Resumen de la Ponencia:
El objetivo de este trabajo consiste, a partir de la investigación documental y observación participante, describir la situación laboral de los denominados socios conductores que laboran para las empresas de plataforma Uber y DiDi en la ciudad de Puebla desde 2017 a 2020. A partir de lo que el abogado Adrián Goldín ubicó como desestandarización y debilitamiento subjetivo del Derecho del Trabajo, las Empresas de Redes de Transporte (denominación que les da el Gobierno de Puebla) como Uber y DiDi pueden trasladar costos de operaciones a sus trabajadores, de esta manera todo intento de regulación por parte de las autoridades han afectado su dinámica de trabajo, fomentando la precariedad laboral.A partir de esta situación, se ha observado la organización y movilización de estos trabajadores en busca de frenar y solucionar su situación precaria, resaltando la formación de grupos y comités que buscan ser reconocidos como un actor capaz de negociar frente a las Empresas de Redes de Transporte y las autoridades estatales.
Introducción:
En este año 2023 se van a cumplir 10 años de la presencia de la plataforma Uber en nuestro país, podemos sintetizar su historia en 3 fenómenos: A) Un salto cualitativo en la prestación del servicio de transporte privado. B) Una confrontación permanente de la plataforma con distintos actores, desde los taxistas hasta gobiernos que han buscado regularlos. C) La conformación de una masa heterogénea de trabajadores sin derechos laborales. Lo anterior ha puesto en la agenda política una futura discusión sobre una regulación del trabajo en plataformas digitales (Hernández y Juárez, 2023); consideramos que uno de los mayores problemas para iniciar una futura discusión sobre la situación laboral de estos trabajadores, se debe a las enormes facilidades que diversos estados le proporcionaron a esta empresa y demás competidores para operar.
A partir de lo anterior este trabajo hablará principalmente sobre el inicio de las operaciones de plataformas de transporte en México y el Estado de Puebla, para posteriormente describir la situación laboral de los socios conductores que ante una combinación de varios fenómenos que han agudizado su situación de precariedad laboral, que pone en el debate si es posible brindarles cierta protección a partir de una reforma laboral.
Desarrollo:
La irrupción de las Empresas de Redes de Transporte en Puebla.
El inicio de las operaciones de Uber en México en el año 2013 generó un conflicto con el sector de taxis (presente hasta el día de hoy), dado que estos últimos acusan a la plataforma de una competencia desleal; su acusación reside a que los socios conductores de la empresa norteamericana no tienen la obligación de tramitar concesiones, placas y licencias para prestar el servicio de transporte de pasajeros, concediendo muchas ventajas a los socios conductores para operar debido a una reglamentación más laxa.
La irrupción de Uber se da en un “área gris” del reglamento en materia de transporte, no existía prohibición alguna para impedir sus operaciones, pero tampoco se les podía catalogar como taxis “tradicionales”. Sería hasta 2015 cuando la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) analizó los primeros años de las operaciones de Uber en México; mediante un comunicado se catalogó a la plataforma como Empresa de Redes de Transporte (ERT), representa una nueva alternativa para la movilidad de los ciudadanos, la empresa ofrece un servicio que solventa dos problemáticas fundamentales:
Asimetría de información: Los usuarios y socios conductores tienen acceso a los datos del vehículo (marca y placa), el precio del viaje, la ruta a seguir y el perfil de quien ofrece y pide el servicio.Problemas de coordinación: Mediante el sistema de posicionamiento global (GPS) en tiempo real se permite localizar a los socios conductores y clientes antes y durante el servicio de transporte (COFECE, 2015).Según la COFECE las ventajas que ofrecen las ERT por aplicación han provocado una migración de usuarios de taxis a estas aplicaciones, justificándose principalmente en mayores controles de calidad, certidumbre en cuanto al cobro, métodos de pago vía tarjetas bancarias y filtros de seguridad. Para finalizar en su recomendación, la COFECE sugirió a los gobiernos estatales si desean permitir las operaciones de las ERT deberán aprobar una regulación laxa para que estas puedan operar, además deben garantizar la seguridad y protección de datos de los consumidores.
De esta manera Uber representó una medida para disminuir los problemas de movilidad en las ciudades mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación; su ampliación a otros mercados resultó fácil porque contó con el apoyo de diversos gobiernos estatales, por ejemplo, mencionamos los casos de Estado de México, Querétaro y Puebla entre 2014 y 2015 (Tecnológico de Monterrey/Blog, 2016) (Villasaña Dávila, 2015).
En el caso poblano, la llegada de Uber gozó del apoyo del gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, incluso se reformó la Ley del Transporte de Puebla para favorecer la irrupción de la plataforma en la capital poblana, de esta manera Puebla se convirtió en el segundo estado que genera un marco normativo para regular el servicio de transporte privado por plataformas después de la Ciudad de México, dicha reforma se encuentra en el Periódico Oficial del Estado de Puebla del 28 de agosto de 2015.
Para poder regular a empresas como Uber el gobierno estatal se apoyó en el concepto de Empresa de Redes de Transporte que la Cofece recomendó, además se creó categoría Servicio Ejecutivo para referirse a Uber o a otros competidores que deseen ingresar en el mercado¸ según el reglamento estatal el servicio ejecutivo se define como aquel tipo de modalidad de transporte que utiliza los teléfonos inteligentes, sistemas de posicionamiento global y plataformas tecnológicas para conectar a usuarios que demandan un servicio de transporte de punto a punto con conductores privados (Gobierno del Estado de Puebla, 2015).
Un asunto muy importante a resaltar es que el gobierno estatal tiene la facultad para suspender los servicios de las ERT cuando lo considere necesario o no cumpla con los requisitos que estipule la ley (relacionados a seguridad e impuestos), pero la opinión del gobierno estatal con estas aplicaciones es muy favorable y destaca los beneficios que consisten en:
Las ERT propiciación un servicio seguro y benéfico con el medio ambiente.Mejor calidad y mayor eficiencia.Generan más opciones de empleos formales.El gobierno del Estado delegó a las ERT las tarifas de sus servicio, que en muchas ocasiones se determina mediante la tarifa dinámica o el libre mercado; también sería la empresa la que establecería los reglamentos que los trabajadores deberán cumplir para laborar en las plataformas (Ayala Martínez, 2015); de esta manera el gobierno estatal trató de solventar las fallas del sistema de transporte (en muchas ocasiones provocados por la misma burocracia estatal) mediante la autorregulación del mercado, lo cual provoca que las ERT lleven a cabo dinámicas opacas y poco definidas para lograr competir en el mercado (García Arvizu y González Vázquez, 2017).
Una vez resuelto la aprobación del arribo de Uber, la empresa estadounidense mediante sus redes sociales agradecía el apoyo del Gobernador y del Congreso por aprobar una regulación que les permitiera brindar el servicio a la misma empresa y a otras plataformas; de esta manera se promovía la innovación a partir de tecnología para generar un modelo de movilidad más eficiente y sustentable para los ciudadanos (Montalvo, 2015). Con la empresa estadounidense también iniciaron operaciones la empresa española Cabify, Ices, Súper RT Canguro y Kerala Mex Tehuacán, a pesar de estas opciones de ERT presentes en el mercado, sería Uber y en menor medida Cabify las que dominarían el servicio de transporte por aplicación (Chávez Hernández, 2020).
Uber contra el Estado de Puebla
Los meses de septiembre y octubre de 2017 ocurrieron dos eventos que cambiaron drásticamente la relación entre el gobierno estatal con las Empresas de Redes de Transporte, estos eventos fueron el feminicidio de Mara Castilla y el asalto y homicidio Mariana Fuentes en la capital poblana; ambos crímenes tienen en común la participación de sociosconductores de las plataformas Cabify y Uber.
En septiembre de 2017 ocurrió el feminicidio de la estudiante universitaria Mara Castilla, los acontecimientos ocurrieron cuando la víctima abordó un vehículo en servicio adscrito a la plataforma Cabify, posteriormente desapareció y fue encontrada sin vida, de acuerdo a las investigaciones realizadas por las autoridades el conductor de la plataforma fue el responsable de este crimen (Camhaji, Elías, 2017).
