Resumen de la Ponencia:
El objetivo de esta ponencia es proponer un nuevo índice local de percepción de mejora del combate al rezago social en la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, México como resultado de la puesta en marcha de centrales eólicas. Nos apoyamos en las dimensiones analíticas holísticas propuestas por el Metabolismo Social para cuantificar las interacciones biofísicas entre sociedad y medio ambiente, en el uso de Sistemas de Información Geoespacial, así como en datos arrojados por el Coneval e INEGI respecto al rezago social. Concluimos que la percepción de mejora sobre este índice en la región no ha incrementado con la presencia de estos megaproyectos ya que estos no mitigan los impactos ecosistémicos ni coadyuvan al combate de tal fenómeno.Desarrollamos una metodología como equipo de trabajo la cual busca ser una herramienta para el análisis de estudios de carácter socioambiental en México y el resto del mundo. Además, con el referente teórico buscamos hacer una contrapropuesta a las ideas que se han enmarcado en torno a los indicadores y al rezago social en México. La propuesta se fundamenta en un análisis teórico- metodológico con indicadores y variables analizadas desde diversas vertientes; sociales, económicas y políticas. Para con estos elementos explicar como es que el rezago social en los proyectos de energías renovables, específicamente de energía eólica, pueden ser medidos y estudiados por las diversas áreas del saber.Es un trabajo que esta fundamentado en la multidisciplinariedad y enfocado en el bien común.Resumen de la Ponencia:
En el régimen de acumulación con predominancia financiera (Guillén, 2015) el capital encuentra en la mercantilización de la naturaleza una fuente de valorización sujeta a rendimientos en la esfera financiera y productiva, donde la primera condiciona a la segunda (Clapp, 2014). En este escenario, el capital, por un lado, genera nuevos mecanismos de acumulación en el mercado de activos financieros a través de la sujeción virtual y especulativa, y por otro, a través de la expansión de capital en proyectos que amplían la frontera extractiva. Ambos mecanismos de acumulación en el contexto de la financiarización subyacen en los procesos de desposesión (Harvey, 2004), apropiación (Moore, 2020) y destrucción ecológica, en donde los actores e instrumentos financieros encubiertos tras el velo productivo del extractivismo, profundizan la reprimarización económica de los países ricos en naturaleza, la pérdida de su patrimonio natural y el intercambio ecológico desigual a través de un nuevo canal de operaciones especulativas. En este contexto, los activos financieros se ocultan tras las actividades de extracción por medio de operaciones con fondos de inversión cotizados con respaldo físico, como acontece en el mercado de oro. Los (ETF´s) son fondos de inversión cotizados sujetos al plano financiero y especulativo al liar sus rendimientos futuros -a corto y largo plazo- a los precios del mineral y al desarrollo de proyectos mineros. Este canal de inversiones, al tiempo que genera opciones de inversión en activos financieros respaldados en oro físico, influye en el desarrollo de proyectos de exploración y explotación minera y en la destrucción acelerada de la naturaleza. En este sentido, el presente trabajo pretende exponer la responsabilidad de los ETF´s en la expansión de la frontera extractiva minera aurífera a gran escala, cuyas operaciones en los últimos años se han incrementado con métodos a cielo abierto altamente destructivos y contaminantes, generando innumerables conflictos socioambientales.
Introducción:
La financiarización del capitalismo contrajo una serie de trastocamientos en los mecanismos de capital para acumular. La predominancia financiera (Guillén, 2015) ha posicionado en un escalón superior a las finanzas sobre la producción, aunque ambas se encuentran interrelacionas, subyace una mayor incidencia de la primera sobre la segunda. En este escenario de acumulación de capital, la naturaleza -como mercancía- no se descarta. El capital encuentra en la mercantilización de la naturaleza una fuente de valorización sujeta a rendimientos, por un lado, en el plano financiero, por medio de la dilatación de activos con valor especulativo en el mercado, y por otro, a través de la expansión de la producción de las actividades extractivas. Asumir a la naturaleza como mercancía para la acumulación de capital dilata los procesos de desposesión (Harvey, 2004) y apropiación (Moore, 2020) que aceleran el avance del capital sobre la naturaleza y su destrucción ecológica.
El panorama precedente lo podemos vislumbrar en las distintas actividades extractivas. En el caso particular de la minería, tras el velo de las actividades productivas de extracción de minerales, actores y activos financieros, yacen encubiertos en las operaciones de las empresas mineras globales, muchas veces como eslabones de conexión entre la inversión de capital y el proceso productivo, o como actores beneficiarios de activos mineros que dependen del comportamiento de las operaciones y de las fluctuaciones del mercado minero. En esta última materia, una cuestión particular la encontramos con los fondos de inversión cotizados con respaldo físico, como acontece en el mercado de algunos minerales metálicos como el oro. Los fondos de inversión cotizados (ETF´s) son activos financieros sujetos al plano especulativo al liar sus rendimientos futuros -a corto y largo plazo- a los precios del mineral y al desarrollo de proyectos mineros. La demanda de este tipo de activos respaldado en metal con poca depreciación de valor se convierte en un activo de respaldo monetario y valor de refugio en un escenario de libre fluctuación y volatilidad cambiaria.
En este sentido, el presente trabajo pretende exponer el papel de los fondos de inversión cotizados (ETF´s) en la expansión de las actividades extractivas mineras auríferas. En esta primera aproximación que encamina nuestro proyecto de investigación sobre el vínculo entre las finanzas y la minería se busca exponer como la inversión en activos financieros es poco visible en la expansión de la frontera de extracción de minerales en los últimos años y en la emergencia de conflictos socioecológicos. Por consiguiente, la presente exposición se divide en tres apartados, en el primero, abordamos, la incidencia de la financiarización en el comportamiento de las operaciones de las actividades extractivas, en el segundo, exponemos los efectos de la financiarización de la naturaleza en el sector minero para identificar los planos productivos y financieros en los que se desenvuelven los minerales; y tercero, se expone el vínculo ente los fondos cotizados y sus efectos en las actividades extractivas mineras.
Desarrollo:
Actividades extractivas financiarizadas
La relación metabólica entre la sociedad y la naturaleza (Bellamy, 2004; Marx, 2006; Schmidt, 2014) constituye un nexo indisoluble mutuamente constitutivo, transhistórico, dinámico y continuo presente en diferentes sociedades. Nuestra relación con la naturaleza corresponde a un proceso transhistórico de coproducción, su desenvolvimiento expresado como un proceso mediado por el trabajo trascurre al tiempo en que las sociedades se desenvuelven. No obstante, acaece un instante, en que esta relación emprende agudizaciones al trastocar los tiempos de restauración biológica de la naturaleza con el tiempo de producción de bienes para satisfacer necesidades. Es en el desarrollo del capitalismo cuando la apropiación de la naturaleza se convierte en una actividad de extracción intensiva, cuya función para satisfacer las necesidades sociales se subordina a la acumulación. Así, el acto intensivo de explotación de la naturaleza transita afín al desarrollo del capitalismo como una actividad inherente que transmuta en la medida en que los actos de acumulación de capital cambian.
Una cualidad evidente del desarrollo del capitalismo es su financiación paulatina desde los años setenta del siglo pasado. El abordaje teórico, al respecto, decanta en diversas interpretaciones sobre el concepto de financiarización desde distintas corrientes. Desde el enfoque marxista, (Lapavitsas, 2016) considera este rasgo particular del capitalismo como una expresión emergente del estancamiento productivo del capitalismo. (Powell, 2018), considera estas cualidades como un momento histórico del capitalismo en su condición dinámica de acumulación en el que los mecanismos de reproducción se decantan por la esfera financiera, o bien, como afirma (Harvey, 2004), puede entenderse como una salida del capitalismo al proceso de sobreacumulación.
