Resumen de la Ponencia:
De acuerdo a los datos oficiales, los casos de enfermedad y mortalidad por COVID-19 no han alcanzado cifras muy altas entre la población indígena; sin embargo, estudios epidemiológicos han comprobado que, dada su vulnerabilidad, los riesgos de padecer formas severas de COVID-19 son más altos, y la letalidad que alcanza esta enfermedad es mayor entre dicha población. A lo anterior habría que agregar que la pandemia ha acentuado todavía más las profundas inequidades que existen en nuestro país; específicamente la inequidad y la falta de acceso a la salud está contribuyendo a profundizar las brechas de los grupos que, como los pueblos indígenas, han sido mayormente afectados. Como respuesta a esta problemática que enfrentan, algunos pueblos indígenas generaron sus propias estrategias y acciones para prevenir la llegada de la pandemia a sus comunidades o atenuar los contagios, principalmente bloqueando los accesos a sus territorios y poniendo en aislamiento a los habitantes que regresaban del exterior, así como promoviendo la medicina tradicional, para combatir los síntomas de la COVID-19. Un caso especial fue detectado entre la población indígena amuzga del municipio de Xochistlahuaca, Guerrero, en donde autoridades y habitantes de comunidades afirmaron que la morbimortalidad por COVID-19 rebasó por mucho las cifras oficiales, debido a que las personas infectadas evitaron acudir a los servicios de salud, argumentando que iban a morir allí, o que serían sometidas a prácticas médicas dañinas. Este comportamiento se relaciona con ideas de terapeutas tradicionales, quienes consideran que la COVID-19 no es tal, sino que corresponde a un complejo mórbido que ellos denominan “mal aire”, el cual comparte algunos de los síntomas de aquella, pero su origen y tratamiento son distintos. El objetivo de esta ponencia es compartir los resultados parciales de una investigación cualitativa que busca, desde la sociología de la salud, analizar los valores, ideas, creencias y conductas que, desde el modelo médico alternativo subordinado, conforman la respuesta de terapeutas tradicionales y población amuzga del estado de Guerrero, a la pandemia de COVID-19. La concepción indígena sobre la COVID-19 ha sido ignorada por los servicios de salud públicos, lo cual representa una seria dificultad para las estrategias y acciones que implementan, tanto en la atención de la población indígena infectada como en la prevención y control de la pandemia, pues dichas acciones carecen de una adecuación intercultural que contemple la concepción indígena de la COVID-19. En este sentido, la información generada por este tipo de investigaciones puede ser de mucha utilidad para los programas y acciones de salud institucionales.