crisis de la COVID-19 en el mundo del trabajo: respuestas y desafíos, que el país norteamericano terminaría el año de la pandemia con un aumento del desempleo del 11,7%. En dicho informe también se revelaba el riesgo de que el 44% de la población empleada se enfrentara a reducciones de la jornada laboral y, en consecuencia, la reducción de sus salarios.
En 2018 un informe de ENOE afirmaba que los niveles de informalidad en el territorio mexicano ascienden al 57% de la población, más un 27% que clasifican dentro de un grupo poblacional integrado a la economía informal. En medio de este panorama, el Gobierno Federal aseguró que dos de cada tres empleos perdidos en medio de la emergencia sanitaria eran ocupados por mujeres. Con los establecimientos comerciales no esenciales cerrados, así como el cierre de jardines infantiles y guarderías, entre otros, pusieron en aprietos a las mujeres mexicanas, quienes ya de por sí, estafaban expuestas a dificultades económicas en un país que en el 2019 en el análisis del Foro Económico Mundial se ubicaba en el puesto 124 de 153 en el ranking que busca medir las oportunidades laborales para las mujeres.
La necesidad urgente de encontrar ingresos alternativos en medio de los tiempos de crisis y de ocupar el tiempo libre desarrollando una actividad apasionante, son algunas de las razones expresadas por las bazareñas para atreverse a emprender un negocio de ropa de paca, ropa usada o vintage, prendas cargadas de estigmas en torno a su origen o a las condiciones de salubridad que en diversos países suele ser la causa para prohibir[2] la importación de estas mercancías. Por medio de una nueva construcción de narrativas en torno a la ropa de segunda mano y una serie de prácticas que suponen la construcción de cadenas de valor que aportan una renovada identidad a la ropa, es decir, esta se resignifica desde el discurso y desde las acciones.
Así pues, el presente trabajo se concentra en la descripción y análisis de los escaparates virtuales construidos por las emprendedoras dedicadas al negocio de la venta de ropa de segunda mano como una de las prácticas fundamentales a la hora de resignificar estas prendas como moda pre-amada, cuyo consumo contribuye a desacelerar la carrera de la industria de la moda rápida. A través de un ejercicio netnográfico y de entrevistas semiestructuradas, expongo algunas generalidades y varias particularidades de los casos de estudio seleccionados, partiendo de conceptos como economía de las cualidades (Callon et al., 2002), biografía social de las cosas (Kopitoff, 1991) una interpretación antropológica del valor (Graeber, 2017), cuyas perspectivas nos conducen a identificar cómo los escaparates virtuales se construyen a partir de las personalidades de quienes los regentan y la carga emocional que son capaces de transmitir a la ropa que ofertan.
La netnografía, como ejercicio metodológico, consiste en observar las comunidades digitales, dar cuenta de la vida social en la red, en términos de Kozinets (2002), de aquellas comunidades digitales que se unen y tejen lazos de proximidad en torno a causas comunes, en este caso, un consumo de moda vintage y de segunda mano motivado por la desaceleración del fast fashion y el deseo de construir identidades originales a partir de piezas únicas de ropa. El método está orientado a observar los discursos y las prácticas que los miembros de la comunidad ponen a circular en la red, en este caso, seguir a varias cuentas de bazares de ropa y observar su contenido, interactuando con ellas como una usuaria más que ve sus fotos, lee las descripciones, reparte likes, comenta y hasta compra sus productos.
[1] Según la revista Forbes, México ocupa el sexto lugar entre los países que reciben ropa de segunda proveniente de Estados Unidos. Las mercancías que cruzan la frontera se valoran en aproximadamente 30 millones de dólares por año. El primer lugar en la lista lo ocupa Canadá con unos 104 millones de dólares en ropa usada. India y los Emiratos Árabes se ubican en la lista por delante de México con importaciones de ropa usada que oscilan entre los 40 y 50 millones de dólares anuales.
[2] a importación de ropa usada en México está prohibida debido a que esta no se somete a ningún control sanitario y sus orígenes no pueden ser rastreados de forma fiable. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) señala que “existe una variedad considerable de infecciones, alergias y enfermedades contagiosas por el contacto con ropa contaminada por parásitos como los piojos, pulgas, ácaros, chinches y garrapatas”, polizones que podrían llegar al país entre las toneladas de ropa americana.
Desarrollo:
Lors hace teatro corporal junto a su hermano menor, ambos pusieron en marcha El Tiradero, un bazar de ropa vintage y de tendencia que se caracteriza por los colores vibrantes, las texturas no convencionales y los cortes arriesgados. Ella es la modelo, se pone frente a la cámara habitando las prendas que vende mientras su hermano la dirige y retrata “Nuestro bazar tiene todo que ver con el teatro” confiesa. Monse, apasionada por la década de los 60's fundó Pólvora Vintage para seguir los pasos de su abuelo, un hombre apasionado por comprar objetos usados para repararlos y volverlos a vender. Además, la dificultad para encontrar ropa moderna de tallas grandes, la han llevado a buscar en las décadas pasadas ropa con cortes amplios que le permitan sentirse cómoda y con estilo. Helena siempre fue objeto de comentarios incómodos a raíz de su vestimenta “Me decían que me vestía como viejita, porque desde niña usé cosas que encontraba en las pacas”, ese estilo y el conocimiento que fue adquiriendo sobre la ropa “vieja” que siempre le gustó la llevaron a fundar un bazar de ropa vintage al que nombró Ache Store.
Estas mujeres, psicóloga social, periodista y abogada, respectivamente, son solo algunas de las personalidades que están detrás de bazares de ropa de segunda mano, quienes han encontrado la forma de conjugar su gusto por la moda con sus profesiones, y han traslado a sus muros de Instagram la forma en la que entienden el cuerpo, la belleza, la identidad, el estilo y la supervivencia económica en un mundo en el que es necesario encontrar fuentes de ingresos alternativas al mercado laboral convencional, y qué mejor opción que estos negocios puedan fundamentarse en algo que les apasiona, pues todas expresan un gusto particular por la ropa y una manía por acumularla.
Empoderar a sus clientas como mujeres fuertes que son capaces de vestirse para conquistar el mundo es el mensaje que Dani de Perritas Empoderadas intenta transmitir a sus clientas, con quienes busca una relación de amistad y confianza, pues ella misma tras una ruptura traumática encontró en la ropa un motivo para recuperarse. Diana eligió fundar un negocio independiente tras convertirse en madre y darse cuenta de que un trabajo de oficina la llevaría a perderse la vida de su hija, entonces, decidió retomar su gusto por el diseño de modas (carrera que abandonó hace más de 15 años) y creó Vestidor Venus. Mientras que las hermanas Dafne y Hannah de Chulangas encontraron en la venta de ropa de segunda una forma de obtener recursos para mantener a su perro, explorar su identidad femenina y sustraerse de la lógica de la moda de usar y tirar.
Estos intereses, miedos, experiencias pasadas, expectativas, proyectos profesionales y cotidianidad hacen parte de la construcción del bazar, sus escaparates no solo presentan prendas, sino que los demás recursos que la red social Instagram ofrece a sus usuarios forman parte de las prácticas de los bazares ponen en marcha para establecer un vínculo con sus clientas, una relación que busca trascender el intercambio económico. Los "En vivo", las historias, las sesiones de preguntas y respuestas, y los mensajes directos son parte de este ejercicio de conocimiento, empatía e identificación entre bazareñas y clientes.
