Justificación del Panel:
La pandemia de COVID-19 en América Latina y el Caribe ha puesto en evidencia el carácter estructural de las desigualdades. Para Alvaro García Linera (2021), se trata de cuatro crisis que se retroalimentan: una crisis médica, una crisis económica, una crisis ambiental y una crisis política. Las asimetrías existentes potenciadas desde modelos económicos neoliberales y globalizantes, repercuten en la estructura social de las culturas, específicamente desde la falta de soporte y seguridad en el empleo, en la falta de oportunidades educativas, en sistemas de salud deficientes que no logran dar el mínimo de cobertura a la población más necesitada, en el incremento de la violencia, las desigualdades, la pobreza y la exclusión social.La situación generalizada demarcada por la pandemia ha traído complejas dinámicas que se empalman con la desigualdad ya experimentada por diversos grupos sociales. Se trata de una realidad desoladora que ninguna política podrá superar en tanto no se construyan estrategias más justas y encaminadas a la búsqueda de mayor igualdad. Por lo que un modelo que tiene como principio el enriquecimiento y aumento de capital a partir de la explotación, no será la salida. Hemos llegado a un punto de desigualdad social y tensión entre las economías, que difícilmente cerrará la brecha de estas injusticias que continúan amortiguando las mujeres desde su participación en el cuidado y administración del gasto familiar (OPS, 2019). Estos trabajos de cuidados En este período los movimientos sociales continuaron con sus resistencias y y tuvieron el desafío de sostener la movilización social en la virtualidad, a pesar de la brecha digital y la imposibilidad de garantizar un acceso igualitario a internet a todas las personas. En este contexto la valoración de los trabajos de cuidado tuvieron un incremento crucial. Buena parte de la vida en contexto de pandemia ha venido sucediendo en los hogares. Los trabajos domésticos, gratuitos y voluntarios, realizados mayoritariamente por las mujeres, se intensificaron y resultaron imprescindibles. Esto sin dudas tuvo “…consecuencias de género relevantes para la condición de las mujeres en la sociedad porque, cuando ellas son las principales proveedoras del bienestar, deben excluirse del mercado laboral o enfrentar mayores dificultades que sus pares masculinos para conciliar trabajo productivo y reproductivo (Batthyány, K., 2021). Lo que por otra parte impacta considerablemente en el bienestar de las familias y las relaciones entre sus miembros.En este panel nos proponemos contribuir al análisis de las Desigualdades y exclusión social en contextos de pandemia, y destacar el rol de los Movimientos sociales y los nuevos retos y desafíos en América latina y el Caribe.