Resumen de la Ponencia:
Trabajar con juventudes implica retomar la categoría joven, no solamente a partir de escalas de edad, sino en la relación que este atributo guarda con sus condiciones sociales, la clase social, el género, la región, su momento histórico y su transición de inserción a la sociedad, mediante la salida del seno familiar y/o escolar al campo de trabajo. Es justamente este periodo transitorio de la escuela al trabajo el que interesa en la presente investigación. Para ello, se retoma la construcción social de la ocupación, entendida como la representación de diversos significados surgidos mediante la interacción de los actores, situados en estructuras que pueden condicionarlos pero que no necesariamente los determinan. Por tal motivo, las ocupaciones son entendidas por las relaciones entre la estructura, la subjetividad y la interacción social (De la Garza, 2020). Se caracteriza por la construcción de sentidos del trabajo, del trabajador y del futuro; alimentado por valores, creencias cognitivas, emociones, formas de razonamiento cotidiano y científico, entre otras (Feregrino, 2018).Con base en lo anterior, se trabajó con jóvenes estudiantes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP en adelante), plantel “Roberto Ruíz Obregón” del municipio de Querétaro, en Querétaro, México. Dentro de la investigación participaron estudiantes de sexto semestre de las áreas de: Informática, Alimentos y Bebidas, Electromecánica Industrial y Máquinas y Herramientas que tuvieran planeado ingresar a trabajar una vez finalizados sus estudios de nivel preparatoria o que bien no estuvieran seguros de continuar estudiando; con el objetivo de comprender la relación de los elementos estructurales, sociodemográficos y subjetivos que están presentes en la construcción social de la ocupación de las y los jóvenes participantes.La metodología utilizada fue de carácter configuracionista, la cual da cuenta de los aspectos relacionados a las estructuras funcionalistas, dígase las instituciones educativas y centros de prácticas profesionales, por un lado y, por otro, de los factores subjetivos de los actores, que pueden estar relacionados a experiencias a lo largo de la vida, la familia, la escuela, compañeros de trabajo, entre otros. En este sentido, es una guía ontológica de la construcción del conocimiento de la realidad, relacionada al carácter de las relaciones entre estructura, subjetividad y acción, es decir, en la relación sujeto y objeto.Dentro de los hallazgos se encontró que las y los jóvenes de comunidades lejanas al plantel llevan a cabo acciones que les permiten trasladarse de sus localidades al centro educativo, así mismo la familia y la propia formación académica juegan un papel importante la construcción de sentidos hacía el trabajo y sus aspiraciones ocupacionales.
Introducción:
Con frecuencia, la población joven es vista como aquella que pareciera no tener un rumbo fijo sobre lo que quieren para sí, suelen ser un grupo vulnerable en cuanto a las oportunidades de acceso a la educación y al trabajo; ya sea por su estrato social, sus posibilidades económicas, familiares u algunos otros elementos.
Por ejemplo, investigaciones como las realizadas por Cabrera y Escobedo (2016) y Torres (2017) problematizan algunas de las problemáticas que enfrentan las juventudes en sus distintos contextos, dentro de su transición hacía la adultez. Los primeros exponen la privación de espacios educativos, culturales, religiosos y políticos que imposibilitan o dificultan el ejercicio de su derecho social y político. Si bien hay acciones positivas, como políticas públicas encaminadas a la disminución de las carencias sociales, éstas se ven dificultadas ante las condiciones de los mercados de trabajo y la precariedad de la seguridad social de las zonas rurales, las cuales están más desfavorecidas en comparación con las urbanas.
Torres (2017) enfatiza las desigualdades del origen social de las juventudes en su transición hacía la inserción en los mercados de trabajo y su independencia familiar. Menciona que las trayectorias educativas no corresponden a la relación educación-ingresos, destacando las desigualdades salariales de acuerdo al sexo, así como un desempeño académico más pobre por parte de estudiantes de estratos sociales precarios en comparación con aquellos de condiciones más altas. Por último, localiza una idea colectiva de que aquellos jóvenes que pertenecen a grupos sociales vulnerables y criminalizados, generalmente plasmados bajo estereotipos de delincuentes, flojos, desobedientes, adictos, entre otros; lo que origina la idea de que la escuela y los maestros tengan el papel de disciplinarlos.
