Resumen de la Ponencia:
En la reflexión sobre los riesgos emergentes por el cambio climático han surgido múltiples espacios de discusión como foros, seminarios, congresos y reuniones internacionales donde se han presentado estudios científicos, reportes por parte de centros de investigación, universidades, instituciones, organizaciones y grupos de trabajo en general. Derivado de ello, han surgido también una gran cantidad de propuestas conceptuales y metodológicas para evaluar la vulnerabilidad social ante dichos riesgos. De manera amplia, dichas propuestas metodológicas se pueden categorizar en tres principales: 1) Enfoque objetivo tradicional, estructuralista o técnico, que parte de un abordaje primordialmente especializado sobre bases sismológicas, geomorfológicas e hidrometeorológicas, donde la vulnerabilidad se identificaba como algo estático como lo afectable, y bajo este enfoque se integran variables solamente de tipo estructural; 2) Enfoque Subjetivo, donde se incorporan las ciencias sociales al análisis de la vulnerabilidad considerando factores culturales, ideológicos y de percepción, entre otros; 3) Enfoque integral, donde además del análisis que incorporan variables e instrumentos desde disciplinas de las ciencias naturales y sociales, se plantea el estudio interrelacionado éstos para abordar el cambio climático y su propuesta es incorporar variables estructurales pero también variables subjetivas, surge dentro de la corrientes de teorías de síntesis y abordaje sistémico. Ciertamente para aplicar este último enfoque desde el sur global hay retos que las ciencias sociales deben tener en cuenta, así surge la pregunta ¿cuál es el papel de las ciencias sociales en el análisis de la vulnerabilidad social ante el cambio climático y cuáles son sus desafíos desde el sur global?Para responder dicho cuestionamiento, en este trabajo se presenta en un primer momento, el marco conceptual-analítico de la vulnerabilidad a riesgos por el cambio climático, para desde ahí presentar desde lo global, los principales abordajes metodológicos para evaluar dicha vulnerabilidad y poder así analizar cuál ha sido el papel y cómo se han incorporado las ciencias sociales en los estudios realizados para ello, y finalmente, plantear los desafíos que enfrentan las ciencias sociales para evaluar la vulnerabilidad de las personas a riesgos emergentes por el cambio climático desde el sur global.Resumen de la Ponencia:
El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático es categórico al advertir la severidad, magnitud y, en muchos casos, irreversibilidad de los cambios observados en el clima (IPCC, 2021). Por su parte, en Chile la evidencia disponible alerta que los impactos de estos cambios serán especialmente relevantes en áreas costeras y secano interior de la zona centro sur de Chile (Yáñez et al 2017; Farias et al., 2019; FAO y Centro-EULA, 2021). Ante esto es urgente generar estrategias de adaptación y transformación, basadas en el co-diseño, diálogo de saberes e interdisciplina, que puedan ser incorporadas en ámbitos científicos, institucionales y en la gobernanza local (Few et al., 2017).Entre tales estrategias, las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbNs) son herramientas que ofrecen oportunidades conjuntas de mitigación y adaptación y que, en la zona costera, pueden ser representadas por la conservación de los bosques de macroalgas, marismas y pastos marinos, ecosistemas capaces de secuestrar entre 7 a 21 veces más CO2 que los bosques terrestres (Duarte et al. 2005, Farías et al., 2019, Rehbein et al., 2020). Por su parte, la relación de las comunidades costeras con las algas, puede ser abordada desde la noción de comunes costeros (De la cuadra, Cid y Letelier, 2020; LLancaman, 2020), identificando e incorporando en el co-diseño de las SbNs sus potenciales conflictos, contradicciones y sinergias en cuanto a su uso, significación e interacción con otras actividades a escala local/global.En concreto, la ponencia aborda los primeros resultados de una propuesta de Investigación Acción Participativa (IAP) iniciada en diciembre de 2021 en la Caleta Coliumo, ubicada en la región del BioBío (Chile). Caleta caracterizada por la recolección y extracción de algas como aporte al ingreso familiar, actividad realizada principalmente por mujeres, constituyéndose un eje central de la organización e identidad local (Gallardo et al., 2018). Además, es un territorio que se caracteriza por la confluencia de alta biodiversidad, un humedal costero, importante actividad pesquera, dos áreas de manejo de recursos bentónicos (AMERBs), dos plantas de procesamiento de algas y múltiples actividades turísticas. A través de observaciones, recorridos guiados, mapeos colectivos y entrevistas semiestructuradas buscamos co-generar, en conjunto con co-investigadores locales, información respecto a los usos, significaciones, articulaciones y conflictos asociados a las algas en tanto posibles comunes costeros, indagando en las potencialidades y debilidades de la gobernanza local para el diseño y sostenibilidad de estrategias de adaptación local a cambios globales.Resumen de la Ponencia:
Este artigo busca identificar e analisar como os jovens brasileiros representam as mudanças climáticas. Aborda as categorias de análise: juventudes, mudanças climáticas/aquecimento global, e se apoia na Teoria das Representações Sociais (TRS) como pano de fundo. O estudo é pautado por uma base de dados secundária, representativa da população jovem brasileira (18-24 anos), com 379 registros. A metodologia consiste na análise estatística descritiva e exploratória, e traz análises bivariadas para investigar se há correlações relevantes entre as variáveis pesquisadas. O estudo fez uso do Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) e apresenta saídas gráficas e tabelas para apresentação dos resultados. O artigo concluiu que: as representações sociais das mudanças climáticas no universo juvenil estão ancoradas em uma forte preocupação com o presente e o futuro; são raros os registros de jovens negacionistas climáticos; aparentemente, o conhecimento sobre o assunto é confuso e superficial. Os resultados sinalizam para a necessidade de ações de educação ambiental, com ênfase nas mudanças climáticas.Resumen de la Ponencia:
Ciertos temas y procesos fueron adquiriendo progresiva relevancia en las agendas y orientaciones públicas de los Estados nacionales a nivel planetario, en el marco de la crisis civilizatoria y socio ecológica que se ha profundizado en las últimas décadas. La transición energética es uno de ellos, habida cuenta de la aceleración del calentamiento global y la crisis climática. En este plano, la proyección del hidrógeno verde como alternativa para disminuir la dependencia de combustibles fósiles se torna elocuente Efectivamente, la crisis socioecológica del presente se encuentra ligada al impacto de las actividades de origen antropogénico de escala global. El proceso vertiginoso de industrialización, sus estilos de producción y consumo alentaron la fosilización de las matrices energéticas aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad, que implica la utilización ilimitada de recursos naturales. En este escenario, los diversos países y regiones se encuentran embarcados en un proceso de transición energética, si bien con distinto grado de intensidad, recursos públicos, privados y estrategias políticas desplegadas, con el objetivo de incorporar el uso fuentes de energía limpias y renovables. El hidrógeno verde se ha colocado en la agenda pública de diversas naciones, y concitado el interés de empresas extractivas de bienes naturales y otras que elaboran recursos para el mercado, como una alternativa para proveer energía tanto a los sectores productivos como del transporte y el consumo doméstico. Este vector energético favorecería la nula emisión de gases de efecto invernadero ya que se obtiene de materias primas como el viento, el agua y el sol. Su apuesta ha estimulado una serie de megaproyectos en distintas partes del mundo donde la alianza entre los Estados y el sector privado es la modalidad privilegiada para su financiamiento y producción. América Latina tiene dos ya en curso, fundamentalmente en Chile, mientras otros países se encuentran apostando a su desarrollo. Argentina, por caso, acordó en el 2021 los primeros fondos provenientes de inversiones foráneas para encausar un proyecto en la Provincia de Río Negro.En esta ponencia proponemos sistematizar y analizar algunas de las aristas que adopta la promoción del hidrógeno verde enmarcado en el proceso de la transición energética, indagando en qué tipo de transición se promueve, observando en particular a la región y a la Argentina. Este proceso es relativamente novedoso, por tanto, nos importa situar ciertas cuestiones e interrogantes de relevancia para repasar este proceso en ciernes, atendiendo a las virtudes que puede implicar para encausar la desfosilización, pero también, considerar señalamientos que se distinguen en diversos trabajos e intervenciones con referencia a los problemas que podrían acontecer con su explotación, Para la elaboración de este trabajo nos basamos en fuentes y datos secundarios, informes y bibliografía.Resumen de la Ponencia:
As energias renováveis podem e devem se configurar em um instrumento de protagonismo para atender as metas globais de mudanças climáticas, seja do ponto de vista da mitigação das emissões de Gases do Efeito Estufa (GEE) ou da adaptação aos impactos climáticos. Para isso, há a necessidade de um planejamento energético alinhado às questões climáticas, no qual os atores envolvidos pensem, elaborem e implementem políticas públicas de integração entre energias renováveis e mudanças climáticas, de maneira a construir e efetivar uma agenda governamental climática e que integre as energias renováveis como estratégicas. Partindo desta ideia, o objetivo deste artigo é discutir como o planejamento energético do Brasil tem internalizado o tema das mudanças climáticas, sobretudo na perspectiva da adaptação, compreendendo as interfaces entre as questões climáticas e energéticas. Para tanto, a metodologia deste estudo segue as orientações de uma pesquisa com abordagem de natureza qualitativa, utilizando-se de levantamento e análise de referenciais bibliográficos sobre a temática, assim como de pesquisa e análise de documentos e de outros dados secundários relacionados ao tema do planejamento energético brasileiro. A análise destes dados se dá por meio da análise de conteúdo. A partir desses dados, os resultados indicam que o planejamento energético do Brasil apresenta uma série de desafios e lacunas no que diz respeito à incorporação das questões climáticas em sua agenda. À guisa de conclusões, este trabalho sugere que o planejamento energético no Brasil não é pensado, construído e efetivado numa perspectiva de integração das energias renováveis com as mudanças climáticas, tampouco com vistas a subsidiar a promoção de processos de adaptação climática e de construção de capacidade adaptativa climática nos territórios.
Introducción:
O setor energético é, globalmente, o responsável principal pelas emissões de GEE, pois se trata do setor produtivo que emite aproximadamente 73% do total desses gases (Ge; Friedrich; Vigna, 2020), contribuindo, assim, para a intensificação das mudanças climáticas e seus impactos impostos nos diferentes níveis territoriais. No campo do setor de energias, de acordo com os dados disponibilizados por Ge et al. (2020), a geração de eletricidade e calor, o transporte, assim como a fabricação e construção civil são os três subsetores que mais emitem GEE no âmbito mundial, representando, respectivamente, 30%, 15% e 12% do total.
No Brasil, diferentemente do cenário global, o setor com maior representatividade no quadro de emissões de GEE, em especial de dióxido de carbono (CO2), é o de mudanças de uso da terra e florestas. Isso porque é responsável por cerca de 49% das emissões totais de GEE no país, segundo dados do Sistema de Estimativas de Emissões e Remoções de Gases de Efeito Estufa (SEEG), do Instituto de Energia e Meio Ambiente (IEMA) (SEEG, 2021). O setor energético vem em terceiro lugar, com quase 18% das emissões totais de GEE (SEEG, 2021).
Ainda que o setor de energias não seja o responsável principal pelas emissões totais de GEE no Brasil, é importante compreender como o mesmo tem se configurado em um setor estratégico para o enfrentamento das mudanças climáticas, por meio da elaboração e implementação de políticas públicas ou ações climáticas, sejam do ponto de vista da mitigação ou da adaptação, sobretudo em virtude do alinhamento que se tem buscado, pelo menos à nível internacional, entre as questões climáticas e energéticas.
Nesse sentido, a escassez de recursos hídricos, bem como a abundância de outros recursos naturais e renováveis no Brasil são fatores relevantes para um planejamento energético que considere outras fontes energéticas, particularmente de base renovável, buscando uma diversificação da matriz energética, com consequências sobre a segurança energética do território. Estudos consideram que a busca por opções de diversificação da matriz energética de um território é um caminho essencial para preservar um planejamento energético eficiente, eficaz e efetivo (Guerra, Dutra, Schwinden & Andrade, 2015; Silva, Pimenta, Assireu & Spyrides, 2016).
Diante desse contexto, é importante compreender como o planejamento energético no Brasil aproxima as questões climáticas ao seu discurso, pensando na construção e efetivação de uma agenda governamental voltada às mudanças climáticas, nas quais as energias renováveis sejam estratégicas, especialmente em um contexto de país com forte atuação na produção de “novas” fontes de energias renováveis.
Nessa ótica, o objetivo deste artigo é discutir como o planejamento energético do Brasil tem internalizado o tema das mudanças climáticas, sobretudo na perspectiva da adaptação, compreendendo as interfaces entre as questões climáticas e energéticas. Para esta análise, este estudo se ancora em uma pesquisa de natureza qualitativa, fazendo uso de levantamento bibliográfico e pesquisa documental como instrumentos de coleta de dados, e da análise de conteúdo enquanto técnica de análise.
Sob esta perspectiva, este artigo está estruturado, além desta introdução e das conclusões, em dois momentos. O primeiro é o relativo à metodologia, com apresentação e detalhamento das ferramentas metodológicas utilizadas para construção deste trabalho; já o segundo se refere à análise e discussão dos resultados, observando se e como as questões climáticas têm sido incorporadas ao planejamento energético brasileiro, de modo a pensar e discutir acerca das interfaces entre as questões climáticas e energéticas.
Desarrollo:
Internacionalmente, agendas institucionais como o Acordo de Paris e a Agenda 2030 para o Desenvolvimento Sustentável (ou simplesmente “Agenda 2030”) argumentam que as energias renováveis são um caminho vital para o enfrentamento das mudanças climáticas, configurando-se, principalmente, em uma saída mitigadora das emissões de GEE.
Em relação ao Acordo de Paris, firmado em Paris, na França, no ano de 2015, as energias renováveis aparecem ainda de forma incipiente, ao passo que são colocadas como uma necessidade para a África no que diz respeito ao seu acesso, de modo universal, pelas populações (Organização das Nações Unidas [ONU], 2015a). Diferentemente desse Acordo, a Agenda 2030 apresenta o fomento às energias renováveis como um de seus 17 Objetivos, o Objetivo do Desenvolvimento Sustentável (ODS) 07, cuja finalidade é “Assegurar o acesso confiável, sustentável, moderno e a preço acessível à energia para todos” (ONU, 2015b).
Ainda que as energias renováveis sejam uma medida mitigadora das mudanças climáticas por meio da menor emissão de CO2 para a atmosfera, é preciso também pensar, refletir e discutir as energias renováveis como um meio de adaptação às mudanças climáticas, tendo em vista a ocorrência massiva de eventos climáticos extremos, como as inundações e os longos períodos de estiagens.
Nesse contexto, no qual se busca por alternativas para enfrentar as mudanças climáticas e seus impactos nos níveis locais (como estados e municípios), o planejamento energético pode ser um instrumento nessa perspectiva. Este planejamento pode ser pensado e discutido pelos atores estatais e não-estatais (como setor privado e sociedade civil) como um caminho para a construção e efetivação de uma agenda governamental voltada às questões climáticas e que integre as energias renováveis como uma estratégia, especialmente do ponto de vista adaptativo.
Para pensar em planejamento energético, uma das dimensões é a diversificação da matriz energética, compreendida nesta discussão como um meio de estabelecimento da segurança energética (Ang, Choong & Ng, 2015) a partir do momento em que se diversifica a matriz energética desses territórios por meio da inserção dessas “novas” fontes de energia e possibilidades de geração de eletricidade. Nessa ótica, Reis (2015) pondera que diversificar a matriz energética é importante para a construção e o desenvolvimento da segurança energética interna dos territórios. Por isso, ter uma diversificação de recursos e fornecedores para a produção e geração de eletricidade em um território é uma estratégia de redução do risco global de fornecimento de energia (Mathiesen, Lund & Karlsson, 2011).
Ademais, diversificar a matriz energética dos territórios é apresentado como um dos caminhos para atender os objetivos e as metas globais de mudanças climáticas (Eyre, Darby, Grünewald, McKenna & Ford, 2018), passando a ter destaque num cenário de preocupações e desafios relacionados ao crescimento de demandas por energia e à intensificação das mudanças climáticas (Aslani, Helo & Naaranoja, 2014).
Em meio aos riscos das mudanças climáticas sobre o setor energético, em especial o hídrico, a diversificação energética se apresenta como uma estratégia de adaptação climática, tendo em vista que, com a inserção de “novas” fontes renováveis, haverá outras possibilidades de geração de energia elétrica para as populações, deixando o território de ser dependente de uma ou poucas fontes de energia.
No âmbito do Brasil, muito embora o território possua um alto potencial para promoção e ampliação de fontes de energia não renováveis, apresenta também uma alta capacidade de exploração e produção de fontes energéticas renováveis (como eólica, solar, biomassa, hidrogênio e energia dos oceanos) (Silva & Cândido, 2015) devido à sua localização físico-geográfica, favorável à convergência dos ventos e à irradiação solar, conforme mencionado anteriormente neste artigo.
A matriz energética brasileira é majoritariamente baseada na energia hidráulica, representando, segundo dados disponibilizados em 12 de janeiro de 2023 pelo SIGA/ANEEL, 58,04% do total (ANEEL, 2023). Principalmente a datar de 2002, com o Programa de Incentivo às Fontes Alternativas (PROINFA), regulamentado pela Lei n. 10.438, de 26 de abril, outras fontes energéticas de base renovável têm sido estimuladas no Brasil, como são os casos das energias eólica e solar. Respectivamente, estas fontes de energia representam 12,56% e 3,91% do total da matriz energética do país (ANEEL, 2023).
