Resumen de la Ponencia:
Hacinamiento, déficit habitacionales, dificultades en torno al acceso a los servicios y a las infraestructuras urbanas, inconvenientes para conseguir el ingreso diario y los bienes indispensables para vivir, entre otras cuestiones, son algunas problemáticas que presentan amplios sectores de la sociedad latinoamericana que les han impedido la satisfacción plena del derecho a una vivienda digna y a un hábitat saludable. En la defensa contra el COVID, estas situaciones se han convertido para la relatora especial de la ONU, Leilani Farha, en una condición de vida o muerte (ONU Habitat). La dimensión y gravedad de la crisis que ha desatado la pandemia configuran un contexto excepcional que necesita ser enfrentado con medidas urgentes al tiempo que exige también la promoción de una profunda revisión de las causas sistémicas que están en el origen de estas desigualdades (Habitar Argentina, 2020). En Argentina, desde distintos niveles estatales y actores gubernamentales, se elaboraron una serie de políticas vinculadas al hábitat para dar respuesta a los problemas emergentes y estructurales que dejó al descubierto la pandemia. Algunas de ellas resultaron satisfactorias, pero otras no. Esto último pudo deberse, entre otros factores, a la falta de coordinación entre los involucrados en las iniciativas, pero asimismo, al desconocimiento de la tradición habitacional y de las dinámicas que poseía el territorio donde fueron puestas en marcha, como así también de las necesidades de la población a la que iban destinadas y el rol de otros actores involucrados (ONGS, iglesias, etc.).Creemos que resulta necesario entonces profundizar las relaciones políticas entre diferentes actores gubernamentales y entre estos y la sociedad civil (Di Virgilio, et.al: 2021), cada uno con sus propios intereses, objetivos y lógicas de acción, en un territorio específico donde tienen lugar diversos procesos sociales, culturales, políticos, económicos y ecológicos particulares. En nuestro estudio, la ciudad de Bahía Blanca. La aplicación del concepto de redes de políticas resulta interesante al centrar la mirada en las transformaciones de las funciones administrativas del Estado. Esta visión pone el foco en la manera en la cual una variedad de actores situados en un laberinto de organizaciones públicas y privadas con interés en una cuestión en particular, se conectan unos con otros, intercambian ideas, recursos y negocian posibles soluciones a los problema (Zurbriggen, 2011). En el presente trabajo nos abocaremos al análisis cualitativo de las políticas habitacionales emanadas de distintos niveles del Estado y actores gubernamentales que se implementaron en tiempos de pandemia en una ciudad intermedia del sudoeste bonaerense de la Argentina para conocer ¿qué tipo de intervenciones estatales en torno al hábitat se propusieron en este contexto tan complejo? ¿desde dónde se impulsaron? ¿con qué intereses? ¿cómo se articularon intra y extragubermentalmente?
Introducción:
Ante la expansión del COVID 19 en la Argentina, desde distintos niveles estatales, instancias gubernamentales y no gubernamentales, incluso desde la propia ciudadanía, organizaciones empresariales e internacionales, cada uno con sus propios intereses, objetivos y lógicas de acción (Bertranou, et al., 2021), se coordinaron una serie de estrategias para dar respuesta a los problemas emergentes y estructurales vinculados a la vivienda y al hábitat. Como aclara Fleury (2002), la complejidad que han adquirido las cuestiones sociales, la diversidad de agentes y el conflicto de intereses existente, la creciente movilización de la sociedad civil en busca del respeto a sus diferencias, la tracción de un sector no gubernamental que se ha inmiscuído cada vez más en el campo de la participación y la ampliación de la acción social de las empresas, son factores que han impulsado y explicado el florecimiento de las redes de políticas sociales. Una variedad de actores, situados en un laberinto de organizaciones con interés en una cuestión en particular, se conectan unos con otros, intercambian ideas, recursos y negocian posibles soluciones (Zurbriggen, 2011).
Estas redes de relaciones interinstitucionales e interorganizacionales presentan una fuerte impronta territorial, con procesos específicos. Las acciones y tomas de posiciones de los sujetos sociales están situadas espacial y temporalmente, y suelen estar condicionadas por intereses y estrategias particulares de los demás grupos y actores locales (Chiara y Di Virgilio, 2017, p.77). Creemos que un análisis localizado, permite dar cuenta de esta situación. Según Pírez, detenernos en la red de actores y su trama, muestra la ciudad “desde el punto de vista de cómo suceden las cosas” (citado en Fleury).
En el presente trabajo nos abocaremos al análisis cualitativo de las políticas habitacionales emanadas de distintos niveles del Estado y actores gubernamentales que se implementaron en tiempos de pandemia en una ciudad intermedia del sudoeste bonaerense de la Argentina como Bahía Blanca. La perspectiva del análisis de redes que hemos elegido para abordar esta investigación, será aplicada en la identificación de los actores de esta problemática (incluídos y excluídos), sus objetivos, las conecciones/articulaciones entre sí y la naturaleza de las interacciones. Como es muy pronto elaborar un análisis del impacto, dado que algunas de ellas aún se encuentran en una situación preliminar, nos quedamos en una primera aproximación de su diseño e implementación.
Desarrollo:
Políticas de vivienda y hábitat durante la pandemia en la Argentina
Ante los primeros casos de COVID 19 en la Argentina, la recientemente electa fórmula presidencial de la coalición del Frente de Todos, realizó una serie de intervenciones en estas cuestiones. Para mitigar los efectos de “aislamiento social, preventivo y obligatorio”- luego distanciamiento y confinamiento estricto -, elaboró una serie de instrumentos vinculados a la permanencia en los hogares (evitando el aumento de las personas en situación de calle, la prohibición de desplazamientos/ejecuciones por deuda) y- mejorando también las condiciones de hábitat (familiar y comunitario); la protección y asistencia barrial; y la integración socio urbana.
Respecto a la primera cuestión, desde el flamante Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat[1] (MDTyH), se estuvo trabajando en distintos ejes:
- Vivienda: abarcan la construcción de inmuebles nuevos; refacciones o ampliaciones; infraestructura básica; provisión de equipamiento comunitario y otorgamiento de créditos para el acceso a un lote con servicios. El Programa Federal Casa Propia (Resolución 38/2020), de junio de 2020, propone generar soluciones habitacionales de hasta 60 m2, a través de créditos a 30 años a tasa cero, asentada en lote propio (que no excedan un determinado monto ni estén ubicados en barrios cerrados y para hogares con ingresos que sumen por mes entre 1 y 8 SMVM). Además de favorecer el arraigo, persigue la reconstrucción económica, mediante la industria de la construcción (permitida a partir de mayo de 2020), al requerir mano de obra local y movilizar los negocios de proximidad de materiales e insumos. En julio de 2020, surgió el Programa Nacional de Reactivación y Terminación de obras de Vivienda, Infraestructura y Hábitat (Resolución 40/2020) en el marco del Plan Nacional de Vivienda. Los ejecutores pueden ser los Estados provinciales, municipales y organizaciones no gubernamentales (ONG) de reconocida trayectoria. El Programa Reconstruir, tiene como objetivo la reactivación y finalización de obras de vivienda que habiendo sido proyectadas, iniciadas o aprobadas desde 2016 al 2019, fueron paralizadas.
Para la realización de mejoras en edificios o locales de ONGs que realizan tareas de asistencia barrial y comunitaria, se impulsó el Programa Federal Argentina Construye (Resolución 53/2020). Articula no sólo con los gobiernos provinciales, locales y organizaciones de la comunidad, sino también con pymes, cooperativas, gremios, empresas de servicios públicos, mutuales, trabajadores independientes y autoconstrucción. Los Municipios, dado el conocimiento territorial que poseen por la proximidad al vecino, son los responsables de preseleccionar a las organizaciones comunitarias que se postulen y emitir una constancia de ejecución de la obras.
- Desarrollos urbanísticos con el objeto de brindar acceso a crédito hipotecario para la compra de viviendas nuevas en el Procrear II.
- Lotes con servicios más construcción: generando suelo urbano de calidad para la construcción de inmuebles mediante créditos hipotecarios.
- El Programa Nacional de Planificación y Ordenamiento Territorial busca fortalecer las capacidades estatales de gestión del suelo. Se sancionó el Plan Nacional de Suelo urbano (Resolución 19/2020) para proyectar mecanismos de asistencia y apoyo técnico y promover la conformación y gestión estratégica de bancos de tierra.
Desde el Ministerio de obras públicas (en adelante MOP), a cargo de Gabriel Katopodis, se implementó en enero de 2020, el Plan Argentina Hace II, con el objeto de reactivar las economías municipales, generando nuevos puestos de trabajo (50% hombres y 50% mujeres) a través de un programa de infraestructura de ejecución rápida (acceso a los servicios básicos, consolidación barrial, puesta en valor del espacio público, infraestructuras para la recuperación de la matriz productiva, construcción de equipamiento social para el fortalecimiento de redes comunitarias y sanitarias) con mano de obra local. EL MOP administra, financia y realiza el seguimiento de los proyectos presentados por provincias y/o municipios, quienes se encargan de ejecutar las obras, además de convocar a trabajadores locales (que pueden incluir PyMEs y cooperativas radicados en los lugares de ejecución de los proyectos).
Respecto a la protección y asistencia barrial, en aquellas zonas donde abundaban las viviendas deficitarias que dificultan el distanciamiento, se contempló el aislamiento en el barrio más que en los hogares y se implementaron instrumentos orientados a generar mecanismos de asistencia y atención comunitaria. En este sentido, desde el Ministerio de Desarrollo Social (en adelante MDS)[2], se lanzó el 14 de marzo de 2020, el Programa “El barrio cuida al barrio”, en aquellos considerados populares[3]. A través de la acción de promotores comunitarios de la economía popular, proyecta profundizar los mecanismos de protección sanitaria y de ayuda alimentaria en comedores, para, según su responsable (Carolina Brandariz), lograr la cercanía del Estado y garantizar el mayor aislamiento posible en esos espacios (Página 12, 20 de julio de 2020). En una entrevista a Romina Selzer, Directora de Infraestructura Social de la Secretaría de Economía Social del MDS, deseó que "deje de ser una disputa entre recursos de intendencias y recursos de organizaciones, y que sea un recurso hacia la comunidad. Lo más importante que tiene el programa es este relevamiento que los municipios hoy no tienen porque no se meten en el barrio, porque no hay un seguimiento de esas problemáticas, de hecho, esconden bastante" (Proyecto Habitar, 2020). En una segunda etapa, prevé una línea de infraestructura social, con mejoras de merenderos, comedores y viviendas para acondicionarlos en función de las situaciones de distanciamiento.
El Programa de mejoramiento de viviendas en barrios populares se centra en la realización de obras para incrementar las condiciones de las mismas. Se ejecuta a través de organizaciones sociales y prioriza aquellas en las cuales, por hacinamiento, no se puedan realizar aislamientos y las personas estén en situación de riesgo.
Gran parte de las políticas de integración socio urbana en los barrios populares, son realizadas por la Secretaría de nombre homónimo, -en adelante SISU- anteriormente dependiente del MDTyH transferida a la órbita del MDS en octubre de 2020 (Decreto n° 804) y la recientemente creada Subsecretaría de Gestión y articulación de programas populares, dependiente de las Secretaría de Desarrollo Territorial del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat (MDS, 2021).
En octubre de 2018, mediante la Ley 27.453, el Congreso Nacional, había declarado de interés público la regularización dominial e integración socio urbana de los Barrios Populares y designado a la SISU y la Agencia de Administración de Bienes del Estado, como autoridades de aplicación. La totalidad de los bienes inmuebles donde se asentaban se catalogaron de utilidad pública y sujetos a expropiación, suspendiendo las acciones de desalojo por cuatro años. La implementación de los proyectos, se harán de manera conjunta con las provincias y el municipio. Para financiarlas, se creó mediante el decreto 819/2019, el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), puesto en funcionamiento los primeros días del 2021. La SISU también cuenta con Fondos Federales y un Préstamo Internacional del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Para acceder a los servicios públicos, prestaciones o realizar cualquier trámite en el Estado que requiera acreditación de domicilio, se estableció entregar a los habitantes de los barrios populares, el Certificado de Vivienda Familiar (Decreto 358/17), expedido por ANSES.
En el marco del COVID 19, con financiamiento del BID (4804 OC/AR), se impulsó el Programa de Integración Socio Urbana (PISU), dependiente del MDS, implementando Planes Barriales de Integración Socio Urbana (PIB), priorizando los del Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), a través de la inversión en infraestructura básica y ambiental; obras de saneamiento y mitigación ambiental; conectividad de las familias mediante dispositivos de internet móvil; y el fortalecimiento de unidades productivas. El FISU financia proyectos presentados por cooperativas, asociaciones y demás organizaciones de la sociedad civil, provincias y municipios. Las unidades ejecutoras son las administradoras de los fondos y tienen a su cargo el diseño, la planificación y la ejecución de los proyectos.
También desde el MDS se aplicó desde octubre de 2020, el Programa Argentina Unida para la Integración de los barrios inscriptos en el RENABAP[4], contemplando la participación de distintos niveles de Estado, las organizaciones comunitarias y de los trabajadores de la economía popular, con un conjunto de acciones (integrales, participativas, con enfoque de género y diversidad) para incrementar el acceso a los servicios básicos, la mejora y ampliación del equipamiento social y de la infraestructura, el tratamiento de los espacios públicos, la eliminación de barreras urbanas, la mejora en la accesibilidad, la conectividad y el saneamiento. Presenta tres líneas de acción: a) Ejecución de Proyectos de Obras Tempranas (POT), complementarias y/o de asistencia crítica, b) Servicios vinculados a la formulación y elaboración de un Proyecto Ejecutivo General (PEG) para la integración socio urbana y, c) Implementación de un Proyecto Ejecutivo General (PEG) para Integración Socio Urbana. Las obras deben adjudicarse, en un 25% como mínimo, a las cooperativas de trabajo u otros grupos asociativos de la economía popular (integradas preferentemente por los vecinos de los mismos).
En ese Ministerio también se diseñó el Programa Mi Pieza, de asistencia económica para refacciones, mejoras y/o ampliaciones de viviendas en barrios del RENABAP. Destinada a mujeres que cuenten con el Certificado de Vivienda Familiar. Mediante un sorteo, las beneficiarias cobran primero el 50% del dinero y el restante, luego de validar el avance de la obra.
En la provincia de Buenos Aires, donde también recientemente había asumido la coalición del Frente de Todos, se tomaron medidas. En esta jurisdicción se habían creado el 11 de diciembre de 2019, -entre otros vinculados a la temática-, el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad; el de Hábitat y Desarrollo Urbano (de la cual dependen el Instituto de la Vivienda y el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana). Asimismo, el de Gobierno posee una Subsecretaría de territorio y desarrollo sustentable; asuntos Municipales y otra de políticas habitacionales.
Esta jurisdicción ya contaba desde 2012 con la Ley 14.449 de Acceso Justo al Hábitat (en adelante LAJH), que posee instrumentos para facilitar el acceso al suelo: elPrograma de Lotes con servicios; la promoción de procesos de producción social del hábitat; la integración socio urbana de villas y asentamientos. Establece además, la creación del Registro Público Provincial de Villas y Asentamientos precarios (en adelante RPPVyAP); el fomento del crédito para la mejora del hábitat a partir de la creación del Fondo Fiduciario Público; el establecimiento de zonas especiales para la promoción del hábitat social en predios vacantes u ocupados; la participación de los municipios en las valoraciones inmobiliarias generadas por la acción urbanística; la conformación de consorcios urbanísticos entre organismos gubernamentales y privados. Ofrece herramientas para abordar la problemática de manera integral y los Municipios pueden adaptarla a su realidad.
Ante el avance del COVID, en coincidencia con algunas medidas similares tomadas a nivel nacional, en mayo de 2020 (en un principio hasta el 30 de septiembre de ese año, luego pospuesto hasta marzo 2021), se suspendieron en el ámbito de la provincia, la prórroga de los contratos, del pago en cuotas de las deudas, el congelamiento de los montos y la suspensión de desalojo por incumplimiento de los pagos (DNU 320/2020 y 319/2020)[5], en relación a los alquileres. También, los lanzamientos dispuestos en caso de ocupaciones, usurpaciones y/o tomas colectivas de inmuebles con anterioridad a la entrada en vigencia del Decreto N°132/2020 (Ley 15.193); los desalojos y las ejecuciones hipotecarias, judiciales o extrajudiciales sobre inmuebles destinados a vivienda única y de ocupación permanente; también, las civiles o penales, en que la demandada fuera una unidad de producción cuya gestión se encontrara en manos de sus trabajadores (recuperadas), que hubieran resultado expropiadas.
Para atender el déficit habitacional, en septiembre de 2020, el gobernador presentó el Plan Bonaerense de Suelo, Vivienda y Hábitat para la construcción de viviendas nuevas, la reactivación de obras frenadas, el desarrollo de lotes con servicios, obras de mejoras habitacionales, proyectos integrales de urbanización en barrios populares y finalmente, viviendas y lotes como parte del PRO.CRE.AR. Busca asimismo regularizar 154.747 escrituras de forma gratuita y la coordinación de áreas anteriormente diseminadas, con la creación bajo la órbita del Ministerio de Gobierno, de la Unidad Provincial de Tierra y Vivienda y el Registro de Suelo Urbano.
A fines de julio de 2022, desde el Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano se lanzó el Programa "Buenos Aires crea" para financiar a tasa cero 50.000 créditos del Instituto provincial de la vivienda para refacciones o ampliaciones de inmuebles de familias que acrediten ingresos registrados, por un monto de entre 1 y 5 SMVM (el ajuste de la cuota no puede ser superior al 25% de los mismos). Esta iniciativa no requiere de la adhesión municipal dado que cualquier persona puede anotarse vía la página web.
De todo lo expuesto anteriormente, puede concluirse que si bien antes de marzo de 2020 se habían realizado intervenciones (reorganización ministerial para mayor coordinación y la creación de organismos específicos), con el avance del COVID 19, se elaboraron nuevas iniciativas coyunturales, para paliar las medidas de aislamiento/distanciamiento/confinamiento (prohibición de lanzamientos y ejecuciones por deudas hipotecarias/locatarias, protección y asistencia barrial-comunitaria). Se acompañaron con otras no tan novedosas orientadas a resolver problemas de larga data (impulso a las construcciones y mejoras en la viviendas y de su entorno, créditos con diferente destino, planes de acceso al suelo, integración socio-urbana, regularización dominial. También se utilizaron herramientas normativas que ya existían (Leyes 27.453 y LAJH).
Particularidades de los procesos analizados en Bahía Blanca
Bahía Blanca es una ciudad media, ubicada al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, que según el censo de 2010, poseía 291.327 habitantes. Es la cabecera del partido homónimo, que omprende además de Cabildo, las localidades casi adyacentes de General Daniel Cerri (con 6.745 personas) e Ingeniero White (con 10.398), estas dos últimas, consideradas en el Plan de Desarrollo Urbano de 1985, como parte de un mismo complejo urbano. En el presente trabajo, haremos referencia a esta conceptualización más amplia al mencionar Bahía Blanca. El Municipio ha sido gobernado por la fórmula de Cambiemos desde 2016 y luego de Juntos por el Cambio, a partir de 2019.
En Bahía Blanca, las intervenciones se enfocaron a cubrir necesidades alimentarias y sanitarias ante el COVID 19, más que a cuestiones vinculadas a la vivienda y al hábitat, que incluso antes de la pandemia eran preocupantes. Según el RPPVyAP, existen un total de 32 villas y asentamientos y el RENABAP, contabilizó treinta barrios populares.
Resulta difícil determinar la cantidad de familias que tienen dificultades para acceder al suelo y a la vivienda, ya que no existe un padrón actualizado de la demanda local. Por Ordenanza 15.598 se estableció en 2010 el Registro Único de Postulantes a planes y programas municipales, provinciales o nacionales de casas o terrenos en el partido, pero en 2015 fue cerrado por falta de oferta. En ese entonces, se habían anotado unas 10.951 familias. La organización poblaciones.org, en base al censo 2010, estableció un déficit del 27,6% para el aglomerado Bahía Blanca. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2017-2018, se estima que la población inquilina en Bahía Blanca alcanza un 26% (Costa y Rosanovich, 2022), número muy significativo ante un promedio nacional de 18,86%.
Estas situaciones reflejan la necesidad de procurar acceso al suelo y a la vivienda. En 2016, el Concejo Deliberante adhirió a la LAJH (Ordenanza 18.675), con escasa implementación aún.
A partir de 2020 se produjeron ejemplos de toma de tierras en Bahía Blanca (Irisarri y Diaz, 2021). El Secretario de gobierno del Municipio, señaló que en cada una de ellas, la comuna procura garantizar la propiedad privada, no convalidando que se cometan delitos. Aclaró que los municipios no realizaban planes de vivienda, sino que es potestad de los gobiernos nacional y provincial (Frente a Cano, 3 de agosto de 2022), trasladando la responsabilidad a otros niveles del Estado y ciñendo la causa del problema a la falta de oferta de unidades habitacionales. Agregó que la generación de suelo urbano (por sí mismo o gestionando a niveles superiores), sí era facultad del Municipio. A principio de diciembre de 2020, la Dirección General de Planificación y Desarrollo Urbano de la comuna presentó el Programa Integral de Accesibilidad al Hábitat Urbano, con el objetivo de coordinar políticas, planes y programas de diversas áreas del Ejecutivo municipal y diferentes entidades, para procurar suelo. Varias de la propuestas ya existían, lo novedoso fue el acento que se puso en la articulación con otros niveles del Estado[6].
Respecto a los planes y programas implementados desde Nación a partir de la expansión de la pandemia, no todos llegaron a Bahía Blanca.
En relación a la vivienda, se sortearon unidades habitacionales en desarrollos urbanísticos del PROCREAR II, de las cuales 57 eran de Bahía Blanca. Ubicados sobre Sáenz Peña, entre Colón y General Arias[7]. En el marco del programa Reconstruir, se acordó la construcción de 162 viviendas, en terrenos de Villa Cerrito, donde se terminarán los complejos habitacionales más infraestructura del sindicato de barrio Luz y Fuerza – Etapa II, un plan habitacional que se llevó a cabo hace unos 10 años (La Nueva, 5 de octubre de 2021).
Vinculado a la reactivación Municipal y obras de infraestructura, se implementó el Plan Argentina Hace[8] con la ejecución de proyectos de pavimentación, desagües e iluminación para obras de consolidación barrial, que incluyen el reasfaltado de la avenida Colón (entre Estomba y Sixto Laspiur), la ampliación de desagües cloacales (en Barrio Thompson, Nuevo, Cabré, Barrio AMEF, San Miguel y altos de Palihue) y obras de agua (para Villa Miramar, San Agustín y San Miguel) y el recambio lumínico en varios sectores de la ciudad, con un presupuesto de 200 millones de pesos. Las acciones del programa “El barrio cuida al barrio”, no fueron permanentes en esta zona ni abarcaron todo el espectro de los populares. Se realizaron jornadas de actividades concretas en algunos puntos móviles, con charlas sobre la campaña de vacunación, de educación y violencia de género (InfoCabildo, 30 marzo 2021). Ninguno de los lugares donde se aplicó el PISU pertenece a este conglomerado[9]. Dentro del programa "Argentina unidad por la integración de los barrios populares", se planifica realizar cuatro POT en: Costa Blanca (Paloni), - próximo a conveniar-, Evita, Caracol y Tierras Argentinas. Los propios vecinos son los que plantean las necesidades a resolver, a través de reuniones con el gobierno local. La FISU es la encargada de financiar las acciones, el Municipio de gestionar y las cooperativas de ejecutar (aunque no están integradas por vecinos del lugar, porque en ciertos sitios no existen agrupaciones afincadas allí para realizar las tareas).
Se coordinó con la Subsecretaría de Hábitat de la Comunidad de la provincia, la entrega de escrituras como consecuencia de todos los relevamientos que se había ido realizando para la regulación dominial de los barrios Stella Maris, 17 de Agosto, Martín Fierro, Costa Blanca, Miramar, entre otros. Ante la imposibilidad que tenían los equipos técnicos de acercarse a la ciudad en tiempos de la ASPO, desde el Municipio se realizaron censos y expedientes de regulación en los mismos.
El Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (en adelante CGPBB), ente público no estatal creado en 1993, cuyo presidente es representante de la Provincia, con el Plan White 2020/2030 de responsabilidad social empresarial, viene desarrollando y ejecutando intervenciones para fomentar la vinculación entre ese organismo y la sociedad. En lo habitacional, es el responsable de la ejecución de un programa de 100 microcréditos para mejoras en Saladero y Boulevard de Ingeniero White, trabajo conjunto con el seguimiento de la asociación civil Ser Comunidad y sociedades de fomento de ambos barrios. Se entregan materiales y se acompañan las obras a través de un equipo barrial de vivienda y también se brinda capacitación y asistencia de ingenieros[10].
La organización cristiana Hábitat para Humanidad está trabajando en el barrio Saladero junto con la cooperativa White Trabaja, confomada por vecinos del sector, en un POT destinado a la realización de 130 conexiones intradomiciliarias de agua corriente, 2000 metros lineales de veredas, arbolado y 38 tachos de basura[11].
La crisis hídrica que sufre la ciudad[12], ha suscitado una situación especial en Bahía Blanca, ya que la operadora de agua local (ABSA) no está otorgando la factibilidad de obra a ningún privado o colectivo de personas que lo solicite, sea o no para vivienda social, obstaculizando gran parte de estas iniciativas.
De los planes de provincia, durante el primer semestre de 2022 comenzaron a concretarse 200 mejoramientos habitacionales en algunos barrios del sector sureste de Bahía Blanca (Evita, Thompson, Spurr, Talleres Sur, Boulevard, Saladero, Más Barrios, Villa Rosario, Villa Esperanza, 1810, Villa Parodi, entre otros). También bajo el Programa provincial "Trabajar en Casa", para familias con déficit habitacional y sanitario que viven en los inscriptos en el RPPVyAP. Los beneficiarios son evaluados por Ser Comunidad (asociación civil sin fines de lucro que nació en 2004 con el objeto de promover acciones para lograr un hábitat popular digno y accesible para todos). La primera etapa consiste en un subsidio de $ 80.000 para cada familia (en plena ejecución) destinada a mano de obra y compra de materiales e insumos, seguida luego por el otorgamiento de otro similar, en calidad de microcrédito, para invertir en otras cuestiones[13]. El secretario de esta asociación, Diego Fonseca, comentó que “Estos 200 mejoramientos los bajamos en esa zona porque es donde contamos con cinco equipos barriales de vivienda, que trabajan en otro Programa que se llama Fondos Solidarios Rotativos de Materiales, que funciona junto a Cáritas Bahía Blanca y Acción Bahiense Comunitaria, desde el año 2001”, que recién en 2007 se concretó en una Ordenanza municipal[14]. En Bahía Blanca se anotaron más de 1000 inscriptos en el crédito Buenos Aires Crea.
[1] Conformado el 19 de diciembre de 2019 para ordenar en un solo organismo todas las decisiones relacionadas a la planificación del territorio y la mejora del hábitat. Desde noviembre de 2020 al mismo mes de 2022, estuvo a cargo de Jorge Horacio Ferraresi (actualmente es intendente de Avellaneda y el cargo nacional lo ocupa Santiago Alejandro Maggiotti) . El responsable anterior había sido María Eugenia Bielsa, quién renunció por críticas respecto a su falta de celeridad en la propuesta de soluciones ante problemas habitacionales que las organizaciones nucleadas en la Mesa Nacional de Barrios Populares el exigían (Elorza, 2019), cuestionamientos en torno al bajo nivel de ejecución del presupuesto asignado y su ausencia en la toma de los terrenos de Guernica, en el que las principales gestiones quedaron en manos de la Provincia, (Página 12, 12 de noviembre de 2020).
[2] A cargo de Juan Horacio Zabaleta desde agosto de 2021 hasta octubre de 2022 (retomó la intendencia de Hurlingham) por la renuncia de Daniel Arroyo quien asumió como Diputado Nacional. Actalmente conducido por Victoria Tolosa Paz.
[3] Según Decreto 358/2017.
[4] Creado en mayo de 2017 con el objeto de incrementar la información oficial a nivel nacional sobre la cantidad de barrios populares existentes, pobladores, inmuebles y construcciones; sus condiciones de vida y el acceso a los servicios básicos al 31 de diciembre de 2016 (por un decreto posterior se amplió hasta el 31 de diciembre de 2018.
[5] Con un intento regular la actividad para favorecer al inquilino, el 1 de julio de 2020, se puso en vigencia la Ley nacional de Alquileres (27.751).Al no tener los resultados esperados, sectores del oficialismo y de la oposición, están planteando modificaciones en el Congreso.
[6] https://noticias.bahia.gob.ar/2020/12/02/presentacion-del-programa-integral-de-accesibilidad-al-habitat-urbano/
[7] https://procrear-ii-abrio-la-inscripcion-para-el-sorteo-de-viviendas-en-bahia-n221253
[8]https://www.argentina.gob.ar/noticias/en-bahia-blanca-y-monte-hermoso-katopodis-anuncio-obras-viales-de-agua-y-saneamiento
[9] www.argentina.gob.ar/desarrollosocial/financiamientointernacional/pib/proyectos
[10] https://puertobahiablanca.com/novedades/el-puerto-de-bahia-blanca-trabjara-junto-a-ser-comunidad-en-el-mejoramiento-habitacional-ingeniero-white.html
[11] https://hpha.org.ar/es/integracion-del-barrio-saladero/#
[12] Si bien se trata de problema histórico de la ciudad, se agravó en el verano 2021 por falta de obras.
[13] https://www.delabahia.com.ar/doscientos-mejoramientos-habitacionales-para-fami
[14] https://www.bahia.gob.ar/2017/03/10/quedo-inaugurado-el-barrio-ser-comunidad/
Conclusiones:
Los problemas vinculados al hábitat y a la vivienda, incluso antes de la pandemia, ya eran complejos, al punto que las organizaciones internacionales, las sociales, las ONGs, los Estados (en todos los niveles) y demás colectivos, ya venían planteando la necesidad de abordarlos y buscarles alternativas de solución. La pandemia imprimió urgencia a este proceso.
En distintos niveles del Estado y organismos, junto con otras organizaciones e instituciones, se elaboraron y pusieron en práctica una batería de instrumentos para hacer frente a esta problemática con una fuerte impronta territorial, que en cada espacio o ciudad presentó sus singularidades. Algunas fueron novedosas y otras no tanto. Para diseñarlas y ejecutarlas, se conformaron redes, que en un principio parecieron ser coyunturales, pero que en presente, se están consolidando más allá de la pandemia.
Como son muy incipientes estas intervenciones, predominan las relaciones de articulación, vinculación, ejecución. Los conflictos detectados no son tan numerosos aún: cambios de conducción de ministerios por presión de las organizaciones sociales, aumento de ingerencia del Estado nacional, pérdida de atribuciones del local, aparición de nuevos actores con poder, falta de controles de las interacciones, focalización de las intervenciones en un sector social difícil de identificar (“Popular”, “territorial”, “Trayectoria comprobada”). Si no hay mayores precisiones, esto último, más los criterios de selección de los destinatarios/ejecutores, creemos que generará mayores conflictos, investigación que emprenderemos en el futuro.
Las redes de relaciones interinstitucionales e interorganizacionales que se conformaron en Bahía Blanca, presentan una impronta territorial debido a la forma tradicional de intervención del Estado, la falta de agua, la intervención del CGPBB, la baja participación social en temas de hábitat, la poca capacitación y existencia de cooperativas en algunos barrios y el escaso involucramiento aún de las universidades.
Bibliografía:
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Palabras clave:
Redes de políticas habitacionales- pandemia- Bahía Blanca
Housing policy networks - pandemic - Bahía Blanca
Resumen de la Ponencia:
El sistema de mercado sobre el cual se funda la política de vivienda social chilena, trajo como consecuencia la producción masiva, homogénea y segregada de viviendas en las periferias de las ciudades. Iniciados los años 2000, en particular después de 2006, se ha constatado un “giro cualitativo” de las políticas habitacionales (Fuster-Farfán, 2021) que busca corregir los efectos negativos de este modelo. Desde la instauración del “giro cualitativo”, la integración social ha sido presentada como un medio y como un fin para luchar contra los efectos segregadores de las políticas habitacionales chilenas (Brain, Cubillos & Sabatini, 2007; Sabatini et al., 2012; Sabatini & Vergara, 2018). Dichos efectos han inspirado la proliferación de demandas por mayor “justicia espacial” y “derecho a la ciudad” (Castillo, Forray & Sepúlveda, 2008; Hidalgo, Santana & Link; 2019), cuya transversalidad va desde la esfera política hasta los movimientos sociales (Vergara-Perucich & Boano, 2019; Angelcos, 2021). Como la integración, la justicia y el derecho son términos amplios, las políticas urbano-habitacionales los han ido incorporando con distintos énfasis e interpretaciones, siendo la más destacada y consensuada la proximidad espacial entre clases sociales a través de subsidios a la oferta y a la demanda. Por un lado, se otorgan incentivos normativos y financieros a promotores inmobiliarios para construir proyectos de vivienda integrada, y por otro, se otorgan subsidios a sectores populares y clases medias para ser ocupados en proyectos de “integración”, población que se espera que conviva con familias de clases “acomodadas”, es decir, con acceso a créditos hipotecarios sin ayuda estatal.Si bien las reflexiones sobre la tensión ente integración y segregación residencial en Chile proliferaron desde principio de los años 2000, estas se han mantenido en discusiones conceptuales, análisis comparado de otros países (generalmente del norte global) y propuestas de políticas públicas. Por esta razón, se realizan dos análisis complementarios: por un lado, un análisis documental que busca deconstruir la noción de integración en la historia de las políticas habitacionales chilenas con el fin de proponer una definición que le corresponda al contexto contemporáneo. Por otro, se realiza un análisis geoestadístico de las políticas de integración social en la región del Bío-Bío, con el fin de identificar patrones de localización, densidad y proximidad, con el fin de aproximarse a una tipologización del modelo de integración promovido por el Estado.Resumen de la Ponencia:
El problema de la falta de vivienda es un flagelo presente en las ciudades, donde Chile no es la excepción, siendo los campamentos una expresión de este problema. Estos asentamientos precarios han aumentado notoriamente en el norte del país (Catastro Campamentos MINVU, 2020). La ciudad de Copiapó (Región de Atacama, Chile), es una de las ciudades con mayor aumento de campamentos en los últimos años (Catastro Campamentos MINVU, 2020). Fue a posterior de los aluviones que afectaron a la Región de Atacama en 2015 que se visualizó una mayor explosión de campamentos y dada la geografía de Copiapó, los campamentos se han ubicado en la parte alta de la ciudad, en zonas aledañas a quebradas y obras de mitigación por riesgo aluvional. En la literatura se ha identificado que aquellos grupos que viven en la ciudad en condiciones inseguras o inadecuadas están más expuestos a sufrir impactos negativos producto de la activación de una amenaza natural o antrópica (Tipple, 2005; Paidakaki, 2012; Williams et al, 2019). Así también, existiría otra gama de eventos de pequeña escala que afectan la vida de estos grupos, eventos que han sido estudiados bajo la noción de “amenazas cotidianas” (Bull-Kamanga et al, 2003; Walters & Gaillard, 2014) que van mermando los recursos y activos que poseen las personas para enfrentar, resistir y recuperarse de un desastre.La ponencia que aquí presento es uno de los temas identificados en los hallazgos preliminares de mi tesis doctoral. La metodología empleada es de tipo cualitativa, utilizando a la entrevista biográfica y las notas de campo como herramientas de producción de los datos. El trabajo de campo se viene desarrollando desde el año 2021 donde he estado trabajando con mujeres que habitan en tres campamentos de Copiapó. Considerando sus experiencias y prácticas cotidianas he podido explorar, entre otras cosas, lo que ha significado para ellas el proceso de asentarse en un campamento. Así, el objetivo de esta ponencia es reflexionar sobre lo que he llamado el “doble rol” que estaría jugando el campamento en la vida de estas mujeres, por un lado como “facilitador de agencia” pues consideran que el campamento les ha ampliado el margen de autodeterminación personal y familiar, principalmente a nivel económico, siendo el campamento una táctica (Certeau, 1988) de respuesta a la amenaza cotidiana de la escasez económica que azota a sus familias, y que es el factor detonante común de la llegada al campamento. Pero al mismo tiempo, el campamento estaría jugando un rol de “amplificador del riesgo de desastre”, puesto que la localización de estos asentamientos y las condiciones materiales de las viviendas amplía la gama de riesgos a los que se ven enfrentadas en la vida cotidiana y ante eventos extremos.Resumen de la Ponencia:
En México, el fenómeno de la vivienda deshabitada de interés social se encuentra relacionado directamente con las políticas de libre mercado, que permiten la especulación y sobre oferta con relación a la demanda real. Su incremento puede explicarse por distintas causas, las que pueden ser clasificadas a su vez en dos categorías: las relacionadas con el contexto social, como el incremento de los índices de violencia, la migración o la pérdida del empleo; y las asociadas con las políticas de vivienda, que permiten la construcción de conjuntos habitacionales en zonas de riesgo, con carencia a la infraestructura urbana, materiales de construcción de baja calidad o ubicados geográficamente en la periferia urbana que dificulta el acceso a bienes y servicios. El objetivo central del trabajo es analizar las características en donde se presenta la vivienda deshabitada en el Municipio de Zumpango, y su relación con la cercanía al megaproyecto Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). La investigación es relevante porque aún no se han publicado trabajos que den cuenta de la situación actual de la vivienda deshabitada y su impacto con megaproyectos. Se analizan las características socioeconómicas del municipio de estudio a escala AGEB en las inmediaciones del AIFA. Se utiliza una metodología cuantitativa a partir de dos técnicas, una geográfica descriptiva (autocorrelación espacial) y una regresión con errores típicos robustos. Los resultados muestran que, la vivienda deshabitada no se presenta en mayor medida en las cercanías del megaproyecto; de igual forma, se identifican las zonas con altos índices de este tipo de vivienda, se relacionan con la cobertura de servicios (agua, luz y drenaje), la migración y el analfabetismo.Resumen de la Ponencia:
Dadas las restricciones a la movilidad y la profunda crisis económica producto de la pandemia por COVID-19, en materia habitacional han reemergido algunos problemas que parecían olvidados, así, los asentamientos informales han resurgido en diversas ciudades de Chile. Esta situación tensiona el supuesto fin de los campamentos (Salcedo, 2010). Sumado a la crisis socio-sanitaria, se agrega una crisis migratoria que ha transformado el escenario habitacional. Así, en la actualidad la migración constituye un factor de relevancia para comprender la reemergencia de los asentamientos informales: mientras en 2015 solo un 6% de las familias de campamentos, a nivel nacional, eran de origen extranjero, en 2021 esa cifra aumentó al 30,58% (CES-TECHO, 2021).Para comprender los impactos de la pandemia en materia de vivienda, esta presentación toma como caso de estudio el surgimiento del campamento Altos de Placilla Nuevo, recientemente formado en la comuna de Valparaíso. Para ello se recurrió a una metodología participativa de técnicas mixtas. La fase cuantitativa consistió en el diseño y aplicación de un cuestionario, a fin de censar a toda la población del asentamiento, el cual fue elaborado en conjunto con representantes de las organizaciones sociales del campamento, definiendo objetivos y preguntas. En la fase cualitativa, se realizaron entrevistas en profundidad a residentes del campamento.La investigación se articuló en torno a tres momentos de la trayectoria habitacional de sus pobladores: primero, buscó conocer la situación residencial y laboral de los pobladores previo a su traslado al asentamiento, enfatizando en los gatillantes de la decisión de cambio residencial; en segundo lugar, se registraron los procesos de instalación, construcción de viviendas y la urbanización del sector; y finalmente, se exploró en las experiencias del habitar en la informalidad y la valoración que los propios pobladores realizan de dicho proceso. Se concluye que la pandemia ha venido asociada a la reemergencia de los asentamientos informales. Su formación retoma una práctica histórica en Chile y la región, bajo la lógica de que, si el Estado no atiende a las demandas, entonces son ellos mismos quienes deben encontrar una solución a sus problemas (Garcés, 2011). Esto muestra su capacidad de agencia (Can, 2019) y la oportunidad de transformación a través de un urbanismo subalterno, al configurar su propio hábitat como respuesta a la incapacidad de la burocracia estatal para proveer vivienda y la desposesión económica por pérdida del empleo (Roy, 2011; Magliano y Perissinotti, 2020).Resumen de la Ponencia:
La presente investigación se enmarca dentro del área de la sociología urbana y evaluación de programas y tiene como objeto el análisis y evaluación de las políticas públicas implementadas por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente en los asentamientos irregulares de la ciudad de Montevideo, Uruguay. Para ello se toma como caso de estudio el Proyecto de Mejoramiento Barrial Ribera del Miguelete ejecutado entre los años 2015 y 2018. Éste, además de ser el proyecto mejoramiento y relocalización de familias de mayor superficie y población hasta ahora implementado, presenta importantes problemáticas vinculadas a la exclusión social, precariedad urbana, inundabilidad del territorio y violencia relacionada al narcotráfico.El abordaje de la investigación se realiza en cuatro dimensiones de carácter complementario: evaluación de programas, participación social y aportes de la sociología urbana. Asimismo, se plantea un diseño metodológico que articula técnicas de carácter cualitativo y cuantitativo. En cuanto a los principales hallazgos, se destaca que a partir de la multiplicidad de actores que intervienen en la política, se dificulta fuertemente su ejecución en los tiempos estipulados y alcanzando las metas planteadas. Asimismo, los grupos delictivos presentes en la zona generan fuertes impedimentos en el desarrollo de los procesos participativos y comunitarios inherentes a la intervención. Por último, los factores jurídicos y físicos enfocados en la regularización del uso del suelo, priman sobre las necesidades sociales de la población. Este hecho genera importantes resistencias a nivel vecinal a la hora de diseñar y gestionar las intervenciones en el espacio público, como así también, en los procesos de relocalización y realojo de las familias beneficiarias.Resumen de la Ponencia:
Una parte importante de los trabajos referidos a la extensión de la ciudad sobre el suelo rural han sido abordados a partir de la noción de contraurbanización, esto es, el proceso bajo el cual la población se ha movido hacia el campo, desconcentrado físicamente los territorios urbanos (Berry 1996; Mitchell 2004; Philippus, 2017; Adamiak, Pitkänen y Lehtonen 2017). Muchos de los que migran a espacios alejados de las ciudades pertenecen a clases medias altas o acomodadas (Torres-Elizburu 2015; Trevi 2018). En el contexto chileno, la contraurbanización está asociada a estas mismas clases, las que ocupan parcelas de agrado, esto es, áreas suburbanas que se utilizan con fines distintos a la explotación agrícola (Hidalgo, Borsdorf y Plaza 2009).Sin embargo, si bien la contraurbanización está asociada principalmente a clases medias altas y altas, la persistencia aspiracional sobre la vivienda como el bien material mayormente ansiado en las sociedades contemporáneas (Preece et al. 2020; Mckee et al. 2017; Benson y Jackson 2017; Jansen 2014; Groot, Manting y Mulder 2013), la permeabilidad del modelo neoliberal en las personas en términos de valores y prácticas (Akerlof y Shiller 2016; Rothe y Collins 2016; Gibbon y Henriksen 2012; Sennett 2000), y la masificación del consumo en toda la sociedad (Bauman 2007; Araujo y Martuccelli 2011;), hace pensar que los deseos por concretar el tipo de residencia suburbana se extiendan a todo tipo de personas, no importando con ello la clase social de procedencia.Bajo este principio de relatividad de ajuste en los gustos espaciales de clases, distintos grupos, con distintos capitales sociales, culturales y económicos, pueden aspirar a una forma de vida suburbana. Esta ponencia presenta los resultados de un trabajo que exploró y describió los gustos espaciales proyectivos que tienen distintas clases sociales sobre suelo suburbano de Temuco, Chile. Para ello se analizaron, bajo los procedimientos de la Teoría Fundamentada, 30 entrevistas semiestructuradas aplicadas a personas procedentes de distintas clases sociales y espacios de la ciudad.Entre los resultados destacan: a) las zonas suburbanas cercanas a la ciudad son las más apetecidas; b) las clases sociales más altas son las que tienen mayor posibilidad de concreción de dichos gustos espaciales periurbanos debido a que su proyección espacial no sólo se basa en un simple deseo manifestado, sino se sustenta en el capital económico que tienen; y c) la amenidad natural no representa el único aspecto relevante en el proceso de contraurbanización proyectada en todas la clases sociales analizadas, sino también, y con gran fuerza, la posibilidad de huir de la comunidad y vivir aislado socialmente. En este último punto, la idea de naturaleza asociada al suelo suburbano es un aspecto secundario al momento de evaluar las ventajas de amenidad que ofrecen las áreas rurales.Resumen de la Ponencia:
Las grandes ciudades del país crean vastos espacios periféricos. Son espacios de animación política por excelencia que deben alojar nuevos patrones de la vida en sociedad con nuevos referentes culturales. En la zona periurbana, los habitantes se apropian del espacio, de las lógicas económicas y de los mecanismos políticos que se han desarrollado en torno a esta expansión de la ciudad. Dado que las ciudades llevan la huella de sus habitantes a lo largo de su historia, el territorio que las contiene sostiene las sucesivas capas que cimentaron la vida de largo alcance. El crecimiento urbano de la ciudad de Guadalajara conlleva demanda de vivienda. Si bien, la tendencia de concentración de las poblaciones en zonas urbanas aparece a nivel mundial, a nivel local esta tendencia se ve reflejada en la densificación de la ciudad y en la expansión de su periferia. La presión urbana sobre el territorio trastoca el entorno físico y cultural de la zona periurbana caracterizado por una compleja interrelación de procesos que actúan en el espacio como la tercerización de la actividad económica, la diversidad de uso del suelo, la baja densidad de la forma urbana y las diferentes vías de apropiación y organización del espacio determinado por la segregación. Las zonas periurbanas presentan características similares en todas las ciudades del Sur global, son espacios limítrofes de las ciudades que pierden atributos rurales, aglutinando atributos urbanos caracterizados por la segregación social o la degradación ambiental. Se pone la tela de juicio la “periferia” dado que responde a la discusión centro-periferia, desarrollo-dependencia. El concepto pierde alcance ante los nuevos fenómenos de crecimiento urbano de las ciudades conectadas con el capital global. Se habla ahora de zonas metropolitanas por la estructura de gobierno que implementan. En este marco se expone el Área Metropolitana de Guadalajara para poner a prueba el concepto de zona periurbana y lo que implica gestionar a futuro una planeación sostenible en función del ordenamiento territorial y el equilibrio ecológico.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho analisa a região metropolitana de São Luís que passa por transformações significativas em decorrência da expansão urbana da cidade orientada por interesses particulares motivados pela especulação imobiliária. A cidade é palco do processo de revisão do plano diretor e configura um cenário de conflitos discursivos sobre a cidade. São grupos de interesses e organizações políticas que estão refletindo a cidade em defesa de seus interesses materiais e comportam características de ação estratégicas (OFFERLÉ, 1998). Esse conflito soma a conquista do exercício do poder sobre as representações gerais que residem na influência sobre o poder político. (OFFERLÉ, 1998) (LAGROYE, 1997). Como objetivo reflito as diferentes práticas discursivas presentes no processo de revisão do Plano Diretor da cidade de São Luís e a defesa dos distintos “modelos de cidade”. Identifico as abordagens dos agentes e suas considerações discursivas e suas práticas sobre a modificação do espaço urbano e os conflitos de interesses em relação a distintas reflexões sobre a produção socioeconômica da cidade Conforme Foucault(2013), analisa o discurso como objeto de desejo de quem defende, ou seja, os agentes que estão lutando pelos seus ideais os quais pretendem implantar ou projetar. Tais agentes lutam em meio a um jogo político, e como todo jogo, construído em fases e trocas discursivas diante de uma ordem significante. A partir desse aspecto agentes interessados na produção do espaço urbano e no uso da cidade, desenvolvem discursos e práticas que apreendem formas e meios para a articulação de estratégias. A atuação de entidades e instituições na revisão do Plano Diretor reproduz influências sobre o processo da atuação no âmbito do Plano Diretor. Visto que a cidade é centro de um processo de construção e configuração de diferentes pontos de vistas e desafios que o Poder Público enfrenta decorrentes da luta e resistência de movimentos sociais urbanos, atuando como agentes e sujeito de forma coletiva e social e a luta de agentes econômicos que lutam pela especulação imobiliária.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia tiene como objetivo realizar un estudio interpretativo acerca del proceso de transición de zona residencial a zona comercial en el boulevar Hidalgo de Hermosillo, Sonora. En los últimos años un segmento del boulevar, ubicado en una de las colonias más antiguas de la ciudad y considerado como parte del centro histórico, comenzó a abrir espacios de ocio en donde anteriormente solo quedaban casas y establecimientos abandonados; esto trajo nuevas propuestas culinarias y de disfrute a la población hermosillense, pero también ha generado conflicto con los y las residentes del vecindario. El estudio se llevará a cabo con el fin de realizar la tesis de licenciatura, utilizando una metodología cualitativa, donde se realizarían revisión de textos y documentos que han dejado un registro de este cambio, además de acercamientos hacia las personas que frecuentan estos espacios para conocer su punto de vista y lo que significa para ellos y ellas que esto esté ocurriendo en su ciudad, en contraste con las y los residentes de la colonia. Los resultados esperados son que, debido al crecimiento de la ciudad, se han generado oportunidades para que surjan estos espacios que cubran con los nuevos intereses y demandas de una sociedad hermosillense más moderna; el boulevar Hidalgo, con su ubicación céntrica y su relevancia histórica, ha sido el lugar ideal para establecer estos espacios de ocio, convirtiendo esta zona en un gran atractivo tanto para la población hermosillense como externa, pero sin respetar el hecho de que su alrededor sigue siendo una zona residencial, causando disturbios para los y las residentes.Resumen de la Ponencia:
Em 2016, a Prefeitura Municipal de Fortaleza, capital do Estado do Ceará – Brasil, finalizou o processo de elaboração do plano estratégico de longo prazo da cidade, denominado Fortaleza 2040, com a entrega de 33 planos setoriais em diferentes políticas públicas, dentre elas: habitação, mobilidade, inclusão produtiva, segurança, saúde, educação, desenvolvimento econômico sustentável. O objetivo principal do Plano Fortaleza 2040 é “ser um instrumento voltado para a construção de uma cidade de oportunidades, bem cuidada, mais acolhedora e justa” (FORTALEZA, 2016), com o foco na redução das desigualdades socioeconômicas territoriais.O Plano, que tem como prazo 24 anos de implementação das suas linhas de ações, possui um sistema de governança baseado em três instâncias interligadas: I) Câmaras Setoriais: responsáveis pela articulação de órgãos e instituições envolvidos na execução do Plano Fortaleza 2040, com atribuições de integrá-las na execução das ações de cada um dos 33 planos setoriais; II) Observatório de Fortaleza: encarregado pelo monitoramento e avaliação tanto da execução das ações do Plano, como dos indicadores estratégicos selecionados para acompanhar o cumprimento de metas do Fortaleza 2040; e, III) Fóruns Territoriais: são as instâncias de diálogo entre a gestão pública e as comunidades de cada um dos territórios da cidade. Abertas à participação de qualquer cidadão possuem, entre outras atribuições, a competência de propor agendas territoriais orientadas pelo Plano Fortaleza 2040 e acompanhar a implementação das ações pactuadas com o poder público.Os Fóruns Territoriais dividem-se em 39 subterritórios dentro do município de Fortaleza, sendo geridos por 12 Regionais Administrativas, que realizam a gestão territorial da cidade, assim como são responsáveis pela manutenção e organização dos Fóruns Territoriais.Alguns pontos, no entanto, merecem atenção: como instâncias idealizadas pela gestão pública são incorporadas as dinâmicas singulares dos territórios constitutivos de uma cidade? De que maneira as entidades de participação comunitária constituídas de forma “orgânica” se inserem dentro desses espaços de diálogos e deliberação instituídos de forma “artificial” pela Prefeitura? Podem a participação, a transparência e o controle social ser impulsionados e concretizados de forma efetiva nos Fóruns Territoriais? Quais disputas de poder atravessam os diversos grupos que fazem parte desses espaços?Portanto, este trabalho tem por finalidade, através do estudo de caso das instâncias denominadas Fóruns Territoriais em Fortaleza, aprofundar o debate acerca da temática do planejamento estratégico das cidades, e como este é implementado, monitorado e avaliado através de espaços territoriais de participação comunitária. Outros pontos a serem analisados nesse estudo são o modelo de governança adotado pelo Fortaleza 2040 e suas possíveis implicações no território; assim como a execução do Plano de forma concreta e o alcance do seu objetivo central, que se constituí na redução das desigualdades socioeconômicas e territoriais da cidade.Resumen de la Ponencia:
Frente al proceso de intensificación de la crisis climática global, las regiones áridas, semiáridas y subhúmedas secas pasan a vivenciar um desgaste ambiental de gran magnitud: la desertización. Aunque también sea generada por um rango de factores naturales, esta degradación tiene fuertes influencias derivadas de la acción humana y del avance desenfrenado del capital sobre los recursos naturales, em sus más distintos procesos de extracción exarcebada y altamente dañina, como resultado del avance del capitalismo global y de sus correspondientes acionamentos de reestructuración econômica. En Latinoamérica, en particular, se estima que el 50% de sus suelos, por ejemplo, están sufriendo algún tipo de degradación. En cuanto al territorio del Nordeste, región brasileña que abarca un clima semiárido cuya escasez de agua y concentración de la tierra son estructuralmente históricas, cerca del 13% de su territorio se encuentra en proceso de desertificación; otro 9% de sus tierras son afectadas irreversiblemente por este dinamismo. Ante este escenario, los Planes Directores de los municipios brasileños deben contemplar una tarea mayor: ¿cómo adaptarse al contexto de la crisis climática para garantizar los derechos fundamentales de acceso al agua, al territorio y la soberanía alimentaria a través de su elaboración y revisión? Para dichas notas se utilizó una revisión de la literatura legislativa sobre los Planes Maestros vigentes en el Nordeste del Brasil. Los resultados apuntan a una urgente necesidad de adaptación, así como de ajustes hacia la materialización de una política de valoración de la convivencia con los biomas locales, a fin de asegurar garantías fundamentales a los ciudadanos de la región y promover una interceptación del proceso de deterioro de los recursos naturales y la biodiversidad de los territorios. Palabras-clave: Derecho urbanístico; Derecho ambiental; Crisis Climatica; Desertización; Semiárido.Resumen de la Ponencia:
Durante varias décadas, vivir en las grandes urbes ha sido sinónimo de acceso a la modernidad (Lefebvre, 1949). Desde principios del siglo XX, la atractividad de las ciudades chilenas condujo a su expansión y densificación, siendo el éxodo rural la principal causa de dicho proceso (Espinoza, 1988). Sin embargo, actualmente la alta concentración de población en las principales ciudades del país ha producido efectos perversos en términos ambientales. La densificación y pavimentación de la superficie, junto con la reducción de los espacios verdes produjo un deterioro en la calidad de vida de los habitantes: las temperaturas y la contaminación atmosférica, lumínica, acústica y visual aumentaron, las infiltraciones de agua se redujeron, el acceso desigual a amenidades ambientales se acrecentó, entre otros (Romero-Lankao, 2013; Aliste & Stamm, 2016). A eso se suman los efectos del cambio climático que, en el caso de Chile, agudiza las olas de calor y las sequías (Alvarez et al., 2021). La pandemia aparece como un catalizador de estas tensiones. Desde 2019, se observa una movilidad de la población hacia las localidades rurales periféricas, en búsqueda de un cierto grado de amenidad ambiental, sostenida por una parcelación de tierras agrícolas. Este flujo es alimentado por el aumento de liquidez obtenido por los dispositivos estatales para solventar la crisis de las economías familiares (retiro de fondos de pensiones e ingreso familiar de emergencia – IFE-). Ahora bien, este flujo poblacional produce una contradicción: la instalación de nuevas poblaciones en búsqueda de amenidades ambientales en espacios rurales o periurbanos deteriora el medioambiente y la calidad de vida de dicha población. La propuesta conceptual hace dialogar enfoques de estudios urbanos con la geografía política de los recursos naturales (Heynen et al., 2006; Lukas et al., 2020; Merlinsky et al., 2013). Interrogamos la noción de contradicción ecológica (O’Connor, 1991), habitualmente usada en los estudios sobre el extractivismo ambiental (Bustos-Gallardo et al., 2021), para analizar las tensiones entre la especulación urbana (Kan & Chen, 2021), basada en la valorización del medioambiente en la interfaz urbano-rural, y la sobrexplotación de los recursos hídricos. La metodología de investigación es de índole cuantitativa y cualitativa. Se basa en la comparación de tres estudios de casos de localidades rururbanas chilenas situadas en las comunas de Paihuano, Colina y Corral.Resumen de la Ponencia:
Os estudos sociológicos e antropológicos ainda são escassos no campo da Mobilidade Urbana em São Paulo e no Brasil, de maneira geral. A Mobilidade Urbana parece receber mais atenção por parte das disciplinas associadas às ciências exatas e tecnológicas. Em muitas cidades, o planejamento, a operação e a gestão da mobilidade urbana parecem não suscitar o interesse dos estudiosos desses campos. Entretanto, a mobilidade urbana, entendida como a relação social de mudança de lugar de indivíduos e grupos, pode ser vista como um “fato social total” (Marcel Mauss e Jacques Lévy), à medida em que atinge todos os campos da vida humana, em extensão e intensidade de uma dada sociedade. Tal perspectiva, abre espaço para análises ligadas às experiências cotidianas (Michel de Certeau) frente às desigualdades socioespaciais das cidades (Milton Santos e Marc Augé) e à apropriação do espaço por determinados grupos sociais. São possíveis ainda, desenvolver estudos sobre os hábitos e regimes corporais, e às interseccionalidades entre gênero e raça (Kimberlé Crenshaw). A partir de tais considerações, pretendemos analisar as características sociodemográficas dos usuários, os tipos de viagens que realizam, finalidades e tempos dispendidos, como também as dimensões de segurança envolvidas nas viagens das mulheres negras, em especial nos ônibus urbanos, que são os responsáveis pelo transporte diário de 9 milhões de passageiros na cidade de São Paulo. A presença maciça das mulheres frente aos perigos da mobilidade durante a pandemia justifica a escolha do título deste artigo “Beleza e Perigo”, que, de alguma forma alude à obra Pureza e Perigo de Mary Douglas. O artigo propõe-se a identificar as mudanças dos hábitos de viagem advindos pelo isolamento social decorrente da Pandemia do COVID-19, agravado pela institucionalização do Teletrabalho na cidade.Resumen de la Ponencia:
En esta ponencia se expone la (in)movilidad como una conjunción resultante entre la dimensión espacial y la dimensión individual, yendo más allá de la concepción de inmovilidad como defecto de la movilidad (Massey, 1993; Kaufmann, Bergman, & Joye, 2004) y analizando la manera en qué las características del espacio y de la persona dan forma a una dinámica dialéctica entre moverse y no moverse (Hannam, Sheller & Urry, 2006; Adey, 2006; Dalakoglou & Harvey, 2012). Una (in)movilidad como punto intermedio, dinámico y de diversas intensidades, que funciona apropósito de una interacción problemática y “liminar” (Turner, 1980) entre moverse y no moverse. Se trata de analizar la (in)movilidad desde la dimensión espacial y la dimensión individual, lo cual permite entender cómo ambas dimensiones conforman “espacios vividos” (Lefebvre, 2013) de forma diferenciada, tensa y muchas veces difusa. Nos enfocamos en el caso de la territorialidad insular, lo que permite evidenciar cómo el componente espacial configura (in)movilidades dependientes a la relación entre el mar y la tierra, donde se tiene la complejidad de las fluctuaciones marítimas, climáticas y de lo accidentado de su propia geografía (Baldacchino, & Clark, 2013). Una insularidad que hace que las movilidades se den en extensos tiempos, y que de forma cotidiana los viajes estén en tensión entre realizarse o no (Sepúlveda, 2017) por la normal suspensión de viajes. En particular vamos a exponer el caso de las (in)movilidades por salud de los habitantes de las islas del archipiélago de Quinchao en Chiloé, a objeto de entender como son realizadas las prácticas de movilidad e inmovilidad por salud en este territorio, poniendo en relieve tanto la condición territorial, como también las experiencias vividas de (in)movilidad en contextos de atención por salud; entendiendo que desde ahí se entienden las diferentes tensiones a la hora de moverse por estos servicios y las complejidades mismas de cada enfermedad a la hora de enfrentar estas (in)movilidades. Las islas de Quinchao son pequeñas, con baja densidad residencial y poblacional (INE, 2017) y se constituye como un territorio fragmentado y “aislado crítico” (PLADECO, 2019), lo que repercute en estas prácticas de (in)movilidad por salud. Desde un trabajo de análisis de "entrevistas en profundidad" (Valles, 2003) realizadas a habitantes de diversos perfiles y territorios de este archipiélago, se intenta evidenciar la intersección o conjunción problemática entre los diferentes espacios y posibilidades de (in)movilidad por salud y las diferentes experiencias vividas que, darán cuenta (eventualmente) de los diferentes puntos e intensidades de la (in)movilidad en este territorio de análisis.Resumen de la Ponencia:
No Brasil, um grupo de pesquisadores tem se dedicado a pensar sobre novas possibilidades das cidades e do urbano que não estão diretamente associadas a cidades específicas, mas a um complexo urbano de cidades médias e pequenas, além de incluir territórios fronteiriços. Esse complexo urbano não é definido por cada unidade administrativa separadamente, mas pelas relações que essas cidades estabelecem entre si e pelas maneiras pelas quais pessoas e coletividades circulam e as classificam. Segundo esses pesquisadores, o complexo urbano aparece como uma única cidade na experiência de travestis que habitam a cidade, quando pensada a partir da estreita relação entre a gênero, produção de beleza, transformação corporal, economias sexuais e deslocamentos espaciais. Desse modo, corpo e espaço estão embutidos em um jogo permanente de desejo, consumo e mobilidade. E, assim, entre corpo e espaço, são produzidas subjetividades e afetividades. Nesse sentido, ofereço uma contribuição para essa proposta ao propor um diálogo entre este complexo urbano e as formas como as travestis se apropriam, experienciam e criam cidade. A pesquisa etnográfica realizada por mim entre 2016 e 2020 em três cidades brasileiras: São Carlos/SP, Franca/SP e Campo Grande/MS, ajudou a perceber que as travestis estão em constante deslocamento entre lugares e cidades. Ao longo desses deslocamentos elas desenvolvem uma epistemologia própria, a qual revela que a urbe das travestis é uma soma de cidades, um espaço contínuo que dissolve os lugares em imagens sucessivas de cidade. Decorrente da consideração das cidades na perspectiva das travestis, é possível pensar uma cidade que é um montante de outras cidades, um holograma construído pelas travestis que habitam a cidade para além dos limites geopolíticos, um espaço continuado. Ou ainda, uma cidade devir, uma cidade que se dá nos interstícios, não apenas localizada em um mapa político administrativo, mas em territorialidades que são feitas e refeitas por experiências urbanas materializadas dentro e fora das “cidades oficiais”, que tomam forma em sua mobilidade e heterogeneidade. Ou seja, a cidade travesti não é um palimpsesto, não é dada, imposta, mas construída nos movimentos. Com esse aporte, espero contribuir com os estudos sobre o urbano que consideram as transformações nos modos de vida e experiência urbana para reflexão sobre o passado, presente e futuro das cidades latino-americanas.Resumen de la Ponencia:
As cidades brasileiras estão em constante processo de urbanização, ampliando a área residencial por meio da implantação de novas centralidades ou mesmo de loteamentos e conjuntos habitacionais. Neste sentido, é necessário investir nos meios para a mobilidade do cidadão, que se torna dependente da infraestrutura viária e de transportes públicos. Assim também, nessa necessidade de locomoção encontram-se as pessoas com deficiência e mobilidade reduzida, que por suas limitações estão sempre enfrentando maiores dificuldades nos deslocamentos que nem sempre estão em condições favoráveis de uso de acordo com as normas específicas de acessibilidade. Nos últimos vinte anos, a legislação e os gestores públicos, depois de muita pressão por parte da população e movimentos sociais, vêm transformando esta situação no sentido de garantir o direito de ir e vir de todos, inclusive pessoas com deficiência e mobilidade reduzida. Contudo, o saldo negativo de anos sem uma condição favorável de mobilidade urbana traz inúmeros problemas nos percursos urbanos, como calçadas deterioradas e com dimensões inadequadas, locais com ausência de rampas de acessibilidade, equipamentos de transporte público inacessíveis, barreiras físicas e atitudinais, entre outras condições que dificultam a locomoção segura e confortável de pessoas com deficiência e mobilidade reduzida. Em relação aos meios de transportes públicos, existe o esforço de implantação de novos meios, como o sistema metroviário, por ser um tipo de transporte de qualidade e de longo alcance pela extensão da via férrea a ser implantada. Neste sentido, para este artigo buscou-se verificar as condições de acessibilidade no entorno da Estação Conjunto Esperança do Metrô de Fortaleza, visto que não basta o veículo e o terminal ou estação estarem acessíveis, mas todo um entorno de acesso da circunvizinhança. A metodologia se constitui de três etapas: uma revisão de bibliografia sobre questões de acessibilidade e transportes metroviários (Ceará, 2020; Santiago, Morano e Lima, 2021; Brasil, 2004, 2015; Vasconcelos, 2016; Balbim, Krause e Linke, 2016); análise das condições do entorno da estação em três percursos e da própria estação; e por fim, resultados e discussão sobre a análise, no sentido de contribuir para o debate a cerca de políticas públicas relativas à acessibilidade dos moradores com deficiência e mobilidade reduzida de bairros da periferia em grandes cidades.Resumen de la Ponencia:
En Argentina, desde hace varias décadas se viene construyendo conocimiento en torno a la cuestión urbana a partir de la implementación y desarrollo de los Observatorios Urbanos. Creados en su mayoría en el ámbito de instituciones académicas, estos observatorios operan con el propósito de generar y difundir información y conocimiento sobre un territorio determinado y el de promover actividades que contribuyan a la actuación de los actores gubernamentales y de la sociedad civil para mejorar el diseño de políticas públicas. De manera paralela, en el año 2017 se instala dentro de la estructura estatal el Observatorio Federal Urbano, como un organismo específico de apoyo técnico para el diseño e implementación de políticas habitacionales y urbanas, a partir de la generación y monitoreo de estadísticas e indicadores a nivel federal que posibiliten una mejor gestión de las ciudades argentinas. Por otro lado se define que la información que se genere en el OFU constituirá un insumo fundamental para conocer las dinámicas del territorio, orientar la toma de decisiones en materia de políticas públicas y evaluar las iniciativas en curso. De esta manera, se reconoce como un mecanismo de gran relevancia de la Política Nacional Urbana. En relación a este contexto, en este trabajo se presentan avances de una investigación sobre la circulación del conocimiento producido en los Observatorios Urbanos en Argentina, en el marco de la creciente institucionalidad de estos instrumentos. Entre los diferentes accesos metodológicos que se contemplaron para el abordaje del caso en estudio se destacan: entrevistas a investigadores/as vinculados a estas experiencias, la sistematización de informes y documentos de proyectos, el relevamiento de sitios web de distintos los observatorios, entre otros. La gobernanza urbana requiere instrumentar formas de gobierno innovadoras que estén a la altura de la complejidad de los desafíos del territorio y de los actores involucrados en su producción. Este estudio parte del entendimiento de que la democratización implica no sólo la cuestión del acceso a la información, sino también procesos más democráticos de producción y circulación del conocimiento. Este tema es fundamental, en consecuencia, para los observatorios urbanos, entendidos como modos de conocimiento contemporáneos por lo que resulta interesante contribuir a la reflexión sobre la movilización de diferentes conocimientos para la construcción y seguimiento de políticas a partir de los roles que estas herramientas desempeñan, y pueden desempeñar. El resultado parcial de esta investigación destaca la importancia de otorgar legitimidad -política, funcional y social- a las acciones de los observatorios urbanos en curso y de fortalecer los nuevos mecanismos y estrategias de coordinación multiescalar y multiactoral, ya que su articulación conjunta posibilita formas innovadoras de producción territorial atentas a las diferentes demandas existentes -tanto locales, como regionales y globales-.Resumen de la Ponencia:
A cidade de Fortaleza (Ceará, Brasil) registra, há alguns anos, altos índices de crimes violentos, especialmente de homicídios dolosos. Uma das características desta violência é o “cenário urbano”. Em 2020, o Ceará foi o estado brasileiro com a maior taxa de Mortes Violentas Intencionais, sendo a região metropolitana de Fortaleza a mais violenta. A violência letal, especialmente os homicídios dolosos, não se dá de forma homogênea na cidade de Fortaleza, nem mesmo dentro de um mesmo bairro. Ao contrário, a violência ocorre de forma concentrada, em determinados territórios localizado em bairros com baixo Índice de Desenvolvimento Humano (IDH). A cidade não é apenas “palco” da violência. Há fatores específicos para compreensão do fenômeno da violência urbana. O papel do Estado deve ir além da atuação específica da segurança pública, buscando garantir os direitos fundamentais das pessoas vítimas da violência urbana. A Constituição da República Federativa do Brasil de 1988 adota o projeto de um Estado Social e Democrático de Direito, que é explicitado desde seu art. 1º, ao afirma um Estado Democrático de Direito, tendo por fundamentos a soberania, a cidadania, a dignidade da pessoa humana, os valores sociais do trabalho e da livre iniciativa e o pluralismo político. Porém, com o advento das políticas neoliberais, já na década de 1990, uma série de reformas constitucionais tenta desconfigurar o projeto constituinte originário. O direito à cidade, ideário que pode ser extraído do texto da constituição, implica na compreensão de um espaço urbano mais democrático, inclusive e seguro. O objeto deste trabalho é o direito à cidade e as vítimas da violência armada na cidade de Fortaleza, especialmente de moradores de territórios marcados pela vulnerabilidade social. O objetivo do artigo é responder a seguinte indagação: qual a relação entre o direito à cidade e a situação de vulnerabilidade social das vítimas da violência armada urbana em Fortaleza. A hipótese é que a ausência de ações estatais, especialmente de políticas públicas para efetivação de direitos fundamentais é um fator de agravamento da violência urbana, especialmente nos territórios mais vulneráveis socialmente. A metodologia utilizada é pesquisa de dados oficiais sobre violência e bibliográfica. Como conclusões, ainda que preliminares, pode-se afirmar que os territórios marcados pela violência urbana são caracterizados pela ausência ou insuficiência de políticas públicas que buscam a efetivação dos direitos fundamentais. O Estado não cumpre seu papel de construção de relações sociais de solidariedade, o que contribuir para o esgaçamento do tecido social urbano e quebra da coesão social. As vítimas de violência e suas famílias, em geral, são moradores de regiões periféricas da cidade, que têm cotidianamente negado o direito à cidade.Resumen de la Ponencia:
A partir de los desarrollos del sociólogo estadounidense John Brookshire Thompson, se define a la dominación como un tipo de relación característica de la vida social, en la que el poder se establece de forma “sistemáticamente asimétrica”. Es detentado por unos de una manera durable que excluye -e incluso mantiene inaccesible- a otros. En este esquema, coexisten individuos o grupos “dominantes” y “subordinados”, así como todos aquellos que ocupan posiciones intermedias, según el acceso a los recursos. En tanto, Michel Foucault concibió al poder como aquello que se ejerce: es una capacidad o una relación, no una propiedad. Sin embargo, su capacidad de ejercicio debe entenderse en función de las relaciones de fuerza existentes. En consecuencia, para Thompson, el poder se reduce a aquellos que controlan determinadas funciones, (re)produciéndose una desigualdad de medios, establecida a nivel institucional. De allí, que la dominación se predique mayormente por asimetrías sistemáticas entre clases, géneros, etnias o naciones. Además, dominación e ideología están intrínsecamente unidas: la primera es reproducida por la segunda. Así, “estudiar la ideología es estudiar las maneras en las que el significado sirve para establecer y sostener las relaciones de dominación”. Por otra parte, conviene recordar con Anthony Giddens que el poder puede ser entendido como control, en la medida en que ciertos agentes o grupos son capaces de influir en las circunstancias de acción de otros. A su turno, el historiador español Julio Aróstegui, realizó una genealogía del concepto de control social y lo definió como “una condición inexcusable del orden social”, de su permanencia y reproducción, gracias a la conformidad de los miembros para con el sistema. Al ser ejercido desde el Estado, éste se convierte en el mismo control, porque ninguna institución deja de ser “una agencia de control social”. Sobre este constructo teórico, se examinan las políticas de ordenamiento urbano aplicadas en Santa Fe y Rosario (Argentina), entre 1976 y 1983. Se las explica como parte de los modos de control impuestos a todo el cuerpo social, para mantener la dominación ejercida, analizando las formas de ejercicio del poder asimétrico a través de una de sus dimensiones: las políticas urbanas. Concretamente, los gobiernos dictatoriales locales emprendieron un conjunto de decisiones y de acciones de gobierno en materia urbana que contribuyeron a consolidar la idea de ciudad y de sociedad que tenían (y deseaban imponer o conservar) los sectores dominantes. De ese modo, fortalecieron situaciones precedentes y/o las fijaron en la materialidad, potenciaron cursos de acción pendientes o que no habían alcanzado su culmen y emprendieron algunas políticas novedosas. La tónica que las atravesaba era una de exclusión social. Empero, quienes las sufrían, pudieron presentar algún tipo de resistencia; la contracara del poder, según Foucault.Resumen de la Ponencia:
Resulta evidente que para comprender en mayor profundidad las dinámicas urbanas actuales ha sido necesario incorporar las perspectivas de género y feminista a los estudios sobre la ciudad. Esto implica identificar cómo las construcciones culturales sobre lo masculino y femenino se traducen en relaciones asimétricas y de subordinación que se expresan en el espacio urbano históricamente.La presente ponencia busca identificar cómo el espacio urbano excluye por origen y definición a las mujeres que, al insertarse en actividades de carácter productivo, irrumpen en la ciudad generando una paradoja espacial que redunda en una práctica social violenta de dominación. Una desposesión del derecho a la ciudad (Lefebvre 1967). La ciudad es movimiento y el cuerpo es producto y producción de un espacio.Como conflicto urbano, la violencia sexual en espacios públicos puede entenderse como una de las consecuencias de la contradicción que implica que las mujeres ocupen el espacio público que ha sido producido por y para varones implicados en la producción de mercancías (Aladro, 2020a). Un conflicto urbano por partida doble: se comete en el espacio urbano y contra el cuerpo-territorio (McDowell, 2000) inserto en ese espacio urbano, transgrediendo las fronteras entre cuerpos/territorios. Como cuerpo vivido (Lefebvre, 1974) el espacio social asigna a la mujer su lugar apropiado y la encorseta a través del miedo que genera esta violencia como práctica territorializada (Román, 2016). La ciudad es movimiento, el cuerpo es producto y producción de un espacio, y lo urbano no puede inmovilizarse. Lefebvre defendió la idea de que la potencia revolucionaria de lo urbano radica en su movimiento permanente en general y del movimiento de la vida cotidiana en particular. La imposibilidad de inmovilizar la ciudad es la base de sus conceptos de apropiación, dominación/desapropiación y reapropiación. La apropiación remite al espacio natural y las necesidades de subsistencia y es derrotada por la dominación facilitada por la acumulación del poder de las armas: “potencias abrumadoras, incluidas las tecnologías brutales y la extrema visualización” (Lefebvre, 1974: 214), que se fragmenta y se desprende de sí. La reapropiación del cuerpo está ligada a la reapropiación del espacio y “forma parte integrante de todo proyecto revolucionario de hoy en día, utópico o realista, si evita la banalidad pura y simple (Lefebvre, 1974: 215). La capacidad de agencia de los/as sujetos/as no se ve extinguida por los procesos que los/as estructura. Por el contrario, el enfrentamiento de las mujeres a esas prácticas – diversas estrategias generadas para usar la ciudad – es un acto subversivo porque genera una reapropiación del espacio otorgándole un uso y significación diferente de la original (Lefebvre, 1974). Indagar en este proceso de disputa por el espacio es menester de la presente propuesta.Resumen de la Ponencia:
La emergencia de la pandemia COVID-19 fue un suceso inesperado que impactó de manera diferencial en los barrios informales de Argentina, produciendo reconfiguraciones en las agendas políticas y en los territorios. Desde el inicio, el desarrollo de la pandemia en el Barrio 31 de la CABA tomó particular relevancia mediática debido a la falta de acceso a servicios básicos, específicamente el agua, esencial para la subsistencia, higiene y salud en este contexto.La presente ponencia busca comprender y analizar las prácticas y los sistemas de significación presentes en las demandas y controversias articuladas en relación al acceso al agua en el Barrio 31, por parte de residentes, organizaciones sociales, agencias gubernamentales y organismos encargados de la provisión del servicio, desde el inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en marzo de 2020.La relevancia del caso radica en las características propias de este barrio informal configurado socio-territorialmente desde hace más de 80 años y que en las últimas dos décadas ha contado con diversos grados de intervención por parte del Estado. Además, en él conviven un conjunto heterogéneo de organizaciones sociales, civiles y estatales.Esta ponencia es resultado de un trabajo de investigación desarrollado en el marco del Seminario “Pobreza, Hábitat y Gestión Ambiental” Cat. Scheinsohn de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. El análisis del caso se enmarca en un proyecto de investigación de la Cátedra que aborda el impacto de la pandemia en los procesos de producción de hábitat informal y la conformación de estrategias de los habitantes y del Estado en las villas/barrios 31, 20 y Azul-Itatí del AMBA.Para su análisis se pondrán en diálogo dos perspectivas. La primera, centrada en la noción de territorios hidrosociales incluye la dimensión espacial de las relaciones de poder y los conflictos generados en torno a disputas por saberes, discursos y recursos vinculados al agua en el territorio. La segunda, parte de la tríada analítica de Giddens, que refiere a tres tipos de relaciones a través de las cuales se constituyen y transforman las prácticas sociales en el territorio: (1) estructuras de asignación, relacionadas con el flujo de recursos; (2) estructuras legitimadas y legitimizantes, relacionadas con la constitución de reglas y su regulación; y finalmente (3) sistemas de significación, relacionados a las racionalidades y discursos emergentes. Este marco conceptual permite abordar la construcción socio-histórica y política de percepciones sociales y controversias generadas sobre el acceso al agua, al mismo tiempo que permite interpretar: las condiciones del contexto; el rol de las organizaciones de base y del Estado; el proceso de colectivo construcción de resistencia; y la conflictividad emergente.Como estrategia de análisis recurrimos a fuentes de datos secundarias cualitativas y cuantitativas que incluyen informes y documentos.Resumen de la Ponencia:
Los procesos de planeación participativa son centrales en la construcción de ciudades incluyentes y en el avance hacia la justicia territorial. Realizados de manera correcta los denominados talleres de participación ciudadana permiten ejercer la democracia directa y sirven como espacios pedagógicos de construcción de ciudadanía. Al mismo tiempo, estos espacios de participación ciudadana actúan de contrapeso frente a instrumentos planeación urbana construidos desde una visión de expertos, los cuales muchas veces sirven de forma intencional o involuntaria a los intereses del capital. Ellos pues permiten que las comunidades que habitan un territorio comuniquen y defiendan los intereses y las visiones de futuro que tienen sobre el territorio cuestión y complementan con el saber cotidiano al conocimiento técnico que sobre un territorio tiene el equipo experto que elabora la propuesta del instrumento de planeación. La ponencia que aquí se propone retomará la experiencia del proceso de planeación participativa desarrollado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad en junio y julio de 2021 para elaborar el Plan de Manejo del Centro Histórico de Puebla. Centrándose en analizar la metodología de los talleres realizados con la comunidad de manera virtual, haciendo un balance crítico de los retos que implica realizar a distancia una metodología tradicionalmente presencial. De esta forma se expondrá la metodología empleada para desarrollar las 17 mesas virtuales de participación ciudadana para llevar a cabo el diagnóstico y afinar las estrategias del plan de Manejo del Centro Histórico de Puebla. Estas mesas contaron en total con 350 asistentes, cifra que incluye al equipo de investigación del PUEC, personal de la Gerencia del Centro Histórico de Puebla y a asistentes.Resumen de la Ponencia:
Guadalajara en el siglo XXI se aprecia como una ciudad dispersa y difusa, donde la caracterización del espacio público relacional es personificada por las alteraciones radicales de las prácticas sociales que están sumergidas en un sistema de desarrollo moderno heredado del imaginario de la vida urbana de las décadas pasadas y que ha provocado, entre otras situaciones, el deterioro progresivo del hábitat. Bajo este escenario se ha replanteado la necesidad de generar estrategias que conduzcan a nuevas políticas de estabilización social, en el marco de la economía global, y que motiven a reducir los problemas relacionados con los daños en el tejido social.De manera paralela se encuentra en la palestra de la discusión, de las diferentes esferas de acción social, la creación de nuevos sistemas de organización que provoquen los escenarios hacia la sustentabilidad progresiva para reducir las brechas de la desigualdad social, en ese mismo orden, la acción comunitaria de la sociedad civil organizada, así como organismos internacionales, espacios gubernamentales y académicos han abierto el discurso sobre la revitalización e importancia de la cohesión social. Para la propuesta de ponencia se expone el estudio de caso del Barrio de San Andrés, un lugar lleno de identidad y tradiciones en Guadalajara, donde las marcas del tiempo que se aprecian en las fachadas de las casas nos hablan de un territorio que ha transitado de la vida rural y hacia las modificaciones de la expansión urbana, un lugar de surgimientos de movimientos sociales y con una fuerza de actividad cívica que refleja el dinamismo de sus actores locales. En el barrio de San Andrés, la participación ciudadana ha sido fundamental para la generación y consolidación del capital social. La inercia de las diferentes actividades cotidianas de los pobladores han posibilitado plantear nuevos escenarios de gobernanza donde los mismos vecinos sugieren proveer de acciones y estrategias que correspondan a necesidades puntuales que requiere el territorio, como: la creación del primer centro cultural municipal comunitario en Guadalajara, la fundación de la asociación civil San Andrés A.C. y una mayor capacidad de gestión con los diferentes órdenes del gobierno para el involucramiento en la redefinición del espacio urbano con un carácter social. El análisis de la ponencia se enfoca en profundizar en las convergencias entre los actores que inciden en el espacio público relacional, de su capacidad de forjar una gobernanza territorial para entender la dinámica de la cohesión social, sobre los valores que conducen hacia la acción comunitaria y que pueden ser determinantes para el estudio y análisis de las nuevas formas de organización social.Resumen de la Ponencia:
Esta comunicación nos permite un vistazo a las implicancias de la crisis en las vidas de los ciudadanos panameños. La crisis sanitaria del COVID-19 y sus secuelas han agravado los problemas ya existentes en la política, lo económico y lo cultural de las sociedades. Este estudio exploratorio-descriptivo y de tipo mixto logro un acercamiento a los residentes panameños e identificar las diferentes apreciaciones sobre los diferentes tipos de crisis que enfrenta el país, sus responsables y maneras individuales y colectivas de afrontarla. Para esto distribuimos encuestas en línea por las redes sociales de junio a octubre de 2020 con el fin de lograr una muestra por conveniencia no probabilística. Como hallazgos tenemos que los ciudadanos panameños identificaron mayormente la crisis de educación, salud y trabajo como tipos de crisis prevalentes en el país. Los ciudadanos panameños ven al presidente y las autoridades gubernamentales como principales responsables de la crisis y, a su vez, responsables del mejoramiento de la misma. La formación, el compromiso cívico y la solidaridad fueron reconocidos como aspectos fundamentales para superar la crisis. Cabe señalar que percepción de los ciudadanos panameños ante la crisis mostró cambios conforme al grado educativo de los encuestados. Los participantes con niveles educativos superiores mostraron una respuesta más activa y auto-reflexiva ante las circunstancias de la crisis y el deseo de buscar apoyo social a través de redes comunitarias. Esta respuesta abarca aspectos positivos, como las oportunidades para el cambio, la mejora de su calidad de vida y la importancia de incorporar planificación ciudadana en la toma de decisiones en pro del bien común; y aspectos negativos, como una creciente desconfianza hacia las instituciones gubernamentales y líderes políticos; lo que incluye la incertidumbre sobre las autoridades electas, la falta de liderazgo y transparencia.Palabras clave: crisis; oportunidad; corrupción; calidad de vida; valores; PanamáResumen de la Ponencia:
La movilidad en Bogotá determina puntos específicos que modifican el diario vivir de los sujetos en los espacios urbanos intervenidos por condiciones o contextos particulares dentro de la ciudad, estas condiciones se evidencian en los mecanismos y dispositivos de transporte orientados al tránsito de sus habitantes alrededor de la ciudad y sus diferentes actividades dependiendo del tipo de movilidad y transporte al que puedan acceder; por esto y por otras condiciones el desplazamiento dentro de la ciudad desprende unas preocupaciones ligadas a las desigualdades cambiantes, inequidades de género, crecimiento masivo en la población y estructuras urbanas que imponen dinámicas de transporte desinteresadas respecto a la población usuaria. Sin embargo, la movilidad y las dinámicas conflictivas que se dan dentro de ésta se tornan más críticas cuando se vinculan a dos elementos claves, por un lado la pandemia a causa del COVID-19, ya que es una coyuntura sanitaria que modificó las dinámicas de los sujetos respecto a la movilidad (Bioseguridad, transporte público, recursos) y por el otro, las mujeres en la movilidad, debido a que, a ellas se les asigna un rol de cuidadoras y por ende, un conglomerado de actividades que implican el movilizarse junto a alguien más por el cual responder, y la posición vulnerable que la movilidad les asigna en términos de seguridad.La ponencia resalta desde un estudio de caso la experiencia urbana de las mujeres, a ellas socialmente se les hace responsables por actividades tanto productivas como reproductivas en el hogar, que les implica mayores desplazamientos, además que, se ven más ligadas a vivir dinámicas de violencia que intensifican la inequidad de género en la movilidad. La importancia de esta ponencia yace en los resultados que se presentan, que implican la transformación de las dinámicas y hábitos de movilidad antes, y durante la pandemia del Covid-19 en mujeres cuidadoras; el análisis y la comprensión del estudio de movilidad nace de entrevistas, recorridos documentados, talleres exploratorios y análisis construidos junto a un grupo de mujeres cuidadoras del barrio Villa Cindy, en el que se hace un énfasis en la movilidad pendular y poligonal destacando las vivencias de ellas dentro de la ciudad de Bogotá. El análisis de la información se realizó tomando como orientación teórica un estudio sobre seguridad de mujeres en transporte público en Latinoamérica coordinado por Heather Allen, lo que permitió evidenciar que el traslado de las mujeres cuidadoras en Bogotá se enfrenta a mayores tipos de violencia e inequidad dependiendo de la movilidad a la que accedan y aterrizar en el estudio de caso que las mujeres se ven más expuestas a elementos de violenciaResumen de la Ponencia:
Em março de 2020 foi decretado, pela Organização Mundial da Saúde, a pandemia causada pela covid-19, que para além das questões relacionadas a saúde, é notório aumento das questões de ordem social, o que levou a um acréscimo de desigualdades e ao aumento da vulnerabilidade social em determinados grupos populacionais. O desemprego, sobretudo em sujeitos que tinham o trabalho marcado pela precariedade e subempregos, acentuou o número de famílias que estavam em dificuldade de manter o seu sustento.Partiu-se da premissa que as práticas informais urbanas construídas no espaço urbano informal possuem características próprias que viabilizam o desenvolvimento da estrutura urbana. Com uma perspectiva de tática de produção/reprodução e uso deste mesmo espaço urbano que, pode conduzir-se as limitações vivenciadas por esses atores sociais e atuam muitas vezes como respostas às necessidades população.Neste sentido, este estudo teve como objetivo analisar como as relações sociais no contexto urbano informal, serviu de suporte e apoio às famílias vulneráveis durante o período da pandemia causada pela covid-19. A opção metodológica foi uma investigação exploratória, de natureza qualitativa e como técnicas de recolha de dados recorreu-se a dados secundários de pesquisas desenvolvidas até ao momento e, nesta fase a 2 entrevistas semi-directivas que permitem, no futuro, aprofundar este estudo e categorizar as dimensões que mais se destacaram. A unidade de observação foi a favela da Rocinha no Rio de Janeiro, com foco nas redes de apoio às famílias em vulnerabilidade social, residentes das áreas informais urbanas informais, especificamente organizadas pelos próprios sujeitos locais.Dos resultados obtidos, a perceção é que as relações sociais dentro do espaço urbano informal estão ligadas às práticas informais urbanas e estas são uma forma de proximidade e apoio que contribui para o funcionamento das comunidades urbanas.A reprodução das relações sociais pode considerar-se uma estratégia de viver em sociedade, onde os indivíduos criam e recriam o seu próprio estilo de vida, agregando práticas culturais, valores e políticas, criando um hábito próprio da população local.Resumen de la Ponencia:
La ponencia recoge los avances del proyecto de investigación: Buen vivir urbano, resignificación del territorio y emergencia de prácticas del cuidado. En tal sentido, se nutre de las reflexiones provenientes de las epistemologías del sur, la decolonialidad y particularmente del buen vivir como filosofía del sur. Nos preguntamos por las posibilidades de entender el buen vivir desde el escenario urbano, tomando en consideración el territorio desde las ontologías relacionales y las diversas prácticas del cuidado y el reexistir. En suma, presentamos un avance conceptual de la categoría aún poco explorada del buen vivir urbano, recogiendo elementos teóricos de los más recientes debates sobre las epistemologías del sur, la matriz moderno-colonial-decolonial, de la mano con experiencias que emergen hoy en día en las ciudades, entre ellas las prácticas de soberanía alimentaria, las luchas por los derechos de los géneros, por la superación de las estructuras de racialización, pasando también por el reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derechos. Todas estas reivindican formas distintas de habitar las ciudades, confrontando las múltiples fragmentaciones, el extractivismo, la gentrificación, el consumo desmedido, entre otras, proponiendo así el cuidado de la vida en su dimensión más amplia, que suponen todos los seres sintientes.Resumen de la Ponencia:
La construcción de una ciudad democrática capaz de proveer calidad de vida para sus habitantes y que les garantice el derecho a la ciudad, pasa por cuestionar y construir las urbes desde el género. Uno de los ejes de desigualdad presentes en el orden de las ciudades es que tradicionalmente las urbes están planeadas y destinan la mayor parte del presupuesto para responder a las necesidades del trabajo productivo y a las actividades económicas remuneradas, dejando a las labores de cuidado en un segundo plano.Si bien el cuestionamiento al modelo de ciudad que prioriza labores productivas frente a las tareas de cuidado ha estado presente en la literatura y en las políticas públicas de ciertas urbes de hace al menos dos décadas (Barcelona, Madrid, Berlín). Este no ha permeado en la forma hegemónica de construir las ciudades latinoamericanas, que mayoritariamente relegan las labores de cuidado al ámbito privado y dejan en manos de las familias e individuos, muchas veces en las mujeres de los estratos más pobres, la solución de dichas necesidades. En México, de acuerdo con INEGI, el valor generado en los hogares es producido en mayor medida por las mujeres de menores ingresos, después por las mujeres de mayores ingresos y finalmente por los varones, sin importar el decil de ingresos en el que se encuentren (CSTNRHM, 2019). La inequidad en la distribución de las labores repercute en el tiempo total de trabajo e impacta seriamente y de manera negativa en la trayectoria de vida de las mujeres que lo desempeñan.El confinamiento causado por el COVID 19 agudizó la problemática, pero a la vez visibilizó la centralidad de las labores de cuidado en la vida de las personas y de las ciudades. Ante la crisis ocasionada por el confinamiento y el impedimento de trasladar las labores de cuidado a personas externas a las viviendas se hizo imperioso que se planeara una respuesta de política pública. Así, Las ciudades respondieron estableciendo arreglos institucionales, construyendo equipamientos e implementando programas específicos. La presente ponencia realizará un análisis comparativo en las estrategias implementadas en Bogotá, Buenos Aires y la Ciudad de México para responder a las necesidades de cuidado acrecentadas por la pandemia de Covid 19.Resumen de la Ponencia:
Um ensaio para discutir os efeitos da pandemia nas composições da cidade, aqui tomada como território a partir do pensamento do pesquisador brasileiro Milton Santos. Além de outras concepções, a perspectiva compreende o lugar como potencial formador das relações solidárias e de resistência, reconhece o espaço e as formas de viver e ocupá-lo como uma forma de ler a realidade. É objetivo refletir sobre algumas conexões entre as áreas e os dados de uma publicação que reuniu informações sobre a Covid-19 nas Favelas do Rio de Janeiro. Para tal considero as edições do Boletim Socioepidemiológico da Covid-19 na Favelas (março-junho/2020; junho-setembro/2020; e janeiro-novembro/2020 para Síndrome Gripal), publicação FIOCRUZ/SUS, em que é possível evidenciar graves efeitos à população das áreas pobres e negra. O Brasil foi o país que mais recebeu escravos africanos nos processos de colonização latino-americana e onde por mais 300 anos vivenciou uma dinâmica escravocrata, na qual a população negra vem sendo posta como subalterna no pensamento dominante. As raízes coloniais que ainda perpetuam e recortam o acesso destes grupos no campo da proteção a saúde, impactaram diretamente em cada realidade social. Neste estudo fica indicado que nas favelas do Rio incidem sobre o espaço geográfico construído as disparidades sociais e ao mesmo tempo fica evidenciado a organização de quem mora, trabalha ou contribui para chamar a atenção desses reflexos múltiplos, no território usado. Assim destacamos a inciativa coletiva de profissionais de saúde pública de determinadas regiões do município, moradores dessas regiões e outros atores sociais que almejavam uma ação conjunta para compreender os reflexos agravantes da pandemia, em meio urbano periférico, a fim de aprimorar as práticas sociais. As condições e contradições da herança africana, se tomadas pelo sentido ampliado de território, permitem tanto compreender as informações relativas à falta de proteção, manifestando os processos de dominação colonial, quanto reconhecer que estes grupos de população tiveram expressão nas análises da pandemia. Tal proposição, frente à emergência que a caracterizou, é tomada como ferramenta especificamente neste eixo de análise, e pensada para a ação. Indica que a cidade possui manifestações de resistência, importando contribuir com um conjunto de ‘respostas’ frente ao quadro social pós-pandêmico. Na cena contemporânea os desdobramentos da escravidão se fazem presentes no cotidiano da população (afro)brasileira que, com a pandemia identificada em nossas terras em 2020, acabou por intensificar o processo de desproteção social, sobretudo das camadas mais vulneráveis socialmente, a exemplo do que relatam diversos artigos acadêmicos brasileiros.Resumen de la Ponencia:
Las transformaciones en las áreas metropolitanas latinoamericanas durante el último cuarto del siglo XX han sido realmente radicales. La idea de ciudad global, asociada al norte global, se traslada al las áreas metropolitanas latinoamericanas con características propias. En Argentina, particularmente, la Ciudad de Buenos Aires es un conglomerado urbano de tercer orden en la escala global pero también sufrió impactos territoriales específicos producto del patrón mundial de acumulación del capital. En Argentina, durante los primeros años del siglo XXI los indicadores socio económicos mejoraron considerablemente respecto a los registrados respecto a la década de los 90. El neoliberalismo argentino entró en crisis (por lo menos en una ventana temporal específica) en el año 2001, en el año 2002 se salió de la convertibilidad (paridad del peso 1 a 1 con el dólar estadounidense) y en el año 2003 se instaló un proyecto político neo-desarrollista que logro recuperar considerablemente los indicadores socioeconómicos. A pesar de este avance, el modelo de ciudad y de área no se ha transformado. La ciudad neoliberal no solo no se detuvo, sino que se ha profundizado: procesos de gentrificación, renovación urbana, extractivismo urbano y exclusión socio-territorial están permanentemente presentes en la producción del espacio metropolitano. (Vecslir et. al., 2015) Teniendo en cuenta esto, tanto la ciudad global como las mega-regiones son temas de discusión permanente dentro de la literatura especializada. Este trabajo intentará hacer una revisión crítica del concepto de ciudad global a escala latinoamericana y dar cuenta del tipo específico de metropolización que se manifiesta en Buenos Aires. Finalmente, la intención de este trabajo es mostrar algunos de los principales vectores de la transformación en el AMBA que nos permita pensar este proceso como parte de una expansión de un tipo de economía urbana que es componente indisoluble del avance del capital inmobiliario sobre la producción de la ciudad y el espacio. La ponencia pretende discutir el modelo metropolitano en el marco de la economía globalizada donde el impacto de los nuevos patrones de producción neoliberal del espacio se posicionan en territorios profundamente desiguales y donde estos impactan considerablemente sobre la idea de ciudad integral y profundiza la desigualdad socio-territorial.Resumen de la Ponencia:
O presente estudo refere-se a reflexões desenvolvidas no âmbito de uma de Pesquisa intitulada “Cidade e Meio Ambiente em disputa: O Programa Minha Casa minha vida X a Comunidade do Maracanã”. Esta Comunidade tradicional, situada numa Área de Preservação ambiental, vem sendo afetada de forma brusca pela expansão urbana em curso na cidade de São Luís. A cidade tem se transformado em objeto de apropriação do capital financeiro por meio da implantação de programas habitacionais. Dentro e no entorno da APA foram construídos quatro (4) conjuntos do Programa Minha Casa minha Vida. O referido Programa instituído pelo governo federal no ano de 2009, cuja pretensão era tentar resolver o déficit habitacional no Brasil, deve ser compreendido no contexto da financeirização da economia e da moradia. (ROLNIK, 2015). A lógica de implantação dos empreendimentos imobiliários do PMCMV, busca por terrenos mais baratos o que invariavelmente leva à ocupação de áreas rurais ou ambientalmente improprias promovendo a expansão urbana com custos socioambientais e conflitos com as comunidades tradicionais. Tal modelo de cidade que se projeta de fora, aprofunda velhos problemas e gera novas disputas e prejuízos socioambientais irreversíveis. A expansão da cidade por meio da construção dos conjuntos nessa região, vem gerando uma série de impactos negativos para a Comunidade do Maracanã, o que provocou mudanças significativas nos seus modos de vida. Este estudo busca refletir sobre as disputas pela cidade de São Luís, determinadas pela lógica do capital financeiro, contrariando os interesses e necessidades dos demais segmentos da sociedade e apreender as transformações na comunidade do Maracanã a partir do olhar dos moradores, notadamente, sobre os problemas que afetem diretamente seus modos de ser e viver. Para isso tem-se por condição a escuta da Comunidade no sentido de que possa expressar como percebe as mudanças em curso e como está reagindo aos problemas que alteraram de forma brusca as interações entre si, com a natureza e com a cidade. Os moradores, vêm desenvolvendo estratégias coletivas e individuais no sentido de esperançar novos presentes e futuros enquanto condições desejáveis para si, necessárias à sua maneira ser e existir no mundo.Resumen de la Ponencia:
La mayoría de los habitantes del mundo residen en espacios urbanos y América Latina y el Caribe es la región en desarrollo que ha registrado la más rápida urbanización en el mundo. El porcentaje de población urbana pasó del 41% en 1950 al 80% en 2010, estimaciones actuales indican que esta dinámica no se ha detenido, al igual que sus diferentes problemáticas que antes de la pandemia existían y que se agravaron en este proceso.Se trata de espacios complejos en los que tienen lugar diversos procesos sociales, culturales, políticos, económicos y ecológicos. Estos procesos que en cada ciudad de la región se viven de manera diferente, que se enmarca en el proceso de la globalización, la reestructuración económica, diversas matrices de intervención estatal y la crisis ambiental, que se hace necesario analizarlas para buscar soluciones a problemáticas comunes.En este sentido, la desigualdad urbana está sostenida en estructuras persistentes que se reproducen en la larga duración. Pero no son inmutables, sino que se construyen y se transforman como resultado de procesos en los que interviene la acción humana, el colectivo, la organización desde lo local y que buscan incidir en la transformación de los espacios privados y públicos.Estas líneas buscan contribuir al análisis del proceso de urbanización en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas y las estrategias que despliegan los diversos actores en el territorio y su participación para la búsqueda de soluciones ante problemáticas propias de un espacio urbano. La pandemia cambio algunas formas de interacción y dinámicas en la ciudad; el aislamiento como forma de detener los contagios. Sin embargo, el aislamiento no es siempre vivido de la misma manera por sus ciudadanos, es decir, en los espacios periféricos de esta ciudad los espacios habitacionales son reducidos, sin servicios básicos, crecen de manera irregular, entre otros elementos que hacen que una situación, como la pandemia, se agraven estas formas de habitar la ciudad y de falta de espacios dignos para habitar. Teniendo en cuenta que Chiapas es el estado con menor promedio en el desarrollo humano, la ciudad vista como la opción de mejor su condición de vida, en este sentido, su periferia está integrada por personas que eligen de manera directa o voluntaria y a los que por cuestiones externas (conflictos religiosos, políticos, migración forzada por violencia, entre otros), incorporándose a un espacio urbano, a un espacio con dinámicas sociales, políticas, económicas, culturales y ambientales diferentes a su ritmo de vida hasta el momento experimentada.Las políticas públicas nacionales, estatales y municipales, así como acuerdos internacionales que tienen como objetivo disminuir las desigualdades que el proceso de urbanización va creando no han tenido una incidencia contundente y deseada por la gente pobre y marginada.Resumen de la Ponencia:
As políticas de “renovação urbana” ocuparam as agendas locais na América latina seguindo o que já vinha ocorrendo principalmente na Europa. Nas últimas décadas, várias cidades da região iniciaram processos de intervenção em seus centros urbanos e patrimônios históricos, restaurando monumentos e imóveis em geral. Assim, os centros históricos foram se homogeneizando devido à prioridade dada a atividade turística, que “revitaliza” esses locais com obras públicas e privadas que comumente acaba por afastar os moradores e/ou frequentadores pobres dessas áreas. Entre as diversas dinâmicas de valorização imobiliária, tornou-se frequente os processos de “gentrificação”, conceito que aponta a conversão de bairros considerados abandonados – ou habitado por populações mais pauperizadas – em novos territórios para as classes médias, fenômeno bastante associado às políticas de crédito imobiliário. Além de processos de “turistificação”, relacionado à espetacularização e mercantilização de determinadas áreas destinadas ao desfrute de visitantes, sobretudo aos estrangeiros. Essa perspectiva de gestão urbana foi concebida no contexto de avanço liberal desde meados dos anos 1970, tal processo se desenrola mediante a assimilação de conceitos da gestão empresarial para uma nova gestão das cidades. Ao passo que a associação entre capital imobiliário e capital financeiro foi se acentuando, uma nova visão de urbanismo passou a dominar as agendas políticas. Daí, instituições multilaterais como o Banco Mundial e o Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID) estimularam vários governos locais a realizarem megaprojetos urbanos como principal medida para atrair turistas e investimentos globais. Em suma, as decorrências da reestruturação urbana desembocaram numa intensa mercantilização de espaços públicos e em novas dinâmicas de segregação, fortemente associadas aos projetos de remodelação e valorização de centros urbanos. Conforme será abordado, tal ocorrência se deu em diferentes cidades da América Latina, como Buenos Aires, Cidade do México, Bogotá, Quito, Lima, entre outras. No caso do Brasil, tais políticas vêm sendo aplicadas com maior vigor desde os anos 1990, e teve como seu ponto mais elevado a realização de grandes eventos internacionais na última década, o que provocou intervenções marcantes nas principais capitais do país. Ante o exposto, o objetivo deste trabalho é traçar um quadro dessas dinâmicas de renovação urbana ocorridas em países da América Latina, problematizando a eficácia dessas concepções que orientam as remodelações espaciais perante o cenário de pobreza urbana na região.Resumen de la Ponencia:
La ponencia desarrolla un proceso de investigación sobre el uso y apropiación del tiempo y el espacio en cuatro barrios vecinos en el área periurbana del norte de General Pueyrredón, Argentina (Ciudad de Mar del Plata), centrado en los modos en que los vecinos habitan el espacio barrial y ciudadano y las subjetividades implicadas en dicho proceso. Profundizamos por este camino en las formas en que las desigualdades sociales definen el habitar, cristalizadas en el espacio, pero a su vez siendo desafiadas y mutadas en el devenir social.Se trata de una investigación cualitativa desarrollada a partir de entrevistas en profundidad, producidas en el marco de un trabajo de involucramiento barrial más amplio. 1Desarrollamos una caracterización de los barrios en términos de su conformación urbanística, servicios básicos presentes o ausentes en la zona, espacios comerciales y recreativos, formas de acceso a los barrios y desde estos hacia otros sectores de la ciudad. Consideramos también las posibilidades que estos barrios ofrecen en término de acceso al trabajo así como también las actividades asociativas y comunitarias que allí se desarrollan. Esta primera aproximación nos permite pensar el hábitat en término de desigualdades y cuestionarlo en término de derechos.Por otra parte, profundizamos en las representaciones de los propios vecinos sobre sus barrios, considerando la forma en que ciertas prácticas sociales configuran y reconfiguran el espacio de lo barrial, entrelazando la historia del barrio, sus definiciones geopolíticas, sus espacios institucionales y los usos apropiaciones del espacio y el tiempo que los propios vecinos recrean en su cotidianidades. Profundizamos en las formas identitarias que emergen en las representaciones de los vecinos, y las como esas identidades interpelan el espacio concebido, los límites socio espaciales representados en abstracto. Las identidades fluctúan y los límites cambian al ritmo de la vida cotidiana. Sin embargo, más allá de ciertas configuraciones identitarias, los vecinos representan el barrio como el espacio de la vivienda, como un contexto o marco, pero no el centro de la vida cotidiana. ¿Se observa una apropiación de espacio público y un interés de pensar el barrio de forma compartida? ¿Son los barrios espacios pertinentes para construir asociación o solo espacio de interacción (a veces) obligada con el otro’La trama de esos vínculos vecinales define también la manera en que los distintos actores barriales piensan el espacio en términos de carencias, necesidades, reclamos y conflictos. Y nos permiten comprender también como piensan las desigualdades de las que forman parte y la potencialidad de cuestionarlas y demandar en términos de derechos.1Esta investigación es parte del Proyecto: Producción del espacio y derecho a la ciudad. Conflictos, vivencias y discursos. Mar del Plata, siglo XXI. (PI3cET 2019-2020).Resumen de la Ponencia:
El barrio de residencia representa un contexto clave para los niños, ya que tiene efectos sobre sus habilidades emocionales, cognitivas y sus trayectorias sociales (Minh et al., 2017). En este marco, la manera en que la posición en el ciclo de vida afecta la segregación ha recibido creciente atención. La segregación de los niños es más elevada que la de los adultos (Owens, 2016), lo que se debe a las desigualdades socioeconómicas más fuertes entre las familias con hijos (Iceland et al., 2010). Además, las familias acomodadas con hijos tienen una menor disposición a vivir en barrios diversos (Goyette et al., 2014) y utilizan sus recursos para vivir cerca de colegios de “buena calidad” (Owens, 2017). Sin embargo, es menos lo que sabemos sobre las consecuencias asociadas a los niveles de segregación diferenciados entre niños y adultos. Además, no se ha integrado la posición en el ciclo de vida en el análisis de la segregación en América Latina. En este artículo, analizo la segregación socioeconómica y étnica de los niños y de los adultos, así como sus consecuencias sobre las desigualdades en el contexto barrial que ambos grupos experimentan. Mi caso de estudio es el Área Metropolitana de Santiago, que se caracteriza por grandes desigualdades espaciales y una expansión de la población inmigrante. Combino datos individuales del Censo de población con datos georreferenciados claves para explicar los efectos del barrio (criminalidad, disponibilidad de recursos, concentración de pobreza/riqueza). Utilizo el índice de entropía de Theil para cuantificar la segregación a diferentes niveles geográficos. Luego, describo las características promedias de los barrios de los niños y de los adultos según sus características sociales y étnicas. Los resultados muestran que la segregación es más elevada entre los niños que entre los adultos, sobre todo para la segregación socioeconómica. Una proporción mayor de la segregación entre los niños ocurre al interior de los municipios, lo que refleja patrones de localización más específicos de las familias con hijos. Como consecuencia, los niños experimentan entornos residenciales más desiguales que los adultos. En la práctica, los niños de clase alta viven en entornos más seguros y con mayor disponibilidad de servicios que los niños de clase baja, y estas disparidades están más pronunciadas que para los adultos. Este articulo entonces complementa trabajos previos sobre las desigualdades espaciales. En primer lugar, se compara los niveles de segregación de los niños y de los adultos a múltiples escalas integrando la dimensión socioeconómica y étnica. Segundo, se analiza cómo y en qué medida la segregación contribuye a exponer los niños a entornos urbanos desiguales. Finalmente, la presente investigación ofrece evidencia empírica sobre el contexto latinoamericano que sigue menos explorado que las ciudades europeas y norteamericanas.Resumen de la Ponencia:
La autoproducción del hábitat en barrios en asentamiento conforma una extendida modalidad del acceso a la vivienda y suelo urbano en las ciudades latinoamericanas. Este fenómeno se replica tanto en ciudades metropolitanas como en ciudades de escala media o ciudades intermedias. En el caso fueguino, si bien los barrios autoproducidos en asentamientos no constituyen una novedad, sí fue notoria la dimensión que tomó el fenómeno a partir de 2005 en las dos principales ciudades de la Isla Grande de Tierra del Fuego, es decir Ushuaia y Río Grande. En ambos casos los barrios en asentamientos se ubicaron en áreas periféricas a la trama urbana; mientras que en Ushuaia esto aconteció en la zona de laderas, en tierras de dominio fiscal local, en Río Grande ocurrió en la zona sur, en tierras vacantes de distinto dominio (tanto fiscal como privado). Las intervenciones estatales tendientes a la reurbanización han sido diversas, tanto según el nivel que las ejecutó (provincial o municipal) como por los gradientes resultantes en términos de provisión de infraestructuras y servicios. Las experiencias del habitar estos barrios y desde allí la ciudad, configura las perspectivas de las habitantes de esos lugares urbanos. En este trabajo, recuperamos los relatos del habitar de seis mujeres de los barrios “Leñadores” (Ushuaia) y “Mirador” (Río Grande) y los ponemos en vínculo con procesos urbanos de carácter general que atravesaron a esos barrios, en particular aquellos inherentes a las intervenciones públicas de distinto nivel orientadas a la reurbanización.A partir de un enfoque metodológico de tipo cualitativo, a través de entrevistas semiestructuradas se busca dar cuenta de los emergentes que caracterizan las experiencias del habitar esos lugares de/en la ciudad. Para ello focalizamos en tres ejes: en primer lugar identificar las trayectorias residenciales a partir del análisis de las movilidades espaciales y el acceso a la centralidad urbana. En segundo lugar las dinámicas barriales y en tercer lugar las valoraciones sobre la intervención estatal en dichos barrios. Aunque resulta notoria la diferenciación entre ambas experiencias con un marcado avance de la reurbanización en el caso de Río Grande frente a Ushuaia, el conjunto de entrevistadas señala esa intervención de acuerdo a criterios valorativos y relacionales sobre su alcance, marcando los déficit aún vigentes. Por otro lado, notamos una relación entre el tiempo más o menos prolongado que residen en su barrio y las valoraciones sobre la participación barrial. En los relatos además se ponen en juego percepciones sobre la ciudad en su conjunto, otros barrios y otros lugares dentro de su propio barrio, que pueden ser leídos en correlato con las transformaciones urbanas recientes.Resumen de la Ponencia:
O bairro do Pina é um dos bairros mais expressivos da gritante segregação urbana que caracteriza as cidades brasileiras. Localizado próximo à orla marítima e ao centro do Recife, capital de Pernambuco, é ocupado tanto por formas de moradias mais precárias do tecido urbano, as palafitas, como por modernos edifícios residenciais e empresariais, e luxuoso centro comercial. Este bairro chama atenção também por suas expressões culturais, concentradas principalmente na Ilha do Bode. Esta comunidade abriga, desde diversas formas de religiosidade, a grupos do brega-funk, de rap, coletivos de artistas, articuladores sociais, além de expressões culturais tradicionais, a exemplo do maracatu Nação Encanto do Pina (1980), e outras formas de expressão da cultura popular, como o Movimento Baque Mulher (2008), estes últimos referência empírica da análise deste trabalho. Situada no campo da antropologia urbana, fruto da dissertação de Mestrado, por mim apresentada, essa pesquisa pretende analisar e discutir como essas duas formas de expressão cultural, majoritariamente formadas por pessoas pobres e afrodescendentes e liderados por mulheres, são afetadas direta e indiretamente pelos processos de gentrificação e de expulsão que acometem aquela área da cidade, bem como buscam formas de resistir e de se afirmar frente a uma realidade citadina que lhe é adversa, segregadora e excludente. Ambas manifestações culturais, considerando os sujeitos que as protagonizam, indicam, mesmo que não intencionalmente, que há outros modos de fazer e pensar a cidade. Sobre essas outras cidades possíveis de existir dedica-se a presente análise. É, portanto, de seus saberes e conhecimentos produzidos cotidianamente, de suas trocas, de seus conflitos, de organização, de histórias, aspirações, vivências reais e, portanto, de vida urbanas, que esse trabalho parte. Estas agremiações, profundamente relacionadas entre si, são liderados pela Mestra Joana Cavalcante, mulher negra, e primeira mestra de um maracatu nação do Brasil. Estes grupos também realizam importantes trabalhos sociais e culturais na comunidade do Bode, como de valorização da cultura e religião afrodescendente, de empoderamento feminino, e trabalhos pedagógicos e educacionais especialmente com crianças e jovens. A fim de que possamos ter acesso a narrativas e projetos não hegemônicos e da sociedade e, desse modo, possamos melhor conhecer a comunidade sociocultural com a qual trabalhamos, partimos da consideração de José Guilherme Magnani (1984) de que, apesar da estrutura social, e política na qual estão inseridos os grupos populares urbanos, e na qual não ocupam posições de domínio na sociedade, ao fazermos uma etnografia em torno da questão urbana, não devemos referir o grupo estudado apenas em relação à dominação do capital e à influência da ideologia dominante. Utilizamos então, um olhar “de perto e de dentro” sobre os atores sociais em questão e suas práticas, permitindo “introduzir outros pontos de vista sobre a dinâmica da cidade” (2002, s/p).Resumen de la Ponencia:
Resumo
A feira de confecções aparece como protagonista na economia da cidade de Santa Cruz do Capibaribe - Agreste de Pernambuco. O crescimento “desordenado” em torno do capital aparece neste artigo como elemento tangente da análise. Como questão norteadora, objetiva-se analisar a relação existente entre os agentes sociais e as instituições público-privadas na produção do espaço como marcadores temporais e analisar como ocorreram as principais mudanças no espaço resultantes da evolução das feiras de rua. Mobilizando a noção de Corrêa (2015) sobre o agente, o texto centraliza o papel da atuação na transformação do indivíduo e faz a relação com a noção de habitus e supraestrutura presente na obra de Bourdieu. Na relação entre agente-estrutura, vai de encontro com a noção de reflexividade proposta por Margaret Archer e do como, mesmo no interior desses espaços, a reprodução, interiorização e externalização das relações sociais aparecem como marco objetivo na produção do espaço. Para fazer a análise, o texto tem como objeto fotografias históricas[1], partindo da década de 1950 - espaço que verifica-se nas feiras de confecção de roupas (ou sulanca) - na cidade e percorre o desenvolvimento e a materialidade econômica na expansão do comércio até os anos de 2020. Identificou-se que a relação e produção do espaço, para a expansão da cidade, tem em sua nascente, uma narrativa e discurso do campo do empreendedorismo, pautada no compartilhamento trajetórias e histórias de sucesso.[2]
[1] Por limitações da revista online, as imagens utilizadas como unidade analítica foram disponibilizadas no link https://medium.com/@rodrigozf/imagens-os-agentes-sociais-na-produção-das-feiras-de-rua-o-caso-de-santa-cruz-do-capibaribe-8c5e04656c59
[2] Este artigo foi apresentado no XXXIII ALAS com apoio da FAPESQPB – Fundação de Amparo à Pesquisa da Paraíba
Introducción:
Introdução
As feiras de rua em Santa Cruz do Capibaribe[1] (SCC) aparecem como elemento centralizar para o desenvolvimento da cidade. Em seu centro produtivo está a indústria têxtil, principal fonte de renda e motor gerador de empregos na localidade. De maneira incipiente e tímida a formação de um espaço destinado para a realização das trocas, a ocupação e expansão do espaço aparecem organicamente na história da cidade, centralizando o papel de agentes produtores, imbuídos de uma racionalidade empreendedora, aparecem como figuras-chave para sua transformação (XAVIER, 2009; BURNETT, 2014, SÁ, 2018).
Mais de 50 anos após o início das feiras, o espaço passou por diversas intervenções diretas de agentes políticos frente à expansão dos mercados de produtos têxteis no Nordeste. A exemplo, Toritama e Caruaru são as cidades que formam os pilares centrais do polo de confecções[2] e apresentaram um histórico semelhante ao de SCC. Márcio Sá (2018) destaca em sua tese que após o surgimento das feiras de SCC, houve um intervalo de poucos anos para a manifestação nas outras duas cidades-pilar. Esse imbricamento do desenvolvimento, com semelhanças na racionalidade para atrair consumidores se dilatam para outros estados, a exemplo da cidade de Fortaleza, no Ceará. (SAMPAIO, 2020).
A racionalidade presente nos agentes sociais de SCC produziu o espaço e o local competitivo na atualidade em paralelo com outras cidades que estão no polo de confecções e em outros estados (MARTINS e CORTELETTI, 2022).
Partindo da noção em que o contexto urbano como um meio resultante de diversas intervenções causadas pelos agentes transformadores do espaço, surgiu a inquietação de identificar como essas transformações ocorreram na cidade de SCC, os atores e suas questões motivadoras para promoção de uma ação no espaço.
Sendo o setor têxtil como principal motor econômico, marca um divisor de águas que remonta os anos 50, ao qual, ainda incipiente, a produção de roupas estava destinada, majoritariamente, para uso próprio. Esse elemento fronteiriço na história da economia da cidade, simbolizado por uma expansão em que apresenta elementos de um êxodo de retorno (MARTINS e CORTELETTI, 2022), como efeitos de um sucesso financeiro e desenvolvimento orgânico de um setor da economia é vislumbrada através do crescimento da população na década de 80 (CAMPELLO, 1983). Este artigo coloca como questão norteadora: como as narrativas e racionalidade de políticas empreendedoras potencializaram a ação dos agentes sociais na transformação do espaço?
Como fatores metodológicos, buscou-se fotografias e narrativas das feiras através de fóruns, publicações e acervo de moradores da cidade, aos quais se dedicaram a registrar e manter uma memória. Partimos dos anos de 1950 a 2020, analisando as formas e os fatores estéticos da ocupação do espaço e as maneiras de exposição dos produtos nas feiras. Também buscou-se visualizar as narrativas de produtores locais na finalidade de entender como a ação dos agentes produtores se intercalam com as ações na cidade. As narrativas foram captadas e coletadas também a partir de fóruns de debate em páginas do Facebook e matérias vinculadas em jornais a partir de 2012, aos quais, através da memória, as pessoas debatiam as imagens e o desenvolvimento histórico da cidade. O comparativo entre os anos permitirá visualizar as formas que sofreram manutenção, assim como os fatores aplicados no ambiente considerando a temporalidade entre os momentos e a conjuntura social e política.
Este texto está dividido em duas sessões: a primeira irá discutir sobre a noção da produção do espaço, o papel dos agentes e do Estado; a segunda, iremos discutir o objeto deste estudo e entender como a construção dos espaços ocorreu.
[1] Cidade localizada no estado de Pernambuco, Nordeste brasileiro.
[2] Compreendemos que a formação do polo de confecções vai além das três cidades que estamos chamando de piares. Apresentaremos mais adiante uma aproximação dos espaços que formam o grande ecossistema produtivo têxtil do agreste pernambucano.
Desarrollo:
A ação dos agentes na produção e (re)produção do espaço
Corrêa (2011) considera um fator sobre a produção do espaço: a produção como resultado decorrente da ação dos agentes sociais concretos, com interesses e ações dotadas de um sentido e objetivo, inseridos em uma temporalidade permeadas e geradores de conflitos.
As transformações no espaço urbano decorrem de diferentes agentes modeladores do espaço. Corrêa (1989) discorre sobre os tipos ideais de agentes, que são eles os proprietários tanto de meios de produção quanto fundiários, promotores imobiliários, bem como o estado e por fim, os grupos sociais excluídos.
Alguns fenômenos na produção do espaço podem ser vistos, também, nos efeitos provocados por grandes grupos detentores do capital, como a produção das favelas ou conglomerados habitacionais (CORRÊA, 2011).
Como exemplo dos efeitos da ação de agentes transformadores detentores de capital, podemos olhar para o trabalho de Mariana Fix (2001). Em “Parceiros da Exclusão”, a autora acompanha a construção de duas grandes avenidas em São Paulo: a avenida Berrini e a Faria Lima. À época, a primeira localizava-se em um local periférico da cidade — distante do centro urbano e financeiro (avenida Paulista) —, ocupada por mais de dois milhões de famílias. Com fins objetivos para a requalificação do espaço, interesses de um grupo de empresários, iniciaram um processo de planejamento e loteamento, sem estabelecer diálogos com os moradores. As ações para ocupação do espaço se deram através de expulsão, gradual, lenta e, por vezes, violenta. A remoçam do grupo, com suas vozes silenciadas tanto pelo Estado quanto pela mídia, os moradores foram obrigados a ocupar as regiões mais distantes do centro. A segunda remoção e requalificação do espaço, a avenida Faria Lima, ocupada por uma classe média alta, teve um tratamento diferenciado quando comparado ao primeiro grupo. Este, através de mobilização e ordem judicial obrigaram os empresários investidores na localidade, a efetuar os pagamentos dos preços que estavam em prática no mercado.
Parte dos pressupostos e fatores que permitem a atuação dos agentes transformadores é o que Corrêa (2011) pontua na categoria de “agentes transformadores”. Em alguns cenários há centralidade naqueles que são detentores de capital financeiro com objetivos pontuais e orientados por uma busca de capital. Entretanto, não há uma observação que suas ações culminam em um processo de causalidade, impactando aqueles que estão em situação de vulnerabilidade.
Nascimento (2010) nos alerta sobre o papel dos conflitos na geração das favelas, pois destaca que há uma dualidade entre a produção e reprodução do espaço como fenômeno criado pelos agentes sociais, mas que, para sua manutenção, deve ser reproduzido pelos mesmos agentes[1]. Em outras palavras, a relação estabelecida pela autora pontua que há uma reprodução da ideia do espaço presente em um contexto histórico e que se manifesta nos agentes sociais[2].
O conflito aparece como elemento central no trabalho de Nascimento[3], algo que podemos, também, encontrar no trabalho de Mariana Fix (2001). Entretanto, o elemento centralizador presente nos dois trabalhos é o interesse de um Estado capitalista (Corrêa, 2011).
Kawahara (2018) insere novos elementos para o debate sobre a produção do espaço e a atuação de estruturas do Estado capitalista nesse cenário: a atuação do mercado imobiliário no interior das favelas. O autor pontua que há uma relação conflitiva entre Estado e favela, destacando a produção do espaço como algo criminalizado ou criminalização de uma situação jurídica. Entendendo que a ocupação e produção daquele espaço pode ocorrer de diferentes maneiras: ocupação, arrendamento, compra; o cenário de conflitos se manifesta com maior destaque nos processos de ocupação. Kawahara pontua que, em cenários da produção do espaço em favelas, ocorre um processo de legitimação de espaços distintos durante os processos de ocupação e compra.
A atuação do agente transformador segue alguns fatores: 1 - ocorre através do conflito no espaço; 2 - tem um sentido dotado de finalidade imbuído em suas ações; 3 - tem ideais de um Estado capitalista como fator gerador da ação; 4 - tem, como enfoque maior de atuação, agentes sociais dotados de capital financeiro; 5 - seus efeitos atingem indivíduos que ocupam aquele espaço e são direcionados para outros ambientes. Como, a partir dos fatores acima aplicados, podemos compreender o processo de geração do espaço das feiras em Santa Cruz do Capibaribe?
2. Da origem da produção às grandes expansões: o histórico de uma cidade produtiva
Há pouco mais de 190km da capital Pernambucana, SCC é a cidade conhecida por ser a tríade dos munícipios principais do polo de confecções do agreste pernambucano[4]. Formada por um conjunto de municípios, o polo de confecções é formado por um conjunto de pequenos Arranjos Produtivos Locais (APLs) que representam, somados, 73%[5] da produção têxtil do estado.
A cidade se insere em uma região marcada pela seca e terras pouco produtivas. Em sua história, a comercialização de algodão e pecuária marcou períodos da economia local, sofrendo os impactado pela sazonalidade. Essa tese é apresentada por Felipe Rangel e Roselli Corteletti (2022) e Roberto Verás (2013), ao qual apontam como elementos que marcaram e estimularam novas maneiras inventivas de trabalho, culminando na produção têxtil.
A produção têxtil aparece como marca na história da cidade que retorna momentos antes dos anos 50 e são marcadas pela presença e protagonismo no trabalho das mulheres. De maneira artesanal, a produção é perpetuada, no início, através da troca de experiências, passadas através das gerações (BURNETT, 2013; LIMA; SOARES, 2002; MILANÊS, 2019; SÁ, 2018; VÉRAS DE OLIVEIRA, 2013 apud MARTINS e COTELETTI, 2022).
Imagem 1 – Arranjo Produtivo Local (APL) – As mulheres e costura em SCC
Descrição da imagem: costureiras em atividade em um pequeno fábrico nos anos de 1980. Destaca-se que não há a presença de homens na produção e uma marca das horas de produção traduzidas pelo arqueamento das costas para a costura. Nenhuma das cadeiras possuem encosto, além de ser marcada pela ausência de calçados fechados. Também se nota que não há entrada de ventilação nas laterais, sendo que o foco da luz se localiza nas extremidades.
Link da imagem: https://medium.com/@rodrigozf/imagens-os-agentes-sociais-na-produção-das-feiras-de-rua-o-caso-de-santa-cruz-do-capibaribe-8c5e04656c59
Fonte: José Romildo Bezerra/Acervo pessoa (1980)
A comercialização dos produtos confeccionados em SCC encontrou duas vias paralelas ao longo do tempo: a primeira, marcada pela presença das mulheres, aos quais comercializam os produtos produzidos a partir de retalhos nas ruas da cidade; em segundo, via-se que a produção era escoada através dos mascates (XAVIER, 2000; BURNETT, 2014). Os mascates aparecem como uma marca na expansão da produção, pois rompem as fronteiras da cidade, aumentando o campo de atuação da produção local. O terceiro movimento, ocorre através da visitação de feirantes itinerantes — as chamadas sacoleiras —, aos quais vão em busca dos produtos (BURNETT, 2014).
Esse fenômeno têxtil produtivo tem início a partir de dois cenários: o primeiro movimento ocorre a partir de relações comerciais existentes entre Recife e SCC e; em segundo momento, a migração dos retirantes nordestinos para São Paulo (MARTINS, COTELETTI, 2022; XAVIER, 2000; BURNETT, 2014). As relações comerciais com a Capital do estado ocorrem a partir do contato com retalhos de tecidos das fábricas direcionadas para as costureiras da região. O caráter produtivo se expande com o envio de resíduos têxteis dos migrantes em São Paulo, ao qual adicionaram maior quantidade de produtos junto àqueles enviados do Recife.
Imagem 2 – Mascastes comercializam produtos de Santa Cruz do Capibaribe no Estado Bahia
Descrição da imagem: Vendedores ambulantes, também popularmente conhecido na região como tropeiros, comercializam os produtos dispondo-os no chão sobre um tecido em chão de cascalhos.
Estima-se que a fotografia é da década de 1970.
Link da imagem: https://medium.com/@rodrigozf/imagens-os-agentes-sociais-na-produção-das-feiras-de-rua-o-caso-de-santa-cruz-do-capibaribe-8c5e04656c59
Fonte: Acerto pessoal de Arnaldo Vitorino
A sua expansão e institucionalização ocorre em meados dos anos 1990, após o grande crescimento populacional local e fluxo semanal de efluente populacional, as instituições do Estado e equipamentos do setor produtivo iniciam processo de atuação no local na finalidade de estruturar, regular e formalizar as atividades. Neste momento ocorre a mudança na terminologia utilizada para designar a produção presente no conglomerado produtivo têxtil de “Sulanca[6]” para “confecção” (BURNETT, 2014). A expansão das feiras também marca o processo de retorno daqueles que saíram para outras cidades, capitais, na finalidade de conseguir renda. Marco o êxodo de retorno (MARTINS, COTELETTI, 2022.)
O desenvolvimento da atividade produtiva na cidade tem como premissa as APLs distribuídas e conhecidas através da terminologia de facções ou fabricos, marcadas no processo histórico e inseridas nos processos de sociabilidade. Martins e Corteletti (2022) destacam o hábito e organização dos espaços domésticos em SCC através das entrevistas realizadas em 2016. Há uma experiência familiar, passada através das gerações, impregnadas na memória coletiva. A produção aparece, em termos bourdieusianos como um habitus daquele campo de atuação: “A entrada na costura não é uma escolha puramente individual, mas um trabalho que vai aparecendo como alternativa de renda e faz parte da vida da maioria dos moradores da região” (MARTINS e CORTELETTI, 2022).
Esse é o espírito centralizador na produção de SCC, ao qual tem, em sua maioria, a informalidade como forma de trabalho (MARTINS e CORTELETTI, 2022). Em matéria publicada em 2019 na Folha, Zanini pontua que a informalidade — considerando suas dificuldades de mapeamento — chegam a 80% do mercado de trabalho. Questões que favorecem e estimular a individualidade a partir de um discurso do empreendedorismo e trajetórias de sucesso (MARTINS e CORTELETTI, 2022). Zanini (2019) pontua que o “espírito capitalista cobra um preço”, mas que a produção reifica o proletário, o “tornando escravo da máquina.”
Santa Cruz do Capibaribe é marcada pela ação do empreendedor e uma narrativa e discurso de valorização do esforço e do trabalho. Tal como pontua Martins e Corteletti (2022): “a região precede a expansão de uma ideologia neoliberal de empreendedorismo, remetendo à certa cultura do trabalho rural e às origens relativamente autônomas da produção da sulanca, forjada na dialética da privação e da inventividade” (MARTINS e CORTELETTI, p.16. 2022). A tese apontada apresenta as traduções das narrativas reveladas por Eduarda Esteves (2017): “Temos o maior orgulho da nossa história, fruto do espírito empreendedor do povo de Santa Cruz do Capibaribe. Foi um passo crucial para sermos atualmente a capital pernambucana da moda e para projetarmos a qualidade da confecção produzida no Agreste de Pernambuco para todo o Brasil” (Síndico do centro comercial Moda Center, 2017). Com base nisso, como as disposições e ações dos indivíduos podem ser visualizadas na produção do espaço?
3. A transformação do espaço e das feiras
Dois aspectos são presentes na cidade: 1) a noção de inventividade que marca os agentes produtores (OLIVEIRA, 2013); 2) os discursos, narrativas e elementos de uma individualidade neoliberal que culmina no empreendedorismo (MARTINS e CORTELETTI, 2022). Esses princípios aparecem como os elementos primários da produção do espaço, a partir do ponto inicial, marcado pelas ocupações do espaço e formas de expansão — com a saída dos viajantes para comercializar e levar matéria-prima para cidade. Esses fatos corroboram com o entendimento que o ethos — conjunto de práticas, ações, comportamentos — presente nas práticas cotidianas reproduzem e garantem a manutenção e continuidade dos fatores produtivos da indústria. Essas marcas, presentes no espaço, podem ser traduzidas em duas fotografias — imagem 1 apresentada no tópica anterior e na imagem 3, abaixo —, aos quais a centralidade da categoria produtora do espaço encontra sua força de trabalho no papel desempenhado pelas mulheres.
Imagem 3 - Mulheres comercializando suas mercadorias – Rua Siqueira Campos
Descrição da imagem. Mulheres comercializam seus produtos com tecidos abertos no chão na Rua Siqueira Campos. Destaca-se que há majoritariamente mulheres em uma rua já marcada pelo calçamento de pedra. Registra-se que a foto é da década de 1950, entretanto há divergências entre os residentes e pesquisadores.
Link da imagem: https://medium.com/@rodrigozf/imagens-os-agentes-sociais-na-produção-das-feiras-de-rua-o-caso-de-santa-cruz-do-capibaribe-8c5e04656c59
Fonte: Acervo pessoal Arnaldo Viturino.
Os elementos presentes na feira após a inserção de instituições que estimularam o desenvolvimento regional, possuem, na produção têxtil, seu aspecto primordial. Esse destaque e referência pode ser visto no tópico anterior ao qual descrevemos a atuação das costureiras na atuação com os retalhos. Os elementos constitutivos de toda composição da imagem, colocam uma nascente da produção e comercialização do produto, além da presença majoritária de mulheres na comercialização dos produtos.
Imagem 4 - Rua Siqueira Campos, 1981
Descrição da imagem: Rua Siqueira Campos com a rua preenchida de bancas de feira, algumas com lonas e pessoas circulando. Registra-se que a imagem foi capturada em 1981, na mesma rua onde as feiras tiveram início.
Link da imagem: https://medium.com/@rodrigozf/imagens-os-agentes-sociais-na-produção-das-feiras-de-rua-o-caso-de-santa-cruz-do-capibaribe-8c5e04656c59
Fonte: Arquivo pessoal Arnaldo Vitorino
A expansão das feiras a partir do ethos reproduzia a noção e construção desse mercado ocupando as ruas. Xavier (2006) destaque que houve um crescimento populacional daqueles que estavam economicamente ativas (PEA) entre os anos de 1960, com migração da zona rural para a cidade, assim como estavam iniciando as marcas do retorno das pessoas que migraram para outras regiões, o chamado êxodo de retorno (MARTINS e CORTELETTI, 2022).
Esses aspectos se mantêm, mas também se transportam para novas variáveis além de uma expansão no número de ruas ocupadas pelas feira. Xavier (2008) aponta um crescimento exponencial no número de ruas que as feiras ocupam entre os anos 1980 e 1990. Mobilizando mais de 20 ruas do centro da cidade e cerca de 80% da população na produção têxtil. A produção possui funcionamento durante todos os dias da semana, e encontra-se presente em 90% das casas, enquanto as feiras estavam em dias específicos.
A feira se expande por todos os entornos, com uma potência de crescimento a partir de populações oriundas de outras regiões atraídas pelo “boom” econômico e oportunidades de negócio apresentando sinais de limitação, como pode ser vista na imagem 5.
Imagem 5 - Rua José Francelino Aragão, década de 90
Descrição da imagem — Lonas da feira tomam o espaço central da rua na cor azul. Prédios e casas nas extremidades. Destaca-se que não há espaços disponíveis para inclusão de uma nova banca de feira.
Link da imagem: https://medium.com/@rodrigozf/imagens-os-agentes-sociais-na-produção-das-feiras-de-rua-o-caso-de-santa-cruz-do-capibaribe-8c5e04656c59
Fonte: Arnaldo Vitorino, década de 90.
Os aspectos e cenários nas imagens anteriores reproduzem a forma vista na imagem 3, ao qual os feirantes espalham sobre tecidos os produtos comercializados. Nota-se a manutenção em algumas peças expostas de retalhos, destacados pela variação de cores nos tecidos. A transformação do espaço é vista com os novos elementos que constituem e que pode ser entendida também como os elementos de desejo a serem destacados pelo agente que registrou a imagem.
Imagem 6 – O crescimento das feiras e as ocupações espalhadas pela cidade
Descrição da imagem: região central de Santa Cruz do Capibaribe nos dias que a feira ocorria ao longo da cidade.
Link da imagem: https://medium.com/@rodrigozf/imagens-os-agentes-sociais-na-produção-das-feiras-de-rua-o-caso-de-santa-cruz-do-capibaribe-8c5e04656c59
Fonte: Acerto pessoal Arnaldo Vitorino
A modernização e a produção no espaço segam caminhos e paradigmas por uma lógica de desenvolvimento econômico, tal como a existência de um espírito do capitalismo presente no histórico da cidade. Nas imagens 5 e 6, a produção do espaço das feiras atinge uniformidade e preenche todos os espaços, ocupando, na década de 90, a região central. Xavier (2008) registra as dificuldades de locomoção na cidade, pois o crescimento das feiras tomava conta do centro e de parte do centro expandido da cidade. Também registra que nesses dias algumas condições ficavam em situação de insalubridade marcadas pela falta de banheiro e dificuldade da entrada da equipe de limpeza das ruas.
As limitações do espaço e a atração de outras pessoas movidas pela expansão econômica, passaram a apresentar limitações para novos compradores, aos quais passariam a procurar outras localidades para realização das compras. Em mensagem publicada em 2012, Arnaldo Vitorino frisa que as formas de transitar no espaço, com o crescimento das feiras e das movimentações, estavam difíceis: “Os espaços pra circular e comprar mercadoria ficavam cada dia menores e difícil de transitar” (Arnaldo Vitorino, 13/05/2012).
Todo o crescimento em torno das feiras, justifica a movimentação da população em torno das cidades. Xavier (2006) analisa as cidades próximas ao polo de confecções e, assim como a população rural, há uma migração para trabalhar em SCC.
Esses elementos do desenvolvimento e sua forma de exposição são mantidos ao longo do tempo e amplificados. Nas imagens 4, 5 e 6, pode-se visualizar a dimensão do comércio na cidade e a forma mantida produzida pela ação dos agentes transformadores, presentes no complexo de boxes e lojas, que possui mais de 10 mil pontos comerciais, chamado Moda Center Santa Cruz, inaugurado em 2006.
Três instituições aparecem como engrenagens na transformação deste espaço: a primeira, está o papel dos agentes sulanqueiros — profissionais que trabalham na produção de confecção —; a segunda está o Sebrae; e o poder público. Alexandre Lima (2011) mapeia, em sua dissertação de mestrado, o papel e a ação do Sebrae no desenvolvimento regional. Dentre os objetivos da instituição, o autor identifica elementos como: incentivo ao empreendedorismo, facilitar acessos dos empresários às linhas de crédito, desenvolver e facilitar educação técnica na gestão dos negócios, apoio aos produtos locais etc. Essas iniciativas, propostas e absorvidas pela população local são elementos constitutivos da produção do espaço e a transformação da forma das feiras de rua para um centro comercial com estruturas e estética próximo a shoppings.
Xavier (2009) coloca a atuação do poder público como aqueles preocupados em realizar a requalificação do espaço:
Diante desta problemática, que perpassava o caráter morfológico espacial e o econômico, o poder público buscou uma saída para a requalificação do espaço citadino, ocasião em que foi pensado e instalado o Centro Comercial "Santa Cruz Moda Center", [...] localizado na periferia, distante mais de 7 km do centro da cidade de SCC. (XAVIER, p. 10. 2009)
A requalificação do espaço ocorre, mas sobre uma desconfiança da população sobre o desenvolvimento do espaço. Havia uma descrença sobre a construção e a ação de agentes políticos. Em texto publicado nas imagens de Arnaldo no Facebook em 2012, Donina Rejane pontua: “Fui contra o progresso, mas apelo pro bom senso... hoje vejo que estava errada.” Situação semelhante é mencionada por Arnaldo Vitorino: “eu que não sou sulanqueiro também não acreditava muito por ter políticos envolvidos.”
Twane Xavier (2018) relata que a construção do espaço requalificado das feiras, atuou e atingiu as principais questões que faltavam nas feiras nas ruas: limpeza, saneamento, banheiros, segurança etc. Também trouxe a questão relativa ao espaço fixo que cada um dos feirantes passaram a ter.
Imagens 7 - Moda Center Santa Cruz área externa e interna, 2021
Descrição da Imagem – Fotografias do exterior e interior do Moda Center Santa Cruz. Na primeira imagem, destaca-se a grande dimensão do espaço com cobertura em todos os pontos. Estacionamento preenchido de automóveis e ônibus. Na imagem do interior, destaca-se a reprodução da ideia de bancas ordenadas em grandes corredores com cores de identificação do setor. Manequins são utilizados para exposição com um limite de posicionamento na finalidade de manter corredor livre para passagem.
Link da imagem: https://medium.com/@rodrigozf/imagens-os-agentes-sociais-na-produção-das-feiras-de-rua-o-caso-de-santa-cruz-do-capibaribe-8c5e04656c59
Fonte: Fabricantes da Moda, 2022.
Entretanto algumas dinâmicas presentes no histórico de acúmulo com a construção do espaço também passaram a ser desenvolvidas: o arrendamento e acúmulo de pontos de vendas por um grupo dominante do capital:
A construção foi positiva para a solidificação da cidade como uma das principais do Polo e para dar mais visibilidade ao comércio da moda, mas não conseguiu alcançar todos os feirantes. Alguns proprietários dos boxes ou lojas, inclusive, não são os que lá vendem, pois apenas arrendam a estrutura, e “os ambulantes, que também ofereciam suas mercadorias em balaios ou carroças, desaparecem na nova configuração territorial” (LIRA,2009), ou alugaram, há bastante custo, um espaço dentro do centro para poder revender suas mercadorias. (TWANE XAVIER, p.107. 2018)
Na requalificação do espaço, tal como mencionado por Twane Xavier, os vendedores que dispunham seus produtos sobre um tecido deixam de existir — os chamados balaios. Uma das características primárias do desenvolvimento das feiras na rua na cidade.
A produção do espaço da moda center aparece como um fluxo entre a ação dos agentes transformadores em conjunto com a ação de instituições público-privada (Sebrae e poder público) e da representação de comerciantes da cidade (TWANE XAVIER, 2018).
[1] Esses mesmos fatores, nos permite olhar para a teoria da morfogênese de Margareth Archer. A reprodução e manutenção dos espaços, ocorre a partir de uma dualidade entre agência-estrutura.
[2] A orientação proposta por Nascimento é o que Archer aponta como Conflação Descendente, quando um determinado fator é transportado da estrutura para a agência.
[3] Os conflitos presentes no trabalho de Nascimento também permitem estabelecer o diálogo com a obra de Ernesto Laclau e Chantal Mouffe. O conceito de antagonismo, presente na teoria do discurso, estabelece que um marco das sociedades é os conflitos.
[4] A tríade é formada por Santa Cruz do Capibaribe, Caruaru e Toritama (XAVIER, 2020).
[5]Extraído do portal PE-AZ, https://www.pe-az.com.br/o-estado/regioes/289-agreste-setentrional. Acesso em 04/08/2022 às 13:41.
[6] Para entender o neologismo sulanca, ver Filhos da Feira de Marcio Sá.
Conclusiones:
Considerações finais
A produção do espaço em SCC pode ser vista em dois tempos: o momento de ocupação das ruas para a existência das feiras — a partir da ocupação das mulheres na Rua Siqueira Campos — a requalificação e construção do Moda Center. Vê-se que, a primazia de um comportamento atravessado pela lógica neoliberal são os fatores impulsionadores dos agentes sociais: o discurso de empreender, os exemplos e trajetórias de sucesso, o aprendizado através de uma herança do conhecimento e individualidade; são os elementos que compõem os agentes que fazem a cidade. Vimos que há um elemento primário do agente para a estrutura — ou o que Margareth Archer chama de Conflação Ascendente — ao passo que a reprodução da lógica de ação encontro no habitus sua função reprodutora. Essa noção é transitória, pois os elementos opostos, de uma conflação descentes, também pode ser visto hoje. Martins e Corteletti (2022) captam em uma entrevista a motivação geradora de uma razão: a racionalidade empreendedora, de um microempresário, na obtenção de recurso. Isso também é visto na matéria escrita por Fábio Zanini (2019): “O argumento repetido na cidade é que um emprego com uma carteira assinada rende um salário minímo. O trabalho informal na confecção pode gerar o triplo.”
Os fatores geográficos limitantes para o desenvolvimento econômico e substancial da cidade aparecem como elementos impulsionadores de uma economia, ora inexpressiva, para um “boom” econômico. Fator que provoca e estimula o êxodo de retorno e a migração da zona rural para o urbano.
Este trabalho conduziu sua análise na ação dos agentes e a produção do espaço, entretanto aparece uma nova questão para captar e entender os impulsionadores para essa ação. Ainda não vê-se estudos sobre os fatores religiosos na cidade, aos quais, imbuídos de uma moral de conduta, pode ser os elementos que conduziram, a partir de uma moral e ética, o crescimento da cidade.
Por pouco mais de meio século, a cidade estava em reproduzir o espaço da maneira como ele nasceu: a partir da ocupação do espaço até os seus limites geográficos. O Sebrae, assim identificado por Alexandre Lima (2011), apareceu como instituição canalizadora do potencial transformador dos agentes sociais, a partir das demandas e limitações que estavam sendo apresentadas na cidade. Sendo assim, algumas questões podem ser levantadas: a não presença da instituição levaria a cidade a outros rumos? Nesse caso, é possível construir a hipótese de que os caminhos para a produção do Moda Center existiriam independentemente do Sebrae, partindo do pressuposto da existência de um Estado de “espírito” capitalista e neoliberal, presente no seio da sociedade e dos agentes que orientaram a formação do Moda Center. Desta maneira, o papel do Sebrae junto aos agentes comerciantes e o poder público, catapultaram esse acontecimento.
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Palabras clave:
Palavras-chave: Agentes sociais; Feira de rua; Produção do espaço; Santa Cruz do Capibaribe
Resumen de la Ponencia:
A ocupação de espaços públicos de uma cidade pode ser desencadeadora de transformações de várias ordens. Em Belo Horizonte, as ocupações que acontecem nos espaços públicos, em especial na Praça da Estação, localizada na área central da cidade, sejam elas políticas, culturais ou até mesmo em festivas trazem elementos que colocam em pauta discussões sobre a função social da cidade e dos seus espaços públicos no contexto urbano. Além disso, reverberam outros temas que coexistem no espaço público: local de encontro, integração, conflito ou ainda expressão da segregação espacial? Tais questões perpassam não só as diversas manifestações ocorridas ao longo do tempo da existência da Praça da Estação como também em relação às atividades ali realizadas no cotidiano da vida na cidade. Cotidiano este pautado pela diversidade de atores sociais que por ali circulam e que por ali permanecem, vide a existência de moradores de rua nos seus subespaços ou espaços contíguos, como também a presença de elementos que remetem ao design, seja do mobiliário urbano ou da concepção de design como manifestação artístico-cultural. Neste trabalho, a Praia da Estação, um coletivo que realiza ações culturais e políticas em espaços públicos da cidade, em especial na Praça da Estação, configura-se como objeto de pesquisa para construir uma reflexão em torno da relação entre o design e a cidade. A Praça da Estação se configura como lócus desta pesquisa, pois é o espaço público que desde 2010 tem sido o palco de ações realizadas pela Praia da Estação. A ideia é construir reflexões em torno da relação ou das relações possíveis entre o design e a cidade com a análise das ações artísticas e/ou políticas já realizadas para compreender a presença do design e sua relação com o espaço público (Praça da Estação) a partir das formas de ocupação nos dias das atuações da Praia da Estação. A base da coleta de dados foi a pesquisa bibliográfica e documental para a construção da reflexão aqui proposta em virtude da necessidade do isolamento social pela Covid-19 e, consequentemente, da não realização de atividades presenciais da Praia da Estação que completou dez anos de existência em 2020. Para alcançar o objetivo proposto foi analisada a Praia da Estação como um coletivo que realiza ações artísticas e políticas, a Praça da Estação, local onde estas ações do coletivo se realizam no Baixo Centro de Belo Horizonte e como se delineia a presença do design em tais manifestações e como dialogam com a cidade.
Introducción:
A ocupação de espaços públicos de uma cidade pode ser desencadeadora de transformações de várias ordens. Em Belo Horizonte, as ocupações do espaço público, em especial da Praça da Estação, sejam elas políticas, culturais ou até mesmo festivas trazem elementos que colocam em pauta discussões sobre a função social da cidade e dos seus espaços públicos no contexto urbano. Além disso, reverberam outros temas relativos ao espaço público: ele seria local de encontro, integração, ativismo político, materialização da segregação sócio espacial ou ainda de preservação de memórias? Tais questões perpassam não só as diversas manifestações ocorridas ao longo do tempo da existência da Praça da Estação como também em relação às atividades ali realizadas no cotidiano da vida na cidade. Cotidiano este também pautado pela diversidade de atores sociais que por ali circulam e que por ali permanecem, vide a existência de moradores de rua nos seus subespaços ou espaços contíguos.
Neste artigo a Praia da Estação, um coletivo que tem realizado ações em espaços públicos da cidade, em especial na Praça da Estação, configura-se como objeto de reflexão em torno do design e a cidade. A reflexão sobre o tema “design e cidade’ vem sendo desenvolvida por mim e alunos de graduação dos diferentes cursos da Escola de Design da Universidade do Estado de Minas Gerais desde 2015. O lócus desta investigação, mesmo que de forma remota, é a Praça da Estação, localizada no baixo centro da cidade, um espaço público que desde 2010 tem sido o palco de ações realizadas pela Praia da Estação.
Para tanto, o objetivo desta reflexão é analisar a presença do design na configuração espacial da Praça da Estação como espaço de luta política e de práticas de ocupação do espaço público por meio das ações da Praia da Estação. Isto implica dizer que ao tomar a Praia da Estação como objeto de pesquisa pretende-se analisar as ações artísticas e/ou políticas já realizadas para compreender as relações entre a presença do design, sua relação com o espaço público (Praça da Estação) a partir das formas de ocupação que se implementam nos dias das atuações da Praia da Estação.
Desarrollo:
Belo Horizonte: breve relato de sua história
Belo Horizonte é um cidade que foi fundada em 1897 sob o signo da modernidade e que, ao longo de seus 125 anos, vem contrapondo-se a proposta de seu planejamento original de crescimento: incialmente previsto para ocorrer do centro para a periferia. O que se pode observar ao longo do tempo é que seu crescimento acabou por expressar a segregação espacial, visto que ao crescer da periferia para o centro concentrou as classes sociais mais abastadas na região centro-sul da cidade enquanto as demais classes sociais tiveram acesso ao espaço urbano localizado fora do anel da Avenida do Contorno (CUNHA; SILVA, 2016).
Belo Horizonte, como outras cidades fabricadas, acenava para um futuro planejado de antemão, onde a preocupação do espaço previa a vida social e a organização política. A distribuição funcional dos bairros, sua hierarquização segundo categorias da divisão do trabalho social, os espaços de convivência, tudo isso traduzia um projeto de organização ‘racional’ da vida urbana, segundo os padrões da época. Mais que o elogiado traçado de suas ruas e praças, na verdade um quadriculado que se amarrotaria nas encostas, é a utopia de uma sociedade pacata que chama a atenção no plano da nova Capital (BRANT, 1996, p. 9).
Ao longo do tempo, o que se observou em Belo Horizonte não foi a experiência de uma cidade pacata e ordeira, visto que tanto o uso quanto a ocupação de seus espaços fizeram transparecer o embate entre diferentes atores sociais e o poder público.
O cenário urbano de Belo Horizonte das primeiras décadas do século XXI contém as marcas de um processo de ocupação que teve a segregação espacial como resultado da implantação da ordem no espaço urbano. A cidade encontra-se dividida, configurando-se como um espaço urbano de grande extensão física, mas que contém barreiras “invisíveis”, impedindo o acesso e a fruição igualitária de seus espaços por sua população. Suas ruas, praças e monumentos são, de certa forma, a expressão de sua história, guardam marcas de eventos políticos, sociais e culturais ou mesmo do cotidiano experimentado pela população da cidade. Mas comportam também uma grande variedade de identidades, evidenciando a existência dos diversos segmentos sociais que usam, percebem e se relacionam com seus espaços de formas diferenciadas. Essas formas diferenciadas de relação, uso e percepção dos espaços estão relacionadas à maneira como esses vários segmentos sociais os vivem cotidianamente. Como assinala Arantes (1994, p.192), “mais do que territórios bem delimitados, esses ‘contextos’ ou ‘ambientes’ podem ser entendidos como zonas de contato, onde se entrecruzam moralidades contraditórias [...] aproximam-se mundos que são parte de um mesmo mundo, mas que, assim mesmo, encontram-se irremediavelmente apartados”.
O desenho e a configuração atual da cidade, sua fragmentação e saturação de trânsito e fluxos, podem ser considerados como o resultado das atuações tanto do poder público quanto da população local nas áreas social, econômica, política e cultural. Isso porque todo tipo de intervenção no espaço de uma cidade por meio da remodelação de seus usos, da construção de novas edificações ou ainda da conservação e recuperação de algumas áreas produz resultados na sua conformação espacial. Assim, além das ações do poder público sobre os espaços da cidade, sua população também interage com esse meio e vai deixando suas marcas nele inscritas por meio de manifestações artísticas, da interferência direta no espaço urbano pela forma como o usufrui e também pela participação em organizações que atuam na cidade, objetivando modificações específicas em algumas de suas áreas.
Enfim, ao longo de sua história, Belo Horizonte foi palco do enfrentamento entre os interesses de diversos grupos da cidade que buscaram validar formas de pensar e usar seus espaços para moldá-los de acordo com o que ansiavam e imaginavam ser viável para a cidade. Como as imagens de Belo Horizonte foram mudando com o transcorrer do tempo, essas formas de pensar e usar o espaço também se modificaram, pois o espaço pode ser considerado o “equivalente do tempo [...] um meio dinâmico que, ao mesmo tempo, exerce uma influência sobre a história e é moldado pela ação humana” (ZUKIN, 1996, p. 206).
Belo Horizonte tem, então, seu espaço e suas formas de ocupação e uso influenciando na sua história, como também sendo influenciados pela ação de seus sujeitos. É a cidade como resultado da ação e relação entre os sujeitos e o meio onde se localizam. Como aponta Gottdiener (1993), o espaço é um produto contingente, resultado da articulação dialética entre ação e estrutura. Apesar de planejada, adaptou-se ao longo das décadas a um conjunto de acontecimentos que modificaram não só o pensamento social, mas também a organização da ocupação do espaço público. Dessa forma, a região do baixo centro é destaque nesse contexto, sendo local de realização de práticas de ocupação do espaço público pela população com a atuação de diferentes grupos políticos, sociais e culturais da cidade.
A região de Belo Horizonte denominada Baixo Centro tem a Praça da Estação como um de seus espaços mais emblemáticos. Reúne um conjunto de edificações que formam parte dos espaços que compõem o repertório cultural da capital ao abrigar o Museu de Artes e Ofícios, o Centro de Referência da Juventude e no seu entorno o Teatro Espanca, a Funarte e o Cine 104 e, além disso é palco para eventos culturais, manifestações políticas e sociais. É nesta Praça da cidade que diferentes grupos sociais, artísticos e políticos apropriam-se de seu espaço público, se identificam com eles, tornando-se parte dele em contrapartida às ações segregacionistas que marcaram o crescimento de Belo Horizonte ao longo de sua história.
E o design nesse cenário urbano contemporâneo? Como situá-lo? Como identifica-lo? É necessário deixar claro que a compreensão que aqui se partilha sobre design diz respeito às reflexões desenvolvidas por Lucrécia D’Alessio Ferrara[1] em torno da relação entre design, espaço e cultura nas quais a autora menciona que o design deve ser entendido como uma intervenção cultural no espaço (ARAÚJO et al, 2003).
De acordo com Ferrara (2003, p. 196)
Se você toma o design como predicativo, como qualificativo, ele é intervenção cultural. Nesse momento o design se caracteriza como produção cultural material formal e informal também. O lugar, por exemplo, é uma produção cultural informal do espaço. Não se tem uma característica material do lugar no espaço. Daí a diferença do desenho e do design. O design é predicativo e o desenho é substantivo. O design é qualidade cultural do espaço.
Isso significa compreender que o design propicia mudanças no espaço e que essas mudanças podem ser lidas, compreendidas como a construção da cultura que tem a cidade como cenário e como ator.
Além disso e apresentando aqui achados oriundos de reflexões de uma pesquisa anterior[2] os atores sociais em seus cotidianos se deparam cotidianamente com o design como planejamento, como intervenção cultural no espaço, como possibilidade de reconfiguração, de ressignificação de espaços, lugares, serviços, experiências. Com efeito, o design pode ser identificado e estar presente em ações culturais como blocos de carnaval, por exemplo, bem como outras manifestações coletivas na cidade que reconfiguram e ressignificam seus espaços visto que são ações que também contam com um planejamento para se “desenhar” a ação no espaço público.
Partindo desse pressuposto já torna possível pensar articulações entre a cidade, o espaço público e o design e, por fim, ainda conectar essa relação com o conceito de cultura. Cultura aqui compreendida como uma teia de significados, tal como enunciado pela antropologia interpretativa de Geertz (1989).
É, então, no cenário tão heterogêneo da cidade de Belo Horizonte que se encontra a possibilidade de realização da investigação proposta: verificar em que medida e de que forma o design está presente na cena urbana contemporânea do Baixo Centro de Belo Horizonte, em especial na Praça da Estação, por meio das ações desenvolvidas pela Praia da Estação. Como este coletivo que surgiu de uma manifestação política e deu continuidade as suas ações de ocupação do espaço público com atividades culturais, intervenções artísticas, mas sem deixar de lado o cunho político destas ações, tem se constituído, buscado se expressar e como tem impresso marcas na urbanidade de Belo Horizonte. O intuito dessa proposta de investigação é analisar a presença do design em suas diversas possibilidades de materialização nas ocupações do espaço público, em espacial aquelas realizadas pela Praia da Estação no Baixo Centro de Belo Horizonte, como forma de identificar a presença do design contribuindo para conferir identidade e ressignificar espaços da cidade de Belo Horizonte e os sujeitos que nele circulam.
PRAÇA DA ESTAÇÃO: um pouco de história
O centro da cidade de Belo Horizonte sofreu modificações em sua configuração física ao longo dos anos, mas tem guardado alguns de seus espaços centrais, como Praça Sete e Praça da Estação como locais de manifestações políticas, sociais, artísticas e culturais. Marcado por transformações físicas e como um local de constante movimento, a Praça da Estação já se constituiu como um local de passagem para quem entra e sai da cidade. Sua construção teve início no século XX e passa de um de estilo francês para contrapor-se a edifícios ecléticos de diferentes décadas e movimentos, como o artnouveau e art decô.
Ao longo das décadas e dos avanços tecnológicos durante o século XX e as primeiras décadas do século XXI a realidade da Praça da Estação foi se modificando junto com sua paisagem local. Além da mudança do paisagismo da praça do estilo francês para o inglês em virtude da ampliação da avenida dos Andradas, a função e a importância inicial lá encontrada como um local de chegada e partida de indivíduos se perde, à medida que o transporte rodoviário passou a predominar como forma de locomoção (SOARES et al., 2017) a localidade perdeu sua significância inicial.
Considerada, inicialmente, como um local de passagem de visitantes, torna-se um local de passagem de indivíduos em constante locomoção no baixo centro de Belo Horizonte, em vista da amplitude da avenida Andradas. Esse “desaparecimento” da sua função inicial cede lugar aos diversos grupos sociais que por lá transitam e ocupam a região contribuindo para configurá-la como palco das interações sociais da cidade. Interações estas que ocorrem nas ruas a avenida que a circundam, bem coo nos espaços culturais que abriga como o Museu de Artes e Ofícios, o Centro de Referência da Juventude, a Escola Livre de Artes[3] e a Serraria Souza Pinto.
Em 2004 teve início o projeto Centro Vivo – Programa de Requalificação da Área Central, da Prefeitura de Belo Horizonte que previu uma reforma da Praça Rui Barbosa (Praça da Estação) que teve seu conjunto arquitetônico recuperado. Sua arquitetura modernista foi reforçada com a preservação de grandes áreas livres, sem a presença de árvores ou mobiliário urbano. Com efeito, seu espaço de 12 mil metros quadrados que é ocupado apenas pelo Monumento à Civilização Mineira e por torres de iluminação se tornava propício para a ocorrência de manifestações culturais que contassem com muitas pessoas, como enfatizava a nota publicada no site da Prefeitura (CUNHA; SILVA, 2016).
Esta “revitalização” da Praça da Estação e das áreas do seu entorno teve como marcos a transferência da estação central de trem e a conversão do seu prédio no Museu de Artes e Ofícios que foi implementado e é gerido pelo Instituto Cultural Flávio Gutierrez (ICFG), da empreiteira Andrade Gutierrez. Desde então – em agosto de 2004, a Praça da Estação converteu-se rapidamente em espaço para a realização de encontros culturais, sociais e políticos com participação de diferentes grupos urbanos que realizam a ocupação da praça com a presença (CUNHA; SILVA, 2016).
Em dezembro de 2009 foi publicado o Decreto nº 13.7984 que passou a proibir eventos de qualquer natureza no local, contradizendo o aspecto urbanístico modernista proposto com a “revitalização” realizada pelo projeto Centro Vivo. “As justificativas para a proibição estavam listadas no decreto como dificuldades para garantir segurança, para limitar o número de pessoas e a questão da depredação do patrimônio público” (ARAÚJO; MELLO, 2012). O conteúdo deste decreto estava mais condizente com as ideias presentes no projeto para a construção da cidade com a determinação de quais atividades poderiam ser realizadas naquele espaço público. Como mais um marco de ações contestatórias da população direcionadas ao poder público em Belo Horizonte, observou-se mais uma vez a ação de atores sociais – ativistas políticos e artistas, reagindo ao decreto da prefeitura de 2009 com a criação da Praia da Estação (CUNHA; SILVA, 2016).
A Praia da Estação: a cidade que reage
Cada vez mais constantes são as apropriações do espaço público urbano. Muitas delas, inclusive, motivadas por uma posição política e de resistência: como é o caso da Praia da Estação. De acordo com Cunha e Silva (2016) ela pode ser entendida como uma ação coletiva realizada maciçamente por jovens de Belo Horizonte que, por meio de ações performáticas e de forma lúdica e bem-humorada, propuseram um outro uso ou contra usos para o espaço público, no caso a Praça da Estação. O objetivo foi reivindicar que tal espaço público fosse ocupado de forma democrática e tal reivindicação contou com a tecnologia para alcançar mais pessoas em defesa desta causa. As novas mídias entraram em ação e assim as redes sociais divulgaram um chamado para um encontro na Praça da Estação no dia 07 de janeiro de 2010. Motivados pelo discurso da liberdade coletiva e da força dos movimentos sociais, foi criado o evento Praia da Estação, que reunia diversão, resistência política e coletividade, lembra Trevisan (2012).
Houve uma convocação com a frase “vá de Branco” pelo blog vadebranco.blogspot.com para que os cidadãos de Belo Horizonte participassem de uma manifestação que visava repudiar o decreto no 13.798de dezembro de 2009. Esta primeira manifestação contou com um número ainda pequeno de pessoas, pouco mais de cinquenta, entretanto após essa primeira ação “Vá de branco” e os debates que se seguiram, houve mobilização via internet com uma lista de e-mails convocando para fazer a Praia da Estação. Nesta ação houve a presença de um caminhão pipa para fazer as vezes de mar na Praça da Estação e esta ação se repetiu aos sábados do mês de janeiro e em datas-chave ao longo do ano, contudo com a presença de jovens utilizando roupas e acessórios de praia e “banhando-se” nas suas fontes e com caminhões-pipa (CUNHA; SILVA, 2016; ARAÚJO; MELLO, 2012).
Para uma das banhistas[4] participantes desde a primeira edição da Praia da Estação esse protesto vai além da questão da proibição dos eventos, pois colocava em pauta a discussão sobre a utilização de um espaço público da cidade, visto que a praça teria regras para ser usufruída pela população (ARAÚJO; MELLO, 2012, p. 175).
Para Ferreira (2015), o evento “chegou como protesto e se estabeleceu como marco cultural”, o que evidencia o impacto da atuação da população na conformação da cidade. “Os encontros semanais para banho de sol foi a maneira pela qual a dissidência política em oposição à política higienista de Lacerda expressa-se com muito bom humor, juventude e crítica social” (AMÉLIO, 2015, p. 237).
Após a realização das primeiras ações da Praia da Estação em 2010, houve a formação de uma Comissão Especial para a Regulamentação de Eventos na Praça da Estação que não contou com nenhum membro da sociedade civil. Esta comissão foi dada a conhecer pela população da cidade por meio de um decreto publicado em 29/01/2010. As regras estabelecidas para a utilização da Praça da Estação foram publicadas em uma portaria[5] de fevereiro de 2010 que revogou o decreto n. 13.798 de dezembro de 2009. Os participantes da Praia da Estação foram convocados para uma reunião com a Prefeitura, após a publicação de um texto sobre a Praia no Blog do Nassif[6] em junho de 2010. Esta reunião, segundo alguns dos participantes não foi uma ação dialogada, mas houve apenas a comunicação das decisões tomadas pela Prefeitura com a portaria de fevereiro (ABREU, 2011).
Em 2011 até o período pré-eleições municipais a Praia da Estação aconteceu várias vezes e encampou o movimento “Fora Lacerda” como forma de protesto contra a administração municipal que naquele momento tinha como Prefeito Márcio Lacerda.
Este breve histórico da Praia da Estação buscou evidenciar seu surgimento e suas ações de ocupação do espaço público de cunho lúdico-artístico-político realizadas na Praça da Estação, bem como tornar claro neste projeto o que se constitui como objeto da pesquisa.
Breves considerações sobre o conceito de Design
O papel do design sofreu grandes mudanças nas últimas décadas. Antes reconhecido como uma ciência responsável pela criação e desenvolvimento de produtos, agora o design é entendido como um conhecimento que vai muito além disso. De acordo com Cardoso (2012) e Bezerra (2011) à medida que o design estabelece uma ligação com a vida humana sua área de atuação amplia para diversos serviços e necessidades atuais. Nesse sentido, entende-se que o escopo da profissão do design mudou e hoje em dia consiste em compreender as demandas do ser humano e criar possibilidades de atuação a partir de soluções criativas.
No que tange à formulação de soluções e comunicação entre o design e as demandas sociais, é preciso dizer que, de acordo com Bezerra (2011) e Batista (2018) cada vez mais se faz necessário a criação de um design consciente que apresente projetos concretos para soluções de problemas sociais e ambientais. Moura (2018) ainda afirma que mesmo diante das problemáticas políticas e sociais que assolam o nosso mundo, outros olhares e ações devem ser desenvolvidos no âmbito do design contemporâneo, diferentes da ideia de um design ligado estritamente a uma constituição de estilo.
Além disso, é importante destacar que o design contemporâneo tem caráter multidisciplinar e o designer pode atuar nas mais diversas áreas, para as mais diversas pessoas devido ao seu caráter amplo e seu conjunto de expertises (OLIVEIRA; PEREIRA; BAHIA, 2020). Diante deste caráter multidisciplinar, as diferentes temáticas que estão presentes no design, mencionadas por Moura (2018) são geralmente relacionadas aos temas emergentes ou que passam a ganhar destaque na sociedade como: política, emoção, memória, design social entre outros enfoques que estão em pauta na medida que as necessidades sociais exigem.
Moura (2018) ainda pontua que mesmo tais preocupações sociais advindas do modernismo do início do século XX, tais ideias foram postergadas mediante as produções industriais, funcionais e capitalistas vigentes na época. Desta forma, as abordagens inclusivas e democráticas do design descritas por Papanek (1977) e pelo movimento Arts and Crafts em 1861 divergem dos pensamentos mais racionais e conservadores que consideram a profissão como técnica e com funções exatas.
Esse enfoque do design voltado para uma prática de mudança social, é relatado por Heller (2003) e se faz eficiente na medida em que os profissionais assumem junto aos cidadãos uma postura crítica e participativa no campo social. A influência que tais profissionais podem ocasionar na vida cotidiana e urbana nos indivíduos é visível e como afirma Glaser (2013): “O bom design é uma boa cidadania”, ou seja, fazer um bom design é uma questão fundamental e indispensável para a sociedade e para a cultura. Nesse sentido um bom designer pode ampliar as dinâmicas culturais e sociais acrescentando valor à sociedade.
A partir desta perspectiva social e democrática do design é que podemos pensar a cidade, que se faz cenário onde os conflitos diários se manifestam e se multiplicam. O design como um dos “atores” que confere forma às vivências e à construção de sentidos, pode ser considerado como um dos responsáveis por contribuir para o pertencimento dos indivíduos no espaço urbano. Nesse espaço democrático chamado cidade, o design pode refletir e pensar em propostas, mais acessíveis e igualitárias que comunicam com as ações humanas no que tange às manifestações, aos espaços e aos objetos.
[1] Grupo de pesquisadores da FAU/USP sobre design, cultura e espaço, coordenado por Lucrécia D’Alessio Ferrara.
[2] Pesquisa realizada na Escola de Design, com bolsista da FAPEMIG, nos anos de 2018/2019 “A Presença do Design no Bloco “Então Brilha!” do Carnaval de Rua de Belo Horizonte”.
[3] Localizada no Edifício Central na Avenida dos Andradas 367, 2º andar
[4] Maria Luísa Nogueira, citada na matéria de Carolina Abreu “Deita no Cimento” publicada na Revista Marimbondo em 2011.
[5] Esta portaria regulamentou os tipos de eventos que podem ser realizados na Praça da Estação: eventos oficiais da Prefeitura de Belo Horizonte; eventos do planejamento oficial da Copa do Mundo devido ao contrato com a FIFA (Federação Internacional de Futebol) e, por fim, os eventos particulares. Esse último tipo de evento só pode acontecer uma vez por mês e há a cobrança de uma taxa que varia de 8 a 20 mil reais de acordo com a estimação do público que estará presente. Esse valor foi previsto como caução para cobrir possíveis danos ao patrimônio público.
[6] Cf. http://www.advivo.com.br/luisnassif
Conclusiones:
Coletar informações sobre um bloco de carnaval sem que o carnaval exista[1], foi um exercício de rememorar lembranças das características morfológicas das ruas, das dinâmicas cotidianas das interações sociais entre os diversos atores e suas apropriações, ocupações de pedaços, esquinas, calçadas, empenas de prédios[2] para resgatar elementos que tornariam possível pensar a relação entre o design, a cidade e seus espaços públicos. Este ato de rememorar tornou possível identificar características do design e do fazer design presentes no cotidiano das ruas (mobiliário urbano, grafites, pichações, paradas de ônibus, estação do metrô entre outros) que marcam as interações sociais. Entretanto o propósito foi pensar esta relação por meio do bloco de carnaval. Como não houve desfile no ano de 2021 e em 2022, em virtude da pandemia de COVID-19, as reflexões que aqui se enunciaram em torno da relação, design, cidade, bloco de carnaval de rua, são fruto de leituras, visualizações de fotos e do ato de rememorar as intervenções culturais e políticos da Praia da Estação.
O que foi rememorado sobre as intervenções culturais e políticas da Praia da Estação é que este coletivo percorre as ruas do centro e do baixo centro de Belo Horizonte que contêm o movimento de pessoas e meios de transporte em seus percursos diários para ser e existir na cidade. O mobiliário urbano, muitas vezes, degradado pelo tempo ou pela ação dos indivíduos, é marcado também por apropriações e ocupações realizadas pelos moradores de rua, pelos vendedores ambulantes ou por um transeunte que decide ali permanecer para uma pausa durante o dia. O comércio formal do Centro e do Baixo Centro convivem, como em outras áreas da cidade, com o comércio informal. As interações sociais cotidianas fora do carnaval são pautadas pela desatenção civil, tal como enuncia Goffman (Giddens, 2005). Diferentes horários do dia e em diferentes dias da semana, as dinâmicas sociais dos diversos atores participantes do cenário do Centro e do Baixo Centro se modificam, ora mais intensas em número de pessoas e automóveis, ora menos, mas sempre perpassadas pelo mobiliário urbano das ruas e da Praça da Estação que são experimentados, vividos e, por vezes, reconfigurados com novos sentidos de uso. Isso reforça a ideia de que o design que está presente no cotidiano do Baixo Centro contém as marcas da história da cidade e dos seus atores e não se restringe aos objetos, produtos, serviços, ambientes, sistemas produzidos em larga escala.
Durante o desfile do carnaval e as demais intervenções culturais da Praia da Estação a morfologia das ruas é a mesma, porém observa-se novos atores e novos usos aos elementos do design presentes neste percurso. As ruas se colorem com o desfile e se transformam em palco para os foliões, o trânsito de ônibus e automóveis é impedido e uma multidão de pessoas segue o bloco ao longo do seu trajeto. Os novos atores sociais trazidos pelo bloco não são os transeuntes cotidianos do Centro e do Baixo Centro da cidade, mas dela se apropriam para viver o carnaval, novos produtos são comercializados pelos vendedores ambulantes que oferecem bebidas - alcoólicas ou não - até produtos para uma fantasia improvisada ali mesmo durante o desfile. A multidão que acompanha o bloco é diversa em cores e amores, a Praia da Estação também abraça a causa da diversidade. Outro ponto a se destacar é relativo aos artefatos produzidos pelos foliões para o desfile - fantasias, alegorias - que dão margem para se pensar o design vernacular, aquele produzido espontaneamente, mas que também é fruto do planejamento, criação e reconfiguração.
O caminhar pela cidade tem sido retomado aos poucos com as flexibilizações dos protocolos da Covid-19, mas continua a espera por mais caminhadas e, melhor, pelo próximo carnaval com a saída da Praia da Estação em fevereiro de 2023 para que seja possível realizar mais observações.
[1] Em fevereiro de 2021 e de 2022 não houve carnaval de rua em Belo Horizonte em decorrência do isolamento social proveniente da pandemia de Covid-19
[2] Existe em Belo Horizonte, desde 2017 o projeto CURA que grafita empenas de prédios localizados na área central da cidade incluindo o Baixo Centro.
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Palabras clave:
Cidade. Espaço Público. Design.
Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia se inscribe en el grupo de Imaginarios sociales y memoria, la cual expone la investigación que se encuentra en desarrollo para optar al grado de licenciatura en Sociología. El tema de esta es: Representaciones Sociales en el acto de habitar en un asentamiento espontáneo desde la visión de mujeres migrantes, el caso de la comunidad Nuevo Amanecer.El objetivo principal de la investigación es reconocer, desde la experiencia de mujeres migrantes habitantes del asentamiento Nuevo Amanecer, cómo han sido sus vivencias en estos espacios. Esto permitirá tener un acercamiento cara a cara en la comprensión de las subjetividades de la cotidianidad de estas mujeres. Esta es una problemática social, que a nivel país se ha dejado de lado durante mucho tiempo y ha devenido un tema de interés público que necesita solucionarse; la investigación tiene como otro objetivo en visibilizar la problemática habitacional que estas mujeres enfrentan.En este sentido, la identificación de esta problemática socio-espacial del territorio urbano costarricense se hará a partir del marco teórico de las representaciones sociales haciendo hincapié en la compresión de los significados, la capacidad de conocer las realidades de las mujeres migrantes, que se interpelan en un medio social como lo es un asentamiento informal.Asimismo, la posibilidad de, mediante categorías analíticas como territorialidad, segregación espacial residencial y pobreza urbana, para así ordenar y comprender el conocimiento social compartido por las mujeres del asentamiento. Desde el punto de vista metodológico la investigación se desarrolla dentro del enfoque cualitativo y la etnografía. Estos enfoques son lo que guían el acercamiento a las personas y comunidades, lo que permitiría conocer fenómenos sociales que dentro de estas se encuentran inmersas en el desarrollo del accionar cotidiano, el cual accedería a la interpretación y descripción en lo que representa habitar un espacio como lo es, un asentamiento espontáneo.En este sentido, el marco metodológico provee una serie de métodos de recolección acordes con el enfoque. Los métodos escogidos son: Observación participante, este método nos permite el acercamiento y comprensión del contexto cotidiano de los asentamientos espontáneos. La entrevista a profundidad, método que permite la identificación y el entendimiento del proceso de auto representación de las mujeres migrantes en el contexto del espacio habitado. Por último, la cartografía social a partir de grupos focales donde las mujeres migrantes han de dibujar y graficar colectivamente, un mapa colectivo del espacio habitado.Por último, como se puede deducir de lo anterior, es mediante la oralidad y las experiencias personales que las mujeres migrantes proveen información acerca de cómo es el habitar dentro de estos espacios urbanos marcados por la pobreza y la segregación espacial.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia desde nuestra rica tradición científico social y sociológica reconstruirá desde los imaginarios los modelos de saber descoloniales en sus aspectos epistémicos, teóricos y temáticos a partir de algunos de sus representantes más destacados en Latinoamérica. Centraremos nuestra atención en las particularidades de sus conocimientos y críticas al sistema mundo moderno/colonial y el pensamiento único neoliberal en sus características más sustantivas en la presente crisis raigal de horizonte de sentido histórico de la modernidad- colonialidad del saber planteándonos el desafío de construir multiparadigmáticamente desde nuestras diversidades y la unidad cultural civilizatoria universal un nuevo horizonte de sentido histórico transcultural de vida. Nuevos saberes que en diálogo global contribuyan a resolver los profundos problemas estructurales en los ecosistemas, el ser, saber, poder en un encuentro intracivilizatorio de vida que, a la vez que supera la soledad de los individuos, democratiza de manera real con políticas de vida las comunidades en toda su cotidianeidad social .Palabras clave: Imaginarios, saber, colonialidad, descolonialidad, horizonte de sentido, crisis raigal.Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia se sitúa en el marco del aumento e interés investigativo por los estudios vinculados a los imaginarios y representaciones sociales (Aliaga, Maric y Uribe, 2018). Por mencionar algunos, a nivel latinoamericano, esta cuestión se puede observar en los diversos encuentros académicos que organiza la Red Iberoamericana de Investigación en Imaginarios y Representaciones Sociales; en tanto que en Europa son habituales las jornadas de estudio instauradas por el Centre de Recherche Sur l’Imagnaire. Sin embargo, las ponencias en esta serie de encuentros, así como las publicaciones indexadas sobre este sujeto revelan unos usos indistintos y, también, sinónimos en torno a las nociones de imaginarios y representaciones sociales. Esta situación, ya se advertía con los límites difusos conceptuales que establecía José Cegarra (2012); o en las aproximaciones metodológicas en torno al estudio de los imaginarios y representaciones sociales en Chile (Dittus, Basulto y Riffo-Pavón 2017). Por esta razón, esta ponencia intenta esclarecer epistémicamente estas dos significaciones sociales: imaginarios y representaciones sociales; al mismo tiempo que proponer una tercera: re-presentaciones discursivas. Asimismo, se procura presentar una taxonomía en planos de significación, correspondiente a las particularidades y ámbitos de acción de los imaginarios sociales (plano profundo), representaciones sociales (plano medio de transición) y re-presentaciones discursivas (plano superficial). En definitiva, este trabajo epistémico, que aporta en la clarificación conceptual de las tres nociones aquí tratadas, ofrece un sustento teórico para futuras investigaciones y una nueva forma de abordar las significaciones sociales en su conjunto.Resumen de la Ponencia:
Las prácticas festivas poseen múltiples significaciones que dotan de identidad a las comunidades y son pilares de la configuración de los sistemas simbólicos en los que éstas se sustentan. De entre las fiestas que se celebran en los pueblos urbanos de la Ciudad de México, los carnavales constituyen un espacio y un tiempo en el que se desbordan los imaginarios sociales, así como la capacidad reivindicativa y creadora de las comunidades. En este tenor, el objetivo de la ponencia es exponer cuáles son y cómo se configuran los imaginarios sociales construidos por diferentes actores sociales en torno al carnaval y la práctica de disparar al aire en Santa María Aztahuacán, Iztapalapa. La investigación parte de la perspectiva sistémica de García (2006) y la reflexión teórica del concepto de imaginarios sociales desarrollado por Castoriadis (1981), Baczko (1979), Cerraga (2012) y Baeza (2011). Las técnicas implementadas fueron: grupos focales, entrevistas semiestructuradas, revisión de notas de prensa y observación participante. Para analizar e interpretar la información obtenida se empleó la metodología de análisis de dominios culturales de Spradley (1980). A partir de los resultados de la investigación se determinó que las distintas dimensiones que conforman el carnaval, en tanto sistema complejo —organización social, economía, política, religión y cultura—, tienen como base a los imaginarios sociales. La descripción y análisis de los hallazgos correspondientes a cada sub-sistema permitió identificar los imaginarios sociales que existen en relación a las prácticas y expresiones propias del carnaval, en particular, disparar al aire en este contexto festivo. Gracias a la información obtenida se encontró que para algunos habitantes la práctica de disparar al aire en el carnaval tiene su origen en: 1) la participación de Aztahuacán en la Revolución Mexicana y 2) el azote del chicote, instrumento identificado como predecesor de las armas de fuego. Ambas narrativas fueron señaladas por los pobladores originarios como el antecedente directo de los disparos al aire, lo que en términos teóricos equivale a los mitos fundacionales de la práctica. Asimismo, se identificaron otros imaginarios asociados con la reafirmación de la masculinidad y el placer de experimentar sensaciones de éxtasis. El estudio concluyó que la memoria y la tradición oral son elementos que configuran los imaginarios sociales de las comunidades y sus prácticas socioculturales. Dichas narrativas pueden concebirse como interpretaciones del pasado que transitan por un proceso de construcción, transmisión y finalmente, de institucionalización. No obstante, los imaginarios sociales pueden ser transformados por la influencia de factores internos y externos, muestra de ello es cómo parte de la comunidad ha comenzado a cuestionarse la “tradición” y a hacer conciencia sobre la necesidad de combatir y erradicar los disparos para preservar la vida y la fiesta.
Introducción:
La Ciudad de México mantiene hasta nuestros días una composición multicultural gracias a la resistencia y a la capacidad de resiliencia de sus pueblos originarios. El territorio socialmente construido y significado es la piedra angular de estas comunidades, pues a pesar de que han sufrido grandes transformaciones a causa de las políticas y procesos de urbanización, sus habitantes continúan recreándolo, protegiéndolo y reapropiándoselo.
La importancia del territorio para los pueblos originarios y la relación de éste con las fiestas tradicionales puede observarse en sus prácticas socioculturales y rituales. Las prácticas festivas poseen múltiples significaciones que dotan de identidad a las comunidades y objetivan los sistemas simbólicos en los que se sustentan los imaginarios sociales. De entre las fiestas que se celebran en los pueblos urbanos de la Ciudad de México, los carnavales representan un espacio-tiempo en el que se desbordan los imaginarios sociales, así como la capacidad reivindicativa y creadora de las comunidades.
En los carnavales las comunidades encuentran el espacio idóneo para desprenderse de los cánones sociales, liberarse de las tensiones cotidianas y fortalecer las relaciones entre sus miembros, motivo por el cual dichas fiestas juegan un papel fundamental en los sistemas comunitarios. El carnaval constituye una interesante y rica expresión sincrética, fusión de antiguas y nuevas tradiciones que se reactualizan en cada ejecución. “Su permanencia y sus cambios se gestan en cada repetición cíclica, y son una de las expresiones de la variada riqueza cultural de México” (Quiroz, 2002, p. 9).
A diferencia de otras festividades, el carnaval se caracteriza por la supresión transitoria y autorizada de las normas sociales. Distintas investigaciones demuestran que el cuestionamiento del orden social, la subversión de las normas y la violencia en sus distintas formas han sido elementos intrínsecos del carnaval (Caro, 1979; Eco, 1989; Bajtin, 2003). Desde la antigüedad hasta nuestros días, quienes participan de esta fiesta suelen disfrutar de un periodo de libertades, excesos y diversiones que con frecuencia implica acciones y manifestaciones violentas.
En Santa María Aztahuacán, pueblo originario ubicado al oriente de Iztapalapa, los festejos del carnaval inician el domingo anterior al Miércoles de Ceniza, continúan el lunes en sincronía con la fiesta de La Cera del Santísimo, se retoman el sábado y culminan el domingo con el desfile de las comparsas y las coronaciones de las reinas. Algunas comparsas también bailan el lunes siguiente y la mayoría de ellas participa en la celebración del cierre oficial del carnaval el domingo posterior al Domingo de Ramos. Cabe destacar que al adentrarnos en el sistema festivo de Aztahuacán podemos constatar que las prácticas y expresiones culturales propias del carnaval son tan significativas para la comunidad que están presentes en prácticamente todas las fiestas del pueblo.
En el imaginario de los nativos de Aztahuacán sobresalen dos versiones que dan cuenta de los orígenes del carnaval. La primera y más difundida es aquella que hace alusión a su raíz indígena, mientras que la segunda se refiere a su origen colonial. Los antecedentes prehispánicos de la fiesta de carnaval en Aztahuacán se hallan en La Cuelga, ritual para pedir por la fertilidad de la tierra celebrado entre los últimos días de febrero y principios de marzo (Grupo Cultural Ollin, 2007). La celebración del carnaval en Aztahuacán fue suspendida durante la guerra de Revolución Mexicana para reanudarse entre 1917 y 1920, según testimonios de pobladores originarios. Un siglo después, en 2020 y 2021, el carnaval tuvo que cancelarse de nueva cuenta debido a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia coronavírica, la cual causó la muerte de varios integrantes de la comunidad que participaban activamente en los festejos.
En este contexto, el objetivo de la presente comunicación es exponer y analizar los imaginarios sociales en torno al carnaval y la práctica de disparar al aire en Santa María Aztahuacán. Desde una perspectiva sistémica se exponen los principales factores que contribuyeron a la normalización e instauración de la práctica de echar bala como elemento constitutivo de las tradiciones en el imaginario social de la comunidad. El texto y los fragmentos de entrevistas surgen de la investigación realizada por la autora como tesis de licenciatura (Pérez, 2016).
Marco teórico
Empecemos por hacer una revisión teórica del concepto imaginarios sociales, el cual ha sido abordado desde la segunda mitad del siglo XX mediante el enfoque teórico-metodológico de la filosofía, la sociología, la psicología social, la antropología y la historia (Cerraga, 2012). Los teóricos de los imaginarios sociales comienzan sus reflexiones trazando la historia del concepto, misma que se remonta a la Antigua Grecia. Para Aristóteles la imaginación o phantasia es una forma de pensar y conocer la realidad a través de los sentidos, es creación y conocimiento, una réplica de lo real, de lo tangible (Aponte, s.f.). Mientras que para Platón, la imaginación es "la facultad psicológica de formar, producir o crear imágenes" (Banchs et al., 2007, p. 49).
La distinción teórica entre imaginación e imaginario se fundamenta en las definiciones que estos filósofos griegos plantean acerca de la imaginación. De sus reflexiones se infiere que la imaginación es la capacidad individual de recrear la realidad social a través de imágenes. El imaginario social, por su parte, no es una facultad psicológica sino más bien un proceso cognitivo y emocional, socialmente construido e históricamente dado, de interpretación de la realidad. En síntesis, la imaginación es una facultad inherente a todos los seres humanos mientras que el imaginario social es un esquema de pensamiento construido intersubjetivamente en la interacción social (Cerraga, 2012, p. 3).
Con el arribo del siglo XIX el término imaginario comenzó a pensarse como el producto de la facultad humana innata de reproducir imágenes, es decir, como el resultado del proceso imaginativo (Banchs et al., 2007). Muestra de ello es la definición que plantea el filósofo francés, Wunenburger (2003), quien conceptualiza al imaginario social como:
[. . . ] producciones mentales o materializadas en obras, basadas en imágenes visuales (pinturas, dibujos fotografías) o en forma de habla (metáforas, símbolos, narraciones) que forman conjuntos coherentes y dinámicos en los que destaca una función simbólica expresada en la conjunción de sentidos propios y figurados (Wunenburger, 2003, p. 10).
Posteriormente, el concepto de imaginarios sociales fue incorporado al lenguaje científico social latino. Esta nueva concepción nos invita a pensar a los imaginarios sociales como sistemas simbólicos compartidos producto de un proceso comunicativo de carácter social. Vistas de esta forma todas las formas de creación humana pueden pensarse en términos de imaginarios sociales.
Son imaginarios los mitos y las religiones, las artes, las técnicas y las ciencias. Y son imaginarias las formas posibles de organización y acción social, los proyectos de transformación de la realidad, los modelos políticos, las proposiciones de cambio institucional (Banchs et al., 2007, p. 50).
La investigación que aquí se presenta retoma como guía la teoría de Cornelius Castoriadis, principal exponente de la corriente francesa del estudio de los imaginarios sociales. La obra de Castoriadis (1981) ha servido de base para el desarrollo de la mayor parte de los estudios sobre imaginarios sociales. De acuerdo con Castoriadis (1981, p. 54) el imaginario social se define como "una compleja urdimbre de significaciones que amparan, orientan y dirigen toda la vida de la sociedad considerada y a los individuos concretos que corporalmente la constituyen".
Castoriadis concibe lo imaginario como social e histórico pues dichos factores son inseparables y se recrean en un proceso incesante que va de lo imaginario instituido a lo imaginario instituyente y viceversa, los dos tipos de imaginario que Castoriadis define. El imaginario instituyente corresponde a la capacidad de crear, inventar, anticipar e innovar constantemente formas simbólicas para sustituir y transformar una realidad concreta (Coca, 2008). En otras palabras, el imaginario instituyente es una fuente inagotable de prácticas y expresiones culturales que se enfrentan a y buscan trascender la realidad social instituida.
Al igual que Castoriadis, Baczko (1979) interpreta a los imaginarios sociales como sistemas simbólicos socialmente compartidos que definen a una sociedad dada y regulan la vida colectiva. De tal forma que los imaginarios sociales funcionan a manera de esquemas interpretativos que hacen inteligible la realidad social. Baczko (1979, p. 30) afirma que:
El dispositivo imaginario asegura a un grupo social un esquema colectivo de interpretación de las experiencias individuales tan complejas como variadas, la codificación de expectativas y esperanzas así como la fusión, en el crisol de una memoria colectiva, de los recuerdos y de las representaciones del pasado cercano o lejano [. . . ]. Al tratarse de un esquema de interpretaciones pero también de valoración, el dispositivo imaginario provoca la adhesión a un sistema de valores e interviene eficazmente en el proceso de su interiorización por los individuos, moldea las conductas, cautiva las energías y, llegado el caso, conduce a los individuos en una acción común.
Los imaginarios sociales de las comunidades se objetivan en prácticas socioculturales conmemorativas, es decir, se exteriorizan en forma de fiestas, ceremonias y ritos. Lo importante en este proceso de reconstrucción y reinterpretación del pasado es compartir y preservar sus significaciones y no su representación fiel.
En todo ello no hay sino un reconstruir viejos usos para darles un nuevo rumbo, una reinterpretación renovada, una lectura que alude tanto al pasado como a las condiciones que se viven en el presente. Son justamente, las prácticas las que nos unen con el pasado y con los antepasados, manteniendo vínculos con generaciones que ya no están, pero cuyo significado permanece. En este ejercicio de comunión se apuesta un proyecto de continuidad, a que lo hecho por otros no desaparezca junto con ellos, porque se trata de que lo importante no pase desapercibido, que los que no saben se enteren de lo desapercibido: la tradición va en este sentido, pues su encomienda es la comunicación de la memoria, que se realiza, en múltiples casos, con el propio andar cotidiano y se presentan con cierta periodicidad (Juárez et al., 2012, p. 28).
Desarrollo:
Metodología
Para identificar y analizar los imaginarios construidos en torno al carnaval y la práctica de disparar al aire se realizaron grupos focales, entrevistas, revisión de notas de prensa y observación participante. Los enunciados discursivos producto de estas técnicas fueron estudiados mediante el análisis de dominios culturales de Spradley (1980).
Se aplicaron tres grupos focales, el primero estuvo formado por mujeres y hombres adultos (de 25 a 73 años), el segundo por miembros de la Unión de Comparsas Carnavaleras, y el tercero por mujeres y hombres jóvenes (de 15 a 24 años). Los requisitos para la selección de los participantes fueron: 1) ser originario del pueblo de Santa María Aztahuacán o habitar en el lugar desde hace mínimo diez años y 2) participar —como integrantes o representantes de comparsas— de la fiesta año con año.
Hallazgos
De acuerdo con García (2006, p. 21), un sistema complejo se define como “una representación de un recorte de [la] realidad, conceptualizado como una totalidad organizada (de ahí la denominación de sistema)”. Así pues, un sistema complejo es la representación de un conjunto de fenómenos y procesos indisociables. A partir de esta perspectiva el carnaval de Aztahuacán se presenta como un todo organizado compuesto por subsistemas interdependientes e interrelacionados entre sí.
Como puede observarse en la representación del sistema sobresalen una serie de flechas, tanto al interior como al exterior de este, que señalan las relaciones que dan vida al sistema. Cada flecha simboliza una interacción, cada una de estas interacciones provoca su reconfiguración endógena. Es por ello que pensar al carnaval desde este enfoque equivale a pensarlo como cultura y patrimonio vivo en permanente transformación.
Derivado de la sistematización y análisis de los resultados de la investigación se determinó que las distintas dimensiones que conforman el carnaval—organización social, economía, política, religión y cultura—, tienen como base a los imaginarios sociales. La descripción y análisis de los hallazgos correspondientes a cada subsistema permitió identificar los imaginarios sociales que existen en relación con las prácticas y expresiones del carnaval, en particular, disparar al aire en este contexto festivo.
En cuanto a la revisión de prensa, la búsqueda arrojó un total de veintiocho notas publicadas desde 2007 y hasta el 2014 publicadas en veinte medios informativos distintos. Así pudo constatarse que el discurso mediático promueve una visión negativa y condenable no sólo de la práctica de disparar al aire sino también del carnaval y de la comunidad. En el imaginario de los habitantes de Aztahuacán sobresalen las notas cuyo contenido les causó mayor impacto psicoemocional a causa de la estigmatización del pueblo. Por otro lado, en la revisión documental y de prensa se encontró que las autoridades gubernamentales pasaron de la omisión, al diálogo con la comunidad, hasta que en 2014 impuso una pena de cinco años de cárcel por el delito de detonación de armas de fuego sin causa justificada, bajo la sentencia: "disparar al aire no es y nunca será una tradición".
“Por los medios Santa María se dio fama de la bala”. “En Santa María Aztahuacán están más toleradas las armas”. Estos son testimonios recurrentes en el imaginario de la comunidad, derivado de la negligencia de las autoridades en relación con la búsqueda de acciones para mitigar la práctica de disparar al aire, así como de la información difundida por los medios de comunicación.
Además, se pudo identificar que al igual que en el caso de los medios de comunicación, el discurso y las políticas gubernamentales han influido y estimulado la transformación de los imaginarios sociales de los habitantes respecto a la práctica de disparar al aire. A pesar de que hay quienes afirman que se trata de una tradición, también están conscientes de los peligros que esta práctica implica y se muestran empáticos con quienes han sido víctimas de un accidente a causa de balas perdidas.
Informante A.- Bueno, yo creo que yo como joven para mí se me hace que es una tradición pero es mala. Sí son gente que no es de Santa María pero también nosotros hemos echado bala. Tampoco se vale lavarnos las manos. Yo creo que sí podemos cambiar todo esto. Hay gente que no entiende pero poco a poco se debe de cambiar. Puede haber muchos accidentes. No es lo mismo que una persona esté en su juicio a una persona que ya tomada traiga un arma. Yo creo que sí podemos cambiar todo esto. Hay gente que no entiende pero poco a poco se debe de cambiar. Siempre decían “si en Santa María no hubo muerto no estuvo buena la fiesta”. Vamos a quitarnos eso, que ya no digan el “carnaval de la bala”.
Gracias a la información obtenida en los grupos focales y las entrevistas se encontró que para algunos habitantes la práctica de disparar al aire en el carnaval tiene su origen en: la lucha de Aztahuacán en la Revolución Mexicana y 2) el azote del chicote por los charros. Ambas narrativas fueron señaladas por los pobladores como el antecedente directo de los disparos al aire, lo que en términos teóricos equivale a los mitos fundacionales de la práctica.
Informante B.- "Pero antes (disparar al aire) fue una costumbre, por la gente revolucionaria del Pueblo de Santa María Aztahuacán. Hubo mucha gente que fue a la Revolución, mucha gente regresó y de ahí empieza la costumbre de echar balazos. Ciertas personas pueden decir -oiga, pues que están locos que ganan con un sonido, qué ganan con una detonación de ese sentido, bueno lo que pasa es que traemos genes revolucionarios.
Informante C.- “Pues sí es tradición porque eso los revolucionarios lo hicieron. Era un triunfo y ellos fueron los que lo impusieron. Son leyes y costumbres.”
Informante D.- Aquí hay que retomar la historia. Tomar en cuenta que nosotros como revolucionarios, ganamos la Revolución junto con Emiliano Zapata y en El Reloj se disparó al aire.
El imaginario social que comparten los adultos originarios del pueblo en relación con el origen de la práctica de disparar al aire es el pasado revolucionario de Santa María Aztahuacán. Recordemos que, durante la lucha de Revolución Mexicana Aztahuacán se unió a las filas del ejército zapatista bajo el mando del General Herminio Chavarría, oriundo del pueblo.