Bajo este panorama, la presente investigación parte del supuesto de que existe una capacidad de acción por parte de las juventudes, en relación con los capitales (familiares, económicos, educativos, entre otros) con los que cuenten, sus experiencias biográficas, sus significaciones objetivas y subjetivas (entre otras), que están presentes en su vida cotidiana y en su proceso de inserción al trabajo. Con base en lo anterior. El objetivo es comprender la relación de los elementos estructurales, sociodemográficos y subjetivos que están presentes en la construcción social de la ocupación de las y los jóvenes que estudian su último semestre de formación técnica, de un CONALEP ubicado en el municipio de Querétaro.
Para ello, se propone revisar de manera general las consideraciones que se toman en cuenta para entender el concepto de juventud y, posteriormente, exponer las características de la construcción social de la ocupación con la finalidad de establecer un dialogo que permita ligar ambas categorías. Por último, es importante destacar que este trabajo se desprende de la tesis para la obtención de grado de Maestro, por lo que se presentan de manera general los resultados y las conclusiones de la investigación.
Desarrollo:
DIMENSIONES PARA UN ANÁLISIS DE LAS JUVENTUDES
Al estudiar las juventudes, es común encontrarse con definiciones basadas en rangos de edad, por ejemplo, de acuerdo con Castañeda (2014) la organización de las Naciones Unidas define la juventud en las personas que tienen entre 15 y 24 años; la Unión Europea en aquellos que se encuentran entre los 15 y 29, por último, en México, la Ley del Instituto Mexicano de la Juventud, en su artículo 2do, lo delimita a las edades entre 12 y 29 años; contemplando las siguientes categorías: adolescentes (entre 12 y 14 años), jóvenes (16 a 24) y adultos jóvenes (de 25 a 34).
Sin embargo, exponer una definición de juventud conlleva una problemática aún mayor. Su significado deberá plantear un marco conceptual que permita acercarse a las realidades juveniles y poder integrar un análisis para su comprensión. En este sentido, Brito (1998) propone un análisis transversal en el que las jerarquías de edad sean entendidas como escalas demográficas para poder observar las peculiaridades de las mismas y abordar el concepto central como una condición social, de cualidades específicas que se manifiestan a través de las características poblacionales y territoriales de cada individuo; considerando aspectos como la clase social, el género, la región, su momento histórico y su carácter transitorio dentro del proceso de inserción a la sociedad denominada adulta, lo que a su vez está relacionado con los procesos de reproducción de la sociedad.
Por otro lado, Tancara (2012) agrega que en esta característica transitoria hacía la adultez se encuentra inmersa la cotidianidad, un aquí y ahora, donde la juventud cruza una serie de procesos para volverse un agente social competente mediante la adquisición de habilidades para incorporarse a diversos sectores productivos de la sociedad. Por lo que no puede perderse de vista el aspecto cotidiano de los procesos de socialización juveniles.
Con base en lo anterior, la investigación no se basa en el concepto de juventud propiamente dicho, sino que apela a hablar de juventudes, entendidas como un periodo histórico y transitorio en la vida de las y los actores, el cual se caracteriza, entre otras cosas, por el paso de la esfera doméstica y/o educativa hacía las responsabilidades del mercado de trabajo y a aquellas relacionadas con la vida adulta; considerando que no es homogénea sino transversal, que está rodeada de diferentes dimensiones, tales como la edad, el género, la educación, el nivel socioeconómico, la cultura, la región, normas y valores, entre otras y que es distinta de acuerdo a cada tipo de sociedad.
DEFINICIÓN DE CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA OCUPACIÓN
La construcción social de la ocupación es entendida como la representación de diversos significados surgidos mediante la interacción de los actores, situados en estructuras que pueden condicionarlos pero que no necesariamente los determinan (De la Garza, 2020). Por tal motivo, las ocupaciones no están sujetas, ni entendidas, en contratos formales de trabajo, sino por las relaciones entre la estructura, la subjetividad y la interacción social. Así, considerar las instituciones, redes sociales, organizaciones y subjetividades contribuye a la ampliación del enfoque de mercado de trabajo para llevarlo al concepto de construcción social de la ocupación; caracterizado por la construcción de sentidos del trabajo, del trabajador y del futuro; alimentado por valores, creencias cognitivas, emociones, formas de razonamiento cotidiano y científico, entre otras (Feregrino, 2018).