Este caso generó indignación por parte de la opinión pública dado que se ponía en duda los beneficios que estás compañías traían consigo en materia de seguridad, aunque legalmente Cabify estuvo exenta de responsabilidades porque de acuerdo a sus términos y condiciones (necesarios de aprobar para que usuarios y conductores utilizar la aplicación), el usuario renuncia y exonera a la compañía de cualquier obligación, reclamación o daño surgido durante el trayecto (Chávez, Gabriela y Sánchez, Sofía, 2017), Cabify resultó muy dañada en su reputación debido a que un trabajador vulneró sus protocolos de seguridad y cometió un delito contra una usuaria durante un servicio de viaje.
Ante este acontecimiento, Cabify lanzó un comunicado en el que indicó que colaboraría con las autoridades en el caso del feminicidio, sin embargo ante la presión mediática, el gobernador Gali Fayad anunció la cancelación de las operaciones de Cabify mediante la revocación de su concesión el día 22 de septiembre de 2017, esto se debió a la detección de “irregularidades en el sistema de seguridad en la aplicación” haciendo énfasis en el crimen cometido por el conductor de Cabify (Cahun, Antonio, 2017); según las investigaciones, el conductor había laborado para la empresa Uber pero fue dado de baja, información que fue confirmada por la plataforma estadounidense, pero logró enrolarse con la empresa Cabify; provocando mayor animadversión de la opinión pública.
Ante su cancelación Cafiby respondió a estas críticas con un documento titulado ¿Revocarnos la licencia es la solución al problema de inseguridad? argumentando que la compañía cumplió con los requisitos que marca la ley de Transporte del año 2015, a su vez el socio si cumplía con las reglas para laborar con ellos, haciendo énfasis en la presentación del documento Constancia de No Antecedentes Penales, requisito indispensable para laborar en esta plataforma, y que además dicho documento fue otorgado por las mismas autoridades estatales (Cahun, Antonio, 2017) (Cabify, 2017), repartiendo las responsabilidades de la falla de seguridad en los órganos estatales, finalmente la empresa hizo énfasis en que gracias a la tecnología que emplean que pudo proporcionar información para la investigación del feminicidio y que revertiría la cancelación.
En este punto Cabify demostró tener razón dado que si cumplió con los requisitos que pide la ley para poder dar de alta al socio conductor que cometió el feminicidio, en este sentido no existía ninguna irregularidad en las operaciones de la empresa o que sus medidas de seguridad fueran laxas dado que en su momento se consideraron suficientes por parte de las autoridades estatales, la cancelación de Cabify fungió como una medida extraordinaria para frenar la ola de violencia contra las mujeres, ocultando la falta de interés por imponer regulaciones más estrictas a estos servicios o una gran confianza en estas aplicaciones por solventar los problema de inseguridad en el transporte.
Apenas había transcurrido un par de semanas cuando se reportó que Mariana Fuentes Soto, alumna de la BUAP, fue asesinada la noche del 30 de septiembre por el robo de un celular, en las investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía del Estado un vídeo registró que cuatro sujetos masculinos a bordo de un vehículo registrado en la plataforma Uber perpetraron el robo y homicidio de la víctima, además el propietario del vehículo pertenecía a la plataforma (Un1ón Puebla, 2017) (Hernández, 2019).
Con esta noticia, rápidamente la plataforma estadounidense se deslindó de cualquier responsabilidad en el homicidio de Mariana Fuentes, mediante un comunicado confirmó que el socio si prestaba servicios para la aplicación pero recalcó que el crimen no ocurrió durante un viaje proporcionado por la plataforma, y que la empresa proporcionó información para la detención del involucrado (Vázquez, Edmundo, 2017). Como respuesta inmediata el gobernador Galif Fayd mencionó que también Uber sería suspendida aunque al final tuvo que retractarse porque a comparación de Cabify el homicidio de Mariana Fuentes no ocurrió mientras se prestaba un servicio de viaje, pero los procedimientos de reclutamiento de socios no fueron suficientes para solventar los problemas de inseguridad (Redacción AN, 2017) (Redondo, 2017).
Como respuesta ante estos acontecimientos el gobierno del Estado realizó modificaciones a ley de transporte para que las Empresas de Redes de Transporte fueran más enérgicas en su tarea de proporcionar mayor seguridad al usuario, con una reforma a la ley publicado en el Periódico Oficial del Estado el día 6 de noviembre de 2017, el gobierno de Puebla ante la ola de violencia contra las mujeres reforzaría sus medidas de supervisión y vigilancia a los conductores y coches que prestan el denominado Servicio Ejecutivo (Gobierno del Estado de Puebla, 2017).
Con este nuevo panorama la empresa Uber se mostró en la mejor disposición de establecer diálogos con las autoridades estatales para mejorar en materia de seguridad de los usuarios, sin embargo la empresa generó una campaña en Twitter para manifestarse en contra de la nueva ley, bajo el lema #QuieroUberenPuebla motivó a los internautas y los socios-conductores a presionar al Congreso del Estado y al Gobernador Gali para evitar aprobar la ley que afecta sus intereses.
Incluso Uber agudizo sus ataques al gobierno de Puebla mandando mensajes a sus clientes y socios llamando a defender juntos la seguridad y las operaciones de la empresa en Puebla, lanzando directamente la frase “Dile a tu gobernador, Antonio Gali, y a tu Congreso que respeten tu derecho a la privacidad y elegir cómo generar ganancias flexibles para ti y para tu familia” (Llaven Anzures, 2017), finalmente advirtió que de aprobarse la ley Uber consideraría cesar sus operaciones en Puebla, dejando sin trabajo a 9 mil personas.
El gobernador Gali Fayad comentó el 31 de octubre que no cedería ante la presión de la empresa, que era necesario mayor regulación en favor de proteger a los usuarios, bajo la óptica del gobierno estatal el cobro en efectivo provoca que se pierda el mecanismo de supervisión por parte de las autoridades y genera una competencia desleal para los taxistas tradicionales, finalmente la ley se aprobaría a pesar de la oposición de Uber. (Hernández, 2017).
Ante la aprobación de la Ley de Transporte del Estado en noviembre de 2017 en el Periódico Oficial del Estado, la empresa estadounidense tuvo que suspender su opción de pago en efectivo en el mes de diciembre, provocando una caída en la demanda de este servicio, perjudicando a los socios-conductores de la plataforma (Expansión, 2017); sin embargo Uber logró interponer un amparo contra la suspensión del cobro en efectivo de sus viajes, la cual consideraba discriminatoria y afectaba a los socios y usuarios (se resolvería a su favor hasta octubre de 2018), en cambio la empresa si acataría las demás recomendaciones en temas de capacitación en materia de igualdad de género, no discriminación y derechos humanos, además de obligar a sus socios a contratar una póliza de seguro y presentar controles de calidad.
De esta manera Uber terminaba el año 2017 con un conflicto contra el Gobierno de Puebla, el feminicidio de Mara Castilla y el homicidio Mariana Fuentes aceleró los intentos de regulación por parte del Estado poblano hacia las Empresas de Redes de Transporte, sin embargo estas se mostraron críticas e incluso hostiles hacia el gobierno del estado, no dudaron en movilizar a la opinión pública y a sus trabajadores para que rechazaran las implementaciones de nuevas leyes que atentaran a sus intereses.
Pero tanto Uber como Cabify no tuvieron más opciones que aceptar las nuevas regulaciones si no querían provocar más pérdidas monetarias debido a estas confrontaciones, el conflicto entre las ERT y el gobierno estatal reveló que los socios-conductores se encuentran en una situación vulnerable, es decir, la cancelación de las operaciones de Cabify y el amago de cancelar a Uber amenazó con dejar sin trabajo a los socios por situaciones ajenas a su dinámica de trabajo, revelando la incertidumbre de estos empleos ante la regulaciones.
