El territorio contemporáneo está definido por los antecedentes históricos, los saberes y la habitabilidad que este brinda a sus pobladores; asimismo, por la especulación financiera y la industria de la vivienda. En particular, estos dos últimos fenómenos económicos están generando un acelerado proceso de reconfiguración territorial e identitaria en dos espacios rururbanos de la periferia norte de Mérida, Yucatán. Una forma de habitar el territorio se puede comprender como el resultado de las acciones individuales y colectivas en el campo social que perduran a través del tiempo; Pierre Bourdieu (2008) lo denominó como el habitus, que se puede sintetizar como las reglas, maneras y normas explícitas que buscan asegurar que las acciones individuales se adecúen a las comunitarias. En esta investigación doctoral en desarrollo, se pretende analizar los significados en las narrativas que inciden en la reconfiguración socioespacial e identitaria de dos poblaciones rurales de la periferia norte de Mérida, en el marco de su rururbanización y derivado de un proceso de expansión urbana acelerada. Así, se busca responder: ¿qué significados se construyen en la alteridad entre los habitantes originarios y los nuevos habitantes de las comisarías de Santa Gertrudis Copó y Temozón Norte? Para esto se consideran las narrativas de estos grupos como sistemas de significación que emergen desde estructuras con relaciones históricas, políticas, económicas y de poder. El fenómeno descrito está acompañado por una imagen idílica sobre el estado de Yucatán y Mérida, su capital. Lo anterior, derivado de las narrativas gubernamentales, turísticas y de seguridad pública, así como de las estrategias de comercialización y comunicación de la industria inmobiliaria. Se buscará que los resultados de la investigación respondan los cuestionamientos en cuanto a las reconfiguraciones territorial e identitaria, así como de las formas de habitar los territorios en proceso de rururbanización.
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Proceso de Gentrificación y Disputas cotidianas en la ciudad un recorrido espacial en la mirada a la relación centro-periferia en Ibagué-Tolima.
Los procesos de gentrificación y segregación socioespacial en la actualidad se convierten en temas centrales para los estudios urbanos en las diferentes disciplinas de las ciencias sociales. En el caso particular de esta ponencia producto de un ejercicio etnográfico, específicamente haciendo uso de las cartografías urbanas como herramienta para la recolección de información, caminando la ciudad de Ibagué desde el mes de octubre del año 2021 hasta el mes de marzo del 2022; acompañadas por la orientación conceptual y las ideas de sendas descritas por Kevin Lynch (1960), desde el centro histórico político-administrativo de la ciudad en mención, hasta la periferia de los barrios populares Belén, 20 de julio y Alaska de la misma, busca describir las transformaciones urbanas producto de la agudización de contradicciones marcadas, no sólo por el capital, sino también por los procesos de reconfiguración y organización autogestionada de la población en la ciudad.
La gentrificación propiciada por las expresiones del mercado inmobiliario, la construcción de torreones habitacionales y otras formas de mercantilización de la ciudad pensada para la clase privilegiada, sumado a la influencia de las políticas de instrumentalización de la oferta cultural en el proceso de densificación urbana y el aumento del rebusque mercantil para la supervivencia humana (trabajo informal) son objeto de las discusiones de este escrito.
Para el caso de Ibagué el problema de la gentrificación y la segregación socio espacial, puede ser objeto de análisis empírico y teórico con el fin de influir tanto en la discusión crítica acerca de las ineficiencias de la política pública de vivienda, para buscar una posible propuesta que permita pensar el cómo generar rutas para la producción social del espacio y la cultura en la construcción de la ciudad como territorio en disputa para de los residentes ibaguereños, quienes desde sus diversas actividades las dinámicas de movilidad, comercio, economía y mercado en una ciudad como Ibagué.
Introducción:
El presente documento es producto de un ejercicio etnográfico, específicamente etnografía y cartografías urbanas, realizado durante el periodo en curso y ejecución de la cátedra electiva Estudios Urbanos de la Universidad del Tolima, así como recorridos realizados caminando la ciudad de Ibagué desde el mes de octubre del año 2021 hasta el mes de marzo del año 2022; particularmente, sendas siguiendo a Kevin Lynch (1960), abordadas desde el centro histórico, político-administrativo hasta la periferia de los barrios populares Belén, 20 de julio y Alaska. Dentro de las rutas de observación se tienen en cuenta, de forma sucinta, la gentrificación propiciada por las expresiones del mercado inmobiliario, los torreones de Belén, torreones de Irazú entre otros, así como también las impulsadas por el auge de las políticas de mercantilización e instrumentalización de la oferta cultural; igualmente, el proceso de densificación urbana desde la lógica del rebusque mercantil para la supervivencia humana. Para ello, se mantendrá una relación teórica férrea con la teoría de la producción del espacio y la producción en el espacio propuesta por Henri Lefebvre (1974), y los postulados de David Harvey (2012) sobre la condición de la cultura en la apropiación del espacio urbano en las dinámicas de la ciudad.