Bajo esta línea se vuelve necesario estudiar cómo se generan estos significados involucrados en la dinámica de interacción, en el transcurso de las trayectorias laborales, de sus actividades y cómo éstas influyen en la construcción de la ocupación. En cuanto al mercado de trabajo, éste es entendido como una construcción social que es medida bajo el carácter cultural y político de las interacciones de los actores que se encuentran operando bajo una serie de estructuras, ya sean académicas, familiares, sociales, laborales, económicas, entre otras.
En cuanto a la subjetividad, De la Garza (2000) la define como el proceso de dar sentido, el cual se da mediante las interacciones sociales, la cultura, los simbolismos sociales, las formas de razonamiento o la creación de configuraciones subjetivas para cada situación concreta, por ejemplo: las normas, valores, el sentido estético o el sentimiento como fenómeno social, entre otros elementos. Este proceso de dar sentido no es por identificación con códigos, sino que los moviliza en un proceso que va de lo análogo a la inferencial, es decir, a la argumentación. Es un proceso de autojustificación y/o autoexplicación del por qué, del cómo, cuándo y de quién. Por último, en cuanto a las estructuras, De la Garza (2006) menciona que éstas acondicionan, presionan o limitan, pero no determinan, por lo que el sujeto tiene un cierto margen de libertad en cuanto a las posibilidades de acción o creación de significaciones; las cuales pueden ser simbólicas o materiales. Estas estructuras pueden ser, la condición social, la institución educativa, la familia, la economía, entre otras.
Con base estas dos posturas, la presente investigación entiende la construcción social de la ocupación juvenil partiendo de la noción de juventud como un periodo histórico y transitorio en la vida de los actores, caracterizado por el paso de la esfera doméstica y/o educativa hacía las responsabilidades del mercado de trabajo y aquellas relacionadas a la vida adulta; considerando que esta dinámica no es homogénea sino transversal y que está rodeada de diferentes dimensiones, tales como la edad, el género, la educación, el nivel socioeconómico, la cultura, la región, normas y valores, entre otras.
Este sentido, es importante no perder de vista que dentro de las interacciones que las juventudes experimentan, dentro de las estructuras que les rodean, existe una característica transitoria y transversal al mismo tiempo que se generan una serie de significados, relaciones con las estructuras, subjetividades e interacciones sociales, que dotan de sentido al trabajo, a la juventud misma y al futuro, mediante razonamientos cotidianos, científicos o de cualquier otra índole.
Así mismo, la presente investigación comenzó su desarrollo, en un periodo de contingencia sanitaria durante la Pandemia por COVID-19, donde las condiciones sanitarias exigían, institucionalmente, las clases virtuales en un marco social caracterizado por la incertidumbre hacía el futuro. Lo anterior implicó tomar una postura metodológica que permitiera el análisis de un fenómeno en marcha, de lo dado-dándose, de una realidad en constante cambio; razón por la cual se optó por el enfoque propuesto anteriormente.
BREVE ACERCAMIENTO AL ESCENARIO BAJO LA PANDEMIA POR COVID-19
Bajo esta línea, en el contexto de las condiciones laborales para las juventudes en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2021), destaca que la crisis sanitaria por la COVID-19, ha impactado en mayor medida a la población de entre 15 y 29 años en materia de educación, oportunidades laborales y sociales en su etapa transitoria hacía la vida adulta. Así mismo, prevé que la pandemia tenga impactos significativos en los niveles de educación de la población joven debido a la interrupción o disminución de aprendizaje, lo que podría tener como consecuencia una transición más larga y difícil hacía el empleo y trabajo decente.
Por otro lado, a las problemáticas traídas por la pandemia se agregan las dificultades para seguir estudiando y prepararse para conseguir un trabajo digno, ya sea por el género, condiciones migratorias y socioeconómicas, etnia y si las y los jóvenes no estudiaban ni trabajaban antes de la contingencia. Aunado a esto, se ha visto un creciente abandono escolar, que a largo plazo podría reflejarse en la limitación de acceso a trabajos o acceso a aquellos con salarios insuficientes (Juárez, 2021).
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (2020), otras de las repercusiones observadas ha sido la interrupción de sus programas educativos, pérdida de emprendimientos, caída de sus ingresos y la perspectiva de tener mayores dificultades en el futuro para encontrar una ocupación. Siendo la transición de la escuela (o la familia) al trabajo una de las etapas más importantes en el desarrollo juvenil, se ha vuelto indispensable el apoyo a los sectores jóvenes, ya sea en la creación de nuevas oportunidades de empleabilidad laboral, de emprendimiento y, sobre todo, de mayor acceso a las nuevas tecnologías de la información.
