Resumen de la Ponencia:
Neste debate, iremos num primeiro momento, refletir sobre as diferentes nuances do conceito de Crise, visualizando os usos do termo sob a perspectiva de alguns autores2 que contribuíram com a análise do conceito, ensejando novas reflexões e possibilidades de entendimento. Após revisão teórica, iremos realizar um recorte conceitual para abordar o nosso problema de pesquisa, dado a variedade de sentidos e significados do termo dentro da Teoria Social. Sendo assim, partiremos do conceito de narrativa epistêmica da crise em Martins (2019) que nos permite analisar os processos de desinstitucionalização e recolonialidade que endossam o conservadorismo, neoliberalismo e o fascismo nas sociedades capitalistas e coloniais modernas. Contudo, ao identificar o deslocamento de sentidos dessas narrativas, diagnostica mudanças sociais que contribuem para a saída de uma via epistêmica pós-colonial - que resgata os sentidos do humano e seus processos de emancipação no âmbito institucional e normativo por meio de uma crítica pós-colonial e antiutilitarista. Sendo assim, realizaremos um exercício de imaginação sociológica3 para trazer o debate das crises sob novas perspectivas, pensando a partir de heterotopias4 e epistemes que foram apagadas durante o processo de construção das narrativas sobre a modernidade e a modernização. Com isso, cabe-nos ressaltar que, embora alguns autores afirmem que as crises possam ter causalidades de ordem funcional e estrutural/sistêmica, iremos nos ater a dimensão epistêmica da crise. Ou seja, partiremos do diagnóstico sobre as narrativas da crise de Paulo Henrique Martins em seu livro intitulado Teoria Crítica da Colonialidade, ancorando numa reflexão sobre a revalorização do humano e do “viver juntos” por meio de duas perspectivas: a socioantropológica da dádiva - com Martins (2019) - e a filosofia africana do Ntu – com Bas’ilelle Malomalo (2019). Para tanto, nossa reflexão busca ultrapassar os limites de uma crítica às crises em suas dimensões institucionais, econômicas e políticas para um debate ancorado no resgate de uma crítica estética, simbólica, relacional e cultural do dom e da filosofia do Ntu, repensando criticamente os valores civilizatórios utilitaristas modernos. Neste sentido, o objetivo deste trabalho será realizarmos uma crítica cosmopolita e plural do utilitarismo radicalizado contemporâneo sob a ótica do sistema do dom e da Filosofia africana do Ubuntu, trazendo para o centro do debate teórico e sociológico, a possibilidade de pensarmos em uma Teoria Crítica das Crises e da Colonialidade, que vise pensar relacionalmente as dimensões das crises contemporâneas com as questões da colonialidade. Cabe ressaltar, entretanto, que as análises aqui realizadas se apresentam como um ponto de apoio inicial para reflexões que devem ser amadurecidas, não sendo nosso intuito esgotá-las. Palavras-Chave: Crise, Capitalismo, Colonialidade, Filosofia Ntu e Sistema da dádiva.Resumen de la Ponencia:
Se presentan las conclusiones del experimento que se realizó con los estudiantes de varias carreras universitarias en diferentes universidades en Ecuador, referente a los Imaginarios que desarrollan sobre el espacio (tamaño) de los Estados/Nacionales alrededor del mundo. El objetivo del estudio era observar el tamaño territorial que los estudiantes adjudicaban a una serie de países enlistados al azar, y concluir si lo hacían correctamente (es decir ajustado con su extensión territorial o por lo menos con su imagen en los mapas más comunes), o -caso contrario- en función de qué imaginario escogían un orden determinado. En el ejercicio se les pedía ordenar de mayor a menor el tamaño de entre 10 y 20 países, siendo estos tanto estados/nación de fácil reconocimiento como otros con poca popularidad. El resultado del orden coincide muy poco con la extensión territorial real de estos territorios, pero tendía a seguir el ritmo atribuido a la idea de “país desarrollado” o “subdesarrollado (categoría expresada por los estudiantes)”. Además, entre mayor era la poca familiaridad con los nombres de los países también tendían a posicionarlos en relación con nombres de países parecidos. Sin embargo, lo más sorprendente - y que guarda relación con la mirada sobre “desarrollo - subdesarrollo”, es que aquellos países que se percibían como de gran componente indígena eran imaginados como pequeños territorialmente, y aquellos donde supuestamente habitaban personas “europeas” más grandes territorialmente.Como conclusión, se pudo observar que la Colonialidad y su vástago moderno del racismo, impactan en la manera en que se ordena el mundo, se lo imagina, se lo construye y se lo habita. Dicho de otra manera, la manera en que los imaginarios respecto a las cartografías mentales se componen son el reflejo también de la Colonialidad y el racismo que fluye como “sentido común” y “opinión pública” en nuestro diario vivir.Como parte de la metodología y marcos conceptuales, para tratar de descubrir el mecanismo mental con el cual trabaja este tipo de miradas e imaginarios, se estudió y recurrió a las teorías de los atajos heurísticos: sesgo de desinformación, el efecto halo, sesgo de confirmación y el sesgo del anclaje, entre otros.Resumen de la Ponencia:
“Os impérios são feitos de palavras.” A partir desta reflexão de Octavio Paz, e com as recentes proposições de Getachew em Worldmaking after Empire, este artigo mobiliza ecologias indígenas de conhecimento para re-propor outras topografias políticas não-coloniais/descoloniais possíveis para renomear a América à partir de mundivisões indígenas obliteradas pela ideia colonial, e epistemicida, em curso da ‘América Latina’. A América Latina é tipicamente entendida como uma topografia política originada dos processos históricos através dos quais a estória colonial europeia moderna colidiu com as visões de mundo indígenas no século XV. Para europeus e americanos brancos (uma hiper-Europa em termos fanonianos), sustentando o folclore colonial de povos com línguas bárbaras e sem história, um mundo totalmente novo em seus mapas merecia receber o nome de um homem europeu branco, Amerigo. Além disso, uma subcategoria desse novo mundo foi caracterizada pelo adjetivo complementar ‘Latina’ para designar as partes desse novo mundo estruturalmente modificadas pela duradoura colonização europeia latinizada. Renomear a América e redefinir suas fronteiras topográficas políticas é um imperativo democrático pós-colonial derivado do longo legado da luta indígena descolonial para edificar uma nova topografia política democrática. A democracia e a justiça seriam possíveis sem renomear a América? Esse artigo argumenta que não. Caso contrário, como a democracia e a justiça sobreviverão sob o imperialismo metafísico colonial?Resumen de la Ponencia:
El discurso eurocéntrico tiene como eje a la homogenización. Desde los orígenes del Estado-Nación europeo, la universalidad ha sido parte integral de esta prédica. Para la construcción de los Estado-Nación, Europa decidió que el color de la piel, la lengua, la posición social, el sexo, la orientación sexual y la edad, fueran factores fundamentales para determinar el acceso del individuo a los beneficios que podía proveer el propio Estado-Nación. Según Roman Szul, los Estados tienen diferentes maneras de consolidarse. Estos orígenes se pueden resumir en tres conceptos: Estado, lengua y nación. En México, lo primero fue crear un Estado fuerte que se dedicó a crear figuras, estructuras e instituciones de autoridad mediante las cuales se obtuvo el poder. Después los actores políticos se dieron cuenta de que era necesario que a ese Estado lo acompañaran los conceptos de nación y lengua para sostener las creaciones estatistas necesarias para este proyecto.Por tanto, alrededor de los siglos XV a XVIII la lengua, el español, tuvo un estatus y función “civilizatoria”, mientras que posterior al siglo XIX su función fue homogeneizadora, termino central en el discurso eurocéntrico. El bilingüismo y multilingüismo de español y lenguas indígenas que habían sido importantes los siglos anteriores habían sucumbido, pero la mezcla cultural y lingüística permanecería. Dado que en el proceso de consolidación del Estado-nación mexicano, aconteció primero el Estado, cuando llegó el momento de crear la nación, los diferentes dirigentes empezaron a examinar cual sería ese elemento homogeneizador que funcionaría para constituir a México como una, entre las opciones figuró el idioma. Para el siglo XX, después de que por diversas razones los planes de blanqueamiento de la población mexicana no pudieran ser concretados, el término mestizaje fue usado como agente unificador.Las consecuencias de estos procesos derivan en que el 60% de la diversidad lingüística del país está en peligro de extinción. La pandemia no ha hecho más que reforzar que la discriminación en materia lingüística continúa, aunque no sin que encuentre resistencias tanto desde los hablantes de lenguas indígenas como de profesores e investigadores que se esfuerzan por encontrar herramientas más efectivas y novedosas para hacer frente a esta problemática.Resumen de la Ponencia:
Partindo de pressupostos quânticos para a existência de entendimentos múltiplos e interdisciplinares sobre os significados e aplicações da sustentabilidade, desenvolvem-se as dimensões econômica, social e ambiental, bem como os aspectos culturais, legais, éticos, valorativos e territoriais. Este estudo pretende desenvolver uma série de análises sobre as realidades, concepções sociais e representações do imaginário coletivo, não compreendendo as ações tidas como sustentadas, não cotidianamente, por pessoas comuns. Para isso, utiliza-se como contribuição à Teoria das Representações Sociais, onde dentro das abordagens moscovicianas, afirma-se que uma representação social é uma modalidade de conhecimento particular que tem como função a elaboração de comportamentos e a comunicação entre os indivíduos. Nesse sentido, procuramos relacionar tal questão de pesquisa, com outros dois estudos já realizados por esses autores. No primeiro caso, faz parte de um estudo piloto realizado com alunos do ensino médio de uma escola pública do estado do Paraná (Brasil), que visa identificar a percepção e as ações da vida cotidiana, de um grupo de alunos do ensino fundamental e classes inferiores, cujos resultados mostrarão que ainda é necessário um grande esforço dos governos municipal, estadual e federal, na promoção de campanhas de conscientização ligadas ao bem do ser humano e da natureza. O segundo caso, parte da história de uma organização empresarial localizada em um município vizinho, que precisou vencer uma série de barreiras legislativas, burocráticas e até pré-concebidas, para obter licenças ambientais e de operação, visando desenvolver um processo de reaproveitamento de resíduos industriais de terceiros, que na altura existem inúmeras caixas sanitárias. Em segundo lugar, seus empresários, seus próprios órgãos reguladores ambientais não poderão associar a ideia da simbiose industrial que poderia se desenvolver. Em ambos os casos, sabe-se que as teorias, estudos ligados à sustentabilidade e os mesmos ao desenvolvimento sustentável, aqui entendidos como um caminho a ser percorrido até atingir um estágio de (auto)sustentabilidade. Ainda está muito distante da maioria dos dois usuários e beneficiários. Muito embora, os discursos presentes na mídia nas políticas públicas, em geral, tendem a ser cada vez mais incisivos e punitivos. Por um lado, o mundo da vida cotidiana é estruturado, espacial e temporal, onde se constroem imensas representações do imaginário e práticas sociais, O que parece ser um mundo centrado apenas no não ser humano e nas suas necessidades, nesta visão de estratégias de sobrevivência que tendemos a repetir. um conjunto de objetivos socialmente definidos com visão de futuro, não que o desenvolvimento sustentável surja como projeto civilizatório. Mas para isso, medir os sentidos e as aplicações da sustentabilidade torna-se uma etapa essencial.
