Resumen de la Ponencia:
El presente estudio es un breve recorrido sobre la génesis de la historia de las mujeres, su lucha feminista, así como, su ardua tarea en la conquista del espacio público en el mundo laboral. En este sentido se comienza por una generalidad en el contexto cubano, para enfatizar en su ruta hacia Pinar del Río, siendo estos los primeros pasos en la configuración de una realidad histórica-sociocultural, regional y de género que transversaliza la vida cotidiana y sus comportamientos en la actualidad. Se utilizaron como herramientas metodológicas necesarias la revisión bibliográfica en función de un posicionamiento teórico, la participación de las autoras en eventos científicos y la entrevista personalizada para ahondar en las experiencias práctica del estudio. El trabajo que se presenta se dividió en tres momentos: las mujeres y el feminismo: apuntes generales, empoderamiento de la mujer: esbozos de cómo enfocarlo en Cuba y diálogos con experiencias laborales tanto estatales como privadas en el contexto laboral cubano y pinareño. Lo que permitirá establecer la ruta crítica desde lo teórico-metodológico y práctico, visualizando la necesidad de potenciar espacios, relaciones, formas de hacer y compartir saberes en términos de simetría entre hombres y mujeres.Palabras claves: Mujer, Feminismo, Empoderamiento de la mujer, Trabajo, Género.
Introducción:
El feminismo es un movimiento social y político que surge a finales del siglo XVIII con el advenimiento de la Modernidad, etapa de la Ilustración y la Revolución Francesa; que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo social y colectivo humano que aboga por una igualdad de oportunidades y derechos para las mujeres y hombres en la sociedad.
En su desarrollo cronológico se habla del desarrollo de tres olas u etapas, debido a los estallidos y agitaciones sociales atravesados en la Modernidad, existen criterios divergentes entre los autores y especialistas en el desarrollo de una u otra etapa, proceso que duró alrededor de ochenta años y que evidenció un movimiento heterogéneo, integrado por una pluralidad de pensamientos, enfoques y propuestas.
A partir de las ideas anteriores, se esbozó un resumen sobre la categoría o proceso del feminismo: en la Primera Ola los primeros pasos de una transformación hacia lo que se conoce hoy como feminismo, se puede encontrar en la obra de Christina de Pizán (1405), La Ciudad de las Damas; como primer texto feminista europeo, que plantea o promueve la necesidad de educación de las mujeres y la vindicación de los derechos humanos. Asimismo, como antecedente del Movimiento Feminista se da el Movimiento Intelectual La Querella de las Mujeres, cuya autora principal fue la mencionada anteriormente.
En Grecia se destacan escuelas y pensadores, tales como: Aristóteles, Platón y Aristófanes, Escuela Pitagórica (Corriente Filosófica), influencia de las etairas como primer grupo feminista.
En la Edad Media se hace una contribución desde una mayor concentración de la cultura en la Iglesia y los monasterios, entre otros, se incrementan los monasterios mixtos y de mujeres, al igual que aumenta el desarrollo de la ciencia y la cultura.
La Ilustración brinda un conjunto de ideas que le sirven al feminismo en tanto teoría: la razón y el progreso, la expansión de la personalidad, la importancia de la educación, el peso de la palabra libertad y los postulados de igualdad.
La Revolución Francesa (1789), bajo el lema: “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, con la figura destacada de Olimpia De Gouges quien elabora la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana que constituyó una formulación política muy clara en defensa de los derechos femininos y Mary Wollstencranft crea la Vindicación de los Derechos de la Mujer. Durante este período es significativo destacar que 6000 parisinas detonaron la Revolución, así como entre 1789-1793 se crearon 56 clubes republicanos femeninos reclamando su participación en la vida política.
En la Segunda Ola el protestantismo, sobre todo el evangelista y el cuáquero, permitía la labor de las mujeres en la iglesia. En 1682 los cuáqueros fundaron en Pensilvania su propia colonia y favorecieron la educación de las mujeres, pues aprendieron a leer y escribir.
En el siglo XIX se da un mayor auge del movimiento sufragista, donde se desarrollan en las diferentes sociedades industriales diferentes tipos de feminismos, tales como: de la igualdad, radical, de la diferencia, liberal, marxista, entre otros.