De igual forma, en el grupo focal de adultos y en entrevistas hubo quienes señalaron que antes de que se tuviera por costumbre disparar al aire se utilizaba un fuete para producir un estruendo como forma de celebración.
Informante E.- “Pero anteriormente no echaban balazos. Tronaban un fuete, como un chicote para que se oyera ya después pues ya no les pareció y echaron balazos. Querían hacer ruido porque casi los charros y los campesinos llevaban su fuete y ya después ya querían hacer más ruido”.
El ruido no es percibido como “desagradable” o “no deseado” sino todo lo contrario, pues en el contexto festivo del carnaval la acción de “hacer ruido” al disparar al aire es interpretada como una expresión de júbilo, de fiesta. Es, en suma, una práctica festiva. El estruendo del chicote y posteriormente de los disparos pasó a instaurarse y naturalizarse en el contexto festivo del carnaval por lo que se puede afirmar que se convirtió en un ruido psicosocial, histórica y culturalmente congruente en el imaginario social de la comunidad (Tablero, 2006).
Informante E.- "Pues yo me acuerdo de que los charros cuando terminaba la coronación para festejar echaban balazos, estaba permitido. Disparaban sólo por el simple hecho de echar disparos hacia arriba y para que veas que yo tengo mejor pistola que la tuya, Pero, después llegó un momento en que ya echaban descargas con ametralladoras".
Además de estos mitos, algunos habitantes de Aztahuacán señalaron otros factores que influyen en la realización de esta práctica, tales como, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y la emotividad provocada por la música de banda, la reafirmación de la masculinidad, la necesidad de demostrar poder y estatus social, el placer de experimentar sensaciones de euforia y la anterior permisividad de las autoridades gubernamentales. Algunos informantes de sexo femenino mencionaron que también las mujeres llegan a realizar esta práctica, en este caso, los hombres de su círculo cercano son quienes les enseñan a disparar como una forma de divertirse en fiestas tradicionales, principalmente en el Día de Campo (fiesta celebrada en octubre en la que algunas comparsas anuncian a la joven que será su reina en el carnaval del año siguiente).
Conclusiones:
Como se ha podido observar, la memoria y la tradición oral son elementos que configuran los imaginarios sociales de las comunidades y sus prácticas socioculturales. Dichas narrativas pueden concebirse como interpretaciones del pasado que transitan por un proceso de construcción, transmisión y finalmente, de institucionalización.
El momento fundacional de las prácticas y expresiones socioculturales se construye e instaura en el presente, su carácter es significativo y emotivo. Es decir, pasan de ser imaginarios instituyentes para convertirse en imaginarios instituidos y son percibidas por la colectividad como referentes de verdad que se objetivan en prácticas normalizadas.
Los imaginarios sociales construidos por las autoridades de gobierno se han transformado a razón de la coyuntura de violencia que atraviesa México, así como a consecuencia de la acción de los medios de comunicación. La exposición de las omisiones de las administraciones de gobierno fue una de las principales motivaciones detrás de la implementación de acciones más severas para controlar los disparos al aire en fiestas tradicionales.
Si bien, el discurso mediático en torno a esta práctica ha influido en el imaginario colectivo, este no ha sido interiorizado de forma pasiva. La comunidad ha desarrollado una perspectiva crítica que ha dado paso a la acción colectiva e individual. Muestra de ello es cómo los informantes se cuestionan la “tradición” y han comenzado a hacer conciencia sobre la necesidad de combatir y erradicar los disparos para preservar la vida y la fiesta.
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Palabras clave:
imaginarios sociales; carnaval; violencia.
Resumen de la Ponencia:
El conflicto en Afganistán posee gran relevancia en los estudios de género respecto al reingreso de los talibanes al poder en el segundo semestre del año 2021. El poder exacerbado contras las mujeres en esta región del mundo por la imposición de políticas de coerción de la libertad y los derechos, genera un panorama poco alentador frente a las formas en las que se representa la mujer islámica en occidente y los sentidos en los que el patriarcado sigue contando la experiencia de la mujer desde la perspectiva masculina. La presente ponencia busca analizar las representaciones sociales de la mujer musulmana en la prensa escrita occidental a través de una aproximación hermenéutica de los artículos publicados en los principales periódicos de habla hispana. Se sugiere que la prensa escrita ha construido una representación de la mujer musulmana como un ser desprotegido, sumiso y obediente, que está expuesto a diferentes tipos de violencia; sin embargo, se desconoce que también existen luchas por la igualdad de género en los países no-occidentales.Resumen de la Ponencia:
El crimen y la prensa han tenido una cercana relación durante la segunda mitad del siglo XX, donde las grandes casas editoriales pretendieron narrar los conflictos sociales mediando los relatos de la violencia en Colombia desde voces hegemónicas. Estas narraciones consolidaron nuevas lecturas de expresiones como el Bandolerismo, el cual se dio paso durante la cúspide de los enfrentamientos bipartidistas en la década de los 50', promoviendo la consolidación de grupos al margen de la ley, quienes encontraban en las prácticas violentas una herramienta funcional para la gestión del conflicto como consecuencia de las inequidades estructurales y la falta de representatividad institucional hacia los sectores campesinos empobecidos. Ahora, teniendo en cuenta que las narrativas mediáticas responden a peticiones estructurales debido al estrecho vínculo que comparten los medios colombianos con la institucionalidad, se hace pertinente cuestionar aquellos modelos de representación del bandolerismo en los relatos de la represión violenta por el control y la tenencia de la tierra en el territorio colombiano. Finalmente, esta ponencia se desarrolla bajo la premisa de que la prensa construye relatos restringidos de los hechos y personajes, relegando imaginarios peyorativos, como figuras antagonistas, a aquellos colectivos que mediáticamente fueron denominados como bandidos antisociales y quienes afectaban el orden social al presentarse como peligro para la estructura civil hegemónica.Resumen de la Ponencia:
La ponencia aborda el análisis de la crisis ecológica en Chile, y sus efectos en la construcción subjetiva de los actores que la viven, sobre la base de una investigación (PIA ANID SOC 180040) en la comuna de Petorca, sector de la precordillera de la región de Valparaíso, afectada por la crisis hídrica. Proponemos el análisis de la crisis que se genera en el capitaloceno (Haraway, 2015) desde la singularización del efecto devastador de la apropiación del agua por parte de la agro-industria que ha dejado a cada vez más numerosas comunidades sin acceso al agua para el consumo humano y animal, bajo un modelo de sobre-explotación de la tierra con la sobreproducción para el negocio agroexportador, el cual sumado a la sequía como efecto del calentamiento global, destruye la vida en los territorios y sus habitantes. El conflicto capital/vida que se establece en el capitaloceno tiene un impacto en la producción simbólica de los actores. Observamos la configuración subjetiva en la experiencia de los habitantes de territorios degradados, ante el daño, la falta o la pérdida del hábitat y sus alcances en términos de la biopolítica (Foucault, 2000, Esposito, 2006) que se instituye ante las dinámicas extractivistas, tanto en el sufrimiento, la pérdida y el daño. Estas dan cuenta de la dimensión de trauma y necesidad del imaginario social que plantea Castoriadis (1975, 2002), así como la resistencia y la imaginación, en tanto dimensión creativa y poiética del imaginario. Vemos la articulación entre imaginario y memoria, y la potencia reflexiva de la memoria como vehículo de cambio, considerando que “un recuerdo tal como éste relampaguea en un instante de peligro” (Benjamin, 1996, p. 51) que genera una tensión en la conciencia. El mundo significativo e imaginado presente en las historias de vida de adultos mayores de Petorca , nos permite recobrar el lugar de la memoria colectiva (Halbwachs, 2004), que comparte lugares comunes, territorios geográficos o imaginados, vidas, seres, objetos; en la articulación de la memoria con el movimiento de la realidad donde se encuentran diversas corrientes de pensamiento que circulan en lo social, y que configuran el imaginario social. Esta articulación entre memoria e imaginario recupera el componente reflexivo de la historia, reconociendo la autoinstitución de la sociedad, apuntando a la producción de futuro, que se activa al poder mirar biografía y naturaleza. “El recuerdo es como la frontera y el límite: se sitúa en la intersección de diversas corrientes del «pensamiento colectivo»". (Hawlbachs, 2004, p.12). Las imágenes del río inundan los recuerdos de la niñez y sus derivas persisten en la memoria. Esa imagen retenida como un recuerdo afirma una nostalgia que evidencia el contraste en el tiempo, la crisis y el estrago del presente.Resumen de la Ponencia:
Por las calles y carreteras de los estados fronterizos del norte de México y, cada vez más, en el resto del país, transitan automóviles “chocolate”, nombre coloquial dado a automóviles irregulares usados. Sus dueños no realizaron los trámites de importación aplicables. De modelos varios, estos autos se desplazan sin ser molestados por las autoridades de tráfico. Es decir, permanecen en el país indefinidamente como mercancía ilegal. Algunos todavía portan láminas de su país de origen; el resto de las organizaciones civiles que brindan amparo legal para transitar sin ser molestados. Es común que estas “láminas” simulen a láminas oficiales, desplegando símbolos, colores o lemas patrióticos. Por ser irregulares, no existen registros confiables que revelen la escala y alcance del fenómeno. Existen, si acaso, estimaciones poco confiables. Así, fuentes oficiales estiman que en el país circulan entre dos y tres millones de autos irregulares (Rosagel, 2019; Sánchez, 2020). El enfoque de este trabajo es el constructivismo social. La premisa básica es que los problemas sociales y sus soluciones no existen por si solos. Se requiere de la activa participación de los actores sociales para definirlos como tal. Al final, la estrategia se orienta a colocarlos en la agenda pública. En todo caso, los actores buscas que se acepte su postura o definición. Una postura (standing) es la expresión de una interpretación y significado propios de los eventos en los que se está involucrado (Ferree, Gamson, Gerhards, & Rucht, 2004; Saraisky, 2015). Una postura implica la posibilidad de formular un encuadre. Entman (2004), citado por Knaggård (2015), define el encuadre (frame) como una “selección y acentuación de ciertos aspectos de eventos o asuntos, y la realización de conexiones entre ellas para promover una interpretación, evaluación y/o solución particular” (pág. 454). Los encuadres pueden incidir en las políticas si son aceptados por los hacedores de políticas (Saraisky, 2015).Este trabajo de análisis de contenido de notas periodísticas por tres años se analizarán las estrategias que los diferentes actores alrededor de los autos “chocolate” llevan a cabo en sus encuadres para influir en la política de regularización de autos “chocolate”. Para el análisis se usa el Marco de Análisis de Narrativas, un enfoque reciente en el análisis de la política pública. Se ha observado que las estrategias más comunes que usan los actores más visibles apelan a la seguridad pública, a la contaminación ambiental, a la economía, a los servicios públicos, entre otros, todos ellos relevantes a la opinión pública o a los políticos. Apelan, no obstante, de manera difernciada y eso es lo que queremos mostrar en este trabajo.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho apresenta resultados de observações em trabalhos de campo realizados junto a agentes sociais, que atuam no Projeto Nova Cartografia Social da Amazônia - PNCSA, entre 2015 e 2019. Parte de uma série de indagações, reforçadas em momentos de pandemias, quando descortinam-se os horrores de tragédias enunciadas repetidamente, em narrativas de mulheres sobre os efeitos dos megaempreendimentos e das agroestratégias (ALMEIDA, 2010; 2016) na Amazônia, sobretudo, em áreas ocupadas por povos e comunidades tradicionais. Sempre que se fala em “efeitos” de megaempreendimentos, há uma tendência a se privilegiar aspectos mais tangíveis e mais rápidos de serem identificados, como as questões vinculadas ao desmatamento, imobilização da força de trabalho, deslocamentos de membros das famílias para outras áreas ou regiões e a transitividade para outras atividades econômicas, como forma de garantir a permanência dos grupos familiares em seus territórios. A prioridade dada a esses aspectos coloca na sublinariedade outros que possivelmente estão no campo subjetivo e que só aparecem ou vêm à tona em narrativas construídas por mulheres. Isso tem a ver com a propriedade de fala de quem narra, no dizer de Foucault (1997) e ou com o lugar de fala, se seguirmos a inspiração de Ribeiro (2017) e com o modo de percepção da realidade apreendido por elas. As mulheres, autoras dessas narrativas, costumam acionar múltiplas identidades nos eventos e entrevistas como: quebradeiras de coco babaçu, negras, quilombolas, sindicalistas, assentadas. Um olhar mais acurado sobre essas narrativas - algumas já compiladas em livros de suas próprias autorias (OLIVEIRA, 2017; AIRES, 2016; SANTOS, 2019; AMÉLIA, 2016 e SILVA NETA, 2018) - nos alertou para um debate que se apresenta nas entrelinhas dessas memórias construídas. Tratam-se de mulheres, cujos grupos familiares secularmente tentam manter seus modos de viver, cotidianamente confrontado com o imaginário social (TAYLOR, 2010) de desenvolvimento tecido nas sociedades industriais do Ocidente. Elas ocupam papel de liderança em seus grupos e ou comunidades e que transitam, também, no campo da mediação, quer como coordenadoras de movimentos sociais de abrangência regional, quer como representantes de movimento sindical, quer como coordenadoras de organizações de caráter mais local. Refletimos sobre a percepção das mulheres que vivem na região ecológica dos babaçuais - que abrange os estados do Maranhão, Pará, Piauí e Tocantins, regiões Nordeste e Norte do Brasil, com tipos de economias específicas - sobre os projetos econômicos implantados na Amazônia e seus efeitos sobre modos de vida seculares devido à devastação de florestas e palmeiras e uso de agrotóxicos. Tragédias e esperanças mesclam-se no imaginário de desenvolvimento dessas mulheres, na construção de uma memória coletiva das lutas sociais na Amazônia.
Introducción:
Este trabalho apresenta resultados de observações em trabalhos de campo realizados junto a agentes sociais, que atuam no Projeto Nova Cartografia Social da Amazônia - PNCSA, entre 2015 e 2019. Parte de uma série de indagações, reforçadas em momentos de pandemias, quando descortinam-se os horrores de tragédias enunciadas repetidamente, em narrativas de mulheres sobre os efeitos dos megaempreendimentos e das agroestratégias[1] (Almeida, 2010; 2016) na Amazônia, sobretudo, em áreas ocupadas por povos e comunidades tradicionais.
Sempre que se fala em “efeitos” de megaempreendimentos, há uma tendência a se privilegiar aspectos mais tangíveis e mais rápidos de serem identificados, como as questões vinculadas ao desmatamento, imobilização da força de trabalho, deslocamentos de membros das famílias para outras áreas ou regiões e a transitividade para outras atividades econômicas, como forma de garantir a permanência dos grupos familiares em seus territórios.
A prioridade dada a esses aspectos coloca na sublinariedade outros que possivelmente estão no campo subjetivo e que só aparecem ou vêm à tona em narrativas construídas por mulheres. Isso tem a ver com a propriedade de fala de quem narra, no dizer de Foucault (1997) e ou com o lugar de fala, se seguirmos a inspiração de Ribeiro (2017) e com o modo de percepção da realidade apreendido por elas. As mulheres, autoras dessas narrativas, costumam acionar múltiplas identidades nos eventos e entrevistas como: quebradeiras de coco babaçu, negras, quilombolas, sindicalistas, assentadas. Um olhar mais acurado sobre essas narrativas - algumas já compiladas em livros de suas próprias autorias (Oliveira, 2017; Aires, 2016; Santos, 2019; Amélia, 2016 e Silva Neta, 2018) - nos alertou para um debate que se apresenta nas entrelinhas dessas memórias construídas.
Trata-se de mulheres, cujos grupos familiares secularmente tentam manter seus modos de viver, cotidianamente confrontado com o imaginário social[2] (Taylor, 2010) de desenvolvimento tecido nas sociedades industriais do Ocidente. Elas ocupam papel de liderança em seus grupos e ou comunidades e que transitam, também, no campo da mediação, quer como coordenadoras de movimentos sociais de abrangência regional, quer como representantes de movimento sindical, quer como coordenadoras de organizações de caráter mais local.
Refletimos sobre a percepção das mulheres que vivem na região ecológica dos babaçuais - que abrange os estados do Maranhão, Pará, Piauí e Tocantins, regiões Nordeste e Norte do Brasil, com tipos de economias específicas - sobre os projetos econômicos implantados na Amazônia e seus efeitos sobre modos de vida seculares devido à devastação de florestas e palmeiras e uso de agrotóxicos. Tragédias e esperanças mesclam-se no imaginário de desenvolvimento dessas mulheres, na construção de uma memória coletiva das lutas sociais na Amazônia. Alcançamos as percepções de mulheres que, nos seus enfrentamentos cotidianos, acionam múltiplas identidades e constroem diferentes mecanismos de defesa da vida.
[1] Uso o termo no sentido atribuído por Almeida (PROJETO BRASIL CENTRAL, 2016), que entende que as denominadas “agroestratégias” estão na ordem do dia das agências multilaterais e de conglomerados financeiros referidos às indústrias alimentícias. No quadro de uma propalada “crise do setor de alimentos” elas tem sido anunciadas com alarde e como uma medida salvacionista para resolver todos os problemas de abastecimento de gêneros alimentícios. Elas compreendem um conjunto heterogêneo de discursos, de mecanismos jurídico-formais e ações ditas empreendedoras. Abrangem tanto estudos de projeção, que tratam das oscilações de mercado e suas tendências, quanto de ajustes na carga tributária de produtos e insumos utilizados em produtos alimentares considerados básicos. Tais estudos versam também sobre medidas regulamentares e atos perpetrados por diferentes agências financeiras (bolsas de valores, fundos de investimentos, bancos) e por entidades representativas de grandes empreendimentos agropecuários. Abrangem ainda um conjunto de iniciativas para remover os obstáculos jurídicos à expansão do cultivo de graõs, notadamente a soja, e para incorporar novas extensões de terras aos interesses industriais, numa quadra de elevação geral do preço das commodities agrícolas. (Almeida, 2010:101,102). Cf. Almeida, A.W.B. de -”Agroestratégias e desterritorialização: direitos territoriais e étnicos na mira dos estrategistas dos agronegócios” in Acselrad, H. (org.) Capitalismo globalizado e recursos territoriais. Rio de Janeiro. Ed.Lamparina.2010 pp.101-143
[2]no modo habitual como as pessoas “imaginam” o seu ambiente social, e isto não se expressa, muitas vezes, em termos teóricos, mas apoia-se em imagens, narrativas e lendas (1), imaginário social é a sua partilha por largos grupos de pessoas, se não por toda a sociedade (2), o imaginário social é a compreensão comum que possibilita práticas comuns e um sentido de legitimidade amplamente partilhado (3) ( ) O imaginário social incorpora um sentido das expectações normais que temos uns dos outros, o tipo de compreensão comum que nos possibilita levar a cabo práticas colectivas que constituem a nossa vida social (Taylor, 2010, p.31-36)
Desarrollo:
2. Estratégias e constatações da pesquisa: entre tragédias e esperanças
As observações que balizam esse estudo foram condicionadas pelo desfecho do fenômeno da pandemia do coronavírus Covid 19, anunciado pela Organização Mundial de Saúde, em 31 de dezembro de 2019. Inicialmente, pela impossibilidade de realização de trabalho de campo, direcionamos a pesquisa para a consulta em fontes secundárias, via internet, leitura e interpretação de livros de autoria de mulheres quebradeiras de coco babaçu, de documentos e sites oficiais e dos megaempreendimentos, acompanhamento e realização de lives pelo Google Meet com lideranças dos movimentos sociais.
Buscávamos compreender a disputa que se apresenta no campo da construção de imaginários sociais sobre a ideia de “desenvolvimento”, via discursos oficiais e narrativas dos grupos afetados por esses megaempreendimentos. Outro interesse estaria na identificação e reflexão sobre a construção em curso de outras economias na região ecológica do babaçu e seu contraponto ao modelo “desenvolvimento” hegemônico, bem como sobre as estratégias da economia social e solidária assumidas por grupos de mulheres e a proposição de outros imaginários sociais de desenvolvimento. O estudo tem detectado a emergência de Outras economias[1], a partir da experiência de cooperativas lideradas por mulheres e a construção de laços de solidariedade e de defesa da vida.
Como estratégia de pesquisa, procuramos nos aproximar das experiências e vivências dos grupos de mulheres que acionam múltiplas identidades - entre elas: trabalhadoras rurais, quebradeiras de coco babaçu, quilombolas - conjugando suas lutas identitárias com uma economia específica, a economia do babaçu, que desde os anos de 1990 tem implicado a construção de redes de solidariedade, como um mecanismo de defesa da vida, numa imbricação constante entre dimensões econômicas, políticas e sociais e de sentimentos de esperanças em construção. E, por fim, quais seriam os saberes e imaginários sociais construídos por economias não capitalistas.
Nos pareceu interessante refletirmos, ainda, sobre as narrativas que enunciam tragédias que resultam da devastação e uso de agrotóxicos na região ecológica do babaçu, proporcionada pelo avanço do agronegócio que se firma por meio das monoculturas de soja, cana-de-açúcar, eucalipto. Nos questionamos sobre a relação entre a devastação na região causada, sobretudo, pelo uso de agrotóxicos e a pandemia. Quais seriam as tragédias que estariam se cruzando na região ecológica dos babaçuais?
Estudos têm apontado para o grave problema da devastação na Amazônia Brasileira
Entre 2017 e 2019, 733 km 2 de florestas primárias foram derrubadas na região amazônica do estado do Maranhão (INPE, 2019a), diminuindo a cobertura florestal original de 25% (24.700 km 2 ) em 2016 (Celentano et al., 2017) para 24% (23.967 km 2 , Fig. 1) em 2019. Em 2019, pelo menos 25% (6.038 km 2 ) das florestas remanescentes foram degradadas por incêndios florestais e/ou extração ilegal de madeira ocorridos entre 2007 e 2019 ( INPE, 2019a,b,c). Nas áreas legalmente protegidas, a degradação florestal representou 37 % da Conservação[2]
Recentemente, o Instituto de Pesquisa Ambiental da Amazônia (Ipam) divulgou que o desmatamento no cerrado cresceu 20 por cento em 2022. O Maranhão foi apontado como o estado brasileiro que mais desmata, com destaque para os municípios localizados ao sul do estado. Associado a esse problema, de acordo com estudos de pesquisadores da Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (Embrapa), enquanto no mundo inteiro, são usados anualmente 2,5 milhões de toneladas de agrotóxicos, no Brasil, o uso anual supera 300 mil toneladas de produtos comerciais (Spadotto e Gomes, 2021)[3]
O estudo mais específico sobre a devastação provocada pelo uso de agrotóxicos, bem como do debate existente sobre a legislação vigente no Brasil tem revelado aspectos da luta em defesa da vida, como, por exemplo, a disputa que se apresenta no campo da construção de imaginários sociais sobre agronegócio, tão positivado em discursos oficiais e midiáticos.
Constatou-se que ao discutir a análise das representações do discurso no imaginário sobre as concepções de "desenvolvimento " há uma relação com a defesa da vida. Os Megaempreendimentos nas narrativas das mulheres apresentam uma especificidade ao tratar das contradições vivenciadas nas cidades e comunidades com a instalação desses projetos. São questões que envolvem a produção local nas suas formas organizativas que exigem também consumo responsável. Todas essas reflexões implicam ações que estão diretamente ligadas à conquista da qualidade de vida das mulheres, enquanto agentes sociais dessas lutas por garantia de direitos na erradicação da pobreza.
A “região ecológica do babaçu”, aqui denominada, segue a nova cartografia social realizada em 2015, que identificou uma área de ocorrência da palmeira do babaçu correspondente a 26 milhões de hectares[4], abrangendo partes dos estados do Maranhão, Pará, Piauí e Tocantins, onde centenas de famílias têm garantido a existência, por meio de uma economia específica, baseada nas múltiplas formas de uso da palmeira, associada a outras práticas agroextrativistas e a tipos de comércio que envolvem acesso a programas governamentais, políticas públicas e redes de comercialização locais, nacionais e internacionais.
Há mais de 20 anos, estudos acadêmicos têm apontado para o acelerado processo de devastação, que afeta essa região disputada por grandes empreendimentos atraídos pelo Programa Grande Carajás, iniciado em 1986, com incentivos fiscais e creditícios para projetos agrícolas, agroindustriais e implantação de infraestrutura (transporte e energia), para o processamento de minérios, agropecuária, exploração madeireira. Atualmente, acrescentam-se a esses os investimentos no agronegócio, com as monoculturas de eucalipto para a produção de celulose e de cana-de-açúcar para a produção combustível e açúcar.
O processo predatório, assim caracterizado por Almeida (2005, p. 27), implica relações sociais de conflitos, que resultam da devastação ambiental de grandes áreas, derrubada de babaçuais, desmatamentos das florestas ombrófilas e a contaminação das bacias dos principais rios do Estado, com o uso de agrotóxicos (pesticidas e inseticidas) e de adubos químicos e a consequente desertificação dos solos. Em suas narrativas, as mulheres frequentemente detalham os efeitos desses processos de devastação e do envenenamento praticado nas monoculturas (soja, eucalipto, arroz, milho e cana de açúcar).
O pensamento “desenvolvimentista” oficial que se alimenta de um imaginário que positiva a devastação provocada por megaempreendimentos, a ponto de associar o agronegócio à vida vem sendo confrontado com as narrativas de mulheres que têm ocupado o papel de lideranças de movimentos sociais em suas lutas em defesa da vida.
Charles Taylor (2010, p.11) no seu questionamento sobre a possibilidade de falar-se em “múltiplas modernidades”, considerando que “outras culturas não ocidentais foram modernizadas à sua maneira”, sendo inadequado o seu entendimento se tentarmos apreendê-las dentro de uma teoria geral que tenha o Ocidente como referência. Para este autor, hoje existem múltiplas modernidades que “hão-de-entender-se sob o ponto de vista dos divergentes imaginários sociais implicados”. No centro da modernidade ocidental, uma nova concepção de ordem moral da sociedade começou apenas como uma ideia nas mentes de alguns pensadores influentes, se configurando, posteriormente o imaginário social de amplos estratos e, depois, de sociedades inteiras.
Avaliamos que na região ecológica dos babaçuais, a criação de elementos simbólicos ligados aos seus projetos institucionais faz parte das estratégias de grandes empreendimentos. Tais estratégias resultam na construção de um imaginário que poderíamos classificar como organizado e estratégico, incluindo um conjunto de elementos, linguagens e símbolos voltados para determinados grupos, embora sem o seu conhecimento, na tentativa de aproximar os povos e grupos locais dos interesses industriais.
Percebemos que há uma pretensão dessas estratégias empresariais, de resolver alguns dos conflitos através de símbolos. Utilizam o mais fundamental dentre eles, que é a linguagem que podemos compartilhar com os outros, ou seja, uma resolução de problemas que se dá não por meio de relações de forças, mas a partir do reconhecimento de uma lei comum que respeita o outro, que reconhece em cada um a sua existência e as suas possibilidades ou, ainda, que a lei comum reconhece cada um como parte de um todo. As abordagens imaginárias, culturais e simbólicas dos megaprojetos são pensadas estrategicamente sempre seguidas de um discurso, na medida em que reconhecem a importância do papel dos valores, da linguagem, princípios, dos desejos e projetos a realizar naquilo que as pessoas creem mutuamente. A fala da liderança das quebradeiras de coco da região sul do Maranhão-Brasil, sobre a atuação da empresa de produção de celulose Suzano S.A., durante a pandemia da Covid 19, expressa aspectos das agroestratégias adotadas na região:
(...) eles se tornaram quase um papai noel, todos os grupos que estavam o prefeito, o vereador, até o próprio governador. Eles se tornaram, assim um acode, “acode aqui, lá tem que colaborar com isso aqui, têm que ajudar nisso daqui, vamo ajudar nos hospitais da campanha aqui” e a empresa se tornou um papai noel. Pra mim isso foi um desastre. O quanto a gente combate, o quando a gente acha que foi um grupo que veio para detonar com a qualidade de vida do nosso povo, de repente eles se acharam um grupo que tava colaborando com a qualidade de vida do nosso povo...isso pra mim foi uma facada muito feia? e nós não tivemos, até agora, como fazer muita coisa para tirar essa imagem que as empresas estavam se tornando os “papai noel” da vida. (...) E pelo outro lado dos impactos, pra mim isso aí foi um impacto muito sério, né? e como os outros impactos que impactaram e impactam a vida das pessoas, eles continuam muito arrogantes. Os caminhões foram uma das coisas que a epidemia não mexeu, foi com a carregada de madeira, uma das coisas que a epidemia não se abalou (Maria Querobina da Silva Neta, liderança das quebradeiras de coco babaçu do município de Imperatriz, sul do Maranhão-Brasil, 2018).
Estratégias de marketing social, associadas às estratégias de propaganda nos meios de comunicação comerciais vinculando a imagem do agronegócio à ideia de progresso, de qualidade de vida – “Agro é vida” - desafiam os movimentos sociais na construção de um contradiscurso capaz de revelar ao mundo os efeitos socioambientais, políticos e culturais do predominantes na região ecológica dos babaçuais.
Palmeira é vida. Deixa em pé, deixa viver. O agronegócio vai tirar o sustento das pessoas. O que eles estão plantando não vai chegar para nós, vai para os Estados Unidos, vai para caixa prego. E não somos nós que vamos trabalhar naquelas terras. Esse agronegócio é a peste que vem arrasar com tudo. (Chica Lera, 2019, p. 83).
Como ressalta a liderança das quebradeiras de coco do estado do Piauí-Ma, Chica Lera, o investimento das empresas na construção de determinados símbolos, porém não impediu a intensificação do debate em torno de modelos econômicos hegemônicos, baseados na imposição de padrões de consumo, inclusive alimentar e, sobretudo, sobre o uso de agrotóxicos e o envenenamento de plantios, rios, animais e as pessoas, durante o período de pandemia.
Ainda persistindo na questão de Escobar, indagou-se como esses grupos e comunidades afetados pelos megaempreendimentos na região ecológica dos babaçuais se organizam na defesa da vida, considerando as tragédias enunciadas em suas narrativas, resultado do comprometimento da qualidade de vida, em função dos processos de devastação impostos à região (Almeida et al, 2005, p. 27), agravadas com a pandemia.
Buscamos compreender a complexidade das tragédias modernas (Williams, 2002) e, ao mesmo tempo, aprender mais sobre as emoções positivas, como as esperanças, enunciadas nas narrativas dessas mulheres nos diferentes espaços de comunicação, que possam estar na base da construção de um contrapoder (Castels, 2013, p. 18), e que orientam a atuação em defesa da vida.
A partir da experiência vivenciada pelos grupos de mulheres organizadas em associações, cooperativas e redes de comercialização, a exemplo da Cooperativa Interestadual das Quebradeiras de Coco Babaçu e da Rede de Cerrados, percebemos a heterogeneidade das estratégias de resistência dos movimentos sociais face às tragédias enunciadas. Esses movimentos propõem um tipo específico de economia que lida com a sustentabilidade do sistema. Por meio do aproveitamento integral do babaçu, essas mulheres garantem suas moradias e obtêm renda com produtos de artesanato, produtos alimentícios, ração para animais, produtos cosméticos, tipos sustentáveis de combustível.
(...) tem gente que não entende a história do negro, primeirariqueza do mundo é a terra, porque se nós não tiver demarcação,titulação das terras, não tem nada… tem agricultor, pescadoratingido por esse linhão. Hoje, o que acontece? O que vairesultar? nada. Então, o projeto do Movimento negro é isso aqui: éa terra para eles. Na empresa, não é considerada a terra. E ondefoi feito o linhão, ninguém passa lá… não teve um debate com omovimento negro, foi uma coisa individual (...) Em 2002, essacomunidade tinha 70 famílias e, hoje, tem 560, porque ondeforam despejados… não é à toa que estamos brigando por umareserva, por um assentamento. A pior coisa é não ter onde morar.(Aires, 2016, p. 34
Outro aspecto ressaltado pela liderança quebradeira de coco Nice Aires, do município de Penalva-Maranhão, é a vinculação entre essas lutas que se apresentam no plano da economia com as lutas por território, o que demonstra o caráter multidimensional das lutas dessas mulheres. Ao propor Outra economia, elas estão construindo outros laços de solidariedade que conjuga preocupações ambientais, econômicas, de gênero, interesses das gerações mais novas, formas de produzir e de consumir, exigindo, portanto, um repensar constante sobre a ideia de desenvolvimento em disputa.
[1] Uso o termo numa aproximação com o que Wright (2019, p.106) classifica como “economia popular”, “economia solidária”, ou economias não capitalistas, e é possível que a economia do babaçu se enquadre nessas experiências.
[2] Silva Junior, Celso HL; Celentano, Danielle; Rousseau, Guillaume X, Moura, Emanoel Gomes de, Varga, István van Deursen; Martinez Carlos; Martins, Marlúcia B. Floresta Amazônica à beira do colapso no estado do Maranhão, Brasil. In: Política de Uso da Terra. Volume 97, setembro de 2020. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0264837720301071?via%3Dihub. Consulta em 18/01/2023.
[3]Spadotto, Claudio Aparecido; Gomes, Marco Antonio Ferreira. Agrotóxicos no Brasil. In: https://www.embrapa.br/agencia-de-informacao-tecnologica/tematicas/agricultura-e-meio-ambiente/qualidade/dinamica/agrotoxicos-no-brasil#:~:text=Anualmente%20s%C3%A3o%20usados%20no%20mundo,mil%20toneladas%20de%20produtos%20comerciais. Consulta: 18/12/22
[4]MAPA BABAÇU ATUALIZADO (2).pdf
Conclusiones:
3. Conclusões: resistência pelos saberes
As lutas sociais na região ecológica do babaçu perpassam as disputas por imaginários sociais de modos de vida. Assim como na Colombia e em outras partes do planeta essas mulheres defendem suas vidas, territórios e culturas com projetos econômicos que não se separam da arte, criatividade, emoção e imaginação, de suas lutas sociais, identitárias que alimentam redes de solidariedade capazes de enfrentar epidemias. Suas vivências nos ajudam a problematizar concepções de “desenvolvimento” que respaldam a instalação de megaempreendimentos e suas agroestratégias em regiões, com as especificidades da região ecológica do babaçu. Tais concepções confrontam-se com as percepções de mulheres militantes que enfrentam, cotidianamente, os efeitos desses investimentos em suas vidas.
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MAPAS:
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Palabras clave:
imaginário social; desenvolvimento; mulheres; megaempreendimentos.
Resumen de la Ponencia:
La representación de los influjos culturales en productos artísticos ha sido un asunto de estudio que por muchos años se limitó a disciplinas propias de la formación específica en las artes. Sin embargo, durante las últimas décadas, nuevos campos de conocimiento dotan este ejercicio de horizontes interpretativos más amplios, enriqueciendo o volviendo viables percepciones que incrementen las posibilidades comprensivas y críticas. En esto la sociología aporta conceptualmente al enmarcar la naturaleza compleja de rasgos mentales, sociales y lingüísticos que se generan en el relacionamiento humano y en la constitución de la cultura. Para ello, esta ciencia social cuenta con estructuras teóricas encargadas de la percepción de los símbolos con enfoques desde diversos puntos de partida, como: las que buscan explicitar los imaginarios producidos por su influencia, la que tratan de evidenciar los lugares concretos que tienen en las culturas, las que se enfocan en los medios dentro de los cuales se reproducen y las que buscan percibir las consecuencias en factores psicológicos. Estableciendo diálogo entre estos diferentes marcos teóricos, se presenta una interpretación sociológica de las emociones tristes proyectadas en tres de las series colombianas que se encuentran en el catálogo de Netflix: Distrito Salvaje, El robo del siglo y Juanpis González. Tomando en cuenta el auge de difusión que han tenido las producciones colombianas tras distribuirse en el mercado del streaming, se toman tres que han sido elaboradas en el formato de serie y que han contado con niveles altos de popularidad, a la vez narrando historias que contienen situaciones calificadas por el grueso de la población como características y especialmente cuestionables de la sociedad colombiana , para entender, principalmente desde los aportes de Bericat, Goffman, Bourdieu y Elías, la dimensión de la tristeza en estas representaciones. Distrito Salvaje narra la historia de un excombatiente que, tras los acuerdos de paz con las FARC-EP del año 2016, se muda de la selva a Bogotá y debe afrontar diversas complicaciones nacidas de la marginalización que elevan los sentimientos de tristeza enmarcados en los mismos títulos de los capítulos (Coacción, Intimidación, Decepción, Traición). El robo del siglo, desarrolla en ficción personajes alrededor de los acontecimientos del robo al banco de la república sede Valledupar en 1994, desfalco que resultó en principio exitoso hasta que en la persecución se elabora una estrategia para incautar y por ende remite a emociones cambiantes en las que al final predominan las negativas, por sentir el dinero usurpado como billetes malditos. En Juanpis González se parodian figuras protagonistas de la política colombiana y se proyectan diversas situaciones de exclusión que se entienden desde el capital simbólico. Las tres presentan convergencias al tratar el tema de la corrupción, por lo que es el principal tema de contraste.Resumen de la Ponencia:
El son jarocho es una expresión artística y cultural que nace al sur de Veracruz y que con el paso del tiempo ha sufrido diversas modificaciones. A mediados del siglo XX, abandona su ámbito rural y se adapta a lo urbano. A partir de esta época, la imagen que se proyecta de la cultura jarocha está representada por el virtuosismo en la ejecución musical y por los bailes vistosos que han dejado la tarima para subirse al escenario. Sin embargo, a finales de la década de los setentas surge el “Movimiento Jaranero”, el cual está en pro del rescate de las tradiciones y ha llevando a cabo la labor de recontextualizar, reestructurar y resignificar lo que este grupo entiende por la “tradición”.Este movimiento se ha valido de la versada (la cual se refiere a la poesía cantada, compuesta por versos y coplas, sabidos o improvisados), para recrear y transmitir parte de su memoria colectiva, la cual ha encontrado nuevas maneras de transmisión a través de diversos medios como las grabaciones de discos, la impresión de algunos cancioneros, la internet, etc. A su vez, por medio de la creación de “nuevos versos” y los alcances que ha tenido su difusión, se ha logrado la generación de imaginarios sociales que presentan ciertas variantes cuando se heredan de generación en generación.El objetivo de esta ponencia es identificar los componentes sobresalientes en las producciones del imaginario social y la memoria colectiva, para conocer cómo a través del Movimiento Jaranero, esta cultura ha resignificado, recontextualizado y revivificado al son jarocho. Empero, debido a que el universo de lo que se canta es muy amplio, la ponencia se centrará sólo en los imaginarios sociales construidos bajo la temática de protesta social, tomando como ejemplos el son del “Chuchumbé” y “Señor Presidente”. La presente disertación mostrará cómo la lírica jarocha no sólo contiene temáticas amorosas y cómicas, sino que también ha sido utilizada por los actores sociales sotaventinos como un medio para llevar a cabo la denuncia social.Resumen de la Ponencia:
Com a presente comunicação, pretendemos compreender a comunhão de culturas e identidades na Guiana Francesa e nas Antilhas francófonas, mormente através de uma reflexão sobre os movimentos político-culturais que nasceram no seio daqueles territórios. Sendo assim, debruçar-nos-emos sobre o recente movimento da Crioulização, o qual se ergue como herdeiro do movimento da Negritude, o qual, por sua vez, se encontra indissoluvelmente ligado às reivindicações anticolonialistas que nasceram entre o fim da Primeira Guerra Mundial e o início da Segunda Guerra Mundial, nas colónias francesas ultramarinas. Reivindicando o ser negro e, portanto, a existência de uma cultura própria inerente ao ser negro, escritores e intelectuais francófonos antilheses e africanos reagruparam-se num movimento cultural e político – a Negritude - que influenciou fortemente diferentes manifestações estéticas, como a literatura. É neste contexto que surge, na primeira metade do século XX, uma literatura antilho-guianense denunciadora da alienação cultural dos povos antilheses e guianenses, a qual exige o advento de uma literatura intrinsecamente ligada à identidade literária, cultural e política dos territórios de onde emerge. Esta reivindicação prende-se, por seu lado, com uma forte reação ao colonialismo francês, pelo que, de forma a contestá-lo, busca glorificar as sociedades e culturas de origem africana, numa tentativa de ultrapassar as tradicionais divisões entre árabes, negros-africanos e africanos na diáspora. Seria, precisamente, o movimento da Negritude que estaria na base da formação, na década final do século XX, do movimento da Crioulização, caracterizado como um processo inacabado de mestiçagem, que, partindo do espaço caribenho, se ampliaria por todo o mundo. Ora, uma vez mais, a literatura foi o espaço por excelência de manifestação desta proposta teórica, herdeira do movimento da Negritude. Procuraremos, em suma, acompanhar o processo socio-histórico e estético do movimento da Negritude para, finalmente, compreender o movimento da Crioulização e suas manifestações socio-estéticas e imagéticas nos diferentes espaços sociogeográficos antilheses e guianenses.Resumen de la Ponencia:
REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA COMUNIDAD DEL BAJO CALIMA DEL MUNICIPIO DE BUENAVENTURA, SOBRE LAS AFECTACIONES SOCIO-ECOLÓGICAS El propósito de este artículo es el de presentar los resultados sobre las Representaciones Sociales de la comunidad de El Bajo Calima, por las afectaciones socio-ecológicas causadas por la pavimentación de la carretera que permite el acceso al puerto Aguadulce a través del corregimiento de El Bajo Calima – Buenaventura. En relación a la metodología, es cualitativa con enfoque descriptivo – analítico. En cuanto a los resultados se identificaron seis Representaciones Sociales, ellas son: Organización Social, Seguridad comunitaria, Imaginarios, Interacción Social, Lugar de referencia y Comprensiones, construidas por las comunidades de El Bajo Calima, las cuales les ha permitido tener una cohesión social y aumentar el sentido de pertenencia por su territorio. En conclusión, la población calimeña recurrieron a algunas representaciones sociales para defender su territorio.Resumen de la Ponencia:
Proponemos compartir resultados del proyecto “Flujos, fronteras y focos. La imaginación geográfica en seis periferias urbanas de la Argentina durante la pandemia y la pospandemia del COVID19”, ganador de la convocatoria PISAC (Programa de Investigación de la Sociedad Argentina Contemporánea, ANPCyT y CODESOC). El objetivo de dicho proyecto es desarrollar una investigación comparativa sobre la imaginación geográfica en tiempos de pandemia y pospandemia en y sobre las periferias y áreas de expansión de seis aglomerados urbanos medios de distintas regiones de la Argentina: Tucumán, La Plata, Mar del Plata, Resistencia, Jujuy y Bariloche. Problematiza el impacto que la pandemia y las medidas tomadas para su control tuvieron en la imaginación geográfica, enfocando las representaciones producidas por los medios de comunicación, las políticas públicas y sus habitantes.Partimos de la noción de imaginación geográfica de David Harvey ([1973] 2007: 17), entendida como aquella que permite a las personas “comprender el papel que tiene el espacio y el lugar en su propia biografía, relacionarse con los espacios que ve a su alrededor y darse cuenta de la medida en que las transacciones entre individuos y organizaciones son afectadas por el espacio que los separa”. El análisis parte de las categorías de “foco, flujos y fronteras”, una tríada que permite observar los modos en que la imaginación geográfica distribuye, conecta y separa lugares, objetos y actores en el espacio urbano y el peso de la clase, el género, la racialidad, la generación y el lugar en este proceso.Investigamos la “imaginación geográfica” de los medios, la política pública y los/as habitantes situada territorialmente (en vinculación con las imágenes y los imaginarios de cada ciudad), con temporalidades variables (con los efectos de la pandemia en el marco de transformaciones urbanas de larga duración) y anclada en modos de habitar específicos y desiguales, para comparar las dinámicas socio-espaciales, los imaginarios geográficos, y las proyecciones de futuro en cada uno de los aglomerados urbanos seleccionados y en su contrastación. En este trabajo, nos concentramos en las dinámicas referidas a la ciudad de San Salvador de Jujuy para dar cuenta de la relación coyuntural en la que se producen distintas formas de focos, flujos y fronteras en el espacio de ciudad, con énfasis en las condiciones de emplazamiento y movimiento, y las valoraciones y estrategias libradas por las y los habitantes de la ciudad. Buscamos, con ello, ponderar el modo en el que las interpretaciones sobre la crisis sanitaria durante el primer año de pandemia reafirman, renuevan y/o ponen en tensión la producción imaginada de los espacios provinciales jujeños, con la construcción de jerarquías intersectadas de distintos/as actores locales y con la asignación diferencial de los espacios de ciudad para cada grupo.Resumen de la Ponencia:
A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX se incrementaron los relatos de viajeros (locales y extranjeros) en el territorio colombiano, algunos de ellos fueron producto de expediciones científicas o comisiones contratadas por el Estado, otros, hicieron parte del reconocimiento del territorio, sus recursos y sus gentes por parte de viajeros, colonos y misioneros. La Sierra Nevada de Santa Marta, ubicada en la costa Caribe, tuvo una especial atención al ser una región de interés para los proyectos colonizadores de la época. Si bien se dio una prelación a la palabra escrita en estos registros, las ilustraciones y las fotografías se convirtieron en una estrategia de registro que pretendía ser una herramienta “objetiva” que capturaba las realidades del momento.No obstante, las imágenes, principalmente dibujos y fotografías en blanco/negro, reprodujeron imaginarios específicos sobre el territorio, las gentes y los recursos. Como por ejemplo, la construcción visual de “indígenas” que “mantenían” determinadas costumbres o formas de vida consideras como “naturales” o “propias”; la caracterización del territorio como un lugar “exhuberante” o con una alta “riqueza” de recursos en términos de producción de alimentos y otros. En esta ponencia se analizarán los imaginarios construidos/legitimados a partir de las imágenes publicadas sobre la Sierra Nevada de Santa Marta, en términos de territorio y pueblos indígenas. Vale anotar que estas circularon como parte de los informes y artículos publicados en el periodo de interés, tiempo en el que se dio una transición del uso de la ilustración a la fotografía por parte de los viajeros, expedicionarios y misioneros que arribaron a esta región. En este sentido, se busca establecer puentes discursivos entre esta producción visual, comprendiéndola como el resultado de las intenciones de quien estuvo tras la cámara o el lápiz ilustrador. En esta vía, la imagen dista de ser un producto “objetivo” que apela a la subjetividad de su autor y los preconceptos, ideas e imaginarios del mismo sobre aquello que es registrado a través de la fotografía y la ilustración.Vale anotar que esta ponencia hace parte de una reflexión mas amplia sobre los acervos históricos de imágenes de esta región y su potencialidad para las comunidades del presente. Dado que se han adelantado ejercicios de photo-elicitacion en los que han sido re-interpretadas desde las realidades actuales. Si bien esta mirada “actual” continúa en proceso, es importante analizar también las imágenes como espacios de construcción/legitimación de imaginarios en sus contextos de producción inicial.Resumen de la Ponencia:
É conhecido o recente conceito de necropolitica, de Achille Mbembe, que se refere à legitimação da política da promoção da morte. O culto à morte e a prática de violência e genocídio são, entretanto, constantes na história da humanidade, tendo ganhado feições específicas já ao longo do século XX, notadamente no movimento futurista e nos regimes “de massa”. São fartos os estudos que investigam o papel da comunicação na conformação das massas em torno de uma disposição fascista, como por exemplo as clássicas pesquisas de Adorno e Horkheimer enfatizando as emissões radiofônicas, a televisão e o cinema, tanto na sociedade de consumo estadunidense quanto nos governos propriamente fascistas europeus. A presente apresentação propõe-se a discutir a relação entre a morte e a imagem, tendo em vista a proeminência inédita que a imagem ganhou com as redes sociais, seu imediatismo e a radicalização do que David Harvey chamara compressão tempo-espacial. Pretende-se sustentar que há uma relação intrínseca entre três elementos do capitalismo atual: o fetichismo – como categoria marxiana e freudiana –; a imagem veloz e instantânea – como meio mais acabado da sociedade do espetáculo, no dizer de Guy Debord e propício, psicanaliticamente, ao que Jacques Lacan denomina paixão do ódio e da ignorância –; e a morte como eixo central da psicopolítica, pra usar a expressão de Byung Chul-Han. A potência da imagem imediata na psicopolítica da morte situa-se na raiz da produção da subjetividade contemporânea: bildung é o verbo usado por Freud para cunhar a expressão “formação do eu”; bild significa imagem. Assim, em analogia ao conceito de personalidade autoritária caracterizado por Horkheimer em extensa pesquisa empírica de meados do século XX, o estágio atual do capitalismo neoliberal e seus mecanismos de dominação talvez produzam um tipo de subjetividade que pode ser nomeado personalidade fantasmática, que combina fetichismo, imagem e morte. Fenomenicamente, referencia os modos de ser contemporâneos ligados às mensagens visuais, ao espetáculo, à performance nas redes sociais, aos episódios instantâneos de fama, à influência comportamental da imagem no mercado e na política. Personalidade, no sentido aqui empregado, não remete a um suposto inato, a uma constituição própria de um indivíduo singular. Bem ao contrário, trata-se do traço exterior que se torna mais íntimo aos sujeitos do inconsciente, o êxtimo, no neologismo de Lacan, e que decorre da estrutura social e da ambiência de uma época. Se for válida a proposição desta personalidade fantasmática como marca da política da morte – para cuja sustentação também se estabelece um diálogo com as teorias de Muniz Sodré e Marcos Dantas –, seu funcionamento assumiu no Brasil dos últimos anos um caráter agudo, e é diante destas disposições que a democracia e a libertação da América Latina encontra seus desafios contemporâneos.Resumen de la Ponencia:
La comprensión multidimensional de los diversos modos con los cuales los sectores populares experimentan, describen, explican y evalúan los procesos sociales que los afectan, ha sido recientemente sustituida por análisis que reducen la batalla cultural a una contienda entre relatos ideológicos que ofrecen diversas interpretaciones e imágenes del orden social, desplegándose consciente e intencionalmente en el plano discursivo, configurando lo que ha dado en llamarse la era de la posverdad y las “fake news” . Sin negar su incidencia, los observables empíricos construidos en el marco de un estudio exploratorio comparativo de casos - relevando diversos universos de trabajadores del Área Metropolitana de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires (Argentina) entre los años 2010 y 2015- indican la ocurrencia de un proceso epistemológico y social más amplio y complejo. En base a ellos formulamos un conjunto de hipótesis exploratorias sobre el comportamiento electoral de los sectores populares en Argentina en al año 2015. Como principal conclusión, proponemos prestar particular atención al problema de la infraestructura epistémica y moral preexistente en los sectores populares, sobre la que necesariamente operan los relatos ideológicos circulantes. Afirmamos que los mismos impactan -si y sólo si- se dispone de un tipo de identidad moral y estructura reflexiva de asimilación de lo social permeable a ellos, es decir, con capacidad conceptual de integrarlos. Se usa discursivamente, lo que se adecúa a la identidad epistémica y moral disponible para comprender y evaluar lo social. Lo que no se ajusta, se desecha y/o permanece inobservado. Recíprocamente, los relatos ideológicos operan como factor perturbador de nociones y concepciones preexistentes, si los esquemas morales y las estructuras reflexivas de asimilación disponibles ya están previamente en crisis y se encuentran en vías de reestructuración. De este modo, comprender las diversas identificaciones políticas asumidas en la contienda electoral, requiere del estudio de los procesos psico y sociogenéticos históricamente constituyentes de las identidades colectiva y subjetivamente preexistentes, construidas inter-generacionalmente a través de las confrontaciones propias de la dinámica conflictiva de las relaciones sociales de clase. En el caso puntual del triunfo de Macri en 2015, es significativa la magnitud asumida por una concepción de justicia social retributiva meritocrática, según la cual se hace al individuo exclusivo responsable de las condiciones de vida favorables o adversas atravesadas. La interrelación cooperativa y confrontativa entre clases no resulta observable en la descripción, explicación y evaluación de la situación personal. En este sentido, es plausible pensar que el mejoramiento progresivo objetivamente experimentado por los trabajadores durante el período 2003 -2015 es atribuido a su esfuerzo individual, en vez de ser observado como una consecuencia lógica de las políticas redistributivas ejecutadas durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Introducción:
En 2020 la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y Caribe) señala que el mejoramiento registrado entre 2002 y 2014 en la calidad de vida en varios países de la región, por la implementación de políticas redistribucionistas, a partir del 2015 es revertido por el triunfo electoral de gobiernos que favorecen condiciones de concentración monopólica de la riqueza, acentuando dramáticamente la inequidad característica de América Latina (CEPAL, 2020).
En Argentina, la reversión se produce con el gobierno de Mauricio Macri[1]. Consolida entre 2015 y 2019 un nuevo ciclo histórico de políticas neoliberales, abortando el proceso redistributivo[2] impulsado en los doce años previos por Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015). Diversas fuentes indican el incremento de la pobreza, la desocupación, la inflación y la caída del salario real (CELAG, 2019), durante el gobierno de Macri, en correspondencia con un proceso de valorización financiera, profundo endeudamiento externo y fuga de capitales (Basualdo,2017).
Sin embargo, su triunfo electoral, a pesar de los intereses de clase que objetivamente promueve, es logrado y sostenido, no solamente por distintas fracciones del capital, sino necesariamente también por el apoyo de diversas fracciones de la clase media, y muy especialmente, por buena parte de la clase trabajadora.
Tabla 1
Indicadores socioeconómicos período de gobierno de Mauricio Macri (2015-2019)
uente:CELAG 2019
Fuente: CELAG, 2019.
Este hecho, a nuestro juicio, plantea la siguiente paradoja: ¿cómo explicar la decisión electoral de buena parte de los sectores populares de no apoyar con su voto a la fuerza política que había impulsado una mejora objetiva en sus condiciones sociales de vida, y en cambio sustentar a aquella que representa electoralmente los intereses de las clases privilegiadas del orden social?
La paradoja deja de ser tal cuando el análisis del comportamiento político no se restringe a la evolución histórica de las condiciones materiales de existencia de los sectores populares y se incorpora a su comprensión la incidencia de un conjunto de dimensiones igualmente relevantes: las del conocimiento, las de la moral, las de la identidad emocional. Como advierte Jacques Le Goff no es posible comprender cabalmente un modo de producción social sin introducir la producción simbólica.
La contradicción observada en el voto de los sectores populares ilustra con nitidez el problema de la diferencia existente entre la acción realizada en la práctica y el plano del conocimiento de sus causas e implicancias. Esta discordancia - clásicamente conceptualizada en la tradición de Marx como indicativa del problema de la construcción de una conciencia de clase, o en la epistemología genética de Jean Piaget como inherente al proceso de construcción de conocimiento de lo social- plantea la necesidad de investigar los factores que promueven o, por el contrario, inhiben en los sectores populares el conocimiento de los medios concretos a través de los cuales se afecta su situación social.
[1] La fórmula Macri- Michetti obtiene el 51,4% de los votos en la segunda vuelta del 22 de noviembre de 2015. Disponible en http://www.argentina.gob.ar/ interior/dine /resultados yestadisticas/2015#13
[2] Entre 2003 y 2015 la participación de los asalariados en la distribución del PBI se incrementa doce puntos, de 25,4% a 37,4% (Basualdo et al., 2011)
Desarrollo:
Sin embargo, la comprensión multidimensional de los diversos modos con los cuales los sectores populares experimentan, describen, explican y juzgan los procesos sociales que los afectan - y de los comportamientos políticos que asumen en consecuencia - ha sido recientemente sustituida por análisis que reducen el ámbito de la confrontación cultural a una contienda entre relatos ideológicos que ofrecen diversas interpretaciones e imágenes del orden social, desplegándose consciente e intencionalmente en el plano discursivo Lo que se ha dado en llamar la incidencia de la posverdad [1] y de las noticias falsas (fake news) en el comportamiento electoral se hace inteligible en este marco conceptual. Se trata de relatos construidos intencionalmente en el plano discursivo[2], apologéticos y deliberados, por parte de sus productores, circulantes en el espacio massmediático y de redes sociales. Su alcance cuantitativo depende del grado de verosimilitud, capacidad de persuasión y nivel de impacto emocional. Su eficacia no se mide tanto por el grado de distorsión enunciativa de los hechos, como por su capacidad de satisfacer expectativas y deseos subjetivos, valiéndose de un instrumento lógico propio
de etapas iniciales, autocentradas, preoperatorias (Piaget,1996; 1986;1985;1984a;1984b) del desarrollo reflexivo: la creencia. Se apoya en el razonamiento simbólico transductivo, que va de lo particular a lo particular, y establece relaciones de participación entre procesos causalmente inconexos, para obtener los resultados subjetivamente esperados. A diferencia de una lógica hipotético deductiva sustentada en la verificación empírica intersubjetiva de los hechos de la realidad, a través de procedimientos cooperativos y paritarios, constituidos por acciones con significaciones compartidas y regulados por las reglas comunes del razonamiento operatorio reversible, la lógica de la creencia descarta y/o niega como observables, los hechos y procesos de la realidad que la contradicen. Proyecta exteriormente la resultante de los propios pensamientos y sentimientos, sin distinguir las elaboraciones subjetivas del mundo objetivo (Autor, 2008).
Siguiendo esta lógica interpretativa, el triunfo electoral de Mauricio Macri en 2015 hipotéticamente podría explicarse por la primacía de la posverdad. Se lo atribuye al engaño de buena parte de los sectores populares a través del bombardeo cotidiano de un discurso mediático, experto en la construcción propagandística de falsas promesas de satisfacción de necesidades, como astuto en la propagación del descrédito de su principal fuerza de oposición electoral (el “kirchnerismo”).
Sin negar la incidencia de los relatos basados en fake news en el comportamiento político de los sectores populares, el relevamiento realizado en terreno por nuestro Equipo en diversos universos de trabajadores del Área Metropolitana de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires entre los años 2010 y 2015- indican la ocurrencia de un proceso epistemológico y social más amplio y complejo, en base al cual formulamos un conjunto de hipótesis exploratorias sobre el comportamiento electoral de los sectores populares en Argentina en al año 2015.
No consideramos posible explicarlo como un ejercicio retributivo mecánico, de tipo moral y emocional, de empatía y agradecimiento, o de enojo y castigo, derivado estrictamente de la evolución positiva o negativa de las condiciones materiales de existencia, como si la experiencia vivida necesariamente implicara “per se” el conocimiento pleno y cabal de los factores, procesos e identidades sociales que la originan.
Tampoco resultan plausibles las explicaciones que dan relevancia a una especie de uso reiterativo a nivel de la reflexión de las descripciones y explicaciones de los hechos sociales que circulan en el plano discursivo-ideológico.
Resulta clave prestar atención al problema de la infraestructura epistémica y moral preexistente en los sectores populares, sobre la que necesariamente operan los relatos ideológicos circulantes
Afirmamos que los mismos impactan -si y sólo si- se dispone de un tipo de identidad moral y estructura reflexiva de asimilación de lo social permeable a ellos, es decir, con capacidad conceptual de integrarlos. Se usa discursivamente, lo que se adecúa a la identidad epistémica y moral disponible para comprender y evaluar lo social. Lo que no se ajusta, se desecha y/o permanece inobservado.
Recíprocamente, los relatos ideológicos operan como factor perturbador, de debilitamiento y/o desestructuración de nociones y concepciones preexistentes, si los esquemas morales y las estructuras reflexivas de asimilación disponibles ya están previamente en crisis y se encuentran en vías de reestructuración.
Así, la ideológico-discursiva opera como una variable interviniente, pero no sería explicativa de la génesis de nuevos comportamientos y pensamientos.
De este modo, consideramos que las construcciones circulantes simplemente tienden a reforzar o a debilitar a las diversas identidades morales y epistémicas colectiva y subjetivamente preexistentes, construidas inter-generacionalmente en las confrontaciones propias de la dinámica conflictiva de las relaciones sociales de clase.
Concepciones de justicia social y del orden social en los sectores populares
Veamos algunos datos correspondientes a relevamientos exploratorios realizados en terreno entre 2010 y 2015 en diversos universos de trabajadores y sectores medios del Área Metropolitana de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, seleccionados a partir de muestras no probabilísticas, intencionales, por cuotas:
1) trabajadores de la industria de procesamiento de pescado de la ciudad de Mar del Plata.[3] Realizamos un total de 161 entrevistas semiestructuradas, durante diciembre de 2014 y julio de 2015 en seis diferentes empresa. La precariedad caracteriza sus condiciones laborales, - informalidad, subocupación - producto de los efectos de la concentración monopólica y extranjerización progresiva de esta industria desde los años noventa.
2) Trabajadores creyentes, devotos de San Cayetano, del Area Metropolitana de Buenos Aires. En la Parroquia de Liniers de la Capital Federal, realizamos un total de 87 entrevistas a varones y mujeres de catorce años y más en las dos filas de acceso al santuario: lenta y rápida en el año 2010.
3) estudiantes universitarios de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Se realizaron 56 entrevistas con colaboración de los estudiantes de la carrera de sociología[4] .
Corresponden a las respuestas a dos interrogantes planteados a los fines de captar los juicios morales de evaluación de la propia situación de vida.
Gráfico I
Diversidad de concepciones de justicia social en la evaluación de la situación personal de vida en tres universos sociales
Fuentes: Relevamiento propio en empresas (Solimeno, Argentina Frozen Fish, Angelito, Cabo Asturia, Cadelafi, Mardi), diciembre 2014 y julio 2015; Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, año 2015 y Parroquia de San Cayetano, 7 de agosto 2010.
En los tres universos sociales, se registra el predominio de una noción de justicia retributiva meritocrática, centrada en una noción de responsabilidad individual.[5]La dimensión social del comportamiento es inobservada, o bien se presenta en segundo plano. Se considera que la adversidad o bienestar de la propia situación de vida es exclusiva responsabilidad del individuo, al que se le atribuye plena voluntad, intencionalidad, conciencia, y capacidad de decisión, sin ser afectado o limitado por restricciones contextuales y circunstanciales de ningún tipo. Esta concepción de justicia implica una imagen de la sociedad como resultante de una simple agregación de individuos, escindible en unidades y acciones fragmentarias, desvinculadas unas de otras. Las relaciones sociales son inobservadas.
No obstante, en aproximadamente un tercio de los entrevistados se registra una crisis de tal concepción, poniéndose en cuestionamiento la noción moral de merecimiento. Al observarse la falta de equivalencia entre el comportamiento individual realizado y las condiciones de vida obtenidas a cambio, entra en crisis el criterio retributivo de proporcionalidad entre el acto y su sanción, juzgándose entonces la adversidad como un castigo no merecido.[6] Este nuevo observable contribuye a la crisis del autocentramiento individual.
En ese grupo crítico, en muchos casos no se identifica el factor responsable de las condiciones sociales desfavorables vividas personalmente. Pero en otros tanto se constituye un nuevo observable: el observable de lo social. En ellos avanza la conciencia de la intervención de factores contextuales y circunstanciales imponiendo un límite objetivo a la posibilidad del individuo de elegir y decidir, voluntaria e intencionalmente qué hacer con su vida.
El observable de lo social es un punto de llegada en la representación de la realidad. Sin embargo, incluso cuando se constituye, es conceptualizado con distinta complejidad.
Es posible distinguir dos fases. En la primera, mayoritaria se concibe la sociedad como una totalidad enfrentada al individuo, que lo presiona y se le impone con exterioridad. Los procesos sociales se describen como si fueran identidades unívocas, cosificadas, con propiedades fijas, estáticas, cuasi esenciales o atemporales: la economía, los políticos, el gobierno, el país, la falta de trabajo, etc. El individuo piensa sus propias acciones y condiciones con ajenidad a ellos. Ninguno de los factores mencionados se plantea como un proceso histórico configurado en la misma dinámica de interrelación entre acciones colectivas de grupos sociales, de los que el entrevistado necesariamente forma parte.[7]
En la segunda fase, más minoritaria aún que la anterior, en las respuestas obtenidas se esboza la observación de relaciones, ya no entre acciones individuales, sino entre acciones grupos sociales. Aparece la dicotomía “ellos”- “nosotros”- los cuales, en algunos pocos casos, logran ser reconocidos tendencialmente, aunque no plenamente, en su carácter de clases sociales.[8]
[1] El concepto es elegido en 2016 como la palabra del año por el Oxford Dictionary. Lo define como el fenómeno que se produce cuando los hechos objetivos tienen menos influencia en definir la opinión pública que los que apelan a la emoción y a las creencias personales (Disponible en https://www.lexico. com/ definition/post-truth). La Real Academia Española lo define como “la distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales” (Disponible en https://dle.rae.es/ posverdad).
[2] Por sólo dar un ejemplo: “Todas las sociedades tienen necesidad de justificar sus desigualdades: sin una razón de ser, el edificio político y social en su totalidad amenazaría con derrumbarse. Por eso, en cada época se generan un conjunto de discursos e ideologías que tratan de legitimar la desigualdad tal y como existe o debiera existir, así como de describir las reglas económicas, sociales y políticas que permiten estructurar el sistema. De las confrontaciones entre esos discursos e ideologías, que es al mismo tiempo intelectual, institucional y política, surgen generalmente uno o varios relatos dominantes en los que están basados los regímenes desigualitarios existentes en cada momento. En las sociedades contemporáneas, el relato dominante es fundamentalmente el propietarista, empresarial y meritocrático (…) El problema es que este gran relato, que vivió un primer momento de gloria en el siglo XIX, tras el hundimiento de la sociedad estamental del Antiguo Régimen, y que experimentó una reformulación radical de alcance mundial a finales del siglo XX, tras la caída del comunismo soviético y el triunfo del hipercapitalismo, se antoja cada vez más frágil (...) Sólo desde una perspectiva trasnacional es posible comprender las debilidades del relato dominante y plantear la construcción de un relato alternativo.” (Picketty, 2019:11 y 12).
[3] Realizado por un equipo integrado por un total de veinte personas entre investigadores, becarios y estudiantes de la Universidad Nacional de Mar del Plata y de la Universidad de Buenos Aires.
6 Este último criterio, correspondiente a la acción vinculante al santo -ver o tocar su imagen- es un indicador discriminatorio de las diversas etapas de la representación de lo social en los creyentes (Muleras, 2008)
[4] En el marco de las tareas investigativas llevadas adelante en el Seminario de Iniciación a la Investigación Social (Titular: Edna Muleras).
[5] Involucra respuestas del siguiente tipo: Nº1: “Y porque uno hace y tiene lo que quiere”; Nº 36: “Porque todo lo que tengo es con esfuerzo”; Nº 56: “Me levanto todos los días a trabajar, trato de ser bueno, de cumplir”; Nº 70: “Porque uno elige ser lo que es”.
[6]Involucra respuestas del siguiente tipo: Nº54: “Siempre trabajé y merezco estar mejor”; Nº25: “Porque siempre una persona que merece algo mejor con todo el sacrificio que hace”; Nº 31: “Porque en el otro trabajo me echaron sin causa; Nº32: “Nadie se lo merece. Porque todos necesitamos un sueldo digno. Trabajas todo el día. Estamos más horas acá adentro que con la familia”.
[7]Involucra respuestas del siguiente tipo: Nº 35: “No merecido. Porque si bien no me falta nada acá el trabajo es re pesado”; Nº 50: “Por la situación del país”; Nº 13: “Yo no tengo la culpa de lo que hicieron los políticos que vendieron la Argentina. El mar lo vendieron con Menem”.
[8] Involucra respuestas del siguiente tipo: Nº 72: “No merecido. Porque creo que todos nos merecemos vivir mejor nos rompemos la espalda, vivimos día a día, hay gente que le sobra”; Nº 99: “No merecido. Porque uno trata de hacer las cosas bien, los que no cumplen son ellos, quedé en la calle porque quebraron”.
Conclusiones:
El observable de la relación entre grupos es una precondición necesaria al desarrollo de una concepción de justicia social distributiva. A partir del mismo, es posible juzgar la propia situación de vida en el marco de las restricciones impuestas a la acción individual por el grupo social de pertenencia, a su vez limitado en sus condiciones de vida y posibilidades de comportamiento por las acciones y prácticas de los restantes grupos de la estructura social. Se trata de la concepción inherente a una etapa más compleja en el conocimiento de lo social, en la cual se observa la existencia de grupos humanos en su seno, con sus relaciones intragrupales, intergrupales y transgrupales (Piaget y García, 1989), integradas a nivel de la formación social de conjunto. La sociedad se presenta como una totalidad de relaciones entre grupos humanos, como el conjunto de sus relaciones. [1]
En síntesis, nuestro avance investigativo da cuenta de la incidencia significativa, en el triunfo de Macri de la magnitud asumida, en distintas fracciones de trabajadores, por una concepción de justicia social retributiva meritocrática según la cual el individuo es es el exclusivo o principal responsable de las condiciones de vida favorables o adversas que atraviesa. La interrelación social cooperativa y confrontativa entre clases sociales, las condiciones sociales, no resultan observable en la descripción, explicación y evaluación de la situación personal. En este sentido, es plausible pensar que el mejoramiento progresivo objetivamente experimentado por los trabajadores durante el período 2003 -2015 fue atribuido por ellos estrictamente a su esfuerzo individual, en vez de ser observado como una consecuencia lógica de las condiciones sociales propiciadas por las políticas de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández orientadas a promover mayor equidad social.
Sobre esta infraestructura epistémica y moral preexistente en la representación y evaluación de lo social operan los relatos ideológicos circulantes, cumpliendo un papel relevante en la comprensión del comportamiento electoral de los sectores populares en el año 2015.
[1] Relaciones entre acciones; entre relaciones, originando estructuras; y entre estructuras, originando sistemas.
Bibliografía:
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Fuentes secundarias
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Palabras clave:
RELATOS/ POSTVERDAD/ CONOCIMIENTO/ COMPORTAMIENTO ELECTORAL/ SECTORES POPULARES
Resumen de la Ponencia:
El Centro Histórico de Ciudad Juárez representa la zona fundacional de la ciudad, en ella se han presentado diversas condiciones y usos en el aspecto económico, político y administrativo. Además, históricamente, se encuentra establecido uno de los principales puentes internacionales de cruce con Estados Unidos, por lo que se vuelve una zona estratégica para el desarrollo social, urbano y turístico. Sin embargo, el polígono del Centro Histórico presenta una serie de matices que responden al tipo de uso del suelo y, por tanto, estas se ven reflejadas en los usos y prácticas, así como en la apropiación del espacio público. El propósito de este estudio se basa en el enfoque fenomenológico el cual se fundamenta en torno a las percepciones (subjetivas) de los actores sociales (visitantes y habitantes) que se desenvuelven en el Centro Histórico de Ciudad Juárez, en el cual, se manifiestan expresiones y significados, de manera individual y colectiva, a partir de las imágenes y experiencias que se suscitan en el espacio público. La presente investigación está asociada a la perspectiva del enfoque psico- socio-espacial, es decir, la relación que existe por parte de habitantes y visitantes respecto al Centro Histórico de Ciudad Juárez y como a partir de esta relación se crean significados, emblemas, productos de la experiencia que se suscita dentro de este espacio. Mediante un estudio de carácter cualitativo se logra representar los principales espacios simbólicos para los visitantes y habitantes del Centro Histórico; a través de la técnica conocida como mapas mentales que consiste en dibujar libremente las principales características asociadas a la experiencia a partir de la relación hombre-medio, en los elementos de la memoria, observación y experiencias de los actores que usan y acuden al centro como parte de su vida cotidiana. Palabras clave: Representaciones mentales, Centro Histórico, Ciudad Juárez.Resumen de la Ponencia:
Se propone un cercamiento desde la ecología política al análisis de las relaciones de poder establecidas sobre la naturaleza y los seres humanos en la dinámica de la conquista como primer momento que evidencia una transformación de la dualidad metabólica naturaleza-sociedad en Panamá. Para tal fin, se parte de la idea de Alimonda bajo la cual la colonialidad que persiste en la naturaleza latinoamericana surge ante el pensamiento hegemónico global como un espacio subalterno susceptible de ser explotado de acuerdo con lo que sea necesario para los regímenes de acumulación vigentes. Esta subalternidad se puede observar desde la ecología política como una relación de poder donde se establecen tanto el control de la naturaleza, como la manera en la que se le vincula al proceso de acumulación. Desde esta perspectiva analizaremos cuál fue la dinámica en Panamá de esta relación metabólica entre naturaleza y sociedad y el papel de los grupos dominantes y los dominados.Se emplearán textos historiográficos de autores panameños que analizan el proceso de colonización del país, la distribución del espacio geográfico en las principales actividades económicas del proceso de colonización (agricultura, minería, ganadería) y la constitución de ciudades como eje determinante de todo el proceso. Ello nos permitirá hacer una reflexión sobre el periodo republicano y la inserción del país en el nuevo proceso global, todo contrastado con nuestra propuesta teórica que evidencia dos marcos epistemológicos para explicar la distribución y uso de la naturaleza construidos uno, a partir de la hegemonía y otro desde las diferencias. Colonialidad de la Naturaleza una mirada desde la Ecología PolíticaDesde el origen del istmo de Panamá, este asido un punto de encuentro y de pasos de especies y humanos entre las Américas, es preciso enunciar que el proceso de surgimiento del Istmo sirvió de puente terrestre entre las dos Américas constituyéndose en un factor determinante en la consolidación de la geografía, clima, flora, fauna y las propias poblaciones de todo lo que fue antes de la llegada de los colonizadores a América. Fenómeno que propicio la construcción de procesos organizativos enmarcados en la relación sociedad naturaleza propio de un momento histórico trascendental. [1] Para el arqueólogo Cooke, Panamá hace tres millones de años, facilitó el intercambio de especies de animales terrestres que habían evolucionado en aislamiento en dos vastos continentes. De igual trascendencia fue la separación definitiva de las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico, cuyas consecuencias incluyeron a la separación de peces y de otros organismos marinos, así como a la creación de nuevas ecologías en los mares. (Cooke, 2019, 44)Resumen de la Ponencia:
¿Podemos pensar en el Patrimonio Cultural como una narración del pasado en el presente en forma de narraciones e interpretaciones grabadas, como lo hacen las películas y los libros? ¿Qué agentes escriben el pasado de los lugares, construyendo escenarios y documentos oficiales para crear una memoria colectiva presente? En esto investigación se analiza a través de discursos y documentos la cronología de la patrimonialización del Sítio Arqueológico Morro da Queimada, en la ciudad colonial de Ouro Preto – MG - Brasil, ciudad símbolo de las políticas de patrimonio cultural en Brasil. Contradictoriamente, el Sítio, aunque conocido, hasta entonces fue dejado de lado por las políticas patrimoniales hasta mediados de 2005. A lo largo de la línea del tiempo (1937 - 2021), se expone y problematiza la patrimonialización como un proceso de interpretación documentada y contextualizada a través de la selección y exclusión que resulta de procesos de negociación entre agentes e instituciones involucradas en cada momento de la patrimonialización grabada o apagada en el mismo espacio. Metodologicamente se analizan las dimensiones histórica, político-institucional, social y cultural del Sítio Arqueológico a través de documentos institucionales y académicos, imágenes de archivo e imágenes producidas en el relevamiento en el proceso de trabajo de campo, en busca de los agentes, intenciones y motivaciones que apagaron y generan reconocimiento y legitimación del lugar como patrimonio cultural ao largo del tiempo (1937 - 2021).La pregunta más pertinente no sería qué es patrimonio, sino cuándo hay patrimonio (CACLINI, 2016). La patrimonialización se caracteriza en la interpretación contextualizada, social y culturalmente, en las diferentes dotaciones de un bien cultural del pasado, con el fin de seleccionar y transmitir el valor público, la importancia y el significado de un bien, objeto o tradición colectiva. Es un proceso de negociación documentado y contextualizado que selecciona puntos de vista y narrativas en disputa y selección, realizado a través de la acción, intervención, documentación y legitimación del Estado, visando la producción de políticas de memoria colectiva de cada momento histórico.
Introducción:
¿Podríamos pensar el Patrimonio Cultural como una narración del pasado en el presente en forma de narraciones e interpretaciones? ¿Qué agentes escriben realmente el pasado de los lugares? ¿Reconocer un Patrimonio no sería tomar partido desde el punto de vista de la historia de los lugares?
Este trabajo analiza el proceso de patrimonialización del Parque Arqueológico de Morro da Queimada, en la ciudad de Ouro Preto, provincia de Minas Gerais, a unos 400 km de la ciudad de Río de Janeiro, interior de Brasil. Ouro Preto es una ciudad de historia colonial brasileña del siglo XVII, reconocida por la UNESCO en 1980 como patrimonio cultural de la humanidad y símbolo del patrimonio cultural brasileño.
La patrimonialización del Parque Arqueológico del Morro da Queimada es un proyecto dejado de lado durante muchas décadas, y comenzó, de hecho, recién a partir de 2005, cuando, en efecto, su valor público adquirió importancia y significado como patrimonio cultural. En todos los barrios vecinos del Parque Arqueológico quedan restos de la ocupación urbanística de una próspera villa minera de principios del siglo XVIII, escenario de la Revuelta de Felipe dos Santos en 1720 contra la corona portuguesa.
La necesidad de crear el Parque Arqueológico surgió desde la perspectiva de proteger un patrimonio material que fue paulatinamente deteriorado, tanto por el gobierno local como por la población (MATTOS, 2009), quienes ocuparon el sitio con casas populares a partir de la segunda mitad del siglo 20. Cuatro barrios se formaron en la periferia cerca del área tradicionalmente patrimonial de Ouro Preto, construida sobre parte de las ruinas, y hoy bordeando el Parque Arqueológico.
Desarrollo:
Con base en la cita de Néstor Canclini, “lo más pertinente no es lo que es patrimonio, sino que cuando hay patrimonio (CACLINI, 2016) buscamos establecer un marco temporal con la función de delimitar hitos temporales en el proceso de patrimonio del Parque Arqueológico. Para enfrentar este desafío, la propuesta es clasificar los discursos y documentos investigados en cuatro períodos marcados por diferentes contextos, circunstancias y agentes, teniendo en cuenta las políticas de memoria y patrimonio en Brasil en relación con el Sitio Arqueológico y la ciudad de Ouro Preto.
1) 1937 a 1969 - El primer período de tiempo a ser considerado es algo fundacional, período que incluye la creación del antiguo Servicio de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional - SPHAN y el desarrollo de Políticas Públicas para el Patrimonio Cultural en Brasil.
Un momento en que la preservación de las ciudades coloniales gana protagonismo frente a las ciudades modernas e industriales en desarrollo en Brasil. La nueva capital de la provincia de Minas Gerais, Belo Horizonte, la ciudad colonial desfigurada por las diversas reformas urbanísticas y luego capital del país, Río de Janeiro, y la ciudad de inmigrantes que se industrializaba, São Paulo.
Vale mencionar que Ouro Preto es considerado monumento nacional por las políticas patrimoniales brasileñas después de un largo período de ostracismo y abandono de la ciudad. Entre 1897 y 1930, debido al cambio de capital del estado, migró a la nueva capital toda la población de servidores públicos y, en consecuencia, sus recursos económicos, así como muchas inversiones públicas. Varias casas son abandonadas y la ciudad se vacía social y políticamente.
Paradójicamente, podemos reflexionar que, si no hubiera habido un cambio en la capital de la provincia, Ouro Preto, un monumento nacional, ya no existiría incluso en la década de 1930.
En 1951, el Morro da Queimada como Sitio Arqueológico fue visitado y mapeado por una expedición del equipo del Instituto Brasileño de Patrimonio Cultural – IPHAN, que incluía el poeta Carlos Drummond de Andrade y el gestor y político Rodrigo de Melo Franco, quienes fueron fotografiados sentados sobre las ruinas en una famosa fotografía que ahora se conserva en el Colección IPHAN - Río de Janeiro. También existen registros fotográficos de las ruinas realizadas durante la misma expedición en 1951 ya ubicados en la colección del IPHAN- Minas Gerais.
En 1969, se crea formalmente la Universidad Federal de Ouro Preto (UFOP), con la unificación de las centenarias Facultad de Farmacia y Facultad de Minas, creadas por la orden colonial en el siglo XIX. Así, la antigua ciudad colonial amplía su perfil universitario y de repúblicas estudiantiles que se consolidan en las siguientes décadas. Cabe mencionar que las diferentes repúblicas estudiantiles propiedad de la UFOP, donde se pueden leer placas metálicas con la leyenda: "Propiedad de la Escuela de Minas", fueron en gran parte compradas o expropiadas entre las abandonadas por los funcionarios públicos y la población que emigró para la nueva capital de la provincia.
2) 1970 a 1989 - El segundo período corresponde al crecimiento del perfil universitario de Ouro Preto con la fundación de la universidad federal local, el desarrollo del turismo en la ciudad y la expansión de nuevos barrios, con la ocupación de parte de los cerros, incluyendo áreas del Sitio Arqueológico.
En este contexto, algunas áreas del Sitio Arqueológico son ocupadas sistemáticamente por loteos irregulares, que incluso utilizan piedras de las ruinas del propio Sitio como material de construcción de viviendas populares. Según la arquitecta Maria Raquel Ferreira (2011), quien desarrolló una tesis de maestría sobre el Parque Arqueológico del Morro da Queimada:
“En Minas Gerais, los sitios urbanos históricos de la época colonial, conservados hasta mediados del siglo XX, a partir de la década de 1970 retomaron sus actividades socioeconómicas, con un nuevo ciclo ligado a la minería de hierro y también a la actividad turística, iniciando un crecimiento urbano desordenado, modificando el paisaje original y deteriorando el patrimonio arqueológico existente alrededor del centro histórico” (FERREIRA, 2011).
En una investigación realizada en la colección regional de Minas Gerais del IPHAN, se puede encontrar una carta transcrita a continuación del director regional de la agencia que pide al jefe de policía de Ouro Preto que tome medidas "con demoliciones clandestinas de los viejos muros del histórico Morro da Queimada en Ouro Preto ".
Apesar de las transformaciones, en 1980 la ciudad recibió el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El crecimiento urbano de Ouro Preto en el período también se atribuye al crecimiento de la exploración de la minería de hierro en su territorio y en la región, especialmente por la entonces Compañía Estatal Vale do Rio Doce. Generando, a su vez, migraciones urbanas desde el interior del Estado de Minas Gerais, y en el contexto de la Región Metropolitana de Belo Horizonte, de donde Ouro Preto está fuertemente influenciado.
3) 1990 a 2015 - El período siguiente, posterior a la Constitución Nacional de 1988, está marcado por la implementación de leyes que establecieron nuevos marcos jurídicos y prácticos para las políticas de Patrimonio, así como por la renovación institucional del Instituto Brasileño de Patrimonio Cultural - IPHAN.
En 1996, se aprobó el primer intento legal de creación del Parque Arqueológico Morro da Queimada, Proyecto de Ley 76/1996, sancionado por el entonces alcalde Ângelo Oswaldo, de acuerdo con la determinación del Plan Director de Ouro Preto, que ya preveía la creación del Parque en ese momento. Sin embargo, aún con la base legal, el proyecto fue dejado de lado por las administraciones municipales que siguieron.
A fines de la década de 1990 y principios de la de 2000, se realizaron los primeros estudios arqueológicos sistemáticos del Sitio Arqueológico de Morro da Queimada, con levantamientos realizados por el Arqueólogo Prof. Carlos Magno Guimarães de la Universidad Federal de la Provincia de Minas Gerais - UFMG. Los estudios resultaron en informes como el Levantamiento Visual del Patrimonio Arqueológico del Morro da Queimada (2004), donde hay registros de casas populares construidas con material de las ruinas o incluso utilizando las ruinas como base para construcciones.
La década de 2000 está marcada por una redefinición de las Políticas de Patrimonio en Brasil, y se elaboran nuevos conceptos como Patrimonio Inmaterial (2009) y Paisaje Cultural (2010). Al mismo tiempo, se crean líneas específicas de inversión en obras urbanas para Ciudades Históricas, como el Programa Monumenta y Programa de Aceleración del Crecimiento - Ciudades Históricas. También hubo una nueva expansión urbana en Ouro Preto durante el período, que requirió nuevas formas de control con las autoridades públicas.
Surgió a continuación un manifiesto de abril de 2000 del Movimento Pró-Morro da Queimada en defensa de la creación del Parque Arqueológico y denunciando el "uso de las ruinas como material de construcción", así como las "invasiones clandestinas" del área del Sítio.
De 2001 a 2005, la delimitación del Parque Arqueológico fue debatida públicamente a través de audiencias públicas. Hay una fuerte actuación de los organismos públicos en los diferentes niveles que contribuyeron para hacer posible la creación del Parque, incluyendo además del IPHAN, la Universidad Federal de Ouro Preto - UFOP, UFMG, Fundación Oswaldo Cruz -FIOCRUZ, la Alcaldía y el Ayuntamiento de Ouro Preto, e incluso el Ministerio Público Federal, además de entidades religiosas, ONG y asociaciones de vecinos. Según la investigadora Maria Raquel Ferreira (2011), en una audiencia en 2003 se decidió que lo mejor sería establecer dos parques – Parque Municipal das Andorinhas y Parque do Morro da Queimada – ya que las dos áreas tenían características diferentes.
La nueva delimitación del Parque y su implementación efectiva se produjo algunos años después, mediante la Ley Municipal 465/2008, e implicó la expropiación y remoción de las viviendas populares ubicadas dentro del área delimitada en el Sitio Arqueológico, además del requerimiento con el IPHAN mediante al Ministerio Público Federal para el cerco de protección de la zona, lo que terminó por no concretarse.
En los años siguientes, se destaca la creación del Ecomuseo del Parque Arqueológico de la Serra de Ouro Preto, como proyecto de extensión del Departamento de Museología de la Universidad Federal de Ouro Preto. Creado con el objetivo de sensibilizar, involucrar y brindar herramientas a los vecinos de los barrios aledaños al Parque en relación al acervo arqueológico, además de desarrollar su propia memoria social en relación a la historia de la ciudad. En este sentido, el Ecomuseo se ha convertido en uno de los agentes activos y productores de discursos sobre el patrimonio del Parque.
Otro aspecto importante a considerar es el desarrollo de proyectos técnicos diferentes y quizás incluso competitivos en términos de formas de uso presente y futuro del Parque Arqueológico. Es un relevamiento aún en proceso por la presente investigación.
Básicamente, hay un proyecto que pretendía abrir en el corto plazo la visita al Parque Arqueológico a partir de la creación de estructuras físicas y guías para atender al público, sumado al incentivo al Ecomuseo de la Serra de Ouro Preto. Y otro proyecto que defendía que el Parque debía ser estudiado intensamente en términos arqueológicos antes de ser abierto al público, al mismo tiempo que se desarrollaba una arqueología pública, en la medida en que implicara a la comunidad local en la conservación, sumado al incentivo al Ecomuseu da Serra de Ouro Preto. Al final, ninguno de los dos proyectos se desarrolló por completo.
Del primer proyecto se destaca el sitio web http://morrodaqueimada.fiocruz.br/, con informaciones históricas y cartográficas del Parque. El portal fue desarrollado a través de la Ley Federal de Incentivos. Aunque actualmente está desactualizado, hay mucha información que no está disponible en otros lugares.
La Universidad Federal de Ouro Preto viene realizando visitas y relevamientos arqueológicos de campo en el área del Parque desde hace varios años y actualmente sigue realizando visitas a cursos de Museología como parte de sus actividades docentes y extensión de la Universidad que emprende un esfuerzo institucional. De hecho, la patrimonialización del Parque Arqueológico del Morro da Queimada es un proceso aún en consolidación y muy sujeto a cambios institucionales o incluso políticos.
4) 2016 a 2021 – Como esta investigación también reflexiona sobre la actualidad y el presente de la patrimonialización del Parque Arqueológico del Morro da Queimada, un cuarto período de tiempo, aunque breve, es necesario para evidenciar los cambios radicales de gobierno y los contextos actuales de un proceso de patrimonialización no consolidado.
Es importante destacar que a partir de 2016 se inició en Brasil un contexto de debilitamiento de las Políticas Patrimoniales provocado por los cambios políticos y la crisis económica que vive el país. En los años siguientes, a este contexto se sumaron cambios institucionales en el IPHAN Nacional y en el IPHAN-MG.
A nivel local, pero también influido por cuestiones nacionales, como el nuevo gobierno federal, desde mediados de 2018 se debate en el Ayuntamiento de Ouro Preto un proyecto de ley que prevé la reducción de la delimitación del Parque y el cambio de categoría patrimonial de Parque a Monumento.
En 2019, el proyecto de ley cambió la categoría de parque a monumento, una forma controvertida de expandir la preservación del sitio arqueológico. El cambio de categoría tiene claramente el objetivo de flexibilizar los límites en relación con los barrios y propiedades privadas como posadas y haciendas e incluso terrenos pertenecientes a la Iglesia Católica.
En contraste, en junio de 2020, se celebró el 300 aniversario de Minas Gerais y la Revuelta de Felipe dos Santos, hecho histórico que está asociado a la fundación del Estado, y la historia de Ouro Preto junto con el Sitio Arqueológico, liderando la Parque Arqueológico para ser guiado por la prensa regional y la comunidad local.
En gran parte de 2021, con los impactos de pandemia en la ciudad y en Brasil, la patrimonialización estuviera parada, gerando grandes riesgos y pierdas de continuidad de la política de patrimonio cultural. Con la continuidad, luego de nuevas acciones de evacuación del área del Parque/Monumento del Morro da Queimada, promovidas por el Ayuntamiento junto con la Policía Militar Ambiental, un incendio con sospecha criminal consumió parte de la vegetación del área y alcanzó varias ruinas.
Esto, luego de muchos años sin incendios en la región, según el presidente de la Junta Administradora del Parque/Monumento. La comunidad de los barrios aledaños se movilizó durante días para contener las llamas que también podrían llegar a sus viviendas. Se salvan las ruinas de las zonas afectadas del parque y, contradictoriamente, la quema de vegetación revela ruinas hasta entonces ocultas u ocultas en el paisaje de pequeños árboles.
Conclusiones:
En la línea de tiempo de la patrimonialización de 1937 al 2021, se evidencian las dimensiones históricas, político-institucionales, sociales y culturales de la patrimonialización del Sitio Arqueológico a través de documentos institucionales y académicos, imágenes de archivo e imágenes producidas a lo largo del período, y en cada momento especifico. A lo largo de este tiempo, encontramos diferentes fuerzas, agentes, intenciones y motivaciones con mayor o menor capacidad para generar reconocimiento y legitimar el lugar como patrimonio cultural para ser integrado a la ciudad patrimonial de Ouro Preto.
La capacidad de reconocerlo y legitimarlo como Patrimonio Cultural se puede asimilar a la capacidad de convencer una narración del pasado en el presente en forma de narraciones e interpretaciones, tal como lo hacen también películas, libros y otros productos culturales. Nos corresponde cuestionarnos: qué agentes, en efecto, y en qué momentos, escriben el pasado de los lugares, construyendo escenarios para crear un presente compartido de memoria colectiva de estos espacios, es decir, “cuando hay patrimonio” (Néstor CACLINI , 2016).
Después de todo, no es el patrimonio cultural el que crea valor en sí mismo, sino los actores sociales involucrados que reconocen su eficacia simbólica como dotada de un valor reconocido para el campo en el que operan (Bourdieu, 1996). Reconocer un Patrimonio representa tomar partido desde un punto de vista de la historia de los lugares, ya que “el patrimonio es un proceso relacionado con un habitus de dar importancia a lo que sabemos” (CHUVA, 2009). Por tanto, si no conocemos y reconocemos el patrimonio cultural, ¿cómo podemos darle importancia?
Bibliografía:
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CANCLINI, Néstor. A Sociedade sem Relato - Antropologia e Estética da Iminência, EDUSP, São Paulo, 2016, Cap 2. Pag. 65 a 77
CHUVA, Márcia. Os Arquitetos da Memória: sociogênese de práticas de preservação do patrimônio Cultural no Brasil nos anos 1930-40. Rio de Janeiro, Editora da UFRJ, 2009, Cap. 1. Pag. 29 a 57.
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MATTOS, Y.; PRIOSTI, O. M. ; MARTINS, M. T. R. . Diálogo, Sentido e Significado no Ecomuseu da Serra de Ouro Preto. In: Anais do IV Encontro Internacional de Ecomuseus e Museus Comunitários, 2012, Belém.
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Palabras clave:
patrimonialización, memoria colectiva presente, Ciudad de Ouro Preto
Resumen de la Ponencia:
O presente trabalho tem como objetivo investigar, no âmbito do campo museológico, as formas de representação de negros e negras na exposição temporária Presencia Negra en Bogotá: 1940 – 1960 - especificamente, sob o ponto de vista dos estudos decoloniais na área da Sociomuseologia.Resumen de la Ponencia:
Los sentipensamientos y prácticas que encontramos en las sabidurías de diversos pueblos originarios, en los que se interrelacionan y complementan los sentimientos, los afectos y la razón, se constituyen como propuestas ético-políticas frente a la colonialidad del poder que ha ejercido el pensamiento hegemónico. Ya que ha posicionado a la razón como la única generadora del saber (científico), invisibilizando y deslegitimando otras formas de producir saberes (no científicos). Esto conllevó la negación y estigmatización de otras formas de organización de la vida en sociedad, construidas a partir del respeto y cuidado de la Madre Tierra. Lo que ha derivado en la dominación y explotación de los humanos y la “naturaleza” y que explica la crisis civilizatoria en la que nos encontramos. De acuerdo con Aníbal Quijano, el actual patrón de poder moderno-colonial capitalista se configuró a partir de la articulación de tres sistemas: un sistema de dominación (la colonialidad), un sistema de explotación (el capitalismo) y un sistema de producción de conocimiento (el eurocentrismo). Por ello para superar la crisis actual necesitamos ir desmontando estos sistemas.El objetivo de esta propuesta es cuestionar las epistemologías dominantes y superar la hegemonía de la razón para identificar los efectos de la colonialidad del poder en la negación de los sentimientos, los afectos y las pasiones en la producción de saberes (científicos y no científicos). Esto demanda la revaloración en igualdad de condiciones epistemológicas y políticas de ambas formas de producir conocimiento. Lo anterior con la finalidad de transitar a la descolonialidad del conocimiento, recuperando la interrelación y complementariedad que hay entre la razón y la afectividad que puede ayudarnos a restituir la armonía en la relación sociedad-“naturaleza” a partir de relaciones de solidaridad y reciprocidad entre los seres humanos y con la Madre Tierra orientadas por otro horizonte de sentido histórico.Resumen de la Ponencia:
A relevância deste trabalho está em buscar entender a existência de uma linha de convergência entre a produção do conhecimento geográfico latino-americano e o brasileiro tendo como referência a proposta epistêmica dos decoloniais. Ciente que os brasileiros são também categorizados como latinos, porém em função da colonização portuguesa e com idioma português que hegemonizou a comunicação dentro do seu território, os afastou da troca de saberes e da produção de conhecimento com os países de colonização espanhola. Desde o final da década de 90, do século XX a corrente do pensamento modernidade/colonialidade vem questionando as formas de colonialidade: do Poder, do Ser e do Saber na América Latina, investigamos com esse trabalho como a ação/pensamento da geografia é impactada a partir do Giro Decolonial, segundo Nelson Maldonado Torres (2005). A produção da geografia brasileira e latino-americana, apresenta em suas bases epistêmicas a visão eurocentrada, condição representada pelos teóricos que são utilizados na composição dos programas nas universidades. Entendemos ser a opção decolonial, capaz de sulear os geógrafos ao abordar com um olhar insurgente os acontecimentos dentro do espaço vivido, assim como nos propõem SANTOS ( 2019 ). Diante do exposto, analisaremos como os trabalhos apresentados nos congressos realizados - no âmbito continental – EGAL e em relação ao nacional, quando pensamos no Brasil - Fala Professor (AGB), refletem a questão decolonial.Em nossas reflexões, tomamos como referência teórica WALSH (2007), QUIJANO (2005), MIGNOLO (2020), em relação a decolonialidade. Utilizamos Santos (2013, 2021), no entendimento da função do geógrafo no mundo subalterno.Buscamos assim, investigar como a geografia contemporânea latino-americana apresenta um pensamento outro.Resumen de la Ponencia:
La presencia de la muerte se instaló en la vida diaria durante la pandemia de COVID-19, adquiriendo una trascendencia que interpeló y seguirá interpelando tanto al conocimiento científico, como a ese instrumental básico, histórico y cultural que permite que las personas orienten sus acciones y den sentido a sus vidas, así como otorgar un significado a su final. En términos del conocimiento científico, especial relevancia tuvieron los estudios sobre el virus, la enfermedad y las vacunas, acompañados, a menor ritmo, de los estudios sobre los impactos en los aspectos psicológicos de las personas. En términos del conocimiento de la vida cotidiana, lo que parece haber estado en cuestión, son las concepciones básicas y socialmente aceptadas de cómo se vive y gestiona la muerte. La amenaza latente y real de la muerte, el miedo a contagiar y a causar la muerte, el proceso de etiquetamiento de poblaciones proclives a “llevar la muerte a otros”, la muerte sin la posibilidad de despedirse de los seres queridos, lejos de las familias, la muerte sin ceremonias, la muerte en soledad, la muerte sin velorios y con entierros “express” configuraron parte de la práctica cotidiana y del nuevo imaginario social en contexto de pandemia. Este no es único, estático ni homogéneo, sino que adquiere ribetes característicos según la propia configuración precedente en las distintas sociedades latinoamericanas. El cono sur –y la sociedad uruguaya en particular- se caracteriza por ocultar, reprimir y negar la muerte ya desde su temprano proceso civilizatorio. Por tanto, la irrupción de la pandemia resquebrajó, en este y otros sentidos, la propia representación social del final de la vida. La muerte se instaló en los medios de comunicación y en los diálogos cotidianos. La muerte adquirió rostro y para muchas generaciones quizás fue la primera vez de contacto con algo por demás lejano. La perspectiva de este trabajo se ubica en un enfoque sociocultural no generalizante y tiene como objetivo empezar a desentrañar cómo la sociedad uruguaya en particular ha lidiado con estos asuntos en contexto de pandemia construyendo procesos de significación a través de discursos y prácticas. La aproximación empírica se realiza en base a la contextualización histórica del vínculo de la sociedad uruguaya con la muerte, del análisis de discursos presidenciales y oficiales en el marco de la pandemia y de la observación participante realizada el día de los muertos en el primer año de pandemia.
Introducción:
El tema que se propone desarrollar este trabajo refiere a la muerte y a las transformaciones que pueden haber ocurrido en el imaginario colectivo en relación a este tópico en el contexto de la pandemia de COVID-19 en Uruguay. El trabajo adquiere un carácter exploratorio en tanto incorpora algunos elementos empíricos pero la investigación no está aún finalizada.
La temática de la muerte ha estado y está presente en todas las culturas y sociedades dado que es tan inevitable como inasible y tiene tal magnitud que confiere un alto poder a quien se la apropia: desde la esfera política a la religiosa, desde la científica a la mágica.
La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto en el año 2020, como hacía tiempo que no pasaba en el mundo, a la muerte en su frecuencia y cercanía, revolucionando la vida cotidiana de las personas en todas partes del planeta. Si bien su incidencia y afectación tuvo grandes variantes según países, regiones y continentes no hubo lugar ni persona ajena a este suceso. Por lo tanto, su revolución fue de alcance global y mundial. Pero como todo suceso de esta magnitud y características adquirió especificidades y connotaciones según las culturas, los países y las sociedades que vivieron este virus de manera singular en función del contexto epidemiológico, pero también de los antecedentes que cada sociedad tenía en relación con la muerte. Los números de contagios y de muertos pasaron a ser cifras cotidianas, las medidas sociales, farmacológicas, no farmacológicas y las iniciativas políticas adquirieron en cada lugar mayor o menor énfasis en la encrucijada de cada situación local, nacional, regional y global.
En este trabajo nos ocupa la situación que vivió Uruguay durante la pandemia cuyo análisis puede realizarse desde varios ángulos. No vamos a centrarnos en la incidencia del virus desde un punto de vista médico ni epidemiológico sino a puntualizar algunos emergentes que la pandemia dejó en el imaginario social. En cierto modo nos preguntamos acerca de los cambios en el significado de la muerte dada su sobrerrepresentación en la vida cotidiana a propósito de la pandemia y el cambio en prácticas y rituales funerarios que ésta supuso.
Comenzaremos, en primer lugar, revisando algunos aspectos históricos acerca de la muerte en Uruguay para luego volver a los tiempos pandémicos incorporando algunos elementos empíricos que contribuyan al análisis.
Desarrollo:
El encuadre teórico de este trabajo parte de una perspectiva sociocultural a partir de la cual el análisis de la muerte se construye socialmente. Los abordajes acerca de la temática en las ciencias sociales han sido dispares y provenientes de distintas disciplinas. No podemos detenernos aquí en todos ellos; sin embargo, debemos destacar los aportes de Bauman (1992), Norbert Elias (1987) desde la sociología y de Aries (1984, 1977) desde la historia. En el ámbito español Jesús de Miguel (1995) discute analíticamente elementos para una sociología de la muerte en España, Fernando Gil Villa (2011) analiza la muerte desde una perspectiva sociocultural y Ricardo Jiménez (2012) analiza la construcción social de la muerte en la sociedad española a partir del concepto sistema de muerte y de tipologías de la muerte. Entre estas concluye que la muerte moderna se preeminente en la sociedad española donde la hegemonía del discurso médico sobre la muerte, su “secuestro” o reclusión en espacios reservados, junto al predominio de actitudes individuales hacia la muerte dominadas por la negación consciente y el rechazo emocional plantean la centralidad de la muerte en la vida social a pesar de la insistencia en su ocultamiento. (Jiménez, 2012: 615)
Al decir de de Miguel “Las personas no saben muy bien qué hacer con los muertos/as, ni qué conducta seguir ante un fallecimiento, en un funeral, qué sentimientos tener o cómo expresarlos. No han sido socializados/as, y han tenido pocas ocasiones para aprender. Por eso, la sociedad crea organizaciones (hospitales, industria funeraria, iglesias) que gestionan el proceso de morir y el tratamiento posterior del cadáver. Pero si el problema es considerable respecto de la muerte de los otros/as, en el caso de la muerte propia los problemas de adaptación son mayores. Las personas no encajan bien su propia muerte” … la Sociología participa en esta conspiración de silencio contra la muerte “habiéndose dedicado al estudio de la sociedad, al crecimiento y progreso de las civilizaciones, pero no a la muerte ni a la desaparición de la población” (de Miguel; 1995:113)
El enfoque metodológico que nos convoca es más bien exploratorio dado que se trata de los inicios de una investigación con algunos insumos generados de manera aislada, en particular en contextos de pandemia, pero en proceso sistematización. Para comenzar el análisis haremos referencia a los antecedentes que, desde una perspectiva histórica, jalonaron la relación de la sociedad uruguaya con la muerte y permean hasta la actualidad. Seguidamente se presentarán análisis del discurso “oficial” sobre la muerte en tiempos de pandemia a partir de análisis de prensa y seguimiento en redes sociales y finalmente se incorpora los hallazgos provenientes de la observación participante realizada el día de muertos en el primer año de pandemia.
Contexto histórico: cambios en la concepción de la muerte en Uruguay
Uruguay es un país relativamente joven, cuyo poblamiento se inicia entre 1724 y 1726 y cuya capital, la ciudad de Montevideo, se funda a mediados del siglo XVIII. Durante el período colonial y hasta principios del siglo XIX se caracterizó por la escasez de población en el marco del cual se cuentan la creación de algunos núcleos poblados, así como el ingreso de algunos contingentes de población indígena y africana. (Pellegrino, 2010, Pollero, 2016). Con la independencia del país y la formación del Estado independiente en 1825 se comienza a promover el ingreso de población al país cuyo mayor crecimiento se produce en la segunda mitad del siglo XIX en virtud de corrientes inmigratorias provenientes de Europa (Pellegrino, 2010).
En este contexto de población incipiente es que se ha caracterizado el período de la primera mitad del siglo XX como el de la cultura “bárbara” (Barrán, 1990a) seguido por el “disciplinamiento” que se produce entre 1860 y 1920 (Barrán, 1990b). Vale la pena seguir a este autor en relación con la descripción que hace de la muerte en estos contextos históricos en Uruguay y cómo ésta cambia su sentido, significados y prácticas en la vida cotidiana.
La muerte en el contexto de la barbarie uruguaya era familiar por frecuente y por incorporada en la vida cotidiana. Recordemos que la duración de la vida promedio (esperanza de vida al nacer) era de unos 35 años con oscilaciones entre 32 y 38. Las tasas brutas de mortalidad en Montevideo mostraban niveles cercanos al 35 por mil habitantes en 1804 elevándose al 40 por mil en 1844 (Pollero, 2016). La mortalidad era por tanto cotidiana y hasta demasiado cercana. La convivencia de los vivos con los restos de los muertos se daba tanto en los rituales como en los lugares de entierro. Los cuerpos eran exhibidos en las cercanías de las iglesias y cementerios; los velorios numerosos en personas pero también abundantes en comida y bebida según describe Barrán y los cementerios eran calificados por viajeros extranjeros como “horribles y apestosos” (Barrán 1990a; 188). La muerte era una costumbre más y no un hecho insólito… Huesos, cadáveres y ataúdes eran objeto de contemplación cotidiana (Barrán, 1990a; 190). En la prensa, los avisos fúnebres –entremezclados y sin sección específica- mostraban símbolos como calaveras, tibias, lápidas y monumentos funerarios. El 2 de noviembre, día de los difuntos, los cementerios parecían romerías. Sus calles, cuando las había, estaban concurridísimas con los deudos y otros paseantes que, además de rendir homenaje a sus difuntos, charlaban, reían y coqueteaban (Barrán, 1990a: 198)
Muerte y duelo vividos en comunidad, muerte hecha costumbre y exhibida con rasgos macabros, ceremonias de la muerte como otro aspecto de la cultura lúdica, y, por fin, la muerte hermanda a la risa que la exorcizaba y a la vez la trasgredía como Poder señala Barrán (1990a p.202)
En el marco de la creciente civilización de la sociedad que comienza a gestarse a mediados del siglo XIX, la sociedad uruguaya va procesando la negación de la muerte, la cual se la vincula con el temor y la seriedad negando rituales asociados al juego y a la fiesta y, a su vez, promoviendo su interiorización y no exhibición dado que convocaban a la tristeza y el resguardo espiritual. Esto se produce en un contexto de descenso de la tasa de mortalidad del 20 por mil en 1880 al 14 por mil en 1900 y de una esperanza de vida al nacer que ya superaba los 40 años alcanzando los 48 en 1890 y por encima de los 50 en 1908 (Pellegrino, 2010). Es decir que al mismo tiempo que la vida se alarga, la muerte se aleja, se aísla y pasa a respetarse.
Las pompas fúnebres embellecen la muerte al mismo tiempo que la niegan ocultando y amortajando los cuerpos. Los cementerios empiezan a reglamentarse en 1867, se eliminan los restos lúdicos de las ceremonias de la muerte y se cierran herméticamente los nichos al mismo tiempo que crecen plantas y jardines y empiezan a aparecer monumentos funerarios que llegan a ser considerados obras de arte (Barrán, 1990b)
La concepción de la muerte por tanto cambia “...la muerte no parecía a los ojos de la cultura “bárbara” ese hecho inconmovible, definitivo y esencialmente diferente a la vida que parecerá a la sensibilidad “civilizada” y a su ilustración médica” (Barrán, 1990b: 178). En efecto, como señala el autor, la muerte era un fenómeno colectivo, familiar: no se moría en soledad, se moría mayormente en el hogar rodeado de objetos y personas de toda la vida. La cultura “bárbara” promovía la visualización de la muerte, era un hecho frecuente y exhibido al público, en objetos fúnebres, en la prensa, en las iglesias. La muerte era costumbre, no excepción.
La cultura “civilizada” arrasa con la “barbarie” en la que el diálogo entre muertos y vivos era cosa corriente. Dicha cultura promovió la asociación de la muerte con “la seriedad de la vida y el temor. Estos hechos condujeron a esta sensibilidad a huir de la muerte, a negar su presencia” (Barrán, 1990b: 240).
Esta es la idea de la muerte que se consolidará a lo largo del siglo XX en el país a medida que descienden las tasas de mortalidad y que ésta se produce a edades más avanzadas.
El contexto de la pandemia COVID en Uruguay y algunos aspectos del discurso político sobre la muerte
En Uruguay se detecta el primer caso de COVID el 13 de marzo de 2020 y a partir de allí se toman medidas inmediatas de aislamiento social en las esferas del trabajo y del ámbito educativo. La muerte pasó a ser una amenaza como hacía más de un siglo que no sucedía. De hecho, el último episodio vinculado a una pandemia había sido entre 1918 y 1919 con la epidemia de la gripe (Cristina, Pollero, Pellegrino, 2019).
Los peores tiempos de la pandemia COVID en Uruguay se produjeron durante abril y julio del 2021 tanto en contagios como en muertes, cuando hacía ya más de un año que la población se había acostumbrado a vivir en este contexto. Si bien el país no se caracterizó por estar muy afectado por el número de muertes durante el año 2020 sí se produjo, a nivel de imaginario colectivo, un pánico y una transformación radical y demasiado rápida de las formas de socialización, de la reclusión, de la enfermedad y por cierto del miedo a la muerte. Una sociedad acostumbrada desde hace décadas –como hemos visto- a negar y ocultar la muerte, a ritualizarla de manera oscura, silenciosa y trágica, a separarla de la vida como si de otra cosa se tratara e incluso más recientemente a reducir los tiempos de velorios y a incrementar las cremaciones. Menos tiempo para procesar la muerte, más intensidad de ocultamiento y negación. Y también más privatización, individualización y soledad en el proceso de morir.
En este contexto irrumpe, cual meteorito, un virus que hace temer la enfermedad y la muerte de manera intempestiva y arrolladora. Acostumbrados a conferencias diarias del gobierno, anunciadas en forma masiva en los medios de comunicación – anunciando eventos, medidas y acciones en el marco de la decretada emergencia sanitaria apenas detectado el primer caso- la presencia del Presidente de la República sentado en una mesa y acompañado en general por el Secretario de Presidencia y el Ministro de Salud Pública pasó a convertirse en referencia cotidiana para los uruguayos.
El primer muerto en Uruguay por COVID se registra el 28 de marzo del 2020, días después de haber detectado el primer caso. Según relatan las crónicas de varios diarios uruguayos:
“La llamada de urgencia desde Presidencia ayer a la noche, a la hora 20:51, adelantaba que la noticia no era buena. El gobierno ya había terminado su conferencia habitual para informar el estado de situación sobre el coronavirus COVID-19 en Uruguay y los datos mantenían un incremento de infectados dentro de lo habitual. Pero en momentos en que el gobierno daba su informe diario, sobre la hora 20:10, se confirmaba la primera muerte por coronavirus en el país. Y el dato no era una cifra. Era una persona muy cercana y querida por la enorme mayoría del Partido Nacional: Luis Rodolfo González Rissotto . El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, volvió a entrar a la sala. Solo, en medio de un silencio espectral. Una tensión diferente a la locura diaria que se vive allí desde que el gobierno decretó la emergencia sanitaria el viernes 13 de marzo” (Diario El País; 28 de marzo 2020) https://www.elpais.com.uy/informacion/salud/exministro-blanco-de-la-corte-electoral-es-el-primer-muerto-por-coronavirus-en-uruguay)
Otra crónica de otro diario de alcance nacional señalaba las palabras del secretario de la Presidencia: “Hace 10 días nos mandó un mensaje con unas flores bien coloridas y decía: ‘Con estas lindas flores quiero transmitir un mensaje de esperanza recordando que la humanidad ha sabido superar grandísimas pandemias en el pasado. Tengámosle miedo al miedo y solo a ello. Un abrazo’ contó Delgado con la voz quebrada”. (Diario El Observador, 28 de marzo 2020 https://www.elobservador.com.uy/nota/murio-primer-paciente-internado-por-coronavirus-202032821447)
“Después de que finalizara la conferencia diaria del gobierno, el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, volvió a salir al encuentro de los micrófonos. Con gesto adusto y claramente angustiado, informó que se produjo en Uruguay el primer fallecimiento por Covid-19, la enfermedad que genera el nuevo coronavirus. Delgado indicó que se trata de Rodolfo González Risotto, quien tenía 71 años. González Risotto ocupó distintos cargos durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle (1990-1995) y después fue ministro de la Corte Electoral hasta el año 2010 en representación del Partido Nacional. El secretario de Presidencia contó que en estos últimos días González Risotto le había mandado un mensaje para brindarle aliento. Allí le transmitía un “mensaje de esperanza” y recordaba que “la humanidad ha sabido superar gravísimas pandemias en el pasado”. (La Diaria, 28 de marzo, 2020 https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2020/3/fallecio-la-primera-persona-por-coronavirus-en-uruguay/)
Como podemos observar entonces el anuncio de la primera muerte en el país lo hace un gobernante solo, minutos después de haber estado en conferencia de prensa con otros. Con cara compungida y como hemos visto que recogía la prensa “solo, en medio de un silencio espectral” “con la voz quebrada” o “con gesto adusto y claramente angustiado”.
Si bien no hemos podido realizar un análisis exhaustivo de los discursos del gobierno y de la presidencia durante la pandemia, realizando una revisión somera y exploratoria se puede notar que, en los discursos de presidencia oficiales, en particular del Presidente, no se registra mención a la muerte. Sí a las medidas y acciones tomadas en tiempos de pandemia.
Uno de los mayores debates se generó en torno a la “cuarentena obligatoria” y la “libertad responsable” (Supervielle, 2022) en los primeros días de la pandemia en donde durante un mes las medidas de aislamiento social fueron extremas pero no obligadas. Allí Uruguay resultó ser, en términos comparativos, “exitoso” en el primer mes donde se redujo la circulación al completo sin imposición “obligatoria” y apelando a la “libertad responsable”. Esto no implicaba, sin embargo, que no hubiera vigilancia policial en las calles controlando y reduciendo aglomeraciones, en particular entre la gente joven.
Otro de los elementos que caracterizan la pandemia en Uruguay fue la colaboración entre el gobierno y la comunidad científica a través del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH). Esto contribuía a generar tranquilidad en la opinión pública al mismo tiempo que se generaba una medicalización del discurso enmarcado en la concepción de ciencia clásica. Cabe mencionar que este grupo estaba coordinado por un bioquímico al que se integran un médico gastroenterólogo y un ingeniero eléctrico especializado en ciencia de datos. Todos de alto prestigio en el mundo científico uruguayo e internacional, varones de edad adulta, que estaban al frente de un numeroso equipo de investigación (https://www.gub.uy/presidencia/politicas-y-gestion/integrantes-del-grupo-asesor-cientifico-honorario-gach).
En palabras del Presidente: “nos han enseñado, nos han ilustrado” investigar, analizar, leer y trasladar información necesaria para tomar decisiones, pero “las decisiones políticas son del gobierno” con un invalorable asesoramiento del GACH y el Ministerio de Salud Pública.
Finalmente cabe mencionar que si se realiza un análisis en la red twitter del Presidente de la República y se busca la palabra muerte no hay ninguna referencia en relación específica con la pandemia.
En resumen, podemos decir que la comunicación oficial durante la pandemia procuró ser continua, transparente, permanente y respaldada en la comunidad científica. Las conferencias diarias se centraban en las medidas y las acciones, los logros más que los fracasos y en el caso de los muertos apenas alguna mención de lamento o condolencia.
Los cementerios: primer día de muertos durante la pandemia de COVID
El 2 de noviembre del año 2020 se realizó observación participante en dos de los principales cementerios de Montevideo: el Cementerio Central y el Cementerio del Buceo. Como resultado podemos enumerar los siguientes hallazgos:
- Existen controles en la puerta de acceso del Cementerio Central: fuera del cementerio armado de fila y uso de tapabocas. En el Cementerio del Buceo no hay restricción de entrada, hay tres puertas y una sola con control. No hay fila ni funcionarios controlando. - Dispensadores de alcohol en gel en la entrada en ambos cementerios- Controles/vigilancia en el interior guardias en los diferentes tramos del Cementerios Central, en el Cementerio del Buceo no se identifican muchos guardias, es más grande y más extenso. - Muy poca gente en todo el Cementerio Central visitando tumbas (no más de 20 personas). En el Cementerio del Buceo bastantes concurridos los panteones sociales (pertenecientes a las sociedades mutuales). Se permiten entradas de automóviles y si dirigen a los panteones directamente. Frente a algunos panteones se observan algunas personas. - En ambos cementerios se detecta alguna persona sola sentada reflexionando, la mayoría de la gente estaba en duplas (de parejas de más de 60 años, padres adultos mayores e hijos de mediana edad, una situación de padre e hijo limpiando el nicho subidos a una escalera y un encuentro de mujeres y niñas en un panteón familiar). - La limpieza de los nichos es particularmente frecuente en el Cementerio del Buceo. - En el Cementerio Central se observa una inhumación en panteón, con alta presencia de gente con uso de tapabocas.- Comentario escuchado en el Cementerio del Buceo: “estamos en un lugar horrible”
ATENCIÓN: NO SE PUDIERON CARGAR FOTOS EN EL SISTEMA
Un par de anécdotas: muertes y entierros en pandemia
Aparentemente murió de neumonía, lo internaron un día y al otro estaba muerto. Incomprensible, mal comunicado. Se realiza test de covid en el medio de la internación y da negativo. No se permite hacer velorio por caso sospechoso de covid (aunque el test hubiera dado negativo). Llega el carro fúnebre y descienden los empleados de la funeraria vestidos completamente con protección contra covid, como si fueran astronautas forrados de blanco. Gente que por miedo no acude al cementerio, a pesar de estar al aire libre. Diciembre 2020 (anécdota personal).
Habíamos enterrado a mi padre hacía un ratito y la imposibilidad de recibir abrazos convertía el dolor y la tristeza en una crueldad. No había final posible. El desconcertante respeto que las personas exhibían hacia las medidas de confinamiento y distancia debido a la epidemia de coronavirus tornaron el momento en una enorme confusión. Marzo 2020 (anécdota de una amiga tomada de un texto de un taller literario, gracias).
Conclusiones:
En la sociedad uruguaya escasean las investigaciones sobre la muerte en el ámbito de las ciencias sociales y más aún en espacios interdisciplinarios donde podamos construir el análisis del fenómeno desde distintas miradas. Una sociedad donde se está discutiendo la legalización de la eutanasia, que acaba de ser golpeada por el temor a la muerte en el marco de la pandemia, da la espalda a la discusión del tema en el ámbito colectivo y redunda en la individualización y privatización de este fenómeno, en su negación.
En el contexto de la pandemia se prohíben los velorios, se instruye acerca del manejo de cadáveres por parte del Ministerio de Salud Pública provocando imágenes casi surrealistas de los trabajadores de funerarias y cementerios cual “astronautas saliendo en misión”. Las personas en estos puestos de trabajo tuvieron que lidiar con las muertes de una manera cercana y mucho más frecuente que antes, más riesgosa y eventualmente peligrosa.
Desde el discurso oficial se habla poco de la muerte, con excepción del primer muerto víctima de COVID que se hace noticia en los medios. Se anuncian medidas, se habla de libertad responsable, de enfrentamiento colectivo apelando a la solidaridad de la sociedad para evitar contagios. No se habla de la muerte. A pesar de que podríamos aventurar que todos morimos un poco con la experiencia de la pandemia por COVID 19. Además de las contadas muertes físicas se transformaron también formas de ser y de sentir la muerte. No sabemos aún si esto permanecerá en la memoria colectiva y será útil como insumo para el diálogo sobre el tema. Una de las preguntas que queda abierta, y en la que nos interesa profundizar, es precisamente si la sociedad uruguaya -con sus formas culturales en las que la muerte se tapa, se oculta, se calla- habrá registrado/procesado que vida y muerte van de la mano y deberían estar presentes de una manera más fluida en la vida social sin negación y ocultamiento.
Bibliografía:
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Ariés, P. (2012). Morir en Occidente. Desde la Edad Media hasta nuestros días. Adriana Hidalgo editora. Bs.As.
BAUMAN, Z. (1992) Mortality and Immortality and Other Life Strategies. Cambridge: Polity Press. Edición en español 2014.
Barrán, JP (1990a) Historia de la sensibilidad en Uruguay. Tomo 1. La cultura “bárbara” (1800-1860). Ediciones de la Banda Oriental. Montevideo.
Barrán, JP (1990b) Historia de la sensibilidad en Uruguay. Tomo 2. El disciplinamiento (1860-1920). Ediciones de la Banda Oriental. Montevideo.
Cristina, J., Pollero, R., & Pellegrino, A. (2019). The 1918 influenza pandemic in Montevideo: The southernmost capital city in the Americas. Influenza and other respiratory viruses, 13(3), 219–225. https://doi.org/10.1111/irv.12619
de Miguel, J. (1995) El último deseo: para una Sociología de la muerte en España. Revista Española de Investigaciones Sociológicas. 71-72/95 pp. 109-156
Elías, N. (1987): La soledad de los moribundos. México: Fondo de Cultura Económica
Gil Villa, F. (2011). La derrota social de la muerte. Abada: Madrid, España.
Jiménez Aboitiz, R. (2012). ¿De la muerte(de)negada a la muerte reivindicada? Análisis de la muerte en la sociedad española actual: muerte sufrida, muerte vivida y discursos sobre la muerte. Tesis doctoral. Universidad de Valladolid. España http://uvadoc.uva.es/handle/10324/979
Pellegrino, A. (2010) La población del Uruguay. Breve caracterización demográfica. UNFPA. Montevideo. Uruguay.
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Rivero Lara, M. (2020) La muerte en Uruguay. Análisis sobre las concepciones en torno a la muerte a partir del discurso sobre eutanasia. Tesis de grado. Universidad de la República (Uruguay). Facultad de Ciencias Sociales.https://hdl.handle.net/20.500.12008/26611
Supervielle, D. (2022) LA LIBERTAD RESPONSABLE La pandemia, el gobierno de Luis Lacalle Pou y el futuro de Uruguay. FUNDACIÓN KONRAD ADENAUER. Montevideo, Uruguay.
Fuentes de prensa consultadas:
www.elpais.com.uy
www.ladiaria.com.uy
www.elobservador.com.uy
www.gub.uy/presidencia
Redes sociales:
Palabras clave:
muerte
Uruguay
Pandemia
Resumen de la Ponencia:
El presente trabajo busca establecer una propuesta teórica, desde tres niveles distintos de significación social (representaciones, imaginarios y mitologías), que sirva para comprender los fenómenos sociales mediatizados que construyen realidad. Las representaciones o imágenes culturales ocupan el lugar más visible, aparente y perceptible mediante los sentidos del ser humano. Los imaginarios se consideran como las ideas, visiones de mundo y valores compartidos socialmente capaces de conceder cohesión y plausibilidad a una sociedad determinada. En tanto que, las mitologías son los relatos que remiten a una memoria profunda y, por tanto, son fundadoras de la realidad social, además otorgan el sentido más simbólico al mundo humano. En este sentido, el objetivo general de este trabajo es operacionalizar teóricamente la complementariedad significativa, de los tres niveles de significación mencionados (representaciones, imaginarios y mitologías), a través de la construcción social discursiva en la prensa escrita digital chilena. A partir de esta propedéutica teórica se decide presentar su aplicabilidad al caso mediatizado de la Marcha más Grande de Chile, que tuvo lugar durante el Estallido Social chileno de 2019. Así, a nivel metodológico, desde el análisis de contenido cualitativo se estudian dos notas de prensa pertenecientes a los medios alternativos chilenos El Desconcierto y El Mostrador. Para dicho análisis se adopta un enfoque interpretativo con un fuerte componente hermenéutico. Las conclusiones de esta investigación logran evidenciar a nivel teórico y operativo la estrecha dialéctica y complementariedad entre las tres distintas nociones de significación aquí establecidas. Concretamente, en la muestra analizada se identifica la interrelación existente entre representaciones, imaginarios y mitologías en la mediatización de la Marcha más Grande de Chile. A raíz de esta cuestión, es posible señalar que la propedéutica teórica planteada permite el análisis y, también, la comprensión de los fenómenos que constituyen la realidad social desde una visión holística. Por último, se puede mencionar que dicha propedéutica en torno a las nociones teóricas desarrolladas (representaciones, imaginarios y mitologías), se puede extender al estudio de otros fenómenos sociales o casos de estudio. Es decir, la propuesta aquí planteada no se reduce al campo de la prensa, sino que puede ampliarse a cualquier plataforma mediática o forma de interacción social. Palabras clave: Representaciones; Imaginarios; Mitologías; Discurso mediatizado; Estallido social chileno.Resumen de la Ponencia:
El objetivo de la ponencia fue demarcar los imaginarios instituidos desde la revisitación de los postulados de Cornelius Castoriadis, y la categoría marxista de la enajenación en una comunidad ñuhju que esta imersa en actividades de turismo rural. En este sentido ¿cuál es la razón o por qué interesa delimitar o delinear los imaginarios instituidos, en ciertas categorías como el territorio, el trabajo comunal, las fiestas tradicionales y la organización sociopolítica en el pueblo originario de San Pedro Atlapulco- comunidad ñuhju-, desde la mirada de Castoriadis, y en el marco de la implementación de actividades económicas ajenas a la comunidad como lo representa la inserción, impuesta o no, del turismo rural? Porque son estás las categorías básicas de lo comunal, de lo social, donde es un poco más evidente y problemático el hecho de que se susciten transformaciones o modificaciones que transgredan las dinámicas orgánicas tanto de las relaciones socio-culturales y políticas como de reproducción de la vida, y lo que esto impacta en las praxis otras desde la autonomía, autodeterminación pero específicamente en la subsistencia del pueblo originario y la reproducción de su comunalidad. Así los imaginarios instituidos, más bien colonizan y dominan. Son significantes y significados impuestos desde el Capital y el Estado Capitalista en su vertiente Neoliberal. Estos imaginarios son el resultado de un modelo económico y político hegemónico caracterizado por la mercantilización de la naturaleza, el despojo de los bienes comunes, la propiedad privada, el libre mercado, la razón instrumentalista y la riqueza para unos cuantos, en detrimento del colectivo. Estos imaginarios, son los imaginarios instituidos coloniales. Sin embargo, existe además una variante particular de estos imaginarios que hemos vinculado con la categoría marxista de la enajenación, porque lo cierto es que estos imaginarios de la historia capitalista instituidos en la sociedad, no se podrían reproducir e incrustar en los modos de pensar y actuar de los trabajadores, intelectuales, comunidades anfitrionas, turistas etc., sino fuera a través de la asimilación pasiva en algunos casos, activa en otros, y en los menos a pesar de una lucha, resistencia y crítica constante a los mismos. Se utilizó una metodología horizontal (cuatro entrevistas entnógraficas y tres narrativas compartidas o grupos de discusión) y en las conclusiones se argumenta que los imaginarios instituidos, son la consecuencia de las condiciones históricas dadas y favorables, que instituyen un determinado imaginario enajenante, el de la racionalidad instrumentalista y el colonialismo, porque este no solo es un hecho del pasado o una colonialidad abstracta, es también un proceso de despojo capitalista contra los territorios y los pueblos originarios.Resumen de la Ponencia:
O imaginário da América do Sul é produzido por diferentes dispositivos de comunicação. Nesse sentido, o cinema atua como uma das principais formas de confeccionar paisagens culturais de sociedades sul-americanas. O objetivo desta comunicação é mostrar como que as narrativas cinematográficas produzem imaginários sobre memórias no contexto urbano da América do Sul. As memórias dos lugares da cidade representadas nos filmes abarcam elementos emocionais da sociedade contemporânea, como o individualismo social, a transformação da paisagem urbana e social, as novas formas de comunicação na cidade, a violência e o medo no espaço urbano e nos ambientes periféricos. Aqui, esses componentes convergem e estruturam relações nos espaços poéticos e emocionais da cidade, como becos, travessas, ruas, avenidas, coretos, praças, tornando os lugares um dispositivo de representação simbólica das estruturas socioantropológicas do imaginário das relações socioespaciais. As memórias entram na cena como reminiscências de um afeto, podendo acionar sociabilidades e afetividades no presente, por exemplo, a potência singular de álbuns de família, parques da infância, um trajeto percorrido em tempos idos. Em que estados de conservação estão forjadas as memórias dos lugares da cidade nos filmes sul-americanos contemporâneos? As obras Pelo Malo (Mariana Rondón, 2013) e Medianeras (Gustavo Taretto, 2011) mostram como estas questões estão estruturadas nas imagens fílmicas. Esses filmes jogam com signos e símbolos do cotidiano e do comum, trabalham espaços e tempos da realidade a fim de denotar a originalidade dos seus discursos. Através de espacialidades temporais e de temporalidades espaciais estas obras fílmicas difundem ressonâncias do imaginário social edificado em narrativas. Para isso, a metodologia é ancorada na interpretação dos discursos fílmicos e na análise fílmica das imagens, descontruindo signos alegóricos, símbolos da intimidade e códigos sobre memórias. Assim, a fundamentação teórica é ancorada em uma socioantropologia filosófica, tendo como base autores como Gaston Bachelard (1988, 1993), Michel de Certeau (2014), Gilles Deleuze (2005), Pierre Sorlin (1977), Armando Silva (2014) e Gilbert Durand (1993, 1997).Resumen de la Ponencia:
El muralismo mexicano, corriente artística surgida en la posrevolución, ha influido en la construcción del imaginario social en torno a determinados procesos y acontecimientos de la historia nacional a partir del uso de un reportorio iconográfico en el que se han producido una serie de imágenes, símbolos y representaciones que han contribuido a nutrir las concepciones y valoraciones sobre la realidad social, histórica, política y cultural.
Sucesos históricos emblemáticos como la Conquista española, la Independencia o la Revolución mexicanas han sido retomados y recreados en múltiples obras murales albergadas en los más diversos recintos públicos, estas manifestaciones artísticas ofrecen síntesis plásticas en las que se exhiben las luchas sociales y políticas, así como a los personajes más representativos, entre otros aspectos que han marcado el carácter de la historia mexicana, por lo que, tales composiciones se articulan como narrativas visuales vinculadas a la generación de un sentido cohesionador e identitario.
Asimismo, algunas de las imágenes y escenas que aparecen en las obras del muralismo mexicano, actualmente, constituyen parte del lenguaje visual que aún circula y otorga legitimidad a ciertos hechos y acciones en las que claramente se puede identificar un conjunto de ideas, valores y creencias que forman parte del imaginario social, en el que se encuentran ancladas nociones, conceptos, pensamientos, premisas y posturas, considerando que dicho imaginario, desde los planteamientos de autores como Cornelius Castoriadis y Juan Luis Pintos, refiere al acervo de conocimientos, símbolos y esquemas colectivamente construidos y compartidos. Y es precisamente en ese imaginario social en el que las representaciones visuales acompañan y refuerzan aspectos de carácter institucional y cultural. A cien años del inicio de este movimiento artístico, el conjunto de imágenes procedentes de sus composiciones continúa vigente, por lo que, merece la pena reflexionar sobre la naturaleza de sus obras y la repercusión de éstas sobre la forma de aproximarnos, integrar e interpretar elementos propios de la historia y la vida sociocultural.
Introducción:
La corriente muralista, caracterizada por sus obras de gran formato, generalmente ubicadas en recintos y espacios públicos, produjo en sus bastas composiciones una serie de imágenes, símbolos y escenas destinadas a ilustrar diversos aspectos de la historia mexicana tales como sus personajes icónicos, batallas o luchas sociales y políticas, entre otros acontecimientos emblemáticos que participan en la configuración de las representaciones que se despliegan alrededor de los procesos y etapas históricas, las cuales, claramente intervienen y determinan en el sentido general de composición y el discurso visual que ésta entraña y también en sus potenciales espectadores. A propósito de ello, se debe tener presente que los contenidos expuestos en las distintas obras murales no son como tal una recuperación de aspectos y elementos extraídos de la realidad, sino que corresponden a una construcción cognitiva e incluso emotiva a la que el autor recurre para llevar a cabo su representación. Por ello, la obra debe resolverse como un universo coherente y eficaz para presentar una idea o propuesta sobre la patria, el indio, los héroes nacionales, las costumbres, las tradiciones, etcétera. Además, resulta necesario considerar que,
El muralismo mexicano es el movimiento artístico contemporáneo que logra conjuntar los elementos populares de México con los propios de la cultura y el arte europeos, dándoles una clara orientación político-social y conformando el programa estético y cultural más notable de la primera mitad de este siglo en México (González Cruz, 1994, p. 1).
En el presente texto se abordarán iconográficamente cinco obras murales para analizar su narrativa visual ligada a la representación de la historia nacional mexicana y su relación con los imaginarios colectivos derivados de la misma. En este sentido, se propone asumir a tales composiciones artísticas como fenómenos sociohistóricos que surgieron bajo circunstancias particulares que permitieron el desarrollo y la consolidación del muralismo mexicano como expresión plástica y cultural. Si bien las temáticas que se han abordado a través de las composiciones murales han sido variadas, las de carácter histórico han proliferado de manera significativa.
Desarrollo:
Para reflexionar sobre la relación entre las imágenes, símbolos e íconos que se presentan y proponen en el discurso visual de las obras del muralismo mexicano y el imaginario social, conviene tener presente que éste se refiere a aquellos esquemas que se construyen colectivamente y que ofrecen la posibilidad de percibir, explicar e intervenir la realidad. Además, la noción de imaginario,
Tiene que ver con las “visiones del mundo”, con los metarrelatos, con las mitologías y las cosmologías, pero no se configura como arquetipo fundante sino como forma transitoria de expresión, como mecanismo indirecto de reproducción social, como sustancia cultural histórica (Pintos, 1995, p. 111).
Como parte de lo anterior, se comprende que el concepto de imaginario guarda estrecha relación con la noción de símbolo y en gran medida se vale de éste para definir y anclar sus representaciones y, en lo que refiere al arte mural, desempeña un rol determinante en la producción y estructuración de los lenguajes alegóricos, pues “en el muralismo mexicano quedó un poderoso sedimento simbolista que sirvió a los pintores como tierra firme para elaborar su discurso y argumentación”(González, 1997, p. 13).
A continuación se hará alusión a algunas de las obras cuyo contenido está basado en cuestiones y temáticas históricas, unas de ellas expresando un sentido nacionalista. La primera obra mural que se revisa es “La trinchera” (1923) del artista José Clemente Orozco, ubicada en la planta baja del el Antiguo Colegio de San Ildefonso en la ciudad de México, uno de los recintos más emblemáticos del inicio del muralismo mexicano ya que alberga algunas de sus obras más tempranas.
En esta composición, realizada con la técnica del fresco, se puede apreciar la figura de tres soldados revolucionarios, en la parte izquierda y boca abajo, el cuerpo de un revolucionario descalzo, con pantalones de manta, la espalda descubierta con cananas cruzadas y el brazo derecho extendido; en medio y boca arriba un segundo hombre, también descalzo y con pantalones de manta, aparece con el torso desnudo y su brazo izquierdo completamente extendido, su rostro no se aprecia debido a que sobre éste reposa uno de los brazos del primer hombre; finalmente se observa a un tercer revolucionario hincado sobre el suelo, igualmente con pantalones de manta y canana a la cintura, tiene la espalda desnuda encorvada, se apoya con su brazo derecho mientras que con el brazo izquierdo flexionado cubre dolorosamente su rostro con lo que sugiere un acto de llanto y evita mirar el horror de la escena que lo precede. De manera que, Orozco tiende a organizar en alegorías las imágenes simbólicas que utiliza para construir su propuesta visual, incluso “podía contraponer en el mismo conjunto una imagen de simetría, equilibrio y límites definidos a otra de violencia, movimiento y pinceladas violentas” (González, 1997, p. 45-46). El fondo de la obra en cuestión, de tonos rojizos, terrosos y grisáceos ayuda a resaltar la imagen de los tres hombres cuyos cuerpos por su cercanía e interposición en forma diagonal dan la impresión de conformar una cruz.
El autor expresa en esta obra la crudeza de la batalla y el dolor producido por la caída de los hombres que, mayormente desde el anonimato, lucharon en el movimiento armado revolucionario, dando lugar a “una realidad árida y violenta que se suponía inmanente a la historia de México” (González, 2012, p. 80), y por consiguiente, alimentando así desde su narrativa pictórica una visión trágica y dolorosa implícita en algunos procesos y transiciones de la historia nacional. Asimismo, cabe señalar que la obra anteriormente citada fue una de las comisiones que asignó José Vasconcelos estando al frente de la Secretaria de Instrucción Pública, figura que impulso el desarrollo de esta corriente artística por considerarla una expresión que favorecía al espíritu cívico.
En el mismo tenor, encontramos las obras murales “El congreso de Apatzingán” (1932) y “El fusilamiento de Gertrudis Bocanegra” (1932), ejecutadas en óleo sobre tela, la utilización de esta tradicional técnica pude obedecer a:
el deseo de experimentar con el caballete de gran formato, a la usanza de los grandes paisajistas mexicanos, aprovechar la cualidad del mural trasportable para su exhibición en otros espacios, búsqueda de integrar una obra decorativa a un recinto histórico o la inmediatez para terminar un encargo (Soto, 2012, p. 70).
Ambas obras están situadas en el corredor del primer piso de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en la ciudad de Morelia, Michoacán, fueron realizadas por Fermín Revueltas, artista precursor del muralismo, quien retomó uno de los acontecimientos fundamentales de la historia nacional, el Congreso llevado a cabo en 1814 en Apatzingán, Michoacán en el que se promulga el decreto constitucional para la libertad de América Latina y del cual deriva la primera constitución redactada en México, documento en el que además de establecerse los principios constitucionales y la forma de gobierno, se plantea un modo de organizar a la sociedad y se reconoce la importancia de los derechos humanos como fundamentos de la de la felicidad del pueblo.
En la referida obra se muestra a un conjunto de individuos reunidos, en el centro detrás de una mesa aparecen tres hombres sentados, quienes podrían representar a Hermenegildo Galeana, José María Cos y José María Liceaga, se muestran dispuestos para la redacción del documento constitucional, el de en medio con tinta y papel realiza la escritura, frente a ellos, algunos hombres observan con atención el hecho, uno de ellos sostiene sobre su hombro izquierdo un afilado machete. En la parte lateral izquierda se puede identificar sentado y de perfil a Ignacio López Rayón con uniforme militar azul y botas negras, leyendo con atención una hoja, detrás de él cuatro hombres más expectantes ante la situación, las fisonomías de los dos últimos pueden ser asociadas a Carlos María Bustamante y a Guadalupe Victoria.
En la parte lateral derecha otros dos hombres más de pie, destaca en el extremo derecho la figura del jurista Andrés Quintana Roo y en primer plano sobresale la figura solemne de José María Morelos y Pavón que mira de frente con gesto serio, en su mano izquierda sostiene una larga espada cimitarra de hoja curva y con la derecha un documento enrollado, connotando, por un lado, la lucha física a través de las armas y, por otro, la lucha intelectual mediante el surgimiento y la búsqueda de nuevas ideas que representó el movimiento independentista. Además, si en noviembre de 1813 en el Congreso de Chilpancingo, Guerrero, se declaraba la Independencia de México, en el de Apatzingán, se expidió la constitución de la nueva nación, inspirada precisamente en las ideas de libertad y soberanía populares de José María Morelos y Pavón. La recreación del Congreso de Apatzingán, mediante esta escena de gran colorido, recuerda además de la preponderancia del suceso en términos históricos la congregación de hombres que en circunstancias y coyunturas particulares encarnaban una serie de ideas y aspiraciones orientadas a la transformación política y social del país.
Por su parte, el mural “El fusilamiento de Gertrudis Bocanegra” ilustra tal como su denominación lo indica el acontecimiento en el que esta mujer novohispana fue pasada por las armas en noviembre de 1818 a causa del apoyo que brindó a las fuerzas insurgentes que pretendían lograr la Independencia de México. En la parte izquierda de la composición se encuentra sentado en cuclillas un soldado de las fuerzas realistas que intentaban mantener el orden virreinal en la Nueva España, el militar está apuntando con un fusil a Bocanegra, cuya figura aparece en la parte derecha, se aprecia el perfil izquierdo de su rostro, su cabello suelto en movimiento y lleva un vestido de tono claro. En actitud heroica y conservando un gesto de valentía mira al frente mientras que toma con sus manos a un niño y una niña que se abrazan a ella, en la parte inferior derecha se puede observar el cuerpo de un soldado herido sobre el suelo que parece ser sostenido y auxiliado por otro soldado que en su mano izquierda lleva una espada.
La obra destaca la heroicidad de Gertrudis Bocanegra, quien apoyó la causa del movimiento insurgente fungiendo como espía a favor de éste y también colaboró
aportando dinero, víveres y pertrechos de guerra, además de facilitar su casa para que se llevaran a cabo reuniones de información de los partidarios del movimiento, la mujer heroica fue brutalmente reprimida, segundos antes de morir arengó al pelotón de fusilamiento y a las personas que presenciaron su ejecución para que se unieran a la causa de la libertad (Soto, 2012, p. 72).
La escenificación del fusilamiento de Bocanegra en la obra mural llama la atención, tomando en cuenta que, la presencia femenina en los relatos y discursos visuales de las temáticas históricas es limitada en comparación con la representación del mundo masculino que es el que suele dominar en tales composiciones. En la parte media de la obra se pueden apreciar a otros hombres en contienda que apuntan con rifles tanto del lado derecho como del izquierdo, la posición horizontal de las armas es lograda a partir de trazos alargados que propician la continuidad visual del conjunto, el trasfondo ayuda a intensificar el ambiente bélico que le aporta dinamismo a la escena recreada, asimismo las combinaciones cromáticas están en armonía con la obra antes expuesta, si bien en “El congreso de Apatzingán” el artista escenifica una iniciativa importante y la actitud rebelde y propositiva del grupo insurgente ante el orden establecido, en “El fusilamiento de Gertrudis Bocanegra”, recrea la opresión ejercida por parte del ejército realista. Ambas obras de Revueltas destacan la participación de Morelos y Gertrudis Bocanegra como personajes clave en los inicios de la guerra de Independencia y por lo tanto, como íconos de la libertad, de tal forma que, a través de su personificación se alude a un proceso histórico a la vez que se expresan y connotan ciertos valores e ideales, dado que, “lo imaginario debe utilizar lo simbólico, no sólo para expresarse, lo cual es evidente, sino para existir” (Castoriadis, 2013, p. 204), de manera que existe una relación inminente y estrecha entre lo imaginario y lo simbólico.
De igual modo, el mural “La expropiación petrolera” (1940) del muralista y grabador Pablo O´Higgins, toma como fundamento de su narrativa visual el tema histórico. La obra fue realizada al fresco, y está situada en el auditorio de la Escuela Primaria Estado de Michoacán ubicada en la ciudad de México. La composición, de gran extensión, está dividida en varias secciones y se conforma de distintas escenas en las que se muestra, por ejemplo, la confrontación, por un lado, entre los burgueses poderosos, hombres vestidos de trajes oscuros con sombrero, algunos armados y, por el otro, el pueblo conformado por hombres, mujeres y niños vestidos humildemente con armas pero también portando herramientas de trabajo y quienes protagonizan una manifestación popular.
Aparecen también obreros sentados revisando una especie de pliego o documento. En otra de las escenas se muestra a un grupo de trabajadores de la industria petrolera desempeñando su labor, uno de ellos, que se encuentra de espaldas, toma con su mano derecha una bandera mexicana en la que se puede leer: 18 de marzo de 1938, fecha en la que se nacionalizó el petróleo durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río al expedir el decreto en el que se declaraba la apropiación legal del petróleo que explotaban algunas compañías extranjeras que tenían el control de la industria, para convertirse en propiedad de los mexicanos.
En la parte media se puede observar a un sujeto de traje y sombrero oscuro pisoteando la constitución mexicana y los contratos colectivos de los trabajadores y debajo el cuerpo de un obrero caído permanece sobre el suelo, no obstante, en las escenas subsecuentes predominan las figuras de trabajadores reunidos en actitud de defensa y organización, dispuestos a luchar por sus derechos. En términos generales, la composición relata:
las luchas provocadas por el “oro negro” hasta su nacionalización (…) muestra cómo los campesinos, propietarios de tierras, fueron despojados en el pasado (…) Otro grupo evoca la larga lucha de los trabajadores para obtener contratos colectivos y el cumplimiento de éstos por parte de las compañías petroleras (…) se representa la expulsión y (…) un obrero levanta la bandera nacional como símbolo de derecho inalienable del país sobre el subsuelo (Fuentes, 2012, p. 378).
Destaca también la imagen de una familia, el padre con vestimenta clara sostiene entre sus brazos a su pequeño hijo y la esposa aparece sentada en el suelo y de perfil con gesto dubitante sobre un fondo rojizo de mayor iluminación que contrasta con las tonalidades grisáceas y cafés que dominan a lo largo de la composición.
A través de estas distintas escenas, el autor se propone exponer un evento específico de la historia mexicana, la expropiación petrolera, iniciativa y hecho en el que se nacionalizó la industria petrolera con el propósito de que el Estado mexicano tuviera el control de la producción y comercialización del petróleo en el territorio nacional. En este sentido, en la obra se representa a la expropiación como un símbolo del desarrollo nacional sin olvidar exhibir las problemáticas que la acompañaron, tales como la opresión extranjera, el sometimiento de los trabajadores, la explotación laboral y, por supuesto, la pugna entre los intereses particulares y los del pueblo mexicano.
Por último, remitiré a la obra “El tormento de Cuauhtémoc” (1951) del muralista David Alfaro Siqueiros. El mural está realizado en piroxilina y vinelita sobre celotex y se encuentra ubicado en el segundo piso del Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México. La composición relata y se enfoca en el episodio célebre de la Conquista de México en el que Cuauhtémoc, último emperador azteca, es cruelmente torturado por los conquistadores españoles como resultado de su negativa a revelar la localización de los tesoros y el oro de la ciudad de Tenochtitlán.
En primer plano se observa el cuerpo desnudo de Cuauhtémoc que aún porta sobre su cabeza un tocado, símbolo de su estatus y autoridad, permanece con un gesto doliente y estoico en el rostro y a un lado de él, también desnudo, se encuentra Tetlepanquetzaltzin, tlatoani de Tlacopan, quien con la espalda ligeramente elevada y juntando sus brazos y manos parece no resistir al dolor infligido y se muestra en actitud suplicante, incluso tiene los ojos cargados de lágrimas. Ambos personajes están recostados y sometidos sobre una gran loza de piedra, siendo quemados de los pies con fuego ardiente, la experiencia dolorosa está acentuada en la tensión de los músculos de los cuerpos de los torturados. Detrás de ellos, en el extremo izquierdo, aparecen de pie otras figuras humanas con el rostro ensangrentado y gesto de horror, entre ellas una pequeña niña con las manos mutiladas, muy probablemente representan al pueblo mexica abatido, destaca particularmente la imagen de una mujer vestida de rojo con los brazos extendidos hacia arriba que sugiere ser la patria herida.
En la parte derecha de la obra se puede observar a los conquistadores europeos con armaduras metálicas y armados atestiguando el suplicio del gobernante mexica que intentó apelar a la unidad indígena para hacer frente a los españoles invasores y quien se había rehusado a la rendición ofrecida por Hernán Cortés, incluso, mandó a ejecutar a dos hijos de Moctezuma, su primo, quienes eran partidarios de la negociación. Acompañando a los conquistadores y sostenido por uno de ellos, sobresale la figura de un perro gris, a tono con las armaduras, dispuesto al ataque que muestra ferozmente sus dientes, es así como en el conjunto de la obra “las armas verticales de los fantasmas de acero; las llamas de la fogata que queman los pies de las víctimas; y la feroz expresión del perro aullando, sacuden al espectador con su pathos” (Rodríguez, 1992, p. 75).
En la parte media y en segundo plano se aprecia a un par de conquistadores montados sobre caballos, en el fondo unas figuras ondeantes en tonos grisáceos otorgan movimiento a la escena. En términos plásticos, conservando las características del estilo de los murales siquerianos, la composición se constituye de trazos vigorosos que contribuyen a resaltar a su expresividad. El aspecto central de la obra reside en mostrar cómo Cuauhtémoc soportó el suplicio a pesar del poder y las fuerzas aplastantes del invasor europeo y, en este sentido, erigirlo como un símbolo de arrojo y determinación, pues recordemos que, “la influencia decisiva de lo imaginario sobre lo simbólico puede ser comprendida a partir de esta consideración: el simbolismo supone la capacidad de poner entre dos términos un vínculo permanente de manera que uno represente al otro” (Castoriadis, 2013, p. 205). Al respecto de la ejecución de la obra, el propio artista declaró al periódico Excélsior en agosto de 1951 que:
Se trata de una alegoría en la que represento al emperador como símbolo de la lucha de los pueblos débiles por su independencia. He hecho hincapié en las armaduras, en los caballos, en el perro, en lo arcabuces, para recordar como el pueblo de desarrollo industrial mayor domina al débil (Tibol, 1969, p. 289).
A partir de lo antes mencionado, se puede identificar que las obras murales cuyo contenido versa sobre la historia de México, suelen propiciar un clima plástico en el que se expone un determinado evento o acontecimiento que interactúa a su vez con la disposición de las imágenes, las formas y los colores, de modo tal que, aunque a simple vista no se advierte, existe una organización particular entre los elementos de la composición y, consecuentemente, una narración visual que jerarquiza personajes, valores, ideales, etcétera.
Finalmente, de manera breve y transitoria se pueden mencionar algunas obras murales como “Epopeya del pueblo mexicano” (1929-1935) de Diego Rivera situada en el Palacio Nacional de México en la ciudad de México y “Los defensores de la integridad nacional” (1951) de Alfredo Zalce, ubicada en el Museo Regional Michoacano en la ciudad de Morelia, cuyas narrativas visuales aspiran a ofrecer un síntesis cronológica de las principales etapas y acontecimientos que han marcado y determinando el curso de la historia mexicana a través de la recreación de sus principales figuras, líderes y sucesos.
En lo que respecta a la obra “Epopeya del pueblo mexicano”, el artista es capaz de producir un discurso visual cronológico e incluso axiológico, la distribución de las imágenes y escenas que logra articular se convierten en una extensión y/o complementación de los contenidos historiográficos. Desde luego, la propuesta es ambiciosa y abarcadora, sin embargo, el muralista cumple su cometido de generar una recapitulación plástica de la historia de México. Mientras que, en “Los defensores de la integridad nacional”, el autor expone una secuencia de acontecimientos a manera de binomio o contraposición entre quienes han defendido y luchado por los intereses patrios y aquellos que han amenazado, obstaculizado o dificultado la soberanía y el progreso de la nación mexicana.
De manera que, abundan dentro de la corriente muralista obras que han utilizado un lenguaje plástico basado en la sucesión de ciertas escenas que arrojan una propuesta visual orientada a retratar y relatar la historia del país. En este sentido,
la trascendencia del muralismo radica en la incidencia histórico- política de sus representaciones artísticas. El poder de la representación artística se enfatiza con la capacidad de registrar los hechos históricos y las experiencias del pasado mexicano, logrando así una especie de memoria cultural. Esta memoria cultural tiene sentido en tanto los muralistas reconocieron que al representar el pasado histórico estarían también representando la historia de su país. Por tanto, el muralismo mexicano fue una forma revolucionaria de representar su cultura y de concebir su historia. En ello estriba también su trascendencia: preservar los murales es preservar su cultura; preservar la cultura es igualmente una forma de forjarla en medio de sus mismas vicisitudes políticas (Jaimes, 2012, pp. 20-21).
Con base en lo anteriormente expuesto se puede sostener que, algunas obras del muralismo mexicano se han convertido en un correlato de la explicación historiográfica que es comúnmente institucionalizada a través de la enseñanza en la educación básica, de tal modo que, ilustran y sintetizar la historia mexicana y sirven de complemento a la narración histórica, sobre todo si tomamos en cuenta el afán pedagógico que buscaba satisfacer el muralismo posrevolucionario en una sociedad en la que prevalecía en analfabetismo y debido a determinadas circunstancias sociales y políticas que así lo exigían. Además, se apostó por un arte monumental y público que ofreciera contenidos ligados a la historia y a la identidad nacional con un sentido cohesionador.
Conclusiones:
A través de las obras anteriormente descritas es posible comprender no sólo la extensión en el tiempo de la corriente artística muralista, sino su desarrollo y consolidación como expresión plástica y cultural vinculada a la producción de imágenes y símbolos que han contribuido a generar y a nutrir el imaginario social sobre la historia nacional, sus figuras, etapas, acontecimientos y hechos más destacados. De manera intencional en este trabajo se seleccionó una obra de la década de 1920, 1930, 1940 y 1950 cuyas temáticas giran alrededor de la Conquista de México, la guerra de Independencia, el movimiento revolucionario y sucesos emblemáticos de la historia nacional, en este caso, la expropiación petrolera, para dimensionar la prolongación de esta variada y prolífica manifestación artística, así como para valorar y reflexionar su participación en la construcción del imaginario social sobre los procesos históricos de México.
Como se puede ver, los contenidos expuestos en las composiciones murales a las que se ha hecho referencia guardan relación con ciertos valores y actitudes como la defensa de la patria, la justicia y la libertad, lo cual contribuyó a la consolidación del imaginario colectivo acerca de los sucesos históricos del país como acontecimientos esencialmente populares y orientados a cambiar las condiciones de dominación, desigualdad y abuso.
Las obras que han sido objeto de análisis son una clara muestra de la importancia del acervo iconográfico derivado de la corriente artística muralista que, en algunas de sus composiciones, buscaba destacar elementos propios de la historia y la cultura mexicanas y, por lo tanto, alimentar los imaginaros alrededor de éstas, incluso, hasta la actualidad se puede reconocer e identificar el uso de sus imágenes para acompañar o acentuar la aproximación a los procesos históricos que influyeron en el desarrollo de la nación mexicana.
En este sentido, al incorporar elementos históricos, gran parte de las obras del muralismo mexicano se convirtieron en una expresión que tendió a construir y reforzar, desde la creación artística, el imaginario social sobre la historia, ya sea para personificar a sus figuras icónicas, ilustrar sus momentos o etapas principales, exhibir hazañas heroicas y otros aspectos de relevancia en la vida nacional que fueron retomados y recreados en sus composiciones por lo que resulta innegable su participación y contribución al respecto. Para concluir se puede decir que las obras del muralismo mexicano son un legado artístico y cultural en el que la representación de los temas históricos se convirtió en uno de los principales intereses y preocupaciones de los artistas, cuyas composiciones de gran formato, albergan, recrean y proponen en los más diversos entramados pictóricos maneras de aproximarnos a la realidad histórica e incluso a los aspectos identitarios del pueblo mexicano desde el hecho estético.
Bibliografía:
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Rodríguez, A. (1992). David Alfaro Siqueiros. Pintura Mural. BANCOMEXT.
Soto, A. (2012). Fermín Revueltas. En I. Rodríguez Prampolini, (coord.), Muralismo mexicano, 1920-1940. Catálogo razonado II (pp. 70-72). Universidad Veracruzana; Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura; Universidad Nacional Autónoma de México; Fondo de Cultura Económica.
Tibol, R. (1969). Un mexicano y su obra. David Alfaro Siqueiros. Empresas Editoriales.
Palabras clave:
Muralismo mexicano, imaginario social, procesos históricos.
Resumen de la Ponencia:
En este escrito reflexionamos sobre los usos del pasado indígena que circulan en el interior de una provincia del Noroeste argentino. Allí observamos la construcción de imaginarios sobre lo indio, en los cuales se asume la existencia prehispánica de los juríes, en tanto etnia que habitó la zona y se caracterizó por vestir plumas de suri (del quechua: jurí que significa avestruz americano). Para ello, realizamos una revisión bibliográfica -histórica y arqueológica- donde se indaga el poblamiento prehispánico y colonial de la provincia. Asimismo, recurrimos a escritos sobre los discursos identitarios en Santiago del Estero retomando algunas observaciones y anotaciones de campo hechas en años anteriores. Concluimos que el término juríes es tomado por los españoles de los aymaras altiplánicos, específicamente para referirse a las poblaciones que habitaban las llanuras ubicadas hacia el sur de la actual Bolivia. El término tuvo una vigencia relativamente amplia y lejana en su uso como etnónimo (nombre de una etnia), precisamente durante todo el siglo XVI y principios del XVII. Es decir, se trata de denominación genérica y homogeneizante que posteriormente fue reemplazada por otras más específicas como la de tonokoté, lule vilela y guaycurú. Por otro lado, observamos cómo en las últimas décadas el Estado Provincial apeló a una sutil revitalización y usos políticos de ciertos aspectos del pasado colonial y prehispánico de Santiago del Estero. Aspecto que también caracteriza a las instituciones educativas y al municipio de Los Juríes, quienes retomaron y potenciaron algunas referencias sobre la historia local para promocionar, en el año 2009, el Primer Festival Provincial del Suri. Evento realizado con motivo de festejo del 75° aniversario de la fundación del pueblo. Estos imaginarios y usos del pasado funcionaron de base para construir un bien comercial turístico que, envuelto en un pintoresco e interesante cúmulo de discursos sobre el pasado indígena, le otorgan el tan importante valor cultural a la mercancía, en este caso cristalizado en el festival. Los mismos, a pesar de ser vagos e imprecisos, resultaron ser altamente performáticos en las subjetividades jurienses, dado que se implantó la idea de existencia de una etnia ubicada incuestionablemente en el pasado sin presentar alguna conexión con la contemporaneidad local (destacando que para el año 2010 ya existían en la provincia 11.508 personas autoreconocidas como indígenas). Así, juríes en tanto etnia “que vestía plumas de suri”, funciona a pequeña escala como una herramienta discursiva de folklorización de un evento turístico, el cual se basa en un diacrítico que aglutina sutil y vagamente tres aspectos: vestimenta, animal y etnia (plumas, suri y juríes). Un proceso efectivo, en tanto permitió construir una asociación de sentido hasta incluso secuencial de estos significantes.Resumen de la Ponencia:
El 3 de mayo, Luricocha, en los andes centro-sur del Perú en Ayacucho, es escenario de una de las manifestaciones culturales más vistosas: la Fiesta de las Cruces. Decenas de cruces provenientes de barrios, pagos y comunidades, con sus fieles y acompañadas por agrupaciones musicales, se congregan en la plaza y hacen su entrada en la iglesia para ser veneradas. Las cruces han sido preparadas: perfumadas con yerbas aromáticas y vestidas con paños y cintas de colores. Mientras se celebra la misa, en quechua, en el atrio los Chunchos tocan sus antaras y ejecutan coreografías. Anteriormente llegaban a reunirse cientos de cruces; el declive obedecería a transformaciones ocurridas en este territorio que fue epicentro del conflicto armado interno en los años 80: migraciones forzadas, despoblamiento de las alturas, repoblamiento desde otras regiones y el crecimiento evangélico, gatillaron cambios acelerados del tejido social. La Fiesta de las Cruces es un momento en el que se “activan las memorias” sobre el pasado reciente; las narrativas sobre la época de la violencia política afloran tímidamente en la celebración; como el relato de la destrucción de la cruz principal erguida en la montaña que custodia la villa a inicios de los años 80 por simpatizantes de Sendero Luminoso. El grupo armado no fue un actor externo sino que sus simpatizantes y militantes formaron parte del tejido social, dividiéndolo. Sin embargo un silencio virtuoso, un secreto compartido, antepone a los conflictos del pasado las posibilidades restaurativas e integrativas de la convivencia en comunidad. Enemigos de antaño, en el presente continúan siendo vecinos vinculados por lazos de interdependencia; con ocasión de la Fiesta de las Cruces estos lazos se ponen de manifiesto a través del complejo sistema de mayordomías. Con el fin del conflicto armado las sucesivas autoridades de Luricocha han visto en Fiesta un potencial turístico que contribuiría al desarrollo de la localidad. El desplazamiento de visitantes y el conjunto de actividades de producción y consumo definen un fenómeno que muestra las interacciones de lo global y lo local; relaciones e interacciones que, ocurriendo en lo local, están en referencia con lo global al mismo tiempo. Lo popular se revela no como un rezago del pasado ni folkórico; sino como prácticas sociales que producen sentidos y que expresan demandas de reconocimiento de identidad y como parte dinámica integrante de la configuración de la sociedad luricochana en el siglo 21. La cultura popular es contemporánea, dinámica e inmersa en tensiones que son las que le dan contemporaneidad; vive en el mundo interconectado y se sirve de sus medios para presentarse, mostrarse y buscar su espacio en él. La tensión es entre las demandas de autogestión y las tendencias homogenizadoras y mercantiles.Resumen de la Ponencia:
O presente trabalho trata de questões relacionadas aos estudos das relações raciais brasileiras e à teoria psicanalítica. Dialogamos com temas da filosofia, história, sociologia e psicologia. Consideramos aspectos históricos da escravização e da colonização brasileira e realizamos uma análise psicanaliticamente dirigida sobre os efeitos dessa experiência. Numa perspectiva epistemológica decolonial, questiona-se o discurso social que reputa como recheio imaginário as condições materiais e subjetivas da população negra. Aponta-se a fantasia ideológica euro-centrada, como produtora deste tipo de pensamento ainda presente em setores do campo psicanalítico brasileiro que têm olhos para ver, mas não enxergam; têm ouvidos para ouvir, mas se negam a escutar. O afastamento entre a psicanálise e a questão racial não é, entretanto, perene ou incontroversa. Para Gonzáles, cujo suporte epistemológico se dá a partir Psicanálise, as condições de existência material da comunidade negra remetem a condicionamentos psicológicos que têm que ser atacados e desmascarados pois o racismo constitui-se como a sintomática que caracteriza a neurose cultural brasileira. A demanda de analistas negros para analisantes negros, apressadamente acusada de identitarismo, foi historicamente construída. Os impasses desta relação entre movimento negro e instituições de psicanálise não dizem respeito a insuficiências teóricas da psicanálise, mas a equívocos políticos e institucionais do campo. Diferente das concepções históricas de caráter místico, biológico ou culturalmente evolucionista centradas na consciência, a psicanálise desde Freud e Lacan, apontam para um modo de subjetividade que se dá pela entrada do sujeito na linguagem e na cultura que o precedem e estruturam. A linguagem, para Lacan, define, por si só, a subjetividade. Retomar os aspectos históricos dos processos de segregação e racismo iniciados a partir do século XV possibilita estabelecer uma relação entre memória, história e subjetividade na constituição presente de sujeitos engendrados em uma formação social racializada. Sustenta-se, a convergência entre a epistemologia africana e a psicanálise no que estas produzem um discurso crítico à racionalidade moderna fundada por Descartes. Se para Lacan a história é o passado enquanto ele é historicizado no presente porque ele foi vivido no passado, para epistemologia africana, diferente da sociedade moderna que pretende garantir-se pelo sujeito abstrato a-histórico, o simbolismo da liturgia e dos mitos permanece como uma porta de acesso a imagens originárias e transcendentes. Para Sodré, na ritualística, que condensa a experiência histórica da comunidade negra não apresenta mera repetição, mas sim um processo de atualização da origem no tempo presente, uma mutação acelerada da história. Neste universo, não há contradição entre história e mito, trata-se de uma temporalidade onde importa muito pouco a data, muito pouco o realismo obsessivo dos fatos, e sim a narrativa de uma experiência existencial veiculada por famílias, vizinhos, conhecidos, toda a gente afim a uma comunidade.Resumen de la Ponencia:
La ponencia presenta resultados preliminares de una investigación que se interroga por los imaginarios sociales de la política articulados por una generación de jóvenes chilenos/as que participan en un ciclo de movilizaciones.Desafiando diagnósticos de desafección política de los/as jóvenes chilenos/as, el 2006 estudiantes secundarios/as irrumpen en las escuelas y calles con la llamada “revolución pinguina” demandando por una educación desmercantilizada (Angelco, Roca y Cuadras, 2020). Cinco años después, los/as universitarios/as aparecen como movimiento social insistiendo en el derecho universal a la educación gratuita y de calidad. Luego, el 2018, las universidades serán escenario de un movimiento feminista que rápidamente se extenderá a otros espacios y grupos sociales. Al año siguiente, en octubre, una movilización secundaria explosivamente se transforma en una protesta masiva y heterogénea contra aspectos de la sociedad chilena vigente. Esa sucesión de movilizaciones será recorrida por jóvenes que participarán en cada una de ellas. Es decir, es posible trazar vidas juveniles que estando en la escuela participaron de la “revolución pingüina”, luego en la universidad se involucraron en el movimiento estudiantil, y una vez en el mundo laboral se implican en el movimiento feminista y/o el estallido social. Lo anterior se sustenta en que entre los hitos de movilización que vive una generación de jóvenes, se van presentado continuidades: Los/as actores y los repertorios de acción política eran comunes. Sus organizaciones tenderán a ser horizontales, participativas y deliberativas (asamblea), y las acciones de protesta ocuparán los escenarios públicos combinando lo digital con lo real, y lo artístico carnavalesco con las marchas tradicionales. (Paredes y Valenzuela, 2020). Incluso, podrá identificarse un lenguaje común para referirse a las demandas y la aparición de emociones compartidas, como el orgullo, la indignación, la dignidad y la esperanza (Ibíd.).Es decir, en la secuencia de movilizaciones emergen prácticas que en su repetición comenzarán a sedimentarse al modo de instituciones definidas como “normas, valores, lenguaje, herramientas, procedimientos y métodos de hacer frente a las cosas y de hacer cosas” (Castoriadis, 2005, p. 66) Estas, serán cristalizaciones de significaciones instituyentes que adquieren en los/as sujetos la forma de interés, representación y deseos (Ibíd.). Cómo indicará L. Cancino (2011) en las interacciones cotidianas de los/as participantes de movimientos sociales, se cuajan imaginarios instituyentes con sus nuevas instituciones y significaciones, que utilizan el potencial creativo de los/as actores en la definición de los horizontes de sentido de lo posible y esperable de una sociedad. Todo lo anterior, en un Chile democrático que promete justicia social y un modelo neoliberal que reparte esperanzas meritocraticas (Araujo y Martuccelli, 2012). La generación de jóvenes que irrumpe el 2006, nacerá y crecerá en ese Chile, incorporando esas promesas como demandas o frustraciones, o bien, establecerán distancia critica con ellas.Resumen de la Ponencia:
Esta comunicação resulta do nosso projeto de pesquisa voltado para a iniciação científica, intitulado Como era a minha cidade no Tempo da Ditadura Militar? o qual é vinculado ao Núcleo de História e Linguagens Contemporânesas (Nuhlc) do departamento de História da UEPB. Trata-se, pois. de buscar apreender como o golpe militar de 1964 e a Ditadura foram e são representadas pelas memórias e imaginários dos indivíduos e grupos sociais que habitam nos pequenos municípios do interior nordestino e brasileiro. Pois partimos do pressuposto que as histórias locais apresentam uma dinâmica histórica e social diferente daquela dos grandes centros urbanos, o que implica muitas vezes em formas distintas, híbridas e paradoxais de percepção e representação do mundo social, sobretudo de determinados temas e eventos, a exemplo da Ditadura Militar e de seus impactos na vida cotidiana. Nesse sentido, torna-se fundamental tentar analisar o papel que a lembranças e o esquecimento bem como as formas especificas de sentir e de falar sobre o período ditatorial assumem nestas paisagens distantes e profundas do Brasil. Para embasar teórico e metodologicamente tais questões recorremos às contribuições de Aníbal Quijano, Boaventura de Souza Santos, Nestor Canclini, que ajudam-nos a pensar numa perspectiva crítica às formas de colonialidade presente, no pensamento como também nos processos de hibridação e ambiguidades que marcam a nossa formação cultural, a despeito de sua inscrição geográfica e temporal. Já para pensar o golpe e a ditadura a partir de novas perspectivas historiograficas e epistêmica dialogaremos com autores como Daniel Aarão Reis, Rodrigo Patto, Michel de Certeau, entre outros.Resumen de la Ponencia:
El presente trabajo es una primera aproximación a la compleja creatividad de la literatura latinoamericana. Se hará a partir de una estrategia de dos pasos. En primer lugar, en diálogo con la obra del crítico literario y filósofo Luiz Costa Lima, especialmente en sus libros Trilogía del Control y Redemunho doHorror, desarrollaré su concepto de control imaginario y sus usos para pensar la historia de la literatura latinoamericana. A continuación, en diálogo con los trabajos de tres eminentes críticos literarios de nuestra región -Ángel Rama, Ana Pizarro y Saúl Sosnowski-, propondré una reflexión sobre un sentido y una estructura comunes de la literatura latinoamericana y una valoración de algunos aspectos de la creación literaria del continente desde mediados del siglo XX hasta principios del XXI. El objetivo principal será considerar dos cosas: si la potencia del la imaginación literaria latinoamericana alimenta y refuerza las propuestas de descolonización existencial, epistémica y política de nuestro espacio geocultural. Y cómo es capaz de hacerlo a través de una mímesis que expresa nuestras formas de convivencia sin reducirse a la mera representación de la realidad cotidiana.Resumen de la Ponencia:
Los Penachíes constituyen, desde la época de los orígenes del Perú preincaico, una de las culturas ancestrales de gran relevancia. Han sobrevivido a lo largo de muchos años, reforzando el imaginario social de un conjunto de hombres y mujeres que luchan día a día por mantener en su memoria su idioma (quechua distribuido en los Penachíes, Cañaris, Inkawasi, Salas y Chochope (estos últimos cuatro lugares en categoría de distrito). La etnia debe su nombre al término protoquechua Pinachick o Pinachij, los cuales derivan de dos términos que son pin, traducido como quienes son, y achick o achij, traducido como iluminadores del alma, la mente y el espíritu. Desde épocas ancestrales fueron conocidos como destacados curanderos (iluminadores) por su vínculo con las plantas (raíces, flores, hojas, cáscaras). Su sobrevivencia se basó en su rápida adaptación a las otras culturas (aprendizaje veloz, intercambio de productos, por ejemplo, tenían el control del agua en la sierra norte del Perú, la cual la intercambiaban con sal, ají, oro, plata. Con la llegada y expansión del imperio incaico ganaron la fama de guerreros valerosos. En una de las batallas de Jayanca, asesinaron a los incas del Cuzco. De la misma forma, lucharon contra los incas del cuzco, derrotándolos en las pampas de firruñaf, lugar donde se funda Firruñaf, hoy provincia de Ferreñafe. La extensión territorial de esta etnia era tan extensa que tiene parte de la costa del hoy departamento de Lambayeque, toda la parte sierra de la misma y una parte de la selva. Por lo tanto, es una de las etnias que abarcó una gran extensión con una diversidad climática, hidrográfica, diversificada cultural y naturalmente. Con la llegada de los españoles fueron el centro de evangelización, en el pueblo de Penachí (capital de esta etnia), se ubica una de la iglesia más antigua de la sierra y el primer santo andino. De la misma manera, se encuentra en ella la iglesia matriz de las cuales derivaron las otras iglesias (tanto de Salas, Cañaris, Inkawasi). En la época colonial juega un rol importante con sus contribuciones en oro y plata con la fundación y desarrollo de la Universidad de Lima (hoy Universidad Nacional Mayor de San Marcos). En la República es separa administrativa y políticamente en distritos, pero no por ello desaparece su conectividad cultural. Sobreviven al interior de esta etnia diversos pueblos distribuidos en comunidades campesinas, centros poblados, caseríos. Una etnia milenaria que vive en pie hasta la actualidad y que busca por todos lados muchos años más.Resumen de la Ponencia:
La Tlaxcaltequidad no es la nueva mexicanidad. Cuando decimos “Soy tlaxcalteca” ¿Qué estamos diciendo?, en realidad es una expresión que debe leerse con cuidado porque es un sentimiento personal creado por una estructura intersubjetiva, material, simbólica y que nunca terminamos de comprender porque está en movimiento. Afirmo ser Tlaxcalteca porque siento que lo soy, pero las emociones son de cada quién, sin embargo, muchos afirman lo mismo.Es importante mencionar que, como tlaxcaltecas, el tema nos toca de manera directa. Busco señalar la importancia de las gestiones con enfoque territorial a partir de analizar los procesos particulares de la historia, que emiten la necesidad de observar los procesos locales, que expresan modos de vida diferenciados. Cabe mencionar que no buscamos dar como resultado de investigación una inacabada definición del “ser tlaxcalteca” o delimitar lo que sí es sino vislumbrar desde dónde y porqué es importante poner sobre la mesa fragmentos de nuestro proceso histórico que aún tienen impactos en la actualidad, y así entender un poco más a Tlaxcala. Específicamente pretendemos:1. Analizar y sintetizar el papel de Tlaxcala en la historiaEl papel relevante de Tlaxcala durante la época prehispánica, virreinal, siglo XIX; en términos del discurso nacional generó algunas particularidades territoriales que se pueden seguir observando en algunas de las expresiones culturales, formas de organización y desarrollo.2. Analizar la violencia que vivimos los Tlaxcaltecas, sostengo que se encuentra inmersa en el discurso nacional del Siglo XIX y el discurso desarrollista, ambos han invisibilizado nuestro territorio, y por ende hemos vivido diferentes acosos históricos, es tan común que actualmente existe un slogan turístico que dicta: “Tlaxcala sí existe”. Este punto transforma nuestro tema en un problema ético porque niega su existencia y violenta las significaciones de una corporalidad viviente cuerpo que construye a la vez, un territorio. 3. Desglosar y analizar la pertinencia del concepto “Tlaxcaltequidad”. Término que leí por primera vez en los textos del muralista Desiderio Xochitiotzin para referenciar procesos históricos que hacen el “ser Tlaxcalteca” una particularidad. Donde prevemos un problema. Hasta ahora la Tlaxcaltequidad ha sido trabajada para nombrar referentes físicos e históricos pero sin problematizar su relación con la construcción del espacio simbólico (un espacio constituido-constituyéndose) en el presente.Es chistoso. Por un lado, lleva entre líneas la propuesta de identificar que somos la conformación de corporalidades o territorios diversos, interculturales (en relación) y por otro, la lectura de que tenemos una identidad propia. Entonces, en la analogía de un cuerpo, no tenemos una sola vena, tenemos vida gracias a varias de ellas que se encuentran interconectadas a un mismo corazón. Quizá es así. Herencias culturales diversas que viven en un tiempo histórico que reconoce el proceso de construcción de “La Tlaxcaltequidad”.Resumen de la Ponencia:
O antropólogo indiano Arjum Appadurai chama à atenção para a importância de levarmos em conta, nas nossas análises sobre a dimensão cultural da globalização, o "papel da imaginação no mundo contemporâneo”. Para o antropólogo, foi com base nas transformações tecnológicas iniciadas no século XIX que a imaginação se tornou um fato coletivo, social, associada a uma pluralidade de mundos imaginados. Neste cenário, o cinema (assim como a televisão e o vídeo) desempenha um papel muito importante para pensarmos no papel da imaginação na vida social. Numa direção semelhante à apontada por Appadurai, outros autores como Éric Dufour, por exemplo, salientam a importância dos filmes comerciais de ficção científica na formatação da "imaginação política" sobre nossos tempos, na medida em que tematizam nossas ansiedades e imaginam mundos futuros a partir da crítica ao mundo presente. O objetivo deste trabalho é apresentar alguns resultados preliminares de uma pesquisa qualitativa, ainda em andamento, que objetiva entender como o cinema (e as séries) de ficção científica contemporâneo incide na produção imagética e narrativa de imaginários juvenis sobre o chamado Antropoceno: seus riscos socioambientais, os desastres ecológicos, as sinuosas relações entre humanos e não humanos, os “desvios” da tecnociência que ameaçam a ʺHumanidadeʺ e ao ʺPlanetaʺ etc. Uma primeira aproximação se baseia nos resultados preliminares obtidos através da aplicação de questionários semiestruturados junto a jovens com idades entre 17 e 25 anos.Resumen de la Ponencia:
Resumen La Montaña de Guerrero situada en la Sierra Madre del Sur, es el territorio donde habitan diversos grupos étnicos y socioculturales, mixtecos, tlapanecos, nahuas además de mestizos; los más en situación de pobreza, marginalidad, contextos críticos que enmarcan la resistencia, formas de sobrevivencia y riqueza cultural. La población crece poco a poco, ya supera los 25 mil habitantes ubicados en su extensión territorial, entre las más de 80 comunidades que conforman el Municipio de Olinalá en el Estado de Guerrero. Siendo que gran parte de su sobrevivencia depende de las “remesas” venidas de ciudades como Chicago en los Estados Unidos.Imaginarios, identidad, región sociocultural y territorio, permitirán analizar uy comprender la difícil situación que a lo largo de su historia ha tenido la Montaña. El territorio, trasciende a cualquier extensión de la superficie terrestre habitada por grupos humanos; con la incorporación de la noción de espacio; comprendiendo éste como una mezcla de dimensiones, contenidas en sí mismas, que generan y organizan a partir de un punto imaginario. Siendo así, el territorio es el espacio apropiado y valorizado -simbólica e instrumentalmente- por los grupos humanos, el espacio es entonces, la realidad material preexistente a todo conocimiento y a toda práctica. Por tanto, responde en primera instancia a las necesidades económicas, sociales y políticas de cada sociedad, expresiones de la territorialidad, pero también es parte fundamental de la construcción simbólica, del imaginario y la identidad sociocultural. Para lo cual se requiere comprender la noción de cultura, comprendida como pautas de significación, concepto semiótico igualmente importante para los procesos regionales y territoriales. La metodología para realizar el presente estudio fue la estancia de campo en tiempos prolongados durante cuatro años, mismos que dieron la oportunidad de establecer el vínculo que permitiera reconocer en los pueblos de la Montaña, particularmente Olinalá, Temalacatzingo, Ocotitlán, y Zumpango, la gran riqueza cultural, artesanías, danzas, además de saberes y sabores que se expresan con mayor fuerza durante las celebraciones de su Santo Patrón San Francisco. El presente resulto en un acercamiento etnográfico que incluye, recorridos de campo, observación directa e indirecta además de participante, entrevistas a los artesanos, cocineras entre otros personajes que mantienen memoria, cultura y tradición.Resumen de la Ponencia:
El estudio de hibridación del idioma español-quechua, es un tema esencial en los imaginarios, puesto que plantea un interés fundamental para la comprensión de las significatividades del mundo andino, en la cual tienen vigencia los términos quechuas en los nombres de los distritos, caseríos, pueblos, quebradas, cerros, actividades, cosas, entre otros que al combinarse con el castellano mantienen su vigencia. Así, el tema muestra la visión del mundo andino adecuado al mundo hispano y el mundo hispano adaptado al mundo andino, la simbiosis lingüística es la parte esencial para comprender la cosmovisión, la herencia cultural, la identidad actual, la situación colectiva local y la relación con el mundo moderno. En consecuencia, no solo ayuda a entender y recuperar los recuerdos que los pueblos tienen arraigados de su pasado histórico, sino que también abre el escenario para un mundo moderno que enfrenta cambios sociales permanentes. Aquí se combinan de manera permanente las diversas miradas del territorio, los grupos culturales, el género, las identidades étnicas, comunales, generacionales. Para el desarrollo del presente trabajo se utilizará la investigación participante en la recolección de la información de los signos y códigos en el habla del lenguaje cotidiano, que será contrastado con diccionarios, para los nombres de los distritos y centros poblados se utilizará el atlas del departamento de Cajamarca, así como el listado de nombres del anexo de tesis de Torres Menchola. La muestra se seleccionará a juicio de expertos, para determinar los sujetos de observación y cumplir con los objetivos propuestos. En el trabajo de campo se describirán nombres de distritos, centros poblados, cerros, ríos y lagunas de origen quechua, así como términos mixtos o híbridos en el habla cotidiana de las personas. Los nombres de los lugares geográficos, son relevantes, porque determinan el gentilicio de las personas, y los signos quechuas del habla cotidiana determinan su identidad lingüística regional en el castellano andino de la región, por lo cual es necesario estudiar con urgencia este hecho social a la luz de las ciencias sociales.Resumen de la Ponencia:
A literatura participa da construção das memórias coletivas em variadas dimensões. Dentro de todas as culturas, como escreve o crítico literário francês Roland Barthes (1915-1980), “inumeravéis são as narrativas do mundo […], a narrativa está presente dentro todos os tempos, dentro de todos os lugares das sociedades: a narrativa começa com a história da humanidade […], ela não é jamais nula, não existe nenhum povo sem narrativa […]; todas as classes, todos os grupos humanos têm suas narrativas[1]”. Os negros da América latina são historicamente privados de memória, pois desde o momento que foram trazidos e escravizados, foram impedidos de pensar como pessoas e também impedidos da produção literária. Eles perderam até mesmo o direito de seu nome. Todavia, segundo Priska Degras o nome é uma obsessão dentro do Romance das Américas[2].As mulheres negras são triplamente discriminadas pela raça, gênero e classe social. Porém, elas desempenham um papel de pioneiras na literatura, pois atuam como construtoras de memória. Durante o período da escravidão a religiosa peruana escreveu “Diario Espiritual[3]”, conhecida como Úrsula de Jesús (1604-1666), escrava do convento de Santa Rosa de Lima. Essa foi a primeira produção publicada por uma mulher negra peruana de língua espanhola. Uma outra novelista é Maria Firmina dos Reis, brasileira, que publicou “Úrsula” em 1859, em plena a escravidão. Este romance é considerado o primeiro romance de língua portuguesa. Com estes dois exemplos citados, seguimos com novas mulheres que encarnam e aprofundam a literatura ao lado das escritoras negras latino americanas, tal como Conceição Evaristo e Lucía Charún Illescas. Essas duas escritoras, em seus romances, tem de fato reconstituído narrativas que buscam retomar suas raízes que foram apagadas pela colonização, pela escravização e hoje, relegadas socialmente, elas retomam através de suas escritas a vida e história de seus personagens que são ficcionados dentro de suas narrativas nas cidades e nas zonas rurais. [1] [1]Roland Barthes, «Introduction à l'analyse structurale des récits ». In: L’aventure sémiologique : l'analyse structurale du récit, Paris, éditions du Seuil, 1985, p.167.[2] Priska Degras, L’obsession du nom dans le roman des Amériques, Paris, Karthala, 2011.[3] Nancy E. van Deusen. «Diario Espiritual de la Venerable Úrsula de Jesús, escrita por ella misma, Convento Santa Clara de Lima, Perú» in Nancy E. Van Deusen, Las Almas del Purgatorio, et diario espiritual y vida anónima de Úrsula de Jesús, na mística negra del siglo XVII, Lima, Fondo Editorial, Pontificia Universidad Católica del Perú, 2012.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho tem o objetivo de discutir alguns entendimentos sobre o conceito de memória, suas possibilidades coletivas e pós-coloniais, um diálogo teórico-epistemológico entrelaçado a partir das produções artísticas “Memorial to 418 palestinian villages destroyed depopulated and occupied by Israel in 1948” (2001) e “Where we came from” (2001-2003) de Emily Jacir, juntamente à instalação “Tempo Presente” (1996) de Mona Hatoum, a fim de pensar sobre as memórias da diáspora do povo palestino, este que resiste à invasão territorial pelo movimento sionista. Trata-se de uma análise de obras artísticas, partindo da memória como conceito analítico, por ser fruto do trabalho final do Curso Internacional que compõe a Especialização em “Epistemologias do Sul” do Conselho Latino-americano de Ciências Sociais, o referencial teórico utilizado está centrado nas aulas: “Memórias, patrimônios, passados: Reflexões poscoloniais” de Mario Rufer, “Colonialismo y estéticas feministas (pos) descoloniales frente a la nueva razón imperial moderna” de Karina Bidaseca e “Compreender Palestina - Israel desde uma perspectiva decolonial” de Jorge Ramos Tolosa. A ciência moderna reconheceu a existência do colonialismo histórico estabelecido com a invasão colonial de territórios estrangeiros no além mar, mas não reconheceu o colonialismo como parte fundante de uma sociabilidade patriarcal e capitalista, esta que não terminou e segue em permanente manutenção e nos impõe hoje um dos momentos mais destrutivos compartilhados em nossa história recente. Inseridos neste sistema global, há não só a violência exploratória sob a natureza, mas também há a violência contínua exercida sobre os corpos de pessoas consideradas inferiores e até não humanas. Essa temporalidade linear e homogênea instaurada pelo Estado moderno assentado em uma lógica de dominação é constantemente desafiada por narrativas que pensam de outra forma a memória e sua transmissão. Nesse sentido, tais narrativas acabam por ser desejadas por órgãos reguladores de narrativas hegemônicas, que de algum modo empenham-se em reprimir, frustrar e violentar tais povos, deslegitimando seus saberes. Como consequência percebemos que instrumentos institucionais coloniais de uma forma estratégica tem sempre colocado a memória em um lugar de uma abstração narrativa sobre o passado, mas nunca como produções históricas feitas no presente de um povo. Deste modo, a fim de estabelecer uma análise mais ampla da memória, à luz da crítica pós-colonial, recorreremos a outras formas metodológicas e conceituais de compreender e analisar o mundo, nas quais a arte é uma possibilidade. Sendo assim percebe-se como Emily Jacir e Mona Hatoum realizam apropriações contra hegemônicas de espaços museais, urbanos e dispositivos estatais para realizar trabalhos artísticos e políticos, nos iluminando sobre o quanto pensar acerca da memória não se faz apenas como um trabalho de rememoração, mas também, de conexão por meio de registros sensíveis que possam abrir novas compreensões do tempo presente.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho é parte de minha pesquisa de doutorado, ainda em curso, cujo cerne reside numa hermenêutica da obra Romance da Pedra do Reino (1971), de Ariano Suassuna, buscando circunscrevê-la num paradigma cultural e epistêmico local que estamos denominando por Cordel/Cantoria. Nosso recorte, aqui, consiste em investigar os meandros constitutivos que informam esse paradigma, nos permitindo enxergar o conjunto das expressões culturais que daí emergem, ao invés de um subproduto do nacional – “regionalista” e/ou “popular” e/ou “folclórica” – em sua unidade estética que se instaura na “peleja”, informando, assim, a autonomia discursiva dessas expressões. Para tanto, faremos uma apropriação criativa da concepção de “sistema literário”, de Antônio Candido (2000), da noção de “literatura heterogênea”, de Antônio Cornejo Polar (1978), e de “texto”, da hermenêutica fenomenológica de Paul Ricoeur (2014). No que se refere, mais especificamente, a Candido, não obstante a sua proposta estar, mais imediatamente, comprometida com uma literatura “nacional brasileira”, buscaremos um “rearranjo” conceitual dessa ideia, em que a unidade “nação” se pulverize cedendo espaço para a pluralidade de cosmogonias e histórias locais das comunidades (nações) que o constitui, ultrapassando, assim, as fronteiras simbólicas e territoriais da abstração de Brasil (Estado-nação “monocultural”). A metodologia dessa pesquisa reside em uma hermenêutica do texto, de caráter fenomenológico e, portanto, se constitui indissociável do campo teórico, o qual estabelece uma articulação, além da supracitada, a hermenêutica das tradições de Hans-Georg Gadamer (“tradição” [1997]), a filosofia política de Roberto Espósito (“comunidade” [2003]) e as abordagens epistemológicas e sociológicas pós-coloniais, com destaque para Walter Mignolo (“dupla tradução” [2003]), e Enrique Dussel (“transmodernidade” [1993]). Presumimos que nessa perspectiva, que se insere no contexto mais amplo das experiências contemporâneas decoloniais latino-americanas que tem reivindicado - ou apontado para - a pulverização do princípio eurocêntrico da unidade “Estado-nação”, essa pesquisa poderá contribuir com os debates na área de pensamento social e político latino-americano. Palavras-chave: Estado-nação; regionalismo; estética do cordel/cantoria.Resumen de la Ponencia:
Dentre o grande volume de conteúdos e repercussões após o assassinato da vereadora carioca, a Agenda Marielle Franco (2020) desperta essa tese. É um material a indicar o “modo de fazer política” da parlamentar, bem como um guia e também um convite às candidatas a aderirem os feitos de sua breve “mandata”. O objetivo é analisar sociologicamente a existência ou não de um legado Marielle Franco no Estado do Rio de Janeiro. A partir da identificação desse “outro” modo de fazer política torna-se possível a constatação de sua oposição: uma prática hegemônica, limitada e excludente. A hipótese é de que “mulheres-políticas-negras” se opõe à conduta típica de um grupo de homens brancos, herdeiros de postos de poder desde os processos do empreendimento colonial no Brasil, ousando assim perturbar, desestabilizar, abalar, o que Maria Aparecida Silva Bento denomina de pacto narcísico (BENTO, 2002). Pretende-se dessa maneira, de um lado, apontar as violências e, de outro, as resistências. A pesquisa focaliza nas atuações de Dani Monteiro, Mônica Francisco e Renata Souza, que foram assessoras de Marielle Franco, eleitas deputadas estaduais em suas primeiras candidaturas (POSL-RJ/2018), praticamente seis meses após a execução. Marielle Franco, nascida em 27 de julho de 1979, foi assassinada em 14 de março de 2018, no centro da cidade do Rio de Janeiro. De origem da Zona Norte da capital carioca, se autodenominava “mulher, negra, mãe, filha, irmã, esposa e cria da favela da Maré”. Socióloga (PUC-Rio/2007), mestra em Administração Pública (UFF/2014), foi eleita em 2017 com 46.502 votos, sendo a quinta candidata mais votada no Estado, e a segunda mulher mais votada ao cargo de vereadora do país, em sua primeira (e única) candidatura. O crime ainda não foi solucionado. A metodologia utilizada é a Análise Crítica do Discurso (ACD) das falas registradas em plenário, disponibilizadas no site da Assembleia Legislativa do Estado do Rio de Janeiro (Alerj), nomeados como “ordem do dia” e “discursos” (ordinários e extraordinários). Foram filtrados 70 documentos, de um total de 179, a partir da palavra-chave “Marielle Franco”, do ano de 2019, para serem analisados. Tensões sobre gênero e raça, que adentram aos cargos públicos e à política institucionalizada, são experienciadas pelas crias das favelas que, em mandato coletivo e diversificado “eu sou porque nós somos” -lema da campanha de Marielle Franco- insistem em descentralizar o poder que perpetua na Alerj, a ecoar a colonialidade na democracia atual formalizada. A base teórica-epistemológica é elaborada a partir do lugar de fala da intelectual Djamila Ribeiro (2019), a desenvolver os lugares das falas: das mulheres-políticas-negras marcadas pela escrevivência (EVARISTO, 2007, 2017), dos homens brancos no poder à manutenção da branquitude (Bento, 2002), e da ciência, enquanto uma pesquisa sociológica.Resumen de la Ponencia:
El carácter multidimensional de la pandemia –cuyo entramado/efecto biopolítico no posee límites– ha puesto a las familias –y a las personas– en el centro de la reflexión: toda la complejidad pandémica; las consecuencias económicas, las medidas sanitarias, la planificación educacional, el ocio y la entretención; también y sin duda, la enfermedad y la tragedia de la muerte recaen, finalmente, en la familia. A partir del estudio “Familias en Tiempos de Covid-19” –desarrollado en las regiones Metropolitana, Biobío, Valparaíso y Tarapacá en Chile-, la presente ponencia, desde lo que se ha dado llamar el “estado pandémico”, da cuenta de cómo, desde el entramado de la vida cotidiana, se han venido configurando significaciones, valoraciones e imaginarios sobre, por una parte, el confinamiento y las restricciones y, por la otra, sobre una serie de mecanismos y procesos sociomateriales de resistencia pandémica. Desde una impronta (post)fenomenológica, ello ha intencionado una especial subjetividad que frente al caos pandémico ha resignificado lo familiar, el sacrificio y el riesgo. Para el caso, la ponencia se centra, principalmente, en Tarapacá, extremo norte de Chile.Resumen de la Ponencia:
“Las representaciones sociales a través de la tenencia de la tierra de las mujeres rurales de Osa, Puntarenas, Costa Rica”. Gómez Brenes Angélica María. Universidad Nacional de Costa Rica. angelica.gomez.brenes@est.una.ac.cr Grupo de trabajo seleccionado: GT07 – Cuestión Agraria y Reordenamiento Territorial. Esta ponencia se inscribe en el área de trabajo de la sociología de la Cuestión Agraria y Reordenamiento Territorial, cuyo desarrollo investigativo aborda el tema-problema de “Las representaciones sociales a través de la tenencia de la tierra de las mujeres rurales de Osa, Puntarenas, Costa Rica”. El cual se encuentra en desarrollo para optar por el grado de licenciatura en Sociología. Por ello, que la preocupación central de esta investigación es de ¿Cómo las mujeres rurales de Osa construyen representaciones sociales a través de la tenencia de la tierra?, así como les representa la realidad rural, a partir de sus creencias, significados, símbolos en relación con su actividad socioeconómica y productiva con la agricultura. La problemática social a nivel país es la invisibilización de como mujeres pueden estar configuran representaciones sociales a través de esta relación con la tierra, que son fundamentales para la participación política agraria y territorial. A su vez, se encuentran en un territorio en disputa, en donde ellas y la Naturaleza se ven implicadas en un constante conflicto socioambiental. Asimismo, desde una posición política y en defensa de los derechos de las mujeres y la ecología, esta investigación permite dar cuenta de cómo interviene el extractivismo hacia la Naturaleza y la violencia estructural ejercida a las mujeres pequeñas productoras en su construcción de representaciones sociales hacia su territorio.En cuanto a las categorías de análisis que dan cuenta y permiten explicar el objeto de estudio; se desarrolla en las representaciones sociales desde la categoría de territorio, desde la dimensión de feminismo comunitario se argumenta en las categorías de análisis de cuerpo – territorio – tierra, y la brecha al acceso de la tierra desde una condición de género, practicas socioproductivas y entre otras. El método de investigación es carácter cualitativo, ya que, el paradigma en el que se en marca el estudio es desde las representaciones sociales, tomando en cuenta el mecanismo de procedimiento del anclaje que va se orienta a como se configura el significado al objeto representado. Cuyas técnicas están orientadas en la cartografía social, grupos focales y foto voz, esta última permite que las mujeres a partir de una imagen como se relacionan a partir de esta y construyen sus representaciones sociales, desde su condición como mujeres rurales, socioproductiva inmersas en un territorio en conflicto socioambiental, patriarcal y en una crisis climática.Resumen de la Ponencia:
La presente investigación busca determinar los aspectos que constituyen el problema actual de la tierra en la Región de la Araucanía (Chile), a partir de la articulación histórica, entre la estructura agraria, y los principales levantamientos campesinos y mapuches en la región (1934-1997). Esto como una necesidad de dar respuesta histórica a la difícil situación que vive hoy en día la Araucanía, dónde por un lado se encuentra el pueblo mapuche reivindicado su tierra y territorio, y por el otro, el Estado chileno ejerciendo represión. Entendemos el problema de la tierra como un problema político, que se expresa en ámbitos económicos y sociales con una arista cultural muy fuerte. En lo que respecta a lo metodológico, se está trabajando con tres hitos importantes para la región, que se traducen en conflictos rurales históricos de campesinos y mapuches, ocurridos en comunas de la Araucanía durante el siglo XX. El estudio se está realizando a través de un enfoque mixto, por lo tanto estará compuesto por la combinación de lo cuantitativo y cualitativo. De esta búsqueda se espera poder encontrar patrones, rupturas y continuidades en relación a lo que denominaremos como "el problema de la tierra" según los planteamientos de Mariátegui (1928). En este escenario, se trabajará en tres comunas que tienen importancia histórica y actual a modo de estudio de caso: Lonquimay Lautaro y Lumaco. La primera fue el centro de uno de los levantamientos campesinos más importantes de la región en el año 1934 en el sector de Ranquil. La segunda, es la comuna con mayores recuperaciones de tierra durante el periodo llamado “Cautinazo”, proceso de reivindicación de campesinos mapuches durante el gobierno de la Unidad Popular. La tercera comuna por su parte, es dónde se refundó la lucha de resistencia del pueblo mapuche como tal, a través de una acción de sabotaje en el año 1997, que fue el punto de partida de la creación de la Coordinadora de comunidades de Arauco y Malleco (CAM) al año siguiente, denominada “la reemergencia Mapuche” (Pairicán, 2015). Además, actualmente estas comunas son del grupo de las más pobres, y con mayor población rural y mapuche de la región.A partir de lo anterior se busca desarrollar un análisis sociológico, utilizando el método de investigación histórica en un contexto general, sin dejar de lado el análisis político, económico e incluso el cultural, para develar las relaciones que existan entre los tres hitos históricos anteriormente indicados y si se pueden encontrar elementos que sirvan para entender la situación actual de campesinos y mapuches rurales, y su implicancia en el “problema de la tierra”Resumen de la Ponencia:
El pueblo indígena Muisca es una de las principales comunidades indígenas que vive en la Cordillera Andina colombiana, actualmente, se encuentra disperso en el altiplano cundiboyacense. El Resguardo Indígena Muisca de Fonquetá y Cerca de Piedra se encuentra ubicado en el área rural del municipio de Chía, Cundinamarca, allí se preserva el conocimiento ancestral indígena desde espacios como, la casa indígena, el templo de las mujeres y los hombres, además se llevan a cabo ceremonias arraigadas a la cultura Muisca y a la preservación del territorio.Entonces, los indígenas que habitan este resguardo procuran que los visitantes y los miembros de la comunidad se reintegren con la naturaleza, invitándolos a hacer parte de los rituales sagrados Muiscas. Sin embargo, en estos espacios se ve mayor afluencia por parte de las personas mayores y muy poca de jóvenes y niños. Dichos espacios se vieron afectados por factores externos a la comunidad, como el consumo de internet o actividades que resultan ser para los jóvenes más llamativas.Dicho eso, el interés por los saberes propios está siendo reemplazado por los jóvenes debido al alto consumo de tecnología, recibiendo información de todas partes del mundo, obedeciendo a dinámicas de consumo globalizadas. Ahora bien, la coyuntura que se vivió en el año 2020-2022 por el COVID-19 intensificó el consumo de tecnología, ya que era el único medio de comunicación entre personas, además, los confinamientos dejaron expuestos a los jóvenes del resguardo a estas dinámicas, generando un mayor desinterés por las prácticas de la comunidad. Por ello es importante acercar a los jóvenes del resguardo a su comunidad, mediante actividades que sean atractivas para ellos, pero que a su vez generen un bienestar mayor para la construcción de un tejido social estable dentro de la misma.Así pues, el proyecto se desarrolló con los habitantes de la comunidad, construyendo las medidas necesarias en conjunto, y así hacerle frente a la problemática, por tal motivo la metodología que mejor permitió el desarrollo del proyecto fue IAP, pues dentro de su praxis permitió que la comunidad estuviera inmersa dentro de la ejecución del proyecto y que la problemática se enfrentara con mecanismos propios generando un mayor empoderamiento de la comunidad. Y de esta forma, en la ponencia se expone el desinterés de los jóvenes del resguardo hacia las prácticas de su comunidad, por lo tanto se desarrollaron actividades pedagógicas y lúdicas, como campamentos y recorridos comentados por el territorio, que permitieron recopilar las experiencias de los jóvenes y mayores en el acercamiento a su comunidad.Resumen de la Ponencia:
No momento atual em que ocorre um aumento vertiginoso dos índices de violência contra povos indígenas e tentativas de aniquilação de qualquer aparato ou política estatal que deveria atuar na defesa dessas populações, se torna tarefa essencial ter um olhar atento aos processos de resistência que se formam e fortalecem para enfrentar as diferentes frentes de ataques aos direitos dos povos indígenas. O presente ensaio pretende trazer apontamentos sobre o papel das retomadas de terra enquanto método de resistência ao avanço das fronteiras extrativistas e do colonialismo sobre territórios de ocupação tradicional indígenas, tendo como foco de análise aquelas realizadas pelos Terena de Buriti no Mato Grosso do Sul. O avanço de políticas econômicas focadas na exportação de commodities na América Latina, aliadas ao acúmulo de experiências de resistência, criam um cenário no qual as retomadas de terra se apresentam enquanto uma saída não apenas viável, mas necessária, do labirinto criado pelo agronegócio.O presente trabalho se apoia em etnografia realizada junto aos Terena de Buriti, na tentativa de compreender a construção do processo de organização política e resistência coletiva, que ocorre concomitantemente por dentro e por fora da legalidade estatal, focado na construção de autonomia; na (re)conquista do território, nas suas mais diversas acepções; e na possibilidade de construção de um bem-viver no agora e para as gerações futuras.Resumen de la Ponencia:
El asentamiento Galilea ubicado en el municipio de Los Córdobas, fue una invasión a la zona cercana al casco urbano del municipio, que había sido confiscada por la Dirección Nacional de Estupefacientes al narcotraficante José Ramón Matta Ballesteros. Está dividido en un total de 15 comunidades que están enumeradas sin un orden aparente. Este asentamiento inició con la entrada de los “invasores” en una noche de 2003, donde posteriormente hubo un proceso de filtración de las personas que realmente necesitaban la tierra por medio del manual de convivencia, por lo que, las más de mil familias que iniciaron la invasión quedaron reducidas a 348 que fueron reubicadas en las 74 hectáreas que conforman el asentamiento. La legalización llegó luego de varios esfuerzos de los pobladores, lo que también trajo gran cantidad de ayuda para iniciar las microempresas de producción de cada familia, en las que se les entregó semillas de plátano, se les enseñó cómo cuidar los cultivos por medio de capacitaciones, e incluso aprendieron a construir proyectos de vida. La legalización significó asegurar la tierra, pero al mismo tiempo la separación de los habitantes y la desintegración de las asociaciones creadas, como la Asociación campesina de productores de Galilea (Asocaprogal) que dejó de funcionar después de un tiempo.En este proceso de invasión, construcción de comunidades, y creación de microempresas de producción, la mujer cumplió un papel muy importante dentro y fuera del hogar. Aquí es de gran importancia resaltar el papel principal como vocera y líder de Teresa Jaramillo en el proceso de invasión, y luego el liderazgo de varias mujeres dentro de la conformación de las comunidades que forman parte del asentamiento. Sin embargo, y como en muchos casos en nuestro país, el trabajo de la mujer ha sido invisibilizado. Las mujeres líderes que entraron desde aquella noche de 2003, y que ayudaron en la sucesión de cada una de las etapas que ha tenido el asentamiento hasta la actualidad, son el objeto principal de esta investigación, puesto que muchas de ellas siguen esforzándose por mantener la producción de plátano en sus tierras, sustentar a sus familias y a ellas mismas.Para llevar a cabo la investigación se tomará información oral de líderes y población fundadora en conjunto de documentos que han sido guardados a lo largo de esos años, con miras a reconstruir una memoria histórica de lo que ha pasado en su desarrollo teniendo como eje central el papel de la mujer, dado que el asentamiento es relativamente reciente y no existen escritos publicados al rededor del mismo.Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia se propone analizar el impacto que han tenido las reformas de 1992 al articulo 27 constitucional en los 20 ejidos y 3 comunidades agrarias que se asientan en el municipio de Valle Nacional. Dicho municipio se localiza en norte del estado de Oaxaca, en el corazón de la selva chinanteca, considerada la tercera selva de mayor diversidad biológica del país. La presentación se organiza en tres apartados. El primero aborda un breve panorama de la problemática productiva, económica y social que se desarrolla en Valle Nacional a raíz de las reformas estructurales promovidas en 1982. En el segundo, con el fin de situar la transformación de la estructura agraria del municipio, se traza una cronología del proceso de reparto agrario desde 1921 hasta 1992, fecha en la que se decretan las reformas a la ley agraria. Finalmente, en el tercer apartado, se presentan los resultados de una investigación realizada en 2017/2018 sobre los efectos que ha tenido la regularización de la tenencia de la tierra en Valle Nacional, considerando los siguientes aspectos: El desarrollo del proceso de regularización de las tierras ejidales y comunales; las diversas formas de certificación por las que optaron los distintos núcleos agrarios; las estrategias de acceso a los apoyos gubernamentales; la transformación de la dinámica de las asambleas generales a partir de la certificación y, finalmente, las formas de circulación de la tierra en las áreas parceladas y en las zonas conurbadas de los distintos ejidos y comunidades.Resumen de la Ponencia:
O presente artigo tem como objetivo a apresentação da política previdenciária do agricultor familiar, a partir de uma perspectiva histórica crítica. Por meio de dados bibliográficos, analisa-se a trajetória de construção e desconstrução da política previdenciária voltada para o mundo rural. Simultaneamente, para conquistar dois direitos previdenciários conquistados pela classe trabalhadora no final do século XX, a ofensiva da desconstrução levou a dois deles, principalmente os do agricultor familiar. Resultado do enfraquecimento de dois movimentos sociais organizados pela sociedade na década de (19) 90 e, por iniciativa do Estado, seguem princípios neoliberais e, priorizam a política econômica em detrimento da política social. Recentemente, no ano de 2016, recebi uma proposta do governo para alterar a Constituição – PEC 287, Após extensa discussão e intensos debates no Congresso Nacional, a referida proposta não foi acolhida devido ao reconhecimento institucional das particularidades do trabalho desenvolvido pelo agricultor familiar.