A produção de energia solar, diferentemente da eólica, é ainda bastante incipiente no cenário brasileiro. Entre os anos de 2019 e 2020, a produção de energia solar teve um crescimento de apenas 1%; todavia, é importante destacar que tal crescimento acontece num contexto de queda das energias tidas como “convencionais” (como a hidráulica) e das não renováveis (como a nuclear) (González, 2021). O principal incentivo de inserção de projetos de energia solar na matriz elétrica do Brasil aconteceu através do 6º Leilão de Energia de Reserva (LER), realizado pela ANEEL em 31 de outubro de 2014, negociando 31 projetos fotovoltaicos (Brasil, 2014).
Com tendência de ampliação dessas “novas” fontes de energia no Brasil desde o início do século XXI, auxiliando no processo de diversificação energética do país (Tolmasquim, Guerreiro & Gorini, 2007), a participação dessas fontes tem sido intensificada cada vez mais, sobretudo a partir de 2013 com a produção de energia eólica (González, 2021). A tendência é de que haja ainda mais a inserção dessas “novas” fontes até 2030 (de 2% em 2000 para 7% em 2030) e, por outro lado, a redução da lenha e carvão mineral (de 12% em 2000 para 16% em 2030) (Tolmasquim et al., 2007). Silva, Silva & Pessoa (2019 apud Teixeira et al., 2021) reforçam essa ideia quando assinalam que a previsão é de aumento da produção de energias renováveis no Brasil para os próximos anos.
De acordo com o Plano Nacional de Energia (PNE) 2030, documento do MME, a incorporação de novas fontes energéticas renováveis (como eólica, solar e biomassa), “evitará a emissão de 2,5 milhões de toneladas de gás carbônico/ano, ampliando as possibilidades de negócios de Certificação de Redução de Emissão de Carbono, nos termos do Protocolo de Kyoto” (Brasil, 2007, p. 167-168).
A inserção de energias renováveis para a diversificação energética no Brasil, mas também em outros países, é estimulada por agendas como o Acordo de Paris, como pontuado anteriormente neste tópico. Este Acordo exige que cada país signatário apresente sua pretendida Contribuição Nacionalmente Determinada (iNDC), posteriormente transformada em Contribuição Nacionalmente Determinada (NDC) quando esse território ratificar o Acordo (ONU, 2015a). O Brasil ratificou oficialmente o Acordo de Paris em 2016. Inicialmente, a NDC brasileira considerou iniciativas tanto de mitigação das emissões de GEE quanto de adaptação aos impactos climáticos Para isso:
[...] o país se comprometeu a, por exemplo, i. aumentar a participação de bioenergia sustentável em sua matriz energética para aproximadamente 18% até 2030, ii. restaurar e reflorestar 12 milhões de hectares de florestas até 2030, e iii. alcançar sua participação estimada de 45% de energias renováveis na composição da matriz energética em 2030 (Teixeira & Pessoa, 2021, p. 16).
Com isso, o setor de energias renováveis é visualizado no Brasil como um grande potencial para enfrentamento das mudanças climáticas, tendo em vista a sua capacidade de geração de energia elétrica a partir de fontes energéticas renováveis. No entanto, em 2020, a NDC do Brasil foi atualizada. Ainda assim, a NDC brasileira não se mostra atualizada ao cenário global das mudanças climáticas. A revisão da contribuição reduziu a ambição do Brasil, inclusive permitindo que o país “emita mais gás de efeito estufa do que anteriormente previsto, pois mantém a mesma porcentagem na meta apesar do aumento no valor absoluto a que essa porcentagem se refere” (Romeiro, Genin & Felin, 2021).
Em termos gerais, os resultados e as discussões deste artigo abordam que o planejamento energético brasileiro apresenta uma série de desafios e lacunas no que diz respeito à incorporação das questões climáticas em sua agenda, como é o caso da falta de menção das mudanças climáticas nas legislações e políticas públicas de planejamento energético do país. Esses desafios e essas lacunas são retomados no tópico em sequência, quando são apresentadas as conclusões do artigo.
Conclusiones:
No Brasil, há uma série de políticas públicas e/ou ações direcionadas ao planejamento energético, buscando pensar sobre as necessidades atuais e futuras de energia do país, atendendo, assim, às demandas das populações que, por exemplo, vivenciam situações de baixa disponibilidade hídrica em virtude de períodos de estiagens. Nessa ótica, pode ser salientado que, com um planejamento energético alinhado às necessidades das populações e dos territórios, mas também aos possíveis riscos e impactos provenientes das mudanças climáticas em curso, situações de colapso energético e de disponibilidade de energia elétrica poderiam ser evitadas.
Por isso, a importância de enfatizar o protagonismo crucial que o processo de diversificação energética nos territórios, como do Brasil, exerce numa perspectiva de adaptação climática. Isso porque a diversificação energética acaba se configurando em uma forma de ajuste, no contexto das mudanças climáticas e seus possíveis impactos, de promoção de eletricidade a partir do surgimento de novas possibilidades de geração de energia elétrica, através das “novas” energias renováveis, como a eólica e a solar.
Ainda assim, o planejamento energético no Brasil não é pensado, construído e efetivado numa perspectiva de integração das energias renováveis com as mudanças climáticas, tampouco com vistas a subsidiar a promoção de processos de adaptação climática e de construção de capacidade adaptativa climática nos territórios. Dessa forma, o objetivo proposto no momento introdutório deste artigo é alcançado à medida que o trabalho conseguiu discutir acerca de como o planejamento energético brasileiro tem incorporado ou não às questões climáticas, especialmente do ponto de vista adaptativo, em sua agenda.
A discussão apresentada neste estudo é de suma importância acadêmica e social. Academicamente, o artigo é de suma relevância para o campo científico das interfaces entre as energias renováveis, as mudanças climáticas e os processos de adaptação, contribuindo para a compreensão de como as energias renováveis podem se configurar em uma alternativa para o enfrentamento das mudanças climáticas: do ponto de vista da mitigação das emissões de GEE, mas também da adaptação aos impactos climáticos. Em termos sociais, o trabalho se apresenta como relevante, visto que traz à nota a discussão sobre o atendimento das necessidades mundiais de eletricidade e das metas globais de mudanças climáticas.
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Palabras clave:
Energias renováveis. Mudanças climáticas. Brasil.
Resumen de la Ponencia:
La ponencia sostiene que el principal medio que el régimen climático internacional ha establecido para combatir el cambio climático, el mercado de emisiones de gases de efecto invernadero, implica la transformación social de la atmósfera en un depósito aéreo con capacidad limitada para almacenar gases contaminantes. El intercambio comercial de permisos de emisión amparado por la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, utiliza a ese depósito aéreo como un vertedero de desechos gaseosos, en donde las entradas y salidas de gases de efecto invernadero se comercializan. Además de mostrar el proceso histórico del nacimiento y desarrollo de los mercados de emisiones que encumbraron a las alternativas mercantiles como la única vía para la regulación de la contaminación atmosférica, esta ponencia también pretende mostrar que los mercados de emisiones implican la mercantilización de la atmósfera. Tal mercantilización no se reduce a la especulación financiera generada en el comercio de permisos de emisión, también implica la puesta en marcha de procesos productivos centrados en aumentar el espacio atmosférico disponible para almacenar gases de efecto invernadero. Estos procesos productivos permiten la creación de plusvalía y la formación de distintos tipos de rentas, como se muestra a través del estudio de varias formas de producción de compensaciones de emisión, especialmente con los Proyectos de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitada de bosques (REDD+) y con la tecnología de captura, almacenamiento y uso de carbono. La nueva relación social, constituida por los mercados de emisiones, entre sociedad y atmósfera está, en adelante, mediada por el capital, que pretende controlar el ciclo natural del carbono para enfrentar la emergencia climática. Presenciamos el intento de conformación de un ciclo social del carbono bajo la égida del capital.Resumen de la Ponencia:
En los últimos 30 años la relación entre la ciencia del clima y la política energética, ambiental y de desarrollo han estado lejos de seguir un modelo lineal en el que contar con más información científica ha derivado en decisiones públicas más efectivas o socialmente más sensibles para adaptarnos y mitigar el cambio climático. Los procesos de decisión política no necesariamente son consecuentes con los hallazgos científicos en materia de cambio climático o con los riesgos asociados a este fenómeno. Factores sociales y contextuales intervienen en la forma que se produce información científica sobre el clima, se circula y se percibida por tomadores de decisiones, evaluadores de impacto y la sociedad como creíble, legítima, relevante y utilizable.En este sentido, como destaca Naomi Oreskes (2015) entender el sistema climático permite, entre otras cosas, conocer la interacción entre los forzantes, el cambio en el clima y sus impactos ambientales. Sin embargo, comprender la dimensión antrópica de este fenómeno de forma robusta es central para articular los cambios sociales transformacionales necesarios. Es decir, que conduzcan a replantear la forma de interactuar con el entorno, los sistemas productivos, de distribución de recursos naturales, de riquezas entre las sociedades. En este sentido, integrar a las ciencias sociales y las humanidades en el entendimiento del cambio climático no sólo tiene implicaciones semánticas sino epistémicas. David Demeritt (2001), Sheila Jasanoff (2010), Nico Stehr y Reiner Grundmann (2010) y Oreskes (2015) han cuestionado de forma crítica cuál es el rol de las ciencias sociales y las humanidades en los procesos de entendimiento del cambio climático. Mi objetivo en este trabajo es ampliar lo que estos autores han sugerido previamente y presentar tres debates clave para situar socialmente la discusión de cambio climático y su dimensión antrópica: 1) La distinción entre escalas de conocimiento y de significado sobre este fenómeno. 2) El sentido de urgencia en su atención. 3) El rol de las trayectorias socio-económicas y las narrativas de desarrollo futuro. Estos debates están motivados por cuestionamientos desde la geografía humana y los estudios sociales en ciencia y tecnología. Aquí, sugiero que colocarlos en la agenda de investigación social y humanística es una tarea central si lo que se quiere es ofrecer posturas epistémicas comprometidas con una interpretación más plural acerca de este fenómeno, así como de sus estrategias de adaptación y mitigación.Resumen de la Ponencia:
Esse artigo propõe analisar os desafios para a construção de um sistema resiliente que assegure as transformações e adaptações necessárias ao contexto de mudanças climáticas e que resultem em ações que garantam a segurança alimentar e nutricional para os pescadores e suas famílias. Nesse sentido, pretende-se abordar as discussões teóricas- metodológicas sobre as mudanças climáticas que tem colocado em risco a manutenção e produção da atividade pesqueira artesanal continental na porção do semiárido nordestino delimitada no Rio Grande do Norte . Embora a seca seja um fenômeno recorrente no semiárido nordestino, a extensão e intensidade das alterações climáticas têm causado anomalias climáticas que reduzem ainda mais a precipitação de chuvas e levam a condições extremas como a intensa escassez hídrica, inviabiliza a continuidade da cultura pesqueira, alteram a economia regional e leva a sério comprometimento econômico das comunidades pesqueiras. Essas condições coloca em risco todas as dimensões da segurança alimentar e nutricional, uma vez que comunidades rurais inteiras dependem das chuvas para exercer atividades de subsistência como é o caso da pesca artesanal continental (SUDENE,2017), impactando as atividades produtivas de pesca, o acesso a alimentos e levando a choques socioeconômicos que culminam na insegurança alimentar. Considerando que a região semiárida do Nordeste brasileiro abriga cerca de 1262 municípios, e mais que 27 milhões de brasileiros convivem em condições de vulnerabilidade social. Espera-se que os resultados desta pesquisa possa influenciar políticas públicas para construção da capacidade adaptativa e resiliência dessas comunidades.
Introducción:
Diversos estudos têm demonstrado a crescente ameaça das mudanças climáticas à segurança alimentar de comunidades dependentes dos recursos naturais. Dados do Painel Intergovernamental de Mudanças Climáticas (IPCC) da Organização das Nações Unidas (ONU) publicados em 2013 e 2021, projetam que os impactos desses eventos climáticos podem afetar a segurança dos alimentos, reduzir a disponibilidade de alimentos, diminuição da diversidade de espécies e a escassez hídrica (IPCC, 2013; 2021). Tais alterações podem comprometer as atividades de subsistências em regiões como o nordeste brasileiro e afetar a segurança alimentar de comunidades inteiras (MARENGO et al, 2018).
O semiárido nordestino corresponde a maior parte do território regional, com aspectos climatológicos que dar a esta região um longo histórico de escassez hídrica recorrentes e severas secas (SUDENE, 2017). Levantamento realizado por Marengo et al (2018) sobre as características climáticas das secas que atingiram essa região entre 2010-2016, aponta para uma intensidade jamais vista em décadas de monitoramento.
Embora a seca seja um fenômeno recorrente no semiárido nordestino, a extensão e intensidade das mudanças climáticas têm causado anomalias climáticas que reduzem ainda mais a precipitação de chuvas. Considerando que cerca de 1262 municípios, e mais que 27 milhões de brasileiros convivem com essas condições e que a intensa escassez hídrica provoca alterações na economia regional, uma vez que comunidades rurais inteiras dependem das chuvas para exercer atividades de subsistência como é o caso da agricultura, pecuária e pesca artesanal continental (SUDENE,2017).
Entende-se comunidades pesqueiras artesanais continental como comunidades tradicionais, formadas por pescadores profissionais que exercem a atividade pesqueira artesanal, com ferramentas simples como as redes, utilizando embarcações de pequeno porte em territórios continental, como rios e açudes, de forma autônoma com o objetivo de garantir a sobrevivência de suas famílias, comercializando apenas o excedente (BRASIL, 2007).
A redução dos volumes hídricos nos açudes e reservatórios localizados no semiárido nordestino impacta diretamente as pisciculturas, inviabilizando a continuidade da atividade, sobretudo, para aqueles trabalhadores de pequeno porte, provocando comprometimento econômico das atividades, assim, nota-se um alto risco e elevada vulnerabilidade dessas comunidades. (MELO JÚNIOR; CAMPECHE,2021).
Neste estudo, compreende-se risco, como afirma Beck (2008), como um estádio intermediário entre a segurança e a destruição e são sempre locais e globais, assumindo dimensão transescalar. Desta forma, eles não podem ser compensados e ninguém pode ser responsabilizado pelos danos causados por esses riscos por não poder quantificar esses danos, uma vez que o autor trabalha com a ideia de modernidade reflexiva, na qual à medida que as sociedades se modernizam uma “autoconfrontação” dos processos transformadores da sociedade é exigido (BECK,2008; LAURINO,2011).
Diante do contexto, o comprometimento econômico apontado por Melo Júnior & Campeche (2021), conduz à uma dificuldade de acesso à alimentos, levando à uma situação de insegurança alimentar, por redução da qualidade, quantidade e diversidade de alimentos, sobretudo o pescado e os produtos pesqueiros, principalmente aqueles oriundos de pequenos pescadores artesanais. Estes são vistos como componentes chave para garantir a Segurança Alimentar e Nutricional(SAN) por estabelecer importantes contribuições nutricionais às comunidades consumidoras (HLPE, 2017).
No caso das comunidades pesqueiras artesanais, em que esses riscos reverberam nas várias esferas cotidianas da vida local, percebe-se uma dinâmica de desigualdade que se manifesta enquanto vulnerabilidade social. Nessa direção, considera-se que as comunidades, por viverem em ambientes que são atingidos pelos eventos climáticos e por seus efeitos físicos mais dramáticos, estão mais vulneráveis. (IWAMA et al; 2016; O´BRIEN et al, 2013)
No entanto, é importante considerar os diversos fatores (socioeconômicos, políticos, culturais e simbólicos) que influenciam tanto a vulnerabilidade quanto a capacidade de resposta aos impactos das mudanças climáticas e atua como um pré-requisito para sua redução (O'BRIEN et al, 2013)
No caso da exposição aos efeitos das mudanças climáticas, o risco é, conforme afirmado por Iwama et al (2016) como um perigo calculável. Entretanto, os autores ressaltam a importância de se considerar as percepções que os diversos atores têm sobre risco, uma vez que essa percepção exerce um papel fundamental na vulnerabilidade e adaptação mediante esses eventos.
Daí a necessidade de construir sistemas pesqueiros resilientes e capazes de antecipar ou dar melhores respostas para episódios climáticos, sem que comprometa as atividades piscicultoras, uma vez que estas são atividades de risco pela impossibilidade de controlar tais fenômenos climáticos. Nesse sentido, este estudo propõe analisar os desafios para a construção desse sistema pesqueiro que assegure as transformações e adaptações necessárias ao contexto de mudanças climáticas e que resultem em ações que garantam a segurança alimentar e nutricional para os pescadores e suas famílias.
Para tanto, pretende-se discutir a problemática relativa aos impactos das mudanças climáticas à produção de pescado (cultivo e extração) com foco nos debates sobre a vulnerabilidade das comunidades, capacidade adaptativa e resiliência. Bem como abordar as discussões teóricas na construção de sistemas resilientes às mudanças climáticas que têm colocado em risco a manutenção e a produção na atividade pesqueira artesanal continental no semiárido potiguar.
Desarrollo:
A construção da resiliência em sociedades vulneráveis às mudanças climáticas
Como exposto na seção anterior, os sistemas aquícolas desempenham uma forte relação com o meio ambiente. Como afirma Turner (2010), há uma interdependência dos subsistemas humano e ambiental na determinação da condição, função e resposta a qualquer que seja as perturbações existentes, no subsistema ou no sistema como um todo.
