A chegada do século XX é marcada pela consolidação do período que Santos ([1996], 2008) denominou de técnico-científico-informacional e por sua presença, mais ou menos intensa, em todos os pontos da Terra, caracterizando-se por forte interação entre técnica, ciência e informação, que por sua vez dá suporte ao mercado global e seus principais atores hegemônicos. No campo, esses atores se apresentam através do agronegócio globalizado, levando a percepção, segundo Stedile (2013, p. 19), que “há uma lógica natural de funcionamento do capitalismo, na fase atual dominado pelo capital financeiro, que atua também sobre a agricultura”, mostrando que o respectivo capital vem solidificar as bases do sistema capitalista atual. Com o avanço do capitalismo no campo as relações sofrem transformações significativas e, no caso específico da atividade canavieira, a mão de obra e suas relações de trabalho são as mais afetadas, sobretudo, devido a substituição da pessoa trabalhadora por maquinários cada vez mais sofisticados, principalmente no trato, plantação e colheita da cana-de-açúcar. O presente artigo visa analisar as metamorfoses nas relações de trabalho no setor canavieiro de Alagoas-Brasil, a partir da agroindústria sucroenergética Santo Antônio localizada em São Luís do Quitunde. Centra-se nos usos do território, nas imposições do processo de globalização e nos avanços da modernização técnico-científica no campo. Destarte, verifica-se que os atores hegemônicos, detentores não só do capital financeiro, mas de um conjunto de normas, leis e regras, utilizam-se das melhores frações dos territórios, de forma rápida e prenhe de intencionalidades, suprindo os anseios do mercado capitalista. A categoria território assim como globalização, modernização, monocultura, atividade canavieira, agroindústrias e força de trabalho, tornam-se chave nessa discussão. Para tanto são essenciais as ideias de Andrade ([1963] 2011, 2010), Bauman (2001), Carvalho (2009), Diégues Jr. (2012), Elias (2013, 2018), Santos (1996, 2008), Santos e Silveira (2010), Rossini (2016), Thomaz Jr. (2007), Verçosa (2018), entre outros. O processo em curso impõe maior competitividade entre as empresas/grupos por espaço no mercado, levando-as a modernização em ritmo acelerado, tanto que, da segunda metade do século passado aos dias atuais, graças a forte presença da globalização no campo, houve modificações profundas nas relações aí existentes, destacando as de trabalho, que passaram a ser transformadas em virtude das modernizações impostas pela revolução técnico-científica. Dentro das adequações tem-se a redução da mão-de-obra, com parcela mínima sendo aproveitada, mantendo-se aquela com mais alta formação e qualificação profissional segundo às exigências do mercado. Esta é uma realidade visível na agricultura moderna, científica e globalizada, onde o setor canavieiro alagoano e suas unidades agroindustriais não ficam de fora, aprofundando-se, em alguns casos, nos últimos anos, em virtude das consequências deixadas pela pandemia da COVID-19 (novo Coronavírus Sars-Cov-2), como foi possível constatar na usina Santo Antônio mediante trabalho de campo.
#02582 |
Alienación laboral como efecto adverso del modelo de producción para los trabajadores en el sector automotriz de Chihuahua.A raíz de la revolución industrial y el inicio del capitalismo a mediados del siglo XVII, los sistemas de producción se desar
A raíz de la revolución industrial y el inicio del capitalismo a mediados del siglo XVII, los sistemas de producción se desarrollaron bajo la premisa de la búsqueda constante de la competitividad y altos niveles de producción; autores como Adam Smith propusieron la división de trabajo como la forma de enriquecimiento de las naciones, basado en la especialización y mecanización de labores; por otro lado, Karl Marx propuso su teoría sobre la alienación laboral expuesta en los manuscritos económicos y filosóficos de 1844, en el cual, explica las implicaciones negativas de la separación de las personas y el fruto de su trabajo, es decir, el trabajador había sido despojado del objeto que produce y había pasado a ser propiedad del capitalista.El objetivo es analizar las condiciones inherentes a las empresas y los procesos productivos que pueden generar alienación en el personal e identificar los cambios que pueden realizarse para ofrecer una respuesta a este problema. En el sistema de producción capitalista que rige actualmente, el término alienación laboral continúa teniendo vigencia, en las empresas del sector automotriz de la ciudad de Chihuahua existe una marcada división de actividades y una especialización altamente enajenable; la alienación laboral, entre otros factores, pueden originar rotación del personal, problemas físicos, estrés, etc. Esta investigación puede dar luz sobre la vigencia del término alienación laboral en el siglo XXI, se enfoca en el estudio de las actuales cadenas de valor global expuestas por Gary Gereffi (entre otros autores), en las cuales las empresas multinacionales dividen su producción en distintas regiones y determinan las condiciones del sistema de producción regidos por la división de actividades, se concientiza sobre los efectos adversos del modelo de producción y la alienación laboral como origen de varios problemas en las organizaciones, el posible cambio de paradigmas que propicie una integración entre las personas y el trabajo realizado. Con base en lo anterior, la pregunta que guía la investigación es: ¿Cuáles son las condiciones dentro del proceso productivo que generan alienación en los trabajadores de la industria automotriz en la ciudad de Chihuahua?El tipo de investigación es documental, con base en fuentes secundarias, partiendo de la teoría de alienación laboral de Karl Marx, analizando los inicios del sistema de producción actual, que se conformó en la revolución industrial y es expuesto por Antonio Escudero, entre autores, además de los inicios del capitalismo, contrastado con las teorías actuales que pueden ser causa estructural de la alienación del trabajo en las empresas, tales como los tipos de liderazgo, división de labores, especialización, burnout y cadenas globales de valor.Palabras clave: Alienación, División del trabajo, cadenas globales de valor, enajenación.
