Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia muestra los avances de una investigación en proceso que busca analizar la presencia significativa de mujeres en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo como un campo jurídico-político-institucional. La investigación supone que a pesar de la presencia alta de mujeres en cargos prominentes de la institución jurisdiccional, no existe una verdadera transformación del campo e inclusive dicha presencia puede indicar la producción y reproducción de violencia simbólica que perpetúa la dominación masculina. El sustento teórico-metodológico de la investigación es la Economía de las Prácticas Sociales de Bourdieu, a través del entramado teórico se advierte que los capitales y disposiciones producidos en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo permiten vislumbrar la energía social dominante y la forma en que se ejerce el poder. Lo anterior explica la forma en que la dominación, como energía social que se materializa en capitales y maneras de ser, pensar, sentir y actuar, deviene de metaestructuras sociales de poder que ejercen su dominación en estructuras objetivas institucionales pertenecientes a espacios locales. El derecho, como eje regulador y normativo posee figuras dominantes masculinas que se impregnan en las estructurales institucionales y es usado como herramienta para mantener el poder y la dominación a pesar de la presencia cada vez mayor de mujeres en el campo jurídico-político-institucional. Asimismo el campo de la política y la burocracia han mantenido la presencia baja y casi imperceptible de las mujeres históricamente para mantener el statu quo y ello también pone de manifiesto que los campos mencionados no integran a la mujer en posiciones de poder, lo que ahora en la institución mencionada ocurre. La trayectoria histórico-social del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo indica que desde el año 1869 en que la Entidad Federativa se erigió hasta la fecha han existido 66 magistrados presidentes y únicamente 3 mujeres han ocupado dicha posición, la primera mujer en el año 2006 hasta el 2009, Alma Carolina Viggiano Austria, posteriormente en el año 2016, Blanca Sánchez Martínez que estuvo en el cargo hasta el año 2020 que ingresó Yanet Herrera Meneses, quien actualmente encabeza la institución. Las mujeres también ocupan un lugar preponderante en los puestos de funcionarios, ya que de 30 puestos, 22 son mujeres al día de hoy. Resulta interesante para el análisis sociológico que las mujeres que han ocupado dicha posición cuenten con una carrera judicial menor que su carrera política, ya que, siendo un campo eminentemente dedicado a la administración de justicia, tendría que ser de mayor relevancia y peso la carrera jurídica y judicial, lo que devela la intersección de campos y el peso político en el espacio jurídico, con ello, su autonomía relativa.
Introducción:
En el presente artículo se analiza la forma en que se producen los recursos vitales del campo jurídico estudiado que, como energía social, dan fuerza y estructura a la dinámica interna del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo en cuanto al posicionamiento de las mujeres en posiciones prominentes de la institución.
La sociedad actual se sigue caracterizando por el abuso del poder y la violencia a nivel estructural, por ello, la acción de cuestionar las formas de ejercicio de poder en cualquier ámbito de vida resulta una actividad de compromiso dentro de una postura epistemológicamente crítica encaminada hacia la transformación social.
La desigualdad es uno de los problemas sociales más profundo que aqueja a la sociedad actual en diversas regiones del mundo, particularmente en América Latina y México. La desigualdad denota el uso del poder y la legitimación de la violencia en manos del Estado (Saldaña, 2007; Blacha, 2013).
La desigualdad social también surge de una desigualdad entre hombres y mujeres, de esta manera lo explican Cabral y García (2001):
Este escenario simbólico/cultural es el contexto donde fecunda la construcción de la feminidad en torno a ejes de “servidumbre voluntaria”, entrega desinteresada a los otros, “dependencia vital” de los otros, no sólo en lo económico y social, sino también en el ámbito afectivo/emocional y sexual en el que anida ese sentimiento de desesperanza aprendida y el sentirse dueña de la culpa cuando se atreve a salirse de los moldes culturales aprendidos y a romper con los modelos tradicionales cuasi sagrados, naturalizados y biologizados, considerados inherentes a su condición de género (p. 66).
De esta forma, la relación entre hombres y mujeres surge de estos presupuestos sociales que se construyen en los aspectos sexuales, emocionales y sentimientos a partir de los modelos aprendidos a través de las generaciones.
Uno de los aspectos imperantes de la dominación social es el ejercicio del poder masculino sobre las esferas sociales que, a través de las instituciones se legitima, en palabras de Bourdieu:
Recordar que lo que, en la historia, aparece como eterno sólo es el producto de un trabajo de eternización que incumbe a unas instituciones (interconectadas) tales como la Familia, la Iglesia, el Estado, la Escuela, así como, en otro orden, el deporte y el periodismo (siendo estos conceptos abstractos simples designaciones estenográficas de mecanismos complejos que tienen que analizarse en algún caso en su particularidad histórica), es reinsertar en la historia, y devolver, por tanto, a la acción histórica, la relación entre los sexos que la visión naturalista y esencialista les niega (y no, como han pretendido hacerme decir, intentar detener la historia y desposeer a las mujeres de su papel de agentes históricos) (2000, p. 3).
Igualmente, Ramallo (2011) rescata lo estudiado por Bourdieu acerca de la diferencia entre los sexos de acuerdo con la división mítica del mundo y con ello lo que en la realidad social ocurre en tanto encontrarse en un cuerpo masculino o femenino y el efecto indiscutible de la diferencia social.
También, se puede explicar, de forma más específica, la realidad social desigual mexicana, siguiendo las deducciones de Zamudio et al.:
La violencia representa una de las formas más extremas de desigualdad de género y una de las principales barreras para el desarrollo personal y social, el despliegue de las capacidades y el ejercicio de derechos, además de constituir una clara violación a los derechos humanos. Este es el factor en donde mayor corrección se requiere a una condición injusta que sufren las mujeres en México. La violencia, principalmente contra las mujeres, se ha caracterizado como un factor grave de salud pública. Puede encontrarse en todas las clases sociales, edades y niveles educativos, por lo que puede afectarlas indistintamente de su condición económica, étnica, educativa o social (2013, p. 9).
Si se comprende el espacio social desde la perspectiva de Pierre Bourdieu, se integra la jerarquización de este y el establecimiento de normas implícitas con la lógica y los intereses engendradas en el mismo espacio, así indica a Chazaretta (2009) al respecto de la teoría bourdiana:
Para Bourdieu el espacio social es una representación abstracta, un punto de vista sobre el conjunto de puntos a partir de los cuales los agentes dirigen sus miradas hacia el mundo social. El agente social está situado en ese espacio, en un "lugar distinto y distintivo que puede ser caracterizado por la posición relativa que ocupa en relación a otros lugares (arriba, abajo, entre, etc.) y por la distancia que lo separa de ellos", por eso, el espacio social es un sistema de posiciones sociales que se definen las unas en relación con las otras (p. 4).
Los campos sociales que se hallan en el espacio social no se encuentran aislados, cada campo tiene diversas intersecciones con otros espacios. El espacio de investigación nace de la intersección en el campo político y jurídico. El Estado tiene como objetivo mantener el poder a través de la emisión de verdades generales para respetar el orden establecido por el poder judicial. La palabra pública y oficial le corresponde al derecho, de esta forma se le concede al derecho mantener el orden simbólico de la vida social.
El TSJH es un espacio social no aislado en el que se han establecido verdades legitimadoras que no permiten la liberación de la dominación masculina, a pesar de la presencia de mujeres trabajando y dirigiendo instituciones, se sigue el derecho como herramienta de perpetuación de la desigualdad.
El estado de Hidalgo es un espacio social desigual en diversos ámbitos como el económico, simbólico, social; su capital, la ciudad de Pachuca, posee características que reflejan la distribución desigual de capitales, no únicamente el capital económico sino capital social, cultural y simbólico. Los diferentes capitales incorporados por agentes institucionales develan la dinámica y funcionamiento dentro de la institución.
Desarrollo:
El trabajo de investigación se enmarca en una teoría sociológica crítica que propuso el sociólogo francés Pierre Bourdieu, la Economía de las Prácticas Sociales que integra una forma epistemológica-metodológica de conocer el espacio social desde sus dos aspectos: el objetivo y el subjetivo. Cada espacio social posee su propia trayectoria social y características estructurales, es el caso de las condiciones objetivas de su existencia, datos demográficos, institucionales y particularidades generales del contexto. El aspecto subjetivo conlleva conocer las estructuras mentales, formas de pensar y consideraciones de los agentes que pertenecen a la realidad social estudiada.
Las herramientas metodológicas críticas que proporciona la teoría hacen posible vincular aspectos sui generis de los campos jurídico y político ya que son estudiados como espacio social independiente en cuanto a sus reglas, su trayectoria y las disposiciones producidas por el mismo. Algunos aspectos para considerar son las posturas inamovibles del derecho y la forma en que se perpetúa el poder dentro de él y las instituciones (Espinosa, 2009).
En la cita siguiente se puede advertir lo que la teoría de la Economía de las Prácticas Sociales indica en el aspecto metodológico, con el fin de no disociar la teoría del método para analizar la realidad social:
Profetas que se ensanan con la impureza original de la empiria’—de quienes no se sabe si consideran las mezquindades de la rutina científica como atentatorias a la dignidad del objeto que ellos piensan les corresponde o del sujeto científico que pretenden encarnar— o sumos sacerdotes del método que todos los investigadores observarían voluntariamente, mientras vivan, sobre los estrados del catecismo metodológico, quienes disertan sobre el arte de ser sociólogo o el modo científico de hacer ciencia sociológica a menudo tienen en común la disociación del método o la teoría respecto de las operaciones de investigación, cuando no disocian la teoría del método o la teoría de la teoría (Bourdieu et al., 2002, p. 12).
La metodología que propone Bourdieu implica un proceso reflexivo crítico en el cual se realiza una ruptura epistemológica que también resulta ser una ruptura de tipo social, estas rupturas generan, en muchas ocasiones, desacuerdos con las nociones compartidas por los grupos sociales en los cuales se realiza la investigación.
Asimismo, la metodología que integra la teoría de la Economía de las Prácticas Sociales de Pierre Bourdieu considera que el dato no es legítimo por sí mismo, por ello la necesidad de superar la ingenuidad que implica creer ciegamente en el dato. Se requiere construir el dato, no nace en la sospecha de este (Baranger, 2012).
