Resumen de la Ponencia:
Las emociones, los afectos, los sentimientos y, en general, todo lo relativo a la vida afectiva de las personas, ha constituido un campo de reflexiones, debate, definición y análisis, en el occidente del mundo, desde, por lo menos, el pensamiento griego clásico. En este artículo nos proponemos describir las maneras generales a través de las cuales, las emociones han sido estudiadas desde tres disciplinas sociales, a saber, la sociología, la psicología y la antropología. Nos acercamos también al estudio de las emociones y los afectos, que más recientemente se viene desarrollando desde el campo de la comunicación.En las ciencias sociales
grosso modo, podemos decir que las emociones han sido estudiadas a partir de al menos tres grandes perspectivas: una que las vincula con el cuerpo -de ahí la importancia de dedicar un apartado específico al tema de lo corporal-, otra con la cognición (AHMED, 2015) siguiendo la separación clásica cartesiana entre pensamiento y emoción[1], y, una tercera que podemos llamar el estudio sociocultural de las emociones y que es, quizás, la que goza de mayor presencia y legitimidad en el ámbito de la investigación social[2].Nosotras, sin desconocer la importancia histórica y vigente que nuestra biología tiene en lo que sentimos, consideramos que las emociones son también (y especialmente) una construcción sociocultural y, por tanto, estructuralmente vincular, relacional, y son creadas a través del lenguaje, de los significados socialmente compartidos, de aquellos hegemónicos y de los que disputan su preeminencia. Es justamente en esta dimensión donde las emociones se entrelazan con la comunicación y adquieren, además, su dimensión política.Además de las revisión de las grandes perspectivas de las tres disciplinas ya mencionadas, interesan las propuestas inter y transdisciplinarias. En este sentido, nos parece relevante cerrar el artículo mencionando los aportes y particularidades del Giro Afectivo, por un lado, y la importancia de incorporar al cuerpo en este tipo de análisis del mundo social, desde una mirada afectiva y emocional, que es también una mirada corpórea. [1] Junto a Descartes otros teóricos ampliamente conocidos que abrazaron esta perspectiva fueron David Hume, Jeremy Bentham y William James (AHMED, 2015; DAVIES, 2015).[2] Evidentemente otras tipologías son posibles. Bolaños (2015) por ejemplo, realiza una revisión histórica de lo que define como la incorporación de las emociones en las ciencias sociales durante el siglo XX en los contextos norteamericano y europeo, aduciendo que dicha incorporación se da especialmente cuando la sociología y la antropología se distancian de la perspectiva positivista precedente que ubica como un antecedente, en los 4 momentos que analiza.