Resumen de la Ponencia:
La pandemia por la COVID 19, un conflicto bélico de gran escala, crisis ecológicas, alimentarias y humanitarias, avizoran que la vida está en riesgo. El modelo vigente de apropiación de recursos, producción de bienes, transformación y distribución de la riqueza presenta “fallas” que el mercado no ha podido resolver. A contrapelo, el “ buen vivir” está formando un paradigma alternativo latinoamericano, basado en la cooperación, la solidaridad y el reconocimiento mutuo que garantice el cuidado y preservación de la vida. Las búsquedas de pedagogías que permitan la restitución de nuestro lugar de existencia y sutura del pasado, demanda un entendimiento situado de la realidad priorizando y recuperando los lazos comunitarios que ancestralmente garantizaban el cuidado mutuo en las coordenadas de nuestros países. La Sociología clínica contribuye a entender estos sufrimientos a partir de su comprensión histórico-social en un ejercicio comprehensivo y de co-presencia. Concluimos que la búsqueda de pedagogías para el cuidado, mantenimiento y preservación de la vida, potenciadas por indagación situadas desde la raíces, la comunalidad, la biografía, el poder, el territorio y la valoración de la naturaleza, visibilizan la emergencia de otras epistemes, abriendo campos novedosos de acción y creación para la vida incluso en la esfera económica
Introducción:
En primera instancia, es necesario mencionar que el problema que enfrentamos, reconocer que la vida esta en riesgo, hace posible visibilizar la emergencia de otros paradigmas epistémicos y comprensivos en vista del evidente quebranto sistémico de las esferas económica, política y social. El objetivo de las líneas que siguen es visibilizar los escenarios de acción orientadas al cuidado de la vida, evidenciando que la búsqueda de pedagogías de cuidado tiene diferentes dimensiones: desde la lucha de los movimientos en dirección al cambio en el orden social existente, hasta lo íntimo que toca a las subjetividades actuantes ( en individual y colectivo) . El artículo se divide en tres apartados. En el primero se abordan las experiencias de los pueblos latinoamericanos que han elaborado en torno al buen vivir y la epistemología del Sur, un conjunto de propuestas disrruptivas para entender que existen otras epistemologías y otras formas de organización cuyo eje de rotación es todo lo vivo. En Segundo lugar se abordan la importancia del enfoque situado que abona a la restitución del tiempo y el espacio. . La Sociología Clínica como método comprensivo y la politización del sufrimiento permite tejer puentes vitales entre pasado y presente abriendo camino a la restitución de la comunidad. El tercer apartado se encamina a desmenuzar los soportes metodológicos como guías en la generación de didácticas que reconocen la pedagogía del conflicto, la capacidad de simbolización y la colectivización de soluciones que, en conjunto, abren paso a alternativas novedosas desde los protagonistas sociales desde el acto pedagógico.
Desarrollo:
En países como el nuestro, golpeados y expoliados desde la época colonial, se instauró una violencia que se perpetua en el trauma de la cotidianidad entre tráfico de drogas, feminicidios, migración, etc., lo que demanda un proyecto de restitución de nuestro lugar de existencia donde se confronta el no lugar asignado para las poblaciones residuales con la necesidad de sutura del pasado, de encuentro y creación de tiempo y espacio para la vida. Así, partimos del reconocimiento del riesgo que enfrentamos en una fronteras asediada desde diferentes ángulos, entre los que destacan el calentamiento global, las pandemias - como la que asoló al planeta por COVID 19, la posibilidad de un conflicto bélico de gran escala, una economía basada en la muerte, con mano de obra precarizada, sin prestaciones básicas, sin acceso a la vivienda, un sistema de salud público desmantelado en favor de la privatización de servicios básicos, el uso de los recursos naturales monetarizado (renovables o no renovables), etc.,
En la esfera política, la crisis de la vida se articula con la subordinación del otro, de los no existentes en función de la raza , la clase, el género, la edad o la etnia para la conveniencia de una minoría. Por su parte, desde la esfera económica, la precariedad toca las fronteras de la desvalorización de la naturaleza. La desertificación de la tierra, las sequías, la violencia colonial y extractiva sobre los cuerpos y territorios son las huellas mas visibles. Su continuidad a lo largo de los diferentes ciclos de la acumulación de capital dibujan el mapa del agotamiento de los suelos, la escasez y las rutas del crimen. La imposibilidad de los ecosistemas de responder a las demandas de recursos naturales y energéticos es evidente. El modelo actual de apropiación de recursos, producción de bienes, transformación y distribución de la riqueza presenta “fallas” que el mercado no ha podido resolver. La soluciones hasta ahora, giran en torno a las demandas del contexto geopolítico de mantener y garantizar la lógica económica, ajustando las alternativas a la teoría económica neoclásica[1].