Enfáticamente esta exploración desde la etnografía, pretende mapear la expresión de la gentrificación de la zona recorrida; así como poder relacionar desde el ejercicio empírico la discusión del espacio y la cultura en la construcción de la ciudad como territorio en disputa por parte de los residentes ibaguereños, una manifestación de las contradicciones entre la dirigencia política que planifica, piensa y percibe el territorio desde el escritorio y los residentes de la periferia aledaña al centro histórico administrativo, quienes son en esencia los que sostiene con sus diversas actividades las dinámicas de movilidad, comercio, economía y mercado en una ciudad como Ibagué.
Desarrollo:
Desarrollo (encuadre teórico-metodológico y análisis de la información.)
Un esbozo necesario sobre la cartografía urbana
En el proceso de estudio de la ciudad y de las formaciones urbanas a lo largo de la historia se ha mantenido un alto hincapié en el análisis de su forma urbanística y arquitectónica; así mismo, desde postulados sociológicos, geográficos, históricos y antropológicos, sobre todo desde la concepción de la ciudad moderna, se ha vuelto importante analizar las relaciones socioespaciales de reproducción y producción de la vida social tanto en el componente de vida natural como el componente de la vida cultural[1].
Así el estudio desde las cartografías especialmente las urbanas o del contexto de lo urbano en una ciudad, permite aterrizar realidades observadas en ambientes socioespaciales específicos. Sin embargo, cotidianamente cuando se hace referencia a una cartografía se asocia inmediatamente a la generación de mapas; pero autoras como Suárez y Hernández (2021), señalan que una cartografía no se agota ni es sinónimo de un mapa. Sino que:
Es una forma de comprensión del mundo, una ciencia de la producción y de la composición que tiene dos funciones básicas: un elemento de orientación y un elemento de poder, donde se entrecruzan elementos técnicos, sociales, estéticos, culturales, políticos y económicos (Suárez y Hernández, 2021, p.1)
La anterior cita, permite inferir que el uso de la cartografía tiene implicaciones más profundas en el ámbito de la lectura del territorio desde una concepción holística. Es así, como desde el ejercicio propuesto el recorrido de sendas, siguiendo ideas de Lynch (1960) permite trazar rutas de observación para la dinámica urbana, la morfología y los movimientos y ritmos del mercado (Suarez y Hernández 2021), así como también documentar y analizar variables cualitativas-cuantitativas presentes en la conformación urbana y en la representación del territorio, en este caso, en el contexto urbano de la ciudad de Ibagué.
Decía el filósofo polaco Alfred Korzybsk (1958) “el mapa no es el territorio” (p.58) frase totalmente valida, puesto que desde la óptica de quién mapea el territorio, es más que el reflejo mismo del límite, es la construcción a pie del investigador, geógrafo, etnógrafo, sociólogo o cualquiera que despierte la imaginación por transitar, recorrer y mirar con los lentes de la vida la formación y producción social de éste.
Es aquí donde cobra valor el esfuerzo de imaginar la cartografía y de cierta manera elaborarla, o por lo menos, quizás, esbozarla de manera sencilla. Rodríguez (2014), señala precisamente que:
La cartografía, como interpretación gráfica del mundo, ha sido durante la historia de la humanidad un instrumento de ubicación, narración y explicación del entorno, desde la primera tablilla de arcilla hallada con la descripción de un mapa de Babilonia que data del siglo VI a.C., hasta la gran base de datos de Google Maps, los mapas han sido un reflejo de la historia y del momento; su evolución como pieza gráfica ha tenido la función de informar e ilustrar a las personas sobre su entorno y su ubicación en el espacio. (Rodríguez, 2014: 35)
Sin embargo, se hace necesario recalcar que estas herramientas actualmente no son bien aprovechadas en algunas de las ciencias sociales que las desconocen o tienen muy poca relación interdisciplinar, en este caso con la geografía. En fin, lo que se intenta destacar es que la cartografía hoy por hoy sigue siendo una herramienta de vital importancia para la producción de información, así como una apuesta metodológica para la elaboración de conocimiento empírico contextualizado y más aún situado en condiciones espaciotemporales específicas.
