Resumen de la Ponencia:
Erving Goffman nació en 1922 en Alberta Canadá y murió en 1982 en Filadelfia Pensilvania. Su vida científica y académica fue comenzada desde 1951 hasta 1982 establece entonces un programa de estudio de las interacciones no desde arriba, no desde abajo sino de frente. El punto es que ese programa fue constituido de manera dispersa, es decir, Goffman podía estudiar el mismo elemento del orden de la interacción desde diferentes flancos, lo que faltó fue la sistematización del programa. De esa “obra” se pueden sintetizar los grandes ejes del programa de Goffman. José Erice (1994, 44-48) los trabaja en tres etapas de su producción científica, siendo la primera de 1951 a 1959, la segunda de 1960 a 1969 y la tercera de 1970 a 1983. La imagen que presenta Goffman es doble: por un lado, ¿Por qué la interacción tiene orden? O ¿Por qué los interaccionistas no ven o no reconocen un orden de la interacción? Y por otro, detallar y afinar los estudios de ese orden que predomina en las interacciones, un modelo o esquema que estructura dicho orden. Ante esto el problema que subyace en su “obra”, entonces es: el problema de un orden social a nivel de la interacción. Erving Goffman al delimitar el problema del orden, buscaba entonces encontrar estructuras y organizaciones estandarizadas, el problema ronda entonces en la pregunta ¿Cómo es posible ese orden social a nivel de las interacciones?Resumen de la Ponencia:
La sociología suele considerar lo humano como un epifenómeno de lo social. Esto conlleva a que la pregunta que usualmente nos hagamos sea ¿Qué tipo de sujeto precisa la sociedad? Discutiendo este enfoque, y apoyándome en los trabajos de Margaret Archer y Edgar Morin, propongo que lo humano es una realidad emergente, con autonomía relativa, cuya naturaleza puede ayudarnos a orientar lo que la sociedad debiese ser. Como sostiene Fromm, una sociedad que reconoce la naturaleza de lo humano debe facilitar la participación activa y creativa de los sujetos en la producción de la propia existencia, lo que nos lleva a reivindicar metodologías que incorporen un giro participativo, creativo y localista . Pero, así como la naturaleza de lo humano precisa un cierto proyecto de sociedad para realizarse plenamente, la construcción de esa sociedad demanda, a su vez, humanos cada vez más libres de los condicionamientos sociales y de la trampa del yo egótico que el capitalismo actual promueve. Así, el desafío de promover metodologías participativas y situadas, debe ser complementado con el de dialogar con tradiciones ubicadas más allá de las ciencias sociales, como el psicoanálisis e incluso con el budismo. Tal como nos muestra Vincente de Gaulejac, es preciso reconocer que lo social y lo psíquico tienen una autonomía relativa y, por lo tanto, la cuestión es construir articulaciones y vínculos entre estas dos realidades emergentes más que anular una en virtud de la otra. Esto tiene una implicancia política, pues como ha dicho Edgar Morin, transformación personal o interior y transformación social son procesos interdependientes.Resumen de la Ponencia:
En este trabajo se sostienen, fundamentalmente, dos cosas: 1) partiendo del pensamiento político de Cerdeiras se puede hablar de la política como acontecimiento, con lo cual se conceptualiza la política como una práctica disruptiva que se produce al margen del condicionamiento social y puede provocar una ruptura e introducir una novedad radical que no es posible ser pensada como una consecuencia lógica de las reglas dadas al interior de una situación; y 2) esta concepción de la política como acontecimiento conlleva una perspectiva ontológica que enfatiza en la contingencia como condición ontológica en la que se instituye lo social. El objetivo es establecer en términos teóricos una intrínseca relación entre el acontecimiento político y el estatus ontológico de la contingencia en lo social. Además, se busca señalar la dimensión ontológica como parte del paradigma científico junto con las dimensiones epistemológica, metodológica y teórica. En este sentido, se reconoce que toda investigación analítica, sea de manera explícita o no, parte de supuestos ontológicos específicos que modelizan lo que se entiende como realidad.Resumen de la Ponencia:
La ponencia presentada discute la necesidad de enfoques contemporáneos multidisciplinares para problemas transversales o multidimensionales en investigación social, desarrollado como avance de investigación doctoral, surge a manera de ensayo del apartado epistemológico de un avance de investigación en Estudios Regionales orientada a Educación; ante la necesidad de construir un andamiaje teórico-metodológico que se adapte mejor a la realidad del problema de investigación. Desde una visión social con una base científica, donde se acentúe la aproximación que apunte a resultados confiables. Se busca hacer un vínculo entre la ciencia natural con la sociología o ciencia social, teniendo en cuenta posturas rígidas de las ciencias naturales como la flexibilidad de la social, entender el subjetivismo como objeto de estudio y abordar métodos transversales que den cuenta de la necesidad metodológica de problemas contemporáneos que requieren soluciones complejas, mixtas o transdisciplinares. Se discuten desde su génesis, el análisis de los enfoques objetivos y subjetivos, la interpretación de paradigmas en las ciencias sociales y su desprendimiento de las ciencias exactas, al posterior análisis de la mirada social de carácter cuantitativo y cualitativo, siendo este último, en la subjetividad, la que ha provocado mayores distensiones y discusiones en interpretaciones y tratamientos. Se realiza una breve categorización de enfoques, paradigmas, teorías y metodologías disciplinares, y comparamos con la intención de la búsqueda de una transversalidad.
Introducción:
El siguiente ensayo se compone de cuatro partes, dónde se acentúan, primero, las rupturas; segundo, los paradigmas y el enfoque dominante; tercero, las necesidades contemporáneas y por último, las conclusiones.
Se discute la necesidad de enfoques contemporáneos multidisciplinares para problemas transversales o multidimensionales en investigación social, ante la necesidad de construir un andamiaje teórico-metodológico que se adapte mejor a la realidad del problema de investigación. Veremos las rupturas y los vínculos entre la ciencia natural con la sociología o ciencia social, teniendo en cuenta posturas rígidas de las ciencias naturales como la flexibilidad de la social. Abordar métodos transversales que den cuenta de la necesidad metodológica de problemas contemporáneos que requieren soluciones complejas, mixtas o transdisciplinares. Se discuten desde su génesis, el análisis de los enfoques objetivos y subjetivos, la interpretación de paradigmas en las ciencias sociales y su desprendimiento de las ciencias exactas, al posterior análisis de la mirada social de carácter cuantitativo y cualitativo, siendo este último, en la subjetividad, la que ha provocado mayores distensiones y discusiones en interpretaciones y tratamientos. Se realiza una breve categorización de enfoques, paradigmas, teorías y metodologías disciplinares, y comparamos con la intención de la búsqueda de una transversalidad.
Se propone un tratamiento transversal que descentre las disciplinas y se busque un enfoque dimensional hacia dominios del conocimiento más ampliados, buscando la coherencia, la armonía, desde punto de vista multidimensionales de problemas contemporáneos.
El presente ensayo busca ser una ayuda a todo aquel que se pregunta cómo abordar un problema de investigación social partiendo desde la génesis epistemológica, que busca en principio, entender por qué una metodología especifica y desarrollada no logra cubrir las necesidades contemporáneas en la investigación social. La búsqueda epistemológica que deriva en este escrito, nació con la idea analizar las posturas sociales enfrentadas a una visión general de ciencia. Cabe señalar que el aporte del análisis realizado en este ensayo busca la integración de enfoques, para abordar problemas multidimensionales que surgen de problemas contemporáneos, más que segmentar y disciplinar los problemas sociales.
Desarrollo:
Las rupturas
En este escrito a manera de ensayo, surge en la búsqueda de encontrar un enfoque multidimensional que permita analizar un problema de investigación en Estudios Regionales, que se aborda desde cuatro líneas de investigación: educativa, cultural, política y económica (que muchas ocasiones están amalgamadas). En la búsqueda de analizar un problema educativo con perspectiva regional donde se relacione, la cultura, la familia, las políticas educativas que determinan el modelo a seguir, las condiciones como la pobreza, y determinados modelos de producción, comprender como beneficia o no, el sistema educativo desde espacios: urbano, rural e indígena; para conocer las percepciones de cada espacio, la cual conforma una mirada ampliada que significa como se comprende desde un mismo espacio lo que se requiere como educación, y entender así un rediseño o modelos que cubran todas las necesidades. La necesidad apremiante de encontrar una metodología contemporánea que se adecue a mi enfoque del problema, me llevo a la revisión epistemológica ante la limitación de determinados enfoques clásicos.
