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Resumen de la Ponencia:
La presente ponencia propone describir y reflexionar acerca de una técnica de recolección de datos sumamente pertinente para las investigaciones en ciencias sociales que se centran en los estudios sobre representaciones, creencias, emociones: la entrevista clínica.
En suma, la propuesta de ponencia tiene como propósito principal describir la técnica de relevamiento “entrevista clínica” en sus dimensiones tanto epistemológicas como prácticas. Para tal fin, comenzaremos describiendo su génesis y caracterización, contrastándola con las técnicas más usuales en las investigaciones en ciencias sociales. Asimismo, presentaremos algunos ejemplos de su puesta en marcha en las investigaciones de Jean Piaget (1984) y en las investigaciones exploratorias que las autoras estamos realizando en el marco de nuestras tesis de doctorado.
Introducción:
El presente artículo propone describir y reflexionar acerca de una técnica de construcción de datos sumamente pertinente para las investigaciones en ciencias sociales que se centran en los estudios sobre representaciones, ideas, creencias y emociones: la entrevista clínica.
La entrevista clínica es un método de investigación construido por la Escuela Epistemológica de Jean Piaget (1984) durante sus investigaciones experimentales sobre el proceso[1] cognitivo humano -proceso de reflexión- desde su triple carácter: biológico, mental/ psicológico y sociocultural. Al respecto, la diversidad de acciones cognitivas posibles se subordina a la interrelación de un conjunto de precondiciones, circunstancias y relaciones de carácter biológico, psicológico y sociocultural, que se dan en un tiempo y un espacio determinado, en un momento histórico determinado, en una formación social determinada (Muleras, 2022)
Partiendo de una contrastación con las técnicas de relevamiento utilizados más frecuentemente en los estudios del campo de las ciencias sociales, ahondaremos en caracterizar esta técnica cuya especificidad se asocia a su génesis, marcada por una ausencia, en el ámbito científico del contexto de su creación, de técnicas que permitan la interacción dialéctica que permite el método clínico (Ducret, 2004).
En suma, la propuesta de ponencia tiene como propósito principal describir la técnica de relevamiento “entrevista clínica” en sus dimensiones tanto epistemológicas como prácticas. Para tal fin, comenzaremos describiendo su génesis y caracterización, contrastándola con las técnicas más usuales en las investigaciones en ciencias sociales. Asimismo, presentaremos algunos ejemplos de su puesta en marcha en las investigaciones de Jean Piaget (1984) y en las investigaciones exploratorias que las autoras estamos realizando en el marco de nuestras tesis de doctorado.
[1] Es importante aclarar que entendemos por proceso una secuencia o conjunto de acciones relacionadas que se modifican a lo largo del tiempo, en correspondencia con la transformación de las precondiciones contextuales.
Desarrollo:
Génesis del método clínico crítico
La investigación de Piaget “La representación del mundo en el niño” (1984), pertenece a la primera etapa de trabajo de Piaget. En ella, se plantea el problema de cómo, en este caso, el/la niño/a representa la realidad. Una realidad englobante de seres humanos, de cosas y del conjunto de procesos, eventos y fenómenos - no humanos- que suceden en el universo. En este sentido, se pregunta por la organización cognitiva del sujeto (Vinh-Bang, 1996; Delval, 2012; Tau y Gómez, 2016).
Las preguntas investigativas que comienzan a orientar la creación de un nuevo método de indagación son las siguientes: ¿distingue el sujeto la existencia de una realidad independiente, disociada, de lo que son los productos de su pensamiento, tales como imágenes, recuerdos, creencias, ideas y reflexiones sobre la realidad? Las resultantes de la actividad propia del sujeto que piensa, ¿son reconocidas como diferentes de las existentes con independencia de su actividad? En otras palabras, ¿reconoce el sujeto la existencia de un mundo real diferenciado de los productos de su elaboración mental? ¿Cómo explica los fenómenos que suceden en la realidad externa? ¿Hace uso de la noción de causa y de ley? ¿Qué tipo de explicación ofrece sobre los sucesos del mundo exterior?