En la investigación se realizó una indagación en el campo jurídico, particularmente en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo (TSJH) que es un espacio social tradicionalmente asociado con la presencia masculina en los puestos prominentes.
El Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo cuenta, considerando 30 posiciones de dirección y las Salas, con 22 mujeres y 8 hombres. La organización en cuanto a hombres y mujeres que pertenecen a la institución se modificó en el mes de septiembre de 2022 cuando el Estado cambió de gobernador.
De acuerdo con la página web oficial del TSJH, el Tribunal Superior de Justicia comienza su historia oficialmente el 15 de enero de 1869 debido a que se expidió el decreto que indicaba la creación del Estado de Hidalgo. En el gobierno provisional de Juan C. Doria se nombraron 5 magistrados que integrarían el Tribunal Superior de Justicia del Estado, el cuerpo colegiado se constituyó por el presidente C. Licenciado Juan Benavides y los CC. Licenciados Telésforo Barroso, Luis Guerrero, Modesto Herrera y Eduardo Arteaga.
A lo largo de más de 150 años de vida institucional del TSJH han ocupado el cargo de la presidencia 66 personas de las cuales, únicamente 3 han sido mujeres. En el año 2006 se nombró a la primera mujer presidenta Alma Carolina Viggiano Austria. A partir de ese año se advierte una presencia mayor de las mujeres, esto puede deberse a las modificaciones políticas y jurídicas a nivel nacional debido a la Conferencia denominada “La situación de las mujeres en México” dictada por la ONU e igualmente la publicación de la Ley General para la Igualdad entre Hombres y Mujeres en 2006 y en 2007, la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
En el siguiente Esquema 1 se muestra la organización actual del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, las posiciones jerárquicamente más prominentes y la presencia significativa de mujeres.
Esquema 1. Fuente: Elaboración propia.
A partir de septiembre del año 2022 entró un nuevo gobernador a Hidalgo, Julio Ramón Menchaca Salazar perteneciente al partido político Morena y con ello se realizaron cambios a nivel gubernamental y burocrático, uno de los cambios impactó directamente al Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo (TSJH).
El día 01 de septiembre de 2022 se nombró a la magistrada que estaba ocupando una posición de integrante de Sala Civil y Familiar, Rebecca Stella Aladro Echeverría como magistrada presidenta de la institución. En la nueva búsqueda se pueden advertir algunos cambios derivados del posicionamiento anteriormente nombrado, el esquema de organización de TSJH se configuró como se muestra en el Esquema 2:
Esquema 2. Fuente: Elaboración propia.
Asimismo, se realizó la indagación en 5 juzgados del estado de Hidalgo, en el siguiente Esquema 3 se muestran la información de ello:
Esquema 2. Fuente: Elaboración propia.
En ambos subcampos del campo jurídico de investigación se advierte la presencia de mujeres mayoritariamente. Asimismo, se muestra la mayoría en puestos prominentes de juezas y secretarias de acuerdo.
Hasta el momento se han construido algunas trayectorias sociales de los agentes posicionados en el campo jurídico-institucional que es el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo.
Se ha analizado la trayectoria social de las 3 mujeres que han ocupado el cargo de la presidencia del TSJH. En el siguiente Esquema 4, se muestran algunas diferencias en sus trayectorias en cuanto a los capitales incorporados. La primera mujer en ocupar la presidencia fue Alma Carolina Viggiano Austria en 2006, la segunda es Blanca Martínez Sánchez Martínez en el año 2016 y la última y la presidenta desde 2020 hasta el año 2022 Yanet Herrera Martínez.
Esquema 4 Fuente: Elaboración propia.
También, de forma independiente, se realizó la trayectoria de la presidenta del TSJH, Rebecca Stella Aladro Echeverría que se nombró el 01 de septiembre de 2022 derivado del cambio en la gobernatura de Hidalgo:
Esquema 5 Fuente: Elaboración propia.
También se han identificado 3 trayectorias generacionales de mujeres que han pertenecido al TSJH. En el Esquema 6 se muestran algunos de los puntos más relevantes de las mismas.
Esquema 6 Fuente: Elaboración propia.
En relación con lo indagado, las mujeres ocupan posiciones prominente y actualmente son la mayoría en el TSJH sin embargo, algunos apuntes promisorios pueden indicar que estas transformaciones no devienen necesariamente de la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, sino, de las tensiones para obtener paridad de género.
La ocupación de posiciones prominentes en el campo puede establecer una relación realmente significativa entre los capitales incorporados y los que se encuentran producidos como producto valioso para el mercado; es el caso del capital político y también el capital social que, inclusive, tienen más peso en el espacio social jurídico específico.
Conclusiones:
En la investigación en proceso, se puede advertir que el campo jurídico específico del TSJH ha ido integrando a las mujeres en posiciones cada vez más altas jerárquicamente y, esto, no necesariamente, implica la transformación del campo hacia la igualdad de condiciones entre personas dentro de estos puestos altos, directivos o de toma de decisiones.
Las mujeres, a pesar de haber ocupado la mayoría de los lugares en las profesiones o en las formaciones de educación superior, no han logrado ocupar un número significativo de espacios prominentes en instituciones de administración de justicia o, inclusive, en espacios empresariales de las profesiones jurídicas en términos generales (Kohen, 2005).
Esta realidad actual de la presencia de las mujeres en espacios de toma de decisiones y de liderazgo o mayor desarrollo económico podría poner de manifiesto la dificultad de generar condiciones de igualdad entre personas y mostraría una tendencia hacia el permiso de posicionamiento que puede otorgar el sistema de dominación masculina para continuar con el poder en sus manos. En el entendido de que las posiciones ocupadas serían una cuota planeada que se deja ejercer por ciertas mujeres para continuar con la dominación.
El pensamiento feminista ha destacado que los espacios privados como lo son, el personal, lo doméstico, el hogar o lo que se refiere al espacio interior o íntimo, han sido relegados a un nivel menor que los espacios reconocidos como públicos son creados por características que se asocian a lo masculino, entre ellas, la astucia de lo político (Maffia et al., 2020). Por ello la importancia de destacar que espacios públicos, ahora, son ocupados por una mayoría de mujeres, de forma física, la pregunta para adentrarse a un análisis de mayor alcance sería si también se ocupan simbólicamente.
Bibliografía:
Blacha, L. (2013). Poder y burocracia. Un análisis figuracional de las estructuras estatales (1930-1955). In XIV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Cuyo.
Baranger, D. (2012). Epistemología y metodología en la obra de Pierre Bourdieu. - 1a ed. – Posadas.
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Bourdieu, P. (2000) La dominación masculina. Revista de Estudios de Género, La Ventana E-ISSN: 2448-7724, no. 3, p.1-95.
Cabral, B. y García, C. (2001). Deshaciendo el nudo del género y la violencia. Otras miradas, 1(1), 60-76.
Chazarreta, A. (2009). Espacio físico jerarquizado y espacio social desde la perspectiva de Pierre Bourdieu en Guaymallen. In V Jornadas de Jóvenes Investigadores. Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires.
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Kohen, B. (2005). Más mujeres en la justicia: los argumentos más frecuentes. Academia: revista sobre enseñanza del derecho de Buenos Aires, 3(6), 331-337.
Maffia, D., Gómez, P., Moreno, A. y Moretti, C. (2020). Intervenciones feministas para la igualdad y la justicia. Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires. Consejo de la Magistratura.https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/64436986/Technopersons_Alienated%20Subjects- with-cover-page-v2.pdf?Expires=
Ramallo, U. (2011). Supuestos y realidades de las relaciones de género en la cotidianidad. Reflexiones desde la mirada de Pierre Bourdieu. Fermentum. Revista Venezolana de Sociología y Antropología, 2 (60), 134-148.
Saldaña, L. (2007). Poder, género y derecho. Igualdad entre mujeres y hombres.
Zamudio, F, Ayala Carrillo, M. y Arana, R.. (2014). Mujeres y hombres: desigualdades de género en el contexto mexicano. Estudios sociales (Hermosillo, Son.), 22(44), 251-279.
Palabras clave:
Campo jurídico, político e institucional, mujeres.