A partir de todos los escritos y vivencias personales de maltrato de Caroline Norton fue que se aprobó en 1925 la legislación que consideraba a marido y mujer personas totalmente autónomas respecto a sus bienes y su administración.
Fue la inglesa Caroline Norton la principal figura en el proceso de concesión a la mujer de autonomía dentro del matrimonio, su intervención tuvo mucho que ver en la aprobación de 1839 de la Ley de Custodia de los hijos, primer paso para aprobar en 1923 la reforma que otorgó preferencia en la custodia de los hijos a la madre en caso de separación.
En 1840 se celebró en Londres el Congreso Antiesclavista Mundial. En la delegación norteamericana participaron 4 mujeres que no fueron bien recibidas y tuvieron que observar las discusiones tras unas cortinas.
En 1848 tuvo lugar la Declaración de Seneca Falls o la Declaración de Sentimientos por Elizabeth Clay Stanton para analizar las condiciones de los derechos civiles, jurídicos, sociales y religiosos de las mujeres. El documento redactado constituye uno de los primeros programas políticos feministas. Así como, se publica el Manifiesto Comunista.
En este período en EE. UU se da la creación de la clase media norteamericana donde la parte femenina poseía un determinado nivel cultural, que influyó mucho en el nacimiento del feminismo norteamericano de esta etapa. En este tiempo apareció el primer periódico norteamericano feminista llamado The Lily (1849) por Amelia Bloomerm, quien fue una defensora de hacer reformas en la vestimenta de la mujer.
El desarrollo del movimiento feminista de la etapa proclamó su lucha por el derecho al voto de la mujer, la educación superior, la independencia conyugal, la patria potestad exclusiva del padre, el tratamiento injusto a las madres solteras y a sus hijos y a la obtención de un salario igual que el de los hombres, en estas luchas se destacaron mujeres como: Alejandra Kollontai, Rosa Luxemburgo, Clara Setkin, entre otras.
En 1868, Cady Stanton y Susan B. Anthony fundaron la Asociación Nacional pro Sufragio de la Mujer (NWSA), 1869 tuvo un cambio de nombre bajo la dirección de Lucy Stone y nace la Asociación American pro Sufragio de la Mujer (AWSA), siendo esta ala conservadora del movimiento. Woyming fue el primer estado norteamericano en conceder el derecho a votar a la mujer.
En este período Joan Stuart Mill escribió La sujeción de la Mujer que es recordado por su relación con Harriet Taylor quienes establecieron las bases de la teoría política en la que actuó el sufragismo.
Asimismo, se dio una fuerte influencia en el pensamiento feminista de la época en la obra Una habitación propia de Virginia Wolf, alto protagonismo de la mujer en las dos Guerras Mundiales. Lo que conllevó a pensar que los aportes fundamentales del sufragismo a la democracia fueron: la palabra solidaridad y los métodos actuales de lucha cívica.
Al término de la II Guerra Mundial varios países concedieron el derecho al voto femenino. Durante este período se desarrollan importantes obras, como: El segundo sexo de Simone Beauvoir (1949), escritora existencialista que tuvo una estrecha relación con Paul Sartre e hizo grandes aportes a la filosofía, y, sobre todo, en lo que respecta a la Filosofía de la Mujer, su comportamiento y forma de actuar.
Y, en la Tercera Ola se desarrolló una explosión del feminismo en los años 60´ y principios de los 70´del siglo XX desde el texto de Betty Friedan La Mística de la Femineidad (1963) en el que se estableció las bases teóricas de un feminismo que denunciaba un malestar que no tenía nombre, a partir de aquí se empiezan a gestar debates importantes en torno al patriarcado y concepto de género. Se desarrolla la lucha de movimientos civiles, la revolución sexual, el movimiento hippie, así como el nacimiento de la Teoría de Género.
Teoría de Género: corriente teórica que estudia el "género" o rol sexual en sentido amplio es lo que significa ser hombre o mujer, o también masculino o femenino, y cómo define este hecho las oportunidades, los papeles, las responsabilidades y las relaciones entre las personas. Además, el género configura nuestra ontología (teorías sobre el ser) y epistemología (teorías de los conocimientos), así como la maquinaria intelectual con la que pensamos las cosas atribuyendo significados cargados de género.