En las zonas urbanas, donde las consecuencias de la pérdida de otredad, de comunidad, de solidaridad, se han profundizado con mayor fuerza, la precariedad de la vida se instala rompiendo los lazos de cuidado tradicionales y aumentando la dificultad de encontrar alternativas frente a los márgenes impuestos sobre territorios y cuerpos arrojados a los márgenes de no existencia: mujeres, jóvenes, ancianos, niños, etc., El aislamiento social, la crisis de las instituciones de acogida como la escuela o la familia, la violencia social en las calles o afuera de los planteles educativos, el desempleo, etc., son, en conjunto, fenómenos que dejan ver que la crisis a la que asistimos es vital y subjetiva. Los feminicidios en nuestro país, la desaparición de mujeres y la violencia desatada en los espacios instituciones, familiares, en las calles o en la esfera del trabajo denotan las muchas formas en que la subjetividad se enfrenta a fenómenos incomprensibles para el trascurso de una biografía. Los quiebres en la esfera económica, política y social se sintetizan en giros biográficos en las vidas intimas, imponiendo escenarios que nos arrojan constantemente a líneas abismales que sorteamos desde los recursos y creatividad que cada uno encuentra a su alcance, algunas veces resistiendo la embestida de la exclusión o, intentando integrarse a donde se pueda y otras, generando espacios de pertenencia propios.
El buen vivir. Un paradigma emergente.
A contrapelo, el “ buen vivir” está formando un paradigma alternativo cuyo origen son las prácticas y saberes de los pueblos ancestrales latinoamericano. Esta basado en la cooperación, la solidaridad y el reconocimiento mutuo en que la vida es puesta el centro del orden social, político, cultural y económico. El cambio en la organización se sustenta en una cosmovisión que considera a la comunalidad como eje de la organización humana, desafiando la filosofía occidental basada en el individuo. Más allá del temor a la homogeneidad, la vida humana y no humana son colocadas en un dialogo de saberes cuyas consecuencias son la democratización que así entendida, funcionando como punto de partida y llegada de la episteme. La naturaleza también tiene su propia forma de aprendizaje y conocimiento. El lugar de la vida es reconocido incluso como sujeto de derechos y guía para la economía alternativa.
La organización comunitaria ha demostrado que incluso en los contextos más adversos (cuando el neoliberalismo occidental llevo la posibilidad de sobre vivencia al borde) la preservación, mantenimiento y cuidado de la vida son posibles. Los pueblos originarios lograron asegurar los alimentos, la solidaridad social y los recursos naturales poniendo en práctica sus usos y costumbres. Los movimientos sociales y las organizaciones que luchan por la defensa de la vida, por una vivienda que permita la reproducción y cuidado, por el agua o por la tierra etc., generan aprendizajes y saberes que van tejiendo la politización del cuidado, definen su orientación y garantizan la sobrevivencia.
En la posibilidad de encontrar alternativas es necesario reconocer que existen conflictos distributivos, de definición, de semántica y contenido para definir el significado de los cuidados, de la vida y por su puesto, en la responsabilidad del Estado para resolver estos conflictos. Es ahí donde los movimientos sociales han logrado reivindicaciones de la mano de sujetos, posicionados como actores en lucha y defensa de sus derechos básicos. El horizonte que se vislumbra desde el sur, supone una afronta al orden vigente y se juega en el terreno de la política. En ese sentido, las relaciones de poder habrán de dislocarse para encontrar, ahí, en las gritas urbanas o corporales, alternativas otras que resguardan la vida.
Barkin, Carcaño, Armenta, Cabrera, y Parra (2011) advierten que existen cuatro dimensiones de interés en las prácticas de las comunidades y pueblos que han podido garantizar la reproducción, cuidado y mantenimiento de la vida: 1) Las relaciones comunitarias sólidas, 2) Un análisis y cambio en las relaciones de poder, 3) El reconocimiento de una epistemología alternativa, 4) El reconocimiento del territorio y 5) La capacidad de generar una economía desde abajo. Los principios de autogestión, equidad, y distribución justa del excedente (incorporando una visión de lo sagrado) en el manejo de recursos naturales da lugar a que las las instituciones de la comunidad, incluso las económicas se generan desde la subjetividad y el afecto; su fundamento es una epistemología sentipensante.