Desse modo, a exposição aos efeitos negativos das mudanças climáticas, demonstram uma predisposição das comunidades pesqueiras aos danos e a diminuição dos recursos naturais, com fortes impactos nas relações econômicas e sociais, tornando-as comunidades vulneráveis (MILLER et al, 20) compreende-se vulnerabilidade como suscetibilidades ou predisposições dos indivíduos a respostas negativas (YUNES & SZYMANSKI,2001).
Desse modo, a vulnerabilidade tem estreita correlação com a fragilidade econômica, política e social das comunidades, em especial em contextos mais pobres, de tal modo que pode influenciar a resiliência dessas comunidades para responder aos choques externos. Segundo Giddens (2010), a resiliência pode ser definida como capacidade adaptativa, ou seja, a capacidade de não apenas resistir às mudanças climáticas, mas também, sempre que possível, reagir a elas de maneira ativa.
Por mais que os conceitos de vulnerabilidade e resiliência sejam distintos e tenham abordagens diferentes ao analisar os sistemas, já que o primeiro busca identificar as partes mais fracas (as mais afetadas negativamente) de sistemas acoplados a distúrbios, e o segundo, as características sistêmicas que tornam os sistemas mais robustos a esses distúrbios. Diante do contexto de mudanças climáticas, os esforços para responder às mudanças ambientais começam a apontar para uma melhor integração da pesquisa de vulnerabilidade e resiliência, já que eles implicam em reduzir a vulnerabilidade e aumentar a resiliência de lugares e modos de vida (TURNER,2010; NELSON, ADGER & BROWN,2007).
Nessa direção, a construção de um sistema resiliente passa pela identificação dessas vulnerabilidades e na construção de uma adaptação como processo de tomada de decisão para lidar com as perturbações externas, que nesse estudo estamos nos referindo às mudanças climáticas, e agir sem alterar a identidade estrutural, socioecológica e sem comprometer o desenvolvimento (NELSON, ADGER & BROWN,2007).
Entretanto, é preciso considerar a dimensão simbólica quando se trata de resiliência em sistemas sociais, uma vez que esta é inerente a esses sistemas. É o caso das comunidades pesqueiras que tem uma relação tradicional e com forte interação com o meio ambiente, a resiliência deve ser construída não apenas por meio do planejamento detalhado, mas também a partir do reconhecimento da relação ampla e interligada com o sistema ambiental. (LORENZ, 2013).
Para Lorenz (2013) a resiliência social é expressa em três capacidades: adaptativa, de enfrentamento e participativa. Todas definidas decisivamente pela dimensão simbólica do significado, sendo fundamentais para a contribuição interdisciplinar da resiliência.
Já Adger (2003) sugere que as comunidades são limitadas em suas habilidades de adaptação por suas habilidades de agir coletivamente, seja devido ao capital social, confiança ou capacidade de organização (Adger, 2003; Pelling e Alta, 2005). Para que as adaptações planejadas ocorram, uma variedade de fatores subjacentes, como estruturas econômicas eficazes, deve primeiro estar no lugar.
Na tentativa de identificar as capacidades deste sistema pesqueiro em território semiárido, a seção seguinte aborda as características e as ações na direção de um sistema pesqueiro resiliente e capaz de se adaptar às mudanças climáticas.
A pesca Artesanal no semiárido nordestino: a gênese de um sertão resiliente
Historicamente, o semiárido nordestino tem repetidos ciclos de seca severa e grandes áreas com déficit hídrico que inclui quase todo o território nordestino, incluindo o Rio Grande do Norte. No entanto, o desenvolvimento de atividades de subsistência, como a pesca artesanal continental realizada em rios por comunidades tradicionais ribeirinhas também acompanham o desenvolvimento da região. A prática da pesca emprega apetrechos, em sua maioria artesanais, caracterizada pela utilização da tarrafa e do anzol nas artes de pesca, o arco e flecha, linha espinhéis e até da própria mão, na captura de alguns peixes (SILVA, NETO, 2015; MARENGO et al, 2018).
Uma análise histórica feita por Knox (2021), aponta para um esforço de órgãos e governos para enfrentar as características climáticas da região e tentar solucionar os efeitos das secas. O estudo descreve a criação de diversos órgãos de atuação no Nordeste com o intuito de atuar contra a seca e criar condições de enfrentamento à problemática, que vai desde a criação do Departamento Nacional de Obras Contra as Secas - DNOCS criado em 1909 com a missão de construir açudes, pontes, portos e outras obras infraestruturais até a criação da SUDENE, o responsável em auxiliar às populações flageladas pelas cíclicas secas que assolam a região.
Logo, é possível perceber que, historicamente, a maioria dos esforços de adaptação foi projetada para desenvolver capacidade de enfrentamento ao problema climático. Estes incluíram a divulgação de previsões climáticas, variedades de culturas tolerantes à seca e atividades de armazenamento de água. No entanto, no contexto de pobreza significativa e marginalização política, essas atividades tiveram sucesso limitado na redução da vulnerabilidade climática (EAKIN , LEMOS & NELSON,2014)
Diante das severas secas e as poucas perspectivas em relação ao território semiárido e a necessidade de garantir melhores condições para a população nordestina, a Articulação do Semiárido – ASA, em 1999, publicou a Declaração do Semiárido que modificou as estratégias para o planejamento territorial e acentuou a ideia da permanência do ecossistema, sua fauna e flora, e da manutenção da população através da convivência com o semiárido. (ASA,1999).
O programa constitui-se de seis pontos principais: conviver com as secas, orientar os investimentos, fortalecer a sociedade, incluir mulheres e jovens, cuidar dos recursos naturais e buscar meios de financiamentos adequados, fundamentado em duas premissas: A conservação, uso sustentável e recomposição ambiental dos recursos naturais do semiárido(ASA,1999; KNOX,2021).
Para Knox (2021), a proposta mudou a perspectiva de métodos emergenciais, embora eles continuem importantes, muitas vezes nas grandes secas, mas para um planejamento de programas e projetos voltados à aprendizagem de modos de vida para a sobrevivência no espaço, reconhecendo a limitação dada.
Marengo et al (2018) afirma que há uma necessidade de melhorar as medidas de preparação e resposta para episódios de seca. De modo que integrar o monitoramento da seca e a previsão sazonal proporciona uma melhor forma de prever possíveis impactos da seca, identificando riscos e vulnerabilidades e permitindo uma melhor tomada de decisão em termos de medidas de enfrentamento que possam garantir a segurança hídrica, energética e alimentar para a população do semiárido.
O nível de insegurança alimentar durante a seca de 2012 foi consideravelmente maior do que em 1998. Isto é em parte uma função do aumento da severidade da seca de 2012 em toda a região de estudo. No entanto, estes resultados sugerem que, embora a longo prazo esta região possa estar a caminhar para um contexto de maiores capacidades genéricas (política social) do que para um nível de investimento nas capacidades específicas (gestão de risco). Desse modo, os esforços ainda não são suficientes para reduzir riscos de seca para a maioria da população. Embora o aumento da capacidade genérica possa ser uma condição necessária para reduzir a vulnerabilidade à seca dos agregados familiares, neste contexto não é suficiente para reduzir a vulnerabilidade à seca medida através da segurança alimentar (EAKIN, LEMOS & NELSON,2014)
Atualmente, a grande intervenção humana nos rios da região com dragagens para a formação de açudes e barragens tem alterado os ciclos naturais do curso de rios, sua navegabilidade e a reprodução dos peixes de forma natural, resultando na escassez de peixes, ameaçando as comunidades pesqueiras e a vida socioeconômica dos pescadores, que mesmo assim, resistem firmemente, mantendo sua presença como é o caso daqueles presentes no Médio e Submédio São Francisco (CBHSF, 2014).
Para Thomasa & Twymanbara (2013) a vulnerabilidade socioeconômica dos povos do mundo em desenvolvimento exige que a equidade seja incluída em todas as dimensões do debate climático para que permaneça relevante para os governos dos países em que residem exigindo um realismo por parte daqueles que avaliam e desenvolvem estratégias de adaptação em níveis nacionais que reconhecem o clima como apenas um dos muitos fatores perturbadores da subsistência para os quais as considerações de equidade e justiça são pertinentes.
Assim, melhorar a compreensão da interação entre capacidades distintas é fundamental se quisermos enfrentar efetivamente o desafio emergente das mudanças climáticas e, ao mesmo tempo, enfrentar o desafio crônico do desenvolvimento sustentável (EAKIN, LEMOS & NELSON,2014).
Os desafios para a construção de um sistema pesqueiro continental resiliente
O alto nível perene de vulnerabilidade social das populações pesqueiras do semiárido à seca se manifesta na insegurança alimentar, uma preocupação crônica nesta região. A “indústria da seca”, ou a apropriação privada de bens públicos por políticos locais, criou um estado negativo resiliente que desafiou as tentativas de reformar a gestão de risco (Tompkins et al., 2008; Nelson e Finan, 2009).
No estudo realizado por Knox (2021), a autora discute a problemática relativa a produção (cultivo e extração) da atividade pesqueira artesanal no espaço do semiárido e evidencia as relações sociais do trabalho, notadamente a forma desigual como as populações trabalhadoras desse setor participam da riqueza gerada pela atividade. Para Knox, a diferença na participação da riqueza gerada resulta em conflitos de interesses sociais fruto das diferentes formas de apropriação do espaço e dos direitos de propriedades que resultam em questões socioeconômicas e de segurança alimentar para os trabalhadores e suas famílias.
A dependência dos recursos naturais e a falta de equidade em termos de acesso à base desses recursos dificulta expressamente a adaptação às mudanças climáticas em muitas partes do mundo em desenvolvimento (IPCC, 1997; IPCC, 2001). Para Nelson, Adger & Brown (2007) a implementação de ações de adaptação focadas na redução da vulnerabilidade e no aumento da resiliência, requer a resolução tanto do que constitui vulnerabilidade, sobretudo, o enfrentamento de questões de justiça distributiva (que é prejudicada) e a identificação das vulnerabilidades.
Assim, há pouca compreensão de como as instituições implementadas em um nível de governança e tomada de decisão interagem com o desenvolvimento de capacidade adaptativas dessas comunidades e as implicações das diferenças nas capacidades individuais e no nível do sistema para redução da vulnerabilidade ao longo do tempo.
O desafio é encontrar um equilíbrio entre o investimento adequado em capacidades específicas de gestão de risco e genéricas, como a mitigação da vulnerabilidade econômica e social dessas comunidades. Destaca-se ainda, a necessidade de tomar decisões viáveis sobre a melhor forma de gerenciar o risco ao longo do tempo e do espaço sem abrir mão das questões políticas e culturais.
De acordo com a perspectiva da mudança ambiental, então, a adaptação é sobre a tomada de decisões e o poder de implementar essas decisões. É um processo em que o conhecimento, a experiência e as estruturas institucionais se unem para caracterizar opções e determinar a ação (NELSON, ADGER & BROWN,2007).
O processo de construção de um sistema resiliente deve ser negociado e mediado por meio de grupos sociais, e as decisões alcançadas através de redes de atores que lutam para alcançar seus objetivos particulares de modo contínuo, gerenciados para flexibilidade e não para manter a estabilidade. Bem como, deve-se considerar os sistemas sociais e ecológicos como sistemas relacionados e acoplados.
Além disso, o enfrentamento desses problemas emergentes exigirá novas parcerias interdisciplinares entre cientistas da pesca, tecnólogos em aquicultura, gestores de ecossistemas, especialistas em nutrição e saúde pública, economistas de desenvolvimento, agências de concessão e formuladores de políticas.
Conclusiones:
Dessa forma, a emergência da política de adaptação ao clima deve enfatizar a gestão de riscos e a capacidade das populações vulneráveis de responder aos riscos climáticos identificados e cenários de mudança, como secas, mas, para isso, se faz necessária ações entre comunidade científica, gestores e a população, com foco na redução da vulnerabilidade e construção de uma resiliência.
Fica evidente que a construção de um sistema pesqueiro resiliente perpassa pela necessidade de articulação desses trabalhadores e diminuição das vulnerabilidades socioeconômicas às quais estão expostos esses pescadores. Assim, o aperfeiçoamento de estruturas de governança adequadas, levando em conta a variedade de possíveis distúrbios e fatores contextuais específicos, pode ser um importante passo na construção dessa resiliência.
A demanda por maior participação na tomada de decisão requer a inclusão de novos atores sociais, sendo esse um desafio por apresentar um grau de complexidade crescente na negociação de objetivos e caminhos para alcançar. Outro desafio, diz respeito a ausência de normatização dos planos hídricos para utilização de barragens e açudes, aumentando a vulnerabilidade dos pequenos produtores aos grandes monopólios.
