O objetivo deste trabalho é pensar a relação entre esta crescente onda de ataques aos direitos das mulheres, os estudos de gênero e sexualidades voltadas para políticas no campo educacional e a nossa democracia. Ou seja, como a retirada de direitos para alguns segmentos sociais, o discurso moralista e conservador, estão atrelados a serviço de uma desdemocracia. Ou seja, uma conjuntura em que atores políticos, especialmente oriundos do campo religioso, mobilizam agendas conservadoras e antidemocráticas. Tal processo no Brasil tem se configurado de maneira explicita através das políticas apresentadas para a educação. Nesse sentido, propomos um levantamento bibliográfico e análise de documentos oficiais, mas também discursos disponíveis na internet onde investigamos os argumentos apresentados pelos principais agentes que organizam este agenda. Buscamos com este trabalho aventar a hipótese de que a reação ao gênero no contexto escolar através de narrativas como a do Kit Gay, da Ideologia de Gênero e da mamadeira fálica representam, dentre outros fatores, a busca de apoio popular, acionada pelo medo, para medidas antidemocráticas gerais na sociedade. Há, portanto, uma conexão entre a dimensão moral e econômica que se manifesta no Brasil através de disputas educacionais. Por fim, a proposta do trabalho é defender a educação laica, que contempla os estudos de gênero e sexualidades, como única forma para de se construir uma educação democrática para todos e todas.
#02457 |
Experiencias de menstruar de mujeres habitantes de calle en Bogotá : La importancia del enfoque de género en la construcción de políticas públicas.
“si tengo para la pieza no tengo para comer, y si tengo para comer no tengo para la pieza”. A veces compro una toalla que vale quinientos pesos y me dura un día, a veces me llega el período y me dura diez días y yo sin toallas y sin nada” Martha Cecilia Durá Cuy T-398/19El objetivo de la presente ponencia con enfoque de género pretende visibilizar históricamente y contextualmente las condiciones de la habitabilidad en calle en Bogotá, mencionado cómo desde los distintos periodos administrativos se ha avanzado en función de la creación de políticas, programas, proyectos y planes en torno a la gestión y la educación menstrual. De acuerdo a lo anterioir es necesario hacer un reconocimiento a la Sentencia T-398 del 2019, hecha por Martha Cecilia Durán Cuy, mujer habitante de calle, que a traves de su experiencia de menstruar en calle, visibiliza la violación a la vida digna y a sus derechos humanos, sexuales y reproductivos, por la desatención en materia de salud, educación y gestión menstrual. Además de lo expuesto anteriormente la ponencia será creada de la mano con las mujeres habitantes de calle, identificadas como participantes activas y creadoras de conocimiento en torno a su experiencia de menstruar en calle y la construcción de imaginarios alrededor de la menstruación y de menstruar en si mismo. Desde este punto de partida, se realizarán recomendaciones frente a la política pública, planes programas y proyectos que tienen como eje ofrecer productos en materia de la gestión y educación menstrual teniendo en cuenta ejemplos de países como México. El objeto de la investigación es el reconocimiento de dimensiones culturales, sociales, económicas como fundamentales para leer las experiencias de menstruar, visibilizando la falta de la implementación del enfoque de género en la creación de políticas que invisibilizan las experiencias y vivencias y necesidades diferenciadas de las mujeres habitantes de calle.La metodología de la presente ponencia será cualitativa, las herramientas metodológicas usadas para la investigación serán entrevistas estructuradas y semiestructuradas a la población para conocer su experiencia y testimonios de menstruar en condición de habitabilidad en calle; recolección de datos en el DANE como entidad que ha avanzado en indagar sobre la situación de mujeres menstruantes y la participación de entidades como la Secretaría de Integración Social, Secretaría de la Mujer y la Secretaría de Salud como entidades responsables de una gestión de la menstruación digna y tranquila.
#02715 |
Mulheres e previdência social no brasil: uma análise feminista sobre o acesso à política pública de previdência social.