Introducción:
Inicialmente o termo sustentabilidade era abordado apenas a partir dos aspectos ambientais, mas tornou-se predominante a adoção da postura mais inclusiva do Relatório Brundtland, que conecta as dimensões ambientais, sociais e econômicas, expressando-se no amplamente conhecido conceito de desenvolvimento sustentável, em que a satisfação das necessidades das gerações presentes não deve comprometer a capacidade das gerações futuras (UN, 1987). Esse conceito evidencia um dos princípios básicos de sustentabilidade, a visão de longo prazo (Claro, Claro & Amâncio, 2008). Além disso, remete aos fundamentos éticos de justiça intergeracional e direitos das futuras populações (Consani & Xavier, 2016).
Se por um lado, nos estudos sobre sustentabilidade, um princípio bastante difundido é que o homem tem o direito fundamental à liberdade, à igualdade e ao desfrute de condições de vida adequadas em um meio ambiente de qualidade, tal que lhe permita levar uma vida digna e gozar de bem-estar, tendo a solene obrigação de proteger e melhorar o meio ambiente para as gerações presentes e futuras (UN-CNUMAH, 1972).
Por outro, é de conhecimento geral, que nas últimas décadas imensas áreas de florestas foram devastas para dar lugar às plantações, pastagens, estradas e áreas urbanas. Onde cada vez mais é compreendido que as ações humanas têm fortes relações com as mudanças climáticas, proporcionando aumento de temperaturas, inundações, falta d’água e poluição do ar. Por isso, faz-se necessário a adoção de medidas sustentáveis e a preservação do meio ambiente, no que se refere também à exploração da natureza brasileira e mundial.
Embora exista uma aceitação generalizada sobre a importância de ações para resolver os problemas ambientais, não há consenso sobre como realizar a educação e as práticas tidas como ambientalmente corretas. Apesar das orientações legais, predominam as abordagens reducionistas e despolitizadas, que enfatizam o conservacionismo ecológico e limitam o potencial analítico do tema (Zaions & Lorenzetti, 2017).
Assim sendo, este artigo objetiva de modo empírico, desenvolver uma análise das realidades, conceitos sociais e do imaginário coletivo, a luz da Teoria das Representações Sociais, a partir de dois casos práticos sobre o entendimento e aplicações da sustentabilidade no cotidiano de pessoas comuns. Em ambos os casos, percebe-se que as teorias e estudos ligadas à sustentabilidade e mesmo ao desenvolvimento sustentável, ainda estão muito distante da maioria dos usuários e beneficiários. Muito embora, os discursos presentes nas mídias e nas políticas públicas, tendem a ser cada vez mais incisivos e punitivos.
Desarrollo:
Breve descrição da Teoria das Representações Sociais
A compreensão do termo Representações Sociais, caracteriza-se como um conjunto de fenômenos e conceitos que estão envolvidos, bem como uma teoria construída para explicá-los concomitantemente. Seu surgimento a partir da consolidação do campo de reflexões teóricas do psicólogo francês Serge Moscovici (1925-2014), no momento em que se solidificava a nova Psicologia Social, que passou a conferir importância não apenas aos processos cognitivos, mas também aos comportamentos coletivos e processos sociais (Pelinson & Oliveira Jr., 2018).
Moscovici, buscou no conceito de representações coletivas do filósofo e sociólogo também francês Émile Durkheim (1858-1917), um aporte conceitual para sua oposição à perspectiva individualista. Tal conceito parecia ser suficiente para o entendimento das representações na sociedade ocidental da época, no entanto, na contemporaneidade, novos fenômenos representacionais passaram a exigir outro tipo de conceito para compreendê-los, sob uma perspectiva psicossociológica.
Dentro deste contexto, e de acordo com os estudos do psicólogo brasileiro Celso Pereira de Sá (2004), desde o surgimento e reconhecimento do termo Representações Sociais, os mesmos implicaram em um decisivo afastamento da perspectiva “sociologista” extrema de sua noção original, permitindo assim uma construção teórico-conceitual de um espaço psicossociológico próprio dentre as áreas do conhecimento.
Para Pelinson & Oliveira Jr (2018), embora a conceituação para as representações sociais tenha sido propositalmente apresentada de forma inacabada, uma vez que se encontra em constante evolução, Moscovici compreende-as como conjuntos de conceitos, afirmações e explicações, que devem ser considerados como “teorias” do senso comum, pelas quais se procede à interpretação e à construção das realidades sociais.
No entanto, a definição mais consensual entre os pesquisadores é a de Jodelet (1989, p. 36 apud Sá, 2004), em que as representações sociais se constituem como “uma forma de conhecimento, socialmente elaborada e partilhada, tendo uma visão prática e concorrendo para a construção de uma realidade comum a um conjunto social”.
Nessa perspectiva, os indivíduos não são meros portadores de ideologias e crenças, mas pensadores ativos que produzem e comunicam suas representações. Onde de acordo com Moscovici (2003), coexistem duas classes de universos de pensamentos: os Universos Consensuais – que correspondem às atividades intelectuais de interação social cotidiana pelas quais são produzidas as representações sociais; e os Universos Reificados – onde são produzidos e circulam as ciências e o pensamento erudito.
Baseado no referido autor, Sá (2004) explica que nos universos reificados:
[...] é que se produzem e circulam as ciências e o pensamento erudito em geral, com sua objetividade, seu rigor lógico e metodológico, sua teorização abstrata, sua compartimentalização em especialidades e sua estratificação hierárquica. Aos universo consensuais correspondem as atividades intelectuais da interação social cotidiana pelas quais são produzidas as Representações Sociais. As “teorias” do senso comum que são aí elaboradas não conhecem limites especializados, obedecem a uma outra lógica, já chamada de “lógica natural”, utilizam mecanismos diferentes de “verificação” e se mostram menos sensíveis aos requisitos de objetividade do que a sentimentos compartilhados de verossimilhança ou plausibilidade. (2004, p. 28).
Moscovici (2003), ainda ilustra que frequentemente, a matéria-prima para a construção das realidades consensuais provém dos universos reificados, e que ambos os universos atuam conjuntamente para moldar a realidade. Discutindo a obra de Moscovici, Sá (2004, p. 37) afirma que tal realidade social é construída somente quando “o novo ou não familiar vem a ser incorporado aos universos consensuais. Aí operam os processos pelos quais ele passa a ser familiar, perde a novidade, torna-se socialmente conhecido e real”.
