Resumen de la Ponencia:
ResumenAbstractEste artículo de reflexión propone hacer una excavación arqueológica de cinco décadas (1930-1970) en la historia de la disciplina antropológica en Colombia para exponer de forma exploratoria las diferentes miradas etnográficas sobre ese “otro-negro”. Esta investigación se realizó a través de la arqueología histórica contrapúntal, una propuesta teórico-metodológica que implica poner en debate dos o más perspectivas interpretativas, formas de mirar, traducir y representar, que se disputan el archivo, el locus de enunciación y los sentidos de una misma categoría. A este respecto, se hace un recorrido por las narrativas, traducciones y representaciones que produjo la antropología colombiana sobre ese “otro-negro”, profundizando en la obra La minería del hambre: Condoto y la Chocó Pacífico (1971) del antropólogo caribeño Aquiles Escalante. Así, se demostrará el régimen de verdad, los criterios de jerarquización, exclusión y valoración colonial y racista que operan al interior del campo antropológico colombiano en sus horizontes indisolubles epistémicos y praxiológicos.PALABRAS CLAVE: antropología histórica, comunidades negras, traducción, representaciónResumen de la Ponencia:
Existe una estrecha relación entre los discursos de crisis de la modernidad y la emergencia durante los últimos años en América Latina de discursos de transición civilizatoria y societal (DT). La conexión radica en la problemática sobre la relación entre sociedad y naturaleza, en cuanto a la conciencia de límites físicos y planetarios para el modo de vida vinculado a la civilización termo-industrial moderna y euro-céntrica (Beck, 2002; Vanhulst, 2015), producto de los supuestos epistemológicos y ontológicos que la reproducen (Escobar, 2016). Es mas, se podría decir que la modernidad representa esta misma etapa histórica de grandes transformaciones globales, en cuanto ‘conciencia del mundo’ (Kozlarek, 2014), civilización global (Domingues, 2009), o ‘edad de transición’ (Arbab y Duhart, 2017), con las dinámicas de resistencia, reacción y resonancia de este tipo de procesos inciertos (Duhart, 2020). Ha surgido un importante cuerpo de estudios en Chile que aborda las transiciones socio-ecológicas y civilizatorias. Sin embargo, hace falta un análisis más preciso de las dimensiones civilizatorias del cambio. Lo civilizatorio trae consigo ámbitos integrales como la relación dialéctica entre psicogénesis y sociogénesis (Elías, 1987), o el cultivo interior de nuevos códigos de co-existencia mutua (Wolff, 2012), abarcando las diversas esferas de las relaciones con el mundo (Rosa, 2019). Uno de los sitios donde estos contenidos florecen con especial intensidad es en la interfaz intelectuales alternativos/sociedad civil. Observar y analizar esta interfaz en Chile, identificar y valorar el contenido cosmovisivo de acuerdo con sus grados de resonancia y su capacidad de innovación en comparación con los patrones culturales modernos, y caracterizar y analizar las maneras en que es llevado creativamente a la acción, son algunos de nuestros de objetivos de investigación en curso. Algunos hallazgos iniciales basados en estudios de corpus y entrevistas son: hilos discursivos que resaltan las dimensiones espirituales que emergen desde los saberes ancestrales; hilos discursivos que relevan dimensiones subjetivas centradas en la ampliación de la consciencia individual; hilos discursivos que conectan la reflexión civilizatoria con contenidos cosmovisivos feministas y de liberación; hilos discursivos que rescatan contenidos cristianos y eco-teológicos con dimensiones liberadoras; hilos discursivos neo-humanistas y de espiritualidad laica; hilos discursivos de contenido sistémico-biológico y matrístico, entre otros. Un aspecto común de estos hilos es un contenido cosmovisivo con nociones de intervención, movimiento y acción social, que resalta dimensiones transformativas ante la crisis socio-ecológica, a diferencia de nociones espirituales o religiosas que permanecen más en el campo de lo privado. La intensificación de los contenidos cosmovisivos en el contexto actual de pandemia mundial y Convención Constituyente en Chile presenta una gran oportunidad para observar el proceso reflexivo produciéndose; la pregunta que emerge es la capacidad de canalizarla creativamente en nuevas formas de habitus o Eidos (Castoriadis, 1986), con capacidades instituyentes.Resumen de la Ponencia:
Desde los conceptos de Colonialidad del Saber, de Edgardo Lander, y de diferencia colonial y violencia epistémica, de Walter Mignolo, esta ponencia reflexiona sobre el carácter moderno/colonial del neoliberalismo. Se parte del supuesto de que los fundamentos epistemológicos de este proyecto civilizatorio se estructuran en saberes y formas de construirlos que comparten la lógica moderno/colonial de la razón moderna criticada por la perspectiva decolonial. Aquella que estableció las bases epistemológicas de los procesos de colonización de América, legitimando que, para alcanzar la civilización y el desarrollo, era necesario superar, incluso con la violencia y el exterminio, las formas de organización social y cultural de las comunidades que habitaban la región. Para ello, el proyecto civilizatorio de la modernidad se fundó en un relato de carácter eurocéntrico, donde el orden social europeo se concibió como autogenerado, superior y el más avanzado de toda la humanidad.Asumiendo que el neoliberalismo es la versión más reciente y acabada del proyecto de la Modernidad, su legitimidad como proyecto civilizatorio global capaz de alcanzar el bienestar universal, aun cuando hay suficientes experiencias que lo contradicen, sería resultado también de un relato eurocéntrico con la capacidad de “presentar su propia narrativa histórica como el conocimiento objetivo, científico y universal y a su visión de la sociedad moderna como la forma más avanzada –pero igualmente normal– de la experiencia humana” (Lander, 2005: 12). Este relato se asocia con lo que los primeros intelectuales del neoliberalismo denominaron como los principios universales y a-priori de la acción humana en el contexto del orden moderno de mercado, y que aquí se sintetiza como: el ser actuante, deseante de bienes reales y libre. Esta figura del individuo es la condición de posibilidad y desarrollo de la sociedad moderna de mercado, como el estadio más avanzado de la humanidad, lo cual implica que cualquier intervención a estos principios va a significar un retroceso en la evolución humana y no puede sino dar resultados negativos (Friedman, 2012; Friedman & Friedman, 1993; Hayek, 1990, 1995, 2007; Lippmann, 1938; Menger, 2007; Von Mises, 1968, 2002).Que la legitimidad del neoliberalismo se base en estos principios a-priori y universales de la acción humana, le permite: poner fuera de sí las consecuencias negativas de su implementación, como costos o sacrificios para realizar la forma más avanzada y normal de la experiencia humana; establecer una diferencia colonial entre saberes legítimos y no legítimos para aportar a la construcción de su proyecto, deslegitimando, invisibilizando o negando propuestas alternativas para alcanzar el bienestar o que pongan en tensión su hegemonía. Y en cuanto estas premisas son objetivas, científicas y universales, no son cuestionables ni tampoco se les pueden adjudicar intereses ideológicos/políticos en su formulación.Resumen de la Ponencia:
Com a presente comunicação, pretendemos compreender a comunhão de culturas e identidades na Guiana Francesa e nas Antilhas francófonas, mormente através de uma reflexão sobre os movimentos político-culturais que nasceram no seio daqueles territórios. Sendo assim, debruçar-nos-emos sobre o recente movimento da Crioulização, o qual se ergue como herdeiro do movimento da Negritude, o qual, por sua vez, se encontra indissoluvelmente ligado às reivindicações anticolonialistas que nasceram entre o fim da Primeira Guerra Mundial e o início da Segunda Guerra Mundial, nas colónias francesas ultramarinas. Reivindicando o ser negro e, portanto, a existência de uma cultura própria inerente ao ser negro, escritores e intelectuais francófonos antilheses e africanos reagruparam-se num movimento cultural e político – a Negritude - que influenciou fortemente diferentes manifestações estéticas, como a literatura. É neste contexto que surge, na primeira metade do século XX, uma literatura antilho-guianense denunciadora da alienação cultural dos povos antilheses e guianenses, a qual exige o advento de uma literatura intrinsecamente ligada à identidade literária, cultural e política dos territórios de onde emerge. Esta reivindicação prende-se, por seu lado, com uma forte reação ao colonialismo francês, pelo que, de forma a contestá-lo, busca glorificar as sociedades e culturas de origem africana, numa tentativa de ultrapassar as tradicionais divisões entre árabes, negros-africanos e africanos na diáspora. Seria, precisamente, o movimento da Negritude que estaria na base da formação, na década final do século XX, do movimento da Crioulização, caracterizado como um processo inacabado de mestiçagem, que, partindo do espaço caribenho, se ampliaria por todo o mundo. Ora, uma vez mais, a literatura foi o espaço por excelência de manifestação desta proposta teórica, herdeira do movimento da Negritude. Procuraremos, em suma, acompanhar o processo socio-histórico e estético do movimento da Negritude para, finalmente, compreender o movimento da Crioulização e suas manifestações socio-estéticas nos diferentes espaços sociogeográficos antilheses e guianenses.Resumen de la Ponencia:
Compreender do que se trata a América Latina não é tarefa fácil. Muitas vezes, ao se falar dela, emprega-se um critério de definição linguístico, territorial ou cultural, que termina por normalizar e simplificar a complexidade inerente a ela. Foram muitos os teóricos ao longo da história a esforçarem-se para compreendê-la. Neste conjunto, pode-se localizar a identificação de “Nuestra América” de José Martí, mas também as chamadas “América indo-ibérica” ou “América indo-hispânica” de José Carlos Mariátegui, não se esquecendo da “Améfrica Ladina” de Lélia González, que enfatizava o componente ancestral negro ou mesmo a “Abya Yala”, em uma tentativa atual de reapropriação e decolonização desta categoria. É dizer: uma América pode ser constituída por várias outras Américas ao mesmo tempo. Incorporando estas possibilidades, este artigo busca estudar a América Latina como uma realidade histórica e não apenas como um conceito abstrato, propondo dois eixos fundantes de interpretação a partir da teoria social latino-americana: a exploração das terras e o arranjo que se fez das raças e da mestiçagem neste lugar do mundo, enquanto frutos da violência colonial. O método dialético é empregado tendo como base a pesquisa bibliográfica. Parte-se do pressuposto de que a América Latina é, antes de tudo, uma construção histórica, que se tornou uma identificação geopolítica, econômica, cultural. Isso significa que a América ainda está em processo de constituir-se. A gênese deste movimento é bastante conhecida e estudada: o processo colonial e a exploração dele sobre as terras e as gentes. Partindo dessa origem comum, verifica-se que as terras, arregimentadas pela exploração predatória, seja pelos regimes de trabalho escravagista nas plantagens da América portuguesa ou dos repartimientos e encomiendas, na parte hispânica, estabeleceram um caminho tortuoso e ainda atual, pelo qual mantém-se um conjunto de países agroexportadores, fadados à produção de comodities e matérias-primas para o mercado global. Por outro lado, as raças e a mestiçagem geraram uma série de possibilidades interpretativas, que em José Martí tomarão a face de uma “América mestiza” enquanto em José Vasconcelos poderiam compor uma “raça cósmica”, mas que enfrentam tensões a partir dos povos indígenas – representados no discurso contestatório de Fausto Reinaga –, mas também das populações negras, como demonstra a discussão brasileira sobre a democracia racial, em que se erguem vozes como a de Lélia González contra a mestiçagem como violência e assimilação. Assim, duas questões complexas e comuns às nações latino-americanas estão presentes no cerne das interpretações que se possam fazer deste espaço: por um lado, o problema da exploração das terras em serviço do capital e em detrimento da vida natural e humana e, por outro, as tensões raciais que se relacionam ao racismo estrutural e aos movimentos de reafirmação étnicas, do passado e do presente.Resumen de la Ponencia:
No Brasil e em toda América Latina, ainda que inseridas nas margens do pensamento, intelectuais negras têm protagonizado tanto a construção de teorias, ideias, conceitos, quanto orientado uma série de agendas políticas que se encaminham para consolidação de práticas anticoloniais, anticapitalistas e antissexistas. A intelectual brasileira e ativista negra Lélia Gonzalez (1935-1994) interessada e diretamente ligada às mudanças que emergem nesse período, em seu pensamento, escrito a partir dos anos finais da década de 1970, em especial nos textos (1979:1988) ao tratar das questões de classe e raça, as produções sobre as relações raciais no Brasil, Gonzalez (1979) destaca na sociologia acadêmica três tendências que diferenciam para se referir a integração do sujeito negro na sociedade de classes. A perspectiva de Lélia Gonzalez se diferencia a medida em que seu interesse foi o de compreender “de que maneira o gênero e a etnicidade são manipulados de tal modo que, no caso brasileiro, os mais baixos níveis de participação na força de trabalho, “coincidentemente”, pertencem exatamente às mulheres e à população negra” (GONZALEZ, 1979). Nesse sentido, há que se considerar que a intelectual nos apresenta singulares elementos que auxiliam na reflexão sobre as relações de opressões estruturais que moldaram e seguem marcando uma sociedade contemporânea profundamente, capitalista, racista e sexista. Mediante a isto, nesta apresentação de trabalho, nos propomos a refletir, a partir de seus ensaios (1979:1988), sobre a importância, especialmente, das categorias de raça e classe no pensamento político e social de Lélia Gonzalez, a fim de identificar a possibilidade, apontada pela intelectual, de compreender como a desigualdade de classe, raça e gênero estão profundamente conectadas com a formação e realidade social do Brasil, como também das sociedades da Améfrica Ladina. Palavras-chave: Pensamento de Lélia Gonzalez; Classe; Gênero e Raça.
Introducción:
Lélia de Almeida Gonzalez nasceu em 1935 em Belo Horizonte no Brasil, filha de um homem negro ferroviário e mãe indígena empregada doméstica, foi a penúltima filha de uma família de baixa renda com 18 filhos. No ano de 1942, ainda na infância de Lélia Gonzalez,mudaram-se para o Rio de Janeiro, cidade em que faz seus estudos nos anos iniciais, na adolescência e vida adulta. Lélia Gonzalez graduou-se em História e Geografia em 1958 e em Filosofia em 1962, na antiga Universidade do Estado da Guanabara (UEG), atual Universidade do Estado do Rio de Janeiro (UERJ). Estudou, por interesse pessoal, psicanálise e realizou seus estudos de pósgraduação em Antropologia. No que tange a sua carreira, Gonzalez lecionou primeiramente em e graduação, iniciou o trabalho como professora universitária em instituições públicas e privadas como a Universidade Estadual do Rio de Janeiro (UERJ) e a Pontifícia UniversidadeCatólica (PUC-Rio) (RATTS e RIOS, 2010).
Falecendo no ano de 1994 Lélia Gonzalez foi professora, antropóloga, filósofa, tradutora, feminista negra, fundadora do Movimento Negro Unificado (MNU), militante do Movimento Negro Brasileiro, e se tornou uma referência para militância presente nos movimentos negros, coletivos e organizações das gerações do século XXI, como também uma importante intelectual negra do século XX.
O pioneirismo de Lélia Gonzalez para percepções sobre a situação de exclusão, discriminação racial, de classe e de gênero a que estava submetida a população negra, sobretudo mulheres negras, na diáspora africana, tanto no contexto brasileiro quanto no cenário latino-americano demarca seu empenho intelectual para construção de um projeto político intelectual cujo perspectiva democrática, de pluralidade, se constitui como anticolonial, antipatriarcal e anticapitalista.
Diante disso, nesse artigo teceremos algumas reflexões a partir do pensamento mobilizado pela intelectual (1979: 1988) que antecipadamente já na década dos anos finais de 1970 e 1980, nos apresenta contribuições para o pensamento social e que ultrapassam o cenário nacional, inserindo assim seu pensamento no campo intelectual transnacional, com profícua interlocução com pensadores/as do mundo afrodiaspórico que buscavam compreender, questionar e explicitar as relações raciais pós-colonialismo.
Desarrollo:
PENSAMENTO POLÍTICO E SOCIAL BRASILEIRO E LÉLIA GONZALEZ
A complexidade da sociedade brasileira tem sido tema de investigação científica no campo das Ciências Sociais desde o surgimento e consolidação deste campo do saber no país. A Sociologia, por exemplo, tem contribuído de maneira bastante assídua debruçando-se edesenvolvendo teorias que auxiliam exercícios de interpretação desta realidade social. Dentro disso, o campo de estudos conhecido como pensamento social brasileiro sempre ocupou um lugar de destaque na produção acadêmica das ciências sociais no Brasil. Tratandosede um método que se propõe a refletir sobre o pensamento (OLIVEIRA, 1999).
Nesse vasto campo, entrecruzam-se formas de pensar, modelos de interpretação da realidade social e política brasileira, matrizes de pensamento no interior de um repertório sintético-analítico (BOTELHO & SCHWARCZ, 2011).Sobre o pensamento social brasileiro como campo intelectual contemporâneo, Maia (2010) explicita “entendo o pensamento social brasileiro não como o conjunto de textos e intelectuais clássicos associados a uma tradição pretérita, mas como o campo contemporâneo de estudos sobre esta tradição” (MAIA, 2010, p.66).
Os intelectuais inseridos nesse campo se constituiriam como aqueles “autores que nos ajudam a compreender e explicar o funcionamento das instituições, relações sociopolítico econômicas, enfim o funcionamento da sociedade e do Estado brasileiro” (MARTINS, 2017, p. 325). Em “Linhagens do Pensamento Político Brasileiro” (2005), Gildo Brandão destaca que nos últimos anos o conjunto de pesquisadores vem não apenas revisitando o ensaísmo construído nos anos de 1930, mas vasculhando a história intelectual do país e “(...) produzindo uma quantidade respeitável de análises, pesquisas empíricas e historiográficas, interpretações teóricas que têm contribuído para renovar nossoconhecimento dos padrões e dilemas fundamentais da sociedade e da política brasileiras” (BRANDÃO, 2005, p.231). Iniciado em meados do século XX e tendo ganhado impulso nos anos de 1970, este campo chegou à maturidade nos anos de 1990, “constituindo-se em um dos mais produtivos das ciências sociais” (BRANDÃO, 2005, p. 231). De acordo com Brandão o estudo do “pensamento político-social” estabeleceu-se aqui, como em todo o mundo, no cruzamento de disciplinas tão variadas como a antropologia política e a sociologia da arte; a história da literatura e a história da ciência; a história das mentalidades e a sociologia dos intelectuais; a filosofia e teoria política e social; e a história das idéias e das visões-de-mundo (BRANDÃO, 2005, p.232). Esse campo de estudos já se destacava desde o século XX, ao nosso ver, ao dedicar-se a analisar as contradições reais e, ao mesmo tempo, de propor um modo novo de enfrentá-las a fim de superá-la. Neste período e contexto como aponta Brandão (2005)
Tudo se passa como se o esforço de “pensar o pensamento” se acendesse nos momentos em que nossa má formação fica mais clara e a nação e sua intelectualidade se vêem constrangidas a refazer espiritualmente o caminho percorrido antes de embarcar em uma nova aventura - para declinar ou submergir em seguida (BRANDÃO, 2005, p. 235).
O interesse sobre o pensamento político e social visa não somente enfrentar o presente, mas para além disso, “pensar o pensamento” envolve o desafio político onde o/a intelectual analista se posiciona diante de novas questões e das mudanças que estão em curso. GildoBrandão, citando Caio Prado Júnior (1957) enfatiza que:
o século XIX “[...] marca uma etapa decisiva em nossa evolução e inicia em todos osterrenos, social, político e econômico, uma nova fase. [...] constituiu em uma chavepreciosa e insubstituível para se acompanhar e interpretar o processo históricoposterior e a resultante dele que é o Brasil de hoje (Prado Junior, 1957, p. 05).