Figura 1: Ibagué y sectores del recorrido Belén, Alaska y 20 de Julio
Fuente: Google earth. Imágenes 22/03/2022
La anterior figura, muestra el uso de la herramienta satelital para mapear el contexto del recorrido urbano planteado, su uso es con la intención de reconocer los espacios y lugares claves transitados.
Los aportes de Kevin Lynch a la lectura de la ciudad
Kevin Lynch (1960) elaboró una manera de comprender las dinámicas propias de la ciudad desde la percepción y la observación con todos los sentidos del cuerpo humano. Resulta interesante la forma como el autor anuncia la posibilidad de interactuar en la construcción del territorio y sus entornos generales, tanto naturales como artificiales. Lynch señala que:
Nada se experimenta en sí mismo sino siempre en relación con sus contornos, con las secuencias de acontecimientos que llevan a ello y con el recuerdo de experiencias anteriores. Así establecemos vínculos con partes de la ciudad y su imagen está embebida de recuerdos y significados. No somos solo espectadores sino actores que compartimos el escenario con todos los demás participantes. Nuestra percepción del medio ambiente no es continua, sino parcial y fragmentaria. Casi todos los sentidos entran en acción y la imagen es realmente una combinación de todos ellos. (Lynch, K 1960: p 23)
Es decir, somos parte central de la génesis y composición, tanto de la cultura urbana, como del funcionamiento estructural del sistema social en la complejidad de una ciudad o contexto urbano. Para esta lectura de la ciudad, Lynch elabora un conjunto de descriptores a los cuales dotará de sentido y significado para construir esa imagen sobre la ciudad. Son ellos:
Las sendas: para fraseando a Lynch(1960) entendía como un conjunto de conductas que le observador sigue e interioriza, que luego pasan a ser parte de su referente cotidiano en el día a día (las calles, los parques, un mural, una zona común de tránsito) Adicionalmente, estas sendas están dotadas de sentido, puesto que son producto de la interacción con el entorno del observador, siendo así, se tienen en cuenta los componentes arquitectónicos y de fachada del lugar por donde se transita, las distancias, los niveles de escala entiendo o según el alto o el ancho de un referente( un edificio por ejemplo) e igualmente, la recurrencia con la que se encuentran aspectos recurrentes en los recorridos ( la red de patrones similares en el paisaje) (p.64)
Otro de los componentes propuestos por Lynch (1960) son Los bordes, estos son:
Elementos lineales que el observador no usa o no considera sendas. Son los límites entre dos fases o rupturas lineales de la continuidad. Por ejemplo: playas, cruces de ferrocarril, bordes de desarrollo, muros. Constituyen referencias laterales y no ejes coordinados ; son vallas más o menos penetrables que separan una región de otra; o suturas, líneas según las cuales se relacionan o unen dos regiones. (Lynch, 960:79)
Los bordes serían entonces, para el observador aquellos elementos visualmente prominentes, y que hacen parte a ese conjunto de referencias inamovibles en el marco de la construcción de una imagen urbana y de una senda. Componentes claves también son, Los barrios, distritos y limites, Lynch va a señalar que
Son las secciones de la ciudad cuyas dimensiones oscilan entre medianas y grandes. Concebidas como de un alcance bidimensional en el que el observador “entra” en su seno mentalmente y son reconocibles como si tuvieran un carácter común que los identifica. (Lynch,1960:84)
La anterior cita nos muestra, ese aspecto central en la imagen de la ciudad para el observador. Partiendo de ello, es necesario mencionar, otro tipo de punto de referencia Los mojones, a estos no sólo se les da reconocimiento en el ámbito georreferencial y geográfico en los sistemas de información geográfica (SIG), sino, que, más bien para Lynch estos asumen una condición particular de referencia en el entorno urbano observado (la ciudad).