#03539 |
El concepto de libertad en los trabajadores de aplicaciones. Hacia una sociología comprensiva.
Con base a una investigación en curso sobre las condiciones de trabajo en las plataformas de reparto de la ciudad de Buenos Aires, de la que se dispone de una muestra de 40 entrevistas en profundidad a repartidores de las empresas Rappi y Pedidos Ya, la presente ponencia se propone un análisis comprensivo de los motivos que llevan a la realización de estas prácticas laborales. Lo cual puede justificarse por tres motivos: i) se trata de una forma de trabajo actual; ii) logró abarcar una parte importante del mercado laboral en el contexto reciente de pandemia -las personas, ante el temor de contraer la enfermedad, redujeron la circulación en las grandes ciudades-; y iii) tanto los trabajadores como el discurso institucional las empresas de reparto, refieren a la libertad y al auto-emprendedurismo como un factor característico de esa nueva forma de organización laboral. El surgimiento de este nuevo tipo de relaciones laborales puede comprenderse en el marco de una transformación del modo de producción capitalista que excede los márgenes del mundo del trabajo. Asistimos a un nueva fase del capitalismo, asentado en nuevas formas de la vigilancia algorítmica cuyas implicancias conllevan a la emergencia de un conjunto de enunciados (creencias) y de nuevas significaciones para viejos conceptos clásicos del pensamiento social. Ente éstos, habremos de analizar en el marco de la referida investigación, las nociones de alienación y libertad. A modo de hipótesis general, afirmaremos que, cuanto más alienados se encuentran los ciudadanos, menos libres son y, por lo tanto, sus vida transcurren en sociedades menos justas. A la par, nos centraremos en el problema de la acción y la racionalidad, conceptos centrales para la elaboración de una (renovada) teoría social comprensivista. La tradición sociológica (el caso de los trabajos de Pierre Bourdieu es un destacado ejemplo) asume, groso modo, que los actores sociales poseen bajos niveles de racionalidad. La tarea de comprender el mundo le estaría reservada, a los científicos o sociólogos. Como esperamos demostrar en la presente ponencia, hay buenas razones para argumentar en contra de estas posiciones.
#03787 |
Caracterización de las trayectorias laborales de los trabajadores autónomos de Chile y España.
La pregunta general que motiva esta investigación es ¿Cómo se han construido las condiciones del mercado laboral en Chile y España? ¿Cuáles son las condiciones actuales del mercado laboral en respuesta a la crisis generada por el CovidSar2? La investigación busca realizar un análisis comparativo entre las trayectorias laborales de trabajadores autónomos de ambos países, como modelos sociales contrastados, con el objetivo de establecer similitudes y diferencias en los patrones de configuración de dichas trayectorias, así como los factores explicativos específicos y comunes de su estructuración, bajo un análisis longitudinal de corto recorrido abarcando los años 2019, 2020 y 2021. En la búsqueda de las configuraciones y factores explicativos de la heterogeneidad de trayectorias laborales de los dos países se trata de investigar los aspectos dinámicos de la actividad laboral desde la perspectiva teórica de la segmentación del mercado de trabajo para estudiar principalmente: tiempos de ocupación y desempleo, rotación, calidad del empleo y nivel de precariedad laboral, niveles de cualificación, contexto de empresa, relación entre la esfera productiva y reproductiva, el contexto institucional y de crisis. En primer lugar, la investigación se plantea bajo un enfoque cuantitativo con un diseño de análisis con objetivos descriptivos y explicativos donde el análisis sociológico comparativo de las trayectorias laborales en Chile y España se realizará con fuentes de datos secundarios; y, en segundo lugar, una aproximación cualitativa con análisis biográfico como principal herramienta para producir datos primarios.Con este trabajo se busca delimitar teórica, metodológica y conceptualmente el trabajo autónomo en sus diversas formas -en Chile y en España- con un análisis longitudinal de corto recorrido abarcando los años 2019, 2020 y 2021.Por tanto, desde la disciplina se pretende aportar a la descripción y a la construcción de la tipología de estos trabajadores, entregando y clarificando elementos teórico conceptuales, y finalmente a la comprensión de este fenómeno. En síntesis, aportar elementos teóricos y empíricos para un análisis sociológico que arroje luz sobre la realidad social de este colectivo escasamente estudiado. Tanto Chile como España presentan una estructura del mercado de trabajo con importantes similitudes en términos de su estructuración segmentada. Un segmento primario alto que corresponde a trabajo estable, bien remunerado, con seguridad social y salud, y con ingresos altos en el sector servicio, en Chile este sector representa un 24% y en España un 35%. Un segmento primario inferior con una incidencia del 47% y 46% respectivamente, estos también son trabajos estables, con ingresos medios y corresponde a los sectores de la industria y la construcción. Finalmente, el segmento secundario en Chile alcanza un 29% y en España un 19%. Al observar la tipología de la segmentación del empleo ambos países muestran una forma análoga de la segmentación del mercado laboral.