Llamo escaparates virtuales a los muros o feeds de Instagram en los que las bazareñas publican fotos de las prendas que venden acompañadas de descripciones, información sobre la marca, materiales o tallas, así como de historias sobre dicho objeto y mensajes de cariño y gratitud hacia sus seguidores. Las prendas se exhiben por los mismos administradores de los bazares que pueden hacer de modelos de su propia mercancía, o se valen de un maniquí para que la prenda luzca sobre un cuerpo, otros bazares cuelgan su ropa en ganchos o simplemente la disponen sobre una superficie que permita fotografiarla en su totalidad. Dependiendo de cada bazar, los escenarios del escaparate varían: algunos toman fotos en exteriores con entornos naturales o urbanos, otros crean escenarios minimalistas con fondo blanco y algunas decoraciones como flores, espejos y libros. Hacen fotografías que permitan a los potenciales consumidores ver las prendas en distintos ángulos: frente, parte posterior, marca, detalles especiales o defectos. Las descripciones suelen incluir medidas y un precio fijo para la mercancía.
Es importante recordar que antes de esta exhibición, las prendas han sido recuperadas de las pacas, del propio closet o de los guardarropas de personas cercanas. La selección de las prendas suele fundamentarse en los gustos personales, el estado de las mismas y su potencial para volver a circular en el mercado. Después viene el reacondicionamiento de la prenda que implica lavarla, plancharla, quitar pelusas, reparar agujeros o reponer botones faltantes. Antes de fotografiar la ropa, las bazareñas suelen investigar sobre la marcas, épocas y materiales, información que compartirán con sus posibles clientas y que, de alguna forma, les ayudará a justificar el precio que ellas le han asignado a una falda de seda o una chamarra de piel.
La construcción de la identidad particular de cada bazar puede entenderse como una apuesta de cada proyecto por la creación de valor de la ropa de segunda mano, la cual, habiendo sido escindida de los circuitos de la moda, necesita reintroducirse al mercado por otras vías. Le Zotte (2017) pone de manifiesto el aporte del comercio de ropa usada a la construcciòn de identidades rebeldes y en resistencia que se rehusaban a caminar entre las filas de la cultura pop, como los artistas de la dècada del 50 o los movimientos por la lucha en favor de los derechos de los homosexuales de las décadas de los 60’s y 70’s.
De hecho, la autora señala que con la reconfiguración urbana que Estados Unidos fue experimentando a medida que los espacios domésticos se desplazaban a los alrededores de las ciudades, se produjo una especie de aislamiento de las amas de casa que encontraron en las ventas de garage una forma de distracción, socialización y convivencia con sus vecinos, así como la posibilidad de desarrollar una actividad económica ocasional que les permitiera encontrar recursos adicionales. Estos espacios de intercambio social y comercial, también constituían una nueva posibilidad de redefinir el valor de las cosas y transformados una vez más en mercancías “Las ventas de garaje encarnan el esfuerzo imaginativo colectivo involucrado en convertir un objeto en una mercancía, en atribuir valor a las cosas materiales. Productor, distribuidor y consumidor tienen percepciones a veces dispares y siempre fluidas de valor material en todo intercambio, una variabilidad económica especialmente destacada en el mundo del comercio de segunda mano. La tasación resuelta de bienes es materia de intensa y permanente negociación (Le Zotte, 2017, p. 120) [Mi traducción].
Avaluar la ropa de segunda mano resulta ser un ejercicio difícil de estandarizar. Seguramente los materiales, la marca, el estado y la edad de la prenda influyen, pero el proceso de selección, el mantenimiento y la capacidad de ese objeto de contar una historia, también. Igor Kopitoff (1991) sugiere que el valor de los objetos dependería de su biografía, la historia de su origen y las trayectorias que este objeto ha recorrido, por ejemplo, una reliquia que constituye un objeto único de valor incalculable.
En el caso de los bazares, la biografía de una prenda es el resultado del proceso de investigación que las bazareñas pueden desarrollar, esto se hace evidente con las prendas vintage, aunque alrededor de la ropa de moda es igualmente posible narrar una historia que suele estar relacionada con la similitud de una blusa encontrada en la paca con la que llevaba puesta alguna celebridad. Por otro lado, las biografías pueden ser el resultado de la vida que una prenda vivió en el closet de la bazareña, y es usual leer en las descripciones cosas como "Usé este vestido en mi graduación, pero es hora de dejarlo libre".
David Graeber (2018) sitúa el valor de los objetos en las acciones que han contribuido a que dicho objeto exista y a su condición actual. El trabajo, la creatividad y la mano de obra, son para él las primeras y más evidentes acciones que dan valor a una cosa, él pone como ejemplo las reliquias:
El valor de una reliquia es, en realidad, el de las acciones: acciones cuya relevancia ha Sido, por así decir, incorporada a la identidad actual del objeto —tanto si el énfasis está en el trabajo inspirado del artista que lo creó, en el esfuerzo realizado por muchos para adquirirlo o en el hecho de que alguna vez fue usado para cortar la cabeza de un gigante mítico—. El valor de las acciones ya está fijado en el ser físico del objeto (Graeber, 2018, p. 117).
La ropa por sí misma es un objeto que se emplea para cubrir y decorar el cuerpo, su estatus como objeto de moda no se basa en su materialidad, sino en las prácticas y discursos que se tejen en torno a ella. La industria de la moda ha mostrado a lo largo de su historia desde finales del siglo XIX una exaltación de lo nuevo en detrimento de lo viejo, y para lograr que esas novedades calen en los consumidores ha sido necesario establecer una institución arraigada en occidente que intenta controlar el gusto y decidir los destinos estéticos de una época. Kawamura (2004) considera a la moda como un sistema basado en instituciones que trabajan de la mano para sostener lo que ella entiende como el mito de la moda, una creencia que no necesita de pruebas científicas para arraigarse en la sociedad, más bien, requiere materializarse en prendas y accesorios, pero también se materializa en publicaciones de revistas, en eventos, en escaparates, en tiendas, en catálogos, en celebridades que caminan por la alfombra roja a la entrada de un festival, o artistas que bailan en vídeos musicales ataviados con las novedades de la temporada.
Así como la industria de la moda construye el valor de sus prendas a través de diversas instituciones culturales, las bazareñas presentan en sus redes sociales una mezcla de moda con emociones y cotidianidad. Ellas encarnan su negocio, comparten momentos de su día a día usando las prendas que venden "Yo me visto cien por ciento de lo que no logro vender o lo que les compro a otros bazares. Hace casi dos años que no piso una tienda de fast fashion" me confiesa Dani, mientras Lors comparte una historia en Instagram en la que ella posa con un pantalón negro metalizado, acompañada del texto "Usando este pantalón de la última actualización y que no quisieron". Así como influencers y celebridades publicitan las prendas de diversas marcas famosas, las bazareñas promueven su propio negocio y estilo de vida, así como los proyectos de sus colegas.