Quanto à formação das representações sociais, Moscovici propõe sua própria estrutura teórica. Segundo ele, a estrutura de cada representação tem duas faces indissociáveis: a Face Figurativa e a Face Simbólica. A função de duplicar um sentido por uma figura é chamada de “objetivar”, enquanto a função de duplicar uma figura por um sentido é chamada de “ancorar”.
A ancoragem, segundo Sá (2004), consiste na integração cognitiva do objeto apresentado como ideias, acontecimentos e relações a um sistema de pensamento social preexistente e nas transformações implicadas. Nesse processo, ancora-se socialmente a representação e seu objeto.
Para Trindade, Santos & Almeida (2011) explicam que a ancoragem permite:
[...] ao indivíduo integrar o objeto da representação em um sistema de valores que lhe é próprio, denominando e classificando-o em função dos laços que este objeto mantém com a sua inserção social. Assim, um novo objeto é ancorado quando ele passa a fazer parte de um sistema de categorias já existentes, mediante alguns ajustes (2011, p. 110).
Já o outro processo de formação das representações sociais, a objetivação, consiste em uma operação imaginante e estruturante, em que se dá uma forma ou figura específica ao conhecimento acerca do objeto, “tornando concreto, quase tangível, o conceito abstrato, materializando a palavra” (Sá, 2004, p. 39). Isto é, a objetivação resulta na simplificação do objeto, trata-se de “privilegiar certas informações em detrimento de outras, simplificando-as, dissociando-as de seu contexto original de produção e associando-as ao contexto imagético do sujeito ou do grupo” (Trindade et al., 2011, p. 109-110).
Neste sentido, há que se destacar que é basilar para a compreensão da Teoria das Representações Sociais o entendimento de que sujeito e objeto estão interligados, de modo que o objeto existe mediante a relação estabelecida com o sujeito quando este atribui ideias, valores e/ou opiniões ao objeto (Pelinson & Oliveira Jr., 2018).
Análise e discussão dos resultados
Uma das principais medidas apontadas por estudiosos está relacionada à mudança nos padrões de consumo e produção, os quais vêm afetando drasticamente a renovação dos recursos naturais, ou mesmo causando contaminações neles. Contudo, não há como negar a necessidade e a existência de um grande ciclo de extração dos recursos naturais desde longos períodos históricos. Onde na atualidade apresentam um significativo impacto socioeconômico.
O modelo de análise da sustentabilidade conhecido como Triple Bottom Line, é fundamentado na discussão de base do conceito de Desenvolvimento Sustentável expresso no Relatório Brundtland (UN, 1987). Sua elaboração adotou uma visão multidimensional das relações entre as sociedades humanas e a natureza, em que a sustentabilidade é conceituada como a indissocibilidade das dimensões econômica, ambiental e social (Elkington, 2001).
Primeiro caso: Um estudo sobre a educação ambiental
No âmbito escolar brasileiro, o conceito de sustentabilidade compõe o conteúdo de educação ambiental, que se tornou obrigatória em todos os níveis de ensino, conforme instituído pela Política Nacional de Educação Ambiental (PNEA - Lei Federal 9.795/1999), regulamentada pelo Decreto Federal 4.281/2002 (Brasil, 1999 e 2002).
Assim, com fundamento na PNEA, as Diretrizes Curriculares Nacionais de Educação Ambiental (DCNEA - Resolução CNE/CP 2/2012), instruem pela adoção de uma abordagem interdisciplinar e de transversalidade curricular que possibilite a conexão do aprendizado sobre a realidade (Brasil, 1998 e 2012). Onde de acordo com os Parâmetros Curriculares Nacionais (PCN), é importante que os estudantes consigam relacionar o significado daquilo que aprendem sobre as questões ambientais com as situações de sua realidade cotidiana (Brasil, 1998).
Nesse contexto, e com a finalidade de obter subsídios para avaliar a efetividade das práticas correntes, e nortear propostas futuras de ensino de temas transversais num colégio da rede pública de ensino do Estado do Paraná, realizou-se uma pesquisa de opinião com estudantes do Ensino Medio, para conhecer como os ensinamentos sobre meio ambiente e sustentabilidade se expressam na percepção de mundo e nos comportamentos cotidianos (Gonzaga, Cieslak, Cieslak & Rodrigues, 2022).
Os dados foram coletados por meio de uma survey (estudo com um grupo único, envolvendo 53 estudantes), cujo questionário foi elaborado com a utilização da escalas de Likert (1969). A abordagem foi quantitativa e qualitativa. Já o instrumento de coleta de dados visou, por um lado, identificar o grau de percepção dos estudantes em relação às ações sustentáveis no ambiente socioeducacional. E por outro lado, buscou identificar se transferem para seus hábitos diários os conteúdos de educação ambiental que supostamente recebem no colégio, onde houve uma diversidade de respostas para cada evento mencionado.
Como os eventos estão relacionados ao espaço comum de atividades e vivência dos estudantes, o conjunto de resposta evidencia que as percepções individuais se dão em diferentes níveis para cada estudante. Pode ser porque cada um tem diferentes focos de interesse em relação aos acontecimentos da comunidade, ou porque a linguagem de comunicação dos conteúdos não atinge os receptores. O survey não permiteu saber as causas, mas permite a constatação de que o objetivo de promover a formação cidadã que contribuem para a transformação da sua realidade, não funciona igual para todos (Gonzaga, et al., 2022).
Observo que a diferença de percepção quanto à quantidade de informações sobre cuidados com o meio ambiente, divide mais os alunos da amostra, sugerindo para o fato de que, para efeito de dois alunos, as informações passadas pela escola são invisíveis, e consistem em a comunicação não chegou ao seu destino. Ainda em relação à percepção das atividades extraclasse relacionadas ao meio ambiente, ficou evidenciado, por 81% das respostas, que os alunos consideram insuficientes as iniciativas promovidas pela escola, ou se ocorrem, são essas as expectativas ( Gonzaga , et al . , 2022).
Segundo Gonzaga et al. (2022), a menção de questões ambientais, pelo conjunto dos professores em sala de aula, há o reconhecimento de que o assunto é mencionado, mas apenas eventualmente, conforme 79% das respostas. Isto pode estar relacionado à dificuldade de tratar temas transversais por parte de professores formados em sistemas disciplinares. Tal dificuldade se reproduz em alunos que tem dificuldade de fazer a conexão entre os conteúdos específicos das disciplinas com os cenários abrangentes dos problemas socioambientais que vivenciam.
Quanto as questões de separação de lixo, para reciclagem ou reutilização, mostram que as iniciativas neste sentido, tanto do colégio quanto da administração municipal, são percebidas por 77% dos entrevistados. Isto pode estar associado ao fato de que a separação de lixo tornou-se obrigatória na coleta pelo serviço público, desde a instituição da Política Nacional de Resíduos Sólidos (Brasil, 2010).
Isso tem levado à insistente reforço de comunicação junto à opinião pública para cooperação no cumprimento da normativa. A constatação também é condizente com resultado de outras pesquisas, que constataram que por ser o lixo um dos maiores problemas da sociedade industrial, e a reciclagem como uma solução, estes dois temas tem sido os mais trabalhados em abordagens pragmáticas e atividades práticas de educação ambiental (Rodrigues, et al., 2019).
Segundo Gonzaga e cols. (2022), observou-se também que a maioria dos dois alunos da amostra não assimilou a prática de comportamentos sustentáveis para suas atividades diárias individuais, constrangendo a percepção do comportamento doméstico da família. Sendo possível dizer que por exemplo dois familiares levam os alunos a adotarem práticas mais sustentáveis.
Pois de acordo com a maioria das respostas, 58% das famílias dos estudantes mantém a prática sistemática de separação do lixo, mas individualmente essa prática é consistente apenas para 33% da amostra. Por outro lado, parece haver maior adesão ao comportamento sustentável quando em espaço público, onde 53% afirma utilizar as lixeiras públicas, porque nunca existe certeza de estar só (Gonzaga, et al., 2022).
Quanto a diferença de como são tratados dois recursos ambientais fundamentais, água e energia. Enquanto para a água apenas 33% mostra preocupação sistemática de conservação, para a energia essa preocupação mostra-se importante para 51% dos estudantes. Embora o questionário não permita saber o porquê desta diferença, ela pode estar relacionada ao custo monetário maior para o fornecimento de energia. Esta é a lógica da concepção da sustentabilidade definida pelos mecanismos de mercado, ou seja, o preço determina o nível de consumo.