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Palabras clave:
Resiliência – pesca artesanal e continental – semiárido – Nordeste Brasileiro
Resumen de la Ponencia:
Mientras los efectos del colapso climático se recrudecen, las personas son vulneradas con mayor intensidad; no obstante, está relación, que parecería causal, no refleja las condiciones estructurales que determinan y limitan las capacidades de una sociedad para hacer frente a las condiciones de la devastación socioecológica. Como expresa Acosta (2005), el riesgo es una construcción social donde no sólo interviene la exposición al cambio climático, sino la complejidad de elementos como la clase, el sexo, el género o la racialización, por mencionar algunos, que recrudecen las prácticas de dominación y vulneran, aún más, la existencia de las personas.En este sentido, la presente propuesta busca describir, comprender y analizar las condiciones que vulneran, en mayor grado, a las mujeres que habitan ciudades costeras latinoamericanas ante los efectos del colapso en curso. Lo anterior, no sólo a partir de dos efectos directos: el incremento medio de la temperatura y el aumento de los niveles oceánicos que ponen en riesgo la existencia del espacio urbano costero; sino del entrecruzamiento de las condiciones socioeconómicas por el género que, a partir de la intervención del capital en la dinámica urbana, han subordinado el trabajo y la vida de las mujeres, en todos sus aspectos, a reproductoras-cuidadoras (Valdivia, 2018) de la ciudad, razón por la cual su vulnerabilidad aumenta en función de la sujetización de la que son parte como demanda intrínseca de la acumulación.Como sostienen Zuria y Gay-Antaki (2018) “las desigualdades tienen que ver principalmente con el acceso a los recursos económicos, a la educación, a la participación política y a los trabajos remunerados. Las mujeres, por su posición social, debido a las dinámicas desiguales de poder, se encuentran en desventaja para acceder a estos recursos en comparación con los hombres.” En función de ello se busca evidenciar de qué forma las mujeres habitantes de zonas urbanas costeras en América Latina reconfiguran su existencia ante la fractura metabólica urbana e incrementan sus capacidades de adaptación transformativa frente a un contexto que profundiza y multiplica las amenazas y violencias en su contra.Con base en lo anterior se busca enfatizar la posición que ocupan las mujeres, contraviniendo un espacio centralizado y jerarquizado, para la construcción de una multiplicidad de alternativas que re(significan) a la ciudad, el ambiente, sus dinámicas y a su existencia misma en el espacio, considerando que las mujeres son sujetas de cambio cuya capacidad transformadora potencializa la habitabilidad planetaria a partir de la dignificación de la vida.Resumen de la Ponencia:
Atualmente a Pan Amazônia possuí uma das maiores capacidades de fornecimento de recursos hídricos do planeta; logo, estima-se que mais ou menos 12% da quantidade água doce do mundo se encontra nesse território. Apesar desse fenômeno natural inusitado, contraditoriamente o Brasil se encontra numa súbita crise de fornecimento de recursos hídricos, que possuem como pilares de origem: i) as reformas institucionais recentes; ii) a histórica pressão antrópica exercida na Floresta, manifestada diretamente pelo desmatamento e pelas queimadas; e como consequência direta dos dois últimos fatores, iii) a redução pluviométrica dos rios voadores, associada a estrutural mudança climática no mundo. No mito da energia “limpa” por ser energia renovável, ao longo das últimas décadas o governo federal investiu e subsidiou em grande escala a execução de megaprojetos hidrelétricos, ocasionando que sua matriz elétrica tenha se constituído num patamar de 63,8% de energia proveniente de fontes hidráulicas. Dessarte, os grandes reservatórios das hidrelétricas dependem dos recursos hídricos das bacias hidrográficas e da sazonalidade das chuvas provocadas pelo trajeto dos rios voadores. Os rios voadores, por meio da evapotranspiração da Floresta e demais fontes externas são os responsáveis pela reciclagem das bacias, e também responsáveis pela magnitude e qualidade de recursos hídricos disponíveis em cada bioma. Indaga-se, então, até que ponto a pressão antrópica, manifesta no fenômeno das queimadas e na intensificação do desmatamento florestal, originárias do aumento de poder de mercado do agronegócio, podem ampliar a degradação (redução pluviométrica) dos rios flutuantes (em termos de impacto ambiental), e consequentemente, desencadear uma crise de longo prazo (crise essa possivelmente irreversível) para o atual modelo de geração de energia elétrica no Brasil? Apesar da literatura registrar modelos meteorológicos, como SLURP e SMAP, a metodologia presente para avaliar esse impacto se pauta na utilização da modelagem estatística econométrica múltipla linear, que relaciona a produção agrícola (crescimento econômico), o uso da terra, grau de concentração de renda e a sazonalidade pluviométrica dos rios voadores. O corte temporal desse trabalho varia no intervalo de 2008 a 2021 (13 anos), sendo um período de longo prazo, onde 2008 demonstra, dentro do histórico de comportamento de algumas variáveis, uma mudança de pitch, ao qual a taxa de desmatamento obtém uma queda de 41,86%, e a partir de então, uma tendência de decréscimo progressiva, até sua retomada de crescimento em 2014.Resumen de la Ponencia:
La Organización de las Naciones Unidas señala que desde el siglo XIX se denomina como cambio climático a una serie de transformaciones ambientales ocasionadas por las actividades humanas. Algunos de los fenómenos más recurrentes son; extremas sequías, incremento en los incendios, cambios marítimos, así como el aumento de las inundaciones, entre otros. De manera que existe una relación directa entre el los cambios de las temporadas de lluvias con las inundaciones en el mundo. De manera que, en la actualidad, los desastres naturales se han incrementado debido al cambio climático, junto con la urbanización de zonas naturales, así como los cambios de uso de suelo, etc. En México, las lluvias excesivas, generan el incremento en las inundaciones de zonas urbanas, por lo que, estos eventos naturales se han convertido en un problema que ocurre con mayor frecuencia. La ponencia aborda los resultados de una investigación realizada en la zona urbana de la ciudad de Ocotlán, Jalisco en la que anualmente se han incrementado las inundaciones, así como las afectaciones materiales y psicológicas de los habitantes. La colonia Florida de Ocotlán, es considerada una de las más afectadas por las inundaciones, debido a que, en las calles, casas, y todo tipo de construcciones se observan los daños causados por este fenómeno natural. Algunos de los impactos psicosociales causados por las inundaciones son; la pérdida de sus bienes materiales como, muebles y construcciones, y en general la afectación de su patrimonio, así como daños colaterales de las lluvias. El objetivo de la presentación es abordar los efectos del cambio climático y en particular el incremento de las inundaciones en Ocotlán, Jalisco, así como la percepción de los habitantes en relación a los daños materiales y psicosociales en la colonia Florida de Ocotlán. Palabras clave: Cambio climático, inundaciones, Ocotlán, psicosocial.Resumen de la Ponencia:
Los efectos nocivos de la contaminación del aire sobre la salud física han sido ampliamente documentados. No obstante, la mala calidad del aire también puede incidir en el bienestar y otros componentes subjetivas de la calidad de vida de las personas. Tradicionalmente, los estudios que exploran esta relación, se han centrado en países desarrollados del Norte Global y China, siendo escasa evidencia para otras regiones más vulnerables como Latinoamérica. El objetivo de este estudio fue describir los efectos de la contaminación atmosférica sobre el bienestar y calidad de vida en países latinoamericanos por medio de una revisión sistemática. Se realizó una búsqueda sistemática de estudios empíricos publicados en las bases de datos Web of Science, Scopus, Scielo y PubMed siguiendo las directrices PRISMA. Se incluyeron artículos científicos tanto cuantitativos como cualitativos. Los 17 estudios seleccionados fueron agrupados en tres aproximaciones temáticas: 1) salud mental, 2) emociones negativas y 3) bienestar subjetivo. Los resultados indican que la contaminación atmosférica tiene un efecto en diversos componentes del bienestar como son la satisfacción con la vida, el bienestar subjetivo, la percepción de calidad de vida, síntomas de depresión o ansiedad, emociones negativas como angustia, molestia, frustración, entre otras. No obstante, se observan múltiples brechas que aún falta cubrir.Resumen de la Ponencia:
Diálogos de saberes desde un enfoque construccionista acerca de las realidades campesinas complejas y sus estrategias de adaptación ante el cambio climático en la Sierra Nevada de Puebla.El presente ensayo es un texto reflexivo desarrollado con el fin de difundir el quehacer cotidiano del grupo de investigación sobre Estrategias de adaptación al Cambio Climático en localidades rurales y campesinas de la Sierra Nevada del Estado de Puebla, del Colegio de Posgraduados, campus Puebla, México. A fin de compartir el proceso de construcción de un objeto de estudio, desde el paradigma científico construccionista, para dar cuenta de un análisis y reflexión sobre la perspectiva comprehensiva. El objetivo es analizar la dinámica constructiva del proyecto de investigación, a partir de su diseño, contemplando que fuera adecuado a los objetos de estudio de naturaleza no predeterminada y, por lo tanto, en línea con las problemáticas complejas, que responden a dicho campo. En este sentido, el enfoque interdisciplinar implica, además de la participación de distintos perfiles académicos en los proyectos, al mismo pensamiento complejo como el detonante clave para los planteamientos de investigación que son pertinentes con la puesta en acción de conocimientos socialmente situados, encaminados al mejoramiento de la calidad de vida de la población contemplada, pues es el eje sustantivo de la investigación agronómica con perfil social y humanista. Meta que es transversal tanto a la institución en que laboramos, como en quienes nos convocamos para este espacio. Compartimos el diseño de proyecto como un caso académico, cuyo propósito versa sobre reconocer, comprender y potencializar las capacidades de organización social local y regional como formas viables de empoderamiento e incidencia en políticas públicas, para garantizar los derechos humanos vulnerables ante los efectos del Cambio Climático en contextos rurales, según se describe por las ciencias ambientales.Investigación social. Construcción social. Enfoque comprehensivo. Cambio Climático. Organización comunitaria. Representaciones sociales. Contexto rural.Resumen de la Ponencia:
O colapso ambiental, cada dia mais evidente aos olhos da população mundial, tem apresentado uma série de questões teóricas, políticas e filosóficas sobre suas causas, consequências e desafios. Embora a natureza venha sendo motivo de algumas propostas historiográficas já há algum tempo, novas problemáticas têm surgido, tendo em vista o crescimento de uma proposta teórica que aponta na direção de que estamos vivendo uma nova era geológica caracterizada pela presença da ação humana nas principais atividades do planeta. O holoceno teria sido substituído pelo antropoceno, a era dos seres humanos. À vista desse debate, a presente comunicação tem como objetivo discutir os impactos teóricos que a relação ser humano-natureza tem apresentado para historiadores e professores de história nos últimos anos. Essa apresentação é uma versão resumida de algumas reflexões realizadas durante a pesquisa de mestrado em andamento, sob orientação da Profa. Dra. Maria Auxiliadora Moreira dos Santos Schmidt, da UFPR. Aqui busco discutir sobre o impacto que a teoria do antropoceno têm gerado dentro da teoria da história, bem como para a didática e o ensino de história. A comunicação parte do ensaio O Clima da História: Quatro Teses, do historiador indiano Dipesh Chakrabarty, que marcou um paradigma no que se refere aos debates sobre o antropoceno e a história, já que nele são propostas diversas considerações teóricas e filosóficas sobre o tema. O autor tensiona e problematiza uma série de paradigmas importantes à ciência histórica, como a ideia de agência dos seres humanos, propondo a categoria da espécie como central para novas narrativas históricas, e a diferença estabelecida entre a cultura humana e a natureza dentro da tradição humanista europeia. A partir de seu trabalho, historiadores dedicados aos estudos da relação ser humano/natureza têm refletido sobre as características gerais que norteiam suas narrativas, embora nem sempre de maneira a concordar com suas posições. Além de Chakrabarty serão apresentadas algumas visões críticas às suas concepções. Dentre elas, as propostas neo-materialistas de Timothy Le Cain, para o qual a categoria antropoceno é problemática, tendo em vista que ela representaria a permanência de uma visão antropocêntrica que impede a reconciliação entre os seres humanos e a natureza; as abordagens marxistas, como as de Slavoj Zizek, que considera uma história a partir da espécie humana em geral uma forma de escamotear os verdadeiros culpados pelo colapso ambiental (o capitalismo e o imperialismo); e a defesa humanista do filósofo alemão Jörn Rüsen, para o qual ainda é possível reconciliar os humanos com a natureza sem abandonar as categorias centrais do humanismo de tipo iluminista. Por fim se buscará analisar os impactos dessas discussões no que se refere a ensino e didática da história, tendo como referencial a teoria da consciência histórica de Rüsen.Resumen de la Ponencia:
En la ponencia exponemos la propuesta de un marco de análisis sobre la relación entre gobernanza multinivel de bienes comunes naturales locales (BCNL) y derechos de propiedad (DP) (derechos de acceso, usufructo, administración, exclusión y enajenación de un bien). Los DP pueden tener efectos positivos y negativos para la gobernanza, al configurar relaciones de poder y resultados distributivos (dotaciones de recursos y oportunidades). Generan efectos negativos porque producen asimetrías de poder entre actores (empresas frente a comunidades). Quien posee derechos de propiedad puede explotar bienes y excluir a otros de su acceso y usufructo, formándose conflictos distributivos por las dotaciones asimétricas de recursos y oportunidades. Algunos actores concentran beneficios (riqueza y capitales) y otros internalizan costos (pobreza material, perjuicios ambientales, desposesión de tierra y derechos, carencia de acceso a servicios ecosistémicos). Esta es la dinámica de los procesos de cercamientos y acumulación capitalista basados en la desposesión de derechos de propiedad, gracias al establecimiento de regímenes de propiedad privada. No obstante, los efectos de los derechos de propiedad tienen efectos positivos cuando el Estado, a través de políticas basadas en reconocimiento de derechos consuetudinarios y otras acciones reparatorias, asigna o reestablece para las comunidades derechos de propiedad, que son usados colectivamente. Así, se reducen asimetrías de poder, conflictos y desigualdades distributivas. Las bases teóricas del marco de análisis propuesto incluyen tres fuentes. a) Marco de análisis de sistemas sociecológicos (Ostrom): El sistema de gobernanza, como un componente del marco de análisis de sistemas socioecológicos, incluye sistemas de derechos de propiedad, que concebimos como generadores, en un nivel microsituacional, de relaciones de poder y conflictos distributivos. Estos de derechos de propiedad, se sitúan en un contexto político y económico, que constituye un nivel macrosituacional de los sistemas socioecológicos; b) Gobernanza multinivel y policéntrica (Michael McGinnis): proponemos analizar relaciones de poder entre actores de un mismo nivel y en diferentes niveles (comunitario, regional, nacional, internacional). El análisis de relaciones de poder en la literatura sobre gobernanza multinivel de BCNL está en ciernes; c) Economía política institucional (Pranab Bardhan, Samuel Bowles): incorporamos sus aportes sobre análisis de regímenes propiedad (privado estatal y comunitario) y sus correspondientes derechos de propiedad, sus efectos distributivos y su análisis del poder desde la teoría de juegos. En el marco propuesto, metodológicamente planteamos que es posible realizar estudios de casos a través de narrativas analíticas, para estudiar procesos en existe relación entre gobernanza multinivel de BCNL y DP. Finalmente, ilustramos el uso del marco análisis propuesto en un caso de desposesión, recuperación de derechos de propiedad y de gobernanza de bienes comunes realizado por comunidades lafkenches, en el borde costero del océano pacífico, en el sur de Chile.Resumen de la Ponencia:
Esta investigación tiene como objetivo analizar la movilización socio-territorial en torno a la protección de los humedales en Bogotá a partir del estudio de caso del Colectivo Caicas en el humedal Jaboque (Colombia). Se trabaja con la metodología cualitativa que permite comprender estas prácticas y perspectivas de protección y conservación. Se utilizan técnicas de investigación como historia de vida, grupo focal y entrevista semiestructurada que se desarrollan en un tiempo de seis meses junto al Colectivo Caicas alrededor del año 2021. Esta investigación comprende la movilización socio-territorial para la protección en el espacio de la ciudad, mediante prácticas sostenibles organizadas por el colectivo como huertas, aulas ambientales, educación de la biogeografía y del pensamiento indígena, viendo la conservación como habitable logrando así la protección y conservación de los humedales. Finalmente se evidencia la visión de protección y conservación que posee y ejerce el Colectivo Caicas y por el otro lado, el Distrito de la ciudad de Bogotá, encontrando resultados que muestran la visión de ciudad a futuro que se posee y como está repercute en la conservación de los humedales, teniendo una visión del modelo económico neoliberal desde el concepto de servicios ecosistémicos. Por otro lado se propone una apuesta diferente desde las acciones de los colectivos que finalmente se encuentra han transformado políticas publicas de protección y conservación en los humedales de Bogotá.Resumen de la Ponencia:
Esta ponencia se enmarca,como parte de la reflexión teórica asumida en la investigación PI-UNTREF 2021-22. Su objetivo es analizar los contenidos, conocimientos y herramientas didáctico-pedagógicas que presentan los cursos de Educación Ambiental del Nivel Superior para la formación y capacitación docente en la provincia de Buenos Aires. Partimos del posicionamiento de la pedagogía ambiental, entendiéndose como un campo crítico-reflexivo en construcción, que habilita a repensar y resignificar la crisis civilizatoria, manteniendo la centralidad en la concepción ético-política del currículum. En este marco, planteamos que el campo de la EA debería contemplar un giro conceptual en dispositivos, a fin de cuestionar la metodología didáctica, junto a instrumentos y estrategias. Habilitar tiempos y espacios que permitan reflexionar sobre la permanencia de ciertas intervenciones tradicionales que presentan carácter hegemónico en educación y especialmente en la formación docente. El objetivo de esta ponencia es tensionar el dispositivo Salida de Campo, analizar los impactos en la formación de los/as educadores, y visualizar la posibilidad de la co-construcción de saberes vinculados a la afectividad, la sensibilidad, la concienciación y el conocimiento ambiental, como herramientas para acceder a una mayor comprensión de las transformaciones socio–territoriales. Es un instrumento didáctico-metodológico, que habilita espacios de re-encuentro y re-encantamiento de los sujetos en y con la naturaleza, cuyo fin es superar miradas fragmentadas, propias de las disciplinas, para integrar la conflictividad ambiental en los entornos cotidianos como contenidos curriculares. La organización de dicha actividad didáctica contiene la intencionalidad pedagógica que los/las educadores deberán considerar al diseñarlas con sentido político- territorial, que aborde los procesos de enseñanza y de aprendizaje, desde la perspectiva de la descolonización del conocimiento y la integración del abordaje pedagógico crítico. En esta presentación, avanzamos considerando que el proyecto político pedagógico en el campo de la EA, deberá colaborar en la formación de los/as educadores, aportando habilidades relacionadas con la afectividad, la sensibilidad, la concienciación y los saberes ambientales integrados, que garanticen el derecho de los sujetos a acceder a procesos educativos, que profundicen y faciliten una mayor comprensión de las transformaciones socioterritoriales, que permanecen vinculadas a modelos de dominación y de apropiación, como aspectos centrales de la mercantilización de la naturaleza. En este marco, nos abocamos a estudiar a la salida de campo como un dispositivo didáctico-metodológico que presenta potencialidades contra hegemónicas. La tradición en las instituciones lo ha utilizado para gestionar salidas educativas pero no contemplan la intencionalidad pedagógica que se vincule a procesos educativo-ambientales. Desde nuestra postura, las salidas de campo deberían crear posibilidades de reencuentro con el afuera, posibilitando superar las miradas fragmentadas y disciplinares sobre la realidad conflictiva, para asumir la complejidad y problematizar la cotidianeidad, orientándose a la reapropiación social de la naturaleza como propone E. Leff (2002).
Introducción:
Este trabajo invita a la reflexión teórica y se propone centrar el análisis en sus dimensiones ético-políticas e ideológicas, resignificando esta actividad desde el enfoque de conflicto socioambiental (Merlinsky, 2017), tensionando las prácticas áulicas desde el quehacer político pedagógico.
Es desde el campo epistemológico de la Educación Ambiental (EA), que esta dimensión adquiere un significado especial para las prácticas pedagógicas, cuya tarea central es la de acercar a los/as participantes del hecho educativo a develar sus contradicciones y paradojas del modelo productivo y de consumo, con el fin de contribuir a la construcción de un pensamiento crítico, orientado a la acción-reflexión-acción desde los entornos socio ambientales cercanos, con el fin de constituirlos en objeto de la actividad didáctica. Las salidas de campo permiten estudiar el lugar propio con una nueva mirada, considerando a la naturaleza como sujeto de derecho, a través de un conocimiento directo y situado en contexto.
La Pedagogía Ambiental (Rivarosa et al, 2009; Tréllez, 2010) es un campo crítico-reflexivo en construcción que permite repensar y resignificar la crisis civilizatoria (Capra, 1992; Leff, 2002, 2006; García et al, 2009), que entiende al currículum como proyecto político pedagógico, cuya intencionalidad está dirigida a construir en los/as educadores habilidades relacionadas con la afectividad, la sensibilidad, la concienciación y el conocimiento ambiental que posibilite el acceso a una mayor comprensión de las transformaciones socio–territoriales vinculadas al modelo de dominación, de apropiación y mercantilización de la naturaleza, que está llevando al planeta hacia el colapso ambiental global (ONU, 2021).
La reciente Ley de Educación Ambiental Integral N° 27621/21 tracciona para que se promuevan políticas públicas curriculares que actualicen y generen las condiciones adecuadas para que su implementación impacte en la formación docente. Y en este sentido, la necesidad de renovación de prácticas pedagógicas se transforma en una exigencia en los actuales contextos críticos socioterritoriales, de manera que colaboren con la producción y circulación de saberes y sus resignificaciones, de manera que las sensibilidad y la concientización contemplen tanto el concepto de “afectividad ambiental” (Giraldo et al, 2020) como de “sufrimiento ambiental” (Auyero et al, 2008) en lo que E. Leff (1998) denomina la reapropiación social de la naturaleza.
Desarrollo:
- Salida de campo: herramienta para la construcción de saberes y resignificación de los entornos locales en clave de conflicto ambiental.