Si desde una perspectiva marxista, las mercancías ocultan el trabajo humano, las bazareñas intentan transparentar su labor y visibilizar a la persona que está detrás de cada conjunto de prendas publicadas en su feed de Instagram. Mezclar su cotidianidad con su trabajo parece ser un intento por dar vida y un significado particular a la ropa de segunda mano. "Me gusta hablar con mis clientas por mensaje y en historias compartir sobre todo el trabajo que hay detrás de cada actualización, siento que así se valora más lo que hacemos" me cuenta Gina, quien de la mano de su pareja administra Mi mercadito Fergi. Dani de Muy Perritas Bazar a menudo comparte sus preocupaciones o logros junto con frases como "Soy una morra real como ustedes", o "Sin ustedes este bazar no sería posible".
Las redes sociales permiten a las bazareñas establecer un vínculo emocional con sus clientes y cualificar sus productos por medio de las prácticas y narrativas que he mencionado. La economía de las cualidades (Callon et al., 2002) consiste en un ejercicio de valoración de los bienes y servicios a partir de un ejercicio reflexivo que lleva a los consumidores a cuestionar sus decisiones y apostar por productos que resaltan una serie de cualidades que van en consonancia con sus creencias y valores. En el caso aquí expuesto, algunas de las cualidades que las bazareñas resaltan son: negocios de mujeres, ropa con historia y con una segunda vida, apoyo al comercio local, emprendimientos de mujeres jóvenes, moda circular, entre otras.
Por otro lado, Callon et al. resaltan el proceso de colaboración entre vendedores y compradores, pues hay una relación de intercambio entre ambas partes que alimenta la cualificación y singularización de las mercancías "Los actores son ahora colegas a los que hay que tomar en consideración y que contribuyen por derecho propio a la producción del conocimiento y su transcripción en la realidad" (2002, p. 195) [Mi traducción]. Entonces, los escaparates virtuales se alimentan de las sugerencias y preferencias de quienes siguen la cuenta de Instagram del bazar e interactúan con el contenido, por ejemplo, Melina de La Pacouture intenta diseñar sus actualizaciones a partir de los resultados de encuestas que semanalmente comparte con sus seguidores "Trato de escucharlas y traer lo que me piden, porque a veces mis gustos no coinciden con lo que ellas quieren, entonces, la ropa no se vende". Fabi de La Strange trata de encontrar prendas similares a aquellas que han sido exitosas en sus actualizaciones pasadas “Suelo preguntar a través de las historias de Instagram si quisieran más prendas de tal o cual tipo. por ejemplo, si hubo más de 10 chicas interesadas en un vestido tipo primaveral, pues les pregunto si quieren más cosas de ese tipo y es lo que intento encontrar cuando salgo a surtir”.
Conclusiones:
La informalidad ha encontrado en el internet una vitrina para ser ejercida por personas cada vez más jóvenes y con educación universitaria que han encontrado allí un espacio propicio para ganar dinero dedicándose a una actividad que les apasiona, en este caso, la venta de ropa, particularmente, prendas de segunda mano y vintage que llegan a México por toneladas. la elección de esta forma de vida de algunas de las mujeres bazareñas que he mencionado aquí, no solo depende de temas de dinero, también tiene que ver con la posibilidad de dedicarse a una actividad que estimula su creatividad y que les permite ser dueñas de su tiempo.
Miller (2005) afirma que en una sociedad de consumo como la nuestra, las personas estamos tan alejadas de los procesos de producción y distribución de las mercancías, que el consumo es lo que nos queda, es el poder que tenemos de interactuar con el mundo y alterar la realidad. Así pues, las bazareñas no son productoras de sus mercancías, sino que actúan como un puente entre la ropa de paca y las clientas potenciales, no solo es cuestión de revender ropa de segunda, sino de crear una marca, una identidad, un nombre que aglutina y distingue las prendas que ellas venden, aunque estas sean originalmente producidas por multinacionales de la moda rápida.
Esta singularización y resignificación de las prendas de segunda mano es el resultado del ejercicio de una economía de las cualidades que implica un trabajo cercano a los consumidores, una interacción cercana entre quienes venden y compran con el fin de entender las necesidades de los clientes y que a su vez, estos desarrollan cierto grado de empatía y afectividad con quienes administran los bazares. el consumo trasciende las características objetivas de la prenda (marca, color, talla, materiales, condiciones) para exaltar un conjunto de valores y emociones que acompañan la experiencia de la compra y dotan a ese vestido o a esa chamarra de una historia singular que redefine su valor en términos emocionales más que económicos.
Los escaparates virtuales juegan un papel fundamental en este trabajo de acercamiento a los consumidores, pues es allí en donde las bazareñas pueden desplegar su creatividad y aportar elementos visuales y discursivos que atraigan al público y estimulen su interés en adquirir estas mercancías socialmente estigmatizadas como “usadas” para convertirlas en “joyitas”, “tesoritos” o “apapachos”. El escaparate virtual ambientado en un feed de Instagram es la puerta de entrada a una tienda informal detrás de la cual suele haber una mujer joven que busca conectar con sus seguidores e ir más allá de los intercambios económicos “Más que mis clientas, quiero que sean mis amigas” es una frase que se repite entre las bazareñas.
Dado que el principal escenario en el que se puede rastrear la comunidad bazareña es a través de las cuentas de Instagram de cada bazar, la netnografía funciona como una herramienta clave para aproximarse a quienes venden ropa de segunda mano y vintage valiéndose de las redes sociales como plataforma. Gracias a la virtualidad es posible establecer contacto con las bazareñas y con sus clientes, además de observar lo que pasa en las redes sociales, he podido participar como compradora y conocer de cerca a las administradoras de un bazar, quienes tras la entrega personal de una prenda se han tomado unos minutos o varias horas para conversar conmigo y darme más detalles de todo lo que pasa detrás de las publicaciones e historias de Instagram.
Los intereses, creatividad, personalidad alegrías y momentos difíciles son algunas de las características que las bazareñas dejan traslucir en sus escaparates virtuales, pues si bien, la ropa de segunda mano es la actividad protagónica en estos perfiles, las bazareñas acomapañan estas prendas de una carga emocional que puede evidenciarse en la descripción de la prenda, en una canción que acompaña la publicación o en un post en el que ninguna prenda está a la venta y funciona como pretexto para interactuar con los clientes y conocer sus opiniones sobre un tema.
Los bazares que aparecen en Instagram van en aumento, motivados, quizás, por las necesidades económicas, el desempleo como consecuencia de la pandemia de COVID-19 o el deseo de dedicarse a una actividad creativa, estas iniciativas de economía informal han contribuido a formar una comunidad virtual de emprendedores jóvenes que apuestan por una estilo de vida alternativo en el que la independencia económica, la sustentabilidad, el consumo local, la reciprocidad y al sororidad funcionan como banderas de lucha y motivaciones esenciales para consumir y relacionarse de otra forma. Esta investigación sigue en curso, aunque a veces es difícil sacar conclusiones en torno a una realidad que se transforma a medida que la investigación avanza.