Finalizando este caso, pode-se afirmar que os resultados evidenciaram que, quanto à percepção do seu ambiente social e escolar, os estudantes tendem a observar mais frequentemente as ações de sustentabilidade que estão mais evidentes e repetitivas em seu dia a dia, como a coleta seletiva do lixo pelo serviço público. Mas para a maioria não são evidentes as iniciativas relacionadas à sustentabilidade promovidas pela instituição de ensino em que estudam.
Quanto aos comportamentos, os resultados apontam que os estudantes estão mais propensos a adotar atitudes sustentáveis em relação aos aspectos mais relevados pelas mídia de massa ou que apresentam maior potencial de exposição pública de seus atos, como por exemplo, jogar lixo na lixeira pública, mas não separar o lixo em casa (Gonzaga, et al., 2022). Tal atitude pode estar ligada as duas classes de pensamentos universais (consensuais e reificados), da Teoria das Representações Sociais, uma vez que o espaço institucionalizado da escola, ambos pensamentos coexistem (Moscovici, 2003).
Segundo caso: Os desafios sustentáveis de uma organização empresarial
Em outra avaliação de campo, foi possível apontar um caso, já de prévio conhecimento do autor deste artigo, o qual apresentou um relato de experiências a partir de uma entrevista estruturada aos idealizadores da organização empresarial SPS Tecnologia Ambiental Ltda., sendo especializada no gerenciamento de resíduos sólidos provenientes do setor madeireiro, mais especificamente de fábricas de portas e chapas compensadas, abundantes na Região Sul do Paraná e Norte Catarinense, objetivando eliminar as agressões ambientais causadas pelos resíduos destes produtos, tendo como premissa o desenvolvimento sustentável (Cieslak, Mikuska, Dal Santos & Gonzaga, 2020).
Sua fundação deu-se no ano de 2005, e segundo seus idealizadores, até então era a única empresa na América Latina considerada como de destinação final ambientalmente adequada, pois além do recolhimento, executa ações de reciclagem, produzia-se a partir dos resíduos coletados, novos produtos adesivos, evitando destinar dejetos a aterros industriais. Para se chegar a tal tecnologia, a empresa desenvolveu pesquisas e processamento de materiais, apresentando um novo conceito: o processamento e recuperação de resíduos considerados altamente poluentes e prejudiciais à saúde humana, em subprodutos (extensores e resinas) que serão reutilizados nos processos produtivos dos próprios parceiros, fornecedores dos rejeitos (Cieslak, et al., 2020).
Entre as vantagens, caracterizam-se por meio dos serviços ambientais a reciclagem, diminuindo os riscos de danos ambientais, como a poluição de corpos hídricos, do solo ou da atmosfera, entre outros prejuízos à sociedade. Assim a empresa defende os conceitos estipulados pela Política Nacional de Resíduos Sólidos, instituídos pela Lei nº 12.305 de 02 de agosto de 2010, que proíbe as destinações de resíduos sólidos através de lançamento em corpos hídricos, em céu aberto, por meio da queima ou outras formas vedadas por órgãos ambientais.
No caso da SPS Tecnologia Ambiental Ltda. a empresa possui o licenciamento ambiental registrado sob nº IND47039CPN no Instituto Brasileiro do Meio Ambiente – IBAMA, o qual representa o conjunto da legislação brasileira de proteção ao meio ambiente, um dos instrumentos mais importantes para conduzir a sociedade à prática ambientalmente correta. Este licenciamento ambiental ocorre no âmbito estadual, mas pode ser efetivado também no âmbito federal.
Seu objetivo era reutilizar rejeitos resinas e outros químicos, basicamente, surgiu a partir de um pedido de uma indústria que solicitou pesquisas e o desenvolvimento de produtos a partir de sobra/resíduos industriais, os quais possuíam ainda propriedades adesivas, porém não estava mais no estado líquido ou mesmo particulado (pó), assim foram surgindo experiências que reativassem o material quimicamente, chegando a um resultado satisfatório, pois até então o destino final era aterros industriais em quantidades limitadas, causando custos para sua retirada, ou mesmo outros fins clandestinos e inadequados.
Dentre as dificuldades iniciais, pode-se afirmar que o fato de não existir algo igual, ou similar, fez com que os órgãos ambientais e o Instituto Nacional de Propriedade Industrial (INPI), não entendessem o que de fato se pretendia fazer, arrastando na alta burocracia, maior ainda que a própria fonte que produz o lixo. Além disso, a questão cultural ainda é vista como uma das principais barreiras, tendo em vista que há resistência/diminuição por parte de dois stakeholders (empresários, colaboradores e consumidores) situados na necessidade de buscar soluções para passivos ambientais, bem como lidar com você gasta financeiramente. O que faz a direção da SPS Tecnologia Ambiental Ltda. perceber que essas medidas só são incorporadas no longo prazo (Cieslak,et al., 2020).
Ao tentar associar este segundo caso a Teoria das Representações Sociais, percebe-se que quem produz e faz circular conhecimentos científicos, está mais ligado ao pensamento erudito em geral, tendo em vista sua objetividade, rigor lógico e metodológico, sua compartimentalização em especialidades e sua estratificação hierárquica (Sá, 2004). Em outras palavras, pode-se afirmar que tal conhecimento e tecnologia desenvolvida pela empresa em questão, é o resultado de uma série de estudos, apoiados em teorias e mesmo em tentativas e erros.
Relações entre a Sustentabilidade e a Teoria das Representações Sociais
O tema sustentabilidade é relativamente novo, sendo central em conteúdos de educação ambiental, e principalmente em políticas públicas e campanhas sociais com várias finalidades. O foco nas questões originou-se com a ecologia matemática, nas décadas de 1970 e 1980, a partir de estudos sobre a forma como os ecossistemas respondem a choques e estresses, que identificaram as propriedades de estabilidade e resiliência dos sistemas biológicos. Com esse conhecimento a sustentabilidade foi definida como a capacidade de um sistema natural recuperar-se de choques e tensões para retornar ao seu estado de equilíbrio (Scoones, 2016).
No entanto, essa definição passou a ser questionada no âmbito das ciências ecológicas e sociais, devido à observação dos sistemas de não-equilíbrio, baseados em processos adaptativos imprevisíveis. Concomitantemente, surgiu o afloramento da concepção de desenvolvimento sustentável, que direcionou o foco para uma visão pragmática de formulação de metas políticas e normativas, relacionando meio ambiente, economia e sociedade (Sachs, 1992; Elkington, 1999).
Assim, observadas as condições de incerteza dos sistemas complexos, em que não se estabiliza um estado ideal de equilíbrio, as noções de transformação, transição e trajetória se tornaram centrais nas abordagens sobre desenvolvimento. Resulta daí a elaboração de enfoques baseados em mudanças incrementais, gerenciamento adaptativo e aprendizado para a sustentabilidade, que passaram a compor os discursos dominantes (Scoones, 2016).
Para Moscovici (2003), a representação social constitui uma preparação para a ação, pois, além de guiar o comportamento, ela remodela e reconstitui os elementos do meio ambiente em que o comportamento deve se ligar. Ela consegue incutir um sentido ao comportamento, integrá-lo numa rede de relações em que está vinculada ao seu objeto, fornecendo ao mesmo tempo as noções, as teorias e os fundos de observação que tornam essas relações estáveis e eficazes.
Vale destacar que ninguém possui uma compreensão total de todas as coisas, nem mesmo a compreensão total de uma única coisa. Portanto “vamos arranhando as coisas passo a passo, momento a momento, descobrindo novos sentidos, ampliando compreensões, penetrando mais a fundo no seus mistérios” (Ghareschi, 2003, p. 245).
Para Araújo (2013), embora o termo sustentabilidade seja muito mencionado, na prática é pouco compreendido. Cita como exemplo o fato de que todos os setores produtivos dependem de um fluxo constante de materiais, no qual é necessário verificar a sustentabilidade de todo o ciclo de vida ambiental dos produtos. O ciclo de vida se inicia na extração de um recurso da natureza e segue em sucessivas etapas de transformações, transporte, montagem, manutenção, desmontagem, até o descarte final.
Todas estas etapas implicam em desafios para a sustentabilidade, mas a maioria das pessoas não tem consciência disso quando adquire um produto no mercado. Quando um consumidor faz a opção pela compra de um bem, deveria levar em conta vários aspectos ambientais embutidos, como impacto na extração da matéria-prima, utilização, eficiência energética, quantidade de água necessária, durabilidade, manutenção, reciclabilidade, etc. (Araújo, 2013).
No entanto, as preferências dos consumidores são resultado de um processo de aprendizagem proveniente da circulação de informações em seu meio social. Isto significa que o consumo sustentável precisa ser elucidado num processo de ensino-aprendizagem, guiado pelo objetivo de influenciar a evolução das percepções dos consumidores em relação ao impacto de suas escolhas sobre sua própria saúde, da natureza e da resiliência do meio socioeconômico onde se vive (Gonzaga, 2005).
