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Resumen de la Ponencia:
A través de este breve texto, se pretende mostrar exponer la posible relación entre las decisiones de inversión con el enfoque de las finanzas conductuales, estas últimas han sido fundamento para acentuar la diferencia entre los riesgos adquiridos de acuerdo al género. También, agregar y relacionar a esas premisas el énfasis que trajo consigo el momento de pandemia en México; lo anterior con un sustento teórico para su argumentación.
Es un tipo de estudio exploratorio, utilizando fuentes de información secundarias, dejando pendiente su continuación utilizando instrumentos de búsqueda directa, así como la aplicación de herramientas matemáticas que certifiquen la relación ya indicada.
Como propuesta inicial, es importante que las instituciones privadas o públicas en sus objetivos de fomento al ahorro e inversión, consideren que, las mujeres requieren un carácter más selectivo según las finanzas conductuales, y además observando circunstancias anímicas como lo fue el efecto de la pandemia por COVID sobre tales decisiones.
Introducción:
Parte de la economía como ciencia social, trata sobre el uso de los recursos económicos buscando una distribución de los mismos de forma equitativa para la sociedad. Asimismo, es recomendable que las instituciones mantengan una trayectoria de respaldo a los que menos tienen, por ejemplo, una estrategia puede ser incentivar la inversión por parte de tales individuos, además de que les beneficien en la obtención de los rendimientos.
Esas oportunidades dentro de un mercado eficiente no deberían tener inconveniente, en el sentido de que los inversores serían inteligentes y bien informados (Fama, E. 1970). Sin embargo, a partir de los estudios de finanzas conductuales de Kahnerman y Tversky (1979), se menciona que los humanos no siempre se conducen con racionalidad perfecta y están regidos por sus intereses personales; y también, bajo el seguimiento de la teoría prospectiva de Ricciardi (2008) indicando que: las mujeres son más conservadoras que los hombres al momento de tomar riesgos, al igual que las personas con altos niveles de educación son proclives de arriesgar en las inversiones; por mencionar y ser tema del presente estudio.
De ahí, la importancia de atender específicamente a las personas inversionistas de acuerdo a su tipología, en este caso por su género. A partir de esas consideraciones se realiza este resumido estudio y bajo los temas o pautas expuestas.
Desarrollo:
Marco teórico
Finanzas
El dinero, así como su obtención y uso, han dado origen a que diversas disciplinas se ocupen de encontrar las formas para una mejor distribución, eficientizarlas, o administrarlas, por mencionar. A partir de ello, y siendo múltiples las alternativas a elegir para una toma de decisiones más adecuada, se hace necesaria la intervención de una disciplina como son las finanzas, también definida como parte de las ciencias fácticas, y que pretende atender los asuntos referentes al recurso monetario, en el sentido ya indicado. También, la complejidad de temas que trascienden en el ámbito monetario, requieren una o varias clasificaciones; para el caso que nos ocupa se detallarán las llamadas finanzas conductuales, mismas que son referidas al individuo o a los recursos monetarios personales.
Finanzas conductuales y género
La tipología de las finanzas trata de destacar su especialización o el tema que atienden, como las empresariales o corporativas, los servicios financieros, las públicas y las personales. Asimismo, cuando el tema financiero se relaciona con otras áreas del conocimiento provoca un área de estudio combinada, tal es el caso de la economía con las finanzas originando las finanzas internacionales, o para el caso que nos ocupa, al reunirse con la psicología resultan las llamadas finanzas conductuales o del comportamiento.
Como antecedente del concepto de economía conductual o de su enunciado Behavioral Finance, se ha llegado a mencionar que en sus tratados Adam Smith refería que “los sujetos económicos no eran agentes racionales desapasionados, puramente interesados, sino seres humanos multidimensionales y realistas” (Ashraf, Camerer, & Loewenstein, 2005).
Básicamente esta reunión de aspectos que son estudiados por esas dos disciplinas permite explicar circunstancias que de una manera aislada no sería idóneo referir. Tal conjunción de temas incluso ha sido reconocida en la aportación del psicólogo Daniel Kahneman, quien a través de su investigación fundamenta esos procesos de toma de decisiones.
