Resumen de la Ponencia:
El estudio trata de los efectos en la convivencia entre la comunidad educativa de la Universidad Pedagógica, se sondeó la modalidad presencial y remota. Se consideraron tres aspectos: físicos, anímicos y de comunicación, considerando al menos dos de las siguientes subcategorías, para cada aspecto: movilidad, sedentarismo, cansancio, estrés. Se utilizó la herramienta de Office 365, con el programa Forms, aplicando el instrumento elaborado a la comunidad docente de la Universidad. Las teorías que sustentaron el análisis fueron la de George Mead y el Interaccionismo Simbólico y la de Park y Burgess, de la sociología urbana, en la vertiente que “tiene que ver con la comunicación simbólica, el llamado libre albedrío y el conjunto de las instituciones que originan una tradición, una cultura.” en: Lezama, (1990). Como humanos, nuestra comunicación natural es a través del cuerpo, de nuestra presencia, cuando utilizamos intermediarios, como los aparatos electrónicos, los mensajes sufren más efectos distorsionantes. En el caso de los docentes, su presencia física es una de las herramientas más importantes, su comunicación por medio del movimiento, la palabra, su expresión con los estudiantes y entre sus colegas se vio interferida. Pero, las sesiones en línea se convirtieron en comunidades de aprendizajes teóricos y humanos, porque en medio de las dificultades, tecnológicas y de la distancia, además de los estados de ánimo, el sinsentido, el temor, la separación y aislamiento, los docentes debieron asegurar la participación estudiantil. Los centros de educación superior, se caracterizan por esas dinámicas en las que se va generando una cultura propia, y docentes, estudiantes, administrativos, incluso las personas que se sitúan en los alrededores del recinto universitario constituyen parte de esa cultura, la cual se vio alterada, interrumpida por las situaciones de encierro y privación de contacto físico. En el caso de las sesiones virtuales, se generaron dinámicas que conformaron una sub cultura, en la que los símbolos jugaron un rol importante.Docentes y estudiantes necesitan interacciones positivas en el aula virtual, porque así se sienten más motivados para asistir a cada sesión. Si el ambiente se vuelve tóxico para algunos, éstos se ausentarán cada vez más y eso alimentará un sentimiento de aislamiento que no es producente en los ambientes educativos. Si las sesiones de clase virtual llegan a convertirse en algo más que una reunión en la que se transmiten conocimientos, pueden llegar a tener muchos significados para docentes y estudiantes, más allá del uso de herramientas tecnológicas; porque quien continúa siendo protagonista es la persona como tal, quien enseña y quien aprende. La modalidad de educación remota, nos ha dejado aprendizajes de valores como la solidaridad, resiliencia, comprensión, autonomía, entre otros que siguen siendo relevantes para dar continuidad a los procesos educativos, presenciales o a distancia.