Para Moscovici (2003), o importante não é mais conhecer as representações de um passado remoto ou de sociedades primitivas, mas sim as presentes, isto é, do tempo atual da sociedade. Bem como considera-se que o conhecimento produzido é relativo a quem o transmite e de onde transmite, a qual grupo pertence, e não ao objeto em si, também salientando a importância do grupo de pertencimento.
Se de um lado, a representação social é concebida como processos sociais que envolvem diversas formas de comunicação e discursos, ao longo do qual significados e objetos são construídos e elaborados. De outro modo, as representações sociais são operacionalizadas como atributos individuais, baseada nas estruturas individuais de conhecimento, das quais desenvolve-se os símbolos e afetos, de onde ai sim, são distribuídos entre as pessoas e grupo (Wagner, 2009).
Nessa lógica, pode-se afirmar que uma representação social fala tanto quanto mostra, comunica tanto quanto expressa, e “é uma modalidade de conhecimento particular que tem como função a elaboração de comportamentos e a comunicação entre os indivíduos” (Moscovici , 1978, p. 26).
Conclusiones:
O presente artigo buscou de modo empírico, desenvolver uma análise das realidades, conceitos sociais e representações do imaginário coletivo, a luz da Teoria das Representações Sociais, procurando relacionar a dois casos práticos sobre o entendimento e aplicações da sustentabilidade no cotidiano de pessoas comuns. Mas que podem muito bem representar a realidade presente, destacando como os conhecimentos existentes, e em especial sua propagação, podem interferir na sociedade, na economia e principalmente no meio ambiente.
O primeiro caso prático apresentado, partiu de uma entrevista feita com estudantes de uma escola periférica da Rede Pública de Educação do Estado do Paraná, que demostraram uma série de falhas nos processos educacionais, embora estes sejam embasados pela legislação vigente. Se por um lado há dificuldades para se colocar em prática os conceitos de sustentabilidade e desenvolvimento sustentável, em face da sua grande diversidade teórica e amplitude de abrangência, por outro lado é sensato indagar sobre o entendimento que os indivíduos atribuem ao termo e sobre os fatores que influenciam esse entendimento (Claro et al., 2008).
Já no segundo caso, que partiu do relato de uma organização empresarial, a qual necessitou superar inúmeras barreiras legislativas, burocráticas, e mesmo preconceituosas, para conseguir licenças ambientais e de operação, visando desenvolver um processo de reutilização de resíduos industriais de terceiros, que até então eram destinados aos já lotados aterros sanitários. Ainda enfrentam enormes desafios de colocar seus produtos, capacidade produtiva e tecnológica, em prol das atividades industrias, sobretudo as ligada a colagem de madeira, por reações químicas.
Salienta-se que indiferente do tamanho, cedo ou tarde haverá a necessidade de as empresas locais começarem a tomar iniciativas por ações mais sustentáveis, seja pelo fato de serem cobradas pela legislação, ou mesmo pelo fato de sentirem as exigências de seus clientes, influenciados pelas mídias, ONGs, entre outros movimentos, ou por uma necessidade de procurarem diferenciais visando atingir públicos mais específicos (Reinhardt, 1999).
Em ambos os casos, percebe-se que as teorias e estudos ligadas a sustentabilidade e mesmo ao desenvolvimento sustentável, aqui entendido como um caminho a ser percorrido até se chegar a um estágio de (auto) sustentabilidade, ainda estão muito distante da maioria dos usuários e beneficiários. Muito embora, os discursos presentes nas mídias e nas políticas públicas, de maneira geral, tendem a ser cada vez mais incisivos e punitivos.
Para Hume & Barry (2015), a crise ecológica e seus problemas estão parcialmente associados à ignorância. Por isso, precisamos de um tipo de educação de base ecológica, holística e interdisciplinar, que inclua aspectos cognitivos, análise ética e política, orientada para a ação e solução de problemas. Deste modo, a educação ambiental seria a mediadora da interface entre os sistemas educacionais e a crise ambiental real, onde os indivíduos e suas redes sociais estão diante de novas incertezas e perplexidades. Também tornando-se necessária a produção de novos conhecimentos e valores para tomar decisões em situações complexas (Carvalho, 2017).
As evidências desta crise ambiental são percebidas, em nível local e global, pelo ritmo acelerado da produção industrial em processos de alta entropia, nos hábitos de consumo e na quantidade de lixo produzido pelas sociedades humanas (Hosokawa & Hosokawa, 2001; Marques, 2013; Costa, 2016; Song, et al., 2018; Büscher & Fletcher, 2019). Os excessos desses processos teriam causado um acúmulo crescente de CO2 na atmosfera e levado a uma ruptura irreversível na degradação dos ecossistemas naturais (Crutzen, 2002 e 2016; Steffen, et al., 2011; Biermann, 2014).
Para Cervo & Bervian (1983), a necessidade de o ser humano não assumir uma posição meramente passiva, de espectador dos fenômenos, sem ação e controle sobre eles, faz surgir o conhecimento científico, que vai além do empírico e busca conhecer não só o fenômeno como também suas causas e leis. Assim, a Teoria das Representações Sociais pressupõe uma tentativa de ruptura com as vertentes clássicas das teorias psicológicas, propondo mudanças no posicionamento quanto ao estatuto da objetividade e da busca da verdade, apresentando-se, como alternativa para pesquisadores e teóricos (Rocha, 2014).
Como contribuições a literatura, este estudo aproxima as abordagens e dilemas da sustentabilidade com a construção e interpretação das realidades, dos conceitos sociais e imaginários coletivos. Indicando para futuras pesquisas, a busca sistematizada e em profundidade das relações entre a produção e mediação com conhecimento, com ações práticas mais efetivas de proteção aos recursos naturais.
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Palabras clave:
Realidades da Sustentabilidade. Casos práticos. Mídia e Políticas Públicas.
Resumen de la Ponencia:
Desde as invasões de 1500 que o mundo passou a ser dividido entre povos pretensamente civilizados e aqueles ditos não civilizados. Num primeiro momento quem foi tido como bárbara foi a população nativa das Américas e posteriormente, os europeus, passaram a sequestrar as civilizações africanas para serem escravizadas no outro lado do Atlântico. Quem conta a história da modernidade é quem venceu a desigual luta entre esses povos, portanto, os europeus, e o fazem de modo bastante idílico, porque quiseram nos fazer acreditar - e deu certo por muito tempo - que de fato a vinda para essas terras foi para civilizar, quando na verdade foi para roubar as riquezas naturais, sequestrar, estuprar, matar e destruir sociedades inteiras, no intuito de garantir os seus interesses econômicos. O capitalismo se valeu do projeto colonizador como um determinante econômico para a assim chamada acumulação primitiva de capitalista, o que lhe serviu também para se consolidar como modo de produção, quando ao longo do século XIX, numa luta encarniçada por lucros, partilhou o Continente Africano entre as potências europeias.A leitura eurocentrada e eurocêntrica da história de quem é considerado humano é aquela sobre a modernidade e a versão intencionalmente ocultada, a colonial, aquela supostamente superada, diz respeito aos povos pretos e indígenas que até a atualidade, ainda são considerados e tratados como coisas que podem ser descartadas. A modernidade existiu para uns/umas e o projeto colonial para outros/as, são dois lados da mesma moeda que produziu efeitos contrários, para as/os brancos, possibilitou-lhes emancipação política, porque são lidos como seres universais, dotados de razão, e por outro, destinou milhões de pessoas à escravidão, tendo o racismo e o sexismo como veículos centrais para conquistar, consolidar e manter-se no poder até os dias atuais.A história contada pelos vencedores é uma história que nega a resistência secular das africanas/os, afrobrasileiras/os e indígenas, por isso, precisamos contar nós mesmos a nossa história, sabendo que o projeto de modernidade nos incluiu por meio do projeto colonial. Nesse sentido, avalia-se que são as elaborações decoloniais que rompem com os limites analíticos eurocêntricos, são as lutas decoloniais que têm mostrado os caminhos de resistências para a manutenção das vidas negras e indígenas. A decolonialidade é uma outra forma de concepção de mundo, uma leitura inclusiva, que não se pretende universal, porque a humanidade é diversa e essa diversidade precisa ser respeitada, pois só assim viveremos numa comunidade que a paz, o respeito e o amor possam ser as principais mediações entre os seres humanos. Um outro é possível e precisamos construir ele agora.Resumen de la Ponencia:
El presente trabajo busca ahondar en el debate frente a las interpretaciones de las juventudes rurales en América Latina y el Caribe, siendo esta una colectividad que compone la categoría global de juventudes y que requiere lecturas decoloniales. A partir de allí, se busca aportar a la problematización de esta población, alejándose de las lecturas estereotizantes e invisibilizantes propias de las lecturas homogeneizantes de occidente. Éstas prestaron históricamente mayor atención a los fenómenos adultos, masculinos y urbanos, desconociendo dimensiones analíticas específicas para el abordaje de las juventudes desde América Latina.Esta reflexión se da a partir del resultado de dos procesos investigativos de orden cualitativo en Argentina y Colombia. A partir de dos casos de estudio situados en realidades, a priori, diferentes (el caso de los jóvenes de familias hortícolas en un cinturón verde de Argentina y de Jóvenes trabajadores, estudiantes y víctimas del conflicto de un municipio rural de la zona centro de Colombia), buscamos identificar elementos analíticos que posibiliten el estudio de las juventudes rurales desde lecturas decoloniales ancladas en los territorios y situadas sociohistóricamente. Encontramos que el modo de construir estas nuevas dimensiones necesita retomar los modos en que los propios jóvenes interpretan su realidad, dejando de lado aquellas prenociones que rondan a la noción de juventud y de ruralidad. Así, se traspasa la distinción única de la juventud rural solo en relación con la agricultura o el trabajo como se ha llegado a interpretarla predominantemente, se resalta escenarios que la construyen como el territorio, la educación, espacios de interacción (participación política, prácticas culturales deportivas) y se problematizan las proyecciones de vida que conforman y las propuestas y capacidades que desenvuelven para transformar las realidades en las que se encuentran inmersas.
