Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia pone la atención en como las condiciones de confinamiento han afectado de manera diferencial a hombres y mujeres, en el sentido de que la cultura de género ha naturalizado el trabajo del cuidado en las mujeres, y las ha ubicado como responsables de la vida doméstica. En este sentido describimos el papel de los cuidados en la generación de paisajes de desigualdad, muchas veces invisibles, que demuestran lo complejo y desigual que representó para la sociedad mexicana el “distanciamiento social” y la estrategia del “quédate en casa”, generando otro tipo de consecuencias en el ámbito personal y doméstico, por mencionar dos de ellas. Por un lado, a nivel doméstico, se han amplificado las violencias que se viven cotidianamente dentro de este espacio (violencia de género y sexual), pero también se ha obligado a reorganizar los espacios, a desarrollar estrategias de orden funcional y espacial, para poder dar respuestas a las múltiples exigencias de vivir en el encierro. Por otro lado, el COVID-19 también ha llevado cambios en la organización del espacio local, por ejemplo, con el cierre de muchos espacios libres públicos -desde mercados, tianguis, hasta plazas y jardines-, en la movilidad y las formas de hacerlo, y también ha llevado cambios en las formas de relacionarnos socialmente para poder llevar a cabo las actividades cotidianas como realizar las tareas de cuidados (compras, pagos de servicios, educación y salud).Esta vertiginosa inmovilidad de vida pandémica ha revelado aspectos de la cultura y de la vida en general que la aceleración constante hacía invisibles o imposibles de imaginar. Sin buscarlo, el encierro por el COVID-19 ha instalado una especie de situación experimental útil para reflexionar sobre cuestiones tales como, ¿qué ocurre cuando se cierra masivamente el espacio público y las personas deben replegarse en sus casas? ¿qué modificaciones se dan en los espacios domésticos y las actividades cotidianas? ¿qué efectos se producen en los vínculos sociales, emocionales, familiares a partir de la reducción del movimiento? ¿cuáles son los efectos espaciales, emocionales subjetivos e intersubjetivos del encierro por COVID 19?El método de investigación utilizado fue el diario de actividades y diario de fotografía cotidiano, participación 15 mujeres de diferentes edades, pertenencia territorial y condiciones socioceconómica. Los hallazgos se puntualizan en tres registros: los paisajes cotidianos del cuidado, los paisajes emocionales de la pandemia, los paisajes del habitar. En su conjunto estos hallazgos permiten profundizar los cambios que ha impuesto la pandemia y permiten reflexionar y repensar las relaciones de género, espacios horizontes y posibles desafíos para re-pensar las coordenadas espaciotemporales en estos nuevos escenarios.Resumen de la Ponencia:
El objetivo principal de la ponencia es analizar la generación de redes de apoyo entre las mujeres indígenas y con externos, ya que las mujeres indígenas se encuentran inmersas en relaciones de poder individual, en sus núcleos familiares y en su comunidad. Las mujeres de la Mixteca Oaxaqueña han vivido bajo la opresión de la comunidad y de sus propias familias, quienes no las tratan como iguales a los hombres. Se han visto confinadas en sus casas para cuidar a sus hijos y realizar las tareas del hogar conforme a los principios que rigen a la sociedad. Además, aún no han tenido una participación significativa en la política ni decisiones comunitarias críticas, sin tomar en cuenta el doble trabajo que realizan y por el cual no son remuneradas, intensificadas durante la pandemia del Covid-19. Por un lado, las mujeres trabajan como empaquetadoras, cosechadoras, productoras y vendedoras de sus mercancías, mientras que, por otro lado, trabajan como cuidadoras de sus hijos. Por lo que se analizará las corrientes feministas, en particular el feminismo comunitario, el territorio y espacio de vida donde se desarrollan, para la generación de redes entre las actoras. Dentro del sistema capitalista se concibe a las mujeres indígenas como procreadoras, con instinto para la cocina, para la maternidad, para el cuidado universal, recluidas en el ambiente privado y ocultas en lo público. Así también, los hombres son concebidos como los jefes de los hogares en ambientes rurales se ocupan en la producción, en el trabajo, en la política y por consecuente en la administración dentro del mundo público. Es necesario resolver las interrogantes sobre cuál es la influencia de las relaciones de género en el devenir político de las sociedades, más aún, cuáles son las relaciones entre las estructuras de poder político y económico, las relaciones de género, y atacar estos temas teniendo en cuenta su dinámica cambiante. Para ello se retomará el papel del estado para que se generen cambios, y sobre todo para que las mismas mujeres que viven en zonas rurales principalmente en la Mixteca Oaxaqueña, y con ello puedan crear redes de apoyo fuertes entre ellas y con externos, redes consolidadas y de confianza, donde puedan expresarse sin miedo a generar más opresión hacia su persona.Resumen de la Ponencia:
El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de Salud (OMS) anuncia ante la aldea global la primera pandemia del milenio: el Covid-19. Con esta declaración los estados inician una serie de protocolos sanitarios que transforman exponencialmente el espacio público/mediático y privado de los ciudadanos por doquier. Por lo tanto: la pandemia es comunicada por las carreteras mediáticas y en-redadas por las virtuales, donde el discurso científico convive con las fake news y adquiere el estatus de “Tema de Agenda” en su condición de monotema y mantiene la misma vigencia durante un largo año. No hay tema más trascendente ni preocupante ni convocante, todos hablamos de la contingencia, la reproducimos y la resignificamos, mientras es solidificada y de sobre manera por la Infodemia. Es en este escenario que comienza nuestra investigación sobre la ciudadanía y su praxis virtual durante la pandemia de 2020, con especial referencia a la práctica de la Mujeres y de la cual vamos a dar cuenta en la ponencia. Esta misma la realizamos con ciudadanas de diferentes países de Latinoamérica, a través de diferentes redes sociales e intentando dar respuesta al momento político que estamos asistiendo pero, también buscando nuevos caminos para la interacción y participación. Asi es que la problemática nos lleva a producir dos libros sobre el tema, podríamos decir dos libros interactivos. Partimos de las tres etapas del fenómeno: Prepandemia, Pandemia, Pospandemia y los efectos. Por ejemplo: a) El Hombre no sabe ni puede vivir solo, por el contrario necesita compartir el espacio físico y vivir en colectivo. Paradójicamente desea volver al tiempo de la rutina mediado por las agujas del reloj, como un signo de la temporalidad cotidiana. b) La pandemia produce desencanto en la ciudadanía y surgen los nuevos liderazgo, donde las mujeres adquieren un rol protagónico. c) En la aldea global reina la desesperanza socioeconómica-sanitaria, la situación es de extrema gravedad, principalmente en los países pobres. ONU Mujeres prevé la mayor pandemia de hambruna impactando en 800 millones de personas en el mundo. Unesco declara la catástrofe educativa con 24 millones de alumnos que abandonan sus estudios. d) El caos de las pulsiones produce nuevas pandemias: rebrotes de violencias, feminicidios y racismos. f) La pulsión de vida es congelada en el mañana. No se habita el presente, porque es tachado diariamente como índice de la “condena” colectiva y global. De igual manera sucede en la política que traslada el acto eleccionario al futuro, por ejemplo: las elecciones presidenciales. A pesar de ello, la TV no se cesa de repetir lo satisfactorio que resulta este tiempo para permanecer en Casa y en familia, un ideal que no todos pueden reproducir ni sienten.Resumen de la Ponencia:
Introducción: un diagnóstico sobre la situación de la sociedad dominicana en la primera etapa en los aspectos de : La violencia contra las mujeres y el Covid-19, Impacto del Covid–19 en la situación laboral de las mujeres en R.D, Impacto en la salud mental en R.D., Participación política de las mujeres en el manejo del Covid-19 en R.D. y el ejercicio de las masculinidades en el contexto del Covid-19 en R.D. Objetivos: identificar las formas en que las desigualdades de género afectan de manera diferenciada a mujeres y hombres en marco de una crisis sanitaria. Generar un proceso de incidencia alrededor del análisis de los efectos y respuestas dado a la pandemia del COVID-19. Identificar las necesidades insatisfechas a partir de la ausencia del enfoque de género en las políticas públicas puestas en desarrollo. Metodología: levantamiento de datos a partir fuentes estadísticas de registros administrativos oficiales, encuestas nacionales y estudios especializados. Algunos hallazgos: Durante el período de mayor confinamiento la brecha se mantiene bastante estable y se fue cerrando a medida que se va sintiendo el impacto de una mayor reapertura de las actividades, pasando por momentos de paridad, posteriormente a mayor predominancia de mujeres afectadas, No obstante, al considerar las muertes asociadas a covid-19 en esta etapa, los hombres representan más del 65% del total de fallecimientos. Hubo una agudización de casos de violencia, sin embargo, las limitaciones impuestas por el confinamiento y el cierre a gran escala de instituciones se convirtieron en obstáculos para que las mujeres víctimas de violencia accedieran a servicios de atención produciendo, una invisibilización de la dimensión de los casos de violencia de género ocurridos. El confinamiento multiplicó la carga de trabajo de mujeres y también el nivel de exposición a violencias dentro de sus propios hogares. Al revisar las políticas públicas puestas en marcha como respuesta a la pandemia, tanto en el campo de las violencias contra las mujeres como en el resto de problemáticas sectorializadas, estas denotan que hubo una limitación en cuanto a su transversalización de género, habiéndose podido desarrollar acciones que dieran respuesta a las necesidades específicas de las poblaciones vulnerabilizadas. Las evidencias indican más mujeres perdieron puestos de trabajo, más mujeres salieron del mercado laboral. En términos absolutos, más hombres que mujeres fueron suspendidos de sus puestos de trabajo, lo que se debe al hecho de que la fuerza laboral masculina en empleos formales es mayor que la fuerza laboral femenina, pero en términos relativos las mujeres fueron suspendidas en una proporción mayor a los hombres. La crisis sanitaria también ha implicado una mayor carga de trabajo no remunerado de mujeres. Ausencia de mujeres en los organismos de respuesta a la emergencia nacional creado por el poder ejecutivoResumen de la Ponencia:
Eje 13-Impacto de la pandemia en la condición de las mujeres y las relaciones de géneroLa COVID-19 puso en evidencia las desigualdades en México, por ello es pertinente revisar las actividades para el hogar propio que recae en las mujeres. El objetivo es destacar las labores que demandan más atención de las féminas durante la crisis sanitaria y los efectos generados en este sector de la población. Se entiende como trabajo no remunerado para el hogar propio a un conjunto de actividades que producen bienes y servicios para los integrantes de una familia por el que no se recibe una remuneración y generalmente lo realizan las mujeres. Lograr el objetivo y la utilidad teórica, implica revisar los datos del Uso del Tiempo del INEGI (2019) para resaltar las actividades para el hogar propio; además rescatar conversaciones de mujeres rurales y urbanas respecto a los cambios en sus labores por la pandemia. Se encontró que tanto en lo urbano como en lo rural, las mujeres realizan sus actividades para el hogar sin remuneración con cercanía y contacto, de acuerdo a la edad tuvieron que aprender a interactuar con algunas TICs para la enseñanza escolar, padecen estrés, tristeza, ansiedad; y enfrentan una sobre carga laboral.
Challenges of working for own home in the health crisis by covid-19
Summary
The COVID-19 highlighted the inequalities in Mexico; therefore, it is pertinent to review the household activities that women are responsible for. The objective is to highlight the tasks that demand more attention from women during the health crisis and the effects generated in this sector of the population. Unpaid work for one's own household is understood as a set of activities that produce goods and services for the members of a family for which no remuneration is received and which are generally performed by women. Achieving the objective and theoretical usefulness, involves reviewing INEGI (2019) Time Use data to highlight activities for one's own household; in addition to rescuing conversations from rural and urban women regarding changes in their work due to the pandemic. It was found that both in urban and rural areas, women perform their unpaid household activities with proximity and contact, according to their age they had to learn to interact with some ICTs for school teaching, suffer stress, sadness, anxiety; and face an excessive workload.
Key words: Unpaid work for own home, COVID-19, Mexico.
Introducción:
Diversas disciplinas de las Ciencias Sociales como la economía, la Sociología, la Antropología, la Historia, la Geografía, entre otros se han ocupado de mostrar las desigualdades económicas y sociales persistentes en la sociedad mexicana, pero ha sido la pandemia por COVID-19 la que ha desnudado la sobrecarga ya existente otorgada a las mujeres por las actividades no remuneradas para el hogar propio, en esta etapa de crisis sanitaria.
En la pandemia, las medidas de prevención para amortiguar los contagios tienen que ver con el distanciamiento social entre las personas, con la suspensión de las actividades educativas y laborales, convirtiendo el hogar en el espacio más seguro para el resguardo de la salud y la vida, pero, una zona de elevado riesgo para las mujeres encargadas de las actividades domésticas y del cuidado.
De todas las labores, las no remuneradas del hogar se efectúan en cercanía y contacto permanente, lo que coloca a las mujeres, generalmente madres, en situación de riesgo en la salud al infectarse o contagiarse de COVID-19.
De las múltiples tareas del hogar propio están aquellas que demandan más tiempo por parte de las mujeres, convirtiéndose en relevantes durante la pandemia las de limpieza y las de enseñanza aprendizaje, particularmente en la educación básica y media superior.
A excepción de las otras actividades, las educativas en tanto formación formal, habían recaído en un tercero, el Estado, pero ante la compleja situación, el gobierno transfiere la función a los padres y a las madres de familia durante el confinamiento por al menos dos años (2020 y 2021) considerando la responsabilidad compartida establecida en la Ley General de Educación (DOF, 16/03/2020), toda vez que los espacios de las escuelas concentran más de 30 millones de pupilos en todos los niveles educativos y se convierten en territorios propicios para propagar la epidemia.
Este documento se ocupa de los retos del trabajo para el hogar propio que asume el rasgo de no remunerado, particularmente durante la pandemia, destacando aquellas actividades que demandan más atención en tiempo y calidad.
Las actividades del hogar son una categoría del concepto trabajo, porque su función es producir bienes y servicios, pero a diferencia del mercado, este es no retribuido y va dirigido al bienestar y desarrollo de los integrantes de una familia, y generalmente lo realizan las mujeres. Se revisan los datos de la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo del INEGI (2019) para resaltar las actividades para el hogar propio; además se rescatan conversaciones de mujeres rurales y urbanas respecto a las modificaciones en sus labores por la pandemia.
Tanto en lo urbano como en lo rural, las mujeres realizan sus actividades para el hogar sin remuneración con cercanía y contacto, de acuerdo a la edad tuvieron que aprender a interactuar con algunas TICs para la enseñanza escolar, padecen estrés, tristeza, ansiedad; y enfrentan una sobre carga laboral.
El estudio es una valoración a grandes rasgos.
Desarrollo:
Marco teórico-metodológico: el trabajo no remunerado para el hogar propio
En general, el trabajo es entendido como un proceso de producción de bienes y servicios por la mano del ser humano (los hombres y las mujeres), el cual se desagrega, primero, en trabajo asalariado por el que se recibe una remuneración ya sea en lo formal o informal, siempre que y solo si existe una relación asalariada y subordinada entre dos o más personas. El segundo desagregado es el trabajo no asalariado en el que resalta el autoempleo informal, la producción para el autoconsumo (en varios casos se contempla la mano vuelta), el tekio y el trabajo para el hogar propio.
El trabajo para el hogar propio no remunerado se desglosa en trabajo doméstico que involucra la preparación y servicios de alimentos, limpieza de la vivienda, limpieza-cuidado de ropa y calzado, compras para el hogar, pagos y trámites para el hogar (de Luna, 2017).
También está el trabajo de cuidados segmentado por grupos poblacionales, esto es, la primera infancia de 0 a 5 años, la segunda infancia de hasta los 14 años, la población en edad productiva de 15 a 59 años y los adultos mayores de 60 y más años (INEGI, 2019).
Dentro de las actividades del cuidado, la subcategoría ayuda a las tareas escolares, se observa que se efectúa de forma directa e indirecta, una vez que los integrantes más jóvenes de la familia han regresado a los hogares, tras las horas en la escuela; o bien de forma indirecta, que consiste en apoyar a los escolapios en casa mientras se realizan otras actividades (INEGI, 2019).
Revisión de los datos
El trabajo no remunerado para el hogar propio respecto del Producto Interno Bruto (PIB) ha mantenido un crecimiento superior al 7% del 2003 al 2020, al pasar de 20.2% a 27.6% en términos generales. Son las mujeres quienes realizan las mayores contribuciones al crecimiento con más del 4%, (de 16.1 a 20.2% del 2003 al 2020 respectivamente), mientras que los aportes de los varones crecieron 3% en el periodo (INEGI, 2022) (ver Tabla 1).
Es decir, las mujeres han asumido el trabajo para el hogar propio con más del 70% de las contribuciones, mientras los varones apenas si aportan el 27%.
En la pandemia, las actividades del hogar se volvieron sustanciales, integrado por las actividades domésticas, vinculadas a la preparación y la provisión de alimentos, realizar las compras esenciales para la familia y los pagos diversos (electricidad, agua, telefonía), limpieza de la vivienda, limpieza y mantenimiento de la ropa y el calzado. En lo rural, las actividades domésticas llegan a requerir actividades previas como el desgranado de maíz producido en la parcela propia, cocerlo, moler el nixtamal, y hacer las tortillas; y antes de todo ello, buscar la leña/carbón para encender el fogón; en el caso de granos básicos como el frijol, también se requiere la producción previa, selección y limpieza para cocerlo y prepararlo. Entran también las actividades de cría de animales de corral, sacrificarlos, limpiarlos y cocinarlos (de Luna, 2017).En lo doméstico, la actividad de mayor modificación en lo rural y lo urbano es la limpieza del hogar y los espacios públicos.
“De todos los quehaceres, con el que se debe tener cuidado y estar atentos es con la limpieza. Aquí en la comunidad, en el municipio, no hay gel, así que hacemos una mezcla de agua con jabón para la tarde, al regreso de los que van a trabajar fuera, tenemos que ser conscientes, cambiarnos y dejar afuera esa ropa. También tenemos limpias las calles” (Actualizada habitante de zona rural, 2020).
Los quehaceres domésticos en general también incrementaron en la zona urbana. Esto es, los integrantes de la familia que tomaron espacios de la casa para trabajar desde casa o simplemente permanecieron en confinamiento, demandaron más preparación y servicios de alimentos. El confinamiento, no se tradujo en la incorporación de otros miembros de la familia a las diversas labores, más bien representó una sobre carga para las mujeres que ya de por sí han asumido esta responsabilidad dada por la sociedad y su naturaleza biológica.
La carencia de sanitizadores también afectó a la zona urbana en el principio de la pandemia, por lo que la mezcla de agua y detergente, limpiadores y otros de igual manera se convirtieron en una opción de limpieza para aquellos integrantes de la familia que por la naturaleza del trabajo de contacto y/o de cercanía, demandaba salir del hogar y que suman 81% de la población (INEGI, 2020).
En suma, las actividades del trabajo doméstico oscilan entre el distanciamiento social y la cercanía, principalmente de las mujeres respecto al resto de los integrantes de la familia, en el espacio de la parcela, el traspatio y la cocina, en la calle, el mercado/tianguis/supermercado.
Recientes hallazgos de estudios de caso, reportan un incremento traduciéndose en más preparaciones de alimentos por la concentración de los integrantes de las familias en los hogares. La demanda de preparación y servicios de alimentos, representa al menos 2 horas diarias más de las habituales. Se destina más tiempo al mantenimiento de los espacios en los que se demanda mayor actividad: solo el 20% de los hogares ya tenía un espacio y se incrementa en lugares como la cocina con el 33.33% (de Luna, 2022).
La limpieza de la vivienda, el mantenimiento y limpieza de ropa y calzado también adquieren relevancia por las indicaciones del lavado constante de manos y cambio de ropa, sobre todo por el trabajo realizado fuera del hogar y establecer contacto o cercanía con posibles casos positivos de COVID-19. Se trata de una actividad de riesgo elevado para la población porque si bien se realiza en aislamiento, se entra en contacto directo con las ropas con posible virus de COVID-19, en la que se reporta hasta 35% de incremento del quehacer.
Las actividades de limpieza quedaron sujetas a las indicaciones de las autoridades sanitarias, es decir, cambio de ropa al regresar del trabajo, lavado de manos frecuente y sanitización local (agua con jabón o algún limpiador mezclado con agua).
En lo doméstico se reorganiza la compra de las materias primas para el consumo familiar, pasando la responsabilidad en uno de los integrantes de la familia, en específico en los varones en los días de la semana para el caso de las zonas rurales. En lo urbano, además de las compras cara a cara, se recurrió a las aplicaciones o compras por internet, siempre que y sólo si se dispone de una tarjeta (débito o crédito) (AMVO, 2022).
Se mantienen estables los pagos y trámites para el hogar por la temporalidad (servicio de agua y telefonía mensual en la zona urbana) y electricidad bimestral.
En la pandemia se presentó un cambio sustancial en la “ayuda en tareas escolares” porque se tradujo en “enseñanza-aprendizaje” de las madres a los hijos de educación básica y media superior. Este ajuste es dado por el Estado, al transferir las funciones a los padres y las madres de familia, de tal manera que se garantice la formación de los millones de estudiantes del nivel básico y media superior.
Esta actividad en particular demanda hasta cinco horas al día y recae en las mujeres. De cada 10 familias, solo en uno, interviene el varón con la revisión de las actividades escolares.
La característica en el periodo de la pandemia, es que estas actividades requieren de una atención directa, es decir, las responsables deben permanecer en cercanía y contacto para garantizar la realización de las tareas, lo que generó estrés, ansiedad y depresión en las mujeres e infantes por la sobre carga laboral y el aislamiento de más de un año.
Con la pandemia, las zonas rurales establecieron lazos de solidaridad para adquirir internet y replicar el acceso en las viviendas, de tal manera que se garantice la comunicación de las madres de familia con los profesores mediante las redes sociales (de Luna, 2021). Ello les permitió sumarse a los grupos de WhatsApp para atender las problemáticas presentadas en el día a día de las actividades escolares, ya sea entre madres de familia o de las madres a los profesores.
En la pandemia, el cuidado a los integrantes del hogar de primera y segunda infancia, es la que refleja el mayor cambio, pero sigue feminizada la actividad (60% de los hogares tiene de 2 a 4 hijos).
En específico, en lo rural la enseñanza-aprendizaje se convierte en responsabilidad y obligación de las madres de los hijos a través de Cuadernillos acompañados del perifoneo y en menor proporción con el Programa “Aprende en Casa” de 2 a 5 horas, predominantemente de atención directa y en menor proporción de manera indirecta.
“Para los niños no es lo mismo estar en la casa que en la escuela. Extrañan a sus compañeros y a sus maestros. Además, no tienen recreo, es empezar desde las ocho de la mañana a contestar sus cuadernillos, nos detenemos a las 3 de la tarde para comer, entonces ya para la una de la tarde es estar preparando la comida con un ojo puesto en los niños, vigilar que sigan contestando las hojas, para que los maestros puedan recogerlo completo y respondidos. Si veo que los niños se cansan, se estresan, se ponen tristes porque es estar aquí en casa, sin poder salir a jugar con los amiguitos y tampoco pueden recibir visitas. Aunque pueden salir al patio, ya no es suficiente….Aquí no usamos la televisión, porque no coincide lo que pasan en la televisión con los cuadernillos y las mamás o los papás no saben programar la televisión, tampoco se dejan ayudar, les ofrecimos apoyo y no quisieron. Los papás que no saben leer y escribir, mejor se llevan a los niños a la milpa, son poquitos pero si hay y esos niños van a batallar cuando regresen a las aulas” (Actualizada, esposa del presidente de la Sociedad de Padres de Familia de comunidad rural del Estado Veracruz, 2020).
En la zona urbana, se implementaron clases mediante las plataformas digitales como Google Meet, ClassRoom, también se recurrió a la aplicación del WhatsApp para la conformación de grupos de Madres de Familia, a fin de agilizar la comunicación sobre las tareas y actividades diversas que los escolapios debían realizar.
“Como el resto de los niños y niñas, mis hijos extrañan a sus compañeritos y a sus maestros. Saben que no pueden recibir ni pueden ir de visita, lo entienden pero si les afecta el encierro. Los noto ansiosos, tristes. Llegó un momento en que dejé de exigirle a la niña, porque afortunadamente es obediente pero, si es una exageración la cantidad de actividades que debemos atender con los hijos y no estamos capacitados. Aquí es enseñarles como podamos las madres para no perder el ciclo escolar y les quede algo” (Madre de familia con estudios universitarios de la zona urbana de Zacatecas, 2020)
Los resultados en la reorganización de esta actividad no son satisfactorias. “La persona que asume el cargo de dirigir la enseñanza, presenta un bajo nivel educativo y utiliza su intuición, las prenociones y entendimiento para apoyar a los infantes. El resultado es deficiente y queda en los niños una apreciación del ‘No aprendo porque mamá no sabe enseñar’, reportó el 53.33% de los infantes en un estudio de caso para una localidad rural de Zacatecas (de Luna, 2022) y el proceso no es ajeno a la zona urbana.