Bibliografía:
Callon, M., Méadel, C. y Rabeharisoa, V. (2002). The Economy of Qualities. Economy and Society, 31(2), 194-217
Graeber, D. (2018). Hacia una teoría antropológica del valor. La moneda falsa de nuestros sueños. Fondo de Cultura Económica
Kawamura, Y. (2004). Fashion-ology. An introduction to fashion studies. BERG
Kopytoff, I. (1991). La biografía cultural de las cosas: La mercantilización como proceso, en A. Appadurai (Ed.), La vida social de las cosas: Perspectiva cultural de las mercancías (pp. 89-124). CONACULTA/Grijalbo
Kozinets, R. (2002). Netnography: Redefined. SAGE
Le Zotte, J. (2017). From Goodwill to Grunge: A History of Secondhand Styles and Alternative Economies. University of North Carolina Press
Miller, D. (Ed). (2005). Acknowledging consumption. A review of New Studies. Routledge London and New York
Palabras clave:
Moda; Ropa de segunda mano; Bazares; Redes sociales; Informalidad
Resumen de la Ponencia:
El desarrollo de las TIC’s ha fomentado nuevos modos de acción e interacción. Diversas son las redes sociales que propician dicho intercambio, entre las cuales destaca Tik-Tok, aplicación de origen chino que ha disputado su lugar entre otras aplicaciones como Twitter, Facebook o Instagram. Ésta ha tomado relieve desde 2018, pero adquirió mayor importancia con el advenimiento de la emergencia COVID-19, a tal grado que se convirtió en la app más descargada y usada. En el contexto mexicano, ocupa la sexta posición según el Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2021. La plataforma permite grabar, compartir videos, así como agregar efectos, convirtiéndose en una herramienta lúdica para los usuarios. Las formas de interacción virtual son diversas, entre las cuales destacan challenges de baile, actuaciones, tutoriales y trends. Dentro de este último, existen varios trends que han acaparado la escena. Sin embargo, uno de los cuales ha llamado la atención es el trend de Olivia Rodrigo, el cual consiste en mencionar una parte de la canción Favorite Crime: “Those things I did just so I could call you mine”, mientras se visualizan múltiples relatos de mujeres sobre experiencias de violencia de género a la cual se enfrentaban con sus parejas. Como se sabe, la violencia de género es uno de los problemas estructurales más graves que ha sido reconocido por las instancias internacionales como la ONU, como por las instancias nacionales como el Instituto Nacional de las mujeres, asociaciones civiles y grupos activistas. La violencia de género ha sido conceptualizada para mostrar la subordinación femenina proveniente del ejercicio de poder por parte de los hombres, generando una desigualdad estructural. Por otra parte, las relaciones de pareja se han construido bajo un imaginario cultural que impulsa una concepción hegemónica del amor romántico, el cual es heteronormativo y patriarcal, fomentando los roles y estereotipos de género. Por ende, el objetivo del presente trabajo reside en realizar un análisis discursivo de las narrativas de dicho trend, para visibilizar las formas de expresión de la violencia de género que se fundamentan en la construcción sociocultural del amor romántico. Para sostener la argumentación, se desarrollan tres apartados. El primer apartado conceptualiza la categoría de violencia de género visibilizando los diferentes tipos de violencia psicológica, económica, físicas o sexual, así como la categoría de amor romántico. El segundo apartado contextualiza, por un lado, la predominancia de la aplicación y sus formas de interacción, mientras que por el otro se da un panorama a nivel mundial y nacional sobre la violencia en las relaciones de pareja, con el objeto de develar su carácter estructural. El tercer apartado presentará el análisis discursivo de las narrativas más representativas, cuyo rector metodológico es la etnografía virtual.Resumen de la Ponencia:
Con la producción y masificación de tecnologías portables (Smartphone), datos móviles y dispositivos como Instagram, se presenta una expansión de estetizaciones e ideales corporales que confluyen por medio de la música, anime, entre otros; que tocan y afeccionan a los cuerpos de los/as estudiantes – en edad escolar-, visualizándose ensambles corporales humanos-no humanos (Smartphone, plantas, etc.) y estetizaciones producidas por medio de filtros de retoque, en sus perfiles, en un contexto sociocultural que emplaza a que las subjetividades gerencien y gestionen –administren- sus propios asuntos, sus cuerpos, es decir, se autorregulen en las lógicas propias que supone la era del gerenciamiento, que desborda las regulaciones corporales promovidas por la racionalidad escolar a través del vestuario, códigos de comportamiento y convivencia, estereotipos de género, entre otros, sumado a un presente de quiebre con el espacio cotidiano de la escuela, producido por la pandemia Covid-19. Para acercarnos al problema en cuestión, se convocó a estudiantes de educación media de un liceo público de Santiago (Chile) a participar de la investigación a través de sus perfiles de Instagram, realizándose un análisis de las visualidades- selfies e imágenes- publicadas en sus perfiles de Instagram; con la finalidad de interpretar las desregulaciones corporales que se visualizan en los perfiles, se complementa un análisis visual crítico, revisión documental y entrevistas temáticas, vinculadas a las imágenes analizadas. A partir de dicho proceso, se visibilizan estetizaciones y ensambles corporales con personajes de anime- de moda-, música (k-pop), plantas y animales (humanoides), entre otras. Asimismo, se presenta una significación de Instagram como un medio de visualización y aproximación corporal, en el contexto del distanciamiento social prescrito en la pandemia Covid-19 y la crisis del tacto corporal; siendo significado como un espacio de relación entre corporalidades, donde el peso de la materia del cuerpo se esfuma, no obstante se relevaría como un espacio de “encarnación” corporal táctil.Palabras clave: desregulaciones corporales, dispositivo digital, Instagram, estudiantes.Resumen de la Ponencia:
Este resumo apresenta uma pesquisa de doutorado que está em desenvolvimento no Programa de Educação Matemática e Tecnológica na Universidade Federal de Pernambuco - Brasil, na linha de educação tecnológica e a pesquisadora está inserida no grupo de pesquisa de Mídias Digitais e Mediações Interculturais. A pesquisa que estamos desenvolvendo trabalha com letras de músicas populares brasileiras que tocam no tema do feminismo e pretende analisar os discursos produzidos pelos estudantes a partir da ampliação dessas letras em narrativas transmidiáticas (NT). As letras das canções servem como ponto de partida para a produção de novos textos, através de novos arcos narrativos em diferentes mídias e são selecionadas pelos próprios alunos. Na atualidade, não há mais a separação entre produtores e consumidores de conteúdo, mesmo que nem todos consigam produzir e consumir da mesma forma. Há uma liberdade maior para criação e compartilhamento de tudo o que é produzido, e isso se revela uma experiência enriquecedora em um ambiente de aprendizagem. Ao pensar em recurso pedagógicos disponíveis, elencamos não apenas toda a gama de dispositivos e aplicativos tecnológicos, mas também todos os conteúdos e formas de arte produzidos pela sociedade e compartilhados nas diversas plataformas. Nessa perspectiva, vivendo esse momento histórico, com tantas informações e recursos à disposição, os professores tornam-se curadores de conteúdos e guias dos alunos em seus processos individuais de aprendizagens. Destarte, eles não podem perder a oportunidade de compartilhar, em suas interações, as inúmeras possibilidades que o mundo digital e a sociedade em rede nos apresentam. A aplicação prática de NT em atividades pedagógicas ainda é um campo pouco explorado na Educação. Vislumbramos então uma pesquisa exploratória quanto aos seus objetivos, dado que se quer analisar os discursos feministas produzidos pelos alunos a partir da ampliação de narrativas transmidiáticas relacionadas às letras das músicas. Com relação aos procedimentos, optamos pela cartografia como método dessa intervenção, pois a professora regente e a pesquisadora atuaram como guias no processo, apresentando a atividade proposta e orientando os grupos na criação de arcos narrativos. Todo o trabalho criativo, entre planejamento e execução, foi realizado pelos estudantes, em seus respectivos grupos. Neste artigo descrevemos essa experiência e demonstramos algumas possibilidades de utilizar as NT como ferramenta pedagógica parar o fomento de práticas que estimulam o pensamento crítico. (O presente trabalho foi realizado com apoio da Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior – Brasil (CAPES) – Código de Financiamento 001)
Introducción:
Introdução
Esse artigo é um recorte de uma pesquisa de doutorado que está sendo desenvolvida no Programa de Educação Matemática e Tecnológica da Universidade Federal de Pernambuco, na linha de Educação Tecnológica. A pesquisa trata da análise do discurso de estudantes do ensino médio a partir da ampliação das narrativas transmidiáticas feministas com origem em letras de canções brasileiras.