Introducción:
Los últimos años han evidenciado un aumento de los debates en torno a las juventudes rurales en Latinoamérica desde diferentes disciplinas sociales. Éstos han focalizado en diferentes aristas de la realidad de los jóvenes de espacios ruralizados: ya sea en la educación (Cragnolino, 2011; Yaschine, 2015), en su vínculo con el trabajo (Arrighi, 2004; Díaz Méndez, 2006; Nessi, 2021) como también del modo en que interpretan su propia realidad (Barasoul, 2016) y vivencian sus experiencias en los espacios rurales (Pachón, 2020). En diferentes países, los estudios sociales en torno a las juventudes han mostrado su heterogeneidad y la necesidad de pensarlas en manera plural. En Argentina, por ejemplo, existen estudios que focalizan en la realidad de los jóvenes de espacios vinculados a la producción hortícola (Marioni y Schmuck, 2019; Nessi, 2021) como también de otras zonas agropecuarias de economías regionales (Sili et al., 2016). En Colombia, por citar ejemplos, se ha evidenciado esta diversidad con estudios que centran su mirada en jóvenes situados en la zona andina; espacios relacionados con producción agrícola como papa, cereales, hortalizas, flores y producción ganadera (Lopez, 2009) (Quiroga, 2021) a su vez, con la producción cafetera (Jurado y Tobasura, 2012; Pachón, 2021) o estudios en territorios donde la producción agrícola es limitada (Silva, 2009).
Tal es el interés en estas juventudes que se han realizado dossiers temáticos específicos (Millcayac, 2021) como también mesas de debate en congresos (“Juventudes rurales latinoamericanas y caribeñas. Debates sobre las desigualdades que afrontan los/las jóvenes rurales en sus trayectorias laborales y educativas” y “Juventudes Rurales” en la IV Bienal Latinoamericana y Caribeña en Primera Infancia, Niñez Y Juventud; Juventudes y ruralidad de la Red Nacional de Investigadores de Juventud – por citar algunos ejemplos) donde se ha debatido en torno a las realidades de las juventudes rurales latinoamericanas.
Este trabajo busca ser un aporte a los estudios de las juventudes rurales, tomando esta acumulación de conocimiento como un punto de partida. En particular, interesa en este trabajo identificar los aportes desde una perspectiva decolonial para el estudio de las juventudes rurales. Considerando la premisa de situar a las juventudes en los territorios donde se desenvuelven, se considera que esta perspectiva permitirá profundizar en un andamiaje teórico que posibilite potenciar el estudio de las juventudes.
La reflexión se hará en torno a dos casos latinoamericanos: el caso de los jóvenes de familias hortícolas en un cinturón verde de Argentina y de jóvenes estudiantes, trabajadores y víctimas del conflicto ubicados en Viotá, un municipio rural de la zona centro de Colombia. Estas reflexiones buscarán mostrar las potencialidades y obstáculos de un abordaje decolonial de las juventudes rurales, de manera de sentar una base para su estudio. Para estas reflexiones se utilizarán notas de campo de las autoras como el análisis de entrevistas realizadas a jóvenes de los casos de estudio.
A modo de ordenamiento, se presentan cuatro apartados. El primero, donde se realiza el acercamiento a los lineamientos y propuestas de las lecturas decoloniales. El segundo, donde se problematiza a los estudios de las juventudes rurales desde el aporte decolonial. Como tercer punto, se presentan brevemente los casos y las fuentes utilizadas y presentará las reflexiones de los casos a la luz de la propuesta decolonial. Por último, las consideraciones finales.
Desarrollo:
Claves decoloniales para las ciencias sociales
Las ciencias sociales han estado históricamente asociadas a la producción de conocimiento a partir de una matriz basada en marcos teóricos situados en una realidad social e histórica especifica: la europea y la del norte global. La realidad europea y sus problemáticas sociales fueron (son) el parámetro para comprender situaciones y fenómenos situados en todos los contextos globales aun cuando no se adecuen a lo teóricamente propuesto. El modo de generar conocimiento queda así vinculado a una búsqueda de homogeneizaciones y de regularidades, pero no desde pensar (si es que esto es posible) en matrices que logren dar con todas las realidades posibles, sino que solo a partir de los conceptos emergidos de la realidad de los del norte (Lander, 2001; Richard, 1997).
A su vez, estas propuestas europeizantes de la realidad no solo implicaron un andamiaje teórico alejado de las “otras” realidades, sino que también supusieron la imposición de actores y realidades significativas frente a otras que no eran pasibles de ser investigadas. La colonialidad de los saberes emerge de esta matriz de pensamiento, invisibilizando activa y pasivamente a diferentes actores sociales y sus realidades (Lander, 2001). Ya que el camino construido en las ciencias puso el foco en los estos actores considerados significativos que son solamente aquellos “modernos” y donde los “otros” deben ser adecuados a los parámetros teóricos establecidos.
Desde el norte global, se realizaron abordajes que buscaron criticar esta matriz homogeneizante y modernizante, principalmente desde la posmodernidad. No obstante, no lograron dejar de lado cierto discurso eurocéntrico que busque verdaderamente dejar de lado la narrativa colonial (Lander, 2001)
La propia realidad social del sur global fue evidenciando las vacancias de dichas conceptualizaciones europeas porque no lograban explicar y comprender las realidades diversas y situadas en contextos históricos y sociales específicos. Entre luchas políticas y posicionamientos intelectuales se fueron conformando otras miradas de la realidad social. Así, diferentes pensadores han buscado reflexionar y repensar cómo se construye ciencia desde el sur global: Mariátegui, Martí, Fals Borda y Retamar, por citar algunos de ellos, propusieron quitarle hegemonía a la mirada unívoca colonial para dar lugar a nuevas epistemologías desde el sur. Saladino García (2010) sostuvo la necesidad de romper con las lecturas colonialistas en los estudios sociales y humanos, de manera de evidenciar las particularidades de su historia y cultura como también como generadora de conocimiento desde y para el sur.
El foco en los discursos, las representaciones y los procesos culturales y sociales desde una mirada decolonial empieza a dar lugar en las ciencias sociales a problematizar nuevas realidades y a cómo los actores interpretan y se desenvuelven en sus contextos específicos.
Así, como también es la que posibilita la confluencia de la producción científica de la mano de los procesos de construcción y reflexión desde los territorios. Es la perspectiva decolonial la que posibilita comprender procesos de cambio situados en los propios actores y confluir con ellos, posicionándose en una ciencia crítica respecto de los procesos de opresión y colonización. Así, como señala Lander (2001): “la descolonización con relación al imaginario y los saberes eurocéntricos no es sólo una condición sin la cual no será posible un cambio en las condiciones de subordinación y exclusión en las cuales vive la mayor parte de la población del planeta, sino que constituye igualmente una condición sin la cual difícilmente pueda encaminarse hacia otros modelos civilizatorios que garanticen la continuidad de la vida en este planeta” (p. 25)
En suma, una lectura decolonial brinda un marco comprensivo de la realidad social y en particular para las juventudes de espacios rurales por la propia particularidad de este grupo de población.
Las juventudes rurales en clave decolonial
Como se ha sostenido anteriormente, desde los estudios orientados a las juventudes rurales se han realizado grandes esfuerzos para problematizarlas en sus propios contextos. La noción en plural es un posicionamiento que busca evidenciar la heterogeneidad de las realidades juveniles en la ruralidad como también los modos disimiles en que los propios jóvenes hacen frente a sus realidades. Desde esta premisa es que es posible identificar las confluencias con las lecturas decoloniales.