Los trabajos realizados dentro de algún programa de investigación, la limitante temporal juega un papel en la centración de las disciplinas, y la excesiva especialización, y los objetivos a cumplir en cada etapa se privilegia a la temporalidad dejando el dominio a las teorías clásicas (saber dominante) a realizar una adaptación sobre un trabajo contemporáneo. restando importancia al componente epistemológico, el cual, permite construir un diseño de investigación que cumpla con características de interdisciplina y trasversalidad que mejor se acerque al contexto en el que se investiga.
Uno de los principales problemas al realizar una investigación en general, en nuestro caso social, es lograr la interdisciplinariedad y la trasversalidad, “surge, como reacción contra la excesiva especialización que prevalece en el desarrollo de la ciencia contemporánea pero no consideramos que sea ese un punto de partida adecuado” (García, 2011, p. 70), es decir, es necesaria, pero al momento de tratamiento de investigación, se cae en la especificidad, y por tanto en el reduccionismo y la atomización de los enfoques tradicionales. Romper estas posturas es complicado debido a los enfoques tradicionales ampliamente arraigados, y a la formación profesional, propia de los investigadores. Por lo que, el trabajo epistemológico recobra una relevancia fundamental al momento de construir un proyecto de investigación contemporánea.
Cuando hablamos de inter- multi- trans (que después se le agregó disciplina) se desarrolla en el ámbito de la epistemología genética de Piaget y García (2008), desde donde Rolando García, acuña la noción de complejidad, desde donde desarrolla la idea de sistemas complejos como teoría y método, con una fundamentación epistemológica. Esta última esta viene de una práctica latinoamericana, es decir, sus procesos se apegan mejor a la realidad, una característica importante desde los problemas de nuestro contexto.
Paradigmas de investigación
Las perspectivas y enfoques tradicionales se clasifican desde varios autores (ver cuadro1) desde la mirada de categorización por su paradigma, sin embargo, estas clasificaciones tienden a la idea de ruptura, muchos autores clasifican de la misma manera los paradigmas a manera de enfoques, aunque varían un poco, coinciden en el origen de la ciencia natural desde la física, la matemática, como paradigmas positivistas, hasta transitar a enfoques donde el objeto de estudio dejó de ser el entorno y pasó al sujeto, es decir, se atienden problemas, sociales, culturales; cuando se habla de métodos mixtos, ya se toman desde las disciplinas específicas (cada una en su propio enfoque), que necesitan una relación con otra disciplina específica, en palabras simples, buscar desde la especialización conexiones con otras disciplinas.
Cuadro 1. Paradigmas de las ciencias sociales
Fuente: elaboración propia varios autores, presentado en ALAS 2022
Los cambios de paradigma surgen siempre a través del tiempo y es resultado de una reorientación del campo, al replantear nuevas preguntas y extraer nuevas conclusiones de los datos antiguos. Para Kuhn (2007), la crisis y el surgimiento de las teorías científicas pueden explicarse con cambios de paradigmas, una vez asimilados los descubrimientos, los científicos fueron capaces de explicar un abanico más amplio de fenómenos naturales o de explicar con mayor precisión algunos de los fenómenos ya conocidos. “Con todo, los descubrimientos no son las únicas fuentes de estos cambios paradigmáticos […], resultantes de la invención de teorías nuevas” (Kuhn, 2007, p. 149). Para Kuhn los paradigmas más que enfoques, eran revoluciones científicas, la evidencia en la que se centró, era el cambio de la visión del mundo de una manera ptolemaica (geocéntrica) al sistema Copernicano (heliocéntrica), al mismo tiempo nuestra las primeras rupturas de la ciencia con otros dominios del conocimiento, en este caso la ciencia con la religión:
Debido a que la tradición astronómica se vio repetidamente ininterrumpida desde fuera y que, al carecer de la imprenta, la comunicación entre los astrónomos era escasa, estas dificultades sólo se hicieron reconocibles lentamente, pero acabaron notándose en el siglo XIII. Alfonso Décimo el Sabio podía decir que, si Dios lo hubiera consultado al crear el universo, le hubiera dado un par de buenos consejos. En el siglo XVI, el colega de Copérnico, Domenico da Novara sostenía que ningún sistema tan engorroso e inexacto como había llegado a ser el ptolemaico podía representar verdaderamente la naturaleza. Y el propio Copérnico escribió en el prefacio de las revoluciones que la tradición astronómica que había heredado había engendrado un monstruo. A comienzos de siglo XVI número cada vez mayor de los mejores astrónomos europeos reconocía que el paradigma astronómico fallaba en la aplicación de sus propios problemas tradicionales. Tal reconocimiento era un requisito previo para el rechazo copernicano del paradigma de Ptolomeo y para la búsqueda de uno nuevo. Su famoso prefacio sigue siendo una de las descripciones clásicas de un estado de crisis. (Kuhn, 2007, pp. 153-154)
Enfoque dominante
Si partimos de la postura donde si nos ubicamos en cualquier momento que se produce conocimiento de la historia, caeremos ineludiblemente en reduccionismos, Kant (1724-1804) propuso prolegómenos a toda metafísica del futuro que podría presentarse como ciencia como la cumbre máxima o final de todo conocimiento; hoy es obsoleta. Auguste Comte al que se le atribuye el termino sociología, hoy es representado como creador del positivismo. Giddens propuso las nuevas reglas del método sociológico, donde se proponía la subjetividad, hoy decir reglas, es hablar de determinismo. Émile Durkheim proponía trata con objetividad natural los fenómenos sociales, desde esa perspectiva, Durkheim analizó el suicidio (1952; publicado originalmente en 1897); hoy existen varios elementos de critica a la obra de Durkheim. Sin embargo, el punto central, lo que debe interesarnos es no idealizar esas ideas del pensamiento, sino entender porque hasta hoy son citados y tomados como pensamientos dominantes, lo son porque son los que documentaron estos conocimientos, por lo que son punto necesario de referencia, no significa que debamos inscribirnos en sus perspectivas sino que, en algún punto de un tratamiento social, el conocimiento a estudiar cruza con sus visiones, o toca en un punto con esas miradas, y no necesariamente están inscritas, en las miradas clásicas.
Habría que pensar más allá de la disciplina, pensar desde grandes dominios del conocimiento, para no romper del todo con los estándares que nos hemos establecido, tomemos el dominante el conocimiento occidental, García (2006, p. 114) identifica tres grandes dominios del conocimiento: la filosofía, la ciencia y la religión, que en un principio estaban mancomunados. Tomas de Aquino “que advirtió que no era posible mantener la total dominación de la teología en la interpretación de los fenómenos de este mundo terrenal, e introdujo la doctrina de “la doble verdad” (García, 2006, p.115). Con ella que separa en dos grandes dominios de conocimiento dejando más arriba de la luna al dominio de la Teología, y debajo de la luna se admite al hombre generar conocimiento a través de la observación y la experimentación.
Figura 1. Dominios del conocimiento
Fuente: Elaboración propia basado en García (2006)
En este sentido los discursos interdisciplina, multidisciplina y transdisciplina se quedan atrapados en una mirada únicamente disciplinar. Por lo que, tener una mirada más amplia en relación con las dimensionales, permite rediseñar nuevos paradigmas en la investigación.