Entretanto, o delineamento selecionado para esse artigo dá conta da descrição da proposta que levamos para a sala de aula e das observações que fizemos dos resultados conquistados nessa etapa. Como dito, a pesquisa está em andamento e os discursos dos estudantes ainda estão sendo analisados, sendo esse o objetivo fim do projeto.
A proposta desse trabalho constitui-se transdisciplinar, pois quer trazer para sala de aulas temas que perpassam diversas áreas do conhecimento e ainda que atravessem os muros da escola, trazendo para sala de aula situações do cotidiano da sociedade. Para tanto, foi escolhido o tema feminismos para ser o fio condutor dessas discussões e letras de canções da MPB para serem o ponto de partida da empreitada.
Como ferramenta pedagógica, apresentamos aos alunos as narrativas transmidiáticas (NT), recurso muito usado por grandes conglomerados de entretenimento e marketing para expandir histórias nos mais diversos segmentos midiáticos. Trazer um universo de infinitas possibilidades para a sala de aula é ao mesmo tempo instigante e amedrontador. Instigante porque nos deparamos com muita liberdade para criar arcos narrativos a partir da letra de uma canção, utilizando qualquer um dos recursos tecnológicos que dispúnhamos. Amedrontador porque ficamos sempre com as grandes produções midiáticas como parâmetro e sem querer, podemos ser levados a crer que as produções mais simples, realizadas em sala de aula, não somam algum valor.
O percurso do nosso trabalho tem nos mostrado o contrário. Apesar de sermos bombardeados pela necessidade do uso das tecnologias em nossas aulas, o que mais importa está na nuvem de ideias que circula enquanto os alunos discutem e produzem seus textos midiáticos. Mais do que o produto final altamente tecnológico, esse trabalho tem mostrado o seu valor naquilo que provoca o pensamento crítico e a formação de cidadãos mais preparados para lidar com os conflitos do cotidiano.
Para dar conta de apresentar nosso trabalho, dividimos esse artigo da seguinte forma: depois dessa introdução, relacionamos na segunda seção os temas que embasam nossas discussões. Defendemos a importância de um maior investimento em projetos transdisciplinares e apresentamos os conceitos de NT e seu uso para fins pedagógicos. Trazemos também uma breve reflexão sobre o uso de canções como instrumento pedagógico e as possibilidades de trabalhar esses temas transdisciplinares com as letras da MPB. Como mencionado anteriormente, escolhemos o tema feminismo para o nosso trabalho. Sendo assim, adentramos um pouco nos conceitos de alguns feminismos e como as canções podem ser usadas como pontapé para reflexões que ampliem suas visões de mundo.
Na terceira seção detalhamos como foram feitas as atividades em sala e compartilhamos algumas produções realizadas. E terminamos o artigo apresentando algumas observações no que diz respeito às provocações e reflexões que a proposta trouxe para o grupo de jovens à luz da pedagogia crítica.
Desarrollo:
Referencial teórico-metodológico
Nesta seção trazemos os temas que estão relacionados à ideia central do trabalho. Quando imaginamos propor a pesquisa, pensamos desde o momento embrionário que ela teria um caráter transdisciplinar.
Segundo a autora Maria Cândida Moraes (2015), transdisciplinaridade precisa ser compreendida como algo com um dinamismo que está além das disciplinas e dos objetos de conhecimento. Para ela, seria considerar o sujeito, o ser humano em toda sua multidimensionalidade e complexidade. Nesse sentido da transdisciplinaridade e alinhados ao pensamento de Batalloso Navas (2015), pretendíamos propor uma experiência de educação personalizada e libertadora, já que a ideia foi trazer para a sala de aula práticas de abertura, autonomia, responsabilidade, solidariedade, flexibilidade e liderança dos alunos. A ideia foi integrar os estudantes num conjunto de atividades de transformação que estimulassem o desenvolvimento pessoal e comunitário de cada um deles, tratando de temas importantes da nossa atualidade.
Nesse sentido, dialogamos também com Morin (2003, p. 74), que difunde a teoria do pensamento complexo, seguindo nosso desejo de propor um trabalho que tenha um caráter responsável e solidário. Em suas palavras ele nos diz que “solidariedade e responsabilidade não podem advir de exortações piegas nem de discursos cívicos, mas de um profundo sentimento de filiação (affiliare, de filius, filho), sentimento matripatriótico que deveria ser cultivado de modo concêntrico sobre o país, o continente, o planeta.”
Concordamos ainda com o entendimento de transdisciplinaridade exposto em Gomes e Carvalho (2020). Eles defendem que é necessário pensar na educação como um todo, de forma transdisciplinar, para além das habilidades e competências dos alunos, de forma a contemplar as diferentes dimensões do ser humano e sua complexidade. Como diz Morin (2003, p. 89), “é preciso substituir um pensamento que isola e separa por um pensamento que distingue e une. É preciso substituir um pensamento disjuntivo e redutor por um pensamento do complexo, no sentido originário do termo complexus: o que é tecido junto.”
Para tanto, ao nos depararmos com o conceito de narrativas transmidiáticas pensamos que poderíamos adaptar as ideias que vêm sendo utilizadas pelos gigantes do entretenimento para versões mais acessíveis às salas de aula. Acessíveis, mas não menos poderosas ou criativas.
Uma narrativa transmidiática parte de uma história base que é expandida em outros arcos narrativos em gêneros diversos e independentes entre si e que são veiculadas em várias plataformas midiáticas. Tem também como preceito a sua construção de maneira colaborativa. É importante, no entanto, deixar esclarecido que esse termo tem sido enunciado com nuances diferentes ao longo dos tempos.
Jenkins (2009) estrutura a base desse fenômeno quando fala da cultura da convergência, onde todas as mídias convergem parar trabalhar em prol da comunicação, seja ela qual for, de forma participativa e coletiva. Observamos isso em grandes sucessos de aceitação e abrangência mundiais, como a saga de Harry Potter, onde o livro se transformou numa série de produtos midiáticos, com universos de histórias que se entrelaçam, com experiências de entretenimento em diversos lugares e através de diversas mídias, ora produzidos pela indústria do entretenimento, ora produzidos pela comunidade de fãs.