Ante tales preguntas y objetos de estudio, referidos al acceso a la organización psíquica, Piaget se encuentra con que las técnicas utilizadas hasta el momento - la observación pura, la implementación de tests y el método de evaluación diagnóstica de la clínica psiquiátrica - no lograban captar esta dimensión.
Un momento clave al respecto es cuando Piaget logra pesquisar que los/as niños/as, en su razonamiento, incurran en "dificultades insospechadas". Esto es, descubre que detrás de las respuestas aparentemente inexactas o incorrectas de los/as niños/as subyace una regularidad correspondiente con las formas del razonamiento infantil (Tau y Gomez, 2016).
Durante su estadía en Francia, Piaget es recomendado a Théodore Simon (1919-1921) quien le pide que estandarice los Tests de razonamiento verbal de Burt (las primeras pruebas de inteligencia masivamente administradas y de amplia difusión en la psicología del momento). Sin embargo, al comenzar a interrogar libremente a los/as niños/as comienza a observar que cometen errores típicos y sistemáticos. Este hallazgo, no sólo le abre la puerta a comenzar a investigar la lógica infantil y las regularidades en los/as niños/as con dificultades (nociones de número, clases, relaciones) sino que fue el motor para la creación del método clínico-crítico utilizado en sus investigaciones específicas posteriores.
De esta manera, comienza a concebir e implementar otros métodos investigativos (sin el conocimiento de sus superiores) como plantear diversas preguntas y presentar situaciones que implican relaciones de causa a efecto simples y concretas; es decir, comienza a experimentar. Justamente es que, a través de este método, se dará cuenta de cómo la lógica - no innata– se transforma y desarrolla a lo largo del tiempo. Se refuerza entonces la potencia de la utilización de materiales a través de los cuales se puedan plantear situaciones experimentales que los niños - en el caso de las investigaciones piagetianas - deben explicar espontáneamente, así como la presentación de contraejemplos a sus argumentos para generar una perturbación, un obstáculo epistemológico (Piaget, 1984).
A diferencia de los métodos utilizados hasta el momento, se espera una presencia activa del investigador/a que, con múltiples precauciones, dirige la indagación para obtener respuestas lo más naturales y espontáneas que sea posible. Ponce (2008) cita a Piaget en “El juicio y el razonamiento en el niño” (1947) en dónde señala al método crítico como un medio que permite: "conversar libremente con el sujeto, en lugar de limitarse a preguntas fijas y estandarizadas, conserva todas las ventajas de una charla adaptada a cada niño y destinada a permitirle el máximo posible de toma de conciencia y de formulación de sus propias actitudes mentales" (Piaget, 1947 citado en Ponce, 2008, p.51).
Etapas del método clínico
El método clínico y su carácter experimental tuvieron una evolución a lo largo del tiempo. Las propias investigaciones realizadas por Piaget iban mutando las características del método. Existe un consenso en el ámbito académico respecto a la configuración de cuatro etapas, representativas de dichas transformaciones (Delval, 2012; Ponce, 2008).
Entre 1926 y 1932, se produce la formulación explícita del método. Centrada en la expresión del pensamiento en forma verbal apoyado en la libre conversación. Aparecen los diálogos, se usan cuadros de datos y procesamientos estadísticos, complementariamente a los recursos clínicos.
Entre 1932 y 1940, se centra en investigar el método no verbal en sujetos que todavía no poseen capacidad del habla. Por lo tanto, su objeto de investigación va a ser los orígenes de la inteligencia antes de la aparición del lenguaje. A partir del planteamiento de situaciones experimentales problemáticas, introduce una serie de modificaciones para observar las respuestas.
