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Resumen de la Ponencia:
Resumen
Si bien, el posmodernismo como filosofía y aplicado al arte se extrapoló a la política, a la sociedad y a la economía; el posmodernismo en la política se han usado los términos de izquierdismo y progresismo, para de esta manera no centrarse únicamente en el Estado, el poder o los partidos políticos, sino hablar de la justicia social, de la opresión, la búsqueda de la identidad, etc. y con ello buscar los intereses de grupo, los intereses comunes, la solución para las víctimas de toda injusticia social. Existe una coexistencia de la modernidad con la posmodernidad, porque lo nuevo (posmodernidad) ya está en lo viejo (modernidad). En n el caso de América Latina, tales conceptos y reflexiones se aplican, y a la vez se relacionan con el posneoliberalismo, gobiernos de “izquierda”, que específicamente se instalaron en algunos países de América Latina, y en cada uno de ellos con algunas características similares, pero también con características específicas de acuerdo a las circunstancias propias de sus sociedades.
Palabras clave: Posmodernismo. Posneoliberalismo, América Latina
GT-13 # 03020 Pormodernismo y Posneoliberalismo en América Latina,
Sala Dr. Ángel Bassols
Introducción:
Introducción
Los términos con los que coincide el posmodernismo y con los cuales se menciona dicha corriente, concepto y enfoque son: modernidad tardía, modernidad líquida, sociedad del riesgo, globalización, y capitalismo tardío; dicho en otras palabras designa un vasto número de movimiento artísticos, literarios, culturales, filosóficos, sociales, políticos y hasta económicos. Más adelante muchas de las ideas del posmodernismo se confunden, se entrelazan y se relacionan con el posneoliberalismo, concepto aplicado a los gobiernos progresivistas de algunos países de América Latina.
En el caso de América Latina, el posmodernismo se puede relacionar con el posneoliberalismo, pues los gobiernos de “izquierda” que se instalaron en algunos países de América Latina, con sus características y aplicaciones de acuerdo al contexto sociopolítico y económico de cada país donde se pusieron en práctica, con algunas características similares, pero también específicas de acuerdo a las circunstancias propias de sus sociedades.
La problemática fundamental se ubica en las expresiones de dichas tendencias que fueron reacciones a los cambios radicales que acarreó el neoliberalismo (fundamentalismo económico), que al apostarle al mercado como asignador de la distribución de la riqueza nacional se perdió de vista la redistribución social, trayendo como consecuencia los grandes males sociales o bien agravamiento de los mismos como mayor desigualdad social, pobreza, desempleo, problemas de salud, discriminación, racismo, etc. por lo cual, en varios países de América Latina se instauraron, por la vía democrática, gobiernos que inician sus políticas públicas distinguiéndose de los gobiernos y neoliberales, especialmente por las políticas públicas aplicadas durante sus gobiernos y tratando de separarse de las inducciones desde el exterior, especialmente de Estados Unidos, como el Consenso de Washington. A dichos gobiernos, que por su aplicación de políticas diferenciadoras, inclusivas y de sensibilidad social se le empezó a llamar regímenes progresistas latinoamericanos: Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Venezuela. En este contexto, es donde se ubica las características sociales del posmodernismo político y también del posneoliberalismo, aquí tratdas.
Las ideas que se expresan con respecto al posmodernismo, al posneoliberalismo son reflexiones del autor, basados en las aportaciones de un sin número de autores fundadores e intérpretes de los conceptos centrales de dichas tendencias (Lyotard, 1987) (Derrida, 1989) (Foucault,1994; pero que se intenta hacer coincidir con los gobiernos progresistas o progresivistas de América Latina, tomando en cuenta que la posmodernidad es lo que sigue a la modernidad (Ruíz Collado, 2011), o bien, lo nuevo de la modernidad, y el posneoliberalismo lo que trata de revertir al todavía neoliberalismo.