O artigo se propõe a análise crítica a respeito de como a contrarreforma da previdência social, bem como alguns componentes estruturais e conjunturais da sociedade brasileira impactam sobre o acesso de mulheres à Previdência Social, destacando o recorte de raça, classe e gênero. O artigo traz uma discussão sobre a divisão sexual e racial do trabalho, bem como, a relação das mulheres com o trabalho pago e não pago. A perspectiva teórica está ancorada no pensamento marxista com o fim de analisar a crise contemporânea em relação com o capital e a sociedade burguesa, sob sua perspectiva de capitalismo e trabalho. Fundamenta-se também no negro feminino, com o objetivo de abarca a particularidade da mulher negra trabalhadora na sobreposição de opressões de raça, gênero e classe. O estudo identifica que uma conjuntura social brasileira, patriarcado capilar potencializado, ou racismo e as políticas sociais de um Estado submetido ao capital financeiro, afeta duramente a qualidade de vida de mulheres, especialmente como negra e empobrecida.
#03229 |
La afirmación de la presencia de mujeres en espacios masculinizados en Perú
Dentro de la estructura patriarcal, los hombres han dominado el conocimiento y los espacios profesionales públicos. Para acceder a ello en igualdad de condiciones, las mujeres han necesitado romper paradigmas educativos que limitaban sus posibilidades en dos épocas: lograr estudiar en la universidad desde el siglo XIX y reconocer sus capacidades para estudiar carreras STEM[1] a inicios del siglo XXI. Muestra de este proceso es que, en el Perú, hasta fines del siglo XIX, 8 mujeres lograron seguir una carrera universitaria con permisos especiales, además de las que pudieron acceder a Obstetricia. Asimismo, desde fines de la década de 1990 y durante las dos primeras décadas del siglo XXI, la sociedad peruana ha recibido estímulos y ha conformado asociaciones para motivar que más mujeres se interesen en estudiar y se mantengan laborando en carreras STEM. A pesar de que en ambas épocas las cifras de beneficiadas por el proceso colectivo fueron bajas, estas reflejan haber traspasado barreras en su época. Para entender cómo las peruanas realizaron estos procesos en ambos periodos históricos, se ha realizado una investigación aplicando un método de revisión de textos historiográficos que recopilan los procesos del siglo XIX, complementado con observación participante entre el 2017 y 2019 en Lima, y revisión de información generada por las asociaciones investigadas. El resultado del presente estudio es la identificación de diversas herramientas sociales a las que han recurrido en ambas épocas, como la influencia extranjera que promueve la educación universitaria femenina local, las políticas públicas estatales para que las mujeres estudien algunas profesiones específicas, y la capacidad asociativa ciudadana de mujeres intelectuales y profesionales. Esto ha permitido que las mujeres puedan demostrar su presencia y capacidad para desenvolverse en espacios educativos masculinizados.
[1] Acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas
Introducción:
La división sexual del trabajo dentro de la estructura patriarcal ha hecho que las mujeres sean relegadas a realizar actividades de cuidado, mayormente no remuneradas ni profesionalizadas. Para cambiar esta situación desde la educación y como ejercicio de una necesidad propia, las mujeres han logrado entrar a las universidades en forma relativamente masiva desde el siglo XIX, principalmente en las últimas décadas. Si bien esto ha sido un primer paso, su presencia posterior ha reproducido la misma división sexual. Las mujeres han estado ubicadas, en muchos casos, en profesiones consideradas menores, de segundo nivel o que son una extensión de las labores de cuidado que ya hacían históricamente en el ámbito doméstico. Por tanto, si en el siglo XIX la presencia de las mujeres en la universidad implicaba que entraran en espacios masculinizados, su nueva ubicación significó que mucho del conocimiento implicara, nuevamente, una segmentación del mismo en carreras feminizadas y carreras masculinizadas. Tal es el caso de trabajo social frente a sociología, psicología frente a ingenierías, obstetricia frente a medicina, o esta última frente a ciencias exactas. Es decir, la presencia de las mujeres en espacios universitarios ha estado caracterizada por una relación opuesta a la actividad masculina, en una posición de desventaja.