#03793 |
Segmentación étnica en el mercado laboral de la Zona Fronteriza del Norte de Chile
La Zona Fronteriza del Norte de Chile (ZFNC) se encuentra habitada por poco más de 1.1 millón de personas, según el Censo de 2017. Su principal característica geográfica es el desierto de Atacama, entre el Altiplano y el Océano Pacífico. La minería es el motor de la actividad económica regional y del país. Alrededor de un 10% de la población es migrante, más que el 4.4% registrado en el conjunto del país. Un 14% de la población se considera indígena, la mayor parte (86%) como aymara. En esta etnia transfronteriza, el porcentaje de migración alcanza el 15%. De ello se infiere que la movilidad y la migración son parte de sus estrategias de reproducción demográfica y económica, hipótesis sustentada en la literatura etnohistórica.La ZFNC es un territorio que atrae a la migración fronteriza por la heterogeneidad estructural que se produce en la zona fronteriza entre Bolivia, Perú y Chile. Las facilidades migratorias que se dan en el marco del Mercosur permiten esta movilidad y migración con un componente étnico importante. La migración interna aporta fuerza de trabajo al mercado laboral. Esta diversidad étnica y de orígenes nacionales ¿genera segmentación étnica en el mercado laboral de la ZFNC?Esta pregunta se aborda desde el concepto de informalidad, que se discute desde las perspectivas estructuralista e institucionalista. Chile se caracteriza por mostrar un crecimiento con altos niveles de desigualdad. No obstante, también se ha mantenido con niveles de informalidad más bajos que otros países. Con base en estos conceptos, se genera un indicador de informalidad, usando los datos de la encuesta CASEN en Pandemia 2020. La informalidad se modela usando un modelo de regresión logística binaria en la población de ocupados de la ZFNC (n=8,489). Se obtienen los odds ratio para las variables predictoras de la informalidad en cuatro modelos: el primero, con el sexo, la edad y la edad cuadrada de los individuos; el segundo agregando la variable de interés, la etnia; el tercero y cuarto con las variables de control: migración y nivel educativo. Todos los estimadores muestran ser estables entre los modelos. El modelo con el mejor ajuste, usando el BIC más bajo como criterio, es el modelo ajustado por las variables de control. En este modelo ajustado, quienes pertenecen a la etnia aymara tienen una probabilidad un 38% mayor de estar ocupados en un empleo informal, respecto de los no indígenas. De esta forma, se apoya la hipótesis de la segmentación étnica del mercado laboral de la ZFNC. Otras variables del modelo inicial, como el sexo y la edad; y de control, como la migración y el nivel educativo, también fueron significativas.
#04848 |
TEORIA DO CAPITAL HUMANO: as origens do pensamento sobre o indivíduo como espaço de investimento e suas críticas.
Wagna Gonçalves1
1 - Universidade Federal Rural do Semi-Árido - UFERSA.
O foco deste trabalho está na análise descritiva e bibliográfica: a) da história do programa de pesquisa em capital humano, denominado de Teoria do Capital Humano; b) da base de sua idéia de investimentos em seres humanos e c) as críticas que essa teoria têm recebido no contexto recente. Usaram-se os textos de Mincer (1958); Schultz (1961); Becker (1962); Mankiw (1992); Smith (1996), entre outros, como fonte de análise do lado mainstream da Teoria, e textos de Blaug (1975 e 1993); Frigotto (1986); Gentilli (2002); Motta (2007) entre outros, como fonte de análise crítica da Teoria. Os resultados apontam que a natureza do programa de pesquisa em capital humano é estritamente liberal clássica, desde Adam Smith. No entanto, permaneceu adormecida ao longo da história do pensamento econômico, tendo seus estudos retomados na década de 1950, nos Estados Unidos, pelos economistas ultraliberais da Universidade de Chicago (Gary Becker) e de Columbia (Jacob Mincer e Theodore Schultz). Os referidos estudiosos consideram que as fontes de capital humano podem ser de cunho geral adquiridos com a escolarização, no entorno familiar e social, ou de cunho específico, adquiridos na experiência da vida profissional e através de cursos profissionalizantes. Identificou-se que apesar da abordagem ultraliberal ser a predominante, teóricos críticos levantam pontos de interrogação sobre a Teoria e a validação de seus postulados nos dias atuais, defendendo que durante o período no qual os estudos foram retomados, o locus da Teoria desfrutava de um cenário social, político e econômico favorável, fato distinto dos dias atuais, onde não se enxerga com tanta linearidade a conexão virtuosa entre capital humano e emprego ora vivenciado naquele período. Conclui-se que é inegável que tanto o lado da visão mainstream, quanto o lado da visão crítica, foi consolidado na Economia e Sociologia do Trabalho e da Educação, os estudos em capital humano, inspirando um grande número de pesquisas até os dias atuais que analisam os impactos do capital humano no desenvolvimento de um país, na qualidade da força de trabalho, no comportamento do mercado de trabalho, da educação e da sociedade no contexto geral.
Introducción:
Desde os meados do século XX, o fator de produção trabalho tem sido alvo de muitos estudos e críticas dentro da Teoria do Capital Humano. Na perspectiva Macroeconômica, o investimento internacional em países pobres estava fadado ao fracasso, pois a produtividade do trabalho nesses países é menor do que em países ricos, devido a quantidade e qualidade do capital humano (Mankiw, 1992). O nível de capital humano é expresso em indivíduos que apresentem características de maior educação, saúde e conhecimento, pois se configuram indivíduos mais habilidosos e produtivos. Partindo dessa premissa, o investimento nas pessoas seria uma alternativa de ‘correção’ da distorção da trajetória de crescimento das economias pobres, à partir do investimento em capital humano, ou seja, nas habilidades dos indivíduos.
Dessa forma, as políticas nacionais que atuam na construção e melhoramento de estoque de capacidades físicas e psicológicas das pessoas e seu aproveitamento no processo produtivo são amparadas em resultados de testes e medidas através de funções matemáticas/econométricas (Mankiw, 1992). Grande parte do crédito pelo uso desses testes pode ser atribuída à tradição ortodoxa clássica/neoclássica da Economia, que consolidou o uso da matemática para medir o nível de Capital Humano e explicar a importância do uso do fator trabalho como fonte para o crescimento econômico.
