JUAN MANUEL SANDOVAL PALACIOS
1
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MARCELA DE LOURDES OROZCO CONTRERAS
2
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LUIS MANUEL MARTÍNEZ ESTRADA
3
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ALEJANDRO FABIÁN SCHWEITZER
4
1 - INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA.
2 - Universidade Federal do Maranhao, pROGRAMA DE pOS gRADUACAO EM cIENCIAS sOCIAIS.
3 - Universidad Nacional Autónoma de Honduras - UNAH-CURLA, La Ceiba.
4 - Investigador CONICET CIT Santa Cruz, Profesor de la Universidad Nacional de la Patagonia.
Justificación del Panel:
La dispersión/concentración del capital, por su capacidad de movilidad, en la década de 1980 y como resultado de la restructuración del sistema capitalista para salir de la crisis estructural en que se encontraba en esa época pero que se inició desde una década antes, llevó a una fragmentación de procesos productivos industriales y su localización en diversas partes del mundo, articulándose en nuevas cadenas de producción y acumulación a nivel global (Robinson, 2013). El capital, en su proceso de transnacionalización, también buscó insertarse en procesos extractivistas de gran escala para asegurar recursos estratégicos que alimentaran la producción de bienes industrializados de alta tecnología. Ello implicó la producción y desarrollo de
Espacios Globales para la expansión del capital transnacional (Robinson, 2013), y la creación de
Zonas Específicas de Intensa Acumulación (ZEIA) (Sandoval, 2019, 2021), mediante “ajustes espaciales” (Harvey, 2006) dentro de estos Espacios Globales, donde se estableció la infraestructura industrial y de transporte para uno u otro, y aún para ambos procesos, en la misma
ZEIA. Las ZEIA, comprenden un complejo entramado de infraestructuras (jurídicas, físicas y de securitización) establecidas para la expansión del capital transnacional y para su intensa acumulación. Estas ZEIA se superponen y expanden sobre territorios y localidades urbanas y rurales, limitando procesos de acumulación locales y afectando, en el caso de comunidades que mantienen aún el valor de uso de sus bienes naturales, su reproducción social. Pero las comunidades urbanas y/o rurales responden a ello organizándose para luchar por sus territorios; y, en el caso de comunidades y pueblos originarios, por sus territorios y sus bienes comunes.