Resumen de la Ponencia:
El desplazamiento interno forzado es un fenómeno global que ha estado presente a lo largo de la historia pero que se recrudece en momentos donde el conflicto y la violencia están presentes. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), define a los desplazados internos como “personas o grupos de personas que han sido forzadas u obligadas a abandonar sus hogares o lugares de residencia habitual, en particular como resultado de o para evitar los efectos del conflicto armado, situaciones de violencia generalizada, violaciones de derechos humanos o desastres naturales causados por el hombre” (ACNUR, 1998). De acuerdo con el Observatorio sobre el Desplazamiento Interno del Consejo Noruego para Refugiados, para finales de 2018, 41,3 millones de personas se vieron desplazadas internamente debido a conflictos armados, violencia generalizada o violaciones de los derechos humanos (ACNUR, 2020).En América Latina, dos son los países que, de acuerdo con el Observatorio sobre el Desplazamiento Interno del Consejo Noruego para Refugiados (IDMC), tienen al 31 de diciembre de 2019 un alto número de desplazados internos: Colombia, con un total de 5,576,000 personas desplazadas por conflicto y violencia; y México, con un total de 345,000 personas desplazadas por los mismos motivos.En México, el desplazamiento interno forzado no es un fenómeno reciente, se encuentra presente desde la década de los setenta, ocasionado principalmente por la intolerancia religiosa, conflictos comunales y disputas tanto por tierras y recursos naturales en estados como Nayarit, Hidalgo, Oaxaca, Guerrero y Chiapas (CMDPDH, 2014). El recrudecimiento de la violencia, poco tiempo después de iniciada la llamada
Guerra contra el Narcotráfico, durante el período presidencial de Felipe Calderón, reactivó el desplazamiento interno tanto en las comunidades indígenas como en los contextos urbanos. Si bien ambas poblaciones transitan por distintas etapas dentro del proceso de desplazamiento, se pondrá especial atención en los grupos indígenas que, tras haber enfrentado el desplazamiento por violencia, llegaron a la ciudad para asentarse en la misma.Al elegir la ciudad como nuevo lugar de asentamiento, los grupos indígenas no sólo se enfrentan a condiciones materiales deplorables (falta de un lugar donde vivir, hacinamiento, desempleo discriminación), sino que enfrentan “[…] conflictos, choques, destrucciones y reconstrucciones, tanto en el plano de la identidad individual como colectiva”(Bello, 2001: 16). Al mismo tiempo, comienza una disputa por el espacio frente al “otro”. Por lo anterior, el principal interés de la investigación es analizar la forma en la que los grupos indígenas desplazados se apropian del espacio urbano, en donde además, enfrentan otro tipo de violencias.