En sintonía a los autores mencionados, Guillén (2015) entiende el régimen de acumulación con predominancia financiera como un momento histórico del capitalismo en el que la esfera financiera determina a la esfera productiva en la economía. En este predominio la vida en general de la sociedad y sus mecanismos de reproducción esta influenciado por el papel de las finanzas. En distintas esferas de la vida humana y no humana el capital financiero (en préstamo y ficticio) está presente en las actividades sustanciales de reproducción de la vida.
En el contexto donde las finanzas dominan la economía y hallan canales de rentabilidad en la esfera financiera sobre la esfera productiva (Guillén, 2015) las actividades de extracción de la naturaleza no quedan aisladas del comportamiento del capitalismo. La naturaleza se integra en un proceso de financiarización a través de lo que Clapp (2014) considera como un doble distanciamiento, primero, por la dilatación de actores financieros y no financieros, y segundo, por el alejamiento de la naturaleza de su cualidad física al suscribirla a un derivado en la esfera financiera especulativa. Este extrañamiento impide observar la conexión del papel de los actores financieros con las consecuencias socioecológicas de las inversiones en el territorio. En este sentido, la presencia de actores financieros y no financieros dentro de una estructura global de producción fragmentada y la búsqueda de rentabilidad del capital en los canales financieros dentro de las operaciones de extracción de la naturaleza representan dos aspectos cualitativos diferenciales sobre el comportamiento de las actividades extractivas en el marco de la financiarización.
Las actividades de extracción ya no solo circunscriben los actos de producción y exportación, sino que están inmersos en las dinámicas de acumulación en la esfera financiera. En este escenario financiarizado, la dilatación de actores penetra en el desenvolvimiento de las actividades extractivas. La multiplicidad de actores financieros y no financieros transgrede el comportamiento productivo -a través de nuevas inversiones destinadas a la rentabilidad a corto plazo- de las actividades extractivas operadas a través de la empresa corporativa global.
Es necesario no obnubilar en tiempos de dominio de capital financiero que la relación con la naturaleza, y en específico, el metabolismo social-natural -desde la apropiación hacia la excreción- se encuentra marcado por el ritmo y el papel de las finanzas. En el marco de actividades extractivas, el papel de las finanzas resulta crucial en su configuración y desempeño. En este sentido, algunas de las consecuencias de la financiarización en la naturaleza que podemos considerar a grandes rasgos son: la expansión de capital hacia actividades productivas desde inicios de los años setenta buscando nuevos escenarios para la acumulación de capital (Harvey, 2004; Moore, 2020); el cambio en el modelo de empresa corporativa hacia un nuevo modelo financiarizado (Lapavitsas & Powell, 2013); y tercero, la presencia diversa de actores financieros y no financiaros inmersos en la órbita de la naturaleza al operar como fuentes de inversión, derivados, acciones, cuya responsabilidad está estrechamente vinculada al comportamiento de las actividades extractivas contemporáneas (Clapp, 2014; Clapp & Isakson, 2018). Todos estos componentes entrelazados en las actividades extractivas han decantado en innumerables conflictos socioecológicos ante la destrucción de la naturaleza y la expropiación de territorios y bienes comunes.
Extracción minera y finanzas
Ahora bien, situándonos en el caso de la extracción minera se observa una expansión en las actividades en los últimos años debido al aumento de la demanda de minerales del mercado mundial, generada por el incremento de las economías de China y la India. En diversos territorios del mundo, actividades de exploración y explotación se dilatan para extraer minerales bajo métodos de extracción a cielo abierto y de lixiviación de metales altamente tóxicos. La vieja tradición de la minería equidistante en la extracción de metales por medio de los trabajadores asume -en el marco de la financiarización- un cambio sustancial: las actividades productivas a largo plazo quedan subsumidas por la rentabilidad a corto plazo en la esfera financiera y las ganancias de la actividad minera comparten la rentabilidad de ambas esferas. Con ello se gesta una contradicción inherente a este modelo minero: la atención en la rentabilidad a corto plazo con mayor predominancia se sobrepone a las actividades productivas de largo plazo.
La inmersión de diversos actores financieros en la minería ha contraído diversos cambios en su desenvolvimiento que alteran sus formas de operar. En primera instancia, la minería presenta renovaciones en su estructura corporativa en la medida en que se desarrolla la demanda global de minerales en el mercado mundial (Carpintero & Naredo, 2018; Concha, 2021). La empresa minera global extiende sus conexiones a través de la configuración de espacios en todo un contorno territorial local y global al anclar procesos de producción y circulación de mercancías, personas y capitales. El nuevo esquema empresarial minero representa un núcleo extraterritorial con matriz en los países centrales y centros financieros con subsidiarias periféricas en países huésped. Los enlaces de producción y circulación -que van más allá de la mina- influyen en una configuración espacial donde los paisajes sociales y ecológicos cambian y conecta los nodos locales de extracción, producción y circulación de los países ricos en minerales con la dinámica global de producción (Arboleda, 2017, 2018, 2020; Carpintero & Naredo, 2018).
El desarrollo de la actividad minera, si bien acompaña los desarrollos especializados en la ubicación de yacimientos con tecnologías de modelización geológica, técnicas de extracción, procesamiento y lixiviación, el uso de inteligencia artificial en la automatización de camiones, perforación y trenes, su composición productiva requiere solventarse sobre la rentabilidad de la producción minera. El requerir técnicas rentables ha generado cambios sustanciales en los procedimientos de extracción por medio de minas a cielo abierto para obtener minerales de baja ley. Desde la perspectiva de las empresas mineras producir de esta manera, intensiva en remoción de roca de la corteza terrestre y con menor fuerza de trabajo o exclusivamente calificada, representa una opción más económica que el método convencional de mina de socavón, siempre y cuando se cumpla el principio de “All-in sustaining cost” (AISC).
Como mencionamos en el apartado anterior, una característica de las materias primas en el contexto de la financiarización es su sujeción al plano físico y financiero (Clapp, 2014; Clapp & Isakson, 2018). En el caso de los minerales, el plano físico está representado por el volumen en masa del mineral extraído valorado por los precios de mercado. La demanda de minerales depende del uso cualitativo social que posee su composición química en los procesos económicos globales. Si bien, esto es más volátil para la mayoría de los minerales no metálicos para usos de infraestructura o ingenieril, su demanda fluctúa por la necesidad de la organización productiva global, generando distintos momentos cíclicos de relevancia. Para el caso de los minerales metálicos la dotación de cualidades físicas poco depreciables los convierte en reservas de valor y en menor medida insumos en procesos productivos.
Desde la órbita financiera algunos minerales al sujetarse al mercado internacional adquirieren funciones como activos -no físicos- de intercambio que flotan en la esfera especulativa, sin contemplar su presencia física a través de diversos mecanismos financieros de inversión. Entre la diversidad de activos destacamos las inversiones realizadas en fondos cotizados cuyo valor de intercambio tiene un respaldo físico en el mineral (ETF´s) o contratos de futuros, por mencionar algunos (Concha, 2017). Aunado a lo anterior el sector minero permite una serie de inversiones individuales a través de compra de acciones de empresas mineras (Mining Stock) que buscan ampliar su capital para realizar operaciones de exploración y/o explotación. Si bien, las inversiones sí logran influir en el desarrollo de proyectos mineros, los rendimientos emergen de manera activa en relación al comportamiento de los precios del mercado o de las empresas.