Las búsqueda de pedagogíeas que permitan la restitución de nuestro lugar de existencia y sutura del pasado, demanda un entendimiento situado de la realidad priorizando los lazos comunitarios que ancestralmente garantizaban el cuidado mutuo. En esta búsqueda, la Sociología Chínica contribuye a entender los sufrimientos individuales y colectivos a partir de su estructuración histórico-social para pensar pedagógicamente el conflicto. Trabaja con dispositivos donde tiempo e historia, restituyen y crean simbolizaciones y vínculos configurando un puente que nos permite pasar de la escena traumática, al escenario simbólico y la acción.
Reconstruir la Historia de lo propio a partir de las historias de vida, es un ejercicio comprehensivo y de co-presencia, que rememora el pasado, en el presente. En este sentido el posicionamiento teórico del que partimos, se remite las pedagogías centradas en el sujetos cuyo anclaje en las teorías críticas reconocen el lugar central del actor en la dinámica social, es decir en las posibilidades de cambio y acción en el horizonte del devenir en franca ruptura con las vertientes vinculadas a la estática social y la reproducción sistémica del orden. Este punto de partida pone los reflectores en el pensamiento abismal es según Boaventura , “un sistema de distinciones visibles e invisibles donde lo invisible desaparece como realidad, es excluido. Una características importantes en este orden es la imposibilidad de co - presencia de los dos lados de la línea”. Metodológicamente, el enfoque comprensivo que nos brinda la Sociología Clínica permite la exploración en la escucha, la memoria y la historia posibilitando la critica decolonial y la restitución de tiempo y espacio.
La prueba de verdad que provee la historia, el uso político de la violencia con fines extractivos en manos de una elite corrupta y mercenaria, reclama rigor metodológico y conversación colectiva ética y política que permita , a la luz de la escena pública, reconocer la disputa y visibilidad de los actores – sujetos que ponen sus vidas en juego en la luchas sociales colectivas o en el escena cotidiana de la sobrevivencia.
La búsqueda de pedagogías para el cuidado de la vida en países como el nuestro, golpeados y expoliados desde la conquista, es un proyecto de restitución de nuestro lugar de existencia desde nuestras raíces originarias. Ésta línea aporta densidad metodológica al trabajo del conocimiento situado, reconociendo la politización de los sufrimientos desde su estructuración histórico-social. El trabajo con el tiempo y los significados restituyendo vínculos trastocados en la memoria, traducción del despojo y de la violencia en el mapa de los territorios y los cuerpos.
Mediación de la historia: tiempo y espacio
La operación de reconstruir nuestro pasado es un ejercicio comprehensivo y de co – presencia. La pérdida de memoria, de identidad, de simbolizaciones que nos ligan a nuestra ancestralidad requiere de un trabajo personal y colectivo de nuestro lugar socio histórico. La politización de la historia permite pasar de la escena traumática al escenario simbólico y a la acción. La recuperación de nuestro territorio cuerpo resulta urgente en vista de la violencia social que hoy hace estragos en cuerpos cansados, enfermos o maltratados.
Herramientas conceptuales y metodológicas como la implicación, abren la puerta al reconocimiento de la historia del investigador, (subjetividad históricamente anclada) con consecuencias éticas y sociales que dan forma a la episteme y rompen la verticalidad entre los participantes del acto pedagógico. En la implicación también esta la semilla de la emergencia de sujetos que hacen competir en el espacio social la epistemología de los agentes ausentes es decir, aquella que emerge de subjetividades desestabilizadoras de quienes se dejan impresionar por experiencias limiares o formas de sociabilidades excéntricas o marginales.
La metodología que propone la socioclínica habilita el enfoque situado en cinco vías: a) da cabida al enlace de lo social y lo psíquico para pensar la emergencia de sujetos con capacidad de intervenir en el mundo; b) abre camino al trabajo de historizar; c) permite la reconstrucción de lo colectivo desde el lazo biográfico densificando la comunalidad; d) permite abrir la puerta de la autonomía desde la dimensión subjetiva y corporal; e) establece mediaciones para la simbolización en diferentes tiempos históricos: pasado, presente y futuro.