En este punto, empezó a desarrollarse, lo que se denominó teoría feminista: constituye esa parte de la investigación reciente sobre las mujeres que implícita o formalmente presenta un sistema de ideas general y de gran alcance sobre las características básicas de la vida social y la experiencia humana comprendidas desde una perspectiva centrada en las mujeres. Por consiguiente, proporciona una base para la revisión de las teorías sociológicas convencionales de la organización social. La teoría sociológica feminista, que ilustra lo que puede ofrecer la teoría feminista a la teoría sociológica general, puede resumirse en 6 proposiciones principales.[1]
El desarrollo del Feminismo y por consiguiente de la Teoría Feminista, guarda una estrecha relación con la historia, y, sobre todo, con preguntas tales como: ¿Qué hay de las mujeres? ¿Dónde están las mujeres en la situación que se investiga? ¿Por qué todo es cómo es? Entre otras, las cuales contribuyeron a cuestionamientos y desarrollo de teorías, conceptos y análisis que revolucionaron el pensamiento social en su vinculación con otras ciencias como la Sociología.
Aparición de tipologías de Teorías Feministas, como:
Teoría de la diferenciaTeoría de la desigualdadTeoría de la opresión
A partir del desarrollo de la teoría feminista en las 4 últimas décadas del pasado siglo y los logros alcanzados por las mujeres se empieza a desarrollar en la institucionalización de los estudios superiores de mujeres la Sociología de Género, encargada de estudiar los roles, identidades del hombre y la mujer, las relaciones entre hombre y las mujeres, una cuestión ligeramente diferente al enfoque principal del feminismo sobre las mujeres. Este enfoque sobre las relaciones entre hombres y mujeres no equivale a una teoría feminista. El objetivo de una teoría feminista es centrarse en presentar una perspectiva de la experiencia humana centrada en las mujeres.
En este sentido fue Rubin otra de las teóricas que encauzó su lucha hacia la explicación y estudio de la opresión de la mujeres desde su análisis de lo que ella llamó sistema sexo/género, la reproducción de la vida material de Engels como un producto cultural, los sistemas de parentesco como formas empíricas observables del sistema sexo/género, la crítica al concepto de patriarcado, la división sexual del trabajo, entre otras; lo que le permite demostrar “el papel de lo socio-cultural en la construcción de las diferencias entre hombres y mujeres, que aún hoy se reconocen y de los aspectos de la sexualidad vinculados a ella, así como del papel de la cultura en lo que en ese sentido se reconoce hoy como “normal” o como “tabú”.[2]
La tesis de doctoral Política Sexual de Kate Millet (1969) planteó un análisis de manera trascendental en los nuevos tiempos: “lo personal es político”. También se hicieron otros aportes que estuvieron dados: por la revolución de la teoría política, las grandes protestas públicas, desarrollo de grupos de autoconciencia, creación de centros de alternativos de alternativos de ayuda y autoayuda, entre otros.
De ahí que los avances y retrocesos de esta corriente de pensamiento encontraron puntos culminantes en las obras de feministas, como: Mary Wollstonecraft, Simone Beauvoir, Kate Millet, entre otras; las cuales abogaron por una igualdad de derechos de hombres y mujeres de forma que rompiera con la estructura de pensamiento y acción que pone a la mujer en un estado inferior frente al hombre.
No obstante, a lo interno del feminismo se mueven actualmente fuertes contradicciones asociadas a la ideología de la feminidad y su socialización. Esto se explica mediante que el feminismo no es parte de la feminidad, sino de un proceso holístico que integra a mujeres y hombres en un plano de igualdad de derechos, donde la mujer para nada pierde su identidad de mujer y sigue siendo un sujeto social determinado por su contexto, relaciones sociales, territorio entre otras. En este sentido sería necesario, llegar a un punto de encuentro entre mujeres feministas y mujeres donde la esencia de lucha estaría enfocada a los que nos une como mujeres, y no a lo que nos hace diferente en lo contextual y como activista política, frente una sociedad que establece pautas inamovibles desde los elementos estructurales de la cultura patriarcal.
[1] Véase Ritzer, George. Teoría Sociológica Contemporánea Primera y Segunda Parte. Editorial Félix Varela. La Habana, 2006: 409.