Pandemia, nuevas regulación y precarización.
A raíz de la pandemia mundial provocada por el nuevo coronavirus (COVID‑19) en el año 2020, se observó que los intentos por limitar la movilidad de los ciudadanos para ralentizar la propagación de la enfermedad, tuvieron como efecto colateral en los trabajadores de plataforma los siguientes puntos:
Con el cierre de centros comerciales y limitaciones en las operaciones de los restaurantes y otros negocios de preparación de comida, las plataformas que prestan algún servicio de reparto a domicilio experimentaron un auge en su demanda, esto se debió a que los usuarios consideraban que era una opción más segura para evitar el contagio, podían pedir alimentos u otras cosas sin salir de sus hogares El trabajo en las aplicaciones de transporte privado y reparto (por ejemplo Uber, DiDi o Rappi) se volvieron una opción laboral para solventar la pérdida de ingresos por las pérdidas de empleo durante la emergencia sanitaria, además lideraron la recuperación del empleo en la región de América Latina tras el impacto de la pandemia (Juárez, 2022).Los intentos de regulación por parte de la Secretaria de Hacienda, Secretaria de Comunicaciones y Transportes, Cámara de Diputados, Cámara de Senadores y gobiernos estatales han provocado un malestar entre los trabajadores de plataforma porque se han visto afectados en sus ingresos por sus servicios; ejemplo es la implementación del impuesto ISR e IVA que se extrae de sus ganancias.En vista de esta situación desfavorable, se observa una organización grupal de quienes trabajan en plataformas, esto tiene como objetivo consolidar grupos, sindicatos o colectivos que permitan la negociación colectiva con las empresas y las autoridades en materia laboral o en seguridad pública, con ello frenar la precariedad que experimentan (Potenciano, Fernanda, 2021) (Espinoza, Claudia, 2021) (Mera, 2020).Hablando de la situación en Puebla, también tenemos que mencionar otro caso de crimen relacionado con las plataformas, y este fue el asesinato de tres estudiantes de Medicina de la BUAP y un conductor de la plataforma Uber en el municipio de Huejotzingo en la noche del 23 de febrero de 2020, el crimen ocurrió en medio de un servicio que realizaba el socio en esa noche. En este caso la prensa, la opinión pública y los universitarios no cuestionaron a la plataforma Uber dado que el socio fue víctima de este crimen, el fenómeno de inseguridad rebasa ya a los servicios que ofrecían las Empresas de Redes de Transporte, es decir, por más medidas de seguridad que estas aplicaciones manejen no se podía hacer nada con el clima de inseguridad.
El crimen despertó varias movilizaciones por parte de la ciudadanía, del sector estudiantil y de los socios de las plataformas (principalmente Uber), el día 25 los socios organizaron una manifestación mediante caravana que llegó a las inmediaciones de Casa Aguayo en la capital poblana, los socios manifestaron que eran blanco de la delincuencia, ya que eran asaltados e incluso les robaban los vehículos en los cuales laboraban
Se desconoce bien la cantidad de asaltos que han sufrido los socios, pero mediante comunicación vía WhatsApp estos socios han podido comunicar algunos incidentes, la idea de esta comunicación entre socios consiste en dar asistencia mutua en caso de algún incidente que ellos sufran en su labor, desde apoyar a compañeros en caso de algún accidente vehicular hasta circular avisos de robo, asalto o malos tratos que experimentan los socios.
Hasta este punto, podemos afirmar que se combinaron 3 fenómenos que afectaron negativamente a los socios conductores: la pandemia, la implementación de impuestos y un crimen, todo lo anterior reveló un clima de precarización laboral que los socios deben afrontar al momento de laborar y los afectaba de múltiples maneras; si el socio contraía COVID-19 no podía recurrir a la empresa para atención médica dado que no existe una relación laboral que lo pueda proteger; además bajo la dinámica de transferencia de costos y riesgos que aplican empresas como Uber los socios deben tributar a Hacienda como medida obligatoria, como consecuencia directa los socios perciben menos ingresos por prestar sus servicios; y finalmente tienen que experimentar los problemas de inseguridad pública presentes en su área de trabajo, los socios están sujetos a sufrir un robo de su vehículo o incluso sufrir daños físicos.
La combinación de los 3 factores motivó a una especie de organización laboral entre los propios trabajadores de las empresas de plataforma, primero reaccionaron mediante la manifestación que comentamos anteriormente, exponiendo los riesgos que experimentan, exigiendo justicia por el homicidio tanto del socio conductor como de los alumnos, y finalmente pedir garantías a las autoridades para llevar a cabo su trabajo.
Producto de estas organizaciones pequeñas fue la conformación del Comité de Plataformas de Puebla, fundada por conductores de redes de transporte para representar los intereses de este grupo laboral se posicionó como una organización que busca tener la capacidad de negociación tanto con las autoridades en temas de transportes y seguridad como con las empresas de redes de transporte que operan de Puebla.
Mediante redes sociales se rastrea algunas de las actividades de este Comité, entre las que destaca la entrega de un pliego petitorio al Gobierno del Estado de Puebla el día 25 de junio de 2020 para atender puntos como la seguridad, las tarifas y la pandemia de covid-19., entre los puntos que quisiéramos destacar encontramos a:
Problemática de los cobros y seguridad del transporte de tipo ejecutivoSolicitar la intervención del gobierno estatal para la coordinación de las plataformas con las autoridades para garantizar la seguridad de los usuarios y conductores.Regularización de las plataformas.También se entregaron copias del mismo pliego a la Secretaría de Movilidad y Transporte y a la Secretaría de Seguridad Pública el día 29 de junio de 2020, el día 3 de septiembre se entregó mismo pliego al Congreso del Estado; destaca la entrega del pliego a las oficinas de DiDi, en el caso de Uber y Cabify sus oficinas no se encontraban abiertas por la pandemia así que no se realizó la entrega de la misma.
El comité mediante redes sociales busca incluir a la mayor cantidad de socios de las otras empresas (Uber, DiDi y Cabify) no solo de transporte, sino también de las empresas que proveen servicios de reparto a domicilio con el objetivo de concentrar los reclamos de mejoras en su trabajo como Rappi, Uber eats, el etcétera. Para el caso de los socios, el comité afirma que entre sus miembros destacan la participación de personas de la tercera edad, madres solteras, personas con alguna discapacidad, amas de casa, obreros, personas que perdieron su empleo, estudiantes, profesionistas. El comité busca entablar el dialogo con las autoridades y las empresas, en caso de no ser escuchadas optan por la manifestación pacífica y plantones.
Si bien la manifestación de febrero fue producto más de la espontaneidad por el asesinato de Huejotzingo, otro suceso que causó otra movilización fue el asesinato de un socio de la plataforma DiDi en la colonia Bosques de San Sebastián en junio de ese año, a pesar de que dicho crimen no ocurrió mientras se prestaba un servicio. Este crimen fue el detonante para otra manifestación de socios para el día 30 de junio, solamente que aquí ya el Comité de Plataformas de Puebla actuaría como el organizador de esta movilización vía caravana.
La acción más reciente y de mayor importancia fue la acontecida en la mañana del 10 de septiembre de 2020 organizada por el mismo Comité; la manifestación se dividió en tres grupos con distintos objetivos: el primer grupo, cerca de 80 unidades según miembros del Comité, se dieron cita en la caseta de cobro de Amozoc en la autopista Puebla-Acatzingo con el objetivo de tomar las instalaciones de manera pacífica y permitir el tránsito sin necesidad de pagar peaje en un intento de obtener simpatía y apoyo de los ciudadanos. El segundo grupo se encontró en la calle 10 Norte, específicamente en las oficinas de la empresa DiDi que ha sido la única con la cual comité ha establecido negociaciones; sin embargo no se llegó a una resolución definitiva a sus demandas continuarían con el dialogo. Un tercer grupo, se concentró frente al Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec en el boulevard 5 de Mayo, principal vía de la ciudad, y que fue punto de reunión para los primeros dos una vez terminadas las movilizaciones (Escobar Añorve, 2020).