Lo expresado en la introducción busca crear intencionalidad en la organización de la actividad didáctica, asociada a pensar colectivamente en el bien-estar de la ciudadanía en su conjunto, en armonía con su entorno social y natural. Marisa Fernández en el capítulo “Hacia una pedagogía de las diferencias desde los aportes de la propuesta de Paulo Freire” (Gadotti et al, 2008:341) sostiene que en las prácticas escolares cotidianas hay también oportunidades de construcción de conocimiento diferentes. Que es posible habilitar trayectorias alternativas y diseñar propuestas pedagógicas emancipadoras, como formas de intervención en el mundo que promueven la concientización para construir prácticas pedagógicas cotidianas que trabajen con, desde y en las diferencias, sin que se transformen en desigualdades o por lo menos que éstas puedan ser cuestionadas.
Exige participación desde la acción, la coordinación de sentimientos, pensamientos, participación y compromiso en términos éticos, políticos, culturales y sociales. En este sentido, la EA cuestiona la lógica tradicional del currículum, positivista y fragmentada, llena de certezas esencialistas y prescripciones en las que se centran las diferentes disciplinas, donde prima la pedagogía de la respuesta y no de la pregunta (González Gaudiano, 2006). En ese marco, para la EA Crítica, la salida de campo es una metodología científica que, al ser trasladada al aula, como metodología didáctica, confluyen equipos docentes que asumen una intencionalidad pedagógica, que posibilita el desarrollo de los procesos de enseñanza problematizada y aprendizajes significativos que fortalezcan habilidades como:
● La observación activa, consciente, real, situada, silenciosa y de escucha atenta
● La interpretación de lo ambiental basada en la sensibilidad, experiencias sensitivas y la emoción afectiva
● El planteamiento de conjeturas en entornos naturales abordados desde la conflictividad socioambiental
El registro de testimonios, que revelen las tensiones propias de dichos conflictos, basados en narrativas sentidas, emotivas, estéticas y de empatía con los entornos naturales y sociales. El entramado de cada registro que dé cuenta de la construcción de estudiantes y educadores de una visión más compleja y holística de la problemática..Es un espacio de conocimiento que sucede en el aula-naturaleza (Tréllez, 2004), ámbito en el que los/as estudiantes integran diversos saberes y tipos de conocimientos, que articulan la teoría con la práctica, entendida como praxis educativa (Freire, 1997), centrada en la reflexividad crítica. Esta herramienta facilita la incorporación de escenarios de conflictos en las salidas de campo, permitiendo reflexionar críticamente en torno a la producción, transmisión, circulación y distribución de saberes, de intereses que los diversos actores sociales poseen en pugna sobre la apropiación y capitalización de la naturaleza.
- Proceso de intervención educativo-ambiental: la salida de campo como herramienta político pedagógico-didáctica.
En este apartado se propone un ensayo de diseño de una salida de campo en clave de conflicto socioambiental que permita vincular el posicionamiento docente con su aspecto interpretativo y reflexivo. Para avanzar en este diseño, en una primera instancia de reflexividad, el docente deberá repensar desde su espacio curricular o materia el anclaje de esta salida de campo, pudiendo considerar tres momentos en función de los tiempos didácticos:
1- la construcción propiamente dicha de la actividad didáctica: considerando sus propósitos pedagógicos en función de la identificación de un conflicto socio ambiental territorial local comunitario, donde puedan distinguir los distintos sujetos involucrados y/o afectados por ese conflicto, sus intereses y lenguajes de valoración puestos en juego y las relaciones, negociaciones y disputas que existen entre ellos
2- la implementación de la salida de campo en entorno territorial situado y contextualizado en base al conflicto socioambiental elegido,
3- la evaluación de los procesos anteriores y los resultados de los aprendizajes evidenciados por los/las estudiantes desde el enfoque reflexivo crítico.
La salida de campo entendida como estrategia didáctica, se encuadra metodológicamente como “aula-taller”, promoviendo participación activa, solidaria y en especial de intercambio y diálogo de saberes. Habilitar la comunicación democrática y facilitar la circulación de la palabra y la experiencia sensitiva de los cuerpos que den cuenta de la manera de ESTAR- SENTIR- HABITAR y SER (Freire, 1997; Gadotti, 2008; Escobar,2014; Leff, 2006) en el mundo anclado en la conflictividad ambiental. Se asocia plenamente al "aprender haciendo", en tanto se ponen en juego habilidades y estrategias tradicionales en el proceso educativo, pero también hace lugar a las que despiertan los sentidos, crea espacio para que las emociones y sensaciones impacten en la manera de pensar (Giraldo y Toro,2020) y por lo tanto, en los procesos de construcción del conocimiento colectivo en relación a un conflicto local, que la mayoría de las veces se encuentran invisibilizado o relegado a la lógica del capital (Leff, 2006).
Conclusiones:
El sentido de la organización didáctica de la salida de campo en clave de conflicto, es salir de los espacios áulicos tradicionales para dar lugar a la naturaleza como otro espacio de construcción del conocimiento, para visibilizar las resistencias al interior de las escuelas y de la sociedad misma, pero también para garantizar el acceso al conocimiento y habilitar diferentes formas de enseñar y aprender, y por lo tanto, de compartir saberes desde la perspectiva ambiental, reintegrando la apropiación social de la naturaleza (Leff, 1998)
Interrogantes que habilitan la reflexión para la formación docente crítica e integral: ¿qué actividades facilitan el diálogo de saberes en un momento de crisis ambiental global? ¿Cómo incorporar las herramientas de la educación ambiental en una propuesta didáctica que renueve la manera de relacionarnos-contactarnos con nuestros entornos sociales y naturales próximos? ¿Estos entornos en conflicto podemos visualizarlos como no vividos, es decir, no pasados por la experiencia consciente o como cercanos a nuestros sentipensares (Escobar, 2014)
Una multiplicidad de situaciones de conflictos socioambientales locales vinculados a la degradación y daño ambiental, reclaman nuevas conceptualizaciones, creatividad metodológica y solidaridad en sus abordajes, con una mirada que integre la sustentabilidad de la vida y contemplen sentipensares que se movilizan con la afectividad ambiental (Giraldo et al, 2020) pero también con el sufrimiento ambiental (Auyero et al, 2008)
La Ley de Educación Ambiental Integral (N° 27621)[1] permite resignificar un marco renovado y actualizado de corpus de conocimientos y saberes articulados en un proyecto político educativo integral que se expande a ámbitos educativos formales, no formales e informales. Y nos exige replantear la situación de la EA en el ámbito escolar, de manera que nuevos interrogantes nos convocan a repensar estrategias didácticas, ¿qué lugar le asignamos a la escuela como sujeto político-territorial-pedagógico (Alvino, 2014)? ¿Cuál es la capacidad de la escuela para incidir en la transformación del conocimiento colectivo ante las situaciones socioambientales conflictivas del entorno local en perspectiva comunitaria?
Desde este enfoque, la circulación de saberes construídos en la observación y las vivencias en los contextos ambientales degradados no alcanzan a posicionarse como contra-hegemónicos y por lo tanto, no tendrían espacio para integrarse en las aulas como contenidos a ser enseñados y aprendidos. Aún quedaría debatir la necesidad de la descolonización del conocimiento, para que otros saberes pudiesen ingresar tanto a los diseños curriculares como a su circulación en espacios no formales desde una mirada latinoamericana. En relación a la formación docente, Lucie Sauvé en el X Seminario Internacional de EA y Sustentabilidad (2021, Universidad Pedagógica Nacional) expresó que es central atender estas cuestiones en los profesorados porque
“más que la didáctica disciplinar, los docentes son trabajadores culturales, juegan un papel de primera línea para la transformación ecosocial”. Para Sauvé, el saber ambiental es un saber vivo, porque todo el saber disponible universal no se encuentra en los estantes de las bibliotecas (o en Google), sino que se construye en multiplicidad de acciones comunitarias, entre ellos, los proyectos de lucha, proyectos institucionales escolares, debates sobre problemáticas que identificamos como comunes, dado que nos atraviesa la emergencia ambiental planetaria y sus efectos específicos en el Sur global.
[1] 1 En la Pcia. de Buenos Aires está incorporada la EA en el Art. 45 de la Ley de Educación N° 13688/2007.
Bibliografía:
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Palabras clave:
educación ambiental; formación docente; salida de campo; conflictos socioambientales; crisis ambiental global.
Resumen de la Ponencia:
Em uma unidade de conservação que pode ser classificada como urbana, como é o caso da Área de Proteção Ambiental (APA) do Itapiracó as formas de manutenção e de relações com a cidade podem ser das mais variadas, havendo usos voltados para a práticas esportivas, atividades de lazer e pesquisas científicas. Nesse contexto, se pode analisar a formação de questões em torno da APA do Itapiracó como relativas a sociedade e ambiente, que na perspectiva das Ciências Sociais significa também observar como a materialidade dos espaços são socializados, possuindo significados específicos aos que estão em relação com os mesmos, e considerando que as experiencias vividas nesses e a partir desses ambientes produzem uma construção social afetiva e a satisfação de necessidades materiais. Esses elementos geram preocupações relacionadas a APA do Itapiracó, que ao longo de um período de tempo, foram adquirindo forma e sendo substancializadas, estimulando ações coletivas que reivindicam serviços públicos e implementação de projetos para essa área de proteção, e consequentemente informação e melhorias para os bairros que a cercam. Assim, morados do entorno da unidade de conservação mobilizam-se através de ações e elaborações discursivas com o sentido de participarem do ordenamento territorial da APA e de seu processo de gestão, buscando maneiras de democratizar os usos desse lugar de natureza. A construção dessa questão ambiental se desenvolve a partir de um lugar de natureza em relação direta com a cidade de São Luís, em que moradores próximos da APA se organizam coletivamente apresentando problemáticas ligadas a esse unidade de conservação como problemas sociais e públicos.
Introducción:
1 INTRODUÇÃO
A formação dos problemas ambientais pode ser entendida como um processo em que percepções individuais alcançam uma dimensão coletiva, e, através de ações discursivas e práticas, adquire interesse e relevância pública. Esse é um percurso de construção social em que situações que provocam incômodo, afetação ou prejuízo adquirem legitimidade ao serem interpretados como resultado do relacionamento entre sociedade e natureza. Nesse processo deve-se levar em conta as particularidades com as quais um problema é percebido como ambiental, o que envolve, em alguma medida, a formação de um repertório particular e a atuação do Estado, no que tange a assuntos de “meio ambiente” e “participação”. Nesse entendimento existe uma plasticidade nas estratégias acionadas no interior de uma confluência de situações (LOPES, 2004).
A construção e o reconhecimento de um problema como social envolvem aspectos políticos e culturais que oferecem ou dispõem condições para que debates ambientais sejam classificados ou definidos como publicamente relevantes. Nessas disputas as diferentes concepções se enfrentam para posicionarem as soluções que considerem pertinentes, o que, de acordo com Hannigan (2009, p. 52), elabora séries de “certezas contraditórias”. Nessa perspectiva, aceita-se a validade das preocupações que se ocupam de contestações sobre poluição, escassez de energia e outros. E, se ressalta que esses acontecimentos estão associados a atividades de definição, negociação e legitimação que ocorrem na dinâmica da sociedade (HANNIGAN, 2009).
É preciso recordar que, ao analisar a formação da discussão ambiental a partir da APA do Itapiracó como um problema ambiental que vem sendo socialmente construído, não se pretende inferir sobre sua importância enquanto problema social. Mas, em vez disso, apresentar reflexivamente o processo de validade que torna essa discussão um problema social, de características coletivas e que adquire através dos moradores do entorno e interior da APA uma relevância pública.
As forças e os processos que ocorrem na natureza estão ligados, em alguma dimensão, às construções humanas. Assim, a formação de um problema socioambiental não é percebida pelas Ciências Sociais apenas como uma relação entre a degradação ambiental e as variáveis sociais, mas como ações e discussões que envolvem percepção e poder (HANNIGAN, 2009). Este é um processo em que sociedade e natureza podem ser percebidas como indissociáveis, socialmente produzidas e mutáveis, uma construção em que linguagem, elaborações discursivas, práticas ideológicas e materiais são alguns dos componentes envolvidos na produção social da natureza.
Nesse sentido, essa analise procura ressaltar a construção do problema ambiental a partir da APA do Itapiracó, observando a formação argumentativa usada como parte do repertório dessa ação coletiva, disseminando informações sobre a unidade de conservação e construindo uma percepção de defesa da APA como um problema social.
Desarrollo:
2 A CONSTRUÇÃO DO PROBLEMA AMBIENTAL A PARTIR DA APA DO ITAPIRACÓ
As mudanças ocorridas na APA urbana do Itapiracó, localizada em São Luís capital do Maranhão, desencadeou mobilizações sociais que se intensificaram a partir 2018. Essas ações adquirem notoriedade através de protestos e ações contra uma tentativa de loteamento da APA. As mobilizações em torna da unidade de conservação por vezes, recorre a elementos mais abrangentes da discussão ambiental, como a percepção da natureza enquanto bem ou propriedade coletiva. Nessa elaboração, a natureza é observada como um bem público, sendo entendida como necessidade, e precisando estar acessível (FUKS,2011).
A intensão de universalidade presente nessa noção de bem público prestada pelo direito ao meio ambiente não é tão aplicável na prática, pois a relação entre renda, escolaridade, interesse e mobilização em torno da questão ambiental revela que, em determinado grau, um ambiente está relacionado a uma coletividade restrita (FUKS, 2001). Isso faz entender o fato de as questões ambientais costumeiramente se apresentarem de maneira localizada, ou porque os benefícios da proteção se destinam a determinadas localizações socioespaciais. Conforme Mario Fuks, esse aspecto fica mais evidente quando:
[...] esta suposta vocação universalista do meio ambiente não está isenta de questionamentos. Em comum, as posições críticas entendem que, em maior ou menor grau, o meio ambiente é apenas o bem coletivo de um grupo restrito, seja porque a proteção ambiental expresse um valor socioespacialmente localizado, seja porque os benefícios da proteção ambiental tendem a se concentrar em determinadas coordenadas socioespaciais. Esses questionamentos tem como fundamento o fato de que os atores preocupados e mobilizados com a proteção ambiental são, em sua maioria, provenientes de grupos de maior poder aquisitivo e com grau de escolaridade, de um lado, e interesse e mobilização em torno da proteção ambiental, de outro, revelaria que, na prática, a intenção de universalidade pressuposta no conceito de meio ambiente não se verifica (FUKS, 2001, p. 41).
A proteção ambiental de um lugar de natureza está associada a interesses de grupos específicos, empregada para a defesa de estilo de vida de grupos sociais bem definidos. A possibilidade de organização em um Fórum em Defesa da APA do Itapiracó (FAI) foi a forma encontrada pelos moradores para intervir e participar de decisões relacionadas a seu lugar de vivência. Essa questão não necessariamente pode ser interpretada como problemática; o que pode vir a ser controverso é quando esse lugar de natureza é tomado como uma fuga dos problemas socioambientais que a degradação da natureza possa desencadear, pois isso gera uma defesa da natureza voltada para determinadas classes e outros grupos sociais ficam excluídos das áreas ambientalmente valorizadas (FUKS, 2001).
É preciso considerar que a proteção de lugares de natureza atendendo a interesses restritos oculta a necessidade de se perceber que há na natureza uma lógica própria, e que a proteção de alguns lugares não significa que estes deixarão de ser afetados por intervenções realizadas em outros ambientes com os quais mantêm interconexão. Nesse sentido, os participantes do Fórum aparentam cruzar os limites estabelecidos pelo modelo de natureza vigente procurando parcerias com outros movimentos e atores relacionados às demais unidades de conservação presentes na cidade de São Luís.
As características de formação do Fórum não deixam de estar articuladas a certo contexto de ambientalização dos conflitos, neologismo empregado por José Lopes (2004) para análise de questões socioambientais. O processo de ambientalização é histórico e expõe como elementos de estudo transformações institucionais, bem como no comportamento humano em diferentes dimensões como o trabalho, ensino, lazer e vida cotidiana. Assim, Lopes (2004, p. 19) destaca cinco fatores relativos a essas transformações, sendo esses: o crescimento da importância da esfera institucional do meio ambiente entre os anos 70 e final do século XX, conflitos sociais em nível local, educação ambiental como código de conduta individual e coletivo, questão da “participação”, questão ambiental como fonte de legitimidade e argumentação nos conflitos sociais.
A mobilização em torno das possibilidades de uso da APA e de outros processos, como a formação do Conselho Consultivo. As atividades presentes no complexo ambiental da unidade e as formas de atuação da Secretaria de Estado do Meio Ambiente e Recursos Naturais (SEMA-MA) estão ligadas a essa composição apontada por Lopes (2004), pois, segundo o autor, esses são elementos que articulam a questão ambiental em diferentes regiões do Brasil.
As atividades de construção e institucionalização envoltas pela questão ambiental estão relacionadas a interpretações que concebem diferentes usos e formas de planejar o lugar. Nessas situações, os grupos sociais participam de forma desigual, mobilizando-se com os modelos e ferramentas que dispõem, sejam esses grupos militantes ou técnicos administrativos. No que tange à APA do Itapiracó, essa mobilização vem ocorrendo por meio de um Fórum de base comunitária envolvendo distintos moradores.