Resumen de la Ponencia:
As mulheres do campo possuem um histórico de luta, desde a formação do campesinato no Brasil, mas a sua organização em movimentos autônomos de mulheres pode ser considerada recente, datando da década de 1980, quando as demandas foram ampliadas para além dos direitos previdenciários, trabalhistas e à terra, abrangendo também o enfrentamento à violência contra as mulheres. A elaboração e implementação das políticas públicas para mulheres do campo estão diretamente atreladas aos movimentos de mulheres trabalhadoras rurais, tendo em vista que a maioria dessas políticas foram conquistadas a partir das reivindicações de movimentos sociais como a Marcha das Margaridas – frente ampla formada por mulheres do campo e da floresta, movimentos sociais, sindicais e feministas e organizações internacionais. Este estudo representa apenas um recorte de pesquisa mais extensa desenvolvida em mestrado em curso – acerca da resistência das mulheres rurais organizadas em coletivos feministas ao patriarcado – e tem a pretensão de demonstrar como os direitos e as políticas públicas conquistados por este grupo estão sofrendo enorme retrocesso após o período de instabilidade política vivido no Brasil, a partir do golpe de 2016. A metodologia está ancorada na pesquisa bibliográfica, para análise dos movimentos sociais de mulheres do campo e das políticas públicas voltadas a esse grupo, e pesquisa documental, para o exame das políticas públicas voltadas ao enfrentamento à violência contra mulheres rurais. Partimos de um breve levantamento histórico sobre o movimento de mulheres rurais no Brasil, a sua luta por políticas públicas, especialmente as destinadas ao combate à violência contra mulheres, e as conquistas obtidas a partir das suas mobilizações. Por fim, analisamos como essas políticas públicas atualmente estão sob intenso ataque com o desmonte dos órgãos e entidades que eram responsáveis pelas suas formulações e implementações, como a Diretoria de Políticas para Mulheres Rurais e Quilombolas e a Coordenadoria das Mulheres do Campo, da Floresta e das Águas, dos extintos Ministério do Desenvolvimento Agrário e Secretaria de Políticas para Mulheres, respectivamente. Os desmontes vão desde o corte no orçamento direcionado às políticas públicas para mulheres em geral, que este ano atingiu o menor patamar desde 2016, até o apagão de dados oficiais sobre mulheres rurais, que deveriam estar hospedados nos sites oficiais do governo federal, mas foram suprimidos sem explicação. Em sede de conclusão, verificamos que atualmente não há mais espaço governamental para formulação e execução de políticas públicas nacionais específicas para mulheres rurais, que enfrentam o corte drástico de repasses orçamentários e o desmonte de serviços e programas de combate à violência.Resumen de la Ponencia:
Este resumo refere-se à experiência do Serviço Social na Coordenadoria de Políticas para as Mulheres (CPM) da Prefeitura Municipal de Aracaju (PMA), Sergipe, Brasil. Portanto, o objetivo é analisar a rede municipal de atendimento à mulher de Aracaju, em particular da gestão pública em uma definição conjunta de políticas públicas, cujos propósitos atendam aos interesses capitalistas e da extrema direita política brasileira. Mulher Foi instituído com a finalidade de planejar, acompanhar e avaliar a implantação de serviços para mulheres no município de Aracaju. Nesse sentido, realizamos ações interdepartamentais contra a violência doméstica e familiar, além de ações afirmativas sobre os direitos da mulher, ações para o desenvolvimento da autonomia feminina e outras questões de igualdade de gênero. Não digo respeito à rede de assistência social, envolve serviços internos e externos da Prefeitura Municipal de Aracaju. Parece, uma formação sócio-histórica brasileira que se revela sobre o jogo da dominação masculina, uma vez que prevalecem as decisões de poder, não de negócios, de serviços públicos, bem como de situações familiares, as vontades e interesses de homens cis, brancos e heterossexuais. Portanto, era necessário retornar a dados mais atualizados sobre a violência contra a mulher para reafirmar a persistência dessas agressões contra a mulher.Esta conjuntura nacional prejudica não só as formas de relacionamento, como também as políticas públicas oferecidas na esfera municipal, conforme observado , Apesar de o PMA não fazer parte do mesmo grupo político que favorece o desgoverno de Bolsonaro, a prefeitura não permite condições de trabalho para a gestão da coordenação. É preciso priorizar a participação das mulheres em todas as políticas para garantir dois direitos sociais e buscar formas de protegê-las da violência, pois é por meio delas que nascem as demandas em seus territórios. É preciso voltar ao fortalecimento de dois vínculos institucionais e dois territórios de mulheres, a partir de conferências de mulheres por distrito, por exemplo. Portanto, a realidade vivenciada foi um subsídio da prefeitura para a população na tomada de decisões. Persistem divergências entre a gestão e a sociedade não fundamentalista, como por exemplo sobre as informações que as mulheres de Aracaju têm sobre os serviços oferecidos pela Coordenadoria de Políticas para as Mulheres, pois as ações de execução do estágio são orientadas sem sentido de proporção à informação atenção à população de documentos. Além disso, é feito principalmente para democratizar ou blindar para formalizar lutas contra o patriarcado. Portanto, as ações de execução da etapa são orientadas proporcionalmente por documentos informativos a serviço da população. Além disso, é feito principalmente para democratizar ou blindar para formalizar lutas.
Introducción:
Este trabalho foi oriundo da experiência no campo de estágio obrigatório de Serviço Social II e III pela Universidade Federal de Sergipe, o qual foi executado na Coordenadoria de Políticas para Mulheres de Aracaju (CPM) entre setembro de 2021 a maio de 2022. O campo de estágio funcionou na Secretaria Municipal da Família e Assistência Social (SEMFAS) da Prefeitura Municipal de Aracaju (PMA).
O artigo tem como finalidade descrever sobre as ações da Coordenadoria de Políticas para Mulheres de Aracaju, perpassando pela sua rede socioassistencial no município de Aracaju/SE, além de propor uma reflexão quanto a conjuntura brasileira de políticas públicas para mulheres. A vivência no campo de estágio possibilitou debate entre teoria profissional e a prática a partir das dimensões e habilidades da graduação em Serviço Social.
A metodologia se dará dentro da perspectiva do materialismo histórico dialético pensando em um olhar que buscou se aproximar da realidade social, institucional e profissional, levando em consideração as estruturas sócias culturais do Brasil. Um envolvimento que abarcou tantas gestoras/es quanto as mulheres atendidas pela SEMFAS.
Essas intervenções profissionais partem de um processo histórico entre a realidade social e o procedimento lógico-ontológico, assumindo a categoria mediação.
A mediação é uma das categorias centrais da dialética, inscrita no contexto da ontologia do ser social e que possui uma dupla dimensão: ontológica - que pertence ao real, está presente em qualquer realidade independente do conhecimento do sujeito e reflexiva - elaborada pela razão, para ultrapassar o plano da imediaticidade (aparência) em busca da essência, necessita construir intelectualmente mediações para reconstruir o próprio movimento do objeto. (MORAES & MARTINELLI, 2012, p. 3)
Portanto, esta categoria interliga-se com a proposta metodológica do projeto de intervenção e o conjunto de teorias elencadas na perspectiva do Serviço Social contemporâneo.
A metodologia se baseou em uma pesquisa exploratória e qualitativa ao passo que foi baseada em material bibliográfico, fontes documentais da Coordenadoria de Políticas para Mulheres, bem como a experiência da prática profissional do campo.
Cita-se ainda que por conta da pandemia do Coronavírus ocorreram mudanças temporárias no Departamento de Serviço Social o qual a partir das “DIRETRIZES GERAIS PARA A OFERTA DE ESTÁGIO SUPERVISIONADO EM SERVIÇO SOCIAL I, II e III (DSS-UFS) EM FORMATO REMOTO, NO CONTEXTO DA PANDEMIA DA COVID-19” permitiu a aplicação do estágio supervisionado II ocorresse de forma virtual e no estágio supervisionado III no formato presencial.
Desarrollo:
Estrutura e AtendimentoA coordenadoria foi criada no ano de 2017 na gestão do atual prefeito de Aracaju. Ela pertence a Diretoria de Direitos Humanos que está sob a estrutura da Secretaria Municipal da Família e da Assistência Social (SEMFAS). A composição de sua equipe de trabalho é formada pela coordenadora Edlaine Sena e conta também com uma assistente social e psicóloga cedidas para o projeto “Homens Autores de Violência”.
A Coordenadoria de Políticas para Mulheres foi implementada com o intuito de planejar, acompanhar e avaliar a implementação de serviços voltados para as mulheres do município de Aracaju. Neste setor perpassam ações intersetoriais contra as violências doméstica e familiar, bem como em ações afirmativas de direitos das mulheres. Da mesma forma, a Coordenadoria de Políticas para Mulheres desenvolve ações as quais estão voltadas para o combate da violência doméstica, a autonomia feminina e outros eixos de igualdade de gênero.
Cita-se ainda que seu endereço físico estava localizado na rua Pacatuba, n° 64, no centro de Aracaju, até outubro de 2021, porém o contrato de aluguel do prédio foi suspenso pelo seu valor estar fora do orçamento da prefeitura. Mediante este fato, a Diretoria de Direitos Humanos passa a localizar-se, provisoriamente, no mesmo endereço da SEMFAS. Quanto aos seus serviços estão sendo organizados de forma híbrida entre trabalho em home office, espaços divididos com outros setores da secretaria, e o trabalho presencial para execução de ações nos equipamentos da prefeitura.
Dentre suas atribuições encontram-se:
Incentivar a integração da rede socioassistencial levando em consideração as diretrizes de políticas para as mulheres;Elaborar, coordenar e organizar as políticas para as mulheres no município de Aracaju;Articular os serviços governamentais, não-governamentais e de sociedade civil e conselhos voltados para as pautas das mulheres;Assessorar as áreas de educação, trabalho, saúde, e outras esferas da Prefeitura Municipal de Aracaju no combate à violência doméstica;Acolher e orientar a defesa dos direitos dentre as consubstancialidades das mulheres aracajuanas;Articular junto à Patrulha Maria da Penha ações de enfrentamento à violência doméstica.Reunir representantes da rede de atendimento à mulher com encontros constantes para desenvolvimento de ações;Realizar calendário anual com datas importantes para os direitos da mulher;Promover o Plano contra violência doméstica;Realizar cartilhas informativas que orientem profissionais e usuárias sobre os direitos da mulher e a sua rede de atenção;Incentivar cursos de capacitação e fóruns permanentes para a sensibilização e atualização sobre a rede de enfrentamento à violência doméstica.Promover junto à assessoria de comunicação o fortalecimento das ações da Coordenadoria de Políticas para Mulheres para divulgar seus serviços de ações no município de Aracaju;
Com a intenção de aproximação com a realidade foram coletados documentos online sobre atribuições relativas de políticas públicas para as mulheres com intuito de conhecer como o trabalho vem sendo desenvolvido, de modo a destacar suas experiências do contexto da coordenadoria da mulher de Aracaju.
De acordo com Garibaldi (2016) as diretrizes para a Coordenadoria da Mulher de Garibaldi apontam para integração e incentivo das equipes da prefeitura na definição e diretrizes do setor, bem como a execução de seus serviços gerais administrativos, na articulação desta com as outras secretarias e no incentivo de iniciativas para a proteção da mulher junto ao poder legislativo.
A rede socioassistencial à disposição da Coordenadoria de Políticas para as Mulheres envolve os serviços da Prefeitura Municipal de Aracaju: CRAS, CREAS, Casa Abrigo Núbia Marques, Patrulha Maria da Penha, Secretaria Municipal da Saúde, Secretaria Municipal da Defesa Social e Cidadania, Fundação Municipal do Trabalho, Centro DIA, Centro POP, Secretaria Municipal da Educação.
Ao passo que a rede intersetorial são órgãos externos à prefeitura, composta pelo Tribunal de Justiça do Estado de Sergipe, Ordens dos Advogados do Brasil, Ministério Público do Estado de Sergipe, Secretaria Estadual da Inclusão e Assistência Social, Defensoria Pública do Estado de Sergipe, Instituto Médico Legal, Maternidade Nossa Senhora de Lourdes, Serviço de Atendimento Móvel de Urgência, Delegacia de Atendimento à Grupos Vulneráveis, Polícia Militar de Sergipe. Além de instituições profissionalizantes, instituições de ensino superior, instituições privadas, Conselho Municipal da Mulher e Conselho Estadual da Mulher.