Problemas contemporáneos
Para entender porque es importante el análisis epistemológico de los dominios del conocimiento, se debe realizar una ampliación sobre lo que entendemos por conocimiento, como una pieza más grande del conjunto de lo que conocemos, de esta manera podemos distinguir a la ciencia como parte del conocimiento. Las ciencias, dentro de estas, como las ciencias naturales o exactas como parte de la ciencia o del quehacer científico; como son la Física, la Química, la Biología, la Matemática, y dentro de cada una de ellas, más disciplinas científicas especializadas; en la Física: mecánica, relatividad, cuántica; en la Química: general, descriptiva (orgánica, inorgánica), analítica, aplicada (ambiental, nuclear, industrial); en la Matemática: aritmética, geometría, algebra, calculo infinitesimal; en la Biología: celular, molecular, ecología, marina, zoología, botánica, entre otros; cada una tan diversa y tan aparentemente diferente entre disciplinas y mucho más, entre ciencias; sin embargo, el conjunto de todas ellas componen una parte esencial del conocimiento, de hecho el análisis de las filosofías de las ciencias se realizaban principalmente hacia la Física ya que crecieron en una misma época. Pero para ampliar el conocimiento científico, que es el que nos interesa principalmente, tenemos que incluir a las Ciencias Sociales (ver tabla 1) y sus disciplinas científicas para tener una mirada suficientemente completa del problema a investigar, bajo esta mirada siguiendo la relación de la tabla 1, proponemos atender de izquierda a derecha desde la dimensión, y no atender de derecha a izquierda desde las disciplinas, eso agrega una perspectiva multidimensional.
Tabla 1. Clasificación de las ciencias propuesta por Bunge
Fuente: Bunge 1969, p. 41 en Diaz y Lara, 2012, p. 47
García (2006a, p. 114) fue el primero en acentuar que las rupturas paradigmáticas son especializaciones disciplinares, e identifica tres grandes dominios del conocimiento: la filosofía, la ciencia y la religión, que en un principio estaban mancomunados. Si lo pensamos como un árbol donde el conocimiento es el tronco y las disciplinas las ramas (ver figura 2), es más difícil tomar desde la base diferentes elementos disciplinares, que desde las ramas conectar con otras disciplinas que en apariencia no tienen ninguna relación. Desde esta visión podemos observar, no desde las disciplinas sino desde las dimensiones para alcanzar un trabajo de carácter multidimensional, interdisciplinario y transversal.
Figura 2. De disciplinas a dominios del conocimiento
Fuente: elaboración propia basada en García (2006a)
La complejidad, las características de los fenómenos, las estructuras, el constructivismo, la post-fenomenología son visiones de carácter epistémico, que van más orientadas a atender los desafíos en la producción de conocimiento científico transversal, utilizando métodos interdisciplinares, multidimensionales que den un acercamiento más adecuado al problema de investigación; para concluir con tratamientos que buscan en menor o mayor medida la integración contextual de la investigación social.
Por ejemplo, en la educación escolar el uso de la tecnología y el paso a la educación virtual tuvo que ver con un problema sanitario, más que por reducir la brecha digital, incorporar herramientas tecnológicas en el aula, o por simplemente mejorar el modelo educativo enseñanza aprendizaje; según Max Weber la instauración del capitalismo tuvo que ver con la incorporación de un sistema religioso, con el establecimiento del protestantismo. Del mismo modo que Rolando García demostró que la sequía, no tenía que ver con las altas temperaturas, ya que demostró que, en el pasado, otros registros mostraban que hubo épocas donde se alcanzó mayor temperatura, sino que el crecimiento demográfico que había provocado perdida pérdidas de zonas boscosas que provocaban lluvias. Como podemos observar la incorporación de la tecnología masiva en la educación fue detonado por un problema de salud, la incorporación de un modelo capitalista por un problema religioso, y un problema ambiental por el crecimiento demográfico y las actividades humanas. Esto hace más que evidente la necesidad de abordar problemas transversales que tiendan a la multidimensional y a la interdisciplina, o transversalidad.
La dimensionalidad sustituyendo ala disciplinariedad es la propuesta de este ensayo, abarcando los enfoques contemporáneos desde las dimensiones o de miradas más ampliadas, para descentrarse de la disciplina, que a lo largo del tiempo ha manejado un discurso reduccionista, de ruptura dentro de la misma disciplina, de excesiva especialización y de tratamientos unidimensionales.
Conclusiones:
Hacer un análisis epistemológico de un objeto de estudio es de vital importancia para reconstruir, y descubrir la manera de cómo es su génesis, se desarrolla, se instaura, se desarrolla, o reestructurar en la construcción del conocimiento, y sus implicaciones en desarrollo, progreso, o mejora social o natural. Con ello, los problemas de investigación pueden ser abordados desde su multidimensionalidad antes de caer en el atomismo y reduccionismo disciplinar.
En las líneas de investigación social, la especialización es cada vez más profunda, y a la vez diversa y amplia, por ello, realizar investigaciones que transiten entre las diferentes líneas de investigación, sin que ello represente rupturas, separaciones, especialización irreconciliable a otras posturas, es el tema a tratar en tiempos contemporáneos.
Uno de los principales problemas al realizar una investigación en general, en nuestro caso regional-educativa desde la ciencia social, es lograr la interdisciplinariedad y la transversalidad, debido a que entretejen de entrada lo educativo con lo regional, y al mismo tiempo con problemas contextuales como la cultura o estructurales como la política; las miradas interdisciplinares. Para evitar la especialización excesiva “tal especialización conduce a una fragmentación de los problemas de la realidad” (García, 2011, p. 70), es decir, es necesaria, pero al momento de tratamiento de investigación, se cae en la especificidad, y por tanto en el reduccionismo y la atomización de los enfoques tradicionales. Romper estas posturas es complicado debido a los enfoques tradicionales ampliamente arraigados, y a la formación profesional propia de los investigadores, por lo que el trabajo epistemológico recobra una relevancia fundamental al momento de construir un proyecto de investigación contemporánea hacia miradas interdisciplinares y de transversalidad.
Bibliografía:
Álvarez, J. G. (2006). Geografía regional. Lindón Villoria, A. & Hiernaux, D. Tratado de geografía humana, 25-70. UAM. México
Bertalanffy, L. V. (2019). Teoría general de los sistemas. CFE (primera edición 1968)
Bunge, M. (2015). Epistemología: curso de actualización. Siglo XXI. (primera edición 1980)
Constantino, E. N. (14-19 de agosto de 2022). Enfoques sociales, necesidad de tratamientos contemporáneos y la construcción teórica desde un enfoque multidimensional. XXXIII Congreso Latinoamericano de Sociología. Universidad Nacional Autónoma de México. ALAS 2022, Ciudad de México, México.
Creswell, J. W., & Creswell, J. (2003). Research design. Qualitative, quantitative, and mixted methods approaches. Thousand Oaks, CA: Sage publications.
Diaz E. M. y Lara F. (Coordinadores) (2012) El protocolo de investigación. Enfoques, métodos y técnicas en ciencias sociales y humanas. Chiapas, México. CeCol Editorial.
Flores, M. J. (26 de marzo de 2021). Ponencia sobre investigaciones en estudios regionales. En M. Chang (Moderador), Epistemologías, teorías regionales modernas. Seminario General en Estudios Regionales. Universidad Autónoma de Chiapas, Chiapas, México.
García-Canclini, N. (1993). Antropología y estudios culturales. En: Alteridades (pp. 5-8). No 5. México, UAM.
García, R. (2000). El conocimiento en construcción: De las formulaciones de Jean Piaget a la teoría de sistemas complejos. Gedisa.
García, R. (2006a). Epistemología y teoría del conocimiento. Salud colectiva, 2, 109-122.
García, R. (2006b). Sistemas complejos: conceptos, métodos y fundamentación epistemológica de la investigación interdisciplinaria. Editorial Gedisa.
García, R. (2011). Interdisciplinariedad y sistemas complejos. Revista Latinoamericana de metodología de las ciencias Sociales, 1(1), 66-101.
Giménez, G. (2007). Estudios sobre la cultura y las identidades sociales. Territorio, Cultura e identidades. La Región Sociocultural. México: CONACULTA / ITESO. Pp. 119-154
Ginsburg, L. y Uribe U. (1958). “Significado del Término Región". Revista Mexicana de Sociología, Vol. 20, No. 3 (Sep. - Dec., 1958), pp. 781-789.