Esta situación y la lucha por lograr que las mujeres puedan acceder a espacios de conocimiento igual que los hombres ha implicado un nuevo movimiento mundial desde los últimos años del siglo XX y las primeras décadas del siglo XXI. Por tanto, la presente investigación se ha hecho sobre lo sucedido en dos épocas. La primera es el siglo XIX, cuando las mujeres recién lograron el acceso a los estudios universitarios. La segunda es el siglo XXI, cuando se ha buscado que las mujeres puedan acceder a carreras STEM que presentaran un número bajo de presencia femenina. Específicamente, la comparación se ha hecho sobre mujeres peruanas. Para ambos procesos, tanto las mujeres como las sociedades han utilizado herramientas sociales y políticas accesibles en su momento. Dependiendo de la época histórica, la forma de buscar y permitir su presencia ha variado, pero se encuentran similitudes. A continuación, se detallará la metodología aplicada y la información analizada para el tema.
Desarrollo:
Encuadre teórico-metodológico
En lo que se refiere al análisis de los procesos de las mujeres peruanas universitarias del siglo XIX, se ha procedido con la revisión de estudios hechos por historiadoras/es, especialistas en Estudios de Género de Sudamérica, investigadoras/es que han escrito sobre mujeres universitarias, y textos del siglo XIX e inicios del siglo XX elaborados por la Universidad de San Marcos de Lima. Esto permitió una base teórica para recopilar y cotejar información sobre cómo fue la educación universitaria en dicha época, las reformas educativas como parte del efecto de la Ilustración española y la Revolución Industrial, los estereotipos bajo los que las mujeres se desenvolvían en el país, las dificultades que atravesaron para estudiar desde nivel primario hasta el universitario, y la cantidad de mujeres que lograron estudiar y bajo qué procesos legales, especialmente referente a las obstetrices. Asimismo, como parte del contexto, se ha utilizado el texto del científico social Carlos Forment, como explicación de la forma en que se desarrolló la asociatividad ciudadana en el Perú.
En el caso del siglo XXI, se ha utilizado una metodología mixta, desde tres tipos de fuentes de información. En primer lugar, los textos revisados corresponden a documentos elaborados por instituciones internacionales que promueven el cumplimiento del derecho a la educación, especialmente la UNESCO. En este caso, el material fue tanto de libros como páginas web institucionales. En segundo lugar, se ha monitoreado las redes sociales de organizaciones, comunidades y grupos de mujeres STEM en el Perú. Por su vinculación con organizaciones internacionales, esto implicó la revisión de páginas web tanto de las organizaciones locales como de las instituciones “matrices”. En tercer lugar, se desarrolló la técnica de observación participante entre los años 2017 y 2022. Este trabajo de campo se aplicó usando la observación directa; la participación en eventos presenciales y virtuales organizados por las asociaciones de mujeres STEM, principalmente peruanas y, esporádicamente, internacionales; y las entrevistas a profundidad con líderes de las organizaciones peruanas.
Teniendo en cuenta los dos procesos históricos, se ha procedido a hacer una comparación histórica que encuentre las similitudes y diferencias de los procesos de las mujeres en ambos siglos.
Análisis de la información
Contexto educativo y profesional de los siglos XIX y XXI
Durante los inicios del siglo XIX, los Estados sudamericanos recién independizados prosiguieron con la posición científica y de desarrollo industrial que había prosperado en Europa central (Quiroz-Pérez, 2012). Asimismo, el sistema universitario estuvo dividido en carreras menores y superiores (Valladares-Chamorro, 2012). Esto dependía del nivel de requisitos educativos, como haber aprobado primaria y/o secundaria, y de los exámenes que se debían aprobar para iniciar los estudios (Sol Serrano, 1994). Según estuvo establecido, las carreras menores corresponderían a niveles técnicos actuales, pues se estudiaban entre uno a tres años, en comparación con los denominados estudios superiores.