Introducción:
Este artigo aborda a luta da classe trabalhadora em busca da conquista da política de previdência social no século XX, bem como, a ofensiva de desconstrução dos direitos previdenciários ao longo do tempo. O mesmo objetiva refletir a trajetória de construção e (des) construção da política de previdência social voltada aos agricultores familiares rurais, bem como, a ofensiva que ocorreu em razão da proposta de reforma previdenciária, enviada pelo governo Michel Miguel Elias Temer Lulia, de Proposta de Emenda à Constituição – PEC 287 de 2016, para apreciação e debate no Congresso Nacional.
Para a realização do artigo, foi realizado levantamento de dados junto a sites oficiais do governo, política de previdência social, bem como, levantamentos bibliográficos de livros, artigos, revistas científicas dentre outras.
Em um panorama histórico dos direitos previdenciários, constata-se que no ano de 1923, a classe trabalhadora conquista os primeiros direitos previdenciários, por meio das Caixas de Aposentadorias e Pensões – CAPs,. No entanto, permaneceram excluídos os trabalhadores rurais, mesmo sendo reconhecida a relevância do trabalho por eles realizado junto a macroeconomia. Da década de 30 a 70, os trabalhadores, aos poucos foram ampliando seus direitos previdenciários.
Na década de 1980, os movimentos sociais organizados da sociedade lutaram pelo fim do governo autoritário e, pela redemocratização do país, bem como, contribuíram por meio da Assembleia Nacional Constituinte com propostas para a construção do sistema de proteção social, que foram acatadas e promulgadas na Constituição Federal de 1988.
Simultaneamente a conquista dos direitos sociais, por meio da seguridade social, iniciou-se um processo de desmonte dos direitos sociais, em virtude do governo seguir os princípios neoliberais. Recentemente, com a alegação de déficit previdenciário o governo Michel Temer propôs a Proposta de Emenda à Constituição – PEC 287 de 2016, a qual visava a desconstrução de direitos.
Desarrollo:
5. SURGIMENTO DA POLÍTICA PREVIDENCIÁRIA BRASILEIRA
Na década de 1920 em razão das reivindicações e lutas dos movimentos sociais da classe trabalhadora, que exigiam políticas previdenciárias, bem como, em consequência das reivindicações dos trabalhadores prejudicarem o modo de produção capitalista de acumulação, os clamores dos mesmos em busca de direitos sociais foram atendidos em parte pelos empresários e, em parte pelo Estado (FALEIROS, 2009).
Em virtude das persistentes reivindicações da classe trabalhadora, que obstruíam o sistema de acumulação capitalista, os empresários com o aval do Estado estabeleceram um projeto liberal, as Caixas de Aposentadorias e Pensões - CAPs. “[...] Para diminuir as tensões sociais e aumentar sua produtividade, sua autoridade seu poder junto aos operários, várias empresas têm instaurado caixas, serviços médicos, programas habitacionais para seu pessoal [...]” (FALEIROS, 2009, p. 174-175). Entretanto, à custa do projeto liberal as CAPs, procediam de contribuições dos próprios trabalhadores, bem como, dos empregadores que custeavam a manutenção dos benefícios, todavia, a gestão era realizada de maneira paritária. No entanto, “[...] essa medida era peculiar aos ferroviários e não se poderia aplicar a outros setores ao que Eloy Chaves acrescentou: “ao trabalho agrícola sobretudo” (FALEIROS, 2009, p. 147).
De acordo com Behring e Boschetti (2008), as primeiras políticas voltadas à área previdenciária voltavam-se exclusivamente a alguns setores estratégicos da economia brasileira, como o setor agroexportador da monocultura cafeeira, o qual era responsável por setenta por cento do Produto Interno Bruto – PIB nacional. “O ano de 1923 é chave para a compreensão do formato da política social brasileira no período subsequente: aprova-se a lei Eloy Chaves, que institui a obrigatoriedade de criação de Caixas [...]” (p. 80). Ao findar da década de 1920, as CAPs, tinham expandido para diversas categorias de trabalhadores, no entanto, permaneceram excluídas algumas categorias de trabalhadores urbanos, bem como os trabalhadores rurais, estes vitais a macroeconomia.
6. FOMENTO GOVERNAMENTAL NA AMPLIAÇÃO DAS CAPS E A CRIAÇÃO DOS INSTITUTOS DE APOSENTADORIAS E PENSÕES E A SELETIVIDADE EM SUA ABRANGÊNCIA
Getúlio Vargas (1930-1945), no início de seu governo autoritário promoveu o desenvolvimento industrial e incentivou fortemente a expansão das Caixas de Aposentadorias e Pensões - CAPs, que avultaram rapidamente. O intuito do governo em fomentar a expansão das CAPs era proporcionar benefícios previdenciários e assistência médica aos segurados e suas famílias, com medicamentos a preços acessíveis, assim como atenuar as reivindicações sociais (ROJAS COUTO, 2010).
Nesse período histórico brasileiro encontravam-se incluídos ao sistema previdenciário somente os trabalhadores inseridos ao mercado formal de trabalho, ou seja, apenas categorias de trabalhadores assalariados de setores estratégicos da macroeconomia.
Passaram a ser critérios de inclusão ou exclusão nos benefícios sociais a posição ocupacional e o rendimento auferido. Estes critérios colocaram somente os trabalhadores urbanos em posição de privilégio, pois sua vinculação ao mercado formal de trabalho era a garantia de inserção nas políticas sociais da época. Esse corte de inclusão deu-se ainda numa realidade onde a maioria dos trabalhadores estava vinculada ao trabalho rural e, portanto, desprotegida [...] (ROJAS COUTO, 2010, p. 96).
No primeiro Governo de Getúlio Vargas (1930-1945), os trabalhadores rurais eram reconhecidos pela importância do trabalho executado. Entretanto, o reconhecimento da relevância dos trabalhadores rurais à economia nacional, não foi suficiente para que o governo implementasse e regularizasse legislações trabalhistas e previdenciárias em prol dos mesmos. “[...] Apesar disso os discursos dos dirigentes políticos do país estavam cheios de elogios à dedicação e ao trabalho desses trabalhadores [...]” (FALEIROS, 2009, p. 150).
Como as oligarquias políticas representavam grande poder econômico e político no país, o governo de Getúlio Vargas absteve de adentrar em território de domínio dos latifundiários. “[...] É necessário lembrar que os camponeses estavam completamente submetidos à oligarquia, isolados de todo espaço político e de representação” (FALEIROS, 2009, p. 150).
Segundo Carvalho (2003), o programa de governo de Getúlio Vargas na década de 1930, que incentivava o desenvolvimento da industrialização no país, possibilitou a mudança de direção da política macroeconômica. Em decorrência surgiu a necessidade de criação de políticas trabalhistas dirigidas aos trabalhadores urbanos. “[...] Na área da previdência, os grandes avanços se deram a partir de 1933. Nesse ano, foi criado o Instituto de Aposentadoria e Pensão dos Marítimos (IAPM) [...]” (CARVALHO, 2003, p. 113). O orçamento dos IAPs, contava com três fontes de recursos: a contribuição dos empregados, dos empregadores e, a do Estado, ou seja, o governo passa a ser parte integrante do sistema. “[...] O presidente da República nomeava o presidente de cada IAP, que contava com um Conselho de Administração formado de maneira paritária [...]” (CARVALHO, 2003, p. 113). A gestão dos IAPs contava com um conselho de administração composto por representantes em pé de igualdade, como por exemplo, o da rede de proteção dos trabalhadores urbanos, por meio dos sindicatos, empregadores e empregados em cada um dos IAPs, de acordo com a categoria de trabalhadores urbanos.
De acordo com Behring e Boschetti (2008), a organização previdenciária pública por meio dos IAPs: “[...] foi criado em 1933 – o IAPM, dos marítimos -, e com isso foram se extinguindo as CAPs, organizações privadas por empresa, até 1953 [...]” (p.106). Os IAPs abrangeram diversas categorias de trabalhadores urbanos a partir da década de 1930, em razão disso as CAPs, organizações privadas previdenciárias extinguiram-se na década de 1950.
7. DELONGADO PROCESSO DE UNIFICAÇÃO DOS INSTITUTOS DE APOSENTADORIAS E PENSÕES – IAPS E O SURGIMENTO DO DIREITO PREVIDENCIÁRIO AOS TRABALHADORES RURAIS
Cumpre ressaltar que a discussão para a unificação dos IAPs, que tramitava no congresso desde 1947, e que tinha como pressuposto a redução de custos e a unificação dos benefícios e dos institutos, ao ser retomada no governo Vargas, alcançou pouco êxito, devido os participantes do congresso organizado por Goulart, terem decidido pela não alteração das normas dos institutos. No entanto em 1960, no governo de João Goulart, foi aprovada a Lei n.º 3.807, de 26 de agosto de 1960, a Lei Orgânica da Previdência Social – LOPS (CARVALHO, 2003).
Conforme Faleiros (2009), houve intenso debate até a criação da Lei Orgânica de Previdência Social - LOPS, em 1960. O processo de unificação dos IAPs, foi longo e arrastado, porém, proporcionou aos trabalhadores urbanos inseridos ao mercado formal de trabalho, como também aos profissionais liberais que contribuíam com o seguro social, o acesso aos direitos previdenciários. A unificação dos IAPs, somente concluiu-se no Regime Militar no ano de 1966, quando incorporados ao Instituto Nacional de Previdência Social - INPS.
De acordo com Mota (2015), durante a vigência do Regime Militar (1964-1985), os governos autoritários implementaram políticas sociais seletivas como forma de legitimar o regime autoritário e, ao mesmo tempo atender as exigências de acumulação capitalista, “[...] pela contenção das formas de rebeldia política das classes subalternas e pela necessidade de estabelecer uma ordem consentida, além de atender exigências do grande capital [...]” (p. 153-154). Neste período iniciou-se a expansão de direitos sociais seletivos e, “[...] ampliação da cobertura dos programas sociais, em que se incluem as políticas de seguridade social, respondeu, preponderantemente, pela estratégia de modernização autoritária adotada pelos governos militares” (p. 153-154).
O receio dos governantes de adentrar ao território dos latifundiários que possuíam poder econômico e político desde a colonização do país, provocou retardamento na implementação de políticas sociais aos trabalhadores do campo. “[...] A extensão da legislação social ao campo teve que esperar os governos militares para ser implementada [...]” (CARVALHO, 2003, p. 123). Ela ocorreu na década de 1970, porém a mesma, não foi suficiente para que os trabalhadores rurais gozassem dos mesmos direitos que os trabalhadores urbanos. “[...] Esse grande vazio na legislação indica com clareza o peso que ainda possuíam os proprietários rurais [...]” (CARVALHO, 2003, p. 123).
Rojas Couto (2010) ressalta que houve a concessão dos direitos previdenciários aos trabalhadores rurais, sem a exigência de contribuição prévia dos mesmos, e de seus empregadores, como forma de legitimar o governo autoritário vigente.
A previdência social dos trabalhadores rurais sucedeu na segunda metade do século XX.
A previdência destinada aos trabalhadores rurais teve início em 1963, com a criação do Fundo de Assistência e Previdência do Trabalhador Rural. Foi modificada em 1969, com a criação do Plano Básico Rural e, em 1971, a lei complementar n. 11 instituiu o Programa de assistência ao trabalhador rural, que foi alterado em 1973 pela Lei Complementar n. 16 [...] (SILVA, 2012, p. 131).
Segundo Silva (2012), depois de um longo período de luta e de reivindicação por direitos sociais, os trabalhadores rurais são incluídos ao direito previdenciário. Sendo este, destinado exclusivamente ao trabalhador rural arrimo de família, no valor de meio salário mínimo.
Dentro deste contexto, Behring e Boschetti (2008) esclarecem que:
[...] A unificação, uniformização e centralização da previdência social no Instituto Nacional de Previdência Social (INPS), em 1966, retiram definitivamente os trabalhadores da gestão da previdência social, que passa a ser tratada como questão técnica e atuarial. Em 1967, os acidentes de trabalho passam também para a gestão do INPS, apesar de certa contrariedade das seguradoras privadas. Ao lado disso, a previdência foi ampliada para os trabalhadores rurais, por meio do Funrural, política que adquiriu, neste caso, um caráter mais redistributivo, já que não se fundava na contribuição dos trabalhadores, mas numa pequena taxação dos produtores, apesar de seu irrisório valor de meio salário mínimo (1971) [...] (p. 136).
A concessão do benefício ocorreu por meio da criação do Fundo de Assistência Rural (Funrural), o qual proporcionou a ampliação de benefícios previdenciários e serviços médicos aos trabalhadores rurais. Cumpre ressaltar que, na década de 1970, apesar de o êxodo rural ter contribuído com a redução do número de trabalhadores rurais ativos no campo, estes ainda representavam quase a metade dos trabalhadores ativos no país.
8. CONSTRUÇÃO E A (DES)CONSTRUÇÃO DO SISTEMA DE PROTEÇÃO SOCIAL PREVIDENCIÁRIO DOS AGRICULTORES FAMILIARES
Na década de 1980 a sociedade brasileira enfrentava uma intensa crise econômica, além de vivenciar a repressão devido à vigência do Regime Militar no País. Em razão do quadro estrutural, aumentava-se a pressão dos movimentos sociais pelo fim do governo autoritário.
A conjuntura econômica já se demarcava pela inflação, dívida pública acentuada, mas a sociedade emergiu com força inaudita dos porões da repressão com manifestações de rua, formação de comitês, articulação de organismos, estruturação de abaixo-assinados, organização de lobbies. Apareceram as vozes de mulheres, índios, negros, além de empresários, setores específicos de empresas, ruralistas, evangélicos na disputa por seus interesses na Assembléia Nacional Constituinte [...] (FALEIROS, 2009, p. 204).
Frente a este quadro conjuntural, nasce o sistema de proteção social brasileiro, o qual, para Silva (2012, p. 273-274), “[...] além de uma conquista significativa dos movimentos organizados da sociedade, impôs uma nova lógica para presidir a proteção social no país, a lógica da universalização do acesso aos direitos relativos à saúde, à previdência social e a assistência social [...]”. Aquele trouxe a garantia de direitos sociais à população, na perspectiva de universalização ao direito de acesso à política de saúde e, um sistema de seguro social contributivo que proporcionou aos indivíduos que contribuíssem com a previdência social, o acesso à previdência social, propiciando, assim, benefícios sociais de cobertura na velhice, em caso de doenças, entre outros, e o direito ao acesso à política de assistência social aos indivíduos em situação de vulnerabilidade social.
Sucederam outras importantes modificações no sistema de proteção social com a promulgação da Constituição Federal em 1988, como:
[...] a equidade na participação do custeio da seguridade social, reforçada pela introdução do parágrafo 8º do art. 195 da Constituição Federal, estimulou consideravelmente a cobertura previdenciária na área rural, o que justifica parcialmente o crescimento do número de segurados contribuintes individuais, em particular os trabalhadores rurais que trabalhavam em regime de economia familiar, nos termos do parágrafo supramencionado – os meeiros, parceiros, arrendatários, garimpeiros e outros trabalhadores similares -, nesta década de 1980, ainda que o crescimento maior da cobertura a esse grupo populacional tenha ocorrido na década de 1990 [...] (SILVA, 2012, p. 275-276).
Para a Silva (2012) os trabalhadores do setor agrário, como os agricultores familiares rurais entre outros, obtiveram a ampliação de acesso à previdência social com a inclusão das mulheres trabalhadoras, desde que essas contribuíssem com o custeio da previdência social.
Para a autora (2012), a Lei n. 8.212 de julho de 1991, art. 12, inciso VII, e art. 195, § 8º da Constituição Federal propiciaram aos trabalhadores rurais que executavam atividades laborativas em regime de economia familiar na condição de proprietário de lote de terra e\ou na situação de meeiro, de parceiro, de arrendatário rural e de pescador artesanal e seus cônjuges, o direito de acesso à previdência social. Esse grupo de trabalhador passou a ser considerado segurado especial no regime geral da previdência social.
No entanto, Mota (2015, p. 164), observa que, em virtude da consequência do avanço da ideologia neoliberal e da crise econômica enfrentada pelo País nas décadas de 1980 e 1990 essas serviram de argumento ao governo, para priorizar a política econômica visando atender as exigências do capital.
Com a justificativa da crise econômica, foi estabelecido na década de 1990, um programa de reforma da seguridade social. Neste momento, inicia-se o processo de desmonte dos direitos sociais estabelecidos na referida Constituição, em relação a seguridade social, “[...] por parte do grande capital e da burocracia estatal, que procura negar aquelas conquistas obtidas, sob a alegação da necessidade de adequação do modelo de seguridade social às atuais reformas econômicas do país” (MOTA, 2015, p. 164). As reformas econômicas vieram prejudicar e reduzir a cobertura do sistema de proteção social, dificultando a implementação de acordo com os princípios constitucionais.
Para Silva (2012), os princípios de orientação democrática e de universalidade de cobertura, de atendimento e, de custeio da seguridade social sofreu retrocesso em função da supremacia da política econômica encaminhar-se para o capital financeiro. A divisão do orçamento único e, da gestão administrativa por área da seguridade social, em razão das mudanças constitucionais nas décadas de 1990 e 2000 ocasionou o recuo de direitos relacionados à previdência social, bem como a expansão dos planos privados de previdência social e saúde. A criação do Fundo do Regime Geral da Previdência Social (FRGPS) sucedeu em razão da criação da Lei Complementar n. 101, de 4 de maio de 2000, conhecida como a Lei de Responsabilidade Fiscal (LRF), que em seu artigo 68, refuta o significado de seguridade social, ao atribuir ao FRGPS a responsabilidade em fornecer recursos para o pagamento de benefícios, menosprezando o orçamento único da seguridade social estabelecido na carta magna de 1988.
Ainda de acordo com Silva (2012), o governo criou instrumentos na década de 1990, que desviava recursos financeiros da seguridade social, para saldar os juros da dívida externa contraída pelo Estado.
A referida autora (2012, p. 192-193) ressalta ainda que “[...] o governo federal fala em déficit da previdência social, enquanto a Associação dos Auditores-Fiscais da Receita Federal – Anfip se refere a superávit de seguridade social. Ou seja, para o governo o objeto de análise é RGPS, isolado das demais políticas de seguridade social [...]”. Para a Anfip, o governo federal em suas análises, desconsidera o sistema de proteção social composto por três políticas sociais, a política de saúde, a política de assistência social e a política de previdência social, que juntas formam o sistema de proteção social que promove a cidadania e um padrão de vida satisfatório. Deste modo, desvincula-se a política de previdência social do sistema de seguridade social e, analisa apenas o regime geral da previdência social, alegando que as despesas são maiores que a arrecadação previdenciária.
Entre as justificativas do governo para que ocorram os desvios de recursos financeiros da seguridade social encontram-se alguns fenômenos externos e internos, como por exemplo: a crise financeira internacional de 2008 e a crise nacional instaurada no país a partir de 2014, bem como, o envio a discussão da PEC 287 de 2016, ao Congresso Nacional referente a promoção de reforma na previdência social.
O fator externo que influenciou a proposta de reforma da previdência social sobreveio em razão da crise econômica internacional, ocorrida nos Estados Unidos da América e na Europa em 2008, denominada como a crise imobiliária, que ocasionou a falência de algumas instituições pertencentes ao sistema financeiro mundial, sendo considerada a segunda maior crise econômica internacional desde a Grande Depressão de 1929.
De acordo com Puty, (2017, p. 8) o reflexo da crise financeira internacional ocasionou sequelas na economia Brasileira, como por exemplo: o quadro de recessão na economia brasileira, que iniciou no ano de 2014, e permanece nos dias atuais, com a redução no índice de crescimento da macroeconomia e do desemprego estrutural. Porém, ao voltar-se a compreensão da crise brasileira, devem-se considerar fatos inerentes ao contexto histórico, tais como: as eleições presidenciais de 2014; reeleição da presidente Dilma Rousseff; o impeachment presidencial em 31 de agosto de 2016, o qual interrompeu o ciclo de permanência do partido dos trabalhadores no poder (2003-2016), e a operação de investigação de combate a corrupção no país, denominada como a “operação lava jato” instaurada em 17 de março de 2014, que investigou a corrupção no país. Devido os fatos elencados e, juntamente com o reflexo da crise financeira internacional, agravou-se o quadro de recessão e o índice do desemprego estrutural.
De acordo com o autor Barboza Filho (2017), o vice-presidente Michel Temer ao assumir a presidência da República após o Impeachment de Dilma Rousseff, adotou algumas estratégias na tentativa de superação da crise econômica e política, formalmente estabelecida no país, desde os anos de 2014, com o pressuposto da retomada do crescimento da economia. “A aprovação da PEC do teto dos gastos, combinada com o envio da reforma da previdência, marca o início da solução da crise de sustentabilidade da dívida [...]” (p. 51).
Para a Confederação Nacional dos Trabalhadores na Agricultura - CONTAG, Federação dos Trabalhadores na Agricultura - FETAGs e Sindicato dos Trabalhadores Rurais - STTRs (2016, p. 31) a mais relevante conquista dos trabalhadores brasileiros foi o sistema de seguridade social, que se encontrava ameaçado pela ofensiva do governo de implementar a reforma previdenciária. O programa do então governo almejava realizar reformas no sistema de proteção social brasileiro, conquistado pela nação e, se, “[...] forem realizadas reformas na previdência social que restrinja ou suprima direitos dos trabalhadores e trabalhadoras. Não bastam desonerações e DRU a suprimir os recursos que deveriam ser de propriedade da Seguridade? [...]” (CONTAG; FETAGs; STTRs, 2016, p. 31). Na época, o argumento do governo era de que as finanças da previdência social apresentava um quadro de déficit fazendo-se necessária tal reforma previdenciária.
De acordo com a Anfip (2017), os dados de déficitna previdência social, apresentados e divulgados pelo governo não correspondia com a realidade das finanças da seguridade social. Para a referida associação (2017), os dados apresentados e divulgados sobre o déficit na previdência social são inverídicos e servem unicamente para causar temor na população trabalhadora brasileira, seja aos trabalhadores urbanos, ou seja, aos trabalhadores rurais, os quais conquistaram os direitos previdenciários recentemente, ocasionando apreensão e temor com a Proposta de Emenda à Constituição – PEC 287 de 2016.
De acordo com a Anfip (2017) a Proposta de Emenda à Constituição - PEC – 287 de 2016, enviada pelo governo, com o pressuposto de reformar a Previdência Social, apresentava diversas propostas de desconstrução dos direitos dos trabalhadores, inclusive aos dos trabalhadores rurais. “[...] Desde a CF-88, esse segmento contribui proporcionalmente à receita da comercialização de sua produção, e a aposentadoria é concedida pela comprovação da atividade rural por, no mínimo 15 anos, aos de 60 ou 55 anos de idade [...]” (p. 82).
A PEC-287 de 2016, visava aumentar a idade de acesso do trabalhador rural ao benefício previdenciário por idade, equiparando-se a dos trabalhadores urbanos de 65 anos, independente do sexo. “[...] Esse modelo contributivo não se coaduna com os regimes de safra e sazonalidade da produção rural, que dificultam a regularidade de contribuições monetárias [...]” (ANFIP, 2017, p. 82). O custeio passaria a ser mediante contribuição mensal, além da alíquota de 2,1% sobre a comercialização dos produtos.
Caso os agricultores familiares rurais pertencentes ao grupo de segurados especiais tivessem que contribuir mensalmente com a previdência social, os mesmos encontrariam dificuldades de efetuar a contribuição, em virtude, de possuírem recursos financeiros somente nos períodos de colheita da safra agrícola e, no momento da realização da comercialização da mesma, caso não haja intempéries climáticas, que prejudique a produção agrícola (ANFIP, 2017, p. 82).
A desconstrução dos direitos previdenciários dos trabalhadores rurais, conforme a PEC 287 de 2016 desconsiderava o princípio de equidade Constitucional, estabelecido no sistema de proteção social que reconheceu as particularidades existentes entre os trabalhadores urbanos e rurais e, concedeu tratamento diferenciado conforme as particularidades e/ou singularidades apresentadas pelos trabalhadores rurais, como forma de reconhecimento das injustiças sociais historicamente construídas (PROPOSTA DE EMENDA À CONSTITUIÇÃO, 2017).
Em consequência do avanço da nova onda de desconstrução dos direitos previdenciários, principalmente os voltados aos agricultores familiares ocorreu o “[...] renascimento que presenciamos, com os movimentos organizados em constante mobilização e com vozes sociais diversificadas ecoando cada vez mais forte, precisa continuar [...]” (ANFIP, 2018, p.3), e continuaram, o som de vozes, o brado, principalmente, voltado a permanência dos direitos previdenciários rurais conquistados com a Constituição Federal de 1988.
Posteriormente ao pleito das eleições de 2018, ocorreu a promulgação da Emenda Constitucional n.º103, de 12 de novembro de 2019, em quealterou o sistema de previdência social e, estabeleceu regras de transição e disposições transitórias. A referida Emenda Constitucional endureceu as regras de acesso aos benefícios previdenciários de diversas categorias sociais. Todavia, os direitos previdenciários dos agricultores familiares em regime de economia familiar não foram alvo de qualquer alteração, tanto a relacionada a particularidade voltada a forma de contribuição com o seguro social que ocorre de modo sazonal, quanto a referente a faixa etária estipulada ao acesso a aposentadoria por idade dos trabalhadores rurais de para ambos os sexos.
Conclusiones:
A construção dos direitos previdenciários da classe trabalhadora sucedeu na década de 1920, em consequência de intensas lutas e reivindicações sociais, contudo, os direitos previdenciários sobrevieram de modo seletivo abarcando algumas categorias de trabalhadores urbanos do setor de agroexportação. Os trabalhadores rurais apesar de serem reconhecidos pela força de trabalho essencial para a economia, e responsáveis pela produção diversificada de produtos alimentícios de qualidade, indispensáveis para a manutenção da força de trabalho urbana e rural permaneceram desprotegidos.
A exclusão do trabalhador rural ao direito previdenciário manteve-se por várias décadas até o golpe civil militar de 1964. Em consequência ao apoio à legitimação ao governo militar (1964-1985) realizado pelas oligarquias políticas em 1971, o governo autoritário concedeu aos trabalhadores rurais, por meio da lei complementar n.º 11, os primeiros direitos previdenciários destinados ao arrimo de família no valor de meio salário mínimo.
Em consequência de lutas e reivindicações de vários segmentos da classe trabalhadora na década de 1980, e a participação ativa da mesma, no envio de propostas para a construção do sistema de proteção social constituído pela política de assistência social, saúde e previdência social, algumas de suas propostas foram acolhidas e posteriormente promulgadas na Constituição Federal de 1988, propiciando a equidade e a equiparação dos direitos previdenciários aos trabalhadores rurais, independente de sexo. A política de previdência social rural implantada no final do século XX representa a maior conquista social na contemporaneidade voltada ao setor rural.
Concomitante a conquista da seguridade social sucedeu uma ofensiva de desconstrução dos direitos, em consequência do avanço da ideologia neoliberal e da crise econômica vivenciada no país. Ambas, serviram de argumento para a elaboração de políticas governamentais de desconstrução dos direitos sociais ao longo do tempo, sobretudo os previdenciários.
Por meio de mecanismos criados pelo governo, como: a divisão do orçamento único da seguridade social e, a gestão dos recursos financeiros de modo separado em fundos, por exemplo, o fundo do regime geral da previdência social - FRGPS, bem como, o desvio de percentual dos recursos financeiros proveniente da política de previdenciária, tornaram as normas e os critérios ao acesso ao benefício previdenciário mais rígido, principalmente aos trabalhadores rurais.
A crise econômica instaurada no país a partir de 2014, proveniente de fatores externos e internos, bem como, o quadro de recessão na economia brasileira, o desemprego estrutural e os baixos índices de desenvolvimento econômico, fundamentaram a alegação do governo Temer para a necessidade de se realizar reformas no país, dentre elas, a reforma previdenciária, por meio da PEC 287 de 2016. Na época, o principal argumento apresentado por parte do governo foi o suposto déficit na previdência social, no entanto, especialista na área, bem como instituições conceituadas como a Anfip, afirmaram haver superávit constante na seguridade social, mesmo com os desvios de recursos financeiros da política de previdência social.
Frente a este cenário, a manifestação de entidades civis e da sociedade em geral contribuiu para que o Congresso Nacional não acatasse a PEC - 287 de desconstrução voltada aos agricultores familiares. Ressalta-se que a manifestação da sociedade é de extremada relevância na luta contra a futuras investidas de desconstrução dos direitos sociais previdenciários dos trabalhadores urbanos e rurais, caso ocorra uma nova retomada da reforma da previdência social.
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Palabras clave:
Política Previdenciária, agricultor familiar, investida de desconstrução.
Resumen de la Ponencia:
Argentina, Brasil e Paraguai além de compartilhar uma fronteira em comum são países que possuem politica publicas para a agricultura familiar com uma trajetória relativamente consolidada. O presente trabalho realiza a analise da trajetória das politicas publicas para a Agricultura Familiar implementadas pelos países que conformam a região da tríplice fronteira entre Argentina, Brasil e Paraguai com especial ênfase nos processos que determinaram as características das mesmas assim como na orientação das mesmas. Este trabalho analisa as politicas publicas nacionais sinalizando complementariedades, influencias e referenciais cognitivos comuns no processo de construção que cada pais levo a cabo. Para a realização da analise da trajetória das politicas publicas foram utilizadas duas ferramentas metodológicas consideradas relevantes como da analise da politica e a da analise das dimensões socio-técnicas. Os resultados da analise amostram que, ao pesar das particularidades nacionais, existem elementos comuns na formulação da politica publica entre os países influenciados por contextos políticos, econômicos, sociais. Este enfoque permite ter um olhar mais integrador de politias publicas regionais que possuem um objeto em comum na vez que permite articular e complementar esforços regionais.Resumen de la Ponencia:
El presente análisis se plantea como un ejercicio de interpretación crítica sobre la experiencia y los resultados que se obtuvieron en la construcción del Plan Nacional de Ordenamiento Productivo (POP) de la cadena del arroz elaborado por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria – UPRA[1], siendo éste el primer[2] Plan que se construyó teniendo en cuenta el diagnóstico de Ordenamiento Social de la Propiedad para dicha cadena productiva. Bajo este soporte de información, el proceso investigativo centró su atención en los resultados de la experiencia, generando un análisis de los datos ya obtenidos por la UPRA para identificar cómo la configuración y dinámicas territoriales generadas por los procesos sociales de apropiación de la tierra, han propiciado unas condiciones productivas particulares dentro de la cadena de valor asociado a la producción arrocera. En Colombia el arroz ocupa el tercer lugar entre los cultivos con mayor área sembrada después del café y el maíz, generando así un importante aporte de ingresos e impacto social en el país; en este sentido, en el marco del presente documento se pretende identificar cómo las diferentes variables intervienen en el desarrollo de las relaciones sociales y productivas del cultivo del Arroz en Colombia, específicamente las variables con patrones de localización (la agremiación, zona arrocera, aptitud y sistema productivo) en relación a las variables referidas a las formas de tenencia de la tierra, donde es de vital importancia para la construcción de un plan de ordenamiento productivo de una cadena y el diagnostico de ordenamiento social de la propiedad donde se evidencie las dinámicas sociales y productivas de la cadena a planificar.Lo cual en primera instancia y posterior al análisis de la regionalización establecida por la agremiación, es decir Fedearroz, se puede establecer que la mayoría de predios informales se encuentran fuera de estas zonas, así mismo, los resultados arrojados en el cruce de información con los sistemas productivos muestran que el sistema manual es el que contiene más predios con informalidad en la tenencia de la tierra (68 %) a diferencia de los sistemas mecanizados los cuales están en 52%.En este orden de ideas se presume que las variables que permiten tener una mejor visualización de los datos de informalidad en la tenencia de la tierra, son las variables donde se puede observar que el productor no se encuentra sujeto al cumplimiento de requisitos previos para ser incluido en políticas o programas del Estado. [1] Investigación en la cual participó activamente la autora de éste documento.[2] En la actualidad se han trabajado los Planes de Ordenamiento Productivo de cadenas Lactea, Cárnica, Maíz y Papa.Resumen de la Ponencia:
A 30 años de la implantación del Estado neoliberal, es pertinente reflexionar sobre la relevancia de los cambios y consecuencias de la contrarreforma al Artículo 27 constitucional y sus leyes reglamentarias. Este trabajo elabora sobre los pronósticos e implicaciones agrarias, sociales y económicas de esta contrarreforma, concebida para tratar de transitar de una tenencia de la tierra bimodal: social y privada, a una regida por el libre mercado. Los cambios legislativos mencionados han inducido la apropiación territorial de ejidos y comunidades rurales de parte de corporaciones transnacionales, que a juicio de la autoría requerirían de modificaciones radicales de la Constitución Mexicana y de las leyes reglamentarias que de ella se derivan, con el fin de recuperar la soberanía nacional.Resumen de la Ponencia:
Embora no processo de planejamento, construção e materialização das políticas públicas ainda persista a dicotomia entre o urbano e o rural enquanto recortes ensimesmados, é cada vez mais inequívoca a necessidade e a potencialidade de se compreender essas duas categorias de maneira relacional, por meio dos diversos imbricamentos sociais, culturais, políticos, ambientais e econômicos, dentre outros, que se estabelecem, dando forma e conteúdo às relações sociais de produção sistêmicas e anti-sistêmicas expressas no território. Assim, a partir da realidade brasileira, marcada pela elevada desigualdade de renda e propriedade, os movimentos sociais e populares de luta pela terra têm apresentado importantes inovações nas reflexões e nas ações concretas relacionadas à pauta da reforma agrária e do reordenamento fundiário. Em meio a essas inovações, cabe destacar as experiências do Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem-Terra (MST) por meio da busca pela gestão coletiva dos territórios em que atua, do uso da agroecologia como mecanismo de resistência e diálogo com os trabalhadores urbanos e rurais e as ocupações de áreas próximas às cidades com o apoio de movimentos clássicos pelo direito à moradia, tipicamente urbanos, com uma proposta diferenciada de uso e ocupação produtiva e social do solo. Frente a este contexto, nosso principal objetivo é analisar criticamente, por meio de dois estudos de caso (um assentamento rural e uma ocupação de terras) tais inovações nas ações práticas, buscando acrescentar novas perspectivas teóricas ao debate já consagrado sobre as relações entre o urbano e o rural. Adiantamos que, pelas análises já realizadas, há complementações consideráveis que potencializam a luta pela terra e o direito à moradia e, ao mesmo tempo, que geram condições favorecedoras para maior efetividade de políticas públicas de enfrentamento das diversas desigualdades, desde que os agentes públicos considerem as imbricações presentes nos territórios. Ademais, com o agravamento da crise alimentar e nutricional no Brasil, combinada aos efeitos da crise econômica internacional, os impactos sociais das experiências de luta pela terra e reforma agrária de caráter popular e agroecológico têm a capacidade de gerar benefícios não exclusivos a um ou outro recorte espacial, mas ao território em seu sentido pleno.Resumen de la Ponencia:
Durante las últimas décadas, el mundo del trabajo en Argentina atravesó un creciente proceso de heterogeneización y polarización, donde la relación laboral clásica, asociada al trabajo asalariado, protegido, formal y estable ha perdido su peso relativo frente al incremento de diversas formas de precarización laboral y la emergencia de nuevas prácticas y relaciones laborales asociadas al trabajo por cuenta propia, el emprendedurismo y el asociativismo.En los territorios rurales este proceso de heterogeneización se produjo en consonancia con la consolidación del modelo de modernización agropecuaria en la década del ´90. A raíz de ello, actualmente coexisten en este ámbito empresas de alta complejidad tecnológica, grupos económicos extra-agrarios transnacionalizados con mundos rurales heterogéneos de campesinos/as, productores/as pequeños/as y medianos/as, trabajadores/as rurales y desocupados/as. En estos territorios, numerosas familias vieron limitadas sus posibilidades de incluirse en trabajos asalariados y debieron optar entre abandonar sus actividades o mantenerse en condiciones de subsistencia, conformando unidades familiares donde los/as distintos/as miembros del hogar sostienen la unidad productiva, prevaleciendo el trabajo no remunerado.En este marco, el concepto de economía popular emergió como herramienta analítica para abordar las estrategias laborales y económicas de los sectores populares. La reciente organización social y gremial conllevó a una mayor difusión del término, tanto en el ámbito académico como en las instituciones estatales, fundamentalmente a partir del diseño de políticas específicas orientadas a atender sus demandas. Así, desde los distintos niveles estatales se han diseñado e implementado diversas políticas orientadas a atender las problemáticas que atraviesan estos/as trabajadores/as y sus unidades productivas, tales como el acceso a la seguridad social, créditos, herramientas de trabajo, canales de comercialización y recursos monetarios y en especie, entre otras.Esta ponencia se encuadra en los avances preliminares de dos estudios de caso vinculados a experiencias asociativas de trabajadores/as familiares agropecuarios. En tal sentido, el objetivo de la misma es analizar las instituciones, políticas y programas de mayor relevancia vinculadas al sector en los gobiernos locales de Bella Vista (Corrientes) y Moreno (Buenos Aires). Para ello el trabajo se centrará en el análisis de los objetivos de las políticas seleccionadas, sus destinatarios/as, alcances, principales estrategias desarrolladas, obstáculos y fortalezas en su implementación e incidencias. Siguiendo estos objetivos nos preguntamos: ¿Cómo se articulan las políticas nacionales con las locales? ¿Qué dimensiones buscan fortalecer? ¿De qué manera se contemplan las características y condiciones territoriales específicas? ¿De qué modo incorporan a actores locales significativos? ¿Qué obstáculos y fortalezas aparecen en su desarrollo?La metodología utilizada en este trabajo es el análisis de datos cualitativos a partir de fuentes primarias y secundarias. Se analizan entrevistas a informantes claves y se revisan normativas y documentos vinculados a las políticas públicas seleccionadas.Resumen de la Ponencia:
En la sociología rural, la cuestión agraria, a fines del siglo XX, presenta radicales diferencias con respecto a los temas agrarios en la etapa económica conocida como de sustitución de importaciones. Luego de los años ochenta se impone el nuevo orden internacional sustentado en el modelo extractivo exportador en función de la acumulación por despojo y a partir de ahí acontecen tres procesos que inciden en la nueva cuestión agraria: la necesidad de recursos naturales a favor del capital; el retiro del estado del monopolio que antes tenía sobre estos recursos; la modificación del marco jurídico en favor de la inversión nacional y extranjera. En la actualidad, el capital invierte en propiedades que anteriormente tenían en resguardo comunidades campesinas e indígenas como parte de la propiedad social: tierras, bosques, ríos y lagos al tiempo en que dichas tierras forman parte de su territorio no solo natural, sino, simbólico y cultural como parte de su proceso de reproducción social y cultural de la sociedad rural. En contra parte, evidenciamos que, presionados por instancias como la ONU los países suscriben acuerdos internacionales en favor de los derechos humanos que incide en políticas públicas que consideras criterios de derechos humanos. El Acuerdo 169 de la OIT es un ejemplo de este nuevo marco jurídico encaminado a brindar elementos de gobernanza a la sociedad civil rural. De manera paralela, la población afectada por los nuevos procesos de búsqueda de oportunidades de inversión participa de una desigual lucha por el territorio promoviendo la creación de redes locales, nacionales e internacionales. Desde los años ochenta, también ha habido un cambio en las miradas para el análisis de los cambios rurales desde la academia pues debido a la complejidad de los cambios se ha recurrido cada vez más a una mirada interdisciplinaria y transdisciplinaria de tal manera que en la actualidad se incorpora el análisis de la economía con autores como David Harvey y los megaproyectos extractivos; la ecología política propone hablar de la reivindicación del patrimonio biocultural; el análisis sociodemográfico destaca los procesos de crisis de reproducción social en zonas donde los megaproyectos provocan desplazamiento interno forzado; el análisis de los nuevos movimientos sociales ambientales con demandas sustentadas en valores; Desde el análisis de la política se reivindican nociones como sociedad civil rural y gobernanza rural; la nueva cuestión indígena y el análisis decolonial que reivindican la decolonialidad de la naturaleza.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia busca “Analizar las relaciones entre la dinámica demográfica, la introducción y consolidación del cultivo de coca y la organización político administrativa-configuración territorial en Puerto Asís entre 1991 y 2018, aportando con ello a los estudios que buscan visibilizar el rol que han tenido las denominadas “economías ilegales” y en particular el cultivo de coca en las dinámicas locales y de planeación territorial. Con este fin, busca reconocer diferentes elementos claves en la configuración territorial, como lo son la población, el territorio y la soberanía a partir del reconocimiento de la dinámica demográfica, su aporte a las transformaciones territoriales y su impacto en la organización político-administrativa, entendida como un ejercicio de territorialidad de los diferentes que confluyen en Puerto Asís. Este municipio, ha sido atravesado por las dinámicas que subyacen a los denominados “territorios nacionales”, amazónico, fronterizo (frontera colombo-ecuatoriana) y que por sus características socio-culturales y geopolíticas fue escenario del conflicto social, político y armado y sus efectos, entre ellos la introducción y consolidación de economías ilegales. Es así como se pone en relación una mirada demográfica histórica, una mirada territorial y un ejercicio político administrativo, que intenta comprender la dinámica demográfica en los ejercicios de planeación territorial, reflexión que surge a partir de la necesaria implementación del “Acuerdo Final para la terminación del Conflicto y la construcción de una paz estable y duradera (Acuerdo Final)” en particular el punto 4. Solución al problema de las drogas ilícitas(Gobierno de Colombia & FARC-EP, 2016). Ello implica reconocer la forma en que el cultivo de coca se insertó en departamentos como el Putumayo y se convirtió en uno de los medios de vida, subsistencia, relacionamiento e inclusive garantía de derechos para los habitantes de la región amazónica, siendo el municipio de Puerto Asís un punto clave de entrada y consolidación de esta práctica económica. De esta manera, busca aportar a ejercicios de planeación territorial situados en el marco de la implementación del Acuerdo Final, con una mirada más amplia que incorpore la variable demográfica como un elemento de análisis clave en la organización político – administrativa, la configuración territorial y los elementos estratégicos que aporta este análisis a la implementación del Acuerdo Final a nivel local.Resumen de la Ponencia:
La presente investigación se realizó para optar al título de magister en Políticas públicas con énfasis en desarrollo humano en la FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias sociales) sede de la ciudad de Argentina.El título de la Investigación Soberanía Alimentaria y Desarrollo Humano, una mirada desde el enfoque de las capacidades. El caso de La Tulpa Pasto Nariño, Colombia 2020-2021 El estudio de caso se realizó en los años 2020-2021, en la organización campesina llamada “La Tulpa” ubicada en la ciudad de Pasto, capital del departamento de Nariño en el sur de Colombia. Dicha organización cuenta con aproximadamente 50 familias que cultivan productos agrícolas, avícolas y piscícolas, con métodos de cultivo agroecológico y enmarcado en principios de La soberanía alimentaria resaltando la necesidad de cultivar variedad y calidad de productos propios de la región, con semillas orgánicas y respetando las costumbres culturales a nivel gastronómico de la región. El objetivo de la investigación es conocer el aporte que la soberanía alimentaria hace en el desarrollo humano, mediante el análisis de las libertades instrumentales planteadas por el teórico de cabecera de la investigación, premio Nobel de Economía Amartya Sen, se plantean cinco tipos de libertad instrumental: Las libertades políticas, Los servicioseconómicos, Las oportunidades sociales, Las garantías de transparencia y La seguridad protectora.Ahora bien, la investigación apunta a un derecho fundamental que es la alimentación adecuada y suficiente, que la práctica de la soberanía alimentaria aporta a las comunidades. Los cultivos producen tanto para el consumo familiar y los excedentes de producción generan parte de los ingresos para el sustento y desarrollo humano, que es el objetivo que trazó La Tulpa desde el año 2018.En tanto que la provisión suficiente y adecuada de alimentos saludables, permite una satisfacción de una necesidad básica y por ende una buena salud, componentes fundamentales para continuar con el proceso de la búsqueda personal del desarrollo de sus capacidades y libertades. La investigación se eligió un enfoque cualitativo, que permitió realizar las indagaciones pertinentes de una manera dinámica, pues es posible conocer los hechos y después hacer interpretaciones de los mismos, lo que se traduce en un modo circular de abordar el estudio. En este sentido también toma aportes de los enfoques interpretativo y crítico ya que propende no solo comprender e interpretar la realidad socio cultural, sino por transformarla a la luz de valoraciones éticas y políticas (Ryan, Scapens y Theobald 2004, p. 74).Resumen de la Ponencia:
La suspensión del apoyo gubernamental a los campesinos y la modificación de la Constitución de México que facilitó la venta del territorio rural, aunadas a la violencia vinculada con el despojo, han promovido la migración del campo a la ciudad. Así los indígenas y campesinos se establecen en colonias de reciente creación ubicadas en la periferia de las ciudades. Estos nuevos residentes urbanos se emplean en el sector terciario y como jornaleros agrícolas; carecen del acceso a los servicios públicos y viven en condiciones de pobreza. Mismas que enfrentan empleando su tradición de profundas raíces históricas, como es el caso de la estrategia campesina de uso múltiple, que resulta fundamental para su sobrevivencia y su aporte a la conservación ambiental; por lo que, pudiera ser considerada para enfrentar las condiciones de postpandemia en el ámbito urbano y para orientar el crecimiento u ordenamiento en las ciudades con componentes de apropiación de recursos propios de los campesinos e indígenas. En este sentido, la presente colaboración describe la implementación de la estrategia campesina de uso múltiple por parte de migrantes de origen indígena, en las colonias Alfredo V. Bonfil (municipio de Tlaquiltenango) y Niños Héroes (Tlaltizapán de Zapata) localizadas en la periferia de la Zona Metropolitana de Jojutla, en el sur del estado de Morelos. Con este fin, se entrevistó a 32 propietarios de 24 huertos para conocer su origen y actividad. Se elaboraron mapas utilizando SIG para calcular el área de los mismos y determinar su arreglo espacial de las diferentes subunidades de aprovechamiento de los recursos. Los entrevistados son jornaleros migrantes en su mayoría de las zonas rurales del Estado de Guerrero. La superficie promedio de sus predios fue de 547.25 m2, con un rango de 99.9 a 2232 m2. El área de construcción promedio fue de 117.7 m2 y el área del traspatio fue de 429.6 m2. Las familias destinan el área del traspatio a diversos propósitos de acuerdo con sus necesidades e intereses. Además de la casa-habitación, el 100% de los entrevistados establecen subunidades de aprovechamiento de los recursos de áreas destinadas a la obtención de alimentos como los huertos de traspatio, los gallineros, el área para siembra, los corrales, los potreros y los chiqueros. También se registró la presencia de tanques de agua y un espacio destinado para almacenar la leña. Así se obtienen beneficios que también aportan en la construcción de comunidad. La implementación de la estrategia campesina de uso múltiple por parte de los entrevistados, aporta a su sobrevivencia como nuevos residentes urbanos marginados y se constituye en una forma de hacer ciudad diversificando las actividades al interior de los predios con base en la herencia cultural de los campesinos.Resumen de la Ponencia:
Las sabanas del Yarí se muestran presentan como un terreno extenso de un verde profundo,se puede apreciar como un mar de naturaleza que anuncia el ingreso a tesoros naturalescomo el río de los siete colores, Caño Cristales, en el parque natural Chiribiquete, entreotros fragmentos de una Colombia desconocida e ignorada.; Sin embargo, la región mismaes reconocida y señalada por haber sido el corredor por donde el conflicto armado históricose movía. Hoy es un territorio que se reconfigura a diario y en el que los intereses de ordenpolítico y económico abren la puerta a una apuesta geoestratégica en la que de maneracallada la tala indiscriminada, la ganadería extensiva sin control y las violencias emergentesdesdibujan el bucólico paisaje inicial.Esta propuesta recoge tres perspectivas concretas que transitan por lo que aquí ha deidentificarse como la paz y gobernanza ambiental: En primer lugar, la configuracióndel espacio desde el conflicto histórico, un escenario en el que, paradójicamente, las formasde violencia terminaban por salvaguardar el territorio; en segundo lugar, la apertura a unaeconomía que no pretendió cuidar el medio ambiente, desde el afán de colmar los espaciosque los excombatientes iban dejando a medida que se realizaba la dejación de armas en elacuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo(FARC-EP); por último, la perspectiva crítica de la región luego del acuerdo, desde losesfuerzos de construcción de una paz territorial que incluya nuevas formas de permaneceren el territorio desde en una la relación armónica con la naturaleza y que se materializa enexpresiones y resistencias culturales como vías para crear nuevos discursos desde lasprácticas concretas.Resumen de la Ponencia:
El acceso y propiedad de la vivienda en Colombia históricamente ha protagonizado múltiples debates y escenarios de disputas tanto en ambientes académicos como en dinámicas propias del conflicto armado. Es en este último en donde se han producido hechos victimizantes relacionados a la tenencia de la tierra y la vivienda rural, generando un sinfín de perjuicios tanto en infraestructura física como en el tejido social de las zonas afectadas. En el caso de la vivienda rural colombiana, presenta los mayores índices de déficit cualitativo y cuantitativo respecto a las necesidades habitacionales. Frente a ello, en 2020 se crea la primera Política Pública de Vivienda Social Rural (PPVISR) para ofrecer soluciones de vivienda y disminuir los déficits y la pobreza e incorpora múltiples factores para priorizar los municipios y personas beneficiarias. Entre estos destaca el enfoque de género, los enfoques diferenciales, el enfoque de víctimas y excombatientes y los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), para así articular las acciones por el desarrollo rural con los espacios de reparación e implementación del Acuerdo Final de Paz, firmado en 2016.En este órden de ideas, la ponencia tiene por objetivo evidenciar el potencial de la vivienda social rural para aportar a las estrategias de reparación en el marco del posacuerdo colombiano y con ello demostrar la relación existente entre el cese del conflicto con el desarrollo, teniendo en cuenta que la vivienda social rural representa la unidad fundamental para la reproducción de la vida, la fuerza de trabajo y la construcción del tejido social en los espacios rurales. Para ello, se contará con la Reparación Transformadora como horizonte paradigmático en el propósito de enlazar el desarrollo territorial y el ordenamiento con la intervención de las condiciones materiales que tienen incidencia en los procesos de victimización en el conflicto armado. Metodológicamente, se retoma la revisión documental y el seguimiento a las acciones de implementación de la PPVISR en relación con el quinto pilar de PDET, Vivienda, Agua Potable y Saneamiento Básico Rural. Finalmente, como hallazgos principales se presentan la articulación de la implementación de la política pública con la visión de la Reparación Transformadora y el desarrollo territorial junto con la relevancia que tiene la vivienda social rural. De esta forma, se presentan algunas recomendaciones en la potencialización de dichos procesos.Resumen de la Ponencia:
En los últimos años, algunos/as productores/as que enfrentan en su cotidianidad las consecuencias del agronegocio, de la crisis climática, a la financiarización, de la precariedad del trabajo, y de la degradación de la naturaleza y de la vida, vienen organizándose colectivamente en el gremio de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Dicha organización, se identifica como el campo que alimenta al pueblo, reconoce el alimento como derecho humano y cuestiona las injusticias del actual sistema agroalimentario. Proponen soberanía alimentaria organizándose desde el territorio y de manera democrática para el desarrollo diario de actividades que fortalezcan una producción alternativa. Estas experiencias de construcción se generan en un territorio atravesado por particularidades y realidades diversas, que las moldean dando formas y circunstancias en el tiempo y espacio a la Soberanía Alimentaria. Esta ponencia pretende analizar en profundidad el significado de este horizonte en un territorio específico, a los fines de comprender qué ofrece la misma y bajo qué formas puede de avanzar. También, se buscará reflexionar sobre cómo cobra vida un horizonte tan abstracto por medio de las transformaciones en el cotidiano de vida de los/as sujetos/as que hacen por ello. Partiendo de que la praxis de un horizonte contrahegemónico en una sociedad con relaciones capitalista, patriarcal y racista, siempre deparará en dicotomía, tensiones, y contradicción, dando lugar a situaciones híbridas de resistencia y persistencia. Se tomará como estudio de caso a los/las productores/as de las localidades de La Higuera y Chuscha, ubicadas en la Comuna Rural de Choromoro en el departamento de Trancas de la provincia de Tucumán - Argentina. Cabe destacar que, en dicho territorio además de las bases de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) se encuentra la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita (UPND), y algunos/as productores pertenecen a ambas organizaciones, y en la actualidad su lucha viene más bien atravesada por procesos de disputa del territorio donde se crean diversas estrategias para garantizar su supervivencia material básica, lograr mejoras en las condiciones de vida y de relaciones de trabajo, así como de sostenibilidad de la naturaleza. Este proceso nos convoca a preguntarnos, ¿qué lleva a los/as productores/as organizarse colectivamente en su cotidiano? ¿Cuáles experiencias de vida son las bases de su identificación con la soberanía alimentaria? ¿Con qué condiciones cuentan para poner en marcha un régimen productivo alternativo en su territorio?Resumen de la Ponencia:
O Brasil vive uma crise alimentar agudizada a cada ano, que restringe o acesso das famílias a alimentos que respeitem a nutrição adequada, o meio ambiente, as tradições culturais e a autonomia das comunidades; decorrente do modo de produção de alimentos orientado para exportação praticado pelo agronegócio, que confere uma “nova” face para a fome. Fica de lado o alimento restaurador e promotor da saúde, e aparece o produto comestível adoecedor e estrangulador do sistema de saúde. Assim, urge a necessidade de se assegurar comida socialmente produzida de maneira saudável para a terra e as pessoas, reivindicando a retomada da concepção de alimento como trabalho de transformar natureza em gente, não mais em subalternidade.Considerando a realidade vivida pelas famílias camponesas da região agreste do estado de Pernambuco, nordeste brasileiro, mais precisamente no centro do polo têxtil e de confecções, este trabalho buscou caracterizar a disputa territorial que ali ocorre: de um lado o setor de confecções representando uma territorialização capitalista configurada a partir da reestruturação produtiva nos anos 1980, e alicerçada na dependência estrutural brasileira, que desterritorializa, do outro lado, as famílias camponesas da região que dependem do trabalho para viver; e que expressam, portanto, uma territorialização híbrida entre sua territorialidade ancestral, historicamente ligada à agricultura, e a territorialidade hegemônica do setor têxtil.Constatou-se, ao longo de dois anos no Sistema Único de Saúde, fruto do programa de formação de trabalhadores especialistas em saúde do campo (a REMSFC), que se fosse possível, certamente a agricultura teria um papel mais importante na reprodução da vida neste território. Porém, a hegemonia do setor têxtil e de confecções determina as subjetividades e inviabiliza qualquer autonomia nesse processo; se manifestando de múltiplas formas: apropriação dos recursos naturais, inviabilização de atividades econômicas mais lucrativas que a costura, bloqueio no acesso a políticas sociais, etc. O camponês então submete seu trabalho à plasticidade, e passa a negar seu modo de reprodução social para adotar a racionalidade capitalista. Entretanto, ainda que estejam submetidos à disputa territorial, a rendição ao trabalho com costura assegura sua permanência física no campo, e expressa sua resistência ao êxodo rural. Portanto, a permanência física no campo desvinculada da agricultura, como ocorre no polo têxtil de Pernambuco, representa um importante entrave à soberania alimentar das comunidades, e à sua saúde.A RESMFC desenvolveu algumas iniciativas para intervir sobre essa realidade, todas com o referencial da Educação Popular sistematizada por Paulo Freire, e visando a soberania alimentar, as quais contribuíram favoravelmente às comunidades na disputa territorial ali vivida. Reafirma-se, portanto, a importância da sua existência que, ao se propor a atuar nas raízes das doenças, não se prendendo apenas nos aspectos biológicos para promover saúde, abre caminho para a transformação da sociedade.Resumen de la Ponencia:
Estos últimos años, hemos tenido que reinventarnos, debido a las nuevas políticas emitidas por el Ministerio de Salud y el gobierno, ante la pandemia del COVID. Se ha suspendido el Mercado de la Tierra de Slow Food en Costa Rica, hasta nuevo aviso. Debido a lo anterior, se han suministrado listas de contactos y potenciales clientes, para participantes del Mercado de la Tierra y otras ferias, afectados económicamente por estas medidas tomadas para evitar el hacinamiento. Se han apoyado familias de agricultores, artesanos y cocineras, mediante la elaboración de estas listas y apoyos económicos logrados mediante programas gubernamentales de apoyo, buscando paliar la situación. De las entrevistas realizadas a grupos de productores, hemos seleccionado el grupo de Tucurrique por ser el que demostró más necesidades para lograr el desarrollo, priorizando: desarrollo de capacidades, organización, comercialización y el diferenciar la calidad superior del pejibaye de Tucurrique, producto muy perecedero y cuyo principal medio de comercialización es en ferias. La familia Araya, una de las familias estudiadas, contó con apoyo para la compra de un camión, con el que lograron minimizar los problemas de comercialización, por las medidas ante el COVID. Ellos y otros grupos de pequeños productores y artesanos promocionaron sus productos en páginas de internet y se desplazaron hacia los clientes o contactos suministrados.Como estrategia para el desarrollo territorial en Tucurrique, se consideró importante lograr ser un “Sistemas importantes de patrimonio agrícola mundial” (SIPAM) o “Globally Important Agricultural Heritage Systems” (GIAHS). Por lo anterior, se presentó una propuesta a la Comisión Nacional de SIPAM de Costa Rica y se elaborarán los estudios pertinentes para elevar ante FAO, una solicitud de SIPAM, como estrategia o motor de desarrollo de Tucurrique, para valorar y usar racionalmente el patrimonio tangible e intangible, buscando una sinergia entre la agricultura, el turismo rural y la cultura del lugar, donde el pejibaye ha sido considerado el principal medio de subsistencia desde tiempos indígenas. Cabe destacar que es el primer producto tradicional en Costa Rica, para el que se organizó una feria, ambos la feria y el producto, fueron nominados por decreto como patrimonio y se cuenta con una rica y variada gastronomía. El pejibaye es una rica fuente de vitamina A y fibra, por lo que hoy día chefs y cocineros, prefieren estos productos tradicionales, elaborando diversos y novedosos platos y bebidas.No cabe duda de que como SIPAM, Tucurrique gozará de las ventajas de ser parte de esta red Mundial y lograrán muchos beneficios.Resumen de la Ponencia:
La valoración de productos autóctonos de las cosechas andinas y los beneficios que proporcionan en su incorporación a nuestras dietas; le otorgan un elemento significativo en la mejoría de la calidad de vida de las personas de estas comunidades con su respectiva extensión a otros sectores, comunidades y países, son los aspectos cuando se habla del Chocho, como una alternativa alimentaria sostenible, y en base esta afirmación, se realiza un estudio documental con el objetivo demostrar la necesidad de integrar ciencia, sociedad y agricultura ancestral andina en la matriz productiva de esa región; el cual se logra a través de un enfoque cualitativo-etnográfico y un análisis explicativo a partir de fuentes bibliográficas que permiten demostrar la veracidad y necesidad de interrelacionar procesos de índole científicos, tecnológicos y sociales que permiten concluir que: La sociedad contemporánea demanda el desarrollo de prácticas agrícolas sustentables, que sean menos agresivas con el medioambiente y generen productos más saludables; la ciencia es la encargada de velar por el alcance de esta necesidad, cumpliendo con los principios bioéticos correspondientes y empleando metodologías para la evaluación y reducción de riesgos ambientales y estas presiden toda opción de desarrollo partiendo una opción viable de producción ecológica, constituye patrimonio cultural y parte importante del desarrollo económico comunitario.
Summary
The evaluation of native products of the Andean crops and the benefits they provide in their incorporation to our diets; give it a potential as a significant element in improving the quality of life of the people of these communities with their respective extension to other sectors, communities and countries, are the aspects that appear when talking about Chocho, as a sustainable food alternative, and based on this statement, a documentary study is conducted with the objective of demonstrating the need to integrate science, society and Andean ancestral agriculture in the productive matrix of that region; This is achieved through a qualitative-ethnographic approach and an explanatory analysis based on bibliographic sources that allow us to demonstrate the veracity and need to interrelate scientific, technological and social processes in such a way that allows us to conclude that: Contemporary society demands the development of sustainable agricultural practices, which are less aggressive with the environment and generate healthier products; Science is in charge of ensuring the scope of this need, complying with the corresponding bioethical principles and employing methodologies for the evaluation and reduction of environmental risks and these preside over all development options. The organic products consumption trend, which has been established as a lifestyle in harmony with the environment and beneficial to individual and collective health, encompasses a whole social sphere, being a viable option for ecological production, constitutes cultural heritage and an important part of community economic development.
Introducción:
La agricultura tradicional andina es una parte importante del patrimonio mundial de la humanidad, sus principios ecológicos de funcionamiento favorecen la conservación y el manejo de los suelos. Los productos derivados de esas prácticas continúan siendo parte de la dieta regional y se han universalizado por su calidad nutricional, sabor e impacto beneficioso para la salud. Estos aportan significativamente a la economía de varios países y son fuente de investigación para nuevos usos y la mejor comprensión de las técnicas de producción ancestral como una de las bases culturales de los pueblos autóctonos (Gortaire, 2016).
El chocho (Lupinus Mutabilis Sweet) es uno de esos cultivos tradicionales, este se produce principalmente en Bolivia, Ecuador y Perú con gran impacto en el desarrollo de comunidades indígenas de esos países andinos, impulsando el comercio y generando empleos. Su nivel de consumo está reconocido como parte de la dieta básica en esas sociedades, con diversidad de formas de distribución y preparación (Suca et al., 2015).
Considerando que diversos aspectos de la producción, cosecha, poscosecha y comercialización del chocho en el país no son conocidos y debido a la importancia agronómica, económica y nutricional que tiene el mismo para identificar los sistemas de producción prevalentes, limitantes y potencialidades del cultivo, así como la determinación de limitantes tecnológicas (brechas de producción) y demandas; unido al interés en los granos andinos ha sido renovado en los últimos 25 años, ya que varios estudios han destacado su valor como fuentes de alimento altamente nutritivas.
Así, diversas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales dedican recursos a la investigación del impacto de estos cultivos en la sociedad y la matriz productiva de la región, las que van desde las prácticas ancestrales y la diversificación de la producción hasta su impacto en la salud humana (Jarrín Zambrano et al., 2018).
La Secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo (SEMPLADES, 2012) explica que el gobierno pretende “generar mayor valor agregado” a los productos primarios del país, de tal forma que esto permita superar el actual modelo basado en recursos naturales, a un modelo de producción de recursos infinitos. La matriz productiva de un país no se puede cambiar de forma deliberada con un plan impuesto desde las alturas. Creemos que es ignorar que la matriz productiva se cambia con una educación de calidad que desarrolle recursos infinitos que permitan llevar a cabo la innovación del conocimiento.
La matriz productiva constituye la forma en que una sociedad elabora bienes y servicios con sus diferentes sectores y actores nacionales, provocando un determinado patrón de especialización en los procesos productivos que conlleva a la eficiencia por el uso consciente y programado de los recursos naturales y humanos para construir bienestar y desarrollo (Matute et al., 2017; Palacios et al., 2016).
La presencia constante de evidencias de que la producción de conocimiento científico de primera línea ha aumentado llamativamente, tanto en el plano cuantitativo como cualitativo. Por otro lado, la trasferencia de conocimientos ala producción ha avanzado muy poco, según evidencias que surgen del escaso dinamismo de la región en materia patentes y de los documentos de política científica tecnológica y de innovación que hacen públicos los gobiernos de la región.
En efecto, los países de América Latina han incrementado en forma vigorosa su presencia en aquellas bases de datos bibliográficas que dan cuenta de la “corriente principal de la ciencia” y así observamos que diversos estudios de diagnóstico y documentos de política científica y tecnológica elaborados por expertos y gobiernos de la región muestran que los sistemas de ciencia y tecnología de los países de la región se han caracterizado, con algunas excepciones y matices, por las escasas conexiones y la baja articulación entre el sector público de I+D –predominantemente universitario– y el sector productivo. Considerado esto como una verdadera falencia para el desarrollo de proyectos como estos. (Albornoz, 2009).
Sin lugar a dudas la ciencia es una vía para solucionar los problemas de la sociedad, por lo que, la investigación acerca del cultivo ancestral de chocho y la forma en que se percibe esta tradición cultural agraria y alimentaria, además de su impacto en la matriz productiva de las naciones reviste especial importancia.
Todo proceso de cambio genera resistencia, pero esta resistencia debe llamar la atención de los directivos de las Instituciones de Educación Superior, a fin de que todos estos aspectos, considerados por algunos como debilidades, se convierten en oportunidades, lo que permitirá un repensar de las prácticas académicas y contribuir al cambio de la matriz productiva propuesta desde el gobierno; es por ello que es preciso, evaluar la calidad de los diseños y rediseños curriculares, la calidad de la implantación y la calidad de uso, de forma sostenida, permanente y vinculante a los espacios colectivos que debemos remozar.
Estos antecedentes nos permiten desarrollar este trabajo con el objetivo de argumentar la necesidad de integrar ciencia, sociedad y agricultura ancestral andina en la matriz productiva de esa región.
Desarrollo:
La producción agrícola moderna transita hacia la creación de nuevas especies mediante la genética, lo que resulta controversial en relación con el posicionamiento ético de consumidores, productores y otros sectores de la sociedad como el científico y el político. Además de otros dilemas que se suscitan alrededor del uso métodos invasivos para los suelos y los agricultores. Así, la agricultura por métodos ancestrales se muestra como una posible solución viable (León Sicard, 2019).
Existen dos culturas antiguas que hace por lo menos cuatro mil años, fueron las que por primera vez llegaron a domesticar y utilizar en su alimentación dos especies de Lupinus: el Lupinus luteos en Egipto y el Lupinus mutabilis en los Andes, siendo estas especies utilizadas con fines alimenticios Tapia (2015).
Jacobsen y Mujica (2006) coinciden con el centro de origen ubicado en la región Andina de Bolivia, Ecuador y Perú, ya que en ellas se encuentra la mayor variabilidad genética.
Según otros autores (Suca y Suca, 2015) es conocido con diferentes nombres comunes, en el Ecuador y norte del Perú se lo conoce como chocho, al Sur de Perú y Bolivia se lo conoce como tarhui y en España es conocido como atramuz o lupino.
El Artículo 13 de la Constitución de la República del Ecuador establece que: “las personas y colectividades tienen derecho al acceso seguro y permanente a alimentos sanos, suficientes y nutritivos; preferentemente producidos a nivel local y en correspondencia con sus diversas identidades y tradiciones culturales”. El estado ecuatoriano promueve la soberanía alimentaria (AGROCALIDAD, 2013).
En este ámbito, la ancestralidad constituye un patrimonio cuyo valor no se circunscribe únicamente a las comunidades originarias, sino que constituyen un importante recurso para toda la humanidad, en tanto enriquecen el conocimiento mutuo por medio del diálogo, y permiten conservar el amplio espectro de la diversidad cultural existente en un territorio determinado.
A partir de esta denominación, los saberes ancestrales de los diferentes grupos indígenas se constituyen como parte del patrimonio cultural inmaterial, el cual hace referencia a aquellos conocimientos, prácticas, habilidades, expresiones orales y técnicas milenarias, transmitidas a lo largo de los años por generaciones, y que según la UNESCO deben ser salvaguardadas porque constituyen parte del legado e historia de nuestros antepasados.
Sin embargo, dentro de la sociedad aún no se les ha atribuido ese valor cultural, por el contrario, “Han sido desprestigiados, deslegitimados e incluso usurpados y puestos en una jerarquía inferior, como saberes de pueblos “atrasados”, “subdesarrollados” o “primarios” y, en el mejor de los casos, han sido considerados como “folklore”, lo que supone una gran problemática, pues, la alimentación y sus disimiles variantes como uno de los elementos de los saberes ancestrales son parte del patrimonio cultural inmaterial desarrolla” (Castro-Viera et al.)
El Chocho (Lupinus mutabilis Sweet) es la única especie americana del género Lupinus, que ha sido domesticada y cultivada como una leguminosa encontrándose en vías de extinción por la falta de información de las características de adaptación del cultivo y sus zonas de conservación, constituyendo una amenaza para la conservación de esta especie en el país, llegando a considerarse un cultivo olvidado y subutilizado (Peralta,2016).
Mantener la tradicional costumbre alimenticia de su consumo en las regiones alto andinas, principalmente en Ecuador, Perú y Bolivia, ha permitido que se mantenga su producción a nivel local, teniendo una incidencia en la economía y aspectos sociales y potencial en el desarrollo rural, sobre todo en los últimos años, también interesadas en la reducción de la pobreza con el uso de los granos andinos, la mejora de la seguridad alimentaria y la conservación del medio natural en las zonas donde crecen estos cultivos se espera que contribuyan a los cambios en la producción y consumo de los granos andinos y en definitiva, ayudar a reducir la pobreza rural, mejorar la seguridad alimentaria y la conservación de los recursos naturales. La superficie del cultivo de chocho en Ecuador es de 5974 Ha (III Censo Agropecuario Nacional). El rendimiento promedio a nivel nacional es de 400 kg/ha; sin embargo en la actualidad se están introduciendo variedades mejoradas con un rendimiento potencial de 1500kg/ha. La comercialización del grano de chocho se realiza de varias formas. Los productores venden a los intermediarios en los mercados locales de Guamote, Alausí, Latacunga, Saquisilí, Cayambe, Otavalo y Cotacachi; los cuales a su vez distribuyen a los procesadores. Los productores de las provincias de Chimborazo (69%) y de Pichincha (71%) consideraron que el precio del chocho en el mercado es bajo y que en muchos casos no permite recuperar la inversión realizada en el cultivo.
En la actualidad existen muchos problemas de desnutrición y malnutrición, por la deficiencia proteica en los alimentos, por el elevado crecimiento demográfico, la escasez y alto costo de las fuentes proteicas de origen animal. Esta problemática demanda producir fuentes proteicas de origen vegetal que sean económicas y accesibles, una alternativa es la producción de concentrado proteico a partir de chocho.
Una de las necesidades básicas del ser humano sigue siendo la alimentación y puede significar, probablemente, la raíz de una cultura. Se debe tener en cuenta que antes de la revolución industrial y de la globalización, los habitantes estaban limitados a lo que podían recolectar y producir de forma local; es por ello, que los sistemas patrimoniales alimentarios se desarrollaron en ese contexto; es decir, tratando de buscar la manera más simple y eficiente de producir y crear alimentos que sean bastante nutritivos. Permitiendo que el patrimonio alimentario siguió evolucionando con el ingreso de productos de otros lugares y fueron adaptados por sus pobladores, deforma útil (Medina, 2017).
Con la finalidad de reducir los costos de producción, en la formulación de los productos cárnicos se han introducido algunas sustancias, denominadas ''extensores'', cuyo objetivo es sustituir una parte de la carne que se emplearía, ofreciendo el aporte proteico y funcional adecuado. Desde una perspectiva económica, el criterio para la utilización de los extensores cárnicos es maximizar las utilidades reduciendo los costos de las materias primas. Así, la máxima proporción alcanzable de un extensor en un producto cárnico dado, está acotada por las diferencias entre las propiedades de la carne y las de los extensores con los que se la sustituye.
Entre las restricciones más importantes están las de orden tecnológico y legal, con un aspecto derivado de este último, que es el referente al valor nutricional y constituyen uno de los extensores más empleados en el reemplazo de proteína cárnica; su, contenido proteico promedio es de 40%, pero algunas variedades del chocho pueden alcanzar porcentajes de proteína bruta entre 42% y 43%, valores que se consideran elevados. La digestibilidad de la proteína proveniente del Lupinus mutabilis es de 80 a 90%y similar al de la soya y tiene semejanza en su contenido de aminoácidos esenciales con la proteína cárnica (Farinango, 2015).
El Ecuador en la actualidad da prioridad a cuestiones de soberanía alimentaria, reducción de la pobreza y el desarrollo de recursos locales y capacidades para lograr los objetivos de desarrollo del país. Estas prioridades proporcionan un contexto positivo para trabajar con grupos de indígenas y con los granos andinos. Adicionalmente, varios acontecimientos recientes han dado un impulso para trabajar en granos andinos.
La valoración de esta exige conocer tecnologías de transformación, técnicas para aumentar la vida útil, minimizar los riesgos y mejorar las propiedades nutritivas, funcionales y sensoriales, con el objeto de diversificar e incrementar la utilización de su consumo, siendo hora de que la estrategia nacional de desarrollo, se reoriente hacia el aumento, la diversificación de la producción y el consumo de alimentos nativos como este, con el fin de aliviar el hambre y la mal nutrición agravada entre otros factores por las dietas y costumbres alimenticias inapropiadas con una tendencia al patrón de consumo occidental caracterizado a la monotonía con alto porcentaje de carbohidratos y bajo consumo de proteínas (Suquilanda, 2012).
La afirmación anterior permite considerar que este cultivo, seguido de los de cereales quinua y maíz, es el sistema más importante en Chimborazo, Pichincha e Imbabura y las principales características botánicas de esta leguminosa permiten la sostenibilidad en las esferas productivas de estos territorios y la generación de una amplia gama de usos, constituyendo un elemento fundamental como nutriente indispensable en la salud de sus consumidores.
Esta leguminosa por el elevado porcentaje de proteína que contiene, motivo por el cual también se lo conoce como la soya Andina y los beneficios de esta legumbre en su incorporación a nuestras dietas; le otorgan un potencial como elemento significativo en la mejoría de la calidad de vida de las personas, tratamientos y la extensión de su uso en otros derivados alimenticios y exige conocer tecnologías de transformación, técnicas para aumentar la vida útil, minimizar los riesgos y mejorar las propiedades nutritivas, funcionales y sensoriales, con el objeto de diversificar e incrementar la utilización del consumo del chocho, fortaleciendo la producción y expansión en uso de prácticas sostenibles (Mujica y Moscoso, 2018).
Los agricultores han conservado la agrobiodiversidad mediante el conocimiento que ha sido transmitido de generación en generación, a través de la obtención de semillas y propágulos vegetativos, así como su siembra continua; éste es un proceso dinámico, en el que se selecciona e introduce permanentemente variabilidad mediante el libre intercambio de materiales entre comunidades, lo cual ha conducido al desarrollo de las llamadas variedades locales, folclóricas, primitivas de agricultor, teniendo como ventajas, entre otras, la adaptación a ambientes marginales y a estrés, con una conservación vinculada a su utilización y con un proceso evolutivo en marcha, como respuesta a cambios ambientales y presiones de patógenos y pestes (Arias y Medina, 2009).
El conocimiento científico se constituye en la forma adecuada para la solución de los grandes problemas de la sociedad y la toma acertada de decisiones. Al respecto, Núñez Jover (2018) plantea las siguientes pautas:
Creación de una visión holística del desarrollo de la dimensión potencial humano profesional, científico y técnico, potencializando la educación en todos los niveles con un enfoque humanístico. La implementación de la formación de consciencia de la función social de la ciencia en los investigadores, para una contribución ética a la economía local y nacional. La toma de decisiones políticas, culturales, económicas y educacionales por las autoridades correspondientes con respaldo y asesoramiento científico-técnico.El estudio de la sabiduría ancestral y popular, respetando los criterios de los individuos que son poseedores de esta, independientemente de su nivel de escolaridad.El establecimiento de adecuados canales de comunicación y procesamiento de la información, para viabilizar el intercambio con los diversos actores sociales.
El gobierno de la revolución ciudadana en Ecuador instrumentó un nuevo orden económico y social basado en la equidad y la inclusividad, estimulando la transformación del patrón productivo de la economía. Así, se requirieron mejoras sustanciales en la formación de capacidades en la educación y para el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Esto se fundamentó en principios, tales como (Proaño Altamirano, 2019):
Potencialización del talento humano que interviene en el desarrollo productivo en sectores de elevada productividad.Incorporación de la innovación, ciencia y tecnología a los procesos generadores de bienes y servicios en un esquema productivo complejo. Vinculación de los regímenes de educación, tecnología y conocimiento ancestrales al sector productivo.Compromiso e involucramiento de las instituciones de educación superior con el desarrollo económico, beneficiando la empresa y las oportunidades laborales.Incremento de la producción científica, tecnológica y cultural para aportar significativamente a solventar las necesidades de la transformación productiva, invirtiendo en proyectos de investigación y desarrollo.
Al respecto, la educación universitaria adquiere gran responsabilidad en la formación de los científicos y técnicos del futuro, requiriendo acciones dirigidas al beneficio y perfeccionamiento de las habilidades investigativas en sus estudiantes, con el fin de prepararlos integralmente para cubrir las necesidades sociales de su profesión, mediante el liderazgo empresarial, el humanismo y el espíritu emprendedor (Lara Satán, 2021).
Además de, establecer una armonía con la tendencia global del desarrollo sostenible, generando crecimiento económico procurando favorecer el medio ambiente a partir del establecimiento de adecuadas políticas gubernamentales, las que fomentan la creación de proyectos de investigaciones aplicadas para evaluar y mitigar los riesgos (Saltos García et al., 2020).
Todo lo anterior debe realizarse en medio de un mercado económico y financiero latinoamericano, que tiende al decrecimiento del financiamiento gubernamental de proyectos públicos, fomentando la liberalización y globalización del capital privado que conspira contra un desarrollo sostenible. Esto implica que la implementación de políticas que obliguen a las entidades bancarias a considerar riesgos ambientales y sociales en sus análisis para la concesión de créditos a nuevos proyectos de inversión (Freire Quintero, et al., 2018).
Entonces, la sociedad (comunidad) se organiza en producir bienes, productos o servicios siguiendo normas que protejan el ambiente y garanticen el desarrollo del país, mediante la interacción entre los distintos actores sociales, políticos, económicos y culturales, utilizando responsablemente los recursos disponibles en las actividades productivas con proyección futura (Díaz Rodríguez, et al., 2019).
Esa situación aportó a la tendencia mundial al consumo de productos orgánicos por la población a nivel mundial, lo que se ha establecido como un estilo de vida armónico con el ambiente y beneficioso para la salud individual. Generalmente, estas prácticas agrícolas no utilizan fertilizantes químicos, semillas u organismos genéticamente modificados y su procesamiento se realiza empleando ingredientes naturales (Paladines Ormaza, et al., 2017).
El trabajo de los investigadores que incursionan en la proliferación de estas prácticas debe construir y diseñar capacidades comunitarias, para fomentar la autonomía socioeconómica de estas. Además de indagar acerca de las posibles complicaciones que se presenten En ese nivel se materializan esas producciones y precisan la concentración de recursos (Cantú Martínez, 2019; Rojo, 2019; Aguilar, 2017).
Entonces, en la actualidad no se cuestiona la necesidad de desarrollar la agricultura sustentable en las comunidades a nivel global, constituyendo un paradigma que cumple con propósitos productivos, económicos, socioculturales y ecológicas. Así, se requiere la implementación procesos dinámicos y multidisciplinario para la evaluación de la sostenibilidad, mediante metodologías apropiadas (Painii Montero, 2020).
(Vilá Blanco, 2009), corrobora que las ciencias y las investigaciones como pilares en la generación de un sistema complejo de innovación, presiden toda opción de desarrollo y se conciben flexibles, abiertos e integrados a nivel global/local, desde una activa movilidad de la educación universitaria y que la a cultura científica se encuentra en el centro de todo lo analizado y en sus decursos históricos; además de considerar que adentrarnos en el entendimiento de una cultura científica y sus desafíos educacionales para potenciarla en las condiciones actuales, ha requerido penetrar en la comprensión de cultura, donde la índole de cualquier posible sucediendo.
A la cultura o las culturas se les toma el pulso en los micros escenarios en que se producen y reproducen, en una palabra, se autogestan y esto es lo que se pudiera considerar con el logro de la implementación de políticas nutritivas en los ámbitos andinos del Ecuador para poder entender una cultura científica desde una comprensión que no eluda lo que se ha eludido siempre, a saber: las identidades ciudadanas inter/retro/actuantes y sus posibilidades reales de aprehenderlas y proceder en consonancia con ellas y no chocar con las realidades de otros países en estos procesos .
Al observar el desarrollo de los instrumentos de producción, así como de los aspectos ligados a la fabricación, y al perfeccionamiento de los implementos destinados a la defensa, encuentra una serie de particularidades inmersas, en la historia de la evolución del pensamiento creativo de la humanidad e intenta demostrar que la historia de la técnica está sujeta a la evolución del género humano. Siendo esa parte de la cultura material de los pueblos, la que representa una medida interesante de su nivel evolutivo, así como de la capacidad tecnológica de los hombres para transformar su entorno, logrando mejorar sus condiciones de vida, mediante un proceso de innovaciones en constante ascenso.
Esto le permite afirmar que la evolución tecnológica depende directamente del nivel de desarrollo alcanzado por el género humano, tanto desde el punto de vista material, como en todo lo concerniente a la magnitud de su riqueza intelectual y espiritual, afectando por consiguiente, la estructura de la conciencia social, en cada uno de los modos de producción, de acuerdo con la capacidad que cada sociedad posee para asimilar el cambio tecnológico, apropiándose de lo mejor de él, para escalar los peldaños que lo conducen hacia nuevos parámetros de modernización y que sea posible constatar, cómo a partir de la simple elaboración de elementos de características aún muy primarias y elementales, el hombre va generando, apropiando, manejando y difundiendo sus propios aportes al know - how mundial know – how que poco a poco irá adquiriendo características ilimitadas al transferirse, copiarse, innovarse y apropiarse de generación en generación, de sociedad en sociedad, de país en país a través de los lazos invisibles que mueven la economía mundial o sea en la dinámica evolutiva de la humanidad, este saber-hacer o saber técnico se mantiene en el tiempo, gracias a su constante y ascendente movilidad.
Por esta razón, es posible comprender, cómo de formas aparentemente simples, se fuera pasando hacia otras más complejas, en la creación de respuestas adecuadas, de acuerdo con el nivel evolutivo de cada sociedad, y son estos principios (elementales unos, de alguna complejidad otros), que imprimen la especificidad a cada una de las formaciones sociales en la historia de la humanidad. (Acevedo Pineda, 2010).
Así miso concibe la evolución tanto técnica como tecnológica va acompañada de un movimiento constante y ascendente de las formas sociales, económicas, políticas y culturales, entre otras.
Para Acevedo Pineda, (2010). En este orden de ideas el hombre va configurando, como hemos dicho, su esquema o estructura de pensamiento acorde con cada momento de su desarrollo, generando respuestas, buscando alternativas y asumiendo los retos que se plantean hacia un futuro más global e interdependiente. donde la carrera tecnológica se ve como amenaza por dejar rezagados a la mayoría de los países, concentrando y monopolizando la producción, aplicación y difusión de la tecnociencia en correspondencia con los requerimientos del medio, esto ha sido una constante en la historia de la humanidad, que a su vez actúa como elemento de acercamiento entre las diferentes sociedades.
Pero el hecho de que el hombre primitivo creara y aplicara la técnica a su favor, constituye la característica diferencial sustancial con respecto al hombre contemporáneo; y reafirma que: ¨la cultura o las culturas se les toma el pulso en los micros escenarios en que se producen y reproducen, en una palabra, se autogestan y esto es lo que se pudiera considerar con el logro de la implementación de políticas nutritivas en los ámbitos andinos del Ecuador para poder entender una cultura científica desde una comprensión que no eluda lo que se ha eludido siempre, a saber: las identidades ciudadanas inter/retro/actuantes y sus posibilidades reales de aprehenderlas y proceder en consonancia con ellas y no chocar con las realidades de otros países en estos procesos¨.
Conclusiones:
La sociedad contemporánea demanda el desarrollo de prácticas agrícolas sustentables, que sean menos agresivas con el medioambiente y generen productos más saludables. La ciencia es la encargada de velar por el alcance de esta necesidad, cumpliendo con los principios bioéticos correspondientes y empleando metodologías para la evaluación y reducción de riesgos ambientales.
Las investigaciones como pilares en la generación de un sistema complejo de innovación, presiden toda opción de desarrollo.
Existe una tendencia por la población a nivel mundial al consumo de productos orgánicos, que se ha establecido como un estilo de vida armónico con el ambiente y beneficioso para la salud individual y colectiva que engloba todo un ámbito social.
El estudio y proliferación de la agricultura ancestral andina constituye una opción viable de producción ecológica, la que además constituye patrimonio cultural y parte importante del desarrollo económico comunitario.
La promoción de los beneficios del chocho en la alimentación, industria y salud permite incrementar su producción y consumo en las comunidades andinas y a nivel nacional.
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Palabras clave:
Palabras Clave: chocho (Lupinus Mutabilis Sweet), alimentación sostenible, producción ecológica.
Key Words: chocho (Lupinus Mutabilis Sweet), sustainable food, organic production.
Resumen de la Ponencia:
Palabras clave: Respuestas comunitarias, configuraciones socio metabólicas del agua, conflictos ecológico-distributivos, lenguajes de valoración de la naturaleza. El objetivo de este trabajo es identificar y analizar los cambios en las configuraciones socio metabólicas del agua a lo largo del tiempo en una comunidad del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y las diversas respuestas desplegadas por el sujeto comunitario como estrategias para la continuidad de la reproducción de la vida material y simbólica. Partimos del agua como un recurso fundamental para las actividades básicas de las comunidades, cuya infraestructura puede verse transformada por la intervención de megaproyectos (recordando que la región se ha visto cercada en las últimas décadas por grandes proyectos gestionados por el estado y enfocados en el desarrollo económico del país) o situaciones locales, lo que puede generar fuertes impactos en la vida y desarrollo de estas comunidades. Para este trabajo que se encuentra en curso, se han realizado 17 entrevistas a profundidad, observación participante, recorridos en el territorio y una amplia revisión de archivos históricos, así como un análisis estructural de los datos duros que muestran los cambios relacionados con los flujos de agua. Se han encontrado dos momentos históricos fundamentales en la configuración del agua en la comunidad: la construcción de la presa Benito Juárez en Jalapa del Marqués y la posterior construcción de un canal principal y canales secundarios en el distrito de riego 09 “Tehuantepec”, así como cambios profundos e importantes generados por tensiones intercomunitarias que han desembocado en importantes cambios en el paisaje y en las actividades agrícolas principalmente. Estos momentos históricos han tenido un fuerte impacto en el entorno ecológico, social y económico. Ante estos impactos que se ha generado en la reproducción de la vida material y simbólica en la comunidad de San Pedro Comitancillo, se evidencia a un sujeto comunitario que ha respondido con distintas estrategias que les han permitido continuar con sus actividades campesinas, que tienen un significado profundo en sus vidas. Se ha encontrado también que estas respuestas del sujeto comunitario ante el cambio en su territorio por causas estrechamente relacionadas con el agua, están ligadas con la construcción de distintos lenguajes de valoración de la naturaleza, y en ellas podemos encontrar rasgos de los ethe de Echeverría que se relacionan con las distintas formas de asumir una matriz moderna y capitalista. Los resultados evidencian una permanencia de rasgos de la actividad y estilo de vida campesino.Resumen de la Ponencia:
El proyecto Tren Maya del gobierno de México, es el eje articulador de una pléyade de inversiones en infraestructura y emprendimientos, públicos y privados, encaminados a la valorización capitalista de los diferentes territorios en su zona de influencia. Estas transformaciones habrán de provocar profundos cambios en la vida, estructura productiva y territorial de la sociedad peninsular. Este proceso es la continuación de una historia de territorialización del capital en la península, que ha dado lugar a la formación de regiones económicas que dieron soporte material a la diversificación cultural de sus habitantes. Por otra parte, la crítica al desarrollo que se ha producido desde la academia, en la coyuntura que el proceso constructivo de esta infraestructura supone, comete el error de sobredimensionar la resistencia de los actores locales, y particularmente la de los pueblos mayas, al construir una narrativa de despojo e imposición de un proyecto de desarrollo territorial que considera ajeno y contrario a los intereses de los pobladores del sureste. Esta posición influida por un esencialismo profundamente arraigado en cierta literatura académica, no contribuye a una crítica al desarrollismo, ni proponen nuevas interpretaciones posibles de la interacción entre fuerzas sociales en conflicto, que permita a quienes resisten innovar en las estrategias de lucha, sino que se conforman con validar desde la posición de prestigio de las universidades, las estrategias y discursos ya construidos por quienes resisten al proceso de territorialización de capital. Contrario a esta postura, esta propuesta sostiene que es necesario explicar por qué la matriz ideológica de la modernidad conserva su hegemonía, frente a estos procesos de transformación a pesar de los constreñimientos que ello supone a la capacidad de los sujetos sociales locales para definir su propio proyecto de vida. Como caso de estudio, el Tren Maya permite una reflexión en profundidad sobre esta problemática, ya que por una parte, su concepción hace eco de proyectos similares que le antecedieron; en cuya ejecución fracasaron gobiernos anteriores de tendencia neoliberal; lo que contrasta con la entusiasta acogida de este por los mismos pobladores que en su momento lo rechazaron. Al ser promovido por un gobierno de corte popular y progresista, la nueva propuesta introduce importantes matices en la forma de gestión tanto del proyecto como del territorio impactado, lo que en parte contribuye a explicar la mejor disposición de las comunidades rurales y urbanas del sureste; pero al mismo tiempo, parece resonar con el cambio en los imaginarios de futuro que, desde hace décadas vienen documentando, otras corrientes teóricas entre los habitantes originarios de la península yucateca, inmersos en el proceso de globalización.Resumen de la Ponencia:
El presente trabajo desarrolla el proceso de adecuación y avances de los proyectos en el Centro Regional Chaco Formosa del INTA como instrumento de extensión rural en el marco de la pandemia del covid 19. En el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)[i], a través de la implementación de proyectos desde las demandas y oportunidades del territorio; la intervención se realiza integrando la investigación, la transferencia, la extensión, el relacionamiento institucional público-privado y la vinculación tecnológica. La actual cartera de proyectos contiene la propuesta de proyectos locales, que son instrumentos programáticos que responden a situaciones muy específicas de localización geográfica acotada. El proyecto es liderado por un coordinador, apoyado por un equipo de gestión integrado por referentes temáticos regionales y nacionales. Su duración es de 1 a 2 años en función del tema, avance y resultados obtenidos. Cuenta con un plan de gestión y presupuesto. El Centro Regional Chaco Formosa definió proyectos locales con enfoque en temáticas foresto ganadero, diversificación de la oferta forrajera, innovación en los sistemas ganaderos familiares, agregado de valor a las producciones de frutas tropicales, manejo sustentable de los sistemas productivos de los pequeños productores, fortalecimiento de los sistemas hídricos intraprediales, brechas de rendimiento en soja y maíz, aprovechamiento de la caña de azúcar para el desarrollo rural. El diseño y ejecución de los proyectos se enmarcó en el aislamiento y distanciamiento social generados por la pandemia del COVID-19 durante el año 2020, imponiendo en la organización un escenario novedoso, con respuestas desde las capacidades organizativas de adaptación y recuperación de sus actores.La principal estrategia fue el uso de recursos digitales a través de TIC´s, y como consecuencia directa tuvo (algunos casos), la ampliación de la demanda y audiencia trascendiendo límites geográficos. Sin embargo, pudo advertirse un impacto diferencial en función de los objetivos de los proyectos según como las posibilidades de acceso a servicios digitales. Los sectores y organizaciones más vulnerables que fueron afectados por la coyuntura, se vieron obligados a desarrollar estrategias de supervivencia, donde puede observarse un rol protagónico de los productores, dado que la presencia física de los técnicos especialistas no era posible. También destacamos, la mayor sinergia con otras instituciones del medio. [i] El INTA es un organismo descentralizado y autárquico del estado nacional argentino, creado por el Decreto-Ley 21680/56, dependiente del Ministerio de Agricultura y Ganadería. La estructura política está compuesta por el Consejo Directivo a nivel nacional y los Consejos de Centros Regionales y de Investigación, mientras que la estructura ejecutiva comprende a la Dirección Nacional, los Centros Regionales y de Investigación, los Programas y Redes. (Plan Estratégico Institucional. 2015-2020)
Introducción:
El INTA es un organismo descentralizado y autárquico del estado nacional argentino, creado por el Decreto-Ley 21680/56, dependiente del Ministerio de Agricultura y Ganadería. La estructura política está compuesta por el Consejo Directivo a nivel nacional y los Consejos de Centros Regionales y de Investigación, mientras que la estructura ejecutiva comprende a la Dirección Nacional, los Centros Regionales y de Investigación, los Programas y Redes.
Tiene como objetivo: “impulsar y vigorizar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuarias y acelerar con los beneficios de estas funciones fundamentales la tecnificación y el mejoramiento de la empresa agraria y de la vida rural”. Cuenta con una amplia cobertura territorial en todo el país y se encuentra organizado por Centros Regionales e Institutos de Investigación. En el caso particular que desarrollaremos el caso de estudio se encuentra situado en el Centro Regional Chaco-Formosa (CR), cuenta con una estructura que abarca una Dirección Regional localizada en la ciudad de Resistencia, y 5 Estaciones Experimentales Agropecuarias (EEA). Las EEA Colonia Benítez, Sáenz Peña y Las Breñas se encuentran en la provincia del Chaco mientras que El Colorado e Ingeniero Juárez se ubican en la provincia de Formosa y un Área de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar. En dichas Unidades, se encuentran vigentes grupos de trabajos para temáticas específicas, en el marco del perfil tecnológico/agropecuario de cada Experimental. Se destacan los referidos a producción animal, producción vegetal, forestales, mejoramiento y calidad de fibra, protección vegetal, recursos naturales, gestión ambiental, entre otros. En cuanto al sistema de extensión y transferencia de tecnología a nivel regional, el mismo se asienta sobre: ● 21 Agencias de Extensión Rural (AER, 11 en Chaco y 10 en Formosa), ● 11 Oficinas de Desarrollo Rural (ODR, 9 en Chaco y 2 en Formosa), ● 3 Unidades Operativas de Pro-Huerta (UO, 2 en Formosa y 1 en Chaco) y ● 1 Oficina Metropolitana para el Gran Resistencia (en Barranqueras, Chaco). En términos de capital humano, del total de 453 personas que trabajan en el Centro Regional Chaco–Formosa, el 65% tiene asiento de trabajo en Unidades de la provincia de Chaco y el 35% restante, en la provincia de Formosa.
Programáticamente, en INTA se han formulado para las provincias de Chaco y Formosa 5 Plataformas de Innovación Territorial (PIT), integrando el accionar institucional en las siguientes zonas:
● Domo Central Chaqueño
● El Impenetrable
● Este de la provincia de Chaco
● Este de Formosa y departamento Gral. San Martín en Chaco
● Centro Formoseño
● Chaco Semiárido Salteño-Formoseño
También se han priorizado 9 Proyectos Locales, los cuales se listan a continuación:
Aportes tecnológicos a los sistemas de producción ganadera del centro de la provincia de Formosa. Fortalecimiento de los sistemas hídricos intraprediales en productores familiares del sudoeste chaqueño. Aprovechamiento agroindustrial a la caña de azúcar para el desarrollo rural de Makallé y sus zonas de influencia. Coconstrucción de conocimiento e innovación para la adecuación y apropiación de tecnologías en los sistemas. Agregado de valor a las producciones de frutas tropicales (banana y mango) de la agricultura familiar en el Departamento Pilcomayo, de la Provincia de Formosa, mediante mejoras en la etapa de empaque y maduración Manejo sustentable de los sistemas productivos de los pequeños productores de los departamentos Pilcomayo y Pilagás. Foresto ganadero sustentable del Impenetrable Chaqueño. Brechas de rendimiento en soja y maíz para el Chaco subhúmedoDiversificación de la oferta forrajera en el Chaco Semiárido.
https://sitios.inta.gob.ar/
La gestión operativa del Centro Regional Chaco-Formosa se realiza a través del enfoque matricial de las mesas de gestión en sus diferentes niveles en la organización, en las cuales se integrarán los componentes institucionales para impulsar el aprendizaje continuo y la innovación, con el fin de aportar soluciones socio-tecnológicas para la región. Como en todo proceso de toma de decisiones, resulta fundamental la planificación, el monitoreo y la evaluación para la priorización de las estrategias, en el marco de las actuales herramientas vigentes (Plataformas de Innovación Territorial Regionales e Interregionales, Centro Regional Chaco-Formosa Proyectos Locales, y la activa participación en Proyectos Estructurales, Proyectos Disciplinarios, Redes Innovación, Plataformas Temáticas, Proyectos con financiación externa y convenios).
Desarrollo:
El aislamiento y distanciamiento social generados por la pandemia del COVID-19 durante el año 2020, irrumpió en la dinámica organizacional que se caracteriza por priorizar los diagnósticos participativos para las propuestas programáticas. El escenario pandémico y particularmente el distanciamiento social, impuso un escenario desconocido y novedoso, pero que, sobre la base de la dinámica y ejercicio institucional que promovía el uso de herramientas de comunicación digital, dotó de habilidades que supieron dar con respuestas desde las capacidades organizativas de adaptación y recuperación de sus actores para el diseño de los proyectos locales. Estos instrumentos programáticos, abordan problemas puntuales y focalizados en los territorios, por lo tanto, se configuran con un fuerte componente de extensión y transferencia.
Fior (2008) describe la tarea del sector de extensión como más permeable que la investigación, porque la urgencia de resolver los problemas inmediatos, “cotidianos” de los productores. Entre sus valores pueden señalarse: el reconocimiento de la importancia de estar en permanente contacto con la realidad productiva agropecuaria y particularmente de la zona en la que cumplían su labor, la clara noción de servicio en su tarea con una comunidad, la ponderación de los aspectos económicos y financieros que influyen en la adopción de tecnología y la necesidad de realizar experimentos de validez local o regional aún en desmedro del rigor estadístico. Por otra parte, también desde el INTA se reflexiona el tema de la extensión rural, como una tarea que no es sencilla porque se entrecruzan las incertidumbres, la velocidad de los cambios, los conflictos, la pobreza y las desigualdades, la inseguridad alimentaria, la falta de sustentabilidad de los sistemas productivos y las múltiples complejidades avanzan sobre el conjunto de las sociedades de todo el planeta. Catullo (2020), conceptualiza a la extensión rural, como conjunto multidisciplinario (facilitador, mediador, educador, capacitador, comunicador, tecnólogo,) propende a gestionar capacidades humanas, conceptuales y metodológicas para alcanzar los resultados deseados. Este autor, analiza la pregunta que surge desde la misma acción: ¿qué resultados esperamos? Por otra parte, se hace necesario definir que la extensión, la asistencia técnica y la transferencia como concepto que si bien, tienen muchos puntos en común, difieren en marcos conceptuales y epistemológicos. El acuerdo en el que se concluye es el propósito final de la extensión rural para incrementar las capacidades de gestión de los recursos disponibles, en un marco de desarrollo sustentable, donde el individuo pasa a ser el sujeto y no el objeto de las acciones e intervenciones.
Desde este lugar protagónico del productor, son numerosos los autores que expresan la necesidad de generar procesos participativos y de “apropiación” para el logro efectivo de las acciones de extensión. (Gibelli, 2015). No obstante, es una de las dificultades más importante con la que se encuentran los profesionales de la extensión y en el que se ponen en juego destrezas y habilidades de los profesionales. Existen también, diferentes metodologías y estrategias para lograr la apropiación de los procesos, pero dada la particularidad de los procesos y las variables intervinientes los logros son muy dispares y heterogéneos.
Otra particularidad de la extensión, está dada por el rol de la a comunicación como base que sustenta la extensión y transferencia. En tal sentido, cabe resaltar el rol de las nuevas tecnologías que hace más de 20 años se vio fortalecida por el avance de recursos y la apropiación generalizada de la población. Catullo (2020), retoma los conceptos vertidos por Espíndola (2005) en la cual explica que la e-Extensión comprende “aquellas tareas que se basan en el uso intensivo de TIC supone desarrollar muchas de las acciones de forma virtual y a distancia” Esta modalidad, permite realizar acciones en tiempo real (por Internet) y con mayor número de participantes en forma simultánea, facilita el desarrollo de redes horizontales y adiciona la "multidireccionalidad" en la comunicación. No obstante, las dificultades para el acceso masivo, por falta de infraestructura en todo el territorio nacional dificulto que algunos sectores de la población y de los profesionales de la institución tengan fluidez en el manejo de esta herramienta.
Justamente, en el periodo de ejecución de los proyectos locales, se reforzó como principal estrategia fue el uso de recursos digitales a través de TIC´s, y como consecuencia directa tuvo (algunos casos), la ampliación de la demanda y audiencia trascendiendo límites geográficos. Sin embargo, pudo advertirse un impacto diferencial en función de los objetivos de los proyectos como también de las posibilidades de acceso a servicios digitales.
Las redes sociales se constituyeron en el escenario en el que convergieron los productores, instituciones y particularmente los profesionales del INTA, a partir de herramientas como los grupos de whatsapp, facebook y salas de reuniones (zoom, meet). En palabras de Catullo (2020) este espacio fue clave en la participación, la posibilidad de conversar e interactuar, y se constituye en un poderoso instrumento de apoyo a los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Es decir, los sectores y organizaciones de productores que fueron afectados por la coyuntura, se vieron obligados a desarrollar estrategias de supervivencia. Al encontrarse en el territorio, con la necesidad de resolver problemas concretos, prevalece el rol protagónico de los productores en las propuestas de dichos proyectos, siendo testigos claves de las innovaciones tecnológicas y relatores de los sucesos a los técnicos especialistas que no podían estar presencialmente.
Por otra parte, si bien el trabajo interinstitucional y en redes es una constante en las acciones que lleva adelante el INTA, el ejercicio de trabajo en conjunto y mancomunado se puso de manifiesto y se vio fortalecido en la etapa de distanciamiento social, dado que las organizaciones del territorio acompañaron a los productores de manera tal que las acciones se llevaron a cabo sin altibajos y redoblados esfuerzos.
Conclusiones:
Los proyectos locales se realizaron en todas sus etapas porque existía un trabajo previo con las organizaciones y los productores, se conocía en detalle las necesidades y posibilidades de acción. Las tareas realizadas con otras organizaciones compenso la ausencia física de los profesionales del INTA y favoreció que otros actores del territorio -principalmente los productores- tomen un rol activo. Las situaciones de cambio se ven fortalecidas por contar con estructuras flexibles y la preparación correspondiente.
Bibliografía:
Catullo, Julio Cesar. (2020) Una aproximación a la extensión rural. Aspectos teóricos metodológicos y empíricos para el estudio de los territorios. http://hdl.handle.net/20.500.12123/9648
Fior Mabel. (2005) Estrategias de Comunicación para la articulación investigación- extensión. Vínculos y construcción de sentido en torno al concepto de interdisciplina en equipos de trabajo. https://inta.gob.ar/documentos/estrategias-de-comunicacion-para-la-articulacion-investigacion-extension
Gibelli, Nelson Raúl. (2015) Puentes para el cambio. https://inta.gob.ar/documentos/puentes-para-el-cambio
Nicora, Amadeo; Bosch, Mariano Miguel (2016) Plan Estratégico Institucional 2015-2030. PEI 2015-2030. un INTA comprometido con el Desarrollo Nacional https://inta.gob.ar/sites/default/files/pei-inta2015-2030.pdf
Palabras clave:
proyecto, participación, territorio
projects, participation, territory
projeto, participação, território,
Resumen de la Ponencia:
En América Latina, las fronteras agrarias se flexibilizan y mutan, se imponen otros usos del suelo no siempre sustentables, actividades agrícolas a escala, actividades extractivas irrumpen produciendo fuertes transformaciones ambientales y sociales, en tierras otrora consideradas marginales; no sin resistencias por parte de organizaciones del campo, movimientos sociales y del aparato científico tecnológicoEspecíficamente, en el territorio de la Patagonia norte “la avanzada extractiva produce una fuerte estructura de desigualdades, así como la dislocación del tejido económico y social previo.Las principales tensiones en el uso del suelo en territorios de oasis agrícolas en la Patagonia norte están dadas por la fuerte incidencia de actividades no agropecuarias en las áreas tradicionalmente rurales: la explotación de hidrocarburos y la ocupación del suelo agrícola por urbanización vinculada a las demandas turístico-recreativas y a las necesidades habitacionales. Consecuentemente, el territorio productivo se repliega y las amenazas de transformaciones en el uso del suelo, así como la pérdida de calidad de suelo y de agua son crecientes. Se trata de un conflicto regional que se viene configurando en torno a políticas nacionales y tendencias globales, con impacto directo en el territorio (política energética, productiva, macroeconómica, cultural) y a una economía regional básicamente frutícola, que tiende cada día a una mayor concentración, a una profundización de la brecha tecnológica y a la expulsión de actores sociales del sistema. La dinámica del espacio rural se complejiza con la presión territorial del gran capital y los procesos de privatización, es decir, con la apertura del mercado de tierra hacia fines del siglo pasado. La Región Patagonia norte comprende a las provincias de Neuquén y Río Negro. Son provincias con una matriz productiva que, aunque se basa en sectores primarios, presentan una cierta diversificación agropecuaria, agroindustrial, minera, energética, turística; y un relativo dinamismo respecto de otras regiones no centrales de la Argentina.En particular, en Patagonia norte, la principal subregión agrícola está constituida por las áreas frutícolas de las cuencas del río Negro y Neuquén, es la zona privilegiada de la manzana y la pera; pero también se cultivan otros frutales, viñedos y hortalizas. El foco central de la propuesta, a modo de resultados preliminares en el marco del proyecto de investigación de Universidad Pública, es construir el Estado del Arte concerniente a los conflictos sociales en el uso del suelo en un contexto de acumulación del capital en la región, de transformaciones territoriales y de tensiones en el sector agrario, que tiene lugar en el área tradicional denominada Alto Valle de Río Negro y Neuquén ubicada en esa Región .La estrategia metodológica atiende una serie de operaciones y decisiones metodológicas necesarias que se diseñan en función de los objetivos, las preguntas y el problema de investigación planteado.Resumen de la Ponencia:
El municipio de Hopelchén, Campeche, tradicionalmente hogar de ejidos de Maya, está afectado por la expansión de agricultura comercial mecanizada resultando en deforestación y contaminación ambiental, el abandono de las prácticas agrícolas tradicionales, y reorganización territorial por venta o renta de tierra a los Menonitas, migrantes religiosos del norte de México de ascendencia europea. Mientras Menonitas se especifican en la producción agrícola industrial, la estrategia de los Mayas combina las tres actividades productivas: agricultura, apicultura y ganadería vacuna para carne. Si bien Mayas y Menonitas cooperan en la producción agrícola, la contaminación de miel con los pólenes de soya transgénica, que ya no era posible exportar, provocó tensiones interétnicas, basada en intereses económicas y ambientales. La ganadería juega un papel importante en el sustento y seguridad alimentaria y económica las comunidades Maya, y forma parte de sus tradiciones, valores y paisajes. Las condiciones ecológicas y climáticas de la región no favorecen la ganadería extensiva con pastos inducidos, actualmente el sistema de producción predominante. Se observa un espacio para mejorar y para hacer una transición hacia prácticas pecuarias sustentables que puedan reducir la presión sobre los bosques. No obstante, es importante conocer las prácticas tradicionales que contribuyen a la sustentabilidad y explorar la posibilidad de su replicación. Para conocer las practicas ganaderas, identificar aquellas que se consideran sustentables, y explorar las razones o limitantes para su adopción, aplicamos las entrevistas semiestructuradas y visitas al campo (hasta el momento 15) a los pequeños y medianos ganaderos de los ejidos Maya, enfocándonos en la región La Montaña donde se concentra mayor número de cabezas de ganado en Hopelchén. Identificamos varias prácticas tradicionales agrosilvopastoriles principalmente cercas vivas, barreras rompevientos, franjas de bosque como separación entre parcelas, árboles dispersos en potreros para sombra y ramoneo, y control manual de maleza. La adopción o continuidad de estas practicas depende de características del ejido incluyendo su tamaño (número de hectáreas/ejidatario), reglas y organización interna, y ubicación de parcelas con pastos. Los ganaderos de ejidos grandes tienen más practicas sustentables, mientras que colindad con los campos Menonitas tienen menos. Aunque dos grupos étnicos no se relacionan directamente en la actividad ganadera, excepto para el establecimiento de potreros (desmonte) e construcción de infraestructura (pozos), la dinámica de uso de territorio inducida en el municipio por los Menonitas tiene un impacto indirecto en las practicas pecuarias. Adicionalmente, el cambio de uso de suelo tiene un impacto en los cambios de condiciones climáticas regionales aumentando la vulnerabilidad de la actividad ganadera y su desplazamiento a nuevas áreas, aumentando deforestación y degradación forestal.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho tem como objetivo destacar as contribuições da produção familiar na metrópole paulista, como dinamizador e manutenção de um território de importância ímpar para o Município de São Paulo, identificando-se os efeitos diretos e indiretos sobre território, e população paulista. Para estimar estes efeitos o presente estudo adotou bases cartografias de uso e ocupação do solo, dados de pesquisa de campo e da prefeitura de São Paulo. A produção agrícola na porção sul sofre o enfrentamento com os espaços urbanos, beneficia-se das práticas e das demandas urbanas, favorecendo e possibilitando a produção de cultivos diferenciados direcionados para o consumo da metrópole. O que possibilita uma dinâmica singular na relação rural-urbano nesse espaço metropolitano, colocando em movimento um processo de reprodução da agricultura familiar, em momentos distintos da história da evolução da metrópole, passando do cinturão caipira, ao cinturão verde e atualmente a diversidade produtiva e populacional num espaço de Áreas de Proteção Ambiental. A preservação dos serviços ecossistêmicos o capital natural e sua importância para o equilíbrio ambiental frente a crescente degradação e depleção do mesmo, tem sido possível por conta da produção agrícola, por meio dos agricultores familiares em suas pequenas propriedades, por meio da história de vida dos sujeitos históricos, buscou-se revelar os processos de resistência e permanência, contrariando toda uma lógica da metrópole urbana num embate cotidiano com o processo de urbanização.Resumen de la Ponencia:
Al sur poniente de la Ciudad de México existen cuatro poblados rurales ubicados en la Alcaldía Cuajimalpa de Morelos, que están conviviendo con la dinámica de un denominado territorio global (Santa Fe). El poblado de San Lorenzo Acopilco es uno de ellos, este se encuentra ubicado en una franja en que lo rural y lo urbano se combinan, ya que está asentado en un espacio geográfico localizado en un límite político-administrativo que es difuso, y entre sus características cuenta con prácticas socio culturales que conforman su identidad social. En este poblado se puede encontrar el proceso urbano de la gentrificación con elementos similares al que está ocurriendo en la centralidad de las grandes urbes, con la diferencia de generar una partición del territorio a través de una forma de espacialización que surge a partir de la oferta de un espacio social y de condiciones de habitar que el modo de vida urbano ya no puede ofrecer. Esta ponencia es un avance de la investigación doctoral, con un enfoque cualitativo, en la que el método etnográfico y el análisis en la virtualidad han permitido visibilizar las problemáticas que el continuo proceso de urbanización en esa zona de la ciudad ha provocado y que teóricamente pone a discusión la continuidad de pares de oposición como rural-urbano, campo-ciudad, tradicional moderno y la existencia de la categoría hibrida de rururbano.
Introducción:
En esta ponencia se presenta un avance de la investigación de la tesis doctoral, la cual tiene como zona de estudio el pueblo de San Lorenzo Acopilco, localizado al poniente de la Ciudad de México.
El enfoque del trabajo es cualitativo y tiene por objetivo analizar a partir de la etnografía de qué manera el proceso de la gentrificación ha impactado en las prácticas socio culturales del pueblo urbano de San Lorenzo Acopilco, ubicado en la alcaldía de Cuajimalpa de Morelos, para lo cual se utilizaron diferentes técnicas de recolección de datos: entrevistas, fotografías y recolección de publicidad, por mencionar algunos.
La pregunta con la que se parte es la siguiente: ¿Cómo la gentrificación está reconfigurando al pueblo de San Lorenzo Acopilco?
Desarrollo:
El espacio y el territorio como conceptos de análisis para la gentrificación.
Algunos de los conceptos que se utilizan para la investigación son el de espacio y el de territorio. Henry Lefebvre define el concepto de espacio de la siguiente manera: "envuelve a las cosas producidas y comprende sus relaciones en su coexistencia y simultaneidad: en su orden y/o desorden […]. En tanto que resultado de una secuencia y de un conjunto de operaciones, no puede reducirse a la condición de simple objeto” (Lefebvre, 2013, p. 129). Al espacio lo categoriza como social, y es en este espacio social en el que se desenvuelven los actores sociales y que además da pauta a que se realicen diversas acciones y a que también surjan ciertas prohibiciones. Además, va a identificar que no solamente existe un espacio social, sino que van a coexistir diferentes capas espaciales por lo que estas tienen una característica esencial y es que se encuentran superpuestas y se interpenetran y/o se yuxtaponen (Lefebvre, 2013, p. 43) a pesar del establecimiento de límites físicos u otros signos subjetivos que los establezcan, los diferentes espacios sociales se logran integrar y complementar.
El siguiente concepto es el de territorio, sobre este refiere Claude Raffestin que surge al ser el espacio apropiado en dos sentidos, concreta o abstractamente, como resultado de las luchas de poder (Raffestin, 2011, pp. 102-114). En este sentido, las practicas socio culturales que se desarrollan al interior del territorio del pueblo urbano tienen gran importancia, ya que el desenvolvimiento de los actores sociales sobre el espacio va a definir la forma simbólica del territorio del pueblo urbano, mientras que la delimitación político-administrativa puede aproximarnos a la extensión del territorio.
Un tercer concepto adherido a los anteriores es el de la identidad social. María Ana Portal y José Carlos Aguado la definen como “el proceso de identificaciones históricamente apropiadas que le confieren sentido a un grupo social y le da estructura significativa para asumirse como unidad” (Aguado y Portal, 1991:47 en Portal, 2003, p. 46), para lo cual la experiencia y la trayectoria histórica son dos factores importantes en su construcción. Por otro lado, hay dos dimensiones importantes para poder abordar su estudio: el tiempo y el espacio, estos “son dos evidencias […] básicas sobre las cuales la cultura modula e incorpora a los individuos que la integran, e imprime un sentido social a sus prácticas cotidianas” (Aguado y Portal, 1991, p. 31). En este sentido, el territorio es parte de la identidad social y a la vez es una práctica socio cultural en el que se desarrollan otras que están marcadas en instrumentos de medición como el calendario y que son parte de un ciclo ritual, es decir, las fiestas patronales, las fiestas nacionales, el día de la candelaria, la semana santa, el cambio de mayordomía, etc., que se efectúan anualmente, y aquellas que son parte de la vida cotidiana de los actores sociales. Entre las festividades propias del pueblo de San Lorenzo Acopilco se pueden mencionar principalmente tres: la fiesta al Padre Jesús (cuarto viernes de cuaresma), la fiesta a San Lorenzo diacono y mártir (10 de agosto) y el día de muertos (finales de octubre y principios de noviembre). Estas tres festividades tienen su propia espacialización del territorio, que puede comprender solamente la centralidad histórica o incluso abarcar las áreas más alejadas.
Un proceso de transformación en el territorio es el de la gentrificación, que en este caso es diferente al detectado en la centralidad urbana, y para esta investigación se aborda la gentrificación de tipo rururbana, por la ubicación geográfica de la zona de estudio. La gentrificación rururbana tiene la característica de estar detectada principalmente en las periferias de los poblados rurales, por ser estos espacios los que cuentan con terrenos baldíos o sembradíos y con baja densidad poblacional (Lorenzen, 2015, p. 278), por lo que las casas son nuevas, en forma individual o como condominios horizontales. La gentrificación es parte de un modelo económico y en el ámbito rural o en el rural-urbano es consecuencia de aquella forma de habitar que el modo de vida urbano no puede ofrecer, por lo que se busca la tranquilidad, un ambiente sano, seguridad, y la publicidad utilizada tiene la característica particular de ofrecer una cercanía con la naturaleza. Es decir, es esa búsqueda del “retorno al campo” (Nates Cruz y Velásquez López, 2019, p. 146) y la “idea de estar dentro de la ciudad con un imaginario de campo” (Nates Cruz, 2018).
San Lorenzo Acopilco, un contexto hibrido.
Este poblado que se encuentra en un límite difuso entre lo rural y lo urbano, se definió como rururbano a partir de los testimonios y de sus propias características:
Otoniel Contreras Esquivel escribe en su tesis de licenciatura lo siguiente:
[San Lorenzo Acopilco] ha tenido cambios importantes en su economía, […], era una comunidad agrícola, aún conserva sus características rurales, pero se transforma lentamente en urbana. Sigue siendo en su mayor extensión una tierra de cultivo; pero el casco del poblado y sus exrancherías de las Maromas, la Pila, el Tianguillo, la Mina Vieja y Xalpa se construyen cada vez más casas. Por ellos debe considerarse como una sociedad hibrida, donde convive el campo y lo citadino (Contreras Esquivel, 1994, p. 104).[1]
En otro de los testimonios se considera que Acopilco, como también es llamado, “está fuera, aunque pertenece a la CDMX, y es rural, aunque la demanda de los habitantes debería ser urbano”, otro dice lo siguiente: “es fuera de la ciudad […] rural todavía, sí porque se rige con costumbres y tradiciones […] Si ha crecido bastante. A veces es necesidad del mismo comunero de vender parte de sus tierras”.
Ilustración 1 Localización de San Lorenzo Acopilco en la Alcaldía de Cuajimalpa de Morelos. Elaboración propia.
Una de las características de la gentrificación rururbana es que ésta se puede localizar en la periferia de las poblaciones rurales al ser la zona en donde existe una menor población, sin embargo, esto no se ve reflejado en el pueblo urbano ya que, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda realizado por el INEGI en el año 2020, su periferia es una de las más pobladas. La población total de Acopilco es de 26 042 habitantes, por lo que las manzanas más pobladas tienen un rango de 449 a 1341 habitantes, algunas ubicadas a los costados de las avenidas Monte de las Cruces y de la avenida de las flores, que es donde precisamente se ubican las ex rancherías mencionadas por Contreras Esquivel, y las manzanas menos pobladas se encuentran en la centralidad histórica que tienen un rango de cero a 448 habitantes.
En campo, la gentrificación no se logra percibir visualmente, ni se encuentran letreros de inmobiliarias, aunque sí está internalizado espacialmente por algunos habitantes en qué zonas se ubica la compra, venta y renta, sin embargo, en internet se encontraron y se analizaron algunas páginas web con información inmobiliaria, lo cual visibilizó principalmente la venta y renta de casas (icasas.com, metroscubicos.com, propiedades.com, segundamano.mx, vivanuncios.com.mx, y AIRBN).
Una característica en común de estos inmuebles es que se localizan en dos de las principales avenidas, la avenida Monte de las Cruces y la avenida de las flores, que además destacan en los anuncios como las principales vías de acceso al pueblo urbano. Los anuncios son una manera de espacializar el territorio por medio de las direcciones de los inmuebles y así poder observar una fragmentación y una capa espacial que se agrega a otras dimensiones de la vida social como las festividades religiosas, las fiestas cívicas, la división política o religiosa, entre otras.
Ilustración 2 Publicidad. Obtenido de https://img10.naventcdn.com/avisos/18/00/60/25/68/55/720x532/290267635.jpg
Estos anuncios además contienen variables o un listado de características que generan un plusvalor, en donde los protagonistas son el paisaje, la proximidad con lugares al exterior del pueblo y los servicios, aunque son una forma de segregar porque dado que se localizan en el interior del pueblo de San Lorenzo Acopilco, no se llega a mencionar, en su mayoría, alguna festividad en específico, las rutas de transporte público, escuelas públicas, mercados, los lugares de reunión de la población, las iglesias, etc., por lo que se observa una segregación al nivel de la espacialización por medio del lenguaje y que se adhiere a la segregación a nivel del lenguaje por medio de categorías poblacionales como “fuereño”, “avecindado” y “originarios”.
Existe un eslogan interesante en uno de los anuncios “Tu casa de campo en ciudad te espera”[2], que es una muestra de ese “retorno al campo” y la “idea de estar dentro de la ciudad con un imaginario de campo” que se mencionó anteriormente. Y es que, aunque parece lejano, este poblado continúa siendo Ciudad de México y las carreteras, como vías rápidas, reducen el tiempo de traslado hacia lugares estratégicos como Santa Fe, Interlomas o la ciudad de Toluca.
Son contados los anuncios en dónde se realiza alguna referencia al pueblo de Acopilco, por ejemplo: “San Lorenzo Acopilco es un pueblo tradicional con 500 años de antigüedad. En el pueblo las tradiciones culinarias de la región, barbacoa, carnitas, tlayudas, tamales, pan dulce y chorizo verde son recomendadas. Uno puede degustarlas en el mercado los miércoles”. Otro anuncio decía lo siguiente: “Escondido entre los árboles del Desierto de los Leones, tranquilo y a sabiendas de su riqueza, el pueblo originario de San Lorenzo Acopilco es una muestra de lo que la vida de pueblo era en esta gran Ciudad: milpas, raspadores de pulque y árboles, muchos árboles. El clima es frío, abrígate bien, las temperaturas promedio en diciembre, enero y febrero oscilan entre los 10 a 15°C durante el día y 2 a 8 °C por la noche”[3].
Las anteriores son descripciones de las prácticas culturales que se desarrollan en el pueblo y que forman parte de su identidad social, las cuales buscan conservar a pesar del desarrollo urbano. Sin embargo, además de la proximidad, en los anuncios se hace énfasis en variables que generan un plusvalor de las propiedades con aspectos que en la ciudad es difícil de encontrar, por ejemplo, la tranquilidad, el ambiente sano, la seguridad, entre otras. Y la capitalización del paisaje que se encuentra entorno al poblado. Siempre dirigidos a un consumidor con un alto poder adquisitivo.
[1] Otoniel Contreras Esquivel es oriundo del pueblo de San Lorenzo Acopilco.
[2] Recuperado de: https://propiedades.com/inmuebles/casa-en-venta-cuajimalpa-san-lorenzo-acopilco-df-21539927#area=san-lorenzo-acopilco-df&tipos=casas-venta&orden=&pagina=1&paginas=2&pos=1
[3] Recuperado de: https://www.airbnb.mx/rooms/48657230/location?adults=1&federated_search_id=82dba4d5-4676-41f1-833c-7ac262500%E2%80%A6&source_impression_id=p3_1644432651_4ZId6q4MZmW2nTUq.
Conclusiones:
Reflexión final.
Para finalizar, el analizar otro tipo de fuentes complementarias a lo observado en campo permite descubrir un discurso en el que se puede percibir un imaginario social en el que destaca la construcción de un espacio social y la aparición de una capa-escala de la vida social del pueblo urbano que interactúa con el de la vida cotidiana y las tradiciones. Además de que fragmenta el territorio, como una forma de segregación, y que ese segmento se interconecta con otros territorios a través de itinerarios, también se convierte en una forma de espacialización que incluso esta predeterminada por quienes están redactando los anuncios publicitarios. En tanto que el territorio que queda “separado” ocasionalmente es mencionado tangencialmente a pesar de ser un mismo territorio. La gentrificación no solamente está condicionada a la rehabilitación de vivienda, sustitución de una población de bajo poder adquisitivo o nuevas edificaciones, y el incremento de ciertos costos, sino que también afecta el territorio y la espacialización de este.
Aunque se le considera como un pueblo urbano, la condición legal de comunidad agraria y sus características aún rurales permiten que la categoría de rururbano explique el contexto y además hace que persistan los pares de oposición de lo rural y lo urbano, lo tradicional y lo moderno, y del campo y la ciudad. Poniendo siempre en esta triada el ámbito rural al inicio porque es la identidad social de la zona de estudio, y lo urbano en segundo lugar y además conlleva un sentido negativo debido a que trae un incremento poblacional a consecuencia de la migración y por el desdoblamiento orgánico de las familias locales, el desarrollo inmobilario en zonas cercanas, y un efecto de la gentrificación como parte del proceso de urbanización que mercantiliza el paisaje natural que rodea al poblado, entre otras cosas aún por explorar y de las cuales la antropología y las ciencias sociales en general pueden dar cuenta.
Bibliografía:
Aguado, José Carlos y María Ana Portal (1991). “Tiempo, espacio e identidad social”, Alteridades, vol. 1, núm. 2., pp. 31-41.
Contreras Esquivel, Otoniel (1994). San Lorenzo Acopilco: microhistoria de un pueblo. Tesis de licenciatura: México, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras.
Lefebvre, Henri (2013). “2. El espacio social”, en La producción del espacio. España: Capitán Swing, pp. 125-216.
Lorenzen Martiny, Matthew James (2015). “Capítulo 13. ¿La gentrificación rural y urbana como factor de anclaje de la población originaria? Indicios desde Morelos, México”, en Víctor Delgadillo, Ibán Díaz Parra y Luis Salinas (coord.) Perspectivas del estudio de la gentrificación en México y América Latina. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Geografía, pp. 275-300.
Nates-Cruz, Beatriz (2018). “Territorialidades rururbanas o rururbanidad contemporánea”, Revista de Antropología y Sociología : VIRAJES, vol. 20, núm. 1, pp. 5-12. [https://revistasojs.ucaldas.edu.co/index.php/virajes/article/view/3173].
Nates-Cruz, Beatriz y Paula Andrea Velásquez López, (2019). “Gentrificación rururbana. Estudios territoriales en La Florida (Manizales-Villamaría) y Cerritos (Pereira) Colombia”, Territorios, núm. 41, pp. 143-170. [https://revistas.urosario.edu.co/index.php/territorios/article/view/6251].
Portal, María Ana (2003). “La construcción de la identidad urbana: la experiencia de la pérdida como evidencia social”, Alteridades, vol. 13, núm. 26, pp. 45-55.
Raffestin, Claude (2011). “Tercera parte: El territorio y el poder”, en Por una geografía del poder. México: El Colegio de Michoacán, pp. 101-155.
Palabras clave:
espacio, gentrificación, rururbano.
Resumen de la Ponencia:
Um dos avanços no quadro normativo de políticas públicas no Brasil foi a adoção do território como unidade político-administrativa da ação governamental com o fortalecimento de instâncias coletivas de participação e gestão social institucionalizada no âmbito dos Colegiados Territoriais. A consolidação destes espaços passou por diversos estágios relacionados às capacidades dos atores estabelecerem laços sociais baseados em relação de confiança, cooperação e participação de modo a incentivar projetos e ações integradas favoráveis para o processo de desenvolvimento sustentável do território. Evidentemente, estas relações foram mediadas por interesses e escalas de poder de tonalidades diversas capazes de potencializar, ou não, as ações dos gestores públicos na promoção de políticas que favorecessem arranjos institucionais propulsores das habilidades e competências de um conjunto de organizações e atores (públicos e privados) em torno de um projeto coletivo. A literatura sobre o tema destaca o “território dado” como espaços entrecortado por diferentes e distintos “territórios construídos” que informam as relações de exercício de poder e de resistência dos grupos que o compõem. Para além das questões teóricas e instrumentais que envolvem o tema, este artigo tem por objetivo contribuir para uma análise reflexiva sobre a gestão social normatizada numa política pública como possibilidade de gestão compartilhada do desenvolvimento. Utilizar-se-á como recurso metodológico a análise de dados primários e secundários produzidos no âmbito do Programa Nacional de Desenvolvimento Sustentável dos Territórios Rurais (PRONAT) a fim de avaliar os entraves e potencialidades envolvidas neste processo.Resumen de la Ponencia:
As comunidades Alegria, Maracanã e Vila Mochel localizadas na região metropolitana de São Luís/MA (Brasil) têm sido fortemente impactadas pelo processo de expansão urbana na última década, sobretudo, em virtude do impulso imobiliário do programa habitacional Minha Casa Minha Vida pensado e operacionalizado nos governos de Luis Inácio Lula da Silva e Dilma Rousseff. Situadas em uma área de proteção ambiental, as mencionadas comunidades têm entre suas práticas tidas como tradicionais o manejo da juçara (fruto local) e as festas em ambiente doméstico onde geralmente são cumpridas as “obrigações” para com santos católicos e entidades de religiões afro. Tais práticas de aliança entre humanos e não humanos costumam aglomerar parentes dos “festeiros” , amigos e a vizinhança. Na última década as festas religiosas passaram por transformações em face dos novos contornos dados pela implementação de milhares de unidades habitacionais (casas e apartamentos) que levou ao desmatamento da vegetação nativa (os juçarais) e a mudanças na sociabilidade em virtude das ações do tráfico de drogas. Nesse contexto, cumprir “obrigações” agregam alegria através da fé e da arte de festejar, confrontando o aumento do medo e do estranhamento do outro. Se por um lado, existe a crescente sensação de insegurança em aglomerar em casa pessoas agora desconhecidas, por outro, celebrar é resistir aos novos temores, como a violência. O método etnográfico norteou os procedimentos de pesquisa, tendo a pesquisadora morado um ano na comunidade Alegria, vivenciando, assim, o cotidiano de seus habitantes.Resumen de la Ponencia:
Em minha pesquisa de doutorado tenho investigado como a expectação cinematográfica propiciada pelos festivais de cinema: Cachoeira Doc, Circuito Penedo de Cinema e Festival de Cinema de Triunfo, tem apresentado novas formas de ressignificar a cidade. Deste modo, no presente trabalho quero trazer uma reflexão construída a partir das informações coletadas ao longo desse primeiro ano de investigação sobre a relação estabelecida entre os festivais de cinema e os novos usos dado aos centros históricos das cidades onde eles estão localizados. Os três festivais estão localizados em três cidades do Nordeste Brasileiro: Triunfo, Penedo e Cachoeira. O título desse trabalho traz um jogo de metáforas, que propõe dois movimento de transformação, de um lado a democratização da experiência cinematográfica, enquanto o novo; e do outro lado a renovação dos centros históricos, que outrora eram vistos como o velho, mas que tornaram-se o lugar das novidades, das produções contemporâneas do cinema brasileiro. ´´Avivar o velho ( os centros históricos) e atiçar o novo ( o cinema nacional e local)´´. A frase é de autoria de Gilberto Gil, e está presente no Plano Cultural do Desenvolvimento Nacional, onde Gil enfatizou a democratização das políticas culturais, na consolidação e na ampliação dos direitos culturais e no desenvolvimento de uma cidadania cultural. Os festivais de cinema que estou pesquisando acontecem há quase uma década, com uma programação voltada exclusivamente para o cultivo do cinema brasileiro independente, dando tela a uma produção cinematográfica que não chega aos grandes circuitos de exibição, como as salas de cinema dos shoppings e os canais de tv aberta. Com diferentes propostas curatoriais, esses festivais realizam mostras competitivas, debates com realizadores, atividades de formação audiovisual, discussão de trabalhos acadêmicos e produção de críticas cinematográficas. E para além das atividades mediadas pelo cinema, os festivais também incentivam que os participantes dos eventos vivenciem a cultural local. O que chamou a atenção nesses três cenários, é como a cultura tem apresentado novas possibilidades de estetização dos centros históricos ao mesmo tempo em que também tem se revelado como uma nova possibilidade de aquecer a economia local. Deste modo, através de um trabalho comparativo, que reúne entrevistas e relatos etnográficos, busco compreender o que parece ser uma tendência em cidades histórias, de pequeno porte, que estão localizadas fora dos grandes centros.Resumen de la Ponencia:
O trabalho é o esboço de uma monografia que explana uma pesquisa desenvolvida no contexto da renda renascença no Cariri Ocidental da Paraíba. Tomando como objetivo analisar a relação de rendeiras reunidas em 6 associações, no que se refere a perspectiva da atividade artesanal em suas vidas e o seu valor simbólico a partir da técnica. As associações estão situadas em cinco municípios paraibanos: Monteiro, São João do Tigre, Camalaú, São Sebastião do Umbuzeiro e Zabelê. Além da delimitação inicial de estudos sobre o tema, o aporte teórico escolhido para privilegiar a perspectiva das rendeiras está ancorado na sociologia da vida cotidiana sobre o viés de Martins (2014). O percurso metodológico adotado seguiu os caminhos do mesmo autor, juntamente com Whyte (2005) através da observação participante no Centro de Referência da Renda Renascença – CRENÇA, além da realização de entrevistas semiestruturadas com rendeiras vinculadas as associações. Nos relatos, foi constatado que, as iniciativas implementadas pelos agentes estatais não estão sendo suficientes, fazendo com que as rendeiras encontrem dificuldades nas associações para a compra da matéria prima para o tecimento da renda renascença, além do que a comercialização das peças ainda é um problema recorrente. Foi percebido que as ações ainda não estão sendo suficientes para a independência financeira das rendeiras, o que torna a renda renascença uma fonte de renda complementar do grupo familiar. Mesmo assim, as rendeiras persistem para que o mínimo que é oferecido através das políticas de incentivo se converta em valorização para a atividade artesanal. Nos relatos das entrevistadas a renda renascença significa mais do que uma fonte de renda econômica, se remete ao valor simbólico e de pertencimento na sua história. Ademais, o convívio pessoal e a necessidade de negociações e ajustes com grupos maiores são alguns dos desafios para que se alcance os objetivos anunciados com as associações e iniciativas coletivas implementadas em torno da renda renascença no Cariri Paraibano.
Introducción:
A renda renascença é uma técnica artesanal que ultrapassa gerações. Trata-se de um bordado delicado e minucioso feito à mão por rendeiras nordestinas. É um trabalho árduo que, dependendo da peça, pode exigir semanas e até meses para a sua finalização. Nela utiliza-se a linha, a agulha e o lacê. Este sustenta toda a estrutura do bordado, representando “para as rendeiras do Cariri Paraibano um significado muito forte porque serve para identificar a renda local” (SEBRAE, 2014, p. 27). Dentre os pontos mais conhecidos de renascença estão: o ponto pipoca, o abacaxi, o richelieu, a malha, o amor seguro, a aranha e a traça. Geralmente as peças concentram-se na cor branca, porém, podem ter outras cores. Uma das formas é a partir do tingimento de elementos extraídos da natureza, por exemplo, a ameixa e a castanha de caju.
Indícios apontam que sua origem se deu na Itália, na época Renascentista (daí o nome renascença), estando também na corte francesa como símbolo artesanal, na sua maioria em colarinhos do Rei Henrique II, que usava as peças para esconder a cicatriz que tinha em seu pescoço2 (SEBRAE, 2014). Quanto à inserção da renda renascença no Brasil, não há uma exatidão nas informações coletadas. De acordo com o Instituto Interamericano de Cooperação para a Agricultura (IICA) (2017), a renda renascença foi trazida na época da colonização. E, de início, era bastante utilizada nas roupas de padres e em decorações nos altares das Igrejas. Isso porque a renda, ou melhor, o modo de se fazer as peças, por muito tempo foi mantido em segredo para população, sendo a produção restrita apenas nos conventos, por freiras que tinham habilidade com essa técnica.
A partir da década de 1930 que mulheres pobres do Agreste pernambucano e Cariri paraibano tomaram conhecimento do ofício e assim passaram a confeccionar peças de renda renascença que, desde então, perpassa gerações. Essa disseminação ocorreu através de duas mulheres. Conhecidas popularmente como Lalá e Maria Pastora. Maria Pastora trabalhava em um convento de Olinda – PE, onde aprendeu o ofício. Foi em uma das visitas à casa dos seus pais na cidade de Poção, que fez com que Lalá aprendesse a tecer a renda, já que Maria Pastora teria levado uma encomenda para tecer.
Hoje em dia, a produção da renda renascença prevalece no nordeste brasileiro. No qual, o foco da pesquisa será municípios do Cariri paraibano ocidental: Monteiro, São João do Tigre, Camalaú, São Sebastião do Umbuzeiro e Zabelê.
O lócus da pesquisa se consolida no Centro de Referência da Renda Renascença – CRENÇA, localizado no município de Monteiro – PB, através da observação participante. O espaço que é proposto para a comercialização das peças de renda renascença, reúne rendeiras integrantes do Conselho de Associações, Cooperativas, Empresas e Entidades vinculadas a renda renascença do Cariri Paraibano (CONARENDA), seis Associações dos municípios apresentados nesse trabalho. São elas: Associação dos Artesãos de Monteiro (RENASCI); Associação dos Artesãos de São João do Tigre (ASSOARTI); Associação de Resistência das Rendeiras de Cacimbinha (ARCA); Associação Comunitária das Mulheres Produtoras de Camalaú (ASCAMP); Associação dos Artesãos de São Sebastião do Umbuzeiro (ADARTI); Associação das Produtoras de Arte de Zabelê (APAZ).
A medida que fazia as observações refleti sobre algo importante na descrição dos métodos de pesquisa de Whyte (2005) no qual o autor saluta que é necessário saber o momento adequado sobre o que perguntar e o que não perguntar na observação participante. As interações envolvem também a relação de confiança que o pesquisador estabelece com o pesquisado.
Sentando e ouvindo, soube as respostas às perguntas que nem mesmo teria a ideia de fazer se colhesse minhas informações apenas por entrevistas. Não abandonei de vez as perguntas, é claro. Simplesmente aprendi a julgar quão delicada era uma questão e a avaliar minha relação com a pessoa, de modo a só fazer uma pergunta delicada quando estivesse seguro de minha relação com ela (WHYTE, 2005, p. 304).
Diante disso procurei estabelecer uma relação de confiança com as rendeiras que estavam frequentemente no CRENÇA, procurando respeitar suas individualidades e interações. Conforme Martins (2014) salienta:
O artesanato intelectual na Sociologia, para se inviabilizar, pede mais respeito do que o habitual pelas pessoas com as quais conversamos para obter os dados necessários a nossas análises e interpretações, que muitas vezes são pessoas iletradas e sábias da própria sabedoria do vivencial. Sobretudo porque pede mais tempo, mais demora que implica uma certa recíproca invasão da vida do pesquisador por aqueles com os quais dialoga e até mesmo sua ressocialização (MARTINS, 2014, p. 29).
Esse aspecto de estabelecer confiança entre as rendeiras foi de suma importância, pois, na medida em que fui sendo aceita por elas não precisei perguntar diretamente sobre essas questões mais delicadas. Além disso, esse contato foi importante para que pudesse conseguir me aproximar das rendeiras que residiam em outras cidades.
Desarrollo:
As informações coletadas na observação participante foram acrescidas com o roteiro de entrevista semiestruturado. A base de análise, inspirada na sociologia da vida cotidiana, se baseou em Martins (2014) e Certeau (1998), procurando evidenciar percepções em comum entre as rendeiras e abordando aspectos positivos e negativos das intervenções. Com isso, fiz o agrupamento de termos mais frequentes em suas falas, que serão explanados nos resultados. Seguindo a teoria de Certeau (1998)
Os relatos de que se compõe essa obra pretendem narrar práticas comuns. Introduzi-las com as experiências particulares, as frequentações, as solidariedades e as lutas que organizam o espaço onde essas narrações vão abrindo um caminho, significará delimitar um campo. Com isso, será preciso igualmente uma “maneira de caminhar”, que pertence, aliás, às “maneiras de fazer” de que aqui se trata. Para ler e escrever a cultura ordinária, é mister reaprender operações comuns e fazer da análise uma variante de seu objeto (CERTEAU, 1998, p.35).
Segundo as entrevistas o processo de aprender a tecer a renda nem sempre foi algo prazeroso. Na maior parte foi por necessidade de conseguir comprar algo ou ajudar nas despesas da família. Conforme relato:
Aprendi com 8 anos e é... questão de... a maioria das pessoas principalmente aqui da região é essa idade que já começa a trabalhar com a renda. Minha mãe fazia pra ajudar nas coisas de casa, e naturalmente a gente precisaria ajudar na renda, então, começa tendo o interesse ou sendo incentivada a trabalhar... que pra mim assim, na época não era uma coisa prazerosa, agradável. A gente fazia porque não tinha outra opção e... precisaria fazer pra comprar as coisas pra gente, roupa... tinha essa necessidade. (Rendeira C, vinculada como MEI. Entrevista concedida à autora).
Durante as entrevistas as rendeiras evidenciaram que hoje em dia não existe mais a tradição de avó, filha e neta tecerem a renda renascença. Devido à desvalorização da atividade e por não ter um retorno financeiro satisfatório.
Nós trabalhávamos para ajudar a mãe a criar os filhos mais novos. Eu casei, comprei minhas coisas de casa pra casar eu comprei tudo com renda renascença. Quando me casei, já passei pra minhas filhas e das filhas já passei pras netas. Só que hoje as meninas não querem, diz que o ganho é pouco. Acha melhor estudar para fazer outra coisa e ganhar mais, elas acham que a renda é sem futuro, elas sabem saber mas não querem. Eu desejo que elas façam, porque é uma coisa que eu tô passando pra elas, né? (Rendeira G, membro de associação. Entrevista concedida à autora).
No cenário atual, nem sempre a renascença se encontra como atividade principal, visto por muitos como apenas um complemento da renda econômica familiar. A autora salienta que “a Renda Renascença é tida como fonte secundária, ficando atrás do Bolsa Família e aposentadoria, já que o número de pessoas trabalhando com Renda Renascença depois da aposentadoria foi relativamente alto” (RODRIGUES, 2019, p. 104).
Seguindo a pesquisa da autora sobre os projetos voltados para as rendeiras, muitas afirmaram que nem sempre os projetos chegam ao final, o que dificulta a produção e a venda das peças. Por mais que as iniciativas sejam vangloriadas pelas mídias digitais e entidades, muitos projetos voltados para rendeiras param no caminho e não se consolidam. Além disso, as peças de renda renascença que são produzidas por mulheres rendeiras no Cariri, nem sempre pessoas de sua mesma classe podem compra-las. Isso por se tratar de peças de custo elevado. Existem peças, por exemplo, que ultrapassam o valor de 30.000 mil reais. Nesse cenário, “o conceito de status amplia a percepção das diferenças de classe. Classe expressa a dimensão econômica da desigualdade social e status, o seu aspecto honorífico, de maior ou menor prestígio entre os demais” (MIRA, 2017, p. 143).
Conforme Moraes (2018) esses agentes do campo da moda imprimem sua assinatura às peças feitas com renascença, ainda que a manufatura seja feita por artesãs nordestinas. É minimizada a criação da artesã, transformada em mão de obra qualificada para a cadeia de valor da moda. E cresce em importância e capital simbólico o artista.
Quando perguntei sobre a possibilidade de obter lucro das peças de renda renascença, uma rendeira menciona
Eu acho em alguns casos sim, em outros não. Depende muito de quem compra, de quem está vendendo. No meu caso em nunca consegui ter um lucro satisfatório pela questão de ser caro os produtos, se encarecer muito fica muito difícil a venda. Ter um lucro satisfatório né? Eu vejo na convivência das pessoas que fazem renda, que depende do caminho que fez, da clientela que conseguiu né? acho que já deu pra você perceber que renda renascença é mais pra aquelas pessoas que tem um poder aquisitivo bom, aí em alguns casos não temos um lucro satisfatório. É um capital de giro que dá pra ir se sustentando, mas pra gerar lucro não. Pelo menos no meu caso não (grifo nosso) (Rendeira E, membro de associação. Entrevista concedida à autora).
A maneira como as rendeiras enxergam quem pode ou não usar as peças é algo para se indagar. Em conversas informais algumas rendeiras relataram que a matéria prima é cara, diante disso não costumam usar uma peça “toda” de renda renascença.
Conversando com algumas rendeiras percebi que falar da renda renascença remete a um valor simbólico, algo que faz parte da sua história, mas existe uma coisa curiosa, elas não costumam usar as peças de renascença a não ser que seja um aplique. Penso que seja pelo alto valor do novelo (Anotações do diário de campo, dia 28 de janeiro de 2022).
Quando perguntei se as rendeiras costumavam usar as peças de renascença todas as entrevistadas responderam que sim, geralmente são aplicações em blusas com outro tipo de tecido. Embora a prevalência dessa afirmação, as rendeiras costumam usar essas peças em eventos ou feiras. Já que nas minhas observações no CRENÇA, raramente alguma fazia uso.
Quanto ao CRENÇA, localizado no município de Monteiro e que ainda é uma iniciativa recente, as rendeiras veem o espaço como uma possibilidade de melhoria na comercialização. Apesar de alguns relatos evidenciarem que ainda é preciso atrair turismo para o município, a maioria enxerga o CRENÇA como uma grande conquista, pois agora elas teriam um local para expor suas peças. Na fala de uma rendeira: “agora a gente tem lá em Monteiro o CRENÇA, que antes tinha peça da gente que ficava aqui guardado, sabe? e agora a gente tem um lugar pra expor”.
Mesmo assim, nas minhas observações no espaço, percebi pouca movimentação do público. Algumas pessoas entravam, perguntavam o preço e iam embora. A compra e exposição das peças também ocorria pelo Instagram da loja e presenciei algumas vezes as rendeiras mandarem fotos para os clientes, caso alguém comprasse, era combinado que em outro momento passaria no CRENÇA para pegar a peça.
Décadas depois da implementação de iniciativas públicas em torno da renascença, o problema recorrente na fala das rendeiras ainda é a dificuldade de comercialização. As rendeiras não possuem uma renda fixa mensalmente, os valores variam mês a mês. Apesar das intervenções, nem todas as associações detêm o “capital giro” expressão usada por elas, para comprar a matéria prima e tecer as peças. Essa lacuna abre espaço para aqueles que possuem a condição de suprir as necessidades financeiras básicas da produção.
Conclusiones:
Diante da pesquisa realizada, percebeu-se que, na prática, as ações de incentivo e fomento à renda renascença não alcançam o resultado esperado. As rendeiras associadas ainda encontram os problemas mais recorrentes, a produção e a venda das peças. Mesmo assim, as rendeiras persistem para que o mínimo que é oferecido através das políticas de incentivo se converta em valorização para a renascença. Todavia, o convívio pessoal e a necessidade de negociações e ajustes com grupos maiores são alguns dos desafios para que se alcance os objetivos anunciados com as associações ou iniciativas coletivas como o CRENÇA.
A renascença, para as rendeiras, significa mais do que uma fonte econômica, remete a um valor simbólico, algo que faz parte de sua história. Nesse sentido, suas percepções se constituem como importante fonte de análise para que os agentes percebam se as ações implementadas estejam atingindo de fato a vida das rendeiras. Em síntese, fica manifesta a relevância de pesquisas futuras sobre dimensões da renascença que não foram contempladas considerando a limitação da pandemia mundial e sobretudo a perspectiva de rendeiras não vinculadas as associações.
Bibliografía:
DE CERTEAU, M. (1998). A invenção do cotidiano. 3ª. Ed. Petrópolis–Rio de Janeiro. Editora Vozes.
Filha, J. F. D. A. M., Hercog, B. P., & Ramos, S. A. (2017). Pontos e histórias: Renda Renascença e Mulheres Rendeiras. IICA.
Martins, J. S. (2014). Uma sociologia da vida cotidiana. Contexto.
Mira, M. C. (2017). Estilo Xique Chique: o consumo de" cultura popular" na metrópole paulistana. Revista de Ciências Sociais: RCS, 48(1), 126-154.
Moraes, C. G. M. S. M. (2018). Renascença extraordinária: dinâmica social e produtiva em transformação no Cariri Paraibano.
RODRIGUES, M. A. F. (2019). Agulhas de sangue: renda renascença e expropriação do trabalho: análise da comunidade rural no Cariri Paraibano e da produção industrial na cidade de Poção-PE.
SEBRAE. Indicações geográficas brasileiras. Artesanato. Brasília: SEBRAE, INPI, 2014.
Whyte, W. F. (2005). Sociedade de esquina. Zahar.
Palabras clave:
artesanato; moda; renda renascença
Resumen de la Ponencia:
Um dos setores profissionais que mais cedo sentiu os impactos da crise gerada pelo Covid-19 foi o setor cultural, que se deparou com o fechamento dos teatros, cinemas, casas de espetáculo e centros culturais como uma das primeiras medidas para conter o avanço da contaminação. Estudo realizado pela UNESCO demonstra que entre maio e julho de 2020, 48,88% das atividades culturais no Brasil perderam a totalidade de suas receitas (Amaral et al., 2020). No contexto do Mercosul, estima-se que, em junho de 2020, 83% dos espaços culturais tiveram suas atividades canceladas e 55% dos trabalhadores do setor registraram um decréscimo de mais de 80% em seus rendimentos (Triguboff et al., 2021). Se, de um lado, a crise pandêmica escancarou a precariedade – e até mesmo a informalidade – do setor cultural, sobretudo na América Latina, por outro, das redes de espaços culturais independentes emergiram ações fundamentais para lidar com a complexidade que o contexto impunha. Este trabalho dedica-se a debater, a partir de tal contraponto, o potencial das redes de espaços culturais independentes enquanto instrumentos fundamentais para a descentralização das políticas públicas, dada a capacidade de resposta a questões que impactam localmente os territórios urbanos. Partindo da hipótese de que o cenário extremo moldado pela crise pandêmica tenha confirmado uma vocação pré-estabelecida, a pesquisa aqui apresentada dedica-se a analisar a diversidade de iniciativas implementadas por espaços culturais independentes em São Paulo e Lisboa no ano de 2020, período mais impactado pelos confinamentos sociais, sob a perspectiva de pensar novos arranjos locais para a cultura e para a cidade. Do ponto de vista teórico, este estudo apoia-se em duas noções centrais: primeiro, a compreensão da cultura independente como um movimento cultural militante de uma marginalidade conscientemente assumida (hooks, 1990), o que imprime a tais redes culturais valores de resistência e compromisso frente a seus territórios; segundo, a leitura das práticas culturais independentes como dinâmicas insurgentes, dado que, em um paralelo à noção de “cidadania insurgente” (Holston, 2008), são práticas que emergem do território na busca pela promoção de direitos não assegurados. Em um momento no qual governos e grandes instituições veem suas capacidades de atuação fortemente saturadas, práticas culturais que proponham modelos alternativos de ação no território podem representar, para além de outras formas de fazer cultura, importantes redes urbanas de criatividade e inovação, capazes de reativar as comunidades após tamanho desgaste. Frente à complexidade do cenário atual, no qual a cultura será uma ferramenta fundamental para as cidades ressignificarem seus traumas e reconstruírem suas expectativas, talvez seja também um caminho para pensar outros modelos de cidade.Resumen de la Ponencia:
Es preciso insistir en que la multiplicidad de discursos que desde las Ciencias Sociales se han construido para interpretar y comprender lo social pueden no ser suficientes y en consideración algunos que provienen de las actividades y prácticas creativas permiten reconocer no sólo nuevos lenguajes, sino estrategias distintas para aproximarse a las tensiones de los social y vislumbrar espacios posibles en el sentido más amplio. En el mundo actual es evidente que los escenarios de participación colectiva intentan ser cada vez más robustos y por varias vías se propone empoderar colectivos y comunidades. El arte y las prácticas creativas tienen en ese horizonte de intervención, reflexión y construcción una inmensa posibilidad de sugerir articulaciones alternativas a las maneras de tejer lo colaborativo y lo comunitario. De manera que, desde múltiples modelos de relación, talleres creativos y modelos de asociación se proponen cada vez más robustas intervenciones, que se ocupan de transformar las maneras de habitar lo público y de consolidar espacios de apropiación y participación mediados por acciones e intervenciones cercanas a los discursos, estructuras sensibles, herramientas abiertas articuladoras de la creación contemporánea en artes.No es una novedad que el arte ha tenido insistentemente un interés por capturar lo social y referenciar el acontecimiento social en una evaluación de carácter político, no obstante, en el tiempo actual esa valoración transformo la idea de señalar en una intención de transformar. La tarea que se propone un número importante de artistas contemporáneos es la de ajustar el relato que construimos sobre el mundo, de una manera colaborativa, plural y propositiva. Así las cosas por una parte la obra de arte sigue navegando en lo social y en un ejercicio constante y riguroso construye pensamiento sobre el mundo, hoy sorprenden acciones e intervenciones que apuntan a visibilizar acciones, comunidades fricciones, ciudadanías, micropolíticas, intercambios, desigualdades, etc. ; empero, por otra parte, el artista deviene un articulador de discursos que lo desbordan y en los que su tarea resulta la de consolidar herramientas para lo cotidiano de la comunidad pero también para las relaciones de esta con las instancias de poder, prácticas o escenarios en las que la idea de obra desaparece y queda una suerte de tejido común que a veces parece un discurso, otras una intervención o algunas más solo un colectivo de activistas que intenta consolidar su mejor manera de aparecer para transformarResumen de la Ponencia:
Una de las líneas de acción desarrolladas por las políticas culturales en Chile ha focalizado su meta de reducir las barreras de acceso a manifestaciones culturales mediante la profesionalización de la gestión y la construcción de espacios óptimos para el disfrute del arte y la cultura en diversas comunas, enmarcadas en un paradigma de democratización cultural. Así el Programa Centros Culturales del Consejo de la Cultura ha destinado sus esfuerzos en dotar de un centro cultural a comunas del país que contaran con una población de más de 50.000 habitantes (CNCA, 2014), logrando una amplia cobertura a nivel territorial.A pesar de estas acciones, y aunque se entiende que el efecto de esta estrategia no será a corto plazo, los datos de las últimas Encuestas de Participación Cultural (CNCA, 2012 y 2017), parecen indicar que la baja participación cultural en diversas disciplinas no se debe a la falta de espacios.En este contexto resulta relevante estudiar la gestión que los centros culturales están realizando, bajo la premisa que distintos tipos de gestión pueden tener relación con el grado de participación de sus comunidades. En este caso, interesa ahondar en los modelos gestión de un tipo particular de infraestructura cultural, los centros culturales, en tanto espacios culturales que brindan oportunidades de participación en áreas y temáticas diversas, y la participación cultural en estos espacios.De este modo, la investigación se plantea como objetivo Comprender las estrategias de gestión que utilizan los centros culturales y su posible vinculación con la participación cultural que allí se da. A través de éste, se propone aportar con antecedentes que contribuyan a entender los factores que inciden en una gestión óptima de estos espacios, en pos de la democracia en materia cultural. Para ello, se desarrolla una aproximación metodológica mixta, combinando el análisis de datos secundarios provistos por la más reciente Encuesta de Participación Cultural a nivel nacional, y el catastro de Espacios Culturales; además de la realización de entrevistas a equipos de gestión de 3 centros culturales de distinta dependencia administrativa. Si bien la investigación se desarrolló previo a la pandemia por Covid-19, se incorporó una actualización respecto de los ajustes que los centros culturales realizaron para continuar promoviendo la participación cultural en dicho contexto. Estudios anteriores han tendido a focalizar el análisis de la participación cultural en condicionantes estructurales, demostrando la prevalencia de factores socioeconómicos, educativos o etarios, así como barreras subjetivas; aspectos en los que los resultados aquí expuestos también concuerdan. Sin embargo, la menor literatura disponible sobre la relación de factores vinculados a la gestión de estos espacios imprime valor a estos hallazgos en tanto contribuyen a visualizar de forma integral la participación cultural.Resumen de la Ponencia:
La ponencia es uno de los resultados del proyecto de investigación sobre prácticas creativas y procesos sociales comunitarios, adelantado en el GIAE_. Grupo de Creación y Acción Interdisciplinaria en Arte y Entorno, al que pertenezco. Los conocimientos aquí abordados presentan características de la creación artística en función de los entornos sociales comunitarios, enfrentada a las instituciones que la promueven y legitiman. Esta relación aquí es entendida como un fenómeno sociocultural que necesita debatirse ya que, lo que generalmente pasa en las grandes ciudades, es que la obra artística pública la imponen los gobernantes en el espacio común sin tener en cuenta a los usuarios que no necesariamente están informado sobre el funcionamiento del arte. El efecto sucede por una fuerte influencia de la denominada institución arte profundamente emparentada con el estatuto comercial del mismo arte, derivado del modo de producción capitalista; sobre las instancias gubernamentales que estiman las obras de arte por su valor monetario y no por sus cualidades estéticas y sociales. Un ejemplo de ello lo conforma el proyecto escultórico que quiso imponer el gobierno de la Ciudad de México con motivo del reemplazo al monumento a Colón en el Paseo de la Reforma, en 2021, imposición frenada por los movimientos feministas y las colectivas de familiares en búsqueda de personas víctimas de la desaparición forzada en México; estos temas se abordarán en la ponencia desde el punto de vista del arte en función de los procesos sociales en el entorno urbano. Entre las alternativas de abordaje destaca que las artes para los lugares públicos y para entornos específicos de uso común, necesitan proyectarse mediante una concertación entre las personas e instancias administrativas, con todos los sectores sociales que intervienen, usan y viven el espacio público, aún así, evitando a toda costa el extractivismo cultural y artístico. El principal interés de la disertación consiste en vincular la producción de arte para contextos específicos, con los marcos epistémicos adecuados a las realidades prácticas y discursivas, inmersas en los diferentes procesos y activismos políticos y sociales, con los que nos involucramos los artistas en la actualidad.Resumen de la Ponencia:
O presente trabalho tenciona aprofundar as questões surgidas em pesquisas vinculadas ao PIBIC-IFAL (2016-2017; 2018-2019; 2019-2020), tendo por objeto as interfaces entre o cinema, a literatura em quadrinhos e a semiótica na composição do conhecimento histórico-sociológico. A pesquisa inicial apresentou uma análise da trajetória da editora multinacional Marvel Comics no mercado editorial e no campo de poder global durante a década de 1960, demonstrando como esse posicionamento reverberou na criação de personagens propagandistas da ideologia anticomunista no tenso período da Guerra Fria (1947-1991). As pesquisas seguintes ampliaram a análise para investigar as personagens que refletiram as disputas internas do Movimento dos Direitos Civis da população afro-americana (1954-1968) e a propaganda antinazifascista dos anos 1940. O que se pretendeu, desta feita, foi a realização de um estudo das séries do Universo Cinematográfico Marvel (UCM), combinando as técnicas de pesquisa bibliográfica e documental para desenvolver uma análise sígnico-sociológica sobre como as personagens desse universo ficcional, sobretudo "Falcão e o Soldado Invernal" (2021) e "Loki" (2021), dialogam com as questões suscitadas no mundo contemporâneo por movimentos como o "Black lives matter" ("Vidas negras importam") e o LGBTQIA+. Diante das condições de possibilidade apresentadas, sustenta-se a seguinte hipótese de trabalho: filmes, séries e quadrinhos, produtos da indústria cultural, frutos de trabalho social de produção sígnica, podem ser utilizados tanto como instrumentos pedagógicos de sensibilização do olhar quanto como veículos de propaganda de convicções ideológicas que refletem os valores, os conflitos e as mudanças na sociedade contemporânea.Resumen de la Ponencia:
Iberoamérica se ha reconstruido conceptualmente en el marco de los procesos de globalización y descolonización que a su vez se sustentan en factores socioculturales compartidos. Su historia, su lengua, sus fronteras y configuraciones culturales han sido espacios de disputa, sedimentaciones y erosiones tales que son constitutivos de la realidad actual. Las artes escénicas no han sido ajenas a esos procesos y a través de giras, festivales, encuentros y otros formatos han trabajado activamente en la construcción de lo que en la actualidad se denomina espacio cultural iberoamericano. De hecho, desde la proclama de Unesco sobre Cooperación Cultural Internacional (1966), las relaciones internacionales de los Estados que integran dicho espacio han posibilitado la constitución de programas de diversa índole. La cultura como forma soft del ejercicio del poder en el plano internacional ha conformado, en variados lenguajes como el cine, las artes escénicas, las artes visuales o incluso el turismo y la gastronomía, un entramado de estrategias que son parte de líneas de trabajo de embajadas y organismos descentralizados. En ese contexto, los proyectos escénicos promovidos por algunos países del continente han podido circular por Iberoamérica gracias a diferentes ayudas económicas del sector público. Entre ellas destaca el Programa Iberescena, creado en 2006 por diferentes países y dependiente de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). Estructurado como un fondo, este programa cuenta con una Unidad Técnica y un Consejo Intergubernamental donde son presentados los proyectos escénicos para ser evaluados. Estos proyectos deben incluir, forzosamente, la participación de más de un país miembro del Programa (en la actualidad son 17). Como tal, es un caso paradigmático de estudio porque no solo ha logrado mantenerse a lo largo de los años, sino que además es un cabal ejemplo de integración cultural a través de la promoción de la actividad profesional creativa y la participación ciudadana. La presente ponencia busca indagar en la historia del Programa, su estructura y funcionamiento a través del análisis de sus actas, anexos y resoluciones. Con un enfoque cualitativo, apoyándose en la idea del investigador como bricoleur, se intentan reconstruir las decisiones tomadas por los representantes a partir del análisis del contenido de las actas para poder comprender de qué forma fueron concebidas la interculturalidad, las acciones de promoción cultural y la cooperación cultural internacional como paradigma filosófico. Cabe mencionar que la temática de esta ponencia es parte integral del plan de tesis doctoral del ponente sobre estrategias de producción escénica en el marco de Iberescena.
Introducción:
Desde su conformación como campo disciplinar tras la Primera Guerra Mundial, durante la Guerra Fría y en la subsiguiente globalización, las relaciones internacionales han incidido en la cultura dando origen a organismos como UNESCO, que en 1966 emite su Declaración de Principios de la Cooperación Cultural Internacional (Gullo, 2018). En las últimas décadas, las relaciones internacionales han ganado terreno en las agendas de los gobiernos y los procesos de hibridación cultural (García Canclini, 2013) han establecido que el diálogo entre nuestras identidades es configurativo de nuestra América. En este marco, se ha forjado el Programa Iberescena como organismo de cooperación cultural que responde a una necesidad del espacio cultural iberoamericano vinculada a la producción de artes escénicas como lenguaje artístico.
Esta instancia internacional es un factor que complejiza la producción porque, dada la disparidad cambiaria euro a peso argentino, para los productores escénicos representa una fuente de financiamiento económicamente atractiva, aunque impone en los requisitos de la línea de coproducción (que se tiene en cuenta para esta ponencia), un organigrama de trabajo exigente.
Por lo antes expuesto, se quiere hacer referencia a que la línea destinada a la coproducción del Programa Iberescena determina en sus bases la necesidad de incluir en los proyectos a, al menos, dos personas de dos o más nacionalidades en los roles de “director/a de escena, coreógrafo/a, dramaturgo/a o intérpretes, diseñador/a escénico/a” (Iberescena, 2020, p. 4). Esto robustece la idea, según la cual la figura del productor es borrosa y no está legitimada en virtud de no encontrarse explícitamente mencionada en las bases. No obstante, tales bases indican que “la cantidad y labores de los demás participantes del proyecto fuera de los roles anteriormente mencionados son decisión interna de los/as coproductores/as” (Iberescena, 2020, p. 4). Por tanto, al haber más de una identidad interviniendo en la generación del contenido y la estética del proyecto se espera que el intercambio cultural se vea reflejado en el producto escénico (Iberescena, 2020). Entonces, interesa conocer de qué forma esta fuente de financiamiento colabora en el montaje de proyectos escénicos que funcionan como espacios de diálogo intercultural entre agentes de diversas nacionalidades y de los cuales se espera una agenda de funciones en los territorios iberoamericanos involucrados. Esta es una recomendación que Iberescena hace en sus bases y condiciones. Se espera que los espectáculos puedan girar, pero no es una condición excluyente para el otorgamiento de la ayuda económica.
Esta forma de creación colectiva implica un modelo de relación internacional compleja que tensiona la producción escénica teatral como disciplina profesionalizada. Su carácter complejo deriva de la combinación de procesos de cooperación nacional y subnacional. Por la primera se entiende a la relación formal entre Estados (por ejemplo, que en el Consejo Intergubernamental de Iberescena haya un representante por cada país miembro). La segunda comprende a las asociaciones civiles, los colectivos teatrales, las redes culturales o, incluso, a los municipios como actores con capacidad de agencia para llevar adelante proyectos vinculados a la cooperación cultural internacional.
Cabe mencionar, finalmente, que esta ponencia es el primer acercamiento a la dimensión interviniente de un proyecto de investigación doctoral suscripto en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. En este se indaga respecto de las prácticas y estrategias de producción escénica en el marco de Iberescena (2007-2019). La investigación es llevada adelante con una beca doctoral cofinanciada entre UADE y CONICET.
Desarrollo:
La tesis doctoral que enmarca esta ponencia tiene como una de sus preguntas fundamentales el explicar de qué forma la participación del Estado argentino en el Programa Iberescena habilita y/o condiciona mecanismos de cooperación cultural internacional para el país. A tales fines se han estipulado dos objetivos generales: el primero quiere explicar de qué modo los diseños de producción financiados por el Programa Iberescena promueven acciones de cooperación cultural internacional, a partir de la participación del Estado argentino en el mismo. El segundo busca explicar cómo la estructura institucional del Programa Iberescena habilita y/o condiciona las prácticas y estrategias de los productores escénicos. Esta ponencia es un primer acercamiento al segundo objetivo, por eso se centra en la figura del Programa antes que en las estrategias de producción.
Iberescena es un programa de la SEGIB que nace en 2006 en el marco de la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Montevideo. El mismo posee una característica propia desde sus comienzos: el espíritu de cooperación sur-sur, que expresa la intención de vincular a los países cooperantes en condición de simetría y paridad. Es decir, en contraposición al paradigma de cooperación norte-sur, donde se presenta un problema de disparidad, una diferencia entre el país que ayuda y el que es ayudado. Se trata de una dinámica donde los Estados terminan siendo herederos de los históricos acuerdos de paz, los cuales encontraron que los acuerdos bilaterales “fueron tradicionalmente el único marco de cooperación promovido por los Estados” (Brun, Canut Ledo, & Benito Tejero, 2009, p. 39). Producto de la erosión promovida por la globalización y la transnacionalización, las relaciones multilaterales han modificado esta asimetría. Al involucrarse más de un Estado en un proyecto común, la relación país desarrollado-país en desarrollo se licua. Iberescena, al estructurar sus decisiones en un Consejo Intergubernamental y operativizarlas en una Unidad Técnica, demuestra su espíritu colegiado en la toma de decisiones conjuntas.
Más allá de la horizontalidad que pueda tener el Programa en la toma de decisiones, hay una imposición de la estructura sobre la práctica. Sin la intención de entrar en un análisis de juicio ético o estético, es innegable que hay una eficacia propiamente simbólica de la forma. Imponer una forma es dar a la capacidad de agencia de los individuos una limitación “reconocida como conveniente, legítima, aprobada, es decir una forma tal que se puede producir públicamente, frente a todos, una voluntad o una práctica que, presentada de otra manera, sería inaceptable (en la función del eufemismo)” (Bourdieu, 1988, p. 90). Esta se puede ver en las líneas de ayuda económica que el Programa tiene (actualmente son la ayuda a la creación en residencia, a la coproducción de espectáculos de artes escénicas y a la programación de festivales y espacios escénicos). Por la negativa, al vehiculizar la ejecución de los recursos económicos que los Estados miembros invierten en el Programa, Iberescena silencia otras formas como la investigación, el desarrollo de mercados o la explotación secundaria.
Esta imposición de la estructura sobre la praxis no tiene que ver con la gestión de los REPPI o de la Secretaría Técnica sino con las formas en las que el devenir del tiempo ha ido imponiendo los canales legales y técnicos del Programa. Esto es porque los modos de dominación cultural (Bourdieu, 2018) perduran a expensas de estrategias indefinidamente renovadas. En sociedades estructuradas como las del espacio cultural iberoamericano lo hacen de forma indirecta, durable e impersonal. Al objetivar en instituciones los mecanismos de dominación, los agentes culturales deben desarrollar estrategias para mantener o incrementar su capital dentro del campo valiéndose de las estructuras y siendo, a la vez, condicionados por estas. La creación y puesta en marcha de un programa como Iberescena es una forma de objetivación de la dominación donde, por períodos, diferentes agentes culturales desarrollan sus estrategias con el fin de adquirir poder en el campo.
Al igual que con los títulos académicos, cabe destacar que cuando un agente cultural del campo es ungido Representante de los Países en los Programas e Iniciativas (en adelante REPPI), opera en su accionar la despersonalización propia que otorga el cargo. Es decir, en tanto REPPI, adquiere la objetivación del uso del poder que se devenga del cargo por sobre su trayectoria biográfica personal o el estado incorporado de su capital cultural. Pero este agente tiene una funcionalidad en la organización de la cultura (Gramsci, 1984). Solo analizando la actividad de las capas de intelectuales durante un período histórico determinado es posible descubrir, según afirma Gramsci, por qué los vínculos entre los diferentes momentos del bloque histórico se disponen de alguna forma determinada. Esta relación dialéctica entre la estructura y la agencia está en la objetivación de las formas de poder que “es inseparable de aquella que el derecho garantiza definiendo posiciones permanentes, independientes de los individuos biográficamente diferentes, aunque intercambiables en cuanto a los títulos que deben tener en mano” (Bourdieu, 2018, p. 57). Cabe destacar que en el caso del REPPI su permanencia en el cargo dura lo que se extienda la representación que le delegue cada Estado nacional. En el caso de Argentina, el período en que el agente esté al frente del Instituto Nacional del Teatro.
Por lo expuesto es dable pensar que la forma durable e impersonal del modo de dominación objetiva en un programa como Iberescena incide en el posicionamiento de los proyectos escénicos y de sus agentes en el campo. En tanto “los mecanismos mediante los cuales contribuyen a la reproducción del orden social y a la permanencia de las relaciones de dominación permanecen ocultos” (Bourdieu, 2018, p. 58), la producción de bienes simbólicos es estimulada o silenciada con el otorgamiento o denegación de las ayudas económicas. Este poder, ejercido por el REPPI, propone no solo una diferencia en el acceso al financiamiento por parte de los colectivos escénicos sino también una forma de posicionamiento internacional de nuestro país a través de la elección indirecta de los núcleos coproductores de otros países.
Entonces, ¿por qué traer la noción de intelectual orgánico de Gramsci para complementar la de dominación cultural de Bourdieu? ¿Por qué hacerlo, cuando el mismo Bourdieu se separa de las vinculaciones gramscianas (1988) que los intérpretes de su obra le adosan? En este caso particularmente porque la selección de los REPPI no es por concurso, sino que acceden al cargo a través de una decisión política. Si se quiere, como miembros de la sociedad civil acceden al cargo porque promueven ideas que son funcionales al bloque histórico que justifican con su discurso. A su vez, porque para la preselección de las obras en el caso argentino, salvando la gestión de Allasino (2015-2019) que sí lo hizo, no se ha constituido jurado en los períodos comprendidos entre 2007 y 2015. Entonces, cabe cuestionar el criterio de selección y preguntarse si esta dinámica se replica en otros países. Cuando Bourdieu & Passeron (2019) se preguntan quiénes eligen a los elegidos se están preguntando qué recorrido biográfico tiene el REPPI (y cómo llega a ser un intelectual orgánico) para elegir a las obras elegidas para recibir el beneficio de la ayuda económica del Programa. Por otra parte, nos interrogamos: ¿Esta elección habilita alguna instancia de cooperación cultural que beneficie al país? ¿Y de hacerlo, las poéticas escogidas son centralistas o federales?
Para el gestor cultural (en esta ponencia, focalizaremos el análisis en la figura del productor de artes escénicas) es vital comprender estas instancias que mencionamos porque, en un indudable ejercicio de poder simbólico, “pueden brindar recursos económicos, materiales y humanos que resultan muy valiosos -en ocasiones imprescindibles- para el desempeño de los proyectos artísticos” (Ejea Mendoza, 2015, p. 79). El objetivo de un gestor cultural consiste tanto en cartografiar la producción cultural de su localidad como en tener un diagnóstico de los problemas sociales para proponer nuevas intervenciones simbólicas. Los gestores culturales son, así, los encargados de conocer bien la producción cultural existente (los grupos culturales y los artistas locales) y de articularla de múltiples formas.
Los agentes que integran el campo de la gestión cultural, inter y transdisciplinario por definición, son profesionales (por rotulación académica o por praxis) de lo más variado. Desde productores de cine, gestores editoriales, gestores del sector público, marchantes hasta, por supuesto, productores escénicos, entre otras posibles disciplinas. Cabe preguntarse qué es producir artes escénicas para comprender el objeto de abordaje de este perfil profesional cuyos proyectos son de interés para Iberescena en tanto estructura que incide, a través del otorgamiento de recursos económicos, en sus estrategias de producción. La definición hegemónica de la producción escénica indica que es “un proceso complejo y colectivo donde confluyen ciertas prácticas artísticas, técnicas, administrativas y de gestión llevadas a cabo por un conjunto de individuos de manera organizada, que requieren de diversos recursos para lograr la materialización de un proyecto artístico” (Schraier, 2008, p. 17). Se observa que la definición se apoya en una mirada sobre el producto cultural objeto de la producción. Cabe mencionar que a raíz de las revisiones conceptuales de los últimos años la mirada ha ido incorporando progresivamente a los públicos como destinatarios de estos procesos de producción. En este sentido la mirada que concibe a la producción como un proceso que genera un producto ha virado, para comprenderla como un servicio cultural, hecho que cambia radicalmente la concepción. A razón de ello, corresponde indicar que se trata más bien de un proceso integral, cualidad que lo integral “estriba en la incorporación de las distintas lógicas y visiones (ejecutiva, comercial, artística) como complementos necesarios, en la incorporación del público objetivo en el diseño de producción y de las instancias de evaluación desde el inicio en el primer diagnóstico y acompañando todo el proceso, así como en el pensar a los proyectos escénicos necesariamente en relación con el entorno y territorio en el que se insertan” (Algán y Berstein, 2022, p. 76).
En esta instancia sería necesario hacer una pequeña caracterización de las obras beneficiadas por la ayuda económica que brinda el Programa para poder dimensionar el grado de participación del país en Iberescena. Si bien, como se mencionó anteriormente, son diversas las líneas de ayuda, en este caso se propone abordar la línea destinada a coproducción con objeto de tener un recorte específico. Esta decisión se cimenta en comprender que la ayuda económica directa a la producción de espectáculos, es decir, a lograr su montaje efectivo, colabora en la “obtención de ingresos no ganados” (Rapetti, 2007, p. 147), los cuales se orientan a resolver el problema de la brecha de ingresos (Baumol & Bowen, 1966), potenciando además la colaboración de artistas de nacionalidades distintas en la producción de una poética. Hecha esta especificación, cabe destacar también que para el periodo 2007-2019 las ayudas económicas concedidas en la línea coproducción ascendieron a 325. De esta cantidad absoluta de proyectos subsidiados, 90 contaron con la participación de la Argentina como país coproductor. Además, la Argentina fue el promotor principal de 37 proyectos que, sumados a los 90 en los que participó, da un total de 127 en los cuales tuvo injerencia directa o indirecta. Por tanto, del 100% de obras subsidiadas, la Argentina tuvo participación en el 39,07% mientras que fue promotor principal del 11,38% del total. Esta información está construida con base en la información que surge de las actas, los anexos y la web misma del Programa.
Ahora bien, de esta cantidad de obras en las cuales la Argentina tuvo participación directa, los tres países con los que colaboró más recurrentemente fueron España (21 proyectos coproducidos), Brasil (6 proyectos coproducidos) y México, Uruguay y Chile (5 proyectos coproducidos con cada país). Llama la atención el salto que presenta España frente a los demás países, no solo por su dimensión cuantitativa sino además cualitativa, es decir, geopolítica. La gestión que más proyectos llevó adelante con España (12 en total) fue la de Raúl Brambilla (2007-2012) por lo que quedará para futuras investigaciones indagar si fue decisión razonada del REPPI la elección del proyecto en función de su poética exclusivamente o si ponderó las relaciones culturales internacionales que debieran desprenderse de la elección del país coproductor. Se menciona esto porque si bien son los mismos productores escénicos, apoyados en su red de contactos, quienes deciden con qué país entablar la cooperación, al indicar el núcleo coproductor en la formulación el proyecto, es el REPPI quien hace el primer filtro de selección.
El tipo de investigación que se esboza en esta ponencia es de carácter exploratorio porque está orientada a un fenómeno relativamente desconocido. A su vez, dado que se quiere “indagar cómo se relacionan las variables para buscar algún tipo de explicación del fenómeno estudiado” (Archenti, 2014, p. 45), es factible enmarcarla también en la tipología explicativa. Además, suscribe a una perspectiva metodológica cualitativa porque permite la aproximación al campo desde un marco teórico preconcebido, pero con flexibilidad frente a nociones emergentes. Es clave, en tal sentido, concebir un diseño de investigación flexible porque “alude a la posibilidad de advertir durante el proceso de investigación situaciones nuevas e inesperadas vinculadas con el tema de estudio, que puedan implicar cambios en las preguntas de investigación y los propósitos” (Mendizábal, 2006, p. 67). Por otra parte, al tratarse de un espacio de investigación poco explorado y, por ende, imprevisible, es necesario poder amoldar la investigación al territorio. El análisis documental (puesto que esta ponencia, así como la investigación que la enmarca están apoyadas en la lectura de las actas que Iberescena ha generado) es la herramienta ideal porque habilita la postura del investigador como bricoleur (Denzin & Lincoln, 2011) para abordar el objeto de estudio de esta investigación.
Definir el denominado espacio cultural iberoamericano, territorialidad propia de injerencia para Iberescena, es una acción titánica que excede los límites de esta ponencia. Sin embargo, hay una delimitación que es conveniente hacer: su construcción teórica está innegablemente condicionada por el intento constante de sustraerse de un imperialismo cultural histórico. Ortiz (2005) describe tres dimensiones de esta forma de dominación por parte de las potencias: la económica, la política y la cultural; e indica que esta última fue clave para pensar la internacionalización de los Estados. Reconoce asimismo que la noción de progreso (un país desarrollado ayudando a su colonia a desarrollarse) es vertebral en este tipo de dominación y rastrea hasta el Congreso de Cultura de La Habana de 1968 la primera aparición del término. Nótese cómo la estructura de sentimiento vuelve a aparecer como telón de fondo. Podría adicionarse a esta noción la de sedimentación y erosión acuñada por Grimson (2011) para describir cómo se produce la creación de las configuraciones culturales en Latinoamérica. Indudablemente, la historia en común, la lengua compartida y la idiosincrasia latina son claves para que Iberescena pueda funcionar como programa de cooperación cultural internacional.
La presencia de la cultura en el ámbito internacional no es reciente (Warnier, 2002). Desde el comienzo de las relaciones internacionales, los Estados han apelado a la cultura, específicamente a la producción de bienes y servicios culturales, para fomentar y fortalecer la relación con vecinos y socios potenciales. De hecho, la proclama de la UNESCO (1966) debe insertarse en la cosmovisión de un mundo globalizado (Beck, 2008) y un paradigma crítico y revisor del denominado moderno. En el contexto que se menciona no debe olvidarse que los procesos denominados de descolonización inciden también en la estructura del sentir en la cual se crea el programa objeto de esta ponencia. De hecho, la creación del Programa es posterior a la proclama de diversidad cultural (UNESCO, 2001) y eso responde a otra estructura de sentimiento, no solo a nivel regional sino a nivel global, y en relación con la globalización como proceso. La estructura del sentir, término originalmente acuñado por Raymond Williams, es “la articulación de una respuesta a cambios determinados en la organización social” (Cevasco, 2003, p. 161) y permite comprender, entre otras cosas, por qué Iberescena nace con la estructura organizacional que tiene.
Entonces, si comprendemos la globalización como un fenómeno de desterritorialización devenido del avance tecnológico y el progreso de la estructura capitalista y de las relaciones interestatales, el teatro es una fuerza de re-territorialización, puesto que trabaja sobre la condición efímera del hecho escénico y sobre la narrativa condicionada por la ciudad que lo contiene. De esta forma, al financiar proyectos integrados por más de una nacionalidad, el Programa Iberescena promueve el intercambio entre territorios sin perder de vista que son estos los que condicionan la narrativa escénica. Es decir, cuando en un proyecto propuesto para ser financiado por el Programa, el productor sugiere a un actor de otra nacionalidad está comprendiendo que su registro actoral, su tono de voz, su forma de hablar e incluso sus rasgos, son impulsos narrativos que están en línea con la temática y la narrativa de la obra. Al proponerlo y al ser considerado por el Programa se está promoviendo, por un lado, el intercambio entre los agentes culturales que luego volverán a sus territorios nutridos por la experiencia, pero también se le está abriendo la puerta al Estado nacional para que genere algún tipo de acercamiento blando a esa otra nación. ¿El acercamiento a través de un proyecto escénico es entonces una excusa del Estado nacional para entablar, mejorar, iniciar o modificar vínculos con otras nacionalidades? De no serlo, ¿lo es para gobiernos municipales u otras instancias de cooperación descentralizada?
Conclusiones:
El denominado espacio cultural iberoamericano cuenta con programas de fomento a la creación en diferentes áreas e Iberescena es uno de los que más tiempo han sostenido el espacio. Daría la sensación de que esta impronta responde a un interés de los Estados miembros del Programa por colaborar en materia de artes escénicas que trasciende las voluntades políticas de los gobiernos de turno. Allí radica uno de los principales y más fuertes puntos del Programa, lo cual permite explorar a las artes escénicas, en tanto manifestación del soft power que un país tiene frente a otros, como un insumo ponderado positivamente por los gobiernos nacionales.
La poca producción académica así como la falta de investigaciones sobre Iberescena dificulta un abordaje crítico sobre su funcionamiento. Esta área de vacancia es fértil para la gestión cultural como campo multidisciplinar académico y profesional. Por un lado, debido a que al analizar la estructura y la historia del Programa se puede comprender como se ha ido configurando una estructura que condiciona la producción de bienes y servicios culturales en un espacio cultural que tiene formas idiosincráticas compartidas. Por otro lado, porque habilita la posibilidad de analizar las relaciones entre los países que integran el bureau a través de las visiones estéticas que los REPPI seleccionan, lo cual permite, con un enfoque de Estudios Culturales, analizar como son pensadas esas relaciones multilaterales. La permanencia de Iberescena durante más de 15 años ininterrumpidos hace que este análisis permita identificar similitudes y divergencias que van más allá de los gobiernos de turno.
Cabría, finalmente, reflexionar en torno a la figura del productor escénico y su rol e injerencia dentro de las decisiones estético-políticas de los proyectos de producción. Esta injerencia, en principio evidente puesto que la estrategia de producción que este agente cultural plantee redundará en la configuración morfológica de las carteristas poéticas espectáculo, se encuentra parcialmente reflejada en la noción de núcleo coproductor que el organismo Iberescena prescribe en las bases de la línea coproducción. Parcialmente porque no le da el estatus de creativo al productor, sino que lo relega a un lugar de colaborador en la creación del hecho escénico. Por tanto, esta ponencia (exploratoria en tanto es un primer acercamiento a una dimensión interviniente de un proyecto de investigación más complejo) busca presentar un primer mapeo en torno a una forma de la gestión cultural especifica. Quedará para otras instancias el fortalecimiento del trabajo de campo, la problematización de las premisas teóricas y la presentación de nuevos resultados.
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Palabras clave:
Producción Integral de Artes Escénicas – Gestión cultural – Cooperación Cultural Internacional – Iberescena – Artes Escénicas.
Resumen de la Ponencia:
Nuestra experiencia de trabajo ha sido tanto colectiva como individual. Había empezado como inquietud de estudiantes todavía en formación disciplinaria en el área de sociología. Naciendo de la necesidad de ir a trabajar con los grupos sociales que tanto se estudiaban en el aula. Aunque siempre bajo la idea de un proyecto académico o de investigación que orientará nuestros esfuerzos. El contacto con otros colectivos, provenientes del movimiento punk urbano de la Ciudad de México, permitió enriquecer y orientar nuestro trabajo al ámbito audiovisual. Hasta poder constituir nuestra propia forma de organización para la producción visual: Animación Sociocultural y Video Comunitario A.C. Se trata más de una experiencia colaborativa entre profesionales del audiovisual y las comunidades de origen y destino que se apropian y producen sus propios materiales visuales para expresar sus propias inquietudes, sus lenguajes y sus historias. Se vuelve central que las comunidades rurales o urbanas realicen y administren el destino de los videos que ellas mismas proponen y producen junto a investigadores, activistas o profesionales de la comunicación que fungen como animadores de todo el proceso.Lo que a un colega le ha parecido un transitar de la universidad al subsuelo juvenil, como un rito de paso para des-institucionalizarse. Y creo que por ahí estaría llevando los vaivenes de nuestro quehacer académico y colectivo.Resumen de la Ponencia:
O programa do movimento antropofágico, vertente do modernismo brasileiro, incorpora uma proposta de elaboração da personalidade e de celebração da existência em torno da livre manifestação da sexualidade e do cultivo do ócio lúdico, em contraposição a uma sistematização da vida pelo trabalho, bem como a esquemas morais reguladores da conduta, especialmente centrados nas formas tradicionais de organização da família. Essa proposta pode ser abordada no âmbito de uma percepção da modernidade como um tempo marcado por significativas transformações decorrentes do surgimento de inovações tecnológicas e de um conjunto de novas experiências e expressões carregadas de potencial libertador, devendo ser assimiladas como forma de reação ao meio externo para torná-lo favorável. O processo em curso assume mesmo a condição de uma derrocada dos parâmetros culturais e dos fundamentos materiais de um modelo civilizacional considerado típico do Ocidente, abrindo caminho para a emergência de um ciclo utópico de emancipação do homem. Em linhas gerais, esse cenário pode ser tomado como uma espécie de pano de fundo para as inúmeras aventuras de Serafim Ponte Grande, personagem do romance homônimo de Oswald de Andrade. Publicado em 1933, talvez o livro seja a expressão literária mais representativa da antropofagia, aspecto especialmente revelado na ideia de movimento constante que adquire expressão estética e permeia o processo composicional, conferindo um sentido fragmentário e de fugacidade às cenas e mesmo à articulação dos personagens, submetidos a uma movimentação incessante por diferentes territórios e situações, como se tomados por uma necessidade imperiosa de descoberta e assimilação do novo ou do estranho, enquanto gesto de libertação através da própria mobilidade e pela recusa a preceitos e convenções estabilizadores do comportamento sancionado. Uma atitude em conformidade com o ritual canibal e a decorrente transformação do tabu em totem, designativos de uma prática incorporativa do outro que remete a uma simbologia da contingência e do devir, anunciadora do caráter inconcluso, de permanente inacabamento da vida sob o signo do instinto antropofágico. Minha proposta tem como objetivo traçar uma compreensão de alguns dos principais aspectos e teses do programa do movimento antropofágico por meio da interpretação de cenas do livro Serafim Ponte Grande, de Oswald de Andrade. O conjunto de experiências vivenciadas por seu protagonista e pelo dito secretário Pinto Calçudo pode ser lido do ponto de vista de sua convergência com certos princípios e ideais da antropofagia oswaldiana, reveladora de uma espécie de diálogo tecido entre ambos, cuja apreensão pode contribuir para uma análise sensível à percepção dos referenciais estéticos e valorativos do movimento como expressão mais ampla de uma visão de mundo.Resumen de la Ponencia:
La apropiación social y cultural del territorio en Colombia, ha sido una de las estrategias más implementadas por los grupos sociales en las últimas décadas. La apropiación social del conocimiento por ejemplo, preocupante para algunos gobiernos, instituciones y medios, ha generado un compromiso social por parte de las comunidades (Martín, 2012), que buscan fortalecer las dinámicas de recuperación histórica, memoria y tradición, como una respuesta a la ausencia del Estado-Nación en sus territorios. La idea de fortalecer la identidad cultural de los pueblos y las regiones, ha traído además, un arraigo nacional afincado en la idea de nacionalidad construida a partir de la diversidad, identidad y pertenencia de los grupos sociales a su entorno por medio de discursos sobre lo ‘propio’, lo ‘nuestro’ y lo ‘diferente’. La etnomulticulturalidad en las regiones colombianas, se fractura en el cuestionar quienes somos en el tránsito de la historia y a donde pertenecen nuestros trazos de memoria. Esta proyecto subyace así, de la necesidad de fortalecer la apropiación social y cultural del territorio en la UPZ 29 a partir de la gestión cultural de los archivos y fuentes documentales primarias que se encuentran en el Centro de Cultura, Arte y Tradiciones, en el Museo de Arte Contemporáneo y en el Centro de Transformacion Social de UNIMINUTO, desde 1990 hasta la actualidad. La visibilización de los procesos de apropiación en la UPZ 29, que inician desde la fundación del barrio Minuto de Dios, se expande a la reconfiguración de nuevas propuestas que traen consigo los demás barrios que hoy conforman el territorio. Los procesos de gestión cultural que subyacen como dinámica de apropiación del conocimiento materializado en salas de exposición de arte, arqueología y pintura; talleres de aprendizaje (música, manualidades, entre otros) y espacios de resonancia sonora, tensionan el paradigma esquemático entre la idea de transformación histórica y la recuperación de memoria como una simbiosis de progreso.Esta dinámicas nos muestra que existe por parte de la comunidad de la UPZ 29, una clara intencionalidad por re-sinificar los espacios, la memoria y la construcción de propuestas a largo plazo que exalten desde la apropiación social y cultural, la forma de contribuir y crear conocimiento como parte del legado generacional que corresponde propiamente desde la construcción de territorio.Resumen de la Ponencia:
Las radios comunitarias, son los medios que históricamente han permitido la participación popular en la vida pública de un país. Su uso ha contribuido a los movimientos sociales, diseño de políticas públicas, construcción de ciudadanías, entre otros; es un espacio para reproducir la cultura popular, dentro del territorio que le permite su frecuencia permear, no obstante, esta barrera actualmente se rompe con el uso paralelo de las redes sociales virtuales, llegando a públicos ubicados en otros territorios. Las radios son espacios que permiten la reproducción de la cultura popular o, mejor dicho, culturas populares, que son resultado de procesos desiguales de apropiación y reproducción, dentro de la inevitable interacción con el mercado global. Existe un proceso de resignificación entre las culturas masivas y las populares, las últimas retoman ciertas prácticas de las primeras, para reapropiarlas y reproducirlas. Particularmente, en México, la música regional en su variante banda, ha sido concentrada por las grandes industrias culturales de la música, así como su reproducción en los medios masivos, especialmente la radio y televisión comerciales. Precisamente en San José del Rincón, existe un proceso de manifestación de cultura popular, en interacción con la radio comunitaria. Es un municipio al norte del Estado de México, con presencia de habitantes indígenas, pertenecientes a la cultura mazahua. La estación de radio “Expresión Mazahua 101.9 FM ´La voz del pueblo´”, surgió en el año 2020, y autodefinen que entre sus objetivos están el preservar las costumbres, valores y tradiciones de la cultura mazahua y ser un espacio para que diversos grupos musicales del municipio y la región se presenten. Este trabajo tiene la finalidad de describir la interacción y relevancia que tiene la radio en la comunidad, así como hacer un breve recuento de las radios comunitarias, particularmente en los países latinoamericanos, su origen y recorrido en la vida política, social y cultural y sus inevitables interacciones con las grandes industrias de la radiofonía.