Al momento de pasar el grupo que estaba presente en la calle 10 norte, el comité ató una lona en la puerta del edificio en donde se encuentran las oficinas de DiDi, la lona decía lo siguiente:
¡¡¡Ya basta de ganar 22 pesos por un viaje, ya basta de que las aplicaciones nos vean como números, ya basta de que las ganancias cada vez sean menores y los gastos todo lo contrario, ya basta de que nos humillen y esclavicen!!!! Amigo conductos de aplicaciones te invitamos a que juntos alcemos la voz ven con nosotros el jueves 10 de septiembre de 2020 y alza la voz el punto de reunión será a las 7:00 am en el estacionamiento del cenhch.
Los socios que se manifestaron el día 10 de septiembre participaron de igual manera utilizando el automóvil, para esta ocasión decidieron pegar cartulinas a los parabrisas reproduciendo el mismo discurso de mejorar sus ganancias y resolver el problema de inseguridad, además taparon sus placas y hologramas para evitar ser identificados por la aplicación y ser bloqueados como un acto de represión y disuadir a los demás. Como se había mencionado el comité ya lleva un tiempo organizando varias manifestaciones y ya poseen un nivel de coordinación, a pesar de presentar algunas dudas sobres las acciones a realizar más adelante o la capacidad que tienen para atraer a más socios a su causa, vemos aquí un ejemplo como los trabajadores de plataformas, en su alta condición de vulnerabilidad, empiezan a cuestionar sus condiciones y exigir mejoras para seguir laborando.
Conclusiones:
2020 representó una situación límite para los socios conductores de plataformas de transporte en Puebla, víctimas de crímenes, nuevas regulaciones que afectan su dinámica de trabajo y una pandemia mundial que limitó la movilidad de los usuarios, además de ponerlos en riesgo por llevar a cabo su trabajo; todo ello produjo sirvió para que ciertos trabajadores cuestionarán su situación y además empezarán a organizarse para frenar su situación de precariedad laboral. Una de las formas que tomó este reclamo fue el Comité de Plataformas de Puebla, el grupo de mayor relevancia para los medios de comunicación, dado sus iniciativas y estrategias.
A pesar de todo lo anterior, la heterogeneidad de la fuerza de trabajo que se encuentran laborando en las plataformas, dificulta la capacidad de relacionarse entre ellos, generar consensos para frenar su situación precaria o simplemente falta de solidaridad entre ellos. La falta de consenso en la solución de las problemáticas que enfrentan los socios diversifica la organización de estos trabajadores, se puede observar la búsqueda de generar sindicatos a nivel nacional (ejemplo la Unión Nacional de Trabajadores por Aplicación y de Reparto), colectivos a nivel local (Comité de Plataformas Puebla), generar grupos privados de autogestión en temas de seguridad para los trabajadores o simplemente no optar por ninguna alternativa.
Una de las alternativas puede ser la intervención del estado mexicano mediante reformas a la Ley Federal del Trabajo, pero hasta la fecha sigue siendo una discusión incipiente para la Cámara de Diputados, solamente se han presentado proyectos o propuestas para buscar proteger a los trabajadores de plataforma, ya sea conductores o repartidores, consideramos que una regulación traera consecuencias positivas, no solamente para los trabajadores, sino también para los usuarios que también se ven afectados por la dinámica laboral que afrontan los mismos socios.
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Villasaña Dávila, Jaime (23 de Julio de 2015). Uber, Cabify, etc. regulados en DF; sus detalles y lo que sigue. Xataka México. https://www.xataka.com.mx/analisis/uber-cabify-etc-regulados-en-df-sus-detalles-y-lo-que-sigue.
Palabras clave:
Plataformas de transporte, Trabajadores independientes y Regulación.
Resumen de la Ponencia:
Um anúncio na plataforma LinkedIn sobre o “salário emocional” oferecido por uma empresa causou reações bem incisivas de sociólogos e antropólogos que observaram a imagem e se manifestaram nesta rede. Ainda nesta plataforma, que representa todo o novo vocabulário do mundo do trabalho, são inúmeros os anúncios de engenharia pedagógica e de learning technologies que propõem uma revolução na formação de trabalhadores num cenário de inovação permanente. Tanto no mundo do trabalho como no mundo da educação, a transformação digital trouxe uma nova gramática onde o “professor” se converte em “formador”, “educação” se transforma em “learning” (Biesta, 2012; Lewin, 2016; Van Dijck, Poell and De Waal, 2018) e os trabalhadores em “colaboradores” ou “empreendedores” (Dardot e Laval, 2010; Sabina e Abilio, 2019; Previtali e Fagiani, 2014).Além da transformação digital, a própria ideia de machine learning leva a criação de uma nova razão do mundo (Dardot e Laval, 2017) ou uma nova epistème (Biesta, 2010; Stiegler, 2019), onde “uma inovação permanente nomeia uma condição histórica na qual a invenção técnica ultrapassa a adaptação cultural” (Stiegler apud Tinnell, 2015). Neste ambiente que dá novos sentidos ao trabalho e à educação, o foco se desloca para os processos mentais (ciência neuro-cognitiva), onde a noção de aprendizagem é individualizada (Biesta, 2012). No mundo do trabalho, o “trabalho fanstasma” (Gray e Suri, 2019) invisibilizado por plataformas que vivem do micro-trabalho ou trabalho do clic, permite uma confusão de fronteiras entre trabalho e não-trabalho, invizibilizando igualmente todo o trabalho de aprendizagem e de treinamento de algoritmos (Casilli, 2019). Assim, se no mundo da educação, observamos o que Gert Biesta chama de “learnification”, ou seja, a implementação de um vocabulário que individualiza o processo de aprendizagem e faz desaparecer o professor; no mundo do trabalho, Antonio Casilli aponta que a linguagem de plataformas e seus algoritmos opacos acabam invizibilisando a captação de trabalho dos usuários, assim como o micro-trabalho do clic, feito normalmente por uma classe precária em países do Sul Global (Grohmann e Araujo, 2021).Nesta comunicação, nós pretendemos assim apresentar todas as técnicas discursivas para representar a ideia de “aprendizagem” no novo espaço simbólico construído pelo mundo digital. Para tal, utilizaremos uma revisão de literatura para apresentar as principais interpretações das mudanças discursivas no mundo da educação e no mundo do trabalho. Para completar nossa análise, traremos também exemplos de análise da plataforma LinkedIn particularmente em relação ao termo “aprendizagem” nos contextos de aprendizagem humana, assim como nos contextos de aprendizagem da máquina. Por fim, defenderemos a centralidade da noção de opacidade e de modulação da ação/relação humana nos contextos de gestão algorítmica do trabalho ou nos contextos de aprendizagem humana sob o signo da “learnification”. *Bibliografia disponível por emailResumen de la Ponencia:
El trabajo de plataforma se ha incrementado en los últimos años en el mundo, así como en América Latina, en especial, tras la crisis sanitaria Covid-19, que puso de relieve la situación de los trabajadores de aplicaciones (reparto y taxi). Sin embargo, existe una serie de trabajadores de plataformas de trabajo remoto, que, por su labor, se encuentran en las sombras de la sociedad. Se trata de los microtrabajadores, que sirven al funcionamiento de la Inteligencia Artificial. Este artículo aborda la realidad estos trabajadores en América Latina, en un esfuerzo de comprender la situación del microtrabajo en países hispanoparlantes.
Introducción:
En los últimos años, Latinoamérica ha experimentado un aumento del trabajo a través de plataformas digitales, especialmente, aquellas de taxi y reparto. La crisis sanitaria asociada a la pandemia Covid-19, puso de relieve la realidad de estos trabajadores, quienes pasaron a ser considerados, junto al personal sanitario y otros, como primera línea. Particular es el caso de los repartidores, quienes, durante los tiempos más oscuros de la pandemia, eran las únicas personas que deambulaban por las calles vacías a causa de los confinamientos estrictos impuestos por los gobiernos de la región.