Esse contexto envolve a passagem de uma dimensão interna referente a questões de manutenção, fiscalização e proteção da unidade de conservação do Itapiracó para uma dimensão social e pública, pois quando as mobilizações fazem associação entre a qualidade de vida, habitação, saúde, trabalho, e manutenção de afetividades presentes nesse lugar de natureza, tratando-as como demandas ambientais da cidade, adquirem pujança nas arenas de discussão e intervenção (LOPES, 2004). Logo, ao apontar problemas relativos à poluição, queimadas, desmatamento, ausência de uma educação ambiental e de projetos que estimulem a geração de renda pertinente ao uso da APA, os moradores do entorno da APA e os envolvidos na mobilização estão sinalizando a existência de possibilidades de contaminação da fauna e flora presentes na unidade de conservação, e consequentes prejuízos à sua maneira de viver.
A atenção que está voltada aos problemas ambientais e que atualmente possam parecer naturais é, na verdade, consequência de mudanças na percepção humana sobre seus ambientes e do engajamento de atores envolvidos na defesa dos lugares e suas naturezas. O processo de legalização dos problemas ambientais tem estimulado mudanças na forma da sociedade se relacionar com a natureza e, por consequência, sobre a representação desse conceito (FUKS, 2001).
Esse processo relacional é possível diante da institucionalização da questão ambiental que articula leis e estrutura órgãos públicos. Desse modo, trata-se de uma construção social, em que as ações coletivas mobilizam proposições entendidas como ambientais e atribuem legitimidade a suas causas nessas arenas de disputas. Esse processo corresponde ao que Lopes (2004) entende como parte de uma “ambientalização dos conflitos sociais”.
Essa composição histórica presente na trajetória dos que estão envolvidos na questão ambiental em torno da APA do Itapiracó permite pensar sobre esses lugares, não a partir de uma negação de que os mesmos possam ter relação com redes globais ou, ainda, que sofram processos de interferências e investidas de desterritorialização, mas como um momento marcado pela busca de alternativas e novos empregos de redes virtuais ou presencias na defesa dos lugares cotidianos e participantes da vida dos moradores. Esse aspecto dos espaços e territórios diante do processo de globalização é comentado pelos participantes do Fórum, e em uma entrevista, o coordenador aponta esse elemento descrevendo:
Muitas pessoas acreditam que o espaço morreu, mas isso não é verdade, a milhares de anos a Amazônia é no mesmo local. O Brasil continua no continente sul-americano, então nada mais é, do que uma falácia acreditar que os territórios, as terras não têm importância, a gente sabe dessa importância. Mas a globalização a revolução digital em que os controladores, os exploradores internacionais, seculares, que a gente sabe que são grandes famílias que já a muito tempo exploram a terra, as riquezas da natureza, mantém o controle mais fácil e eficiente, mas essas tecnologias, embora nos coloquem em uma certa camisa de força elas nos dão a possibilidade de imaginar alternativas. E são essas alternativas que o FAI procura tá atento, eu como coordenador e a responsabilidade que carrego de liderar esse grupo de líderes, costumo dizer que não são soldados, mas outros líderes. Pois não adianta eu ter liderados ao meu lado, eu preciso de líderes ao meu lado, para que estes formem outros líderes, outros multiplicadores (Mauro Carramilo Jr., 30/11/2021).
Como esclarece Escobar (2005, p. 70), é possível pensar os lugares como construções que, mesmo permitindo saídas, retornos e fluxos de identidades, não desprezam o potencial do vínculo, do pertencimento, e mesmo a existência de limites. Nessa perspectiva, o lugar pode ser entendido como produtor e disseminador de práticas e conhecimentos, que são usados para um trabalho voltado para a manutenção da natureza. Essas formas de atuação produzidas a partir e para o lugar expressam, de alguma forma, não somente a conformidade com a adaptação, como a construção de vínculos afetivos com o lugar (ESCOBAR, 2005).
Em pesquisas de campo ocorridas em momentos acentuados da pandemia do Covid-19 foi possível observar que grupos de moradores que fazem trilhas na APA e os que residem dentro da unidade conhecem os caminhos do Itapiracó. Desse modo, ainda que essa unidade possa ser considerada pequena em extensão em relação a outras presentes em São Luís, são os sujeitos que mesclam sua formação social a esse lugar de natureza que sabem percorrer as trilhas, localizar pontos remanescentes de juçaral, olhos d’água, nascentes do rio Itapiracó, identificar as plantas e os lugares onde certos animais costumam se abrigar.
Esses moradores, que em seus fluxos de atividades e emprego de energia estão transitando entre as tarefas ditas urbanas, realizadas em centros comerciais e administrativos de São Luís, por vezes, próximos à APA, e suas atividades de habitação, lazer, práticas esportivas e religiosas realizadas na unidade de conservação, encontram formas de organizar o lugar, o modo de uso e a ocupação. É possível analisar o sentido dessa organização quando moradores expressam o processo de luta e a vivência junto à APA, relembrando:
[...] nós tivemos encontros específicos para pensar a APA, a APA como esse bem maior, que é a terra, o nosso lugar, somos nós. Agora não se pode omitir que já se pensou na APA, um movimento que antecedeu essa organização, não do FAI, mas de se pensar a preservação. Alguns movimentos como o COMUNIC (Conselho Comunitário do Complexo COHATRAC), essa turma que se reunia pra pensar a questão do uso e ocupação da área, eu estava lendo a poucos dias sobre o que era isso aqui, a Maioba o Turu, eram aldeamentos com sua farta beleza e utilidade natural para quem dela vivia, que eram os nativos. E aí o processo de ocupação da cidade, de urbanização da cidade vai fazendo acontecer essa demarcação das áreas. [...] eu sempre digo e repito essa minha fala em todos os encontros que a gente vai. Eu não só moro próximo a APA, eu não tenho essa vivência de morar próximo agora, como eu também vivi a APA no momento em que ainda nem as chácaras existiam, quando meu pai nos levava, que ele tinha um amigo que era da agricultura e tinha ali uma plantaçãozinha. E nós descobrimos o rio do Itapiracó, então a minha adolescência eu tomei banho naquele rio caudaloso. A garotada ia pra lá! (Dorian Azevedo, 02/12/2021).
Em certa medida, a formação do problema ambiental na APA está envolta naquilo que Mário Fuks (2001, p. 23) aponta como uma questão de proteção do meio ambiente, que se torna presente tanto em países tidos como desenvolvidos como naqueles considerados em desenvolvimento. Isso se apresenta nos países de economia consolidada como associado à qualidade de vida, e nos de economia crescente esse aspecto é trabalhado com alguma objetividade, entendendo essa questão como elemento de sobrevivência. O entendimento de sobrevivência pode aqui ser interpretado não somente em relação a características produtivas, como a modos de vida ou práticas que estão ligados a lugares de natureza como a APA.
No discurso jurídico a definição dos direitos e deveres coloca o meio ambiente como “patrimônio público”, criando instrumentos legais que colocam a proteção de “bem de uso comum” ao alcance de diferentes setores da sociedade, porém ainda existe alguma distância entre esses instrumentos e a mobilização social relativa à defesa ambiental.
A ausência de mobilizações está também associada a aspectos referentes à instrução educacional e organizacional que as coletividades possam dispor para fazer valer suas demandas relacionadas à defesa ambiental (FUKS, 2001). No que se refere a unidade do Itapiracó, o Fórum da APA faz uso das formações acadêmicas de seus integrantes para acessar e tratar das demandas levantadas em suas reuniões. O valor da instrução educacional nas arenas de discussão ambiental foi sendo percebido no processo de pesquisa relativo à APA, e os atores envolvidos percebem essa circunstância quando descrevem:
[...] quando vai uma pessoa que talvez não tenha conhecimento ou busque se aprofundar em determinado assunto, muitas vezes as portas são fechadas porque o espaço ou órgão que você procura não é o órgão competente pra tratar sobre aquela demanda, e saber discernir essas problemáticas e buscar dialogar com esses atores é de fundamental importância, então se todo advogado além de ter sua advocacia privada, pudesse dar um pouco de colaboração na advocacia popular, pros movimentos populares, certamente essa relação entre Estado e a Sociedade Civil seria muito mais benéfica a todos. Então, meu caminhar é muito nesse sentido, de cumprir esse papel, [...] A advocacia no artigo 133 da constituição diz que o advogado é indispensável para a administração da justiça. Então é com isso que eu tento contribuir dentro do Fórum (Mauro Carramilo Jr., 30/11/2021).
Na análise de Fuks (2001, p. 88), para além da esfera do Estado, há dois tipos de segmentos de atores relacionados a protestos e ações civis públicas ambientais, indivíduos e grupos de moradores, e grupos organizados em associações comunitárias. Tais atores costumam residir em lugares distantes do centro ou em áreas estruturadas da cidade, e suas reclamações estão associadas a problemas urbanos como poluição sonora ou do ar, descarte irregular, saneamento, dentre outros. Essas são algumas das características percebidas no ativismo que vem sendo desenvolvido pelo Fórum da APA, ao se considerar seu processo de organização, sua localização tida como distante em relação ao centro de São Luís e a diferença de infraestrutura presente nos bairros relacionados a essa unidade.
Os encaminhamentos de denúncia ao Ministério Público referentes a poluição e degradação ambiental, como no caso da APA do Itapiracó, expressam um incômodo que afeta o modo de vida dos bairros. A percepção ambiental como lente que agrega certos privilégios para resolução de problemas urbanísticos é empregada por grupos de moradores ou associações comunitárias para obter o alcance de suas demandas. Isto se deve ao fato de as decisões sobre certos assuntos ambientais provocarem efeitos específicos na região de moradia dos que reivindicam (FUKS, 2001).
É preciso destacar que há diferenças entre o grau de interesse e quantidade de benefícios que podem ter os envolvidos em uma situação de proteção do lugar, podendo existir nessas situações dois sentidos, no primeiro, o consumo desse bem de uso comum não é universal e isso os leva a reivindicar, no segundo, a proteção ambiental de um lugar pode estar relacionada a interesses específicos dos grupos (FUKS, 2001). A perspectiva ambiental incorpora e reformula as bases de argumentação ligadas a temas que atuam no contexto mais amplo da cidade, o que influencia diretamente nas disputas pela definição do uso do espaço urbano.
A proteção ambiental não é composta de sentidos ou representações homogêneas nas relações sociais, mesmo em situações de preocupação com a proteção da natureza, diferentes setores da sociedade apresentariam representações distintas da questão ambiental. Em casos como o da APA do Itapiracó, as situações podem ser encaixadas na abrangência do que pode ser considerado como problema ambiental, assim o discurso ambiental pode ser apropriado para qualificar os problemas urbanos sobre nova perspectiva. Nessas circunstâncias a proteção judicial pode adquirir mais elementos para operar sobre as causas que possam surgir.
O uso do direito e das legislações como forma de repertório de ação coletiva é empregado para reafirmar e legitimar as reivindicações relativas ao espaço interno e arredores da APA, essa forma é também empregada para retificar informações ou mesmo atualizá-las, considerando que esses elementos afetam o ordenamento territorial da unidade de conservação. É característica de movimentos da sociedade civil solicitar revisão ou correções em documentos publicados pelos órgãos do governo através de ofícios, solicitação de reuniões ou mesmo dispositivos jurídicos agregando-os como parte do repertório de ação (LOSEKANN, 2013).
Na situação da APA do Itapiracó, o Fórum tem desempenhado algumas dessas ações com finalidades de revisão do decreto de criação da APA e de seu plano de manejo, procurando conhecer as dimensões atuais da unidade de conservação e suas possibilidades de usos. Ao mesmo tempo, esses processos contestam aspectos como a desatualização das informações relativas a esse lugar de conservação e cobram a participação intermunicipal a partir das prefeituras de São Luís e São José de Ribamar, justificado pelo fato da APA se situar na divisa entre os dois municípios.
Fuks (2001, p. 126) analisa que nas arenas de formulação das questões que dizem respeito ao meio ambiente como problema social, os grupos ou mobilizações coletivas articulam suas atividades por pretenderem repercutir no âmbito da ação e do debate público. Assim, suas representações passam por um processo de construção social, e para que sejam incorporadas ou penetrem no universo de representação de outros o objeto desconhecido é associado ao que se conhece e são reconsiderados. Em outras palavras, o que era “estranho” pode passar a ser tido como um incômodo a se refletir nessa elaboração ou reelaboração de representações sociais, e situações podem passar a ser percebidas como problema ambiental.
Pode-se dizer que as versões disputando legitimidade no processo de construção do que pode ou não ser considerado parte da questão ambiental são permeadas por outros quadros de referência que foram objetos de disputas anteriores, estando envolvidos na forma como um problema é elaborado e como será tratado. Esse aspecto vai sendo desenvolvido na mobilização em torno da APA do Itapiracó através da escolha e estruturação em modelo de Fórum, pois alguns de seus integrantes possuem alguma experiência em mobilizações, organizações coletivas e ações políticas, por terem integrado ou integrarem comitês de praças, associações comunitárias, partidos políticos, movimentos sociais e outras organizações de participação social.
3 CONSTRUÇÃO ARGUMENTATIVA DO PROBLEMA
Ao se relacionar a construção analítica de Hannigan (2009) sobre recursos retóricos ao entendimento de repertório presente na ação coletiva (MACIEL, 2011), três recursos podem ser demarcados na construção social da questão ou problema ambiental. O primeiro é a “retórica da retidão”, quando a chamada de atenção para um problema é envolta em valores ou moralidade, esse recurso costuma ser empregado no início da formulação do problema. O segundo é a “retórica da racionalidade”, na qual se usam argumentos persuasivos e o debate se torna sofisticado pela discussão de detalhes das políticas a serem aplicadas. O terceiro é a do “arquétipo”, modelos que são construídos e que possuem forte poder de persuasão dentro do processo de argumentação.
Essas características de valores morais, sofisticação para se discutir certos temas em arenas e sugestão de modelo para lidar com algumas pautas ligadas a problemas ambientais, e que, por sua vez, indicam a formação de uma questão ambiental relacionada à unidade de conservação do Itapiracó, podem ser percebidas em um dos trechos de entrevista com o coordenador do FAI, quando destaca que:
[...] quando a gente se isola em nosso mundo e julgamos ser detentores da verdade isso prejudica, porque muitas vezes os egos super inflamam, e na construção de algo que é comum de interesse público, essas questões laterais que não agregam e apenas dividem precisam ser com muita sabedoria colocadas de lado, centrando o foco. Algo que é bastante difícil hoje é a gente manter o foco em questões centrais, que muitas vezes não traz o retorno financeiro, um lucro como o capitalismo prega, quando na verdade os valores por nós construídos ou resgatados através desse Fórum são valores transcendentais, valores espirituais pra quem acredita na espiritualidade, a colaboração, a cooperação, a solidariedade, a justiça social, são valores que a gente não consegue mensurar, mas a gente sabe que existem e são os principais valores que faltam na sociedade. E considerando que o Fórum da APA do Itapiracó atua de âmbito local a gente tem tentado, por exemplo, persuadir os componentes do Fórum Estadual de Educação Ambiental a fortalecerem a construção de um programa de âmbito local, o Guardião. E dentro desse programa “Guardião” existem inúmeros projetos que podem ser implementados conforme as condições que forem aparecendo, e aí se é pra realizar um trabalho ou projeto, como por exemplo, a coleta solidária a gente exige a participação do poder público, a participação de instituição não governamentais que trabalham com a causa e que podem tá dando sua parcela de contribuição. (Mauro Carramilo Jr., 30/11/2021)
O processo de argumentação pode ser analisado por uma interação continuada, percebida por três subprocessos, são estes: a) animando o problema, que consiste em adquirir espaço, divulgando informações e capacitando possíveis multiplicadores, b) legitimando o problema, que significa construir respeitabilidade em torno da temática do problema, definindo objetivos e tornando o problema legal, e c) demonstrando o problema, que se traduz em competir por espaço nas agendas públicas, obter convênios com outros argumentadores, convencer membros da oposição, e aumentar os limites da responsabilidade (HANNIGAN, 2009).
A construção social do problema ambiental em torno da APA do Itapiracó emerge a partir da experiência relacionada ao lugar de vivência, o que, nesse caso, também é uma fonte de percepção de problemas ambientais. Nessa interpretação, o conhecimento prático dos moradores do entorno e do interior da APA, e de pessoas relacionadas à proteção do espaço, como os agentes do batalhão de polícia ambiental (BPA), podem se combinar nesse processo social de construção do problema ambiental.
A demonstração do problema exige do Fórum que em fluxos de discussões haja alguma sutileza de estratégia, pois algumas pautas podem causar desagradáveis pressões sobre legisladores. Por essa razão, o preparo de “molduras” para os argumentos deve destacar características que chamem a atenção dos envolvidos no contexto de discussão, sendo apresentados envoltos em interesses econômicos, estatísticos e aspectos de cientificidade (HANNIGAN, 2009).
Nesse sentido, percebe-se que a dimensão de questões relativas à natureza potencialmente mobiliza diferentes níveis institucionais. E no caso da APA do Itapiracó, a nível municipal, duas áreas da região metropolitana de São Luís (São Luís e São José de Ribamar) podem ser envolvidas, o nível estadual é acionado por se tratar de uma unidade de conservação de criação e gestão do governo do estado do Maranhão e, finalmente, o federal, uma vez que a unidade de conservação se encontra legalmente em terras da União. É preciso acrescentar a agência da natureza nesse processo, pois o acionamento dos diferentes níveis institucionais se deve ao fato de que, em boa medida, os espaços de natureza presentes em cidades são anteriores e possuem uma interconectividade entre seus biomas que ultrapassam as formas organizativas estipuladas em lei.
