Resumen de la Ponencia:
“Nos vemos en la noche”: Afectos y vínculos en torno al ocio nocturno urbanoSi la literatura alrededor del ocio diurno se ha enfocado en sujetos y prácticas legítimas, tales como el deporte y las actividades denominadas culturales, la literatura sobre el ocio nocturno lo ha hecho en los sujetos, prácticas y espacios extraordinarios.Así, las actividades de ocio nocturno cotidianas, aquellas del día a día, diseñadas para romper la rutina y sobrellevar la vida cotidiana, han quedado relegadas a un segundo plano en la investigación académica. Desconocemos las características de las actividades cuyos sujetos de ocio no se identifican con una subcultura y no necesariamente tienen entre 18 y 25 años; aquellas que además tienen lugar en espacios tanto públicos como domésticos. Si el día es el reino del trabajo y en las ciudades los periodos de traslado son extensos, extenuantes y el tiempo es un recurso escaso, podríamos inferir que la noche es el espacio idóneo para el ocio para un grupo de personas más amplio que el que la literatura académica ha estudiado con más detalle. Sin embargo, en contextos de
ciudadanía discontinua exacerbada
como la CDMX, ¿cómo es posible el ocio nocturno?, ¿qué tipo de experiencia emocional es posible en una ciudad con un porcentaje de impunidad de más del 90% (México evalúa, 2018)?, ¿quiénes son sujetos legítimos de ocio cuando el 47% de las personas dicen estar en desacuerdo con que las mujeres salgan solas en la noche a divertirse (INEGI, 2016)?, ¿cómo cambian tanto el acceso como la experiencia emocional a partir de la posición que las personas ocupan en el mundo?, específicamente a partir de su género. ¿Cómo se distribuyen los recursos de ocio entre sujetos posicionados relacionalmente en su contexto?, ¿cuáles son las motivaciones para participar en el ocio nocturno en estas condiciones y qué consecuencias, si es que existen, tiene esa participación o su ausencia?Este trabajo, derivado de mi investigación doctoral, pretende contribuir a una comprensión más sofisticada del ocio nocturno al mostrar cómo las desigualdades estructurales se expresan y reproducen en él, además de señalar las formas específicas en que lo moldean. Busca ubicar las experiencias emocionales individuales dentro de patrones de distribución de experiencias emocionales estructurales y contribuir a pensar el ocio nocturno como una actividad con consecuencias en el mundo social de las personas que excede el momento de la práctica. Por último, busca hacer una aportación a la sociología de las emociones y del ocio en general problematizando el placer, las responsabilidades sobre la dicha propia y ajena, y visibilizando la división sexual del trabajo físico, cognitivo y emocional dentro del ocio que se acepta acríticamente como un espacio privilegiado de gozo y consumo.