Más adelante muchas de las ideas del posmodernismo se confunden, se entrelazan y se relacionan con el posneoliberalismo, concepto aplicado a los gobiernos progresivistas de algunos países de América Latina y finalmente con las posdemocracias, que también tiene mucho del posmodernismo político; por lo que la finalidad de este artículo; los temas a tratar son: Posmodernismo y sus características; Posneoliberalismo y sus características, la vinculación del posmodernismos y posneoliberalismo con algunos gobiernos progresivistas en América Latina y terminar con algunas conclusiones.
Desarrollo:
Posmodernismo
Si bien el posmodernismo como filosofía y aplicado al arte se extrapoló a la política, a la sociedad y a la economía. El posmodernismo en la política con frecuencia se usan los términos de izquierdismo y progresismo, para de esta manera no centrarse únicamente en el Estado, el poder o los partidos políticos, sino hablar de la justicia social, de la opresión, la búsqueda de la identidad, etc. y con ello buscar los intereses de grupo, los intereses comunes, la solución para las víctimas de toda injusticia social. Existe una coexistencia de la modernidad con la posmodernidad, porque lo nuevo (posmodernidad) ya está en lo viejo (modernidad).
El posmodernismo (Posmodernidad, 2022), representa una respuesta a la crisis de la modernidad, cuya finalidad es describir y explicar la realidad tal como se entiende en el presente y se caracteriza por explicar el fracaso de las ideas modernas que vienen desde la ilustración, crítica a la razón ilustrada, y además pretende encontrar su razón en la consideración de más realismo. Defiende lo híbrido, la cultura popular, la descentralización de los saberes y la ciencia, por lo que no se admiten los grandes relatos que tienden al universalismo, propios de la modernidad. También el posmodernismo es un movimiento cultural y artístico, literario y filosófico, y no se trata como un movimiento homogéneo sino con varias aristas y presentaciones; con frecuencia se utiliza posmodernidad y posmodernismo como sinónimos, pero el posmodernismo es aquello que se opone a la modernismo; y el concepto de modernidad designa un determinado período cronológico que abarca los últimos cinco siglos, por lo cual posmodernidad es después de la modernidad, y posmodernismo al conjunto de expresiones políticas, de valores, económicos, culturales después del modernismo.
El posmodernismo encuentra su espacio temporal de desarrollo en la guerra fría; por esto se desenvuelve en los 40 años del siglo XX y continúa hasta nuestros días. Ciertos fenómenos político-sociales y económicos encuadran al posmodernismo: Los disturbios raciales en Estados Unidos, la China maoísta, la Primavera de Praga en Checoslovaquia, o el mayo francés de 1968, la guerra de Vietnam. Además en los años setenta debido a la revolución conservadora de Margaret Thatcher en Inglaterra y Ronald Reagan en Estados Unidos y en la década de los años noventa el colapso de la Unión Soviética, y a partir de ahí la aparición del neoliberalismo, que le da más peso al mercado y todo ello como elemento contradictorios, como lo veremos en el posmodernismo. (Cfr. Anderson, 2000). De igual manera, el posmodernismos es una reacción a la derechización de la política, de la sociedad y de la economía, al neoconservadurismo, al fundamentalismo de todo tipo. y es anti-socialismo.
La economía y la sociedad en el neoliberalismo se dirigen a la terciarización como prioridad de la producción y de consumo. La tecnociencia y la tecnocracia como productos de la tecnología que supera a la razón de la modernidad, por esto la realidad es medida lingüísticamente (Cfr. Vásquez, 2006).
Existe una dominación de las empresas transnacionales, pues se flexibilizan los mercados por parte del mismo Estado. El consumismo adquiere nuevas formas; la apertura del Estado-nación da paso a la globalización que no sólo va a ser económica sino cubre a todas las esferas de actividades en el mundo; el Estado y los gobiernos ya no son exclusivamente políticos, sino tienden a ser Estado empresarial; las sociedades capitalista se pretende modernizarla en aras del mercado que al fin y al cabo se torna en una tiranía del mercado y se deja de lado las necesidades y demandas sociales de la sociedad.
