Resumen de la Ponencia:
Nuestro trabajo plantea, en un primer momento, un acercamiento teórico y operativo del concepto de gobernanza. En un segundo momento muestran las lógicas internas que dan vida a los consejos consultivos en el contexto de la administración gubernamental, como un mecanismo para fomentar la participación ciudadana dentro de la política pública, describiendo un “deber ser”, contenido en el plan nacional de desarrollo. Un tercer momento que nos refiere a las escalas municipales como reflejo de la acción de ese ejercicio de política pública. Y un último momento en el que pretendemos triangular analíticamente estos tres momentos previos, intentando colocar en la mesa alguna reflexión crítica y propositiva.En esta postura de ejercer una política pública, se asume la emergencia de una nueva relación entre Estado y sociedad, en la que el Estado, deje de ser el centralizador del poder político y se articule con los intereses colectivos, generando confianza, siendo esta, una categoría analítica sumamente rica, sobre todo si la asociamos al ejercicio de una
esperanza como construcción de realidades alternas o a la de
gobernanza como elemento fundamental en la de-construcción de horizontes zemelmanianos de futuro posibles.Esta estrategia de gestión de los asuntos públicos y de las formas de “hacer”, se sostiene sobre la transparencia y la participación de la sociedad civil en lo local, lo regional, lo nacional y lo internacional, pero, además demanda la participación de la sociedad en acciones públicas que le afectan directamente. Requiere de relaciones horizontales y la búsqueda de equilibrio entre poder público y sociedad civil. Requiere de la expansión de las organizaciones no gubernamentales implicadas en asuntos de orden público ahora, junto con la emergencia de iniciativas comunitarias locales. La interacción y las interdependencias entre estos diversos actores públicos y privados es fundamental, e implica que las personas puedan participar en la toma de decisiones posibilitando el aseguramiento de ciertos niveles de
comunalidad; condición mínima para una vida digna, así como la trascendencia de las políticas a lo largo del tiempo. Esta condición de ejercicio del poder requiere, sin duda, que los ciudadanos asuman en ese contexto cierta noción de libertad de expresión, de asociación, un respeto y fortalecimiento de sus derechos humanos por parte de los organismos que los regulan, así como de un proceso constante comunicación entre los que gobiernan, los que deciden, los que hacen y los que viven en este contexto.Este proceso puede ser democrático si y sólo si se tiene los medios para participar de manera popular (atendiendo al concepto de Gilberto Jiménez) en el establecimiento, seguimiento y observancia de las metas propuestas; bajo un riguroso proceso de rendición de cuentas que permite evaluar las actividades de quienes actúan en nombre del público.