Algunos mojones están distantes y es característico que se los vea desde muchos ángulos y distancias por arriba de la cúspide de elementos más pequeños y que se los utiliza como referencias radiales: formas aisladas, cúpulas de iglesias, colinas. Otros mojones locales, siendo visibles en localidades restringidas y desde determinados accesos: letreros, frentes de tiendas, árboles, detalles de mobiliario urbano. Son claves de identidad a inclusive de estructuras usadas frecuentemente y se confía cada vez más en ellas a medida que el trayecto se hace familiar. La característica física clave es la singularidad, un aspecto que es único o memorable en el contexto (Lynch,1960:98)
Sobre la particularidad de este recurso en Lynch (1960) y a consideración de quién suscribe el núcleo clave en lo propuesto es el nodo, este es el punto clave de ubicación geoespacial en los recorridos por la ciudad o por lo menos es lo que más se tuvo en cuenta en el marco de esta propuesta. Puesto que el recorrido de las plazas y parques claves de los territorios mencionados son lo que permitió enriquecer el acercamiento a esta investigación exploratoria aun en proceso de desarrollo. Frente a ello, el autor señala
Son los puntos estratégicos de la ciudad a los que puede ingresar un observador y constituyen focos intensivos de los que parte o a los que se encamina = confluencias, sitios de una ruptura en el transporte, un cruce o una convergencia de sendas, momentos de paso de una estructura a otra o concentraciones/ condensaciones de determinado uso o carácter físico (esquina donde se reúne la gente, una plaza cercada, etc.) (Lynch,1960:91)
Todo lo anteriormente relacionado, ha permitido comprender que Las sendas, entendidas como la ruta y el trazo recorrido por un actor social en su actividad de movilización y desplazamiento es un ejercicio empírico de etnografía urbana, pues en esta lo que lo rodea, por donde transita, se mueve, corre o juega, lo está condicionando a interactuar directamente con un conjunto de aspectos particulares; como por ejemplo, los olores de la vegetación o la polución de los vehículos, el ruido ambiente de los automóviles u otros; así como el posible canto de las aves, la radio o el hablar de los demás transeúntes. Así como también, a observar, quienes pueden hacerlos, desde el uso de la vista los grafitis, anuncios, publicidad, pancartas, murales, carteles, y demás objetos. De Igual manera, otros perciben desde el tacto, el ambiente corporal en el transporte público, en la calle, el parque, la acera o el escenario deportivo o el espacio de esparcimiento, principalmente de uso público.
He aquí, donde Lynch, acierta en diseñar su sistema de sendas pensando en ciudades y ambientes urbanos para la gente. Una lógica que recrea centenares de imágenes particulares en una ciudad o centro poblado con características urbanas. Cada una de estas imágenes, coincide con la propia y única forma de identificación y a la vez de identidad de los agentes. Por ello, se considera que la construcción del territorio y de la imagen de este en la ciudad es producto de la interacción de todos los sentidos con la realidad material, física y natural del ambiente, de esta manera el ejercicio de sendas anunciado en líneas anteriores compromete una mirada particular de un caminante de la ciudad, con curiosidad por explorarla en su magnitud, como un cosmos con centenares de interpretaciones posibles.
De la producción social del espacio a la producción social en el espacio: espacio social urbano y comercio informal en Ibagué.
De alguna manera los éxodos campesinos ocurridos entre la tercera y hasta la sexta década del siglo XX, reflejaron la reedición de la existencia de un “ejército de reserva”, propio de las dinámicas capitalistas en procesos de modernización rural y ascenso urbano, con un fuerte proceso de industrialización que se dio solo para algunas ciudades colombianas. Sin embargo, en la mayoría de los casos su destino no fue la ocupación industrial, sino la construcción y los servicios formales y la informalidad urbana. Los éxodos contemporáneos llegan a ciudades en pleno proceso de desindustrialización y de aumento creciente de la informalidad, en las que la actividad edificadora, si bien puede aparecer como sostenida y aún creciente, se constituye en la ocupación coyuntural de mayor accesibilidad para el que llega a la urbe, generalmente es mal paga y es la que más ocupa a la población inmigrante (Ibagué como vamos, 2020).
Pero la ciudad contemporánea es también un escenario de crecimiento de unos sectores de clases medias, absorbidos por la cultura consumista obsesiva, propia de los tiempos de la globalización, por ahora mayormente insensible a las tragedias humanitarias que afectan a la población que deambula por su territorio tratando de asentarse y adquirir su derecho a existir también en ella. El capital, en cambio, fiel a su ética y a sus principios, no discrimina a la población que llega a la ciudad y más bien, trata por todos los medios a su alcance, de proveer alternativas que le permita convertirla en parte de su activo consumidor, de su clientela. Todos a una, los actores del mercado capitalista acuden solícitos a ofrecer sus buenos servicios al necesitado. Ninguno de estos servicios, por supuesto, de manera gratuita ni desinteresada. Como se ha expresado en Espinosa y Martínez (2022: 7):
- si lo que buscan es un lote para construir sus cambuches y después su vivienda, se le tienen
lotes en predios propios del ejercicio de la “urbanización pirata”, es decir, sin servicios
públicos, ni vías, ni obras de urbanismo;
- si lo que buscan es una opción de vivienda, se la ofrecen, construidas por poderosos grupos
inmobiliarios y financieros, con la benevolencia del Gobierno, las soluciones de vivienda
de interés prioritario - VIP, a las cuales por supuesto solo puede acceder una ínfima parte
de quienes no poseen vivienda;
- como requieren acceso a los servicios sociales básicos de salud y educación, se los
incorpora relativamente rápido al conjunto de nuevas “leyes para pobres”, propios de los
estados liberales y neoliberales, que reeditan las similares que fueron creadas por el
gobierno liberal inglés ya desde el siglo XVIII (SISBEN, Colombia Joven, Familias en
Acción, etc., etc.);
- como llegan, la inmensa mayoría, con toda clase de necesidades, los monstruosos
mercaderes del agio y la usura, pronto los encierran en las peligrosísimas redes del
préstamo “gota a gota”, con el cual se mueve el comercio informal y del rebusque. La
esquilmación desalmada de estos contingentes pobres se hace a la luz y conocimiento de
autoridades civiles y de seguridad, que de esta manera se convierten en cómplices de la
injusticia;
- para terminar, las mafias del microtráfico no tardan en poner sus ojos y sus afiladas garras sobre la población infantil y juvenil que abarrota las ciudades, forzando en muchos casos su adición a todo tipo de sustancias y a la reedición de su negocio criminal y altísimamente rentable en el conjunto de la economía urbana capitalista.