En esta fase del trabajo no remunerado para el hogar propio, las mujeres y los infantes tuvieron que enfrentar la intermitencia en la conectividad de la red de internet, por saturación, ubicación del domicilio o el clima.
En la pandemia se conservó el comercio local, y se restringió la distribución a cargo de los grandes comerciantes. Además, el 36% de los trabajadores se encuentran ocupados en el campo, como trabajadores por cuenta propia; el 10% no recibe remuneración; el 7% son empleadores y el 47% son suboordinados remunerados (Carbajal, 2021).
Todas las actividades para el hogar propio son importantes porque tienen la función de garantizar el desarrollo de los seres humanos, de reproducir la mano de obra, pero esto sustancial también es de alto riesgo, porque demanda contacto y cercanía dentro y fuera del hogar, pese a que la única manera de lograr el distanciamiento social ha sido con el confinamiento en las viviendas.
Conclusiones:
En la pandemia por COVID-19, el trabajo ha sido uno de los componentes de la sociedad que mayor afectación ha padecido, dejando en evidencia la vulnerabilidad del trabajo asalariado y del no asalariado.
Del trabajo no remunerado, destaca el realizado para el hogar propio, que asume un carácter no asalariado y recae en las mujeres. El total de actividades realizadas en una semana varía en la zona rural respecto de la urbana. Mientras en la zona rural aún persiste la cría de animales, la recolección y la producción de la parcela, el uso de agua del manantial, el arroyo o pozo, en lo urbano deben ser adquiridos en el mercado o en su caso esperar la provisión por parte de un tercero, por el quede efectuarse un pago.
Uno de los aspectos destacables en general, es el incremento de actividades y del tiempo destinado para su concreción en el trabajo doméstico, específicamente con la preparación y la provisión de los alimentos. La participación del resto de los integrantes de la familia en estas actividades además de mostrar una sobrecarga en las mujeres, representa un reto para fomentar la participación de la familia (por parte de los padres y madres) en estas prácticas, como principales beneficiarios, sobre todo, por garantizar el desarrollo del ser humano.
Las actividades de limpieza también requirieron más tiempo, en específico el lavado de ropa, la limpieza del hogar (los espacios públicos en el caso de lo rural, como el pozo, el manantial, el arroyo y/o río), y las calles para las mujeres; en el caso de los hombres el mantenimiento de las carreteras, caminos, veredas y la realización de guardias en los principales accesos a la comunidad, en la cual también participan las mujeres.
Este desafío se suma a la revalorización del papel de las mujeres en la educación. En general, el nivel educativo alcanzado por las mujeres responsables de la educación en la pandemia es de Secundaria, aunque en el 2020, fueron quienes más se dieron de baja con 3%, mientras en varones solo fue el 1% (UNAM, 2020); esto pese a que en el 2020, las mujeres en la educación superior rebasó al de los hombres, reportando un incremento del 60% en los últimos 20 años (IMCO, 17 de agosto del 2022).
Las mujeres enfrentaron varios retos en la enseñanza-aprendizaje, los cuales están vinculados al manejo de la televisión, disponer de un móvil, acceder a internet y utilizarlo. Generalmente, las contribuciones respecto al uso de las TIC´s están asociados a trabajadores remotos, que realizan las actividades deslocalizados del centro laboral, con capacidad de autodisciplina para trabajar en aislamiento y en cualquier punto como un hotel, el aeropuerto, el parque siempre que y solo sí se cuenta con red de internet. Se trata desde luego de trabajadores asalariados, con elevado conocimiento de las TICs (OIT, 2019).
Con la pandemia, el hogar considerado como centro de convivencia familiar, de descanso, de fortalecimiento de lazos, se convirtió en un espacio de trabajo y ha dejado en evidencia que es un territorio de actividades no remuneradas, en concreto, la enseñanza-aprendizaje a cargo de las mujeres; se trata de una precariedad invisibilidad institucionalizada por el Estado mexicano, que toma como base la Ley de Educación General de Educación.
La intermitencia de la conexión a la red de internet, mostró la solidaridad entre las mujeres para replicar la señal o apoyarse mediante el WhatsApp para resolver dudas, que permitieran atender de forma correcta los cuadernillos o las tareas diversas correspondientes en lo rural y lo urbano. También, que pese a ser un derecho humano que ha sido plasmado en el artículo 6 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Estos retos específicos están vinculados a los usos y costumbres de la sociedad mexicana, que transfiere las actividades no remuneradas para el hogar propio a las mujeres, por su naturaleza biológica y porque socialmente ha sido así históricamente, por su condición de mujer.
Es decir, la pandemia tiene el papel de desnudar y cuestionar el avance de las acciones gubernamentales de equidad de género, empoderamiento, igualdad de oportunidades. Valores como la solidaridad, el respeto, la tolerancia, la reciprocidad otros, dirigidas a las familias.
Bibliografía:
DOF (16/03/2020), Acuerdo número 02/03/20 por el que se suspenden las clases en las escuelas de educación preescolar, primaria, secundaria, normal y demás para la formación de maestros de educación básica del Sistema Educativo Nacional, así como aquellas de los tipos medio superior y superior dependientes de la Secretaría de Educación Pública, SEGOB, disponible en www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5589479&fecha=16/03/2020
INEGI, (2020). Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), Primer Trimestre.
INEGI-Inmujeres, (2019). Mujeres y hombres en México 2019. INEGI, México.
INEGI, (2019). Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT), Presentación de Resultados, segunda edición, disponible en https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enut/2019/doc/enut_2019_presentacion_resultados.pdf
INEGI, (2021), INEGI presentar resultados de la encuesta para la medición del impacto COVID-19 en la educación (ECOVID-ED) 2020, Datos nacionales, Comunicado de Prensa Núm. 185/21, 23 de marzo de 2021, disponible en www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/OtrTemEcon/ECOVID-ED_2021_03.pdf
INEGI, (2022). Trabajo no remunerado de los hogares. Disponible en www.inegi.org.mx/temas/tnrh/
IMCO, (17 de agosto del 2022). El premio que reciben las mujeres por estudiar, Centro de Investigación en Política Pública (IMCO), disponible en https://imco.org.mx/el-premio-que-reciben-las-mujeres-por-estudiar/
OIT, (2019). Trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar: consecuencias en el ámbito laboral. Informe Conjunto. Organización Internacional del Trabajo-Eurofound, Ginebra, 77p.
de Luna, H. (2017). De la lumbre al fogón. La campesina de Zacatecas en el neoliberalismo, Editorial Fontamara, México.
De Luna, H. (2020). Del fogón a la televisión. Las actividades reproductivas de las mujeres rurales en pandemia. Ponencia presentada en la Escuela de Verano UAZ, 2020 del 25 de junio al 7 de julio.
De Luna, H. (2022). Desigualdades de género en la enseñanza. Aprendizaje rural en México, Reflexiones de la actual crisis sanitaria, en XI Congreso en Desarrollo Económico y Calidad de Vida, Bogotá-Colombia, 9 y 10 de noviembre.
AMVO (2022), Estudio de venta online. El consumidor digital mexicano 2022. Versión pública.
UNAM, (2020). Seis de cada 10 personas sin educación escolar son mujeres: INEGI. Radio UNAM, Disponible en https://wradio.com.mx/radio/2022/03/31/nacional/1648750244_384448.html
Conversaciones rescatadas
Madre de familia y esposa del Presidente de la Sociedad de Padres de Familia de educación básica de la localidad de Sayoltepec, del Municipio de Chicontepec, Veracruz.
Vocal de la Sociedad de Madres de Familia del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Ejido Chamola, Chicontepec, Veracruz.
Presidente de la Sociedad de Padres de Familia de la localidad de Agua Gorda, Zacatecas.
Madre de familia de 41 años, de la zona urbana de Zacatecas con estudios universitarios con hijos en educación básica.
Madre de familia de 40 años, de la zona urbana de Zacatecas con estudios universitarios de la zona urbana de Zacatecas con hijos en educación básica.
Madre de familia de 33 años con estudios universitarios de la zona rural.
Palabras clave:
Trabajo no remunerado para el hogar propio, COVID-19, México
Resumen de la Ponencia:
Já se vai a longo tempo a discussão posta nas Ciências Sociais sobre as marcações entre Gênero e Trabalho. Não raro precisamos retomar debates considerados clássicos para demarcar que gênero, compreendido como as relações estabelecidas entre mulheres e demais sujeitos sociais, que perpassam e constituem nossa sociedade continua sendo um instrumento de compreensão da realidade. Heiborn & SORJ (2003) apontam que no Brasil, a década de 80 do século XX, foi de fundamental importância no debate sobre gênero e trabalho uma vez que foi nesse período que os estudos no Brasil passaram a considerar não somente as questões da diferença salarial entre homens e mulheres. A abrangência da análise ganhou novos contornos quando a discussão avança para a antropologia que inclui outras variáveis no sistema de análise entre gênero e trabalho. Este trabalho analisou respostas de mulheres servidoras públicas do Estado do Pará, nas diferentes esferas. Aproximadamente 300 mulheres responderam sobre suas percepções de trabalho na pandemia, o acúmulo de funções e o resultado desse processo que, na sua maioria, trouxe sofrimento.Resumen de la Ponencia:
La actual pandemia representa un parteaguas sociohistórico que nos sitúa en un complejo proceso que impacta a las familias y a sus integrantes, generando efectos directos en las relaciones familiares, por tanto, la presente propuesta tiene por objetivo analizar las desigualdades sociales existentes, específicamente en las condiciones de la protección social y su impacto en las familias tlaxcaltecas durante el confinamiento selectivo. La metodología utilizada es de tipo cualitativa, con la finalidad de describir aspectos de la realidad, examinar la forma en la que los individuos perciben y experimentan los fenómenos que los rodean con el objeto de comprender los procesos, las situaciones, las significaciones y los múltiples sentidos que encierran las realidades de las familias. Los resultados muestran una multiplicación y saturación de actividades realizadas por los adultos, con mayor énfasis por las mujeres. Se experimentó una reducción de las múltiples redes de interconexión y apoyo con parientes y vecinos. Generando una tensión entre los integrantes de los hogares por los recursos y los espacios disponibles; lo cual depende de la clase social donde se ubique dicho hogar, como señala Arriagada (2007) la reproducción de las desigualdades sociales tiene su origen en el sistema de parentesco y en las condiciones de origen de las familias, que condicionan el acceso a activos sociales, económicos y simbólicos. México se ubica dentro los regímenes de Estado de Bienestar insertos en modelo neoliberal y basados en el modelo de proveedor único, manteniendo un régimen familista que reproduce desigualdad en las familias.Resumen de la Ponencia:
El impacto de la Covid-19 en todos los órdenes de la existencia humana perdurará durante mucho tiempo. Desde la dimensión socio-relacional, ha puesto mayor tensión a la ya insostenible desigualdad de género, cuyas brechas han aumentan de forma casi proporcional a aplicación de medidas de contención del virus. El confinamiento en el hogar y la reducción de los ingresos impacta de forma diferente a mujeres y hombres en las sociedades donde las relaciones entre géneros están matizadas por un orden patriarcal opresor e injusto.Es por ello que, desde el inicio de la pandemia en Cuba, el Centro Loyola Reina reestructuró sus servicios de la modalidad presencial a la virtual, para continuar ofreciendo orientación, acompañamiento educativo, artístico, lúdico y social a las personas y familias de Los Sitios y otras localidades dentro y fuera del país que lo requirieron.Las actividades propuestas (sesiones de orientación, debates temáticos, actividades familiares, de esparcimiento en casa e intelectuales) se basaron fundamentalmente en la metodología de la Educación Popular y en la promoción de la Ética del Cuidado. En este sentido, se apeló a las experiencias previas de los públicos, a sus recursos, para deconstruir y co-construir narrativas críticas y emancipadoras respecto a relaciones de género desiguales que tienen lugar en algunas familias. El interés en el tratamiento de la temática de género tanto de forma directa como transversal en las acciones realizadas responde al estrecho vínculo entre las inequidades, la vulneración de derechos y las manifestaciones de violencia de género en los hogares.A pesar de las limitaciones existentes para el acceso a la modalidad virtual, la participación en los espacios propuestos fue constante y predominantemente femenina, sobre todo en aquellos que convocaban al autocuidado y al cuidado y educación de otros/as. La ansiedad y sobrecarga de roles aparecieron como expresiones del malestar en las mujeres, y fueron asociados con la división sexual del trabajo en el hogar más que con la crisis sanitaria vigente. Por ello, se considera pertinente avanzar en la sensibilización y formación de colaboradores y usuarios en estos temas como género, derecho y empoderamiento que, aunque no son novedosos, han resurgido con fuerza y confirmado su importancia durante la pandemia por Covid-19.Resumen de la Ponencia:
Cuídese, cuídeme, cuide, cuidémonos, cuidado son los conceptos centrales que se multiplican en los mensajes y las campañas de gobierno e institucionales impulsadas para contrarrestar los efectos del COVID-19. Puede decirse que la pandemia se caracteriza por su paradoja: Al tiempo que se reconoce la centralidad del cuidado para combatir los riesgos, los miedos y las crisis que se nos presentan en la vida cotidiana; se profundizan las desigualdades sociales y económicas de la división sexo/ genérica de la organización socio política de nuestras sociedades, en las que el cuidado cobra un papel central. La vida social y económica de los países cambió en el marco de la pandemia. Sin embargo, las transformaciones de la vida cotidiana son diferenciales por sexo, por condición económica, por ubicación geográfica. Este paper se propone analizar los cambios y las permanencias en las prácticas de cuidado que llevan a cabo las mujeres de las zonas rurales de Caldas, quienes realizan trabajos de cuidado con su familia, con la tierra que cultivan y en general con los recursos de su entorno. ¿Cómo se afectaron la realización de trabajos productivos, reproductivos y de cuidado de las mujeres rurales durante el tiempo de pandemia? ¿De qué manera las modificaciones en los trabajos contribuyeron al empoderamiento de las mujeres campesinas de la zona? Son cuestiones a las que busca responder este documento.Resumen de la Ponencia:
El artículo busca comprender y caracterizar discursos de resistencia, ahondando en repertorios y acciones colectivas desplegadas por mujeres que participan en organizaciones migrantes y pro-migrantes del Gran Valparaíso, Chile, en un contexto de crisis social, pandemia sanitaria y efervescencia política. Frente a la precarización de la calidad de vida y un acceso restringido a derechos para poblaciones migrantes en dicho país, las relaciones que estas organizaciones mantienen con el Estado, que invisibiliza y vulnera sus derechos, implican respuestas múltiples para protegerse y estar con otrxs. La investigación se posiciona desde epistemologías críticas y reposan en un diseño cualitivo con entrevistas semi estructuradas y observaciones participantes efectuadas actividades virtuales durante los años 2020 y 2021. El género, la orientación sexual, el lugar de procedencia, profesiones u oficios caracterizan a quienes conducen estas acciones colectivas, distinguiendo entre organizaciones que expresan voces de personas migrantes y otras de sectores más amplios de la sociedad. Las conclusiones vienen a destacar a quienes migran como sujetas de derecho con agencia y gestoras de nuevos movimientos sociales y múltiples resistencias desde una visión interseccional de la realidad.Resumen de la Ponencia:
El propósito de este estudio de caso es conocer las vivencias y percepciones de las emprendedoras rurales, usuarias del Programa INDAP-PRODEMU, ejecutado en la Provincia de Linares -Chile- durante el contexto de pandemia entre los años 2020-2021. Mediante un alcance exploratorio-descriptivo se procederá a describir el programa y sus principales componentes, contemplando sus limitantes en el contexto COVID-19. Sumado a la caracterización de distintos perfiles de usuarias del programa, sus vivencias y percepciones respecto a este. Lo que significa para ellas emprender, la autonomía económica, y los efectos de la pandemia en el desarrollo del programa, en términos personales, familiares y comunitarios. Además de comprender cómo compaginan las labores domésticas y de cuidados con su emprendimiento, antes y durante la pandemia.La investigación se realizó desde la epistemología feminista, utilizando la metodología cualitativa, poniendo atención en la reflexión sobre situaciones y experiencias de las mujeres rurales pertenecientes a diversos sectores de la provincia. Para lo cual se emplearon entrevistas exploratorias no estructuradas a profesionales de PRODEMU, entrevistas semiestructuradas a las usuarias, observación no participante de algunas actividades del programa, y notas de campo. Se visitaron los sectores de “Las obras”, “Fuerte Viejo”, “Pantanillo”, y “San Alejo” ubicados en la comuna de Parral. Sumado a los territorios de “Esperanza Plan” y “La Puntilla” que corresponden a la comuna de Longaví. Y se entrevistó a 6 usuarias con edades entre los 23 y 59 años, con diferencias en nivel educacional, estado civil, conformación del hogar y tipo de emprendimiento. Dentro de los principales resultados aparecen las dificultades, al mismo tiempo que la capacidad de agencia durante la pandemia, para continuar en el programa y sacar adelante sus emprendimientos. Especialmente a su habilidad para adaptarse a la modalidad online y seguir con las clases, sumado a que algunas comienzan a utilizar las redes sociales para vender sus productos. No obstante, llama la atención que, si bien el foco del programa está en el empoderamiento y la autonomía económica a través del desarrollo de un emprendimiento. En la práctica las entrevistadas reconocen el aporte del programa en su empoderamiento personal y mayor autonomía, pero sus emprendimientos no les permiten una autonomía económica real, sino relativa. Lo que se traduce más bien en una doble o triple jornada, dependiendo de la época del año y del tipo de emprendimiento. Finalmente, el mayor aporte de esta investigación es el estudio en un contexto de contingencia, donde se vislumbran su alcances y limitaciones de un programa diseñado de forma centralizada, pero ejecutado en diferentes territorios. Invitando a reflexionar sobre la flexibilidad y capacidad de adaptación que debiesen tener los programas en los territorios, atendiendo a la diversidad de usuarias y sus entornos.Resumen de la Ponencia:
A violência contra a mulher por parceiro íntimo não é um fenômeno recente na sociedade, está presente em todas as camadas sociais, sendo o isolamento social um fator que está diretamente relacionado a este fenômeno. No contexto da pandemia do Coronavírus (COVID-19) medidas como o isolamento social pode ter impactado diretamente sobre as mulheres, que já convivem com inúmeras expressões de violências, às quais estão enraizadas na desigualdade de gênero, de uma sociedade machista e patriarcal. Objetivou-se conhecer a experiência das mulheres no contexto da pandemia da COVID 19 quanto a situação de violência por parceiro íntimo. Foi realizado um estudo observacional, por meio digital, através de Websurveys. As participantes foram captadas por divulgação da pesquisa nos vários meios de comunicação digital e incluídas mulheres maiores de 18 anos. Os dados foram obtidos por meio da aplicação de um questionário acessado pela internet. O link para acesso foi disponibilizado via e-mails de grupos e redes sociais (WhatsApp, Facebook, Twitter e Instagram), por um período de três meses. Participaram da pesquisa 1142 mulheres, sendo 43,9% na faixa etária de 40 a 59 aos, 76,7% se auto declarou branca, 89,8% heterossexual, 71,1% em um relacionamento afetivo/união, com filhos 62,5% e 66,3% tinha ensino superior ou mais. O surgimento ou intensificação de conflitos familiares no período do distanciamento foi mencionado por 32,1%, sendo que 38,4% declarou desemprego na ocasião. Verificou-se que 495 (43,4%) das mulheres relataram que já haviam sofrido violência pelo parceiro ao longo da vida, sendo que destas, 121/495 relataram também ter sofrido violência no contexto da pandemia, ou seja, o risco de sofrer violência na pandemia foi de 25% entre as mulheres que já haviam sofrido violência anteriormente. Já as mulheres que relataram não ter sofrido violência na vida (647), todas também não sofreram violência na pandemia. A presente investigação, apesar dos limites inerentes ao desenho do estudo, possibilitou uma aproximação da realidade concreta em pequeno espaço de tempo e a necessidade do cuidado em não se produzir análises que proporcionem causalidade direta entre a pandemia e o aumento da violência contra a mulher, mas da compreensão da violência como um evento social e historicamente construído. Palavras chaves: violência por parceiro íntimo, violência contra a mulher, COVID-19, isolamento socialResumen de la Ponencia:
Desde la perspectiva de género, en la presente ponencia proponemos analizar el impacto de la pandemia por COVID-19 en el contexto de la educación superior, considerando las desigualdades existentes entre hombres y mujeres desde la mirada de los cuidados a personas dependientes en los hogares (menores, adultos mayores y personas enfermas). En este marco de análisis, proponemos abordar, desde una mirada longitudinal, las experiencias de inequidad de género en los cuidados en estudiantes, docentes y personal administrativo de la Universidad Autónoma de Baja California. Partiendo de un estudio previo del 2017, hasta la última indagación que realizamos durante la pandemia, develamos que el universo de los cuidados, históricamente poblado por mujeres, intensificó las responsabilidades femeninas, requiriéndoles aún más tiempo, frecuencia e incluso, autoexplotación. En el contexto de la educación superior, las desigualdades de género en los cuidados durante el confinamiento de la población por la pandemia, se tradujeron en la supresión de las actividades universitarias, el cierre de servicios de atención a personas dependientes, la reducción de los servicios de ayuda a domicilio, la deserción escolar, entre otros fenómenos que concentraron la carga de cuidados en las mujeres. Con nuestro estudio visibilizamos que la mayoría de las mujeres tuvieron que conciliar el teletrabajo, el cuidado y la crianza, en un contexto en el que los horarios laborales se ampliaron y se mantuvo la exigencia en la dedicación y producción diaria. A su vez, en los hogares se conservaron los repartos inequitativos en cuanto a las responsabilidades de crianza y cuidado.Resumen de la Ponencia:
La pandemia de COVID-19 incrementó las inequidades ya prevalecientes en cada sociedad. A su vez, potencializó los factores discriminatorios para ciertos grupos, condicionantes que inciden en los problemas de salud de la población.Así, mujeres y hombres enfrentan diferentes condiciones de desigualdad con relación a diversos riesgos, como representó la enfermedad de COVID-19, como un problema grave para grupos vulnerables, por condiciones de pobreza, de edad, de localización y de género. Un reto para los próximos años es fortalecer los programas públicos y el sistema de salud, a partir de la experiencia de la COVID-19. Con la identificación de las limitaciones y los problemas de salud estructurales, como inadecuada alimentación y ausencia de actividad física. Una alternativa de política pública es la interseccionalidad, la cual involucra a distintos sectores públicos en favor de la salud de la población. Es decir, en donde el sistema de salud se articule para lograr objetivos en favor de la equidad, con prioridad en la prevención y atención ante riesgos semejantes a la COVID-19.Asimismo, se requiere concretar la igualdad sustantiva de género, reducir la pobreza y la justicia social. Para el periodo post-COVID-19 se debe posicionar la salud como un tema fundamental para el desarrollo, con la coordinación de todas las instituciones gubernamentales, con prioridades en la prevención y en la oferta de servicios adecuados para las necesidades específicas de mujeres y hombres. A su vez, se deben mejorar las condiciones de vida de mujeres y hombres de forma urgente, con un sistema de salud universal, sin discriminación y en favor de la población vulnerable. Para el corto, es prioritario eliminar los riesgos que todavía genera la COVID-19 y para el mediano y largo plazo se requiere prevenir y atender la salud de mujeres y hombres de forma diferencias ante otros riesgos potenciales, ante próximas enfermedades o eventos naturales. También, es fundamental asegurar que mujeres y hombres puedan ejercer sus derechos, es decir, habitar en vivienda adecuadas, con agua potable y con saneamiento, acceder a una alimentación saludable, a la seguridad social y con protección contra la violencia.Sin duda, la enfermedad del COVID-19 representó un llamado para considerar y reparar las rupturas socioculturales, sociopolíticas y sociohistóricas, en donde se ajusten las necesidades de la población con acciones de gobierno, con énfasis en los derechos y para mantener una vida saludable. Al mismo tiempo, esta pandemia representó una oportunidad para dejar de privilegiar al mercado y que el Estado sea rector del cuidado de la salud, donde los derechos sean el eje de las acciones en favor de las mujeres y los hombres.Resumen de la Ponencia:
El siguiente trabajo se propone estudiar las experiencias de trabajadoras de cuidados durante la pandemia de Covid-19 en el Área Metropolitana de Buenos Aires, principalmente durante el año 2020, período en el que se implementaron los marcos normativos más restrictivos. El análisis buscará en indagar las condiciones laborales y sus cambios antes y durante la pandemia, así como las vivencias y emociones de las trabajadoras en su relación con las personas a las que brindan servicios, su entorno y particularmente, su condición de trabajadoras esenciales. Se pretende centrar el análisis en la dimensión emocional del trabajo de cuidados y sus características como la invisibilización, la falta de remuneración y de reconocimiento del ejercicio del esfuerzo que implica. Desde una perspectiva de género, se pretende indagar sobre el vínculo entre el trabajo emocional y la naturalización de un saber hacer asociado principalmente a las mujeres que perpetúa la desvalorización de las tareas de cuidados y reproduce las desigualdades de género. El estudio, de corte cualitativo, recoge a través de testimonios directos la experiencia de 11 trabajadoras mujeres y 3 trabajadoras varones insertos en diversas ocupaciones de cuidados, cuidadoras/os de adultos mayores y niños, acompañantes terapéuticas, trabajadoras en geriátricos, enfermeras/os y empleadas de limpieza. Las entrevistas utilizadas se realizaron en el proyecto "Trabajadores y trabajadoras en actividades claves durante la pandemia de Covid-19 en Argentina: precariedad, supervivencia y organización colectiva." dirigido por el Dr. Rodolfo Elbert y que contó con el financiamiento de la Organización Internacional del Trabajo en el marco de su informe bianual 2022-2023 "Perspectivas sociales y de empleo en el mundo".Resumen de la Ponencia:
Ante la fuerza discursiva del movimiento feminista en América Latina, se busca investigar su incidencia en la construcción de las masculinidades y su percepción de las mujeres. Con base en el concepto fenomenológico merleau-pontiano sobre el ser-mundo, se considera que en las masculinidades de la generación 2020 de la FCPyS tiene un mayor impacto discursivo la representación del feminismo que en las masculinidades de 18 a 30 años de la colonia San Bartolo Atepehuacan de la CDMX, ya que las condiciones socio-políticas e intelectuales las permiten, pues en un principio, el movimiento feminista contemporáneo en México y la profundización del estudio entorno al género, como forma de construcción social basada en la desigualdad entre sexos, se ha gestado y desarrollado, principalmente, en las universidades. Con el fin de observar si existe una transformación en las concepciones, prácticas y construcción del género, como pilar importante de la agenda feminista para combatir las desigualdades estructurales. Sin embargo, a principios, y durante la pandemia, la epistemología feminista ha transtocado otros sectores y esferas de la vida cotidiana que ha posibilitado su discusión en otros espacios periféricos y descentralizados. Siendo esto posible, por una parte, gracias a la digitalización y divulgación de los actos y pronunciamientos feministas a través de redes sociales y las movilizaciones descentralizadas que ha permitido una mayor visibilidad del movimiento y con un mayor alcance. Y por otra parte, la creciente violencia machista, patriarcal y feminicida que nos trastoca sin importar la edad, estatus socioeconómico y racial/étnico, que hace imposible ya no verlo. Por lo que existe la posibilidad de un cambio significativo en las masculinidades fuera de los ámbitos académicos. Sin embargo, el gran problema de la lenta transformación de la realidad es que las voluntades se mueven a diferentes ritmos y horizontes. El pilar fundamental en el que se construye las masculinidades es a partir del rechazo de lo feminino, lo cual, le impide mirar y concientizar, o lo hacen negar, todo el debate y conocimiento que las mujeres están construyendo por ser mujeres. Así como, la estructura patriarcal actual, aunque exista jerarquías entre las diversas masculinidades, dado el entretejido simbólico que existe entre la noción de masculinidad con el poder, y por lo tanto con la política y la economía que les permite mantener privilegios sobre las mujeres a través de las alianzas por lo que, poco buscan cuestionar o desmontar los pactos patriarcales (Escutia, 2020).Resumen de la Ponencia:
Não é possível negar que a indústria do sexo (que envolve diversas modalidades de pornografia e prostituição) se transformou profundamente no século XXI devido às novas tecnologias que foram criadas e popularizadas.Durante o período de isolamento social ocasionado pela pandemia do Coronavírus, as modalidades virtuais da indústria do sexo tornaram-se ainda mais difundidas, ao mesmo tempo, a pandemia agravou consideravelmente as desigualdades sociais que já existiam no Brasil, inclusive devido ao aumento do desemprego.Para além dos óbitos causados pela doença, as consequências sociais e econômicas que o descaso do poder público com a pandemia está provocando na população brasileira são nefastas. Segundo dados do IBGE, o número de desempregados aumentou em 1,1 milhão durante três meses de quarentena em 2020 atingindo o recorde de 14,6% no terceiro trimestre deste ano. Os dados também comprovam que a pandemia está escancarando as desigualdades de gênero, raça e classe presentes na sociedade. Ou seja, temos de um lado mulheres sofrendo com a precarização do trabalho por conta da pandemia e da falta de políticas públicas do governo, por outro, tivemos um aumento na demanda por conteúdos pornográficos. O resultado foi um aumento no número de mulheres que decidiram entrar para a indústria do sexo pela primeira vez e também a migração de mulheres que praticavam a prostituição e o strip-tease para suas modalidades online.Neste mesmo período, um site que registrou um boom foi o OnlyFans, uma plataforma inglesa criada com o objetivo de ser uma espécie de Instagram privado, na qual as pessoas precisam pagar para acessar o conteúdo de quem seguem. Segundo Thomas Stokely, o fundador e chefe de operações do OnlyFans, o site estava registrando cerca de 200.000 novos usuários e 7.000 criadores de conteúdo a cada 24 horas em maio de 2020.No entanto, enquanto o site fica cada dia mais popular, pouco se fala sobre os riscos associados à sua utilização. Vende-se a ideia de que é um trabalho simples, afinal você pode fazer tudo de casa no seu próprio tempo sendo “sua própria chefe”. Na realidade, porém, as mulheres que vendem conteúdos eróticos no OnlyFans relatam passar por situações de assédio sexual e perseguições de homens na internet, além de terem que trabalhar por muitas horas e ficarem reféns dos pedidos dos clientes.A popularização do OnlyFans no Brasil durante o momento de crise econômica e social causadas pela pandemia de Covid-19 traz, portanto, diversos questionamentos acerca da precarização do trabalho, da exploração sexual dos corpos de mulheres e do fortalecimento da ideologia neoliberal em países latino-americanos. Esses são os assuntos que serão analisados no presente artigo.Resumen de la Ponencia:
Estudos feministas consideram que o Estado pode realizar ações específicas com o objetivo de alterar as condições estruturais das mulheres na sociedade. Um governo pode criar mecanismos institucionais de mulheres na estrutura estatal, os quais baseiam-se tanto em políticas públicas como na inclusão de mulheres na estrutura política e administrativa do Estado. A criação de programas de governo permitem que a problemática das mulheres e a questão de gênero adquira status de interesse público e integre a agenda pública. A criação de programas para as mulheres com visão das diferentes dimensões simbólicas, é uma das estratégias para reduzir as desigualdades. Os programas de governo para as mulheres proporcionam uma rede em âmbito da administração pública e se constituem na difusão de novas ideias e propostas de gestão. Nas últimas três décadas o município de São Paulo registrou experiências de políticas públicas para as mulheres. Essas políticas não têm ocorrido de forma contínua, mas pode-se observar uma melhora na configuração institucional do órgão responsável por sua implementação. Nesse período, São Paulo tem sido um importante centro de debate e desenvolvimento de ações institucionais em relação as mulheres no campo dos direitos sexuais e reprodutivos, educação, combate à violência sexista, planejamento urbano e geração de emprego e renda. As medidas de isolamento social aplicadas para o enfrentamento da pandemia de Covid-19 suscitou o problema de violência contra mulheres. Entre março e abril de 2020 foi registrado em 12 estados brasileiros aumento de 22,2% de casos de feminicídio e uma queda no número de registros de boletim de ocorrência denunciando violência contra mulheres em relação ao ano de 2019 (OMS, 2020). No mês de março de 2020 houve um aumento de 44,9% de assassinatos de mulheres em São Paulo em relação ao mesmo mês do ano anterior (OMS, 2020). O problema de pesquisa foi: quais programas de governo foram desenvolvidos para mulheres em meio ao agravamento da violência na pandemia? O objetivo da pesquisa é identificar as características institucionais e os programas de governo no período de pandemia por Covid-19. O objeto de estudo é a Prefeitura Municipal de São Paulo entre os anos de 2020 e 2022. O tipo de pesquisa é exploratório-descritiva com a análise documental de leis, decretos, relatórios financeiros, plano de cargos e programas de governo. Os resultados da pesquisa apontam para um déficit nos programas de governo para mulheres na cidade de São Paulo no período de pandemia quando comparado a período anteriores. Com isso, a conclusão foi de que não houve uma melhora de políticas públicas para mulheres no período de agravamento da violência contra mulheres em meio a crise de COVID-19.
Introducción:
Ao longo de três décadas, o município de São Paulo registrou experiências de políticas públicas para as mulheres (1989-2022). Essas políticas não ocorreram de maneira contínua, através de diversos arranjos institucionais, inclusive experimentando um modelo com autonomia administrativa e orçamentária, denotando um aprimoramento do mecanismo institucional responsável pela implementação das políticas para as mulheres. Cabe ressaltar que nesse período, São Paulo tornou-se um importante centro de debate e formulação de ação institucional sobre essa temática nas áreas dos direitos sexuais e reprodutivos, educação, combate à violência sexista, emprego e geração e renda e planejamento urbano.
A institucionalização das políticas para as mulheres está relacionada a duas iniciativas distintas. A primeira está pautada pela crítica elaborada pela teoria feminista sobre os limites dos princípios da democracia liberal ao propor a igualdade formal entre os indivíduos, a universalização dos direitos e a neutralidade das instituições, cujos pressupostos não consideram a condição de subordinação das mulheres. A outra, igualmente importante, pertinente à repercussão dos diferentes documentos propostos pelos organismos multilaterais com o objetivo de promover esforços em defesa dos direitos das mulheres.
Dessa forma, essa nova institucionalidade proposta está relacionada aos fundamentos de democracia e ao exercício da cidadania, e para sua implementação faz-se necessário um novo projeto cujo desafio é garantir a instituição de mecanismos democráticos e com transparência que assegurem estabilidade na articulação e implementação de políticas públicas voltadas para que endossar o exercício dos direitos políticos, civis, sociais e econômicos das mulheres.
O município de São Paulo é uma metrópole com mais de 12 milhões de habitantes, configurando-se como a mais populosa do país e a oitava do mundo, sendo responsável por 10,3% do Produto Interno Bruto (PIB), com o orçamento anual previsto para 2022 em R$ 82,7 bilhões, o quinto do país. Nesses dados superlativos, se destaca o percentual de mulheres entre os habitantes (52,6%), superando os índices percentuais do estado (51%) e do país (51,8%).
Em 2020, em razão da pandemia do novo coronavírus, o governo do estado de São Paulo adotou medidas de restrição de circulação, adoção de uma série de cuidados sanitários que implicaram no isolamento social de uma parcela expressiva da população. Esse cenário trouxe um grave impacto econômico para os diferentes setores, público e privado, e evidenciou a necessidade de políticas públicas para combater e enfrentar as desigualdades de gênero, a violência contra a mulher e a crise econômica. Esses fatores ameaçam a autonomia das mulheres, em especial as mulheres pobres que compõem as camadas mais vulneráveis da população.
Nesse trabalho exploratório, apresentamos os arranjos institucionais de implementação das políticas públicas de 1989 a 2022, como também os elementos orçamentários e financeiros da prefeitura de São Paulo relacionados à implementação de políticas para as mulheres. A análise tem como marco inaugural o governo de Luiza Erundina, do PT, primeira prefeita eleita. Em seu governo ocorre a primeira experiência institucional de políticas para as mulheres, uma estrutura criada para assegurar ações que promoveram a inclusão das mulheres através de políticas de combate da desigualdade e discriminação, com o propósito de inserir na agenda governamental a transversalidade de gênero nas diferentes áreas da administração pública. Nos anos subsequentes as atividades que compunham essa política foram suspensas (1993-2000), e retomadas e ampliadas em 2001, com a eleição da segunda prefeita da história de São Paulo Marta Suplicy, do PT. Após quatro anos, novamente o serviço foi secundarizado e somente retomado em 2007, através de parceria firmada com o governo federal.
O estudo apresenta ainda uma análise de elementos importantes da gestão do prefeito Fernando Haddad, PT (2013-2016), no que diz respeito às políticas para mulheres. Para tanto, foi realizado um estudo mais detalhado dessa gestão com foco nos seguintes aspectos: 1) instituição da Secretaria de Políticas para Mulheres, 2) Metas do Programa de Metas 2013 – 2016, 3) Ações na área de políticas para mulheres, 4) Arranjos participativos relacionados à Políticas para Mulheres, 5) Análise do orçamento da Secretaria entre 2014 e 2016. Segundo Bugni (2016: 168) a gestão da Prefeitura de São Paulo que governou a cidade entre 2013 e 2016 merece uma atenção especial, na medida em que:
“O primeiro ponto que destacamos desta última gestão, refere-se à preocupação com a promoção dos direitos da mulher, enquanto uma deliberação de governo que contou com o apoio desde o Prefeito. Da mesma forma que ocorreu no Governo da Marta Suplicy, essa postura contribuía para a receptividade da temática nos demais setores, fortalecendo a legitimidade da política em todo o governo municipal. Vale notar também que, neste momento, a política de gênero foi apresentada a partir de uma concepção mais ampla, ressaltando preocupações não apenas com questões de ordem social, mas também econômica, política e cultural.”
A pesquisa busca descrever o alinhamento de fatores que contribuíram para o desenvolvimento de políticas públicas para mulheres. O estudo precede de uma revisão bibliográfica sobre o desenvolvimento dos diferentes governos da cidade de São Paulo desde 1989 que estimularam reformas políticas institucionais no tocante às políticas para mulheres. A conquista de direitos, avanços socioeconômicos e à modernização dos costumes implicaram em transformações institucionais no município de São Paulo.
Sob uma abordagem qualitativa que se utilizou de pesquisa bibliográfica e documental, foi realizado um constructo histórico que apresenta a evolução do arranjo institucional das políticas para mulheres na cidade de São Paulo. Para tanto será realizada a analise descritiva de documentos como decretos, portarias e leis da Prefeitura de São Paulo no período entre 1989 e 2022. O marco de início da análise, em 1989 justifica-se pelo fato desse ano representar o início de um conjunto de debates e iniciativas em torno da temática de políticas para mulheres.
Perante uma abordagem quantitativa foi realizada a análise orçamentária entre os anos de 2020 e 2022 com o propósito de identificar as despesas destinadas a políticas para mulheres. O período da análise orçamentária fundamenta-se pelo fato de ter sido a etapa posterior ao período no qual existiu uma Secretaria Municipal de Políticas para as Mulheres na São Paulo, marco institucional que permitiu o estabelecimento de dotação orçamentária destinada exclusivamente às políticas para mulheres. A estratégia utilizada tem o propósito de gerar evidências que permitam caracterizar marcos das políticas para mulheres em diferentes governos municipais.
Desarrollo:
A institucionalização da política para mulher na cidade de São Paulo: governo Fernando Haddad (2013 – 2016)Entre os anos de 2013 e 2016 o prefeito de São Paulo foi Fernando Haddad do PT. Com a Lei 15.764/13 foi criada a Secretaria de Políticas para as Mulheres, a qual ficou responsável por:
“[...] assessorar, coordenar e articular junto à Administração, na definição e implantação de políticas públicas voltadas para a promoção dos direitos das mulheres, visando à sua plena integração social, política, econômica e cultural.” (São Paulo, 2013c)
A Secretaria para as Mulheres tinha como atribuição: assessorar as políticas para mulheres, elaborar um plano de igualdade de gênero, cooperar com organismos nacionais e internacionais, articular políticas transversais, realizar ações para a participação das mulheres e implementar planos, programas e políticas para mulheres. A Secretaria possuía duas coordenadoria: a de enfrentamento à violência e a de autonomia econômica das mulheres. A supervisão de equipamentos da secretaria ficou responsável pelas casas Elaine de Grammont, Helenira Rezende de Souza Nazareth e pelos centros de atendimentos à mulher, de referência a mulher e de cidadania da mulher. Ainda foi criada duas assessorias: de participação e controle social e de ações temática. A institucionalização das políticas para mulheres na forma de secretaria fez com que essa frente passasse a ter dotação orçamentária própria.
O Decreto Nº 54.660/13 instituiu o Comitê Intersecretarial de Políticas para Mulheres composto por representantes de vinte secretarias e com o objetivo de elaborar o plano municipal de políticas para as mulheres, garantir que as políticas de gêneros fossem incorporadas às diversas secretarias, construir indicadores de políticas para mulheres. O comitê, que também ficou conhecido como Conexão Mulher, também tinha a atribuição de formular, implantar, implementar, monitorar e avaliar políticas para o público feminino em perspectivas transversais e matriciais.
O Programa de Metas 2013-2016 foram estabeleceu metas que faziam referência a questões das mulheres, sobretudo às do “Eixo 1: Compromisso com os direitos sociais e civis”. Como pode ser observado no Quadro 1, as metas 40, 41, 59 e 60 propunham um enfrentamento direto de problemas relacionados às mulheres. Ao final do governo, as metas relacionadas a mulheres tinham sido cumpridas parcialmente ou integralmente. Ao aderir ao Pacto Nacional de Enfrentamento à Violência contra as mulheres e ao Programa Mulher, Viver sem Violência, o governo federal conseguiu repasses de recursos federais necessário para a implantação da Casa da Mulher Brasileira, centro de referência que reúne serviços de assistência à mulher (Fernandes et al. 2021).
O Projeto de Formação de Grupos Produtivos e de Economia Solidária permitiu a formação de grupos produtivos de economia solidária compostos por 175 mulheres. Também foram realizadas oficinas de formação cultural para as mulheres no ano de 2015. O Decreto 56.702/2015 garantiu que 30% dos profissionais de transporte tinham que ser mulheres. O Decreto 56.021/2015 determinou que os conselhos municipais de participação social deveriam ter um mínimo de 50% de mulheres. Em 2014 foi criada a unidade móvel de atendimento à mulher vítima de violência, que visitou 280 bairros e realizou 450 atendimentos individuais e 23 mil orientações gerais. Em 2016 foram criados mais dois centros de referência das mulheres e foi instituído o Programa Guardiã Maria da Penha que permitiu com que a Guarda Civil Metropolitana atendesse 340 mulheres vítimas de violência (Fernandes et al. 2021).
O Decreto 56.021/15 estabeleceu uma participação mínima de mulheres em conselhos e o Decreto 56.702/15 criou o Conselho Municipal de Políticas para Mulheres. Em 2015 foram realizadas oito conferências municipais para mulheres. EM 2016 foiram instituídos cinco fóruns regionais de políticas para mulheres para a proposição, acompanhamento, discussão e fiscalização de políticas para mulheres (Fernandes et al. 2021).
Ao criar a Secretaria de Políticas para Mulheres em 2013, o governo permitiu que se tivesse dotação orçamentária destinada exclusivamente às políticas para mulheres a partir de 2014. No entanto, chama a atenção que o maior percentual do orçamento da secretaria em relação ao da Prefeitura foi em 2016, sendo de: 0,04%. Entre 2014 e 2016 os valores reais de dotação orçamentária da secretaria aumentaram ano a ano, no entanto o valor do orçamento executado sempre foi inferior ao orçado no período. Nos anos de 2014 e 2016 o total do orçamento executado em relação ao orçado foi de 61,9% e em 2015 foi de 82,2%. Entre os anos de 2014 e 2016 72% das dotações correspondiam a despesas correntes e 28% correspondiam a despesas de capital (Fernandes et al. 2021).
Fim da institucionalização e enfrentamento da violência contra as mulheres em tempos de pandemiaEm 1 de janeiro de 2017, o decreto municipal 57.576 editado pelo prefeito João Dória promoveu uma reforma administrativa que extinguiu a Secretaria Municipal de Políticas para as Mulheres e resultou no fim da autonomia e classificação orçamentária, como também no fim da coordenação centralizada dos serviços. Esta situação acometeu o processo de acompanhamento, controle e fiscalização das políticas públicas. Em vista desse fato e do aumento dos índices de violência contra as mulheres, incluindo dos casos de feminicídio, foram 101 crimes registrados no período janeiro a julho de 2020, serão apresentados e analisados os dados relativos aos projetos e programas destinados ao enfrentamento à violência contra a mulher e de gênero (São Paulo, 2017a).
Nesse sentido, nessa etapa apresentaremos informações sobre o funcionamento dos equipamentos públicos de 2017-2022. Houve o fechamento do Centro de Referência da Mulher de São Miguel Paulista, localizado no extremo leste da periferia da cidade. As obras da Casa da Mulher Brasileira foram concluídas em novembro de 2019, com um atraso de três anos (São Paulo, 2017a).
A implementação de políticas para as mulheres foi transferida para a Coordenação de Políticas para as Mulheres que compõe a estrutura da Secretaria Municipal de Direitos Humanos e Cidadania (SMDHC), com objetivo de elaborar, propor, articular, planejar e fomentar a implantação de políticas públicas para a defesa dos direitos das mulheres e equidade de gênero (Gonçalves, 2018).
A rede de atendimento para as mulheres sofreu pouca variação se considerados os dados de 2016, composta por quatro centros de Referências da Mulher, cinco Centros de Cidadania da Mulher, uma Casa Abrigo e uma Casa de Passagem, e a Casa da Mulher Brasileira. Foram criados três postos avançados de atendimento às mulheres vítimas de violência em estações de Metrô – nas estações Santa Cecília e da Luz e no terminal de ônibus Sacomã (São Paulo, 2018).
Também compõem a rede de atendimento à mulher vítima de violência os Centros de Referência Especializado de Assistência Social (CREAS) da Secretaria Municipal de Assistência e Desenvolvimento Social (SMADS), que oferecem acompanhamento técnico especializado desenvolvido por equipe multiprofissional para atendimentos a pessoas em situação de violência, sendo: 1 no Centro, 7 na região norte, 8 na região sul, 12 região leste e 2 na região oeste (São Paulo, 2018).
As políticas para as mulheres nos instrumentos de planejamento público – Programa de Metas e PPA
Nesse tópico serão apresentadas as propostas contidas nos Programas de Metas no qual estão contidas as prioridades da gestão para os quatro anos de mandato, traduzidas em metas, projetos, ações estratégicas e indicadores para cada setor da Administração Pública.
No Programa de Metas de 2017-2020 publicado pela prefeitura e entregue à Câmara Municipal não consta nenhum programa ou ação destinado a promover a manutenção, fortalecimento das políticas para as mulheres. Existem no documento três menções às mulheres na ficha técnica do eixo de Desenvolvimento Humano: Garantir 100% de encaminhamentos das denúncias recebidas referentes a populações vulneráveis. A outra menção, também no mesmo eixo, faz parte do projeto Centros de Cidadania com o propósito de integrar os diferentes equipamentos de atendimento e orientação a populações específicas (negros, mulheres, população LGBT e imigrantes), Segundo o documento:
“Garantir que populações com vulnerabilidades específicas sintam-se apoiadas pela rede de acesso a direitos humanos, gerando ampliação do número de pessoas mais informadas e confiantes de seus direitos e no poder público municipal (...)Garantir 100% de encaminhamentos das denúncias recebidas contra populações vulneráveis.” (São Paulo, 2017b).
Acrescente-se ainda, nas linhas de ação, a proposta de finalizar a Casa da Mulher Brasileira, focada em integrar os diversos serviços de direitos humanos oferecidos à mulher no mesmo espaço, como: serviços judiciários, psicológicos, entre outros (São Paulo, 2017b).
No eixo Desenvolvimento Urbano, o projeto “Construção ou reforma de unidades habitacionais para locação social”, consta da linha de ação a iniciativa de “Construir ou reformar 1000 unidades habitacionais de locação social para atendimento de famílias com renda até três salários mínimos”. Segundo a ficha técnica: “A demanda desse programa são as famílias que hoje recebem o auxílio moradia entre elas idosos de baixa renda, mulheres vítimas de violência doméstica, imigrantes e população em situação de rua” (São Paulo, 2017b).