Ainda de acordo com Brandão (2005), os intelectuais encontram nas ciências sociais o instrumento adequado para pensar sobre si próprios:Tais matrizes intelectuais são, portanto, produtos, resultados de processos para os quais concorreram múltiplos fatores; embora conhecidas, só puderam ser reconhecidas quando o tecido social adquiriu certa densidade, a sociedade internalizou seu “centro de decisão” (BRANDÃO, 2005, p. 252). Assim, o campo do Pensamento Social brasileiro propõe “dentro das ciências sociaisbrasileiras, não apenas uma tarefa possível, mas relevante e necessária para reflexão sobre ascontinuidade e mudanças das nossas concepções, da formação social e identitária, da cultura edas instituições políticas” (SIMÕES, 2015, p.04).Compreendemos Lélia Gonzalez como uma figura intelectual que faz exatamente essemovimento, como uma intelectual cujo pensamento se constrói sobre o Brasil, suas mudançasem cursos, é elaborado a partir do Brasil e direcionado também para a América Latina e mundoafro-diaspórico ultrapassando as barreiras nacionais, com reflexão original sobre a complexaarticulação entre raça, gênero e classe nas relações sociais nesses territórios.Nesse sentido, compreendendo as bases fundantes, isto é, o colonialismo, o racismo eo patriarcado que articularam a formação econômica e social brasileira e explicitam umapermanente estratégia de manutenção de desigualdades que atravessa toda a realidade social,Lélia Gonzalez chama, pioneiramente, a atenção para as relações entre raça, gênero e classe noBrasil e na América LatinaSão nas suas obras produzidas no final dos anos 1970 em que se manifesta o interesseda intelectual em compreender o capitalismo brasileiro, analisando-o sob prisma racial e aintegração do negro na sociedade de classes, como coloca Raquel Barreto (2018), que entendeque a Gonzalez “[...] estava mais interessada em analisar e compreender a formação docapitalismo brasileiro com recorte racial” (BARRETO, 2018, p. 16).Era um imperativo para Lélia Gonzalez e para outros/as intelectuais negros/as de suageração criar um pensamento próprio do negro brasileiro, procurando demonstrar que as teoriasdas Ciências Sociais até então formuladas não eram capazes de explicar a experiência negrabrasileira na sua completude e, por isso, desenvolveu categorias/conceitos próprios de análise(RAMOS, 1955).Como explica a própria Lélia Gonzalez,[...] diferentes posicionamentos teóricos vêm buscando explicar a situação dapopulação de cor (negros e mulatos) em nosso país, na medida em que tal situação setraduz numa participação mínima nos processos políticos, econômicos e cultura.Apesar da seriedade dos teóricos brasileiros perceber-se que muitos deles nãoconseguem escapar às astúcias da razão ocidental (GONZALEZ, 1979:2020, p. 31)Para a intelectual, pode-se constatar nos discursos desses pensadores “[...] os efeitos doneocolonialismo cultural; desde a transposição mecânica de interpretações de realidadesdiferentes às mais sofisticadas articulações “conceituais” que se perdem no abstracionismo”(GONZALEZ, 2020, p.31).Já sua perspectiva diferencia-se dessas três tendências, mas, segundo ela, leva emconsideração as duas últimas em sua formulação, pois “[...] não podemos deixar de levar emconsideração as duas últimas, uma vez que devidamente dialetizadas, nos permite uma análisemais objetiva das relações raciais no Brasil” (GONZALEZ, 2020, p.33). Sua análise docapitalismo brasileiro dialoga diretamente com os fervilhantes debates, à época, sobredependência e desenvolvimento.Assim, ao tratar sobre a integração do negro na sociedade de classes, a perspectiva deLélia Gonzalez se diferencia do pensamento social construído anteriormente na medida quepara além das questões de raça e classe propriamente ditas, procurou compreender “[...] de quemaneira o gênero e a etnicidade são manipulados de tal modo que, no caso brasileiro, os maisbaixos níveis de participação na força de trabalho, “coincidentemente”, pertencem exatamenteàs mulheres e à população negra” (GONZALEZ, 2020, p.27).Lélia Gonzalez aponta que houve na América Latina e no Brasil, um desenvolvimentodesigual e combinado que incide historicamente na população negra. Suas análises para asegunda metade do século XX se basearam nos dados dos Censos do IBGE dos anos de 1950e 1960, que possibilitaram observar as condições socioeconômicas da população negra noBrasil.Seu texto “Cultura, etnicidade e trabalho: Efeitos linguísticos e políticos da exploraçãoda mulher” (1979a) é incisivo ao analisar as opressões estruturais para o entendimento dadinâmica social e o funcionamento do modo de produção capitalista na formaçãosocioeconômica do Brasil, dialogando diretamente com os debates da época sobre dependênciae desenvolvimento, presentes em obras como na de Florestan Fernandes.Na jornada para interpretar o desenvolvimento do capitalismo brasileiro, inserido nocontexto da América-Latina, pela perspectiva racial e de gênero, Gonzalez (1979) orienta suasreflexões a partir das teses do intelectual argentino José Nun (1968; 1978), especialmente osconceitos de “superpopulação relativa”, “exército industrial de reserva”, e sobretudo sua tesede “massa marginal”, que a intelectual usa para observar o capitalismo, suas contradições emtermos de América Latina e para inserir a população negra nesse contexto, em especial noBrasil.ULTRAPASSANDO AS BARREIRAS NACIONAIS: LÉLIA GONZALEZ NADIÁSPORA AFROLATINOAMERICANAA partir dos textos de Lélia Gonzalez (1979-1988) é possível observarmos que mesmoabolida a escravatura (1888) permanece uma organização racial da sociedade que determina oslugares socialmente ocupados por negros, sejam homens ou mulheres.Poderíamos pautar o pensamento da intelectual em dois diferentes momentos. Em umprimeiro momento, em que Lélia Gonzalez se propõe a pensar a criação da identidade brasileirae como a articulação de raça/classe/sexualidade/gênero/poder operam dentro da mesma, comose dão os seus significantes culturais, como se estabelece o mito da democracia racial e comoessas articulações se formam dentro do Estado brasileiro.Em um segundo momento, em que a intelectual Lélia Gonzalez se debruça a pensarpara além das fronteiras nacionais do Estado brasileiro, passando assim a perceber como asarticulações das opressões afetam todo o continente amefricano e o chamado Atlântico Negro.Nesse momento consideramos que seus escritos podem ser compreendidos em cenáriotransnacional, uma vez que a pensadora analisa aspectos culturais e identitários observados apartir do que identifica como Améfrica Ladina.Seus textos desse segundo momento, se localizam no cenário do ano de 1988, um anoimportante para o Brasil, um marco para a sociedade brasileira, em que se comemorava ocentenário da abolição da escravatura e demarcava o avanço histórico na consolidação daconstituição de 1988.Como coloca inicialmente Lélia Gonzalez (1988b)Neste ano de 1988, o Brasil, o país com a maior população negra das Américas,comemora o centenário da lei que estabeleceu o fim da escravidão no país. Ascelebrações estão espalhadas por todo o território nacional, promovidas por inúmerasinstituições, públicas e privadas, que celebram os “cem anos de abolição” (2020[1988b] p.139)Destaca assim, Gonzalez que[...] Nosso compromisso, portanto, é no sentido de que, ao refletir sobre a situação dosegmento negro como parte constitutiva da sociedade brasileira (ocupando todos osespaços possíveis para que isso ocorra), ela possa olhar para si e reconhecer, em suascontradições internas, as profundas desigualdades raciais que a caracterizam. Nessesentido, as outras sociedades que também compõem essa região, esse continentechamado América Latina, dificilmente diferem da sociedade brasileira. (2020[1988b] p.139).Seu ensaio “Por um feminismo afro-latino-americano” (1988b), se apresenta como umaproposta de reflexão sofisticada sobre o Brasil e a América Latina. Já imbuída da perspectivapresente na categoria político-cultural de amefricanidade a intelectual considera ascontradições internas do feminismo presente nos anos de 1980.Dentro dessa perspectiva de compreender as profundas desigualdades que noscaracterizam e nos compõe enquanto Brasil como país inserido na América Latina, a intelectualnos convoca - pela primeira vez se colocando como feminista - a refletir sobre “as contradiçõesinternas do feminismo latino-americano” e dando ênfase na dimensão racial, se atentando aofato de que dentro do movimento de mulheres, seriam as negras e indígenas o testemunho vivoda exclusão de raça e gênero. Como destacado “o racismo se volta justamente contra aquelesque, do ponto de vista étnico, são os testemunhos vivos da mesma, tentando tirá-los de cena,apagá-los do mapa” (GONZALEZ, 2020[1988c], p.151).Ampliando o seu olhar para horizontes além do território nacional, no pensamentotecido no ano de 1988, Lélia Gonzalez partindo de reflexões que vinham sendo estruturadasem outros ensaios (GONZALEZ, 1983; 1988a,c) e que seguiam na direção de compreender assingularidades como também as similaridades da formação sócio histórico-cultural dos paísesda América Latina e das experiências de mulheres africanas e indígenas em diáspora, nosapresenta a concepção de amefricanidade.As dinâmicas das relações raciais nos países da América Latina ganharão leitura porLélia Gonzalez. Para a intelectual “verifica-se que o racismo desempenhará um papelfundamental na internalização da “superioridade” do colonizador pelos colonizados. E eleapresenta, pelo menos, duas faces que só se diferenciam enquanto táticas que visam ao mesmoobjetivo: exploração/opressão” (GONZALEZ, 2020 [1988a], p. 130).Os país que sofreram com a colonização e terão suas realidades sociais constituídas apartir deste fato na concepção de Lélia Gonzalez lidaria com diferentes maneiras do racismo.Para a intelectual o racismo se apresentava como um racismo aberto e um racismo disfarçado.Neste primeiro, racismo aberto, segundo Lélia Gonzalez poderíamos compreendercomo característico da colonização anglo-saxônica, germânica, ou holandesa em que oestabelecimento de uma racionalidade racista se dá baseada na supremacia racial branca,formalizada na institucionalização de uma segregação racial explícita, a miscigenação nãoacontece, “na medida em que o grupo branco pretende manter sua “pureza” e reafirmar sua“superioridade”, tendo como maiores exemplos, como nos cita Gonzalez, a África do Sul comApartheid, e os Estados Unidos com leis segregacionistas, sendo estes, segundo a mesma,modelo materializados desse tipo de teoria racista (GONZALEZ, 2020 [1988a], p. 130).Já no caso das sociedades de origem latina, o formato adotado seria o racismo pordenegação, racismo disfarçado, mais característico da colonização de países ibérico, ondeprevalece uma racionalidade racista da democracia racial, muito mais eficaz de alienação dossujeitos negros, do que o racismo aberto. Nesse caso segundo Lélia[...] temos o racismo disfarçado ou, como eu o classifico, o racismo por denegação.Aqui, prevalecem as “teorias” da miscigenação, da assimilação e da “democraciaracial”. A chamada América Latina, que, na verdade, é muito mais ameríndia eamefricana do que outra coisa, apresenta-se como o melhor exemplo de racismo pordenegação (GONZALEZ, 2020 [1988a], p.130).De acordo com Lélia GonzalezO racismo latino-americano é suficientemente sofisticado para manter negros e índiosna condição de segmentos subordinado no interior das classes mais exploradas,graças à sua forma ideológica mais eficaz: a ideologia do branqueamento. Veiculadapelos meios de comunicação em massa e pelos aparelhos ideológicos tradicionais, elareproduz e perpetua a crença de que as classificações e o valores do Ocidente brancossão os únicos verdadeiros e universais (GONZALEZ, 2020 [1988a], p. 131).Isto quer dizer que a ideologia do embranquecimento, sustentada pela superioridadebranca, produziu uma das formas mais eficazes do racismo nos países da diásporaafrolatinoamericana, pois, em virtude do desejo do embranquecimento se dá a negação daprópria raça, da própria cultura e isto leva à fragmentação da identidade racial ou até mesmonão propicia o processo de construção da mesma.DIÁSPORA AFROLATINOAMERICANA E AMEFRICANIDADEO século XX foi marcado por significativos movimentos e ideologias elaboradas porintelectuais negros afro-diaspóricos que buscaram, tanto compreender a experiência vivida porsujeitos negros, quanto pensar as reconfigurações do que é ser negro/a em diáspora nasAméricas.Estes movimentos de mobilização social e política, certamente, pautou rumosfundamentais para a constituição de diálogos entre África e os espaços diaspóricos Afro-latinoamericanos,em torno da interação política, cultural e intelectual (DURÃO, 2020).Sob essa perspectiva, é possível pensarmos que os encontros de pensadores/as afrodiaspóricosfora de seus espaços geográficos e territórios nacionais possibilitou leituras sobreas similitudes, complexidades, como também particularidades, e a troca sobre as diferenças doscontextos sociais, políticos e históricos sobre a questão racial na diáspora afrolatinoamericana,confere uma configuração transnacional, que possibilitou diálogos dos movimentos negros naAmérica Latina (REIS, 2011).Luiza Bairros (1999) nos relata que Lélia Gonzalez talvez tenha sido a militante negraque mais participou de seminários e congressos fora do Brasil, nas décadas de 1970 e 1980,conhecendo outros modos de pensar a diáspora (BAIRROS, 1999).Nesse contexto, entre os diálogos e travessias entendemos que se redesenham osdiscursos, apontando para a existência de um pensamento transnacional, que se dá a partir dadiáspora afrolatinoamericana. Ao nos depararmos com esses escritos elaborados por LéliaGonzalez em 1988, é demarcado que a intelectual negra está inserida dentro de um contexto dediálogos transnacionais, em que as viagens tanto de caráter ativista quanto de caráter acadêmicoforam de extrema importância para a construção do seu pensamento.Dentro disso, é preciso observarmos que a produção intelectual de Lélia se desenvolveem um contexto em que teorias e perspectivas metodológicas de leitura sobre a realidadeafricana e o mundo afrodiaspórico já vinham e seguiam ganhando difusão, em um processoque buscava reconfigurar o lugar dos sujeitos negros, os retirando das margens os trazendo parao centro como protagonistas de um projeto de emancipação.Das muitas mobilizações no mundo afrodiaspórico, o Movimento da Négritude, entreas décadas dos anos de 1930 e 1940, se expande e fomenta uma geração fundamental deintelectuais, a destacar a figura do senegalês Léopold Sédar Senghor, do martinicano AiméCésaire e Léon-Gontran Damas, que estarão nas bases das leituras anticoloniais da segundametade do século XX (DURÃO, 2020).De acordo com Durão (2020), “A Négritude deve ser percebida como um “projetocoletivo” de transformações literárias e ideológicas (...) representaram um desejo de mudançacomo uma obrigação de fazer algo diferente no retorno aos seus territórios ainda colonizados”(2020, p.73, 74).Podemos assim dizer que, o movimento da Négritude se estabelece sob a dinâmica deum movimento de ideias e de práticas sociais contra-hegemônicas que propiciou aressignificação positiva das relações étnico-raciais, como também outra forma de narrar sobreo “outro” sujeito colonizado, se caracterizando pela busca da valorização da cultura africana,perpassando a dimensão da identidade, e de suas civilizações.Nesse contexto do século XX que mesmo aponta a intelectual “desnecessário dizer quea categoria de amefricanidade está intimamente relacionada àquelas de pan-aficanismo,négritude, afrocentricity etc” (GONZALEZ, 2020 [1988a], p. 135).Com a categoria político-cultural de Amefricanidade, Lélia Gonzalez mostra que apresença efetiva de mulheres e homens negros nos diferentes países das Américas e Caribe foiconstante, entretanto, ocultada e silenciada pela negação da existência desses, como ser, comosujeitos, e ao nos mostrar também nos convoca, por meio do pensamento de Molefi Asante queaponta que “uma ideologia da libertação deve encontrar sua experiência em nós mesmos; elanão pode ser externa a nós e imposta por outros que não nós próprios; deve ser derivada denossa experiência histórica e cultural particular” (ASANTE apud GONZALEZ, 2020 [1988a],p.137).Lélia Gonzalez (1988abc), na esteira dos intelectuais que seguiam as perspectivas doprojeto político Pan-africanista, por meio de diálogos, influenciou-se, como ela coloca, pelasleituras de W.E.B. Dubois, Frantz Fanon, Walter Rodney, Cheik Anta Diop, Ivan Van Sertima,Marcus Garvey, Amílcar Cabral, Theophile Obenga e Molefi Kete Asante.Destacando Asante (2009, p.93) com o paradigma da afrocentricidade como “um tipoparadigma uma prática, uma perspectiva que percebe os sujeitos e agentes de fenômenos,atuando sobre a própria imagem cultural e de acordo com seus próprios interesses”, propondoassim, uma outra maneira de analisar o mundo, a dinâmica das relações sociais tendo asperspectivas dos sujeitos negros, do continente africano e da diáspora africana no centro e nãomais na margem.Sob conformidade com este paradigma, a categoria político-cultural de amefricanidade,Gonzalez coloca-nos que “para além de seu caráter geográfico, a categoria de Amefricanidadeincorpora todo um processo histórico de intensa dinâmica cultural (adaptação, resistência,reinterpretação e criação de novas formas) que é afrocentrada [...]” (GONZALEZ, 2020[1988a], p.137).Nesse sentido, a categoria político-cultural de Amefricanidade cunhada por LéliaGonzalez, nos aponta elementos transnacionais que percorrem toda a Améfrica Ladina, e quesob uma perspectiva afrocentrada da realidade brasileira e da diáspora africana nas Américas,nos convoca para um deslocamento que nos faz refletir sobre as categorias de localização,centralidade e agenciamento negro, presentes no paradigma de Afrocentricidade sistematizadopor Molefi Asante (1980), como também em como a categoria de Amefricanidade nos apontao olhar para a construção de um agenciamento negro feminino, uma vez que o pensamento deLélia Gonzalez pioneiro ao tratar de categorias não antes pensadas e compreendidas comocategorias de análise articuladas, como a raça, gênero na realidade social brasileira na décadados anos de 1980.De acordo com Gonzalez[...] Portanto, a Améfrica, enquanto sistema etnogeográfico de referência, é umacriação nossa e de nossos antepassados no continente em que vivemos, inspirados emmodelos africanos. [...] Ontem como hoje, amefricanos oriundos dos mais diferentespaíses têm desempenhado um papel crucial na elaboração dessa Amefricanidade queidentifica, na Diáspora, uma experiência histórica comum que exige ser devidamenteconhecida e cuidadosamente pesquisada. (GONZALEZ, 2020, [1988a], p. 135).Amefricanidade torna-se, então, uma abertura para conhecer melhor, bem como paracuidadosamente pesquisar nossas experiências históricas comuns.Assim, para Lélia Gonzalez a AmefricanidadeResgata uma unidade específica, historicamente forjada no interior de diferentessociedades que se formam numa determinada parte do mundo. Portanto, a Améfrica,enquanto sistema etno-geográfico de referência, é uma criação nossa e de nossosantepassados no continente em que vivemos, inspirados em modelos africanos. Porconseguinte, o termo amefricanas/amefricanos designa toda uma descendência: nãosó a dos africanos trazidos pelo tráfico negreiro, como a daqueles que chegaram àAmérica muito antes de Colombo (GONZALEZ, 2020, [1988a], p.153).Nesse sentido, a contribuição e avanço que a categoria de amefricanidade nos aponta,coadunando com Cláudia Pons “é a de uma categoria com dinâmica histórica própria fornecidapelos diferentes contextos históricos que a constituem. A categoria, portanto, tem forçaepistêmica, pois pretende outra forma de pensar, de produzir conhecimento, a partir dossubalternos, dos excluídos, dos marginalizados” (CARDOSO, 2014, p. 972).Desta feita, a Amefricanidade, categoria cunhada por Lélia Gonzalez nos anos de 1980,que se insere na perspectiva pós-colonial, surge no contexto traçado tanto pela diáspora negraquanto pelo extermínio da população indígena das Américas e recupera as histórias deresistência e luta dos povos colonizados contra as violências geradas pela colonialidade dopoder.Como bem destaca Lélia Gonzalez “reconhecê-la é, em última instância, reconhecerum gigantesco trabalho da dinâmica cultural que não nos leva para o outro lado do Atlântico,mas que nos traz de lá e nos transforma no que somos hoje: americanos (GONZALEZ, 2020[1988a], p.138).
Conclusiones:
“[...] o fato é que Nanny, espécie de Oiá/Iansã,constituiu-se num dos grandes pilares dessa amefricanidadeque nos alerta e sustenta nossas lutas atuais,amefricanas de todas as regiões. Axé, mulher!”(GONZALEZ,1988).
Indispensável enfatizar que Lélia Gonzalez na segunda metade do século XX, se difere de outros intérpretes do país à medida que pensa de forma relacional os marcadores sociais da diferença classe, raça e gênero, em um momento que essas categorias eram pensadasanaliticamente de forma distinta.
Em seus textos do ano de 1979 e 1988 Lélia Gonzalez ao transgredir nos auxilia de maneira singular a deslocar mulheres e homens negras/os e indígenas da margem para o centro da investigação e a partir da cultura, do conhecimento resgate suas próprias experiências parao enfrentamento do racismo e do sexismo. Com sua abordagem que propõe uma análise da sociedade brasileira e das sociedades nas américas pensando-as a partir da relação e proximidade com o restante da América e com a África Em específico, com os ensaios que tratam da categoria de Amefricanidade a intelectual nos aponta para uma singularidade da compreensão sobre como o racismo se dá na dinâmica das relações sociais nos diferentes territórios da realidade africana, do mundo afro-diaspórico, especificamente, da diáspora afrolatinoamericana. Isto ao nosso ver, avança em termos de reflexão uma vez que mesmo a intelectual apoiada nos movimentos e perspectivas que se deram na primeira metade do século XX a partir do Pan-africanismo, e movimento de Négritude a intelectual brasileira insere a categoria “mulher” em seus escritos, nos propõe avanços no agenciamento negro ao pensar as questões de gênero o que torna assim seu pensamento como um a ser lido devidamente com os outros intelectuais inseridos na diáspora que se debruçavam a pensar de modo transnacional. Consideramos que através da figura de Lélia Gonzalez é possível identificarmos um avanço para o pensamento social brasileiro e para a intelectualidade negra que se forja no século XX, uma vez que ela insere e mobiliza as categorias, os marcadores sociais, raça gêneroe classe para leituras das realidades sociais Colômbia, Uruguai, Bolívia, Argentina, Brasil nos apresentando um projeto intelectual transnacional inserido nesta diáspora afrolatinoamericano.
Bibliografía:
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Palabras clave:
Pensamiento de Lélia González; Clase; Género y Raza.
Resumen de la Ponencia:
La mayoría de los autores que recuperan la noción del desencantamiento del mundo lo toman esencialmente de dos maneras: o bien 1) hacen uso de él y lo encuadran, en tanto categoría analítica, dentro de sus propuestas teóricas e investigaciones para analizar fenómenos específicos, o bien 2) lo articulan de forma sistemática con los demás temas tratados por Weber, con el fin de hacer una exégesis relativa a la problemática central y más general de su obra. Sin embargo, los intentos por hacer un análisis per se del proceso histórico; es decir, una reconstrucción sistemática de él, son escasos. Por tanto, aquí nos proponemos dar una introducción a semejante problema: en qué consiste, cuáles han sido los momentos fundamentales ubicados en él hasta ahora, quiénes son los principales autores que lo abordan y cómo se puede complejizar desde diferentes perspectivas teóricas e históricas actuales, contribuyendo, además, con la aprehensión de nuevos momentos que complementan las ideas todavía esbozadas por Weber. A tal efecto, huelga señalar que se contemplará principalmente el desencantamiento del mundo desde la esfera de la religión, pues, de acuerdo con este autor, ella constituyó, antes que la ciencia moderna, su específica fuerza propulsora. Por otra parte, examinar en trazas generales su impacto sobre las realidades latinoamericanas se convierte en una tarea fundamental para las ciencias sociales, ya que, por ejemplo, el proyecto de la colonización hubiera sido impensable sin la ayuda de la primera estructura con carácter de instituto administrada racionalmente y precursora del Estado moderno: la Iglesia. Esta contiene de suyo un programa educativo, que moldeó la ética y, con ello, el modo de conducción de vida cotidiano, el cual se refleja de las más diversas formas en nuestra actualidad y da paso a otras tantas manifestaciones de la religiosidad popular. Teóricamente, no podemos ceñirnos de manera exclusiva a los campos de la sociología de la religión, aunque se haga uso de ella, pues esta investigación lidia con la idea de desencantamiento del mundo en cuanto tal, debate las diferentes perspectivas en torno a ella y aporta elementos nuevos para entenderla; esto es, pluraliza los sentidos en que puede abordarse. Por tanto, se adscribe al área más abarcadora de teoría social. En síntesis, nuestra ponencia ofrece, parafraseando a Weber, una perspectiva sobre cómo las ideas tienen eficacia histórica.Finalmente, con respecto a la metodología, esta se circunscribe en las ramas de la sociología comprensiva e histórica. En este sentido, se hace uso de herramientas conceptuales tales como: cuadro y tipo ideal, afinidad electiva, evolución (en el sentido de Norbert Elias), analogía e indicadores a partir de los cuales pueda contemplarse la sociogénesis y el desarrollo diacrónico del proceso histórico del desencantamiento del mundo en Occidente.
Introducción:
Es oportuno iniciar con lo más evidente: el desencantamiento del mundo es conceptualizado por su autor, Max Weber, como un proceso histórico. Por tanto, una consideración diacrónica del fenómeno que ahora nos ocupa debe presuponer una cierta concepción de la historia, esto es, de aquel suelo bajo el cual los acontecimientos germinan, se nutren y florecen, esparciendo, finalmente, su polen por las brisas del tiempo. La sociología, en este sentido, no puede desligarse de ella, por el hecho de que fluye en sus venas la misma sangre.
Desarrollo:
En verdad, desde sus inicios, esta ha planteado reflexivamente la naturaleza de la relación que mantiene con aquella. Durkheim, por ejemplo, sostuvo que la historia es el único método de análisis explicativo que es posible aplicarles a las instituciones sociales en general, pues permite descomponerlas en sus elementos constitutivos, esto es, nos los muestra naciendo unos después de otros.[1] En dicho sentido, situando cada uno de ellos en el conjunto de circunstancias en que ha nacido, podemos así determinar las causas que la han provocado.
A partir de tal aseveración, vislumbramos una cuestión importante: que hasta el análisis sincrónico de los fenómenos requiere de una dimensión diacrónica de comprensión. En efecto, siguiendo con la línea del pensamiento de Durkheim, siempre que se intenta entender un asunto humano en un contexto específico, huelga
remontarse hasta su forma más primitiva y simple, buscar la enumeración de los caracteres por los que se define en este período de su existencia, y luego mostrar cómo, poco a poco, se ha desarrollado y complicado, cómo ha llegado hasta lo que es en el momento a considerar. Por eso, se puede imaginar fácilmente qué importancia reviste, para esta serie de explicaciones progresivas, la determinación del punto de partida del que dependen.[2]
Ahora bien, a esta determinación de los elementos constituyentes de una institución, que se suceden en el tiempo, debe preceder el realizar una selección, es decir, apartar los elementos contingentes de los necesarios o bien establecer una jerarquía de ellos, pues no todos revistieron la misma importancia en cuanto a su función, sea vista esta desde su actualidad o efectualidad, y aun cuando hayan tenido cierto grado de participación en la formación de dicha institución.
Esto nos conduce a un segundo punto. La ciencia histórica consiste en una constante interacción entre el intérprete y sus hechos, lo cual no pone en entredicho su objetividad. En primer lugar, porque los hechos, hasta que no son interpretados, no llegan a tener ningún valor per se o intrínseco. Amalgamarlos y ponerlos en referencia con respecto a un proceso más general, en este caso el desencantamiento del mundo, no sería hacer otra cosa que arrastrar y mostrar el cuerpo fétido, en descomposición, de algo que alguna vez tuvo vida. Empero, nosotros lo que buscamos es saber precisamente sobre la vida misma. Paralelamente, constituye una falta de honestidad intelectual el meramente constatar, en una serie de hechos aislados pero articulados secuencialmente, tanto la presencia como el desarrollo del fenómeno que se está investigando, tal como si dijéramos: ¡Eureka, observen, sí, aquí está el desencantamiento del mundo, pero en este otro hecho también, y en todos estos que he recopilado y ordenado en una masa, aunque hilvanados por el hilo conductor de mis palabras y profundas categorías analíticas! En efecto, dicho tipo de trabajos se concentran ante todo en el resultado, obviando los diversos mecanismos, las formas elementales y superiores del comprender-para decirlo en términos de Dilthey-, el entramado de elementos socio-culturales en tensión, por los cuales se despliega aquello que denominamos desencantamiento y cualesquiera de los fenómenos que se piense.
