Resumen de la Ponencia:
Las organizaciones de niños, niñas y adolescentes trabajadores nadan a contracorriente, al menos, en dos sentidos: porque son niños y porque trabajan. Connotan ambas categorías una posición de edad y una posición de clase subordinadas, en un sistema que ha establecido el trabajo infantil como una patología social problemática para el progreso humano, escindiendo a la infancia y el trabajo como dos esferas incompatibles. Sin embargo, ellos persisten en su demanda de reconocimiento, respeto y protección de sus derechos como niños trabajadores y reivindican su identidad como tales. Organizados, exigen garantías para trabajar en condiciones dignas aludiendo a las causas económicas estructurales -aunque también culturales y subjetivas- que los sitúan en los procesos económicos y productivos en nuestras sociedades latinoamericanas.La presente ponencia corresponde a los resultados parciales de una investigación doctoral en curso sobre la lucha reivindicativa de la Unión de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores de Bolivia (Unatsbo) y el proceso que llevó a la organización a incidir, de manera paradigmática, en la regulación del trabajo a partir de los 10 años en la ley 548, vigente desde 2014. Es decir, desde una edad menor a la establecida como edad mínima en el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que Bolivia ratificó en 1997. Este proceso genera una controversia a nivel nacional e internacional a partir de la movilización de los niños trabajadores, su negociación con el órgano legislativo y la posterior aprobación de la ley, y tiene como protagonistas a la Unatsbo y el movimiento latinoamericano de niños, niñas y adolescentes trabajadores, al Estado boliviano, y a la comunidad internacional (en particular la OIT y el Parlamento Europeo). Se posicionan también, secundariamente, diversos representantes de la sociedad civil nacional e internacional, la prensa y medios de comunicación, la academia, organismos de derechos humanos y otras agrupaciones de diverso tipo. La controversia, que implica una fuerte presión económica para Bolivia, termina en 2018 con la derogación de los artículos que rebajan la edad para trabajar a través de una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional. La ponencia describe el caso boliviano como un proceso histórico, que se desarrolla en un determinado momento social y político en Bolivia. Se caracteriza el enfrentamiento de las fuerzas en disputa, destacando las fórmulas de acción colectiva y de organización de un movimiento de niños, niñas y adolescentes en su relación con el Estado y la comunidad internacional, así como algunos desafíos para la continuidad de las luchas de las organizaciones de niños en la esfera política.