No que se refere ao Programa de Metas 2021-2024 foram encontradas duas ações relacionadas às políticas para as mulheres na área de enfrentamento à violência. A meta 18 estabelece a ampliação em 50% o número de atendimentos realizados nos equipamentos exclusivos para mulheres, cujo relatório de acompanhamento apontou o cumprimento de 57,15%, em 2022. A outra ação está prevista na meta 31 que se destina a ampliação da capacidade da guarda civil metropolitana (GCM) para a realização de ações protetivas para 2.500 mulheres vítimas de violência /ano, o índice de cumprimento em 2022 alcançou 76,72% (São Paulo, 2017b).
Na análise do PPA 2018-2021, outro importante instrumento de planejamento público, o achado da pesquisa foi no Programa 3013 “Prevenção e Proteção às Vítimas de Violência da Coordenação de Políticas para as Mulheres da Secretaria de Direitos Humanos e Cidadania (SMDHC)”, que prevê a ampliação no atendimento de mulheres (em números absolutos por ano) em situação de violência atendidas pela rede especializada de enfrentamento à violência, conforme aponta o quadro abaixo:
Segundo o PPA, para a ação foi considerado o número de registros de entrada realizados (preenchimento da ficha de cadastro) nos Centros de Referência da Mulher em situação de Violência, Casa Abrigo, Casa de Acolhimento Provisório e Unidade Móvel. Numa análise detida desse ponto é possível encontrar uma incongruência entre os números adotados para elaborar essa ação, e os números apresentados no site da SMDHC. Segundo dados da secretaria, em 2020 foram realizados 24.113 atendimentos (Passafaro e Peres, 2022).
No período da pandemia houve uma redução nos atendimentos se considerado o ano de 2019: em março foram atendidas 2886 mulheres, nos meses subsequentes os atendimentos sofreram uma redução de 65% no período mais rígido da quarentena, em razão das restrições de circulação das pessoas, conforme o quadro abaixo:
No período entre janeiro e julho de 2020, o relatório da SMDHC apontou 101 crimes de feminicídios, um recorde da série histórica iniciada em 2016. Segundo Samira Bueno, a pandemia acentuou a quadro de vulnerabilidade das vítimas de violência de gênero considerando que muitas estavam confinadas com seus agressores, e afirma:
“É difícil cravar no caso de São Paulo que foi a epidemia que determinou o aumento dos feminicídios porque eles já vinham crescendo, mas o que podemos dizer é que a pandemia colocou essas mulheres que já viviam em situação de violência doméstica em uma situação ainda maior de vulnerabilidade” (Bueno, 2021: n.p)
Os números de registros de violência contra à mulher na capital paulista, segundo a Secretaria de Segurança Pública (SSP/SP) foram 23.920 casos, sendo que os casos de lesão corporal dolosa e violência sexual segundo o registro estatístico vinham crescendo apresentaram uma queda. Segundo Bueno (2021), tal situação reflete os problemas no acesso ao registro e não na redução dos casos. Na verdade, a mulher vítima de violência passou a ter dificuldade de sair de casa para se deslocar até uma delegacia, em razão das restrições de mobilidade urbana, ou ainda por conta das mudanças de regime de funcionamento das delegacias de polícia, ou pelo fato de estar confinada com o agressor.
Nesse quadro é possível afirmar que as ações propostas nos Programas de Metas e do PPA são insuficientes, tendo em vista os dados considerados para elaboração dos programas e os números de crimes registrados cometidos contra as mulheres (Passafaro e Peres, 2022).
– O desempenho dos programas e atividades no orçamento público
O orçamento é o principal instrumento de realização de políticas públicas. Assim, a finalidade do Estado, ao obter recursos, para gastá-los sob a perspectiva de política pública tem por objetivo realizar os objetivos fundamentais da Constituição Federal. No caso das políticas para as mulheres no município de São Paulo, apesar de constarem em programas e ações no orçamento, nem sempre são destinados recursos para sua implementação, conforme demonstrado no quadro abaixo:
Ao analisar os dados inseridos na tabela acima, é possível verificar que programas e ações foram incluídos na LOA, no entanto a melhor performance no que se refere à destinação de recursos e de 2021: dos seis programas apenas três receberam recursos. Em 2017 e 2019 dos programas propostos, nove receberam recursos orçamentários.
Em referência aos recursos executados pelos programas e ações os valores do quadro 6 apontam que nos anos de 2020 e 2021 retomaram o patamar de 2018, considerando em 2019 depreende-se uma queda de aproximadamente 15% dos recursos orçamentários.
Outro dado a ser ressaltado é o quanto os valores destinados às políticas para as mulheres impactam no orçamento municipal: nos anos de 2020 e 2021 os índices são inferiores a 0,04%, conforme apresentado no quadro 6..
Conclusiones:
A perspectiva feminista aponta para a importância do papel das políticas públicas na alteração das relações sociais de dominação, pois essas podem incidir sobre as relações de poder na sociedade de um ponto de vista de gênero, e garantir às mulheres o acesso a direitos em sua dimensão social, política e econômica. Nesse sentido, é central insistir na ampliação do papel do Estado no provimento de políticas que interfiram na divisão sexual do trabalho e nas possibilidades da participação das mulheres no mundo público.
Por conseguinte, a ausência de políticas públicas e a sua descontinuidade são interpretadas como um sinal de baixa prioridade, ou até mesmo, uma “não questão” para alguns governos. No caso em estudo, da prefeitura de São Paulo, o número reduzido de programas e ações destinadas a políticas para as mulheres nos instrumentos de planejamento, e a quantidade de recursos orçamentários destinados para essa área, reforçam a necessidade ampliação dos equipamentos e serviços públicos. No ciclo analisado, de 33 anos, somente em um mandato, quatro anos (2013-2016), encontramos um arranjo institucional com maior capacidade de articulação de políticas e melhores condições de intervenção, em razão do organismo de governo contar para seu funcionamento tanto com estrutura e orçamentos próprios e basear-se nas deliberações provenientes dos conselhos e conferência municipal.
Outro aspecto diz respeito ao impacto do fim da autonomia institucional e orçamentária, como também da coordenação das ações das políticas para as mulheres, que resultou na ausência de dados que apontem a transervalidade da política nas áreas da saúde, educação, habitação, transporte, trabalho, segurança urbana, urbanismo, em razão da não observância do Plano Municipal de Políticas para as Mulheres.
Cabe ressaltar, ainda, que esse novo modelo institucional dificulta o controle social, e soma-se a isso ausência de dados que apontem a eficácia, eficiência e efetividade da política pública do município de São Paulo.
Dessa forma, as medidas adotadas inicialmente em 1989 continuam necessárias e atuais, tendo em vista os dados que demonstram a vulnerabilidade da vida das mulheres paulistanas.
Bibliografía:
Bueno, Samira. 2021. “Violência contra mulheres em 2021”. Fórum brasileiro de segurança pública. São Paulo.
Bugni, Renata Porto. 2016. “Políticas públicas para as mulheres no Brasil: análise da implementação da política de enfrentamento à violência contra as mulheres em âmbito nacional e municipal”. Dissertação (Mestrado em Gestão de Políticas Públicas) – Escola de Artes, Ciências e Humanidades, Universidade de São Paulo.
Bustos Romero, Olga Livier (1994), “La formación del género: el impacto de la socialización a través de la educación”, Consejo Nacional de Población, Antología de la Sexualidad humana, México, D.F, Consejo Nacional de Población, noviembre, pp.267-299.
Cepal. 2022. “45 years of the regional gender agenda”, Cepal, Santiago.
Datasus. 2020. “Portal da Saúde. Sistema de Informação sobre Mortalidade (SIM).” Disponível em: < http://www2.datasus.gov.br/DATASUS/index.php>.
Diniz, Debora; Madeiro, Alberto Pereira. 2016. “Serviços de aborto legal no Brasil – um estudo nacional”. Ciências e Saúde Coletiva. v. 21, n.2, p. 563 – 572.
Farah, Marta Ferreira Santos. 2004. “Gênero e políticas públicas”. Estudos Feministas. v. 12, n. 1, p. 47 – 71.
Fernandes, Maria Angélica; Galindo da Costa, André; Nunes, Serrano Gabriel Silvio. 2021. “The institutional development and the budgetary analysis of policies for women in Sao Paulo city in 2013-2016”. En: RC21 Conference: Sensing and Shaping the City, 2021, Antwerp, BE. RC21 Conference: Sensing and Shaping the City. Antwerp, BE: RC 21, 2021. v. 1. p. 1-18.
Giacomoni, James. 2010. “Orçamento Público”. 15. ed. ampliada, revista e atualizada. São Paulo.
Gonçalves, Juliana. 2018. “Dória agiu contra a lei ao extinguir secretarias de Mulheres e Igualdade Racial”. Brasil de Fato. São Paulo. Recuperado de: https://www.brasildefato.com.br/2018/06/19/doria-agiu-contra-a-lei-ao-extinguir-secretarias-de-mulheres-e-igualdade-racial#.Yw9UUwIoumE.whatsapp.
Iipe-Unesco. 2019. “Educación y género: documento de eje”, Buenos Aires, Iipe-Unesco.
Moser, Caroline; Moser, Annalise. 2005. “Gender mainstreaming since Beijing: A review of success and limitations in international institutions”. Gender & Development pp. 11-22.
Ortiz, Rosa María González. 2015. “Un modelo educativo para la equidad de género”, en Alternativas en psicología, nº 18, mayo, pp. 11-21.
Passafaro, Marina; Peres, Ursula. 2022. “Políticas de enfrentamento à violência contra mulheres na cidade de São Paulo”, Boletim de Políticas Públicas/OIPP Nº 21.
Pateman, Carole. 1993. “O contrato sexual”. Paz e Terra.
Paz, Anabel Naranjo. 2014. “La formación del profesional desde el enfoque de género: una necesidad en el contexto educativo”, en EFDeportes, año 19, nº 192, pp. 1-1.
Pereira, Irotilde Gonçalves. 2009. “Casuística de abortos legais realizados no hospital do Jabaquara entre 1989 e 2007”. Saúde e Sociedade. v.18, n. 1, p. 81.
Pnud. 2020. “Brasil: Onde está o compromisso com as mulheres? Um longo caminho para se chegar à paridade” Programa das Nações Unidas para o Desenvolvimento. Brasília.
Saffioti, Heleieth Iara Bongiovani. Pósfácio: Conceituando gênero. En: Heleieth Iara Bongiovani Saffioti; Monica Muñoz-Vargas. Mulher Brasileira é Assim. Rio de Janeiro: Rosa dos Tempos, 1994, v. p. 271-281.
São Paulo. 1991. Prefeitura do Município de São Paulo. “Decreto Municipal Nº 29.663 de 08 de abril de 1991”. Reorganiza o Gabinete da Prefeita, e dá outras providências. São Paulo, SP, 1991.
São Paulo. 1992a. Prefeitura do Município de São Paulo. “Decreto Nº 32.355 de 29 de setembro de 1992”. São Paulo, SP, 1992a.
São Paulo. 1992b. Prefeitura do Município de São Paulo. “Lei Nº 11.336, de 30 de dezembro de 1992”. São Paulo, SP.
São Paulo. 1998. Prefeitura do Município de São Paulo. “Decreto Nº 37.744 de 8 de dezembro de 1998”. São Paulo, SP.
São Paulo. 2001. Prefeitura do Município de São Paulo. “Lei Nº 13.169 de 11 de julho de 2001”. São Paulo, SP.
São Paulo. 2013a. Prefeitura do Município de São Paulo. “Decreto Nº 53.685 de 1º de janeiro de 2013”. São Paulo, SP.
São Paulo. 2013b. Prefeitura do Município de São Paulo. “Decreto Nº 53.686 de 1º de janeiro de 2013”. São Paulo, SP.
São Paulo. 2013c. Prefeitura do Município de São Paulo. “Lei Nº 15.764 de 27 de maio de 2013”. São Paulo, SP.
São Paulo. 2013d. Prefeitura do Município de São Paulo. “Decreto Nº 54.660 de 5 de dezembro de 2013”. São Paulo, SP.
São Paulo. 2015. Prefeitura do Município de São Paulo. “Decreto Nº 56.702 de 9 de dezembro de 2015”. São Paulo, SP.
São Paulo. 2013. Prefeitura do Município de São Paulo. “Programa de Metas da Cidade de São Paulo: versão final participativa 2013 – 2016”. São Paulo, SP.
São Paulo. 2017a. Prefeitura do Município de São Paulo. “Decreto Municipal 57.576, DE 1º de janeiro de 2017”. São Paulo, SP.
São Paulo. 2017b. Prefeitura do Município de São Paulo. Programa de Metas da Cidade de São Paulo: versão final participativa 2017 – 2020”. São Paulo, SP.
São Paulo. 2018. Prefeitura do Município de São Paulo. “Decreto Municipal Nº 58.079, DE 24 de janeiro de 2018”. São Paulo, SP.
Secretaria Municipal da Fazenda de São Paulo. 2020. Prestação de Contas Públicas – Orçamento. Disponível em < http://orcamento.sf.prefeitura.sp.gov.br/orcamento/loa.php>.
Secretaria Municipal de Políticas para Mulheres de São Paulo. 2016. “SMPM Portaria Nº 14 DE 17 de agosto de 2016”. São Paulo.
Tribunal de Contas do Município de São Paulo. 2022. “Informações e Relatórios de Interesse Social”. Visão Orçamentária. Disponível em < https://iris.tcm.sp.gov.br/Iris/10659>.
Palabras clave:
Análise orçamentária. Cidade de São Paulo. Desenvolvimento institucional. Políticas para mulheres.
Resumen de la Ponencia:
MUJERES EN PRISIÓN COVID 19 Y VIOLENCIA EN MÉXICOGT11 – Género, Feminismos y sus aportes a las Ciencias Sociales María de Jesús Rodríguez GuerreroUAM Azcapotzalco Resumen- A partir de la pandemia por COVID 19, la violencia hacia mujeres y niñas no sólo se incrementó, sino que dilucido las desigualdades sistémicas de género. De acuerdo con datos proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), además de aspectos culturales, algunos hechos que propiciaron dicho fenómeno fueron: aislamiento, distanciamiento social, la cuarentena y las restricciones de movilidad. Un gran número de mujeres sufrió violencia durante la etapa de la pandemia de COVID 19, sobre todo en sus hogares. Pero un sector de mujeres que sufrió de violencia durante este periodo fue el de las mujeres privadas de su libertad. Este grupo de mujeres vio incrementada la violencia, por encontrarse encerradas y sin posibilidad de ninguna ayuda, ni de visitas por parte de sus familiares, ya que estas quedaron prohibidas debido a la pandemia de COVID 19Este trabajo forma parte del Seminario del Área de Derechos Humanos y Alternatividad Jurídico Social del Departamento de derecho de la UAM Azcapotzalco, el cual tiene sus precedentes en el primer lustro del presente siglo y se consolidó como Seminario en 2009; uno de los temas centrales de investigación es precisamente la violencia hacia mujeres en diversos escenarios, con especial énfasis en grupos altamente vulnerables como los de mujeres indígenas y en mujeres en prisión. Por lo tanto, nuestro objetivo es la búsqueda de opciones para saber qué hacer para que no se incremente la violencia contra las mujeres, en todos los casos y sobre todo hacia las mujeres privadas de su libertadResumen de la Ponencia:
Esta proposta configura-se como análise de novos contornos do objeto de nossa investigação de tese de doutoramento (2019). Esta perscrutou a implementação do Programa Microempreendedor Individual – MEI e seus rebatimentos na divisão sexual do trabalho, no âmbito do Polo de Confecções do Agreste Pernambucano. O Polo encontra-se entre a Zona da Mata e o Sertão de Pernambuco, englobando os municípios de Caruaru, Santa Cruz do Capibaribe e Toritama, estendendo-se por outros 07 (sete) municípios do Agreste, atuando em atividades produtivas, comerciais e de serviços, sendo as facções uma de suas principais unidades produtivas. Do total de 18.803 unidades produtivas existentes no Polo-10, cerca de 43% são facções. Nos três principais municípios, Caruaru, Santa Cruz do Capibaribe e Toritama, as facções correspondem a 40%, 18% e 23%, com referência aos 100% do Polo-10. O maior número de facções encontra-se em Caruaru, representando 71% do total de unidades produtivas do município. Importante destacar que cerca de 80% das unidades produtivas são informais e que as facções têm um percentual ainda maior, chegando a 93%, de informalidade. Estas três cidades a confecção é peça fundamental para o desenvolvimento econômico, articulando de modo inextricável a manutenção do alto grau de informalidade, o trabalho em domicílio como elemento fulcral e o trabalho produtivo e reprodutivo das mulheres como indispensável. Nossa análise parte do conceito de divisão sexual do trabalho para compreender como historicamente os princípios de separação e hierarquia consolida uma concepção de trabalho centrado no humano universal, o homem, impelindo as mulheres ao fosso do trabalho precário, parcial e desprotegido, que se configuram como características fundantes do Polo. As mulheres tiveram (e retêm) um relevante papel no desenvolvimento da confecção no Polo, pois a atividade de costurar, considerada [socialmente] como característica feminina, desenvolvida no âmbito dos pequenos empreendimentos de base familiar, funciona como pilar principal de sustentação deste desenvolvimento econômico. O objetivo da investigação atual é analisar a conjuntura da pandemia mundial, em razão da COVID-19, e suas implicações para as mulheres formalizadas através do MEI, considerando a prevalência do empreendedorismo por necessidade no Polo. Nossas questões de investigação envolvem reflexões sobre os impactos do estado de emergência nacional para o trabalho das mulheres “empreendedoras” - MEI (manutenção da condição formal de trabalho, desafios conjunturais e contextuais, etc), assim como a relação entre a ampliação do número de formalizações e o aumento do desemprego formal neste contexto. Segundo relatório do Ministério da Economia das 3,3 milhões de novas empresas abertas durante a pandemia, 2,6 milhões foram de MEIs, correspondendo atualmente a 56,7% do total de negócios em funcionamento no país. Como recurso metodológico instrumental, optamos por uma pesquisa de cunho bibliográfica e documental.Resumen de la Ponencia:
El escenario, marcado por la rápida evolución del virus Sar-Cov2, demandó aunar esfuerzos estatales, institucionales, no estatales y de movimientos políticos y de masa en pro de la salud y el cuidado de la población. Es decir, se hizo necesario interrelacionar la compleja red de la organización social del cuidado, con vistas a una mejor conciliación entre lo productivo y lo reproductivo, lo público y lo privado, lo formal y lo informal y entre lo remunerado y lo no remunerado.Cuba encaró este desafío con un conjunto de medidas integrales e intersectoriales donde la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), como parte de la sociedad civil, tuvo un rol significativo teniendo en cuenta la afectación específica que la contingencia planteaba a las mujeres y sus familias. Pero, ¿cómo se implicó la FMC en el Plan de Medidas contra la COVID-19? ¿qué papel jugó el voluntariado social de la organización femenina cubana en el cuidado de las personas en tiempos de COVID-19? La propuesta realiza un breve recorrido que expone el accionar de las Brigadistas Sanitarias de la organización femenina a lo largo de 60 años. Pone especial énfasis en las acciones desplegadas en las comunidades por el voluntariado social femenino con vistas al desarrollo e implementación de iniciativas y programas de acompañamiento, atención y orientación a personas y familias en situación de vulnerabilidad. De igual forma, rescata las alianzas establecidas por la FMC para el apoyo a los servicios públicos y de colaboración para paliar los daños colaterales que trajo consigo esta situación pandémica. En última instancia, se hace un breve análisis de las políticas públicas cometidas por el Estado cubano y sus implicaciones para la igualdad social y de género con lo que se abren algunas interrogantes que pudieran servir de base para próximas implementaciones o estrategias de acción. En sentido general, el estudio permitió demostrar que, en tiempos de crisis y cuando el país lo ha necesitado, el aporte de las Brigadistas Sanitarias y el voluntariado social femenino ha estado siempre presente a través de su labor sistemática en barrios y comunidades. Principios de solidaridad, participación, gratuidad y voluntariedad guiaron la labor de la FMC en los momentos de contingencia. Sin embargo, mostró que el gran reto está en la consolidación de acciones específicas que rompan con los patrones culturales tradicionales del sistema patriarcal que responsabilizan exclusivamente a las mujeres con los cuidados de la vida y que, a su vez, estas intervenciones aseguren una corresponsabilidad social y de género que permita el mejoramiento de la calidad de vida de hombres y mujeres y un mejor aprovechamiento del potencial cuidador de todas las personas y actores sociales.Resumen de la Ponencia:
Las medidas de confinamiento adoptadas en el mundo para combatir la pandemia de COVID-19 se acompañaron de un aumento en los índices de violencia contra mujeres y niñas. Para quienes quedarse en casa no implicó estar a salvo sino quedar a merced de sus agresores. Los episodios de violencia machista en los hogares se multiplicaron en el contexto pandémico, pues según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante marzo de 2020, 254 mujeres fueron víctimas de homicidio doloso y 76 de feminicidio; las llamadas de emergencia por incidentes de violencia contra la mujer, abuso sexual, acoso u hostigamiento sexual, violación, violencia de pareja y violencia familiar se incrementaron marcadamente en relación con el mes de febrero, llegando a las 115 mil 614 llamadas de auxilio.Para dar seguimiento a esta situación que se evidenció durante la pandemia se llevó a cabo desde la Hemeroteca Nacional de México la elaboración de una colección de referencias hemerográficas alojada en un sistema de recuperación de referencias elaborado por académicos de la misma institución denominado Sistema de Índices de la Hemeroteca Nacional, SIHENA. Las fuentes hemerográficas son un recurso insoslayable para cubrir necesidades informativas en diversos ámbitos de la vida social, desde la vida cotidiana hasta las tareas de investigación de las Ciencias Sociales y las Humanidades por lo que este sistema se inserta oportunamente como parte de los servicios que ofrece la Hemeroteca Nacional de México y cuyo potencial a mediano y largo plazo es desde ahora visible por lo que consideramos que ALAS es un espacio pertinente para darlo a conocer. SIHENA es un recurso digital en línea que pone a disposición de los usuarios colecciones hemerográficas que condensan en fichas sistematizadas y en índices analíticos una amplia gama de contenidos sobre la realidad nacional, pues considera lo que se vierte en las periódicas seleccionadas para que los diversos usuarios ubiquen las fuentes con una brújula que les permita acercarse a ellas.En consonancia con lo anterior se planteó elaborar una hemerografía temática sobre la pandemia desde que el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud declaró como pandemia a la enfermedad COVID-19, causada por una nueva cepa de coronavirus, cuyo impacto para ese momento ya alcanzaba niveles de emergencia sanitaria al haber contaminado a más de 125 mil personas alrededor del mundo y cobrado más de 4 mil vidas en 118 países, además de China, donde se originó esta nueva cepa denominada SARS-CoV-2.Frente a esta emergencia y bajo un enfoque académico y selectivo se emprendió un proyecto desafiante y emergente que combinó las mejores prácticas de los servicios documentales con el análisis de prensa, y que puede ser consultada aquí: https://sihena.iib.unam.mx/index.php/Detail/Collection/Show/collection_id/26.Resumen de la Ponencia:
Resumen Es importante estudiar la participación de las mujeres como de empresarias ante la situación de la pandemia, para determinar el grado de afectación que sufrieron las empresarias, si es consecuencia del paro temporal, parcial o bien si responde a una nueva forma de estructuración del orden económico y social ante la pandemia. De la misma manera en que hay casos de mujeres trabajadoras que se desempeñan en el mercado laboral, sin abandonar su rol de responsables del hogar; se encuentran mujeres que se convierten de trabajadoras o amas de casa a empresarias. Dentro del conjunto de aspectos asociados al desempeño de la actividad empresarial femenina, me ocupo concretamente de la forma en que estas mujeres desarrollan la idea de crear una empresa, lo que implica conocer y analizar las razones por las cuales estas mujeres incursionan en esta actividad. En este trabajo se parte de una visión integral de la actividad económica femenina, examinando de forma específica el trabajo de las empresarias, lo que me interesa es no caer en la trampa del análisis estadístico a partir del cual se reconoce una problemática, es importante descubrir las cuestiones de subjetividad y los sistemas simbólicos, encontrando las razones que llevan a estas mujeres a incursionar en este tipo de actividad, en los conflictos y contradicciones que enfrentan al iniciar y desarrollar su propio negocio y cómo enfrentaron la crisis económica relacionada con la pandemia covid-19. Colocando a las posiciones de género y trabajo como mecanismos decisivos para explicar las formas y grados en que se desarrollan este grupo de mujeres. De la misma manera en que hay casos de mujeres trabajadoras que se desempeñan en el mercado laboral, sin abandonar su rol de responsables del hogar; se encuentran mujeres que se convierten de trabajadoras o amas de casa a empresarias. Dentro del conjunto de aspectos asociados al desempeño de la actividad empresarial femenina, me ocupo concretamente de la forma en que estas mujeres desarrollan la idea de crear una empresa, lo que implica conocer y analizar las razones por las cuales estas mujeres incursionan en esta actividad. El análisis de esta forma de participación laboral tiene implicaciones profundas para la comprensión de las actividades que desempeñan las mujeres, de sus experiencias particulares en el mercado de trabajo y de las demandas que el propio mercado de trabajo les impone. Es dentro de este grupo de preocupaciones donde se inscribe esta propuesta.
