Resumen de la Ponencia:
En Chile, el día 04 de julio del año 2021 comenzó el trabajo de la Convención Constitucional que tiene como principal mandato “redactar y aprobar la propuesta de una nueva constitución de la Republica” (Convención Constitucional, s.f). Dentro del trabajo establecido se constituyó una comisión de trabajo orientada a los temas de medio ambiente, derechos de la naturaleza, bienes naturales comunes y modelo económico. Hasta la fecha, la Convención Constitucional, a través del trabajo de la comisión de medioambiente, ha aprobado una serie de artículos que forman parte del borrador de la nueva Constitución y que el presente trabajo analizará. Considerando que aun cuando son ámbitos distintos dentro de la cuestión ambiental chilena, se puede afirmar que existe una intencionalidad a generar un cambio de paradigma en la concepción y valoración del ambiente, la relación entre humanos y naturaleza, la relación entre ecología y política, la inclusión de las comunidades, territorios, a partir de los derechos a la participación, entre otros. Lo que se busca en este trabajo es presentar un análisis de contenido de los artículos ya aprobados, distinguiendo cuáles son las categorías centrales respecto a la observación y tematización del medioambiente que están a la base de las posibles transformaciones socioambientales, sin perder de vista que ello no está exento de tensiones, pues tal como señala Merlinsky (2021) nos encontramos frente a un estancamiento del cual es difícil salir “Porque las acciones que nos pondrían en mejores condiciones […] son extremadamente amenazantes para una elite minoritaria que mantiene el control sobre los recursos naturales, los flujos de capital y los grandes medios de comunicación” (pp. 10-11). Esto implica que los cambios y transformaciones que se plantean en la nueva Constitución, si bien son urgentes y necesarios para enfrentar la crisis socioambiental, el colapso ecológico y promover una verdadera democracia y justicia ambiental, constituyen para algunos actores un riesgo en el mantenimiento de actividades extractivas, la sobreexplotación de los recursos naturales, el dominio del hombre por sobre la naturaleza para satisfacer sus necesidades, entre otros motivos. Las posibles tensiones que se pueden identificar a partir de lo que se está promoviendo en la nueva Constitución emergen desde nuestra cultura, sistema político, relaciones sociales, económicas, en síntesis, se friccionan con nuestros modos de existencia que son abordados en este trabajo desde una lectura latouriana (Latour, 2013). Lo anterior, en el contexto chileno, adquiere un matiz particular, pues aún en nuestro país existe una privatización del agua, la emergencia de múltiples conflictos socioambientales, insuficiencias de la institucionalidad ambiental, tipos de gobernanza rígidos y excluyentes, que, a su vez, constituyen elementos abordados en el desarrollo de la propuesta constitucional.