Es así como el desarrollo de la producción social de los espacios en las zonas céntricas se desplaza a la periferia, a la ladera, incluso los corredores de las calles y andenes, todos son objeto de cada uno de los matices mencionados. Para mayor precisión teórica Lefebvre (1974) señala que la producción del especio es producto de las contracciones entre la relación de las formas de producción del modelo de vida social determinadas por la superestructura y las relaciones de la estructura, esta última, en definitiva, donde se soportan los vestigios de la lucha por la existencia en el espacio. Siguiendo un poco la línea del mismo autor la producción en el espacio ha de estar en el marco de las mismas formas de producción y reproducción de la vida de los agentes en dichos espacios; es decir, la dinámica económica, cultural, social, incluso política.
Lefebvre consecuentemente en su obra la producción del espacio, trato de demostrar que:
Para la organización del espacio en connotación centralizada y concentrada sirve a la vez al poder político; así como a la producción material, optimizando los beneficios. Las clases sociales se invierten y mudan en la jerarquización de los espacios ocupados (Lefebvre, 1964: 60).
La anterior cita, no es más que la validación de lo que se expondrán en las siguientes imágenes, sobre el cómo los espacios, y a su vez los lugares, productos de la transformación de la dinámica del capital, como se ha venido tratando de explicar, son objeto de disputa, en esencia disputa de clase.
Las imágenes que se muestran enseguida tienen la intención de ilustrar como la mutación descrita por Lefevre, producto de la intervención humana, puede identificarse en diferentes sectores del centro de la ciudad de Ibagué y en este caso, una acción desde la administración municipal, se propone proyectar mayor apropiación y posibilidad de identificación de las ciudadanías con el espacio urbano del parque.
Figura 2: Parque de Belén antes Fuente: Google earth. Imágenes 22/03/2022
Figura 3: Parque de Belén actual Fuente: Martínez, 13/03/2022
La intervención del parque, al cual se sustraen elementos naturales anteriores para ampliar áreas de circulación y se incorporan equipamientos para prácticas de cultura física, también operaron sobre la necesidad de transformar la percepción ciudadana de inseguridad, oscuridad y temor por confluir al mismo durante algunas horas del día o de la noche. Así, el parque se transformó efectivamente para transmitir sensaciones como amplitud, mayor posibilidad de circulación, multi-utilidad, mayor visibilidad, entre otras.
Figura 4: ocupación y uso social del espacio urbano del parque Belén
Fuente: Martínez, 20/03/2022
Figura 5: Ocupación y expresiones de producción en el espacio urbano del parque Belén.
Fuente: Martínez, 20/03/2022.
El uso anteriormente expuesto mediante la fotografía permite inferir algunas de las formas cotidianas propias del cómo se va construyendo y produciendo en el espacio; sin embargo, desde la óptica empírica de quién suscribe es necesario mencionar que las expresiones más comunes no sólo significan una apuesta por parte de los de a pie[2] para rebuscarse la vida, sino también, una construcción de tiempo que les ha permitido generar apuestas particulares de identificación con este espacio urbano y a su vez lo ven y visionan como parte de su territorio . Lo anterior siguiendo un poco lo que menciona Giménez:
se entiende por territorio el espacio apropiado por un grupo social para asegurar su reproducción y la satisfacción de sus necesidades vitales, que pueden ser materiales o simbólicos. Así, el espacio sería una porción cualquiera de la superficie terrestre considerada antecedentemente a toda representación y a toda práctica. El proceso de apropiación sería entonces consubstancial al territorio (Giménez, G, 2005: 8-9).