Introducción:
Frente a la historia compleja del concepto trabajo, es necesario reivindicar su contenido multidimensional, reconociendo también sus determinantes históricas y sociales, así que por trabajo no sólo se debe considerar el que se realiza en la industria, o el asalariado, que se ve mezclado con la etnia y el género, sino en todos los niveles organizacionales.
El análisis de la oferta laboral y la dinámica de los mercados de trabajo han hecho la tarea de construir las herramientas conceptuales (técnicas y metodológicas) necesarias para medir con objetividad el grado de desigualdad en este ámbito. Las nociones segregación ocupacional, discriminación salarial, precarización y feminización-masculinización (de las ocupaciones, los sectores y subsectores económicos) han servido para someter a un análisis exhaustivola estructura diferencial de oportunidades que el mercado de trabajo presenta para hombres y mujeres.
Para Castells (2001: 182), la entrada masiva de las mujeres al trabajo remunerado se debe, por una parte, a la informalidad, la interconexión y la globalización de la economía y, por otra, a la segmentación por géneros del mercado laboral, que aprovecha las condiciones sociales específicas de las mujeres para incrementar la productividad, el control de gestión y, en definitiva, los beneficios de una abundante mano de obra flexible.
En la mayoría de los países desarrollados el grueso del empleo femenino se encuentra en los servicios sociales y personales. Un vasto segmento del empleo urbano para las mujeres, en los países en vías de desarrollo, sigue estando en el sector informal, sobre todo, en las subramas relacionadas con el suministro de comida y servicios para los habitantes de las metrópolis.
Desde la visión feminista del mundo, el trabajo es otro de los ejes que forman parte de las cualidades genéricas históricamente determinadas de los individuos y los grupos sociales, y un elemento central para entender la dinámica social.
Al hablar de derecho, mujeres y trabajo, es conjuntar enfoques transversales, el de derechos humanos, de perspectiva de género, de políticas publicas y el de enfoques antropológicos y sociales.
Desde el enfoque de los derechos humanos, son todo el conjunto de decisiones y acciones que el Estado diseña, implementa, monitorea y evalúa, a partir de un proceso permanente de inclusión, deliberación y participación social efectiva, con el objetivo de proteger, promover, respetar y garantizar los derechos humanos de todas las personas, grupos y colectividades que conforman la sociedad, bajo los principios de igualdad y no discriminación, universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
Desarrollo:
En el capitalismo del siglo xxi surgen dos fenómenos que se explican uno a otro: hay una continua y pronunciada reducción del empleo en el ámbito industrial y una expansión de la ocupación en el comercio y servicios. El crecimiento relativo de los trabajadores calificados —técnicos, profesionales y burócratas de cuello blanco, junto a la expansión de formas ocupacionales atípicas, de empleos precarios y del aumento de los espacios que ocupan la economía informal y el trabajo en micronegocios, ha potenciado las tendencias que llevan a una profundización de la heterogeneidad del mercado laboral.
En el caso de México, en el empleo formal también han aflorado nuevas modalidades de trabajo: teletrabajo, trabajo a domicilio y a tiempo parcial, y también se multiplican las actividades por cuenta propia, como por ejemplo, los servicios originales pero unipersonales cuyo espacio de realización es sustancialmente la casa. Todo esto se traduce en una modificación del espacio privado y del público, que está cambiando profundamente las relaciones dentro de la familia. Las nuevas economías del saber estimulan el surgimiento de pequeños negocios que crecen y se desarrollan alrededor de los negocios formales; así, algunos trabajos que las personas hacen por cuenta propia se convierten, en el transcurso del tiempo, en actividades económicas formales. Este sector está formado por personas que trabajan por cuenta propia, por sociedades y negocios muy pequeños. Es un sector diligente, personalizado, moderadamente cualificado, que no hace uso de tecnología de alto nivel, y que no requiere inversiones intensivas.
En este contexto, la generación de nuevas empresas, con diferentes formatos y tamaños, pero enfatizando la micro, pequeña y mediana empresa,[1] ha sido vista como un factor que podría dinamizar la transformación productiva, proporcionando nuevas vías y orientaciones para el desarrollo y el crecimiento económico. Los gobiernos, siguiendo la doctrina de organismos internacionales, han depositado sus esperanzas en las pequeñas empresas como generadoras de trabajos de calidad. Conforme con el panorama descrito, se han diseñado diferentes programas para incentivar los nuevos emprendimientos dirigidos a diferentes grupos sociales, entre ellos las mujeres.
Se han provisto distintos enfoques que intentan explicar la razón por la cual surgió el emprendimiento. Uno de esos enfoques se centra en la personalidad que caracteriza a los emprendedores; algunos más, en la legitimidad social de la actividad empresarial, así como en la movilidad social o en el proceso de creación de las organizaciones. Por otra parte, están los que se interesan en los aspectos contextuales (mezcla de factores culturales, económicos, sociológicos y psicológicos), en la existencia de redes, y en la tasa de beneficios percibidos o en la opción de autoempleo, entre otros.[2]
Lo cierto es que el surgimiento de las empresas se relaciona con un conjunto complejo de razones que van desde la necesidad de autorrealización y el aprovechamiento de oportunidades de negocios, hasta la situación de necesidad de sobrevivencia en un entorno que no proporciona empleo. En resumen, podríamos hablar de dos extremos contextuales, entre los que se ubica la creación de la nueva empresa: oportunidad y necesidad.
En el extremo de las empresas surgidas en relación con el aprovechamiento de oportunidades destacan las posibilidades que brinda el proceso de innovación tecnológica. Ubicados en esa razón, la opción empresarial se asume como una vía para lograr la valoración de mercado. Desde este punto de vista, la estructura y dinámica de la industria, el marco regulatorio y el ambiente cultural propicio para los emprendimientos son factores que favorecen la creación de nuevas empresas. Sin embargo, otros componentes más personales, tales como el grado de motivación, educación y experiencia laboral, contribuyen a un incremento en los ingresos esperados a través de actividades de imitación o innovación:
Los activos personales, edad, estado civil, etc., tienen un impacto en la actitud de los individuos frente al riesgo, y determinan la facilidad para el comienzo del emprendimiento. Adicionalmente, las redes sociales juegan un rol clave, tanto para la identificación de oportunidades como para la movilización de recursos y sostenibilidad de los negocios (Kantis, Angelelli y Gatto, 2011: 77).
Dentro de este proceso, es indiscutible que la expansión de las ciudades, provocada por el crecimiento de la población, ha generado nuevos ritmos de vida en las urbes: los horarios de trabajo, la escuela y el comercio modifican la organización familiar y transforman los modelos existentes; la distancia de la casa a la escuela o al trabajo, junto con la necesidad de que cada vez más mujeres trabajen fuera del hogar, ya sea para completar el presupuesto familiar o por ser el único sostén de la familia, son cambios que se han concebido en la vida cotidiana de las mujeres.
En esta dirección, el concepto de desarrollo local, es de gran relevancia, pues considera que:
Es el resultado de una acción de los actores o agentes que inciden (con sus decisiones) en el desarrollo de un territorio determinado. Estas decisiones no solamente se toman a escala local, sino que algunas se toman en otra escala (por ejemplo, a nivel nacional o internacional) e inciden en el desarrollo de un territorio. La preeminencia de las decisiones de los actores locales, por sobre otras decisiones que no responden a los intereses locales, es lo que define un proceso de desarrollo local (Massolo, 2016:14).
Se entiende que las empresarias como actores locales, no se presentan de manera individual, sino forman parte de un grupo, cuyas acciones se desarrollan en un campo de la sociedad local, y que en los espacios político, económico y social son capaces de generar propuestas en torno a capitalizar de manera positiva las potencialidades locales (Massolo, 2016).
En la última década, un gran número de mujeres ha entrado al terreno de los negocios. Para el caso de México, la presencia de la actividad empresarial de las mujeres es cada día más evidente. En el sector terciario de la economía, las encontramos participando activamente en servicios de hospedaje, de alimentos preparados (restaurantes, fondas), de recreación (bares y discotecas), comercio al menudeo y, recientemente, en actividades novedosas como los centros de spa (masajes, baños de temazcal, etcétera), centros de meditación y renta de equipos de computación con conexión a Internet.
Una expresión de heterogeneidad, se encuentra en el porcentaje de la población ocupada en función de su actividad laboral, se tiene que casi tres quintas partes del total (57.1%), esto es, poco más de 1 millón 658 mil son subordinadas y remuneradas; 753 mil (25.9%) trabajan por su cuenta sin emplear personal pagado; más de 338 mil personas (11.7%) no recibe remuneración alguna, y solo 155 mil (5.3%) son propietarias de los bienes de producción con personal a su cargo (ENOE,2019).
Bajo esta mirada, existen importantes diferencias entre hombres y mujeres, así tenemos que entre el personal subordinado y remunerado, 61.3% son varones y 38.7% son mujeres; por cuenta propia ellos son 62.0% y ellas 38.0%, mientras que en empleadores/as los porcentajes son 84.8 y 15.2 respectivamente. La posición ocupacional donde las mujeres son mayoría es en las actividades no remuneradas, con 58.3% por 41.7% de los hombres (ENOE, 2019).
La falta de atención hacia el estudio de las empleadoras que forman parte de la población femenina económicamente activa se explica, a su vez, por la escasa visibilidad de la mujer empresaria en la región. Una de las características de este tipo de ocupaciones es que también en los cargos de representaciones gremiales hay poca participación de éstas tanto en el ámbito nacional. Esta situación contrasta con lo que ocurre en otras esferas donde, aunque sea de forma minoritaria, las mujeres han ocupado puestos públicos o de representación política y ejercen liderazgo como gobernadoras, diputadas, senadoras, secretarias y subsecretarias de Estado.
[1] En general, se considera microempresa a aquella que emplea a menos de diez trabajadores; pequeña empresa, a la que emplea entre diez a cincuenta, mientras que son medianas empresas las que dan empleo a entre cincuenta y doscientas cincuenta personas.
[2] La persona que se autoemplea crea su propio puesto de trabajo utilizando su ingenio, capital y esfuerzo para generar oferta de trabajo, y a medida que pasa de ser un emprendedor a ser un empresario, con el tiempo puede convertirse en un generador de empleo. En este sentido, el autoempleo puede entenderse de dos maneras: como trabajador independiente, que es contratado por honorarios por la naturaleza de su labor o por su nivel de especialización (un ejemplo serían los profesionistas libres, comisionistas, etc.), y la segunda forma sería como empresa, mediante la asociación.
Conclusiones:
Al concluir este trabajo, interrogué a doce empresarias sobre esta experiencia: todas coincidieron en manifestar que les había parecido interesante ser entrevistadas y que sus conversaciones fuesen grabadas. Además, ellas refirieron que nunca imaginaron ser investigadas. Cabe mencionar que no todas las entrevistas se concretaron satisfactoriamente, ya que algunas de ellas se sintieron cohibidas para comentar su vida laboral y familiar.
Debido a la heterogeneidad de problemas a los que las entrevistadas han debido enfrentarse, así como a los diferentes niveles socioeconómicos a los que pertenecen, y a que sus motivaciones, intereses y capacidades potenciales son distintas, las empresarias no constituyen un grupo homogéneo.
Si bien, un número cada vez mayor de mujeres ha tenido acceso a la formación universitaria o a la capacitación técnica, muchas desean utilizar sus competencias y su experiencia no sólo como asalariadas —en cuyo caso se reducen sus posibilidades de ascenso profesional y de conciliar sus múltiples funciones—, sino también como trabajadoras por cuenta propia y como empresarias, aunque también es verdad que muchas de ellas emprenden actividades empresariales aun sin disponer de una formación adecuada, alentadas solamente por su empeño. Por otra parte, comprobé que, en efecto, la participación femenina en la actividad empresarial se concentra en el sector comercio y servicios.
La emergencia de las nuevas identidades femeninas refleja un cambio cultural inobjetable. La presencia femenina en todos los espacios sociales, desde las organizaciones públicas y privadas hasta los cuadriláteros de box y lucha, denotan que la inteligencia y la propia fuerza bruta han dejado de ser sinónimos monopolizados por la identidad masculina.
Aunque la aparición de las mujeres en los cargos públicos concita un proceso de apropiación y conquista de espacios resguardados socialmente para los hombres, del mismo modo implica una desigual competencia para la mujer, quien se ve forzada a luchar contra los imaginarios colectivos que aún insisten en que el espacio “natural” de la mujer es el privado (Martínez, 2014).
La presencia femenina en las altas esferas del poder y en todos los ámbitos de la vida pública, en las artes y el deporte, representan una de las primeras premisas que obligan a los investigadores a derribar el convencionalismo analítico ligado a la interpretación del concepto división sexual del trabajo. En efecto, dicho de esta manera, se trata de reconocer las expresiones concretas del cambio cultural para combatir los principales tabúes que reducen las posibilidades de esgrimir otro tipo de argumentaciones en los estudios de género y, principalmente, en los estudios centrados en las mujeres. De tal suerte, que mi interés consiste en reflexionar en torno al papel que juegan las mujeres que ejercen poder en las organizaciones privadas. Esta reflexión estará guiada por las limitaciones que impone la cultura en el desarrollo de la actividad empresarial.
Hay bastantes argumentos de peso que se proponen explicar por qué las mujeres participan en actividades empresariales. Una de ella insiste en que hay una estructura económica que deriva en la pérdida de puestos de trabajo, bajos salarios y debilitamiento de los sindicatos.
De esta argumentación se deriva un pensamiento peculiar, en que las funciones de liderazgo que actualmente las mujeres desempeñan tanto en las empresas privadas, la administración pública, la ciencia, la política, las artes y otros muchos ámbitos más aluden a un funcionamiento cultural y nos llevan a reconocer que ellas se han apropiado de símbolos que todavía aparecen en el campo del predominio masculino. Para el caso que nos ocupa, la incorporación de las mujeres en nuevos espacios de poder se incluye en el paquete emergente de transformaciones económicas, políticas y socioculturales de una sociedad que paulatinamente se incorpora a la modernidad.
Bibliografía:
blanco, Mercedes (2009). “Mujeres profesionistas de clase media: procesos de decisión e inserción laboral”, en Revista Nueva Antropología, vol xvi, núm. 55, junio, pp. 27-42.
castells, Manuel (1999). “La era de la información: Economía, sociedad y cultura”. El poder de la identidad, vol. II. México: Siglo xxi.
de la o, María Eugenia (2004). “Las mujeres en la Sociología del Trabajo en México: entre la indiferencia y el sobredimensionamiento”. En Romo Pérez Gil, Sara Elena y Patricia Ravelo Blancas (comps.). Voces disidentes. Debates contemporáneos en los estudios de género en México. México: Miguel Ángel Porrúa.
garcía guzmán, Brígida y Orlandina de Oliveira (2004). Trabajo femenino y vida familiar en México. México: colmex.
garcía guzmán, Brígida y Edith Pacheco Gómez Muñoz (2007). “Trabajo y familia en México”. IV Conferencia Iberoamericana sobre Familia, Desempleo, Subdesempleo, Condiciones de Trabajo y Calidad de Vida. Bogotá: Universidad Externado de Colombia/Facultad de Trabajo Social.
garcía guzmán, Brígida, Merces Blanco Sánchez y Edith Pacheco Gómez Muñoz (2009). “Género y trabajo extradoméstico’. En Brígida García Guzmán (coord.). Mujer: género y población en México. México: colmex/ Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano y Sociedad Mexicana de Demografía.
INEGI, Encuesta nacional de ocupación y empleo
kantis, Hugo, Pablo Angelelli, y Francisco Gatto (2008). “Nuevos emprendimientos y emprendedores. ¿De qué depende su creación y supervivencia? Explorando el caso argentino”. En Proyecto de investigación organizado por el Small & Medium Enterprises Advisory Group del Departamento de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo y Coordinado a nivel regional por el Instituto de Industria de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
martínez, Griselda (2004). “Empresarias y ejecutivas. Referencias organizacionales y ejercicio del poder”. En Patricia Ravelo Blancas y Sara Elena Pérez (coords.). Voces disidentes: debates contemporáneos en los estudios de género en México. México: CIESAS.
martínez, Alice (1993). “La identidad femenina: crisis y construcción”. En María Luisa Tarrés (comp.). La voluntad de ser. Mujeres en los noventa. México: colmex.
massolo, Alejandra (2004). “Una mirada de género a la ciudad de México” (comp.). Los temas de la ciudad desde la perspectiva de género. México: uam-Azcapotzalco.
pacheco, E. y S. Parker (2016). “Participación económica activa femenina en el México urbano. Un breve recuento y algunos hallazgos recientes”, en Problemas del Desarrollo, vol. 27, núm; 1. México: unam/iie.
pedrero nieto, M. (2008). “Asimetrías socioeconómicas entre hombres y mujeres”. México: um, núm. extraordinario.
salles, v. y tuirán, R. (2009). “Cambios demográficos y socioculturales: familias contemporáneas en México”. En B. Schmukler (coord.). Familias y relaciones de género en transformación.
serna, M. G. (junio 1997) “Mujeres empresarias en Córdoba-Orizaba”, en Confluencias, vol. I, núm. 10. Xalapa: Secretariado Ejecutivo del Consejo Estatal de la Consulta Pública para la Reforma Democrática del Estado de Veracruz.
TARRÉS, María Luisa, ed. Observar, escuchar y comprender: Sobre la tradición cualitativa en la investigación social. FLACSO Mexico, 2001.
zabludovsky, Gina (1992). “Empresarias y participación política en México”. Ponencia presentada en el Latin American Studies Association. XVII Internacional Congress, en Los Ángeles, California, del 24 al 27 de septiembre.
zabludovsky, Gina (enero-abril 1997). “Presencia de las mujeres ejecutivas en México”, en Revista Sociológica, vol. 12, núm. 33. México: uam/División de Ciencias Sociales y Humanidades/Departamento de Sociología.
zabludovsky, Gina (2000). “Mujeres en cargas de dirección de sector privado: empresarias y ejecutivas”. Ponencia leída en el Coloquio de Estudios de Género, organizado por el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (PIEM), en el Colmex, del 12 al 14 de abril de 2000.
zabludovsky, Gina (2001). “Las empresarias en México: una visión comparativa regional y global”. En D. Barrera Bassols (comp.). Empresarias y ejecutivas: Mujeres con poder. México: colmex.
zabludovsky, Gina (2013). “Empresarias y ejecutivas en México. Diagnósticos y desafíos”. México: Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas/ Plaza y Valdés.
zabludovsky, Gina y Sonia de Avelar (2001). Empresarias y ejecutivas en México y Brasil. México: UNAM/Facultad ‘de Ciencias Políticas y Sociales/ Dirección General de Asuntos de Personal Académico/Miguel Ángel Porrúa.
Palabras clave:
Trabajo, mujeres empoderamiento
Resumen de la Ponencia:
O presente trabalho é parte da pesquisa que encontra-se em desenvolvimento junto ao PPGSS/UERJ e tem como objetivo analisar as ações promovidas pelo governo federal para o enfrentamento da violência doméstica contra a mulher e para a proteção das mulheres vítimas dessa violência considerando o cenário de isolamento social devido à pandemia da Covid-19. Em diversos países verifica-se o aumento da violência doméstica contra as mulheres no período de isolamento social durante a pandemia. Diante deste cenário, questiona-se quais foram as medidas adotadas pelo governo federal para prevenir ocorrências e/ou proteger as mulheres vítimas. Indo além, indaga-se qual o rumo dado às políticas públicas de gênero no atual governo partindo do pressuposto de que a política econômica de austeridade fiscal e a política neoconservadora são os pilares do Governo Bolsonaro, estando diretamente atreladas às ações (ou falta de) da pasta e possuem valores e discursos que evidenciam uma disputa com relação ao conceito de Direitos Humanos das Mulheres. Parte-se da hipótese de que as ações adotadas referentes às políticas públicas de gênero, especialmente as voltadas à proteção das mulheres em relação à violência doméstica, previamente à instalação da pandemia, indicam uma contraposição e retrocesso frente ao caminho que vinha sendo construído nos governos anteriores, às orientações em documentos internacionais sobre direitos humanos e igualdade de gênero e às lutas feministas. Na metodologia, é considerada a relação histórica e dialética entre os fenômenos, sendo adotada abordagem quali-quantitativa referente aos anos de 2019 a 2021, principalmente aquelas voltadas para a prevenção e combate da violência doméstica praticada contra as mulheres no período de isolamento social devido a pandemia de Covid-19. Desta forma, são utilizadas fontes oficiais e produções da sociedade civil. A pesquisa encontra-se na fase de pesquisa bibliográfica, demarcando conceitos e categorias base.
Introducción:
O presente interesse de estudo é advindo do recente cenário pandêmico. Logo nos primeiros momentos de isolamento social, algumas notícias divulgadas pela grande mídia chamaram a atenção e causaram uma inquietação: o aumento da violência doméstica, a nível internacional, nessa conjuntura. A convivência intensa forçada no âmbito privado agravou um problema que já era endêmico. No Brasil, essa é uma questão bastante presente em nossa história e apresenta indícios de agravamento nesse contexto. Desta forma, o objeto da presente proposta de pesquisa é a violência doméstica contra a mulher no período de isolamento social devido à pandemia de Covid-19.
De acordo com a fala do Presidente Jair Bolsonaro (2019 - atual) em 29 de março de 2020, a violência doméstica contra mulher está associada à "falta de pão, onde todos brigam e ninguém tem razão", em franca crítica ao isolamento social em contraposição à preocupação com a noção de “desenvolvimento da economia”. Porém, conforme esclarece a bibliografia sobre o tema (SAFFIOTI, 2015, SEGATO, 2006, FEDERICI, 2017), alguns pontos atravessam as discussões sobre a questão de gênero e a violência contra mulher, como as relações estruturais de poder em uma sociedade machista e patriarcal, o recorte de raça/etnia e classe social. É necessário considerar que esses elementos estruturais são acirrados pela ascensão do neoliberalismo nos anos de 1970 e as subsequentes reestruturações produtivas, com consequente desemprego e precarização das relações de trabalho. Tais elementos agravam, não só as condições de vida das famílias, como também sucateiam os equipamentos sociais que realizam o atendimento às mulheres vítimas de violência doméstica.
Apesar de, até o momento, ter se mostrado um dos mais eficientes meios de conter o avanço da pandemia até a vacinação em massa da população, o isolamento social, muitas vezes, coloca as mulheres em convivência forçada com seus agressores, mais vulneráveis a sofrer violência doméstica e sem oportunidade de buscar por socorro. Um dos reflexos da situação é a diminuição das denúncias nos momentos iniciais da pandemia, conforme publicado na 1ª edição da Nota Técnica sobre Violência Doméstica durante a pandemia de Covid-19 pelo Fórum Brasileiro de Segurança Pública (FBSP).
Na 3ª edição, por outro lado, o FBSP apresentou um levantamento a respeito do fenômeno no Brasil, trazendo dados comparativos dos meses de março e maio dos anos de 2019 e 2020, sendo evidenciado o crescimento de 2,2% de feminicídios, sinalizando também uma maior dificuldade em denunciar devido ao confinamento com o agressor, com diminuição de 27,2% dos registros em delegacia de lesão corporal dolosa decorrentes de violência doméstica no mesmo período.
Já o Painel de Dados de Direitos Humanos da Ouvidoria Nacional de Direitos Humanos, disponível para acesso no site do MMFDH com dados a partir de 2020, nos traz informações sobre as denúncias realizadas através dos canais remotos, com números alarmantes, chegando a 7724 denúncias em maio de 2020.
Diante deste cenário, questiona-se quais foram as medidas adotadas pelo governo federal para prevenir ocorrências e/ou proteger as mulheres vítimas da violência. Indo além, indaga-se qual o rumo dado às políticas públicas de gênero no atual governo considerando sua agenda claramente misógina e neoconservadora sobre a qual o presidente da República foi eleito.
Ao buscar informações oficiais a respeito das ações adotadas para o combate à violência contra a mulher pelo atual Governo Federal, em especial pelo Ministério da Mulher, Família e Direitos Humanos (MMFDH) e sua Ministra Damares Alves, foi possível identificar a falta de informações e de transparência sobre a atuação do Ministério, inclusive com relação à distribuição do orçamento para políticas públicas de prevenção e de combate à violência contra mulher desde 2019.