Al contemplar un cambio en el sector minero en su funcionamiento encaminado a la búsqueda de rentabilidad en la esfera financiera y la productiva podemos vislumbrar algunos trazos de su expansión. Hay que considerar que las actividades productivas mineras, en el desarrollo de un proyecto minero depende de actores diversificados. Los distintos procesos de extracción de minerales se realizan por diferentes actores, por un lado, están las empresas mineras junior, cuya función principal destaca por la exploración de los territorios y la búsqueda de yacimientos mineros. Ellas se mueven en la esfera financiera y especulativa cuyas actividades inciden en el comportamiento de los precios de los minerales. Por otro lado, las empresas mineras major cuyo capital les permite realizar las operaciones de desarrollo y extracción de minerales. Ambos esquemas resultan interesantes comprender porque funcionan en el marco del nuevo modelo de empresa centrado en maximizar el valor de los accionistas.
En el marco de la inmersión en las finanzas las actividades de extracción de naturaleza generan cambios sustanciales en las operaciones de extracción. En el contexto de la actividad minera, surgen cambios esenciales que configuran un nuevo modelo de extracción minera en el que el papel de los actores financieros resalta en el mercado de los minerales. Las actividades mineras se encuentran influencias y condicionadas -en cierta medida- por las operaciones de los actores financieros en el mercado de las inversiones ya sea en el mercado físico de los minerales o en el mercado virtual.
Activos mineros: el envés en la extracción de minerales
En la diversidad de instrumentos y tecnologías financieras creadas en la órbita de la financiarización se encuentran los ETF´s o fondos de inversión cotizados. En 1990 en Canadá surge el Toronto Index Participation Fund el primer caso de ETF´s con éxito, mientras que en los Estados Unidos el primer ETF´s fue el S&P500 creado en 1993. La naciente propuesta de nuevo vehículo de inversión que agrupa en una cesta activos financieros y fondos cotizados en bolsa emerge como una posibilidad de inversión alternativa a la inversión tradicional al mezclar dos mundos del universo de las finanzas: las acciones y los fondos de inversión. Este tipo de fondos se desenvuelven como acciones, pueden ser comprados y vendidos en cualquier momento de la jornada del mercado en el que cotiza lo cual le brinda liquidez, sus precios cotizan en tiempo real, abarcan diversos sectores y sus transacciones son de bajas comisiones y bajos costos de operación. En diferentes sectores encontramos a los ETF´s los relacionados con índices (Index), materias primas, inversos, manejo activo, industria, mercados extranjeros, bonos, notas negociadas en bolsa. En 1996 se lanzó el primer ETF´s internacional; en 2002, el primer ETF´s Bonos; en 2005 el primer ETF´s sostenible.
Para los inversionistas esta nueva tecnología financiera incorpora una posibilidad accesible de inversión. Durante las últimas dos décadas han ganado utilidad entre diversos inversionistas por la exposición a un menor riesgo, las ventajas de conseguir rendimientos a corto plazo y la posibilidad de maniobrar la volatilidad del mercado. Para los inversores funciona como una asignación táctica al permitir gestión de cambios en la combinación de activos de la cartera de inversión por anomalías en los precios del mercado o sectores fuertes. En los últimos años la participación de las inversiones en ETF´s se han incrementado. Se estima que aproximadamente existen alrededor de 7,000 fondos cotizados en todo el mundo, cuyo volumen se incrementó cuatro veces en dos décadas. El auge se deriva de los distintos usos que les brinda a los inversionistas al funcionar como una herramienta para realizar ajustes tácticos de inversión, asignaciones básicas, para requilibrar o completar el portafolio de inversión, exposición a una mayor diversificación sectores, permite mayor liquidez, gestionar menor el riesgo, entre otras.
El auge de la expansión de la demanda de minerales y el incremento de los precios ha generado un terreno atractivo para la expansión de estas tecnologías financieras en el sector minero y en los minerales. Cuando nos referimos al sector minero hablamos de los ETF´s para empresas mineras, sean estas major o junior, por ejemplo, el VanEck Vectors Gold Miners ETF (GDX) para empresas mineras major y el VanEck Vectors Junior Gold Miners ETF (GDXJ) para empresas mineras junior. Ambos fondos representan una cesta de valores mineros que se compran y venden como una acción. Al estar alejados del precio físico de los minerales, su exposición depende del funcionamiento operativo de las empresas, de las ganancias o pérdidas en producción o del descubrimiento de nuevos yacimientos de explotación. Para los ETF´s mineros, existe un reparto en el riesgo operativo y de concentración de la inversión en una sola empresa, tienen menor volatilidad que las acciones individuales de las empresas y ofrecen una mayor rentabilidad que los minerales en físico y los ETF´s con respaldo físico. El rendimiento de los inversionistas dependerá del tipo y comportamiento de las empresas donde se inviertan la cesta de activos.
Por otro lado, están los ETF´s con respaldo físico de minerales. Este tipo de cesta financiera representa una inversión en el mineral. Al desprenderse físicamente del mineral le permite reducir costos de operatividad y los gastos de almacenamiento de minerales que requieren resguardo. Este tipo de inversiones minerales metálicos ha ganado relevancia en los últimos años como sucede en el caso de ETF´s en oro al brindar una exposición al metal sin la necesidad de exponerse físicamente. Este nuevo canal de venta del mineral metálico ha venido creciendo como afirma Concha (2017) por dos factores “primero, por el interés de los inversionistas en la diversificación y la gestión del riesgo, y segundo, por el acceso a mercados rentables” (p.108-109).
Por ejemplo: la participación de los ETF´s en el mercado del oro inicia en 2004 cuando se crea el primer fondo con respaldo en lingotes de oro en los Estados Unidos, el SPDR Gold Shares (GLD). De acuerdo con el Consejo Mundial del Oro (2020) existen un total de $47.9 billones de dólares invertidos en ETF´s en oro, de las cuales dos terceras partes de demanda de inversión mundial corresponden a fondos de Norte América (31.9 billones de dólares en Estados Unidos, Canadá y México). Cabe destacar que desde 2020 el mercado asiático ha ganado participación en inversiones en ETF´s principalmente con la participación de siete fondos cotizados chinos (Conte, 2021).
Ya no solo estamos hablando de canales de compra de oro de manera física sino de contratos enmarcados en una cantidad física de oro que no es tangible para el inversionista, pero que se respalda en él. El incremento de estos nuevos canales de inversión permite a los inversionistas de cualquier índole tener un mayor acceso al mercado del oro. La presencia de un conjunto de inversores en busca de los rendimientos del mineral estimula en el trasfondo las actividades mineras auríferas en búsqueda de la promesa del metal.
La necesidad de colocar oro en diversos manos genera un proceso de aliento para las actividades mineras auríferas. Aunque el oro dejó de utilizarse como respaldo monetario desde los años setenta del siglo pasado, su necesidad no ha dejado de representar una reserva de valor ante la volatilidad del sistema monetario y financiero, de ahí que la participación del oro subyazca como fondo de reserva nacionales de países centrales como principal utilidad, seguido de apropiaciones privadas físicas o ficticias y por último como objeto suntuario. El Consejo Mundial del Oro estima que hasta 2022 se han extraído aproximadamente 201,296 toneladas de oro en toda la historia, de las cuales dos tercios se han extraído desde 1950, es decir, 134,197.4 toneladas de oro lo que representa el 67% de total de oro extraído a lo largo de la historia. De oro existente en el terreno el 46.3% (93,253 t) se utiliza en joyería, el 22% en barras y monedas y ETf´s (44,384 t), el 17% en Bancos Centrales (34,211), y 14.6% (29,448 t) en otros usos. El Consejo tienen una estimación de reservas probadas de 53,000 toneladas. (World Gold Council, 2022)
La necesidad creciente de activo refugio se convierte en un factor de estímulo para la creación de activos financieros respaldado en oro al tiempo que incita la expansión de extracción del mineral metálico y con ello un conjunto de conflictos socioecológicos dilatados en distintos escenarios mundiales donde se ubican yacimientos auríferos.