Conjuntura
Ao resgatar o contexto histórico do país pode-se verificar que as expressões da questão social estão ligadas ao capitalismo, porém essa estrutura social não é capaz de abarcar as desigualdades de gênero entre outras uma vez que são estruturas diferentes e que ao mesmo tempo aprofundam as desigualdades quando em conjunto. Para uso de controle das violações de direitos oriundas destes espaços o Estado realiza intermédios os quais nem sempre objetivam a transformação social.
A violência contra a Mulher é um fenômeno, o qual retrata expressivamente o resultado do processo histórico patriarcal, colonial, racista e capitalista ocorrido no Brasil, desde os seus primórdios. O número de denúncias, feminicídios e violência contra a mulher, e os caminhos tomados pelo Estado em termos de constitucionalização dos direitos sociais, civis e políticos das mulheres, representam alternativas de contenção das mobilizações sociais com vistas à manutenção da ordem. (SANTOS & NASCIMENTO, 2021, p. 15)
Como percebe-se na citação acima o Estado executa paliativos sociais uma vez que não vai no cerne das relações sociais. Para esse movimento é necessário que o próprio abra mão de seu poderio, preenchido por normas e leis dos homens, porém, como isso não seria possível a saída seria o compromisso político com o enfrentamento das desigualdades, com os valores democráticos.
Contudo, “na concepção das famílias tradicionais”, a violência contra a mulher é algo que está enraizado na nossa sociedade machista e patriarcal, a qual os homens acreditam ter posse sobre as mulheres, e as mulheres são submetidas a relacionamentos abusivos, acreditando que realmente seja o melhor que a vida pode oferecer, e que não é possível se libertar e sair desta condição, o que muitas vezes só se torna possível quando esta tem acesso a políticas públicas. (SANTOS & NASCIMENTO, 2021, p. 24)
Observou-se que apesar do liberalismo ter como uma de suas características a liberdade das pessoas ele se torna contraditório ao necessitar do conservadorismo para continuar mantendo o capitalismo de pé. Essa estruturação está também em conjunto com o aparato do Estado afim de manter as instituições de seu domínio sob as relações de desigualdades, sendo assim, locais como a Prefeitura Municipal de Aracaju (órgão de controle do Estado) não foge a essa regra.
Ora, se a sociedade neoliberal dita as regras e os serviços públicos vem perdendo seus espaços, acrescidos do fator famílias afastadas dos equipamentos da Assistência Social não seria de surpresa o fechamento destes espaços para os cortes de gastos econômicos, falta de compromisso político dos governos com os direitos humanos, os direitos das mulheres e os valores democráticos, uma vez que desde o início da gestão bolsonarista essa área pública apresentou corte de gasto de mais de 70% dos repasses federal (SCHIAFFARINO, 2022). Esse impacto de recurso atinge diretamente a PMA a qual opta em realizar os pagamentos mais urgentes para manter serviços como o da Alta Complexidade ativos, porém, a curto prazo essa estratégia pode acalentar as obrigações da SEMFAS, mas posteriormente poderá criar um caos social, uma vez que sem os serviços de convivência da Proteção Social Básica (PSB) as pessoas mais vulnerabilizadas seriam aquelas que mais necessitam de seus serviços, como pessoas idosas, crianças, adolescentes e as mulheres.
Queremos dizer que atualmente, tendo em vista um contexto de extrema ofensiva do capital na busca por maior lucratividade, estabelecem-se parcerias entre o âmbito mercantil e a esfera pública. Parcerias estas que decorrem de ações planejadas e pactuadas por diferentes sujeitos, por vezes de forma centralizada e hierarquizada por um ‘núcleo técnico’, mas que incidem sobre todos (usuário dos serviços sociais, trabalhadores, operadores destes direitos, dentre eles o assistente social) (BERTOLLO, 2016, p. 341)
Por isso retorna-se ao pensamento de Almeida (2018, p. 31) “Em momentos de crise, em que é preciso “conservar o que concretamente deve ser conservado”, os liberais podem se tornar reacionários.” esse reacionarismo tende a provocar feridas básicas que tinham sido superadas, como o acesso a serviços que ofertam subsistência das pessoas, além de conseguir se aproximar de territórios imersos nas violências.
As demandas foco do projeto de intervenção estão relacionadas à competência de gestão social e as atividades de planejamento, uma vez que a partir delas a Coordenadoria de Políticas para Mulheres realiza seu trabalho entre cada final de ano e início do outro, analisando os projetos que são contínuos, além das pendências que não foram trabalhadas e as colocando dentro de suas ações para o ano subsequente. Portanto, o estagiário buscou fomentar o que já estava sendo construído, é neste momento que em acordo com a supervisora técnica as ações do projeto de intervenção estavam voltadas para o funcionamento da sua gestão.
Ainda que dentro de uma gestão voltada para os cortes de verbas, equipamentos, serviços, além de instabilidade profissional, é necessário construir com a população soluções uma vez que poderia ser a partir da sociedade que a transformação social seja possível, ao invés da SEMFAS se colocar em um espaço de manutenção do sistema. Porém, como seria possível se a conjuntura urge dentro da miserabilidade social? Como formar uma sociedade livre do conservadorismo e assistencialismo se são essas as prerrogativas que estão atualmente nos territórios das famílias?
As representações do Brasil nas Organizações das Nações Unidas (ONU) do atual desgoverno carregam consigo omissões em seus discursos sobre os dados de violência contra mulheres. Ao levantarem temas que servem como “cortina de fumaça” acabam escondendo sobre essas violações de direitos humanos, ao invés de realizar uma política pública voltada para a defesa da vida, principalmente, das que mais necessitam de segurança, incluindo em seus ambientes domésticos.
O afastamento proposital dessas temáticas alinha o Brasil a um campo inaceitável por países colonizadores e isso não afeta somente as pessoas marginalizadas pelo desgoverno, como também afeta diretamente a economia do país, ao apresentar um desrespeito às vidas das pessoas, algo intrínseco à agenda neofascista.
De acordo com Hirabahasi (2022) o Supremo Tribunal de Justiça (STJ) decidiu que, a partir do dia 05 de abril de 2022, a Lei Maria da Penha (2006) passou a ser aplicável também para mulheres transgênero. Até antes desta data as decisões judiciais quanto a aplicação da legislação ficava a cargo de cada juízo, mas a decisão uniformiza e torna oficial que gênero independe de sexo de nascimento. Esta decisão poderá impactar nos julgamentos dos assassinatos observados anteriormente, é um avanço para o enfrentamento da onda neoconservadora.
Há um aglomerado ideológico mais ou menos coeso que é chamado de nova direita, na qual misturam-se ideais do conservadorismo, do libertarianismo e do reacionarismo. A essas ideias somam-se outras que remetem à apologia do eugenismo e da segregação racial que fazem com que a nova direita flerte, de maneira consciente ou inconsciente, com construtos que remetem ao nazismo e ao fascismo. (CARAPANÃ, 2018, p. 38)
Essa política de ódio nacional as vidas das populações vulnerabilizadas pelo sistema se funde com preceitos políticos que são do nazi fascismo e se impregnam nas relações sociais. Tendo em vista essa questão foi possível notar que isso não acontece apenas no campo ideológico, mas também na realidade social capitalista, patriarcal, racista, capacitista, LGBTQIfóbicas e nas novas formas das políticas públicas.
As violências já vivenciadas pelas minorias sociais, transmutam-se no ódio escancarado: a misoginia, o racismo, a violência contra a mulher, a LGBTQIA+fobia, acontecem em plena luz do dia, repetem-se em dimensões inacreditáveis e são legitimadas diante do Estado como resultado da onda promovida por Bolsonaro. (SANTOS & NASCIMENTO, 2021, p. 50)
A partir do momento no qual o chefe do executivo do Brasil profana, promove e dissemina ódio contra essas populações “minoritárias” abre espaço para a concretização de novas violências cada vez mais especializados em requintes de crueldade. Se não fosse as outras esferas de poderes, como o judiciário, o Brasil certamente estaria cada vez mais na contramão dos Direitos Humanos.
Outro exemplo propriamente disposto no Governo Bolsonaro, é a proposta da Ministra Damares que tenciona a implementação de um espaço chamado “Sala Rosa”, que seria acoplada em todas as Delegacias de Polícia do país, para atendimento exclusivo à Mulher e as salas seriam pintadas na cor rosa. (SANTOS & NASCIMENTO, 2021, p. 53)
Esta proposição esta intrinsicamente ligada com valores dos quais o desgoverno coaduna, a exemplo de uma perspectiva de sexo biologizante e binário. Como a frase da ex ministra “Menino veste azul e menina veste rosa.” essa preocupação com a cor é extremamente desnecessária uma vez que isso não necessariamente cause uma confortabilidade das mulheres atendidas, tão pouco reflete em um atendimento qualificado.
Dentre as alterações mencionadas acima, há também os Projetos de Lei (PL) que são propostos na Câmara, as quais Bolsonaro e seus aliados se mostram favoráveis, mas na realidade demonstram total decadência frente às lutas e conquistas feministas. No ano de 2020, foi apresentado a PL 5.435/2020 que cria o "Estatuto da Gestante”, a proposta foi apresentada pelo senador Eduardo Girão (Podemos-CE), com a ideia de proteger integralmente as gestantes e a criança/feto desde o momento da concepção. (SANTOS & NASCIMENTO, 2021, p. 54)
Esta proposta citada deslegitima inclusive os casos de aborto legais previstos por lei, o que coloca em perigo, inclusive, as mulheres violentadas por estupro. Portanto, não é somente uma preocupação com o valor à vida de bebês, mas também com o fato de culpabilizar a mulher dentro da cultura do assédio e estupro.
Essa conjuntura nacional prejudica não somente as formas das relações, como também as políticas públicas ofertadas na esfera municipal, como foi observado. Apesar da PMA não fazer parte do mesmo grupo político partidário do desgoverno Bolsonaro, a prefeitura realiza ações que alinhadas a um grupo político de direita que deslegitima a classe trabalhadora.