Por otro lado, en los últimos años del siglo XX, en el Foro Regional UNESCO denominado “Mujeres, Ciencia y Tecnología en América Latina” en Argentina (Cátedra Regional UNESCO Mujer, 2016), se identificó que una de las desigualdades existentes en el mundo es la subrepresentación de las mujeres en las ciencias exactas. Esto se respaldaba con las cifras recopiladas en el 2003 por el Instituto de Estadística de la UNESCO, en el que se evidencia que solo un 28% de la población científica investigadora mundial estaba conformada por mujeres (UIS, 2006). Paralelamente, debido a los cambios mundiales, la ONU estableció los Objetivos de Desarrollo del Milenio con plazo para el 2015 (ODM) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030 (ODS).
En función del material recopilado, se identificó tres principales factores políticos y sociales que han permitido la presencia de mujeres en espacios educativos masculinizados en Perú.
1. Influencia extranjera promotora de la educación universitaria femenina local
Para el siglo XIX, a pesar de que la élite y grupos de intelectuales peruanos estaban relacionados con la cultura europea, no se generó un cambio en la forma de pensar de que las mujeres puedan estudiar carreras universitarias, mucho menos en nivel superior. Sin embargo, para el caso de la primera bachiller en Ciencias Naturales, Margarita Práxedes Muñoz, es resaltante el apoyo recibido por la Junta de Beneficencia de la Gran Logia del Perú, vinculada a la Gran Logia Provincial de Escocia y a colonos de habla inglesa que vivían en Lima (Chocano, 2010). Esta visión de incluir a las mujeres en el conocimiento científico está relacionada con el conocimiento de que existía la masonería femenina en otras partes del mundo, teniendo en cuenta que esta institución promovía la difusión de la ciencia.
Para el caso del siglo XXI, lo que se ha identificado es la presencia de organizaciones internacionales del ámbito STEM en Perú, ya sea para establecer grupos de mujeres dentro de sus organizaciones locales, organizaciones locales de mujeres profesionales, o espacios de trabajo que promuevan la participación de mujeres. Incluso, es frecuente que estas organizaciones internacionales busquen representantes en diversas ciudades y centros estudiantiles o laborales.
Cuadro 1. Organizaciones que promueven la presencia de mujeres en carreras STEM con presencia en Perú, por área de estudio, al 2022
Fuentes: Páginas web de las organizaciones. Elaboración propia.
Lo que une a estas organizaciones internacionales es el objetivo de promover la adopción de políticas de estímulo y acciones positivas en el país, de modo que más mujeres puedan acceder a un desarrollo profesional en las ciencias y la tecnología.
2. Políticas públicas estatales para que las mujeres estudien algunas profesiones específicas
Habiendo heredado de la Colonia española la desvalorización del conocimiento ancestral originario de estas tierras, el Estado peruano estableció en la primera mitad del siglo XIX la política pública de educar a mujeres para que sean obstetrices, con el único requisito de haber seguido educación primaria o saber leer y escribir. Esto permitió que hubiera un grupo de mujeres con educación formal para atender partos de las mujeres de alto nivel socioeconómico, mientras que las parteras tradicionales siguieron atendiendo los partos dentro de los otros grupos sociales. Si bien los estudios se hicieron en el Colegio de Partos ubicado en la Casa de la Maternidad de Lima (Garfías-Dávila, 2009) desde 1830 bajo dirección de la obstetra francesa Madame Benoîte Pauline Cadeau-Fessel, hay registro que, desde 1860, los títulos de las graduadas fueron a nombre de la Facultad de Medicina San Fernando[1] (Álvarez-Carrasco, 2017). Ejemplo de estas graduadas es lo indicado por Álvarez-Carrasco, que ha ubicado 80 obstetrices tituladas por la universidad entre 1860 y 1876. Esta cifra se compara con las 10 mujeres que estudiaron y/o se graduaron en las universidades San Marcos de Lima y San Antonio Abad de Cusco, que siguieron carreras superiores sin promoción del Estado, sino solo por medio de permisos especiales (Denegri, 2004; Mannarelli, 2018).