Tiempo y espacio son dos coordenadas fundamentales en el análisis histórico, pero también para comprender el no lugar, la desaparición del cuerpo – territorio o la invisibilidad o residualidad en las poblaciones que no gozan del acceso a los derechos básicos. Tanto en términos de deconstrucción (en la exploración de alternativas), como en términos analíticos, crear tiempo y espacio puede traducir la creación de lugar social emergente en la exploración de las coordenadas de nuestro pasado biográfico, junto con elaboraciones simbólicas ausentes. Un signo de la relevancia vital de estas coordenadas es la reducción del tiempo para la preparación de alimentos, para la comida, para el sueño o la amistad. La desaparición del espacio se observa de manera contundente en la imposibilidad de acceso a la vivienda. Según Buaventura una co - opresencia radical, significa reconocer que las prácticas y los agentes de ambos lados de la línea son contemporáneos en términos iguales. Esto solo es posible si la concepción lineal del tiempo es abandonada.
La disputa por el tiempo y el espacio se puso en juego en la etapa del sistema capitalista denominada globalización que le dio características novedosas a las actividades productivas internacionalmente dispersas, generando una nueva articulación de las dimensiones de tiempo y espacio (Castell, 1998). El trastrocamiento del concepto de “Estado nacional” que desdibuja el espacio político del ciudadano , el uso de nuevas tecnologías de la información y comunicación que modifican la noción de distancia y tiempo son alguno ejemplos. Las modificaciones de ese eje beneficiaron en primera instancia al sistema financiero.
Soportes metodológicos
Para Lugones (2010) la descolonización de la memoria es un desmontaje de relaciones de poder y de laconstrucción de un saber jerárquico. Ahí encontramos la compleja trama de los privilegios y las opresiones instaladas en los cuerpos. El conflicto aparece de manera latente al verificar que nuestras realidades sociales están marcadas por la reproducción y normalización de las desigualdades patriarcales y coloniales.
La literatura nos indica que las mujeres, los pueblos originarios o desde la raza hay un modo particular de conocer, actuar, descubrir la realidad en que se vive. Ejemplo de ello son las luchas en demanda de vivienda urbana, en la creación de comedores comunitarios, en la autoconstrucción de viviendas encabezadas primordialmente por mujeres, en las formas de apropiación de su cuerpo y en la prácticas novedosas que des enmarcan y re enmarcan los roles asignados. Esos saberes permite explicarse las relaciones de dominación que cada uno experimenta
El Taller con Aliria Morales: “Entre listones e hilos”, que se llevo a cabo Lunes 6 de septiembre 2021 en la ciudad de México, tuvo como propósito bordar las raíces, revivir afectos fundantes en el contexto del asilamiento social por la pandemia de COVID 19. El taller abre espacios nuevos, creativos, diferentes, en donde circularon de manera lúdica los imaginarios y recuerdos individuales, casi infantiles. Con este taller se tejió una arte-acción colectiva de sanación sobre los instrumentos empleados: “los huipiles” que históricamente fueron colocados en un lugar subordinado representando al indio de nuestro origen ancestral. El puente entre la memoria genealógica y las ancestralidad puesta en una jerarquización de inferioridad, con recuerdos en el cuerpo y el alma se fueron creando, con la conducción de Aliria, una red de afecto y conversaciones llenas de desacatos y de denuncias biográficas.
Dispositivos metodologicos.
“ Las herramientas utilizadas en un abordaje socio clínico (que también podemos designar como métodos) son múltiples. Se basan principalmente en el relato del sujeto, la escucha y la observación. Se inscriben en un proceso de adaptación al sujeto y al investigador. Algunos modelos de entrevista individual o colectiva que recurren a relatos, imágenes, dibujos o improvisación ( por ejemplo con la historia de vida, la novela familiar y la tayectoria social, el organigrama, el fotomontaje, el teatro giro, el teatro-acción, etc.) han demostrado su capacidad para poder sustituir la entrevista clásica y permitir que el sujeto convoque su imaginario y sus representaciones del mundo para construir sentido”. (Vandevelde:2020: 419)
Un dispositivo metodológico (uno de varios) es la puesta en escena o teatralización. En el caso que les presentaremos: el taller de Aliria, partio del entendido de que “el teatro que es la vida… permite jugar con los sufrimientos, los amores, los poderes, los conflictos, las esperanzas y la vida y la muerte…Badache y deGaulejac, 2021, Pag.9 .