As ordens hierárquicas colocam em risco as autonomias das profissões as quais estão inseridas na SEMFAS, uma vez que as demandas são de superiores sem nem ao menos passar pelo crivo das/dos/des usuárias/os/es. E as/os/es trabalhadoras/es refletem bastante antes de realizar críticas ou prestar opiniões uma vez que a conjuntura institucional tende ao autoritarismo daquilo que será de benefício próprio, como momentos que foram necessárias mudanças no planejamento das ações.
Os procedimentos burocráticos estabelecem um roteiro rígido de atuação que possa ser bem controlado desde cima, de cima para baixo. O planejamento e a programação permitem e obrigam cada vez mais a esse controle interno, transformando a disciplina em uma questão de competência, de avaliação, de eficácia. O modelo industrial penetra todos os setores institucionais. (FALEIROS, 1997, p. 35)
Notou-se logo acima o quanto o modelo industrial de organização penetrou nas instituições, principalmente as do Estado. Na Prefeitura Municipal de Aracaju não é diferente, e foi notário todo o cuidado durante a construção, execução e monitoramento do projeto de intervenção.
As instituições desenvolvidas nos países democráticos apresentam canais mais sofisticados para absorver e amortecer os conflitos sociais, como as comissões de inquérito, as audiências das partes em litígio, a confrontação de posições. Os funcionários aparecem como árbitros de uma situação conflitiva. (FALEIROS, 1997, p. 36)
Foi nítida essa manutenção da PMA de apaziguar conflitos sociais que dizem respeito as expressões da questão social e as relações sociais de dominação e opressão em Aracaju, porém, não foram encontrados registros de comissões éticas dentro da prefeitura para apurar suas condutas internas. Em alguns momentos no estágio existiram situações de movimentos sociais habitacionais, de território, sindicato de professores entre outros os quais realizavam manifestações na frente do Centro Administrativo, mas sem a presença do chefe municipal para dialogar, apenas as observações da Guarda Municipal de Aracaju (GMA), uma prova da repressão e coerção através da força policial (FALEIROS, 1997).
O Estado, nesse momento, fecha as portas da negociação porque as concessões solicitadas não são aceitáveis ao estado de acumulação de capital que ele visa. Essa estratégia pode retirar a legitimação da classe no poder se ela defende (discurso) a democracia e participação. O Estado se vê então colocado numa situação de defesa clara da acumulação do capital ou de sua legitimidade. (FALEIROS, 1997, p. 85)
Porém, ao contrário da realidade que foi vista no estágio e a citação anterior, é justamente a partir do diálogo que a construção democrática se deve fazer. É neste instante que a revolução acontece e isso reflete também nas estratégias de lutas e combates para a população feminina de Aracaju.
Isso significa, respeitar a autonomia dos diferentes sujeitos sociais para construir uma agenda política independente da lógica governamental, para que, a partir da conquista de espaço social para suas demandas no plano da sociedade, possam ser legitimamente traduzidas em pauta política dos governos, com base em políticas públicas amplamente democráticas e com a efetiva incorporação da dimensão de gênero e ampliação da cidadania das mulheres. (SILVEIRA, 2004, p. 74)
Dar prioridade à participação das mulheres nas mesas políticas é priorizar a garantia de direitos sociais e encontrar formas de protegê-las das violências, uma vez que é através delas que as demandas nascem em seus territórios. É necessário retornar o fortalecimento de vínculos institucionais e os territórios das mulheres, partindo de conferências de mulheres por distrito, por exemplo.
A fome e a miserabilidade são sim as urgências da população além do vácuo no diálogo com a população, porém é possível entrar em acordo com legislativo municipal para encontrar formas de angariar fundos para resolver essas expressões da questão social e os processos de dominação e opressão que vitimizam pessoas. Além disto, e principalmente se faz mister democratizar a escuta para formalizar lutas contra o patriarcado, o racismo, o capacitismo, além de diálogo junto aos órgãos representativos da categoria.
Conclusiones:
Pensar em políticas públicas que combatam todas as formas de violências é pensar em estratégias reais, as quais são possíveis. Não se deve relativizar direitos previstos na legislação, tão pouco menosprezar que o Brasil é um dos países mais violentes contra mulheres, população LGBQTIA+, pessoas pretas, indígenas, além de continuar a perpetuação de abusos contra crianças e adolescentes, preconceito etário e criador de barreiras para pessoas com deficiência.
A formação educativa e política são uma das saídas para o enfrentamento dessas violações de direitos, a revolução nas ruas, além de maior financiamento da Assistência Social também devem fazer parte em apoio ao processo pedagógico, mas é no cotidiano das instituições que o preconceito continua conservado e enraizado. Para tanto se aponta para uma estratégia que estaria em acordo com uma gestão social e participativa:
Estas instâncias governamentais se localizam em variados lugares nas estruturas de governo. A reivindicação das mulheres é que seja um lugar onde possam ter acesso aos diversos níveis do governo, e um lugar que possam ter poder de negociação, pois as ações que pretendem realizar serão desenvolvidas em conjunto com outras áreas. Assim, em geral, reivindicam um espaço junto ao gabinete do (a) Prefeito (a) ou do Governador (a), e assim tem ocorrido com algumas das coordenadorias. [...] (SOARES, 2004, p. 124)
E continua:
[...] Esta localização faz diferença, pois disto vai depender se tem ou não status de secretaria, recursos administrativos e financeiros e, mais ainda, o nível de autonomia relativa para a tomada de decisão. “Quanto mais afastadas do núcleo de poder do governo, das instâncias de decisão, maiores são as dificuldades para a articulação com as diversas secretarias”. Ainda assim, em alguns casos mesmo que as coordenadorias da Mulher estejam situadas nos gabinetes dos prefeitos ou governadoras, algumas vezes ainda não dispõem de recursos próprios para suas ações. São recursos do próprio gabinete que são utilizados. Dispõem de uma pequena infra-estrutura humana. E se não são unidades orçamentárias suas ações também, ficam limitadas. (SOARES, 2004, pp. 124-125)
Fortalecer a política da Assistência Social também é um dos caminhos de resistência, porém serão necessários esforços contínuos de agentes políticos que atuam no Congresso Nacional para um descongelamento do orçamento. Para evitar o fechamento de equipamentos da Assistência Social serão necessárias condições objetivas de trabalho.
A defesa da Assistência Social também deve estar na agenda do conjunto CFESS/CRESS, assim como o Sindicato dos Assistentes Sociais de Sergipe, órgãos de representação da profissão que devem fazer fiscalizações contínuas quanto as condições objetivas e subjetivas, principalmente, dos campos de trabalho com maior fragilidade nas relações hierárquicas.
Lutar por mais orçamento destinado às políticas de atenção as mulheres é uma das saídas para a concretização dos direitos, assim como administrar as verbas por políticas emancipatórias que são contrárias ao movimento ultraconservador da atualidade. Enfrentar o patriarcado também é sobre construir um debate progressista.
Este orçamento facilitará o fortalecimento da rede socioassistencial uma vez que possibilitará maior contato entre as equipes de diferentes instituições e retira das/os/es profissionais a responsabilidade de utilizarem seu transporte para realizarem reuniões. Além disso poderá ser criado o aplicativo para comunicação entre as mulheres quando necessitarem acionar a rede contra os casos de violência doméstica.
A construção das políticas públicas também se faz com diálogo entre as/os/es usuárias/os/es dos equipamentos para realçarem as suas demandas sociais, familiares e territoriais. É um chamado que parte da base, em conjunto com movimentos sociais, população e profissionais.
Bibliografía:
ALMEIDA, S. L.de. Neoconservadorismo e liberalismo. GALLEGO, E. S. (Orgs.). O ódio como política: a reinvenção das direitas no Brasil. São Paulo: Boitempo, 2018.
BERTOLLO, K. Planejamento em Serviço Social: tensões e desafios no exercício profissional. Temporalis, ano 16, n. 31, jan/jun, Brasília, 2016.
CARAPANÃ. A nova direita e a normatização do nazismo e do fascismo. GALLEGO, E. S. (Orgs.). O ódio como política: a reinvenção das direitas no Brasil. São Paulo: Boitempo, 2018.
FALEIROS, V. de P. Saber profissional e poder institucional. 5. ed. – São Paulo: Cortez, 1997.
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HIRABAHASI, G. STJ decide que lei Maria da Penha é aplicável a mulheres trans. CNN Brasil. Disponível em: https://www.cnnbrasil.com.br/nacional/superior-tribunal-de-justica-decide-que-lei-maria-da-penha-e-aplicavel-a-mulher-trans/.
MORAES, J., & MARTINELLI, M. L. A importância categoria mediação para o Serviço Social. XX Seminario Latinoamericano de Escuela de Trabajo Social, Córdoba, 2012.
SANTOS, A. da S., & NASCIMENTO, M. V. do. Governo Bolsonaro e seus reflexos na política nacional de enfrentamento à violência contra as mulheres. Trabalho de Conclusão de Curso (Bacharelado em Serviço Social) – Universidade Federal Integração Latino-Americana, Foz do Iguaçu, 2021.
SCHIAFFARINO, J. Gestão Bolsonaro cortou mais de 70% repasses para Assistência Social. 2022. Disponível em: https://congressoemfoco.uol.com.br/area/pais/gestao-bolsonaro-cortou-em-mais-de-70-repasses-para-assistencia-social/.
SILVEIRA, M. L. da. Políticas públicas de gênero: impasses e desafios para fortalecer a agenda política na perspectiva de igualdade. GODINHO, T; SILVEIRA, M. L da (Org.). Políticas públicas e igualdade de gênero. São Paulo: Coordenadoria Especial da Mulher, p.65-75, 2004.
SOARES, V. Políticas Públicas para igualdade: papel do Estado e diretrizes. GODINHO, T; SILVEIRA, M. L da (Org.). Políticas públicas e igualdade de gênero. São Paulo: Coordenadoria Especial da Mulher, p.113-126, 2004.