Conclusiones:
Detrás de estas grandes minas a cielo abierto que emplean métodos de lixiviación con minerales pesados altamente contaminantes, del despojo de territorios y comunidades, del agotamiento de las fuentes de agua, se encuentran inversiones físicas y ficticias de activos tanto presentes como a futuro que estimulan la extracción de oro con el objetivo de obtener un valor refugio. La inestabilidad del sistema financiero y monetario desregulado en escala global hace del oro una fuente confiable de reserva de valor. De ahí que los países centrales mantengan la concentración de sus reservas nacionales en el metal amarillo. En este sentido, es importante observar que la mirada hacia las actividades extractivas contempla un escenario diverso y diferente en el marco del dominio del capital financiero. Los nuevos y diversos actores se convierten en agentes partícipes de la expansión de las actividades de explotación intensiva de la naturaleza y de las consecuencias de despojo y apropiación sobre territorios y bienes comunes y de destrucción y contaminación ecológica.
La minería aurífera -propuesta como actividad esencial por el valor de mineral metálico- involucra un cúmulo de actores que buscan rendimientos, productivos y financieros, de sus inversiones al beneficiarse de las fluctuaciones del mercado y de las facilidades que ofrecen los nuevos instrumentos financieros dentro del sector minero. El buscar el respaldo de valor en el oro subyace como un factor transversal en el estímulo en las inversiones en el sector minero que alientan, no solo la extracción del metal, sino la creación acelerada de instrumentos respaldados en la materialidad física del mineral. La acelerada extracción de oro en los últimos años y los diversos conflictos socioecológicos alrededor del mundo entre las empresas mineras globales y las comunidades defensoras de sus territorios y bienes comunes tiene como trasfondo -a explorar de manera profunda y detalla en nuestra investigación presente- un escenario financiero y monetario desregulado que, ante su inestabilidad, consolida al oro como un activo refugio sumamente atractivo y demandante tanto en el plano físico y ficticio para los inversores, el capital financiero y los países centrales.
Bibliografía:
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Palabras clave:
actividades extractivas, financiarización, minería
Resumen de la Ponencia:
En esta investigación se pretende desarrollar analíticamente el proceso a través del cual se construye y se produce la escasez hídrica en un territorio determinado. Este es un tema que ha sido estudiado desde diferentes enfoques y perspectivas pero que en la actualidad requiere un abordaje crítico que ponga en el centro de la discusión las relaciones de poder a través de las cuales se produce la escasez y con que objetivos. Esto requiere el análisis no solo de los actores involucrados, sino también de sus intereses, sus recursos, sus capacidades y las estrategias que implementan en torno al control de la infraestructura vinculada a la extracción, abastecimiento, distribución y saneamiento del agua, siendo este uno de los elementos clave en la configuración de los escenarios de escasez hídrica.A través de un enfoque hidrosocial, donde el agua se considera un híbrido que reproduce las relaciones sociales de poder, se analiza este proceso en Tijuana, una ciudad del norte de México que no solo comparte frontera con los Estados Unidos, sino también sus principales fuentes de agua (tanto superficial y subterránea).Entre los principales resultados del trabajo, destaca la gran variedad de actores involucrados con la producción de la escasez de agua en la ciudad con diferentes estrategias e intereses cuyos efectos se manifiestan desde la escala local hasta la internacional, configurando una compleja red de relaciones en la que se presentan disputas por las formas de hibridación del agua y las nociones de escasez asociadas. Palabras clave: Escasez de agua, Ciclo Hidrosocial, Relaciones de poder, Hibridación Infraestructura, Tijuana.Resumen de la Ponencia:
O ano de 2020, além da crise pandêmica do novo coronavírus, foi definido por eventos de clima extremo ao redor do planeta, e como um dos mais quentes da história. No Sudeste brasileiro, chuvas torrenciais levaram a enchentes e a deslizamentos de terra em encostas vulneráveis, provocando mortes e milhares de desabrigados. Em contrapartida, nos estados do Centro Oeste brasileiro tivemos longos e anormais períodos de seca que ocasionaram falta d'água nesta região altamente dependente da irrigação para a agricultura e uma intensa crise na produção de energia hidrelétrica. Além disso, também no Centro Oeste e no Norte, intensos incêndios impactaram diretamente a vegetação e biodiversidade de regiões da Amazônia, do Cerrado e do Pantanal. Este último, em particular, a maior planície alagável do mundo, enfrentou um aumento de 380% de incêndios se comparado com o ano de 2019, colocando em risco mais de 4.700 espécies diferentes de fauna única da região e sua riquíssima flora localizada nos diferentes terrenos inundáveis. Esses incêndios trágicos não podem ser exclusivamente associados com fenômenos naturais, como aos impactos locais de "Lã Niña", ou com diferentes aspectos do cenário de mudanças e emergências climáticas, mas acredita-se que também apresentam uma dimensão sociopolítica como um resultado do desmantelamento de políticas ambientais promovida pelo atual governo brasileiro com seus constantes incentivos para atender aos interesses do setor nacional do agronegócio, ignorando a rede de proteção das políticas ambientais. A partir disso, este trabalho pretende analisar e refletir sobre os processos que promoveram os recordes de incêndios ocorridos no Pantanal brasileiro em 2020, uma tragédia criminal que matou aproximadamente 17 milhões de animais. Através da análise crítica das políticas públicas implementadas e/ou as negligenciadas pelo atual governo federal brasileiro, em especial nos setores ambientais e agrícolas, da interpretação dos chamados “estudos pantaneiros” e do levantamento dos dados sobre as queimadas de 2020 e suas possíveis causas, busca-se debater como, diferentemente do manejo do fogo utilizado nas práticas agrícolas de populações tradicionais, as práticas ambientais predatórias foram incentivadas pelo atual governo e em suas decisões políticas que, ao invés de promover a conservação ambiental resultou nos incêndios, devastação ambiental e desequilíbrio ambiental como ocorrido no Pantanal em 2020. Elucidar o modus operandi que orienta as ações governamentais ambientais do atual governo federal do Brasil em prol do financiamento das commodities serve para revelar como fenômenos entendidos como circunstanciais ou esporádicos, como aumento do número de focos de incêndio ou áreas de desmatamento, na realidade trata-se de uma maneira de agir e um método de governar sem responsabilidade com princípios de sustentabilidade em um dos países de maior biodiversidade do planeta.Resumen de la Ponencia:
La presencia de industrias de capital y el modelo minero energético vigente, generan impactos estructurales en la sociedad y en las áreas en donde se extraen estos recursos, debido al desarrollo de estos sectores y al posicionamiento que sus estructuras políticas y económicas han logrado establecer por el peso de estos en las finanzas públicas de orden nacional y territorial para el funcionamiento fiscal de los países. En Colombia la explotación de hidrocarburos ha generado la presentación de conflictos sociales en los territorios en los cuales se lleva a cabo la extracción y en los que se tienen perspectivas de producción a futuro. Estos conflictos socio territoriales se presentan entre otros por el incumplimiento de las compañías operadoras a compromisos pactados con las comunidades en el marco de sus inversiones sociales, sean estas de tipo contractual o voluntario.