En la vida importa el presente y su inmediatez que adquieren relevancia; y por el achicamiento de las distancias por el internet, el face, el twiter, porque importa la imagen, la apariencia, la mercadotecnia; la tecnología uniforma y contradictoriamente libera porque los ciudadanos tratan de libremente expresar sus pensamientos y voluntades , inclusive hasta el extremo mediante la redes sociales; la educación en los valores de convivencia, produce el autismo social y se desfasa el valor de la comunicación de la valoración del “otro”; por esto se da paso al multiculturalismo, al feminismo y a la preferencias sexuales y diferencias de género.
Como el capitalismo de nuestros días provoca consumo, negocios, lucro, codicia y desregulación en lugar de bienestar social; la tecnología informática se apresura para el control e implementación de medidas favorables al mercado, al individuo, pero también para no profundizar en el pensar. El capitalismo salvaje, radical, globalizador hegemónico y sin fronteras es el centro del cuestionamiento del posmodernismo, y en el capitalismo transnacionalizado; también se puede decir, que es la filosofía crítica del capitalismo.
El posmodernismo metodológicamente conduce a la deconstrucción pero no para mejorar sino para fragmentar la realidad, con la simulación y la falta de reflexión. Importa la parte no el todo, y en todo caso se toma la parte por el todo. Comparte un mundo común a pesar de las diferencias, esto es, lo plural, es decir, la multiplicidad de razones y visiones del mundo; de aquí las diferencias y el relativismo que provoca que no exista una sola ideología.
La realidad concreta es la que da pie al relativismo, y no una razón única ni verdad única. La realidad artificial (virtual) da pie a diferentes, muchas y varias realidades nuevas; los medios de comunicación son diversos y por ello no dan nuevos conocimientos, se apoya la pluralidad. Aparece una pregunta ¿el posmodernismos significa el fin de la ideologías?, puesto que cada individuo tiene su propio pensamiento y no hay una ideología común.
Posneoliberalismo y sus características
Conviene saber de antemano ¿Cuáles serían groso modo las características del neoliberalismo?: liberación de los mercados, flexibilización laboral, economía de riesgo, altos niveles de rentabilidad, especulación financiera, terciarización de la economía, alejamiento de la cuestión social, concertación de la riqueza nacional, ascenso de la iniciativa privada al beneficio financiero estatal, ascenso de la tecnocracia a los gobiernos, derechización de los partidos políticos, involucramiento de las instituciones sociales en el circuito financiero en el juego especulativo; en resumen, se creó un capitalismo de saqueo, y en todo ello tuvo su soporte en el Estado; le apuesta a las libertades en favor del sector privado, acotando la intervención del Estado, con políticas favorables al capital versus trabajo; aumento de las tasas de interés, aumento de impuestos al consumo; menos gasto público, que significa menor intervención del Estado; privatización de los activos estatales y de los servicios públicos. En la apertura de las fronteras nacionales se privilegió la inversión de las empresas transnacionales, sobre todo de Estados Unidos. El mercado libre fue un engaño, porque estaba condicionado por el Estado, pero eso si favorable a las élites nacionales y transnacionales (Cfr. Máxima, 2019 y Zegada, 2016).
En la realidad concreta, algunos obiernos de “izquierda” se instalaron en algunos países de América Latina, y en cada uno de ellos con algunas características similares, pero también con características específicas de acuerdo a las circunstancias propias de sus sociedades para construir políticas más dirigidas a resolver los graves problemas sociales causados por la puesta en vigor del neoliberalismo y la aceptación del Consenso de Washington; rechazan la intromisión de las hegemonías; Se inician distinguiéndose de los gobiernos liberales y neoliberales, especialmente por las políticas públicas aplicadas durante sus gobiernos y tratando de separarse de las inducciones de políticas económicas realizadas desde el exterior, especialmente de Estados Unidos, como el Consenso de Washington. A dichos gobiernos, que por su naturaleza de aplicación de sus políticas diferenciadoras, inclusivas y de sensibilidad social se le empezó a llamar regímenes progresistas latinoamericanos: Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Venezuela. En este contexto donde se ubica el posneoliberalismo (Cfr.Elias, 2006).