A su vez, es menester dejar de pensar al “hecho social” como ese dato atómico, el cual es base para toda reconstrucción y comprensión. Nada más lejano que esto, pues cuando uno contempla a ese supuesto hecho atómico, cae en cuenta de inmediato que se encuentra compuesto por otra cadena de factores, que igualmente tienen su historia. No hay tal cosa como un átomo en nuestra disciplina. Y para aseverarlo a la manera de Lucien Febvre y Edward Hallet Carr: lo central es el problema, la pregunta a responder, lo cual conduce a elaborar el hecho, construirlo. Y en realidad, lo que se esconde detrás de estos hechos son realidades humanas, de donde se deduce que nuestro punto de partida debe ser intrínsecamente hermenéutico, pues, a diferencia de las ciencias naturales, no podemos dedicarnos a investigar pura y simplemente fenómenos dados a los sentidos, meros reflejos en la conciencia de una realidad externa, sino, al contrario, realidades internas inmediatas, que se presentan como una conexión internamente vivida.[3] Todo ello, a pesar de ser repetido una y otra vez en las aulas, es claramente pasado por alto en las investigaciones más serias, por lo que da la impresión que de que se tratase tan sólo de un refrán o sermón al cual, si bien se lo llega a escuchar con cierto grado de atención, difícilmente se lo toma en serio.
Por otra parte, tampoco es menester abandonarse al subjetivismo y criterios exclusivos del entendimiento, con todo lo que ello pueda implicar. Cuando decimos que nuestra labor es constructiva, con eso nos referimos esencialmente a la tarea de formular en conceptos generales y de un modo inmanentemente empírico, en la medida de los posible, las diversas grandes potencias de nuestra vida histórica y aclarar la efectiva relación genético-causal de estos tipos culturales que se suceden unos a otros y que se entretejen unos con otros.[4] Efectivamente, la creación del concepto está ligada de forma intrínseca con el asirse al material empírico, y sobre todo a las respuestas que puede conceder a nuestras interrogaciones. Por ello, es imposible darle el honor de la potestad a uno u otro elemento, ora el hecho ora a la interpretación. Al contrario, la indagación histórica conforma un intercambio en donde el hecho se amolda a la interpretación y ésta a aquellos. Entonces, la apropiación de lo dado (hineinversetzen), la re-creación (nachbilden) y el re-experimentación (nacherleben) de los acontecimientos se muestran como pasos imprescindibles, mas el hacerlo consciente, es lo que realmente marca la diferencia a la hora de investigar.
En otro estado de cosas, hay que señalar que la historia en sociología no puede tener otro fin que la comprensión del presente: toda ciencia se halla vinculada a los supuestos del espíritu reflexivo que lo crea, nos menciona Troeltsch. Por esta razón, continua,
Siempre trabaja una consideración retrospectiva en la que logramos la comprensión causal de los sucesos pasados por analogía con la vida de hoy, por muy poca conciencia que tengamos de ella. Pero es todavía más importante que, queriéndolo o sin querer, constantemente ponemos en relación la marcha de las cosas con las efectividades del presente y sacamos conclusiones particulares o generales del pasado con el propósito de moldear la actualidad con vistas al futuro. Objetos que no permitan una tal relación corresponden al arqueólogo, y las investigaciones que de un modo fundamental dejan a un lado tal relación no pueden pretender más que un valor de trabajo o de diletantismo. Tampoco cuando manejamos el arte de la interpretación de series evolutivas, tan familiar al pensamiento moderno, obedecemos, en el fondo, a otra cosa que el afán de comprender nuestro presente dentro de una serie semejante; y cuando cedemos a la propensión, no menos habitual, de formar "leyes históricas" partiendo de esas series, también se halla en el fondo el deseo de ordenar lo particular del presente dentro de lo universal del curso total, para así comprender mejor el presente y el futuro.[5]
Es también en este sentido como podemos aseverar con Marx que el problema de la verdad no es un de carácter teórico, sino práctico, que hemos de acreditar la verdad, esto es, la potencia y realidad, la cismundaneidad de nuestro pensamiento en la práctica misma. Empero, reafirmamos, el único modo de entender nuestro presente es por medio de su abarcamiento en un concepto general que caracterice sus cualidades esenciales de acuerdo al fin de la investigación, y lo mantenga en relación con el pasado como cúmulo de potencias y tendencias históricas que, a su vez, tienen que ser designadas y caracterizadas por conceptos generales.[6] Ninguna indagación socio-histórica puede prescindir de estos, sea todo lo especializada que sea. La reflexión diacrónica del desencantamiento del mundo y de cualquier otro proceso similar presupone la investigación de detalle, conoce el peligro de efectuar falsas generalizaciones, y se aprecia como bastante modesta frente al trabajo del especialista. No obstante, constituye una tarea que hay que emprender, a pesar de todo, y renovarse cada cierto tiempo, cosa que no hace sino expresar en nuestra disciplina y otras tantas el pensamiento auténticamente histórico. La visión de conjunto cada vez más se corroe bajo el gotero lento, pero mortífero, de la especialización. Por eso, nunca debe estar ausente, dentro de nuestro horizonte de comprensión básico, la noción de totalidad. Lukács lo deja muy claro cuando dice que la totalidad es la categoría auténtica de la realidad; es decir, que solamente en este contexto, en el que los hechos de la vida social se integran (en cuanto elementos del devenir histórico) en una totalidad, es donde se hace posible el conocimiento de los hechos en tanto que conocimiento de la realidad.[7] Ahora bien, aclara que ésta totalidad no es algo inmediatamente dado, sino que es, precisamente, la síntesis de las varias determinaciones y, por tanto, unidad de lo múltiple, rememorando a Marx. Y si cabe hacer un juicio de valor, no habría para este punto otro mejor que aquel bello fragmento de Heráclito: διὸ δεῖ ἕπεσθαι τῶι <ξυνῶι, τουτέστι τῶι> κοινῶι· ξυνὸς γὰρ ὁ κοινός. τοῦ λόγου δ’ ἐόντος ξυνοῦ ζώουσιν οἱ πολλοὶ ὡς ἰδίαν ἔχοντες φρόνησιν. “Porque es necesario seguir a lo general, esto es, a lo común; pues lo general es lo común. Y siendo éste Logos general, vive la muchedumbre como teniendo un pensamiento propio”.[8]
Teniendo ya en cuenta esta serie de premisas básicas y muy esquemáticas sobre la historia y su conexión con la sociología, debemos verlas aplicadas al fenómeno del desencantamiento del mundo. Este es concebido por Weber como un proceso de racionalización de las Weltanschauungen, esto es, perspectivas del mundo o cosmovisiones, que impactan sobre los intereses materiales e ideales y, por tanto, modos de conducción de vida y órdenes sociales. Antes del arribo de la modernidad en ciertos círculos culturales europeos, la religión era la encargada de llevar los rieles de su desarrollo, al efectuar la etización de los contenidos religiosos (es decir, de la desvalorización de las manipulaciones mágicas como mecanismo de salvación).[9]
Por tanto, para delimitar, a este movimiento es a lo que llamamos desencantamiento religioso del mundo en Occidente, por contraposición a los otros tipos de desencantamiento que puede haber. Y se dice tipos, pues el desencantamiento, desde la modernidad, no puede reducirse únicamente a la esfera científica. De hecho, la ciencia moderna no es el único, ni siquiera principal agente del desencantamiento del mundo, sino que tan sólo es uno entre muchos otros. Esto se debe, entre tanto, a la diferenciación de los sistemas funcionales, originado en parte por un proceso de secularización, lo cual permite a cada ámbito de la sociedad desencantarse a través de sus propias operaciones. Por ejemplo, en el caso de la política, cuando un Estado democrático constitucional trata de basarse en sus propios fundamentos legales, laicos, no religiosos, asunto alrededor del cual, por cierto, Habermas discute con Ratzinger en el trabajo Entre razón y religión: dialéctica de la secularización.
Simultáneamente, huelga señalar que hay encantamientos en diferentes campos de la sociedad en donde evidentemente no llega el criterio científico. Por ejemplo, en la lógica cotidiana de la interacción y organización social, nos dice Michel Maffesoli, ha ido surgiendo una des-individualización y, con ello, redes existenciales a las que denomina tribus. Estas no se basan más en una asociación por intereses ni tienen a la racionalidad instrumental como trasfondo de las dinámicas relacionales, su sentido no está regido políticamente, tampoco de manera científica o con referencia a fines económicos; de hecho, todo ello constituye un hartazgo para estos grupos. Por lo tanto, sus cimientos se establecen a partir de posiciones de valor, sentimientos, empatías, mitos, etc., que, aunque de carácter efímero, son suficiente para forjar una solidaridad.
Pero regresando al desencantamiento religioso, su importancia se devela en la significancia histórica que reviste para la conformación de la moderna cultura europeo-americana. A Weber le interesaba investigar cómo elementos ideales y materiales se compenetraban e influían recíprocamente en sus diferentes trayectorias. En este sentido, por ejemplo, buscó demostrar cómo el capitalismo moderno incipiente precisaba de una mentalidad económica que se adecuara a sus exigencias, encontrándola en la ética del protestantismo ascético, particularmente las sectas puritanas calvinistas. No obstante, para llegar a la formulación de tal ética, se debió de recorrer un gran proceso de des-magización de los caminos de salvación y visiones del mundo, que fue lo que condujo finalmente a la racionalización y metodización de los modos prácticos de conducción de vida. De esta manera, en su análisis respectivo de este proceso el sociólogo de Heidelberg tuvo que articularlo típico-idealmente con una clara estructura teleológica: hay un inicio (las antiguas profecías judías), un punto medio o puente (el pensamiento griego) que conduce finalmente a una culminación (el calvinismo).
Sin embargo, fuera de su impacto en esferas seculares, llega a ser más sugerente el relativo a la misma configuración del fenómeno religioso, pues, por ejemplo, es el protestantismo desarrollado a finales del siglo XVII el que ha anticipado y puesto las bases para el futuro desarrollo de la religiosidad, en tanto que abrió paso a la forma de la religión de la convicción y conciencia personal, que ya no necesariamente gira alrededor de un instituto hierocrático como la Iglesia, sino que su forma de asociación es por unión, lo que significa que las ordenaciones estatuidas dentro de la agrupación sólo pretenden validez para los que son sus miembros por libre decisión, además de caracterizarse por la tolerancia hacia otras creencias. Esto, por cierto, es una clave para entender lo que las diferentes reflexiones que giran entorno a lo que se ha denominado religiosidad popular, e incluso la teoría que el mismo Maffesoli postula, ya que el re-encantamiento al que él se refiere se encuadra dentro de la lógica del desencantamiento religioso desplegado por el protestantismo de fines del siglo XVII y, de hecho, lo posibilita.
[1] Emile Durkheim, 2012, p. 30
[2] Emile Durkheim, 2012, p. 31
[3] Wilhelm Dilthey, 2014 (ed. Electrónica), p. 273.
[4]Ernst Troeltsch, 1951, p. 11
[5]Ernst Troeltsch, 1951, p. 9
[6] Ernst Troeltsch, 1951, p. 10
[7] George Lukács, 1970, p. 42-43.
[8] Diels-Kranz 22 B 2. La traducción es mía.
[9] Eleazar Ramos Lara, 2000, p. 88
Conclusiones:
No podemos seguir entrando en más consideraciones de detalle, ya que exigen, conforme avanza el argumento, más y más matizaciones. Creo que hemos llegado a una idea bastante puntal y pertinente sobre el estudio de los fenómenos históricos en cuanto tal, aunque ello a través de la ponderación de uno en particular, el desencantamiento del mundo.
Sólo déjeme el presente auditorio mencionar un último punto que tiene que ver con la investigación, hace unas semanas concluida, que tuve la ocasión de realizar sobre el tema que ahora nos convoca. Aquí me propuse a resolver un problema particular inserto dentro de la obra general de Weber, a saber: la posición que ocupó el pensamiento griego en el proceso desencantamiento religioso del mundo en Occidente. Esto no sólo me dio ocasión para sistematizar y esclarecer aspectos de la propia obra de Weber, con el motivo de complementarla, esto es, rellenar aquellos huecos que, aunque contados, dificultan la comprensión que de ella se tiene y que suelen generar bastantes malentendidos, no únicamente esto, sino que de igual manera pude emprender una labor propia de reconstrucción, en donde, en algunos casos, me fue forzoso tomar distancia con respecto a las posturas del sociólogo de Heidelberg. De este modo, pienso que me fue posible llegar a una noción más compleja y fresca de la idea del desencantamiento del mundo en general, además de profundizar otras tantas que están relacionadas, como la de secularización. Con el revivir una línea de investigación en la actualidad profundamente olvidada, esto es, el análisis de la eficacia histórica de las ideas, sin por ello olvidar la relación causal inversa, espero sembrar un acicate a los futuros esfuerzos de reflexión en este sentido. No está por más decir que tal trabajo se encuentra destinado a la obsolescencia. Pero eso es precisamente a lo que deberíamos aspirar en nuestra empresa. Por lo cual, me gustaría terminar parafraseando el mismo voto de honestidad intelectual que Max Weber colocó en su Introducción a los ensayos sobre sociología de la religión, y es que la consecuencia es el valor puramente provisional de este trabajo. Sólo a los especialistas corresponde emitir el juicio definitivo. Pero si me he lanzado a escribir este trabajo, es precisamente porque nunca lo han hecho los especialistas con esta específica finalidad y desde este específico punto de vista en que lo hago. Por lo mismo, es un trabajo destinado a ser “superado” en mayor medida y más hondo sentido de lo que hasta ahora es corriente en la literatura científica. Por otra parte, en él no ha sido posible evitar (por lamentable que sea) la continua irrupción, para fines comparativos y de análisis, en otras especialidades; pero, ya que hubo necesidad de hacerlo, precisa deducir la consecuencia de una previa y abnegada resignación ante el posible resultado.[1]
[1] Cf. Max Weber, 2011, p. 66
Bibliografía:
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Palabras clave:
relación sociología-historia, desencantamiento del mundo, religión.
Resumen de la Ponencia:
-A partir de los interrogantes centrales del debate y las contradicciones estructurales que emergen en torno a la ruptura biosfera/tecnosfera, considerada una de las dimensiones críticas de la modernidad avanzada, desde el presente proyecto se abordan tres grandes ejes de análisis, desde el enfoque Ciencia-Tecnología-Sociedad (CTS):1. Los nuevos criterios para la producción de conocimiento y validación de verdad, los nuevos modos del quehacer científico que emergen del avance del sector privado y el capital financiero, frente a los desafíos de la ciencia para contribuir a la generación de políticas públicas. Profundizando en el debate entre posicionamientos utopistas tecnológicos, críticos distópicos e intervencionistas.2. La profundización de la ruptura biosfera/tecnosfera y sus diferentes enfoques de análisis teórico, en cuyo marco se recrudece la disputa sobre la apropiación desigual de los recursos naturales, la concentración de la riqueza que se genera en torno a ella y las posibles alternativas para su resolución, focalizadas en la biomímesis, el ecofeminismo y el ambientalismo crítico.3. La disputa por la construcción de sentido generado por el avance de las corporaciones comunicacionales sobre la agenda del debate público, la prescripción algorítmica de las prácticas socioculturales, poniendo el énfasis en las diferentes estrategias para salir de la lógica de la inmediatez.Resumen de la Ponencia:
En el México de los 90s no sólo aconteció una transición política clave, asimismo, sobrevino una transición teórica, un cambio de paradigma dentro de la Ciencia y la Sociología Políticas. Tanto la transición teórica como la política son trascendentes, puesto que el paradigma democrático orientó investigaciones, sirvió para el diseño de políticas públicas, influyó en la creación de instituciones, reelaboró programas de estudios y sentó las bases para el debate político-intelectual dentro del espacio público. Este trabajo propone una historia conceptual e intelectual de la “transición a la democracia” que explique cómo el establecimiento del paradigma estructurante de la perspectiva democrática modificó la forma en la que se estudió e interpretó la realidad mexicana a finales del siglo XX. Los objetivos principales son: 1) Reconstruir el contexto de producción intelectual, las redes académico-intelectuales, publicaciones e instituciones que convergieron en la producción de la idea de transición, 2) analizar qué cambios paradigmáticos acontecieron, sus implicaciones para la investigación social y su huella en las ciencias sociales en México, 3) explorar teórica-metodológicamente los límites del marco interpretativo de las transiciones para abordar la complejidad de fenómenos políticos que parecieran escapar a sus presupuestos analíticos.Para determinar los efectos específicos que tuvo la adopción del paradigma de la transición a la democracia en México en la forma y contenidos de los marcos teóricos de la Ciencia y Sociología Políticas en los 90, me apoyo en el análisis documental y la prosopografía. Dado que uno de los pilares es el análisis documental, las fuentes primarias son bibliográficas. La prosopografía, como segundo pilar, implica una biografía colectiva de los actores que participaron en la aplicación del modelo teórico transicional en México. Una historia intelectual y conceptual de la transición a la democracia en México permite indagar sobre cómo se forman y operacionalizan los conceptos y se inscriben en la trama social, conocer las dinámicas y tensiones (epistémicas, científicas, ideológicas) de producción del conocimiento, reconstruye contextos de debate, de gestación de teorías y modelos de explicación.Finalmente, se concluye la existencia de un desequilibrio ideológico, normativo y conceptual en los análisis sobre la transición democrática que se reproduce en los actuales diagnósticos sobre esta materia. El trabajo invita a debatir las paradojas de la teoría democrática y aporta una reflexión metateórica y de historia conceptual.Resumen de la Ponencia:
A produção acadêmica das Ciências Humanas e Sociais a respeito da ditadura militar no Brasil (1964-1985) a partir dos arquivos do SNI (Brasil-PR), do projeto Opening the Archives e documentos desclassificados da CIA (EUA) é restrita devido ao recorte temporal em que as respectivas fontes se tornaram públicas no século XXI, bem como, é uma demanda epistemológica compreender como os agentes de informação brasileiros e representantes estadunidenses vigiaram, investigaram e colaboraram com o silenciamento (repressão) das pessoas (civis e religiosas) envolvidas: com o movimento estudantil, movimentos em defesa da educação pública, dos Direitos Humanos (ONU 1948), em favor da reforma agrária, da cultura popular e democracia no Brasil e, mais especificamente, no estado do Paraná. Destacamos que há grande quantidade de documentos norte-americanos disponíveis para consulta pública em formato digital, no entanto, dentre outros aspectos o registro em inglês tem condicionado a baixa taxa de realização de pesquisas sobre eles no Brasil, demandando assim uma sistematização temática dos documentos que podem fomentar e subsidiar novas análises e investigações em outras instituições brasileiras. A principal metodologia de pesquisa é a investigação documental, que contará com apoio de pesquisadores especialistas nacionais e internacionais. A hipótese que norteia o desenvolvimento desta pesquisa é de que os agentes nacionais e internacionais atuavam sob a matriz ideológica que estrategicamente estava vinculada aos interesses estado-unidenses na América Latina, disseminavam e colaboravam com a Doutrina de Segurança Nacional em favor da manutenção das estruturas sócio-históricas brasileiras com a perpetuação de representantes das elites nacionais agrárias e urbanas. A presente pesquisa visa contribuir tanto com novos prismas de investigação acerca das relações estabelecidas entre os serviços de inteligência, do Brasil e dos Estados Unidos, no direcionamento das tomadas de posições destes governos no período, quanto com a organização e sistematização de Repositórios Temáticos digitais abertos, que serão disponibilizados em site institucional para estimular a realização de futuras pesquisas acerca da temática.
Introducción:
As pesquisas produzidas a partir dos arquivos do SNI (Serviço Nacional de Informação), por meio do projeto Opening the Archives e dos documentos desclassificados da CIA (EUA), são restritas e a maioria dos trabalhos realizada por pesquisadores da área de História, de maneira que a produção em Ciências Sociais se constitui como demanda epistemológica emergente. A pesquisa realizada contou com o apoio financeiro e as bolsas de iniciação científica do CNPq e da Fundação Araucária, vinculada ao Laboratório de Estudos sobre as Religiões e Religiosidades - LERR da Universidade Estadual de Londrina - UEL.
Assim, o problema sociológico busca compreender como os agentes de informação brasileiros e representantes estadunidenses vigiaram, investigaram e colaboraram com o silenciamento (repressão) das pessoas (civis e religiosas) que fizeram oposição à ditadura militar.
Os documentos desclassificados constituem-se enquanto fontes provenientes das investigações realizadas pela Central Intelligence Agency (CIA) que foram revisados, por vezes com corte de conteúdo, e selecionados para publicização, no endereço eletrônico da própria agencia estadunidense, objetivando contribuir com a consolidação de um projeto mais transparente de atuação dos serviços de inteligência – mantendo, contudo, o sigilo de conteúdo e investigações que são consideradas essenciais para a manutenção dos interesses de segurança nacional dos Estados Unidos da América (EUA).
No Brasil, a Lei de Acesso à Informação (Lei n° 12.527) de 2011 possibilitou que novos arquivos ficassem disponíveis para a consulta pública. O incremento de acervos permitiu que os documentos referentes às atividades dos antigos órgãos de segurança e informação viessem à tona. A disponibilidade de novas fontes documentais produzidas pelos órgãos de segurança e informação abre, como aponta Carlos Fico (2001), novos desafios para os pesquisadores nas Ciências Humanas e Sociais, porque constitui-se oportunidades emergentes e inéditas para compreender o período ditatorial.
Outro marco importante que levou à disponibilidade de novos documentos foi a implementação da Comissão Nacional da Verdade (CNV), que estudou as graves violações aos Direitos Humanos (ONU, 1948) ocorridos durante o período de 1946 a 1988. Os trabalhos da CNV estimularam a criação de comissões estaduais, municipais e até institucionais que, também, visavam garantir o direito à memória, verdade e justiça (BUARQUE DE HOLLANDA, 2018).
Nesse contexto, o Núcleo de Documentação e Pesquisa Histórica da Universidade Estadual de Londrina (NDPH – UEL) recebeu 7.559 páginas digitalizadas provenientes do Arquivo Nacional, material produzido originalmente pelo Serviço Nacional de Informação (SNI) da secção de Curitiba, que era responsável pela vigilância no Paraná e em Santa Catarina.
Além da oportunidade listada, o recorte internacional da pesquisa é possibilitado graças aos esforços de projetos como o Opening the Archives, esforço conjunto da Universidade Brown com a Universidade Estadual de Maringá que reúne documentações importantes relativas ao período ditatorial brasileiro, disponibilizados online. Tais arquivos, produzidos por órgãos diplomáticos e de informação estadunidenses tornam-se públicos graças ao Freedom of Information Act, legislação que regula quando documentos sigilosos devem ser disponibilizados para acesso público nos Estados Unidos.
A investigação proposta parte de uma fundamentação teórico-metodológica que permitirá identificar as matrizes ideológicas que subsidiaram a ação dos agentes nacionais e dos representantes estadunidenses ao longo da ditadura militar brasileira (1964-1985). E, que, a partir da compreensão histórica e processual, deixou aspectos que marcam a estrutura social e, por consequência, a conjuntura nacional brasileira no século XXI com a emergência de movimentos políticos conservadores pautados na defesa de valores e ações autoritárias e/ou negacionistas das mazelas oriundas do período em que o Estado foi administrado pelas Forças Armadas.
Desarrollo:
Os serviços de inteligência apresentam processos históricos e processuais de formação e de aperfeiçoamento diretamente relacionados com as particularidades dos Estados Nações, em que se consolidam e com as conjunturas específicas que demandam suas transformações, questões muito bem trabalhadas por Charles Tilly na obra “Coerção, Capital e Estados Europeus” (1996). Segundo o autor, os serviços de inteligência começam a tomar as formas precisas que assumem na contemporaneidade a partir da segunda metade do século XIX, quando o gradual processo de complexificação dos Estados Nações passou a demandar novas formas de articulações das instituições estatais para garantir a manutenção, a reprodução da ordem social e dos interesses políticos e econômicos das elites dirigentes.
É necessário distinguir os processos entre o caso brasileiro e o dos EUA, que decorrem justamente da forma como esses modelos são concebidos e postos em prática na dinâmica de transformação, sendo que: “no sistema formado de cima para baixo, vamos encontrar a lógica espacial da coerção. No sistema construído de baixo para cima, a lógica espacial do capital” (TILLY, 1996, p. 197). Indica-se, assim, o caráter amplamente coercitivo que os serviços de inteligência dos Estados modernos tendem a assumir nas distintas conjunturas.