En primer lugar, la lectura decolonial brinda un marco para romper con la dicotomía de lo rural como el atraso y lo urbano como lo moderno y el impacto de esta dualidad en la comprensión de la juventud. Desde la lectura eurocéntrica lo significativo es solamente aquello que es moderno en sus propios términos, así toda diferencia se torna necesario modernizarla o eliminarla, llevarla a hacerla ausente en términos de De Sousa Santos (2002). La idea de la desaparición del sector rural como parte del proceso modernizador ha hecho que durante décadas el estudio de los jóvenes de espacios rurales quede negado. El punto de partida decolonial que se desliga de la noción de lo moderno comprendido por el eurocentrismo permite abrir el camino a comprender las dinámicas propias de los espacios rurales desde otro matiz: problematizando qué fenómenos se dan en estos espacios, como se despliegan trayectorias de vida y por sobre todo, qué interpretaciones hacen los sujetos de su realidad. Permite por sobre todo visibilizar a un actor oculto como son las juventudes rurales no ya como subordinados a los jóvenes urbanos sino en sus propias experiencias que pueden igualarse a la de ellos o diferenciarse.
En segundo lugar, derivado de lo anterior, la lectura decolonial permite poner el foco en las condiciones de existencia de las juventudes como un punto de partida necesario. En los países latinoamericanos las juventudes rurales se encuentran más fuertemente atravesadas por situaciones de vulnerabilidad y de precarización. Los territorios son escenarios donde los jóvenes se desenvuelven y en ocasiones, los territorios rurales son fuertemente atravesados por la inaccesibilidad a servicios esenciales que posibilitarían un mejor desarrollo de las trayectorias y estrategias que los jóvenes quieren desenvolver.
Como tercer punto, problematizar a las juventudes desde su pluralidad se asienta en la búsqueda de romper con una noción homogeneizante y objetivante de un actor social, principalmente cuando se lo considera desde la realidad latinoamericana. Las lecturas eurocéntricas han aportado a la comprensión de la juventud, y en particular de juventud rural, desde un estereotipo de qué son y qué hacen los jóvenes. Así, la noción de juventud se ha planteado problematizada desde una idea de joven blanco, urbano y varón; y a las juventudes rurales con un único objetivo: el trabajo agropecuario. Lo cierto es que los espacios rurales se presentan cada vez más dinamizados por las redes que se trazan en estos espacios y con esto, la vida de las juventudes se encuentra atravesadas por múltiples espacios. Cuando se empieza a problematizar a la juventud rural desde una lectura decolonial, se empieza a evidenciar cómo los jóvenes participan en diferentes esferas y deciden sobre sus vidas. En este orden en los últimos años que los estudios sociales muestran confluencia con este posicionamiento, al estudiar las diversas maneras en que los jóvenes rurales han mostrado su desenvolvimiento en el espacio político, cultural y social.
Por último, en cuarto lugar, derivado del punto anterior, una lectura decolonial permite alejar a los estudios sociales de otro estereotipo de la juventud: sostener las políticas de desarrollo rural. Los estudios rurales han focalizado en los jóvenes como aquellos en quien centralizarse para éste sin considerar la subjetividad de ellos y sus intereses. La responsabilidad que se les asigna a los jóvenes rurales es distinta a la de los pares urbanos. A éstos se les posibilita desplegarse en diferentes ocupaciones y esferas de la vida, mientras que los jóvenes tienen que ser quienes continúan aquello iniciado por sus familias. Así, diferentes estudios han mostrado que los jóvenes de espacios rurales pueden estar más o menos comprometidos con la producción agropecuaria, pero en línea con ello se forman en instituciones superiores, se interesan por otras actividades laborales, políticas o culturales. Una lectura decolonial de la juventud rural debe otorgarle sentido a sus interpretaciones y expectativas de futuro y por sobre todo, pregonar por generar las condiciones para que su campo de proyección se amplie y pueda acompañar los planes futuros.
La lectura decolonial de las juventudes rurales habilita a problematizarlas y reflexionarlas a partir de las experiencias situadas territorialmente en contextos específicos. El apartado siguiente presenta breves características de dos espacios ruralizados: las juventudes del municipio de Viotá en Cundinamarca, Colombia y los jóvenes de familias hortícolas del cinturón verde del Partido de General Pueyrredón en Buenos Aires, Argentina.
Acercamiento a los casos desde una lectura no colonial
Las juventudes ubicadas en el municipio de Viotá, Cundinamarca, zona centro de Colombia, se encuentran situadas en un espacio geográfico considerado zona de montaña debido a la ubicación en las faldas de la cordillera oriental, es decir un territorio predominantemente rural, entendiendo aquí lo rural desde un aspecto espacial y poblacional, según DANE (2019) el 99% del área municipal es rural y el 66% de la población habita en esta zona.
Las actividades de la juventud en este entorno se relacionan a tres escenarios: jóvenes rurales dedicados exclusivamente a procesos estudiantiles, específicamente al nivel de secundaria, correspondiendo a un 75%; jóvenes rurales trabajadores, dedicados al cultivo de café y mango, referenciados en un 21% y un 3% correspondiente al trabajo del hogar ejercido por mujeres, este último dato se presenta diferencial puesto que continúa siendo una actividad laboral invisibilizada (% de acuerdo a la población participante de la investigación). Es de resaltar que el 58% de esta población se considera víctima del conflicto armado, debido a que el municipio se ha visto marcado por procesos violentos a causa de la lucha por el control del territorio entre diversos actores, la juventud se considera víctima ya sea porque vivieron los hechos directamente cuando estaban niños o indirectamente; ya que ellos no habían nacido, pero parte de su núcleo familiar lo vivencio, además no toda la población vivió el hecho victimizante dentro del municipio, sino que lo vivieron en otras regiones del país.
Por su parte, el cinturón verde del Partido de General Pueyrredón se ubica al sudeste de la provincia de Buenos Aires en Argentina, en la periferia de Mar del Plata. En él se presenta la actividad hortícola (producción de verduras y hortalizas) respecto a la rama primaria y también hay presencia de actividades de comercialización y de industria (Nessi, 2021). La rama primaria explica un 10% la inserción de los jóvenes en espacios rurales agrupados y un 55% en espacios rurales dispersos, mientras que la industria un 24% y un 20% el comercio, para los primeros, y en zonas dispersas un 9% en la rama industrial y el 9% en el comercio según el último censo de población del año 2010. Cuando se focaliza en las familias hortícolas, para los miembros jóvenes el trabajo en la horticultura es una salida laboral común (Nessi, 2019a) ya que tiene una organización familiar que involucra a todos los miembros de la familia, aun en aquellas actividades que se extienden a otros eslabones de la cadena de valor.
Reflexiones desde los territorios
A partir de estas breves caracterizaciones se buscará indagar en los trabajos de campo realizados por las autoras en busca de los elementos aquí propuestos para el análisis de las juventudes rurales.
Abordar lecturas decoloniales y construir nuevas dimensiones desde las interpretaciones que los sujetos dan de sus realidades permitió en Viotá Colombia evidenciar un cúmulo de conocimiento de la juventud rural y aquello que la rodea.
Por un lado, posibilitó la comprensión de las dinámicas del territorio en el que se desenvuelven, el estudio realizado describe diversos y actuales escenarios en lo rural que aún no habían sido mencionados. Para hacer mención brevemente, un escenario social que reflejó la existencia de un tejido social fracturado a causa de conflictos territoriales, donde además las juventudes rurales han sido silenciadas y precariamente atendidas; Un escenario ambiental diverso, con presencia de ecosistemas importantes como nacimientos hídricos, conservación de bosque alto andino, diversidad en especies vegetales y animales: donde la juventud rural se construye cotidianamente entre la dualidad de vivir en medio del bienestar que ofrece el entorno y dinámicas culturales y proyectos de impactos negativos; Un escenario económico con predominancia de labores agrícolas como: plátano, café y mango que presenta dificultades para las juventudes rurales fomentando su precariedad laboral y con ello la exclusión en el ámbito económico. Es de resaltar, en esta dimensión se ha ido vinculando el sector servicios como la promoción del patrimonio arqueológico y arquitectónico, fortalecimiento del eco-agroturismo, entre otros; A su vez, un escenario educativo de básica secundaria-media que cuenta con PEI elaborados muy acordes al contexto, sin embargo en la práctica sigue siendo un intento fallido y las juventudes rurales se encuentran aún con complejidades en las estrategias metodológicas para un aprendizaje de calidad, que permita, además, la apropiación de su entorno y complejidades en infraestructura como aulas, equipamiento, conexión a las tic, transporte escolar, y otros. Junto a ello un escenario educativo de nivel superior que resulta ser privilegiado pues el acceso, permanencia y culminación es limitado debido a diversos factores internos y externos al territorio; Existencia de escenarios de participación social que buscan cerrar las brechas de vulnerabilidad en el municipio, la juventud encuentra espacios de formación y plataformas juveniles, sin embargo, la juventud rural aún encuentra vacíos para su participación pues no se ha tenido en cuenta sus aportes para la construcción de dichos programas y además encuentra la centralización de estos espacios en el casco urbano; Y por último un escenario que visibiliza a las mujeres, allí se reconoce que las jóvenes rurales se encuentran excluidas e invisibilizadas en todos los ámbitos hasta aquí mencionados, siendo caracterizadas predominantemente con lo doméstico, la investigación posibilitó visibilizar actividades en relación a las parcelas, la formación académica o la participación social, además, señalar que se han visto vulneradas en sus derechos de salud sexual y reproductiva pues no existen espacios de educación e información al respecto.