A parte da literatura que estuda o ‘investimento nos indivíduos’ é denominada de Economia da Educação. Fora do escopo tradicional que lida com a disciplina (as licenciaturas e educadores), a perspectiva econômica da educação tem assumido atualmente a hegemonia no assunto. Segundo Ramos (2015, p. xii),
O sistema escolar é assumido no dia a dia, como um espaço que delimita as possibilidades de crescimento da economia, determina o perfil da distribuição de renda entre assalariados, define o leque de empregos e salários que o indivíduo terá em sua vida ativa, explica a pobreza e sua reprodução entre gerações [e] pauta o perfil de trabalhadores que a estrutura produtiva terá a sua disposição.
Nesse sentido, o paradigma teórico que trata sobre a perspectiva econômica da educação é conhecida por Teoria do Capital Humano (TCH). Relativizando esse modelo, elogios e críticas evidenciam o alcance da Teoria. Dentro desse embate, muita produção acadêmica acerca da importância e do limite da TCH foi realizada, culminando com a derivação em outras vertentes de estudos, como: a ‘skill-biased technological change’ (Mudanças Tecnológicas Enviesadas, Tradução Livre) e a mais recente, ‘Teoria do Capital Social’ (Motta, 2007). O presente trabalho objetiva discorrer acerca da história da TCH, seus elementos constituintes e o surgimento das primeiras críticas sobre a visão de investimento em indivíduos, ressaltando o papel que a escola assumiu dentro deste campo da pesquisa. Destaca-se que não é intenção deste trabalho analisar e discutir a TCH em si, pois o que se pretende alcançar é conhecer a origem, os principais elementos e as críticas recebidas.
Dessa forma, usou-se a pesquisa bibliográfica e documental como metodologia, tendo sido desenvolvida em duas etapas: A primeira, realizou uma revisão de literatura mainstream para apresentar a história do programa de pesquisa em capital humano e a base teórica da idéia de investimentos em indivíduos, valendo-se de textos como Mincer (1958); Schultz (1961); Becker (1962); Mankiw (1992), Smith (1996), Ramos (2015), etc. A segunda, realizou outra revisão da literatura com autores que realizam críticas à TCH, destacando as mudanças que o papel da escola assumiu para dar sustentação às bases teóricas da TCH, valendo-se de textos como Blaug (1975, 1993); Frigotto (1986); Gentilli (1998); Motta (2007), Almada Lima (2004) etc.
Por fim, o presente trabalho está organizado em três partes, além desta introdução e conclusão. Na primeira, tem-se a apresentação das inspirações teóricas desde as clássicas, na literatura econômica, à emergência da TCH. A segunda apresenta os primeiros estudos do programa de pesquisa em investimentos em indivíduos. Finalmente, a terceira realiza uma abordagem crítica sobre os investimentos em capital humano, sobretudo, no que se refere ao papel da educação.
Desarrollo:
2 AS INSPIRAÇÕES TEÓRICAS PARA O PROGRAMA DE PESQUISA EM CAPITAL HUMANO
De forma complementar e independente, Gary Becker e seus colegas da Universidade de Chicago, Jacob Mincer e Theodore Schultz, conhecidos por seu ultraliberalismo, foram os que desenvolveram e popularizaram a Teoria do Capital Humano (Piketty, 2015). Contudo, a preocupação com a produtividade do trabalho relacionada à qualificação do trabalhador no processo produtivo já fazia parte da pauta dos escritos econômicos clássicos. Segundo Blaug (1975, p. 2), “A educação hoje em dia é um lucrativo investimento privado”, porém, até a década de 1950 essa constatação não era compreensível. “Isso é o que há de mais surpreendente”, (Blaug, 1975, p.2), pois a idéia básica é a equiparação de investimentos geradores de retornos econômicos, seja via habilidades (capital humano), seja via máquinas (capital físico).
Apesar do tema ser relativamente recente, foi retratado pela primeira vez em 1776, por Adam Smith, no seu livro ‘A Riqueza das Nações’. No entanto, nos primórdios da ciência econômica, não se encontrava bases analíticas de pesquisas entre o trabalho e a assistência social, como educação, saúde e moradia. A constatação mais importante abstraída por Smith (1996) foi que a divisão de tarefas [trabalho] aprimora as forças produtivas do trabalhador dando-lhes destreza, habilidade e bom senso. Ora, sendo a divisão do trabalho o propulsor da produtividade, seus produtos seriam a destreza e a habilidade, que por sua vez produziriam maiores vantagens na produção/produtividade.
Seguindo a visão de Smith (1996), admitindo que o trabalho torna-se mais produtivo quando submetido à fragmentação, o aprendizado deste é imprescindível para que haja de fato rendimentos maiores das forças produtivas utilizadas nesse processo de produção. O rendimento anunciado se refere tanto na perspectiva de que um maior “aprimoramento da destreza do operário aumenta a quantidade de serviço que ele pode realizar” (Smith, 1996, p. 68), como na perspectiva de salários maiores por parte do trabalhador especializado, em detrimento a salários menores por parte de trabalhadores comuns. Nos dois sentidos, um trabalhador educado é uma espécie de máquina dispendiosa, que lhes é aplicado um determinado investimento, para posteriormente, recuperar o capital investido. Para Smith (1996, p.149).
Quando se instala uma máquina cara, deve-se esperar que o trabalho extraordinário a ser executado por ela antes que se desgaste permita recuperar o capital nela investido, no mínimo com o lucro normal. Uma pessoa formada ou treinada a custo de muito trabalho e tempo para qualquer ocupação que exija destreza e habilidade extraordinárias pode ser comparada a uma dessas máquinas dispendiosas. Espera-se que o trabalho que essa pessoa aprende a executar, além de garantir-lhe o salário normal de um trabalho comum, lhe permita recuperar toda a despesa de sua formação, no mínimo com os lucros normais de um capital do mesmo valor. E isso deve acontecer dentro de um prazo razoável, levando-se em conta a duração muito incerta da vida humana, da mesma forma como se leva em conta a durabilidade mais certa da máquina.