Após o golpe militar de 1964, foi implementado um modelo político-ideológico de sociedade e de Estado. Este projeto societário foi elaborado pelos militares ao longo da história republicana brasileira, com marcos históricos especiais entre 1945 e 1964. A ditadura militar que se impôs no país executou um processo de modernização conservadora e, no campo político, visava construir uma democracia tutelada pelos militares (NAPOLITANO, 2014). Logo no início da ditadura, durante o governo Castelo Branco (1964-1967), criou-se um órgão especializado em reunir informações sobre indivíduos e grupos considerados uma ameaça em potencial. Denominada Serviço Nacional de Informações (SNI), a organização foi idealizada pelo general Golbery do Couto e Silva, seguindo as ideias anticomunistas, propagadas pelo governo estadunidense e sob forte influência das teorias francesas sobre Guerra Revolucionária, que pregavam sobre a necessidade de combater um inimigo interno (SAMWAYS, 2014).
Em um período curto ramificou-se, abrindo agências regionais em diversos pontos do país. Ademais, a partir de 1967, passou a recolher informações por meio das Divisões de Segurança e Informações (DSI’s), que atuavam nos ministérios civis e pelas Assessorias de Segurança e Informações (ASI’s) , que agiam junto às universidades e empresas estatais (JOFFILY, 2014).
Segundo Carlos Fico (2003), a chamada “linha dura” exigia meios e modos para efetuar a perseguição política no início da ditadura. Obtidos esses meios, em decorrência dos Atos Institucionais (AI) números 2 e 5, os representantes dessa corrente passaram a constituir a “comunidade” ou “sistema” de informação. De acordo com Ridenti (2014), o AI-2 acabou com os partidos políticos que atuavam no Brasil entre 1945 e 1964. Enquanto o AI-5 dava poderes quase ilimitados para a Presidência da República, como a capacidade de legislar por decreto, suspender direitos políticos dos cidadãos, cassar mandatos eletivos, suspender o habeas corpus, julgar crimes políticos em tribunais militares, demitir ou aposentar juízes e outros funcionários públicos.
O recrudescimento da política repressiva, com a imposição do AI-5, levou a criação de uma vasta rede de vigilância. O Sistema Nacional de Informações (SISNI) englobava todos os órgãos de segurança e informação existentes (como o Centro de Informações da Marinha-CENIMAR, Centro de Informações e Segurança da Aeronáutica-CISA, Destacamento de Operações de Informação – Centro de Operações de Defesa Interna- DOI-CODI , entre outros). O SNI era o principal órgão desse sistema, mas é importante destacar que não subordinou as outras instituições repressivas (BRASIL, Relatório da Comissão Nacional da Verdade vl. 1, 2014).
Para Fico, “a ‘comunidade’ amparava-se naquilo que podemos chamar de ‘pilares básicos’ de qualquer ditadura: a espionagem, a polícia política e a censura.” (FICO, 2003, p. 175). A linha ideológica seguida pelos agentes da comunidade de segurança e informações foi a Doutrina de Segurança Nacional (DSN) formulada na Escola Superior de Guerra (ESG). Esse modo de pensar, fortemente anticomunista, determinou a atuação dos órgãos de segurança e inteligência, além do próprio governo ditatorial. A DSN, cujo principal ideólogo foi o gal. Golbery do Couto e Silva, estabeleceu que havia uma “guerra total” aberta entre ocidente democrático-cristão e o oriente comunista-ateu. Segundo esse pensamento, o Brasil tinha que se posicionar claramente e lutar contra as “ideologias estrangeiras” que “subvertem” os valores ocidentais supostamente presentes na sociedade brasileira (NEVES JR, 2019a, p. 47).
A formulação da DSN também foi inspirada pelo conceito de guerra revolucionária francesa, no qual se afirmava que havia uma guerra aberta entre o Ocidente cristão e o Oriente ateu. Devido a isso, era preciso estar em alerta e preparado para o conflito em diversas esferas, incluindo o campo ideológico (MARTINS FILHO, 2008).
Tais correntes de pensamento orientavam a atuação dos agentes de segurança e de informação. Esse modo de pensar acabou por gerar uma “paranoia” nos órgãos repressivos, que acabaram acusando cada indivíduo ou ato contrário à ditadura vigente como movimentações do “comunismo internacional”. Esta “paranoia” é concebida enquanto fenômeno que caracteriza a concepção de um grupo social, ou indivíduo, da existência de um iminente perigo que se estende em todos os níveis da sociedade, cabendo somente a este grupo, ou indivíduo, a tarefa de combatê-lo (SAMWAYS, 2014).
Diante do exposto, aponta-se a relevância da análise sociológica a fim de elucidar a problemática que versa a presente proposta de investigação, compreender a matriz ideológica dos agentes de informação (brasileiros e estadunidenses) e como atuavam frente à sociedade paranaense.
Já no final da década de 1980, o então diretor de Inteligência Central estadunidense, William Casey, declarou publicamente o comprometimento em instituir um Programa de Revisão Histórica (HRP), que tinha como meta disponibilizar para acesso público os arquivos da Central Intelligence Agency (CIA) – o que teve início no ano de 1989, quando foram liberadas as primeiras mil páginas de documentos da agência. O HRP formalizou-se de maneira mais explícita em 1992, sob a coordenação de Robert Gates, que não deixou de salientar que a liberação dos mencionados arquivos seria restringida aos interesses de segurança nacional dos EUA. A partir de 2001, em ocasião de uma conferência sobre a antiga União Soviética realizada na Universidade de Princeton, os arquivos temáticos da CIA começaram a ser disponibilizados para acesso no endereço eletrônico oficial da agência.
O acervo digital da CIA conta, atualmente, com cerca de 70 (setenta) arquivos temáticos desclassificados que perpassam uma multiplicidade de assuntos que permearam os objetos de análise da agência estadunidense de inteligência, entre a década de 1940 e início dos anos 2000. Pode-se citar a consolidação de uma rede cooperativa global de inteligência e avaliação da cultura política de seus integrantes; crimes nazistas cometidos durante a Segunda Guerra Mundial; investigações sobre a União Soviética, China e demais países vinculados ao comunismo durante a Guerra Fria; relações políticas e culturais latino-americanas; estudos de treinamento de animais aquáticos e aves para integração no sistema de segurança nacional; objetos voadores não identificados; investigações sobre o atentado de 11 de setembro de 2001; entre outros.
Em uma análise primária, o que se busca evidenciar no decorrer das proposições do agente de inteligência estadunidense é o papel desempenhado pela CIA acerca do delineamento de estratégias culturais, políticas e, principalmente, econômicas que visassem orientar as decisões oficiais do governo dos EUA para garantia da manutenção de sua hegemonia nas Américas, situação na qual - dadas as dimensões complexas destas configurações - o Brasil é tomado como peça central no desenvolvimento das tramas estratégicas para a manutenção do poder político e econômico.
Dentro dessa problemática, a CIA, assim como as agências de inteligência congêneres que passaram a se formar e se reestruturar no contexto de Guerra Fria, exerceu papel fundamental na construção, orientação e difusão dos princípios anticomunistas que condicionaram a ascensão das Ditaduras de Segurança Nacional na América Latina e, subsequentemente, ocupou-se de acompanhar e nortear os processos de redemocratização do Continente (BOZZA, 2009; FIGUEIREDO, 2005). Assim, no que tange ao papel desempenhado pela CIA, em âmbito nacional e internacional, enquanto peça integrante do aparelho de coerção e repressão estatal estadunidense, deve-se levar em conta que, sendo criada em 1947, a agência de inteligência tinha por premissa recolher e produzir informações que viabilizassem a garantia e manutenção da segurança nacional e disponibilizassem conteúdo para fundamentar as tomadas de decisões oficiais do governo dos EUA (KORYBKO, 2018; PRASHAD, 2020).
A presente proposta considera que a conjuntura de disputas entre os EUA e a URSS favoreceram e, ao mesmo tempo, intensificaram a especialização de serviços de inteligência a partir da premissa de influir, de distintas maneiras, no cerceamento da capacidade de agência tanto de organizações quanto dos próprios Estados Nações. Nessa perspectiva, apropriando-se do pavor à ameaça comunista, a CIA desenvolveu estratégias de direcionamento, a partir de decisões oficiais de Washington, para favorecer o alinhamento da lógica de dependência dos países americanos, fosse por meio dos boicotes econômicos ou pelos incentivos de desencadeamento de operações persecutórias internas aos grupos que ameaçassem a reprodução da dominação estadunidense.
Nesse sentido, ressalta-se que as fontes documentais desclassificadas da CIA evidenciam a construção e a manutenção de um projeto de poder e, ao mesmo tempo, de subpoder para a América do Sul, delineado a partir dos interesses políticos e econômicos dos EUA. Reforçando que, em meio ao contexto de Guerra Fria, o anticomunismo e suas derivantes serviram de núcleo comum organizativo para viabilizar a conquista e a implementação do projeto de poder político e econômico ambicionado e compartilhado pelos agentes de inteligência estadunidenses.
Assim, destaca-se o arquivo específico intitulado Weekly Review Special Report que, inicialmente, apresenta-se como potencial fonte de análise para a proposta em questão e expressa de forma exemplar os documentos que poderão ser analisados e interpretados no desenvolvimento da pesquisa proposta, sendo constituído por relatórios semanais elaborados com a premissa de coletar informações e disponibilizar análises que viabilizassem a tomada de decisões estadunidenses frente aos problemas relativos às relações internacionais e que, durante a década de 1970, passou a dedicar especial atenção para os direcionamentos políticos e econômicos do Brasil.
Dessa forma, o recorte temporal associado com a ditadura militar brasileira justifica-se por dois motivos. Em primeiro lugar, leva-se em consideração que a década de 1970 foi marcada pelo recrudescimento das estratégias anticomunistas na América do Sul (RIBEIRO, 2018), gerando uma extensa produção documental da CIA para o estabelecimento de medidas de contenção e direcionamento do desenvolvimento brasileiro. Em segundo lugar, toma-se a década de 1980 como um período crucial para os EUA no que tange aos direcionamentos de consolidações dos modelos de democracia que substituiriam os regimes ditatoriais de Segurança Nacional que estavam vigentes no Conesul (SCHOULTZ, 2000; AYERBE, 2002; SALAZAR; LORENZO, 2008; VIDIGAL, 2014).
Acerca das relações que se estabeleceram entre os grupos anticomunistas latino-americanos e o governo dos EUA, a transição da década de 1970 para 1980 foi, incialmente, marcada pelas instabilidades decorrentes das tomadas de decisão do presidente democrata James Carter (1977-1981), em favor da defesa dos Direitos Humanos, e o subsequente relativo realinhamento político e ideológico que acompanhou a ascensão do republicano Ronald Reagan (1981-1985) à presidência estadunidense.
Nessa problemática pertinente à difusão do anticomunismo em território latino-americano como estratégia de alinhamento com os interesses estadunidenses, é pertinente reconhecer as retomadas contemporâneas de posicionamentos políticos e ideológicos fundamentados em perspectivas anticomunistas exacerbadas, como forma de reorganização dos setores da extrema direita no Brasil. Aspecto que explicita a relevância da apreensão dos métodos de direcionamento internos utilizados pelas agências de coerção e repressão para consolidação do consenso que ainda se reproduz no cenário atual.
O exame de documentos formulados pelos órgãos de vigilância e repressão tem como objetivo efetuar um exercício de memória, isto é, relembrar os horrores do passado para assim evitar que tornem a ocorrer (ADORNO, 1995). Tal ação é de fundamental importância, tendo em vista que o governo eleito em 2018 apoia correntes do negacionismo histórico e afirma que “não houve ditadura” no Brasil. O discurso defendido pela atual administração do Executivo Federal é alinhado com os setores castrenses, que visam defender o legado da “revolução de 1964”.
A corrente negacionista projeta elementos políticos e ideológicos, manipula a realidade mediante a aceitação de falsificações no debate público. Além disso, tal movimento desvaloriza os trabalhos de pesquisa historiográfica e a própria ciência, ao questionar fatos estabelecidos e comprovados. O negacionismo, por ser utilizado como manobra política, passa a ser um objeto de análise da sociologia histórica (ALMEIDA, 2021). Um ato do atual presidente, que se enquadra nessa vertente, é a fala que deslegitima a CNV por considerá-la obra do governo Dilma Rousseff (2011-2016), questionando a imparcialidade da Comissão.
A implementação da CNV foi resultado de lutas dos familiares de mortos e desaparecidos políticos e de movimentos sociais, como o grupo Tortura Nunca Mais, que ainda atuam como atores políticos e gestores de memória. A Comissão serviu para complementar as políticas de reparação do período democrático, que não garantiam o direito à memória e à verdade. Porém, a despeito dos esforços, ela pouco avançou na recuperação factual ou no acesso à justiça para os atingidos (TELES, 2016). Portanto, mesmo com os trabalhos de grupos e de governos anteriores, a memória da ditadura continua sendo um campo conflitivo.
O trabalho de análise e de sistematização dos arquivos disponíveis nas fontes do SNI (PR), do projeto Opening the Archives e do acervo de documentos desclassificados da CIA (EUA), e a posterior disponibilização dessas fontes para consulta online nos diferentes Repositórios Temáticos, fomentarão e facilitarão futuras pesquisas. Novas investigações sobre o período da ditadura militar são de fundamental importância para fazer frente a políticas de esquecimento, que tentam ocultar memórias incômodas; é preciso pesquisar para desvendar as memórias subterrâneas (POLLAK, 1989). Além disso, torna-se uma atividade de suma importância produzir conhecimento científico frente às disputas conjunturais e a emergência de narrativas que são marcadas pelo negacionismo e pelo anticientificismo.
Ao tratar do objeto matrizes ideológicas e as características da atuação dos agentes de informação (nacionais e internacionais), tomamos como conceito de matriz ideológica a base do “discurso que revela a ação [e] revela também o sujeito”. Por isso, a matriz ideológica permite “a atribuição de sentido às coisas”, ela é expressa no discurso oral e escrito (SADER, 1988, p. 57).
Dessa forma, a partir dos documentos das respectivas fontes associados ao recorte territorial paranaense, fundamentamos que a linguagem adotada pelos agentes do sistema de informação “não é um mero instrumento neutro que serve para comunicar alguma coisa que já existisse independente dela” (SADER, 1988, p. 57). Há um reforço do conceito de matriz ideológica expressa nos discursos, ao afirmar não ser possível que
todos os discursos sejam iguais nem mesmo que derivem de uma mesma matriz discursiva. Mas, tendo de interpelar um dado público, todo discurso é obrigado a lançar mão de um sistema de referências compartido - pelo que fala e por seus ouvintes. Constitui-se um novo sujeito político quando emerge uma matriz discursiva capaz de reordenar os enunciados, nomear aspirações difusas ou articulá-las de outro modo, logrando que indivíduos se reconheçam nesses novos significados. É assim que, formados no campo comum do imaginário de uma sociedade, emergem matrizes discursivas que expressam as divisões e os antagonismos dessa sociedade (SADER, 1988, p. 59-60).
Nesse sentido, propõe-se identificar as matrizes ideológicas adotadas nos registros produzidos pelos agentes de informação nos diferentes documentos e fontes (já citadas). Destaca-se que há grande quantidade de documentos norte-americanos disponíveis para consulta pública em formato digital. No entanto, dentre outros aspectos o registro em inglês e o grande número de documentos que compõem estes acervos tem condicionado a baixa taxa de realização de pesquisas, demandando assim uma sistematização temática dos documentos que possa facilitar, fomentar e subsidiar novas análises e investigações em outras instituições brasileiras.
Conclusiones:
A principal hipótese é que os agentes nacionais e internacionais atuavam sob a matriz ideológica que estrategicamente estava vinculada aos interesses norte-americanos na América Latina, disseminavam e colaboravam com a Doutrina de Segurança Nacional em favor da manutenção das estruturas sócio-históricas brasileiras com a perpetuação de representantes das elites nacionais agrárias e urbanas.
Espera-se, dessa forma, contribuir com análises qualitativas, realizadas sobre documentos inéditos de uma organização de inteligência internacional, acerca de uma temática de grande relevância para os campos do conhecimento das Ciências Humanas e Sociais, entre outras áreas afins.
Ao organizar o Repositório Temático (digital e de livre acesso) junto ao NDPH UEL, com documentos selecionados a partir dos objetivos propostos das fontes documentais (SNI-PR, Opening the Archives e desclassificados da CIA) será possível subsidiar os estudos sobre a ditadura militar brasileira e, por consequência, acerca da emergência de movimentos políticos conservadores pautados na defesa de valores e ações autoritárias e ou negacionistas na conjuntura contemporânea nacional.
É importante reforçar que as fontes documentais desclassificadas da CIA e os arquivos do Projeto Opening the Archives possibilitam às Ciências Humanas e Sociais novas abordagens para a compreensão das dimensões que os serviços de inteligência exercem no direcionamento das tomadas de decisão dos agentes sociais e coletivos. Mais especificamente, espera-se contribuir com resultados qualitativos de análise das formas como a CIA e o governo dos EUA interviram nas dinâmicas internas do Estado brasileiro sob o comando das Forças Armadas.
Determinadas contribuições visam aquecer novos debates e disponibilizar outros horizontes para o entendimento do paradoxo que perpassa a existência dos serviços de inteligência nas sociedades democráticas contemporâneas – tendo em vista que, se por um lado esses órgãos se mostram essenciais na conjuntura de disputas de guerras não convencionais, por outro costumam exercer um papel de cerceamento da capacidade de agência dos sujeitos e organizações sociais (TILLY, 1996).
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Palabras clave:
Dictadura; Vigilancia; Seguridad Nacional; Guerra Fría; Represión.
Resumen de la Ponencia:
Tras el golpe militar de 1973 las instituciones desde donde se habían desplegado las ciencias sociales en Chile fueron intervenidas por los militares, persiguiendo y expulsando a profesores, estudiantes y personal no académico, cerrando sus carreras y reduciendo significativamente sus presupuestos. La Sociología en particular, fue estigmatizada y sometida a estricta vigilancia, transformando radicalmente su práctica y ejercicio. Además, junto a estos procesos, se impuso un nuevo modelo, de carácter neoliberal, a la educación superior que hasta el presente supedita su desarrollo a las exigencias y posibilidades del mercado. Frente a ese proceso de intervención y desmantelamiento de la disciplina, se generaron espacios de resistencia académica, como el Instituto Superior de Arte y Ciencias Sociales, que alentaron debates y perspectivas contrahegemónicas. Estas iniciativas precisan ser atendidas en el marco de un trabajo de historización y reflexividad de la sociología chilena y latinoamericana, que dé cuenta de la complejidad de su construcción y permita comprender mejor la relación entre la producción de conocimiento científico en la región y sus condiciones de producción. En esta ponencia se exhiben los resultados preliminares del ejercicio de reconstrucción histórica y análisis sociológico del desarrollo de la sociología en el Instituto Superior de Arte y Ciencias Sociales —predecesor de la Universidad de Arte y Ciencias Sociales (ARCIS)— entre los años 1985 y 1991; examinando también el rol del Centro de Investigaciones Sociopolíticas (CISPO), espacio de investigación crítica alojado en el Instituto, vinculado estrechamente al Partido Comunista Chileno. La investigación se llevó a cabo por medio del trabajo de archivo y de entrevistas semi-estructuradas a actores claves del proceso. A través del análisis de contenido y haciendo uso de algunas de las herramientas teóricas de Bourdieu, los resultados sugieren que, en plena dictadura, en dicho Instituto se congregó una intelectualidad y militancia crítica que desarrolló una forma alternativa de enseñanza en el campo de la sociología y desplegó una serie de discursos críticos para las transformaciones políticas y sociales. En la ponencia se expone que una parte de la sociología que era crítica de la dictadura encontró lugar para el desarrollo de su actividad intelectual en un instituto que se presentó como respuesta activa al régimen dominante. Estudiantes y académicos/as expulsados/as de las universidades se congregaron junto a opositores a la dictadura, participantes de Organizaciones No Gubernamentales e intelectuales formados/as en el extranjero para dar vida al Instituto Superior de Arte y Ciencias Sociales y su carrera de Sociología. Se sostiene que la sociología allí enseñada favoreció la formación de profesionales atentos/as a los procesos políticos nacionales, distanciándose del reclamo por la “autonomía” del campo de la sociología voceado por parte de la intelectualidad orgánica de las clases dominantes chilenas.Resumen de la Ponencia:
Transcurridas más de tres décadas desde el término de la Dictadura, son contados los estudios que hacen un socio-análisis del despliegue de la sociología en el Chile posdictatorial; esta situación contrasta con etapas anteriores de la disciplina, caracterizadas por una mayor reflexividad. En esta ponencia presentamos los resultados parciales de una investigación en curso sobre el proceso de reinstitucionalización de la sociología en la postdictadura, cuyo propósito es examinar la estructura del campo, la producción de saberes sociológicos, y las tendencias y giros que se observan en el devenir de la sociología chilena. La intervención militar de las universidades durante la Dictadura, la persecución de profesores y estudiantes, y el cierre de Escuelas, departamentos y centros de estudio colocó a la sociología universitaria en una situación de virtual extinción. Durante los años noventa, la proliferación de universidades privadas amplió las posibilidades de ejercer la docencia; no obstante, en las universidades públicas, la reapertura de espacios para la sociología ha sido lenta, compleja y limitada. Ese proceso ha sido más dificultoso aún en las universidades de provincia. Aquí analizamos el proceso de reinstitucionalización de la Sociología en la Universidad de Valparaíso, desde la fundación de la Carrera (2003), la creación del Instituto de Sociología (2011) y, más recientemente, la refundación de la Facultad de Ciencias Sociales, en la que se integra el Instituto, ahora reconvertido en Escuela de Sociología (2019). En este proceso identificamos y examinamos el rol de algunas figuras que han sido fundamentales en el proceso de reconstrucción de la disciplina, damos cuenta de las orientaciones teóricas y profesionales que caracterizan el quehacer de las y los sociólogos en este tiempo y ponemos en relación el devenir de la sociología en Valparaíso y en Chile con los procesos sociales y políticos que ha experimentado el país en las últimas décadas. Este último punto resulta fundamental para evaluar críticamente la situación de la disciplina y comprender los cambios, las crisis, y las rupturas y/o continuidades en su devenir. Este ha estado marcado por el largo ciclo de movilización social contra el neoliberalismo: la irrupción de los estudiantes secundarios (desde el 2001) y universitarios (a partir del 2011), la resistencia del pueblo mapuche, el “mayo feminista” (2018) y la revuelta popular (2019), entre otras. La sociología chilena ha contribuido a explicar estos fenómenos y, a la vez, se ha visto fuertemente interpelada y tensionada por ellos. La contextualización es fundamental para el análisis de la producción del saber sociológico, pues permite detectar los giros disciplinares, las tensiones subyacentes, las temáticas que concitan el interés de las nuevas generaciones de estudiantes y de los cultivadores de esta disciplina profesional. Los resultados de este estudio de caso se proponen contribuir a esa tarea.Resumen de la Ponencia:
Dentro de la literatura sociológica que se produjo en Chile a fines de la década del ochenta, el interés por ahondar en el devenir de la disciplina ocupa un lugar relevante. Dicha preocupación puso especial atención en las repercusiones que la dictadura civil-militar (1973-1989) y la universidad intervenida estaba teniendo en el desarrollo de la sociología. Hasta el día de hoy, estos estudios se han constituido en el relato consagrado sobre el periodo. Así, al tiempo que este relato se centró en la ‘jibarización’ de la disciplina en las universidades, en la acción centrífuga de la universidad y en el devenir extra-universitario de la sociología, lo cual es identificado como el polo dinámico del desarrollo de la sociología durante el régimen dictatorial que, pese a las restricciones del contexto socio-político, habría permitido recomponer el ejercicio académico e intelectual, relevándose los alcances en la apertura de nuevos derroteros y sentidos para el quehacer de la disciplina. Sin embargo, transcurridos poco más de treinta años del fin de la dictadura, prácticamente no existen investigaciones que aborden la imbricación entre el desarrollo de la disciplina sociológica y el contexto de universidad intervenida, donde las formas en las que se transmitió la sociología en esta institución constituyen una de las dimensiones relevantes para el proceso de institucionalización. Efectivamente, si se asume que para la continuidad de una comunidad disciplinar, de sus orientaciones y expectativas, la cadena intergeneracional es un componente importante, independiente de la relación que se establezca con ese legado, interrogarse sobre la transmisión de la sociología en la universidad intervenida cobra importancia para el estudio de sus efectos en el devenir de la disciplina postdictadura.Esta ponencia busca hacer una reconstrucción de la historia de la carrera de sociología en la Universidad de Chile entre 1973 y 1989, dado que esta escuela fue la única -de las cuatro existentes hasta 1973- que continuó impartiendo la disciplina a nivel de pregrado. Se plantea que, en relación con la sociología universitaria, las preocupaciones, los problemas y los intereses planteados por los investigadores que estudiaron esta problemática propiciaron la construcción de un discurso homogéneo sobre los efectos de la intervención universitaria en la práctica y enseñanza de la sociología que impidió visualizar ciertos aspectos relevantes para el futuro de la disciplina posdictadura. En cuanto al abordaje teórico-metodológico, se propone articular el enfoque de la historia del pasado reciente, los estudios sociales de la ciencia y la perspectiva reflexiva de Pierre Bourdieu. Aparejado a esto, se plantea una aproximación de dos vías: una etnográfica (historias de vida y entrevistas) y una historiográfica (trabajo con fuentes documentales).Resumen de la Ponencia:
O artigo aborda em um primeiro plano o debate acerca das teorias e temáticas do Pensamento Político e Social Latino-Americano e suas interpretações sobre Estado, capitalismo e desenvolvimento na América Latina. Dessa maneira trata da literatura pertinente ao desenvolvimento, subdesenvolvimento e economia social e política latino-americana. Destacando alguns dos equívocos teóricos e metodológicos sobre o problema do subdesenvolvimento dos territórios latino-americanos. Descreve em linhas gerais a história econômica e social desses espaços considerados subdesenvolvidos. Assim, o tema central gira em torno do desenvolvimento econômico e social e como estes pilares possuem um caráter duplo promovendo de um lado o progresso para determinadas regiões globais enquanto por outro lado produz o atraso econômico e social às populações do sul global, mais em específico da América Latina. Em um segundo momento, aborda como a burguesia nacional brasileira optou por se associar ao capital internacional para se manter no poder político e econômico, se valendo das Forças Armadas par a realização do golpe militar de 1964. Aproveita-se do ensejo para apresenta alguns dos resultados preliminares da pesquisa acerca da participação do empresariado brasileiro tanto no apoio ao golpe militar bem como sua participação intensiva nos governos militares. Como o empresariado brasileiro obteve, durante todo o regime ditatorial, vantagens econômicas e políticas por meio de financiamento de órgãos públicos, principalmente os bancos estatais como o BNDE(S) durante a ditadura empresarial-militar.