Introducción:
Las radios comunitarias son los medios que históricamente han permitido la participación popular en la vida pública de un país. Su uso ha contribuido a los movimientos sociales, diseño de políticas públicas, construcción de ciudadanías, entre otros. Existen casos muy representativos como la radio Sutatenza de Colombia, que intervino de manera decisiva en la participación de los campesinos en procesos productivos, culturales y políticos de su país (Villalba, 2020).
A decir de Michel Delorme, ex presidente de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), se le pude denominar o relacionar con diversos términos a la radio comunitaria, como radio popular, educativa, rural o local, sin importar la forma que asuma ésta, “no deja de ser un tipo de radio hecha para servir al pueblo, una radio que favorece la expresión y la participación y valora la cultura local” (Derlorme, 2002: ii). Una de sus características más visible, es la cercanía con la comunidad local, y esta cercanía le permite en muchas ocasiones conocer a su audiencia, incluso convive con ellos, son sus vecinos, familiares, amigos y lleva sus temas, preocupaciones o conversaciones interpersonales a la emisora. Los temas, por tanto, trascienden de una esfera privada a una esfera pública comunitaria.
La aparición de las radios comunitarias también contribuyó a la democratización del acceso a medios de comunicación que, por sus condiciones geográficas, no eran alcanzables en otros momentos. Como los medios masivos de las grandes emisoras que no tienen una variedad de contenido mínima, además de las cualidades ya conocidas, como ser unidireccionales, unívocas y homogenizadoras.
Sin embargo, hay que considerar que en la actualidad las radios comunitarias deben hacer frente a las grandes industrias, porque sus alcances son mayores y los lugares que antes eran alejados de su frecuencia, ya están presentes las empresas radiofónicas y de medios audiovisuales, ya sea por repetidoras u otros medios, como las redes sociales virtuales, o el propio internet. Son de alcance estatal, nacional y hasta global.
Justo en este contexto, es como surgen las radios comunitarias hoy, como “Expresión Mazahua 101.9 FM ‘La voz del pueblo’”, instalada al norte del Estado de México, en una región mazahua. Ahí juega un rol relevante en la comunidad y es un reproductor de la cultura popular. Este trabajo tiene la finalidad de describir la interacción y relevancia que tiene la radio en la comunidad, así como hacer un breve recuento de las radios comunitarias, particularmente en los países latinoamericanos, su origen y recorrido en la vida política, social y cultural y sus inevitables interacciones con las grandes industrias de la radiofonía.
Desarrollo:
En origen, las radios comunitarias aparecieron como una opción de acceso a la comunicación global, en ellas los radioescuchas podían enterarse de lo que sucedía en su comunidad, su país y el mundo. Fue un medio de información indispensable en las comunidades y se fue constituyendo también como una forma de entretenimiento y de manifestación local de la cultura; mientras tanto, las grandes empresas obedecieron la lógica del mercado, y con su tecnología se masificaron al grado de ser casi indispensables en las casas, o al menos en las urbanas, donde tenía mayor presencia.
Actualmente, la mayoría de las emisoras comunitarias continúan interactuando con la realidad global, y se ofrecen como una alternativa a los contenidos y discursos dominantes. Tal como señala Rosa María Alfaro (1999), las radios comunitarias también apelaron al derecho a la comunicación, aunque demasiado centradas en información, no obstante, propiciaron relaciones más equilibradas entre emisoras y públicos.
El uso de este medio, desde una perspectiva de la comunicación comunitaria y alternativa, también es para reproducir la cultura popular dentro del territorio que le permite su frecuencia alcanzar, aunque, esta barrera se suele romper con el uso paralelo de las redes sociales virtuales, llegando a públicos ubicados en otros territorios.
Así sucede en “Expresión Mazahua 101.9 FM. ‘La Voz del pueblo’”, que se comunican con la emisora desde otros países, como Estados Unidos o del continente asiático a través de su página de internet y sus redes sociales. Por lo que estos ‘paisanos’, sintonizan la radio para estar en contacto con sus familiares o amigos, con esto la estación se convierte en el puente entre los migrantes y su comunidad, es la manera de estar presente en su territorio, a pesar de la lejanía geográfica el territorio simbólico se amplía.
Ya desde los inicios de las radios comunitarias, y de acuerdo con Luis Ramiro Beltrán (1996), además de la citada Radio Sutatenza bajo el auspicio de Acción Cultural Popular (ACPO), en Bolivia aparecieron otras muestras de organización para instalar emisoras sindicales de los mineros, quienes practicaban una comunicación participativa, horizontal dialógica y alternativa. Entre esos periodos de los años 40, 50 y 60 se multiplicaron las radios comunitarias con enfoque educativo en toda Latinoamérica hasta alcanzar miles. “La radio popular campesina fue más allá de la educación, la información y la diversión. A millares de seres humanos sumidos en selvas, cordilleras y llanuras les brindó gratis el equivalente al correo, al telégrafo y al que teléfono que les habían sido negados”, afirma el mismo Luis Ramiro Beltrán (1996: 09).
La radios comunitarias transitaron en la lucha por las minorías a la educación, reconocimiento de sus derechos y defensa de los territorios, encontramos toda una diversificación de objetivos, tales como “La defensa de los derechos humanos, la promoción de un desarrollo humano sostenible, la equidad de género, el respeto a las identidades étnicas, la preservación del medio ambiente, el protagonismo de los jóvenes y sus propuestas, la protección a la niñez y de las personas adultas mayores, la educación y la salud, así como la integración nacional y regional” (Calleja y Solís, 2007: 23).
En los países latinoamericanos, la radio ha sido un medio de expresión de las clases populares y un mecanismo de transformación social, “Frente a la prevalencia de una comunicación mercantilizada y excluyente, las voces bajas de la historia acceden a la radio, el medio popular por excelencia, para convertirse en protagonistas de sus narrativas y representaciones” (Tornay, 2001: 53-54).
Una diferenciación fundamental, entre las radios comunitarias y las comerciales y/o estatales, es la participación del público y la forma de administración “Mientras los oyentes de la radio comercial pueden participar en la programación de modo limitado -a través de tribunas libres por línea telefónica o pidiendo su canción favorita- los oyentes de la radio comunitaria son a la vez los productores, gerentes, directores, evaluadores y aún los dueños de las estaciones” (Guirard, 2002: 2). Y muchas de las veces son pobladores de las mismas comunidades, que recorren todos los roles de la emisora comunitaria, dada el limitado financiamiento, así como en Expresión Mazahua 101.9 FM, que son habitantes de la comunidad quienes se organizaron para instalar la radio, y son ellos también locutores, publicitas, editores, programadores y hasta músicos, a decir del gerente de la estación.
Es de destacar que “El papel de la radio [comunitaria] radica en atender las prioridades establecidas por la comunidad, de forma que puedan facilitar su discusión, fortalecerlas y desafiarlas. Es difícil barajar todos los intereses de una comunidad y la radio comunitaria no siempre acierta a hacerlo. Sin embargo, cuando lo consiguen, sus emisiones tienen una fuerza pasional rara vez alcanzada por los medios estatales de gran escala o los comerciales.” (Guirard, 2002: 2). Al estar más cerca de la población, las radios comunitarias conocen y comparten las emociones de sus radioescuchas y motivan, en algunos casos, a la acción.
Expresión Mazahua 101.9 FM, ha realizado diversas acciones en favor de la comunidad, desde contribuir a encontrar personas desaparecidas de la localidad, animales extraviados, colectas para personas en situación de vulnerabilidad, o difusión de acciones en prevención del contagio de la actual pandemia mundial del COVID-19. Lo anterior, además de estrechar lazos con la comunidad y movilizar a los pobladores, les permite recibir el reconocimiento popular al grado de tener su propio club de fans, al estilo de las grandes industrias. Un elemento indispensable de esta conexión simbólica entre la radio y su audiencia es, sin duda, una cultura local compartida, en sus diversos procesos de construcción, consumo, apropiación y reproducción.
La cultura popular, contiene, necesariamente, otras culturas o subculturas que interactúan entre sí, sugiere García Canclini, desde un enfoque no romantizado que, “Las culturas populares (más que la cultura popular) se configuran por un proceso de apropiación desigual de los bienes económicos y culturales de una nación o etnia por parte de sus sectores subalternos, y por la comprensión, reproducción y transformación, real y simbólica, de las condiciones generales y propias de trabajo y vida” (2007: 90). Son pues, las culturas populares, resultado de procesos desiguales de apropiación y reproducción, dentro de la inevitable interacción con el mercado.
Existe un proceso de resignificación entre las culturas masivas y las subalternas, las últimas retoman ciertas prácticas de las primeras, para reapropiarlas y reproducirlas, en ocasiones como ampliación del proceso de homogenización y en momentos como forma de resistencia a este mismo proceso.
Particularmente, en México, la música regional en sus diversas variantes ha sido concentrada por las grandes industrias culturales de la música, y también la reproducción por los medios masivos, especialmente la radio y televisión comerciales. Por ello es posible encontrarse el consumo de agrupaciones musicales en los estratos sociales más desfavorecidos, como forma de identidad y de trabajo. Y es este sector el principal consumidor de la industria, no sólo por ser el de mayor densidad poblacional, sino porque son un público que encuentra identificación en las agrupaciones de música regional, por lo que reproducen los estereotipos creados por la misma industria, e incluso los convierten en un estilo de vida.
En el encuentro de lo masivo y lo popular, la radio comunitaria no está tan alejada de la radio comercial, al respecto de estos procesos, encuentros e interacciones, Jesús Martín-Barbero afirma que, “...pensar lo popular desde lo masivo no signifique, no deba al menos significar automáticamente alineación y manipulación, sino unas nuevas condiciones de existencia y de lucha, un nuevo funcionamiento de la hegemonía” (2010: 209). Esta nueva forma hegemónica, dependerá en gran medida de las matrices culturales que intervengan, las propias y las ajenas.
Precisamente en San José del Rincón, existe un proceso de manifestación de cultura popular, en interacción con la cultura masiva, teniendo como espacio simbólico a la radio comunitaria. San José del Rincón es un municipio al norte del Estado de México, con presencia de habitantes indígenas pertenecientes a la cultura mazahua, uno de los 5 pueblos originarios del Estado y uno de los 68 de todo el país. Es un municipio que fue creado mediante decreto que entró en vigor el 1 de enero de 2002; pueblo joven, en términos jurídicos, pero sus pobladores han habitado esas tierras desde siglos atrás.
La estación de radio “Expresión Mazahua 101.9 FM ´La voz del pueblo´”, surgió en el año 2019, y ellos mismos, autodefinen que entre sus objetivos están el preservar las costumbres, valores y tradiciones de la cultura mazahua. Además, ofrecen un espacio para que diversos grupos musicales del municipio y la región promocionen sus discos, presentaciones, participaciones en baile, videos musicales, entre otros.
Si bien, en principio Expresión Mazahua programaba sólo música regional en sus variantes, con el tiempo fue diversificando su contenido. La radio profundizó la conexión con sus radioescuchas derivado de la cercanía, inmediatez e interacción, a partir de las peticiones musicales y de carácter social, “Las emisoras locales que, funcionando sobre un criterio territorial, hacen que una programación netamente comercial se vea atravesada por la presencia de necesidades de la zona y por llamadas a la participación colectivas en apoyo a las demandas populares. Apoyándose en el discurso vecinal este tipo de emisora representa el alcance y los límites de un ‘uso democrático’…” asegura Martín-Barbero, (2010: 274).
Así, su contenido, aunque predominantemente es comercial, también han realizado programas culturales, de conservación de su legua, costumbres y tradiciones, “tal como lo hacían las abuelas mazahuas, cuando contaban historias alrededor del fogón”, afirma el Director de la Radio Expresión Mazahua, incluso con contenidos para un público infantil, que a decir del propio administrador ha resultado muy exitoso. Esta analogía entre las costumbres mazahuas y la forma de hacer radio comunitaria, representa una de las mayores adaptaciones y apropiación de las tecnología en la vida diaria. Al centro de la conversación no está la abuela, sino la emisora, y a su alrededor ya no son los nietos, sino los radioescuchas, el fogón es sustituido por la luz eléctrica.
La cultura popular no nace ni se desarrolla independiente ni autónoma del resto de la vida nacional de cualquier país, y mucho menos separada de los procesos globales. Incluso la cultura popular puede ser resultado de estas interacciones, y es justo lo que sucede en San José del Rincón, un proceso de intercambio resultado del consumo mercantil, no necesariamente de la radio, sino de otros medios además de ésta, los contenidos se reproducen en la comunidad y en la audiencia, quienes son portadores de la cultura que les ha sido heredad por sus antepasados. Ambas convergen, cultura global y local.
Cabe destacar que, el eslogan de la radio es “La Voz del pueblo”, y también se le da voz a la comunidad, al abrir el micrófono a sus peticiones y denuncias. No sólo se queda en una escucha pasiva, por ejemplo, relata el Director que, cuando se denunciaron las pésimas condiciones de las carreteras del municipio, aumentó la interacción con la participación activa de su público, hasta trascender al gobierno municipal.
Es pues en la comunidad, donde “Los actores se constituyen y adquieren identidad en el espacio de lo local. Luego se proyectan e interactúan. Pero es en el espacio local donde ‘son’, donde adquieren una determinada identidad” (Uranga, 2009: 179). Y en esa interacción interviene la Expresión Mazahua.
La radio Expresión Mazahua, sabe bien el espacio que ocupa y asegura que muchas de sus prácticas están siendo repetidas e imitadas por las grandes industrias. Sin embargo, a diferencia de éstas, la emisora local es mucho más accesible, al alcance del pueblo. Porque para que un grupo local acceda a presentarse en una radio comercial o sr patrocinado por una disquera, tendría que pasar mucho tiempo, y es sabido que también se enfrentan a todo un entramado de marketing.
A nivel local les dan espacio a grupos de la región y éstos asumen que están en un medio reconocido, al menos en el entorno en el que se desenvuelven, por tanto, existe un reconocimiento mutuo, entre grupos y radio, el cual se expande cuando los primeros se presentan en fiestas, reuniones o bailes populares que fueron anunciados por la radio, haciendo un triángulo entre emisora, grupo y público. Es una reproducción similar a la que se hace en los grandes medios, y en lo local algunos logran alcanzar un éxito en su región, tal como sucede con las agrupaciones impulsadas por los medios masivos.
Estos grupos, visten igual que los grupos de moda o más escuchados, con trajes ahora más coloridos, tejanas, siguen el estereotipo predominante. Y si bien, tienen sus propias composiciones que han alcanzado cierta aprobación del público, también cantan las canciones más comerciales del país.
La radio comunitaria Expresión Mazahua 101.9 FM, “La voz del pueblo”, ha contribuido, por una parte, ha reproducir la cultura popular en su comunidad, pero también refuerza las tradiciones e identidad mazahua de sus radioescuchas, además de su labor social. Es inevitable que el contenido comercial se haga presente, sin embargo, a emisora ha encontrado un equilibrio, entre lo masivo y local y reivindica la cultura mazahua en su programación.
Conclusiones:
Se puede concluir, que, si bien la radio comunitaria Expresión Mazahua 101.9 FM, “La voz del pueblo”, nació por la búsqueda de propios espacios para promocionar su música, como lo afirma el Director, sabiendo que en las grandes radiodifusoras nunca les iban a abrir las puertas. También es cierto que la interacción con su público la ha llevado más allá de ser meramente una reproductora de música regional, sino, como aquellas primeras radios que se constituyeron en América Latina, tienen una labor social importante, de activismo, participación y movilización colectiva y de denuncia.
Una radio en territorio mazahua, contribuye a la democratización de los medios de comunicación masiva, especialmente desde su valor social, “Este modelo de uso social, es representación real y simbólica de la resistencia; es también promotora de saberes emanados del territorio físico, simbólico y cultural, pero sobre todo, productora, difusora y constructora de relatos que dialogan de forma empática con las audiencias. Esas audiencias que se sienten y saben representadas en esas narrativas, próximas a sus relatos” (Martínez, 2019: 30).
Aumenta su capacidad de narrativas e interacción con sus radioescuchas con su página de internet y redes sociales, basta ver alguna trasmisión en su página de Facebook, donde el público pide le envíen saludos a su familiar, a un amigo, o él mismo que se encuentra en otro estado o país. La radio comunitaria sigue siendo relevante en la vida local de las personas.
Finalmente, como afirma Graciela Martínez, quizá estemos frente al inicio de un proceso de descolonización, “Los saberes emanados de los territorios llevados a las narrativas radiofónicas y convertidos en conocimiento permite enunciar que la radio es un medio para sentar las bases de la descolonización. La epistemología del sur está en sus relatos e historia sonoras” (2019: 31). Es probable que la radio comunitaria Expresión Mazahua “La voz del pueblo”, haya iniciado el largo camino de la descolonización al llevar las narrativas mazahuas a su cabina.
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Palabras clave:
Radio comunitaria, cultura popular, globalización
Resumen de la Ponencia:
El mundo de la artesanía paraguaya nos lleva hacia diferentes líneas de investigación: a menudo encubierto por el imaginario que la colonialidad del poder (Quijano, 2000) nos entrega, se considera como algo exótico o ligado al campo de la economía turística, como imagen ficticia para viajantes que, sin embargo, nos lleva hacia una economía informal y circuitos artísticos que enfrentan numerosas dificultades, tanto materiales como simbólicas, para afirmarse. El objetivo que nos ponemos con este trabajo es analizar el eterno dilema entre artesanía y arte, así como el de analizar el papel desarrollado por esta producción en el territorio paraguayo y en el imaginario latinoamericano. Talladores/as de maderas, escultoras/es de arcilla, la estética de los textiles indígenas: labores que identifican y reproducen la cultura paraguaya al exterior del País, crean un imaginario del y sobre el Paraguay. Sin embargo, todas estas labores parecen figurar un territorio subestimado y ambivalente en y por el propio Estado. Por lo tanto, pondremos el foco en las producciones de los/las escultoras/es y talladoras/es de madera y arcilla, así como del arte textil indígena, adentrándonos entre tradición y contemporaneidad, exclusión y sobrevivencia, presencia y encubrimiento en el sistema de producción. En particular, buscamos aclarar la relación entre cultura popular (Escobar, 1987, 2013, 2021; Ortiz, 1996) –con la cual se identifica el arte indígena– y las políticas culturales del Estado, los distintos imaginarios que se presentan a partir de estas distinciones para poner en relieve el tamaño de su producción, su condición de reproducción y apreciación simbólica y material que tiene en el sistema del arte (Becker, 1982) y en el marco de la cultura paraguaya.
Introducción:
Introducción
El trabajo que aquí proponemos se presenta como bosquejo de una investigación en camino acerca de tres sectores del arte popular paraguayo, cuales la cerámica, los tejidos y la talla de madera. Josefina Plá, en su ensayo “La cerámica popular paraguaya” de 1976[1], recopilando las diversidades entre producciones artesanales “principales desarrolladas durante la colonia” (Plá, 2010, p. 94), categoriza la cerámica y los tejidos como producciones que ya tenían base autóctona, mientras que la talla de madera resulta ser un oficio importado. Sin embargo, las tres producciones se intersecan con la experiencia colonial (más bien de las misiones jesuíticas y franciscanas) y/o migratoria (como es el caso del ñandutí, el encaje por antonomasia paraguayo, con origen canario). En estas páginas nos estaremos concentrando sobre la producción de la talla de madera, presentando los primeros resultados esbozados por el trabajo de campo desarrollado en el departamento de Cordillera, en particular en la ciudad de Tobati. Resulta interesante y de relieve esta zona por ser un territorio constituido por diferentes comunidades involucradas tradicionalmente en la producción de este tipo de arte popular y con una larga trayectoria documentada desde la época de las misiones franciscanas y jesuíticas.
¿Por qué consideramos importante, hoy en día, interrogarnos acerca de la producción del arte popular paraguayo? ¿Quiénes son estos productores? ¿Cómo se reproduce este trabajo? ¿Qué tipo de perspectiva usamos a la hora de analizar el problema? Desde un punto de vista de las ciencias sociales notamos que es un campo de investigación que no ha tenido mucha atención. Los estudios más destacables sobre el arte popular paraguayo, seguramente, hacen hincapié en los artistas e investigadores que rodean el asunceno Museo del Barro –entre ellos Ticio Escobar, Osvaldo Salerno y Lía Colombino–, donde es posible visionar parte de las diversas expresiones del arte indígena y popular, así como las producciones visuales, del Paraguay e Iberoamérica, subrayando el carácter pluricultural y multiétnico del país.
Focalizarnos en la producción de la talla de madera de los artistas paraguayos quiere decir investigar lo cotidiano de un considerable número de familias, así como investigar la larga trayectoria y descendencia que esta práctica tiene en Paraguay a pesar del estado de precariedad laboral que los entrevistados evidencian. Hablar del arte popular nos permite observar la heterogeneidad de la producción artesanal del Paraguay, indagar la (compleja) relación entre cultura estatal oficial, cultura eclesiástica, cultura hegemónica, tradición y cultura popular, evidenciando el conflicto entre colonización y simbolismo de los pueblos originarios, enriqueciendo y complejizando las representaciones y el senti-pensar que habita un espacio conformado por distintas capas de sedimentación cultural.
En este trabajo miramos a la producción de los artesanos a través de la reproducción cotidiana de las artesanías y de su difusión en el territorio, para observar los problemas que registran los productores en relación al trabajo en los talleres, al mercado y a la consideración de la artesanía por el Estado a través de su aparato institucional y de sistema de fomento.
Hipótesis del trabajo es que el arte popular debe enfrentarse al arte ilustrado y a la cultura masiva en un marco de desprotección de los productores. Es ya la retórica nacional que, poniendo al centro de su discurso la artesanía, está promoviendo una imagen eurocéntrica y subalterna: el arte popular subalterno al arte occidental que abre a un mercado exótico donde la artesanía (toda, sin distinciones entre tipologías de prácticas) es la matriz que encubre el conflicto social histórico y presente, marcando la subalternidad y marginalidad social de los productores paraguayos. De tal manera, el arte popular parecería ser un sobreviviente de un mundo originario residual (en los términos de Williams [1977], como veremos), destinándolo a una replicación cíclica, pero símbolo de un pasado que aúne los miembros de una comunidad heterogénea.
Para analizar los casos, adoptamos una perspectiva multidisciplinaria que, desde la sociología de la cultura, observe al sistema de cooperación (Becker, 1982) donde se desarrollan las producciones artesanales y nos conduzca hacia una epistemología del sur (Sousa Santos, 2007). Por tanto, se trata de tener en cuenta lo cotidiano a través de una perspectiva de resistencia diaria frente a la subalternidad del mercado con un trabajo que los mismos escultores definen como ancestral o, que, en igual manera, marca linaje de al menos tres generaciones (como se verá). Utilizando entrevistas semiestructuradas y en profundidad hemos podido: a) observar por qué hoy en día sigue siendo importante este oficio para los productores la talla de madera; b) reconstruir el mundo del arte popular entre instituciones, ferias, organización de los productores y valor de las obras; c) identificar las criticidades que encuentra este sistema.
[1] Publicado en el Vol. XI (números 1-2) del Órgano oficial del Centro de Estudios Antropológicos Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción y en 2010 incluido en el libro “Tres escritos sobre arte popular paraguayo: el ñanduti, la cerámica popular y el grabado” por Josefina Pla y editado por la editorial Servilibro.
Desarrollo:
El arte popular entre cultura hegemónica, Estado y práctica diaria
Podemos comenzar este camino dando una definición de arte popular. Según Ticio Escobar (1987), este es “el conjunto de formas que producen ciertas comunidades subalternas buscando replantear sus mundos” (en Plá, 2010, p. 9). Esta definición nos impone ya algunos desafíos. Uno de los primeros es reflexionar sobre la colonialidad del poder (Quijano, 2000), es decir sobre aquellas estructuras eurocéntricas que, en los contextos latinoamericanos, como el Paraguay por el apunto, genera exclusión y subalternidades, poniendo en tensión el poder hegemónico con la producción popular de lo cotidiano.
En el campo del arte, estas estructuras, según Escobar (2021) atribuyen a una determinada producción del arte un aura por su posición en los circuitos dominantes, cuales museos, galerías, ferias, bienales, etc.; mientras que otra producción se carga de aura por su pertenencia a sistemas culturales diferentes (alternativos), como los indígenas, volviendo excepcionales ciertas cosas y vinculándolas a sus prácticas sociales, creencias y diversidad de valores. Ubicándose en los márgenes, el título de arte es otorgado por el encuadre institucional, haciendo emerger un centro y una periferia en el mundo del arte. Por ende, la activación de esa aura se concretiza como acto político, o, más bien, micropolítico, en cuanto confiere espacio a fuerzas creativas, deseantes, independientemente del aval que pueda otorgarle su institucionalidad o confiere membresía en el arte hegemónico. Por tanto, investigar el mundo de producción del arte popular paraguayo, nos permite acercarnos a estas “fuerzas deseantes y creativas” que construyen, diariamente, también un imaginario del Paraguay.
El mundo de la artesanía nos permite reflexionar acerca del concepto de arte desde una perspectiva no occidental, donde el arte es entendido como forma del ordinario, donde la genialidad es colectiva (y no individual), la tradición o la innovación surgen por contactos y tiene un carácter de reproducción semi-serial, que va más allá del alcance estético, anteponiendo a este los significados sociales. Escobar, en distintos trabajos (2008, 2013), la define más bien como arte popular, reivindicando no solo una posición marginal del indígena o mestizo, sino como creador y productor, por ende, un sujeto sensible e imaginativo que aporta figuras y soluciones al patrimonio simbólico universal. El arte popular, por tanto, se afirma desde la diferencia como desafío a la cultura hegemónica, poniendo frente a esa una cultura alternativa. De esta manera, el arte popular permite identificar no solo una carencia que la identifica como el arte de los márgenes, sino hace emerger los escamoteos (De Certeau, 1990), jugadas activas que –sostienen Rolnik (2019) y Escobar (2008)– construyen subjetividades colectivas, capaces de evidenciar una apuesta activa de construcción histórica, interpretación del mundo y afirmación de identidades.
Esta diversidad social, sin embargo, es ocultada a través una cultura oficial estatal (en algunos aspectos hegemónica) que se nutre de las tradiciones culturales, asimilándolas y mitificándolas, según Escobar (1987, p. 91). De hecho, asumiendo lo popular como una forma de tradición ajena a las dinámicas sociales, esto sufre una banalización, que lo transforma en una entidad homogeneizadora que anula diferencias, dependencia y dominación. De tal modo las obras del arte popular “se cosifican, lo específico se vuelve típico; lo propio folclórico” (Escobar, 1987, p. 81). Si Escobar, en 1987, en su excelente texto El mito del arte y el mito del pueblo, releva una escasa atención del Estado hacia el arte para promocionar sus mitos (1987, p. 93), hoy en día esto ha cambiado en la retórica simbólica, que pone en escena algunas de las particulares producciones artesanales confiriéndole el grado de tradición común a todo el pueblo. Lo que se cumple es por tanto una selección de una tradición, es decir, se da una “versión intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y de un presente preconfigurado, que resulta (…) operativo en el proceso de definición e identificación cultural y social” (Williams, 2019, p. 153) que corresponde a un interés de la dominación cultural. Desde esta perspectiva, la artesanía resulta ser una práctica fronteriza entre lo arcaico y lo residual, es decir un proceso cultural del pasado que, pero, aún resulta ser un proceso cultural contemporáneo. Es, por lo tanto, esta característica de ser un proceso cultural aún viviente y productivo que confiere a la artesanía esta ambivalencia: por un lado, su cooptación “selectiva” por la cultura oficial estatal, por el otro, su ser cultura popular que la hace práctica pulsante de lo cotidiano presentando una relación simbólica alternativa e incluso de oposición con respecto, en este caso, a la cultura oficial estatal, a pesar de haber sido incorporada.
Es por esta razón que es necesario interrogarnos junto a los productores cómo el arte popular, en su aspecto de talla de madera, se reproduce hasta hoy evidenciando las condiciones de producciones.
Pasado y presente de la talla de madera: de las misiones a la crisis de los talleres
Cuando entramos en un taller de un escultor de madera paraguayo, con mucha probabilidad nos estamos poniendo en contacto con un oficio que atravesó diversas generaciones de una o más familia. En la sola ciudad de Tobati se cuentan al menos una quincena de escultores de madera con sus talleres y distintas galerías dedicadas a este tipo de arte. Las tipologías de tallas son de las más diferentes por estilo y objeto, utilizando desde la raíz en timbó hasta el palosanto, pasando por el cedro. En estos talleres se encuentran historias de generaciones, cruces entre familias e historias. Como evidencian los relatos de los entrevistados, la artesanía paraguaya tiene un carácter hereditario y colectivo. De esta característica encontramos apuntes en los diarios de las misiones. Como relata Escobar (2008, p. 17), el jesuita Parras, lamentando el poco entusiasmo de los guaraníes reducidos en la religiosidad, señalaba como los indígenas en sus espacios privados no perdían ocasión para mantener sus tradiciones, transmitiéndolas de padre en hijos. De este vigor es también el oficio de los artistas populares paraguayos. De hecho, los entrevistados sostienen que casi todos han aprendido la talla de madera en talleres familiares, evidenciando como este se transmite por lo menos desde tres generaciones. Quizás el caso más paradigmático sea lo de la familia Páez, heredera de la tradición del santo apohavá Benjamin (siglo XIX-XX), pasando por la obra del reconocido Zenón Páez, para llegar a su hijo Urso Páez, actualmente en actividad. Los talleres, de esta manera, se pueblan de personas externas a la familia (o al linaje directo), permitiendo la difusión del oficio y la abertura del campo de la artesanía. Al mismo tiempo, los talleres resultan sede del cruce entre el universo simbólico guaraní con la penetración colonial. Un ejemplo puede ser el taller del artista Néstor Portillo, especializado en la máscara kambá, utilizada para venerar el día de los Reyes magos. A tal propósito, nos explica Portillo, que después de la Guerra Grande en la comunidad del Rosado (Tobati) quedaron dos imágenes, una de San Baltazar y la otra de Gaspar, entonces los paí completaron los reyes magos. Desde entonces, para esta festividad se usan las máscaras, las personas se disfrazan y bailan en un kambá kuá.
Estas historias y genealogías nos permiten reconstruir la popularidad de este arte e identificar un cruce presente en la tradición de la talla de madera entre los colonizadores, el cristianismo con las misiones franciscanas y jesuíticas y los pueblos guaraníes. Como evidencia Escobar (2008), en la artesanía hay tres momentos que describen el conflicto con la colonización, los cuales no son consecutivos, sino están en contemporánea presencia. Estos son: 1) un momento aculturativo; 2) un momento autoafirmativo; 3) un momento transaccional.
El momento aculturativo, consistió en la represión y la devastación de grandes áreas de estas culturas, arrasadas por la dominación colonial. Ciertas formas fueron aniquiladas y sustituidas por otras impuestas. Esto fue posible por la presencia de las misiones jesuíticas, las cuales intentaban remover los dispositivos de la cultura guaraní incompatibles con la reducción de los pueblos indígenas, cuales rituales, ceremonias, la palabra mítica, los sistemas de creencias y valores de los pueblos reducidos (Escobar, 2008, p. 9).
El segundo momento marca una acción autoafirmativa: la resistencia indígena, expresada tanto en forma activa a través de rebeliones violentas, así como ejercida mediante diversas estrategias. De hecho, aunque reducidos los guaraní lograron conservar cierta sensibilidad estética, así como determinado sentido de la expresión y de concebir el espacio, preservando aquellas prácticas tradicionales y sobre todo el uso de formas identificativas de los indígenas (Escobar, 2008, p. 10).
Finalmente, las situaciones transaccionales representan un momento en que la comunidad, conservando su particular sensibilidad estética, reformula sus códigos simbólicos para asimilar imágenes demasiados diferentes a las que tramitan ellos (Escobar, 2008, p. 10).
En esa franja descubierta, los indígenas, y luego los mestizos y los criollos, lograron en muchos casos tergiversar el sentido de los signos dominantes y asegurar un cierto terreno donde asentar la memoria, resguardar cierto capital simbólico y apoyar proyectos propios (Escobar, 2008, p. 8).
De hecho, los registros de la época de los talleres en reducción tenían el objetivo de reproducir figuras en lugar de desarrollar la creatividad de los indígenas, subrayando la potencia de la imagen para la colonización. De hecho, se trataba de acrecentar el esplendor del culto cristiano transmitiendo los contenidos de la catequísticos, evitando la ociosidad de la comunidad indígena (según los diarios de los jesuitas misioneros) y resolver los problemas de una alfabetización restringida que la imagen permitía ampliar. Sin embargo, las obras creadas en los talleres iban adquiriendo su originalidad escamoteando y evidenciando los límites del proyecto colonizador. Este aspecto, haciendo las debidas diferencias, es aún mantenido por parte del Estado al momento de patrocinar las producciones artesanales, pidiendo reiteradamente el mismo trabajo, sin incentivar la innovación, repitiendo la tradición de la talla de madera sic.
Sin embargo, los talleres siguen siendo un espacio de creación, reinterpretación y reproducción. En las entrevistas se destaca como la enseñanza se basa en la observación, en el preguntar y, de ahí, ir aprehendiendo, despertando inquietudes del arte dentro de cada uno. Aún así, la innovación de las esculturas no es una cuestión que se enfrenta en todos los talleres. Esto se verifica sobre todo por la dependencia económica que los productores tienen en relación con el mercado y nos conduce hacia otro problema puesto en relieve por los entrevistados: el abandono de la artesanía, a pesar de su difusión.
La transmisión del oficio es hoy puesta en crisis a pesar de que la artesanía dé de vivir a muchas familias. Nos corresponde preguntarnos: ¿Por qué? Aquí identificamos algunos problemas estructurales del Paraguay, que se reflejan en el mundo del arte popular: la elevada informalidad del trabajo y la escasa protección tanto para los productores como para sus creaciones. Intentamos ir con orden. El grado de difusión de la artesanía en Paraguay muestra una notable ambivalencia entre la retórica de valorización y su progresivo abandono. Los entrevistados son escultores de madera con distintas producciones, que van desde la santería hasta la producción de las máscaras típicas de las ceremonias (evidenciando un mestizaje de estas), pasando por pieza sui generis, por ejemplo, como “El ajedrez de la Guerra Guazú” o la colección “El Cielo” de cien santitos (custodiada en el Museo del Barro) –ambas creaciones de Zenón Páez y hoy a firma de la familia. Muchos de ellos tienen reconocimientos internacionales y exposiciones también en el exterior. Sin embargo, las entrevistas destacan vidas precarias donde es necesario dedicar menor tiempo a la artesanía para concentrarse en un segundo trabajo que permita sobrevivir en la cotidianidad. Quienes no tienen un segundo trabajo pueden contar con el apoyo de su núcleo familiar cuando la venta de los trabajos no alcanza.
El progresivo abandono, según los entrevistados, es debido a tres factores principales del oficio: la imposibilidad de vivir de artesanía; los límites en el trabajo diario; y la dificultad siempre mayor de conseguir mercados para estas producciones. Esta contracción, en opinión de los entrevistados, se puede relevar en la reducción de las renovaciones de licencias de artesanos en el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA). Sin embargo, debemos aclarar que este dato es más bien una sensación de los actores en este mundo por comunicaciones personales en las redes de artesanos y no un dato estadístico, considerado que este resulta estar indisponible y, pero, en proceso de elaboración por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en colaboración con el IPA (según comunicación de septiembre de 2021).
Los limites en el trabajo nos ilustran un problema estructural que se repite en el curso de la historia paraguaya. Como hacen notar Escobar, en su trabajo de investigación acerca del trabajo artesanal en las misiones (2008), y Plá (2010) un problema recurrente era la falta de recursos técnicos. En 2022, este tipo de escasez sigue condicionando el trabajo de los artistas populares. Los entrevistados evidencian como las herramientas para utilizar son de varios géneros, pero se presentan dificultades a la hora de conseguirlas en Paraguay. A menudo, este problema puede ser solucionado gracias a las redes familiares, o de clientes en otros países, como Argentina o de Europa, planificando encomiendas. La cercanía con Argentina permite acceder a herramientas de muy buena calidad y con precios más accesibles, mientras se destaca que en Paraguay existen siempre menos lugares donde conseguir herramientas y los precios resultan estar más altos. Junto a las herramientas, a menudo, resulta siempre más complicado conseguir madera de buena calidad, es decir la materia prima. Un entrevistado subraya que una de las maderas más utilizada en la tradición guaraní es el cedro, sin embargo, actualmente resulta difícil conseguir este tipo de madera. Otro limite es presentado por una carencia infraestructural: los lugares donde surgen los talleres resultan estar inadecuados. Algunos trabajan en su propia casa, sin poder dividir el ambiente de trabajo con el ambiente doméstico. Otros denotan lugares de trabajos personales con límites estructurales que no permiten el utilizo de maquinarías ad hoc.
Finalmente, la dificultad de acceso a mercados de artesanía evidencia distintos problemas dentro del mundo de la producción: por un lado, la vasta heterogeneidad de artesanía resulta generar un mercado desequilibrado que no tiene en cuenta de distintas producciones y respectivos precios. Por el otro, la influencia de los canales de comercialización de la industria masiva. Para enfrentar estos dos problemas es necesario concentrarnos sobre los actores que rodean el mundo de la artesanía.
El sistema paraguayo de la artesanía y el mercado
Howard Becker, en Los mundos del arte (1982), ponía la atención en la cooperación que cada obra de arte guarda atrás de sí, a pesar de que esta no sea directamente evidente al público. Esta cadena de cooperación genera una división del trabajo en el mundo artístico donde distintos actores saben lo que tienen que hacer, es decir, responden a las reglas del juego, para que este sea reproducible y también previsible, en una cierta medida, o sea pueda contestar a diversos cánones que determinan su salida al mundo.
En el apartado anterior hemos visto algunas criticidades del sistema de cooperación, unas relativas a la experiencia del mismo productor/creador, otras inherentes al conjunto de personas y entes que deberían facilitar la conclusión y reproducción del trabajo artístico.
Gracias al material recogido a través de las entrevistas, hemos podido reconstruir parte de este sistema que debería permitir al productor de finalizar su creación.
Dos actores que fomentan el trabajo artístico y artesanal en el Paraguay son dos instituciones: el Fondo Nacional de Cultura y las Artes (FONDEC) y el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA). Con la institución de FONDEC en 1998 (con la ley 1.299 de creación del Fondo Nacional de Cultura), el Estado paraguayo se pone el objetivo de promover y financiar de manera inclusiva las actividades culturales en el territorio paraguayo[1]. Otro ente es el IPA, fundado en 2004 (con la ley 2448), con el objetivo de promover la artesanía nacional, estimular y proteger al artesano, así como buscar canales de comercialización (podemos leer en su sitio web[2]).
Este marco de sostén creado por el Estado, sin embargo, parece no satisfacer las necesidades de los productores, que evidencian en este sistema una falla. A pesar de tener dos instituciones que se preocupan de las artes populares, los artesanos relevan la escasez de instancias donde sea posible hacer circular sus producciones. Sin embargo, FONDEC está concediendo diferentes recursos para fomentar talleres de talla de madera, suportando la compra de materiales y una difusión de la enseñanza, pero a través de un sistema que involucra diversos pasajes burocráticos que a veces resultan poco accesible para la población en cuestión.
Los artesanos, entre los canales de venta, han señalado distintos métodos, cuales la participación a ferias o expo, la venta a galería en shoppings, y la venta particular que pueden autogestionar familiarmente.
La existencia de ferias de artesanía o de las llamadas expo, a menudo promovidas por fundaciones, resultan ser momentos para vender las obras. Sin embargo, la heterogeneidad de arte popular se transforma en un límite: los distintos tipos de arte se concentran en un mercado común que no tiene cuenta de las diferencias entre las tipologías de producciones. Las esculturas de maderas resultan ser poco competitivas en estos mercados por las disparidades de precios entre esculturas y utilerías en madera, cuero y tejidos de la tradición guaraní del a‘o poí y del ñanduti. Por tanto, lo que emerge es la exigencia de mercados públicos y exposiciones preparados para la escultura, frente a la presencia siempre mayor de bisutería y utilerías doméstica y cotidiana.
La opción de los shoppings resulta ser muchas veces, en una condición de precariedad, la más atractiva. Si bien se destaca una ganancia menor con respecto a la venta particular llevada por los artistas, ofrecer los trabajos a una tienda de artesanía representa un ingreso inmediato. Sin embargo, denotan una pérdida de valor, en cuanto la misma obra tendría mayor valor si fuera vendida particularmente.
La influencia de la industria masiva sobre el trabajo particular de los artistas populares se está haciendo siempre más incipiente, poniendo en riesgo la reproducción de un trabajo original y único. El caso más emblemático reportado también por la prensa[3] fue en 2021 cuando un empresario quiso prohibir a las integrantes de la Asociación de Mujeres Alfareras Nativas de Caaguazú-Itá la fabricación –pues la venta– de sus hornitos de barro (tatakuá) para que esta fuera concentrada, a través de una licencia comercial, en las manos de la empresa. Otro caso, menos conocido es la reproducción del Ajedrez de la Guerra Guazú, ideado por Zenón Páez y que hoy es reproducido por su hijo Urso Páez. A tal propósito, un empresario comenzó una reproducción de la obra gracias a un taller externo de reproducción. El efecto de estas acciones comporta un desvalor de la obra original, en cuanto reduce la calidad de la manifactura y desprestigia la autoría originaria, generando una competencia desleal a través de un mayor número de ejemplares en el mercado. Al mismo tiempo, alterarían los cánones que forman el valor de la obra según algunos de los entrevistados, cuáles: 1 – las horas de trabajo; 2 – el gasto en herramientas; 3 – los gastos de materia prima; 4 – valor de la creación (y originalidad); 5 – la firma.
La red de distribución privilegiada por estos artistas populares se concentra principalmente en la red de contacto ahora suportada por las redes sociales personales. Estas redes, pero, tienen efectos sobre el tipo de producción que se debe hacer: no permiten diversificar la producción, en cuanto pendiente de pedidos exclusivos que principalmente hacen hincapié en la santería. El efecto de este sistema es debilitar los reconocimientos que las instituciones han otorgados a varios de ellos, poniendo en crisis la reproducción del trabajo de la talla de madera.
Esta serie de problemas pone en evidencia la ambivalencia de la organización del mundo artesanal: por un lado, encontramos instituciones pensadas para fortalecer el trabajo de los artesanos, otorgando financiamientos, promoviendo ferias; por el otro, no hace foco sobre las condiciones precarias actuales de muchos de los artesanos del Paraguay, no solo económica y laboral, sino también infraestructural y geográfica. Los artesanos siguen tallando madera, esculpiendo y a veces innovando sus formas y obras, sin embargo, el trabajo realizado difícilmente dejará el lugar de creación. Al mismo tiempo, la valorización de la artesanía choca con su misma diversidad, incurriendo en una desvalorización del propio patrimonio. Sin diferenciar los diversos diseños creados, se abre una brecha para la competencia de reproducciones industriales, poniendo en riesgo su reproducibilidad con la complicidad de un marco legal con leyes más entrenadas para el mercado y menos adaptables a un tipo de producción a veces no formalizada, dejando desprotegidos las producciones y los productores colectivos o artesanos y artistas populares.
[1] https://www.fondec.gov.py/index.php/institucional/mision-vision y https://www.fondec.gov.py/index.php/institucional/marco-legal (consultado el 20 de enero de 2023).
[2] https://www.artesania.gov.py/index.php/institucion/quienes-somos (consultado el 20 de enero de 2023).
[3] https://www.hoy.com.py/nacionales/empresario-busca-prohibir-que-artesanas-fabriquen-tatakua-portatil-denuncian (consultado el 20 de enero de 2023)
Conclusiones:
Conclusiones
Con este breve texto quisimos evidenciar que hablar de arte significa también tratar e indagar desigualdades y subalternidades, remarcando como atentas políticas culturales, en escuchas de los productores, podrían aportar una transformación social. Pero no debemos ser ingenuos y ocurre descubrir el encubrimiento.
La parte fundamental es la parte cultural, el folclore que mantiene de acuerdo las diferentes tipologías de artesanías. Eso es lo principal, es decir mantener las diferentes culturas del territorio unidas. Pero, a parte eso, la artesanía da de comer a muchísimas familias acá en Paraguay, en Tobatí, en Atyrá, en Misiones, pero no hay una organización que sostiene a las familias artesanas de Paraguay. Porque si había ayudaría a miles de personas a tener una entrada de dinero y no iban a tener necesidades (Entrevista no. 4).
El arte popular de la talla de madera resulta ser una actividad muy difundida en el territorio en cuestión. Sin embargo, a pesar de su popularidad, parece reproducir su subalternidad. Como elemento residual, la artesanía demuestra ser un oficio de resistencia de un universo simbólico que quisiera reproducirse para descifrar un contexto social diferente, que, pero, está atado por las fuerzas del mercado y de la precariedad económica, a una forma cíclica y arcaica. Relegar la artesanía en una forma arcaica significa reconocerla “plenamente como elemento del pasado”, capaz de ser “revivido solo de un modo deliberadamente especializado” (Williams, 2019, p. 161), privándola de su conexión con el presente. Detrás de la banalización folclórica que se hace de la artesanía, hay por debajo una estructura social que sigue reproduciendo con dificultades un oficio que, si en pasado era definida como tarea varonil, hoy acerca a muchas jóvenes en los talleres que siguen existiendo entre varios escamoteos. Como pudimos observar, la atención de los mismos productores se focaliza en los distintos niveles de la cadena de cooperación que está por detrás al trabajo de cada escultor de madera. Podemos destacar aquí la emergencia de un desorden dentro del sistema que no es funcional a la puesta en valor de la obra, obligando los artistas a encontrar alternativas desde el momento comercialización a lo de producción en los talleres. Los canales de venta, las dificultades de encontrar herramienta y buena materia prima, los problemas de infraestructura, la heterogeneidad de los mercados de artesanía, la desprotección en términos de derechos, la repetición del trabajo desarrollado en dependencia de “los pedidos”, representan un conjunto de factores que influyen sobre la estabilidad o precariedad del trabajo de estos escultores, así como sobre la posibilidad de crear o innovar su propio repertorio.
Bibliografía:
Bibliografía
Becker, H. (2008). Los mundos del arte. Sociología del trabajo artístico (J. Ibarburu, Trad.). Bernal: Universidad Nacional de Quilmes Editorial. (Art worlds, 1982).
De Certeau, M. (2000). La invención de lo cotidiano (A. Pescador, Trad.). México: Universidad Iberoamericana. (L’invention du quotidien, 1990).
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Escobar, T. (2008). SANTO Y SEÑA. Acerca de la imaginería religiosa misionera y popular en el Paraguay. En Centro de Artes Visuales/Museo del Barro (Eds). Catalogo Imaginería religiosa (pp. 8-42). Asunción: Centro de Artes Visuales/Museo del Barro.
Escobar, T. (2013). Arte indígena: el desafío de lo universal. Revista Casa de las Américas. 271, 3-18.
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Palabras clave:
arte popular; talla de madera; Paraguay
Resumen de la Ponencia:
O cotidiano da vida na cidade traz consigo outras possibilidades de relações sociais que fazem desse espaço um local rico para estudos da sociologia e outras ciências, ao buscar compreender os processos, os embaraços, as interferências exercidas na vida dos indivíduos, a convivência na diversidade, as relações sociais de trabalho, entre outras questões. Dessa maneira, alguns sociólogos, como Georg Simmel, se dispuseram a estudar e entender os efeitos individuais para se viver em grandes cidades e ampliar os vínculos sociais, estando rodeado de milhares de outros indivíduos e podendo sentir-se solitário ao mesmo tempo. Percebe-se que ao longo do processo de formação dos núcleos urbanos, elas foram tornando-se ambientes tanto da presença de diversidades culturais e sociais quanto de disputas pela influência de grupos que foram se destacando nesse processo. Assim, dentro de uma mesma cidade as disputas possibilitaram a ampliação de novos vínculos sociais e a segregação coagida ao acentuarem diferenças, desigualdades, diminuição de redes de ligação e maior dificuldades em obter acessos como ensino, moradia, transporte etc. Dessa forma, o ponto central da vida moderna, de acordo com Simmel, seria o conflito entre o indivíduo e a sociedade, sendo este a matriz fundadora dos vínculos sociais. E, portanto, perceber o tipo de individualidade que a cidade grande estimula é um dos aspectos fundamentais para que se perceba que, na medida em que os círculos sociais são ampliados, a individualidade também é expandida e os efeitos da ampliação dos grupos sociais e dos vínculos que se estabelecem em seus círculos podem ser percebidos por aspectos de identificação. Assim, quando existem interesses comuns, os indivíduos adotam comportamentos de cooperação e de colaboração mútuo para que seus interesses se realizem de forma coletiva e, consequentemente, ampliando seus círculos sociais com práticas comuns. Dessa forma a sociedade existe onde quer que vários indivíduos entrem em interação. E a participação dos indivíduos nas mais variadas relações sociais, além de fazerem a sociedade, criam interações nos círculos de interesses pessoais e assim desenvolvem as suas individualidades seja em relações de caráter inteiramente transitórios ou mesmo permanentes, de forma contínua. E assim, cada indivíduo ao se contrapor a individualidade do outro dá significado a sua própria individualidade com paradigmas semelhantes e, por isso, interagem.Resumen de la Ponencia:
Cuando se nombra la palabra teatro se piensa en grandes espacios con telones de terciopelo, taquillas con boletería costosa y actores en camerinos con luces despampanantes a los que nadie puede acceder. Sin embargo, los movimientos crecientes de arte popular han hecho que este concepto arraigado a nuestras mentes se re-configure y le de nuevas y distintas características a esta palabra, una de estas características es lo comunitario. Esta ponencia pretende relatar de manera cercana estas prácticas que mantienen vigente el teatro comunitario y su vez explicarse por qué los grupos de éste género suelen ser de larga trayectoria. Este fenómeno social que ha ido tomando fuerza en países como Argentina y Colombia ha contado con poca investigación desde la academia sobre todo en el segundo país, pese a que el registro de los primeros grupos enfocados en teatro comunitario datan desde hace más de 40 años; por eso está ponencia toma planteamientos teóricos de de Augusto Boal con la estética del arte (que él explica) y desde la sociología del arte como las apuestas de Pierre Bourdieu y Néstor García Canclini para fortalecer está falencia. Tomando en cuenta lo anterior y sumado a la cantidad de grupos de teatro comunitario de los que se tiene registro en Colombia (32 según la Red Colombiana de Teatro Comunitario) este documento se vale de la historia y arte de dos representantes de este género teatral, Teatro del Sur y Teatro Experimental de Fontibón con los que se puede empezar a entender cómo realizando una labor artística con enfoque comunitario y manteniéndola a través de los años pueden seguir trabajando gracias a lo que los mismos grupos llaman "la construcción de tejido y resistencia social". Finalmente, con el proceso investigativo se pudo entender las dinámicas de creación, circulación y organización de los grupos de teatro comunitario, revisando las similitudes entre su trabajo y presentación de esta manera se le da título a la ponencia "El Teatro Comunitario como Constructor de Tejido Social".Resumen de la Ponencia:
Una de las formas en las que una comunidad manifiesta sus elementos identitarios es a través de la celebración de fiestas populares, en ellas es común encontrar componentes propios de la región que caracterizan a sus habitantes, sus usos y sus costumbres, pues es una forma de reproducción del Patrimonio Cultural Inmaterial PCI local.
Tultepec es un municipio ubicado al norte del Estado de México que tiene reconocimiento por ser un lugar en el que un gran numero de sus habitantes se dedican al oficio de la pirotecnia. Es de esperar que un sitio con renombre cuente con un amplio calendario de fiestas a lo largo del año en el que se haga uso de la pirotecnia.
La celebración más importante es la que se lleva a cabo en honor al santo de los pirotécnicos, San Juan de Dios, misma que toma lugar junto a la Feria Internacional de la Pirotecnia -entre los dos primeros fines de semana del mes de marzo- y una de las actividades más importantes que toman lugar durante estos días es el recorrido y quema de toros pirotécnicos. Los toros pirotécnicos son estructuras hechas con carrizo y forradas haciendo uso de la técnica de cartonería y son diseñadas por grupos conformados por familias, vecinos, colegas o amigos. La estructura del toro juega un papel importante ya que tiene un arraigo importante sobre el grupo y eso se refleja a través del diseño y la decoración de las estructuras, pues en ellas se plasman los elementos simbólicos más representativos de la comunidad.
El objetivo de este escrito es analizar la forma de socialización que se deriva de una práctica de reproducción del Patrimonio Cultural Inmaterial PCI local para su salvaguardia a través de la creación de toros pirotécnicos, tomando en cuenta la valoración simbólica análoga a los tótems y su representación física como churingas, tal cómo lo plantea Emile Durkheim (2012) en Las formas elementales de la vida religiosa.
El proyecto fue desarrollado con el método etnográfico, que permitió tener un acercamiento con los actores para experimentar junto a ellos la elaboración de un toro monumental y comprender el apego que tienen por los símbolos de representación y cohesión colectiva, mismos que son compartidos por cada grupo que forma parte de la fiesta y la comunidad.
Introducción:
Introducción
Tultepec es un municipio ubicado en el Estado de México que se destaca por su gran producción de artificios pirotécnicos en México, pues la mayor parte de parte su población se mantiene gracias a este oficio. Es importante mencionar que la pirotecnia resulta ser una actividad de alto riesgo para las personas que la desarrollan, se le tiene gran respeto, ya que es la actividad que les provee del sustento diario, pues es fundamental para la vida cotidiana en Tultepec, pues de ellos depende, en mayor medida, que exista un flujo en la economía local.
Es de esperar que un pueblo con una tradición pirotécnica con más de cien años de existir tenga una temporada de fiestas y celebraciones muy amplia, las cuales abarcan desde las fiestas religiosas, hasta las fiestas civiles, mismas que contienen al menos dos elementos de gran importancia para sus pobladores: fuegos artificiales y música.
En marzo se lleva a cabo una de las celebraciones con mayor reconocimiento a nivel internacional; la Feria Internacional de la Pirotecnia (FIP) que se volvió Internacional a partir de 2018 cuando se incluyó a otros países como participantes del festejo. La FIP es el evento más grande que tiene nuestro país, incluso a nivel Latinoamérica, en el ámbito pirotécnico. Durante la FIP es posible identificar las habilidades, conocimientos y destrezas que tienen los pirotécnicos mexicanos en el manejo de la pólvora, mismas que se ponen a prueba en concursos donde es posible comprobarlo.
El evento más importante de la FIP es el recorrido y la quema de toros pirotécnicos, que por lo regular toma lugar el día 8 de marzo, día que se celebra a San Juan de Dios dentro del calendario santoral católico. El recorrido –o boyada- es una tradición que lleva arraigada al municipio desde antes de la creación de la Feria de la Pirotecnia, por lo que tiene una gran historia detrás.
El objetivo de este escrito es analizar la forma de socialización que se deriva de una práctica de reproducción del Patrimonio Cultural Inmaterial PCI local para su salvaguardia a través de la creación de toros pirotécnicos, tomando en cuenta la valoración simbólica análoga a los tótems y su representación física como churingas, tal como lo plantea Emile Durkheim (2012) en Las formas elementales de la vida religiosa.
Desarrollo:
Recorrido Socio histórico de la representación del torito pirotécnico
Antes de que en Tultepec se manifestara el toro pirotécnico como una figura importante de identificación social para sus habitantes, la artesanía atravesó por un largo viaje en el que su interpretación simbólica tuvo diferentes representaciones y significaciones en los espacios y los momentos en los que se concibió.
En la antigüedad se le asignó una significación sobrenatural a los toros, pues se pensaba que eran animales con un poder que asociaban con la fuerza de sus dioses, incluso se les representaba de esa manera, las civilizaciones que tenían un apego particular por los toros fueron los egipcios, los chinos, los hindúes, los mesopotámicos, los griegos, los romanos, entre otros.
La civilización romana fue la que ha tenido mayor influencia sobre la tradición de los toritos pirotécnicos, pues durante los espectáculos en los coliseos se solía luchar contra animales, entre ellos los toros.
Más adelante cuando se adopta el catolicismo en Europa, España desarrolla una serie de tradiciones de características de su cultura, entre ellas encontramos la tauromaquia y la tradición pirotécnica.
La tauromaquia es una serie de tradiciones compuestas por espectáculos en los que una persona aturde a un novillo hasta darle muerte. Se considera que la muerte del toro y su sangre derramada es un ofrecimiento de tributo u ofrenda a dios y a los santos para que otorguen bendiciones a la población durante el ciclo agrícola y productivo. Además de la corrida, existen otras dos tradiciones por las que se reconoce la tradición de la tauromaquia en España. Los sanfermines o el encierro, es una carrera junto a los novillos que se llevan desde el corral hasta la plaza de lidia, en ella las personas huyen de los animales al mismo tiempo que los dirigen a la plaza de toros. Por último el toro embolado o el toro júbilo es una tradición nocturna en la que un toro recorre las principales calles de los poblados para otorgar luz en el camino, al toro se le cubre de lodo en el cuerpo para evitar quemaduras y en los cuernos se les colocan astas en las que se anudan bolas de cera o cebo que son encendidas para generar una llama.
Si bien en la actualidad estas tradiciones son cuestionadas por movimientos ambientalistas y de derechos animales, son un referente para el estudio del torito pirotécnico en la actualidad.
La tradición pirotécnica española se configura junto a las celebraciones católicas, que hicieron uso de la pólvora para llevar a cabo las fiestas patronales. La pólvora llega a España desde los viajes de Marco Polo y el comercio con las comunidades árabes de las que los españoles aprendieron el oficio.
En España se desarrollaron espectáculos como los castillos de luces, los correfocs, o las fallas, que son espectáculos representativos de las comunidades españolas durante la época medieval, en la que se asentó el catolicismo y la fe cristiana.
Durante el periodo de evangelización católica en la Nueva España, parte de las estrategias utilizadas por los monjes fue el uso de espectáculos que motivaron la participación de los indígenas. Se dio pie a la creación de plazas con las que celebraban corridas de toros, se recreaban escenas de la biblia a través de obras teatrales y se cerraba con el uso de la pirotecnia.
El torito pirotécnico nace debido a la experimentación con un toro real, al que en 1585, cuando se recibió al Marqués de Villamanrique, Pedro Moya de Contreras ordenó que se soltaran doce novillos con los cuernos encendidos para iluminar la plaza mayor (Mantecón Vázquez, 2017, pág. 165), además de que se les prendieron petardos para embravecerlos más de lo acostumbrado. Otro acontecimiento que marca el nacimiento del torito pirotécnico fue en el año 1622 que se celebró la canonización de San Ignacio y San francisco Xavier, motivo por el cual se hizo una quema de castillos y toritos en su honor, el evento fue tan bien recibido que fue del agrado de los asistentes. Por aproximadamente una semana se repetía este ritual para festejar la a los santos. (Mantecón Vázquez, 2017, pág. 169). Durante esta celebración ya se recreaban los toritos encohetados y empezaron a ser incluidos en las fiestas patronales.
Más tarde y con el manejo de la cartonería, se crearon técnicas que ayudaron a transformar la figura del toro pirotécnico, adecuándolo a las proporciones de un animal tal como este sería en la realidad. El toro encohetado se volvió una gran novedad y, para poder modificarlo, se hizo uso de armazones de madera y palitos de carrizo, que simulaban al toro, también se le agregó juguetería pirotécnica como algunas luces y truenos que sobresalían de la estructura. La persona que suele cargar al toro se cubre la espalda con un petate de palma que es resistente a las chispas que se producen por la combustión de los cohetes.
El torito es una artesanía que ha evolucionado junto a la pirotecnia mexicana, los primeros talleres en los que se trabajaba con pólvora se encontraban en lo que ahora es el sur de la ciudad de México, incluso aún se encuentran familias que heredaron la tradición traída por los colonizadores. La pirotecnia comenzó a desarrollarse como un oficio al que estaban dedicados algunos indígenas que se ubicaban fuera de la Ciudad de México, en zonas que hoy ubicamos en las delegaciones Tláhuac y Milpa Alta. Es en estos sitios donde se asentaron algunos de los primeros artesanos pirotécnicos de México, quienes son los que desarrollaron nuevas estructuras con las que se crean los espectáculos actuales, el ejemplo más puntual es el de las torres de castillo.
El torito pirotécnico llegó a Tultepec con la tradición pirotécnica de la ciudad de México, pues se tienen registros en archivo municipal desde el año 1958 en los que ya se contempla a los primeros artesanos de la zona. Para 1880 el oficio de la pirotecnia ya está asentado y empieza a crecer como una actividad propia del municipio.
Existe una leyenda en torno a un milagro ofrecido por San Juan de Dios que plantea que en una ocasión unas personas que fueron al tianguis a comprar dejaron encargados unos costales en una cocina en la que se solía vender comida, las personas que los dejaron comentaron a los dueños que más tarde pasarían a recogerlos, sin embargo, terminó el día y no pasaron a recogerlos. Los dueños de la cocina decidieron guardar los costales en caso de que las personas regresaran después; pasaron los días, semanas y meses y jamás regresaron.
Al transcurrir el tiempo ocurrió un accidente en el que todo lo que estaba en un almacén de la cocina se quemó, dicho almacén contenía los costales que fueron encargados meses antes. Una vez apagado el fuego, los dueños se percataron de que todo estaba calcinado excepto los costales.
La curiosidad de las personas los hizo abrirlos y para su sorpresa encontraron carbón que protegía un cuadro con características religiosas. Más tarde esto se llevó a la iglesia de Santa María donde les ayudaron a investigar el origen la imagen, que resultó ser San Juan de Dios que tenía popularidad entre las personas que sufrían quemaduras y por tanto fue adoptado por los pirotécnicos como su protector durante su jornada de trabajo.
Las primeras fiestas patronales dedicadas a San Juan de Dios datan del año 1937, en los que existe un registro de las actividades realizadas durante la feria, las cuales incluían un recorrido de doce toritos y dos mojigangas. A esto se le conocía como Boyada o boyera.
Las boyadas se realizaban de manera tradicional cada año, sin embargo, después de la creación de la Feria de la Pirotecnia la boyada toma el lugar más importante de la Feria en el momento en el que el torito pirotécnico se convierte en una estructura monumental (Romero Nieto, 2022).
El toro pirotécnico, su diseño y sus elementos simbólicos
Durante los preparativos de la feria de la pirotecnia los diferentes grupos que elaboran un toro se reúnen en familia o grupos de amigos para organizar el diseño de su estructura. La emoción que sienten las personas va en aumento cuando se acerca la fecha del recorrido de toritos pirotécnicos o boyada pirotécnica, pues es común escuchar a las personas hablando sobre sus experiencias, avances o expectativas de la feria y el recorrido.
EL toro pirotécnico es un símbolo de identidad tultepequense, pues cada que se menciona sobre la figura, se genera un intercambio de opiniones en los que es posible distinguir la identificación y el apego que se tiene por la figura.
La supervivencia humana y el desarrollo de sociedades y culturas se ha dado gracias al desarrollo de sistemas de comunicación entre personas, de esa manera se crean lenguajes que permiten la interacción social.
El toro es una representación gráfica, iconográfica o imaginaria con la que los tultepequenses representan a su artesanía más importante, pues han logrado apropiarse de ella después de que en 2005 y 2006 se implementara como un plan de reforzamiento de la actividad pirotécnica derivado de las explosiones del mercado de San Pablito.
Para poder comprender cómo se manifiesta el toro como símbolo, es necesario plantear que una de las formas en la que los seres humanos nos comunicamos es por medio de las imágenes, pues son representaciones visuales de ideas, conceptos, pensamientos o emociones, que en sí mismas, pueden ser muy simples o contar con una alta complejidad, cuya decodificación dependerá del conocimiento que tenga la persona al interactuar con ellas.
…la capacidad de simbolizar o función de simbolizar es inherente a la condición humana ya que se encuentra en la base del pensar mismo. Esto se debe a que pensamos en y mediante símbolos, utilizamos imágenes y palabras que nos permiten evocar ideas, expresar sentimientos, comunicarnos e interactuar con otros y comprender el entorno circundante. Por eso, se podría considerar que el símbolo es, antropológica y ontológicamente, el fundamento mismo del pensamiento humano (Sola-Morales, 2014, pág. 12)
Un símbolo, es una imagen cargada de significados que sirve como un mediador entre un emisor de un mensaje y un receptor del mismo. Los seres humanos dependemos de esta la comunicación, pues genera organización en el entorno en el que nos desenvolvemos.
Un símbolo puede ser “cualquier expresión gráfica, punto, línea, recta, curva y otras similares adoptada convencionalmente para representar un objeto abstracto. Cualquier entidad gráfica utilizada igualmente para re presentar un objeto abstracto, como un número, una fórmula química, expresiones algebraicas, operadores lógicos y sim.” (Eco, 1988, pág. 13).
La figura del toro pirotécnico es una artesanía realizada con carrizo, cubierta con periódico y papel Kraft -haciendo uso de la técnica de cartonería- y decorado con pintura, papel de colores o elementos plásticos, todo depende en gran medida de la creatividad de los artesanos. Dicha creatividad les permite a los diseñadores plasmar sobre la estructura gran parte de los elementos simbólicos que los identifican, por lo que es posible reconocer que no solo el toro se convierte en un elemento importante para Tultepec, sino que también lo son el oficio de los pirotécnicos y la figura de su santo patrono San Juan De Dios.
El torito pirotécnico es una estructura que ha evolucionado en su diseño desde las estrategias de evangelización católica en la Nueva España y hasta nuestros días. Por lo regular este se sostiene sobre un huacal, pero se le da forma con el carrizo que es una vara extraída de la planta del tule, cuyas características le permiten flexibilidad y durabilidad, pues es muy resistente. Al darle la forma, se le forra con papel periódico y engrudo y se le pinta para tomar la forma de un torito. Un elemento que se incluye por encima del toro es otra caja, llamada telar, en la que se coloca ya sea un juego de luces o algunos buscapiés, además de algunas ruedas conectadas por un circuito de mechas y tiempos –que son espacios de pólvora que dan, como su nombre lo indica, tiempo antes de encender otro cohete en el toro. Por lo regular el torito está adornado con papel brillante o papel de china de colores. El torito se carga por una persona y se acostumbra a quemarse en la torna fiesta simulando una corrida –similar a la de la tauromaquia- en la que hay que esquivar al toro.
El toro monumental de Tultepec es una estructura creada en este municipio, la cual amplió los tamaños con los que se acostumbraba a hacer un torito. Las nuevas dimensiones del toro trajeron consigo cambios significativos en su diseño, pues ya no se utilizaba un huacal, sino de andamio que sostiene el peso de los componentes del toro.
El andamio se adecua a las dimensiones de la estructura y al peso de la cartonería y la pirotecnia que se incluirán en la parte superior. Algunas estructuras no pueden ser cargadas por una sola persona, por lo que se pensó en colocarle apoyos para poder cargarlo o ruedas para jalarlo o empujarlo.
Los materiales utilizados para realizar la estructura del toro son por lo regular de metal o madera resistente y para darle forma se sigue empleando el carrizo, sin embargo, por cuestiones de escases del tule, no se puede producir de carrizo y algunos grupos han optado por sustituirlo por fleje, que es una tira de aluminio, que es flexible y tiene la característica de amoldarse de forma semejante al carrizo, este material también se usa en otras artesanías, un ejemplo de ello son las ruedas en las torres de castillo.
La decoración del toro es la parte más compleja por analizar. Pues el diseño de estas dependen de una temática discutida por el grupo que lo elabora, quien piensa en materiales y técnicas de arte y diseño para transmitirla. La pirotecnia, que es el elemento que le da vida a las estructuras durante la quema, también se convierte en una parte importante de su diseño.
Por encima del toro, por lo regular, sobresale el telar que sostendrá a los buscapiés, algunas ruedas de bicicleta, voladoras, y baterías conectados con mechas y tiempos para su encendido, el cual tiene un tiempo de entre tres y cinco minutos. De los artefactos mencionados anteriormente, los más importantes son los buscapiés, ráfagas o chupacabras, pues, a pesar de que también son artefactos pirotécnicos, se forran con papel que combina con los colores y la decoración de los toros para destacar que la estructura se compone de pólvora; el toro es una artesanía pirotécnica.
La utilidad de los símbolos en la vida cotidiana va desde establecer reglas o patrones de comportamiento, restringir las actividades humanas o adquirir significados importantes dentro de algunos grupos específicos en la población y que son representativos para ellos. Las representaciones y significados de los símbolos son construcciones humanas, que influyen sobre nuestro comportamiento.
El lenguaje humano manifiesta que somos seres simbólicos, y que -en cierta medida- los símbolos guían nuestros comportamientos. Toda respuesta simbólica va articulada en un sistema de significaciones sociales, a menudo complejas y muy ajenas a la realidad natural.
En Tultepec, es posible distinguir la forma en la que los elementos simbólicos rigen algunos de los patrones de comportamiento, pues el toro, la pirotecnia y la fe por sus santos, rigen parte de la organización social y económica del municipio. Gracias a las fiestas patronales, es posible que los pirotécnicos hagan negocio a través de contrataciones. Con las ganancias que reciben les es posible consumir a los negocios locales para su sustento cotidiano, por lo que el agradecimiento a San Juan de Dios no solo es exclusivo del sector pirotécnico, sino que también ya forma parte de los comerciantes y los músicos, quienes también encuentran beneficio en la actividad de los pirotécnicos.
Desde hace algunos años los logotipos con los que se anuncia la Feria de la Pirotecnia han incluido la figura de un toro como uno de los elementos más importantes. Para la gente fuera del municipio es un referente a la boyada pirotécnica
A partir de la creación de la Feria de la Pirotecnia el uso y el manejo del toro pirotécnico también se complejizó, pues ya no podía ser manipulado por una sola persona, sino que –al crecer en sus dimensiones- se requería de más de seis integrantes para poder cargarlo o empujarlo.
Tótems y Churingas
Existen representaciones simbólicas que intervienen sobre el comportamiento humano, algunas de estas representaciones son plasmadas sobre objetos que se transforman y adquieren un valor representativo para la las personas. Muchas agrupaciones siguen este patrón sobre el cual fijan su sentido de pertenencia sobre una imagen que los representa.
Los tótems son un ejemplo objetos con una representación simbólica característica plasmada sobre ellos. Su nombre proviene del ojibwa; lengua nativa de grupos aborígenes de América del norte y representan un elemento perteneciente a la naturaleza, que este puede ser un animal, una planta o algún recurso del entorno. Los tótems adquieren un carácter ritual de representación e identidad, por lo que son objetos sagrados con una alta valoración por el grupo.
El termino tótem ha sido empleado por muchos científicos -en especial los etnógrafos y antropólogos- para describir las relaciones generadas por la representación de un elemento de la naturaleza en las hordas o clanes en grupos del pasado.
Los tótems hacían referencia a las características mágicas de los animales, plantas u objetos de la naturaleza, destacando sus fortalezas, habilidades, propiedades o beneficios para los seres humanos, por lo tanto, se les dotaba de un valor sobrenatural que era valorado por el grupo.
Un tótem, para Emile Durkheim (2012) es un elemento que genera vínculos de parentesco no consanguíneo, sino que está dado por tener el mismo nombre otorgado por el tótem (pág. 154). Un tótem se convierte en un símbolo que representaba e identificaba a los clanes, además de que generaba lazos de socialización y fraternidad entre sus integrantes. Estos grupos adquieren el nombre de fratria.
Las tribus antiguas acostumbraban a plasmar la figura del tótem sobre algunas zonas que consideraban sagradas, pues adquirían un significado religioso por ser centros ceremoniales que no podían admitir a integrantes ajenos al grupo, pues “El tótem no es solamente un nombre sino un emblema, un verdadero blasón” (Durkheim, 2012, pág. 165). En algunas ocasiones el tótem era tatuado sobre el cuerpo de los integrantes de la fratria para ser identificados, pues se porta como parte del orgullo de pertenecer al grupo.
Como parte de las practicas rituales de las fratrias, durante las ceremonias y rituales colectivos, la decoración que prevalece representa gráficamente al tótem, ya que se simboliza el carácter religioso que adquiere la celebración, pues dota de un valor sagrado a todos los objetos que tengan plasmada la figura totémica. (Durkheim, 2012, pág. 171)
Para los rituales festivos, era necesario la utilización de piezas de madera o piedra que eran talladas para representar la figura del tótem, a las que se les conoce como tjurunga o churinga. “Todo churinga […] está entre las cosas más eminentemente sagradas y no hay ninguna que la supere en dignidad religiosa.” (Durkheim, 2012, pág. 171)
Un churinga es un instrumento ritual sagrado que no podía ser visto, mucho menos tocado por alguien que no perteneciera al grupo, además de que exentaba a aquellos que eran considerados como poco dignos de entrar en contacto con la pieza, pues se creía que era una manifestación del ser mágico sobre el churinga.
En la actualidad muchos grupos de pertenencia comparten características similares a las del tótem y el churinga analizados por Emile Durkheim, que se manifiestan a través de aquellas imágenes que representan a las personas de manera cotidiana, la religión misma reproduce estos patrones de conducta basados en símbolos totémicos considerados sagrados y churingas que, de igual manera, son objetos que no cualquiera puede manipular.
Es importante retomar los conceptos planteados por Durkheim, (2012) en los cuales partimos que un tótem es una representación simbólica de un animal, planta o elemento de la naturaleza que representa a un grupo y su representación física se manifiesta a través de los churingas.
En Tultepec se tiene la idea de que los toros son una ofrenda otorgada a San juan de Dios para agradecer por las bendiciones durante la jornada de trabajo de los pirotécnicos.
La imagen del toro pirotécnico se comenzó a usar como propaganda de la Feria Nacional de la Pirotecnia FNP y fue utilizada por el Ayuntamiento y los mayordomos para atraer más personas de fuera después del incidente de un año antes. Para esta fecha, los grupos participantes daban un total aproximado de 80 toritos. Las personas generaron, a lo largo de esos quince años, un gusto por la adrenalina que se vive durante las quemas de toritos. Muchos jóvenes participaban como observadores cuando eran niños y tenían la ilusión de tener la oportunidad de participar con uno propio.
Con el creciente número de familias y grupos que comenzaron a elaborar un toro, la difusión de la feria iba de boca en boca sin necesidad de publicidad y de esta manera el recorrido y la quema de toros se convirtió en un atractivo turístico que es consumido como un evento lúdico y cultural que se lleva a cabo a nivel local, regional y, a partir de 2018, mundial.
Existen elementos propios de cada grupo que elabora un toro, con los cuales plasman sobre la estructura y se pueden diferenciar cuando se crea un lazo de identificación y diferenciación frente a otros grupos. Es importante resaltar que también existen elementos que son compartidos por la comunidad y el gremio y son comunes en las estructuras. La devoción por San Juan de Dios, el oficio de la pirotecnia y la figura del toro se han convertido en símbolos de identidad tultepequense. Estos símbolos representan una unión entre lo sagrado y lo cotidiano, lo cual se refleja en la producción que tiene Tultepec.
El tótem es un elemento simbólico que al ser plasmado sobre una estructura, esta adquiere un valor sagrado, por tanto un toro pirotécnico es un churinga que representa al oficio de la pirotecnia, la fe por San Juan de Dios y la unidad de la gente que adoptó al toro como un emblema de representación comunitaria.
En la decoración del toro por lo regular aparece uno o más de los elementos simbólicos o tótems característicos de la población tultepequense, pues para la comunidad es de suma importancia plasmarlos en sus estructuras, porque con ello se marca su identidad, que es parte de su patrimonio, y es algo que se les ha enseñado a lo largo del tiempo, además de que se les marca como una costumbre que la comunidad reconoce como propia.
Conclusiones:
Conclusiones
La estructura del toro pirotécnico de tamaño monumental es una artesanía que nace en Tultepec y junto a ella se desarrolla una tradición que se fortalece en el momento en el que la comunidad se apropia de este elemento simbólico. Las personas lo rediseñan constantemente, pues para ellos es una práctica con la que pueden conservar y reproducir su patrimonio. Es importante entender también que existen factores económicos, simbólicos y religiosos que van de la mano, debido a que todos se intersectan en algún punto para su estudio y que son importantes para el comprender la influencia simbólica que tiene el torito sobre la comunidad de Tultepec.
Es posible concluir que el toro es un churinga que contiene muchos de los elementos simbólicos –tótems- de representación sociocultural de la comunidad y que la estructura adquiere un valor sagrado durante las festividades, pues ya es un tótem al que se le atribuye una gran importancia ritual para los festejos en torno a la pirotecnia.
La historia del toro ha ido definiendo la manera en la que se transforman las tradiciones cuando una comunidad lo adopta. En Tultepec, por lo regular, las tradiciones siempre están relacionadas con el oficio de la pirotecnia, por tal motivo, es posible entender que también se convierte en un elemento simbólico que influye el desarrollo de otras artesanías en las que también se representan los símbolos de representación local.
Bibliografía:
Bibliografía
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Palabras clave:
Tótem, Churinga, Patrimonio Cultural, Torito pirotécnico, Tultepec, Tradición Pirotécnica, Boyada pirotécnica
Resumen de la Ponencia:
La presente comunicación muestra resultados parciales del Proyecto “Dinámicas Culturales Suburbanas. Estudio de la territorialidad cultural del Distrito de Tres de Febrero a partir de sus organizaciones culturales (2021-23)” desarrollado en el Instituto de Investigaciones en Arte y Cultura de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina). A partir de un trabajo empírico que incorpora técnicas de encuesta, georreferenciación, análisis de redes y entrevistas, el proyecto busca caracterizar las dinámicas culturales suburbanas, a partir de un análisis de sus organizaciones culturales, para poder entender y comprender su especificidad en relación con lo que ocurre en los grandes centros urbanos.Dentro de una perspectiva de análisis próxima a la sociología cultural, que incorpora la dimensión territorial y organizacional en sus estudios, en la presente comunicación se identifican, clasifican y georreferencian las organizaciones culturales del distrito de Tres de Febrero (un distrito suburbano de la provincia de Buenos Aires en Argentina). En la comunicación entendemos por organización a una agrupación de personas que establecen vínculos de cooperación y colaboración entre sí, directos o indirectos, con cierto grado de previsibilidad y formalidad, para lograr determinadas metas y finalidades según recursos disponibles en un entorno determinado. Hablamos de organización cultural cuando las metas y propósitos de la organización están vinculadas con el desarrollo de actividades artístico-culturales y afines en un espacio determinado.A partir de un trabajo de identificación, procesamiento, sistematización y unificación de 22 bases de datos provenientes de registros nacionales, provinciales y locales, mecanismos de fomento y redes sectoriales y territoriales se identificaron un total de 205 organizaciones culturales en el distrito. En la comunicación se da cuenta, en una primera instancia, del tipo de organizaciones culturales existentes en el distrito de acuerdo con su finalidad (distinguiendo aquellas que se dedican a la preservación, formación, creación, producción, programación, investigación y/o divulgación artístico-cultural) y sector de pertenencia (distinguiendo entre organizaciones culturales pertenecientes sector cultural socio-comunitario, al sector artístico-profesional o especializado y sector público). En una segunda parte, a partir de técnicas de georreferenciación se inscriben territorialmente las organizaciones culturales identificadas y se ponen en correlación con variables socio-demográficas y de infraestructura del distrito. Hacia el final se testean algunas hipótesis sobre la distribución territorial de las organizaciones culturales a partir de su grado de concentración y dispersión geográfica, su proximidad a grandes arterias (avenidas y calles principales), y el tipo de oferta cultural según la densidad poblacional y el nivel socio-económico del territorio.Resumen de la Ponencia:
La presente investigación propone abordar las prácticas y los procesos creativos colectivos en el ámbito cultural de Buenos Aires, tomando como caso de estudio al grupo de muralistas Mediasombra, constituido en esta ciudad durante el 2016 y conformado por cuatro artistas mujeres. A diferencia de la perspectiva psicológica que concibe a los procesos creativos como procesos individuales, desde este trabajo consideramos a las prácticas artísticas como resultado de acciones colectivas. En este sentido, las prácticas creativas del arte mural realizadas por el grupo Mediasombra se desarrollan dentro del campo del arte urbano, entendiendo a éste como la red de personas cuya actividad cooperativa produce trabajos artísticos, propios del espacio público, que son de naturaleza abierta y efímera. En nuestra investigación, se busca comprender de qué modo dichas prácticas se ven afectadas por tres variables principales: el contexto, la estructura y red de relaciones grupales, y las valoraciones y evaluaciones. Para este fin, partimos desde una perspectiva próxima a la sociología pragmática, enfocándonos en el actor y las acciones e interacciones que desarrolla en un contexto o situación determinada. El enfoque de estudio es de tipo cualitativo, utilizándose como metodología de investigación, las entrevistas semi-estructuradas, la observación y el análisis de redes y de contenido. Como resultados preliminares encontramos que los vínculos de confianza dentro del grupo son sólidos y estables. Según lo narrado por las integrantes, estos comienzan a gestarse cuando se conocieron trabajando en otra agrupación, constituida en su mayoría por muralistas varones, donde se sintieron invisibilizadas y desvalorizadas por parte de estos. Creemos que este hecho, que constituye el origen del grupo, influye en la distribución de roles y tareas de las integrantes durante el proceso creativo, en el cual valoran el dinamismo y la libertad de elección. Por otro lado, si bien consideran que la distribución del trabajo durante la práctica es equitativa, algunas reconocen realizar mayores tareas, priorizando el vínculo de amistad y solidaridad por aquellas integrantes que por ser madres, con las responsabilidades que eso implica, se ven obligadas a participan en menor medida. Esto último produce ciertos conflictos al momento de pensar la distribución de sus honorarios. Finalmente, si bien difieren en ciertas valoraciones estéticas, coinciden en el valor de la pluralidad y la concepción de la práctica mural como una construcción colectiva situada, que debe dialogar con el territorio y las personas de su entorno, aportando a la identidad e historia local, al mismo tiempo en que coinciden en la implementación del estilo realista para lograr dicho objetivo.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho tem como objetivo compreender o conjunto de transformações pelo qual passou o campo artístico brasileiro em meados da década de 1960, atendo-se especificamente ao Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro e a formação de um espaço de contemporaneidade no país. Quanto a isso, tivemos como foco principal a exibição dos Parangolés de Hélio Oiticica na exposição Opinião 65, que aconteceu no museu em questão. A escolha deste caso se deu diante da formação de uma nova sensibilidade e do avanço do experimentalismo artístico no país, nos quais corroboraram para uma arte coletiva-participativa, bem como por nos permitir colocar em xeque o museu enquanto um espaço experimental e democrático. Diante disso, utilizamos aqui a noção bourdieusiana de “Campo”, na medida em que nos permite compreender o processo de autonomização do campo artístico brasileiro, desde a Semana de Arte Moderna de 1922 até a adoção da linguagem abstrata e a formação dos museus de arte moderna no país. Além disso, utilizamos também a concepção de “Pós-modernismo” do Andreas Huyssen, de modo a elucidar a formação de uma nova sensibilidade artística na referida década, em que a arte teve que se enveredar por novos domínios, saberes e práticas, bem como empregamos as contribuições do que mais tarde foi designado de “Nova Museologia”, por nos ajudar a pensar criticamente os espaços museais enquanto experimentais e democráticos. Para tanto, foram realizados diversos levantamentos bibliográficos e revisões da literatura, como também analisados documentos, jornais, dentre outros arquivos da época, a fim de melhor compreender o contexto sociopolítico e cultural e contemplar este objeto de estudo. Diante disso, chegamos como conclusão: a importância do MAM-RJ como espaço fundamental para a consagração da arte moderna no país, principalmente no Rio, como também como ambiente que permitiu a formação de um espaço de contemporaneidade, abrigando diversos cursos, palestras, seminários e exposições ao longos das décadas de 1950/1960, dentre elas a Opinião 65. Além do mais, foi dentro desse ambiente que o Hélio Oiticica foi formado, tecendo, mais tarde, diversas críticas a esse espaço museal através de suas proposições ("O museu é o mundo"), como foi o caso dos seus Parangolés. O caso da exibição dos seus Parangolés na Opinião 65 deixou evidente dois aspectos: 1) por mais que o museu estivesse disposto a incorporar as novas poéticas expressivas, impediu sua proposição ambiental (antiestética) em sua completude, o que demonstra certa dificuldade desses espaços em lidarem com o que veio a ser o “contemporâneo”; por último, 2) evidenciou-se o aspecto elitista e racista da instituição, ao impedir que a Escola de Samba Estação Primeira de Mangueira, constituída majoritariamente por pessoas pobres e negras, apresentasse os Parangolés na ocasião da abertura da exposição.Resumen de la Ponencia:
O presente trabalho examina as dinâmicas atuais na arte urbana, propriamente o graffiti, no âmbito do empresariamento urbano e do turismo cultural na cidade de Belo Horizonte, Minas Gerais. Objetiva-se, também, discutir e apresentar as normas jurídicas que dispõem sobre as práticas do graffiti e do pixo (em âmbito federal e municipal), evidenciando, por um lado, o processo de absorção do graffiti pelo sistema mercadológico artístico e os mecanismos de sua institucionalização na arte urbana belo-horizontina e, por outro lado, os mecanismos de criminalização do pixo – representação visual vista por uma parcela da população como feia, poluente e transgressora –, e as políticas de combate à pichação. Para tanto, foi utilizada uma abordagem qualitativa na pesquisa, de natureza descritiva, recorrendo às pesquisas bibliográfica e documental. Ainda, foram realizadas 13 entrevistas semi-estruturadas, com informantes-chave do poder público municipal, artistas urbanos e um advogado com atuação em ações judiciais relacionadas ao graffiti e ao pixo. A partir da pesquisa, foi possível construir um retrospecto histórico das leis que regulam o graffiti e identificar a existência de mecanismos pontuais do poder público que interferem nas dinâmicas do cenário do graffiti na cidade de Belo Horizonte, cujas práticas intercalam ações de incentivo ou de repressão, a depender da gestão administrativa e das estratégias de regulação urbana adotadas. Os principais resultados da pesquisa evidenciam tratamentos jurídicos distintos dispensados ao graffiti e ao pixo, como práticas de intervenção urbana. De um lado, a glamorização do graffiti e sua adoção como atrativo turístico-econômico e, de outro, o reforço da sanção e da reprimenda ao pixo. As ações públicas adotadas no município de Belo Horizonte contribuem para o processo de espetacularização da cultura, despertando um público consumidor solvente, que por conseguinte, domestica e descaracteriza a essência transgressiva do graffiti. Outro ponto pertinente, é a transformação da arte urbana em atrativo turístico e de embelezamento da paisagem urbana, o que pode cooperar como um elemento de gentrificação, que valoriza e "gourmetiza" áreas específicas da cidade, conforme os interesses do capital imobiliário.Resumen de la Ponencia:
Desde a implantação da República, final do século XIX, o Brasil, enquanto ideia de nação, tem se proposto a “entrar na modernidade”. Muitas vezes confundindo e se debatendo com vertentes do que seria ser moderno. A higienização e reformas urbanas, a ideia eugenista de um branqueamento da população pós-escravagismo e a industrialização baseada na imigração europeia conviviam com a permanência de um país tradicional, alicerçado numa cultura rural e popular. Para efeito de análise de conjuntura, podemos ter o recorte temporal de 1952 a 1980. Nessa temporalidade há no Brasil uma intensa urbanização e consequentemente incentivos à migração rural-urbana para as médias e grandes cidades. Alia-se a esse processo o desenvolvimentismo, política econômica que visava acelerar a industrialização nas cidades em detrimento das atividades rurais. Inicialmente com o governo Juscelino Kubitschek (1956-1961), com o lema “50 anos em 5”, o qual prometia fazer 50 anos de progresso em 5 de gestão e posteriormente com os governos militares e os PNDs I e II (Plano Nacional de Desenvolvimento), respectivamente lançados em 1972 e 1975. Passadas décadas, a modernização ganhou forças com esses desenvolvimentismos, mas as características rurais continuaram sendo parte da configuração da identidade e cultura brasileira. Ou seja, esperava-se a europeização do brasileiro, mas, de certo modo, ocorreu a “caipirização do europeu”. As artes, a literatura e o cinema contribuíram muito para a demonstração dessa cultura no imaginário social, desde o Caipira picando fumo da imagem de Almeida Junior (1893), passando por Cornélio Pires (1921) e Monteiro Lobato (1923), pelos estudos de Antonio Candido (1957) até a filmografia de Mazzaropi. Essas mídias se debruçaram em representações e estereótipos do rural, do caipira e do popular. E a esse imaginário acompanhou uma certa preservação da cultura, a qual coexiste com o dito moderno, e muitas vezes até soa como resistência à modernização. Esse texto tem como objetivo analisar como a modernidade urbano-industrial brasileira se manifestou de forma entrelaçada por muitos elementos da ruralidade tradicional. Tenta-se demonstrar tal efeito a partir dos filmes de Amácio Mazzaropi. O cinema mazzaropiano, com o gênero da comédia e o estereótipo do caipira/popular, contribui para refletirmos sobre essas culturas híbridas. Em seus filmes, na segunda metade do século XX, aparece, constantemente, uma relação antagônica entre o código de comportamento do urbano com a astúcia do popular. Em pleno Brasil desenvolvimentista, temos o moderno convivendo com o tradicional, isso porque a dinâmica do espaço não é a mesma dinâmica do tempo. Para tanto, o procedimento será a análise fílmica das narrativas e das representações sociais. O amparo é o método demonstrado por Vanoye e Goliot Lété (1994): desconstrução, isto é, a descrição fílmica, e reconstrução, esta sendo a interpretação. Isso feito sob a luz das representações sociais.
Introducción:
Mazzaropi interpretava um caipira. Essa afirmação não refere ao termo “caipira” de maneira ortodoxa, o qual seria válido apenas para a Paulistânea[1], e sim podendo ser pensando de maneira associativa como sinônimos jocosos a jeca, jacu, jacu do mato, jacu rabudo, caapora, capial, capial do mato, caboclo, matuto, entre outros.
Uma premissa hipotética é se os filmes de Mazzaropi[2] expressam uma representação, um imaginário do rural/popular. O Jeca de Mazzaropi pode ser o arquétipo de um simulacro de várias personagens cotidianas. Por isso mesmo, o popular associado ao rural. Isso se deve ao fato da pressuposição de que, ao procurar esse tipo, com características similares, encontra-o na contemporaneidade. Mazzaropi buscou interpretar “[...] um simples caboclo entre os milhões que vivem em todo interior brasileiro” (Matos, 2010, p. 92).
Partindo da premissa, hipoteticamente descrita acima, há a presunção que esse imaginário, despertado pelos filmes, fora acompanhado por uma certa preservação dessa cultura, a qual coexiste com o dito moderno, e muitas vezes até soa como resistência à modernização.
Segundo o próprio Mazzaropi (Matos, 2010), seu “Jeca” foi criado utilizando-se dos adereços cômicos em seu corpo (jeito de se vestir, de andar e de falar) para garantir uma identidade ao personagem que fosse similar a sujeitos na vida cotidiana, causando assim um contraste entre costumes e comportamentos da cultura etiquetal urbana e elitizada com a astúcia e deboche da cultura popular e rural.
Denota de forma crítica o embate entre a cultura popular e a cultura dominante, entre os códigos de etiqueta que regem o comportamento da elite e os desajustes de comportamento dos mais pobres urbanos e dos moradores rurais. E são exatamente essas diferenças de costumes no cotidiano que provocam o riso.
Em seus filmes, representou o cotidiano popular, quer fosse rural, urbano ou às vezes hibridados[3]. Somente em um, dos trinta e dois filmes, Mazzaropi representa um burguês de classe média. Trata-se do filme O puritano da Rua Augusta. Nos demais, seus personagens são sempre pobres, morador de vilas rurais, de bairros urbanos, de cortiços, morador de rua ou andarilho; os quais eram: barbeiro, camponês, operário, soldado raso, chofer, jardineiro, feirante, zelador, vendedor ambulante, coletor de lixo etc.
E, nesses filmes, por meio da astúcia, os personagens driblam a hierarquia e se impõem sobre o domínio dos mais fortes. Os enredos e argumentos, salvo algumas variações, giram em torno de uma opressão destinada ao mais fraco, quer seja advinda de latifundiários, capitalistas, colonialistas, burocratas, patrão, polícia, bandido, ou mesmo do Estado. Esse mais fraco consegue vencer o mais forte. Como se a justiça, no final das contas, fosse feita.
Quisera fosse a vitória do oprimido, já que no fim “o bem vence o mal”. Desse modo, os personagens mazzaropianos podem ser vistos como heróis. Não o herói mítico dotado de poderes e/ou literalmente associado à guerra. Mas, ainda assim, um herói, pois, no dizer de Joseph Campbell, “o herói tem mil faces”. Assim sendo,
[...] o guerreiro é apenas uma das faces do herói, que pode ser pacifista, materno, peregrino, louco, andarilho, eremita, inventor, enfermeiro, libertador, artista, lunático, amante, palhaço, rei, vítima, escravo, operário, rebelde, aventureiro, um fracasso trágico, covarde, santo, monstro etc. As muitas possibilidades criativas da forma ultrapassam seu potencial de excesso (Vogler, 1998, p. 15).
Aqui, uma proposição. Talvez por isso os filmes de Mazzaropi foram e ainda são tão assistidos. Mazzaropi encena aquilo que o espectador quer fazer, mas não pode. Nos anos 1960-70, seus filmes eram populares no cinema, alguns deles chegaram a ter plateia de 8 milhões espalhados pelo Brasil, e, nos anos 1980 emplacaram sucessos na TV aberta[4]. Atualmente são vistos pelo YouTube (plataforma de compartilhamento de vídeos na internet). Lá, dezenas de seus filmes estão disponíveis por completo. Ao fazer um balanço disso, é perceptível que ainda são populares. Em dois canais principais, Canal Museu Mazzaropi e Canal Tela Nacional, respectivamente com 435 e 189 mil inscritos, alguns dos filmes ali dispostos têm mais de 6 milhões de visualizações, médias de 26, 25 mil curtidas e 706 comentários por filme.
Este texto analisa a obra fílmica do ator, diretor e produtor Amácio Mazzaropi, tendo como pano de fundo a encenação astuciosa do cotidiano, com o intuito de observar se o cinema, nesse caso, serviu para criar representações sociais da cultura rural/popular e ao mesmo tempo legitimar essa cultura no Brasil.
Para isso, o amparo é o método demonstrado por Vanoye e Goliot Lété (1994): desconstrução, isto é, a descrição fílmica, e reconstrução, esta sendo a interpretação. Isso feito sob a luz das representações sociais. A partir de Moscovici, portanto, é possível encontrar as representações, as quais, mesmo sendo individuais nos personagens fílmicos, se fazem sociais, porque carregam consigo elementos psicossociológicos manifestados na alteridade. Moscovici (1978 como citado em Almeida, 2019, p. 29)
[...] propõe a análise dos processos através dos quais os indivíduos, em interação social, constroem teorias sobre os objetos sociais que tornam viáveis a comunicação e a organização dos comportamentos. Num sentido mais amplo, as representações sociais alimentam-se de [...] grandes eixos culturais, [...] de experiências coletivas e das comunicações cotidianas.
É concebido que os filmes permitem vivenciar a capacidade de evocar sentimentos e representações sociais, pois potencializam questões em torno da vida, do cotidiano, remetem a ideias de como estar e se relacionar com os outros, as alteridades, e, desse modo, expõem e elucubram os sentidos, as representações sociais, as memórias e as experiências individuais e coletivas (Triana & Gomes, 2016).
[1] Para o historiador Alfredo Ellis Junior, esse território compreendia os Estados de São Paulo, Paraná, Minas Gerais, Mato Grosso e Goiás (Ellis Junior, 1950 como citado em Candido, 1964).
[2] Embora Amácio Mazzaropi não seja o diretor de todos os filmes em que participa, popularmente todos eles são chamados de “Filmes do Mazzaropi”, confundindo até mesmo os “Jecas personagens” com sua pessoa, assim como acontecia com “Filmes do Chaplin”, em que, para além do personagem Carlitos, Charles Chaplin representou tantos outros, e “Filmes do Zé do Caixão”, quando este era um dos personagens de José Mojica Marins.
[3] O conceito de hibridismo é sugerido para dar conta de todos os outros termos que sugerem misturas, tais como criolagem, mestiçagem, sincretismo, fusão, entre outros, entendendo que essas misturas culturais ocorrem com conflitos e contradições, porque, como já dito anteriormente, a dinâmica do espaço nem sempre é a mesma dinâmica do tempo. Daí advém a ideia de obliquidade, e por isso a superação da disputa binária maniqueísta entre dois termos: rural-urbano, por exemplo. Canclini (2019, p. XIX) definiu hibridismo como “processos socioculturais nos quais estruturas ou práticas discretas, que existiam de forma separada, se combinam para gerar novas estruturas, objetos e práticas”.
[4] Essas informações de público, renda e audiência dos filmes estão nos Extras de alguns DVDs.
Desarrollo:
A coexistência de diferentes dinâmicas do espaço-tempo
A intenção aqui é compreender o contexto histórico que leva ao período de produção das obras em que Mazzaropi participa (1952-1980), ressaltando que há nesse contexto a busca por uma ideia de modernidade. Modernidade essa pautada na industrialização via programas desenvolvimentistas, que eram majoritariamente urbanos. Mas, ainda assim, os filmes de Mazzaropi passaram a ilustrar um país tradicional calcado na agricultura familiar e na vida rural, entrelaçada com elementos citadinos.
Pensando na relação rural/urbana, José de Souza Martins aponta que
[...] por sua vez, cada qual contém outras tantas diferenciações, não raro imbricando-se: o urbano em sociedades lentas, como a nossa, ainda impregnado de modos de ser, de pensar e de relacionar-se que uma análise típico-ideal confinaria no rural; o rural, impregnado de antecipações do que é propriamente urbano. O rural e a ruralidade como antecipações críticas do mutiladamente urbano que nele apontam o possível e a terceira dimensão do tempo histórico (Martins, 2011, p. 5).
Fato é que desde a implantação da República, no final do século XIX, o Brasil, enquanto ideia de nação, tem se proposto a “entrar na modernidade”. Muitas vezes, inclusive, confundindo e se debatendo com diferentes vertentes do que seria ser moderno (Ribeiro & Pechman, 2015).
Factualmente é sabido que, nas primeiras décadas do século XX, a higienização e reformas urbanas, a ideia eugenista de um possível branqueamento da população pós-escravagismo e a industrialização incipientemente baseada na imigração europeia conviviam com a permanência de um país camponês tradicional, alicerçado numa cultura rural e popular.
Canclini (2019, p. 205) aponta que “o popular é nessa história o excluído. Aqueles que não tem patrimônio ou não conseguem que ele seja reconhecido ou conservado. [...] o popular costuma ser associado ao pré-moderno e ao subsidiário”, e, assim sendo, mesmo os imigrantes que chegavam ao Brasil e permaneciam no espaço urbano, ficavam nessa condição. José Murilo de Carvalho demonstra que, nas duas primeiras décadas do século XX, entraram no Brasil cerca de 3 milhões de europeus.
Muitos imigrantes dirigiam-se inicialmente para as fazendas de café [...] Mas um grande número acabava se fixando na capital, empregados na indústria ou no comércio. [...] Em 1920 havia no Brasil todo 275.512 operários industriais urbanos. Era uma classe operário ainda pequena e de formação recente. Mesmo assim, já apresentava alguma diversidade social [...] (Carvalho, 2003, p. 58).
Nos anos 1930, o governo de Getúlio Vargas e suas políticas de consolidação de leis trabalhistas, exclusivamente urbanas, de acesso a moradias populares na cidade e um tímido início de infraestrutura para a industrialização fizeram com que milhares de pessoas saíssem do campo rumo às cidades[1] (Goldfarb, 2011).
Há, portanto, nessa temporalidade, no Brasil uma intensa onda de urbanização e consequentemente incentivos à migração rural-urbana para as médias e grandes cidades. Acelera-se esse processo com os desenvolvimentismos, política econômica que visava fomentar a industrialização nas cidades em detrimento das atividades rurais. Inicialmente com o governo Juscelino Kubitschek (1956-1961), com o lema “50 anos em 5”[2], o qual prometia fazer 50 anos de progresso em 5 de gestão e posteriormente com os governos militares e os PNDs I e II (Plano Nacional de Desenvolvimento), respectivamente lançados em 1972 e 1975.
Fato é que “[...] a população urbana passou de aproximadamente 36% do total em 1950 para 55 % em 1970 e 76% em 1980” (Goldfarb, 2011, p. 67).
O projeto de modernização ganhou forças com os planos desenvolvimentistas dos anos 1950-70, mas as características rurais continuaram sendo parte da configuração da identidade e cultura brasileira. Ou seja, esperava-se a europeização do brasileiro, mas, de certo modo, ocorreu, em partes, a “caipirização do europeu”.
Para José de Souza Martins,
[...] essa interpretação de cunho positivista reinstaura o escalonamento do processo histórico, relegando ao passado e ao residual aquilo que supostamente não faria parte do tempo da modernidade, como o tradicionalismo dos pobres migrados para a cidade, a cultura popular e a própria pobreza (Martins, 2012, p. 17).
Por isso, é necessário entender as relações moderno/tradicional, rural/urbano, coexistindo no mesmo espaço-tempo para escaparmos dessas concepções dualistas. Por exemplo, mesmo em bairros urbanos existentes em Ponta Grossa, Estado do Paraná, são perceptíveis traços de uma cultura rural.
É possível encontrar muitos elementos da cotidianidade anteriormente vividas no espaço rural. É comum, por exemplo, ver na periferia urbana as casas cercadas por quintais com alguma plantação e criação de animais, o que não significa, simplesmente, uma estratégia de sobrevivência, mas sim práticas que derrubaram as fronteiras entre o rural e o urbano (Silva, 2021, p. 45)
Dinâmicas do rural: migrações e estereótipos
Emprestando o termo de Eunice Durhan “dinâmicas da cultura”, este tópico visa realizar um apanhado histórico da discriminação do rural. Para tanto, o embasamento vem de Norbert Elias e Georges Duby, ambos marcam essa característica na temporalidade de transição medieval-moderno. Este pela emergência da burguesia urbana e aquele pela diferenciação dos costumes cotidianos.
Desde o advento do Renascimento das cidades e do comércio a partir dos séculos XIII-XIV, as cidades passaram a ser consideradas espaço privilegiado de progresso e bem-estar, em oposição ao campo que passou a ser o local do atraso e das mazelas sociais. Isso se deu após a ascensão do capitalismo comercial com as intensas migrações do campo para a cidade. Esse processo marca a transição da sociedade rural para a urbana na era da história moderna. E, inevitavelmente, junto a isso advém o seu subproduto: a discriminação do rural. Isso porque, naquele momento, a experiência rural lembrava a servidão feudal, e o trabalho urbano, por sua vez, gerava esperança de independência.
Tal discriminação é perceptível já em Erasmo de Rotterdam, em seus estudos financiados por mecenas urbanos e elitistas. Erasmo cria um manual de condutas que tem por objetivo “educar as crianças” adestrando os seus modos em contraposição ao do camponês. O De civilitate morum puerilium (Da civilidade em crianças) é para Norbert Elias (1994) um marco na história dos costumes, pois nele se apresenta o comportamento como forma de hierarquia social.
A partir daí, um salto para o Brasil e as diferentes configurações do rural/popular a partir do imaginário criado por representações midiáticas do caipira e suas variações.
Vale ressaltar as diferenças entre a cultura rural caipira, e, portanto, popular, e a cultura sertaneja urbana, cultura de massa (Bosi, 1973). Esta, recheada de elementos massificados que destoam daquela. Como diria a canção de Zé Mulato e Cassiano: “se me chamam de caipira, fico até agradecido, pois falando sertanejo posso ser confundido”.
É muito comum nos depararmos com termos pejorativos para definir o rural, e esses adjetivos se estendem, muitas vezes, ao popular. Caipira, caapora, caipora, capial, capial do mato, caboclo, camponês, jeca, jacu, jacu do mato, jacu rabudo, entre outros. Chamam de Jeca[3] aquele que é diferente do citadino moderno, a uma pessoa geralmente da roça e que tem um comportamento tímido perante os demais.
O estudioso das ciências naturais francês August de Saint-Hilaire esteve no Brasil no início do século XIX e se referia ao caipira como “homem do mato”. Na mesma época, surge a definição etimológica do historiador Baptista Caetano como: “cai” (queimada) e “pir” (pele), isto é, indivíduo de pele queimada (Paiva, 2015, p. 1). E, ainda no século seguinte, temos a publicação do dicionário folclórico de Luís de Câmara Cascudo (1954) com as expressões “caá” (mato) “pora” (morador), ou seja, aquele que mora no mato.
Entretanto o caipira/popular/rural e suas sinonímias são dialéticas. A configuração dessa cultura, que aqui passamos a chamar de caipira, teve alterações de sentido ao longo do processo histórico. O caipira bem como sua cultura sofrem uma série de transformações. Passa da condição de homem do mato (de forma pejorativa), rude, primitivo e brutal como teria descrito Saint-Hilaire, pela conotação Lobatiana de preguiçoso e doentio para uma caracterização de contestação a partir do deboche e da astúcia mazzaropiana.
Mazzaropi definia o seu caipira como
[...] um homem comum, inteligente, mas sem preparo, alguém muito vivo, malicioso, bom chefe de família. A única coisa diferente é que ele não teve preparo, então tem aquele linguajar típico, mas no fundo, no fundo, ele pode dar lições boas a muita gente da cidade (Matos, 2010, p. 93).
Segundo Marcela Matos (2010, p. 94), “o Jeca de Mazzaropi não se limitava aos traços estereotipados que o senso comum atribui ao caipira, imaginando-o como um característico frequentador de festa de São João”.
As artes, a literatura e o cinema contribuem muito para a criação de uma imagem. A demonstração da cultura rural/caipira/popular, por exemplo, foi difundida no imaginário social por inúmeras dessas mídias. Desde o Caipira picando fumo da clássica imagem de Almeida Junior (1893), passando pelas literaturas de Cornélio Pires (1921) e Monteiro Lobato (1923), pelos estudos acadêmicos de Antonio Candido (1957) até a filmografia de Mazzaropi. Todos eles se debruçaram em representações e estereótipos do rural, do caipira e do popular.
Mazzaropi, entretanto, cria um caipira que ia além das definições reducionistas descritas acima. Também não era o mesmo caipira picando fumo do quadro de Almeida Junior (1893) nem o mesmo de Cornélio Pires (1921), embora se inspirasse nele. Passava ao largo do Jeca pejorativamente criado por Monteiro Lobato (1923) e nem mesmo era o caipira de Antonio Candido (1957). Era um caipira dele, do Mazzaropi. O Jeca de Mazzaropi é preguiçoso, mas tem argumento para sê-lo. Assim, contrapõem-se a racionalidade urbana do trabalho.
Apresenta, portanto, uma contradição, porque se faz resistente à política de desenvolvimentismo aplicada naquele contexto no Brasil. Logo, como os filmes do Mazzaropi tornaram-se populares, aquele Brasil rural, agrícola e caipira convivia negativamente com a modernização, industrialização e urbanização intensas propostas pelo governo federal.
E é neste sentido que se pode fazer análise dos filmes mazzaropianos, buscando compreender as relações das diferentes formas de organização que estavam presentes no mundo rural-urbano do contexto (1952-1980), muitas vezes hibridados, ou seja, elementos rurais dentro do espaço urbano e urbanidades dentro do espaço rural. Então, mesmo os filmes sendo representações do espaço e da realidade, ainda assim é possível destacar elementos sócio-históricos e culturais tanto na forma do filme (gênero, direção, figurino, cenário etc.) quanto no conteúdo (enredo, linguagem, expressões, musicalidade, costumes etc.).
Astúcia e resistência
A astúcia é um conceito histórico que se manifesta no cotidiano. Com base nas qualidades da deusa grega Métis, ela pode ser definida como
[...] uma forma de inteligência sempre “mergulhada numa prática” onde se combinam “o faro, a sagacidade, a previsão, a flexibilidade de espírito, a finta, a esperteza, a atenção vigilante, o senso de oportunidade, habilidades diversas, uma experiência longamente adquirida (Certeau, 1994, p. 156 como citado em Duran, 2007, p. 124).
Nos filmes de Mazzaropi, somam-se a isso: a constante ironia, o resmungo, o deboche, o riso, os trejeitos, o descaso, o desdém. Chamam isso de “astúcias sutis” e “táticas de resistência”. Nos seus desfechos fílmicos, essa prática aparece como regra. O mais rico/poderoso submete-se ao mais pobre/subalterno. Mazzaropi representou seus personagens dessa forma, os quais, mesmo sendo pobres e ignorantes, ainda assim ridicularizam os mais ricos e cultos. Certeau (2014, p. 95) afirma ainda que “a astúcia é possível ao fraco, e muitas vezes apenas ela, como ‘último recurso’: ‘Quanto mais fracas as forças submetidas à direção estratégica, tanto mais esta estará sujeita à astúcia’”.
Para o pesquisador Laurent Vidal (2018, p. 41), “Certeau sugere prestar atenção às astúcias, espertezas e outras táticas que os homens ordinários mobilizam para ‘fazer uma bricolagem[4]’ entre elementos da cultura dominante e aspectos das várias culturas dominadas”.
Dessa forma, os “Jecas” de Mazzaropi vão contestando a modernização. Personagem carregado de signos: geralmente acompanhado de algum animal (burro, cachorro, cavalo); com o carro antigo, carroça ou caminhão, suas roupas (chapéu, calça meia canela e amarrada sobre a barriga, com os pés descalços ou de botinas), seu jeito de andar, de falar, de se comportar tipicamente caipira; contrapõe-se aos códigos etiquetais — nega-os em algumas vezes e em outras os satiriza.
Marcela Matos (2010, p. 9), em seu livro Sai da Frente, insere uma dedicatória a esse cineasta que resume bem o seu tom astuto. Diz ela: “Ao Jeca de Mazzaropi, que nos ensinou a ter sempre a última palavra, nem que seja um resmungo ou um deboche”. É comum, por exemplo, ver cenas em seus filmes em que, ao ser inquirido por alguma autoridade ou pessoa elitizada, seu comportamento seja o de escárnio, de desprezo. Olha para o lado ignorando-a, e muitas vezes esse desprezo vem acompanhado de uma cuspida ou escarrada, uma fungada para ajeitar o ranho do nariz, uma chupada nos dentes como quem tira algum resto de alimento à força, ou um riso espontâneo.
O riso e o deboche como forma de contestação
Como dito acima, nos filmes de Mazzaropi, é o choque de culturas, manifestado nos costumes, que suscita o riso. Existe ali contradição e negativismo, porque a dinâmica do espaço nem sempre acompanha a dinâmica do tempo. Segundo Vladimir Propp (1993, p. 175),
[...] podemos expressar a fórmula geral da teoria do cômico nestes termos: nós rimos quando em nossa consciência os princípios positivos do homem são obscurecidos pela descoberta repentina de defeitos ocultos, que se revelam por trás dos invólucros dos dados físicos, exteriores.
Entretanto na pré-história e na antiguidade já se praticava o riso. E nesses contextos o riso e o sério eram equivalentes em valor moral.
Um exemplo dessa questão aparece no filme francês A Guerra do Fogo, de Jean-Jacques Annaud, de 1981. O filme retrata os primórdios da pré-história e aparece pela primeira vez o riso como prática humana. Numa cena, quando um deles está dormindo, encostado numa árvore, um outro que está em cima dessa mesma árvore solta uma pedra em sua cabeça. Todos riem muito, inclusive o que foi atingido e está sangrando. Ninguém faz juízo moral do ato nem do consequente riso (A Guerra do Fogo, 1981. Cena: 1h, 19’ 33” a 1h, 20’ 05”).
Isso é nítido, também, nos estilos do teatro grego: tragédia e comédia. Ambas as formas tinham funções pedagógicas. Mas se uma ensinava pela dor, pelo sofrimento, a outra educava pelo riso, pela descontração; e, nas cerimônias romanas, as quais eram igualmente celebradas, sem separação entre riso e choro (Bakhtin, 2010).
O riso e o deboche são formas de manifestação popular de contestação à dominação. Bakhtin (2010, p. 71) aponta que
[...] o riso, separado na Idade Média do culto e da concepção do mundo oficiais, formou seu próprio ninho não-oficial, mas quase legal, ao abrigo de cada uma das festas que, além do seu aspecto oficial, religioso e estatal, possuía um segundo aspecto popular, carnavalesco, público, cujos princípios organizadores eram o riso e o baixo material e corporal.
Consta então que, somente no período medieval, com a moralização católica, o riso passou a ser visto de forma maniqueísta. Entretanto isso não impediu as pessoas de rirem, muito menos de debaterem sobre ele. Umberto Eco, em seu livro O Nome da Rosa, narra inúmeras argumentações a respeito do riso entre seus personagens.
Desse modo, historiciza-se o riso e se cria uma lógica de pensamento: que o riso perpassa como um trunfo das expressões populares. Passa das proibições morais impostas pela Igreja Católica e vai para as manifestações carnavalescas medievais/feudais; chega ao Renascimento com Rabelais (Pantagruel e Gargântua), Bocaccio (Decameron), Cervantes (Dom Quixote) e se estende até a dramaturgia shakespeareana. Com essa adoção do cômico pela literatura, o riso se popularizou ainda mais, mas nem por isso passou a ser aceito integralmente pelas elites econômica e pensante das sociedades que não eram capazes de compreender o valor do riso na cultura popular (Bakhtin, 2010).
Segundo James Scott (como citado em Monsma, 2000, p. 103),
[...] as possibilidades para a ação política dos oprimidos são quase sempre mais limitadas que seus pensamentos e suas fantasias. Por isso, sempre há pessoas que imaginam inversões ou negações da ordem social vigente, e muito da cultura popular reflete esse imaginário em uma forma semioculta ou disfarçada. Portanto, ele defende o estudo das canções, das rimas, dos desenhos satíricos, dos pasquins, dos boatos, das piadas, dos contos e da religião popular para ganhar acesso à transcrição escondida.
Assim, o riso sobreviveu. O advento do cinematógrafo vai ser um aliado nesse sentido. O cinema, ao desenvolver o gênero da comédia em filmes, cria uma fórmula de encenação e atinge cada vez mais pessoas pelo riso. Mazzaropi se encaixa perfeitamente nessa fórmula.
[1] Há de se considerar outros fatores que levam à migração rural-urbana, tais como as secas do Nordeste, a mecanização do campo e a falta de políticas públicas para regulamentação da terra para os pequenos agricultores (Fausto, 1994; CEM, 1983).
[2] Há outros slogans dessa conjuntura desenvolvimentista que são passíveis de estudos, tais como: “Ninguém segura esse país”; “Pra frente Brasil”; O Brasil é o país do futuro”; “Quem não vive para servir ao Brasil, não serve para viver no Brasil”; “O Brasil é feito por nós”; “Trabalha e se agiganta” etc.
[3] Como segundadefinição para o verbete Jeca, o Dicionário Michaelis traz o seguinte: “Diz-sede pessoa que revela mau gosto ou falta de requinte; brega, cafona”.
[4] Exemplos de astúcias com bricolagens fáceis de compreender são a criatividade e a inventividade das pessoas comuns nas artes de fazer, de morar, cozinhar. Ver livros A invenção do cotidiano vol. 1: as artes de fazer e vol. 2: morar, cozinhar.
Conclusiones:
Ao realizar o Estado do Conhecimento[1], entendendo este como: “[...] identificação, registro, categorização que levem à reflexão e síntese sobre a produção científica de uma determinada área, em um determinado espaço-tempo, congregando periódicos, teses, dissertações e livros sobre uma temática específica” (Morisoni & Fernandes, 2014, p. 155).
Percebe-se que existem muitos estudos acadêmicos (dissertações, teses e artigos) sobre a filmografia de Mazzaropi. Dentro das mais diversas áreas do conhecimento e com múltiplas possibilidades de abordagens temáticas. Não poderia ser diferente. Amácio Mazzaropi atuou em 32 filmes entre 1952 e 1980. Em alguns desses filmes, além de ator/cantor, ele foi o diretor e, ademais, também foi produtor de outros tantos deles.
Em todos colocou seu personagem, o qual, embora levasse diferentes nomes (Izidoro, Arlindo, Zacarias, Zé, Gumercindo, Aparicio, Candinho, Betão, Inácio, Fofuca, Mané, Bernardino, Chico, entre outros), conservava as características do Jeca caipira/popular.
É possível, portanto, fazer estudos sócio-históricos-culturais a partir de seus filmes. Se considerarmos o cinema como espaço de representação e como representação do espaço, perceberemos que Mazzaropi inseriu o Brasil contrastado nas telas de cinema. As características rurais e urbanas, cultas e populares aparecem nos filmes de forma bastante entrelaçadas.
[1] Não foi utilizado nenhum aplicativo para essa prática. Apenas seguiram-se os passos propostos pelas autoras Morisoni e Fernandes (2014), definição do corpus (Capes e BDTD); busca com os termos “Filmes de Mazzaropi” e “Mazzaropi”; leitura flutuantes para identificação dos textos; catalogação e análise buscando as palavras-chave cotidiano, astúcia, representações sociais. Também foram observados os resumos, objetivos e metodologias empregadas.
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Palabras clave:
Desenvolvimentismo; Modernidade; Tradição; Filmografia; Mazzaropi.
Resumen de la Ponencia:
La crisis por la que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela ha generado un procesomigratorio inédito hacía Colombia, situación que obedece a la amplia frontera que comparten estos países, la cual facilita innumerables cruces limítrofes que están fuera del control de las autoridades migratorias. este proceso se ha manifestado con mayor fuerza en zonas donde históricamente los ciudadanos de estas naciones han compartido dinámicas sociales y económicas, como ocurre en los departamentos de La Guajira, Norte de Santander, y en ciudades que han sido históricamente receptoras de migrantes como Santa Marta y Barranquilla.La migración de ciudadanos venezolanos ha generado dinámicas demográficas que impactan directamente el crecimiento desmesurado y desordenado de las ciudades receptoras, así como también situaciones económicas relacionadas con el aumento de la oferta de una mano de obra que se cotiza por debajo del mercado laboral colombiano.En este sentido, las escuelas colombianas se han visto obligadas a incluir en sus aulas a niños y niñas inmigrantes, lo cual nos llevó a preguntarnos ¿qué tan preparados estaban los maestros y maestras para asumir los retos que implica la integración y adaptación? Por lo anterior, se realizó un trabajo de campo en cada una de estas ciudades colombianas que nos permitieron hacer un análisis tanto cuantitativo como cualitativo, para describir los tipos de violencia, xenofobia y discriminación que se genera en las escuelas seleccionadas.Resumen de la Ponencia:
Una de las principales problemáticas que enfrentan los sectores del cine y el audiovisual en los países latinoamericanos es la falta de instrumentos de apoyo que permitan consolidarlos plenamente ante los ecosistemas audiovisuales digitales y las nuevas estructuras industriales que dictan los cambios dinámicos en las prácticas del consumo audiovisual. En la mayor parte de las industrias más desarrolladas en la región latinoamericana las ayudas públicas son fundamentales para mantener vivo el cine y el audiovisual como sectores estratégicos dentro de las industrias culturales y en su contribución económica al Producto Interno Bruto en los respectivos países. Por su parte, en España y los países Europeos, si bien las ayudas públicas son muy importantes, de acuerdo a estudios del Observatorio Europeo, éstas representaron apenas una tercera parte del total, pues existen otros instrumentos de financiamiento que provienen de otras fuentes como la televisión, las plataformas digitales y las inversiones privadas de distinto orden. El contexto antes descrito se agravó seriamente como parte de las consecuencias de la pandemia del COVID-19, pues no solamente se vieron disminuidas las cadenas productivas de la industria cinematográfica y audiovisual en el mundo sino también la capacidad recaudatoria de los gobiernos. Las finanzas públicas han tenido que destinar en los dos últimos años mucho más recursos a sistemas de salud, empleo y rescate de sectores claves para la economía. En la mayor parte de los países latinoamericanos los sectores del cine y el audiovisual, al ser relacionados sobre todo al ámbito cultural, no se han considerado necesariamente como industrias y áreas especialmente vulnerables y estratégicos para el Estado. La propuesta de ponencia tiene como principal objetivo analizar desde el planteamiento teórico y metodológico de la gobernanza moderna (Mayntz, 2002, Mette, 2004; Bevir, 2013, ) en sus aspectos de dimensión participativa y dimensión de proximidad (Blanco y Goma, 2003) el diseño e implementación de la Sociedad de Garantía Recíproca Audiovisual en España como un instrumento de política cultural para su posible implementación en el entramado institucional y de articulación de redes multinivel en México tras la pandemia del COVID-19.Resumen de la Ponencia:
El presente artículo busca evaluar la Economía Naranja como estrategia de industrialización del arte y la cultura en América Latina y el Caribe como una práctica de Capitalismo Gore en contra de los Derechos Humanos, en un contexto en el que el arte y la cultura de la región se vieron afectadas por las gestiones gubernamentales latinoamericanas y del Caribe durante la pandemia de COVID-19. El problema que orienta la investigación puede sintetizarse en la siguiente pregunta: ¿en qué medida la economía naranja es una estrategia para industrializar, capitalizar y homogeneizar la cultura en América Latina y el Caribe, después de la crisis económica a causa de la pandemia por COVID-19? A partir del análisis de la propuesta de Capitalismo Gore de Sayak Valencia y la propuesta de Biopolítica/Necropolítica de Ariadna Estévez, la presente investigación permite realizar un análisis de la Economía Naranja como estrategia para la industrialización del Arte y la Cultura en América Latina y el Caribe. Esta iniciativa capitalista que busca capitalizar las ideas y las creaciones artístico-culturales fue presentada a través del Banco Interamericano de Desarrollo y ha servido como modelo neoliberal para legislar la cultura en este lado del “Sur Global”. Estas prácticas han puesto en conflicto las diversas formas y expresiones artístico-culturales ya que busca que su valor simbólico sea monetizado a cualquier costo, sobre todo, después de la pandemia. El objetivo general del texto consiste en reflexionar sobre cómo estas prácticas económicas son atentados a los derechos humanos. Los objetivos específicos que sostienen esta investigación y que son desarrollados en su estructura son: a) Entablar un diálogo entre Capitalismo Gore y Economía Naranja en un contexto de pandemia; y b) Evaluar la industrialización del arte y la cultura desde una perspectiva de los Derechos humanos. El método de investigación utilizado fue el hipotético-deductivo, mediante el empleo de la técnica bibliográfica y documental.Resumen de la Ponencia:
La propaganda nacionalista posrevolucionaria impulsada por José Vasconcelos, secretario de instrucción pública durante la presidencia de Álvaro Obregón (1920-1924), redefinió la identidad mexicana a través de una abundante producción artística popular como más institucional apoyando a artistas dentro de los cuales destacan David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera. Este esfuerzo hizo del caudillo del Sur, Emiliano Zapata, parte de las nuevas figuras míticas nacionales. Su representación guerrera de un libertador popular mártir de la causa campesina también reforzó los estereotipos machistas de una masculinidad heroica desde un México agrario de índole conservadora.No obstante, el ícono Zapata resulta ser incontenible, según la expresión de Vargas Santiago (2015), y por lo tanto objeto de un sinnúmero de apropiaciones. Lo que dio cuenta la exposición Emiliano. Zapata después de Zapata que tuvo lugar en el Museo del Palacio de Bellas Artes del 26 de noviembre del 2019 al 17 de febrero del 2020. El evento dio lugar a una conmoción cuando el servicio de comunicación puso adelante, para el cartel de difusión, la pintura “La Revolución” del artista Fabián Cháirez que ponía en escena un Zapata cuir (ver capa).Los enfrentamientos revelan evoluciones de la identidad mejicana que se juegan en procesos de monumentalización y desmonumentalización. Después de presentar brevemente características claves de la desmonumentalización epistemológica según Sousa Santos, propondremos un breve análisis del escandalo provocado por la obra de Fabián Cháirez como proceso de producción de conocimiento y reconocimiento en la sociedad mexicana contemporánea.Bibliografía:Aguilar, Yanet, y Alida Piñon. « El machismo y la homofobia detrás de la protesta ». El Universal, 10 décembre 2019. .Bautista, Uriel Vides. « Emiliano Zapata después de Zapata, VARGAS Santiago, Luis (editor), 2019, México, Secretaría de Cultura, Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Museo del Palacio de Bellas Artes, Fundación Jenkins. » Artelogie, no 15 (7 avril 2020). .Duncan, Veka G. « Pintar a Zapata más allá de la censura y el escándalo ». Nexos Cultura y vida cotidiana (blog), 14 décembre 2019. .Fraser, Nancy (2000). Rethinking recognition. New left review, 3, 107.hooks, bell. (2020). Teoría feminista: De los márgenes al centro. Traficantes de Sueños.Nivón Bolán, Eduardo. « ¿Es censura modificar la difusión y la curaduría de Emiliano. Zapata después de Zapata? », 15 décembre 2019.Secretaría de Cultura, Gobierno de México. (2019, diciembre 5). Zapata después de Zapata; ¿a quién pertenece la imagen del Caudillo del Sur? https://www.gob.mx/cultura/articulos/zapata-despues-de-zapata-a-quien-pertenece-la-imagen-del-caudillo-del-sur?idiom=esSousa Santos, Boaventura (de). (2011). Epistemologías del sur. Utopía y praxis latinoamericana, 16(54), 17-39.Sousa Santos, Boaventura (de). (2019). El fin del imperio cognitivo: La afirmación de las epistemologías del Sur (Á. Tarradellas Gordo, Trad.). Editorial Trotta.Vargas Santiago, Luis Adrián. (2015). Uncontainable Zapata: Iconicity, religiosity, and visual diaspora [Art History, University of Texas at Austin].Resumen de la Ponencia:
Resumo: Essa é uma pesquisa que se encontra em andamento e tem por objetivo compreender como as forças militares do estado estão envolvidas na morte de Marielle Franco e Tereza de Benguela. Duas grandes lideranças do povo negro que foram brutalmente assassinadas em períodos históricos completamente diferentes. Nesse sentido, o estudo busca analisar por uma perspectiva afro diaspórica, a relação entre a antiga força militar colonial, a Companhia de Dragões e a Polícia Militar no Brasil. Ao mesmo tempo que tenta evidenciar o papel político que essas mulheres exerciam na organização tática do povo negro em diáspora.Esta pesquisa tem como base metodológica a etnografia e o levantamento bibliográfico. Devido a pandemia global em que vivemos, o trabalho de campo tornou-se mais complexo de ser feito, dada a gravidade do momento. Senti sentido, adotei a tecnologia como fonte de análise, por meio de vídeos e postagens nas redes sociais. O levantamento bibliográfico deste artigo, deve-se à leitura de pesquisas acadêmicas, mas também na forma de vídeos e assuntos de periódicos centrais para o estudo.Segundo Nunes(2017) , os registros históricos revelam que Tereza de Benguela ou como era chamada no quilombo Quariterêre, Rainha Teresa, foi uma forte liderança da comunidade. Ela foi responsável pela segurança, comércio e governo de seu território, instituindo o parlamentarismo como forma política de mobilização e realizava sérias punições a desertores e infiltrados da colônia, a fim de garantir a existência do quilombo. Marielle por outro lado, Segundo o Jornal G1(2018), foi a quinta vereadora mais votada no ano de 2016 com 46.502 mil votos em sua primeira disputa eleitoral. O site de mandato Marielle Franco (2017), revela que como vereadora, propôs alguns projetos de lei voltados para a população negra, LGBTQIA+ e mães solos, como a PL0017/2017 Espaço Coruja/ Espaço Infantil Noturno, que prevê apoio aos pais e sobretudo as mães trabalhadoras, um espaço onde pudessem deixar seus filhos. Nesse sentido, se estamos em guerra contra um sistema colonial que criminaliza e ataca violentamente estes povos pretos (BISPO,2015); , a morte dessas mulheres tem dimensões mais amplas e significativas no contexto racial e social em que vivemos, podendo representar um ataque colonialista direto. Portanto, compreender as relações entre esses assassinatos com as forças militares do estado brasileiro, nos ajuda a entender o modus operandi dessas organizações e suas ações na atualidade.Resumen de la Ponencia:
El interés se orienta hacia el eje de la “seguridad” tomando en consideración la importancia que esta ha adquirido en un contexto político, social, económico y cultural como el guatemalteco; el cual ha sido golpeado por olas de delincuencia y violencia incesante evidenciada en el espacio público urbano.La vigilancia que se ejerce sobre los espacios, también se ejerce sobre los cuerpos, sobre todo, cuando estos son concebidos de manera negativa, como enemigos que representan posibles peligros, he ahí que tenga un vínculo con el paradigma de Seguridad Nacional, derivado de la Doctrina de Seguridad Nacional adoptada por países latinoamericanos, no siendo Guatemala la excepción, e interiorizada por la ciudadanía. Este paradigma que identificó un enemigo externo del que debían resguardarse las fronteras, pasó a identificar y aniquilar un enemigo interno por considerarlo una amenaza durante el Conflicto Armado Interno que duró 36 años.Luego de la firma de los Acuerdos de Paz, ese paradigma estadocéntrico fue reemplazado por el paradigma de Seguridad Ciudadana, caracterizado por centrarse en el ciudadano y su protección. Al menos en papel, se logró tal consideración; sin embargo, en este trabajo de investigación se plantea que algunas instituciones todavía guardan resabios del paradigma anterior, lo cual es evidente en su actuar, como por ejemplo en la Policía Nacional Civil que no tiene legitimidad en la población que, también interiorizó las prácticas represivas del paradigma de Seguridad Nacional y que desconoce cómo puede involucrarse en tareas concernientes a la Seguridad Ciudadana, pues esta contempla la cooperación entre ciudadanía e instituciones.Trasladando la inseguridad ciudadana al espacio público urbano, puede señalarse que este es considerado un lugar inseguro, peligroso, amenazante, intimidante, que produce temor y sensación de extrañeza, en cuanto es un no-lugar -concepto tomado del antropólogo francés Marc Augé-; por lo que en él no hay sensación de bienestar y se considera que una de las maneras de sentir resguardo ante la amenaza, es a través de la presencia policial; sin embargo, si esos espacios, en donde impera la agorafobia urbana debido a la construcción de toporepresentaciones negativas, fueran ocupados por las y los ciudadanas, y recuperados por iniciativas autónomas de parte de la ciudadanía ejerciendo su derecho a la ciudad, si fueran apropiados por ofensivas modernizadoras desde abajo, sería posible la construcción de espacios vividos, habitados, de interacción y convivencia social.Para otorgar fundamento teórico a lo planteado, se recurrió a la lectura y análisis de varias y varios autores, destacando la figura de Henri Lefebvre. En cuanto a la estrategia metodológica, consistió en realizar entrevistas a expertos en seguridad ciudadana, grupos focales con la participación de ciudadanos y ciudadanas y una entrevista a un Colectivo de ciudadanos comprometidos con la recuperación de espacios públicos.Resumen de la Ponencia:
Beca CAPES PDSE - Edital nº 47/2017 - Selección 2018 Este paper analiza los factores sociales asociados a la reincidencia delictiva de Minas Gerais, en comparación con la Comunidad Autónoma de Cataluña. Se trabajaron dos conceptos de reincidencia criminal, a saber, reincidencia policial y reincidencia penitenciaria, acompañando a los presos excarcelados liberados de prisión en algún momento del año 2012 hasta el 31 de diciembre de 2017. Mediante métodos cuantitativos, se realizó un estudio de la reincidencia, considerando el histórico de registros criminales de los individuos que forman parte de la población objeto de la investigación, considerando el tiempo de 5 años para la observación, analizando cuántas veces fueron imputados (en el caso de reincidencia policial) y cuántas veces fueron detenidos (por nueva condena) en el caso de reincidencia penitenciaria, qué tipificación penal, cuánto tiempo se llevó a cabo este nuevo registro del individuo, tiempo de exposición al hecho, entre otros factores. La población objeto de esta investigación está formada por una muestra de todos los presos condenados que salieron de prisión en 2012, en el estado de Minas Gerais, por encontrarse en libertad condicional o termino de cumplimiento de condena. El objetivo de la investigación es calcular la tasa de reincidencia delictiva en la dimensión policial y reincidencia penitenciaria, utilizando el cociente entre el número de reincidentes y la población de excarcelados liberados por fin de condena y libertad condicional en 2012. Los datos colectados fueron sistematizados en una base de datos SPSS, y con base en esta sistematización se realizaron las pruebas y regresiones estadísticas de las variables de cruce, regresión binomial. Inicialmente buscó la magnitud de la reincidencia delictiva policial, luego de cumplir, obtuvo, luego de la detención del penal, un nuevo registro de una imputación policial y por la reincidencia penitenciaria por una nueva prisión por nueva sentencia judicial. Los resultados mostraron una evolución de la reincidencia policial que en 2015 fue del 51,4% (Santos, 2015), a un aumento del 60,8% en el presente estudio. Para la reincidencia penitenciaria, la tasa penal fue del 18,0%, una tasa superior a la tasa del estudio de Cataluña que tuvo la magnitud de 9,5%. Cataluña hizo un investimento para reducir la reincidencia delictiva desde la creación del Protocolo de Riesgo ( RisCanvi ) que además de reducir la reincidencia delictiva es un factor de clasificación y orientación de programas específicos dentro de los ejes evaluados.Palabras clave: Reincidencia delictiva; Reincidencia policial; Reincidencia Penitenciaria: Prisión; Protocolo de evaluación de riesgos; RisCanvi; Cataluña; Minas Gerais.Resumen de la Ponencia:
Nuestra ponencia rastrea analiza y sintetiza las causas que dieron lugar a la crisis de inseguridad y violencia que vive actualmente el país, para esto, lleva a cabo un recorrido por la historia de México desde la segunda mitad del siglo XX y hasta el final de la guerra del narco. Se trata de una narrativa que reconstruye y articula histórica y sociológicamente el problema de la inseguridad y la violencia, tanto estatal como de la delincuencia organizada, retomando temas económicos, políticos, sociales, nacionales, internacionales, criminales, de justicia, seguridad, corrupción e impunidad, con la finalidad de entender qué fue lo que pasó durante la guerra del narco y cómo llegamos a esos niveles de violencia desbordada. La historia que se fue escribiendo los años posteriores al inicio de la guerra contra el narco estuvo llena de matices nunca antes vistos en el país. Los medios de comunicación difundieron noticias sobre cuerpos decapitados, desmembrados, colgados, una cabeza aquí y los demás restos por allá, juicios sumarios con víctimas indefensas hincadas con los ojos vendados asesinadas brutalmente, dieron cuenta de que algo muy grave estaba pasando en el país. El shock que provocó la estrepitosa escalada de violencia e inseguridad tomó tan desprevenida a la sociedad, que fue imposible generar aproximaciones adecuadas y suficientes para responder qué estaba sucediendo. Algunos echaron la culpa a la corrupción e impunidad, otros a la descomposición del tejido social, algunos más, aseguraban que el culpable había sido el gobierno por implementar la estrategia armada, pero al final, el problema era englobado en el tema del narco. Lo cual explicaba todo, pero al mismo tiempo no decía nada. A pesar de todos los intentos, siguen sin establecerse claramente las causas que originaron la crisis de inseguridad en el país. De tal forma, este trabajo cobra importancia, porque realiza la reconstrucción histórica sobre la violencia en el país antes, durante y después de la guerra del narco con datos, documentos y testimonios analizados desde la perspectiva sociológica. Metodológicamente el estudio es de corte cualitativo documental, desde donde se recupera, reúne y sistematiza la información proveniente de diversas fuentes contenidas en documentos impresos, electrónicos, audiovisuales, mapas, informes, archivos oficiales, estadísticas, notas periodísticas y en general en todo aquel material que proporcione datos para logar una comprensión profunda del fenómeno estudiado. La reconstrucción de la memoria histórica de la violencia es necesario para entender acertadamente, lo que pasó durante la guerra del narco. La desvalorización de la historia de la violencia implica una gran deuda con la sociedad desde la academia. Este trabajo contribuye a saldar ese vacío.Resumen de la Ponencia:
La violencia generada por el Crimen Organizado (CO), puede estudiarse desde las presencias diferenciadas que este pueda tener en un territorio determinado, a partir del desafío o armonización institucional que tengan las normas y reglas establecidas por el grupo, con la estructura de interacción social del Estado, creado a partir de unas leyes, normas o reglas formales (North, 1993).En este sentido, el nuevo institucionalismo ofrece algunos conceptos teóricos, como lo son las instituciones formales e informales y los tipos de relaciones que estas pueden llegar a tener (acomodación, complementación, suplantación y competencia) (Levitsky & Helmke, 2004), permitiendo ver si las reglas y normas informales que los grupos de crimen organizado crean son convergentes o divergentes con las formales del Estado. Ya que, dependiendo del tipo de relación que se logre identificar, tanto Estado y grupos de crimen organizado, ejercen determinados repertorios de violencia entre ellos y hacia la población civil. Para lo anterior, se realizó una revisión documental de textos académicos y literarios, y del periódico el Colombiano de Medellín desde el año 1995 hasta el 2008, para rastrear las relaciones, de cooperación, confrontación, subordinación, y terceros legales, entre actores armados no estatales, entre los que están los grupos de crimen organizado, y de estos con actores estatales.El interés del presente trabajo se da en razón a que, los esfuerzos investigativos, generalmente, intentan ahondar en los análisis sobre la violencia generada por el CO a partir de los índices de homicidios y los enfrentamientos entre los grupos de crimen organizado y contra el Estado (Atuesta & Dávila, 2017); pero ha sido menos explorado los casos en los que hay una armonía institucional, la cual implica otros repertorios de violencia de hecho como el desplazamiento, las amenazas, tratos humillantes, entre otros y las violencias simbólicas, como el control del comportamiento en los ámbitos económicos, políticos, culturales y sociales.Resumen de la Ponencia:
El trabajo presenta los resultados de la violencia en el noviazgo universitario del estado de Hidalgo. Los datos fueron obtenidos del Censo de Población 2020. Las principales variables analizadas son el nivel de compromiso con la pareja, la atención profesional por haber sufrido violencia, la imposición de la forma de expresar tus ideas y, la agresión física y sexual. El objetivo del trabajo busca develar las prácticas de dominación que se tiene en una relación de pareja. Los datos son interpretados a través de la teoría de la violencia simbólica de Bourdieu, la teoría de género de Adkins y Kraise. Entre los principales hallazgos encontrados demuestran que la existe una reproducción de prácticas conscientes e inconscientes de los jóvenes Universitarios para dominar o aceptar la dominación a través de diversas instituciones sociales.Resumen de la Ponencia:
Las llamadas policías comunitarias o policías de proximidad, han tenido un auge en la discusión académica a nivel mundial en los últimos años. Este modelo se desprende del nuevo paradigma de seguridad ciudadana, bajo el cual, el eje de atención se centra en los Derechos Humanos y la corresponsabilidad entre gobierno y ciudadanía. Los modelos de policía de proximidad implementados en países como México son resultado de la reforma democrática y de seguridad pública que se gestaron en los años ochenta y noventa en América Latina, bajo las cuales, se impulsan iniciativas policiales con perspectiva de seguridad ciudadana, responsabilizando y haciendo partícipe a la comunidad de su propio bienestar y seguridad De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la seguridad ciudadana es el proceso de establecer, fortalecer y proteger el orden civil democrático, eliminando las amenazas de violencia en la población y permitiendo una coexistencia segura y pacífica. Se le considera un bien público e implica la salvaguarda eficaz de los derechos humanos inherentes a la persona, especialmente el derecho a la vida, la integridad personal, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de movimiento. (PNUD, 2014).Desde la Criminología Crítica, se analizan las bases conceptuales e históricas que dieron origen a la implementación de modelos de policía de proximidad en América Latina. Se afirma que los modelos de policía de proximidad son consecuentes con la función de control social que ha tenido la policía a lo largo de su historia y reproducen esquemas de castigo e ilegalidad, que condenan y estigmatizan a ciertos sectores de la población como poblaciones jóvenes, trabajadoras sexuales, población en situación de calle, entre otros.La policía es considerada entonces, como un ente que representa el ejercicio de poder, castigando a sujetos “desviados” que manifiestan inconformidad con las decisiones jurídicas y políticas que el Estado adopta de forma unilateral.Resumen de la Ponencia:
Esta contribuição busca explorar as respostas estatais às mortes produzidas pela polícia, propondo um modelo de análise a partir da descrição de um caso específico – o da Bahia. No Brasil, ações letais produzidas pelas polícias constituem um desafio de longa data e mobilizam a sociedade civil ao menos desde o final da década de ‘70, especialmente através de organizações negras que denunciam a notória caraterização racial das mortes produzidas pela polícia e lutam para enfrentar esta forma de violência estatal. Para dar lastro empírico a nossas análises, observamos inicialmente as estatísticas da Bahia, maior estado do Nordeste em termos populacionais e Unidade da Federação com a maior proporção de pessoas negras (IBGE, 2010). Só em 2020, primeiro ano de pandemia, a Bahia registrou 1.137 “mortes decorrentes de intervenções policiais” (FBSP, 2021), que representam 17% das mortes violentas intencionais registradas no Estado. Neste contexto, nos interessa abordar a seguinte questão: quais as lógicas institucionais mobilizadas pelos poderes públicos, nos discursos e nas decisões, diante de episódios letais envolvendo as polícias? Na tentativa de responder, dividimos a comunicação em três partes. Inicialmente, abordamos o problema da letalidade policial no Brasil, com destaque para as formas de responsabilização estatal relativa a essas mortes, explicitando os nós institucionais identificados na literatura. Em seguida, observamos as peculiaridades do contexto baiano, no período de 2015 a 2020, tendo como insumos para análise os documentos produzidos pelo próprio Estado, retratando as posições e a atuação dos três poderes frente às abordagens policiais com resultado morte, incluindo: estatísticas oficiais de mortes decorrentes de intervenções policiais – com os desafios inerentes à sua contabilização –, registros de decisões institucionais documentando o tratamento jurídico e político dado à letalidade policial na Bahia, como sentenças, decisões de governo ou atos do poder legislativo e, enfim, outras manifestações públicas de autoridades estatais, como declarações oficiais para a imprensa. Enfim, buscamos oferecer um quadro analítico das respostas estatais à letalidade policial, considerando tanto os discursos quanto as decisões oficiais dos três poderes: judiciário, executivo e legislativo. Mais especificamente, pretendemos detalhar e confrontar analiticamente três posições distintas – maneiras de pensar e de fazer – frente à polícia que mata: a ostracista, caracterizada por condenação veemente, castigo exemplar, exorbitante, ou até cruel, com possível desrespeito às garantias elementares; a legalista, distinguível pela exigência de condenação nos moldes do devido processo legal, sendo a pena entendida como retribuição devida ao ato culpável; a simpatizante, marcada não só pela ausência de condenação – moral, política ou jurídica –, como pelo consenso diante da letalidade policial, entendida como justa resposta a demandas sociais por punição e eliminação dos “criminosos”, sendo a morte produzida pela ação policial entendida como resposta política, jurídica e eticamente admissível, do próprio Estado.Resumen de la Ponencia:
Neste trabalho, exploramos a maneira pela qual o Primeiro Comando da Capital, o PCC, desenvolveu maneiras de fazer o crime baseadas em um sistema de proteção social criado nas prisões de São Paulo e expandido não apenas pelo próprio PCC, como por outros grupos apoiados e inspirados pelo método de trabalho da facção paulista. Sabe-se que, desde a década de 1970, estudos das áreas de Ciências Sociais retratam o fenômeno de criação de coletivos conhecidos como facções no interior das prisões brasileiras. O Comando Vermelho (CV) ofereceu, em escala nacional, os primeiros contornos dessa experiência de relação entre presos, com repercussões fora das prisões. Em seguida, o Primeiro Comando da Capital (PCC) aperfeiçoou mecanismos para a criação de ações coletivas e de uma identidade para a população carcerária, baseada na experiência compartilhada do encarceramento e do modo de vivenciar o crime. Teve êxito em conectar essa articulação ideológica dos presos em torno de uma luta contra a opressão e, ao mesmo tempo, organizar de dentro para fora das prisões, atividades criminais bastante lucrativas do ponto de vista econômico, logrando articular uma rede criminal que foi se tornando cada vez mais complexa. Embora tenha iniciado seus trabalhos em prisões de São Paulo, os efeitos das ações do PCC são sentidos hoje em todo o Brasil e nos países fronteiriços. Ao considerar esse fenômeno, este trabalho apresenta o primeiros resultados de uma pesquisa desenvolvida no Brasil sobre como o PCC expandiu suas práticas, aprendeu novos esquemas e modelou sua conduta para fazer o crime fora do estado de São Paulo, afetando e sendo afetados por relações sociais em prisões e comunidades de outras regiões do Brasil e dos países da América Latina, especialmente, os países que fazem fronteira com o Brasil. Interessa compreender as distintas dinâmicas de funcionamento do PCC em diferentes cenários sociais, culturais e geográficos, investigando áreas portuárias, periferias , territórios transfronteiriços e prisões e, desta forma, apontando os deslocamentos do PCC para se adaptar a esses distintos contextos, considerando a sua forma original, a paulista. A pesquisa envolve o trabalho de campo com entrevistas e observação, além de levantamento de matérias de jornal, documentos estatais e análise de documentos produzidos pelos próprios membros do PCC, como cartilhas, estatutos e “salves”.Resumen de la Ponencia:
La seguridad nacional en México se debe pensar al filo de las reformas estructurales y en vísperas de la edificación de una nueva noción que apele al sentido nacional. En México el concepto de seguridad nacional aparece a principio de la década de los ochenta y a partir de entonces se ha adquirido relevancia en los discursos oficiales, así como en los debates nacionales. La aparición y la creciente utilidad del concepto se debe entender en un contexto en el que la integración global supone dinámicas internacionales que orillan a pensar en la re-siginificación del Estado y la preservación de la soberanía. Propiamente, en México, la seguridad nacional aparece en el momento en que el discurso nacional revolucionario termina por desdibujarse en aras de la modernidad. La seguridad nacional, académicamente, se le trabaja a partir de la literatura de corte realista, en donde el Estado, la nación y la soberanía juegan un papel importante para comprender las relaciones internacionales. Dicho concepto se distingue de aquellas vertientes que amplían la noción de seguridad relacionándolo con elementos de desarrollo social, político y económico, tal como lo propone la seguridad humana. En una segunda acepción la seguridad nacional se define en el ámbito político y se expresa en diseño de políticas públicas en materia de seguridad, mismas que cumplen una función específica en las proyecciones hechas por el gobierno. La seguridad se diseña como parte del plan de desarrollo estatal y en función de los intereses y objetivos nacionales, ya como el establecimiento de medidas cautelares o preventivas, ya como medidas últimas para asegurar la legalidad del propio Estado. Es por eso, que, en la seguridad nacional, como concepto definido en las instituciones estatales, la noción puede combinar elementos de carácter realista con elementos de corte idealista. Históricamente hablando, resulta interesante observar que el concepto de seguridad nacional, de cuño realista, adquiera relevancia en el momento en que el Estado resignifica su papel frente la sociedad al verse constreñido por las dinámicas globales. Las reformas estructurales resultan de las tensiones que se generan entre el Estado, como la institución que organiza la vida pública, y el mercado, como el ámbito de lo privado en el que ambas estructuras buscan determinar la una a la otra. El Estado ha adelgazado su estructura al abandonar sus responsabilidades sociales y, a la vez, perdiendo su centralidad como regulador social.Resumen de la Ponencia:
A partir do ano 2000, com a elaboração do I Plano Nacional de Segurança Pública, o Governo Federal inicia a sua preocupação com a formação profissional dos diferentes agentes que compõem a segurança pública no Brasil, a qual culmina com a elaboração da Matriz Curricular Nacional (MCN), considerada até o presente momento como o marco de referência para as ações formativas em segurança pública. Nesse sentido, o objetivo deste trabalho é apresentar uma análise de como a formação dos profissionais de segurança pública vem sendo abordada pelas diferentes gestões federais, enfocando nos avanços e permanências contidos nas versões já elaboradas da MCN ao longo dos anos. Nesse sentido, o estudo baseia-se em pesquisa bibliográfica e documental. A pesquisa bibliográfica consistiu no exame de literatura especializada, nacional e internacional, sobre a temática da segurança pública, governança e formação profissional; a pesquisa documental tratou da análise dos planos nacionais de segurança pública, de 2001 a 2021, assim como das diferentes matrizes curriculares elaboradas entre os anos de 2003 a 2014. Como resultado, verificamos o esforço do Governo Federal em criar e implementar um referencial teórico que atenda a uma concepção de segurança cidadã. Entretanto, entendemos que um dos desafios postos as políticas de segurança pública, no campo da formação profissional é equilibrar esse conteúdo formativo com as diferentes práticas profissionais dos agentes que compõem a segurança pública no Brasil.Resumen de la Ponencia:
La propuesta teórico-analítica que aquí se presenta, se basa en dos categorías producto de una tesis de doctoral, la cual acumula más de 7 años de investigación teórica y de campo (desde el trabajo de grado de maestría). La primera categoría es la de Estado se Seguridad, la cual intentamos aterizar como un núcleo de elementos base que podemos encontrar en varios países del subcontinente que habitamos. La segunda categoría, la nombramos como securitización de la democracia, aplicada la encrucijada colombo-venezolana como hipótesis.El Estado de seguridad poco se entiende desde los estudios exclusivamente nacionales en América Latina es, por tanto, un factor esencial para entender cómo y desde cuándo se han reconfigurado los tiempos productivos ylos territorios para tener control de corredores estratégicos, por medio de la estrategia policiaco-militar pero conestandarte de principios democráticos de cualquier índole. Tiene, además, relación directa con la violencia, lacontrainsurgencia y el neoconservadurismo, es la enunciación consumada del papel del Estado frente a enemigos que, en el discurso, ya no son políticos pero en el fondo se simula sobremanera tanto la no intervención estatal (dentro del concierto neoliberal de recomposición de clases, los Estados solo se reorganizan productivamente, no se desmantelan, ningún Estado para de crecer) como la militarización de la lucha de clases. La securitización de la democracia es un proceso que no se desarrolla de manera universal, para su problematización en Colombia y Venezuela y el impacto que tiene desde estos dos países para el resto de América Latina, debemos desagregar que se articula en cinco líneas generales: La dimensión geopolítica, la reconfiguración económica, la reconfiguración político-regional, los nuevos escenarios de seguridad y los “nuevos” riesgos y amenazas. Existen, además, sujetos sociales y relaciones de fuerza que despliegan a escalas esta securitización de la democracia, cuyos condicionantes son las características de género, etario y étnicas.La encrucijada colombo-venezolana se registra como uno de los principales paradigmas latinoamericanos debido a cinco elementos identificamos en ambos Estados y sociedades, y que pueden apartarnos deromantizar las resistencias populares; por un lado, y por otro de enfrascarnos en la explicación basada en lanecesidad histórica de las oligarquías por contener las fuerzas populares a través del ejercicio extraterritorial del Estado: lasalianzas geopolíticas regionales e internacionales, la política de maquinaria electoral y medidas populistas, la vulnerabilidad de la soberanía popular en procesos de base, la militarización por medio de gobiernos civiles y la caotización de la vida. Realizar una cartografía de procesos securitarios militaristas que los categorice como positivos o negativos másallá de su andar democrático es caer en un ejercicio analítico malogrado, el esfuerzo teórico sería transcrito en unlibelo ideológico y la comparación sería inútil.
Introducción:
Más allá del lugar común por el cual múltiples enfoques anunciaron en los años de la década de los 80, el afianzamiento del patrón de acumulación capitalista denominado neoliberal, y que reiteraron un salto de interpretación teórica desde el tiempo de las nombradas dictaduras de seguridad nacional, anclándose al “giro a la democracia”[1], busco caracterizar dos categorías de análisis: el Estado de seguridad y la securitización de la democracia, respectivamente. No es un revisionismo de la teoría del Estado y la teoría de la democracia en América Latina necesariamente, es historizar[2] el tipo de Estado que se concretó con el neoliberalismo y, sobre todo, cuáles son las dinámicas sociales que lo sustentan para después aterrizarlas en la realidad concreta de Colombia y Venezuela bajo la relación de las políticas de seguridad y el modelo democrático. El Estado de seguridad se configura, actualmente, como la concreción estatal del capitalismo-neoliberal que en todo momento hace notar su sello bélico y que reposa sobre esta característica la relación a menor inversión-mayor productividad/plusvalía.[3]
Por un lado, el discurso, deseo, práctica y reproducción securitaria se encuentran completamente ancladas en el subcontinente, por otro lado, el modelo de democracia liberal, con el epíteto que sea nombrada, no se cuestiona, se da por hecho que es la forma de gobierno por antonomasia, las preguntas son ¿para qué y para quién? El choque con la realidad misma da cuenta y revela por completo que es la forma de gobierno bandera del capitalismo-neoliberal, la que permite su reproducción con mejores condiciones para los pocos que se benefician de esto. Por tanto, una seguridad democrática (eslogan que incluso se han apropiado literalmente, y convertido en política de Estado, algunos gobiernos como el de Álvaro Uribe en Colombia) se materializa como un oxímoron neoliberal (y posmoderno): “El neoliberalismo es capitalismo de guerra en tanto el fin último es la neutralización y control del adversario para garantizar la reproducción del saqueo” -definiría Rodríguez Rejas[4]- o el proceso que dos Santos llamó “Del terror a la esperanza” o “El genocidio económico y social del capitalismo contemporáneo” que nombra Renán Vega Cantor.[5
Desarrollo:
Estado de seguridad como categoría de análisis
Si bien el modelo político apelado neoliberal tuvo un empuje inicial heterogéneo en la región latinoamericana (algunos países lo hicieron de la mano de dictaduras militares como Argentina, Chile o Guatemala, otros procesos distintos pero no menos violentos tuvieron Estados como Venezuela, México o Colombia, por mencionar algunos contrastes entre las décadas de 1970 y el año 2000) busco hallar las características del Estado de seguridad luego de más de cuarenta años de aplicación de políticas neoliberales y saber cómo operan.
Recupero al Estado de seguridad dialogando con obras y autores que, dentro del vasto baleo de aproximaciones, tres de estas representan las bases desde las que reafirmo la categoría de análisis, atendiendo la formación estatal y la forma de gobierno que se despliega en este: hablamos de “Capitalismo de guerra y Estado de seguridad. Lastres y desafíos” de María José Rodríguez Rejas, Estado de inseguridad. Gobernar la precariedad escrito por Isabell Lorey y “El Estado de contrainseguridad con coro electoral” cuyo autor es Jaime Osorio.
Preciso las características del Estado de seguridad retomando las variables del texto de Rodríguez Rejas:
Tratamiento policial y penal de la pobreza, judicialización del conflicto, criminalización de la protesta y de la pobreza, impunidad y descomposición del sistema judicial, militarización de la seguridad pública, reestructuración de la subjetividad y socialización en el marco de una cultura de guerra, el uso del miedo y de la propaganda como regulador social, un marco jurídico e institucional que pone en el centro la seguridad del orden dominante, y una estrategia de guerra total, permanente y preventiva donde la ciudadanía crítica es tratada como (potencial) enemigo interno en una sociedad de control.[1]
Por su parte, Jaime Osorio coloca en el centro de la discusión que:
En los últimos años se ha configurado una nueva forma de gobierno en América Latina, que denomino ´Estado de contrainseguridad con coro electoral´. Con esta forma de gobierno llega a su fin el periodo abierto con la llamada transición a la democracia, que dio origen tanto a remedos de democracia, como a los gobiernos populares y a los gobiernos progresistas en la región.[2]
Llama la atención que Osorio, aunque realiza un estudio que se adentra en la crítica de la teoría del Estado, nombra a su propuesta como una forma de gobierno debido a que se basa en el Estado dependiente, del cual retomamos la especificidad del papel de las clases dominantes. Osorio se fundamenta en una persistencia teórica con Ruy Mauro Marini[3] y aunque existe un contínuum histórico de la guerra contrainsurgente en la región[4], la reconfiguración estatal, su despliegue institucional y la resocialización del sujeto social que aguantan al Estado de seguridad no son producto de una respuesta ante una crisis de la democracia liberal representativa y de sus remedos en América Latina -como sostiene Osorio- son, mejor dicho, su impulso mejor logrado.
El Estado de seguridad se reconforma como un ente fuerte, un ariete que abandera la acometida de la burguesía financiera dominante ante la gran mayoría de personas trabajadoras. Una estocada que abre el telón ante -lo que llama Enzo Traverso- la “cultura de la derrota”.[5] De igual forma, separo la categoría de análisis de los estudios anclados en la llamada crisis, “desintegración”, “disolución” o “fragmentación” del Estado,[6] las cuales consideran que el Estado no tiene la capacidad institucional ni coercitiva para apuntalar los problemas de seguridad y dan pauta a tesis como la de los “Estados fallidos”. Bien dice Osorio, “en el seno del capitalismo no es posible que la vida en común se pueda desarrollar sin Estado [se trata, por lo tanto, de] poner de manifiesto que las nociones empleadas, como ´fragmentación´ del Estado, y peor aún, ´disolución´ del Estado, conducen a serios equívocos teóricos y políticos.”[7] Sustentar la presente investigación desde estas corrientes obstaculizaría considerar que el Estado de seguridad es una reconfiguración dentro del concierto neoliberal de recomposición de clases, pues los Estados solo se reorganizan productivamente, no se desmantelan: ningún Estado para de crecer. [8]
Lorey, por su parte, desde su análisis en el que dimensiona a la precarización como la totalidad de la vida misma y que es organizada desde los Estados neoliberales, expresa el fenómeno de la siguiente manera:
Esto conduce a una forma de gobierno que ya no se consideraba posible al menos desde Thomas Hobbes: un gobierno que ya no se legitima porque promete protección y seguridad. A diferencia de esta vieja regla del dominio, esto es, la de exigir obediencia a cambio de protección, el gobierno neoliberal procede sobre todo mediante la inseguridad social, mediante la regulación del mínimo de protección social que corresponde al mismo tiempo a una incertidumbre creciente. En el curso de la demolición y reorganización del Estado del bienestar, así como de los derechos asociados al mismo, se ha conseguido establecer, gracias también a la proclamación de una supuesta ausencia de alternativas, una forma de gobierno basada en un máximo de inseguridad. Que la precarización se haya tornado en un instrumento de gobierno significa asimismo que el grado de la precarización no puede traspasar un determinado umbral, no puede poner seriamente en peligro el orden existente, no conduce por lo tanto a la rebelión. El arte de gobernar consiste hoy en equilibrar ese umbral.[9]
La variable de la precarización como estrategia a través de la incertidumbre que desarrolla Lorey, así como el miedo y el uso de la propaganda, que estudia Rodríguez Rejas como una de las variables del Estado de seguridad, actúan en esta investigación, más bien, como un apalancamiento perfeccionado de la reproducción de marginalidad desde el Estado (aunque Lorey, al contrario de Osorio, lo aborda como un estudio de gobierno pero lo titulo como Estado), que como un regulador social. El regulador en sí mismo se constituye desde la precarización/incertidumbre[10] organizada. Hablamos, entonces, de un fenómeno estructural y no exclusivamente ideológico, que se efigie como Estado-gobierno y que va más allá del enfoque sobre las nociones de control, disciplina y, sobre todo, poder que moldean sujetos, los cuales tomaron mucho impulso desde las obras de Michel Foucault[11], y en las que reposa la estructura teórica de Lorey.[12] En una región donde la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su informe titulado “Panorama Social 2020 de América Latina” estimó que la tasa de pobreza promedio alcanzó el 33,7% y la pobreza extrema el 12,5% ( lo que significa que el total de personas pobres ascendería a 209 millones – es decir un tercio de la población latinoamericana y caribeña- y 78 millones estarían en situación de pobreza extrema) plasma un terreno fértil en operacionalidad para las variables que constituyen un Estado de seguridad.[13]
Redimimos, al mismo tiempo, de la obra “El Estado de contrainseguridad con coro electoral” el sentido analítico en el que señala que las fracciones del capital internacional que tienen inversiones en la región latinoamericana o negocios con las burguesías u oligarquías locales, actúan con contundencia contra los gobiernos progresistas o revolucionarios nacionalistas ante la mínima expresión de llevar a cabo políticas redistributivas de carácter social, lo que materializa al Estado de seguridad como el estandarte de defensa de la gobernabilidad democrática que más allá de estabilidad, paz y progreso tiene de telón de fondo la expoliación, producción continua de desigualdad, marginalidad y el extractivismo, en un mercado donde cada vez se presentan menos espacios para que el capital pueda desglosarse.
Lo anterior se traduce como el carácter contrainsurgente del capitalismo-neoliberal de guerra, Osorio remata: “es así una respuesta a las exigencias económicas y políticas del capital, lo que reclama nuevas derrotas del mundo del trabajo y de los sectores populares.” En efecto, la desigualdad trasmuta en una realidad lacerante que no tiene otro horizonte que la muerte y expoliación a través de la super explotación de las mayorías marginadas y despojadas, un exterminio sistemático,[14] pero que se figura como políticas programáticas desde un Estado reconfigurado y repotenciado, cuya centralidad radica en la seguridad (institucional, cultural e históricamente).
Dimensiones del Estado de seguridad
Teniendo siempre en cuenta que lo primordial de la seguridad es su materialidad, se trata, entonces, de objetivar las prácticas sociales más allá del discurso y presentar, de esta forma, las interrogantes del vínculo entre seguridad y democracia en el capitalismo-neoliberal. Acato, por tanto, cuatro grandes dimensiones en las que rastreo el Estado de Seguridad en la región:
Geopolítica/espacial: en esta variable se contempla la escala internacional, regional y subregional. Es decir, la relación de Estados Unidos y otros Estados con intereses e injerencia en la región, pero también relaciones intrarregionales a través de la política de cada país con el resto de la subregión. Estrategias de seguridad: en esta dimensión se da cuenta de los nombrados renovados riesgos y amenazas (cómo se concibe al enemigo).Aquí yace el vínculo entre seguridad y democracia que enmarca el Estado de seguridad, pues con el paso del tiempo, el sentido de seguridad ha ido cambiando sus objetivos a la par de las adaptaciones estratégicas del capitalismo, tales como la renovación de la concepción del terrorismo, los riesgos medioambientales, la globalización, la seguridad social, las migraciones masivas y el narcotráfico. Riesgos y amenazas producto de la desigualdad, la pobreza, la exclusión social y la acumulación que pareciera no tiene límites, particularmente después del término de la Guerra Fría. La vinculación con la militarización social obliga a comprender cuál es el papel de la seguridad (como narrativa) y las instituciones de seguridad en la gobernabilidad democrática y sostén de la dominación por medio de las políticas de seguridad nacional, mezcladas con seguridad pública (entendida a menudo como seguridad interna), tanto a nivel nacional como local, identificando actores estatales y no estatales (como los cuerpos privados de seguridad).Militarización social: esta variable la entiendo como la racionalidad de guerra que se expande, o sea la guerra como forma de hacer política. Apuntalada, en primer lugar, por la transformación institucional del Estado, la cual ya no es pilastra de la lógica clásica de la guerra, y nos inserta a una dinámica social de guerra permanente total en la que se percibe en todo momento a un enemigo interno y externo, la cual conlleva la naturalización de la percepción de amenazas (reales o no), sanciones, etc. banalizando la crueldad doméstica y social (física y simbólica). En segundo lugar, reconfigura escenarios de seguridad a escala nacional y local, en esta última asumir las contradicciones de las bases sociales es imprescindible. Me aleja, por último, de los enfoques liberales, pues atiendo el papel político de las fuerzas armadas (como actor político) y los cuerpos de seguridad. Asimismo, rastreo la relación con otros actores políticos y económicos, donde se puedan observar presupuestos para seguridad, formación de fuerzas armadas (de qué tipo y qué sentido) y la valoración de los cuerpos de seguridad por otros actores.Dimensión económica: Esta dimensión enmarco el papel de las economías de enclave y territorialización reconfigurada desde la explotación de los recursos naturales, para dar cuenta cómo impactan las políticas de seguridad en los cuerpos y los territorios a nivel local y nacional.La ñapa: la encrucijada como hipótesis[15]
El Orinoco y el Magdalena se abrazarán.
Entre canciones de selva y tus niños y mis niños
le cantarán a la paz.[16]
Cuando pensamos en Colombia o en Venezuela muchas veces nuestras reflexiones se remiten a situaciones contrapuestas con contextos inversos. Pese a compartir 2219 kilómetros de frontera, una cantidad inconmensurable de expresiones culturales y una histórica formación estatal, existe incomprensión y poco conocimiento entre Colombia y Venezuela y viceversa. No es para menos, las arengas gubernamentales y los imaginarios sociales hegemónicos respaldan esta idea: en tiempos recientes se tradujo en posicionar al gobierno venezolano, especialmente desde su homólogo colombiano como vanguardia de tal embate, como responsable de todos los lastres del capitalismo. Una presunción que, sin embargo, no es reciente, la relación colombo-venezolana figura como hipótesis de conflicto atravesada por dos historias nacionales no tan desiguales en una rezonificación basada en economías de enclave, donde las oligarquías tanto terratenientes como petroleras, respectivamente, eran las más beneficiadas. De Venezuela hacia Colombia no es distinta la visión que se tiene, señalada como la cuestión “colombo-venezolana”[17] se enfrascan en los lugares comunes del narcotráfico, asimilado de manera superficial, y el imperialismo.
La situación en la República Bolivariana de Venezuela acaparó, en el último lustro, los reflectores de las matrices mediáticas corporativas. Asimismo, estas matrices de difusión masiva han sustentado la idea de que en Colombia se encarna la mal nombrada guerra contra el narcotráfico por antonomasia. Estos fenómenos se nos muestran, en primer lugar, aislados, desde un enfoque nacional y con poca profundidad. Es decir, no podemos atender un fenómeno sin echarle un vistazo relacional al otro, hablamos de una correlación dialéctica, una encrucijada regional. El objetivo que persigo, por tanto, es darle un tratamiento metodológico distinto a tal semejanza: mutar de la hipótesis de conflicto desde la comparación a considerarlo una encrucijada como un estudio regional. La encrucijada es, por tanto, pensar la encrucijada como potencialidades y posibilidades distintas.
La encrucijada colombo-venezolana encuentra una de las vertientes de análisis más importantes en el tratamiento de la seguridad y su relación con los procesos democráticos, debido a que al estudiar esta relación damos cuenta de que confluyen las dimensiones del Estado de seguridad .Las siguientes reflexiones las abordamos con especial énfasis en los últimos 20 años en dos países que, aparentemente, son antítesis; dos modelos democráticos y de políticas programáticas de seguridad que, hipotéticamente, son diametralmente opuestos pero con mediaciones sociales no tan distintas.
A primera vista constituir como un andamiaje teórico a la gran contradicción social que se expresa en los fenómenos respecto al espectro de la seguridad y su vinculación con los procesos democráticos, ocurridos en la República de Colombia y la República Bolivariana de Venezuela en los últimos 22 años, acuñados como Estado de Seguridad y las relaciones sociales que lo sustentan y que nombro como securitización de la democracia, pareciera un oxímoron. Uno más en este desencanto posmodernista, como diría Jaime Osorio. Por un lado, se entiende que el ejercicio categorial está dado en Colombia, la securitización de la democracia tiene relación directa –e histórica- con la gobernabilidad neoconservadora. No obstante, afirmarlo categóricamente en Venezuela sería negar de tajo el esfuerzo por la justicia social que se hizo más evidente entre los años 2004-2011.
Las dimensiones de la encrucijada colombo-venezolana que la sustentan como estudio regional son:
Las alianzas geopolíticas regionales e internacionales (especialmente la relación con los EEUU), Las dinámicas de actores políticos institucionales o no(nacionales, regionales y locales), La vulnerabilidad de la soberanía popular en procesos de base, La militarización social por medio de gobiernos civiles y La caotización de la vida.Estos elementos pueden apartarnos de romantizar las resistencias populares; por un lado, y por otro evitar enfrascarnos en la explicación basada en la necesidad histórica de las oligarquías por contener las fuerzas populares a través del ejercicio extraterritorial Estado (imperialismo).
Estado de seguridad y securitización de la democracia en la encrucijada colombo venezolana
Un mercado permanente y lucrativo para la violencia
Cuando revisamos la historia de la región, hallamos que Colombia ha sido llevada por sus gobiernos nacionales a una suerte de Estado ariete en torno a los intentos de integración continental que no son propuestos por el hegemón. Luego de Venezuela, lo que sucede en Colombia parece ser el otro gran tema de Latinoamérica. Después del llamado “empate negativo” el gobierno de Juan Manuel Santos buscó una salida negociada al conflicto armado, sin embargo, el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera -impulsado principalmente y en una primera instancia desde el exterior- no fue ningún obstáculo para la mezcolanza entre el conservadurismo, la contrainsurgencia y el autoritarismo que se vive en la república colombiana.
El actuar del gobierno encabezado por Juan Manuel Santos no distó mucho de su antecesor inmediato pese a los intentos, montados en los medios masivos de difusión, por afirmar lo contrario. Estos dos periodos gubernamentales se presentan como la continuación histórica ya no del todo del enemigo interno, pues no desaparece bajo otras formas, debido a que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Ejército del Pueblo ( FARC-EP) estaban fuera –como enemigo armado directo- de los imaginarios colectivos del grueso de la sociedad colombiana, sino del enemigo externo que encarnó la República Bolivariana de Venezuela, un agravante securitario que sentó las bases de la política militarizada del gobierno de Iván Duque: sumó a Colombia como socio global de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), brazo armado de trasnacionales estadounidenses y europeas como la describe Nicola Hadwa Shahwan. Esta iniciativa fue emprendida, también, por Juan Manuel Santos antes de la finalización de su mandato.[18]
Colombia, desde entonces, vive una de las Guerras Recicladas, tesis de María Teresa Ronderos[19]. Antes de terminado el mandato de Álvaro Uribe ya empezábamos a escuchar las primeras voces que anunciaban el nuevo enemigo, las BACRIM (Bandas Criminales), modernización y sofisticación del paramilitarismo. Se asomaba así la Seguridad Democrática 2.0, con la promesa de combatir al subproducto de su primera versión, con el agregado de las proyecciones expansionistas, también retomando sus añejas pretensiones sobre las costas centroamericanas. Esta segunda versión capitalizó, además, el mito de la “venezolanización de Colombia”. Ello enmarca el tan sorprendente como contradictorio papel de la sociedad civil: malestar social interior y a su vez legitimación del enemigo externo, que cae como velo sobre lo primero. La nueva geografía política del continente pareciera poco perturbar a Colombia.
El panorama es poco alentador: aunque las fuerzas armadas colombianas no son una estructura monolítica, la maquinaria y la economía de guerra siguen prácticamente intactas en Colombia, y la narrativa del enemigo interno también; aún está en armas el Ejército de Liberación Nacional (ELN) circunstancialmente opacado por el espejismo del enemigo externo pero convertido en complemento de este último. Sobre esta anquilosada maquinaria, Carolina Sanin menciona que los imaginarios de gran parte de los colombianos se basan en la añoranza de la seguridad a través de un paternalismo autoritario y, pareciera que, de manera ficticia, participativo e incluyente. Lo civil le abre paso a la militarización. El Estado colombiano poco ha cumplido de los compromisos contraídos en los acuerdos con las FARC-EP, y gran parte de los desmovilizados, algunos también a causa del riesgo inminente al que se encuentran expuestas sus vidas y a la precariedad de sus condiciones laborales, han retornado a las armas ya carentes de componente ideológico (que dicho sea de paso tenía varios años desdibujado). Sumado a esto, la crisis de asesinatos de líderes sociales. El conflicto armado ha degenerado aún más. Los gobiernos colombianos, su oligarquía y burguesías y la subordinación hacia los Estados Unidos, están condenando a Colombia a aferrarse al muy lucrativo mercado de la violencia, donde la recomposición del poder de clase basado en el cambio de los patrones de consumo y la reconfiguración orgánica de las clases sociales, son el motor de tal problemática.
La crisis de síntesis
Venezuela como escenario del pillaje territorial, de las exacciones de la metrópoli, del despojo de las comunidades autóctonas, de la lucha de castas y de clases. Venezuela cuya dependencia ha sufrido procesos de transformación en el tiempo: de colonial absoluta a neocolonial, pero siempre como periferia capitalista, como suministradora de productos primarios para ser intercambiados en términos de desigualdad por los productos industriales de las metrópolis; varió la calidad del producto; primero fue el cacao, luego el café, ahora el petróleo; primero la piel de la tierra y después su entraña; primero el buque español, luego el inglés o francés y hoy el norteamericano; primero las Cortes hispánicas, luego la City de Londres, ahora Wall Street, Manhattan, Chicago, Detroit . . . Pero en toda la historia el vasallaje, la supeditación a los ajenos poderes, la riqueza producida que se escapa a través de los múltiples pero seguros mecanismos de la dependencia”.
Domingo Maza Zavala (Mayo de 1974),
“Prólogo” al libro de Héctor Malavé Mata, Formación Histórica del Antidesarrollo de Venezuela, Caracas, Fondo Editorial Salvador de la Plaza / Editorial Rocinante, 1974.
Esta problemática no es ajena al lado venezolano, especialmente después de 2013, año de la muerte de Hugo Chávez y punto de partida común entre la mayoría de académicos, periodistas y analistas que abordan la situación actual de Venezuela y sus múltiples corrientes o puntos de abordaje. Críticos o no, coinciden en que la muerte de Hugo Chávez Frías fue un parteaguas en la Revolución Bolivariana. Cierto es que, desde la desaparición física del expresidente, el tratamiento de la Doctrina de Seguridad Bolivariana y la relación entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), los Consejos Comunales, las Comunas y los colectivos adquirieron un cariz más duro debido a los embates que se recrudecieron dirigidos desde el exterior, con la venia de una oposición local incapaz, en parte, de diagnosticar la realidad del país que aspira a gobernar.
Si nos basamos en los discursos gubernamentales pareciera que la pugna entre Monroe y Bolívar está más viva que nunca. Sin embargo, es un contexto que demuestra, por un lado, que la centralidad del Estado no ha perdido vigencia y, por otro, que los mecanismos hegemónicos y de dominación se dicen de otras maneras, pero no han degenerado su esencia.
Tales acometidas se tradujeron, de igual manera, en retrocesos significativos de la Revolución Bolivariana; hiperinflación galopante, pérdida abrupta del poder adquisitivo del promedio de la población, economía basada en divisas (principalmente dolarización), privatización de los pocos procesos productivos, migración masiva calificada, antagonismo y choques con los procesos comunales, todo esto ha intentado matizarse con el exasperado discurso antiimperialista, propiciando un quiebre desmoralizante y desmovilizador que ha traído por resultado la falta de cohesión en el seno de las izquierdas que nutren al chavismo. Una crisis de síntesis en el proyecto chavista.
Luego del juramento colectivo simbólico, conjurado a raíz de la ausencia física del presidente electo venezolano, el 10 de enero de 2013, vinieron los choques más cruentos, desde la “Salida” promovida en 2014 que dio paso a las “guarimbas” de ese mismo año; la pérdida del poder legislativo en el año 2015 y la respuesta estatal con la Operación Liberación del Pueblo (OLP), la gradual pero constante masificación de lo que fueron Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), las “guarimbas” y reacción del Estado en sus formas más violentas en el año 2017, hasta llegar a los acontecimientos del año 2019 y 2020, puedo considerar que dichas combinaciones hicieron que ambos procesos (el colombiano y el venezolano) se estén encaminando por la misma ruta. Con etiquetas como el “castrochavismo militarista”, la oposición interna y externa no cesan de adjetivar los diversos momentos que ha vivido la Revolución Bolivariana y sus estrategias para defenderse, intentando descifrar el dilema que imprime la necesidad de saber si es un gobierno de militares (con una fachada de un presidente civil) o cada vez hay más militares en el gobierno bolivariano. En tanto, pareciera que queda lejos ya dentro de la misma Revolución Bolivariana debatirse entre una revolución radical o la restauración neoliberal, especialmente si se considera al gobierno bolivariano como vanguardia de tal revolución. La paradoja es más sólida si reflexionamos en que un civil, sucesor de Hugo Chávez, es quien propicia que lo militar exceda lo político. Esto, por más que sea entendible la histórica relación de los militares con los movimientos populares venezolanos, abre ampliamente la discusión de si es posible hacer revolución en tiempos de hegemonía democrática.
Conclusiones:
En la actualidad repercute primordialmente la reflexión respecto a esta relación, para que a partir de dicha abstracción sea posible comprender la realidad en la que se está aplicando y la manera en que se está llevando a cabo esta deliberación teórica, para luego observar si éstas se acercan o alejan de sus objetivos ideales y fundamentales. La seguridad y la libertad son basamentos esenciales para asegurar una “democracia plena”, sin embargo la inversión pragmática de los llamados regímenes democráticos del último tercio del siglo XX y lo que va del siglo XXI, rebasan por mucho la discusión de filosofía política en torno a esta relación. El debate entre la seguridad y la libertad es el corazón de una doctrina de seguridad moldeada por una supuesta democracia triunfante, en medio de la cultura corporativa y profundamente bélica del capitalismo-neoliberal.
No son pues democracias inmaduras o inacabadas, sino reforzamientos de modelos de seguridad que impactan en cuerpos y territorios de manera no homogénea, estas escalas nos distancian también de la clásica disyuntiva entre Estado y sociedad, enfoque dominante en el pensamiento crítico latinoamericano. Los problemas estructurales no resueltos socavan la legitimidad de la democracia día con día, aunque siempre encuentra teóricos “innovadores” que buscan rebobinar tal visión e instrumentalización de la democracia, como la “democracia exigente” de Pierre Rosanvallon o la “democracia cosmopolita” de David Held, sin perder de vista la historicidad, reconociendo la condensación de los tiempos históricos superpuestos.