[2] Vasallo Barrueta, Norma. Del feminismo al género. Un intento de romper estereotipos desde una relectura de las clásicas. En Mirar de otra manera. La Habana. Editorial de la Mujer, 2008: 32-33.
Desarrollo:
Durante un período aproximadamente de 80 años se logró paulatinamente el acceso a la vida política y pública de la mujer, en este proceso la trayectoria de las discusiones del uso del concepto poder y empoderamiento en el Sur, ha tenido repercusiones importantes en América Latina. En esta región, los debates del MED (Enfoque de Mujer en el Desarrollo) y GED (Enfoque de Género en el Desarrollo) se encontraron con el renacer del Movimiento Feminista en la década de los setenta. A partir de este momento el Movimiento se ha expandido y diversificado. Se caracteriza por su heterogeneidad y sus diferentes vertientes han propuesto, de una manera u otra, que para lograr la transformación de la conciencia de las mujeres es necesario empoderarlas, pero antes es preciso estudiar el proceso de manera general.
Por eso, la utilidad de sustentar la investigación en la Teoría del Empoderamiento Femenino en el contexto cubano por ser un marco de referencia que asume a la mujer y al empoderamiento de manera integral, para dar a las mujeres un propio significado y compromiso y llevar a cabo metas orientadas hacia actividades que ellas mismas puedan escoger, de manera que las mujeres de pueden entender sus puntos débiles y fortalezas-en lo personal y colectivo, en el pasado y en el presente-con los cuales pueden hacer frente a los conflictos dentro de una relación.
Asimismo, se asume por empoderamiento femenino o de las mujeres: “aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder, así como la toma de conciencia del poder que individual y colectivamente ostentan las mujeres y que tiene que ver con la recuperación de la propia dignidad de las mujeres, y el fortalecimiento de sus propias potencialidades y capacidades” (Rojas, 2016). Es decir, implica deconstruir las construcciones socioculturales negativas en torno a la etimología del concepto y posicionarse en el principio de la autonomía como expresión de la tenencia de capacidades, el derecho de actuar y a tener influencia las mujeres con ellas mismas y su entorno social.
En 1998, la UNICEF (Organización de las Naciones Unidas) utilizó el desglose en niveles del concepto de empoderamiento, tales como: bienestar, acceso, concientización, participación y el control.
En el nivel de bienestar se incluyen fundamentalmente la salud, la nutrición y la seguridad social. La esfera del bienestar alcanza un alto grado de satisfacción en los primeros treinta años de transformación socialista, por la elevación de la calidad de vida de la población, y la brusca redistribución de la riqueza. Esto se pone en evidencia particularmente en analizar el comportamiento de los indicadores sociales en Cuba y compararlos con los de otros países subdesarrollados, o aún los desarrollados (Díaz B., 1992, 1996).
El segundo nivel del empoderamiento, el acceso, se refiere al empleo, a las facultades legales que le confieren a la mujer la potencialidad de una acción participativa en la sociedad, en relación a su disponibilidad de recursos, y a la calificación necesaria para ejercer el empleo. También al acceso a los recursos en el hogar.
En la concientización, tercer nivel del empoderamiento, es notorio la transformación de la forma de pensar de mujeres y hombres en la realidad social cubana. Esto es válido para evaluar conductas en relación a la modificación de códigos, en las relaciones entre los dos géneros, y en su proyección social. Está estrechamente relacionada con la estructura social, la primera modificación relevante se refiere a la desaparición de las barreras estructurales que impedían la participación femenina.
En la esfera de la participación, se ha producido un cambio significativo. De acuerdo a las cifras disponibles, es posible apreciar una modificación notable en la representatividad femenina con un incremento de su participación.
El control, la última y más alta esfera del empoderamiento, es la más compleja de analizar, pues incluye los niveles precedentes, y abarca varias dimensiones simultáneamente. El control se refiere al ejercicio del poder, lo que incluye la toma de decisiones y el acceso a los recursos, en ámbitos que abarcan el máximo nivel de dirección de un país, y el escenario familiar y doméstico.