A organização dos que estão envolvidos em discussões referentes às demandas ambientais se circunscrevem ao uso de conceitos e a forma como é possível mobilizá-los em disputas argumentativas. O repertório empregado nesses debates é condicionado às formas como transcorre a argumentação, pois sobre essa se interpõe as diferentes percepções envolvidas. Por essa razão, o acionamento de conceitos como “sustentabilidade”, “conservação/preservação”, “poluição”, “mobilização social”, “apropriação”, “participação comunitária”, a depender das circunstâncias relacionadas à unidade de conservação, é empregado na defesa de uma concepção ou na aquisição de legitimidade sobre algum ponto da discussão (LOPES, 2004).
Conclusiones:
4 CONCLUSÃO
No caso da APA do Itapiracó, foi observado o uso dos recursos argumentativos, e a mobilização dos conceitos mencionados, percebidos nas reuniões do Fórum e do Conselho Consultivo e nas ações desenvolvidas pelo movimento, pois essas formas argumentativas e conceituais orientam até certo ponto as temáticas discutidas, por exemplo, fiscalização, conservação, educação ambiental, descarte de resíduo sólido, reconhecimento de problemáticas na área e envolvimento da comunidade.
Nessa perspectiva, é possível interpretar que os modos sociais de apropriação do mundo material articulam as técnicas ao contexto em que se vive. Esses modos relacionam o acesso aos recursos ambientais e às formas culturais expressas por uma racionalidade que define as práticas sociotécnicas. É, talvez, por essa razão, que, ao considerar a luta simbólica dentro da emergência da questão ambiental, seja preciso pensar que pode não se tratar de um universal ecológico que se apresenta através de causas particulares, mas, em vez disso, uma universalização de causas particulares, através de valores compartilháveis que justificam as ações (ACSELRAD, 2004).
Nesse contexto de lutas simbólicas e práticas argumentativas, as mídias sociais tornam-se ferramentas necessárias para aproximar atores envolvidos em lutas ambientais, assim como para difundir lutas e mobilizações que tenham relação com a problemática ambiental. O uso dessas redes e mídias sociais se intensificou no período da pandemia do Covid-19, pois estas circunstâncias conduziram ao isolamento social e à articulação das atividades de forma remota.
Esses elementos estão sendo percebidos como parte da estratégia de mobilização, pois as relações mantidas em lutas de caráter ambiental envolvem não somente o acionamento de instituições do poder público, mas também formas de interação entre os atores de militância, políticos e institucionais, compondo formas e repertórios próprios de ação. É nesse processo de construção que movimentos de pauta ambiental conseguem vir a participar de elaborações legais e formas de gerir os lugares e suas naturezas, percebidos a partir da lógica ocidental de conservação.
As formas de atuação, as parcerias e os instrumentos utilizados por esse modelo de organização coletiva não colocam somente a APA e os segmentos de seus moradores em evidência, mas ambos em uma relação que pode ser evidenciada; característica que precisa ser destacada pela organização dos moradores em forma de Fórum e pelo acionamento desse lugar de natureza como princípio de acesso a políticas públicas, a outros modelos de geração de renda local, a práticas socioeducativas estreitamente ligadas à natureza e a um planejamento urbano que considere esses processos como interligados a fluxos de vida humanos e não humanos.
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Palabras clave:
Mobilização Social. Unidade de Conservação. Ação Coletiva.
Resumen de la Ponencia:
O objetivo do trabalho é analisar como o processo de ambientalização dos discursos das empresas dendeícolas, localizadas no nordeste do estado do Pará, Brasil, se organiza paralelamente à dinâmica de precarização dos trabalhadores destas empresas. Em suma, tratou-se de problematizar nos seguintes termos – quem sustenta o desenvolvimento sustentável da palma do dendê? E sob quais condições? A nossa ideia principal é de que os discursos ambientalizados das empresas nacionais e transnacionais e do Estado cumprem o papel de impor visões e divisões de mundo, conforme Bourdieu, levando à discussão para dimensão simbólica do universo social. Esta condição permite a instalação do aviamento sistêmico (categoria por nós elaborada, que combina a dominação paternalista e condições de trabalho degradantes). Aliado a isso disso realizamos um estudo de caso, de observação não participante a realização de entrevistas semiestruturadas com oito trabalhadores rurais. Estas etapas foram realizadas entre meados de 2020 e maio de 2022. O trabalho se divide em duas partes. Na primeira, discutimos algumas mudanças no contexto histórico que implicaram em alterações na formulação das concepções do desenvolvimento no Brasil e na Amazônia: o processo de industrialização, fortalecendo a noção de desenvolvimento econômico; e a ambientalização das questões sociais que tem possibilitado a formulação de uma noção de desenvolvimento sustentável. Na segunda parte, apresentamos a territorialização das empresas dendeícolas espraiadas pelo nordeste paraense; contextualizamos seus incentivos via Estado, desde a Superintendência de Valorização Econômica da Amazônia (SPVEA) nos anos 1950, a criação de diversos politicas publicas amparadas no discurso da sustentabilidade, no Brasil. Analisando este processo, chegamos a alguns resultados: o empreendimento do dendê apropria-se dos discursos de ambientalização das questões sociais produzindo efeitos contrários para os trabalhadores locais; a monocultura no local baseia-se em um aviamento sistêmico, que na prática gera uma remuneração salarial baixa e não regulamentada. Em suma, avaliamos que a economia do dendê se apropria do discurso do desenvolvimento sustentável, de um lado, ao mesmo tempo em que alimenta o “moinho satânico” que amplia a separação entre homem e natureza, além de aprofundar condições degradantes de trabalho.
Introducción:
O lócus de nossa pesquisa é Igarapé-Açu, município do nordeste paraense, localizado no Estado do Pará, Brasil. Possui área territorial de 785. 983 km³, com uma população de 38. 807 pessoas, densidade demográfica de 45, 2 %, e Índice de Desenvolvimento Humano Municipal (IDHM) de 0, 595[1]. Os plantios de dendê do município, onde as relações de trabalho que pretendemos estudar são encontradas, estão vinculadas a uma única agroindustrial de expressão na cidade: Agroindustrial PALMASA S.A.
A fundação da Palmasa ocorre em 26 de dezembro de 1986. Os responsáveis pela fundação da Agroindustrial PALMSA LTDA, cujo início das construções civis datam 1° de Janeiro de 1987[2].
Em 15 de janeiro de 1988, a Agroindustrial PALMASA LTDA, transforma-se em AGROINDUSTRIAL PALMASA S.A, possuindo como acionistas: a AGROCOMERCIAL VERDE-AÇU Ltda (empresa comercial da colônia japonesa), como atividades mercantis e rurais, sob a liderança dos japoneses Ichio Minagaua, Nobuo Iakagami, Mitsuo, Sei Tanabu, e dos brasileiros Arivaldo Bezerra de Sales e José Furlan Jr[3].
O objetivo do trabalho é analisar como o processo de ambientalização dos discursos das empresas dendeícolas, localizadas no nordeste do estado do Pará, Brasil, se organiza paralelamente à dinâmica de precarização dos trabalhadores destas empresas. Em suma, tratou-se de problematizar nos seguintes termos – quem sustenta o desenvolvimento sustentável da palma do dendê? E sob quais condições?
Para isso, dividimos o trabalho em duas partes. Primeiramente, discutimos as noções de desenvolvimento econômico e sustentável engendradas por dois grandes processos de grandes transformações sociais, a saber: a industrialização e a ambientalização.
Na segunda parte, nossos esforços concentram-se em demostrar como a dendeicultura está vinculado a essas duas grandes transformações. De como ela foi de uma justificativa de desenvolvimento econômico a um discurso mais “ambientalizado”, apropriado pelas empresas de dendê, que justificou (e justifica) sua expansão nesse século. Aliado a isso, também buscamos demostrar como a empresa conserva os mesmos processos característicos da industrialização mas sempre recorrendo a uma força simbólica – discurso do desenvolvimento sustentável – que impõe visões e divisões de mundo para dissimular seu “moinho satânico”. Nessa parte do trabalho, também analisamos as condições de trabalho dos cortadores e coletores de dendê através de uma categoria, por nós criada, chamada de “aviamento sistêmico”.
Em termos metodológicos, utilizamos o estudo de caso investigando as atividades dos trabalhadores rurais e outros atores sociais locais que possuem relação com eles; a nossa técnica de pesquisa, foi a observação não participante; o tipo de abordagem, a qualitativa com entrevistas semiestruturadas gravadas em celular; e como técnica de análise, a dos conteúdos obtidos em nossas entrevistas semiestruturadas (MAY, 2004; GIL, 1991; GOMES, 1994). Os sujeitos pesquisados fazem parte da força de trabalho contratada pelos produtores rurais associados a agroindustrial PALAMSA. Por motivos éticos, atribuímos a eles, pseudônimos. A pesquisa ocorreu entre meados de 2020 e maio de 2022.
[1] IBGE (2020, abril 14). Recuperado de https://www.ibge.gov.br/cidadeseestados/pa/igarapeacu.html.
[2] Histórico da Palmasa (2021, fevereiro 21). Recuperado de https://www.palmasa.com.br/index.php/pt/historico#:~:text=A%20usina%20entrou%20em%20funcionamento,tons%20de%20cacho%2Fhora%20atualmente.
[3] Ibidem
Desarrollo:
Do desenvolvimento econômico ao sustentável. Suas implicações no Brasil e na Amazônia
Duas transformações serão tratadas aqui nessa parte do trabalho para contextualizar a dendeicultura na Amazônia paraense, a industrialização e a ambientalização; as duas alçaram noções de desenvolvimento e planejamento, cada qual ao seu modo.
Pode-se dizer, frente a isso, que a revolução industrial foi um fato histórico moderno e emblemático da “grande transformação”, que engendrou em todo o corpo social a problemática de como atingir o bem-estar social (para uma parte da sociedade) através do desenvolvimento econômico. Esse processo foi revolucionário; seu compromisso era com o bem-estar da burguesia nascente. Contudo, na medida que a industrialização progredia, e que proporcionava um enorme crescimento econômico combinado com um mecanismo institucional inteiramente novo – chamado mercado – suas consequências, para as mesmas sociedades que ela buscava salvar, eram catastróficas, como lembra Polanyi (2000, pp. 57-58).
O “moinho satânico”, que triturou (e tritura) o tecido social, era o substrato histórico dessa grande transformação. Segundo Polanyi (2000, p. 53) através dos processos de cercamentos[4] iniciados no século XII e intensificados no XVII, durante o período Tudor na Inglaterra, houve a revolução dos ricos contra os pobres, que elidiu o antigo tecido social, articulado com uma forte repressão aos sujeitos socais tidos como desordeiros pela nova burguesia em ascensão que transformou “[...] homens e mulheres decentes numa malta de mendigos e ladrões”.
Não obstante, mesmo com essa natureza histórica, a revolução industrial passou a ser o objetivo a perseguido por todas as sociedades. Ser um país industrializado significava, e ainda significa para alguns, ser desenvolvido – a “oficina do mundo”, para lembrar a expressão Hobsbawm (2015).
Isso nos leva a considerar, incialmente, as incidências dessa racionalidade desenvolvimentista no Brasil e na Amazônia. No Brasil, segundo Ianni (1971, pp. 307-308) as implicações dessas noções de desenvolvimento econômico, através da industrialização, polarizaram-se, na maneira de um “movimento pendular”, entre a “estratégia de um desenvolvimento nacionalista”, com a proposta de um capitalismo nacional –entre os governos de Getúlio Vargas e João Goulart.(1930-45, 1951-54 e 1961-64) – de um lado; e uma “estratégia de desenvolvimento dependente”, – durante os governos de Eurico Gaspar Dutra, Juscelino Kubitschek e dos militares na ditadura (1946-50, 1955-60 e 1964-70) – de outro. Todas essas estratégias foram planejadas por tecnoestruturas estatais, ou seja, por ministérios executivos do Estado que planejavam a política econômica do país.
Na Amazônia essa noção de desenvolvimento combinou-se com um Leviatã (protetor para ricos e opressor dos pobres) e com a coerção privada para conter possíveis conflitos sociais. Assim, os efeitos desses desenvolvimentismo na Amazônia viabilizaram o acicate da grande empresa capitalista – de mineração, de extração florestal, pecuária, e etc – subsidiada pelo Estado através de um conjunto de políticas econômicas e fiscais (CARDOSO e MÜLLER, pp. 9-10)
Entretanto, pode-se dizer que essas teorias do desenvolvimentismo convencionais amparadas nas promessas da modernidade fracassaram. Em contrapartida do que esse projeto prometia, segundo Brito e Ribeiro (2004, p. 151), suas consequências foram de produções de crises[5] e riscos: "[..] O que vemos é uma sociedade que [...] transforma-se em uma sociedade progressivamente saturada, diante de incongruências e efeitos não visados, produzindo e distribuindo de forma desigual, riscos sociais e ambientais".
Disso, uma outra noção de desenvolvimento, um tanto quanto polissêmica, pode ser entendida através de um processo de grande transformação – análogo a industrialização – chamado de ambientalização. Tratam-se de processos históricos, bem delimitados, no Brasil e em outros países, onde a conservação do meio ambiente passa a ser tratada como questão pública, por influência da conferência sobre meio ambiente, promovida pela ONU em Estocolmo, em 1972, e outras conferências e documentos. Nas palavras de Lopes (2006, pp. 33-34), essas mudanças podem ser entendidas com: “O processo histórico de ambientalização [...], [que] implica simultaneamente transformações no Estado e no comportamento das pessoas (no trabalho, na vida cotidiana, no lazer)”. O processo de ambientalização dos discursos atinge trabalhadores, Estado, sindicatos, atividades capitalistas, e outros segmentos da sociedade de um modo geral.
Entretanto, na Amazônia, por trás dos discursos ambientalizados, mantém-se a lógica capitalista – como a da mineração, da monocultura da soja, e do dendê, dos grandes projetos hidrelétricos de energia, das plantações de eucalipto – sobre outras formas de organização social: “Ela não é referida ao meio ambiente não como natureza e conservação, mas ao meio ambiente como recursos para a valorização do capital [grifos da autora]. Essa noção é encontrada subjacente às políticas governamentais, mesmo as ambientais [grifos nossos]” (CASTRO, 2012, p. 41).
Com efeito, podemos enquadrar a dendeicultura, nosso objeto de estudo, sob esta perspectiva. Como veremos, ela reproduz a lógica de uma atividade capitalista “ambientalizada em seus discursos” que entende o meio ambiente como “capital natural”, “recursos para a valorização do capital” No entanto, essa lógica também adensa-se na forma perversa de um moinho satânico que tritura natureza e trabalho.
[4] O moinho satânico, representado pelos cercamentos, transformou homem e natureza em mercadorias. Polanyi (2000, p. 52), enxerga nesse processo um ponto vital para o entendimento dessa grande transformação. Por meio dos “cercamentos” as propriedades da gleba, antes utilizadas para a agricultura de forma comum, eram transformadas em pastos/propriedades privadas para a criação de ovelhas; desses animais retirava-se a lã que subsidiava, como matéria-prima, a indústria têxtil. Esse processo, foi responsável pelo êxodo das massas totalmente pauperizadas para as grandes cidades.
[5] Podemos destacar aqui as mudanças climáticas, que pressionaram as comunidades internacionais a criarem acordos no objetivo de reduzir os gases que contribuam para efeito estufa, como foram os casos, por exemplo, do protocolo de Quioto, da Rio-92, e etc.
A dendeicultura na Amazônia paraense: da ambientalização dos discursos ao mundo do trabalho
Em termos históricos-estruturais, pode-se dizer que, a partir de 1950, o Estado identificou a Amazônia legal como a área mais promissora para o desenvolvimento da cultura do dendê no Brasil. Determinada notoriedade, justifica-se pelo fato de que a mesoregião do Nordeste do estado do Pará (NEP) é a localidade que possui, dentre outras coisas, excelentes condições edafoclimáticas. Isto é, uma localização estratégica, com moderna infraestrutura de transporte, energia, comunicação, acesso à mão de obra, e proximidade aos mercados consumidores, principalmente ao externo.
Segundo Da Silva, Ferreira Filho e Beltrão (2015), nesse contexto, no Estado do Pará por meio de órgãos governamentais como, por exemplo, a da Superintendência de Valorização Econômica da Amazônia (SPVEA), ainda em 1950, ocorreram diversas tentativas de tornar o cultivo do dendê política de Estado. Nesse momento a dendeicultura esteve fortemente relacionada aos projetos nacionais de desenvolvimento econômico através da industrialização, que demostramos anteriormente.
A consequência disso foi a territorialização de várias empresas dendeícolas na Amazônia, como mostra o mapa, no modelo de figura 1. No Pará, por exemplo, temos dois polos de produção do dendê. Um deles abrange os municípios de Tailândia, Moju, e Acará, situados ao Sul de Belém. O outro polo, compreende os municípios de Benevides, Santa Izabel do Pará, Santo Antônio do Tauá, Castanhal, Igarapé-Açu e São Domingos do Capim, situados no nordeste paraense, como detalhado por Müller, Furlan Júnior e Celestino Filho (2006).
Com efeito, segundo Nahun, dos Santos e Santos (2020), foi através da criação do Programa Nacional de uso de Biodiesel (PNPB), em 2004, e do programa de Produção Sustentável de Óleo de Palma no Brasil (PSOP), em 2010, que a dendeicultura passou a ser estimulada com mais intensidade na Amazônia. Aqui assinala-se o processo de ambientalização: a plantação do dendê é colocado como alternativa ao desenvolvimento sustentável.