Se ha de considerar y debatir, si las personas comunes y corrientes, actúan en esencia por su propia decisión al asumir el reto de construir y apropiarse de porciones del espacio urbano para poder subsistir.
La gentrificación tendencia en aumento en los contextos urbanos. Ibagué como un observatorio a cielo abierto de esta problemática.
El concepto de “Gentrificación” es propio de los estudios urbanos en países anglosajones, por lo que resulta obligado apreciar su contenido en las dinámicas más particulares en diferentes contextos de ciudad y de vida urbana latinoamericana. Autores como Casgrain y Janoschka (2013), afirman que:
El término gentrificación no puede ser lineal, sino que es necesario tener en cuenta las especificidades locales, regionales y nacionales que determinan cómo se desarrollan los procesos de gentrificación en lugares con condiciones sociales, políticas y económicas que varían marcadamente respecto de los países anglosajones y europeos (Casgrain y Janoschka 2013:20).
Esta afirmación permite inferir que es necesario tener tacto a la hora de aplicar o emitir posturas a una interpretación social de la realidad desde conceptos desarrollados en otras latitudes, entendiendo que en las ciencias sociales los conceptos actúan, o más bien, se pueden leer a escala global. Ahora bien, la “Gentrificación” afirman (Jones y Varley, 1999; Delgadillo, 2008) se ha utilizado para identificar algunos de los múltiples procesos de transformación urbana, desde la renovación de las áreas centrales, los centros históricos, a la producción de urbanizaciones privadas para las clases pudientes, ubicados muchas veces en la periferia y orientadas y ocupadas comúnmente por las clases populares. Lo anterior también lo han señalado (Janoschka y Glasze, 2003 & Álvarez-Rivadulla, 2007:47-63.)
Figura 6: Contraste urbanos, Vivienda convencionales, vivienda en torres, expresiones de gentrificación. Barrio Belén.
Fuente: Martínez, 13/03/2022
Figura 7: Contraste urbanos, Vivienda convencionales, vivienda en torres, expresiones de gentrificación. Barrio Alaska- Torres de Irazú.
Fuente: Martínez, 13/03/2022
Figura 8: Contraste urbanos, vivienda en torres, expresiones de gentrificación. Barrio Altos de Belén- Torreones de Belén
Fuente: Martínez, 13/03/2022
Igualmente, el debate conceptual ha arrojado miradas que, desde lo empírico, como es el caso de este recorrido, expuesto en las figuras anteriores que dejan entrever variabilidades en la producción de ciudad y en la dinámica de la edificación y producción inmobiliaria. Otros autores como Félix (2016), han señalado que,
Los procesos de renovación urbana de viejas zonas céntricas de las ciudades producto del arribo de estratos medios y altos, y el desplazamiento de sectores pobres que residen en ellos. Por lo tanto, la definición tradicional implica dos cosas: reestructuración urbana y recambio de clases sociales. Así, y considerando sólo los aspectos materiales de estas transformaciones, la gentrificación implica dinámicas de extracción de renta de suelo, y la distribución desigual de las ganancias obtenidas en ello. Todo lo anterior tiende a ser conducido con mayor fuerza por agentes inmobiliarios, pero también el Estado actúa potenciando iniciativas privadas, o siendo un agente gentrificador con proyectos que buscan promover la “mixtura social” en las ciudades (Feliz,2016: 698).
La anterior cita, hace énfasis en lo que se mostrara desde el uso de la fotografía, pues vemos en el recorrido la generación de transformaciones urbanas del tránsito o recorrido desde el centro hasta la periferia, especial énfasis en la mutación arquitectónica desde la óptica de la vivienda convencional, unifamiliar a la mirada de la vivienda vertical y la propiedad horizontal. Sin embargo, es necesario justificar un poco más el concepto de gentrificación, pues, el fenómeno de gentrificación sociológicamente incide en la estrategia de ocultar las desigualdades, pretendiendo en la ciudad mostrar una única cara “amable”, y es el proceso de gentrificación o transformación, adaptación de diversas reformas urbanas las que hacen de Ibagué, específicamente en el área de recorrido señalada anteriormente, un observatorio de gentrificación a cielo abierto[3].
[1] Se entenderá lo natural como aquello que esta objetivamente dado por la naturaleza no humana, y lo cultural, como todo aquello producido y agenciado por la actividad e intervención humana en la producción de la vida social. Es decir, la cultura creada por el ser humano en su proceso de interacción, transformación e intervención del hombre sobre la naturaleza no humana.