González, J. y Orozco M. (2015), “¿Hay algo nuevo en el paradigma del desarrollo regional en el siglo XXI?”, en Montserrat María del Pilar; Merritt Humberto; Isunza Georgina (Coords.), Los desafíos del desarrollo local, IPN, Miguel Ángel Porrúa, México, p. 13-37
Guba, E., & Lincoln, Y. (2012). Controversias paradigmáticas, contradicciones y confluencias emergentes. Manual de metodología cualitativa, 2.
Kuhn, T. S. (2007). Estructura de las Revoluciones Científicas. Siglo XXI. México. (primera edición 1962)
Luhmann, N. (1996). Introducción a la teoría de sistemas. Reís, 85(99), 315-367.
Merton, R. K. (1965). Teoría y estructura sociales. Fondo de Cultura Económica. DF, México.
Morin, E. (2003). Educar en la era planetaria. Editorial Gedisa.
Orozco, G. G. (2000). La investigación en comunicación desde la perspectiva cualitativa. Universidad nacional de la plata. IMDEC. Guadalajara. Pp. 27-49
Parsons, T. (1966). El sistema social. Madrid: Revista de Occidente.
Piaget, J. & García, R. (2008). Psicogénesis e historia de la ciencia. Siglo XXI. (primera edición 1982)
Ramos, C. A. (2015). Los paradigmas de la investigación científica. Avances en psicología, 23(1), 9-17.
Sagan, I. (2006). Contemporary regional studies–theory, methodology and practice. Studia Regionalne i Lokalne, 7(Spec. Iss.), 5-19.
Palabras clave:
Epistemología de las ciencias sociales; paradigmas en investigación; análisis transversal.
Resumen de la Ponencia:
La influencia del postestructuralismo en las ciencias sociales, aunque gradual, ha sido muy importante en las últimas tres décadas. Después de su paso por Francia y luego en los Estados Unidos, su presencia en las universidades de Iberoamérica ha sido notable y su impacto ha trascendido el ámbito académico y se puede observar también en las políticas públicas y en los movimientos sociales. La presente ponencia indaga la relación entre el postestructuralismo y su relación con la teoría social de corte sociológico. Sus puntos de encuentro, fronteras y miradas críticas desde un lado y otro. El postestructuralismo con el núcleo de pensadores franceses como Foucault, Deleuze, Guatarri y Derrida, cristalizan la ruptura con el estructuralismo de Sassurre, Barthes y Levi-Strauss y con la mirada racional ilustrada de la modernidad ha tenido una presencia importante de esta corriente en los Estados Unidos junto con otras perspectivas hermanas, como el posmodernismo, los estudios culturales, el marxismo cultural y el pos y decolonialismo. Así autores de diversas latitudes como Judith Butler, Ernesto Laclau, Chantal Mouffe, Giorgio Agamben, Roberto Esposito, Achille Mbembe. Byung-Chul Han, Boaventura de Sousa Santos y, en menor medida, Slavoj Žižek que combinan conceptos como biopoder (Foucault) y utilizan la “deconstrucción” (Derrida) con visiones renovadas el marxismo (sobre todo con el análisis de la superestructura y la hegemonía, en la línea de Gramsci) y otros elementos que vienen desde la posmodernidad, en específico con el constructivismo social, nutriendo nuevos debates en las Ciencias Sociales y Humanas, y estableciendo diálogos interesantes con la teoría social. Los discursos postestructuralistas y posmodernistas, como herederos de un pensamiento crítico posmarxista, ha disuelto los viejos conceptos heredados de la teoría social como “estructuras/ sistemas sociales”, “acción social” “actor” “agente” “interacción” “clases sociales” etc., para dar paso al uso de metáforas y analogías indeterminadas (“sociedad líquida” “todo lo sólido se desvanece en el aire” “cuerpos sin órganos”,” necropolítica”, etc.) que adquieren mayor relevancia conceptual y categorial a las interpretaciones materialistas de concreción histórica, al determinismo económico, o realismo social, o bien a categorías con evidencia estadísticamente cuantificable o, por lo menos, con poco nivel de ambigüedad. ¿Cuáles son las fronteras entre estas perspectivas y la teoría social?¿cuáles son sus alcances y sus límites? Son algunas de las preguntas que se investigarán en la ponencia.Resumen de la Ponencia:
Ante la necesidad de explicar lo que, en el entendimiento de algunos especialistas en las ciencias sociales, parece constituirse como la emergencia de un nuevo orden global, recientemente en los círculos académicos y en los medios de comunicación masiva se ha popularizado el término “desglobalización”, el cual sugiere que el mundo ha entrado a una nueva etapa de regresión en términos de integración e interdependencia global.En aras de contribuir a llenar un vacío teórico-conceptual en los estudios sobre desglobalización, y ante las imprecisiones terminológicas existentes sobre el tema, el presente trabajo tiene por objeto ofrecer una definición del concepto, discutirla, y contribuir a su consolidación como categoría social, así como a la construcción de un consenso terminológico al proponer una definición empíricamente referenciable, semánticamente lógica y asequible para su uso e incorporación en los análisis concernientes al estudio de la realidad internacional.El artículo concluye que las ciencias sociales deben transitar de una acepción reduccionista de desglobalización a un entendimiento categórico más completo que, siguiendo el esquema de Sartori (2002) en torno a la estructura y formación de conceptos, responda a la complejidad del referente empírico que denota el término, siendo, así, la desglobalización un concepto observable, evaluable y operacionalizable. La desglobalización, al igual que su contraparte (la globalización), constituye un ente multidimensional, polifacético, que involucra –al menos– aspectos de carácter político, económico y social. Así, la globalización y la desglobalización constituyen referentes empíricos operacionalmente definidos, y existen ya trabajos previos que se han hecho desde la academia para medir la globalización y comprenderla mejor desde un enfoque metodológico cuantitativo.En suma, la desglobalización constituye un ente multifacético empíricamente referenciable y, por tanto, sujeto a medición, de modo que hoy en día existen instrumentos que han sido diseñados para conocer, a partir de indicadores e índices, el grado de integración e interdependencia global de los países.Resumen de la Ponencia:
Do Ontem ao Amanhã: A pós-modernidade e a ratio conceitual
Gicele Brito Ferreira, E-mail: gicelebrito@ufpa, Universidade Federal do Pará - Brasil
Marcel Theodoor Hazeu, E-mail: celzeu@gmail.com, Universidade Federal do Pará - Brasil
Resumo: Pensar o ambiente, a ecologia em relação com a humanidade na contemporaneidade, requer entender processos históricos e de reprodução social com perspectivas de clarividência para o presente e prospecção de futuro. Não cabe manifestações desconectadas como se o ambiente fosse separado do humano ou até mesmo como se o humano não interessasse mais ao ambiente. Estamos no universo, com urgência de rever a relação antropocêntrica conectada as relações de classe que estabelecem a hegemonia do capitalismo informacional. Neste artigo busco iniciar levantamento bibliográfico dos paradigmas que ancoram o trato da temática ambiental, rompendo com delimitações impostas intencionalmente pelos chamados pós-modernos com vertente frágil de argumentação que busca leitura fragmentada, tentando romper com a Modernidade e todo conhecimento crítico construído.
Palavras-chaves: Conservadorismo. Conservacionismo. Serviço social
Introducción:
A partir dos conteúdos estudados no tópico Teoria Social e Pós-modernidade inicia-se reflexão sobre qual sonoro é o ruido feito pelas denominadas ideias que apregoam a fragmentação e desvinculação do conhecimento moderno ao que é produzido no chamado antropoceno. Considerando as obras de Burke publicada em 1790, Horkheimer em 1937 e Bruno Latour em 1994 trataremos de aspectos da Teoria Conservadora, da Teoria Moderna e da Teoria Crítica para tecer linhas que constroem a rede de sustentação do entendimento sobre a relação humano e a natureza, pelo movimento pós-moderno até sua falta de afinidade com a construção de políticas, com foco na Assistência Social e a ausência de ações que levem a reconciliação e respeito entre as pessoas e o ambiente.
