Resumen de la Ponencia:
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en 2021 señaló
que a nivel mundial, hay 84 millones de personas desplazadas por violencia, conflictos y por el cambio climático. De acuerdo con los
Principios Rectores de los desplazamientos internos de la ONU, se comprende por desplazado a: “Las personas o grupos de personas que se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual (…) como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida”. (1998:5). El desplazamiento se presenta de manera masiva, donde varias familias de un mismo lugar abandonan su lugar de residencia, o individual --de a gota o por goteo-- donde solo uno o un par de miembros abandonan el núcleo familiar. En México, se estima que el desplazamiento interno forzado de 2016 a 2020 fue de 356,792 (CMDPDH). Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC), señaló que en 2020 se reportaron 16,000 personas desplazadas por desastres y 7,100 personas por conflictos armados. En el país, desde 1998 se han impulsado diversas iniciativas de ley a nivel federal para el reconocimiento del desplazamiento forzado, hasta el momento, ninguna ha sido aprobada. A nivel estatal, existen tres leyes aprobadas; en 2012, Chiapas emitió la Ley 158; en 2014, Guerrero aprobó Ley 487
; y en 2020, Sinaloa, decretó la Ley 481, ninguna cuenta con reglamentación, lo que deja a cientos de personas en la indefensión.En Guerrero se estima que en 2018, impactó a 5,056 guerrerenses, de los cuales 132 fueron nahuas y en 2020, se registraron 3,952 desplazadas (CMDPDH, 2017, 2019, 2021). Por su parte, Sergio Ocampo refiere que de 2011 a 2021 hay un aproximado de 10 mil guerrerenses desplazados. Hasta el momento hay un subregistro de los desplazados de este estado. Esta ponencia aborda el desplazamiento interno forzado masivo de campesinos mestizos de la Sierra de Guerrero, región que por muchas décadas fue una de las principales productoras de amapola, rico en bienes maderables y actualmente, con concesiones mineras. Se hace énfasis en que el territorio de la Sierra ha vivido violencias históricas- estructurales y que actualmente se exacerban para maximizar la explotación de los bienes ambientales en territorios considerados ricos estratégicamente. El trabajo tiene como objetivo visibilizar las dinámicas de movilidad involuntaria de esta región como un fenómeno multicausal sostenido por un crisol de violencias por grupos legales-ilegales.