En tal sentido, el cuestionamiento del poder dio paso a la estrategia del empoderamiento que también está vinculado a su reverso: ausencia de poder o desempoderamiento, tales aspectos visibilizan el eje de movimiento de esta categoría que supone la relación (poder-dependencia), pero que en este caso hace énfasis en el desarrollo de relaciones sociales que rompan con las estructuras de poder que colocan a la mujeres en desventaja frente a los hombres y propone una nueva configuración social y subjetiva basados en el principio de la equidad.
Luego entonces, hablar de empoderamiento de las mujeres significa posicionarnos en un espacio de transformación social de las relaciones sociales que se construyen entre las mujeres, los hombres y su entorno.
Esto ocurre verdaderamente cuando las mujeres tienen claro los siguientes elementos:
Toma de conciencia por parte de las mujeres de su subordinación.Organización autónoma para decidir sobre sus vidas y el desarrollo que desean.Movilización para la identificación de intereses prácticos y estratégicos. (Mendizabal &López, 2013). Diálogos con experiencias laborales en el contexto laboral cubano y pinareño.
Tales argumentos, constituyen guías necesarias a tener en cuenta en el verdadero proceso autónomo, emancipador y de transformación en el ejercicio del poder por parte de las mujeres, pues no se trata de competir con los hombres, sino de ser autosuficientes nosotras mismas y para las demás. Se trata entonces, de desarrollar los capitales que articulan el poder, tales como: económico, cultural, social y simbólico en lo que la comprensión de las luchas cívicas de las mujeres tiene un peso fundamental para el cambio en este sentido.
En este sentido, la consulta y estudio de la obra de la socióloga cubana Martha Núñez Sarmiento, ha servido de guía para comprender la complejidad del tema y su tratamiento en Cuba, no obstante, polémico, pero a la vez con la convicción profunda de que en las condiciones actuales la sociedad se encuentra en un momento asimilación de cambios en la vida cotidiana.
A partir de mirar cuánto tiempo y cuál ha sido el costo para el logro de un acceso de la mujer a la vida pública y laboral, se puede entonces entender que es largo, aunque no es menos cierto que a través de la historia existen puntos culminantes de emancipación y liberación. No obstante, la equidad en cuanto a reducir las brechas en materia de género, color de la piel, etnia, clase social, territorio, entre otras, teniendo en cuenta un enfoque interseccional del sujeto en análisis y sus configuraciones en función de los condicionamientos legitimados y jerarquizados socialmente.
En este escenario, se inscribieron propuestas interesantes como el proyecto Todas: En busca de un espacio dirigido por Marilyn Solaya y el Dr.C. Julio César González Pagés con la participación de otros colaboradores implicados en la temática, los cuales visibilizan las luchas feministas en Cuba, así como su impronta en la historia, y, específicamente en la historiografía regional. En particular en Pinar de Río, se destacaron féminas, tales como: Isabel Rubio, Magdalena Peña Redonda, Adela Azcuy, Inocencia Valdés Fraga, entre otras; lo que resultó interesante para sustentar la tesis que las luchas feministas en Cuba tienen una continuidad en la actualidad, así como, tributo a las mujeres en el marco de su día internacional en el presente año y los venideros.
De igual forma, como parte de la constante superación de las autoras en la temática se consideró su participación en los cursos Pre congresos en el marco del Congreso Internacional de Investigadores sobre Infancias, Adolescencias y Juventudes celebrado del 29-31 de marzo de 2022 en el Palacio de Las Convenciones en La Habana, Cuba. Vinculados a la temática de la inserción de la mujer en el mundo laboral lo que sirvió como un espacio de debate, conocimiento y actualización en torno al tema y su heterogeneidad social, debido también a la reciente apertura de nuevos actores económicos, como las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) como partes de las estrategias del Estado para impulsar la economía en un proceso de reactivación y recuperación post-pandemia. Importante, entonces en este contexto trabajar enfoque interseccional de estas temáticas y articularlo con las estrategias de Desarrollo Local de cada uno de los territorios del país.