Precisamente Amos Tversky y el mismo Daniel Kahneman hacen referencia a estimaciones humanas en el sentido económico, el riesgo que se percibe en ellas, su influencia al momento de elegir aplicar el dinero. Lo anterior tiene teorías que le anteceden o acompañan como la de los mercados eficientes y la de expectativas racionales. Una definición de las finanzas conductuales menciona que:
Los agentes tienen limitaciones en sus procesos cognitivos, les falta experiencia para analizar racionalmente grandes volúmenes de información y discriminarla, que toman decisiones con impulsos emocionales de forma sistemática, presa de sesgos en cuanto a las probabilidades, y están en condiciones de sacrificar su interés personal para satisfacer algunas preferencias sociales (González, Secades, Martínez, & Fernández, 2020).
Dentro de la economía del comportamiento como también se le ha denominado a tal área psicológica, se indica la existencia de “dos campos de investigación en las finanzas conductuales. El primero investiga el comportamiento ineficiente e irracional de los inversionistas, y el otro cómo estos inversionistas poco racionales pueden causar que los precios del mercado se desvíen de sus valores fundamentales” (Stanyer, 2006).
En cuanto hace a la relación de las finanzas conductuales y el género de los individuos, se tiene, entre otras, las observaciones de Ricciardi (2008) al momento se asumir riesgos:
Género: las mujeres son más conservadoras que los hombres, es decir, tienden a tomar menos riesgos.
Estado civil: los individuos solteros son más propensos a tomar decisiones riesgosas que las personas casadas.
Edad: las personas jóvenes se inclinan más a la búsqueda de riesgos que las personas mayores.
Nivel de educación: las personas con altos niveles de educación demuestran una mayor propensión o tendencia a tomar riesgos.
Conocimiento financiero: ya sea por la vía de la experiencia o la maestría en la materia, los individuos que creen que tienen más conocimiento del riesgo y, en general, de las situaciones riesgosas, revelan una predisposición a tomar mayores riesgos financieros.
Así, en los momentos en que se requieren tomar decisiones en la aplicación de los recursos monetarios, las mujeres arriesgarían menos, lo cual, en ciertas circunstancias sería adecuado, sin embargo, “Una regla de oro que nunca hay que olvidar es que rentabilidad y riesgo son dos conceptos que van unidos: cuanta mayor sea la rentabilidad esperada de un producto mayor será el riesgo que asumamos” (Comisión Nacional del Mercado de Valores, 2023), y para el caso afectaría la oportunidad de ganancias por cuestión de género.
Pandemia
La reciente circunstancia vivida por la mayoría de los países en el mundo, como es la propagación de la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, ha tenido diversas afectaciones nocivas entre la población, diversos autores consideran que el tema psicológico no ha sido la excepción, y recurriendo a los datos ya expuestos anteriormente en este documento, también será necesario identificar conceptos que permitan relacionar el tema aquí tratado.
De acuerdo a la Organización Mundial de Salud, la COVID-19 “es la enfermedad causada por el nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2. La OMS tuvo noticia por primera vez de la existencia de este nuevo virus el 31 de diciembre de 2019” (Organización Mundial de la Salud, 2020).
Además, la pandemia trajo consigo efectos anímicos que acarrearon problemas, por ejemplo:
“El confinamiento a causa de la covid-19, es una situación que usualmente se convierte en una experiencia poco agradable, pues, incluye separación, pérdida de libertad e incertidumbre.
Lo que puede provocar efectos psicológicos negativos, como estrés, miedo, ansiedad y depresión” (Sánchez & De la Fuente, 2020)
Y para las mujeres concretamente:
Hablando de los trastornos de ansiedad “Son más comunes en las mujeres (7.7%) que en los hombres (3,6%), según datos revelados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)” (Chacón, Xatruch, Fernández, & Murillo, 2021).
Es decir, se exacerban las afecciones para las mujeres y más en pandemia. Por lo tanto, si ya existe, según la teoría conductual, una diferencia para invertir por parte de las mujeres, aparte de vería más influenciada por la presencia de la COVID en la vida diaria.
Metodología
A partir de una línea de investigación que orienta una manera de atender una circunstancia en la búsqueda de su posible solución, en este apartado metodológico se integran los siguientes aspectos:
Línea de investigación
Los argumentos de finanzas conductuales y su acentuación postpandemia, pueden atender los procesos de inversiones de acuerdo al género.
Sus variables:
Las finanzas conductuales en un momento post-pandemia.- Independiente
Proceso de inversión con enfoque de género.- Dependiente
Es un estudio exploratorio, y como métodos de investigación principalmente se emplean el analítico, deductivo y síntesis. La relación entre variables no contempla la estadística para ser comprobada, es a través de la teoría que se sustenta la conclusión, sin embargo, existen datos numéricos que permiten verificarla.