Existen una serie de términos que se asocian al neoliberalismo: Proteccionismo nacional de exportación, corporativismo, eliminación del Estado (anarcocapitalismo), monetarismo neoclásico, socioliberalismo, reducción mínimo de poderes estatales (minarquismo).
La relación del neoliberalismo con el posmodernismo se puede ubicar con la siguientes características: el egoísmo como virtud individual, y esta virtud es considerada como condición natural de la humanidad; la competitividad, donde el más apto gana, todo proyecto comunitario basado en la equidad y justicia quedan desplazados, aunque contradictoriamente, el posmodernismo y posneoliberalismo buscan la justicia y la equidad.
El neoliberlismo acepta la mono-cultura, como sifuera algo universal, en cambio la posmodernidad acepta la pluricultura. Sin embargo, en tanto el posneoliberalismo con sus características es una transición ideológica y política, pero contradictoriamente, mantiene una serie de valores que van de la mano del neoliberalismo que en términos generales expresa lo siguiente: el individuo busca su interés personal y propio, la eficacia en la competencia y del mercado nacional, en donde la autorealización individual se privilegia más que en la realización social. En el neoliberalismo se alza el espíritu emprendedor y la competencia, situación que se asemeja al posmodernismo.
Por lo contrario, el posneoliberalismo, como podría pensarse aparece como una oposición contraria, aunque fueron gobiernos en contra del neoliberalismo, lo cual relativamente es verdadero, sin embargo, para poder subsistir como gobierno y regímenes políticos no rompen del todo con el Consenso de Washington, sino continúa con los cambios institucionales y sociales hacia aquellos sectores económicos: extractivismo, servicios ambientales, agrocombustibles, la multimodalidad del transporte, con la diferencia que habría un control del Estado, por lo que el posneoliberalismo es un proceso político que continúa con cambios institucionales y sociales para garantizar el capitalismo tardío; en otras palabras, tanto el neoliberalismo como el posneoberalismo cumplen con la tarea de la acumulación capitalista con diferente estrategia, porque al fin tanto uno como otro tienen de común el contexto capitalista en el que se desenvuelven.
El futuro postcapitalista del posneoliberalismo es una serie de acciones versus populismo de izquierda no democrático. Más que anticapitalismo o creación de un socialismo, se busca un equilibrio y un nuevo pacto social; denuncia de la corrupción y cambio de élites; y como bien se ha dicho sus características son el extractivismo simulado, pero que a su vez obstaculiza e desarrollo progresista, por ejemplo en Bolivia. Es un intento de pasar de un modelo a otro, por ejemplo del primario exportador a otro como el manufacturero; se procura una política de redistribución, pero sin abandono de la explotación de la naturaleza, lo que constituye una serie de contradicciones, además la transferencia estatal se dirige a las políticas sociales e infraestructura social; se eliminan ciertas formas del modo de producción capitalista hacia otro menos capitalista; se da un proceso de inclusión y distribución de la renta nacional. Se busca la felicidad social como estrategia colectiva; y la misiones de asesoría extranjera (Cuba) especialmente en lo electoral, en lo educativo, especialmente en Bolivia y Venezuela.
Las instituciones se vuelcan inestables por su acciones de inmediatez y no de largo plazo; financiadas por el recurso financiero estatal para combatir la pobreza, la salud y el atraso educativo. En síntesis en el posneoliberalismo existe una relación entre la ilusión desarrollista y la ilusión comunitaria; de igual manera en los tres países de esta tendencia (Venezuela, Bolivia y Ecuador) los créditos blandos son un instrumento de integración social; aunque algunas políticas públicas sociales estaban ligadas a los precios internacionales de las materias primas.
El discurso del posneoliberalismo supera con mucho las realizaciones llevadas a cabo, podrían convertirse en una transición del neoliberalismo , y poner las bases de un equilibro entre el capitalismo salvaje y la democracia igualitaria.