De este modo, se participó en la Jornada Contra la Discriminación Racial como parte de las actividades realizadas a nivel de país en torno al tema, en este caso, auspiciada por la sede de Unión de Escritores y Artistas de Pinar del Río del 4-7 de abril de 2022, donde el debate científico, crecimiento cultural y social estuvo dado por un panel de connotados investigadores del territorio que abordaron lo afrodescendiente en la mujer pinareña, el tratamiento de las brechas de equidad en el desarrollo local y la exposición de fotografía del hombre negro visto desde su propia raza, estos posicionamientos en contexto cubano actual y pinareño resultan necesarios para poder comprender al ser humano en su propia naturaleza de pensamiento y acción condicionada por un contexto social dinámico.
El discurso recorrido hasta aquí, y, teniendo criterios de las autoras en otros momentos de la investigación anterior, resultó válido acotar elementos constitutivos que direccionan el empoderamiento de las mujeres en el mercado laboral, así como los puntos de inflexión encontrados en el análisis crítico del Código Laboral, así como, prestar atención aquellos elementos que pudieran irrumpir en la estabilidad de la gobernabilidad partiendo del desequilibrio de los mecanismos de participación como uno de sus principales pivotes en el sostenimiento de un proyecto socialista alternativo emancipador, tales como:
Diferenciación de garantías legales del trabajador por cuenta propia titular de licencia entre los trabajadores contratados.Obligar el cumplimiento por parte de los titulares de licencia de los términos pactados en los contratos laborales, respecto a: disfrute de los beneficios de la Seguridad Social por concepto de licencia de maternidad; así como preservación del empleo hasta reincorporación de la trabajadora, establecimiento del horario de jornadas laborales, así como el esclarecimiento de salarios mínimos y máximos devengados, entre otros.Temporalidad de los contratos de trabajo en el sector cuentapropista, aumenta la inseguridad jurídica de los trabajadores contratados debido a la terminación de la relación laboral de un momento a otro. Según Rodríguez, (2017) resulta factible formalizar la relación de trabajo en un documento distinto del contrato de trabajo, tomando en consideración que los porcientos de trabajadores contratados aumentan en el sector por cuenta propia, que la edad promedio en este sector es muy baja, y que los menores de 18 años de edad deben vincularse a plazas donde se preserve su desarrollo físico-mental.Reformular la conceptualización de trabajador contratado y considerarlo como cuenta ajena en lugar de trabajador por cuenta propia.En el ejercicio de este trabajo por cuenta propia las mujeres estudiadas han expresado haber afrontado varias dificultades relacionadas con: la preparación y/o educación para llevar adelante un actividad de este tipo, la confianza a desarrollar con las personas que te rodean, la obtención de materiales, insumos y recursos necesarios para el perfeccionamiento de la actividad, la implementación de la tarea de ordenamiento monetario[1] que ha implicado un aumento de los precios en el mercado minorista y un acceso a los recursos en una moneda que no es la que circula en dinero físico en el país, así como un cambio en las ofertas que se les realiza a los clientes y consumidores a partir los cambios generados en las tarifas de precios en los servicios que se ofertan.
[1] La Tarea Ordenamiento como se ha explicado por fuente oficiales como la Gaceta de Cuba y medios de comunicación incluye cuatro elementos bien claros: resolver la dualidad monetaria, resolver la dualidad cambiaria, eliminar subsidios y gratuidades hasta donde sea posible en las condiciones de nuestra economía y hacer una transformación de los ingresos. No obstante, a la aplicabilidad de esta medida en el contexto cubano y su urgencia por las propias necesidades a resolver como actividad pendiente del gobierno cubano en términos económicos, su ejecución en un contexto de pandemia el cual no estuvo previsto por nadie, hace que su impactos en las nuevas formas de empleo y los ciudadanos cubanos en general se vean afectados, no solo en cuanto al precio, sino también en cuanto a los servicios y los insumos a obtener para mantener y ofertar otros servicios lo que en aras de propiciar un desarrollo encarece la vida cotidiana. A un año de haber implementado esta medida el proceso inflacionario ha adquirido proporciones de escándalo, que el en mediano largo plazo tendrán solución si cómo han dicho los principales representantes a nivel de Estado somos capaces de producir más.
Conclusiones:
Se hace urgente el establecimiento de una unidad en el movimiento feminista que se pronuncie por la lucha cívica en torno al desarrollo de igualdad de oportunidades en el mercado laboral tanto para mujeres como hombres, no se trata de repetir los patrones existentes de socialización en este sentido, sino de encontrar un equilibrio que no conduzca a un proceso de dominación, subordinación e infravaloración.