El periodo 1940-1955 se caracteriza por la manipulación y formalización del método. El sujeto tiene que resolver tareas mediante la acción, y aquí está el acento. En esta etapa llega a consolidarse su característica como un método crítico, entendido por la clara intervención del investigador/a para producir una sistemática controversia con las afirmaciones del sujeto entrevistado, no para medir la solidez de sus convicciones sino para captar su actividad lógica profunda. En otras palabras, en esta etapa el centro no son las creencias espontáneas sino lo que interesa comprender es la estructura epistémica y el estadio de desarrollo cognitivo en el que se encuentra.
La cuarta etapa se inicia en el año 1955. Continúa aplicándose el método clínico de forma interdisciplinaria, es decir, se aplica a una amplia gama de problemas de investigación y por lo tanto se produce la multiplicación de experiencias en diferentes medios sociales y geográficos. De todas formas, la unidad del método se mantiene por la presencia de los principios teóricos, de los problemas y por las hipótesis elaboradas y reelaboradas por el investigador/a.
Más allá de los cambios y etapas hay una dinámica específica del método que trasciende las diferentes expresiones que adquiere en cada investigación y se encuentra tanto en las indagaciones verbales, en las exclusivamente sensoriomotrices y en diferentes formas mixtas que hacen intervenir objetos manipulables, bocetos, fotografías y narrativas.
Estamos hablando de lo que Tau y Gómez (2016) sintetizan como tres tipos de intervenciones directrices: las de exploración - que buscan develar la organización del conocimiento indagado-, las de justificación – en la cual, a partir de pedidos, verbales o no verbales, se busca el refuerzo o la legitimación de las respuestas del sujeto - y la contrargumentación – se trata de intervenciones que buscan determinar la coherencia, contradicción o estabilidad de las respuestas iniciales.
Es justamente este último tipo de intervención de control o contrargumentación la que le confieren al método su aspecto crítico (Castorina, Lenzi y Fernández, 1984).
Caracterización del método clínico - crítico
Cómo hemos mencionado en el apartado anterior, este modelo de entrevista clínica tiene su origen en las prácticas diagnósticas médicas con las que Piaget se familiariza durante su recorrido intelectual y profesional. Sin embargo, dichas prácticas no lograban captar las regularidades y estadios cognitivos, es decir concepciones típicas de la realidad en determinada etapa del desarrollo cognitivo. Por tanto, Piaget comienza a dilucidar dichas cuestiones a partir de sumar un carácter experimental al método. Pero no sólo se trató del carácter experimental, sino - como se deja entrever en las diferencias en las etapas evolutivas del método - su originalidad se encuentra en su aspecto crítico.
Como hemos mencionado, a los análisis clínicos se le añade el calificativo de críticos, ya que el entrevistador/a dialoga dialécticamente, presentando contraargumentos al entrevistado/a, a modo de reunir informaciones que, en su conjunto, permitan responder a las preguntas e hipótesis que se plantea. Este método, por lo tanto, desconfía de las respuestas apresuradas (respuestas rápidas sin esfuerzo de reflexión), de las distintas formas de verbalismo moral o creencias sugeridas (la reiteración de la moral dominante según la cual el entrevistado/a dice lo que supone que el entrevistador/a quiere escuchar, lo “políticamente correcto”), las fabulaciones (inventar mitos cuando se encuentran perplejos por una pregunta dada), el no importaquismo (cuando la pregunta planteada disgusta, contesta no importa qué y no importa cómo). Siguiendo a Charlotte Búhler “… El objeto es poner en claro todas las significaciones que van implícitas en una declaración” (1928, p. 293). Sin sugerir respuestas ni provocar palabras enlazadas sin pensar.
En la entrevista clínica - crítica el entrevistador/a realiza experimentos… “se plantea problemas, elabora hipótesis, hace variar las condiciones en juego (cambiando, por ejemplo, el objeto de discusión) y finalmente controla cada una de las hipótesis al contacto con las reacciones provocadas por la conversación” (Ducret, 2004, p. 10)
En este sentido, buscamos describir los criterios con los cuales se pueden distinguir las respuestas genuinas. Pero, ¿cómo arribar a ellas?