Segundo Blaug (1975), parecia um início promissor para os estudos de investimentos em educação, mas, em sua opinião, o teórico Alfred Marshall, em seu livro ‘Princípios de Economia’ de 1890, ‘matou’ todo interesse pelo problema dentro da discussão ortodoxa, quando opinou como irrealista “a ideia de incluir as habilidades adquiridas da população na medida da ‘riqueza’ ou ‘capital’ da economia” (Blaug, 1975, p. 3). Marshall afirmava que havia poucos problemas práticos para a economia em relação ao princípio que relaciona as despesas com educação dos filhos e sua alocação entre família e Estado, enveredando seus estudos para outros temas (Blaug, 1975). Entretanto, deve-se ressaltar que Alfred Marshall aceitou a ideia de Adam Smith, ao comparar um trabalhador educado com uma máquina e como pessoas mais educadas tendem a ganhar mais em relação às que carecem de educação. Smith e Marshall [e mais tarde Irving Fisher] produziram uma aproximação dos estudos onde educação e treinamento pode ser encarado como um tipo de investimento, análogo a capital humano (Blaug, 1975).
Assim, passados quase dois séculos, Theodore William Schultz em seu discurso presidencial à American Economic Association em 1960 usou pela primeira vez a metáfora Capital Humano, desempenhando um papel crucial no desenvolvimento de pesquisas em capital humano, pois este episódio seria uma espécie de anúncio da teoria. O ‘nascimento efetivo’ da TCH ocorreu em 1962 com Gary Stanley Becker. Segundo Monteiro (2016, p. 45), o trabalho de Schultz, iniciado na década de 1950, tem “demonstrando o alcance da TCH através da aplicação não apenas à escolaridade e formação, mas também em termos de migração, saúde, crescimento econômico e seus beneficiários sociais”. Ele também foi responsável por liderar pesquisas relacionadas à demografia, agricultura e ao capital educacional. Seus trabalhos sobre a agricultura e o desenvolvimento colocavam a ideia de investimento na capacitação humana no centro do seu pensamento. Para o autor, capital humano representa a aquisição de todas as habilidades e conhecimentos úteis, que é parte do investimento deliberado (Monteiro, 2016).
Por ser um membro muito respeitado na época, com fortes ligações entre organizações de financiamento públicas e privadas, Schultz usaria essas conexões para a sensibilização da importância dos estudos, colocando o capital humano em alta nas suas pesquisas e formulação de políticas de diversas organizações (Monteiro, 2016). A importância de seus trabalhos foi ampliada pelas pesquisas de Gary Stanley Becker e Jacob Mincer. Em 1979, veio o reconhecimento da grande contribuição de Schultz à TCH, quando recebeu, juntamente com Arthur Lewis, o prêmio Nobel em Economia, pesquisando os problemas do desenvolvimento econômico em países pobres com um grande contingente de mão de obra de educação precária (Nobel Prize, 1979).
Outro economista muito importante para a agenda de pesquisa foi Jacob Mincer. Sua tese de doutorado, publicada no Journal of Political Economy em 1958, é considerada uma grande contribuição sistemática [se não a primeira] à emergência da TCH. Em seu trabalho há a abordagem empírica de várias características dos assalariados (ocupação, educação, indústria, idade e sexo) e a proposta de usar o investimento em educação e formação [o termo capital humano ainda não estava em vigor] como um princípio explicativo à distribuição de renda (Mincer, 1958) e afirmou a necessidade da abordagem neoclássica, ortodoxa, pautada na teoria da escolha racional. Para Mincer (1958), a escolha ocupacional era um ato racional e livre, sendo as diferenças de renda um resultado natural e inevitável pela compensação das vantagens e desvantagens associadas a cada ocupação e suas exigências de formação. Seus inspiradores teóricos foram Alfred Marshall, Irving Fisher e especialmente Milton Friedman (Teixeira, 2017).
Gary Stanley Becker é o terceiro pensador da época que seguiu os passos de seus antecessores Schultz e Friedman da Universidade de Chicago, acerca do investimento em indivíduos. Também desenvolveu muitas pesquisas com Mincer na Universidade de Columbia. Apesar de Schultz ter sido o ‘anunciante’ da TCH, foi Becker quem ‘promoveu’ o nascimento do termo, quando em 1962, publicou no periódico Journal of Polítical Economy um artigo intitulado ‘Investiment in human capital: a theoretical analysis’, tanto esse artigo, como sua monografia (Human Capital – 1964), têm sido “o lócus clássicus do assunto” (Blaug, 1993, p. 285).
Becker trabalhava no intuito de analisar a aplicação da teoria econômica a questões sociais, como por exemplo, os efeitos do preconceito sobre o salário, o emprego e as ocupações das minorias, coisa que em seu tempo, tal prática era vista com muita antipatia pelos economistas mais tradicionais. Contudo, os mais jovens encaravam a análise com muita receptividade (Monteiro, 2016).
Dessa forma, Becker, em suas pesquisas sobre capital humano, desenvolveu um método de análise do comportamento humano com uma abordagem econômica (Blaug, 1993; Monteiro, 2016), para explicar, através dos pressupostos da economia neoclássica, o comportamento humano como resultado das escolhas, perspectivas, posturas, racionalidade e preferências individuais orientadas pela maximização da utilidade e limitadas pela renda, tempo e oportunidades. Apesar de todas as críticas e controvérsias da época entre os economistas neoclássicos/ortodoxos e economistas heterodoxos, bem como dos cientistas sociais, a abordagem econômica do comportamento humano de Gary Becker seguiu suportando as críticas e prosperando e, em 1992, ele foi Nobel em economia (Nobel Prize, 1992). Por fim, o programa de pesquisa ‘investimentos em indivíduos’ progrediu e se tornou uma teoria amplamente conhecida atualmente, nos mais diversos campos de estudo conhecida como Teoria do Capital Humano.