Numerosas son las preocupaciones frente a estos trabadores y su situación. En efecto, por un lado, las plataformas digitales brindan oportunidades para obtener ingresos a muchas personas que perdieron sus empleos durante la pandemia. Pero, por otro lado, este modelo somete a los trabajadores a una gestión algorítmica privándoles de derechos laborales y protección social. Desde la esfera pública, los parlamentos de la región han desarrollado discusiones en torno a cómo legislar esta esfera de trabajo. También distintos actores como ONGs o sindicatos han manifestado su preocupación e implementado líneas de acción para enfrentar la situación de los trabajadores de plataformas.
A pesar de que este esfuerzo es necesario, considerando los altos niveles de precarización de taxistas y repartidores de aplicación, existe un mundo de trabajadores de plataforma que se encuentran en las sombras de la sociedad que también requieren atención. Se trata de los microtrabajadores, o trabajadores del clic (Casilli, 2021), quienes prestan servicios en plataformas de trabajo remoto. Dada la modalidad de este trabajo, para la mirada pública resulta mucho más complejo detectar a estos trabajadores, ya que se encuentran aislados, trabajando detrás de un computador o un teléfono inteligente, en lugares de difícil acceso para los actores públicos, es decir, se encuentran en sus hogares, oficinas, cafés públicos, etc., -invisibles a los ojos de la sociedad.
El presente escrito se centra en el esfuerzo de saber quiénes son los microtrabajadores de América Latina, conocer su situación y cómo habitan esta modalidad de trabajo. Nuestra investigación toma como punto de partida una constatación. Hasta la actualidad, distintos sectores académicos han desplegado esfuerzos para conocer la realidad de los microtrabajadores de plataformas de habla inglesa. Particular atención ha recibido la plataforma Amazon Mechanical Turk. Estas iniciativas son de vital importancia. No obstante, también resaltan las diferencias entre el denominado Norte y Sur Global, ya que, en efecto, existe una serie de microtrabajadores en otras regiones del mundo y fuera de la esfera de habla inglesa. Por esta razón, quisimos explorar el caso de los microtrabajadores en América Latina. Para ello nos preguntamos ¿existen microtrabajadores en la región? ¿cuál es su situación? ¿quiénes son? ¿cuáles son sus condiciones? ¿cómo operan los lazos sociales en esta esfera de trabajo?
Para abordar estas preguntas, el presente artículo aborda las siguientes temáticas. En primera instancia, da cuenta del significado del microtrabajo, cómo opera, y a qué sirve. Luego, explica el rol de las plataformas y las implicancias para los microtrabajadores. El artículo continúa con las referencias metodológicas que utilizadas en este estudio. La sección termina con el análisis específico, desde una mirada exploratoria, de la realidad de los microtrabajadores en América Latina, con particular énfasis en el caso venezolano. Finalmente, en una sección de cierre, el escrito termina con las conclusiones y desafíos a abordar para esta esfera de trabajo.
Desarrollo:
Entendiendo el microtrabajo
Para abordar el microtrabajo es necesario comenzar distinguiendo entre dos tipos de plataformas. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, OIT, las plataformas digitales de trabajo pueden ser divididas en dos grandes categorías (OIT, 2021). Por un lado, se encuentran las plataformas de trabajo localizado, donde los servicios más reconocidos popularmente son el reparto a domicilio y transporte en vehículo con conductor. En este caso, tanto cliente como trabajador comparten un mismo espacio geográfico, aunque la intermediación se realiza por medios telemáticos (una aplicación). Esta modalidad ha llamado la atención de numerosos estudios tanto en América Latina como a nivel mundial.
Por otra parte, la OIT distingue las plataformas de trabajo en línea, que permiten realizar tareas o encargos a distancia. Una parte de ellas proporcionan tareas complejas, como la traducción o la programación informática; otras, menos conocidas, funcionan al servicio del desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA). Actualmente, el funcionamiento de la IA se basa principalmente en el “aprendizaje automático” (machine learning), que en lugar de dar instrucciones paso a paso a la máquina, deja que infiera patrones a partir de grandes masas de datos. Para este propósito, la IA necesita millares de datos para ser “entrenada”. Aquí es donde aparece la fuerza de trabajo humana, que tiene como rol esencial producir, mejorar preparar y verificar, al final del proceso, todos estos datos. En efecto, la gigantesca cantidad de datos que necesita una máquina para simular la inteligencia humana es fragmentada en millares de pequeñas tareas de corta duración, las cuales son realizadas por los microtrabajadores (Casilli, 2021).
Para entender un ejemplo concreto tomemos el caso de un motor de búsqueda. Si una persona busca imágenes de perros en la herramienta de internet, el buscador arrojará una serie imágenes de perros, de distintas razas, colores, tamaños. Dentro del resultado, la persona no encontrará otros animales. Para llegar a este producto, el algoritmo de búsqueda necesitó de un entrenamiento previo, el cual fue realizado por microtrabajadores, quienes prepararon estos datos, a través del reconocimiento y etiquetamiento de miles y miles de imágenes donde aparecían perros. En este contexto, la fuerza de trabajo humano no solo es necesaria para entrenar a las máquinas, sino también para verificar los resultados de los algoritmos (Tubaro et al., 2020). Una vez que un motor de búsqueda ha sido entrenado, siempre tiene que comprobarse que produce los resultados deseados - imágenes de perros y no de gatos, por ejemplo. Así, los microtrabajadores participan en las distintas etapas de construcción de un algoritmo, por lo tanto, del proceso de aprendizaje de una máquina inteligente.
En este contexto, las plataformas funcionan como intermediarias entre los microtrabajadores y los clientes que buscan la creación de un sistema inteligente. A través de la plataforma, los clientes postean un requerimiento y acceden a una masa de trabajadores desplegados a través de todo el mundo, dispuestos a realizar una microtarea por unos cuantos céntimos de dólar (Casilli, 2021). El tipo de tareas incluyen, entre otras, reconocimiento de imágenes (los perros), transcripción de textos (para las tecnologías de tratamiento del lenguaje natural), u otras. De este modo, es posible observar que la IA necesita del trabajo humano, lo que permite descartar un reemplazo del trabajo vivo por la IA y las máquinas “inteligentes”. Un aspecto interesante del proceso denominado machine learning es que da cuenta que la IA no puede realizar sus funciones sin todo el trabajo humano que existe detrás. Esto se debe principalmente a que la IA no cuenta con una capacidad propia de la inteligencia humana, a saber, el discernimiento (Casilli, 2021). Pese a lo anterior, el trabajo de los seres humanos detrás de la IA es precario y empobrecido.
El rol de las plataformas de trabajo en línea y sus implicancias para los microtrabajadores
Tal como señalamos anteriormente, las plataformas de trabajo en línea funcionan como intermediarias entre clientes que buscan desarrollar un sistema inteligente y microtrabajadores que se encuentran en distintas partes del mundo. Las plataformas de trabajo en línea establecen las condiciones a través de las cuales el trabajo se desarrolla.
Al igual que en el trabajo de taxi y reparto, las plataformas de trabajo en línea establecen en sus condiciones de uso que el trabajador es una persona que desempeña laborales de manera independiente, es decir, no establecen un vínculo laboral (Berg et al., 2019). Por lo tanto, el trabajador se encuentra desprovisto de cualquier derecho laboral, acceso a la seguridad y protección social y el material necesario para desarrollar su trabajo está completamente a su cargo (el computador, teléfono inteligente, el espacio físico que generalmente es su hogar). Asimismo, las plataformas establecen condiciones unilaterales, a través de las cuales el trabajador no tiene derecho a presentar un recurso de protección. Un ejemplo preciso ocurre con el rechazo de las tareas realizadas. En muchas situaciones, un cliente refuta una tarea ya realizada sin dar razones del porqué. Los términos de uso de las plataformas, en general, establecen que el cliente no debe dar explicaciones de su rechazo, a la vez que tampoco establece mecanismos de contestación (Berg et al., 2019). Las consecuencias de lo anterior para el trabajador son perder dinero por un trabajo ya realizado, disminución de puntaje en el sistema de evaluación o simplemente la cancelación de sus cuentas. Además, como demuestra nuestro estudio TRIA, los trabajadores muchas veces prefieren perder el trabajo realizado antes que intentar hacer un requerimiento, ya que este proceso les tomaría más tiempo que el utilizado en la elaboración de la misma tarea.