En el caso de las mujeres en el siglo XXI, la pertenencia del actual Estado peruano a la ONU implica que se rija por el sistema de los derechos humanos. Esto significa que deba cumplir compromisos internacionales para alcanzar el máximo bienestar posible en todos los aspectos de la vida humana. Para ello, debe cumplir con los DESC (Derechos Económicos, Sociales y Culturales) y con los objetivos de desarrollo mundial. Dentro de los DESC, se encuentra el derecho a la educación, el cual está guiado por la UNESCO como institución componente de la ONU. En cuanto a los objetivos mundiales, el ODM[1] 3 señala “promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer” (CEPAL). Dentro de las metas para alcanzar este objetivo, la meta 3.A precisa “eliminar las desigualdades entre los sexos en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para 2005, y en todos los niveles de la enseñanza para el año 2015”. Es decir, lo discutido y encontrado por la UNESCO entre 1998 y 2003 genera un marco de compromiso para los Estados miembros. Específicamente, el Perú, a través de su institución CONCYTEC (Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica), viene ejecutando políticas públicas para fomentar la participación de las mujeres peruanas en la ciencia y la tecnología, así como motivar para que permanezcan en las profesiones STEM y no se vean afectada por la denominada leaky pipeline o tubería que gotea. Un ejemplo de estas sinergias es el aporte que el British Council en el Perú hace para implementar programas que disminuyan las desigualdades en el acceso a mujeres y niñas en STEM, en coordinación con el Comité ProMujer en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) del CONCYTEC.
3. Capacidad asociativa ciudadana de mujeres intelectuales y profesionales
La capacidad asociativa de la ciudadanía permite movilizar a grupos de personas, organizarse y aprovechar las oportunidades generadas por la organización colectiva. Hace 2 siglos, la asociatividad con o de mujeres se ejercía de forma limitada, porque se las relegaba al ámbito doméstico. A esto, se unía su escaso acceso a la educación básica, pues esta solo estaba al alcance de mujeres con alta posición socioeconómica o con contactos en ambientes intelectuales. A pesar de ello, se logró actividades entre mujeres dentro de ciudades como Lima, quienes se comunicaron con mujeres intelectuales de otras ciudades, y viajaron a vivir a otros países con políticas educativas y laborales más inclusivas. Tal es el caso de María Trinidad Enríquez, quien, en Cusco, pudo formar una escuela secundaria para brindar educación a mujeres por haber recibido el estímulo familiar de estudiar diversos temas (Ramos-Núñez & Baigorria, 2017). Ramos-Núñez y Baigorria señalan cómo el ingreso y aprobación de exámenes por parte de Trinidad Enríquez fue felicitado desde Lima por mujeres intelectuales.
Por otro lado, en la actualidad, la capacidad asociativa dentro del ambiente científico se manifiesta en la formación de una ciudadanía científica femenina. Diversas organizaciones buscan mejorar la calidad de vida de las mujeres STEM, sea como agrupaciones locales de instituciones “matrices” internacionales, tal como se mencionó en el primer factor, o por propias iniciativas locales. Dentro de este último tipo de asociatividad, en el Perú, se encuentran agrupaciones como el Grupo de Trabajo de Mujeres Físicas, Grupo de Mujeres Peruanas en Ciencias Matemáticas y Women In Technology - Perú (WIT Perú). Las dos primeras han sido formadas por docentes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos durante la segunda década del siglo XXI, y WIT Perú se inició el 2012. Según lo conversado con las integrantes de estas organizaciones, las profesionales peruanas en STEM agrupadas buscan generar cambios para una mejor convivencia en sus espacios estudiantiles y laborales, mantener la presencia de las profesionales en las carreras por medio de la valoración de sus aportes y de reuniones para compartir situaciones que afectan por ser mujeres, y capacitarse en espacios seguros para mujeres. Esto es evidenciado en el material compartido en sus redes sociales, en el uso de plataformas digitales para convocar y organizar eventos presenciales y virtuales, en la asistencia a eventos y en la permanencia de estos colectivos por años.
