Resumen de la Ponencia:
La Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) denota que para el año 2015 y entre las personas que contaban con 30 años, el 22,48% había terminado sus estudios superiores. Cuando la población se delimita a las personas nacidas en Costa Rica, dicha cifra pasa al 24,41%, mientras entre la población migrante baja al 9,32%. Entre quienes tiene un trabajo asalariado, el pago del salario mínimo se incumple en el 23,18%, ello en personas migrantes de 30 años, mientras en el caso de personas nacidas en Costa Rica la cifra desciende al 16,79% (INEC, 2015).La información expuesta es un indicio de posibles trayectorias educativas y laborales diferenciadas, cuando se compara la población costarricense con la población migrante. A parir de lo anterior, se plantea la siguiente pregunta de investigación ¿Cómo se relacionan las trayectorias laborales juveniles de la población migrante nicaragüense en Costa Rica y la desigualdad social durante el periodo 2015 – 2021? La ponencia parte de la propuesta crítica en la compresión de la desigualdad de excedente, desarrollada por Juan Pablo Pérez Sáinz y Minor Mora Salas, donde el análisis se centra en las relaciones de poder y los procesos de desempoderamiento para la generación y apropiación del excedente en los mercados básicos, por medio de los mecanismos de acaparamiento de oportunidades de acumulación y explotación de la fuerza de trabajo (Mora Salas & Pérez Sáinz, 2009; Pérez Sáinz, 2012, 2014, 2018). Para responder la pregunta de investigación se utiliza un enfoque cuantitativo y el método estadístico. Se trata de un estudio cuasi longitudinal retrospectivo, en donde, en una primera fase, se establecen 60 perfiles socioeconómicos a los cuales se les da seguimiento en tres momentos de observación -2015, 2018 y 2021-. Para construir los perfiles socioeconómicos, analíticamente se tratan como diferenciadores sociales el sexo, la región socioeconómica y grupo de ingreso
per cápita del hogar. En la segunda fase, se desarrolla un Índice de Desigualdad Social, mismo que parte de propuesta de medición planteada por Pérez Sáinz y Minor Mora (Mora Salas, 2018; Pérez Sáinz, 2018), pero cuya metodología se revisa y amplía en algunos de sus subíndices, para pasar a denominarse Índice de Desigualdad Social Ampliado (IDSA). En la tercera fase, se reconstruyen las trayectorias laborales de las personas migrantes jóvenes y se establece la moda que caracteriza a cada uno de los perfiles socioeconómicos en los tres años de estudio. Finalmente, se relacionan el IDSA -variable de contraste- y las trayectorias laborales juveniles migrantes -variable de estudio-, para con ello identificar cuáles trayectorias se relacionan con la exclusión social, o bien, con la inclusión social, ello comprendiendo que la desigualdad social se experimenta en grados y se trata de un
continuum (De Haan, 1999)
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