El objeto de este trabajo fue identificar cuáles son las causas de estos impactos sociales y estructurales de la sociedad desde un análisis de la institucionalidad que se ha desarrollado alrededor del sector de hidrocarburos. Al respecto existe una lógica de extracción desarrollada por las instituciones políticas y económicas de los países y sus élites, que mantienen en el tiempo las condiciones sociales de estos territorios. las instituciones políticas extractivas frente a la institución económica extractiva del petróleo responden a una lógica hegemónica, en donde factores sociales, económicos, políticos, ambientales y territoriales determinan el nivel de afectación, desarrollo o subdesarrollo de las naciones periféricas, por decisión de las instituciones políticas nacionales e internacionales dentro de una nación.Bajo esta lógica de extracción de recursos en la periferia y acumulación de capital en los países de donde son las empresas que los extraen, impiden que haya una disminución de la pobreza en términos multidimensionales porque las formas de producir y acumular van a seguir siendo las mismas, en tanto no haya una forma de control social y político al lobby empresarial de capital extranjero.
Introducción:
En la lógica del capital los conflictos sociales en los países cuyas economías están basadas en extractivismos de recursos naturales pueden ser explicados a partir la debilidad institucional que se genera por sus instituciones políticas y económicas de corte extractivista y están profundamente ligados entre sí. No obstante, el que se produzca conflicto no necesariamente implica violencia, sin embargo, cuando esta se presenta afecta en las naciones el crecimiento económico, más por el tipo de instituciones políticas y económicas que tienen, que por las instituciones sociales que se generan alrededor de factores culturales.
Una de las razones que cimienta esta teoría, está relacionada con la dependencia económica de materias primas de exportación. Desde el punto de vista político puede afirmarse que la presencia de estos conflictos y debilidad institucional se configura a través de la consolidación y constitución de un sector extractivista que busca generar rentas propias – plusvalía- y que podría actuar o no, en el marco legal o ajustar su marco normativo para legalizar su conducta, afectando igual la institucionalidad, la gobernanza de los recursos naturales y las percepciones de la sociedad sobre sus actuaciones.
Este artículo tiene por objeto llevar a cabo un análisis desde la institucionalidad, basado en el trabajo Acemoglu y Robinson (2020) quienes analizan el crecimiento desde las instituciones políticas extractivas y las inclusivas y determinan cómo la política y las instituciones (relaciones) políticas y económicas son las que determinan el efecto que tienen sobre los países y que esto tiene variaciones a nivel territorial, en paralelo con las teorías que buscan explicar el conflicto desde Collier. El fin último es establecer ¿Cómo se produce y a que lleva la inestabilidad institucional alrededor del sector de hidrocarburos? Se realizará un recuento histórico de la forma en la que se establecieron las instituciones políticas y económicas extractivas alrededor de los hidrocarburos y cómo éstas generan conflictos asociados al desarrollo.
Desarrollo:
La Petrolización de ColombiaLa explotación de petróleo en Colombia como fuente de ingresos fiscales para el funcionamiento del estado, puede establecerse con precisión a principios del siglo XX con la concesión de dos campos petroleros por parte del Gobierno del Presidente Rafael Reyes. Sin embargo, la historia económica del país siempre ha tenido relación directa con la presencia de recursos minero-energéticos en el territorio nacional. Las primeras concesiones de campos petroleros, según el mismo autor, se llevaron a cabo en los primeros años del siglo XX, si bien, estas primeras concesiones se hicieron a compañías nacionales, estas fracasaron en la empresa de realizar la explotación de crudo en el país. Lara reporta que la primera concesión fue asignada al escritor Jorge Isaacs quien no tuvo éxito en su intento por producir petróleo. El mismo autor reporta que, para los años 30 del siglo XX, había presencia en el país de ocho (8) compañías extranjeras dedicadas a la extracción, refinación y comercialización de petróleo.
En este mismo sentido, Sarmiento L, (2018, p.73) afirmó que las primeras dos concesiones fueron hechas durante el gobierno del presidente Rafael Reyes, le fueron concedidas a quien estuviera vinculado a él como un compañero de batallas durante la guerra, al general conservador del ejército Virgilio Barco le entregó las selvas del Catatumbo y a su ahijado Roberto de Mares le asignó el campamento infantas, cerca de lo que hoy es la ciudad de Barrancabermeja. Estos pioneros de la producción petrolera en el país, de acuerdo con lo planteado por Sarmiento, L (2018, p.73) “enajenaron de manera fraudulenta a la Tropical Oil Company, quien a su vez revendió́ sus acciones a la poderosísima Standard Oil de Nueva Jersey.”
Para la economía colombiana y en el contexto global, la importancia del crudo en el siglo XX, fue evidenciada cuando las empresas capitalistas sustituyeron el carbón como fuente de energía e inclinaron la matriz energética del mundo hacia los hidrocarburos. Y es durante las dos guerras mundiales, que el petróleo se posiciona como el principal recurso energético del planeta y quien tenga el control de dicho recurso, tendrá una posición hegemónica en la economía global.
2. El Crecimiento de la Industria
Una de las causas de los conflictos bélicos modernos es, según Sarmiento, L (2018, p.73) el control de este recurso – el petróleo- estratégico y militar. Luego de dos (2) guerras mundiales, y ante la necesidad de tener combustibles fósiles en los frentes de guerra y el soporte económico que las empresas productoras dieron a la economía global para la reconstrucción de Europa, Estados Unidos se fortaleció como potencia económica y las empresas transnacionales dedicadas a la explotación de crudo hicieron crecer tanto su economía como su posición hegemónica en el contexto internacional.
En julio de 1944, finalizando la segunda guerra mundial, una de las resoluciones de la conferencia monetaria y financiera de Naciones Unidas, estableció cuáles serían las reglas del nuevo orden económico mundial luego de la segunda posguerra, en los acuerdos realizados en el complejo hotelero de Bretton Woods (Nuevo Hampshire, Estados Unidos) se decidió que se adoptaría al dólar Estadounidense como principal divisa internacional, condicionado a que la Reserva Federal mantuviera el patrón de la moneda frente al oro, mecanismo que funcionó hasta el año de 1971, cuando el valor del dólar dejó de estar referenciado por el oro y pasó a basarse en el precio internacional del petróleo y en el control de yacimientos de crudo en el mundo.
En mayo de 1940 en Colombia se creó el Ministerio de Minas y energía, esto tuvo como objetivo principal la administración del recurso hidrocarburífero de la nación, sin embargo, ocurrió luego de que México diera los primeros pasos hacia la nacionalización de sus recursos no renovables y una subsiguiente oleada de nacionalizaciones en toda américa latina.
El petróleo también ha sido fuente de división y disputas políticas en Colombia, antes de la guerra bipartidista, las tensiones entre liberales y conservadores también se libraron en los campos petroleros, el presidente Enrique Olaya Herrera (liberal) favoreció los intereses de compañías transnacionales Estadounidenses y permitió que la EXXON asumiera de alguna manera el monopolio de la extracción refinación y transporte de los hidrocarburos, a esta se unirían la Texaco y la Mobil Oil Company.