Palabras clave:
mulher; gestão social; conjuntura
Resumen de la Ponencia:
Desde el año 2020, Chile ha transitado por un ciclo electoral que comenzó con el plebiscito que marcó el inicio de un proceso constituyente para redactar una nueva Constitución y que culminará con el plebiscito de salida en septiembre de 2022. Durante el transcurso de este ciclo, se celebraron diversos procesos electorales a nivel nacional y local, entre ellos la elección de Gobernadores y Consejeros Regionales, Alcaldes, Concejales, Convencionales Constituyentes, Presidente y ambas cámaras del Congreso. En este contexto, las elecciones se caracterizaron por darle visibilidad y espacio a las candidaturas de mujeres y el discurso de la equidad de género y la paridad. Los partidos políticos se apresuraron en declararse feministas y formar listas con representación femenina. Si bien se observó un aumento de mujeres como representantes a nivel nacional, en algunas provincias del sur del país continuó evidenciándose una alta hegemonía masculina en instancias de representación política. De este modo, indagamos en las experiencias como candidatas de aquellas mujeres de las provincias de Concepción y Cautín que, si bien compitieron en las elecciones no lograron posicionarse como representantes, identificando los principales determinantes, alcances y dimensiones del resultado electoral obtenido y su relación con los partidos políticos en este proceso, a partir de las siguientes preguntas:¿Qué motivos tuvieron estas mujeres para presentarse como candidatas? ¿Cómo lograron el cupo en la lista partidaria? ¿Existieron instancias formativas o de inducción política que incorporaran la paridad como meta de su partido político? ¿Qué factores sociales, políticos, económicos, de capacidades personales o de género resultaron determinantes en la no obtención del cargo de representación política? ¿Cuál fue el posicionamiento del partido o conglomerado en la etapa post electoral? A partir de ello, se espera plantear algunas reflexiones y aprendizajes sobre mujeres, ciudadanía y participación política en el marco del actual gobierno en Chile y su declaración como gobierno feminista, considerando las implicancias para las demás instituciones, para el sistema partidario y el sistema político en general en la construcción de una democracia paritaria. Palabras clave: Mujeres - Partidos Políticos - Elecciones - Feminización de la política - Democracia ParitariaResumen de la Ponencia:
En esta presentación se expondrá un panorama general del actual Proceso Constituyente en Chile y su relación con la diversidad sexo-genérica. A través de un análisis del proceso, considerando los textos constitucionales, los debates y la movilización de actorxs se esperará responder finalmente a la pregunta sobre si la población LGBTIQA+ y sus demandas fueron escuchadas o no por la institucionalización del proceso constituyente. La presentación se divide en tres partes: el momento previo a la instalación de la Convención Constitucional, desde el activismo de diversidades y disidencias sexo-genéricas hasta la postura de esta población recogida a través de una consulta nacional. Luego, ya en el funcionamiento de la Convención, sobre todo se abordará el proceso de producción y debate de normas de especial interés para esta población, tales como el derecho a la identidad, la igualdad y no discriminación, y el reconocimiento de familias diversas. Finalmente se hará una revisión crítica del texto constitucional y se discutirá en qué medida éste recoge o no la perspectiva y demandas de esta población específica, con una postura política clara e inscrita en la historia que, como muchas otras luchas, encontró en el Estallido social una oportunidad para denunciar la violencia, injusticias y exclusiones sociales en el país. Se espera con este trabajo, primero que todo, registrar esta dimensión político-institucional para los estudios en diversidad sexo-genérica, como también aportar a los estudios jurídico-políticos, sobre la inminente afectación que significa para el derecho y la política, el creciente número y reconocimiento de la población género y sexualmente diversa. Por último, estos debates no están exentos de diálogo con el desarrollo permanente de preguntas clave para los feminismos, como la composición de las familias tradicionales o qué hay más allá del binarismo de sexo-género en lo simbólico y lo material.Resumen de la Ponencia:
“La palabra de la lluvia contra el olvido”: el orden de género y la participación político-social de mujeres ñuu saavi, Oaxaca. En esta mesa de trabajo abordaré el tema de la participación político-social comunitario de las mujeres ñuu saavi, de San Antonio, Zahuatlán y Esperanza el Espinal, del Estado de Oaxaca. Pues culturalmente se nos enseña que nuestro lugar en el mundo es dar vida y cuidar de ella cotidianamente, reduciendo el campo del ejercicio de nuestros derechos dentro de unos límites estrictamente definidos tanto por la comunidad como por el Estado, bajo la ideología del orden de género: basada en relaciones sociales y estructuras de poder asimétricas, que define espacios, conductas, valores, prejuicios, interpretaciones, normas, deberes y prohibiciones sobre la vida de mujeres y hombres (Muñiz, 2002).De modo que, el problema de la participación político-social de las mujeres ñuu saavi no es un asunto únicamente de mujeres. También, involucra a los hombres de la comunidad, actores sociales e institucionales, ya que hablamos de un problema histórico, complejo y multifactorial. Resultado de un largo proceso de construcción social, cultural, económica, política y jurídica en el que se constituyó el Estado-Nación sin considerar a las mujeres y los hombres indígenas; desde los orígenes de la democracia liberal en las sociedades hegemónicas, se tomó como referente al hombre y a través del proceso de colonización de América Latina se impuso el modelo de organización político-patriarcal “occidental”, el cual se tejió con la organización de las propias comunidades indígenas que también desplazaron a las mujeres de la participación política.En ese sentido, el análisis lo realizaré a partir de una mirada feminista situada y desde un enfoque interseccional feminista, que significa que no basta analizar las relaciones de dominación entre hombres y mujeres, sino comprender cómo este sistema de poder patriarcal se articula con otros (la etnia y la clase), lo que permite entender la complejidad de las situaciones de exclusión en la participación política-social que viven las ñuu saavi y desmarcarme de un feminismo hegemónico que limita la capacidad de agencia y autonomía de las mujeres indígenas.Finalmente, con esta ponencia busco aportar a la discusión que se está dando entre mujeres indígenas, organizaciones, espacios académicos entre otros; porque permite generar información específica sobre la diversidad de contextos ñuu saavis y los procesos de cambios en los que se hace visible los obstáculos y las posibilidades de participación de las mujeres indígenas, así como, las diferencias y similitudes de estrategias para enfrentar este problema. Bibliografía Muñiz, Elsa (2002). “Cuerpo, representación y poder. México en los albores de la reconstrucción nacional, México”, UAM-A/Miguel Ángel Porrúa.
Introducción:
En este texto se analiza cómo participan en el espacio público político-social comunitario las mujeres ñuu saavi[1], de San Antonio, Zahuatlán y Esperanza el Espinal, del Estado de Oaxaca, México. Porque culturalmente se nos enseña que nuestro lugar en el mundo es dar vida y cuidar de ella cotidianamente, reduciendo el campo del ejercicio de nuestros derechos dentro de unos límites estrictamente definidos tanto por la comunidad como por el Estado, bajo la ideología del orden de género: basada en relaciones sociales y estructuras de poder asimétricas, que define espacios, conductas, valores, prejuicios, interpretaciones, normas, deberes y prohibiciones sobre la vida de mujeres y hombres (Lagarde, 1996; Muñiz, 2002).
También, aclaro que este texto pertenece a una investigación más amplia, que se propone aportar a la discusión de esta problemática que se está dando entre mujeres de las comunidades, organizaciones, colectivos y espacios académicos; porque permite generar información específica sobre la diversidad de contextos ñuu saavis y los procesos de cambios en los que se hace visible los obstáculos y las posibilidades de participación político-social de las mujeres indígenas, con el fin de reconocer y registrar a través de contrastar los procesos de participación político-social de las ñuu saavi, donde las condiciones, intereses, oportunidades, escolaridad, tenencia de la tierra, red familiar, migración entre otros elementos contextuales marcaran la pauta de las diferencias y similitudes de estrategias para enfrentar este problema.
Además, la investigación parte de una mirada feminista situada y desde una perspectiva parcial del lugar, lo que implica reconocer la imposibilidad de poder mirarlo todo, porque el lugar está marcado por experiencias, ideologías y conceptos que dan una cierta visión parcial y un sesgo que tiene que ver con mi historia, género, edad, educación, entre otros factores. Lo que genera, la posibilidad de tejer con las actoras/os sociales a través de la epistemología de la articulación: sentires, experiencias, miradas y diálogos que construyen el conocimiento colectivo (Haraway, 1991; Fernández, 2017).
En cuanto a los espacios de participación, en mi estudio las esferas pública y privada merecen la pena retomarse, discutirse y resignificarse por la riqueza y complejidad que ofrecen para observar y entender los procesos continuos y emergentes de recomposición social de ambas comunidades; donde lo público está asociado a las actividades de reconocimiento, poder y prestigio y está asignado, preferentemente, a los hombres y lo privado-doméstico a las mujeres, aún cuando ambos espacios están relacionados. Estos conceptos son retomados como un lente crítico para conocer y analizar el orden de género, dónde se encuentran las mujeres ñuu saavi, cómo participan, sus estrategias y en que lugares están ausentes y por qué. También, haré uso del concepto público político-social, que refiere a ese complejo de relaciones de género y de poder en los espacios de participación como una continuidad relacional entre lo social y lo político, con el fin de no caer en dicotomías polarizadas y convencionales.
La participación político-social de las mujeres ñuu saavi no es un asunto únicamente de mujeres. También, involucra a los hombres de la comunidad, actores sociales e institucionales, ya que hablamos de un problema histórico, complejo y multifactorial. Resultado de un largo proceso de construcción social, cultural, económica, política y jurídica en el que se constituyó el Estado-Nación sin considerar a las mujeres y los hombres indígenas; desde los orígenes de la democracia liberal en las sociedades hegemónicas, se tomó como referente al hombre (blanco y heterosexual) y a través del proceso de colonización de América Latina se impuso el modelo de organización político-patriarcal “occidental”, el cual se tejió con la organización de las propias comunidades indígenas que también desplazaron a las mujeres de la participación política.
Las ñuu saavi, protagonistas de esta investigación, son trabajadoras que hacen que todos los días se teja la vida comunal. La mayoría de ellas saben leer y escribir, no tienen la posesión de la tierra a nombre propio, han ocupado diversos cargos en comités, están casadas, tienen hijas/os, se ocupan de muchos trabajos: arreglan y cuidan la casa, el patio y la parcela, recogen plantas (comestibles y medicinales) del monte, trabajan en la siembra de la milpa, el frijol y la calabaza, cuidan de sus animales como de sus hijas/os, en ese sentido, adquieren la carga más pesada de los trabajos que se ven reducidas cuando entre ellas se organizan para cumplir con todas las demandas del hogar; sus trabajos son indispensables para la producción y reproducción de la vida cotidiana y la economía comunitaria, sin embargo, pocas veces se les reconoce.