Además de la falta de acceso a derechos laborales y protección, otro aspecto característico del microtrabajo es el aislamiento. En efecto, el cliente y el trabajador no comparten un espacio geográfico común, lo cual tiene dos consecuencias. Por un lado, el trabajador no puede recurrir a un tribunal laboral local para interponer una demanda a la plataforma o al cliente, ya que no se encuentran en la misma jurisdicción (Berg et al., 2019). Por otro lado, los trabajadores se encuentran físicamente separados unos de otros, lo que dificulta los espacios de socialización y, eventualmente, de actividades de resistencia. A diferencia de las plataformas de trabajo localizado, donde los trabajadores se encuentran en las calles, los microtrabajadores no saben quiénes son sus colegas ni dónde están.
Otro aspecto para destacar de las plataformas de trabajo en línea es que la oferta de trabajo suele ser superior a la demanda. Esto se explica porque el trabajo puede hacerse a distancia, en el marco de un mercado de tareas para la IA que se desarrolla a escala mundial. A su vez, los clientes se encuentran principalmente en el norte del mundo, pero con una fuerte participación de trabajadores de todos los países, especialmente del sur del globo, donde los salarios suelen ser más bajos. En este contexto de exceso de oferta, los trabajadores, como indica nuestro estudio TRIA, tienen una serie de tiempos de trabajo muerto, en los cuales esperan por tareas que aparezcan. Esto se debe en parte a la diferencia de horarios entre los clientes que postean tareas y los microtrabajadores, pero también a que la cantidad de requerimientos no siempre satisface la necesidad de trabajo. Como consecuencia, los trabajadores pasan una cantidad de horas excesivas frente a sus computadores, esperando a que las tareas salgan, lo que significa que sus jornadas laborales pueden ser de más de 15 horas al día, durante 7 días de la semana. Además, es importante señalar que el exceso de oferta diminuye el nivel de las remuneraciones.
A modo de resumen, podemos señalar los dos tipos de plataformas señaladas en este artículo tienen en común la falta de protección laboral y social del trabajador, así como un contexto de flexibilidad que genera condiciones laborales precarias. No obstante, el trabajo a través de plataformas en línea resulta más problemático, dado que es invisible a los ojos de la sociedad. Además, la competencia es elevada, ya que se extiende por todo el planeta entre personas que no tienen acceso a conocerse entre sí.
Aspectos metodológicos
El análisis que mostramos en este artículo se basa en los resultados de un estudio denominado El Trabajo de la Inteligencia Artificial: ética y gobernanza de la automatización (TRIA), del grupo DiPLab (Digital Platform Labor) basado en Francia. Nuestra metodología tiene un enfoque mixto, que combina técnicas de recolección de información cuantitativas y cualitativas. Por un lado, el estudio TRIA implementó dos cuestionarios en línea en la plataforma alemana Clickworker y la estadounidense Microworkers, que alcanzó 2118 respuestas, donde 443 corresponden a residentes en España y 1675 a trabajadores en América Latina. Asimismo, nuestro estudio aplicó 58 entrevistas semi estructuradas a trabajadores de la plataforma Microworkers, donde 5 entrevistas corresponden a residentes en España y 53 en América Latina. El periodo de estudio fue entre los años 2021 y 2022.
El cuestionario tenía un carácter extenso, con más de 100 preguntas sobre situación sociodemográfica y familiar, educación, experiencia profesional, ingresos, relaciones sociales, uso de Internet y prácticas de microtareas en plataformas. Las entrevistas se dirigieron a los trabajadores que ya habían rellenado el cuestionario, y trataron de comprender en profundidad los significados que daban a sus respuestas, junto con su experiencia.
En el caso de las entrevistas, esta investigación se desarrolló en las siguientes fases: grabación (con previo consentimiento de los entrevistados), transcripción y codificación realizada con el programa de análisis cualitativo Atlas.ti. Asimismo, las entrevistas fueron desarrolladas garantizando el anonimato, razón por la cual, los nombres utilizados en el análisis son ficticios Las dimensiones y subdimensiones de análisis surgieron del material de las propias entrevistas, un enfoque inspirado en la teoría fundamentada. Este método plantea una inversión del análisis deductivo más tradicional, en el que el investigador estudia teorías y las aplica o comprueba durante la investigación. "En el enfoque de la TG, el investigador comienza con la recogida de datos de campo e inmediatamente los analiza de forma teorizante" (Guillemette, 2006, p. 35).
El microtrabajo en América Latina.
Según nuestros datos, el microtrabajo de plataformas es una actividad presente en todos los países de América Latina. Aunque los criterios de representatividad estadística son difíciles de aplicar a las plataformas, porque se desconocen las características y el número preciso de usuarios, los datos demográficos coinciden, a grandes rasgos, con los de la población general. La mayoría de nuestros encuestados viven en los países más grandes de la región, como Colombia, México y Argentina; también están muy presentes en Venezuela, Perú, y en menor medida, Ecuador y la República Dominicana. Destaca la alta participación de inmigrantes en España (un cuarto de los encuestados, de los cuales la mitad proceden de América Latina), y de emigrantes venezolanos (un tercio de los nacidos en este país viven hoy en Colombia, Argentina, Perú, Ecuador o España).
El caso particular de Venezuela
A medida que la implementación de cuestionarios fue avanzando, así como de las entrevistas, un hecho importante se fue manifestando, a saber, la alta tasa de participación de venezolanos en el trabajo de plataforma. Aunque no se dispone de estadísticas oficiales, varios usuarios de las plataformas e investigadores han constatado un aumento del número de trabajadores procedentes de este país desde 2018 aproximadamente (Johnston, 2022; Posada, 2022; Tubaro, 2022).
Uno de los factores cruciales, sin lugar a duda, es la crisis que ha enfrentado Venezuela en los últimos años. Aspectos como la hiperinflación, la dolarización del país, las altas tasas de pobreza, el aumento de la informalidad, marcan el escenario a partir del cual los venezolanos comienzan a buscar nuevas fuentes de ingresos. En este caso, el microtrabajo a través de las plataformas de trabajo en línea. En efecto, en nuestro cuestionario, frente a la pregunta “¿Por qué realiza tareas remuneradas en estas páginas?”, dos tercios de los encuestados de este país respondieron la opción “Necesito dinero” y más de un cuarto “La situación política/económica de mi país no me permite encontrar trabajo”. En cambio, la opción “Puedo elegir mis horarios” fue escasamente escogida por los venezolanos, mientras que en los otros países de la región uno de cada diez participantes seleccionó esta alternativa. También es importante destacar que para cuatro de cada cinco encuestados venezolanos las tareas remuneradas en las plataformas constituyen su principal fuente de ingresos, mientras que para el resto de los participantes es sólo un tercio. En efecto, la mayoría de los encuestados venezolanos utiliza las ganancias de las microtareas para gastos necesarios como el alquiler, la comida, o la ropa. Respondiendo a esta pregunta, un encuestado venezolano comentó “En Venezuela la prioridad es la comida, en serio”.