Por outro lado, vimos na pesquisa em fontes hemerográficas que é evidente o esvaziamento, em termos de estrutura, da pasta da Ministra Damares, assim como a não execução do orçamento previsto para a prevenção e combate de violência contra mulher e expansão da rede de serviços especializados para o atendimento. Tais elementos trazem indícios sobre qual o entendimento e o grau de prioridade do governo com relação ao assunto. Outro fenômeno correlato é o aumento da taxa de feminicídio no período, principalmente de mulheres negras, tendo parte expressiva dos casos acontecido no ambiente familiar e por arma de fogo. Podemos relacionar essa questão com a problemática defesa do governo de Bolsonaro da liberação da venda e da flexibilização do uso de armas de fogo por civis, alterando o regulamento para posse e porte de armas no país a partir da publicação de decretos.
Para além do discurso minimizador da questão por parte do governo, é possível identificar que a principal deficiência está na ação do Poder Executivo na aplicabilidade da legislação já existente e referenciada mundialmente como uma das melhores na área (Lei nº 11.340/2006, popularmente conhecida como Lei Maria da Penha).
Em primeira análise sobre a postura do atual governo frente à situação, evidenciam-se algumas características bastante presentes na política conservadora e moralizante conduzida pelo Presidente e por seus Ministros, como a desresponsabilização pública quanto à violência doméstica, a partir da regressão e precarização das políticas públicas na área, e da individualização do problema e do seu retorno para o trato no âmbito privado, com a responsabilização e culpabilização das mulheres envolvidas nas ocorrências.
Desta forma, o interesse é realizar uma investigação exploratória sobre como se acirraram os diferentes tipos de violações de diferentes mulheres no cenário de isolamento social imposto pela pandemia e pesquisar políticas públicas direcionadas para mulheres em situação de violência doméstica do referido Ministério no Governo de Bolsonaro (2019-atual), partindo do pressuposto de que a política econômica de austeridade fiscal (BEHRING at al., 2020) e a política neoconservadora (BIROLI, 2020) são os pilares do Governo Bolsonaro, estando diretamente atreladas às ações (ou falta de) da pasta e possuem valores e discursos que evidenciam uma disputa com relação ao conceito de Direitos Humanos das Mulheres (PIOVESAN, 2012).
Nesse caminho, parte-se da hipótese de que as ações adotadas referentes às políticas públicas de gênero, especialmente as voltadas à proteção das mulheres em situação de violência doméstica, previamente à instalação da pandemia, indicam uma contraposição e retrocesso frente ao caminho que vinha sendo construído nos governos anteriores, às orientações em documentos internacionais sobre direitos humanos e igualdade de gênero e às lutas feministas. Ao mesmo passo, acredita-se que o lar, em uma estrutura patriarcal de sociedade, não se evidencia enquanto um local de segurança, podendo ser a família um espaço para reprodução de violências e que as condições materiais de vida das mulheres foram agravadas diante do cenário pandêmico e devido à reação neoconservadora às conquistas das lutas feministas nos últimos anos (BIROLI, 2020), apesar da dificuldade de encontrar dados para mapeamento da situação.
Por se tratar de processos sociais, objetiva-se utilizar o método materialista histórico dialético para compreensão dos determinantes sociais que incidem sobre a temática, sendo proposta a abordagem de investigação exploratória sobre como se acirraram os diferentes tipos de violações às diferentes mulheres na conjuntura de pandemia por Covid-19. Cabe ressaltar que a pesquisa encontra-se em desenvolvimento, sendo apresentado neste momento o aporte teórico inicial com a definição de categorias de análise e aporte conceitual. Neste sentido, não se trata da apresentação de um trabalho conclusivo.
Desarrollo:
As desigualdades existentes entre homens e mulheres na sociedade não podem ser explicadas apenas por características biológicas e naturais, deve-se considerar principalmente processos históricos e sociais os quais constroem os significados dos gêneros, no caso do capitalismo, da imposição binária do masculino e do feminino em cada sociedade (FRASER, 2009). Essas desigualdades são potencializadas na medida em que a divisão de poder também ocorre de maneira desigual entre os gêneros, determinando, assim, os padrões para as relações sociais de gênero.
Neste estudo, adotamos o uso do termo relações patriarcais de gênero, que diz respeito às desigualdades sociais existentes com base nas diferenças entre homens e mulheres, sendo uma categoria em disputa teórica e também política. A categoria analítica gênero começou a ser utilizada com mais frequência no Brasil na década de 1990. A definição utilizada pela historiadora americana Joan Scott apresenta-se como referência aos estudos em torno da categoria nos anos de 1990 no Brasil, afirmando que
O núcleo da definição repousa numa conexão integral entre duas proposições: (1) o gênero é um elemento constitutivo de relações sociais baseadas nas diferenças percebidas entre os sexos e (2) o gênero é uma forma primária de dar significado às relações de poder. (SCOTT, 1995, p. 86)
A autora explicitou também a importância que a categoria conquistou nos estudos feministas no âmbito acadêmico por se apresentar como um termo mais palatável
Enquanto o termo “história das mulheres” proclama a sua posição política ao afirmar [...] que as mulheres são sujeitos históricos válidos, o “gênero” inclui as mulheres sem lhes nomear, e parece, assim, não constituir uma forte ameaça. O uso do “gênero” constitui um dos aspecto daquilo que se poderia chamar de procura de busca de legitimidade acadêmica para os estudos feministas nos anos 1980 (SCOTT, 1995, p.75).
Ela faz referência ao que denuncia como relações assimétricas de poder que partem da diferenciação entre características biológicas, explicitando que as desigualdades existentes entre homens e mulheres na sociedade não podem ser explicadas apenas por tais elementos, devendo-se considerar principalmente processos históricos e sociais os quais constroem os significados dos gêneros e que, no caso da sociedade capitalista, realiza uma imposição binária do masculino e do feminino.
Ao discutirem as lutas feministas contemporâneas para superação das desigualdades, Lole e Almeida (2017) problematizam a centralidade no uso da categoria gênero para discutir teoricamente sobre as diferentes mulheres, indicando que existe uma "restrição desse conceito frente à pluralidade das experiências – de classe, raça, sexualidade e colonialismo" (p. 53), capaz de produzir uma hierarquização entre as mulheres dentro das lutas feministas. Apontam, dessa forma, um sujeito coletivo representado por diferentes mulheres representadas e organizadas em diferentes coletivos feministas, em permanente construção como sujeito político das lutas feministas.
Saffioti (2015), por sua vez, aponta que o termo deixa em aberto o vetor de dominação-exploração, não apontando a desigualdade que existe nas relações sociais de sexo e a parte oprimida, tornando-o mais abrangente. Patriarcado, no seu tocante, é compreendido neste estudo como uma formação social, funcionando como um sistema, produzido e reproduzido nas relações sociais, no qual a autoridade e poder pertencem aos homens, que usufruem de privilégios e exercem a dominação sobre sujeitos do sexo feminino e também sobre outros sujeitos que, de alguma forma, se identificam e se associam ao que, convencionalmente, é designado ao campo da feminilidade, seja por sua identidade de gênero ou por sua orientação sexual. Neste sistema, a mulher e a construção social do feminino são subalternizadas e desvalorizadas, sendo objetos de dominação, exploração e opressão. Desta forma, segue a mesma lógica o controle, a dominação e a opressão exercidos sobre aqueles/as que não se submetem a essa construção social das identidades, como, por exemplo, pessoas que são LGBTQIA+.
Outro aspecto basilar do patriarcado reside no controle do corpo e da sexualidade das mulheres enquanto propriedades masculinas, seja do esposo ou da figura paterna (SAFFIOTI, 2015). A antropóloga e feminista argentina Rita Laura Segato destaca o patriarcado enquanto "uma instituição que se baseia no controle do corpo e na capacidade punitiva sobre as mulheres" (2006, p. 3), tendo como base a misoginia, ou seja, "ódio e desprezo pelo corpo feminino e pelos atributos associados à feminilidade" (2006, p. 6). Desta forma, a violência contra as mulheres é utilizada como forma de dominação e punição, tendo no feminicídio a expressão máxima de ódio às mulheres por violação das leis do patriarcado. O feminicídio, conforme Segato, só pode ser entendido no sentido do poder patriarcal.
Nesse sentido, a diferença na distribuição de poder entre homens e mulheres e a dominação masculina na sociedade determina o sistema patriarcal, o qual Saffioti (2015) afirma ser "o regime atual de relação entre homem-mulher" (p. 59). Conforme argumenta a autora, o patriarcado não se restringe às relações privadas, permeando todos os espaços públicos:
As relações patriarcais, suas hierarquias, sua estrutura de poder contaminam toda a sociedade, o direito patriarcal perpassa não apenas a sociedade civil, mas impregna também o Estado (SAFFIOTI, 2015, p. 57).
A literatura mobilizada destaca a divisão sexual do trabalho como base material e concreta para a opressão das mulheres. Neste sentido, as questões, conceitos e categorias serão abordados a partir da perspectiva da totalidade, da concepção marxista das relações sociais, que coloca o trabalho enquanto categoria central e fundante do ser social. O gênero é compreendido na forma da exploração do trabalho das mulheres e da vulnerabilidade relativa que incide sobre elas e enquanto uma categoria social e histórica.
As diferenças codificadas como “naturalmente” femininas ou masculinas, imprimindo às vivências uma concepção dual e binária de gênero, decorrem da atribuição distinta de habilidades, tarefas e alternativas na construção da vida de mulheres e homens e oculta o trabalho não remunerado realizado por mulheres, o que também determina as estruturas de poder. Nesse sentido, Federici (2017) destaca:
Assim como a divisão internacional do trabalho, a divisão sexual foi, sobretudo, uma divisão de poder, uma divisão dentro da força de trabalho, ao mesmo tempo que um imenso impulso à acumulação capitalista. (FEDERICI, 2017, p. 232)
Existem dois princípios organizadores invariantes que incidem sobre esta categoria apontados por Hirata e Kergoat (2007): "a hierarquia, por agregar sempre maior valor ao trabalho masculino em detrimento do feminino e a separação entre o que é trabalho do homem e da mulher" (p. 62), ressaltando a assimetria existente nos trabalhos segundo o sexo e que se desdobram em desigualdades. Porém, cabe registrar que a exploração do trabalho das mulheres, não é vivida da mesma maneira por todas as mulheres, na medida em que não existe na realidade a noção de mulher universal. As mulheres são profundamente diferentes considerando suas origens, raças, vivências, orientações de afeto e sexuais, diferenças geracionais, culturais entre outras. Essas diferenças são visibilizadas e tratadas com desigualdades na vida social quando nos referimos ao mundo capitalista, periférico e colonialista em especial. Nesse sentido, é importante o olhar decolonizado (LUGONES, 2014) para visibilizar todas as formas de opressões e violências que as diferentes mulheres sofrem.
A divisão sexual do trabalho, neste sentido, compõe a divisão social do trabalho, que se complexifica à medida em que há o desenvolvimento das forças produtivas. A respeito da primeira, apesar dos esforços ideológicos de reduzi-la enquanto consequências das diferenças biológicas existentes entre os sexos, é ineliminável a dimensão social que incide sobre ela. Conforme ocorreu o desenvolvimento do ser social (LUKÁCS, 2013) e das formas de sociabilidade, mais a divisão sexual do trabalho deixou de ser social e se tornou socialmente construída, sendo necessário compreender seu papel dentro das relações sociais. Alves (2017) aponta, neste sentido, que
Tal divisão não se limita à definição de papéis no mercado de trabalho. Essa divisão acomete o conjunto da vida social. Estabelece também uma divisão sexual do poder, portanto, determina quem deve ocupar os principais postos de decisão política, seja no conjunto do aparato das instituições burguesas, seja nas experiências de organização e resistência da classe trabalhadora. (ALVES, 2017, p. 34)
Desta forma, de acordo com Saffioti (2004) considera-se que as relações patriarcais de gênero compõe o novelo "patriarcado-racismo-capitalismo", entrelaçando diretamente as relações sociais de dominação/exploração de classe, sexo e raça/etnia. Sobre este entrelaçamento, a autora destaca que o racismo e patriarcado são sistemas anteriores ao surgimento e desenvolvimento do capitalismo, mas que ganharam novos contornos a partir deste novo modo de produção, tornando-se um único sistema, inseparável na realidade, de dominação e exploração.
O capitalismo conforma o período histórico da modernidade, tendo como ponto de partida o que Marx (2017) criticamente estudou e conceituou como acumulação primitiva, fazendo referência, em extremo resumo, ao processo de desassociação dos trabalhadores dos seus meios de produção (terras camponesas do território europeu, exploração e escravização dos territórios e povos dos continentes Americano e Africano), dando origem às duas classes fundamentais do capitalismo: a classe burguesa, detentora dos meios de produção e os trabalhadores, que detém apenas sua força de trabalho para vender.
Federici (2017) defende a presença de outros processos neste mesmo período histórico e que foram fundamentais para o desenvolvimento da sociedade capitalista, configurando a divisão de poderes entre as classes sociais e dentro das mesmas. Ela afirma que
[...] o capitalismo criou formas de escravidão mais brutais e mais traiçoeiras, na medida em que implantou no corpo do proletariado divisões profundas que servem para intensificar e para ocultar a exploração. É em grande medida por causa dessas imposições – especialmente divisão entre homens e mulheres – que a acumulação capitalista continua devastando a vida em todos os cantos do planeta. (FEDERICI, 2017, p.119)
Com relação às mulheres, a autora aponta um processo de sujeição e o confinamento das mesmas à reprodução da força de trabalho, sendo alienadas do trabalho assalariado e das relações monetárias. Afirma que "as mulheres sofreram um processo excepcional de degradação social que foi fundamental para a acumulação de capital e que permaneceu assim desde então." (FEDERICI, 2017, p.146).
A modernidade, neste sentido, pode ser lida enquanto o terreno no qual se gestou, desenvolveu e afirmou um projeto de dominação, exploração, racista e patriarcal tendo como base um modelo de civilidade europeu, "padrão universal de humanidade", fruto do desenvolvimento capitalista, que deveria ser replicado para o restante do mundo, conforme Almeida (2019) aponta
E foi esse movimento de levar a civilização para onde ela não existia que redundou em um processo de destruição e morte, de espoliação e aviltamento, feito em nome da razão e a que se denominou colonialismo. (grifos do autor - ALMEIDA, 2019, p. 3)
O autor defende que data deste período o surgimento do conceito de raça, possibilitando que contradições como os ideais do Iluminismo pudessem coexistir com a escravidão, uma vez que os seres humanos passariam a ser classificados em uma espécie de escala de humanidade. Dado o caráter histórico do conceito de raça, o autor afirma que "a raça opera a partir de dois registros básicos que se entrecruzam e complementam: I - como característica biológica [...]; II - como característica étnico-cultural [...]." (ALMEIDA, 2019, p. 6)
Deriva dessa diferença entre raças o racismo, que o mesmo autor define como uma "forma sistemática de discriminação que tem a raça como fundamento, e que se manifesta por meio de práticas conscientes ou inconscientes que culminam em desvantagens ou privilégios para indivíduos, a depender do grupo racial ao qual pertençam" (p. 6).
Já Munanga (2010), ao abordar as dificuldade de identificar as manifestações do racismo no Brasil devido ao comumente chamado 'mito da democracia racial brasileira', afirma que
O fenômeno chamado racismo tem uma grande complexidade, além de ser muito dinâmico no tempo e no espaço. Se ele é único em sua essência, em sua história, características e manifestações, ele é múltiplo e diversificado, daí a dificuldade para denotá-lo, ora através de uma única definição, ora através de uma única receita de combate. (MUNANGA 2010, p. 2)
O autor defende - e concordamos com isso neste trabalho - que o problema reside na tomada das diferenças existentes nas pessoas, de diversos tipos, para impor desigualdade, gerando formas de preconceito que podem levar a diversos tipos de discriminação, dentre elas a racial, sendo este um problema social. Munanga ressalta que, no Brasil, existe um cruzamento histórico de raça e classe, ocasionando uma segregação de fato, porém não institucionalizada, da população negra.
A respeito disso, Almeida (2019) nos traz uma diferenciação sobre racismo individual, racismo institucional e racismo estrutural. Nas palavras do autor, o racismo individual "é concebido como uma espécie de “patologia” ou anormalidade. [...] não haveria sociedades ou instituições racistas, mas indivíduos racistas, que agem isoladamente ou em grupo." (p. 9 - grifos do autor). Já o racismo estrutural diz respeito a uma relação de poder e subordinação e controle de uma classe sobre a outra
[...] racismo não se resume a comportamentos individuais, mas é tratado como o resultado do funcionamento das instituições, que passam a atuar em uma dinâmica que confere, ainda que indiretamente, desvantagens e privilégios com base na raça. (ALMEIDA, 2019, p. 10)
Avançando ainda mais na conceituação, Almeida indica que o racismo tem base na ordem social vigente, sendo um processo estrutural e histórico. Ele afirma que "as instituições são racistas porque a sociedade é racista [...] não é algo criado pela instituição, mas por ela reproduzido." (2019. p. 15). E indica que, se "o racismo é inerente à ordem social, a única forma de uma instituição combatê-lo é por meio da implementação de práticas antirracistas efetivas." (p. 16)
Retomando a discussão, Saffioti nos traz o entendimento popular de violência: "ruptura de qualquer forma de integridade da vítima: integridade física, integridade psíquica, integridade sexual, integridade moral." (p. 18, 2015), correspondendo assim à uma violação dos direitos humanos. A autora diferencia os conceitos de violência de gênero, violência intrafamiliar e violência doméstica definindo que a violência de gênero refere-se a categoria mais geral, omitindo o sujeito que pratica a ação, podendo corresponder, inclusive nas relações homoafetivas, porém com a predominância do entendimento da violência de homem contra mulher devido à cultura patriarcal; violência familiar já envolve membros de uma mesma família, extensa ou nuclear, podendo ocorrer dentro ou fora do domicílio, já a violência doméstica ocorre predominantemente no interior do domicílio no qual, nas palavras da autora, o "processo de territorialização do domínio não é puramente geográfico, mas também simbólico", determinando a hierarquia de dominação-exploração.
Nesta pesquisa trabalharemos com o fenômeno da violência doméstica contra as mulheres, podendo esta se traduzir em violência física, sexual psicológica, patrimonial e moral, conforme previsto na Lei nª 11.340/2006, conhecida como Lei Maria da Penha, e o entendimento de que estas formas de violência não ocorrem isoladamente, mas sim em escalada (SAFFIOTI, 2015), e que, pela materialidade, a ênfase recai sobre a violência física e sexual.
A Lei Maria da Penha, fruto de longa luta feminista, completou em agosto do ano vigente 15 anos da sua publicação, tendo representado um grande passo na direção da proteção dos direitos humanos das mulheres e trazendo diversas inovações para o ordenamento jurídico brasileiro, como incorporar no conceito as dimensões da violência física, sexual, psicológica, patrimonial e moral, como diretos humanos das mulheres, as Medidas Protetivas de Urgência (MPU) e a criação de juizados e varas especializados, sendo reconhecida pela ONU como uma das três leis mais avançadas no mundo na legislação sobre o tema.
Cabe registrar que, se os estudos feministas de gênero tiveram seu ponto de partida na da década de 1970 internacionalmente, as políticas públicas de gênero são ainda mais recentes. As políticas públicas, segundo Souza (2002), surgiram enquanto área de conhecimento nos EUA dentro do campo das ciências políticas e podem ser definidas resumidamente em
campo do conhecimento que busca, ao mesmo tempo, "colocar o governo em ação" e/ou analisar essa ação (variável independente) e, quando necessário, propor mudanças no rumo ou curso dessas ações (variável dependente). Em outras palavras, o processo de formulação de política pública é aquele através do qual os governos traduzem seus propósitos em programas e ações, que produzirão resultados ou as mudanças desejadas no mundo real. (SOUSA, 2002, p. 5)
A autora defende que apesar de definidas e implementadas pelo Estado, que possui uma "autonomia relativa", elas são influenciadas por grupos de interesses diversos, destacando o papel dos movimento sociais nas pressões exercidas sobre os governantes, evidenciando o campo conflituoso em disputa, sobre o qual também pode existir cooperação.
Segundo indica Biroli (2020), os estudos sobre gênero e a agenda política da igualdade de gênero avança e recua a depender do contexto democrático vivenciado em determinada sociedade. "A campanha contra a igualdade de gênero e da diversidade sexual se opõe a valores democráticos como laicidade, pluralidade e respeito aos oponentes políticos." (p. 185).
Conclusiones:
Em um contexto de polarização política e crise do setor progressista, Jair Bolsonaro foi eleito em 2018 com um discurso neoconservador de combate ao que denominou de "ideologias de gênero", por uma suposta ameaça, conforme suas falas, à família, à moral e aos bons costumes, em uma franca crítica à pauta da igualdade de gênero e outras pautas no âmbito da diversidade. Neste sentido, o atual Presidente da República reformulou a estrutura pública do executivo federal, reorganizando as políticas públicas de gênero, as quais pretende-se objetiva-se analisar na próxima fase do estudo. O cenário de disputa de ideologias e valores foi agravado pela crise sanitária instalada pela pandemia do coronavírus, que acarretou ainda no agravamento da crise econômica e humanitária e acirramento da polarização política na sociedade entre os sujeitos.
É relevante ressaltar neste ponto a importância e reflexo da desigualdade na distribuição do poder na sociedade, na qual as mulheres, os negros e negras e a população LGBTQIA+ ainda encontram-se na margem ou, muitas vezes, totalmente excluídos.
A pequena presença desses sujeitos nos espaços de poder, na construção de políticas públicas e os rebatimentos disso na realidade, nas expressões de desigualdades e opressões que impactam direta ou indiretamente em suas vidas, evidenciam a urgência de assegurar a visibilidade de suas lutas nesses espaços para a construção de uma sociedade que tenha por objetivo a equidade e o fim das opressões.
Bibliografía:
Em um contexto de polarização política e crise do setor progressista, Jair Bolsonaro foi eleito em 2018 com um discurso neoconservador de combate ao que denominou de "ideologias de gênero", por uma suposta ameaça, conforme suas falas, à família, à moral e aos bons costumes, em uma franca crítica à pauta da igualdade de gênero e outras pautas no âmbito da diversidade. Neste sentido, o atual Presidente da República reformulou a estrutura pública do executivo federal, reorganizando as políticas públicas de gênero, as quais pretende-se objetiva-se analisar na próxima fase do estudo. O cenário de disputa de ideologias e valores foi agravado pela crise sanitária instalada pela pandemia do coronavírus, que acarretou ainda no agravamento da crise econômica e humanitária e acirramento da polarização política na sociedade entre os sujeitos.
É relevante ressaltar neste ponto a importância e reflexo da desigualdade na distribuição do poder na sociedade, na qual as mulheres, os negros e negras e a população LGBTQIA+ ainda encontram-se na margem ou, muitas vezes, totalmente excluídos.
A pequena presença desses sujeitos nos espaços de poder, na construção de políticas públicas e os rebatimentos disso na realidade, nas expressões de desigualdades e opressões que impactam direta ou indiretamente em suas vidas, evidenciam a urgência de assegurar a visibilidade de suas lutas nesses espaços para a construção de uma sociedade que tenha por objetivo a equidade e o fim das opressões.