En ese contexto, se convierte en un trabajo invisible, que repercute en el tiempo e interés de participar en otros espacios comunales. Es una constante que la mayoría de las mujeres indígenas de Oaxaca enfrentan, como en otras partes del país y América Latina, lo cual se liga con la división sexual del trabajo que diferencia las tareas que las mujeres y los hombres deben realizar (Federici, 2004). Sin embargo, otros estudios (Bernal, 2006; Bonfil, Barrera, Aguirre 2008; Vázquez; 2011) destacan cada vez más, la participación de las mujeres indígenas en cargos de representación, lo que significa, por un lado; que se está cuestionando el orden de género de sus comunidades y del estado mexicano, y por otro; a pesar de los avances que hay en el tema, las autoras coinciden, que en la práctica las mujeres se enfrentan a elementos culturales que las excluye de ciertos espacios públicos, limitándolas al espacio privado-doméstico y reservando los espacios públicos, de manera preferente, a los hombres.
En ese sentido, la pregunta general que conduce la investigación es: ¿En qué sentido el orden de género del espacio político-social en las comunidades de San Antonio, Zahuatlán y Esperanza el Espinal, facilita o dificulta la participación de mujeres ñuu saavi en el espacio público? y el objetivo general implica en conocer y comprender como el orden de género del espacio político-social en las comunidades de San Antonio, Zahuatlán y Esperanza el Espinal, facilita o dificulta la participación de mujeres ñuu saavi en el espacio público, para encontrar las complicaciones y generar posibles soluciones.
[1] La palabra ñuu saavi proviene del mixteco, aunque puede variar el significado dependiendo de la comunidad donde nos encontremos, su acepción más común es para nombrarnos “pueblo de la lluvia”. Además, utilizo esta palabra como una forma de reivindicar la lengua de las mujeres y hombres que no la han dejado morir.
Desarrollo:
El problema de la participación política-social de las mujeres indígenas
Los estudios feministas y con perspectiva de género (Massolo, 1994; Phillips, 1996; Tuñon, 1997; Bonfil, 2002; Bonfil, Barrera, Aguirre 2008; Vázquez, 2011) han desarrollado una visión crítica, analítica, explicativa y política del problema de la participación de las mujeres; han hecho visible y explicado las diversas concepciones que se tiene sobre las relaciones de género y poder, además de la práctica de la democracia entre hombres y mujeres. Se ha dado cuenta de la exclusión, así como de los procesos de inclusión y estrategias de las mujeres para participar en el espacio público y político e integrarse en otros ámbitos de la vida comunitaria.
Anne Phillips (1996) en su estudio, va a los orígenes de la democracia liberal, que tiene sus antecedentes en la Grecia clásica, basada en la concepción masculina aristotélica y platónica que dieron “origen al republicanismo”, donde se estableció la distinción entre la esfera del hogar y la polis vida pública, la cuál permitió que las mujeres fueran relegadas al hogar, ya que se les consideraba sin capacidad de razonar, esta idea justificaba su exclusión de la esfera pública que se reflejó en que no podían votar, hasta que surgió el movimiento feminista sufragista en diversas partes del mundo, incluyendo a México, se exigió ese derecho pero sin considerar a las mujeres racializadas negras e indígenas. La participación política-social de las mujeres ñuu saavi, tiene otras implicaciones que no se limita únicamente al derecho a votar, pues están en un cuerpo en el que convergen opresiones estructurales por su condición de mujer, indígena y además pobre.
En ese sentido, investigaciones de mujeres indígenas y rúales (Hernández, 1998; Bonfil, 2002; Casado, 2003; Dalton, 2003; Ochoa, 2005; Espinosa, 2011) desmenuzaron la relación de género, etnia y clase como elementos que aparecen y obstaculizan de manera más compleja la participación político-social de las mujeres indígenas, como es el caso de las ñuu saavi de San Antonio, Zahuatlán, no pueden asistir a todas las asambleas, no se les permite elegir y ser autoridad. En Esperanza el Espinal, pueden asistir a las asambleas y ocupar cargos de autoridad. Sin embargo, es poco frecuente que suceda. Y, cuando logran tomar esos espacios de representación, su administración comunal se vuelve complicada y desgastante corporal y emocionalmente por el hecho de ser mujer, por el color de la piel, la forma de hablar y de vestir, entre otros aspectos asociados a lo “indígena”, sumando a que se vive en comunidades marcadas por la marginación y un sistema educativo y de salud precario, además de la falta de oportunidades.
Orden de género y la participación político-social de mujeres ñuu saavi
El ser mujer y hombre en la comunidad, la feminidad y masculinidad se produce y reproduce de manera distinta que en el medio urbano. La historia, ubicación geográfica, el entorno cultural, la estructura social, económica, política, educativa, así como la falta de oportunidades y precarización de derechos más básicos influyen en las vivencias cotidianas del “hacer género” en el pueblo. Por lo que, es importante conocer y reconocer que cada comunidad elabora cosmovisiones sobre los géneros, entonces cada grupo social tiene una particular concepción de género, basada en la de su propia cultura ñuu savi, que radica en la visión del mundo, en las tradiciones, la historia personal y colectiva, generacional y familiar.
Para explicar el concepto orden de género, me baso en el análisis de Elsa Muñiz (2002), que habla de una cultura que produce género en todos los espacios y sentidos, regula las maneras de relacionarse entre hombres y mujeres, claramente con sus diferencias, “lo cual no siempre ocurre de manera consiente, pues desde la infancia se inculca, poco a poco, esa regulación que se asume automáticamente, […]la cultura de género organiza a la sociedad, de manera asimétrica, androcéntrica, patriarcal […] y esta división genérica contribuye sustancialmente a mantener la legitimidad de los sistemas políticos” (ibídem, p. 8). Y Marcela Lagarde (1996), que analiza la normatividad del contenido de género y de su capacidad de reproducir el orden de género contenidos en “los cuerpos normativos laicos y religiosos, científicos, jurídicos, académicos, entre otros, que se ocupan de reglar el orden de género, de establecer deberes, obligaciones y prohibiciones asignadas a los géneros y marcan las formas de relación entre éstos, sus límites y su sentido” (ibídem, p. 31).
En ese sentido, el concepto orden de género se aplica a la comprensión y análisis de las relaciones sociales y estructuras de poder asimétricas, que define espacios, conductas, valores, prejuicios, interpretaciones, normas, deberes y prohibiciones sobre la vida de mujeres y hombres ñuu savi, así como los mecanismos de organizar y realizar los actos más simples y cotidianos de la vida social, festiva, jurídica, económica y política del pueblo que marcan las pautas culturales para la participación política-social de las ñuu savi, las subversiones y resistencias de las propias mujeres, también permite observar a las mujeres y a los hombres no como seres dados e inmutables, sino como sujetos construidos socialmente, productos del tipo de organización social de género vigente en su sociedad comunal contenidos en las costumbres y tradiciones, ligado con los cuerpos normativos exteriores a la comunidad.
La participación de las mujeres ñuu saavi de ambas comunidades se ha dado históricamente en los márgenes de espacios políticos comunales, para centrarse preferentemente en los cargos cívico-religiosos, pero poco a poco se ha ganado otros espacios de participación, como es el caso de Ruth, ñuu saavi de Esperanza el Espinal, quien fue la primera agenta municipal hace 10 años y nuevamente en este año 2022, vuelve a ocupar el cargo. Lo que indica, que hay una ruptura y continuidad de la ocupación de los cargos políticos donde se toman las decisiones de mando comunal, al mismo tiempo que se busca en colectivo resignificar y reforzar los espacios en dónde ya están participando y generar posibilidades para que su participación se de en mejores condiciones y en espacios de donde son excluidas.
Si bien la ruptura más representativa que tuvo la comunidad de Esperanza el Espinal fue tener a dos mujeres agentas municipales, después de que se les señalaba por hablar en las asambleas y negarles la ocupación del cargo, así lo confirma Salvador, quien fue agente municipal:
las mujeres en las asambleas casi no hablaban, había una señora Maura López, ella iba acompañando a su esposo, hasta opinaba más que su esposo y la gente la señalaba y decía; -esa señora no tiene que estar aquí si ya viene su esposo-, no lo decían en público, pero si entre nosotros. También, los hombres decían: - no, a las mujeres no hay que dejarlas entrar porque no más empantanan todo y no avanzamos, empantanan todo-.
Estos discursos que aún persisten con otras palabras en las dos comunidades y se materializa en muchos espacios de participación en una violencia simbólica en contra de las mujeres ñuu saavi. Sin embargo, también en el contexto nacional e internacional la mujer indígena fue clasificada, representada, señalada, definida, hablada por otras/os, sin dejar lugar para sus propias voces y miradas, omitiendo la forma en que las mujeres vivían, participaban, sentían o rechazaban sus propias costumbres. La voz de la compañera Ruth, va abriendo grietas de un terreno que se dijo que no era nuestro, al compartir su experiencia cuando fue por primera vez agenta municipal de Esperanza el Espinal:
no sé quién me propuso, yo no había podido ir a esa reunión, no recuerdo porque, creo que me eligieron porque ya había tenido otros cargos en la comunidad de varios comités, después estuve trabajando en el Ayuntamiento de Huajolotitlán [Municipio] pensaron que ya tenía algo de experiencia, creo que gane la votación de la asamblea como por 20 votos arriba y quede como agente municipal […] a decir verdad sentí miedo, recuerdo que en la toma de protesta, toda la gente de la comunidad se juntó para ver como yo tomaba el cargo, estaba bien nerviosa, veía como la gente no más me veía, les daba mucha curiosidad que una mujer estuviera ahí.