Una forma de lograr captar representaciones y creencias genuinas es a partir de, como vimos anteriormente, hacer variar las preguntas (aunque se busque captar un mismo objeto), conversar siguiendo sus mismas respuestas (para ampliar y profundizar), conducirlo hacia zonas críticas haciendo contra-sugestiones, marcando contradicciones en el discurso del entrevistado/a (antes dijo A y ahora B, ¿cómo es eso?). Estas intervenciones permiten determinar la coherencia, estabilidad o contradicción en relación a sus respuestas iniciales.
Además, es necesario que el entrevistador/a por su parte no hable demasiado cuando se pregunta y no sugestione al entrevistado/a. Desarrollando de esta manera dos cualidades: saber observar, es decir, dejar hablar, no agotar nada, no desviar nada, y, al mismo tiempo, saber buscar algo preciso, tener en todo instante alguna hipótesis de trabajo, alguna teoría, justa o falsa, que comprobar.
Estos recursos nos permitirán captar la actividad lógica más profunda -y propia de su nivel de conocimiento– de representación que opera en el sujeto (Vinh-Bang, 1996; Tau y Gomez, 2016). El método se centra en el sujeto epistémico, un sujeto que forma conocimientos. Debido a esto, el interés no está tanto centrado en el sujeto individual cuanto en las características generales de la forma de explicar o de resolver un problema.
De más está decir que no esperamos discursos lineales y coherentes, sino lo que nos interesa captar son los distintos estadios de conciencia donde se sitúan las distintas respuestas: “La esencia del método clínico consiste, por el contrario, en discernir el buen grano de la cizaña y en situar cada respuesta en su contexto mental. Ahora bien: hay contextos de reflexión, de creencia inmediata, de juego o de psitacismo, contextos de esfuerzo y de interés o de fatiga, y, sobre todo, hay sujetos examinados que inspiran desde el primer momento confianza, a quienes se ve reflexionar y buscar, e individuos de quienes se tiene la sensación que se burlan de nosotros o de que no nos escuchan” (Piaget, 1984, p.271)
En tal sentido, se pueden distinguir las respuestas genuinas a partir de los siguientes criterios: 1) las constantes registradas en las acciones y reflexiones según etapa del desarrollo (valores medios); 2) los cambios observados según fases evolutivas; 3) el modo de articulación de viejas y nuevas creencias; 4) la resistencia de la respuesta a la sugestión y contra-sugestión del entrevistador/a.
Asimismo, la entrevista clínica permite reconstruir el contexto en que se origina un sistema de creencias íntimas y tendencias de espíritu. En la medida en que buena parte de los sentimientos y pensamientos íntimos no son totalmente “formulables verbalmente”, la entrevista permite observar y registrar tanto lo que surge espontáneamente en la conversación como los gestos y expresiones corporales que acompañan la reflexión.
Siguiendo a Delval (2012) nos estamos refiriendo específicamente a métodos que permitan el conocimiento sobre el mundo social del entrevistado/a más allá de la utilización de un método fundamentalmente verbal. Es decir, está claro que la recogida de datos se hará principalmente mediante preguntas y las respuestas que el sujeto da a ellas. Pero para provocar esas respuestas nos podemos apoyar en algunos otros elementos, como historias hipotéticas, dibujos o en una situación en la que el sujeto tiene que hacer algo.
Contrastación con otras técnicas de investigación
Ya hemos señalado algunas especificidades de este método en relación a los test, los métodos de evaluación diagnóstica de la clínica psiquiátrica y la observación pura predominantes en las investigaciones del ámbito de la psicología en el siglo XX.
En lo que sigue ahondaremos en cómo se diferencian estas entrevistas de investigación de aquellas más utilizadas en el ámbito de las ciencias sociales: la entrevista semiestructurada y la entrevista en profundidad.