Introducción:
O entendimento acerca do desenvolvimento possui múltiplos sentidos, pode-se tomar a ideia de desenvolvimento como pertencente estritamente ao campo econômico ou apenas social. Pode-se ainda, pensar o desenvolvimento, como um conjunto complexo que coaduna diversos aspectos da realidade humana e sem perder de vista a dimensão de ambivalência que o conceito carrega, mas acima de tudo ele modifica todos as esferas da estrutura social, social, histórico, econômico, educacional entre outros.
A questão do desenvolvimento econômico para alguns teóricos se trata de cumprir algumas etapas para assim alcançá-lo, já para outros autores o desenvolvimento e o subdesenvolvimento se trata de duas faces do mesmo processo econômico, que de um lado produz desenvolvimento para uns e subdesenvolvimento e dependência para outros.
As condições econômicas, históricas e sociais pertinentes ao processo de desenvolvimento dos países latino-americanos, não podem ser pensadas da mesma forma que os países centrais do sistema capitalista global que viveram o caso clássico da formação das sociedades modernas. Deve-se levar em consideração o período histórico e a maneira como foi conduzida a industrialização e, desta forma, como a ideia de desenvolvimento se aplica ao caso latino-americano.
O golpe militar de 1964 e todo o período da ditadura empresarial-militar pode ser tratado como um aspecto do desenvolvimento e perpetuação do subdesenvolvimento, (re)produzindo dependência econômica ao capital monopolista, geralmente, associado aos países hegemônicos do sistema capitalista mundial.
Conforme Dreifuss aborda em sua obra “1964: A conquista do Estado, ação política, poder e golpe de classe” de 1981, o golpe de Estado dado pelos militares e mesmo a vigência de todo o período ditatorial não foi um projeto de poder (político e econômico) estritamente das forças armadas. Na verdade, teve a participação da burguesia nacional e internacional. Os empresários não só apoiaram o golpe de 1964, como tiveram participação nos governos dos generais, em muitos casos, participaram da administração pública do regime autoritário e se beneficiaram. (DREIFUSS, 1981)
O golpe teve um forte caráter classista reinserindo o Brasil no sistema capitalista mundial como um país em vias de desenvolvimento ou subdesenvolvimento, subserviente ao capital estrangeiro. Destaca-se também que a vinculação entre empresariado e ditadura tem uma estreita relação com o modo como o Estado brasileiro se inseriu no contexto do capitalismo internacional, de forma dependente e periférica.
Desarrollo:
A primeira ideia que vale a pena colocar no debate acerca da compreensão do desenvolvimento pertence ao professor de economia e filosofia Amartya Sen (2010), que afirma: “o crescimento econômico não pode sensatamente ser considerado um fim em si mesmo.” (SEN, 2010, p.29)
Amartya Sen também faz a discussão problematizando o desenvolvimento como um conceito que “cabe” tudo e, portanto, seria necessário criar uma nova definição do conceito vinculada à determinadas características para garantir com que o desenvolvimento expressasse uma determinada condição material. Para ele, o desenvolvimento deveria estar relacionado, acima de tudo com a melhora da vida que as pessoas levam e de todo tipo de liberdade que podem desfrutar. (SEN, 2010, p.29)
A partir da concepção de que o desenvolvimento deveria gerar mudanças nas esferas a vida social, Amartya Sen pressupõe sua definição compreendendo-o como um espaço deve haver uma ampliação das liberdades substantivas e estas por sua vez possuem distintas variáveis a serem cumpridas, tais como a distribuição de riqueza, liberdade dos indivíduos com relação acesso a emprego em um conjunto de questões para se garantir isso.
Expandir as liberdades que temos razão para valorizar não só torna nossa vida mais rica e mais desimpedida, mas também permite que sejamos seres sociais mais completos, pondo em prática nossas volições, interagindo com o mundo em que vivemos e influenciando esse mundo. (SEN, 2010, p. 29)
Nesse encadeamento de ideia, Costa Pinto (1962) coloca os estudos acerca dos problemas de desenvolvimento econômico passando a ter algum sentido devido a uma realidade humana, um complexo de relações cotidianas concretamente vividas, um estilo de vida (ou melhor colocando, muitos estilos de vida que se coadunam), em suma, uma estrutura social interligada. De acordo como autor, a questão do problema do desenvolvimento econômico diz mais respeito a problemas sociológico, ou melhor, ao campo da sociologia do que exatamente um problema econômico. (COSTA PINTO, 1962, p. 300)
Para Costa Pinto existem três pontos de análise para se estruturar os estudos do problema do desenvolvimento econômico. O primeiro seria, o estudo das condições sociais do desenvolvimento; o segundo, o estudo das implicações sociais do desenvolvimento; por fim o terceiro, possui um caráter mais abstrato e teórico, por ser um estudo que delimita o significado do próprio desenvolvimento em si, enquanto processo histórico e social. (COSTA PINTO, 1962, p. 300)
O primeiro plano, portanto, analisaria os padrões e as formas econômicas e sociais pré-existentes, pois são elas que se transformam. Nesse sentido, o homem enquanto tipo histórico estaria no centro dessa análise, dele deriva questões como suas técnicas e sistema de trabalho, condições de vida, tradições, instituições e valores, estrutura social e suas estratificações. No segundo plano, se concentraria nos efeitos e consequências pertinentes ao processo de desenvolvimento econômico. Esse processo causaria uma mudança de mentalidade social em todos os níveis da estrutura social, educacional, vida cotidiana, trabalho, criaria, enfim um novo padrão de economia e sociedade. O terceiro e último plano, residiria, forçosamente, na esfera da episteme, quer dizer, seria um problema inerente do campo da Sociologia que se incumbe de estudar “uma série de problemas simultâneos, o processo global de gestação de uma nova economia, uma nova sociedade e um novo homem.” (COSTA PINTO, 1962, p. 301)
Dentro dessas três perspectivas trazidas por Costa Pinto, desdobra-se alguns pontos de grande importância para o estudo do desenvolvimento dentro do campo das ciências sociais.
O primeiro seria que o desenvolvimento seria então a chave para superar o subdesenvolvimento, mas não podemos fazer com o desenvolvimento o que foi feito com a ideia de progresso. Isso porque a ideia de ‘progresso’ se tornou ideologia que mascarou a realidade desigual das sociedades globais desde o final do século XIX e na prática pouco contribuiu com a realidade empírica dos estados nações em particular. O desenvolvimento não pode ser essa dimensão ideológica na qual todos os países precisam se tornar desenvolvidos.
De acordo com Amartya existe com frequência, ao longo do tempo, alguns dentro de distintas sociedades que defendem a negação como justificativa para se estimular o desenvolvimento econômico.
Alguns chegaram a defender sistemas políticos mais autoritários — com negação de direitos civis e políticos básicos — alegando a vantagem desses sistemas na promoção do desenvolvimento econômico. (SEN, 2010, p. 30)
É possível traçar paralelos entre o texto “Em Busca de uma Ideologia do Desenvolvimento” de Celso Furtado (1968) com o texto “Desenvolvimento como Liberdade” de Amartya Sen. Isso porque ambos os autores realizam o esforço para compreender a base do desenvolvimento e como este se estrutura no tempo, questionando a aplicabilidade desse ideário para outras nações que não o efetivaram em todas as suas etapas. Levando ainda em consideração questões específicas de cada território, como processos sociais e históricos entre outros.
Para Celso Furtado (1968), o desenvolvimento não poderia ser compreendido enquanto uma condição endógena no qual o país supera determinadas problemas e galga etapas universais, chegando ao nível do desenvolvimento. Aborda que a formação das modernas sociedades industriais é mais facilmente compreendida quando nós a estudamos sob diferentes ângulos dentre os quais ele vai destacar o desenvolvimento das suas próprias forças produtivas o ângulo da própria transformação das estruturas sociais e também o do marco institucional e dentro dos quais dos ângulos essas forças vão operar.
Então, Celso Furtado (1968) aponta que a sua análise capta o problema de subdesenvolvimento como sendo uma realidade histórica, decorrente da técnica moderna no processo de constituição de uma economia considerada de escala mundial. O subdesenvolvimento deve ser compreendido como um fenômeno da história moderna comum dos aspectos da própria propagação da revolução industrial e, nesse sentido, o estudo do subdesenvolvimento não pode se realizar isoladamente. Não deve ser compreendido como sendo uma fase do processo de desenvolvimento que seria necessariamente superada sempre que atuassem alguns fatores conjuntamente.
Outro aspecto marcado por Sen refere-se aos casos nos quais as liberdades individuais e os direitos civis básicos são sistematicamente negados a uma grande parcela da população de países desenvolvidos. Sen mostra com isso que existe uma ambivalência do conceito, no entanto, significa dizer que mesmo os países centrais que tem uma parcela da população vivendo em situação precária não os torna em subdesenvolvidos e, nem as classes que possuem esse bem estar nos países subdesenvolvidos torna esses países desenvolvidos. Então, o conceito para conseguir abarcar essa clivagem deveria ter uma capacidade analítica de apreensão dessas contradições do mundo empírico e real. (SEN,2010)
Outro aspecto interessante que Furtado (1968) nos revela é tanto o desenvolvimento e quanto o subdesenvolvimento são coetâneos. As economias que provocaram e lideraram os processos de formação de um sistema econômico de base mundial provocaram também o subdesenvolvimento em países periféricos do sistema, não podendo estes repetir a experiência das economias desenvolvidas. Somente a partir dessa perspectiva seria possível captar o que é específico do subdesenvolvimento e, assim, aprender onde a experiência dos países desenvolvidos deixaria de apresentar legitimidade para os países subdesenvolvidos cujo avanço pelos caminhos do desenvolvimento passa a depender apenas da sua própria capacidade para criar-se neste ponto uma história. (FURTADO, 1968, p.4)
Nesse entendimento, Furtado (1968) descreve que o desenvolvimento e o subdesenvolvimento devem ser compreendidos dentro de uma mesma chave de interpretação, porque ambos seriam produtos da história moderna. Por ambos serem aspectos da revolução industrial, devem, portanto, ser estudados de maneira interligadas. O subdesenvolvimento só pode ser compreendido a partir do confronto a ideia de desenvolvimento. Sendo assim,
Pelo mesmo fato de que são coetâneos das economias desenvolvidas, isto é, das economias que provocaram e lideraram o processo de formação de um sistema econômico de base mundial, os atuais países subdesenvolvidos não podem repetir a experiências dessas economias. (FURTADO, 1968, p.4)
Contudo, para Florestan Fernandes (2006), não existi uma forma ou modelo único de acumulação capitalista como o pensamento eurocêntrico havia se propagado. Na verdade, o capitalismo tem um caráter plástico no sentido de se moldar a distintas realidades promovendo em maior ou menor grau a exploração da força de trabalho e das distintas situações econômicas, sociais e culturais de onde se instala. (FERNANDES, 2006, p.337)
Mesmo que ocorresse uma forma na qual o desenvolvimento fosse igual em todos os lugares e tempos, esta não conseguiria garantir uma evolução uniforme do capitalismo e nem a consolidação da dominação burguesa. (FERNANDES, 2006, p.339)
Quanto ao que diz respeito aos países latino-americanos, Furtado (1968) destaca que estes tiveram um processo de desenvolvimento com características extremamente diferentes dos países do bloco hegemônico. Tiveram que procurar um caminho da diversificação das estruturas econômicas para alcançar um adequado crescimento. Nessa conformidade, a industrialização dos países da América Latina não teve a intenção de romper com os esquemas de divisão internacional do trabalho. (FURTADO, 1968, p.7)
A industrialização latino-americana constitui um caso típico do que se chama de desenvolvimento mediante um processo de substituição dinâmica das importações. Os investimentos são orientados no sentido de diversificar a estrutura produtiva afim de satisfazer os requerimentos de uma demanda que antes era atendida por meio das importações. Então a natureza substitutiva das importações vai constituir, segundo Furtado (1968) uma das causas básicas da especificidade da própria industrialização latino-americana. (FURTADO, 1968).
Nesse cenário, surge a discussão relacionada com a urbanização dos países capitalistas modernos, criando um novo tipo de sociedade que se estruturou a partir de classes sociais, burguesia proletariado. A partir daí, surgem os antagonismos de classe. (FURTADO, 1968)
Assim, a classe capitalista, ao tomar conhecimento da superação, percebe o valor de institucionalizar os conflitos existentes colocando-os na estrutura. Regula-se, portanto, o direito a greve e modificações nas instituições políticas, tentando adaptá-las aos requerimentos de uma sociedade cujo dinamismo vai decorrer do próprio antagonismo das classes.
No caso brasileiro o destaque vale para como se constituiu a burguesia, nacional. Esta pode ser considerada como fruto de estratos da oligarquia rural, de um resquício de elites coloniais bem como novos estratos que surgiram do processo de industrialização. Contudo, a burguesia nacional não surgiu, exatamente, a partir do processo de antagonismos entre as classes, como no caso clássico dos países hegemônicos. Tão pouco foi somente fruto da constituição dos interesses de classe, envolve aí questões da colonialidade e da dependência econômica e associação com o capital externo, ou seja, condições exógenas ao território nacional. (FURTADO,1968, p.9)
Nesse registro, as burguesias nacionais dos países periféricos possuem características peculiares, detém um forte poder de econômico, social e político, de base e com alcance nacional, controlam o Estado e sua máquina burocrática administrativa, contam ainda com o suporte externo para modernizar as formas de socialização, cooptação ou de repressão inerentes à dominação burguesa. (FERNANDES, 2006, p.345)
Torna-se, em vista disso, uma tarefa extremamente difícil retirá-la do poder ou movê-la politicamente utilizando os mecanismos oficiais de confronto ou constrangimento. Isso significa que a classe burguesa nacional periférica, luta não nos mesmos moldes ou pelas mesmas coisas que a burguesia hegemônica, até porque estão em condições distintas. Enquanto a burguesia dos países centrais já tinha atingido um grau de maturação econômica, social e política de dominação, a burguesia nacional periférica luta pela sua sobrevivência e do capitalismo dentro do espaço nacional.
O que Florestan (2006) coloca em pauta é que, geralmente, o pensamento, entre a transformação capitalista e a dominação burguesa nos países de economia capitalista periférica e dependente ou subdesenvolvida, tinha-se em mente duas presunções.
A primeira diz respeito a compreensão de que as economias capitalistas dependentes tenderiam a repetir o ciclo clássico ocorrido nos países centrais, como Inglaterra e França. Não obstante, ao que Rosa Luxemburgo, citada por Florestan, nos mostra que, “a expansão capitalista da parte dependente da periferia estava fadada a ser permanentemente remodelada por dinamismos das economias capitalistas e do mercado capitalista mundial” (LUXEMBURGO, Apud. FERNANDES, 2006, p.339)
Em segundo lugar, para existir a autonomização do desenvolvimento capitalista necessita-se de uma ruptura com a dominação externa e/ou colonial (imperialista e neocolonial). Se a situação colonial ou neocolonial se perpetua, da mesma forma se perpetuará o tipo de capitalismo dependente. Sendo assim, a expropriação capitalista externa e o de subdesenvolvimento relativo continuará como condições e efeitos inelutáveis. (FERNANDES, 2006, p.339)
Para Florestan, a Revolução Burguesa (RB) na periferia do capitalismo perdeu seu caráter revolucionário por ser retardatária, só pode ser considerada como de caráter burguês por se integrar a um processo contínuo ao longo do tempo refletindo as contradições de classes com suas condições históricas e antagônicas.
Período de 1964 a 1985 – A Ditadura Empresarial-militar
Florestan Fernandes nos aponta que as conexões entre a dominação burguesa e as transformações capitalista se modificam de maneira mais ou menos rápida dependendo da consolidação capitalista no Brasil, agudizando-se dentro do capitalismo monopolista. Assim, pode-se afirmar que a industrialização teve papel central para a modificação na organização, dos dinamismos e a posição da economia urbana dentro do sistema capitalista brasileiro. Tal processo não dinamiza apenas os centros urbanos nacionais, mas também tornas as cidades do interior em satélites dos grandes centros urbanos.
De acordo com o autor, existe uma dupla articulação, na qual se engendra a dominação burguesa, nos países periféricos de um modo típico que se “adapta estrutural, funcional e historicamente, a um tempo, tanto às condições e aos efeitos do desenvolvimento desigual interno quanto às condições e aos efeitos da dominação imperialista externa.” (FERNANDES, 2006, p. 349)
Quando a crise de transição atingiu o ápice, aquelas classes definiram não só sua lealdade, mas também suas tarefas políticas e sua missão histórica na direção de um desenvolvimento acelerado e de uma revolução institucional que implicavam a mesma saída: a revolução nacional continuaria a ser dimensionada pela infausta conjugação orgânica de desenvolvimento desigual interno e dominação imperialista externa. (FERNANDES, 2006, p. 349 e 350)
Nessa conformidade, as classes burguesas brasileiras buscaram compatibilizar a revolução nacional com o capitalismo dependente e subdesenvolvimento, assumindo, frente a dupla articulação, uma posição pragmática e realista, demonstrando a devida racionalidade burguesa. Isso, no entanto, não impediu uma revolução nacional, quer dizer, na verdade é ela que constitui o eixo político de dominação burguesa e do controle do Estado pela burguesia. Contudo, esta revolução deve estar dentro da ordem compatível com o capitalismo dependente que tem por interesse consolidar o poder burguês por meio das estruturas e funções de sua dominação de classe. (FERNANDES, 2006, p.350)
É, justamente, neste ponto que vale a pena salientar uma questão pertinente acerca da dominação burguesa, o alcance da dominação em fazer de seus interesses de classe como interesse da nação como um todo, fazendo isso por meio da mediação do Estado. (FERNANDES, 2006, p. 350)
A partir dessa ideia a burguesia por meio da tecnocracia estatal vigente no período da ditadura modificou toda a estrutura burocrática e administrativa para uma lógica empresarial e técnica, aparentemente sem cunho político. Entretanto, isso não é possível, pois toda a forma de gestão ou gerência é uma escolha política, dessa maneira a não escolha política diz muito sobre as gestões militares-empresariais. (IANNI, 2019)
Nesse sentido, é possível notar que a burguesia nacional, estruturalmente se transfigura em uma burguesia pró-imperialista, incapaz de passar mecanismos auto protetivos, mesmo que indiretos, e assumi passivamente ações imperialistas, seja no plano dos negócios, no plano diplomático até no político. (FERNANDES, 2006, p. 355)
Fernandes destaca que a partir,
Desse ângulo, dela provém a opção interna das classes burguesas por um tipo de capitalismo que imola a sociedade brasileira às iniquidades do desenvolvimento desigual interno e da dominação imperialista externa. (FERNANDES,2006, p.353)
Como aponta Dreifuss, (1981), o Estado montou todo um aparato administrativo de financiamento, estabelecendo ‘anel burocrático empresarial’ que forneceu suporte econômico e financeiro estimulando novos e antigos empreendimentos e setores da economia nacional por meio de financiamentos extremamente vantajosos ao empresariado brasileiro e estrangeiro. (DREIFUSS, 1981, p.98)
O planejamento era necessário ao capitalismo monopólico, para servir a dois propósitos. O primeiro selecionar temas, tópicos e diretrizes, em segundo lugar, determinar o acesso de frações de ou setores nos centros burocráticos de tomada de decisão. Era notório que essa rede tinha um comando e um direcionamento, comando das oligarquias ou do bloco modernizante conservador e atuava em detrimento próprio e de interesses do capital monopolístico.
A tecnocracia estatal vigente no período da ditadura modificou toda a estrutura burocrática e administrativa para uma lógica empresarial e técnica, aparentemente sem cunho político. Entretanto, isso não é possível, pois toda a forma de gestão ou gerência é uma escolha política, dessa maneira a não escolha política diz muito sobre as gestões militares-empresariais. Assim, podemos destacar que a ascensão de determinadas parcelas ou figuras dentro das forças armadas brasileiras que tinham por objetivo o desenvolvimento empresarial seguro no país.
Primeiro a burguesia busca, acima de tudo, preservar suas circunstâncias de poder econômico, político e cultural para assim continuar a se manter, impondo seu poder burguês e dando continuidade histórica. Segundo produzir mecanismos que insiram a burguesia brasileira no mercado internacional para, assim, assegurar ao poder burguês meios externos acessíveis de suporte, de renovação e fortalecimento. Em terceiro e último lugar, a burguesia nacional tem por objetivo preservar e unificar controles diretos e indiretos da máquina estatal para assim, conseguir uma fluidez maior entre o poder político estatal e a dominação burguesa. A intenção é fundir ao máximo o poder burguês, fornecendo uma institucionalidade e com alcance nacional. (FERNANDES, 2006, p.354)
Assim, foram introduzidos conceitos do planejamento empresarial na máquina estatal a partir da criação da Comissão Mista Brasil-Estados Unidos de Desenvolvimento Econômico. As recomendações indicavam a criação de uma série de agências e órgãos públicos, o mais importante deles foi o Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico (BNDE). Este teve a função de apoiar financeiramente aos investidores e projetos privados, fornecendo vantagens econômicas às companhias multinacionais. (DREIFUSS, 1981)
As associações de classe compostos por empresário de multinacionais perceberam interesses em comum na necessidade de modernização do país e em estabelecer desse modo canais apropriados para disseminação de seus interesses e o fortalecimento desse anel burocrático empresarial. A existência dessas associações de classe manifestava o alto nível de consciência coletiva atingido pelos interesses do bloco empresarial. A proteção corporativa de seus empreendimentos econômicos deu lugar ao ativismo em prol do avanço político de seus interesses econômicos. (DREIFUSS, 1981, p.93)
Conclusiones:
O Brasil, como os demais países da América Latina, possui muitas particularidades em comum, como por exemplo os agentes que atuam nesse mercado global competitivo e dinâmico. Entre eles, podemos verificar o Banco Mundial, os Bancos Europeu e Nórdico de Investimentos, as agências estatais de seguro e créditos de exportação, finlandesas, suecas, norueguesas, alemães, empresas europeias de maquinário e tecnologia “florestal”, BNDES, Grupos Suzano, Votorantim, Aracruz, Vale do Rio Doce, Klabin, Centros Universitários, notadamente os de formação de engenheiros florestais e agrônomo.