METODOLOGÍA
El desafío planteado en el objetivo de comprender la relación de los elementos estructurales, sociodemográficos e intersubjetivos que están presentes en la construcción social de la ocupación de los jóvenes que estudian sus últimos semestres de preparación técnica a nivel medio superior en el Municipio de Querétaro; no busca realizar una descripción de cómo las estructuras (educativas, laborales y familiares) están inmersas en este proceso, sino de dialogar y analizar cómo se entretejen éstas con otras variables, como las relacionadas a la parte demográfica (cercanía y/o lejanía de las instituciones educativas y laborales de los lugares de residencia, las características sociodemográficas de las colonias y/o comunidades, entre otras) y las subjetividades de los actores.
Para esto, la estrategia metodológica se basa en el configuracionismo, el cual da cuenta de los aspectos relacionados a las estructuras funcionalistas, dígase las instituciones educativas y centros de prácticas profesionales por un lado y, por otro, de los factores subjetivos de las y los actores. Es decir, busca dar cuenta de la interacción entre éstos, de lo dado-dándose. De acuerdo con Ortiz (2013; retomado por Luna, 2021, P. 131) “el configuracionismo es un modelo holístico, sistémico, dialéctico y complejo, por cuanto las ideas, teorías y conocimientos científicos obtenidos, se interconectan lógicamente entre sí, para formar una totalidad configurada de manera armónica y coherente”.
En cuanto al diseño de la investigación, el universo de trabajo constó de estudiantes de sexto semestre de uno de los planteles del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) del municipio de Querétaro, Qro. El CONALEP es una institución mexicana de educación Media Superior que se apoya en el Modelo Mexicano de Formación Dual como una variable institucional que busca apoyar la inserción laboral de los jóvenes el cual “es una iniciativa que integra la teoría y la práctica, en la que se incorpora al estudiante en actividades laborales que corresponden con su carrera profesional, combinadas con la preparación en la escuela para lograr el perfil de egreso” (Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, 2018).
El motivo de la elección para realizar la investigación con jóvenes de una escuela técnica se basó en el perfil de egreso y la preparación para el trabajo que reciben durante su formación académica, teorizando la posibilidad de que las y los jóvenes prefieran ingresar a los mercados de trabajo una vez finalizada su formación, en vez de ingresar a la universidad. En total se realizaron once entrevistas realizadas a diez estudiantes del turno matutino y a una estudiante del turno vespertino, con edades de entre 17 y 21 años y siendo un total de diez mujeres y un varón.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Como parte de los componentes estructurales; elementos como las normatividades enfocadas en jóvenes, dentro del Estado de Querétaro, los derechos fundamentales de la juventud queretana, los factores transversales del desarrollo integral juvenil, el contexto político y social durante la pandemia por COVID-19, los convenios industriales de la institución educativa con el mercado de trabajo, la adquisición de competencias y conocimientos, el apoyo y/o soporte de la institución educativa, el acceso a becas internas y externas de la institución educativa y el acceso a prácticas profesionales; fueron los principales hallazgos en los principales factores involucrados dentro de la construcción social de la ocupación juvenil.
Por ejemplo, el Estado de Querétaro cuenta con la Ley para el Desarrollo de Los Jóvenes en el Estado de Querétaro¸ la cual es de orden público, interés social y observancia general en la entidad. Dicha Ley, define a las autoridades en materia de juventud, las cuales son: el Gobernador del Estado, la Secretaría de la Juventud y los Municipios; detallando las responsabilidades de cada uno; los derechos y obligaciones de las y los jóvenes, los deberes y obligaciones de las y los jóvenes, los lineamientos del Programa Estatal para el Desarrollo Integral de la Juventud Queretana, lineamientos del Fondo Estatal de Atención a la Juventud, lineamientos del Parlamento de la Juventud Queretana, lineamientos del Concurso Estatal de Oratoria y Debate Político “Hugo Gutiérrez Vega”, y sobre las responsabilidades y sanciones.