Desarrollo:
De onde vem a Razão Pós-Moderna?
...liberdade não é um benefício enquanto dura, e não é promissora de continuar por muito tempo. O efeito de liberdade para indivíduos é, que eles podem fazer o que querem: Nós deveríamos ver o que eles quererão fazer, antes de arriscar congratulações, que podem em breve tornar-se reclamações. (BURKE p.07, 2014)
As ideias que trancavam na obscuridade as criações humanas como a liberdade e suas necessidades sociais separadas da natureza, foram substituídas pelo entendimento das diferenças que encadeiam natureza e humanidade com suas díspares disciplinas que apresentavam e explicavam um admirável mundo novo na modernidade, rompendo com as crendices das trevas medievais, segundo Latour (p.41, 1994) “... ninguém é Moderno se não sentiu a beleza desta aurora e não vibrou com suas promessas.”
... a autodeterminação da ciência se torna cada vez mais abstrata. o conformismo do pensamento, a insistência em que isso constitua uma atividade fixa, um reino à parte dentro da totalidade social, faz com que o pensamento abandone a sua própria essência’ (HORKHEIMER, 1975, p.154)
.
Em Teoria tradicional e teoria crítica; texto escrito em 1937 Horkheimer, mostra o indiviso entre a teoria conceitual e práxis social. A teoria crítica reunifica a razão questionando o pensamento dualista que separa sujeito e objeto de conhecimento.
Até o século XIX fica claro que há diferença de entendimento conceitual sobre o humano e sua organização social para as ciências ditas pragmáticas e as histórico- dialética que trabalham na construção da imagem do futuro com compreensão profunda do presente (HORKHEIMER, 1975, p.139).
O entendimento da economia política como juízo existencial desenvolvido que afirma a forma básica da economia de mercadoria se renova com crescimento exponencial e desenvolvimento das forças humanas sobre a natureza, o que acaba emperrando a continuidade do desenvolvimento e leva a humanidade a uma nova barbárie (HORKHEIMER, 1975, p.145). É preciso entender os mecanismos sociais a partir de categorias marxistas (mercadoria, valor, dinheiro, classe) demonstrando o efeito regulador da troca na qual a economia burguesa está baseada. O homem é transformado e permanece idêntico a si mesmo (o nós) que explora a natureza como fonte de recursos. Contém um conceito de homem que contrária a si enquanto não ocorrer esta identidade (consciência dos objetivos, espontaneidade e racionalidade, processos de trabalho, sociedade inerentes aos indivíduos como parte do ambiente).
Considera como sujeito um indivíduo determinado em seus relacionamentos efetivos com outros indivíduos e grupos, em seu confronto com uma classe determinada, e, por último, mediado por este entrelaçamento, em vinculação com o todo social e a natureza (HORKHEIMER, 1975, p. 132).
Estranhamente o pensamento pós-modernista rompe com a ideia de ser social histórico proposta pela modernidade e estabelece clara divisão entre os pós-modernos de Celebração (a modernidade não efetivou suas promessas, a sociedade burguesas é o ponto máximo da história – portador do neoconservadorismo) e os pós-modernistas de Oposição (que acreditam ser impossível cumprir as promessas da modernidade, se utilizam de uma ética de esquerda e uma epistemologia de direita segundo Lukács (2000), criticam o capitalismo em suas consequências).
Para Netto (2000, 2010) não existe teoria da pós-modernidade, o que existe são teorias pós-modernas que demandam uma nova sociabilidade. Há limitações na análise teórica destes, com leitura reducionista que embasa o exaurimento do Método Materialista histórico-dialético.
Silveira Junior (2016) em seu texto busca pontuar a interferência dos autores pós-modernistas na prática profissional do Serviço Social e a atualização do conservadorismo com legitimação e cooperação com a classe dominante, divergindo das bases do projeto ético-político profissional.
Como profissão a partir de sua estrutura sincrética vem mediando via pós-modernidade retrocessos no entendimento teórico metodológico de sua intervenção na realidade, o que ocasiona questionamentos sem respostas sejam no plano filosófico ou político. Não há possibilidades de aceitação da substituição da ontologia pela epistemologia, sem conexões orgânicas ideológicas que preparem a manutenção do sistema com dominação da classe burguesa. Silveira Junior, aponta um conjunto de autores que vão desde Anderson (1999) a Netto (2010) que demonstram afinidade entre a pós-modernidade e a manutenção do status quo e ponderam com a incompatibilidade deste conhecimento com o projeto ético-político do Serviço Social.
A pós-modernidade é conceituada como “conjunto de determinadas atitudes culturais, um repertório de determinadas atitudes perante a cultura e a política ou um movimento intelectual que se sustenta numa referência crítica ao legado da modernidade, particularmente do iluminismo” (SILVEIRA, p.170). Este conceito como forma de proceder desponta nos estudos teóricos desde após a 2ª guerra mundial com aporte divulgado pela Escola de Frankfurt e posteriormente com os trabalhos de Lyotar (1988), Foucault (1979), Agnes Heller(1998), Boaventura de Souza Santos(1997, 2001) entre tantos outros enumerados que buscam se afastar das ideias e expectativas iluministas.
No texto de Silveira Junior são apontadas quatro linhas aglutinadoras onde são questionadas o não cumprimento das promessas de regulação da relação com a natureza, e o que foi feito do desejo de emancipação humana?
Questões levantadas em plena grave crise estrutural do capital com danos irreversíveis para a humanidade, o ambiente e a política sem se atentar para percepção do sistema que provocou estes danos no seu processo de desenvolvimento como primeira linha.
A descrença na racionalidade e na possibilidade de projetos emancipadores globais com alarde de uma sociedade pós-industrial com recusa ao Marxismo em sua segunda linha de pensamento. Em sua terceira linha é imediatista com superficialidade sem distinção entre essência e aparência, com recusa da categoria totalidade com utilização do ecletismo e transgressão metodológica, utilização do relativismo, supervalorização da dimensão simbólica com aprisionamento no presente.
Em sua quarta linha apregoa o subjetivismo extremado funcionando como um positivismo ao avesso, onde os valores e a subjetividade levam a negação do conhecimento objetivo do real. A razão e a realidade são derivadas da ordem burguesa que domina a construção da vida.
“uma nova noção de “comum” terá que surgir nesse terreno. Deleuze e Guatarri argumentam, em O que é filosofia? que na era contemporânea, e no contexto da produção comunicativa e interativa, a construção de conceitos não é apenas uma operação epistemológica, mas igualmente um projeto ontológico. Construir conceitos e o que eles chamam de “nomes comuns” é de fato uma atividade que combina a inteligência e a ação da multidão, forçando-as a trabalhar juntas. Construir conceitos significa fazer existir, na realidade, um projeto que é uma comunidade. Não existe outra maneira de construir conceitos que não seja trabalhando de uma forma comum. Esta comunalidade é, do ponto de vista da fenomenologia da produção, do ponto de vista da epistemologia do conceito e do ponto de vista da prática, um projeto no qual a multidão está completamente empenhada. Os bens comuns são a encarnação, a produção e a liberação da multidão. Disse Rousseau que a primeira pessoa que desejou um pedaço da natureza como sua possessão exclusiva, e a transformou na forma transcendente da propriedade privada, foi quem inventou o mal. O bem ao contrário, é aquilo que é de todos. (HARDT e NEGRI, 2001, p. 323)
Santos (2007) em seu livro demonstra como o Serviço Social apesar de ter vivido todo o movimento de Reconceituação com sua ruptura política com o conservadorismo, não realizou o mesmo a nível teórico, onde apesar da aproximação com o Marxismo na década de 80 do século passado, há divisão entre o conhecimento ontológico com impossibilidade do conhecimento do ser e apregoando a teoria do conhecimento como ponto máximo da razão.
A Teoria passa a ser guia da realidade, que deve ser moldada a ela via as dimensões instrumentais com identidade que finalizaria em uma teoria aplicada. Com essa crendice os profissionais acreditavam ser agente de transformação sem efetivar o vínculo entre teoria e prática, num processo histórico dentro de uma sociedade capitalista; já demonstrava que a pós-modernidade construía espaço no Serviço Social.