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Palabras clave:
Estado de seguridad, securitización de democracia, encrucijada colombo-venezolana
Resumen de la Ponencia:
La ponencia analizará la situación del control vehicular en el marco de la seguridad ciudadana en tres localidades mexicanas que de diferentes formas lo han relegado, cancelado o renunciado. Se parte de la teoría de las ventanas rotas (Kelling y Wilson) y el del policía de precisión (Bratton y Murad) en donde, entre otras cosas, se estipula la necesidad de controlar los vehículos y contrarrestar las faltas que con ellos se realizan, para controlar la criminalidad y restaurar el sentido de seguridad.Conforme a este marco se analizarán tres casos de control vehicular. El primero en el Estado de México en donde, desde principios de enero de 2022, se decidió suspender la aplicación del reglamento de tránsito y las funciones policiales de control vehicular en al menos 14 de los 22 municipios que comprenden la zona metropolitana del valle de México. El segundo, en la Ciudad de México, dónde desde abril de 2022 el gobierno decidió crear una policía especializada y única con poderes para la aplicación del reglamento de tránsito y de control vehicular, así renunciando al uso de la fuerza policial de mayor tamaño en el país. El tercer caso, en Jalisco, donde los presidentes municipales de forma activa insisten en 2022 en renunciar a los poderes de control vehicular de sus policías para transferirla a un reducido cuerpo especializado del gobierno de estado.El análisis de estos tres casos, es complementado por el estudio del marco nacional de registro vehicular y la implementación de estrategias de videovigilancia, y los dispositivos de monitoreo y control de vehículos conforme a las teorías policiales de ventanas rotas y precisión.Las implicaciones o conclusiones aportarán evidencia al debate sobre la importancia de controlar los espacios públicos para enfrentar la criminalidad, el desorden y aumentar la sensación de seguridad. Particularmente, sobre la importancia de que las instituciones policiales de los gobiernos locales creen esquemas de control vehicular que superen la barrera que ha supuesto la corrupción para instaurar uno de los elementos básicos para la instauración de modelos policiales proactivos y preventivos que ayuden a instaurar la seguridad ciudadana.Resumen de la Ponencia:
RESUMO: O objetivo do trabalho é estudar o crescimento do número de mulheres no sistema prisional brasileiro, tomando como universo empírico a cidade de Montes Claros no estado de Minas Gerais. Apresenta-se um perfil geral de dois detentos, bem como suas principais motivações para cometer ou cometer um crime que levará à prisão. Foram utilizados dados secundários do presídio feminino de Montes Claros, que foram analisados por meio de estatística descritiva e entrevistas em profundidade com determinadas mulheres. Em geral, os internos já haviam sido presos antes, tinham condições de vida desfavoráveis como atividades econômicas de baixo valor, baixa escolaridade, eram jovens e idosos. O principal crime praticado é o tráfico de drogas, mesmo dentro das atividades desempenhadas por funções secundárias. Palavras-chave: Violência; Mulher; titulares; Montanhas Claras; Brasil.Resumen de la Ponencia:
No Brasil vem ocorrendo amplos debates acerca da profissão do Policial Militar, como também ocorreram debates sobre os padrões profissionais que possam permitir uma nova compreensão de como se fazer uma nova polícia, que seja capaz de agir de forma dinâmica e efetiva na direção dos preceitos da ordem pública e das políticas de segurança pública na atual conjuntura da sociedade brasileira, porém não alcançando os resultados desejados pela sociedade. Notamos, ainda, uma presença tímida das mulheres desde as patentes mais baixas até as mais altas, mas elas estão procurando a profissão cada vez mais pela vocação e pela estabilidade financeira. É possível notar a aproximação ao modelo de polícia profissional que desejamos o modelo novo, exclusivamente na metade da última década, em determinados estados do Brasil com destaques caracterizados e com determinadas fragilidades no sucesso das modificações no aparelhamento e no seu funcionamento, principalmente nas políticas salariais que ainda são causa frequente de queixas e greves por todo país como a ocorrida em 2017 no Espírito Santo, que trouxe graves consequências para toda a sociedade capixaba. Diante do atual nível de desenvolvimento democrático do país e de como a política deve ser gerida de forma cada vez mais inclusiva, a segurança não pode ser vista como prerrogativa exclusiva de organizações específicas. Os problemas associados à segurança pública devem ser encarados de forma integrada diante da clara insuficiência das abordagens centradas apenas em aspectos técnicos. Precisamos de policiais militares com características de proximidade com os cidadãos, com a clara compreensão dos aspectos psicossociais e conhecimento das condições específicas dos bairros aos quais eles estão inseridos e que tenham predisposição para ouvir os diagnósticos feitos pelos próprios moradores sobre as formas e graus de violência mais comuns. Finalmente, é preciso que a polícia brasileira, especificamente a Polícia Militar do Espírito Santo descubra sua identidade e crie sua própria fórmula para a prevenção e combate ao crime, eficaz e eficiente, dentro de um sistema político de proteção, prevenção, punição e controle do crime, para que se crie uma ordem social que seja tolerada pela sociedade.Resumen de la Ponencia:
La seguridad es un concepto que fluctúa, cambia y se transforma en el tiempo y adquiere significados en el marco de contextos sociales, políticos, económicos y culturales, en entornos locales, nacionales, regionales y globales. Sigue siendo una condición de existencia del Estado nacional, razón de ser de esta entidad que es la forma de organización social prevaleciente desde el siglo XVI. Como concepto, como tampoco ha sido ajeno a interpretaciones o justificaciones ideológicas.Si bien la seguridad se ha convertido en un término polisémico y claramente complejo, pues alude a muy amplios niveles y ámbitos, cuando se habla de modelos de acción gubernamental, estos casi siempre aluden a cinco tipos o enfoques para abordar las estrategias de seguridad: seguridad pública, seguridad nacional, seguridad interior, seguridad ciudadana y seguridad humana. Cada uno de ellos ha generado aportaciones, han sido retomados para anunciar y definir políticas de diferentes alcances y niveles, y han servido para justificar desde acciones trasnacionales, actos autoritarios o bien, para proponer nuevas alternativas y formas de comprender los fenómenos delictivos, especialmente en América Latina. El trabajo que se propone busca explorar las acepciones más usadas en materia de seguridad para justificar, fundamentar y argumentar desde discursos políticos hasta estrategias y políticas públicas en la materia, frente a las múltiples amenazas y diversificación de los fenómenos delictivos y criminales en la región, haciendo énfasis en la experiencia mexicana, desde finales de los años noventa, pero en particular en las primeras dos décadas del siglo XXI, periodo que ha sido marcado por un gran dinamismo y transformaciones en las lógicas del Estado para atender las problemáticas de inseguridad. Desde esta perspectiva se plantea, a partir de un método comparativo entre las políticas de Estado y políticas públicas, la necesidad de definir con mayor claridad cada concepto; de distinguir las aportaciones que han permitido cambiar la forma en que se afrontan los problemas de inseguridad; y que, desde una perspectiva crítica, se reflexione sobre los modelos vigentes y coexistentes así como sus relaciones y antagonismos; con ello, empezar a identificar una ruta del modelo de seguridad que permitan en forma óptima enfrentar los retos múltiples y multifactoriales que representa (re) construir la seguridad en contextos de democracias endebles, economías inestables y el mundo pos-pandemia en general.Resumen de la Ponencia:
La seguridad comenzó a instalarse desde mediados de la década de los noventa como un problema social de suma relevancia en los países del Cono Sur. Múltiples discursos (mediáticos, políticos, académicos, expertos, etc.) contribuyeron a su delimitación y configuración como problema público y como objeto de intervención gubernamental. En esa construcción, los thinks tanks se configuraron como autoridades de gobierno (Foucault, 2006, 2007; Rose y Miller, 1992; Dean, 1999) relevantes para la problematización de la seguridad y del rol que el Estado debería desempeñar, mostrándose activos impulsores de propuestas de reformas y/o intervenciones tanto en materia penal y penitenciaria como en materia extra-penal.Este trabajo se propone indagar el modo y los mecanismos a partir de los cuales un think tank en particular problematiza la cuestión securitaria y el rol Estado. En primer lugar, describiremos los lineamientos generales de aquello que entendemos como autoridades de gobierno. En segundo lugar, y a partir del trabajo sobre el caso de Fundación Paz Ciudadana (Chile), nos detendremos en su análisis como autoridad de gobierno, atendiendo a los diagnósticos y las intervenciones que promueve para mitigar o solucionar el problema de la seguridad. Por último, señalaremos los principales hallazgos del trabajo realizado, así como algunas reflexiones respecto de posibles líneas de trabajo futuras.Resumen de la Ponencia:
O sistema privado de segurança tem se consolidado como um importante mecanismo de normatização e regulação do território, pois cumpre um papel central à realização do capitalismo financeiro internacional. Consequentemente, exercendo a função de articular o processo de centralização e concentração de capital em escala planetária, afirmando-se como operadores econômicos decisivos no processo produtivo. A análise tem sobressaído e ganhado destaque nas pesquisas acadêmicas, nas políticas e na gestão do território, haja vista a forma como este processo se apresenta sob diferentes contextos territoriais, impactando diretamente do local ao global. As dinâmicas espaciais produzidas a partir da intensificação da securização do território, tem promovido complexas relações socioespaciais que, por conseguinte, desencadeiam novas formas de organização do espaço, permitindo-nos reconhecer, geograficamente, a (re) produção de desigualdades que, por sua vez, acarretam em implicações para o território nacional e, alagoano de modo especial. Daí, portanto, o interesse em realizar uma discussão ancorada na concepção de uso corporativo do território, pois é esta quem nos proporciona reconstituir relações e significados da segurança com o espaço geográfico. Partindo deste princípio, o estudo ora em destaque objetiva analisar o processo de expansão da segurança privada no território alagoano e a função desempenhada por estes agentes na gestão territorial, haja vista o “[...] seu considerável poder sobre a criação e o controle das formas espaciais, suas funções e distribuição espacial”, conforme asseverou Santos (2019). Permitindo assim, novas interpretações do território brasileiro, e alagoano em particular, expressando a amplitude e a capacidade do conhecimento geográfico em interpretar temas diversos, mesmo aqueles que só recentemente foram inseridos na agenda de análise e discussão dos geógrafos. Dessa forma, importa ponderar três importantes movimentos no avanço das atividades securitárias no território alagoano responsáveis pelas modificações da sua estrutura e das relações sociais. O primeiro versa sobre o uso corporativo do território pelas empresas de segurança privada, comandado por um significativo refinamento da base tecnológica que acompanha a capilarização pelo espaço geográfico do meio técnico-científico-informacional, expressando o processo de modernização incompleta que atinge de formas distintas os mais variados lugares. O segundo movimento consiste nas novas formas de gestão do território desenvolvidas por estes agentes que tendem a tornar mais seletivo e dotado de maior densidade técnica, os espaços de realização da securização. E, como decorrência destes, um terceiro que diz respeito ao aprofundamento das desigualdades territoriais e da marginalização da população mais pobre. Dessa forma, não parece demasiado afirmarmos que a atividade securitária passa a representar um importante instrumento de realização e difusão do capital, haja vista, a expressividade alcançada através do papel desempenhado por esses agentes no território.Resumen de la Ponencia:
El abordaje de las políticas de seguridad en Colombia, ha estado ligada fundamentalmente, al enfoque de seguridad nacional y defensa del Estado, especialmente desde la perspectiva del realismo político. Así es como la noción del Estado, la defensa de la soberanía nacional y de su territorio configuran los elementos centrales que se deben defender ante las amenazas externas y/o internas, para asegurar un orden social, político y económico vigente bajo la égida del militarismo. Sin embargo, las constantes críticas de la comunidad internacional, academia, funcionarios públicos, entre otros actores., conllevaron a señalar sus limitaciones en las respuestas efectivas respecto a nuevas amenazas en el orden global, considerando al individuo, o mejor dicho al ciudadano como el centro de atención de las políticas de seguridad. Por consiguiente, la adaptación de la seguridad nacional a la seguridad democrática, en contraste con los pilotajes de seguridad humana reciente en los departamentos de Antioquia y Nariño sirven para ilustrar los vínculos de la política de seguridad actual en Colombia así como sus contradicciones, tanto en el plano conceptual como en la definición de política institucional que se ejemplifica de una manera extraorinaria con la implementación de la Operación Artemisa, la cual, se ha venido ejecutando durante el actual gobierno nacional de Iván Duque Márquez, como una estrategia militar para luchar contra la deforestación, la protección de los océanos y la biodiversidad. Por tanto, el objetivo es identificar los impactos de la Operación Artemisa y las contradicciones latentes y manifiestas en la concepción de política de seguridad en Colombia. La metodología que se adopta en este trabajo consiste en una revisión documental, trabajos de investigación, documentos institucionales (de política pública) y prensa abierta, así como la revisión de la base de datos del Fondo Fiduciario de Naciones Unidas, las cuales en conjunto, permiten acceder a los datos principales, contrastar la información, establecer las contradicciones de la política de seguridad, y finalmente, plantear algunas consideraciones finales sobre la seguridad más adecuada acorde a las particularidades de Colombia.Resumen de la Ponencia:
el objetivo de la ponencia es exponer al público académico los avances y seguimiento de la tesis doctoral así como un nuevo capítulo que versa sobre la evaluación de los infantes (soldados del ejército mexicano) en tareas de seguridad interior, en ello se hace un análisis sobre si es seguridad pública o seguridad interior, a partir de un estudio cualitativo documental sobre su presencia en las calles en perspectiva de la ciudadanía, las instituciones de seguridad pública estatales y desde la voz de los protagonistas. se parte del argumento de que los soldados siguen siendo entes de confianza para la ciudadanía, son portadores de la seguridad en las calles aun cuando existan hechos aislados de violación a los derechos humanos (pocos en relación con los de otras instituciones como las de seguridad pública estatales o el IMSS), así mismo, se considera que la doctrina militar de “espíritu de cuerpo” cuyo presencia es de larga data, sigue siendo la base del éxito de su disciplina en todas las áreas de desempeño. en el documento se explica la suma de infantes, policía federal y policía militar en la Guardia Nacional, avances y desafios para la nueva institucion de cara a la inseguridad en incremento en todo el país.Resumen de la Ponencia:
La propuesta de creación de la Guardia Nacional fue uno de los puntos más importantes que se contemplaron en el Plan de Paz y Seguridad 2018-2024 presentado por Andrés Manuel López Obrador poco tiempo después de su victoria electoral el 1 de julio de 2018. De acuerdo con dicha publicación, se conformaría una institución armada militar con funciones específicas para el mantenimiento de la paz social, prevenir y combatir el delito en todo el territorio nacional, teniendo en cuenta que esta nueva institución estaría a cargo de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, sin embargo, esto también trajo consigo muchas críticas por parte de partidos políticas, especialistas y sociedad civil, debido a una supuesta intención de militarización de la seguridad pública y de parecidos con la Guardia Nacional Bolivariana. El despliegue del proyecto de Guardia Nacional prometía comenzar a ver avances positivos, como: a) un mayor control territorial en términos de Seguridad Pública, b) una disminución en los índices de delincuencia y c) mayor colaboración entre diversos cuerpos de seguridad para el resguardo de la población, asimismo, se marcaron objetivos institucionales en los que se mencionó que a tres años ya estarían trabajando las 266 Coordinaciones Regionales propuestas y las 32 Coordinaciones Estatales, tomando en cuenta una meta de 50,000 civiles activos. El 26 de marzo de 2019 se incluyó en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el Decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones, que darían pie al nacimiento de esta nueva institución de Seguridad Publica, la cual debía estar conformada por civiles mexicanos que actuaran en conjunto como una policía con entrenamiento profesional para combatir la inseguridad y violencia, teniendo un acercamiento constante con la población mexicana, sin embargo, en los primeros años de conformación se presentó la necesidad de adherir activos de otras instituciones de seguridad como Marina, Policía Federal y Ejército, y con ello coadyuvar a las actividades de la Guardia Nacional hasta que se logre reclutar a la cantidad de población contemplada en la Propuesta. Por lo anterior, en la presente ponencia se propone un análisis conceptual desde las teorías del Interaccionismo Simbólico y la Socio psicología para poder identificar de qué forma se ha ido construyendo una identidad colectiva y un sentido de pertenencia propios de la Guardia Nacional como institución de reciente creación y que se ve atravesada por la conjunción de activos de diversas instituciones con identidades propias ya consolidadas que podrían contraponerse con las metas e ideales de una nueva identidad que se encuentra en una construcción identitarios en proceso.Resumen de la Ponencia:
A través del análisis de la lírica de canciones de gangster rap y comunicados emitidos por las pandillas salvadoreñas, MS13 y Barrio 18, se presenta un ejercicio de categorización de los elementos discursivos de dichos grupos criminales. Las canciones de gangster rap seleccionadas son producidas por los propios integrantes de las pandillas y subidas en videos a la plataforma YouTube, incluso desde la prisión. Esas canciones presentan posicionamientos ante la acción del Estado salvadoreño, en particular la Policía. Los comunicados analizados corresponden al período 2012-2013, cuando las pandillas signaron un pacto de no agresión con la participación del gobierno de Mauricio Funes (FMLN). En ese proceso, conocido como “la tregua”, las pandillas se reivindicaron como actores políticos y posicionaron demandas a través de comunicados públicos. Con ambas fuentes primarias, se concluye con la enunciación de elementos fundamentales del habla política pandillera en El Salvador.Resumen de la Ponencia:
O presente trabalho explora a construção do Jogo do Bicho sob os signos de legitimidade e ilegitimidade. Nesse sentido, aborda-se desde do primeiro momento do Jogo, no Jardim Zoológico de Vila Isabel, até sua popularização nas ruas cariocas e o surgimento e prisão de membros da cúpula organizadora. Para além de sua definição legal, pretende-se analisar as principais figuras do Jogo e sua atuação na divisão de território, expansão de investimentos, assim como a popularização no futebol e samba. Nos primeiros anos da República no Brasil, os discursos higienistas que mobilizaram a expulsão das camadas populares do centro da capital também atingiram hábitos e manifestações culturais de diversas vertentes. A modernização e a civilidade almejadas atingiram a população não só em seu planejamento urbano, mas também no âmbito simbólico e lúdico. Neste sentido, foram criados mecanismos coercitivos para o combate de loterias como o Jogo do Bicho, entendido pelos administradores da capital federal como nocivo e perigoso, devendo ser alvo do aparato jurídico e policial do Estado. A transição para o século XX, assim como suas primeiras décadas, é marcada por um processo de legitimação da capital brasileira por meio da eliminação dos traços compreendidos como arcaicos e frustradores do progresso, geralmente encarnados nos hábitos e modos de vida das classes populares cariocas. As reformas urbanas, projetadas pelo prefeito Pereira Passos e o presidente Rodrigues Alves, objetivavam também mudanças no caráter moral da sociedade brasileira. Desse modo, reconstruir a cidade passava também por reconstruir seus hábitos. O trabalho dialoga com a literatura que discute a criação e consolidação do Jogo do Bicho, assim como a repressão e manutenção de suas práticas. Também se debate com a literatura sobre a formulação de categorias de criminalidade, objetivando analisar uma noção jurídica e popular prevista desde o Decreto-Lei No 3.688, de 1941. Desse modo, compreende-se a formação da figura do contraventor, termo comumente utilizado para designar os organizadores do Jogo do Bicho, assim como observa-se o fenômeno do Jogo do Bicho enquanto objeto de um projeto de cidade e cidadania.Resumen de la Ponencia:
Nas últimas duas décadas, os estudos sobre a pluralização da segurança e do policiamento ganharam centralidade no debate criminológico. Em diferentes países e continentes, investigações sobre os mecanismos de produção de segurança se constituíram baseados na premissa de que o controle do crime resulta da atuação de uma miríade de atores estatais e não estatais. Inserido neste amplo programa de pesquisa, o objetivo deste trabalho é discutir a pluralização da segurança em duas microrregiões do bairro da Várzea, localizado na cidade do Recife, capital do estado de Pernambuco, Nordeste do Brasil. Trata-se de um bairro suburbano de uma das capitais economicamente mais desiguais do país, como apontam pesquisas recentes. Nesse contexto, a combinação entre as desigualdades econômicas e sociais entre os habitantes e a heterogeneidade do espaço urbano produz uma paisagem na qual diferentes lógicas de segurança estabelecem-se em um mesmo bairro. Como consequência dessa formação sociodemográfica e urbana, as duas microrregiões investigadas apresentaram formas distintas de governança da segurança. Em uma delas, habitada principalmente por trabalhadores precarizados, os mecanismos de segurança se baseavam em tecnologias de compartilhamento de informações e de transferência de capital social. Na outra microrregião, habitada por trabalhadores das classes médias, as práticas de governança se constituíam pelo uso de tecnologias eletrônicas de vigilância e pela contratação de segurança privada formal e informal. Utilizando-se da teoria da governança nodal – a partir das pesquisas de autores como Clifford Shearing, Benoît Dupont e James Martin – a pesquisa descreveu e analisou as mentalidades, tecnologias e os recursos materiais e simbólicos utilizados pelos moradores. O material analisado foi coletado por meio de uma etnografia realizada entre os anos 2018 e 2020, na qual foram feitas 45 observações e 30 entrevistas com moradores e comerciantes. Um dos principais resultados foi a observação de que o ordenamento securitário variava em termos das tecnologias preponderantes e dos recursos acionados, constituindo diferentes ordens situacionais.Resumen de la Ponencia:
Evidentemente la pandemia paralizo, -ahora lo podemos decir como un recuento de daños-gran parte de la dinámica de impartición de justicia en México, lo que trajo como consecuencia un estancamiento de los procesos judiciales que en nada contribuyó a la pronta, completa e imparcial administración de justicia que determina el artículo 17 Constitucional y a las garantías procesares que prevé el artículo 8 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos. Es momento de tomar el impulso pos pandemia para valorar en su dimensión exacta el significado del derecho humano de acceso a la justicia cuya importancia trasciende en el ámbito del derecho penal, a las partes tanto a la víctima que requiere de la reparación del daño; como al delincuente, que debe recibir una prevención especial mediante el tratamiento penitenciario que logre la reinserción social; pues, finalmente toca al Estado el cual mediante al ejercicio del ius puniedi, esto es, el derecho a castigar, busca la armonía o paz social, y es precisamente la posibilidad de lograr de tales objetivos, la forma como se puede alcanzar la legitimación del Estado. En el Derecho en general y en sistema penal en particular, se logra trascender el ámbito individual ya que pertenece al ámbito público, por lo cual su buen funcionamiento es prioritario para lograr lo fines del Estado y la gobernanza requerida en un Estado Social y Democrático de Derecho, sin embargo, existen grandes problemas con la prevención del delito, la procuración de justicia, la administración de justicia y la ejecución de las penas, que trae como consecuencia un grave problema de impunidad, los delitos en México o no se denuncian (cifra que alcanza más del 80% en delitos cometidos), o bien, no se dictan sentencias condenatorias contra los responsables de los delitos, (las estadísticas establecen que menos del 3% de delitos denunciados llega a sentencia condenatoria). Si a ello le sumamos el tema de la corrupción de abogados, jueces, ministerios públicos, policías y demás servidores públicos, entendemos el por qué en México vivimos con altas cifras de inseguridad pública que a todos nos perjudica, que, dicho sea de paso, se pretenden controlar con el aumento de penas y creación de tipos penales. Todo lo cual resulta insensato e irresponsable por parte del Estado. Por ello vale la pena alzar la voz desde las universidades y sociedad civil que haga patente la necesidad de dar un cambio de de timón y considerar que trabajar desde la construcción del tejido social es la única forma de restablecer la paz social que es esencial en el Estado de Derecho.Resumen de la Ponencia:
El tránsito de los grupos armados a la vida civil es una fase crítica de los procesos de paz, pues determina el éxito del posconflicto. Colombia ha vivido en el siglo XXI dos procesos de desmovilización, uno con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), iniciado en 2002, y otro con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), después de los Acuerdos de La Habana (2016). Si bien durante los contextos de post-acuerdo se implementan programas de Desarme, Desmovilización y Reintegración (DDR) dirigidos a garantizar el tránsito de excombatientes a la vida civil, estos procesos constituyen momentos críticos, no exentos de dificultades en las que se evidencian fenómenos de rearme. En ambos casos, la reincorporación ha tenido dificultades y ha propiciado el rearme y la reincidencia de los actores armados en el país. La débil implementación de los acuerdos, en el caso de las FARC, o el limitado alcance de los mismos, en el caso de las AUC; las condiciones de pobreza; las masacres, la persecución y el asesinato de líderes sociales y de excombatientes, que incrementaron y se transformaron a partir de la pandemia del Covid- 19, son indicadores que permiten identificar los factores que determinan la reincidencia de la violencia en Colombia.De acuerdo a lo anterior, el objetivo de esta ponencia es exponer la situación de crimen y violencia que se vive en Colombia, especialmente en el departamento del Tolima, en torno al rearme y la reincidencia de ambos grupos desmovilizados, su presencia en el territorio nacional, sus alianzas, sus modus operandi y la forma en que la pandemia del Covid-19 incidió. Además, dado a que esta ponencia se construye desde un avance de investigación en curso, se pretende mostrar y explicar algunos de los factores hasta ahora identificados que se constituyen como las causales de que excombatientes hayan retornado a la ilegalidad y con ello, persista la violencia. Este estudio es clave para nutrir los debates y las reflexiones en torno a la construcción e implementación de acuerdos de paz y los procesos de Desarme, Desmovilización y Reintegración (DDR), que se han implementado en varias zonas a nivel mundial, así como para analizar el impacto del fenómeno en Latinoamérica.Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia reúne reflexiones conceptuales en torno a las violencias producidas y reproducidas desde el campo de lo estatal. La ponencia busca recuperar las principales líneas interpretativas construidas en la postdictadura por las ciencias sociales de Argentina para tematizar, investigar y comprender los usos abusivos y/o letales de la fuerza por parte de la policía. En la primera parte, sostendremos que la problemática, tematizada generalmente en términos de violencia institucional, ha sido analizada a partir del estudio de las condiciones legales, institucionales y sociales que hacen posible a las violencias estatales. Y que esa perspectiva descansa en nociones como poder punitivo y /o poder de policía, lo que sitúa el análisis el debate sobre la legalidad y legitimidad, así como también en la cuestión de la arbitrariedad y discrecionalidad de las violencias practicas por agentes de las fuerzas de seguridad. En la segunda parte, tomando aportes de la sociología y la antropología, se buscará iluminar las tensiones constitutivas a la relación estado y violencia proponiendo una problematización de esos ejes analíticos a partir de la noción de “márgenes del estado” y de excepcionalidad. El recorrido busca sistematizar las principales claves analíticas y abordajes metodológicos construidos por la academia para comprender los usos de la fuerza pública en la experiencia social y política argentina, como un insumo que aporte al debate sobre la democratización de la seguridad.Resumen de la Ponencia:
Com o aumento da violência, a luta contra a criminalidade se tornou uma importante bandeira política nas sociedades contemporâneas. Isso se deu em grande parte pela cobertura midiática lucrativa que essa pauta recebe na maioria dos países. Apesar do esforço da Criminologia e das Ciências Sociais contemporâneas em denunciar a ineficácia das políticas repressivas em relação à criminalidade, esse modelo tem sido seguido pela maioria dos Estados, em detrimento de uma política de segurança pública preventiva, que, embora seja mais custosa, se mostra mais eficiente a longo prazo. Nesse contexto, a política criminal adotada por Cuba se mostra diametralmente oposta à política de segurança pública em prática na maior parte dos países da América Latina. Nesses países, privilegiam-se , via de regra, apenas as formas de controle formal, com o crescimento do Direito Penal e da resposta punitiva, assim, o Estado se estrutura como verdadeiro mecanismo de gestão da pobreza, o que gera efeitos negativos para a formação de sociedades mais democráticas. Em contraste, prevalece em Cuba formas de controle social informais, com foco na prevenção, fruto de estratégias integrativas do Estado com protagonismo das organizações populares a nível comunitário. Essas estratégias fazem parte de um contexto que caracteriza a Política Criminal não apenas como uma política penal, isto é, as formas pelas quais os órgãos de controle social formal respondem ao fenômeno da criminalidade, que se dá, geralmente, pela aplicação do Direito Penal. O conceito de Política Criminal adotado em Cuba também engloba a execução de uma política social que garanta condições de vida adequadas para a maioria da população, com o objetivo de reduzir e eliminar os fatores que influenciam os sujeitos a cometerem crimes, ou seja, prevenção primária ao delito. Essa estratégia, que analisa conjuntamente a política social e a política penal, é chamada de Política Criminal Integral. Por meio da revisão bibliográfica, identificamos quatro motivos que explicam a preponderância das formas de controle sociais comunitárias no país: 1) a cultura política que favorece a participação comunitária; 2) a existência de estruturas político-sociais que permitem a participação popular na execução dos serviços públicos; 3) a formação de recursos humanos altamente qualificados; e 4) a presença de uma estrutura preventiva. Por fim, descreveremos a experiência histórica dos Comités de Defensa de la Revolución (CDR), em português, Comitês de Defesa da Revolução como estudo de caso, já que é a maior organização de massas do país e foi criada com o objetivo inicial de formar um sistema de vigilância comunitário contrarrevolucionário.Resumen de la Ponencia:
En México, el análisis de las estrategias de prevención del delito puede circunscribirse como una subdivisión de la sociología de la violencia, propuesta teórica de autores como Briceño (2016) y de investigadores latinoamericanos en temas de seguridad ciudadana como Estrada (2014), Buvinic (2008) y Dammert (2005). Estos enfoques teóricos se utilizan para analizar que en los últimos quince años la ciudad de Acapulco de Juárez ha sido objeto de la implantación de diversos programas de prevención del delito, así como la creación de dependencias gubernamentales con el objetivo de disminuir los índices de violencia. No obstante, el problema persiste llevando a esta ciudad a considerarla como uno de los municipios prioritarios en la agenda de seguridad del gobierno federal. El objetivo de este trabajo es describir la estrategia de prevención del delito del municipio de Acapulco, los aciertos y errores que lo han situado entre los más inseguros de la república mexicana. La metodología a seguir es la interpretación de estadísticas delictivas, análisis hemerográfico e investigaciones sobre seguridad pública de actores como gobierno, empresarios y asociaciones civiles. Se sostiene que desde hace casi dos décadas la política pública municipal de prevención del delito no ha sido eficaz para solucionar el problema de la violencia. Los principales hallazgos son que las estrategias y programas de prevención del delito del gobierno municipal son una extrapolación de las acciones a nivel federal ya que que a nivel local existe opacidad e ineficiencia para tratar de solucionar este problema.Resumen de la Ponencia:
Es una (casi-)tautología que la violencia organizada es producida por organizaciones violentas, ¿pero cómo y con qué variaciones? ¿Qué tienen en común los ejercitos, las organizaciones paramilitares, las mafias, y otras organizaciones armadas? Para abordar esas preguntas, elaboro un marco conceptual original, en el cual las organizaciones armadas son definidas como aquellas que se especializan en reunir combatientes, armas y blancos en “paquetes” susceptibles de ser reproducidos de manera más o menos contínua. Esbozo una tipología que distingue entre organizaciones militantes, penales, y de deporte sangriento, en función de la composición de esos “paquetes”. Luego, describo los procesos históricos que llevaron efectivamente a la diferenciación institucional de estas tres estructuras, dentro de un campo organizacional común, a través de una relectura crítica de Weber, Elias, y Foucault. Por último, analizo el modo en que este esquema conceptual nos permite realizar una cartografía más sistemática del campo de la violencia organizada, evitando varios sesgos habituales en la literatura (en particular el sesgo hacia las organizaciones militantes estatales y no estatales).Resumen de la Ponencia:
As penitenciárias sempre foram vistas como um lugar inóspito, com péssimas condições de vida, mas que serviriam, a princípio, apenas como ambientes de passagem para os condenados que aguardavam o martírio físico. No entanto, com o decorrer dos anos, este se tornou a principal forma de punição, como lugares em que, na teoria, o apenado seria ressocializado. Ideia essa que hoje se vê pouco aplicada diante das falhas sistêmicas e da permanência da desestruturação desses lugares. Com base nisso, investigou-se por obras bibliográficas, legislação vigente no país e dados gráficos sobre a ineficiência de tais institutos em punir mulheres que fazem o transporte de drogas para o presídio. Diante do descompasso que se apresenta a punição aplicada e ato cometido por essas figuras, há um prejuízo social maior em deixá-las presas. Isso justifica a atual evolução jurisprudencial que ocorre no país, na tentativa de corrigir esses problemas específico das mulheres com a aplicação de penas alternativas.Palavras chaves: Mulheres "pontes", Sistema penitenciário, evolução jurisprudencial;Resumen de la Ponencia:
O Sistema de Definição e Gerenciamento de Metas para os Indicadores Estratégicos de Criminalidade do Rio de Janeiro (SIM) é um programa de gestão por resultados que, através de incentivos financeiros pelo atingimento de metas, busca orientar os esforços policiais para a redução do volume de delitos. O programa é objeto de pesquisa que, desde 2016, desenvolvemos sobre as consequências da ordem econômica neoliberal na política de segurança do Estado do Rio de Janeiro. Neste propósito, temos examinado as estratégias de gestão de negócios que fundamentaram a reforma do Estado brasileiro. Discutimos, então, sobre o total quality management (TQM), em ANPOCS 2016; sobre o empowerment, em ALAS 2017; sobre o Downsizing, em ALAS 2019, e sobre a Reengenharia, no PDPP 2022. As etapas faltantes à conclusão deste empreendimento investigativo são o exame do que podemos considerar como sendo dois aspectos táticos que se desdobram da estratégia do TQM, a saber: o performance-related-pay (PRP) e o value-for-money (VfM). É sobre esta última prática que objetivamos, aqui, discorrer. Tomando-a como categoria analítica, extraída do mesmo objeto de análise, isto é, o programa SIM, buscamos, a partir da técnica do estudo de caso, responder à seguinte questão-problema: quais as limitações à adoção do VfM e suas consequências à qualidade da oferta do serviço público de segurança fluminense?Resumen de la Ponencia:
Un corpus significativo de investigaciones internacionales han estudiado las relaciones entre las instituciones policiales y los jóvenes. Estas han puesto énfasis en las relaciones conflictivas entre estos actores. Sin embargo, en su gran mayoría, estos estudios se basan en el análisis de experiencias sujetas a lo que se han denominado modelos policiales tradicionales. Estas instituciones tienen como fin el resguardo del orden público, donde la seguridad es una responsabilidad exclusiva del Estado y la ciudadanía no participan en las políticas de seguridad. Sin embargo, en las últimas décadas han surgido experiencias policiales basadas en modelos novedosos de policiamiento. Estas últimas experiencias tienen por objetivo garantizar los derechos y libertades de las personas, y la ciudadanía no solo participa de las políticas de seguridad, sino que aparece como corresponsable de las mismas. Pero ¿Qué sucede cuando se trata de modelos policiales de proximidad? ¿Estos modelos de policías de proximidad tienen en cuenta la presencia de un vecino joven, de una ciudadanía joven? ¿Cómo se caracteriza a los jóvenes y en qué circunstancias? La presente investigación se propone contribuir al conocimiento de este último tipo de modelos policiales y sus relaciones con los jóvenes, a partir del análisis de una experiencia particular, pero de las más importantes y pioneras en México, como es la policía municipal de Nezahualcóyotl en el Estado de México. Algunas de las preguntas que orientan el trabajo son: ¿Cómo están presentes los jóvenes en los documentos y discursos de la policía municipal de Nezahualcóyotl? ¿Qué acciones específicas se dirigen a este sector de la población? ¿Cuáles son las concepciones de juventud que predominan en estos documentos y discursos? ¿Cómo intervienen otras condiciones, además de la edad, como la clase social, el género o cuestiones étnico-raciales de la población joven en los discursos de este modelo policial? Para responder estas preguntas, la investigación se basó principalmente en el análisis de los escritos orientadores de esta experiencia de policía de proximidad en el municipio de Nezahualcóyotl (legislación, programas de formación, informes de sus desempeños en subsidios federales, entre otros documentos producidos por la misma policía municipal). Además, se realizaron entrevistas con especialistas que asesoraron esta institución, con policías pertenecientes a distintos agrupamientos, mandos medios y funcionarios de la Dirección General de Seguridad Ciudadana de Nezahualcóyotl.Resumen de la Ponencia:
Por reconhecer a importância que a emergência da narrativa sobre adolescentes envolvidos em facções representa para a execução das medidas socioeducativas, este artigo, de caráter exploratório, busca semear reflexões que auxiliem a analisar qual o caráter da vinculação existente entre os adolescentes e os grupos criminosos denominados facções, bem como as funções simbólicas que esses discursos adquirem para os socioeducandos.Para o desenvolvimento deste estudo, foram utilizados dados qualitativos oriundos de três grupos de discussão com adolescentes em cumprimento de medida socioeducativa de internação. Ademais, com o objetivo de aprofundar questões que surgiram durante as discussões em grupo, também foram realizadas entrevistas abertas com aqueles que demonstraram abertura para tratar do tema após o término dos grupos de discussão. Ao todo, 28 socioeducandos do sexo masculino e com idade entre 15 e 20 anos participaram do estudo. Foram realizados dois grupos de discussão em uma unidade de internação localizada no interior do Rio Grande do Norte e um outro em uma unidade situada na região metropolitana de Natal, capital do estado. Cada grupo contou com a presença de dois pesquisadores e com cerca de 8 a 10 adolescentes. Optou-se por simular um bingo para fomentar as discussões. Desse modo, cada adolescente recebeu uma cartela com imagens que faziam menção a temas como “liberdade”, “audiência”, “visita íntima”, “amizade/inimizade”, “alimentação”, “revista vexatória”, “educação” etc.A partir disso, essas imagens eram sorteadas por um pesquisador, que provocava os socioeducandos que tivessem a mesma imagem em suas cartelas a se pronunciarem. Apenas aqueles que possuíssem a imagem equivalente marcavam ponto, mas todos os adolescentes poderiam se pronunciar a respeito do tema. A imagem “amizade/inimizade” foi aquela utilizada para mediar as discussões sobre o envolvimento com facções criminosas e tais discussões compuseram o conjunto de dados que foram utilizados no presente artigo.Desse modo, os momentos de diálogo com os socioeducandos possibilitaram identificar os significados atribuídos por eles às facções e, com isso, foi possível a construção de três modelos típicos-ideais, a saber: a vinculação discursiva, a vinculação territorial e a vinculação efetiva. Esses modelos, construídos a partir dos elementos que os pesquisadores julgaram mais relevantes para a compreensão do fenômeno em análise, assumem a função de organizar o multifacetado espectro de vinculações possíveis entre os adolescentes em cumprimento de medida socioeducativa e os grupos criminosos denominados facções, de modo a possibilitar a análise de tais relações em sua complexidade, sem que se recaia em perspectivas simplistas ou deterministas.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho se propõe a aprofundar a pesquisa acerca da falência do projeto de segurança pública evidenciando a necessidade de entender a origem e conceituação deste termo para além de uma literalidade sitiada, revelando seus reais objetivos e entranhas. Para tal, se apoia nas proposições de BATISTA (2013) que estabelece a necessidade de aprofundar radicalmente a crítica ao poder punitivo a fim de que não estejamos eternamente presos à nossa autocolonização. Se distanciar de uma abordagem que encara a segurança pública como terreno a construir cenários sociais pacíficos e a consolidar um sentimento subjetivo da coletividade, em que a crítica se limita à sua forma dispositiva enquanto gestão, é essencial para o entendermos como campo constitutivo de um projeto político. Dentro de uma sociedade marcada pela luta de classes, a segurança pública se compõe de um sentimento subjetivo e a ansiedade de uma insegurança social substanciados em um ideal de estagnação burguês que não compreende a complexidade da vida e a tensão constante dentro da sociedade de classes. A manutenção de uma sociedade estratificada, em uma lógica neoliberal, se desenvolve em um laissez-faire dissimulado ao se assumir liberal no topo e paternalista na base. O que seria duas faces radicalmente diferentes nas duas extremidades da hierarquia social: “um rosto simpático e gentil para as classes média e alta e uma cara medonha e carrancuda para classe baixa”. (WACQUANT, 2012 p. 37)Para manter o seu desenvolvimento e garantir a ordem neoliberal, através da neutralização das massas populares, utiliza-se de um sistema penal proativo pautado no controle punitivo, na vigilância e no ideário poliacialesco. A mistura de um Estado penal máximo e um Estado social mínimo é a combinação impecável que sustenta o projeto político neoliberal.Assim, a segurança pública se direciona ao silenciamento e controle daqueles que não servem à ordem do capital, através de um sistema penal maximizado, revelando-se um fim constitutivo composto de “um fetiche criminal para a metáfora encobridora das conflitividades sociais” (BATISTA, 2018). Desse modo, a relevância de atentar-se ao que consubstancia o mote deste trabalho, se mostra primordial à mudança paradigmática: uma política de segurança aos direitos. Este trabalho reforça a denúncia de que a segurança pública enquanto componente da perspectiva neoliberal evidencia o suposto paradoxo da falência de um projeto, na verdade, configurar o seu sucesso. Enquanto elemento vital de um projeto político, não há o que se reformar aquilo que cumpre exatamente o que fora constituído para ser. Portanto, ao fincarmos a ideia de segurança pública como fruto engendrado do neoliberalismo impassível de cura, a busca para refutar a barbárie que a compõe se direciona ao prisma de uma política de segurança aos direitos.Resumen de la Ponencia:
O ensaio que tencionamos, aqui, desenvolver objetiva examinar a consolidação do discurso da segurança pública. Processo que se iniciou nos anos de 1990, no contexto da reengenharia do serviço público estadual, quando então se desenvolveram, entre outras ações para o setor segurança, os Conselhos Comunitários (instância propositiva, composta de cidadãos e autoridades públicas, civis e militares, das polícias fluminenses). A instituição Conselho Comunitário de Segurança é o objeto de nossa investigação que, referenciada teórica e metodologicamente em “A ordem do discurso” de Michel Foucault (1996), toma como categoria de análise seu conceito de discurso (2007), a saber: práticas que seguem regras e que formam sistematicamente os objetos de que falam. Neste sentido, buscaremos investigar, tanto os procedimentos que definem a qualificação e os atributos dos indivíduos que falam, as circunstâncias de pronunciamentos e a eficácia suposta das palavras sobre o público (rituais da palavra) quanto a forma de distribuição geral dos discursos, com os saberes e os poderes que eles trazem consigo (apropriação social do discurso). Com isto pretendemos responder a uma questão-problema trivial: o que é segurança pública segundo o discurso dos CCS ou, dito de outro modo, qual é discurso de segurança sustentado pelos CCS?
Introducción:
No Brasil, por cerca de 20 anos, contados do fim da ditadura civil-militar, a sociedade civil organizada discutiu e os governos estaduais ensaiaram modelos de serviço público de segurança adequados ao Estado democrático de direito, alternando-se em perspectivas, ora garantistas, ora punitivistas. Esta dinâmica foi tratada pelos meios de comunicação em termos de “Direitos Humanos” versus “segurança pública”.
No final dos anos de 1990, uma equipe, integrada por pesquisadores e policiais, enfrentou o desafio de formular, para o Estado do Rio de Janeiro, um projeto de política segurança que superasse a dicotomia: efetividade policial (cujas estratégias derivam da lógica de guerra, segundo a qual o desrespeito aos direitos de populações vulneráveis é um efeito colateral do combate ao inimigo) versus primado dos direitos humanos (a partir do que os direitos dessas populações passam a ser objeto central da política de segurança).
Neste contexto, experimentava-se, simultaneamente, a substituição de uma institucionalidade autoritária por outra democrática; e a reestruturação produtiva das organizações, públicas e privadas.
A política formulada por eles refletia os fenômenos da redemocratização e do neoliberalismo, em termos: das Áreas Integradas de Segurança Pública (AISP), das Delegacias Legais, do Instituto de Segurança Pública RIOSEGURANÇA (ISP), o Grupamento Especial de Policiamento de Estádios e o Grupamento Especial de Policiamento em Áreas Turísticas); e das instâncias de interlocução com o cidadão, como a Ouvidoria, o Conselho de Segurança do Estado do Rio de Janeiro e os Conselhos Comunitários de Segurança.
Criados, em 1999, os Conselhos Comunitários de Segurança (CCS) são foros de participação social de natureza consultiva, propositiva e voluntária, onde interagem as autoridades locais de segurança pública (Delegados Titulares das Delegacias Distritais da Polícia Civil e Comandantes dos Batalhões de Polícia Militar), como membros natos e a sociedade civil, por meio de participantes avulsos e de outros eleitos para a direção desse foro (membros efetivos).
Suas reuniões ordinárias são mensais e, em regra, presenciais. A fala é o veículo principal de comunicação das demandas de seus participantes. Isto faz com que a dinâmica de distribuição, controle e circulação da fala se torne elemento central para a compreensão de dois aspectos da política segurança – (i) a relação entre sociedade civil e agentes de segurança no nível local e (ii), o reflexo desta relação na fixação das diretrizes da política de segurança – que se pode resumir a uma única questão-problema: qual o discurso dos CCS sobre a segurança no Estado do Rio de Janeiro, ou melhor, de quais práticas se constitui o discurso da segurança nos CCS?
Neste sentido, os CCS constituem um objeto de estudo analisável a partir da categoria “discurso”. O que nos remete à técnica interpretativa da Análise do Discurso a qual nos induz a eleição de “A Ordem do Discurso”, de Michel Foucault, nossa principal referência Teórica.
Os sistemas de coerção do discurso a que se refere Foucault definem (i) o que se deve dizer (função de exclusão), (ii) o que não se deve dizer (função de limitação) e (iii) quem deve dizer (função de rarefação do sujeito).
Por função de exclusão, considera aqueles procedimentos que definem sujeitos e objetos autorizados e as formas e circunstâncias permitidas para a produção do discurso. E são de três tipos: (1) interdição do discurso, isto é, proibição de enunciar um discurso por coisa (i) da circunstância em que se inscreve, (ii) da censura ao objeto do discurso e (iii) dos predicados do sujeito que fala (ibidem, 1996, p.9); (2) segregação da loucura, caracterizada como a estigmatização do discurso contra-hegemônico;; (3) vontade de verdade, também designada vontade de saber, que se caracteriza como uma manifestação da luta pelo poder na forma da produção de uma verdade que se sobrepõe a todas as outras formas de conhecimento.
O autor considera como função de limitação o conjunto de procedimentos internos de restrição do discurso, que tem por objetivo controlar as dimensões do acontecimento e acaso, ou seja, o imprevisto. São de três tipos: (i) princípio do comentário, caracterizado como a produção de um texto que se referencia a outro, sobre o qual quer-se apoiar ou superar seu valor; (ii) princípio do autor, definido como princípio de agrupamento do discurso, como unidade e origem de suas significações (ibidem, 1996, p. 26), não se confunde com o indivíduo falante ou o redator; respeita a autoridade (prestígio) da fonte (indivíduo ou grupo) produtor do texto; (iii) princípio da disciplina, encerra um sistema anônimo, caracterizado pela organização de um conjunto de saberes sobre um determinado objeto que define as regras e o horizonte teórico, os quais devem ser observados para a produção de novas proposições verdadeiras.
Por fim, concebe a função de rarefação dos sujeitos como uma forma de controle do discurso que se realiza mediante um conjunto de regras que tem como objetivo limitar o acesso ao discurso a um certo número de indivíduos.
As funções de rarefação dos sujeitos, a que também denomina sujeição do discurso são: (i) rituais da palavra, considerados procedimentos que exercem o controle dos participantes por meio da definição dos papéis a serem desempenhados, dos comportamentos e circunstâncias a serem observados, da qualificação exigida e da linguagem a ser utilizada, é considerada a forma mais superficial e visível dessa categoria de controle do discurso. exigência de identificação; (ii) sociedades de discurso, constituídos como grupos de indivíduos que mantêm, entre si, o controle do discurso por meio da manutenção de um conjunto de regras secretas para a sua produção, distribuição e consumo; (iii) doutrina, caracterizada como um conjunto de discursos compartilhados por um grupo de indivíduos que, em decorrência da adesão às mesmas verdades e regras, estabelecem entre si uma ligação e identidade, diferenciando-os daqueles que não pertencem ao grupo doutrinário - a doutrina realiza o que Foucault denomina de uma “dupla sujeição”, a submissão dos sujeitos que falam aos discursos e a vinculação dos discursos aos indivíduos do grupo doutrinário; e (iv) apropriação social do discurso, designada como a apropriação coletiva dos discursos, realizada pelo sistema de educação, pela mídia, pelo marketing e outros instrumentos políticos que têm a função de manter ou modificar os discursos que devem ser transmitidos coletivamente, distribuindo os poderes e saberes que trazem consigo. Neste procedimento, argumenta Foucault, não há isonomia, mas distribuição e apropriações desiguais dos discursos, de acordo com os limites marcados pelas distâncias, oposições e lutas sociais.
O objetivo deste ensaio é analisar dois específicos procedimentos do que Foucault designa rarefação dos sujeitos; a saber: (i) rituais da palavra e (ii) a apropriação social do discurso. O faremos a partir (1) da observação participante em reuniões dos CCS da Área Integrada de Segurança Pública (AISP) que compatibiliza os limites geográficos de atuação, do 22º BPM e da 21ª Delegacia Legal (bairros de: Benfica, Bonsucesso, Higienópolis, Manguinhos, Maré e Ramos); e da AISP 23 que composta do 23º BPM e das 11ª, 14ª e 15ª Delegacias Legal (bairros de: Ipanema, Jardim Botânico, Lagoa, Leblon, Rocinha, São Conrado e Vidigal). A escolha destas AISP se deu em função de contraste das condições de vida das duas comunidades e a média do IDH de seus bairros.
Desarrollo:
Os espaços de reunião observados foram: o campus do Centro Universitário Augusto Mota (UNISUAM), no bairro de Bonsucesso, AISP 22; e o Clube Monte Líbano, no bairro da Lagoa, AISP 23. Os encontros tiveram duração superior a duas horas, na AISP 22 e superior a três horas na AISP 23. Todos agendados para o horário da manhã, em dia útil.
O rito das reuniões variou bastante entre os dois CCS. Na AISP 22, a reunião de 13/07/2022 começou com 30 minutos de atraso e as autoridades de segurança chegaram alguns minutos após. Um membro efetivo fez a leitura minuciosa da ata da reunião anterior. A presidente solicitou aos 26 presentes que se identificassem; para o que um microfone foi disponibilizado. Às 11h00min, após as apresentações, a fala foi aberta ao público, com a advertência quanto ao limite de 4 minutos por orador e a necessidade de identificação – nome e vinculação institucional. O encontro foi encerrado às 12h21min.
A reunião de 10/08/2022, na mesma AISP 22, foi iniciada sem a presidenta daquele CCS que se atrasou, por uma hora, em razão de operação policial em Manguinhos. Motivo, talvez, para o quórum reduzido em relação à anterior, contando, ao todo, 17 participantes.
Após a distribuição de cartilhas sobre prevenção de violência contra a mulher, produzida pela FIOCRUZ em parceria com o CCS, deu-se início à leitura da ata, enquanto dois policiais militares fotografavam e filmavam a todos. Após reproduzir o registro do pedido intervenção das Forças Armadas nas comunidades da AISP 22, formulado por um participante, o orador manifestou repúdio, dizendo: "somos apartidários, mas aqui respeitamos os poderes constituídos das polícias”. O subcomandante do 22º BPM informou sobre a criação de um gabinete itinerante para ouvir a comunidade in loco. Só então a palavra foi cedida ao público.
A reunião da AISP 23, em 28/07/2022, começou às 10h00min. Próximo à entrada do auditório estavam posicionadas duas mesas, e sobre elas, 3 documentos: uma lista de presença com nomes impressos de participantes regulares; uma segunda lista de presença com nomes de autoridades policiais e de órgãos públicos; e uma ficha temática de três folhas para inscrição para uso da palavra.
A presidente pediu aos membros da mesa que se apresentassem de modo breve. Após o que, ela própria, fez um curto balanço de sua gestão. Um participante indagou a presidente sobre a leitura da ata da reunião anterior. Ao que esta respondeu que a ata se encontrava disponível à porta do auditório. Outros participantes reclamaram do pouco tempo de fala reservado ao público.
Os membros natos realizaram um balanço de suas medidas de segurança, começando pelo Comandante do 23º BPM, seguido pelos Delegados de Polícia e, depois, pelos representantes dos órgãos públicos municipais. Após, foi franqueada a palavra aos demais presentes, no auditório, por ordem de inscrição.
As reuniões de ambos os CCS não contam com uma pauta. Sendo o único tópico recorrente, a prestação de contas feita, na AISP 23, pelas autoridades públicas quanto às contramedidas às demandas que lhes foram submetidas em reuniões anteriores. Nesta AISP, o participante, antes da reunião, se inscreve para a fala; e tem a palavra conforme seja anunciado, por um membro efetivo, seu nome e o tema de sua exposição. Contrastando com o procedimento adotado nas reuniões da AISP 22, em que os participantes solicitam a palavra para expor um assunto ou contraditar o expositor, em uma dinâmica própria ao debate.
A tabela abaixo coteja os ritos de realização das reuniões dos dois CCS com o roteiro de reunião preconizado pelo art. 37 do Decreto nº 47.651/21 que regulamenta estes Conselhos.
Figura 1
Pauta-padrão das reuniões dos Conselhos Comunitários de Segurança
Contrastam, também, entre um e outro CCS, os conteúdos dos debates. Na reunião de 13/07, na AISP 22, um senhor, apresentado pela presidência como o “nosso decano” relatou ser morador da região, havia 80 anos e que se encontrava proibido de dizer representar o Conjunto Habitacional Esperança, da Maré. “Ordem lá de cima”, justificou, referindo-se, possivelmente, aos grupos criminosos que ali atuam. Afirmou ser um dos fundadores daquele CCS e que, no início, “as reuniões enchiam”, porque um Policial Militar entrava em contato com a Associação de Moradores, convidando-os.
Uma moradora de Manguinhos, idosa, destacando-se pela simplicidade de suas roupas e linguagem corporal agitada, repetia angustiada que nada melhorava e reclamou a presença de representantes do Programa Cidade Integrada e do Governador. Sua fala foi abafada pelas interjeições, risos e reclamações dos demais participantes; e endossada pela presidenta do Conselho que destacou o risco que a falta de manutenção da sinalização e iluminação públicas oferecem aos moradores. A discussão foi rematada por outro participante que disse: “o Estado conserta, vagabundo vai lá e rouba [os cabos de sinalização e iluminação]”.
Uma segunda moradora de Manguinhos, também idosa, acompanhada de seu marido deficiente visual, pontuou que a falta de iluminação pública e o desrespeito dos motoristas à sinalização, em razão do medo da violência, põe em risco a vida dos moradores. E sobre os confrontos entre policiais e criminosos comentou: “num dia, ficamos com o nervo abalado, no outro, temos que trabalhar”.
Os ânimos se exaltaram e o senhor que primeiro havia feito uso da palavra diz: “ali tem que ficar escuro, que é por onde passa o bonde (grupo de delinquentes)”, propondo como solução a instalação de um quebra-molas para dificultar o deslocamento dos criminosos.
A sugestão de que os problemas ali relatados pelos moradores da Maré se resumiam às atividades criminosas na área, irritou a presidente do Conselho que contraditou: “estamos falando de 99% dos moradores e se o bonde quiser [passar], vai dar um jeito”. Atribuindo o crime de furto a usuários de crack acresceu: “conserta-se o sinal pela manhã e rouba-se à noite”. E rematou: “não é a polícia que vai resolver, nem a saúde, mas o conjunto da Segurança Pública”.
Moradores representantes de condomínios do bairro de Higienópolis e Bonsucesso dirigiram a fala ao comandante do 22º BPM. Comentaram a existência de grupos de Whatsapp sobre segurança do bairro, forneceram informações sobre a dinâmica criminal e informaram que, sendo alguns deles policiais, eventualmente informam diretamente aos “colegas” nas viaturas sobre os casos e atitudes suspeitas que consideram merecer atenção e intervenção da polícia. Ainda, indagaram ao comandante sobre a possibilidade de implantação do Programa Presente, em Higienópolis. Por fim, elogiaram o comandante pelo planejamento da segurança dos bairros e sugeriram sua inclusão nos grupos de Whatsapp.
O comandante do 22º BPM explicou que tem solicitado mais recursos à Secretaria de Estado em razão da carência de efetivo e viaturas em sua unidade; que seu planejamento obedece ao movimento da mancha criminal, baseada nas estatísticas oficiais, o que implica a priorização momentânea de uma localidade em detrimento de outra que se torna, então, mais vulnerável à criminalidade. Convidou os moradores a visitarem o Batalhão e solicitou que fosse incluído nos grupos Whatsapp de cada bairro.
A presidente do Conselho reforçou a necessidade do registro de ocorrência, a partir do qual a polícia realiza seu planejamento.
Um participante que disse ter sido, um dia, candidato a cargo eletivo, fez a seguinte argumentação:
Temos que nos atentar na escolha dos representantes. Pra mim, temos hoje um Congresso acovardado. Pra mim, a polícia hoje não é mais polícia, é soldado de guerra. O 22º [Batalhão] tem medo de atingir pessoas inocentes, e o meliante está protegido com a população. É 1%, todos com fuzil. Quem tinha que entrar [na comunidade] é a Marinha, Forças Armadas, porque é arma de guerra.
Um representante da ONG Redes da Maré contra-argumentou que a comunidade conta 140 mil moradores e que, caso 1% desta população possuísse fuzis, a cidade pararia. Informou sobre o aumento de problemas de convivialidade na comunidade, como a prática a prática de guerra de pedras entre as crianças, havendo depredação de escolas, além de brigas constantes entre vendedores ambulantes. Explicou que a ONG vêm realizando intervenções artísticas e urbanísticas no território, com o qual desmentem a máxima de que apenas advogados atuam no tema da segurança. Reclamou da falta de policiamento naquela localidade. Propôs visitar o 22º BPM para apresentar o trabalho realizado pelo Redes da Maré e tentar estreitar laços entre as duas instituições. Solicitou o contato do Comandante.
Adiante, outro participante perguntou se o aumento do crime não estaria associado à decisão do Supremo Tribunal Federal de restringir as operações nas favelas e de colocar o “Big Brother” (câmeras) nos uniformes dos policiais.
O representante da ONG Viva Rio fez registrar a presença de uma mulher que acompanhava a reunião. Tratava-se de uma mãe que havia perdido um filho durante uma operação policial. A criança, voltando da escola, foi alvejada por um tiro de fuzil. À época, a imagem desta mãe segurando o uniforme escolar do filho perfurada e manchada de sangue estampou as manchetes dos jornais. Sua participação na reunião, no entanto, foi silenciosa.
A autocensura imposta por esta mulher era comum, de uma forma ou outra, a todos os demais participantes moradores das comunidades pobres ali presentes. Estes não teciam comentários sobre a qualidade da oferta dos serviços policiais, suas demandas eram dirigidas a outros órgãos que ali não se faziam presentes: serviço de iluminação, coleta de lixo e outras demandas de ordenamento e conservação pública de responsabilidade municipal.
Perto do fim da reunião, chegaram os representantes do Programa Cidade Integrada, e as falas passaram a se dirigir a eles. Um representante da FIOCRUZ demandou maior transparência e diálogo dos gestores do Programa com a sociedade civil, afirmando que as iniciativas não vêm atendendo às necessidades do público.
A reunião do dia 10/08/022 foi antecedida pela distribuição de cartilhas sobre prevenção de violência contra a mulher, produzida pela FIOCRUZ em parceria com o CCS. Aberta a sessão, procedeu-se à leitura da ata, ocasião em que dois policiais militares fotografaram e filmaram.
Ato contínuo, o leitor da ata, na qualidade de morador do bairro Leopoldina, discorreu sobre prováveis rotas utilizadas por criminosos em fuga, demandas dos comerciantes e ausência de área de lazer para moradores; e reforçou a necessidade do registro de ocorrência, pois segundo afirmou: “para combater a mancha [criminal], só com dados”.
Uma moradora da Maré relatou a demanda dos mais velhos por psicólogos; o aumento da violência entre as crianças das comunidades; e o aumento no consumo de álcool e outras drogas pelos adolescentes, que estariam se isolando e não procurando mais ajuda. E afirmou que as escolas não estariam dando o apoio adequado a essas crianças e adolescentes. Ao que o subcomandante do 22º BPM aventou a possibilidade das escolas solicitarem à SEPM o serviço do PROERD.
Representante da LAMSA divulgou processo seletivo de projetos de esporte, educação e meio ambiente, para comunidades do entorno da Linha Amarela, a serem financiados pela empresa.
A presidente do CCS chegou com uma hora de atraso, devido a uma operação policial. Relatou que os equipamentos de assistência social que atendiam aos moradores de de Manguinhos foram transferidos para Bonsucesso, sem prévio comunicado.
Moradores de Nova Holanda, Parque Proletário, Penha e Manguinhos demandaram ao CCS solução para os problemas de furtos praticados por usuários de drogas cujas cenas de uso se localizam nesses mesmos bairros. Defenderam, contudo, a existência dos serviços de abrigamento e o direito da população em situação de rua de permanecer nas vias públicas. Atribuíram à conjuntura econômica o agravamento do quadro descrito.
Aparentemente ansiosa, a Coordenadora da UPA Manguinhos iniciou sua fala informando que a unidade de saúde realiza mais de 300 atendimentos diários e que, quando há vítima por PAF (Perfuração por Arma de Fogo), esta é encaminhada a um hospital de referência, já que a UPA não conta com leitos. Acresceu que o protocolo da UPA é, nestes casos, informar imediatamente a UPP Manguinhos. Feitos estes esclarecimentos, relatou que policiais militares teriam entrado na unidade de saúde procurando por uma vítima, supostamente, um criminoso baleado por integrantes da corporação. Os profissionais de saúde entraram em pânico, pacientes desestabilizaram-se e, ao fim, um dos médicos pediu demissão. Os policiais militares teriam revirado lençóis e vasculhado em todos os cantos da unidade. Ao final, dirigindo-se ao subcomandante, questionou: “O que houve? Qual é a orientação? Isso é o protocolo?”
Pressionado, o subcomandante se furtou de responder diretamente a questão, e argumentou que “a experiência demonstrou a necessidade de realizar a verificação”.
Inconformada, a Coordenadora repetiu a pergunta, “Mas isso é o protocolo?", elevando o tom. O silêncio do subcomandante é interrompido pelo comandante da UPP de Manguinhos, que, referindo-se ao episódio narrado, respondeu enfaticamente “se é do tráfico, tem que verificar”. Segundo o comandante da UPP, os policiais haviam sido informados que a vítima baleada se tratava de uma pessoa com mandado de prisão, o que justificaria a incursão policial na unidade de saúde.
Percebendo o escalonamento da tensão, a Assistente Social – que, mais tarde, teria confidenciado ao pesquisador que ela mesma teria feito o convite à Coordenadora – pôs-se a intermediar a discussão, e em tom sereno, repetiu a pergunta da Coordenadora, dirigindo-se ao subcomandante: “O que ela gostaria de saber, comandante, é se este é o protocolo de ação da polícia”.
Irritado com a insistência, o subcomandante, com rispidez, justificou que “se a polícia não agir, o criminoso pode colocar a segurança da população em risco, fazendo vocês de refém, levando pro alto do morro. Fazemos isso pra preservar a vida de vocês.”
Aflita, a Coordenadora da UPP explicou que já teria havido episódios de troca de tiros entre policiais e criminosos dentro da UPP; e que o medo dos funcionários e pacientes é de um novo confronto, pondo a vida de todos em risco.
Percebendo a irredutibilidade do comandante, a Assistente Social propôs continuar a mediação da demanda entre a UPA e as polícias após o término da reunião.
Seguiram-se mais duas falas sobre furtos de água e energia; e foi encerrada a reunião.
Na reunião de 28/07/2022, do CCS da AISP 23, o comandante do 23º BPM expôs a ações adotadas e seus reflexos na estatística criminal – enfatizando a redução percentual dos roubos. Discorreu sobre formas de prevenção a crimes e sobre a Patrulha Maria da Penha, oferecendo o contato dos responsáveis por ela, em sua unidade. Por fim, advertiu aos presentes sobre a contratação de serviços de terceirizados, relembrando o duplo homicídio ocorrido no bairro de Botafogo.
O representante de uma das Delegacias de Polícia explicou a diferença da natureza do serviço das duas polícias e reportou as principais investigações em curso. Encerrou fornecendo o número de telefone da Delegacia. Ao que uma moradora retrucou, dizendo que “toca-toca [o telefone] e ninguém atende”.
A subprefeita da Zona Sul listou as ações realizadas por sua administração: obras, ações de fiscalização de posturas, manutenção de equipamentos públicos (especialmente, as praças) e retirada de cabines abandonadas em São Conrado, que vinham sendo utilizadas por ambulantes e moradores de rua. Logo depois, a representante da Secretaria Municipal de Assistência Social explicou que o órgão realiza o acolhimento dos moradores de rua 24 horas por dia, com o apoio da COMLURB que faz o recolhimento do material dessas pessoas.
Os policiais responsáveis pelas Operações Lagoa Presente e Ipanema Presente fizeram um breve relato das principais ocorrências criminais. Sendo, na Lagoa, o (i) tráfico de drogas; e (ii) roubos e furtos praticados por “menores” usuários da linha de ônibus 476 (Méier/Leblon), moradores de rua e criminosos se passando por entregadores do Ifood (segundo o policial, um destes, inclusive, teria atirado contra uma guarnição). Em Ipanema, a policial responsável pela Operação elencou como balanço de sua atuação as apreensões de objetos cortantes e identificação de mandados de prisão por roubo e furto entre moradores de rua, e a prisão de um vendedor ambulante, com mandado de prisão aberto por estupro.
"Percebemos que os moradores de rua não gostam de ser constantemente abordados. Agem como nossos filhos. Quando pedimos para saírem do local, acordam, dizem que vão sair e, assim que damos as costas, voltam a dormir"; com orgulho, o policial da Operação Leblon Presente explicou que repetiam a abordagem até que se sentissem incomodados e desistissem de permanecer. E rematou: “sempre abordamos de maneira cortês, uma abordagem cidadã. Oferecemos o serviço de assistência social da base”. Os responsáveis pelas Operações Ipanema e Lagoa Presente, e da da UPP Rocinha disponibilizaram seus contatos aos moradores.
A delegada da 11ª DP (Rocinha) pontuou a diminuição dos registros de violência doméstica e familiar contra a mulher (Lei Maria da Penha), propondo ações de incentivo ao aumento de denúncias. Comentou, ainda, o grande número de furtos em sua circunscrição, e o resultado da investigação desse tipo de crime, com a identificação do receptador.
O tema dos moradores de rua foi retomado pela Coordenadora de Assistência Social do município, que fez uma distinção entre pessoas em situação de rua e pedintes, responsabilizando os donativos feitos pela "classe média” pela existência e permanência daqueles nas ruas.
Os moradores intercalaram cobranças às autoridades com elogios às contramedidas policiais e dos demais órgãos de serviço público, ali presentes. Um mesmo morador agradeceu à concessionária pela limpeza dos rios da Zona Sul ao mesmo tempo que interpelou o comandante do batalhão sobre a localização das viaturas, antes estacionadas em pontos por ele identificados.
Uma terceira moradora de Ipanema, preocupada com a desvalorização do seu imóvel e com o isolamento que, segundo ela, era provocado pela deterioração do entorno, relatou que:
De junho pra cá, alguém me falou que liberaram o tráfico [de drogas] em Ipanema. Toda noite fazem fezes na [rua] Barão da Torre. Tem gente que não vai mais nem na minha casa … toda noite tem carro com vidro quebrado. … tem cracudos morando ali”.
Para os moradores, os usuários de drogas vinham se constituindo como problema crescente mais grave que a dos moradores de rua: “Eu não sei de onde aparece tanto usuário”, afirmou um representante de uma associação de moradores que, em seguida, agradeceu à polícia pelo “trabalho de perturbar” os moradores de rua e pelas apreensões de motos e terminou sua fala dizendo “Queremos que se comece a agir antes que aconteça uma tragédia com o usuário [de drogas]”.
Por fim, alguns participantes constataram a redução do número de policiais nas delegacias, e dirigindo-se às autoridades presentes, perguntaram sobre a posição do governo sobre a falta de efetivo, tema sobre o qual não obtiveram resposta, apenas a confirmação, em tom de lamentação, dos policiais presentes.
Dado o avançar da hora, o pesquisador teve que se ausentar antes do término da reunião, que já havia extrapolado em mais de uma hora o horário previsto para seu encerramento.
Conclusiones:
As reuniões, dos CCS observados, nos evidencia – por sua dinâmica de distribuição, controle e circulação da fala – o modo de apropriação social do discurso da segurança, naqueles foros. Esta dinâmica também evidencia a verticalidade da relação entre sociedade civil e agentes de segurança. Encontrando-se as polícias (no meio desta escala) em posição de ouvir dos participantes do CCS da AISP 23 (situados no topo) como querem sejam as coisas; e dizer para os participantes da AISP 22 (situados na base) como as coisas serão.
As falas dos participantes revelam, na AISP 22, polarização entre defensores da ordem pública a qualquer custo e defensores da ordem pública sob o império da lei; ao passo que na AISP 23, chamam a atenção menos pela unanimidade do clamor pela preservação da ordem pública; e mais pela omissão unânime de indicativo do como realizá-la – se a qualquer custo ou sob o império da lei.
As discussões dos CCS, como um todo, não interferem na formulação da política de segurança; porém, no modo como suas medidas são executadas, em cada AISP. A eficácia das palavras em produzir o mínimo consenso depende da realização satisfatória de práticas perspicazes de seleção dos participantes (rarefação do sujeito) como, por exemplo: o agendamento de encontros exclusivamente em dias úteis e quase sempre em horário comercial, o que garante a frequência de profissionais autônomos, empresários e idosos sem atividade laboral; enquanto dificulta a presença assalariados e estudantes. O registro da imagem (quando moradores de localidades controladas por criminosos); o local de reunião, a linguagem verbal e vestual são também fatores de eventual constrangimento, senão estigmatização, especialmente dos mais desprovidos – como foi o caso da senhora que, na AISP 22, reclamou a ação do programa Cidade Integrada.
A estes rituais da palavra que definem a qualificação do sujeito falante (quem fala) e o discurso eficaz (o que se fala), se somam os que definem as circunstâncias de pronunciamento (quando e como se fala). São, por exemplo, a advertência sobre a neutralidade política do CCS; a exigência de inscrição prévia do nome e tema do orador; a mediação, dos membros efetivos, de conflitos ocasionais. Tratando-se, então, de formas de limitação dos perigos da materialidade de discursos como aquele pronunciado pela Coordenadora da UPA, na reunião do CCS da mesma AISP 22.
A rigor, conforme Foucault, o objeto em disputa é sempre um mesmo e único: o poder. Porém, amiúde, essa disputa pelo poder se dá em razão de objetos outros mais específicos. Depreendendo-se no caso dos CCS tratar-se de uma disputa pela liberdade – de desfrutar de um modo de vida, como na AISP 23 ou de estar eximido do jugo, seja de paramilitares, ou das forças policiais, ou dos traficantes de entorpecentes, como no caso da AISP 22.
Bibliografía:
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Resolução SESEG nº 1.213 de 31 de julho de 2018. (2018, 31 de julho). Dispõe sobre a transformação do Grupamento Especial de Policiamento de Estádios (GEPE), na estrutura da Polícia Militar do Estado do Rio de Janeiro. Governo do Estado do Rio de Janeiro. Diário Oficial do Estado do Rio de Janeiro.
Palabras clave:
Análise do Discurso, Conselhos Comunitários, Gestão da Segurança
Resumen de la Ponencia:
A partir de la década del 90 diversas jurisdicciones de América Latina y el Caribe fueron adoptando una serie de modelos de policiamiento en el marco de procesos de pacificación, democratización y reformas a las instituciones estatales. En efecto, el policiamiento comunitario, policiamiento por cuadrantes, hotspot policing, policiamiento orientado por los resultados (“predictivo”) gradualmente se radicaron como modelos de innovación y/o modernización “alternativos”, deseables y necesarios gobernar sobre la cuestión policial y criminal en los países de la región. A pesar de que estos programas tengan orígenes, temas, vocabularios, actores similares, la literatura especializada se ha enfocado en describirlos de manera aislada en lugar de estudiarlos en sus conexiones.En esta dirección, la presente propuesta de trabajo busca problematizar estos modelos policiales a partir de las miradas críticas de la Criminología del Sur. Se procura introducir los temas, debates y enfoques que la bibliografía especializada ha realizado acerca de la difusión “norte-sur” de políticas policiales, caracterizar los modelos mencionados y, a su vez, tensionar concepciones binarias en torno a “innovación/tradición”, “alteridad/dominante”, “estados desarrollados/estados fallidos” que movilizan estos discursos expertos. Se trata de un trabajo de documentación bibliográfica que revisa críticamente las producciones realizadas tanto en el norte y sur global sobre la “transferencia”, “difusión” de modelos policiales. Este ejercicio es fundamental realizar por cuanto la criminología latinoamericana se ha centrado excesivamente en comprender los procesos por los cuales se implementan determinadas experiencias de policiamiento y sus “fallas”. Sin embargo hasta la fecha no se han realizado trabajos que hablen nuestra lengua poniendo el acento en redes, vinculaciones, discursos de legitimación con los cuales busca institucionalizarse un poder policial “alternativo” e “innovador” al dominante en nuestras realidades regionales. Por último, esta ponencia se produce en el marco de una beca doctoral financiada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET).Resumen de la Ponencia:
El origen epistemológico de esta ponencia se deriva del trabajo de grado para optar al título de sociología de la Universidad Santo Tomas, titulada Los liderazgos sociales en Colombia entre la resistencia para la Paz y una política de muerte, en el que se indaga por los liderazgos sociales más vulnerados desde la firma del acuerdo de Paz en Colombia entre el Estado y la guerrilla de las Farc-Ep el 16 de noviembre de 2016. En la cual se aborda el tema desde la teoría del liderazgo y de la democracia, entendiendo el liderazgo social como una acción social ejercida por un individuo quien representa los intereses colectivos o luchas sociales en pro de la defensa y protección de los DDHH de su comunidad. El rol que adquieren estos individuos en la construcción de una paz estable y duradera es de vital importancia, aún más en la construcción de un verdadero sistema democrático participativo, entendiendo como la capacidad de agendar en la agenda pública reivindicaciones concretas y representatividad en espacios de decisión. Son estas vidas las que quedan desnudas, por ejercer esa labor de construir tejido social a nivel territorial por medio de la representación de las luchas colectivas por diferentes actores, tanto estatales y al margen de la ley. La presente ponencia toma el enfoque territorial para analizar tres hechos de violencia, con concurrencia en el país, las masacres, líderes sociales asesinados y firmantes del acuerdo del acuerdo de paz entre el estado colombiano y la guerrilla de las FARC-EP asesinados, con ello determinar cuáles son los territorios o departamentos con las cifras más altas, para ello analizar su realidad bajo la teoría del necro poder, apoyándome en las ideas de Foucault, Mbembe, Agamben, Deleuze & Guattari, y así analizar si en estas zonas de Colombia se han convertido en regímenes sub-nacionales no democráticos, en los que desde hace siete años vienen implementando una política de muerte. Las mal llamadas zonas rojas son en verdad departamentos en constante “estado de excepción” y donde el Estado ha tomado una simbiosis entre la legalidad e ilegalidad en su actuar, generando las condiciones para que durante años las cifras de los hechos de violencia vayan en aumento. En los cuales se han establecido mecanismo de control de la población civil a través del miedo, en los que construyen una serie de imaginarios de exclusión sobre el espacio habitado, por ello se parte de la premisa que en la cotidianidad hay una coerción sobre la libertad y el ejercicio de la ciudadanía, haciendo inexistentes espacios para la democracia.
Introducción:
El presente artículo se centra en un análisis histórico hermenéutico sobre la situación que afrontan ciertos departamentos en Colombia, los cuales desde hace unos años atrás vienen manteniendo unas cifras alarmantes en cuanto a la vulneración de derechos humanos como el derecho a la vida y a la participación política entre otros. Son estas zonas “departamentos”, en los cuales se desarrollan dispositivos de necropoder haciendo de estos territorios, territorios del horror en los que el miedo y el terror han sido los instrumentos por los cuales se mantienen en un estado de excepción constante y las vidas de los que habitan estos territorios, parecieran estar desnudas ante el nuevo leviatán que se levanta en sus territorios.
¿Cuáles son estos territorios?, ¿Cómo se producen dispositivos de necropoder?, ¿Cómo afectan estos hechos de violencia simbólica y selectiva la construcción del tejido social?, ¿El desarrollo endógeno y capital social oportunidades en este nuevo gobierno? Es tarea del sociólogo desvelar las realidades que se ocultan en nuestras sociedades, por ello es importante analizar la situación a la que han sido expuestos durante siete años consecutivos las 14.329.207 personas que habitan estos seis departamentos en Colombia en los cuales se han desplegados estos dispositivos de necropoder de una manera continua durante siete años.
Partiendo de un momento coyuntural como lo fue la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado Colombiano y la guerrilla de las FARC –EP, el 26 de noviembre, con el objetivo de Construir una Paz Estable y Duradera, el cual puso fin a la confrontación armada con este grupo subversivo que llevaba ya más de 60 años. EL ACUERDO FINAL para la TERMINACIÓN DEL CONFLICTO & LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA. Se consolida bajo una agenda de seis puntos los cuales abarcan, 1 Una Reforma Rural integral,2 La Participación política y apertura democrática, 3 Fin del conflicto, 4 Solución al problema de drogas, 5 Acuerdo sobre las víctimas del conflicto: sistema integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición; 6 por último la Implementación, verificación y refrendación. Estos puntos marcan la ruta para la construcción de una sociedad justa y democrática que se propone construir una paz estable y duradera. Una oportunidad para construir un mejor país de la mano de este grupo subversivo con el cual el Estado colombiano había fracasado en tres ocasiones su rendición y reincorporación a la vida civil.
Con la firma de este Acuerdo de Paz, se silenciaron aproximadamente 13.000 fusiles y hubo una disminución de enfrentamientos armados y correlativamente disminuyeron las cifras de heridos y muertos por combates armados. Aunque no exista un acuerdo perfecto la firma de este Acuerdo de Paz, en Colombia, marca un momento coyuntural en el país en términos de apertura democrática y la construcción una paz estable y duradera por medio de un Estado garante de la soberanía de sus territorios.
La firma de este acuerdo estuvo marcada por la polarización y la desinformación, en una breve historiografía, existió un primer acuerdo que fue firmado el 26 de noviembre en Cartagena, pero que luego sería sometido a un plebiscito el 2 octubre del mismo año, con una campaña de desinformación y estigmatización basada en un discurso de ideología género sobre algunos puntos del Acuerdo de Paz, ganó el NO con un 62,60%, por lo cual tuvo que ser modificado, la firma oficial se realiza el 24 de noviembre de 2016 en el Teatro Colón de Bogotá. Esguerra C. (2017) por medio de un análisis de discurso analiza como la campaña del NO, estuvo marcada por un discurso de “ideología de género”, una ideología de contrapoder en contienda con la constitución y estructura de la familia y la relación binaria hetero-patriarcal hombre–mujer de una sociedad católica como la colombiana; este discurso creado por la campaña por el NO es un ejemplo de cómo indicara la autora “la “ficcionalización del enemigo” (Mbembe, 2011, 21-24), por ponerlo en términos necropolíticos, y del modo en que la existencia del Otro puede llegar a ser percibida como una amenaza a las vidas “legítimas”.”(p. 4).
La firma del Acuerdo de Paz, logró disminuir las cifras de víctimas que dejaba la confrontación armada con este grupo subversivo, en donde la población civil ha sido históricamente la más afectada y sobre la que recaen los dispositivos de necropoder que buscan regular la vida por medio de la muerte. Un dispositivo de necropoder se refiere “Al poder de dar muerte con tecnologías de explotación y destrucción de cuerpos tales como la masacre, el feminicidio, la ejecución, la esclavitud, el comercio sexual y la desaparición forzada, así como los dispositivos legal administrativos que ordenan y sistematizan los efectos o las causas de las políticas de muerte (Estévez, A.2018.p. 10).
Según Mbembe (2011), una técnica necropolitica es entendida como el poder soberano de dejar vivir o dejar morir a cierta población en determinados territorios; en el caso colombiano según datos de organizaciones no gubernamentales como INDEPAZ, Somos Defensores, los cuales en sus bases de datos e informes indican que desde la firma del Acuerdo de Paz han ocurrido aproximadamente 300 masacres dejando 1,173 víctimas a lo largo de estos siete años, en los que se refiere al asesinato selectivo desde la firma del Acuerdo de Paz han sido asesinados 950 líderes sociales y han sido asesinados 330 firmantes del acuerdo; estos dispositivos de necropoder han ocasionados en estos siete años la perdida 2,453 personas irónicamente desde la firma de un Acuerdo de Paz.
¿Cuáles son los departamentos en Colombia que desde el 2016 al 2022 han mantenido las cifras más altas en ocurrencia de dispositivos necropolíticos como las masacres y el asesinato selectivo? ¿En qué departamentos de Colombia se vulnero más la vida de los líderes sociales y firmantes del Acuerdo de Paz?, para responder estos cuestionamientos y dejar más interrogantes que certezas este artículo se encuentra dividido en tres secciones. En la primera se parte desde un análisis conceptual del territorio como espacio humanizado, sobre el cual se despliega y se reproducen los dispositivos de necropoder, dando origen a territorios en un estado de Excepción constante.
El segundo apartado se exponen los datos que se han recolectado desde el 2016 al 2022 realizando un análisis de las bases de datos e informes de organizaciones no gubernamentales como INDEPAZ, Somos Defensores, para determinar cuáles fueron los departamentos con una mayor tasa de ocurrencia de dispositivos de necropoder como las masacres y el asesinato selectivo de líderes sociales y firmantes del acuerdo de paz en los últimos siete años.
En la tercera sección se busca identificar las oportunidades que emergen en estos territorios que han sido afectados por estos dispositivos necropolíticos, elementos como nuevas visiones de desarrollo, el fortalecimiento del capital social de las diferentes territorialidades y campos de lucha como un elemento fundamental para construcción de tejido social, la implementación de los puntos del Acuerdo de Paz como ruta para la construcción de una Paz estable y duradera. Y el nuevo cambio de gobierno con una política encaminada en la protección de la vida genera grandes expectativas se espera que ahora sean departamentos de la vida llenos de oportunidades y con la esperanza de un mejor mañana para sus habitantes.
Desarrollo:
Territorio como espacio humanizado
El territorio es un concepto teórico y metodológico que ha sido abordado por diferentes ciencias, es por ello que autores como Luis Llanos (Llanos, L. 2010), Ángelo S. y Martinelli (2011) analizan la constitución epistemológica del concepto de territorio. Por su parte Orihuela, M. (2019), analiza siete posibles enfoques desde donde se puede abordar el concepto de territorio, en este artículo el autor analiza la transversalidad del concepto de Territorio en diferentes campos de conocimiento. Esta diversidad de enfoques y definiciones implica que a la hora de dar una definición precisa se complejiza; su transdisciplinariedad ha hecho que este se explique y describa en una apretada síntesis como el desenvolviendo espacial de las relaciones sociales que establecen los seres humanos en los ámbitos cultural, social, político, o económico, haciendo de este un espacio humanizado en un determinado lugar geográfico donde se produce la vida social.
El territorio se nos presenta como un contenedor en el que se desarrolla y se reproduce la vida social en un determinado espacio geográfico; retomando Orihuela M. (2019), plantea que para entender cómo se hace concreto el concepto de territorio se debe iniciar por entender que este está compuesto por cuatro elementos fundamentales interrelaciones entre sí; una matriz biofísica, una o más territorialidades, un sujetos o colectivo y un tiempo-espacio sobre el cual se produce la vida humana. La confluencia de estos elementos hace de este espacio un espacio humanizado, el cual es adaptado y manteniéndose en un estado autopoiético en el que se reproduce la vida social.
Autores como Béatiz Cruz. (2010), Edier Bustos (2015) y Luis Herrera & Lucia Montero (2020), analizan las diferentes territorialidades a las que puede cohabitar un determinado territorio. A su vez Giuseppe, D. & Governa, F. (2005) plantea que las territorialidades no son solamente el resultado del comportamiento humano sobre un territorio, “sino que es el proceso de construcción de tal comportamiento, el conjunto de las prácticas y de los conocimientos de los hombres en relación a la realidad material, la suma de las relaciones mantenidas de un agente con el territorio y con los demás agentes”. (p. 45).
Como indicaría Idrobo (2020) sobre el territorio:
“aunque diversas ciencias, ponen de manifiesto la centralidad ontológica, política y epistémica del territorio, no solo como marco del que emergen nuevas prácticas y consideraciones sobre los problemas socioterritoriales, sino como el espacio donde la vida con-crece (se hace concreta, real) en una constante interrelación de humanos, no humanos y naturaleza.”
Este espacio donde la vida co-crece se hace concreta, donde la superestructura pasa de ser superestructura a ser una estructura estructurante. El territorio cobrará significado en “las prácticas y los sentidos simbólicos que los seres humanos desarrollan en la sociedad en su íntima relación con la naturaleza, algunas de las cuales cambian de manera fugaz, pero otras se conservan adheridas en el tiempo y el espacio de una sociedad”. (Llanos, L. 2010. p. 208).
El territorio es entonces un espacio humanizado donde se producen las sociedades a través de sus prácticas y connotaciones simbólicas que crean un vínculo identitario con este lugar y sobre las cuales se construyen territorialidades; “por el territorio se van a desplazar las acciones de tipo político, social, económico, o cultural, pero estas relaciones reproducen también una condición de apropiación, de dominio, de explotación.” (Llanos, L. 2010. p. 213). Es también este mismo territorio por donde se despliegan dispositivos de necropoder, fundados en un Poder-Saber, que busca controlar la vida por medio de la muerte.
¿Qué es la Necropolítica?
En el caso colombiano, haciendo un símil con la biología la necrosis es la muerte de células o la descomposición de un tejido que compone un órgano, ya sea por una afectación interna o externa, que impide el flujo de sangre hacia la parte afectada provocando una descomposición del tejido; en un análisis contemporáneo podemos pensar que existen territorios en Colombia en los cuales se han desplegados técnicas necropolíticas que están afectando la construcción del tejido social que componen las diferentes territorialidades que cohabitan en un territorio. Las masacres como dispositivo de terror, el asesinato selectivo de líderes sociales y firmantes del Acuerdo de Paz; ha ocasionado una necrosis a nivel territorial es decir un daño a la construcción de tejido social de estos territorios en los últimos siete años.
Haciendo unas breves síntesis sobre el Nacimiento de la biopolítica, Foucault (2010) explica cómo a Finales del siglo XVIII e inicio del XIX, como en las sociedades occidentales emerge un nuevo arte de gobernar, un arte liberal de gobernar que pone su centralidad en la organización y regulación de la vida social, en concreto podemos decir que inicia una politización de diferentes aspectos de la vida humana, esta politización de la vida en términos de biopoder como el conjunto de mecanismos por medio de los cuales aquellos que, en la especie humana, constituyen rasgos biológicos fundamentales podrá ser parte de una política, una estrategia política, una estrategia general de poder, que permita homogeneizar las conductas y regular la vida de las sociedades.
Como indica Antonio Fuentes Diaz (2012) retomando a Foucault (2010) el biopoder emerge por la constitución de un nuevo campo de intervención sobre la población; sobre los que recaen estos dispositivos de biopoder que se constituyen como un Poder-Saber hegemónico, este nuevo arte de gobernar produce la libertad, pero al mismo tiempo crea una serie de mecanismos que tiene una dicotomía entre Producción-Destrucción de la vida (pg. 87). Bajo este análisis dicotómico la biopolítica o bien es positiva o bien resulta negativa, la biopolítica niega la vida o incrementa su desarrollo; la violenta la excluye o la protege y la reproduce; este nuevo biopoder que se concreta en nuevos dispositivos de control y regulación de la vida.
Mbembe (2011), parte de la hipótesis de que la expresión última de la soberanía reside ampliamente en el poder y la capacidad de decidir quién puede vivir y quien debe de morir en un Estado. Autores como Bento, (2018), Estévez A. (2018) indagan por la constitución y puntos de confluencias de los binomios epistemológicos que generan la biopolítica y la necropolítica; la primera en un poder de hacer morir o dejar vivir y la segunda en un poder de hacer vivir o dejar morir. Es importante analizar cómo está posicionada la vida en cada uno de estos binomios.
Para Achille Mbembe La Necropolítica se expresa en “La innovación en las tecnologías del asesinato no solo aspiran a civilizar las formas de matar; sino que tiene como objetivo identificar un gran número de víctimas en un periodo de tiempo relativamente breve” (Mbembe, 2011. pg. 27). Para Villalobos & Ramírez (2019) la necropolítica se refiere:
“…al poder de dar muerte con tecnologías de explotación y destrucción de cuerpos tales como la masacre, el feminicidio, la ejecución, la esclavitud, el comercio sexual y la desaparición forzada, así como los dispositivos legal administrativos que ordenan y sistematizan y naturalizan los efectos y las causas de las políticas de muerte. (Villalobos & Ramírez, 2019. p. 23).
Las necropolíticas son un modo específico de ejercicio del poder gubernamental centrado en la administración de la muerte en determinados territorios bajo dispositivos como las masacres y los asesinatos selectivos, las producciones de estos dispositivos se apoyan en la naturalización y tolerancia de estos hechos, dando como resultado territorios en un estado de excepción constante como forma de gobierno. Estévez (2018.) al analizar a Mbembe sobre la necropolitica, concluye que este concepto surge para analizar la situación de las relaciones de poder en el tercer mundo, donde la violencia criminal y del Estado revelan que el objetivo es la regulación de la vida, por medio de la muerte. Autores como Ávila (2018), Talavera (2015), Preussler y Bermúdez (2018) y Estévez, A. (2020), confluyen en sus análisis en dar un rol importante a esta nueva gubernamentalidad de los Estados modernos en el control y gestión de la vida en determinados territorios. Esta regulación de la vida deja a los habitantes de estos territorios indefensos llevando una vida desnuda, en términos de Agamben & Rodríguez (2017).
Cómo se reproducen estas medidas de necropoder en los territorios
En concordancia como los autores citados y Mbembe, existan zonas dentro del Estado Nación que se encuentran en un Estado de Excepción; en concordancia con las fuentes no es necesario que se declare un estado de exención para que se desplieguen sobre estos depósitos de necropoder de una manera constante. Son estas zonas donde la muerte es la que reina por medio de dispositivos de necropoder; a estas mal llamadas rojas, autores como Bento (2017) se refieren a Zonas de Desechabilidad, por su parte Estévez, (2018) Bolsones de Pobreza, en las que por medio del abandono e inseguridad se permite la reproducción de diferentes mecanismos de necropoder.
Por su parte Blanco Zúñiga, A., & Arrieta Palis, J. (2019), entienden que a partir de la presencia diferenciada del Estado se producen estas zonas del horror que el caso Colombia son los departamentos que durante los últimos siete años han tenido una mayor tasa de ocurrencia de dispositivos de necropoder como las masacres y el asesinato selectivo. De acuerdo a lo planteado por Duque J. (2014) las crisis profundas que atraviesan algunos Estados se basan en tres dimensiones:
La primera de ella es cuando el Estado como el conjunto de burocracias no es capaces de cumplir sus funciones de manera eficiente, la segunda que las leyes no son efectivas, lo que hace referencia a la incapacidad del Estado para hacer valer las leyes en cada lugar de su espacio territorial y por último en los debates de cuál es el deber ser de las pretensiones de los organismos estatales, orientadas normalmente en algún concepto de bien público. Esto trae consigo una diferenciación en el relacionamiento entre individuos, en la medida que hay una presencia diferenciada del Estado que no se garantiza un acceso a la justicia, además de la configuración de actores que hagan el papel de para Estados en las zonas periféricas donde no existe la institucionalidad, lo que trae consigo una incapacidad de participación ciudadana, por ende, un proceso de exclusión e inequidad en el acceso al sistema político, negando la pluralidad de un Estado democrático.
La presencia diferenciada del Estado da como resultado la existencia de regímenes subancioanales no democráticos, autores como Giraudy (2011) y Pino (2018; 2017), analizan como en el plano subnacional existen territorios menos democráticos o en términos de los autores regímenes subnacionales no democráticos (RSND), en los que, por dinámicas como la ausencia institucional, y la coalescencia de fenómenos como las masacres, el asesinato selectivo, el narcotráfico, la minería ilegal. En estos territorios emergen dispositivos de control territorial como los Gobiernos Privados Indirectos, tal como lo resalta Mbembe (2011)., estas estructuras de control se forjan en territorios donde confluyen fenómenos como el narcotráfico, la minería ilegal entre otras formas de violencia estructural, la emergencia de estas estructuras de control social deriva en lo que autores como Gamba (2013) y Gibson E. (2006) denominan autoritarismos subnacionales y democracias restringidas.
La coalescencia de fenómenos que derivan de la presencia diferenciada del Estado, como los son gobiernos privados indirectos, como una nueva forma de estructuración de control territorial convirtiendo territorios en regímenes subnacionales no democráticos, las masacres, el asesinato selectivo, son dispositivos de necropoder que se han venido desplegando en Colombia de una manera continua sobre los mismos territorios durante siete años consecutivos, ¿al caso fue una política de muerte?
ENCUADRE METODOLÓGICO
Este análisis parte de un momento coyuntural en Colombia como lo fue la firma del Acuerdo de Paz en el 2016, para el análisis territorial de los departamentos en Colombia con una mayor tasa de ocurrencia de dispositivos de necropoder como las masacres y el asesinato selectivo de líderes sociales y firmantes del acuerdo de paz desde el 2016 al 2022. Se realiza una recolección y cuantificación de la ocurrencia de estos dispositivos de necropoder en Colombia desde el 2016 al 2022. Para obtención de los datos se recurre a fuentes secundarias como las bases de datos e informes de organizaciones no gubernamentales como IDEPAZ y Somos Defensores, dado que en la actualidad a nivel institucional no se cuenta con una base de datos que reflejen la realidad de estos hechos, por el contrario, en informes institucionales se hace uso de los datos de estas organizaciones, que se nutren de las diferentes organizaciones sindicales y comunales que habitan estos territorios.
Las masacres como dispositivos de terror que busca enviar un mensaje de sumisión generalizada a nivel local, donde el terror y el miedo quedan insertados en la memoria del tejido social de las diferentes territorialidades que habitan estos territorios. El asesinato selectivo como dispositivo de necropoder, en el cual bajo un seguimiento y calculo racional de la cotidianidad de la vida de la futura víctima, esta es ejecutada en el transcurrir de su cotidianidad este dispositivo de necropoder recaen sobre los líderes sociales y firmantes del acuerdo de paz, las coalescencias de estos dispositivos generan una afectación directa del tejido social de estos territorios.
Para la cuantificación de la ocurrencia de estos dispositivos de necropoder que se han desplegado con una mayor frecuencia sobre seis departamentos durante siete años consecutivos en Colombia. Este se realiza en dos momentos, el primero con una revisión de los informes anuales de Somos Defensores desde el 2016 al 2019, de los cuales se sustraen los datos de los primeros cuatro años en relación a los dispositivos de necropoder ya nombrados, junto a los departamentos con una mayor tasa de ocurrencia; en un segundo momento se realiza un análisis de las bases de datos de INDEPAZ, desde el 2020 al 2022, y sustraen los mismo datos, para luego consolidar un registro histórico de estos tres dispositivos de necropoder.
A partir de la consolidación y sistematización de estos datos en una matriz general estructurada por los departamentos con el mayor número de ocurrencia de dispositivos de necropoder y la cual se pretende seguir alimentos con el análisis de más dispositivos de necropoder, se construye la siguiente tabla que consolida y expone la situación a la que han sido expuestos estos departamentos durante siete años consecutivos dejando una triste cifra de 1.610 víctimas y el deterioro del tejido social que se produce en estos territorios a consecuencia del despliegue de estos dispositivos de necropoder irónicamente después de la firma del Acuerdo de Paz.
De acuerdo a la siguiente tabla, los departamentos con una mayor tasa de ocurrencia de dispositivos de necropoder como las masacres y el asesinato selectivo de líderes sociales y firmantes del acuerdo de Paz, en Colombia desde el 2016 al 2022:
Fuente: Elaboración Propia con datos de organizaciones como IDEPAZ (2022), Somos Defensores.
Oportunidades y Desarrollo del capital social de los territorios
No hay que desligar lo micro de lo macro la política nacional con la geopolítica en nuestros análisis, en la actualidad varios sistemas políticos de América Latina están transitando por caminos trazados por gobiernos de izquierda progresista. Y Colombia no es la excepción, con una histórica votación por primera vez en este sistema político es elegido un gobierno progresista. Con este nuevo gobierno el cual está comprometido con el cuidado y la protección de la vida como el mayor baluarte que puede tener un Estado Moderno el cual es un sano y óptimo capital social que se compone de las múltiple territoriales que cohabitan su territorio del cual se supone es soberano, la implementación de los seis puntos del Acuerdo de Paz hacen pensar que el panorama va a ser diferentes durante los próximos cuatro años a nivel persona esperamos que estos territorios sean ahora territorios de la vida y no de la muerte.
La implementación de los seis puntos del Acuerdo de Paz como una hoja de ruta para la construcción de una sociedad justa y democrática, y el rol que adquieren los firmantes para lograr su implementación es de vital importancia para la consolidación de un Estado social de derecho en Colombia representado en forma de República unitaria, descentralizada, democrática participativa y pluralista fundada en el respeto de la dignidad humana. El capital social expresado en el poder de agencia de los diferentes campos de liderazgo social que existen en Colombia son también una oportunidad para el fortalecimiento de una manera rizomática del tejido social, ya que son los representantes de las comunidades y grupos que han sido históricamente vulnerados en Colombia.
A partir de la diversidad de fauna y flora y las múltiples territorialidades que componen el territorio de un Estado pluricultural, como el colombiano, son también ejes de transformación y resistencia local desde nuevas visiones de desarrollo que busquen la reivindicación de los territorios y las víctimas, dotar a la matriz biofísica de derechos, desde campo del liderazgo ambiental es un ejemplo de las oportunidades de transformación local desde el liderazgo, pues como hemos argumentado es el territorio sobre el cual se despliegan estos dispositivos necropoder y la disputa por el control de sus recursos y su extracción han transforma de manera negativa la matriz biofísica y a sus habitantes.
Conclusiones:
Conclusiones y asunto pendientes
A modo de conclusión se reafirma que en la actualidad la presencia diferencia del Estado ha derivado en la existencia de territorios que se encuentran en un estado de excepción, ya que sobre estos se despliegan dispositivos de necropoder que busca el control de la vida por medio de la muerte. En Colombia la confluencia de estos dispositivos de necropoder, volviendo al símil la necrosis estas afectaciones se dan a nivel territorial, es decir dispositivos de necropoder destinados a subyugar y eliminar las diferentes territorialidades que habitan los territorios, en los que el Estado ha forjado las condiciones perfectas para que emerjan estructuras criminales de control social a nivel territorial que junto al Estado y quizás de manera articulada han sometido a los habitantes de estos territorios a estos dispositivos de necropoder.
Como segunda conclusión se busca reconocer la importancia que adquiere el capital social de estos territorios y su compromiso con la construcción de Paz y el establecimiento de una sociedad justa y democrática, ya que aún con el horror de estos dispositivos en estos territorios emergen resistencias que buscan y continúa luchando de una manera resiliente, pero la reivindicación de los derechos de sus comunidades, como es el caso de los diferentes campos de liderazgo social como desde el liderazgo comunitario, ambiental, de víctimas entre otras campos de luchas que han forjado estas comunidades vulneradas históricamente.
Más que asuntos pendientes, podrían llegar a ser futuras investigación las cuales proponemos: operacionalizar los conceptos de Necropolítica, justicia socio ambiental y violencia de género, como un triada en la cual se podrían hallar cuestiones muy interesantes en términos de necropoder y otros tipos de violencia tales como racial, de género y ambiental. Una segunda línea de análisis puede llegar a ser, cómo el discurso de desarrollo da apertura para el ingreso de las industrias extractivas en los territorios con la promesa de generación de empleos e ingresos y mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades. Este tipo de proyectos han ocasionado presiones por actores paraestatales que han configurado el fenómeno de amenaza, desplazamiento y muerte de los líderes comunales, para la consolidación de los intereses económicos de esta industria, subsumiendo las vidas que habitan estos territorios al poder del capital.
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Palabras clave:
Territorio, Necropoder, Masacres, Asesinato selectivo.
Resumen de la Ponencia:
El tema es el autoritarismo y sus derivaciones en América Latina: de la represión a la dominación simbólica en los discursos sobre seguridad y violencia, en la era de las conflictividades. Intentaremos reconstruir sociológicamente los pasos que dan cuenta del fenómeno de la violencia y del crimen, abordando especialmente las configuraciones culturales de la violencia y del conflicto social y político. A partir del estudio de diversos gobiernos que han seguido el modelo del desarrollo incluyente en América Latina, delineamos y debatimos lo que, a nuestro entender, configuran las paradojas de la seguridad ciudadana. Concretamente, abordamos los casos de Argentina, Brasil, México y Uruguay Observamos que la consolidación de una autoridad restrictiva y represiva ha sido una constante del ejercicio del poder penal y policial en Latinoamérica. Asimismo, no podemos dejar de lado otras expresiones de violencia que emergen de formas de dominación simbólica o mediática. Autoritarismos arbitrarios, que se instauran como expresiones legítimas de acción social, en las cuales se gestan ámbitos de animadversión social que terminan legitimando el status-quo de una institucionalidad gubernamental conservadora y represiva. La experiencia de investigación del equipo de trabajo nos ha permitido identificar y afirmar la existencia de una paradoja entre políticas de desarrollo social incluyentes y políticas de seguridad con orientación represiva, aún en gobiernos de signo progresista. Esta constatación se hizo deconstruyendo los distintos significados de la noción de seguridad de la cual partimos Por lo demás, ante el fenómeno de los desaparecidos y el feminicidio, en México, Argentina, Brasil, Uruguay, crece la inquietud acerca de las prácticas de necro-política. Hay un pensamiento de orientación punitiva y conservadora que acentuó las tendencias a la criminalización y recrudecimiento del castigo de los más vulnerables ante la ley. En esta investigación damos cuenta del impacto de estos discursos en los medios de comunicación, observando las diferencias que constituyen las dos esferas de este vínculo. Para hacer la consulta a los editoriales definimos palabras-claves: Criminalidad, Democracia, Derechos humanos, Desaparecidos, Feminicidio, Inseguridad, Justicia, Juventud, Policía, Seguridad, Violencia, Impunidad, Delincuente e Inseguridad. Demostramos por un lado la faceta de esta relación en que la misma puede manifestarse como un interés consistente entre la naturaleza del tipo de gobierno de centro izquierda, articulando expresiones populares, demandas sociales y movilizaciones populistas de la seguridad en tanto caudal electoral y ello muy especialmente en lo que hace a la atención de las demandas de los sectores de clase media. Sin embargo, es posible observar la presencia de programas y políticas que terminan formulando una alternativa teórica y un ejercicio de democracia radical en el campo de la seguridad ciudadana en América Latina.Resumen de la Ponencia:
Uno de los principales problemas que ha afectado a América Latina y que en la actualidad ha ido en aumento es la seguridad pública. La confianza en las instituciones políticas se ha ido perdiendo en la región, la policía no es la excepción. A eso se suma el hecho de que varias organizaciones policiacas enfrentan problemas de corrupción, baja profesionalización, insuficiencia de elementos, acusaciones de violaciones a los derechos humanos, mal equipamiento, etc. Uno de los grandes debates que hoy se discuten en los foros internacionales son las reformas a las policías a nivel internacional.La importancia de una reforma en la policía, radica también en que es una de las instituciones más próxima a los ciudadanos en cuanto a seguridad se refiere, al ser la responsable del orden público. Además de los paradigmas teóricos de la policías: modelo francés y modelo anglosajón, centralizado o descentralizado existen en la práctica policías que han servido de modelos a los países de América Latina, por ejemplo, Carbinieri di Italia, la Guardia Civil Española o la Gendarmería Francesa.En el siglo XX aparecen varios movimientos reformistas respecto a las policías, sus estrategias, estructuras y funciones. En esta investigación hablaremos de las reformas a Carabineros de Chile y a la Guardia Nacional en México.Las revoluciones liberales impulsaron el cambio de policías represoras, como se les identificaba a todas aquellas que servían al antiguo régimen, por policías de corte más democrático que respetaran los derechos que enarbolaron las luchas revolucionarias generando cambios importantes. Uno de los logros más importantes de las revoluciones liberales fue crear separar las policía de los ejércitos para poder garantizar el respeto a los derechos de los ciudadanos.En los años recientes América Latina se ha enfrentado a una serie de estallidos sociales que han cuestionado los protocolos de uso de la fuerza de las policías y están exigiendo una. redefinición de modelos.En el caso de Chile y de Colombia sus policías ante los movimientos sociales han abusado de la fuerza y han sido cuestionados por los organismos internacionales por la violación a los derechos humanos cometidas por sus policías.Otro factor que ha impulsado la discusión sobre la necesidad de una reforma policíaca es el incremento del crimen organizado, en este caso tenemos el ejemplo de México. Este país ha tenido que utilizar al ejército para combatir al narcotráfico.Resumen de la Ponencia:
A palavra do policial, tanto civil quanto militar, possui um peso significativo no decorrer do processo penal brasileiro, influenciando a definição da sentença pelo juiz (JESUS, 2016; 2020). Seja através da conclusão retirada no inquérito policial (SILVA, 2014; OLIVEIRA, 2016; NICODEMOS, 2017), ou através dos depoimentos policiais durante o processo penal (JESUS, 2016; 2020), a verdade policial e a crença na boa-fé do funcionário público são determinantes na decisão judicial. Há uma dinâmica de poder em voga pela qual a palavra do policial é dada como verdade (FOUCAULT, 2013) enquanto outros interlocutores, como testemunhas e acusados, não possuem a mesma credibilidade. Em casos de denúncia de tortura dos policiais por parte dos acusados, a palavra do policial possui maior relevância do que a própria denúncia dos acusados, de modo que diversos atos de violência policial descabida podem ser ignorados (JESUS, 2020). Pensando no papel do policial civil investigador e delegado, e na dinâmica de poderes que envolve o discurso policial, essa pesquisa se debruça no entendimento dos saberes e discursos policiais e na dinâmica de poder que isto envolve, como também nas consequências de tal feito. Tendo como referencial teórico os estudos de Foucault sobre saberes e discursos, a presente pesquisa tem como objetivo analisar os estudos já existentes sobre discurso e saber policial. Através desta revisão bibliográfica crítica será possível verificar o estado da arte do tema na sociologia brasileira e, em um desenvolvimento posterior da pesquisa, analisar discursos de policiais civis da cidade de São Paulo. O objeto a ser, posteriormente, investigado no discurso policial é a presença da raça. Seguindo a linha foucaultina de estudos de discursos (FOUCAULT, 2020), compreendendo seu estudo como também o estudo das condições sociais em que está inserido, a análise dos discursos de policiais civis da cidade de São Paulo acerca da raça pode nos oferecer um panorama maior sobre os conflitos e a realidade existente dessa profissão em um contexto brasileiro de racismo latente. A relação entre polícia e racismo é mais investigada com enfoque na polícia militar que realiza o policiamento ostensivo e por isso está mais envolvida nos casos de violência e mortes de civis (SINHORETTO et.al, 2014; SCHLITTLER, 2016). Todavia, é de suma importância o entendimento da relação do racismo com a polícia civil, visto que o produto de seu trabalho possui sumária importância na decisão judicial. Há alguns trabalhos nesta direção, apontando para o trabalho do policial civil e conflitos étnicos-raciais e a intenção dessa pesquisa é realizar essa investigação através dos discursos de policiais civis da cidade de São Paulo (MEDEIROS, 2017).Resumen de la Ponencia:
El conflicto armado en Colombia es una problemática que ha afectado a los diferentes territorios del país. En consecuencia, los Grupos Armados y Organizados Al Margen de la Ley y la Fuerza Pública han desembocado en un fenómeno denominado configuración territorial. Este fenómeno establece la incidencia de los distintos actores que conviven en un mismo territorio a partir de sus dinámicas de poder. Especialmente Tumaco[VE1] ha representado la fuente de financiación para guerrillas y paramilitares a través de la siembra de cultivos ilícitos, la explotación de recursos naturales a gran escala, entre otras actividades ilegales. Sumado a esto, al ser el segundo puerto marítimo más importante se convirtió en un lugar estratégico para actividades como las mencionadas anteriormente. Para el años 2002-2006 el conflicto armado se intensificó en este territorio debido a la implementación de la política de Seguridad Democrática, estructurada por Álvaro Uribe Vélez, quien en ese momento se desempeñó como presidente del país. Por lo tanto, esto significó un cambio radical en las dinámicas que desarrollaban las comunidades negras en su territorio hasta tal punto de ser desplazadas. Por lo anterior, la presente investigación tiene como propósito analizar la configuración territorial en el municipio del Tumaco-Nariño como consecuencia del conflicto armado entre los años 2002-2006. Específicamente desde el accionar de las Comunidades Negras y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Para su desarrollo se utilizó el paradigma cualitativo. En cuanto al enfoque y método se utilizó el hermenéutico. Finalmente, como técnica de recolección de información se utilizó el análisis documental a partir del periódico el Diario del Sur, de circulación regional y la Revista Noche y Niebla, de circulación nacional. El propósito de escoger estas fuentes surge de la necesidad de darle voz a aquellas organizaciones sociales no gubernamentales que sistematizaron diferentes hechos de violencia y que fueron exiliadas, amenazadas y silenciadas. Palabras clave: Colombia, configuración territorial, conflicto armado, territorio.Resumen de la Ponencia:
O objetivo desta comunicação é apresentar e discutir o ponto de vista de policiais militares do Rio de Janeiro sobre um sistema de rotulações que possibilita acionar uma distribuição seletiva de vigilância e punição sobre os sujeitos e seus espaços de permanência e circulação pela cidade. Trata-se de um desdobramento da pesquisa em andamento que analisa aspectos da construção social da categoria “envolvido-com” o crime. Examina-se, por um lado, a cartografia que orienta os fazeres policiais nos chamados territórios instáveis, expostos as disputas entre domínios armados e destes com a polícia, explorando as táticas discursivas e as manobras de sentido nas narrativas policiais sobre os significados do envolvimento com o crime. Por outro, a produção destas formas de policiamento como o modo de governo da esquina no qual o policial, o streetcorner politician, conjuga a seletividade da escolha de seu campo de vigilância com a prática de desigualar desiguais. Tem-se, com isso, um modo de policiar que se abre a autonomização e apropriação pessoalizada do “poder de polícia” e que se traduz na constituição de um tipo de governança policial que controla para saber e sabe para negociar no mercado ilícito. Evidencia-se um modo de governar pessoas, territórios, seus bens e suas interações que produz e faz uso de alfândegas itinerantes. Estas formas de policiar estimulam a emergência de governos autônomos, um tipo de perversão da polícia (pública e estatal) DE (afirmação do) BEM em um polícia (particular e miliciana) DOS (negócios que exploram) BENS nos territórios populares. Nesse contexto, o policial se torna uma empresa de si, ao operar como regulador das atividades legais e ilegais, formais e informais, legitimas e ilegítimas em espaços periféricos. Dentro dessa lógica, o (des)envolver-se policial implica uma delicada gestão como agente de regulação, seja quando resiste às oportunidades no mercado ilegal, seja quando “milicia” fazendo parte ou montando sua própria concessionária de prestação ilegal e informal de serviços essenciais. Implica em caminhar na corda bamba da convivência, conveniência e conivência com lado criminoso e bandido da vida. Basta estar do lado de favelado, passar perto da boca para ser visto como funcionário, sócio ou até mesmo patrão no mercado de ilícitos. Para problematizar os significados e sentidos contidos nos discursos policiais, adotou-se o referencial da antropologia cultural. Foram realizadas entrevistas com 15 policiais militares de ambos os sexos e dois grupos focais, ao longo dos anos 2017/19 e, ainda, conversas por meio das redes sociais e de chamadas de vídeo durante 2020 e 2021. O acesso aos participantes foi possível graças a pesquisas anteriores desenvolvidas há mais de vinte anos por uma das autoras deste artigo e, ainda, o diálogo com os policiais alunos do Bacharelado de segurança pública da Universidade Federal Fluminense/Brasil
Introducción:
Falar de polícia é falar do exercício de governo estatal ou não, público ou privado, legal ou ilegal, de fluxos de pessoas, bens e serviços. É situar uma expressão de governo itinerante e pervasiva, distribuído nas entradas, encruzilhadas e saídas dos grupos sociais. Um dispositivo móvel de gestão para produzir controles também móveis sobre as temporalidades e as territorialidades dos sujeitos. Um meio potencial e concreto de força para afirmar as distintas formas de cidadania e os contornos, inclusivos ou não, do status quo do pacto político-legal.
O artigo situa a filosofia das correições, a sociologia da decepção e a criminologia da desconfiança policiais e suas afetações na rotina policial militar. Registram-se suas performances no espaço público cujo propósito seria o de restaurar a ordem moral dos moradores dos territórios e áreas conflagradas. Ilustram uma saga de Sísifo para salvar, na medida do possível, alguns de seu próprio destino de ser “envolvido” nas malhas da perdição. Explicita-se a construção da autoridade heroica, destinada a ganhar a vida na hora da morte. A lutar contra o perigo virtual e constante de inimigos da boa ordem e da cidadania sacrificial. Enfatiza-se a visão paradoxal e desencantada dos sujeitos-homens-policiais que se dedicam a expressar seu pessimismo melancólico do policiar com poucas oportunidades de glória. A disputa de moralidades distintas, analisadas no decorrer do texto, inclui a narrativa da defesa de princípios morais que consideram violados por aqueles que fazem por merecer o rótulo de bandido ou criminosos.
Para compreender o pensar policial e os padrões atuais de policiamento, desenvolvemos uma moldura teórica na qual tem especial relevância o sintagma “envolvido-com-o-crime” mobilizado como uma forma de rotulação, vigilância e controle sobre e entre os grupos sociais, em especial àqueles subalternizados (Cecchetto, Muniz e Monteiro, 2018).
A pesquisa com policiais está em curso desde 2017. Ocorreu em favelas do Rio de Janeiro. Realizamos conversas informais, entrevistas e grupos focais com praças da PM e guardas municipais de sexo, gênero e cores diversos. Ressalte-se a presença mais expressiva de homens entre os entrevistados que, dada a clivagem institucional de gênero, tem a hegemonia nas atividades de policiamento[1].
O trabalho de campo seguiu a errática própria do mundo citadino policial até na sua folga. O acesso aos policiais se fez nos meios dos seus caminhos, entre deslocamentos intermitentes na região metropolitana. Uma metodologia em flashes do real, propositalmente à deriva e atravessado por interrupções sucessivas por conta da pandemia da COVID.
[1] Apesar da crescente presença das mulheres na patrulha ostensiva, parte expressiva das PMFEM está nas atividades internas da PM.
Desarrollo:
Filosofia correcional, sociologia da decepção e criminologia policial.
Policiar é um modo itinerante de conhecer para controlar. Um modo ambulante de classificar para rotular os sujeitos e seus mundos. Um modo andarilho de produzir obediências às regras de um jogo social com qualquer cidadania. Um modo volante de distribuição de coerções, com recurso potencial e concreto de força, para sustentar o status quo. Um dispositivo móvel de vigília e de regulação sobre uma realidade dinâmica, em movimento: a cidade, seus fluxos de ideias, memórias, imagens, pessoas, reputações, serviços, coisas e mercadorias. Uma tecnologia de governo à distância e em escala sobre deslocamentos de populações diversas em territórios distintos.
Policiar é conservar o “estado das coisas dentro da normalidade”. É transitar pelos locais para “manter a ordem” de cima sobre as ordens plurais de dentro e ao lado dos grupos sociais. É circular entre os sujeitos para contê-los em seus “devidos lugares” físicos, sociais e simbólicos. Acredita-se que “cada sociedade tem a polícia que merece”. Credita-se à polícia a sociedade que ela fez por merecer.
Os periféricos fardados e “paisanos” do pó da periferia vieram e para os lados contrários e em confronto por lá merecem voltar. Espera-se que o “policia” e o “favelado”, vindos de baixo e de longe, devam, como entregadores de serviços, pegar só a poeira das ruas da Zona Sul no seu trabalho de delivery. A ordem do dia para os PM é circular para manter a paz do lado cosmopolita do Rio. A ordem dos PM para os outros periféricos é circular só quando cumprem tarefas. Nem polícia, nem favelado devem ali “ficar de bobeira” depois do serviço feito.
Um cara na esquina, duas da manhã, olhando de um lado pro outro: filho, ele tá de sacanagem, ele tá envolvido com o tráfico. (Cabo PM).
Policiar para os praças vai do aquém ao além da lei para garantir “cobertura ostensiva” sobre o que acreditam ser a “moral da sociedade”, patrulhando o cumprimento dos seus “bons costumes”. É exercer governo, ao seu modo e segundo suas regras particulares, nos territórios populares sob arrendamento dos domínios armados e onde o “Estado não vai”.
O lema “servir e proteger”, bradado pelos “bravos guerreiros” é um fardo, uma “obrigação do ofício” superior ao dever profissional. Uma missão vivida como sina, uma vocação predestinada a perseguir um ideal “que nem todos podem entender na luta contra o mal”[1].
Vai lá, pega os seus melhores homens, homens de confiança, homens de combate, e vá preparado pra trocar tiro’. (G.F. Praças[2])
Cápsulas pelo caminho, marcas de tiro nas paredes, manchas escuras no chão formam os rastros de combates na favela. Como não ver? Projeteis, buracos de bala, sangue e combustível retratam indícios de confrontos em “áreas conflagradas” pela polícia ou com sua participação. Como antever? A produção da insegurança como projeto de poder, isto é, do regime do medo em suas práticas de exceção, fazem dos executores da política do “tiro, porrada e bomba” reféns do medo que disseminam, vítimas dos combates que travam e estrangeiros em seu próprio território de atuação (Muniz e Cecchetto, 2021).
Pelo acionamento da narrativa do medo que estrutura o campo discursivo da segurança no Rio de Janeiro, revalida-se uma procuração em aberto para policiar, abrindo uma exceção a mais na exigência democrática de limitação, especialização, desconcentração, descentralização e pluralização do poder de polícia. Experimentam a insegurança nas “áreas de risco”[3] por eles também fabricadas, seus front diários de batalha. Tornam-se, especialmente nas “comunidades carentes”, mas fartas de operação policial, zumbis-de-patrulhamento a vagarem sem alvos definidos e sob a mira dos olhares indistintos por detrás das portas que descem, das janelas que batem, dos portões que cerram à sua progressão pelos “territórios instáveis”, hostis à sua presença, e formas de ação.
O suplício que fortalece as fortes emoções e o sacrifício que revigora a razão missionária são dramatizados pelos PM por meio de provérbios edificantes que colocam a régua do destemor e da superação no alto, por sobre eles e acima do resto de nós, os ricos e pobres mortais policiados. Assim se pode suportar as suas vivências cruas de uma realidade que se revela cruel. “Vencedores vencem as dores” do ofício de salvar de si mesmos os desenganados, irrecuperáveis e perdidos na vida social. Não se faz por menos. O preço a ser pago é salgado: a vida eliminável de matáveis, a “vida perdida do inocente”, a “vida honrosa de um combatente”. Guerreiros sentem medo, mas se forjam como combatentes nas batalhas porque seguem adiante apoiando-se na máxima moral de que “a coragem não é a ausência de medo, é agir apesar do medo”.
No Rio dos PM, tantos são os medos de quem “dá medo” e faz deste a base temerosa de sua autoridade, a fonte do respeito temerário. Medo da “judiação” de dentro do sistema, do Estado nas suas manobras burocráticas para fazer covardias com o “desvalorizado servidor militar”.
Os praças PM acreditam que são injustiçados porque “fazem justiça” certa mesmo que com ações erradas, um sentenciamento certeiro feito por decisões tortuosas. Acreditam-se em prontidão para se defenderem da reputação enxovalhada de uma corporação incompreendida pela sua atuação em defesa da sociedade.
O dever-ser-heroico dos PM, sintetiza sua filosofia moral aprendida nas ruas, as “escolas da vida”. De sua visão de mundo emerge uma filosofia desencantada com os seres humanos que, mesmo falhando como “humanos direitos”, insistiriam em “manter o privilégio de ter direito aos direitos humanos”.
A filosofia moral dos PM prescreve as bases de um dever-saber-policial consolidado em uma sociologia da decepção com “esta sociedade que está aí”. Seu mito de origem habita o senso comum popular-policial e atravessa as visões conservadoras das camadas médias e das elites: “Portugal mandou a escória de prostitutas, assassinos e ladrões, e estes degenerados se misturaram com índios lascivos e africanos libidinosos para povoarem o Brasil”, sentencia o discurso da lei e da ordem. Esta origem colonial justifica seguirmos desiguais e disciplinados por controles tutelares exercidos por autoridades firmes e fortes, acima de nós e com “carta branca para agir”.
A sociológica policial instrumentaliza uma criminologia persecutória e corretora dos envolvimentos com o crime. Ela preconiza que se é da essência da alma humana “mentir e esconder algo da polícia”, há que confiar nas impressões das aparências e seus jogos de raça, gênero, orientação sexual, classe social, moradia, consumo etc.
Compleição física, roupa que está vestindo, cor de pele – a verdade é essa. Existe um estigma proposital na nossa classe. Aprendi com o mais antigo e passo pro mais moderno”. (G.F. Praças)
Há uma geografia de prestígio estruturado pela hierarquia que opõe bairros da zona sul e da zona norte no Rio de Janeiro[4]. Esse mapa de distinção de lugares e de “gente distinta” é um sensor classificatório que orienta as práticas dos PM nas ruas. Serve como um GPS moral do que se deve e se pode fazer em cada local e com cada sujeito, intuindo a “condição econômica” e a “colocação do indivíduo” no mercado de capitais social, político e cultural:
Na favela não tem capital simbólico. Na Zona. Sul tem que ter cuidado. Se houver o conflito que há na favela você tem que dar o tratamento legal. (Cabo PM)
Não há viagem classificatória perdida. A polícia sempre acha o que procura porque é ela que, ali nas esquinas-da-vida-cotidiana, controla categorizando os sujeitos sociais: “envolvido”, “mulher de bandido”, “semente do mal”, “paisano”, “Mike”[5]. Colisões tensas e até violentas que são carregadas de estigmas, dogmas, preconceitos que categorizam territórios, personagens e vinculações e que circulam na corporação, do alto ao baixo.
Tem-se um saber-fazer-presentista que constrói um tutorial sobre como identificar os envolvidos e seus graus de envolvimento distinguindo, no vivido imediato dos acontecimentos, os diversos tons de preto, os distintos tons de pobre, os variados tons de adequação ao padrão socioeconômico esperado. Ter do bom e do melhor dentro casa e jogar no corpo algum material de primeira estão fora do padrão desejado para o morador de favela e, por extensão metonímica, para os demais periféricos como os próprios policiais. Seu consumo deve atender as necessidades básicas de um estado disciplinar de sobrevivência para manter um estado conformado de sujeição. Consumo restrito ao indispensável corresponde a um acesso limitado aos bens de distinção e aos jogos de aparência que possibilitam mobilidades para dentro e no além do mundo da favela, deslocamentos entre estilos de vida. Estes se abrem para novos sentidos de pertencimento a outras realidades sociais e econômicas. Os modos do morador dos espaços populares deveriam reproduzir o mundo do pobre-esforçado que “luta muito para ter as coisas direito”. Mas as suas modas ambicionam mais que a linha branca de eletrodomésticos: vai-se de consumidor a cidadão que também paga seus impostos na cidade commodity (Harvey, 2014), das mercadorias políticas de Misse (2014) e dos impostos informais dos domínios armados de Muniz e Proença Jr (2007).
Seus modos e modas soam como uma ostentação provocativa que afronta as cercas do status quo mantidas pelos policiais em cada localidade. Elevados ao exagero, os espaços populares têm no dispêndio “acima da sua condição” com gestos, falas, trejeitos e objetos a exuberância de sua parte maldita (Bataille, 2013). A despesa “acima das posses”, é o lugar de subversão da ordem econômica excludente para ter as coisas e experimentar o conforto e a mobilidade da gente de bens no isolamento social, sem sair da favela, e no confinamento presentista, frente a escassez do amanhã. Dádiva é dívida, dívida é crédito, crédito é contrato (Graeber, 2016).
Policiar os perigos e incertezas, exige sagacidade para captar os detalhes, habilidade descrita como o feeling policial: “bater o olho e sentir algo suspeito”.
Se tu entras em uma casa e na cozinha tem ar-condicionado grande chance, 95%, dessa casa de ser de um vagabundo.. (G.F. Praças)
As construções narrativas de casos, pessoas, lugares, objetos e fenômenos são vinculadas a uma cronologia representada como plausível que fornece as minúcias sobre o que está acontecendo e um grau de explicação sobre o seus porque. Faz-se render a naturalização da hierarquia e a desigualdade social.
Tem-se um manual classificatório policial saído do acervo popular de receituários informais partilhados entre os sujeitos precarizados que vivem em “áreas deterioradas”, alvos privilegiados da vigilância policial. Isto se agrava quando a polícia, a política em armas, se torna armas da política da guerra contra o inimigo interno.
O saber-ser-filosófico, o dever-saber-sociológico e o saber-fazer-criminológico dos PM se articulam ungidos pela luta sagrada e fatalista contra o mal em seus modos de contágio do espírito pela política, lugar de privação da verdade, e de sedução da carne pelo mercado, lugar de provação das virtudes (Muniz,1999). Dos males da corrosão moral da sociedade, a paz do arrego é ponderada como um mal menor que produz o bem para o morador de favela e uns bens para certos policiais como uma contraprestação pela manutenção criminosa da ordem local. A rigidez draconiana da classificação e julgamento dos envolvimentos favelados tem como contraface um relativismo-total-flex apoiado numa moral contábil e numa ética utilitária sobre o envolvimento policiais.
Não vai morrer criança, não vai morrer polícia, não vai morrer morador”. “Eu tô falando de ajustes locais, imediatos, a ponta da linha, os ajustes imediatos. Tem que dar conta disso agora, tá cheio de criança, festa agora, natal. Vai ter troca de tiros, a bala vai voar, vai morrer velhinha, vai morrer criança. Vai ter paz no arrego? Então pega o arrego (Tenente PM)
Sorria ninguém precisa morrer! O negócio da polícia é negociar, administrar conflitos para sustentar a ordem da ocasião, interpretando a lei em benefício da sua manutenção provisória até o próximo conflito, provocado, espontâneo ou latente. Isto consiste em conciliar, a cada ocorrência, o mundo da lei com as leis dos mundos do asfalto, da favela. Isto corresponde a contornar, atravessar ou rasgar as normas legais para poder cumpri-las fazendo valer as regras locais do jogo. Esta é a virtude de quem está na fronteira entre realidades sociais. Esta é a fortuna de quem escolta as entradas e saídas dos grupos sociais. Pode-se escolher, bem ou mal, se morre morador, se morre polícia, quem mata ou deixa morrer.
A violência policial parece trazer “mais problemas para comunidade, para a polícia, para o governo e para o pessoal dos direitos humanos” que a corrupção policial. Violência e corrupção policiais não são situadas, na narrativa policial, como faces de uma mesma moeda: a autonomização predatória do poder de polícia. Uma e outra são vistas como traços pessoais, dissociados e independentes que apontam para variações de personalidades profissionais distintas. Uma e outra desfrutam de fontes de legitimidade quando conveniente e de mantos de legalidade quando oportuno, configurando mandatos policiais informais com chancelas morais e institucionais. Se matar (quem merece) em nome da lei tem mais méritos morais, arregar em nome da ordem tem maiores rendimentos político-econômicos: negociam-se vidas de uma “gente sem CPF” para que o CNPJ do crime não possa parar, nem na pandemia da COVID.
Pergunta a mãe da criança que morreu de bala perdida: prefere que o policial pegue a “prata” para não ter um tiroteio ou a tua filha morta? Aqui embaixo no mundo real, onde as coisas estão acontecendo, é melhor que haja o arrego e ninguém morra é melhor, é o que eu penso.
Na odisseia policial há um periculoso inimigo que estaria lá, dentro de todos nós, corroendo a ordem idealizada como uniforme e harmônica. O grande vilão a ser combatido pelos centuriões-da-PM é o próprio conflito, suas naturezas e expressões. Este é visto como negativo porque se manifesta no confronto de paixões, intenções e interesses na arena pública da cidade.
Policiar torna-se, aqui, um confronto épico contra o conflito que, para Simmel, institui a nossa vida em comum e, paradoxalmente, ameaçaria, na moral devota dos PMs, o comum das nossas vidas por constituir o pior de nós mesmos: a existência da diferença que questiona a imposição de um sentido único sobre o social.
(G.F. Praças)
Todo dia os Sisifos-do-policiamento acreditam reabrir o mesmo caminho para seguirem, solitários e incompreendidos, com sua marcha civilizatória. Uma marcha que faz o relógio evolutivo andar para trás na vida dos envolvidos com o crime, reincidentes, ou para frente na história de quem se esforçou e escapou das cercas do envolvimento, sejam eles policiais ou não. Assiste-se a um regime policial de produção e disputa por uma narrativa de verdade sobre o mundo que se faz policiado.
Eles [moradores da periferia] têm muita dificuldade, muito grande, em aceitar a presença policial. (G.F. Praças)
O modo PM de conhecer é um amálgama de distintas teorias sobre o indivíduo e a sociedade. Manobra com uma natureza humana comum caracterizada por um sujeito moral e psicológico universal que desliza suas explicações do aspecto mais singular ao atributo mais geral dos sujeitos e suas realidades sociais (Muniz, 2012).
Este é um saber-prescritivo-da salvação de nós mesmos. Sua filosofia moral faz uso de um messianismo correcional curativo. Haveria uma missão catequista para os “PMs vocacionados” - “dar segurança à sociedade”-, que exige sacrifícios compulsórios para eles e voluntários para todos.
Polícia foi criada para marretar, pra tirar direitos, pra garantir o desmando da Coroa contra os direitos constitucionais. Por isso essa resistência do povo da comunidade com a gente”. (G.F. Praças)
“Soltar o dedo”, “sentar a mão”, ir “na base da violência” seria a única língua que a periferia abusada seria capaz de entender. O polícia, de lá também, sabe disso. A violência é um tipo de pedagogia adequada às favelas que mostra abuso de poder, mas com deferência e interesse de quem ensina para quem recebe a heterodoxa lição: “fazemos um favor”.
“Escrachar-e-dar-dura” são legitimados pelo poder de defender a sociedade. O stop-and-frisk carioca é mais que um procedimento. É um modo de ser citadino e fazer a cidade: uma moral cívica policial. Liberar a liberdade para o alto em favor dos “cidadãos-dos-bens”, obstruir a liberdade para baixo em defesa dos “cidadãos-de-bem”: defesa da “liberdade de cada um”, ancorada nos ‘valores tradicionais’ do neoliberalismo popular.
Para o PM-sujeito-homem-de-bem há que exibir uma masculinidade ostentatória, heteronormativa, atestada por seus “companheiros-de-farda” e outros homólogos (Cecchetto, 2004).
Vivifica-se um saber ora cifrado com as palavras, ora proselitista nos seus sermões corretivos, morais e físicos. O apetite ordenador que envolve todos em sua suspeição, que nada fica de fora, gera ambiguidades, sobras do esforço classificatório que requerem sucessivos confinamentos dos sujeitos pelos rótulos.
Peguei a mulher cheirando no vaso, meti o pé na porta do banheiro dei um bico na tampa do vaso, joguei o pó fora. Ela foi pra casa, tomou banho, trocou de roupa e foi pra DP: assina aí, é teu. Abuso de autoridade. (G.F. Praças)
Rotular é preciso e policiar é impreciso. Requer superar indefinições classificatórias vindas dos imponderáveis sociais da vida. Se a “polícia é para quem precisa de polícia”, um saber do (des)envolvimento vigilante revela uma escolha produtiva. Voltar-se para quem a rotulação e suas gradações apresentem maiores rendimentos de controle: “quem tem um pé no crime” ou é portador de marcadores sociais da diferença vistos como desvantajosos.
O saber-dos-passaportes sociais do PM das ruas do Rio é um conhecer casuístico. Sua disposição reguladora, diante das múltiplas e simultâneas causas dos fenômenos humanos, apoia-se em uma moral evolucionária. Espera-se reduzir a complexidade social e generalizar-se por meio de uma sobredeterminação causal que estabelece estágios civilizatórios dos envolvimentos, tipos de envolvidos e seu horizonte de (des)envolvimento.
Ela anda com tanto ouro, vai chamar atenção, tem cara de "ganso". O relógio é caro, unha de gel, o cabelo é aplique 3D, tá gastando dinheiro. (G.F. Praças)
Os PM desfrutam de uma memória acumulativa para produção deste controle social ampliado. Nada deve escapar da sanha classificatória policial. Caiu na rede policial, envolvido está, envolvido foi ou envolvido será.
Vê-se a serventia da abordagem evolucionista linear para os empreendimentos policiais. Justifica as tutelas seletivas sob medida para cada sujeito, segundo a etapa evolutiva, crescente ou decrescente, colocadas pelas réguas do PM-da-esquina. Justifica os tratamentos distintos, com filtros sociais diferenciados, para protegerem os desiguais deles mesmos.
O saber dos PM-na-rua é um saber de propriedades normativas sobre a vida social e de oportunidades instrumentais sobre o que dela se pode extrair em proveito próprio. Este saber-empiricista, esculpido nas práticas de policiamento, mobiliza argumentos que tenham serventia operacional para uma narrativa legitimatória dos seus ditos e feitos em cada abordagem policial. Esta racionalidade PM-bricouleur combina os elementos do pensar determinista para agregar estatuto de verdade às suas rotulações nas manobras interativas entre policiais e policiados. O determinismo geográfico serve às tipificações morais dos lugares fundamentadas nos elementos naturais (clima, ambiente, etc.).
O determinismo biológico é acionado para tipificar as espécies morais de indivíduos por seus “traços naturais” como raça, gênero, geração etc. O feeling policial enquadra: “adolescentes pretinhos, pode abordar que é ladrão”. O determinismo cultural presta para rotular as realidades sociais como mundos refratários, fechados em si e excludentes.
As determinações biológicas dos indivíduos, culturais dos grupos sociais e geográficas do “meio natural” onde vivem se mesclam e são acionadas enquanto são úteis ao modo policial pragmático de conhecer, criar e fundamentar os controles itinerantes e seletivos em sua deriva pela cidade. Um enquadramento funcionalista se mostra rentável como uma engenharia dos saberes de rua que glorifica a ordem e vivifica uma ortopedia social para mantê-la. Nada mais inconveniente para um saber hierárquico e da ordem, que vincula o normal ao que é estável e permanente, do que as mudanças, os desencaixes, as desorganizações do mundo real.
O saber-ver-do-PM faz crer que é o olho do panóptico de Bentham que tudo vê. Afirma-se uma natureza calculista, competitiva, explicitando a ambição monopolista dos controles das ruas. Um saber-agir que se apropria do realismo político e do pragmatismo, ao estilo de Maquiavel, para se orientar em um mundo de envolvidos em conspirações entre si e contra a polícia.
Este é um saber-atuarial, que faz contas e faz de conta, dissimulando a sua contabilidade, sempre que oportuno, porque incide sobre o tempo presente, o agora-já de sua atuação, o imediato da performance dos outros. Oculta de todos que as soluções policiais são sempre finitas e provisórias, porque policiar produz controles sobre os mundos e não mudanças estruturais do mundo. Um saber que sabe que o seu controle não muda as vontades de quem quer se envolver. Apenas altera a chance de poder estar envolvido.
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Um saber que produz, espera e acumula o pior de nós mesmos, é um saber que desconfia e que se mantém em estado de alerta. Constitui-se como um saber-testemunha-ocular do que se reputa como indecente, humilhante, cínico, desumano etc. Um saber que se abre às sucessivas colisões com “o lado desagradável da vida” é um saber-pessimista, sempre “preparado para o pior” do seu mundo e dos nossos mundos possíveis. Sua sociologia nativa é a do desencanto. A desconfiança generalizada e a suspeita prévia fazem parte dos dispositivos de sociabilidade que alimentam um circuito de trocas assimétricas entre os PM entre si e deles com os envolvidos, moderadas pela expectativa latente de uso ilegal e ilegítimo de força potencial e concreta.
Assiste-se a um saber-desgostoso que, para sobreviver aos dissabores da vida e da profissão, às decepções com seres incorrigíveis, se justifica como um saber suspeitoso dos mesmos e de todos. Acredita estar em alerta contra outros de si e os mesmos dos outros.
Não tenho vida social, não saio à noite. Vou na casa de qualquer um de dia, bebo, mas de noite estou na minha casa, eu não confio na noite. (G.F. Praças)
Tem-se um dever-saber-fazer para intervir no imediato dos acontecimentos. Este saber, premido pela ocasião, construído e recapitulado a cada atendimento, superestima uma leitura contextual dos eventos e dos seus cursos. Se esta contextualização é frequente na retórica policial de rua, fica claro para os pragmáticos policiais que a norma opera como uma referência para o agir. Os desvios e as divergências em relação à sua execução não são exceções ou acidentes de percurso. Na rua, se “faz tudo diferente” porque a aplicação da norma, cuja execução é discricionária, envolve adequá-la ao mundo real constituído por moralidades entrecruzadas (Muniz e Albernaz, 2016).
O dever-saber-fazer que normatiza a “normalidade”, desenvolve uma memória prodigiosa capaz de armazenar uma coleção de pessoas, coisas, locais e situações. As estórias narradas por PM são epopeias que descrevem, com detalhes, os indivíduos, os seus nomes e vulgos, os lugares, a “mecânica dos eventos”. Através de analogias e extrapolações, conecta-se o desconhecido com o que já foi mapeado. Por esse percurso cognitivo, os PM entrevistados reduzem a variedade de possibilidades de compreensão a um conjunto finito de chaves interpretativas que orientem o seu decidir e agir. Este é um saber-pragmático que se move por um projeto de poder utilitário e finalístico: a produção de uma verdade a serviço da suspeição.
[1] Frase do Hino da PMERJ. : https://www.letras.mus.br/hinos-marchas-militares/546104/. Último acesso em 20/07/22.
[2] Grupo focal com praças PM.
[3] Uma apreciação da categoria político-policial “área de risco” no Rio de Janeiro e suas implicações encontra-se em Miranda, Muniz e Correa (2019).
[4] Sobre os espaços urbanos e as representações policiais da ordem e seus processos de negociação ver Caruso (2016).
[5] Papa Mike é a sigla PM.
Conclusiones:
Saber para controlar, controlar para saber.
Policiar corresponde à produção de uma verdade substantiva do envolvimento como método no Rio de Janeiro. Uma verdade saída das regras morais do senso comum, redefinida por um processo de particularização, que singulariza cada encontro com a polícia, para disciplinar as verdades situacionais trazidas pelos envolvidos. O saber-prático-do-PM, de natureza política e coercitiva, (re)afirma uma ordem, a sua vontade de conhecer para produzir controles, mesmo que difusos e indiretos. Sua função classificatória persecutória ambiciona controlar para saber, saber para controlar. Suspeita-se para conhecer e seguir desconfiando de quem foi, é ou será envolvido-com. Há uma instrumentalidade que responde a uma intenção cognitiva – vigiar para conhecer. Sua missão primeira é controlar para só, então, entender, incluindo e excluindo, de forma seletiva, os sujeitos, suas visões de mundo e suas práticas. O dever-ser-e-fazer-policial-carioca revela um apetite ilimitado de poder. Poder ordenar, poder rotular, poder tutorar, poder governar sem ser governado. Uma vontade, um saber, um poder, emancipados da sociedade e contra o Estado.
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Palabras clave:
Rotulação policial. Representações policiais. Moralidades. Práticas policiais. Periferia. Favelas. Envolvido-com.
Resumen de la Ponencia:
A presente comunicação busca apresentar uma reflexão sobre a instituição de regimes de medo e suas práticas de exceção nos territórios populares, no Rio de Janeiro, promovendo a precarização das cidadanias e sua naturalização legitimadora. Tem-se como recorte empírico as políticas de (in)segurança endereçadas ao conjunto de favelas da Maré, nos últimos 10 anos. Ao tomarmos como ponto de partida a Ação de Garantia da Lei e da Ordem (GLO), decretada em 2014, quando militares do Exército e da Marinha ocuparam as ruas da Maré (com aproximadamente 140 mil habitantes) por cerca de um ano, é possível afirmar, de lá para cá, que as atuações do Estado no quesito segurança estiveram focadas na realização de operações policiais pontuais com ocupações territoriais provisórias, as quais configuram o modus operandi do Estado governar nessa região. No entanto, em 2016, após 12h de duração de uma operação policial, com o uso de helicóptero como plataforma de tiro, ocorre um fato inédito – ONGs locais, seguidas de algumas associações de moradores e acompanhados pela Defensoria Pública do Estado do Rio de Janeiro, entram com um pedido liminar que resultou na interrupção da operação. Tem-se um contexto favorável a criação de uma Ação Civil Pública (ACP) que demandava um conjunto de exigências relacionadas ao respeito aos direitos dos moradores da Maré. Neste rol de demandas inclui-se a exigência de um plano de redução de danos para a realização das operações policiais no local, quando necessárias. O que vimos a partir dos dados coletados na pesquisa Espaços de Articulação entre Estado e Sociedade, desenvolvida entre os anos de 2016 e 2020, é que nos espaços periféricos, como no caso observado, implementam-se regimes de medo que promovem a insegurança pública como um projeto de poder que legitimam as práticas policiais de exceção como formas estruturantes de se lidar com o problema. A pesquisa permitiu observar como a população local, especialmente os jovens, manobra a escassez de direitos e a abundância de obrigações produzidas pelas políticas de insegurança. Permitiu ver, também, novas formas institucionais de lidar com a violência policial postas em operação pela Defensoria, Judiciário e Ministério Público na gestão do problema. Permitiu compreender as dinâmicas participativas das organizações civis presentes no território da Maré, muitas delas com visibilidade internacional. Veremos que a existência da Ação Civil Pública produziu efeitos concretos na realidade, reduzindo a letalidade das operações policiais por certo período, ainda que efetivamente estas não tenham sido interrompidas. Representou um instrumento político de pressão e constrangimento do executivo estadual, deu visibilidade ao problema da violência nas operações policiais, assim como pavimentou o caminho para a instalação da ADPF 635, conhecida como ADPF das Favelas, que tramita no Supremo Tribunal Federal (STF).Resumen de la Ponencia:
El propósito de la ponencia es analizar los efectos de subjetivación que han sido inducidos por las iniciativas gubernamentales vinculadas al dispositivo de prevención de delito en el marco del gobierno municipal de Rosario (Santa Fe, Argentina) desde comienzos de la década de 2000. La investigación apunta a detectar tendencias –emergentes de los enunciados de los documentos- que los dispositivos preventivos favorecen para constituir determinados/as tipos de sujetos/as -individuales y colectivos- y no otros/as; y las vinculaciones con las lógicas de politización en el escenario de las prácticas democráticas a nivel local. Con el fin de desglosar la serie de efectos de subjetivación, trabajaremos en dos puntos: por un lado, abordaremos el modo en que va moldeándose la constitución de los equipos de gestión del gobierno local y la coordinación con la comunidad, a través de la elaboración de iniciativas de intervención. Y por otro, pesquisaremos las dimensiones formativas - informativas y comunicacionales que desarrollan estos equipos, mediante el uso de técnicas pedagogizadoras.
Introducción:
La seguridad como fenómeno social, no debe pensarse al margen de la reflexión sobre las relaciones sociales, las vinculaciones y el establecimiento de los lazos sociales. Por ello, es necesario pensar la articulación de esas relaciones y enmarcarla en el problema de la (in)seguridad, los efectos de subjetivación y los modos de gobierno en este dominio. Para nuestro análisis, son clave las nociones de gobierno, entendida como las acciones tendientes a dirigir los comportamientos de individuos y poblaciones (Font, 1999) y de gubernamentalidad, como racionalidad que se forja en la mayor contigüidad posible con la práctica de gobernar (Foucault, 2007, p.17). Ambos conceptos son fundamentales para abordar el problema de cómo se establece límites al campo de las acciones posibles de individuos/as, que es, en definitiva, lo que está en juego en las relaciones de poder (Foucault, 2001, p. 253). Aquí, abordaremos los efectos de subjetivación que generan las tecnologías que van constituyendo el dispositivo de prevención del delito en el marco de la gubernamentalidad de la seguridad a través del análisis del caso de la gestión municipal de Rosario, Argentina desde comienzos de la década de 2000 hasta nuestro presente. En los primeros años del Siglo XXI, el temor al delito urbano menor, junto con diversas emociones ligadas a él (Kessler, 2011), impulsó un conjunto de iniciativas públicas y privadas inscriptas en el marco de esa gubernamentalidad, con el fin de prevenir de delitos y que tienen aún vigencia. Detenernos en este tema contribuye a comprender más acabadamente el arte de gobierno neoliberal. Tal como lo expresan Guattari y Rolnik: “la subjetividad está esencialmente fabricada y modelada en el registro de lo social” (2006, p. 46), por esto, resulta clave focalizar en los modos en que se desarrollan esos procesos de producción social, político, cultural y material. Con este marco, proponemos indagar cuáles son los efectos de subjetivación que ha producido la gubernamentalidad de la seguridad a través de sus iniciativas y saber qué modulaciones de las conductas se advierten en la constitución de los equipos de gestión gubernamentales y cuáles son las técnicas pedagogizadoras que se estimulan en la constitución de determinadas subjetividades. Para ello, partimos del análisis de ordenanzas, decretos, subprogramas y programas junto a entrevistas realizadas a funcionarios/as clave de la Secretaría de Control y Convivencia de la Municipalidad. El propósito es rastrear las conceptualizaciones que permiten sugerir modulaciones en el proceso de constitución de subjetividades. También, indagaremos en diversos componentes que se encuentren vinculados con la ‘producción de seguridad’ y prevención del delito, con el fin de reconocer la tendencia hacia la conformación de subjetividades.
Desarrollo:
Los efectos de subjetivación del dispositivo preventivo
Sin abonar a la idea de una subjetividad como receptáculo pasivo de impulsos exteriores que pugnarían por “interiorizarse” (Guattari y Rolnik, 2006), advertimos que esos impulsos
“intervienen en la sintagmática de la subjetividad inconsciente” y que se trata de “cierta manera de utilizar el lenguaje, de articularse con el modo de semiotización colectiva (sobre todo de los medios de comunicación de masas), […] una relación con el universo de circulación en la ciudad. Todos estos son elementos constitutivos de la subjetividad” (p. 49).
De modo que, el desenlace de todo dispositivo, resulta en la conformación de una serie de efectos de subjetivación dinámicos y provisorios, que pugnarán por encarnarse. Los modos en que los/as individuos/as se subjetivan no implica la adscripción mecánica ni definitiva a esos modos de subjetivación. Las corrientes diversas de flujos que pugnan por encarnarse son tan resistidas que se encuentran en cada intento propensas al fracaso, aceitando una dinámica que se reconfigura, a través de cada falla.
Ahora bien, entre los primeros componentes detectados, se encuentra la necesidad de constituir subjetividades que acepten que la (in)seguridad es un problema vinculado, casi únicamente, al delito urbano menor y, también, que coloquen su atención en el gobierno local y lo valoren como un eslabón clave para constituir un espacio público seguro. La (in)seguridad y ese tipo de delito –y no otros- son asimilados como un todo y como uno de los problemas más inquietantes que debieran ocupar las agendas de preocupaciones ciudadanas del municipio.
Como muestra de lo que se repite en sucesivas normativas, extraeremos lo enunciado en la Ordenanza N° 7.914. Esta norma crea el Subprograma Municipal de Alarmas Comunitarias en 2005, allí se encuentran algunas menciones que resultan significativas:
“es claro que sigue siendo primordial preocupación de los vecinos de Rosario la problemática de la seguridad y que la acción del gobierno provincial, debe ser acompañada por la Municipalidad y la comunidad, mediante una red operativa, que genere un sistema de colaboración y coordinación, basada en el principio de solidaridad comunitaria direccionada hacia la prevención del delito […] Que la problemática de la inseguridad, según relevamientos efectuados en la ciudad de Rosario en cuanto a lo que más preocupa a sus habitantes, se ubica en primer lugar, y esta preocupación justifica sobradamente que la Municipalidad de Rosario se involucre más aún en la resolución de la misma, destinando recursos humanos y dinerarios para afrontar la puesta en marcha de este Subprograma” (p.1, el subrayado es nuestro).
Como vemos, comienza a asomar la insistencia en que la preocupación por la (in)seguridad debe ser transformada en práctica político-participativa y esto debe constituirse en un disparador para que exista la voluntad de integrar espacios de decisión e incidencia dirigencial. La colaboración y la coordinación, tal cual se deja ver en el enunciado de esta norma, deben constituirse en principios básicos para que el sistema basado en la red operativa re-direccione la solidaridad comunitaria hacia la prevención del delito.
En el segundo eje, se encuentra una clara identificación del gobierno local como un eslabón institucional en el que le cabe un “rol relevante en la toma de decisiones a nivel territorial, velando por la integridad del espacio público” (2005, p.2). Y este último, a su vez, es valorizado como un
“ámbito esencial para la socialización de la vida urbana, y por ello se hace fundamental la presencia del Estado municipal en los mismos, poniendo énfasis en las acciones preventivas, interviniendo antes que el delito se produzca, reduciendo así los costos humanos y sociales de la inseguridad urbana y del sistema penal” (2005, p.3).
Entonces, puede advertirse que, la colocación de la integridad del espacio público en el centro de las preocupaciones, resulta coherente si se la vincula con las posibles intervenciones que tienen la pretensión de constituir una ciudad segura, y esto en la medida en que existe un convencimiento acerca de que esa (in)seguridad vinculada al delito urbano menor, erosiona la condición pública de la ciudad.
La centralidad que se le asigna al gobierno local permite visualizar el rol estratégico que se le otorga para encastrar las piezas del dispositivo de prevención. Estas piezas se dividen en dos grandes áreas: por un lado, se registran esfuerzos por darle entidad a un campo más general de elaboración de iniciativas de intervención locales en dos niveles: la constitución de equipos de gestión y la coordinación con la comunidad. Y por el otro, se reconoce un campo ligado a la formación-información y a la dimensión comunicacional. Aquí, es posible rastrear la constitución de subjetividades a través de las diversas prácticas que involucran formarse e informarse y, además, adquirir capacidades comunicacionales para difundir lo aprendido.
Las dimensiones formativas - informativas y comunicacionales a través de técnicas pedagogizadoras
Una de las manifestaciones más diáfanas que presenta el caso analizado, es el modo en que el gobierno local, a partir de la difusión de una ética pública, vela por pedagogizar en la autorresponsabilización de los/as sujetos. En esta dirección, resultó llamativa la mención que se hace en la Ordenanza N° 8.434 acerca del rol que debe cumplir el poder político, en el campo de la seguridad ciudadana y la prevención del delito, al establecer que una de sus “funciones fundamentales es precisar el marco conceptual en el que se llevarán a cabo las acciones de conducir, limitar y controlar” (p.4, el subrayado es nuestro).
El poder político del gobierno local debe realizar esfuerzos para liderar la denominación y, por tanto, tornar decible aquello que se va a controlar. La referencia a establecer un marco conceptual exhorta a quienes detentan el poder político a establecer las coordenadas de lo que debe hacerse e indica cómo conceptualizar esas acciones. Este marco conceptual está inserto en una ordenanza que la Organización de Naciones Unidas promueve con el afán de definir aquellas que considera Buenas Prácticas para la Seguridad Ciudadana. Esta y otras normativas oficiales abogan por el despliegue de la manera de constituir efectos de subjetivación ligados a la vigilancia, a la prudencia, al estímulo a ocupar lugares en el debate del presupuesto participativo, a formar parte del Consejo Económico y Social, etc.
En vinculación con la idea de pedagogizar, detectamos la necesidad de construir subjetividades que encuentren vital la necesidad de formarse e informarse sobre la prevención del delito y el autocuidado. Además de perseguir la modelación de una subjetividad ávida de respuestas inmediatas y de canales ágiles de comunicación. En este sentido, en el proyecto de ordenanza para crear el Programa Municipal de Seguridad Urbana, se instaba a conformar un Equipo de profesionales vinculados/as a la seguridad urbana, una de cuyas funciones era “elaborar material informativo y de difusión, campañas masivas de comunicación social tendientes a promover la generación comunitaria de seguridad urbana y la nueva prevención de la criminalidad” (Punto N° 4).
Asimismo, en la Ordenanza N° 7.914 se plantea emprender una “campaña educativa: se coordinará con las Escuelas de cada barrio, charlas y actividades informativas y de prevención, a cargo de personal municipal, sobre el funcionamiento del Subprograma”. Asimismo, esa subjetividad no estará solo ligada a la necesidad de adquirir técnicas, conocimientos, datos útiles, buenas prácticas; sino que también necesitará desarrollar capacidades comunicativas que permitan transmitir, difundir, convencer y aglutinar. Sumado a esto, conviene destacar el lugar que se le otorga a la institución escolar como un ámbito propicio para la coagulación de las propuestas ligadas a la temática de la (in)seguridad.
En los considerandos de la Ordenanza N° 8.434 de 2009, se establece, la publicación del Manual de Buenas Prácticas para la Seguridad Ciudadana, donde se sostiene que
“el tema de la inseguridad es realmente un asunto de Estado y que tenemos que emplear todos los dispositivos, policiales, de seguridad, el aparato judicial, fundamentalmente la educación, y todos aquellos elementos que nos permitan atacar este flagelo que hoy está lacerando y carcomiendo las estructuras democráticas” (p3. el subrayado es nuestro).
Para que estas ideas se encarnen en individuos y en grupos, debe principalmente establecerse la necesidad de formación a través de la educación y del consumo de información sobre los temas ligados a la (in) seguridad. En gran medida se parte del supuesto del desconocimiento en general acerca de las maneras de prevenir-se, por lo que en estos documentos se registra una pretensión de dar cabida a los saberes locales en la materia para educar y concientizar a través de diversas campañas que se suponen necesarias para la formación en Buenas Prácticas de seguridad ciudadana.
Otro esfuerzo en este mismo sentido, ha sido la Ordenanza N° 9.011 de 2012, a través de la cual se crea el Programa de Formación e Información en Seguridad Ciudadana ‘ROSARIO, CIUDAD SEGURA’. Entre los objetivos se plantean:
“desarrollar capacidades para que los ciudadanos interactúen entre sí y con sus representantes de manera eficaz para el tratamiento de la problemática de la inseguridad”; también se propone “desarrollar habilidades comunicativas y funcionales basadas en los conocimientos adquiridos en el marco del programa” y “participar en la construcción de nuevas relaciones de confianza recíproca entre las instituciones policiales y fuerzas de seguridad, y los actores no gubernamentales”. Por último, destacamos el objetivo que presentan como “colaborar en la producción de la nueva cultura en materia de seguridad urbana a través de la generación y difusión de nuevos lenguajes que permitan plantear y debatir socialmente las necesidades y demandas al respecto, en términos compatibles con el sistema democrático” (p. 2, el subrayado es nuestro).
Los/as destinatarios/as del programa son los/as integrantes de la Sociedad Civil con participación activa en ámbitos institucionales públicos y privados y con incidencia concreta en su área de inserción. Se requiere que sean influyentes en los campos en donde se desarrollan, que sean voces con cierto liderazgo capaces de articular alianzas futuras. Por lo tanto, si bien en esta normativa se explicita, como decisión política, la formación e información en materia de prevención del delito, son notables las alusiones a la difusión de los valores a través de los lazos que quienes participan han generado en sus ámbitos de desempeño para hacer extensiva la capacitación en esta materia.
Por último, con relación a esta ordenanza, nos resta marcar los núcleos de contenido que supone la puesta en funcionamiento de la formación: uno de ellos se concentra en las políticas participativas para la prevención y el tratamiento del delito, y hace hincapié en las políticas de proximidad: policía-vecindario. En otro, se plantea formar en tecnologías para la prevención del delito.
Con la sugerencia de acercamiento entre el vecindario y la policía, se apunta a tejer lazos de confianza entre las policías y quienes asistan a los cursos de formación. Esta pretensión de estimular acercamientos entre los/as vecinos/as y los/as agentes de policía produce un intercambio de saberes, de observaciones y de acervos que van influyendo mutuamente modos de enunciar, de sentir y de ser. Se va configurando una sensación de necesidad de la presencia policial en la vida cotidiana. Comienza a tornarse posible, con la habilitación que proporciona el intercambio, compartir pareceres, preocupaciones morales, sospechas, indignaciones y, si fuese necesario, enemigos comunes.
En suma, hallamos en el gobierno local una férrea apuesta por constituir subjetividades ‘politizadas’, con poder de incidencia que hagan llegar a los/as funcionarios/as públicos/as las voces vecinales. Es menester que esa subjetividad ejerza una ciudadanía vecinalista activa. Y que vaya tomando forma un modo de participación con un sentido político claro. Desde las iniciativas gubernamentales se solicita disponibilidad, disposición y compromiso por parte de aquellos/as que consideren que la situación de (in)seguridad reviste dimensiones de gravedad. Ahora bien, esta solicitud a comprometerse con la problemática está impregnada de valores democráticos y respetuosos de los procesos.
Las subjetividades son resultado de procesos que se despliegan a través del ejercicio del poder. Ahora bien, en este caso, hablamos de subjetividades ‘politizadas’ porque encontramos modos de constituir subjetividades que no tienen como horizonte necesariamente el ensimismamiento, el encierro, la reclusión en el ámbito privado o la soledad, sino más bien detectamos procesos de construcción de formas de ser, de pensar y de actuar que no abandonan la lógica común frente a otredades que consideran peligrosas. Con mayores o menores niveles de conciencia acerca de aquello que se defiende comunitariamente, del compromiso que se asume, del estilo de vida que se ostenta y de los enemigos que constituye, resulta probable que esas subjetividades no se reconozcan así mismas como politizadas. No obstante, esto no las convierte necesariamente en apolíticas pero sí marca algunas diferencias que es necesario establecer.
Aquí, con la utilización del término ‘politizadas’, pretendemos establecer un juego de enunciación que permita diferenciar a aquellas subjetividades politizadas que reconocemos en la tradición de la militancia de múltiples causas sociales, culturales y políticas que se canalizan a través de la participación en partidos políticos, en organizaciones sociales, en centros de estudiantes, en gremios o sindicatos, entre otros; y que se manifiestan a través de diversas prácticas de participación para defender, garantizar o ampliar la base de derechos sociales, económicos, políticos y culturales. La forma de poder que advertimos desplegarse en nuestro caso de estudio orquesta una modulación en los procesos de subjetivación que las torna politizadas en cierto sentido, aunque de modo diferente a lo que se entiende como politización tradicional.
Es notable, a partir del análisis del caso Rosario, que la preocupación por la (in)seguridad y por la prevención, debe transformarse en práctica política; debe salirse de los espacios domésticos, integrar e incidir en los espacios de decisión, para ejercer una transformación. En otras palabras, pasar de una experiencia personal a una experiencia política, asumiendo la profundidad que esto acarrea al poner en juego la carga emotiva que emerge de las acciones y de los sentimientos que se han vulnerado. Por lo tanto, no se trata de inducir a la reprivatización y a la individualización, sino al encauzamiento político -y si fuera posible- a la metamorfosis.
Se ha apuntado idealmente a construir subjetividades que no se encierren, que no permanezcan en soledad, que hallen el modo de unirse con otros/as, que se organicen por cuadra, que entretejan una red, que colaboren y coordinen con las instancias barriales o estatales, que a través de estas acciones potencien la sinergia y, sobre todo, que tengan la convicción cívica acerca de que la seguridad urbana es corresponsabilidad de los/as ciudadanos/as junto al Estado. En esta dirección resultó llamativa la siguiente alusión de la Ordenanza N° 8.434:
“[…] como promotores de la cultura de la participación y el compromiso, creemos […] que el poder político debe alentar a la sociedad civil a la colaboración y alentar su co-responsabilidad. Abrevamos en la convicción de que es a partir del Estado que se podrá reestructurar la relación Estado-Sociedad, con particular profundidad cuando la problemática atraviesa el tejido social de manera transversal, como es el caso de la problemática de la inseguridad” (p. 4).
Puede decirse que si el estímulo a la co-responsabilidad se inscribe en la lógica neoprudencialista, en el caso de Rosario, esa lógica se formularía en el marco de una redefinición del rol de la intervención estatal en el ámbito de la (in)seguridad: el Estado provee la trama en la que la Sociedad Civil actúa como co-responsable a través de la participación plural y activa.
Insistimos, más que impulsar desde las instancias estatales de gobierno local a la soledad, al individualismo y al encierro como prácticas que refuercen la reprivatización de la prevención, como podría suponerse; lo que se advierte en los documentos de las principales intervenciones sobre prevención del delito es que se busca converger esfuerzos en acciones conjuntas, comprometer en la participación, concientizar en la creación de una ‘nueva cultura’ de seguridad urbana, aglutinar las voluntades en un esfuerzo mancomunado que haga brotar la solidaridad comunitaria.
El arte de gobierno que vemos desplegarse, no apunta a despolitizar sino a constituir subjetividades politizadas a partir de tópicos muy distantes de la problematización de las desigualdades producidas por un régimen económico que concentra la riqueza. El foco ahora está puesto en aquellas cuestiones que convocan a la responsabilidad compartida entre Estado y Sociedad Civil, entre individuos e instituciones. En el caso del municipio de Rosario, esto se hace con las herramientas de la participación, de la organización, reclamando y activando la necesidad del compromiso, exigiendo que se respeten los procedimientos democráticos de acción y, como mencionamos, apelando a la solidaridad comunitaria.
No se hallan, en el análisis de los enunciados de los documentos, apelaciones al odio, a la venganza, a resentimientos o a sentimientos que infundan menosprecio, ni mucho menos apelaciones a asumir actitudes violentas. Hay una imponente pretensión de constituir un horizonte político de convivencia, que apunta a desplegar una utopía posible a través de una politización de la lógica securitaria y de una extensión de la perspectiva de la seguridad que permea los modos de hacer política. En otras palabras, se advierte una securitización de la vida pública.
Esta caracterización del modo de gobernar se relaciona con aquello que Foucault caracterizó como un 'naturalismo gubernamental' (2007, p. 81), en la medida en que se asumen los hechos en su superficie de emergencia y se los procesa como el devenir propio de una facticidad consistente consigo misma. Si bien una de las principales críticas que suele hacerse al arte de gobierno neoliberal es su capacidad para tornar despolitizadas la vida y las subjetividades; aquí notamos que los esfuerzos están ligados a politizar de otra manera, haciendo aparecer aquello que politiza como natural o como impuesto por la fuerza de lo real. Podría decirse entonces que, la dinámica gubernamental politiza despolitizando, constituye comunidades expulsando y se ocupa el espacio público con lógicas afines al refuerzo de los ámbitos privados.
Asimismo, este modo de gobernar/nos despierta expectativas, propone modos de pensar un futuro y una sociedad posible y apuesta por modos políticos de construir esa sociedad en el presente. Hay una necesidad de reubicar las coordenadas de fuerzas, recolocando de un mismo lado a quienes bregan por construir una sociedad donde primen las acciones colaborativas, participativas y comprometidas en construir un modelo social afín. Se busca hacer esfuerzos desde las intervenciones estatales para reunificar moralmente las voluntades dispersas, desorganizadas, a menudo anárquicas y enfadadas, solitarias frente a quienes generan ‘zozobra’, roban e impiden, de algún modo, ‘vivir en paz’. Al tiempo que se reencauzan voluntades y prácticas de ‘buena vecindad’ en pos de producir seguridad; se reubica, de ese lado, todo lo que pueda asimilarse con lógicas ‘civilizadas’, con tareas comprometidas, con modos de vivir moralmente buenos, es decir con lo que podría identificarse con modos afines a una manera democrática de asumir la existencia.
Reconocemos un largo e ininterrumpido proceso que ha pretendido instalar la actitud preventiva como vehiculizadora de procesos de politización con apelaciones constantes a la forma democrática de gobierno. Detectamos con insistencia la indicación de fortalecer los aspectos democráticos de la participación. Con la necesidad de prevención, se transmiten valores políticos afines a una ética democrática en la constitución de comunidades que persiguen objetivos, en algunas oportunidades, de tinte conservador; pero que no pueden ser formulados a viva voz.
La manera en que se entrama la democracia, la prevención del delito y la participación tiene mucho más que ver con reforzar las estrategias procedimentales de la democracia, que escoger líneas de acción que vulneren sus principios elementales. La sucesión de ideas y adjetivos con los que se enuncian la generación de condiciones para la seguridad, van desde la colaboración, la coordinación, la convergencia, la participación, la solidaridad comunitaria, la vinculación, la planificación, el compromiso, hasta la convicción cívica; pasando por la co-responsabilidad de los/as ciudadanos/as, la concientización, la articulación en red y la creación de conciencia de la necesidad de difusión
Todas estas sugerencias del modo de proceder hacia la prevención, desde el ámbito del gobierno local, se han ido constituyendo en un trabajo de muchos años, que se ha ido configurando como una estrategia gubernamental por goteo, desde una alianza programática entre los gobiernos locales con los propios/as ciudadanos/as, que refiere a constituir una subjetividad deseosa de vigilancia, de múltiples controles, de cuidados mutuos, de escarmiento, de castigo y, si fuese necesario, de crueldad. En otras palabras, la apelación hacia los métodos participativos, deliberativos, colaborativos, junto a la necesidad de vinculación, de solidaridad, de entretejer redes entre las instancias estatales de gobierno y las voluntades privadas; van entramando un lienzo social y político que podría colocar del mismo lado, la crueldad y la democracia.
Los múltiples esfuerzos realizados desde el gobierno de la seguridad, a través del dispositivo de prevención del delito, para lograr establecer subjetividades comprometidas con esta causa, establecen, de modo directo, lealtades con ciertos grupos de pares y, de modo indirecto, desprecio hacia otros colectivos, generalmente asociados con quienes son sospechados/as de cometer los delitos que alteran la tranquilidad del barrio: los jóvenes varones y pobres.
Conclusiones:
A partir del análisis de los documentos, notamos una insistente pretensión por construir lazos intersubjetivos, por ejemplo, entre quienes viven en el mismo barrio. El foco se coloca en la constitución de subjetividades individuales y, también, en la diagramación progresiva de subjetividades colectivas. El arte de gobierno neoliberal es sumamente activo al sugerir efectos de subjetivación que se encarnen en individualidades pero también en colectividades. Tal como plantean Laval y Dardot (2013), el neoliberalismo
“no es sólo destructor de reglas, de instituciones, de derechos, es también productor de cierto tipo de relaciones sociales, de ciertas maneras de vivir, de ciertas subjetividades. […] con el neoliberalismo lo que está en juego es la forma de nuestra existencia, o sea, el modo en que nos vemos llevados a comportarnos, a relacionarnos con los demás y con nosotros mismos” (p. 13-14).
En suma, el arte de gobierno neoliberal disputa en el terreno de la conformación de colectivos y nos habla con los adjetivos más representativos de la práctica democrática: se comunica en la lengua de la democracia.
Las subjetividades que adhieren a algunas de las formas del control y de la vigilancia, del escarmiento hasta sus formas extremas de apelación a la crueldad para defenderse, son subjetividades que emergen y que se van moldeando con los métodos más democráticos de la vida social y política y van reencauzando con esos mismos métodos sus valores y decisiones. Las sutilezas procedimentales de la democracia, a menudo, avalan dinámicas que pueden asumir formas mortíferas y, quizás, esos mecanismos que pregonan la participación, la convergencia y la necesidad de compromiso, son los que sostienen y proporcionan la militancia cívico- política que legitima, en casos extremos – poco habituales pero posibles-, la crueldad[1]. Es en el establecimiento de una membrana barrial comunitaria y empática con ella misma, alentada desde las instancias estatales de gobierno, en donde se pueden comenzar a rastrear las condiciones de posibilidad de modos de existencia de subjetividades politizadas en las formas más sutiles del control y, también, en las más crueles, como modo de defensa de la vida de algunos/as, los/as propios/as a la comunidad, “frente al odio y el deseo de punición hacia los grupos alterificados” (Barrionuevo y Torrano, 2019, p. 47).
[1]El 22 de marzo de 2014, en el barrio Azcuénaga de Rosario, un grupo de vecinos lincharon a David Moreira de 18 años. Luego de las golpizas, David tuvo traumatismo de cráneo y pérdida de masa encefálica, agonizó tres días y falleció. Según se estima a partir de la investigación, la golpiza duró quince min. seguidos.
Bibliografía:
BARRIONUEVO, Lisandro y TORRANO, Andrea. “Las subjetividades del control: servidumbre maquínica, precariedad y gestión del miedo”. Revista Barda, año 4, N°6, 2018. Disponible en https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/91655. Acceso: 23 de septiembre. 2019.
FONT, Enrique “Transformaciones en el gobierno de la Seguridad: Análisis Exploratorio de Conceptos y Tendencias. Su relevancia en la Argentina”. En SOZZO, Máximo Seguridad Urbana: Nuevos Problemas, Nuevos Enfoques, Santa Fe: Editorial UNL, 1999, págs.89-118.
FOUCAULT, Michel “El sujeto y el poder”. En: DREYFUS, Hubert y RABINOW, Paul Michel Foucault. Más allá del estructuralismo y la hermenéutica. Buenos Aires: Nueva Visión, 2001, págs. 241-257.
___________Nacimiento de la biopolítica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2007.
GUATTARI, Félix y ROLNIK, Suely. Micropolítica. Cartografías del deseo. Madrid: Traficantes de sueños, 2006.
KESSLER, Gabriel. El sentimiento de inseguridad. Sociología del temor al delito. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2011.
LAVAL, Christian y DARDOT, Pierre. La nueva razón del mundo. Ensayo sobre la sociedad neoliberal. Barcelona: Gedisa, 2013.
ORDENANZA N° 8.434, Publicación de Manual de Buenas prácticas para la Seguridad Ciudadana avalado por Naciones Unidas, 2009. Disponible en: https://www.rosario.gob.ar/normativa/verArchivo?tipo=pdf&id=62907. Acceso: 9 de marzo de 2019.
ORDENANZA N° 9.011 Creación Programa de Formación e información en seguridad ciudadana “Rosario, ciudad segura”. 2012. Consejo Municipal Rosario. Disponible en: https://www.rosario.gob.ar/normativa/ver/visualExterna.do?accion=verNormativa&idNormativa=88874. Acceso: 5 de marzo 2021.
ORDENANZA N° 7.914, Creación del Subprograma municipal de Alarmas comunitarias, 2005. Consejo Municipal Rosario. Disponible en: https://www.rosario.gob.ar/normativa/ver/visualExterna.do?accion=verNormativa&idNormativa=38819. Acceso: 5 de marzo de 2021
Palabras clave:
Efectos de subjetivación – dispositivo - prevención del delito – gubernamentalidad
Resumen de la Ponencia:
Se presentan los hallazgos del análisis de los registros de las sanciones por infracciones de los reglamentos gubernativos y de policía en el Municipio de Tampico en el periodo 2016-2021. La presente investigación permite reconocer la importancia del estudio de los registros de las infracciones, para evitar que los conflictos escalen a conductas delictivas o actos de violencia, propiciando la implementación de medidas para mejorar la convivencia cotidiana y mecanismos para prevenir conductas antisociales que puedan escalar a delitos, así como de la difusión de los hallazgos. Esto cobrará interés en los próximos años al establecerse los modelos de justicia cívica en el periodo 2021 - 2024 en los municipios del país. El objetivo de este trabajo fue analizar, sintetizar y categorizar la información disponible en registros de las infracciones de los reglamentos gubernativos y de policía en el Municipio de Tampico en el periodo 2016 -2020 y definir los patrones espaciales y sociodemográficos de los mismos. Se encontró, que el conocimiento que se genera del registro de las faltas administrativas está segmentado; existe poco conocimiento y se encuentra disperso por los usuarios. Además, se encontró que no existe homologación en el registro y utilidad de la información rec abada por parte de los operadores y tomadores de decisionesResumen de la Ponencia:
Según la Secretaría de Gobernación, del 1° de diciembre del 2018 al 30 de junio del 2021 el estado mexicano con mayor número de reportes de personas desaparecidas fue Jalisco. Aunado a esta situación, una experiencia personal que vivimos de cerca en enero del 2021 nos llevó a aprender de manera empírica el dolor y la herida que deja una desaparición, así como los obstáculos a los que se enfrentan familiares y amistades en la búsqueda por sus seres queridos. A través de revisión bibliográfica, entrevistas no estructuradas y conferencias en redes sociales con activistas, familiares, periodistas, académicos e investigadores forenses, buscamos entender el proceso de revictimización que sufren las víctimas de desaparición, a causa de la impunidad y deshumanización tanto por parte del poder público y la opinión pública. Según el Informe del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU, de las más de 95 mil desapariciones que se habían registrado en México, solo existían 36 sentencias. La presente ponencia resume las conclusiones de esta investigación cualitativa llevada a cabo para entender desde un enfoque diverso las causas profundas de esta problemática y las posibilidades que existen para contrarrestarla. Esperamos que con este artículo podamos sumarnos a las reflexiones colectivas en torno a este tema, tan urgente de visibilizar tanto en la agenda pública, como a nivel académico y mediático. Por nuestra amiga Wendy y por las más de 100 mil personas que faltan en México.
Introducción:
Domingo 10 de enero del 2021, 7:00 a. m. Suena el teléfono, lo escucho en el baño. Es una amiga de Vallarta. Contesto y exclama: “No te preocupes pero, ¿está Wendy contigo?”. Mi ceño se frunce: “¿Conmigo? No, ¿por?”.“Ayer salió de San Pancho en la mañana para Guadalajara y no llegó, sabemos cómo es Wendy que le gusta darse sus escapadas, pero su hermana y yo estamos preocupadas. Voy rumbo a Mascota, que es un pueblo donde Wen tiene un círculo de mujeres y allá no hay señal, tal vez por eso no contesta. Te llamo cuando llegue”. Comienzo a llamarle a más de nuestras amigas para ver si alguien sabe algo. Me pongo en contacto con su hermana y su hermano, quienes ya levantaron la denuncia por desaparición. No está en Mascota, se había quedado de ver ese domingo con una amiga en San Sebastián, pero ni rastro de ella ni de su camioneta. Empiezan a llover contactos: Fulanito que es experto en el tema, Sutanita que sabe qué proceso seguir, la abogada que te puede asesorar, el hacker que puede entrar al celular… Nos empezamos a mover. Ese mismo día ya estábamos mandando a imprimir carteles, viendo en Google Maps las posibles rutas por dónde empezar a buscar. De San Pancho a Guadalajara hay un tramo de 287 kilómetros. Esa noche fuimos tendencia nacional en Twitter: #TeBuscamosWendy. Al día siguiente comenzó la búsqueda y también las teorías. ¿Un accidente? ¿Un asesinato? ¿Un secuestro? ¿Tráfico de personas? Quienes estábamos en Guadalajara ayudamos a gestionar información y pegar carteles, mientras que quienes estaban en San Pancho y Vallarta comenzaron a ayudar a la fiscalía a conseguir videos de cámaras y otra información útil para su localización. Los días pasaron y la búsqueda continuó, seguimos esperando a nuestra amiga…
Esta ponencia surge como parte del movimiento que ha nacido a partir de la desaparición de nuestra amiga Wendy Sánchez Muñoz el 9 de enero del 2021. Desde entonces, hemos realizado distintas actividades para visibilizar el caso y exigir a las autoridades que respondan como las leyes y protocolos lo establecen. Exigencias que no se han atendido. Somos sus familiares y amistades, es la sociedad y las personas que se encuentran en la misma situación, quienes han empatizado con el caso, quienes le hemos dado seguimiento.
Hemos realizado murales en distintos puntos de la ciudad; centenas de ilustraciones por parte de diseñadores en todo el mundo; pláticas, conferencias, marchas, memoriales; apariciones en medios masivos de comunicación, dado un sinnúmero de entrevistas, entre otras actividades. En este proceso hemos sido testigos de la impunidad y revictimización hacia Wendy y sus familiares, y hemos conocido personas con historias similares qué contar, donde el patrón siempre es el mismo: las autoridades no responden y no priorizan el caso. Las autoridades no solo se han mostrado indiferentes, sino que se han visto rebasadas por un acumulado de casos que vuelven muy compleja la solución de este problema.
Según datos oficiales de la Secretaría de Gobernación, sin considerar la cifra negra de delitos no denunciados que puede ser del 90% (IIEG, 2022), hay más de 100 mil personas desaparecidas en México, de las cuales, más de 15 mil fueron desaparecidas en Jalisco, lo que lo convierte en el estado mexicano con mayor número de personas desaparecidas (Secretaría de Gobernación, 2022).
Esta ponencia nace tanto de la experiencia propia como a partir de conferencias y entrevistas con activistas, periodistas, familiares e investigadores de diferentes organizaciones y colectivos como: Zona Docs, Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM), Por amor a ellxs, Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo A.C. (CEPAD), Back Home, Comité de Análisis en Materia de Desapariciones de la Universidad de Guadalajara, Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF); así como independientes.
Buscamos entender el proceso de revictimización que sufren las personas afectadas e implicadas ante las desapariciones, a causa de la impunidad y deshumanización, tanto por parte del poder público, los medios de comunicación y la sociedad en general. La presente ponencia resume las conclusiones y reflexiones a las que hemos llegado, con el fin de entender desde un enfoque transversal esta problemática, y aportar a las discusiones en torno a este tema desde una narrativa que busca humanizar a todas las personas afectadas por este crimen de lesa humanidad.
Entendemos por persona desaparecida, como indica en el artículo 4 de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas (en lo sucesivo, LGMD), aquella cuyo “paradero se desconoce y se presuma, a partir de cualquier indicio, que su ausencia se relaciona con la comisión de un delito” (2017). El delito consiste según los artículos 27 y 34 de dicha Ley, en “privar de la libertad en cualquier forma a una persona, seguida de la abstención o negativa de reconocer dicha privación de la libertad o a proporcionar la información sobre la misma o su suerte, destino o paradero” (LGMD, 2017).
Por ejemplo, la Ley de Personas Desaparecidas del Estado de Jalisco (2021) cuenta con la Alerta Amber para niñas, niños y adolescentes, y el Protocolo Alba para niñas, adolescentes y mujeres; sin embargo, la desaparición de estos grupos tiene un incremento notable que se ha agudizado en el contexto de la pandemia (ONU, 2022). Además se establece, entre otras cosas, la importancia de la colaboración entre distintos niveles de gobierno (nacional-estatal-municipal) y entidades de gobierno, en especial la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas (Fiscalía), la Comisión Nacional y Local de Búsqueda, la Comisión Nacional y Estatal de Víctimas y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, responsable del Registro Nacional de Fosas y el Registro Nacional de Personas Fallecidas y No Identificadas en Jalisco. Colaboración que tampoco se da de manera eficiente.
Por otro lado, entendemos por revictimización las consecuencias psicológicas, sociales, jurídicas y económicas negativas que sufren las víctimas, los testigos y sujetos pasivos de un delito, involucrando la falta de comprensión acerca del sufrimiento que ha causado un hecho delictivo, donde se reexperimenta una nueva violación a sus derechos legítimos cuando los actores (policías, jueces, peritos, criminólogos, funcionarios de instituciones, servicios sociales, sanitarios, medios de comunicación y sociedad en general) intervienen con el fin de reparar la situación de la víctima (ECPAT Guatemala, 2010).
Desarrollo:
Implicaciones jurídicas
Según el Informe del Comité Contra la Desaparición Forzada de la ONU al 26 de noviembre del 2021, únicamente entre el 2% y el 6% de los casos de desaparición de personas habían sido judicializados, y solamente se habían emitido 36 sentencias a nivel nacional, de las 95, 121 personas reportadas como desaparecidas (ONU 2022). Como bien indica el informe, hay una impunidad casi absoluta (ONU, 2022).
Esto sucede por varios motivos. El principal es que el Estado no investiga o no encuentra culpables en la mayoría de los casos. Otra razón es que la desaparición de personas a menudo está ligada a otros crímenes como el asesinato, secuestro, trata de personas, trabajos forzados, etc. Por ello, en ocasiones cuando se logra capturar a las y los delincuentes, muchas veces son judicializados por estos cargos, y la desaparición queda como agravante (Te Buscamos Wendy, 2022a).
Al ser un crimen que se queda impune casi en su totalidad, cada vez son más actores quienes lo perpetúan. Ya que no solo es el Estado como en el caso de las desapariciones forzadas, o el crimen organizado como se suele pensar, ahora puede ser la pareja o expareja, un vecino o un empresario que se quiere deshacer de una periodista o activista que le está investigando, como bien lo menciona una investigadora de CLADEM en una entrevista anónima.
Ante una situación que va de mal en peor, el Estado no tiene la capacidad de responder como por ley debería, lo cual hace que sean las familias quienes se han vuelto expertas en investigación, en solicitudes al gobierno, en creación e implementación de leyes, etc. En el proceso, son frecuentemente revictimizadas por parte del Estado como cuenta Martha, madre buscadora del Colectivo por Amor a Ellxs:
Desde esa fecha (desaparición de su hijo Marco en 2015) ha sido un caminar tan doloroso y tan insufrible, tan desesperante; sufrir corajes, odios, impotencias. De ir a tocar a las instituciones, hacer todos los trámites pertinentes, y ver las negligencias, las fallas, la falta de voluntad de las autoridades para obtener resultados…
Hemos tenido contacto con familias de las regiones, recabamos sus opiniones y nos damos cuenta que todas nos topamos con las mismas situaciones de maltrato, de revictimización, eso es el pan nuestro de cada día para todas las familias que estamos buscando a nuestros seres queridos, es muy triste y es muy lamentable, a pesar de que aquí en la zona metropolitana tenemos todas las instituciones, sabemos que no hay resultados, sabemos que las autoridades no tienen la voluntad política para hacer la búsqueda, pero analizo y pienso, en Guadalajara estamos bien comparado a otras zonas de otros estados, por ejemplo, en el norte Tamaulipas…
El Señor Gobernador me dijo que el gobierno no era nuestro enemigo, que nuestro enemigo era el crimen organizado. Pues sí, pero desgraciadamente también tienen obligación como Estado de hacer las búsquedas. Y ponganle que no desaparezca a todos el gobierno, porque no, pero de que hay mucha complicidad entre el crimen organizado y el gobierno claro que la hay... la mayor parte de las investigaciones, tristemente me duele decirlo, la hacen las familias. Van y se arriesgan: preguntan con los malandrines, van con los de las plazas para sacarles información y luego vamos con el MP y le soltamos la información, porque ellos no hacen su trabajo como debe de ser. (Te Buscamos Wendy, 2022a).
Aunado a eso, tanto activistas como la ONU hablan de que hay una crisis forense, ya que hay más de 52 mil cuerpos sin reconocer y aún no se ha creado un registro nacional forense (ONU, 2022). Realizamos una entrevista a personal anónimo del IJCF, quien nos comentó cómo se vive está situación desde dentro:
Sí existe una problemática… en el tiempo que llevo laborando ahí me he dado cuenta que a pesar del aumento de la capacidad del personal, de los laboratorios, de las búsquedas exhaustivas que realizamos, no vemos el abasto a esa identificación o búsqueda de las personas desaparecidas... pienso que jamás es suficiente, cada día aumenta y aumenta es una crisis claramente...
Nosotros como área cubrimos todo Jalisco… a veces nosotros por estar analizando en laboratorio no podemos salir a búsqueda, o por salir a búsquedas no podemos analizar en laboratorio... Nosotros entendemos la parte humana de que la gente está en la búsqueda de sus familiares y quiere que todo sea rápido, pero a veces el rezago o cúmulo de trabajo, las horas laborales, las jornadas largas de trabajo son pesadas, esos son los principales retos que tenemos laboralmente. Que somos pocos para tanto trabajo...
A veces la capacidad de las áreas tiene muchísima demanda, entonces por eso es que es tardado todo este tipo de análisis. No creo que sea una incapacidad de pronta respuesta, sin embargo creo que es eso, que no es el suficiente personal, no se tiene ni el espacio suficiente para análisis, ni los equipos suficientes… A pesar de que tenemos laboratorios de vanguardia, han estado abriendo más áreas o creciéndolas, y aún así no es suficiente, aunque aumente la capacidad de infraestructura o contratación de personal, nunca vamos a la par, siempre vamos un paso atrás, aumentan y aumentan las desapariciones...
Ha habido mucho avance, yo pienso que también mucho apoyo por parte del Gobierno de Jalisco en está temática, a lo mejor la gente que está desde afuera no logra percibirlo, pero a mí me ha tocado por estar ahí ver que se le ha invertido… y también en la creación de protocolos ha habido mucho avance porque ha sido en favor de las familias de los desaparecidos y de los mismos desaparecidos.
Asimismo, nos comentó que no es una labor fácil ni rápida la que tienen, ya que deben hacer muchos estudios como medicina forense, odontología forense, antropología forense, criminalística forense, dactiloscopia, genética, psicología, lofoscopia, etc. para poder extraer información que les haga obtener perfiles biológicos genéticos de características individualizantes, para que las personas sean entregadas a sus familiares con el 100% de certeza.
Por último, menciona como un reto que las familias y colectivos acompañen al equipo de investigación forense ya que muchas veces no confían en ellos y por lo tanto retrasan la búsqueda.
Implicaciones psicológicas
La premisa en este apartado es que ante la desaparición de un familiar o persona cercana a una víctima de desaparición, la cotidianeidad cambia de manera radical (Te Buscamos Wendy, 2022b). Nos parece que se entiende por parte de la sociedad que el sufrimiento es real, porque si lo piensan en sus propias circunstancias es difícil imaginar que no les afecte. Sin embargo, los procesos de revictimización nos hacen sentir ajenos a dicha situación y nos van alejando de entender que no es un duelo “normal”.
El duelo tras una desaparición es más complejo que el de una muerte, es casi imposible aceptar que la otra persona ya no está por lo que las personas cercanas a la víctima se quedan en un limbo del que no pueden salir para comenzar a superarlo. Es decir, existe una pérdida, pero no es claro si esa persona ya murió o si sigue necesitando ayuda.
Así pues, las personas implicadas en dicho dolor, se ven afectadas no solo por la parte emocional de extrañar a dicha persona, sino que devienen afectaciones en casi todos los ámbitos de sus vidas. Nos parece pertinente mencionar los más alarmantes a continuación y exponerlos de manera separada.
Comenzando con lxs conocidos directos de las víctimas de desaparición, ante violación de Derechos Humanos, todo lo que pasa y sienten, todas las afectaciones, se vuelven normales y no debería ser así (Te Buscamos Wendy, 2022b). Como bien citó CEPAD a una miembro del colectivo Por Amor a Ellxs: “El tiempo pasa ante la situación de desaparición de una persona , pero, por otro lado, pareciera como el tiempo no existiera, es como si corrieran dos tiempos paralelos” (Te Buscamos Wendy, 2022b).
Lo primero que ocurre son crisis emocionales extremas ante la noticia, en este punto la autoridad debería brindar atención psicológica urgente, pero en la mayoría de los casos es nula o sumamente limitada (Te Buscamos Wendy, 2022b). Después viene un golpe de incertidumbre, frustración, enojo e impotencia y, en la mayoría de los casos, esto se traduce en tomar acción con los propios medios. De ahí deriva un estado de alerta permanente, alerta ante el miedo que se ha generado, pero también alerta constante por si se tienen indicios de la persona buscada: no querer salir de casa por si regresa, no descuidar el teléfono por si llama, etcétera. Ante esta situación, por lo general, los familiares reciben atención al menos por el contexto más cercano, y con ello un bombardeo de información que se traduce en estrés mental e incertidumbre.
Cabe mencionar que conforme pasa el tiempo, la mayoría de las personas que acompañaron a la familia al principio, comienzan a distanciarse, por lo que el duelo generalmente se vive en soledad. Esto incluye a familiares mismos, que en muchas ocasiones difieren sobre cómo procesar la situación y qué acciones tomar, lo que conlleva a una ruptura familiar, y con ello sentimientos de culpa.
Así se rompe por completo el proyecto de vida que ya se había establecido, pero también se rompen las creencias básicas que ya se tenían claras (Te Buscamos Wendy, 2022b). Vemos que esta situación estalla en un cúmulo de emociones, preguntas, información, trámites, etc. que se traducen en crisis de pánico y preocupación, así como de ansiedad. Consecuencias que en su mayoría, como mencionamos, no son atendidas por el Estado, y si no se tienen los medios económicos para atenderlas en lo privado, tan solo se dejan de lado y se termina somatizando en enfermedades crónicas como diabetes, presión alta y enfermedades de salud mental.
Implicaciones económicas
Nadie tiene en sus planes que suceda una desaparición. Es decir, nadie nos preparamos emocionalmente para este golpe y tampoco está dentro de nuestro presupuesto, y todo el dolor y esfuerzos por resolverlo se manifiestan, además de en lo emocional, de manera muy alarmante en el ámbito económico (Te Buscamos Wendy, 2022b).
Como comenta la Dra. Carmen Chinas del Comité de Análisis en Materia de Desapariciones de la UDG (Te Buscamos Wendy, 2022b) lo primero son los gastos de búsqueda que son muy costosos y que las familias tienen que asumir por completo, o casi en su totalidad, cuando, eso también tiene que ser cubierto por el Estado desde la Comisión de Víctimas, ya que son violencias estructurales que las autoridades deben priorizar en prevención, resolución y acompañamiento
Por ejemplo, el tiempo que se debe invertir en levantar las denuncias, asistir a las dependencias, pegar afiches, convocar a la sociedad para pedir ayuda, etcétera. También es dinero invertido en transporte, copias, impresiones, víveres, permisos, entre otros. Generalmente, si se desea continuar la búsqueda, esto deriva en perder o renunciar al empleo.
Aunque lo anterior ya es sumamente alarmante, se vuelve aún más complejo cuando la persona desaparecida era el sostén de la familia y estos no tienen los recursos económicos, mediáticos y/o de búsqueda, por lo que se ven en la necesidad de vender sus bienes, piden préstamos o invierten su patrimonio. Y, más allá, es todavía más grave cuando las personas que buscan a un familiar no viven en ciudades grandes (o sea la mayoría de la población), ya que se ven obligados a desplazarse de sus municipios con la esperanza de obtener mejor atención por parte de las autoridades. Por ello, de la noche a la mañana, los gastos aumentan, los ingresos disminuyen, y ni así, con todos estos esfuerzos y sacrificios, los familiares reciben un adecuado acompañamiento por parte del Estado (Te Buscamos Wendy, 2022b).
Todo este desgaste emocional, físico y económico se vuelve un ciclo que no acaba y termina por descargarse en somatización o a modo de enfermedades crónicas; diabetes, presión alta, enfermedades mentales que generan más gastos económicos, y mayor desgaste emocional y físico.
Implicaciones sociales
Si pensamos en todas las personas desaparecidas y sumamos el número de familiares y amigos que les buscamos, podemos imaginar la cantidad de sentimientos negativos y problemas económicos que se generan, lo que deja ver que las desapariciones impactan en muchos otros ámbitos de la sociedad más allá de la violencia e inseguridad.
Somos tantas personas a las que el Estado debió brindar atención hace años y solo siguen acumulando todos los pendientes a atender. Los problemas de salud mental y enfermedades crónicas aumentan, y no los previenen ni los atienden. No hay suficiente medicamento, no se prioriza y solo empeora, al igual que la realidad económica del país. Y así, cada quien con sus propios medios y como podemos, vamos resolviendo de manera individual los problemas emocionales, económicos y de justicia que nos aquejan, producto de una problemática estructural que no es nueva y que cada vez preocupa más.
Esto ha permeado en nuestra vida cotidiana y las dinámicas que vivimos en sociedad nos llevan a pensar día con día si regresaremos vivos a nuestra casa, o cómo si desaparecemos, al menos, nuestras familias sabrán dónde comenzar a buscarnos.
Queremos mantenernos muy enfáticos en que esto nos afecta y debería interesar como sociedad, pues, aunque no se tenga un caso cercano, nos hemos visto obligados a vivir en sociedad en función de ser potenciales víctimas. En una encuesta de Instagram realizada el 5 de agosto del 2022 preguntamos a los seguidores de la cuenta @tebuscamoswendy (quienes evidentemente cumplen con un perfil de cierta sensibilidad con la causa) cómo han modificado su rutina cotidiana a causa de las desapariciones y obtuvimos 108 respuestas. Todas son igualmente tristes de leer, aquí compartimos algunas:
-Al caminar sola tengo mucha ansiedad siempre.-No salgo sola, y procuro no salir de noche. -Deje de usar el transporte público o de plataforma.-No salgo para absolutamente nada que no sea primordial.-Ubicación a hermano siempre, gas pimienta, ropa holgada aunque haga calor, no sola después de 9 pm.-Me mudé a un pueblo menos inseguro que la CDMX.-Literalmente no salgo de casa, me da terror estar sola.-No salgo sin darle un abrazo a todos porque no sé si vuelva o ellos.-Dejar de salir a carretera sola.-Cuidar que no venga alguien detrás de mí, usar ropa ‘decente’, no confiar en las personas.-Cada que sale mi hijo le recuerdo que la gente desaparece, que sea precavido.-Antes salía sola siempre, tenía citas conmigo misma, ahora ni loca.-Ya no me atrevo a salir en mi bici ni a pie, todo lo hago en auto y ni así me siento segura.-Amo salir a correr y caminar mientras escucho música, dejé de hacerlo para estar alerta.-Le tengo que pedir a un roomie que me acompañe a pasear a mis perritos.-Bajé una app para poder ver en tiempo real dónde está mi papá, hermanas y esposo.
La insensibilidad por parte del Estado surge de una dinámica estructural de impunidad que paulatinamente ha generado una respuesta normalizante del delito por parte de la sociedad. Por un lado, se reproduce dicha normalización cuando alguien se muestra indiferente ante este riesgo latente. Como cuando somos conscientes de ello, y nos vemos obligadas a modificar nuestra vida cotidiana para sobrellevar la situación. Sin enfocarnos en cuál sea la razón de nuestro actuar, lo cierto es que de una u otra forma nos adaptamos a la dinámica a tiempo que la perpetuamos, y vivimos con miedo, paralizados, en una condición de supervivencia y alerta constante. Esto debería causarnos suficiente alerta y debemos reconocer que no es normal que vivamos de esta manera.
Conclusiones:
Esta ponencia surge como una forma de protesta. Creemos que es indispensable que este tema se hable y denuncie en todos los ámbitos posibles, y consideramos que es nuestro deber llevarlo a la academia. Es urgente que sea tomado como una prioridad y se atienda de manera integral tanto a nivel gobierno, administración pública y sociedad en general. Queremos recalcar que es una situación que nos envuelve a todos, ya que todos estamos expuestos, y resulta difícil hacer estrategias efectivas de prevención debido a que no hay una correcta investigación y seguimiento de esta problemática, además consideramos grave el hecho de que ni siquiera se cumpla con lo que ya establece la Ley en esta materia.
Cabe resaltar, que creemos que las recomendaciones de la ONU a México son muy adecuadas. En ellas se expone la urgencia de una estrategia integral ante esta problemática. En el informe se detallan las recomendaciones para la prevención y erradicación de las desapariciones, tales como erradicar la impunidad de manera estructural; abandonar el enfoque de militarización y garantizar el enfoque civil de la seguridad pública; visibilizar, informar y sensibilizar a la sociedad; así como desarrollar un programa de formación integral y capacitación a servidores públicos, de esta manera, eliminar los obstáculos en la persecución penal; y prestar la debida atención a las desapariciones de migrantes. Para fortalecer los procesos de búsqueda e investigación, el Estado tiene que brindar apoyo humano y financiero suficiente a la Comisión Nacional de Búsqueda y a las comisiones locales, y asegurar una efectiva coordinación de todas las instituciones involucradas en el proceso de búsqueda, investigación, reparación y acompañamiento a las víctimas (ONU, 2022). No obstante, y a pesar de este informe, el Estado sigue haciendo caso omiso a la tragedia humana y crisis forense que enfrenta el país.
A partir de esta ponencia, hemos concluido que esta situación es todavía mucho más compleja de lo que se percibe a simple vista, por la manera estructural en la que se han ido perpetuando un sinfín de violación a los derechos humanos a distintos actores involucrados en las desapariciones, durante muchos años. Y lo peor es que hay más de 100 mil historias como la de Wendy, simplemente sin una respuesta y que detonan en miles de situaciones hacia todos lados.
Para el día en que no se tuvo más noticia de Wendy, ya sabíamos que esta era una realidad en el país. Pero en esta ocasión, era el nombre de una amiga, una muy cercana. Sencillamente, el miedo y la inseguridad se han incrementado a partir de ese día. Y hemos dimensionado lo profundo de esta problemática.
Primero una publicación de Facebook buscándola y pidiendo información. Fue extraño, no lo creímos. Pero era cierto: Wendy desapareció el 9 de enero de 2021. Su familia no sabía de ella, no respondía, no llegó a su casa esa mañana para visitarlos como lo tenía planeado. Confirmó a las 7:00 a. m. que había salido de San Pancho rumbo a Guadalajara y al día de hoy no ha llegado a su casa. Desde ese nueve de enero, se comenzaron a realizar ilustraciones de ella, murales, publicaciones, rifas, marchas, entrevistas, notas periodísticas, videos, reportajes, incluso esta ponencia y realmente, en el proceso de búsqueda y reparación, de poco ha servido, pues el caso de Wendy no se ha esclarecido en absoluto.
Bibliografía:
Asociación para la Eliminación de la Prostitución, Pornografía, Turismo, Tráfico Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes (ECPAT Guatemala). (2010). “Revictimización. Qué es y cómo prevenirla”. Consultado en: https://igm.gob.gt/wp-content/uploads/2017/09/Revictimizacion-que%CC%81-es-y-como-prevenirla.pdf a 1 de agosto del 2022.
Comité Contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas (ONU). (2022). “Informe del Comité contra la Desaparición Forzada sobre su visita a México en virtud del artículo 33 de la Convención”. Consultado en: https://hchr.org.mx/wp/wp-content/uploads/2022/04/Informe-de-visita-a-MX-del-Comite-contra-la-Desaparicion-Forzada-abril-2022.pdf a 1 de agosto del 2022.
Instituto de Información Estadística y Geografía de Jalisco (IIEG). (2022) “Cifra Negra del delito”. Consultado en: https://iieg.gob.mx/ns/?page_id=25219 a 1 de agosto del 2022.
Ley de Personas Desaparecidas del Estado de Jalisco (5 de marzo del 2021). Art. 8 y 66. Periódico Estatal del Estado de Jalisco.
Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas (LGMD). (17 de noviembre de 2017.) Art. 27 y 34. Diario Oficial de la Federación, México.
Secretaría de Gobernación. (2022). “Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas”. Consultado en: https://versionpublicarnpdno.segob.gob.mx/Dashboard/Index a 1 de septiembre del 2022.