Entretanto o próprio Jenkins (2011) afirma que não há uma fórmula única para determinar o que são as NT. Com isso ele não quer dizer que qualquer coisa pode ser considerada uma NT. No entanto, há de se ter uma definição que abranja diferentes exemplos e deve-se considerar que esta definição não é estanque, visto que a tecnologia sempre apresenta novas mídias em novas plataformas que tendem a convergir. Para além disso, não há um requisito mínimo de quantidade de gêneros ou tipos de mídias a serem explorados, desde que construídos colaborativamente. Foi daí que surgiu a ideia de aplicarmos o conceito ao nosso trabalho.
Por que não criarmos narrativas a partir de canções da música popular brasileira? Músicas e letras têm sido usadas em salas de aulas para os mais distintos fins pedagógicos, nas mais diversas áreas do conhecimento há bastante tempo. Encontramos na literatura argumentos que falam da importância do seu uso para facilitar os processos de ensino e aprendizagem, pois é capaz de atribuir prazer ao processo de construção do conhecimento (Tennroller & Machado, 2012). Nesse sentido, Rocha, Gonzaga e Santos (2019) colaboram com a ideia quando dizem que a música está frequentemente presente na vida das pessoas e explora sentimentos como alegria ou tristeza e acreditam que a motivação que ela empenha nos estudantes pode ser explorada em sala de aula a fim de melhorar o aproveitamento destes.
Podemos ainda aproximar essa discussão para o que propomos no nosso trabalho trazendo uma citação de Duarte (2019, p. 116) que nos diz que “uma música, afinal de contas, não se restringe à sua letra e à sua melodia. Trata-se de algo que foi criado a partir de todo um contexto social, com todas as contradições que lhe são inerentes.” O professor e pesquisador Marcos Napolitano (2002) acredita que as canções são um rico recurso didático e que é fundamental articular texto e contexto, já que para ele as canções têm sido “termômetro, caleidoscópio e espelho não só das mudanças sociais, mas sobretudo das nossas sociabilidades e sensibilidades coletivas mais profundas.” (Napolitano, 2002, p. 53)
Pretendemos então trabalhar com as canções dentro de uma perspectiva crítica, alinhada com o conceito de pensamento crítico e com a pedagogia crítica. Para Bassham et al. (2011), o pensamento crítico é um termo geral dado a uma ampla gama de habilidades cognitivas e intelectuais que são necessárias para identificar, analisar e avaliar argumentos, descobrir e superar preconceitos, formular e apresentar razões convincentes e tomar decisões razoáveis sobre o que se acredita ser correto fazer. Já a pedagogia crítica e os estudos da educação crítica, segundo Apple, AU e Gandin (2011), podem ter seu conceito genérico assemelhado ao próprio conceito de democracia, ao mostrar como as relações de poder e desigualdade (social, cultural, econômica) são postas, nesse caso, na educação formal e informal do cidadão de qualquer idade. Ainda, segundo os autores, a pedagogia crítica “está fundamentada em mudanças radicais dos compromissos de cada um com o social. [...] Temas que dizem respeito à política de redistribuição (processos e dinâmicas econômicas de exploração) e à política do reconhecimento (lutas culturais contra a dominação e lutas pela identidade) [...].” (Apple, AU, & Gandin, 2011, p. 14).
Para Freire, segundo Moreira (2015, p. 98), “a criticidade é a capacidade do educando e do educador refletirem criticamente a realidade na qual estão inseridos, possibilitando a constatação, o conhecimento e a intervenção para transformá-la.” Diante dos conceitos expostos, a pedagogia crítica tem alicerçado a pesquisa e nos lembrar a todo instante o caráter protagonista que educadores e educandos precisam dispor para compreender e transformar a realidade, em um desafio concreto e contínuo em busca de justiça social.
No sentido da transdisciplinaridade e da criticidade propostos para a pesquisa em curso, trabalhamos sob o foco dos feminismos, trazendo para a sala de aula essa questão ainda tão merecedora de elaboração, análises e superação de preconceitos. Segundo Hooks (2018, p. 19), “desde o seu início, o movimento feminista foi polarizado.” Ela nos esclarece as diferenças entre as pensadoras reformistas que preferiam enfatizar a igualdade de gênero, enquanto as pensadoras revolucionárias queriam acabar com o patriarcado, sistema que permite que as violências contra as mulheres continuem a existir na nossa sociedade. Podemos dizer que colocar esse tema em debate em uma sala de aula com jovens do ensino médio gerou falas riquíssimas que comprovam a necessidade desse espaço para reflexão e crescimento, que entenda de onde veio o feminismo e onde pretendemos levá-lo. Nesse sentido, é bem próprio dos jovens uma conclusão imediata sob a condição de subserviência e desprestígio da mulher na sociedade e logo aparecem falas de violência e revanchismo. Hooks (2018, p. 21) também nos alerta para algo que ela denomina “feminismo como poder”. Segundo ela não se pode permitir uma noção de poder suscitada através da “exploração e opressão de outras pessoas”.
Destarte, a construção de um ambiente que explore o debate respeitoso, propositivo e que promova a investigação da história do feminismo, neste caso, e seus reflexos atualmente, permite que os objetivos pedagógicos sejam mais satisfatoriamente atingidos. Precisamos sempre lembrar que as salas são compostas por pessoas de diferentes gêneros, raças, classes e que, portanto, trazem consigo vivências e expectativas diversas. Concordamos então com a filósofa contemporânea Chimamanda Adichie (2015, p. 30) que nos diz que “a questão de gênero é importante em qualquer canto do mundo. É importante que comecemos a planejar e sonhar um mundo diferente. Um mundo mais justo. Um mundo de homens mais felizes e mulheres mais felizes, mais autênticos consigo mesmos.”
Decidimos usar as letras das canções brasileiras por ser uma fonte rica de exemplos de machismos e exaltação de feminismos. Também é possível encontrar trabalhos acadêmicos que esmiuçam como esse tema está tão fortemente presente nessa nossa expressão cultural. Santos e Dias (2021) afirmam que ao estudarmos a História Cultural a partir de fontes diversas, construímos a possibilidade de pensarmos a música como meio de divulgação do feminismo. Para elas, a música é capaz de interagir com as nossas emoções, sejam elas no sentido de alegrar ou de mover-nos para manifestações e indignações. Já Ribeiro e Ponciano (2018, p. 22) ao discutirem o discurso patriarcal através da música popular brasileira concluem que:
é importante que se discuta a influência que estas letras possuem na construção da consciência coletiva sobre os papéis de gênero. Além disto, o fato de a escolha das canções buscar uma diversidade de estilos que representam culturas populares específicas, faz com que a possibilidade de compreensão de diferentes culturas regionais compreendam o patriarcado e as representações acerca das mulheres.
Observamos que essa ligação entre música e feminismos ocorre para além do nosso território. Lanteri (2019, p. 6) nos diz que “podemos ver como artistas de todo o mundo e de todos os gêneros musicais conseguem, de uma forma ou de outra, se posicionarem neste mundo que sempre esteve regido por homens e se apropriam do espaço fazendo música com temas feministas e empoderadores.” (tradução nossa)
Diante do exposto, explicaremos o percurso didático que usamos para explorar o tema dos feminismos e construir novas narrativas a partir de uma canção da MPB. Nesse sentido, os estudantes puderam expressar seus conceitos, ouvir exemplos de situações vividas por colegas e por mulheres em suas famílias. A partir daí, foi possível indagar posicionamentos, entender comportamentos históricos, suscitar mudanças, demonstrar solidariedade, sentir juntos e construir juntos. São essas propostas de construções que exploraremos na próxima seção.