A aproximação com a teoria crítica-dialética deu base para nos anos 90 aclaramento do conservadorismo, do totalitarismo, ortodoxia como dogmatismo e construção ontológica de reação ao conservadorismo, estruturando direção que considera o historicismo, a totalidade e a luta de classes; percebendo a sociedade civil como desencadeadora do movimento dialético que alimenta a leitura do concreto ao real.
A partir deste entendimento é nítida a “percepção da profissão como inserida na divisão socio técnica do trabalho capitalista e do seu objeto com sendo as diversas expressões da questão social” (SANTOS, 2007, p.79.)
Tem-se como dificuldade na compreensão da via pós-moderna no Serviço Social o questionamento que leva a invalidação da teoria crítica e todo acúmulo marxiniano ontológico pelo caminho da epistemologia. Neste movimento há esvaziamento da complexidade estrutural que produz as expressões da questão social para apreensão do objeto em si, sem o exercício do concreto pensado, limitando-se a singularidade localizada no tempo presente sem a conexão com o processo histórico e o movimento dialético do real.
O Conservadorismo e a Modernidade: Passaram?
Conservadorismo ou o que conserva, o retrógado, acomodado, antiliberal. Todos estes significados compõem a etimologia da palavra que precisamos decodificar para não cair nas armadilhas de um pensamento alvissareiro com raia de novidade.
Edmund Burke (1729-1797) que era inglês nascido na Irlanda, serviu ao parlamento como um político filosofo Whig, com influência do liberalismo clássico (Adam Smith, David Hume, John Locke, David Ricardo, Thomas Maltus, Voltaire, Montesquieu) com crença no livre mercado, no progresso e no utilitarismo. Apregoava a liberdade vigiada com a constituição inalterada das coisas, defensor da lei natural e opositor ao Iluminismo que considerava inspiração para Revolução Francesa.
A sociedade é complexa e a totalidade de suas partes são incompreensíveis no todo. A tradição e as instituições sociais são fruto do trabalho de muitas mentes por isso são fundamentais para alimentar o passado e embasar o futuro. Não há direitos naturais, a humanidade tem direitos construídos a partir de circunstâncias históricas incluindo a justiça entre os companheiros, ao fruto do trabalho e a individualidade onde cada um deve fazer o que puder separadamente.
As Reflexões, nesse sentido, não apresentam apenas a síntese dos interesses contrarrevolucionários de uma aristocracia golpeada. Constituem-se também em um manual antirrevolucionário, na medida em que constrói um quadro de referência ideológica e política elaborado como antítese da revolução insurrecional, aquela que funda uma nova sociabilidade por intermédio do “assalto ao céu”. Em seu lugar, prescreve um ideal e uma prática “revolucionária” de mudanças políticas e econômicas “pelo alto”, conduzidas pelos setores mais elevados das classes dominantes. (SOUZA, 2016, p.375)
Para Burke como bom Liberal, o Estado deve se manter afastado da economia pois prejudica os ricos sem fazer bem aos pobres, defendeu a liberdade de contrato e a não regulamentação do comércio. Tido pelos historiadores do pensamento político como o Pai do Conservadorismo que pertencia ao partido Whig que reunia tendências liberais com base em forças políticas inglesas e escocesas e contrapunha-se ao Tory que era partido de linha conservadora. É marcado pelo setor protestante com as correntes Calvinista-Presbiteriana.
A maioria dos conservadores da contemporaneidade tende, outra vez, a elevar as “paixões”, os “sentimentos”, as “intuições”, ao patamar de fonte verdadeira de conhecimentos, posto que são provenientes “das verdades profundas da alma humana” e, por isso, seriam mais “puras” que as conclusões eivadas pelo crivo “artificial” da razão e do método científico. Esse afastamento e essa “destruição da razão” (Lukács, 1972), tal como concebida pela modernidade, permitem situar Edmund Burke como um dos pioneiros do irracionalismo. O conservadorismo burkeano se particulariza, assim, no espectro mais amplo das ideologias conservadoras, como uma coletânea quixotesca de princípios aristocráticos, empunhados não apenas contra a revolução insurrecional, mas também contra quaisquer ideias progressistas oriundos da modernidade. (SOUZA, 2016, p.376)
Após a segunda guerra o Whig, partido de Burke, foi desfeito dando origem ao Labour Party (partido Trabalhista do Reino Unido que é um partido social-democrata de centro-esquerda. Um dos principais partidos que em 1997 elegeu Tony Blair como governo trabalhista) que lutavam a favor de um regime parlamentar e protestante.
Neste entendimento as transformações sociais, a ascensão da classe operaria e as lutas travadas no antagonismo entre capital e trabalho são vistas como momento de decadência e degradação que destroem a ordem estabelecida e as tradições construídas. A Revolução é vista como fanatismo e dogmatismo que quebram a ordem pacífica das mudanças que devem ser naturalmente implantas pelo status quo vigente.
O ordenamento social “corre perigo” segundo os conservadores, com a razão antropocêntrica embasada na ciência e nos direitos a liberdade e soberania popular. O irracionalismo é condão do conservadorismo como antítese da transformação social que funda novas formas de sociabilidade. O pensamento crítico histórico é tratado como anomia que deve ser reprimida.
Daí vem as origens do entendimento de normal e de patológico que dará base a Sociologia de Émile Durkhaim para conceber o “organismo social” que necessita de harmonia a partir da solidariedade orgânica.
A humanidade chega à construção dos ideais de Modernidade amparada pela ciência, na busca de quebrar com as fendas que separam os conhecimentos das naturezas e das humanidades. A lógica dialética apresenta a história como caminho condutor processual, vinculado a construção social da vida sem a separação entre a força social e os mecanismos naturais. O Conhecimento da totalidade passa a ser possível e necessário objetivando destrinchar os mecanismos materiais e as ilusões ideológicas que cercam a ciência na racionalidade e na irracionalidade como potência que encanta ainda hoje os modernos ou como diz Latour (1994, p. 41) “quem nunca foi obstinado pela distinção entre o racional e o irracional, entre falsos saberes e verdadeiras ciências, jamais foi moderno”.
Não estamos falando aqui da passagem da Modernidade com a proposição de um movimento pós-moderno que explicita a decepção com os prognósticos não alcançados pelo Iluminismo na Modernidade, estamos refletindo sobre uma reavaliação teórico-epistemológica pós-moderna, muito alardeada que tem suas bases no conhecimento conservador, que com entusiasmo se reinventa, sobretudo, para realizar adaptações e acomodações no mundo social contemporâneo. Há na mudança alardeada por este movimento, uma tentativa de manter o status kor da supremacia do atual sistema, como se verifica na disseminação do individualismo, da reestruturação produtiva que alija grandes massas dos meios de sobrevivência, na aniquilação dos recursos naturais e consequentemente do planeta e recentemente na tentativa de invasão do parlamento dos Estados Unidos da América, capitaneada por um dos representantes mais emblemáticos do conservadorismo planetário.
A fragmentação, a separação entre natureza e cultura, a explicação parcial a partir dos símbolos e da supremacia de um tipo de conhecimento que exercita a desvinculação do humano de seus processos históricos sociais na sua reprodução; é querer aprisionar o tempo, cindir o que já é visto na totalidade, é fragilizar a construção e o avanço para o Socialismo.
Nós pertencemos à natureza.
“ Assim a cada passo, os fatos recordam que nosso domínio sobre a natureza não se parece em nada com o domínio de um conquistador sobre o povo conquistado, que não é o domínio de alguém situado fora da natureza, mas que nós, por nossa carne, nosso sangue e nosso cérebro pertencemos à natureza, encontramo-nos em seu seio, e todo o nosso domínio sobre ela consiste em que, diferentemente dos demais seres, somos capazes de conhecer suas leis e aplicá-las de maneira adequada.” (ENGELS, 1876)
Pensar os graves problemas ecológicos na relação humanidade e natureza através de parâmetros plurais deve ser guia para entender que temos apenas um planeta para viver com diferentes sensibilidades; umas sendo nocivas e outras que vivem ou tentam viver em harmonia.