3 O PROGRAMA DE PESQUISA EM INVESTIMENTOS NOS INDIVÍDUOS
Conforme foi visto, Gary Becker é considerado por muitos como o pai da TCH (Teixeira, 2017; Ramos, 2015 e Monteiro, 2016), dada sua participação no estabelecimento do termo ‘Capital Humano’. Segundo Becker (1962), melhorar as habilidades físicas e mentais das pessoas aumenta a perspectiva de sua renda real. Tais melhorias advêm de atividades que incidem no bem-estar, as quais afetam o homem tanto no presente, quanto no futuro.
As atividades elencadas por Becker (1962) incluem a escolaridade, o treinamento no trabalho, os cuidados médicos, o consumo de vitaminas e a aquisição de informações sobre o sistema econômico como fontes de Capital Humano. Segundo Becker (1962), essas atividades diferem dos efeitos relacionados ao lucro, ao consumo, na quantidade de recursos investidos, no tamanho dos retornos e na extensão em que se percebe a conexão entre investimento e retorno. Entretanto, o mesmo considera que é inegável que todas melhoram as habilidades físicas e mentais dos indivíduos aumentando as perspectivas de retorno com altas rendas.
Em seu trabalho pioneiro sobre TCH, Becker (1962) buscou investigar vários temas relacionando indivíduo e o mercado de trabalho. Entre estes estão: 1) se a renda aumenta com a idade a uma taxa decrescente; 2) se a taxa de aumento ou decréscimo da renda está relacionada positivamente ao nível de qualificação/habilidades; 3) se a taxa de desemprego tende a ser negativamente relacionada com o nível de habilidade; 4) se o paternalismo das empresas em relação aos seus empregados está mais presente em países em desenvolvimento do que em desenvolvidos; 5) se os jovens mudam de emprego de forma mais frequente e recebem mais escolaridade e formação no local de trabalho do que os idosos; 6) se a distribuição dos ganhos é positivamente distorcida, especialmente entre profissionais e outros trabalhadores qualificados; 7) se as pessoas mais ricas receberam mais educação e outros tipos de treinos do que as demais; 8) se a divisão do trabalho é limitada pela extensão do mercado e, por fim 9) se o investidor típico em capital humano é mais impetuoso e, portanto, mais propenso a errar do que o típico investidor no capital tangível (Becker, 1962). No seu estudo, os itens foram agrupados em quatro temas, e ficaram divididos em: a) Formação no local de trabalho; b) investimento na escolarização; c) investimentos na informação e d) investimentos na saúde (Becker, 1962).
Sobre ‘formação no local de trabalho’ – on the job treining, Becker (1962) considera como importante fator que implica, de forma considerável, o aumento da produtividade do trabalho. Segundo o autor, muitos trabalhadores aumentam sua produtividade aprendendo novas habilidades e aperfeiçoando as antigas enquanto estiverem no trabalho, sendo esta aprendizagem diferente da formação escolar, pois o investimento é feito no trabalho, e não numa instituição de ensino (Becker, 1962). Neste pensamento, a escola é uma importante instituição empenhada na produção de conhecimento, mas é insuficiente, pois, alguns tipos de conhecimento podem ser melhor dominados se forem simultaneamente relacionados ao problema prático, ou seja, o desenvolvimento de certas qualificações requer tanto especializações como experiência e pode ser obtidas em parte na empresa, e em parte na escola. Becker (1962), vê empresa e escola como elementos complementares para a construção do conhecimento do trabalhador.
Ainda na concepção de Becker (1962), outra maneira de investir em capital humano é melhorar a saúde emocional e física dos trabalhadores mediante salários produtivos, promovendo uma melhoria nas condições de trabalho, salários mais altos, pausas para café e assim por diante. A saúde emocional é cada vez mais considerada como um determinante importante dos ganhos, assim como uma melhor dieta alimentar que adiciona força e resistência no corpo humano, culminando em ganhos de capacidade e produtividade do trabalhador (Becker, 1962).
Jacob Mincer, por sua vez, dedicou-se aos estudos da relação entre a distribuição de renda e os investimentos nas pessoas, tanto nos aspectos individuais, como no contexto familiar (Teixeira, 2017). As principais análises de Mincer (1958), estão ligadas a questões como: a) migração, como forma de mobilidade profissional para readaptação e renovação de habilidades; b) a importância do capital humano para a análise do desemprego; c) os efeitos do progresso tecnológico no mercado de trabalho; d) as mudanças no emprego e, e) a formação on-the-job.
Mincer (1958) também defendia que a mobilidade deve ser interpretada de acordo com a fase do ciclo da vida. Para ele, a mobilidade antecipada não reflete um indicativo sobre investimento em capital humano, mas, sim, como resultado por uma maior intensidade nos ganhos salariais. Ademais, de acordo com Teixeira (2017), os estudos de Mincer também estimularam o aprofundamento de outras pesquisas, exploradas mais tarde, como: a importância da educação em casa para o desenvolvimento de habilidades naturais, o investimento em idade tenra e a herança do capital humano que os filhos herdam de seus pais, de acordo com o nível de renda, local de moradia, experiências de emprego, cultura e instrução (Teixeira, 2017).