Con la ocupación del cargo por Ruth, simbólicamente rompe un círculo de tradición donde eran únicamente los hombres quienes gobernaban desde esos espacios, tomando en consideración que es difícil cambiar de una buena vez por todas, la imagen de la mujer indígena pasiva, que se limita al cuidado de la familia, de la casa, dulce y amorosa que no cuestiona, pues son ideas y representaciones muy antiguas, Massolo, afirma que son, “concepciones estereotipadas, como que la mujer es consumidora pasiva y mantiene un “idilio” perenne con la comunidad local que es la guardiana del bienestar de la familia y de la armonía social a nivel cotidiano” (Massolo, 1992: 373). Frente a esas concepciones recalcitrantes del orden del género, los espacios de participación político-social de las ñuu saavi recobran su sentido más político. Xóchitl, de San Antonio, Zahuatlán, lo reafirma:
estar en la Vela Perpetua es tener un compromiso, porque sales mucho de tu casa, es bonito porque te sientes importante […] la gente te trata con más respeto, pero eso sí, hay que estar de un lado y otro, luego hay descontento entre nosotras y pues hay que resolverlo.
La pasividad, la sumisión, la falta de capacidad de toma de decisiones, de resolución de conflictos y que todo “lo empantanamos” deben ser deconstruidas, ya que han sido y son utilizadas para justificar la exclusión de las mujeres indígenas de sus derechos. En ese mismo tejido, nacer mujer bajo este orden de género se da por hecho que nos toca los trabajos de la casa, esta idea la encarnamos tanto mujeres como hombres en la comunidad, y eso dificulta la participación de las mujeres, así lo vive Ruht:
Lo más difícil de tener este cargo es el tiempo, aquí te demanda mucho tiempo y luego tengo a mi hijo, aunque me ayuda mi hermana a cuidarlo, pero yo lo descuido, aquí te critican demasiado, dicen que hablo mucho, tengo problemas con el Presidente Municipal porque no da el dinero que le corresponde a la comunidad, y luego eso me causa problemas allá y aquí [en la comunidad].
Por su parte, Xóchilt:
lo más difícil es que ocupas mucho tiempo en esto, luego la gente no quiere cooperar y hay que estar atrás de ellas, después todo lo que dejas en tu casa [refiriéndose al trabajo de la casa] sí, son problemas y no se diga la crítica de porque andas tanto tiempo en la calle y de noche, y luego da miedo que no te salgan las cuentas cuando se organiza la fiesta de la Vela, porque sales poniendo tú y dónde lo agarras para reponerlo, son problemas.
En este compartir de Ruth y Xóchitl, de comunidades, edad, redes, cargos y espacios de participación distintos, da la pauta para visibilizar que las mujeres comparten la preocupación del cuidado de sus hijes y del trabajo de la casa. Entonces, por un lado; tener un cargo se suma a la doble o triple jornada de trabajo que realizan por el solo hecho de ser mujeres, y por el otro; pese a la crítica que puedan recibir por parte de la comunidad, ellas sienten que las ven diferentes, las tratan con más respeto, su palabra es escuchada y se materializa en acciones que les otorga un sentimiento de que son importantes fuera de la casa. También, se destaca el tiempo y el miedo como elementos que inciden directamente en la participación político-social de las mujeres, pues tienen que organizar su tiempo para cumplir con el trabajo de la casa que parece interminable.
Estos son los problemas que enfrentan las mujeres a la hora de participar política-socialmente, trastocan su vida doméstica, las “mal miran” pero también las coloca en nuevos restos, aprendizajes, a salir de casa, hablar con otra gente, hacer otro trabajo que no es el de la casa y se abren comino para nuevas experiencias de aprendizaje que antes les causaba miedo y angustia.
Ahora bien, de todos los espacios donde participan las mujeres se priorizaron para este trabajo en colectivo, conforme a su interés y concurrencia, en San Antonio, Zahuatlán, en la iglesia con el grupo de la Vela Perpetua, el comité de salud, la cofradía de la fiesta de junio y en el programa Sembrando Vida. En Esperanza el Espinal, en el espacio de la agencia municipal, la iglesia, el comité de la festividad de enero, de salud y el de obras. Al considerar estos espacios de participación político-social desde su perspectiva cultural, privilegió a las mujeres, consideradas como actoras que construyen significados en la interacción y en el diálogo a partir de sus experiencias en estos espacios de participación, tomando en cuenta que la significación es construida y socialmente situada.
Metodología
Respecto a la metodología, retomo la propuesta de Ana María Fernández (2017), que invita a desdisciplinarse, deconstruir las lógicas de la academia unidisciplinaria para echar mano de diversas disciplinas, lo que permite pensar en un campo de problemas y no en un objeto de conocimiento, de ese modo se abre un campo que rescata lo diverso, la multiplicidad de miradas, saberes y prácticas del modo de vivir de las ñuu saavi en los ámbitos cotidianos y públicos. Pensar problemáticamente implica armar estrategias metodológicas, hacerse de una caja de herramientas que hagan un puente entre la teoría y la metodología; en ese caso para responder las preguntas, los objetivos y enfoques que busca este trabajo colectivo, haré uso de la historia oral como una herramienta para rearmar el contexto de las comunidades desde las voces de los y las ñuu saavi, desentrañar el orden de género y colonial (Rivera-Cusicanqui, 1990).
De esta caja de herramientas haré la entrevista dialógica: para lograr una relación de dialogo horizontal en el proceso de investigación para que las actoras se involucren en la producción de conocimiento compartido, de ese modo tejer las narrativas de la experiencia de las/os ñuu saavi, que constituyen un conocimiento desde su realidad. También, observación participante /diario de campo: para centrar mi interés y participar activamente en visibilizar la experiencia de la vida cotidiana de las ñuu saavi para problematizar, identificar e interpretar la información. Talleres de conciencia feminista comunitaria: me permitirá el encuentro de voces, miradas e interpretaciones respecto al problema y demás temas de interés de las mujeres ñuu saavi, también, para que juntas hagamos conciencia de nuestra situación de la participación política-social y a su vez encontremos posibles soluciones o estrategias para participar en otros espacios de la comunidad.
De igual manera, recurriré a la autoetnografía: al ser originaria de una de San Antonio Zahuatlán, esta herramienta me permitirá hacer pie en las emociones y en cómo me siento en el proceso de investigación y el intercambio de conocimiento con las mujeres ñuu saavi, en el marco de la relación horizontal investigadora-actoras, en un estar adentro y afuera de la comunidad (Guber, 2001).
Haré entrevistas semiestructuradas, observación participante y diario de campo, al centrar mi interés en visibilizar la experiencia de la vida cotidiana de las ñuu saavi para problematizar, identificar e interpretar la información obtenida en relación al tema de investigación. De igual modo, haré uso de la autoetnografía, como una herramienta que “hace pie en las emociones y en cómo siente [la investigadora] todo el tiempo el intercambio con las y los otros; el reconocimiento de sus [nuestras] propias experiencias le invitan a ocupar una posición no estática sino dinámica y jugar con su centramiento y descentramiento en la acción” (Scribano y De Sena, 2009: 6), a modo de no hacer una historia lineal, sino tejer los contextos de manera articulada y compleja.
Conclusiones:
A medida de conclusión, como parte de las implicaciones que tiene el ser mujer ñuu saavi, en el momento de participar en contextos comunales que son diferentes a un espacio urbanizado donde está el corazón de la política democrática mexicana, es que, se vuelve novedoso, la palabra silenciada, irrumpen los espacios donde se le ha negado a las mujeres, no se les imagina exigiendo derechos colectivos, entonces viene la descalificación, la crítica severa, la violencia simbólica, a ser señaladas por empantanar los acuerdos de los hombres. El orden de género permanece y se mantiene en los espacios de participación y son las mujeres quienes quedan relegadas a los espacios privados por excelencia, por el solo hecho de ser mujer, en complicidad con el Estado no solo por ser mujeres, sino además indígenas y pobres. Y, ahí es donde estamos las mujeres ñuu saavi, poniendo rostro a las palabras y haciéndolas sentir dentro y fuera de nuestras comunidades a partir de la experiencia como mujeres de pueblo, con similitudes y diferencias contextuales, pero que, en el proceso de investigación las mujeres están trabajando más en vencer el miedo, cuestionando el orden de género en sus tiempos y formas, compartiendo la experiencia y animando a otras compañeras a participar política-socialmente como parte de sus estrategias frente a este sistema patriarcal, capitalista y colonial.
Bibliografía:
Francisco Salvador Cruz González
Ruth González González
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Palabras clave:
mujeres ñuu saavi, orden de género, participación política-social
Resumen de la Ponencia:
La participación política de la mujer dentro de la esfera pública ha estado sujeta al rol que se le ha asignado históricamente, obedeciendo a la dicotomía del sexo y las subjetividades femeninas limitadas a la vida privada. Esta situación se ha hecho evidente tanto en espacios no institucionalizados de activismo político como en la estructura misma del régimen político (instituciones y dispositivos normativos del sistema electoral y de partidos). En Colombia, la participación política de la mujer se reconoce en el siglo XX, y no solamente en materia jurídica con la promulgación del sufragio femenino en 1954, sino desde antes, con las primeras huelgas que buscaban la reivindicación de los derechos laborales con igualdad de género, originadas en 1920, que llevarían a revertir las dinámicas patriarcales para el acceso a la vida pública. Con el paso del tiempo, son las mismas mujeres quienes reconocen la necesidad de un cambio en la forma de dominación que se ha mantenido a raíz del género como dispositivo de poder. Es por esto, que buscan subvertir el orden político, social y económico con mayor representatividad en puestos de poder. En las movilizaciones sociales de 2018 al 2021, el movimiento de mujeres ha levantado banderas feministas que revelan la necesidad de materializarlas dentro de la política, desenmarcándose de una representación netamente simbólica, sino que también representen una política de y para las mujeres, en materia de igualdad y enfoque de género. Si bien en Colombia para las elecciones legislativas de 2022 no se logró paridad (cumpliéndose nuevamente con la cuota del 30% del Congreso) sí se evidencia una participación y representación significativa de mujeres de partidos alternativos y progresistas que apoyaron las movilizaciones. Por tanto, en la presente ponencia se desagregan los resultados preliminares que buscan dar respuesta a la pregunta ¿Cómo se evidencia la agenda y los reclamos de las mujeres feministas durante las movilizaciones sociales del 2018 al 2021 en las propuestas de campaña de las senadoras electas para el año 2022? Para esto, se realizó una revisión de literatura especializada a partir de las categorías de representación y participación, con el fin de generar un análisis descriptivo en función del contexto de las movilizaciones sociales y la incidencia en las elecciones legislativas nacionales del 2022 en Colombia.