Outra política pública que faz parte desse boom, que podemos classificar como um instrumento técnico-científico, alçado pelo Estado – é o Zoneamento Agroecológico do Dendendezeiro para as Áreas Desmatadas da Amazônia Legal (ZAE), de 2008. O objetivo geral do ZAE é especializar o potencial das terras para a monocultura de dendê no nordeste paraense. O projeto baseia-se no uso sustentável das terras e em harmonia com a biodiversidade, conforme demostra (Ramalho Filho et al, 2008, pp. 2-5).
Modelo de Figura 1:
Figura 1. Empresas dendeícolas no nordeste paraense – 2019. Fonte: NAHUM, João Santos; SANTOS, Leonardo Sousa dos; SANTOS, Cleison Bastos dos (2020). Formação da dendeicultura na Amazônia Paraense. Mercator (Fortaleza), 19. Doi: https://doi.org/10.4215/rm2020.e19007.
Em termos específicos, o ZAE propõe 1) subsídios para a reestruturação da matriz energética brasileira por meio do biodiesel; 2) propor aos produtores de dendê alternativas sustentáveis; 3) proporcionar uma base para o planejamento do uso para o planejamento do uso sustentável das terras em harmonia com a legalidade e com a biodiversidade; 4) propiciar o ordenamento territorial áreas desmatadas consolidadas e a consolidação da região Amazônica; 5) fornecer bases para o planejamento dos polos de desenvolvimento no espaço rural; 6) alinhamento com as políticas ambientais de energia (Ramalho Filho et al 2008, pp. 2-5).
O ZAE foi desenvolvido na Amazônia brasileira e implantado nos estados de Roraima, Acre, Rondônia, Mato Grosso, Pará, Tocantins e parte do Maranhão. Para tanto, utilizou-se o “sistema de aptidão Agrícola de Terras”, objetivando buscas a aptidão climática e de solo ideal (Ramalho Filho et al, 2008, pp. 2-5).
Venturieri, et al (2013), através da Embrapa, no sentido de desenvolver e valorizar uma metodologia, também desenvolveu um projeto intitulado Zoneamento agroecológico da cultura do dendê – ZONDENDÊ, visando identificar as áreas mais propicias ao desenvolvimento agrícola da cultura, com observância para áreas supostamente livres do Amarelamento Fatal (AF) e que já passaram pelo processo de antropização[6]. Esse projeto é na verdade uma proposta ao reflorestamento através da palma do dendê para territórios explorados e abandonados pela a agricultura, a pecuária e outras atividades econômicas. A Embrapa, então delimitou a localização do “Arco de Produção de Palma com Cultivares Tenera” (APPT). Em Igarapé-Açu/Pará, por exemplo, a qualificação das áreas antropizadas e livres do AF propicias a expansão do dendê, dentro do Arco de Produção da Palma com Cultivares Tenera (APPT), é de um número expressivos, como mostra o quadro 1.
No APPT, podem ser cultivados dendê do tipo Tenera que são suscetíveis ao AF com maior segurança. Nesse arco, 11. 385.76Km² (1.138.576.40 há) são áreas que possuem potencial para a produção do dendê e menor risco de incidência do AF. Deste total, 235, 51 Km (23. 551, 4 há) correspondem a 2, 07%, que estão localizadas na área caracterizada como “preferencial dentro do zondendê. Os 11. 150, 25 Km² (1.115.025. 00 há) restantes, correspondem a 97, 93 % do total do APPT (Venturieri, et al, 2013, pp. 3-5).
Quadro 1 - Áreas antropizadas propícias ao desenvolvimento do dendê em Igarapé-açu, segundo o appt.
Nota. Adaptado de VENTURIERI, A. et al (2013).
Portanto, o que o PNPB, o PSOP, o ZAE, o ZONDENDÊ, propõe é uma nova forma de expansão da dendeicultura, sob o discurso – ambientalizado – de desenvolvimento. Entretanto, quem sustenta esse desenvolvimento sustentável? E sob quais condições?
Alguns estudos vêm apontando que a dendeicultura é insustentável. Ela torna-se insustentável pelos riscos que cria ao meio ambiente, sobretudo por conta dos agrotóxicos, como demostram Cardoso e Pereira (2021); é insustentável também porque traz para o nordeste paraense conflitos no campo, expropriação de terras, contaminação dos corpos d’água, intenso uso de agrotóxicos, e etc, conforme aponta os estudos de Nahun e Dos Santos (2014); é insustentável também porque assenta-se na existência de condições penosas de trabalho nos plantios combinadas com forte violência física, como demostra a pesquisa de Corrêa (2016), bem como a vinculação das relações de trabalho ao mundo das drogas, demostrado pelo estudo de Class (2013); além disso, nesse universo social, descampeniza-se os camponeses através da agricultura por contrato, onde os agricultores familiares plantam palmas de dendê e fornecem matéria-prima para agroindústria os processar, tal como é o caso das mulheres agricultoras em São Domingos do Capim demostrado pelos estudos de Nascimento e Mota (2021).
Aliado a isso, nossa pesquisa, visa corroborar com essas impressões. Trata-se, nesse sentido, de lançar algumas discussões, ainda que de forma incipiente, sobre uma possível sociologia da sociologia do trabalho para a Amazônia e na Amazônia que foge ao escopo dos binômios fordismo/taylorismo e toyotismo/ohismo. Acreditamos que isso seja possível na medida em que, paradoxalmente, a própria sociologia do trabalho não coloca o trabalho em uma camisa de força, como nos lembra Friedmann e Naville (1973, p. 37): “A sociologia do trabalho deve ser considerada, em sua mais vasta extensão, como o estudo, nos diversos aspectos, de todas as coletividades humanas que se constituem graças ao trabalho [grifos nossos]”.
Além disso, partimos aqui das contribuições da professora Edna Ramos Castro (1999, pp. 31-35), referência obrigatória nos estudos do trabalho e da Amazônia. Estudando os aspectos do trabalho desenvolvido por populações tradicionais ou organizadas em unidades de pequena produção familiar, e o trabalho assalariado em média e grandes empresas na Amazônia, a autora interroga o conceito de trabalho na sua vinculação clássica à relação salarial, apesar do avanço industrial. Para ela as formas tradicionais de trabalho[7] permitem a explicitação da noção de trabalho com maior clareza, pois viabiliza a distância, no tempo e espaço, da abordagem clássica da sociologia do trabalho, viabilizando a observação dos aspectos materiais e simbólicos da manifestação humana face à natureza além das formas arcaicas de dominação paternalistas que acompanham esse universo social.
Na dendeicultura, esses aspectos materiais e simbólicos combinados com formas arcaicas de dominação paternalistas se afirmam. Frente a isso, elaboramos o quadro 2 – a fim de elucidar as condições gerais de trabalho dos trabalhadores – com os seguintes itens: pseudônimo, idade, salário, jornada de trabalho, tempo de serviço; suas próprias opiniões sobre sua atividade; residência e local (rural ou urbano).
Quadro 2 -Perfil dos trabalhadores
Nota. Elaborado pelos autores a partir da pesquisa de campo.
O quadro 2 demonstra, dentre outras coisas, os seguintes pontos críticos: 1) presença muito forte do paternalismo; 2) condições de trabalho degradantes; 3) trabalho polivalente com a penas uma remuneração; 4) salário variável, às vezes fixado mensalmente, às vezes pago em espécie; 5) utilização de força de trabalho de pessoas já idosas e aposentadas; 6) e desregulamentação da jornada de trabalho.
Além disso, todos esses pontos críticos também revelam a persistência de relações de trabalho semelhantes ao aviamento. Os trabalhadores nessas relação de trabalho passam a receber favores dos patrões, como água, luz, moradia e o próprio salário. Os cortadores de dendê ficam, pela falta de uma relação sindical e uma organização política de unidade de classe, reféns do paternalismo; materializa-se, frente a isso, uma relação pessoal face a face entre trabalhador e capitalista na ausência de uma mediação institucional/legal.
Nesse sentido, com o exemplo da dendeicultura, poderemos passar a falar de “aviamento sistêmico” na Amazônia. O “aviamento sistêmico” configura-se em relações de trabalho que combinam uma dominação paternalista e condições de trabalho degradantes, com uma remuneração salarial baixa e não regulamentada. É sistêmico porque está espalhado por toda a região Amazônica assumindo, em cada território, particularidades relacionadas as atividades econômicas que está vinculado.
Contudo, é importante não confundir nossa categoria aviamento sistêmico com a categoria sistema de aviamento. Esta última, segundo Ianni (1979, pp. 45-56), era uma relação de predomínio do capital comercial à serviço do capital industrial dos Estados Unidos, na época do ciclo da borracha. A partir da qual tecia-se um laço que prendia seringueiro, seringalista, aviador e exportador. Esse sistema explorava a força de trabalho do indígena, do caboclo, e do imigrante nordestino, os colocando em dívida com os seringalistas. O aviamento sistêmico, por sua vez, está para além do período da borracha. É uma modalidade própria de trabalho da Amazônia que pode estar vinculada a qualquer atividade econômica desde que reúna, ao seu redor, o paternalismo, as condições de trabalho degradantes e a não regulamentação da jornada de trabalho.
Portanto, a plantação/cultivo do dendê, como qualquer outra monocultura, possui uma dimensão ideológica/simbólica. Um exemplo disso é dado por Shiva (2003), ao tratar das oposições/tensões entre a destruição das silviculturas frente a expansão – das plantações de eucalipto na Índia – demostra que os supostos da revolução verde, da revolução genética, do desenvolvimento de novas biotecnologias, são na verdade ideologias – monoculturas da mente – que modelam as consciências para depois expandir grandes plantações.
Isso nos leva a considerar as relações de dominação que atravessam essa dimensão ideológica/simbólica do dendê. Para Bourdieu (2007, p. 140), o fato dos objetos do mundo social serem percebidos e enunciados de modos diferentes e em tempos diferentes, nasce o fundamento da pluralidade de visões distintas, que levam a lutas simbólicas pela produção e imposição da visão de mundo legítima. Assim o discurso que defende o dendê como atividade economicamente sustentável é: “A autoridade que fundamenta a eficácia performativa do discurso sobre o mundo social, a força simbólica das visões e das previsões que têm em vista impor princípios de visão e divisão desse mundo [grifos nossos]” (Bourdieu, 2007, p. 145).
[6] Antropização é a ação do homem sobre a natureza com a intenção de modifica-la ou a natureza já modificada pela ação do homem. No caso em tela, são áreas do nordeste paraense modicadas pela agricultura, agropecuária, pecuária, ou com vegetação secundária, que podem ser reaproveitadas para plantios da palma do dendê livros do Amarelamento Fatal.
[7] Um exemplo é dado, segundo a autora, pelos grupos remanescentes quilombolas nos Trombetas. Esses povos tradicionais possuem uma comunicação e reconstrução de imagem inspirados na natureza que estão presentes em seu cotidiano (CASTRO, 1999, p. 40).
Conclusiones:
Fazendo um balanço sociológico da discussão que aqui empreendemos, acredita-se que mostramos, em certo sentido, o que está por trás dos discursos que buscam impor formas de visões e divisões, através do agronegócio do dendê, no nordeste paraense. Nossos esforços concentram-se, em um primeiro momento, em mostrar como a dendeicultura apropria-se da discussão sobre desenvolvimento sustentável; e, em um segundo momento, de como esse esverdeamento ficou apenas no plano do discurso, sem nenhuma alteração concreta na realidade social.
A monocultura do dendê, em nossa análise, apresenta-se como uma atividade econômica que não rompe com a lógica capitalista mas também com aquilo que, nesse trabalho, chamamos de aviamento sistêmico.
No mais, avaliamos que a economia do dendê apropria-se do discurso do desenvolvimento sustentável. Nessa direção, consideramos importante o aprofundamento de questões que este trabalho apresenta, no sentido de contribuir para responder à questão que propusemos: quem sustenta o projeto do desenvolvimento sustentável da palma do dendê? A partir de um exemplo concreto sobre as atividades do agronegócio (monocultura/ cultivo) do dendê no nordeste do estado do Pará podemos observar que ainda recai sobre o trabalhador o ônus desse “esverdeamento” do empreendimento. Que, observamos, nem cria os empregos verdes, nem contribui para a conservação ambiental na região. Estes achados iniciais visam, contudo, contribuir para o debate sobre as condições atuais e futuras do trabalho, face aos empreendimentos ancorados num projeto supostamente sustentável. Apostamos que tanto as experiências empíricas e os esforços teóricos da sociologia ambiental e da sociologia do trabalho são promissoras para a reflexão crítica sobre os caminhos da conservação ambiental e da justiça social na Amazônia e para a Amazônia.
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Palabras clave:
dendeicultura; ambientalização; trabalhos; Amazônia brasileira.
Resumen de la Ponencia:
CORPO GROSSO, POVO DO MATO: NARRATIVAS DE RE-EXISTÊNCIAS E PRÁTICAS DE SENTI-PENSAMENTOO presente trabalho busca discutir inter-relações humanas e não humanas, a partir de uma escrita de perspectiva decolonial e ecofeminista, a partir de práticas outras de escuta e vivência do sentir e do pensar de mundos de famílias rurais, o Povo do Mato, coletivo envolvido de maneira plural e horizontal à comunidade Nossa Senhora de Guadalupe, situada no bioma amazônico, no município de Alta Floresta/MT. Ali são promovidas ações voltadas a romper o chamado “lugar de privilégio”, por meio de processos des-alienadores das práticas pela/para branquitude. Esse viés se estabelece a partir de três frentes de ação: após nos expormos à experiência em uma postura de senti-pensamento; em um segundo momento voltamo-nos à fundamentação teórica junto a pesquisadoras e pesquisadores que têm investido em investigações sobre epistemes latino-americanas. Por último, retornamos remotamente à comunidade, na qual o questionamento de uma epistemologia eurocentrada se manifesta não mais como utopia ou ficção-científica, mas como uma agenda em execução. Essa união entre epistemes humanas e não-humanas naquele bioma visa articular uma mirada diversa, ciente do lugar de superioridade normalmente atribuído ao elemento humano e hegemônico. Buscamos, em síntese, suscitar outros diálogos epistemológicos, sobretudo em uma conjuntura contemporânea de crescimento do pensamento conservador e capitalístico, que constitui um fascismo epistemológico, que por vezes ainda é tomado como base para práticas colonizadoras, ocidentalizantes e eurocentradas, frente à uma grave crise socioecológica.PALAVRAS‐CHAVE: Estudos Culturais. Antropoceno. Senti-pensamento. Territórios Ancestrais.Resumen de la Ponencia:
Partindo da existência de múltiplos e interdisciplinares entendimentos sobre os sentidos e as aplicações da sustentabilidade, sejam elas desenvolvidas nas dimensões econômicas, sociais e ambientais, e mesmo nos aspectos culturais, jurídicos, éticos, de valores e territoriais. Este estudo, objetiva desenvolver algumas análises quanto as realidades, conceitos sociais e representações do imaginário coletivo, ligados as compreensões e as ações tidas como sustentáveis, no cotidiano de pessoas comuns numa determinada comunidade. Para tanto, utiliza-se como aporte a Teoria das Representações Sociais, onde dentro das abordagens moscovicianas, afirma-se que uma representação social é uma modalidade de conhecimento particular que tem por função a elaboração de comportamentos e a comunicação entre indivíduos. Já em outra definição, se constituem como uma forma de conhecimento, socialmente elaborada e partilhada, tendo uma visão prática para a construção de uma realidade comum a um conjunto social. Assim sendo, procurou-se relacionar tal questão de pesquisa, com outros dois estudos já desenvolvidos por estes autores. No primeiro caso, parte-se de um estudo piloto feito com estudantes secundaristas de uma escola pública do Estado do Paraná (Brasil), que visou identificar a percepção e ações do cotidiano, num grupo de alunos de classes sociais médias e baixas, cujos resultados demostraram que ainda existe a necessidade de um grande esforço dos governos locais, estaduais e federais, em promover campanhas de conscientização ligadas ao bem estar humano e da natureza. Já o segundo caso, parte do relato de uma organização empresarial que necessitou superar uma série de barreiras legislativas, burocráticas, e mesmo preconceituosas, para conseguir licenças ambientais e de operações, visando desenvolver um processo de reutilização de resíduos industriais oriundos de terceiros, que até então eram destinados aos já lotados aterros sanitários. Onde segundo seus empreendedores, os próprios órgãos ambientais reguladores não conseguiam associar a ideia da simbiose industrial que pretendia-se desenvolver. Em ambos os casos, percebe-se que embora existam uma enormidade de estudos ligados à sustentabilidade, as concepções e realizações na realidade cotidiana, ainda estão muito distante da maioria dos usuários e beneficiários. Pois o entendimento de que sujeito e objeto estão interligados, de modo que o objeto existe mediante a relação estabelecida com o sujeito quando este atribui ideias, valores e/ou opiniões ao objeto. Muito embora, os discursos presentes nas mídias e nas políticas públicas, de maneira geral, tendem a ser cada vez mais incisivos e punitivos. Um novo estilo de vida deverá apresentar valores próprios, levando um conjunto de objetivos definidos socialmente na visão de futuro, no qual o desenvolvimento sustentável surge como um projeto civilizador. Mas para isto, torna-se constantemente necessário mensurar os sentidos e as aplicações da sustentabilidade.