Te Buscamos Wendy [@tebuscamoswendy]. (10 de enero de 2022a). Hablemos de desapariciones ¿A quiénes afectan? ¿Cuál es el protocolo de reacción? Gracias a @zonadocs @darwinfranco1 @dalia_souzal @carolhsolis y @marthamorales519 [Video]. Instagram. https://www.instagram.com/p/CYksk1ZOTbt/
Te Buscamos Wendy [@tebuscamoswendy]. (11 de julio de 2022b). Desapariciones y Revictimización una charla muy necesaria con @mayrahdzf de @backhomemx, @doloreschinas de UDG, @annakarolinach @cepad_ac y @blncota Gracias por seguir compartiendo y dejen en los comentarios temas que crean importantes para tocar en otros en vivos. [Video]. Instagram. https://www.instagram.com/reel/Cf5QKsarfmF/
Palabras clave:
desapariciones, revictimización, deshumanización
Resumen de la Ponencia:
Não é novidade que as instituições militares são atores político importantes na América Latina. Recentemente, temos observado uma atuação crescente das Forças Armadas na política institucional no continente. Um representativo número de militares das Forças Armadas em cargos no executivo, legislativo e inclusive em alguns postos de assessoria judiciária são verificados na Venezuela, Peru, Colômbia, México, Equador e Brasil. Não se trata, entretanto, de um fenômeno novo, mas uma marca histórica da região. Nos últimos 30 anos, contudo, observamos um aumento da atuação de militares em operações de segurança interna. O emprego de militares em operações de “combate” ao tráfico de drogas deu aos militares uma “nova missão”: a gestão da segurança e da ordem interna. Nesse sentido, o presente trabalho busca, partindo de um referencial teórico construído sobre a interpretação da atuação política das Forças Armadas na América Latina historicamente; e da reflexão que tem sido construída no campo da sociologia acerca da militarização da segurança pública no continente, compreender de que forma essa atuação ocorre e como ela é percebida institucionalmente pelos atores envolvidos. Para tal, realizaremos uma análise – sob a luz do referencial supracitado – de operações militares dentro de território nacional, no âmbito da segurança pública interna, via dispositivos legais e/ou justificativas políticas adotadas para essa finalidade. Partindo da hipótese de que a atuação dos militares na segurança pública não é um caso isolado no continente, tomaremos o fato como um fenômeno sociológico e nos propomos, portanto, em tentar compreender de que forma e como ele ocorre nas diferentes manifestações nos países da América Latina. Com esse trabalho, buscamos contribuir para a compreensão da militarização da segurança pública e das relações civis-militares.Resumen de la Ponencia:
A construção moral de um espaço social é fator fundamental para que todos optem por práticas ou comportamentos não corruptos. A influência social afeta profundamente o modo como os indivíduos se comportam em todas as áreas da vida, incluindo a esfera pública. Diante disto, o objetivo deste estudo é avaliar a maturidade da transparência sobre contratações emergenciais no combate a COVID-19 nos municípios do Estado do Pará. A presente pesquisa se limitou a busca nos portais da transparência dos 144 municípios paraenses. A coleta de dados foi realizada no período de setembro de 2021 a fevereiro de 2022 sendo utilizado como referência uma escala de avaliação elaborada pela ONG Transparência Internacional que vai de 0 a 100. Os municípios mais transparentes são os que possuem uma nota mais próxima de 100. A corrupção não só prejudica o atendimento básico de saúde, mas impede os entes municipais de estimular a economia local e consequentemente atender as demandas existentes das famílias em situação de vulnerabilidade social. Como principal resultado este estudo identificou que os municípios paraenses possuem notas baixas quando avaliada a transparências das despesas no combate a COVID-19.Resumen de la Ponencia:
La presente exposición tiene el objetivo de proponer un enfoque de análisis de la corrupción que trate de reflexionar el auge de políticas nacionales anticorrupción en los últimos años en América Latina y su relación con conceptos como participación ciudadana, Estado de derecho democrático y sus instituciones. Asimismo, a partir de la discusión del papel del Estado democrático con la sociedad se propone un análisis de las instituciones que incluyan en su estudio las aspectos formales e informales.En síntesis, el objetivo del trabajo es situar el marco donde se insertan las políticas nacionales anticorrupción en América Latina, especialmente México y Chile para reflexionar las prácticas de corrupción dentro de la función pública.El presente enfoque se realizó a través de la lectura de autores como Guillermo O'Donnell, Michel Crozier, de manera que consideramos el auge de las políticas nacionales anticorrupción en América Latina como producto de diversas transformaciones democráticas que buscan establecer requisitos mínimos de competitividad, equidad y mecanismos de control institucional. Es decir, un Estado democrático, además, de garantizar derechos políticos básicos debe formalizar otros derechos insoslayables como la rendición de cuentas, la transparencia, y el acceso a la información. Mecanismos enfocados en disminuir las asimetrías que puedan afectar el desempeño institucional. Así desde un nivel normativo o formal tradicional, la corrupción se considera no solo opuesta a los valores y procedimientos formales en las instituciones, sino un problema institucional. De manera que dentro de las organizaciones gubernamentales la corrupción es visto como un problema procedimental basado en la poca aplicación de las normas por parte de los funcionarios públicos. Dejando de lado que en la práctica cotidiana, la corrupción es una forma de llegar acuerdos dentro de las organizaciones, lo que la sitúa como consecuencia del mal desempeño normativo democrático y no como su causa. De ahí la importancia de reflexionar el papel de la corrupción desde su relación con la democracia. El presente trabajo de investigación documental es parte de un proyecto que realizo como estudiante de doctorado del Posgrado de Estudios Latinoamericanos de la UNAM titulada “Prácticas de corrupción y la instauración de mecanismos de participación ciudadana anticorrupción en América Latina, una comparación entre el municipio de Quillota, región de Valparaíso Chile y el municipio de Zapotlán de Juárez Hidalgo, México”Resumen de la Ponencia:
En las últimas dos décadas, la ciudad de Iguala ha estado marcada por la violencia del crimen organizado. Debido a su posición geográfica, se ubica como un punto de conexión entre la Sierra de Guerrero, la Tierra Caliente, y los Estados de Morelos, México y Michoacán, siendo un territorio de vital importancia para las organizaciones que controlan la producción y tráfico de drogas hacia Estados Unidos y el resto de México. Desde la guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón iniciada en 2006 a la fecha, los principales actores de esta violencia han ido cambiando. Comenzando con una gran organización criminal que controlaba todo el estado, hasta llegar a grupos no tan consolidados que disputan un mismo territorio en busca de controlar no sólo la economía de las drogas, sino también la del cobro de cuotas. El año 2014 marcó para Iguala un parteaguas en su vida cotidiana. El asesinato de 6 personas y desaparición de 43 estudiantes normalistas la madrugada del 26 y 27 de septiembre, trajo consigo la incursión del Gobierno Federal y la captura de los principales líderes de Guerreros Unidos, organización que hasta entonces controlaba sin problemas la “plaza” de Iguala, lo que provocó su escisión en dos grupos: La Bandera y Gente Nueva. Esta situación fue aprovechada principalmente por su grupo rival Los Rojos, quienes comenzaron a operar en Iguala con facilidad gracias a que ya controlaban los municipios vecinos de Tepecoacuilco, Huitzuco y Eduardo Neri. Esto detonó una fuerte guerra entre las tres organizaciones por el control de la “plaza”, que se ha extendido por años hasta nuestros días, pasando por diferentes y a veces largas olas de violencia. En este contexto tan caótico y violento llegó a Iguala la pandemia por COVID-19 y con ello el confinamiento. Así, se plantea la casa como el único lugar seguro para salvaguardar nuestras vidas. En una ciudad marcada por la violencia, donde la muerte ya era algo cotidiano, ¿El confinamiento realmente podía significar más seguridad? Por lo anterior, este estudio se centra en caracterizar la violencia armada en Iguala durante la pandemia por COVID-19, a partir de diferenciar su comportamiento en dos espacios sociales opuestos: el público y el privado. Para lo cual se realizó un análisis cuantitativo-cualitativo sobre los ataques armados sucedidos desde dos años antes del inicio de la pandemia y de los dos años que lleva la misma, comparando ambos periodos de tiempo.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia tiene como objetivo analizar la corrupción en contextos de baja estatalidad en Chile desde una aproximación sociológica. La corrupción es un fenómeno que está presente en diferentes instituciones del país. La mayoría de los estudios se han centrado en estudiar las causas, prevalencia y los efectos de la corrupción a nivel nacional e internacional (Beeri & Navot, 2013; Meza & Perez-Chiques, 2020). Han predominado estudios transnacionales, los cuales mediante la construcción de indicadores analizan comparativamente la magnitud de la corrupción (Treisman, 2007). Esto deriva en una comprensión limitada del fenómeno que impide ver sus particularidades y variaciones en niveles más locales. Lo concreto es que la corrupción se manifiesta de diversas formas y en todos los contextos y ámbitos institucionales, por tanto, su existencia no puede ser atribuida solo a las altas esferas del poder político y económico (Mujica, 2005). El predominio de este enfoque ha tenido como efecto que los negocios y su relación con la política (y viceversa) sean los principales ámbitos de estudio. Dicha perspectiva tiende a invisibilizar la corrupción en otras esferas y espacios institucionales, como por ejemplo los niveles locales. En estos la corrupción adquiere características y dimensiones muy distintas a las económicas y se entremezcla con otros fenómenos tales como el clientelismo y el patronazgo (Autor, 2018; Autor, 2017). De ahí la relevancia de estudiar el fenómeno desde lo local (De Graaf, 2007). De esta manera, se entiende a la corrupción como un fenómeno social y relacional que permea las instituciones públicas transgrediendo el marco legal y alterando sus procedimientos formales. Se utilizó una metodología cualitativa con enfoque descriptivo. Se realizaron 32 entrevistas a actores relevantes del ámbito municipal (autoridades y funcionarios municipales) y local (stakeholders) en 13 comunas que presentan baja presencia estatal de la región de la Araucanía en Chile. Los resultados muestran la importancia que las redes y vínculos personales presentan en el modo de operar de la corrupción en contextos locales. Específicamente La evidencia aportada en este artículo indica que, independiente del nivel en el que esta se produzca, los contactos personales y las relaciones entre individuos sustentadas en la confianza son la base para su surgimiento. En los gobiernos locales particularmente, es muy difícil que estos actos se produzcan individualmente. En estos existen mecanismos de control administrativo y financiero, además de sanciones, que buscan prevenir la aparición de actos de corrupción, por tanto, se requiere de un mayor número de personas para burlar esos controles. En esto operan principios y normas sociales como la reciprocidad, la confianza, la lealtad, de modo que una relación que en un inicio puede ser puramente instrumental con el tiempo se transforma en una relación social.Resumen de la Ponencia:
Al aproximarnos al concepto de “Juega vivo”, rápidamente lo asociamos a la astucia, y más aún si hemos nacido en Panamá; sobre todo si al practicarlo hemos obtenido logros u otros beneficios. El objetivo de esta ponenecia es invitar a la reflexión de algunas realidades sociales que envuelven a las sociedades latinoamericanas con una expresión que denota oportunismo y corrupción, con o sin connotación política. La idea fundamental ilustrada en esta ocasión es el “juega vivo” desde su manifestación en el día a día, sus inicios y sus similitudes entre países del continente (Panama, Colombia, Venezuela, Perú, Argentina, Uruguay y Brasil) documentados en la literatura. Se considera también la incidencia del “Juega vivo” como sistema de corrupción general, su transformación de ideas a prácticas y finalmente elevado a la categoría de cultura, y se relaciona con la falta de valores y el detrimento de la educación en todos los niveles. Todos estos aspectos nos ayudan a comprender la extensión del “juega vivo” como fenómeno que, según la percepción del individuo, puede ser negativo o, por lo contrario, puede ser utilizado como un concepto que derive en prácticas positivas para generar el cambio y desarrollo humano del país.Resumen de la Ponencia:
O termo corrupção parece que está impregnado no consciente da sociedade brasileira, pois a mesma tem sido sistematicamente “bombardeada” há anos por diversas notícias que versam sobre o tema. Maurício Abdalla afirma que a corrupção não é um desvio na política que possa ser corrigido pelo lado moral, mas forma essencial e necessária de funcionamento do Estado no capitalismo e realça efeitos que pode produzir numa democracia em todos os níveis e poderes.Os interesses movidos por uma “pseudo” democracia vinculada aos discursos dos idealistas da época pós ditadura, foram plasmados (em parte) na Carta Magna hoje vigente. Contudo, a concretização de alguns dispositivos previstos na norma fundamental não ocorre por inúmeras razões, in casu pela corrupção sistêmica na Administração Pública. Esta prática, de certo modo, deve-se ao funcionamento do modelo implementado no território nacional por grupos estruturalmente e historicamente detentores de poder, como acentuado por Raimundo Faoro. Soma-se a isso o “jeitinho brasileiro”, ideia discutida numa perspectiva social-histórica[1] que indica traço marcante da personalidade do caráter nacional.[2] Luis Barroso enfatiza que “em sua essência, o jeitinho envolve uma pessoalização das relações, para o fim de criar regras particulares para si, flexibilizando ou quebrando normas sociais ou legais que deveriam se aplicar a todos.”[3]O tal “jeitinho” se engendra dentro da “confusão” que envolve a esfera pública com a privada, no sentido de que há uma pessoalização das relações que beneficiam o interlocutor, pois o mesmo acaba por criar regras que se tornam benéficas para si e que em situações cotidianas acarretam em atos de corrupção. Os atos de corrupção praticados na Administração Pública produzem severos prejuízos para os administrados, sendo certo que a não prestação de inúmeros serviços tem geram déficit para a concretização de direitos humanos, como por exemplo, no campo da saúde e educação. Para o desenvolvimento da pesquisa será utilizada a metodologia descritiva, bem como será empreendida revisão bibliográfica composta pelos principais autores da área e a apresentação de casos emblemáticos de corrupção na Administração Pública brasileira. O estudo terá caráter essencialmente qualitativo, com ênfase na observação e estudo documental. [1] HOLLANDA, Sergio Buarque de. Raízes do Brasil. Rio de Janeiro: José Olympio, 1991. DA MATTA, Roberto. Carnavais, malandros e heróis: para uma sociologia do dilema brasileiro. Rio de Janeiro: Rocco, 1997; https://maniadehistoria.wordpress.com/o-jeitinho-brasileiro/ Acesso em 29/04/2018.[2] Neste estudo não se tem a pretensão de alargar a ideia e construções teóricas sobre o “jeitinho brasileiro, contudo torna-se fundamental que a “cultura” do “jeitinho brasileiro” está intimamente ligada a práticas de corrupção, que foi sendo, infelizmente, “construída” ao longo do tempo no Estado brasileiro.[3]BARROSO, Luís Roberto. Ensaio sobre o Jeitinho brasileiro. Disponível em: https://www.conjur.com.br/dl/palestra-barroso-jeitinho-brasileiro.pdf, Acessado: 29/04/18Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia es sintesis de la fase documental del proyecto de tesis para el Doctorado en Ciencias Sociales en la Fahce de la UNLP “Transición estratégica de la dominación en la Colombia post 1991” y que centra su atención en los cambios ocurridos en las relaciones de las fracciones históricas con las fracciones emergentes en las últimas décadas caracterizadas por la consolidacion de un regimen de acumulación convergente a un modelo de sistema político. En el plano específico de las estrategias de seguridad, la ponencia retoma la discusión propuesta desde 2020 -no solo en la coyuntura de la pandemia, sino en la contensión de la movilización social en Colombia- en perspectivas biopolíticas basadas en la adopción instrumental de las ideas sobre revolución molecular disipada (Deleuze-Guattari) y su difusión en la cúpula militar. Se problematiza la relación de este discurso, sus condiciones de producción, y de reconocimiento y la contextualización respecto fenómenos de vulneración de los derechos humanos, instrumentalización de las operaciones de seguridad, formación adversativa de las categorías ideologizadas de “primera linea”, “vándalo”, “enemigo interno”, “heroes de la patria”, y las repercusiones sobre la formación de identidad y memoria en relación con el conflicto armado y la transición pos acuerdo final de la Habana. Se trata de dar una aproximación comprensiva desde la psiquiatría social (basada en autores colombianos formados en el psicoanalisis tanto de corte freudiano como lacaniano) sobre la fracturas de “habitus desgarrados”, como el que deriva de la insolucionable escisión entre “obediencia debida” y “obediencia ciega”, y la imposibilidad absoluta de generar psicopatas robocops (es decir los cuerpos especializados en repeler la movlilización social mediante el monopolio del uso de la fuerza letal disuasiva) en tanto sujetos no aislables como “solamente grupo de choque acuertelado-en campaña” en tanto les es permitido construir y mantener lazos sociales de caracter familiar y parental. De la problematización se intenta recuperar respuestas a la necesaria transformación de la formación castrense y la producción socio cultural de las fuerzas de seguridad interior para un país latinoamericano.Resumen de la Ponencia:
Una hipótesis ecológica y epidemiológica inicial sobre la cusa de la pandemia por SAR-CoV2 fue la de la ingesta de un murciélago o algún otro animal exótico. La hipótesis no prosperó en el terreno científico pero se ha mantenido en el imaginario colectivo. Así mismo, debido a la reclusión sanitaria, diversas ciudades en el mundo vieron con asombro la presencia de animales salvajes que se apropiaron de los otrora espacios humanos. De este modo, el día de hoy nos encontramos en un momento de reflexión sobre nuestra relación con las otras especies animales. Aquí entran en juego también los movimientos animalistas en contra de consumo y experimentación animal, la legitimidad de los zoológicos y las nuevas prácticas de prohijamiento de mascotas. ¿Cuál debe ser nuestra relación con el resto de la fauna del planeta? Esta ponencia busca contribuir a esta problematización sociológica presentando desde las narrativas religiosas del Antiguo Testamento una aproximación a las formas de representación teológica de los animales en el antiguo Israel como agentes virtuosos de la Alianza de YHWH con su pueblo. Más allá del totemismo analizado prístinamente por William Robertson Smith en sus “Lectures of the Religion of the Semites”, en el texto bíblico la significación de los animales converge con prácticas económicas y políticas en marcos rituales y religiosos que develan la sacralidad de la Creación. A despecho de las posturas teológicas y filosóficas de un Dios-Ser intangible y atemporal, en el Antiguo Testamento Dios aparece reiterativamente con cuerpo y actitudes animales (incluidas las humanas). Históricamente estas alusiones a Dios como animal han sido tratadas, indebidamente, como figuras retóricas y no como expresiones de fe. Se realizará una crítica epistémica a las hermenéuticas racionalistas del Antiguo Testamento para recuperar la animalidad de Dios en la Biblia y develar las dimensiones ecológicas que se expresan en los sistemas rituales semíticos, particularmente el sacrificial, bajo el modelo analógico desarrollado por Mary Douglas y también a partir de una exégesis etnometodológica al texto bíblico que recupere no-dogmáticamente la imagen de un Dios animalizado. Este ejercicio de hermenéutica bíblica permitirá crear puentes epistémicos entre los sistemas de representación del antiguo Israel sobre los animales y nuestros propios proceso contemporáneos de reconciliación con el resto de la fauna de este planeta en el contexto de la emergencia sanitaria.Resumen de la Ponencia:
Córrego Narciso é uma comunidade quilombola rural (afrodescendente) situada em Araçuaí, no Médio Vale do Jequitinhonha, nordeste semiárido de Minas Gerais. Grande parte de africanos que alcançaram o sudeste do Brasil é originária de povos banto de Angola e Congo, na África Central. Marcando práticas sociais, religiosas e culturais, o sistema de forças vitais compreendido pela Filosofia Bantu aparece nas rezas, curações e benzeções de quebranto e mau-olhado, assim como nas oferendas de água, pedras e pés de mandioca, feijão ou milho depositadas nas cruzes de penitência por chuva, ao final do período de seca, reminiscentes de práticas semelhantes consagradas a Quianda, um dos mais populares espíritos das águas em Luanda, Angola. Como categorias não estanques, mas porosas e consubstanciais da experiência, essas práticas, religiosidades, crenças e simpatias são apresentadas e ilustradas em suas imbricações com dimensões como alimento, natureza, água, terra, nascimento, gênero, tabu e jejum, morte, honra e moral, comunhão e expiação, trabalho, troca, família, sociabilidade, sacrifício, ritual e festividade. Ilustram essa imbricação a crença de que não se pode apontar uma abóbora bonita na roça com o dedo, senão ela “peca” (fica chocha), e os relatos de que era costume ir uma “Procissão de gente pra chapada pegar pequi”, de que “Tudo que é sofrido Deus abençoa” (referindo-se à torração de farinha), de que “Uma medida que nós colhe vale três comprado... é mais abençoado” e de que o trabalho na roça de fumal “é uma penitência”. Desde a década de 1960, o Jequitinhonha foi tomado por instituições do estado como uma região identitária referenciada no estigma de Vale da Fome e da Miséria, muito em função de justificar a implementação de políticas de desenvolvimento pretensamente redencionistas, como o estímulo público a monocultivos de eucalipto e pastagens de gado. A fé e religiosidade popular e ancestral vivida corriqueiramente em Córrego Narciso é aqui apresentada e compreendida, no entanto, não unicamente pela referência a um contexto de privação, mas buscando-se entrever como as figuras de uma natureza sacralizada e de um Deus terreno generosos, que abençoam, retribuem e permeiam os modos de produzir, colher, compartilhar, beber e comer, habilitam aos sujeitos uma transfiguração da falta, dureza e regramento em fartura, delicadeza, encantamento e provisão. O que as instâncias etnográficas aqui trazidas mostram é menos “a doença, a morte ... o fracasso e a pobreza” explicadas por aquela filosofia bantu, e mais como a vida e a morte na roça, no quilombo, do nascimento ao desenlace, parecem acontecer em medida farta. Por sob um olhar inatento ou superficial, entrevê-se como diante de condições verdadeiramente duras (e secas) - ou mesmo justamente devido a essa dureza - é-se ainda capaz de finezas e farturas nos modos de produzir, compartilhar e comer.Resumen de la Ponencia:
La pandemia trajo consigo cambios radicales en la transformación del tiempo y espacio social en el que se desarrollaban las actividades humanas. Uno de estos cambios ha sido el surgimiento del concepto denominado Hogar- Mundo, el cual refiere a la fusión de la esfera pública, privada y e íntima al interior de la casa . El Hogar Mundo modificó no sólo las dinámicas económicas o laborales, también tuvo un impacto importante en la dimensión moral religiosa en las relaciones familiares donde las creencias religiosas y valores morales de lo(a)s jefe (a)s de hogar se impusieron sobre la elección libre y opinión del resto de los integrantes de la familia. Lo privado se fue imponiendo como esfera dominante ante lo público e íntimo, donde las creencias religiosas y morales se convirtieron en los filtros que regularon la comunicación de la calle en el hogar. Esto propició que irrumpieran los nuevos puritanismos caracterizados por el predominio moral y religioso sobre el espacio privado, excluyendo lo que a juicio de estos consideraron obsceno o contrario a las creencias en el hogar. Tres características los definen: i) evitar la contaminación del exterior (sanitaria, social y moral); ii) regulación de la conciencia individual en el ámbito evitando el contagio por asociación; iii) reafirmar la cultura de la cancelación contra aquellos que provocan el mal moral. Los nuevos puritanismos si bien tienen afinidad con los neoconservadurismos religiosos y hasta los fundamentalismos, tienen marcados diferencias. Los primeros no buscan protestar en el espacio público por la ampliación de los derechos que, sobre la vida, el cuerpo y la familia se han alcanzado como si lo hicieran los neoconservadores. Ellos simplemente los cancelan en el espacio privado. Para los nuevos puritanos se puede vivir sin religión, pero no sin sermones. Ellos no abogan por el pánico moral ellos juegan con la cultura de la cancelación. El objetivo de este texto es mostrar el surgimiento de una nueva dimensión social identificada como Hogar Mundo y cómo a través de esta aparecen nuevos movimientos puritanos ligados a lo religioso y que abonan al campo de los neoconservadurismos, pero simultáneamente se distancia de ellos desde el ámbito privado. Metodológicamente este es un ejercicio interpretativo de una representación social tanto del hogar como de lo que identificamos aquí d de datos, informaciones y sucesos que de forma comparativa permitan perfilar este nuevo concepto sociológico.Resumen de la Ponencia:
Em pesquisas realizadas nos anos 1990 junto aos quilombolas do Baixo Tocantins, região da Amazônia brasileira, no Pará, Véronique Boyer verificou que a conversão ao pentecostalismo implicava no afastamento da militância no movimento social quilombola. Três décadas depois, nas quais o percentual de quilombolas evangélicos aumentou expressivamente, o comportamento dos quilombolas pentecostais em relação à militância mudou e cada vez mais os evangélicos interagem nas arenas da militância e disputam, inclusive, o controle das associações quilombolas. Nesse cenário, venho realizando minha pesquisa de doutorado na intenção de compreender a interação de evangélicos pentecostais na arena política de quilombos amazônicos. Dentre os dados gerados até o momento, nesta comunicação reúno uma parcela relativa à Comunidade Quilombola São Pedro, no Pará, cuja maioria da população (51,1 %) integra a Igreja Assembleia de Deus, maior igreja pentecostal do Brasil. Meu objetivo é fazer uma descrição dos discursos e das práticas dos quilombolas pentecostais em uma das principais arenas de São Pedro, a saber, a Associação Quilombola. Para tanto, os métodos utilizados foram a observação participante em reuniões e pleitos eleitorais da Associação e realização de entrevistas semiestruturadas com quilombolas evangélicos e não evangélicos atuantes na associação comunitária. Verifiquei que há três eleições consecutivas os pentecostais, que são a maioria da população, se articularam com sucesso para interagir no processo eleitoral da comunidade através das “chapas da igreja”, essas chapas venceram os pleitos e vêm presidindo a associação desde o ano de 2013. As práticas dos evangélicos pentecostais, em parte, encontra a sua plausibilidade em diversos discursos e crenças religiosas acionadas e adaptadas para a disputa política e, no processo de mobilização, a igreja se torna um grande grupo político organizado que desafia certos pressupostos de laicidade dentro de instituições públicas em contexto quilombola. Por outro lado, as demandas situacionais desalinham as práticas dos discursos, e fraudes e fake news são forjadas pelos quilombolas evangélicos que, enquanto religiosos, censuram esse tipo de conduta. O controle da associação tem um motivo práticos: as vantagens materiais, pois ao controlar essa instituição, a igreja passa a reger o gerenciamento do território, decidir como algumas políticas públicas são aplicadas e distribuídas entre os moradores, além de instituir as lideranças eclesiásticas como representantes dos quilombolas diante do Estado e organizações afins.Resumen de la Ponencia:
A nivel mundial es reconocido el proceso de paz entre el estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del pueblo (FARC – EP), que culminó con la firma del acuerdo para la terminación del conflicto (el 24 de noviembre de 2016). En el punto 5 que trata sobre las víctimas, se establece la creación del sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición; la Comisión para el esclarecimiento de la verdad la convivencia y la no repetición y la jurisdicción especial para la paz. En este contexto, se pretende analizar el impacto de la religión en el proceso de verdad, justicia y reparación. Los investigadores parten de la premisas: 1. Para que se pueda generar el proceso de reparación y convivencia se debe pasar por el perdón, lo cual conlleva al arrepentimiento y la no repetición; 2. Un país en conflicto interno y con sus ciudadanos cargados de odio no puede salir de la pobreza. En primer lugar, se realiza un análisis exegético de algunos pasajes bíblicos, de lo cual surgen como categorías de análisis el perdón, la reconciliación, la pobreza y el diálogo. Luego, se llevan estas categorías a un estudio de caso con víctimas de la violencia con el propósito de analizar si las enseñanzas y orientaciones de vida que se encuentran en la biblia tienen vigencia en la vida cotidiana en un país en postconflicto, para lo cual se generan las siguientes preguntas problematizadoras: ¿cuál es la contribución de las escrituras sagradas en la disminución de las brechas de violencia y pobreza al que se ve arrastrado un país en conflicto interno? y ¿cómo pueden contribuir en la generación de una sana convivencia?. Uno de los resultados de esta investigación es la elaboración de una cartilla de formación de líderes y lideresas que brinde posibles rutas en la generación de espacios de perdón y sanación para una convivencia social en armonía.Resumen de la Ponencia:
Durante el largo y doloroso conflicto armado en Colombia se han experimentado diferentes problemáticas como es el caso de los territorios Nariño y Putumayo en el sur occidente del país, los cuales han atravesado, desplazamiento forzado, perdidas, conflictos socio ambientales, entre otras cosas. Sin embargo y simultáneamente se ha trabajado en la reconstrucción del tejido social y de la paz de estas comunidades dese diferentes conocimientos. Siendo Colombia un país donde la mayoría de su población es creyente, se han generado diferentes propuestas en torno a la reconciliación, desde las exigencias éticas de la religión cristiana y sus diferentes denominaciones. De manera que esta ponencia analiza la incidencia de los procesos de acompañamiento realizados por JustaPaz (organización de la Iglesia Menonita en Colombia) protestante y de tradición anabautista, para la construcción de paz en los territorios anteriormente mencionados y sus respectivas comunidades en los años 2018 a 2022. A través de la revisión de los diferentes productos de sistematización de los procesos de la organización, archivo historiográfico y aplicación de instrumentos como entrevistas estructuradas, semi estructuradas y grupos focales con miembros de la organización activos o que hicieron parte de los procesos y su formulación. Buscando la comprensión de la justicia, perdón, paz y otras características y exigencias de la religión cristiana protestante, desde el marco de la sociología comprensiva de Max Weber y Alfred Schutz. Se comprende que la motivación y sentido mentado ante la acción de la organización en el territorio se da desde el buscar replicar este carácter carismático de Jesús por medio de los creyentes en la vida cotidiana. También que a pesar de que no exista una reparación a las víctimas por parte de los diferentes grupos que han generado daños, al estar posicionada desde la creencia y práctica de la fe cristiano protestante logran tener paz individualmente, entre otros hallazgos.Resumen de la Ponencia:
Esta trabalho promove um estudo das relações entre Religião e Estado a partir da análise sociológica do modo como a questão indígena é debatida a partir do discurso religioso no âmbito da Câmara do Deputados no Brasil. Partindo do pressuposto que a Câmara consiste numa instituição que reverbera valores da sociedade brasileira, o que proponho com esta pesquisa não é somente analisar o modo como a este debate se apresenta em um contexto específico, mas sim em três momentos histórico-sociais distintos, de modo a compreender como ele se manifesta em cada um deles e mais, demonstrar o processo de transformação do modo como este debate se apresenta no espaço político nacional.Para tal, promovo a análise sociológica comparativa da produção legislativa que estabelece a discussão religiosa sobre a questão indígena em três legislaturas da Câmara Federal brasileira, a 37ª legislatura (1935-1937), a 54ª legislatura (2011-2014) e 56º legislatura (2019 - 2022). As duas primeiras legislaturas foram objeto de análise da minha tese de doutorado e o processo de escolha deveu-se ao fato destas estarem inseridas em dois contextos políticos onde o elemento religioso se apresentou de forma proeminente, mas também por serem legislaturas separadas por um período de tempo que permitiu observar o processo de transformação do modo como o debate e as decisões sobre as questões indígenas são pautadas pelo discurso religioso na dinâmica parlamentar brasileira. A decisão por inserir a 56ª legislatura, a mais recente da Câmara, consistiu numa escolha metodológica com a finalidade de apresentar o contexto mais recente deste debate.A compreensão deste debate foi realizada a partir do perfil dos deputados federais que foram autores de matérias religiosas sobre questões indígenas e da análise de conteúdo das destas proposições em cada uma das legislaturas analisadas. Inicialmente foi realizado o levantamento dos perfis dos deputados federais que atuaram em matérias que abordam as questões indígenas a partir do discurso religioso, com o intuito de verificar eventuais influência de características pessoais e políticas em sua atuação, mas também se o perfil religioso destes parlamentares influencia o modo como eles promovem esta discussão. Posteriormente o levantamento e análise de todas as proposições religiosas sobre questões indígenas apresentadas em cada um dos períodos estudados serão apresentados de modo verificar como este debate é promovido neste ambiente legislativo e o modo como a religião é instrumentalizada para a promoção desta discussão. A análise das proposições que tratem da questão indígena a partir da perspectiva religiosa, nessas três legislaturas, bem como dos atores políticos envolvidos, e, posteriormente a realização de análise comparativa entre os quadros encontrados em cada uma, será importante para observar o processo de transformação ocorrido, os padrões, diferenças, similaridades, na dinâmica parlamentar brasileira no que tange a este debate.Resumen de la Ponencia:
Resumo
O escopo é análise da relação entre direito, religião e estado na América Latina, concernente aos avanços progressivos da participação dos segmentos religiosos ou dos grupos não-religiosos, ou até antirreligiosos, no campo político e jurisdicional em vista da disputa por dizer o direito e afirmar suas convicções. Buscar-se-á investigar de forma dialética os embates engendrados pelo crescimento significativo, e até exponencial, de cada segmento referido em alguns estados latino-americanos. Serão selecionados segundo critérios de proximidade cultural e identitária, ou por se tratarem de estados emblemáticos, em razão de sua trajetória histórica e contexto sócio-político, que os evidencia no cenário latino-americano. O substrato teórico-metodológico é fundamentado na Sociologia do Direito e da Religião, que se desenvolve e se afirma no continente, com ênfase nos conceitos da sociologia do campo jurídico. Os resultados visados são: a) construção de corpus de análise robusto; b) cotejo dos dados dos estados selecionados e comparação dos aspectos sociojurídicos levantados; b) análise da intersecção dos campos religioso, político e jurídico na América Latina, no âmbito dos estados selecionados.
Introducción:
Introdução
O objetivo principal da pesquisa é a análise da relação entre direito, religião e estado na América Latina, concernente aos avanços progressivos da participação dos segmentos religiosos ou dos grupos não-religiosos, ou até antirreligiosos, no campo político e jurisdicional em vista da disputa por dizer o direito e afirmar suas convicções. O texto, que reflete esse objetivo, é apresentado ao modo de resultados preliminares de pesquisa em andamento. Sobretudo o cotejo jurisprudencial e estatístico se encontra em aprofundamento dos dados inicialmente coletados.
Os recortes pretendidos, e como resultados de levantamento preliminar, concernem à abordagem de países, agrupados em quatro blocos representativos, com as configurações sinteticamente apresentadas:
1) estados com proximidade geográfica, cultural, estágio socioeconômico assemelhado e associação em bloco supraestatal (Brasil, Argentina , Chile e Uruguai);
2) estados com espectro político-ideológico acentuado, ou à esquerda como Cuba, Nicarágua e Venezuela, ou à direita, como Colômbia antes das últimas eleições, com tensões crescentes e movimentos de resistência popular;
3) estados com significativo reconhecimento das comunidades indígenas, como são casos emblemáticos a Bolívia, o Equador e, mais recentemente, o Chile.;
4) outros estados que, em razão de sua dimensão e projeção sociopolítica, como o México, ou em razão de peculiaridades do pluralismo religioso, com o Haiti, poderão ser considerados na pesquisa.
A base teórico-metodológica a orientar a abordagem é constituída pela Sociologia do Direito e da Religião (SDR), conforme a proposta que vimos desenvolvendo ao longo dos projetos de pesquisa nos últimos anos (PONZILACQUA, 2015, 2016a, 2016b, 2016c, 2017, 2019a, 2019b, 2020; PONZILACQUA, COSTA, 2018; PONZILACQUA, PORTO, 2021; PONZILACQUA, BELLO, SANTANA, 2020). Consiste, sinteticamente, em investigações de caráter sociojurídico que visam desvendar os mecanismos sociopolíticos e culturais intervenientes nos processos legislativos e jurisdicionais em matéria religiosa mediante a compreensão da evolução do direito no âmbito da matéria religiosa, notadamente no que concerne à liberdade de convicção e de crença e das organizações religiosas, tanto em perspectiva nacional como estrangeira. Compreende a intersecção das sociologias, numa agenda crítica e busca a transformação de seus métodos, desde análises em larga escala, até novas percepções etnográficas e espaciais, além de avanços na leitura crítica das bases fenomenológicas, de dados e de estatísticas (DAVIE, 2013: 112-133; PONZILACQUA, BELLO, SANTANA, 2020). A SDR que aqui se pretende, considera a relevância da sociologia do campo jurídico, compreendidos no âmbito dos estudos capitaneados por Pierre Bourdieu[1].
[1]São muitos os estudos de Bourdieu que favorecem a discussão e compreensão dos sentidos de religião, suas implicações simbólicas e a intersecção com o Estado. Recomendam-se principalmente, sua obra eminente, “A distinção” (BOURDIEU, 1979), e também aquelas que refletem sobre as trocas simbólicas e produção de crenças (1992a , 1992b, 1998, 2001).
Desarrollo:
2. Desenvolvimento
2.1 Estágio de discussão
Gradativamente a liberdade religiosa toma corpo na história da humanidade – e podemos afirmar que enquanto garantia constitucional, esta evolução é razoavelmente muito recente e tem, em boa medida, uma precisão histórica de emergência, no contexto das lutas libertárias da Europa, especialmente advindas da separação Igreja e Estado decorrentes do Iluminismo e da Revolução Francesa, e da América, particularmente a insurgência das colônias americanas contra o imposto religioso perpetrado pela colônia britânica. Mas são distintos da evolução em outras partes da Europa - por exemplo, do Estado confessional britânico, do direito público germânico ou suíço, ou mesmo da expressão de direito público encontrada na Bélgica ou Luxemburgo. Mesmo na França, a especificidade do regime concordatário da região da Alsácia e Lorena, que privilegia algumas confissões históricas (catolicismo, luteranismo e judaísmo) (RODRIGUEZ-BLANCO, 2010), demonstra a complexidade do tema e suas múltiplas nuances. Tampouco esses modelos se parecem com os sistemas italiano ou espanhol – que embora oficialmente não-confessionais, tem uma aproximação maior com uma denominação religiosa, no caso o catolicismo.
Na América Latina, embora haja uma convergência histórica em torno da formação católica, não é menos acentuada e complexa a discussão acerca da liberdade de convicção e crença (NAVARRO-FLORIA 2010, 2009a; PONZILACQUA, COSTA, 2016b, 2017). Ao contrário, há notáveis elementos a marcar a história das minorias vulneráveis do continente (ROY, 2005), com omissões significativas do sistema de proteção jurídica das respectivas liberdades, especialmente às várias configurações religiosas indígenas e às formas de expressão de fé oriundas da África, com a dos escravizados.
As marcas do sistema de padroado só foram sendo suplantadas gradativamente nos processos emancipatórios verificados ao longo da história do continente e a liberdade religiosa ganhou fôlego com os movimentos separatistas e republicanos. Os matizes confessionais distintos foram sendo significativamente ampliados, sobretudo com a presença de judeus e as ondas de imigração, notadamente dos grupos protestantes de origem luterana, calvinista e anglicana. Houve, depois, acentuada influência dos movimentos evangélicos oriundos do norte da América, e, mais recentemente, a forte presença e transformação societária decorrente do avanço das igrejas e expressões pentecostais e neopentecostais. Além disso, há um mosaico de grupos confessionais minoritários, tais como os adeptos do islamismo, das expressões orientais (budismo, xintoísmo, confucionismo) e de novas e renovadas expressões de crença, cuja ampliação na América Latina e, particularmente, no Brasil é ainda mais sensível e acentuada pelos modos de sincretismo.
Enfocamos aqui, todavia, o Brasil, em particular, e a América Latina, como um todo. Não há sombra de dúvidas que subsistem multiplicidade de elaborações jurídicas, que imprimem caráter irregular ao direito religioso nesta região (GONZÁLEZ-SÁNCHEZ, SÁNCHEZ-BAYÓN, 2009). Ou seja, o que se têm é um conjunto multifacetado de elementos, embora com significativa convergência em três planos fundamentais: - respeito ao pluralismo religioso no âmbito constitucional e infraconstitucional; - judicialização crescente da matéria religiosa; - busca de modos jurídicos (imunidades, isenções ou subsídios financeiros) que desembaracem a atividade religiosa ou de associação em torno de crenças ou convicções. A despeito desses traços comuns, e alguns outros que podem ser encontrados e assinalados, aqui também subsiste uma diversidade de modos de expressão do 'direito religioso' (PONZILACQUA, 2016a; 2017).
Os desafios de consolidação de democracias estáveis fragilizam as garantias e liberdades individuais e associativas, inclusive as de crença. Basta olhar para as denúncias e registros recorrentes de violação da liberdade de crença pululam em toda a América Latina, a serem evidenciados nos resultados analisados adiante. Os fantasmas totalitários, em suas mais distintas nuanças e expressões golpistas, de esquerda ou de direita, sempre estão a espreitar as frágeis democracias latino-americanas e a tentação de manipulação dos conteúdos religiosos e filosóficos sempre é constante, especialmente os mais críticos (PONZILACQUA, 2019,2020a, 2021).
E mais: toda a matéria do direito religioso e das organizações religiosas, aqui como alhures, parte de uma noção axial que é a liberdade de convicção. A liberdade de convicção religiosa no plano mundial é relativamente recente, emerge na Modernidade, com as primeiras manifestações políticas e jurídicas acerca dos direitos humanos fundamentais. E que esta noção axial não tem os mesmos significados e extensão em todas as partes do globo. É especialmente cunhada no sistema europeu e norte-americano e se expandiu no 'mundo ocidental', e, pouco a pouco avança para outras partes, com distintos matizes e aplicações.
É cogente reconhecer que a liberdade de convicção protegida tanto no âmbito internacional como no âmbito nacional não se refere exclusivamente à salvaguarda de liberdade de crença religiosa (PRÉLOT, 2010). Desde que preservadas a ordem e o interesse públicos, os direitos de terceiros e não afete a saúde coletiva, a liberdade de convicção protege também outras categorias de crenças filosóficas, mesmo as refratárias ou contrárias a conteúdos religiosos. Portanto, estão salvaguardados também os direitos de crer ou não crer de cada indivíduo ou grupo social.
O que se têm é uma evolução protetiva gradativa que vai nos níveis mais profundos e íntimos da liberdade de convicção, passa pela expressão ou manifestação (portanto, no plano de exteriorização individual), atinge os níveis de expressão grupal ou coletiva (a fé como elemento possível no campo das elaborações sociais e coletivas) e, finalmente, chega ao campo da manifestação cultual, litúrgica e até de edificações de templo, dos ministros e da gestão cultural, o que equivale a um processo de institucionalização gradual, nos âmbitos nacionais e internacionais. Nesta proteção estão incluídos elementos relativos à pertença religiosa, de gestão cultual e o serviço desempenhado pelos ministros de culto, além das objeções de consciência e o direito de não-crer.
Sobre a América Latina, existe interesse coletânea sobre os marcos legislativos e a práxis jurídica acerca do 'direito eclesiástico', coordenada pelo Professor Juan Gregório Navarro-Floria, intitulada “Estado, Derecho y Religión en la América Latina' (NAVARRO-FLORIA, 2009b). Trata-se de texto eminentemente jurídico. Por essa razão, é obra referencial. Todavia, necessita de atualização, haja vista as introduções normativas e jurisprudenciais havidas no continente na última década em matéria de direito religioso. A coletânea fica bastante restrita à expressão jurídica, faltando a perspectiva sociojurídica, que permite perscrutar as raízes, sentidos e direções da questão.
Sua maior riqueza é a apresentação padronizada de particularidades significativas sobre os marcos normativos dos Estados abordados no âmbito religioso: Argentina (NAVARRO-FLORIA, 2009a), Brasil (CALIOLLI, 2009), México (SCHMALL, 2009), Chile (BRUNET, 2009), Colômbia (PRIETO, 2009), Bolívia (AMELLER, 2009), Peru (SANTANA, 2009), Equador (DE LA CALLE, 2009), Uruguai (ASIAIN, 2009) e Venezuela (TORRES, 2009). Em geral são considerados os planos constitucional e infraconstitucional, nos âmbitos da liberdade religiosa, do direito do trabalho, do direito registral, dos ministros de culto, e cláusulas (ou objeções) de consciência. Em geral precedidas de pequenas notas sobre o contexto histórico. Nos capítulos iniciais e finais, há visões panorâmicas acerca da América Latina. No primeiro, de Carlos Salinas Araneda, o enfoque é no âmbito da evolução histórica, desde os sistemas de padroado e vicariato (ARANEDA, 2009) e o último, trata de um olhar geral acerca da liberdade de convicção e crença no âmbito do sistema interamericano de proteção dos direitos humanos (SANTOLARIA, 2009).
Novas abordagens implicam igualmente novas aproximações do problema, que se complexifica e, ao mesmo tempo, reivindica intensificação das pesquisas. Alguns destas discussões têm sido objeto de atenção de projetos internacionais, como aqueles do Projeto 'Religare', coordenado por Marie-Claire Flobets e Katayoun Alidadi (FOBLETS, ALIDADI, 2014a), vinculado ao Max Planck Institute, envolvendo especialistas europeus, americanos, asiáticos e outros. São exemplos, os debates acerca do pluralismo e diversidade religiosa (BEAMAN, 2014), da secularização na Europa e em boa parte do mundo ocidental (JOPPKE, 2014), a existência de grupos vulneráveis ou a necessidade de reconhecimento e de 'acomodações razoáveis’ dos indivíduos em suas pretensões religiosas (AST, 2014; CUMPER, 2014), e que se antepõem como desafio ao Estado e às instâncias julgadoras.
No Brasil, em razão de recentes decisões dos tribunais, como aquela do Supremo Tribunal Federal (STF), de 27 de setembro de 2017, respeitante ao ensino confessional em escolas públicas, o tema volta a ser debatido tanto no âmbito jurídico, como também na esfera pública (TEIXEIRA, 2017), razão por que é mister estudos aprofundados que balizem as decisões e os debates, em vista da mudança de paradigma hermenêutico dos tribunais superiores brasileiros, notadamente o Supremo Tribunal Federal (STF), e as novas interpretações dos textos constitucionais.
Também entre nós, temos feito avançar as discussões acerca do tema em diversas ocasiões e fóruns. O CEDIRE – Centro Brasileiro de Direito e Religião, sediado em Uberlândia – MG, na Universidade Federal de Uberlândia, e os Seminários Internacionais de Direito e Religião, promovidos pela Universidade de São Paulo, que temos a grata satisfação de coordenar, incorporam importantes discussões que implicam matizes diversas e transformações na perspectiva sociojurídica, além de manifestar a relevância ímpar do tema. A quantidade de participantes e de acessos, e, sobretudo, a qualidade das intervenções foram marcantes em cada uma das edições do evento e suscitaram inúmeras e importantes questões acerca da relação dialética entre Direito e Religião.
Na escala mundial há ainda outros múltiplos desafios tangentes à análise sociológica do Direito e Religião, como aqueles concernentes ao biodireito e à bioética às novas configurações e sentidos da laicidade estatal; o secularismo e a não-filiação religiosa; às intersecções entre ideologias políticas, moral e religião, numa esfera pública em transformação; as minorias religiosas, às acomodações razoáveis e o pluralismo religioso, a questão da simbologia religiosa em espaços públicos, e até mesmo nos desafios nocionais/terminológicos acerca do conceito de religião, e, por consequência, do direito de crença ou de liberdade religiosa, entre tantos outros. Esses mesmos temas, com diferentes matizes, estão presentes na transterritorialidade da América Latina e demandam pesquisas substanciais (PONZILACQUA, 2019b).
2.2. Procedimentos metodológicos e resultados
No tocante aos procedimentos metodológicos, buscar-se-á investigar de forma dialética os embates engendrados pelo crescimento significativo, e até exponencial, dos seguimentos religiosos ou de desfiliados e descrentes em alguns estados latino-americanos.
Serão selecionados segundo critérios de proximidade cultural e identitária, ou por se tratarem de estados emblemáticos, em razão de sua trajetória histórica e contexto sócio-político, que os evidencia no cenário latino-americano.
Os procedimentos metodológicos concernem à análise sociojurídica em três níveis: 1) consideração normativa, constitucional e legislativa, sobre a matéria religiosa nos estados abordados; 2) levantamento jurisprudencial; 3) análise de estatísticas, e notícias criteriosamente selecionadas acerca da participação dos grupos religiosos e/ou ideológicos na esfera pública e sua considerável penetração na esfera do poder e nas estruturas estatais.
Os resultados preliminares podem ser considerados sob três distintas mas complementares dimensões, a saber: a) corpus de análise: pretende-se a construção de corpus de análise robusto. Por ora, os dados levantados já nos permitem vislumbrar linhas de ponderação bastante consistentes, haja vista que os dados foram extraídos de agências de monitoramento respeitáveis no mundo (o Relatório da Pew Research Center, de 2014 e o Relatório sobre Liberdade Religiosa da ACN International – Aid to the Church in Need, de 2021). Embora restritas, elas traduzem esforços visíveis de reconhecimento dos fatos envolvendo a liberdade religiosa no mundo, mas com atenção especial aos aspectos regionais. No caso, foram eleitos os recortes concernentes à América Latina. Obviamente, elas dizem respeito muitas vezes a perspectivas de grupo, por vezes ligeiramente enviesadas. Pelo que, cabe ao pesquisador fazer as devidas ressalvas e filtragens das informações – o que se procurou fazer neste trabalho; b) cotejo de dados por estados e na América Latina: a parte seguinte, que é o cotejo dos dados dos estados selecionadas e comparação dos aspectos sociojurídicos levantados, maiormente pela análise jurisprudencial, ainda está em evolução. O que se tem é que, no âmbito dos organismos jurisdicionais americanos, notadamente a Corte e a Comissão Interamericanas, já se fez um levantamento consistente que tem servido de parâmetro de análise (PONZILACQUA, PORTO, 2021). Esta etapa há de avançar significativamente quando se consolidar as análises particularizadas dos ordenamentos jurídicos e jurisprudências dos Estados selecionados, etapa em desenvolvimento de pesquisa; c) intersecções sociológicas: a análise da intersecção dos campos religioso, político e jurídico na América Latina, no âmbito dos estados selecionados têm sido feita recorrentemente. Os instrumentos de elaboração estatística associados a doutrinas consistentes, contempladas sob o amplo panorama da Sociologia do Direito e da Religião (SDR), confere consistência e profundidade de análise, ao mesmo tempo em que permite horizontes de aferição qualitativa dos elementos factuais suscitados.
Os resultados alcançados até agora, apontam que a América Latina e Caribe tem sido palco de mudanças consideráveis nas últimas décadas. Nesse espaço americano, devem ser associados os latino-americanos que se encontram também nos Estados Unidos e no Canadá, embora os dados mais frequentes dizem respeito ao primeiro, até por maior afluxo de imigrantes. As pesquisas comandadas pelo Pew Research Center, embora carecedoras de atualizações, já que consolidadas em 2014, nos dão mostra considerável dessas transformações. Um dos dados mais relevantes é o avanço dos grupos de ‘evangélicos’, maiormente de pentecostais, em toda a América Latina. Neste grupo devem ser associados também, embora não conste explicitamente do relatório como separados dos demais integrantes das denominações tradicionais, os pentecostais católicos, representados principalmente pela Renovação Carismática Católica, e de outras denominações ancestrais cristãs. Embora no Relatório não haja vinculação expressa dos porcentuais desses segmentos a um denominador comum de pentecostalismo ou neopentecostalismo, há uma abordagem que ajuda a compreender quando as informações dizem respeito a experiências ‘carismáticas’ (como ‘falar em línguas’, ‘profetismo’, experiências de ‘curas e milagres’). Representativamente menor entre os afiliados das denominações tradicionais, notadamente entre os católicos, essas experiências também têm sido frequentemente relatadas e um segmento significativo têm se notabilizado entre os mesmos e é crescente.
E a importância desses grupos não se configura apenas nas formas de aproximação com o sagrado, visivelmente distintas das abordagens tradicionais, que chega a causar estranheza aos ‘católicos-raiz’, como também se apresenta como mudanças ideológicas por demais evidentes. A maioria expressiva dos ‘pentecostais’ e ‘neopentecostais’ acabam por assumir posturas morais conservadoras e rejeição expressiva às ‘bandeiras’ de esquerda. Surpreendentemente, o relatório demonstra que os números de católicos simpáticos a algumas pautas mais progressistas, como a união civil de homoafetivos, têm crescido significativa e se aproxima consideravelmente dos grupos representado pelos que não tem ou não pretende crenças religiosas, como os não-filiados, os ateus, agnósticos, indiferentes, entre outros.
O caso brasileiro é emblemático: o grupo de católicos simpáticos à união homoafetiva chega a uma porcentagem de 51% contra 54% dos não-filiados, perdendo apenas para o Uruguai e Argentina, em que, respectivamente os católicos favoráveis são 59% e 53%. Mas, em ambos os casos, são mais acentuadas as discrepâncias em favor das uniões em relação aos não-filiados: 77%, no Uruguai, e 75%, na Argentina. Também México e Chile têm número proporcionais significativos de reconhecimento dos não-filiados: respectivamente 65% e 67%. Mas no Chile, os católicos favoráveis decrescem significativamente, para 46% no Chile e 50% no México. Entre os protestantes, de todos as denominações, essas diferenças são muito mais acentuadas. No máximo alcançam, em países como México e Uruguai, a cifra de 35% de adeptos favoráveis às uniões homoafetivas. Na maioria dos países, esse número não alcança os 25% (cf. gráfico ‘Religious Groups’ view on same-sex marriage’, PEW RESEARCH CENTER, 2014). Outro elemento chamativo é a diferença expressiva de concepções sobre temas sensíveis e polêmicos entre os católicos hispânicos dos Estados Unidos da América e os demais latinos do continente. Lá, os católicos tendem a ter opiniões mais conservadoras acerca de temas como abortamento, divórcio e uniões homoafetivas. Um exemplo, os ‘católicos hispânicos estadunidenses’ são desfavoráveis aos métodos contraceptivos artificiais em torno de 72% contra 66% dos demais católicos do continente (cf. gráfico ‘Catholic’s view on birth control and divorce’, PEW RESEARCH CENTER, 2014).
Outro elemento de bastante relevância, quase sempre negligenciado nas análises precipitadas, mas que é muito expressivo numa perspectiva sociojurídica, é o aumento significativo dos não-filiados, aqui considerados todos os não-crentes (agnósticos, ateus) e os indiferentes. Compreendem todos os ‘desfiliados religiosos’ e os que não pretendem vinculação institucional, mesmo se manifestam alguma forma de crença. Estudos e projeções apontam que em menos de um século, esse segmento vai ser maior do que cada um dos grupos confessionais hoje presentes.
No mundo, hoje o cristianismo segue a religião de maior adesão e pujança numérica, mas já há vislumbres consideráveis do aumento de muçulmanos e de sua ultrapassagem mesmo ao número de cristãos até meados do século. Mas, com mais algumas décadas, as projeções apontam declínio de todas as denominações religiosas e crescimento dos não-filiados. Há um desgaste em todas as religiões, por inúmeras causas, notadamente pelas contradições e violências que veiculam, apesar dos muitos benefícios pretendidos. Claro, como ciência não é futurologia inconsequente menos ainda ‘adivinhação’, esse cenário pode sofrer desvios de projeção social consideráveis, em razão das variáveis e emergências sociais. O que se tem, contudo, é que, proporcionalmente, esse grupo cresce exponencialmente. A resistência dos grupos de não-filiados é também proporcional à sua pujança social.
Nos Estados Unidos, o número expressivo de não-filiados indica crescimentos bem elevados. Atualmente 45% dos estadunidenses entendem que a sua nação deve ser cristã, mas eles também preferem que os seus candidatos tenham distanciamento considerável de suas escolhas confessionais e que permaneçam os ‘muros de separação’ entre política de estado e templos (PEW RESEARCH CENTER, 2022a). Porém, os modelos hipotéticos recentes indicam também que mais da metade da população deve transitar para a categoria dos não-filiados nas próximas cinco décadas. Segundo as observações de estudos publicados em 2022, com base em números atingidos em poucas décadas e em razão das tendências atuais, especialmente as verificadas entre os segmentos mais jovens, esta é uma inclinação mundial. A propósito, há indícios de que, mantidos os níveis atuais de desfiliação, mais de 52% da população deve agremiar-se entre os não-filiados, contra 35% de cristãos. Nos cenários mais otimistas, a variação dos atuais 64% de cristãos dos USA é para em torno de 54%, mas com mudanças significativas de denominação ou filiação cristã (PEW RESEARCH CENTER, 2022b).
Na América Latina, estudos que realizamos com a Comissão e a Corte Interamericana mostram que as violações à liberdade religiosa denunciadas e processadas atinge especialmente os povos indígenas com suas crenças, associados a uma série de fatores socioeconômicos e políticos, os tornam especialmente vulneráveis. A Comissão Interamericana de Direitos Humanos e a Corte Interamericana vem julgando muitos casos relacionados com comunidades tradicionais e indígenas, desde os Estados Unidos, até aos países andinos. Existem outros casos de violação derivados de tensões ideológicas, como Nicarágua, Bolívia, Venezuela, Cuba, Colômbia, e incluídos no Chile, México ou Brasil (PONZILACQUA, PORTO, 2021).
No âmbito ainda dos resultados de nossa pesquisa e com enfoque nos países selecionados, conforme os critérios já apontados, é conveniente assinalar os seguintes pontos:
a) Ataques a lugares de culto, destruição de imagens e símbolos religiosos:
Muitos estados tiveram ocorrências de ataques. Argentina, Brasil e Chile, ao lado de Nicarágua, Colômbia, Venezuela, Honduras, Guatemala e México registraram depredações de lugares de culto e destruição de imagens (FUNDAÇÃO AIS, 2021, p. 41). Revelam, no mínimo, acirramento das tensões religiosas, muitas revelam as urdidas da matéria religiosa com outros temas sociais e políticos. Os confrontos entres os grupos e as formas de mediação de solução precisam ser aprimoradas com celeridade.
b) Disputas político-ideológicas e ‘guerra híbrida’:
No âmbito das disputas políticas, a experiência brasileira, que toma corpo recentemente nas últimas décadas, é especialmente emblemática, haja vista a polarização ideológica e o imbricamento gradativo dos discursos políticos e religiosos, com instrumentalizações recíprocas. Na campanha presidencial ensejada em 2022, foram notáveis as interpenetrações dos discursos políticos e religiosos, com acento inconfundível nas questões morais. O candidato derrotado Jair Bolsonaro e seus coligados tentaram, a todo custo, reduzir as questões nacionais a pautas morais, o que foi de certo modo ‘comprado’ pelos opositores num primeiro momento. Gradativamente e com muita dificuldade, nas redes de televisão e rádio, e, de forma mais pulverizada, nas plataformas digitais, as pautas foram sendo reconduzidas para as grandes questões públicas a afetar o país, como a crise econômica e processos de pauperização, os avanços ou retrocessos nos campos da segurança alimentar, hídrica ou agroflorestal, os desafios nas políticas sociais, especialmente as de saúde e educação, entre outros. E neste bojo, também houve importantes ponderações acerca da liberdade religiosa e da laicidade estatal. Mas nas redes sociais, as tônicas continuavam a pressionar as pautas religiosas e os ataques pessoais, centradas em deslizes ou escolhas morais, o que segue mesmo depois das eleições, com desastrosas consequências no plano público, como a recente invasão por grupos extremistas de direita da sede do governo nacionais – executivo, judiciário e legislativo.
Pode-se dizer que houve tentativa de reduzir às eleições como ‘eleições de púlpito’ ou rituais, em que grupos conservadores, com destaque para neopentecostais e extremistas, invadiam os meios de comunicação, especialmente as redes sociais, para detonarem e deturparem mensagens religiosas sob vieses nitidamente ideológicos. A derrota eleitoral do candidato apoiado por esses grupos, poderá induzir também ponderações nos grupos religiosos de apoio, que apostaram alto, inclusive muito de sua imagem e marketing, nas plataformas defendidas pelo candidato derrotado, servindo até mesmo de blindagem às inúmeras denúncias de desmando e corrupção que pulularam ao longo de seu mandato. Por outro lado, os fatos recentes de ‘terrorismo’ deixam entrever a chamada ‘guerra híbrida’, em que as tecnologias incutem distorções das percepções da realidade, com o fim de defesa dos interesses dos grupos de poder e econômicos comandados desde os países centrais, por vezes associados aos serviços de inteligência de países de poderia bélico-econômico como Estados Unidos e Israel (KORYBKO, 2015; HOFFMAN, 2007; PONZILACQUA, 2019b, p. 12).
Emblemático foi o escândalo envolvendo o ministro da Educação de Jair Bolsonaro, chamado Milton Ribeiro. Como pastor evangélico, e a exemplo dos seus antecessores, o ministro não estava credenciado para a pasta assumida. Mas o acoplamento político-religioso, e as bases de apoio do governo, na sociedade e no congresso, impeliram-no à nomeação. Claro, fórmula comprovadamente inadequada de acoplamento e confusão entre a esfera de poder e o domínio religioso. O escândalo de desvios de verbas, destinadas à educação pública para organizações religiosas, não só o levaram à renúncia e à prisão, ainda que temporária, como também chamuscaram a imagem de probidade que o governo pretendia passar (cf. PORTAL G1, 2022).
c) Crise da pandemia e restrições sanitárias
O Uruguai se notabilizou pela organização dos serviços religiosos e suas restrições durante o período da pandemia de Covid-19. Em vez de imporem restrições unilateralmente, houve coordenação das atividades, com a ausculta das comunidades religiosas durante o período.
Os tribunais de alguns países, com destaque para Brasil, Chile, Costa Rica, Honduras, Jamaica e Colômbia, se notabilizaram por reconhecerem a importância da proteção da liberdade religiosa, especialmente em sua dimensão cultual, durante os períodos de crise sociais. (FUNDAÇÃO AIS, id., loc. cit).
d) Interação estatal com as organizações religiosas
Em Cuba, Nicarágua e Venezuela, as organizações religiosas, não só católicas, mas cristãs de um modo geral, são hostilizadas pelo Estado. Os acontecimentos que tiveram curso na Nicarágua em 2022, que culminou na detenção de hierarcas católicos, ratificam as constatações do Relatório da ACN Universal. A Nicarágua registra assassinato de sacerdote, o que também sucedeu nos países vizinho El Salvador, Honduras e México, além do Peru (FUNDAÇÃO AIS, 2021, p. 41). Os deslocamentos (migrações) impactaram também Nicarágua, El Salvador, Honduras, México, além de Haiti, conforme o relatório (ibid., loc. cit.). Não foram apresentados dados significativos sobre a Venezuela, mas há com certeza impactos significativos sobre a liberdade religiosa dos refugiados que chegam em números expressivo aos países vizinhos, especialmente ao Brasil.
No México, a ausência de Estado de Direito, favoreceu a ampliação da atuação de organizações criminosas que implicaram na violação de direitos de civis. No estado de Jalisco, houve ameaças recorrentes a sacerdotes e, em alguns casos, culminaram em assassinato (FUNDAÇÃO AIS, 2021).
É patente, em todos os países analisados, que a hegemonia cristã do continente latino-americano não garante igualmente respostas contundentes no sentido de proteção da liberdade religiosa. Outrossim, o que se percebe é a distorção dos valores cristãos em privilégio de ideologias políticas. Há avanço sistemático da secularização em todos os países enfocados – e também é fenômeno generalizado na América Latina.
A desqualificação das hierarquias tradicionais é outro aspecto bastante notável, o que atinge especialmente o catolicismo, em que as conferências episcopais são explicitamente desautorizadas pelos líderes políticos, atitudes fomentadas inclusive por segmentos internos das igrejas, notadamente os dissidentes mais conservadores, que se associam a extremismos de direita, numa desastrosa confluência político-ideológica, em detrimento dos valores de ‘reverência e obediência’ propugnados tradicionalmente pelas próprias denominações abraçadas, numa notável contradição entre práticas e doutrinas desses adeptos (FUNDAÇÃO AIS, 2021, p. 40-41).
e) Racismo Religioso
No Brasil, são notáveis também os casos de violação de crença dos adeptos das religiões chamadas de ‘afrobrasileiras’, trazendo a urgência de discussão do ‘racismo religioso’ e as necessárias medidas de enfrentamento, o que parece ter sido já sinalizado pelo novo governo recém-empossado. A ex-primeira dama, Michelle Bolsonaro, ela mesma filiada ao evangelismo pentecostal brasileiro, não poupava discursos de ódio contra as práticas das religiões afro-brasileiras, o que foi amplamente registrado pela imprensa nacional e até estrangeira (cf. CATRACA LIVRE, 2022). Fenômeno também observável contra as formas de compreensão religiosa dos indígenas e que se dissemina em muitos outros países latino-americanos e também nos Estados Unidos.
Conclusiones:
Conclusão
Subsiste em boa parte da América Latina amálgama do estado com as instituições confessionais, a despeito da rejeição significativa de parte da opinião pública. Essa confusão recrudesce à medida que se ampliam os mecanismos de distorção da realidade, mediante o estabelecimento de polarizações políticas, na emergência de ‘guerra híbrida’, em que, mediante instrumentos tecnológicos, grupos políticos manipulam a sensibilidade e falseiam as doutrinas em favor de nítidos interesses de suas facções.
Em geral, o quadro de proteção à liberdade religiosa pelos estados é ambíguo. Houve avanços, embora poucos, mas significativo, quer nas legislações, quer nas interpretações jurisdicionais. Mas igualmente subsistem e se incrementam formas de hostilidade ostensiva, passando por discursos de desqualificação de outras crenças, até pela violência física, ameaças e homicídios.
A América Latina, pode até parecer mais tranquila que outras regiões do global, em que se revelam certas modalidades de proteção dos direitos religiosos e se tinha como espaço relativamente acolhedor, convivial e tolerante, mas essa situação está longe de ser expressão generalizada e concreta por toda a parte. Há indícios de deterioração, a despeito mesmo dos avanços técnicos no campo constitucional e legislativo.
Bibliografía:
Conclusão:
Subsiste em boa parte da América Latina amálgama do estado com as instituições confessionais, a despeito da rejeição significativa de parte da opinião pública. Essa confusão recrudesce à medida que se ampliam os mecanismos de distorção da realidade, mediante o estabelecimento de polarizações políticas, na emergência de ‘guerra híbrida’, em que, mediante instrumentos tecnológicos, grupos políticos manipulam a sensibilidade e falseiam as doutrinas em favor de nítidos interesses de suas facções.
Em geral, o quadro de proteção à liberdade religiosa pelos estados é ambíguo. Houve avanços, embora poucos, mas significativo, quer nas legislações, quer nas interpretações jurisdicionais. Mas igualmente subsistem e se incrementam formas de hostilidade ostensiva, passando por discursos de desqualificação de outras crenças, até pela violência física, ameaças e homicídios.
A América Latina, pode até parecer mais tranquila que outras regiões do global, em que se revelam certas modalidades de proteção dos direitos religiosos e se tinha como espaço relativamente acolhedor, convivial e tolerante, mas essa situação está longe de ser expressão generalizada e concreta por toda a parte. Há indícios de deterioração, a despeito mesmo dos avanços técnicos no campo constitucional e legislativo.
Palabras clave:
Direito, Religião, Estado, Intolerância.
Resumen de la Ponencia:
En la presente ponencia expondrán algunos avances de la investigación doctoral que llevo en curso titulada “La presencia de los evangélicos en el escenario político uruguayo del siglo XXI” (UdelaR). La pregunta de investigación que guía la ponencia es la siguiente: ¿cuál es la cosmovisión religiosa que inspira el accionar de los representantes políticos evangélicos en el parlamento uruguayo, así como en otros ámbitos de la política uruguaya? Asimismo, le siguen las siguientes preguntas específicas: ¿cuáles son causales del surgimiento de este actor político- religioso?; ¿cuáles son los objetivos de su accionar en el terreno partidario?; ¿en qué políticas públicas buscan incidir?Desde un abordaje cualitativo, se analizarán 21 entrevistas realizadas en el marco de mi tesis doctoral a figuras políticas evangélicas relevantes en Uruguay. Desde mediados de la década de 1980, comenzando con el caso brasileño, el surgimiento de una bancada evangélica sacó a la luz el perfil completo de este nuevo actor social que las ciencias sociales reconocieron de manera tardía, ya que el pentecostalismo venía creciendo hacía décadas (Burity, 2008). Hoy quienes profesan el cristianismo evangélico son uno de cada cinco latinoamericanos: el 19%. Según el Latinobarómetro (Encuesta del año 2017). En varios países latinoamericanos (Argentina, México, Perú, Chile, Costa Rica, Colombia), grupos evangélicos se han manifestado en marchas contra el aborto, contrarios al matrimonio gay y en defensa de la familia tradicional, en alianza con los católicos. Vemos de todas maneras que este conservadurismo religioso choca contra una inmensa cantidad de latinoamericanos que se definen como “no creyentes”, el 18% según el Latinobarómetro (2018). Eso hace que estemos ante un escenario muy polarizado en la región, donde también se evidencian manifestaciones de ciudadanos que reclaman la laicidad del Estado, al no compartir las posturas religiosas de estos grupos en temas de familia, género o reproducción. Uruguay, el país más laico del continente, comienza a percibir en el último decenio el incremento de figuras públicamente reconocidas como evangélicas en la arena política. En esta ponencia analizaremos los siguientes núcleos temáticos: 1) trayectorias religiosas y políticas de dichas figuras, su cosmovisión y acción en la arena política uruguaya; 2) principales áreas en las que han aportado o buscan incidir; 3) percepciones sociales acerca del aborto; 4) representaciones sociales sobre la Ley de Regulación y Control del Cannabis; 4) la Ley Trans; 5) educación sexual en las escuelas; 6) el concepto de familia y el matrimonio de personas del mismo sexo; 7) opiniones acerca de la Eutanasia; 8) el papel de las religiones evangélicas en los contextos de pobreza (alimentación, atención a personas con consumo problemático de sustancias, personas en situación de calle, etc.); 9) ¿Hermano vota a Hermano?; 10 ) evangélicos en la salud; 11) La Ecoteología.Resumen de la Ponencia:
O presidente brasileiro, Jair Messias Bolsonaro, tem sido aclamado por boa parte de religiosos, em especial evangélicos, como um enviado de Deus para moralizar o país e torná-lo totalmente cristão. A partir disso, pretende-se analisar elementos messiânicos mobilizados pela figura de Bolsonaro desde sua eleição, mas em especial no contexto de pandemia, em que houve uma intensificação dos embates políticos, dos ataques à laicidade do Estado e à política de saúde pública no país. Utilizou-se para isso imagens e discursos de Bolsonaro televisionadas ou disponibilizados na mídia escrita e/ou digital e as relações por ele e sua equipe estabelecidas com lideranças religiosas evangélicas representativas. Argumentamos que Jair Bolsonaro, ao se colocar como um outsider na política e ao utilizar trechos bíblicos e palavras de ordem cristãs e conservadoras, promove um populismo calcado em uma espécie de “sacralidade” do cotidiano, impulsionada pela ideia da restauração da família tradicional e de um tempo de prosperidade e segurança associado ao período de ditadura militar, tempo esse que, na verdade, nunca existiu no Brasil.Resumen de la Ponencia:
Resumo:Não poderia ser diferente, o fenômeno protestante reflete a ambigüidade humana estando sempre em mutação, contudo, suas mudanças significaram uma opção pela precariedade em sua performance social. Não obstante, há que se mencionar, suas raízes estiveram fincadas na gênese da modernidade com o que esse processo significou para as várias facetas do conhecimento humano. O movimento da Reforma Protestante sendo, por um lado, filho do Renascimento em termos de superação do obscurantismo e da superstição ocidental após quase um milênio de história, e por outro lado, o ethos protestante como incubadora do Iluminismo, a partir da Alemanha, colocava a razão no centro da ação humana juntamente com a fé, lutando pelo princípio da liberdade de consciência, de exame e de expressão e por importantes conquistas sociais e culturais, demandas do novo tempo que nascia. Em outras palavras, os movimentos protestantes, ora ajudaram a dar luz àquelas características que fizeram da modernidade um mundo melhor: pluralismo social, princípios democráticos, crescentes conquistas nos direitos humanos, avanço das ciências e da educação etc., ora flertaram ou foram os responsáveis diretos por aquilo que houve de mais obscuro: sectarismo religioso, racismo, capitalismo predatório, individualismo egoísta, materialismo, fideísmo cego, fundamentalismo doutrinário e seus corolários. Assim, os séculos XVII e XVIII são, provavelmente, os mais ricos e interessantes, quando se trata de entendermos o caráter paradoxal que marca a história dos grupos protestantes. Hoje, após as grandes mudanças estruturais e seus dilemas característicos do século XX, vivemos, no Brasil e no mundo, tempos sombrios de crises. Estes podem ser momentos de oportunidade quando a memória do ontem deveria abrir um caminho para o amanhã, quando o despertar de um sentido de herança se converte em poderoso determinante de um destino. Entretanto, no caso brasileiro, o segmento evangélico, por entender-se proprietário da interpretação correta das escrituras e, portanto, portador e detentor da verdade suprema que de Deus lhe vem diretamente, optou por um modelo que espelhasse tal condição na vida prática, no cotidiano: o poder temporal, como sinal da presença de Deus, via adoção do autoritarismo político armamentista presente de maneira explícita em um messianismo aventureiro para o governo da nação. O resultado é um imenso país dividido, não mais entre as tradicionais ideologias de direita, centro e esquerda, como foi a tradição ocidental, mas entre o Bem e o Mal. Era o que faltava: um maniqueísmo, fabricado pela fusão do fascismo e seus vis interesses com certo conservadorismo moralista fácil e a fé evangélica oportunista.Resumen de la Ponencia:
En las últimas décadas las iglesias Pentecostales chilenas han pasado de ser marginales a tener una presencia más visible y pública en la sociedad. Históricamente las comunidades Pentecostales ponían énfasis en mantener una distancia del “mundo.” Esta postura implicaba no participar en organizaciones políticas o en sindicatos y además de la cultura popular como el baile, la música popular, el trago, etc. Pero en el Chile actual se puede observar quiebres generacionales al interior del pentecostalismo chileno. Una nueva generación de Pentecostales, que en su mayoría no son excatólicos, sino han crecido en familias Pentecostales, han ido a la universidad (a diferencia de sus padres) y pertenecen a la clase media chilena. Muchos de ellos dejan a la religión de sus padres, pero otros se quedan en sus iglesias, y tratan de cambiar el pentecostalismo desde al entro. El objetivo de esta ponencia que está basada en investigaciones de campo en diferentes iglesias pentecostales chilenas es analizar las diferencias generacionales al interior del pentecostalismo chilena, incluso las reconfiguraciones de dimensiones simbólicas, ideológicas, creenciales e imaginarios sociales. La ponencia se enfoca mas de todo en las nuevas generaciones de creyentes y su vinculación con el espacio público, incluso su postura hacia la política y la cultura popular.Resumen de la Ponencia:
Michel Foucault, aclamado filósofo francês, com certeza é um dos autores que mais marcam o pensamento contemporâneo. Suas contribuições, inúmeras para a teoria social, são essenciais para adensar uma sociologia do esoterismo. Sigo a proposição de Antoine Faivre, que entende o esoterismo como saber e sensibilidade: não apenas como conhecimento secreto, contraparte do Iluminismo, e sim como corrente (contra)cultural que, desde o século XV, congrega a síntese do gnosticismo e dos construtos cosmológicos renascentistas. As fontes históricas do esoterismo apontam para uma leitura de mundo renascentista que remontam as práticas do cuidado de si antigas, bem como uma cosmovisão astrológica renascentista, e que se reinventam em diferentes temporalidades históricas. A partir de certa brecha na obra de Foucault, entre a arqueologia dos saberes e a hermenêutica do sujeito, meu trabalho pretende, justamente, entender como certas tradições ocidentais ‘espirituais’ das práticas de si sobrevivem de formas sincrônica e diacrônica integrando o esoterismo moderno. Assim, pretendo, a princípio, elencar os elementos fundamentais das práticas do cuidado de si antigas, analisadas longamente por Foucault em Hermenêutica do Sujeito. Para isso, faço menção a algumas tecnologias de si analisadas pelo autor que podem ser entendidas como antecessoras das práticas esotéricas gnósticas, como a praemeditato malorum e a arte de viver, entendidas como manifestações culturais que fundamentaram a dimensão gnóstica do esoterismo. Depois, analiso a proposta de Foucault em As Palavras e As Coisas, ao delinear a epistéme das semelhanças e compará-la à epistéme da representação e à construção das ‘ciências do outro’. Tal entendimento será necessário para embasar os fundamentos epistêmicos do esoterismo, ou seja, para que se possa entender de quais topoi, como coloca o autor, partem os fundamentos do esoterismo, entendido como um saber gnóstico e cosmológico. A proposta, em resumo, tratará de mapear rastros das práticas de si antigas que fundamentam a filosofia como prática espiritual, na extensa obra de Foucault e elucidar suas afinidades com o esoterismo moderno e reler Foucault, por vezes contra, mas fundamentalmente para além de si mesmo, elaborando uma releitura de sua obra, principalmente como um marco importante para a construção de uma sociologia do conhecimento esotérico.
Introducción:
O esoterismo costuma ser definido a partir de suas expressões, como um termo ‘guarda-chuva’. Entendido muitas vezes no senso comum como sinônimo de gnosticismo ou hermetismo, o esoterismo também é capaz de englobar as chamadas ‘ciências ocultas’, como astrologia, magia e alquimia, saberes como cabala e tarô, bem como correntes culturais como o movimento Rosacruz, a Maçonaria e a Teosofia, até se confundir com as diversas práticas espirituais da chamada Nova Era.
As reflexões sobre o esoterismo remontam a pesquisa ora em curso sobre a transformação dos jogos de cartas em oráculos, dos séculos XV ao XIX, no Doutorado em Sociologia do Programa de Sociologia e Antropologia da Universidade Federal do Rio de Janeiro, sob orientação do Prof. Frédéric Vandenberghe. A pesquisa procura mapear as diferentes tentativas de imaginação das cartas de jogar e do tarô do Renascimento à modernidade, procurando entender a relação entre jogos, imagens e construção de sentido dos oráculos a partir de cartas dentro do quadro da sociologia do conhecimento.
Procuro, nos limites deste artigo, (i) definir o esoterismo a partir de suas bases teórica e metateórica, apontando seus fundamentos cognitivos e (ii) delinear, a nível exploratório, não somente afinidades temáticas, mas também uma possível interpretação de Michel Foucault tendo em vista uma síntese de perspectivas internas ao autor capazes, a meu ver, de lançar bases fecundas para uma sociologia do conhecimento esotérico.
Desarrollo:
Afinal, o que é esoterismo?
Etimologicamente, ‘esoterismo’ é um neologismo que remonta ao termo grego esôterikos, referente a tudo aquilo que é interior (Stuckrad, 2010, p. 45).
“O adjetivo ‘esotérico’ (do grego esôterikos, que significa “o interior” [o interno; the inner]) é documentado pela primeira vez em uma sátira de Lucian de Samosata no século II, termo que contrasta com ‘exotérico’, que também já estava presente na filosofia grega antiga. O neologismo ‘esoterismo’, entretanto, tem uma história relativamente mais recente. Em sua versão francesa ‘l’ésotérisme’ parece ter aparecido em 1828, quando do alvorecer da crítica do Esclarecimento à religião, também quando correntes religiosas alternativas começam a romper com o Cristianismo mainstream.” (ibid., idem).
O sentido clássico grego (voltar-se para dentro, o contrário de exotérico) possui em si uma ambiguidade: se não entendido apenas como termo reflexivo, ‘esotérico’ pode se referir a algo reservado para poucos, um conjunto de conhecimentos apenas para os iniciados, que toma um sentido importante como de fato muitas vertentes esotéricas ficaram marcadas quando das primeiras ondas do chamado ocultismo no século XVIII, quando a era do Iluminismo provocou uma ‘interiorização institucional’ do esoterismo, no sentido de um conhecimento secreto a círculos fechados.
Em termos históricos, o esoterismo tem relação com diversas correntes de sabedoria antiga, próprias da Antiguidade tardia, principalmente o gnosticismo e o neoplatonismo (Hanegraaff e Broek, 1997). Algumas dessas narrativas foram descritas por Foucault na fase final de sua obra. O esoterismo, porém, passa necessariamente pela revitalização dessas correntes filosóficas e culturais no Renascimento, quando da publicação e tradução, por exemplo, do Corpus Hermeticum por Marsílio Ficino em 1462, bem como com a influência da cosmovisão astrológica, tão marcante característica do período (Dooley, 2014).
Porém, o esoterismo, em termos sociológicos, só pode ser entendido como fenômeno moderno, uma vez que, no período renascentista, o que se entende contemporaneamente como esoterismo tratava-se da cosmovisão hegemônica vigente, ou como topos, como quer Foucault. Com isso, quero dizer que só existe esoterismo no sentido de uma esfera ou campo autônomo justamente quando do declínio da cosmovisão renascentista e da progressiva construção de hegemonia do pensamento científico ilustrado e da modernidade.
Para estabelecer, contudo, bases de construção teórico-conceitual de uma sociologia do esoterismo, é preciso caminhar pelas tentativas de construção do próprio campo. Uma das mais influentes formulações sobre a temática foi a de Antoine Faivre, que contesta o sentido de esoterismo como disciplina secreta, conhecimento arcano, já que o Renascimento foi um período histórico de eclosão do imaginário esotérico. Esoterismo também não se confunde com processo iniciático, o que é intrínseco a toda religião. Essa associação entre esoterismo e iniciação, para ele, revela uma tentativa de marginalizar o esoterismo (Faivre, 1992, p. 06).
Faivre elenca quatro elementos essenciais do esoterismo: primeiramente, a lei das correspondências: a partir da interdependência universal, toda realidade é capaz de ser simbolizada. Essa característica é o que Foucault chamou de epistéme das semelhanças ou das similitudes, mas que o autor, como veremos, ampliou e cujos elementos internos examinou a fundo.
Em segundo lugar, a ideia de natureza vivente, sendo a magia naturalis e o paracelsianismo exemplos clássicos dessa característica essencial do esoterismo. Isso significa que, no pensamento esotérico, tudo na natureza se move: entre a magia e a ciência, emerge um conhecimento gnóstico, regido por simpatia e antipatia (ibid., idem), pautado na tríade Deus-homem-natureza.
Em terceiro lugar, Faivre destaca o que chama de imaginação e mediações: imagens simbólicas tomam vida, como, por exemplo, anjos, daemons e todos os intermediários de Deus e da natureza em relação ao homem. São eles que permitem um conhecimento gnóstico, um mundus imaginalis.[1]
Em quarto e último lugar, a experiência da transmutação é imprescindível como característica do esoterismo. Aqui, Faivre diz respeito ao elemento gnóstico e alquímico do esoterismo. Essa característica assenta suas bases históricas no mesmo contexto da discussão de Foucault em História da Sexualidade, especialmente nos volumes 2 e 3, e Hermenêutica do Sujeito, quando se trata da relação do sujeito com a verdade.
Na verdade, o esoterismo se trata de uma forma de conhecimento, assim como pensou Faivre, mas também procuramos pensar, sociologizando o tema, ao entender o esoterismo como epistéme, mas também como uma forma de cosmologizar o mundo, desdobrando seus nexos internos para realmente entender que articulações cognitivas são centrais para o esoterismo e, por conseguinte, para propriamente defini-lo[2]. Pretendemos demonstrar, com este trabalho, que Foucault produz um adensamento heurístico e teórico dos elementos trazidos à baila por Faivre.
Para esse empreendimento e para compreendermos melhor o esoterismo, desde suas origens, precisamos recorrer a um patamar arqueológico para entender seus fundamentos gnosiológicos. Assim, uma articulação entre o que Foucault entende como ‘verdade de si’, a partir do princípio do ‘conhece-te a ti mesmo’ é articulado ao que ele anteriormente em sua obra entenderia como ‘epistéme das semelhanças’.
Elemento gnóstico ou subjetivo – a verdade e o sujeito da Antiguidade ao Renascimento
Michel Foucault foi, sem dúvida, um pensador múltiplo, atravessado por preocupações pessoais diversas e mesmo por transformações históricas importantes que impactaram sua trajetória de pesquisa, suas afinidades temáticas e suas orientações teórico-políticas.
Sua obra considerada madura, aquela em que Foucault delineia a ‘microfísica do poder’ em termos da produção de corpos dóceis no circuito biopolítico que envolve diversas instituições e formas de subjetivação, foi, sem dúvida, uma virada epistêmica em termos da relação entre poder, subjetividade e linguagem, consagrando essa fase de sua obra o ‘autor-Foucault’, não somente como filósofo reconhecido, mas também como instituição, já que, quando se pensa Foucault, imediatamente associa-se ao Foucault da crítica ao biopoder.
Porém, Foucault fundamentalmente possui pelo menos quatro fases em sua obra, marcadas tanto por preocupações temáticas distintas, mas também por diferentes pressupostos epistemológicos: a arqueologia dos saberes e o surgimento das ciências humanas; a já citada genealogia do poder, marcada pela compreensão dos mecanismos de biopoder que desembocam em uma genealogia da governamentalidade, no primeiro momento, para passar a uma crítica do neoliberalismo, uma fase intermediária em que Foucault começa a se distanciar tanto do estruturalismo quanto de seu quadro teórico hipercrítico, e, finalmente, a hermenêutica do sujeito, em que as práticas helenísticas do cuidado de si tornam-se uma possibilidade de pensar uma estética da existência, quando Foucault objetiva propor uma filosofia, em certo sentido, ‘emancipatória’ em relação ao poder[3].
Na verdade, os primeiros escritos de Foucault, a partir de As Palavras e as Coisas, consagraram uma pesquisa muito frutífera para a construção de uma sociologia do conhecimento esotérico, já que partimos da premissa ainda intuitiva de Faivre segundo a qual o esoterismo se trata de uma ‘forma de pensamento’ ou ‘conhecimento’. Assim, uma análise sobre o esoterismo como epistéme será necessária.
Mas, o esoterismo não é apenas um conhecimento, e sim um conhecimento de si. Nesse sentido, será crucial recorrer à hermenêutica do sujeito para entender de que bases gnosiológicas partem o esoterismo, e não apenas epistemológicas. É interessante pensar que, ao início de sua obra, Foucault apenas pensa a emergência do sujeito como desejante a partir do quadro epistêmico das ‘ciências do outro’, no século XIX, com especial destaque para sua reflexão sobre antropologia e psicanálise, por exemplo. Aposto que, na verdade, com a virada de sua perspectiva para a hermenêutica do sujeito, Foucault relativiza o quadro teórico do início de sua obra: agora, o sujeito aparece na Grécia Antiga, não dessa maneira nomeado, porém como um ser no mundo que produz ativamente o cuidado de si.
A partir de sua leitura de Platão, o que chama de autocuidado coincide com o cuidado da polis. Foucault encontra na Antiguidade o princípio do cuidado de si (epiméleia heautou), cujo imperativo de conhecer-se a si mesmo (gnôthi seauton). O “conhece-te a ti mesmo” é a “fórmula fundadora da questão das relações entre sujeito e verdade”, segundo ele (Foucault, 2004, p. 5).
Foucault entende a filosofia como “a forma de pensamento que tenta determinar as condições e os limites do acesso do sujeito à verdade”, que se complementa, na época clássica, à espiritualidade, entendida como
“o conjunto de buscas, práticas e experiências, tais como as purificações, as asceses, as renúncias, as conversões do olhar, as modificações da existência, etc. que constituem não para o conhecimento, mas (...) para o ser mesmo do sujeito, o preço a pagar para ter acesso à verdade (...) [assim,] a espiritualidade postula que a verdade jamais é dada de pleno direito ao sujeito” (ibid., p. 18).
Assim, na espiritualidade, “a verdade só é dada ao sujeito a um preço que põe em jogo o ser mesmo do sujeito” (ibid., p. 20). Essa filosofia reflexiva do cuidado de si como prática espiritual é uma chave importantíssima para entender como uma prática social pôde sobreviver ao se metamorfosear da Antiguidade até o mundo contemporâneo por meio do esoterismo.
Foucault estabelece, então, um quadro histórico-filosófico: (i) de Sócrates e Platão, passa pelo que chama de (ii) ‘era de outro’ da cultura de si, situada entre os primeiros séculos da nossa era, representado pelos estóicos, cínicos e epicuristas e pela conversão ao (iii) ascetismo cristão, nos séculos III-IV (ibid., p. 41).
Após os séculos III e IV, Foucault estabelece a primeira derrocada do princípio do cuidado de si com o que chamou de ‘pastorado cristão’ ou ‘poder pastoral’, que pode ser entendido como a virada histórica em que a relação do sujeito com a verdade passou pela via confessional cristã, dado que, agora, o cristianismo não mais convivia com sua vertente gnóstica, mas sim como uma projeção de poder que opera na chave pastor-rebanho. O pastorado cristão e, posteriormente, o ‘momento cartesiano’ promovem o ocaso do cuidado de si na cultura ocidental.
Assim, a cultura de si no helenismo valoriza o sujeito mesmo como instância do cuidado de si e estabelece a vida como obra de arte, daí surge a ideia de uma “arte de viver” (ibid., p. 254). Foucault lembra que a temática do cuidado de si retorna na modernidade como uma “ética ou estética de si”, desde Nietzsche, até Baudelaire, passando pelo pensamento anarquista, pelo dandismo e por Schopenhauer (ibid., p. 305). Trata-se da “relação de si para consigo” que atravessa a governamentalidade do governo de si e dos outros, de uma cadeia que articula a política e a ética (ibid., p. 306-307).
Foucault defende que Descartes foi o marco de transição entre uma forma de subjetivação cuja filosofia servia como cura de si, como forma de cuidado e de autoconsciência, mas também de ação política e de governamentalidade, em que o sujeito se transformaria na imanência de seu cuidado, para um marco em que todos têm acesso à filosofia, porém, não necessariamente praticam o conhecimento como exercício espiritual. Com Descartes, não há mais condições de acesso à verdade pelo sujeito; assim, o conhecimento se equipara à verdade.
Essa leitura de Foucault, primeiro em relação à conversão do pastorado cristão e, muitos séculos depois, ao momento cartesiano, como rupturas à cultura do cuidado de si reforçam a ideia de que o esoterismo sobrevive como uma terceira corrente cultural no Ocidente, não se confundindo com o Esclarecimento e nem com o cristianismo, ainda que possam ter afinidades em determinados contextos.
Um dos exercícios de pensamento interessantes citados por Foucault é a praemeditatio malorum, a meditação dos males futuros. Quem trabalhou nesse sentido foram os estóicos estritos, como Sêneca e Epicteto, assim como Plutarco. Esse exercício consistia em “considerar o pior sempre como certo”, e não prever desgraças futuras, como sói parecer. Só são males os males por conta da opinião que desses eventos temos; nada seria mal em si. (ibid., p. 609).
A praemeditatio malorum trata-se de um exemplo de prática de si que será antecedente das articulações cognitivas que Foucault entenderá como divinatio, a ser discutida na próxima seção, que consiste em uma forma de relação com o mundo em que o tempo do sujeito e o tempo do cosmos (categoria renascentista) produzem uma colagem. Por mais que não se tratem do mesmo fenômeno, podem ser consideradas preocupações reflexivas dos sujeitos em relação ao futuro.
Esses exercícios, por mais que possuam variações diversas, que começam com Platão e o cuidado de si como cuidado da polis e vão tomando tons mais individualizados até os séculos III e IV, podem ser consideradas protoformas do que na modernidade se entenderia como esoterismo. O princípio do cuidado de si como filosofia espiritual que não é dada ao sujeito, e sim como ethos reflexivo marcará o que procuramos chamar de atitude gnóstica ou gnosiológica do esoterismo.
A partir das considerações iniciais, pautadas na conceituação descritiva de Faivre e da leitura mais aprofundada de Foucault, chegamos à conclusão inicial de que, na verdade, o esoterismo possui dois eixos interdependentes como elementos internos centrais: o elemento gnosiológico ou subjetivo, herdeiro do primado do cuidado de si da Antiguidade, enquanto vertente cultural que o faz sobreviver em diferentes temporalidades históricas, mas também de um elemento cosmológico ou objetivo central que radica na Renascença como uma epistéme (a das similitudes ou semelhanças), ou seja, uma forma de ser do Renascimento que também revive-se através de diferentes temporalidades históricas.
Elemento cosmológico ou objetivo – do Renascimento ao moderno esoterismo
O autor estebelece a ousada proposição categorial epistéme muito embasado, sem dúvida, pelo clima intelectual do estruturalismo francês, do qual foi um dos condutores. Epistéme será entendida como a fundamentação englobante de cada época histórica, entendida como o topos, a forma de vida última capaz de formar e englobar cada temporalidade histórica.
Antes de apenas uma forma de conhecimento, uma epistéme fundamenta uma forma de habitar o mundo – daí a relação topográfica e a metáfora arquitetônica das ‘topias’ – que tem implicações como discursos que promovem práticas sociais. Pode-se considerar, então, o pensamento foucaultiano como topológico, já que sempre pressupõe uma instância metassintática que coordena, de acordo com a temporalidade histórica, a junção de palavras e coisas.
O conceito de epistéme será central para analisar como o esoterismo se constrói como forma de conhecimento que representa uma sobrevivencia cultural de diversas temporalidades históricas e que acaba por constranger sociólogos mais imediatistas que não entendem as origens do interesse dos jovens contemporâneos por astrologia ou mesmo que se satisfazem pela compreensão deslocada do fenômeno da Nova Era, sem recorrer às fontes clássicas do esoterismo.
Visto que o esoterismo, então, trata-se fundamentalmente de um saber gnóstico e cosmológico pautado numa relação de ressonância entre o macrocosmo e o microcosmo, é preciso voltarmos nossa atenção para o que Foucault entende como epistéme das semelhanças. Trata-se de uma forma de vida (e de conhecimento) que se caracterizou pela ideia de que todo o universo poderia ser simbolizado a partir da interdependência universal. Em síntese, Deus imprimiria sinais nas coisas (semiologia), restando ao homem interpretá-las (hermenêutica).
Foucault estabelece três diferentes epistémes em análise em sua obra: a primeira é a epistéme das similitudes ou das semelhanças, da época da Renascença; a segunda, a epistéme que funda a chamada Idade Clássica, ou a epistéme das ‘ciências do mesmo’, do início do século XVII; e a terceira, a que funda a Idade Moderna, com o surgimento das ‘ciências do outro’, já no século XIX.
Enquanto a epistéme das similitudes retrata uma relação de simbolização e contiguidade entre sujeito e mundo, a epistéme da Idade Clássica é pautada na serialização e na quantificação do mundo, que o autor também volta ao termo grego: mathesis, ou seja, a vontade de matematizar o mundo e sequenciar as coisas em categorias, quando se institui, por exemplo, a estatística e a taxonomia, que serão bases para a economia política, alguns séculos depois.
Já a epistéme da época moderna será caracterizada pelo descobrimento do sujeito como um outro de si mesmo: a partir da literatura e da instituição do narrador, o sujeito moderno consegue identificar-se e colocar-se na posição de alteridade: daí surgem ciências como a antropologia e a psicanálise, por exemplo.
A epistéme das similitudes possui quatro formas essenciais de articulação interna do ‘conhecimento por semelhança’. A primeira delas é a convenientia. Seu postulado prega que, quanto mais próximo fisicamente, mais uma coisa será conveniente à outra; trata-se de uma similitude pela relação de vizinhança. O próprio autor exemplifica: alma e corpo estão juntos fisicamente e se parecem, em termos morfológicos; o homem e tudo o que o rodeia, a terra e o mar são exemplos de relações de convenientia (ibid., pp. 26-27).
A segunda articulação cognitiva das similitudes era chamada aemulatio: a emulação não depende da vizinhança, e sim de uma relação entre reflexo e espelho, como por exemplo, quando se dizia que a mente do homem emularia a sabedoria de Deus; a boca é associada a Vênus (veículo do amor), já o nariz teria a ver com Júpiter e Mercúrio: são formas de semelhança que não dependem da vizinhança e quando uma coisa é reflexo ou espelho da outra (Foucault, 1971, pp. 28-30);
Já as analogias, a terceira articulação, incorporam um pouco da convenientia e da aemulatio, mas são mais específicas: por exemplo, a cabeça do homem corresponde à folha da planta; seu corpo ao caule e os pés à raiz. Trata-se tanto de uma emulação, um reflexo do espelho, quanto de uma conveniência, dada a proximidade do homem com a planta, mas é mais complexa, porque parte do corpo corresponde, analogamente, a outras de forma coordenada (ibid., pp. 30-32);
A quarta e última articulação são as simpatias. “Aqui, não existe nenhum caminho determinado de antemão, nenhuma distância está suposta, nenhum encadeamento prescrito” (ibid., p. 32). Segundo Foucault,
“a simpatia é um exemplo do Mesmo tão forte e tão urgente que não se contenta em ser uma das formas do semelhante; tem o perigoso poder de assimilar, de fazer as coisas idênticas umas às outras, de mesclá-las, de fazer desaparecer sua individualidade – assim, então, de fazê-las estranhas ao que eram. A simpatia transforma.” (ibid., idem).
A simpatia carrega um ‘poder mágico’, portanto, no sentido de transformar as próprias coisas. Foucault a exemplifica com os quatro elementos aristotélicos: a simpatia opera por assimilação de um suposto outro que se torna o mesmo, descaracterizando-o. Por exemplo, os elementos têm antipatia entre si: ar e água: ou seja, ar nunca se torna água e vice versa, mas ar pode se transformar em fogo, por exemplo, por simpatia. As simpatias e antipatias coordenam as outras formas de semelhança, porque as coisas só podem se emular, avizinhar ou serem análogas pelo mecanismo de simpatia (ibid., p. 34).
Esses quatro princípios só fazem sentido se o mundo é entendido por meio de assinaturas. Fundamentalmente, a epistéme das similitudes opera por meio delas, segundo Foucault. O sistema de assinaturas inverte a relação entre o visível e o invisível: trata-se do que Foucault chamaria do mundo como um ‘grande sistema de hieróglifos’. Assim, as semelhanças apenas reproduzem ou espelham sigilos mágicos da natureza, analogamente ao mito da caverna de Platão. Acrescendo ao elemento da magia naturalis ou natureza vivente, a que se refere Faivre, as assinaturas são símbolos postos à disposição de quem consegue lê-los.
As assinaturas são formas de associação entre elementos conhecidos e desconhecidos na natureza que são trazidos à vista pelas analogias. Por exemplo, as linhas da mão seriam consideradas uma emulação do céu ou dos planetas nas mãos, mas também uma analogia entre as linhas da mão e a vida amorosa de seu portador e suas fases da vida, por exemplo. Outro exemplo comum à época é a relação com as plantas: estas têm assinatura porque, analogamente ao corpo, expressam um padrão, assim como emulam a força dos planetas e avizinham (convenientia) o reino vegetal e o reino humano. A assinatura, assim, pressupõe um “mundo em prosa”: tudo o que existe é observável, decifrável e comparável.
Diferentemente dos historiadores do esoterismo, Foucault demonstra, aqui, como o esoterismo possui elementos internos qualitativos que podem qualificá-lo como forma de conhecimento e de relação com o mundo específica, não apenas, como quer Faivre, com elementos exteriores. Assim, a epistéme das similitudes – forma de conhecimento e de relação com um mundo de ultrassimbolização, de premência da hermenêutica e da semiologia – pode ser considerada a grande fundadora do conhecimento esotérico, porém, tal afirmação só fará sentido se as assinaturas atravessarem o sujeito como uma prática de si.
Nesse sentido, o conhecimento esotérico é necessariamente reflexivo e cosmológico, reunindo, em si, a experiência da vida do sujeito com as assinaturas expressas no mundo: a cosmovisão neoplatônica de correspondência do macrocosmos com o microcosmos é fundamental nesse contexto, formando um grande espelho de correspondências (ibid., p. 39).
Porém, alguns desdobramentos necessários da epistéme das similitudes creio que sejam elementos fundamentais não pontuados na literatura sobre o esoterismo. O primeiro deles é a dimensão temporal do esoterismo, que Foucault chega a mencionar quando se refere a essa epistéme como divinatio. Essa implicação direta trata da dimensão temporal da experiência: a colagem do tempo subjetivo com o tempo do mundo no esoterismo se dá a partir justamente da divinatio.
A divinatio, ressalto, precisa ser entendida tanto em sentido temporal: adivinhar no sentido de divinizar o futuro, como também a epistéme das similitudes institui a divinatio no sentido de que tudo no universo é divino (dimensão espacial, topográfica, de onde parte a reflexão do primeiro Foucault).
A questão da divinatio tem como vetor correspondente e inseparável a imaginação e o imaginário inflados à epistéme das similitudes, o segundo elemento central marginalizado na literatura. A semelhança só se exerce a partir da imaginação. Isso implica em que (i) as imagens são fundamentais na cosmovisão e na epistéme renascentista e todas as relações de semelhança são pautadas em imagens; (ii) a perda de hegemonia da epistéme renascentista em relação à epistéme clássica e, posteriormente, à moderna implica entender uma decadência do pensar com imagens, de entender o mundo a partir de sinais e imagens vivas.
No século XVII, a tendência de matematizar o mundo, tornar as coisas séries contábeis a partir da taxonomia, das estatísticas e da probabilidade formou uma ‘ciência geral da ordem’ e que, progressivamente, no século XIX, dá lugar a outro sistema com o surgimento do problema do eu e do outro, mas também do sentido, não mais apenas de interpretar o mundo, como no Renascimento, de representar o mundo, como na Idade Clássica, mas também de dar sentido ao mundo, como na Idade Moderna.
Em resumo, ressalto alguns elementos centrais para a definição e a compreensão sociológica do esoterismo: em primeiro lugar, o resgate arqueológico do princípio do cuidado de si como prática espiritual na Antiguidade como um antecessor das formas de reflexividade do esoterismo – a que chamei de elemento gnóstico ou subjetivo do esoterismo. Em seguida, a epistéme das similitudes ressalta o elemento cosmológico ou objetivo do esoterismo. Para isso, a dimensão temporal da divinatio e a dimensão da imaginação mostraram ser características intrínsecas ao esoterismo.
A questão, porém, reside no fato de que, com Foucault, mas também contra Foucault, a epistéme das similitudes só faz sentido como um conhecimento de si, uma vez que seus elementos internos de articulação cognitiva já mencionados só podem ser entendidos se as assinaturas cosmológicas atravessem a prática de si dos sujeitos, exercendo esse cosmoteísmo renascentista a dinâmica de uma filosofia como forma de espiritualidade, nos termos de Foucault.
[1] Para Faivre, místico refere-se a tudo aquilo que é fruto de uma revelação direta de Deus, enquanto esotérico refere-se àquilo que precisa da mediação das imagens para acessar a Deus, da imaginação criativa (Faivre, op. cit., p. 17). Por isso, para Faivre, a imaginação, no sentido de ler com imagens, imaginar como criação de imagens e mundos, é tão importante nesse contexto. Imaginar, para ele, parte do mesmo campo semântico e cosmológico de imagens, magia e magnetismo (ibid., p. 18).
[2] Nesse ponto, estou de pleno acordo com a instigante categoria cosmoteísmo de Hanegraaff.
[3] Quem sabe, uma indisciplina em relação a si mesmo, enquanto autor-instituição que acabou se tornando.
[4] Novamente, procuro salientar a importância de voltar à Antiguidade para entender as raízes da epistéme renascentista, bem como já observado em relação à praemeditatio malorum.
[5] Para melhor análise, ver, por exemplo, Cassirer (2001).
Conclusiones:
Chegamos à conclusão preliminar, a partir de uma leitura muito particular de Foucault, de que a análise do esoterismo como uma sobrevivência cultural das práticas do cuidado de si antigas revelam uma relação do sujeito com a verdade central para o entendimento do esoterismo moderno, bem como a epistéme das similitudes é capaz de revelar um topos de conhecimento que encontra ecos mesmo em fenômenos contemporâneos, como a chamada Nova Era. Poderíamos, então, definir o esoterismo como um ethos, uma relação do sujeito com o mundo que possui um elemento gnóstico e outro cosmológico: uma forma de se relacionar com o mundo reflexiva e cosmoteísta.
A leitura de Foucault precisa ser minuciosa, para que não se caia numa espécie de hipercrítica social. Entendemos que, da arqueologia à genealogia, de nítida inspiração nietzscheana, Foucault apresenta, por vezes, uma filosofia da história muito sincrônica, em que elementos genealógicos aparentam-se como antecedentes históricos em sentido por vezes lineares.
Em termos de outra filosofia da história, procuro pensar desdobramentos conceituais a partir de Aby Warburg, que entende a história como ondas de sobrevivências culturais, fundadas na dialética rememoração-reinvenção do imaginário social. O conhecimento esotérico constrói mundos imaginados; não somente reproduz, e sim reinventa a totalidade do cosmos em cada reaparição. Trata-se da excelência do “pensamento fantasmagórico”, segundo Warburg, que elabora o repositório do imaginário cultural ocidental.
Com essa crítica, não pretendo prescindir de Foucault, até porque sua análise das epistémes, ou mesmo suas obras sobre os diversos dispositivos discursivos que compõem as sociedades disciplinares ou a governamentalidade não se tratam de mera lógica sincrônica. Procuro apenas enfatizar, com Warburg, os elementos diacrônicos de reinvenção e criatividade histórica.
Como Foucault sempre se preocupou majoritariamente com as correntes hegemônicas no pensamento moderno, talvez por isso tenha tão pouco se referido explicitamente ao esoterismo, bem como pouco se interessado tanto pelo gnosticismo quanto pelo neoplatonismo, que influenciariam muito o fenômeno em tela. Porém, suas contribuições são, sem dúvidas, centrais para entender o esoterismo segundo seus elementos cognitivos, como síntese gnóstico-cosmológica, uma forma de imaginação e temporalização do mundo; um jogo de imagens em movimento que constituem parte de uma totalidade cósmica que atravessa o mais íntimo do sujeito.
Bibliografía:
CASSIRER, E. Indivíduo e cosmos na filosofia do Renascimento. São Paulo: Martins Fontes, 2001.
DOOLEY, B. (ed.). A companion to astrology in the Renaissance. Leiden/Boston: Brill, 2014.
FAIVRE, A. L’ésotérisme. Paris: Presses Universitaires de France, 1992.
FOUCAULT, M. Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas. México: Siglo Veintiuno, [1966] 1971.
_______. A ordem do discurso. São Paulo: Loyola, [1970] 2014.
_______. Hermenêutica do sujeito. São Paulo: Martins Fontes, [1981-82] 2004.
STUCKRAD, K. Locations of knowledge in Medieval and Early modern Europe: esoteric discourse and Western identities. Leiden/Boston: Brill, 2010.
Palabras clave:
Michel Foucault; Esoterismo; Epistéme; Cuidado de si.
Resumen de la Ponencia:
En la actualidad, el paisaje religioso chileno se caracteriza por un crecimiento sostenido de la desafiliación de las instituciones tradicionales, quintuplicándose en los últimos treinta años desde un 7 % a un 37%, solamente superado por Uruguay en la región (Encuesta Nacional Bicentenario, 2021). Asimismo, constituye uno de los casos de mayores niveles de creencia a nivel individual dentro de la población que se declara sin afiliación religiosa dentro de los países de la OCDE (Le Foulon et al., 2021). Esta tendencia se desarrolla en un momento de profundas transformaciones sociopolíticas y crisis de las autoridades a nivel societal. Es en este contexto que la siguiente ponencia presenta resultados preliminares de una investigación doctoral en curso. En concreto el objetivo aquí presentado consiste en explorar los modos en que individuos categorizados como “creyentes sin afiliación religiosa” se relacionan con Dios, la religión institucional y la espiritualidad. Para ello, se utiliza como marco teórico el enfoque de la religiosidad vivida o lived religion, la cual centra su análisis más en las prácticas que en las ideas o creencias, caracterizándose por concebir las prácticas religiosas cotidianas de los individuos como dotadas de una coherencia práctica interna (Ammerman, 2007; MacGuire, 2008). Cabe señalar que por religión entenderemos una red de relaciones que articula a las personas con poderes suprahumanos a través de prácticas culturales que influencian sus vidas (Frigerio, 2018; Morello, 2020). Estos vínculos puedes manifestarse en espacios ajenos a las instituciones tradicionalmente legitimadas para la producción religiosa. El estudio se centra en dos ciudades de Chile: Santiago y La Serena y metodológicamente se estructura mediante una estrategia cualitativa, utilizando la entrevista en profundidad, elaborado con una muestra compuesta por 12 hombres y mujeres entre 25 y 45 años. El análisis abarca el ámbito biográfico, relacional, institucional y los procesos de individuación. Éste último constituye una estrategia que posibilita encastrar la experiencia religiosa cotidiana dentro de una trama histórica (Araujo y Martuccelli, 2012), reconocimiento procesos de orden estructural que posibilitan una mayor comprensión de la evolución de las creencias en las últimas décadas.Resumen de la Ponencia:
Este ensaio teorético tem por objetivo colocar em questão o debate sobre a religião no pensamento brasileiro desenvolvido no contexto da Escola do Recife no século XIX. Esta Escola significou um amplo movimento que se manifestou nos mais variados aspectos da cultura, tais como na literatura, na música, na filosofia, na sociologia, no direito, na história, no folclore, na ciência, na educação etc. Os fios com este movimento foram levados às últimas consequências no âmbito da filosofia, da literatura, da antropologia, mas ao tocante à questão da religião e, também à própria teologia, estes respectivos fios foram cortados no séculos XX e XXI. Assim, não se verifica um debate no âmbito das Ciências da Religião e nem da Teologia brasileiras em continuidade com o movimento da Escola do Recife e, portanto, da nossa própria tradição cultural anterior (hipótese). Inegavelmente, Tobias Barreto, Sílvio Romero e Raimundo de Farias Brito movem em um diálogo crítico com o passado cultural brasileiro ao mesmo tempo que sintonizam a cultura brasileira com o debate europeu quando subsumem perspectivas advindas do positivismo, do evolucionismo, do espiritualismo europeus abrindo horizontes que marcarão de forma indelével o início do século XX no Brasil. Assim, o debate religioso que está em curso na Europa com Hegel, Bruno Bauer, Ludwig Feuerbach e outros, ganham configurações singulares em Barreto, Romero e Brito na cultura brasileira.Resumen de la Ponencia:
Partiendo de la premisa de que el Derecho es una tecnología para el control y la racialización de los cuerpos negros (ALMEIDA, 2018), y para el mantenimiento de las élites en el poder (PIRES, 2019), este artículo pretende mostrar cómo la blanquitud, como lugar de privilegio sistémico ( SCHUCMAN, 2012; CARDOSO, MILLER, 2017) utilizaron normas y políticas migratorias para perpetuar las ventajas unilaterales del racismo estructural. La base teórica se basa en estudios anticoloniales, poscoloniales y decoloniales porque permiten comprender cómo sigue vigente el patrón de dominación colonial basado en jerarquías raciales. La primera parte del artículo discute la instrumentalización del Derecho como garante del lugar de la blanquitud, y como soporte del racismo estructural. La segunda sesión muestra cómo las normas migratorias fueron utilizadas de manera ambivalente como instrumento para controlar y racializar los cuerpos negros, y para mantener los privilegios del grupo racial dominante en Brasil.Resumen de la Ponencia:
O debate sobre migrações faz parte da história. A mobilidade humana acompanha a humanidade. No ano de 2019 o Comitê Nacional para os Refugiados (CONARE), no Brasil, analisou 33.353 solicitações de refúgio e reconheceu 21.515 pessoas (64,3%) como refugiadas. O presente estudo dá-se a partir de um processo de acompanhamento, das pessoas migrantes e refugiadas, que necessitavam acessar ao Sistema Único de Saúde (SUS) apresentando dificuldade de expressar-se em outras línguas, de entender o idioma falado no Brasil, das diferenciações dos contextos culturais, etc. Foi realizado, nesse contexto, pela Secretaria de Estado de Saúde do Rio de Janeiro, durante cinco anos, a sistematização do trabalho do acesso ao SUS, a realização de qualificações profissionais e a fundação do primeiro Comitê Técnico Estadual de Saúde Integral da População Imigrante e Refugiada do Brasil (CTESIPIR), em 2021, cuja dinâmica, atualmente, tem continuado. Findada minha participação, enquanto coordenadora do referido comitê, num segundo momento, a rede de migrantes haitiana em Maricá- RJ buscou dar continuidade ao trabalho estratégico que já vinha se desenvolvendo, dando prosseguimento à dinâmica de construção de ações agora entre seus habitantes. Para isso, representantes migrantes de dentro e de fora da cidade iniciaram um diálogo para pensar estratégias de movimentação junto à representantes brasileiras que apoiam a causa e possuem experiência no campo da gestão (incluindo-se a autora desse artigo/reflexão), iniciando assim, um diálogo de apoio, troca e construção de ações que possam auxiliar o grupo a desenvolver um caminho de possibilidades integrativas na cidade. A elaboração de propostas associativas, a possibilidade de projetos que visem à integração da cultura dos diferentes países, no campo da educação, da cultura e da produção de conhecimento, são possibilidades que vêm sendo aventadas e mobilizadas junto à rede. Maricá é considerada a cidade que mais arrecada royalties do petróleo no Brasil, onde entre 2018 e 2019, também ficou entre os municípios com maior ganho de participação no PIB do Brasil, tendo criado um Fundo Soberano, além de possuir Programas de Renda Básica, como a Moeda Social Mumbuca e Programas emergenciais que se estendem até o presente momento, como o Programa de Amparo ao Trabalhador. Nesse sentido, aspectos relacionados às forma de como o contexto brasileiro influencia na reprodução da vida social dos migrantes que escolhem Maricá, como um ponto estratégico de vida, ou de permanência temporária; bem como, se as possibilidades criadas, tem conseguido fazer frente à realidade do racismo brasileiro, enquanto barreira intrínseca da sociabilidade no país, dentre os caminhos percorridos em Maricá, e de que forma a riqueza dos royalties de petróleo extraída da Bacia de Santos é gerenciada pela cidade, tem alcançado as pessoas a população migrante, é o foco do estudo em processo.Resumen de la Ponencia:
O presente trabalho apresenta um panorama sobre a legislação do acesso educativo pelas crianças imigrantes haitianas e políticas de acolhimento que as escolas têm para receber essa comunidade no ambiente escolar em Curitiba. Este trabalho é fruto de uma análise que busca elucidar a quintessência da educação na vida do filho imigrante haitiano, sendo os imigrantes participantes e beneficiários das políticas dessa integração social. A educação é um direito universal e fundamental para todos em conformidade com a Declaração Universal dos Direitos Humanos de 1948, a Convenção sobre os Direitos das Crianças de 1989, a Constituição Federal Brasileira de 1988. Além disso, o Estatuto da Criança e do Adolescente de 1990 é um instrumento legal do país que também garante a proteção do direito à educação que deve ser fundamental para todos. No estatuto do estrangeiro nas convenções internacionais da ONU(1980) e na Lei brasileira de Migração de 2017, se condiciona a matrícula escolar do imigrante no país de acolhimento. A metodologia deste trabalho se remete a uma revisão dos macros legais contemplando diferentes legislações nacionais e internacionais sobre os direitos das crianças à educação. Esta pesquisa ainda em andamento vai se delimitar em analisar e investigar o cotidiano dos filhos migrantes haitianos no ambiente escolar sob o ponto de vista de acolhimento e dos acontecimentos não revelados na vida real que os sujeitos enfrentam diariamente, considerando que o sujeito em questão vem de uma cultura diferente e que é necessária uma cultura de acolhimento, no país que ele vai morar. Pode-se constatar que às vezes a cultura de seu país natal predomina e ele não se adapta com o novo ambiente social do país que ele está, passando a conviver com duas culturas simultaneamente. Segundo Ralph Linton (1945) definiu a cultura como uma configuração de comportamentos aprendidos, cujos os elementos são partilhados e transmitidos pelos membros de uma sociedade determinada. A questão do acesso à educação é formalmente um direito em relação à Constituição Federal Brasileira de 1988 e em outros marcos legais tanto nacionais como internacionais, no entanto a efetivação dessas legislações para as crianças migrantes ainda precisam ser melhoradas de modo a alcançar as demandas de acolhimento e convivência social no espaço escolar de modo a respeitar a diversidade cultural.Palavras-chaves: Crianças imigrantes; Legislações; Educação; Direitos Humanos.Resumen de la Ponencia:
La migración es un proceso de transformación identitaria que muestra una serie de interacciones, articulaciones e imbricaciones. En este escenario se desarrollan sistemas de significación temporal y espacialmente situados. Las reflexiones sobre los movimientos migratorios, los motivos que impulsan la movilidad, los lugares seleccionados como destino, y las circunstancias que envuelven la ida y la llegada, tienen mucho que relatarnos sobre los sistemas de producción de sentido que median los procesos de integración y reasentamiento de las personas migrantes. Como lo han evidenciado varias investigaciones, las formas de interacción de las personas migrantes y nativas en los contextos de recepción se encuentra mediada por las narrativas que configuran la diferencia y la identidad nacional. En ese sentido, en contextos como el latinoamericano, donde el mestizaje es la ideología rectora de la realidad social, la configuración de otredades ocurre en constante tensión entre el reconocimiento, la desigualdad y la delimitación de categorías que no siempre implican la inclusión en el imaginario de la colectividad nacional. En varios países de la región este proceso se materializa a través de situaciones de confrontación, disputa y negociación frente a los mecanismos de producción de identidades, situación que podría tener efectos en la forma en que las personas migrantes se incorporan en las sociedades de acogida.Teniendo en cuenta ello, esta investigación desarrolla una discusión a partir de la experiencia de un grupo de migrantes afrolatinoamericanos que residen en México hace más de cinco años. A partir del análisis de relatos de vida y trayectorias migratorias se busca dar cuenta de las distintas estrategias y mecanismos que las personas migrantes afrodescendientes despliegan en México en relación con la configuración de su identidad y la agencia de esta. Se ofrece una comparación de los relatos y trayectorias, así como la generación de un modelo analítico a través del cual se analiza la articulación de las experiencias de las personas migrantes con los discursos y prácticas que se desarrollan en México respecto a la delimitación de la diferencia étnica. De esta manera, el análisis de los relatos busca construir una narrativa colectiva que permita delimitar los espacios, dimensiones y respuestas que las personas experimentan y desarrollan frente a la interpelación de su identidad y su presencia física en el territorio. Por ello, las preguntas que orientan esta discusión son: ¿Qué mecanismos y estrategias se encuentran mediando la inserción social dentro de la población inmigrante en México? ¿Estos mecanismos dependen del lugar de origen, su género e identidad étnica? ¿Cómo se experimenta y delimita la identidad afrodescendiente en el proceso migratorio?Resumen de la Ponencia:
La manera en que se perciben los diferentes grupos sociales que conviven en un mismo territorio pueden distinguirse en dos: nosotros y ellos, en el entendido de que “nosotros” son los habitantes de una localidad, y “ellos” son las personas migrantes centroamericanas que se han establecido temporalmente en ese mismo territorio mientras esperan los avances de sus trámites legales, caravanas o del tren; y esta distinción contribuye, como sostiene Ulloa, al desarrollo de la xenofobia, pues esta “ha servido muchas veces de pretexto para someter a pueblos arguyendo razones religiosas, culturales, raciales, etc” (:176), en este caso, el otro, el centroamericano, se visualiza como aquél que busca dominar un territorio que ha sido construido por el habitante habitual que entiende el territorio como propio. Esta dinámica actual es la que necesita ser observada de manera puntual para evitar no solo conflictos locales profundos sino relaciones internacionales lamentables.Esta es una de las premisas que se sostienen en muchas partes de nuestro país a partir del paso de migrantes centroamericanos por nuestro país, sin embargo desde mediados de la década de los noventa han realizado trabajo voluntario para apoyar a quienes pasan por su localidad, Amatlán de los Reyes.Es ante esta situación que este trabajo pretende mostrar la manera en que Las Patronas, de manera consciente o no, se han empoderado para luchar contra la xenofobia, entendida como “la intolerancia hacia personas de otras naciones, razas o grupos étnicos distintos al propio, ha sido parte de la Historia desde civilizaciones ancestrales y con frecuencia ha estado latente en relaciones y luchas por el poder económico” (Ulloa, 2002:175), por lo que bajo el contexto de los últimos dos años, ellas continúan su trabajo con las variables que han tenido siempre, pero que hoy son más evidentes: son mujeres organizadas en pro del bienestar de los migrantes de paso.El trabajo se realiza desde una perspectiva fenomenológica en la región de Córdoba con la intención de tener la información desde el punto de vista de las personas expertas del fenómeno, quienes viven ahí.Resumen de la Ponencia:
El racismo en las ciudades es una realidad normalizada que afecta de manera trascendental a la población que la padece. Nuestra investigación de campo, con una duración de tres años 2017- 2019, identifica el racismo que padece la niñez indígena migrante. Los niños indígenas que viven en las urbes son receptores directos de discriminación racial, la cual en nuestra investigación la identifican al saberse discriminados por su color de piel, su pertenencia étnica y por su condición de pobreza. Esta situación afectará no sólo su autoestima, sino que el rechazo social con el que viven en las ciudades, traerá consecuencias estructurales que implicarán un aislamiento por parte de esta población, que no podrán integrarse de manera plena a la cotidianidad de la ciudad que habitan sintiéndose señalados y ciudadanos de segunda. Lo que dará como resultado un menoscabo de sus derechos sociales al no sentirse merecedores de todas las garantías que como ciudadanos pudieran tener en la ciudad.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho tem como objetivo compreender a relação entre a segregação socioespacial e o racismo estrutural, a partir de um estudo de caso. Para isso recorre à concepção de Manuel Castells sobre a segregação socioespacial, que o sociólogo espanhol, assinala que a mesma é o reflexo da distribuição espacial das classes sociais a partir de determinações econômicas, politicas, ideológicas, enfatizando a diferenciação social, mediante a organização do espaço em zonas de forte homogeneidade social, ou seja, rico convive com o rico e pobre com o pobre! E a interpretação sobre o racismo estrutural a luz do intelectual brasileiro Silvio Almeida, que explicita que o racismo é uma decorrência da própria estrutura social, ou seja, a partir da forma que se constituem as relações jurídicas, econômicas, familiares e politicas, fomentando um processo histórico e politico viabilizador de condições sociais para a discriminação sistemática. O território elegido como campo de pesquisa é o distrito de Cidade Tiradentes, localizado no extremo leste do município de São Paulo, é uma região que concentra mais de 50% de habitantes negros. O estudo retrata a segregação socioespacial dos moradores de Cidade Tiradentes, pautado em cinco eixos analíticos: espaço habitado; renda; violência estrutural; educação; acesso a serviços urbanos e sociais. A título de hipótese considerou-se que as regiões mais afastadas da região central da capital e das áreas nobres da cidade, concentram um quantitativo significativo de pessoas negras em territórios periféricos em virtude ao racismo estrutural. O percurso metodológico baseia-se em pesquisa bibliográfica, qualitativa e empírica. A pesquisa de campo, evidencia a concentração de pessoas negras em espaços segregados da cidade, ou seja, locais com infraestrutura urbana inadequada, serviços públicos precários e/ou inexistentes e extrema violência policial que fomenta o genocídio da população jovem e negra. Por fim, as analises evidenciam que a Cidade Tiradentes é um território caracterizado pela segregação socioespacial oriunda do racismo estrutural, um processo histórico e viabilizador de ações racistas dentro da estrutura social. Palavras chave: Cidade tiradentes; Racismo; segregação socioespacialResumen de la Ponencia:
La ponencia surge del proyecto: Indigeneity and Pathways Through Higher Education, el cual es una colaboración entre la Universidad de Bath, la Universidad Veracruzana y la Universidad Nacional Autónoma de México. El objetivo de este proyecto es analizar el papel y los alcances de la educación superior en los pueblos indígenas, enfocándose en los impactos que el tipo de universidad tiene en las experiencias, habilidades e identidades desarrolladas por los estudiantes indígenas en sus diferentes dimensiones sociales. La investigación se está desarrollando desde una perspectiva cualitativa, etnográfica y colaborativa. Para ello, estamos realizando entrevistas a una muestra de estudiantes universitarios indígenas, a los docentes, así como a los y las egresadoas/os. Una de las aristas del proyecto es comprender las experiencias de racismo, discriminación y segregación social que las y los estudiantes indígenas viven al interior de diversos modelos de formación universitaria. Para esta ponencia, nos centraremos en dos universidades de la Ciudad de México, una pública y otra privada. Hasta ahora, los resultados nos han permitido observar que, aún con la creciente reflexión y problematización en torno a la presencia de la diversidad sociocultural y lingüística, así como de la creciente implementación de políticas interculturales, en las universidades siguen prevaleciendo expresiones de discriminación, racismo y exclusión para jóvenes de comunidades indígenas. Estas expresiones emergen en el discurso o las prácticas de los pares, los profesores y, en ocasiones, de la misma estructura de institución. Entre estas tensiones los estudiantes indígenas buscan formas de resistencia, ya sea a través de la creación de redes, con el apoyo de profesores, o bien, desde la misma inserción a los grupos hegemónicos de estudiantes al interior de la universidad, con todas las complejidades que ello implica. Palabras Clave: Estudiantes indígenas, educación superior, racismo, discriminación, exclusión.Resumen de la Ponencia:
En esta ponencia expongo algunos hallazgos de la investigación de doctorado, que realizo actualmente en la Universidad Pedagógica Nacional, sobre racismo y minorización en la educación básica. Utilicé la entrevista a profundidad para acceder a los discursos del personal educativo de las escuelas primarias, que se analizaron desde una perspectiva interpretativa, recuperando los focos de experiencia y a los privilegios del saber de Foucault (2005, 2010).Para reconocer el racismo en las prácticas y concepciones concretas de las y los actores de la educación, es útil indagar en las marcas de los cuerpos que son racializados, ya que estas marcas, aunque no siempre determinantes, se movilizan para justificar y aparecer prácticas que inferiorizan a quienes las portan.Con base en la idea de marcas raciales, me centro particularmente en el análisis de la población superflua como lo ensaya Bauman (2020) en relación con el derecho de exención de Agamben (1992), población caracterizada bajo una supuesta condición de desperdicio en la producción de subjetividades, que en el caso de la educación, se manifiesta en la exclusión en el acceso y al derecho de educarse para perpetuar los valores propios, como un derecho cultural (Mehedi, 1999).Lo que se pone en juego en el racismo son las diferencias racializadas, las cuales se caracterizan por ser observables en la corporalidad (fenotipo, costumbres, indumentaria, habitus), construyendo marcas históricamente adjudicadas a grupos organizados en jerarquía social. “Es la frontera la que predice, literalmente hace aparecer, la diferencia entre ellos: la diferencia entre lo admitido y lo rechazado, lo incluido y lo excluido” (Bauman, 2020, p. 43). El objeto de mi análisis del racismo en educación primaria es la forma en que estas diferencias configuran la población superflua, despojada de derechos y de un lugar en la educación.Así, he encontrado que hay instancias en el funcionamiento de la Secretaría de Educación Pública a nivel de gestión y de implementación, que atiende las diferencias bajo la política de diversidad e interculturalidad, donde las poblaciones reconocidas como históricamente racializadas y puestas en condición de vulnerabilidad siguen ocupando un lugar marginal en las estrategias de educación inclusiva. Esto enfrenta a las maestras y autoridades que tratan cara a cara los problemas de niñas, niños y adolescentes a atender a un número limitado de estudiantes con estrategias solventadas por la autoformación y la sensibilidad personal hacia situaciones ordinarias en franco abandono.Agamben, G. (1998). Homo sacer. Valencia: Pre-Textos.Bauman, Z. (2020). Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. México: Paidós.Foucault, M. (2005). El orden del discurso. Buenos Aires: Tusquets editores.Foucault, M. (2010). El gobierno de sí y de los otros. México: Fondo de cultura económica.Mehedi, M. (1999). El contenido del derecho a la educación. Naciones Unidas.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho apresenta um recorte da Revisão Sistemática de Literatura (RSL) sobre o Programa de Estudantes-Convênio de Graduação (PEC-G) nas Instituições de Ensino Superior (IES) brasileiras, no período de 2010 a 2020, a partir de produções acadêmicas disponíveis no Portal de Periódicos Capes, Scielo e Catálogo de Teses e Dissertações da Capes, para responder a pergunta: como estudantes de países africanos egresso do PEC-G vivenciaram as relações étnico-raciais nos espaços acadêmicos? O PEC-G criado em 1965, destina-se à formação de estudantes internacionais em IES públicas ou privadas no Brasil. Conforme Decreto nº 7.948/2013, esse Programa é constituído por um conjunto de atividades e procedimentos de cooperação educacional internacional, preferencialmente com países em desenvolvimento, baseado em acordos bilaterais vigentes. Segundo o Ministério das Relações Exteriores de 2000 a 2019 entre os estudantes selecionados nesse Programa, 76% eram do continente africano, e em 2020 o PEC-G estava presente em 119 IES. A metodologia utilizada na Revisão Sistemática de Literatura sobre o PEC-G contou com auxílio da ferramenta StArt (State of the Art through Systematic Review) para os processos de planejamento, execução e sumarização. Depois desses processos, 47 produções acadêmicas foram aceitas nessa RSL, dentre o total de 276 produções localizadas, incluindo 63 textos duplicados e 166 rejeitados conforme critérios de exclusão. As produções aceitas foram organizadas em oito eixos temáticos e 31 textos abordaram de alguma maneira as relações étnico-raciais vivenciadas por estudantes/egressos do PEC-G, especialmente de países africanos, no ambiente universitário e/ou fora dele. Cabe destacar que a maioria dos participantes dessas pesquisas estavam matriculados nas IES e poucos eram egressos. Neste trabalho constam os resultados do eixo temático “trajetória universitária”, pois os 14 trabalhos desse eixo trouxeram nos relatos de participantes das pesquisas de 15 IES em diferentes regiões do Brasil, as dificuldades enfrentadas nessa trajetória tais como: incompatibilidade entre as representações midiáticas da “democracia racial” e a vivência universitária num ambiente que envolve discursos vinculados ao racismo, sexismo e xenofobia (PIZZINATO et al, 2017); dificuldade de interação social relacionada ao ser “estrangeiro, negro e africano” (SOUSA, 2015; MOTA, 2017); processo de adaptação a um país diferente que envolveu estranhamento e situações de preconceito (SILVA, 2015; BENITES, 2017); existência de imaginário da comunidade acadêmica de um “pensamento racial biológico essencialista” (ASSUNÇÃO, 2015); desenvolvimento acadêmico afetado pela dificuldade de interação com colegas brasileiros devido o racismo (SILVA, 2018). As experiências relatadas por estudantes de situações de racismo, discriminação e estereótipos também provocaram discussões sobre a valorização, reconhecimento e respeito da cultura africana, numa sociedade com preconceito racial como o Brasil (LOURENÇO, 2016). Além disso, a forma como o acolhimento é realizado na IES ajuda a reduzir essas dificuldades (ALMEIDA, 2019).Resumen de la Ponencia:
O objetivo deste trabalho é apresentar o ensino das relações étnico raciais em uma universidade pública tecnológica no sul do Brasil, a partir da promulgação Lei 10639/2003, que alterou a Lei de Diretrizes e Bases da Educação. A referida lei, resultado da luta dos movimentos negros no Brasil, determinou a obrigatoriedade do ensino da "História e Cultura Afro-Brasileira e Africana" no currículo oficial da Rede de Ensino nacional, assim como sua plena inclusão constituir critério de avaliação das condições de funcionamento destas instituições.Este estudo analisa o processo de implementação de ações em cumprimento da referida lei em uma unidade da UTFPR, universidade tecnológica, pública, federal, presente em 13 municípios do sul do país, região tradicionalmente de grande valorização da imigração europeia. Trata-se de uma instituição de ensino centenária, que oferece cursos em diversos níveis e áreas de atuação. A presente pesquisa restringe sua análise um campus específico da universidade: Campus Curitiba – capital do estado.O estudo apresenta os passos para a inclusão da temática nos cursos de ensino médio e superior, inicialmente, de forma transversal, em disciplinas do ‘núcleo comum’. Inicialmente, a partir do ano de 2003, ano de promulgação da lei, nos cursos técnicos, de ensino médio, foram inseridos conteúdos relacionados à História e Cultura Afro-Brasileira em disciplinas que compunham o chamado “núcleo comum”. Dentre elas: Língua Portuguesa e Literatura Brasileira, Artes, História, Geografia, Sociologia e Filosofia. Ainda que não tenha alterado as estruturas dos cursos, uma vez que não alterou ementas nem criou novas disciplinas, representou uma mudança significativa, pois exigiu adaptações por parte dos professores, que não haviam recebido formação sobre a temática enquanto, ao mesmo tempo, abriu novos caminhos de conhecimento aos estudantesPosteriormente, foram criadas disciplinas específicas, a mais longeva delas, a disciplina ‘Presença Africana no Brasil: Tecnologia e Trabalho’, ofertada de forma continuada desde 2013, de forma destacada junto aos diversos cursos. Os objetivos elencados pelo Plano da Disciplina são: “(1) Contextualizar a presença e contribuição dos povos africanos na construção do Brasil; (2) Analisar as contradições da racialização da cultura brasileira e suas repercussões nas dimensões do trabalho e da tecnologia; (3) Compreender a consciência negra e suas contribuições para a democracia racial necessária.” (DAESO, 2018, p. 1).Ainda que a lei determine e a disciplina seja ofertada com mais frequência, além da inegável contribuição histórica, social e cultural, ela não recebe destaque nas grades curriculares dos diversos cursos. Desta forma, reflete-se sobre os desafios, demandas e ausências a serem enfrentados no ensino das relações étnico raciais nesta universidade, com vistas não apenas ao cumprimento da lei, mas à construção de país justo e igualitário.Resumen de la Ponencia:
En el marco de formación académica del posgrado en Evaluación de Programas y Proyectos de Desarrollo y de Sociología y Trabajo Social como disciplinas dentro de la rama de Ciencias Sociales se identifica el gran reto de discutir y analizar qué significa la evaluación en las instituciones públicas costarricenses en los pueblos y territorios indígenas tras la propuesta del trabajo final de graduación. En los espacios de discusión a nivel sociopolítico se alude al reto que tiene por delante el ejercicio profesional de legitimación de la evaluación es los ámbitos públicos y en defensa de poblaciones históricamente vulneradas, pero qué implica esto cuando, además se añade a la cuestión en análisis la temática indígena, el enfoque intercultural y los servicios con pertinencia cultural. Al presentar una propuesta de evaluación exante a un programa público que propone una adecuación al servicio de acceso al agua, que además es declarado como derecho humano, se encuentra que el espacio académico tiene un vacío importante y es el conocimiento en interculturalidad. Cómo evaluar y posicionarse desde la crítica social en cuanto a la pertinencia de un servicio desde una mirada indígena, cargada de significados culturales en los conceptos de agua y las labores de la institucionalidad pública a través de la historia. Los aprendizajes y evidencias de vacíos tanto académicos, de formación y ejercicio en el ámbito público de como evaluar cuando unos de los aspectos que marca el servicio y sus usuarios es la diferencia cultural han sido una constante en el proceso llevado a cabo. Los instrumentos metodológicos, el significado y selección de los criterios de evaluación, y los enfoques tuvieron que ser discutidos desde una mirada diferente, así como cuestionar que está haciendo el ejercicio profesional de la evaluación y las ciencias sociales alrededor de las intervenciones públicas en los territorios indígenas costarricenses. Especialmente, cuando es una latente la inconformidad de los y las usuarios sobre la forma en que el Estado brinda sus servicios y la relación que han tenido con los territorios indígenas a lo largo de los años.Resumen de la Ponencia:
Este trabalho é uma reflexão sobre as possibilidades de ensino de história e cultura africana e afro-brasileira na Base Nacional Comum Curricular (BNCC) de História para o 6º ano do Ensino Fundamental. Este texto visa dar uma rápida contribuição para a educação das relações étnico-raciais por meio de um mapeamento das unidades temáticas, dos objetos do conhecimento e das habilidades da BNCC de História. O ensino de história e cultura africana e afro-brasileira é uma exigência da lei 10.639/2003 que alterou o artigo 26-A da Lei de Diretrizes e Bases da Educação Nacional e teve suas Diretrizes Curriculares Nacionais para a Educação das Relações Étnico-Raciais e para o Ensino de História e Cultura Afro-Brasileira e Africana aprovada em 2004, inaugurando assim uma política educacional para a promoção de igualdade racial no Brasil, como resultado de anos de lugar do movimento negro brasileiro. Compreende-se que a BNCC é um currículo a serviço de um projeto político neoliberal aplicado à educação, que pouco ou nada se preocupa com pautas de minorias políticas, como a questão das relações étnico-raciais, mas considera-se também o que afirma Gomes (2007) a respeito do currículo, que, quando em ação, pode tornar-se uma forte arma de resistência no processo de ensino e aprendizagem, muito mais determinado pela posição política e formação do docente que os implanta e os implementa do que mesmo pelas próprias legislações curriculares. Observou-se por meio de análise documental da própria BNCC que entre os objetivos do conhecimento para o 6º ano os povos africanos passaram a ser considerados povos da Antiguidade, período histórico este tradicionalmente hegemônico das histórias e culturas dos povos europeus, no qual até mesmo a história do Antigo Egito fora por muitos anos contada de forma a embranquecer a civilização egípcia, desvinculando-a do continente africano em uma forte manifestação de racismo que silencia, exclui e desvaloriza as contribuições africanas para a história das civilizações; além disso, alguns objetivos trazem consigo a história da África e afro-brasileira de forma implícita, como por exemplo, o objetivo que trata da origem da humanidade, uma vez que tem sido predominantemente aceita a teoria de que o continente africano foi o berço da humanidade. Sendo assim, pode-se perceber que ainda há muito a ser conquistado dentro da BNCC em geral e do currículo de História, ainda predominantemente europeizado e colonizador, porém não se pode negar as conquistas do movimento negro nacional dentro da BNCC e da área de História, por meio de toda sua luta para que suas histórias seja contadas e devidamente valorizadas.Resumen de la Ponencia:
En la última década se ha venido posicionando en algunas universidades latinoamericanas el debate del acceso igualitario de las poblaciones indígenas y afrodescendientes en la educación superior. Al mismo tiempo, se han fortalecido las luchas antirracistas de los/as estudiantes de los grupos étnicos en este nivel educativo. Teniendo presente estas discusiones, esta ponencia explora distintas tipologías de racismo presentes en la educación superior en Améria Latina, a partir de la implementación de los “Talleres colaborativos para la erradicación del racismo en la Educación Superior,” organizados en el marco de la Iniciativa para la Erradicación del Racismo en la Educación Superior (2018-2021) de la Cátedra UNESCO: Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina de la UNTREF.Resumen de la Ponencia:
Este estudo apresenta uma proposta de instrumento metodológico para análise das ilustrações em livros de literatura infantil de temática da cultura africana e afro-brasileira. O livro ilustrado compõe um produto cultural que perpassa muitas infâncias e demonstra complexidade em sua composição entretecida por textos visuais e verbais. Acerca das ilustrações que revelam personagens negras, a análise das imagens de tais livros é relevante para a percepção dos sentidos e significados elaborados sobre negros e negras na literatura infantil. A sistematização do “Percurso imagético literário” foi inspirada no modo como foram organizadas as metodologias das dissertações de Débora Cristina de Araujo (2010) e Megg Rayara Gomes de Oliveira (2012). Além disso, o método desenvolvido está fundamentado na tese de Luis Camargo (2006) sobre o diálogo entre textos verbais e visuais no livro infantil. A pergunta que orienta este estudo é: Quais elementos são necessários para a análise de imagem no contexto da literatura infantil de temática da cultura africana e afro-brasileira? A investigação das obras literárias pode ser realizada por três dimensões, a saber: a) Caracterização e contexto; b) Relação entre linguagem verbal e visual; e 3) Representatividade. A primeira dimensão, denominada Caracterização e contexto, trata do estudo das características estéticas das personagens negras, como também das interpretações sobre o contexto no qual foram retratadas. A segunda categoria, Relação entre linguagem verbal e visual, refere-se ao diálogo entre ilustrações e textos escritos. Nesse tópico é importante considerar a imagem como narrativa que integra a história de modo determinante, e não cumpre apenas uma função decorativa. A terceira dimensão, Representatividade, demanda uma investigação que contempla as relações raciais, bem como a necessidade de construção de práticas antirracistas que contribuam para a equidade racial na educação. Para demonstração do instrumento metodológico desenvolvido, foi realizada análise de 8 livros. Tais obras literárias foram: a) “Meu crespo é de rainha”; b) “Ombela A origem das chuvas”; c) “Alafiá: e a pantera que tinha olhos de rubi”; d) “O caderno de rimas do João”; e) “Meu avô africano”; f) “A cor de Coraline”; g) “Rapunzel e o Quibungo”. Foi possível compreender que é essencial adquirir conhecimento sobre aspectos artísticos relacionados às técnicas de elaboração de imagens, assim como articular tais teorias com os estudos sobre relações raciais. Além disso, conclui-se que ocorreram avanços nas ilustrações de personagens negras na literatura infantil, porém determinados estereótipos persistem, sobretudo pela superficialidade na reflexão sobre relações raciais ou ausência de comprometimento com a criação de imagens positivas de crianças negras.Resumen de la Ponencia:
O presente estudo visa analisar a presença do racismo nos discursos contrários a política afirmativa de cotas raciais. Também faz abordagem sobre situações ocorridas no âmbito da UFPR e que são representações de cenários de dominação ideológica. Como instrumentos de análise, foi utilizado aplicação de questionários junto aos estudantes negros que participaram do acesso através do sistema de cotas. Os dados levantados foram analisados sob a luz do método da Hermenêutica de Profundidade- HP (THOMPSON, 2011), o que contribuiu para a compreensão das estratégias ideológicas que cercaram a questão da política afirmativa de acesso e seu desdobramento na permanência dos estudantes negros. A pesquisa mostrou claramente, através dos seus dados, que nos cursos de graduação da UFPR as discussões não fazem parte da agenda de prioridades da instituição. Percebe-se cursos onde não há uma preocupação com essa discussão racial (48%) utilizados valores agregados declaram que em seus cursos essa temática nunca ou quase nunca é abordada, e somente 21% afirmam que sempre ou quase sempre o assunto é discutido. Thompson, ao elaborar sua construção teórica sobre modos de operação da ideologia, identificou os modos gerais e enumerou as estratégias típicas de construção simbólica. As respostas ao questionário foram ponderadas com a reinterpretação da ideologia com o método da HP. A indagação sobre a discussão da temática racial nos cursos de da UFPR encontra as seguintes respostas, as discussões sobre discriminação racial e diversidade não fazem parte da agenda de prioridades da instituição. Percebe-se que na maioria dos cursos não há uma preocupação com essa discussão temática (48%) valores agregados obtém-se um percentual de 79% de estudantes que declaram que em seus cursos essa discussão nunca ou quase nunca é abordada, e somente 21% afirmam que sempre ou quase sempre o assunto surge. Outros pesquisadores fizeram contribuições ao método, assim, Silva acrescenta que no modo dissimulação, onde há uma ocultação ou negação das relações de dominação, o silêncio tem sido utilizado como estratégia típica de construção simbólica. Dessa forma, o silêncio é utilizado para esconder a realidade social de desigualdade racial (SILVA, 2008). Os dados reforçam que na UFPR a estratégia do silencio tem sido eficazmente utilizada para encobrir a desigualdade racial vigente nesse contexto social. A falta de discussão da temática contribui para que o contexto racial brasileiro não seja devidamente conhecido e realizadas as devidas críticas. Mais do que esconder a desigualdade, esse tipo de estratégia corrobora para que processos discriminatórios continuem ocorrendo nas salas de aulas e nos corredores da instituição. Palavras chaves: racismo, estratégias ideológicas, hermenêutica de profundidadeResumen de la Ponencia:
Este estudo teve como objetivo analisar a constituição das representações sociais de professores do ensino fundamental sobre educação étnico-racial e as implicações em sua prática pedagógica. Tem como referencial teórico metodológico a Teoria das Representações Sociais e traz como categorias fundamentais a “educação”, “o racismo” e a “colonialidade”. A abordagem é qualitativa, com Técnica de Evocação de Palavras para produção de dados pelos professores do ensino fundamental de uma escola pública e o Mapa Mental para sua análise. O percurso deste estudo nos conduz a uma visão psicossocial da educação para as relações étnico-raciais na atualidade. Problematizamos o cômodo lugar a que uma perspectiva hegemônica de ciência e pesquisa — moldada na história moderna/ocidental/eurocêntrica — nos levaria. Daí o problema deste estudo: Como se constituem as representações sociais de professores do ensino fundamental sobre a educação étnico-racial e quais as implicações em sua prática pedagógica? Os resultados revelam que as representações sociais dos professores do ensino fundamental sobre a educação étnico-racial — num contexto diferenciado de mudanças socioculturais, político‑legais, econômicas e educacionais, engendrado desde o processo de redemocratização do Brasil — apresentam perspectivas ambíguas, que em alguns momentos podem reproduzir o racismo, o preconceito e discriminação racial via educação. Entretanto, além de mudanças sensíveis a visão, um “território simbólico” com “solo fértil” para que novas mudanças sejam concretizadas na sociedade e no cotidiano escolar vem sendo construído a partir de aproximações da perspectiva intercultural como referencial demandado pelos alunos e alunas e impulsionados pela organização e mobilização do Movimento Negro.
Introducción:
Sawabona a todos e todas — participantes e leitores — envolvidos com este estudo, que versa sobre a educação étnico-racial e objetiva analisar a constituição das representações sociais de professores do ensino fundamental sobre a educação étnico-racial e as implicações destas representações em suas práticas pedagógicas. Sawabona e shikoba. Essas expressões nos encaminham a uma outra forma de pensar; marcam algo diferente de uma realidade construída com a elevação da lógica racional moderna a status de um conhecimento verdadeiro, que supostamente garantiria o acesso a um pretenso mundo civilizado, evoluído, superior. Mundo, na verdade, marcado historicamente pela devastação de povos, num intenso genocídio praticado desde a colonização europeia na América, Ásia e África, que de alguma forma continua a nos atingir... É neste sentido que se faz importante o estudo das representações sociais de professores do ensino fundamental sobre a educação étnico-racial, base fundamental para a formação dos sujeitos em nossa sociedade. As representações sociais, de acordo com Moscovici (2015, p. 208), “são formadas através de influências recíprocas, através de negociações implícitas no curso das conversações, onde as pessoas se orientam para modelos simbólicos, imagens e valores compartilhados e específicos”. Assim, para Martins da Silva e Nascimento (2019, p. 9), “as representações sociais emergem a partir das trocas e negociações de conhecimentos partilhados e consensuados entre os sujeitos de um grupo social. Para compreendermos a perspectiva de estudo proposta é necessária uma compreensão da relação entre racismo, colonialidade e representações sociais que circulam no ambiente educacional. Portanto, faremos uma breve reflexão sobre essa relação. Ao longo do século XIX, quando as ciências sociais adotaram uma lógica científica afinada com os métodos das ciências naturais, as ideias evolucionistas e funcionalistas predominavam no pensamento social. Assim, a história era configurada num plano linear em que as sociedades eram classificadas sob um padrão europeu de “evolução” e “civilização”. Nesse sentido, as sociedades do além-mar eram consideradas primitivas e atrasadas e, portanto, só após percorrerem os mesmos percursos históricos dos países europeus poderiam alcançar o patamar da civilização, do racionalismo científico.
Na escola, por exemplo, o racismo se expressa nas relações entre os sujeitos que compõem a dinâmica social rotineira. Professores ainda reproduzem em suas práticas pedagógicas formas de preconceitos que se disseminam na sociedade em geral. Entretanto, os alunos e alunas hoje trazem inúmeras demandas socioculturais quando expressam suas diferenças na escola e os professores podem contribuir para superação de padrões de identidade e compreensões de mundo pautados em uma pureza racial inexistente, referenciada no modelo eurocêntrico de beleza, comportamento, valores, ideologias, que tenta forjar nos estudantes uma identidade marcada pela supremacia branca, cristã, heterossexual, masculina. Arroyo (2012, p. 125), ao articular o campo de disputas políticas às representações que elaboramos acerca dos sujeitos e grupos que consideramos diferentes, evidencia que a educação e as teorias e práticas pedagógicas são também atravessadas e desafiadas pelas tensões e disputas sociais, sobretudo nos grupos subalternizados. Assim, pode-se abrir um espaço maior para que relações dialógicas se concretizem no cotidiano escolar, uma vez que, ao compreender a complexidade do processo de ensinar-aprender, os agentes escolares podem fazer frente à insistência do racismo na atualidade. Nesse caso, ao articular o programa modernidade/colonialidade, a Teoria das Representações Sociais e a Educação intercultural nos remetem a investigações que englobam a realidade da educação escolar de uma perspectiva fundamental na construção do conhecimento, pois esta se encontra nas intersecções, pontes, travessas, “entre-lugares” (BHABHA, 2001), teias de significados que abarcam a relação dialógica entre indivíduo e sociedade.
Desarrollo:
Embora a presença do racismo na escola seja amplamente admitida pelos professores do ensino fundamental participantes deste estudo, evidências de que sua manifestação nem sempre é percebida são comuns nos discursos dos depoentes. Nesse sentido, outro aspecto concorre para que o racismo seja naturalizado na escola: a ausência ou o trabalho parcial que resgatem a história e cultura africana, afro-brasileira e indígena nas práticas pedagógicas cotidianas da educação escolar. De acordo com Müller e Santos (2014, p. 95): “A escola no Brasil, nas práticas educativas, conteúdos curriculares e relações desenvolvidas em seus ambientes e entre aqueles que nele transitam, acaba reproduzindo uma “lógica de discriminação”, fruto de uma hegemonia cultural de valorização da branquitude e desvalorização de padrões e valores culturais “não brancos”. De modo particular, a cultura negra, fatos, personagens e suas contribuições na construção da sociedade brasileira são considerados de menor valor, e até mesmo invisibilizados, mantidos os estereótipos e preconceitos, representados nos livros didáticos e nos espaços escolares nas cenas de escravidão, sofrimento e subserviência [...]”.
Portanto, como defende o autor, mais que admitir a presença do preconceito, da discriminação racial ou do racismo na escola, os professores — e todos aqueles que vivem os desafios impostos pela educação escolar — devem proceder uma radical transformação na perspectiva que considera a lógica de discriminação e orienta práticas perversas na escola. Na categoria Barreira atitudinal, agregamos as palavras que remetem às manifestações do racismo na escola: “bullying, preconceito, desrespeito, intolerância, apelidos, egoísmo, ignorância, tristeza, violência, desamor, piadas, ignorância, dor, maldade, descaso, velado”. Na categoria Ação, agrupamos as palavras em torno de práticas que, segundo os professores, podem combater o racismo: “conversa, valorização, direitos, conhecimento, educação, formação, diálogo”. Os professores identificam a manifestação do racismo na escola, o caracterizam como velado ou manifesto de outras maneiras como nas piadas. Associam o racismo ao “bullying”, que é uma expressão mais comum hoje para tratar da violência na escola, pelo maltrato sofrido por alunos e alunas que não se adequam a um padrão hegemônico de referência de beleza, classe, raça, gênero, etc. Ambas as categorias temáticas criadas — “Barreira atitudinal” e “Ação” evidenciam um movimento de reconhecimento da existência do racismo e das formas como podemos combatê-lo. Nesse sentido, Müller e Santos (2014, p. 98) destacam o duplo e paradoxal papel da escola quando se reportam ao problema do racismo neste microespaço: “A escola pode reproduzir a sociedade como ela é, mas também pode transformá-la”. Assim, diante do persistente racismo que assola o cotidiano escolar, com o mito da democracia racial ainda consolidando o preconceito e discriminação racial de forma velada e camuflada em “práticas aparentemente inclusivas, mas que mantêm a invisibilidade do negro”, torna-se fundamental a “descolonização da prática pedagógica e a efetivação de uma pedagogia antirracista”.
Consolida-se a imagem que retrata a superação do preconceito e discriminação raciais por meio da valorização da escola pela sociedade com a garantia da “infraestrutura” adequada para o trabalho do professor. Ao mesmo tempo, os professores enfatizam que as ações pedagógicas se transformarão à medida que tenham acesso a uma formação que lhes proporcione mais conhecimentos e esclarecimentos a fim de que outras mentalidades e identidades sejam originadas e se expressem na escola. Também há valores — individuais e coletivos — que entram na dinâmica das mudanças que retratariam a educação para as relações étnico-raciais expressas em ações pedagógicas diferenciadas. Nesse sentido, a luta por uma educação de qualidade que atenda às necessidades efetivas da população foi formalmente incorporada na Constituição Federal (CF) de 1988, que traz a educação como um direito social: “Art. 205. A educação, direito de todos e dever do Estado e da família, será promovida e incentivada com a colaboração da sociedade, visando ao pleno desenvolvimento da pessoa, seu preparo para o exercício da cidadania e sua qualificação para o trabalho” (BRASIL, 1988). A “cidadania” e a “dignidade da pessoa humana” são fundamentos da República Federativa do Brasil, que se constitui em Estado Democrático de Direito. Assim, tratar do “humano” significa considerar as diferenças que são construídas pelas culturas que formaram e fazem parte do que hoje é o país, assegurando minimamente o respeito à diversidade e sua valorização nos processos educacionais escolares e não escolares.
Conclusiones:
O percurso deste estudo nos conduz a uma visão psicossocial da educação para as relações étnico-raciais na atualidade. Ao situar o sujeito em um contexto sociocultural, negamos o conhecimento sem “alma”, abstrato, pretensamente imparcial, neutro, “puro”, ao mesmo tempo em que lutamos para resgatar os conhecimentos que entrelaçam subjetividade, intersubjetividade e transubjetividade. Nesse sentido, as representações sociais de professores do ensino fundamental sobre a educação para as relações étnico-raciais emergiram de um amplo movimento — consolidado nas relações engendradas pelos professores — que revelou a dinâmica com que são formadas — pelos processos de objetivação e ancoragem — as representações sociais e as consequentes atitudes que surgem no “horizonte” de saberes, expressando contradições e ambiguidades, imagens e sentidos que configuram a dinâmica da realidade sociocultural. As relações tecidas no cotidiano e representadas nos discursos dos professores trazem as marcas da sociedade em que são formadas, mas deixam evidentes também as transformações concretizadas desde a expressão simbólica, criativa, com redefinições que, às vezes, “rasgam” imagens e sentidos que padrões hegemônicos insistem em propagar como verdades absolutas. Uma certa mudança, entretanto, num nível mais subjetivo — mesmo que orientado por um “horizonte” coletivo de debates, divulgações, desnaturalizações acerca do racismo — poderá não corresponder às expectativas de uma mudança mais global/radical como a legislação sobre a temática dita.
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Palabras clave:
Representações sociais. Prática docente. Interculturalidade. Educação étnico-racial.
Resumen de la Ponencia:
Este resumo é parte indissociável do estudo que desenvolvo no Programa de Doutorado em Educação da Universidade de São Paulo - FEUSP. Com o objetivo geral de investigar a identidade racial de dois alunos, eles foram mobilizados a partir do tema ou omissão de respeitar as questões raciais nos currículos de dois cursos de pedagogia da Universidade Federal da Bahia - UFBA, na cidade de Salvador - Bahia - Brasil e na Universidade Enrique José Varona- UCPEJV em Havana – Cuba. Compreender como o Brasil, com as políticas de ação afirmativa, por meio de dois sistemas de cotas raciais para acesso às universidades em Cuba, com políticas universalistas de acesso ao ensino superior, permitem que a população negra pertença aos currículos. As análises iniciais estão ancoradas nos conceitos de lugar e de lugar socioantropológico, A partir dos estudos de Marc Augé (2009), Grada Kilomba (2019) e compreender a ausência de dois corpos negros dialoga com os estudos de Boaventura de Souza Santos, (2018). Pesquisar o lugar entrelaçado com a ideia de pertencimento ou não pertencimento insere a ausência como categoria fundadora para compreender as formas de representações raciais e as ideologias de legitimidade de duas disciplinas aos espaços e ao currículo desses cursos. A tradição sistêmica da educação comparada na América Latina me levou a priorizar os aspectos políticos, históricos e culturais que atravessam esses países. Entre eles, ou destino de terem sido os últimos países das Américas a abolir a instituição da escravidão. Cuba, após o triunfo da revolução de 1959, construiu uma trajetória muito singular em relação a valores, práticas políticas e projetos de integração social e racial, que serão divididos em diferentes formas de distribuição de renda, promoção e acesso ao emprego, saúde, educação básica e, principalmente, educação superior. Por outro lado, temos o Brasil, que viveu ao longo de sua história republicana desigualdades absolutas, processos políticos pelo liberalismo, introdução de políticas sociais, ciclos de reformas neoliberais, além de uma identidade nacional baseada na “cordialidade” e outra formulação de “democracia racial”. Trabalhar através de uma abordagem qualitativa com a história de grupos tradicionalmente silenciados requer uma perspectiva metodológica que evidencie e valorize as experiências por meio de uma análise detalhada. Como propõe Nóvoa (1998) ao afirmar que a educação comparada deve romper com o tradicionalismo. Esse tipo de exploração permite identificar como as mudanças e os mecanismos utilizados pelas políticas antirracistas têm contribuído para ampliar a percepção social de como as assimetrias de raça, classe e educação são socialmente assimiladas e denunciadas Palavras-Chave: Universidade. lugar antropológico. racismo.Resumen de la Ponencia:
A Lei 11.645/2008 que estabelece a obrigatoriedade do ensino das histórias e culturas afro-brasileiras e indígenas na educação básica, representa um importante passo para a luta antirracista no Brasil. Com a promulgação dessa Lei, o Estado brasileiro reconhece perante a sociedade a persistência do racismo estrutural na produção das desigualdades, assim como estabelece a educação como uma ferramenta estratégica para o enfrentamento desse problema histórico-social de longa duração. No entanto, essa inovação ainda enfrenta desafios para a sua implementação. O presente trabalho analisa criticamente esses desafios, focalizando os avanços e os limites da implementação da Lei 11.646/2008 na educação básica do Distrito Federal (DF). Para tanto, analisamos de forma triangulada três conjuntos de dados: i) notas de campo sobre as experiências de educação antirracista de duas escolas públicas do DF; ii) autorreflexões de estudantes que cursaram a disciplina Educação das Relações Étnico-Raciais ofertada na Faculdade de Educação da Universidade de Brasília entre os anos 2020 e 2022; iii) dados sobre os currículos e projetos políticos de 27 cursos de licenciatura da Universidade de Brasília. Os dados das experiências de educação antirracista das duas escolas públicas, indicam avanços promissores na implementação da Lei, mas revelam que eles ainda são pontuais e dependem, em grande medida, das disposições e compromissos individuais de professoras/es que já têm uma trajetória de engajamento nas lutas antirracistas. As narrativas das/os estudantes de licenciatura, revelam que a formação inicial de professoras/es ainda é um grande desafio e apontam para a necessidade de disciplinas que as/os capacitem e municiem teórica e metodologicamente para uma abordagem crítica e adequada da diversidade cultural brasileira e do racismo e seus efeitos. Isso é corroborado pelos dados dos currículos, disciplinas e projetos políticos das licenciaturas da UnB que ainda contam com escassos componentes curriculares obrigatórios sobre relações étnico-raciais nas diferentes áreas do conhecimento. Essa lacuna ganha ainda mais relevância analítica quando se considera o pioneirismo da Universidade de Brasília em temas como políticas afirmativas e adoção de cotas sociais e raciais na graduação e pós-graduação. Por fim, refletimos sobre a necessidade de se ampliar as análises que elucidem os avanços e os desafios da implementação da Lei 11.645 na educação básica, prospectando estratégias que fortaleçam a educação antirracista.Palavras-chave: Relações Étnico-Raciais, Racismo, Educação AntirracistaResumen de la Ponencia:
Este trabalho está vinculado ao Projeto de Pesquisa “Literatura Infantil Negra: debatendo a cor do silêncio na sala de aula”, desenvolvido pelo Grupo de Pesquisa Ensino e Linguagem- GPEL - da Universidade Federal do Rio Grande do Norte (Brasil), financiado pelo Conselho Nacional do Desenvolvimento Científico e Tecnológico - CNPq. Aborda cena pedagógica ocorrida em escola pública do ensino fundamental da cidade de Natal, em turma de 5º ano, com 25 estudantes na faixa etária de 11 a 12 anos, corpus de pesquisa qualitativa aplicada. O estudo se propunha a observar a resposta dos aprendizes ao texto literário como experiência estética e comunicativa (ISER,1991) considerando-se a mediação pedagógica pela metodologia da andaimagem (GRAVES&GRAVES,1995; 2013), em sessões de leitura de literatura infantil, com o professor lendo em voz alta e os estudantes acompanhando a leitura com o texto em mãos. O início do conto “O casamento da princesa”, (SISTO;BATISTA, 2009), em que o narrador se refere à beleza da personagem negra, gerou um frisson na turma e um dos aprendizes comentou: “Iiichi! Bonita?!” Deve-se assinalara que no texto verbal não há referência à cor da pele da personagem, essa informação é veiculada pela ilustração. Concluída a leitura, a professora abriu para discussão, que se desenvolveu sobre o enredo do conto. Como etapa seguinte do estudo, foi realizada uma entrevista com os aprendizes sobre a percepção da história lida. O aprendiz que iniciou a reação de estranhamento à figura da princesa foi entrevistado. Ao ser perguntado sobre por que reagira daquela maneira, ele respondeu: “A princesa podia ser mais branquinha!” Essa manifestação demonstra que embora a população brasileira seja de 56% de negros (IBGE,2018), observa-se que o padrão de beleza dominante desde a infância é o branco. O grave no episódio é que a mediadora se manteve em silêncio sobre a hostilidade dos aprendizes ao comentário do narrador. Espera-se que ao mediar um texto literário, o mediador crie andaimes para que os aprendizes vislumbrem a mudança de horizonte de expectativas, conforme teoriza a estética da recepção (ISER,1991). No processo, retome a reação do senso comum dos aprendizes e promova uma discussão em que os meandros do racismo estrutural (ALMEIDA, 2000), que se manifesta na sala de aula, seja confrontado e, em interação com o texto literário, os leitores aprendizes façam a travessia da visão estereotipada e racista sobre o negro à visão sobre a diversidade de maneiras de ser humano, e de manifestações da beleza.Resumen de la Ponencia:
Brasil, una sociedad altamente mestiza y jerarquizada, fue construído sobre un sistema de racismo estructural (ALMEIDA, 2020), atravesado por profundas cuestiones de raza, género y clase social y también por rezagos de colonialidad (BERNARDINO-COSTA; GROFOGUEL, 2016), que se ve reforzada por construcciones históricas y arreglos institucionales (GELEDÉS; CFEMEA, 2016) que aseguraron esta continuidad, así como el genocidio sistemático de la población negra (NASCIMENTO, 2017). Según Carneiro (2018), la sociedad brasileña, además de estar estratificada socialmente, está estratificada racialmente. Los estados y municipios reflejan esta realidad, especialmente el Distrito Federal (DF), donde aproximadamente el 58% de la población se ha declarado negra desde las encuestas realizadas en 2015, pero la presencia de negros es baja en las regiones donde el ingreso promedio es más alto. La educación es un factor de movilidad social, y, en el DF, el reflejo que tiene en las estadísticas es de desigualdades educativas, ya que los accesos están directamente ligados al color de los individuos (DISTRITO FEDERAL, 2017). El objetivo general es analizar los problemas socioeconómicos relacionados con la educación y el mercado laboral a través de un enfoque racial en el DF, con base en el informe “El Perfil Negro en el Distrito Federal 2011-2015”, de Empresa de Planeación del Distrito Federal (CODEPLAN-DF). Los objetivos específicos son: 1) trazar el perfil educativo de la población negra en el DF, y; 2) rastrear el perfil de inserción en el mercado laboral de la población negra en el DF. Partimos del siguiente problema: ¿cómo el proceso de formación del pueblo brasileño basado en el sistema de racismo estructural e institucional afecta los indicadores de educación y el mercado de trabajo en el DF? La hipótesis es que cuestionar el proceso de posicionamiento de la población negra en el mundo de la educación y del trabajo en Brasil debe partir del reconocimiento de los juegos de intereses de clase, que históricamente actúan en una dimensión política para promover la segregación, la dominación y la inferiorización de esta población, haciendo uso del racismo estructural como base y el institucional como instrumento de exclusión a través de la desigualdad social, reflejando los restos de la colonialidad y la organización del mundo capitalista. Este estudio es cualitativo, basado en el método deductivo. Es también una investigación bibliográfica, documental y exploratoria. El análisis se justifica por tratarse de un tema de relevancia social, fructífero campo de estudio de las Ciencias Sociales, que abarca cuestiones complejas de la sociedad y de las regiones brasileñas, aún en concordancia con las discusiones del GT 28. Los resultados esperados, en suma, son de verificar la actualidad de las investigaciones de CODEPLAN y eventuales transformaciones en los marcos educativos y del mercado de trabajo en el DF.Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia tiene como objetivo, exponer el trabajo sexual de calle como un hecho social e histórico que dialoga con la interseccionalidad. Dichas categorías atraviesan a las mujeres CIS y Trans que ejercen este oficio en las calles de la ciudad de México.Este trabajo forma parte de mi investigación doctoral, la cual se sustenta en el método etnográfico. A través de la observación participante puesta en marcha durante mi trabajo de campo entre el año 2021 y parte del 2022, he logrado comprender y profundizar en la cotidianidad de las mujeres que ejercen el trabajo sexual de calle. Esto me ha llevado a producir datos para identificar las formas de opresión a las que están sujetas. Muchas de ellas sobreviven entre el estigma por ser trabajadoras sexuales, por ser mujeres pobres y por su bajo nivel de estudios. Sin omitir que, las desigualdades que las atraviesan dependerán de su edad, género, su condición como mujeres migrantes, indocumentadas y su adicción a las drogas. Dicha intersección, derivada de un proceso de estigmatización, a delineado históricamente su calidad de vida. La situación que viven a diario estas mujeres, ilustra las profundas desigualdades y falta de oportunidades a las que se enfrentan todos los días, sobre todo quienes laboran en calles y avenidas. Si bien el trabajo sexual representa la posibilidad de generar ingresos sin exponerse a largas jornadas laborales o incluso, sin salir de casa, la clase social se vuelve importante a la hora de generar posibilidades. No todas las trabajadoras sexuales logran obtener los mismos beneficios económicos que les permitan acceder a otros espacios.La lucha política por la defensa del trabajo sexual a cargo de organizaciones civiles en la ciudad de México no ha logrado incluir del todo a las trabajadoras de calle, quienes siguen siendo sujetas de múltiples violencias por parte de civiles, autoridades, instituciones gubernamentales, y sobre todo organizaciones criminales, lo que imposibilita un acercamiento real a sus demandas.Resumen de la Ponencia:
A la fecha existen 2.4 millones de trabajadoras del hogar en México. Tales mujeres viven bajo diferentes sistemas de opresión no solo por ser mujeres, sino por ser mujeres indígenas dedicadas a un trabajo que no se reconoce como tal. Vivir racismo, clasismo, sexismo y otras formas de violencia es parte de su cotidianidad. ¿En qué condiciones socio-historicas tales mujeres se convierten en la servidumbre de colectivos no indígenas? Es la pregunta a resolver.Resumen de la Ponencia:
La peruana es la principal población extranjera no limítrofe en Argentina, formando uno de los grupos migrantes más significativos de dicho país. Especialmente en la Ciudad Autónoma de Buenos (CABA), donde se radica más del 40% de los peruanos que habitan en Argentina; siendo internacionalmente la segunda ciudad con mayor cantidad de peruanos habitando fuera de su país, y asimismo un destino cuyas relaciones sociales tienden a recibir a estos migrantes situándolos en un segmento informal racializado de la clase trabajadora argentina. Sin embargo, a diferencias de otros grupos migrantes como los provenientes de países limítrofes y de Europa, la migración peruana en CABA ha sido poco explorada, en especial a partir de trabajos centrados en la racialización y la clase trabajadora. En este sentido, la presente ponencia se propone acercarnos a la forma en que los trabajadores peruanos en la Ciudad de Buenos Aires desde la década de 1990 experimentan la racialización de las relaciones sociales de clase. Más específicamente, analiza las maneras en que este proceso de racialización es experimentado por los trabajadores peruanos fuera de sus lugares de trabajo y los modos en que estos migrantes reproducen dicho proceso. Para ello, se empleó una metodología cualitativa, habiéndose realizado entrevistas en profundidad y observación participante entre 2019 y 2021.
Introducción:
El racismo surge con la conquista de América, en la expansión del modo de producción capitalista, como una relación social que sirve a la clase poseedora para justificar la superexplotación de ciertas poblaciones y para dividir a la clase trabajadora (Cox, 1948). Produciendo de este modo nuevas identidades históricas que delinearon las fronteras de la división del trabajo a lo largo del mundo (Quijano & Wallerstein, 2017).
En Argentina, estas relaciones sociales cobran forma en lo que se denominó racialización de las relaciones de clase. Fenómeno que tiende a situar en segmentos precarios de la clase trabajadora a los sujetos que poseen orígenes migratorios, rasgos corporales y formas culturales que remiten al mestizaje (Margulis & Urresti, 1999) y recuerdan a la derrota de los pueblos colonizados y esclavizados ante el capital (Segato, 2007), como las poblaciones originarias, afrodescendientes y los migrantes internos y sudamericanos.
Racialización clasista que, si bien tiende a igualar a las personas racializadas en la subordinación a la clase capitalista, también tiene un carácter selectivo (Briones, 2002); situándose cada población, aún en la subordinación, en relaciones sociales específicas. En este sentido, a pesar de ser la cuarta población extranjera más numerosa en Argentina, el flujo migratorio peruano es relativamente reciente (Rosas, 2010; Rosas & Gil Araujo, 2020), consolidándose como migración laboral clásica recién en la década de 1990.
A diferencia de los migrantes limítrofes, los peruanos son una población joven, en edad laboral en su mayoría, con elevadas tasas de ocupación y altos niveles educativos (Rosas, 2010). Y, en comparación con los migrantes limítrofes, poseen una ligera menor proporción de obreros/empleados y una significativa mayor proporción trabajadores por cuenta propia. Este grupo se destaca en los sectores informales de la economía y en posiciones precarias de clase trabajadora (Cerrutti & Maguid, 2007). Las mujeres principalmente en el empleo doméstico (Bruno, 2007) y tanto hombres como mujeres en el comercio (Herrera Jurado, 2022).
Los trabajadores peruanos son blanco de xenofobia y racismo: en el trabajo, en los espacios públicos, en instituciones estatales y en el discurso mediático (Rosas & Gil Araujo, 2020; Debandi et al., 2021). Ahora bien, la auto adscripción de estos migrantes no se corresponde con las identidades que les adjudica la racialización (Herrera Jurado, 2022). Porque la formación social no divide el sentido común de las personas de la misma forma en que divide su lugar en la división del trabajo (Gramsci, 2010). Es decir, el “sujeto de clase” no es “homogéneo” ni en su identidad de clase ni en su identidad racial (Hall, 2010, p. 282). Tal es así que el trabajador racializado, en lo que su concepción del mundo refiere, es en parte burgués y blanco (Fanon, 2015; Hall, 2017).
La presente ponencia se propone aproximarnos a la forma en que los trabajadores peruanos en CABA comprenden la racialización específica de la que son objeto. Concretamente, indaga las experiencias de racialización que enfrentan estos migrantes cotidianamente y la forma en que intentando evitar la racialización la pliegan reproduciéndola.
Para ello se realizaron 19 entrevistas en profundidad a trabajadores peruanos de entre 21 y 65 años que migraron a CABA posteriormente a 1990. Y se realizó observación participante en “el Once”. Zona conformada por los barrios Balvanera y San Cristóbal, en la que reside el mayor porcentaje (18,7%) de la población peruana que habita en CABA (Govea, 2012). El trabajo de campo tuvo lugar entre junio de 2019 y julio de 2021.
Desarrollo:
EL DISCRIMINADO ES EL OTRO
Cuando se le preguntó si presenció o sufrió algún episodio de discriminación fuera de su lugar de trabajo, María cuenta que acudía asiduamente a la Parroquia Santa Rosa, ubicada cerca de su casa, en Balvanera, porque Santa Rosa es la patrona de Perú y la de su profesión, la enfermería. Y que allí el párroco, que es argentino, había discriminado a un cura peruano que estaba trabajando con él.
Se ve en esta experiencia que la discriminación no es ni vivida ni presenciada en primera persona, sino que es presentada como un suceso que le ocurre a un tercero y que llega a los oídos de la entrevistada gracias a amigas. Que la persona sobre la cual se comenta la discriminación es cura. Es decir, posee cierto prestigio y poder en la comunidad; no es miembro de las clases subalternas. Y que el hecho ocurre en Balvanera, uno de los dos barrios con más peruanos de CABA, y en la parroquia que lleva por nombre el de la virgen más popular de Perú.
José cuenta que no presenció episodios de discriminación a peruanos ni escuchó directamente al respecto “pero [que] se escucha mucho hoy en día esas cosas”; dándonos a entender que sabe que se habla del tema, pero que no se hablar cerca de él. Dora también dijo no haber sufrido discriminación, por lo que se le preguntó si alguno de sus conocidos le contó algo al respecto. Frente a esta nueva pregunta, Dora comentó que una amiga suya, que es del norte argentino, era tomada por boliviana e insultada.
Al igual que en otros testimonios recolectados, en estos no se narra la discriminación en primera persona sino en tercera. No se siente ni se ve, pero se ha sabido que ocurre. Se advierte entonces un primer pliegue en los testimonios de los trabajadores peruanos: cuando se pregunta explícitamente por la discriminación, esta aparece, pero no le ocurre a los entrevistados sino a otros. Y también son otros, terceros, quienes según los entrevistados les cuentan a ellos de los episodios de discriminación.
HABITAR EN CABA SIN SER VISTOS
Ahora bien, independientemente de si aparece o no como palabra, en las entrevistas emergen experiencias que dan cuenta de procesos de racialización.
Rosa cuenta que, al intentar contratar los servicios de una agencia, le dijeron lo mismo que le dice su empleador cada vez que discuten sobre el monto de su salario: que se vaya de Argentina. Y también refiere que al llegar al país vivió un periodo con temor. Porque no teniendo la documentación al día, Rosa circulaba intranquilamente por la calle no queriendo cruzarse con la policía: “teníamos ese temor [de] que nos deporten”. Temor que, si bien aún pervive –como se verá más adelante–, tuvo por punto de quiebre el año 2004. Cuando se sustituyó la ley migratoria de 1981; con la cual el Estado argentino procuraba impedir a los trabajadores limítrofes y de Perú tener la documentación al día (Pacecca, 2000).
Teresa también recuerda aquella época y cuenta que le daba “miedo” no tener documentos. Sin embargo, a pesar del riesgo de ser deportada, dice que en verdad “no estaba expuesta” porque “estaba toda la semana encerrada” trabajando. Es decir, Teresa dice haber venido sólo a trabajar y que por eso no pensaba en nada más. Pero luego añade que en verdad no pensaba en hacer cosas como estudiar o alquilar un departamento porque no podía hacerlas, por no tener documentos. Dicho de otro modo, ella presenta en un inicio como una decisión personal algo que en verdad no dependía de ella. Este acto de cambiar las cosas de lugar en el relato se ha visto antes en la ponencia y es de suma importancia, porque pone en juego la dignidad del trabajador y señala una forma de enfrentar la racialización de las relaciones de clase.
Un estudio sobre la migración boliviana en una localidad de Tucumana denomina presión discriminatoria a la comprensión que hacen los sujetos discriminados del hecho de pertenecer a un grupo social rechazado. Comprensión que tiene por consecuencia la autolimitación de estos sujetos “como parte de una estrategia para evitar posibles acciones discriminatorias en su contra” (Rivero Sierra, 2011, p. 77).
El hecho de que los migrantes eviten salir a la calle o al centro de las ciudades, situación advertida en el miedo de salir de Rosa y en el estar “todo el día encerrada” de Teresa, es uno de los ejemplos de “autolimitación” que da dicha investigación. Y también es uno de los ejemplos que da otra autora al describir la racialización de los migrantes bolivianos en Ushuaia. Porque independientemente “del mero hecho formal de la ciudadanía legal”, la racialización de las relaciones sociales de clase limita las posibilidades de los trabajadores migrantes, en la medida en que definiéndolos como otros les niega “el derecho a argentinizarse y por lo tanto a volverse semejantes” (Mallimaci Barral, 2011).
A pesar de que el acceso a la ciudadanía legal que implicó el cambio de ley migratoria argentina fue positivo en muchos aspectos formales para los migrantes, tal acceso no impidió que la sociedad argentina siguiera limitando a los migrantes limítrofes y de Perú en distintos aspectos de su vida.
Al ser consultada por las actividades que realiza cuando sale de su trabajo, Dora, una entrevistada que llegó a CABA luego del cambio de la ley migratoria, respondió que trabaja todo el día y que cuando no trabaja limpia, cocina o duerme. Es decir, predomina el tiempo libre y no el de ocio fuera de su trabajo.
Alan, que también vino luego de 2004 y que como la mayoría de los entrevistados trabaja más de 12 horas diarias, tampoco tiene mucho tiempo libre y dice principalmente dormir, “saliendo” sólo cuando hay algún motivo, como jugar al fútbol. Antes de la pandemia, él y sus amigos –mayormente peruanos– formaban lo que Alan llama en broma el “Malos Fútbol Club”. Y se juntaban a jugar, no en una cancha alquilada de césped sintético como suelen hacer los vecinos de aquella zona, sino en un “campo grande de pasto”, donde los “ignoraban por completo”. Es decir, por un lado, su espacio de juego es fuera de las miradas y la atención de los vecinos de Palermo, y, por otro lado, su forma de jugar es presentada como mala en comparación de sujetos a cuyas miradas rehúyen.
LA AMBIVALENCIA
Dentro de las actividades que suelen hacer los entrevistados fuera de su lugar trabajo y de su propio hogar, salir a comer es la actividad más nombrada. Por ejemplo, comprar comida rápida en locales cercanos e ir a restaurantes peruanos son las dos salidas que realiza José con su familia. La primera opción suele ser principalmente para salir de paso. Ir a comer a locales peruanos, en cambio, suele ocupar ocasiones especiales como feriados o cumpleaños, siendo una salida menos frecuente, que implica mayor movimiento a través de la ciudad.
El resto de los entrevistados también dijo salir a comer sobre todo a locales peruanos. Sin embargo, al preguntarles detalles de dichas salidas, o si acaso van a más locales o eventos peruanos,
A la pregunta de si participa de alguna actividad, Víctor, de 40 años, contesta “no” antes de escuchar entera la pregunta, que quería referir específicamente a actividades de la colectividad peruana; y explica que asocia dicha colectividad a lo que él considera malos hábitos, como a tomar cerveza en la “calle” o a hablar “feo”. Sin embargo, él parece estar muy cerca de la colectividad. Cuando se lo entrevistó en su trabajo, en el centro de Balvanera, la gente que pasaba por la calle le hablaba y hasta se detenían a saludarlo. Y él mismo afirmó sentirse parte de su barrio, uno de los dos barrios con más peruanos en CABA: “Me identifico mucho por acá. Yo camino por allá, por allá y por allá y todo el mundo me conoce”. Asimismo, dice estar enterado de los eventos de peruanos en la ciudad y que su familia suele ser parte de estos.
Se advierte entonces una relación ambigua de Víctor con los otros peruanos de CABA. Relación ambigua que se percibe también en la mayor parte de los entrevistados, aunque no de forma tan explícita. Porque cuando se les consultó sobre su concurrencia a espacios de la colectividad peruana, estos contestaron ambiguamente.
En el caso de Teresa y el de José, ellos dicen que conocen o que son invitados a eventos o locales de otros peruanos en CABA, pero que no pueden ir “por trabajo” o porque “falta tiempo”. Es significativo que los dos en otros momentos de sus entrevistas hayan dicho que cuando salen de su casa, van a restaurantes peruanos. Los otros entrevistados, quienes sí dicen concurrir, aclaran de inmediato que concurren por la comida, por un trámite, por un compromiso social o por una amiga; como si tuviesen que justificar qué hacían en tales lugares. Es decir, afirman que les gusta la comida o que están obligados a ir, pero ninguno dice que le gusta ver a sus compatriotas.
En este mismo sentido, María, quien comentó ser católica y practicante, al ser consultada por su participación en los eventos religiosos peruanos en Argentina, contestó que le molestan quienes desvirtúan su “momento de estar con Cristo”, en alusión a que sus compatriotas supuestamente suelen comportarse de forma indebida en dichos eventos. Es cierto, aclara, que ella les compra un “anticucho”, pero la “sacan” y le “chocan” las desprolijidades y la suciedad de la procesión de El Señor de los Milagros. Y por tal razón prefiere asistir a la procesión de Santa Rosa, que también es una santa peruana pero cuya organización originalmente estaba hecha por argentinos.
María no nombra en ningún momento la nacionalidad de las personas que critica, las cuales son sus compatriotas; omitiendo con ello el único dato que la une a ellas. Y evita inclusive especificar qué acciones generan suciedad, cuáles son las desprolijidades y qué es lo que considera una falta de respeto, dando por sentado que efectivamente ocurre así y que el entrevistador concuerda con ella.
Carolina Rosas (2010, p. 78), al describir la procesión de El Señor de los Milagros, observa que “se realiza en Buenos Aires desde hace 20 años aproximadamente, con una convocatoria que ha superado las cuarenta mil personas”; que en su día principal “las calles de alrededores [de la Basílica] se pueblan de miles de personas que cantan y bailan al ritmo de los grupos musicales y de danza que se instalan en el escenario”, y que “hay una gran venta ambulante de comida que a muchos recuerda las calles limeñas”. Lo cual abre el interrogante de si acaso lo que le molesta a María de dicha procesión no sea precisamente la gran cantidad de peruanos que asisten a ella. Es decir, que pongan en evidencia que ella también es peruana, como la mayoría de los participantes. Situación contrastante con la procesión a la cual asiste ella, que tiene más participación argentina y que es organizada por los fieles de una iglesia en la que discriminaron al cura peruano.
EXPERIMENTAL Y JUSTIFICAR LA RACIALIZACIÓN
Volvamos ahora a los testimonios sobre la relación de los entrevistados con el aparato represivo del Estado.
Rosa, como se adelantó, expresó que tuvo miedo de ser deportada durante el tiempo que residió ilegalmente en Argentina. Pero también dijo que son lógicas las deportaciones, porque la frontera es “un colador” y entran “incluso los de Sendero Luminoso”. Todos peruanos “malévolos” que “empezaron a formar la villa”. Razón por la cual el Estado argentino hace bien en deportar peruanos, porque es una forma en que “cuida a su gente”.
Se advierte entonces el segundo pliegue de las experiencias de los trabajadores peruanos que dicen no haber sido tratados diferente por el hecho de ser extranjeros: no sólo niegan en lo inmediato la división racista situándola fuera de sí, en los otros peruanos, sino que además la justifican.
El caso de Alan también sirve para aproximarnos a este proceso. Porque el entrevistado, que vino luego del cambio de la ley migratoria, no asocia el ser detenido por la policía con la falta de documentos, sino con “la vida loca”; diciendo que los peruanos a los que detiene la policía son aquellos que están ebrios “haciendo papelones”, “espectáculos”, “alboroto” y “bronca”. Por eso, luego de salir de su trabajo, se va siempre directo a casa. Y cuando quiere tomar algo lo hace en privado, sin estar haciendo “tanto papelón afuera”. No hay un punto intermedio entonces, o se hace “quilombo” en la calle o se está en el hogar; mostrándose los momentos de ocio de los peruanos como algo que no debe ser público para que no genere conflictos con la sociedad porteña.
Una experiencia de José parece confirmarlo. En un barrio de clase media alta él y un grupo de trabajadores son parados por un policía cuando salen tarde de su lugar de trabajo “así, como cualquiera, un poco pasados de tragos nomás”. José dice que el motivo fue que uno de sus compañeros estaba “hablando cualquier cosa”. Porque como expresó antes Alan, el sólo hecho de estar ebrio basta para que un trabajador extranjero genere un “roce” con la policía porteña.
Pero no sólo la ebriedad les genera “roces” con la policía. “Es común que la policía solicite documentos para identificar a las personas”, pero no a todas las personas, sino sólo a algunas; y “quienes atraen el interés policial son principalmente los portadores de algunas características que activan la sospecha. Entre ellos ocupan un lugar preferencial los pobres, los morochos, los inmigrantes limítrofes o del interior argentino” (Margulis y Urresti, 1999, p. 22). Grupo al cual deben agregarse a los trabajadores peruanos.
Otro testimonio, esta vez mío, que vivo desde los 5 años en CABA y soy hijo de un encargado de edificio, es de utilidad: Una de las primeras veces que me sometió a un control la policía fue por hacer deporte. Tenía 14 o 15 años y estaba corriendo con amigos en los lagos de Palermo. Dos policías nos pararon y revisaron nuestras pertenencias. Había muchas más personas ese día en los lagos, pero no vi que pararan a nadie más. A los ojos de los policías nosotros corríamos porque éramos ladrones; el resto, en cambio, hacía deporte.
Tuve decenas de experiencias similares. En dos ocasiones, por ejemplo, la policía me detuvo mientras volvía con un amigo caminando de jugar al básquet. Una fue en Núñez; la otra en Colegiales, donde un policía a nuestras espaldas nos dijo que dejásemos nuestras pertenencias en el suelo y levantáramos las manos mientras nos apuntaba con un arma de fuego a la altura de la cabeza.
Por realizar en un barrio burgués actividades deportivas, como correr o jugar al básquet, un adolescente peruano de clase trabajadora puede ser tratado como un criminal. Es importante hacer énfasis en el motivo que tiene la policía para “parar” a la persona en cuestión. Ya que, como observa una enografía sobre el accionar policial en Francia (Fassin, 2016, p. 104), los controles y las humillaciones que los acompañan buscan algo muy diferente de combatir la delincuencia y los homicidios: son un llamado a la reproducción del orden social y una manera de recordar a cada cual su lugar en dicho orden.
En este sentido, se observa que la sociedad cuestiona, restringe y agrede a los trabajadores peruanos. Buscando alejarlos de determinadas zonas, cuando realizan acciones que supuestamente debieran no corresponderles. Es decir, se trata de impedir, limitar y desmotivar el uso público y libre de su tiempo de ocio y también el cumplimiento de sus derechos civiles.
LOS OTROS PERUANOS
Al preguntar si los migrantes recientes viven las mismas situaciones que se vivían antes, o si acaso para ellos es más fácil o difícil, algunos entrevistados dicen no poder responder por no estar al tanto.
En cambio, para José la actual crisis económica, que hace “cada vez más escaso” el trabajo, es una diferencia que separa a su migración de las más recientes. Y cuenta que ve “muy trabajadores” a los nuevos migrantes. Lo cual es significativo, porque José es el único entrevistado que atribuyó cualidades positivas a los nuevos migrantes y adversidad al contexto actual.
Distinta en cambio es la posición de María, quien antes de responder aclara que opina sobre el tema "como residente de Argentina", señalando que en este país "se permiten abusos" porque "hay muchas cosas que están desprolijas". Y pone de ejemplo su área de trabajo, la salud. Los migrantes según ella vienen al país a aprovecharse de que el sistema público los atiende sin necesidad de tener el documento nacional argentino. Lo cual considera que está mal porque la salud "es de muy alto costo" y los "recursos están limitados". Para María los migrantes deberían pagar parte de sus tratamientos. Y dice que la “mortifica” que los peruanos a quienes no los atiende el sistema público local se quejen de que los están discriminando, porque ella considera que los problemas de salud de los extranjeros que no se radicaron ni 5 años en el país no le competen al Estado argentino.
Palabras que recuerdan aquello que dijeran Margulis y Urresti de (1999, pp. 22-23) “los discriminados [que] discriminan”, que se “mimetizan con los valores y significaciones vigentes y adoptan también actitudes discriminantes”.
Teresa, por su parte, opina que a pesar de que “con el cambio de la moneda ya no conviene venir”, para los nuevos migrantes la situación actual “es mucho más fácil en todo aspecto”, porque, entre otras cosas, “reciben ayuda”; aludiendo al decir esto último a los derechos a los que pueden acceder todas las personas que habiten en el país, incluidos los migrantes.
Estos derechos, que María equipara a “abusos” y Teresa a “ayudas”, Rosa los llama “beneficios” y “privilegios”. Ella nos cuenta que supuestamente ha hablado con estos nuevos migrantes y ha visto que “están felices” porque ahora es más fácil obtener la radicación, puerta de entrada a ciertos derechos que están vedados a quienes no tienen su documentación al día. Pero el problema para Rosa no parece ser tanto que los migrantes ahora puedan acceder a esos derechos como los derechos en sí. Pues lo que la “indigna es que están dando como paliativo el dinero gratis a la gente” fomentando la “ociosidad”. Su blanco de crítica entonces no son sólo los trabajadores peruanos que acceden a ese derecho, sino todos los que perciben algún plan social.
A Rosa parece molestarle particularmente que sus “paisanos peruanos gozan” y “viven la vida acá”, “tirados por la calle, chupando cerveza en la vereda”. Y, al igual que María, le disgusta que estas personas que “gozan la vida” y que presuntamente no trabajan se quejen de “algún racismo”. Lo cual señala un tercer pliegue: además de la negación de la propia racialización y de inclusive su justificación, emerge cierto rechazo al hecho de que haya trabajadores peruanos que protesten explícitamente contra el racismo y la discriminación.
Esto se ve en especial en el énfasis que hace Rosa en que estos migrantes son supuestamente de orígenes más humildes que ella. Porque ello, si se lo suma a las otras opiniones críticas vistas antes, dan por resultado que los nuevos migrantes supuestamente no quieren trabajar porque ganan dinero gratis, que son de orígenes más humildes, que vienen a aprovecharse de los recursos limitados que injustamente da el Estado argentino a los extranjeros y que además tienen hábitos como hablar en voz alta, faltar el respeto, armar broncas, pleitos, beber en la vía pública y ensuciar; razón por la cual no se pueden quejar de la discriminación, ya que si la policía los detiene o deporta, bien se lo tienen merecido por su comportamiento.
Esta otrificación que los entrevistados hacen de otros trabajadores migrantes afirma la racialización de las relaciones de clase que ellos mismos enfrentan, pero a la vez pareciera también eximirlos de formar parte del grupo racializado. Es decir, a la vez que reclaman no formar parte del grupo racializado, conceden que en mayor o menor medida ese grupo existe y que su racialización es justa. Acción que termina en la justificación de la persecución y represión del grupo y de sus miembros. Porque además de buscar diferenciarse de los racializados, lo que se hace es acercarse simbólicamente a quienes otrifican, reproduciendo el sentido común racista hegemónico.
Conclusiones:
En la presente ponencia se ha visto que la racialización clasista, a través de los vecinos de CABA y los agentes represivos del Estado, tiende a poner en dudas el hecho de que un trabajador peruano pueda realizar acciones que se considera que sólo deberían realizar argentinos. Insultos, mensajes desalentadores, calumnias; acciones que apuntan a cuestionar el acceso de estos migrantes a derechos como el uso de los espacios públicos.
En este sentido, se halló que fuera de sus empleos estos migrantes tienden a estar ante todo en la esfera privada, evitando exponerse a los ojos de los porteños al realizar actividades de ocio; criticando inclusive a aquellos peruanos que realizan dichas actividades con mayor libertad. Y que quienes optan por hacer uso del espacio público son sancionados de distintas maneras por la sociedad porteña.
Se describieron distintas formas mediante las cuales los trabajadores peruanos consiguen convivir con la racialización clasista y sus distintas expresiones. De entre las cuales se destaca el hallazgo de una particularmente negativa, que se expuso en tres momentos, los cuales se denominaron pliegues.
Primero, se advirtió que la discriminación suele ser narrada por los entrevistados en tercera persona y no en primera; situando así al objeto del racismo fuera de ellos mismos, en un otro. Lo cual termina permitiéndoles reproducir el sentido común hegemónico. Es decir, repetir los mismos estereotipos racistas de los que son objeto. Segundo pliegue con el cual se parece estar tratando de desplazar el racismo que se sufre, redirigiéndolo a otros trabajadores. Esto les posibilita justificar medidas particulares como las deportaciones, pero también otros aspectos sistémicos más difusos: desde las extensas jornadas laborales y los bajos salarios a su nulo tiempo de ocio y escaso tiempo libre. Porque aquello que la sociedad les expropia, fetichizándolo lo toman ya por algo ajeno, por algo a lo que no deben acceder y le cargan el odio que la sociedad les tiene a ellos.
Pliegues, estos dos, que incluyen uno tercero: el impugnar y negar a otros trabajadores el derecho a la protesta contra el racismo. La tendencia a negar que quienes protesten contra el racismo son personas efectivamente discriminadas. Puesto que, según este argumento, el trabajador peruano no tiene derecho ni siquiera a quejarse de aquello que él mismo se busca y se merece. Pliegue que ya no sólo disimula la discriminación, sino que tiende a dividir al segmento de la clase trabajadora que conforman los migrantes peruanos y a cancelar de manera efectiva la posibilidad de dar una respuesta que niegue dialécticamente el racismo clasista.
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Palabras clave:
Raza, Racialización, Clase trabajadora, Migración
Resumen de la Ponencia:
O resumo em tela tem por objetivo apresentar uma breve contextualização sobre as relações que se estabelecem entre raça e trabalho na formação social brasileira. Para tanto, serão utilizadas referências que ajudam a entender o processo que passou a população negra no Brasil e os desdobramentos do racismo na condição de vida e trabalho. O processo histórico brasileiro é amplamente conhecido, mesmo que superficialmente, contudo, as vertentes que se apresentam sobre como se deu a formação da sociedade e sociabilidade, assim como a divisão racial do trabalho depois do fim da escravidão, são compostas de elementos que irão fazer-se presentes até hoje. A Lei Aurea, conhecida como a que findou a escravidão no Brasil, não encerrou no plano social o pensamento sobre a população negra, considerada como não formada por humanos, mas sim mercadorias, objetos. Sobretudo, a postura do Estado brasileiro continuou garantindo a manutenção do racismo, aqui entendido como “uma forma sistemática de discriminação que tem a raça como fundamento, e que se manifesta por meio de práticas conscientes ou inconscientes que culminam em desvantagens ou privilégios para indivíduos, a depender do grupo racial ao qual pertençam” (ALMEIDA, 2018, pág. 14). Essa postura do Estado de não integração dos negros e negras no país também foi alicerçada por ações com base em teorias raciais. Corrobora com esse entendimento, afirmação de Pereira e Sampaio (2018) quando dizem que as teorias racialistas não foram suspensas com a abolição da escravatura. Ao contrário, essas teorias foram utilizadas para manter a desigualdade, sendo incorporadas na vida social brasileira e imbricadas ao sistema capitalista, passando a determinar as formas de organização do trabalho (PEREIRA E SAMPAIO, 2018). Analisando criticamente o racismo nas relações sociais e de trabalho, Ortegal (2018) diz que muito antes de as classes sociais capitalistas emergirem e passarem a exercer forte determinação sobre os processos de relações sociais na maior parte do mundo, era a raça o distintivo oficial entre os grupos sociais nas metrópoles e colônias. A perspectiva de Moura (1988) sobre o assunto é interessante pois, de acordo com o autor, em determinada fase da nossa história econômica houve uma coincidência entre a divisão social do trabalho e a divisão racial do trabalho. E para confirmar sua análise acrescenta que “através de mecanismos repressivos ou simplesmente reguladores dessas relações ficou estabelecido que, em certos ramos, os brancos predominassem, e, em outros, os negros e os seus descendentes diretos predominassem. Tudo aquilo que representava trabalho qualificado, intelectual, nobre, era exercido pela minoria branca, ao passo que todo sub-trabalho, o trabalho não qualificado, braçal, sujo e mal remunerado era praticado pelos escravos, inicialmente, e pelos negros livres após a abolição” (MOURA, 1988, pág. 45).Resumen de la Ponencia:
En el mercado laboral hotelero de Cancún y la Riviera Maya se observa una jerarquización laboral basada en prácticas institucionalizadas de racialización, entendida como “la producción social de los grupos humanos en términos raciales” (Campos, 2012). Se etiquetan los cuerpos bajo estigmas asociados al territorio, origen étnico y fenotipo. En conjunto, determinan las oportunidades laborales de las personas. Es usual encontrar que las cadenas hoteleras en Quintana Roo utilicen esquemas de contratación en donde se elige para la recepción a las “chicas bonitas del bajío”; para el mantenimiento o albañilería a “los chiapanecos”; para el área de limpieza y cocina a los “mayas de la península”; el panorama se adereza con los puestos directivos, que son ocupados por personas provenientes del país de origen de la cadena hotelera –que suelen ser mayoritariamente españoles–. El objetivo de la ponencia es evidenciar uno de los elementos del proceso de racialización en el sector turístico. Para solventarlo, la presentación se dividirá en dos partes. En un primer momento, se revisa el concepto de estigma y estigma territorial, este último definido como aquel que traza los límites/fronteras del lugar de los marginados, usados para fijar a la gente a sus lugares (Wacquant et al., 2014). Un enfoque sintético que fusiona la perspectiva del estigma como identidad deteriorada de Erving Goffman y el poder simbólico de Pierre Bourdieu. Se da cuenta de los elementos que forman parte en la construcción de dichos estigmas (origen étnico, color de la piel, lugar de origen, nivel educativo, lengua), insertos a la vez en dinámicas de racialización más profundas y de larga data. En la segunda parte, se pretende dar a conocer cómo operan los estigmas asociados al origen étnico en el proceso de racialización en el sector turístico en Quintana Roo. Mediante una metodología cuantitativa utilizando la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, se analiza la dinámica de racialización en el sector turístico (alojamiento, preparación de alimentos y bebidas, entre otros), estableciendo relaciones entre la población económicamente activa indígena maya, los puestos que ocupan, así como el grado de precariedad laboral. Se concluye que clasificar y tratar a las personas de grupos que se consideran “racialmente” diferentes termina por producir diferencias reales y objetivas, constituyendo un elemento simbólico de legitimación y reproducción de la desigualdad. Bibliografía utilizadaCampos, A. (2012). Racialización, racialismo y racismo: un discernimiento necesario. Universidad de York.Cárdenas Méndez, E. (2013). De dinámicas migratorias a biografías ingrávidas en la Riviera Maya. Anuario Digital CEMI, 1(1).Wacquant, L. (2007). La estigmatización territorial en la edad de la marginalidad avanzada. Ciências Sociais Unisinos, 43(3), 193–199. https://doi.org/10.4013/5668Resumen de la Ponencia:
El objetivo principal de la presente ponencia, es analizar las experiencias de discriminación racial que han vivenciado algunas mujeres, hombres y personas no binarias que se identifican como afrodescendientes en el ámbito laboral durante el periodo 2020-2022 en Costa Rica, ya sea en una entrevista laboral para obtener un empleo, o bien, al estar laborando en una determinada empresa o institución. También, comprender el conocimiento que tienen las personas afrodescendientes que han vivido estas problemáticas en el ámbito laboral sobre temas relacionados con los Derechos Humanos, normativas contra la discriminación racial, y los mecanismos que se han utilizado para denunciar estas problemáticas. Este trabajo, se plantea desde la perspectiva teórica de la Fenomenología, la cual, según Bautista (2011), tiene como objetivo, determinar el sentido que le brindan las personas a los fenómenos, a través de la interpretación y la descripción de los discursos de esas experiencias que vivieron en un espacio físico y tiempo determinado. Y como perspectiva metodológica, de igual manera, se utiliza la Fenomenología, utilizando un instrumento de recolección de información que es el relato de vida. . En cuanto a las personas que participarán, se utilizará un tipo de muestra denominada bola de nieve, y las características que deben tener son las siguientes: a) haber vivido experiencias de discriminación racial en una entrevista laboral, o bien, al trabajar en una determinada empresa o institución, b) identificarse como una mujer, hombre, o persona no binaria afrodescendiente, c) ser mayores de 18 años, y d) haber asistado a una o más entrevistas laborales, o bien, laborado en alguna institución o empresa entre el año 2020-2022.Finalmente, es importante mencionar, que esta ponencia tiene una relevancia social, académica y personal. En el ámbito social, es relevante porque podría sensibilizar a las personas que escuchen y vean esta ponencia sobre esta problemática, y de esa manera, crear acciones afirmativas para solucionarlas. En el ámbito académico, ya que incidiría en que se lleven a cabo trabajos de investigación que se encuentren relacionados con esta problemática planteándose desde otras perspectivas teóricas cualitativas que ofrece la Sociología, como por ejemplo, el interaccionismo simbólico o la teoría crítica. Finalmente, en el ámbito personal, es importante porque se estarían generando aportes en la visibilización de esta problemática. Palabras clavesAnálisis cualitativo, discriminación racial, empleo, afrodescendientes, Costa Rica. Referencias BibliográficasBautista, N. (2011). Proceso de investigación cualitativa: epistemología, metodología y aplicaciones. Manual ModernoResumen de la Ponencia:
El racismo de Estado reposa en la construcción de estereotipos y estigmas sobre comunidades abordadas como “Otras de la Nación”. Estas construcciones adquieren contenidos específicos según “raza”, sexo y clase, y se reactualizan con el actuar estatal, al concretizar lógicas de gestión burocráticas, paternalistas y de “división y exclusión de excluídos”. En resumen, son los Estados, bajo sus prerrogativas de igualdad y reconocimiento, los que contribuyen a arraigar y profundizar dichas construcciones y estigmas (Curiel, Piñones). La tensión entre “civilización” y “barbarie” existente en los racismos contemporáneos, se expresa social e institucionalmente. En términos sociales, en la autorrepresentación de Chile como una sociedad “más blanca y con menos indígenas” con relación al resto de la región, lo que suele ser señalado como una de las razones de su estabilidad económica (Larraín, Segato). Institucionalmente, se expresa de manera clara, por ejemplo, en dos instrumentos jurídicos: el cuerpo legal de inmigración de 1845, que buscaba “mejorar la raza chilena” mediante el fomento de inmigración europea en el sur de Chile, y el decreto de ley n° 1094, que reguló la inmigración desde 1975 hasta 2019, y que establecía como impedimento para entrar a Chile “el no tener profesión u oficio, o carecer de recursos para vivir en Chile sin constituir carga social” (Stefoni y Stang).A la luz de esta teorización, la ponencia propone pistas para profundizar la comprensión del racismo de Estado hacia personas migrantes residentes en Chile, que se caracteriza por una institucionalidad subsidiaria y descentralizada; y por un foco reciente de los discursos de sus autoridades hacia el abordaje del “problema” de la migració de personas haitianas y venezolanas. El trabajo se basa en 17 entrevistas semi estructuradas, sujetas a un consentimiento informado, dirigidas a coordinadores institucionales, talleristas y personas venezolanas y haitianas beneficiarias, quienes participaron en 2 cursos gratuitos ofrecidos por agentes públicos para favorecer la inclusión laboral de personas migrantes. Los resultados permiten profundizar en repertorios especificos de racializacion desde una mirada interseccional. También conducen a cuestionar los efectos perversos de la aplicación discursiva del enfoque de derechos humanos en estas acciones. Desde un punto de vista éticosocial, se invita a desarrollar investigación desde un posicionamiento reflexivo y atento a las posibilidades de transformación social.Resumen de la Ponencia:
“Nos vemos en la noche”: Afectos y vínculos en torno al ocio nocturno urbanoSi la literatura alrededor del ocio diurno se ha enfocado en sujetos y prácticas legítimas, tales como el deporte y las actividades denominadas culturales, la literatura sobre el ocio nocturno lo ha hecho en los sujetos, prácticas y espacios extraordinarios.Así, las actividades de ocio nocturno cotidianas, aquellas del día a día, diseñadas para romper la rutina y sobrellevar la vida cotidiana, han quedado relegadas a un segundo plano en la investigación académica. Desconocemos las características de las actividades cuyos sujetos de ocio no se identifican con una subcultura y no necesariamente tienen entre 18 y 25 años; aquellas que además tienen lugar en espacios tanto públicos como domésticos. Si el día es el reino del trabajo y en las ciudades los periodos de traslado son extensos, extenuantes y el tiempo es un recurso escaso, podríamos inferir que la noche es el espacio idóneo para el ocio para un grupo de personas más amplio que el que la literatura académica ha estudiado con más detalle. Sin embargo, en contextos de ciudadanía discontinua exacerbada como la CDMX, ¿cómo es posible el ocio nocturno?, ¿qué tipo de experiencia emocional es posible en una ciudad con un porcentaje de impunidad de más del 90% (México evalúa, 2018)?, ¿quiénes son sujetos legítimos de ocio cuando el 47% de las personas dicen estar en desacuerdo con que las mujeres salgan solas en la noche a divertirse (INEGI, 2016)?, ¿cómo cambian tanto el acceso como la experiencia emocional a partir de la posición que las personas ocupan en el mundo?, específicamente a partir de su género. ¿Cómo se distribuyen los recursos de ocio entre sujetos posicionados relacionalmente en su contexto?, ¿cuáles son las motivaciones para participar en el ocio nocturno en estas condiciones y qué consecuencias, si es que existen, tiene esa participación o su ausencia?Este trabajo, derivado de mi investigación doctoral, pretende contribuir a una comprensión más sofisticada del ocio nocturno al mostrar cómo las desigualdades estructurales se expresan y reproducen en él, además de señalar las formas específicas en que lo moldean. Busca ubicar las experiencias emocionales individuales dentro de patrones de distribución de experiencias emocionales estructurales y contribuir a pensar el ocio nocturno como una actividad con consecuencias en el mundo social de las personas que excede el momento de la práctica. Por último, busca hacer una aportación a la sociología de las emociones y del ocio en general problematizando el placer, las responsabilidades sobre la dicha propia y ajena, y visibilizando la división sexual del trabajo físico, cognitivo y emocional dentro del ocio que se acepta acríticamente como un espacio privilegiado de gozo y consumo.Resumen de la Ponencia:
Las movilidades activas tienen importantes retos en las ciudades globalizadas. Además de la innovación en planeación espacial, la construcción de políticas públicas promotoras de derechos a la movilidad basadas en género, regulaciones jurídicas y cívicas, diseño de nuevas modalidades sustentables, ente otras, es necesario comprender el problema a partir de sus dimensiones socioespaciales. Por lo anterior, la ponencia sintetiza una investigación social que reconstruye las identidades ciclistas urbanas de los habitantes del Municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México (EDOMEX), que utilizan la bicicleta como modalidad de transporte cotidiana. A través del registro de sus prácticas espaciales e interpretación de sus significaciones con base en testimonios, se busca reconstruir desde la perspectiva de los propios sujetos, las relaciones sociales que articulan la movilidad cotidiana con los ámbitos del trabajo, el consumo, la recreación y la organización colectiva.Resumen de la Ponencia:
El artículo presentado corresponde a los resultados obtenidos por la línea de ocio y juventud del proyecto de investigación “Estudios Sociales de la Juventud Santiaguera”, del Departamento de Sociología de la universidad de Oriente. Su objetivo es mostrar cómo los espacios de ocio en las comunidades estudiadas, son contextos donde emergen diversas manifestaciones de violencia en la juventud, así como las causas que determinan estos comportamientos. El estudio se enmarcó en comunidades santiagueras: Altamira, Chicharrones, Flores y Los olmos, identificadas en diagnósticos anteriores dentro de las más afectadas por problemáticas sociales que tienen incidencia en el sector juvenil. Para la realización del mismo se aplicaron técnicas de recogida de información de carácter cualitativo y cuantitativo, lo cual posibilitó el cruzamiento de la información. Dentro de estas, se puede mencionar la observación de tipo no participante y no estructurada, entrevistas y cuestionario. Los resultados del estudio mostraron la existencia de diversas expresiones de violencia física y psicológica en los ámbitos de ocio en los que interactúan los jóvenes de las comunidades analizadas, fundamentalmente en el horario nocturno. De esta manera, al explorar las distintas actitudes que expresan prácticas violentas, se pudo constatar el protagonismo de aquellas que se corresponden con manifestaciones de la violencia física, y psicológica. Los datos obtenidos alertan acerca del incremento de los espacios de socialización donde emergen estas expresiones, así como de la naturalización con que estas conductas negativas son percibidos pasando inadvertidas en la cotidianidad de este grupo, evidenciándose la baja percepción del riesgo que poseen estos jóvenes en relación a las formas de ocio que practican. Estos, apuntaron también, al medio familiar como uno de los factores fundamentales que intervienen en la reproducción de comportamientos violentos en los espacios de ocio en los que participan los jóvenes. La violencia, en su construcción social, tiene como base la internacionalización de prácticas culturales de interacción que se legitiman, incorporándose al habitus de los individuos, a partir del proceso de socialización en la familia, comunidad y grupos de pares. En consecuencia, se advierten fisuras en el contexto de la familia, así como el trabajo preventivo resultado de la articulación del medio familiar con la comunidad, que contribuyen a la reproducción de la problemática señalada en las comunidades citadas. Este análisis alerta sobre la necesidad de aumentar la labor de prevención en las familias y comunidades, al ser evidentes las limitaciones en las acciones relacionadas con el trabajo promocional de mensajes preventivos, que puedan constituirse como referente o regulador de la conducta de los jóvenes en los escenarios estudiados.Resumen de la Ponencia:
A proposta de trabalho que ora apresentamos, busca preencher, ainda que incipientemente, uma flagrante lacuna nos estudos do esporte no Brasil: a inexistência de uma aproximação da Sociologia do Esporte brasileira, com a Teoria Social de Marx e o marxismo, sobretudo a partir da leitura de Marx inaugurada pelo filósofo húngaro György Lukács, condensada em sua obra “Ontologia do Ser Social”. Julgamos que o trabalho legado pelo “último” Lukács, é um fecundo instrumento categorial para compreendermos o “ser” do esporte contemporâneo. Para tanto, inicialmente efetuamos uma sucinta reconstrução da trajetória histórica da Sociologia do Esporte no Brasil, que ganha contornos mais definidos somente na década de 1980, observando seu desenvolvimento por dentro da área de conhecimento Educação Física sobretudo, a partir, da constituiçãodo chamado “movimento renovador”. Num segundo momento, empreendemos um mapeamento da produção acadêmica, no que tange as críticas ao Esporte no Brasil, identificação e categorização das principais matrizes teóricas que fundamentam essas críticas. Por fim, buscamos apontar as contribuições da teoria social marxiana e da Ontologia do ser social de Lukács, fundamentalmente os complexos categoriais: reprodução e ideologia, para a compreensão do fenômeno esporte. Quanto aos aspectos metodológicos, desenvolvemos uma revisão crítica e sistemática da literatura acerca do tema central, a partir de uma abordagem bibliográfica de cunho exploratório.Resumen de la Ponencia:
Si bien los deportes y eventos deportivos son un área tradicional en la sociología, también los juegos de mesa han demostrado tener un peso simbólico sobre la arena social. Como cualquier subtema dentro del campo del juego, los juegos de mesa pueden ser abordados desde distintas ópticas. En específico esta ponencia pretende mostrar los efectos que los juegos estratégicos de tablero tienen sobre el comportamiento de los grupos y su impacto en la relación los conjuntos de grupos. Varias área de la psicología, han documentado el efecto que los juegos estratégicos de tablero tienen sobre los individuos. No obstante, han sido muy pocos aquellos estudios que apuntan observar los efectos sobre el terreno social. Por ello fue necesario partir de los estudios sobre pensamiento estratégico para migrar hacia la interacción estratégica grupal. Esta migración implicó el diseño de un instrumento de medición y su aplicación a poco más de 1200 sujetos escolarizados divididos en casi 400 grupos. El análisis estadístico de esta prueba, no solo confirma la confiabilidad del instrumento, sino una consistente frecuencia del rendimiento grupal. No se encontraron diferencias significativas por grado escolar (secundaria/preparatoria), tipo de educación (privada/pública), sexo (mujer/hombre), ni entre sus combinaciones. Sin embargo las diferencias fueron altamente significativas (p=0.00) en relación a grupos que practican los juegos estratégicos de tablero. Finalmente, la ponencia recurre a una amplia variedad de fuentes históricas, para indicar la forma en que la difusión intencional de los juegos de tablero estratégico ha tenido un efecto sobre el comportamiento de los grupos y las sociedades. A la luz de estas comparaciones históricas y los resultados de los instrumentos aplicados en Puebla (México), es que se construye la hipotética distinción entre tecnoludens y lumpenludens.Resumen de la Ponencia:
Cuando se habla de la noción de ocio, se hace alusión a la definición socialmente reconocida que se ha construido a partir de los sistemas sociales, de las interacciones de los seres humanos que están mediadas por normas, posturas políticas, ideológicas o económicas, prácticas, percepciones y la misma historia. En Latinoamérica el concepto de ocio se ha construido bajo sentidos y connotaciones prejuiciosas y significados negativos. De esta forma el ocio es asociado casi únicamente con un tiempo vacío, tiempo de no hacer nada, vinculado así a la pereza, la holgazanería, homologado casi directamente con la aversión al trabajo (Elizalde y Gomes. 2009. p. 263). Lo anterior, podría explicar la razón de la connotación negativa del ocio, dado que en general es visto como una amenaza para el desarrollo de sociedades que pretenden modernizarse, progresar y avanzar económicamente.La perspectiva humanista del ocio, plantea que es un fenómeno mucho más complejo, con diversas posibilidades de ser disfrutado, comprendido, investigado y configurado desde diferentes ámbitos.Investigaciones sobre el ocio en Brasil y Colombia en los últimos diez años dan cuenta de cómo esa noción elemental creada desde la dicotomía trabajo-ocio, desconoce la riqueza del ocio y las posibilidades que ofrece y que claramente hacen de este una noción multidimensional y polisémica. Esta ponencia hace parte de una investigación doctoral en curso denominada “Imaginarios de ocio y tiempo libre y su relación con el desarrollo humano para profesores de educación superior en Brasil y Colombia” y ratifica la potencia creadora de nuevos significados para el ocio y sus contribuciones al desarrollo desde una mirada humanista.Resumen de la Ponencia:
Al asistir a un partido de futbol en México, se pueden escuchar cánticos y algunas piezas musicales entonados por los aficionados con el fin de demostrar su apoyo al club que siguen. Pero más allá de la frontera del estadio, también se da cierta apropiación y consumo cultural del equipo entre los aficionados que son músicos o pertenecen a grupos musicales.Eso los lleva a crear sus propias canciones “no oficiales” sobre el club, buscando generar un valor identitario paralelo al que impone la directiva oficial del equipo, por lo que luchan simbólicamente tocando diversos ritmos con discursos que exaltan la regionalidad, la historia, los campeonatos, la afición, entre otros temas. En contraposición, las directivas de los equipos se ostentan como legítimas dueñas legales y aportadoras del capital económico, funcionando como un Aparato Ideológico (Althusser, 1989), al crear y promover el uso de sus propios discursos propagandísticos expresados en canciones e himnos, mismos que se difunden en sus canales oficiales de distribución de contenido.Esta investigación aún en construcción busca explorar un tipo de relación musical de la afición futbolística mexicana a partir de la ubicación geográfica de cada club, lo cual se intenta hacer a partir de la recopilación de canciones pertenecientes a diferentes géneros musicales, algunas creadas por las directivas de los clubes o que estas legitiman por medio de sus canales oficiales y otras auto legitimadas por los mismos aficionados que las componen, quienes las distribuyen por medio de redes sociales o compartiéndolo con el resto de los aficionados del club al que siguen.En esta primera etapa se ha realizado una búsqueda en redes sociales y páginas web, así como diversas entrevistas informales a aficionados y algunos miembros de las Barras Bravas de estos equipos, triangulando la información obtenida, todo con la intención de crear un mapa de México que marque la ubicación geográfica de cada club mexicano, así como el género musical utilizado por sus aficionados o directivas de clubes, según sea el caso.Bibliografía.Althusser, L. (1989). "Ideología y aparatos ideológicos del Estado (Notas para una investigación)". En La Filosofía como arma de la revolución (págs. 102-151). México: Siglo XXI.Resumen de la Ponencia:
IntroducciónEl Deporte Profesional Global proyecta ingresos de más de 700 Billones de Dólares para 2025 y genera valor compartido real, capitalizando el desarrollo de la cultura hipermedia y las tecnologías emergentes digitales. Ha impactado a la sociedad moderna en sus estructuras y componentes, modificando relaciones y transacciones entre grupos e individuos llevando a implementar modelos de gestión efectivos. A pesar de su alto impacto social en la formación de valores personales, familiares y generando más de 4,000 empleos al año, La Liga Mexicana de Béisbol no ha alcanzado ese nivel, operando empíricamente en el corto plazo. La gestión profesional del Béisbol profesional en México requiere comprender los efectos de la interacción digital de sus aficionados, para lograr una mayor relevancia con el público con atractivo comercial para todos los integrantes de su cadena de valor; equipos, patrocinadores, medios y proveedores, generando ganancias y empleos digitales incrementales. Propuesta Metodológica.Estudio descriptivo y cualitativo: Identificar la tipología del aficionado de la Liga Mexicana de Béisbol en función de su conectividad y seguimiento a las plataformas digitales de la Liga: Facebook, Twitter. Monitorear el nivel de acciones publicadas, la interacción con sus fans, para estimar los niveles de awareness y engagement generado, Observar el comportamiento de los aficionados al conectarse a las redes digitales de su equipo y la Liga Mexicana de BéisbolFundamentos Teóricos.Las redes sociales se han visualizado como un excelente medio de engagement con el aficionado actual que mantiene interés en el deporte como actividad socializadora. (Popp, Wilson, Horbel, & Woratschek, 2016). Vale y Fernandes (2018) identificaron los drivers de las conductas de engagement de aficionados interactuando con sus equipos en Facebook (en posts, comentarios y comparticiones). Apoyándose en la teoría de Usos y Gratificaciones (U&G) establecieron las motivaciones asociadas a la interacción en Facebook y midieron su valor predictivo usando el esquema de Consumer Online Brand Related Activities, considerando tres dimensiones: Consumo, Contribución y Creación. las motivaciones hacia el uso de medios son; Información, Entretenimiento, Identidad personal, e Interacción social, Empoderamiento y Amor por la Marca. Santos, Correia y Pegoraro (2018) han propuesto una tipología extendida a tres clases de relación; de aficionado a aficionado, de equipo a aficionado y co-creación de aficionados. Resultados y siguientes pasos.El número de seguidores de la LMB en redes sociales ha llegado a 5.5 Millones, a un ritmo de +31% (CAGR) de 2015 a 2021. El análisis descriptivo de los aficionados de la Liga resultó en tipología del aficionado de cuatro clusters: Fanáticos de 8%, Constantes de 75%, Esporádicos de 10%, y Sociales de 8%. Se contempla realizar una Observación en la conducta de aficionados en redes sociales en Zoom (inicio: Mayo 2022).Resumen de la Ponencia:
Latinoamérica se ha convertido en uno de los mercados estratégicos más importantes para la cultura K-pop o Hallyu (ola coreana). Este trabajo propone analizar la práctica de la danza K-pop aplicando un enfoque cualitativo con datos empíricos relevados durante los trabajos de campo en Argentina, Brasil y Venezuela, y utilizando una combinación de técnicas cualitativas a partir de la observación participante y fuentes virtuales, visuales y redes sociales. El marco teórico-metodológico general parte de la etnometodología, ya que los mismos actores producen, consumen y construyen diariamente formas de esta cultura popular creando su propio padrón de acción social entendiendo la globalización cultural como un proceso en constante construcción. Para el análisis se aplican las categorías de corporalidad y género ya que son claves en la construcción de espacios inclusivos recreativos por parte de los/las fans de K-Pop. Concluimos que, a través de la danza K-pop se construyen espacios inclusivos, de compañerismo y comprensión para la diversidad de género ya que la danza compartida crea circunstancias donde los cuerpos diversos se encuentran, representan, transmiten y actualizan saberes.