Palabras clave:
violência doméstica contra mulheres, políticas de gênero, isolamento social
Resumen de la Ponencia:
La emergencia COVID-19 representa uno de los momentos de mayor irrupción al grado que la vida social se ha reorganizado. Así, actividades como educación, trabajo y trabajo doméstico modificaron sus mecanismos de acción. A raíz de la pandemia, la educación se digitalizó, creando ambientes virtuales de enseñanza/aprendizaje que han puesto sobre relieve la dificultad de llevarlos a cabo, en tanto no todo el sector estudiantil cuenta con las condiciones óptimas para desarrollar dicha actividad en casa. Asimismo, muchas actividades económicas comenzaron a realizarse en la modalidad home office, incrementando la explotación laboral y las relaciones laborales precarias. Por otra parte, los análisis teóricos y empíricos feministas muestran el incremento de la carga de trabajo doméstico para las mujeres durante la pandemia, a tal grado que la OIT reconoce que esto conlleva a una doble o triple jornada. Es necesario mencionar que antes de la pandemia, la doble jornada era común entre las mujeres. Sin embargo, la jornada se intensificó en aquellas mujeres que son madres y tenían que supervisar la educación en casa de los hijos. Todas estas problemáticas poseen contradicciones intrínsecas y merecen un análisis minucioso, sin embargo, es posible observar un entrecruce de las mismas. Por ello, se debe mencionar que existen mujeres que son estudiantes, esposas/madres y que poseen un empleo, es decir realizan trabajo productivo, trabajo reproductivo y, además, buscan adquirir una formación académica. Así, el objetivo es visibilizar las desigualdades estructurales a las cuales se enfrenta el sector de las estudiantes que realizan una triple jornada al ejecutar actividades esenciales para la reproducción social desde el feminismo interseccional. Para exponer la argumentación se desarrollan tres apartados. El primero expone la categoría de trabajo reproductivo. Así se mencionará que la categoría posee diferentes dimensiones y se relaciona con las actividades esenciales para la reproducción social como el trabajo doméstico, la procreación, el cuidado, la sexualidad y la afectividad. Asimismo, se visibilizará que la división sexual del trabajo ha asignado este rol a la mujer. En segundo lugar, se discutirá la categoría de trabajo productivo y su vínculo con el mercado de trabajo, el cual también es indispensable para la reproducción social. Finalmente, se dará una aproximación al concepto de educación virtual y las dinámicas de aprendizaje que propicia. El segundo apartado es de carácter contextual, donde se develará la intensificación del trabajo doméstico durante la pandemia según las instancias oficiales. Asimismo, se problematizará la reconfiguración del mercado de trabajo en el contexto de pandemia y los efectos de la crisis económica. Finalmente, se analizará el fenómeno de la desigualdad en la educación virtual. En suma, se argumentará que la reproducción social durante la pandemia es sostenida por las mujeres mediante el recrudecimiento de las desigualdades estructurales.Resumen de la Ponencia:
El texto propone una reflexión sobre la condición de invisibilidad de las mujeres en la comunidad Ipês, que se agravó en el contexto de la pandemia de covid-19, a partir de la convivencia y relatos en línea con un grupo de 19 mujeres. El trabajo se basa en una encuesta realizada entre abril y agosto de 2021, de forma totalmente virtual, a través de los servicios y herramientas que brinda la aplicación whatsapp. (Martin, 2006) Discutir temas complejos de 'naturalización' de la explotación femenina en sus relaciones sociales en la familia, en el trabajo y como miembro de una minoría social sujeta a silenciamientos constantes.Es importante entender que “las mujeres que se encuentran desfavorecidas [o en situación de vulnerabilidad] en términos económicos y sociales están más estrictamente restringidas a su condición por el consenso de que esta es ‘natural’”. (MARTÍN, 2006, p. 279-280). Así, además del enfrentamiento social de la pandemia, muchas mujeres se vieron expuestas a otras situaciones de sufrimiento y riesgo dentro de sus hogares.También abordaré la importancia de la funcionalidad de la mujer para el mantenimiento de las actividades sociales, así como su invisibilidad en la sociedad, en la familia y para sí misma.Se abordarán los temas de distinción de género, trabajo femenino y discriminación, naturalización de las desigualdades entre hombres y mujeres y el papel de la mujer en el mantenimiento de las actividades en la sociedad. Son 19 mujeres de la comunidad de Ipês que tienen algunas características en común: son madres de alumnos de primaria en una escuela pública, no tienen escolaridad completa y son las principales responsables económicas del sustento de sus familias.
Introducción:
Neste artigo passamos a apresentar as mulheres e mães que são asprotagonistas desta pesquisa; bem como refletir sobre a condição de invisibilidade destasmulheres, o que foi agravado em contexto de pandemia vivida com o Covid-19, postoque estas assumem a responsabilidade pelos cuidados diários de filhos com algum tipode limitações físicas e sociais, assim como com a educação e atividades escolares dosmesmos. Observou-se uma tendência a ‘naturalização’ destas atribuições como “coisade mulher”, dividida em atribuições familiares, domésticas, produtivas, maternas,matrimoniais, etc., quadro agravado no contexto de pandemia.Trata-se de mulheres que vivem em situação de pobreza e de vulnerabilidadesocial, muitas vezes exposta à violência doméstica, além das desigualdades sociais, degênero, etnia e classe social. São mulheres pobres, com baixa escolaridade, quepossuem jornadas laborais exaustivas, ampliadas nos ambientes domésticos, submetidasa empregos informais, a discriminação de gênero, de cor e, não menos importante, aviolência “naturalizada” nas relações conjugais.
Há vários tipos de violências associadas à condição de gênero, voltadas amulheres em contextos domésticos, onde deveriam ser cuidadas e protegidas; sofremviolência física, psicológica ou moral de pais, irmãos ou cônjuges em seus lares, o queas coloca em situação de vulnerabilidade.
Desarrollo:
As 19 mulheres que compõem esta pesquisa são responsáveis pela manutenção das atividades familiares. Porém, são desvalorizadas no seio de suas famílias e marginalizadas socialmente.Elas cuidam dos serviços domésticos e das crianças, trabalham nainformalidade como empregadas domésticas ou diaristas, vivendo sob uma rotina exaustivaque não lhes permitem tempo para vivenciar atividades pessoais ou de lazer.A partir das contribuições de Adriana Piscitelli (2009), Emily Martin (2006), DelPriori (2020), Lélia Gonzales (1983), Sueli Carneiro (2005, 2011), Patrícia Hill Collins(2021), Kimberlé Crenshaw (2019, 2001, 1991), entre outras autoras, ampliaremos aanálise deste trabalho.A pesquisa foi iniciada no mês de abril de 2021, de formatotalmente virtual, realizada através de chamadas de vídeo do aplicativo whatsapp, porocasião do ensino remoto. Enquanto professora/pesquisadora de crianças do ensino Fundamental I, criei um grupo da turma e através das chamadas de vídeospassava as atividades, realizando contato virtual diariamente com os alunos e suasrespectivas responsáveis, em um período de uma hora/aula, explicando as atividades epromovendo a interação com os(as) alunos(as) e suas mães acompanhantes.A princípio é importante descrever em quais as condições teve início a pesquisa:desempenhando a função de professora (no
início da transição para o ensino remoto nos meses de abril a junho) do ensinofundamental I na rede pública da cidade que os contatos tiveram inicio. Meu acesso asmulheres aconteceu através das aulas que eu ministrava e por elas serem mães ouresponsáveis dos meus respectivos alunos.Nos meses que antecederam a pandemia o contato era totalmente presencial,principalmente em horários de entrada e saída dos alunos ou em situações em que fossesolicitado o comparecimento de algum responsável da criança na escola. Não custarepetir que por imposição da pandemia, o ensino presencial foi substituído pelo ensinoremoto e as mulheres que fazem parte desta pesquisa não tinham mais como deixar seusfilhos aos cuidados da escola, dificultando ainda mais sua rotina de conciliação com otrabalho, com a vida doméstica e com os cuidados dos próprios filhos, ou daquelascrianças que são cuidadas por avós ou tias.Neste período inicial eu já estava questionando o fato dessas mulheres seremsobrecarregadas, assumirem tantas atribuições e ainda conviverem com tantas formas deexclusões. Assim, tais questionamentos iniciais se tornaram, paulatinamente, questõesde pesquisa, quando ocorre uma transição do papel de professora para pesquisadora,quando comuniquei às mulheres responsáveis pelos alunos e alunas que seria afastadapara cursar a pós-graduação, mas que gostaria de continuar me comunicando com elas.A partir deste momento fui buscando estabelecer uma nova relação, agora não maiscomo professora das crianças e sim como pesquisadora. Desse modo, o vínculo detrabalho entre a professora e as mulheres responsáveis pelos alunos foigradativamente ressignificado, assumindo assim, uma nova relação entre a pesquisadorae as mulheres protagonistas deste trabalho, moradoras da comunidade dos Ipês.Não obstante, à medida que a rotina das aulas online era substituída porconversas mais informais, o que ocorreu entre os meses de julho a agosto de 2021, asmulheres que compõem essa pesquisa passaram a ficar mais à vontade para conversasinformais sobre a rotina diária, as aspirações e projetos de vida, insatisfações pessoais,estudo, família, trabalho, entre outros temas que não só estreitaram a relação dapesquisadora com o grupo, mas também parecia reelaborar a importância de umdiscurso de valorização do seu papel como mulher.
Quem são as mulheres da pesquisa?
As mulheres que compõem a pesquisa são semelhantes às descritas por Martin,(2006, p. 280), mulheres que vivem sob uma condição de “triplamente oprimidas, (...)com sua consciência formada por suas experiências de trabalhadora, como membro deum grupo minoritário e como mulher que está no cerne da resistência”.Essas mulheres possuem algumas características em comum, pois além de seremmães de alunos de uma mesma escola pública da cidade, são vizinhas ou residem namesma comunidade em que eu trabalho como professora. Todas elas não chegaram àconclusão da escolaridade básica e são as principais responsáveis financeiras pelosustento de seus lares.Alguns autores nos chamam a atenção para a feminização da pobreza, dado queexpõe a realidade de muitos lares onde as mulheres assumem a responsabilidade deprover e cuidar de seus filhos e famílias. Este fato não está associado à emancipação ouautonomia feminina, mas muitas vezes liga-se à condição de pobreza que envolve a todafamília e parentes, instabilidade nos laços conjugais, o desemprego dos homens, o baixonível educacional e de qualificação profissional, o que leva ao quadro de precariedadena condição de vida da família, e que incitam a chefia feminina (MENDES, 2002).Como professora busquei informações de documentações disponíveis nasecretaria da escola, intencionado coletar referências a respeito da escolaridade,profissão, quantidade de filhos e se eram beneficiárias do cadastro social, o que seráposteriormente detalhado. Através de relatos orais e audiovisuais das mulheres envolvidas na pesquisa ecom informações colhidas por vídeos chamadas no WhatsApp, iremos demonstrar a realidade socioeconômica das mesmas eaprofundar o debate dos temas propostos no trabalho.
É um grupo composto pela categoria ‘mulher mãe’ e ‘mulher avó’, no que se refere à condição da mulher emrelação a sua função materna. Usamos aqui a noção de “função materna” não no sentido
de instinto materno trabalhado na psicologia e psiquiatria (MIRANDA JÚNIOR, 2020),mas como forma de entender o desempenho da maternidade como papel cultural que éexercido pela genitora da criança ou não (NUNES, 2000). A ‘mulher mãe’ é ao mesmotempo a genitora e responsável pelo cuidado e criação de seu filho. A ‘mulher avó’ éaquela responsável pelo cuidado e criação de seu neto/filho, pois algumas criançaschamam a sua avó de ‘mãe’, assumindo assim as atribuições maternas comumenteassociadas às mães.É importante ter em mente que apesar da categoria ‘mulher mãe’ compor amaioria delas, essas mulheres recorrem ao auxílio das suas mães (avós das crianças)para ajudarem nos cuidados e na educação dos seus filhos, o que é comum nas camadaspopulares brasileiras, em especial para manutenção de arranjos familiares. Vale aindaaqui ressaltar que a categoria ‘mulher avó’ é responsável pela guarda, criação e cuidadodos netos/filhos sem recorrer ao auxílio de outra pessoa para dividir asresponsabilidades, inclusive as domésticas. Essa ‘mulher avó’ se torna cuidadoraintegral e até mesmo legal das crianças, porque seus pais enfrentam problemas comrecasamentos, desemprego, uso de drogas, conflitos com a lei ou a polícia; e os netosviolência doméstica ou abandono por parte dos progenitores.Observamos que nestes casos os genitores (pais) das crianças abriram mão aodireito de guarda dos filhos e, em sua maioria, se encontra em outros relacionamentos,dando pouca ou quase nenhuma assistência paterna, no caso dos homens. As criançaspassam a viver o abandono e negligência por partes dos seus pais biológicos, maspodem contar com o apoio da avó ou de outras mulheres da família.Estes dados têm chamado atenção para a complexidade de arranjos domiciliarese a diversidade de respostas ante as dificuldades econômicas e os cuidados com ascrianças; o que reflete nas relações sociais, na escolarização das mulheres e de seusfilhos, nas formas de socialização e na distribuição de responsabilidades.Segundo uma pesquisa realizada pela Fundação Perseu Abramo em 2001: “AMulher Brasileira nos Espaços Públicos e Privados”, com 2.502 entrevistas em todoBrasil, 96% das mulheres entrevistadas se dedicavam as tarefas domésticas e aoscuidados com as crianças, mesmo que trabalhassem fora de casa. Os resultados destapesquisa, feita há mais de 20 anos, ainda corroboram com as informações expostas natabela acima, pois as mulheres desta pesquisa afirmam sofrer com a sobrecarga da vidadoméstica, com o cuidado das crianças e com as responsabilidades financeiras advindasde trabalhos de diaristas ou empregada doméstica. Vale ressaltar que quando essas
mulheres precisam de algum tipo de assistência para o cuidado dos seus filhos nuncarecorrem aos genitores das crianças, mas a alguma parente, como uma mãe (Avó) ouirmã (Tia) mais próxima de suas casas, o que nos mostra a importância dos laçosconsangüíneos e o apóio das redes de ajuda.Percebemos que 18 das 19 mulherespossuem companheiro fixo, isto é, são casadas ou vivem em algum tipo derelacionamento estável. Não obstante, isso não quer dizer que elas recebam algum tipode ajuda financeira ou doméstica dos seus respectivos companheiros para manutençãodo lar ou cuidado com as crianças. Sendo elas totalmente responsáveis por sua casa epor cuidar dos filhos ou netos, essas mulheres vivem em condições cotidianasexaustivas entre os trabalhos do lar e os trabalhos fora de casa. Alguns destescompanheiros são pais das crianças, outros são os padrastos, pois as mães estão emnovo relacionamento. Ficou claro na pesquisa que os genitores separadosnegligenciavam os cuidados necessários com as crianças que ficaram para trás, dosantigos relacionamentos, não colaborando financeiramente nem realizando visitasperiódicas. E os padrastos da pesquisa pouco ou quase nada faziam, quando muito sóficavam em casa no mesmo horário das crianças enquanto as companheiras estavam noemprego.Outra informação importante se refere à cor dasmulheres da comunidade do bairro dos Ipês: 13 são negras e 06 são brancas. Apesar de haver mais mulheres negras que brancas e que nenhuma conseguiu terminar o ensino fundamental e chegar ao ensino médio; somente umamulher, de cor branca, com o ensino fundamental incompleto, conseguiu estabilidadeformal (carteira assinada) como agente de limpeza (serviços gerais). As demais, aindaque em função semelhante, não possuem vínculo empregatício formalizado.Conforme IBGE (2010) mulheres negras recebem 60% a menos que homenspara desempenhar a mesma função, mesmo com maior tempo de estudo. Além de existiressa discriminação por causa do gênero e da cor, podemos deduzir que o mesmoacontece entre as integrantes do próprio grupo de mulheres da comunidade dos Ipês, jáque as mulheres negras, ainda que com a mesma qualificação escolar e profissional,terão menos oportunidades de conseguir um trabalho com carteira assinada.É importante ressaltar que o fator de a escolaridade incompleta incluiu todas asmulheres da comunidade dos Ipês em uma única categoria: ensino fundamental
incompleto. Neste caso, 16 mulheres não concluíram o 5º ano (Ens. Fund. I) e 03mulheres não concluíram o 9º ano (Ens. Fund. II). Os motivos de insucesso e abandonoda escolaridade básica informada pelas mulheres da comunidade dos Ipês foramdecorrentes de fatores como: maternidade precoce, casamento ainda muito jovem,necessidade de trabalho para ajudar financeiramente a família (serviços domésticos) emcasas de famílias de classe média. Devido a estes, entre outros fatores que levaram asdificuldades persistentes na vida dessas mulheres, elas não pensam na hipótese de versuas filhas seguirem o mesmo destino profissional e familiar. Todas alegam investir navida das filhas para que não venham a passar pelas mesmas dificuldades de vida,principalmente quando se trata da mulher negra.Assim, a relação mãe/filha é fundamental entre as mulheres pesquisadas. Comomostra Collins, (2021) e Joseph (1981) inúmeras mães negras empoderaram suas filhasao transmitir o conhecimento do dia a dia, essencial para a sobrevivência dessasmulheres, semelhante ao modo de criação das mães da comunidade dos Ipês. Nosdepoimentos das mulheres da comunidade era visível a esperança de dias melhores parao futuro de suas filhas, o medo de vê-las enfrentar uma gravidez precoce ou casar cedo,a valorização por uma profissão e um curso universitário, foram algumas das aspiraçõesrelatadas por essas mães a respeito de como projetava a vida das filhas. Esses relatosforam concedidos durante as interações online ou em conversas particulares.Paralelamente, ficaram evidente as inspirações que as meninas nutriam por suas mães ea vontade de não desapontá-las, pois são conscientes do esforço que suas mães fazemcom o trabalho em seus lares e os trabalhos de doméstica (diarista).Pensando na a posição da mulher negra no Brasil e comparando com asmulheres desta pesquisa, podemos evocar Sueli Carneiro (2011), no intuito decompreendermos a opressão sobre a mulher negra que leva a destruição parcial de suaidentidade e sua coisificação (CARNEIRO 2005, 2011). Ainda segundo Carneiro(2011), a herança maldita do período escravista e colonizador legou as mulheres negrasaos trabalhos mais brutos e domésticos, sem falarmos nos usos e abusos sexuais aosquais as mesmas são expostas, figurando a representação degradante daquela mulatatipo “exportação da casa grande”, difundidos em obras como a de Gilberto Freyre, ondese vê a mulher negra definida apenas sob a condição de escravizada doméstica e/ousexual.Como percebe Sueli Carneiro (2011) e Leila Gonzalez (1983), ambas tambémcríticas ao pensamento social clássico brasileiro, nosso processo histórico, brutalmente
conduzido pelo período colonial, se faz presente no imaginário social contemporâneo,reverberando nas estruturas políticas sociais de poder. Estruturas essas que perpetuam oabandono e a exclusão, com baixar probabilidades de sucesso escolar e profissional paraessas mulheres. Nas palavras de Carneiro (2005, p.97):
Alia-se nesse processo de banimento social a exclusão das oportunidadeseducacionais, o principal ativo para a mobilidade social no país. Nessadinâmica, o aparelho educacional tem se constituído, de forma quase absoluta,para os racialmente inferiorizados, como fonte de múltiplos processos deaniquilamento da capacidade cognitiva e da confiança intelectual. É fenômenoque ocorre pelo rebaixamento da auto-estima que o racismo e a discriminaçãoprovocam no cotidiano escolar; pela negação aos negros da condição desujeitos de conhecimento, por meio da desvalorização, negação ouocultamento das contribuições do Continente Africano e da diáspora africanaao patrimônio cultural da humanidade; pela imposição do embranquecimentocultural e pela produção do fracasso e evasão escolar. A esses processosdenominamos epistemicídio.
Este epistemicídio, que nos fala Sueli Carneiro (2005), representa uma condiçãosine qua non para que as estruturas sociais, inclusive a escola, continuem atuando naconformação da exclusão social e na deteriorização da pessoa negra e sua identidade.Para Carneiro (2005) o epistemicídio não possui outra função se não retroalimentar e/ouconduzir, como ela mesmo percebe se inspirando em Foucault, as técnicas e tecnologiasdo biopoder.Desse modo, são muitos estigmas e opressões secularizadas que essas mulheresenfrentam e que também venho percebendo nesta pesquisa preliminar com as mulheresda Comunidade do Ipês. Assim muitas não se dão conta da opressão e nem muito menosfazem parte de algum engajamento político, preferindo silenciar suas dores, suasexpectativas para o futuro, sua identidade, enfim, sua vida. Não obstante, vale aquiencerrar essa seção com uma frase de Martin (2006, p. 310) “Cabe a cada um queescutar a história de uma mulher ouvir a mensagem implícita, interpretar a raivapoderosa e observar as maneiras por meio das quais a forma da narrativa fornece (...)significado para além dele mesmo.”
O que as mulheres da pesquisa pensam sobre seus trabalhos?
Quando falamos em garantir as mesmas oportunidades para homens e mulheresno mercado de trabalho, parece que estas oportunidades não valem para a mulher negra.As mulheres negras (que representam a maior parcela das nossas colaboradoras dapesquisa) fazem parte de um contingente de mulheres que estão fora dos atributosestéticos de um padrão branco de aparência, como percebido por Sueli Carneiro (2011,2005) nos anúncios de empregos que dizem “exige-se boa aparência” que parece nãoincluir a beleza negra.Essa discriminação racial (cor da pele e “traços raciais” externos) e social(aparência e estética) faz parte da vida de muitas mulheres negras, a quem desde cedosão atribuídos estereótipos de inferioridade e ausência destes atributos, o que reverberanas condições associadas ao trabalho, com insipiente representatividade na mídia, nasempresas, nos cargos de chefia ou até mesmo nas escolas, assim, a baixa escolaridade, oempregos informais de empregadas domésticas ou diarista, entre outros trabalhos queexige pouca instrução escolar, continuam a fazer parte da vida dessas mulheres que,diga-se de passagem, não se enquadram no fenótipo caucasiano. É uma realidade quetambém está presente do universo de mulheres que venho pesquisando. Todas, semexceção, são as principais responsáveis financeiras por seus lares através do ofício dedoméstica.Podemos notar as duas categorias de trabalho queo grupo de mulheres fazem parte: diarista e doméstica (atividade de limpeza, cozinheirae organização do lar) referente ao trabalho doméstico em outras casas. No caso dasdiaristas não existe um valor tabelado para contratar seus serviços e geralmente aprofissional trabalha em várias residências para conseguir um salário mínimo. Já asdomésticas, que desenvolvem simultaneamente funções de atividade de limpeza,cozinheira e organização do lar, recebem salário no final do mês que nãonecessariamente segue o piso do salário mínimo nacional, mas trabalham fixo emalguma casa de família. Apenas uma participante do grupo trabalha de serviços geraisem uma empresa e possui carteira assinada (vale aqui ressaltar que trata-se, neste casoespecífico, de uma mulher caucasiana).Percebemos que 18 mulheres trabalham exercendo atividades de domésticas,sem carteira assinada ou qualquer segurança trabalhista. Geralmente elas têm umajornada extensa de trabalho, chegam aos empregos por volta das 6:30 da manhã e sóterminam o expediente cerca de 17:00.
No período da pandemia, principalmente no início do surto de covid-19, muitasforam dispensadas temporariamente de seus empregos e tiveram seus salários reduzidos.Outras, entretanto, perderam totalmente sua renda, dependendo apenas do benefícioemergencial dado pelo governo federal. Nos relatos concedidos algumas mulheresdisseram que continuaram a trabalhar nas casas de famílias, mesmo cientes daexistência de um lockdown e possível contágio de Covid-19, cientes dos riscos, masatendendo as necessidades de sobrevivência de seu núcleo familiar.Durante as chamadas de vídeo ficavam visíveis que as únicas responsáveis pelaorientação das atividades escolares eram as mulheres, que já acumulavam outrasatribuições na administração e manutenção do lar. “Além disso, as mulherescompartilham a responsabilidade primária (senão o trabalho em si) de cuidar da casapara a família – limpar o chão sujo, as fraldas e o banheiro, levar o lixo para fora, lavaras roupas” (MARTIN, 2006, p. 309-310). Eu acrescento ai o preparo das refeições elavagem da louça.Diante ao exposto, percebe-se como as mulheres em período de pandemiapassaram a acumular mais funções para manter o equilíbrio do lar e conciliar com asatividades do trabalho e cuidados com as crianças, bem como a prevenção do vírus.Em alguns momentos das conversas online, algumas mulheres relataram estardoentes com a covid-19, pela presença dos sintomas, e como trouxeram a doença paracasa, contaminado a todos os membros da família. Comentavam como o contágio erradecorrente do convívio com os patões, geralmente hospitalizados ou cuidados emhospitais particulares da capital; enquanto as mesmas não tinham acesso a mesmaassistência de saúde, dependendo exclusivamente do SUS que estava captando apenaspacientes graves.As mulheres contaminadas pelo covid-19 tiveram que conviver com o medo damorte, as incertezas que esse vírus provocava e a necessidade de manterem-se em seustrabalhos, sem reclamar ou prestar queixa, pois disso dependia o sustento de suas casase filhos. Ainda tinham que ser responsáveis pelos cuidados dos demais contaminados nafamília.No tocante aos tratamentos, muitas dizem ter utilizado remédios caseiros e oskits covid distribuídos na UPA (Unidade de Pronto Atendimento de Saúde). Era visível em seus semblantes a tristeza e ainsatisfação, muitas vezes expressadas por uma frase de conformação como se o futurosó tivesse reservado isto mesmo.