¿Qué logros han obtenido los gobiernos posneoliberales de América Latina, especialmente en lo que se refiere a la democracia social y a l solución de los problemas sociales, los cuales fueron efecto de la puesta en vigor de las diferentes formas de operar el neoliberalismo? Se redujeron algunos grados de la pobreza, de la indigencia a través de programas socializantes y el asistencialismo a los sectores menos favorecido, acceso a la salud universal, reivindicación de los derechos de los pueblos originarios y confrontación con movimientos antiextractivista con pueblos organizados indígenas; se ligó políticamente al pluripartidismo y se privilegió el mercado nacional y estableció una sociedad pluricultural; aunque para poder llevar a cabo sus programas se tuvo que subir al modelo neoliberal, y no se logró superar el Consenso de Washington; y en el comercio exterior se buscó la diversificación comercial. Se buscaron otras formas de integración, como búsqueda de relaciones con países de empatía política; se critican las hegemonías en cualquiera de sus formas, se crean centros de estudio crítico para buscar alternativas.; nuevas formas de conducir las políticas exteriores. Internamente se dio una confrontación con la prensa orgánica y los medios de oposición; se busca crecimiento del consumismo de los sectores de clase media.
El posneoliberalismo no estuvo exento de contradicciones, y la más importantes fueron no poder superar la hegemonía capitalista y las políticas asistencialistas de corte capitalista financiero; en síntesis la idea central entre el neoliberalismo y posneoliberalismo es la diferencia entre el desarrollo capitalista de uno y el desarrollo progresivismo del otro.
Relación entre posmodernismos y posneoliberalismo en algunos gobiernos progresivistas en América Latina
Los ensayos de Frank Gaudichaud, Jeffery Weber y Massimo Modonosi (2019) analizan que los Gobiernos progesistas, latinoamericanos del siglo XXI, permiten establecer con claridad la íntima relación entre posmodernismo y posneoliberalismo en los gobiernos progresistas, como ellos les llaman, y que también se les conoce como gobiernos progresivistas.
En el primer quinquenio del 2000 se produjo en América Latina una oleada de derrotas electorales de los antes “invencibles” partidarios del neoliberalismo y la correspondiente apertura de uno de los más grandes procesos de recambio relativo de los grupos dirigentes que ha visto la historia de la región. Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Nicaragua y El Salvador, en una breve secuencia que se aceleró entre 2002 y 2006, pasaron a ser gobernados por partidos y presidentes que se declaraban antineoliberales. Así, en la primera década del siglo XXI, se contaron tantos gobiernos de tinte progresista como no se veían desde los años treinta y cuarenta del siglo anterior (Gaudichaud, 2019)[1]
(…).los gobiernos que se proclamaron posneoliberales e incluso revolucionarios, fueron evaluados con esta vara tanto desde su derecha como su izquierda y, en ambos casos, por ir demasiado lejos o por quedarse cortos respecto de las proclamas y las aspiraciones (Gaudichard, 2019).
No hay que olvidar que la denominación posneoliberalismo apareció a mediados de la década de los noventa y se volvió punto de agregación en el encuentro en defensa de la humanidad y contra el neoliberalismo, convocado por el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas en 1996, que sintonizó un campo de luchas populares que, de allí en adelante, serán llamadas antineoliberales. A lo largo de esta misma década, en torno a la tensión neoliberalismo-antineoliberalismo, es decir, de la caracterización crítica del neoliberalismo y la gestación del antineoliberalismo como opción antagonista y alternativa, se fue re-estructurando un campo intelectual de izquierda, rescatando y prolongando la tradición del pensamiento crítico latinoamericano (Ibidem).
No deja de ser significativo que precisamente en el contexto de un nuevo ascenso y una nueva oportunidad de cristalización de una alternativa en la frontera entre el antineoliberalismo y el anticapitalismo–, afloraron divisiones que, en cierta medida, evocan aquellas añejas fracturas gestadas entre los años sesenta y setenta aunque otras sean claramente hijas de nuevos clivajes –como, por ejemplo, el ecoterritorial, el autonomista y el poscolonial– o del retorno renovado de antiguas cuestiones como la indígena y la campesina que habían sido subsumidas y proletarizadas en el altar del sujeto histórico obrero destinado a realizar el socialismo en nombre de la humanidad en su conjunto, y que en este artículo le hemos llamado el posneoliberalismo.