Relato da Experiência
Essa experiência foi conduzida com jovens da 3ª série do ensino médio de uma escola pública de referência da cidade do Recife. Como mencionado anteriormente, o objetivo seria criar narrativas transmidiáticas a partir de letras de canções brasileiras que tocassem no tema do feminismo.
Realizamos duas propostas de intervenção com os jovens. Seguimos como procedimento o método cartográfico, pois
pressupõe uma orientação do trabalho do pesquisador que não se faz de modo prescritivo, por regras já prontas nem com objetivos previamente estabelecidos. No entanto, não se trata de uma ação sem direção, já que a cartografia reverte o sentido tradicional de método sem abrir mão da orientação do percurso da pesquisa (Passos, Kastrup, & Escóssia, 2015, p. 17)
Na primeira intervenção, a canção e as atividades realizadas foram guiadas pela professora-pesquisadora. Sugerimos o trabalho com a música “com açúcar, com afeto” de 1967, escrita por Chico Buarque a pedido da cantora Nara Leão. A partir da letra da música, e utilizando outros recursos como fontes históricas da época da sua criação, foi possível promover discussões acerca do tema proposto na letra: a submissão feminina.
Preparamos uma atividade introdutória com a canção ‘Com açúcar, com afeto’, aproveitando uma postagem do perfil do Instagram @histórias_em_retalhos[1] que propunha uma discussão sobre a fala de Chico Buarque que se negara a cantar essa canção novamente, em respeito aos movimentos feministas. Lemos a postagem e selecionamos alguns comentários, sempre contando com a participação interessada dos estudantes. Depois, mostramos um vídeo, extraído do documentário ‘O canto livre de Nara Leão’, da plataforma de streaming Globoplay, onde Chico Buarque fala sobre a sua decisão e sobre a música ter sido concebida a pedido de Nara Leão. Em seguida, lemos e escutamos a letra da canção, em sala de aula para depois perguntar se eles achavam que ainda hoje havia mulheres com essas histórias. A resposta dos estudantes foi positiva e se iniciou um debate sobre essa situação vivida por muitas mulheres.
Aproveitamos o debate sobre a música e solicitamos que eles se dividissem em grupos de 3 a 4 estudantes e criassem uma narrativa para essa canção. Demos algumas sugestões de como poderiam trabalhar em seus grupos e falamos que precisariam usar algum recurso de mídia nessa nova narrativa, como podcast, vídeo, webtoon ou meme, por exemplo. Os estudantes demonstraram bastante interesse pelos temas abordados e pelo trabalho proposto, e se reuniram na sala para iniciar seus projetos. Algumas produções foram concluídas em momentos extraclasse, pois eles precisaram editar seus vídeos e áudios em um local mais adequado, tanto com relação aos recursos tecnológicos e acesso à rede de Internet, quanto com relação aos ruídos e interferências que atrapalhariam as produções em sala de aula.
Em um novo encontro, os alunos puderam assistir ou escutar as produções realizadas por todos os grupos. Os grupos ficaram livres para explorar a narrativa da forma que preferissem, assim como escolheram livremente a mídia que utilizariam para registrar suas produções. Essa primeira atividade foi realizada nas 4 turmas da 3ª série do ensino médio. Ao final, conseguimos reunir 22 produções diferentes feitas pelos estudantes.
Com a experiência dessa primeira atividade, propusemos aos estudantes que agora a canção seria escolhida por eles. Para essa segunda atividade, nos restringimos a apenas um dos quatro grupos da 3ª série. A turma escolheu então duas canções para serem exploradas e ampliadas em narrativas transmidiáticas: Mulher do fim do mundo, de Elza Soares e Melhor sozinha, de Luísa Sonza. De início já nos chamou a atenção as escolhas feitas. Dois perfis de cantoras bem distintos. A primeira, uma mulher madura, de carreira consolidada, mas de origem muito humilde e com uma história de vida bastante sofrida. A segunda, uma jovem artista, que desde sua estreia precisou se defender do machismo estrutural que associava suas conquistas ao fato de estar casada com um homem rico e famoso. Os gêneros musicais de ambas também são bem distintos. As letras das canções escolhidas nos guiam por histórias e sentimentos diferentes. Mas aí, cabia a cada grupo de estudantes explorá-las como preferissem. O que se pediu foi o mesmo de antes, que imaginassem novos roteiros a partir da canção e preparassem seus produtos.
Orientamos os estudantes para que definissem o universo das duas músicas. Eles deveriam estabelecer o tempo, o local as relações dos personagens que eles imaginavam para cada canção. Pedimos para que os estudantes se organizassem em dois grupos de acordo com a música que tinham escolhido. Então, se juntaram em dois círculos para que desenvolvessem os debates e as tomadas de decisões sobre as narrativas, um para a música ‘Mulher do fim do mundo’ e outro para a música ‘Melhor sozinha’.
O grupo da canção “Mulher do fim do mundo” começou explicando a ideia que viram surgir da música: uma mulher preta periférica é assediada durante o carnaval de rua e ao se defender, mata o homem. Ela é acusada e segue a luta para provar sua inocência. Ela é presa e condenada. Então, na cadeia ela passa a estudar direito para depois poder ajudar mulheres que passam pela mesma situação.
Os estudantes decidem fazer um curta e um blog interativo. No curta eles contam a história da agressão, morte, julgamento e prisão. No blog, a protagonista conta o decorrer do caso dela, o julgamento e a sua saída da prisão. A ideia desse blog interativo era que todos pudessem interagir com a história. Além disso, pensaram em duas vertentes para a história: a primeira seria baseada na mãe do agressor que via o filho como inocente até entendê-lo como culpado. E a outra, baseada na mãe da vítima real, vendo a filha sendo presa injustamente. Enquanto debatiam, os estudantes colocaram várias ideias de cenas, propuseram um final surpreendente, pensaram em gravar cenas de testemunhas com a face e voz distorcidos, dando vazão a criatividade para montar vídeos interessantes. Ainda sugeriram ‘Lágrimas de samba’ como título do filme.
O grupo da canção “Melhor sozinha” precisou de mais apoio para pensar no universo, pois já queriam pensar na história e no desfecho, sem criar possibilidades de narrativas. Depois foram construindo a personagem da música. Descreveram a mulher da música, como ela chegou à conclusão que era melhor ser sozinha. A personagem seria, então, uma mulher que sofre agressão do marido. Ela procura os amigos e não obtém ajuda. Após muito sofrimento entende que ela não merece aquilo e que é melhor estar sozinha. Pensaram também em encaixar outras músicas cujas letras se aproximassem do contexto, como nas telenovelas que trazem uma trilha sonora que ajuda na compreensão da narrativa. A história começa no interior, quando a menina conhece um rapaz e se apaixona por ele. A família não aprova o relacionamento e ela sai de casa para viver com ele na cidade grande. Há uma diferença de idade entre eles. O relacionamento começa bem, mas com o passar do tempo ele começa a ser agressivo. Ela descobre que está grávida. Ela não encontra apoio com as amigas da sua cidade. Ela é influencer e conhece uma amiga no mundo virtual. Essa amiga é quem a aconselha a sair dessa situação. Ela ergue a cabeça e busca sua independência. Passa a viver só e entende que deve se amar em primeiro lugar. Hoje ensina ao filho a respeitar as mulheres. Esse grupo quis preparar um vídeo com a encenação da história e um perfil em uma rede social, já que a personagem principal é uma influencer. Nesse perfil, outras histórias poderiam ser contadas, compartilhadas e comentadas.