Ao longo de sua carreira, Mincer seguiu explorando as múltiplas implicações do capital humano até os dias próximo ao seu falecimento em 2006. Segundo Teixeira (2017), Mincer utilizou um quadro básico para explicar várias questões da análise do mercado de trabalho, proporcionando assim ao capital humano um papel central e unificador na explicação do comportamento individual do trabalhador. Um resumo do que estuda o ‘programa de pesquisa em investimento nos indivíduos’, representado por, Schultz, Becker e Mincer, apresenta os seguintes itens: “procura por emprego, migração, assistência médica, educação, obtenção de informações e treinamento profissional’ (Blaug, 1993, p. 289).
Por fim, ressaltasse que este programa de pesquisa foi desenvolvido no contexto norte-americano entre os anos 1950 e 1970, durante o boom econômico do modelo fordista-keynesiano (Melo, 2012). Nesse contexto, predominava-se a presença de educação e saúde privadas, bem como a ausência de esquemas de treinamento de trabalhadores patrocinada pelo Estado (Blaug, 1975). Considera-se que tais situações deram apoio à ênfase da TCH aplicada a lógica dos ganhos e investimentos privados. No entanto, com o desenvolvimento e aprimoramento do programa, outras variáveis, fontes e benefícios do investimento em indivíduos foram incluídos na agenda de pesquisa acerca do conjunto de fatores que contribuem para o aumento no capital humano, para além das fontes tradicionais citadas até aqui.
4 A educação como investimentos em indivíduos e suas críticas
Conforme anunciaram os pioneiros do programa de pesquisa em Capital Humano, uma pluralidade de fontes nutre a sua formação. Trata-se de um conjunto de qualidades, cognitivas ou não, sociais, econômicas entre outras, que o indivíduo adquire ao longo da vida cuja interação é capaz de tornar factível o aumento da produtividade dos seres humanos (Mincer, 1958; Schultz, 1961; Blaug, 1993 e Ramos, 2015).
Para Schultz (1961), a aquisição de capital humano e sua formação se classificam em dois ramos: Capital Humano Geral (CHG) e Capital Humano Específico (CHE). Segundo Ramos (2051), os dois tipos de capital: CHG e CHE, são complementares e se articulam entre si desde a etapa inicial do ciclo de vida do indivíduo, conforme pode ser observado na figura 1, abaixo.
Figura 1: Interações do Capital Humano Geral e Capital Humano Específico
Fonte: Ramos (2015, p. 37)
Na figura 1, vê-se que no CHG está incluído todos os conhecimentos e habilidades que são de uso comum em quase todas as atividades da vida, sejam elas econômicas ou não. Nesse conjunto de atributos individuais [com maior ou menor sofisticação e extensão] pode ser considerado a leitura, a escrita, o domínio de operações elementares simples, interpretação de textos básicos, raciocínio abstrato e etc., variando segundo o nível de escolaridade com ampla gama de aplicações (Ramos, 2015).
Sobre o CHG, o sistema escolar permite adquirir conhecimentos e habilidades de cunho generalizado. No entanto, a figura 1 também demonstra que questões culturais (atitudes, disciplina, valores, pontualidade, iniciativa etc.), o entorno social (família, amigos), econômico (renda, bairro), somados ao ambiente escolar são singularidades que o indivíduo entra em contato no transcurso de sua vida em diferentes etapas e espaços que interferem em sua personalidade e afetam sua produtividade (Ramos, 2015).
Já o CHE, representa um tipo de formação que vai sendo acumulada na vida laboral, ao executar tarefas, ou em cursos de formação específicos, que vão se acumulando e formando um perfil de habilidades com domínios distintos ligados a tarefas ou postos de trabalho. Na perspectiva de Ramos (2015), o acesso ao posto de trabalho de qualidade (entendido como não precário, regulamentado, remuneração adequada, etc.) oferece melhores perspectivas ao futuro laboral do indivíduo, o inverso também vale.
Portanto, através do esquema da figura 1, percebe-se que há uma série de variáveis que se interagem, permitindo identificar que o sistema escolar não é o único âmbito onde se acumulam capacidades cognitivas, habilidades, competências e etc., que contribuem para a vida laboral. Entretanto, o programa de pesquisa de investimentos em indivíduos também recebe críticas.
Uma das críticas rebate a idéia de que ‘investir no capital humano’, via escolarização ou treinamento dando-lhes acesso aos graus elevados de ensino, haveria uma garantia de ascensão do mesmo a um trabalho qualificado e de níveis de renda cada vez mais elevados e compatíveis com sua escolaridade. Segundo Motta (2007), a visão burguesa do papel econômico da educação reproduz a idéia que basta que o indivíduo esteja qualificado para o mercado, que haverá ascensão profissional, mobilidade e a garantia do bem-estar socioeconômico do indivíduo e seus familiares. Para a autora, essa ideia não retrata a realidade.
Nos preceitos de Mincer (1958), a educação de berço era o primeiro contato do indivíduo com suas habilidades naturais. Segundo Schultz (1961), esta é a herança do capital humano que os filhos herdam dos pais. Nesse caso, na TCH, o nível de instrução dos pais, renda familiar, experiências com trabalhos anteriores, local de moradia, condição de saúde e cultura irão influenciar na qualidade do investimento em capital humano despendido desde a idade tenra. Assim, percebe-se que a idéia burguesa de meritocracia é um dos pilares que sustenta o discurso da TCH.