Por otro lado, la SEJUVE (2020) realizó un diagnóstico en distintas áreas transversales que impactan a las juventudes queretanas, entre los cuales destacan: pobreza y desigualdad social, acceso a la seguridad social, reinserción social, acceso a la salud, salud mental, contexto económico, educación, ocupación y empleo, y acceso a redes informáticas. En este sentido, detectó una problemática donde las normatividades y las instituciones educativas implementan estrategias que generen una mayor motivación en las juventudes para continuar con sus estudios universitarios; se les brindan constantes capacitaciones y hay diferentes programas gubernamentales enfocados en becas para su apoyo económico, ferias de trabajo y bolsas de trabajo. Sin embargo, no hay condiciones suficientes en cuanto al acceso a la seguridad social, salarios, prestaciones y contrataciones en el mercado de trabajo que les permitan acceder a trabajos que les brinden mayor estabilidad y seguridad laboral. Por el contrario, en su mayoría son trabajos de baja calificación técnica y bajos salarios, lo que genera una sobre calificación para el trabajo. Aspecto que se agravo con la pandemia por COVID-19.
Respecto de los elementos relacionados con la institución educativa, ésta tiene convenios con sectores administrativos, industriales, instituciones educativas, aeroespaciales y gastronómicos; los cuales ofrecen oportunidades de becas, prácticas profesionales y estancias técnicas, entre otros. Sin embargo, como consecuencia del aislamiento social derivado de la pandemia por COVID-19 y el cambio de clases presenciales a clases virtuales, las y los jóvenes mencionan no haber tenido oportunidad de realizar prácticas profesionales; tomando cursos de capacitación en línea en su lugar. Por ejemplo:
-Informante estudiantil A del grupo C: En línea, teníamos que tomar cursos y aprobarlos. Creo que hicieron lo mismo con todos los sextos. Para que pudieran librar las prácticas, por lo mismo de la pandemia, que no podíamos ir a un lugar presencial.
Dentro de los componentes sociodemográficos; los planes de vida y carrera, las oportunidades de inserción laboral, el apoyo y/o soporte institucional, la afinidad de las y los jóvenes con la ocupación a la que aspiran, la adquisición de conocimientos y competencias, el acceso a prácticas profesionales, sus motivaciones ocupacionales, la tendencia familiar ocupacional y el contexto político, económico, social, institucional, familiar y personal durante la pandemia por COVID-19; son los principales factores involucrados dentro de la construcción social de la ocupación juvenil.
Por ejemplo, se encontró que consideran que la oferta educativa está encaminada a sus planes a futuro, es decir, a sus planes de vida y carrera. En cuanto a los motivos por los que eligieron sus respectivas especialidades el 50% de las y los participantes destacó que en su área de elección hay mayores oportunidades laborales. A continuación, se presenta un testimonio:
-Informante estudiantil E del grupo A: Desde muy pequeña, mi mamá siempre me preguntó ¿qué vas a hacer con tu vida? Y desde un principio siempre dije que quería esta carrera. Me gusta el hecho de cocinar.
Así mismo, hay quienes conocieron la carrera gracias a que sus hermanos y/o hermanas la estudiaron, o bien, se formaron en el mismo plantel:
-Informante estudiantil A del grupo B: Aquí estudiaba mi hermano y un día vine a ver el plantel y me gustó.
-Informante estudiantil B del grupo B: Por el grado de preparación. Salimos con cédula profesional, además de que mi hermano también estudió aquí.
Por último, dentro de las significaciones subjetivas que encontró que, la tendencia familiar ocupacional, el contexto político, social, institucional, familiar y personal durante la pandemia por COVID-19, los recursos económicos, las motivaciones ocupacionales, la afinidad con la ocupación a la que se aspira, los planes de vida y carrera, las oportunidades de inserción laboral, el apoyo y/o soporte familiar y el apoyo y/o soporte institucional; fueron los principales elementos involucrados dentro de la construcción social de la ocupación juvenil.
Por ejemplo, para esta investigación, la familia se constituye como la principal estructura por la cual, las y los jóvenes, construyen una serie de significados, valores y/o creencias hacía el trabajo. Los testimonios recabados destacan que el núcleo familiar (conformado por padre, madre y hermanos/as) es la principal fuente ocupacional. Es decir, a través de la familia es como las juventudes tienen sus primeros acercamientos hacía diversas ocupaciones; generalmente aquellas en donde se desempeñan los padres o hermanos/as mayores.
Otro factor a considerar es que las juventudes también ven en las ocupaciones de otros familiares una vía para sus trabajos futuros, generan una afinidad y construyen una serie de aspiraciones relacionadas al trabajo, principalmente al trabajo por cuenta propia. Por ejemplo:
-Informante estudiantil D del grupo A: Yo adquirí el gusto desde los 8 años, mi abuelita tiene un negocio propio de comida. Yo aprendí desde los 6 o 7 años y “por cuestiones familiares”[1] tuve que aprender.