[2] Véase en la figura 5 las pequeñas carpas y puestos informales de comercio.
[3] Entiéndase por este tipo de observatorios como metáfora a los observatorios de estrellas.
Conclusiones:
Conclusiones: principales hallazgos y asuntos pendientes
Ahora bien, en el marco de lo que va avanzándose en el proceso recorrido se ha de mencionar que, para el caso particular el modelo de cambio abrupto de la ciudad de Ibagué, hace parte a esas experiencias del mercado cultural y la forma de vida; es decir, la mercantilización de la cultura, o del esfuerzo por generar una cultura propia ibaguereña, se ve envuelta en el partidismo políticos de turno en las administraciones municipales y aún más grave la poca cultura se ha convertido en una mercancía atractiva para la mal llamada economía naranja, la cual alimenta los procesos propios de gentrificación en la ciudad. El ejemplo de ello es la masificación de estructuras al servicio de entidades privadas que pretenden acaparar la oferta cultural de los ibaguereños.
En ultimas, se convierte un bien suntuario, una mercancía predilecta la cultura, no de acceso social e integral para todas y todos sino un privilegio para aquellos con la capacidad adquisitiva, o por lo menos, aun es una tendencia prevaleciente David Harvey (2012) ha sido enfático en describir el capital como un proceso, no una simple cosa y esta características es un fundamento global, por lo cual el proceso mantiene un constante esfuerzo por enmascarar y fetichizar las verdaderas intenciones del capital a con las proyecciones de avance social. Aumentando así los procesos complejos de gentrificación y de desarrollo urbano desigual, por un lado, las gentes de a pie en sus sendas día a día más excluidos y por otro los dueños del capital profundizando desigualdades de clase y profundizando, en los entornos urbanos recorridos, las brechas de desigualdad en el caso de lo observado: desigualdades de clase, de capacidad adquisitiva, incluso de acceso a la cultura y a entornos urbanos más humanos, pensados para el pueblo común y corriente.
Adicionalmente, se debe señalar que las políticas existentes en la actualidad en la ciudad estudiada no cuentan con proyecciones de ciudad integrales, pues, se ha evidenciado un interés mayoritario por generar arandelas para crear espacios habitacionales tipo apartamento (torres de vivienda, llamadas en Colombia propiedad horizontal) en las que se mezcla lo comercial con lo residencial (aquí es donde se ven esos mercados para los negocios culturales). Igualmente, hay una disputa latente por producir y apropiar espacios entre quienes pueden endeudarse para acceder a esos espacios del capital cultural y los que continúan disputando la ciudad en la calle y sus sendas.
Asuntos pendientes por revisar, la ruptura entre la norma jurídica y la práctica en la producción de ciudad y gentrificación, puesto como se ha señalado en la ciudad de Ibagué no existe una política pública que lo tenga pensado[1]. Podría ser una tarea de primer orden; sin embargo, no hay consideración de proyección de ciudad, más allá de una que integre el mercado de la cultura a la vida cotidiana urbana.
[1] Revisar a solicitud de los interesados Plan de ordenamiento territorial de Ibagué POT (2014) https://ibague.gov.co/portal/seccion/contenido/index.php?type=3&cnt=5
Bibliografía:
Bibliografía.
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Carlos Mario Rodríguez Rodríguez (2014) Imaginarios y cartografías urbanas: la ciudad de Tunja como caso de estudio. ICONOFACTO VOL. 10 Nº 14 / PÁGINAS 35 – 50. Universidad de Boyacá.
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-Giménez, Gilberto Territorio e identidad. Breve introducción a la geografía cultural Trayectorias, vol. VII, núm. 17, enero-abril, 2005, pp. 8-24 Universidad Autónoma de Nuevo León Monterrey, Nuevo León, México.
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Palabras clave:
Palabras clave: Cartografías Urbanas, Gentrificación, Densificación Urbana, La Producción Del Espacio, La Producción En El Espacio, Condición De La Cultura, Contradicciones Del Capitalismo, Políticas Públicas De Vivienda, Políticas Urbanas.
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O “metropolitano” como estratégia: escalas, agentes e interterritorialidade na Região Metropolitana do Rio de Janeiro
Igor Pantoja1
1 - Instituto de Estudos Sociais e Políticos da Universidade do Estado do Rio de Janeiro (IESP-UERJ).