Acompanhando os relatos das mulheres da comunidade dos Ipês, como noslembra Collins (2021), o pensamento da imagem da empregada doméstica é tido comoelemento de análise da condição de marginalização da mulher negra, sempre associada àfunção de doméstica de mulheres brancas. Pude acompanhar relatos de angústias,temores e insatisfações enfrentadas em suas vidas e no próprio lar: a falta de tempo paracuidar da saúde e do corpo, os sonhos que deixaram de realizar após a responsabilidadeda maternidade, os estudos que não concluíram, o sonho da profissão interrompida, asobrecarga do trabalho e das tarefas domésticas, além da responsabilidade de sustentaras despesas financeiras da casa enquanto o companheiro estava desempregado.Quando se fala do mito da fragilidade feminina, que justificou historicamente aproteção paternalista dos homens sobre as mulheres, de que mulheres estamos falando?As mulheres negras fazem parte de um contingente de mulheres, provavelmentemajoritário, que nunca reconheceram em si mesmas nesse mito, porque nunca foramtratadas como frágeis (CARNEIRO, 2011).
O que as mulheres pensam sobre suas famílias?
Falar das mulheres da comunidade dos Ipês e não comentar das suas crianças équase impossível. Elas vivem boa parte de suas vidas pelas(os) filhas(os) ou netas (os),projetam suas expectativas de vida em um futuro melhor não para elas, mas para suaprole. O desejo de que as(os) filhas(os) não tenham uma vida semelhante as delas éunânime nos relato das moradoras da comunidade. O medo de que a vida escolar dascrianças seja interrompida por uma gravidez precoce de uma filha ou neta, ou quealgum menino “dê para marginal”, faz parte também da narrativa de todas essasmulheres; mesmo no caso das que tem filhos com algum tipo de deficiência física ouintelectual.Baseada em seus relatos, podemos notar que, de modo geral, cadafamília possui em torno de 3 filhas(os). Das 19 mulheres mães, 08 possuem um filho comalguma necessidade especial que requer acompanhamento de equipe multidisciplinar etodas recebem auxílio de benefícios federais. A ajuda financeira foi o que maiscontribuiu para que muitas famílias pudessem sobreviver no período mais crítico dapandemia, o que nos mostra a importância das políticas públicas para as camadas maispobres da sociedade brasileira.
Conviver com a sensação de exclusão e invisibilidade diariamente direciona amulher pobre e negra para um lugar silenciado. Tal situação foi percebida quando,durante as chamadas de vídeo, éramos surpreendidas (eu - pesquisadora e elas - protagonistas da pesquisa) por xingamentosaleatórios e explícitos de seus respectivos companheiros, os mesmos exigiam que elasinterrompessem a conversa online para servir-lhe a refeição. Ligavam o aparelho de som ede tv no momento das entrevistas, passavam de roupas íntimas na frente das câmeras, exigiamdinheiro para bebidas alcoólicas e ficavam em casa sem colaborar na rotina do lar oucuidado com as crianças, isto também fazia parte das exigências dos companheiros dessasmulheres em seus lares.Apesar de reconhecer a situação de sofrimento emocional e social, diziam nãoter força para se contrapor a eles, pois para estas mulheres a dependência emocional ecultural da figura de um homem em casa, o que é definidor de status social, o quepermitia-lhes o título de serem mulheres casadas e de seus filhos terem pais.Outro fator interessante era observar que apesar do constrangimento das mulheres,o esposo não se intimidava diante de outras pessoas presentes na conversa na frente daschamadas virtuais. Algumas das mulheres relataram que sofriam agressões físicas deseus cônjuges, que tinham a esperança de sair do casamento abusivo, mas ao mesmotempo tinham medo de perdê-lo e ficarem sozinhas ou temiam que eles não aceitassem aseparação. Assim como Piscitelli (2002) observa, o poder reprodutivo das mulheres ascoloca numa posição de submissão em relação aos homens, além da dependênciaemocional e a importância do casamento para a comunidade dos Ipês.Outra questão importante foi o fato das mulheres da pesquisa desejarem voltar aestudar e completar a escolaridade. O que mais me chamou a atenção foi à motivação demuitas para retornar aos estudos: ensinar a tarefa escolar aos filhos porque as crianças já estãochegando a séries em que elas não frequentaram. Quando eu pensava que desejavamretornar os estudos por satisfação própria, afirmaram a necessidade de estudos paraauxiliar os filhos; o que não era preocupação dos homens.
Conclusiones:
Observa-se que as formas de subordinação das mulheres, emrelação aos homens, adquirem contornos específicos na sociedade em diferentesmomentos históricos, o que liga-se as distinções e violência de gênero que criahierarquias e coloca o gênero feminino como naturalizado a função reprodutiva,cabendo as mulheres os cuidados e a educação dos filhos, que são dependentes destasmulheres por muito tempo.
É importante também ressaltar que esta invisibilidade decorre da herançahistórica escravocrata que mulheres negras sofrem no Brasil, que naturaliza relações deexclusões de uma parcela tão expressiva de nossa sociedade. Neste sentido, raça, classee gênero são indispensáveis para compreensão desta realidade de exclusão que assola avida de muitas mulheres no Brasil, como é o caso aqui estudado. Como nos diz Stolker,é preciso:
[...] elucidar os processos políticos e as justificativas ideológicasdinâmica e interdependente, estruturam as desigualdades "raciais" e degênero na sociedade de classes burguesa. O fenômeno crucial nessesentido é a tendência, na sociedade de classes, a "naturalizar"ideologicamente as desigualdades sociais. A questão central é por que,especialmente, as diferenças "sexuais" e "raciais", ao lado das declasse, se destacam entre outras características disponíveis dos sereshumanos, tais como, por exemplo, peso corporal, como indicadoressignificativos da desigualdade social e como elas interagem parareproduzir a opressão das mulheres em geral e as diferençasparticulares entre elas na sociedade de classes (STOLCKE, 1991, p.102).
Deste modo, buscamos mostrar como estes marcadores, que são formulaçõessimbólicas (STOLCKE, 1991), vão construindo modos de disciplinar os corpos dessasmulheres, em termos de criação de corpos fortes para servirem ao trabalho, aos homense ao lar, pois existem fortes cobranças e expectativas da sociedade para que a mulherassuma, sem resistências, o papel que lhe foi conferido socialmente: perpetuar aexistência e cuidar da família, o que muitas vezes elas mesmas incorporam como partedesse processo.Claro que o sexismo não atinge só as mulheres negras e pobres, mas é precisofrisar que sobre estas incidem representações de submissão servil e sexual,historicamente perpetuadas em nossa sociedade, eternizada na crença de que existempara “servir” aos outros. Isso no leva a analisar como a naturalização do abandonoparental cometido pelos homens/pais é desconsiderado, enquanto da mulher é esperadoque seja uma pessoa multitarefas e ainda consiga cuidar de seus filhos.Nenhuma das mulheres dos Ipês tem conhecimento profundo sobre questõeshistóricas e culturais que estruturam e formam o pensamento para mantê-las numaadequação social: mulher reprodutiva, mulher mãe, mulher do lar, mulher doméstica,mulher da jornada tripla... São tantos papéis que a mulher mal consegue enxergar a si
própria e identificar seus principais objetivos e sonhos e acabam vivendo para cumprirapenas o que se parece exigir delas: serem reprodutoras, mães e mulheres do lar.Mas não queremos dizer que essas mulheres não percebem as oposições degênero existentes e as formas como são subjugadas pelos seus companheiros e pelasociedade. Mas se olharmos com mais atenção e sem um olhar burguês que torna amulher nestas questões como meramente subordinadas, vemos que estas mulheres se juntam, seapóiam em sua rede de parentela feminina, que estabelecem contatos freqüentes comprofessoras e escola para terem algum tipo de apóio pedagógico e emocional para seusfilhos e para si mesmas, dividindo responsabilidades, cujas formas de resistência serãodesenvolvidas posteriormente no decorrer desta pesquisa para conclusão da tese em que está inserida.
Bibliografía:
ALMEIDA, T., & Ramos do Ó, J. (2020). La vida como evento y el poder deloindeterminado entiempos de pandemia. Sociedad E Infancias, 4, 285-288.https://doi.org/10.5209/soci.69737ARRUZZA, Cinzia; BHATTACHARYA, Tithi; FRASER, Nancy. Feminismo para os99%: um manifesto. São Paulo: Boitempo, 2019.AYDOS, V. “A (des)construção social do diagnóstico de autismo no contexto daspolíticas de cotas para pessoas com deficiência no mercado de trabalho”, AnuárioAntropológico [Online], v.44 n.1, 2019. Disponívelem:<http://journals.openedition.org/aa/3492>. Acesso em janeiro 2023.BAIRROS, L. Nossos feminismos revisitados. Revista Estudos Feministas, v. 3 n. 2,1995.BRASIL. CONTITUIÇÃO (1988). Constituição da República Federativa do Brasil,1988.BRASIL. Convenção dos Direitos das pessoas com deficiências. Brasília, 2008.BRASIL. IBGE. Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios Contínua. Mercado deTrabalho Brasileiro 1º trimestre de 2019. Disponível em<https://biblioteca.ibge.gov.br/index.php/biblioteca-catalogo?view=detalhes&id=2101597>. Acesso em novembro de 2022.BOURDIEU, P. A dominação masculina. Educação e Realidade. V. 20 (2), p. 133-184, jul./dez., Porto Alegre, 1995.BUTLER, Judith. Undoing Gender. New York e Abington, Routledge, 2002.CALLAI, Cristiana; SILVA, Greice Duarte de Brito; MAIA, Marta Nidia VarellaGomes. Transver o mundo: linguagens criativas de crianças em situação deconfinamento. DossiêArte e infância: inspirações para novos possíveis em tempos
de pandemia. v. 24 , 2020. Acessoemhttps://revistas.udesc.br/index.php/nupeart/article/view/18429CARNEIRO, Aparecida Sueli. Enegrecer o feminismo: a situação da mulher negrana América Latina a partir de uma perspectiva de gênero. Disponívelem: https://www.geledes.org.br/enegrecer-o-feminismo-situacao-da-mulher-negra-na-america-latina-partir-de-uma-perspectiva-de-genero/ 2011.CARNEIRO, Aparecida Sueli. A construção do outro como não-ser comofundamento do ser. 2005. Tese (Doutorado) – Universidade de São Paulo, São Paulo,2005.COHN, C. Antropologia da Criança. Rio de Janeiro: Zahar Ed, 2005.CONCEITO DE DEFICIÊNCIA SEGUNDO A CONVENÇÃO DA ONU E OSCRITÉRIOS DA CIF. São Paulo: SEDPcD, 2012. Disponível em:<https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/44575/9788564047020_por.pdf>.Acesso em outubro de 2022.COLLINS, Patricia Hill. Pensamento Feminista Negro: conhecimento, consciência ea política do empoderamento. São Paulo: Boitempo Editorial, 2019._____________. Interseccionalidade. São Paulo: Boitempo, 2021.CRENSHAW, Kimberlé. Demarginalizing the intersection of race and sex: a blackfeminist critique of antidiscrimination doctrine, feminist theory and antiracistpolitics. The University of Chicago Legal Forum, n. 140, pp. 139-167, 1989.____________. Mapping the margins: intersectionality, identity politics, andviolence against women of color. Stanford Law Review, Vol. 43, n° 06, pp.1241-1299, 1991.____________. Documento para o encontro de especialistas em aspectos dadiscriminação racial relativos ao gênero. In: Estudos Feministas Florianópolis, Vol. 10,n. 1, p. 171-188, 2001.DEL PRIORI, M. Sobreviventes e Guerreiras. Uma breve história da mulher nobrasil de 1500 a 2000. São Paulo: Planeta, 2020.DINIZ, Débora. O que é Deficiência. São Paulo: Brasiliense, 2007 (Coleção PrimeirosPassos).EDUCAÇÃO DE JOVENS E ADULTOS: A LUTA PELO DIREITO ÀAPRENDIZAGEM. Disponível em:<https://observatoriodeeducacao.institutounibanco.org.br/em-debate/conteudo-multimidia/detalhe/educacao-de-jovens-e-adultos-a-luta-pelo-direito-a-aprendizagem>Acesso em janeiro de 2023.
ENCICLOPÉDIA DE ANTROPOLOPGIA. “Gênero”. São Paulo, USP, 2015.FERNANDES, N., BARRA, M. Trancadas em casa! As crianças fintam a COVID-19.Sociedad E Infancias, 4, 251-254., 2020. Disponívelem:<https://doi.org/10.5209/soci.69719> Acesso em novembro de 2022.FONSECA, C. Caminhos da adoção, São Paulo, Cortez, 1995.__________. Família, fofoca e honra. Porto Alegre, Editora da UFRGS, 2020.FONSECA, Claudia; SCALCO, Lucia. A biografia dos documentos: uma antropologiadas tecnologias de identificação. In FONSECA, Claudia; MACHADO, Helena(Org.) Ciência, identificação e tecnologias de governo. Porto Alegre: Editora daUFRGS/CEGOV, 2015. p. 21-37.Fórum Brasileiro de Segurança Pública e Instituto Data Folha. Visível e Invisível: AVitimização de Mulheres no Brasil - 3ª edição – 2021 (Relatório). Disponível em:<https://forumseguranca.org.br/publicacoes_posts/visivel-e-invisivel-a-vitimizacao-de-mulheres-no-brasil-3ed/> Acesso em janeiro de 2023.FOUCAULT, Michel. Microfísica Do Poder. Rio de Janeiro: Graal, 1979.__________. Vigiar e Punir. Petrópolis: Vozes, 1987.__________. “O sujeito e o poder”. In: H. Dreyfus e P. Rabinow. Michel Foucault,uma trajetória filosófica. 2ª edição. Rio de Janeiro: Forense Universitária, 2013, p. 273-295.FAVRET-SAADA, J. Ser afetada. Revista Cadernos de Campo, N0 13: 155-161,2005.GOMES, M. C. A.; CARVALHO, A. B. de. Pandemia de COVID-19 e violênciadoméstica na conjuntura sociopolítica brasileira. Revista Estudos Feministas, 29 (3),2021.Disponível em:< https://doi.org/10.1590/1806-9584-2021v29n374781> Acessoem dezembro de 2022.GONZALES, Lélia. “Racismo e sexismo na cultura brasileira”. In: SILVA, LuizAntônio Machado (et al.). Movimentos sociais urbanos, minorias étnicas e outrosestudos. Brasília, ANPOCS, p. 223-44, 1983.GOOFMAN, E. Estigma: Notas sobre a Manipulação da Identidade Deteriorada. Rio deJaneiro: Zahar, 2008.HARTMANN, L. Como fazer pesquisa com crianças em tempos de pandemia?Perguntemos a elas. Dossiê Arte e infância: inspirações para novos possíveis emtempos de pandemia. v. 24, 2020. Disponívelem:https://revistas.udesc.br/index.php/nupeart/article/view/18827Acesso em outubro de2022.
HASENBALG, Carlos. [1979]. Discriminação e Desigualdades Raciais no Brasil.Belo Horizonte e Rio de Janeiro: Editora da UFMG e IUPERJ, 2005._________. Entre o mito e os fatos: racismo e relações raciais no Brasil. In: MAIO, M.C.; SANTOS, R. V (orgs). Raça, ciência e sociedade. Rio de Janeiro: EditoraFIOCRUZ; CCBB, 1996.HEILBORN, M. Luíza. Violência e mulher. VELHO, G; ALTIVO, Marcos. Cidadaniae violência. Rio de Janeiro: Editora UFRJ, Ed FGV, 2000.HOOKS, Bell. Intelectuais Negras. Revista de Estudos Feministas, vol. 3, nº2,Florianópolis, UFSC, 1995, pp.464-478, 1995.IPEA, Atlas da violência, 2018. Disponível em:<https://www.ipea.gov.br/atlasviolencia/publicacoes/49/atlas-da-violencia-2018>. Acessoem janeiro de 2023.JOSEPH, 1981.LOURO, Guacira Lopes. Gênero, história e educação: construção e desconstrução.Educação e Realidade. V. 20 (2), p. 101-132, jul./dez., Porto Alegre, 1995.MACHADO, Lia Zanotta. Interfaces e deslocamentos: feminismos, direitos,sexualidades e antropologia. Cafajeste. [online]. 2014, n.42 [citado 2014-09-09], pp.13-46 . Disponível em:<http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0104-83332014000100013&lng=pt&nrm=iso>. Acesso de dezembro de 2022.MAHMOOD, SABA. Do Muslim Women want rights? February, 10, 2009.Disponível em: http://ies.berkeley.edu/ssrc/labulughodsmahmood.html. Acesso em:janeiro 2023.MATOS LINS, H., CABELLO, J., & Borges, C. (2020). Direito à participaçãopolítica de crianças sobre a escola: algo mudaria em função da pandemia? Sociedade eInfâncias, 4, 243-249. Disponível em:<https://doi.org/10.5209/soci.69637> Acesso emjaneiro de 2023.MARTIN, Emily. A mulher no corpo: uma análise cultural da reprodução. Rio deJaneiro, Editora Garamond, 2006, 378p. [1ªed. The woman in the body: a culturalanalysis of reproduction. Boston, Beacon Press, 1987].MIRANDA JUNIOR, Hélio Cardoso. O exercício da Função Materna e o semblantemulher na tábua da sexuação de Lacan. Tempo psicanal. [online]. 2020, vol.52, n.1[citado 2023-02-06], pp. 38-60 . Disponível em:<http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0101-48382020000100002&lng=pt&nrm=iso>. ISSN 0101-4838. Acesso em dezembro de2022.MENDES, Mary Alves. Mulheres chefes de família: a complexidade e ambigüidade daquestão. In: PRÉ-EVENTO MULHERES CHEFES DE FAMÍLIA: crescimento,diversidade e políticas. Ouro Preto: CNPD, FNUAP e ABEP, 2002, 13p. Disponívelem: www.abep.nepo.unicamp.br/docs/anais/pdf/2002/GT_Gen_ST38_Mendes_texto.pdf>. Acesso em novembro de 2022.
MOUTINHO, Laura. Razão, "Cor" e Desejo: Uma Análise Comparativa sobreRelacionamentos Afetivo-Sexuais "Inter-raciais" no Brasil e na África do Sul. SãoPaulo, UNESP, 2004.NOGUERA, Renato. Necroinfância: por que as crianças negras são assassinadas.Disponível em <https://lunetas.com.br/necroinfancia-criancas-negras-assassinadas/>Acesso em dezembro de 2022.NUNES, S. A. O corpo do diabo entre a cruz e a caldeirinha: um estudo sobre amulher, o masoquismo e a feminilidade. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 2000.PERROT, M. Os excluídos da história: operários, mulheres e prisioneiros. Rio deJaneiro: Paz e Terra, 1988.PASTORE, Marina di Napoli. Pandemia: Infâncias, crianças e pandemia: em quebarconavegamos? 2020 Disponível em:<https://preprints.scielo.org/index.php/scielo/preprint/view/919/1285>. Acesso denovembro de 2022.PIRES, F. F. . Child as family sponsor: An unforeseen effect of Programa Bolsa Familiain northeastern Brazil. Childhood, Copenhagen, v. 21, p. 134-147, 2014.PISCITELLI, Adriana. Gênero. A história de um conceito. In ALMEIDA, Heloisa;SZWAKO, José (Orgs.) Diferenças, Igualdade. São Paulo: Berlendis & VertecchiaEditores, 2009, p. 116-148. (Coleção Sociedade em Foco: Introdução às CiênciasSociais).________. Recriando a (categoria) mulher? In: ALGRANTI, Leila (Org.). A práticafeminista e o conceito de gênero. Campinas: IFCH-Unicamp, 2002. (Textos Didáticos,n. 48).PORTES, Écio Antônio. Trajetórias e estratégias escolares do universitário dascamadas populares. Dissertação (Mestrado em Educação). Universidade Federal deMinas Gerais, Belo Horizonte, 1993.______. O trabalho escolar das famílias populares. In: NOGUEIRA, Maria Alice;ROMANELLI, Geraldo; ZAGO, Nadir (Org.). Família e Escola: trajetórias deescolarização em camadas médias e populares. Petrópolis: Vozes, 2003. p. 61-80.SARTI, C. A. A família como espelho. Um estudo sobre a moral dos pobres, SãoPaulo, Autores Associados, 1996.________. A família como ordem simbólica. Psicologia, São Paulo: USP, v. 15, n. 3, p.11-28, 2004.SANTOS, Maria Cecília MacDowell dos. “Para uma abordagem interseccional da LeiMaria da Penha”. In: MACHADO, Isadora Vier (Org.). Uma década de lei Maria daPenha: percursos, práticas e desafios, Curitiba: CRV, 2017. p. 39-61.SCOTT, J. Gênero: uma Categoria Útil de Análise Histórica. Educação e Realidade.20 (2), p.71-99, 1995.
SUDO, Camila Harumi; SOUZA; Silvia Regina de; COSTA, Carlos Eduardo. Instruçãoe modelação no treinamento de mães no auxílio à tarefa escolar. Rev. bras. ter. comport.cogn. [online]. 2006, vol.8, n.1 [citado 2023-01-24], pp. 59-72 . Disponível em:http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1517-55452006000100006&lng=pt&nrm=iso Acesso em dezembro de 2022.SHUTTLEWORTH, R. P. Stigma, community, and ethnography: Joan Ablon’scontribution to the anthropology of impairment-disability. Medical AnthropologyQuarterly, 18(2), 139-161, 2004.- Disponivel em:<https://doi.org/10.1525/maq.2004.18.2.139>. Acesso em janeirro de 2023.STOLCKE, V. Sexo está para gênero assim como raça para etnicidade? Estudos Afro-Asiáticos. Rio de Janeiro, v. 20, p. 101-119, 1991.VELHO, G. Violência, reciprocidade e desigualdade: uma perspectiva antropológica.VELHO, G; ALTIVO, Marcos. Cidadania e violência. Rio de Janeiro: Editora UFRJ,Ed FGV, 2000.VIEIRA, P. R., GARCIA, L. P., & MACIEL, E. L. N. Isolamento social e o aumento daviolência doméstica: o que isso nos revela?. Revista Brasileira De Epidemiologia, 23,2020. Disponível em:<https://doi.org/10.1590/1980-549720200033https://doi.org/10.1590/1980-549720200033>. Acesso em setembro de2022.Violência doméstica e violência de gênero. In: Violência doméstica. Fundação PerseuAbramo, 2001. Disponível em:https://fpabramo.org.br/2011/02/11/violencia-domestica/.Acedsso em dezembro de 2022.https://www.ibge.gov.br/estatisticas/sociais/trabalho/9173-pesquisa-nacional-por-amostra-de-domicilios-continua-trimestral.html?=&t=destaques. Acesso em dezembrode 2022.
Palabras clave:
Gênero, Interseccionalidade, Raça, Classe social, Escola.
Resumen de la Ponencia:
El contexto que marcó la pandemia por COVID-19 desbordó grandes problemáticas sociales. Ante el cierre de los centros de trabajo, las instituciones educativas y los espacios de esparcimiento, la casa dejó de ser un espacio privado para formar parte del espacio público pues las actividades que anteriormente se realizaban fuera de la vivienda se trasladaron al interior. Las familias se encontraron frente a una economía mermada, aumentaron las tareas domésticas y el cansancio para las mujeres; madres trabajadoras o estudiantes trasladaron sus actividades a casa teniendo que combinarlas con las tareas del hogar; otras mujeres perdieron o abandonaron su trabajo y forma de vida sustituyéndola por medios alternativos para su sustento. El cuidado de los niños y la presencia de la pareja limitaron aún más el desarrollo personal, social, profesional y económico; la convivencia diaria también se transformó en factor de estrés y de riesgo para los miembros más vulnerables de las familias. Además, muchas mujeres tuvieron que desempeñar el rol de profesoras por efecto de la migración forzada de la educación a las TIC.Ante este escenario, presentamos una investigación exploratoria cuyo objetivo es describir las experiencias que tuvieron las mujeres, madres de niños y niñas en edad escolar, del municipio de Lerma, Estado de México, en México, derivada de la pandemia por Covid-19 y el confinamiento, en el entorno familiar, doméstico, económico y escolar. El método que se utilizó para recabar la información fue de corte cualitativo, a través de grupos de discusión, en los meses de febrero y marzo de 2022. Consideramos que rescatar las experiencias de las mujeres en este periodo de pandemia es importante pues podemos descubrir qué nos pasó, cómo enfrentamos estos dos años de encierro y cómo podemos sanar lo que se rompió tanto dentro como fuera de nosotras; la experiencia, tal y como se postula desde el feminismo, es una herramienta conceptual, metodológica y epistemológica, que nos ayuda a dar cuenta del conocimiento situado, político, contradictorio y emancipatorio que implica el poder reflexionar sobre una misma, para transformar nuestras condiciones de existencia.