Resumen de la Ponencia:
La discriminación es un fenómeno vivido por las personas y los grupos, que afecta directamente su identidad y que emerge en momentos históricos y en contextos en donde ocurren relaciones de explotación- dominación-conflicto que traen como consecuencia desigualdad y exclusión que se evidencia especialmente ante hechos económicos, políticos, sociales y culturales coyunturales.El fenómeno de la discriminación implica una diferenciación esencial y radical entre grupos humanos, reduce la complejidad de las personas a pocas características y limita su representación a pocos rasgos vinculados con un grupo (identidad cultural, fenotipo, pertenencia étnica, religión, idioma) y establece una relación determinista entre estas características y la forma de ser de una persona.Dichas diferenciaciones históricamente han estigmatizado a grupos como: mujeres, negros, personas con discapacidad, indígenas, miembros de la comunidad LGBTI, niños y niñas, personas migrantes y personas que envejecen. Estos grupos han visto coartadas sus oportunidades económicas, educativas, de salud, acceso al trabajo digno, al cuidado, al respeto a sus derechos humanos, en especial a la vida, a la libertad y a una vida libre de violencia.Particularmente abordaremos la discriminación hacia las personas viejas, denominada viejismo. Concepto que es definido como un fenómeno de discriminación, caracterizado por la constante exclusión, desigualdad e invisibilización de las personas envejecidas.Desde los estudios del envejecimiento es posible identificar que la edad es una clasificación que debe ser incluida en el mismo nivel que el trabajo, género y raza en el análisis de colonialidad del poder, pues es desde hace más de cinco décadas una dimensión que al igual que otras como la discapacidad, etnicidad, orientación sexual, o condición migratoria, generan exclusiones que afectan la dinámica social.En este sentido, De Sousa plantea que no existe una forma única de producir ausencias, sino cinco modos de producción de ausencias en la racionalidad occidental que llama monoculturas, que permiten explicar y comprender cómo se construyen las ausencias de ciertas personas o grupos en la sociedad y en el discurso dominante.El objetivo de este trabajo es mirar a esta particular forma de discriminación desde los aportes teóricos de las Epistemologías del Sur, explorando cómo se construye y reproduce socialmente, cuáles son sus dimensiones, sus intersecciones y cómo el sistema legitima las ausencias, invisibiliza y deshumaniza a las personas envejecidas. Se proponen una serie de acciones desde la academia para avanzar en la construcción de contrapesos transformadores que promuevan el antiviejismo ante la coyuntura de la contingencia sanitaria.La actual pandemia ha puesto de manifiesto nuevas formas de discriminación que deben ser visibilizadas y analizadas, pues, ante situaciones de excepción como la que estamos viviendo en el mundo, es una responsabilidad comprender su función ideológica y social, para hacerles frente y avanzar hacia la construcción del antiviejismo.