As discussões levadas a partir da leitura e análise das letras das canções envolveram muito os estudantes. Opiniões, compartilhamento de experiências e histórias trouxeram à tona situações para que se refletissem os erros e acertos, os meios da justiça, as dificuldades encontradas, a busca pelo respeito. Esses momentos foram gravados e as falas serão alvo de análise no trabalho final do doutorado. Para este artigo, preferimos nos atentar nas análises das atividades desenvolvidas pelos estudantes à luz da pedagogia crítica.
Produzir vídeos e blogs e outros produtos midiáticos não foi algo simples para os estudantes. Passamos por dificuldades no percurso como problemas na infraestrutura da escola que sofreu com as fortes chuvas que atingiram a cidade no período em que se realizou a pesquisa de campo. Para além disso, os alunos tinham outros compromissos com trabalhos de várias disciplinas e a necessidade de cumprir as agendas, ajudaram a desviar o foco para a realização daquilo que eles haviam idealizado. Conseguimos por fim que o grupo da canção ‘Mulher do fim do mundo’ escrevesse o roteiro do filme e produzisse o blog. Já o grupo ‘Melhor sozinha’ conseguiu criar apenas o perfil da conta da personagem em uma rede social.
Na próxima seção trazemos algumas análises da vivência dessas atividades com os estudantes, assim como nossas considerações sobre o uso de NT para fins pedagógicos em temas transdisciplinares.
[1] @histórias_em_retalhos é um perfil do Instagram que traz fatos históricos e culturais com linguagem acessível.
Conclusiones:
Considerações
Ao propor atividades transdisciplinares, preocupamo-nos em prover dentro do ambiente escolar um momento para refletirmos sobre questões que nos afetam fora dos muros da escola. Aproveitamos dessas atividades para ampliar o repertório cultural dos estudantes, com a análise de letras de músicas, estudos sobre momentos históricos, debates, produções textuais, produções orais e produções de conteúdos midiáticos.
Apesar das dificuldades encontradas no percurso, foi possível apreciar discussões que ajudaram a quebrar preconceitos e a estimular solidariedade. Na primeira intervenção, as quatro turmas da 3ª série do ensino médio produziram 22 trabalhos a partir da canção ‘Com açúcar, com afeto’. Foram podcasts, memes, contos, paródia e poemas que surgiram em formatos de áudio, vídeo e história em quadrinhos digital.
Na segunda intervenção notamos que as discussões e a elaboração do plano para criação das NT foram mais ricas do que os produtos apresentados. Mesmo assim, acreditamos que atingimos a nossa intenção maior: estimular o pensamento crítico para a formação de cidadãos mais preparados para lidar com os conflitos do cotidiano.
A própria metodologia escolhida nos dá essa possibilidade. Passos, Kastrup e Escóssia (2015, pp. 17-18) nos dizem que “a cartografia como método de pesquisa é o traçado desse plano da experiência, acompanhando os efeitos (sobre o objeto, o pesquisador e a produção do conhecimento) do próprio percurso da investigação”.
Além disso, essas produções nos revelaram que houve uma colaboração participativa para que fossem criadas, além do estímulo à inteligência coletiva e a preocupação com questões éticas, humanas e políticas do nosso tempo, como é o caso dos feminismos. Observamos também a utilização de diferentes recursos tecnológicos na produção dos trabalhos. Ou seja, os conceitos que definem a cultura da convergência podem ser verificados nessa experiência.
Já no que diz respeito ao uso crítico das NT para fins pedagógicos, acreditamos que atingimos o objetivo de provocar os jovens a observarem seu cotidiano através das letras das canções e a agirem sobre ele, com intuito de promovermos discussões críticas em ambientes de aprendizagens, na busca de uma sociedade harmoniosa, justa e com equidade para todos.
Finalizamos com um trecho do livro de Paulo Freire (1967, p. 102), Educação com Prática da Liberdade, que diz muito do nosso desejo ao realizar esse trabalho durante o doutoramento.
Experimentáramos métodos, técnicas, processos de comunicação. Superamos procedimentos. Nunca, porém, abandonamos a convicção que sempre tivemos, de que só nas bases populares e com elas, poderíamos realizar algo de sério e autêntico para elas. Daí, jamais admitirmos que a democratização da cultura fosse a sua vulgarização, ou por outro lado, a doação ao povo, do que formulássemos nós mesmos, em nossa biblioteca e que a ele entregássemos como prescrições a serem seguidas.
As construções e reflexões acerca dos papeis sociais, das diferenças de gênero, dos machismos e feminismos aos quais estamos imbricados, precisam estar presentes nas salas de aula e podem ser estimuladas a partir do nosso acervo cultural. Buscamos esse intento ao trazer as canções e fazer delas narrativas transmidiáticas, construídas a partir da criticidade e da coletividade. E desejamos que essa experiência tenha contribuído para a formação desses jovens.
Bibliografía:
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Palabras clave:
Transdisciplinaridade, Narrativas Transmidiáticas, Feminismos
Resumen de la Ponencia:
A popularização da internet tornou as redes sociais um espaço de socialização e interação, onde os usuários expõem suas opiniões. O acesso de todos os tipos de público ao mecanismo faz com que o conhecimento nesse espaço seja universalizado. A partir desta perspectiva, agregado a importância e o desconhecimento sobre o tema, este trabalho pretende compreender como os usuários ou seguidores de uma página do Facebook compreendem o crime de feminicídio. Importa salientar que a Lei do Feminicídio de 2015 criou uma nova categoria de crime no Brasil, passando a considerar o crime como o assassinato de uma mulher em razão de seu sexo. A lei teve importante repercussão, já que o conceito e sua abrangência eram desconhecidos do público em geral e em razão do país tem uma das maiores taxas deste crime no mundo. A parti disso, serão analisados os comentários e as publicações realizadas no ano de 2018 na página “GaúchaZH”, cujo tema seja feminicídio ou morte violenta de mulheres. A fanpage pertence ao maior grupo de comunicação do estado do Rio Grande do Sul e possui mais de dois milhões e quinhentos mil seguidores, sendo a maior do estado. É importante pontuar que o estudo está em andamento e é desenvolvido no Núcleo Interseccionalidades de Pesquisa em gênero, raça e sexualidade, ligado ao Programa de Pós-Graduação da Universidade Federal de Pelotas. O aparato metodológico é qualitativo, com utilização de análise do discurso escrito e métodos netnográficos. Os resultados preliminares apontam que alguns usuários são contrários a lei e que a maioria deste público é formado por homens, que entendem ser desnecessária e desigual. Além disso, tendem a politizar esse tipo de postagem, como se o crime pertencesse a certa visão político-ideológica, não reconhecendo a violência contra a mulher como problema social.