Según los manuales de metodología, este método de exploración piagetiano podría situarse en el grupo de las entrevistas semiestructuradas. Por un lado, existe una organización de un temario ante el cual no se procura invitar a hablar y a asociar libremente, sin restricción temática alguna (como sucede con algunas investigaciones que se llevan a cabo en el ámbito clínico, psicopatológico o psicoterapéutico). En otras palabras, a través de una conversación, en apariencia libre y espontánea, pero en realidad orientada por las hipótesis de trabajo investigativo. Por otro lado, no se trata de un cuestionario o de una rutina prediseñada, invariable y estandarizada.
No obstante, es insuficiente definirlo como un modelo de entrevista que se encuentra a mitad de camino entre aquellas denominadas abiertas y las de tipo cerrado. Como veremos, “… no se trata, simplemente, de una entrevista en la que la plasticidad que otorga la intervención espontánea permite superar la rigidez y repetición de las encuestas. Tampoco puede agotarse su caracterización recordando que hay un relativo intercambio y ajuste en acto, entre las intervenciones del entrevistador y las del entrevistado” (Tau y Gomez, 2016, p.66)
Se trata de una técnica novedosa con la particularidad de realizar preguntas básicas comunes para todos los/as entrevistados/as – lo cual refleja que hay un guión de estímulos/preguntas - las cuales difieren en cada entrevistado/a según la respuesta brindada. Es decir, se van ampliando y completando de acuerdo con las respuestas de los sujetos para poder interpretar lo mejor posible lo que van diciendo. Asimismo, se recupera o retoma lo ya dicho para reforzar o poner en cuestión las respuestas emergentes. Por lo tanto, hay un diálogo integral y constante de todo lo que se va conversando: “Las respuestas van guiando el curso del interrogatorio, pero se vuelve a los temas esenciales establecidos inicialmente” (Delval, 2012, p. 173)
Desde nuestro equipo de investigación realizamos el siguiente cuadro para facilitar la especificidad de las diferencias con la entrevista semiestructurada:
Cuadro I. Diferencias entre entrevista semiestructurada y entrevista clínica crítica
ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA
ENTREVISTA CLÍNICA
*Igualación o control de los factores intervinientes en la situación de entrevista
*Preguntas fijas e idénticas para todos los entrevistados/as
*No tiene cuestionario fijo y posibilita repreguntar para chequear o aclarar en una serie de encuentros investigador/a- entrevistado/a
* Permite hablar espontánea y libremente al entrevistado/a sin agotar ni desviar la conversación.
*El investigador/a conduce al entrevistado/a a zonas críticas del objeto de estudio en función de sus hipótesis, observando reacciones provocadas por la conversación: ¡si no se busca nada, no se encuentra nada!
*Las respuestas obtenidas se analizan en referencia a una escala, para comparación cuantitativa y cualitativa con respuestas esperadas
*Permite analizar cómo se plantea el entrevistado/a el tema y si se lo plantea o no.
*Busca captar tendencias espontáneas en la reflexión del entrevistado/a.
* Permite la emergencia de nuevos temas y aspectos del objeto de estudio no contemplados previamente. Posibilita la captación de la forma concreta en que se verbalizan en la realidad.
*Insuficiencia de contexto mental de origen de actitudes y acciones: hace abstracción de éste. Capta la resultante en el plano de la acción y la reflexión
* Sitúa síntoma/acción/ reflexión en contexto mental y social (contextual, circunstancial)
Fuente: Elaboración propia
Por su parte, la entrevista clínica también tiene sustanciales diferencias con la entrevista en profundidad. Una de sus diferencias troncales refiere a que la entrevista en profundidad está más planteada desde la forma que tiene que asumir (dejar hablar, no sugerir) que desde los objetivos de conocimiento (como es el caso de la entrevista clínica crítica). Como hemos mencionado respecto a su caracterización, en el método clínico el investigador experimenta introduciendo estímulos desencadenantes de los hechos que quiere estudiar a partir de hipótesis que tiene de esos hechos y que a través del registro va a corroborar finalmente o no. Una particularidad de las entrevistas clínicas piagetianas es que son acotadas a un hecho, un proceso, una dimensión de análisis (por ejemplo, la lógica infantil, la noción de causalidad, el juicio moral) y construye un dispositivo experimental que es una herramienta para poner a prueba esa dimensión. En este sentido, las diferencias sustanciales son dos: por una parte, hay una direccionalidad producto de temáticas a abordar e hipótesis investigativas que sustentan cada estímulo/pregunta; por otra parte, hay una experimentación en el sentido de buscar la perturbación que hace entrar en crisis el comportamiento del entrevistado/a, con la finalidad de saber qué es lo que entonces se desencadena y cómo se resuelve.