[1] Objetivos de Desarrollo del Milenio al 2015
[1] La Facultad de Medicina de San Fernando perteneció a la Universidad de San Marcos de Lima desde 1856.
Conclusiones:
Ambas épocas muestran la lucha por incluir a las mujeres en espacios educativos y laborales con presencia predominante de hombres. El trasfondo similar, con acuerdos internacionales formales o no, es que se logre la igualdad de derechos en educación y en el trato como seres humanos.
Las mujeres organizadas han mostrado un proceso de autorreconocimiento, por medio del cual han podido identificar que las discriminaciones y limitaciones que viven son reales, colectivas y pueden cambiarse.
La asociatividad permite el reconocimiento de la capacidad cognitiva diversa de las mujeres para poder estudiar y ejercer profesiones formales. Es decir, las organizaciones se convierten en modelos de rol colectivos. Luego de iniciar el proceso de asociatividad, la formación de nuevas agrupaciones se vuelve un proceso naturalizado en cada nueva área de conocimiento. Esto es más evidente en las áreas de conocimiento digital, tal como se evidencia en los distintos lenguajes de programación.
La protección del Estado que se ejecuta a través de acciones positivas plasmadas en políticas públicas educativas permite que más mujeres puedan acceder a la educación de tercer nivel a nivel nacional.
En lo referente a los asuntos pendientes, estaría faltando analizar qué conocimientos traídos desde la construcción social de las mujeres se dejan de lado o son discriminados, como sucedió con las parteras tradicionales en el siglo XIX, y que no sea tomado como aporte desde las mujeres para la educación general.
Bibliografía:
Álvarez-Carrasco, R. (2017). Camilo Segura y la refundación de la Maternidad de Lima. Revista Sociedad Peruana de Medicina Interna, 30 (1), 35-42. http:// medicinainterna.net.pe/images/REVISTAS/2017/numero_1/nota_historica.pdf
British Council y CONCYTEC (s.f.). Introducción a la mentoría en Educación Superior Perú. https://vinculate.concytec.gob.pe/wp-content/files/Manual_de_mentoria.pdf
Cátedra Regional UNESCO Mujer (2016). Documento final Foro Bariloche.https://issuu.com/catunescomujer.org/docs/documfinalforo.docx
CEPAL (s.f.). Objetivos de Desarrollo del Milenio. https://www.cepal.org/es/temas/objetivos-de-desarrollo-del-milenio-odm/objetivos-desarrollo-milenio
Chocano, M. (2010). Lima masónica: las logias simbólicas y su progreso en el medio urbano a fines del siglo XIX. Revista de Indias, 2010, LXX (249), 409-444. https://revistadeindias.revistas.csic.es/index.php/revistadeindias/article/view/717/787
Denegri, F. (2004). El abanico y la cigarrera: la primera generación de mujeres ilustradas en el Perú. Lima: IEP y Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.
Garfías-Dávila, M. (2009). La formación de la universidad moderna en el Perú. San Marcos, 1850-1919. (Tesis de licenciatura, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de Ciencias Sociales). http://cybertesis.unmsm.edu.pe/ bitstream/handle/cybertesis/2136/Garfias_dm.pdf
Mannarelli, M. (2018). Las mujeres en la universidad (1874-1908): Permisos y sexos confundidos. En: S. Carrillo y R. Cuenca (Ed.), Vidas desiguales: Mujeres, relaciones de género y educación en el Perú. Lima: IEP.
Quiroz-Pérez, L. (2012). De la comadrona a la obstetriz. Nacimiento y apogeo de la profesión de partera titulada en el Perú del siglo XIX. En Dynamis 32 (2), 415-437. http://dx.doi.org/10.4321/S0211-95362012000200007
Ramos-Nuñez, C. & Baigorria, M. (2017). Trinidad María Enríquez, Una abogada en Los Andes. Lima: Legisprudencia.pe.