De acordo com Dreifuss (1981) e Ianni (2019), o Estado participou diretamente desses arranjos de interesses. Após o golpe e todo o período do regime ditatorial, verificou-se o estímulo do plantio de eucalipto no norte do Espírito Santo.
Na metade da década 1960, na vigência da ditadura empresarial-militar, quando iniciaram os plantios industriais para celulose e carvão, houve inúmeros investimentos diretos e indiretos e as políticas de fomento ao setor. Assim: 1965, lei 4771, do Novo Código Florestal; 1966, a lei 5106, de incentivos fiscais; 1967 foi criado o Instituto Brasileiro de Desenvolvimento Florestal (IBDF); 1970, decreto-lei 1134, que permite às “pessoas jurídicas” reinvestir 50% no IR em “empreendimentos florestais”, por meio do IBDF; 1974, decreto-lei 1376, e criação do FISET, o Fundo de Investimentos Regionais, operado pelo Banco do Brasil; 1974, o decreto 79046 redesenha o setor, para ganhos em escala e produtividade; 1975, o primeiro PNPF - Plano Nacional de Papel e Celulose. (IANNI, 2019 e DREIFUSS, 1981)
Cabe o destaque para a reformulação do BNDE, que antes da instauração da ditadura empresarial-militar possuía um a função de ser o ator político/econômico que desenvolvia e implantava infraestrutura por todo território nacional, com foco em sua modernização, como no caso da eletrificação. Possuía um caráter de banco público com a dinamização mais global em termos econômicos. Durante o período o banco assume um papel de grande incentivador, tomando para si a tarefa de promover a industrialização e o desenvolvimento econômico nacional.
Ainda na década de 1960, o BNDE cria vários tipos de fundos que apoiavam setores industriais e agroindustriais prevendo a compra de equipamentos e maquinários e incentivando a importação através de subsídios financeiro para esse tipo de operação. Assim, tinha-se os seguintes fundos: o Fundo Agroindustrial de Reconversão (FUNAR), o Fundo de Desenvolvimento Tecnológico e Científico (FUNTEC), o Fundo de Desenvolvimento da Produtividade (FUNDEPRO), o Fundo Especial para Financiamento de Capital de Giro (Fungiro) e o Fundo de Financiamento para Aquisição de Máquinas e Equipamentos Industriais (FINAME). (BNDES, 2012, p.51)
No ano de 1978, Associação Nacional dos Fabricantes de Papel e Celulose (IANFOCI), propôs ao BNDES a realização de um estudo que “diagnosticasse o "estado da arte" da cadeia produtiva de papel no país e a viabilidade de desenvolver uma indústria nacional de celulose e papel”. Assim, o BNDES financiou o estudo quase em sua totalidade. O estudo mostrou caso a implantação da indústria tivesse objetivado o mercado externo, teria sido possível aproveitar as economias de escala com o processo de produção de celulose e papel. (JUVENAL e MATTOS, p.55)
De acordo com os estudos realizados e financiados pelo BNDES, por meio do Conselho de Desenvolvimento Industrial do banco, outorgou a Resolução 11 e a Portaria 78 de outubro, ambos documentos do ano de 1972. Ambos asseguraram a concessão de incentivos fiscais a projetos de instalação de fábricas de celulose e papel desde que estas contemplassem uma produção mínima. (JUVENAL e MATTOS, p.56)
A Aracruz Celulose foi fundada em 1967, dentro desse cenário de subsídios ao setor de celulose e papel, tendo como proprietário o empresário norueguês Erling Lorentzen, com participação de outros acionais inclusive o próprio BNDE, suportado pela Ditadura Brasileira, através da Lei número 5.106/66 que previa abatimentos de até 50% no imposto de renda das empresas que realizassem florestamento e reflorestamento. (Brasil,1966)
Segundo Barcellos (2009), em sua tese de doutorado “Desterritorialização e R-existência Tupiniquim: mulheres indígenas e o complexo agroindustrial da Aracruz Celulose”, a empresa Aracruz Florestal pagou “[...] a quantia simbólica de oito décimos de centésimos de cruzeiro por cada metro quadrado, 30.000 ha. (trinta mil hectares) de terra indígena.” (BARCELLOS, 2009, p. 137)
No mesmo ano da criação, a Aracruz começa o plantio de eucalipto se beneficia dos subsídios ofertados pela Lei 5.106 (BRASIL, 1966) além de financiamentos do BNDES. Em 1968, a empresa conseguiu recursos por meio do Programa de Diversificação do IBC/GERCA que disponibilizou a quantia de NCr$ 1.500.000 (um milhão e quinhentos mil cruzeiros novos), para aquisição de maquinários de plantio. (BARCELLOS, 200, p.217)
Segundo Loureiro, no texto “A instalação da empresa Aracruz Celulose S/A e a “moderna” ocupação das terras indígenas Tupiniquim e Guarani Mbya”, a Aracruz recebeu incialmente dez mil hectares que anteriormente eram explorados pela Companhia Ferro e Aço de Vitória (Cofavi). Iniciou logo o plantio de eucalipto no município com a introdução da monocultura e forte tendencia à concentração fundiária desde sua implantação. (LOUREIRO, 206, p.10)
De acordo com Dalcomuni (1990), em sua dissertação de mestrado “A Implantação da Aracruz Celulose no Espírito Santo – Principais Interesses em Jogo”, a ARACRUZ CELULOSE S.A (ARCEL) é citada na relação de corporações que pediram financiamento para o BNDE nos respectivos anos: 1974, 1975, 1976, 1977, 1978, 1979, 1980, 1988 e 1990.
Houve ainda grande desembolso por meio do Fundo de Financiamento para Aquisição de Máquinas e Equipamentos Industriais (FINAME) atualmente compõe o sistema BNDES, para empresas do setor de celulose e papel.
No objetivo de concluir o presente trabalho, vale retomar a ideia de Amartya Sen, quando da instauração do processo de desenvolvimento, é possível notar que este não se trata de um processo homogêneo, nem justo para a população como globalizante. Sendo possível perceber discrepâncias do exercício dos direitos e liberdades.
Para Florestan Fernandes (2006), a burguesia de países latinoamericanos, em muitos casos, se alia ao capital internacional promovendo para dentro de seu próprio território uma economia imperialista para se manter no poder. (FERNANDES, 2006, p. 355)
Segundo Dreifuss (1981), pode-se afirmar que no período do regime ditatorial, o bloco emergente modernizante-conservador visou a uma acomodação, embora conflitante ideologicamente, com o bloco populista. (DREIFUSS, 1981)
Verifica-se, ainda de acordo com Dreifuss (1981), que o empresariado não só apoiou o golpe militar de 1964, mas se beneficiou em grande medida da ditadura por meio de financiamentos e incentivos fiscais oferecidos, seja por bancos públicos ou suas subsidiárias. Dessa forma, se estabelecer e ampliaram seus negócios calcados no ideário de desenvolvimento econômico. (DREIFUSS 1981)
Bibliografía:
ACSELRAD. Henri. XIII Congresso Brasileiro de Sociologia 29 de maio a 1 de junho de 2007, UFPE, Recife (PE) Grupo de Trabalho: "Globalização da Agricultura e dos Alimentos" Título do trabalho: O movimento de resistência à monocultura do eucalipto no Norte do Espírito Santo e Extremo Sul da Bahia
BARCELLOS, Gilsa Helena. Desterritorialização e R-existência Tupiniquim: mulheres indígenas e o complexo agroindustrial da Aracruz Celulose. Tese de doutorado apresentada ao Programa de Pós-Graduação do Departamento de Geografia da Universidade Federal de Minas Gerais.
BRASIL, Lei número 5.106. 02 de setembro de 1966. BNDES. Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social. O setor de celulose e papel. 50 anos: Histórias Setoriais.
COSTA PINTO. O Desenvolvimento: seus processos e seus obstáculos. Journal of Inter-American Studies, Vol. 4, No. 3 (Jul., 1962), pp. 297-312.
DALCOMUNI, Sonia Maria. A implantação da Aracruz Celulose no Espírito Santo – Principais interesses em jogo. Dissertação de mestrado apresentada 22 ao Programa de Pós-Graduação em Desenvolvimento Agrícola da UFRRJ. Julho de 1990.
DREIFUSS, Renè Armand. 1964: A conquista do Estado, ação política, poder e golpe de classe. 1981. Ed. Vozes. Petrópolis.
FLORESTAN, Fernandes. Cap. 7 O modelo autocrático-burguês de transformação capitalista. In. A revolução burguesa no Brasil: ensaio de interpretação sociológica, Ed. Guanabara, Rio de Janeiro, 1975.
FURTADO, Celso. Da ideologia do progresso à do desenvolvimento. (1968)
IANNI Octavio. A ditadura do grande capital. São Paulo. Expressão Popular. 2019.
JUVENAL, Thaís Linhares e MATTOS, René Luiz Grion. p.49-76. 2002. Org. SÃO PAULO, Elizabeth Maria de e FILHO Jorge Kalache. Rio de Janeiro. In.
LOUREIRO, KLÍTIA. A instalação da empresa Aracruz Celulose S/A e a “moderna” ocupação das terras indígenas Tupiniquim e Guarani Mbya. Revista Ágora, Vitória, n.3, 2006, p. 1-32.
SEN, Amartya. Desenvolvimento como liberdade. São Paulo. Companhia das Letras, 2010
Palabras clave:
Responsabilização empresarial, ditadura brasileira, Desenvolvimento
Resumen de la Ponencia:
A reflexão que segue destaca a “questão social” como categoria que articula elementos “arcaicos e modernos”, definindo, dinamizando e reproduzindo o capitalismo dependente e periférico brasileiro. O processo histórico que funda a nossa formação e modo de produção social que estrutura e organiza a sociedade, se caracteriza pela “modernização conservadora” e a “autocracia burguesa” que assentam a nossa revolução burguesa e o padrão de dominação das elites. “Os Sertões”, referência primordial nas Ciências Sociais no Brasil, inaugura a análise da nossa formação sociohistórica na perspectiva cientifica e conservadora, articulando jornalismo, literatura e debate cientifico, reflete a oposição entre o arcaico e o moderno, civilização e barbárie, sertão e litoral, cultura e messianismo, brancos, negros e mestiços. Retrata o choque brutal entre a sociedade estamental-senhorial-escravocrata e a ordem burgo-capitalista liberal ascendente. Por fim, manifesta os dilemas teóricos, políticos e sociais do seu tempo, fulgurando o século XX republicano, liberal, capitalista, moderno e autoritário, cuja repressão a “questão social” e a luta de classes consagraria a República Oligárquica, culminando com a consolidação do capitalismo brasileiro, a burguesia industrial, a ascensão do proletariado e o surgimento das Ciências Sociais no Brasil. Caio Prado Júnior, Florestan Fernandes, Celso Furtado, Fernando Henrique Cardoso, Octávio Ianni, Oliveira Vianna, José Paulo Netto e György Lukács serão os interlocutores desse debate, na perspectiva do materialismo dialético, considerando a “questão social”[1] inerente ao capitalismo e a sociedade burguesa, em que se evidencia o autoritarismo brasileiro assentado na raiz histórica da ordem senhorial-escravocrata. Entendida como o conjunto de problemas econômicos, sociais e políticos que recaem sobre os trabalhadores e as massas empobrecidas, representa o espaço de reprodução do capitalismo e o campo da luta sociopolítica, ou seja, o campo em que a luta de classes adquire materialidade. Deste modo, a “questão social”, adquire ou assimila características particulares, considerando o processo histórico, as etapas de desenvolvimento do capitalismo e o lugar que cada país ocupa na divisão internacional do trabalho, reproduzindo, renovando e intensificando a acumulação, a dependência e as formas de dominação burguesa na periferia. Palavras chave: “questão social”, modernização conservadora, autocracia burguesa, capitalismo dependente. [1] Segundo Marx, a “questão social”, entendida como o problema dos trabalhadores pobres, miseráveis, sem trabalho, vagabundos, inválidos e impossibilitados de trabalhar é anterior a Revolução Industrial e ao capitalismo, remonta ao século XIV, conforme O Capital, capítulo 24. (Marx, Nova Cultural, 1985).Resumen de la Ponencia:
A sociologia brasileira tem sido influenciada, cada vez mais, por demandas de internacionalização e questionada acerca da condição periférica ocupada por essa tradição no meio internacional. Contudo, cabe mencionar que o país sempre conviveu com uma intensa comunicação com os ambientes acadêmicos de outros países. Um exemplo é a realização de doutorados no exterior, que caracteriza boa parte da formação intelectual dos sociólogos brasileiros. Neste paper, analisam-se condicionantes da realização de doutorados no exterior, por sociólogos, entre 1964 e 1985. A partir da análise dos dados quantitativos, extraídos da plataforma Lattes, focados no período de ida ao exterior, país de destino e agência de financiamento, foi possível analisar o perfil e os condicionantes à circulação destes pesquisadores no exterior. A adoção de dados de natureza qualitativa, a partir de 16 entrevistas com sociólogos brasileiros, viabilizou a composição de um quadro mais aprofundado das intencionalidades e percepções que permearam estes processos de fluxo internacional. Até o ano de 1975, antes da criação do I PNPG (Plano Nacional de Pós-Graduação) e do fortalecimento de agências de financiamento de bolsas de estudo internacionais, é possível notar que o número de sociólogos formados no Brasil e no exterior possui patamares similares, o que passa a se modificar após os anos 1980. O fluxo de sociólogos em busca de formação acadêmica, durante o período da ditadura militar como um todo, correu para os países de maior prestígio acadêmico para as ciências sociais brasileiras contemporâneas: Estados Unidos, França, Grã-Bretanha e Alemanha. Contudo a presença do México mostra-se relevante durante os anos 1970 e 1980. Encontram-se evidências razoáveis para creditar à proeminência dos Estados Unidos enquanto principal destino até 1975 ao papel da Fundação Ford como único financiador razoavelmente contínuo, processo que vem a ser substituído pela liderança francesa na segunda fase da ditadura militar.O papel repressor da ditadura militar foi crucial para explicar o fluxo de sociólogos ao exterior durante a primeira metade do regime. Neste período, o papel de bolsas da Fundação Ford foi central, em complemento a outras fontes dispersas de financiamento, dentre as quais pode-se destacar o Ökumenischen Studienwerk da Igreja Luterana Alemã. Por fim, pode-se mencionar o papel de redes de mediadores para a viabilização da circulação internacional durante este período de baixa institucionalização das agências nacionais de fomento à ciência. Esta fase, que vai até o ano de 1975, distingue-se do intervalo seguinte (1976-1985) com a maior institucionalização da Capes e do CNPq, aumento do fomento do governo brasileiro para a capacitação de cientistas no exterior, e diminuição do papel de redes de contatos para acessar meios de circulação
Introducción:
A internacionalização da sociologia brasileira tem sido, cada vez mais, alvo de debate, o qual é, em geral, permeado por questionamentos acerca da condição periférica ocupada por essa tradição no meio internacional. Indicadores diversos são utilizados para destacar a marginalidade do país nos debates globais, como a baixa quantidade de publicações internacionais, dificuldade das/dos autoras/os em serem citados em artigos ou livros estrangeiros, falta de interesse em tensionar pressupostos teóricos de intelectuais do centro, e a tendência a reproduzir reflexões teóricas de acadêmicos consagrados no Norte Global.
Autores como Dwyer (2013) e Scalon e Miskolci (2018), argumentam que o Brasil está longe de ter uma produção verdadeiramente internacionalizada, tendo em vista que a circulação no exterior, de nossas produções sociológicas, estaria ainda circunscrita a se realizar entre países com proximidades do ponto de vista linguístico e geográfico, mais especificamente as nações latino-americanas - o que se enquadraria como uma “internacionalização estreita” (DWYER, 2013). Segundo um survey produzido pela Sociedade Brasileira de Sociologia (SBS) em 2009, a sociologia brasileira se caracterizaria por ter um debate majoritariamente nacional. Na pesquisa, notou-se que em torno de 70% das/dos associadas/dos haviam publicado artigos em revistas do país e 70% publicaram capítulos de livros, ao passo que apenas 25% o fizeram em revistas internacionais, das quais a maior parte eram latino-americanas (DWYER, 2013).
Contudo, observa-se que no decorrer do intervalo entre 2000-2019 houve um considerável aumento em programas de mobilidade internacional nas pós-graduações brasileiras, como a expansão de pós doutorados, que passaram de 125, em 2005, para 252 em 2015, estágios sêniors no exterior, que cresceram de 53, em 2010, para 259 em 2015, sendo acompanhados de um crescimento no número de bolsas sanduíche, que quintuplicou nos últimos 10 anos, tendo saltado de 244, em 2005, para 1156 em 2015 SCALON E MISKOLCI (2018). Além disso, segundo o estudo de Scalon e Miskolci (2018) o número de coautorias na área de Sociologia e Ciência Política aumentou consideravelmente nos últimos 20 anos, cifras que, todavia, mantêm-se consideravelmente abaixo das de países do Norte Global como França, Alemanha e Estados Unidos, e mesmo de nações que possuem níveis de renda semelhantes, ou inferiores, aos nacionais, como China, índica, Russia e África do Sul.
Isto posto, apesar das baixas cifras em se tratando de índices de internacionalização, sabe-se que parcela considerável das/dos cientistas sociais brasileiras/os formados nos últimos 50 anos, realizaram parte de suas formações em universidades estrangeiras, processo que marcou bastante o campo brasileiro nos anos 70, a partir de formas de financiamento internacionais (CANÊDO, 2018) (MICELI; SMITH, 1993). Seria errôneo dizer que a sociologia brasileira não tem mantido uma considerável troca com o ambiente internacional desde o seu processo de profissionalização em solo nacional. Seja no decorrer da fundação de algumas de nossas primeiras instituições, como o programa de ciências sociais da USP, produto de uma missão francesa (PEIXOTO, 2001) (CARDOSO, 1982), seja pelo acesso a fontes de financiamento e construção de instituições por meio da fundação Ford nos anos 70 - ou pelo recente aprofundamento da demanda por publicação em ambientes internacionais - nossa sociologia sempre esteve em constante contato com o meio intelectual estrangeiro e a literatura sobre a história do campo nacional atesta isto (LIEDKE FILHO, 2005; MAIO, 1999; MICELI, 1989).
Este artigo tem o interesse em contribuir com o campo da história das ciências sociais no Brasil a partir de uma visão focada na circulação internacional de sociólogos. Foca-se em um estudo dos elementos concretos que conformaram historicamente a circulação internacional de sociólogas/os e produções intelectuais brasileiras após o início da ditadura militar brasileira. A pretensão aqui é de ao dar sentido aos mecanismos que influenciaram as formas de circulação internacional de sociólogos nacionais, compreender condições que ajudaram a estruturar a posição periférica do Brasil no campo sociológico até a atualidade. Isto posto, toma-se como principal tarefa deste artigo responder a seguinte pergunta: Quais elementos condicionaram a circulação internacional de sociólogas/os brasileiras/os durante a ditadura militar?
METODOLOGIA
Para realizar esta pesquisa, primeiramente, decidiu-se por buscar meios de levantamento de dados que comportassem informações sobre a realização de mestrados e doutorados no exterior feitos por sociólogos brasileiros.
Posto que a pesquisa tem interesse em compor um quadro geral da história de circulação destes intelectuais, tendo como ponto de partida o contexto da ditadura militar, levantaram-se dificuldades acerca da existência de bases de dados que sistematizassem informações desta natureza. Uma primeira possibilidade de inventário desta natureza seria a partir do estabelecimento de contato com agências de financiamento de cientistas brasileiros, como Capes, CNPq e Fundação Ford, contudo, ao fazê-lo, o pesquisador estaria restringindo sua análise apenas àqueles que foram financiados pelas instituições em questão. Mais do que isso, contar com a existência de bases de dados estruturadas por essas instituições para períodos não tão próximos à contemporaneidade seria uma aposta deveras otimista.
Posta esta dificuldade metodológica, partiu-se para a decisão de trabalhar com dados advindos da Plataforma Lattes. Tendo em vista a forte disseminação deste meio na sistematização de currículos no campo científico brasileiro, tomou-se que este seria o melhor veículo para trabalhar com a busca por informações como local de realização de mestrado e doutorado, instituição de vínculo no exterior e agência de financiamento para mobilidade. Certamente é importante mencionar que o conteúdo que alimenta a plataforma é incluído pelos próprios pesquisadores e pode acabar impondo imprecisões de dados, lembrando que a plataforma foi criada a partir dos anos 1990 e muitos cientistas tiveram que consolidar seus currículos de forma retroativa, o que pode incorrer em erros. Contudo, frente as possibilidades exíguas de dados que permitissem uma montagem de um quadro histórico desta natureza, a plataforma lattes mostrou-se como um meio promissor de coleta de informações.
Todavia, os dados da plataforma Lattes não estão sistematizados e disponibilizados para acesso aberto, nem organizados ou classificados sob áreas claramente definidas que permitissem o download direto das informações de interesse deste trabalho. Posto que desejava-se pesquisar especificamente a partir de currículos de sociólogos brasileiros, decidiu-se por buscar algum tipo de mecanismo que ajudasse a definir as fronteiras do campo, apesar destas não serem tão rígidas nem claramente definidas. Uma saída encontrada foi trabalhar com pesquisadores vinculados a programas que são avaliados pela Capes como pertencentes à Área de Sociologia. Isto posto, foi feita uma busca nas bases de dados de acesso público da Plataforma Sucupira, mais especificamente no ambiente virtual “Dados Abertos – Capes”, de informações sistematizadas sobre professores de programas avaliados na área de sociologia. A partir disto foi possível capturar informações organizadas em formato planilha a partir do ano 2000 até o ano de 2019. Tal levantamento viabilizou a montagem de uma lista de pesquisadores brasileiros vinculados a programas de sociologia que mantiveram relação com suas instituições até, ao menos, o ano 2000.
Esta lista de sociólogos de condições à extração de dados de currículos específicos da Plataforma Lattes. A extração foi realizada por meio do download de todos os currículos da lista citada em formato XML, depois vindo a ser processados no software Base-X, proporcionando a montagem de uma base de dados que consolida informações de todos os currículos. Circunscritos apenas aqueles currículos que compõem a análise deste artigo, pesquisadores que realizaram sua formação no exterior até 1985, totalizam-se 273 sociólogos na base de dados. A existência desta fonte permitiu a construção de tabelas e gráficos com a frequência de realização de estudos no exterior durante o período da ditadura militar, assim como uma observação sobre países de destino e fontes de financiamento.
Visando dar lastro qualitativo a análise destas informações a pesquisa trabalhou com entrevistas que foram realizadas no âmbito do projeto “Memória das Ciências Sociais no Brasil” da FGV/CPDOC. Este projeto realizou 96 entrevistas com cientistas sociais brasileiros, e possui as transcrições e vídeos do material gravado, com acesso aberto no site da FGV/CPDOC. Foram analisadas entrevistas de 16 sociólogos entrevistados por esta iniciativa, os quais realizaram alguma parte de sua formação acadêmica no exterior durante o período que vai de 1964 a 1985. São estes: Anete Ivo, Aspásia Camargo, Carlos Benedito Martins, Clarissa Eckert, Dimas Floriani, Edna Castro, Elias Reis, Glaucia Villas Boas, Gláucio Soares, Josefa Cavalcanti, Licia Valladares, Maria Stela Grossi Porto, Paulo Henrique Albuquerque, Renato Ortiz, Silke Weber e Simon Schwartzman.
