Resumen de la Ponencia:
Después de la gran crisis política del año 2019 y en pleno proceso de refundación institucional, la revisión de los diagnósticos sobre el despertar de los movimientos sociales en Chile y de las revueltas de octubre (2011-2021) muestran un conflicto, aparentemente irreconciliable, entre una pequeña elite política que lucha por auto preservarse y una vigorosa y fragmentaria movilización social que presiona por abrir los espacios de participación y redefinir las reglas del juego democrático. La constatación de un largo y sostenido proceso de
autonomización de la protesta social (Somma y Bargsted, 2015; Basaure y Joignant, 2019; Joignant, Garretón, Somma y Campos, 2020) y;
la tesis de la politización del malestar subjetivo (PNUD, 2020; Araujo et al., 2019) permiten formular tres interrogantes teóricas y empíricas que requieren ser respondidas desde un enfoque cualitativo: 1)¿Qué actores y formas de organización social y política pueden surgir de las transformaciones de la movilización social por el proceso constituyente?; 2) ¿Cuáles son los principales proyectos colectivos que están en disputa en este escenario de cambio institucional? y; 3)¿Qué formas de participación política surgirán de la discusión de los proyectos en disputa? El balance del caso chileno y la discusión de algunos conceptos centrales de la teoría de acción colectiva (Melucci, 2002; Mc Adam y Tarrow, 2010; Diani, 2015), conducen a suponer la continuidad de diversos episodios de movilización social de distinta intensidad y que podrían ocurrir en paralelo al proceso de cambio institucional de los próximos años, permitiendo la reconfiguración del campo de acción colectiva.Por tratarse de un proyecto de investigación que está en su fase inicial de ejecución, la ponencia presenta las 4 hipótesis principales sobre las transformaciones del campo de acción política, el cual se definirá por: 1) El protagonismo de los actores provenientes de la sociedad civil; 2) la prevalencia de formas de organización comunitaria; 3) la formación de identidades políticas asociadas a diversas demandas de democratización de diversos espacios de la vida social y; 4) la discusión de proyectos colectivos centrados en la restitución de derechos sociales y en la democratización de la vida social.De acuerdo a esta problematización, el trabajo discute las fluctuaciones y las posibilidades de institucionalización de la movilización social que desencadenó el proceso constituyente. La ponencia concluye que
el debilitamiento de los actores institucionales y la presión de las demandas de la movilización social genera las condiciones para la apertura del campo de acción política, facilitando la aparición de actores que no estaban representados, de nuevas formas de organización y la discusión de diversos proyectos colectivos que no necesariamente avanzarán hacia la institucionalización sino, más bien, hacia a una diversificación de las demandas y de las formas de participación política.