Pese a lo anterior, el año 2022 dejó algunas luces de esperanza respecto a la crisis socioeconómica del país. De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas la inflación anual[1] medida al mes de diciembre se redujo de 660% en el 2021 a 305,7% en el 2022. Asimismo, la encuesta Encovi[2] indica que la pobreza se redujo de 90,9% en 2021 a 81,5% en 2022. Aun cuando estás cifras tienen un lado positivo, los años de crisis en Venezuela aún se dejan sentir. Por ejemplo, la ONG Provea indica que el salario mínimo en Venezuela al año 2022 se sitúa en 8,34 dólares estadounidenses, mientras que la canasta alimentaria básica está en torno a los 459 dólares. En términos concretos, si consideramos las cifras de pobreza, esto significa que 8 de cada 10 venezolanos no tiene acceso a esta canasta básica (Encovi, 2022). Otro aspecto de la crisis es la dramática reducción de la población venezolana que ha emigrado a otros países. En base a la encuesta Encovi es posible observar que desde el año 2015 hasta la fecha el país ha perdido al menos 5 millones de personas. A esto se suma, un estancamiento del crecimiento poblacional, debido al aumento de las tasas de defunciones y la disminución de los nacimientos (Encovi, 2022).
Al momento de aplicar nuestros cuestionarios, sin lugar a duda el factor de la crisis pandémica Covid-19 influyó en la masiva participación de los venezolanos en la plataforma. De acuerdo con muchos entrevistados, el trabajo de plataforma les permitió quedarse en casa, evitando contagiarse ellos mismos y a sus seres queridos. Así cuenta Cristina, que, para ella, la pandemia constituyó una de sus motivaciones para entrar al trabajo de plataforma.
‘Mi mamá es una persona mayor ya, y entonces ella y el bebé son los más delicados. Y entonces [el trabajo de plataforma] me ha ayudado muchísimo, porque acá, estoy en la casa, puedo hacer mis cosas y puedo estar pendiente del [bebé], generar ingresos para nosotros y bueno, buenísimo. Yo creo que fue lo mejor que puedo hacer’
Cristina, Cúa, 24-35 años.
Otro elemento que explica, según los entrevistados, su interés de trabajar en plataformas de trabajo remoto es la posibilidad de ganar en dólares. Considerando que para el año 2021, cuando las entrevistas fueron realizadas, el salario mínimo (sumando los bonos) superaba a penas los 3 dólares, el poder ganar en dólares a través de una plataforma resultaba un atractivo para muchos venezolanos, tal como relata Macarena.
‘Bueno, hasta ahora, de verdad, sí que me he dado cuenta de que, por lo menos acá, en Venezuela el trabajo por estas plataformas ha sido una ayuda para muchos, porque en todos los grupos ha sido un alivio. Tener el ingreso pues, porque claro, por menos 10 dólares, 20 dólares a la semana. Hay países en los que eso no es nada, pero aquí sí ayudan’
Macarena, Puerto de la Cruz, 25-34 años.
Un aspecto interesante del caso venezolano, en comparación a otros países, es la relevancia de los lazos sociales en la llegada a las plataformas. En efecto, tal como demuestran las estadísticas de nuestro estudio TRIA el porcentaje de venezolanos que llegaron al trabajo de plataforma a través de su red personal asciende a 41%, mientras que en el resto de América Latina (excluyendo Venezuela), llega tan solo a 18%. Las entrevistas comprueban lo anterior, tal como relata María, una microtrabajadora de Caracas.
‘Bueno, mira el año antes pasado yo trabajé en una tienda de ropas y ahí yo conocí a un amigo. Él me me dijo: “yo trabajo por Internet, yo he trabajado en varias plataformas" (...) Y él me recomendó Microworkers.’
Maria, Caracas, 18- 24 años
En este sentido, un fenómeno interesante del caso venezolano es la creación de grupos a través de medios de comunicación social en línea. Pese a que las microtareas se realizan solitariamente, los venezolanos se ayudan mucho entre sí, estableciendo redes de información, consejo y colaboración. Al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los países, esta actividad está muy extendida en Venezuela, y los microtrabajadores hablan de ella con familiares, amigos y vecinos. También nuestro estudio muestra que los venezolanos utilizan mucho el internet. En este contexto es interesante destacar que en el año 2019, los microtrabajadores venezolanos de la plataforma Microworkers.com crearon un grupo a través de Facebook, que reúne a 3700 personas. A partir de esta tribuna, los participantes más activos organizaron dos grupos más pequeños a través de la aplicación de mensajería instantánea, Telegram.
La motivación para crear estos grupos nace, según uno de sus fundadores, por la necesidad de ayudar a otros. En efecto, los grupos sirven como redes de apoyo para realizar las tareas que algunos trabajadores no saben cómo hacer. En el grupo se encuentran tutoriales y guías explicativas del funcionamiento de la plataforma, a la vez que sirven de espacio para responder preguntas a trabajadores que debutan en el microtrabajo. De este modo, la solidaridad es el motor que permite a los grupos funcionar. Pero además del elemento solidario, estos espacios sirven también como modo de socialización. Por ejemplo, en los tiempos de trabajo muerto, donde los participantes esperan a que las tareas aparezcan, utilizan las redes de mensajería instantánea para hablar de distintos temas de esparcimiento. Los grupos también sirven para protegerse unos a otros, para avisar de los malos clientes, que no pagan las tareas o que las rechazan sin motivos, así como también de otras plataformas de trabajo que pueden ser una estafa. Finalmente, estos grupos cumplen un rol esencial para el funcionamiento de la plataforma, a saber, el de productividad y entrenamiento. Gracias a los grupos los trabajadores aprenden a hacer las tareas de manera eficiente y más rápida. Este aspecto termina siendo funcional a la plataforma, dado que ésta consigue de manera gratuita trabajadores altamente competentes, ya que ella no provee de las herramientas necesarias para el aprendizaje a los microtrabajadores.
[1] Es importante señalar que al momento de la aplicación de nuestro cuestionario y entrevistas del estudio TRIA durante el año 2021, las consecuencias de años de situación inflacionaria eran bastante más alarmantes. En efecto, el Observatorio Venezolano de Finanzas cifró la inflación en 1698488,2% (2018), 7374% (2019) y 3713% (2020).
[2] Encovi es una encuesta de medición de condiciones de vida. Nace como un esfuerzo de distintos académicos, que, ante la falta de estadísticas públicas, desarrollaron esta medición a partir del año 2014. La encuesta Encovi es desarrollada por la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas.
Conclusiones:
La realidad del microtrabajo en América Latina es diversa. Si bien es posible encontrar trabajadores de plataforma en línea en toda la región, la situación varía de país en país- tal como muestra el caso de Venezuela. Sin embargo, esta investigación da cuenta de un aspecto esencial. El microtrabajo está altamente implicado en la lógica del capitalismo contemporáneo, ya que se caracteriza por ser desigual. La realidad del microtrabajo difiere entre el llamado Norte y Sur Global. Mientras en el primero encontramos clientes y plataformas, en el segundo encontramos los microtrabajadores dispuestos a trabajar por algunos céntimos de dólar, tal como muestra el caso latinoamericano. Asimismo, se trata de un trabajo altamente competitivo, que pone en concurrencia a los mismos trabajadores, negándoles espacios de socialización y resistencia, ya que se trata de un trabajo que se realiza solitariamente.
El microtrabajo, como demuestra nuestra investigación, también forma parte de una forma de precarización invisibilizada. Tal como adelantábamos en la introducción, el fenómeno del trabajo de plataforma en línea es menos conocido que el caso de los trabajadores de aplicaciones, el que ha recibido mayor atención en los últimos años. Por un lado, los censos o encuestas de trabajo no cuentan esta forma de trabajo en sus mediciones. Por otro lado, esto se explica, en parte, por la opacidad de las plataformas, que no revelan sus estadísticas y, por lo tanto, no se puede conocer cuántos microtrabajadores existen ni dónde están. A lo anterior se suma que el mundo académico se ha concentrado mayormente en trabajadores de plataformas de habla inglesa, dejando un terreno vacío en todos los otros casos.
Respecto a la legislación, en América Latina se discuten una serie de leyes para regular el trabajo de plataforma- por ejemplo, Chile aprobó recientemente una. Sin embargo, en estos debates no se incluye el trabajo de plataforma de trabajo a distancia, y sus relaciones con la tecnología. Las consecuencias de la pandemia de Covid-19 están poniendo de manifiesto la falta de protección social a la que se ven expuestos los trabajadores de plataformas digitales, quienes necesitan de una acción política urgente.