Otra particularidad de este método clínico-crítico es que son una técnica inherentemente cualitativa, pero se orientan a complementar este análisis con uno cuantitativo ya que se centra en la búsqueda de las regularidades, recurrencias y diferencias en las transformaciones de las respuestas de un grupo particular. Así identifica constantes y valores medios en las acciones y reflexiones relevadas empíricamente.
Ejemplo de la investigación en curso de las autoras
Desde nuestro equipo de investigación[1] estudiamos los factores socio y psicogenéticos[2] que inciden en la transformación del conocimiento del orden social en los sectores populares, en el marco de la evolución de la desigualdad de clase en Argentina en el siglo veintiuno. Investigamos la diversidad de contenidos de significación, lógicas de la reflexión y del juicio moral con los cuales describen, explican y evalúan los procesos que afectan sus propias condiciones sociales de vida. Así, el instrumento de relevamiento aplicado se orienta al desencadenamiento y captación empírica de una serie de conceptualizaciones, reflexiones, imágenes, creencias, sentimientos y emociones, juicios morales, evaluaciones, apreciaciones y razonamientos verbalizados por los entrevistados/as, en las distintas dimensiones de interés analítico sobre el objeto de estudio.
El objetivo central de la entrevista es poder captar la estructura de asimilación de lo social (el contenido de las ideas o representaciones, juicios de valor, razonamientos y mecanismos del pensamiento) operantes en la reflexión del entrevistado/a sobre “lo social”.
Consideramos que la entrevista clínica contribuye a la comprensión de los mecanismos, instrumentos y procesos involucrados en la cognición en el plano psicogenético. Los mismos, por supuesto, no son absolutamente autónomos e independientes de los factores sociales - de la sociogénesis. Tienen una autonomía relativa. Pero para poder tratar la cuestión de la sociogénesis del conocimiento, en primer lugar, hay que abordar no tanto el problema de “por qué” se conoce, o “por qué no” se conoce, sino el de “cómo” se conoce.
En nuestra investigación diseñamos e instalamos un instrumento/ entrevista que plantea un conjunto de estímulos desencadenantes de procesos cognitivos sobre ciertos fenómenos particulares de la realidad. En el caso particular de la presente ponencia, nos interesa presentar cómo utilizamos, a partir de la entrevista clínica, distintas formas de indagar y desencadenar reflexiones sobre la estructura social. En otras palabras, ejemplificaremos - mediante dos estímulos utilizados en nuestro instrumento de registro - cómo buscamos analizar la representación de la estructura social, su descripción y explicación. El objetivo principal es captar cómo el/la entrevistado/a nombra y describe la totalidad social y las partes constituyentes (estructuración social), las relaciones que observa entre ellas (funcionamiento y organización) y los criterios de estructuración (políticos, económicos, sociales, culturales, etc.).
Sostenemos como hipótesis investigativa que los/as entrevistados/as en su mayoría se plantean la sociedad como totalidad indiferenciada, es decir se presenta como reificada, no contemplando la existencia de grupos sociales y la relación -jerárquica- entre ellos.
Para responder a nuestros objetivos de investigación, en primer lugar, utilizamos como procedimiento solicitar al entrevistado/a la realización de una tarea, de una acción exteriorizada en el mundo, a partir de un dibujo espontáneo.