A proposta de apresentação centra-se no debate sobre a escala de análise da cidade e sua interface com áreas periurbanas e rurais a partir de uma “estratégia metropolitana”. Para além da escala formal de análise institucional, daquilo que normalmente se denominam regiões ou áreas metropolitanas, defende-se aqui a visão de que tanto pelo lado da gestão pública, quanto do ponto de vista da sociedade civil, conhecer a cidade para além de seus centros urbanos e dos seus limites municipais é fundamental para conhecer práticas, sentidos e desafios da população vivente no continente latino-americano, uma das regiões com as maiores taxas de urbanização do planeta. A apresentação utilizará resultados da tese de doutorado do autor, concluída no ano de 2021, sob o título “O que faz do metropolitano, metropolitano? Instituições, conflitos e participação na trajetória da Região Metropolitana do Rio de Janeiro”. Na tese, o tema do “metropolitano” é discutido a partir de autores clássicos da sociologia urbana, como na Escola de Chicago, como Louis Wirth (1987) ou Robert Park (1927), bem como da sociologia urbana francesa dos anos 1970, principalmente nas leituras de Manuel Castells (1974) e Christian Topalov (1990), seguida por autores contemporâneos que trazem uma leitura crítica sobre a questão das escalas territoriais, como Neil Brenner (2004) e Eric Swyngedouw (1997). A proposta aqui apresentada utilizará este referencial teórico como ponto de partida para a discussão de dados e análises sobre o percurso institucional do tema metropolitano no Brasil. Será apresentada uma leitura crítica deste processo, a partir de ações estatais e da sociedade civil que vão constituindo-se em uma “estratégia” político-institucional e em formas de articulação da sociedade civil. Acredita-se que a ampliação do reconhecimento científico, societal e estatal sobre o tema metropolitano abre portas para a ampliação do diálogo entre agentes de territórios tão diferentes quanto as centralidades urbanas em processos de gentrificação e as áreas periurbanas, que ora são consideradas “rurais”, ora são “áreas de expansão urbana”, a depender dos interesses presentes e dos processos locais de apropriação e resistência.
#04921 |
Transformaciones de los modelos de ocupación territorial a partir de la infraestructura vial en ciudades intermedias de Colombia (2000-2020)
El fenómeno de la urbanización en Colombia se ha comportado desde mediados del Siglo XX con tendencias que se expresan inicialmente con un aumento poblacional y una expansión urbana en las ciudades capitales, posteriormente se manifiesta el proceso de desaceleración en el crecimiento de estas y se da lugar al crecimiento constante de los núcleos urbanos más próximos a los grandes centros urbanos. Es en esta última etapa donde se empiezan a producir cambios en la Sabana de Bogotá.Estas transformaciones enunciadas cuentan con dos características importantes en su desarrollo, por un lado el componente físico por ser los núcleos urbanos más próximos en distancia a la Capital, y por otro contar con conexiones de infraestructura vial nacional las cuales se hanconvertido en destacados espacios de relocalización de actividad industrial y residencial, dicha relocalización ha encontrado un respaldo desde las administraciones municipales al poseer ciertas definiciones y asignaciones de usos del suelo mediante las formulaciones de los Planes Básicos de Ordenamiento Territorial (PBOT) y actualizaciones. Se escoge el caso de los municipios Funza, Mosquera y Cota debido a las formas en que se manifiestan ambos elementos. Además por estos elementos:a) Crecimiento de la población y sus impactos en la ocupación del suelo: se entiende que los modelos de ocupación territorial y las habilitaciones de usos del suelo son respuestas que buscan atender oportunamente demandas del mercado inmobiliario, de la localización deactividades económicas, de equipamientos e infraestructuras y por supuesto del arribo de más población. b) Impactos de decisiones de infraestructura vial de orden Nacional y Departamental y determinantes para elaboración de PBOT según la CAR (Acuerdo #16 de 1998): a pesar de que la infraestructura vial en mención con el caso de estudio corresponde con caminos quehistóricamente cumplieron la función de conectar con otras poblaciones, en las últimas décadas esta infraestructura vial fue intervenida para atender mejores volúmenes de carga y pasajeros.c) Desarrollos industriales potenciados por la Transversal de la Sabana: un elemento que va ligado a las mejoras de infraestructura y los modelos de ocupación territorial gestionados en los PBOT corresponde con cambios en las actividades productivas de los municipios. d) La agencia que ejercen infraestructuras en el entorno urbano. Desde hace algunos años los estudios urbanos han comenzado a situar en sus análisis la consideración por la cual se comprende que en la ciudad hay multiplicidad de agentes (personas, lugares, objetos, deseos, discursos e información); los cuales tienen consigo relaciones de acción, actividad y efectos, teniendo en cuenta esto es posible hacer énfasis en los lugares o en particular la infraestructura como elementos que poseen agencia en el territorio y permiten localizar por su existencia prácticas, actores y cruces de relaciones entre estos.