Serrano, S. (1994). Universidad y Nación. Chile en el siglo XIX. Santiago de Chile: Editorial Universitaria y CONICYT. http://www.memoriachilena.gob.cl/ archivos2/pdfs/MC0008005.pdf
UNESCO Institute for Statistics (UIS). (2006). Women in Science: Under-represented and under-measured. Bulletin on Science and Technology Statistics (3). https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000217113
Valladares-Chamorro, O. (2012). La incursión de las mujeres a los estudios universitarios en el Perú: 1875-1908. Cuadernos del Instituto Antonio de Nebrija (CIAN), 15 (1), 105-123. Madrid, España: Universidad Carlos III de Madrid. https://e-revistas.uc3m.es/index.php/CIAN/article/download/1544/758
Palabras clave:
Asociatividad, Perú, Mujeres en STEM
#04403 |
Aproximaciones a una crítica cisexual y heterosexual del noción de cuidados en las políticas públicas
El tema que me propongo abordar en la ponencia es la crítica de la noción de los cuidados desde una perspectiva no cis-heterosexual. Al respecto, Dahl (2005) reflexiona y visibiliza que actualmente trabajamos con ideas sobre el cuidado acotadas, donde se transforma al cuidado en un discurso predecible, controlable y transparente que pueden cercenar las posibilidades de bienestar de parte de la ciudadanía. Hoy trabajamos con perspectivas que se piensan desde una matriz binaria y cis-heterosexual para analizar el cuidado, con una relevancia fundamental e indiscutible en el sujeto mujer, la familia como unidad de análisis y las personas que se establecen como dependientes a través los marcos teóricos desarrollados que se expresan en las políticas públicas. Sin embargo, esa relevancia opaca la posibilidad de realizar análisis en donde prime una perspectiva interdependiente y pueda ser posible pensar otras subjetividades y experiencias de vida. En este sentido, el saber académico legitimado genera un marco teórico que se trasluce en los fundamentos de las políticas públicas produciendo una política hegemónica en torno a lo que es y debe ser el cuidado, sus sujetos y las posibilidades de intervención que se derivan de ello. En este breve escrito me propongo analizar la matriz de inteligibilidad heterosexual y el pensamiento cisexual,que predomina en la visión actual de las conceptualizaciones teóricas y estatales sobre el cuidado, qué efectos se desprenden y qué desafíos presenta este estado del arte para pensar análisis y políticas públicas más cercanas a las experiencias de vida de las personas LGBT+
#04840 |
“MUJER MAPUCHE: EL ROL DE LOS PROGRAMAS GUBERNAMENTALES DE CHILE EN LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD DE GÉNERO. EL CASO DEL PROGRAMA MUJER TRABAJADORA JEFA DE HOGAR (MTJH) DE LA COMUNA DE PERQUENCO, ARAUCANÍA”.
MARIA BEATRIZ ROMERO GONZALEZ1
1 - Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.