Específicamente les decimos: “Le pido que represente con un dibujo a la sociedad argentina actual” y le entregamos una hoja en blanco y un lápiz.
Nosotras como investigadoras tenemos las siguientes directrices/advertencias:
No realizar sugerencias ni mayores aclaraciones, de ningún tipo. Si pregunta, se le reitera “la sociedad argentina actual”. No se mencionan personas ni grupos, para ver lo que surge espontáneamente.Si verbaliza y/o gesticula algo mientras dibuja se registra.Si ofrece resistencia o dificultad se puede insistir, aclarando que no hay un “dibujo” correcto, sino que se trata de la “propia imagen” sobre la sociedad argentina actual, que se trata de ver cómo el entrevistado/a la imagina, la piensa.Aclarar que no se trata de dibujar cómo cree que debería ser la sociedad, sino de cómo el entrevistado/a considera que es. La intención aquí es diferenciar el juicio moral respecto de la descripción o el grado de conocimiento.La referencia o aclaración temporal es fundamental: le preguntamos por la sociedad argentina al día de la fecha de la entrevista. De todas maneras, consideramos que los cambios estructurales de clase de la formación social tienen un ritmo lento, llevan décadas, a veces siglos…
Seguidamente, para reforzar y profundizar en las significaciones y sentidos, les preguntamos: “¿Me puede describir lo que acaba de dibujar?”.
Asimismo, tenemos las siguientes preguntas alternativas: “¿esto qué es?” (señalando cada cosa dibujada por el entrevistado/a); “¿qué palabras servirían para describir su dibujo/ gráfico de la sociedad argentina?”; “Si tuviera que explicar su dibujo en dos palabras, ¿qué diría?”
Para poder poner a prueba las primeras hipótesis que surgen del dibujo realizado utilizamos otro procedimiento de indagación. Se trata de una intervención relacionada a la justificación previamente mencionada en la cual, a partir de pedidos, verbales o no verbales, se busca el refuerzo o la legitimación de las respuestas del sujeto. En este caso, les entregamos una figura de forma piramidal vacía y les decimos: “La pirámide es una imagen con la cual suele graficarse a la sociedad, ¿por qué piensa que usualmente asume esta forma?” Y; “En la pirámide social, la gente se distribuye fundamentalmente según su riqueza y poder. ¿Cómo explica Ud. que en la base haya mucha gente, en el centro, bastante, pero menos que en la base, y en la cúspide muy poca?”
De esta manera, los objetivos/objetos de conocimiento se abordan con otro dispositivo o vía alternativa a la de la objetivación gráfica “espontánea” de la propia imagen de lo social. Se propone esquematización social a través del gráfico de una “pirámide social” en la que implícitamente aparecen criterios de diferenciación, ordenamiento y jerarquización social.
Con el propósito de no sugerir y que surjan espontáneamente las reflexiones del entrevistado/a, es posible realizar la siguiente secuencia de implementación.
Al mostrar la pirámide vacía solamente se hace presente una de sus dimensiones: cantidad de gente. Ver si capta que en la base hay más que en el centro y en el centro más que en la cúspide.La segunda dimensión, explicativa de por qué la base es la que sostiene a la cúspide (no hay cúspide sin base), la tiene que inferir el entrevistado/a. En vez de sugerir nosotros (poder/ autoridad, riqueza, prestigio, etc.) como inicialmente habíamos pensado, que sea el entrevistado/a el que diga por qué cree que en la cúspide hay menos y en la base más personas, es decir, que planteé cuál es el factor de este tipo de distribución social desigual.
La utilización del método clínico se ejemplifica en este caso donde asignamos la realización de una tarea al entrevistado/a, hacemos variar las condiciones de dicha tarea, interrogándoles sobre distintos aspectos de los dibujos. En este sentido, la experiencia desencadena un conjunto de acciones cognitivas, a partir de un conjunto de estímulos instalados artificialmente. No son acciones que se producen espontáneamente. Se conduce a su desencadenamiento a los fines de disponer de un “material cognitivo”, propio de un universo particular, para poder ser observado y analizado.