El empoderamiento de las mujeres o femenino deviene entonces: en un proceso de transformación social de la conciencia crítica entorno a la toma de conciencia individual y colectiva que permita aumentar la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y de acceso al ejercicio del poder y a la capacidad de incidir en el cambio social. Además, contribuye a generar relaciones simétricas partiendo de la compresión crítica de los mecanismos de interpelación ideológica a los que están sujetas las mujeres en un proceso de cambio social que es dinámico.
Asimismo, la apertura de empleadores privados en el sector no estatal cuentapropista constituye una de las reformas de mayor repercusión social debido que a nueve años de flexibilización del ejercicio del trabajo por cuenta propia como complemento a la opción de empleo estatal, a los que se agregan las deficiencias en la regulación laboral entre las personas naturales, muestran signos de desprotección a los trabajadores(as) en el sector cuentapropista en Cuba. Los altos salarios devengados por los trabajadores (as) contratados (as) en este sector, es una de las causas de acpetación por estos (as) de largas jornadas de trabajo, violación de su descanso diario y el no disfrute de las vacaciones anuales pagadas.
La necesidad de esta forma de producción para el crecimiento económico cubano, no justifica una política de empleo sustentada en una legislación laboral deficiente ni consolidar patrones de desigualdad en el disfrute de los derechos laborales en los sectores estatal y no estatal cuentapropista. La política pública de acceso al empleo requiere de controles estatales efectivos para el disfrute de los derechos laborales de los trabajadores, principalmente en el sector no estatal cuentapropista, sobre la base de la corta edad del Código de Trabajo cubano y la inseguridad jurídica que entrañaría su modificación. Solo así se alcanzaría la correspondencia entre el incremento de la productividad, la calidad de los servicios y la efectividad de la política de empleo (Rodríguez, 2017).
Bibliografía:
Díaz, Beatriz. (1992). Cuba: modelo de Desarrollo Equitativo, En: Sistemas Políticos, Poder y Sociedad. Estudios de Caso sobre América Latina, Ed. Nueva Sociedad, pp. 341-348, Caracas.Díaz, Beatriz. (1996). Desarrollo Social y Políticas Públicas, El caso de Cuba, Estudio elaborado para el United Nations Research Institute for Social Development (UNRISD).Gaceta Oficial de la República de Cuba, No. 29. Ministerio de Justicia. La Habana, 17 de junio de 2014. ISSN 1682-7511. Mendizabal Furundarena, Garbiñe & López Loizaga, Miren. (2013). Empoderamiento de las mujeres: del individual al social. Ayuntamiento de Ortuella, Área de Igualdad de Oportunidades. España. Recuperado en: www.ortuella.eus/es-ES/Servicios/.../Empoderamientodelasmujeres20130507.pdfRitzer, George. Teoría Sociológica Contemporánea Primera y Segunda Parte. Editorial Félix Varela. La Habana, 2006: 409.Rodríguez Ferrer, Yankel. (2017). Política de empleo en Cuba en el período de 1984-2013. Ponencia presenta en el Congreso Nacional de Estudios del Trabajo. El trabajo en conflictos. Dinámicas y expresiones del contexto actual. Buenos Aires, Argentina del 2-4 de agosto.Rojas Hernández, Belkis. (2017). “El empoderamiento femenino de la mujer rural como vía para el desarrollo de las comunidades rurales”. Revista RUMBOS TS, año XII, Nº 16. ISSN ED. IMPRESA 0718- 4182 / ED. EN LÍNEA 0719-7721, pp. 77-92UNICEF (1998) El marco conceptual de igualdad y empoderamiento de las mujeres, En: Magdalena León, Poder y empoderamiento de mujeres, UN,Facultad de Ciencias Humanas, T/M Editores, Santa Fé de Bogotá.Vasallo Barrueta, Norma. Del feminismo al género. Un intento de romper estereotipos desde una relectura de las clásicas. En Mirar de otra manera. La Habana. Editorial de la Mujer, 2008, pp. 32-33.
Palabras clave:
Mujer, Feminismo, Empoderamiento de la mujer, Trabajo, Género.