Existe una internalización de valores, creencias y significaciones, desde la familia, que las juventudes configuran y reconfiguran con su paso institucional, dentro del proceso de incorporación al mercado de trabajo. Algunos ejemplos se encuentran cuando mencionan que sus padres les han inculcado tener un trabajo donde exista respeto entre sus compañeros, que se valoren sus actividades y competencias, que les guste lo que hagan, entre otros valores.
Dentro de sus trayectorias, hubo quienes mencionaron que no continuarían estudiando un grado profesional, principalmente porque no cuentan con los recursos económicos suficientes, quieren ingresar a trabajar en el negocio familiar, quieren tener un negocio propio y porque las universidades están lejos de sus lugares de residencia. Por ejemplo:
-Informante estudiantil A del grupo D: Quiero entrar a trabajar… lo que más me motiva es de que, obviamente voy a estar generando dinero, espero ahorrar dinero y empezar a comprar obviamente la materia prima para poner en unos años mi negocio. Eso es lo que me motiva, porque es, por así decirle, mi sueño. Pero, por otro lado, pues obviamente quisiera hacer una pedagogía para tener una maestría o algo así.
Con base en lo anterior, estas articulaciones permitieron identificar una configuración subjetiva. Tal como lo menciona De la Garza (2000), una formación específica de conglomerados de códigos que provienen de diferentes espacios subjetivos que les permiten a las y los jóvenes, dar sentido a una situación concreta, para este caso, el paso al trabajo. Esta configuración se compone por una serie de códigos cognitivos que son valorativos, sentimentales, que pueden ser expresados discursivamente o no ser expresados discursivamente, los cuales se forman a través de sus razonamientos cotidianos y a través del tiempo.
En este sentido, esta configuración da muestra de algunos elementos claro-oscuros, ambiguos e inciertos de la realidad, de lo dado-dándose, dentro de la transición de las y los jóvenes del periodo estudiantil de bachillerato técnico hacía la universidad o hacía el desempeño de una ocupación.
[1] Comillas propias
Conclusiones:
Para esta investigación, la familia es la estructura principal por la cual construyen una serie de significados, valores y creencias hacía el trabajo. Las ocupaciones de familiares representativos, son los primeros acercamientos hacía una ocupación, lo que les permite a las juventudes formar una afinidad y/o expectativa ocupacional a futuro. A lo anterior se suma la institución educativa, la cual juega un papel fundamentan en el proceso de consolidación o reconfiguración de las configuraciones formadas a partir de la familia.
Las juventudes enfrentan una escasez de condiciones favorables en cuanto al acceso a seguridad social, salarios dignos, prestaciones y contrataciones laborales, entre otras. Problemáticas que se agravaron con la Pandemia por COVID-19.
Hay una tendencia institucional en los objetivos de formación; el paso de la capacitación para el trabajo, hacía la continuación de estudios superiores. Es decir, institucionalmente se busca que las y los jóvenes continúen estudiando, a pesar de contar con una carrera técnica. Lo anterior, para esta investigación, cuenta con diversas problemáticas:
1-Adquisición de competencias laborales2-Énfasis en los cursos de capacitación y el acompañamiento docente3-La infraestructura institucional de las preparatorias y universidades4-Énfasis de las políticas públicas en el ingreso juvenil a estudios superiores y el descuido de otras áreas transversales dentro de su desarrollo integral
Las experiencias vividas durante la Pandemia significaron una serie de cambios en áreas institucionales, familiares y personales, repercutiendo en las configuraciones y reconfiguraciones del aprendizaje, la salud mental, la estabilidad económica, estabilidad familiar y otros, que se relacionan directa o indirectamente con la construcción social de la ocupación.
Por último, el proceso de la construcción social de la ocupación no es estático, es dinámico dentro de un entramado de relaciones en constante cambio. Existe una coyuntura donde las juventudes construyen una serie de expectativas y aspiraciones ocupacionales en función de su entorno y reforzado a partir de las interacciones sociales e institucionales. Estos pequeños márgenes de acción permiten la construcción de valores y significaciones hacía el trabajo. Estos procesos no son lineales, así como tampoco lo es el ingreso al mercado de trabajo.
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Palabras clave:
Construcción social de la ocupación, Jóvenes, COVID-19.