Resumen de la Ponencia:

En este trabajo nos proponemos conceptualizar el conflicto de “las tomas de tierra” que se produjeron en la provincia de Jujuy (Argentina) en el año 2011. Partimos de entender que la conceptualización de los conflictos concretos nos permite avanzar en el conocimiento del grado de constitución política de las clases, teniendo en cuenta que el hecho debe estudiarse como parte del movimiento social más amplio, atendiendo tanto al movimiento de la estructura económico social como al momento que transita la rebelión (Cotarelo, 2015). El conflicto se inicia a partir del choque entre la policía y militantes de una organización de desocupados (CCC) que tomaban tierras de Ledesma, la principal empresa agroindustrial de Jujuy. En el enfrentamiento murieron cuatro personas lo cual conmocionó a la provincia y adquirió repercusión nacional, provocando cortes de ruta y movilizaciones masivas convocadas por organizaciones de desocupados y sindicatos estatales. En forma paralela se extendieron las tomas en los principales centros urbanos de la provincia, abarcando viviendas en construcción, baldíos, plazas, parques, playones deportivos, banquinas, terrenos de iglesias y de escuelas. Pero estas tomas ya no fueron convocadas por organizaciones de desocupados, las protagonizaron vecinos autoconvocados, que no se reconocían parte de ninguna organización y se diferenciaban de ellas.  Las cámaras empresarias, la iglesia católica, partidos políticos, sindicatos reclamaron que se impusiera el orden y el respeto a la propiedad. El gobierno provincial ensayó distintas soluciones y finalmente recurrió a la dirigente de la organización de desocupados Tupac Amaru para que interceda ante las familias ocupantes. En esta primera aproximación al conflicto nos proponemos responder las siguientes preguntas ¿qué sujetos se movilizan en las tomas de tierra? ¿constituyen todas las tomas un mismo tipo de hecho? ¿Cómo se articula este hecho con el proceso de rebelión a escala provincial?Distintos trabajos se abocaron a estudio de las tomas de tierra para vivienda, haciendo énfasis en sus características particulares como parte del nuevo repertorio de acciones colectivas (Merklen, 2011; ; Cravino, 2001; Gileis; Barrera & Stratta, 2010);.  Desde esta perspectiva, las tomas de tierra fueron la base para la constitución de nuevas formas de organizaciones territoriales.En nuestro trabajo, observamos que la toma de tierra fue instrumento puesto en movimiento por sujetos diferentes, constituyendo dos movimientos articulados pero divergentes. Por eso consideramos que el hecho nos permite reflexionar sobre la posibilidad de analizar una acción o instrumento abstrayéndolo del proceso que le da sentido.

Resumen de la Ponencia:

Durante los meses de marzo y abril de 2022, un grupo de ciudadanxs y veinte organizaciones civiles que promueven la protección y cuidado del medio ambiente y el desarrollo regional, se manifestaron en contra del proyecto Oxean por la construcción de 80 departamentos en la playa de Bachoco en San Pedro Mixtepec, Oaxaca. Esto por sus impactos negativos en el ecosistema local, como la afectación a los santuarios de tortugas, entre otros. A través de plataformas digitales de demandas como change.org (67 mil firmas recabadas) y el uso intensivo de redes sociales (Hashtag #PlayaBachoco), medios locales y nacionales han hecho evidente la actual situación presente en la costa oaxaqueña. Derivado de ello, surgió un movimiento civil con cinco ejes: jurídico, técnico, económico, socio ambiental y político. Éste plantea acciones colectivas como la preparación de una demanda jurídica a la empresa responsable, la exigencia de repensar la planeación del desarrollo regional desde la participación de todxs con lxs actores gubernamentales o manifestaciones de vecinxs y colectivos para el paro de la obra.Esto es un síntoma de una problemática profunda: el deficiente ordenamiento territorial y ambiental de la zona costera oaxaqueña de Puerto Escondido que provoca impactos negativos en la fauna y flora endémicas; continuidad de turismo insostenible; gentrificación y desigualdad social; disminución de reservas naturales; erosión del suelo, por mencionar los más relevantes. Lo anterior producto de los grandes proyectos inmobiliarios y turísticos depredadores que han sucedido también en otras costas mexicanas como Quintana Roo, Baja California Sur, Nayarit, Jalisco o Yucatán, y que los gobiernos municipales y estatales no han regulado eficazmente. El objetivo de este trabajo es analizar las formas de participación y organización de lxs agentes activxs del movimiento social emergente de la costa de Puerto Escondido en pro de un ordenamiento territorial y ambiental equitativo, eficiente y sostenible, así como la disputa por la vida en entornos globales-digitales post-pandémicos, desde la gobernanza del siglo XXI.