As sociedades antropocêntricas que colocaram na Modernidade o homem no centro do universo estabelecem relações que como afirma Engels (1876) conhecem as leis de dominação e com isso impactam o universo. O Antropocentrismo Especulativo questiona afinal qual é o lugar do humano na natureza?
Quais os discursos (dizer) e ações (fazer) estabelecidas diante da natureza? (Antropocentrismo Prático). A Natureza tem direitos e pode ser considerada um ente jurídico que precisa ser cuidado e respeitado?
No seu todo ou em dimensões limitadas destinadas há espécies e/ou ecossistemas raros que devem ser protegidas da sede predatória do sistema com base na “ética da terra” que considera o humano um cidadão que compõe a comunidade terrestre?
Há necessidade de complexificação (Antropocentrismo Especulativo) desta relação, onde o humano ocupa lugar privilegiado com diferentes entendimentos dentro do planeta, como na China onde a natureza é oposição em pares como dia e noite, frio e quente. A natureza é parte da existência como yin (condensação) e expansão (yang), o humano deve aprender e acomodar-se no processo desencadeado pela natureza atendendo as regras cósmicas, diferente do entendimento de natureza como matéria prima (madeira, arvores, climas, peixe, mel etc...) que circundam o humano a serviço de seu bem estar e enriquecimento.
No animismo africano o humano é um ser natural no meio de outros sem oposição e/ou imposição como proprietário. Na Cultura Islâmica a centralidade humana é acrescida por sentimentos pré-ecológicos de convivência e respeito, mas com domínio antropocêntrico.
No pensamento Antropocêntrico de filósofos e cientistas como René Descartes (filosofo, físico e matemático francês do séc. XVII, que acreditava ser a Física o conhecimento que cuidaria da vida e da saúde a partir do domínio e possessão da natureza), Benedict de Espinosa (Filosofo Racionalista Moderno do Séc XVII fundador do liberalismo político) e de Martin Heidegger (Filosofo Alemão do Séc. XX que contribuiu com as bases do Existencialismo) o primado é humano e não há sensibilidade para com outros seres. O Humano é o centro em torno do qual se organiza a totalidade do Ser e da relação que estabelece com outros humanos e os demais seres não tem lugar entre os Deuses (céu) e os mortais (terra), há presença da crítica ao humanismo cartesiano que comunga com a ideia de ser humano inserido na natureza.
Para Francis Bacon (filosofo do Sec. XVII considerado pai da ciência moderna) as ciências e as técnicas organizariam a utilização das ciências atenuando os males e insatisfação, criando e prolongando a vida, formatando novas espécies de plantas e remédios ampliando as fontes de prazer com diferentes possibilidades. Estas previsões cumpriram-se, diminuindo o império humano e expandindo a existência humana como força geofisiológica que interfere diretamente na manutenção da ecosfera.
O Humano deixa de ter a natureza como fundamento da ordem social. Para os Modernos a vida se constrói em torno das necessidades e benefícios da produção de bens diversos aferidos da natureza.
É preciso refletir sobre a solidão desta posição isolada no universo, onde o homem é a fonte dos valores propalados pela modernidade, é preciso reconhecer que os valores da natureza não foram criados por humanos, foram impostos a humanidade que pertence a natureza como afirma Engels (1876).
A vida humana com sua fragilidade, com as limitações objetivas, o equilíbrio da biosfera, o fundamento do humanismo moderno com o princípio de que a humanidade é origem e fim como assinala em 1789 a Declaração de Direitos do Homem. A natureza como matéria destinada a ser apropriada pelo homem com o poder de usar e abusar conforme o pensamento econômico clássico que vê a natureza como fonte prodigiosa e ilimitada de recursos. Este pensamento constitui base do conservadorismo liberal decantado na atualidade.
Jonh Clark, o ambientalista pós-moderno Wade Sikorski, Herbert Marcuse e seu Eros de civilização, Justus Van Liebig (químico especializado em agricultura), Malthus, David Ricardo, Jean Paul Deléage, William Petty, Barry Commoner, George Perkins Marsh (criador do movimento de conservação da natureza) se dividem entre o paradigma da humanidade no centro (como predadora, produtivista, machine learning que utiliza para desenvolvimento o mito de Promoteu consumista, desenvolvimentista) e o paradigma que entende a humanidade como fazendo parte da natureza em afinidade construída a partir das relações de produção e de seu desenvolvimento numa crescente busca por respeito do homem em relação a Gaia.
Há ainda o Paradigma que não acredita ser esta relação possível e a cosmologia dos povos originários que apregoam sermos apenas uma frágil parte do cosmo que vive sobre a benevolência das forças que o governam.
“Ainda assim Marx e Engels foram incomuns na ênfase que deram às condições naturais da produção e no reconhecimento do fato de que uma economia sustentável exigia uma relação sustentável com a natureza, em base global. Nesse sentido, os limites naturais constituíram uma parte muito importante do argumento de ambos” (FOSTER, 1999, p.169).
A ideia de cuidado com a natureza aparece em Marx, Engels e Marsh (criador do movimento de conservação da natureza) como alerta para o futuro das gerações quando apresentam os grandes desastres já evidenciados em seu tempo como a desarborização das colinas pelo Povo Maia, para fins agrícola, a pressão demográfica na Ilha de Pascoa (dez mil habitantes para ocupação de 165 quilômetros quadrados) que derrotou o ecossistema esgotando os recursos da Ilha. A sustentabilidade é a esperança onde não haja exploração da força de trabalho e como consequência da natureza.
No coadunar das publicações de Marx, Engels (O Capital, 1867) e Marsh (Man and Nature 1864, que é considerado manual sobre extermínio da flora e fauna) encontramos as ideias questionadora da relação estabelecida entre humanos e natureza.
E a razão desse fato é que, embora Marchal fosse o principal defensor do verde/ecologista de seu tempo, coube a Marx e Engels compreender mais profundamente as condições históricas subjacentes a tal destruição ecológica no século XX. Realmente, uma vez as origens da crise ambiental global devem ser buscadas não na natureza, mas na sociedade, Marx e Engels podem ter muito mais a ensinar hoje sobre o que é necessário para resolver o problema ecológico (FOSTER, 1999 p. 172)
Nas ciências contemporâneas ecológicas busca-se romper com o antropocentrismo conforme entendimento das alianças estabelecidas entre humano e natureza cultuado desde os aborígenes australianos até os defensores da dialética marxista, onde o humano marcou seu lugar crendo que a natureza determina os fins inerente ao entendimento das intervenções que sofre.
A Questão Ambiental e as Lutas Sociais, pelo caminho percorrido até aqui, fica claro que a relação com a natureza vem sendo construída com diferentes entendimentos, muito antes da atual contestação pós-moderna da metanarrativa do Iluminismo (FOSTER, 1999).
Os movimentos dos povos originários e das comunidades tradicionais com posicionamentos diferenciados do Estado e sua máquina de controle da relação entre humanos e natureza, se evidenciam a partir da década de 1960 do século XX em obras como “A Primavera Silenciosa” (CARSON, 1962), e outros trabalhos de Rachel Carson (1962), Ehrlich tratando da questão populacional (1971), nos poemas de Gray Snyder – o poeta verde – para quem as arvores, e as águas eram classes tão exploradas como o proletariado, Barry Commoner (1971) que responsabilizava a tecnologia moderna pela crise ambiental e a “contracultura fortalecida na década de 60 marcando a constituição de movimentos contestadores que abalizam a necessidade de revisão na relação humana com a natureza e apropriação dos seus expedientes.
No século XXI passam a ser utilizados termos como crise ambiental (MUNIZ, 2009), crise civilizatória (LEEF, 2006) oriundos dos impactos da forma de exploração dos recursos naturais.