Bibliografía:
Berg, J., Rani, U., Furrer, M., Harmon, E., Silberman, M.S. (2019). Las plataformas digitales y el futuro del trabajo. Cómo fomentar el trabajo decente en el mundo digital. Ginebra: OIT.
Casilli, A.A. (2021). Esperando a los robots. Investigación sobre el trabajo del clic. Editorial Punto de Vista.
Guillemette, F. (2006). L’approche de la Grounded Theory; pour innover? Recherches Qualitatives. https://doi.org/10.7202/1085397ar
Johnston H. 2022. In search of stability at a time of upheaval: Digital freelancing in Venezuela. In Digital Work in the Planetary Market, M. Graham & F. Ferrari (eds.), Cambridge (MA): MIT Press, pp. 157-173, DOI: 10.7551/mitpress/13835.003.0013
OIT (Oficina International del Trabajo). (2021). El papel de las plataformas digitales en la transformación del mundo del trabajo. Ginebra: OIT.
Posada, J. (2022). Embedded reproduction in platform data work. Information, Communication & Society, 25:6, 816-834, DOI: 10.1080/1369118X.2022.2049849
Tubaro, P., Casilli, A.A., Coville, M. (2020). The trainer, the verifier, the imitator: Three ways in which human platform workers support artificial intelligence. Big Data & Society, 7(1), DOI: 10.1177/2053951720919.
Tubaro P. 2022. Learners in the loop: hidden human skills in machine intelligence. Sociologia del Lavoro, 163, 110-129, DOI: 10.3280/SL2022-163006
Sitios Web
Encuesta Encovi 2022
https://www.proyectoencovi.com/encovi-2022. Revisado 15.01.2023
Observatorio Venezolano de Finanzas
https://observatoriodefinanzas.com/. Revisado 14.01.2023
ONG Provea
https://provea.org/. Revisado 14.01.2013
Palabras clave:
Trabajo de plataforma, microtrabajo, inteligencia artificial
Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia describe y analiza el proceso laboral de Rappi, una de las principales plataformas de pedidos y entregas de América Latina. Se realizó un estudio de caso cualitativo que dialoga con la teoría del proceso del trabajo (Labor process theory). Los resultados se basan en el análisis de contenido de 20 entrevistas semiestructuradas a trabajadores de la plataforma, en conjunto a un trabajo etnográfico realizado en 2019- 2020 en Santiago de Chile. Esta presentación contribuye, en primer lugar, a describir y analizar los procesos laborales procesos organizados por una plataformas de pedidos y entregas cuya propiedad y funcionamiento se gestiona en el Sur Global; segundo, permite conocer el rol que juega Rappi dentro de la red de red de producción minorista chilena; en tercer lugar, conecta diversos procesos laborales organizados por plataformas de pedidos y entregas en la tarea de "recogida y entrega" de pedidos; porúltimo, analiza diferentes mecanismos de control, mecanismos de control ejecutados por Rappi más allá del control algorítmico, junto con individual y colectiva adoptadas por los compradores.Resumen de la Ponencia:
La producción, diseño y uso de las tecnologías digitales se encuentran implicados en una serie de contextos sociotécnicos. Por un lado, contextos de justificación y diseño donde se diagraman los diversos criterios y reglas explícitas e implícitas respecto de sus posibilidades de uso y apropiación materializadas en el código de programación de estos objetos técnicos digitales. Por el otro, contextos de aplicación donde convergen los usos esperados por los diseñadores y las acciones -esperadas y no esperadas- generadas por sus usuarios en su vida cotidiana y profesional. Asimismo, en nuestros últimos trabajos se ha delineado un contexto adicional, el Contexto Legal y Normativo, el cual contempla a las numerosas normativas y leyes que se han diagramado y sancionado en las últimas décadas respecto de las tecnologías digitales e Internet focalizando en los factores, tiempos e interrelaciones que se generan durante la producción, aprobación y puesta en práctica de las regulaciones digitales. En Argentina estas regulaciones comprenden un amplio abanico que abordan distintos tópicos de la vida, como la Ley de Protección de Datos Personales, la Ley Argentina Digital, la Ley de Derecho al Acceso a la Información Pública, la Ley de Promoción del Software, entre muchas otras.El panorama abierto por la pandemia del COVID-19 y la fuerte dependencia de la digitalización y las actividades en Internet para hacer viables las actividades sociales, económicas, laborales y educativas en un contexto de emergencia sanitaria generó como efecto la elaboración de nuevas normativas digitales en función de reglamentar y fijar un marco de referencia legal para estas nuevas modalidades.En este contexto, fue sancionada en julio de 2020 la Ley 27.555 del Régimen Legal de Contrato de Teletrabajo, iniciando un largo periplo hasta su reglamentación en abril de 2021 incluyendo debates donde han participado múltiples sectores sociales, políticos y económicos al respecto.El objetivo del presente trabajo es realizar un análisis integral de la Ley de Teletrabajo y su reglamentación utilizando el concepto teórico del Contexto Sociotécnico Legal y Normativo. Para ello se pone en práctica una metodología cualitativa de análisis de contenido que permita identificar los imaginarios, carácter productivo y derechos personales y empresariales en juego – factores – contemplados en la ley; las diferencias contempladas entre su borrador original, el texto de la ley y la reglamentación – tiempos-; y las interrelaciones respecto de los contextos de justificación, diseño y aplicación de las tecnologías digitales involucradas en los procesos de trabajo a distancia. Su relevancia consiste en la puesta en práctica de un andamiaje teórico-conceptual novedoso respecto de lo digital que permita un análisis distinto a los habituales sobre una regulación que rige sobre Internet y sus prácticas vinculadas.Resumen de la Ponencia:
Desde março de 2020 vivenciamos em escala mundial o acirramento da crise capitalista aliada à crise sanitária do novo Coronavírus (SARS- COV- 2). Essa conjuntura vem alargando no chão do cotidiano inúmeras contradições e transformações que se gestam na esfera do trabalho e se reproduzem nas múltiplas dimensões que compõem a totalidade da vida social. A expressão fenomênica da realidade pandêmica sob as medidas de isolamento social colocadas pela (OMS) Organização Mundial da Saúde, que de um lado, buscou salvar vidas, por outro, abriu portas para o laboratório da ofensiva do capital contra o trabalho a partir da mediação e uso das plataformas digitais (uberização, algoritmo, Home Office, Artificial Intelligence (AI), aplicativos digitais, crowdwork, internet das coisas, educação a distância, WhatsApp Business,etc) para a manutenção da valorização do valor. Nessa direção, o capitalismo contemporâneo em seu regime de acumulação flexível, passou a utilizar a TIC como fio condutor indispensável para reestruturar os processos de trabalho, cujo objetivo é a transformação do trabalho vivo em detrimento do trabalho morto. Contraditoriamente, os representantes do grande capital financeiro como o Banco Mundial e empresas de Tecnologia como a Fintech legitimam para o mundo, e, particularmente, para a América Latina, o perfil de um trabalhador “colaborador”, "autônomo", “resiliente” “inovador” e “empreendedor de si”, ou seja, estejam “livres como pássaros" para serem explorados pelo capital. Tal movimento, direciona um crescimento exponencial dos serviços digitais na internet, armazenamento de dados e informações dos usuários e trabalhadores das plataformas digitais com base algorítmica que regulam, controlam e expropriam a força de trabalho tencionando as suas lutas político- coletivas. Diante do exposto, temos enquanto problemática de estudo: Em quais circunstâncias as TICs legitimadas pelo Estado, empresariado e organizações internacionais têm colaborado para a manutenção e aumento do trabalho informal na pandemia da Covid- 19 no Brasil? Fruto de pesquisa bibliográfica e documental, concluímos que a intensificação das TICs aliada a ideologia do empreendedorismo capitalista são alguns dos elementos que tendencialmente conformam a reprodução do trabalho informal e sua expropriação na contemporaneidade. Palavras- chave: Trabalho. TICs. Covid-19.