Con la anterior comprensión de los diversos y actuales escenarios en lo rural se traspasó además la distinción única de la juventud rural con el trabajo o la agricultura. Como se observa, en la actualidad esta población vive en medio de dinámicas heterogéneas que continuamente construyen su ethos social. se rompe así con las prenociones de discursos e investigaciones coloniales que invisibilizan continuamente las dinámicas de juventudes rurales.
Sumado a ello, el estudio identificó que estas dinámicas han desplegado trayectorias de vida relacionadas con la migración. Las juventudes rurales vivencian experiencias de subordinación, exclusión e invisibilidad que las lleva a que visualicen una búsqueda de movilidad social (se trata de dar un salto del estado actual en el que se encuentran y poder hallar visibilidad y participación en la construcción de sociedad, López (2009) lo denomina “ser alguien en la vida”), para la juventud rural esta movilidad social se logra a través de dos aspectos el educativo y el laboral; elementos que llevan directamente a la migración debido a que no encuentran oportunidades en su territorio en relación a institutos de educación superior y acceso a empleo en mejores condiciones y otros intereses. Con ello, la lectura decolonial permite aclarar que la juventud rural más que ser una población migrante que contribuye al envejecimiento de las zonas rurales, atraso del desarrollo de dichos territorios e incremento de la vulnerabilidad en los espacios urbanos (como lo señalan investigaciones) se trata de una colectividad que tiene sueños y proyectos, que están estrechamente relacionados con las experiencias en su territorio.
Por último, permitió describir un aspecto fundamental y es que la juventud rural no significa exclusivamente vivir complejidades en lo rural, (interpretación que toma fuerza al dialogar sobre esta población) la juventud rural se re-significa cuando además no se siente cómoda con las experiencias en su territorio y presenta propuestas para cambiar su realidad, como por ejemplo, en construcción de paz territorial, fortalecimiento ambiental, desarrollo económico, educación con énfasis en lo rural y escenarios de participación juvenil, además, cuando demuestra capacidades que hasta el momento la sociedad les ha invisibilizado como: saberes en relación a la agricultura, al ambiente, humanismo, saberes de pedagogía, derecho, comunicación, entre otras.
Por otro lado, el foco en la ruptura del modelo modernizador posibilitó para el estudio de los jóvenes de familias hortícolas desde el inicio. En Argentina, como se ha señalado, el estudio de las dinámicas que se dan en los escenarios periurbanos ha tomado relevancia por la centralidad que tienen en el consumo interno de alimentos frescos. En este sentido, el estudio de la particularidad del trabajo de las familias hortícolas y con ello, la de los miembros jóvenes, ha estado en crecimiento en los últimos años. Por ello, el caso de los jóvenes de General Pueyrredón posibilita entrever dinámicas especificas en una zona de una ciudad de importancia para la provincia de Buenos Aires como es Mar del Plata pero que se diferencia a otras de relevancia como es La Plata, Florencio Varela, entre otras. Los trabajos de campo han posibilitado definir a estos jóvenes como jóvenes rurales dándole visibilidad y existencia por las propias definiciones que ellos tenían de sí mismos: ser “joven de campo” “chicos de campo”; o ser “paisanos” en contraposición al “criollo” nacido en Argentina, fueron delimitando al sujeto de estudio.
En segundo lugar, considerar las propias condiciones socioestructurales ayudan a comprender los márgenes de maniobra que tienen estos jóvenes. El territorio periurbano del PGP es un espacio amplio donde conviven áreas netamente urbanas, rurales dispersas y rurales agrupadas, cada una de ellas con condiciones estructurales diferentes. Como se ha señalado, el periurbano marplatense presenta posibilidades para los jóvenes, pero también constricciones que dependerán de la cercanía a la ciudad: el acceso a ciertos empleos, la condición estructural de los caminos o las ofertas educativas varía para los jóvenes de familias hortícolas condicionando ciertos recorridos posibles para ellos. Ellos mismos se hacen eco de estos limitantes. Un joven señala que el motivo por el cual interrumpió su recorrido escolar fue por las condiciones de los caminos en la zona donde vivía: “Hice tercero, repetí, porque en esos tiempos de invierno, ¿viste que llovía mucho? y en la quinta no se puede salir y no podía ir y, por el tema del asfalto... porque se tapaba mucho”. El peso que le dan los jóvenes a dichas condiciones ayuda a comprender sus vidas, pero también, a comprender los esfuerzos que deben realizar para poder hacer trayectorias que para otros sectores se encuentran como “dados”: la finalización de la educación obligatoria es (casi) un desafío para muchos jóvenes.
Por último, vale la pena destacar cómo la lectura desde el territorio y no colonial permite comprender las trayectorias desde los jóvenes. Como señalábamos en el párrafo anterior, en un mismo espacio como el cinturón hortícola se dan condiciones diferentes estructurales. Pero por sobre todo, los trabajos de campo, a través del diálogo con jóvenes posibilitó conocer diferentes espacios donde los jóvenes se desenvuelven: ser joven rural es participar en espacios políticos (en organizaciones como la Unión de Trabajadores de la Tierra o el Movimiento de Trabajadores Excluidos rural) como también en culturales: desde las danzas típicas (Nessi, 2019b) como la participación en escenarios virtuales como plataformas de Youtube o Twitch donde muestran sus producciones musicales y artísticas. El vínculo diferenciado con la horticultura que no solo se acerca desde lo productivo sino desde un aspecto social también fue posible evidenciarlo al prestar atención a los jóvenes en sus propias interpretaciones sobre sus vidas. Es a partir de lo expuesto que una lectura no colonial ayuda a apostar por una comprensión de los jóvenes sin imponerles destinos posibles. Ser joven rural no necesariamente implica para ellos ser jóvenes vinculados a la horticultura, pueden elegir otros posibles futuros en sus territorios, aportando a la mejora de sus vidas.
Conclusiones:
Las lecturas basadas en marcos teóricos europeizantes y del norte global han homogeneizado e invisibilizado las diversas realidades de las juventudes. No obstante, la posibilidad de interpretar realidades desde epistemologías decoloniales permite evidenciar otras realidades posibles como las reflejadas en los y las jóvenes de familias hortícolas en un cinturón verde de Argentina y Jóvenes estudiantes, trabajadores y víctimas del conflicto ubicados en Viotá-Colombia.
Realidades que claramente demuestran cuatro aspectos 1. Lo rural no puede ser entendido como escenario de atraso destinado a ser modernizado con las lógicas de occidente o en su defecto eliminado, pues allí convergen una multiplicidad de actores y dinámicas que aún siguen ocultas. 2. Existen juventudes rurales; no se puede seguir reproduciendo el estigma de la existencia exclusiva de fenómenos urbanos, adultos y masculinos. A su vez, la existencia de las juventudes rurales no se da únicamente en relación con el trabajo agropecuario o destinados a sostener las políticas de desarrollo rural pues los espacios se encuentran cada vez más dinamizados y permiten la participación de las juventudes rurales en escenarios sociales, económicos, políticos, ambientales y culturales. 3. Es cierto que las juventudes rurales vivencia escenarios diversos por lo que es necesario prestar atención a cada contexto en el que se encuentran vinculadas; para los casos de estudio se evidencia que transitan por vulnerabilidades y desigualdades que complejizan sus trayectorias de vida y 4. Las juventudes rurales reflexionan sobre su realidad y presentan propuestas y capacidades que marcan su posibilidad de ser actores sociales capaces de actuar sobre lo que les interesa y les afecta.
Este trabajo invita a otras posibles lecturas que permitan acceder al conocimiento del y para el sur y por supuesto permitan dar voz a las juventudes rurales; reconociendo sus subjetividades, imaginarios y representaciones que los significan. Dando cuenta de ello se generará contribuciones a la investigación social que aún se encuentran en un estado incipiente y contribuciones a procesos de intervención para avanzar en la erradicación de los factores de desigualdad que hoy permean la región.
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Palabras clave:
Juventudes rurales - Decolonial - Latinoamérica