El objetivo del taller era visibilizar las relaciones de género en el contexto de la vida cotidiana. En general se habló sobre las vivencias y las historias de vida, novelas familiares, reconstruidas en grupo, y para ello se desarrollan pequeños instrumentos que en este caso fueron dispositivos estéticos,a través de las cuales expresarse:
A) se dibujan su mandato familiar en hojas blancas
2) se solicita lleven fotos y se hacen lineas del tiempo, pasado presente y futuro.
3) en estas líneas de tiempo se ubican las fotos o los acontecimientos importantes (lo macro, meso y lo micro). Son las líneas del contexto socio cultural político y económico, después más específico , de la familia y las otras instituciones y finalmente las del sujeto.
En cuanto a los resultados, el taller nos permitió ser más conscientes de nuestros orígenes y emociones guardadas en el cuerpo. Nos mandó a la infancia para reconectarnos. Cada una escribió en silencio lo que trajo al presente: imágenes , recuerdos, que luego sirvieron para intervenir los huipiles, así salimos de ahí arropadas, por una comunidad, por un nosotros.
Las personas que participaron en el taller impartido por Aliria Morales en el espacio de la exposición de su obra, de vestidos, en el Salón de la Plástica Mexicana fueron artistas, líderes sociales o activistas comunitarios y maestros.
Materiales que se necesitan:
Un huipil para intervenir , aguja, hilos , un espacio.
Cada quien llegó con sus hilos y agujas y una prenda querida y algún objeto con el que quisiéramos intervenir con algún objeto , objetos como imágenes, piedras, monedas. Se convocó a los ancestros y cada uno contó su historia , la historia del objeto que había elegido según sus recuerdos.
[1] Para los partidarios del modelo neoclásico, el crecimiento económico es compatible con el manrenimiento del medio ambiente por lo que simplemente proponen instrumentos de mercado para solucionar estas crisis (Costanza, 1992; Daly, 2000; Azqueta y Field, 1996; Pagiola, 2001; Bishop y Landell Milis, 2002; De Groot, Wilson y Boumans, 2002). Otras propuestas (Left, 2008, CEPAL, 1990) han anclado el debate en el terreno ideológico que, desde una postura crítica, reconoce que la crisis ambiental está ligada a la racionalidad del capiral, empero, se limitan a plantear estrategias que, dentro del mismo modelo de producción y distribución, permiten tomar medidas mercantiles para conservar la calidad de los recursos renovables y restringir el uso de los no renovables. Entre las propuestas que oscilan entre el primer y segundo modelo encontramos: la economía verde (que pone pre cios altos para reducir la demanda en el mercado, los modelos institucionales, los modelos gue se limitan a asegurar zonas de reserva en riesgo, los que plantean un límite al consumo, etcétera).
Conclusiones:
Concluimos que la indagación en la relación entre la recuperación y reconocimiento de otros saberes, la emergencia de otras epistemes, como los saberes ancestrales, la crítica epistémica a la racionalidad y las metodologías situadas permiten explorar formas creativas y novedosas de cuidado mantenimiento y preservación de la vida en dialogo con el pasado el presente y el futuro. La vida necesariamente se ancla en lo colectivo y busca acomodarse y resistir en la capacidad del sujeto de crear y deconstruir para abrir tiempo y espacio incluso desde las grietas
Bibliografía:
Bibliografía
Badache René et De Gaulejac V. (2021) Mettre sa vie en jeux. Le theatre d’intervention socioclinique. France: Editiónes érès
Barkin, David; Carcaño Valencia, Erika; Armenta, Wuendy; Cabrera, Diana, y Parra,
Del diccionario de sociología clínica . Bajo la dirección de Agnès Vandevelde-Rougale y Gilberto. 2011. Capacidad social para la gestión del excedente: La construcción de
Presidencial: Propuestas de política económica y social para el nuevo gobierno. México:
sociedades alternativas. Novelo Urandivia, Federico, Coord. La UAM ante la Sucesión
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco; pp. 543-557.
De Sousa, S. B. (2019). Epistemología del sur. Geograficando, 14(1), 1.
Palabras clave:
: vida, epistemología del sur, sociología clínica.