Posteriormente durante la administración de Ospina Pérez (conservador) se aprueba la ley 31 de 1946, por medio de la cual se creó el consejo nacional de petróleos con suficientes herramientas y atributos de política – y poder – para desarrollar el sector petrolero en Colombia. a partir de este consejo daría inicio la creación de la empresa Colombiana de Petróleos – Ecopetrol – ya durante el año de 1951 y con la reversión de la concesión de Mares. Ecopetrol asumiría entre otras la responsabilidad de administrar los recursos hidrocarburíferos de la nación e inició sus actividades asumiendo los activos revertidos de la Tropical Oil Company y creció en la medida en que otros activos le fueron revertidos, para desarrollar actividades en la cadena del petróleo como una Empresa Industrial y Comercial del Estado. (Ecopetrol S.A 2014).
3. Valor Geopolítico del Petróleo
Una vez finalizada la segunda guerra mundial, la geopolítica giró en torno al control de las reservas de petróleo en el mundo. El dominio de este recurso ha sido decisivo en diferentes momentos y conflictos bélicos para hacerse con el control del territorio, de la guerra y de sus recursos. Esto influyó en la forma en que los países desarrollados dividieron la región del medio oriente antes de que finalizaran sus guerras de independencia – una de las razones de sus actuales conflictos- a través de características productivas por número de pozos o pertenencia de los mismos a empresas de estos países, sin que hubiera consideraciones sociales, culturales e incluso económicas.
La OPEP se crea con el principal objetivo de coordinar de manera unificada la garantía y estabilidad de precios entre los países productores de petróleo, así como, unificar las políticas de producción petrolera de sus miembros. En una forma de ejercicio geopolítico, porque los precios, condiciones y las formas de negociación del crudo en oriente medio eran decididas por las compañías que los explotaban. De esta manera y a pesar de que árabes y persas tenían grandes reservas de petróleo en sus tierras, no había manera de ejercer su territorialidad por la presencia de los países hegemónicos y sus empresas extractivistas, cambio que se produjo con la creación de la OPEP, reorganizando la geopolítica y la economía en torno a este recurso, al menos hasta la 2da crisis de la década del 70.
Este cambio en la geopolítica mundial que gira alrededor del petróleo, afecta de manera directa a los países productores y consumidores en todas sus cadenas productivas, sin importar el sector en el que se desenvuelven. De tal manera que una crisis en el precio internacional del crudo por un cambio en la producción de la OPEP, afectará a las familias campesinas productoras de maíz de las sábanas del departamento de Córdoba en colombia; la razón de esto, es que cualquiera de las cinco variables que afecta los precios del petróleo, tiene relación directa con el precio internacional del dólar que afectará a la economía de los países emergentes o en vía de desarrollo como Colombia.
Lo anterior puede ser explicado desde los postulados de Alfredo Jalife-Rahme, según este autor (2007, pág. 46) hay cinco precios en el petróleo:
Precio Económico: que se determina por la oferta y la demanda cuando las condiciones del mercado son estables. Precio financiero: relacionado con la fortaleza y la volatilidad de la moneda, cuando dólar y euro cambian de manera brusca afectan la fortaleza de las monedas locales y el precio del producto y sus relacionados.Precio Especulativo: que se afecta con la especulación de la cotización en las bolsas de Londres y New York. Precio Desinformativo: relacionado y afectado por el nivel de información y especulación de la cantidad de reservas en los países y de las compañías que operan en estos países. Precio Geopolítico: Está relacionado con el control del poder económico de los países que lo producen, con las guerras bélicas y políticas que se relacionan con su control o su aprovechamiento, así como, las alianzas que se tejen alrededor de su tenencia y comercialización en los países.Adicional a esto, existen unos valores que se fijan relacionados con la calidad del crudo y con la referencia a la que es equiparable para su comercialización. Los principales criterios de composición química son: presencia de azufre, densidad y sedimentos, de acuerdo con esto se fijan los estándares y los más utilizados (en el caso colombiano) son el West Texas Intermediate (WTI) y el Brent o crudos del mar del norte. De manera tal que el precio no depende de un solo factor sino de una suma de características y situaciones -previsibles o no- a lo largo de toda la cadena que pueden ocurrir en los países en que llevan a cabo su producción.
4. Economía Fósil: una Dependencia Estructural
Colombia ha sufrido las consecuencias de las crisis del sector de hidrocarburos a nivel global que afectaron a la economía en los 70s, al final de los 90s y los 2000s. Las dos más recientes han sido en el periodo 2014 – 2015, por la crisis de los precios de los commodities y en el 2020 causada por la desaceleración económica relacionada con la pandemia del Covid- 19. Sin embargo, en este documento se centrará no en las causas de las crisis sino en la forma de afrontarlas desde la institucionalidad.
Las últimas dos crisis han tenido como común denominador un recesión en el precio del barril de petróleo, por un exceso en la oferta de crudo. Al disminuir la demanda de los países industrializados baja el precio del petróleo y se afecta directamente en los países dependientes de su producción y exportación: el déficit fiscal, la deuda pública, el consumo, las exportaciones, la balanza de pagos, la tasa de cambio, la inversión, las importaciones, el empleo, la inversión extranjera directa e incluso la presencia de compañías operadoras en el país.
Los ingresos fiscales de la nación se ven afectados de manera positiva o negativa con las fluctuaciones de los precios en el petróleo. Cuando el precio internacional del crudo aumenta y las exportaciones se mantienen constantes o se aumenta la producción por el precio de bien, hay una apreciación del tipo de cambio en la moneda local, también hay un mayor flujo de ingresos en regalías y mayor disponibilidad de inversión a nivel local y nacional. Por el contrario, cuando se presenta una reducción en el precio sea por los precios internacionales del commodities debido a su baja demanda o aumentos en la producción de parte de la OPEP como presión geopolítica se devalúa la tasa de cambio, se debilitan las exportaciones y se afectan las importaciones, se disminuye la capacidad de inversión, la balanza de pagos de la deuda y se afecta así de manera negativa a las finanzas del Estado.
Esto en términos generales se presenta con normalidad en todos los países en los cuales se lleva a cabo la extracción de recursos naturales no renovables, sin embargo, las dificultades aparecen cuando la economía de los países está basada en la extracción de estos recursos naturales y la dependencia hacia estos pone en riesgo los recursos económicos con los que funciona una nación. Cuando la bonanza desaparece bien sea por la disminución en el precio del recurso o por el agotamiento del mismo, aparece un fenómeno conocido como “enfermedad holandesa”, este es una forma en la que se reasignan los recursos que tienen como destino aquellos bienes transables diferentes del recurso natural, pero que están ligados con este (Sachs y Larraín, 1994). En otras palabras, todos aquellos bienes que están conectados de alguna manera con el recurso natural y que se ven afectados (detenidos) por la baja producción del recurso natural. Piense el lector en la infraestructura hotelera, de transporte, servicios alimenticios, etc; que está asociada a la extracción de petróleo. En medio de una crisis al bajar el precio del crudo, las compañías operadoras reducirán sus gastos operacionales para mantener su rentabilidad y solo aquellos trabajos que son indispensables para la operación serán mantenidos. Al disminuir el flujo de trabajo y de personal se afecta a la economía local que depende en gran medida de esta actividad y es allí cuando se produce el fenómeno de la enfermedad holandesa.