Asimismo, su análisis será inherentemente cualitativo, pero se complementa con un análisis cuantitativo de constantes y valores medios, como mencionamos en el apartado anterior. Según cada respuesta se realizarán agrupamientos que resultan indicativos de las diversas etapas del desarrollo cognitivo sobre el funcionamiento, la imagen y representación de la estructura social (su descripción y explicación), permitiendo observar, tanto los cambios en el comportamiento y la reflexión según la fase evolutiva, como el modo de articulación de viejas y nuevas representaciones.
[1] Proyecto UBACYT: “La representación de lo real y su diversidad: la concepción del poder y la justicia social en fracciones trabajadoras de Argentina en el siglo XXI”. Plan de trabajo 2021/2023.
[2] Por psicogénesis nos referimos a la constitución de los hábitos psíquicos y comportamientos de los individuos. Por sociogénesis los cambios en la constitución de la sociedad. Al respecto Norbert Elías señala una interrelación entre los procesos sociogenéticos y los psicogenéticos: “la conexión entre las estructuras psicológicas individuales, esto es, las llamadas estructuras de la personalidad, y las composiciones que constituyen muchos individuos interdependientes, esto es, las estructuras sociales” (Elías, 1989, p.33).
Conclusiones:
A lo largo de este trabajo, fue de nuestro interés presentar la técnica de entrevista clínica, herramienta que consideramos de gran pertinencia a los fines de nuestros interrogantes teóricos. Para comprenderla en su integridad, en primer lugar, dimos cuenta de su génesis -contexto de creación y de implementación- así como sus características principales. En segundo lugar, contrastamos la entrevista clínica con otros tipos de técnicas usualmente utilizadas en el campo de las ciencias sociales. En tercer y último lugar, presentamos brevemente un ejemplo de cómo estamos utilizando esta herramienta en nuestra investigación en curso.
Para finalizar, estimamos que futuros avances investigativos nos permitirán conocer más y profundizar en los alcances que propone este tipo de técnica de investigación.
Bibliografía:
Bachelard, G. (1987). La formación del espíritu científico. Siglo XXI editores.Búhler, Ch. (1928), Kindheit undjugend. Traducción castellana de S. Krebs (de la 3a. ed. Alemana), Infancia y juventud. La génesis de la conciencia. Espasa-Calpe, 1946.Castorina, J. A., A. Lenzi y S. Fernández (1984). “Alcances del método de exploración crítica en psicología genética”, en. A. Castorina, A. Lenzi, S. Fernández y otros, Psicología genética. Aspectos metodológicos e implicancias pedagógicas. Miño y Dávila.Delval, J. (2012) Descubrir el pensamiento en los niños. Introducción a la práctica del método clínico. Siglo XXI editores.Ducret (2004), “El método clínico-crítico piagetano”, Seminario sobre el método piagetiano, dictado el 8 de octubre del 2004. Universidad de Ginebra. Elias, N., (1989). El proceso de la civilización. Estudios sociogenéticos y psicogenéticos. Fondo de Cultura Económica.Muleras, E. (2022). Piaget y el conocimiento de lo social. Subsecretaría de Publicaciones de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires - (en prensa).Piaget, J. (1984). La representación del mundo en el niño. Ediciones Morata.Ponce, E. A. (2008). El Método Clínico de la Psicología Genética, recuperado de: https://biblioteca.marco.edu.mx/files/metodo_clinico.pdf Tau R. y Gomez M. F. (2016) “La entrevista clínica en la investigación del conocimiento infantil” en S.L. Borzi (comp.) El desarrollo infantil del conocimiento sobre la sociedad. Perspectivas, debates y desarrollos actuales, (pp 63-77), Edulp, 978-950-34-1322-7.Vinh-Bang, (1996). La Methode clínique et la recherche en psychologie de l’enfant. Collectif Thémes piagetiens.
Palabras clave:
entrevista clínica - metodología - Piaget