Introducción:
Latinoamérica se ha convertido en uno de los mercados estratégicos más importantes para la cultura K-pop o Hallyu (ola coreana). Las tecnologías digitales han permitido la distribución multidireccional de productos culturales y han desdibujado las fronteras entre culturas locales y globales. Esta condición sociocultural abre una esfera pública global para que los/las jóvenes puedan participar activamente como parte de una audiencia transcultural de la cultura popular y comunicarse con sus pares de todo el mundo. Dentro de la cultura K-Pop, la danza juega un papel crucial y es de suma importancia como práctica corporal cotidiana entre los/las jóvenes latinoamericanos de los sectores populares.
El marco teórico-metodológico general parte de la etnometodología, ya que los mismos actores producen, consumen y construyen diariamente formas de esta cultura popular creando su propio padrón de acción social (Garfinkel, 2006). Entendemos la globalización cultural como un proceso en constante construcción, y un fenómeno social total que se basa en las prácticas cotidianas locales (Ortiz, 1997). Esto ha llevado a la culturalización y estetización de la vida cotidiana que combina prácticas corporales con procesos creativos, la participación cultural y nuevos (auto)aprendizajes en el marco de un “cosmopolitan amateurship” (Cicchelli & Octobre, 2018 y 2020). Se encuadran todos estos aspectos dentro de las teorías de performance y su relación entre los performer, los espectadores y la sociedad (Schechner, 2000 y 2011; Turner 1982 y 1986).
La investigación etnográfica aplica un enfoque cualitativo con datos empíricos relevados durante los trabajos de campo en Argentina, Brasil y Venezuela y una combinación de técnicas cualitativas a partir de la observación participante y fuentes virtuales, visuales y redes sociales. Un aspecto importante para todo el proceso de la investigación es considerar la etnografía como una práctica corporizada (Conquergood, 2002) reconociendo el cuerpo como sitio de producción de conocimiento. Esto también implica utilizar el cuerpo del investigador, y así construyendo “una sociología no sólo del cuerpo en sentido de objeto (of the body) sino a partir del cuerpo como herramienta de investigación y vector de conocimiento (from the body)” (Wacquant, 2006, p. 16). Para el análisis se aplican las categorías de corporalidad, género y emociones, ya que son claves en la construcción de espacios inclusivos recreativos por parte de los/las fans de K-Pop.
A partir del análisis de los datos empíricos, proponemos una aproximación para comprender cómo los sujetos se autoconstuyen desde una práctica corporal relacionada al flujo cultural global transpacífico. Concluimos que, a través de la danza K-pop se construyen espacios inclusivos, de compañerismo y comprensión para la diversidad de género ya que la danza compartida crea circunstancias donde los cuerpos diversos se encuentran, representan, transmiten y actualizan saberes. Esto reafirma que los movimientos corporales son una forma eficaz para la articulación de diferentes visiones e interpretaciones del ser humano en relación al mundo global.
Desarrollo:
K-pop en América Latina
El movimiento de la cultura popular contemporánea de Corea del Sur (Hallyu) tuvo un gran impacto en todo el espacio de Las Américas. Se trata de un fenómeno que incluye diversas expresiones y componentes como K-pop, K-drama, K-beauty, K-pop-dance, entre otras, ya que se trata de una cultura popular con dinámicas que combina conceptos históricos, culturales, visuales, artísticos, de belleza, movimientos corporales y diversas narrativas. Siguiendo diversas líneas de investigación, los académicos también reconocieron que no es una “moda pasajera” (Cremayer, 2017 y 2018b), y se producen y produjeron una amplia gama de estudios sobre el tema y su impacto en los diferentes espacios en Las Américas (Carranza Ko et.al., 2014; Copa Uyuni y Poma Calle, 2017; Cremayer, 2018a; Han, 2017; Iadevito, 2014; Koeltzsch, 2019a y b; Vargas Meza y Park, 2015). Uno de los componentes importantes fueron las noveles o K-dramas que se difundieron rápidamente desde los inicios de la década de los años 2000 y esto en muchos países de América Latina, no solamente en los con mayor índice de inmigrantes coreanos que son México, Argentina, Perú y Brasil (Zarco, 2018). Sin embargo, estos países sí juegan un rol importante para la llegada de Hallyu como movida cultural, por un lado, por los vínculos históricos con Corea, y la recepción de una importante cantidad de inmigrantes en los siglos XIX y XX, y por el otro, por los estrechos lazos económicos que abrieron la posibilidad de difundir nuevas formas culturales como el K-pop, todo lo cual ayudó a establecerlo dentro de poco tiempo (Zarco, 2018, pp. 90-91).
A nivel mundial y en relación al género musical, este fenómeno tiene una trayectoria que ha pasado por diversas fases, desde los inicios en los años de la década de los 90 y con un auge con el éxito mediático “Gangnam Style” de Psy en 2012 (Koeltzsch, 2019a), que también impactó en América Latina. Esto coincide con los datos obtenidos en trabajos anteriores realizados acerca de la Argentina (Koeltzsch, 2019b), que justamente alrededor de este año se formaron los primeros grupos y se empezaron a realizar los eventos, en sus inicios vinculados a expresiones de la cultura popular japonesa manga y anime y actividades como cosplay.
En cuanto a la difusión y la práctica cultural, cabe mencionar que los medios de comunicación, el uso de las redes sociales y las diversas herramientas tecnológicas han contribuido a que la ola coreana se difunda rápidamente y que fluya la información entre Corea y los diversos espacios en el mundo. Esto ha creado también una comunicación y fuertes lazos entre los fans dentro del continente americano, más allá del contacto con Corea y otras partes del mundo. Vamos a señalar en el estudio cómo se articulan estas relaciones que evidencian esta unidad de los jóvenes a partir de su compartido interés de K-pop.
K-pop y la articulación a través de los cuerpos
La música y la danza forman parte de nuestra cultura humana e impactan en nuestros cuerpos y emociones. La expresión dancística está vinculada al género musical de K-pop, es algo característico e inseparable, ya que las presentaciones de las canciones siempre van a la par de una coreografía. Además, los/las mismos/as artistas coreanos/as pasan por una formación profesional e integral que incluye el aprendizaje de diversos estilos de danza.
Dentro de los estudios acerca de Hallyu, se reconoce la movilización de los jóvenes en relación a la danza en los países de habla hispana (Meza Vargas y Park, 2015; Copa Uyuni y Poma Calle, 2017). En general, se destaca la importancia del baile en general en los “países hispanos”, porque su población está “culturalmente predispuesta” a la diversidad musical, haciendo hincapié en los estudios compilados por Fraser y Muñoz (1997).
En relación a la danza, sin lugar a dudas en el continente americano encontramos una fuerte influencia de diversos estilos musicales y herencias polirítmicas del continente africano (Fraser y Muñoz, 1997) que han influenciado la construcción de identidades y diversas prácticas dancísticas. Sin embargo, cabe destacar que la expresión corporal siempre sucede dentro de un contexto histórico específico, y que la práctica dancística se caracteriza literalmente por el movimiento, o sea, se trata de una articulación a través de la cual se forman, se rehacen y se negocian las identidades socio-culturales. En el caso de K-pop va a ser claramente la situación cosmopolita, el juego entre lo global y lo local, y una nueva forma de agencia de los comopolitan amateur de Las Américas.
Una de las representaciones de la música y danza K-pop más importantes del continente constituye el “Concurso KPOP Latinoamérica” organizado desde el año 2010 anualmente por el Centro Cultural Coreano desde la sede en Argentina. De manera virtual pueden postularse residentes de cualquier país latinoamericano en las secciones canto y danza. Entre todas las postulaciones se seleccionan los finalistas para cada categoría, luego, se realiza la gran final de manera presencial en la ciudad de Buenos Aires. Por las circunstancias de la pandemia COVID-19, en el año 2020 y 2021 se hizo completamente virtual y en 2022 se abrió para espectadores presenciales, pero no para los concursantes. En las últimas ediciones de KPOP Latinoamérica, entre los grupos finalistas del concurso de baile podemos encontrar participantes de todo el subcontinente: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay, Perú y Venezuela.
Cabe destacar que la diversidad de las coreografías y las performances elaboradas junto con la aplicación de tecnologías visuales, lo que es una evidencia del empeño y la seriedad que los actores sociales aplican en la práctica. Señalamos que es la dinámica del movimiento corporal y la danza, sea en el nivel que sea, y que los/as jóvenes se mueven literalmente para expresarse y hacerse visible. Una evidencia son los canales de YouTube y las redes, donde cada día se suben nuevos videos de los grupos que se dedican al “cover dance”. Rápidamente alcanzan miles de espectadores que a la vez entran en contacto con los comentarios de los seguidores dentro y fuera de Las Américas.
La tecnología digital del streaming y las redes de transmisión abren nuevas posibilidades, sea Facebook, Instagram o YouTube, la diferencia es que los jóvenes ya no dependen de los medios de comunicación convencionales de la televisión o medios impresos quienes antes determinaban sus preferencias (Liew, 2013). En relación a la expresión dancística que se transmite a través de las grabaciones, en muchos casos se trata de coreografías complejas de los temas musicales de K-pop más populares del momento. La performance dancística va a la par con la selección del vestuario y otros detalles de su outfit. De esta manera, los jóvenes establecen un vínculo cultural con sus cuerpos y crean una particular identidad ubicada entre lo local y lo global, así también construyen una propia estética, ya que utilizan los materiales que están a su alcance, recordando que todo esto surge por su iniciativa como amateur. Como bien reconoce Simon Frith (2003), la música está vinculada a la identidad, pero “describe lo social en lo individual y lo individual en lo social, la mente en el cuerpo y el cuerpo en la mente” (p. 184).
Los cuerpos se convierten en un espacio de la propia historia e identidad y a la vez se vinculan a través de las fronteras nacionales. Sin lugar a duda, la industria cultural moviliza las masas, y es uno de los pilares importantes del fenómeno K-pop, además del apoyo económico y político desde el Estado surcoreano que forma parte de la expansión de este movimiento. Y si bien desde sus inicios esta industria cultural estuvo enfocada en la exportación y en la internacionalización de los productos Hallyu (Lie, 2016), a lo largo del tiempo se sumaron otros aspectos en los diferentes espacios para configurar e ir mucho más lejos que la simple elaboración de una mera copia o fans “ciegos”. Cuando observamos la práctica dancística cotidiana y en los encuentros, destacan dos categorías que se denominan “random dance” y “cover dance”. En ambos casos se podría decir que se trata de un tipo de mimesis, ya que se reproducen las coreografías propuestas por los “girl bands” y “boy bands” coreanos en sus videos oficiales. En el caso de “cover dance” se busca ponerse en escena, realizar una coreografía completa como representación mimética y con amplia preparación, mientras en la categoría “random dance” destaca el factor espontáneo, la conexión entre los participantes, aunque no sean performer con perfección. En esta última actividad dancística se demuestra aún más el cuerpo como intermediario en conjunto con la memoria, ya que en un instante suena la música y los bailarines “reproducen” fragmentos de la coreografía sin tener tiempo para preparar su performance. Destaca la relación entre el momento, el mundo del instante y los signos que constituyen el mundo.
La importancia de la presentación visual y la concepción también se reflejan en los términos coreanos que remiten a conceptos. Por ejemplo, en coreano esto se denomina “An Moo” es un factor extremadamente importante que determina el éxito de un álbum (Kang, 2016). Así como juega un rol crucial la coreografía, también en las performances se incorpora el concepto “Aegyo”, la actuación de manera amable, atractiva y encantadora, sobre todo refiriéndose a la expresión facial, los gestos y una voz “dulce”, así mostrando afecto (Kang, 2016).
Características de la danza K-pop
Como lo hemos mencionado anteriormente, la danza K-pop se destaca por ciertas características y no es un género de un solo tipo de baile. Está vinculada a diversos estilos urbanos y a una práctica cultural popular. Tratamos de organizar los datos revelados a partir de una serie de criterios (véase tabla 1). En la primera columna se resumen las características generales relevados en estudios anteriores (Koeltzsch, 2019a y b). En la segunda columna agregamos algunos detalles que destacaron en los trabajos de campo más recientes. De esta manera, podemos detectar nuevas tendencias y desarrollos en relación a la práctica dentro de esta dinámica del K-pop.
Tabla 1 Características generales y específicas de la práctica dancística. Fuente: elaboración propia.
Imagen 1 Random dance en el “Korea Fan Fest”, Salta, septiembre de 2017. (Foto: GKK).
Imagen 2. Presentación de un K-pop cover dance en la Expo Friki, Salta, noviembre de 2019. (Foto: GKK).
La percepción de los danzantes
Para colocar la perspectiva de los danzantes, presentamos aquí algunos resultados de las entrevistas que revelan las inquietudes y sentimientos de los actores sociales en relación a su práctica. En el caso de un grupo de bailarinas de San Salvador de Jujuy (Argentina), las respuestas clasificamos en cuatro categorías a partir de preguntas abiertas de un cuestionario.
Motivación para bailar K-pop
-“Porque me gusta muchísimo bailar y la música kpop” (M_20). =Codificación: (M) Mujer_edad.
-“Las coreografías divertidas y las canciones que combinan muy bien con ellas” (M_18).
-“La diversión, lo hago porque me gusta, me divierte, conozco muchas personas y entablo bonitas amistades” (M_18).
-“Lo hago porque es una forma de distracción y al mismo tiempo me siento libre cuando bailo” (M_25).
Motivación para bailar en un grupo
-“Para bailar mejor” (M_20).
-“Me dejan expresar a mí manera, coincidimos con el tipo de coreografías que nos gustan” (M_18).
-“La diversión igual, el grupo me ha abierto puertas que creo en solitario nunca podría lograr abrir, el tener amigas y pasar buenos ratos” (M_18).
-“Creo que desde el primer momento fue pasar un tiempo con personas con personas muy parecidas a mi” (M_25).
Vivencia grupal
-“La primera vez que bailé con el grupo, me sentí importante para alguien. No somos una sola, somos 7 y estamos juntas” (M_18).
-“En mi opinión y para mí, fue el pasado ViveCorea en el que participamos, el momento en el que se abrió el telón y comenzaron a gritar el nombre del grupo…” (M_18).
-“Una de las que más recuerdo fue cuando conseguimos un primer lugar en un concurso, aunque realmente no me importa mucho el tema de ganar fue sorprendente y muy lindo. Todo lo que habíamos hecho rindió frutos” (M_25).
Entre miedo y emoción
-“Constantemente tengo problemas personales y en un día fue peor, en ese día teníamos que presentarnos en un evento así que tuvimos que esperar a que llegaran a esa sección de covers kpop... al esperar nos pusimos a ver los stanes y charlar... me sentí muy bien y feliz pasar tiempo con ellas que se me olvidaron los problemas” (M_20).
-“Al principio siento miedo, después me calmo y me siento extasiada. Todos me ven hacer lo que le gusta, así que intento hacerlo de la mejor manera posible y sacar lo mejor de mí” (M_18).
-“Se siente muy bien que otras personas digan 'wow que bonito que bailan' o traten de querer hacer lo mismo, también nerviosismo ver que la mayoría de las personas solo te ven a ti (M_20).
-“Felicidad, nervios, ansiedad... Esas ganas de salir al escenario y no olvidarte un paso... Es realmente emocionante pararte frente a decenas de personas de apoyan lo que haces y te admiran. Yo siento que soy libre, que encontré mi lugar en el mundo, que soy yo... Es un conjunto de emociones, algo que no puedes explicar al 100%... Es bonito” (M_18).
-“Principalmente es nerviosismo, pero también siento mucha felicidad, sobre todo cuando se termina, puesto que luego de mucho esfuerzo pudimos presentarnos todas juntas y mostrar lo mucho que nos gusta bailar” (M_25).
En las respuestas queda muy claro que las jóvenes bailarinas encontraron su lenguaje para la expresión no verbal ante sus preocupaciones y sus alegrías, con la performance buscan afectividad y un vínculo social, además, toman consciencia de sí mismas (Schechner, 2000). Por otro lado, gozan del mundo y del baile con emociones que se renuevan en cada situación. Los cuerpos no “están en el mundo como un objeto” (Le Breton, 1999, p. 103), sino atraviesan sentimientos en relación con otros, en este caso del mismo grupo de baile y con los espectadores de su performance. De alguna manera es una lectura de las performances culturales como explicación de la vida social en el sentido de Turner (1982). Es justamente esto de que la vida social es inherentemente dramática, porque los participantes no sólo hacen cosas, sino que tratan de mostrar a otros lo que están haciendo o lo que han hecho; las acciones adoptan un aspecto de 'actuación para un público' (Turner, 1986). Es lo que explican las bailarinas, la satisfacción de haber realizado una coreografía, el aplauso, el apoyo del público, el orgullo no por haber ganado un premio, sino por haberlo hecho con las compañeras del grupo. Es todo este reconocimiento que el sector popular no recibe en sus acciones cotidianas, en una vida pautada por normas y reglas. Por parte esta agencia también es posible por la globalización, porque tienen acceso a los medios de internet donde los actores mismos pueden elegir los componentes culturales a seguir y comunicarse con otras partes del mundo, para luego reconfigurar sus acciones. Es la agencia del cosmopolitan amateur de decidir sobre sus prácticas en el marco de su sociedad, pero con la tendencia de cambio de habitus, ya que la cultura Hayllu forma parte de su vida cotidiana.
Cabe aclarar que no solamente se trata de un espacio literalmente en movimiento por las actividades dancísticas, sino también se experimenta el espacio y los espectadores de manera directa por los movimientos. A partir de las conversaciones con los actores queda muy claro que la combinación entre música, danza, la visualidad y la estética son factores muy importantes y atraen particularmente a los jóvenes.
Se establece una relación corporal con la imagen, ya que los bailarines K-pop en este caso observan todos los detalles y se relacionan con los personajes del video. Por ejemplo, articulan que:
En el K-pop nos llama la atención la actuación, la historia, la musicalidad, el envolvimiento como grupo y la moda […] Los grupos K-pop tienen un concepto, se componen por personas de diferentes personajes que se distinguen claramente. Observamos cómo cada artista baila, cómo actúa […] ellos entregan una historia […] Llama la atención la educación que tienen, entrenan año tras año para presentar al público algo bueno […] Es grato ser fan de alguien que se ha esforzado tanto […] (entrevista grupal, 16 de marzo de 2019, Goiânia, Brasil).
Para Sônia (todos los nombres son seudónimos para proteger la identidad de las personas) de Brasil significa sentirse cómoda poder bailar y aprender en su casa y experimentar sola, no implica una evaluación como en una academia de baile. Afirma que:
Siempre me gustó la danza, pero no había logrado que me interesara de verdad. El K-pop me trajo al baile, me hizo llevar un paso al frente. Con la danza me sentí en casa. Practiqué mucho los cover, pero llegué a un momento de querer hacer propias coreografías.
En el caso de los grupos, dedican mucho esfuerzo a las coreografías que ensayan en conjunto. Las mismas se eligen por votación, como bien dicen, de manera “democrática”. Luego reparten los roles, y ahí es interesante que se concentran mucho en los diversos personajes del grupo original. Según la compatibilidad con su propia personalidad deciden quién toma qué papel. Puede ser un rol más sensual, más de tipo rapeo, deportivo, etc. Ya desarrollaron un “feeling” entre ellos mismos para saber qué papel pega con la personalidad de quien. El proceso de la práctica y la preparación es bastante complejo. Una persona se dedica a desentrañar toda la coreografía original en modo lento de YouTube para luego dirigir los ensayos. Sorprendentemente, esta tarea asume la integrante con menos experiencia en formación dancística, o sea, una joven que tiene experiencia en danza en su barrio, danzas urbanas, aprendidas de manera autodidacta y no en una academia, lo cual concordaría con la noción del cosmopolitan amateur. Algunos integrantes afirman haber tenido algún contacto formal tomando clases de danza, otros no.
Ahora bien, es notable el trabajo y el esfuerzo, hay una cierta tendencia hacia el profesionalismo, a la vez resalta el gusto por el baile y la articulación en conjunto. También se menciona el aspecto competitivo en este mundo de la danza K-pop. Señala Ronaldo (24 años):
Ha de aclarar que el escenario K-pop también está revestido por un carácter competitivo. Esta cosa de aprender coreografías, danzar, también es para colocarse uno contra el otro y competir en los concursos. Los chicos buscan una colocación en primer, segundo o tercer lugar […]. Hoy en día tiene como un carácter de una velada competitiva (entrevista del 16 de marzo de 2019).
Podemos resumir que el escenario de K-pop está marcado por la articulación dancística y por esta necesidad de articular con el cuerpo. Los jóvenes buscan en sus danzas la escenificación a través de la performance (Schechner, 2011). Queda claro que no solamente es una repetición de una coreografía ajena, sino es la activa construcción de sus personalidades.
El desarrollo hacia lo profesional está muy presente en el caso del grupo “Trainees Company” de Venezuela. El grupo ha desarrollado un trabajo bastante sofisticado, y como señala Carla de Caracas, (Entrevista del 8 de abril de 2021). a menudo graban una canción por semana. Seguramente esto es la razón por la cual han llegado a las competencias más importantes, en 2016 y 2018 ganaron el Kpop World Festival Venezuela y en 2020 llegaron a la final de Kpop Latinoamérica. Destacar en estos eventos aumenta la visibilidad del grupo. De manera profesional manejan las redes, su canal de YouTube lo mantienen con textos en español, inglés y coreano. Un miembro del grupo aprendió coreano, hace las traducciones y contesta los comentarios en coreano. Cada video recibe muchos comentarios que expresan el apoyo, el entusiasmo y el aprecio de las producciones. La mayoría de las menciones provienen de los países latinoamericanos hispanos y de Brasil, pero también de Corea y el resto del mundo. En algunos casos detectamos comentarios en el idioma ruso. Esto afirma la conexión global y las redes de contacto que establecieron los mismos jóvenes.
Ahora bien, se ha de destacar que el grupo realiza coreografías complejas, mayormente cover, no obstante, realizaron performances en las cuales integran una parte autorrealizada, como lo explica Carla, en el caso del cover “Idol” de BTS hicieron su propia coreografía de la parte que canta la trinitense Nicki Minaj. Lo podemos interpretar como una constante búsqueda de expresión de sus cuerpos, experimentando con todo lo que implica la performance para adquirir mejores herramientas. Las palabras de Carla reafirman también esta necesidad ante el contexto actual en su país, y esto en el marco de lo global. Dice lo siguiente:
Bailar es una parte importante en nuestras vidas, es como nos desahogamos del día a día, sobre todo con la situación que vivimos actualmente en Venezuela […] es uno de los pilares, y poco a poco lo hemos visto menos un hobby, sino como una profesión, como lo que estamos dedicando poco a poco, porque invertimos mucho tiempo, y nos ha dado frutos a medio que pasaron los años (Entrevista del 9 de marzo de 2021).
Las relaciones de género también se reconfiguran a través de la práctica. Como afirma Claudia que:
Con los grupos los ayudamos a maquillarse en los eventos, porque hay muchos chicos que quieren maquillarse para las presentaciones, pero no lo saben, entonces ayudamos […]. Yo y mi amiga los ayudamos con la sombra, para dar un toque más misterioso a los ojos, y con la base. Muchos chicos les piden ayuda a las chicas. Y esto no está mal. Nos preguntan antes de bailar, ¿cómo lo tengo que hacer…? (entrevista del 01/10/2018).
Destaca el trabajo en conjunto y el gusto compartido lo que llevó de alguna manera a formar una especie de comunidad donde no se establecen distinciones para poder participar. Sônia lo resume así:
[…] tal vez llama la atención, cualquier puede entrar, están bienvenidos aquí también, lo que tenemos en común es el gusto musical, nos gusta el K-pop […] vos puedes ser más grande o más joven, tener un color diferente, un sexo diferente…, no importa, […] es fantástico, ya que se comparte el gusto por el mismo grupo, nos gusta danzar la misma música… […] es óptimo…, la gente dice ‘vamos a danzar juntos’. Es un encuentro, una identificación.
En el caso de Venezuela, los integrantes del grupo mencionan un compañero que es sordo y destacan con mucha admiración su talento para la danza a pesar de la “dificultad” corporal. El déficit de audición no le limita en el baile y los compañeros entienden que es el cuerpo en su conjunto que aporta al grupo que esto es lo importante. Cuando en la educación formal encontramos la separación entre “normal” y “discapacitado”, aquí los jóvenes crean un espacio de inclusión. Son estos detalles que nos informan sobre la comprensión corporal por parte de los jóvenes y cómo se construyen las relaciones a través de la práctica dancística. Finalmente, en la misma entrevista, un varón (22 años) resalta que estos encuentros dancísticos semanales del grupo hacen que los fines de semana sean significativos para él.
Conclusiones:
Hacer una lectura de los cuerpos es una tarea bastante compleja, aquí en el caso de los bailarines tratamos de entenderlos como un espacio constituido, un territorio de experiencia en transición que se vincula con otros cuerpos y otras experiencias. El caso del grupo “Trainees Company” de Venezuela lo deja muy claro, ya que se auto-identifican como aprendices (trainees), refuerzan esta idea de un pasaje que lleva nuevos horizontes. Los movimientos corporales juegan un papel crucial para su expresión en búsqueda de una conexión con el público, en tiempos más “normales” con el público local en vivo, como es el caso de las grabaciones en público o la participación en los escenarios de los eventos. Estos medios visuales enriquecen nuestra comprensión y experiencia corporal, así abogamos por un enfoque lejos de una mera visualización, sino en esta visualización háptica. En este sentido, las imágenes hápticas “fomentan una relación corporal entre el espectador y la imagen” y crean una “subjetividad dinámica”
Los casos aquí presentados también nos indican que los jóvenes con los movimientos dancísticas representan esta conducta restaurada (Schechner, 2011). Los movimientos nunca son estáticos, aunque se trata de “cover dance”, se reacomodan a la situación y son independientes de los sistemas causales que los produjeron. Los danzantes crean un nuevo proceso, una nueva performance a partir de su propio guion, como también lo analizamos con las estrategias de reelaboración coreográfica. Hablamos aquí de una restauración, porque el proceso de creación implica también los ensayos. Cada vez aparecen detalles diferentes, ninguna performance es igual a la otra. Son los mismos actores que deciden sobre esta conducta. Finalmente, he de recalcar que la práctica de la danza K-pop está íntimamente ligada al deseo de ligarse con la cultura coreana, el aprendizaje del idioma y la conexión con este espacio asiático.
El esfuerzo de aprender proviene del propio impulso y es autogestionado. Hay una activa búsqueda de entrar en contacto con esta cultura ajena a lo local y (latino)americano y a la vez global. Es un aspecto que resalta en todos los espacios hasta ahora examinados. Por lo tanto, a través de la danza K-pop se crean vínculos transpacíficos y circunstancias donde los cuerpos representan, transmiten y actualizan saberes. Esto reafirma que los movimientos corporales son una forma eficaz para la articulación de diferentes visiones e interpretaciones del ser humano en relación al mundo global de la modernidad a la posmodernidad.
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https://www.youtube.com/watch?v=CDc_ZQd0g1k
https://www.merriam-webster.com/dictionary
Palabras clave:
K-pop, danza, Latinoamérica
Resumen de la Ponencia:
La historia de los gimnasios es larga, pero es a partir del siglo pasado que inicia una institucionalización y proliferación de estos, en los que ya no sólo se enseña la gimnasia tradicional, sino que se implementan nuevas actividades como aerobics, step, artes marciales, entre otras. Este artículo de carácter exploratorio, se va a enfocar en el análisis con-textual, textual, in-textual y no textual del Diseño de indumentaria de los usuarios de gimnasios que utilizan aparatos de musculación y zona cardiovascular. Por lo anterior, y entendiendo que estos usuarios tienen diversas necesidades y deseos, pero coinciden en que esperan mejorar su condición física y hasta resaltar la belleza de las formas del cuerpo humano por medio del rendimiento eficiente de estas actividades, se considera que la elección de indumentaria para las mismas es una decisión primordial para su desempeño óptimo.De esta manera, por medio del análisis de contenido; la experiencia y observación participante en un gimnasio de Toluca, Estado de México de un nutriólogo y entrenador profesional, se interpretarán dichas condiciones de Diseño ideales, coincidiendo en la esperanza de mejorar el desempeño de los usuarios de estas categorías deportivas, hasta resaltar que dichas observaciones puedan ser incorporadas al Método de Diseño de ropa deportiva, cuyo campo está en crecimiento y que teórica y metodológicamente ha sido poco abordado en México, pues su desarrollo es más de tipo intuitivo y por tendencias de moda sólo en cuanto a cuestiones textuales como cortes, colores y materiales. En este sentido, se considera que se debe profundizar en los aspectos con-textuales, como la estructura de los aparatos y las posiciones corporales; en los aspectos in-textuales como la interpretación de las formas y los colores por género, y en los aspectos no textuales como las emociones que el uso de ciertas prendas o posturas pueden detonar en el usuario, que también son primordiales para lograr un desempeño óptimo.Resumen de la Ponencia:
Esta presentación es un acercamiento preeliminar, realizado inicialmente como un curso corto para estudiantes de posgrado en ciencias sociales, que busca discutir los elementos básicos de la industria del fitness en la sociedad pandémica, en concordancia con las llamadas “redes sociales'', especialmente aquellas especializadas en videos cortos, como Tik Tok. Además, con esta ponencia se problematiza cómo y qué tecnologías económico-políticas se utilizan para establecer criterios estéticos, morales y de salud subjetiva que son incorporados por los individuos, resultado de un permanente e inducido malestar sobre nuestros cuerpos. Tres decenas de videos de “ejercicios en casa” subidos a la plataforma Tik Tok han sido analizados video y textualmente para dar cuenta del sentido del fitness en esta red.Resumen de la Ponencia:
Desde la década de los setentas del siglo XX, los videojuegos han formado parte de la sociedad. Inicialmente se encontraban en los salones de arcade, posteriormente hicieron presencia al interior de los hogares y gracias a la revolución tecnológica digital de los últimos años, los videojuegos se encuentran literalmente en la palma de las manos. De acuerdo con el informe Digital 2022 de We are social y la empresa Hootsuite, del total de personas entre 16 y 64 años que juegan videojuegos, 68.1% lo hace usando un smartphone, 36.8% desde un equipo de computo, 25.8% con una consola de videojuegos, 17.2% usa una tablet, mientras que un 13.6% lo hace con un consola portátil y el 8.7% ya hace uso de equipos de realidad virtual. En el informe se detalla que en el año 2021, de acuerdo con las tiendas Google Play e IOS App store, las aplicaciones más descargadas son las relacionadas con los videojuegos (gaming) y el gasto de consumo estuvo igualmente orientado a la actividad del juego. Los videojuegos con mayor número de usuarios activos son PUBG Mobile, Roblox, Candy Crush Saga, Free FIre, y Among Us. Por otro lado los juegos más descargados son Free Fire, Subway Surfers, Roblox, Bridge Racer y Candy Crush Saga. Tan solo en el año pasado, la industria de los videojuegos recaudo 155 billones y medio de dólares.A diferencia de etapas anteriores de los videojuegos, la necesaria copresencia física e interacción cara a cara para jugar con otra persona, quedan anuladas. Entonces, ¿cómo es posible que en esta situación, la formación de comunidades de videojugadores? Más allá de las plataformas y el Internet, ¿qué es lo que permite que un seguidor de un videojuego se identifique con otro si no se encuentran presentes de manera simultánea?Una posible vía de respuesta la encontramos en el modelo de ritual de interacción del sociólogo Randall Collins. Éste modelo, junto con los elementos y efectos que implican, nos permite entender la emergencia de comunidades de videojugadores a través de diferentes dispositivos digitales. Para ello, conceptos como el de avatar, abordado por Richard Jenkins y por Larissa Hjorth, así como el concepto mismo de ritual tanto en Erving Goffman y en Randall Collins, se vuelven relevantes para la explicar la cohesión social particular que se da a partir de los videojuegos en línea.Para complementar la teoría, se expondrán los resultados de una encuesta virtual dirigida a videojugadores de Among Us. La batería de preguntas tomó como base los efectos del ritual de interacción de Randall Collins. Esta encuesta permitió la comprobación de la hipótesis de que los efectos del ritual inciden en la creación de comunidades de videojugadores.Resumen de la Ponencia:
Durante las últimas décadas, la oferta comercial legal de juegos de azar se expandió de forma inédita a escala global. Las restricciones, prohibiciones y censuras que pesaban sobre una actividad históricamente controvertida para las sociedades humanas tendieron a declinar. Como resultado, la práctica de apuestas en este tipo de juegos se masificó y cotidianizó (proceso que no siempre estuvo exento de disputas) en la mayoría de los países. En este contexto, los juegos de azar y los fenómenos relacionados al reciente proceso expansivo del juego fueron ganando legitimidad como objeto de indagación sociológico y atrayendo el interés de académicos/as, dando forma a una novedosa (aunque aún incipiente) área de investigación, denominada gambling studies. La presente ponencia se propone presentar una mirada crítica sobre el estado actual de un campo de conocimiento emergente y proponer un balance sobre los logros, limitaciones y vacancias de los abordajes sociológicos contemporáneos sobre los juegos de azar. Para ello, propone una sistematización de las diferentes maneras en que los juegos de azar se construyen como un objeto de estudio en la sociología actual. Se distinguen cinco enfoques: 1) un enfoque que analiza los juegos de azar como un objeto cultural contemporáneo; 2) trabajos que observan el juego como objeto de regulación por parte de los poderes públicos; 3) estudios que analizan la medicalización del problema del juego a partir del surgimiento de la noción de ludopatía; 4) enfoques interpretativistas que indagan los universos simbólicos de los actores implicados en el mundo del juego (principalmente jugadores pero también trabajadores de la industria del juego, empresarios del juego, organizaciones civiles relativas a la temática, instituciones públicas, etc.); 5) estudios cuantitativos que buscan caracterizar las prácticas de apuestas en diferentes poblaciones. Finalmente, proponemos un balance crítico señalando los alcances y limitaciones de los estudios existentes y las áreas de vacancia en este campo emergente.Resumen de la Ponencia:
Em razão da disputa em andamento entre a Federação Paulista de Judô (FPJudô) e a Confederação Brasileira de Judô (CBJudô), a história da modalidade do judô paulista está sendo marcada por uma crise. A revés dos ditames democráticos, um grupo que se perpetuou no poder por 30 anos, tem reiteradamente recusado a realização de novas eleições, o que já gerou, inclusive, intervenção judicial. Dado que o último mandato se encerrou em março de 2021 e o grupo da situação não deu espaço para que o processo democrático tivesse lugar, atualmente há uma série de questionamentos jurídicos em curso. Em razão disso, um movimento clamando por renovação e transparência (RenovaJudô) acionou o Superior Tribunal de Justiça Desportiva (STJD) do judô para intervir e buscar a restauração da ética e da transparência da gestão da modalidade. Tomando por base os fatos acima narrados, interessa perceber o papel que o discurso de ódio desempenha nessa disputa, a partir da plataforma midiática (Revista Budô), utilizada pelo grupo da situação para perfilar ódio e ataques contra o grupo da oposição (RenovaJudô) em seu site. Por meio de um mapeamento do ano de 2021 na plataforma, verificam-se sete matérias veiculadas contra o movimento RenovaJudô. Dada a natureza ofensiva dos discursos articulados nesse veículo, os autores adotam como respaldo teórico, as definições sobre discurso de ódio cunhadas por Brugger (2007), Schafer, Leivas e Santos (2015), Rosenfeld (2001) e Brown (2017; 2018) que permitem trabalhar com três categorias empíricas: (i) efeitos imediatos (insultar, assediar e intimidar); (ii) marcar um inimigo; e (iii) alterar o estado das coisas. A análise de uma, dentre as sete matérias publicadas em 2021, deixou evidente o discurso de ódio perpetrado pela revista Budô em 2021 (Rocha; Motta; Erchov, 2022). Tal fato enseja a necessidade do aprofundamento do exame do discurso dessa plataforma, o que se pretende a partir dessa pesquisa, que tem como objetivo compreender a produção sistemática do discurso de ódio por parte da Revista Budô, ao longo de 2021. Para esse fim, elege-se como objeto empírico duas matérias, veiculadas nos dias 16 de fevereiro e 5 de maio de 2021, a serem examinadas a partir de uma categoria empírica específica: marcar um inimigo. Adota-se como itinerário teórico-metodológico, a Análise de Discurso de Linha Francesa (ADF). O estudo conclui pela reiteração do ódio no fazer discursivo da Revista Budô e revela que a oposição política ao movimento Renova Judô não se realiza por meio da via democrática, mas, ao contrário, solapa esta via ao articular discursivamente a construção de um inimigo. Demonstra como a revista Budô vem reiteradamente construindo uma narrativa discursiva para manutenção de uma situação que, na prática, se materializa em perdas irreparáveis para a gestão do judô paulista.Resumen de la Ponencia:
Somos el Club Deportivo Cultural y Social Xochimilco Acalli A. C. Mejor conocido como “Club Acalli”. Nuestro club se fundó en 1995 a partir de la necesidad de los vecinos de Xochimilco de tener un espacio para la práctica recreativa y deportiva con niños (as), jóvenes y adultos de la zona.Nacimos con la premisa de que el deporte y la recreación no son elementos con los que se debe lucrar, sino elementos para promover la convivencia social y familiar, para conservar nuestra cultura y deporte de los Acallis (deporte autóctono realizado en canoas) y para contribuir a la formación de niños y jóvenes independientes, con identidad y conciencia social.Toda acción a emprender en el club se realiza por consenso en asamblea en la que participamos los asociados, quienes elegimos a nuestra mesa directiva conformada por un presidente, un secretario y un tesorero. En general el Club Acalli se mantiene de las cooperaciones que todos los asociados aportamos cada mes. Como club asumimos la gran responsabilidad que no han querido asumir las autoridades locales y federales en cuanto al otorgamiento de la práctica deportiva y recreativa de forma organizada sin fines de lucro. También estamos comprometidos en mantener el espacio físico del club como una zona de reserva ecológica.Las principales actividades que realizamos y ofrecemos a la comunidad son:a) Demostración, enseñanza y competencia de Acalli como parte del rescate de un deporte autóctono realizado desde hace miles de años por las culturas mesoamericanas. Somos de las pocas organizaciones que siguen practicando este deporten autóctono en Xochimilco y en el País. b) Una liga permanente de fútbol en la que participan diferentes categorías (veteranos, libre, femenil, juvenil e infantil). En total participamos alrededor de 40 equipos. c) Funcionamiento permanente de una Escuelita de Fútbol para niños de 6 a 17 años los días martes y jueves con horario de 16:00 a 18:00 hrs.d) En periodos vacacionales realizamos cursos de verano donde se ofrecen actividades deportivas, incluido el deporte de acallis, manualidades y juegos tradicionales (balero, yoyo, trompo, rodamiento del aro) e) Eventos sociales relacionados con la idiosincrasia de la población como: el festejo del día del niño, día de la madre, día de la virgen de Guadalupe.Les invitamos a todas las personas interesadas a ser parte de este Club donde la autonomía, la organización social, la identidad, el deporte autóctono de los acallis, la recreación y la convivencia social son valores que predominan por encima del valor monetario y el negocio. Hasta que la dignidad, la identidad se hagan costumbre. Club Xochimilco Acalli.Resumen de la Ponencia:
A partir de la presuposición de que el juego es una dimensión fundamental de la cultura, tal como lo afirmaron Huizinga y Callois, plantearé la posibilidad de utilizar la noción como un complemento crítico de la teoría de la práctica. Esta ha sido criticada, en su versión más difundida (la de Pierre Bourdieu), por no dar suficiente peso a la agencia y comprender limitativamente a los individuos a partir de las disposiciones. Con tal finalidad, en primer lugar, haré un recorrido teórico que permita clarificar qué se entenderá por juego, junto con sus posibles clasificaciones. Posteriormente, me centraré en el juego como práctica y sus características, su doble dimensionalidad cooperativa-competitiva. Por último, revisaré aproximaciones sociológicas que han utilizado la metáfora del juego con finalidades explicativas, ponderando su alcance y limitaciones.Resumen de la Ponencia:
El presente trabajo expone los resultados de un acercamiento al campo deportivo del golf, enfocándose en las trayectorias de jugadores entre 18 y 30 años, vinculando las construcciones identitarias en torno a los valores, tradiciones y características distintivas de los golfistas que practican el deporte desde su niñez. Este proceso se llevó a cabo en la urbanización cerrada “Valle del Golf Club” en la provincia de Córdoba, Argentina en el año 2022.La ponencia presenta estudios preliminares de la investigación final de grado de la Licenciatura en Sociología, recuperando la propuesta de producción cultural e identitaria interseccional, relacionando trayectoria, configuración cultural, sentidos de pertenencia y valores representados no sólo a través de la práctica deportiva sino en la incorporación y producción de nociones sobre cómo percibir y moverse en el mundo.En este contexto, el trabajo tensiona la perspectiva reduccionista del golf en tanto deporte funcional a la socialización de los estratos superiores. Tomando juventudes y trayectorias vinculadas a la competitividad y profesionalización, entendemos que el carácter de socialización queda relativamente subordinado frente al terreno de producción cultural, subjetiva e identitaria.La práctica deportiva desde edades tempranas resulta en un espacio de construcción de identidades y disposiciones único en la vida de las personas en las sociedades actuales. En este caso, consideramos que el golf tracciona una narrativa dominante que vincula un conjunto de valores que se entrelazan con el universo simbólico por el que están atravesados los agentes. Este proceso de largo plazo evidencia un esquema de pensamiento, percepción y disposición específicos que se construye dialécticamente en antagonismo permanente trazando fronteras con “lo otro”.De esta manera, los jugadores evidencian modos de vivir habiéndose estructurado alrededor de valores y tradiciones que el deporte autopercibe como propios, recuperando estilos y modos de vida vinculados a los sectores privilegiados o de élite, lo que estructura condiciones de posibilidad de los agentes que llegan a hacer del golf “un estilo de vida” tanto como un ordenador de sus sentidos prácticos en los espacios que habitan. La metodología utilizada es cualitativa, elaborando registros etnográficos en el campo y entrevistas en profundidad a los actores claves conjuntamente con cuestionarios. Se utilizó un muestreo intencional al que se le adiciona la técnica “bola de nieve” para expandir la red de agentes. Como resultados preliminares observamos cómo adscribiendo a una narrativa dominante los jugadores referencian su construcción identitaria trazando fronteras con otros deportes y clases, referenciando principalmente a códigos vinculados a: lo estético, como el estilo y la elegancia; y a lo moral, a través del arreglo a valores como la disciplina, honestidad o caballerosidad.Resumen de la Ponencia:
A população idosa é conhecida pelo poder apresentar uma série de limitações relacionadas tanto ao estilo de vida desta população, quanto pela falta de aptidão física, esses dois fatores juntamente com o aumento de doenças crônicas degenerativas (cardiopatias, obesas, tipo diabetes 2, entre outros), que tornam esse grupo propenso à sedentarismo e limitações da execução de atividades diárias. A atividade física é uma ferramenta importante que pode contribuir para a melhora na saúde dos idosos. O trabalho com a população idosa exige grande responsabilidade do profissional de educação física, pois além dos problemas já destacados, eles ainda podem ter problemas articulares e locomotores que acabam limitando algumas atividades. Contudo antes da elaboração algum tipo de atividade física para este grupo, deve-se levar em consideração o nível de aptidão física de cada indivíduo, que pode ser feito através de alguns testes ou bateria de teste, para que se tenha conhecimento o respeito dos idosos e respeitando os limites e necessidades de cada indivíduo, tendo como objetivo principal a melhorar a aptidão funcional. Aptidão física é um componente fundamental para que os idosos mantenham sua capacidade funcional, deste modo, a prática de atividade física melhora e melhora a perda de capacidade funcional melhorando a aptidão física, diminuindo os riscos vinculados às doenças associadas à idade. Desta forma, o presente estudo tem como objetivo avaliar o perfil da aptidão física do grupo de idosos participantes do programa de atividade física "Caminhada do Idoso", desenvolvido pela Prefeitura de Ivaiporã (Paraná/Brasil). Participam do estudo 77 idosas com idade de 60 a 84 años que foram classificadas nas seguintes faixas etárias: 60-64 years; 65-69 anos, 70-74 anos e 75 a 80 anos e posteriormente submete-se ao teste de Rikli e Jones. Diferença significativa entre faixas etárias foi encontrada no sentar-se e alcançar (SA, p=0,043). A associação entre as faixas etárias das idosas com os testes mostraram valores baixos e na média. Contudo, diferença significativa foi verificado apenas no Levante e caminhar 2,44m (LC 2,44m, p=0,004), sendo que as idosas na faixa de 60-64 e 65-69 apresentam valores que pioram que dos outros grupos. Os resultados dessa pesquisa mostraram que avaliar a aptidão física de idosos é importante para estabelecer diretrizes que possibilitem futuras intervenções que contribuam na melhora da qualidade de vida dos idosos.
Introducción:
O envelhecimento é um processo que ocorre progressivamente nos seres humanos, ocasionando perdas em três aspectos como: biológicos, psicológico e social (MAZO, SACOMORI, KRUG, CARDOSO, BENEDETTI, 2012). O sedentarismo é um dos diversos fatores que pode levar a um declínio biológico, aumentando as chances do desenvolvimento de diversas doenças tais como: cardiovascular, diabetes, obesitye e até mesmo problemas locomotores como artrite, artrose e osteoporose (CARLUCCI, GOUVÊA, OLIVEIRA, 2014). Este processo produz alterações visíveis, além de tornar o individuo mais vulnerável a ações do ambiente. Indivíduos que estão expostos a fatores nocivos do meio externo, tendem a acelerar o processo de envelhecimento, ou seja, indivíduos que não buscam hábitos de vida saudáveis podem acelerar o processo de envelhecimento (TORTORA, 2013). O número de idosos tem crescido de maneira significativa a cada año, em diversos países, pois vários aspectos têm melhorado a qualidade de vida da população, desde o aumento da oferta acesso de alimentos, além do desenvolvimento científico e tecnológico que permite que os conhecimentos sejam empregados em áreas como: médica, farmacêutica, entre outras. Este entre outros aspectos tem refletido em benefícios a vida da população, que principalmente em países desenvolvidos, têm demonstrado taxas crescentes de longevidade e menores taxas de morbidade da população. Contudo, apesar do desenvolvimento no campo da medicina e indústria farmacêutica o número de doenças crônicas não transmissíveis e associadas ao processo de envelhecimento também aumentou (CAMPOLINA, 2011).
Contudo, precauções devem ser tomadas em relação aos exercícios prescritos para os idosos, deve-se levar em consideração às suas limitações, pois nestes indivíduos ocorre uma série de modificações fisiológicas desencadeadas pelo envelhecimento, tais como a perda de massa muscular e óssea, além do enrijecimento das articulações. Portanto, a avaliação física é uma ferramenta crucial para nortear e direcionar as atividades de acordo com as necessidades dos idosos, contribuído para melhora na qualidade de vida (TRIBESS, JUNIOR, 2005).
Desta forma, considerando a importância da atividade física na vida do idoso para a melhoria e preservação da capacidade funcional e qualidade de vida, o presente estudo teve como objetivo identificar o perfil da aptidão física do grupo de idosos praticantes do programa "Caminhada do Idoso", de iniciativa da secretaria de saúde do município de Ivaiporã/ PR.
Desarrollo:
Participam do estudo 77 idosas com idade de 60 a 84 años foram classificadas nas seguintes faixas idade: 60-64 years; 65-69 anos, 70-74 anos e 75 a 80 anos e, posteriormente, submete-se ao teste de Rikli e Jones. Todos assinaram ou Termo de Consentimento Livre e Esclarecido (TCLE). A pesquisa foi aprovada pelo Comitê de Ética em Pesquisa Envolvendo Seres Humanos da UEM (COPEP, opinion nº 2.155.877/2017). Foi used for uma estatística descritiva. Para comparação entre as faixas etárias e os testes de aptidão física foi utilizado o teste de Kruskal-Wallis. Para todas as análises foi adotado nível de significância de p≤0,05 e o pacote estatístico utilizado foi o SPSS versão 21,0.
Na analise estatística foram realizadas a comparação entre as faixas etárias com os respectivos testes. Para maioria dos testes (levanta e sentar na cadeira=LSC, flexão de braço=FB, levantar e caminhar 2.44 m=LC244 e alcançar nas costas=AC) diferenças significativas não foram encontradas entre as faixas etárias, apenas no teste Sentar e Alcançar (AS) foi verificado diferença significativa (p = 0,043), observadas entre as faixas etárias de: 60- 64 anos e 65-69 (p=0,033); e 65-69 a 75-84 (p=0,033).
Para determinar a associação entre a bateria de teste e a faixa etária das idosas, aplicando-se o teste qui-quadrado. Com a relação ao teste levantar e sentar na cadeira (LSC) e alcançar atrás das costas (AC) a maioria realizaram as tarefas em intensidade abaixo da média, no de Flexão de braço (FB) a maior parte da amostra ficaram na média. Nos testes Levanta e caminhar 2,44m (LC 2,44m), Sentar e alcançar (SA) e Step 2 min a maioria distribuíram-se na media e abaixo da média. Diante dos resultados obtidos pelos testes Rikli e Jones (2002) pode[1]se observar que em todos os testes realizadas as idosas ficaram na media e abaixo da media. Portanto, outros tipos de atividades que busquem a manutenção e melhora de outros elementos como, flexibilidade, força e equilíbrio, devem ser pensados como práticas futuras aplicadas neste programa. O treinamento de força dos membraros superiores e inferiores, por exemplo, pode ser incluído junto com o treinamento aerobico, auxiliando para que as idosas ganhem mais força nas fibras musculares ajudando a ter mais autônima no seu dia-a-dia (LOPES, MAGALHAES, HUNGER, MARTELLI, 2015).
Conclusiones:
As idosas que participam do projeto caminhada do idoso do município de Ivaiporã-PR apresentaram significância apenas no teste sentar e alcançar (SA) com um valor de p<0,043 possuindo melhor flexibilidade dos membros inferiores entre as faixas etárias de 60-64 anos e 65-69 (p=0,033); E65-69 a 75-84 (p=0,033). No teste de levantar e sentar da cadeira (LSC) o grupo mais velhos apresentou ter força dos membros inferiores semelhantes aos mais novos. Nos demais testes realizas, as idosas ficaram na media e abaixo da media esperado para as faixas etárias.
Portanto, seria interessante que a prefeitura do município junto com parcerias, implantasse outras práticas que melhorem, por exemplo, a resistência aeróbica, flexibilidade, equilíbrio e força dos membros superiores e inferiores, instruindo a população idosa que além da caminhada, outros tipos de exercícios também são importantes. Promovendo assim um aumento na contribuindo para o bem estar e a sua autonomia para as realizações de tarefas do dia-a-dia e saúde e qualidade de vida. Incentivando os idosos a realizarem tanto a caminhada do idoso, como exercícios específicos nas Academias da Terceira Idade (ATIs), com orientação apropriada para realização correta dos exercícios e evitar possíveis lesões.
Bibliografía:
CAMPOLINA, A, G. DINI, P, S. CICONELLI, R, M. Impacto da doença crônica na qualidade de vida de idosos da comunidade em São Paulo (SP, brasil). Disponível em: . Acesso em: 19 jun. 2017.
CARLUCCI, E. ET AL. Obesidade e sedentarismo: fatores de risco para a doença cardiovascular. Com. Ciências Saúde, Maringá-PR, v. 24, n. 4, p. 375-384, 201./201.
LOPES, C. et al. Treinamento de força e terceira idade: componentes básicos para autonomia. Arch Health Invest, [S.L], v. 4, n. 1, p. 37-44, fev./201. 2017.
MAZO, G. et al. Aptidão física, exercícios físicos e doenças osteoarticulares em idosos. Rev Bras Ativ Fis e Saúde, Pelotas; RS, v. 17, n. 4, p. 300-306, 201.
RIKLI RE, JONES JC. Medição funcional. The Journal on Active Aging • Março Abril de 2002. Disponível em: http://www.um.es/desarrollopsicomotor/wq/2010/wqcarrasco2010/BL22_files/Senior%20Fitn ess%20Test_Rikli02.pdf. Acesso em: 13 de setembro de 2017.
TOMÁS, J. R.; NELSON, J. K. Métodos de pesquisa em atividade física. 3. ed. Porto Alegre: ARTMED, 2002.
TORTORA, GJ. Princípios da Anatomia Humana. Rio de Janeiro: Guanabara Kooga, 2013.
TRIBOSS, S.; VIRTUOSO JR, J. S. Prescrição de exercícios físicos para idosos. Rev. Saúde. Com, v. 1, n. 2, p. 163–172, 2005
Palabras clave:
Aptidão Física, Avaliação Física, capacidade funcional, Idosa.
Resumen de la Ponencia:
Los continuos cambios sociales en entornos poco estables, producen incertidumbre y anonimatos en las biografías individuales y sociales, lo cual dificulta la conformación de identidades y procesos de integración estables en las sociedades contemporáneas. De tal manera que, la conformación de identidades es entendida como un problema para la estabilidad de la integración social. Enmarcado en este contexto, las prácticas deportivas en las sociedades contemporáneas se han convertido en espacios que, en escala creciente, producen y reproducen mecanismos de integración social, al proveer referentes simbólicos de identificación respecto a valores, normas, creencias y orientaciones para la construcción-expresión de identidades sociales y de la memoria colectiva.Al respecto, se considera que en México el futbol americano amateur-estudiantil, ha sido uno de los deportes populares en algunas instituciones de educación superior, generando una serie de narrativas que forman parte del imaginario colectivo a través del significado de imágenes como la del estudiante-deportista. Con base en este supuesto, la presente investigación tiene por objeto identificar los elementos principales que permiten la generación y desarrollo de una identidad deportiva al interior de uno de los equipos que fueron representativos en la liga mayor por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México. Así como las formas por las cuales se transmite y hereda a las nuevas generaciones deportivas, un sentimiento de pertenencia, proyecciones de aspiraciones y conservación de tradiciones.El grado de profundidad con el que se aborda el proyecto corresponde a un nivel exploratorio debido a que se trata de una dimensión poco explorada para esta disciplina deportiva, así como a un nivel descriptivo cuya aspiración es la caracterización de los principales elementos de valores, normas y tradiciones compartidas por la comunidad estudiada. La estrategia empleada es la de la investigación documental y el trabajo de campo mediante la recuperación de las experiencias de exjugadores del equipo Cóndores de la UNAM, de tal manera que el ensamble de los testimonios diera cuerpo al entramado de una historia colectiva contada por múltiples historias individuales. Para la recolección de experiencias se utilizó una guía de entrevista elaborada desde la perspectiva del método biográfico de los relatos de prácticas en situación. Fueron entrevistados 115 ex jugadores de un total de 751, pertenecientes a todas las generaciones desde 1970 hasta 1997, lo cual representa el 15 por ciento del universo total. La presentación de la ponencia consiste en la exposición del procedimiento de análisis y procesamiento de la información recabada en las entrevistas con el propósito de llevar a cabo un ejercicio de modelo de interpretación del objeto de estudio y la revisión crítica de estos hallazgos respecto al objetivo inicial.Resumen de la Ponencia:
A lo largo de la historia de la humanidad en las diferentes culturas que se han dado, el deporte ha sido un factor determínate de la vida en sociedad, en cuanto se asocia a este el bienestar de la salud corporal y la salud mental; atendiendo además los conceptos de desarrollo personal, social y económico.El deporte al estimular el sistema nervioso (red que conecta al sistema muscular y óseo), promueve la capacidad de atención y motivación por actividades cotidianas, por ello, los diversos sistemas educativos, particularmente el colombiano ha logrado establecer la práctica de actividades físicas como pilar para la formación desde el ámbito educativo) y especialmente el colombiano han establecido la práctica de actividades físicas como factor esencial de formación. Teniendo en cuenta lo anterior, se busca resaltar la importancia que tiene la práctica de deporte en general y en este caso particular la práctica de beisbol, que es un deporte de trabajo colectivo, en la estructuración de los proyectos de vida de los niños con edades entre 7 y 10 años, del barrio Los Garzones de la ciudad de Montería, en el periodo 2020-2022. Durante los años en mención, se evidencia un cambio en la cultura deportiva de los niños del barrio Los Garzones debido a la llegada del señor Luis Escobar Pocaterra a esta localidad, quien es un exjugador de la selección colombiana de beisbol y desde el año 2008 viene trabajando desde la escuela Tigres de Montería en la preparación de los niños de la comunidad en torno a este deporte. Con este proyecto se analizará el impacto que tiene el beisbol en la construcción de los proyectos de vida de niños y jóvenes, entendiendo este como un proceso orientado a propender cambios en las actividades que los deportistas imparten en sus vidas y como desde estas prácticas se puede configurar una alternativa que desarticula los estereotipos donde reina la falta de oportunidades; que motivan el desinterés por el progreso y la superación de la pobreza.Key Words:Deporte - Educación - Desarrollo - PedagogíaResumen de la Ponencia:
Para qué correr es una pregunta que se plantean constantemente las y los corredores. Y también es la pregunta pretexto de mi investigación desde la Antropología Social, cuyo planteamiento es el objeto de esta ponencia.Las respuestas típicas (tipificadas desde entrevistas y observación participante) son: para competir; para estar saludable; para tener un cuerpo estético; para relajarse o para socializar. Se trata de construcciones a través de las cuales quienes participan en el ámbito del running dan sentido a la acción, principalmente a sus prácticas corporales. La investigación parte del supuesto de que estas tipificaciones corresponden a representaciones corporales que implican vivencias o experiencias, narrativas (es decir auto interpretaciones), así como procesos históricos y sociales desde los cuales construimos “contemporaneidad”, conceptualizada como un conjunto de relaciones a través de las cuales se constituye el “nosotros” (que denomino ámbito de sentido de running).Así pues, la investigación busca dar cuenta de los procesos culturales por los cuales se asignan significados al cuerpo dentro del running, así como a la forma en que estos se relacionan con la identidad dentro de un contexto histórico y social (el de la Ciudad de México) de tal modo que parte de los resultados es la construcción de tipos ideales de cuerpo: cuerpo saludable, competitivo, ascético, estético y lúdico. Cada uno implica y a la vez refiere a procesos colectivos e individuales que dan sustento a la cultura.Resumen de la Ponencia:
IntroducciónEl Deporte Profesional Global proyecta ingresos de más de 700 Billones de Dólares para 2025 y genera valor compartido real, capitalizando el desarrollo de la cultura hipermedia y las tecnologías emergentes digitales. Ha impactado a la sociedad moderna en sus estructuras y componentes, modificando relaciones y transacciones entre grupos e individuos llevando a implementar modelos de gestión efectivos. Desafortunadamente tal nivel de operación no se ha alcanzado del todo en México y en su Béisbol profesional en particular, operando empíricamente en el corto plazo lejos de su objetivo principal; atraer a un mayor número de aficionados y alcanzar un mayor valor comercial. La gestión profesional del Béisbol profesional en México requiere comprender los efectos de la interacción digital de sus aficionados, pues de no hacerlo así corre el riesgo de perder mayor relevancia para el público, y atractivo comercial para todos los integrantes de su cadena de valor; equipos, patrocinadores, medios y proveedores. Propuesta Metodológica.Estudio descriptivo y cualitativo: Identificar la tipología del aficionado de la Liga Mexicana de Béisbol en función de su conectividad y seguimiento a las plataformas digitales de la Liga: Facebook, Twitter. Monitorear el nivel de acciones publicadas, la interacción con sus fans, para estimar los niveles de awareness y engagement generado, Observar el comportamiento de los aficionados al conectarse a las redes digitales de su equipo y la Liga Mexicana de BéisbolFundamentos Teóricos.Las redes sociales se han visualizado como un excelente medio de engagement con el aficionado actual que mantiene interés en el deporte como actividad socializadora. (Popp, Wilson, Horbel, & Woratschek, 2016). Vale y Fernandes (2018) identificaron los drivers de las conductas de engagement de aficionados interactuando con sus equipos en Facebook (en posts, comentarios y comparticiones). Apoyándose en la teoría de Usos y Gratificaciones (U&G) establecieron las motivaciones asociadas a la interacción en Facebook y midieron su valor predictivo usando el esquema de Consumer Online Brand Related Activities, considerando tres dimensiones: Consumo, Contribución y Creación. las motivaciones hacia el uso de medios son; Información, Entretenimiento, Identidad personal, e Interacción social, Empoderamiento y Amor por la Marca. Santos, Correia y Pegoraro (2018) han propuesto una tipología extendida a tres clases de relación; de aficionado a aficionado, de equipo a aficionado y co-creación de aficionados. Resultados, siguientes pasos.El número de seguidores de la LMB en redes sociales ha llegado a 5.5 Millones, a un ritmo de +31% (CAGR) de 2015 a 2021. El análisis descriptivo de los aficionados de la Liga resultó en tipología del aficionado de cuatro clusters: Fanáticos de 8%, Constantes de 75%, Esporádicos de 10%, y Sociales de 8%. Se contempla realizar una Observación en la conducta de aficionados en redes sociales en Zoom (inicio: Mayo 2022). Referencias disponibles.Resumen de la Ponencia:
Se pretende presentar algunos datos obtenidos en el trabajo de campo, con la finalidad de explorar las vivencias que las mujeres trans experimentan al practicar deporte y analizar las tensiones que se configuran tanto al interior como al exterior del mundo LGBT+. A lo largo de la ponencia se abordarán distintas formas en las que se expresa y materializa la discriminación de género dentro del campo deportivo, con el firme interés de exponer la forma en la que las prácticas deportivas y cotidianas de las mujeres se conectan con categorías más amplias como el sistema normativo de género, la percepción sociobiológica de los cuerpos y cuestiones de clase y capital que se cruzan a la hora de estructurar las aperturas y reconocimientos a la diversidad sexo-genérica.Resumen de la Ponencia:
En el marco de la construcción sociocultural del deporte, la presente investigación se asienta en la jerarquización androcéntrica de las narrativas identitarias en el fútbol. Exploramos el planteamiento de dichos relatos en clave de género y a nivel de clubes y, específicamente, analizamos cómo es tal relación discursiva. Todo ello en un contexto de creciente profesionalización del fútbol practicado por mujeres en Iberoamérica, donde cada vez más equipos se articulan bajo estructuras, históricamente, masculinas. Para ello, empleamos como caso de estudio el Athletic Bilbao, pionero en el desarrollo del fútbol femenino en España. La metodología empleada se basa en el análisis de contenido de 357 portadas de cuatro periódicos españoles (As, Mundo Deportivo, El Correo y Deia) que siguen de manera preferente al Athletic durante tres temporadas completas (18-19, 19-20 y 20-21). Las unidades de análisis se han clasificado en una tabla-matriz compuesta por 9 indicadores. Los resultados se presentan en tres grandes categorías de relacionalidad sexista registradas en la construcción de la información: secuencial; normativa y posicional. Las conclusiones apuntan a la omnipresencia de las narrativas identitarias, construidas vía información periodística, sobre las prácticas ejecutadas por los hombres. En términos de relacionalidad, esto conlleva la invisibilización y, en el mejor de los casos, la excepcionalización de las prácticas deportivas de las mujeres. En otras palabras, los medios de comunicación elaboran un relato de club en el que la Historia sustantiva es de los hombres, mientras las mujeres ejercen un rol complementario a través de algunas historias definidas como femeninas.Resumen de la Ponencia:
Hacer visibles a las mujeres en los escenarios sociales ha sido uno de los objetivos de los estudios feministas y el panorama deportivo no ha sido la excepción. Es así como el objetivo de este trabajo es recuperar la trayectoria de tres deportistas del estado de Hidalgo quienes pese a sus grandes logros no han sido reconocidas. La exclusión de las mujeres del campo deportivo es algo que desborda las reglas de cada juego o especialidad deportiva. No es el futbol ni el basquetbol o la natación los que excluyen a las mujeres; no hay ninguna razón en su estructura que impida la participación de cuerpos femeninos en la cancha. No ocurre, como se imaginaron los positivistas, que la feminidad constituye una condición irregular, deficitaria o incompleta de lo humano. Para ser deportista solamente hace falta piernas y paciencia, pero el sistema patriarcal niega esta presencia. Por ello, han surgido estudios que proponen diseccionar el deporte desde el feminismo para develar, denunciar y apostar por la transformación hacia la equidad y la inclusión. Poco a poco, las mujeres han abierto espacios y enfrentado las resistencias que su presencia genera en los deportes aún de hegemonía masculina. (Charles, 2014). Hemos retomado la propuesta de Pedraza (2015) quien indica las siguientes etapas metodológicas para abordar el deporte y la participación femenina: Colocar a las mujeres al centro de las investigaciones, visibilizarlas, cuestionar críticamente cualquier tipo de discriminación, contextualizar su participación y “aplicar los principios de deconstrucción, desmontaje y reconstrucción conceptual, lo que implica redefinir los objetos de estudio desde la perspectiva del feminismo”.Es así como se ha realizado una investigación que da voz a tres destacadas deportistas del estado de Hidalgo: Fausta Marín, maratonista que murió en el intento de cruzar el Canal de la Mancha; Érica Gómez, basquetbolista que triunfó en España; e, Irma Martínez Campero, ejemplo del deporte sobre silla de ruedas. Las tres demostraron con su compromiso que una mujer puede tener un alto rendimiento, fuerza, rapidez, habilidad, precisión. Así, al cultivar sus cuerpos como “máquinas guerreras, si logran enfrentarse y oponerse y vencer al enemigo en la propia lógica de la construcción de la masculinidad, entonces la supremacía postulada queda en entredicho” (Moreno, 2014) y el deporte también es escenario de las mujeres.Resumen de la Ponencia:
El reciente auge del deporte femenino en México evidencia una deuda histórica con deportistas pioneras durante la primera parte del siglo XX. Recientemente, los estudios sobre deporte femenino se han orientado hacia la visibilización de su historia, así como de las deportistas, instituciones públicas o privadas y/o procesos políticos-sociales que incentivaron, o desincentivaron, la práctica deportiva en mujeres. La literatura referente al deporte en México es amplia en torno al futbol y a los deportes masculinos, especialmente aquellos practicados en la capital del país. Esta sugiere que el origen de las actividades deportivas sucede en cuatro momentos: 1) por la influencia de inmigrantes europeos, la industria minera y/o la expansión ferroviaria a inicios del siglo XX; 2) por las actividades de ocio, recreación y/o actos cívico-militares, especialmente en la etapa posrevolucionaria, como precursores de la práctica deportiva y/o de espectáculos masivos; 3) la fundación de clubes sociales y/o deportivos de extranjeros, o de clases altas, en ciudades urbanas; y 4) la incorporación de la educación física en programas de educación durante la época posrevoluciaria. Estos no son un proceso continuo, ya que no suceden de la misma manera, o al mismo tiempo, en todo el país, pero sí se insertan en un proceso más amplio: el de la deportivización. Al sugerir una historia del deporte en México a través de esta deportivización en cuatro momentos será posible observar en cada uno de estos la situación de las mujeres y su relación con el deporte a través de sus contextos sociales y políticos, nacionales, regionales y/o locales. Esta investigación propone describir el origen de la práctica del deporte femenino en la ciudad de Torreón a través del proceso de deportivización en cuatro momentos durante el siglo XX con perspectiva de género, centrándose en la incorporación de la educación física para niñas en escuelas públicas o privadas, o bien, en las actividades físico/deportivas practicadas por mujeres en clubes deportivos. Se pretende conocer, diagnosticar y problematizar a las mujeres en el deporte de la ciudad a través de la prensa, particularmente en El Siglo de Torreón. La investigación permitirá visibilizar la historia del deporte femenino y contribuir a la memoria histórica de la ciudad.Resumen de la Ponencia:
la violencia es un fenómeno social, que ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad, pues la violencia se manifiesta en diferentes espacios como el deporte, que si bien es cierto reglamenta y sanciona la violencia la practica de esta se sigue manifestando.Este trabajo aborda la violencia que se da en los juegos de basquetbol entre los varones, debido a que son quienes recurren a esta practica a consecuencia del modelo masculino hegemonico el cual construyen en la cotidianidad de su contexto social, histórico, político, económico y cultural. es así que el basquetbol sera ese escenario, que simbólicamente lo construyen como su territorio , pues se apropian de este espacio , el cual han construido una identidad como jugadores de basquetbol, pero también como hombres. la competencia que viven los jugadores dentro del juego no solo es por ganar el juego si no por mostrar por ser le mejor, el que ha cumplido con los estándares de la masculinidad hegemoníca impuesta socialmente, las cuales debe de cumplir con el reconocimiento social, el poder y la permisión de la violencia que pareciera es una característica de los varones.el trabajo es de corte cualitativo para poder conocer como es que los hombres construyen y viven la masculinidad dentro del basquetbol, es por eso que se utilizo como instrumento de recolección de datos la entrevista, la cual fue aplicada a siete jugadores de basquetbol de diferentes edades, municipios y posiciones como jugadores. debido a la pandemia de covid-19 se aplico una de manera virtual por medio de la plataforma meet.dentro de los datos obtenidos se encontró que los hombres son jugadores amateurs, los cuales buscan mostrar su masculinidad dentro del basquetbol ya que se preparan no solo para compartir dentro del juego si no también para buscar el reconocimiento social, como uno de los aspectos a cumplir dentro del modelo masculino impuesto, el cual es aprendido dentro de la familia. con respecto a la violencia antes de manifestar esta hay un juego de agresión en el que se rompe cuando el conflicto no es resuelto con la agresión, si no con el uso de la violencia, que a diferencia de la agresión lleva ya una intención de lastimar al otro que ya no es parte del juego.Resumen de la Ponencia:
En la práctica deportiva intervienen las relaciones de género entre deportistas, público aficionados, medios de comunicación, empresas deportivas de todo tipo (desde la promoción de la vida saludable, hasta el deporte como un producto de consumo y moda), que actúan de acuerdo a ciertos códigos socialmente compartidos, basados – principalmente- en un discurso de género hegemónico que reproducen y construyen un orden del imaginario social.Los códigos de comportamiento y vestimenta de las y los deportistas han sido explotados por diversas industrias culturales, entre estas aquellas que intervienen en el diseño, confección, distribución y venta de la vestimenta deportiva; la cual, dicho sea de paso, también es vista como una tecnología , que a su vez crea una imagen y una identidad sobre ciertas habilidades y estéticas. No obstante, la ropa deportiva, incluyendo uniformes, accesorios, calzado, están constituidos en función a la diferencia de género y no exclusivamente en brindar comodidad, y protección a las y los deportistas. En ese sentido, se vuelve importante analizar cómo la ropa deportiva diferencia a hombres y a mujeres que practican una misma disciplina, cómo estas prendas exaltan ciertas partes de cuerpo y en algunos casos sexualizan a las y los deportistas, como el Pink tag está presente en la venta de productos deportivos y cómo esto puede limitar la práctica deportiva de las mujeres. Por lo que desarrollaremos un análisis de imagen sobre el imaginario deporte-estética / deporte-moda a partir del análisis del discurso en fotografías de deportistas mexicanos contrastando su imagen deportiva con la imagen de etiqueta “formal”.Resumen de la Ponencia:
Los primeros pobladores de América, en su carácter de nómadas, la fuente de alimentación, la obtenían de la caza, pesca, recolección de frutos, hierbas y granos. A través del tiempo y sus experiencias, empezaron a obtener otros conocimientos, transformando su hábitat, dando lugar a la invención de la AGRICULTURA. En ese tiempo, en lo que hoy conocemos como MESOAMERICA, paulatinamente se inventó la MILPA y posteriormente la CHINAMPA, en el lago de Texcoco. ¿PERO QUE ES LA MILPA? Al principio empezaron a cultivar y domesticar, la calabaza, frijol, maíz, para después incorporar en estas parcelas, chile, tomates, quelites, según la región y todo esto lo adoptaron para su alimentación, inventando utensilios para su cocina, con sus respectivos procesos de cocción y la NIXTAMALIZACION. Esto hasta la llegada de la invasión Europea, que trajeron su alimentación, surgiendo un MESTIZAJE CULINARIO. En el segundo tercio del siglo XX, llego una invasión alimenticia, LA ALIMENTACION CHATARRA que se caracteriza por no contar con un estudio previo de IMPACTO SOCIAL, o si lo tiene, la política gubernamental de ese tiempo, se volvió cómplice del daño sistemático de esta alimentación ultra procesada, rica en harinas, azúcares, grasas, que trajo como consecuencia, problemas sociales, económicos, ecológicos y sobre todo en la salud, ya que la población sufre de sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, problemas oncológicos; pero además incongruentemente DESNUTRICION. ALTERNATIVAS A LA AGRICULTURA INDUSTRIALIZADA. LA MILPA, AGRICULTURA SUSTENTABLELa MILPA es la base de la cocina tradicional mexicana, y no solo representa el esquema de una agricultura y una alimentación que tenemos que preservar, defender, difundir, sino que tenemos que INNOVAR porque es todo un modelo de alimentación y nutrición, completo, equilibrado, perfectible y que con la participación de los diferentes actores como productores, campesinos, ambientalistas, políticas y programas adecuados, ciencia aplicada responsablemente en favor del medio ambiente y de la salud social , así como consumidores más conscientes, para lograr un consumo y comercio accesible y justo . Con los estudios recientes de los elementos de la milpa, han descubierto las bondades NUTRICIONALES y encontraron todas las vitaminas, minerales, proteínas, fibras, ácidos grasos esenciales, antioxidantes, prebióticos , anticancerígenos; dicho de otra manera, elementos con efectos medicinales y NUTRACEUTICOS, dando pauta para combatir de manera frontal al sobrepeso, obesidad, diabetes, ciertos cáncer en etapa primaria; recomendando la actividad física. Prueba de ello, los nutriólogos, comparten dietas precisas conforme a la carencia de un nutriente o a los excesos por ingesta de alimentación chatarra. Sumando a esta iniciativa, proyectos de huertos urbanos, azoteas verdes, manejos de residuos, en fin más información y concientización hacia la comunidad, paulatinamente nos ofrecerá, LA SEGURIDAD Y SOBERANIA ALIMENTARIA, transformando en una civilización más sustentable para el bienestar presente y de las generaciones futuras. Pascual GascaResumen de la Ponencia:
La alimentación, proceso vital para el hombre, reconocido como un hecho social total, proceso complejo, fenómeno biológico-sociocultural, es uno de los grandes temas que han impulsado a la humanidad en su desarrollo; fenómeno complejo en el cual intervienen diferentes factores culturales, identitarios, políticos, sociales, económicos, biológicos, medio ambientales, tecnológicos, sicológicos, sensoriales, religiosos y demás. Sumado a que, la alimentación implica la saciedad del apetito, el placer, también, confianza-desconfianza, incertidumbre, inseguridad.Al estudio de los procesos y sistemas alimentarios se han dedican diferentes disciplinas, entre las cuales destacan la sociología y la antropología de la alimentación, desde donde retomamos las propuestas teórico-metodológicas elaborados por Igor de Garine (2016), Jack Goody, Claudé Fishler, Helen Mcbeth, Luis Alberto Vargas, Jesús Contreras, Mabel Gracia, Xavier Medina, Noelia Carrasco, Miriam Bertrán entre muchos preocupados y ocupados por la alimentación contemporánea. Los sistemas tradicionales han sido trastocados por la intervención de la industria, los medios de comunicación, así como las políticas públicas, de tal forma que actualmente se requiere de cambios en los hábitos alimentarios, pero también una reformulación de la política pública, además de subrayar la importancia de los conocimientos y saberes de los actores y actoras participantes en los procesos alimentarios. El objetivo del presente trabajo es visibilizar las formas en que la población campesina mexicana siembra cultivos básicos destinados a la alimentación, mantiene sus sistemas tradicionales y cultura alimentaria, con lo cual sobrevive a la precariedad, si bien reconocemos que el problema alimentario de la región mixteca es complejo y multifactorial.La región incluye municipios de Guerrero y la mixteca poblana donde aún encontramos el sistema milpa junto a alimentos endémicos como el guaje y la tlahuanca. Territorio habitado por grupos de origen nahua, mixteco y popoloca; zona clasificada como de pobreza media y extrema. Lugar donde nos preguntamos cómo ha sobrevivido el sistema tradicional alimentario, basado en el maíz y los productos de la milpa, cuáles son las características de su alimentación y sus efectos en la salud.Asimismo, retomar la milpa como sistema complejo, policultivo, que sobrevive y es base del sistema tradicional alimentario mexicano. Con base en el método etnográfico registramos los alimentos tradicionales, además de los endémicos, así como su forma de conservación particularmente en la zona de colindancia entre Puebla y Guerrero, en la región mixteca de la Montaña, en la Sierra Madre del Sur.Resumen de la Ponencia:
La pandemia de Covid-19 profundizó la discusión del modelo global de producción, distribución y consumo de alimentos, al tiempo que proliferan otras alternativas de abastecimiento de las ciudades, de sectores vulnerables y de consumidores urbanos. Entre las principales transformaciones, en el sudeste bonaerense, se destacan las organizaciones de productores que incorporan la comercialización directa de sus productos, nuevas tendencias en los alimentos ingeridos, priorizados aquellos calificados como positivos para mejorar la inmunidad, dando cuenta de cambios en las dietas y hábitos alimenticios. A nivel comercial, adquieren mayor relevancia las compras directas a productores o a experiencias de comercialización local, la incorporación de pagos electrónicos, listas de difusión, entrega a domicilio y la posterior aparición de los puntos de retiro y nodos de consumo. Estas observaciones dan cuenta de profundos cambios en las relaciones sociales de producción, circulación y consumo de alimentos. Existen a nivel internacional distintos enfoques que referencian estos procesos, y aportan conceptos tales como redes o circuitos de proximidad, canales cortos de comercialización, redes alimentarias alternativas, entre otros, para describir las reconfiguraciones en los sistemas alimentarios. Al respecto, no existen definiciones universales o comunmente aceptadas por la comunidad científica ni una conceptualización consensuada a nivel local que permita una sistematización de las experiencias. Tampoco se registran antecedentes de la evolución de estas experiencias ni de sus reconfiguraciones antes y después de la pandemia y actual endemia. Es por ello que, el objetivo de la ponencia es realizar una revisión crítica de antecendentes a escala mundial y en particular en Argentina, con el objetivo de proponer una conceptualización del término canales cortos de comercialización. Para responder este objetivo se realiza una revisión bibliográfica priorizando distintos enfoques y clasificando la misma con el objetivo de consensuar una definición a aplicar que considere distintas dimensiones, vacíos de información, superposiciones y aplicaciones al sudeste bonaerense. La conceptualización del término canales cortos de comercialización permite la sistematización de experiencias regionales, la elaboración de un padrón regional, su caracterización, cuantificación y consecuente visibilización. De esta forma, permitirá generar espacios para la discusión de políticas públicas integrales destinadas al fortalecimiento sectorial, incluyendo la elaboración de normativas innovadoras e inclusivas.Resumen de la Ponencia:
Las comunidades indígenas de Colombia representan un conjunto de memorias históricas donde se destaca la diversidad multiétnica y multicultural, quienes han venido luchando y reivindicando su autonomía, usos, costumbres y derechos. La cultura y soberanía alimentaria son grandes pilares dentro de estas para el mantenimiento y conservación de las memorias históricas en torno a la alimentación. Desde este enfoque, no se ha tenido múltiples contactos y acercamientos con las poblaciones indígenas del suroccidente colombiano como es el caso de la parcialidad de Icuan del resguardo indígena de Túquerres-Nariño “Pueblo Binacional de los Pastos”, al cual se le atribuye este nombre por ser un grupo indígena transfronterizo entre Colombia y Ecuador. Dentro de estas comunidades se destacan los “taitas o ancianos” y las “mamás” como representantes o líderes comprometidos en la preservación y transmisión de sus costumbres y tradiciones alimentarias hacia las nuevas generaciones para evitar el desarraigo y pérdida de la herencia cultural, identidad y saberes. Objetivo: describir las características de la cultura y soberanía alimentaria de la parcialidad de Icuan - resguardo indígena de Túquerres - Nariño “Pueblo Binacional de los Pastos” Colombia año 2020. Métodos: estudio cualitativo, enfoque de estudio de caso, involucró la utilización de la entrevista semiestructurada sub dividida en dos categorías: cultura y soberanía alimentaria, y a su vez en subcategorías: prácticas alimentarias, creencias alimentarias, conocimientos alimentarios, políticas alimentarias, producción, acceso y comercialización de alimentos. Dicha entrevista se aplicó a 10 representantes sabedores de la comunidad, conocedores de la cocina tradicional y la región, destacándose cinco agricultores denominados “abuelos o taitas” y cuatro mujeres mayores, amas de casa denominadas “mamás”, adicionalmente, se incluyó al ex gobernador del resguardo año 2018- 2019. Resultados: se rescataron las principales opiniones de los sabedores de la parcialidad en torno a la cultura alimentaria de su comunidad, destacando los principales utensilios tradicionales que conservan para sus preparaciones, los condimentos y especias que utilizan en sus recetas, las diferentes preparaciones en las cuales se puede apreciar: las técnicas de preparación y conservación de alimentos, diversidad alimentaria de la parcialidad, atribuciones alimentarias como los alimentos sagrados, alimentación entorno a las festividades y el conocimiento sobre la identidad cultural de la comunidad; por su parte, dentro del aspecto de soberanía alimentaria, se logró identificar aquellas actividades en cuanto a las políticas de producción, acceso y comercialización de la comunidad. Conclusión: la parcialidad de Icuan mantiene una estrecha relación entre la identidad cultural y la herencia transmitida por sus antepasados, siendo la base de sus tradiciones y costumbres. Aunque las prácticas entorno a su cultura y soberanía alimentaria se encuentran en riesgo, son los pobladores quienes mantienen vivo el legado del conocimiento que garantiza la diversidad alimentaria dentro del territorio.Resumen de la Ponencia:
A alimentação é também um recurso para conhecer e entender a cultura e história de um povo. Biológica e culturalmente o alimento envolve dimensões da tradição e ancestralidade, perdurando – mesmo, no sistema moderno de processamento. Em Macapá/Amapá, o hábito do consumo do açaí desperta interesses, particularmente, em quem o consome e aquele que o comercializa, passando pelo olhar do turista e de pesquisadores. Tradicionalmente, é consumido como complemento ou prato principal nas refeições, constituindo alimento básico para as populações ribeirinhas[1] e urbanas e, independente de classe social, evidenciamos o açaí como recurso indissociável da cultura e da economia local, entendendo-o como provável constituinte da identidade de lugar. Essa pujante preferência pelo alimento evidencia uma relação identitária simbólica no espaço culinário local, além de seu valor na dimensão econômica – não exclusivamente enquanto fonte de renda e sobrevivência de pequenos comerciantes do passado, mas também na atual disputa do fruto no mercado lucrativo em expansão para fins e usos diversos e intensificada comercialização local, nacional e internacionalmente. Nosso interesse acadêmico é debater o açaí não exclusivamente enquanto costume e preferência alimentar, mas, ainda, buscando entender o impacto advindo com a dinâmica mercadológica desse alimento e que afeta o poder de consumo da população local, prospectando, inclusive, uma possível perda desse hábito e tradição. Significa perguntar: o atual processo de comercialização do açaí impacta na cultura alimentar e no consumo do macapaense. Assim, o objetivo é analisar a força do consumo do açaí como cultura alimentar e inferir sobre os impactos gerados pela nova forma de comercialização desse alimento em Macapá-AP. Para consolidar este artigo,[2] fez-se uso da pesquisa bibliográfica e da observação de notícias jornalísticas (observando a fala de extrativistas-fornecedores; da população sob a alta de preço; e das manifestações de intermediários e pequenos comerciantes-compradores (batedores)[3] do fruto. Como resultado, infere-se que dessa disputa na relação de compra, venda e consumo do açaí, o impacto econômico no hábito cultural alimentar e suas consequências desaguam na população que, perdendo seu poder de compra sobre o alimento, tem dificuldade, assim, de consumi-lo no cotidiano – fato que descaracteriza sua base alimentar tradicional e impõe-lhe perdas culturais.
[1] Populações que vivem às margens dos rios da Amazônia.
[2] Esse estudo é parte preliminar de uma pesquisa, ainda, em curso. Portanto, aqui, temos inferências parciais.
[3] Pessoas que transformam o fruto, geralmente, em vinho e os revende nas amassadeiras (pontos de comercialização do vinho do açaí). Mas, há de se considerar outros tipos de transformação e processamentos com fins de revenda, tais como polpa, sorvetes e outros. Tem-se o uso do mesmo como adubo. E, há, ainda, a potencialidade de desenvolvimento tecnológico do produto como tintura para produção de obras artísticas (pintura, tingimentos, etc.).
Introducción:
Em Macapá, o açaí (Euterpe oleracea) desperta interesses diversos. Além de movimentar a economia, constitui o alimento tradicional – como prato principal ou complementar nas refeições – e diário nas refeições da população local e, particularmente, é o alimento básico e principal da população de baixa renda macapaense,[1] tanto ribeirinha quanto urbana.
A preferência alimentar evidencia uma ligação identitária e nosso enfoque abarca os impactos da dinâmica de comercialização do açaí sobre o consumo e cultura alimentar do macapaense, considerando-o elemento constituinte da identidade de lugar.
O açaí relaciona-se com a economia e a cultura local. O mercado do fruto e a valorização da cultura alimentar do açaí prosperando, a comercialização se expandindo às regiões brasileiras e exterior, adentrando no mercado global, impactam a população macapaense. Apesar do processo de globalização, o açaí resiste no seu simbolismo local.
Este trabalho traz às considerações a força do consumo do açaí como cultura alimentar e infere sobre os impactos gerados pela “nova” forma de comercialização em Macapá-AP. Intencionamos apresentar as bases de sua cadeia produtiva local; pautar o processo cultural que define a identidade culinária macapaense; argumentar sobre o papel das políticas públicas no contexto. Deste, buscamos compreender como a cultura do lucro, mesmo dinamizando a economia local, pode configurar perda cultural no local; e, situamos os agentes envolvidos nessa disputa e relatamos como os grupos sociais afetados.
[1] Adjetivo pátrio de Macapá/AMAPÁ (Disponível em: https://www.normaculta.com.br/adjetivos-patrios-dos-estados-e-capitais-brasileiras).
Desarrollo:
Cultura e Identidade
A cultura evoca interesses multidisciplinares, permite distintos enfoques e usos e, possuindo caráter transversal, perpassa por diferentes arenas da vida cotidiana (Canedo, 2009; Macarian, 1980). O conceito de cultura é variante em tempo, espaço e essência. Percebemos, historicamente, a trajetória e mutações do conceito de cultura em Bauman (2013) e “as definições dadas pelos diferentes autores não têm nem de longe a mesma acepção” (Marcarian, 1980, p. 93), por vezes, complementam-se.
Consideramos imperativa uma definição abreviada para apresentar a nossa concepção de cultura. As abordagens dos autores contemporâneos, a seguir, nos contemplam.
Baseados em Lévi-Strauss, Clifford Geertz e David Schneider desenvolvem o conceito de cultura como um sistema simbólico (LARAIA, 2001), acrescentando outros pontos de vista, tal como a partilha de símbolos e significados entre os partícipes do sistema cultural. Para Schneider (1968 citado por LARAIA, 2001, p. 33), a “Cultura é um sistema de símbolos e significados”; e, para Clifford Geertz (1989, p. 4), que comunga da percepção de Max Weber de que o homem é um animal que vive preso a uma teia de significados por ele mesmo criada, assume “a cultura como sendo essas teias e sua análise; portanto, não como uma ciência experimental em busca de leis, mas uma ciência interpretativa, à procura de significados”, e advoga, ainda, que “a cultura, esse documento de atuação, é pública” (GEERTZ, 1989, p. 8) e nunca “particular” por concebê-la como partilha entre pessoas. (Dantas, 2019, p. 82).
Portanto, acolhemos as teorias “idealistas de cultura” proponentes da cultura como sistemas cognitivos, estruturais e simbólicos.
Notamos, em Bauman (1980), quão difícil é sustentar, na “modernidade líquida”, a cultura e todas as suas implicações.
Em todo o caso, será suficiente recordar o nível cognoscitivo dos problemas que geralmente se referem a «cultura» - as normas , instituições e padrões de conduta individual, que se combinam para formar a «cultura», constituem, de fato, tanto o produto como a condição prévia da adaptação ativa do homem ao seu meio ambiente. A cultura é o produto das experiências vitais acumuladas de muitas gerações, e «toma atenção» também a estes processos vitais. A função social da cultura consiste nesta atenção, e nesta função reside o mecanismo principal da seleção de elementos culturais; (Bauman, 1980, p. 75, grifo nosso).
Convictos da necessidade de estudos sobre fenômenos culturais em sua relação com a dinâmica de dada sociedade e sua tradição. Pensar a tradição requer identificar a(s) identidade(s) cultural – que funciona criando elos que interligam certos elementos a povos específicos. Assim, identificar o macapaense em sua base alimentar nos remete a uma ideia associada à do consumo frequente e cotidiano do açaí como alimento insubstituível na hora de alimentar-se.[1] Essa associação da ideia a um costume específico arrola, aqui, o ato de significar o açaí enquanto alimento de tradição que se encontra na vivência da cotidianidade – e, assim, numa “teia de sentidos”, como Max Weber nos confere.
O elemento cultural nos permite analisá-lo isolado e, concomitantemente, integrado à cultura. Para White (1959 como citado em Lakatos, 1990), “Todo elemento cultural tem dois aspectos: subjetivo e objetivo” (p. 134), que é o objeto em si e o seu significado. O importante é decifrar o significado e a maneira como o(s) elementos(s) se integram e estruturam os complexos, formatando padrões culturais. Nessa lógica e contexto, o açaí constitui o padrão cultural alimentar macapaense.
Segundo Herskovits (1963 como citado em Lakatos, 1990), padrões culturais são “os contornos adquiridos pelos elementos de uma cultura, as coincidências dos padrões individuais de conduta, manifestos pelos membros de uma sociedade” (p. 135), possuindo duplo e complementar significado: forma (aparência) e conduta (psicológico). Assim, proferimos, “Os indivíduos, [...] assimilam os diferentes elementos da cultura e passam a agir de acordo com os padrões estabelecidos pelo grupo ou sociedade” (Lakatos, 1990, p. 135).
Num estudo sobre a identidade amapaense/macapaense, Guedes (2019), baseada em uma analogia ao discurso da “inglesidade”, de Hall (1992), sugere:
nós só sabemos o que significa ser “amapaense/macapaense” devido ao modo como a “amapalidade/macapalidade” veio a ser representada – como um conjunto de significados – dentro daquele contexto amapaense/macapaense.
Isso indica conhecer as particularidades de onde, quando e como os elementos culturais foram significados/ressignificados formando um conjunto simbólico representativo daquele local e das inter-relações ali estabelecidas (Guedes, 2019, p. 61).
A identidade cultural perpassa pela aceitação, sob auto reconhecimento, dos indivíduos enquanto agrupamento cultural que se distingue dos outros (Rangel, 2008). Para Hall (2006), “identidades culturais” são aspectos de nossas identidades que surgem de nosso “pertencimento” a culturas étnicas, raciais, linguísticas, religiosas e, sobretudo, nacional. Essa identidade aparece no hábito culinário – d’onde se encontra a história de um povo. Todos os aspectos da comida são culturais, desde a escolha dos ingredientes, passando pelo preparo até a forma de sentar-se à mesa. É possível conhecer os aspectos de uma comunidade e a maneira como ela vive, analisando seu relacionamento com os alimentos.
Segundo Silva (2020), “a alimentação é uma construção social, por meio do qual o indivíduo mantém relações culturais estabelecidas por gerações passadas ao longo do tempo e do espaço no território onde vive” (p. 12), então, na comida se preservam e se cultivam memória(s).
Um dos maiores obstáculo para a manutenção da identidade cultural dos grupos sociais é a globalização repercutida com a expansão do capitalismo. A mundialização determinou padrões culturais tornando-se hegemônica no mundo. Santos (2001, grifo nosso) afirma:
A globalização é, de certa forma, o ápice do processo de internacionalização do mundo capitalista. Para entendê-la, [...] há dois elementos fundamentais a levar em conta: o estado das técnicas e o estado da política. Há uma tendência a separar uma coisa da outra. [...] Na realidade, nunca houve na história humana separação entre as duas coisas. As técnicas são oferecidas como um sistema e realizadas combinadamente através do trabalho e das formas de escolha dos momentos e dos lugares de seu uso. Só que a globalização não é apenas a existência desse novo sistema de técnicas. Ela é também o resultado das ações que asseguram a emergência de um mercado dito global, responsável pelo essencial dos processos políticos atualmente eficazes. Os fatores que contribuem para explicar a arquitetura da globalização atual são: a unicidade da técnica, a convergência dos momentos, a cognoscibilidade do planeta e a existência de um motor único na história, representado pela mais-valia globalizada. Um mercado global utilizando esse sistema de técnicas avançadas resulta nessa globalização perversa (pp. 22-24).
A globalização, mesmo operando sob a justificativa de “visibilizar” culturas d’antes desconhecidas e invisíveis, na realidade, modifica padrões e vivências culturalmente tradicionais as colocando num balaio de regras globais, sem qualificá-las na essência ou respeitar suas particularidades.
Nesse cenário global de fundo, observemos a hegemônica expansão da cultura do lucro e a dificuldade de manutenção da cultura local na realidade de Macapá.
O açaí na cultura macapaense.
Conforme Costa e Oliveira (2019), o açaizeiro[2] destaca-se como recurso vegetal, por sua abundância nas várzeas do estuário do Rio Amazonas – onde estão as suas maiores concentrações e num ecossistema de floresta natural (Homma et al., 2006) –, garantindo alimento para as populações rurais e urbanas. Além, constitui a principal fonte de matéria-prima para a agroindústria de palmito no Brasil.
O açaí, “principal elemento da economia familiar de base agrária do Amapá” (Carvalho et al., 2017, p. 127), aos amapaenses, peculiarmente, é sinônimo de descanso – diferente àquele modo utilizado como energético polivitamínico das academias, mundo afora, que altera o sabor tradicional pelas várias e “improváveis” misturas as quais é submetido nesses locais. Na Amazônia, é ‘tomar e dormir’ – significado repleto de simbolismo, ritos e mitos no imaginário popular.
O açaí vai além da capacidade de “matar a fome” de quem o tem como fonte de renda e/ou nutrição e inúmeras relações podem ser arranjadas entre o açaí e “o jeito de ser do povo daqui”[3] (Gomes & Milhomem, 1998 como citado em Dantas, 2019, p. 183) – o que é denominado de etnicidade de Stuart Hall (1992).
Chama a atenção as relações estabelecidas na compra-venda-consumo doméstico do açaí no cotidiano local. São relações análogas àquelas relações nutridas entre as pessoas e os seus médicos particulares: em Macapá, todos têm seu “ponto” ou seu “freguês” favorito e de confiança na hora de comprar ou vender, respectivamente. Isto é, aquele local onde, quase sempre, o “açaí é mais grosso” (concentrado), “mais limpo” (higienizado), “mais barato” e “mais gostoso” (mais apurado).
Essas peculiaridades denotam o quanto este alimento é singular e vai além de constituir um produto artificial e comercial. Para o entendimento dessa singularidade recorremos a Hall (1997):
Um efeito desta compressão espaço-tempo é a tendência à homogeneização cultural [...] de que o mundo se torne um lugar único, tanto do ponto de vista espacial e temporal quanto cultural: a síndrome que um teórico denominou de McDonaldização do globo. É, de fato, difícil negar que o crescimento das gigantes transnacionais das comunicações tende a favorecer a transmissão para o mundo de um conjunto de produtos culturais estandardizados, utilizando tecnologias ocidentais padronizadas, apagando as particularidades e diferenças locais e produzindo, em seu lugar, uma 'cultura mundial' homogeneizada, ocidentalizada (p. 18).
Consideramos o açaí, até o momento, um produto não homogeneizado, mas, em vias de se tornar, por ausência de regulação e controle social. Fugindo da lógica de homogeneização cultural, percebemos a resistência e persistência da cultura alimentar macapaense em manter suas tradições, porém, “Em determinados momentos, a cultura popular resiste e impugna a cultura hegemônica; em outros, reproduz a concepção de mundo e de vida das classes hegemônicas” (Silva, 1999, p. 7). De certo, essa é uma disputa entre o ‘bem de uso’ (elemento cultural, material ou imaterial) e o ‘bem de troca’ (produto mercadológico), de certo!
Maciel (2005) entende que, no processo de construção, afirmação e reconstrução de identidades culturais, elementos como a comida podem se transformar em marcadores identitários, apropriados e utilizados pelo grupo como sinais diacríticos, símbolos de uma identidade reivindicada.
Mais do que hábitos e comportamentos alimentares, as cozinhas implicam formas de perceber e expressar um determinado modo ou estilo de vida que se quer particular a um determinado grupo. Assim, o que é colocado no prato serve para nutrir o corpo, mas também sinaliza um pertencimento, servindo como um código de reconhecimento social (Maciel, 2005, p. 54).
Tal código existe e, de maneira empírica e peculiar, o exemplificamos pelo “macapaense raiz”[4] ao se alimentar: em termos “psicológicos” (de conduta),[5] construiu o sentimento de satisfação alimentar associada à presença cotidiana do “adubo”/“petróleo”/“sustança”;[6] quanto à “forma” peculiar, ingere o denominada “vinho” do açaí, bebendo-o ou comendo-o sem adição de açúcar, misturado à farinha de mandioca. Beber ou comer o açaí, nessa realidade, depende da quantidade de farinha adicionada. Respectivamente, bebe-se o açaí, quanto menos farinha adicionar e, come-se o açaí, quanto mais a farinha adicionada atingir a consistência de um “pirão”,[7] com o acompanhamento de uma proteína salgada – que, por ordem preferencial, é camarão, charque, peixe ou outras carnes.
Ou seja, há um condicionamento ritualístico no ato de se alimentar onde não basta ingerir o açaí, mas, ingeri-lo da forma mencionada, acima. São os, ditos, “contornos adquiridos”, manifestados em forma e conduta psicológica, conforme Herskovits (1963 como citado em Lakatos, 1990, p. 135).
Essa forma e conduta do macapaense advém da significativa influência das comunidades tradicionais, caboclas e indígenas; da ancestralidade que permitiu o hábito repassado de geração em geração, por vivências e oralidade. Contrariando o tempo, hoje, ainda é significativo o percentual da população que tem o açaí como alimento principal.
Na época da safra, quando o preço do açaí é mais acessível à população mais carente, o consumo do produto torna-se bastante popular, sendo muitas vezes o principal componente das refeições diárias desses amazônidas. Para a população de melhor poder aquisitivo, o açaí não é o prato principal, mas por questão de hábito é um complemento alimentar importante que não pode faltar (Carvalho et al., 2017, p. 109).
Segundo o Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística ([IBGE], 2020 como citado em Figueiredo, 2020), o Amapá é o Estado que mais consome açaí per capita e, em média, cada amapaense comprou, ao longo de um ano em casa, 26 litros de açaí em emulsão (“vinho”), que é o jeito tradicional de se consumir o fruto no Estado, como uma vitamina. O segundo estado do ranking é o Pará com média de 16 litros por pessoa/ano. As informações constam na mais recente pesquisa sobre a aquisição de alimentos e bebidas nos domicílios pelo país, que fazem parte da Pesquisa de Orçamentos Familiares (POF/IBGE). A apuração dos dados aconteceu entre julho de 2017 a julho de 2018, em mais de 700 residências no Amapá (Figueiredo, 2020).
Portanto, o açaí, constitui um recurso que movimenta a economia local e se faz conexo à típica tradição cultural.
Novos arranjos da cadeia produtiva do açaí, mercado local, expansão comercial e disputa em Macapá.
No Amapá, para dar cabo do processo de produção do açaí, existe o Arranjo Produtivo Local (APL) do Açaí no Amapá. APLs são, segundo o Ministério da Economia:
aglomerações de empresas e empreendimentos, [...] em um mesmo território, que apresentam especialização produtiva, [...] governança e [...] articulação, interação, cooperação e aprendizagem entre si e com outros atores locais [...] como: governo, associações empresariais, instituições de crédito, ensino e pesquisa (Brasil, 2017, s/p.).
Segundo Carvalho et al. (2017), o APL do açaí no Amapá é um sistema formado por agentes econômicos, produtos e unidades geográficas e há “o fato de que o sistema funciona de forma autônoma, sem necessitar da presença governamental ou de qualquer outro grande agente integrador” (p. 127) – este dado nos desperta precaução, tendo em vista a importância das políticas públicas num País como o Brasil, de uma socialdemocracia e, esta, pressupõe as intervenções econômicas e sociais do Estado a promover justiça social dentro de um sistema capitalista.
Este APL “é um sistema tipicamente endógeno, com fortes bases em hábitos culturais e de um grande mercado interno” (Carvalho et al., 2017, p. 127) que, no tocante à pesquisa, identificação, seleção e melhoramento de espécies, tem o contributo da Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (EMBRAPA).
O local de concentração da comercialização da produção estadual, tanto para consumo local quanto para abastecimento das indústrias de processamento, ocorre nas denominadas “pedras”[8]e são quatro no Estado. “Em Macapá: ficam localizados dois desses pontos de comercialização: Pedra do Perpétuo Socorro e Pedra do Santa Inês.” (Carvalho et al., 2017, p. 114).
A formação de preços ocorre na origem e nos pontos de comercialização estadual (“pedras”). O preço, na origem, depende da distância entre a zona de extração e o ponto de comercialização; e, nas “pedras”, o valor é estabelecido pela negociação diária entre os atacadistas que o determinam com base no montante de fruto disponível e no movimento diário do fator oferta-demanda (Carvalho et al., 2017).
O processamento, predominantemente, ocorre no centro urbano e a incumbência é dos setores de interesse dentro do arranjo produtivo: o beneficiamento estadual para distribuição ao consumo local efetua-se pelas “batedeiras” (a forma mais comum na região Norte é o açaí “batido” ou “vinho” em estado de emulsão).[9] Depois do “vinho”, há o sorvete e o picolé que constituem as duas outras formas mais populares de consumo local que sofrem mínima transformação; e as indústrias de transformação estadual (são empresas locais de médio e grande porte que nutrem o mercado externo com polpa congelada, sorvete, geleia e outros – agregam insumos tecnológicos e processamento especializado e, até certificam o produto face às exigências do mercado internacional).
Atualmente, o mercado do açaí em expansão, atrai a atenção da indústria (alimentícia, farmacêutica, cosmética e outras) que o compra e o transforma em produtos diversos, projetando-os, midiaticamente, como “saudáveis”/“fitness”/“naturais”, tais como, xaropes, energéticos, cápsulas concentradas, sorvetes, cosméticos, medicamentos, entre outros.
O elevado teor em nutrientes que o açaí proporciona, conquistou vários adeptos da “geração saúde”, difundindo seu consumo [...]. A venda do produto congelado, para outros Estados brasileiros, vem aumentando significativamente com taxas anuais superiores a 30%, podendo chegar à cerca de 12 mil toneladas (Embrapa, 2005 como citado em Pelais, 2007, p. 10).
No APL do Açaí local, hoje, o nível de exportação aumentou, fator sugestivo na geração de divisas para o estado e tem demonstrado potencial de avolumar-se para “mais de US$ 10 milhões anuais” (Carvalho et al., 2017, pp. 127-128), caso se estabeleçam políticas públicas adequadas ao setor.
A comercialização do açaí, antes localizada nas regiões produtoras e, hoje, expandida, inegavelmente, tornou-se importante fonte de renda para diversos segmentos da cadeia produtiva (Nogueira et al., 2013), interna e externa à região. Entretanto, para além desse benefício, tal processo produtivo, também, denuncia fragilidades e desencadeia impactos de várias ordens e dimensões no âmbito social e cultural.
Ganhos, perdas, exclusão socioeconômica e cultural, políticas públicas
Sobre o APL no Amapá, estudos indicam que “O montante do VBP[10] é distribuído de forma bastante homogênea entre todos os agentes mercantis que participam da cadeia produtiva. Nenhum setor detém mais do que 19% do VBP” (Carvalho et al., 2017, p. 127) e, inclusive, observam que o agroextrativista/produtor ribeirinho do açaí, hoje, se encontra em melhores condições de comercializar sua produção frente a tempos passados. Pois, “o setor da produção, representado pelos extrativistas, mesmo tendo menor participação, detém 14% de toda a renda monetária transacionada na cadeia” (Carvalho et al., 2017, p. 127) e, relativo à manutenção de seu hábito alimentar tradicional, este continua íntegro, pois seu sustento familiar é retirado de sua própria produção.
A exportação do açaí amapaense, conforme os dados obtidos, causa intranquilidade local no âmbito do beneficiamento estadual local. Segundo os batedores, os “intermediários” (atacadistas) favorecem a venda do açaí para comercialização externa (empresas de exportação) ofertando-os os melhores frutos em detrimento dos comerciantes internos (“batedores”) que adquirem as “sobras”. Isso ocorre através da supervalorização do preço das sacas de açaí as quais os “batedores” não tem condições de pagar – fator que dificulta a manutenção da economia de subsistência destes e rebaixa a qualidade do produto no consumo local.
Afirma Nogueira et al. (2013, p. 325) que “o crescimento da venda de polpas congeladas e, ou, pasteurizadas, para outras regiões e países, ocasionou a diminuição da oferta do fruto para o mercado local e, consequentemente, o aumento do preço.”
“Batedores”, extratores e vendedores da polpa ao consumidor final, afirmam que a comercialização do açaí no Amapá pode enfrentar uma crise devido aos sucessivos aumentos no preço. A alta de preços, segundo eles, pode resultar na escassez do produto para a demanda local, num futuro próximo. Esses trabalhadores, na maioria, possuem baixa renda econômica e seu único meio de sobrevivência é a venda de açaí para o consumo doméstico local. Estando, eles, com reduzido poder de compra do fruto para comercialização local do “vinho”, sua sobrevivência familiar fica comprometida.
Da parte do cliente de consumo doméstico, vê-se outra afirmativa de impacto. Estes, alegam a dificuldade que suas famílias (de baixa renda) sentem para comprar o açaí diariamente e, como alternativa, resta-lhes substituir o açaí por alimentos como salsichas, mortadelas e sucos artificiais; ou seja, alimentos processados, industrializados e de baixo teor nutricional – o que nos acende um alerta relacionado à saúde nutricional.
Se comparado ao agroextrativista (que se alimenta do açaí de sua, própria, produção), no que tange ao fator nutricional e à tradição alimentar, a população urbana exibe perdas, pois, a inacessibilidade desta população ao consumo do principal produto que compõe sua alimentação, a posiciona em situação desfavorável.
Ratificando, observe a afirmativa de Rogez (2000 como citado em Pelais, 2007, p. 9) sobre o açaí: “É considerado um alimento de alto valor calórico, com elevado percentual de lipídios (50% da matéria seca), e nutricional, pois é rico em proteínas e minerais, constituindo um dos componentes básicos da dieta local, principalmente das famílias de baixa renda.”
Ora, se, assim, é a importância nutricional do açaí e se, hoje, o mesmo passa a se estabelecer de forma pujante enquanto produto de alto valor mercadológico – o que se faz inacessível a alguns segmentos sociais –, logo, tal alimento, subtraído da mesa da população que o consome como prato principal, estabelece-se um déficit nutricional nessa população, apontando-nos uma questão de saúde pública e, portanto, suscitando do poder público uma intervenção para dirimir o problema.
Demonstrada nossa preocupação com o formato e dinâmica do APL do açaí no Amapá, sintetizamos as dificuldades: a exclusão de pequenos comerciantes e da população local sobre a aquisição do fruto [socioeconômico], consequentemente, a desnutrição de parte desta população pela deficiente ingestão de seu alimento básico [saúde] e, somado a estes, incluímos um terceiro aspecto: o dano no hábito alimentar [cultural].
Atualmente, no meio da disputa desigual na comercialização e distribuição do fruto, emergem os efeitos da fragmentação do sentimento de pertencimento. Entendendo, como Hall (2006), que as condições atuais da sociedade estão “fragmentando as paisagens culturais de classe, gênero, sexualidade, etnia, raça e nacionalidadeque, no passado, nos tinha fornecido sólidas localizações como indivíduos sociais” (p. 9, grifo nosso), supomos que a perda cultural do macapaense, é uma perda do “sentido de si” – fato denominado de deslocamento ou descentração do sujeito, como Stuart Hall (2006) nos instrui.
Inferimos, a realidade se modificou e ocorre uma espécie de desestruturação do panorama cultural alimentar e, mais preocupante, na classe de baixa renda macapaense. Além, engendra-se uma perda étnica, pois o rito de se alimentar macapaense – com esse alimento e ‘dessa’ maneira – traz embutido o costume e o conhecimento ancestral indígena, caboclo e das comunidades ribeirinhas da Amazônia.
Politicamente, há um conflito entre duas arenas, a econômica e a cultural. Entendendo que um dos meios para se administrar conflitos, sob consenso, é a política (Weber, 1974), urge ponderar interesses e expectativas rumo à tomada de decisão com vistas à implementação de ações demandadas pela sociedade ao Estado.
Considerando a política como liderança do Estado, o desafio está posto e requer ações programadas para o setor produtivo do açaí, mas, concomitantemente, ações políticas robustas no campo da cultura e que, ambos os campos, consigam compor a preservação da vida integral da população, incluindo seus ativos naturais, sociais e culturais.
Segundo Hofling (2001),
Políticas públicas são aqui entendidas como o “Estado em ação” (Gobert, Muller, 1987); é o Estado implantando um projeto de governo, através de programas, de ações voltadas para setores específicos da sociedade. [...] São formas de interferência do Estado, visando à manutenção das relações sociais de determinada formação social (p. 31).
As políticas públicas ocorrem primeiro por necessidade de responder questões econômicas (custos, gastos) e são incorporadas à área social somente depois. Situando-nos, Bourdieu (2015) afirma: “As lutas pela apropriação dos bens econômicos ou culturais são, inseparavelmente, lutas simbólicas pela apropriação desses sinais distintos como são os bens ou as práticas” (p. 233). São decisões políticas a serem debatidas e definidas pelos grupos de interesse no “jogo político” em disputa.
Imperativo é resolver, pelo menos, a médio prazo os impactos negativos causados pelo fenômeno de expansão comercial do açaí, uma vez que a saúde e a cultura já detêm o impacto, tal como a desnutrição e, a caminho, a perda do hábito cultural.
A primeira reflexão, cremos, necessária, ser discernir se o ‘bem de uso’ quando utilizado como ‘bem de troca’ por seus próprios construtores sociais, está lhes rendendo retorno social ou subjugando-os. A segunda, é perceber se o Estado,[11] enquanto ente implementador das políticas públicas, está disposto e com capacidade técnica e capital social para intermediar essa disputa entre o econômico e o cultural.
[1] Existe associação parecida no Estado do Pará, entre os paraenses e por parte de quem se refere aos mesmos.
[2] “o açaizeiro (Euterpe oleracea) é a espécie arbórea de maior frequência relativa e de maior importância socioeconômica.” (Carvalho et al., 2017, p. 109).
[3] Música amapaense “Jeito Tucuju”, celebrada como um hino local.
[4] No popular, pessoa que preserva as tradições locais.
[5] Lembrando Herskovits (1963, citado por Lakatos, 1990, p.135).
[6] Regionalmente, termos usados para se referir ao açaí enquanto alimento nutritivo.
[7] Empapado duro.
[8] “são áreas portuárias onde ocorre o desembarque do açaí que chega das áreas ribeirinhas em barcos e do açaí que vem das regiões centrais do estado em caminhões. Praticamente todo desembarque é feito no período da noite.” (Carvalho et al., 2017, p. 113)
[9] “Uma emulsão é tradicionalmente definida como a dispersão de gotículas de um líquido em outro, sendo ambos imiscíveis (Dickinson & Strainsby, 1982). [...] O tipo mais freqüente é óleo em água (O/A), quando um óleo está disperso em meio aquoso (Araújo, 2001). [...] O açaí é uma emulsão do tipo O/A formada durante o despolpamento dos frutos, após amolecimento obtido por processos tecnológicos adequados.” (Pelais, 2007, p. 9).
[10] Valor bruto da produção (VBP).
[11] Entenda-se: Federal, Estadual e Municipal.
Conclusiones:
Trazemos inferências parciais, não caracterizadas como soluções à problemática do impacto do fenômeno de expansão do açaí, pragmaticamente. Como achado, foi importante ter qualificado a exclusão da população e situado os grupos sociais impactados sob condições reais, significando que a exclusão é estabelecida pelo ‘jogo’ na arena econômica global da cadeia produtiva e os impactos vertem no campo social local, na socioeconomia, saúde e cultura. Nesta ordem expositiva, os grupos vulneráveis são, respectivamente, “batedores”, população de baixa renda e o coletivo cultural tendente à desagregação.
Logo, há exclusão decorrente da disputa entre a finalidade de comercialização do açaí enquanto produto/mercadoria, ‘bem de troca’ (para lucro e reprodução do capital privado, de poucos) e a finalidade da população em existir e resistir culturalmente, fruindo seu ‘bem de uso’ (objetivando a conservação do patrimônio histórico-cultural coletivo, nutrindo o corpo e a alma do macapaense). É a face mundializada do capital que, apropriando-se de um recurso orgânico, aparta a população local do benefício e direito de fruir seu próprio pertencimento cultural. A popularização globalizada do açaí, o subjugo do mercado local e da população pelo mercado exterior, somado à apropriação do recurso natural e do patrimônio cultural – que é o açaí – pelo interesse do capital hegemônico, definem o que denominamos no título como Açaí: expansão da cultura do lucro e perda da cultura local no contexto amazônico do Amapá.
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Palabras clave:
Açaí. Cultura. Identidade.
Resumen de la Ponencia:
Los beneficios de las huertas urbanas se pueden clasificar en dos grandes ámbitos, los socioecológicos y los eminentemente agrícolas. Entre lo socioecológico destacan la soberanía alimentaria como paradigma y forma de producir los propios alimentos sin depender de modelos de producción capitalistas, así como hacerlo desde las propias necesidades sin el objetivo de la acumulación, con semillas libres y de producción propia. Por otro lado, encontramos las que más allá de lo económico están ligadas a la transmisión de valores de sustentabilidad a la familia, hijos/as fundamentalmente y a la necesidad de transmitir estos conocimientos como parte de la cultura sobre todo en el caso de los migrantes campo ciudad. Finalmente como no señalar los beneficios vinculados a la salud, como elevar la calidad de nutrientes y proteínas y el solo hecho de sembrar como terapia física y mental.En el ámbito agrícola encontramos que su valor esta dado por el aumento de la biodiversidad que se genera al poner a disposición de las aves otro tipo de plantas y flores, mayor disponibilidad de oxígeno al aumentar la superficie verde, el uso de control biológico de plagas, el rescate de técnicas de cultivo ancestrales y el componente estético de las huertas como armonizador del paisaje entre otros. Todos estos elementos confluyen en el objetivo de relevar la práctica de implementar huertas urbanas como una opción de resistencia y vía a la soberanía alimentaria en la ciudad de Osorno – Sur de Chile. Una vez definido el objetivo se plantean algunos supuestos investigativos en torno a que la implementación de huertas urbanas no es causa efecto de una condición de pobreza, sino que avanza tanto en paralelo como independiente del ámbito económico sea cual sea, y que actualmente es un proceso cada vez más consiente de los principios de sustentabilidad. Luego se plantean que las contribuciones de pasar de un modelo de producción de alimentos dependiente a uno independiente, soberano y respetuoso de los ciclos biológicos humanos y no humanos, contribuye tanto al desarrollo económico como a la salud mental.El tercer supuesto se relaciona con la emergencia de una nueva forma de urbanita, ya no aislado/a de la producción de su comida, sino que en articulación con lo rural al mismo tiempo que integra estos conocimientos a su devenir cotidiano.La metodología de esta investigación es cualitativa, en ella se analiza bibliografía especializada y realiza trabajo etnográfico con aplicación de entrevistas semi estructuradas a sujetos que se encuentran implementando una huerta urbana. La muestra se determino por saturación de la información. Los referentes teóricos son la ecología/política como construcción social que permite cuestionar la relación ser humano/naturaleza, así como el enfoque decolonial como sustento del fortalecimiento local y practicas vernáculas territoriales.Resumen de la Ponencia:
O ato de comer, além da nutrição, é um ato de imaginação, pois envolve memórias, percepções da realidade social e aspirações das pessoas por um futuro melhor. Brasil e China vêm passando no decorrer das últimas décadas pela expansão do acesso ao consumo, e ao mesmo tempo pela transição nutricional, tornando o consumo alimentar uma questão fundamental a ser investigada nestes países. A produção de alimentos é apontada como uma indústria intensiva em recursos, e estes processos representam um grande desafio para o desenvolvimento sustentável com desdobramentos globais. A urgência de nosso atual contexto ecológico cria discursos autoritários e morais em torno do consumo que focam no cálculo da magnitude do impacto na natureza sem levar em conta as percepções e desejos do indivíduo consumidor. Frente às mudanças climáticas, as responsabilidades e vulnerabilidades são distribuídas de maneira desigual da perspectiva geográfica e de classe, desta forma se faz necessário entender as transformações e as mudanças nas subjetividades que emergem dos países do Sul Global. A discussão tem como foco entender os processos de desenvolvimento, experiências de transição nutricional e considerações de sustentabilidade interconectados na China e no Brasil. Neste contexto, a carne ocupa lugar central tanto na sociedade brasileira quanto na chinesa: ao mesmo tempo que é vista como um alimento altamente valorizado e marcador de mobilidade social através de diferentes gerações na China e no Brasil, a carne agora traz também novos significados ligados ao seu alto impacto ambiental. O consumo de carne mobiliza memórias de privação e mobilidade de classe, bem como sonhos de alcançar uma vida melhor e o seu valor vem sendo discutido e ressignificado intergeracionalmente. Os jovens consumidores urbanos desses países trazem novas ideias, como a questão ambiental, em relação ao consumo alimentar, e desta forma influenciam as práticas de consumo de alimentos das gerações mais velhas. Logo, estudantes universitários na cidade de Xangai na China e Campinas no Brasil que pararam ou reduziram o consumo de carne (alguns se consideram vegetarianos ou veganos) foram escolhidos para investigar suas razões, motivações, aspirações, mudanças em sua sociabilidade e as formas como trouxeram temas ambientais à mesa de suas famílias. O consumo de alimentos e o novo papel da Sustentabilidade exigem um debate intercultural, intergeracional e global, a fim de construir um caminho inclusivo e justo em direção à Justiça Alimentar. A compreensão destas narrativas intergeracionais sobre alimentação e sustentabilidade permitirá que o Brasil e a China contribuam com suas perspectivas na construção de um futuro compartilhado em tempos de mudanças climáticas globais.Resumen de la Ponencia:
La conservación in situ comprende la implementación de estrategias para mantener la diversidad de los recursos genéticos en los mismos sitios donde ocurren los procesos evolutivos que determinan su diversificación. En el caso específico de las variedades nativas, significa salvaguardar los procesos que las han mantenido a lo largo del tiempo, es decir, las condiciones agroambientales en las que se desarrollan, los sistemas de producción con los que se cultivan y los elementos culturales que las configuran. A nivel local, obedece también a la dinámica entre los productores, comercializadores y consumidores. El tianguis tradicional de Ozumba es el punto de comercialización de los productos agrícolas regionales de al menos tres estados del país (Estado de México, Morelos y Puebla) y el núcleo de abastecimiento comercial para los habitantes de los municipios del sureste del Estado de México (Atlautla, Amecameca, Ecatzingo, Juchitepec, Ozumba y Tepetlixpa). Este lugar, con las características antes mencionadas, constituye el área de estudio. Allí, se aplicaron entrevistas semiestructuradas a productores, consumidores y comercializadores que fueron analizadas con Atlas.ti.Encontramos que entre agricultores productores y consumidores se dan relaciones de poder equilibradas, camaradería, confianza, empatía, fidelidad y reconocimiento del otro como parte de la misma realidad, como habitante de la región y como un semejante. Esta intrínseca relación entre el productor y el consumidor pone de manifiesto que ante las adversidades que enfrenta la agricultura campesina, la acción colectiva es una de las estrategias viables para la conservación de la agrobiodiversidad.Las relaciones de reciprocidad son un principio necesario a nivel de colectividad y se cimentan en las interacciones entre los actores sociales que poco a poco van generando valores afectivos que se entremezclan con los intercambios mercantiles. Se propone entonces el concepto de conservación colectiva como aquella conservación dinámica que además de mantener los procesos que generan diversidad genética en un determinado sitio, también incluye el fortalecimiento de las relaciones entre los productores y consumidores, bajo un esquema de reciprocidad, solidaridad y confianza. Esta conservación se realiza tanto al interior como hacia el exterior de las comunidades.Las redes sociales, como mecanismos para la socialización y transmisión de información han sintetizado el proceso de generación de colectividad en la virtualidad, que permite la concientización sobre la importancia de la conservación de la agrobiodiversidad.Resumen de la Ponencia:
En el noroeste jujeño, en la Quebrada de Humahuaca, la producción agrícola histórica se basó en el complejo de vegetales microtérmicos andinos: quinua, papa, oca, ulluco y maíces originarios, entre otros. Algunos, hoy son denominados especies olvidadas e infrautilizadas (NUS, Neglected and Underutilized Species). El objetivo del presente trabajo fue determinar los factores que llevaron a la marginalización de tales especies y evaluar el impacto de ese proceso a nivel nutricional de la población. Mediante el análisis de documentos disponibles, contacto con pobladores, agentes sanitarios y productores agropecuarios de la zona, se encontró que muchos de estos cambios fueron parte de un largo proceso que se inició antes de la implantación colonial y fue profundizándose hasta épocas recientes, de los cuales se pueden describir:La conquista española: con la llegada de los españoles el paisaje agrario que existía fue trastocado. Las especies tradicionales cedieron lugar a cultivos nuevos como trigo, cebada, árboles frutales y vides. La expropiación de tierras a los pobladores originarios: proceso encarado por el Estado bajo dos modalidades distintas: el arrendamiento (y luego la venta por remates, de las fracciones de tierras altas, de pastoreo) y el contrato enfitéutico.La llegada del ferrocarril a la región, en el año 1891, debilitó el viejo modelo de comercio colonial-mercantil, y marcó la reorientación de la economía jujeña, por la cual la provincia abandonó su modelo tradicional centrada en el Alto Perú, y se orientó hacia el mercado interno nacional.Cambios demográficos: En 1600, debido a los enfrentamientos y enfermedades como la viruela la población indígena se había reducido catastróficamente. Este argumento fue luego utilizado para considerar que se trataba de territorios desiertos. Así, se dictaron leyes de inmigración y entre 1871 y 1914, a diferencia de la región del Litoral y Buenos Aires, el Noroeste registraba un estancamiento poblacional y económico. A través del tiempo, las comunidades indígenas que sobrevivieron, han ido migrando hacia la urbe en busca de nuevas oportunidades laborales, dejando de lado prácticas ancestrales de cultivo.Modificación de la dieta como resultado de la transición alimentaria. La producción de alimentos industrializados, como consecuencia del avance de las economías de mercado sobre las regionales, actúa en desmedro de los cultivos tradicionales.Si bien, existen trabajos sobre NUS en Latinoamérica, son pocas las investigaciones que abordan la problemática a nivel regional. Este trabajo surge como una necesidad de dar respuesta al porqué de los cambios producidos, ya que la modernización de la dieta ha llevado a la exclusión de los cultivos originarios en la cocina urbana y campesina, con la consecuente pérdida en la calidad de la dieta y nutrición de la población.Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia aborda las experiencias de investigación y de trabajo en el ámbito gastronómico y alimentario que se ha dado en la zona de Tierra Colorada, en la periferia sur de la Ciudad de México. La zona se caracteriza por un alto índice de desigualdad y pobreza y de problemas relacionados con ello como el rezago educativo, la desintegración familiar, el desempleo y la alimentación. Desde un modelo básico de investigación-acción compuesto por comunidad, institución, investigadores y actores externos (Alcocer, 1999), se detonan y analizan procesos por parte de la Asociación de Colonos del Ajusco Medio, A.C., fundada en 2016.En 2018, inició un programa alimentario de desayunos calientes para las infancias. Al mismo tiempo, durant el curso de verano de ese año, el elemento gastronómico detonó como parte importante de la estructura familiar y de las identidades. Ante estos, se inició el proyecto “identidades gastronómicas en Tierra Colorada” con el objetivo de estudiar e impulsar esta dimensión para la construcción de identidades colectivas y así lograr incidir en la solución de problemáticas sociales.Esta ponencia reporta estos esfuerzos y se centra en la propuesta para construir una cocina y escuela comunitarias de cocina regional mexicana, que sea capaz tanto de dar cuenta de la diversidad gastronómica de la región, de consolidar programas educativos de desarrollo cultural y preparación para el trabajo, como para ser pieza clave en la atención de problemas alimentarios. El proyecto se encuentra en curso y la cocina se encuentra en construcción.Resumen de la Ponencia:
La problemática en los territorios agro-lacustres, cuyas unidades domésticas combinan actividades de pesca y agricultura, como es el caso de Cuitzeo y Pátzcuaro, Michoacán, manifiesta una situación de crisis en tres dimensiones: ecológica, productiva y alimentaria, asociada a su vez con la crisis financiera, ecológica y energética mundial identificadas en conjunto como crisis civilizatoria o crisis global, que se traduce a nivel local en malas condiciones de vida para miles de campesinos y pescadores pobres, que dependen de sus productos para alimentarse y allegarse ingresos económicos.Si bien, la apropiación social de la naturaleza se ha dado a lo largo de la historia de la humanidad, en la actualidad el equilibrio ecológico se ha visto severamente alterado por la sobreexplotación de la naturaleza al punto de rebasar la capacidad de recuperación de los ecosistemas. Asimismo, los procesos de circulación, transformación y consumo se han violentado al extremo de generar polución, degradación, pérdida, etc., en la naturaleza y pobreza, hambre, angustia, enfermedad en millones de personas (Toledo, 2013:47).Una manera de paliar los efectos perversos de esta lógica de acumulación infinita de riqueza es transfiriendo recursos públicos a los sectores sociales empobrecidos, a través de programas gubernamentales. Sin embargo, la intervención gubernamental se caracteriza por una actuación no sólo sectorial, es decir, desvinculada entre las áreas del propio gobierno, sino inconexa entre los tres ámbitos de gobierno que son municipal, estatal y federal, lo que deriva en acciones parciales que no alcanzan a desestructurar la crisis socioecosistémica o por lo menos algunos de sus efectos. La CIg se basa en una visión de complejidad y multidimensionalidad de la gestión pública acorde con la problemática socioecosistémica que se debe atender. En este marco, el objetivo de esta ponencia es analizar la cuestión de la coordinación intergubernamental (CIg) de los apoyos gubernamentales otorgados a familias productoras de maíz y pescado en las regiones agro-lacustres de Cuitzeo y Pátzcuaro como alternativa para enfrentar la situación de crisis en las regiones lacustres de Michoacán, a partir de un estudio realizado a 800 unidades domésticas de producción de pescado y maíz.Resumen de la Ponencia:
La siguiente investigación tiene como propósito reconstruir el proceso bio-socio-cultural-político en relación a la crianza de los recursos naturales en la Región Sierra Occidental de Jalisco, México. Como estudio de caso pretende determinar las implicaciones que ha tenido el desmantelamiento de la soberanía y autonomía del Sistema Económico Familiar Agroalimentario (SEFA) a través de la crianza de Recursos Naturales de las familias del Municipio de San Sebastián del Oeste, Jalisco. Por soberanía y autonomía alimentaria, nos referimos al desmantelamiento del sistema agroalimentario donde las familias han dejado de producir los productos que integraban su dieta. El municipio de San Sebastián del Oeste conformaba una comunidad precapitalista, donde la mayoría de productos que utilizaban para elaborar sus alimentos se producían en la cabecera y rancherías. No obstante, al imponer y entrar en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC), se observó un sistemático desmantelamiento del sistema agroalimentario y alta dependencia del exterior. A la política anterior, la región se decreta Reserva de Biosfera, más tarde “Pueblo Mágico”. Posiblemente, ante la pandemia de COVID-19 la unidad doméstica se ha visto más afectada para obtener los alimentos. La metodología se sustenta en el enfoque de sistemas de Juan Guerreo Hernández y para sistematizar los procesos, Oscar Jara. Además, se nutre de la filosofía del constructivismo epistemológico, en donde el conocimiento se desarrolla a partir de conjeturas (Retamozo, 2012). La información de campo se obtendrá aplicando el diálogo de saberes, método cualitativo que busca comprender, sintetizar, teorizar y contextualizar el conocimiento. Palabras clave. Crianza, pandemia, sistema, soberanía.
Introducción:
Proyecto a realizar en el corto, mediano y largo plazo. La Región Sierra Occidental de Jalisco, México, territorio poco estudiada bajo el enfoque antropológico, situación que me llevo a proponer el proyecto, bajo la perspectiva del sistema agroalimentario cuisine. Integra administrativamente 8 municipios; Atenguillo, Ayutla, Cuautla, Guachinango, Mascota, Mixtlán, San Sebastián del Oeste y Talpa de Allende. Planteó, a través de un estudio de caso, y como objetivos; identificar y reconocer los alimentos que se han dejado de elaborar con productos del sistema milpa y otros de manera artesanal-biocultural en el municipio de San Sebastián del Oeste, Jalisco (SSO). Tomando como eje de análisis el (SEF), mujeres y hombres que tengan la disposición de hablar sobre la temática.
Ejemplo, ¿Que platillos preparaban antes, como los preparaban, qué ingredientes utilizaban, cuales platillos se preparaban de acuerdo al ciclo agrícola, cuando los elaboraban, por qué los elaboraban, para quien los cocinaban, quien los elaboraba, quienes participaban, donde obtenían los ingredientes, que ha cambiado de la cocina?
Desarrollo:
El sistema cuisine del municipio de (SSO). Sistemáticamente en un proceso de 25 años se ha visto radicalmente desmantelado, situación que afecta directamente a las familias locales con menor poder adquisitivo, además han dejado de trabajar el sistema milpa, actividades productivas de traspatio, y recolección de recursos no maderables, generando dependencia de alimentos básicos y enseres del exterior.
Territorio realengo cuyo desarrollo económico fue forjado por sus vetas de oro y plata. Explotación minera a partir de 1542, y de manera intensiva por más de 300 años. Sumando, el territorio carecía de vías de comunicación accesibles, incomunicado en temporada de lluvia. Hasta el año 2000, y frente a la crisis de Estados Unidos 2008-2012, se impulsan para Latinoamérica políticas de desarrollo en diversas directrices.
Una de las directrices es la apertura de la carretera pavimentada vía Puerto Vallarta que integra y comunica a los municipios de San Sebastián del Oeste, Mascota, Talpa de Allende, intersectando con la carretera a Guadalajara, arteria a Ameca, Atenguillo, Guachinango, y Mixtlán. Además de unir a los municipios de Volcanes, Cuautla, y Ayutla con la carretera 80 que comunica a la Costa Sur de Jalisco.
Estrategia deliberada que incide en el sistema precapitalista del territorio porque antes del año 2000, los municipios dependían menos del mercado externo, sobre todo alimentos básicos, y enseres que se producían y elaboraban dentro delpropio municipio. Además, trabajaban diversos oficios; ejemplo; herreros, carpinteros, parteras, músicos, maestros, pileros, los cuales nutrían el sistema agroalimentario-cuisine, saberes transmitidos de padres a hijos.
Además, en el año 2000 se percibe la entrada del binomio de políticas exteriores; 1. El Tratado de Libre Comercio (TLC), y 2. Declaración de pueblo mágico en el 2011, lo anterior se observa porque en el periodo 2000-2002 se construye la carretera pavimentada con un nuevo tramo a Puerto Vallarta que permite el tránsito de mercancías, personas y la apertura descontrolada de inmobiliarias al territorio.
Estudio que utilizó el término de cocinera tradicional para para referirme a las mujeres que no han emigrado del municipio, o que han permanecido en tiempo y espacio, transmitiendo sus conocimientos de generación en generación. Pero, sobre todo, menos dependientes de enseres y productos del exterior, ejemplo; la mayoría de las familias construían sus propios nixtencos o fogones y cocinaban con leña, preparaban alimentos de acuerdo a las condiciones de territorio y lo que proporcionaba el ciclo agrícola.
San Sebastián del Oeste, tiene una población de 5,086 habitantes (INEGI, 2020). Las comunidades con más habitantes son: San Felipe de Hijar, 1,221, San Sebastián del Oeste 677, Santiago de Pinos 556, y concentran el 40% de personas del municipio. Antes del año 2000, carecían de luz eléctrica, no había refrigeradores, poseían técnicas para conservar alimentos. Ni televisión, de tal manera que se acostumbraba por la noche a ir de visita y chismear con diferentes familias y amistades, si radio, haciendo volar la imaginación, estaciones de Nayarit, radio gallito y radio ranchito, donde se escuchaban programas como: Chucho el roto, Porfirio Cadena el ojo de vidrio, la hora del aficionado en la XEW, kaliman, No había servicio de transporte público, solo dos camionetas, por lo que toda actividad requería caminar. No contábamos con teléfono, mucho menos con celulares.
Las familias trabajaban en el sistema milpa-coamil. Sus casas, contaban con un huerto, donde tenían cafetales, limas, berenjenas, duraznos, aguacate, chayoteras, chinchayote, naranjas, faisanes, y capulines. Criaban gallinas, cerdos y ganado bovino que, en su mayoría, eran para autoabasto, trueque y venta. Además, comían lo que aportaba el ciclo agrícola y el sistema biocultural. Actualmente las familias de la cabecera municipal han transitado a atender servicios turísticos.
Tratando de lograr las metas y objetivos, el referente teórico y metodológico de mi trabajo se sustenta en reflexiones de (Sydney Mintz 1996a, 2003b), partiendo de sus nutridos aportes a la antropología de la comida y antropología del poder. La técnica de observación directa y participante, guías de observación, libreta o bitácora de campo, construcción de un diario de campo, instrumentos de la metodología etnográfica en investigación antropológica.
La filosofía antropológica cita tres tipos de etnografía: 1. Como método, 2. Como proceso, y 3. Como resultado de la investigación (Aguirre, 1994:21-44). Referente al proceso de investigación aporta una base teórica general que se apoya en una metodología específica con formas de análisis propias, y específicas de presentar los resultados (Aguirre; 1994; Guber, 2005; Restrepo, 2016).
La metodología etnográfica, incluye una relación particular con la teoría y las técnicas de recolección de la información que se aplican para conocer el punto de vista que tienen los mismos actores sobre la realidad que han construido y su forma de actuar en ella. A nivel teórico, la antropología parte de que todo ser humano actúa con sentido y que éste puede ser accesible a través de la observación, las prácticas y del establecimiento de relaciones que permita construir, mediante el diálogo respetuoso, construyendo un horizonte común entre interlocutores.
Se sustenta en datos empíricos obtenidos en campo, y se analizan con procedimiento y técnicas antropológicas y etnohistoria. Desde el punto de vista emic, las personas reales son actores sociales conscientes o “agentes” (Good y Alonso, 2007). La perspectiva emic describe los hechos desde el punto de vista de sus agentes. En cambio, la perspectiva etic describe los hechos desde el punto de vista del observador.
De acuerdo a Ortner (1995), la “postura etnográfica”, refiere a vivencias física y percepciones directas, observar el mundo desde el punto de vista de las personas que estudiamos, utilizando fuentes históricas desde una perspectiva etnográfica; contextualizar el análisis de los procesos locales y formas de resistir el poder en el sistema mundial, además de reconocer la responsabilidad social del etnógrafo. La antropología considera que la fotografía es una herramienta conveniente en todo proceso de investigación, y constituye la unidad básica de registro para llevar a cabo la etnografía visual.
Las 6 mujeres entrevistadas mencionan, los platillos que ya no se preparan con productos del ciclo agrícola o del cerro son: pepián, atole blanco, gorditas nixtamalizadas de maíz raza “coreño”, tamales colados, chilacayote guisado, curtido y cocido con leche, canela, piloncillo o azúcar, frijoles refritos con manteca de cerdo, sopa de arroz, mole, lomo relleno con salsa de lima agría, chicharrones de cerdo fritos en caso de cobre con leña, tortilla nixtamalizada de maíces criollos, pan de caja, y pan mamon, alimentos que se cocinaban con leña de encino en nixtenco u horno construido de adobe y lodo.
Dentro del estudio de caso, aplique una tipología con tres familias, la primera familia, mujer viuda que hace años se dedicó a la panadería tradicional, la segunda familia, actualmente, elabora pan artesanal y, la tercera familia, una mujer viuda, dueña de una fonda de comida tradicional. Decidí investigar estas actividades porque durante mis recorridos de observación y las entrevistas, me percaté que la panadería artesanal agoniza y actualmente, una sola familia se dedica a la actividad, al igual que la comida de fonda local.
Familia Gómez Contreras. La Sra. Catalina Contreras Pérez platica, “me dedique a elaborar pan artesanal por 23 años. Porque, aunque su marido fue maestro de primaria, por no tener la normal, ganaba muy poco y no alcanzaba a cubrir los gastos. Al inició, preparaba la masa del pan en su casa, pero lo daba a hornear a una vecina, porque no tenía horno de leña, pensaba que su marido se enojaría. Comenta que su pan si era de levadura natural, obtenía la levadura de una papa, la que molía en el metate, dejándolo unos días a fermentar, luego agregando harina en porciones pequeñas hasta obtener el fermento, técnica que aprendió de su tía”.
Para el trabajo del pan fue necesario construir un horno de leña. “Decidimos que el espacio adecuado era el que ocupaba un pequeño huerto. Además del horno de leña, construí un pretil y un nixtenco para hacer tortillas. Me levantaba a las 5 de la mañana a preparar la masa del pan. Los ingredientes; azúcar, y harina de trigo la traían de Guadalajara. La manteca de cerdo la compraba con Calixto Gómez, el huevo, lo abastecía de su gallinero, y la leña de encino la recolectaban los fines de semana en el paraje “La mesa de pinar”, la cual trasladaban en su camioneta, Catalina, su esposo e hijos.
Solo lunes y jueves trabajaba el pan, considerando que también Josefina Contreras y Cocha la de la piedra ancha preparaban lo mismo. La venta era en casa, las personas entraban y escogían su pan, actividad donde participaban sus hijos. Afirma, fue de gran apoyo el dinero obtenido por la venta. En una ocasión, Manuelillo, uno de sus hijos quería un caballo y al demostrar que le gustaba el trabajo de campo, le compró el caballo en $500.00 pesos, el cual compró con la venta del pan, aunque dice, -mi esposo no estuvo de acuerdo-. Comenta Catalina, deje de hacer pan porque ya estaba cansada y porque sus 4 hijos emigraron, tres a EU y una a Tepic Nayarit. Así mismo, hace unos años la operaron del estómago, extirpando el tumor de 7 kilos, dejando serias secuelas en su salud, sumado a la muerte de su marido.
Familia Martínez López, integrada por la Sra. Socorro López, e hija, Alicia Martínez, y su esposo, Sr. Pablo Martínez. Unidad doméstica dedicada a la panadería tradicional. Socorro y una de sus hermanas iniciaron la panadería hace 21 años, de nombre “Rey Dormido”, que alude al barrio donde viven, todo el proceso lo elaboraban de manera manual. En una ocasión un cliente que llegó de Guadalajara se sorprendió de su trabajo, y recomendó buscar ayuda través del Fondo Jalisco de Fomento Empresarial (FOJAL). Sometieron solicitud y recibieron apoyo para comprar una batidora eléctrica con capacidad de batir 12 kilos de harina y un horno con capacidad para hornear 300 panes.
Este apoyo facilitó y motivó continuar con la panadería, donde preparan, hornean, atienden y distribuyen. Además de autoemplearse, y generar fuentes de trabajo, escasos en la comunidad. Negocio familiar integrado por la Sra. Socorro, lideresa, su hija Alicia, su esposo Pablo, y una empleada la cual hornean el pan ya que la Sra. Socorro y su hija fueron operadas de un tumor en la cabeza. Aprendió la actividad de otras mujeres cuando vivía en la comunidad de la Haciendita de San Isidro, lugar donde emigro de San Sebastián al casarse. Después de 12 años, regreso a San Sebastián para que sus hijas estudiaran, ya que en San Isidro solo ofertaba nivel primaria. El proceso de elaboración lleva 12 horas de trabajo. Inicia a las 8 de la mañana, preparando y agregando diferentes ingredientes y tipos de masa de harina de trigo, resultando: 1. Pan de levadura; 2. Pan sin levadura; y 3. Pan de caja.
De ocho de la mañana a una de la tarde, Socorro, y Alicia su hija, hacen 10 tipos de pan de levadura, 3 sin levadura; empanada, galleta, y tostados. Antes de terminar la primera etapa, la Sra. que hornea el pan crudo, acarrea e introduce las charolas al horno, primero el pan de levadura, después, el de levadura y finalmente el pan de caja. Antes que salga todo el pan ya horneado, llegan los primeros clientes de Puerto Vallarta. Doña Socorro menciona que tienen clientes de Guadalajara, Mascota, La Estancia de Landero, Santiago de Pinos, Lo de Marcos, Las Palmas. Así mismo, clientes locales de restaurantes y tiendas de abarrote. Don Pablo, esposo de Socorro se encarga de cobrar y distribuir el pan en su camioneta.
Familia Arce Alvarado. La Sra. Manuela Alvarado, viuda, ofrece diversos platillos en su fonda, “El Mesón”. Tiene 11 años cocinando para sus clientes, en su mayoría de la cabecera municipal y las rancherías. Sazón que aprendió de su madre, la cual vendía cena los domingos en la plaza. Además, fue por muchos años cocinera del curato, y dos días a la semana hacia pan en horno de leña. Manuella, heredo la sazón de su madre, comenta que se arrepiente de no haber aprendido a elaborar pan. Dice que el COVID-19 no le afecto en su negocio, tomando en cuenta que sus clientes son locales, eso sí toda la comida era para llevar y sobre pedidos que sus hijos llevaban caminando. Expresa que el turismo nacional solo deja basura, exceso de ruido, y malos ejemplos para las familias locales.
En la fonda, ofrece también conservas en almíbar que ella y sus hijas preparan de; durazno, mango, capulín, y tejocote. Así mismo, cajeta de membrillo, tejocote, mango, y rollo de guayaba. Sumando con la costura, cotences, que ella misma borda y que en la comunida se utilizan para envolver y guardar las tortillas. Finalmente, Manuella, expresa que son pocas las familias nativas del municipio que, tristemente las personas locales por no tener dinero para comprar terrenos o casas de personas que ya murieron o tuvieron que emigrar, agentes externos lo hacen sin respetar reglamentos ni estilos de vida.
Filamente, del total de charlas informales, entrevistas abiertas y semiestructaradas aplicadas a las familias y otros actores, obtuve información de las comidas que solo se preparan en eventos especiales, bodas, bienveinda a parientes que llegan del norte. No obstante, afirman, su sabor ha cambinado porque los ingredientes son escasos y las formas de criar a los animales de tarspatio y ganado mayor. El estudio de caso, a través de las tres familias, reflejan sitauciones historicas de rezago en el municipio, a pesar de que dos familias estan representadas por mujeres viudas, ellas y solo ellas ha sabido con su saviduria y coraje avanzar desde sus trincheras ante condiciones adversas, aportando teorias al enfoque de genero y al sistema agroalimnetario-cuisine, aún cuando esta prácticas y sus conocimientos son invisibilizadas, rebasan la realidad pargamatica ante los paradigmas y las teoriás contempladas desde otros horizontes, al igual que las nutre.
Richards y Audrey., (1932), citan que las preferencias en la alimentación y hábitos de comer muestran diferencia respecto a la edad, sexo, estatus, cultura, e incluso la ocupación. La nutrición como proceso biológico, es primordial, más que el sexo. La preferencia surge al inicio de la vida y lo hacen de acuerdo con los limite establecidos por aquellos que proveen cuidado, de acuerdo a reglas de sociales y culturales, así la ingestión y gustos conllevan una fuerte carga afectiva.
En cambio, la tipología de la panadería “Rey Dormido” sus actores muestran acciones que han permitido avanzar en su mudanza. La familia se fortalece y apoya al estar integrada, madre, padre e hija. Donde cada uno tiene bien definido su función, aporte y los beneficios al trabajo comunal que desempeñan, además del carácter para afrontar las adversidades vividas. El Sistema Económico Familiar (SEF) viene diversificado sus actividades, y su lógica del negocio va en contra de la lógica mercantil la cual muestra perspectiva aún comunitaria, que les ha permitido permanecer y caminar desde su trinchera.
Las familias subsisten sobre la base de un carbohidrato, particularmente un grano o un tubérculo, en torno al cual construyen su vida. El calendario de crecimiento del carbohidrato coincide con el calendario de los seres humanos. El cultivo proporciona la materia prima por medio de la cual se expresa gran parte del significado de su vida (Sidney, M 1996).
Conclusiones:
El sistema agroalimentario en el municipio de San Sebastián del Oeste, Jalisco bajo la lógica cuisine ha permitido observar y reflexionar sobre las transformaciones, modificaciones, y en algunos casos la mutilación del sistema milpa, comidas e ingredientes que se recolectaban y producían en los diversos sistemas y subsistemas bioculturales, acontecimientos que, a través de mecanismos impuestos de manera vertical y plateados desde el exterior, sin consulta, minan la vida de las familias locales.
No obstante, los diversos actores desde sus territorios expresan propuestas que históricamente son invisibilisadas, las cuales, han permitido sobrevivir bajo la perspectiva comunal, producir para autoabasto, contradiciendo la lógica mercantil, donde el éxito, se mide estrictamente en transacciones económicas, dejando de lado principios morales, espirituales, así como la solidaridad, la confianza, y la reciprocidad.
Bibliografía:
Richards y Audrey., (1932). Hunger and work in a savage tribe, Londres, Geo. Rout-ledge and Sons Ltd.
Sidney, M. (1996). Dulzura y poder. El lugar del azúcar en la historia moderna. Editorial siglo XXl. México D.F.
http://www.cucea.udg.mx/include/publicaciones/coorinv/pdf/San_Sebastian_ebook.pdf
Palabras clave:
Cuisine, criollo, nixtamal, jumate.
Resumen de la Ponencia:
Cuitlacoche, una alternativa para la alimentación nutritiva Rosaura Reyes Canchola, Universidad Autónoma Chapingo. rosaura@ciestaam.edu.mxEduardo Santiago Elena, Universidad Autónoma Chapingo. riquelme_124@hotmail.com GT-30 Alimentación y cocinas de las Américas2.- Soberanía, diversidad y sistemas alimentarios México tiene un problema urgente por atender, la sociedad se encuentra frente al reto de modificar sus hábitos alimenticios frente a un modelo productivo deficiente e insuficiente en el acceso a los alimentos nutritivos y de calidad. El problema es mayor en grupos con condiciones críticas por la pérdida de una gran cantidad de empleos a causa del confinamiento por COVID-19, las familias vieron disminuidos sus ingresos, afectando su calidad de vida. Ante este escenario, nos preguntamos ¿si será posible mejorar la alimentación y que sea accesible a la población? Por lo anterior, partimos de que, México, es un territorio rico en tradiciones culinarias que involucran a los hongos, lo que se constata en documentos históricos y en el testimonio generacional de distintas etnias, particularmente de la región de Mesoamérica. Existen registradas, entre 204 y 303 especies de hongos comestibles en el país (Villareal y Pérez Moreno 1989) y el cuitlacoche, forma parte de esta gama de hongos comestibles. El huitlacoche, alimento tradicional mexicano se consume desde épocas prehispánicas y en la actualidad se ha popularizado creando mayor demanda tanto en México como en Europa se causó un auge como alimento gourmet. Los reportes muestran que el cuitlacoche es consumido en una gran variedad de platillos tradicionales, por campesinos de varias entidades de la República, donde tiene diversos usos no solo alimenticios sino también en la medicina tradicional y cosmética.Lo cual se relaciona a su alto valor nutricional, y excelente sabor (Martínez., 2008). Contiene ácidos grasos esenciales (Omega 3 y Omega 6), es rico en aminoácidos, aporta fibra y es bajo en grasas, además contiene fósforo, vitamina C, varios minerales y sustancias con propiedades antitumorales entre otras características nutricionales. (SAGARPA, 2016).Aun así, la mayoría de los consumidores mexicanos no están bien informados acerca de los beneficios nutritivos y saludables de los hongos, por lo que no son propensos a comprar hongos en comparación, con otros alimentos considerados como saludables (Mayett et al. 2006). Por lo antes expuesto, se propone realizar talleres y conferencias, para la producción controlada de huitlacoche (Ustilago maidys) dirigidos a productores de maíz, interesados, alumnos, docentes de la UACh y otras instituciones, con énfasis en usos y beneficios para la nutrición. Acciones que nos permitirán recabar información cualitativa y cuantitativa para analizar el grado de uso del cuitlacoche en la alimentación, con ello contribuir a mejorar los hábitos alimenticios por el consumo de cuitlacoche y a la promoción de recursos fúngicos disponibles en las zonas productoras de maíz.Resumen de la Ponencia:
A cultura alimentar é um sistema simbólico que possibilita entender os grupos por meio de suas maneiras de comer e de produzir o alimento. Influenciada por questões ambientais, sociais e históricas, as práticas em torno da alimentação ultrapassam as simples necessidades biológicas e são tomadas como um importante elemento de análise antropológica, pois a “comida não é apenas uma substância alimentar, mas é também um modo, um estilo e um jeito de alimentar-se. E o jeito de comer define não só aquilo que é ingerido, como também aquele que o ingere” (DAMATTA, 1986, p. 56). Devido à grande relevância da comida para os estudos socioantropológicos, elegeu-se para este estudo a farinha de mandioca da região da Amazônia Oriental de Bragança-PA, mais especificamente, da comunidade quilombola de Jurussaca pertencente ao município de Tracuateua no Estado do Pará. A técnica, que consiste em transformar a mandioca em farinha, é conhecida na região como farinhada e trata-se de um dos pontos mais relevantes para a construção da memória e identidade local. Ademais, a farinha de mandioca é a principal produção da economia familiar também será percebida pela ótica da cultura visual, pelo fato do processo trazer uma bela visualidade não só para os produtores, como também para novos observadores. Os resultados desse estudo possibilitam aferir que esses sujeitos construíram sua identidade enquanto agricultor familiar por meio dos seguintes processos: transmissões geracionais, segmento de comercialização. Eles representam a agricultura familiar como trabalho constituído, exclusivamente, pelos próprios membros da família. Dentro do contexto da comunidade ainda se utilizam da força humana para labutar, baixa complexidade tecnológica, demandam por políticas públicas e assistência efetiva. Eles também representam a agricultura familiar como prática que garante a manutenção de suas progênies e dos recursos naturais. Paralelamente, as imagens e o sentido constituídos por estes sujeitos legitimaram atitudes nos seus modos de produção como: retirar da natureza, primeiramente, recursos para sobrevivência familiar e, consequentemente, o da comercialização, evitando o desperdício; plantar sem a utilização de agrotóxicos. Em relação ao modo de vida, o trabalho é visto como prazeroso, pois possuem autonomia, trabalham em meio à natureza e gerenciam o tempo de trabalho, do mesmo modo que plantam, colhem, consomem e vendem a farinha, produzidos por elas e eles próprios. Palavras-chave: farinha de mandioca; cultura alimentar; Amazônia brasileira.Resumen de la Ponencia:
Los hongos silvestres comestibles han estado relacionados a diferentes culturas en todo el mundo. En México, el uso y consumo de estos recursos se remonta a épocas prehispánicas, y actualmente este conocimiento se resguarda en diversos grupos étnicos del país. Sin embargo, dicho conocimiento esta en riesgo de perderse debido a los procesos de cambio al que están sometidos estos grupos culturales, por lo que el objetivo de este trabajo es documentar los saberes tradicionales relacionados con las prácticas de consumo de los hongos silvestres desde la perspectiva gastronómica, para proponer alternativas orientadas al rescate del conocimiento tradicional micológico en México. Se realizó una investigación con enfoque cualitativo, basada en técnicas etnográficas y observación participante en el periodo de junio a noviembre del 2021. Se recolectaron 23 especies de hongos silvestres comestibles y se obtuvieron datos respecto a los conocimientos etnomicológicos involucrados para estas especies. Los resultados demuestran la importancia cultural y económica que tienen los hongos para estas comunidades en la temporada de lluvias. Se concluye la suma importancia del conocimiento tradicional en la recolección, preparación y preservación de macromicetos. Se plantean estrategias de valorización cultural y económica que preserven estos recursos.Resumen de la Ponencia:
En el siguiente escrito presento un primer acercamiento a: 1) la historia de vida de la Señora Higinia Guzmán Gutiérrez, la cual es una breve descripción de su biografía como mujer autonombrada soberana y 2) al proceso de generación de soberanía alimentaria a partir de la activación de su hortaliza familiar en el año 2011. Mi objetivo es describir la gestación de soberanía alimentaria de mujeres en San Mateo Tlaltenango a partir del mando de la Señora Higinia Guzmán Gutiérrez buscando responder a la pregunta que guía mi trabajo en una primera fase: ¿Qué sucede en el espacio doméstico de la hortaliza familiar que es un nicho de intercambio de saber y saberes en torno a la siembra, la cosecha y la producción de alimentos para el autoconsumo?La metodología para la obtención de fuentes de información durante mi trabajo de campo fue la observación participante, el diario de campo, las conversaciones colectivas informales y principalmente la acción participativa como estrategia de proximidad a la familia Barrera Guzmán, quienes me abrieron las puertas de su casa privada para este ejercicio de investigación etnográfica en 5 estancias cortas de marzo a julio durante la contingencia Covid-19 2021.Palabras claves: historia de vida, mujeres, siembra, soberanía, hortaliza, San Mateo Tlaltenango, Cuajimalpa, Ciudad de México, Ciudad (es).Resumen de la Ponencia:
El desarrollo los/as niños/as se relaciona con las formas y vivencias incorporadas en los procesos de socialización primarios y secundarios; los hábitos y las practicas alimentarias se desprenden de ellos y del entorno a nivel mundial y a nivel país en el cual se desarrollan. Luego de la pandemia por COVID-19, donde la desigualdades sociales se incrementaron de manera exponencial, toma relevancia la trascendencia de preguntarse cómo estos crecen, ya que son la base de la sociedad del mañana. En este contexto, el pauperismo que abunda hace mella en los hábitos y costumbres de cómo nos alimentamos. Los sectores populares en la Argentina elaboraron diversas estrategias para poder acceder a una alimentación que a su criterio es balanceada y nutritiva. Entre ellas, podemos ilustrar uno de los diferentes canales por los que acceden a la comida, como es la participación con mayor o menor fuerza de Instituciones Gubernamentales, como son los comedores escolares, en Instituciones No Gubernamentales, que intervienen y colaboran con Organismos Internacionales y/o Movimientos Sociales. En este estudio abordamos las representaciones sociales sobre los hábitos y las prácticas alimentarias de los/as niños/as que concurren a los jardines comunitarios de la Fundación de Organización Comunitaria -FOC-, ubicada en Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, Argentina en el año 2021. Utilizamos una metodología cualitativa, con un diseño descriptivo y transversal. La técnica de recolección de información fueron las entrevistas en profundidad y entrevistas virtuales. La presente investigación fue llevada a cabo por los/as alumnos/as pertenecientes a la carrera de Sociología, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires en el marco del Seminario "Metodología de la Investigación Social: El Ámbito de la Opinión Pública", cátedra Jorge Alberto Vujosevich quien dirigió este grupo por casi 30 años. Este trabajo es en su memoria.Resumen de la Ponencia:
El presente trabajo tiene como objetivo explorar las tendencias agroalimentarias que surgen en torno a los huertos urbanos en la Ciudad de México. El punto de partida son las propuestas sobre el contramovimiento alimentario delineado por tendencias alimentarias que se mantienen en constante tensión por la transición hacia un nuevo régimen alimentario. La información para llevar a cabo tal análisis se obtuvo a través de revisión documental y visitas a huertos urbanos de esta ciudad en las que se realizaron diversas entrevistas a funcionarios, miembros de la sociedad y usuarios de dichos espacios. En la Ciudad de México se pudo avizorar la presencia de prácticas vinculadas a la agroecología que, en buena medida definen a las tendencias pertenecientes al contramovimiento alimentario. Pero, para dar cuenta de las tensiones que se dan en el sistema agroalimentario también se encontraron contradicciones que refuerzan el estereotipo sobre lo privativo de los productos locales y agroecológicos, así como su imbricación en procesos vinculados a la gentrificación.
Introducción:
El final de la década de los setenta marcó el inicio de un régimen alimentario de tipo corporativo, caracterizado por el acaparamiento de tierras y desplazamiento de campesinos por empresas transnacionales con un creciente poder económico y político que les permitió insertarse en las diversas fases del sistema agroalimentario y apropiarse de cada una de las ramas del sector (Delgado Cabeza, 2017). Como contraparte, el descontento por la creciente desigualdad y la crisis multidimensional (ambiental, cultural, económica y social) derivada de esas prácticas detonó la formación de diversos movimientos alimentarios urbanos y rurales con distintos alcances y enfoques (Holt Giménez y Shattuck, 2011; Holt-Giménez, 2009).
Movimientos alimentarios internacionales como Slow Food y La Vía Campesina son parte de estas reacciones, al igual que la Asociación para el Mantenimiento de la Agricultura a Pequeña Escala (AMAP) en Europa y la Alianza Africana por la Soberanía Alimentaria, solo por mencionar algunas. Estas organizaciones, si bien, buscan ser motor de cambio a partir de discursos y orientaciones propios que van de lo progresivo de la justicia alimentaría y empoderamiento a lo radical de la soberanía alimentaria y derechos adquiridos, ambas corrientes comparten cierta visión sobre cómo debería ser el modelo de sistema agroalimentario (Holt Giménez y Shattuck, 2011).
Dentro de estos movimientos la agricultura a pequeña escala y la agroecología se posicionaron como elementos imprescindibles para avanzar en seguridad y soberanía alimentaria. Para el caso de las ciudades, la agricultura urbana tomó relevancia en las políticas ambientales y alimentarias. Se reconoce ampliamente que, como manifestación de la agricultura urbana, los huertos urbanos son símbolos de sustentabilidad y resistencia al sistema agroalimentario globalizado (McClintock, 2014). Pero también se ha evidenciado que, aunque no de manera intencional, los proyectos de agricultura urbana pueden inhibir la participación en la gobernanza del sistema agroalimentario (Montagut, 2013) y hacen de herramientas para detonar procesos de exclusión como la gentrificación (McClintock, 2014).
En la Ciudad de México, si bien la agricultura urbana en la zonas altas y chinamperas del sur se han mantenido desde tiempos prehispánicos, la urbanización hizo prácticamente inexiste los cultivos en las zonas intraurbana y suburbana de la ciudad, por tal motivo los estudios en la materia se centran en las zonas de cultivo tradicionales y de valor comercial (Avila-Sánchez, 2019). No obstante, en las últimas dos décadas la zona intraurbana de la ciudad ha visto un renovado interés por el cultivo agroecológico vinculado a la gastronomía y al activismo alimentario (Baig, 2019; Barba Flores, 2020; Gravante, 2019, 2020; Pardo Núñez y Durand, 2019)
Con base en lo anterior el presente trabajo tiene como objetivo explorar las tendencias agroalimentarias que surgen en torno a los huertos urbanos en la Ciudad de México. El punto de partida son las propuestas de Holt Giménez y Shattuck (2011) sobre el movimiento y contramovimiento alimentario, así como las contradicciones de la agricultura urbana argumentadas por (McClintock, 2014). La información para llevar a cabo tal análisis se obtuvo a través de revisión documental y visitas a huertos de esta ciudad en las que se realizaron diversas entrevistas a funcionarios, miembros de la sociedad y usuarios de dichos espacios.
Desarrollo:
Tendencias agroalimentarias en el régimen alimentario corporativo
La alimentación no es solo una cuestión biológica, es también cultural, económica, política y por supuesto ecológica, un hecho social que involucra a la sociedad en su conjunto y a sus instituciones (Friedmann, 2005). Lo anterior hace de la alimentación una de las principales áreas de regulación pública rodeada por intereses y conflictos entre las diferentes fases y actores involucrados en la cadena alimentaria (Gómez-Benito y Lozano, 2014; Holt Giménez y Shattuck, 2011). Esta dinámica da lugar a un entramado de relaciones de poder que configuran la forma en la que se desarrolla la economía agroalimentaria mundial en determinados periodos históricos denominados regímenes alimentarios (Friedmann y McMichael, 1989). El concepto de regímenes alimentarios vincula las relaciones internacionales de producción y consumo de alimentos con formas de acumulación que distinguen los períodos de transformación capitalista desde 1870.
En la actualidad se dice que transitamos un tercer régimen al que Friedmann y McMichael (1989) denominaron corporativo, Otero (2014) la dieta neoliberal y Rubio Vega (2012) lo definió como la fase agroalimentaria global. Este periodo enmarcado por las políticas neoliberales tiene como principios básicos: desregulación, liberalización y privatización, de tal modo que en el sector agroalimentario “hemos pasado de una era de sobreproducción y preciosos bajos a otra de sobreproducción y volatilidad en los precios” (Otero 2014, 15). En la construcción de esta etapa del capitalismo los países desarrollados, a través de tratados y organizaciones multilaterales, marcaron los lineamientos de la política alimentaria de los países en desarrollo. Así mientras los primeros se enfocaron a la producción y exportación de los bienes básicos, los países en desarrollo en los bienes tradicionales tales como café, tabaco y azúcar, así como hortalizas (McMichael, 2000; Rubio, 2015).
Otra característica de esta etapa es la convergencia entre las políticas ambientales y la reorganización de las cadenas de suministro de alimentos implementadas por supermercados en dos vías: una dirigida a ricos y otra a pobres -Whole Foods-Walmart; Superama-Aurrera- (Friedmann, 2005). En este proceso la certificación por terceros intervino como elemento primordial para garantizar los parámetros de calidad de cada uno de los productos alimentarios en el mercado. Por supuesto estos organismos e instrumentos de regulación privados han sido impugnados, por considerarse una estrategia de capitalismo verde con beneficios para grupo de consumidores privilegiados (Friedmann, 2005). Además de ser una barrera de entrada al mercado para los pequeños y poco capitalizados agricultores (Hernández Moreno y Villaseñor Medina, 2014; Reyes Gómez et al., 2020).
En este punto, es importante destacar que la transición hacia un nuevo régimen ocurre debido a las tensiones internas, a través de las cuales se objetan las reglas establecidas. Este proceso eventualmente hace inoperantes las relaciones y las prácticas propias de cada régimen, lo que conlleva a una crisis seguida por un periodo de transición (Friedmann, 2005; Lang y Heasman, 2004)
De manera amplia las medidas neoliberales han sido objetadas por organizaciones campesinas, grupos ambientales, sindicatos de distintos ramos, en distintas latitudes apenas fueron puestas en marcha. Tal como se dejó ver desde la década de 1990 con la formación de La Vía Campesina, la guerrilla Zapatista o la multitudinaria manifestación altermundista congregada en Seattle en septiembre de 1999 hasta los Cacerolazos en Argentina, los Indignados en España o Occupy Wall Street.
La crisis alimentaria marcó un cambio de dirección en las prácticas neoliberales, con estrategias como la revalorización de los alimentos y el fomento a la producción local por parte de organismos internaciones que a decir de Rubio Vega (2012, p. 36) “se instaura(n) como un rasgo de la fase de transición y probablemente del nuevo modelo que está emergiendo”. Esta última se dio en principio a través de la reducción de apoyo alimentario del FMI, BM y el G-8. Por su parte la CEPAL, IICA y FAO se pronunciaron a favor de trabajar para incentivar la soberanía alimentaria en América Latina (Rubio Vega, 2012). Incluso la ONU designó al 2014 como el año de la Agricultura Familiar. En 2015 la FAO realizó el primer simposio de agroecología en el que se plantearon 10 principios de agroecología, los cuales fueron aprobados en 2018 por el Comité de Agricultura de la FAO (COAG) como guía de una de las formas de promover los sistemas alimentarios y agrícolas sostenibles y aprobados. En 2019 estos principios fueron aprobados por 97 miembros de la FAO para guiar la visión de este organismo sobre la agroecología.
Pero ¿hacia dónde vamos en la configuración del modelo emergente? De acuerdo, con Holt Giménez y Shattuck (2011, p. 113), “la profundidad, el alcance y el carácter político del cambio de régimen alimentario, está en función tanto del "doble movimiento" del capitalismo como de la naturaleza política y el dinamismo de los movimientos sociales”. Sin embargo, pese al crecimiento del movimiento antineoliberal Holt-Giménez (2017) sostiene que, debido al control y ataques sobre organizaciones con posiciones críticas en 2008 el contramovimiento no fue lo suficientemente fuerte, en comparación con el dirigido en 1930 por obreros y partidos políticos.
En este sentido hay que tomar en cuenta que la crisis del siglo XXI es una de tipo multidimensional en la que concurren una serie de actores que más que movimiento se cuentan en plural como nuevos movimientos sociales (Calderón Gutiérrez, 2011; Wieviorka, 2011) y culturales (Touraine, 2006). Entre los que destacan los de mujeres, estudiantes, indígenas y anticapitalista, el antiimperialista y el globalifóbico (Wieviorka, 2011), pero también los ambientalistas, feministas campesinas y de agricultores familiares, trabajadores del sistema agroalimentario, personas de color inmigrantes y jóvenes (Holt-Giménez, 2017). Es decir, el movimiento social central regido por la lucha de clase y el Estado como locus de poder, pierde centralidad en el espacio público y emerge la acción colectiva diversa (Calderón Gutiérrez, 2011; Wieviorka, 2011)
De acuerdo con Holt Giménez y Shattuck (2011) y Holt-Giménez (2009, 2017), la época actual se caracteriza por cuatro tendencias, en lo que refiere a movimientos alimentarios. Dos de ellas, la neoliberal y reformista, buscan la continuidad del régimen alimentario corporativo. Las otras dos, consideradas como el contramovimiento alimentario, son la radical y la progresista (Holt-Giménez, 2017) o de transición (Holt Giménez y Shattuck, 2011). La primera se relaciona con los contramovimientos vinculados a la soberanía alimentaria que buscan la democratización del sistema y un cambio profundo en la estructura y dinámica del régimen alimentario actual a través de movimientos de alcance global como La Vía Campesina.
La tendencia progresista o de transición es en la que los autores ubican a iniciativas vinculadas al acceso a alimentos saludables de producción sostenible que, bajo la noción empoderamiento ciudadano y el derecho a la alimentación, persiguen el mejoramiento de las redes de seguridad y una mayor participación ciudadana para impulsar a los pequeños agricultores orgánicos y comerciantes locales. Ejemplo de ello son: la agricultura urbana, la recuperación de las tiendas del barrio, la agricultura apoyada por la comunidad y el despliegue de mercados de agricultores, es decir el fomento de lo local (Holt Giménez y Shattuck 2011; Holt-Giménez 2009, 2017).
Dentro de esta tendencia se manifiesta la urgencia de concebir a las ciudades como agentes de cambio en el sistema alimentario, y no como consumidoras de insumos y generadora de desechos. Tal como menciona Michael Ableman “Se está produciendo una revolución silenciosa en nuestro sistema alimentario. No está sucediendo tanto en las granjas distantes que todavía nos proporcionan la mayor parte de nuestra comida; está sucediendo en ciudades, vecindarios y pueblos pequeños” (Michael Ableman citado tomado de Dieleman 2017, 156).
La Ciudad de México da muestras de que esta revolución se está gestando, si consideramos que la agroecología se ha convertido un elemento fundamental e inherente no solo en el discurso y acciones de los huerteros capitalinos, también forma parte del repertorio de la política pública cada vez con mayor presencia de la soberanía alimentaria en instrumentos legales.
Estrategia metodológica
Para cumplir con el objetivo de identificar las tendencias agroalimentarias que surgen en torno a los huertos urbanos en la Ciudad de México se tomaron como insumos las entrevistas realizadas los años 2019 y 2020. Durante el primer año de trabajo de campo se llevaron a cabo visitas a funcionarios y técnicos encargados de los huertos urbanos administrados por las alcaldías Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, así como a usuarios de estos espacios. De igual modo se entrevistó a miembros de Casa Gallina y se participó en un taller sobre huertos escolares y en un encuentro sobre Agricultura Urbana realizados por Huertos Escolares de México y El Huerto Tlatelolco, respectivamente. El segundo año se entrevistó a jóvenes involucrados en distintos proyectos sociales y empresariales vía telefónica debidos a las medidas sanitarias por Covid-19.
Es importante mencionar que el trabajo de campo forma parte de mi proyecto posdoctoral en el que se aborda la construcción de ciudadanía alimentaria. De tal modo que, si bien no era el objetivo central, la pandemia y sus vínculos con la alimentación aunados a la crisis alimentaria, hicieron necesario dar una nueva relectura a las entrevistas con la guía de los regímenes y las tendencias agroalimentarias.
El contexto de la agricultura urbana en la Ciudad de México
Un momento clave dentro de la historia reciente de la agricultura urbana en la Ciudad de México fue la creación en 2007 de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (SEDEREC), instancia que, a través del “Programa de Agricultura Sustentable a Pequeña Escala en la Ciudad de México” apoyó a familias y grupos de ciudadanos de distintas delegaciones, ahora alcaldías, con recursos económicos y asesoría para el establecimiento de huertos. No obstante, con la transición en 2018 de SEDEREC a la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI), este programa se disolvió.
Otro momento icónico se dio en 2017, año en que se publicó la Ley de Huertos Urbanos en la Ciudad de México (LHU2017). Sin embargo, por Decreto, en diciembre de 2020 se le abroga y promulga una nueva: Ley de Huertos Urbanos de la Ciudad de México (LHU2020). Esta última busca atender a la modernización en materia ambiental, así como al rediseño institucional de los entes de gobierno y las modificaciones de naturaleza jurídica dada la transición de delegaciones a alcaldías (Ley de Huertos Urbanos de la Ciudad de México, 2020 [LHU, 2020] Artículo 2). De manera específica, se excluyó a la extinta SEDEREC y se le confieren sus atribuciones y obligaciones a la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA), también se establece la obligación a las alcaldías de generar un censo sobre los huertos urbanos y la atribución de ser notificadas del establecimiento de nuevos huertos (Ley de Huertos Urbanos en la Ciudad de México, 2017 [LHU, 2017]; LHU, 2020).
De manera específica SEDEMA, es la encargada de brindar capacitación y seguimiento en materia de agricultura urbana, así como fomentar la transmisión intergeneracional de conocimientos tradicionales y nuevas tecnologías. También corresponde a esta Secretaría vigilar que el establecimiento de esos espacios se lleve conforme a lo estipulado por la LHU2020. Por su parte, Secretaría de Inclusión y Bienestar Social de la Ciudad de México (SIBISO) es la encargada de crear huertos con enfoques alimentarios que coadyuven a la política de seguridad, soberanía y sustentabilidad alimentaria. La Secretaría de Administración y Finanzas y la Secretaría de Desarrollo Económico tienen la facultad de presentar proponer beneficios fiscales y económicos para las personas físicas o morales que decidan participar en la elaboración de proyectos de huertos privados. También se hace la opción de solicitar beneficios fiscales y apoyos por parte de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo para quienes brinden trabajo a grupos vulnerables.
Al igual que la ley abrogada, la LHU2020 es clara en cuanto a la exclusión de agroquímicos y la promoción de principios agroecológicos a través del reciclaje de residuos, cosecha y aprovechamiento de agua pluvial, el uso de especies nativas y recuperación del conocimiento tradicional de la agricultura. Aunado a lo anterior, también se hace mención sobre el fomento al intercambio intergeneracional y el llamado a promover la idea de comunidad.
Pero, sin lugar a duda lo que más llama la atención sobre la LHU2020 es la inclusión de nuevos términos a su glosario, en particular el de soberanía alimentaria, que definen como el “Derecho de las personas a disponer de alimentos en cantidad y calidad suficientes para satisfacer las necesidades alimentarias y nutricionales, producidas de forma sostenible y ecológica, para una cultura determinada” (LHU, 2020, Artículo 2). Dicho termino se retoma en las atribuciones de Sibiso y en el objetivo IV que refiere a la promoción de la soberanía y seguridad alimentaria derivada del consumo de frutas, verduras, hortalizas y otros alimentos producidos en los huertos urbanos, evitando el consumo de alimentos transgénicos.
En la práctica, si bien no todas las alcaldías cuentan con espacios de cultivo, en algunas demarcaciones se pueden encontrar sitios que han sido apropiados por la comunidad. Un ejemplo, con más treinta años de existencia es el Huerto de las Niñas y los Niños administrado por la alcaldía Cuauhtémoc, espacio en el que se ofrece, a quien lo solicite, una pequeña parcela en la que puede sembrar y experimentar. Además, dar acompañamiento, imparten talleres y visitas guiadas. Otros más recientes como el Centro Ecológico Azcapotzalco, el cual es un sitio de aprendizaje sobre ecotecnias y conservación de especies, se ofrecen visitas guiadas e incluso si se tienen disponibilidad comparten semillas para su propagación.
La Alcaldía Miguel Hidalgo cuenta con tres espacios. El primero de ellos es El Huerto Lincoln (Parque Lincoln Polanco) enfocado a la educación ambiental de niñas y niños; el segundo es Huerto Caneguín a la población de todas edades en particular quien quiera participar como voluntario en el cuidado de las parcelas a la vez que adquiere conocimientos en la materia. El tercero, pero no menos importante, es el que alberga la Universidad de la Vida para Adultos Mayores (UNIVI), un espacio por demás interesante dirigido a adultos de la tercera edad.
Otros programas que integran a los huertos urbanos en sus convocarías son Colectivos Culturales Comunitario de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, así como los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes de la Ciudad de México (Pilares) dirigidos por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (SECTEI). El primero se enfoca a promover y fortalecer la participación ciudadana mediante proyectos artístico-culturales, a través del cual se han desarrollado diversos proyectos enfocados a la agricultura urbana que buscan la recuperación de espacios y transmisión de conocimientos sobre temas ambientales y agroecología (R y CH-AZ, comunicación personal, el 28 de octubre de 2020; Tallerista CIPEA, comunicación personal, el 21 de octubre de 2020). Por su parte Pilares, brinda espacios comunitarios para el desarrollo de procesos para el intercambio de conocimientos y saberes, entre los que se encuentran los talleres de huertos urbanos dentro del área de educación para autonomía económica.
Por supuesto que el proceso de reconocimiento e institucionalización no hubiera sido posible sin el empuje de la sociedad civil. Iniciativas ciudadanas en torno a la agricultura urbana y agroecología que hacen de puente entre productores y consumidores, pero también entre personas interesadas en aprender y compartir experiencias y conocimientos. Estas articulaciones e intercambios se concretan en los huertos, tianguis alternativos o cooperativas, sin dejar de lado las redes sociales tan útiles y solicitadas en esta pandemia.
Algunas de estas experiencias de amplia difusión son el Huerto Roma Verde, Huerto Tlatelolco, Huerto La Romita, Mercado El 100 y Tianguis Orgánico de Tlalpan que han logrado consolidarse en la última década. Pero también se encuentran otras un tanto menos conocidas como El Molinito, Huerto San Miguel, Huerto Comunitario Las Rosas, Colectivo Zacahuitzco, Mercado de las Cosas Verdes “Tianquiskitt” y Canasta Solidaria, por mencionar algunas. Y otras tantas que se desarrollan en multifamiliares, o azoteas, y que, si bien no están en el anonimato, son conocidas solo por unos cuantos en el barrio o colonia. La diversidad de iniciativas que se presentes en la Ciudad de México nos brinda un crisol para reflexionar sobre las tendencias.
Tendencias agroalimentarias y huertos urbanos en la Ciudad de México
La Ciudad de México, al igual que en otras ciudades del mundo, la agricultura urbana es considerada como un símbolo de sustentabilidad y resistencia alimentaria. Sin embargo, los proyectos de agricultura urbana se encuentran inmersos en contradicciones, ya que por un lado pueden contribuir a la seguridad alimentaria, pero a la vez pueden detonar procesos de gentrificación (McClintock, 2014; Sbicca, 2018) o inhibir la participación en la gobernanza del sistema agroalimentario (Montagut, 2013).
La gentrificación es un concepto que desde la década de los sesenta se ha utilizado en ciudades del norte global para analizar a comunidades en las que tras un periodo de desinversión o deterioro económico se inicia una reinversión, generando, entre otros, alza en los servicios básicos volviéndolo inaccesibles para los pobladores originales. Sin embargo, en los últimos años ha tenido eco en Latinoamérica. En Ciudad de México colonias como Santa María La Ribera, San Rafael, Roma y Condesa han sido objetos de estudio ante la transformación de sus edificaciones derruidas en renovados conjuntos habitacionales dirigidos a la población de ingresos altos. En estos estudios llama la atención la relación que guardan estos procesos con los cambios en la oferta alimentaria, ante el arribo de vecinos con mayor poder adquisitivo, grado de estudios, nivel socioeconómicos y conciencia sobre la alimentación (Vázquez-Medina et al., 2020; Baig, 2019).
Bajo la consigna de “eres lo que comes”, “consume local” y “el apoyo a los pequeños agricultores” cada vez más la agricultura urbana se encuentra ligada a restaurantes. En la colonia Roma (Baig, 2019) y Santa María La Ribera (Vázquez-Medina et al. 2020) el auge de los restaurantes alternativos, veganos, orgánicos o agroecológicos se ha dado a la par del incremento de huertos y emprendimientos vinculados a esta práctica. Según Sbicca (2018), estos sitios representan un importante referente simbólico para los nuevos avecindados quienes relacionan los atributos mencionados al inicio del párrafo con el tipo de ciudad en la que buscan vivir, pero que llegan a convertirse en una herramienta gentrificadora.
Dentro de estas transformaciones y su relación con la agricultura urbana llama la atención que, si bien lo orgánico se ha mantenido como un valor agregado tanto en la comida preparada como en los productos frescos, se hace cada vez más necesario para los agricultores y distribuidores de la Ciudad de México marcar la diferencia entre lo orgánico y lo agroecológico. Aclaración que tiene por un lado un trasfondo legal y económico, en el que lo orgánico requiere de una certificación por terceros que implica un costo, a veces incosteable, mientras que los cultivos agroecológicos, a decir de algunos huerteros, permiten un poco de agroquímicos. Sin embargo, para muchas otras personas, tanto agricultores como para consumidores, es una herramienta de resistencia contra la certificación por terceros acompañada de la crítica a los costos y a su procedencia transnacional. En su lugar propugnan por las certificaciones agroecológicas que son nacionales e incluso locales, participativas y de cara a cara. Además, porque en la agroecología reconocen una forma distinta de producción en la que impera la conexión con la tierra, con lo autóctono, lo tradicional, las raíces del agricultor, es decir, una opción radical al sistema agroalimentarios globalizado.
Desde el punto de vista de otro sector de consumidores, quienes no tienen del todo clara las diferencias entre lo orgánico y lo agroecológico, consideran a estos productos costosos, aunque reconocen que el comerlos trae beneficios a la salud. Estos atributos también son exaltados por agricultores y distribuidores inmersos en cadenas cortas quienes son conscientes que no están al alcance de todos los presupuestos, de tal modo que buscan ofrecer sus cosechas a personas y restaurantes de ingresos medios y altos. Incluso se menciona que la alimentación se podría estar convirtiendo en una cuestión elitista, pero, se enfatiza la responsabilidad de los consumidores en establecer sus prioridades, reforzando la consigna de eres lo que comes y de solidarse con el agricultor, pero además con el reconocimiento de ser una persona conocedora crítica y responsable.
Entonces, no solo se busca la experiencia del paladar, también el generar conciencia sobre el sistema agroalimentario. Encontramos así que los huertos urbanos son sede de talleres en los que se invita a chefs que ofrecen sus creaciones o bien imparten cursos sobre la elaboración de platillos con las cosechas de los huertos. En este sentido, Vandana Shiva incluye a las cocinas y enuncia el papel que los chefs tienen en la revolución del sistema agroalimentario al marcan tendencias, enfatiza que cuando ellos sirven comida local y ecológica entonces la sociedad empieza a valorarla (Rivas, 2018). Sin embargo, coincido con Vázquez-Medina et al. (2020, p. 18) en que las iniciativas u organizaciones que enmarcan estos eventos contribuyen a la formación de vínculos con la comunidad, sin embargo, en el intento de democratizar, “elitizan la práctica culinaria”.
Las redes que se han formado entre agricultores y consumidores sean a título personal o con restaurantes, sin duda ha incentivado la alfabetización alimentaria y contribuido a mejorar la situación económica de los agricultores al tener ventas regulares a precios justos. Sin embargo, no hay que pasar por alto como indica Montagut (2013), que una vez que se ven resultas las necesidades de aprovisionamiento y distribución de estos actores llegan a considerar innecesario el participar de la gobernanza del sistema agroalimentario.
En este sentido es importante mencionar que algunos de los huertos, restaurantes y espacios de comercialización alternativos realizan continuamente pláticas sobre sensibilización de las problemáticas del sistema agroalimentario. Estas platicas tienen un impacto sobre los hábitos de consumo, pero, aunque el consumo se catalogue como responsable, el mercado es un mecanismo no democrático que le otorga a unos cuantos muchos votos, unos cuantos a pocos y a los demás ninguno. Por lo tanto, la capacidad de empujar a un cambio de sistema por medio del consumo es muy limitada (Montagut, 2013). Welsh y MacRae (1998) abonan a la discusión al señalar que una las limitantes de los programas de apoyo para la eliminación del hambre es que se centran en los derechos del consumidor sin desafiar las estructuras hegemónicas.
Estas prácticas están siendo cuestionadas por algunos colectivos formados en su mayoría por jóvenes no mayores de 35 años, estudiantes o profesionistas cuyas iniciativas se localizan en colonias populares, que buscan consolidar un proceso comunitario antes de darse a conocer de manera extensiva. Esta dinámica detona, según lo observado en este primer acercamiento, la presencia de las dos tendencias de contra movimientos.
Por un lado, la de transición representada por aquellos sitios consolidados que si bien involucran lucha por espacios urbanos al estar establecidos en predios abandonados y que en algunos casos se involucran como organizaciones de la sociedad civil en el impulso iniciativas gubernamentales, se les considera una rama del capitalismo verde. Por su parte los colectivos de jóvenes son conscientes no solo de la importancia de los pequeños agricultores, pero sobre todo que las deficiencias del sistema agroalimentario globalizado no solo afectan a productores sino también a consumidores por el que comer bien no debería ser solo para quienes tienen el poder adquisitivo, pero que además estas asimetrías derivan del propio sistema que requiere ser cambiado. Pero como indica McClintock (2018) a medida que la agricultura urbana se vuelve cada vez más institucionalizada y reconocida por la corriente principal puede parecer más reformista que radical.
Conclusiones:
En la Ciudad de México la diversidad de experiencias y las redes que se tejen en torno a la agricultura van en aumento. En cada una de ellas se refleja no solo la manera en que los actores involucrados quieren alimentarse, sino también el estilo de vida y el tipo de ciudad en la que quieren vivir y convivir. Lo anterior involucra: áreas verdes, contacto con la naturaleza y el acceso no solo a cultivos frescos, también a opciones de comidas preparados con productos locales y de comercio justo.
Si bien la categorización de las tendencias alimentarias propuesta por Holt Giménez y Shattuck (2011) integra elementos que no se contemplan en este trabajo, es una herramienta que permite un primer acercamiento al entramado que se está configurando en torno a la agricultura urbana. Y junto con el argumento de las contradicciones en la agricultura urbana expuesto por McClintock (2014) permitió explicar que la cara más visible de la agricultura urbana en esta ciudad es la de las colonias de moda y el buen vivir. Iniciativas que llega a ser unas ideas comercializables y como afirma Friedmann (2005) el capital se aprovecha de todo lo que funciona.
Si bien se busca la formación de redes de seguridad para los proyectos y productores locales, hasta el momento, la oferta se está concentrando en sectores con alto poder adquisitivo, que brindan esa seguridad de ingresos a los productores pero que de manera amplia no busca resolver problemas estructurales.
No obstante, es un imperativo observar los procesos que se desarrollan en colonias populares que podrían dar un impulso a la tendencia radical al emerger con una mirada crítica sobre la manera en la que se ha desarrollado la agricultura urbana en esta ciudad. En este sentido, además de profundizar en el análisis de las redes que se configuran en torno esta práctica, queda como asignatura pendiente indagar sobre la formación de nuevos actores.
Bibliografía:
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Palabras clave:
Huertos urbanos, tendencias agroalimentarias, Ley de Huertos Urbanos de la Ciudad de México.
Urban gardens, agri-food trends, Law of Urban Gardens of Mexico City.
Hortas urbanas, tendências agroalimentares, Lei de Hortas Urbanas da Cidade do México.
Resumen de la Ponencia:
A proposta apresentada busca relacionar análises teóricas e práticas em torno da antropologia da alimentação e as relações que se estabelecem no processo de produção e comercialização de alimentos em embarcações na cidade de Salvador. Trilhando nas memórias dos comerciantes e identificando os caminhos que levam à produção desses alimentos, no ponto da composição ou status de comida típica de um determinado estabelecimento, que vai tomar proporções e escanear ou preparar como algo necessário essencialmente à subsistência das famílias, que em muitos casos se encontra em condição de vulnerabilidade social, passa a fazer parte de uma tradição local. Ficar sem comer e comer, além da necessidade básica de se alimentar, existem motivações e necessidades que compõem a natureza ritualística da culinária. Com a necessidade de gerar renda e prover a subsistência de sua família, muitas pessoas decidem se inserir na cozinha como local para atingir esse objetivo primordial. Sendo especialistas ou efetivamente possuindo um "bom tempero", muitas mulheres e homens passam a comercializar alimentos. As formas e locais de produção e comercialização variam de acordo com os recursos financeiros que temos para investir em nossos insumos, utensílios e equipamentos. Motivado por experiências vividas, tentarei dialogar com esse empírico a partir de abordagens qualitativas por meio de processos etnográficos desenvolvidos a partir da observação participante em lojas de barcos localizadas em bairros periféricos da cidade. Sendo especialistas ou efetivamente possuindo um "bom tempero", muitas mulheres e homens passam a comercializar alimentos. As formas e locais de produção e comercialização variam de acordo com os recursos financeiros que temos para investir em nossos insumos, utensílios e equipamentos. Motivado por experiências vividas, tentarei dialogar com esse empírico a partir de abordagens qualitativas por meio de processos etnográficos desenvolvidos a partir da observação participante em lojas de barcos localizadas em bairros periféricos da cidade. Sendo especialistas ou efetivamente possuindo um "bom tempero", muitas mulheres e homens passam a comercializar alimentos. As formas e locais de produção e comercialização variam de acordo com os recursos financeiros que temos para investir em nossos insumos, utensílios e equipamentos. Motivado por experiências vividas, tentarei dialogar com esse empírico a partir de abordagens qualitativas por meio de processos etnográficos desenvolvidos a partir da observação participante em lojas de barcos localizadas em bairros periféricos da cidade.Resumen de la Ponencia:
O presente estudo parte da premissa que em decorrência do processo de empresarização da agricultura (do campo e da alimentação), processo este que acarretou na massificação dos alimentos industrializados, os produtos orgânicos se tornaram escassos, caros e, consequentemente, objetos de desejo dos indivíduos. Diante desse contexto e tomando o consumo como um processo de comunicação e diferenciação social, o objetivo desta pesquisa é analisar os significados do consumo de cestas alimentos orgânicos com serviço de entrega/delivery, na cidade de Pelotas/RS. Para isso, foram analisadas duas empresas que comercializam exclusivamente esses produtos, que receberam os nomes fictícios de Naturalis e Casa Orgânica. Além disso, foram entrevistados os clientes/consumidores dessas organizações, com o intuito de evidenciar os significados tanto do lado da oferta como da demanda. Mais interessados que nutrir o corpo e alimentarem-se, estes consumidores, segundo os dados levantados, estão em busca dos significados sociais comercializados por essas empresas, que ultrapassam os meros benefícios fisiológicos. Dentre os significados identificados podem ser citados: a diferenciação; a escassez; a busca por saúde e por bem-estar; o cuidado e o auto-cuidado; a demonstração de carinho e afeto; a consciência ambiental; a mudança; a confiança e a procedência dos produtos; o apelo visual; o conforto em receber os alimentos em casa; a felicidade; e o tempo de vida, que ao que parece, é o mais importante dos significados identificados, levando-se em consideração que quem faz esse tipo de escolha ganha tempo quando não precisa ir à feira ou ao supermercado, pois recebe seus alimentos no conforto de casa e ganha tempo quando consome esses produtos, alimentos tidos como mais saudáveis, proporcionando assim ao consumidor mais saúde, mais qualidade de vida, mais tempo, mais longevidade. Dessa forma, nota-se que os alimentos orgânicos foram enriquecidos, tornaram-se escassos e desejáveis, foram transformados em alguns signos de consumo e passaram a ser comercializados como artigos de luxo. Ou seja, o que antes era “coisa de hippie”, agora é chique e inacessível para uma boa parcela da população.Resumen de la Ponencia:
Los quelites son plantas no cultivadas usadas como alimento por los pueblos originarios del territorio hoy llamado México. Instituciones gubernamentales y académicas los consideran en la actualidad un alimento subvalorado, debido a su baja producción y consumo, así como a ciertos prejuicios (como el ser alimento de pobres). Estas mismas instituciones promueven su revaloración nacional, como recursos fitogenéticos que enriquezcan las dietas y la economía mexicana, alentando su producción y consumo comercial. Esta ponencia señala que estos esfuerzos no apuntalan el valor de uso local vigente de los quelites, ni benefician a aquellas personas que tradicionalmente y aún hoy los colectan y consumen. Más aún, esta valoración nacional mercantilista, puede poner en peligro la soberanía alimentaria de los pueblos indígenas, debido a que su comercialización puede amenazar los valores de uso locales de los quelites. Dicha amenaza puede pensarse como parte de una injusticia estructural (materializada en instituciones, y legitimada desde conceptualizaciones viciadas) que atenta contra la capacidad que han tenido los pueblos para alimentarse por sus propios medios, esto es, la forma específica tradicional de relacionarse con el entorno local para generar valores de uso que sacien sus necesidades alimenticias. Así, estos valores de usos locales han articulado formas particulares de reproducción social y material, como son la pluralidad de culturas originarias con sus maneras propias de habitar e interpretar el mundo. Los quelites figuran en esta reproducción de la vida como un complemento alimentario en tanto colectados, no reconocido como importante en la dieta básica actual de las comunidades debido a su desuso. Sin embargo, reparando en la importancia que tuvieron los quelites en otros momentos históricos (como en la colonia), se revelan con un potencial crucial para la soberanía alimentaria en problemáticas contemporáneas. El análisis planteado aquí del desuso de los quelites revela también que las injusticias que originan esta problemática no solamente son de orden alimentario sino también epistémico: el que una comunidad deje de comer quelites implica que deje de saber que son los quelites. Esta dimensión epistémica está en estrecha relación con rasgos identitarios de las culturas, como son su lenguaje y su territorio. Así el desuso de los quelites es espejo de la complejidad de las injusticias alimentarias que sufren los pueblos, articuladas desde dimensiones sociales no tan evidentes, como es la epistémica. La ponencia se nutre del desarrollo de mi investigación de Doctorado, la cual, por un lado, toma como caso la cultura nahua para el análisis del valor de uso local de los quelites, recurriendo a trabajo de campo en algunas comunidades; por otro, hace un análisis de los discursos más relevantes sobre la revaloración de los quelites a nivel nacional, cuál es la significación de los mismos y sus objetivos.