Como se vio más arriba, Colombia ha sacado provecho a las bonanzas petroleras de los 90s y a la más reciente luego de la crisis económica mundial del 2008. Cambios en la configuración política y reevaluación del precio en los crudos livianos permitieron que el país disfrutara de “las mieles del capitalismo petrolero” sin ser un gran productor de petróleo. Esa bonanza hizo que vía los elevados precios internacionales del petróleo se estimulara la exploración y se ampliará el margen de inversión extranjera en la producción del sector en Colombia, generando de esta manera un mayor flujo de ingresos por recursos fiscales y regalías para el gobierno nacional y los gobiernos locales. Como ejemplo de esta bonanza, para 2013 el gobierno nacional recibió ingresos superiores al 3% del PIB y por la vía de las regalías los gobiernos locales alcanzaron a recibir cerca del 1,5% del PIB en 2012.
En general, las cifras indican que la bonanza petrolera de los últimos años tuvo un impacto mayor al de la bonanza de los años noventa, especialmente por los elevados precios externos del petróleo, que estimularon la exploración, la inversión extranjera en el sector y la producción de crudo en el país. El comportamiento de estas variables permitió aumentar a más de 50% la participación de las ventas externas de petróleo en el total de las exportaciones, mejorar los términos de intercambio del país y generar un flujo significativo de recursos fiscales al gobierno nacional central y a las regiones. Cabe recordar, que el gobierno Colombiano alcanzó a recibir ingresos superiores al 3% del PIB en el 2013 en tanto que las regiones se beneficiaron de un flujo de rentas por regalías petroleras que alcanzó un máximo de 1.5% del PIB en 2012.
La importancia del sector desde el punto de vista fiscal es muy alta, una bonanza o una crisis repercuten en el aumento o en la disminución de los flujos de impuestos y regalías, al mismo tiempo que pueden afectar además a los ingresos del gobierno cuando se ven comprometidas las empresas del estado. Cuando los países dependen en mayor medida de las rentas extractivas, como en el caso de Colombia, las fluctuaciones en los precios internacionales de los commodities los ponen en una situación vulnerable, ya que la utilización y manejo de las rentas y excedentes producidos por estos estos recursos dependen en gran medida de la fortaleza institucional de estos países. Dependiendo de esta fortaleza institucional algunos países establecen fondos de ahorros o de estabilización para tiempos de crisis y en otros se producen aumentos en el consumo y en el gasto de inversión buscando mejorar su infraestructura o atender problemas y necesidades básicas de estas sociedades (Perry, Bustos y Sui-Jade Ho, 2011). El principal problema es desde el punto de vista fiscal, es financiar gastos permanentes y operacionales a través de ingresos cuya certeza de mantenimiento no es clara, ya que por su naturaleza pueden verse reducidos e incluso desaparecer.
A nivel local o territorial un decrecimiento en las regalías que se perciben por el pago de los derechos de explotación afecta la ejecución de programas sociales, la inversión en infraestructura y el pago de impuestos de las empresas y cadenas de servicios asociadas al commoditie, lo que genera una mayor dependencia de estos recursos. Esto produce que los gobiernos intenten reducir el gasto público y busquen alternativas de ingreso, tratando de evitar un déficit en los gastos operacionales del país y que se llegue a una situación de insostenibilidad fiscal (Baffes, Kose, Ohnsorge y Stoker, 2015).
5. La inestabilidad Institucional
A continuación el lector podrá relacionar la revisión de la evolución histórica de la explotación de crudo con los conceptos sobre instituciones extractivas que serán trabajados en este aparte, buscando evidenciar con este, cómo a través de esa “evolución” institucional y los cambios acaecidos con la presentación de coyunturas críticas, derivó a juicio de quienes escriben, en el establecimiento de instituciones extractivas entendidas estás de acuerdo a lo planteado por Acemoglu y Robinson (2020, p,98) como aquellas que “tienen como objetivo extraer rentas y riquezas de un subconjunto de la sociedad para beneficiar a un subconjunto distinto”.
La inestabilidad institucional relacionada con las industrias dedicadas a la extracción tiene bases arraigadas en la cultura e instituciones políticas del país. La estrecha relación entre la política y las instituciones está marcada por intereses de las elites que gobiernan y para quienes es mejor mantener instituciones extractivas que les beneficien económicamente, que establecer instituciones inclusivas con el resto de las personas o grupos que de alguna manera tienen asiento en estos temas políticos/institucionales.
De acuerdo con la tesis de estos mismos autores, las instituciones inclusivas son pluralistas, centralistas y se ocupan del crecimiento y la prosperidad, además de generar posibilidades de crecimiento y participación, este tipo de instituciones promueven el desarrollo de talentos en las personas en diferentes actividades económicas propias de una democracia y de una economía de libre mercado con instituciones económicas competitivas.
Aquí es donde aparece el primer punto de inflexión en este análisis, Colombia para muchos historiadores es conocida como la democracia más antigua de américa latina, esto es cierto en buena medida, sin embargo, al poder siempre ha accedido por vía democrática una élite muy pequeña conformada a nivel nacional por 54 familias, de acuerdo con la fundación pares y su director León Valencia. Estás 54 familias crean autoritarismos subnacionales o regionales y son quienes toman las decisiones sobre quién accede al poder regional. A nivel nacional la elite es aún más reducida, pues es la agrupación de estos clanes subnacionales o regionales en grupos más pequeños. En un país con instituciones políticas inclusivas, este fenómeno no se presentaría, por ello una primera afirmación sobre la debilidad institucional del país, está relacionada con la conformación de instituciones políticas extractivas (no del extractivismo per sé sino del tipo de relaciones políticas).
Un segundo postulado propuesto en este análisis está relacionado con el modelo económico nacional, no en la búsqueda de desvirtuar o validar el tipo de modelo establecido, pues la discusión no es económica, sino sociológica y está relacionado con los modelos de gobernanza entre los espacios de producción y los espacios de acumulación. Para Acemoglu, la gobernanza está compuesta por tres tipos de instituciones diferentes, en la primera de ellas se ubican los procedimientos de decisión política y el control democrático, esta primera es la institución política. Una segunda institución que es la encargada de proveer bienes y servicios públicos a la población es la Capacidad Estatal; y la última está relacionada con La Regulación de las instituciones económicas y se encarga de incentivar o frenar algunas actividades.
En este orden es un problema de gobernanza entre las instituciones y los recursos naturales, porque, las instituciones económicas a menudo trabajan de la mano con las instituciones políticas y son estructuradas por esta élite que detenta el poder para beneficiarse de los recursos naturales que son recursos de uso común. Los conflictos socio-ambientales aparecen cuando el medio ambiente influencia directamente a las instituciones porque las personas que no pertenecen a la élite ven afectados sus medios de vida.
No se trata de una discusión sobre el modelo y su crecimiento o no, tampoco sobre cómo los ciclos de Kondrátiev pueden identificar los momentos de crisis y agotamiento del modelo, en sus diferentes fases (expansión, estancamiento y recesión) que podría revisarse con los apartados anteriores; sino de cómo hay una fuerte división en la forma de evaluación y aproximación a los fenómenos económicos y sociales. Esto debido a que el crecimiento de la economía o el desarrollo económico (sin ser sinónimos) del país, no son los únicos indicadores de desarrollo en este, por esto debe distinguirse entre desarrollo económico y desarrollo humano.
Las diferencias entre los espacios de producción y acumulación son evidentes, el desarrollo económico y el bienestar social no es el mismo en la provincia de Alberta en Canadá que en el departamento del Meta en Colombia, esto porque mientras en Puerto Gaitán se extrae el crudo, la acumulación se produce en Calgary o en las islas Caimán a dónde se transfieren los recursos económicos de esta transacción.