Técnicas e instrumentos
Las variables solo fueron tratadas con soporte documental, recabando información que ya ha sido presentada por anteriores fuentes de consulta. Tampoco se elaboró o aplicó algún instrumento de recolección de datos directo, o un instrumento de medición.
Análisis de la información
Fundamentados en la literatura expuesta, el primer tema que atiende el área de la economía referente al comportamiento ineficiente o irracional del individuo inversionista, se vería afectado al reconocer que a las mujeres presentan una aversión al riesgo, y si se añaden los efectos COVID, su posibilidad de arriesgarse a emprender o aplica los dineros, haría desventaja para ellas. Bajo el punto de vista que menciona el efecto para los mercados económicos, sería posible también, como reflejo de su participación en estos, aunque no es tema de esta indagación.
Sin embargo, no se deben obviar las circunstancias que hacen referencia a una persona más educada y más conocedora del tema financiero como un sujeto con tendencia a invertir, por lo tanto, de obtener rentabilidad. Una manera de esquematizar lo comentado es la gráfica No. 1.

Esquema No. 1: Enfoque basado en las finanzas conductuales Fuente: Elaboración propia
Conclusiones:
Las mujeres son más cautas al momento de invertir, lo cual no necesariamente resultaría en menos ganancias, empero, existe teoría financiera donde a mayor riesgo, es mejor el rendimiento y viceversa; además, posiblemente no es el riesgo el inconveniente al momento de decidirse a invertir, es un tema de falta de confianza o seguridad para ejecutar.
Asimismo, durante la pandemia por COVID-19, se agregaron preocupaciones a los miedos ya existentes, según reportan organismos internacionales.
A partir de las premisas anteriores, se puede argumentar deductivamente, si ya los riesgos no eran equitativamente percibidos al momento de invertir y tener expectativas en las ganancias por parte de las mujeres en comparación con los hombres, al estar finalizando una pandemia podría ser más afectada esa impresión.
De ahí que, una propuesta inmediata sujeta a ser ampliada y evaluada exhaustivamente a través de metodología más específica y que brinde mayor justificación, es que una formación robusta en las competencias relativas a las finanzas, y en general, la educación de una persona, permitirá más que arriesgar en la aplicación del dinero, el fortalecer la seguridad al momento de decidir y entonces atreverse a invertir, obteniendo rendimientos, aún en momentos de crisis como lo es una pandemia.
Bibliografía:
Ashraf, N., Camerer, C., & Loewenstein, G. (2005). Adam Smith, behavioral economist. Journal of Economic Perspectives, 131-145.
Chacón, D. E., Xatruch, D. l., Fernández, L. M., & Murillo, A. R. (2021). Generalidades sobre el transtorno de ansiedad. Cúpula, 23-36.
Comisión Nacional del Mercado de Valores. (14 de 01 de 2023). CNMV:Curso de decisiones de inversión. Obtenido de CNMV:Curso de decisiones de inversión: http://www.cnmv.es/TutorialesInversores/DecisionesInversion/02_CNMV_accesible/0401.htm#:~:text=Una%20regla%20de%20oro%20que,riesgo%3A%20esa%20combinaci%C3%B3n%20no%20existe.
Fama, F. E. (1998). Market efficiency, long-term returns, and behavioral finance. Journal of Financial Economics, 283-306.
González, R. A., Secades, V. A., Martínez, L. V., & Fernández, H. J. (2020). Aportaciones de la Economía Conductual a la evaluación, la prevención y el tratamiento psocológico en adicciones. Papeles del Psicólogo, 91-98.
Kahneman, D., & Tversky, A. (1979). Prospect Theory: An analysis on decision under risk. Econometrica, 263.
Mendenhall, W., Beaver, R. J., & Beaver, B. M. (2010). Introducción a la Probabilidad y Estadística. Ciudad de México: Cengage Learning Editores.
Organización Mundial de la Salud. (10 de 11 de 2020). OMS. Obtenido de OMS: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/question-and-answers-hub/q-a-detail/coronavirus-disease-covid-19
Ricciardi, V. (2008). The Financial Psychology of Worry and Women. Tennessee Tech University; Social Science Research Network (SSRN), 1-53.
Sánchez, V. A., & De la Fuente, F. V. (2020). COVID-19: cuarentena, aislamiento, distanciamiento social y confinamiento, ¿son lo mismo? . Anales de Pediatría, 73-74.
Stanyer, P. (2006). Guide to Investment Strategy:Ho to understand Markets, Risk, Rewards and Behavieur. London: The Economist.
Palabras clave:
Finanzas conductuales; Género; COVID