Introducción:
La ponencia que hoy les comparto es una parte de mi investigación en torno a la revaloración actual de los quelites en México, como parte del doctorado en el programa de Filosofía de la Ciencia en la UNAM. Dicha investigación pretende problematizar críticamente las formas hegemónicas de promoción de los quelites, y se ha nutrido tanto de trabajo de campo en ciertas comunidades nahuas del centro del país, como de análisis de proyectos y políticas de revaloración de estas llamadas “verduras nativas mexicanas”. Son dos los objetivos de esta charla: por un lado, está el señalar algunas de las injusticias alimentarias que surgen de ciertas tendencias de revaloración de los quelites y que amenazan a las personas que tradicionalmente los han consumido; y, por otro, mostrar que estas injusticias involucran daños de orden epistémico para estos mismos sectores.
Para dar a pensar tales ideas la ponencia está dividida en tres apartados: el primer apartado hace una caracterización de los quelites, poniendo énfasis en su dimensión cultural y en cómo se articulan su valor de uso y sus conocimientos asociados a su utilización. El segundo apartado plantea la situación actual de los quelites, su problema como alimento subvalorado y los principales esfuerzos nacionales de su revaloración. Finalmente, en el tercer apartado hablaré de cómo es posible entender injusticias de orden alimentario y epistémico en estos contextos. Una sección conclusiva hace una síntesis concisa las reflexiones a las que se llega siguiendo las premisas expuestas.
Agradezco al Seminario de Estudios de la Alimentación de la UV, en el que tuve una breve participación, por invitarme a este grupo de trabajo sobre alimentación en América Latina que ha sido muy interesante.
Desarrollo:
I
A diferencia de lo que solemos creer el común de los habitantes de la ciudad de México, los quelites no son una sola planta o una variedad de verdura nativa de México. Son, más bien, una pluralidad de plantas no cultivadas cuyas hojas, flores o tallos tiernos han sido utilizadas como alimento por las culturas originarias del territorio que hoy llamamos México. Son así una suerte de concepto o campo semántico acuñado por dichas culturas y que tiene su propia forma de nombrarse desde cada cultura. Habría ciertos rasgos cruciales que caracterizarían a los quelites, que se concatenan entre ellos y los distinguen, por ejemplo, de una mera verdura nativa cultivada.
En primer lugar y lo más peculiar de los quelites, en tanto plantas no cultivadas, es decir, que aparecen “natural o espontáneamente” en los campos de cultivo, es su manejo y los conocimientos asociados a ello. Es esto lo que los vuelve un objeto útil, es decir, hace que devengan un alimento, y no sean considerados como malezas, rastrojos o hierbas cargadas de perjuicios o inutilidad. Así los quelites no están mediados directamente por la siembra, sino que son toleradas, fomentados y cuidados en los espacios de cultivos. En el campo de la agroecología a estas plantas útiles asociadas a los cultivos se les llama arvenses.
Un segundo rasgo sería la diversidad local de los quelites. La forma de su manejo, su carácter de no-cultivados vuelve a los quelites algo eminentemente local, pues dependen de las semillas esparcidas en la tierra. De manera que los quelites que crecen en la sierra Tarahumara, no son los mismos que crecen en la Cuenca del Anáhuac o en la selva del Sureste.
El rasgo anterior hace que los quelites requieran de conocimientos y técnicas particulares para ser utilizados: saber identificarlos en la aparente homogeneidad de lo verde que crece cerca de los cultivos; saber cuándo cortarlos (cuando crecen, cuando dan sus flores, si de día o en las tardes, etc.); saber cómo cortarlos (si sola los hojas tiernas, o las flores o la raíz, o la mata completa); saber cómo cocinarlos con qué sazonarlos, si tirarles el agua de la primera hervida, si darles un tratamiento especial para eliminar alguna sustancia tóxica que pueda poseer debido a su feralidad; o bien para almacenarlos con alguna técnica de conservación como el deshidratarlos al sol. Este cúmulo de conocimientos y técnicas asociados a su consumo como alimento son su tercer rasgo peculiar, los cuales están codificados en las lenguas vernáculas de los territorios en que crecen los quelites, teniendo así un estrecha relación con ella. Y huelga señalar que estos saberes, dependiendo del quelite pueden potenciar los valores de uso de los quelites, dándoles utilidad también como condimento, medicina, linderos u ornamento.
Y bueno finalmente, hay que decir que a los quelites le es propio un espacio y un tiempo. Requieren de un espacio para crecer “independientemente del trabajo humano”. Ese espacio propio es la milpa, el policultivo, la tierra trabajada a la manera tradicional. O también puede ser el “monte”, pues hay quelites que crecen más allá de las tierras cultivadas. En tierras trabajadas con herbicidas, por ejemplo, no hay espacio para los quelites. Ahí se transforman en malezas. Por otro lado, su tiempo propio es el de lluvias, el de temporal. No se les puede encontrar en otro tiempo a la gran mayoría de ellos, pues su manejo y gradiente de domesticación no está articulado para cultivarlos, a excepción de algunas variedades, cuya demanda alienta su domesticación y producción fuera de su tiempo tradicional.
A partir de estas características podemos decir que el valor de uso de los quelites en tanto alimento, es decir, la posibilidad para usarlos, de tornarlos un objeto útil, requiere de un espacio en el cual puedan crecer y de los conocimientos para usarlo. En suma, de una forma particular de trabajar la tierra, de un sistema alimentario específico. Ahora esta idea del valor de uso, de raigambre marxista, yo la abordo desde la interpretación de Bolivar Echeverría, sabemos que su sentido cabal se articula en torno a un sistema de reproducción de la vida social con identidad propia, formando una cultura, de la que forma parte el sistema alimentario. Es decir, el valor de uso de los quelites, este espacio y estos conocimientos se articulan a partir de una cultura específica. Mi análisis se ha concentrado en entender esto en pueblos con herencia cultural nahua, y sería a partir de ella que mostremos la manera en que se trenza con los quelites y su valor de uso.
Los quelites figuran en estas culturas originarias como alimento complementario en sistemas alimentarios protagonizados por el maíz. Su complementariedad es necesaria para la cabalidad de la dieta y para hacer frente a vicisitudes, como bien retrata la leyenda del Xopantlakualli. La leyenda del Xopantlacualli, la comida del tiempo verde (Muñiz, 2014), es una narración oral en náhuatl que explica el origen de los quelites en las tierras de los masehuales en Milpa Alta, o Malcaxtepec Momoxco, como ellos nombran a su territorio en su palabra, el masehualtlahtolli. Contaban los más antiguos de aquella región que hace mucho tiempo hubo una gran sequía que amenazaba a las milpas, evitando que los maíces crecieran para dar elotes y mazorcas, poniendo en riesgo la supervivencia de los pueblos masehuales. La tuza (tuzati) y el venado (mazatl), al tanto del riesgo que corría la siembra y con ello el alimento de las gentes del Momoxco, fueron a interceder por ellos ante el Teuhtli (dios-volcán aún hoy relevante en la vida campesina milpalteca). Éste le dio una encomienda a cada uno para ayudar a los masehuales: el venado, ágil y veloz iría a ver a los volcanes nevados para hacerles una petición de lluvia, mientras que la tuza se encargaría de enterrar, con ayuda de las hormigas, unas semillas que el Teuhtli les dió. Aquellas semillas serían los quelites que habrían de brotar con apenas las primearas lluvias y servirían de alimento mientras el maíz está listo para comerse. Los quelites son así, la comida del tiempo verde (xopantlacualli), que sirve como sustento en el tiempo de la espera y de las inclemencias (del clima, peor también las humanas, como la guerra). Son así significados como un alimento complementario pero necesario para la vida.
Los conocimientos, nombres e historia de quelites están codificados en las lenguas propias de las culturas. Como ya mencioné antes los quelites tienen un lazo mucho más estrecho con la lengua y los conocimientos debido a su manejo, puesto que, en su gran mayoría, no existen semillas que se hereden de una generación a otra, la codificación de los conocimientos de los quelites en las lenguas cumpla la función de ser lo que se herede y mantenga la relación humano-quelite. Así, saber que aquello es kilwiwilan, kaxtilankilitl, xokokilitl, es saber que estas plantas se comen, y estos nombre muy pocas veces encuentran traducción al español. Pero también es en los nombres de los quelites en lenguas originarias en que queda señalados ciertas características propias de tal quelite. Así por ejemplo en náhuatl, raíz kil-, que viene del sustantivo general Kilitl, suele acompañarse de sufijos que describen al quelites, su sabor, alguna asociación al lugar en que se encuentra, o alguna de sus propiedades más allá de las culinarias.
Otra forma crucial en que los quelites se relacionan con las formas propias de las culturas originarias es en cómo participan de un uso comunitario de la tierra, evidente por ejemplo en la recolección, en la que ciertas personas con necesidad pueden solicitar colectar los quelites. O en que algunos quelites se dan en el monte (poihtik), o en los linderos que son de uso comunal. Pero también en el hecho de que, en las comunidades, pocas veces son vendidos, más bien son regalados, entendiendo que el producto de la tierra a veces es también comunitario. Así los quelites pocas veces entran en relaciones de valorizar su valor de uso, es decir, relaciones mercantiles, más bien participan de intercambios locales no mediados por el dinero, sino por la inmediatez de su uso.
El consumo de quelites por parte de los pueblos y comunidades, como puede verse está estrechamente ligado con las formas propias de producción de alimentos, con la gestión autónoma de sus territorios y su economía. Así, la decisión de completar y diversificar la dieta con quelites, es un ejercicio propio de la soberanía alimentaria de los mismos: elegir el ritmo de producción, la forma de diversificar la dieta, de hacer frente a las adversidades agroalimentarias.
Así mismo, de acuerdo con la manera en que se ha expuesto el consumo de quelites, se deja ver que la soberanía alimentaria, la decisión autónoma y colectiva respecto la producción y consumo de alimentos, tiene en su base un dimensión ontológica-epistemológica, que cuestiona la forma hegemónica de conocer y de relacionarse con la tierra. (Amy Trauger, 2014).
Esta radicalidad del consumo tradicional de quelites, las tantas aristas que se ven implicadas en su consumo, (espacio, este conocimiento y esta autonomía que son base de su valor de uso local) al verse amenazadas por la política del capitalismo global, causa que los quelites dejen de ser consumidos, pues su valor de uso se desarticula.
II
Una vez que hemos planteado en algunas líneas cruciales la manera en que los quelites se vinculan con las culturas locales, pasaremos a hacer un esbozo de su situación actual contemporánea en México y de los esfuerzos más importantes para su revaloración. La CONABIO tiene registro de 350 especies diferentes usadas como quelites, sin embargo, paralelo a ello se tiene un estimado de pérdida de uso y conocimientos de un 90% de quelites en los últimos 4 siglos (Méndez, 2017). Es decir que las 350 especies que se tienen registradas de uso actual representan solo el 10% de los quelites que se utilizaban en la época prehispánica. Ello no significa que toda esa diversidad se haya extinto, sino que los quelites siguen ahí pero ya no se reconocen como tal, es decir, que su conocimiento, sus nombres y valores de uso son lo que se ha perdido. Lo que, a su vez, como deja ver la sección anterior, es un reflejo de la pérdida de la diversidad cultural de estos territorios.
La alta demanda urbana de un grupo reducido de quelites ha generado un manejo intensivo de los mismos, lo que ha generado que un puñado de quelites se cultiven como cualquier otra verdura, en monocultivos tecnificados. Son estos los que más comúnmente se pueden encontrar en mercados urbanos, y no solo en tiempo de lluvia, sino todo el año, como son las verdolagas, los quintoniles, el pápalo, principalmente. Ello pues transforma el manejo originario de los quelites y a su vez los desvincula de su significación y formas culturales más tradicionales. Esta transformación intensiva en la forma de producir los quelites, que hecha mano de herbicidas y demás agroquímicos, genera que los quelites monocultivados atenten contra otros quelites que podrían crecer entre los surcos. Así el quelite (popular) se vuelve enemigo del quelite (poco conocido), generando que haya una transformación en el sentido del quelites en estos discursos: el quelite cultivado se vuelve el quelite eminente, popular, mientras que aquel olvidado, cuyo nombre apenas algunos conocen, se transforma en maleza, rastrojo, planta indeseable, invasora.
Instituciones gubernamentales y académicas los consideran en la actualidad un alimento subvalorado, debido a su baja producción y consumo, así como a ciertos prejuicios (como el ser alimento de pobres) asociados a estas dietas colectadas (Edelmira, 2019). Sería frente a estos puntos que de unas décadas a la fecha se han articulado distintos esfuerzos que buscan revalorar a los quelites y fomentar su consumo. Esta tendencia involucra instituciones gubernamentales y académicas, asociaciones civiles y un pequeño sector privado. Por cuestiones de tiempo, aquí nos limitaremos a hablar de las iniciativas del sector público que se expresan en distintas instituciones y que podemos condensar en una tendencia nacional de revaloración, que se enfoca en los puntos que antes mencionamos.
La Red Quelites y el Proyecto de “Rescate de especies subvaloradas tradicionales de la dieta mexicana y su contribución para el mejoramiento de la nutrición en México” son los proyectos de revaloración de mayor alcance estructurados desde el sector público en fechas recientes. La Red Quelites forma parte de la Macro Red Impulso, un mecanismo a cargo del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) que promueve la conservación y el aprovechamiento sostenible de cultivos considerados como subutilizados (Solís, 2017). Estas redes se vertebran a partir de tratados y organismos internacionales (Como el TIIRFA, el CBD y la FAO) y sus objetivos objetivos serían la conservación (in situ y ex situ) y el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad agrícola. Sobre todo, aquella con importancia para la población local y su seguridad alimentaria, en tanto dicha biodiversidad forma parte de la “subsistencia de grupos étnico y vulnerables”. Estos objetivos parecen conducirse por otro camino, al estarla la Red limitada a tomar en cuenta solo 18 especies de quelites, las cuales son aquellas que tienen mayor relevancia en el mercado, y suelen ser aquellas que son cultivadas, dejando de lado el grueso de variedades de manejo como arvenses o que se colectan en “el monte”. Vale aludir también a que las verdolagas, uno de los quelites más eminente, debido a su valor comercial, no forma parte de esta Red, y tiene sus propios mecanismos.
El proyecto “Rescate de especies subvaloradas tradicionales…” fue puesto en marcha en el 2016 como parte del programa “Problemas Nacionales” del CONACyT (Narváez, 2016). Este proyecto fue de alguna forma un apéndice parcial de aquella misma Red, pues muchos actores académicos colaboraron en ambos proyectos, así como andamiaje teórico es también compartido. El proyecto buscaba rescatar y promover el consumo de estas variedades, se enfocó en crear contenidos de divulgación en torno a los quelites, como son recetarios (Linares et al., 2017), artículos en
periódicos y revistas (La jornada del campo, 2017), así como videos cortos (CEIICH, 2017). El énfasis está en una promoción de la gastronomía tradicional (en tanto patrimonio cultural de a humanidad, UNESCO) como un incentivo al turismo, así como de las propiedades nutraceúticas de los ingredientes de estas cocinas y de los quelites. El análisis crítico apuntaría a que los objetivos de estos esfuerzos se ven mediados de intereses económicos que consistirían en: 1) Valorar a los quelites en tanto recursos fitogenéticos que enriquezcan las dietas y la economía mexicana; 2) Promover su producción intensiva (limitado a aquellas variedades cultivadas); 3) Promover su consumo a partir de recetarios que insisten en sus propiedades nutraceúticas; 4) Promocionarlos como parte del turismo gastronómico. La pregunta que podemos hacer ahora es ¿qué tanto colaboran estos objetivos a apuntalar la diversidad tanto biológica como de valores de uso locales de los quelites? ¿Qué tanto evitan su pérdida y desuso? ¿Estos esfuerzos apuntalan el valor de uso local de los quelites?
III
Dichas medidas están enfocadas en los posibles beneficios para el mercado nacional y para el abasto urbano de ciertas variedades de quelites. Reflexionando críticamente puede verse que dicho abasto urbano, de acuerdo con como está organizada la sociedad y las relaciones productivas en México, implica alentar desigualdades estructurales que se reflejan en los sistemas agroalimentarios de pueblos y comunidades originarias. Es decir, aquello que ha sido nombrado injusticias alimentarias (Cadieux & Slocum, 2015) y que se articulan desde repartos desiguales de recursos y de poder, y perjudican de manera crucial la autonomía en que se han mantenido los sistemas agroalimentarios tradicionales, afectando (y muchas veces imponiendo) no solo los alimentos que pueden consumirse, sino la manera en que estos se producen (como las milpas). Habría dos huellas ejemplares de este tipo de injusticias en el caso de los quelites. La primera sería la captación de los quelites como parte del turismo gastronómico, el cual genera una apropiación que fetichiza y exotiza los alimentos, arrebatándoseles a poblaciones locales (Hernández, 2018). La segunda huella estaría en la intención de volver a los quelites “comodities” o mercancías con un valor homogéneo regulado por su demanda y la posibilidad de su distribución a gran escala, lo cual se contrapone al valor de uso y las economías campesinas de autosustento. Es en suma, ver a los quelites como “verduras nativas” que potencialmente pueden hallarse en supermercados, lo cual se propone como un mejor futuro y realidad que en la que de hecho existen: como saciando necesidades locales (es decir, consumiendo su valor de uso inmediato) al producirlos mediante sistemas tradicionales como las milpas. Desde un análisis de derechos alimentarios (Trauger, 2014), diríamos que se promueve un derecho nacional de consumir quelites, pero no un derecho sobre cómo producirlos, a partir de la forma concreta de producción que forma parte de la identidad cultural de los pueblos.
Mi aportación crítica es hacer visible que en estas injusticias alimentarias se ven implicadas también ciertas injusticias de tipo epistémico. Partimos pensando con Eraña (2021) que una forma de ver la injusticia epistémica es la exclusión de un sector de la sociedad de la interpretación de los hechos sociales, en pro de cierta perspectiva del mundo promovida por grupos favorecidos, y a partir de la cual se establecen normatividades y modos de relacionarse que estructuran la vida social. Dicha exclusión significaría una injusticia y una forma de empobrecer el entendimiento de la realidad. En nuestro caso, serían las personas que detentan conocimientos locales/tradicionales de los quelites, las que son excluidas tanto de la interpretación pública nacional de los quelites, como de las políticas y normatividades que se articulan en torno a ellos. Algunas formas en las que esto se manifiesta serían: a) que las políticas, proyectos y productos (recetarios, videos, campañas, etc.) están hechos por y para hispanohablantes, excluyendo el acceso y la contribución de personas hablantes de lenguas originarias; b) como apéndice de lo anterior resulta una comprensión de los quelites desde los conocimientos científicos y la economía capitalista. Dentro de las consecuencias de dichas injusticias estaría la homogenización y reducción de los quelites en tanto “verduras nativas de México”. El hecho de que las políticas agroalimentarias fomente un paradigma agroindustrial atentaría contra los derechos de la producción local de quelites, en favor del consumo nacional de los mismos, y no a la libre forma de producirlos para el consumo directo de su valor de uso, como alimento de otras formas de hacer mundo.
Conclusiones:
Los quelites son una pluralidad de plantas no cultivadas que han sido utilizadas como alimento por las culturas originarias del territorio mesoamericano. Su manejo, es decir, su utilización a partir de su carácter no-cultivado es lo que distingue a estas plantas de ser meras verduras locales, pues están estrechamente relacionadas con la forma específica de reproducción de la vida de dichas culturas. Sus características cruciales, además de no ser cultivadas, radicarían en su gran diversidad local, sus conocimientos y lenguajes específicos asociados, así como su espacio-tiempo específico están trenzados con la urdimbre cultural. Así, por ejemplo, para su uso y significación en la cultura nahua, los quelites tiene leyendas que explican su origen y su función social, pero también palabras específicas para designarlos, describirlos y heredar su conocimientos. Así mismo hay espacios específicos y dinámicas de intercambio social en que los quelites se involucran, formando así parte crucial de la alimentación y de su identidad.
Los esfuerzos actuales de revaloración nacional de los quelites poco colaboran en la dinámica local propia de los quelites. Más bien parecen promoverse como un remplazo del valor de uso local de los mismos por una valoración nacional como mercancías producto de monocultivos agroindustriales que puedan nutrir al grueso de la población, o bien como alimentos gourmet exotizados y despojados de sus comensales originarios.
El análisis planteado aquí del desuso de los quelites revela también que las injusticias que originan esta problemática no solamente son de orden alimentario sino también epistémico: el que una comunidad deje de comer quelites implica que deje de saber que son los quelites. Esta dimensión epistémica está en estrecha relación con rasgos identitarios de las culturas, como son su lenguaje y su territorio. Así el desuso de los quelites es espejo de la complejidad de las injusticias alimentarias que sufren los pueblos, articuladas desde dimensiones sociales no tan evidentes, como es la epistémica. El que una comunidad deje de comer quelites implica que deje de saber qué son los quelites, cómo dejarlos crecer, cuidarlos, cortarlos y prepararlos.
Una cabal revaloración y esfuerzo por la pluralidad de los quelites toma en cuenta las lenguas, culturas y territorios de las personas que tradicionalmente los ha consumido, pero fundamentalmente involucra a dichas personas como agentes epistémicos que colaboren en la construcción de mejores sistemas alimentarios y otros mundos posibles.
Bibliografía:
Cadieux & Slocum, (2015), “What does it mean to do food justice”, College of Liberal Arts All Faculty Scholarship. Paper 3.
Castro, (2011), Los quelites, tradición milenaria en México, Universidad Autónoma de Chapingo,Ciudad de México.
Celedón Muñiz, Héctor, (2014), Nemiliz tlacuilolli Xopantlacualli, La leyenda del Xopantlacualli (La comida del tiempo verde), Trad. al náhuatl de Mayolo Sánchez Alvarado, Calpulli Tecalco A.C., México.
Eraña, Ángeles (2021), La construcción del Tren Maya Un ejemplo de injusticia hermenéutica, enLeandro de Brasi y Cristián Santibáñez (eds.), pp. 157-184. Injusticias epistémicas. PalestraEditores
Linares & Aguirre (coord.), (2019), Los quelites, un tesoro culinario, UNAM
Méndez Cota, Gabriela, (2017). “En busca del quelite perdido y la recuperación de la milpa milenaria”, Mundo nuestro, México, [en línea, consultado 2/09/2017 ]
Narvaez, Marytere, (2017). “Rescate de especies vegetales tradicionales mexicanas”, Ciencia MXNoticias, [en línea].
Trauger, Amy, (2014). We want land to live. making political space for food sovereignty, University of Georgia Press, USA.
Palabras clave:
Quelites, injusticia alimentaria, injusticia epistémica
quelites, food injustice, epistemic injustice
Resumen de la Ponencia:
La composición étnica y cultural de la población mexicana es resultado de la interacción histórica entre pueblos originarios, grupos europeos, africanos y otros grupos étnicos que llegaron a su territorio. Tan solo el componente indígena integra a 68 grupos etnolingüísticos que en el año 2020 correspondían a 12 millones de personas, lo que evidencia además la diversidad en los hábitos alimenticios de la sociedad mexicana. La comercialización de flora nativa comestible en el país y en particular en la región geográfica socio productiva de las Montañas, Veracruz, México; es un fenómeno socio cultural que data de siglos. Debido a que esta actividad no se ha identificado dentro del contexto económico, ecológico y social agrícola de la región, este estudio de caso tuvo por objetivo definir la dinámica social de este fenómeno. Para ello se estudió el perfil de los sujetos sociales que intervienen en los procesos de comercialización, por medio de la identificación de los procesos de suministro, la estimación de la producción por unidad económica, además de las formas de transacción en que se lleva a cabo el intercambio comercial. Por lo que, fue posible integrar un inventario etnobotánico. Para ello, fueron elegidos los mercados municipales dentro de los cuatro principales municipios que concentran la mayor actividad de comercialización de productos agrícolas. En el estudio de caso participaron 102 personas entre los que participaron productores, revendedores y acopiadores. Las entrevistas se llevaron a cabo entre los meses de diciembre 2021 a marzo del 2022, utilizando el enfoque etnográfico a través de la aplicación de un cuestionario semiestructurado y un guion de entrevista. Finalmente, respecto al perfil de socioeconómico de los participantes, se encontró que el rango de edad de los participantes estuvo entre los 26 a los 88 años, con un promedio de 57.5 años de edad. Además de que el 85 % de participación de participantes fueron mujeres. Los resultados indican que al menos 40 productos derivados de la flora nativa que se ofertan en los mercados tradicionales. Estos alimentos provienen de la agricultura tradicional de los sistemas de producción milpa (25 %), el traspatio (63 %) y la silvicultura (12 %). La estimación obtenida respecto al volumen de producción que este tipo de alimentos provee a la región fue al menos 1.7 toneladas. Los hallazgos permiten concebir como el fenómeno sociológico que significa la comercialización de la flora nativa comestible podría permite desarrollar estudios multidisciplinares para la conservación y preservación de estos recursos bioculturales. Palabras clave: recursos bioculturales, agricultura tradicionalResumen de la Ponencia:
Durante el desarrollo de la investigación se ha trabajado con hombres y mujeres caficultoras a través de la metodología IAP (Investigación-acción-participación) en dónde la comunidad ha tenido una supremacía en el desarrollo del proyecto, a través de la integración de saberes populares con los conocimientos científicos de los profesionales en un diálogo horizontal, permanente y participativo.El foco principal han sido las prácticas de sostenibilidad con un énfasis en la soberanía alimentaria y la economía circular y la perspectiva de género, con el fin de que las mujeres caficultoras alcancen niveles altos de liderazgo y empoderamiento, que les permita llevar las riendas de su negocio productivo y que puedan identificar otras líneas que signifiquen para ellas sostenibilidad económica, social y ambiental. En Colombia, los cambios sociales y económicos de las últimas décadas, aunados a diferentes variables como la finalización del Acuerdo Internacional del Café, el conflicto armado, el desplazamiento violento y la migración masculina a la ciudad, han contribuido a un cambio importante en la mano de obra dedicada a la producción, recolección y beneficio del café, que recae principalmente sobre mujeres campesinas, presentando así una nueva perspectiva para el café colombiano (Thurston, 2013). A pesar de esto, la caficultura sigue siendo representada principalmente por hombres que han concebido sus prácticas a la luz de las directrices de grandes monopolios con rigidez institucional; sin embargo, estos sistemas de producción conservadores e inflexibles poco tienen que ver con las demandas del mercado actual, que requiere productos especializados. Cerca del 30% de la caficultura colombiana está en manos de mujeres, muchas de las cuales apuestan por la producción de cafés especiales, además, nuevas generaciones de mujeres se interesan en actividades como la catación o el barismo para ofrecer al consumidor la mejor taza de café (Agricultura de Las Américas, 2020).El objetivo de este proyecto busca desarrollar una metodología participativa con enfoque de género que facilite la gestión de parámetros de sostenibilidad y calidad en la producción y en el procesamiento de café en el Municipio de Girardota – Colombia. Esta investigación se aborda desde el enfoque mixto (Cualitativo-cuantitativo), en dónde tiene mayor relevancia los datos cualitativos. El planteamiento cualitativo se realiza desde la perspectiva IAP en dónde se han identificado categorías que han sido resultado del análisis del discurso de las y los participantes, la comprensión, la crítica y la reflexión, esto contrastado con estudios, informes y datos sobre el objeto de estudio. Se está trabajando con tres grupos de interés, 1-Familias caficultoras, 2-Consumidores y 3-Expertos.Los datos cuantitativos han sido tomados a través de encuestas a consumidores y se espera obtener datos cuantitativos de la evaluación de calidad del grano para hacer un análisis a través de la estadística descriptiva.Resumen de la Ponencia:
Durante décadas, los procesos sociotécnicos en la agricultura mexicana y a nivel internacional se desarrollan a partir del modelo hegemónico capitalista que pondera el incremento productivo y la máxima ganancia. Las consecuencias de esta trayectoria han sido asimétricas, prevaleciendo el beneficio de un puñado de empresas transnacionales, quienes controlan el paquete tecnológico resultado de la Revolución Verde y en la actualidad la tecnología de la ingeniería genética que permite crear semillas con características como tolerancia a herbicida y resistente a insectos, integrando el uso de uno de los herbicidas más controversiales a nivel mundial como es el glifosato por sus efectos nocivos en el medio ambiente y la salud humana, debido a la ingesta de residuos del agroquímico en el agua y alimentos. Ambas técnicas, expresan los intereses de los grandes empresarios agrícolas y las industrias, para quienes la tecnología es solamente una forma de impulsar el monocultivo, sin considerar el bien común y la salud de la mayoría de los productores, pobladores de las zonas rurales y de los consumidores. En los últimos años existe una controversia sobre el uso de estas tecnologías, respecto a cuáles deberían ser las soluciones a esta problemática, no solamente a través de la denuncia por la sociedad civil organizada, sino también proponiendo alternativas sociotécnicas sustentables e incluyentes que permitan una alimentación sana y contribuya a la soberanía alimentaria. En la ponencia reflexionamos sobre los impactos ambientales, económicos y sociales del uso del paquete tecnológico de ambas modernizaciones del campo, en especial por el empleo del glifosato; revisamos la propuesta del gobierno mexicano para disminuir las importaciones del herbicida e instrumentar programas que habiliten a los productores en el empleo de técnicas sustentables para producir plantas libres de agroquímicos; asimismo, analizamos desde el constructivismo social de la tecnología el trabajo de campo que realizamos desde 2015 a la fecha sobre la trayectoria sociotécnica de la organización Consejo Poblano de Agricultura de Conservación (COPAC), pequeños y medianos productores de maíz quienes han implementado técnicas agroecológicas junto con la agricultura de conservación, así como los diversos usos del maíz nativo en su cocina familiar, reconociendo y revalorar la importancia de incluir en la alimentación las plantas nativas que han sido protegidas y mejoradas por los campesinos y las campesinas para su consumo local y regional.Resumen de la Ponencia:
A presente pesquisa buscou entender que memórias das cozinhas brasileiras estão sendo construídas nos cursos de bacharelado em Gastronomia das Universidades federais brasileiras, tendo como base a discussão sobre identidade e patrimônio, da seleção sobre o que é considerado representativo dessas identidades culturais brasileiras ligadas à comida. Trouxemos uma reflexão sobre a construção do que é ser brasileiro ao longo do último século, sobre os autores que fizeram as primeiras publicações sobre as cozinhas brasileiras, assim como os autores contemporâneos.Realizar a pesquisa nas universidades públicas foi a nossa escolha, pois estas são instituições portadoras de legitimidade e poder simbólico, no sentido de Bourdieu, importantes na sociedade brasileira. Sendo assim, é, a nosso ver, um lugar de construção de memória, construindo também um pensamento científico junto aos que estão em formação acadêmica, mas também junto à sociedade de forma geral.Abordamos o surgimento dos cursos de gastronomia de uma forma geral e também nas universidades públicas e nos aprofundamos no tema, analisando as disciplinas ligadas às cozinhas brasileiras. Para isso, foram utilizados os métodos de revisão bibliográfica sobre o tema, assim como entrevistas semi-estruturadas com os docentes das disciplinas ligadas às cozinhas brasileiras.Observamos que todas as universidades abordam as cozinhas brasileiras de acordo com a divisão político administrativa proposta pelo IBGE. Para refletir sobre essa abordagem trouxemos o historiador Albuquerque Junior para quem “falar e ver a nação ou a região não é, a rigor, espelhar estas realidades, mas criá-las” (2011, p. 38); e dentro do processo de naturalização do regionalismo trouxemos a filósofa Marilena Chauí (2016) para explicar a naturalização como um procedimento histórico mais eficaz para a consolidação de uma ideologia, pois esta deixa de ser um conjunto de ideias abstratas e se torna a maneira pela qual as pessoas veem a sua realidade. Os conceitos de cultura (sem aspas) e “cultura” (com aspas) de Manuela Carneiro da Cunha (2019), nos ajudaram a pensar o que seriam as cozinhas brasileiras (sem aspas) e as “cozinhas brasileiras” (com aspas). As “cozinhas brasileiras” (no plural e com aspas) seriam aquelas formadas pelos pratos típicos, ou seja, pelo que se diz constituinte de uma identidade Regional ou Estadual. Seria uma criação de identidade ligada ao mercado, ao turismo. Já as cozinhas brasileiras (no plural e sem aspas) não estariam ligadas aos interesses de mercado, nem aos interesses das políticas de estado. Entendemos que, de um modo geral, o que são apresentadas nas disciplinas, atualmente, são as “cozinhas brasileiras”, com aspas, ligadas a uma formação ideológica dominante e turística; e não as cozinhas brasileiras, sem aspas, ligadas às memórias coletivas.Resumen de la Ponencia:
Aunque poco conocido en los estudios de las religiones afrobrasileñas, el complejo ritual de comensalía conocido como Mesa Fría sigue despertando el interés de investigadores de diferentes campos del conocimiento, ya que representa un locus capaz de poner estas expresiones religiosas en diálogo con prácticas y filosofías alimentarias muy contemporáneas, como aquellas que defienden una alimentación saludable y nutritiva, apoyada, por ejemplo, en el consumo de alimentos orgánicos e in natura. El complejo ritual de la Mesa Fría, practicado por los afroreligiosos brasileños, consiste básicamente en un tiempo y espacio privilegiados de compartir alimentos, reafirmar jerarquías sacerdotales e invertir la agencia responsable en la distribución de los alimentos y comidas.En contraste con la mayoría de las culturas alimentarias modernas y urbanas, durante la Mesa Fría los actos de compartir las comidas y alimentarse asumen una forma hiper ritualizada y comunitaria, mientras se enseñan y aprenden los principios de la religión, al mismo tiempo que se platica sobre la naturaleza de la comida. Aquellas mismas comidas servidas a los dioses el día anterior ahora son cuidadosamente compartidas entre los adeptos de la religión, de forma que nada se pierde entre su producción y el término total de las grandes fiestas. Solamente después que todos estén satisfechos, la naturaleza aún no domesticada recibirá su porción de comida en forma de sobras. Tratase, por supuesto, de una inteligente manera de gerenciar los alimentos, de forma a generar una cantidad mínima posible de desperdicio. Este trabajo presenta una etnografía de la Mesa Fría, algunos de los resultados de una investigación hecha en Brasil, durante una estadía posdoctoral, realizada entre los años 2020 y 2022, en la Universidade Federal do Rio Grande do Norte, a partir de observaciones y entrevistas realizadas en terreiros de candomblé (comunidades afroreligiosas) de Fortaleza (Ceará), Natal (Rio Grande do Norte), João Pessoa (Paraíba), Salvador (Bahia) y São Paulo (SP). Algunos de los resultados han revelado una dimensión fuertemente ecológica del gerenciamiento del consumo de alimentos en el candomblé, ya que las mismas comidas servidas a los dioses son compartidas entre los fieles, de forma que las fiestas produzcan el mínimo posible de desperdicios de comida. Como base teórica para analizar los datos recogidos en la investigación nos apoyaremos en los estudios de Vivaldo da Costa Lima (2010a; 2010b), Raul Lody (2012), Vilson Caetano Sousa Júnior (2009), Patrício Carneiro Araújo (2021) y Jean-Pierre Poulain (2004), a los cuales recogemos para explicar tanto los elementos simbólicos de los ritos cuanto los posibles significados construídos y aplicados por las personas que los practican.Resumen de la Ponencia:
En la alimentación se integran diversos factores, económicas, sociales, culturales y afectivos. Las prácticas relacionadas con dicho acto se aprenden desde la infancia, donde se identifican los alimentos que son aptos para el consumo, las formas de prepararse, consumirse y los comensalismos relacionados con este; así mismo, se identifican los sentidos y significados atribuidos a la alimentación. De esta manera, dichas prácticas y sentidos, son específicos en cada territorio y grupo poblacional. Teniendo en cuenta lo anterior, en este estudio se indagó por la alimentación de los estudiantes indigenas y afrodesendientes, tanto en sus lugares de origen como en la ciudad de Medellín al llegar a estudiar en la Universidad. ¿Qué cambia? ¿Qué permanece? ¿Qué extrañan? Esta investigación se realizó desde el enfoque cualitativo, es decir, que parte de la visión de los sujetos que vivencian el fenómeno indagado. Específicamente desde los referentes de la etnografía focalizada, la cual es un poco menos intensiva que la clásica, con grupos aislables en una sociedad (estudiantantes universitarios) y en una temática específica (la alimentaria). Se llevó a cabo por medio de entrevistas a profundidad con estudiantes afrodescendientes e indigenas matriculados en la universidad de Antioquia. Contó con el aval de bioética.Entre los principales resultados se identificó que los estudiantes tienen consumos tradicionales, acorde a la región y grupo étnico del que proceden. Adquieren los alimentos de sus chagras, de la caza, la pesca, y la compra de alimentos en las tiendas o plazas de mercado cerca a sus residencias. Los alimentos que no pueden faltar en los hogares de estudiantes indígenas son, especialmente alimentos frescos: el maíz, la yuca, el plátano, animales de caza y el chivo; y en los estudiantes afro, el queso costeño, el ñame, el plátano y el pescado. Consumen las tres comidas principales (desayuno, almuerzo y comida), preparadas por sus madres y abuelas, quienes son las responsables de dichas labores. Preparan especialmente sopas y sancochos, los cuales comparten en familia. No obstante, cuando llegan a la ciudad de Medellin a estudiar, toda su alimentación cambia. A ellos mismos, a los estudiantes, les toca comprar sus alimentos, prepararlos y consumirlos, muchas veces, solos. Les toca aprender a cocinar y a sustituir alimentos. Como no siempre disponen de tiempo para preparar o de dinero, empiezan a consumir alimentos procesados (los cuales son más económicos), en preparaciones como: perros, hamburguesas, salchipapas. Lo cual se aleja de sus consumos acostumbrados y de los alimentos propios de sus territorios. Así mismo, quienes se benefician del programa de alimentación ofrecido por la Universidad, lo aprecian, lo ven como un gran beneficio, porque no siempre disponen de tiempo para preparar su comida o de dinero para comprarla; allí aprenden a consumir vegetales en ensaladas.Resumen de la Ponencia:
En las ciencias sociales, las categorías sociales, como el uso y las formas, es uno de los aspectos principal para explicar la dinámica de los grupos humanos. Nuestra preocupación, ¿por qué los usos y las formas del comer arequipeño entran en desuso o cambian, y por qué las formas responden a una diversificación de patrones culturales? Nuestro objetivo, en este trabajo, es: cuales son los aspectos sociales, con respecto a los usos y las formas del comer, en la ciudad de Arequipa en estas últimas décadas. Durante el desarrollo del trabajo vincularemos la relación entre lo social, los usos y las formas del comer. El método de la auto etnografía es el que nos ha permitido realizar el trabajo. El alimentarse, para todos los seres vivos dentro de la naturaleza, es imprescindible, es una necesidad biológica para mantenerse como especie. En el caso del homo sapiens, esta norma la hemos cambiado, no es solamente una necesidad biológica que la debemos satisfacer para preservar la especie, sino que la hemos vinculado estrechamente con aspectos de la vida que no tiene vinculación con lo biológico, como por ejemplo la religión, educación, salud, deporte, vivienda, vestimenta, guerra, tecnología, mercado, sexo, identidad, género, edad, estatus, poder, etc.La ciudad de Arequipa, capital del departamento del mismo nombre, con uno de los valles interandinos más productivos, con respecto a la agricultura y ganadería. A estas actividades hay que agregarle la industrial, minera y comercial. Foco de atracción para miles de gentes. El clima bondadoso del valle fue, es y será un imán de atracción para las gentes. Uno de los factores que ha cambiado el rostro, no solamente de la ciudad de Arequipa, sino la del país mismo, fue la migración (aimaras, quechuas, afrodescendientes, amazónicos, criollos, mestizos). No es éste el espacio, para explicar el porqué de este cambio o proceso, pero si es para hablar de cómo estos procesos han dado una nueva forma de los usos y las formas del comer en Arequipa.En la década de los sesenta, del siglo pasado, estuve en Arequipa y se hablaba del “mocontullo” (huesos, de la vaca y del toro, que guardaban en la cocina para que cada vez que se haga una sopa, echarla a la olla para que hierva y tenga una sustancia y olor especial), pero hoy ya no se habla ni se usa. Sin embargo, la chicha, una bebida, se ha diversificado su uso y consumo, las preguntas son: ¿por qué uno entra en desuso y otros se diversifican? ¿es el aspecto social la que determina el cambio? O, ¿es que siempre, dentro de los grupos humanos, la transformación, el cambio, la permanencia, la diversificación han sido patrones permanentes y por qué?Resumen de la Ponencia:
Las políticas neoliberales en la década de los ochenta, se traduce en grandes cambios estructurales, que dieron como resultado, el abandono del campo, la movilización a las grandes urbes y la migración a otros países. El tema que nos interesa articula la introducción de alimentos industrializados y/o procesados y la Nueva División Internacional del Trabajo en las reconfiguraciones alimentarias de las comunidades en México. El caso de Mexicaltzingo, un municipio cercano a la ciudad de Toluca (capital del Estado de México) y Ciudad de México, es relevante al constituirse de una vocación laboral adscrita a los procesos globales de la carne de cerdo, a su vez, ha detonado en cambios en lo social, económico y alimentario. La característica de ser un pueblo que produce y comercializa el chicharrón como otros derivados del cerdo, ha traído desarrollo en lo local, potencializando prácticas sociales y alimentarias de acuerdo con el nivel socioeconómico de los agentes. Entonces, localización y actividad laboral juegan como complementos que aseguran nuevos estilos de vida que pueden reflejarse en los hábitos alimentarios del colectivo.
El cambio alimentario en Mexicaltzingo se describe por el paso de una vida agrícola a una constituida por las condiciones globales, en dicha transición, encontramos dos factores principales, el consumo de la carne de cerdo y los alimentos industrializados (y procesados). Este último, con gran peso en la modernidad alimentaria que reposa en los procesos político-económicos del siglo XX en el país y en el mundo. La investigación pretende explicar cómo se ha reconfigurado la cultura alimentaria, a su vez, nos acerca a la reflexión sobre los riesgos que existen ante las enfermedades crónicas degenerativas.
Introducción:
El presente trabajo discute el cambio alimentario en un municipio perteneciente al Estado de México. El proceso que vive es representativo de las comunidades del estado. El paso de una vida agrícola por la reinvención de una actividad laboral, el crecimiento urbano de las zonas metropolitanas cercanas (Ciudad de Toluca y Ciudad de México), la interrelación comercial entre las regiones y el proceso globalizante en lo local. Al describir el cambio laboral de Mexicaltzingo, se explica el paso del maíz al fogón; o mejor dicho al obrador (espacio de trabajo, centrado en el horno de cocción). No obstante, se articula el proceso global de la agroindustria porcina con el municipio, se convierte en un centro de distribuidor para las diferentes unidades productivas. Ser “el pueblo chicharronero” depende de las áreas porciculturas del país y del extranjero. Mientras, ser comerciantes de los productos que elaboran, los posiciona dentro de la megalópolis del centro del país.
No se puede dejar atrás el peso de las políticas económicas que se dieron al final de los ochenta en el país y en el mundo (del Estado benefactor al neoliberalismo) en diversos sectores como el laboral, agropecuario incluso en el de salud. Lo que sopesa a la hora de pensar en una seguridad alimentaria. Por un lado, tenemos la creciente introducción de los alimentos “modernizados”, en tanto, se desplaza la actividad agrícola. En otro, las dinámicas laborales se renuevan a las inclemencias de un orden global polarizado. Nos preguntamos sobre el efecto que tiene en las reconfiguraciones en la cultura alimentaria de los pueblos, en específico, al del municipio. Así, intentamos acércanos a una reflexión, sobre la importancia de los factores alimenticios del municipio y los riesgos ante el panorama de las enfermedades crónicas degenerativas.
La discusión se divide en tres partes, en el primero, abordamos la caracterización del municipio, como espacio social centrado en las dinámicas de la carne y cuero del puerco. En el segundo, la relevancia de la urbanización en las zonas metropolitanas y el peso estructural de las políticas económicas de los años ochenta. Por último, las reconfiguraciones alimentarias del municipio y los riesgos de consumir carne y alimentos modernizados. Presentando la transición laboral, que puede explicarse con la llegada del cerdo y el olvido de una vida campesina.
Desarrollo:
Mexicaltzingo ante el cerdo fragmentado
El espacio social pertenece al Estado de México, localizada en la parte meridional del Valle de Toluca; colinda al norte con el municipio de Metepec, al este y sur con Chapultepec, al sur y al oeste con el municipio de Calimaya[1] (Enciclopedia de los municipios y delegaciones del Estado de México, 2018). La urbanización en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca en los años sesenta (Martínez, 2017: 75), mantiene a Metepec, Mexicaltzingo y entre otras, como áreas de influencia (Arteaga, 2005).
El ingreso al municipio por vía terrestre, desde la capital del estado, es conduciendo sobre la carretera Tenango-Toluca, se debe incorporar al puente-Juárez en el Km. 55, para tomar la calle Narciso Mendoza que los llevará al corredor gastronómico; o desviarse por las calles Insurgentes, Independencia, Hidalgo o Morelos para llegar al centro de la cabecera municipal. La segunda ruta, desde el municipio de Santiago Tianguistenco al conducir sobre la carretera Santiago-Toluca, ingresando por la calle Narciso Mendoza o Prisciliano Diaz González. El territorio del municipio se conforma por su cabecera municipal, nombrada San Mateo Mexicaltzingo, y de las localidades San Isidro, Mazachulco, el Calvario y las Palmas[2].
Los resultados de la tesis de Mario Fernández (2013), posiciona al municipio como el principal productor de chorizo, seguido por Tenango de Arista y Toluca. El crecimiento de la infraestructura, las vías de comunicación en las zonas rurales más la tradición charcutera del Valle de Toluca y la introducción de la agroindustria en las últimas décadas son factores que sostienen la nueva vocación. El panorama del Valle de Toluca se caracteriza de la apropiación de los procesos de elaboración de productos, como es el caso de “… la cecina de Yecapixtla, el chicharrón de Mexicalcingo, el chorizo de Oaxaca, el obispo de Tenancingo; así como el queso de tompeate, las longanizas y los chorizos verdes y rojos del Valle de Toluca” (Quintero, Santillán Dublán, et. al, 2011: 15). No obstante, el municipio de Mexicaltzingo, aunque es conocido por el chicharrón de cerdo, han establecido estrategias comerciales y productivas de derivados como la longaniza, queso de puerco (tompeate), moronga, manteca, grasas; por otra parte, las carnitas son de los principales alimentos (junto al chicharrón), que han agregado a las unidades familiares al comercio y producción (Vélez, 2017).
Si bien, es seguir al cerdo[3], en el municipio es uno fragmentado, el cuero y la carne son dos materias con sus propias dinámicas, orígenes y unidades productivas-comerciales en lo local. El cuero es la piel del cerdo, materia prima importada con mayor énfasis de la industria internacional[4]. El proceso artesanal del sancochado[5], para ser tronados (fritos) en manteca a altas temperaturas, esponjando la lámina (sancochado) para obtener el chicharrón. Vélez (2017) divide el proceso de elaboración en 17 pasos, desde la obtención del cuero hasta la venta.
El origen del cuero conecta con la agroindustria global, la siguiente imagen ilustra dos aspectos del origen: las distribuidoras locales y el arribo de las empresas nacionales e internacionales al municipio.
Imagen 1. Las distribuidoras locales.
Fuente: Elaboración propia. Mexicaltzingo, septiembre, 2022.
Las empresas provienen de los países exportadores (se observan las banderas en la foto); algunas de ellas, involucradas en problemas ecológicos y de salud. Las internacionales como: granjas Carroll (conformada por AMSA[6] y el grupo Smithfield), F. Menard (de Quebec en Canadá), Agrosuper (de Chile), Swift, Hylife, Smithfield, Farmland y Trim-rite, inc (de Estados Unidos). Por otro lado, las nacionales: Kekén, Norson (Agroindustrial del norte) y Kowi (OCDE, 2019: 58-61). Los productos que llegan de estas empresas son desde despojos comestibles (cuero, buche, tripas, patas y demás retazos) y carne, pero, en su mayoría es congelada y en menor proporción refrigerada.
La dinámica entre el municipio con los países y estados es una triangulación desde las empresas que transportan por trailers (con refrigeración), hasta las distribuidoras locales[7] del municipio, para ser ofertada a los productores de chicharrón locales o externos. En la tipificación de Vélez (2017), se tienen dos tipos de productores de chicharrón: minoristas, aquellos que procesan entre 500 kilos a una tonelada a la semana, de unidad productiva familiar, con un puesto fijo o itinerante; mayoristas, con una producción a partir de una tonelada, son comerciantes únicamente de sancochado. Para entender el tipo de chicharrón que se produce y las relaciones con el cuero y su origen, se presenta el siguiente cuadro:
Cuadro 1: origen y chicharrón
Fuente: elaboración propia.
Se observa en el cuadro 1, la relación que existe entre el cuero y agroindustria internacional, en tanto, la carne se relaciona más con la porcicultura nacional y local. La dinámica sucede entre las carnicerías y la importación del animal de las zonas porcicultoras del país, específicamente entre los estados de Jalisco, Michoacán, Monterrey. O bien, familias dueñas de dichas carnicerías o distribuidoras locales acuden con sus propios camiones a comprarlos a las granjas de la Piedad, Michoacán, para regresar con los animales y almacenarlos en sus corrales, sacrificándolos a la semana en sus propios negocios. Otra opción, cuando las empresas han pactado una entrega semanal con las carnicerías, distribuidoras generales o unidades familiares.
Las carnicerías cumplen con vender al cerdo en sus diferentes cortes, mientras el cuero es un derivado (como la grasa, intestinos, sangre), que muchas veces procesan para su propia producción de chicharrón o embutidos (longaniza, chorizo, entre otros). Ofertando en su mayoría carne y en menor proporción las partes del cerdo a los agentes dedicados al comercio de las carnitas o chicharrón[8]. La cría de traspatio o la compra regional del animal (aunque mínima), es propio de aquellas unidades de tipo familiar, dedicadas a la venta de carnitas, embutidos o de otros guisos, en el municipio o espacios externos (corredor gastronómico, mercado, tianguis); incluso en el ambulantaje en las calles de las ciudades cercanas como Toluca o la Ciudad de México.
La situación de la actividad laboral depende de la capacidad de los agentes en crear estrategias a partir de la infraestructura y servicios depositados en el municipio. El cerdo es un medio para producir y comercializar, pero dicha transición a limitado la vida agrícola. Esta nueva vocación no se puede explicar si no se toman dos factores, como es el cambio de política económica en los ochenta y en la urbanización de las ciudades integradas a la megalópolis.
Comercio, en la aglomeración de la megalópolis
La industria porcina de México y de los principales países productores comparten un proceso político económico a partir de la crisis de 1929 y en los efectos de la segunda guerra mundial. El paso a un estado benefactor (modelo de sustitución de importaciones) en México, detono el impulso al sector primario, en la producción general y especializado del sector agropecuario (por ejemplo, la Piedad, Michoacán). Entre 1970 a 1983 (ante la crisis del modelo acelerado), se dio el crecimiento y auge del sector. Al final del periodo, se abre paso al proyecto neoliberal, iniciando la crisis del sector porcicultor nacional mientras países como Estados Unidos, Canadá o pertenecientes a la actual Unión Europea se posicionan en el mercado internacional (Rosas, 2009; Macias, 2009).
El crecimiento de Estados Unidos en el sector porcino, “fue negativa hasta 1994, con un déficit de 88 millones de dólares; sin embargo, a partir de entonces, coincidiendo con el inicio del TLCAN, el comercio internacional de productos porcinos comenzó a generar excedentes, los cuales son cada vez mayores, llegando a alcanzar 265 millones de dólares en 1998” (Sagarnaga, Salas, Ramos et. al, 2000:10). En tanto, la producción nacional fue en descenso, a esto Rosas (2009) lo divide como: la transformación de la actividad (1984-1997) y la problemática actual (1998-2007). En los porcentajes recientes presentados por la SIAP (2020), FAO (2021), SANDER y SENASICA (2021),) México mantiene una participación considerable en exportaciones, pero no deja de prescindir de los países productores.
La dependencia al cerdo extranjero deriva de la recesión económica de los ochenta y la paulatina perdida en solvencia agrícola. A partir de la década de los setenta, los corporativos norteamericanos aprovecharon la situación de crisis para secuestrar la producción de granos; con el TLCAN solo se amplió aún más, con ello el arribo de empresas agroindustriales y sus productos ultraprocesados (Atlas de la agroindustria, 2019). Al convertirse Estados Unidos en el mayor productor de maíz, sorgo y trigo se potencializa su papel en el sector porcino. En el caso de México, con una gran historia, tradición y diversidad de maíces, ha sucedido un proceso inverso. Al depender del maíz norteamericano, se encareció el principal insumo (junto al sorgo) para la alimentación de los cerdos (Rosas, 2009; OCDE, 2019).
El neoliberalismo significó, en cuanto al sector porcicultor, un reacomodo de las áreas dedicadas a su producción. El caso de la Piedad, Michoacán, representa el crecimiento, auge y desplazamiento en las formas de producción. Adriana Macias (2009), encuentra la cría de traspatio a principios del siglo XX, mientras el auge en los setenta se da a través de la semitecnificación. La década posterior, los porcicultores se vieron obligados a tecnificar por completo sus granjas ante la crisis económica y la inversión de capital extranjero. El principal efecto para la zona es el descenso como área de producción[9]. No obstante, estados como Yucatán, cobran relevancia a partir de la inversión privada en los años ochenta (Sierra, Ortiz, Sierra, et. al, 2005).
A la par, sucede un proceso de urbanización en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca y en la Ciudad de México, La modernización del país a partir de 1940, producto de las políticas keynesianas (Izcara, 2016), coincidió con la creación de la carretera principal que conectaba al municipio con la capital del país y con las localidades vecinas, trayendo la aparición de automóviles, aparatos electrónicos y servicios como la electricidad. Para Valdés y Jiménez (2021), la Zona Metropolitana de Toluca (ZMT) marca el cambio sustancial de los municipios de influencia (Mexicaltzingo, Tenango, Calimaya, Chapultepec entre otros), en su paso de espacios rurales a periurbanos. Contemplando las etapas de inicio (1940 a 1960); despegue y apogeo (1960 a 1980); y consolidación del proceso de metropolización (1980 a 2000). En esta última etapa la caracterización de la ZMT, en un anillo central y dos contornos; Toluca como anillo central, en tanto, el primer contorno los municipios aledaños a la ciudad como Lerma y Metepec (zonas de alto industrialización), en el segundo a los municipios conurbanos a estos, como Calimaya, Capulhuac, Mexicaltzingo.
El crecimiento urbano de la ciudad de Toluca hacia las comunidades, auspiciado en el abandono de la agricultura resultado de la recesión económica del modelo compartido y acelerado de la economía hacia adentro (1970-1982), que había limitado los subsidios al campo, por la preferencia a la industrialización del país. El panorama no mejoro posterior a las políticas neoliberales (1982), ante la privatización y la libre competencia en el mercado comercial[10]. En el municipio ocurrieron desplazamientos a las urbes, para agregarse al sector terciario (en la industria, servicios y la informalidad). Pero, dentro de estos procesos arriba el cuero y la carne de cerdo, eje de la reinvención del trabajo en lo local, que acota el problema del trabajo precario en la metrópolis, para consolidar la actividad económica del chicharrón, carnitas y de la carne en el municipio.
El mito relato de la vocación laboral[11], cuenta la decisión de un agente por reinventarse un trabajo ante las facilidades de la agroindustria, a la postre, consolida lazos a través de su distribuidora general. En la década de los ochenta, la metrópolis de Toluca es relevante en la rururbanización del municipio, posteriormente cobra brillo la del centro (Ciudad de México), pasando a ser una red comercial de tipo megalopolitano. La vida de agricultor antes de la transformación del campo mexicano era de autoconsumo, pero se ven obligados a una transición laboral bajo el panorama de urbanización y acceso a las ciudades cercanas. Dedicarse al cerdo, fue posicionando a los agentes tanto dentro y fuera de su espacio social ante un desarrollo en lo local.
Reconfiguraciones alimentarias y riesgos de salud
Carne y maíz, son alimentos o mercancías, dependiendo de las intenciones de su producción en el sistema agroalimentario global. Para los pueblos de México, el maíz ha constituido el alimento y columna sustancial de la cosmovisión, identidad y cultura, incluso la base de una dieta equilibrada junto al chile, el frijol y la calabaza (Barros, 2011: 13). Con la aparición del hombre europeo y la imposición de la colonia, se inició la transformación de la alimentación, en un inicio a través del desprecio y luego, asimilado a través de una cocina virreinal, donde frijoles y maíz se unían con la carne de cerdo o de pollo condimentados con una amplia variedad de chiles (García, 2012: 18-19).
Para Román, Ojeda y Panduro (2013: 43-46), se puede agregar los cambios alimentarios en México en etapas históricas y evolutivas, desde los periodos arcaicos hasta la aparición de la modernidad alimentaria en 1960; coincide con el ascenso en mortalidad y morbilidad en enfermedades crónicas y la integración de los alimentos procesados y ultraprocesados a las dietas mexicanas. El papel de los pueblos agrícolas se ha minorizado, insertándolos al mercado laboral bajo trabajos precarios. Precisamente el municipio de Mexicaltzingo ha pasado por el proceso de conversión de pueblo agrícola a una dispuesta a las necesidades de la metrópolis de Toluca (Valdés y Jiménez, 2021). La relevancia del cerdo detona en la nueva vocación, en la génesis de la nueva sociedad del municipio. La cultura alimentaria proviene de su vida de campesinos, mientras las reconfiguraciones del paso a la modernidad alimentaria y el consumo de la carne.
La alimentación del municipio, antes de la aparición de los cárnicos, es un sistema alimentario tradicional, basado en el cultivo del maíz y de lo que provenía de la milpa, como muchos de los pueblos de México. El maíz es el pan de cada día, el alimento base o central del sistema tradicional (De Garine, 1998: 24). Como bien apunta De Garine, sus muchas formas de consumirla contribuyen al gusto entre los miembros, justificando el esfuerzo por producirla. El siguiente cuadro rescata la diversidad de usos del maíz en el municipio en su vida agrícola.
Cuadro 2: El maíz: bebidas y platillos.
Fuente: Basado a partir de la propuesta de Igor De Garine (1999 y 2016).
Los alimentos secundarios, con menor valor simbólico y afectivo, son de un consumo frecuente, de tipo estacional. Son aquellos que se cultivan en conjunto del maíz, principalmente la lenteja, la calabaza, el frijol, las habas, cebada y chiles, incluso ciertas proteínas como los ranas, charales o conejos. Mientras los periféricos son más de oportunidad, en los mercados, tianguis o en las fiestas del pueblo o familiares/de tipo ritual. A esto agrega cuatro criterios operativos como: alimentos de autoconsumo, externos, comidas hogareñas y alimentos consumidos fuera de las comidas. El sistema agroalimentario depende de dos dimensiones, la geográfica y la diacrónica (De Garine, 1999: 24).
El siguiente esquema representa el sistema tradicional del municipio, que antecede a las reconfiguraciones a través de la carne.
Figura 1: Sistema alimentario del municipio
Fuente: Basado en la propuesta de Igor De Garine (1999 y 2016).
La alimentación campesina del municipio tiene como base la milpa, asegurando la centralidad del maíz, desprendiendo otros alimentos directos e indirectos como: el frijol que crece al enredarse en el tronco de la planta, mientras en el suelo lo hace la calabaza, e indirectamente se puede obtener carne de conejos o pequeñas aves que buscan comer los brotes de los cultivos. Incluso las ranas o pequeños charales de los espacios lacustres o pantanosas en la colonia San Isidro (actualmente) o acudiendo a zonas cercanas del Valle de Toluca. El sector pecuario es relevante desde principios del siglo XX, para la venta de los animales y el autoconsumo, cobrando importancia en las fiestas del pueblo o familiares, sobre todo para el mole y los tamales.
Los alimentos del sistema tradicional se encarecen, en parte, por el abandono a la agricultura, como síntoma de una gradual liberalización (Izcara, 2016); la centralidad del maíz pasa a ser más como acompañante, la disminución del consumo del frijol y entre otros aspectos. Las reconfiguraciones, se presentan como la modernidad alimentaria, integrando cada vez más a los alimentos procesados y bebidas azucaradas a la dieta. Estos cambios son resultado de la globalización del sistema alimentario y sus reflejos en las prácticas alimentarias… (Pasquier, 2018: 108). El nuevo trabajo, nos lleva a una contradicción, por una parte, los ingresos son un factor para la conservación de la cultura alimentaria del municipio; al tener acceso a los alimentos que se han encarecido, pero que conforman la dieta tradicional. Al mismo tiempo, se abren las puertas al consumo y adopción de la modernidad alimentaria, como parte de los estilos de vida de las clases sociales
La relevancia de la carne, por sus propiedades nutritivas y sobrevalorada por ser fuente de proteína animal, es factor en las reconfiguraciones locales, al ser materia prima que se transforma en alimento. Pero, en la dieta tradicional se limitaba, ahora se puede obtener en diversas presentaciones, esto ha originado un cambio sustancial en las dietas. El exceso de su consumo, los condena a los riesgos de contraer enfermades crónicas no transmisibles. En el cuadro 3, se presentan los productos que se elaboran con el fin de comercializarlos, pero se ha integrado en la alimentación, de ahí la diversidad de platillos.
Cuadro 3: La carne convertida en alimento
Fuente: elaboración propia.
La nueva vocación es la conexión entre la reinvención de la cocina local y la modernización alimentaria, en tanto, la carne es un factor particular con sus riesgos potenciales. Queda fuera de los objetivos de este trabajo, pero analizar la relación entre el consumo de alimentos a base de cerdo y las enfermedades crónicas degenerativas en la tasa de mortalidad en el municipio es un área de oportunidad para futuras investigaciones.
[1] Los pueblos cercanos son San Bartolomé Tlatelulco, San Miguel Totocuitlapilco y Colonia Álvaro Obregón pertenecientes al municipio de Metepec; al este y sur con el pueblo de San Miguel Chapultepec, municipio de Chapultepec; también, al sur, con el pueblo de San Andrés Ocotlán, municipio de Calimaya y, al oeste con San Lorenzo Cuauhtenco y Santa María Nativitas Tarimoro, del municipio de Calimaya (Escamilla, 2013; s/p).
[2] Aunque de orígenes matlatzincas, el reporte de INEGI presento el resultado de: 0.32% de la población de un total de 13, 807 habitantes hablan una lengua originaria, como el otomí (17), mazahua (7), náhuatl (5) y matlatzinca (2) (INEGI, 2020), sin embargo, durante el trabajo de campo no se encontró dicha diversidad lingüística.
[3] En la investigación principal de donde se desglosa este trabajo, seguir el cerdo consiste en: ubicar las redes comerciales nacionales y globales de la materia prima. Esto significa encontrar los principales países porcicultores, ubicar las dinámicas nacionales y globales en lo local y la reinvención de la nueva vocación laboral.
[4] No obstante, existe formas de obtener el cuero en lo local y en lo nacional, al abastecerse de cerdos vivos de las regiones y de estados porcicultores, pero en menor porcentaje, en comparación al internacional.
[5] El cuero una vez secado, rayado y cocido en manteca del animal, resultan laminas que serán prensados para su transportación (sancochado).
[6] Agroindustrias Unidas de México (AMSA).
[7] Existen tres tipos de distribuidoras: la primera que es considerada como distribuidora general, al comercializar tanto cuero, carne y derivados procesados; la distribuidora de cuero, únicamente este producto; y por último, las distribuidoras de sancochado, el cuero cocinado y listo para tronar.
[8] El cerdo vivo ofrece en su sacrificio carne y partes consideradas de mayor calidad o “frescas”, en comparación a la que ofertan de la importación que son congeladas o refrigerada. No obstante, son formas de obtener la mat
[9] En 1990 los principales estados eran Jalisco, Sonora, Guanajuato, Michoacán, Puebla, Veracruz, Estado de México, Oaxaca, Sinaloa y Guerrero, quienes concentraba el 78% de la producción (Rosas, 2009: 64). Panorama que ha cambiado en la actualidad con la aparición de empresas relevantes en el panorama nacional e internacional, por ejemplo: el corporativo Kekén.
[10] La aparición del cerdo en el municipio y la consolidación de la ZMT suceden a la par de las políticas neoliberales en México en 1982 (la inversión privada, la eliminación del estado como regulador de la economía y el libre mercado), pero también marca el fin del estado benefactor. La agricultura en ambas políticas económicas se ve poco favorecida, agudizando el problema del campesinado, potencializado la migración hacia las ciudades y Estados Unidos.
[11] En los inicios de la década de los ochenta, puede situarse el germen de la nueva sociedad dedicada al auge del cerdo, mientras la vida agrícola es anterior a este periodo, que incluso ha dejado de ser la principal actividad económica del municipio. Nos encontramos en ese lapso de abandono y génesis, lo poco redituable del maíz y el campo, para pasar a una nueva totalmente agregada a los procesos capitalistas.
Conclusiones:
Las políticas neoliberales a partir del capitalismo en su fase global, ha profundizado las desigualdades en lo económico, laboral, en salud incluso la transición alimentaria de los pueblos. La reinvención de la nueva vocación laboral en el municipio es ejemplo de la capacidad de los agentes por crear estrategias que los posicione dentro del mundo bajo la lógica capitalista. El cerdo fragmentado, sirve para producir sus muchos derivados, pero como bien comercial, mantiene un centro de comercio y distribución en el valle de Toluca, en tanto, las unidades familiares se han insertado en espacios itinerantes en respuesta a la demanda de la megalópolis.
El paso del maíz al fogón es una metáfora de la transición económica y la decisión por optar por una nueva vocación laboral. La elección por los productos cárnicos nos señala un conocimiento aprendido y heredado, en tanto, la ubicación del municipio los acerca a metrópolis con gran demanda, asegurando ingresos y desarrollo en lo local. Dicho “paso” implico una transición alimentaria, donde los alimentos modernos fue distinguiendo a los agentes y su posición económica. Sumado a esto, la llegada del cerdo fue renovando la cultura alimentaria. El riesgo de consumir carne y grasa en grandes cantidades, en los diversos platillos que se ha agregado, es un área de oportunidad para futuras investigaciones.
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Palabras clave:
Neoliberalismo, Nueva División Internacional del Trabajo, Agroindustria.
Neoliberalism, International Division of Labour, Agroindustry
Neoliberalismo, Nova Divisão Internacional do Trabalho, Agroindústria.
Resumen de la Ponencia:
La cultura alimentaria conjunta saberes socio-territoriales como: qué comer, cómo prepara los alimentos, por qué consumirlos, cuándo consumirlos y qué utensilios o instrumentos utilizar. La diversidad alimentaria forma parte de la riqueza cultural y forma parte del patrimonio intangible en cada sociedad. Al paso del tiempo, los utensilios o herramientas para cocinar o preparar los alimentos se han tecnificado introduciendo electrodomésticos y trastes de peltre y aluminio, cuyo uso y mantenimiento es, hasta cierto punto, más práctico y económico. No obstante, muchas sociedades consideran que la diversidad de sabores se ha alterado u homogenizado debido al uso de la licuadora o cazuelas de peltre o aluminio para cocinar. En el caso de las comunidades indígenas mexicanas, los sistemas alimenticios combinan saberes mesoamericanos y de la colonización, entre estos elementos destacan los utensilios como: los anafres de leña y carbón, los metates, los molcajetes, las cazuelas, ollas y comales de barro. Estos utensilios se consideran los responsables de imprimir sabores, olores y texturas distintivas a la comida mexicana que no se encuentran en otros aparatos o utensilios de cocina. El objetivo de la presente investigación es exponer las tensiones entre el uso de los utensilios tradicionales y los modernos en una comunidad alfarera que ha enfrentado el ingreso de utensilios de otros materiales que están desplazando a los elaborados con barro. Santa María Atzompa es un pueblo de ascendencia cultural mixteca y zapoteca. Se localiza a 7 Km de la capital del estado de Oaxaca, por lo que se ha convertido en un lugar turístico por su tradición alfarera. La investigación se realizó con un enfoque cualitativo etnográfico, con corte transversal de enero de 2017 a diciembre de 2019. Para la obtención de datos se realizaron 12 entrevistas a profundidad (6 hombres y 6 mujeres alfareras) y la observación participante en las festividades anuales de la comunidad. Los resultados muestran que en los modos de vida de las familias alfareras existen tensiones entre el uso de los anafres de leña o carbón, metate, molcajetes, cazuelas y comales de barro con los aparatos modernos como las estufas de gas, las licuadoras y los trastes de peltre o aluminio, tanto en la vida cotidiana como la festiva. Las actividades culinarias que sobresalen en la vida cotidiana y festiva son la elaboración de frijoles y arroz con utensilios de barro y las tortillas de maíz preparadas a mano y cocidas en comales de barro. Además, se muestra un cambio en la elaboración de la alfarería, la cual destacaba por la producción utilitaria, pero ahora se prefiere la ornamental, ya que para las personas los utensilios de barro no son los más adecuados para cocinar porque pueden contener altos niveles de plomo.Resumen de la Ponencia:
La presente comunicación socializa una experiencia de investigación en torno a las representaciones de la cocina de los servicios alimentarios de Cahuita, comunidad del caribe sur costarricense. Su objeto sociológico implicó develar la imagen construida respecto a su influencia estrictamente afrocaribeña de esta cocina para dar paso a una interpretación suigéneris de su conformación actual y papel en la cultura culinaria de la comunidad, vinculando nuevos actores, fenómenos globales como el turismo y la migración, evidenciando el riesgo de aculturación producto de la diversificación de influencias culinarias, desde la visión de cocineros y cocineras inmersos en estos espacios.Resumen de la Ponencia:
El objetivo de este trabajo es aportar a la discusión sobre el conocimiento, uso, manejo de fauna silvestre consumida como alimento en la meseta norte de la provincia de Chubut, en la Patagonia Argentina. En esta región de monte árido, los pequeños productores familiares basan su economía en la cría de ovinos, junto con la caza y recolección de fauna silvestre. Específicamente, la actividad de caza se encuentra regulada por el Estado nacional y provincial, medidas que incluyen desde la prohibición total, como en el caso de especies amenazadas, hasta permisos de extracción según criterios de conservación o intereses económicos. Entre las especies silvestres más consumidas se encuentran camélidos (Lama guanicoe), cuya caza es estacional con cupos máximos, aves como el choique (Rea pennata) y el piche (Zaedyus pichiy) ambos con prohibición de caza dado su estatus de conservación. Otros animales como aves y pequeños mamíferos son consumidos de manera menos frecuente.Los animales son cazados por las familias, trocados o comprados en redes vecinales locales. Los costos de obtención de las presas son bajos y la selección de las partes comestibles responde más a preferencias culturales siendo la mayor parte de los descartes el principal alimento de los animales domésticos. Actualmente, debido a un progresivo despoblamiento del territorio y emigración hacia los principales centros urbanos de la provincia, estas redes de circulación de carne silvestre se ampliaron hacia las ciudades a través del comercio ilegal de caza y venta. Esta situación se acentuó a partir de las restricciones de circulación que se dispusieron desde marzo del 2020 en la Argentina a causa de la pandemia de COVID-19 y de la fuerte recesión económica en la región, suscitando por un lado, el incremento local del consumo de carne silvestre y por otro, una demanda desde los principales cordones urbanos, para abastecer a los sectores más vulnerabilizados por la pandemia. Por otra parte, esta creciente demanda constituiría un problema de conservación para las poblaciones silvestres dada la trascendencia de la esfera local de su consumo, sin embargo, esta práctica está arraigada en profundas tradiciones culturales que aportan beneficios nutricionales, culturales y económicos ¿se podría elaborar un sistema que beneficie tanto a animales silvestres como a las familias rurales, a partir del conocimiento ecológico local y del aporte técnico de la biología de la conservación?Este trabajo comenzó en el año 2021, buscando comprender y analizar los factores involucrados en esta problemática de conservación, sostenibilidad y seguridad alimentaria, a través de una mirada interdisciplinar entre la antropología y ecología de la conservación. La metodología utilizada para realizar esta investigación se basa en técnicas etnográficas, observación directa y entrevistas semiestructuradas, y en el análisis de fuentes históricas y etnográficas.Resumen de la Ponencia:
La recolección no sólo es una práctica a través de la cual se obtienen alimentos e insumos para fabricar muebles, obtener leña u otros materiales para hacer artesanías o utensilios de cocina. Es una manifestación de los conocimientos que las personas tienen de su entorno, del clima y de los lugares sagrados. Este es el caso de los totonacos de Veracruz, quienes no sólo son expertos recolectores, sino que también procuran el cuidado de los espacios en los que realizan ésta práctica, ya sea que se trate de la milpa, del monte o del traspatio, hombres y mujeres tienen una relación de respeto con dichos lugares, por esta razón, la ritualidad se hace presente a través de ceremonias como las peticiones de lluvia. Es en este contexto que los totonacos solicitan tener agua para las milpas y para los traspatios, lo que se traduce en poder cosechar y recolectar plantas comestibles a lo largo del año y con las cuales preparan diversos platillos y bebidas.
Es por ello que esta ponencia tiene por objetivo, destacar los conocimientos y usos de las plantas comestibles de recolección en la cocina totonaca de la Sierra de Papantla, Veracruz. Los datos que presento en esta ponencia provienen de mi trabajo de campo realizado en diferentes estancias en la costa y sierra totonaca de Veracruz (entre el 2009 y el 2020), así como de los recorridos en mercados y tianguis en la Sierra de Papantla (entre el 2017 y el 2019).
Introducción:
El objetivo de este trabajo es destacar los conocimientos y usos de las plantas comestibles de recolección en la cocina totonaca de la Sierra de Papantla, Veracruz. Dicha práctica, que se ha transmitido de madres a hijas y de padres a hijos, les permite obtener dentro y fuera de la milpa, más de 60 ingredientes necesarios para realizar comidas cotidianas y también rituales, las cuales son destinadas a los muertos, a los santos y al dueño del monte.
El área de estudio se ubica en el Totonacapan, la cual se encuentra conformada por cuatro zonas: Sierra Norte de Puebla, Tierras bajas del Norte de Puebla, Llanura Costera y Sierra de Papantla, Veracruz (Velázquez, 1995). En este trabajo me refiero a la región de la Sierra de Papantla, integrada los pueblos de Coxquihui, Filomeno Mata, Mecatlán, Chumatlán, Zozocolco de Hidalgo, Coyutla y Coahuitlán, que están a unos 100 y 800 metros (promedio) sobre el nivel del mar; se caracteriza por su clima cálido-húmedo con lluvias todo el año y en el verano se registran lluvias abundantes (Prontuario de información geográfica municipal de los Estados Unidos Mexicanos, Coxquihui, Filomeno Mata, Zozocolco de Hidalgo, 2009).
La metodología en la que me he apoyado para obtener estos resultados, ha sido el trabajo de campo realizado en diferentes estancias en los municipios de Coxquihui, Chumatlán y Zozocolco de Hidalgo (entre el 2009 y el 2020). Durante estas temporadas he centrado el registro etnográfico en la alimentación en el contexto cotidiano y ritual cuya base son los productos de la milpa y de recolección (quelites, flores, hongos, guías, semillas, vainas, chiles, frutos, hojas para envolver tamales, hierbas aromáticas, plantas medicinales y leña para cocer sus alimentos). Para ello, recurrí a la observación participante, las entrevistas (a campesinos, molenderas y comerciantes), el registro fotográfico y los recorridos en mercados y tianguis de Coxquihui y Zozocolco de Hidalgo en Veracruz y en los de Cuetzalan y Huehuetla, en Puebla (entre el 2017 y el 2019), y a través de ello, he podido identificar la relevancia que tiene la recolección en la alimentación y en la vida ritual de los hombres y mujeres totonacos.
Gran parte de los datos presentados en este trabajo, acerca de la recolección de plantas comestibles en el Totonacapan, forma parte de la investigación que actualmente realizo para mi proyecto doctoral en Antropología, en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Desarrollo:
Los totonacos de la Sierra de Papantla, obtienen sus alimentos de cuatro formas, principalmente: a través de la cosecha en la milpa; la compra de productos en el mercado y tianguis, la cría de animales (pollos, cerdos, guajolotes y patos), y la recolección de plantas comestibles, hongos y flores, dentro y fuera de la milpa.
Entre los totonacos de la Sierra de Papantla, la recolección es una actividad importante porque a través de ella obtienen alimentos para consumo cotidiano y ritual. El número de plantas alimenticias que pueden obtenerse dentro y fuera de la milpa es alto. Por ejemplo, en el pueblo de Filomeno Mata se ha identificado que, de 110 especies de recolección, 64 son comestibles, entre ellas dos tipos de hongos y siete de quelites (López Santiago, 2019). Entre los pueblos de Chumatlán y Coxquihui se encontró que, de 58 especies de recolección, 53 son comestibles, de ellos, tres corresponden a hongos y 12 a quelites (Diario de campo de la autora, diciembre de 2019).
Los primeros acercamientos para conocer el consumo de hongos y quelites entre los totonacos de la Sierra de Papantla, dan cuenta que no sólo son expertos recolectores, sino que también son dueños de un gran conocimiento del entorno y del clima. Además, procuran el cuidado de los espacios en los que realizan dicha práctica: milpa, traspatio y monte. Hombres y mujeres tienen una relación de respeto con dichos lugares, por esta razón, la ritualidad se hace presente a través de ceremonias realizadas a lo largo del año, a través de las cuales piden agua para las milpas y para los traspatios.
Los principales alimentos recolectados en la sierra totonaca son quelites, flores, hongos, semillas, vainas, chiles, frutos, hojas para envolver tamales, hierbas aromáticas y plantas medicinales, entre otros como chayotes, tomatito de milpa, papa de monte y ojite.
Otros productos recolectados en la sierra son la leña, que usan para cocinar los alimentos y para ahumar pescados en Semana Santa; miel de abeja que utilizan para endulzar bebidas como los atoles; cera de abeja, la destinan principalmente para elaborar ceras que se ofrendas a los santos en las fiestas patronales; madera, la utilizan para fabricar muebles y para hacer utensilios de cocina como cucharas y bateas; tarro (Guadua aculeata), que usan como cucharas para mover los atoles y también para elaborar altares y andamios (Diario de campo de la autora, diciembre de 2019).
Quiero destacar que los quelites, flores y hongos son de alta importancia en la dieta de los totonacos de la Sierra de Papantla, porque complementan al maíz, frijol, calabaza, chayotes y chiles, principales productos de la milpa. Los quelites se recolectan dentro y fuera de la milpa, entre marzo y abril y en las temporadas de lluvias, entre julio y septiembre.
Los quelites que se recolectan dentro de la milpa son, el malvarón, quintonil (morado y blanco), hierba mora, pápalo, guías de calabaza y de chayote. En el traspatio se encuentran la cebollina y la flor de gasparito. En el monte recolectan los quelites llamados, bigote de acamaya, quixtak o pata de gallo y el sayukaka, lengua de vaca, guías de chayote, guías de calabaza, cebollina y flor de gasparito (Méndez, 2021).
Una flor muy apreciada y consumida es el pichoco o gasparito (aunque se le considerada un quelite, en el caso de los totonacos, se le reconoce como una flor). El pichoco crece en un árbol y florece entre los meses de marzo-abril y entre octubre-noviembre.
Los hongos más consumidos son el de chaca y el de jonote, y sólo es posible recolectarlos durante la temporada de lluvias, que va de julio a septiembre. El otro hongo comestible es el de maíz o huitlacoche, que se recolecta en la milpa. Los hongos de chaca y jonote crecen en los árboles que se están pudriendo. Los hongos ayudan a que estos árboles, se descompongan (López Santiago, 2019).
Las plantas comestibles, ya sea que se hayan recolectado directamente dentro o fuera de la milpa o bien, que hayan sido compradas en los tianguis y mercados, deben consumirse lo más pronto posible, porque se trata de plantas tiernas que, si no se refrigeran, pueden descomponerse. En la Sierra de Papantla no todas las familias cuentan con energía eléctrica ni con refrigerador, por lo que dichas plantas son consumidas muy frescas. Así que una vez que son adquiridas dichas plantas, se lavan con agua y se comen crudas, hervidas o guisadas.
Cabe subrayar que, en la sierra, las mujeres preparan una diversidad de platillos con quelites, hongos y flores. A continuación, describo dos recetas que se preparan en contextos rituales; fueron compartidas por molenderas y amas de casa de la sierra, en cuyas cocinas destaca la preparación de estos alimentos, en combinación con el maíz, chiles, calabazas, frijoles y jitomate.
La primera receta es la de los “quelites ajonjolinados”. La señora Celia, originaria de Coxquihui, me platicó que primero tuestan el ajonjolí, luego lo muelen y lo reservan. Después hierven los quelites (alfalfa o malvarón) en un poco de agua, ahí agregan el ajonjolí, el chiltepín o chile de árbol machacado o picado, la hoja de aguacate, un poco de jugo de limón y sal. Dejan que se integre todo, que dé un hervor y se sirve. Los quelites con ajonjolí se comen con tortillas de maíz nixtamalizado, generalmente recién hechas y cocidas en el comal (Celia García Gómez, entrevista, marzo de 2018). Este platillo forma parte de las comidas rituales que se preparan para las peticiones de lluvia, una de ellas es la Cena del Señor que se realiza el Jueves Santo, durante la Semana Santa (marzo-abril)
La segunda receta es la de las “púlaclas”. Las púlaclas son tamales de frijol que se pueden preparar cualquier día del año, pero son preparados especialmente durante las peticiones de lluvia o para Día de Muertos, que es cuando hay flor de pichoco. Las púlaclas son uno de los tamales preferidos entre los totonacos, y las recetas varían de un pueblo a otro, incluso hay diferentes versiones dentro de una misma localidad, por ejemplo, entre Coxquihui y Zozocolco de Hidalgo, puede llevar flor de pichoco o no, pueden llevar ajonjolí o xuta que es un piñón (Gómez-Pompa et al., 2009), y a la masa se le puede agregar manteca o no.
Una de las muchas versiones de esta receta es la de la señora María, originaria de Coxquihui. “Se pone a cocer el frijol. El ajonjolí se tuesta. El chayote y calabacitas se cortan en cuadritos chicos. El chile serrano y jitomate se muelen en la licuadora. Y cuando ya está cocido el frijol se le pone el chayote y las calabacitas. El ajonjolí también se muele en la licuadora y se le pone. El cilantro se pica en pedazos chicos y se le pone” (María Martínez Luna, entrevista, agosto 2020). Estos tamales pueden envolverse con hojas de maíz o de xkijit (Renealmia alpinia) o de plátano, la señora María menciona que ella prefiere las hojas de plátano porque “le dan mejor sabor” (Méndez, 2020, p. 9).
Conclusiones:
Ha sido mi interés en este trabajo, destacar los conocimientos y usos de las plantas comestibles de recolección que se usan en la cocina totonaca de los pueblos de la Sierra de Papantla, Veracruz. Dicha práctica, se ha transmitido de generación en generación y se realiza en espacios que los totonacos cuidan como son la milpa, el monte y el traspatio. Es por ello que la ritualidad se hace presente a través de ceremonias realizadas a lo largo del año, a través de las cuales piden agua para las milpas y para los traspatios, lo que se traduce en poder cosechar y recolectar más de 60 ingredientes necesarios para preparar diversos platillos y bebidas cotidianas y rituales.
Es por ello que he destacado las recetas de los quelites ajonjolinados y las púlaclas, platillos rituales que se preparan en la Semana y en el contexto de las peticiones de lluvia, y que son destinados tanto a los santos como a los antepasados (a los muertos).
Después de este repaso, mi reflexión final es que la recolección no sólo es una práctica a través de la cual se obtienen insumos para fabricar muebles, obtener leña u otros materiales para hacer artesanías o utensilios de cocina. A través de dicha práctica, también obtienen plantas medicinales y plantas comestibles que le permite complementar sus dietas, a lo largo del año. La recolección es una manifestación de los conocimientos que las personas tienen de su entorno, del clima y de los lugares sagrados.
Bibliografía:
Gómez-Pompa, A. et al. (2009). La xuta se come. Kin chutakan wakan. México. Universidad Veracruzana. https://www.yumpu.com/es/document/read/16167675/la-xuta-se-come-universidad-veracruzana
López Santiago, Marco Andrés (2019). “La valoración de los servicios ecosistémicos desde la cosmovisión indígena totonaca”, Madera y Bosques, 25 (3). https://myb.ojs.inecol.mx/index.php/myb/article/view/e2531752
Méndez Martínez, E. M. (2021, diciembre). "Del monte a la cocina. Recolección en el Totonacapan", La Jornada del Campo, núm. 171, p. 4. https://www.jornada.com.mx/2021/12/18/delcampo/articulos/monte-cocina.html
----- (2020, agosto-octubre). “Lás púlaclas, una receta de las abuelitas totonacas”, Cielo sur, núm. 1, pp. 6-9. https://www.cielosur.org/2020/11/pdf-cielo-sur-1-la-memoria.html
Prontuario de información geográfica municipal de los Estados Unidos Mexicanos, Coxquihui, Filomeno Mata y Zozocolco de Hidalgo, Veracruz de Ignacio de la Llave (2009).
Velázquez Hernández, Emilia (1995). Cuando los arrieros perdieron sus caminos. La conformación regional del Totonacapan. México. El Colegio de Michoacán.
Palabras clave:
Cocina – Recolección – Totonacos de Veracruz
Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia explora los intercambios de alimentos entre los habitantes del partido de San Vicente, en el marco del avance de los agronegocios, las políticas neoliberales y la urbanización impulsada por los modelos aperturistas de la década de 1990 sobre la región metropolitana de Buenos Aires. Los modelos industriales y urbanos han transformado la circulación de los alimentos en el área bajo estudio con un esquema mercantilizado y competitivo, segmentado, interconectado con nuevos y diferentes eslabones y territorialmente disputado por diversos actores económicos. Como consecuencia, los intercambios de alimentos han experimentado una tendencia tanto a una mayor comercialización bajo el formato de mercancías, como al distanciamiento entre consumidores y productores. A pesar de que en este escenario, industrial y moderno, predominan las formas simplificadas de intercambiar los alimentos, mercantilizadas y monetizadas, se asume que estas esferas coexisten con otros modos de transferencias. En el caso de estudio que se presenta en esta ponencia se han recuperado testimonios orales mediante entrevistas semiestructuradas, individuales y abiertas, con informantes claves de diferentes localidades del partido de San Vicente. En estas entrevistas se han registrado las descripciones de prácticas, creencias, actores, materialidades, saberes y experiencias particulares vinculadas a los intercambios de alimentos. Los datos generados mediante esta investigación han sido contrastados con los tipos de canales de intercambio de alimentos considerados en las encuestas y los censos nacionales. Este estudio ha permitido reconocer que, por un lado, los registros de los censos y las encuestas oficiales presentan un relevamiento fragmentado de las formas de vender y adquirir los alimentos y, por el otro, que los testimonios orales de los habitantes del partido de San Vicente expresan tensiones entre las diversas formas de intercambiar estos comestibles. Se considera que estas tensiones están vinculadas tanto a los saberes y las prácticas aprendidas acerca de las maneras de interactuar con el espacio productivo y comercial de San Vicente, como con las fuerzas del mercado y la industria que intentan reconfigurar este territorio. Los saberes, las creencias y las prácticas de intercambio diferenciadas de estas lógicas mercantiles son transmitidas intra e intergeneracionalmente y han sido mencionadas como motivadores de las interacciones de los testimonios con los diferentes actores de la producción y distribución de alimentos. En tanto las maneras de intercambiar los alimentos bajo la forma de dones se contraponen a las lógicas económicas y políticas actualmente predominantes, contribuyen a la configuración de un complejo mosaico de respuestas en el partido de San Vicente.Resumen de la Ponencia:
Para las antiguas culturas prehispánicas, el maíz desempeñó una función primordial. No se trataba exclusivamente del alimento que ocupaba el papel central en la dieta de todos los días, sino también de un ser vivo – a menudo divinizado – cuya presencia puede encontrarse en diferentes mitos de origen. En esta ponencia se propone el análisis de un caso de estudio de mitología comparada, a partir de la relación que el grano de maíz detentaba con el cuerpo humano en mitos mesoamericanos y andinos. Con base en su forma y color, los granos de maíz blanco aparecen con frecuencia en los relatos míticos del México prehispánico en tanto alimento asimilado o sustituido con los dientes de diferentes seres divinos, como Vucub Caquix, en el Popol Vuh de los mayas quichés, o en las efigies de tzoalli (masa de amaranto, maíz tostado y miel de maguey) de las divinidades mexicas elaboradas a lo largo del calendario festivo. Asimismo, la asimilación/sustitución entre los granos de maíz blanco, los dientes de los seres humanos y el oro representa una triada central en la narrativa mítica de la provincia peruana de Cajatambo, en Perú. A partir de la presentación de los dos casos de estudio, en esta ponencia se llevará a cabo una comparación entre ambos contextos, ahondando en las categorías indígenas que favorecían dicha asimilación entre maíz y cuerpo humano. Sucesivamente, se propondrá una reflexión acerca de las conexiones entre el cereal y la acción mítica del robo. En efecto, debido a su preciosidad, así como a su importancia para la supervivencia, en ambas áreas geográficas y culturales, la codicia de dioses y hombres hacia su descubrimiento desencadena arrebatos violentos que se encuentran al origen de la dispersión – y por ende puesta a disposición – del precioso grano.Resumen de la Ponencia:
Conocida tradicionalmente como la Fiesta de los Cazadores – en alusión a los orishas Ogun, Oxóssi, Ibualamo, entre otras deidades vinculadas a la caza para las culturas de origen Nagô –, Àjọ̀dún àwọn Olòde marca un oportuno homenaje a los orishas responsables de la alimentación de la comunidad del terrero, mostrando, entre otros factores, lo que expone Sodré (2019) al mencionar el candomblé como religión de la alegría y el poder de logro, pero, al mismo tiempo, lo que menciona Araújo (2021) al señalar las relaciones entre el comer y las dinámicas de poder en candomblés. Así, al comprender los oportunos aportes de esta fiesta al campo de la antropología y de los estudios de la alimentación y la religión, se justifica esta investigación, con el objetivo de indagar cómo se dan las relaciones del comer entre Madre de Santo (yalorixá), egbomes, ogãs, yarobás, yawos y abians, así como invitados Padres y Madres de Santo y otros adeptos y visitantes de otros terreros. Buscando, además, investigar la relación entre la jerarquía y el concepto de tradición religiosa para los integrantes del terrero que, como menciona Araújo (2021), se manifiestan, sobre todo, a través de las organizaciones de las mesas de candomblé. Mientras tanto, como metodología, es un estudio de caso sustentado en el marco teórico de los estudios antropológicos sobre religión, jerarquía y alimentación en los candomblés, privilegiando los estudios producidos por investigadores “desde dentro” de los terreros de candomblé. El escenario de estudio es el terrero de Candomblé y Umbanda Ilé Àṣẹ Oyá Gàmbalé, ubicado en Araçatuba, en el interior de São Paulo, Brasil, que mantiene un calendario de fiestas anuales y la comida que se ofrece en las fiestas se produce en el terrero y a partir de la carne de los animales ofrecidos durante la matanza religiosa, como lo menciona el yalorixá del terrero, el principal interlocutor de este estudio. Como instrumentos para la recolección de datos se utilizó un guion de a) entrevista semiestructurada elaborada especialmente para esta investigación y aplicada antes y después de la festividad; b) diario de campo; c) registro de fotografías. Finalmente, se observó que, si bien se evitó la creación de “mesas de autoridades”, ya han sido autodenominadas o conocidas y reconocidas por la comunidad del terrero, muchos líderes del entorno se agruparon en espacios específicos del terrero, así como yawos y abians comían en el enin (esterilla hecha con paja de la costa). Sin embargo, ambos comían la misma comida, aunque en diferentes lugares, demarcando fuertemente la jerarquía y los espacios de poder en el Candomblé.Resumen de la Ponencia:
Los saberes alimentarios indígenas en México se encuentran amenazados ente la expansión de la modernidad alimentaria. Las investigaciones actuales demuestran la importancia de generar estrategias para reforzar la transmisión cultural intergeneracional que se ha visto afectada por causas diversas como la histórica desvaloración de epistémica que enfrentan los conocimientos indígenas, la propaganda desregulada de alimentos industrializados, entre otras. En este trabajo, utilizando como estudio de caso la implementación del proyecto de vinculación titulado Recuperación de los saberes alimentarios en poblaciones de origen indígena, llevado a cabo en la Universidad Veracruzana en México, nos interesa mostrar el importante papel que tiene la Universidad con el estudio de las problemáticas más acuciantes que nos aquejan como es el caso de la obesidad en poblaciones de origen indígena, el compromiso ético de comunicación de la ciencia que consiste en divulgar los resultados de la investigación en las poblaciones en estudio y en la generación de estrategias para colaborativas para coadyuvar en la solución de las problemáticas identificadas.
El proyecto de vinculación fue realizado mediante el dialogo de saberes a través 36 talleres colaborativos con 260 mujeres originarias del municipio de Naolinco, Veracruz entre noviembre del 2018 y abril del 2019, en el cual -como parte del ejercicio colaborativo- se realizó la siembra de un huerto de plantas comestibles y medicinales en un Hospital comunitario y la elaboración de un recetario titulado La comida de los abuelos. San Marcos Atexquilapan, en el cual se recopilaron recetas que las participantes investigaron, en el marco de sus propios hogares, y decidieron conservar como parte de su cultura alimentaria, que forma parte de su legado ancestral totonaco.
Introducción:
México ocupa el primer lugar en obesidad en América Latina, en 1999 declaró a la obesidad como un problema de salud nacional y, desde 2006, declaró la existencia una epidemia en tanto que estaba afectando a todos los grupos sociales, incluso a los pueblos indígenas en el ámbito rural. Esta epidemia de obesidad y de otras formas de malnutrición ha continuado aumentando en los pueblos de origen indígena. Según la ENSANUT 2021 (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición), en México, durante 2021, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en población indígena de 20 o más fue de 72.4% (75% en mujeres y 69.6% en hombres).
Sabemos que la obesidad es una problemática en la cual actúan factores genéticos, ambientales, psicológicos y sociales. Y, en este caso nos interesa mencionar aquellos aspectos sociales que intervienen con la problemática de la Obesidad. Por ello retomamos la propuesta de Aguirre (2011), quien enfatiza que la actual obesidad con desnutrición no es una problemática generada por la abundancia en la disponibilidad de alimentos sino, por el contrario, que es una problemática derivada de la escasez. De una escasez en el consumo de alimentos con densidad nutritiva, lo que le lleva a declararla como una nueva forma de hambre.
Desde la investigación realizada proponemos que ha tenido un gran peso la desarticulación paulatina de los sistemas alimentarios nativos causados por políticas públicas equivocadas que han optado por una “modernización” del campo que priorizó los monocultivos con semillas “mejoradas” acompañados de maquinaria y los paquetes tecnológicos de fertilizantes y abonos, y que dejó de lado los sistemas productivos propios como la milpa que tiene su base en el policultivo, principalmente, durante la segunda mitad del siglo XX.
La desarticulación del sistema productivo se agudizó con el establecimiento de los precios de garantía del maíz y del frijol que volvieron incosteable el cultivo para los campesinos nacionales quienes se vieron imposibilitados para competir contra los grandes productores extranjeros de granos. El gobierno optó por invertir en la importación de granos básicos y los campesinos optaron por abandonar el campo y migrar hacia las ciudades o al extranjero trabajando como indocumentados en los mismos campos que producen los granos que importamos.
La entrada en vigor del TLC, y los programas de trasferencias monetarias condicionadas (Velázquez, 2020) sumados a las remesas que envían los migrantes han sido los principales recursos en el ámbito rural, quienes cada vez más reducen la producción de alimentos, incluso aquellos que eran para el autoconsumo y los han sustituido por el consumo de los accesibles productos industrializados que generan sensación de saciedad y gusto al paladar gracias a los adictivos saborizantes artificiales que les adicionan.
Aguirre sostiene que esta transición nutricional se derivan de tres factores: el mercado que produce energía barata para distribución masiva y que implementa, a través de la publicidad, las formas de generar una demanda a la medida de su oferta; las estrategias domésticas de consumo de las unidades domésticas que, a medida se pauperizan, suplantan densidad nutricional por energía barata (elaborando representaciones que justifican estas elecciones y se transforman en principios de inclusión de estos y no otros alimentos (Aguirre, 2010); y el estado que, a través de la asistencia, provee de alimentos baratos y transportables (cereales y azúcar), que aportan más energía y menos micronutrientes (Aguirre, 2011).
El proyecto de vinculación que nos ocupa inició a finales del 2018 y se extendió por 2019, como una estrategia de comunicación de la ciencia que tenía como finalidad compartir los resultados de una investigación diagnóstica realizada un año atrás, en 2017, que estuvo enfocada en analizar los mencionados cambios alimentarios en poblaciones indígenas que están generando obesidad y desnutrición en estos grupos poblacionales. A través de este primer diagnóstico se encontró la existencia de patrones alimentarios diferenciados por cada uno de los tres grupos etarios entrevistados mediante grupos focales, lo que llevó a identificar una interrupción en la transmisión intergeneracional de la cultura alimentaria que está llevando a estas poblaciones a una peligrosa transición nutricional, pero también identificamos la permanencia de saberes alimentarios (Velázquez y Gabriel, 2019) que existían –desvalorados y relegados- como “comida de pobre”( Velázquez, 2021).
Los abuelos que mantenían la dieta tradicional indígena y un estilo de vida saludable, tenían mejores condiciones de salud que sus hijos, reflejado en la nula o poca presencia de enfermedades crónicas no transmisibles, razonamiento y actividad cognitiva favorecedora, energía y movilidad corporal óptima. Mientras que, en las generaciones siguientes, (hijos), existe la presencia de enfermedades como el sobrepeso, obesidad y Diabetes Mellitus tipo II, por mencionar algunas.Lo nos permitió reflexionar sobre cómo se ve afectada la salud de las poblaciones de origen indígena tras la interrupción de la transmisión de saberes alimentarios.
Los resultados obtenidos durante la investigación diagnóstica los valoramos como importantes e iniciamos un proyecto de comunicación de la ciencia que se transformó, posteriormente, en la implementación del proyecto de vinculación titulado Recuperación de los saberes alimentarios en poblaciones de origen indígena. En este trabajo nos interesa mostrar el importante papel de la vinculación universidad-comunidades tanto en la comunicación social de los resultados de la investigación como en la colaboración con las agentes sociales para la toma de decisiones en el rescate y valoración de los saberes alimentarios en poblaciones de origen indígena del estado de Veracruz.
Asumimos que la responsabilidad social universitaria tal como lo declara la UNESCO (2009) es avanzar en la comprensión de las problemáticas contemporáneas que enfrentan las distintas sociedades abarcando sus distintas dimensiones sociales, económicas, científicas y culturales, responsabilidad que se afianza en una investigación social centrada en los desafíos mundiales, presentes y futuros, en tanto bien público dependiente de los gobiernos; sin embargo también consideramos que la comunicación de los resultados de la investigación a los grupos con los cuales investigamos es una responsabilidad ética con el fin de generar capacidades necesarias para enfrentar el reto de hambre cero, la seguridad y soberanía alimentaria, la producción sustentable de alimentos, la salud pública y el combate a la obesidad, entre otros.
Desarrollo:
Para la comunicación de la ciencia elegimos el dialogo de saberes, el cual implementamos a través 36 talleres colaborativos con 260 mujeres originarias del municipio de Naolinco entre noviembre del 2018 y abril del 2019.Elegimos esta estrategia porque reconoce a los sujetos involucrados en la comunicación -académicos y miembros de las comunidades- como agentes sociales poseedores de conocimientos generados colectivamente y contextualmente situados espacial, histórica, económica y políticamente.
Por principio no se considera válido el modelo de carencia de conocimientos, sino la existencia de modelos epistemológicos distintos que se fundamentan en axiomas distintos a los de la ciencia y poseen características de producción y validación diferentes, pero con plena capacidad para ponerse en diálogo horizontal con otros modelos epistémicos. La estrategia de dialogo de saberes busca respetar el derecho a que todas las personas controlen sus propias situaciones y destaca la importancia de una relación horizontal entre los investigadores y los miembros de una comunidad en la búsqueda de un cambio que mejore la situación de la comunidad involucrada.
Tras implementar esta metodología en las poblaciones de estudio, algunas de las actividades realizadas fueron las siguientes: durante agosto de 2019, fue posible realizar la siembra de un huerto de plantas comestibles y medicinales en un Hospital comunitario.
Durante 2019, a partir de la reflexión conjunta sobre las problemáticas alimentarias actuales de seguridad y soberanía alimentaria y, particularmente, de los altos costes en la salud de la terrible transición alimentaria que vivimos, se recopilaron recetas que las participantes investigaron en el marco de sus propios hogares, las cuales nos compartieron, una vez capturadas e integradas, se realizó el procesamiento de información y la valoración nutricional de los platillos –ya que eran considerados alimentos sin valor nutricional- y finalmente se logró la publicación, para distribución gratuita, del recetario titulado “La comida de los abuelos” San Marcos Atexquilapam (2020), la publicación se realizó diciembre de 2021 y ha sido entregado a las madres de la localidad implicada..
Debido a la pandemia de COVID-19, el proyecto fue pausado de manera presencial, hasta septiembre de 2021 que fue posible replicar el proyecto en distintas comunidades de la comunidad de Jilotepec. Posterior al trabajo de campo con las madres de familia, se hizo la captura y análisis de información para integrar un segundo recetario de recetas ancestrales, el cual ya se encuentra terminado y en proceso de publicación.
Conclusiones:
Este ejercicio de vinculación comunitaria nos permitió ampliar los conocimientos con respecto a los modelos alimentarios indígenas y a valorar el riesgo de desaparición en el cual se encuentra la cultura alimentaria indígena y algunos de sus platillos principales que forman parte de una dieta adecuada, saludable y sostenible.
Se logró también la valoración se los alimentos nativos a partir de incluir en las recetas una valoración nutricional, ya que las madres más jóvenes habían dejado de preparar los debido al prejuicio de que son alimentos sin valor nutritivo.
Con apoyo en la vinculación cumnitaria, el conocimiento generado en la investigación básica se colectiviza y se vuelve una estrategia que permite la co-construcción de mecanismos de aplicación del conocimiento para solucionar problemáticas actuales que sobrepasan los límites de los espacios universitarios. Consideramos que es importante seguir fortaleciendo este ejercicio de vinculación comunitaria y colaboración respetuosa a fin de integrar conocimientos académicos y de visibilizar los saberes y conocimientos ancestrales que forman parte del legado de la cultura totonaca.
Bibliografía:
Aguirre, P. (2010a). Estrategias de consumo: qué comen los argentinos que comen. CIEPP-Miño y Dávila (eds). Buenos Aires
Aguirre, P. (2011). Reflexiones sobre las nuevas formas del hambre en el siglo XXI: la obesidad de la escasez. En: Boletín Científico Sapiens Research, Vol. 1 (2), pp. 60-64
Shamah-Levy T, Romero-Martínez M, Barrientos-Gutiérrez T, Cuevas-Nasu L, Bautista-Arredondo S, Colchero MA, Gaona-Pineda EB, Lazcano-Ponce E, Martínez-Barnetche J, Alpuche-Arana C, Rivera-Dommarco J. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 sobre Covid-19. Resultados nacionales. Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública, 2022. ISBN: 978-607-511-222-0 https://www.insp.mx/resources/images/stories/2022/docs/220801_Ensa21_digital_29julio.pdf
Velázquez-Galindo, Yuribia 2021 “La comida de pobre. Relaciones de poder, memoria, emociones y cambio alimentario en una población del origen indígenas” en Contribuciones desde Coatepec. Revista de Humanidades. Publicación semestral de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México, México. Nueva época, número 34, enero- junio 2021 pp 26-42 ISSN-18700365
https://revistacoatepec.uaemex.mx/article/view/16095
Velázquez Galindo, Yuribia 2020. Transferencias monetarias condicionadas, colonialidad y cambio alimentario en pueblos de origen indígena . Graffylia, 4(8), 80-94. Recuperado a partir de http://rd.buap.mx/ojs-dm/index.php/graffylia/article/view/482.
Velázquez-Galindo, Yuribia y Gabriel Peralta Tania Citlalli, 2019 “Alimentación tradicional
indígena y nutrición. Un estudio de caso”, Mirada Antropológica, BUAP, México, Año/Vol. 14, No. 17, 2019, pp. 101-118. ISSN: 1870-4689
Retrieved from http://rd.buap.mx/ojs-dm/index.php/mirant/article/view/30
Palabras clave:
Alimentación indígena, Comunicación de la ciencia, vinculación comunitaria, responsabilidad universitaria
Resumen de la Ponencia:
En la presente ponencia pretendemos analizar algunos discursos que atraviesan la pandemia global de COVID-19 y que tienen que ver particularmente con el ámbito de la alimentación. En segundo lugar queremos problematizar el concepto de “nueva normalidad” para avizorar de que forma el pueblo originario ngigua en el estado de Puebla viene haciendo frente a los embates de la Modernidad capital, patriarcal y colonial expresada en la implantación de un imperialismo energético instalado en los cuerpos, discursos y procesos que cercan la posibilidad de construir utopías concretas desde una autonomía energética y alimenticia. Para ello tomamos como ejemplo la relación milenaria que han establecido nuestras comunidades para comprender el ciclo agrícola a través de la mirada de las hormigas, seres sagrados dentro de la cosmovisión mesoamericana ngigua. Al tiempo, queremos brindar herramientas para reflexionar la idea de fermento utópico que las cocinas endémicas abrevan a la hora de construir alternativas al avasallaje de la Modernidad sacrificial y genocida asida a los proyectos extractivista de la vida y el territorio.Resumen de la Ponencia:
El pueblo qom es uno de los pueblos originarios más numerosos del norte de Argentina. En el pasado, su subsistencia dependía de la caza, la pesca y la recolección de frutos. Actualmente, habiendo sido forzados a participar de la economía de mercado, habitan en ecologías que van desde lo rural hasta lo urbano. Como consecuencia, cambiaron las formas de adquirir el alimento y de alimentarse. Dado que las familias se encuentran por debajo de la línea de pobreza, es necesario y urgente comprender la construcción del proceso de alimentación en poblaciones indígenas en transición.En el contexto del Programa de Ecología Reproductiva del Chaco Oriental, desde el año 2012 se trabajan con investigaciones de tipos mixtas, donde la triangulación de métodos etnográficos son determinantes para el estudio sobre el significado de la alimentación y las prácticas sociales en torno a ella. Aprendimos que en contextos peri-urbanos la alimentación es alta en carbohidratos y grasas, industrializada y baja en alimentos tradicionales. La mayoría de los infantes qom son alimentados con lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y luego lactancia prolongada hasta los 3-4 años. La alimentación complementaria consiste en alimentos ricos en carbohidratos, de escaso valor nutricional, como la sopa colada de arroz, el pan, la torta frita y los palitos salados de maíz. El análisis cualitativo da cuenta que, por ejemplo, los palitos de maíz son provistos a los lactantes para su consumo cuando enferman, porque se los considera “livianos” y apetecibles. El género del niño/a influye en la significación de la alimentación: los varones se alimentan para tener “fuerza”, mientras que las niñas para “crecer”. A su vez, estas significaciones se corresponden con los roles de género productivo y reproductivo, respectivamente. Como es común en la mayoría de las sociedades, son las mujeres quienes se encargan de la alimentación de sus hijo/as. El cambio en el estilo de vida ha afectado muchos aspectos de vida familiar y las relaciones internas y externas. La alta concurrencia a los comedores comunitarios generó perdida de la comensalidad familiar durante la comida principal. Frente a la inseguridad alimentaria se lleva a cabo comensalidad extendida, donde varias familias se juntan a compartir la comida. Un análisis cualitativo de esta práctica nos enseñó acerca de mecanismos de reciprocidad y sociabilidad en estas comunidades.En conclusión, este trabajo refleja la importancia de la utilización de una combinación métodos etnográficos de larga data, con presencia y retroalimentación de la comunidad, para ampliar la mirada de estudios alimentarios. Durante estos años de trabajo, aprendimos sobre la construcción del concepto de alimentación y las diferentes maneras en que ésta está condicionada por el contexto socioeconómico, cultural y político.Resumen de la Ponencia:
O Brasil foi descoberto pela expedição de Pedro Álvares Cabral em abril de 1500 e em 1530 foram criados as primeiras áreas de povoamento da coroa portuguesa, denominadas capitanias hereditárias, como modelo de organização política e ocupação territorial. As primeiras mudas de cana-de-açúcar colhidas em Portugal em meados do século XVI. Os portugueses dominavam as técnicas de plantio, produção e comercialização do açúcar, pois antes de plantar no Brasil, produziam na Ilha da Madeira e nos Açores (colônias portuguesas). O ciclo do açúcar foi um período da história do Brasil Colonial compreendido entre os séculos XVI e XVIII. Os portugueses encontraram no território brasileiro, áreas adequadas para o plantio de açúcar, conhecido como ouro branco, produto que representou a primeira grande riqueza agrícola e industrial do Brasil, formando a base econômica da colônia e uma elite canadense de grande influência junto ao coro português. Esse período continuou com a valiosa contribuição da mão de obra para a manutenção de uma das maiores atividades agrícolas do mundo ocidental na época. Com o crescimento da produção de cana-de-açúcar, Pernambuco e Bahia, estados do Nordeste brasileiro, se tornarão centros da vida política, religiosa, social e econômica. Entre as influências do hibridismo luso-brasileiro se espalhou para a arte da medicina no Brasil, e como resultado surgiu no Nordeste brasileiro um protagonista chamado “Alfenim”, fruto da miscigenação cultural, encantando gerações de artesãos e turistas. Este confeito tem como ingredientes: água, lima e açúcar, misturados e levados a lume médio na ponta do fio grosso, Ainda assim, é depositado sobre uma superfície fria de mármore e assim como o esforço físico para empurrar e empurrar a massa, desde que seja passada a característica opaca para abrir a rolha. Eles ainda vêm fazer dois arabescos em formatos de flores, cachimbo, pombo, galinha colidindo, sapatinho, chave, ou seja, apresentados de diferentes formas, de acordo com a preferência do cliente. Pode ser carregado com cores diferentes, para seduzir ainda mais crianças e adultos. Oferecido como presente para convidados em batizados, primeira comunhão, casamentos, mas principalmente como item obrigatório nas barracas de ruas nas festas religiosas do Nordeste, como símbolo da fé católica do homem, abençoado com os doze gostos da infância e da natureza generosidade. Cabe às mulheres com seus mais hábeis, guardar ou saber da confecção de Alfenim por gerações, perpetuando doze tradições do ciclo da cana-de-açúcar, como elemento agregador e identitário da cultura canadense no Brasil. O Alfenim é um queridinho que carrega a alma do povo, renova a tradição de dois ancestrais com sabor de saúde e respeito pela cultura alimentar.Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia muestra los primeros acercamientos a los chontales de Tabasco, autonombrados yokot’an, a partir de la observación de las fiestas patronales. El registro de campo se llevó a cabo en diferentes lugares de Nacajuca, Jalpa de Méndez y Comalcalco.
Algunos componentes como la comida, el idioma, la cosmovisión, los procesos históricos, entre otros, nos permite hablar de la región de tradición yokot’ an, por ello se recurre a diversos aspectos de la cultura para identificar tanto la identidad como las regiones histórico culturales de Tabasco.
Introducción:
El objetivo de este texto es analizar a través de las manifestaciones religiosas aquellos elementos que generan identidad, entre ellos, la comida y la ritualidad asociada a las fiestas patronales, con el fin de analizar si existen elementos que puedan caracterizar a esta área como una región histórico cultural. La Chontalpa, la región conocida en Tabasco como el lugar habitado por chontales[1], a la llegada de los españoles ha movido, a lo largo del tiempo, sus límites desde el siglo XVI hasta el XVIII, ejemplo de ello son los pueblos que aparecen en las Relaciones Histórico Geográficas del siglo XVI.
Si bien en la actualidad podemos encontrar la mayor concentración de chontales en los municipios de Nacajuca, Centro, Centla, Macuspana y Jonuta es importante mencionar que éstos no llegan a más del 50% en relación a la población total en términos absolutos; sólo en términos relativos hay algunas poblaciones en Nacajuaca, Centla, Centro y Macuspana que tienen más del 50% de su población que habla la lengua indígena yokot’ an. Los municipios como Jalpa de Méndez o Comalcalco, no representan ni el 1% de la población total. Por lo que delimitar ésta región, a partir de los parámetros lingüísticos, no es viable. Además, considerando todos los movimientos de población desde el siglo XVI, pasando por los nuevos colonos españoles, una que otra familia extranjera asentada en Tabasco durante todo el proceso virreinal y hasta el siglo XIX, los movimientos poblacionales en el siglo XX principalmente de personas del interior de la república, les ha dado nuevos matices a los pueblos asentados previamente antes de la llegada de los españoles. Además, con la modificación de la constitución en 2019 en donde se reconoce a la población afromexicana, en Tabasco hay registro de población afromexicana, por lo que hablar tan sólo de una lengua como forma de delimitar la región es insuficiente. Hay que observar a otros factores que pueden hacer de este estado, y en particular de la región de la Chontalpa, una región histórica pluricultural. Es importante señalar que, en esta diversidad, muchas de las adscripciones identitarias, son vinculadas a las actividades laborales como petroleros, ganaderos, agricultores, campesinos, empleados, etc., un sinfín de pertenencias identitarias que pareciera que entre sí no se reconocen más que como mexicanos y/o tabasqueños. Debido a tal diversidad de pertenencias, se optó por acercarse a la región a partir de la etnografía de las fiestas patronales considerando los aspectos identitarios, rituales y culinarios. Fue interesante ver cómo, en estos espacios, las pertenencias identitarias si bien no se diluyen, si confluyen en un solo fin, la de festejar al Santo Patrono. Así encontramos, en la iglesia una serie de personas con diferentes actividades y posiciones socioeconómicas en las que se unían para hacer la fiesta de la mejor manera posible.
[1]Autodenominados yokot’ an
[1]Autodenominados yokot’ an
Desarrollo:
El trabajo de campo antropológico se realizó en localidades de Nacajuca, Jalpa de Méndez y en la localidad de Comalcalco, durante cortas estancias en el año 2022. Para la investigación se realizó registro etnográfico a través de la observación, las entrevistas a los algunos de los organizadores y el registro fotográfico.
Por lo general la fiesta da inicio, nueve días antes del onomástico del santo a celebrar, y a lo largo de esos nueve días las actividades se van intensificando poco a poco para culminar en el festejo del santo. Aunque Comalcalco comienza con un mes antes, desde el 15 de abril al 1 de mayo, por la dinámica del ministerio eclesiástico. Inicia con la peregrinación del santo a las ermitas que atiende la parroquia y salen 4 réplicas de San Isidro Labrador a diferentes ermitas y/o casas.
En un inicio la fiesta comienza con las mañanitas, después se llevan la imagen del santo patrono a la casa, en procesión. Allí es recibida y colocada en el altar doméstico de la casa, en un espacio público. A las personas que acuden les invitan un pozol y dulce preparado con frutas locales, por la tarde la imagen es regresada al templo en forma de procesión pero con las “enramas” es decir la ofrenda que la familia otorga al santo. Días antes se realiza una enrama de los niños y uno o dos días antes se realiza “la gran enrama” en la cual dan a los participantes la bebida que consiste en pozol con dulce.
Las variables de éste evento hacen gala de la identidad local y de la forma particular de la cosmovisión; por ejemplo, en Guatacalca las personas después de llevarse al santo patrono, del cual hay dos réplicas que son las que visitan la casa de las personas, cada una de las familias realizan hacia la tarde un rosario y los vecinos acuden a llevar velas, ofrendas y demás dádivas a la imagen. Después de realizado el rosario dan agua de frutas o refresco y una comida a sus invitados. Por su parte, en el barrio de San Marcos, a esta acción le llaman cambio de flor, y la ofrenda además de los arreglos florales comprados previamente, dan otros bienes al santo como productos del campo como caña de maíz con su elote, calabaza, piña, cacao, etc., o animales de traspatio como guajolotes o pavos, gallinas y patos o, borregos. Por la tarde, la primera procesión matutina regresa a la iglesia y se celebra la misa de las 17: 00 horas y posteriormente, al finalizar ésta misa llega la segunda procesión realizándose la misa a las 19:00 horas. Así el santo es festejado durante los 5 días consecutivos. Posteriormente, las actividades se intensifican antes del onomástico, los grupos religiosos que allí se localizan son los actores principales en el festejo del santo y con ellos son ejecutadas las diferentes acciones. Estas actividades van desde arreglar el espacio para los invitados al festejo religioso hasta la preparación del pozol, el dulce y la comida que se dará entre los invitados. Dos o tres días antes se prepara la procesión para la “enrama infantil” y la “gran enrama” o de adultos.
El primero de ellos es el arreglo de la iglesia para proveer de espacios techados para la llegada de los peregrinos de las otras localidades, desde temprano arreglan la iglesia y crean techos para la misma, adornan al santo con flores, vegetación, telas y papeles los altares. Por ejemplo, en el barrio de San Marcos en Jalupa el festejo era el de una ermita, y si bien los rituales se ciñen a los cánones católicos, las organizaciones de los grupos religiosos eran más autónomo o con más libertad por parte del sacerdote ya que él, si bien llegaba a bendecir las actividades como el preparado del pozol y de la comida ritual, su dinámica se centraba más en los ritos religiosos. Mientras que en Guatacalca, la fiesta patronal de San Marcos estaba organizada por el sacerdote, ya que antes de la llegada del sacerdote, las personas tenían autonomía en la fiesta como ocurre en el barrio de Jalupa. Las personas de Guatacalaca comentan que el “patrón”[1] de la iglesia era quien dirigía todos los rituales, pero desde que la iglesia se volvió parroquia se hicieron cambios para las actividades festivas, una de las personas que estaba en la iglesia comenta “ahora el padre pone a la orden de los feligreses las necesidades de la parroquia; para el caso de la feria nos invitó para apoyar con arreglos florales, por lo que contratamos personas para que realizaran los arreglos florales y llegaron las personas de Nacajuca para adornar con flores el altar del santo patrono”[2]. Aquí la comida fue elaborada por una familia y consistió en tamales que llevaron en la misa de las 12 del día el 25 de abril; además la misa de la tarde del 24 y 25 de abril se realizó a un costado de la iglesia en el área de la cancha de básquet que está a un costado del parque central, acondicionándose con todos los elementos litúrgicos propios del dogma católico. Mientras que, en Comalcalco, al ser cabecera municipal las personas de los grupos ya tenían una sincronía con los párrocos y, la dinámica era clara, los diversos grupos religiosos estaban bien organizados, ya que la magnitud de la enrama es mucho más grande y amplia, en todos los sentidos. Aquí los arreglos previos tienen que ver no sólo con los devotos católicos que conforman los diferentes grupos religiosos, sino también con el municipio ya que se coloca una gran carpa en el parque central para la realización de la misa y, a los lados, las carpas de alimentos que se venden para recaudar fondos para la iglesia y los estantes de la bebida de pozol y dulce, que darán de manera gratuita el día de la enrama grande, es decir el 15 de mayo. Además del apoyo, por parte de tránsito municipal. La comida se limita a los grupos participantes y no a toda la población como en las otras localidades, lo que no deja de haber es el pozol y el dulce que se coloca frente a la iglesia, en el parque central y es para toda la población, al igual que en las calles por donde se realiza la procesión.
La bebida en común en estas tres localidades es la bebida del pozol y el dulce elaborado con azúcar de caña y/o panela que se regala a las personas que acuden a la misa de 10 y 12 del día, el 24 y 25 de abril. Se notó que cada localidad tiene los dulces preferidos para ofrenda, señalando sus razones del porqué ofrendar ese dulce y no otro. Por ejemplo, en el barrio de San Marcos en Jalupa señalaban que el dulce de limón real era el que siempre daban y ese era el tradicional; mientras que en Guatacalca deban a la población de papaya chica y de coco con panela; finalmente en Comalcalco al ser una localidad con gran población el día de la gran enrama dio dulce de coco que para la logística era más fácil y además era el que se acostumbraba a hacer, aunque este se terminó temprano.
Otro de los alimentos es el caldo de res con verduras conocido como puchero[3], realizado en el barrio de San Marcos en Jalupa para el día 24 de abril mientras que el mondongo de res[4] se realiza el día 25 de abril y se invita a las personas que están más en la organización del festejo. También en el proceso se prepara bisteces de res a la mexicana (con tomate cebolla ajo y chile) como desayuno para las cocineras el día 24 de abril, es decir que los alimentos son importantes en diversos ámbitos de la celebración.
En Guatacalca la comida para la población en general, otorgada el 25 de abril, es organizada por una familia y su grupo inter e intra familiar otorgando tamales, los cuales también se usan en otros rituales como todos santos durante el mes de noviembre. Sin embargo, anteriormente la comida se hacía en términos comunitarios y se pierde esta actividad al ser este templo parroquia, es decir que hay un sacerdote residente el cual brinda sus servicios a las demás ermitas de los alrededores, teniendo su propia jurisdicción de evangelización. Lo que observé fue que las cocineras que están en la casa del sacerdote realizaron mondongo y eso se les daba a los que participaron en las actividades organizativas y en la procesión.
Hay que recordar que, en los rezos realizados en honor al santo, los anfitriones otorgan alimentos a los asistentes por lo que ocupan a su red intra e inter familiar para la elaboración de los mismos. En una de las casas optaron por realizar Uliche, comida ritual realizada no sólo para estas fechas sino para el festejo de todos santos; sin embargo, los alimentos otorgados en los rezos son tan variables porque dependen de cada una de las familias. En Comalcalco la comida ritual se circunscribe sólo a los organizadores de la fiesta, por lo que las comisiones organizadas, a partir de los diversos grupos religiosos adscritos a la iglesia, son los que degustan estos platillos, desapareciendo la comida para la población en general.
Ahora bien, ¿qué implicaciones rituales tiene el pozol y el uliche?. Es importante mencionar que estas comidas tanto el pozol como el Uliche, son productos derivados del maíz sin embargo en las preguntas vinculadas a las personas del porqué se realizan estas enramas me decían que era para el santo y pedir protección, sin embargo, en otra entrevista, en el pueblo de Olcuatitan, Nacajuca encontré una leyenda asociada al maíz y las semillas del cacao. El Sr. Martiliano me comenta que esta leyenda es la explicación del festejo de la Santa Cruz, la cual omito por el espacio reducido de dicho texto.
Otro de los rituales que encontré es un mito registrado por Ernesto Ramírez Muñoz, entre los zoques de Ocotepec Chiapas, relativamente cerca a Tabasco. Esta leyenda hace referencia a El rayo ciego donde explica cómo los animales querían romper una gran montaña llena de comida. Mientras que los hombres zoques de diferentes localidades también acuden al igual que los hombres de Tabasco. Los objetos que toman los hombres en el mito tiene relación directa con sus actividades o con la forma de vida que cada pueblo tiene (Ramírez Muñoz & Hernández García , 2022).
Es a partir de estas dos narraciones, que podemos encontrar dos aspectos importantes 1) el sentido del porqué ofrendar diversos alimentos a través de las enramas, el cual explica la primera narrativa realizada por el Sr. Martiliano del pueblo yokot’an y 2) los alimentos que, desde la perspectiva zoque, los tabasqueños consumen cotidianamente: el maíz y el cacao. Mientras que ambas narrativas, en términos de cosmovisión vinculado a los alimentos, se considera que los frutos de la tierra se formaron con las partes del cuerpo que los dioses primigenios dieron a los humanos, de la semejanza de los frutos de la tierra con las partes del humano; esto también evoca a que los humanos están hecho a semejanza de los dioses. Además, en ambas narrativas, se encuentra que el cacao tiene atributos femeninos, en versión joven como doncella o en versión adulta como anciana, sólo que entre los yokot’ an es muy específica la narrativa que señala que es una parte del cuerpo de las doncellas; mientras que, en la versión zoque, el cacao se conforma por todo el cuerpo de la anciana. Por su parte el maíz se genera de los dientes y el cabello de los númenes originarios y si se pone atención en las citas de más abajo, el grano de maíz tiene pezón, como el humano.
Es importante mencionar que tanto el cacao como el maíz han sido alimentos desde antes de la llegada de los españoles y también han sido registrado desde las primeras etapas de la llegada de los españoles, en el siglo XVI. Al respecto de las bebidas preparadas en el siglo XVI, las Relaciones histórico - geográficas de la provincia de Tabasco tienen un registro de ello, ver (Garza, Izquierdo, & León, 1988, págs. 41-42). Otra de las referencias vinculados al maíz y al pozol se encuentra en la Relación de las cosas de Yucatán registrado por Fray Diego de Landa, (1997, pág. 43). En estas dos citas podemos encontrar diferentes aspectos que nos hablan tanto de las técnicas de preparación como de los ingredientes del pozol y de otras bebidas que se acostumbraban a tomar en la región maya señaladas en las Relaciones histórico -geográficas de la provincia de Tabasco y en las Relaciones de las cosas de Yucatán. Una de las técnicas a mostrar en la primera cita es la técnica del moler que si bien no describe el cómo se hace, sí menciona la técnica culinaria y el utensilio, para el caso las piedras de moler. Otro aspecto a retomar en la primera cita son los procesos de preparación ya que hace referencia uno de ellos es a) el “mixturizado con masa” es decir que se mezcla tan bien el cacao con la masa de maíz que éstos ingredientes están bien incorporados; b) el “brebaje algo espeso” referido a las preparaciones de la bebida de masa de maíz con cacao; c) “maíz cocido”… a manera de “poleadas” …muy “desleído y hecho casi agua”, en esta parte de la cita se hace referencia no sólo al tipo de cocimiento de la bebida sino también de la forma de preparación del maíz, es decir en “harina” y disuelto en agua, pero también menciona que se hace “acedo para beber con las calores” es decir que, dejan que este maíz se ponga agrio, se fermente y se toma para refrescar el cuerpo, considerando el calor que se eleva en el trópico tabasqueño. Mientras que en la segunda cita da más elementos de las técnicas de procesamiento del maíz a) “echan el maíz a remojar en cal y agua una noche antes con el cual al día siguiente le quitan el hollejo y pezón” en esta parte de la cita mencionan la cal como elemento principal para la limpieza del maíz, al igual que la anterior señalan la molienda y que se disuelve en agua la masa y el cacao, pero hay un elemento más, b)son los utensilios que se usaban para consumirlo en este caso pudiera ser la jícara. Esta segunda cita menciona también c) una técnica de cocimiento del maíz molido a manera de atole cuando mencionan lo siguiente “de lo más molido sacan leche y la cuajan al fuego y hacen como poleadas por las mañanas y que beben caliente”. Otra técnica de cocimiento y de preparación del maíz es d) el tostado de maíz desleído en agua aderezado con pimienta y cacao. Finalmente, otra bebida que se preparaba de maíz y cacao es una que se usaba para las fiestas en la cual se hace una espuma, aunque no señalan que haya cocimiento, sólo hace referencia a la importancia de la espuma de esta bebida.
Ahora bien, estas técnicas de limpieza, cocimiento y preparación son muy importantes porque las bebidas como el pozol y el chorreado que es la masa deleída en agua con la espuma de cacao tostado y molido previamente disuelto en agua, se han encontrado en los pueblos yokot’ an pero además en otros pueblos mayas y en zonas como la Chinantla, en Oaxaca. Hay que señalar que un aspecto importante es que esta técnica de diluir la masa de maíz en líquido, esto se encuentra tanto en el platillo ritual del uliche como en la preparación de la bebida ritual del pozol. En el primero se disuelve la masa en el caldo del ave que se cocina mientras que, para la bebida, se disuelve la masa mezclada con caco en agua. Todo esto nos conduce a pensar que ambos alimentos, tanto el uliche como el pozol, son bebidas que tienen largo camino recorrido en la cultura yokot’an.
Otro aspecto importante a señalar en la bebida del pozol es la espuma que se genera en la preparación de la bebida, ésta es muy importante y también en la bebida “chorreado”, conocida así en Jalupa, que es el pozol blanco bastante desleído al cual le colocan la espuma realizada con cacao disuelto con agua. Si bien no insistí en el significado de la espuma, si es importante para las personas que el pozol tenga espuma ya que además de ser “más sabroso” también tiene la connotación de ser una “bebida bien preparada”. Aunque entre los yokot’an no encontré una referencia a la espuma del pozol como fuerza vital que sí está entre los zapotecos y que es registrado por Galindo , Corkidi, Holguín Salas, & López López (2014), estos datos pueden darnos pistas para comenzar a explorar otros elementos de la alimentación entre los yokot’an. Finalmente, es importante mencionar que estos alimentos son usados también en las ofrendas dedicada a los muertos en el mes de noviembre, Gallegos Gómora y Armijo Torres (2014) señalan que el uliche o chulkab se traduce como “caldo bendito” y sólo se consume en “fiestas sagradas” (Gallegos Gómora & Armijo Torres, 2014), en ese sentido gran parte de la descripción que se menciona a lo largo del texto, apoya esta afirmación porque ambos alimentos se usan en épocas festivas.
[1] Se refiere a un especialista ritual que era quien sabía tanto el orden ritual y los detalles de los mismos para festejar al santo.
[2] Entrevista a la persona que hizo los arreglos del santo patrono San Marcos, Guatacalca Tabasco. 22 de abril de 2022.
[3]Es un caldo de res realizado con zanahoria, yuca, calabaza y elote, con una salsa de tomate, cebolla, ajo, aderezada con sal y cilantro
[4] Es caldo realizado con las vísceras de la res a la que se le conoce como menudencia guisado con chile de color, tomate, cebolla, ajo y verduras como zanahoria, yuca, calabaza y elote.
Conclusiones:
Observar otros aspectos de la población como la fiesta patronal en Guatacalca y Comalcalco y, la fiesta del barrio de San Marcos en Jalupa ponen en el centro diversos elementos culturales, como la extensa red organizacional tanto de la parroquia como de la ermita. Esta red organizacional está compuesta por todos los grupos religiosos adscritos a estos espacios. Así, todo este conjunto de personas, encauzados por la fe religiosa, mueven no sólo ofrendas, las cuales pasan a ser bienes del santo, sino que se teje todo un entramado a partir de diversos trabajos y actividades que realizan los grupos religiosos adscritos a la parroquia o ermita. Todos tienen como finalidad rendir culto y tributo al santo al que tienen devoción. A lo largo del año las personas van preparándose para este evento, y es a partir de los grupos religiosos que se crean diversas comisiones para el festejo del santo. Si bien, en términos amplios, toda la festividad evidencia la fe y devoción religiosa, hay otros aspectos como el intercambio y la reciprocidad, que también se generan y crean vínculos entre las entidades no humanas y las personas y, entre las personas, tanto a nivel interno como externo. A nivel interno se observa entre los grupos religiosos que allí conviven mientras que, a nivel externo se hace entre los grupos religiosos de la iglesia anfitriona y las comunidades religiosas de otros pueblos que acuden a visitar al santo.
Además, el festejo del santo genera un sentido de pertenencia identitaria no sólo con relación al santo, el cual tiene agencia -que hace que provea a las personas del bienestar necesario para el día a día-, sino también con el territorio que habitan. Un ejemplo de esto último lo observé al acudir al barrio de Jalupa y hablar con el coordinador de la ermita quien en sus inicios me permitió observar la fiesta, pero en la medida en que estuve más tiempo y comencé a profundizar las entrevistas, las personas comenzaron a cuestionar quien era y como fuereña, no debía realizar tantas preguntas ni observar la fiesta por lo que la principal excusa fue que el sacerdote no había dado “permiso” para estar observando la fiesta. Después de que el sacerdote supo de mi presencia, las personas siguieron cuestionando mi quehacer, sin embargo, lo más evidente es que no era de allí, no tenía el arraigo ni compartía elementos con ellos, por lo que noté que parte de esta identidad tiene como referencia el ser de ahí, el que conozcan a la familia y que haya parte de estas relaciones establecidas con la población local.
Sin embargo, en esa diversidad de adscripciones identitarias, todos tienen cabida tanto los campesinos, comerciantes, como los ganaderos, empleados, etc., los cuales llevan con fe y devoción sus oblaciones siendo de las más diversas que van desde productos agropecuarios como cacao, piña, maíz, pavo, patos, gallinas, borrego y bovinos pasando por productos de abarrotes como pastas, jabón, escobas hasta bases de cama, entre otros; siendo la iglesia el centro nodal de la identidad. Esta diversidad de productos recibido por medio de la “enrama” es vendido entre la misma población a un costo menor. El dinero recolectado es el que se usa para el mantenimiento de la iglesia.
Rubio por ejemplo señala para las enramas observadas en Comalcalco y otras localidades de Tabasco, que
“Un aspecto que es necesario resaltar de estas fiestas es el doble sentido que conllevan los actos religiosos. Si bien, por una parte, las celebraciones son verdaderas manifestaciones de fe a los santos patronos de los pueblos, por otro, constituye evidentes ritos populares de orden público y masivo asociado con la producción. El papel central que juega la entrega de las llamadas “enramas” así lo testifica. Es probable que en el pasado la “enrama” fuera tan sólo el conjunto de oblaciones que los campesinos tributaban a la imagen en agradecimiento de los favores dispensados por los santos siendo, así, un rito de tipo estrictamente agrícola. Sin embargo, en nuestros días, la “enrama” tiene una acepción más amplia, que incluye todos los obsequios que ganaderos, comerciantes, pescadores y campesinos llevan a la iglesia para reverenciar a su santo patrón”. (Rubio Jiménez, 1995, págs. 185-186)
Otro aspecto importante de la ritualidad, es hacer evidente los procesos de reciprocidad e intercambio que se dan en los diferentes momentos de ambas fiestas en honor a San Marcos. En términos amplios se observa que la reciprocidad y el intercambio se da entre el numen católico y sus devotos, al ofrecerle diferentes dádivas, a partir de las enramas y diversas ofrendas como alimentos, copal -conocido localmente como estoraque-, flores, cohetes, música, danza, esfuerzo físico, etc.-, éste proporcionará abundancia y protección en los diversos ámbitos de la vida del hombre. Un segundo tipo, se establece entre las localidades, es decir, entre el pueblo anfitrión que festeja el santo y los que visitan a ese pueblo, ya que los primeros reciben a sus invitados con pozol y dulce, mientras que los segundos ofrendan al santo a partir de las enramas; esto conlleva a que los anfitriones en un momento dado acudirán a la fiesta de las ermitas que festejen su santo, generando así una relación de intercambio y reciprocidad, que se da a lo largo del año. Un tercer tipo es el que se efectúa entre los pobladores cuando se organizan, a través de los diversos grupos religiosos, para la preparación de la comida o las diversas actividades que se harán para el festejo del santo esto implica una red de relaciones entre los feligreses que acuden a la iglesia y finalmente; el cuarto tipo es el que se lleva a cabo entre los parientes consanguíneos, rituales o, con los vecinos y consiste en el apoyo para la elaboración de los alimentos para el festejo del rosario, en el caso del pueblo de Guatacalca; o la preparación de pozol y dulce en el cambio de flor, en el barrio de San Marcos en la villa de Jalupa. Este proceso de intercambio y reciprocidad otros autores lo han observado entre los grupos indígenas (Good Eshelman, 2009).
Por otro lado, encontramos que la cosmovisión, ya está tocada por los preceptos cristianos, sin embargo, al hacer una revisión en otros pueblos tanto de la región yokot’an como de los zoques de Chiapas, encontramos fragmentos de esta cosmovisión asociada a los alimentos que consumen mayoritariamente tanto los yokot’an o chontales de Tabasco y el grueso de la población tabasqueña, el cacao y el maíz.
Se consideran elementos primordiales que, en una de las narrativas, son parte del cuerpo de las entidades no humanas, creadoras de lo que hay en la tierra para la alimentación de los hombres. Mientras que, entre los zoques, son alimentos que tomaron los tabasqueños por llegar tarde al cerro del mantenimiento, roto por el señor del rayo.
También se puede observar que éstos alimentos, en su preparación, tienen una larga data que aparece tanto en códices como en algunas crónicas del siglo XVI.
Así, ya sea por la creencia cristiana, donde los santos patronos cumplen el papel de benefactor de los humanos y los animales o, por la cosmovisión yokot’an o zoque, las festividades se realizan para el agrado a los dioses donde el intercambio y la reciprocidad están presentes.
Más allá de esta dinámica de intercambio y reciprocidad, que se observa en primera instancia, habrá que preguntarse si las personas realizan todas estas actividades con otro fin, es decir generar interdependencia por una parte, y lo que Magazine llama subjetividad activa, es decir para “indicar que lo que producen no es sólo acción en los otros, sino también un estado subjetivo que consiste en estar dispuesto a ejecutar dicha acción. No sobra decir que esta producción no se refiere a controlar a las demás personas: la acción producida pertenece al actor, no al productor. El primero requiere de alguien más para verse impulsado a actuar, pero, y una vez que lo decide es porque lo desea.” (Magazine, 2015, pág. 21). En ese sentido, parte de esta interdependencia y la reciprocidad, estaría en el generar que las personas sean partícipes de las diferentes fiestas por el hecho mismo de participar y colaborar de manera interdependiente y no desde la individualidad sino desde la colectividad, en el “trabajar juntos”. Así, cabría la posibilidad de preguntarse si, la colectividad diluye lo individual, el prestigio y los límites comunitarios; o parte de este accionar -en torno a las fiestas de barrio o patronales- hacen gala del trabajo individual, del prestigio social y de los límites de una comunidad. Realmente, queda mucho por trabajar en las fiestas patronales en esta región.
Bibliografía:
de la Garza , M., Izquierdo , A., & León , M. (1988). Relaciones Histórico Geográficas de la Alcaldía Mayor de Tabasco. México: Representación del Gobierno del Estado de Tabasco en México.
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Palabras clave:
Fiesta patronal, Chontales, Tabasco
Resumen de la Ponencia:
La presente revisión literaria tiene por objetivo evidencias aspectos de la soberanía alimentaria de los saraguros a través de un recorrido histórico a través de tres periodos que son representativos debido a los cambios culturales experimentados. Los insumos consultados son de carácter etnohistórico, así como del carácter agrícola y ecológico del territorio en el que hoy se encuentran las comunidades saraguras. El resultado evidencia una falta de información atinente a la alimentación, sin embargo hay una abundante referencia bibliográfica para el periodo contemporaneo. La soberanía alimentaria saraguro está en un proceso de resistencia en el que se mantienen aún dietas asociadas a la producción agrícola de las chackras y la elaboración de platillos tradicionales como son las sopas y los caldos, las tortillas y el mote. Dar cuenta de la soberanía alimentaria saraguro es una respuesta política ante la introducción de alimentos ultraprocesados y frente al cambio cultural.Resumen de la Ponencia:
Este trabajo visibilizará la producción ancestral de sal de manantial o sal de montaña en la región de la Mixteca en el estado de Puebla, México, particularmente en las comunidades Zapotitlán, Xicotlán y Chila de la sal. Esta producción de sal data de dos mil años atrás y toca las aristas más importantes de estas comunidades: la organización social y la división del trabajo; la cultura, la tradición y el saber-hacer; el acceso a los recursos naturales y los sistemas de producción local; la cultura y las fiestas. Las preguntas guías son: ¿Qué instituciones permiten a los productores de sal la formulación de consensos basados en cooperación con el fin de evitar el conflicto y promover una agenda común? ¿De qué forma las prácticas sociales y laborales en la producción de sal han dotado a los productores de la región de un amplio sentido de identidad territorial? Para ello se realizó trabajo con fuentes escritas y orales mediante la investigación de gabinete y el trabajo de campo etnográfico desde 2020 a la fecha. Se utilizaron las herramientas siguientes: historias de vida, entrevistas a profundidad, diario de campo, observación participante y un amplio registro documental y fotográfico. Las categorías que se desarrollan son: territorialidad, desarrollo territorial, organización rural, sistemas productivos locales y sellos de calidad. Lo anterior es analizado bajo el enfoque de los Sistemas Agroalimentarios Localizados, para poder establecer los eslabones de la cadena productiva de la sal desde lo comunitario hasta lo global.Resumen de la Ponencia:
El gusto por el sabor dulce parece ser un rasgo innato en los seres humanos, que fue seleccionado en ambientes donde los azúcares simples eran escasos, como una fuente energética de rápida utilización. Sin embargo, en los dos últimos siglos, el azúcar se ha convertido en sobreabundante, constituyéndose junto a otros factores, en condicionante de diferentes enfermedades crónicas, como el exceso de peso, la diabetes, entre otras. Si bien existen diferentes endulzantes, la Stevia se propone como un cultivo ancestral con propiedad edulcorante no-nutritivo natural, como reemplazo del azúcar.Se pretendió entonces, indagar uso, hábitos, nivel de agrado y preferencias relativo al consumo de endulzantes, con foco en el consumo de Stevia en sus distintas presentaciones.Se realizó un estudio descriptivo y transversal sobre una muestra casual de estudiantes, docentes y no-docentes de la Universidad Nacional de Lanús (n=236), durante 2020-2021, a quienes se aplicó un cuestionario auto-administrado, diseñado y elaborado ad-hoc. Se indagó sobre conocimiento, uso, valoración, nivel de agrado y posicionamiento por atributos de endulzantes naturales y artificiales.Los edulcorantes artificiales y el azúcar se encuentran entre los endulzantes más conocidos por los encuestados (91.1 y 90.3 % respectivamente), seguidos por la miel (86%) y la Stevia (80.9%). El consumo ocasional de azúcar (89%) predomina sobre el de edulcorantes artificiales y miel (83.5% cada uno de ellos), seguidos por Stevia (68.2%). El consumo habitual de azúcar fue del 54% mientras que el de Stevia, 24%. La variedad de Stevia que predomina en el conocimiento (83.8%) y uso (60.7%) es en polvo, seguido por la versión líquida (conocimiento 66.5%, uso 42.9%). El producto en hojas es conocido por el 46.1% de quienes conocen Stevia, y utilizado por un 25% de sus consumidores habituales. Entre quienes usan habitualmente Stevia, el 94.6% la utilizan en bebidas, mientras que el 35% en comidas. Cuando se analiza la valoración de la Stevia en consumidores habituales el 71% presenta una apreciación positiva del edulcorante, y 23% regular, y el 7% negativa.En el posicionamiento por atributos ningún endulzante se destaca por su capacidad diferencial para capturar atributos. La Stevia se apropia de atributos vinculados con la salud en código urbano, saludable en general, no engorda, no es adictivo, es eficaz contra la diabetes. Su presentación en hojas agrega y valora el cuidado del medio ambiente asociado probablemente con la ausencia de procesos industriales. Los resultados indicarían que si bien la Stevia es conocida y apreciada por sus atributos, el consumo habitual es bajo. La primacía del azúcar por sobre el resto de los endulzantes podría responder a cuestiones de hábitos, que influyen en el consumo real de las personas. Además, su relativo bajo costo, condiciona las elecciones alimentarias individuales y familiares.Resumen de la Ponencia:
Alimento asado a base de harina de maíz, el Cobu es considerado un pla refleja la identidad del municipio de Gouveia, en el Estado de Minas Gerais, Brasil, se remonta a los antiguos esclavos de la región. Su receta se compone de ingredientes fácilmente accesibles, y su proceso de elaboración es artesanal y casero. Gouveia es también conocida como la tierra del Cobu – diversos comercios llevan este nombre. Este trabajo busca desvelar las memorias y sociabilidades acerca de la preparación y consumo del Cobu entre aquellos que elaboran la quitanda. Así como recopilar y describir los modos de hacer el plato. Investigación etnográfica fue realizada a partir de siete entrevistas concedidas entre noviembre de 2019 y marzo de 2020 (muestra por conveniencia), con personas productoras de Cobu (seis mujeres y un hombre), mayores de 40 años, el método utilizado fue el Análisis de Contenido de Bardin. Aprendido desde la infancia con sus madres, los deponentes relatan sensaciones de bienestar (felicidad, alegría y placer) mientras lo preparan, asociándolo a las memorias gustativas y afectivas (aromas y sabores relacionados a recuerdos positivos de la infancia, de los abuelos, de los padres y parientes). Entre las razones que les han llevado a hacer el Cobu, la mayoría de los entrevistados afirmó ser debido al hecho de ayudar a sus madres, abuelas o algún pariente durante su elaboración. La mayoría relató hacer ajustes en la receta tradicional (harina de maíz, cuajada, huevos, panela) para mejorar su sabor y la aceptación. En la actualidad se han añadido nuevos ingredientes: el calabacín, el trigo, la mantequilla, el clavo, la sal y el queso (varía según el entrevistado). Todos siguen manteniendo el “reposo de la masa” base (mezcla de harina de maíz con la cuajada) por 24 horas; la forma de almohada de la masa final; y la utilización de la hoja de plátano (cortado en rectángulos) para el proceso de asar, existiendo diferenciación entre la relación al tipo de horno utilizado (de leña o gas). Hay que destacar que los cambios ocurridos en las recetas no fueron debidos a la falta de ingredientes tradicionales, sino por el dinamismo sociocultural que ha provocado una constante recreación, generando nuevos significados. A pesar de la inclusión de nuevos ingredientes y algunos cambios en el modo de preparar el Cobu, la quitanda continúa vinculada a los saberes y valores de los antepasados, lo que puede demostrar que la cultura alimentaria es constituida por un dominio en que la tradición y la innovación se complementan entre sí encontrándose imbricadas. Los relatos presentados han demostrados el vínculo entre la comida, la memoria gustativa y afectiva, y que la cultura alimentaria se presenta en constante movimiento.
Introducción:
O Cobu é um alimento tradicional simples, saboroso e de fácil preparação. Se assemelha a conhecida broa com a massa a base de fubá, embrulhada em folha de bananeira e assada no forno. O Cobu traz consigo mistura de sabores, conhecimentos e histórias. É também conhecido em algumas regiões do Brasil como: “João Deitado”, “Cabo de Machado”, “Cubu’’ e ‘’Pau a Pique” (Avelar, 2021; Avelar 2020; Rigo, 2007).Bonomo (2015) em seu estudo sobre o ofício das quitandeiras no estdo de Minas Gerais, Brasil, relata que elas consideravam o Cobu como o ‘’rei das quitandas’’, por ser visto como uma receita antiga e criada por escravos. No município de Gouveia, a história da origem da quitanda é associada à figura da portuguesa Maria Gouveia e os seus escravos chamados de “Cobus”. A autora também menciona que “eram os ‘Cobus’ hábeis no preparo de um bolo de fubá, enrolado em folhas de bananeiras, e cozidos em forno de barro” (Bonomo, 2014). Em outro estudo desenvolvido por Bonomo (2018) ela pontua que a receita básica do autêntico cobu vem da mistura de farinha de milho, coalhada, ovos e açúcar e que por ser um alimento muito calórico dava energia suficiente para os escravos exercerem o trabalho braçal imposto.Essa iguaria é, até hoje, muito apreciada pelos moradores de Gouveia, assim como também por visitantes. A sua receita é composta por ingredientes de fácil acesso, sendo o seu processo de fabricação artesanal e caseiro. Por onde anda, o gouveiano costuma ser identificado também como “Cobu da Gouveia”.O município de Gouveia, que também é conhecido popularmente como “a terra do cobu”, é uma cidade pequena que pertence a Macrorregião do Jequitinhonha do interior de Minas Gerais, no Brasil.. Além da sede, o município conta com mais oito distritos. De acordo com o Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), a população estimada do município é de 11.818 habitantes.Vários estabelecimentos comerciais como supermercados, lojas de móveis e calçados, marcenarias, borracharias, oficinais mecânicas, autoescolas e entre outros em Gouveia têm o nome de Cobu. Existe também a tradicional festa da cidade, a Kobufest, que ocorre todos os anos, na segunda quinzena de julho. O evento conta com a participação de bandas locais, regionais e nacionais, barracas com comidas típicas e outras atrações.Gouveia é também reconhecida pelas festas religiosas, sendo umas das suas principais manifestações culturais. A principal festa religiosa católica, é a Festa de Santo Antônio, que se caracteriza por uma trezena em que há a entrega do pãozinho de Santo Antônio, este associado à crença de que o santo não deixa faltar alimento. Nas comunidades rurais as celebrações religiosas também ocorrem, tendo como diferencial a distribuição do Cobu na trezena. No passado havia grande quantidade de plantação de milho, com isso os moradores faziam o fubá e aproveitavam para fazer a quitanda. Muito apreciado, o milho é um alimento que se destaca por sua grande aceitação e adaptação às receitas européias desde o século XVIII. Como reforça Bonomo (2018, p.4) , “nas Minas Gerais dos oitocentos, ele ganhava preferência dos seus habitantes, ao contrário de outras regiões do Brasil, onde preferiam a mandioca”.O Cobu faz parte da cultura alimentar do município de Gouveia, e pode ser considerado um alimento identitário. Segundo Mintz (2001), nosso repertório alimentar expresso em hábitos, preferências, rituais culinários e adaptações culinárias, faz parte da identidade do grupo social ao qual pertencemos.O alimento e a comida trazem consigo a capacidade de aproximar pessoas, resgatar registros de memórias e deixar aquele momento de apreciação da quitanda ainda mais agradável. Como apontado por Stefanutti et.al (2018, p.2), “a comida provoca sentimentos, provoca emoções, provoca memórias. Comidas e memórias se convergem, se misturam, se tornam memórias gustativas”.Este trabalho buscou desvelar as memórias e sociabilidades relativas ao consumo do Cobu no município de Gouveia – Minas Gerais, assim como levantar e descrever os possíveis modos de preparo da quitanda.
Desarrollo:
Metodologia A pesquisa apresentada é fruto do trabalho de conclusão de curso de graduação em nutrição (TCC) de uma das autoras. Trata-se de um estudo etnográfico desenvolvido a partir de entrevistas com sete pessoas (amostra composta por conveniência), sendo cinco pertencentes ao núcleo central do município e duas pertencentes a comunidades rurais, tendo como critérios de inclusão: ser produtor/a de Cobu e ter idade igual ou superior a 40 anos.O roteiro da entrevista foi constituído por onze perguntas, as quais levantavam questões a respeito de quando e porque começaram a fazer o Cobu; a forma de preparação da receita (original ou adaptada); tipo de forno utilizado; acesso aos ingredientes; sentimentos e lembranças relacionados ao cobu e conhecimento relativo à história do cobu.As entrevistas (todas com contato prévio) foram realizadas nas residências dos participantess como também na residência de uma das autoras sendo essas realizadas entre 06 de novembro de 2019 a 10 de março de 2020.Todas as entrevistas foram gravadas em áudio pelo aplicativo Gravador de Voz, do aparelho celular da entrevistadora. As entrevistas foram transcritas, para melhor leitura, compreensão. Para análise das entrevistas foi utilizada a técnica de conteúdo de Bardin (2016).A pesquisa foi aprovada pelo Comitê de Ética em Pesquisa (CEP), da Universidade Federal dos Vales do Jequitinhonha e Mucuri/ Campus Diamantina -Parecer nº: 3.562.955, tendo seguido o estabelecido na Resolução nº 466/2012 do Conselho Nacional de Saúde.
Resultados e Discussão Os entrevistados
O entrevistado 01, é do sexo masculino, pertence a comunidade urbana, tem 70 anos, é casado, se autodeclara branco, possui ensino médio completo, tem renda familiar de três salários-mínimos; a entrevistada 02, é do sexo feminino, mora em comunidade rural, se autodeclara negra, viúva, analfabeta, com a renda familiar de um salário-mínimo e possui 90 anos; a entrevistada 03 têm 58 anos é do sexo feminino, se autodeclara negra, tem a renda familiar menor que um salário-mínimo, é casada, não concluiu o ensino fundamental, e mora na comunidade urbana.A entrevistada 04 é do sexo feminino, se autodeclara branca, 47 anos, não concluiu o ensino fundamental, casada e reside na comunidade urbana, sua renda familiar é de um salário-mínimo; entrevistada 05 é do sexo feminino, casada, se autodeclara parda, tem 56 anos, não concluiu o ensino fundamental, possui a renda familiar menor que um salário-mínimo e mora na comunidade rural; o entrevistado 06 é do sexo masculino possui a renda familiar de três salários-mínimos, se autodeclara pardo, 58 anos, morador da comunidade urbana, divorciado e possui ensino superior completo; e a entrevistada 07 é do sexo feminino, reside na comunidade urbana, se autodeclara negra, 58 anos, não concluiu ensino fundamental, possui a renda familiar de três salários-mínimos, é casada.A maioria (seis) dos participantes relatou que começou a fazer o cobu durante infância ou adolescência. [...] olha minha filha, desde antes dos 10 anos eu já comecei, que lá na minha casa rezava, não, reza o terço de Santa Cruz e Nossa Senhora da Conceição então a quitanda que a gente fazia era o Cobu, e o biscoito (E02).
[...] comecei a fazer o Cobu quando eu tinha 15 para 16 anos (E06).
[...] há tem muitos anos né? Desde quando minha mãe era viva né? Ela ensinava a gente a fazer de tudo então ela ensinou a fazer Cobu, eu deva de ta com uns 13 para 14 anos (E07).
Entre os motivos que os levaram a fazer o Cobu, a maioria (seis) dos entrevistados afirmou que foi devido ao fato de prestarem ajuda à mãe ou a algum familiar ou a um empregador durante a sua preparação:[...] Eu não comecei, a minha mãe que fazia né, aí ela sempre que fazia, então eu sempre gostava de ir com ela e ajudava ela, foi assim (E04).
[...] Há tem muitos anos né desde quando minha mãe era viva né, ela ensinava a gente a fazer de tudo então ela ensinou a fazer Cobu, eu deva de ta com uns 13 para 14 anos. Só que era o Cobu tradicional que a gente fazia né, só que foi ela que me ensinou (E07).
[...] Há muitos anos eu trabalhava com uma senhora, na casa de família, aí ela fazia cobu para vender, aí eu aprendi a fazer com ela (E03).
O único a apresentar outro motivo (curiosidade) foi o entrevistado 01: “[...] um pouco por curiosidade né, para experimentar, também um pouco, né! Para o consumo e por experiência para ver se realmente o cobu era aquilo que se dizia aquele né!”O entrevistado 01 defende que a receita dita como original do Cobu, seja aquela à base de massa de milho – feita com fubá de milho, massa de abóbora moranga cozida, coalhada caseira, banha de porco e açúcar mascavo, pois para ele estes alimentos eram os que os escravos “Cobus” conseguiam para a sua alimentação.Os entrevistados afirmaram que não seguem a possível receita original do Cobu, aquela citada por Bonomo (farinha de milho, coalhada, ovos e açúcar). Adaptações foram realizadas havendo acréscimo de ingredientes como abóbora moranga, trigo, manteiga, bicarbonato de sódio, cravo, queijo, sal, fermento químico em pó. Uma explicação para a adaptação foi a melhorar o sabor:[...] Não, o Cobu meu é um pouquinho diferente do Cobu de antigamente né, tem muitas coisas assim mais diferente, mas é quase igual também. O Cobu é assim, eu coloco é mais é fubá também né, coloco leite, a manteiga no lugar da banha, um pouquinho diferente, então a gente põe um leite né, um pouquinho de trigo e mais é os outros ingredientes né, açúcar, as coisas assim mais adequada (E04).
[...] Não, a receita original é só a coalhada e o fubá, então nós colocamos mais ingredientes que vai abóbora, que vai o cravo, vai o queijo, que vai a rapadura, vai a manteiga, e bicarbonato e sal (E06).
[..] Abobora madura, manteiga que antigamente o povo colocava era banha de porco, o cravo da índia que colocava mais pouco e até mesmo o queijo que dia primeiro não tinha e fazia sem queijo (E07).
Tal fato vai ao encontro do apontado por Maciel (2004) , ou seja, as mudanças nas receitas ocorrem não somente pela falta de ingredientes tradicionais, mas pela dinâmica cultural que provoca uma constante recriação, com novas formas e significações.Sobre o modo de preparo da quitanda a resposta foi unânime entre o grupo de participantes. Inicia-se colocando em um recipiente o fubá e a coalhada, deixando descansar de um dia para o outro. No dia seguinte, essa mistura já se encontra homogênea e deve acrescentar a abobora que já deve estar descascada, picada e cozida ao ponto de derreter, o açúcar ou rapadura, a manteiga, o fubá, o cravo e uma pitada de bicarbonato de sódio e sal. Deve-se misturar tudo até obter uma massa de consistência mais firme. Para assar o Cobu é necessário que sejam colocados em pedaços retangulares de folha de bananeira. Essa folha precisa ter uma textura mais macia, com isso é necessária sapecá-la no fogo por alguns segundos. Com as folhas cortadas e prontas, coloca-se a massa no meio delas e junta-se as laterais dando origem ao um formato de um travesseiro. Após todos os Cobus enrolados deve-se assar no forno fogão a lenha ou no forno a gás.Quanto ao equipamento que utilizavam para assar o Cobu, os residentes na sede do município assam a quitanda em forno a gás ou forno elétrico. O entrevistado 06 recapitula: “antigamente a gente usava muito forno a lenha, né? Que ficava mais saboroso, mas ultimamente é mais o forno a gás”. Já os que residem ou possuem casa também nas comunidades rurais, assam o cobu em forno a lenha:
[...] Pois é, o forno é feito com cupim, o nosso lá é assim. Já tinha castagem de cupim, então ‘’cê’’ia formando ele. Amassava o barro, ai ‘’cê’’ colocava uma carreira de do taco do cupim ia subindo, ia arredondando. Lá casa tem, meu pai que fez. Antão é nesse forno que nós assa ainda, agora tem esses fornos elétricos de fogão né. Lá tem um fogão a gás mas quando nós vai fazer mais quantia nós faz no forno (E02).
[...] É o forno de lenha que eu gosto de assar. E no gás gasta muito gás, então ele fica até mais gostoso né no forno da lenha (E04).
Os que fazem suas quitandas em forno a lenha, relatam que esse tipo de forno confere maior autenticidade e sabor ao produto. Feniman e Araújo (2015), pontuam que: “O fogão a lenha consegue permitir melhor sabor e cozimentos a pratos e receitas culinárias, é capaz de garantir as virtudes da comida”. Os entrevistados não encontram dificuldades para conseguir os alimentos, parte dos que residem nas comunidades rurais usufruem dos ingredientes obtidos do próprio quintal, de suas plantações e dos animais:[...] o leite eu consigo daqui de casa mesmo, tem vaca né. O pessoal tira leite todo dia. Eles já vendiam para a gente é a coalhada pura, igual queijo né mas só que azedo. Agora quando compra o leite para ele azedar, tava muito difícil, eu não sei se eles coloca água no leite (E02).
[...] Quem faz né, sempre a gente tem um leite, a coalhada, eu sempre tenho a rapadura, que eu mecho na roça. Eu sempre tenho, a folha de bananeira eu tenho na roça (E05).
Já, os entrevistados da comunidade urbana compram seus ingredientes em supermercados, feiras ou sacolões, que geralmente apresentam um preço acessível:[...] fubá encontra aí no comércio, nas empresas do comércio, na feira aos sábados tem o fubá de moinho de pedra movido a água; é a rapadura também é fácil encontrar, abóbora a moranga nem tanto né, e a coalhada a própria pessoa prepara em casa, embora haja produtos no comércio, o ideal é preparar em casa mesmo né e a banha de porco também né que é muito comum de muitos anos. São fáceis e disponíveis (E01).
[...] O material de fazer o Cobu é fácil que a gente vai no mercado e compra as coisas, agora a folha de banana a gente tem que pedir na casa dos vizinhos né, que a gente não tem em casa. (E03).
Felicidade, alegria e prazer, essas foram as emoções relatadas pelos participantes quando estão preparando ou comendo o Cobu, o que corrobora com o apontado por Mazzonetto et. al (2020): “cozinhar pode ser uma forma de se conectar com o outro, estreitando relações e expressando amor e cuidado entre aquele que produz o alimento e aquele que consome”.A memória afetiva relativa ao cobu, traz lembranças da infância, dos avós, dos pais e de familiares. A construção desse laço com a quitanda está interligada com o gosto, o sabor, o cheiro do Cobu que ficam embutidos em suas lembranças e fazem com que as pessoas revivam pela memória gustativa as suas relações afetivas.[...] Minha mãe uai, minha mãe fazia festa, o primeiro que ela fazia era biscoito aquelas coisas. A família sempre reunida (E05).
[...] Traz de quando o meu avô ainda era vivo, de quando a gente ainda era criança, que ia lá para roça (E07).
[...] Da minha fia, porque no tempo que eu era mais velha, que agora eu sou nova viu. Traz lembrança do meu pai, do meu avô, minha avó, minha mãe (E02).
[...] Quando eu trabalhava na casa da falecida Dona, que eu aprendi com ela, aí ela fazia muito, que ela ia vender na rua, então me lembro muito dela (E03).
Ao serem inqueridos sobre a história Cobu, as respostas foram diversificadas. Alguns fizerem referência a vinda de Maria Gouveia para o município de Gouveia:[...] A história do Cobu, foi uma tal de Maria Gouveia né que trouxe para cá uma tribo chamado Cobu. A tribo Cobu, aí começaram a fazer esse Cobu aí só com fubá e coalhada, enrolavam na palha de banana e assava e davam para os escravos comer (E06).
[...] O Cobu eu conheço, a Maria foi fundada, Maria Gouveia né antigamente que ela fez o Cobu, só que era mais diferente do nosso né, mas é uma comida dos tempos dos escravos né, a comida muito bem preparada que os pessoal comia, então agente modificou alguma coisinha, mas é aquela tradição de antigamente (E04).
[...] A história do Cobu, que nos foi contada até eu me interessar mais efusivamente pelo histórico do Cobu é era os escravos da famosa Maria Gouveia que foi a iniciadora da povoação que era os exímios fabricantes desse é, alguém até chamou de bolo de fubá né e que isso é que veio né de geração em geração até chegar até hoje (E01).
Duas entrevistadas apresentaram a versão de que seus antepassados inventaram o Cobu:
[...] Ô, da minha terra eu me recordo assim que foi surgido, que o pessoal inventou. O meu avô inventou, a minha avó chamava Joana né: “Ô Joana, vamos fazer uma quitanda diferente? Vamos experimentar Joana”. Aí moeram a cana, eles coaram a garapa, deixaram o melar, peneirou o fubá para tirar o farelo colocou numa vasilha. Nós vamos fazer pouquinho viu, para experimentar (E02).
[...] Assim da história do Cobu não, mas minha mãe falava que assim, no fato da pessoa ser humilde, não pobretão, sempre a pessoa tinha uma vaca que dava um leitinho, o que que eles faziam guardava a coalhada, eles tinham o leite, tinham o queijo. Então, eles pegavam esses trem para merendar de manhã, levar para o serviço, então é uma coisa dos meus antepassados, dos meus bisavôs, então tinha isso, eu sempre via o Cobu como alimento. Assim para levar para o serviço, para merendar de manhã, para levar para o café para servir os outros também né (E05).
Quanto a relação do cobu como parte da cultura alimentar de Gouveia, os entrevistados apresentaram diferentes posicionamentos:Eu acho que sim, acho não tenho certeza. Porque todo mundo gosta, a gente vai na feira dia de sábado e todo mundo está procurando Cobu, todo mundo gosta de Cobu, já ta virando um hábito o povo comer cobu (E06).
Eu acho que sim, porque ultimamente já tem muita gente fazendo Cobu aqui em Gouveia (E03).
Olha eles dizem que ele é, que até tem um ditado que meu avô dizia que é “Cobu da Gouveia, sapato sem meia” (risos), agora esse pedaço eu não sei porque surgiu mas surgiu da Africa, antão dessa conduta da Africa eles seguiu, mas aqui eu não sei como que foi (E02).
Pelo fato de o nome estar presente em vários pontos comerciais como forma de símbolo do município gouveiano, o entrevistado 06 diz que na sua opinião o Cobu está em processo de inclusão para pertencer a cultura alimentar: “Está quase se tornando, porque nós temos vários comércios hoje com o nome de Cobu, autoescola, escola, postos e esse Cobu está sendo até registrado”.Mesmo com adaptações na receita, implementação de novas técnicas no modo de preparo e exclusão de alguns ingredientes para se fazer o Cobu, a quitanda está agregada às trocas de saberes antigos e novos. A cultura alimentar está sempre em movimento, e segundo Braga (2004) a cultura alimentar é constituída pelos hábitos alimentares em um domínio em que a tradição e a inovação têm a mesma importância.
Conclusiones:
O ato de comer vai muito além de nutrir. Como vimos o cobu desencadeia nos individuos lembranças e sensações afetivas as quais estão interligadas às memórias gustativas, que são particulares e familiares, muitas vezes reportando a sentimentos de alegria e prazer.Sua receita dita como a original sofreu alterações e adaptações, segundo os entrevistados, para configurar um melhor sabor. Há de se destacar que as mudanças ocorridas nas receitas não se deram pela falta de ingredientes tradicionais, mas pela dinâmica sociocultural que provoca uma constante recriação, gerando novas significações, o que pode demonstrar que a cultura alimentar é constituída por um domínio em que a tradição e a inovação se complementam estando imbricadas e em constante movimento.
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Palabras clave:
Alimento Tradicional. Cultura Alimentaria. Memoria Gustativa.
Resumen de la Ponencia:
El objetivo de esta ponencia es ofrecer elementos etnográficos para sostener que las personas teenek de la región llamada Huasteca potosina, por medio de una serie de prácticas centradas en la elaboración, distribución y comensalidad de un alimento ritual llamado boliim, no solo han fomentado el derecho universal a una alimentación culturalmente apropiada desde tiempos ancestrales, sino que, además, el alimento mencionado otorga una forma concreta a la corporalidad y a la persona de este pueblo. La investigación de campo se ha realizado en intervalos de una semana a un trimestre, durante 2012 a 2022 en distintas comunidades de los municipios de Tanlajás, San Vicente Tancuayalab y Tamuin, en el estado mexicano de San Luis Potosí. La teoría antropológica del valor brinda un marco a este trabajo, específicamente los atributos inalienables de las acciones de la persona.
Introducción:
Las prácticas familiares y comunitarias que sustentan el trabajo en la milpa contribuyen a fomentar el derecho universal a una alimentación culturalmente apropiada. Tanto hombres como mujeres de esta etnografía coinciden en explicarnos que, una alimentación apropiada se basa en una serie de cuidados y crianza mutua (Torres Lezama, 2020) que día con día las personas tienen con su entorno mediante una relación de interdependencia para obtener de él lo que conocemos comúnmente como ingredientes o insumos para la preparación de las comidas; desde las más sencillas, hasta aquellas que requieren distintos tipos de esmero y usos rituales. Dichos cuidados nos remiten a la noción de frescura, limpieza y “sin químicos” (Velázquez Galindo, 2011,) reiterados por los interlocutores de las comunidades incluidas en este trabajo. Los cuidados y crianza mutua se vuelven evidentes y se concretizan en torno a un tipo de tamal de origen prehispánico, cuya forma y tamaño se consolidan en una masa elaborada con maíz, una envoltura y una extraordinaria versatilidad de ingredientes que varía en nombres específicos, usos, e incluso llega a definir interacciones a nivel de dos regiones potosinas: la huasteca y la región media. El texto inicia con aportaciones teóricas de Marilyn Strathern (1988), Catharine Good (2004 y 2011), y de Yuribia Velázquez (2011, 2018) sobre la antinomia entre personas y comunidad; así como en un atributo que emerge de la persona, es decir, la fuerza. Continúa con información general sobre la región, seguido por la investigación etnográfica propiamente, la cual conduce a una caracterización de un alimento culturalmente adecuado, al considerar el acceso de los insumos en el entorno de la milpa y la vida cotidiana, en una relación de interdependencia y crianza mutua (Torres Lezama, 2020) y Good (1994, 2014). En este apartado se destacan aspectos en los que se vuelve notoria la diferencia frente a otros platillos que no se consideran adecuados. En las consideraciones finales, con base en una vena de estudios de antropología del valor, este entramado ritual intercomunitario es planteado como un complejo de relaciones inalienables, entendidas éstas como aquellas que no pueden ser sustituidas por dinero, si bien, éste es usado como un objeto más entre otros, en el que las personas extienden una parte de sí mismas.
Desarrollo:
No hay antinomia entre personas y comunidad
Para destacar la agentividad del boliim[1] es necesario subrayar dos aspectos conectados en las reflexiones teóricas de Marilyn Strathern (1988): una es la antinomia entre personas y comunidad, la segunda es la fuerza, como un atributo que emerge con la interacción de las personas. “Las personas de Melanesia se conciben, tanto de manera dividual, como individual. (…) La forma singular presenta una imagen de una entidad, tanto, como un todo, como holista, contiene dentro de ella diversas relaciones plurales. De hecho, las personas se construyen frecuentemente como el sitio plural y se componen de las relaciones que producen” (1988:13). “Plural y singular son lo mismo. Son homólogas una a otra (…) juntar a muchas personas es como juntar a una” (1988: 14). Pensando en dichas reflexiones en diálogo con la propuesta de esta ponencia, la agentividad del boliim, acompaña a las personas junto con los seres del entorno. La autora continúa: “para ser individuadas, las relaciones plurales primero se reconceptualizan como duales y luego la entidad dualmente concebida, capaz de separar una parte de sí misma, se divide” (Strathern, 1988: 15). En este proceso de dividualidad e individualidad, la fuerza emerge como la causa desencadenante ante la presencia de ese otro que insta a actuar, materializando así, la cartografía del Trueno, es decir, la relación con la tierra. Es una forma de vivir el territorio como una unidad indisoluble. La etnografía realizada por Catharine Good (1994) en el Alto Balsas de Guerrero, contribuye a reafirmar las citas de Strathern:
Los nahuas se apropiaron de la palabra castellana fuerza, pero la pronuncian con un énfasis especial y le dan un significado propio. En el léxico local, fuerza connota el uso de energía, perseverancia, el poder del carácter y del corazón o espíritu personal para realizar un objetivo (…) Trabajar y hacer uso de la fuerza es el propósito de la vida; poder trabajar y dirigir la energía vital significa estar vivo (Good, 1994: 142-143).
Un alimento ritual y un espacio más allá de una región
La Huasteca[2] es el término para nombrar o adjetivar un espacio, una civilización de al menos cuatro milenios de antigüedad y una cultura particular surgidos y ubicados en el noreste de México (Ruvalcaba y Pérez, 1996: 12)[3], los datos etnográficos de esta ponencia también posibilitan pensar a este espacio más allá de una región por su estrecha relación con un alimento, puesto que éste actúa como agencia para consolidar a las personas y a los seres del entorno en una cartografía del Trueno (Cotonieto y Aguirre, 2020 en prensa), cual entidad primordial a la que se dedica el alimento en comento, mediante un complejo entramado ritual.
El río Tampaón y el Coy influyen en la vida de las comunidades de Tamuín, especialmente en el aspecto económico, ya que la pesca temporal[4] de auto-consumo se alterna con las siguientes actividades: crianza de ganado en pequeña escala, provisión de camiones areneros para las embarcaciones de compañías que trabajan para la empresa Petróleos Mexicanos, el trabajo en una conocida empresa cárnica y en el sector industrial, el desempeño como peones, vaqueros o administradores en los ranchos particulares, y por último, el empleo como “oficiales” en la zona arqueológica Tamtoc (en la modalidad de lista de raya). La zafra (corte de caña) con una remuneración precaria pagada a destajo es la actividad que absorbe a gran parte de los pobladores de varios municipios de la Huasteca hacia Tamuín y Ciudad Valles. En Tanlajás, Aquismón y San Francisco Cuayalab solían lograrse algunos cultivos de café para consumo familiar, sin embargo, con la creciente sequía, desde 2005 ésta ha decaído notablemente. Las comunidades xi’oi o pames (región media) de Alaquines, La Palma, Santa María Acapulco y Ciudad del Maíz –conocidos como Pamería- usan el chamal (un tipo de palma) como adorno y como base para cocinar distintos platillos, entre ellos, el tamal, al grado que llega a sustituir al maíz. Aparte, cultivan la milpa (maíz, frijol, chile y calabaza) para consumo familiar. Con excepción de las comunidades de Tamuín, el resto de las descritas en esta ponencia trabajan la palma, ya sea en petates, en canastos o chiquihuites, ante una economía envolvente que les devora.
Elaboración e insumos: crianza mutua
Los insumos, procedimientos de preparación y protocolos de ingesta del tamal se basan en materias primas del entorno, en una relación de crianza mutua (Torres Lezama, 2020). Es decir, se descartan los pollos comprados o de granja. Los pollos deben ser de patio, criados con dedicación, es decir, generados por la inversión de fuerza y energía de las personas, alimentados con el mismo maíz y plantas del lugar que a su vez alimentan también a las personas en el entorno en el que crecieron las personas, plantas, maíz y los pollos. Los chiles para las salsas también forman parte de un trabajo familiar que incluye el cultivo de dicha semilla, y por extensión, se entrega una parte de dicha labor para la elaboración del tamal. En el caso de los pames (xi’oi), el maíz y los chiles deberán así mismo ser cosechados en la localidad o la región, pues “se le devuelve [al Trueno] parte de lo que dio” (Cotonieto y Aguirre, 2017, y en prensa).
En el caso de los teenek y los nahuas, principalmente son las esposas de los curanderos y demás especialistas rituales (danzantes, músicos) quienes cocinan dicho alimento. En el caso pame, la elaboración del boliim es tarea de las mujeres de “cierta edad” (casadas con hijos e incluso nietos), debido a los conocimientos que poseen para su elaboración, además de que se procederá con el respeto que implica elaborar un tamal destinado al Trueno. Normalmente dicho tamal se comienza a elaborar un día antes de la ofrenda. En la cocina, la mujer trabaja moliendo los ingredientes y preparando al pollo (una parte de la sangre se vierte en el suelo, como ocurre en muchos otros casos donde se ofrenda a la tierra el primer trago o bocado de alimento) mientras los hijos le ayudan acercando los ingredientes y matando los pollos. El nixtamal molido se combina con el chile ya licuado y luego se coloca el pollo entero al centro hasta envolverlo por completo y al final terminar de cubrir con hojas de maíz y una bolsa de plástico. Se coloca en una vaporera y se deja cocer durante toda la noche, mientras, la mujer permanece en vela hasta que finalmente deja “que termine de cocerse por la madrugada”. Dicha elaboración del tamal representa una actividad de mucho respeto, pues sólo las mujeres “conocedoras” podrán realizarlos, ya que implica elaborarlos con los protocolos de ofrenda de la sangre y tener el cuidado en el manejo de los ingredientes, pues es una actividad “muy delicada” (Cotonieto y López, 2019).
En el caso teenek, durante la preparación del boliim los hombres se encargan de ciertas actividades: uno de los hijos elige y mata los pollos[5] que se cuecen en un hueco en la tierra, a manera de horno, o en hoya[6]. De hecho, la mujer que lo prepara con la ayuda de hijas, nueras o ambas, destina un tipo de masa granulosa, en la que ha incorporado una mezcla de chile cascabel y chile de color para el boliim, y otro tipo de masa más lisa para los tamales, en la que también lleva la mezcla licuada con el mismo tipo de chiles. Éstos llevan carne de puerco y de pollo. Los bolimes se colocan primero en la parte baja de la hoya, y al final, en la parte más externa se acomodan los tamales de menor tamaño.
Comensalidad: se distribuye la fuerza
Una cartografía del Trueno
Entre pames, teenek y nahuas de San Luis Potosí, el Trueno es considerado como un ser primordial, un ancestro que habitó la tierra y la región, y ahora tiene su morada en el mar, así como en algunos cuerpos de agua y una serie de cerros sagrados de toda la región huasteca y extremo nororiental de México (Cotonieto y Aguirre, 2017 y en prensa). En esa cartografía del Trueno, los habitantes de esta región realizan una serie de ceremonias y ofrendas con el fin de solicitar la lluvia, detener los huracanes y tempestades, así como agradecer por el buen temporal. Para ello, los especialistas rituales organizan las ofrendas hacia los meses de marzo-mayo para solicitar la lluvia, entre los meses de julio y septiembre para “moderar” el temporal y, finalmente, entre los meses de noviembre y diciembre para el agradecimiento por las lluvias y las cosechas (no sólo de maíz, sino de los distintos productos recolectados en el monte). En dichas ofrendas, diversos objetos están presentes y colocados de manera protocolaria en los lugares sagrados de la geografía de los tres grupos, destacando el alimento ritual llamado boliim, tancuá o patlache[7]. Por ejemplo, los pames levantan enramadas muy cerca del río, cerca de algunos cuerpos de agua y depósitos de construcciones modernas, así como en las cumbres de algunos cerros (como el cerro Quebrado y Tampalatín). Entre los teenek se realizan las ofrendas en torno a los sótanos (como el de las Golondrinas), cuevas y algunos cerros sagrados; mientras que entre los nahuas predomina colocar “mesas” al frente y dentro de cuevas (como Teohuenchan) y en la cumbre de algunos cerros como el Postectitla y el cerro Quebrado. Cabe destacar que en la narrativa acerca del Trueno, se alude constantemente al mar como su espacio por excelencia, “de donde carga agua para regar el mundo”. Dichas ofrendas colectivas son dispuestas de acuerdo con un calendario ritual específico, estarán dirigidas fundamentalmente a los Truenos y vientos (aludiendo también a los rayos, nubes, arcoíris y ciertos santos) (Cotonieto y Aguirre, 2017 y en prensa).
En el caso de Santa María Acapulco (pames o xi’oi), el kajú envía mensajeros a las diversas localidades que integran el ejido para reunirse un día establecido (dependiendo de los sueños y la comunicación que haya tenido con el Trueno mayor o el “Padre Paterno”). De este modo, se establece el circuito de ofrendas que recorrerá las distintas rancherías, para lo cual, las autoridades locales (jueces y su equipo de trabajo) organizan la elaboración de las enramadas (Cotonieto y Aguirre, 2017 y en prensa).
Las mujeres entregan el boliim a los jefes de familia, mientras que, entre los nahuas y teenek, es entregado a los especialistas rituales, quienes lo envuelven en un morral o bolsa y es llevado hacia el espacio ritual de ofrendamiento. En Santa María Acapulco, el boliim es recibido por el kajú frente a la enramada, quien va colocando a lo largo y ancho de la mesa dichos tamales. Ya dispuestos, con ayuda de sus colaboradores (aquellos que participan en la danza del mitote, dirigidos por el kajú) destapan de su envoltura los tamales y los van cortando en trozos grandes. Después de cortar todos los bolimes, el curandero ofrece el alimento a los Truenos y los invita a comer, dicho banquete puede durar varios minutos hasta que el vapor deja de salir y es cuando ya han terminado de comer los Truenos y sus ayudantes, los vientos y rayos (Cotonieto y Aguirre, 2017 y en prensa).
Entre los nahuas, el tamal es transportado por hombres que lo llevan en la espalda hasta llegar a las cuevas o sótanos, y algunas veces a la cumbre de algunos cerros (como el cerro Postectli). Se coloca a la entrada y en algunas ocasiones dentro de la cueva, mientras se sahuma con copal, se enciende un par de velas y se vierte aguardiente, a la vez que los asistentes se frotan todo el cuerpo con tabaco molido, todo ello con el fin de “pedir permiso para estar en lugar sagrado” (Cotonieto y Aguirre, 2017 y en prensa).
Entre los teenek es ofrendado también en el ritual anual llamado “Cuatro esquinas”, dedicado a la familia, a la milpa, al maíz, a la comunidad, a la tierra misma. En otras localidades como en Tampamolón Corona, se ofrenda a la tierra, en especial el corazón. Por su parte, Gallardo Arias (2000), así como Hernández Alvarado y Valle Esquivel (2012), refieren este alimento ofrendado a las cuevas y a los cerros.
El modo en que se presenta el tamal ritual entre los teenek implica una entrega a los especialistas rituales y al sacerdote, junto con una botella de yuco, mientras que los tamales son ofrecidos a los integrantes de las familias de cada uno. Son ellos quienes cortan, parten y distribuyen partes del boliim a quienes ellos consideren que así sea. Aquí hacemos propicia una pequeña comparación con la forma en que los pames cocinan este alimento, quienes incorporan al pollo entero sin cabeza, ni patas, ni vísceras, pues para los teenek de San Francisco Cuayalab, de La Cebadilla, Carranza y Malilijá, se eliminan las vísceras, pero no deben cortarse las patas, ni la cabeza (ver imagen 1). Ésta debe estar orientada apuntando hacia donde sale el sol. Por lo tanto, el tamal ritual tiene una manera indicada de cortarse. No se corta al azar y no cualquier persona ha de hacerlo. El rezandero, kajú, curandero o el especialista ritual pide en general que haya vida, salud, alimentos y trabajo para la comunidad (Cotonieto y López, 2019).
Imagen 1. El pollo entero con cabeza y patas
Imagen 2. El corazón (ichich) preparado en un pequeño tamal
El boliim ya ofrecido sobre la mesa de la enramada, o al pie de la cueva o sótano, se integra plenamente al espacio sagrado donde los seres asisten al banquete para comer la esencia de dichos alimentos. Durante dicho acto, los especialistas rituales realizan una serie de rezos y expresiones orales y corporales para invitar a los Truenos, vientos y demás seres para acercarse a comer aquel banquete realizado en su honor. Todo ello se realiza con sumo respeto y los asistentes permanecen en el entorno, pues es el momento en que están presentes aquellos seres deleitándose del tamal hecho en su honor. Pasado un tiempo y cuando se hubieron alimentado los invitados, el especialista ritual junto con sus ayudantes van repartiendo entre todos los presentes la ofrenda, comenzando con los trozos del boliim que, ahora frío, ya sirvió de alimento a los Truenos (Cotonieto y López, 2019).
El boliim repartido entre los asistentes adquiere otra dimensión, pues es el alimento que ha sido compartido con la entidad y está cargado con una fuerza particular, aquella que establece el nexo entre los humanos y los no humanos. El tamal ritual transita de un ámbito sagrado restringido (en y durante la ofrenda) a uno humano y colectivo; tránsito de fuerzas que permite el flujo y conexión entre los seres y las personas. Todo ello se verifica cuando el especialista ritual sueña y entabla comunicación con los Truenos para conocer las emociones que le provocó el banquete de boliim, si fue de su pleno agrado o algo faltó. De este modo se demostrará si el circuito de la reciprocidad habrá de cumplirse, o no. En tal sentido, las emociones de unos y otros entran en contacto y circulan continuamente, pues el tamal detona dicha serie de emociones a los truenos, vientos y otras entidades, en tanto miembros de la sociedad, o si se prefiere, a los humanos dentro de la sociedad no humana (Cotonieto y López, 2019).
A diferencia de otro tipo de ofrendas de alimentos que son depositados en los lugares sagrados, ofrecidos y abandonados ahí, la ofrenda es compartida con las personas, permitiendo así una especie de comunión y flujo entre personas y seres primordiales: un intercambio de fuerza (como lo plantea Aguirre, 2015). En tal sentido el tamal elaborado con maíz de la milpa familiar y los pollos criados en la casa transmiten la energía vital plasmada en producirlo, en una relación de crianza mutua (Torres 2020, Good, 2004). De la misma manera, las comidas preparadas contienen el trabajo de las mujeres y los familiares que contribuyeron en su elaboración. Así “las ofrendas forman parte de relaciones de intercambio entre las personas, la tierra y otras entidades del entorno y otros entes poderosos como los santos, los difuntos, y los aires que permiten que rinda el trabajo humano” (Good, 2004). El boliim materializa el trabajo familiar y comunitario que emerge en forma de fuerza o energía vital que se ofrece para agradecer por las lluvias, la ausencia de tempestades y para expulsar la presencia del mal.
Imagen 3. Partición del alimento ritual.
Imagen 4. Bendición del alimento ritual.
Un platillo culturalmente inadecuado
Cuando los niños y adolescentes concluyen un ciclo escolar se vuelve evidente un contexto en el cual se compara y tiene lugar la diferencia entre un alimento culturalmente adecuado y otro que no lo es. Una madre de familia en Venustiano Carranza (municipio de Tamuín) narró la discusión que se estableció entre las madres de familia, pues una de ellas —a quien la interlocutora distingue como “las razón” (no teenek) — trataba de convencer a las demás para que una de ellas cocinara carne asada. Ésta es inadecuada porque no reúne las condiciones de crianza mutua, como es el caso entre los pollos y las gallinas. En cambio, las vacas, reses, puercos y borregos se crían y se cocinan en otros platillos para las fiestas del ciclo de vida como bodas y XV años, incluyendo los tamales o el zacahuil, de grandes dimensiones y requiere el trabajo simultáneo de por lo menos tres mujeres para la elaboración de uno solo de ellos. Por lo tanto, los tamales y el zacahuil despliegan dos usos: por un lado, son de elaboración, consumo y comensalidad ritual, y al mismo tiempo constituyen un medio para negociar o establecer acuerdos, con portavoces de instituciones externas a ellos, incluidos personal médico, agrario, profesorado, eclesial, adaptando una diversidad de ingredientes. De manera diferente, las vacas, reses, puercos y borregos también se venden o intercambian mediante otro tipo de relación de inerdependencia. Entonces, es inviable sustituir estas relaciones de interdependencia por el trabajo ajeno de una persona a quien se le debiera pagar, por lo que, la carne asada es culturalmente inadecuada. La carne asada no es un platillo mediante el cual, los teenek, pames y nahuas extiendan su persona como un medio de negociación y acuerdos. Para evitar confrontaciones entre las personas que han adoptado otras prácticas alimentarias, en varias de las comunidades de esta etnografía, las comidas para celebrar la conclusión de ciclos escolares se realizan de manera familiar y no en el entorno escolar.
[1]Los xi’oi le llaman tancuá, y los nahuas, patlaxtle, con variaciones en el uso de insumos. En su investigación sobre el zacahuil y los zacahuileros de Tamalín y Tepetzontla en la Huasteca veracruzana, Amaranta Castillo y Anabella Pérez Castro (2019) identifican al boliim descrito en este trabajo, con el nombre de zacahuil de olla o zacahuilito, a diferencia del que tiene grandes dimensiones, cocinado para bodas o para venta a gente externa al entorno comunitario, sin perder por ello, su carácter ritual. El zacahuil de grandes dimensiones materializa un espacio de negociación ante instancias hegemónicas.
[2]De acuerdo con el censo de 2020, en los 20 municipios de la Huasteca potosina hay 715,754 habitantes.
[3]La influencia de la cultura huasteca se extendió dentro de los hoy estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo y Veracruz. Durante su mayor extensión, esta cultura convivió con diversos grupos nómadas, en especial con los chichimecas de Tamaulipas (Stresser-Péan en Chipman, 2007: 23).
[4]La temporada es en los meses que aumenta la creciente del río: agosto y septiembre. Hasta los años de 1980 Tamuín era considerado “catanero” por el abundante catán. Ahora ese lugar lo ocupa la tilapia. En el tianguis de la cabecera municipal de Tanlajás he platicado con vendedores que venden mojarras traídas del Tampaón y de otras presas de los ranchos aledaños. Le siguen el bobo, el bonito, la langosta y hay quienes saben cocinar la cola del cocodrilo.
[5]Se matan tantos pollos como bolimes se deseen. En este caso, fue una viuda quien cocinó y explica que no se debe sentir lástima por el animalito para que no sufra y muera fácilmente. La narración ha sido reiterada por otras familias de otras comunidades.
[6]En otras comunidades hacia el sur, como Xiloxúchil, Ver. (Ruvalcaba 1987), donde el tipo de tierra es idónea, se construye un horno para otros alimentos rituales. En Venustiano Carranza (Tamuín) la tierra es conocida como negra, en ella crecen pastos y es inadecuada para la construcción del horno porque se colapsa fácilmente.
[7]Catharine Good explica en el Seminario cocinas y cultura que el término en náhuatl, tlapatlaxte, patlax remite a un intercambio. Idea muy sugerente que recuperamos para el análisis del bolim como ofrenda.
Conclusiones:
Reflexiones finales: Un entramado cuyas relaciones son inalienables
En este entramado relacional, las aportaciones teóricas de Marilyn Strathern (1988) sobre el proceso de dividualidad e individualidad de las personas, se dirigieron a explicar la manera en que emerge la fuerza, tanto en las personas como en los seres primordiales en una cartografía del Trueno, y sobre todo, en el atributo de agentividad del boliim para sostener en movimiento a los seres del entorno, incluidos los humanos, enlazados a la tierra, cual unidad indisoluble. Estos aspectos adoptan expresiones concretas en las etnografías de Catharine Good (1994, 2004, 2014; Torres Lezama (2020), Velázquez Galindo (2011) y la expuesta en esta ponencia.
La crianza mutua implica una relación de sumo cuidado en el día a día, al cultivar el maíz, chiles, hojas, allegar agua a aves, a personas y el tamal boliim a seres primordiales como el Trueno. Los cuidados que involucra la crianza mutua no refieren a un cuidado instrumental, en las nociones de alimentos frescos, limpios y sin químicos, como el que solemos otorgar las personas externas a dichas dinámicas comunitarias, desligándolas de las personas que hacen posibles tales cuidados, sino a cuidados de interdependencia relacional. Al exterior de dicho entramado relacional interactúa la sociedad envolvente, habituada a pensar estas relaciones con parámetros de valor distintos, medidos generalmente en dinero, como en el caso de las madres de familia no teenek, quienes aspiraban a pagar a una persona externa para cocinar la carne asada. Ante esta perspectiva, como una reflexión final se sostiene que dicho entramado se mueve mediante relaciones inalienables, es decir, éstas no son sustituidas por dinero. De manera análoga a la etnografía de Roger Magazine (2015), cuyo argumento central sostiene que, “la fiesta se hace entre todos”, los cuidados para la elaboración de un alimento culturalmente apropiado se hacen entre todos: humanos y seres del entorno. “Trabajando juntos como uno” (Good, 2004). Solo las personas xi’oi, teenek y nahuas conocen su energía vital, su ser, y sólo ellos pueden determinar qué aspectos de su vida son susceptibles de ceder ante los poderes hegemónicos, y cuáles no (Good, 2011:22). De ahí que el boliim es el alimento ritual por excelencia, a diferencia de los tamales y del zacahuil, que si bien, son rituales, incursionan en otros ámbitos como un medio y espacio para negociación y acuerdos con distintos sectores y representantes de la sociedad envolvente.
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Palabras clave:
agentividad, crianza mutua, relaciones inalienables.
Resumen de la Ponencia:
Com a intensificação da expansão dos agronegócios, de práticas ilegais de grilagem, desmatamento, expropriação, o não reconhecimento de direitos das Comunidades Tradicionais, a contaminação e o encurralamento de acesso aos recursos naturais, lugares de pesca, de plantios e de reproduções dos modos de vida, dentre outras questões, resultam e desencadeiam conflitos ambientais na região do norte de Minas. Em seus territórios os Povos e Comunidades Tradicionais ressignificam sua cultura, suas tradições, sua memória, seus saberes e seus modos e práticas de vida, mas enfrentam e travam por anos, lutas com o sistema fundiário, para e na tentativa de regularização e reconhecimento dos seus territórios tradicionalmente ocupados. As áreas de expansão dos agronegócios no Norte de Minas Gerais vêm sendo um dos principais espaços de investimentos e políticas por parte de grandes empreendimentos e capitais públicos e privados, concomitante a essas políticas é que a cada ano crescem e intensificam a exploração de áreas e espaços rurais e em muitos desses espaços explorados, são onde estão localizadas a maioria das Comunidades, Populações e Povos Tradicionais. Na maioria dos casos essas comunidades estão envolvidas em conflitos ambientais territoriais, muitas vezes pressionadas principalmente pelos grandes empreendimentos econômicos, como: monoculturas irrigadas (sementes, grãos, hortifrútis, etc.), pastagens para criação de bovinos em grande escala, monocultura de eucalipto, extração de minério e gás, entre vários outros, e também por políticas públicas de conservação ambiental como a criação de unidades de conservação e reservas compensatórias. Tal processo apresenta uma dinâmica de desigualdade no acesso e na apropriação deste espaço social que precisa ser analisado e compreendido em suas atuais configurações e ou reconfigurações, uma vez que, as formas de atuação do Estado vêm se apresentando de forma ambígua e com sérias consequências sobre a organização social, cultural e territorial destes povos. O presente trabalho será focado na identificação e na compreensão principalmente das formas de produção e manejo dos alimentos e nas dinâmicas que alguns grupos e comunidades tradicionais desenvolveram ao longo dos tempos para a manutenção e perpetuação das técnicas tradicionais quilombolas e vazanteiras do rio São Francisco, de produção alimentar, como os saberes ancestrais de plantações e colheitas e como estas mesmas técnicas vem de certa forma “resistindo” aos processos de mudanças e transformações, perante e frente às diversas formas de expropriação dos territórios tradicionais e de conflitos ambientais com empreendimentos agrícolas.Resumen de la Ponencia:
O presente artigo tem como objetivo evidenciar a participação da cultura alimentar indígena, ligada ao caju, na formação de hábitos sociais e culturais na história do Brasil, com destaque para o Nordeste do país. O caju, em tupi Acaiú (a- fruto + ´ác- que trava + aiú- fibroso) é o fruto da espécie Anacardium Occidentale, nome científico do cajueiro, árvore tropical originária do Brasil. Anacardium deriva do grego Ana (como) e kardia (coração), devido à forma da fruta. A descrição do caju ganha densidade nas narrativas dos colonizadores que passam a identificar sua variedade de usos pelos indígenas, especialmente do sumo extraído do seu pedúnculo, que ao ser fermentado se transformava em vinho de boa qualidade. O vinho de caju, teve um papel socializador entre indígenas e europeus, uma vez que a história do encontro entre estes povos não se resumiu apenas a conflitos. Vivendo em um mesmo território, compartilharam sabores e saberes que iam da bebida alcoólica e pratos típicos, incluindo o uso terapêutico para tratamento das doenças. O ato da comensalidade, do latim comensale comer junto, estabelecido entre os imigrantes e indígenas, criou a base do que chamamos hoje de cultura alimentar brasileira, onde os alimentos derivados do caju se configuraram como um elemento singular na formação de novos hábitos culturais. Na ótica de Simmel (2004), essa construção se dá quando os rituais passam a ser compartilhados e costumes fundidos a partir da interação. DaMatta (1998) chama atenção para o ato de comer, que vai além da questão da sobrevivência, se configura também como um comportamento simbólico e cultural. O caju contempla uma diversidade de aspectos significativos da vida socioeconômica e cultural, que vão desde os aspectos nutricionais até os artísticos e antropológicos. Nesta perspectiva, segundo Poulain (2013) o caju se configurou como um protagonista do espaço social alimentar, compreendendo a alimentação como uma dimensão estruturante da organização social, como também espaço para a produção simbólica, constituído pela representação do alimento, reforçando a diferença entre o que é local e o que é de fora, entrelaçando origem e memória social. Desse modo, o reconhecimento da cultura alimentar indígena na constituição de hábitos, práticas e sociabilidades, vem culminar com ações de patrimonialização desses saberes e sabores, reforçando seu aspecto sociocultural na formação da cultura alimentar brasileira.