A partir da análise dos dados quantitativos sobre ano de ida ao exterior, país de destino e agência de financiamento, foi possível construir algumas análises sobre o perfil e os condicionantes à circulação destes pesquisadores no exterior. A adoção de dados de natureza qualitativa, a partir das entrevistas, viabilizou a composição de um quadro mais aprofundado das intencionalidades e percepções que permearam estes processos de fluxo internacional. Os resultados desta investigação são apresentados no tópico a seguir.
Desarrollo:
IAo se observar o perfil da circulação internacional de sociólogos brasileiros desde a segunda metade do século XX até a contemporaneidade, é possível notar a proeminência que a formação acadêmica no exterior passa a ter durante determinados e períodos em se observando a realização de doutorados. Como pode ser verificado, desde o período mais longínquo em que se tem registro na base de dados, até meados de 1979, a realização de doutorados fora do país operou em cifras bastante próximas à formação em instituições brasileiras. Observa-se que o número de sociólogos que iniciaram seus doutorados no Brasil passa a ter um descolamento considerável da curva referente a pós-graduações no exterior a partir dos anos 1980 e passando por um vertiginoso crescimento na década de 1990 que se estabiliza em patamares altos nos anos 2000. Isto posto, pode-se tomar que a geração formada até meados de 1980 possui um claro equilíbrio entre graduados no exterior e no Brasil.
Os dados comparativos de entrada em cursos de doutorado no exterior e no Brasil apontam claramente para uma correspondência entre o fenômeno da circulação internacional e a institucionalização das ciências sociais brasileiras. É fundamental frisar que o ensino superior brasileiro passa por severas mudanças a partir do final dos anos 60 e durante a década de 70. A promulgação do Parecer Sucupira de 1965, fundamentando a natureza do sistema de pós-graduação brasileiro, acompanhado e associado ao acirramento das demandas sociais por aumento de número de vagas no ensino superior, que culminaram nos movimentos pela reforma do sistema durante os anos de 1967 e 1968, foram pontapés importantes para a construção de um consenso social a cerca de maior expansão e institucionalização do ensino superior no país (MARTINS, 2009). Apesar do consenso sobre a necessidade de abarcar a demanda crescente e criar condições para a expansão do sistema, as formas de fazê-lo e as concepções que o perpassavam destoavam consideravelmente, processo que se faz notar pelo intenso debate político ideológico sobre os rumos do ensino superior no final dos anos 60 (BOMENY, 1994; CUNHA, 2007; MARTINS, 2009). Com o endurecimento do regime autoritário pelo AI-5, no ano de 1968, as concepções críticas desta mudança foram suprimidas, introduzindo-se a concepção do regime militar sobre o sistema de educação e ensino superior. Com o interesse da ditadura militar em coibir ações críticas ao governo e em posicionar o país internacionalmente em alinhamento com os Estados Unidos, no cenário da guerra fria, o modelo de ensino superior foi diretamente moldado pelo ideário da doutrina de segurança nacional, a qual, todavia, enxergava algum espaço de relevância às instituições de ciência e ensino superior em sua concepção de desenvolvimento e modernização (FERREIRA JR; BITTAR, 2008; FORJAZ, 1988). Isto permitiu a estruturação da expansão do sistema de ensino superior e seu aprimoramento a partir do governo Geisel, e tem como marco fundamental o Primeiro Plano Nacional de Pós-Graduação (I PNPG) e, além disso, o fortalecimento orçamentário, ainda que paulatinamente, de instituições de fomento à ciência e ao ensino superior como o CNPq e a CAPES (FERREIRA; MOREIRA, 2002; FORJAZ, 1988).
A menção ao papel crescente das instituições de fomento à pós-graduação como CAPES e CNPq e a criação do I PNPG é crucial para que se compreenda o perfil das formas de financiamento internacional para formação de sociólogos no exterior durante a ditadura militar. Primeiramente é possível notar que a curva de entradas em doutorados no Brasil se descola da de doutorados no exterior a partir de 1980 e passa a operar em um processo contínuo de crescimento desde então. Uma primeira explicação a este fato deve-se à questão do número de programas de pós-graduação no Brasil ser consideravelmente pequeno até meados dos anos 70, fazendo com que a proporção daqueles que buscavam a formação no exterior ser em média a mesma daqueles que o faziam em solo nacional. Neste período, os principais programas de pós graduação em áreas das ciências sociais existentes eram os da USP, UFRJ, UNB, UFPE e UFBA, sendo que os programas de doutorado, propriamente ditos, destes locais foram apenas criados em 1971, 1980, 1984, 1995 e 1999, respectivamente. O papel do I PNPG é, então, central neste processo pois, ao dar condições para a criação de programas de pós-graduação em ciências sociais no Brasil, passa a criar meios para que estudantes completassem todo o seu ciclo acadêmico no país. Os anos 1980 marcam justamente este momento de ruptura de um padrão de formação no exterior com a criação de programas de doutorado em várias instituições, processo que com forte crescimento até os anos 2000 (TRINDADE, 2007).
Algumas características podem ser observadas em se tratando dos países de destino dos mestrados e doutorados realizados pelos sociólogos brasileiros até o fim da ditadura militar. É possível notar a proeminência de Estados Unidos com 94 doutorados e mestrados somados, França com 89, Grã-Bretanha 29, Alemanha 17, México 14 e Bélgica 10, dentro do intervalo até 1985. Fica patente, consequentemente, a concentração do fluxo para os países com as principais tradições intelectuais aos quais a sociologia brasileira é comumente associada, América do Norte e Europa Ocidental. Ainda observando algumas características destes dados de destino observa-se que até o ano de 1976 os Estados Unidos são o principal destino de sociólogos brasileiros buscando formação em pós-graduação, sendo substituído pela França a partir do ano de 1977. A forte presença da França pode conter relação com a criação, em 1978, do Acordo Capes/Cofecub que firma a cooperação entre Brasil e França na formação de estudantes e passa a ser o mais bem estruturado programa de cooperação internacional para cientistas feio pela Capes deste então (AVEIRO, 2016; NUNES, 2006; SCHMIDT; MARTINS, 2005).
O período que compreende a ditadura militar brasileira tem dois padrões claramente identificáveis, no que diz respeito às fontes de financiamento para circulação internacional. É possível notar que do intervalo de 1953 a 1975 a Fundação Ford foi a principal fonte de financiamento de mestrados e doutorados no exterior pelos sociólogos brasileiros que integram a base, sendo a única com alguma frequência contínua neste período. Este primeiro intervalo pode ser caracterizado por uma pulverização de formas de financiamento dispersas e sem continuidade, como é o caso de algumas bolsas da CAPES, CNPQ, OEA, USAID e Ökumenisches Studienwerk. A partir de 1975 observa-se uma mudança de padrão de financiamento, com a emergência continuada de bolsas da CAPES e CNPQ, as quais passam a ser as principais fontes de recursos para financiamento de mestrado e doutorado de forma ininterrupta durante este período.
Destarte, os dados sobre os países de destino de sociólogos brasileiros, em seu processo de formação em nível de doutorado, podem ser explicados, ainda que em parte, pela conexão entre tais números e os tipos de financiamento para preparação de cientistas durante o intervalo analisado. A Fundação Ford tem importância histórica inegável na história das ciências sociais brasileiras, seja na promoção de bolsas ou mesmo no auxílio na construção e manutenção de instituições como o CPDOC na FGV do Rio de Janeiro, o IUPERJ, Museu Nacional do Rio de Janeiro, o PIMES/UFPE e o departamento de Ciência Política da Escola de Administração e Ciências Econômicas da UFMG(CANÊDO, 2018; MICELI; SMITH, 1993). A proeminência da Fundação Ford até meados de 1975 contribuiu diretamente para o fluxo direcionado aos Estados Unidos, ao passo que com a emergência, mais estruturada, das bolsas de agências brasileiras, Capes e CNPq, a quantidade de países destino ficou mais diversa. Neste segundo intervalo, pós 1975, um número maior de nações passa a compor o quadro de destino, apesar deste ficar circunscrito a algumas em regiões da Europa Ocidental que historicamente representam centros hegemônicos para o campo sociológico brasileiro, mais especificamente França, Grã-Bretanha e Alemanha. Contudo, é relevante pontuar a presença contínua do México a partir do ano de 1976, chegando a ser o terceiro principal destino de nossos sociólogos no exterior em anos como 1980. Este dado chama atenção por conta da baixa participação de outros países latino-americanos no intervalo observado.
IIUm dos elementos que complementam a questão do financiamento na conformação da circulação internacional de sociólogos brasileiros no período analisado é o papel repressor da ditadura militar e as trajetórias de fuga de militantes. Das 16 entrevistas com sociólogos analisadas, ao menos 7 apresentam relatos de repressão direta da ditadura sobre a vida dos entrevistados, com experiências que vão desde indiciamentos, atuação na clandestinidade, espionagem por parte do Estado, perda de amigos e a própria fuga. A ditadura certamente definiu as trajetórias de todos os intelectuais que estavam no país durante a vigência do regime, contudo, o estado de exceção influenciou mais diretamente alguns casos de circulação internacional. Entre estas destacam-se as experiências de Silke Weber, Simon Schwartzman, Glaucia Villas Boas, Dimas Floriani.
Ainda em relação com o papel da Ditadura Militar brasileira na diáspora de intelectuais fora do país é possível destacar o papel de bolsas de instituições religiosas como o Ökumenisches Studienwerk. Esta instituição, coordenada por Heinz Dressel, foi criada em 1972 pela Igreja Luterana Alemã, inicialmente com o foco na ajuda ao desenvolvimento de países mais pobres, e depois abarcando a temática da solidariedade a refugiados de regimes de exceção. A Obra Ecumênica de Estudos, como é chamada em português, teve como foco a promoção de bolsas de estudo para a formação de formação de “professores em nível de pós-graduação e permitiu a manutenção financeira e o prosseguimento dos estudos de diversos militantes políticos perseguidos pela ditadura civil-militar brasileira ou de pessoas sem perspectivas profissionais no Brasil” (RIBEIRO, 2020, p. 1). Entre os sociólogos com entrevistas analisadas nesta pesquisa e que fizeram parte do programa, destacam-se Glaucia Villas Boas e Clarissa Eckert.
IIIObservando este primeiro período de circulação internacional de sociólogos brasileiros, demarcado pelo intervalo até 1975 é possível extrair alguns elementos que singularizam o intervalo e suas formas típicas de ida ao exterior. Entre estes destaca-se o padrão de financiamento de baixa estruturação, o papel da repressão durante o período ditatorial e o acesso precário a mediadores pontuais.Primeiramente, este período pode ser caracterizado como um intervalo de proto-institucionalização em se tratando de meios de financiamento para formação no exterior. É possível notar que a pulverização de formas de subsídio a realização de mestrados e doutorados fora expressa em que medida este tipo de intercurso não tinha lastro institucional bem assentado na época, principalmente se pensado do ponto de vista da organização de agências nacionais, as quais, como a Capes e o CNPq, ainda eram bastante pequenas e não possuíam dotação orçamentária vultuosa para garantir a formação de quadros no exterior de modo sistêmico (FERREIRA; MOREIRA, 2002). Isto posto, as formas de financiamento acabam se expressando por meio de fontes pulverizadas do exterior como a Fundação Ford, a OEA e o Ökumenischen Studienwerk, as quais encontram-se entrelaçadas por interesses que envolvem desde a cooperação para o desenvolvimento até projetos filantrópicos ou mesmo em solidariedade a refugiados de regimes autoritários.
Além da segmentação de formas de financiamento escassas, destaca-se a influência direta da repressão do regime ditatorial sobre as trajetórias analisadas de forma a empurrar a busca ao exterior como meio de sobrevivência. Como foi possível observar, ainda que brevemente, nas trajetórias citadas, a repressão a militares, professores, instituições de ensino e pesquisa, por parte da ditadura militar influenciou os sociólogos em questão a buscarem formas de continuação de seus estudos no exterior, seja por fuga do regime, seja para buscar manutenção em países mais seguros enquanto ditadura brasileira endurecia. Por fim, é possível destacar como característica relevante do intervalo analisado o papel que o acesso a contatos mediados teve durante a garantia de bolsas de estudos para os estudantes. Em um cenário de difícil acesso a financiamento, na ausência de uma estrutura consolidada de bolsas para formação no exterior, é possível notar a importância que mediadores pontuais tiveram na garantia do acesso a recursos aos participantes. Nos relatos colhidos nas entrevistas, que muitas vezes beiram situações inesperadas, laços de solidariedade, ou mesmo atos heroicos e de redenção, é possível observar que o acesso a determinadas redes frágeis de contatos permitiu seja a garantia a bolsas para estudos no exterior, ou a permanência neste a partir de redes de solidariedade e ajuda mútua. Isto expressa em que medida é típico da forma de circulação internacional deste período o recurso a redes precárias, de baixa institucionalização, mas fundamentais para a manutenção e realização da carreira.
Conclusiones:
A partir do trabalho realizado neste artigo foi possível traçar em linhas gerais algumas características das formas de circulação internacional de sociólogos brasileiros durante a primeira metade da ditadura militar brasileira. Antes da criação do I PNPG e do fortalecimento de agências de financiamento de bolsas de estudo internacionais é possível notar que o número de sociólogos formados no Brasil e no exterior possui patamares similares, o que passa a se modificar após os anos 1980. Além disso é possível observar que o fluxo de sociólogos em busca de formação acadêmica, durante o período da ditadura militar como um todo, correu para os países de maior prestígio acadêmico para as ciências sociais brasileiras contemporâneas: Estados Unidos, França, Grã-Bretanha e Alemanha. Contudo a presença do México mostra-se relevante durante os anos 1970 e 1980.
Encontram-se evidências razoáveis para creditar à proeminência dos Estados Unidos enquanto principal destino até 1975 ao papel da Fundação Ford como único financiador razoavelmente contínuo, processo que vem a ser substituído pela liderança francesa na segunda fase da ditadura militar, o que é concomitante, e pode ter relação, com a criação do programa Cafes-Cofecub em 1978. Além disso verificou-se que o papel repressor da ditadura militar foi crucial para explicar o fluxo de sociólogos ao exterior, ou a sua permanência neste, durante a primeira metade do regime. Este ponto fica evidente ao se analisar as trajetórias narradas por intelectuais que passaram por trânsito durante este período. Neste contexto, o papel de bolsas da Fundação Ford foi central, em complemento a outras fontes dispersas de financiamento, dentre as quais pode-se destacar o Ökumenischen Studienwerk.
Por fim, pode-se mencionar o papel de redes de mediadores para a viabilização da circulação internacional durante este período de baixa institucionalização das agências nacionais de fomento à ciência. Esta fase, que vai até o ano de 1975, distingue-se do intervalo seguinte (1976-1985) com a maior institucionalização da Capes e do CNPq, aumento do fomento do governo brasileiro para a capacitação de cientistas no exterior, e diminuição do papel de redes de contatos para acessar meios de circulação.
Bibliografía:
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Palabras clave:
Geopolítica do Conhecimento; Circulação Internacional; Sociologia da Sociologia; História das Ciências Sociais; Ditadura Militar.
Resumen de la Ponencia:
A investigação sobre a obra dos Intérpretes do Brasil integra um rico campo de discussão acadêmica. O pensamento social brasileiro no fim do século XIX e início do século XX – através de Francisco Varnhagen, Joaquim Nabuco, Oliveira Viana, entre outros – buscou entender a identidade brasileira, levantando questões como: o que é o Brasil? Qual o significado de ser brasileiro? Quais as razões do atraso do Brasil e como superar os gargalos? Para onde caminha o país?A partir dos anos 1930 até o fim do processo de substituição de importações, visualizou-se um momento de grande impulso das interpretações do Brasil, com obras de maior robustez teórica. Reis (2002, p. 10) assinala: “Interpretar é atribuir sentido a um mundo histórico e determinado em uma época determinada”. É sabido que cada historiador elabora suas perguntas de pesquisa, utiliza-se de diversas fontes e técnicas, apoia-se em conceitos, problemas e documentos. Portanto, tem-se que o conhecimento histórico pode ser aprofundado pelas diversas abordagens e pelo refinamento metodológico ao trabalhar as fontes. Ao resgatar a utilização do método comparativo na historiografia ocidental do século XX, Fausto e Devoto (2004) destacam Marc Bloch como grande referência. Seu diferencial foi conceber o comparativismo como instrumento vinculado à pratica do historiador e não como procedimento teórico. Bloch sugere dois requisitos para a história comparada: certa similaridade nos fatos observados e certa dessemelhança dos ambientes em que eles ocorreram. Por meio dessa combinação, apresenta-se um frutífero campo para a análise comparativa. O presente trabalho não se propõe a realizar história comparada. Apresenta-se como objetivo principal realizar uma comparação das interpretações de Caio Prado Júnior e Celso Furtado, com base em três categorias de análise: Subdesenvolvimento, Estado e Democracia. As diferentes técnicas, approach teórico, fontes e conceitos utilizados por cada autor explicam as distintas visões sobre a evolução brasileira. A história do pensamento de Caio Prado Júnior foi marcada por sua criatividade teórica e independência política e tornou-se pioneiro na utilização do materialismo histórico de Marx na apreensão da formação econômica e social do Brasil. O livro FEB de Celso Furtado é considerado como obra prima do estruturalismo cepalino, seu pano de fundo é a compreensão do atraso brasileiro e as especificidades do subdesenvolvimento. Revisitar tais pensadores faz-se necessário na medida em que os desafios de uma economia subdesenvolvida e dependente se mantém atuais. O avanço do neoliberalismo e os recentes ataques a democracia brasileira também justificam a recuperação destes autores clássicos para repensar o papel do Estado, entender as especificidades da nossa democracia e repensar nosso futuro. Por fim, este estudo visa contribuir com a área de pensamento latino americano através da sistematização de tais interpretações, qualificando suas posições e críticas sobre as três categorias anteriormente delineadas.Resumen de la Ponencia:
O objetivo deste trabalho é realizar um estudo sobre a Teoria Marxista no Brasil na visão de Ruy Mauro Marini e Vânia Bambirra para que se possa entender a conjuntura do golpe empresarial-militar em abril de 1964, com a deposição do presidente João Goulart, o qual foi apresentado pelos militares como uma contrarrevolução preventiva. Porém, com a grande repercussão desse fato, principalmente na América Latina e em detrimento das vastas concessões econômicas que haviam sido realizadas para o capital norte-americano, o golpe passou a ser visto como uma intervenção encoberta dos Estados Unidos no país. Assim, a interpretação trazida por grande parte da esquerda brasileira da época não parecia integrada à conjuntura daquele período histórico. Portanto, esse modelo de análise se expressa na perspectiva teórica da teoria marxista da dependência, cuja importância cresce devido ao colapso do social liberalismo brasileiro diante da crise política que exige uma solução radical e uma análise das relações de produção nacional e a posição histórica do país no sistema capitalista. Dessa forma, a questão tomada como problema de pesquisa faz-se da seguinte forma: Como a análise da TMD está interligada com os autores Ruy Mauro Marini e Vânia Bambirra? Dessa forma, o objetivo é abordar o estudo da teoria marxista no Brasil nas décadas de 70 e 80 segundo os autores Ruy Mauro e Vânia Bambirra, para definir sua importância histórica. Logo, Vânia Bambirra aponta que o desenvolvimento capitalista no continente se desenvolveu junto com a expansão do capitalismo mundial, fazendo com que este adquirisse formas específicas de capitalismo dependente em que o funcionamento estava vinculado à dinâmica que assumia os países centrais. Desta forma, percebe-se que Marini e Vânia, como participantes formais da construção da teoria, inseriram debates sobre grandes questões da luta revolucionária na América Latina, iluminando à época os aspectos mais relevantes da realidade latino-americana. Além disso, considera que a dependência apresentava uma realidade que, em termos de funcionamento, não poderia desenvolver-se da mesma forma que as economias centrais. Assim, a importância dessa teoria está na forma como ela demonstra a realidade social, sendo vista como uma crítica à dependência das economias periféricas, e seu crescimento econômico baseado em modelos de exportação de matérias-primas, produtos primários e outros. Por fim, é utilizado o método descritivo que permite a coleta de dados e informações sobre o contexto histórico da teoria marxista e seus respectivos autores.Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia se enmarca en el desarrollo de mi investigación de tesis de licenciatura y en ella me propongo el objetivo de proponer algunas bases teóricas que abonen, desde el enfoque del materialismo histórico-dialéctico, a fundamentar el desarrollo de una sociología del conocimiento que nos permita comprender el desarrollo y las transformaciones del conocimiento en general y del pensamiento latinoamericano en específico. Esto a partir de argumentar cómo a partir del método de la teoría materialista de la historia y de la sociedad podemos desarrollar planteamientos de una sociología del conocimiento que nos permita estudiar el pensamiento latinoamericano en su especificidad, como un producto necesario de su tiempo, comprendiéndolo en su íntima y estrecha relación con la totalidad del proceso histórico y social del que es expresión. Esta argumentación la realizaré a través de una investigación documental y la exposición de cuatro ejes temáticos que guían metodológicamente la investigación: 1) la cuestión de cuál es la noción de conocimiento de la que parte el materialismo histórico dialéctico, 2) cómo es que a partir de la relación fundamental que esta noción de conocimiento guarda con la noción de práctica, Karl Marx sitúa la problemática del conocimiento como una problemática específicamente histórico-social, 3) la exposición de algunos elementos relevantes de la discusión que el marxismo ha mantenido con la sociología del conocimiento 4) la propuesta de algunos fundamentos teóricos que una sociología del conocimiento tendría que implementar para poder analizar sociológicamente de una manera concreta y en su especificidad histórico, social y geográfica los desarrollos y las transformaciones del pensamiento latinoamericano.Resumen de la Ponencia:
La crisis del marxismo se considera un capítulo incuestionado de la historia política e intelectual latinoamericana. Acompañó una nueva revisión de este paradigma iniciada en la Europa latina desde fines de la década de 1960, principios de la siguiente, aproximadamente, tanto en su nivel teórico como de la práctica política plasmada por la experiencia del socialismo de la Unión Soviética.El marxismo como “teoría finita”, según definiera Althusser, se discutió en encuentros, congresos y publicaciones con la propuesta eurocomunista como trasfondo, motorizada por los principales partidos comunistas del continente (España, Francia e Italia), en relación a la sintonía entre partido, Estado y democracia con connatos de la tradición liberal. Desde el exilio, principalmente en la acogedora México fruto de una nueva sucesión de dictaduras en el Cono sur, un grupo de intelectuales utilizando los mismos medios que sus pares europeos propusieron incorporar estos debates. Se observa en ese ambiente de discusión un notable cambio de agenda respecto a la hegemonía que tenía el marxismo en ese campo. Como lo han expresado Adolfo Sánchez Vázquez y Michael Löwy, el marxismo latinoamericano ha logrado, al calor de la revolución cubana (1959), producir un conjunto de investigaciones y reflexiones originales en torno los procesos de expansión capitalista en la región, el imperialismo, las causas de su subdesarrollo y dependencia, la conformación y correlación de clases sociales. Desde mediados de la década de 1970, con el espectáculo de la represión militar, el temario de debate intelectual se volcó hacia la democracia y la teoría política, privilegiando aspectos de la tradición liberal frente a un marxismo cuestionado. Sin embargo, ¿fue asimilada esta crisis por todo el conjunto de la intelectualidad latinoamericana? ¿Los movimientos políticos de la región no se valieron más del marxismo como teoría de una práctica transformadora? En el presente trabajo nos proponemos revisar de manera crítica la noción crisis del marxismo. Nos lo permitirá la reciente publicación de Domenico Losurdo El marxismo occidental. Cómo nació, cómo murió y cómo puede resucitar (2019) para contornear este desplazamiento intelectual, en lo que incluye y, especialmente, lo que excluye de su universo de intervención.Es posible registrar otras trayectorias intelectuales que recrearon la teoría crítica marxista (así lo hicieron Agustín Cueva, Ruy Mauro Marini, Pablo González Casanova, entre otros casos) alrededor de lo que estaba aconteciendo en la Nicaragua sandinista (1979-1990) en el mismo período- y la proyección en Centroamérica- como un laboratorio intelectual, donde persistía un componente nada ajeno a los marxismos latinoamericanos: el anti-imperialismo.Resumen de la Ponencia:
Labor: experimentación mariateguista para pensar la clase desde América Profunda El periódico Labor circuló el Perú entre noviembre de 1928 y septiembre de 1929, tras la creación de la Central General de Trabajadores Peruanos, de quien era el vehículo oficial de propaganda. El breve espacio de tiempo en que fue editado no retira la importancia de su significado en el ámbito de la historia del sindicalismo revolucionario en AméricaLatina: al revés, argumentamos que en sus páginas están presentes ideas todavía actuales para pensar en las características de la clase obrera en nuestra región, atravesada por dimensiones étnico-raciales y de género, además de la problemática de la superexplotación de la fuerza de trabajo. Partimos del planteo de Fernanda Beigel, para quien Mariátegui fue un organizador de la cultura tras su retorno de Europa, de donde vino “convertido al marxismo”. Como sabemos, la gira por Europa permitió que Mariátegui tuviera contacto con lo mejor de la producción crítica de la modernidad capitalista, y, al regresar, su “tarea americana” se expresó a través del editorialismo programático y el esfurezo de pensar lo nacional/local junto al universal. Trataremos de presentar algunos ejes de este periódico, analizando la manera como fueran articulardos elementos del marxismo occidental con la especificidad de la clase obrera.La organización de la CGTP en mayo de 1928 y la construcción del proyecto editorial de Labor ocupó sentido particular (lo de dirigirse a aquella clase obrera) en el trabajo de Mariátegui. El periódico circuló en diversos rincones de Perú, ultrapasando la clásica dualidad costa/sierra que marca la historia del país, llegando a las manos de trabajadores de tradición campesina e indígena, conviviendo con prácticas tradicionales comunales. Intentamos presentarun recurrido por este periódico que puso en el escenario político y teórico de los marxistas latinoamericanos cuestiones todavía actuales, como la imbricación clase-raza, y la persistencia de rasgos comunales en las prácticas cotidianas del pueblo. Labor fue la expresión adelantada de esa comprensión en el sentido de pensar Nuestra América desde la percepción de que el análisis concreto de una situación concreta requiere la delicada articulación de los elementos globales con las particularidades de la región. A lo largo de la revaloración de los pueblos originarios como sujetos políticos en el escenario político de América en las últimas décadas, tenemos el desafío teórico de insertar las nuevas maneras de pensar la presencia indígena articulada a la totalidad capitalista, sin olvidarnos del lugar ocupado por Latinoamérica en la división internacional del trabajo y de la especificidad de configuración de clases en nuestro continente. A nuestro juicio, un retorno à Labor - nos permite pensar en el tema de manera alineadacon los desafíos del tiempo presente.Palabras-clave: Labor – Mariátegui – clase obrera – cuestión indígenaResumen de la Ponencia:
O presente trabalho apresenta alguns dos subsídios teóricos para análise da inserção da América Latina na economia capitalista de plataforma e dataficação do mundo social. Situado no marco da nova divisão internacional-informacional do trabalho (DIIT) (ROLDÁN 2016), buscamos caracterizar os efeitos do avanço e expansão da economia política dos dados digitais em contexto dos países do Sul-global, para demonstrar como o modelo econômico fundamentado na extração massiva de dados pessoais nestas regiões e que reproduz o modelo colonialista de desenvolvimento subordinado agravando a lógica da dependência condicionada pela mineração e extração de recursos (TORRES et al. 2018). O objetivo do trabalho é definir o “extrativismo hi-tech” como uma categoria conceitual, central para a análise social, política e econômica do atual contexto do capitalismo na era digital. Para tal objetivo, buscamos integrar os postulados e conceitos oriundos da Teoria da Dependência desde autores como: Prebisch (1949), Furtado (1958[2020]), Marini e Sader (1977) e dos Santos (1968 e 1978). Além disso, são incorporados os fundamentos teóricos de análise propostos por Mejías e Couldry (2019) que tratam do “colonialismo de dados''. Com isso esperamos a partir da integração das teorias clássicas e contemporâneas mencionadas, fornecer uma via conceitual interdisciplinar atualizada que contribua para futuras análises sobre a realidade econômica latino-americana no contexto de reestruturação produtiva na nova relação existente entre tecnologia e sociedade na organização do mundo econômico capitalista. Para tanto, o trabalho se divide em três partes intituladas: O colonialismo reatualizado; Planificação e dependência - Extrativismo Hi-Tech: a nova planificação do SXXI e Um novo colonialismo: novas relações coloniais e colonialidade 4.0. Na primeira, buscamos demonstrar a transformação histórica no modelo de exploração colonialista, até chegarmos ao processo que engloba a exploração do cotidiano e subjetividades como um recurso de capital passível de ser mercantilizado no mercado internacional. Por meio desse processo é que definimos o extrativismo hi-tech (ExHT), tomando como base os modelos conceituais sobre extrativismo na América Latina de Eduardo Gudynas (2009 e 2016) e Horácio Machado Araóz (2013). Na segunda parte, analisamos o caráter histórico da planificação econômica no continente, para identificar os desafios e dilemas a serem enfrentados pelas ciências sociais latino-americana com relação ao colonialismo e dependência na planificação do século XXI. Por fim, no terceiro e última parte, problematizamos o atual colonialismo de dados ao demonstrar o papel desempenhado pelas plataformas digitais de sociabilidade, consumo e logística na estruturação e reprodução social do cotidiano como mediador das novas relações de dados num processo ligado à colonização e extrativismo hi-tech.Resumen de la Ponencia:
O presente trabalho tem como objetivo analisar os pressupostos e as consequências da enquete operária, projeto de pesquisa com trabalhadores proposto por Marx no final de sua vida. Em seguida, busca-se entender como tal empreitada pode ser útil para a pesquisa sobre trabalho e capitalismo na América latina atual. Proposta por Marx já nos últimos anos de sua vida, a enquete operária se desenhava inicialmente como um longo questionário (101 questões) abordando o contexto de trabalho e luta do operariado no final do século XIX (Marx, 1880). Tal projeto marxista, deixado incompleto em razão da morte do autor, foi retomado por correntes estadunidenses, francesas e italianas ao decorrer do século XX, que enfatizaram, cada uma a sua maneira, o potencial da enquete de questionar os pressupostos da sociologia industrial e a teorização do ponto de vista do capital. (Asad e Haider, 2013) Em suma, o propósito aqui era de construir uma teorização sólida sobre o movimento e as transformações do capitalismo, tendo como ponto de partida e chegada as narrativas, atitudes e descrições operárias do ambiente de trabalho. Neste sentido, é possível traçar um paralelo interessante entre esta situação e o contexto latino americano, no qual categorias dedutivas e projetos político-econômicos antipopulares, gestados em outros contextos, insistem em figurar nos trabalhos sociológicos (Ramos, 1995). A crítica a estes pressupostos deve ser acompanhada, portanto, de mecanismos que coloquem em marcha ferramentas de investigação e descoberta (Tronti, 2019) baseadas nas experiências cotidianas dos povos do continente. O argumento com que trabalha-se aqui é que a enquete operária marxista, ao propor uma análise do ambiente de trabalho do ponto de vista dos trabalhadores, e uma teorização sobre o capitalismo desde baixo, abre possibilidades de descoberta que permitem questionar tanto a imposição abstrata de teorias estrangeiras quanto a visão tecnocrática (desde cima) dos modelos e paradigmas neoliberais que vêm sendo impostos (Guimarães e Cruz, 2021). Ela inaugura, portanto, um mecanismo orgânico de pesquisa e resistência, focado na construção de teorias enraizadas no cotidiano e experiência dos trabalhadores, e que pode ser bastante construtivo na elaboração de políticas focadas na e para a realidade latino americana no século XXI. Bibliografia:Marx, Karl. “Enquête ouvrière” and “Workers’ Questionnaire” in Marx-Engels Collected Works vol. 24. New York. International Publishers, 1880.. Tronti, Mario. Workers and Capital. London, New York. Verso. 2019Haider, Asad e Mohandesi, Salar. Worker’s Inquiry: a genealogy. Viewpoint. Issue 3. 2013Ramos, Alberto Guerreiro. Introdução Crítica à Sociologia Brasileira. Rio de Janeiro. Editora UFRJ, 1995Guimarães, Juarez Rocha e Cruz, Estevão. Neoliberalismo e Ciência Política: contribuições teóricas sobre a crise da democracia . Revista Sociedade e Cultura. V 24. 2021Resumen de la Ponencia:
Existe un registro amplio de la política hegemónica; su argumentación e instrumentación han sido perfeccionadas con tal precisión que tendría respuestas para las más graves contradicciones sociales, en ningún caso con alguna eficiencia que defender. La reproducción del mismo esquema con un mayor nivel de complejidad y con dispositivos igualmente sofisticados son defendidos desde una posición científica calificada de indiscutible y funcionando como encubridora –Dussel dixit-. En esta misma estructura convencional habría diferentes dimensiones que no han sido modificadas en esencia desde el origen de la sociedad capitalista. Estas se articulan consistentemente en torno a la posibilidad de reproducir una relación desigual; sería inútil centrar la discusión en una descripción de impactos como suele desde la perspectiva positivista, sin embargo en términos críticos resulta necesario sumar a las discusiones que aportan a su comprensión de las particularidades en el otro lado de la relación, porque desde el orden hegemónico solo se observa una eficiencia inexistente. Las particularidades de la forma social capitalista tienen aportaciones seminales desde la crítica de la economía política; comprender la lógica de las relaciones de producción, así como sus elementos fundamentales que incluyen entre otros, la plusvalía o la apropiación de trabajo excedente y el papel del trabajo para la generación de valor con su consecuente importancia estructural para la reproducción ampliada no podrían haber llevado a la comprensión de la superexplotación de Marini e incluso, la colonialidad de Quijano; es decir nuestros pensadores incómodos. En este trabajo se propone como objetivo la identificación de la lógica de articulación procesual histórica de la relación desigual, es decir de la comprensión de sus dimensiones y relaciones contradictorias desde los sectores sociales. Para ello, se propone la categoría teórica Elasticidad Contingente (EC), la cual recupera el conjunto de acciones sociales derivadas de la agudización de sus condiciones de trabajo y vida sometidas a una relación desigual; esto implica dos supuestos: a) la ilación y vinculación histórica de avances relativos, derivados de acciones de resistencia, es decir de elementos fundamentales para resistencias contemporáneas; b) la comprensión de la estructura temporal de dicha relación identificando sus principales relaciones contradictorias, articulando dispositivos de sojuzgamiento y resistencias representativas. En términos metodológicos, se propone abordar la ilación y vinculación histórica de los relativos avances sociales con base en la descripción de Determinantes Significativos (DS), provenientes de momentos específicos en tiempo y lugar y que son consecuencia de esquemas particulares de imposición, particularmente de explotación-expoliación. En conjunto se considera que esta ilación da lugar a una Estructura Significativa de Resistencias (ESR) necesaria para luchas recientes.Resumen de la Ponencia:
Síntese de uma tese de livre-docência em preparação, o trabalho esboça e desenvolve uma cartografia historicamente situada de uma vertente importante dos intelectuais paulistas - ligados à Universidade de São Paulo - da segunda metade do século XX. Inaugurada em 1958 com a formação do chamado “Seminário d’O Capital” por jovens professores da USP, como F. H. Cardoso e José Arthur Giannotti, tal linhagem “marxista acadêmica” teria papel preponderante nos debates em torno da abertura democrática a partir da virada para os anos 1980, o que acabaria por projetá-la, agora com novos contornos intelectuais, ao centro da vida política brasileira das décadas subsequentes. A hipótese geral é a de que este conjunto de intelectuais expressa, nas suas similitudes e diferenças, o auge e, ao mesmo tempo, o declínio do pensamento sobre as singularidades da modernidade brasileira. Auge porque, nos anos 1970, saíram da lavra destes intelectuais (como F. H. Cardoso, F. Weffort, F. de Oliveira, M. Chaui, dentre outros) algumas das análises mais sofisticadas do passado e do presente da sociedade brasileira, quase sempre em oposição às teses nacional-desenvolvimentistas dominantes nas décadas anteriores. E declínio porque, a partir da década de 1980, foi em São Paulo que se decretou o esgotamento das reflexões sobre a formação nacional, em benefício de uma abordagem pretensamente mais “universalista” seja da luta de classes, como nos intelectuais próximos ao PT, ou das instituições democráticas, como no caso daqueles engajados na fundação do PSDB, em 1988. A fim de reconstituir este percurso a um só tempo histórico-social, político e intelectual, o trabalho toma o itinerário de Roberto Schwarz como uma espécie de fio vermelho que torna possível enlaçar tal vertente intelectual na sua problemática comum, mas também em suas diferenças internas. Inspirado pelos trabalhos de F. H. Cardoso, da tese de doutorado sobre capitalismo e escravidão às reflexões sobre a dependência, Schwarz não acompanhou o futuro presidente da República em suas opções intelectuais e políticas que se desdobraram a partir do final dos anos 1970, mantendo-se, ao contrário, mais próximo dos intelectuais que, no CEBRAP (F. de Oliveira) ou no CEDEC (F. Weffort), mobilizaram-se em defesa da construção de um Partido dos Trabalhadores. Ao mesmo tempo, porém, à diferença de Weffort, Chaui ou de Eder Sader, o crítico não abandonou a reflexão sobre a questão nacional, reposicionando-a, na verdade, no âmbito de uma análise das classes e de suas expressões ideológicas. A reconstituição deste período da cena intelectual paulista é de fundamental importância não apenas por razões historiográficas, mas também pelo fato de que, bem ou mal, tal vertente – nos seus diversos e por vezes antagônicos desdobramentos internos – ajudou a moldar a vida política brasileira após o fim da ditadura militar.Resumen de la Ponencia:
Es significativo interrogar como la teoría social circula y fluye en el decir de Bergson (2015), sin apreciar como la inscribimos en el estar en el mundo, como expresión de nuestra pertenencia a la vida social. Esta característica, hace más afable el gesto de saber que, por tanto, nos vincula a la otredad y desborda el oficio. En cierta parte cuando pensamos la teoría social, podemos asemejarla al reparto de lo sensible, lo cual es necesario producir giros hacia una mayor transversalidad (Ranciére, 2008).Dicho lo anterior, me permito hacer unas reflexiones con el fin de contribuir sobre el estado de arte de la teoría social y, si es posible aplicar los cortes sugeridos en la convocatoria. Para esto me ayudo de tres ámbitos para pensar en el seno del próximo congreso:Los aportes de Braudel y la larga duración, es decir, desde una dimensión socio-histórica podemos connotar que cada “aparente corte y/o ruptura”, conlleva lo que en términos del autor serían los procesos de dis-continuidades y, por ende de la configuración de mentalidades. Bajo esta lógica, cada etapa en principio que origina la siguiente, contiene elementos de los procesos anteriores, lo cual posibilita las superposiciones de lógicas, resistencias y/o las configuraciones que los propios individuos, sujetos, colectivos y comunidades van problematizando, presionando a las ciencias sociales para crear categorías-conceptos que no necesariamente son nuevos, pero tampoco réplicas mecánicas de las teorías que circulan para explicar las contingencias históricas.Las distinciones por escuelas o por entidades enunciadas (funcionalista-estructuralistas), y que persisten pese a las aperturas epistémicas, pareciera sugerir como en los actuales encuadres de la teoría social se requieren algunos movimientos posibles a nivel del pensamiento en acto (Galende, 2019). Uno de estos movimientos es el uso de las temporalidades y, la definición de “al mismo tiempo”. Esta idea permite la apertura de como reflexionar el uso de la teoría social no como algo acabado, sino a través de contra factuales facilitando que las condiciones de posibilidad sean plausibles. Esta connotación contribuye no sólo como ideario ideológico, sino como un ámbito que facilita la explicación de lo social en una zona en donde lo incierto es posible de ser hipotetizado, evitando la clausura que hasta la fecha impregna algunas afirmaciones sociológicas.Latinoamérica y el Caribe, nuestro entorno inmediato, no ha sido suficientemente aquilatado, en toda su riqueza y diversidad humana y geográfica. Una reflexividad situada, que ponga en valor aquellas prácticas sociales y culturales, lo cual por antonomasia posibilita la generatividad del conocimiento y el pensamiento de una teoría social en relación a los contextos de su producción (Haraway, 2012). En síntesis, desde donde estamos siendo pensamos la teoría social.Resumen de la Ponencia:
Esta investigación tiene como objetivo promover una lectura comparada de los diagnósticos sobre la formación y el futuro de Brasil en los autores Paulo Prado y Gilberto Freyre, figuras centrales del Pensamiento Social en el país. El último gran trabajo sobre la interpretación de Brasil publicado en la década de 1920 es de Prado, el libro Retrato do Brasil (1928). Poco después, en 1933, Freyre lanzaría Casa-grande & senzala, “el mayor de los libros brasileños”, en palabras del antropólogo Darcy Ribeiro. Ambos ensayos condensan mucho del postulado del Movimiento Modernista en Brasil, o sea, la sociedad brasileña debe ser pensada como originaria y no como una simple extensión cultural del continente europeo. Sin embargo, los autores son más distantes que cercanos en sus lecturas del país. Prado repudió el pasado brasileño por ser fuente de dilaciones y por su supuesta decadencia moral, para él el mestizaje es un resultado evidente de ello. Freyre, por otro lado, desarrolló la tesis de que Brasil fue la primera sociedad moderna en los trópicos, triunfando a través del hibridismo cultural y racial. Así, se pretende mostrar aquí en qué medida dialogan las reflexiones de dos intelectuales de una misma situación histórica, pero también en qué medida difieren en sus diagnósticos. Metodológicamente, esta investigación será operacionalizada por el uso de libros de los autores en cuestión y fuentes secundarias, siendo fundamental, sobre todo, el análisis comparativo de las obras Retrato do Brasil y Casa-grande & senzala.Resumen de la Ponencia:
En una entrevista, Sergio Bagú calificó al clima intelectual que se instauró en la FLACSO chilena como un Oráculo Latinoamericano, debido a la gran multitud de académicos que se cruzaron por las calles y aulas de Santiago de Chile, en el periodo del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende (1970-1973). Por lo tanto busco plantear, a través de la trayectoria de Sergio Bagú Bejarano en el CELA (1974-2002) , que el Oráculo se trasladó y tuvo una continuidad en dicho Centro de la FCPyS-UNAM.Resumen de la Ponencia:
O presente artigo tem por escopo a investigação acerca da atualidade da tese jurídico-sociológica da “constitucionalização simbólica”, tal como elaborada pelo Prof. Marcelo Neves (UnB) nos idos dos anos 1990, na esteira de sua tese de doutorado defendida sob a coorientação do sociólogo alemão Niklas Luhmann, com a qual pôs em xeque a validade geral das concepções deste último acerca da evolução social no âmbito da “modernidade periférica”; e partir da qual inaugurou uma mudança sensível de paradigma na perspectiva luhmanniana acerca do tema inclusão/exclusão, abordado até então sem a devida clarividência. A premissa da constitucionalização simbólica acompanha essa sua inflexão anterior, provocada sobre o modelo de diferenciação funcional sistêmica como princípio dominante da sociedade mundial e, por conseguinte, à noção concernente à positivação do Direito. Este trabalho se inicia com a apresentação das linhas gerais da obra em questão, bem como de suas revisões ao longo dos anos, sobretudo as últimas modificações realizadas no corpo da recente edição britânica (2022). Traçam-se correlações de seus pressupostos com demais conceitos atualmente consagrados pelo uso, tais como Pöbel (Hegel), part des sans-part (Ranciére), nuda vita (Agamben), Brazilianization (Ulrich Beck), le Devenir-Négre du monde (Mbembe), entre outros. Aponta-se ainda para aplicações e desenvolvimentos possíveis do modelo teórico construído pelo Prof. Marcelo Neves. Em que pese ao fato de que a tese da constitucionalização simbólica está, com efeito, inserida primordialmente no âmbito do acirrado debate intelectual europeu sobre o desenvolvimento jurídico e constitucional na sociedade moderna, com a qual dialoga e sobre a qual influi, a hipótese cá defendida consiste na sugestão de que o êxito da tese da constitucionalização simbólica, assim como o alcance ulterior de sua máxima relevância, não prescinde de sua compreensão no contexto do esforço histórico de entendimento a fundo das vicissitudes da formação e condição nacionais, encaradas sob o pano de fundo da dinâmica global. Conclui-se que a obra de Marcelo Neves se situa na longa tradição teórica do chamado “pensamento social brasileiro”. Uma tradição intelectual com pretensões e achados, por assim dizer, anticoloniais ou mesmo pós-coloniais, avant-la-lettre.Resumen de la Ponencia:
O artigo aborda em um primeiro plano o debate acerca das teorias e temáticas do Pensamento Político e Social Latino-Americano e suas interpretações sobre Estado, capitalismo e desenvolvimento na América Latina. Dessa maneira trata da literatura pertinente ao desenvolvimento, subdesenvolvimento e economia social e política latino-americana. Destacando alguns dos equívocos teóricos e metodológicos sobre o problema do subdesenvolvimento dos territórios latino-americanos. Descreve, em linhas gerais, a história econômica e social desses espaços considerados subdesenvolvidos. Assim, o tema central gira em torno do desenvolvimento econômico e social e como estes pilares possuem um caráter duplo promovendo de um lado o progresso para determinadas regiões globais enquanto por outro lado produz o atraso econômico e social às populações do sul global, mais em específico da América Latina. Em um segundo momento, aborda como a burguesia nacional brasileira optou por se associar ao capital internacional para se manter no poder político e econômico, se valendo das Forças Armadas, no advento do golpe militar de 1964. Serão apresentados alguns resultados preliminares da pesquisa empírica acerca da participação do empresariado brasileiro tanto no apoio ao golpe militar bem como sua participação intensiva nos governos militares. A questão central a ser discutida é como o empresariado brasileiro obteve, durante todo o regime ditatorial, vantagens econômicas e políticas por meio de financiamento de órgãos públicos, principalmente os bancos estatais como o BNDE(S), durante a ditadura empresarial-militar (1964-1985).Resumen de la Ponencia:
Nesta comunicação, apresentamos os resultados de um trabalho coletivo de leitura e pesquisa que, ao longo de 2020/2021, buscou estudar as obras de Silvia Rivera Cusicanqui (2013, 2015) a partir de sua contribuição crítica à teoria social. Deste diálogo de pesquisa, enquanto grupo heterogêneo de pesquisadoras em Antropologia, Sociologia, Direito e Artes, buscamos apresentar os desafios de recepção da obra de Cusicanqui na teoria social, propondo-a como arcabouço teórico para análise da realidade social brasileira. Partimos essencialmente de dois procedimentos. O primeiro consiste em analisar a sociologia da imagem e epistemologia ch’ixi de Cusicanqui enquanto teoria social que produz questionamentos críticos, tanto a nível epistemológico como ontológico, às matrizes analíticas da sociologia tradicional. Para tanto, sugerimos a localização da produção teórica de Cusicanqui junto aos movimentos emergentes dos anos 1990 e 2000 das ciências sociais, como as tradições sociológicas diversas (PATEL, 2010), a sociologia pós-colonial (GO, 2013; BHAMBRA, 2014), as sociologias indígenas (AKIWOWO, 1988; ROSA, 2019) e o conhecimento endógeno (HOUNTONDJI, 1997). O segundo procedimento consiste em analisar a sociologia da imagem e da epistemologia ch’ixi como referência de metodologia, análise e interpretação da realidade brasileira. Nesta reflexão, apresentamos as contribuições do ch'ixi para ciências sociais latino-americanas, por suas inovações epistêmicas e metodológicas, além das ressonâncias com a história comum dos povos do continente. Como metodologia de elaboração da pesquisa, realizamos uma leitura crítica do livro “Un mundo ch´ixi es posible: ensayos desde un presente en crisis” e trechos de “Sociologia de la Imagen”, em encontros coletivos, onde o texto era lido e pausado para resgate de referências intertextuais, estudo de fontes teóricas, genealogia de pensamento e estudo das consequências analíticas dos argumentos da autora. Tal método é em si um experimento teórico da proposta pedagógica de Cusicanqui, ao articular o conhecimento crítico com as formas dialógicas do conhecimento cotidiano. Nossas conclusões e resultados, apresentados enquanto colagens deste itinerário de leitura e pesquisa, voltam-se a problemática das cisões de uma teoria social pensada enquanto “nichos” de relação margem-centro, onde a produção intelectual inovadora não adentra os círculos de formação de pesquisadores ao reproduzir marcos coloniais de reflexão teórica e produção de pesquisa.