Tal discurso foi predominantemente sustentado até os anos 1980, pois, no contexto no qual as pesquisas em capital humano iniciaram-se, em países capitalistas avançados, a economia prosperava, a mão de obra era constantemente absorvida em um mercado de trabalho crescente e estável, com ganhos reais de renda e com desigualdades salariais contrabalanceadas pelo certo grau de segurança que as políticas de bem-estar e o sindicato proporcionavam em conjunto (Blaug, 1993). Nesse contexto, a escola seria aquela variável que influenciaria a integração não só econômica, mas também civil, política e social dos indivíduos, com a presença de um vínculo ‘quase linear’ nas possibilidades de integração ao mercado de trabalho, em um cenário de relativo pleno emprego. Naquele cenário, o papel da escola era proporcionar o desenvolvimento do indivíduo enquanto cidadão para integrá-lo na vida produtiva, e isso se dava através do ensino do raciocínio lógico, leitura e escrita, isto é, uma educação universal (GENTILLI, 1998).
Nos dias atuais, o discurso burguês de que a escola é um importante canal de investimento para o desenvolvimento do capital humano ainda é hegemônico. No entanto, as visões críticas argumentam que dado o cenário econômico adverso, este se exprime nas dificuldades de integração do trabalhador ao mercado de trabalho. Autores como Frigotto (1986); Gentili (2002); Almada Lima (2004) e Velasco (2007) a escola/educação perdeu sua função integradora (integrar o indivíduo ao mercado de trabalho) para desempenhar outra função, que é preparar o indivíduo para o mercado de trabalho, proporcionando apenas o aumento do ‘potencial de inserção’, ou seja, não garante integrar, mas, sim, aumentar sua empregabilidade.
As mudanças na função da escola também vão produzir impactos quanto à formação profissional do trabalhador. O famoso jargão, ‘aprender fazendo’ (Ford, 1967) era o lema da produção fordista na época de início do programa de pesquisa em capital humano, e estava totalmente alinhada aos fundamentos de Schultz (1961) e Becker (1962) onde dava maior importância as aptidões adquiridas no trabalho. Porém, com as mudanças na função da escola e as dificuldades de inserção no mercado de trabalho, a formação do trabalhador que ocorreria com treinamentos dentro do ambiente das empresas (em detrimento a escola) deixa de ser exclusiva e sua aquisição passa a ser, em grande medida, orientada para dentro das escolas.
Segundo Gentilli (1998), a escola passa também a ser responsável por formar, capacitar e qualificar o trabalhador, através de uma educação tecnicista e preparatória para o trabalho, perdendo o seu caráter universal. Assim, com a ascensão do modelo de produção flexível nos anos 1970, a escola perde seu caráter integrador e o foco das ‘novas’ políticas educacionais voltou-se oferecer uma educação mercadológica, trazendo a preparação para o mercado de trabalho para dentro das escolas, com vistas a aumentar a empregabilidade do trabalhador para disputar as limitadas possibilidades de inserção no mercado (Gentilli, 1998).
Esta nova função da escola culmina com o segundo momento do programa de pesquisa em capital humano. Segundo Frigotto (1986, p. 136), “A educação e a qualificação aparecem como panacéia para superar as desigualdades entre nações, regiões e/ou indivíduos. O problema da desigualdade tende a reduzir-se a um problema de não-qualificação”. Na opinião de Frigotto (1986), o que está valendo é apenas que esse vínculo, entre educação e mercado de trabalho, importa mais em nível do aprendizado de habilidades, do desenvolvimento de atitudes funcionais para o processo produtivo, do que para a cidadania do indivíduo.
Portanto, o foco da nova visão do programa se estende para o viés de ‘investir’ na empregabilidade individual para disputar as limitadas possibilidades de inserção que o mercado oferece (Velasco, 2007; Almada Lima, 2004). Segundo Motta (2007), esta nova “perspectiva acortina o antagonismo de classe e busca cimentar a ideia de que a mobilidade social depende exclusivamente do esforço e mérito individual em promover o investimento no bem educacional” (Motta, 2007, p. 166). Almada Lima (2004) e Velasco (2007) consideram que com os mercados mais competitivos dentro de um sistema de produção flexível e poucas garantias de trabalho, as possibilidades de um trabalhador obter uma inserção efetiva no mercado, mesmo dotado de mais conhecimento e habilidades, passam a ser parcas.
Conclusiones:
Viu-se que os postulados da Teoria do Capital Humano defendem que há uma integração virtuosa entre escola (indivíduos mais escolarizados) e a inserção dos indivíduos ao mercado de trabalho (melhores posições no trabalho e rendas mais altas). No entanto, os críticos da teoria defendem que essa conexão virtuosa é difícil de sustentar nos dias atuais. Uma das críticas se refere ao papel que a educação adquiriu para se moldar aos ditames do mercado. Deixando de ser uma educação de garantia integradora e universal, para ser uma educação de caráter tecnicista, voltadas para preparar o indivíduo para o mercado sem garantias de inserção, apenas de aumento das possibilidades/empregabilidade.
O que se viu é que a história do programa de pesquisa em capital humano é contemporânea ao modo de produção fordista vigente na época. O programa foi criado em um cenário de relativa estabilidade da economia norte americana, que contava com crescentes oportunidades no mercado de trabalho, predominando um vínculo linear entre a saída da escola e entrada no mercado de trabalho, com os trabalhadores aprendendo profissões predominantemente no local de trabalho.
Contudo, no presente período de produção flexível e de parcas garantias de inserção dos trabalhadores no mercado de trabalho, os postulados da TCH, argumentam que a não inserção do indivíduo no mercado se dá devido a sua baixa empregabilidade (educação) e pouco esforço (mérito individual). Apesar dos discursos, os críticos argumentam que esta visão acortina todo antagonismo existente na TCH. Portanto, em tempos recentes, mais capital humano, não garante inserção no mercado de trabalho, apenas aumenta a perspectiva de inserção na atividade laboral, sem garantias efetivas.
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Palabras clave:
Teoria do Capital Humano; Trabalho; Educação; Teoria Crítica.