Los argumentos a favor del giro posneoliberal han circulado ampliamente ya que corresponden al discurso elaborado y difundido por los distintos gobiernos de la región bajo los rubros de revolución bolivariana, socialismo del XXI, socialismo comunitario, revolución ciudadana, proceso de cambio, progresismo o simplemente chavismo, kirchnerismo, evismo, lulismo, correismo y orteguismo. Al mismo tiempo es útil destacar y revisar aquellas lecturas que buscan sintonizarlos y, por lo tanto, dar definiciones positivas a escala latinoamericana del llamado “cambio de época” (Gaudichaud, 2019).
De la cuestión nacional se deprende la cuestión popular, es decir la de la justicia social que es el otro pilar del discurso posneoliberal, esgrimiendo un argumento clásico: no hay desarrollo posible sin no se resuelve la dependencia. Tanto la cuestión nacional como la social, según el planteamiento progresista, deben ser atacadas a través de la intervención estatal, contrario a lo que pregonaba en los hechos el neoliberlaismo, en defensa de la soberanía y en pos de la redistribución de la riqueza (Gaudichaud, 2019).
Como ejemplo de posneoliberalismo, podemos mencionar: En el gobierno de Argentina con los esposos Kichsner la lucha antineoliberal se expandió en dos frente,s en el interno en contra de los terratenientes de la soya, en el frente externo en contra del Fondo Monetario Internacional por razón de la deuda externa. En el caso de Brasil, de igual manera en el frente interno la lucha en favor de las capas populares más necesitadas y su defensa de la soberanía medioambiental y en el externo, con sus nuevas alianzas internacionales a través de los BRIC´s. En el caso de Bolivia, su lucha por el rescate de los recursos naturales, especialmente el gas; la inclusión de los movimientos indígenas y en el exterior su lucha en contra de las inversiones extranjeras superextrativistas.
Ahora bien, sin ser simplista, el posmodernismo y sus expresiones analizados en la primera parte de este artículo, lo podemos observar en los gobiernos progresistas o progesivistas de América Latina tanto en la parte discursiva como en la práctica de sus políticas públicas de algunos de los gobiernos del Cono Sur de América Latina, ya sea al interior de sus naciones tendientes más a lo social: así por ejemplo el rechazo al pensamiento único de la globalización neoliberal, la particularidad de los sectores sociales a los que proteger, la reivindicación de la justicia social, lo cual se ve con claridad durante la vigencia de los gobiernos de Argentina, Brasil. Uruguay, Ecuador, Bolivia, Venezuela, etc. En el ámbito externo sus políticas exteriores fueron, sino de confrontación, con Estados Unidos, con el imperio, tampoco fueron antisistémicas, si presentaron rasgos de buscar autonomía, autodeterminación y limitar la dependencia (Cfr. Fundación Global Democracia y Desarrollo, 2022 y Aportes Andinos, 2011).
Con relación al posmodernismo podemos afirmar, que el posmodernismo es una reacción a la derechización de la política, de la sociedad y de la economía, al neoconservadurismo, es anti-socialismo y al fundamentalismo de todo tipo, y en este sentido, la relación entre posmodernismo, posneoliberalismo y gobiernos progresisivistas de América Latina se evidencia en esas políticas asumidas.
Sin embargo, no podemos cerrar los ojos, que contrario sensu se sostiene también que los gobiernos “progresistas” con la puesta en marcha de su política económica, han mostrado la verdadera intención de su proyecto político, que no ha consistido en superar el neoliberalismo y mucho menos el capitalismo; y si bien, se han desarrollado políticas sociales que “beneficiaron” a algunos sectores poblacionales empobrecidos (Sierra, 2011).