En un contexto de desigualdad, las sociedades construyen discursos y crean formas de ver e internalizar la realidad social, haciendo que esto tenga una relación directa con la cotidianeidad, e instauren una forma de construir el entramado social, reflejado en representaciones sociales donde hombres y mujeres se conciben como diferentes en un mismo contexto. La instauración de órdenes sociales y políticos eminentemente masculinos y patriarcales, han configurado un escenario que se mantiene hasta hoy, en donde la mujer tiene desventaja de oportunidades con relación a los hombres, expresado en nuevas formas modernizantes como el desarrollo económico, acceso a mercados, desarrollo profesional, entre otros, que develan la situación de inequidad de las mujeres.Frente a este escenario, la política pública con perspectiva de género, comienza a construirse como una forma de aglutinar las respuestas a demandas y necesidades sobre cómo ejercer sus derechos por parte de un sector de la población. Sin embargo, a pesar del trabajo realizado por el gobierno chileno, desde comienzo de la década de 1990 aproximadamente hasta la actualidad, no representa un cambio considerable en los esquemas mentales de la sociedad, sino más bien, propone una lógica subsidiaria, donde no se apunta a problemas de raíz que el mismo sistema produce y reproduce.Si bien la institucionalización de la perspectiva de género supone un paso importante en el proceso para que los Estados trabajen y destinen recursos para lograr mejorar la condición de las mujeres, existen múltiples falencias de tipo políticas y sobre todo culturales respecto a un trabajo efectivo que muestre el efecto de las políticas públicas. En este contexto es que surge como objetivo conocer cómo construyen las mujeres mapuche su identidad de género en el contexto del programa Mujer Trabajadora y Jefa de Hogar (MTJH) de la Región de La Araucanía, a través del enfoque feminista del movimiento autónomo marxista para determinar el rol que la política pública juega en este proceso. El tema de la identidad de género que construye una mujer mapuche, y si esta es diferente a la propuesta gubernamental, establecida en los programas con perspectiva de género, en base a lo analizado, la respuesta es sí, ya que, si bien existen representaciones sobre las mujeres madre, la mujer que trabaja, la esposa, entre otras, que mujeres mapuche como no mapuche internalizan, existen elementos que las hacen diferentes, como es el caso de la discriminación, la falta de oportunidades o el componente cultural que poseen las mujeres mapuche.
#04843 |
Mujeres que habitan las prisiones. El abismo del género y la reinserción social.
Vivimos en democracia, las instituciones que apuntalan el orden social funcionan, o deberían hacerlo, bajo el amparo del llamado Estado de derecho. En ese sentido, en tiempos de democracia, el Estado, la sociedad y el mercado debieran tirar sus tendones de poder en la edificación de un orden social libertario y justo, sin embargo, dadas las desigualdades estructurales implícitas en el capitalismo, las sociedades de la periferia económica como la nuestra, han creado un orden social que produce desigualdad, precariedad y segregación. Sociedades que, aunque se ostentan como democráticas, han sido incapaces de garantizar no sólo la libertad de las personas, sino el acceso a la justicia y, en general, el acceso a una existencia digna en términos económicos, sociales y políticos.Con esta ponencia pretendo incitar la reflexión en torno a: ¿Qué significa la justicia? ¿Cuáles son los marcos normativos y simbólicos que nos hacen pensar que vivimos o no en un Estado que apele a la justicia? ¿En México se puede afirmar que impera un marco de Estado de derecho? ¿A través de qué medios o bajo qué circunstancias podría observarse? La deliberación que propongo se teje alrededor de las mujeres privadas de la libertad y el campo carcelario mexicano pues considero son un claro ejemplo de cómo se ejercen los mecanismos de acceso a la justicia, y, en ese sentido, quiénes son los sujetos que acceden a él, bajo qué circunstancias y prerrogativas, así como quiénes quedan excluidos y por qué razones. En consecuencia, es también un instrumento para dictaminar la ocurrencia del Estado de derecho, o bien, su ausencia que propongo, puede llegar a considerarse como violencia en contra de las mujeres pues trae consigo opresión, discriminación y segregación por razones de género que merman el pleno ejercicio de su ciudadanía bajo el esquema de las democracias modernas.La reflexión que propone esta ponencia se adscribe a los siguientes órdenes de reflexión:Situar a las mujeres como sujetos políticos, en torno a las dinámicas de opresión que experimentan y les ha significado, entre varios tipos de violencia, la violencia de género desde el Estado que se expresa en un doble juicio: el penal y el simbólico y se materializa en todas las fases del vínculo de las mujeres con la autoridad a partir de que son privadas de la libertad y su la prisión. Considerar que las representaciones sociales de género que operan desde el Estado y se alojan en el imaginario colectivo, no solo niegan la existencia de condiciones de opresión estructural hacia las mujeres, sino que producen y reproducen esquemas de violencia ya sea con acciones u omisiones de las estructuras de gobierno que forman parte de la política pública de reinserción social.