Resumen de la Ponencia:

El territorio sobre el que una ciudad ejerce influencia no se detiene en sus fronteras geográficas, sino que —de una manera más o menos percepti­ble— se extiende por todo el país mediante ondas intelectuales, económicas y políticas. El territorio es producto de los actores (Simmel1999) y, la ciudad desde una perspectiva que incide en el análisis de las interrelaciones que se establecen a su interior «… es una forma específica de asociación hu­mana con un modo de vida distintivo» (With 1988). Algunas ca­racterísticas de estas interrelaciones serían la variedad, diver­sidad, «lejanía» entre unos y otros, contactos superficiales, roles segmentados, anonimato, erosión de la solidaridad social, desconfianza, individualización, y soledad.Según Maquet Maquedonsky (2019) los individuos se encuentran en una posición comprometida pero ambivalente, a la vez interna y externa, de cercanía y de distancia con la comunidad. Por un lado, tienden a identificarse con la vida de su grupo de referencia, entremezclarse, fundiendo allí los contenidos de su propia vida. Pero por el otro, observan cómo de esta relación en el grupo surgen «entidades» autónomas, externas y distantes, que adquieren independencia y que se manifiestan de manera más neta en la medida en que la sociedad se hace más compleja, crece la diferenciación y se establecen diversas escalas entre individuos y las capacidades de los grupos sociales de aspirar y de forjar un futuro mejor (Appadurai, 2013).En el Principio de la esperanza Bloch (2004) sostenía que el impulso más importante del ser humano es el impulso de futuro, originado por la necesidad de satisfacer una necesidad básica como es la sobrevivencia material. Este deseo se manifiesta en el sueño pero también estando despiertos en forma de esperanza, nutrida de una capacidad transformadora que se alimenta de situaciones concretas. Es la utopía que emerge a partir de lo que se está haciendo, la búsqueda de la tierra prometida que se hace caminando y que permite construir el nuevo mundo. Existen organizaciones populares en las ciudades que r-existen a través de la lucha, organización y la coproducción de conocimientos. Analizaremos el caso de 4.600 familias que en 1981 decidieron ocupar los terrenos en Quilmes y Almirante Brown, municipios de la Provincia de Buenos Aires. Ocupaciones de terreno pensadas como barrios para que pudiesen urbanizarse fácilmente e integrarse así a la ciudad. Con lotes regulares, uno por familia, lugares reservados para espacios públicos y una fuerte organización barrial. Luego de cuatro décadas, profundizaremos la  dimensión de la coproducción de conocimientos en las prácticas de organización barrial que influyeron, en la sanción de la Ley N° 27.453  (2018) de integración sociourbana que mejora la infraestructura de los barrios populares y permite que su población acceda a la propiedad durante y post COVID-19. 

Resumen de la Ponencia:

En el discurso académico existen postulados consagrados como políticamente correctos: como la participación ciudadana, la planeación de abajo hacia arriba, la resistencia vecinal. Son visiones que llevan implícitos legítimos valores sociales, sin embargo, no tienen una solución sencilla en la implementación de las políticas públicas. Existen limitantes técnicas y contradicciones y lo que podríamos llamar “si no dramáticos”, que se vuelven rehenes de usos políticos.Entre los retos técnicos están el problema de la acción colectiva, en particular, el interés de algunos frente al interés de “todos”; la inclusión de actores; los voceros y la representatividad de las posiciones; las escalas del análisis y de las estrategias; y la naturaleza de los problemas complejos y de sus soluciones, entre otros. Se analiza el caso del Programa de Desarrollo Urbano del municipio de Naucalpan de Juárez. Se trata de un municipio del Estado de México pionero de la formación metropolitana de la Ciudad de México que está expuesto a procesos territoriales complejos: pérdida de la base económica de naturaleza industrial, declinación y envejecimiento de los fraccionamientos formales de clase media y alta, crecimiento de las periferias con asentamientos informales con fuerte impacto sobre el medio ambiente.  Entre las estrategias previstas por el programa de desarrollo están el desarrollo de vivienda formal en el borde urbano, con bajos coeficientes de ocupación, con aplicación de exacciones, pago de derechos de edificabilidad, compensaciones no financieras como la restauración y protección de las cañadas ubicadas en sus propiedades, espacios para vivienda de bajo costo y atención de asentamientos irregulares, en algunos casos, con reubicación. La producción social asistida de vivienda. La reconversión de las viejas zonas industriales, y el reaprovechamiento de los fraccionamientos habitacionales de clase media y alta. Este reaprovechamiento se planteaba la posibilidad de una densificación mínima y controlada que podría dar lugar a tener 3 o 4 departamentos en un antigua predio unifamiliar de 400 o 500 m2. Las reacciones de los vecinos de estos fraccionamientos no se hicieron esperar y se caracterizaron por su virulencia, y una serie de argumentaciones falsas que buscaban inquietar al resto de los vecinos, lo que desencadenó un movimiento que sin duda podría llamarse conservador en una lógica de individualismo propietario y sin aceptar el interés colectivo. En el movimiento de los vecinos se presentaron tres tipos de estrategias: la difamación, la jurídica con cientos de amparos y la que podría denominarse física a través de mantas, cierre de calles, panfletos. Debe decirse que nunca se ofreció una contraargumentación técnica. Fue evidente, que detrás del movimiento estaban los intereses políticos de la candidata del Partido Acción Nacional en el contexto de las elecciones (2021).