Las instituciones políticas y económicas extractivas, así como la regulación y la capacidad estatal en los países de renta media y baja que basan su economía en el extractivismo de recursos naturales como en el caso colombiano, crean o mantienen un paisaje físico que sostiene la organización de estas instituciones en cada uno de sus eslabones. No en vano las estadísticas de pobreza multidimensional se mantienen altas en las zonas de extracción y son estas las de mayores índices de desempleo. Este mantenimiento del paisaje de extracción, contrasta con el paisaje de consumo, es un paisaje opuesto en el que quien es poseedor de los factores de producción consume y acumula sus ingresos y sus rentas. Cuando las comunidades exigen su derecho a la construcción de su territorialidad aparecen los conflictos y es ahí cuando se afectan los modos de producción capitalista y por ende los espacios de producción y lo que en ellos se lleva a cabo afectan a los espacios de acumulación de capital y al capitalista.
La tesis de Acemoglu y Robinson muestra que las instituciones políticas y económicas son determinantes para saber si un país se encuentra por el camino de la prosperidad o de la pobreza. Estas, están definidas por la política y las instituciones políticas que modifican a las instituciones económicas como se vio más arriba, sin embargo, la pobreza ha sido tratada de explicar desde diferentes visiones. lo planteado por Acemoglu y Robinson (2020, pag 441) “La extracción allana el camino para el conflicto” cuando no existen instituciones políticas o económicas inclusivas que trabajen de manera participativa las decisiones y las posturas políticas de quienes no pertenecen a la elite, porque, siguiendo a los mismos autores: “el legado de las instituciones extractivas , que concentran el poder y la riqueza de aquellos que controlan el Estado, abre el camino a disturbios, contiendas y guerras civiles”, en síntesis el conflicto se mantiene por dos razones: 1) es el motor que mueve a las instituciones extractivas impuestas por la elite gobernante y 2) En la búsqueda del poder, los otros grupos que quieren convertirse en la “nueva elite” entran en la dinámica de la institución extractiva.
Otra hipótesis planteada por Acemoglu y Robinson como una de las hipótesis que no funcionan para explicar el fracaso de los países o su relación con la prosperidad o no, es la hipótesis de la cultura. Esta hipótesis es útil en el sentido en el que muchas de las normas sociales que se relacionan con la cultura son importantes para los grupos sociales que las viven, sin embargo, como muestran Acemoglu y Robinson (2020, pag.77) “algunas diferencias notables en prácticas, normas y valores… son el resultado de caminos divergentes” que toman diferentes grupos sociales a partir de las instituciones políticas que han creado, de tal manera que esta hipótesis tampoco es una causa del fracaso sino más bien una consecuencia.
Conclusiones:
Las economías extractivas generan riqueza para los países a partir de sus recursos naturales, pero son las instituciones políticas extractivas las que permiten que esta riqueza sea creada para que de igual manera, sea extraída por quienes dominan y mantienen las instituciones extractivas. El problema de la educación, la ignorancia y el gobierno en los territorios pequeños se mantiene de manera deliberada porque una sociedad educada no tendrá la necesidad económica de vender su capacidad de decisión a instituciones políticas extractivas que le mantengan niveles de pobreza multidimensional y monetaria cercanos a la línea de miseria.
Los conflictos sociales pueden explicarse desde esta visión porque en los momentos en que las comunidades ejercen su derecho a la construcción de su territorialidad aparecen los conflictos. La aparición de los conflictos afecta a los modos de producción y al capital (las empresas y a los capitalistas) por ende, se afectan los espacios de producción, se modifican momentáneamente las instituciones políticas a nivel local y lo que ocurre en los espacios de extracción afecta a los espacios de acumulación de capital y al capitalista. Para que el modelo no se afecte las instituciones políticas deben adaptarse y negociar y hacer un tránsito al cambio, así este no se produzca y de nuevo se presente el conflicto, formando un nuevo círculo vicioso dentro de otro en los espacios de extracción manejados por instituciones políticas extractivas.
La lógica de extracción de recursos y acumulación de capital en los países de origen de las empresas que los extraen, impiden que haya una disminución de la pobreza en términos multidimensionales porque las formas de producir y acumular van a seguir siendo las mismas, en tanto no haya una forma de control social y político al lobby empresarial de capital extranjero.
La presentación de diferentes formas de violencia y la prácticas extractivas de las élites políticas en los territorios en donde se lleva a cabo la extracción mantienen de manera continua este círculo vicioso que se traduce en la presentación de conflictos sociales de manera permanente. Esto configura un fracaso económico a futuro porque mantienen la pobreza en estos territorios y no se presenta la diversificación de actividades económicas en estos lugares, cuando las empresas se van, la economía y el crecimiento económico de los lugares se estanca o decrece, generando el fenómeno conocido como enfermedad holandesa.
Bibliografía:
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Lara Hernández J. El Petróleo En La Historia Económica Colombiana. Revista pensamiento humanista. Universidad pontificia bolivariana. 1998
Sarmiento, L. (2018). Petróleo, paz inconclusa y nueva lógica del conflicto. Ciencia Política, 13(25), 67-92
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Jalife-Rahme, A. (2007). Energía y poder: precios del petróleo. En A. Jalife-Rahme, Energía y poder: precios del petróleo (pág. 46). Buenos Aires: CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.
Sachs, Jeffrey D. y Andrew M. Warner. 2001. "The Curse of Natural Resources." European Economic Review no. 45 (4–6):827-838.
Palabras clave:
Instituciones, Extractivismo, Instituciones políticas y económicas Extractivas
Resumen de la Ponencia:
Ante la inaplazable discusión sobre la crisis climática y la crisis civilizatoria en su conjunto, los debates sobre la transición energética avanzan más lento que la implementación misma de las nuevas tecnologías para la generación de energía con fuentes no convencionales. La generación de energía con tecnología fotovoltaica o eólica vienen siendo implementadas en todos los países de América Latina, en la mayoría de los casos con inversiones privadas que son acompañadas y avaladas por los Estados y las instituciones multilaterales. Sin embargo, es fundamental entrar a cuestionar desde una perspectiva de derechos y una perspectiva eco-social, los impactos que tienen los grandes proyectos eólicos, fotovoltaicos y de otras fuentes no convencionales sobre comunidades rurales, comunidades indígenas y ecosistemas altamente sensibles.En esta ponencia presentaré los impactos que han sufrido los pueblos indígenas del Istmo de Tehuantepec (México) y de la media y alta Guajira (Colombia), complementando el análisis con la información sobre la implementación de la transición energética en otros escenarios del continente como Uruguay y Brasil. Mostraré el carácter colonial que ha tenido hasta ahora el desarrollo de la transición energética basada en un cambio tecnológico, que no cumple con procesos interculturales de diálogo y concertación con los pueblos y naciones indígenas, donde se ha proyectado la generación de energía en grandes escalas. Presentaré los daños no resueltos de la extracción de carbón en La Guajira, las consultas previas sobre la base del hambre y la sed del pueblo Wayuú, así como las negociaciones cuestionables sobre terrenos para arrendamiento y usufructo con comunidades empobrecidas en el Istmo, entre otros asuntos; todo esto para que conectar el debate acerca del colonialismo sobre pueblos indígenas, la pobreza y desigualdad en ámbitos rurales, y la tecnología para la crisis climática.Esta mirada pretende compartir pistas y reflexiones para ampliar, hasta el ámbito social y ecológico, las discusiones sobre la energía y tecnología; y sobretodo, para presentar las oportunidades que ofrecen las fuentes renovables bajo esquemas de gestión comunitaria de la tecnología, lo cuál implica preguntarse ¿energía para qué?, ¿energía para quien? Y ¿energía cómo?