[1]Estos gobiernos lograron instalar cierto grado de hegemonía que les permitió sostenerse por un ciclo temporal sorprendentemente largo –que varía entre 10 y casi 20 años de gobierno- que incluyó tres procesos constituyentes, varias re-elecciones presidenciales, logrando inclusive sostener el recambio del titular del ejecutivo al interior del mismo partido (salvo el de Bolivia y Nicaragua). Sin embargo, el llamado “fin de ciclo”– que se manifestó en la derrota electoral en Argentina en 2015, el golpe institucional en Brasil 2016, la negativa plebiscitaria a la reelección de Evo Morales en Bolivia ese mismo año, la apretada victoria de Lenin Moreno en 2017 y su casi inmediato enfrentamiento con Rafael Correa en Ecuador, y que se presenta en forma explosiva tanto en la crisis venezolana desde 2014 como en la del “orteguismo” en Nicaragua en 2018.
Conclusiones:
Conclusiones
Un realidad se impone a los gobiernos progresistas en América Latina, hoy que observamos una crisis de los sistemas electorales, de los partidos políticos, como es la pérdida de su credibilidad, se banaliza el debate público, la mercadotecnia política convierte en espectáculo, aunque otra distinción de la llamada posdemocracia (Sánchez, 2009 y Crouch, 2004) es la existencia del pluripartidismo y la separación de los partidos de masas, además coalición de partidos heterogéneos, partidos de Estado, de empresas, de la sociedad civil para poder solucionar problemas globales; existen intereses de empresas cuya conveniencia se materializa en los gobiernos elegidos; existe un alejamiento de los asuntos políticos por parte de los ciudadanos, se limita la participación pública.
Existe una contradicción: el universalismo de la democracia liberal y regímenes representativos con respecto al posmodernismo, pues el desarrollo no se ha universalizado, por lo que podría permanecer como un valor realizable en el posmodernismo, el posneolibearlismo, porque en estas tendencias el Estado de derecho y los derechos humanos son esenciales. Las migraciones de nuestros días, son consecuencias del colapso de Estado de bienestar, además existe un ascenso de las derechas en varias partes del mundo, y en Europa asciende la xenobia. En la vuelta de gobiernos de derecha contraviniendo a los gobiernos progresistas en América Latina, empiezan a recrearse de nueva cuenta las alianzas entre el Estado-nación con las transnacionales y las organizaciones tecnocráticas financieras como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). En el fin de las dictaduras en América del Sur, llegaron democracias directas y participativas, un elemento coincidente con el posneoliberalismo, por lo que las izquierdas en el mundo, se adaptaron al neoliberalismo y otras al keynesianismo.El engaño, el fraude como posverdades en la posdemocracia, como ya se dijo a través de la manipulación, tiene un rumbo contrario de la democracia.
En el posmodernismo político y en el posneoliberalismo, que cuyos contenidos fueron analizados; con tintes nacionalistas echan culpas y responsabilidades por el deterioro social a los de atrás, a los de adentro y a los de afuera; así con dosis de mentiras y odios en contra de los medios de comunicación que no les son afines; se vuelven con frecuencia más autoritarios que los gobiernos del neoliberalismo; aunque básicamente también, es una democracia versus neoliberalismo transnacional; maneja; la austeridad después de las crisis que se presentan.
Los temas aquí planteados son complejos en su tratamiento, pero en un esfuerzo también como conclusión se puede llegar a lo que podría suceder o ya está sucediendo en América Latina. A pesar del reconocimiento de los derechos sociales y políticos, sin embargo el nivel democrático en las sociedades ha tendido a bajar; cada vez más existe menos participación colectiva; la globalización neoliberal ha provocado que la clase trabajadora se ha diseminado, por lo cual ha disminuido su participación. Por esto, no cabe duda que América Latina vive un péndulo entre neoliberalismo, posneoliberalismo y posmodernismo, tal como fue tratado en el contenido de este artículo, y actualmente se observa en la realidad de la región, puesto que se van gobiernos progresistas y vuelven gobiernos más favorables al liberalismo de mercado y otra vez gobiernos progresistas y así sucesivamente, y hoy la polarización, los golpes de Estado blandos, los golpes a la democracia son ciertas evidencias.
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Palabras clave:
Palabras clave: Posmodernismo, Posneoliberalismo, América Latina