Entre as décadas de 60 a 90 do século XX a União Internacional para Conservação da Natureza (UICN- 1948) cria fundo próprio (Fundo Mundial para a Natureza –WWF) e estabelece parâmetros internacionais para tratamento da natureza com regulações como a que estabelece a comissão de Parques Nacionais e Áreas Protegidas para promoção, monitoramento e orientação de manejo destas áreas em 1960.
A questão ambiental galgou repercussão global a partir de 1972, com a Conferência Mundial na Cidade de Estocolmo sobre o Meio Ambiente Humano, promovida pela organização das Nações Unidas (ONU) que atendeu solicitação da Suécia que já vivia a chuva ácida no Mar Báltico. A dimensão globalizante do problema ambiental foi deflagrada com a certeza de que a solução para este tipo de dificuldade implica em negociações que ultrapassam fronteiras e a ideia vigente de soberania nacional não se restringe apenas a questão ecológica, mas antes envolve diferentes dimensões com a necessidade de análise socioambiental com abordagem interdisciplinar, dialogando com diferentes aspectos sociais, políticos, econômicos, culturais, biológicos e físicos aos processos de causa, efeito e interdependência.
Essa articulação entre diferentes abordagens é tratada na Ecologia Cultural com Leslie White (1943,1949), Julian Steward (1953,1955), V. Gordon Childe (1942), Davi Kopenawa e Bruce Albert (2015), Ailton Krenk (2019). Na Economia Política com Wallerstein (1976), Gunder Frank (1967), Schneider & Scheneider (1976), Hart (1982) e na Ecologia Política com Bertran de Jouvenel (1957), Eric Wilf (1972) e com Paul Little (2001,2004,2006).
Todo arcabouço teórico criado nas academias subvenciona ações e documentos como o Programa para o meio Ambiente das Nações Unidas, a Convenção sobre zonas húmidas em 1975, a Carta Mundial para a Natureza em 1982 e a Convenção sobre diversidade biológica que é discutida e adaptada aos países membros na Rio de 1992.
No Serviço Social brasileiro a Associação Brasileira de Ensino e Pesquisa em Serviço Social vem desde 2010 buscando mapear o conhecimento construído nessa área temática através do Grupo de Trabalho e Pesquisa: Questão Agraria, Urbana, Ambiental e Serviço Social tendo como uma de suas metas construir aproximação entre os pesquisadores e as organizações populares e movimentos socias no sentido de fortalecer a formação de futuros profissionais para a construção de conhecimento, entendimento e proposição interventiva na relação entre a sociedade e o ambiente. Como desafio a ser destacado entre muitos pelo GT, a atualização permanente do estado da arte da área temática, ampliando para a interface com as demais.
A temática ambiental desenvolvida por grupos cadastrados na plataforma do CNPq demonstra que os temas referentes à questão agrária, ambiental e urbana (incluindo a ênfase na habitação) estão presentes em todas as regiões do país, com exceção da região Centro Oeste, onde não foi encontrado registro de grupo de pesquisa nas temáticas agrária e urbana. A temática agrária aparece com maior número de grupos de pesquisa (09), na Região Nordeste, seguido da Região Sudeste (08 Grupos). A temática ambiental se destaca nas regiões Norte e Nordeste com 08 grupos de pesquisa, cada Região. (ABEPSS - Relatório GTP Questão Agrária, Urbana, Ambiental e Serviço Social Gestão 2017-2018).
É inevitável e crescente a complexidade da vida humana e a sua fantástica improbabilidade de permanência na Terra como receptáculo destinado a acolher nossa espécie. Hoje o entendimento é antrópico, onde é fundamental reconhecer que o universo é finito, frágil, transitório e precisa de proteção.
Os direitos fundamentais a liberdade e à segurança na sua universalidade, incluem o direito individual e o difuso, o direito das gerações atuais e futuras ao ambiente habitável, o que implica em entender a terra e todos os elementos naturais como parte da vida humana.
Seria um erro ver a solução do problema ecológico como a de rejeitar a modernidade em nome da alguma abstrata e amorfa “pós-modernidade”, rejeitando, ao mesmo tempo, as correntes de pensamento que proporcionam uma crítica sistemática ao capitalismo. Em vez disso, temos que reconhecer que é necessário lutarmos com a modernidade capitalista – e transformá-la. Uma vez que a destruição do mundo vivo como o conhecemos é, se não fizermos alguma coisa, certa, a grande massa da humanidade nada tem a perder, exceto seus grilhões. Ela tem um planeta a salvar (FOSTER, 1999 p,173).
Conclusiones:
Será que o mundo que começou sem a humanidade terminará sem ela como afirma Lévi-Strauss. As diferentes maneiras de estabelecer relação com a natureza e os graves problemas ecológicos não podem ser fragmentados e desvinculados do processo histórico que criou a propriedade privada e a necessidade do consumo sem limites.
Observa-se na linha do tempo que esta forma de organizar a reprodução social se exaure, é preciso urgentemente construir processos revolucionários onde humanidade e ambiente componham a vida e não a morte. O poder da humanidade em relação a utilização da natureza é centralizado e vem diminuindo, pois, a exploração das massas humanas que retiravam da natureza seu sustento vendendo sua força de trabalho, não é mais utilizada.
Afinal qual é o papel do humano na natureza, já que sabemos hoje que a terra é um organismo vivo que existe independente de nós e na atualidade não gera grandes massas de empregos para reprodução da classe que vive do trabalho. O extermínio do planeta está concentrado na mão de uma elite que não consegue mais gerenciar sua exploração.
A terra como sistema vivo tem autorregulação e nos diz que não somos privilegiados e sim, que somos apenas mais uma espécie entre outras que habitam um planeta próprio para a vida, que não apenas a humana, que pode ter fim.
Bibliografía:
ABEPSS. Relatório GTP Questão Agrária, Urbana, Ambiental e Serviço Social Gestão 2017-2018. Brasília: ABEPSS, 2018.
BOUR, Dominique. Modernidade e natureza in: Os Sentimentos da Natureza. Lisboa, Livraria Clássica, 1997.
BURKE, Edmund. Reflexões sobre a revolução na França. Tradução José Miguel Nanni Soares. São Paulo: Edipro, 2014.
ENGELS, Friedrich. Sobre o papel do trabalho na transformação do macaco em homem. Phoenix, Rocket Edition, 1999.
FOSTER, John Bellamy. Marx e o meio ambiente. In: Em defesa da História Marxismo e pós-modernismo.Org. WOOD, Ellen Meiksins e FOSTER, John Bellamy. Rio de Janeiro, Jorge Zahar Editor, 1999
HARDT, Michael e NEGRI, Antônio. Império. 2ª ed. Rio de Janeiro: Record, 2001. Trad. Berilo Vargas.
HORKHEIMER, M. Teoria Tradicional e teoria crítica. In: Benjamin, W. et al. Textos Escolhidos. São Paulo: Abril, 1975. Coleção: Os Pensadores.
LATOUR, Bruno. Jamais fomos modernos. Trd. Carlos Irineu da Costa. Rio de Janeiro, editora 34, 1994.
LÉVI-STRAUSS, Claude. Tristes Trópicos. Paris: Plon, 1955.
LOVELOCK, James. Gaia the practical science of planetary medicine. Londre: Gaia book limited, 1991.
NETTO, José Paulo. De como não ler Marx ou o Marx de Sousa Santos. In: _______. Marxismo impenitente: contribuição à história das ideias marxistas. São Paulo: Cortez, 2004. pp. 223-241.
SANTOS, Josiane Soares. Neoconservadorismo pós-moderno e Serviço Social brasileiro. São Paulo: Cortez, 2007 (Coleção questões da nossa época) pp.72-118.
SILVEIRA. Adilson Aquino. A cultura pós-moderna no Serviço Social em tempos de crise. Temporalis, Brasília (DF), ano 16, n, 31, jan/jun. 2016. pp. 167-187.
SOUZA, Jamerson Murillo Anunciação de. Edmund Burke e a gênese conservadorismo. Revista Serviço Social e Sociedade, nº 126. São Paulo, Cortez, p. 360 -377, maio/ago. 2016
Palabras clave:
Conservadorismo. Conservacionismo. Serviço social